COHERENCIA

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P P anteleimón, «el muy compasivo», era un monje oriental un poco corto de luces, pero con un corazón de oro. Un día se encontró con un pobre hombre, perseguido por la justicia, y se lo trajo al monasterio para protegerlo. El abad se enfadó: «Has puesto en peligro a los hermanos. ¡Un poco de lógica, un poco de sentido común, hermanoEl buen y sencillo Panteleimón le dijo: «Nunca he deseado ser lógico ni tener sentido común. ¿Para qué sirve la lógica si se opone al amor?». El abad insistió: «Has faltado a la prudencia. Has puesto en peligro la seguridad del monasterio.» El hermano insistía a su vez: «Padre, no hace más que repetir la palabra prudencia. Además, nosotros nos unimos al monasterio por amor, no por razones de seguridad. Padre, usted nos predica sobre el amor, y cuando yo pongo en práctica lo que usted predica, se enfada. Usted me pide lógica. Yo también le pido lógica entre lo que hace y lo que predica.» . Y esta historia me hace plantearme… -- Prudencia y sentido común se oponen, algunas veces, al verdadero amor… ¿Hasta qué punto tengo experiencia de esto?. -- “¿Tiene razón el “corto” de Pantaleimón? ¿Soy coherente? ¿Alguna vez te has preguntado si eres coherente, es decir, si todo lo que dices en el día a día, todas tus actuaciones son coherentes entre sí? Probablemente muchas no y, al contrario, seguramente hemos criticado mas de una vez a otras personas que, a nuestro juicio, no lo son. Seguro que todos hemos caído en ello. Pues… tal vez sería interesante que todos hiciéramos el ejercicio que hacemos con el prójimo, pero con nosotros mismos y quizás llegáramos a alguna conclusión, porque la coherencia absoluta es una cualidad que no se da en el ser humano, ya que la nuestra es una especie cuya racionalidad e irracionalidad están en constante duelo. ¿O no es verdad? J J e e s s ú ú s s F F . . M M. .

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Anécdota de un monje oriental

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Page 1: COHERENCIA

PPPanteleimón, «el muy compasivo», era un monje oriental un poco corto de luces, pero con un corazón de oro. Un día se encontró con un pobre hombre, perseguido por la justicia, y se lo trajo al monasterio para protegerlo. El abad se enfadó:

«Has puesto en peligro a los hermanos. ¡Un poco de lógica, un poco de sentido común, hermano!»

El buen y sencillo Panteleimón le dijo:

«Nunca he deseado ser lógico ni tener sentido común. ¿Para qué sirve la lógica si se opone al amor?».

El abad insistió:

«Has faltado a la prudencia. Has puesto en peligro la seguridad del monasterio.»

El hermano insistía a su vez:

«Padre, no hace más que repetir la palabra prudencia. Además, nosotros nos unimos al monasterio por amor, no por razones de seguridad. Padre, usted nos predica sobre el amor, y cuando yo pongo en práctica lo que usted predica, se enfada. Usted me pide lógica. Yo también le pido lógica entre lo que hace y lo que predica.» .

Y esta historia me hace plantearme…

-- Prudencia y sentido común se oponen, algunas veces, al verdadero amor… ¿Hasta qué punto tengo experiencia de esto?. -- “¿Tiene razón el “corto” de Pantaleimón? ¿Soy coherente? ¿Alguna vez te has preguntado si eres coherente, es decir, si todo lo que dices en el día a día, todas tus actuaciones son coherentes entre sí? Probablemente muchas no y, al contrario, seguramente hemos criticado mas de una vez a otras personas que, a nuestro juicio, no lo son. Seguro que todos hemos caído en ello. Pues… tal vez sería interesante que todos hiciéramos el ejercicio que hacemos con el prójimo, pero con nosotros mismos y quizás llegáramos a alguna conclusión, porque la coherencia absoluta es una cualidad que no se da en el ser humano, ya que la nuestra es una especie cuya racionalidad e irracionalidad están en constante duelo. ¿O no es verdad?

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