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7/23/2019 colisiondelecturaArticulo38

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LAS FUNCIONES DE LOS LECTORES RFID

La tecnología de Identificación por Radiofrecuencia o, lo que es lo mismo, Radio

Frequency Identification Devices (RFID) se basa en etiquetas electrónicas o tags

compuestos de un chip y una pequeña antena, que pueden ser incorporados a todos

los productos o artículos y hacen posible identificarlos a distancia y controlarlos a lo

largo de toda la cadena de distribución, desde el fabricante hasta el comprador.

RFID es una tecnología flexible, fácil de utilizar y dirigida a automatizar cualquier

proceso de identificación; no requiere ni contacto ni línea directa o de visibilidad

entre el lector y el producto para identificarlo. En otras palabras, la radiofrecuencia

nos permite la transmisión de datos sin contacto físico entre el lector y la tarjeta.

Para que la tecnología RFID funcione, son necesarios tres elementos básicos:

--Una etiqueta electrónica o tag: es una “etiqueta” inteligente o “smart card”. En

ella están almacenados determinados datos sobre el producto o artículo que la porte.

--Un lector de tags o interrogador: a ellos dedicaremos el presente artículo. Se

definen como aparatos electrónicos que captan la información contenida en el chip

del tag cuando éste es activado. Cuando el tag es activado, transmite la información

contenida en él.

--Antena: elemento que conectado al lector, posibilita la emisión del campo

magnético necesario para activar el tag.

La diferencia fundamental con los lectores de códigos de barra, es que en los

lectores RFID NO es necesaria una línea de visión entre el lector y la etiqueta, por

tanto, la gran diferencia entre ambas tecnologías es que el código de barras es una

tecnología de visualización. Es decir, un escáner debe “ver” el código de barras para

poder leerlo, lo que implica que el empleado debe orientar el código de barras hacia

el lector para que se produzca su lectura.

La tecnología RFID, por el contrario, no requiere la visualización de las RFID tags,

siempre que estas estén dentro del rango de lectura del interrogador. El hecho de

que en el caso de los lectores de códigos de barra sea necesaria la “visualización” del

código para leerlo, implica inconvenientes asociados a este tipo de tecnología, por

ejemplo, si la etiqueta está rota o rayada o simplemente arrugada o se ha

despegado, es casi imposible leerla.



Funciones del lector

Su función principal es la de leer e incluso escribir la etiqueta.

Los lectores RFID son los responsables de la lectura de los tags RFID y de la

comunicación de los códigos con el sistema central o sistema de gestión.

El lector envía una serie de ondas de radiofrecuencia al tag, que éste capta a través

de una pequeña antena. Estas ondas activan el microchip, que, mediante la

microantena y la radiofrecuencia, transmite al lector la información que contiene. En

definitiva, un equipo lector envía una señal de interrogación a un conjunto de

productos y estos responden enviando cada uno sus datos almacenados. La

información que almacena el tag (o etiqueta) será la que el fabricante haya

“escrito”, siendo lo frecuente un “número único de identificación” con el cual se

puede acceder a una Base de Datos local o remota (internet generalmente) para

obtener las características del artículo en cuestión: fecha de caducidad, material,

peso, dimensiones...

De este modo, se hace posible consultar la identidad de una mercancía en

cualquier momento y fácilmente durante toda la cadena de suministro.

Entre otras muchas clasificaciones, las etiquetas se pueden dividir en pasivas y

activas. Las primeras no disponen de energía y requieren de cercanía al interrogadorpara que sus ondas “energicen su antena” y dispongan de energía para poder

contestar. Por contra, las etiquetas activas disponen de energía/batería o conexión

eléctrica) y, por tanto, pueden leerse a mucha mayor distancia. Por ejemplo, en

vehículos para peajes, autopistas, parking, control de flotas, etc.

Según la publicación DATA-Collection, podemos decir que la comunicación lector/tag

sucede en tres fases:

A) El lector energiza el tag, si la etiqueta es pasiva.

B) El lector lanza comandos para la interrogación del tag en el campo.

C) El lector escucha la respuesta del tag.

D) El lector comunica el resultado de la lectura al software aplicativo.

El rango de lectura de etiquetas pasivas depende de muchos factores tales como la

frecuencia de operación, la potencia del lector, interferencias de objetos metálicos o

dispositivos de RF, etc. En general, las etiquetas de baja frecuencia deben ser leídas

a distancias de unos 0,30 metros o menos. Las de alta frecuencia, hasta 0,90 metros



y las etiquetas UHF de 3 a 6 metros. Cuando se requieren distancias mayores, como

en el caso de seguimiento de camiones o trenes, se utilizan etiquetas activas para

aumentar la distancia hasta 90 o más metros.

Según un artículo publicado en DATACOllection, se pueden distinguir 4 modalidades

de distancia de lectura:

1. Proximidad: lectura a 10 cm; 20-25 cm como máximo.

2. Vecindad: lectura desde unos milímetros hasta 1 metro como máximo.

3. Distancia media: desde un metro a varios metros.

4. Distancia larga: varios metros.

Un problema que aparece con la RFID es que la señal de un lector puede interferir

con la de otro lector allí donde haya superposición de cobertura. Es lo que se llama

“colisión de lecturas”. Una forma de evitar el problema es utilizar una técnica

llamada acceso múltiple por división temporal (TDMA por sus siglas en inglés). Esto

consiste en que los lectores son programados para leer a tiempos diferentes, en lugar

de hacerlo al mismo tiempo, lo que asegura que no interferirán entre sí. Pero ello

implica que toda tarjeta o tag en un área donde se superponen dos lectores, será

leída dos veces. Por tanto, el sistema deberá programarse de tal manera que si un

lector lee una etiqueta específica, otro lector no leerá la misma etiqueta. Otroproblema que puede ocurrir con los lectores es cuando se leen varias etiquetas en el

mismo campo. La colisión de etiquetas puede ocurrir cuando más de una refleja la

señal hacia el lector al mismo tiempo. Algunos fabricantes han desarrollado

soluciones para este problema, permitiendo que cada etiqueta sea leída en tiempos

diferentes. Como todo ello ocurre en períodos de pocos milisegundos, respecto a la

aplicación ocurre como si fueran leídas al mismo tiempo.

Las ventajas que ofrecen los lectores son, entre otras, la eliminación de un gran

volumen de trabajo manual y la mejora de la gestión y fiabilidad de la información.

Un ejemplo de lectores RFID es el primer lector RFID para carretillas elevadoras o

vehículos de Intermec Technologies. Se trata del IV7 Intellitag, lector multiprotocolo

que puede identificar etiquetas de diferentes estándares como EPC Gen 2, Gen 1 e

ISO 18000-6b.

El IV7 se une a la familia de lectores RFID de segunda generación de Intermec y viene

preparado para acoplarse al terminal de vehículo CV60 de Intermec mediante puerto

serie. Ambos están diseñados para soportar los entornos industriales más exigentes y

cuentan con el certificado IP65. Las funcionalidades inalámbricas del CV60 junto a la



capacidad de lectura de tags del IV7 permiten que los sistemas de gestión de

almacén actualicen en tiempo real toda la información relativa a localización de

productos y movimiento de mercancías.

El CV60 dirige las actividades del IV7, que va equipado con una antena de alta

sensibilidad para leer la etiqueta RFID en el momento en que el pallet es recogido. El

IV7 no sólo puede capturar la información sobre el pallet y su ubicación en el mo-

mento de la recogida, sino también información relativa al recorrido dentro del

almacén y sobre el lugar donde esté fue depositado.

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