¿Cómo afrontar el 2012? - web2.santelmo.org Académico 2011-2012... · suspensi n de pagos o una...

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14 15 ECONOMIA Comenzamos el año 2012 con un nuevo Gobierno dispuesto a enfren- tarse con realismo y decisión a un escenario económico adverso que se ha ido deteriorando durante todo el 2011. El Plan de Ajuste Fiscal del nuevo Gobierno nos ha sorprendido por su dureza y por su composición. Sabíamos que el 2012 iba a ser un año duro, con recortes y desempleo creciente. España, que estaba apun- to de entrar en una nueva recesión, se veía al mismo tiempo obligada a recortar el déficit público hasta el 4,4%, Bruselas no los exigía. Incluso habíamos llegado al conven- cimiento de que la austeridad era una condición necesaria, aunque no suficiente, para volver a la senda de crecimiento y creación de empleo. Pero la fuerte e inesperada subi- da del IRPF, del IBI y del Impuesto sobre los Rendimientos del Capital acentuará, a corto plazo, la caída del consumo y la inversión, y retra- sara la creación de empleo hasta bien avanzado el 2013. La previsible desaceleración de la economía mun- dial no nos va a ayudar. FERNANDO FACES PROFESOR DEL INSTITUTO INTERNACIONAL SAN TELMO ¿Cómo afrontar el 2012? Adelgazar y reestructurar para poder crecer En un año en el que las previsiones de mejora económica se desvanecen, el gran reto mundial será compatibilizar la austeridad con el crecimiento a medio plazo. España, por su parte, tendrá que centrarse en mejorar su competitividad y crear empleo. El gran reto es compatibilizar la austeridad con el crecimiento a medio plazo. La economía mundial intensificará su desaceleración (3%-4%). Las previsiones de crecimiento de la UE se reducen drástica- mente (-0,5%-1%). La UE deberá avanzar decididamente en la cesión de soberanía presupuestaria y fiscal y en la coordinación del resto de las políticas económicas hasta su total integración. Europa necesita que países como Alemania practiquen políti- cas expansivas que ayuden a las exportaciones de otros países europeos. Preocupa la tendencia que seguirán el petróleo, las materias primas y los alimentos, sometidos a un descenso de la deman- da mundial y las crecientes tensiones geopolíticas en Irán, Nigeria y otros países árabes. LAS CLAVES MUNDIALES DEL 2012 El gran reto es compatibilizar la austeridad con el crecimiento a medio plazo, lo cual requiere que, en paralelo, se acometan urgentemente todas las reformas estructurales necesarias para mejorar nuestra competitividad. En definitiva, adel- gazar y reestructurar a corto plazo, para crecer a medio. Desaceleración. La contracción del crecimiento afectará a todas las economías: las avanzadas y las emergentes y en desarrollo.

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ECONOMIA Comenzamos el año 2012 con un nuevo Gobierno dispuesto a enfren-tarse con realismo y decisión a un escenario económico adverso que se ha ido deteriorando durante todo el 2011. El Plan de Ajuste Fiscal del nuevo Gobierno nos ha sorprendido por su dureza y por su composición. Sabíamos que el 2012 iba a ser un año duro, con recortes y desempleo creciente. España, que estaba apun-to de entrar en una nueva recesión, se veía al mismo tiempo obligada a recortar el déficit público hasta el 4,4%, Bruselas no los exigía. Incluso habíamos llegado al conven-cimiento de que la austeridad era una condición necesaria, aunque no suficiente, para volver a la senda de crecimiento y creación de empleo. Pero la fuerte e inesperada subi-da del IRPF, del IBI y del Impuesto sobre los Rendimientos del Capital acentuará, a corto plazo, la caída del consumo y la inversión, y retra-sara la creación de empleo hasta bien avanzado el 2013. La previsible desaceleración de la economía mun-dial no nos va a ayudar.

FERNANDO FACES PROFESOR DEL INSTITUTO INTERNACIONAL SAN TELMO

¿Cómo afrontar el 2012?Adelgazar y reestructurar para poder crecerEn un año en el que las previsiones de mejora económica se desvanecen, el gran reto mundial será compatibilizar la austeridad con el crecimiento a medio plazo. España, por su parte, tendrá que centrarse en mejorar su competitividad y crear empleo.

El gran reto es compatibilizar la austeridad con el crecimiento a medio plazo.

La economía mundial intensificará su desaceleración (3%-4%).

Las previsiones de crecimiento de la UE se reducen drástica-mente (-0,5%-1%).

La UE deberá avanzar decididamente en la cesión de soberanía presupuestaria y fiscal y en la coordinación del resto de las políticas económicas hasta su total integración.

Europa necesita que países como Alemania practiquen políti-cas expansivas que ayuden a las exportaciones de otros países europeos.

Preocupa la tendencia que seguirán el petróleo, las materias primas y los alimentos, sometidos a un descenso de la deman-da mundial y las crecientes tensiones geopolíticas en Irán, Nigeria y otros países árabes.

LAS CLAVES MUNDIALES DEL 2012

El gran reto es compatibilizar la austeridad con el crecimiento a medio plazo, lo cual requiere que, en paralelo, se acometan urgentemente todas las reformas estructurales necesarias para mejorar nuestra competitividad. En definitiva, adel-gazar y reestructurar a corto plazo, para crecer a medio.

Desaceleración. La contracción del crecimiento afectará a todas las economías: las avanzadas y las emergentes y en desarrollo.

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ECONOMIA

dos bursátiles han sufrido un drás-tico recorte y la preocupación por la incipiente burbuja inmobiliaria ha remitido. Se sigue incentivando el consumo interno, pero la principal preocupación, ante las expectativas de desaceleración mundial, es que se mantenga la fortaleza de sus ex-portaciones. No obstante se espera un fuerte crecimiento en torno al 8%-9%.

Brasil se está estancando, en parte debido a las políticas restrictivas practicadas en los meses anteriores, pero también como consecuencia del debilitamiento de sus exporta-ciones por la desaceleración de la economía mundial.

En general, todos los países, emer-gentes y desarrollados, con mayor o menor intensidad, van a sufrir este año una desaceleración de su ritmo de crecimiento, fundamentalmente los que están más endeudados y con políticas de consolidación fiscal más agresivas.

rán la reactivación de la demanda externa, única vía para una rápida recuperación.

Un factor adicional de incertidum-bre es la interminable crisis fiscal y financiera de Europa. Otras eco-nomías como Japón, que tendrá crecimiento positivo en el año 2012, lo verán disminuido por las políticas de consolidación fiscal, por su alto endeudamiento público y por las dificultades de sus exportaciones ante la desaceleración de los países destinatarios.

Frenazo en las economías emergentesEn tan sólo unos meses China ha pasado del temor a la inflación a la prevención frente a la desacelera-ción. La tasa de inflación ha remiti-do al 4,4%. La política monetaria ha tenido que cambiar de restrictiva a expansiva. Se ha reducido el coefi-ciente de reserva de los bancos y se está estimulando el crédito a las fa-milias y a las empresas. Los merca-

La economía mundial se desaceleraLa economía mundial intensificará su desaceleración (3%-4) durante todo el 2012. La desaceleración afectará a todas las economías: las avanzadas y las emergentes y en desarrollo. El comercio mundial también se verá afectado. Algunos países, fundamentalmente los de Europa del sur, entrarán en recesión, entre ellos España e Italia.

Estados Unidos tendrá un creci-miento débil, entre el 1,5%-1,8%, a pesar de la reactivación observada durante el año 2011. Los proble-mas de financiación continúan, el mercado inmobiliario no acaba de recuperarse y el desempleo perma-nece casi estancado. El objetivo de consolidación fiscal a medio y largo plazo sigue siendo un tema pen-diente de resolver, sin entendimien-to entre demócratas y republicanos. La repreciación del dólar, como moneda refugio, y la desacelera-ción de las economías a las que se dirigen sus exportaciones dificulta-

La subida de impuestos acentuará, a corto plazo, la caída del consumo y la inversión, y retrasará la creación de empleo hasta bien avanzado el 2013.

El país necesita austeridad y crecimiento. Si no crecemos volve-rán a castigarnos.

Es preciso que cuanto antes se restaure y ponga en funciona-miento el colapsado sistema bancario.

El Gobierno debe acometer sin dilación una profunda reforma del mercado de trabajo.

La restructuración más apremiante es, quizás, la de la propia Administración.

La reforma del mercado energético también será clave.

Otras reformas como la liberalización del mercado de servicios, la justicia y, sobre todo, la educación deberán abordarse con firme-za en esta legislatura.

Las políticas de oferta y de mejora de competitividad son las únicas que nos pueden poner en la senda del crecimiento, aunque todavía no han sido definidas por el nuevo Gobierno.

ESPAÑA: LAS REFORMAS DE 2012

España. Para cre-cer tenemos que mejorar nuestra competitividad.

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Estados Unidos. Tendrá un crecimiento débil, entre el 1,5%-1,8%, a pesar de la reactivación observada durante el año 2011.

China. En tan sólo unos meses el gigante asiático ha pasado del temor a la inflación a la prevención frente a la desaceleración. Espera crecer en torno al 8%-9%.

ECONOMIA

Europa es el principal problemaEn el 2012 Europa se estancará y algunos países entraran en recesión. Las previsiones de crecimiento de la UE se reducen drásticamente (0,5%-1%). Y además: Europa no acaba de resolver sus problemas fiscales y financieros.

La diabólica espiral entre la deu-da soberana y la deuda bancaria se ha acentuado en los últimos meses.

Los mercados dudan de la soste-nibilidad de la deuda soberana de los países del Sur de Europa y de otros como Bélgica y Francia, el núcleo de la Unión Europea.

La banca, ante el cierre de los mercados financieros, resuelve sus problemas de liquidez con una creciente apelación al BCE.

La liquidez no fluye hacia la economía real, y gran parte queda depositada en el propio BCE para hacer frente a las emisiones que vencen, a la compra de deuda pública, que es directamente mo-netizable en el Banco Central.

Los depósitos de los bancos en el BCE han alcanzado el máximo de los 500.000 millones de euros, cantidad que se aproxima a la inyección de liquidez a tres años que han recibido en la última subasta.

El sector público capitaliza y financia a la banca, y a su vez los bancos financian a sus respectivos gobiernos a través de compras masivas de deuda pública. De esta manera las dudas sobre la solven-cia de la deuda soberana acaban afectando a la banca y viceversa. La liquidez no fluye hacia las fami-lias y las empresas.

Tampoco se han corregido los desequilibrios mundiales entre los países excedentarios de ahorro, con balanzas en cuenta corriente superavitarias, como China y otros países emergentes y Alemania, y los países deficitarios, como Estados Unidos y los países de Europa del Sur. Para resolver estos desequili-brios, los primeros deben estimular sus demandas internas para así

Una cuestión políticaEs un problema político más que económico. Los gobernantes europeos no están a la altura de la emergencia que vive Europa. Las dudas, las contradicciones y la falta de coordinación han provocado una escalada de incertidumbre que está arrastrando a Europa a la recesión. El problema de la deuda griega todavía no está cerrado, y los acuer-dos con el sector bancario no están concluidos. La recesión es cada vez más profunda y el riesgo de una suspensión de pagos o una salida del euro es una amenaza creciente.

Por su parte, los acuerdos para la ampliación, flexibilización e imple-mentación del Mecanismo de Esta-bilidad Financiera (MEDE) no acaban de cerrarse. El pacto de Estabilidad Fiscal, alcanzado en la última cumbre del 9 de diciembre, es un paso trans-cendental, aunque insuficiente; es un pacto de austeridad y disciplina más

reducir su superávit exterior y de esta manera ayudar a corregir los desequilibrios exteriores y las nece-sidades crecientes de financiación exterior de los países deficitarios. Todos los intentos de acuerdo den-tro del G/20 para restablecer este equilibrio han sido inútiles. Tan sólo se ha podido evitar una escalada global del proteccionismo, riesgo que todavía subsiste.

Pero quizás lo que más desconcier-ta es que, a pesar de las ayudas recibidas por la Banca Europea, el sistema bancario siga colapsado y los mercados financieros cerra-dos. Los problemas de liquidez han mutado en problemas de solvencia, y la insolvencia bancaria ha acabado afectando a la solvencia soberana, en un proceso circular de retroali-mentación. Por último, preocupa la tendencia que seguirán el petróleo, las materias primas y los alimentos, sometidos a presiones contrapues-tas, como el descenso de la deman-da mundial y las crecientes tensio-nes geopolíticas en Irán, Nigeria y otros países árabes.

que de integración fiscal, un acuerdo intergubernamental de difícil integra-ción en los tratados europeos, con la ausencia del Reino Unido.

Los desequilibrios mundiales permanecenLas crisis que tienen su origen en el endeudamiento son largas y resistentes. Las políticas fiscales expansivas han acabado endeudan-do al sector público hasta límites insostenibles. Resolver un exceso de deuda con más deuda puede ser un contrasentido. Desde este punto de vista, las políticas fiscales keynesia-nas han fracasado. El relevo de la iniciativa pública por la privada no se produce cuando el país está ex-cesivamente endeudado, sin posibi-lidades de más crédito, y sin recurso a devaluar la moneda. Por otra parte, cuando este endeudamiento es externo, el punto final a las políti-cas fiscales expansivas lo ponen los propios mercados financieros.

1 CESIÓN SOBERANÍAEn 2012 la UE deberá avanzar decididamente en la cesión de soberanía presu-puestaria y fiscal y en la coordinación del resto de las políticas económicas hasta su total integración. Es la única manera de que Europa salga reforzada de esta crisis.

2 POLÍTICAS DE INTEGRACIÓN Y EXPANSIVASLa capitalización de la banca y los planes de austeridad fiscal no serán suficien-tes si el proceso de integración fiscal y económica no avanza con mayor voluntad política. La reciente rebaja de la calificación de Standard Poor´s a casi todos los países europeos, incluidos Francia y Austria, es un castigo a la descoordinación, falta de criterio e ineptitud de los gobernantes europeos. El paradigma de auste-ridad alemán, aplicado sin discriminación a toda Europa, amenaza con sumergir-la nuevamente en la recesión. En la cumbre europea del día 30 de enero, Merkel y Sarcozy han prometido hablar no solamente de austeridad, sino también de crecimiento y competitividad. Europa necesita que países como Alemania practiquen políticas expansivas que ayuden a las exportaciones de otros países europeos.

3 PAPEL DEL BCEEl BCE debe actuar como prestamista de última estancia, apoyando sin límite a la deuda soberana de aquellos países que se adhieran y respeten el Pacto de Estabilidad Fiscal, hasta que los eurobonos sean una realidad. El Mecanismo de Estabilidad Financiero Europeo (MEDE) debe ampliarse hasta el billón de euros, y flexibilizarse para que pueda ser utilizado en la capitalización y saneamiento de la Banca Europea.

Todas estas medidas deben implantarse a lo largo del 2012, de lo contrario la Unión Europea estará en peligro.

Fernando Faces

MEDIDAS CLAVES PARA LA RECUPERACIÓN DE EUROPA 3

El desafío del nuevo Gobierno: Reformar para crecerEl nuevo Gobierno se enfrenta a un complicado escenario (ver recuadro), en el que aun sabiendo que la economía española va a entrar en recesión en los próximos trimestres, se ve obligado a come-ter un duro plan de austeridad y consolidación fiscal, con reduccio-nes drásticas del gasto público y subidas de impuestos. Faltan dos terceras partes. Sería deseable que el ajuste pendiente se hicie-ra exclusivamente mediante la reducción del gasto público, dado que la evidencia empírica demues-tra su menor impacto negativo en la economía con respecto a una subida de impuestos. No obstante, es inevitable la alternativa de una suspensión de pagos y una depre-sión económica.

También sería conveniente una mayor flexibilidad y un calendario más amplio que el que nos ha impuesto Bruselas. El ritmo del ajuste no es neutral con respecto al impacto en el crecimiento, como se está

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Consejo. España tiene que traba-jar más y mejor, y reasignar eficien-temente los recur-sos escasos hacia sectores de futuro y productos ex-portables.

No obstante, con consenso autonó-mico (lo más deseable) o sin él, el proceso es ineludible, en tanto en cuanto el Gobierno debe responsa-bilizarse ante Bruselas del conjunto del Estado.

4 La reforma del mercado energético es de las más urgentes desde el punto de vista de la compe-titividad, dado que el 85% del déficit comercial de España es atribuible al déficit energético, según el último informe del Banco de España. Debe-mos avanzar, mediante un Pacto de Estado, hacia un mix energético su-ficiente e independiente, sostenible medioambientalmente y, sobre todo, competitivo, en el que se contemplen todas las energías disponibles.

5 Otras reformas como la libera-lización del mercado de servicios, la justicia y, sobre todo, la educación deberán abordarse con firmeza en esta legislatura.

El año 2012 será el de la austeridad y las reformas. Sólo si el Gobierno aborda esta ingente tarea con éxito, los ciudadanos daremos por justifi-cada las subidas de impuestos, las transferencias de rentas al sector público, los recortes de salarios y los sacrificios que vamos a soportar en los dos próximos años. Habrá merecido la pena.

© Fernando Faces

ECONOMIA

comprobando en los países del sur de Europa. Creo que es el momen-to de que, entre todos, hagamos comprender a Alemania, que hay que compatibilizar, dentro de lo posible, la austeridad con un mínimo ritmo de crecimiento, siempre que se garantice la consolidación fiscal a medio y largo plazo.

La actuación del Gobierno ha sido rápida y contundente. Se trata de lanzar un mensaje de firmeza y capacidad de decisión a nuestros socios europeos y a los mercados financieros. España quiere y puede pagar. Ha sido un trago amargo y contradictorio para un Gobierno que nos había prometido, hasta la saciedad, que la subida de impues-tos no estaba ni en su ideología, ni en su programa. Al final, los ciuda-danos nos hemos convencido de que tanto subir impuestos como reducir

gastos no es ni de izquierdas ni de derechas, depende de la situación económica con la que haya que lidiar. Se promete lo que más convie-ne (electoralmente) y luego se hace lo que se puede o lo que se quiere.

Austeridad y crecimientoEspaña necesita austeridad y creci-miento. Sin crecimiento no podre-mos pagar nuestras deudas. La austeridad es una condición previa y necesaria, pero no suficiente para recuperar la confianza de nuestros acreedores. Estaríamos engañándo-nos si pensamos que los mercados financieros se darán por satisfechos con la austeridad. Si no crecemos volverán a castigarnos con mayor virulencia.

La crisis de endeudamiento es lo que aflora y se manifiesta. Pero en el fondo, nuestro gran problema es de competitividad. Hemos gastado e in-vertido los recursos que no teníamos. Pero lo más grave es que los hemos malgastado y asignado ineficiente e improductivamente. Para crecer tenemos que mejorar nuestra com-petitividad, lastrada por la rigidez de los mercados de trabajo, de finan-ciación y de bienes y servicios. Si no podemos consumir e invertir más, por nuestro alto endeudamiento, tendremos que trabajar más y mejor, y reasignar más eficientemente los recursos escasos hacia sectores de futuro y, sobre todo, hacia productos exportables, ya que con un mercado doméstico estancado y con exceso de capacidad productiva, el sector exterior es la vía ineludible para una pronta recuperación.

Sin embargo estas políticas de ofer-ta y de mejora de competitividad, las únicas que nos pueden poner en la senda del crecimiento, todavía no

han sido definidas por el nuevo Go-bierno. De nada nos habrán servido los recortes del gasto y las subidas de impuestos, si el Gobierno no acomete con celeridad, profundidad y firmeza lo que los economistas llamamos reformas estructurales. Otro gallo más alegre nos cantaría si estas reformas, orientadas a la mejora de la competitividad, hubie-ran ido por delante, o en paralelo, a los ajustes presupuestarios. Esta demora de más de tres años nos está costando muy cara.

Las tareas pendientes

1 Es necesario que cuanto antes se restaure y ponga en funcio-namiento el colapsado sistema bancario, saneando sus balances, capitalizándolo, eliminando el exceso de capacidad productiva y regenerando los modelos y equipos de gestión. Todo con el único fin de que el crédito retorne a las empre-sas y las familias. Sin crédito no hay crecimiento. Pero que no se engañe

el Gobierno: mientras los activos dañados sigan en los balances de las entidades financieras, el problema no se habrá resuelto, por muchas provisiones que se hagan y por más tiempo que se de a las cajas y ban-cos para su digestión con cargo a los futuros beneficios. Los mercados financieros seguirán desconfiando de la transparencia y suficiencia de este saneamiento. Es lo que se ha venido haciendo hasta ahora, y ya hemos visto los resultados: descon-fianza creciente en nuestra banca y lenta agonía de nuestras empresas. En mi opinión, el gobierno ha des-echado prematuramente la creación de un “banco malo” o alternativas similares no bancarias.

2 Tras el fracaso de la negocia-ción de los agentes sociales, el Go-bierno debe acometer sin dilación una profunda reforma del mercado de trabajo. Estamos al borde de una segunda recesión, inmersos en una diabólica espiral de destrucción de empleo, con más de cinco millones de parados y un 50% de paro juve-nil. La reforma laboral por sí sola no creará empleo, pero sí permitirá que el escaso crecimiento que se va a producir en los tres próximos años se transforme rápidamente en empleo.

3 Pero quizás, la reforma más apremiante sea la de la propia Administración. Un país no puede

ser competitivo si su Administración Pública no lo es. No es suficiente con recortar los gastos linealmente, es necesario que se gaste mejor y se asignen los recursos públicos con efi-ciencia y eficacia, eliminando dupli-cidades y estructuras improductivas y suprimiendo empresas, agencias y fundaciones innecesarias.

En definitiva, adelgazar y redimen-sionar la administración central y autonómica. Sorprende que hayan causado escándalo las declara-ciones Luis de Guindos, ministro de Economía, sobre la necesidad de avanzar hacia una supervisión centralizada de los presupuestos au-tonómicos, en un contexto en el que Europa avanza, a marchas forzadas, hacia la integración fiscal y presu-puestaria con cesión de soberanía.

Europa. Tiene un problema político más que económico. Los gobernantes euro-peos no están a la altura de la emergen-cia que vive Europa.

Brasil. Está estan-cado debido a las políticas restricti-vas y por el debi-litamiento de sus exportaciones.

En el 2012 España entrará en recesión (-0,5%-1,5%).

El consumo de las familias y la inversión de las empresas se reducirán.

El desempleo aumentará hasta casi el 24%.

El sector exterior continuará en positivo, pero con menos fuerza.

El crédito continuará restringiéndose.

Habrá que esperar hasta el 2014 para retomar la senda de la recuperación.

UN 2012 DIFÍCIL PARA ESPAÑA