Por: Angie Pérez¬ PERIODISTA REVISTA COlEgIOS

a la lactosa?

¿Cómo alimentar a un niño intolerante

No existe cura para esta enfermedad, solo algunos medicamentos que la alivian. Por ello es fundamental cuidar la alimentación y contar también con el apoyo y comprensión familiar. Así que

primero hay que saber las preferencias de los niños y con base en eso los padres pueden elegir la alimentación adecuada.

La doctora Consuelo Pardo sugiere la siguiente dieta:• Al desayuno: debe tener una harina como una arepa o pan, cereal, un jugo con leche deslactosada, una fruta y un huevo, salchicha o jamón.• Al almuerzo: una harina, granos, un jugo en agua, una porción de proteína de origen animal (carne de res, cerdo, pesca-do, pollo o atún), verduras y/o sopa.• A la comida: un jugo en agua o un líqui-do a base de soja, una proteína y una harina.

Para un total diario de 1.200 a 1.400 calorías para niños de 2 a 4 años y niños mayores de 4 años hasta 1.500 calorías y el total de calorías en la lonchera escolar debe ser de 200 calorías.

Consejos del nutriCionista para los papás

Se puede determinar si un niño es intolerante a la lactosa observando cómo reacciona media hora después de consu-mir productos lácteos.

antiago fue un bebé que presentó problemas diges-tivos desde el primer mes de nacido. Su mamá, Janeth Sandoval, evidenció que presentaba cólicos y dia-rrea abundante por lo cual pidió un concepto médico.

El galeno le recetó inicialmente una dieta con leche de fórmula, apropiada según su edad, pero luego de consumirla le dio estre-ñimiento. Así que para la segunda cita, el pediatra decidió pasarlo a una alimentación basada en jugos naturales, compotas, sopas y le-che deslactosada.

Gracias al buen seguimiento y la adecuada alimentación a los 10 años Santiago pudo empezar a tomar leche entera. Un proceso lento, pero que generó resultados positivos.

La intolerancia a la lactosa su-cede cuando el intestino delgado no produce suficiente cantidad de enzima lactasa, que es la encar-gada de procesar el azúcar de la

lactosa en el cuerpo. “Uno de los mitos más errados al respecto

del tema es que los alimentos deslactosados no tienen lac-

tosa y no es así, estos tie-nen una enzima llamada lactasa que reemplaza las enzimas ausentes en los pacientes que pade-cen esta enfermedad y

gracias a esto pueden consumir lácteos sin ningún inconveniente “ explica Consuelo Pardo, nutricio-nista y profesora de la Universidad Javeriana.

Pero, ¿puede un niño crecer adecuadamente sin lácteos?

Ciertamente, uno de los nu-trientes que garantiza el desarro-llo de un niño es el consumo de calcio, el cual se encuentra tradi-cionalmente en los lácteos, por ende eliminarlos del todo no es la solución. Los productos y deriva-dos lácteos comparten una serie de propiedades nutricionales tales como el aporte de proteínas y mi-nerales como el calcio, el fósforo, el potasio, el yodo y vitaminas B 1, B 2, B 3, A y D, convirtiéndolos en alimentos de difícil sustitución.

El pediatra William Cabra, de la Universidad del Rosario, explica que “esta puede causarse por virus como el Adenovirus, Echo, Rota-virus que son los más comunes en Colombia o por estados de la mala función digestiva heredado de familiares con gastritis, colon irritable, estreñimiento y mala nutrición”.

Signos de alerta:• Hinchazón abdominal• Diarrea• Gases • Cólicos•Náuseas

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NUTR

ICIÓN

26Mitos:

Mito 1: “Los niños intolerantes a la lactosa no pueden consumir leche”.Falso: deben tomar leche para proteger los huesos, ya que los lácteos en general son la mejor fuente de calcio.Mito 2: “Los niños menores de un año no pueden tomar leche en bolsa”.Falso: para reemplazar a la leche materna la mejor op-ción es la leche en bolsa deslactosada.

Mito 3: “Los niños con esta enfermedad no pueden consumir dulces”.Falso: los dulces son una ne-cesidad innata y una gran fuente de energía para los ni-ños, por ende se puede con-sumir en pequeñas cantida-des diarias.Mito 4: “Existen distintos grados de intolerancia a la lactosa”.Verdadero: Dependiendo de cada organismo hay una de-

ficiencia de la enzima lacta-sa, es decir si un niño tiene un déficit de lactasa de un 100 por ciento tiene menos probabilidades de curarse.Mitos 5: “La intolerancia a la lactosa es hereditaria”Verdadero: Heredado de pa-dres con gastritis, intoleran-cia a la lactosa, colon irri-table, estreñimiento y por mala alimentación, en otras palabras ingesta de comida procesada.

Es difícil para los niños pequeños comunicar síntomas como náusea, retor-tijones, hinchazón y gases, hay que estar atento al llanto repentino por dolor que interrumpa la siesta o la hora del juego y hacer un diagnóstico lo más pronto posi-ble para detectar la enfermedad.

Si es mayor de 2 años se puede hacer un tratamiento de recuperación adecua-do en la nutrición para que la enfermedad sea temporal, teniendo en cuenta el déficit de enzimas en el cuerpo. La higiene de los alimentos es vital para que el niño no esté expuesto a problemas gastrointestinales.

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NUTR

ICIÓN Hay que enseñarle al niño una auto

gestión para que él mismo se haga respon-sable de los alimentos que puede consumir.

Los padres pueden alimentar al niño con una pequeña cantidad de lácteos en

combinación con otros alimentos no lác-teos, como agua de panela con leche o la combinación entre pasta y queso.

Leer las etiquetas de los alimentos para saber si contienen lactosa.

Lonchera mensual para niños intolerantes a la lactosa