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ANDRES SANCHEZ BODAS MANIFIESTO HUMANISTICO PARA DESPLEGAR EL NOSOTROS ESCRITOS y SEMINARIOS 1

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ANDRES SANCHEZ BODAS

MANIFIESTO HUMANISTICO PARA DESPLEGAR EL NOSOTROS

ESCRITOS y SEMINARIOS

“Lo que entonces quedó sin escribir se ha visto posteriormente inscrito en lo que hoy conozco como mi yo, y cuanto más vivo más convencido estoy

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de que cuando digo “yo”, en realidad estoy diciendo ¨nosotros¨ ”- por Siri Hustvevt de su novela : “Todo cuanto amé”.

INTRODUCCION

“La Vida es una navegación sobre un océano de incertidumbre, a través de archipiélagos de certezas”, por Edgard Morin del libro: “Diálogos sobre la Naturaleza Humana”.

A nuestro planeta, nuestra casa, la Tierra, según estudios científicos le quedan 4.000 millones de años. Parece ser que para esa época desaparecerá, implotará o explotará, hay varias opiniones al respecto, pero como es no lo será más. Estos estudios no hablan de las especies que la habitan sino de las incidencias planetarias, de la extinción del Sol la expansión del universo que, por ejemplo, llevarán a cambios que no harán posible la vida tal como la conocemos hoy. Estos estudios no hablan de nosotros los humanos, ni de la lechuga, ni de los tigres, los leones, las vacas, los perros, los lobos, los osos polares, las focas, las ballenas, las merluzas o los pulpos. Estos estudios no toman en cuenta que nuestra especie como tal esta haciendo un gran esfuerzo para suicidarse destruyendo las relaciones humanas en si mismas y al ecosistema, siendo ambas cuestiones parte de la misma actitud. Así que si bien es probable que nuestra casa subsista esos millones de años, dudo que sus habitantes acompañemos ese tiempo el proceso de transformación del Universo, salvo que nos transformemos nosotros, y nos conduzcamos desde otra mirada y con otra intencionalidad.En la actualidad, el poder de lo personal que es el motor de cualquier cambio que se pretenda, esta avasallado por un sistema que se basa en el poder de lo anónimo.Lo anónimo es irresponsable, nadie es nadie para hacerse cargo y así vamos, boyando hacia la autodestrucción. Alguien dirá siempre ha sido así, y es probable que algunas variantes siempre ha sido así, que casi siempre hubo injusticia y destructividad, incluso hasta podemos decir que hoy las cosas están mejor que hace tiempo atrás, se que es opinable, porque depende que queramos decir con mejor o peor, lo que si no hay duda es que dadas las circunstancias tecnológicas del presente siglo XXI, podría modificarse, si la intención de hacerlo se instalara como disponibilidad de proyecto. También y no lo niego, estas mismas posibilidades hacen más peligroso nuestra subsistencia como especie, en tanto lo que antes, en una contienda se resolvía “mano a mano”, hoy un misil nuclear mata miles y miles de congéneres. Pensemos un poco, ocupémonos de comprender el fenómeno humano, y hagamos nuevas preguntas, al fin y al cabo, como nos dijo Martín Heidegger “el preguntar es la

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devoción del pensar”, allí radica la posibilidad de un cambio, de un nuevo proyecto de lo humano. Ante cada preguntar surgen respuestas, que se hacen nuevas preguntas, en ese tránsito, en ese atravesar la reflexión emergen los relatos, las explicaciones que cada uno de nosotros elegimos para transitar con cierto grado de coherencia la vida que existimos. El mío acerca de quienes somos nos ve como una especie más que comparte este territorio que llamamos Tierra (nuestra casa), y a su vez es parte de una galaxia (nuestro país) que integra el Universo conocido (nuestro continente, el que nos contiene), y este se mueve desplegándose, ampliándose, abriéndose en un infinito de universos (nuestro mundo global). Allí estamos y allí somos, una especie que piensa, que habla, que simboliza, que sobrepasa el vivir hacia existir, que comprende, que se sabe finito y por lo tanto parte de un tiempo para estar aquí, que se conmociona, hace de las emociones sentimientos, y desde allí se contacta con en el mundo de cosas y semejantes.Somos una urdimbre, un tejido, una entrama de múltiples constituciones, con una cualidad, la de darnos cuenta que somos. Un darnos cuenta de que somos un alguien para nosotros mismos y los demás.En lo que me implica en este darme cuenta, y en el camino hasta hoy, además de ejercer mi profesión desde 1972, escribí varios de mis libros, casi todos destinados a repensar mi lugar en el mundo como profesional de la ayuda, y ofrecer mi posición a alumnos y colegas. En ese transcurrir creé la Carrera de Counseling y terminé de con-formar una idea acerca del como facilitar cambios y transformaciones positivas para mis consultantes, generando relaciones que posibiliten adecuados desarrollos personales, idea que tomó nombre y que se denomina “Enfoque Holistico Centrado en la Persona”. Este modelo se inspira en Carl Rogers, la Psicología Humanistica, los filósofos existenciales y el nuevo paradigma de las ciencias: el holismo.Desde allí pienso en la ayuda en mi consultorio, desde allí debato con mis colegas y enseño a mis alumnos, y desde allí, hoy, necesito abrir el juego hacia un pensar lo humano más allá de los espacios concretos que he mencionado.Para ello debemos empezar a preguntarnos como acercarnos a ser nosotros con nosotros, este es el camino, y cuando digo nosotros no solo refiero a los humanos, sino a nuestra casa, al mundo, la Tierra, que nos contiene, lugar que nos hace ser y ser siendo con él. Para ello hay que preguntarse como comprender y conocer desde otros lugares de comprensión y conocimiento, dado que los que hasta ahora han predominado nos han llevado hasta aquí. Una primer pista para abrir el juego en esta Introducción, nos la brindó hace poco más de 100 años, un filósofo llamado Teodoro Lipps (1851-1914). Este brillante pensador creó un concepto que denominó “Einfühlung” (ein: uno, fühlung: sentimiento) desde el cual planteaba que la única manera de conocer profundamente era entramarse en lo que decidimos conocer profundamente, y para ello era necesario “trasfundir el yo”, ser uno sintiendo en dentro

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de y con lo otro. Ese “lo otro”, puede ser un objeto, una cosa, u otro semejante: otra persona. Este concepto es lo que hoy denominamos Empatía, y parte de una capacidad biológica y psicológica que poseemos, la de poder “sumergirnos” y coparticipar en la experiencia subjetiva, cognitivo emocional de un otro que está ante nosotros. Es la posibilidad de acercarse a un poder “ver” el mundo tal como lo “ve” un otro. Dicho de otra manera es la conducta de intentar comprender como el otro comprende, de conocer como el otro conoce, de saber como el otro valora, y así re-conocer su validez como válida para él, aunque no lo sea para nosotros, y es aceptar incondicionalmente la experiencia interna del otro. Desde allí es posible una intención, una disponibilidad de encuentro para co construir una relación que pretenda un síntesis superadora de las antinomias yo-él, nosotros ellos, en donde la negación del yo desde “él”, y del nosotros desde el “ellos”, se modifique y tienda a un nosotros-nosotros. De eso se trata el intentar una transformación basada en un repensar lo humano para relacionarnos de un modo empático que incluya el nosotros, e insisto no solo el nosotros personas sino el nosotros mundo que obviamente incluye al nosotros personas, y a eso lo denomino “Nosotrear”. La neurociencias nos dicen que es una posibilidad de nuestra genética, que hay que entrenar y hacerla aflorar en cada vínculo y relación con el mundo que intentemos. Para ello es imprescindible darnos cuenta de la necesidad del querer vivir y existir, que nos necesitamos, y necesitamos el contexto en que estamos, los otros seres vivos, los ríos y los mares, las sabanas, los desiertos, las montañas, los bosques y las selvas. Este texto es una toma de posición ante el mundo que vivimos, una propuesta para comprenderlo, repensarlo y replantearlo desde las múltiples maneras que los seres humanos existimos en él. La misma responde a mis actuales archipiélagos de certeza en el mar de incertidumbres en que transito mi vida.Por ello comienzo con el “Manifiesto”, continua con algunos escritos breves que como relatos abren reflexiones y preguntas hacia a una comprensión acerca de quienes somos y como podemos cambiar, y culmina con dos seminarios que he dictado en estos últimos años, que integro y considero útiles para profundizar lo que en los escritos se plantea.Solo espero que sirva para generar nuevas preguntas y que a algún lector lo ayude en el navegar de su vida.

Andrés Sánchez Bodas/2009

MANIFIESTO HUMANISTICO

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Cuando comencé a desarrollar la idea de este Manifiesto, recordé que tenía guardado entre mis papeles un suplemento literario de Radar Libros del diario “Página 12” del 21-5-2000, y en el mismo un artículo firmado por José Pablo Feinmann, cuyo título era ¨ Filosofía de la Rebelión ¨.Su título era coherente con lo que me estaba planteando, por ello recurrí a él, y muchas de las ideas que sostendré están vinculadas con esa nota. Desde otra perspectiva la lectura del libro de Thomas Abraham: “La Empresa de Vivir” en donde realiza un interesante análisis desde una Filosofía Aplicada en el mundo actual, tanto en lo que respecta al ámbito empresarial y sus paradigmas, de la economía (a la cual considera con dolor la Filosofía de nuestra época), y del mundo de la Psicología (de la cual es crítico), también me ayudó en la construcción de este escrito.Haber leído al filósofo francés Alain Badiou, me brindó más elementos discursivos, en tanto que desde una mirada muy crítica al sistema en que estamos inmersos nos plantea la necesidad de repensar una política de emancipación. En esto radica la idea de lo que pretendo expresar, y lo interesante del pensamiento de Badiou es que él observa la importancia que debe recobrar la Filosofía como eje del pensar humano, en tanto ya comienza a notar que las personas en distintos lugares del mundo, manifiesta su desagrado y convicción acerca de que como estamos organizados no es aceptable. Nos dice que, quizás después de un tiempo de resignación, y ante el fracaso de la alternativa comunista, el rechazo por la propuesta de este tipo de capitalismo comenzará a sentirse cada vez más, y por lo tanto hay que volver a pensar alternativas nuevas y prácticas que propongan transformaciones más justas para la humanidad toda.Otro autor que también me impactó es Zigmund Baumann cuando escribe sobre las que denomina vidas desperdiciadas o los desperdicios humanos en las sociedades actuales, reflexiones que impresionan al mostrarnos desde datos concretos la realidad descarnada y brutal que estamos viviendo.Si retomamos otro concepto de Badiou, en el que expresa que la masa no piensa, la que piensa es la gente, aspira a que advenga la multiplicidad afirmativa de las capacidades de cada uno de nosotros. Desde aquí no puedo más que, acompañando a Feinmann pensar desde Jean Paul Sartre, entramarlo con Carl Rogers y su concepción de Tendencia Actualizante y despliegue de los potenciales, abrir el juego a un posible camino de liberación trasformativa de lo humano que somos.Si me interesa retomar a Jean P. Sartre, es por considerarlo como el Filósofo y pensador más influyente de la filosofía existencial francesa, que nos brinda valiosas ideas para el cometido que me propongo. Por otra parte, y por suerte, no soy de los pocos que lo esta tomando en cuenta hoy, dado que esta siendo rescatado por algunos intelectuales, de entre la nada, la liviandad y la intrascendencia del pensamiento que solemos presenciar.

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La filosofía actual, producto de la globalización, sometida a los valores económicos, sojuzgada a las corporaciones que nos manejan y nos someten, sumiéndonos en un orden de injusticia social, no puede decir más que todo vale, en tanto convalida el sistema que la alimenta, y por lo tanto la promociona desde ese lugar de nada y vacío existencial. Esto es lo que conviene y esto es lo que se dice, basta leer los medios gráficos más influyentes de la opinión publica, sin negar que algunas excepciones hay pero suelen ser tapadas por la parafernalia de comentadores que inundan los medios.En este mundo light, “liquido” nos dice Baumann, los pensamientos livianos y carentes de compromiso social, avalan los valores que nos quieren vender, para que no se nos ocurra decir no, y actuar en consecuencia.Todo debe servir al status quo, desde la economía como disciplina imperante y dominante en el juego de los valores, pasando por todas las ciencias, incluso las humanas (por supuesto que la Psicología suma para ello), hasta por supuesto la principal de todas ellas, fuente y origen de todo pensar, la Filosofía.Recorriendo el siglo pasado, es decir el XX, la figura de Sartre brilla como el Lucero, por sobre el cielo de estrellas pensantes, desde un lenguajear la libertad y la rebelión como parte de la condición humana en acción. Para nuestro autor, ser libre no es sinónimo de tener éxito (tal como nos venden la idea en la actualidad), sino de poder elegir, es decir de tener que elegir desde la responsabilidad de persona que somos cada día que vamos siendo quienes somos, y en cada inexcusable elección vital nos enfrentamos con el proyecto de ser quienes queremos ser, cada día que vivimos y el proyecto que decidimos ser. Nos dice también, que si bien somos condicionados por un pasado, esa condición no determina fatalmente quienes somos hoy, quizás por el contrario, tal como resignifiquemos cada día que existimos, en función de nuestro compromiso responsable con el otro, seremos la persona libre que podemos ser.Cuando un ser humano quiere cambiar algo de su presente, porque ya no le satisface, basa su propuesta de cambio en la anticipación de un futuro posible, porque todo cambio solo puede suceder en el futuro. Para ello debe necesariamente instalarse en una intensa y comprometida posición crítica y autocrítica del presente desde lo cual posibilite la liberación de las trabas de su pasado, siendo indispensable una conexión plena con el presente que se vive y se experiencia. Este modo de ser en el mundo posibilita el darse cuenta de lo que hay que cambiar, que obviamente proviene de una historia, y que debe revisarse activamente, para poder evaluar el sentido del cambio que nos proponemos realizar, y que este inevitablemente implica la superación de las limitaciones que se nos han impuesto y hemos aceptado instalándose como construcciones rígidas que nos condicionan a pensar de una sola manera.En síntesis: el presente me presenta la disconformidad o la molestia, y me impulsa al cambio, cuando lo anticipo hacia el futuro en una nueva meta o camino el pasado se

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me presenta como condición de existencia preestablecida, que esta inundando mi ser actual, y las acciones que imprimo en la búsqueda de un cambio, deciden sobre el significado de lo que fui y estoy siendo, como J. P. Sartre nos ha dicho “el futuro decide si el pasado esta vivo o no en mi”.Desde una relectura más actual, basada en los descubrimientos de la Psicología Humanística, podríamos elaborar conceptos que hagan eje en la resignificación. La misma nos lleva a considerar que todo que venimos siendo se vuelve a significar en cada acción que realizamos en el presente que permanentemente vivimos y experienciamos. Por lo tanto el tiempo que nos constituye en lo que somos es un fluir entre el advenir (futuro), el haber sido (pasado) y el presentar (presente), siendo en este donde existimos cada día y en donde se realiza el recorte de significados y experiencias que somos viviendo. Lo que somos y proyectamos resignifica lo que fuimos, que nos constituye en tanto la integración de esos tres momentos que atravesamos.Esta es la base conceptual del cambio permanente, por y desde el cual, somos la persona que somos.Ser persona es compromiso en la acción de cambio, aún en la contradicción de nuestras elecciones vitales, ser persona es actuar como tal, sino nos queda el ser rígidos personajes, marionetas o peleles, al designio de un otro que imprime nuestra conciencia, con-venciéndonos de su verdad.No es casual la predominancia de Psicologías deterministas y causalistas, a las cuales se le ha brindado mucha prensa, mucha tinta editorial, mucho espacio académico, y sospechosas adhesiones de medios de poder.Para decirlo aún más directamente, toda postura que roce la reflexión y la interpretación de que la persona que somos esta “indefectiblemente determinada” por nuestra historia, es además de falsa, conservadora, adaptadora y cómplice del sistema imperante, cualquiera sea él.Así como el Comunismo Stalinista impuso la Psicología Reflexológica, el capitalismo neo liberal ha hecho buenas migas con el Neo Conductismo, y no sin ciertas contradicciones con el Psicoanálisis en alguna de sus vertientes.Los argentinos debemos observar, no sin sospechas que, en la última dictadura militar, si bien por un lado se persiguió en forma manifiesta a la Psicología progresista, expulsándola de ámbitos académicos universitarios, por otro se alentó el surgimiento de modalidades individualistas, intelectualmente sectarias, con manejo de terminologías muy complejas, crípticas, dirigidas y manipuladas por y para una elite.Es curioso, y no casual que la potente aparición de las líneas humanísticas coincida con el retorno de la democracia.

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No es tampoco casual, observar en este análisis, que en el período neo liberal globalizador reapareció con mucha fuerza el complejo planteo de un subjetivismo individualista, propenso a una narcisistica inacción. Al que le quepa el sayo que se lo ponga.Como dependemos del cristal con que miramos, los que nos incluimos intelectualmente en el mundo Psi, y pretendemos hacer una Psicología al servicio de las personas que desean liberarse de las trabas que no los dejan ser ellas mismas, tenemos el deber de revisar nuestros paradigmas y nuestros compromisos existenciales.Y si de acción como camino de liberación de la persona queremos hablar, debemos tomar el camino de reflexión acerca de la constitución de la conciencia, y que implica releer a E. Husserl (quien se basa en Brentano) en sus ideas acerca que lo que define la conciencia es la intencionalidad, retomar algunas ideas de Heidegger, volver a los presocraticos y recorrer el espinel filosófico de la historia desde otro lugar de lectura.Es importante recordar que toda conciencia es conciencia de algo, y que por lo tanto no posee contenidos en si misma, sino que aquellos son los que emergen a través de la ligazón comprometida en la acción de conocer el mundo, en tanto somos seres en el mundo, influidos e influyentes del mismo. Verlo desde aquí, desde esta posición nos vuelve a reencontrar con el compromiso ante quienes somos quienes somos siendo, sobre todo si consideramos que las personas individuales coexistimos entramadas con el sistema mundo en mutua influencia, y lo que es más aún, no es posible imaginar otra forma de ser humanos que aquella que muestra que los individuos hacen la historia, generan los medios de producción y distribución, y esto los hace a ellos, es decir a nosotros. Lo que nos enseñó Sartre es que lo humano es historicidad proyectada y proyecto significante de lo histórico, como unión indisoluble de lo que somos.El autor de tantos libros maravillosos, como “La trascendencia del Ego”, “El Ser y la Nada”, “Crítica de la Razón Dialéctica”, entre sus obras filosóficas,”La Nausea” y “Las Moscas” entre las literarias, no impidieron un activo compromiso con las luchas sociales por la liberación y en contra de la injusticia. De allí su activa participación en política (desde múltiples contradicciones y cambios en coherencia con su transformación personal), su compromiso en el Mayo francés saliendo a la calle, su viaje a Israel para dialogar y facilitar la paz, su posición frente al tema de Argelia y otras colonias francesas. Valoro positivamente su crítica a valores e ideas establecidas como correctas por la burguesía dominante, desde una postura fenomenológica analítica existencial. Este autor no solo pensó desde sus cátedras, o escribió sus obras filosóficas o literarias, sino colocó su humanidad en acción, sus manos y sus testículos, su cabeza y su cuerpo,

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su razón, sus emociones y sentimientos, comprometiéndose en las barricadas y en sitiales de poder. Todo lo que somos y hacemos siendo es responsabilidad en acción, por ello no dudamos acerca que el existencialismo es un humanismo, revitalizar el pensamiento y la posición existencial Sartreana es un deber que tenemos si nos consideramos humanistas, sea que estemos transitando la posmodernidad, y parezca que no hay valores a seguir, en nuestro caso valores de liberación.De esto nos habla José Pablo Feinmann, en el cierre de la nota citada, cuando nos convoca a volver a pensamientos y acciones que impliquen las nociones de libertad, de autonomía del sujeto. Nos dice “hoy necesitamos fundar una filosofía de la rebelión”, yo diría, “una filosofía de la revolución”, porque rebelarse es solo romper lo que a uno lo rebela, en cambio revolucionar es además proponer un cambio y llevarlo a cabo. Somos víctimas de la facticidad omnipresente del Mercado, que nos constituye en exterioridad. Una filosofía de la revolución requiere una filosofía de la libertad, que busque fundar las condiciones de la negación. Porque hoy lo fundamental es decir no, decir no al en-si sofocante de las corporaciones y los mass-media. J. P. Sartre, al igual que Carl Rogers (aún en otro contexto de pensamiento y acción), no brindan la posibilidad de re-fundar esta posibilidad, tanto sea en nuestros consultorios, en las cátedras, en la vida familiar y por supuesto en una acción social de compromiso activo con el otro y entre nosotros.Entramar los pensamientos de estos autores es una tarea que me impongo y que propongo, y que espero se irá viendo en el texto que escribo.Ambos estaban convencidos que todo cambio solo es posible en la facticidad de la experiencia concreta, desde la cual se impone la evidencia, por sobre el prejuicio determinista de que no era posible.Así como Sartre me convence que lo que hago hoy re-significa lo que vengo pensando y siendo, tanto sea para confirmarlo como para cambiarlo, Rogers nos dice (en el “Poder de la Persona”) que toda revolución social es precedida o trae consigo un cambio en la percepción, y que ella deviene casi siempre desde una evidencia fáctica, que en un principio es ridiculizada o impedida de hacerse realidad, por aquellos que no quiere que se cambie. En el texto citado, en su conclusión “En una Cápsula”, nos refiere (entre otros) al ejemplo de la concepción de la tierra como plana, hecho obvio para la percepción del sentido común, avalado por las autoridades eclesiásticas de la época, remitiendo al aval de las sagradas escrituras, al poder político y científico de entonces, y cuando Cristóbal Colón navegó y no se cayó por el borde de la tierra, la evidencia de una experiencia modificó el mundo y a las personas en todos sus aspectos.

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Mi propuesta en este escrito implica un com-promiso (una promesa ante y con el nosotros), de caminar hacia un Despliegue.Debemos recordar que somos pro-creados, generados hacia delante, hacia el existir.Se plantea ante nosotros un crecimiento, un desarrollo y un despliegue de nuestro SER.Un despliegue del Ser como ente concreto/material/cuerpo que somos, y del Ser como Ser que Es.

Como Ser un ente libre en su esencia existencial, y como el Ser de la conciencia que nos constituye como especie.Ante ello hay un transcurrir, un tránsito atravesado por momentos y circunstancias vitales propias de quienes somos en este mundo, un mundo que nos impone improntas, límites epocales, y variadas aunque limitadas posibilidades de proyección.Todos pasamos por una vida fetal, nacemos, somos recibidos y alojados en una estructura vincular social preestablecida, una normatividad pre-regulada y fuera de nuestra voluntad de elección. En y desde ella estableceremos nuestra base experiencial, para transitar lo que seremos siendo cada día que nos preguntemos quienes somos.Seremos Mi, Yo, Nosotros.Pasaremos por etapas bastantes similares en su estructura humana al margen e independientemente de la cultura o época histórica: De gameta que une e integra óvulo con esperma a ser siendo feto y luego bebé, la niñez, la preadolescencia, la adolescencia, la primera juventud, la juventud propiamente dicha, la madurez joven, la madurez o adultez, la tercera edad, la cuarta edad, la vejez. Cuanto dure cada uno de estos momentos, sus características y cualidades de expresión estarán en estrecha relación con lo socio histórico cultural que nos impregne.Ritos, iniciaciones, lecturas de las etapas, significaciones, socialización, y modalidadesconcordantes con el lugar en donde nos desarrollaremos darán su impronta.Sea donde sea y cuando sea estamos potenciados para crecer, desarrollarnos y desplegarnos, y en todos los casos estará la muerte sabida para si mismos como condición básica de nuestra naturaleza viva.Todo esto nos es común y aún algo más y que definen la acción humana como esencia que diferencia de otras especies vivas, a través de las cuales nos vamos siendo en la persona que somos siendo.Cuando los primeros primates des-cubrieron y crearon los instrumentos, aprovechando su bipeicidad (ser seres bípedos) y el uso de sus manos comandadas por su cerebro superior o neocortex, cuando aprendieron a hablar, y cuando se miraron a los ojos haciéndose el amor por primera vez, empezaron a ser personas, animales diferentes en tanto productores (homo faber), amantes (homo amans), ligados desde el lenguaje que transformó las emociones en sentimientos al posibilitar desde la razón y el pensamiento

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la significación y simbolización de las experiencias que se viven haciéndonos seres existentes.

Lenguaje, Amor y Trabajo, productos y producción de lo personal.Lenguaje como condición existencial de lo que somos.Amor como mundo de la afectividad, de las emociones transformadas en sentimientos.Trabajo como acción concreta de modificación creativa de la materia pre-dada.

No podemos saber aún si hubo un primer hombre, un primer humano, si podemos inferir que habrá habido alguna agrupación de congéneres que desde el hablar des-cubrieron el amor y la producción, que realizaron los primeros instrumentos compartidos por el grupo, que produjeron unas primeras lanzas o flechas para cazar o pescar, que establecieron los primeros lazos afectivos de ligazón personal, que hicieron una vasija para contener agua o sangre, que le dieron alguna forma decorativa para que sea además de útil más agradable para si mismos y los demás, que quizás también pudieron pintar una pared con imágenes de sueños o realidades que vivían.

Ser persona es hablar, trabajar, amar y crear, en el orden que cada uno quiera ponerlo.

Desplegarse como tal es hacerlo en las esas áreas en la medida que cada uno puede y desea, y hoy digo en este texto, mejor dicho agrego como valor de propiedad de lo que escribo hoy, una quinta instancia, que deriva de las cuatro mencionadas pero se hace propia en tanto humana en si, la de trascender transsubjetivamente y ser nosotros con el otro.

En todos los tiempos estas han sido los espacios de una cancha en donde jugamos este juego.En cada tiempo, en cada época, en cada tribu, en cada clan, en cada grupo social, en cada región, en cada lugar geográfico, en cada país, en cada provincia o estado, en cada familia, podrá haber habido o haber modos que imperan, condiciones que reglan, límites, posibilidades, en cada rincón en donde hubo, hay o habrá personas, el lenguaje, el amor, la producción y la creación son y serán los ejes de lo humano, lo que hace el hacer ser siendo personas.

Como el árbol busca arraigarse en la tierra, desarrollar su tronco, y hacer emerger sus frutos, la pulsión vital humana se arraiga, desarrolla y emerge, desplegada en esas acciones básicas que definen lo humano.

Todo lo que somos siendo deriva de allí.Todo lo que hacemos deriva de allí.

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Cuando nos hicimos, muchos tuvimos que organizar nuestras agrupaciones, reglamentarnos, hacer contratos sociales, acuerdos de convivencia, buscar modos de alimentarnos, protegernos y religarnos en conjunto.

El como cada cual atendió su juego estuvo en cada uno, en cada grupo social, el como lo desplegaron y el que hablaron pensando juntos que era bueno o malo para ellos.Así tuvo que ser, porque no es lo mismo haber transitado selvas que desiertos, lugares fértiles que infértiles, lugares con animales para comer al alcance de la lanza, grandes llanuras donde había que seguir las manadas, lugares cálidos o fríos congelantes, espacios con grutas donde guarecerse que pampas abiertas donde tener que construirse una vivienda, o vivir desnudos que tener que inventarse la ropa.

Han transcurrido milenios y el fondo de la cuestión sigue siendo el mismo: - hablar- amar- trabajar- crear- trascender

(El orden que cada uno de los lectores quiera poner hay que pensarlo entramado, ligado, en un entretejido que solo a modo de estudio podemos separar)

Es claro que todo esto que parece tan simple de decir, nos hemos encargado de complicarlo con nuestro poder simbólico que nos hace co-construir la realidad y transformar lo dado, con el objetivo primario de la subsistencia y secundario de la trascendencia.

En pos de lo primero (la subsistencia) se estructuraron de a poco los distintos medios de producción, de la caza y la pesca a la agricultura, de allí a la acumulación, el trueque, el comercio, la sal que devino en dinero, los medios de transporte, la rueda que posibilitó el carro, el caballo y el buey que lo tirará para adelante, el bote y el barco, la máquina de vapor, el tren, el automóvil, el camión, el avión, el cohete.Por supuesto en todo ello se ubicó el instrumento imprescindible de lo humano, el lenguaje y desde él la comunicación (¿o viceversa?) Y aquí también la producción y la labor de mejorarla desde los idiomas convocados por signos y significantes producidos en contextos y épocas distintas, la escritura, la piedra donde se grababa, el papiro, el papel, la tinta, la imprenta, las linotipias, los libros, los diarios, las revistas, la máquina de escribir, la radio, el cine, la televisión, la computadora, internet.

En pos del segundo (la trascendencia) empiezan las preguntas existenciales: de donde vengo, adonde voy, porque estoy aquí, alguien nos creó, somos producto del azar, hay

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algún sentido, de aquí para allá, ante el asombro, la duda y el miedo a la muerte, la Filosofía comienza su tarea, y luego las disciplinas que derivan en las ciencias, y aquí estamos, en la Luna, y quizás mañana en Marte y porque no el Universo.En el medio, entramadas las religiones o grupos de creencias en un Dios, o Dioses creador y/o creadores, y con sus variantes, en un más acá y más allá, en un antes de donde venimos y en un después adonde vamos cuando muramos.

Pero algo debe haber pasado, llámese sincronicidad o momento evolutivo de lo personal, y tomando el calendario gregoriano, en aquellos siglos sextos o quintos antes de Cristo, allí, en esa época, en un lugar u otro, aparecieron casi todos los sistemas de ideas que aún hoy nos influyen para dar respuesta al misterio de nuestra vida, aquello que nos enfrentamos cuando queremos pensar su sentido.En la India el Vedanta, en Israel o Palestina los profetas como Elías y Jeremías, en el Oriente Confucio, Laotzé, Buda, en Grecia los presocráticos como Parménides, Heráclito, Pitágoras y Tales, en Persia Zoroastro, más muchos otros que sentaron bases de las preguntas y respuestas que derivan en los grandes pensamientos de Oriente y Occidente. Luego tuvimos a Sócrates, Platón y Aristóteles, y devino un Santo Tomas de Aquino, y luego un Descartes, Spinoza, Leibniz, Hume, Kant, Hegel y Marx, y ya en el siglo XX a Husserl, Heidegger y Sartre, entre otros que hoy condicionan directa o indirectamente nuestro pensar.No olvidamos a las culturas de América que sostuvieron un estar ante la incógnita.Ni tampoco al pueblo Judío con sus más de cinco mil años de búsqueda y sabiduría, el nacimiento y transitar de Jesus de Nazareth que generó el Cristianismo en sus diferentes derivaciones, ni a Mahoma y el Islam, que tanto influyen en los pueblos árabes y regiones de Oriente y Medio Oriente, así como el Hinduismo lo hace en la India y países cercanos.Lo complejo de organizarnos e Inter.-depender nos hizo crear sistemas políticos, modos de defendernos de las agresiones naturales, y de otros congéneres, que suponían poder apropiarse de lo nuestro.Todo deviene y se va transformando, todo se despliega en lo sintrópico (crecimiento y ampliación) y desde un modo de cuidarse de lo entrópico (repliegue y deterioro), ambos propios de todo lo que es universo conocido.El todo deviene circulante, y en espiral pero sigue activo en el camino de amar o defender el amor, en el producir y cuidar lo que uno hace, en el crear, trascender y trasmitirlo a los otros.Desde el deseo estamos aquí, en una materia biológica que nos brinda su impronta de proceso de crecimiento, desde gametas a feto, a bebé, a niño y de allí para adelante y arriba.Desde vínculos que nos generan, vínculos que nos contienen, y hacia vínculos que nos creamos, así transitamos la vida.

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Complejas interacciones que cada uno resuelve jugando su juego, de eso se trata el desplegarse, de que cada uno sienta que desea y pruebe y disfrute o se frustre porque no puede, todo bien menos el misterio del ser siendo en este aquí que nos produce lo que por ahora no podemos resolver y que se constituye en nuestro principal existenciario: la angustia existencial.Aquellos que nos dedicamos a las profesiones de la ayuda sabemos que las problemáticas humanas de consulta provienen de alguna de las áreas mencionadas, por una de ellas, por dos, tres y a veces por todas, casi siempre siendo la última (el trascender como sentido) la que hace de fondo sobre la figura de consulta.Sabemos, por otra parte, que así como la realización de una persona puede tender a ejercerse en todas, o en una de ellas, su base o impronta esta en una resolución imposible: la de completarnos, o totalizarnos, de esto se trata el eje del deseo humanoSi se trata de entender que significa el desplegarnos debemos partir del comprender y aceptar que nuestro camino de persona es realizarnos en quehaceres concretos sabiendo que ellos nunca cerraran la grieta de nuestra constitución, la que nos hace ser humanos. Aquella que algunos denominan “falla básica”, la que otros mencionan como “quiasma” o encrucijada. Un cruce de caminos, un salto aún no producido, un tiempo intermedio, un hueco de vacío, un espacio de sentido, un proyecto en pro-yecto, un tránsito a modo de cinta de moebius entre materia y espíritu.Este es un proceso que nos lleva a confrontar con la inevitable circunstancia de definirnos como quienes somos y del como la pulsión nos convoca en forma constante a realizar nuestro despliegue, aquel que va más allá del crecer y desarrollarnos, que pretende la trascendencia en la ubicación cósmica totalizadora.Seamos de donde seamos, del tiempo o cultura que devengamos estamos siempre compelido por esta esencia existencial (valga la contradicción), y aquellos que no podemos vivimos a medias, a más medias que aquellos que se acercan a ese poder.Un poder de la voluntad o una voluntad de poder al cual o los cuales estamos condenados, así como también lo estamos a la libertad de elegir decidir y hacernos en acciones personales.Cuando este se frustra o se lo vive frustrado, la angustia nos invade y ante ella tenemos dos posibilidades: paralizarnos y quedarnos detenidos, o lanzarnos a la aventura del existir.Los primeros padecen de cobardía existencial los segundos asumen la valentía del existir como personas.Los primero se suman al mundo de “lo uno”, de la inautenticidad, los segundos a la posibilidad de autenticarse desde si mismos.La salud mental, la realización personal, que en síntesis significan transcurrir en habituales espacios de bienestar, implica asumir el segundo modo de vivir.Pareciera ser que estamos hechos para dilucidar la disyuntiva de quedarnos en el uno, en el se, en el yo, o en la de arriesgarnos a descentrarnos en nuestra mismidad.

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Si elegimos la primera nuestra vida será coyuntural, anónima para si misma, satisfaciendo necesidades materiales, pobre de sentido, primaria, más violenta, más del aquí y ahora, más llena de síntomas y enfermedades, menos apasionada, más chata y ocupada en la subsistencia, y por lo tanto más ligada al placer de la misma.Si elegimos la segunda existiremos en el riesgo, en el encuentro, en la crisis del despliegue, en la búsqueda de sentido, satisfaciendo necesidades con la mirada puesta en lo infinito que venimos siendo, y en caminos creativos artísticos y espirituales, en un hoy más ligado al placer de la satisfacción de los deseos, con la tranquilidad de sentirse camino a la mismidad, aún a sabiendas (por ser descentrados) de su imposibilidad.En el suceder de la naturaleza humana transitamos lo inevitable del quiebre, que el lenguaje nos constituye, y que desde allí emerge el YO. Un yo que dificulta la mismidad, que hay que diluirlo si queremos vivir y existir en mejor armonía, tanto con nosotros mismos como la humanidad toda.Para entender ello he inventado un verbo: el nosotrear, y se que si bien se no suena bien, no tiene armonía en su música, espero sirva como metáfora para representar la intención de encontrarnos en el uno-mi-nosotros. Cuando lo lean, más adelante le dedico un espacio, hagan el juego y verán que bueno es imaginarlo y que mejor que actuarlo en nuestra relaciones. También podríamos pensar la empatía como verbo: empatizar, y eso haga que se pueda actualizar en conductas concretas.Para ello es necesario encarar una re-evolución, un proceso transformador que implique caminar hacia otro modo de relacionarnos, y que como consecuencia de ello, podamos re-definirnos como personas y nuestra especie co construya un mundo habitable y justo, para esto necesitamos ejercitar la empatía, esa posibilidad bio psíquica que poseemos y que muchas veces no tomamos en cuenta, la de poder ponernos en el lugar del otro, y escuchar su experiencia sin juzgarla antes de intervenir en la interacción con ese otro, y que de hacerlo podremos transitar hacia un mundo más de nosotros, por ello creo imprescindible generar una re-evolución humanística.Como dije en la introducción, según estudios científicos a la Tierra, nuestro planeta, nuestra casa le quedan 4.000 millones de años, parece mucho tiempo, depende como se lo mire, y de lo que hagamos de aquí en adelante, porque esos estudios no contemplan la acción humana, solo toman en cuenta el proceso planetario, el sol y su incidencia. De todas maneras, aunque esos cálculos tengan cierto nivel de certeza, se verá con el tiempo, habla del planeta no de los seres que lo habitan, y creo que si seguimos así, como hasta ahora, sin tomar en cuenta lo ecológico como parte del nosotros que somos entramados en ese todo, y encima con mucho poder, considero que nos queda menos tiempo, depende de nosotros, de aquí en adelante.Lo escrito que abre este Manifiesto y prosigue con los Relatos, pretende dar cuenta del como intentar una nueva forma de evolucionar, de caminar hacia el futuro, del como poder pensar desde otro lugar, del como cambiar lo que nos imponen percibir, del

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como aprender nuevas actitudes para relacionarnos mejor entre nosotros mismos y con el contexto.Espero poder acercar una serie de ideas que ayuden hacia una práctica reflexiva, una reflexión práctica, o mejor dicho una praxis, desde la cual, cada uno de nosotros verá como la implementa en su entorno, en su contexto, en el mundo vivido que se nos da cada día.

ESCRITOS

1- ANTE LO QUE SE NOS DA

Cuando pienso en el cada día me viene a “la mente” una frase de Slavok Zizek, en su libro “Visión de Paralelaje”: “El hombre es una carencia que, para poder llenarla, se reconoce como algo”, y en este reconocerse constituimos nuestro relato vital, el que nos une con nosotros mismos, nos integra en algún sentido, y nos ayuda a transitar la existencia con cierta idea de la misma. Para ello vale preguntarse como nos vinculamos con lo que se nos da en la experiencia, y para empezar a pensarlo recuerdo el final de la película “Justicia China”.-¿Sabes porque el bambú esta ahí?- le dice una actriz china a un actor norteamericano, señalando un largo corredor bambúes.-Esta esperando que lo toque el viento y despierte emociones- concluye la actriz-El actor sonrió levemente, con un pequeño gesto afectuoso que se notaba en su tierna mirada, amorosa, no erótica sino de un amor filial, y quizás se acercó a comprender como una mujer china construía una realidad, distinta a la de él al mirar esas plantas, ese correr del viento meciendo ya esos altos bambúes y despertando emociones.El lenguaje, en ese caso el ingles, que ambos hablaban, pudo, o pretendió poder, unir dos realidades, dos modos de mirar a las cosas en si, si es que hay cosas en si.También recuerdo que Federico, el hijo de una amiga, nos comentaba, tiempo atrás (a mi hija y a mi), sentados bajo un árbol, digiriendo un asado de cumpleaños, en un atardecer caluroso, filosofando con vinito encima o mejor dicho adentro: “Cuando hace siglos quemaban las brujas, estas existían, para ellos existían, por lo tanto existieron”, mi hija en ese entonces de 20 años, miró sorprendida, y pensé, esto es bueno para agregar a mis escritos, sobre todo en aquella parte inicial vinculada a que es lo real, a aquello que se nos da como tal. Esta claro que aquella época no quemaron lo que para nosotros fueron pobres mujeres, quizás medio locas, o rebeldes, o livianas de abajo: quemaron brujas, porque para ellos dentro de su sistema de creencias, eso eran.

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En todos los tiempos, incluso en el nuestro se han seguido “quemando brujas”, con otras denominaciones, con el mismo significado, el de chivo expiatorio, el de sacarse de encima a los molestos de la índole que sea, y con procedimientos similares a la antigüedad, o quizás peores dados los “adelantos científicos”.Más luego, ya con un café en la mano, la conversación continuó y llegamos más atrás hablamos de los Griegos, de su politeísmo, y por eso fue una época en donde existieron varios dioses, y cuando dijimos existieron, lo dijimos como un real: existieron.También dialogamos del oráculo en el Templo de Delfos, de las pitonisas y de los sacerdotes que “traducían” los mensajes “divinos”, en tantos estos estaban dados en lenguajes metafóricos o simbólicos. Y se nos dio por pensar, que al estar allí y escuchar los pedidos, o comentarios de un sinnúmero de concurrentes, muchos de estos con poder político, militar y religioso, estos “traductores sacerdotales”, o “sacerdotes traductores”, poseían información muy valiosa, y quizás ¿porque no?, pudieron tener ese gran poder que da la información, y digitarla a su antojo, en las “traducciones” que hacían de los mensajes de las doñas pitonisas.

Entonces, veamos, ¿existieron las brujas y los dioses?, y si, tan cierto, que aún varios lo siguen creyendo y por tanto son reales, y para otros existe un solo Dios (para los monoteístas), o los locos (para los psiquiatras y psicólogos), o los subversivos (para los que sostienen algún orden). Y aquí recordé, y lo comenté, aquellas clases de Sociología en la década del sesenta, cuando cursaba la carrera de Psicología en la Facultad de Filosofía y Letras, un día leímos dos diarios de distinta posición política, la noticia refería a un levantamiento armado de un pequeño grupo en un país de Latinoamérica, sino me equivoco o si memoria no me falla (lo cual es probable), era de Perú y el grupo era “Sendero Luminoso”. Un diario titulaba “los guerrilleros subversivos”, y otro hablaba de “los revolucionarios”. ¿Hablaban de lo mismo? ¿Tramitaban la misma noticia? ¿El hecho que mencionaban era el mismo? Es obvio que desde algún punto de vista si, el que remitía a un grupo que con armas atacó algún lugar vinculado al partido gobernante. Sin embargo al adjetivarlo de una u otra manera la información cambia, y la actitud ante ella, la valoración de la misma, y la opinión desde la cual como creencia cada uno de nosotros actúa en consecuencia era muy disímil. Aquí se juega la posición ética, moral y por supuesto política de cada uno, lo que algunos llaman el compromiso.Entonces de que hablamos cuando hablamos de la realidad, de lo que se nos da como real, y no voy a elevados escarceos intelectuales, abstractos (de latín abstrao: separar) en su operación, sino a lo concreto (del latín concresco: crecer con) de la vida cotidiana ante la cual actuamos, valga la redundancia, cotidianamente.A esta altura se sabe y se comparte como saber, que toda acción humana esta relacionada a la percepción de sujeto que la actúa, y esta, la percepción, se construye en contacto con lo que se nos da como real, entendiendo a esto como realidad compartida.

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¡Si lo sabrán los agentes de comunicación, los que forman opinión!Hoy al escribir esto (2008-2009) la noticia es, ¡cuando no!, el conflicto palestino israelí, y ante eso los que dicen que el grupo “Hamas” son los culpables y hay que exterminarlos, los que dicen que Israel se comporta como los nazis, lo que dicen que así son los Judíos, confundiendo un país como lo es Israel con sus intereses políticos económicos con un origen, una etnia, un camino histórico que ha conformado al judaísmo como pueblo.Y están los sionistas que mezclan también, y el mundo árabe que juega su partido, y los Estados Unidos de Norteamérica que hacen lo suyo, y Alemania que auto critica su pasado se hace una democracia liberal, y fabrica armas y se las vende. Y veo una foto, de un niño muerto, masacrado, de un bebé de meses en los brazos de un padre desesperado, un padre que a lo mejor es de Hamas y el día anterior lanzó un misil que mató a otro niño israelí.Todo en función de un sistema de creencias, de una mirada sobre lo real que condujo a esas acciones destructivas, ya hablaremos de eso más adelante.

¿Entonces, para nosotros, que existe?: ¿lo que creamos existe y creamos existente?¿Entonces, para nosotros, que es real?: ¿lo que creamos real y creamos como realidad?¿Es inevitable esto?, y de ser así ¿Qué podemos hacer para acercarnos humanísticamente de modos constructivos?

Estas preguntas que generan otras, son parte de aquellas que se vienen haciendo los Filósofos desde hace más de 2.500 años. Si seguimos la línea que antes enuncié, que parta de los Presocráticos, que pase por Sócrates y Platón, devenga en un Aristóteles y un Santo Tomas de Aquino, recale en Descartes y los empiristas con Hume a la cabeza de ellos, transite por Kant y Spinoza, y llegue a Hegel, el cual creyó, he hizo creer a sus contemporáneos que su monumental obra había hecho síntesis totalizadora y resuelto todas las preguntas. Pero luego, ahí nomás surgió un Marx que nos habló de la necesidad de una filosofía que se haga praxis transformadora, un Nieztchte, un Kierkegaard, un Husserl, un Heidegger y un Sartre, que nos llevaron a volver a preguntarnos, y olvidando algunos otros que hicieron profundos aportes, han habido y se han escrito, y se seguirán haciendo miles de paginas de respuestas posibles a estos temas. Obviamente me he referido exclusivamente al pensar occidental, del cual puedo dar cuenta porque conozco, del otro el Oriental, el Chino, el Japonés, el Hindú, ha también elaborado lo suyo, no hay duda en mi. Pero hago estas referencias solo para ubicarme y ubicar al lector, en la idea de que es posible pensar lo que estoy intentando desde múltiples posiciones, y de verdad no creo que ninguna tenga la verdad, todas han sido y son aproximaciones conceptuales, la duda y el asombro continúan, y son lo que nos hacen seguir pensando. En mi caso, en mi simple aporte, para revisar los modos en

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que nos relacionamos para poder ver desde otro lugar y ayudar a cambiar nuestro modo de estar juntos, y poder acercarnos de modo constructivo.Veamos algo más, acerca de que son los “hechos reales”, como se nos dan en una secuencia evolutiva a modo de estudio, de recorte de las experiencias que siempre son totales y circulares, y en tanto lo que sigue tiene un aparente orden, pido se lo vea solo como dije a modo de estudio, porque lo que es a, puede ser c y viceversa, todo depende desde uno comience la secuencia, elegí una para ejemplificar:

a- los hechos en si, las cosas, los objetos, lo natural, lo humano como hecho.b- las relaciones que se dan entre ellos y que les dan sentido de ser lo que son.c- el modo en que estas relaciones se nos imponen a los sentidos.d- la manera en que mi persona va hacia los hechos y los hace hechos para mi,

porque los creo, en el doble sentido de creencia y de crear, y en los cuales actúa mi percepción dadora de significado.

El hecho en si y sus relaciones son un acontecer (del latín: cerca del suceso), y así lo defino en tanto el estímulo que produce en mis sentidos acontece en la cercanía de ambos, del hecho y de mis órganos sensoriales estimulados desde y en una relación directa, donde ellos vienen y yo voy, siendo un hecho en si la instancia que nos une.El hecho en si, sus relaciones y la instancia en que nos une, son vivencias que como tales acontecen irrumpiendo, atravesando mi piel, entrando en mi organismo, y él en ellos, y este, mi organismo, las captará, en concordancia con sus posibilidades biológicas de hacerlo. No es lo mismo un sonido en si para un perro, que para una delfín, o una persona, las posibilidades auditivas biológicas de las tres especies citadas son muy distintas. Entonces alguien aquí dirá que no existen estímulos en si, y por lo tanto, ya empezamos mal, no hay hechos en si en tanto cada organismo decodifica el estímulo sensorial según sus características. Esta observación, de ocurrir, es válida, pero a modo de comprensión y diferencia de lo que es un hecho en si, de otro para si o para mi, es que en el primero hablamos de una experiencia bio sensorial en relación a cada bios, en cambio en el segundo la aparición de la conciencia reflexiva lo entrama en el mundo de la subjetividad significante. Por ello hago esta diferencia, solo conceptual, porque en la vida vivida, como comenté, todo se da entramado y en conjunto. Con la misma “seguridad lineal”, que estoy relatando un parecer, podría decir, y de hecho lo pienso, que primero debe haber una conciencia intencional, y luego el hecho que esta toma como contenido de la misma y se hace la relación que constituye la conciencia del hecho.Pero sigamos como comencé para no confundir, solamente para explicar una manera de pensar que nos ayude a re-pensar acerca del como construimos lo que denominamos real ante lo que se nos da y damos para que se nos dé. Sigamos.

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Los hechos para mi, que creo (en el sentido de crear, de creación) no son un acontecer “automático” sensorial, sino un suceder (del latín sucessum: llegada después de otro), en tanto se constituyen a posteriori del acontecer, y por lo tanto construidos en su significación por mi filtro perceptual, por mis constructos preceptúales, así los vivo.Los hecho, ahora, para mi, y que por lo tanto que creo, son un suceso, un suceder impregnado de significación personal, y por lo tanto emergen de mis creencias y creaciones simbólicas.No puedo dejar de decir que también mi ser dador de significado implica que soy en mi y para otro una relación con otro mi y otro Otro, y desde allí lo que creo construyo desde mi, lo hago siempre desde un nosotros.Por lo tanto, todo hecho y sus relaciones que se constituyen en los hechos que creo son reales, pasan por tres filtros, el de mi biología, el de mi socialización y el de mi simbolización, es por ello que puede ser deducido en las conversaciones sociales que hacen los conceptos, las realidades compartidas, y la historia dadora de sentido a lo que acontece.Lo que llamamos concepto o idea que construimos es siempre producto de un quiasma,dado que estamos entramados en el conjunto de lo que somos existiendo.Para ser más explicito, los acontecimientos y los sucesos, que nos acontecen y suceden, son como los árboles en el medio de un bosque, en donde hay otros acontecimientos y sucesos que constituyen ese bosque. Y si vamos a la percepción de los árboles de ese bosque, debo ver que entre ellos hay espacios que hace ser a los árboles.Percibo el conjunto árboles y espacios que unificados hace decir que eso es un bosque.Lo que no se ve en primera instancia, el espacio, hace ver el conjunto que llamamos realidad o existente.Para ser más claro, y con un ejemplo simple, supongamos que de lejos vemos y decimos que vemos dos árboles, o sea que vemos el conjunto dos.Ahora si nos acercamos y nos colocamos en el medio, en el espacio que no hemos visto y miramos solo a un lado vemos uno, un árbol. Si seguimos mirando, con esta nueva mirada, veremos que para que sea bosque debe haber varios, muchos árboles, y para esos varios, muchos espacios, que no vemos porque se nos impone más la materia dura que la materia sutil que son los espacios “vacíos”, ahora llenos con nuestra nueva mirada, que hacen ser al bosque que es, uno como bosque, muchos como árboles y espacios entre ellos.

Si podemos tomar un poco, solo un poco de distancia, vemos los dos niveles entramados haciendo un conjunto indivisible, desde el cual constituimos lo real y lo existente, y sin duda, y sin querer complicar más, pero así creo que es en un análisis más profundo, el bosque como conjunto (árboles y espacios) y el conjunto de bosques y selvas, que hacen los árboles y los espacios del acontecer y del suceder, van

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constituyendo las realidades compartidas que se hacen verdades o paradigmas de grupos, sociedades, culturas, épocas.

Entonces hablamos de dos niveles haciendo conjunto en el acercamiento al hecho que decimos existe y es real, para nosotros. Entonces, nuevamente: ¿que es lo real?

Una persona amanece transpirando, su cuerpo esta excesivamente caliente (más de lo habitual) se siente algo mareada, su cara esta pálida, posee poca energía, tiene nauseas.Nosotros cual occidentales, le colocamos un termómetro y observamos que tiene lo que llamamos fiebre, viene el médico y diagnostica gripe, y ahora la gripe A, e indica reposo, aislamiento, y le da un remedio. Nos preguntamos desde aquí: ¿La gripe existe?, ¿Qué la causa?, ¿Es una enfermedad?, ¿Cómo se cura?Otra persona, al mismo tiempo, en una tribu o grupo, en una comarca selvática, alejada de lo que llamamos “civilización desarrollada”, siente lo mismo y los miembros de su grupo observan las mismos hechos en si que nosotros observamos.Y: ¿se preguntan lo mismo que nosotros?, es obvio y conocido que no, para ellos lo que pasa es otra cosa, están en otro nivel de significación, no lo denominan gripe, le ponen otro nombre y por lo tanto dictaminan otro proceder. No creen en los virus, no es que no saben que existen, para ellos no existen directamente, y por lo tanto no son parte de su realidad, ellos hablan desde otro lugar, piensan desde otro lugar y actúan de otra manera. Ni mejor ni peor, a los siete días, o quizás antes, ambas personas superan su malestar. En un caso se le dio un remedio “occidental”, en otro se danzó un baile ritual y se le dieron unas hierbas.Ambas fueron acciones eficaces para superar el mal trance.Entonces la gripe no existe en si, es para si, para mí, para nosotros una manera de pensar esa cuestión. Lo que fue en si, como hecho y sus relaciones de hechos, para ambos seres humanos, fue el malestar, solo eso.Como la noticia del grupo “sendero luminoso” que comente antes.Es como lo de las brujas o los locos, que son producto de momentos históricos en donde ha sido necesario hacer esa clasificación, para luego proceder en consecuencia.Se precisó creer en Brujas, y se leyó desde el lenguaje a ciertas conductas como producto de estar embrujadas (no era casual que fueran mujeres), y las mujeres que tenían esas conductas fueron brujas, por consiguiente las brujas existieron y se las quemó.Se precisa creer en la locura, se construyen patrones de conducta “normales o sanos”, y por supuesto sus opuestos “los enfermos o locos”, desde el lenguaje se habla, desde el habla se hace el pensar, y acontecen personas que se comportan tal como, y suceden diagnósticos y tratamientos.Existieron las brujas. Existen los locos, ¿hasta cuando?: el futuro social lo dirá.

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Niveles de análisis, niveles de lectura, realidades reales, hechos en si y sus relaciones de hechos, acontecer y suceder, entrama, real existente, acción en consecuencia que convalida lo real y lo hace más real, se instala.

Debatir si los hechos en si están antes de que los “miremos”, los “sintamos” o demos cuenta sensorialmente de ellos, es un absurdo del idealismo, es obvio que están en si mismos antes que nosotros, lo que también es obvio es que no están para nosotros sino para sus relaciones de hechos, y no son existentes desde si mismos para nuestro si perceptual, son en si para otro hecho en si, sea objeto que interactúa animal, vegetal o persona que estuvo antes. Eso lo sabemos desde nuestro pensar, no por contacto, o porque nos dicen que eso que llamamos río estuvo allí antes que nadáramos en él, pero lo cierto que es real en tanto metemos nuestro cuerpo en eso que nos enseñaron se llama agua, y este registra sensaciones que decodificadas nos hacen hacer real ese río que porta esa agua, y nadamos denominando nadar una serie de movimientos que nos mantiene a eso que nos enseñaron se llama flotar, y así sucesivamente vamos entrando en lo que nos enseñaron se llama realidad.Una instancia o sucesión de hechos en si, que decodificamos con códigos que nos enseñan, con nominaciones que nuestra cultura, grupo social ha implementado.Nos venden una realidad preestablecida, por lo que es en si, y lo que han decodificado nuestros antepasados cercanos y lejanos.Si hubiéramos nacido en una tribu africana o del amazonas hace 300 años, es posible que otra realidad hubiera constituido ese meternos en el agua de eso que llamamos río. Quizás tendríamos un Dios del río dado que el mismo nos permitiría subsistir, adoraríamos a sus peces, y rezaríamos o haríamos rituales para que nunca nos falte la pesca. No se que realidad tendríamos, pero sería distinta, y por lo tanto el hecho en si, y sus relaciones, si bien parece ser el mismo como hecho a priori, por el hecho en si de ser humanos, y tener un sistema de funcionamiento organísmico (órgano anímico) cerrado en si, y determinante de la especie que somos, a todo lo que se nos impone sensorialmente le damos significado, nombre, símbolo, enunciación de conductas vinculadas, pensamientos e imágenes que determinan lo que es real para cada uno de nosotros y del grupo de pertenencia en el somos instalados en este mundo.

Cuando trabajamos de terapeutas comprobamos día a día esta manera de pensar lo real, y la verdad, ya en lo individual de un conflicto o problema intra personal, o en la asistencia a grupos, parejas o familias, en donde la principal cuestión que gira alrededor de aquello por lo cual se nos consulta, es la percepción del mundo diferente a lo que se espera, tanto el otro como uno mismo en relación a uno mismo. De hecho cuando el consultante puede revisar eso, y abrir a otro modo de “mirar”, en general las personas deciden cambios favorables para si mismos y el otro implicado en la problemática.

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Si hacemos sociología política podemos también observar que cualquier conflicto entre grupos, sea entre barrios, pueblos, ciudades, naciones o continentes, porque no una guerra, es porque cada agrupación cuida lo que “mira” y/o lo percibe atacado o puesto en riesgo por el otro, cada uno lee lo que ocurre desde su propia vivencia de lo real, hablan en distinto idioma a los hechos en si, y obviamente creen que su idioma y lectura es la verdad.Si pudiéramos darnos cuenta de esto, aunque sea a veces, solo a veces, muchos problemas o instancias conflictivas se evitarían.A esto se le llama empatía, poder por un rato ponerse en el lugar del como mira el otro el hecho en si y sus relaciones, y que significado para si le brinda a ese hecho en si.Nótese que ponemos las palabras: real y verdad, con minúsculas, esto es intencional, para no reificar ni deificar conceptos cotidianos, no reificar para no convertir a esas palabras en entidades en si, y no deificarlas para no entramarnos con conceptos dogmáticos propios de las religiones, y de ideologías extremas.Las religiones no tienen más remedio que hablar de Verdad (con mayúscula), porque parten de presupuesto que sus dioses o Dios, son en si mismos, existen reales, son de verdad, por ello asumen y proponen una Verdad, la de ellas.Las ideologías extremas, también parten de dogmas o ideas, que consideran inmutables, reales de realidad verdadera.Ambas instancias de leer la vida humana, o la vida en general, precisan pensar, decir y actuar desde un paradigma que han establecido. Ya veremos en otros fragmentos lo de nosotros y ellos, nosotros los que pertenecemos, pensamos y actuamos igual, y ellos los de otra vereda, los distintos, los que no ven como los nosotros ven.En este instante, reflexionando sobre lo que escribo, me adviene el temor que lo que digo sea interpretado como un relativismo ético o un escepticismo a lo Pirrón.Sin embargo, es bastante probable que algunos dirán eso luego de leerlo, y se equivocan si piensan así, nosotros, los humanistas, tenemos una posición fuertemente ética con el mundo, de eso se trata este texto, de que somos lo que estamos diciendo, lo del saber que no hay Verdades sino verdades, lo del saber que no existe el Mal sino el mal, ni el Bien, sino el bien. Es un saber que se pretende verdad, no Verdad, real no Real.Algunos pensadores, sobre todo aquellos adherentes de alguna religión o ideología teológica, dicen que si no se tiene un Dios o sistema de ideas en donde asirse, no puede fundarse una ética ni una moral consistente y beneficiosa para la humanidad.Pensamos distinto, como humanistas pensamos distinto, creemos que si al hombre se lo deja libre elige sin prejuicio lo que elige ser en el mundo, que no necesita “agarrarse” ni de la noción de un Dios, ni la de una ideología teológica, y que ese ser humano libre, casi siempre elige lo mejor para si mismo y los demás, por un simple hecho, porque es libre, lo han dejado ser libre, cree en la libertad de si mismo y la de los demás, entonces reniega del mal que se le pueda hacer al otro, en tanto no lo quiere para si

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mismo. No lo hace ni por bueno ni por malo, lo hace para sobrevivir, y en-desde esa necesidad, se sabe gregario, social, y que necesita al otro, tal como el otro lo necesita a él. Esa persona que imaginamos, y que creemos ser, puede obviamente elegir pensar la vida o a si mismo desde una idea o religión, pero lo hace como ser que no acepta todo lo que le dicen como dogma. Puede creer en Dios si es su necesidad, si así lo educaron y aceptó no por imposición aceptada, sino por reflexión, o porque siendo un tiempo ateo o agnóstico, produjo una transformación que lo llevó a tener creencias religiosas. Pero es desde un lugar de construcción propia, y por ello, esa persona que imaginamos y deseamos, no cree que lo suyo sea la Verdad, sabe de su verdad, le sirve para vivir, para ser quien es.Ahora, en este discurrir, pienso en el lector prevenido o “sabiondo” de filosofía que habrá leído que hablé de humanismo y podrá empezar a querer ubicarme en algún lugar o “locus” de ese modelo del pensamiento occidental, eso le dará una supuesta tranquilidad, sea para comprender lo que esta escrito, sea para opinar en forma de crítica constructiva o destructiva, o sea porque así lo necesita. A él le digo que estas reflexiones surgen desde lo que denomino un humanismo des-centrado de lo humano. El Humanismo que sostengo es desde una posición que piensa y estudia el campo fenoménico de lo humano, lo humano en si, y aquello que desde si constituye como propio, a partir de las cosas en si y sus relaciones, que percibe para si.Es decir aquello que por poseer una constitución que caracteriza lo humano, toma la cosa dada, sea que esta se le viene como impronta, o que va hacia ella desde lo intencional de la conciencia, y sea como sea (sería otra reflexión) lo que se le da lo percibe y desde la percepción le da significado, humanizándola.La inclusión de “des-centrado” luego de humanismo, es por un lado para aclarar que desde esa nominación, me alejo de cualquier lectura o posición que considera a lo humano como centro del todo y creerse desde allí el eje del universo, o aún más de haber sido elegidos por Dios como sus semejantes en proceso de ser dioses.Mi sistema de creencias me dice que somos una especie más, que vive y existe en este territorio con forma de huevo, que parece flotar, circunvalando una simple estrella (entre millones y millones, una más y encima bastante pequeña), que hemos decidido llamar Planeta Tierra. Un pequeño pedazo de materia, en el cual se ha generado un sistema ecológico que nos permite estar aquí…..por ahora.Es así que el adjetivar al Humanismo como des-centrado es útil para mi, porque resalta una idea, aquella que piensa que cuando desenfocamos vemos mejor, de manera más amplia. Vemos de manera ampliada, porque percibimos lo oculto, lo que esta en la sombra, en los límites de lo obvio, lo que esta más allá y más acá de lo dado por el sentido común, en síntesis percibe lo Uno invisible constituyendo aquello que se dice real o visible.Porque cuando estamos centrados creemos que eso que miramos es lo único, y muchas veces pensamos que es lo real y la verdad.

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Porque cuando logramos alejarnos, tomar distancia, el panorama se aumenta, como cuando miramos una obra de arte, o un paisaje.Porque cuando estamos enfocados solo vemos eso, lo que enfocamos, lo que se hace figura, y descuidamos el fondo, justamente aquello que es lo más.Por que cuando nos descentramos nos enriquecemos, y además podemos volver a enfocar desde una mayor riqueza. Vale aquí aclarar, sobre todo para los especialistas, que cuando Carl Rogers denominó a su modelo “Centrado en la Persona”, y en cual sostengo mi práctica terapéutica, lo hizo: primero en un momento histórico donde era necesario denominarlo así para marcar su estilo, y segundo su “centrarse” parte de un descentrarse de si mismo para poder estar presente en el otro en forma plena y acompañarlo en su auto-descubrimiento.Es así que un Humanista des-centrado, como cualquier pensador, construye conceptos que dicen lo que quiere decir, y en este caso estos surgen desde un paradigma libertario y paradojal, de un sistema de creencias abierto al cambio permanente, y a una concepción de verdad con minúscula, sin perder de vista la importancia de la responsabilidad y la ética del compromiso con el otro nosotros, por eso se es humanista. Un Humanista des-centrado se anima a ver lo borroso, lo borroneado por el lenguaje, se anima a pensar lo real desde otro lugar, y desde allí cuestionar las verdades, y darse permiso para pensar la vida de otra manera que la que nos imponen.Un Humanista des-centrado se compromete desde allí, y circula las contradicciones de lo humano y sus incertidumbres existenciales.De esto se trata este texto, este escrito que vamos transitando y que emerge desde ese ideario, y retoma aquello que desde los confines de la historia nos preguntamos asombrados, y eso es el principio (el asombro) del filosofar, acerca de porque existimos, de porque existe lo que es (el ente). Pre socráticos, escépticos “pirronianos”, platónicos, aristotélicos y tomistas, racionalistas, empiristas, idealistas kantianos y hegelianos, materialistas históricos, esencialistas, existencialistas, entre tantos, construyen respuestas posibles que nos hacen pensar, y ninguna calma del todo lo que nos pasa ante lo que se nos da con el estar siendo aquí.Es por ello que cité a Slavoj Zizek acerca de la necesidad de reconocernos como algo ante la carencia que sentimos desde que nacemos.Para hacerlo debemos sabernos constituidos en la relatividad y en el quiebre que nos produjo la palabra que se hizo lenguaje, el habla humana que instaló el Conocer tal como lo hacemos los humanos, un conocer que imprime significado a lo que pasa con lo que nos pasa, transformó las emociones mamíferas en sentimientos, y generó un salto de la necesidad hacia el deseo, del seres “necesitantes”, sumó y agregó el de ser seres “deseantes”.

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2- EL HABLA- LA PALABRA-EL LENGUAJE

No hay duda, hoy, que el habla (o la palabra que aquí serán sinónimos) instaló el conocer tal como conocemos los humanos, un conocer que imprime significado a lo que pasa con lo que nos pasa, transformó las emociones mamíferas en sentimientos, y generó un salto de la necesidad hacia el deseo, del seres “necesitantes”, sumó, agregó el de ser seres “deseantes”.Y la palabra que nombra hecha lenguaje ha tenido mucho que ver.No es casual que según el “Génesis”, primer libro del antiguo testamento, Dios, en el principio de todo, creo los cielos y la tierra, esta estaba desordenada, vacía y en tinieblas, fue así que generó la luz y vio que era buena, y decidió llamarla día, y a las tinieblas noche. El o los autores de este texto, según algunos estudiosos de la Biblia fueron alrededor de 40 personas (para la tradición judía fue solo obra Moisés), tomaron cuenta de la necesidad de nombrar, dar nombre a las cosas, a los hechos, para que estos cobraran entidad de ser algo, para que no exista el caos y aparezca el sentido. Un necesario sentido basado en lo bueno y lo malo como primer quiebre por sobre lo dado, lo que se hizo real desde un recorte lingüístico, para que aquellos que habitamos el mundo como personas, desde el principio sepamos reconocer lo que nos hace bien o mal. En esa línea se instaló la palabra, basada en la necesidad de comunicarnos y dar orden de significado simbólico al mundo que se nos da, eso nos hizo quienes somos y por eso sobrevivimos y estamos aquí, tal como somos.El lenguaje, “la lengua”, es todo un tema que ha llenado miles de páginas, desde los lingüistas, los psicoanalistas y los neuro-científicos, además obviamente de los expertos en literatura. Por eso antes de entrar en mis consideraciones, veamos sucintamente algo acerca de que se trata el lenguaje. Este es un sistema de signos, y signo es aquel que representa o está en lugar de lo que representa sin ser lo que representa, y cuando se usa no se refiere al signo en si mismo (la palabra en si) sino al objeto o cosa que no esta, remite en su presencia de-signando. Por ejemplo, si decimos “un caballo galopa”, no se pone la atención sobre la palabra (signo) “caballo”, sino sobre el caballo como animal que galopa.Los signos pueden ser obra de la naturaleza, como el humo respecto del fuego, estos se denominan “signos naturales”, o creados por los humanos, por ejemplo una marca en un camino que indica que hay que detener el automóvil, estos son “signos artificiales”.Las palabras que se usan como lenguaje humano son predominantemente constituidas por signos artificiales, de esto se ocupa la Semiótica, dado que es la disciplina que estudia los signos que constituyen el lenguaje, y esta se divide en tres: sintaxis, semántica y pragmática.

- Sintaxis: estudia las relaciones de los signos entre si, por ejemplo la gramática.

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- Semántica: estudia las relaciones de los signos con los objetos a los que refiere, por ejemplo para verificar que es correcta su aplicación.

- Pragmática: estudia las relaciones entre los signos y quienes los emplean, por ejemplo para ver como y para que se usan.

Por otra parte también estudia (la semiótica), las funciones del lenguaje, y entre ellas podemos discriminar cinco que son fundamentales en todo lenguaje:

1- Función Informativa: Para transmitir conocimientos y señalar objetivos.2- Función Expresiva: Para transmitir estados de ánimo.3- Función Imperativa: Para transmitir indicaciones u ordenes.4- Función ceremonial: Para facilitar el trato con los demás.5- Función Mágica: Para atribuir poderes sobrenaturales a las palabras.

Podríamos hablar de las proposiciones, de las conjunciones, de muchas cosas más, y del como se construyen las lenguas, al que le interese le recomiendo recurrir a los filósofos analíticos, a los lingüistas y a los filólogos.Aquí, en este texto, lo que importa, una vez sabidas las funciones y el sentido de lenguaje poder entender como se ha constituido, si este (el lenguaje) hizo al hombre como es, o el hombre hizo al lenguaje, y como influye en lo que somos y que hacer desde ahí, en la idea de ayudar a mejorar nuestros vínculos.

Al estudiar el desarrollo humano, se puede decir (entre otras variables) que, por hablar algún mono se apartó de los otros monos, y nos constituyó en esta especie de primate que habla, piensa, y desde ese hablar (“Lenguajea” nos dice el biólogo chileno Dr.Humberto Maturana) determina sus sentimientos, percepciones y acciones.En la rama de la evolución de los antropoides, cada derivación del árbol madre de nuestro origen, es decir cada rama o ramita que se abrió de otras ramas o ramitas, y pudo subsistir como especie, es porque logró una adecuada adaptación al entorno ecológico que le tocó.Para adaptarse, en el correr de los milenios, fue adecuando su estructura corporal, su modo de alimentarse, cuidarse, y perpetuarse, de tal modo que al alcanzar un equilibrio adecuado detuvo sus cambios y así quedó, para que cambiar más si así lograba sobrevivir y perpetuarse. Así como hubo algunos cuadrúpedos que alargaron sus cuellos para llegar más alto a las ramas de los árboles, y lograr el alimento pudieron vivir, y son la jirafas. Otros aprendieron a saltar de árbol en árbol, y por ello desarrollaron una particular musculatura para lograrlo, esos son la mayoría de los monos. Otros adaptaron su aparato digestivo para solo comer vegetales y animales, son los omnívoros, y así seguiríamos describiendo múltiples formas de adaptación, solitarias o de trabajo en común que cada especie de las que por ahora existen han alcanzado en su desarrollo evolutivo, las que lo lograron están todavía aquí. Entre ellas nosotros los humanos. Nosotros, mamíferos primates que hablan.

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¿Y porque hablamos?: Porque esa fue la forma de nuestros antepasados descubrieron para subsistir. Y entonces aparece la pregunta del millón ¿que esta primero el huevo o la gallina?, en nuestro caso: ¿la posibilidad biológica de hablar (centros cerebrales, cuerdas vocales), o el habla que generó lo biológico que hoy parece determinarla?Tengo una respuesta, a mi me sirve, al fin y al cabo es lo que importa, que la explicación que sea sirva al que lo explica, y si a otros le sirve vale para que sea una idea que resulta consensuada por un grupo.Dije que tengo una respuesta, me imagino entramadas ambas cuestiones, algo así como que algún grupo de primates empezó a emitir sonidos guturales (como lo hacen aún todos los primates que habitan el mundo), que como signos sirvieron para comunicar experiencias útiles para los demás, cumpliendo en un principio la función informativa hasta llegar a las cuatro primeras funciones indicadas antes, de una manera concreta, simple y útil para vivir y procrearse. Es obvio que descubrieron en la experiencia que les era bueno para sobrevivir y por ello lo repitieron en el tiempo. Ese grupo, además de ir perfeccionando esos sonidos, y así como otros perfeccionaron sus músculos para saltar de rama en rama, o alargaron los dedos de sus manos y pies para asirse mejor y sin riesgo, nuestros antepasados agrandaron el cerebro y agregaron alguna cuerda más en su garganta, para emitir mejor y más sutilmente esos sonidos. Por ser mamíferos ya tenían el “cerebro medio o límbico”, el de las emociones, las cuales expresaban con expresiones gestuales (de solo verlos hoy, se sabe de que estoy hablando), así que también es muy probable que esa adquisición de transmisión de signos también se trasladó a las otras funciones y apareció la expresiva, la que indica los estados de ánimo con algún signo verbal. Y debimos pararnos sobre las extremidades inferiores, que achicaron los dedos de los pies, o mejor dicho no los desarrollaron porque nos hicimos bípedos, y dejaron de tener la importancia que tenían. Eso permitió que se agrandara la calota craneana, por ello corteza cerebral encontrara espacio y creciera mejor y hacia arriba, y el cerebro, nuestro actual cerebro, se dispuso para favorecer la subsistencia desde esta nueva impronta de especie que somos. Es muy probable que durante este proceso de erguirnos, y al ser primates sociales se hizo necesario no solo comunicarnos para informarnos o expresar emociones, sino también para dar orden, organización al grupo, y los líderes que daban indicaciones con gestos, olores y acciones corporales, aprendieron a decirlo con palabras, y la función imperativa surgió. Al mismo tiempo, es altamente probable, por razones de comunicación saludable, se impuso la necesidad de aprender la función ceremonial. Todas estas funciones del lenguaje se fueron dando en la necesidad de subsistencia y desarrollo de esta nueva especie que somos nosotros.La función mágica es probablemente más moderna, en tanto esta vinculada a la noción de muerte, de la necesidad de explicársela ante la perdida de un ser querido, y también la de entender a la naturaleza y sus fenómenos. Descubrimientos antropológicos han observado restos fósiles de culturas muy primitivas que poseían ceremonias de entierro

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a los muertos, y pinturas rupestres que indican un nivel simbólico que solo es alcanzable con un desarrollo de algún tipo de lenguaje. En esos casos no hay duda ya estaban las cinco funciones primordiales de la lengua en acción, ya éramos humanos.

Entonces ¿Qué estuvo primero?, se fue dando al mismo tiempo, y como sirvió así quedó, porque darle más vueltas a este asunto, que de diferente tenemos en ese desarrollo evolutivo al de una mariposa o a un cocodrilo, les pasó lo mismo, hicieron los cambios necesarios que el azar o algún designio (si así lo queremos pensar), lo determinó.

Pero, vamos nuevamente al primitivo, a nuestro antepasado que esta haciendo el pasaje de rama, para hacer la propia rama que somos nosotros hoy, y veámoslo de otra manera complementaria con la anterior. La emisión de un sonido que como signo refirió a algún objeto o cosa, que otro del grupo repitió e instaló en su cerebro y fue aceptado por todos, hizo lo que hoy llamamos una palabra. Una palabra determinada para designar (viene de signo) una cosa, un hecho, también determinado y concreto. El tiempo hizo unir signos que hicieron más palabras, el cerebro pegó un salto cuantitativo y cualitativo, se armaron serie de palabras, se unieron con otros sonidos que hoy llamamos conjunciones, que no tienen sentido en si mismas, sino que lo tienen en tanto unen otros sonidos que cobran intención en tanto refieren a cosa o hechos en si, y por lo tanto adquieren sentido en el ser uniones de hechos en si u objetos que en este caso son palabras.Ejemplo: Imaginemos a un antepasado queriendo decir a un congénere que elija entre dos cocos, en tanto se los ofrece para comer, y dice “coco” señalando con el dedo un coco, y dice “coco” señalando con un gesto otro coco (ambos están en el cocotero), quizás durante muchos años se arreglaron bien sin agregar ninguna conjunción, es probable que el ofrecido dijera señalando el que desea con un dedo “coco”, y el oferente tomara el coco elegido y se lo diera. Pero imaginemos otra escena, en donde otro antepasado emitiera un sonido parecido a “o”, algo así como: “coco o coco”, señalando uno u otro, ese inventó la “o” como unión, y como el otro entendió más rápidamente y sirvió para simplificar la comunicación se instaló como costumbre lingüística. Y así, desde un proto lenguaje se fue haciendo la “lengua” de un grupo, una tribu, un clan, que los identificó como grupo, tribu o clan. Palabras básicas desde sonidos guturales a más refinados y comprendidos por los demás, unión de palabras, conjunciones, frases y oraciones, habilitación cada vez más compleja de interacciones, un cerebro que enriquece con información su red neuronal y crece en consecuencia multiplicando geométricamente sus posibilidades. Cuerdas vocales que se perfeccionan y facilitan “juego de palabras”, luego “juegos del lenguaje”, que como tales adquieren normas a seguir, que cumplen las cinco funciones, y que se enseñan a los que nacen en esa agrupación de humanos que comparten una serie de costumbres, entre ellas el uso

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de una lengua que lo hace ser quienes son. Creo que allí esta el principio de lo humano tal como lo entendemos hoy, de las similitudes y de las diferencias. En tanto tal como se habla es como se piensa, y viceversa en una amplificación circular de ambas instancias de lo psíquico, entiendo que ahí, en esos orígenes radican distintas formas de hablar y por lo tanto de pensar a los hechos en si. Pensemos que el lenguaje se expresa desde el vibrar las cuerdas vocales, esas vibraciones son corpúsculos de onda que llegan al oído del otro, son materia corpúsculos, que circulan por el aire, y que también impactan en la piel, como vibración que implica no solo sentido o significado de lo que se dice, sino también sensación de cómo se lo dice.Por ello hay idiomas más “duros”o “blandos”, que facilitan el acercarse mejor o peor a ciertas vivencias. Hay lenguajes que producen ciencia y/o poesías con mayor facilidad. Hay lenguajes más ricos en palabras, y otros en imágenes, creo que eso deviene desde los orígenes de los primeros grupos que los constituyeron según sus necesidades de sobrevivir y procrearse, y obviamente el tiempo los modificó en el devenir de cada agrupación cultural o demográfica.Es probable que medios o sistemas ecológicos más “ásperos” generaran lenguajes “ásperos”, que la complejidad este asociada a lo más o menos complejo del medio, en tanto la necesidad de sobrevivir se hace más difícil o más fácil, exige más o menos habilidades de los seres vivos, y aquellos que las adquieren no solo sobreviven sino que se procrean y trasmiten sus adquisiciones a las crías.Es también probable que con el correr de los milenios, en el pasaje de la endogamia a la exogamia, el entrecruzamiento de razas y culturas se hayan modificado las lenguas, pero sin embargo, los orígenes se han mantenido en sus esencias lingüísticas.También pienso en el advenimiento de la agricultura, que no solo instaló la propiedad privada, los medios de producción, y los ejércitos para defenderlos de las otras agrupaciones, sobre todo de aquellos que siguieron siendo nómades por siglos, sino que fortaleció algunas lenguas en detrimento de otras, así como ciertas costumbres y rituales que aún hoy, en nuestros días, aunque no tengan un sentido práctico o vinculado con la actual realidad, se siguen sosteniendo.Cada lenguaje, no solo permitió la comunicación intra grupal, sino que, como antes mencioné delimito una identidad social, que impuso a cada grupo ponerse un nombre, y cada individuo del grupo nominarse como manera de saberse quien se es ante los otros.Sabemos que en un principio cada nombre de las cosas o hechos en si poseían alguna cacofonía que alertaba desde su sonido algo parecido al objeto nominado, y que también eso se trasladó a las personas y los grupos, que obviamente son hechos en si y sus relaciones para el que nomina. Por ello muchos nombres, aún hoy, remiten a un oficio o a alguna cualidad que esa persona o grupo poseía ante la mirada del otro. Era nuevamente un modo de facilitar la comunicación y la sobre vivencia.

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Las conjunciones que unen nombres o apellidos muchas veces refieren a ser hijo de, o pertenecer a un lugar, o remitir a una función, sobretodo es observable este hecho en aquellos pueblos que fueron nómades varios milenios, o que formaron pequeños pueblos de interacciones cara a cara.Por ejemplo: Los apellidos españoles terminados en EZ (como el mío), refieren a: hijo de..: Sánchez: Hijo de Sancho, González: hijo de Gonzalo, Fernández: hijo de Fernando. Así como los “VAN” de países nórdicos dicen lo mismo.Y si pensamos en oficios los terminados en Man (hombre) y anticipados por una palabra que dice la actividad, los Stein (piedra), que también adquiere un sentido, o los Berg (montaña), o los armenios Ian, por ejemplo, y entre muchos otros.Pensemos que eran pocos y así podían reconocerse.¿Y los territorios, y los países, y las ciudades?, ¿acaso no es lo mismo?, muchos de ellos refieren a una cualidad climática, geográfica, o del descubridor.Por supuesto que, con la evolución y enriquecimiento en capacidad de abstracción, se fueron generando palabras que se alejan del objeto o hecho en si, pero esa creación del lenguaje se basa sin duda en palabras de origen que fueron modificadas por criterios de uso, fonética y utilidad en la transmisión de un mensaje. De esto se ocupa la rama de la Semiótica que se denomina Pragmática, sin olvidar que en esta estructuración evolutiva cada vez más compleja, surgió la metonimia, la metáfora, el lenguaje poético y las múltiples modalidades con que el lenguaje hoy nos atraviesa y constituye.

Me permito aquí una digresión, un fragmento dentro de los fragmentos, pensar porqué creo que ha fracasado la idea de crear un lenguaje universal, como ha sido el Esperanto, que pretendió unir características de varias lenguas.El lenguaje o la lengua recorta la realidad, la significa y por ello tranquiliza en la ilusión de sentido, al influir creando una forma de pensar, esa forma de pensar identifica a la persona, no solo para si sino para con su grupo de pertenencia, brinda un “escudo” protector ante una realidad que se le impone como inconmensurable e imposible de determinar. Es entonces válido pensar que la resistencia al cambio de la “lengua materna” (¿que frase designativa fuerte no?), unido a la necesidad de marcar la diferencia pueda haber sido causa de la imposibilidad del Esperanto.Podemos aprender otro idioma (en general el de la potencia dominante), pero todavía no podemos incorporar la idea de un idioma común.Quizás, y haciendo ciencia ficción, si algún día salimos a “colonizar” el espacio interestelar, y habitamos otros planetas, el nuestro La Tierra se constituya en un solo territorio hable una sola lengua, no se, quizás se tienda a eso, pero seguirán los dialectos, tal como hoy existen en pequeñas comunidades, o modismos que identifican, quizás las grandes lenguas de hoy, sean los dialectos del mañana ante una lengua común.

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Nota: Quizás sea muy obvio lo que voy a aclarar, pero preciso hacerlo, las personas que no han podido adquirir el lenguaje por dificultades genéticas, heredadas, o como producto de una enfermedad están incluidas en estas caracterizaciones que hablan de la evolución de la especie. Es probable que tengan dificultades, pero su estructura cerebral es humana, y como tal, aún cuando se comuniquen de otra manera (la que pueden), lo hacen desde la misma potencialidad de la especie. Y la evolución siguió y el tiempo y la necesidad generó un primer trazo, quizás en la tierra, o en la arena, o en una vasija que un artesano estaba pintando, y el lenguaje escrito como una nueva “riqueza” comunicacional surgió, y es evidente que fue útil para seguir sobreviviendo y desplegándonos como especie, por él aquí estamos yo escribiendo usted leyendo.

Pido disculpas a los lingüistas por tan simples explicaciones, quizás “naturalistas”, o “evolucionistas”, pero estoy convencido de que el hablar está, como toda conducta humana, directamente relacionada al sobrevivir, e insisto es una adquisición que ha sido útil para ello.Lo que es claro para mi y eso ha sido la intención de incluir estas reflexiones en el texto , es que si estamos en la idea de facilitar un re-evolución de las personas que somos, el lenguaje es la manera más humana en que nos comunicamos, sin desconocer que también esta lo gestual, y el cuerpo como un todo, en donde el lenguaje es cuerpo simbolizado, por ello su importancia en la idea de pensar lo humano para mejorar nuestras relaciones, y en ese trayecto debemos también tomar en cuenta la escritura, o el hablar escrito, que es otra forma en que nos comunicamos.

Ahora si esto lo trasladamos a la escritura, hay otro que no esta presente real cuando el que escribe lo hace, y a hay otro que tampoco esta presente cuando el que lee se hace lector leyendo, el escritor.Hablar, si bien nos permitió sobrevivir y ser quienes somos, nos quebró en la experiencia, poniendo un intermediario entre lo que sentimos y hacemos, al incluir el pensar como producto y proceso de adquisición de la lengua. Hablar es dividir, recortar, hacer lineal la experiencia que siempre es circular, y esa división, si bien aleja de lo vivido, brinda seguridad en tanto nos conecta con el otro desde una idea de Yo, de mismidad, de nosotros, de pertenencia grupal.Señalo que me estoy refiriendo a las lenguas “occidentales” que conozco, en tanto se me ha trasmitido la idea de que las de orden “oriental”, al manejarse más con ideogramas e imágenes, acercan un poco más a la persona que habla con la experiencia en si. Este recorte, esta división parece más evidente en el lenguaje escrito, que es la otra forma de “hablar”, de comunicarnos que inventamos, probablemente de las más revolucionarias por el cambio que produjo en la interacción humana, tanto más hoy con el Internet.

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3- EL LENGUAJE ESCRITO- LA ESCRITURA

La escritura, de ella hablaremos, necesita una estructura determinada, y al tener que hacerla de alguna manera, ser colocada en una página, sea del material que sea, y respetar un orden establecido, de izquierda a derecha, o la inversa, de arriba abajo o a la inversa, lo que implica varios procesos intermedios, que se suman a lo que ya el lenguaje oral implica como alejarse de lo vivido.Sin embargo esta cuestión puede repensarse; el habla ya incorporada (por la evolución y la adaptación) se manifiesta en el intercambio emisor receptor y viceversa, es así que una de las partes emite un sonido que surge de la intención de manifestar un mensaje, y utiliza un código adquirido en tanto sabe que el otro conoce el mismo. Para ello ha tenido que procesar información devenida del hecho en si y sus relaciones, que quiere comunicar y de la búsqueda del modo lingüístico para transmitir. Las cuerdas vocales reciben la orden y el aparato fonador emite sonidos, que emergen como materia de ondas vibratorias o corpúsculos que se trasladan por el aire, y son captados por el aparato auditivo de otro, que envía la información al cerebro, y decodifica el mensaje.Aquí se suman gestos si se esta cara a cara, o ondulaciones del sonido que demarcan intenciones, graves y agudos, más o menos intensidad de volumen, y que de un u otra manera, tienden desde el emisor, a acercarse lo más posible a la experiencia que se desea comunicar. Es necesario, para que la comunicación se instale, que exista disposición de escucha del otro, y feedback o retroalimentación, es entonces que el circuito se establece y el juego de lenguajes, con todo lo que anteriormente mencionamos, acontece y sucede.

Por ello la escritura parece más distante y establece un puente en donde las partes que establecen el “diálogo” no están allí en el medio, sino en cada punta, extremos imaginarios, que valga la redundancia, imaginan el escritor y el lector cuando aparentemente se conectan desde el texto, escrito una vez en un tiempo y espacio, leído otra vez, en otro tiempo y espacio.En realidad, o como quiérase decir, el escritor lo hace a solas físicas, y el papel donde expresa su escritura es su único contacto concreto, aún cuando imagine un lector, no es el lector que es cuando este estará leyendo lo que antes escribió.Similar situación vive el lector que establece un vínculo con las letras, con lo escrito,y decodifica a su manera lo que lee, hoy lee lo que antes se escribió.No hay feedback entre las partes, sino con un tercero imaginario que no esta allí, pero si esta allí en otra parte, una parte imaginaria (quizás la foto del escritor en un libro acerca al lector a su persona, quizás por eso se usa).

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Por eso la obra, el texto, se convierte en algo en si mismo, que paradojalmente si bien esta estructurado en forma más o menos rígida por el que escribe, y es leído desde parámetros preestablecidos por el que lee, asiste en mayor grado de libertad a los participantes del suceso, tanto de escribir como de leer.Es probable que tengamos que pensar desde Blanchot, que una vez que la obra esta escrita, es la Obra, ya no es lo que escribió el que la escribió, sino que es un hecho en si, libre de ataduras: es lo escrito en si, a disposición de un lector para si que leerá lo que quiera leer, e interpretará lo que desee, ya no es más del escritor sino del lector.Es como el cuadro de un pintor, que una vez pintado, ya no es más de él, sino del que lo mira, lo goza, lo critica, o le es indiferente.Es también como la película de un director de cine, que tal como comentó Robert Altman al recibir su Oscar Honorario 2006: “Las películas con como castillos de arena en la playa, uno los construye con sus amigos (se refería a su equipo), se toma una cerveza y luego al anochecer ve como la marea se lo va llevando”, la marea es el público que va viendo sus películas. Quizás, solo quizás, los grandes poetas y escritores de cuentos o novelas, son grandes valiosos, trascendentes, cuanto más pueden transmitir vivencias afectivas (preceptos) vinculadas al hecho en si que pretenden hacer leer, y una mayoría de lectores coinciden en que las descripciones o versos, dan cuenta de un estado en si bastante parecido en la vivencia descriptiva.Sin embargo, aún así, son dependientes, dependen de los lectores, de la sensibilidad que ellos posean para conectarse en un nivel de códigos que le facilite experienciar lo leído, y acercarse a la emoción o significación del relato. Desde aquí podemos decir que, lo que parece ser no es lo que se piensa de la escritura como un hecho que distancia, por el contrario estamos ante un hecho que acerca, esto puede ser pensado si dividimos en tres esta instancia comunicacional: escritor-obra-lector, siendo cada una de ellas en si mismas un hecho en si y sus relaciones. Por lo tanto es más libre, posee menos trampas, en lo que respecta a percibir lo real que cada uno considere real. En cambio, ante el lenguaje oral la trampa esta clara, la onda “sonido”, la onda “palabra” emitida viene energéticamente y simbólicamente cargada por el emisor y su influencia es directa. Por otra parte la onda o palabra escuchada al instante es metabolizada desde la influencia que el perceptor del oyente dispone, de su estructura y constructor. Es inevitable el ruido comunicacional, y aquí traslado la metáfora sartreana de la mirada del otro que nos cosifica, a un decir que el habla del otro nos hace cosa en su intención, así como la escucha del escuchante hace cosa del mensaje emitido. Solo una profunda intención empática de ambos puede soslayar esta trampa, o por lo menos alivianarla, y de eso se trata nuestra intención, de facilitarla. Sabemos que no es muy común, y puede sonar utópica mi intención, no por ello dejaré de decirla.

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En esto coincido con Jean Paul Sartre, en aquello que lo que cada uno piensa para si, o para el pequeño grupo que pertenece, lo piensa desde una verdad o una certeza que considera aplicable al mundo entero, y no digo el universo, porque todavía no sabemos bien de que se trata.El tema es que esto sea una verdad y no una Verdad, desde la cual no pretendamos imponer al otro la nuestra, solo implica comprometerse activamente con lo que uno piensa y aceptar el compromiso del otro con lo que piensa, siempre y cuando el otro no quiera imponerme lo que ese otro piensa.

4- QUIENES SOMOS

Ahora, para continuar mis relatos, en esta instancia de los mismos, se me impone seguir contando como pienso el quienes somos, como nos fuimos constituyendo en el devenir de una serie de sucesos, y es así que un día surgimos, emergentes desde un algo o alguien que nos preexistió, como especie y como la persona individuo que somos.Como especie: mamífera. Como persona, que es lo que somos, desde una madre que decidió tenernos, y un padre que colaboró para que la especie siga subsistiendo.Somos humanos, que nos autodenominamos como: PersonasNo es casual haber elegido ese término para auto referirnos.Esto fue producto de un devenir, no siempre nos llamamos así, incluso en la antigua Grecia no había una palabra para auto-referirnos, era más importante la “Physis” y la “Polis”, el cuerpo, lo natural, la apariencia y la pertenencia a lo socio político.Los autores de las “Tragedias” acudieron al término “prósopon”, la máscara que utilizaban los actores en sus presentaciones, a través de las cuales representaban distintos estados de ánimo, estados notorios de tristeza, alegría, odio, terror.Máscaras que tenían una especie de manija debajo de ella, que les permitía cambiarlas cuando necesitaban marcar alguna emoción, algún sentimiento. La voz sonaba más intensa, en una especie de eco, quizás algo gutural y extraña, reforzando de alguna manera lo que se quería representar. Máscaras de semi cuerpos con cara que adornaban las proas de los barcos, y que en ambos casos, el de los actores y el de los navíos, representaban algún tipo de identidad, que era necesario mostrar a otro, como apariencia, para presentarse e influirlo de alguna manera.Es desde esa idea que Aristóteles fue el primero que utilizó el vocablo “prósopon” para designar al individuo humano, y fueron los romanos los que inauguraron la palabra Persona tal como hoy la usamos, no sin variadas contradicciones al respecto.Por un lado remitiendo a lo que se ve, a lo que se muestra, y por otro a lo que esta oculto detrás de la máscara que se y que se muestra.

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Contradicciones que nos recorren, quizás por darnos cuenta que así somos, seres vivos que al sabernos a nosotros mismos debemos tomar distancia, poner el Yo entre el otro y nosotros, para no soltar la mismidad, para cuidarla de la mirada que nos puede cosificar, estar a expensas del deseo de ese otro, o hacernos sentir como de cristal, muy frágiles. Es por ello que prefiero pensar en dos términos para auto nominarnos, el de persona y el de personaje, el primero referido a lo que somos en la interioridad del ser, el segundo a lo que mostramos en las relaciones en donde necesitamos cuidarnos.En mi concepción la Persona esta vinculada a la mismidad, al mí, el personaje a la yoicidad, al yo, más adelante veremos que quiero decir con esto.

Así somos, esta es nuestra constitución de Ser, desde el lenguaje que nos recortó y recorta nuestra naturaleza se hace no natural, que es natural porque es nuestra naturaleza, valga la paradoja nuevamente.Somos un ser vivo que desde el hablar aprende a pensarse a si mismo, y eso lo diferencia sustancialmente, ni para mejor o para peor, ni en más o en menos, simplemente lo hace diferente a todos los demás seres vivos, en tanto salto cualitativo. Somos un ser vivo más, y como tal poseemos una tendencia vital, una pulsión vital, un elán vital, una energía que tiende a expresar la vida, a vivir.Por ello, la principal energía psíquica, la que condiciona como base lo que somos y seremos es: la tendencia a vivir. Varios autores de una u otra manera han remitido a esto, S. Freud con sus Pulsiones de Vida y Muerte y la Libido Sexual, C. Jung con la idea de Libido como energía total, Carl Rogers con su Tendencia Actualizante, Kurt Goldstein con su Tendencia a la Auto actualización, Abraham Maslow con su Tendencia a la Autorrealización, yo mismo con la Pulsión Vital y la auto actualización.Autores (entre otros) que de uno u otro modo de elaborar conceptos, han considerado que puede haber un impulso, una “fuerza” de lo vivo que tiende a expresarse hacia, y compele motivando, es decir siendo fuente de las motivaciones más básicas.La vida tiene un primer paso, la unión de gametas, de pares, de dos que se hacen uno, en nuestro caso de un espermatozoide y un óvulo.El feto es Uno, un primer uno producto de dos.El feto al vivir se hace uno con su contenedor biológico: la madre.La Madre y el feto son uno.Al nacer se produce el segundo dos, la gravedad, el aire, el afuera y el recién nacido, uno-cero (el cero es lo otro)Somos binarios por excelencia, desde el principio hasta la muerte, uno-cero.Desde el principio buscamos el uno, la totalidad experienciada en la vida fetal.Una búsqueda imposible, con algunos engaños preceptúales en el camino hacia el otro uno que nos espera: la muerte, que nos vuelve a hacer uno. Esos engaños son el enamoramiento, la pasión, el orgasmo, las experiencias cumbres que mencionó A.

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Maslow, quizás algún viaje místico, un instante en la meditación, otro instante con algún alucinógeno, y quizás algún momento especial, lo que sea o haya sido especial para cada uno de nosotros, un momento, un instante, una instancia de unidad, solo eso.Siempre vivimos y existimos partidos buscando lo uno. Esto es algo que puede explicar los conceptos de Dios, de trascendencia, de felicidad, de encuentro, de éxtasis, conceptos que minimizan la angustia existencial a que estamos condenados por estar y ser siendo divididos. De allí procede la barra que separa la palabra que nos auto refiere.Per/sona de “per-sonare”, de mascara, como ya he explicado anteriormente.Per/sona de un Mi tapado por un Yo. Ilusión de sentido, tal como la creencia en la trascendencia, o en un más allá o más acá. Construcciones conceptuales que ayudan a vivir, valen por ello. Somos binarios, uno-cero. Nuestro cerebro, por ahora, construye binariamente, y como ya vimos cuando comentamos el “Génesis”, en donde una vez que Dios hizo la luz, tuvo que nombrarla como día, a las tinieblas como noche, para darle entidad de real, y aludir a lo que hace bien y lo que hace mal, lo bueno y lo malo, y si queremos ir más lejos para pensar en las emociones básicas la tristeza y la alegría. Nuestros vínculos son siempre binarios, aún en la relación con nosotros mismos, allí, aún allí, para pensarnos y vincularnos debemos salir de nosotros para “mirarnos” como otro que nos mira. A veces por esto, cuando nos encontramos hablando con nosotros mismos, es decir pensando en ese que soy yo desde otro que soy mi o viceversa, nos preocupamos en ese breve instante del darnos cuenta de la división, ¿estaremos locos? nos decimos. Y no, no porque nos lo decimos en pregunta, y esa es la diferencia entre aquel que si esta loco y aquellos que no, por lo menos por ahora. El loco, el esquizofrénico, en realidad, y paradojalmente, esta más sano, más congruente en tanto vive directamente en si la división, esta dividido como nosotros pero no se engaña, como nosotros si lo hacemos. Su dificultad, la del loco, es que vive en un mundo de “cuerdos”, adaptados en la división mi/yo, en tanto es eso lo que hemos acordado (de aquí deviene la palabra cuerdo) acerca de lo que es estar cuerdo y adaptado al grupo de pertenencia.Hemos acordado estar enmascarados, y eso parece que también ha servido para sobrevivir, hasta ahora. Es la característica de nuestra especie, lo que nos ha constituido como tales. Quizás los genios, los sabios, los iluminados, los brujos, los chamanes, los gurúes, los distintos, sean aquellos que se han animado ha transitar en si el quiebre que muchos no nos permitimos vivenciar.El tema, como dijimos, e insisto, es el lenguaje, el lenguaje como la gran aparición que hace a lo humano, esa materia que nos permite defender la vida como individuo y como especie, ese descubrimiento que algún antepasado hizo y que sirvió para seguir aquí.El lenguaje construye la máscara del ser.Una trampa que nos permite seguir vivos.

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Una trampa bien codificada, bien dicha, bien contada como tal en los mitos de Adán y de Prometeo, en donde Dios nos castigó por hacernos quienes somos: antinaturales en nuestra naturaleza humana. Nos echaron del paraíso, del Edén, nos condenaron al quiebre, al existir siendo sin saber quienes somos siendo, y lo que es aún peor, con la idea de creer que vamos a saberlo algún día. El filósofo Baruch Spinoza nos ha dicho que nacemos con la posibilidad de dos emociones básicas: la tristeza y la alegría, ya referí antes a eso al hablar del Génesis.Lo binario emocional conduce a lo binario conceptual, lo malo y lo bueno, el bien y el mal. Lo que sentimos que nos hace bien lo buscamos, lo que sentimos que nos hace mal lo rechazamos y lo experienciamos como una amenaza, de la cual como organismo vivo nos defendemos.Cuando estamos siendo bien la vida transita fluida, armónica, congruente.Cuando estamos siendo mal el existir se complica, sufrimos desarmonías, síntomas, incongruencias. Destaco aquí, y remito a ellos, a los aportes del ya mencionado Kurt Goldstein, el padre de la Psicología Humanística, pocos como el han definido también la energía base que nos sostiene y nos impulsa, aquella que denomina vivencia de catástrofe, que rompe el equilibrio homeostático y nos compulsa hacia la homeodinamia.Somos binarios, uno es vida, cero es antes o después de ella, o sea la nada, de donde venimos y adonde vamos. En el medio, mientras tanto cuidamos la vida que somos, y todas nuestras conductas y comportamientos devienen de allí, y solo desde allí pueden ser comprensibles. Si nuestra intención es ayudar, ser justos, solidarios, buenos, tenemos que tener en cuenta esta obviedad, aquella que indica que todo lo que hacemoslo hacemos en una primera instancia para sobrevivir, si lo logramos vivimos, y si alcanzamos cierto nivel de seguridad en lo que somos viviendo, podemos plantearnos existir, tomar en cuenta al otro como un nosotros que coexiste en el mismo sentido vital, un par, un congénere que necesitamos y nos necesita, y de nuevo la empatía.Todo animal, y eso somos, se conduce con un repertorio de comportamientos que le permiten primero sobrevivir y luego vivir, alimentarse, defenderse, procrearse y cumplida su meta de especie, morir. Todo animal, de la especie que sea, si bien puede manifestar algún aprendizaje particular como individuo, no se aleja de lo básico de lo que es, de su esencia, si lo hace tiene dos caminos: muere o se hace otra especie.Nosotros, al pensar y hablar o viceversa, nutrimos nuestra inmensa red neuronal, y enriquecemos de tal manera ese caudal de comportamientos que construimos conductas, algunas propias otras adquiridas en los grupos de pertenencia, que nos hace sentir uno en tanto identidad y percibir cero al otro que no es o pertenece a lo que somos o pertenecemos. Cada uno de nosotros hacemos nuestra propia especie, y si bien compartimos lo común a lo humano general y al grupo del cual somos siendo parte, cada uno, incluso con nosotros mismos somos uno y el otro cero.

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Esto es el eje de la idea que deseo dejar planteada.Todo lo que hacemos es todo lo que somos, y si lo que hacemos es vivir eso es todo lo que somos un ser vivo que desea eso vivir, y lo que hace tiene esa intención principal, primaria y final. Solo basta observar detenidamente cualquier conducta, sea una acción, un pensamiento, un imaginario, un sueño, tienen, en un principio, la intención de preservar al organismo que somos. Toda acción es reacción.Todo pensamiento es para resolver lo importante, lo grave como nos dice Heidegger.Todo lo que imaginamos es para revisar o prever.Todo sueño es una comunicación de nuestro fondo perceptual, que simbólicamente, libre de las trabas de la censura ordinaria, nos demarca cuestiones que nos pasan, y nos indica caminos. Reaccionar, resolver, revisar, prever, darse cuenta de los mensajes de nuestro fondo, se colocan, están, aparecen, como disposiciones existenciales, es decir para ir hacia el mundo, hacia fuera, en el pro-yecto de vivir y existir.Digo, decimos vivir y existir porque pensamos que son dos niveles de estar en el mundo, uno de base biológica conductual, otra de cimientos psicoespirituales, ambas sin embargo, puestas a disposición de cumplimentar los designios de la especie, los simples designios de transitar, procrear y morir.Toda creación por sobre estos principios sirven de sostén de los mismos, sino se anulan o desaparecen. Toda cuestión de lo humano sea en el nivel que sea sostiene lo humano, sostiene a los humanos, a las personas en si, a cada uno como tal, y al todo que somos.Las ideas, las creencias, la filosofía, las ciencias, las disciplinas, el arte, las religiones, son cuestiones que emergen para que la especie se sostenga.

5- HOMO AMANS y DESARROLLO VITAL

Ante esto, es curioso, que a pesar de que somos el único ser vivo que se da cuenta que ama, y en ese darse cuenta, emerge la posibilidad de ser persona en pleno, se observan relativamente pocas contribuciones de científicos de las ciencias humanas, habiendo en cambio mucho escrito por poetas, novelistas, filósofos y teólogos.El mundo de la canción, en todas sus expresiones, lo refiere continuamente, así como las películas románticas, las telenovelas de más éxito, e incluso producciones de violencia (en cine y TV) incluyen algún momento amoroso.Los textos de autoayuda, habitualmente se dirigen a este tema, y son en general, mal o bien, los que más se consumen.Los comentarios sobre amoríos de personas famosas, ocupan espacios permanentes en los medios de comunicación radiales, televisivos, y nutren páginas de revistas.En consultorios de psicoanalistas, psicoterapeutas y counselors, más de 70% de las consultas tienen como eje problemáticas amorosas, sean de pareja, entre padres hijos, hermanos. Cuando se habla y escribe acerca de la soledad del hombre contemporáneo, se la observa directamente vinculada a la falta de amor.

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La mayor parte de los suicidios son por frustraciones amorosas (obviamente encadenadas a una estructura de personalidad predisponerte para tal acción), y ni que hablar de los asesinatos por causas pasionales.Que el amor es el eje principal de nuestras vidas, no hay ninguna duda, pero parece ser que no ha sido musa inspiradora de la ciencia.Seríamos injusto, en estas apreciaciones, si olvidamos el profundo trabajo sobre el desarrollo del amor entre los monos, de Harry E. Harlow, que publicó en 1971 con el titulo de “Learning to Love”. Así como, no desconocemos que se ha investigado y escrito mucho sobre sexualidad, sobre trastornos de la misma, sobre su influencia en la vida psíquica, sobre patologías directamente o indirectamente vinculadas al sexo, tanto sea en su expresión o en su represión. De hecho el Psicoanálisis ha basado gran parte de su teoría en ese aspecto (la sexualidad) de nuestro ser persona, y de allí podemos inferir algunas cuestiones relacionadas con el amor. Pero sobre el amor en si, sigue habiendo poco. Los que más han elaborado hipótesis de trabajo, han sido estudiosos de lo prenatal, del proceso de parto, de la relación madre hijo, y el desarrollo vital tales como John Bowly, R. Winnicott, René Spitz, Abraham Maslow, Carl Rogers, Víctor Frankl entre otros.Tenemos también a los escritos del biólogo chileno Humberto Maturana, en sus conceptos se ha inspirado el titulo de este relato, que a su vez se fundamenta en el libro “El Contacto Humano” de Ashley Montagu y Floyd Matson. En “El Arte de Amar” de Erich Fromm, y en el “Pequeño tratado de las grandes virtudes” de Andre Comte Sponville, podemos encontrar reflexiones muy valiosas acerca del tema. En estos últimos se trata de revalorizar lo humano, por ello nuestro autodenominarnos “ humanísticos”, y en ese proceso, pretender del modo en que las ciencias humanas denominan científico, acercarnos a una comprensión sistemática del motor existencial por excelencia que adquirimos las personas: la posibilidad de transitar el amor.Sabemos que estamos genéticamente determinados en esta capacidad, en tanto agregamos al cerebro límbico o cerebro medio, propio de los mamíferos, siendo fuente generadora de lo emocional, el cerebro superior, o neocortex, propio de los humanos, desde el cual brindamos significado y transformamos lo emocional en sentimientos.De allí el darnos cuenta que lo que sentimos tiene un sentido al cual le ponemos un nombre, en este caso, amor.

“Os digo que el Amor es el segundo sol de la naturaleza, Creando una fuente de virtudes allí donde brilla; Y así como sin el sol, el gran ojo del mundo, Todos los colores, las bellezas, el arte y la naturaleza, Son dados en vano a los hombres, así sin amor Todas las bellezas engendradas en las mujeres vanas son;

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Todas las virtudes nacidas en los hombres yacen enterradas, Pues el amor les da forma como el sol da colores, Y como el sol, que refleja sus cálidos rayos Contra la tierra, engendra frutos y flores; Así el amor, brillando en el interior del hombre, Engendra en él los frutos honorables Del valor, el talento, la virtud y altivos pensamientos, Valiente resolución y divino discurso.” George Chapman (1559?-1634) Estas impactantes palabras, que las extraemos del libro “El contacto Humano” de A. Montagu y F. Matson, las expresa el personaje Valerio de la obra de teatro “All Fooles”, estrenada en 1599.El autor compara el amor con el sol, ambos agentes supremos del desarrollo de la vida, el sol de la vida en general y el amor de la nuestra.En relación a esto es que decimos que el amar es un verbo, que como tal implica acciones, así como el sol hace la vida desde su energía, amar es hacer algo para con el otro, y amor es un sentimiento.¿Pero como? dirá algún lector, ¿no estamos hablando de emociones y sentimientos, y ahora me dicen que amar implica acciones concretas?Sería mejor aclarar entonces una primera definición, concreta y operativa acerca del amor.Veamos: Amar es una capacidad, que poseemos, de hacer algo por otro, y que este otro, a través de nuestras acciones obtenga beneficios para su supervivencia desarrollo y despliegue personal.

Lo que habitualmente llamamos amor es lo que sentimos (como un sentimiento) cuando nos tratan amorosamente, es decir cuando se ocupan de que estemos bien, de que crezcamos, de cuidarnos, de protegernos y de darnos aire para desplegar nuestra alas personales.Lo que casi siempre sentimos cuando amamos, es la respuesta emocional, a una serie de conductas que prodigamos a otro, para que este otro se sienta bien, crezca y se despliegue.En ambos casos, cuando nos sentimos amados y cuando amamos, la sensación es de bienestar, de plenitud, de alegría moderada.Cuando el amar circula en un vínculo humano, las partes implicadas, en esas acciones que denominaremos amorosas, no solo se sienten bien sentimentalmente sino que sus cuerpos, sus biologías, y su formación personal, son favorecidas notoria y demostradamente.

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Esto me lleva a recordar a la “Vieja Anna y el Dr. Talbot.A mediados del siglo 19 se denominó marasmo a una enfermedad que producía la muerte de muchísimos bebés de menos de un año de vida.No se podía detectar porque, solo se veían los resultados, estos niños parecían como idiotizados o atrofiados, y fallecían.La palabra marasmo, proviene de marasmus, una palabra griega que significa consunción.Pasó casi un siglo para descubrirse la causa, y la sencilla solución.En medio, murieron miles y miles de bebés.En 1915, el Dr. Henry Chapin, famoso pediatra de New York, elaboró un informe catastrófico, acerca de que en todas las instituciones de niños expósitos, la mortalidad de los niños internados de menos de dos años de edad era casi de un 100%, salvo en una.Todos los pediatras de la Sociedad Norteamericana de Pediatría corroboraron enteramente este informe desde sus propias experiencias.Otros médicos, como por ejemplo el Dr. J.M. Knox, informó que en un estudio que hizo en Baltimore, sobre 200 bebés internados, de menos de un año, casi el 90% había muerto, y el 10% sobrevivieron porque fueron puestos al cuidados de padres adoptivos o parientes por breves lapsos de tiempo, suficientes parece para que se fortalezcan y sobrepongan al marasmo.El Dr. Chapin, propuso entonces sacar a los bebés de esos lugares, aún no se podía saber porque, solo era una medida práctica que no explicaba pero solucionaba el problema.La revelación fue proporcionada por el Dr. Fritz Talbot, de Boston, quien al visitar Alemania antes de la primera guerra mundial, concurrió a una clínica para niños en la ciudad de Dusseldorf, su director el Dr. A. Schlossman, le mostró las salas. Estas estaban impecables, pero lo que más le llamó la atención fue ver a una mujer entrada en años y bastante gorda que llevaba a un bebé en su cadera. ¿quién es esa mujer? preguntó Talbot, “oh, esa es la vieja Anna” dijo el Director, y agregó “ cuando hemos hecho todo lo que hemos podido desde el punto de vista médico por un niño, y aún no le hace bien, se lo entregamos a la vieja Anna, y ella siempre tiene éxito”.El Dr. Talbot descubrió la cura, o mejor dicho la prevención del marasmo: brindar acciones amorosas.Este particular descubrimiento (alrededor de 1920) hizo que la mayoría de los hospitales pediátricos, introdujeran el concepto de “maternaje” para el cuidado de los menores de un año que estaban internados.Hoy parece simple pensar esto, casi una obviedad para muchos de nosotros, pero esta claro que es un concepto relativamente reciente, que se lo debemos a Anna por sus

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conductas, y al Dr. Talbot, quien pudo observar y hacer operativa “científicamente”su observación de manera concreta en otros lugares de internación y cuidado de bebés.Posteriormente, en la década del cuarenta, los Dres Willam Goldfarb y René Spitz, realizaron importantes investigaciones y aportes trascendentes, acerca de las diferencias notables, tanto en el desarrollo biológico y emocional como en el de la personalidad, en niños que estuvieron en guarderías a cargo de sus madres, comparadas con hogares de huérfanos con personal sobrecargado de trabajo.

Veamos los datos:Se midió un cociente de desarrollo, al comenzar la observación en el hogar de huérfanos los niños tenían un coeficiente de 104,5, y los de las guarderías eran de 101,5.Al alcanzar el primer año de vida, lo del hogar cayeron a 72 y los de las guarderías subieron a 105.Lo más lamentable es que al llegar al segundo año de vida, los del hogar cayeron aún más a un coeficiente de 45, lo que correspondía a una edad de desarrollo de diez meses.

En ambos casos la alimentación era la misma, la limpieza del lugar similar, y el tratamiento médico era el mismo.Aún más, en el hogar el índice de mortalidad fue del 37%, en cambio en la guardería ningún bebé falleció.El Dr. René Spitz., autor de “El primer año de Vida del Niño” concluye que esas muertes fueron por falta de amor, del amar como verbo, de acciones de cuidado, ternura y contención.Gracias Anna por haber hecho saber ver la importancia de la afectividad positiva, y darnos cuenta de la importancia de comprenderla mejor, y cuantos niños se han salvado gracias a ella, a su intuición y sabiduría.

Los estudios que surgieron fueron muchos, y todos muestran que una vez provistas las necesidades básicas, aquellas que remiten a la alimentación, los líquidos, el oxígeno, el calor, el descanso reparador del sueño, la excreción de las heces y la orina, y el evitar estímulos nocivos: el cuerpo del bebé esta preparado para recibir amor, y de hecho lo busca desde su impronta humana como otra necesidad básica.Está comprobado que cuando el bebé recibe caricias y contacto amoroso, a través de miradas provistas de ternura, palabras suaves, el ser contenido y acariciado: el cerebro envía órdenes a la hipófisis, y esto activa el crecimiento adecuado para la edad.Cuando esto no acontece adecuadamente el crecimiento se detiene o altera, la hipófisis recibe señales de tensión y segrega adrenocorticotrofina, estimula la suprarrenal que segrega cortisona, que a su vez inhibe el crecimiento óseo.

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Es, a su vez, conocida la investigación del ya citado Dr. Harry Harlow y sus monos, a través de los cuales concluyó que en los mamíferos superiores es tanto o más importante la búsqueda de afecto que la de alimento.Sabemos, por él, de los monos pequeños que eran introducidos en una jaula con dos modelos de madre en tamaño natural, una de ellas de metal con tetinas que segregan leche, otra una réplica exacta de una mona con pelaje cálido pero sin tetinas que segreguen la leche.Los monitos exploran el lugar y suben con rapidez a la mona de pelaje cálido, cuando tienen hambre bajan y suben a la mona de metal, toman la leche, y apenas están saciados vuelven a la mona de pelo caliente, allí se quedan agarrados hasta que vuelven a tener apetito.Están mucho más tiempo en contacto, con la calidez que le brinda la mona peluda, que con el alimento que les brinda la mona fría de metal. Si se quedaran con una sola morirían, en un caso por falta de alimento, en el otro por falta de contacto afectivo.El amor en este caso, a nuestro entender es una adecuada mezcla de ambas instancias, y a eso lo llamaríamos ternura maternal, aquella que brinda ambas condiciones para el desarrollo de la especie.Estos aspectos, esenciales y propios de nuestra impronta humana, que se aprenden y aprehenden en los vínculos primarios, pueden ser trasladados a los distintos modos de relación que establecemos. De una matriz relacional, madre hijo, salimos a un mundo social, en donde el otro, padre, hermano, amigo, pareja, grupo, se constituye en un otro posible de recibir o darnos su amor.Ahora, en tanto somos un ser integrado, esta división (la psicológica) la hacemos a modo de significar respuestas observables, y nuevamente, insistir en lo verificable científicamente, de los resultados del amar en las conductas humanas.Recurrimos entonces a uno de los que más trabajó este tema, nos referimos a nuestro conocido Carl Rogers.Su investigación acerca de cual era el clima afectivo más adecuado para facilitar el desarrollo de las personas, es mundialmente conocida y refrendada por numerosos profesionales de la ayuda, entre los que nos encontramos.El descubrió (en la década del cuarenta), que cuando una persona era tratada en formas empática, autentica e incondicional, y estaba en condiciones de captarlo o percibirlo, su desarrollo personal tendía a ser óptimo.Si esta era un niño, y sus padres (o personas significativas en ese rol), se relacionaban aceptando sus emociones y sentimientos en forma incondicional, y eran congruentes la mayor parte del tiempo de relación, este niño aprendía a serlo consigo mismo y obviamente con los demás.Si este era un adulto en problemas, y consultaba a un profesional de la ayuda, que ponía a su disposición las actitudes mencionadas, y a su vez estaba dispuesto a

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recibirlas, su problemática cedía positivamente y afloraba la posibilidad de crecer, desarrollarse y desplegar sus potencialidades.A todo esto, nuestro autor, lo denominó “funcionamiento pleno de la persona”.Los humanos, en tanto poseemos conciencia de nosotros mismos, y la posibilidad de percibir y significar simbólicamente lo que los órganos de los sentidos nos informan, auto dirigimos la pulsión vital en concordancia con lo que nos indica nuestra mismidad o noción de si mismo. Cuando esta intención se transforma, en conductas concordantes o coherentes entre lo que sentimos pensamos y hacemos, funcionamos en la mayor plenitud posible.Para que esto acontezca precisamos, además de satisfacer nuestras necesidades básicas, sentirnos libres de amenaza.Por el contrario, cuando alguna de estas dos variables no se nos presenta, percibimos algún nivel de riesgo o peligro para el organismo o sistema que somos, y de allí surgen defensas para preservarlo. Cuando estas se expresan dentro de límites tolerables para la persona y el grupo o sociedad de pertenencia, la persona desarrolla su vida de modo normal; en cambio, cuando sea por el alto nivel de amenaza percibido las defensas alejan de lo tolerable estamos en problemas.Estamos en problemas porque realizamos conductas y sentimientos que son vividos o experimentados como anormales o insanos.Y dado que estamos viendo improntas vinculadas con el amar y el amor es bueno pensar:Que el amar todo lo cura: es una verdad absoluta.Que el amar brindado a tiempo lo previene: es también otra certidumbre.Que todo lo cura implica que el que lo recibe puede, además de sentirse acogido, comenzar a distenderse y liberarse de amenazas.Que todo lo previene, es porque el que lo ha recibido como impronta vincular, esta muy preparado para enfrentar sus dificultades.Cuando decimos todo, decimos todo, aún en aquellos casos en donde lo biológico ha sido o esta alterado, aún muy significativamente.Esto, que denominamos amor, en tanto acciones amorosas concretas, no solo eleva las defensas orgánicas sino también las psíquicas, y en este caso favorece percepciones más adecuadas.Por ello, aún, y para dar ejemplos de gravedad, ante las enfermedades terminales, y como similares las psicosis más agudas o graves, sentirse amado, si bien quizás no evite consecuencias nefastas de la enfermedad, alivia y mejora al paciente.Las investigaciones y trabajos sobre Sida, Cáncer, discapacidades graves, entre otras patologías importantes, demuestran que si el remedio o tratamiento no va acompañado de acciones amorosas, su eficacia es relativa a la acción del medicamento nada más, y el pronóstico no es bueno en casi ningún caso.

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Sigue siendo curioso, que como dijimos en un principio, la ciencia no se haya ocupado mucho de este particular alimento que es el amar.Y el amar solo es posible cuando se lo deja ser, y desde allí se hace en conductas, en conductas que lo dejan ser, que no dirigen hacia ningún lado, que solo dejan ser, lo que la conciencia hace, como un río que lo dejan fluir, que no le ponen diques, que lo dejan transitar el camino, el lecho, el curso que toma, y que siempre, tarde o temprano, si lo dejan ser encuentra su integración en un mar, que a su vez conecta con otros mares, y así se hace la entrama del agua que rodea y da sentido a la tierra que somos. Es así que ese río “sabe” que su agua es el agua de todos los ríos del mundo, desde los mares que llevan y “quiasma” su agua en todas las aguas.Y como no hay agua sin tierra, ni tierra sin agua, ni planta sin tierra y sin agua, ni microorganismo sin planta sin tierra sin agua, ni animal sin planta sin microorganismo sin agua sin tierra, ni humano sin animal sin planta sin microorganismo sin tierra sin agua.No hay nada sin mundo sin todo sin agua sin tierra sin planta sin microorganismo sin animal sin humano sin todo que es todo y es parte en tanto todo que es parte siendo todo universo y más todo que no sabemos aún que es todo siendo todo no uno no dos dos uno todo y allí nosotros todos nosotros agua tierra planta organismos todos nosotros y el amor como ente que une ese todo y da sentido principio final que no existen solo son recortes que se perciben para ser agua y gota y nosotros y tierra y no se y se y allí nosotros todos nosotros agua y gotas todos fluyendo entramados en un impulso vital para intentar unir lo que se percibe separado pero no lo esta.

6- LA INDEFENSION- PARADOJAS Y CREENCIAS

Quizás Otto Rank tuvo razón, cuando dijo que la causa de los sufrimientos humanos, proviene del trauma del nacimiento, quizás de esto se trata la inseguridad o “falla básica” de lo humano, llevar a cuestas una sensación, la de estar desunidos.Una que posibilita y da cauce a todo lo que viene después, la necesidad de encontrar refugio a la indefensión.Un indefensión en tanto sujetos de un transitar vital en donde todo tiene sentido, el sentido de dejarse llevar por lo que es.Sin embargo nos lamentamos y sufrimos porque nos creemos incompletos, y las religiones nos dan alguna respuesta, la de algún ser supremo que nos creó, que nos dio la forma que somos, un origen y un final.No hay duda que la creencia en Dios es una interesante construcción humana que ayuda, de hecho muchas personas la poseen y desde allí al saber de su saber que Dios existe en si, tranquiliza.

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Por otra parte y desde otro lugar de reflexión surgió La Filosofía, esa manera de pensar ante la nada, el todo, el asombro, la duda, el no saber y querer saber sin supuestos sobre el saber, el uso de la razón como camino y no el de la fe, el logos ante el devenir y la inmutabilidad (el cambio y el no cambio), y desde allí tantas preguntas como Filósofos y pensadores filosóficos han existido y existen.Ambas maneras, las de la Fe y las de la Razón ante la gran pregunta del porque hay mundo, porque hay lo que es, y entre ello nosotros, son intentos de respuesta a la angustia existencial, a la indefensión de la que estamos hablando.Ante ello, aquí y ahora, yo siento, tanto en mi ser persona cotidiana, como cuando juego el rol de terapeuta, o cuando escribo, que hay algo más que me instala aquí, en quien soy, en quien soy siendo lo que soy siendo, y a eso lo llamo lo transsubjetivo, o quizás mejor dicho lo holístico del estar aquí, en este mundo, en este universo, no importa de donde o adonde vamos o somos siendo, lo que si, no hay dudas, para mi, que somos un todo que pensamos parte cuando pensamos, y que somos todo cuando simplemente somos, sin pensarnos.Si hay personas que se sostienen en la idea de Dios, y otras no, nada cambia con respecto a la vivencia del ser parte de un todo, de sentirse religado, sustentado en lo cósmico.Si este religarse, es aquello que nos con-mociona (nos llama) a ligarnos, y si lo hacemos desde una religión, o no, si lo sentimos y hacemos, como sea, es lo mismo en su resultado concreto, y si vivimos conectados con la entrama eso nos hace mejores personas, en tanto asumir la responsabilidad del ser con otros nosotros.Podemos pensar que nuestra vida tiene sentido divino, que hay un antes y un después de esta vida corporal, o que no venimos de ningún lado y no vamos a ningún otro, porque no existen los lados, ni los unos ni los otros, que solo fluimos como las gotas del agua de un río y del gran mar de lo universal, y que así está bien.Esto, sea como sea que se piense es lo espiritual, lo trascendente de lo humano, quizás lo propiamente humano como diferencia, ni mejor ni peor, humano demasiado humano.Pero esto, no anula en si ni la culpa ni la angustia, ni el dolor, solo amengua una vivencia que surge del lenguaje que recorta, que construye el yo, y nos hace transitar una paradoja de creencias duales inevitables que no tienen solución dentro del mismo sistema lógico que imprime el razonar, solo se sale, cuando se puede, saltando a otro nivel de creencia en donde la paradoja dual pierde sentido en si.Quizás de eso se traten las relaciones de ayuda, las terapias profundas, las religiones, la meditación, las búsquedas espirituales, y otras intenciones similares, de romper la gran paradoja que nos instala el lenguajear (pensar/ percibir desde el lenguaje).Quizás también de eso se trate el cambio del mundo que se esta siendo necesario, imprescindible, de que los que lo coordinan (por ahora): las/los gobernantes; ojalá ellas

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y ellos tomen en cuenta la idea que la realidad se construye desde la percepción, siendo entonces posible mirarla desde, y por lo tanto construirla, desde otro lugar que el que hasta ahora, y en estos últimos tiempos, se lo viene haciendo. De esto se tratan la paradoja humana, desde allí se establecen las creencias, en las mismas se instala la percepción, y con ella se opera sobre lo real, y volvemos al principio, al tema de lo que se nos da y el lenguaje, y le damos otra vuelta de tuerca, revisando el concepto de paradoja y aquello que implican las creencias.La palabra PARADOJA es una paradoja en su propia definición, se trata de un compuesto del sufijo griego “para” (significa contrario), y “dokein”(significa pensar), lo cual nos dice que : paradoja es un planteo opuesto a la razón.Las paradojas colocan a la persona en una situación sin salida en si misma, digo en si misma en tanto se intente salir dentro del mismo sistema de razonamiento que la paradoja imprime en su cuestión.Un de las más conocidas es aquella que dice: “todo lo que digo es mentira”, y entonces ¿es también mentira ese decir, por lo tanto es verdad?Otra bastante contada en textos: “Esta frase contiene un error”, como podemos ver es falsa en tanto no contiene en si un error, salvo la palabra error (una palabra en si). En un análisis más detallado como frase es equivocada en la apreciación de que contiene un error, por lo tanto es una frase errónea, y toda fase errónea contiene entonces un error, y así podemos seguir “ad-infinitum”.Las paradojas nos colocan en espacios de un razonar sin salida, o de un vivenciar la angustia de la no solución del tema que sea, y por ello son circularmente viciosas, en tanto proponen una pregunta, una cuestión , una orden (“se espontáneo”por ejemplo), que solo tiene salida si podemos cambiar el nivel lógico en que se plantea.Según Douglas Hofstadter, la paradoja surge de la constitución material de los objetos, dado que ellos se relacionan con otros pero no pueden hacerlo consigo mismos, por ejemplo un lápiz no puede escribirse, o un matamoscas no puede auto golpearse.Las personas transitan el mismo sino, no pueden contemplarse materialmente en si mismos, no pueden observar su propio rostro sino a través de la mirada de los otros, o de un espejo que refleja como imagen otro.Este autor concluye: “Nosotros podemos llegar a vernos y comprendernos objetivamente, pero cada uno de nosotros se encuentra atrapado y limitado dentro de un sistema que únicamente le proporciona un solo punto de vista. Y es precisamente en esa vulnerabilidad-en ese bucle que se cierra sobre si- donde se asienta la inextirpable sensación del “yo”.” (“El Ojo de la Mente”- Editorial Sudamericana-1983).

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Esta conclusión me recuerda: “Veamos: el yo se define como la parte conciente voluntaria del ser, una compleja invención moderna, ya que durante milenios no había entre los seres vivientes ninguna cosa que se pareciera ni remotamente a un yo”, que Mario Lebrero, novelista uruguayo, escribió en su libro “El discurso Vacío”.Es entonces que lo que llamamos “yo” es una paradoja, y que supuestamente nos auto refiere, o mejor dicho palabra que pretende decir algo de uno cuando uno dice mi “yo”, además de ser un concepto relativamente nuevo, miente acerca de lo que refiere o remite.Digo miente en tanto contiene un error de razonamiento, aquel que denomino “paradoja dual”, y que considero una de las fuentes principales de conflicto y sufrimiento emocional.Si digo “yo”, y el “yo” solo existe en tanto otro me define, ¿porque pienso que me autodefino si es desde otro u otros que lo estoy haciendo?Hay autores que definen al “yo” como una representación interior de uno mismo cuando uno mismo se piensa a si mismo, y ahí nuevamente la paradoja dual que nos envuelve y atrapa en un sin salida, si intentamos la salida dentro del mismo nivel lógico de razonamiento.Quizás si pensamos a “yo” como una vivencia podemos acercarnos a la idea de si mismos, pero en realidad si es vivencia es eso solo y eso todo, una expresión sensible de que algo hay que nos contiene y da cuenta de lo que somos, en un orden de cierta estabilidad constante. En concreto si queremos decir algo de ello, de esa vivencia que podríamos denominar “mísmica”, al decirlo estamos poniendo en acción el lenguaje y el pensar desde él, por ello, para hacerlo, nos salimos de nosotros y nos miramos como otro que nos mira, y decimos quienes somos, en síntesis nunca podemos estar en nuestro “yo”, solo hablar de él. Como el lápiz o el matamoscas que no pueden actuar sobre si mismos, sino en el primer caso sobre un papel, y en el segundo sobre una mosca o la pared en la que esta posada.En el concepto de paradoja nos coloca nuestra “materialidad”, pretendiendo ser leída desde nuestra “espiritualidad”. Materialidad en relación a que somos cuerpo, a que el cerebro es cuerpo, a que los órganos de los sentidos son cuerpo, y a que por lo tanto nuestras vinculaciones son corporales y por lo tanto materiales.Espiritualidad en relación a que desde este cuerpo generamos “psique”, alma, espíritu, en tanto “producto” de un modo funcional del ser neurológico que somos, y que como consecuencia de las trasmisiones químicas del todo que somos, y de la parte todo que es la corteza cerebral, producimos pensamiento, lenguaje y simbolizamos la experiencia que vivimos.

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Ese producto que llamamos alma o psique, es materia, materia sutil, que circula como energía, como corpúsculo, como onda, que conecta a la persona con los demás, con el mundo, y a través de ello consigo mismo.Las creencias, son las únicas construcciones mentales que de verdad producimos y de las cuales podemos decir que son.Nuestra mente se relaciona con el mundo en forma abierta al estar dispuesta a una captación permanente de los estímulos, y en forma cerrada cuanto posee un límite natural de estructura sensible y reflexiva.Los seres vivos, en su diario vivir se encuentran ante una serie de datos, hechos en si y sus relaciones, que cada especie capta y decodifica a su manera. Los humanos, las personas, seamos de donde seamos, como parte de la misma especie, somos similares en la posibilidad de contacto biológico estructural. Sin embargo, lo que hace la diferencia entre nosotros, es la cualidad de simbolizar que cada uno pone en marcha, y eso puede depender de la época, del contexto, de la sociedad y su regulación simbólica “autorizada”, y de cada persona en particular (con su historia y su contexto privado), eso nos hace distintos en la similitud, o similares en la diferencia.La realidad, la norma de lo real es una construcción de cada grupo humano.El “yo” surge de allí.Cuando la persona vive y existe se instala en la contradicción de lo que su organismo apresa y como lo simboliza, y casi nunca cierra esa díada de apresamiento y simbolización de la experiencia vivida.Por lo tanto una falla, un quiebre esta constante en cada uno de nosotros, y la amenaza de la alienación esta presente, mientras tanto intentamos una totalización de quienes somos siendo en el mundo.Desde ya sabemos que es una tarea imposible, y esto quizás sea, para usar palabras de Sigmund Freud, el principal malestar de la cultura, de aquello que se nos impone y atraviesa en el cotidiano vivir, y no que nos reprime o niega, como este autor de alguna manera dijo, sino que el contrato social que sale de nuestra genética viene fallado, o por lo menos tiene en si una gran contradicción.Y ante este las personas traemos en si mismas la posibilidad de creer y crear creencias, y todas son duales, tan duales como la paradoja que las genera.La dualidad “Yo” “Mi”, o “Yo” “Experiencia mísmica”, se entrama desde el inicio en la dualidad de lo interno externo, de aquello que se vive como que sale “de dentro” y lo que viene “de fuera”, lo que produce dolor lo que produce placer, lo que llama y lo que acude al llamado.

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Por esto que dije que quizás Otto Rank tuvo razón cuando habló de la importancia del trauma del nacimiento, de un momento de pasaje de un estado a otro, de un paraíso a un mundo, de un sin gravedad ni necesidades, a la gravedad que oprime y el hambre que debe ser saciada sino morimos, de una contención perfecta al desamparo y la dependencia de un otro “madre” que nos hace ser o no ser, de un espacio en el que todo esta dado en si, a otro en que debemos procurarlo, y allí quizás se inicia el tema de la voluntad de búsqueda, de la intencionalidad del contacto, del deseo que nunca será satisfecho, pero que siempre nos compulsará hacia delante, aquello que llamamos pulsión de vida, o tendencia actualizante, que en lo humano es auto actualizante en tanto noción de si mismo.De este adentro y de este afuera, de esta necesidad que se satisface y produce placer, y de aquella que no, se conforman las primeras”ideas” de bien y de mal, bien es aquello que sirve que es útil y placentero, mal aquello que duele, que no sirve, que produce sufrimiento, dolor.Bien es aquello que buscamos, mal es aquello de lo que nos alejamos.Carencia y presencia, con la primera sufrimos y podemos morir si se instala y no se va, con la segunda nos sentimos vivir, y por ello la buscamos, quizás allí este la impronta social de lo humano.Y el ojo, aquel órgano que capta señales luminosas, que las envía al cerebro para que este con sus posibilidades las decodifique, y más tarde le ponga nombre.Pero hay señales que duelen, que mortifican, sea por la intensidad o por el sentido que el cerebro brinde a las mismas. Las hay agradables y desagradables, por su sentido o por la impronta dolorosa que implican. Un centellear brusco duele, produce respuesta dolorosa, defensiva que hace cerrar el ojo para cuidarlo, una luz cálida todo lo contrario, hace abrir el ojo para recibir. Una mirada enojada produce lo mismo que el centellear, una mirada cálida hace el efecto contrario, y el bebé, que esta explorando reacciona, de una u otra manera.El oído, responde igual que el ojo a las distintas ondas o señales sonoras, y hacen que el bebé se acerque o se aleje del objeto o sujeto emisor.La piel, el mayor órgano que poseemos, procede igual, se acerca a la caricia, al calor cálido, se aleja del golpe o el raspado y del frío gélido.Somos un organismo experienciante que se acerca a lo que vive como bueno y se aleja de lo que vive como malo para si.Y así se existe, en y desde las experiencias y la codificación de las mismas que hacen las creencias, los sistemas de pensamiento que pretenden explicar la realidad, o los acontecimientos que se viven.

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Y todas las creencias, o sistemas de ideas, son válidas de valor verdadero mientras se convaliden, o desde el propio ser que las sostiene y le son útiles para lograr algún objetivo, o de un grupo que acuerde que eso es una verdad.Todas nuestras construcciones mentales, y todos los modos de comunicarnos, los lenguajes, los idiomas, los gestos, las ideas, la moral, las costumbres, todo lo que el ser humano piensa y hace, surge de su sistema de creencias, y estas están inmersas en la paradoja de la mismidad, la yoicidad, y el nosotros que como seres agrupados y agrupables que somos precisamos para vivir.Y volvemos al principio, a aquello que nos funda y nos ubica en el mundo, un cuerpo que nos contiene y nos vincula en una multiplicad de mensajes que tendremos que decodificar co construyendo quienes seremos siendo hasta morir.En este rumbo andamos, y así como las creencias activan conductas, que poseen la intención de confirmarlas en una supuesta realidad (profecía auto cumplida), tal como se instalan determinan las acciones humanas, estas pueden ser constructivas o destructivas, obviamente esa clasificación es un juicio de valor a posteriori, pero no hay duda que el ser humano, muchas veces actúa destructivamente como parte de su mismidad, y eso, en el contexto de este texto, me lleva a re-pensar ese tema.

7- LA DESTRUCTIVIDAD HUMANANuestra especie es una de las pocas, que mata a su congénere, a un miembro de su propia especie.Los Chimpancés, uno de los parientes biológicos más cercano también lo hace, cuando en la disputa con otro grupo, lo que podríamos, en nuestras palabras, denominar como una guerra territorial, ganan, pueden, según las circunstancias, llegar a comerse una cría del grupo vencido.Los Bonobos, el otro pariente primate muy cercano, por el contrario, nunca lo hacen, viviendo siempre en paz, teniendo abundante vida sexual, y si hay un conflicto lo resuelven desde el encuentro genital amoroso.Ambos pueden, metafóricamente, representar la ambigüedad de nuestro origen, o quizás, y ya en el terreno de la especulación, llevarnos a plantear que es probable que algunos tengamos más de uno que de otro en nuestros genes originales. Eso haría que existan pueblos y personas genéticamente más pacíficos o más beligerantes.Saliendo de este especular que excede la intención de este relato, lo que si no hay duda que aún en los chimpancés no se observa el ánimo destructivo que nuestra especie muchas veces expresa en sus actos. Por otra parte en casi todos los demás mamíferos sociales, cuando existe una pelea, por territorialidad, por disputas de poder de la manada, y por quien va a ser el macho reproductor, estas disputas terminan cuando uno

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de los dos contendientes se da por vencido y el otro se retira ganador. Quizás, y solo a veces, la contienda por el alimento (cuando este falta), o en la defensa de las crías algún individuo animal culmine matando al otro de la propia especie.La mayoría de los mamíferos carniceros solo matan para comer, y solo a animales de otras especies, aquellos que según el ecosistema regula su proceder en la cadena de supervivencia.Puede ocurrir que si la cantidad de miembros existentes en un determinado espacio, excede lo que esa especie necesita para sobrevivir, los machos se dejan morir, o matan recién nacidos, todo para regular exactamente la cantidad de alimento en relación a la población existente.En todos los casos existe una explicación basada en la supervivencia, y nada más que en ella, es obvio que no procesan odios, ni resentimientos, y tampoco amor.Los mamíferos “más simples” son seres emocionales no sentimentales, los “más complejos o desarrollados” como nosotros, como hemos reiterado varias veces, desde el neocortex significamos las emociones y las transformamos en sentimientos, y desde ellos interferimos la percepción de la realidad, y de nuestros propios pensamientos. Por otra parte al pasar de seres necesitantes (como todos los animales) al ser sujetos deseantes, la cuestión se nos va complicando.Sin embargo, nosotros, los humanos, si bien trascendemos los instintos básicos, transformándolos en pulsiones y deseos, seguimos impulsados desde los primeros, pero regulados por la percepción. Y aquí se da una cuestión, que puede empezar a explicar el fenómeno de la destructividad, que a veces desplegamos con nuestros semejantes, y con el ecosistema.Utilizo el término destructividad, en tanto este proceder es también solo humano.Los animales pueden ser agresivos, nunca destructivos, agresivos en cuanto se defienden de una amenaza, o cuando tienen que desplegar su energía para matar para comer.Ser agresivo significa ir hacia delante, en pos de un objetivo, utilizando la energía mental o física que se posea para lograrlo.Ser destructivo implica ir más allá del objetivo en si, y pretender romper, cambiar, sustituir, eliminar al que o a lo que se considera peligroso (por algún motivo), para el que realiza el acto de destruir.Para que alguien mate a una persona debe considerarla un enemigo peligroso, tanto que deja de percibirla como otro ser humano, siendo otro de otra especie que pone en peligro la suya.Todo asesinato implica que el asesino (por lo menos en el instante que ejecuta el acto de asesinar) se distancia de ese semejante y no lo considera tal, sea por la causa que sea.Su instinto mamífero de supervivencia de la especie, actúa percibiendo al otro como de otra especie, que por alguna razón percibe como enemigo de la propia, o de si mismo.

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Si aconteciera (en el instante previo a la acción) un “mecanismo” de obturación de estas características no podría ejecutar ese acto, en ese caso no actuaría de los sentimientos sino de desde las emociones mamíferas.El acto de matar, y más aún el de destruir al otro es un acto sentimental, en una significación cognitiva perceptual distorsionada de la realidad del otro como otro “ello”.Digo otro “ello”, porque hay otro “tú” y un otro “nosotros”, a los cuales no se asesina.Debo aclarar aquí que no me estoy refiriendo a una acción defensiva natural, sino a una decisión activa de hacerlo.Esta hipótesis es aplicable no solo a acciones individuales, sino también a grupales y sociales.Sabemos desde hace mucho que las personas somos seres gregarios, sociales, y que nos constituimos siendo en micro y macro grupos.Las nociones de familia, barrio, nación, país, región, religión, partido, etc., nos dan pertenencia a algo y algunos que son los que significan los tú y los nosotros, para cada individuo que se sabe y siente pertenecer a.Todo bien mientras esta pertenencia se co construye en relación a una integración paulatina con los otros nosotros, que son en principio ellos en tanto distancia sentimental, pero se tiende a empatizar y comprender la diferencia y mitigarla desde la semejanza.En cambio todo mal cuando los ellos son solo ellos, los distintos, tan distintos que lo percibo peligrosos para mi o para nuestra subsistencia, y es bastante probable que en algún momento, se produzca una discordia que lleve a la violencia y la destructividad.Una guerra es eso, un conflicto interracial es eso, un tema de fronteras es eso, un tema de interés contrapuesto puede culminar en eso.Los fundamentalismos se sostienen desde allí y así actúan.La inseguridad en que se encuentra el mundo en general, y nuestra sociedad en particular esta basada en la exclusión de algunos por algunos otros, los excluidos y los excluidores, con intención o no se perciben mutuamente como pertenecientes a otra especie.Se esté del lado que se esté la vivencia es la misma: el otro es peligroso para mí, y mi grupo de pertenencia que es lo mismo que yo.Si hay otro peligroso para mí me produce temor, ante el temor me siento amenazado, ante la amenaza me defiendo, y una de las mejores defensas es el ataque.Si a eso le agregamos una cuota de ideología y fuerte liderazgo podemos arrastrados a una acción asesina.Si a eso le agregamos religión fundamentalista es peligro es mayor porque “nuestro dios” nos protege y nos intima a actuar.Si a eso le agregamos pobreza, hambre, drogas y alcohol el “cóctel” se torna explosivo.

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Si a eso le sumamos intereses económicos, desde los cuales el grupo cree que están en peligro para su subsistencia tal como la están teniendo, sabemos lo que pasa hoy con las actuales guerras de supuesta protección del sistema “democrático”.No es casual la proliferación de countries, condominios, barrios cerrados, donde un grupo tiende a protegerse de otro grupo, no dándose cuenta que esa supuesta protección solo sirve para marcar cada vez mayores diferencias y el peligro aumenta, en tanto se clarifica negativamente cada vez más la cuestión de los nosotros y los ellos.

Es curioso leer que muchos autores de la sociología y la antropología opinan que el delito esta después que se lo tipifica, es decir después que se lo nombra, más aún después que se hace la ley, que implica una necesidad de orden que impone el poder de turno y decide que es lo que es desorden y a eso lo pena con alguna penalidad.

Es curioso que se haya impuesto tanto la idea de que la supervivencia de la especie es porque el más apto supera al inepto en su adaptación, comprendiendo por más apto más fuerte, individualista y agresivo.

Digo curioso porque un gran biólogo Ruso Piotr Kropotkin, en sus investigaciones publicadas en un libro con el nombre de “Ayuda Mutua”, nos dijo que las especies vegetales, animales y los grupos humanos que subsisten, lo han hecho a través de una adaptación creativa al ecosistema, y a la ayuda mutua entre los miembros de la propia especie.Esta claro que esto contradice las ideas vigentes.Un asesino individual, un grupo que asesina y que destruye, una sociedad que convalida acciones de guerra, parten del mismo principio, tan elemental de saberlo, y tan elemental para superarlo, insisto: de un considerar al otro como otro ello (los ellos).Vale decir que he excluido en mi breve análisis todo intento explicativo acerca de que el ser humano es “malo” por naturaleza, o que posee un “instinto de muerte”, en tanto como nos diría Gregory Bateson, estas maneras de pensarlo se basan en “principios dormitivos”. Si decimos que somos destructivos porque tenemos una pulsión de muerte decimos que somos “malos” porque somos “malos”, como si eso fuera nuestra esencia inevitable. Manera poco seria de abordar el tema, que además no toma en cuenta la historia de la humanidad, que desconoce a Kropotkin, que se olvida de cuando empezó la destructividad relacionada a la apropiación de los medios de producción, al poder, a la agricultura y la propiedad de lo que se almacena. Desconoce razones sociales que la han generado, y que los sistemas de poder han convalidado. Cree con Hobbes que “el hombre es lobo del hombre”, desconoce que eso es solo una forma de verlo y se queda ahí, justificando lo que sucede. Mi idea es que no somos ni buenos ni malos, que lo que somos, en el sentido que estamos hablando, esta en relación con las circunstancias en las cuales existimos, y

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Sartre y Rogers mediante estos nos anima a poder revisarlas, y poder pensarlas desde otro lugar. Por otra parte y re-pensando desde Levinas podemos integrar ideas, en un reflexionar que no nos adormezca, sino que nos permita buscar una praxis constructiva, eso nos lleva a la idea del “nosotrear”.

8-NOSOTREARNOS

Desde el haber reflexionado sobre la destructividad, que tanto nos duele, pero que somos parte de ella en el modo en que muchas veces nos relacionamos, nos debe acercar nuevamente a la idea de quienes somos siendo con los otros en este mundo.Debemos hacerlo para transitar la vida desde una vivencia de coherencia racional normativa, que permita una vivencia experiencial de abrochamiento de todo aquello que nos hace ser el siendo que vamos siendo con los demás. Como los antiguos colchones, que fueron colchón por tener esos pitones colocados estratégicamente que le permitían no desarmarse cuando alguien se acostaba en ellos. La naturaleza social de nuestra antinaturaleza natural animal, obliga a entramarnos en normatividades preestablecidas por los humanos que nos precedieron. Lo curioso es que a ellos, también humanos, les pasó lo mismo que a nosotros, por lo tanto a nosotros nos pasará lo mismo que a ellos: adoptaremos, cambiaremos, enriqueceremos o empobreceremos los nichos mundanos en donde se instalan las personas. Así sucesivamente las culturas construyen sus espacios como matrices, para recibir a los que vienen.Desde las trayectorias pasadas y recordadas, cada sociedad construye sus normas y compele a los que la habitan a seguirlas.Ser sujeto de si mismo, esa válida, arrogante e imposible pretensión, tiene valor ambiguo en el vínculo social, dado que permite que podamos estar juntos. Saberse sujetos de si mismos es entonces una forma de tranquilizar el existir, es una construcción imaginaria que se vive como real. Es un recorte que hace el lenguaje interactuado con otros, desde un nivel de energía de onda referido a otro nivel de energía de onda. Fuimos, hasta hoy, alguien definible desde algún lugar de definición que podemos elegir. Somos, transcurriendo ese cruce quiasmático de orden recursivo en donde juegan las experiencias del MI, significados Yo, contextos sociales, construcciones "nosotros", hasta la muerte biológica. De aquel nacer, hasta el morir del cuerpo y la conciencia, se puede hablar, definir, explicar , tomar en cuenta, decir historias, tomar buenos o malos ejemplos en los cuales basarse y decir Sujeto. De lo que podemos no dudar, es de que somos alguien para el otro desde que se nos da un nombre, y que desde el cual se nos coloca en algún lugar del estar con los otros. Esta nominación viene impregnada por la necesidad y el deseo del que nos ha colocado, y por lo tanto invade el Mi con la valoración del otro, incluyéndonos en el camino de la relación nosotros.

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A esta relación la denominamos "Experiencia del Nosotrear", y con ella pretendemos fortalecer la idea de la ayuda mutua. Inventamos este verbo para dar creativamente cuenta de una circunstancia que implica el encuentro nosotros.Si este verbo se hace verba, podemos conjugarlo desde los pronombres, que como tales hagan las veces del nombre y permitan la acción verbal, haciendo jugando la acción verbal en una praxis o práctica concreta que nos hace humanos.

Jugar a conjugar el nosotrear nos permite hacer visible lo invisible de una trama muy compleja, aquella de la vida en relación.Veamos si el inter- juego en el con-juego nos aclara algo sobre las personas cuando se interrelacionan y se co-constituyen:

-Yo Nosotreo: Soy Yo contigo y los otros, siendo la única manera de ser Yo siendo también MI, en donde el espacio vacío de lo invisible es aquel nexo quiasmático que nos permite no perdernos, anudando nuestro ser en una experiencia sensible que da cuenta de una identidad de persona que somos, aunque no sepamos real ni verdaderamente nunca quienes somos en verdad.

-Tú nosotreas: Eres tú para y en conmigo, la única manera que seas tú, y que te pase a ti lo mismo que a mi,y desde ahí nuestra posibilidad de comunicarnos de semejante a semejante ,en la experiencia de ser siendo lo que creemos ser y que no sabemos que somos. Como los animales y los vegetales, poseemos algún nivel de percepción primaria, que nos permite el imprinting, el contacto inicial de reconocimiento del otro que pertenece a la misma especie.

-El nosotrea: Estamos ante un él conmigo, con tú, un otro entre tú y yo, como inicio de la triada o triángulo de los vínculos primarios. Un él que hace de un otro otros incluyendo el afuera de lo grupal constituyente. Un él, que trae el primer mensaje de lo social normativo a una relación que de haber quedado allí sería la cuna del no desarrollo. Un él, que a modo de la víbora del mito bíblico de Adán y Eva, nos saca de la díada paradisíaca y nos introduce en el mundo de lo social.

-Nosotros nosotreamos: Estamos ante lo grupal endogámico, familia y grupos primarios de pertenencia, en un encuentro de conjunto.

-Vosotros Nosotreais: Nos muestra la existencia de otros más alejados y por lo pronto algo secundarios en la experiencia, aquellos de lo grupal exogámico, pero aún cerca y bastante similares a nosotros, tanto en lo valorativo como en sus costumbres y modos de ser en el mundo.

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-Ellos nosotrean: Confronta la toma de contacto con unos otros que son distintos, diferentes y por lo tanto distantes, tanto en su maneras de estar y ser, como en aquello que implica percibir y valorar desde los significados, al mundo que pertenecen. Muchas veces esta distancia se hace tan grande que parecen percibirse como de otro mundo. La declinación de este verbo inventado nos permite visualizar distintos modos posibles de interacción.

Desde un inicial MI, vienen el yo, luego el tú, los otros tú, los él, los nosotros, los vosotros y los ellos. Entre el Yo y el vosotros, circula lo vincular compartido, en distintos niveles de interacción facilitantes de los encuentros humanos amorosos.Entre los anteriores y el Ellos, aparecen las significaciones de los alejamientos, del conflicto de la desobediencia, del odio, del recorte que marca la necesidad de confrontar. Entre el Yo y el vosotros, circula una homogénea heterogeneidad.Es por los Ellos que aparece la posible heterogénea heterogeneidad.En el nosotrearnos, son posibles muchas cosas, casi todas aquellas que podemos darnos cuenta y compartir.Este es nuestro factor común de interacción comunicacional, a través del cual hacemos lo social, nos conocemos, actuamos, construimos historias, fabricamos utensilios y herramientas, inventamos máquinas y tecnología, inclusive el lenguaje y la escritura.Es posible desde aquí poder hablar de cierto nivel de objetividad y constancia, que puede explicarnos algunos elementos comunes de la especie humana, algunos modos de reacción que pueden estudiarse y observarse como propios de la naturaleza humana, y que nos hacen ser parecidos entre nosotros, seamos Zulúes, Españoles, Ingleses o Argentinos. Ser Sujeto de si mismo, es entonces ser sujeto de Yo, de ese Yo que venimos hablando y que deviene de una separación cognitiva aprehendida en la relación con un otro que nos hace ser ese Yo que estamos siendo.Ser Sujeto de Yo facilita un aspecto de la noción de si mismo o conciencia de si, aquel que permite la auto percepción en un nivel ciertamente limitado.Transcurrimos en el texto un circuito reflexivo del desarrollo vital.Podemos, a partir de aquí, darnos cuenta que no es posible hablar del Sujeto de si mismo como una entidad totalizadora de las experiencias vividas como propias.Somos, como personas: yo nosotros vosotros ellos en todos los tiempos verbales posibles, al mismo tiempo y en un mismo espacio vincular.La evolución cerebral hizo posible el lenguaje, y desde su existencia en nosotros poder recortar la realidad, operar en ella de manera relativamente funcional y hacernos creer que existe realmente.

En síntesis: existimos en el cruce de lenguajes, a través de las relaciones que establecemos con otros.

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Cuando empezamos a ser Yo somos seres nosotros, seres hablantes por otros que nos hablan, por lo tanto seres hablados por otros.Pero se nos ha reservado un lugar de lo propio, aquello que llamamos MI, que subyace en forma vivencial e invisible como auto revelación posible, ante la verdadera mentira del Yo que nos constituye.Podemos entonces hablar desde un hecho que esta hecho para que el hecho de ser persona sea posible, la posibilidad que nos brinda nuestra estructura bio-socio-psico-espiritual: establecer encuentros de MÍ a MÍ.Estos, al mejor modo de los agujeros negros, que no son lo que parecen ser sino que son lo que no son para hacer ser a la materia, hacen ser al Yo, que puede ser lo que es en tanto un Mi por detrás, por encima y por debajo, lo contiene y sostiene de verdad desde una nada captada.

A este aspecto del nosotros algunos lo llaman espíritu, o alma, o inconsciente, o conciencia encarnada. Instalarse en esas hipótesis, es alejarse de la pretensión de lo escrito aquí, para acercarse a algún criterio de verdad, que pretende dar cuenta, de un sentido dado desde afuera de la experiencia del sujeto que existe inserto en lo vital.Es muy tentador colocar en este espacio invisible ciertos elementos que a modo de barandas nos brinden la sensación de contención segura, pero muy pocos, se han acercado al tema desde la simple percepción de que es algo que no es, que está porque no está, que es como el espacio vacío entre los árboles y el bosque. Nuestra postura, entiende a la triada Mi, Yo, Nosotros, como una material sutil de baja energía de onda, por lo tanto aparentemente inmaterial.Esta es un emergente de la fluida interacción evolutiva entre la corteza cerebral y el otro, que a modo de una potencia a desplegarse, desde la certidumbre de una estructura predeterminada en cada individuo, moviéndose en lo incierto de los encuentros que se construyen, hace la Persona que cada uno va siendo cada día que vivimos.Las tendencias pulsiones necesidades y deseos, que conceptualizamos como motivaciones energéticas que ponen en marcha al ser humano, hacia el tránsito vital que denominamos Desarrollo Personal, son producto o consecuencia de una entrama, de una urdimbre de constitución circular, en donde es por ahora imposible determinar su principio y su fin, si es que los hay.El nosotrear es una manera de pensar, posibles interacciones constitutivas de lo social, y de lo personal concurrente.¿Es entonces válido insistir sobre lo yoico, sea en los vínculos interpersonales, en las familias, en las agrupaciones?Habría que pensar en la deconstrucción del Yo, y quizás desde allí pretender ser nostreantes empáticos, o viceversa, para deconstruir el yo ejercitar el empatizar y el nosotrear. O quizás mejor, olvidar el yo. Al escribir me doy cuenta de la paradoja en que entro, si hablo del yo lo hago desde el yo, y si pretendo deconstruirlo estoy

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“usando” mi yo contra mi yo, un recurso del yo para disolverlo. Por ello lo mejor es entregarse a la fluidez de la experiencia nosotros y lo que llamamos yo pasa a otro plano en los vínculos.

9-QUE HACEMOS CON EL YO

Se ha hablado tanto de Yo, se ha exaltado tanto esa “instancia” inventada por el lenguaje, se le ha dado un lugar tan importante que es posible que este fragmento, cueste entenderlo o sea rechazado. Se lo ha pensado de múltiples maneras, como “experiencia de si”, como aquellas percepciones que uno reconoce como propias, como “un haz de impresiones personales”, como la “sustancia pensante”, y sea como sea que se lo defina, esta ahí, entre nosotros, tomando una fuerza que dificulta la relación con el otro en tanto ese otro es visto como “él” o como “ellos”, alejándonos del encuentro.Por ello en el cierre del anterior escrito hable de que pasa si empezamos a decir que hay que deconstruirlo, desarmarlo, reformularlo, y porque no llegar a decir que hay que hacerlo desaparecer como concepto, como idea, como creencia, y también denote la paradoja en que entraba al plantearlo. Es un tema complejo no hay duda porque la educación, las terapias, los libros de autoayuda, los padres, los motivadores, hacen gala de una idea base: la persona tiene éxito, está bien, se siente bien y puede ser feliz, cuanto más yoica es, cuanto más fuerte tiene su yo, cuanto más energético es este yo.Es tan influyente esta idea que viene de los griegos (creadores de nuestro pensamiento occidental), esta tan metido en nuestra creencia que hasta para mí, que no creo en él, me va a costar decir porque pienso lo que pienso.Por ejemplo, en tanto ser un pensador que surge de lo humanístico en la Psicología, que abrevé en la Gestalt de Fritz Perls, además obviamente del ECP de Carl Rogers, y me formé en la idea del auto compromiso y la auto responsabilidad, tanto que hubo un tiempo que creí fuertemente en la concepción de que no es bueno decir UNO MISMO cuando hablamos de nosotros, y que hay que decir Yo.Que curioso es poder verlo desde otro lado, y pensar que al decir Yo, en principio me miento, y además recorto y alejo la experiencia de la unicidad de lo cósmico al cual pertenezco.Que impactante es darse cuenta de que nos vendieron una frase: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”, un frase que invierte el orden de lo que es el amar como darse, darse a otro sin pedir nada a cambio, dar lo uno no tiene para que el otro pueda tenerse y sea quien pueda ser, y si esto es mutuo nos hacemos de a dos y de a muchos.Dar vuela la tortilla es difícil, y ni que hablar de un panqueque, pero que pasa si se están quemando, y por lo que vemos nos estamos más que quemando, incendiando como especie, por ello reveamos lo dado desde el otro lado.Una de las razones de la quemazón es la yoicidad en tanto sustenta la idea de sálvese a

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si mismo, compita, sea usted mismo y alcance sus objetivos, no importa el modo, sea responsable de si mismo, sea YO.Esto deriva en la contradictoria idea de la caridad y borronea la solidaridad.“La caridad bien entendida empieza por casa”, dice otra frase, que es yoica.Ser caritativo es dar a otro lo que a uno le sobra.Ser solidario es dar a otro lo que al otro le falta.La caridad es producto del sistema en que stamos y lo convalida, lo convalida en tanto implica que hay algunos que no tienen nada o muy poco, y hay otros que les sobra, estos últimos si son buenos son caritativos, dan lo que les sobra a los que les falta.Otra palabra es compromiso, hay que comprometerse, la acción es lo importante, pero…., si lo hacemos desde la idea yoica caritativa, por supuesto que ayudamos, de eso no hay duda, pero….el sistema no cambia, y a los que nos sobra algo no viene muy bien, encima mitigamos la culpa.No quiero decir con esto que dejemos de hacer caridad, de ayudar a los que los necesitan, quiero decir que intentemos cambiar el concepto de la cuestión, y lo que hagamos lo hagamos desde otro lugar del hacer.Todas esas ideas, puestas en definiciones que constan de palabras, no hacen más que reafirmar el mundo que vivimos, y del que cada uno de nosotros somos cómplices.Cómplices desde un hacer, cómplices desde un aceptar un habla que convalida.Recuerdo el “Todos somos uno” que dijo Schutz en su famoso libro con titulo homónimo a la frase.Todos somos todo dicen los chinos hace milenios.Todo surge de un mismo elemento o substancia dijo B. Spinoza, el mismo que compone todo lo que somos y vemos ser.¿Y el Yo? ¿Porqué nosotros insistimos tanto en el yo?Es probable que como el lenguaje y el razonamiento que surge de él, han sido producto de una necesidad evolutiva de adaptación que funcionó, la noción de Yo este vinculada a lo mismo, por lo menos en nuestra época cultural.Quizás es por ello que tanto se insiste en la misma en tanto convalida un orden, un modo que sirve, claro que la pregunta es ¿a quien sirve?Una primera respuesta es que sirve al que lo usa como referente para si mismo, le brinda anclaje, lo ancla.Una segunda respuesta es que esta en el lenguaje como pronombre, es decir como antenombre, anula el nombre.Una tercera respuesta es que no es casual que sistemas de poder como los actuales hagan hincapié para fomentar lo que los sostiene: el yoicismo individual.No olvidemos que tal como hablamos es como pensamos, como percibimos y como actuamos, es por eso que debemos revisarlo.

Hablar Yo es “yoificarnos” y establecer vínculos “ellos”.

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Hablar Nosotros es “Nosotrearnos” y establecer vínculos integradores.Hablar Uno Mismo (mismidad) es comprometerse desde la unificación.Hablar Mí es integrarse con el todo desde la mismidad, que es todo lo que somos cada uno en el todo, lo auténticamente todo entramado en cada uno que es mí.

Es una posibilidad que nos da el lenguaje para cambiar modos de estar con el otro, modos que hasta ahora ponen en peligro la base de la supervivencia, la propuesta pasa por replantearlos y darnos el permiso de dejarnos ser con el otro, y ello es factible si incorporamos una idea, un concepto que se denomina: la No-directividad.

10- LA NO DIRECTIVIDAD COMO CAMINO

Si me he ubicado en una posición de mirada Des-Centrada en lo Humano, que reniega de la noción de Yo, y plantea una revisión de constructos y/o creencias preestablecidas es porque detecté la importancia de mirar desde algún otro lado del habitual que nos condiciona. La tradición de un Spinoza, de un Kierkegaard, y de un Nietzche, inspiran estos escritos, que se instalan en un Heidegger-Sartre, y recalan en un Rogers, desde el cual voy a decir algunas cosas, algunas que ha dicho él y otras en las cuales me inspiro para decir mi decir. Me gusta la idea del famoso tema de los Beatles “Let it be” (déjalo ser) como para pensar desde una posición “libertaria”. Para que apliquemos un dejar ser lo que tiene que ser y confiar que ese ser será positivo para que todos sigamos siendo. El Dr. Carl Rogers propuso una lectura de las relaciones basadas en un concepto de no dirección del suceder del otro, de no directividad. Una lectura que partió de una práctica terapéutica, comprobada como muy eficaz y eficiente para lograr que las personas se sientan mejor, y luego se amplió a un marco más global, más total, el de las relaciones Interpersonales y con el mundo en que vivimos. La no directividad es una idea que define una postura existencial ante los vínculos que establecemos con nuestros semejantes, con la naturaleza cercana, y el cosmos que nos incluye e incluimos como un todo.La no directividad es la intención de no influir sobre un otro, acerca de la dirección vital a tomar por este otro, es no empujar la experiencia del otro hacia donde nosotros queremos, veamos:

- Ser siendo No directivo, no es decir lo que no se Es, sino decir lo que se Es y se hace, es una definición activa, una posición existencial, una profunda convicción de que el poder de la persona está en si misma, y que solo hay que crear las condiciones para que emerja.

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- Ser no directivo es una decisión de cambio del rol socialmente atribuible al que tiene un rol de poder social, aquel que habla del experto que dirige, y lo cambia para pro-mover la relación no directivamente, sea esta terapéutica, paterna, educadora, política, u otra que implique coordinar o dirigir personas o grupos. Las atribuciones de rol son las que lo definen ante otros, y le dan su nominación, y tal como se le nombra, es que se espera una serie de respuestas de acción. Hay roles, los de terapeutas, educadores, padres, sacerdotes, pastores, directores de empresas, o secciones de las mismas, políticos, economistas, personas influyentes y líderes en general, de los cuales cada cultura construye y espera un modo de ejecutarlos. La cultura constructora del rol, elabora su propuesta con el objetivo que la ejecución del mismo consolide su estructura, y de esa manera confirme sus valores y su sentido. La decisión de ser no directivo, en un rol del cual se espera lo contrario, coloca al que lo decide en un sub-versivo, un generador de otro modelo de conducción y de mando. Es un acto de voluntad de cambio transformador, no de voluntarismo ingenuo, sino de una intención de caminar hacia en ese sentido, de trabajar por él.

- Ser no directivo, asigna una serie de condiciones muy precisas a aquel que decide conducirse desde ese rol, todas ellas conducen a la distribución del “poder de mando” sobre el proceso, que inicialmente se supone posee el que toma esa decisión y que si quisiera podría ejercerlo.

- Ser no directivo conduce al traspaso del deseo, al compartirlo, al entregarlo al vínculo, al mostrar al otro que es capaz de asumir el propio, se genera un campo vincular, en donde la percepción inicial de cada uno, se transforma en el conjunto que se establece.

- Ser no directivo no es dejar que cualquier cosa suceda, sino crear un clima relacional en donde lo que suceda se inunde de la idea de libertad experiencial, y esta siempre implica el límite del daño al semejante o al sistema ecológico, lo que lo mismo.

- Ser no directivo es instalarse en la antinomia de lo que es hoy. Ser no directivo es entramarse en la totalidad de la substancia universal y permitirle fluir (leer a Baruch Spinoza).

- Ser no directivo es abdicar del Yo (aprender del Zen).- Ser no directivo es facilitar que el mundo se ordene como le salga, y vivir en él. - Ser no directivo es colocarse en una posición de mucho poder, en el sentido de

límite y de potencia, por ello es no permitir que otro sea directivo con uno, y dejar salir confiando la fuerza o conatus que cada uno posee por el hecho de estar vivo, materialmente vivo.

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- Ser no directivo es pensar que mi realidad, o mi verdad no tiene que imponerse por sobre la de otro, pero también es impedir que la del otro se imponga por sobre la de mi.

- Ser no directivo es una paradoja, un manera de creer en que si dejamos que la cosa sea en general deviene buena, en tanto la cosa, sea cosa no viva o sea cosa viva, como hecho en si, sino es trastornado siempre busca la homeodinamia, aquella forma de desplazar energía que “tira” para adelante en el sentido del la transformación ecosistémica.

- Ser no directivo es volver a una mirada ingenua, la del viento que erosiona la roca, y traslada las nubes y facilita a los pájaros volar, la de planta o animal que sabe que inter-dependen entre si mismas para sobrevivir. La no directividad es condición de abandono de lo yoico, y compromiso con el uno mismo- nosotros.

- Ser no directivo es déjalo ser (let it be). Dejar ser al otro, a la naturaleza, a la pareja, al grupo que se coordina, a los hijos. Dejar ser confiando que si se lo hace auténticamente, desde la profundidad de los encuentros personales, el otro, sea quien sea, si esta dispuesto a dejarse ser, será para bien lo que desee ser, con uno, o sin uno, en realidad allí uno no importa, y no importa porque lo que sea será bueno para uno también, y sino no importa tampoco, porque no es solo dejar ser sino dejarse ser y confiar en lo humano, tanto de uno como del otro.

- Ser no directivo es una posición existencial, la cual implica conocer y comprometerse con una particular mirada del suceder de las personas, esta que sostengo, y que implica descentrarse para abrirse al juego de lo totalizador, del todos somos uno en el sentido de Schutz, y de cómo dije trabajar, y ejercer una praxis que lo sostenga en ese sentido.

Esta claro que esto es una posición relacional de base, y que para poder incorporar con validez este concepto, nos lleva a revisar nuestra comprensión acerca de cómo y porque somos comos somos en nuestro suceder psíquico, en tanto de ello depende lo que hacemos.

11- EL SUCEDER PSIQUICOSi queremos transformaciones debemos conocernos y estudiar como hacernos mejores.Por ello, en unas pocas páginas quiero contar como comprendo, como entiendo, como pienso nuestro ser siendo personas en el mundo, en aquello que denomino suceder psíquico. Elijo hablar de “Suceder”, un poco por lo que explique antes cuando me referí al tema del contacto con lo que se nos da, pero más aún porque lo prefiero al de estructura, proceso, personalidad, u otra usual nominación, porque si de algo estoy convencido es del fluir permanente de lo vivo, de que no somos un ser, ni un acontecer

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(como al principio expliqué) sino un suceder, un transitar, un venir un estar y un ir hacia todo junto en un aquí.Es así que , para comenzar, sostengo la idea de lo Organísmico, concepto introducido por el prestigioso neurólogo Kurt Goldstein, “padre” de la Psicología Humanística, que incluye e integra a todo el funcionar psíquico, sea el sustrato material (el cuerpo- la mente) y su producción, como sus aspectos resultantes, lo que denominamos Psiquis. Como concepto es superador de la mirada psicosomática en tanto esta última en su concepción paradigmática sigue desdoblando la psique y el soma. Pensar desde este lugar nuestro funcionar personal, es decir que posee una base o impronta común todo lo que implica estar vivo. Desde allí se observa un factor de funcionamiento similar sea el órgano que sea que observemos o estudiemos, siendo la mente un “órgano” más, que responde a las mismas leyes básicas de motivación, producción y acción.Somos materia y energía que fluye, interactuando con el medio, desde un sistema dual, por un lado cerrado y dependiente de sus funcionalidad, por el otro, abierto y receptivo al ingreso de material o información. El cuerpo es una entrama de órganos que posee un ordenamiento básico, que mientras se cumple vive. Cada órgano esta construido para producir algo en especial. Primero esta ahí disponible en su construcción biológica. Segundo recibe un estimulo. Tercero lo incorpora, y lo procesa.Cuarto lo saca de si, tanto como respuesta, o como excremento.Este orden es dado aquí solo a modo explicativo, porque en el funcionar todo esta fluyendo continuamente, pero si detenemos la observación vemos esos pasos.Cada órgano funciona así, y todo el cuerpo también.Veamos ejemplos simplificados y en una jerga secular no científica.El corazón succiona la sangre y la distribuye expulsándola de si.El riñón toma los líquidos, los purifica y los larga, y el aparato urinario lo expulsa como orín. El aparato digestivo recibe la comida, la metaboliza, la procesa, y lo que no sirve lo hace excremento o materia fecal. El aparato genital masculino produce esperma y al ser estimulado la expulsa por el pene. El aparato genital femenino produce óvulos, cuando estos no son fecundados son expulsados como menstruación, y cuando son fecundados produce un feto, que luego de nueve meses lo saca de su cuerpo. Todo lo que entra es procesado según sus características, y de acuerdo al sistema implicado, y a posteriori lo redistribuye en concordancia con lo que el organismo necesita, lo bueno se lo queda, lo malo lo saca de si. El cuerpo como un todo cumple esas leyes mientras esta vivo. La mente, como resultado del funcionamiento cerebral procede de la misma manera, siendo el “hard” de lo personal que somos. La psique como resultado de la adquisición evolutiva del lenguaje, y desde allí el pensamiento, la razón, la imaginación y otras funciones, hace lo mismo con la información que recibe, siendo el “soft” de lo que somos, por ello es “programable”.

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El nacimiento inmaduro propio de lo humano, abre el camino biológico de esta programación, que en términos más suaves denominamos socialización. O sea la adquisición de la normatividad social a la cual somos arrojados, y la co construcción de la persona que seremos en vínculo con el semejante, u otro.En este proceso nos constituimos en quienes seremos siendo la persona que somos.La pulsión de vida, tendencia al desarrollo vital o tendencia actualizante, es lo propio de lo vivo en tanto compele a la búsqueda de aquellos elementos que favorezcan vivir, y el alejamiento de todo aquello que atente contra el seguir vivos.Lo que facilita la vida es sentido como bueno, lo contrario es lo malo. En los seres humanos, esta tendencia o pulsión existe por el hecho de ser seres vivos, pero con el correr de la maduración y la adquisición de la noción de si mismo, o conciencia de si, o yo, o mi (aquí valen las distintas nominaciones), esto último regula intermediando esta búsqueda o alejamiento, por eso en lo humano lo denominamos auto actualizante.Los animales regulan instintivamente la expresión de la pulsión vital, los seres humanos, atravesados por el lenguaje y la percepción, metabolizamos los estímulos y emprendemos respuestas variables, tanto sea en concordancia con la cultura a la que pertenecemos y a sus valores, como a la conformación personal individual de cada uno de nosotros. Los animales, por ello, poseen un cúmulo de respuestas posibles en cada especie, y no se observan demasiadas diferencias entre individuos de la misma, en estado natural. Los seres humanos, al incluir la valoración social y personal, construimos respuestas diversas, entre ellas las conductas creativas e inesperadas que hacen a la esencia de lo que somos: seres libres que elegimos en una paradoja dual (remito al fragmento que hablo de ello). Lo propiamente humano se destila en el metabolismo de la información, al constituir desde ella saltos cualitativos que construyen el pensamiento y la cultura. Sin embargo la esencia de ese funcionar sigue siendo la disposición para recibir, el procesamiento de la información, y la respuesta en conductas concretas. Cuando hablamos de conductas, debemos aclarar que no nos referimos a los simples comportamientos, que tanto estudió y habló el Comportamentalismo inaugurado por JB Watson, o la Reflexología de la escuela rusa, es decir aquello que es observable. Por conductas entendemos toda expresión de lo humano, sean comportamientos, sueños, actos creativos, la imaginación, el pensamiento, la memoria etc. Si a esta intelección, le sumamos la idea de que todo lo que somos y hacemos es resultado de una evolución, siendo a través de ella concomitante a la necesidad de sobrevivir, podemos decir que toda conducta es una acción destinada a seguir vivos. Desde allí propongo interpretarla y comprenderla.Seguir vivos es, en nuestra existencia, la posibilidad de crecer, desarrollarnos y desplegarnos. Partimos de una inicial inserción como feto en el vientre de nuestra madre, allí recibimos todo lo necesario, y lo que excretamos se incluye en el cuerpo de ella. Al nacer nuestro organismo esta disponible al respirar, y poco al ingerir alimentos, así como recibir y dar afecto. Allí captamos lo que es bueno y lo que es malo.

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En principio esta captación la determinan nuestros reflejos incondicionados, por ejemplo el de succión, y la mirada de búsqueda del semejante. Poco después nuestro organismo nos envía información acerca de lo que necesitamos, y lo solicitamos, estando a expensas de un adulto que pueda registrar nuestro pedido, y obviamente proveernos de ello. Somos en un principio seres necesitantes, al igual que cualquier otro mamífero desarrollado, en particular nuestros primos hermanos lo primates.El habla instala el deseo, y desde allí poco a poco la mismidad y la yoicidad, y nos transformamos en seres deseantes.De un “nene quiere”, hablando desde otro para auto referirse, pasamos poco a poco a un yo quiero, estamos entrando en el mundo de lo deseante. Estamos a su vez en el mundo, y con nuestro organismo disponible al ingreso y egreso de materia e información. Por otra parte hemos adquirido el registro de las dos emociones básicas, la alegría y la tristeza, vivencias que se registran a nivel corporal como resultado de la satisfacción o no de nuestras necesidades. La alegría como resultado del estar satisfecho, del logro, y la tristeza como consecuencia de la no satisfacción, del fracaso.Todo deriva de allí. Toda conducta lleva en si lo bueno lo malo lo alegre lo triste.Lo bueno y alegre potencia, brinda energía para adelante, para salir, para existir.Lo malo y triste, quita energía, dificulta ir hacia, “problematiza” el existir.Estamos ante vivencias básicas, emociones elementales, que luego al constituirse en sentimientos (emociones significadas por el lenguaje), hacen a lo humano.El “hard” brinda el dato en si y lo hace hecho neuronal, el “soft”, simboliza, significa ese hecho, y le la forma que se hace sentimiento, razonamiento, o cualquier otra ecuación significante para la persona que esta percibiendo. Desde aquí podemos repensar las distintas cuestiones que hacen a la psicología una ciencia de la conducta (en el sentido que antes se aclaró). Toda producción psíquica humana es resultado de este funcionar de la mente, sea conciente o no.Lo conciente, no como la conciencia, sino en el sentido de tener acceso a datos que se nos brindan en un darse cuenta de lo que estamos “produciendo” como hecho propio de uno mismo. Lo no conciente como aquello que acontece o sucede, y de lo cual no estamos al tanto en el instante, pero podemos deducirlo desde un reflexión posterior, como entramado en las conductas que hemos producido. Muchas de las terapias, principalmente el Psicoanálisis y el Enfoque Holístico Centrado en la Persona, se ocupan de facilitar estas reflexiones, ayudando a la comprensión de quien es uno haciendo lo que es uno. La salud y enfermedad mentales también son conceptos pensables desde aquí. En principio veamos que estamos ante nociones de la medicina.Enfermedad proviene de la palabra infirmare, que significa la no confirmación de un resultado del funcionamiento de un órgano, función para lo cual esta preparado.Por ejemplo si un riñón no filtra correctamente, se dice que ese órgano infirma su función, por lo tanto esta enfermo. Un adecuado filtrado, indicará que esta confirmando un hacer correcto, por lo tanto esta sano. Por eso se dice que sanar es

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lograr “restitutio ad integrum”, es decir restituir la integridad del órgano, y lograr que confirme un adecuado funcionar. Una enfermedad mental es entonces aquella que resulta de un inadecuado funcionamiento del sistema nervioso, una falla en la transmisión neuronal, una perturbación “informática” del “hard”, o una lesión que dificulta algún tipo de estado mental, y que por ello produce síntomas que perturban a la persona o a sus allegados, estableciendo conductas bizarras o inadecuadas para si mismo o los demás. En estos casos el cerebro procesa la información y la envía a hacerse conducta, de una manera que es considerada poco apta para la situación. Esto de poco apta es un gran tema de discusión, en tanto entran en juego costumbres, valores, ideologías. Sin embargo hay algunas categorías de problemas mentales que podemos decir hoy, gracias a las neurociencias, y a estudios antropológicos, que son propias de lo humano en general, en tanto expresiones comunes en todas las épocas, identificables por lo que las personas dicen y por sus manifestaciones corporales. Nos referimos a las depresiones y las fobias, con sus opuestos sintomáticos, las manías y/o euforias en el primer caso, y las valentías suicidas en el otro (en este último caso cuando esa conducta no es elegida por necesidad o valor en juego).Otra cuestión son las denominadas en alguna época posesiones, hoy psicosis, donde la persona pierde el juicio o evaluación, de la realidad que le impone su cultura, adoptando conductas de desdoblamiento, alucinaciones, vivencias de persecución, extrañamientos y/o rupturas de la identidad, entre otras manifestaciones.En todos estos casos, y quizás en algún otro, podemos decir que la persona adopta un modo de ser del cual no se siente dueño, habla desde un lugar que no quiere o desea, sufre por ello o hace sufrir a los otros.Así como sabemos que todo esto es fuente de mucha discusión, y que varias de las consideradas enfermedades mentales son epocales, es decir responden a cuestiones culturales en una época, vinculadas (coincidimos con Michel Foucault) con el poder y su influencia en la normatividad sociocultural. Tanto es así que en otra época puede no ser considerada así, o aún más no manifestarse esa denominada sintomatología, o no haber sido nombrada (lo que es igual en tanto al no nombrarse no posee existencia en si). Quizás por eso ahora se prefiera hablar de trastornos. Es, por otra parte muy interesante, pensar y observar que, cualquier problemática mental y/o psíquica, deviene de los modos habituales de emocionarse y sentir.La depresión no es ni más ni menos que una tristeza que se ha instalado. La manía y la euforia son exageraciones de la alegría. Las fobias de los miedos, y obviamente el pánico también. Las denominadas neurosis obsesivas provienen de la necesidad del orden. Las llamadas histerias de la seducción. Las esquizofrenias de la posibilidad que tenemos de imaginarnos otro. Las paranoias de la posibilidad de percibir el riesgo y la persecución. Las alucinaciones de poseer un sistema imaginario ante la ausencia del objeto. Las impotencias de las potencias que no pueden expresarse. Así todas las demás manifestaciones del sufrir humano. De todas aquellas cualidades que nos

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permiten enfrentar la vida, ir hacia el existir, pueden surgir inadecuaciones defensivas, que alteran y producen efectos vividos como negativos. Por ejemplo de la tristeza como emoción que permite darnos cuenta de que hemos perdido algo, y desde allí hacer algo para reparar la pérdida, y si no se lo logra, puede surgir la depresión.De la alegría que sirve para conectarse con los logros, la manía. Del miedo, útil para darnos cuenta de los peligros, las fobias, y quizás las paranoias. De la posibilidad de imaginar creativamente, las psicosis. Todo parte de la necesidad de sobrevivir, de crecer, de desarrollarse, de desplegarse, y mientras esto acontece sin perturbación, podemos tener los problemas que surgen del “pathos” normal, de la percepción de la incertidumbre, de la falla básica de lo humano, de las paradojas duales, del sabernos seres para la muerte, de la angustia existencial, de la incompletud, del estar obligados a elegir cada instante de nuestra vida (“condenados a la libertad” nos dijo JP Sartre), del estar atravesados por el otro, del lenguaje que nos aleja del hecho en si y que nunca podremos asir en su totalidad, de no haber aprendido correctamente como enfrentar conflictos, de tener un modelo inadecuado para lo que queremos o deseamos, del haber tenido una situación traumática que nos marcó negativamente, del estar alejados de si mismos, de poseer un sistema de creencias que nos fue útil antes pero ahora no, del sufrir una pérdida afectiva grave, de que aspectos no concientes influyen demasiado en nuestro hoy, del no saber jugar roles flexibles y ser rígido ante los cambios que la vida nos impone.Toda conducta surge desde esas bases del suceder psíquico, desde las más triviales o cotidianas, sean un sueño, un imaginario, un proyecto, el amar, el leer, el estudiar, el proyectarse en una acción, toda conducta hasta aquellas que parecen trascendentes, como la búsqueda de si mismo, el auto conocimiento, el creer en Dios y el filosofar.Toda conducta tiene el sentido de contribuir al seguir viviendo, y esta vinculada al marco relacional en donde se establece, y aunque este anquilosada por la historia de cada persona, es posible de ser revisada y re-construida desde otra forma de estar con el otro.Toda conducta fluye entre la amenaza al Ser o la libertad para el Ser.Ambas son los dos polos posibles que nos encuentra el existir con otros y con nosotros mismos como otros para nosotros.Si hay amenaza hay defensa, si hay aceptación hay fluir armónico.Si hay defensa hay síntoma.Si hay amenaza hay disonancia, si hay aceptación hay consonancia.Hay que trabajar la aceptación.Toda conducta surge de la mismidad constituyente de la persona que la realiza y en la relación que establece con el contexto que se da en el aquí y ahora en que sucede.Esa mismidad constitutiva se generó en lo vínculos en donde estuvieron en juego las polaridades mencionadas. Si se ha tenido la suerte de haber estado vinculado en la aceptación y la no amenaza, y el contexto es aceptador y no amenazante se fluye en

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congruencia y consistencia. Si se ha establecido una mismidad acobardada o alienada la tendencia es a percibir distorsionadamente, a defenderse, a tener conductas bizarras para si mismo y los demás. En este último caso la sobre vivencia se impone por sobre la trascendencia y se vive a medias. En el momento del releer y corregir los escritos, noté su brevedad, y se me hizo necesario brindar la posibilidad al lector de una mayor explicación, y es por ello que decidí incluir dos seminarios que dicte en mi Institución ( Holos San isidro), en cuanto si bien pueden repetir algunos de los conceptos vertidos anteriormente, la forma de exposición puede complementar y ayudar a la mejor comprensión de lo expuesto en ellos.

SEMINARIOS

1- ¿QUE ACTUALIZA LA TENDENCIA AUTO ACTUALIZANTE?

Este seminario fue dictado en Junio 2008, y da cuenta de una posición ante la “Motivación Humana”, partiendo de un concepto clave del Dr. Carl Rogers, como es el de la Tendencia Actualizante, que reformulo desde una posición holistica. Debo aclarar que fue dirigido a un público de profesionales y estudiantes de Counseling, lo cual, además puede ser útil para ellos y también para el lector no familiarizado con esa profesión para comprender un fundamento esencial de la misma, así como ayudar a profundizar lo planteado en los escritos y en el seminario anterior.

Introducción

En mi libro “El Enfoque Holistico Centrado en la Persona”, publicado en 2005 por Editorial LEA, en su capitulo 2, “El Mi o identidad del ECP”, expuse mi criterio al respecto de su título, haciendo una “reducción fenomenológica” conceptual, en donde pretendí alcanzar las ideas nodales de nuestro modelo, aquellas que considero, y es mi posición, son esenciales para determinar que es el ECP. Allí dije que toda identidad es “constancia de estructura”, aquello que define, que si bien puede cambiar, ampliarse, no debe alterar la “columna vertebral” epistemológica.El modelo de Carl Rogers, como tal, posee una amplia conceptualización, que se ordena e integra de tal manera que nos hace decir: esto es el ECP.Dentro de la gama de conceptos, mucho de los mismos son comunes o transitan en paralelo con otros autores de la Psicología Humanística, incluso con el psicoanálisis freudiano, y llegando a buscar aquello que le es propio, decía (y sigo diciendo) que “la no directividad” como posición filosófica e ideológica es lo que esencialmente

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distingue el ECP, determina un modelo de escucha, el marco actitudinal necesario, y condiciona las intervenciones que hacemos los terapeutas y counselors. En ese entonces, dedique un pequeño espacio a la noción teórica de Tendencia Actualizante (TA) creyendo que estaba claro para la mayoría de nosotros y de los estudiosos del pensar “rogeriano”, y que entonces no valía explayarme demasiado. Sin embargo, y en tanto observo que muchas veces se la da por obvia, no se la profundiza, ni se la actualiza, creo que el tema amerita revisión, de allí la idea de exponerles algunos aportes que espero sean útiles para repensar esta idea clave, veamos:

Desarrollo:

La “Tendencia Actualizante” y la “No directividad” se entraman en el ECP, la primera como una posición ante la naturaleza de lo humano, pensada como su fuente de motivación, y la segunda el modo desde donde se establece el marco actitudinal necesario para favorecer la primera en el camino de un desarrollo positivo/favorable para las personas, sea en el marco de las consultas, o en cualquier tipo de relaciones interpersonales.Sabemos que nuestro autor se ubica ante las personas desde una mirada existencial humanística con profunda confianza en que si el ser humano es pensado constructivamente, y nos conducimos entre nosotros sin amenazas, la tendencia más probable es hacia la integración, el desarrollo libre y el funcionamiento óptimo/pleno.Esta muy clara su posición al respecto en la mayoría de sus textos, además, en “El Poder de la Persona”, texto de 1977, plantea una mirada sobre lo social, que suma a sus anteriores aportes, dado que coloca a la Tendencia Actualizante como una base para pensar el presente y futuro de la humanidad.Además, desde estos conceptos, no solo estableció una nueva mirada terapéutica sobre lo humano, sino que también sentó los fundamentos, junto a Maslow, Goldstein y otros, de lo que seria la tercera posición, la autodenominada Psicología Humanística, que centra su mirada y accionar sobre la salud y el desarrollo de los potenciales humanos.Ante el tema que nos convoca, recordemos (ver capítulo 7 de mi libro “Estar Presente”- Ediciones de Holos San Isidro- segunda edición en 2005) que C. Rogers se inspira en Mowrer y Kluckhon que sostuvieron que “los seres vivientes poseen la propensión de funcionar de manera integrativa”, en Harry Stack Sullivan que postulaba la “presencia de una dirección progresiva en el desarrollo vital”, y en Andreas Angyal que “entiende la vida como un acontecimiento dinámico autónomo”, que si bien intercambia con el ambiente, siendo parte de y con él de lo que acontece, impone una determinación autónoma en su despliegue, y culmina inspirándose en los fenomenólogos norteamericanos, Snyggs y Combs que sostienen que “todo organismo tiene una tendencia básica a desarrollar, actualizar y sostenerse en la experiencia.”

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Es así que abrevando en/desde ellos, y en su propia experiencia es como Rogers define la Tendencia Actualizante:“Esta noción corresponde al enunciado siguiente: todo organismo está animado por una tendencia inherente a desarrollar toda su potencialidad y a desarrollarla de modo que queden favorecidos su conservación y enriquecimiento. (De Psicoterapia y Relaciones Humanas- Rogers y Kinget- pag188).Más adelante aclara que la TA no tiene solamente por meta la satisfacción de necesidades básicas, sino también la de activar las funciones más complejas que todo ser vivo posee, tales como la diferenciación de órganos y funciones, el aprendizaje de nuevas conductas adaptativas y la procreación, y en el casode los humanos la creación de instrumentos y técnicas, el enriquecimiento del individuo, la revalorización de su ser en el orden intelectual y social.

La definición denota un sentido “finalista” que apunta al desarrollo del organismo hacia la autonomía y la unidad, en contra de la heteronomía y la sumisión a las vicisitudes de la acción de fuerzas exteriores, tal como el Conductismo o Comportamentalismo sostenía, o de las interiores negativas de la teoría Freudiana.En su contexto la postura “rogeriana” apareció como contraposición a estas posiciones terapéuticas vigentes en su época, y que aún hoy se sostienen, aquella con base en el Psicoanálisis Freudiano, que enancada en la filosofía de Hobbes, postula que somos negativos por naturaleza (“el hombre es lobo del hombre”), o las del conductismo que plantean la noción de “tabula rasa” y el sometimiento a la influencia del ambiente.Rogers, en ese entonces, nos dice:“Cuando un freudiano como Karl Menniger me dice, que el percibe al hombre como “innatamente malo” o, en forma más precisa como “innatamente destructivo”, solo puedo sacudir mi cabeza con asombro (y sigue más adelante)…Pero ¿Cómo puede un terapeuta sentir un interés positivo por su paciente si su propia tendencia innata es la de destruir?(De “La Naturaleza del Hombre”- Journal of Counseling Psychology-1957)

Con respecto al comportamentalismo sostuvo fuertes discusiones relativas a desechar la idea de que nacemos sin improntas y que todo depende de la educación. Sin embargo en “El Poder de la Persona”, cuando necesita explicar, aquello que el considera un desvío de la TA, recurre a las ideas de Watson para complementarlas con las suyas, en tanto opina que hay condicionamientos culturales, reforzamientos y recompensas que pervierten la dirección “natural” de la TA hacia la unificación (Ver página 171 de su versión al castellano por editorial El Manual Moderno de 1980)También su posición estuvo muy influida por la de Freud, en tanto considera que poseemos “fuerzas”, “tendencias”, “pulsiones”, de índole vital, propias de nuestra especie, aunque se diferencia en el sentido que observa en ellas.

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En esto la lectura de Rogers es de carácter homeodinámico, y no homeostático, es decir no comprende a la motivación de lo vivo desde la reducción de tensiones (como Freud las pensaba) sino desde la búsqueda de caminos de expansión de acuerdo a las características de cada especie.En los humanos acontece la aparición evolutiva del “yo” o noción de si mismo, siendo este (el “yo”) un aspecto del organismo que se diferencia y despliega a medida que nos vamos desarrollando, y que implica un reconocimiento de experiencias relacionales (con el otro) que se definen y reconocen como propias.

En esta línea nos dice que la TA, en nosotros, las personas, es: ¨ la capacidad que tiene el ser humano, latente o manifiesta, de comprenderse a si mismo y de resolver sus problemas de modo suficiente para lograr la satisfacción y la eficacia necesarias a un funcionamiento adecuado¨. (De “Conocer a Carl Rogers” -Sánchez Bodas y Sánchez Berneman- Editorial LEA, Pág.67)Esta hipótesis es reforzada tiempo después por descubrimientos provenientes de la biología, la física y la antropología, en los cuales se habla de una tendencia formativa cósmica, “Tendencia Mórfica, o Formativa” según Lancelot White, en donde este historiador observa una propensión hacia un orden creciente y una compleja interrelación que parte desde el caos inicial, y sin embargo no ignora lo que Szent- Gyoergy ( Premio Nóbel de Biología en 1974) dice, que junto a esa propensión existe una tendencia al deterioro.Estos conceptos que los desarrolla en sus textos “El Camino del Ser” y “El poder de la Persona”, los traslada a sus observaciones de la conducta humana,que implican comprender, como dijimos, no solo la tendencia al mantenimiento adaptativo del organismo, el crecimiento, desarrollo y enriquecimiento progresivo, sino también el deterioro producido no solo por el paso del tiempo, si no mucho más por las malas vinculaciones que establecemos las personas, con nosotros mismos y los demás.Esta noción es, como dijimos, clave en el ECP, y en tanto ha sido comprobada por la experimentación que se ha desarrollado en el campo de las relaciones de ayuda desde este modelo, confirma que nuestro trabajo como profesionales no es azaroso, sino que tiene un objetivo y una dirección, el facilitar que la tendencia actualizante de nuestros consultantes fluya en un sentido favorable para ellos. Como tal, en los seres vivos en general, no en los humanos, la acción de la TA es “automática”, dadas las condiciones del medio en la interacción con el organismo despliegan sus cualidades inherentes como especie que son, en cambio en nosotros el “yo”, noción de si mismo o self, regula la entrada y salida entre potencia y acto.Es por ello que el autor establece una diferencia semántica aclaratoria entra la TA del organismo y la TA del “yo”, estando ante dos expresiones de la tendencia, una propia de todo ser vivo y otra de los humanos que denominamos Tendencia Autoactualizante,

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TAA (actualizadora en/del y desde el yo). En consecuencia recordemos que cuando hay acuerdo entre la experiencia del “yo” y el “organismo” en su totalidad, la TA opera de modo unificado, en cambio si existe un conflicto entre los datos experienciales relativos a la noción de yo con los del organismo, la TA del organismo puede ir en contra del “yo” y/o viceversa. Desde esta última aclaración se puede comprender aquello que Rogers denominó acuerdos o desacuerdos entre la experiencia y el yo, dando cabida a la comprensión del funcionamiento armónico de la persona, que esta explicado en la noción de “Funcionamiento Pleno”, siendo también criterio para entender como nos propone pensar cuando se manifiestan defensas que pueden conducir a la desorganización o el derrumbe de la persona, lo que desde la psicología clásica se lo ha denominado como síntomas de conductas psicopatológicas.Es importante aclarar que la inclusión de la noción de yo, no implica pensar en un desdoblamiento de la TA, ni que existen “homúnculos” u otras fuentes de energía, esta idea es parte de un sistema monista, total, holistico, en donde el organismo en su totalidad presenta esta tendencia, y no admite ninguna división en tanto fuente única de la motivación vital.Sin embargo el desarrollo propio de la especie que somos, incluye el neocortex, el lenguaje, la noción si mismo, la percepción y los sentimientos, que hace que en los humanos tengamos que hablar de Tendencia Autoactualizante (TAA) modo que usaremos de aquí en adelante.Es por otra parte importante empezar a pensar que si bien esta división es solamente semántica para explicar nuestras características esenciales, esta es quizás una de las principales causas de lo que Maurice Merleau Ponty, el fenomenólogo francés, dice, acerca que la naturaleza de lo humano es ser no natural y esa es su naturaleza natural, una paradoja productora de muchas de las problemáticas que nos acosan como personas y como especie.En principio es interesante observar que Rogers no la ha denominado (en Ingles) “Actualizante” sino Tendencia al Crecimiento y/o desarrollo, y que la traducción al castellano es correcta, porque es una interpretación de la idea en tanto posición “Aristotélica- Tomista” de Potencia y Acto y que se deduce del como explica esta noción. Sabemos que el autor fue en principio un gran observador de la naturaleza, y que luego como terapeuta y counselor descubrió que cuando se daban ciertas condiciones sus consultantes mejoraban, y dedicó gran parte de sus investigaciones a comprenderlas y explicarlas. Todo ello esta muy bien desarrollado en el planteo del marco actitudinal necesario y suficiente (según ese autor), y en la metodología fenomenológica de la ayuda que se sintetiza en los recursos verbales (reflejos) y en el chequeo de percepciones, que como

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sabemos se pueden realizar de múltiples maneras. (Ver texto op.cit “ El Enfoque Holistico Centrado en la Persona”- Editorial LEA- 2005)

Ahora veamos: 1- ¿Por qué se habla de Tendencia?2- ¿Que se quiere decir cuando se habla de actualizar y su relación con potencialidades y los actos que las expresan?

1-Tendencia, viene de tender que deriva del latín “tendere”, y del griego “encia”, y que en su unión significa: propender, ir hacia, volcarse a, inclinación, preferencia, vocación, apego, disposición.Nuestro autor prefiere este término ante el de Instinto, más usado por los biólogos, o el de Pulsión, incorporado por Sigmund Freud para referirse a lo instintual atravesado por lo humano.Instinto remite a un esquema de comportamiento heredado, propio de una especie animal, que varia muy poco de uno a otro individuo, y que se desarrolla en una secuencia temporal preestablecida genéticamente, y que es poco susceptible de ser modificada (puede hacerlo a través de la evolución), y que parece responder siempre a una finalidad determinada en cada caso que se expresa.Pulsión (traducción francesa del término Trieb que utilizó Freud), implica una carga energética que hace tender al organismo hacia un fin, y este es la descarga de tensiones o excitaciones que el organismo posee, a través de un objeto que facilita esa descarga y permite la reducción de la tensión. Para decirlo de otro modo, gracias al objeto la pulsión alcanza su finalidad, y esto implica una noción homeostática, es decir aquella que sostiene que todo organismo tiende al equilibrio, Más aún, desde que elabora su concepto especulativo de Pulsión de Muerte, y desde el cual pretende explicar las conductas autodestructivas y las destructivas hacia otros, plantea que esta pulsión es propia de lo vivo en tanto el retorno de lo orgánico a lo inorgánico, es decir de la vida a la muerte.

Ambos términos poseían, en los tiempos que Rogers teorizaba, fuertes connotaciones aliadas a posiciones científicas ante la naturaleza de lo humano, una, la de Instinto muy ligada a cierto biologicismo, y la otra, la de pulsión ligada al pensar psicoanalítico.

En el primer caso, si bien Rogers posee una importante mirada biológica, prefiere diferenciar su terminología, en el segundo, y si bien podría concordar con lo de energía dispuesta a expresarse, en tanto la idea freudiana es homeostática y la de él homeodinámica (lo vivo tiende a la búsqueda de tensiones), estamos ante posiciones opuestas en su sentido expresivo.

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Es importante aquí, aclarar que, hablar de características homeodinámicas no excluye a las homeostáticas, sino que las subsume, en tanto la homeodinamia como tendencia hacia al búsqueda de la tensión y el cambio, posee en su tránsito momentos homeostáticos, de búsqueda de equilibrio, lo que cambia es la finalidad y demarca la diferencia entre lo que esta vivo y lo que no lo esta.Es por ello que en mi texto “Desplegarse”, y en la intención de unificar criterios, y de buscar concordancias, planteo que Pulsión podría ser hoy una palabra adecuada para nosotros, en tanto se ha reflotado la idea de energía, y tomarla no implica conceder el término al freudismo, sino amplificarlo desde el humanismo, no tomándola como reducción de tensiones exclusivamente, sino como expresión de lo vivo, que en su diferencia con lo no vivo, insisto, es homeodinámico.Sin embargo, y en tanto estamos analizando la postura de Rogers, y como la palabra Tendencia alude a una disposición o apego al desarrollo de cualidades, y como nuestro autor la deduce de su tarea de profesional de la ayuda, esta claro porque postula que es la más adecuada para referirse a lo que quiere aludir, como ya estamos viendo y continuaremos haciéndolo.

2- Actualizar-Potencialidad-Actos: Son tres palabras que en este contexto se unen, la primera refiere a hacer presente, aquí y ahora, en el hoy, la segunda es una idea que refiere a que algo esta plegado y disponible a desplegarse, y la tercera, los actos, en este contexto, aluden a manifestaciones observables en acciones y conductas que responden a la potencialidad que remiten, o, si bien discutible, expresan algún nivel de distorsión o incongruencia.

Cada ser vivo posee ciertas cualidades o características que están “marcadas” en su mapa genético y que poseen una principal intención, la sobre vivencia del individuo y la preservación de la especie a la cual pertenece.De allí el correlato con los términos de instinto y pulsión antes referidos.Si un “individuo”, de la especie que sea, puede vivir en un medio en que se dan condiciones “naturales” apropiadas para su especie, y que si además puede captarlas en tanto no ha nacido con alguna “falla” o problema, su desarrollo como tal será el adecuado a lo que su condición potencial implica.Un rosal dará rosas, un león será un león, un tigre un tigre, un ombú será ombú, u duraznero dará duraznos, una vid dará uvas, y además se procrearán en concordancia con su manera de hacerlo.

Cada individuo de cada especie con lo suyo, incluso la nuestra, busca sobrevivir y luego sostener la especie toda en sus acciones, en sus actos donde se desarrollan sus potencialidades vitales.

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De estos se trata la TA en los seres vivos en general, y como idea es sencilla de observar y de comprender en plantas y animales, pero ahora veremos que acontece con los humanos en particular, y que requiere un análisis más profundo en tanto tendríamos que ponernos de acuerdo en que se quiere decir con potencialidades humanas, y cuales los actos que las expresan.Para ello propongo un pequeño recorrido para acercarnos a nosotros mismos, y desde allí presentarles algunos aportes:

- Somos seres biológicos que transitamos una evolución de millones de años, científicamente estudiada, hasta ser el “homo sapiens sapiens” que somos, el segundo “sapiens” alude al salto por sobre nuestros parientes más cercanos, los primates desarrollados que son los chimpancés y los bonobos, que también son “sapiens”, y de ellos solo nos distancia un 2% de diferencia en el ADN.Para comprender este desarrollo partimos de la idea, también evolutiva, del cerebro “triúnico” que conceptualizó Mac Lean:

a- cerebro reptílico o inferior.b- cerebro límbico o medio.c- cerebro neocortex o superior.

Cada uno de estos “cerebros” responde desde su nombre a una escala evolutiva que se observa en la naturaleza de los seres animales, en donde se van agregando funciones a medida que se desarrollan, es necesario decir quelas nociones de inferior, medio o superior, no implican categorías de más o menos, de mejor o peor, sino de ubicación en la calota craneana, desde abajo hacia arriba, debido a la bipedestación que conllevamos los humanos, y es posible pensar que así fue dándose en tanto agregado de nuevas características necesarias para la vida de cada orden de especie hasta llegar a la nuestra.

Nuestro cerebro posee los tres, en el desarrollo uno subsume al otro (no olvidemos que venimos de una ameba, de los peces, de los reptiles y somos mamíferos primates), y agrega nuevas cualidades que trascienden a las anteriores pero no las niegan, y de hecho muchas veces nos conducimos con alguno de los dos primeros.

-El primero como principio de lo básico de lo vivo es en donde residen los mecanismos de sobre vivencia, defensa, búsqueda de alimentos y sostenimiento de la especie.Su expresión más notoria es la agresividad como “mecanismo defensivo” ante el peligro.-El segundo, propio de los mamíferos, a los cuales pertenecemos, en donde se observan desarrollos de aspectos que podemos denominar inteligentes, sobre todo en los

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primates (rama de la cual derivamos), la coexistencia en comunidad, y su expresión más notoria es la aparición de la afectividad desde y en las emociones básicas.-El tercero en donde reside la potencialidad de comunicarnos simbólicamente a través del lenguaje, de realizar operaciones lógicas, de darnos cuenta de nosotros mismos (noción de si mismos), de significar las emociones transformándolas en sentimientos, trascender las necesidades, que estarían cubiertas por los dos anteriores, y alcanzar la posibilidad de constituir lo que denominamos deseos.

El aporte de Mac Lean, es que los tres cerebros funcionan en concordancia con distintas circunstancias vitales, y que en nosotros predominan el segundo y el tercero (lo emocional y lo racional), y que no hay soberanía de uno por sobre el otro, que coexisten en jerarquías de constante mutación y esto produce desequilibrios que inducen a la aparición de lo más horrible y de lo más bello de los seres humanos.

Sabemos que no hay duda que podemos ser constructivos, creativos, imaginarios y generar el arte en sus múltiples expresiones, pero también que podemos ser destructivos, siendo esto último un derivado de la natural y neutral agresividad defensiva propia de todo animal.Para este tema recomiendo el libro de Erich Fromm: “Anatomía de la Destructividad Humana”, y mi apunte sobre el tema, en donde explico porque la TAA puede transformar lo agresivo animal en destructivamente humano.

En tanto el segundo cerebro somos un ser social, en ese lugar nos constituimos desde y con otro, y gracias al tercero desplegamos el lenguaje y la percepción.Desde el lenguaje simbolizamos, y en el poder percibir damos significados a las experiencias, valorando con algún nivel o tipo de valor lo vivido, por ello decimos que somos “seres valorativos”, tanto como idea genérica, el de dar significado, como en el de valor en el sentido de por ejemplo,“bueno-malo”, “lindo-feo”, “adentro-afuera”, “vale-no vale” etc.

El adquirir y construir valores implican los principios éticos y las acciones morales, que emergen del aprender los hábitos y costumbres del medio social cultural e histórico en el cual se convive. Estas condiciones de lo humano culminan desde su ser “sapiens sapiens”, expresándose en conductas “homo faber” y “homo sentimental”, siendo entonces:

Una especie viva que puede trabajar (producir modificando lo natural), amar/odiar (relacionarse con el mundo desde los sentimientos), vivir resolviendo sus necesidades, y existir transitando sus deseos.

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Para decirlo de otra manera podemos sintetizar nuestro desarrollo en tres momentos de pasajes evolutivos:1-desde lo límbico hasta el neocortex.2-desde la emoción hasta los sentimientos.3-desde la necesidad hasta el deseo.

Desde aquí agrego que una definición posible de lo humano vinculada a lo que estamos trabajando es que somos “seres vivos deseantes”, entendiendo al deseo como una expectativa que surge de la “interioridad” del Ser, que compulsa a su cumplimiento, y que motiva el existir.Nos vamos encontrando con conceptos que van definiendo lo que parece ser que somos, definiéndonos desde nosotros mismos, lo cual implica una inevitable subjetividad, y vemos que vamos siendo:

- seres necesitantes- seres laborales- seres valorativos- seres sentimentales- seres deseantes

En este desarrollo milenario, y en y desde lo que vamos siendo entramos y somos consecuencia de lo que nos sucede en la interacción con el mundo, y allí observamos varios aspectos del funcionamiento humano y personal interrelacionados, que conforman cuatro dimensiones o mundos percibidos, y desde y con los cuales nos vinculamos y co construimos como lo que somos:

1-lo intrapersonal o mundo vivido para y desde si mismo.2- lo interpersonal o mundo vivido con y entre los otros humanos.3- lo internatural o mundo vivido con la naturaleza.4- lo interobjetal o mundo vivido con los objetos construidos por el hombre.Esta claro, científica y filosóficamente pensado que somos producto de una evolución, desde la cual devenimos en Persona (de per-sonare, de las máscaras griegas), que somos un escalón en la vida, como una partícula viviente entramada en lo cósmico con características propias , y que estas, vistas de una u otra manera llevan a una misma conclusión, que sea como sea, de donde venimos o adonde vamos, si es que de algún lado venimos o algún lado vamos, lo humano esta signado por múltiples entramas.

En este sentido Michel Onfray en su libro “La Potencia de Existir” de ediciones de la Flor de 2007, nos dice en su página 184:“La Humanidad de un individuo se define por la triple posibilidad conjunta de una conciencia de si, una conciencia de los otros y una conciencia del mundo, con las

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posibilidades resultantes de las interacciones entre si mismo y si mismo, entre si mismo y el otro, entre si mismo y lo real”.

Y marca una dura posición cuando dice, a continuación:“El que ignora quien es, quién es el otro y que es el mundo real esta fuera de la humanidad aunque este vivo”

Como vemos tenemos varios modos de pensar la naturaleza de lo humano, los dichos y muchos otros más, y entonces surge nuevamente el interrogante de inicio, que actualiza la Tendencia Auto-Actualizante? en un ser vivo como nosotros, que trascendemos lo biológico predado, y que además de pretender sobrevivir, por ser y estar vivos necesitamos no solo satisfacer necesidades, como lo hacen los animales que son seres necesitantes, sino expresar la condición deseante que los autores del humanismo denominaron Tendencia hacia la Autoactualización y/o Autorrealización, y que por ello, insisto, denominamos TAA.Esto ultimo nos ubica ante expresiones de nuestra condición humana, no solamente en relación a una cuestión de índole individual sino en cada uno de los “mundos” de interacción antes citados, en distintos contextos socio-político-económico- culturales, que el ser humano transita mientras vive y existe, así como las interacciones en distintos niveles de conciencia.Puede ser valido aquí mencionar el importantísimo aporte que realizó a principios del siglo pasado, el pionero del Constructivismo, Lev S. Vigotsky, cuando entre muchísimos aportes para el estudio del desarrollo humano, introduce el concepto de “mediación” de sistemas semióticos que los humanos aplicamos cuando recibimos estímulos. Desde entonces sabemos que la realidad es construida por los significados que los sujetos humanos dan a lo real, es así que el mundo ya no es un cúmulo de causas físicas sino un entrono interpretado, y esta interpretación esta dada por el marco cultural al que pertenecemos y en donde nos formamos como personas que somos.Este autor demarcó claramente dos líneas del desarrollo vital humano, una de orden biológico evolutivo, otra de origen socio cultural, la primera fuente de los procesos elementales, la segunda de las “funciones superiores”.Es el primero que nos demarcó la importancia del sistema simbólico como mediador en la interacción hombre entorno, y de la inevitable impronta que el otro social-cultural nos impone antes de constituirnos como nosotros mismos.Nos dice, también, que lo inter psicológico precede lo intra psicológico, en tanto primero se consuma el orden social y luego el individual.Es muy interesante pensar como eso lo vemos muchos años después en las ideas de estar constituidos en y desde otro, o lo que nos es más propio del ECP, cuando vemos la función de “interferencia” de la noción de si mismo que antes mencionamos, que produce la denomina “falla básica” y que hace a nuestra TAA.

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Hasta aquí, y retomando el hilo de la conferencia, podríamos ir pensando que nuestras potencialidades devienen de la urdimbre entre las necesidades, las valoraciones, los sentimientos en juego, los actos productivos que ejercemos, las relaciones que establecemos, las interacciones, y obviamente de los deseos que subyacen en cada uno de las cuestiones citadas.Por otra parte, y como atravesamiento en y de la búsqueda en que estamos, observamos que todos los humanos somos de la misma especie, de eso no hay duda porque se comprueba biológicamente en tanto cualquier humano de la raza o lugar geográfico que sea puede aparearse y procrear con otro, por lo tanto desde esa perspectiva podríamos pensar que todo humano puede y desea actualizar el mismo potencial, y si pensamos en la procreación ese potencial es común a todos nosotros, siendo común a cualquier ser vivo, pero propio en la expresión o modo que se da en/desde la cultura en que existimos.Lo mismo podríamos decir de la afectividad, en tanto, sea de la forma que sea en cada cultura, raza o época en que nos ubiquemos, es decir sea de la forma en que se manifieste de acuerdo a las costumbres, el amor como manifestación de un interés de cuidado hacia el otro, es sentido como necesario y es común a todo humano.No descuido, también en concordancia con cada contexto, que los cuidados alimenticios hacia los bebés, el calor que nuestro organismo necesita, la necesidad de otro congénere, son potenciales ineludibles para crecer y desarrollarse positivamente, en esto siendo compartido por los mamíferos superiores. Recordemos las conocidas investigaciones de los Harlow con chimpancés acerca de la importancia de la afectividad en relación con la necesidad de alimentación.Entonces, hasta aquí, tenemos cuestiones para actualizar en común, y estas podrían resumirse en:

- Necesidad de un otro en tanto seres sociales/simbólicos.- Alimentarnos como seres omnívoros.- Comunicarnos.- Amar y ser amados.- Producir y crear lo que sea en el contexto en que estemos.- Procrearnos.- Defendernos y atacar para sobrevivir ante algún tipo de riesgo.

Hasta ahora nos bastarían los dos “primeros cerebros”, el reptilico y el límbico, y es bueno recordar el solo 2% que nos separa de los bonobos y los chimpancés en nuestra potencialidad cerebral, ellos tienen un 98% de capacidad similar a la nuestra, por ello digo hasta aquí la potencialidad a desplegar es similar.

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Por ello lo que actualiza la tendencia actualizante es lo anteriormente dicho, y todo quedaría ahí y no habría muchos inconvenientes en este debate conceptual.El problema es ese 2%, que implica el cerebro superior, el neocortex, que si bien cuantitativamente ínfimo, es cualitativamente un salto que conlleva a la tendencia autoactualizante, fuente de lo propiamente humano.Aquí esta el punto base de nuestro análisis, y es el que nos acerca a la pregunta de porque somos como somos, lo que dicho de otra manera refiere a la naturaleza de lo humano.Que tengamos noción de si mismos, conciencia de si, del otro y del mundo, que de ellas dependa el ser seres constituidos en el lenguaje, y que este regule la percepción, que esta se implique en el pensamiento y los sentimientos, y que con todo eso construyamos la realidad que creemos real, hace que si bien, cada uno de nosotros pertenece a la especie humana, seamos, en la expresión de lo personal, cada uno, una especie en si misma.

Dicho de otra manera más simple:Como hablamos percibimos sentimos construimos la realidad y actuamos.Por hablar, lenguajear nos diría Humberto Maturana, significamos las sensaciones que nuestro cuerpo nos dice, y decimos lo que somos haciendo lo que somos.El mundo que decimos es nuestro mundo, el de cada día y el mundo en general, depende de la percepción, y desde ella cada uno de nosotros somos lo que vamos siendo.

No hay duda que la mayoría nacemos, crecemos y convivimos en un y con un grupo social que impregna nuestra constitución, nos hace pertenecer y compartir “dentro” de la noción de si mismo la noción de ser persona que poseemos, y desde la cual actuamos y actualizamos potenciales.Estamos constituidos en y desde el vínculo, y eso es parte de las características comunes de nuestra especie, por ello es bastante probable que los que somos de una época, lugar, raza, origen religioso, costumbres, clase social, reglas morales, tengamos muchas cuestiones a desplegar en común, y coincidamos en el valor que le damos a una u otra cuestión, como mejor o peor, como más válida o no.Pero, insisto, aún en ese caso, en el cual creo coincidiríamos casi todos, cada uno, ante la experiencia que sea, la leemos desde el propio lugar que es nuestra mismidad.Entonces ante la interrogación que nos convoca la cuestión cambia, y nos lleva a pensar el particular Existencial que cada uno actualiza cuando la Tendencia auto actualizante (TAA) filtra desde la noción de si mismo los datos que recibe y busca.Menciono lo Existencial para diferenciar conceptualmente que una cosa es actualizar la vida y otra la existencia, las plantas y los animales actualizan solo la primera, nosotros

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ambas, con la complicación que la vida la pasamos por lo que consideramos la existencia, y esta insisto depende del lenguaje y la percepción.Como vemos es una idea circular la que planteo, holistica si así lo queremos decir, multidimensional si aplicamos otra palabra, y allí entran los contextos sociales, culturales y epocales.En este punto estamos en lo biológico, lo social y su emergente o consecuencia que es lo psicológico, este último resultado de la entrama potencial que somos, y que nos hace ser lo que somos: personas.Como tales constituimos lo que los autores del existencialismo denominaron “los existenciarios”, cualidades propias de lo humano, que dichos de un u otra manera puedo sintetizar en:

El temor a la muerte (somos el único ser vivo que sabe que se va a morir como el yo que es), la noción de temporalidad a vivir, la angustia existencial que resulta de ello, la posibilidad de elegir libremente (condenados a ser libres nos dijo Sartre) y de ser responsables ante ello, así como la inevitable vivencia de presente eterno que un día se cortará.Es desde aquí que emergen las nociones de trascendencia, de valor de Verdad, de Razón como tener la razón, de amor en el sentido humano, y de odio, sentimiento que solo podemos sentir y que ningún otro mamífero siente o percibe, otros múltiples rangos de sentimientos, y las nociones de religiosidad y de espiritualidad.Estos conceptos aluden a contenidos plegados, propios de lo humano que pueden actualizarse en distintas circunstancias.

Si queremos, en este análisis, seguir aportando variables, a las que Rogers nos legó, podemos incorporar a Abraham Maslow que investigó cuales eran las cualidades de las personas que alcanzaban la autorrealización.Recordemos que este autor recopiló un sinnúmero de datos personales de personalidades reconocidas que supuestamente cumplimentaban condiciones de desarrollo elevado en sus vidas.En este sentido, su hipótesis central, desde la cual constituye su famosa “Pirámide de Necesidades”, es que los humanos tendemos, y desde allí vamos (cuando podemos) en y desde un camino de superación de necesidades de deficiencia hacia las de crecimiento, siendo estas, desde la base hasta la punta, en una pirámide imaginaria:

- Necesidades fisiológicas básicas ( oxigeno, alimentación, etc)- Necesidad de seguridad- Necesidad de amor y pertenencia- Necesidad de atención o cuidado

De ser superadas estas, se da el salto a las de crecimiento, que también denomina “meta necesidades”, entre las cuales podemos mencionar:

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- Necesidad de Vida- Necesidad de Totalidad- Necesidad de Perfección- Necesidad de Belleza- Necesidad de Bondad- Necesidad de Verdad- Necesidad de Justicia

Esta teoría implica que no es posible acceder a un escalón, sino se ha pasado por el anterior, por ejemplo si no tenemos las necesidades de deficiencia satisfechas es poco probable que podamos alcanzar las de desarrollo.

Soy conciente, que es un tema discutible en tanto perspectiva lineal progresiva, que no toma en cuenta la dialéctica de los saltos, pero es innegable que habitualmente su planteo se cumple.

Ahora veamos que acontece cuando alguien, según la investigación de Maslow, alcanza la autorrealización, y el autor nos dice que estas personas logran:

- Tener una mejor percepción de la realidad.- Aceptarse a uno mismo y a los otros.- Ser espontáneo, sencillo, natural.- Saber enfocar los problemas que se tienen.- Saber estar solos- Ser autónomos e independientes de los otros y de la cultura- Tener experiencias místicas o cumbres- Poseer sentimientos de comunidad- Establecer relaciones humanas profundas- Ser democráticos- Diferenciar medios y fines, buenos y malos- Tener sentido del humor- Ser Creativos

Ante estos datos y conceptos, y me adelanto a lo luego desarrollaré, están claras en su expresión las necesidades de deficiencia, y que si bien puede haber distintas maneras de subsanarlas, o no, en cada época o cultura, todos entendemos de que hablamos cuando a ellas nos referimos.El problema es ante las necesidades de crecimiento, y el listado de características de personas que alcanzan la autorrealización, donde cada uno de estos conceptos habría que contextualizarlos socio, epocal y culturalmente y al hacerlo, nos encontremos, sin

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duda, con nociones o ideas diferentes acerca de cada uno de ellos, y con actos que los implican muy diferentes.

De todas maneras estamos ante un interesante aporte para apoyar respuestas a ¿Qué actualiza la Tendencia Actualizante cuando se actualiza como TAA en actos concretos, o sea, que potenciales están dispuestos a desplegarse?

Podríamos dormir tranquilos, con lo que nos planteó Carl Rogers y decir que lo que actualiza la TA en nosotros es constructivo y pensarlo como sinónimo de bueno, o podríamos elegir lo contrario si nos colocamos en la noción de pulsión de muerte según Freud, o si quieren más y tomamos a Skinner podríamos decir con él que todo depende de la educación condicionante que se nos aplique o apliquemos, estando a disposición de la buena voluntad de quien nos eduque y nuestros hijos a disposición nuestra, no habiendo ninguna predisposición genética ni heredada, o esto que investigó Maslow y que se aproxima a la idea de Rogers.Algo de razón han tenido los cuatro, todo dependió de la experiencia que vivieron, y de la posición filosófica e ideológica que eligieron para pensar el tema, Freud a Hobbes, Watson y Skinner a los empiristas, Rogers y Maslow al pragmatismo de William James y el Humanismo Existencial. Lo profundo de sus contribuciones es que cada uno de ellos generó paradigmas, que aún hoy se debaten.Le podríamos, agregar, el aporte de Onfray acerca de lo fundamental de conocer quien es uno, el otro y el mundo, y eso es el potencial humano por excelencia, y en su fuerte planteo que el que no lo sabe no esta siendo humano.

Esto, en los que nos incumbe, nos debe servir para pensar la elección de una posición filosófica e ideológica ante el acontecer de lo humano, y saber que es clave cuando nos dedicamos a las profesiones de la ayuda, y digo clave porque nos guía en la escucha y nos condiciona en la acción que ejerceremos ante nuestros consultantes.

Pero, volvamos al eje de esta conferencia, y nuevamente a Rogers, el cual nos definió su hipótesis central en una carta enviada el 21 de Junio de 1986 (pocos meses antes de fallecer), en la cual decía: ¨El individuo posee en si mismo potenciales recursos para su propia comprehensión, para cambiar su auto concepto, sus actitudes y para dirigir su conducta, y estos recursos pueden ser liberados a condición de que un determinado clima de actitudes psicológicas facilitadoras pueda ser logrado¨.

En la misma se refería a la aplicación de su modelo terapéutico que ha sido minuciosamente estudiado e investigado como proceso, descubriendo en el mismo, un

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camino que pasa de la desorganización inicial a una reorganización, vinculados al problema de consulta y a la persona como un todo. Cuando se facilita el autodescubrimiento de las contradicciones experienciales, y el conocimiento de las construcciones perceptúales fundantes, y cuando, a su vez, en el clima ECP, los consultantes alcanzan a transitar estas fases, logran una reconfiguración perceptual de su noción de sí mismo, que les permite:· Evolucionar hacia un estado de mejor acuerdo interno.. Abandonar las fachadas y/o los personajes encubridores de la persona.. Abandonar los “tu debes”, y la necesidad de satisfacer al otro siempre.. Valorar mejor a los demás, y tender hacia relaciones más profundas.· Ser menos defensivos y menos propensos a la angustia y la tensión.· Tener percepciones más realistas.· Obtener una mejor expresión de auto recursos para resolver problemas.· Valorar la auto dirección y la autodeterminación.· Mejorar las relaciones interpersonales.· Elaborar proyectos y proceder a su ejecución.· Ser más creativos.· Desarrollar y expresar lo mejor de ellos mismos.

Como vemos, los aportes de Maslow, Rogers y Onfray son comparables y bastante similares en lo que implica un posible despliegue positivo de los potenciales humanos, en tanto se tiene en cuenta la autoactualización en relación con el semejante y el mundo como nuestro nicho ecológico, si no estaríamos ante actos de individualismo egoísta o egocéntrico, como muchas veces acontece desde métodos o líneas “terapéuticas” que acentúan auto desarrollos que no toman en cuenta a los demás.

En esto nuestro autor ha sido muy claro acerca de lo que considera esperable como finalidad de una ayuda eficaz y eficiente desde el ECP, y así desarrolla su teoría y su práctica, de la cual surge su definición sobre la TAA, que esta dada en el contexto del modo de vínculo que propone.

En la idea de proseguir analizando el tema, tomemos la parte de su definición que indica “que queden favorecidos su conservación y enriquecimiento”, y aquí sabemos que las plantas y los animales la tienen clara en su genética, sin embargo, vuelvo a preguntar ¿que significa para nosotros conservarnos y enriquecernos?

Es obvio, repito, que nuestro querido maestro y autor lo expresó desde un lugar creyente en que si las condiciones son favorables cada uno de nosotros hará lo mejor para la auto conservación y el desarrollo, y su planteo es bueno en tanto nuestra tarea es facilitar lo mejor de cada uno, y de ello se debe tratar lo que hacemos. Ahora, me

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pregunto, de donde sale la clasificación de mejor, no hay duda que de una concepción de valor acerca de que es lo mejor, y eso es subjetivo y nuevamente insisto esto solo puede ser comprendido en contexto relacional cultural.

No tengo dudas que cuando las personas, de nuestras culturas, piden ayuda y concurren a un consultorio, o van a un grupo de encuentro, y si están abiertas a percibir la escucha y el encuadre ECP, mejoran en el sentido que el autor considera el mejorar y desarrollarse.Entonces sabemos que es de esto lo que nos habló Carl Rogers cuando refirió a las palabras “constructivo y positivo”, y es aquí donde debemos recordar que el planteaba “enunciados puente”, aquellos que dicen que si se da una condición predeterminada es probable que se de una consecuencia determinada, que luego es investigada para sostenerla en un nivel científico.

Recordemos cuando se refiere a su teoría de la terapia:“Notemos, para empezar, que esta teoría es de tipo condicional. Se enuncia con la fórmula siguiente: si se dan ciertas condiciones ( variables independientes), en ese caso se realizará un proceso determinado(variable dependiente). Si ese proceso (convertido en variable independiente) se produce, en ese caso se darán ciertas modificaciones de la personalidad y la conducta (variables dependientes).(de Rogers y Kinget- op.cit.pag219)

Esta muy claro su enunciado científico, y luego agrega cuales son las seis condiciones que surgieron de su práctica e investigación, a saber:

1- Que dos personas estén EN CONTACTO2- Que la primera, el consultante, esté en un estado de vulnerabilidad, de

desacuerdo interno, o de angustia.3- Que la segunda persona, el counselor o terapeuta, esté, al menos durante la

entrevista en estado de acuerdo interno.4- Que el counselor o terapeuta experimente sentimientos de consideración positiva

incondicional hacia el consultante.5- Que el counselor o terapeuta experimente una comprensión empática del marco

de referencia interno del consultante.6- Que el consultante perciba la presencia de 4 y 5, aunque sea en grado mínimo.

Si esto acontece, y el proceso deviene favorablemente, la TAA del consultante que Rogers atendía, y de muchos de aquellos que nosotros abordamos, como counselors o terapeutas, se resuelven los problemas de consulta, y se tiende y a veces se alcanza lo que anteriormente mencionamos como cualidades del funcionamiento pleno.

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Entonces deberíamos sintetizar diciendo que la TAA es positiva, o mejor dicho, se expresa positivamente cuando la relación se establece desde una posición de “no directividad”, de comprensión y aceptación del mundo vivido por el otro, siendo esto el “enunciado puente” ( que implica las variables dependientes e independientes) con el cual trabajamos si lo hacemos desde el ECP.

Esta muy claro que el planteo es vinculante con relaciones de ayuda, yeste ha sido el gran descubrimiento de Carl Rogers, y su posicionamiento como una nueva forma de comprender a las personas y de pretender ayudarlas, y desde allí elabora su modelo.

Ahora, para seguir con la pregunta de inicio, y su profundización, recordemos lo que el filósofo francés Jean Paul Sartre postuló acerca de la naturaleza humana, aquello que alude a que el hombre, el ser humano, no es bueno o malo por naturaleza, no posee una esencia que lo predetermine sino que depende de la existencia que conlleve, y de las condiciones de la misma, que rotuló con su célebre frase: “La Existencia precede a la esencia”.Es interesante pensar que esta idea ya estaba en el filósofo Plotino, cuando postulaba que la estatua no está en el mármol esperando que el escultor la descubra, sino que esta la construye el escultor con su cincel, que el mármol aporta su estructura “marmórea”, pero que el escultor le da la forma que desea.

Entonces si desde estas perspectivas no hay esencia que actualizar, salvo “lo marmóreo” de nuestro organismo vivo, la actualización, o mejor dicho la auto actualización dependerá de la existencia que construyamos.

Sobre esto no me caben dudas, porque cuando miramos el desarrollo de la humanidad, la influencia de las distintas culturas y modos de educación, la ideología que determina en cada lugar lo que bueno o malo, la moral, la ética, las costumbres, y como todo eso se traslada y se imprime como nuestra mismidad ( identidad personal o propium) no dudo que esta es la que decide que es conservarse y desarrollarse en cada uno de nosotros.Sin embargo, y para ser más claros, esta posición si bien se le parece a la comportamentalista, en tanto la idea de tabula rasa que estos últimos plantean, no es similar en tanto la idea de Sartre y de sus maestros existenciales y fenomenológicos, es que lo humano tiene potencias propias a desplegar, inherentes a su especie, léase lo marmóreo de Plotino, y los existenciarios.Lo que si nos dicen es que cada uno en el marco de la condiciones vitales que es arrojado y decide vivir va construyendo su propio despliegue, y si lo lleváramos a comparar con la idea de TAA, cada uno de nosotros decide que poner en acto

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(actualizar) de si mismo, por ello “El ser humano es lo que hace” según el ideario sartreano.

A esta altura de la exposición, y para tener más elementos de análisis, vale referirse para agregar algo más al breve comentario que realice al comenzar, sobre la noción de Tendencia Formativa, o tendencia mórfica, que proviene de las denominadas “ciencias duras”, y que se refiere no solo a “lo vivo”, sino al universo todo, incluyendo a toda la materia que somos y que es el cosmos, remite similarmente a lo mismo, al fenómeno de expansión observable por los astrónomos, a como se acomodan los cristales en la nieve, al como se integran los sólidos y los líquidos, al como fluye la luz, el tiempo, el calor y el frío, los átomos, las moléculas, las células, todo en una regulación que en el tiempo tiende a cierta estructura que nosotros denominamos integración u orden.

Es por otra parte, parte de esa tendencia el estar en permanente transición hacia, en fluidez de transformación y/o cambio, y que de ser observadas en esa instancia, en un recorte del proceso a veces denotan lo que denominamos desorden.Sin embargo es de notar que la materia, sea viva o no, si se la deja, sino se interviene sobre ella busca cierto orden de equilibrio estable en un proceso de regulación en equilibrio inestable, en tiempo largos fluye se detiene y estructura, se rompe se abre se expande se cierra encuentra una forma se detiene se conforma se influye se rompe se abre……La noción de tendencia formativa alude a eso, a un proceso que si se lo deja libre cobra un sentido propio, tiende a un equilibrio homeodinámico, ni bueno ni malo, ni positivo ni negativo, en tanto la naturaleza como tal ni le pone nombre ni lo valora, ES lo que ES mientras lo ES.

Es allí que el aporte de ideas que aluden a la sintropía, la negentropia, la entropía son validos de pensar e integrar para comprender los procesos vitales como subsumidos en ese todo en el que estamos viviendo y existimos.

Entonces ¿que forma la tendencia formativa, y como nos ayuda a pensar que actualiza la TA como TAA?: Procesos en si que parecen tener un sentido para nosotros pero que no lo tienen para si mismos, son lo que son, y en ser lo que son observamos que se expanden y se contraen, se construyen y se destruyen, sea estas partículas atómicas, planetas, estrellas, una piedra, nuestro Sol.Parece ser que la expansión es lo que predomina y que en ese proceso de crecimiento es que se observan períodos que los humanos denominamos constructivos y otros destructivos.

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En ese macro sistema estamos y parece ser que cumplimos las mismas leyes, y lo interesante de pensar aquí es nuevamente acerca de la TA, como TAA en los humanos, que nos ha convocado a esta conferencia, y si esta cumple leyes similares en tanto constituidos por materia cósmica.

Ahora, nuevamente estamos para volver a pensar, porque el Universo que sepamos no se piensa ni se auto observa.Una estrella nace y nadie se alegra, o desaparece y nadie la llora porque es parte del proceso. Un volcán explota porque la tierra precisa expulsar alguna presión y no piensa en que morirá gente o animales, lo hace.El mar se agrieta en sus profundidades y desata un tsunami, que mueran miles de personas no es asunto de la naturaleza.Cae un meteorito hace millones de años, se produce un cataclismo desaparecen miles y miles de especies, la naturaleza ES.Entonces si la TA es lo que ES, al igual que la Tendencia Formativa, ella busca su expresión tal como se de en los intercambios vinculares ecológicos. El león se come una gacela, esta antes se comió unos vegetales, que a su vez se nutrieron de alguna tierra abonada por otra animal muerto y allí esta el ciclo vital, ni bien ni mal es lo que es.

En esto somos parte y todo en un gran ciclo, en el cual como seres vivos portamos la TA, que despliega la vida, y depende de nosotros, con nuestra TAA, que hacemos con ella, siendo responsables ante nosotros mismos como con los demás y el mundo/universo en el que cohabitamos.

Es por ello que he elegido la mirada “rogeriana”, para intentar ser lo más congruente que puedo desde y con mi persona, y para trabajar, coordinar grupos y dar clases. Es la que mejor me cabe, no solo por coincidencia filosófica sino porque epistemológicamente me parece más coherente en lo que respecta a la ayuda psicológica.Para decirlo en palabras similares al maestro, si no creo que es posible el cambio, si no creo que cuando puedo brindar una escucha personalizadora y mi consultante esta dispuesto a recibirla, si no considero que ese cambio camina rumbo a un funcionamiento pleno, si no creo que cuando eso acontece, en general los seres humanos buscan y encuentran lo mejor para si mismo y los demás con los cuales se vinculan, si no creo que el ser humano es libre de decidir y lo hace mejor cuanto más abierto a la experiencia se encuentre, si no creo que es posible vivir de un modo existencial, lo que implica aceptarse como proceso, en flujo continuo basado en la experiencia presente no quedando ligado al pasado, si no creo que es bueno conectarse con el propio organismo, estar abierto a su sabiduría sintiéndolo digno de confianza, si

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no creo en mí como catalizador de ese tipo de relaciones, mejor que me dedique a otra cosa.

Pero, creer en todo eso, no implica negar que en el mundo que vivimos acontecen cuestiones tales como la destructividad, la violencia, las injusticias, las tiranías, las luchas de clases, las hambrunas, el deterioro del planeta, el imperialismo de las ideas, las guerras, la drogadicción, la prostitución, la trata de blancas, los fundamentalismos religiosos e ideológicos, etc. etc., que son producto de quienes somos y de lo que hacemos, y por ello de nuestra tendencia auto actualizante que busca la conservación y el desarrollo en cada uno de esos actos.

Toda conducta humana, incluso aquella que consideremos bizarra, cruel, desestimable moralmente, surge de un ser humano, o de una serie de seres humanos, que están convencidos de que actúan para favorecer su conservación y enriquecimiento, por lo tanto toda conducta humana es expresión de la Tendencia Auto-Actualizante de la persona o grupo que la expresa.

Recordemos a los antiguos Griegos cuando nos mencionaron que la naturaleza de lo humano posee rasgos apolíneos y dionisiacos, de Apolo la razón, la forma, la lógica, el orden, de Dionisio el caos, la carne, la pasión, el desorden.Que el bien, el mal, lo bueno o lo malo, el crecimiento, la vida, y el deterioro y la muerte, son entre muchas, polaridades de la materia inorgánica y de la orgánica, por lo tanto de lo vivo y de su expresión humano en lo psíquico, que como sabemos es producto material sutil, materia al fin que cumple las mismas leyes que según nosotros los humanos cumple la materia como tal.

Y si volvemos con la TA, esta como tendencia expresa aquello disponible en la materia viva, aquello que esta disponible, en potencia, a ser actualizado por la persona desde su TAA, y recordemos, insisto nuevamente, que somos seres vivos y como tales buscamos preservarnos como especie, y eso que en las plantas y los animales esta predeterminado por su biología, genética y ambiente ecológico, en nosotros todo vincula por el lenguaje y la percepción y estos como parte de la noción de si mismos regulan y determinan aquello que es potencia y aquello que es acto, para preservarnos y desarrollarnos.

Si pensamos en personas concretas, en Bush o a Bin Laden, o a un israelita o palestino, o a un tibetano o un chino, o a un cubano castrista o anticastrista, o a Chávez o a sus antagonistas, a los bolivianos de una u otra región, a nuestro gobierno y a los del campo, y es obvio que están convencidos que lo que dicen y hacen es para mejor de

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su especie, y obviamente para la nuestra, siendo por lo tanto coherentes en sus acciones con la idea de conservación y enriquecimiento que sustenta la noción de TAA.

Una colega, Counselor ella, hace unos días, comentando estos temas, me hizo recordar unas investigaciones de campo que hizo la famosa antropóloga Margaret Mead, ella investigo dos tribus que vivían cerca una de la otra, es decir en un ecosistema similar, una de ellas era pacifica, solidaria, la otra guerrera, violenta en grado máximo.

Al tomar contacto con las mismas descubrió que la pacifica, entre muchas otras variables, le daba mucha importancia a la relación madre bebé, en la que se fomentaba la ternura y el buen trato, en la otra, la tribu guerrera, el bebé era sacado rápidamente de la relación con su madre y se le infligían maltratos.

Es obvio, hoy para nosotros poder deducir porque de una u otra forma de educar resultan modos de ser en el mundo muy diferentes, en este caso muy opuestos. Es también deducible que cada una de estas tribus desarrolló sus características desde sus historias evolutivas, en las condiciones que les toco sobrevivir y desde allí sostenerse como grupo y desarrollar su crecimiento, por lo tanto, y en tanto ambas están en el mundo han sido exitosas en la expresión de las TAA de sus integrantes.

Para ello veamos nuevamente las definiciones sobre la TA y TAA:

-“Esta noción corresponde al enunciado siguiente: todo organismo está animado por una tendencia inherente a desarrollar toda su potencialidad y a desarrollarla de modo que queden favorecidos su conservación y enriquecimiento”

-“la capacidad que tiene el ser humano, latente o manifiesta, de comprenderse a si mismo y de resolver sus problemas de modo suficiente para lograr la satisfacción y la eficacia necesarias a un funcionamiento adecuado¨.

¿Entonces?

La noción de Tendencia Actualizante es un concepto que alude a la energía vital (pulsión vital) de todo organismo, y que desde ella tiende a preservarse, conservarse y desarrollarse, y que como tal es positiva en tanto íntegra y unificadora.

La potencia esta plegada en los ADN de cada especie, y los actos que se expresan resultan de la relación que establece cada organismo con el medio.

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Cuando estas relaciones no son excesivamente perturbadas por intrusos al sistema (en general el ser humano) que impiden reacomodamientos a través de aprendizajes nuevos, o cambios climáticos muy negativos (catástrofes naturales), el individuo de cada especie se conserva y a su vez interactúa con la naturaleza favoreciendo despliegues que mantengan “vivas” las condiciones ecosistémicas totales, generando equilibrio ecológico.

El ser humano como un ser vivo más, como organismo, y en desde sus características de especie, posee la TA y la despliega como TAA también en las relaciones que establece con su medio.

En esta instancia, insisto que el gran aporte de Carl Rogers es haber investigado y esclarecido cuales condiciones son favorables para la expresión positiva de esos potenciales, aquellos que apuntalan el crecimiento, y cuales según él, generan conductas bizarras, destructivas, no positivas para la sobre vivencia de quienes somos, y eso es fundamento de su modelo para la ayuda.

También he intentado decir que toda conducta humana es siempre expresión de la TAA, y que el valor de positivo, negativo, bueno o malo, sano o enfermo, es epocal, cultural, social y personal.

Mi posición es que la TA es positiva y constructiva en tanto lo vital que desarrolla, y en nosotros como TAA en tanto filtro perceptual sostengo que es neutra, y que depende de cada uno de nosotros hacia donde se orienta, y que el ECP es un marco teórico practico de la ayuda que encontró algunos modos de facilitar que individuos, grupos puedan tener la posibilidad de desplegarse en una relación comprensiva, y descubrió que cuando eso se logra es “tendenciosamente” constructivo lo que se observa.

Saber esto quizás nos ayude a ayudar a los que nos consultan, pero también poder empatizar con todo aquello que no coincide para nada con lo que nosotros pensamos que esta bien, sabiendo que para esas personas lo que piensan y hacen lo consideran bien y que también son expresiones de sus propias TAA.Por otra parte nos puede abrir un camino para explorar lo “oscuro” de lo humano, área de nuestro despliegue que Rogers, a mi entender no ha aportado mucho más que pensar que son modalidades y/o actos desviados, lo cual no lleva nuevamente a pensar que es lo desviado etc etc.Estas experiencias, igual que las investigaciones de Maslow, que como vimos alcanzan resultados comparativos similares, conllevan hacia una mirada acerca que la posible expansión positiva de las personas esta en su potencialidad humana, algo así como

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decir que demuestran como las personas podemos ser social, ética y moralmente lo buenas que sus culturas consideran bueno, esto en tanto se superen las necesidades de deficiencia y se accedan a las de crecimiento.

Espero que esta exposición ayude a evitar ligar “automáticamente” la palabra Positivo con el concepto de TAA, constituyéndose en lo que Gregory Bateson denomino Principio Dormitivo, siendo aquel que se elabora y se usa para explicar una conducta con una palabra abstracta derivada del nombre de dicha acción. Por ejemplo, cuando se explica la agresión como causada por un Instinto agresivo, o por la Pulsión de Muerte, o si alguien esta muy triste decir que esta deprimido, y con eso pretender dar cuenta de todo lo que le pasa a ese alguien.

En nuestro caso, se escucha habitualmente decir que hay que facilitar la expresión de la tendencia actualizante, como si eso fuera bueno en si mismo, dando eso por “sentado”, y sin agregar todas las condiciones y enunciados puentes que Carl Rogers mencionó.Creo además que continuar profundizando estas ideas puede conllevar a revisar los conceptos de enfermedad, de psicosis, neurosis, nominaciones de la clásica psicopatología que refieren a problemáticas en donde las personas perciben su realidad, y viven su existencia de una manera que los hace sufrir, o que es diferente al resto a aquellos que determinan que es lo normal, pero como el mismo Rogers nos ha dicho, cuando la TAA no puede expresarse libremente como la TA, lo hace igual, quizás en forma disociada, distorsionada, atravesada o tomada por constructos introyectados que no permiten un fluir perceptual adecuado y por lo tanto rígido, en síntesis como puede en sus circunstancias, todo discutible hoy, y ahí están otras preguntas, otras incógnitas, otras dudas, que podrán ser tema de otras charlas.Para culminar, si volvemos a Maslow y su famosa pirámide de desarrollo humano, o a Rogers en su hipótesis sobre el funcionamiento pleno, y los relacionamos con los conceptos “homo faber”, “homo amans” y/u “homo sentimentales”, podemos pensar, si, que tendemos a la expansión, cada uno de nosotros, (sumando los aportes de Sartre y Vigotsky) en el marco presente y contexto socio cultural que va existiendo, en y desde la historia y proyectos que lo van construyendo y constituyendo como el que se es, en el acto que sea que exprese la TAA, como motivación para supervivir y desplegarse.

Recordemos que somos seres simbólicos, hablantes, valorativos, y constructores de la realidad, por ello somos responsables de lo que hacemos y de lo que interpretamos que hacen los otros.Carl Rogers nos legó una orquesta, un conjunto de instrumentos, una forma de pensar la música de la vida, saber tocarla puede ayudar a que seamos mejores.

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Considero clave esto de pensar que toda conducta humana, sea la que sea, se realiza para conservarse y desarrollarse desde el marco de referencia del que la ejecuta.

A mi, pensar de esta manera, me ha servido para escuchar que todo lo que alguien piensa, imagina y hace, lo piensa, lo imagina y lo hace creyendo que es lo mejor, y si me consulta es porque algo no le cierra, le produce dolor, sufrimiento, conflicto, y lo quiere revisar, repensar, repercibir diríamos nosotros, y esa disposición de escucha me hace mejor aceptador y por lo tanto más coherente con el ECP y con la vida que deseo vivir.

Apostilla del final

Ayer terminé de escribir este texto que me servirá como guía para dar la conferencia, salí al jardín y observé una planta que hace un mes cambiamos de lugar, allí no le da el sol como “ella quiere y necesita”, esta buscándolo, una gran rama se esta torciendo, tenemos que cambiarla de lugar, hay que ayudarla, crearle mejores condiciones, corregir el error que hemos cometido con ella, hacerle caso a su TA desde nuestra TAA.

Ayer, más tarde recibí un email de un amigo biólogo, es email que circula y que quizás varios lo han leído, en él se imaginan un mundo constituido por 100 personas, una aldea que simboliza nuestra gran aldea, hay muchos datos sorprendentes, pero para el tema que nos convoca extraje unos pocos:80 personas viven condiciones subhumanas: el 80 %6 personas tienen riqueza: el 6 %70 personas no saben leer: el 70 %50 personas están desnutridas, la mitad de la población mundial.1 persona tiene computadora: solo el 1 %.

2- ESTUDIO SOBRE LA EMPATIA

Este seminario fue dictado en Noviembre de 2008, y lo incluyo porque su tema, la Empatia, como hemos deslizado reiteradas veces, es un concepto nodal de internalizar para facilitar una transformación positiva de lo humano que somos, lo cual ha sido la idea central o eje de este texto. Esta conferencia se instala en el marco del seminario como una estación en un recorrido de re-visión, de volver a mirar, de observar desde otro lado, lo que se ha dicho y hecho, conceptual y prácticamente en el ECP.

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Así se despliega un modelo, tanto desde si mismo como en el tránsito a otra manera de enfocar, que se basa en lo que se ha mirado y delimitado en los inevitables recortes preceptúales que acontecen cuando se conceptualiza.Si esta acción no se hace el concepto se anquilosa, se repite como formula, no entra en la dialéctica del camino hacia la totalización, se dogmatiza (se hace dogma incuestionable), y de hecho desaparece se marchita y muere de pena, dando pena.En la conferencia que dicté el 11 de Junio de este año, y desde la idea dialéctica que asumo, abordé un concepto nodal del ECP, el de Tendencia Actualizante, que a mi entender se estaba haciendo fórmula repetida, no solo por el hecho de no repensarlo, sino sobre todo por la acción muchas veces vista de repetirlo como lo hacen los loros, por imitación y no por comprensión surgida del cuestionamiento que lo re-visa.Allí, ese día, y en el texto que emergió y fue distribuido a posteriori, hice centro en la noción de si mismo, en la cerebración creciente que nos constituye, y que hace a esta función psíquica, que algunos denominan Self, otros noción de Yo o de Si mismos, que resulta de la aparición evolutiva del neocortex, o cerebro superior, lo cual nos dota de la posibilidad de percibir al otro, auto percibirnos, significar, simbolizar los datos que los sentidos nos informan, co construir al unísono, sincrónicamente, en vínculo social, nuestro lenguaje, el pensamiento, y decodificar las emociones constituyéndolas en sentimientos.Esto me hizo decir, como síntesis que en los humanos no podemos hablar de tendencia actualizante sino de auto actualizante, y desde allí entra en cuestión lo que se actualiza, acerca de su naturaleza positiva etc etc. (ver texto de la misma)

Hoy, al tomar en cuenta la noción de Empatía, lo hago desde un similar contexto de abordaje epistemológico, y lo he elegido, para continuar este ciclo de conferencias, dado que por un lado es otro concepto eje del ECP, que implica otros, y que, a mi entender, necesita revisarse ampliando y abriendo su perspectiva hacia el paradigma que conlleva una lectura como la que vengo planteando en mis libros y artículos desde hace varios años.

En el título y subtítulos de esta exposición está la intención de la misma, recorrer sintéticamente el concepto desde sus orígenes filosóficos, discurrir distintos relatos que lo vienen definiendo conceptualmente, exponer otros que considero claves para ubicarnos en una nueva manera de comprenderlo, y ubicarlo en una intención de encuentro con el otro que facilite el despliegue de mutuos potenciales, desde una mirada filopsicologica.

Desde ya, pido, que al escuchar o luego leer esta presentación, recordemos que cuando se habla o escribe, y desde allí redefine o recrea conceptos, estos implican otra manera de constituir la realidad, que conlleva otros modos de estar en/con ella, y que no es solo

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denominarla de otra manera como algunos a veces dicen, con buena o mala intención, sino de modificarla y para ello hay que hacer el esfuerzo de reubicarse desde un otro lugar de percepción.

Recordemos que cuando Carl Rogers incorpora el concepto de empatía, la integra en un marco actitudinal, un trípode junto a la Aceptación Incondicional y la Congruencia/autenticidad, que encuadra su modelo de acción terapéutica, un modo de estar ante otro que pide ayuda y, que de darse, el autor considera necesario y suficiente para lograr facilitar cambios y transformaciones positivas de los consultantes.

Es entonces que hablar de ella nos llevará, seguramente, a por lo menos citar a las otras dos actitudes, además de integrar un conjunto de variables vinculares que se ponen en juego en cada encuentro interpersonal que pretenda establecerse empaticamente, tales como los de resonancia, consonancia y conciencia, entre otros.

El término Empatía fue creado para denotar la capacidad que tenemos de “sumergirnos” y coparticipar en la experiencia subjetiva, cognitivo emocional, de un otro que está ante nosotros.

Es la posibilidad de acercarse a un poder “ver” el mundo tal como lo “ve” otro, y cuando decimos “ver” o ve”, nos referimos a la percepción que se estructura ante y con el mundo.

En una relación de ayuda y/o de escucha que se pretenda terapéutica debemos, en principio, hablar de comprehensión empática, donde la h en la palabra comprensión agrega el factor emocional, y totaliza la posibilidad de adentrarnos en la subjetividad emocional cognitiva del que nos pide ayuda.Es importante notar que empatizar como entendimiento, comprensión y comprensión de la experiencia de otro, es una capacidad innata, que poseemos desde que nacemos, que compartimos con todas las especies vivas, y que sin ella, sin que la despleguemos o que no la desplieguen con nosotros cuando somos pequeños, moriríamos.Ahora si la pensamos desde nuestros roles es necesario elaborar modos de respuesta a la “experiencia empatizada”, modos que apuntalen el crecimiento del vinculo hacia un encuentro de conciencias, porque, como ya veremos, puede ser utilizada para hacer el bien o hacer el mal, para ayudar o para causar daño.Por otra parte será necesario adentrarnos en la idea de que hay niveles de empatía, que hay formas funcionales, uni direccionales, otras vinculares, y sería interesante preguntarnos que esta en juego en la relación cuando se pone en juego la empatía, y si es posible empatizar todo, parte, cuando, como etc.

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Cuando Carl Rogers toma este concepto, y lo lleva a la práctica terapéutica, y sobre todo en la etapa en que define los distintos tipos de reflejo, es notorio que pensaba que los terapeutas y los counselors debían empatizar con el mundo interior del consultante y desde allí emitir una respuesta verbal o gestual que ayudara al mismo a darse cuenta y resignificarse.Es obvio que fue un progreso notorio en relación a los sistemas interpretativos y conductuales vigentes, pero si bien nos sacó del rol de interpretador o consejero conductista, nos coloco en el de “empatizador”.

Si hacemos un poco de historia y desde ella asociamos como llegó a nuestro mentor este “constructo” teórico, nos va a facilitar acceder a él de una manera más integral.El término Empatía fue introducido por Edward B. Titchener (1867-1927), un brillante psicólogo Inglés, discípulo de Wilhem Wundt (1832-1920) que es considerado el primer Psicólogo Científico, dado que fundó en 1879, en Leipzig el primer laboratorio de psicología experimental.E.Titchener trabajó en la Universidad de Cornell, EEUU, y allí llevó las ideas de su maestro y de hecho se le reconoce como el introductor en ese país de la intención de hacer de la psicología una ciencia, algunos autores lo ubican como el fundador del estructuralismo en nuestras disciplinas, siendo muy importantes sus aportes en las teorías del aprendizaje.Este autor, fue influido por Teodoro Lipps (1851-1914) un filósofo que trabajó intensamente sobre la manera en que se estructura la conciencia, siendo uno de los primeros en formular que la psicología es la ciencia de la experiencia tal como se nos da en forma inmediata, y que su “vida interior” solo puede conocérsela de esa manera: en la inmediatez de la experiencia. Por otra parte es también uno de los primeros que habla de la apercepción, es decir del modo en que la conciencia reflexiona simbólicamente y da significado a lo que percibe constituyendo el “yo”.

Desde allí surge el concepto de “Einfühlung” el punto máximo o ultima fuente del poder conocer lo real, que traducido del alemán podría denominarse: autoobjetivación. T. Lipps nos dice que auto objetivar es “transfundir” el “yo” en lo dado, “ir hacia lo dado” (interesante idea que J.P. Sartre retoma muchos años después cuando nos habla de la conciencia como “conciencia de”), compenetrarse “en la cosa”, “vivir en ella”.Dicho de una manera más sencilla y actual, conocer concientemente es comprometerse en y con el objeto a conocer, y hacer una entrama en donde se integra el sujeto que conoce y el objeto conocido en una sola acción.

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Para Lipps, los actos de la conciencia no se pueden dividir, sino que son una unidad las cosas, los yoes y los otros yoes que interactúan, algo así como el “otro” del cual tanto se habla hoy.

Una traducción literal del término (fonéticamente se pronuncia Ainfülung), se logra dividiendo la palabra en “ein”: uno y “fhülung”: sentimiento, algo así como “uno sentimiento”, que notoriamente marca el espíritu de dicha palabra.

Es por ello que E. Titchener, toma esta idea y traduce a “Einfühlung” como Empathy: Empatía, que da cuenta de lo que denota tal término, tanto en inglés como en castellano.

En un plano de asociar tiempos, espacios y personajes, no es casual que el filosofo norteamericano William James es influido por Titchener, y a su vez Carl Rogers inspira mucho de sus pensamientos en James.No digo con esto que se de una relación causal sino que es muy probable que el término empatía estuviera muy incorporado en la filosofía pragmatista que influyó en nuestro maestro y al necesitar ponerle nombre a la experiencia que Rogers establecía con sus consultantes, en el sentido de pretender integrarse a las vivencias del otro para comprenderlo se eligiera denominarlo empatía.

Si volvemos a Lipps, este nos plantea que la mayor fuente de conocimiento, la más profunda, que el ser humano puede acceder es la “einfuhlung”, en tanto cada “objeto” que es incorporado al pensamiento o mundo interior, posee las cualidades que surgen de la “transfusión” del yo o si mismo en y con lo dado desde el contacto sensible. Lo que logramos conocer de esta manera, desde esta actitud de relación, hace que “vivamos” en ello, que nos sintamos compenetrados no solo cognitiva o racionalmente sino como realidad viviente.Por ejemplo, no es lo mismo pensar una línea recta, o curva, como abstracciones mentales, que al mirarlas sintamos que vamos rectos o que ascendemos o bajamos al ritmo de la curvatura que estamos integrando en nuestro conocer la experiencia de rectitud o curvatura.El autor nos lleva a reflexionar sobre la incorporación del lenguaje, y nos diceque aquello que nombramos con una palabra, la cosa nombrada, son dos fases de una experiencia unitaria: la palabra que nombra y la cosa se dan unidas en el contacto, no hay otra manera que ese fenómeno acontezca. Es por ello que si vamos a algo más complejo como es el pensar y la comunicación del pensamiento que si se esta comprometido con las otras personas con las cuales interactuamos, se pueden observar estados de conciencia integrados, combinados en su unidad como las cosas que nos decimos y lo que somos entre nosotros. De esta manera, el filósofo Lipps ayuda a la

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psicología a empezar a comprender la formación de la conciencia como un proceso integrativo fisiológico vincular. Esto implica reconocer la cualidad humana de posibilidad de acercarse al objeto, de dejarse impregnar por él a través de los sentidos y lograr que se sume como contenido de conciencia.Es indudable la influencia de Brentano en tanto la idea de intencionalidad, más aún cuando dice que la sensación es un acto pasivo y la imaginación es activa en su intención, por ello plantea la apercepción como un hecho humano que toma lo dado y lo significa.Cuando nos habla de lo que Titchener traduce por empatía, nos remite a esa interacción que posibilita un conocer profundo.Lo importante de esta síntesis sobre las idea de Lipps que aquí nos interesan es empezar a comprender las fuentes del conocer humano, y sus niveles, ubicando a la empatía como el que nos posibilita un saber Saber.Por otra parte, y si bien no utiliza el término, estas lecturas, o modos de mirar como se constituyen las funciones psíquicas, y la relación nos acercan al psicólogo y educador ruso Vigotsky, que ya mencionamos en nuestra anterior conferencia, cuando en las primeras décadas del siglo pasado investigó la constitución del lenguaje y el pensamiento, y esto lo vuelvo a agregar porque es un autor muy valioso para profundizar en y desde nuestras profesiones.

Si ahora volvemos a Titchener, estamos ante un colega convencido de la necesidad de hacer de la psicología una ciencia, y afirmando que el objeto de la misma es la conciencia y el espíritu, tomando a estos como producto de la experiencia que vive la persona en el encuentro con el mundo.

Este autor define a su objeto de estudio como “la experiencia que depende de un sujeto experienciante”, o lo que es lo mismo “el mundo incluido en el hombre”. Esta “experiencia” o este “mundo” poseen datos con los cuales podemos experimentar y hacer ciencia.

Cualquier semejanza con aspectos de las teorías de Rogers y Gendlin no es pura coincidencia.

Veamos más aún, estamos en fines del 1800 y principios del 1900, y dijimos que habla de “sujeto experienciante”, y que distingue entre conciencia y espíritu. Por el primero, sujeto experienciante, refiere al sistema nervioso total de la persona, interconectado entre y con el ambiente, por espíritu “la suma total de los procesos mentales que ocurren en la vida del individuo”, por conciencia “la suma total de los procesos mentales que ocurren ahora, en cualquier momento dado”.

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Todo remite a “una ciencia de la experiencia” y eso lo aleja de la metafísica, y del sentido común, por ello no busca aplicar sus conceptos, sino investigar, por ello no es un Psicólogo Clínico que se ocupa de llevar lo que se aprende de lo humano a las relaciones de ayuda.

Sin embargo muchas de sus observaciones son puestas en prácticas por otros, por ejemplo, consideraba a la introspección como el principal método de observación científica sobre lo humano.

Y si pensamos en que ella, como método, es una de las bases de casi todas la líneas terapéuticas, sobre todo si la vemos como él la veía, como una manera de profundizar, de ir más allá de la percepción cotidiana de lo que acontece, sin que implique interpretar sino observar observar y observar, chequear lo que se observa y seguir observando sin interpretar, cada vez más.

Sería muy largo y arduo seguir hablando de este autor, que investiga las funciones psíquicas, la conformación de emociones, sentimientos, las experiencias denominadas concientes, los niveles de conciencia posibles, etc., etc., incluso su postura, ciertamente dogmática en muchos aspectos, hoy podría recibir muchas críticas, pero pensemos que estamos ante alguien que investiga en principios del siglo 20, que marcó hitos fundamentales, y por ello, lo he traído a esta conferencia, por un lado para que nos enteremos quien introdujo en la psicología el término empatía, y de la importancia que le dio en el terreno del conocer, por otro por su rigurosidad metodológica que como ejemplo deberíamos tomar en cuenta.

Por otra parte es muy interesante que ambos autores, Lipps y Titchener, abren el camino de lo que hoy comprendemos como empatía, en lo conceptual y en tanto actitud e intención activa para acercarse al “mundo fenomenológico” de nuestros consultantes, compenetrarse en una mutualidad de conciencias y desde allí chequear las percepciones que se van dando en el proceso de ayuda, y desde allí facilitar el encuentro en un estar presente de persona a persona.

Dijimos al principio que la empatía es común a todas las especies vivas, sin esa condición no podrían sobrevivir ni vivir, y si bien aquí estamos analizando como los humanos la actuamos, y en lo particular de nuestro rol de “ayudadores”, no olvidemos que somos parte y todo de un todo que la única manera de estar aquí, en el mundo, es entrar en contacto, y para hacerlo se tiene que estar en consonancia.

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Para vivir hay que consonar (sonar en conjunto) con el ambiente, estar allí para compartir, sino el organismo se aísla y se muere, pierde la homeodinamia necesaria para seguir “latiendo”.enlazados con el sistema ecológico, y para ello hay que “captar” lo otro.En este sentido el vegetal más primario en su evolución, la célula, la neurona, el organismo unicelular, desde la ameba hasta nosotros, debe “vibrar” su energía vital en el mismo sentido que su contexto, es desde allí que la pulsión vital, la tendencia actualizante de los seres vivos, y la autoactualizante de nosotros se conecta, consuena y transita su ciclo en este mundo.

Por ello el consonar “sujeto objeto”, “sujeto sujeto”, “sujeto otro”, son el modo más vital del conocer entramado en el conjunto, en donde la división que hacemos es producto del lenguaje que recorta para comunicar, y no de la experiencia que es totalizante, modo fundante de pensar las relaciones de ayuda tal como pretendemos que son y/o deben ser.

En esta idea la empatía es la forma que los organismo vivos accionan su epistemología, entendiendo por esta en el sentido de Gregory Bateson, es decir el modo en que se conoce, se piensa y se actúa.

Sepamos que si se logra entrar en empatía, tal como la estamos planteando, la salud mental es más posible, hablo de aquella que se usa para estar bien, porque veremos que también puede ser utilizada para manipular, y también sepamos que cuando se esta dificultado en el entramarse con el otro es más probable que aparezcan malestares vitales y también patologías mentales.

Pero, vamos por parte, y exploremos lo que ha sido este concepto para Carl Rogers, viendo como definió el concepto:

“El estado de empatía, o el hecho de ser empático, consiste en percibir el cuadro de referencia interno de otra persona con exactitud, y los componentes emocionales y las significaciones que le son anexas, como si uno fuera la otra persona, pero sin perder jamás la condición del “como si”. Si la cualidad de “como si”se pierde, se tratará entonces de identificación”.

Desde esta definición el psicólogo francés Max Pages, de orientación “rogeriana”, insiste en la idea de de delimitar bien identificarse con empatizar, dado que es un riesgo importante el que se corre, por ello prefiere hablar de “comprehensión empática”.

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Definirlo desde la comprehensión le agrega un aditamento fundamental para el hecho “terapéutico” o de ayuda para el desarrollo personal, incluye la idea de no solo entramarse en el mundo vivencial cognitivo del otro (marco de referencia interno), sino pretender entenderlo para desde allí intervenir en la ayuda. De esa manera es menos probable que uno se identifique porque la intención no es ser el otro (lo cual es imposible), sino, como dijimos entramarnos, fluir en la urdimbre que se da en la relación de ayuda, para luego buscar la manera profesional de expresar lo que se percibe para que el consultante tome contacto y abra sus canales perceptivos. Cuando mencionamos “expresar lo que se percibe” nos referimos a distintos modos de mostrar al consultante lo que “pasa allí”, sean estos de características verbales, tales como los reflejos en sus distintas dimensiones, señalamientos, confrontaciones, chequeos de percepciones etc.

Si antes referimos a que es peligrosa la identificación, debemos aclarar que de darse puede complicar tanto al profesional de la ayuda como a su consultante, en tanto implica con-fundirse y atribuirse aspectos del otro, sin delimitar lo que es propio, por ello la insistencia en el “como si” uno fuera el otro.

El observar observar que decía Titchener, que se emparenta con la idea de epoge (reducción fenomenológica) de Husserl, y con la “transfusión del yo con el objeto”de Lipps, nos permitirá caminar en el sentido que deseamos para esta exposición.

La recordada insistencia de Rogers y de Pages acerca de incorporar el concepto de empatía, y de comprehensión empática en el “accionar” profesional, remitió por un lado a la idea del Centramiento en el Cliente de la segunda etapa, y el Centramiento en la Persona del tercer momento de la evolución de las ideas del maestro, y por otro al deslizamiento que observaban en el entender que los profesionales del ECP solo reflejaban, sin darse cuenta que estas “herramientas” emergían desde el marco actitudinal previo y no eran técnicas.

Refresquemos la memoria y también recordemos que se ironizaba sobre “el reflejo” como una simple repetición de lo dicho o sentido por el consultante, sin tomar en cuenta la intermediación actitudinal.

De todas maneras, si solo nos quedamos con que el profesional dispone de sus actitudes, escucha desde ellas, procura que el consultante reciba la retrasmisión de lo percibido por el colega, y revise su marco de referencia interno, estamos ante lo que denominamos un proceso “empático funcional”.

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Lo funcional es porque se coloca “en función de”, y si bien es un salto epistemológico en relación con otras líneas, no produce una ruptura en la directividad, porque el proceso sigue dependiendo de la adecuada o inadecuada percepción del profesional y no del encuentro no directivo de persona a persona que es adonde apuntamos desde una mirada holística, transsubjetiva, que curiosamente siendo el trasfondo filosófico de la orientación del ECP.

Prosigamos, y en ello, leemos al Profesor de Psicología Manuel Artíles, en el libro “La actitud Psicoterapéutica”, en su página 36 brinda su propia definición:“Personalmente definiríamos la comprehensión empática en su ciclo completo de ir y venir como una apercepción sintética inmediata de la significación estructural de lo vivido por el otro. Es decir: “caemos en la cuenta”, sin análisis reflexivos ni mediaciones lógicas, de esa totalidad de si mismo que el otro intenta expresarnos en ese momento”.

Excelente definición de un primer momento de la empatía del profesional puesta a disposición de ayudar a un consultante, dado que luego, y en la página siguiente nos habla de la “devolución” que hace el “terapeuta” de la comprehensión empatizante a través del reflejo, ayudando al que denomina paciente a “modificar su estructura emocional interna y su conducta desde una nueva imagen de si”.

Este texto, de 1975, estaba todavía inmerso en una mirada psicoterapéutica más clásica, de allí esa manera de expresarse, en donde esta claro que el poder de la ayuda estaba colocado en la habilidad profesional de empatizar.

Recuerdo, en esas épocas de mi formación como “terapeuta rogeriano”, haber discutido esa paradoja de lo Centrado en el Cliente, que mirado desde hoy nos haría decir que estaba en un primer nivel de lo que implica empatizar, y que comparando con el uso que hacia el psicoanalista Heinz Kohut de la empatía como preliminar para luego interpretar, la diferencia estaba en el reflejar, como reducción fenomenológica (epogé), y en el permanecer en la relación empática en lugar de utilizarla como instrumento técnico.Para recordar la mirada de Kohut, con la cual nos comparábamos entonces, el definía el concepto así:“La empatía es una cualidad espontánea, preconsciente y temporaria, que experimenta el terapeuta y le permite llegar a comprender lo que puede estar experimentando su paciente a nivel consciente, preconsciente o inconsciente”.Como se observa una manera bastante distinta a la concepción de Carl Rogers, y con respecto a este último, hay algo muy bueno en esta primera etapa, y es que para aquellos que comienzan a acercarse al ECP, es una manera de entrar en forma cuidada

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en esa práctica, evitando caer en confusiones relacionales, algo así como ir tomando tiempo en el aprendizaje, es por ello que en la formación que nuestra institución brinda comenzamos desde allí.

El mismo Artíles, en el texto que estamos comentando, luego que se adentró profundamente en el análisis de este concepto, y nos advirtió de los riesgos e incomprensión del mismo, y habiendo pasado por varios autores concluye:

“En ultima instancia eso es la Empatía: la posibilidad de la comunicación ínter subjetiva de lo vivido”.

Es muy importante esto porque nos habla de que este fenómeno solo es posible en la intersubjetividad, es decir en el vinculo persona a persona, de otra manera solo hablaríamos de otro instrumento para escuchar mejor a los que nos consultan, que es lo que hacen los buenos psicoanalistas, tomándolo como dice Greenson como un “prerrequisito esencial”, cuando para nosotros es un requisito esencial, no un prerrequisito.

Aquí ya estaríamos en el Centrado en la Persona, acercándonos hacia Persona a Persona, para luego llegar a la mirada holística/transsubjetiva.Para proseguir, recomiendo, aún desde una postura crítica, leer el capitulo 2 de ese libro porque nos abre el camino, sobre todo en la parte que introduce lo filosófico existencial en las voces de Sartre, Buber, Husserl, Merleau Ponty y Luypen.

Para proseguir la exposición recorremos otros relatos sobre el tema, veamos el aporte de Arthur Ciaramicoli y Catherine Ketcham en su texto “El Poder de la Empatía”.

Ellos definen la empatía como:“La capacidad de entender y responder a la experiencias únicas del prójimo, y la paradoja de la empatía es que esta habilidad innata puede usarse tanto para ayudar como para causar daño”.

Estos autores estudian el tema como una habilidad o capacidad que se posee desde que nacemos y que gracias a ella sobrevivimos, entender mejor al otro, comprender como se comporta, y de ser posible como piensa y siente es una excelente habilidad que es bueno poseer, claro que depende para que la usemos, de hecho Heinz Kohut hizo excelentes investigaciones acerca de cómo la usaban los nazis para captar adeptos y manipular masas. También es sabido que un buen publicista es aquel que logra captar el deseo, el gusto, las ganas de aquellos a los que va dirigida su campaña, y una adecuada empatía lo ayudará para que funcionalmente la utilice en ese sentido.

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En este sentido empatizar es una vía regia para entrelazarse con el otro, y hacer saber a este otro que lo comprendemos, y los autores del texto que estoy comentando, advierten por un lado sobre el uso funcional, y por otro, desgranan a lo largo de sus páginas modos positivos de utilizarla, para lograr con ello relaciones interpersonales más favorables.

Dije en los primeros momentos de esta conferencia que todo lo vivo posee la capacidad de empatizar, como dotación genética, y desde el ECP podríamos decir que es parte esencial de la Tendencia Actualizante de todo ser vivo.Un organismo cuando nace necesita “comprender y ser comprendido” por el mundo que lo rodea, establecerse en un “nicho ecológico” solidario con sus necesidades, y tener conductas activas de acercamiento en el mismo nivel.Desde los organismos unicelulares hasta los mamíferos que somos, la empatía es el eje activo y manifiesto de la pulsión vital. Aquí vale recordar, y muchas veces lo hago en mis escritos, al biólogo ruso Piotr Kropotkin en su texto la Ayuda Mutua acerca de la evolución de las especies, y estoy seguro que coincidiría en que la empatía entre congéneres, y con el entorno es fundamental para un adecuado contacto hacia la mutua complementación en el desarrollo vital.Esto que es biológico, “instintual”, “pulsional”, dado en el código genético, por lo tanto “automático” en su expresión en las especies vivas en general, en los humanos, desde lo auto actualizante aparece el problema que he planteado en mi anterior conferencia, acerca de cómo desde la aparición de la noción de si mismo o el “yo” , como aspecto que despliega el “animal humano”que regula y dirige la actualización, esta puede ser encaminada hacia uno u otro lado, para estar bien conectado con el otro o para conducirlo/dirigirlo hacia donde queramos, y en este ultimo caso la empatía será de utilidad funcional.En relación a todo esto recomiendo leer atentamente el capitulo 3 del libro en el cual me estoy basando, allí verán muchos ejemplos de lo que sus autores denominan “instinto empático”, en el moho de cieno, en orugas, en hormigas, elefantes, rinocerontes y chimpancés, hasta llegar a nosotros. E así que los humanos, la empatía también tiene su base biológica en el cerebro, específicamente en la interconexión entre la amígdala y el neocortex, entre el cerebro medio y el superior, de allí la consideración que planteo.La primera (amígdala) es que la que registra el riesgo o no de cada uno de nuestros contactos, y de detectar un peligro dispara secreción de hormonas que nos permiten defendernos, siendo parte común con casi todos los animales, y es a través de la cual se conforman comportamientos automáticos de protección.

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Sabemos que con la aparición el cerebro medio y luego del superior, esto “impacta” en la tendencia autoactualizante ( ver teoría de los tres cerebros de Mac Lean) y las señales que nos envían los sentidos son significadas y elaboradas, es por ello la capacidad empática natural se mediatiza por el “yo”, enriqueciéndose, pero también abriendo el juego a la elección de la dirección que se decida, dejando de ser “automática” en su expresión vincular con el otro y el mundo circundante.

Para decirlo de otra manera el denominado “instinto empático” es simple y no necesita más que un adecuado contexto para expresarse, en cambio en nosotros el filtro de la percepción que la noción de si mismo va estableciendo, incluye la percepción, el lenguaje y los valores.

Es aquí donde el aporte de Carl Rogers (obviamente no el único) ha sido inconmensurable, básicamente en el estudio de cuales son los vínculos que fomentan una empatía relacional positiva, y cuales no.Es también aquí donde entran en juego las otras actitudes como la aceptación incondicional y la autenticidad/genuinidad, como elementos indispensables en el marco actitudinal que plantea el ECP.

No olvidemos que cuando predomina la condicionalidad por sobre la incondicionalidad, la alienación como alejamiento de si mismo es lo que se hace figura por sobre el fondo de nuestra persona, y es allí el gran descubrimiento de Rogers de cómo actuar profesionalmente para facilitar la congruencia como camino hacia la integración.

Volviendo al texto en el cual en esta parte me estoy inspirando, en su página 73, sus autores nos brindan una guía para favorecer la expresión de una Empatía que ayude a relacionarnos mejor, si bien se parece mucho a lo planteado pro el ECP, tiene sus peculiaridades que parecen bueno señalar:

Ellos nos hablan de siete pasos:

1- Haz preguntas con final abierto2- Avanza suavemente3- Evita abrir juicio4- Presta atención a tu cuerpo5- Aprende del pasado6- Deja abierta la historia7- Establece límites

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Estos siete “consejos” están integrados en la intención de establecer vínculos positivos, los tres primeros son muy fáciles de entender para nosotros en tanto implican una actitud fenomenológica, el cuarto nos marca la necesidad de estar en contacto con nuestra propias vivencias, el quinto demarca recordar nuestra propia historia y la del otro para comprender mejor la interacción, evitar las proyecciones y/o interferencias preceptúales, el sexto implica dejar fluir sin pretender llegar a ningún lado prefijado (no directividad), y el último hace base en que no todo lo de nuestro mundo interior debe ser revelado lo que implica un cuidado y respeto mutuo en la relación, aquí estaría en juego la diferencia entre autenticidad y “autenticidio”, o sinceridad y “sincericidio”.

La idea es alcanzar lo que se denomina “Escucha Empática”, que según sus autores implica:

1- Honestidad2- Humildad3- Aceptación4- Tolerancia5- Gratitud6- Fe 7- Esperanza8- Perdón

En estos ocho ítems manifiestan su esquema de valores acerca del como ayudar a ser positivamente empáticos con los demás.Por otra parte es muy interesante detenerse en el capítulo siete, que titulan “El lado oscuro de la Empatía”, en donde analizan el uso destructivo que puede hacerse, y sabemos se hace, de esta habilidad.En ese texto nos brindan una serie de consejos para estar alertas ante el uso “manipulatorio” de la empatía, y si bien tiene un aspecto de autoayuda que podría menoscabarlo en su profundidad científica, es recomendable para poder ver el tema desde otros ángulos, es por ello que lo he citado brevemente.

Otro aporte que no podemos olvidar ha sido el de el Dr. Marcelo Lerner, uno de los introductores del modelo “rogersiano”, tal como el lo nominaba, siendo el autor del primer libro sobre el ECP escrito y editado en Argentina.Ese texto “Introducción a la Psicoterapia de Carl Rogers”, de edit. Nueva Visión, 1974, en su página 46 define la Empatía:

“Se refiere a la capacidad de ubicarse en la situación del otro, en su mundo subjetivo y percibir (hasta donde es posible) la realidad como la ve el otro. Literalmente y en

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términos corrientes es “meterse en su pellejo”, sin perder la propia existencia emocional definida”. Para evitar citarlo en toda su extensión parafraseo algunas ideas que luego desarrolla, entre ellas:

- Comprender al paciente desde dentro. - Tratar de sentir lo que este siente.- Duplicar en si mismo la experiencia del otro- Asumir el marco de referencia interno del paciente.

Para el Dr. Lerner la empatía es la base del centramiento en el otro, y su “utilidad terapéutica”, su valor, es que ayuda al que consulta a sentirse comprendido, y por ello movilizar su tendencia actualizante.Si bien, dada la etapa en que este autor escribe el texto (1974), y del título que alude a la psicoterapia, siendo él un médico psiquiatra, y que hace énfasis en el “reflejo” como modo de abordaje, es curioso como nos empieza a brindar algunas “pistas”, para nuestro emprendimiento, sobre todo cuando nos dice en la página 47:

- “Se trata pues de percibir con el paciente y no al paciente” - “Con referencia al término simpatía, mientras esta se refiere solo a la resonancia emocional en uno de la “experiencia” del otro, la empatía abarca además la captación de los aspectos cognoscitivos de dicha “experiencia”.

Ya, en ese entonces, la resonancia se la identifica con la simpatía, y no con la empatía, que es mucho más que resonar lo emocional, es también integrar la significación cognitiva/simbólica de la experiencia.

Hoy, a treinta y cuatro años de ese texto, podemos empezar a decir algo más, esto que menciona el título de esta conferencia, que si consideramos la noción de encuentro como la clave de la ayuda, debemos incorporar el término de “consonar”, como concepto que facilita profundizar y saltar de paradigma.

Hasta el momento hemos realizado recorrido coloquial sobre el tema, coloquial en tanto discurso hablado basado en un texto guía que luego estará a disposición de ustedes, ahora, después de un pequeño descanso, entramos en el segundo momento de nuestro encuentro, y luego de habernos introducido en el concepto de empatía, tal como fue creado en el siglo 19 por un filósofo alemán ( T. Lipps) llevado a la psicología norteamericana en principios del 20 (por Titchener), tomado como una de las nociones claves de Carl Rogers, y ampliado por Ciaramicoli, Ketcham y Marcelo

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Lerner, propongo adentrarnos en él desde la mirada holística transubjetiva que conlleva esta conferencia como objetivo.

Para ello retomemos desde una síntesis de lo hablado, recortando algunos de los conceptos vertidos, y pensemos juntos un hilado de los mismos:

-El término Empatía fue creado para denotar la capacidad que tenemos de “sumergirnos” y coparticipar en la experiencia subjetiva, cognitivo emocional, de un otro que está ante nosotros.

-Es la posibilidad de acercarse a un poder “ver” el mundo tal como lo “ve” otro, y cuando decimos “ver” o ve”, nos referimos a la percepción que se estructura ante y con el mundo.

- El término Empatía fue introducido por Edward B. Titchener (1867-1927), (como traducción de un concepto de T. Lipps) un brillante psicólogo Inglés, discípulo de Wilhem Wundt (1832-1920) que es considerado el primer Psicólogo Científico, dado que fundó en 1879, en Leipzig el primer laboratorio de psicología experimental.

- De T. Lipps surge el concepto de “Einfühlung” el punto máximo o ultima fuente del poder conocer lo real, que traducido del alemán podría denominarse: autoobjetivación. T. Lipps nos dice que auto objetivar es “transfundir” el “yo” en lo dado, “ir hacia lo dado” (interesante idea que J.P. Sartre retoma muchos años después cuando nos habla de la conciencia como “conciencia de”), compenetrarse “en la cosa”, “vivir en ella”.

-Dicho de una manera más sencilla y actual, conocer concientemente es comprometerse en y con el objeto a conocer, y hacer una entrama en donde se integra el sujeto que conoce y el objeto conocido en una sola acción.

- Una traducción literal del término (fonéticamente se pronuncia Ainfülung), se logra dividiendo la palabra en “ein”: uno y “fhülung”: sentimiento, algo así como “uno sentimiento”, que notoriamente marca el espíritu de dicha palabra.

-Si volvemos a Lipps, este nos plantea que la mayor fuente de conocimiento, la más profunda, que el ser humano puede acceder es la “einfuhlung”, en tanto cada “objeto” que es incorporado al pensamiento o mundo interior, posee las cualidades que surgen de la “transfusión” del yo o si mismo en y con lo dado desde el contacto sensible.

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-Esto implica reconocer la cualidad humana de posibilidad de acercarse al objeto, de dejarse impregnar por él a través de los sentidos y lograr que se sume como contenido de conciencia.

-Para vivir hay que consonar (sonar en conjunto) con el ambiente, estar allí para compartir, sino el organismo se aísla y se muere, pierde la homeodinamia necesaria para seguir “latiendo”enlazados con el sistema ecológico, y para ello hay que “captar” lo otro.

-Por ello empatizar consonando, es el modo más vital del conocer entramado en el conjunto, por ello es tan importante en los vínculos humanos en general y tan crucial en las relaciones de ayuda.

-“El estado de empatía, o el hecho de ser empático, consiste en percibir el cuadro de referencia interno de otra persona con exactitud, y los componentes emocionales y las significaciones que le son anexas, como si uno fuera la otra persona, pero sin perder jamás la condición del “como si”. Si la cualidad de “como si”se pierde, se tratará entonces de identificación”.

-“Personalmente definiríamos la comprehensión empática en su ciclo completo de ir y venir como una apercepción sintética inmediata de la significación estructural de lo vivido por el otro. Es decir: “caemos en la cuenta”, sin análisis reflexivos ni mediaciones lógicas, de esa totalidad de si mismo que el otro intenta expresarnos en ese momento”.

-“La empatía es una cualidad espontánea, preconsciente y temporaria, que experimenta el terapeuta y le permite llegar a comprender lo que puede estar experimentando su paciente a nivel consciente, preconsciente o inconsciente”.

“En ultima instancia eso es la Empatía: la posibilidad de la comunicación inter subjetiva de lo vivido”.

“La capacidad de entender y responder a la experiencias únicas del prójimo, y la paradoja de la empatía es que esta habilidad innata puede usarse tanto para ayudar como para causar daño”.

-Un organismo cuando nace necesita “comprender y ser comprendido” por el mundo que lo rodea, establecerse en un “nicho ecológico” solidario con sus necesidades, y tener conductas activas de acercamiento en el mismo nivel, desde los organismos

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unicelulares hasta los mamíferos que somos, la empatía es el eje activo y manifiesto de la pulsión vital.

“Se refiere a la capacidad de ubicarse en la situación del otro, en su mundo subjetivo y percibir (hasta donde es posible) la realidad como la ve el otro. literalmente y en términos corrientes es “meterse en su pellejo”, sin perder la propia existencia emocional definida”. - “Se trata pues de percibir con el paciente y no al paciente” - “Con referencia al término simpatía, mientras esta se refiere solo a la resonancia emocional en uno de la “experiencia” del otro, la empatía abarca además la captación de los aspectos cognoscitivos de dicha “experiencia”.

Todas estas frases no han ido acercando al tema, con una u otra manera de enfocarlo, poniendo más o menos énfasis en algún aspecto del mismo, y en todos los casos la idea que subyace más menos explicita es la de la comprensión empática como marco relacional que facilita el desarrollo de una más adecuada auto percepción del consultante, siendo parte de una mirada funcional de la empatía.Es claro que estamos, por un lado, ante autores que fundamentalmente explican este concepto en el marco de las relaciones de ayuda (psicoterapia y counseling), y por otro ante un Lipps, y un Titchener, que lo plantearon como un modo de conocimiento y/o de acercamiento ideal al y con el objeto a conocer por el sujeto cognoscente.

Nuestra posición rescata, retoma e integra a estos últimos, así como el planteo de David Brazier en el capitulo que escribe en el libro que compila “Más allá de Carl Rogers”, texto, que propone un giro en 180 grados acerca de la idea de de las actitudes en la relación de ayuda. Para este autor nuestros consultantes son ayudados en tanto aprenden y modelan con nosotros un modo de relacionarse, que no solo les permite resolver sus problemas de consulta, sino que fundamentalmente, adquieren la capacidad de estar en vínculo tal como lo planteamos con las actitudes entramadas en sus nociones de si mismos, lo que posibilita desarrollos humanos más plenos.

La conocida frase “lo que cura es la relación”, es en este caso el inicio de lo que estamos queriendo promover, poniendo énfasis en el “como”, y para decirlo mejor. “lo que cura es el como de la relación de ayuda.”

En esto nos acercamos a la clásica idea Freudiana, aunque desde distinto punto de vista, de que el análisis debe ser generado desde un “setting” que favorezca la aparición de la “neurosis de transferencia”.

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El genio de Sigmund Freud vislumbró que dadas las condiciones que colocaba la relación analista analizado, este último tendía a reproducir en el contexto de la sesión, vínculos históricos no resueltos que proyectaba en la “figura” del analista, fenómeno que denominó transferencia, y que este último, debía favorecerla, teniendo en cuenta que sus propias proyecciones que denominó contratransferenciales, no perturbaran la escucha analítica, evitando el fluir comunicacional y la mencionada situación “in vitro”, que como antes dijimos denominó “neurosis transferencial”. La resolución, y/o disolución de esta última era considerado el eje del psicoanálisis en acción concreta. Por ello las intervenciones del profesional (interpretaciones y señalamientos), se dirigían hacia ese hecho generado en la relación, algo así como “resolver en vivo” la problemática del paciente.

Nuestra propuesta, si bien de distinta índole epistemológica, y desde otro paradigma de la ayuda, que no toma en cuenta el concepto de transferencia, tiene en común la idea de que tal como se genere la relación, el consultante aprende y aprehende a desplegarse como persona.En esto el marco actitudinal en general, y la empatía en particular son conceptos que deben revisarse para re orientarse en la línea que procuro exponer.Es por ello el título de esta conferencia nos invita a transitar desde el uso de la empatía de un modo funcional unidireccional, hacia una relación tripartita, que incluye el tercero que esta en juego, el vínculo, y de hecho pasar del resonar que es unidireccional al consonar que es relacional, y adentrase en las nociones de simultaneidad/confluencia de conciencias: encuentro.Aquellos que siguen el desarrollo de mis aportes, y el despliegue de mis puntos de vista, podrán recordar en los libros “Estar Presente”, en los capítulos que responden a escritos de 1988 a 1992, y en “El Enfoque Holístico Centrado en la Persona”, y en los artículos “ La mismidad del ECP” de 2005, “El Cuarto Rogers” de 2006, como he enfocado estos temas, y desde ellos prosigo para hoy dar otra vuelta de tuerca desde una posición “holística transsubjetiva”, que es tal como entiendo la ayuda en la actualidad.

Posición que necesito aclarar, antes de continuar sobre el tema:

Lo de holístico cabe recordar que implica una lectura totalizadora e integradora de la comprensión de la persona como entidad cuaternaria bio-socio-psico-espiritual trascendente.

Lo transsubjetivo, implica, tomando en cuenta la idea de niveles lógicos de aproximación, un salto de nivel, que recurre al atravesamiento de múltiples

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subjetividades que co constituyen la persona que somos en relación con el mundo de semejantes.Desde aquí, lo que somos, lo que vamos siendo, lo que sentimos, imaginamos, proyectamos, recordamos, pensamos y hacemos, es siempre relacional y contextual.Desde aquí emerge la idea de persona como entrama, ntegrando la concepción de individuo, por ello lo que denominamos “yo” es una ilusión de sentido, porque siempre, siempre, lo que somos, somos “nosotros, vosotros, ellos”.Esta idea ha sido desarrollada más extensivamente en mi libro “Desplegarse” de Edit. Lectour, en 2004, en sus capítulos 1 “Del Desarrollo Humano hacia lo personal”, y el 2, “Quienes somos, no siendo, quienes creemos ser”.

Allí, en ese texto, remarco la idea de la necesidad de auto construir una noción de si mismo para salvaguardarnos de la angustia de “perdernos en el todo”, y que necesitamos recortes puntuales de sentido para afirmarnos pero siempre estamos fluyendo en permanente presente experiencial.

Para no explayarnos aquí, en esta conferencia, remito a los interesados a leerlo y si lo refiero en esta instancia es para que nos ayude a comprender la empatía en el sentido de “una entrama nosotros”, y no en una resonancia direccional de la experiencia del otro.

La idea de “entrama nosotros” va más allá de la relación “yo tu” de Buber en tanto que cuando se logra desaparecen el yo y el tu, y eso es consonar.Es desde aquí que me interesa volver a leer el aporte de M. Lerner:

- “Se trata pues de percibir con el paciente y no al paciente” - “Con referencia al término simpatía, mientras esta se refiere solo a la resonancia emocional en uno de la “experiencia” del otro, la empatía abarca además la captación de los aspectos cognoscitivos de dicha “experiencia”.

En este sentido:“Percibir al” es resonar.“Percibir con” es consonar.

Antes de seguir veamos las definiciones del diccionario, que como siempre aportan al pensar:

Resonar: que impacta, repercute y amplifica el contacto de uno por sobre el otro, hecho que establece una de las partes por sobre lo que la otra parte comunica, expresa, vibra etc.

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Consonar: establecer una consonancia, una relación de igualdad o conformidad entre objetos, sonidos, cosas que se relacionan, y que como consecuencia alcanzan una armonía en el conjunto.

Es así que si entendemos a la empatía desde el lugar de la resonancia, nos estamos quedando en el viejo paradigma de la ayuda, el terapeuta o el counselor que amplifican lo dado por el paciente o consultante (y según Lerner estaríamos hablando de simpatía).

Sin embargo considero que podemos retomar esta idea del resonar lo emocional como un primer acercamiento hacia el encuentro consonante, como un “paso hacia”.

Pensemos que en lo que implica una relación de ayuda terapéutica, o en aquella que se sitúa en una análisis existencial, o aún más en el espacio de facilitación de desarrollos personales, la empatía emerge en el cuadro relacional como aspecto fundante del marco actitudinal necesario para generar un “clima personalizante”.

Recordemos que cuando hablamos de actitud nos estamos refiriendo a un estado intencional predisponente que existe en un organismo, desde el cual tiende a promover un determinado comportamiento.En nuestro caso la empatía que denominamos “vincular”, o si quieren “relacional”, o si la definen desde la observación podríamos denominarla “dual”, que supone la consonancia como objetivo, implica una estado predisponente a observar y señalar lo que acontece en el vinculo, y que todo lo que allí se señala, se dice, se indica, se chequea, es tomado como producto de un modo de estar juntos en ese “aquí y ahora” que va dándose entre consultante y consultado.

Entonces, el enfoque sobre la empatía que sostengo, parte de la visión de T. Lipps y que denomina autoobjetivación, en donde auto objetivar es “transfundir” el “yo” en lo dado, “ir hacia lo dado”, en términos de J.P. Sartre acercarse como “conciencia de”, compenetrarse “en la cosa”, “vivir en ella”, e implica un conocer concientemente, comprometiéndose en y con el objeto a conocer, en nuestro caso hablamos de la tríada consultante-consultor-relación de ayuda. La empatía que pretendemos desde este punto de vista, es la que tiende, camina, va hacia, una entrama en donde se integra el sujeto que conoce y el objeto conocido y el vinculo que mediatiza en una sola acción, y que de lograrlo supone que se totaliza y desde allí se interviene.

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Es por ello que planteamos la idea del consonar con nuestro consultante, y como proceso puede observarse de la siguiente manera:

- entramos escuchando al otro como otro.- desde el clima actitudinal ECP, generamos con él la posibilidad de liberar de

amenazas esa relación, por lo tanto el vínculo que establecemos fluye libre para ambos miembros de esa entrevista.

- las percepciones se abren, la conciencia apercibe y significa lo que nos esta pasando con lo que pasa.

- resonamos emocionalmente e intervenimos desde esa resonancia, por ahora la dirección la estamos demarcando nosotros, por ahora somos consultante y consultado, por ahora la empatía es funcional, esta en función del otro que escuchamos.

- Desde este lugar las sesiones transitan espacios de acercamientos y alejamientos, de reflejos, de señalamientos, de chequeos de percepciones, todo en el marco de la no directividad.

- si sostenemos la idea de llegar a alguna posibilidad de consonar, de sonar juntos, de estar tocando la misma música, en el mismo tono, en la misma frecuencia, o en distintas pero que demarquen armonía, el encuentro se produce, y esa es la instancia cumbre, el momento clave de la posible transformación de ambos.

- el encuentro desde instantes de empatía vincular, del confluir como una persona, aunque sean dos o varios cuerpos los que están allí, de esto se trata de comprender que ese el camino que proponemos en la ayuda, aunque en muchas ocasiones no lo logremos, queda la semilla de esa posibilidad, la semilla de lo que denomino despliegue, el camino hacia una totalización aunque sea en un instante, en una milésima de segundo, una entrama que se arma y que hace cambiar de foco.

Esta claro, para mí, que esta manera de pensar la empatía, implica otra manera de “actuar” en las intervenciones producimos, en donde la tan mentada resonancia es un paso hacia la consonancia, a un cambio profundo en la relación.

Esta mirada implica “una vuelta de tuerca”, una amplificación, en donde la comprensión empática transita de lo funcional a lo vincular, y de la resonancia a la consonancia.

El consonar como concepto se ubica en el mismo nivel lógico de la no directividad, siendo ambos el trasfondo filosófico de mi/nuestra posición, en tanto ambos nos instalan en una concepción transsubjetiva, de entrama de mutuas conciencias, es por ello que también lo he denominado “confluencia de conciencias”.

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Si se pudiera considerar que todos somos uno, que todos somos nosotros la idea de los otros se diluye, y si no hay otro, un vosotros, o un ellos, los vínculos son más sanos.

Soy conciente de esta utopía, tanto en las relaciones de ayuda, como en las relaciones interpersonales, pero cuando me siento o me pongo a escuchar la creo posible y algunas veces sucede ese “milagro” del encuentro.

Es por ello que propongo que no nos quedemos en el resonar, esa es una estación en el camino, momento válido si es leído y aplicado como parte de una lectura mayor, y si eso hacemos, lo mayor incluye a lo menor, lo influye, por lo menos lo influye y genera modos de relación más facilitantes.

Más aún, aunque no lo veamos el todo siempre esta, lo que podemos es correr alguna “nube” para que nos ilumine mejor y nos sintamos en él, de eso se trata el caminar hacia la confluencia y la consonancia, de creer en ella y crear esa creencia en nuestros vínculos.La empatia tal como la entiendo en las relaciones de ayuda se trata de dar cuenta de lo que pasa aquí entre nosotros, no de lo que le pasa al otro y yo resueno con ello, sino de lo que entre nosotros se da en y desde el discurso que emerge de lo que ambos contamos cuando nos encontramos.

Espero haber podido dar cuenta, en este recorrido de una intención, que a mi entender tiene que estar presente como sentido, como idea de generar una relación que obviamente facilite el resolver aquello que lo hace sufrir a nuestro consultante, pero que sobre todo, como superestructura por sobre la estructura de esta relación de ayuda, sobrevuele un filosofía de lo humano que postula el encuentro nosotros.

Espero haber podido dar cuenta que cuando esta idea subyace lo vínculos se impregnan de ella y es por ello que la comparo como la de no directividad, ambas generan maneras transformativas humanísticas, que se hacen concretas en un modo de intervenir como profesionales que nos distingue y demarca.

Hasta aquí llegué hoy con este recorrido que denominé “Estudio sobre la Empatía- De la resonancia a la consonancia- y porque no Hacia la confluencia de Conciencias”

Lo que he planteado es el trasladar una vivencia al terreno de la reflexión, y de allí a la creación de un concepto que de cuenta de lo que deseo trasmitir, y en este final, en este cierre me ha dado ganas de transcribir, a modo de tercer tiempo, a modo de reflexión, a

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modo de virar hacia un filosofía de la ayuda que he denominado EHCP, algunos párrafos de mi libro que con ese nombre publiqué en 2005, lo brindo como cierre:“Quizás sorprenda lo que digo, pero cada vez más estoy convencido de no saber porqué las personas cambian e incluso se transforman.No desconozco con esto el saber acerca de los dinamismos psíquicos, teorías de la personalidad, psicopatología, teorías y técnicas diversas que son bagaje de una acción profesional necesaria e imprescindible, pero sobre todo para saber lo que no hay que hacer.Digo nada más que no sé bien, y no se si quiero saberlo, porque Juan o Pedro, Rosa o Alicia, además de superar sus problemas de consulta, producen cambios y transformaciones personales.Solo puedo decir que se ha creado el clima “rogeriano”, holístico, de integración de recursos, trabajo sobre lo mediato e inmediato, policausalidad etc. etc. Pero hay algo más que pasa en los encuentros con nuestro estilo, que producen modificaciones estructurales y de sentido vital, que pasan por el fluir mejorado de la conciencia del consultante.Y desde allí podemos comprender que es la conciencia mutuamente entramada que a veces se da en este tipo de encuentro terapéutico. Incluso creo que se da en todo tipo de terapia, sea de la línea que sea, si lo que acontece es que, además de la técnica que se utilice se brinda la posibilidad de estar de “conciencia a conciencia”.Puede resultar paradójico que haya dicho que no se porque se dan estos profundos cambios, y ahora parece que afirmara lo contrario.Pero vuelvo a decir no lo sé, en tanto decir que sé es apelar a un saber racional, y en realidad estoy hablando desde un saber de otro nivel lógico de comprensión.!! Es muy difícil escribir lo que se experiencia con la palabra, que es siempre linealmente reflexiva!!Quizás citando a Jean Paul Sartre pueda animarme a decir algo más:“Así, conocerse bien es, fatalmente, tomar sobre uno mismo la perspectiva del otro, o sea un punto de vista forzosamente falso. Y cuantos han intentado conocerse estarán de acuerdo en que esta tentativa de introspección se presenta desde el principio como un esfuerzo por reconstruir con piezas sueltas, con fragmentos aislados, lo que originalmente está dado de golpe, en un solo impulso.

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Por esto la intuición de la mismidad (Sartre dice ego en el sentido de lo mísmico) es un espejismo perpetuamente engañoso, porque, a un tiempo, ofrece todo y no ofrece nada”- de “La Trascendencia del ego”, editorial Síntesis página. 89-Nada podría expresar mejor lo que es para mí un verdadero y profundo proceso terapéutico:Abrir y abrir el juego para que el encuentro consultante consultado, vaya con esfuerzo, reconstruyendo poco a poco, con piezas sueltas, con fragmentos aislados, en sesión tras sesión, en temas que van y vienen, en lo recursivo de una experiencia interpersonal, la historia, el futuro en un presente de sucesos, y como de golpe, un día, sin saber bien porqué, el cambio se da, la transformación se inicia.” ( de “El Enfoque Holistico Centrado en la Persona” Ediciones Lea 2005, páginas 28 a 31 inclusive)

De esto se trata la comprensión empática mirada desde el consonar, de apuntar a entramar conciencias y generar relaciones de mutua comprensión.

Palabras de Cierre

Carl Rogers dijo hace más de 25 años que el creía que había un 50 y 50 de posibilidades de que nuestra especie siga en la tierra, y que dependía de nosotros para que lado la balanza se inclinaba.Carl Marx hace más de un siglo, nos dejo la idea que la filosofía debería servir para transformar lo humano, para producir cambios favorables, para un vivir más justo y solidario. Lo que algunos hicieron con sus ideas no anula lo que el pensó.Jean Paul Sartre nos inculcó tres palabras “mágicas”: libertad, responsabilidad y compromiso.Martin Heidegger nos dijo que “el preguntar es la devoción del pensar”.Este ha sido un texto que principalmente inspirado en ellos cuatro, más el enriquecimiento de muchos autores más, como habrán leído, y que fui citando, hace de mi un autor que se pregunta como hacer para que en principio podamos sobrevivir, y más luego como desarrollarnos en los “encuentros nosotros” que denomino “nosotreando”, que faciliten un despliegue más humano del que hasta ahora venimos siendo.Espero haber cumplido lo que planteé en la introducción.

Andres Sánchez Bodas-2009

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INDICEINTRODUCCIÓNUN MANIFIESTOESCRITOS

1- Ante lo que se nos da2- El habla, la Palabra, el Lenguaje3- El Lenguaje escrito4- Quienes Somos5- Homo Amans y Desarrollo Vital6- La Indefensión-Paradojas y Creencias7- La Destructividad Humana8- Nosotreando9- Que hacemos con el Yo10- La No-Directividad como camino relacional11- El Suceder Psíquico

Seminarios1- Que Actualiza la Tendencia Autoactualizante2- Estudio sobre la Empatia

Palabras de Cierre

CONTRATAPA

Un nuevo libro de Andrés Sánchez Bodas, creador del Enfoque Holistico Centrado en la Persona, introductor del Counseling en la Argentina, un pensador que se ubica en un “Humanismo Descentrado”, autor de varias obras de su especialidad, en este abre el camino hacia una serie de preguntas sobre la condición humana.Preocupado por el camino autodestructivo de nuestra civilización, se pregunta si es posible pensar una transformación que re-evolucione nuestro sentido vital.

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Nos plantea un Manifiesto, una serie de relatos y tres seminarios, para no solo ayudarnos a pensar, sino más aún, a redefinir nuestras relaciones con el mundo, desde una praxis que tome en cuenta al otro como un otro nosotros, y no como un otro ellos, por ello el singular título con el que nomina este texto.Un Manifiesto en donde plantea sus preocupaciones y caminos de salida.Los escritos donde desgrana el camino de la constitución de lo humano en sus múltiples y quiasmáticas dimensiones, y recorre ideas sobre lo Real, el Lenguaje (oral y escrito), el desarrollo vital, la mismidad y la yoicidad, la destructividad, el suceder psíquico, los sistemas de creencias y sus condicionamientos.Los Seminarios que incluyó para facilitar una mejor comprensión de los escritos, plantean dos conceptos claves de su pensamiento “la Tendencia o Pulsión Autoactualizante o Autorealizadora”, y un profundo “Estudio sobre la Empatía”.Su objetivo es abrir reflexiones y preguntas, para que repensándonos desde otros lugares, desde otras miradas que las vigentes, no sigamos convalidando un sistema de ideas y creencias que ponen en peligro nuestra especie, y podamos generar una praxis transformadora.Un texto, de no fácil lectura, imprescindible para aquellos que aún creen que es posible un mundo mejor, y que para ello hay que cambiar la actitud con la que nos relacionamos entre nosotros.

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