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    anales de psicologa2003, vol. 19, n 2 (diciembre), 315-326

    Copyright 2003: Servicio de Publicaciones de la Universidad de MurciaMurcia (Espaa). ISSN: 0212-9728

    Notas sobre la complejidad en la Psicologa

    Miguel ngel Mateo Garca*

    Universidad Complutense de Madrid (Espaa)

    Resumen: Este trabajo presenta algunas reflexiones sobreel concepto de complejidad tal como ha venido aparecien-do en la ciencia occidental. Se hace especial hincapi en suconcepcin ms reciente, en trminos de no linealidad, y seobserva el papel central que desempea una concepcingeomtrica-topolgica de la realidad. Se sealan, despus,algunas repercusiones de tales ideas en la Psicologa. El de-sarrollo y el funcionamiento, tanto normal como patolgi-co, del psiquismo del ser humano y su comportamiento -manifestacin contextualizada de aquel- aparecen concebi-dos como sistemas complejos, dinmicos, abiertos y auto-organizados. En esta lnea, la teora de sistemas dinmicosse muestra como el marco idneo para la construccin deuna metodologa adecuada para la Psicologa. An conside-rando nicamente su aspecto ms puramente verbal-conceptual, la teora de sistemas dinmicos ofrece, comomnimo, unas posibilidades de reformulacin de muchasde las nociones ms importantes de la Psicologa que cons-tituyen una valiosa fuente de ideas e hiptesis prometedo-ras.Palabras clave: Complejidad; no linealidad; geometra-

    topologa; sistemas dinmicos; autoorganizacin; desarrollopsquico; comportamiento normal y patolgico.

    Title: Notes about the complexity in Psychology.Abstract: This paper presents some hints on complexity,such as this concept has ever been treated by western sci-ence. A special stress is posed in its newest conception interms of nonlinearity, and it is noticed the core role playedby the geometric-topologic notion of reality. Moreover, itis shown as this state-of-facts has deep consequences forPsychology. Human psychological development and be-haviour, normal and pathological, can be thought of asbeeing complex, dynamical, open, and self-organized sys-tems. According to this point of view, dynamical systemstheory is proposed as the most appropriate frame forbuilding a right methodology for Psychology. Even at itsmost verbal-conceptual level, dynamical systems theory of-fers Psychology, at least (but not last), invaluable possibili-ties for reformulating important ideas as a source of rele-vant hypothesis for our science to advance.Key words: Complexity; nonlinearity; geometry-topology;dynamical systems; self-organization; human psychologicaldevelopment and behaviour (normal and pathological).

    Introduccin

    La idea de complejidad que tradicionalmenteha manejado la ciencia se basa, principalmente,en el grado de detalle requerido para describirpor completo el estado de un sistema, es decir,en la plena especificacin de las variables y lasrelaciones necesarias para caracterizarlo (en undeterminado momento temporal). Los sistemascomplejos constaran de un gran nmero de

    elementos que interactan, engendrando estainteraccin un conjunto de fluctuaciones alea-torias que comportan ambigedad o incerti-dumbre dinmica, registrada en una cierta can-tidad, y se manifiestan en un comportamientoerrtico, conocido habitualmente como ruido

    * Direccin para correspondencia: Miguel ngelMateo Garca. Departamento de Metodologa de lasCiencias del Comportamiento, Facultad de Psicologa,Universidad Complutense de Madrid, 28223 Pozuelode Alarcn (Madrid, Espaa).E-mail: [email protected]

    (aunque ello no significa que se trate necesa-riamente de una propiedad negativa).

    La presencia de ruido impide especificar laevolucin de un sistema complejo con certeza.Desde el punto de vista tradicional, cuando unfenmeno que es objeto de inters aparece ca-racterizado por muchos grados de libertad -o sedispone de mltiples medidas del mismo-, ladescripcin mecanicista detallada de los gradosde libertad individuales es abandonada a favor

    de una perspectiva colectiva, estadstica, distri-bucional. Solo ser posible predecir estados fu-turos del sistema en trminos de una distribu-cin de probabilidad, que constituye una des-cripcin natural de la complejidad del sistema,con independencia de los detalles de los meca-nismos de la interaccin entre sus partes.

    Las funciones de densidad o de distribucinde probabilidad son los instrumentos idneospara suavizar las fluctuaciones de los procesosmicroscpicos. La conexin entre el compor-tamiento individual de los elementos compo-

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    nentes, microscpico y reversible, y el compor-tamiento del sistema fsico observable, ma-croscpico e irreversible, se expresa habitual-mente en trminos de momentos de distribu-ciones (y, sobre la base del teorema central dellmite, en muchos casos, de la distribucingaussiana). Existe, pues, una estrategia de teori-zacin que relaciona lo microscpico y lo ma-croscpico, y que ha sido repetidamente utili-zada, con xito evidente, en particular cuandolos sistemas son lineales (rigen en ellos losprincipios de superposicin), por lo menos enel dominio microscpico, y pueden ser descri-tos mediante la distribucin gaussiana.

    La concepcin clsica, lineal, de lacomplejidad

    La nocin de linealidad se alza sobre la existen-cia de un conjunto de elementos independien-tes para los que se verifica, de cierta forma de-terminada, el principio de superposicin (aditi-

    vidad). La luz blanca se puede descomponer,mediante un prisma, en luz de diferentes colo-res (azul, verde, rojo...), que corresponden aondas electromagnticas de distintas frecuen-cias. De forma similar, un sonido complejopuede descomponerse en sonidos puros de di-ferentes frecuencias. Y tambin es posible pro-ceder a la inversa, obteniendo luz blanca, o unsonido complejo, mediante la combinacin decomponentes puros. En general, casi cualquieroscilacin compleja puede considerarse equiva-lente a una superposicin de oscilaciones pe-ridicas puras. En la descripcin clsica de laevolucin (la dinmica) de un proceso comple-jo, las diversas escalas temporales, o frecuen-cias, en que se desarrolla el mismo constituyenlo que se conoce por un espectro caracterstico,que muestra cmo se encuentra distribuida laenerga del proceso. Considrese, por ejemplo,un oscilador armnico simple, que tiene un es-pectro que consiste en una nica frecuenciacon un contenido de energa no nulo. La serietemporal correspondiente a este proceso es unafuncin trigonomtrica, tal como un seno o uncoseno, que se repite a lo largo de su periodode oscilacin de forma tan regular como un re-

    loj. En el reloj de pndulo del abuelo, precisa-mente, el espectro seala la frecuencia con quese balancea el pndulo, y le asocia una amplitud(baja) que es igual al cuadrado del desplaza-miento angular mximo de aqul; esta cantidad,que es, de hecho, proporcional a la energa totaldel oscilador, define la magnitud del espectro aese valor de la frecuencia.

    Se puede partir de la idea de un osciladorpara construir una descripcin de la dinmicade sistemas ms bien complicados. Se trata derepresentar un sistema complejo por medio deun conjunto de osciladores simples que permi-tan producir exactamente las mismas cantida-des observables (la misma serie temporal). Enlos sistemas lineales, modelizados, sobre la basedel principio de superposicin, mediante osci-ladores lineales acoplados, no ejerce prioridadel comportamiento de un determinado oscila-dor sobre otro, es decir, la energa puede des-plazarse hacia arriba y hacia abajo del espectro,sin parar nunca. Pero existe una representacinposible de un sistema lineal en que los modoslineales no se encuentran acoplados: se trata delos modos normales (fundamentales), en losque la energa est fijada inicialmente y perma-nece constante todo el tiempo.

    La perspectiva no lineal

    Existen muchos fenmenos naturales en losque las propiedades de regularidad y estabilidadcaractersticas del sistema como un todo difie-ren profundamente de la variabilidad observadaen los elementos componentes. Se trata de pro-cesos caracterizados por la existencia de mlti-ples elementos interactuantes, y en los que norige el principio de superposicin, es decir, enlos que la relacin fundamental entre los ele-mentos es multiplicativa -y, por tanto, no li-neal1- (procesos multiplicativos) en lugar de

    1Lineal significa que la salida es directamente proporcionala la entrada (y hay una sola forma de ser directamente pro-porcional); no lineal se define por omisin: significa quela salida no es directamente proporcional (pero hay muchasformas de no ser proporcional, lo que justificara, al menosen parte, porqu los fenmenos no lineales son imposiblesde tratar como clase).

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    aditiva (lineal). Para Abarbanel (1996), muchosde los fenmenos fsicos ms interesantes, tan-to de los reproducibles en el laboratorio comode los de campo, no saben que se supone queson lineales, y habitualmente no se comportancomo tales (p. 13). En esta lnea, hoy en daempieza a estar bastante difundida la idea de laomnipresencia de lo no lineal, no slo en la F-sica, sino, en general, en multitud de mbitosde la naturaleza. En un trabajo de recapitula-cin y prospectiva publicado a finales del sigloXX, Lauteborn, Kurz & Parlitz (1999) sealanentre los ejemplos de la abundancia de modelostericos no lineales que pueden encontrarse enel mbito de la Fsica, la Teora de la Gravita-cin (Einstein), y otras teoras actuales de cam-po (p. 193). Pero, segn los mismos autores, losfenmenos no lineales se encuentran presentesen prcticamente todos los rdenes de la exis-tencia humana: en la distribucin de las galaxiasobservada a lo largo y ancho del universo, en ladistribucin de la materia en la Va Lctea y enel movimiento de los cuerpos celestes (Ruelle,2001, cita, al respecto, interesantes trabajos re-cientes de Wisdom, Laskar, y otros), en los flu-jos turbulentos generados en la atmsfera y enlos ocanos, en la increble diversidad de lasformas de vida en la Tierra, en mltiples fun-ciones biolgicas, e incluso en el movimientode los tomos. Seydel (1999) entiende que...no lineal es el estado normal,...la linealidadsolo es posible encontrarla en situaciones espe-cficas, locales... La no linealidad es condicinnecesaria para la aparicin de una bifurcacin,un doblamiento de periodo o el caos, fenme-nos todos estrechamente vinculados con la ga-

    nancia o la prdida de estabilidad, y con la con-versin de una situacin robusta en otra sen-sible a las condiciones y vicever-sa...caractersticas propias de los sistemas disi-pativos y, por tanto, de la vida (pp. 333-334).

    Desde el punto de vista de una descripcinclsica, es caracterstica general de los procesosdinmicos no lineales que su espectro muestrecomo la energa se encuentra distribuida a lolargo de un gran nmero de frecuencias: unarepresentacin en modos fundamentales noexiste para los sistemas no lineales, en general

    (aunque determinadas formas no lineales -lossolitones2- se comportan de un modo anlogo).En trminos de osciladores lineales, esto equi-valdra a requerir un gran nmero de ellos paramodelizar el comportamiento dinmico del sis-tema. Adems, tales osciladores tendran queestar acoplados de manera que pudiesen inter-cambiar energa, con lo que se violara el prin-cipio de superposicin, caracterstico de los sis-temas lineales. En un sistema lineal se puedeconstruir una dinmica compleja simplementeaadiendo ms y ms vibraciones lineales hastaconseguirla; pero esto no es posible lograrlocuando la evolucin temporal del sistema estinfluenciada por efectos no lineales: el principiode superposicin no es de aplicacin a los fe-nmenos no lineales.

    En la superficie de un estanque se aprecian,a menudo, olas de pequea amplitud, cortalongitud de onda, generadas por el viento, olasque, en su desplazamiento, pasan unas a travsde otras. Su espectro mostrara un pico, centra-do en la longitud de onda favorecida por elviento generador (frecuencia nica), indicativode la naturaleza lineal de tales olas de pequeaamplitud. Situados en medio del ocano, en unrea de gran profundidad y sometida a vientosregulares durante largo tiempo, es posible ob-servar olas muy diferentes de estas pequeas ysuperficiales, con amplitudes enormes, crestas

    2Un solitn es un pulso aislado que mantiene su integri-dad en el tiempo y se propaga por el espacio. Se trata deuna estructura no lineal espacio-temporal coherente, ro-deada a menudo por comportamiento complejo, anticipadahacia la mitad del siglo XIX por el britnico Scott-Russel yconsolidada por los trabajos de Zabusky & Kruskal y Fer-

    mi, Pasta & Ulam en la dcada de los sesenta del pasadosiglo XX. Tcnicamente, un solitn es una solucin de unaecuacin de onda no lineal. Mientras que una superposi-cin de ondas lineales, con diferente frecuencia y velocidadde fase cada una, se dispersa segn se va propagando porel espacio (con amplitud que decae t -1/2, debido a las dife-rencias en velocidad de fase), un solitn es una onda solita-ria (un pulso nico localizado) cuya forma permanece inal-terada despus de una interaccin con otro solitn. El tr-mino no lineal mantiene el carcter unitario del pulso,mientras que la naturaleza dispersora del medio lo desplazaen el espacio. Actualmente es objeto de especulacin elhipottico papel que estructuras de este tipo podran estardesempeando en la propagacin de energa en biomolcu-las.

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    empinadas y profundos valles. Su espectro estambin muy diferente: siendo 0 su frecuenciafundamental, es posible encontrar tambinenerga en cantidad sustancial en una frecuen-cia 20, tambin en una frecuencia 30, y assucesivamente. El hecho de que se encuentreenerga en estas longitudes de onda, armnicos(mltiplos enteros) de la frecuencia fundamen-tal, indica que esas olas de gran amplitud (fini-

    ta) son no lineales. Para una ola no lineal, lasenergas en los diferentes intervalos de fre-cuencia muestran un cierto patrn de coheren-cia, reflejo del perfil regular de la superficie delagua: el contenido de energa del espectro de-crece segn la frecuencia

    Procesos complejos, dimensiones y es-calas

    La actividad dinmica que se observa en mu-chos fenmenos naturales puede ser descritacomo la consecuencia, no lineal, de multitud de

    niveles imperceptibles de movimientos, que es-tn relacionados entre s por medio de unafuncin de escalamiento. No existe una escalafundamental, sino autosemejanza entre escalas:versiones ms pequeas de lo observado serepiten en una siempre decreciente cascada deactividad, en escalas ms y ms pequeas; tam-bin, versiones ms grandes de lo observadose repiten en una siempre creciente cascada deactividad, en escalas ms y ms grandes. El to-do est formado por partes similares a l de al-gn modo (es el resultado de lo autosemejantecontrayndose y expandindose).

    Si un proceso puede ser caracterizado poruna escala definida, entonces (el espacio en quese desarrolla) se dice que tiene una dimensinentera; si, por el contrario, un proceso no poseeuna escala caracterstica (es decir, si contribu-yen a l muchas escalas diversas), entoncestendr (a menudo) una dimensin no entera,fraccionaria. La dimensionalidad fraccionariaes, as, propia de procesos autosemejantes. Elhecho de que un observable tenga dimensinfraccionaria incide (entre otras cosas) sobre ladeterminacin de su magnitud. Considrese,

    por poner un ejemplo clsico, el caso del con-cepto de longitud. Sea un medidor de longitud. Si es posible colocar este medidor a lo largode cierta curva, de forma sucesiva y concatena-da, exactamente N veces, entonces se dice quela longitud de la curva es L( ) = L0N, asu-mindose habitualmente que el sistema eshomogneo y N = 1/, con pequeo, por loque la longitud queda expresada por medio del

    nmero L0, finito e independiente de escala.Pero bajo un supuesto diferente, N = -d, cond>1, en el lmite 0 la longitud tiende a serinfinita (el producto N diverge). Combinandolos dos supuestos anteriormente mencionados,L() = L01-d, queda establecido que la relacinentre la longitud evidente de una curva y lalongitud del medidor es la dimensin de la cur- va. El hecho de que tal dimensin resulte sermayor que la unidad ha de ser interpretado enel sentido de que la estructura de la curva seda en mltiples escalas (como sucede, porejemplo, en el perfil de una costa): es un fractal.

    El concepto de fractal, de origen geomtri-co (Mandelbrot, 1977,1982), hace referencia atodo aquel objeto cuya propiedad ms caracte-rstica, denominada autosemejanza, consiste enque cualquier seccin que se pueda delimitar enl tiene un aspecto (una forma) similar al totalUn fractal no tiene escala caracterstica, suforma es invariante frente a cualquier cambiode escala: su irregularidad se repite cuando seconsidera a mayor resolucin y es repeticin dela observable a menor resolucin. Las nubes,los olas del mar, el perfil de la costa, el ramajede un rbol,... son objetos que muestran auto-

    semejanza: su forma es independiente de la es-cala a que sean observados (al menos dentro delos mltiples- rdenes de magnitud que tienensentido en la prctica). La dimensin fractal deun objeto o proceso es una medida de su gradode irregularidad (complejidad no lineal).

    Las leyes del comportamiento humano

    La Psicologa, como las ciencias sociales en ge-neral, busca principios, leyes fundamentales yestructuras bsicas sobre las que se desarrolla el

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    comportamiento humano. Sigue, en ello, el ca-mino de la Fsica, que desde siempre ha estadobuscando las leyes ms fundamentales y los ni- veles ms elementales de las estructuras de lamateria de que est hecho el universo. Y siguetambin a la Fsica en la utilizacin de mtodosde investigacin standard que llevan a abordarel objeto de estudio reducindolo a sus com-ponentes, as como en el intento de basarse enla medicin (de estructuras cuantitativas), lasdescripciones numricas y la manipulacin al-gebraica como instrumentos empleados en laconstruccin de sus teoras.

    Pero sucede que, desde hace tiempo, algu-nos fsicos se plantean cuestiones acerca de lacuriosa existencia ontolgica de aquellas leyesfundamentales, por cuanto aparecen situadasms all de la materia, del espacio, y anterioresal tiempo (pinsese, por ejemplo, en la teorasobre el origen del universo y el Big Bang).Otra forma de contemplar el asunto sera en-tendiendo que, ms que gobernando los proce-sos de la naturaleza, esas leyes emergen, en rea-lidad, generadas a partir de tales procesos.Desde este punto de vista, las leyes seransiempre provisionales y dependientes del con-texto (en un sentido amplio); toda ley es opera-tiva en un cierto nivel, limitado, y se ve debili-tada, o incluso derrumbada, en contextos msamplios, de un modo similar a cmo las part-culas fundamentales y los niveles ltimos dela materia se van viendo, en la investigacin ac-tual, casi continuamente apoyados sobre algoms all del ms reciente nivel reconocido. Esverdad que, en el enfoque standard, mayorita-rio (quizs por tan extensamente difundido y

    publicitado como est, ms all, incluso, de losmbitos puramente cientficos), la Fsica pre-tende explicar toda ley de la naturaleza en tr-minos de algn observable en un nivel ms pe-queo y presumiblemente ms fundamental.Pero, hasta ahora, los trabajos de los fsicos di- vidiendo ms y ms la materia en partculassubatmicas, lejos de revelar a algn compo-nente infinitesimal como el ladrillo bsico deluniverso, apuntan hacia atisbos de un mundode complejidad asombrosa (como referenciareciente puede verse, por ejemplo, Veltman,

    2003). En este orden de cosas, parecen existirindicios de que pudiera ser que los procesosdesplegados en niveles subcunticos se encon-traran, a su vez, condicionados por el universoen su globalidad, y, en cualquier caso, por pro-cesos no locales en gran escala. Ms que buscarlas tradicionales leyes fundamentales, se podraplantear entonces como objetivo preguntarsecmo generan los sistemas naturales sus pro-pias regularidades, sus patrones de comporta-miento: bien podra ocurrir que las regularida-des puestas de manifiesto en un determinadonivel o contexto fueran resultado de procesosque operan en muchos otros niveles o contex-tos diversos. Frente a la imagen, tradicional-mente construida por la Fsica, del mundo co-mo conformado por bloques elementales cu-yo comportamiento est gobernado primor-dialmente por leyes fundamentales simples, elenfoque alternativo que aqu se propone con-sistira en considerar un universo de procesos yfluir sin fin, del que se despliega, siempre de-ntro de ciertos lmites, una gran variedad de pa-trones, regularidades e invariantes a quienes setoma por leyes de la naturaleza (Peat, 1995).

    En esta lnea, la Psicologa quizs deberavolverse hacia la bsqueda de los patrones y lasformas que emergen en los procesos complejosque le son caractersticos, desarrollados en unamultiplicidad de niveles intercomunicados, si-guiendo aproximaciones geomtricas que, des-de hace algn tiempo, parecen estar mostrn-dose como estrategias particularmente impor-tantes para la descripcin del mundo y de nues-tras propias percepciones del mismo. En labsqueda de las teoras ltimas, en los ms pro-

    fundos niveles, algunos fsicos tericos estnoteando nuevas geometras y topologas comoherramientas de exploracin. Relaciones comodentro/fuera, contenido en, prximo a,plegado en, conectado a, excluido de,etc., pueden ser hoy expresadas en trminospuramente geomtricos y topolgicos, sin refe-rencia alguna a la medicin o el nmero. Y re-laciones tales no slo parecen ser las ms apro-piadas para la construccin de teoras en el ni-vel cuntico de la naturaleza (por ejemplo, lasteoras de nudos o de lazos, o la teora axiom-

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    tica de campo de Witten), sino que, lo que esms interesante an para nosotros, parecenofrecer tambin una muy fuerte resonanciacon los modos en que el cerebro humano re-ne y procesa la informacin sobre el mundo.Parece que nociones como forma, patrn, es-tructura o geometra desempearan un papelestelar en los ms profundos niveles de la ma-teria y de la psique. As, las relaciones geom-tricas y topolgicas seran maneras fundamen-tales de entender no slo la materia sino tam-bin la consciencia, constituyndose en basesms slidas sobre las que elaborar una metodo-loga especfica para la Psicologa, ms all desu pretendida dependencia actual de lo cuanti-tativo.

    Complejidad, autoorganizacin y cohe-rencia

    El comportamiento fundamental de la materiay el de la psique parecen asemejarse en muchos

    aspectos: en particular, tienden a autoorgani-zarse en patrones y formas como fruto del mo-vimiento; este parece ser un principio bsico dela naturaleza, en todos los niveles. Es ms, po-dra decirse que el principio de los principiosconsiste en una dinmica de despliegue y re-pliegue sucesivos y continuos. En un sistemadinmico complejo es posible distinguir dosmodos o niveles de comportamientos, defini-bles en funcin de sendas escalas espacio-temporales diferentes y coexistentes, y cuya in-terpenetracin tiene carcter constituyente parael sistema: uno, relativo a su microestructurainterna al (ms o menos) aparentemente alea-torio movimiento de sus elementos-, conllevauna descripcin microscpica, de grano fino,en trminos de variables y procesos rpidos; elotro, referido a su relacin con el exterior a sumovimiento global, ms regular-, implica unadescripcin macroscpica, de grano grueso, entrminos de variables y procesos ms lentos.En 1953, Bohm & Pines estudiaron la relacinentre el flujo continuo (procesos microscpi-cos) subyacente y la apariencia de orden (com-portamiento global) en el contexto de la fsicadel plasma. Observaron como, de los movi-

    mientos trmicos aparentemente aleatorios deun conjunto muy numeroso de electrones, sur-ge un despliegue de oscilaciones colectivas yregulares del plasma (autoorganizacin), mien-tras que, a su vez, esos movimientos aleatoriosde los electrones individuales se ven condicio-nados por el movimiento global del plasma (ci-tado por Peat, 1995).

    Se conoce por autoorganizacin a todoproceso en que emerge y se consolida ciertoorden, en un determinado nivel de observacinen un sistema, a partir de la coordinacin es-pontnea de elementos de nivel inferior. Se tra-ta de una caracterstica de los sistemas comple-jos, que no obedece a ningn plan preespecifi-cado ni a funcin de control superior alguna yque, una vez que tiene lugar, dirige el compor-tamiento del sistema como un todo e influyesignificativamente sobre los comportamientosde sus elementos constituyentes. No parecedescabellado proponer, como ejemplo, que, deun modo similar a lo que acontece en el plas-ma, la actividad que tiene lugar en gran escala atravs del cerebro, y que se desarrolla a partirde la accin autoorganizada de un nmero in-gente de elementos neurolgicos diversos,condiciona, a su vez, las respuestas y el com-portamiento de estos elementos individuales ymodifica sus interacciones. Y, anlogamente, sepuede proponer que el comportamiento de lasociedad emerge de la interaccin entre loscomportamientos de un enorme nmero deelementos individuales y, a su vez, el compor-tamiento de cada individuo se halla condicio-nado por el colectivo.

    La propiedad consistente en que una colec-

    cin de elementos puedan operar juntos gene-rando espontneamente un orden colectivo,global, autoorganizado, que, a su vez, revierteen la propia especificacin del sistema, se de-nomina coherencia. Los elementos que actande un modo coordinado en un sistema cohe-rente no necesariamente han de ser primitivosa priori. Ms bien podra tratarse de que lacoherencia fuese la manifestacin de algn or-den subyacente ms profundo: el patrn, laforma, como resultado del movimiento y comomodo ptimo de adaptacin a l. La coherencia

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    podra actuar como un principio de integracinu ordenamiento que facilita, o incluso hace po-sible, la apertura de un sistema a su medio. Se-ra una especie de resonancia adaptativa, enla que la autoorganizacin representa una res-puesta del sistema a formas globales o patronesde informacin: cuando es el sistema autoorga-nizado como un todo quien tiene el acceso ainformacin de carcter global, se hace posiblela actuacin coordinada con precisin de partesdistantes, de manera que el sistema sea capazde mantener su estabilidad frente a perturba-ciones, disipndolas convenientemente. Segnel fsico terico Frohlich (citado por Peat,1995, p. 367), no slo es posible encontrarejemplos de sistemas coherentes en los lseres,los superconductores o los superfludos, sinoque se encuentran por todas partes en los m-bitos de la vida, de la que son una caractersticafundamental. Los sistemas vivos son sistemasabiertos, disipativos, en permanente intercam-bio de materia y energa con el medio (ver Pri-gogine, 1999, pp. 27-28). Como consecuenciade su propia naturaleza y como condicin deella-, todo sistema vivo necesita, y es capaz demantener, un estado de coherencia, en el quepredomine un orden global que, emergiendo desus elementos nucleares constitutivos, actesobre ellos coordinando sus comportamientosen aras de la susbsistencia: todo sistema vivo esun sistema autoorganizado y coherente. Situa-dos, una vez ms, en el marco de la actividadcerebral, algunos autores sostienen la idea deque un funcionamiento coherente de los distin-tos subsistemas locales del cerebro es quienhace surgir la consciencia, que, a su vez, acta

    sobre cada uno de aqullos, constituyndose unbucle continuado de actividad.

    Autoorganizacin y desarrollo psicol-gico

    El desarrollo psicolgico de los sujetos huma-nos puede ser entendido como una expresinde la inclinacin de un sistema complejo aconstruirse y comportarse de un modo cohe-rente: la emergencia y la consolidacin de posi-bilidades y tendencias que se materializan en un

    comportamiento en cada momento y cada si-tuacin. En un nivel microscpico, las estructu-ras evolutivas son conceptualizadas en trmi-nos de procesos de autoorganizacin llevados acabo en tiempo real, mediante los cuales los di- versos elementos pertinentes se pueden en-samblar en una cierta variedad demodalidadesen cada ocasin (multiestabilidad3 ), bajo el in-flujo de fuerzas contextuales. Al mismo tiem-po, la repeticin continuada de patrones de en-samblaje implica autoorganizacin en una esca-la temporal mayor, es decir, el desarrollo en elnivel macroscpico del tiempo evolutivo pro-piamente dicho (a la larga).

    La teora de sistemas dinmicos constituyeel marco conceptual y formal desde el que seaborda en la ciencia contempornea el trata-miento de la autoorganizacin y la complejidad.En lo que concierne al psiquismo y al compor-tamiento humanos, la teora de sistemas din-micos, an en su nivel meramente lingstico,aporta una herramienta interesante para la des-cripcin, que facilita nuevos modelos explicati-vos -o al menos revisiones potentes de los queexisten-, sobre la base de su tratamiento de lavariabilidad, la estabilidad y los fenmenos detransicin (desarrollo, cambio...). En consonan-cia, se va a considerar aqu el comportamientohumano como la expresin de la identidad deun sujeto ante una situacin, en un medio y enun momento temporal dados, cuya gnesis ycuya manifestacin concreta resultan de la acti-

    3 La multiestabilidad es una caracterstica del psiquismohumano y, desde luego, de su expresin, el comportamien-to. Consiste en la coexistencia, en el tiempo, de una varie-

    dad de posibilidades (varios atractores, en trminos de lateora de sistemas dinmicos) constituidas a partir de unmismo conjunto de elementos; es decir, se refiere a la dis-ponibilidad de un ms o menos amplio repertorio de res-puestas (al menos potenciales).

    Un atractor es, en general, un estado hacia el que tien-de un sistema por su propia dinmica, y en el que se asien-ta de manera (relativamente) estable. El conjunto de esta-dos del sistema desde los que se accede al atractor (directao indirectamente) se denomina cuenca de atraccin. Dendole opuesta, una fuente es un estado del que se aleja na-turalmente el sistema (mxima inestabilidad). La presenciade un atractor implica una reduccin de la variabilidad,mientras que la de una fuente conlleva un incremento de lamisma.

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    vidad conjunta de un gran nmero de compo-nentes, ninguno de los cuales puede ser ignora-do. La identidad psicolgica (self) de cada suje-to humano es el resultado nico (peculiar) deprocesos de autoorganizacin en los que cogni-ciones y emociones se van construyendo rec-proca y progresivamente, establecindose res-tricciones mtuamente (Lewis, 1997), e inte-grndose a lo largo del desarrollo (Lewis &Douglas, 1998). Las emociones, objeto de par-ticular inters en el final del siglo XX y el co-mienzo del siglo XXI para todos aquellos as-pectos del saber que tratan del ser humano,desde la neurobiologa molecular hasta la neu-ropsicologa cognitiva, son elementos cruciales(primitivas) en el desarrollo psicolgico huma-no. En sus formas bsicas, se trata de estadosafectivos globales, irreductibles, que no consti-tuyen expresiones de programas preestableci-dos, que desempean una funcin biolgicaadaptativa y, por tanto, estn especificadas filo-genticamente y no son aprendidas. Son simila-res, fisiolgica y fenomenolgicamente, en to-dos los individuos y las culturas; cada una deellas puede ser reconocida por un sentimientoespecfico asociado, aunque no comportan na-da de especfico en lo que se refiere a conteni-do semntico; cada una de ellas es activada poruna clase especfica de situaciones relacionadascon las metas del organismo; cada una de ellasmotiva una clase de comportamientos en res-puesta a tales situaciones y facilita actividadescognitivas que apoyan esas respuestas (Lewis &Douglas, 1998).

    Las emociones son, en s mismas, sistemasautoorganizados que incorporan, necesaria-

    mente, procesos cognitivos y social-contextuales (Fogel, 1993). Una emocin puedeser elicitada con independencia de una cogni-cin (aunque no es lo habitual), pero, al menossi alcanza una intensidad suficiente, una emo-cin siempre tiene como efecto alguna activi-dad cognitiva. La emocin parece funcionarcomo un campo que opera sobre un amplioespectro de actividad en el sistema cognitivo,con un mecanismo muy especfico: promueveel acoplamiento o la vinculacin entre elemen-tos conceptuales, catalizando su integracin en

    totalidades mayores semnticamente relevantes.Es, as, condicin (o parmetro de control) pa-ra la autoorganizacin cognitiva, pero tambinelemento constituyente del resultado de esta:una forma que incluye un estado emocional(una o ms emociones activadas durante uncierto periodo de tiempo) y la interpretacinconceptual de ese estado, que se llegan a con-vertir en una unidad a lo largo del proceso evo-lutivo, de manera que las interpretaciones emo-cionales especficas llegan a ser lo que caracte-riza a la personalidad en desarrollo.

    El desarrollo de estas interpretaciones cog-nitivo-emocionales del mundo, que se autoor-ganizan en el nivel microevolutivo (tiempo real)hasta constituirse en atractores (o, en su caso,fuentes) del sistema psquico, y en el nivel ma-croevolutivo (a largo plazo) se van consolidan-do como especialmente relevantes (en un tiem-po y una situaciones concretas), no procede deun modo lineal, suavemente continuado. El de-sarrollo psicolgico humano se encuentra, a lamanera de lo que aparece formulado en la con-cepcin evolucionista del equilibrio puntua-do de S. Jay Gould, marcado por periodos decambio y reorganizacin rpidos y ms o me-nos bruscos (aunque no necesariamente catas-trficos en el sentido de Thom, 1997). Existencoyunturas evolutivas, cambios o variacionesde fase (o bifurcaciones, por decirlo en los tr-minos caractersticos de la teora de sistemasdinmicos), en las que aparecen fluctuacionescrticas, asociadas a la maduracin de los suje-tos y a cambios (perturbaciones) ambientales,que llevan a la ruptura del ensamblaje entreemociones y cogniciones en uso, acompaada

    frecuentemente de intensos sentimientos. Cadauna de estas coyunturas evolutivas suele impli-car un sustancial incremento, temporal, de losgrados de libertad del sistema, constituyendo laoportunidad idnea para que surjan interpreta-ciones idiosincrsicas de la realidad y nuevospatrones de acoplamiento cognitivo-emocional:en ella, el sistema tiene acceso a una variedadde potencialidades y puede elegir, con rapidez,una de estas. No parece descabellado proponerque el desarrollo psicolgico humano es unproceso de procesos de naturaleza tanto li-

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    neal como no lineal: se desplegara de un modorazonablemente lineal, y por tanto ms o me-nos predecible, entre esas coyunturas evoluti-vas rupturistas, tornndose abiertamente no li-neal, y por tanto impredecible ms all del muycorto plazo, al encontrarse en las proximidadesde estas.

    El psiquismo humano y la naturaleza

    fractal

    Newton establece que el movimiento de la ma-teria es siempre similar (a s mismo) y la formade la materia es siempre similar (a s misma); esde esta propiedad de invariabilidad o autoseme-janza de donde surge la propia persistencia delos cuerpos materiales: cada momento contienela huella de lo que ha precedido y un anticipode lo que ha de seguir. De manera anloga, pa-rece razonable la idea de que la estructura ps-quica del ser humano se desarrolla y est orga-nizada de acuerdo con esta propiedad, frac-

    talmente, dando lugar a patrones dinmicos decomportamiento de naturaleza autosemejante.Las personas tienden a parecerse a s mismasde un modo fundamental, que es independientede las circunstancias (escalas) de observacinespaciales, temporales o situacionales. Cuandoun sujeto humano manifiesta una cierta carac-terizacin psicolgica, tiende a hacerlo en unagran cantidad y variedad de niveles y situacio-nes, si no siempre. As, por ejemplo, un indivi-duo agresivo lo es una y otra vez, ms all depeculiaridades locales espacio-temporales,yendo desde acaparar la palabra en una conver-sacin (relacin didica), hasta emplear inclusotcticas contundentes que empujen a sus cole-gas fuera de la carrera por conseguir un statuslaboral ms elevado, etc. El comportamientohumano se muestra autoorganizado segn unaestructura fractal: cada comportamiento con-creto puede ser diferente, con su propio con-junto especfico de parmetros temporales, es-paciales y situacionales, pero cada comporta-miento representa un reflejo de una mismatendencia subyacente.

    El tipo y el grado de autosemejanza obser-vable en un sujeto, resultado de su historia de

    autoorganizacin y huella de su coherencia, esel sello de su identidad. La autosemejanza delos procesos psicolgicos que se desarrollan alo largo de la vida sera el mecanismo que gene-ra esos patrones emergentes y sustancialmenteinvariantes que percibimos como un cierto su-jeto psicolgico (self), constituido iteracin trasiteracin de la experiencia personal. Dicho enotras palabras, lo que aqu se est proponiendoes que es debido a la operacin de la propiedadde la autosemejanza temporal, espacial y situa-cional (con la invariabilidad respecto de escalaque va asociada) por lo que los humanos so-mos capaces de reconocernos a nosotros mis-mos, y de reconocer a los dems, minuto a mi-nuto y circunstancia a circunstancia a lo largode toda una vida.

    Dado que la autosemejanza caracterstica deuna estructura fractal implica complejidad yprofundidad cuasi-infinitas (o por lo menos,en trminos prcticos, dentro de muchos rde-nes de resolucin), aunque siempre acotada,sometida a la restriccin de una forma limitada,cuanto ms de cerca de observa ms detalle sehace perceptible. En esta lnea, cuanto ms cer-ca se intenta mirar al psiquismo humano mshay que ver, cuanto ms se explora ms riquezay complejidad aparecen; de una manera cierta-mente fractal, no parece haber lmites para laprofundidad de la exploracin posible ni parael tamao (nivel de resolucin) de la escala deobservacin del comportamiento que pueda serobjeto de inters.

    Caos y psicopatologas

    Es posible observar que, generalmente, las per-sonas mantienen una identidad y una continui-dad en el tiempo y en el espacio, exhiben pa-trones de comportamiento que pueden ser ais-lados e identificados y que se encuentran de-ntro de cierto repertorio (entre ciertos lmi-tes);en suma, su presente puede ser entendido(al menos en parte) en trminos de su pasado.Pero, adems, las personas suelen mostrar tam-bin una cierta impredicibilidad ordenada.Cada comportamiento concreto se ve influen-ciado por incontables procesos minsculos, in-

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    observables, incluyendo su propia interaccincon los hechos aleatorios del ambiente inme-diato. De manera similar a lo que ocurre con latrayectoria seguida por un sistema dinmicocatico (cuyas huellas geomtricas son, porcierto, fractales), el comportamiento humanonunca se repite exactamente: diferencias in-apreciables en las circunstancias pueden resul-tar enormemente amplificadas en el tiempo (y,a la inversa, diferencias grandes pueden quedarprcticamente eliminadas). Esta impredicibili-dad ordenada estara reflejando una adecuadasensibilidad de los individuos a un medio am-biente complejo, sutil y siempre cambiante.

    Los sujetos psicolgicamente sanos mues-tran habitualmente un comportamiento inte-grado y propositivo. Existe un centro alrededordel cual vertebran su vida, tienen un rico senti-do de vida interior y pueden dirigir su atencinal entorno de maneras significativas. Al mismotiempo, son flexibles y adaptativos, y puedenser sensibles a lo que hay fuera sin sentirseagobiados, abrumados o hundidos por senti-mientos de mera contingencia. La sensacin deidentidad es de naturaleza fluctuante con lascircunstancias externas, pero incluso en casosextremos, cuando parece inminente una disolu-cin total de los lmites, eso que venimos espe-cificando como identidad o sentido interior deintegracin conserva a su cargo un cierto gradode cuidado vigilante del organismo. En fin, tan-to las personas como las sociedades psicolgi-camente saludables se caracterizan por unafuerte sensacin de sentido y direccin, poruna gran sensibilidad a lo otro y un no menosprofundo sentimiento de integracin y orden

    interno, por la apertura hacia el exterior, por lariqueza de respuesta y, en su caso, por la accincreativa.

    Pero, si los sistemas orgnicos sanos pue-den tolerar un cierto grado de turbulencia sinmayores riesgos, dados su naturaleza integraday abierta y el rico repertorio de posibilidadesque le proporciona su existencia en el bordedel caos (Kauffman, 1983), sistemas menossensibles tienden a asentarse en pautas decomportamiento rgidas y repetitivas (puede serinteresante la hiptesis de Marks-Tarlow acerca

    de una posible relacin entre ciertas patologasy una dimensionalidad fractal mayor o menorde lo normal del espacio psiclogico de fases es decir, del repertorio de respuestas- de lossujetos Marks-Tarlow, 1995, pp. 281-282-). Elindividuo que muestra alteraciones psicolgicasmanifiesta una caracterstica escasez y rigidezde respuestas, una conducta repetitiva, una ac-cin inapropiada; pinsese, por ejemplo, en loscuadros que se observan en las obsesiones, lascompulsiones o las adiciones, con pensamien-tos y comportamientos que se reafirman a smismos con independencia de las situacionesreales concretas, y que son considerados in-equvocamente como patolgicos. La experien-cia interna de las personas que se encuentranen tales tesituras puede ir del sentimiento deprdida general de sentido, de falta de sensa-cin de coherencia, de vaco interior, al senti-miento de prdida de conexin con el exterior,o al de verse superado por urgencias interioresincontrolables o por el mundo externo, que lle-ga a aparecer como una amenaza, agobiante,violento o ininteligible.

    Un apunte metodolgico final

    Como ya ha quedado expuesto largamente msarriba, hoy en da parece que los conceptos deforma, patrn, estructura, geometra, etc., po-dran desempear un papel importante en losms profundos niveles de la psique. Las rela-ciones geomtricas y topolgicas seran, enton-ces, herramientas fundamentales para tratar deestudiar el comportamiento humano (en todassus acepciones y diversidad), constituyndoseen bases probablemente ms slidas que las ac-tualmente al uso (delimitadas a partir del mode-lo lineal), o cuando menos complementarias,sobre las que elaborar una metodologa espec-fica para la Psicologa. Y esta metodologa,compleja, dinmica, no lineal, que se ocupa demanera central de la variabilidad, debera estardotada de caractersticas tan generales comosea necesario para ser lo (relativamente) univer-sal que la ciencia requiere y, al mismo tiempo,de especificidades tales que le permitan no per-

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    der de vista la espectacular variedad de su obje-to de estudio.

    Hasta hace poco tiempo, cualquier analogaentre los sistemas de la Fsica y los de la Psico-loga encontraba una seria limitacin final, porcuanto los seres humanos, elementos ltimosde los sistemas sobre los que trata la Psicologa,desarrollan y llevan consigo a lo largo de la vidaun conglomerado de emociones, sentimientos,valores, etc., que cualifican de maneras comple-jas su comportamiento. Pero, en las ms recien-tes teoras elaboradas acerca de las partculaselementales, los fsicos han tratado de enrique-cer sus modelos geomtricos, en busca de unamejor representacin de la realidad, introdu-ciendo referencias a ciertas simetras internaspropias de aqullas. En las Teoras de Calibra-do (Gauge Theories), cada partcula -geomtricamente hablando, un punto de uncierto espacio- se considera dotada de una ricaestructura, siendo el objetivo perseguido explo-rar la naturaleza de las relaciones entre tales es-tructuras en diferentes puntos del espacio-tiempo.

    Por poner un ejemplo, un quark tiene uncolor4 que puede tomar tres valores distintos, r,a o v. A cada una de estas partculas puntosdel espacio- se le puede considerar asociadauna suerte de estructura interna ternaria, a laque corresponden tres grados de libertad inter-nos, relativos a los tres valores posibles de sucolor. En ausencia de un campo externo, resul-tara bastante arbitrario decidir a cul de cadauno de los tres valores se denomina de qumanera; hay, por tanto, una cierta propiedad desimetra asociada al color de cada partcula si

    la consideramos aislada. Sin embargo, una vezque se adopta una convencin asociando uncierto valor del color a un determinado punto,esta convencin tiene consecuencias, puestoque debe ser mantenida de una manera consis-tente en todos los puntos, rompindose de unmodo significativo la simetra mencionada. Es

    4Siguiendo a Gell-Mann y otros fsicos contemporneos,el color es una especie de carga que desempea, en rela-cin con las interacciones fuertes (nucleares), un papel si-milar al de la carga elctrica en relacin con las interaccio-nes electromagnticas.

    decir, se parte de una estructura ternaria arbi-traria en cada punto del espacio, pero la intro-duccin de una convencin obliga a seguir unconjunto de reglas de conexin o transforma-cin entre los puntos -conocidas como ecua-ciones de calibrado (gauge equations)- que ga-ranticen que los valores de estado de todos ycada uno de los puntos son consistentes a tra- vs de todo el espacio (consistencia de la es-tructura). Otro ejemplo, ms clsico, es el deun electrn, que puede tener carga positiva onegativa. A cada punto del espacio, entonces,se le asocia una estructura interna dual que secorresponde con dos grados de libertad inter-nos, los dos signos posibles de su carga elctri-ca. En ausencia de un campo elctrico externo,resulta bastante arbitrario decidir a cul de lasdos cargas posibles se denomina positiva y acul negativa (simetra asociada a la carga elc-trica en cada punto del espacio si lo considera-mos aislado). Sin embargo, anlogamente a loque se manifest en el ejemplo anterior, unavez que se adopta una convencin denominan-do negativo al electrn en un cierto punto, estaconvencin tiene consecuencias, puesto quedebe ser mantenida de una manera consistenteen todos los puntos, rompindose de un modosignificativo la simetra. Se parte de una estruc-tura binaria arbitraria en cada punto del espa-cio, pero la introduccin de una convencinobliga a seguir un conjunto de reglas de co-nexin o transformacin entre los puntos -ecuaciones de calibrado- que garanticen la con-sistencia de la estructura a travs de todo el es-pacio. Por cierto, sucede que, en este caso con-creto presentado como ejemplo, esas transfor-

    maciones resultan idnticas en la forma a lasecuaciones del campo electromagntico deMaxwell, lo que significa que uno de los mbi-tos ms importantes de la Fsica ha podido serabordado de un modo puramente geomtrico,considerando simplemente estructuras y trans-formaciones posibles para puntos espacio-temporales.

    No parece absurdo pensar que algo anlogopodra intentarse, ciertamente en un plazo tem-poral indeterminado, en la construccin de unespacio comportamental (o social) que sirviese

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    viese de marco para el estudio psicolgico delos seres humanos, dotando a cada punto re-presentativo de un elemento del sistema abor-dado de la correspondiente estructura referidaa los aspectos cognitivos, emocionales, valora-tivos, etc. que pudieran ser pertinentes al caso-y tratando de dilucidar, entonces, el conjuntode relaciones congruentes con la realidad (es-tructura de estructuras) observable.

    Adicionalmente, valga aqu una observacinpara finalizar. Cualesquiera que puedan ser loselementos fundamentales del espacio psicolgi-co, es ms bien verosmil que, a semejanza delo que ocurre con los quarks, su dinmica debaverificar la propiedad de que a largas distanciasla interaccin5 entre ellos tenga que ser tan

    fuerte como para impedir que existan aislados(unidad del espacio psicolgico), mientras que acortas distancias la interaccin tenga que sertan dbil como para que aparezcan como libres(entidad separada de los componentes). Solobajo tales condiciones se podra admitir en laPsicologa el anlogo de la propiedad de esca-lamiento (sugerida en la Fsica por Bjorkn en1969, y estudiada tambin por Feynman esemismo ao). Este anlogo, tericamente reque-rido y presuntamente conseguido en la prctica,propone que una descripcin de la estructurade lo observado no dependera del instrumentoni del procedimiento de observacin, sino delestablecimiento de una suerte de resonancia en-tre estos y lo observado.

    Referencias

    5En el mundo material, la manera como la relatividad en conjuncin con la mecnica cuntica dan cuenta de las interac-ciones es por medio de intercambio de partculas (en el caso de la interaccin electromagntica entre partculas, intercam-biando fotones). En el mundo psico-social, las interacciones implicaran intercambio de informacin (significativa para loselementos involucrados); pero como, a menudo, las interacciones no son meramente didicas, este intercambio constituye,ms bien, propagacin de informacin en una suerte de red.

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    (Artculo recibido: 28-7-2003, aceptado: 22-10-2003)