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Libro 1. Psicología afectiva: Las nueve fuentes de felicidad. Autor Miguel de Zubiría Febrero 08 2016 Me presento El anterior esquema resulta un tanto complicado de entender la primera vez, no bien con unos cuantos comentarios captarás lo básico. Al finalizar este libro serás experto en interpretar afectogramas como este, nos aportan información muy valiosa sobre el bien-estar de una persona. La cual puedes ser tú mismo, quien en verdad nos interesa en primer lugar. Bien venido a esta grata aventura por los misterios y recovecos de la felicidad. Cada círculo representa un mundo psicológico en donde yo vivo actualmente. El primero, a la izquierda abajo, el mundo de mis interacciones con amigos, amigas y grupos. El segundo mis proyectos, hobbies, yo mí mismo. El tercero mis actividades intelectuales diarias, como escuchar, leer, exponer, escribir, argumentar,… El cuarto círculo como veo y valoro mi futuro o mis seis proyectos de vida; ¡si, seis! 1

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Libro 1. Psicología afectiva:

Las nueve fuentes de felicidad.

Autor Miguel de Zubiría Febrero 08 2016

Me presento

El anterior esquema resulta un tanto complicado de entender la primera vez, no bien con unos cuantos

comentarios captarás lo básico. Al finalizar este libro serás experto en interpretar afectogramas como este, nos

aportan información muy valiosa sobre el bien-estar de una persona. La cual puedes ser tú mismo, quien en

verdad nos interesa en primer lugar. Bien venido a esta grata aventura por los misterios y recovecos de la

felicidad.

Cada círculo representa un mundo psicológico en donde yo vivo actualmente. El primero, a la izquierda

abajo, el mundo de mis interacciones con amigos, amigas y grupos. El segundo mis proyectos, hobbies, yo mí

mismo. El tercero mis actividades intelectuales diarias, como escuchar, leer, exponer, escribir, argumentar,… El

cuarto círculo como veo y valoro mi futuro o mis seis proyectos de vida; ¡si, seis! A la derecha arriba, las

interacciones en mi hogar, los múltiples roles que juego con mi esposa.

Este gran paquete de interacciones me produce 66% de bien-estar total o felicidad. Las he construido y

mantenido y enriquecido a lo largo de mi vida, son mi capital afectivo, mi más valioso tesoro. Pronto conocerás la

cuantía y la calidad del tuyo, es una promesa.

Este afectograma dice más de mí como persona, que cualquier currículo u hoja de vida. Demasiado más.

Si lo aprehendes a leer me conocerás mejor que quien ha escuchado mi aburrido currículo, mis acciones, pues el

1

afectograma condensa mi ser, lo que soy en verdad. En este caso, las relaciones construidas y cuidadas al

recorrer mí ya larga existencia. Son mis circunstancias, la mitad de mi mismo.

2

Capítulo 1. La psicología afectiva, psicología con rostro humanoFase afectiva protéptica:

Las anteriores representan las felicidades de un adulto de treinta y siete años, que recién evalúe, debido a sus

serios problemas con su esposa; lo llamaré Carlos. Puedes ver su resultado de pareja en el círculo superior

derecho, 27% un resultado bajo. Igual su felicidad personal proyectiva o futura y personal bajo 50%. Entendible

por su situación actual bordeando la separación conyugal.

Para buena suerte de Carlos, las interacciones con amigos, amigos, grupos, las satisfacciones del

trabajo e intelectuales (obsérvalas) todavía se mantienen firmes y altas. Agrego todavía, pues si no resuelve

satisfactoriamente su situación amorosa, muy posiblemente adelante todas las esferas acaben contaminadas

hacia la infelicidad. Es de prever esta pésima situación.

Nuestro libro se titula Las nueve felicidades. No es un título casual, en rigor rastrea las fuentes

principales del bien-estar psicológico en cada edad. Las felicidades del periodo evolutivo previo, más las nuevas

propias y específicas de cada etapa de la vida.

En adultos, las felicidades previas evolutivas resultan ser las gratas interacciones con amigos, amigas,

socios y grupos; denominadas felicidad íntima. Más las alegrías de diseñar, planear y realizar proyectos

personales, junto con sus ocupaciones de tiempo libre y sus hobbies o la felicidad intrapersonal. Más los bien-

estares obtenidos en las actividades intelectuales cotidianas y diarias de escuchar, leer, exponer, argumentar,…

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Obsérvalas en el afectograma de adultos. Las dibujan los tres círculos inferiores del afectograma; las

estudiaremos una a una.

Más las tres felicidades de la adultez. Producidas al ajustar sus proyectos de vida, ya que una cosa es

planear y proyectarnos y otra, realizarlos; mucho más complicado de lo que parece. La segunda felicidad define

la edad adulta, laboral. La tercera, igualmente define la adultez, el amor y crear un nuevo hogar.

Tareas monumentales, de cuyo éxito dependen 40 años de nuestras vidas. Cuatro décadas que pueden

ser magníficas, o insoportables como las de Carlos nuestro adulto de treinta y siete años pronto a separarse de

su magnífica esposa. Lo dice él, y seguramente lo es, solo que su relación dejó de funcionar. Aún desconozco

porque, tema privilegiado de la psicología del amor.

Estudiar las nueve fuentes de felicidad humanas es interesante en sí mismo, y más extraer de su estudio

valiosas recomendaciones para cumplir tu tarea esencial, y casi única a la cual nos trajeron nuestros padres:

¡Darme y darte la mejor existencia posible,… y a los tuyos!

Fase afectiva Irónica: Una pregunta casi ingenua introduce una discusión ya centenaria de la psicología. ¿Qué es esencial a un ser

humano y a cada uno de nosotros?: En concreto: ¿qué te define mejor?:

1) lo que haces.

2) lo que crees.

3) cómo eres

Dos ejemplos iniciales precisan el trilema. Piensa en dos médicos, por ende con idèntica profesiòn. Solo

que uno es simpático, aunque negligente, y el otro tímido y pesimista. Varìan en dos importantes caracterìsticas

personales. Que piensas ante esta disyuntiva: ¿Las personas muy simpaticas y negligentes se asemejan más

entre sí que dos médicos; con su común oficio?

Similar, imagina dos musulmanes, uno emprendedor y otro solitario. Ahora bien ¿dos personas muy

emprendedoras se parecen entre si más que dos musulmanes? ¿Qué piensas?

¿Y si las personas de nuestro ejemplo comparten 10 cualidades? Y la más complicada ¿quiénes

comparten todas las cualidades y defectos? Solo podrías ser tú mismo, con tu perfil único e irrepetible de

cualidades e incompetencias.

Para nada son cuestiones sencillas de resolver, vale dedicarle un grato tiempo a reflexionarlas, y si

realizas la tarea con tus mejores amigos, sus beneficios serán definitivamente más provechosos aún.

$$$ Fase afectiva mayéutica: Nada existe para los humanos más importante que llevar vidas felices. Acetatos Sócrates

Ni siquiera

En este capítulo conocerás lo que eres, el núcleo de psicología afectiva, el estudio de cómo se forma la

personalidad de cada quien.

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Fase cognitiva

P 1.1 Psicología afectiva estudia la génesis de cada individuo al interactuar con su medio inter personal y

social.

P 1.2 Psicología afectiva aporta a que cada quien logre su pleno bienestar, lo cual requiere definir sus metas y

proyectos de vida, o darse una personalidad auto tèlica: auto (ella misma) telica (define sus fines).

P 2. Psicología afectiva es una disciplina divergente de la psicología oficial.

P 3. Difiere de otras psicologías divergentes, como la teoría de las inteligencias múltiples, o la

inteligencia emocional, la psicología dialéctica.

P 4. Son objetos investigativos privilegiados de psicología afectiva: el bien-estar, las cualidades y los

proyectos de vida.

P 2. Psicología afectiva es una disciplina divergente de la psicología oficial.La psicología oficial es una muy reciente disciplina de las ciencias sociales. Muy posterior a la discipplina historia,

o geografía, y la economía, por ejemplo. Suma poco más de un siglo, casi nada en el tiempo histórico, de

atenernos a su nacimiento en 1879, cuando se crea el primer laboratorio de psicología experimental.

La psicología oficial como ciencia de la conducta (humana)

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Inclinada a convertirse en psicofísica o estudio experimental de los procesos básicos, como la memoria, o las

leyes perceptivas, un incidente científico enorme -le dio alas a la naciente psicología- y cambio su rumbo inicial

por completo.

Fue el descubrimiento de Pavlov del condicionamiento condicional, mal llamado aprendizaje

condicionado, como se denominó en definitiva. Casi cualquier estudiante de bachillerato lo conoce, recordémoslo

un instante.

Si antes de presentarle a un animal la comida suena un metrónomo (cualquier sonido) a las pocas

repeticiones, en su caso un perro, secreta jugo gástrico, pues anticipa mentalmente al alimento. Esto fue todo.

Ahora, nos resulta obvio que los animales anticipan y aprenden; no en la época de Pavlov. Además, antes nadie

lo había demostrado, menos matemáticamente.

Pavlov logró cuantificar la cuantía de jugo gástrico secretada por el perro en cada ocasión, y precisó

como ocurre el proceso de aprender. Determinó la inclinación de la curva de aprendizaje, desde que repetición

ocurría, cuando se estabilizaba. Y pronto estudió también la famosa extinción de aprendizaje, al quitar el

reforzador primario o la comida luego de hacer sonar el metrónomo.

Por vez primera en la historia humana ¡fue posible estudiar científicamente un fenómeno subjetivo como

el aprendizaje!. Y no solo ese, sino todos y cualquier aprendizaje. En su caso, el aprendizaje “pasivo”, pues el

animal respondía ante un estímulo, una reacción fisiológica gástrica.

Al finalizar la década de los 40 el psicólogo experimental Skinner, llevó las cosas más allá. Creo un

sencillo dispositivo, conocido como la caja de Skinner, en ella colocaba un ratón hambriento y situaba una

palanca al extremo. Como cualquier ser viviente, el ratón recorría la caja de un lado para otro, olfateaba,

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intentaba treparla, sin rumbo ninguno. Hasta un punto, cuando más temprano que tarde, tocaba o presionaba la

palanca, por casualidad. Al extremo contrario brotaba, como por milagro, una bolita de comida, que de inmediato

digería el sorprendido ratón.

De nuevo comenzaba a recorrer la caja, a olfatear, a intentar treparla, en otro punto tocaba o presionaba

la palanca. Una segunda bola alimenticia caía al extremo de la caja. La conducta del ratón era cada vez menos

aleatoria, más intencional y dirigida. Al final, con solo colocar al ratón en la caja de Skinner comenzaba a

presionar frenéticamente la palanca.

Skinner denominó al proceso aprendizaje o condicionamiento instrumental.

Para ilustrar mejor su idea, te contaré apreciado lector que mediante una sutil conjunción

condicionamiento Pavolviano y Skineriano realice mi trabajo de laboratorio de aprendizaje en tercer semestre,

condicione a mi perra pastor alemán, Carlota. El procedimiento fue el siguiente.

Le silbaba. Ella venía veloz hacia mí. Le mostraba una cartulina con un círculo. Corría a un cuarto por un

pequeño canasto y lo traía. Dentro colocaba un papel escrito y dinero. Carlota se sentaba juiciosa frente a la

puerta de nuestra casa. Le abría, salía deparada hasta la tienda ¡situada a dos cuadras de distancia! A los pocos

minutos regresaba con dos paquetes de papas y dos cocacolas, por ejemplo. Le abría la puerta, momento en el

cual le daba un pedazo de salchicha, para ella delicioso, deduzco, pues justificaba tamaño esfuerzo,

concentración y viveza notable de su parte.

Las esperanzas eran enormes. Si el condicionamiento Pavloviano y Skinneriano le permiten a un animal

proezas similares (que me dio mi primera calificación de cinco aclamado; no era para menos) ¿qué no lograría un

niño o mejor un joven o adulto siguiendo precisos procedimientos?

Mucho. Las oportunidades para la psicología científica eran magníficas, prácticamente infinitas. A

cualquier persona se le podía enseñar cualquier cosa, por complicada que pareciese. Por ejemplo, física a niños

de cinco años. ¿Por qué no?

La felicidad de los psicólogos fue mayúscula. Eran científicos, empleaban el método científico, como los

más serios físicos, y poseían dos teorías prontas a causar una colosal revolución social: la de crear magníficos

seres humanos. Uno de los pioneros, el conductista Watson, se atrevió a afirmar algo como: “Dame diez niños

sanos y yo hare de algunos médicos o matemáticos magníficos, y a un par terribles delincuentes. Lo que desee

hacer con ellos”. La psicología cuenta con las herramientas para ello; … pensaban en aquel entonces.

La psicología o nueva ciencia experimental de la conducta actuó como todos los paradigmas lo hacen:

aiisló a los demás fenómenos mentales (percepción memoria, razonamiento, pensamiento, lenguaje,…) en el

cuarto de al lado, los arrumó. No merecían ser estudiados, solo la conducta, solo el aprendizaje.

Fue el primer paradigma psicológico, y un siglo adelante continua siéndolo, se auto denomina el

paradigma conductista o de la conducta.

Aplicado a humanos, el método científico permitiría novedosos y potentes tratamientos para cualquier

problema, pues los aprendizajes arman a cada uno de nosotros, pensaban. Cada quien es lo que hace,… o deja

de hacer. Las expectativas eran altísimas, con razón: poseían dos llaves mágicas para modelar a las personas:

el condicionamiento clásico Pavolviano y el instrumental o Skinneriano.

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Los primeros tratamientos exitosos se aplicaron a las fobias, que todos tenemos alguna. Miedos

irracionales a las alturas, las serpientes,… la lana, el dinero, la sexualidad. La lista es interminable. Y si, hubo

buenos resultados, por ejemplo con la desensibilización sistemática, la cual enfrenta al fóbico ante su miedo

gradualmente y con extrema lentitud. Gradualmente la fobia se extingue, para bien-estar de él y de los suyos que

también sufren. Ha de ocurrir de modo muy sistemático y gradual para evitar que la fobia se incremente

espontáneamente.

A la psicología conductual-clínica le interesaron especialmente las conductas, de los individuos y priorizo,

naturalmente, atender a las personas con trastornos y sufrimientos derivados. Por ejemplo, fobias, depresión

desesperanza aprendida,… Tanto fue su énfasis en los trastornos, que se le denomina psicología negativa

debido a que descuidó estudar lo positivo de los seres humanos, por caso, como se forman sus cualidades.

Fue tan fuerte la inclinación de la psicología oficial hacia lo negativo o la psicopatología que abandonó

estudiar la felicidad y el bien-estar. La cita no puede ser más diciente: “Por cada cien artículos especializados

sobre la tristeza, sólo se publica uno sobre la felicidad”.1 Lo confirma Martin Seligman, pionero de la psicología

positiva, que comentaremos páginas adelante.

El paradigma conductista hizo explícito su axioma de fundación: Somos lo que hacemos, y lo que

hacemos siempre lo hemos aprendido, a cada individuo lo modelan sus aprendizajes.

¡Las cosas no podían ser mejores! La otrora disciplina marginal de la fisiología (Pavlov lo fue), con sus

modestos laboratorios, en un abrir y cerrar de ojos se convertía en una ciencia experimental respetada, dotada

con el poder prácticamente ilimitado de curar y de modelar personalidades, a su capricho, siguiendo las

sacrosantas leyes del aprendizaje. Que para completar eran universales; las mismas regían el aprendizaje de

una euglena, un ratón o un ser humano. Extraordinario. Entre tales seres vivientes solo existían diferencias

cuantitativas, pues todos aprenden, solo que unos, nosotros, aprendemos más velozmente; nada más. La

psicología era la ciencia unificada de la conducta de los organismos.

La psicología oficial como ciencia de la mente

Por la misma época en Suiza y en la Unión Soviética dos autores desconocidos le darían vuelta completa a la

definición de psicología. Si bien faltaba mucho tiempo para que esta revolución ocurriese. Sus trabajos pioneros,

escritos en 1923 solo recibireron divulgación mundial hasta los años sesen, con un retraso considerable. Me

refiero a las obras de Jean Piaget y las del soviético Lev Vigostki..

Para enorme sorpresa, sin conocerse para nada, sus dos obras pioneras llevaron prácticamente el

mismo título y fueron publicadas al unísono, en 1923. La de Piaget: el pensamiento y el lenguaje en el niño

pequeño. La de Vigostky El lenguaje y el pensamiento del niño. Parecaín copia la una de la otra.

Pensamiento y lenguaje proscritos por la psicología científica oficial, especialmente norteamericana.

Desterrados por siempre, ya que el pensamiento como el lenguaje constituían fenómenos individuales subjetivos.

Un gran doble horror para la psicología científica, que los considero hasta hace poco regresiones al pasado

oscuro de la pseudo “psicología” de los anteriores laboratorios de fisiología. Por ejemplo, el de Wundt.

1 Seligman Martin E. P. La auténtica felicidad. Ediciones B, S.A. , Barcelona 2003. Pág. 21

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En la década siguiente Piaget dio un paso decisivo. Publicó tres hermosos libros cuyo objeto investigatvo

fueron sus pequeños hijos, observados meticulosamente desde el nacimiento cual caracoles marinos, como solo

un magnífico biólogo podría hacerlo, eso era el maestro Piaget.

Exploró las formas de inteligencia inicial (otra palabra omitida de la psicología científica. Si bien muchos

psicólogos vivían de medirla desde 1907 con los famosos test de “inteligencia”). El problema fue que Piaget

descubrió que cuando sus hijos ingresaban al sexto estadio sensorio motriz, hacia los diez y ocho meses de

edad, en su mente (palabra proscrita) ocurriía una enorme revolución mental (palabra proscrita) de incalculables

proporciones; nunca antes vista.

Preciso cuando los niños comienzan a aprehender (con h intermedia) ¡a hablar y a pensar!

El descubrimiento Piagenato fue colosal; muy similar al de Pavlov,… o más. Y sin que nadie se diese

cuenta, ni siquiera mucho él, altero de raíz el viejo dogma de la psicología oficial o paradigmática de que todo se

aprende mediante condicionamiento clásico o instrumental. Falso, una vez los niños inician su segundo año de

existencia comienzan a dominar tres novedosísimos procesos mentales basados

1) el pensamiento

2) el lenguaje

3) el apre-h-endizaje.

¡Mecanismos propios y exclusivos de la especie humana! …, se pensó hasta muy recién, cuando esta

idea de la exclusividad humana comenzó a ser demolida por otros ingeniosísimos experimentos, todavía en

curso. Realizados no con ratones, sino con chimpancés, bonobos, elefantes, delfines, seres vivientes mucho más

cercanos a nosotros; nuestros primos hermanos.

Esta mente representacional descubierta por Piaget, específicamente humana, solo fue el principio.

Luego exploró la magnífica mente (palabra desterrada) nocional, de los dos a los seis años de edad. Luego, la

mente conceptual, en funcionamiento hasta los once años. Y la más avanzada, propia de los muchachos de doce

a los diez ochos años, la mente de las operaciones formales, híper abstractas.

En suma, todo lo sabido por la psicología oficial solo operaba hasta que los niños humanos cumplían su

primer año de edad, luego todo era distinto. Dos razones lo explican, que aparezca el pensamiento y el lenguaje,

doble proceso mental que alteraba de cabo a rabo la relación de los humanos con sus mundos.

Ahora, no como cualquier animal, sino como el peculiar animal simbólico o re-presentativo que somos.

Nacía el nuevo y poderoso paradigma de la psicología cognitiva, que tardo décadas en ser aceptada oficialmente

por los profesores de psicología. Siendo durante décadas fue un paradigma divergente.

Tuve la gran suerte de ser uno de los primeros profesores de psicología cognitiva y en particular de la

teoría de Piaget en dos universidades, las primeras también en nuestro país en asumir las enormes conclusiones

de los psicólogos divergentes y marginales de la mente re-presentacional humana.

La crisis del paradigma cognitivo-conductual

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Las evidencias de que los humanos aprehenden y no solo aprenden por condicionamiento Pavoloviano o

Skinneriano, se acumularon hasta un punto en que fue imposible negarlas. Debían integrarse al paradigma único

conductual, eso ocurrió la psicología oficial se hizo conductual-cognitiva.

Lo bueno es que desde tal momento ya no deberían ocurrir más cambios. Genial. Todo quedaba claro.

Sin embargo, restaba una tercera sorpresa muy desestabilizadora. Vino de donde nadie la esperaba; menos

nosotros en ese entonces.

La psicología cognitiva tenía un hijo bastardo, a quien pocos nombraban, cuyo problema adicional es que

miles de psicólogos clínicos, educativos e industriales vivian de este hijo, sin ser reconocido por la ortodoxia

psicológica.

Me refiero a los famosos test de “inteligencia”. Si bien la psicología había avanzado conceptualmente,

carecía de herramientas, su producción tecnológica era,… y es ínfima. Excepto los test de inteligencia.

Test cuya segunda gran ventaja era que todos los papas querían saber el CI de sus hijos, y si le eran

favorables los resultados, pedían medirle su propio CI. Pocas cosas importaban más que ser inteligente. Y si

nuestras operaciones mentales nos definen, la inteligencia era central en la psicología cognitiva. Piaget no tuvo

nunca problemas en considerar la suya una teoría de la inteligencia, a la cual siempre califico, como todos, de

una y única: LA inteligencia, con mayúsculas.

Una vez reconciliadas la psicología conductual, del actuar, con la de las creencias y las operaciones

intelectuales o cognitiva; del pensar, no se veía ninguna perturbación próxima contra el paradigma unificado

cognitivo-conductual aún hoy hegemónico y dominante en las facultades formadoras de psicólogos

Había una perfecta armonía. Y cuando nadie lo esperaba, se publica en 1983 la notable obra de Howard

Gardner Las inteligencias múltiples. Su título lo decía todo, ¡no hay una inteligencia, sino al menos siete! En

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1951, si no me equivoco, Guilford había postulado 120 factores intelectuales; pero su obra tuvo pobre

divulgación. La de Gardner si la tuvo, por una razón importantísima, entre sus siete inteligencias situó dos que

acabarían por destronar el viejo edificio unificado conducta-cognitivo, paradigmático. Nadie ni lo imaginó.

Parecían inofensivas, sin serlo para nada. La inteligencia interpersonal, especializada en entender a los

otros, y la inteligencia intra personal, experta en comprenderse a sí mismo.

Una total herejía, de marca mayor. ¿Cómo hablar de una inteligencia no racional, sino subjetiva? Ningún

psicólogo la deseaba,… si bien algunos la estábamos esperando.

La obra de Gardner tuvo alguna aceptación académica entre los doctos de entonces; no más que esto.

Se comentó en algunos seminarios; poco más. Hasta la publicación, ahora si con un tono demoledor de: La

inteligencia emocional de Daniel Goleman, en 1993. Que en un abrir y cerrar de ojos se convirtió en un test seller

editorial enorme.

Me temo que su colosal èxito fue debido a un factor principal: que -¡al fin!- la psicología decía algo

interesante y cercano a las personas corrientes. Si, cercano a los padres de familia, a los jóvenes, a cualquier

individuo: explicaba ¡como entendemos a los otros, y a nosotros mismos! Magnífico. No solo esto, sino que las

conclusiones eran soportadas por innumerables investigaciones científicas, desentrañadas de viejos ánqueles,

ajenos a los dogmas oficiales. Muchas investigaciones venían de la neurología, o la ciencia del cerebro; ni más ni

menos, con su gran estatus de doctores de batas blancas.

En su libro divulgativo, no académico, Jeanne Segal precisa el impacto contra el viejo CI: “Nuestro

coeficiente intelectual puede ayudarnos a comprender y afrontar el mundo a determinado nivel, pero precisamos

nuestras emociones para entendernos y tratar con nosotros mismos y, a su vez entender y tratar con los

demás.”(2)

Estos trabajos no solo comenzaban a desmoronar la vieja hegemonía de la inteligencia racional –lógica

matemática-; sino que introducían una palabra muy peligrosa: las emociones. Las cuales “precisamos para

entendernos y tratar con nosotros mismos y, a su vez entender y tratar con los demás.”( 3). Nosotros mismos y

tratar con los demás, ¡los dos temas centrales de la existencia humana!

Quien lo iba a pensar, durante un siglo el paradigma conductual-cognitivo marginó de la ciencia humana

las emociones, los afectos, los anhelos, … ¡Todo el sistema afectivo humano!, rector de la vida, el cual nos

permite no sumar 2 + 2 = 4 o aprender listas de nombres químicos, ni resolver ecuaciones diferenciales, ¡sino

entendernos y entender e interactuar con los demás!, los dos temas centrales de la existencia humana!

Ya lo había advertido Dyer Wine con franqueza y contundencia.

“Los sentimientos o las emociones son la parte más importante de nuestra vida, y sin embargo los ignoramos casi por completo,

mientras que damos un énfasis desmesurado a la adquisición de conocimientos, tanto en casa como en la escuela. Los

educadores han afrontado este dilema durante siglos. El aspecto <<afectivo>> (sentimientos) frente al aspecto <<cognoscitivo>>

(conocimiento) es el rótulo técnico de la controversia tal como se aplica a la educación. Las escuelas gastan más del 95 por 100 de

sus fondos y su energía en el aspecto cognoscitivo. Los padres emplean casi el mismo porcentaje de energía y tiempo en

2 Segal Jeanne. Su Inteligencia Emocional. Ed. Grijalbo. España. 1997. Pag.18

3 Segal Jeanne. Su Inteligencia Emocional. Ed. Grijalbo. España. 1997. Pag.18

11

acrecentar los ámbitos cognoscitivos, y todos sabemos que en nuestro corazón las emociones tienen virtualmente prioridad en

todas las situaciones importantes de la vida”. 4

El paradigma psicológico-educativo oficial había, pues invertido –peligrosísimamente- las cosas

colocándolas patas arriba: arriba los conocimientos, abajo los sentimientos. Y debería ser exactamente al revés.

Las escuelas y los padres se ocupan solo de los conocimientos. Si bien, todos, menos los psicólogos

oficiales, sabemos ¡que las emociones tienen prioridad en todas las situaciones importantes de la vida”. 5 La meta

de cualquier buena formación humana: preparar a nuestros muchachos para las situaciones importantes de la

vida.

Total acuerdo.

$$$ P 3. Difiere de otras psicologías como inteligencia múltiple y emocional, psicología

positiva y psicología dialéctica

Paradigma divergente inteligencias múltiples y emocional

Paradigma divergente psicología positiva

Paradigma divergente psicología dialéctica

Paradigma divergente la psicología afectiva: sus cuatro objetos principales de investigación

4 Dyer Wayne W. La felicidad de nuestros hijos. Group Editorial Random House Mondadori, S. L., New York 1985. Pág. 28

5 Dyer Wayne W. La felicidad de nuestros hijos. Group Editorial Random House Mondadori, S. L., New York 1985. Pág. 28

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1-- El bien-estar humano

2 sentirse bien es el mecanismo que ha protegido y permitido la proliferación raza

2 “Las relaciones. La condición que supera a todas las otras en importancia

2-- El amor

43 / 11 “El matrimonio es un factor de felicidad más poderoso

3-- Las cualidades y los talentos humanos

42 ”Desde el principio quise ser una bailarina profesional.

4-- Los proyectos de vida

42 “No podríamos ser felices sin fijarnos unas metas.

Formar personas auto télicas.

El significado

2 la eudaimonía se refiere a una vida en la que la persona florece o realiza su verdadero potencial.

2 Una personalidad autotélica. Una persona autotélica: Necesita pocas posesiones materiales

Auto mejorar-se

2 Un saltamontes macho conoce seis canciones de amor y de guerra

2 “Las personas que se someten a cirugía estética informan

2 “<<La educación debe ser considerada, al menos parcialmente, como un esfuerzo por producir

En la fase afectiva Irónica nos preguntamos ¿Eres lo que haces, lo que crees, tu forma de ser?

Tenemos ya muchos elementos para responder.

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$$$ P 1.1 Psicología afectiva estudia la génesis de la personalidad de cada individuo en

interacción con su medio inter personal y social. pp

$$$ P 1.2 Psicología afectiva contribuye a formar personas auto (ella misma) telicas

(define sus fines). ppp

P 4. Son objetos campos privilegiados investigativos de psicología afectiva: el bien-estar,

las cualidades y los proyectos de vida. <<Todos los hombres buscan ser felices, esto sin excepción. Por diferentes que sean los medios que para ello

empleen, todos tienden a este fin… La voluntad no da jamás el menor paso sino había este objeto. Es el motivo de todas las acciones de todos los hombres, hasta de los que van a ahorcarse.>>”. Pascal 6

…. Hasta de quienes se van a ahorcar,… ¡Ciertamente que sí! Como todos nosotros, ellos –más que nadie-

anhelan ser felices,… Al menos, no ser tan infelices. Cómo los gordos anhelan ser flacos, o los feos bellos y los

pobres menos pobres.

He trabajado diez años con jóvenes suicidas y sobre los mil motivos que inducen a alguien a tomar esta

sombría y cobarde decisión, hay una constante, una sola. La resume un muchacho de 19 años que entreviste la

semana pasada. Me comentó lo siguiente, casi la regla:

“Tengo que acabar esta infelicidad o este sufrimiento insufrible, y no encuentro otra salida.

Claro que si las he intentado todas. Espero que la ´próxima vez si la logre”.

Y aunque para todos nosotros es claro y casi obvio que <<Todos los hombres buscan ser felices, esto sin

excepción>>, muy recién a la psicología ha comenzado a interesarse por la felicidad. No un tema como otro, sino

el tema crucial de la existencia humana, increíble para una ciencia que se califica de humana. Y ni siquiera es la

psicología oficial, sino una rama marginal suya, denominada psicología positiva. Diferente del tradicional

conductismo, o de los procesos intelectuales y las patología o desordenes.

La psicología afectiva tiene rostro humano por cuanto pretende responder preguntas vitales para

cualquier persona. En esencia, tres grandes cuestiones:

1. ¿Eres feliz, cuánto?

2. ¿Posees cualidades y talentos, cuáles?

3. ¿Sabes que quieres y para dónde vas?

Bien-estar

Psicológico

6 De Villena Luis Antonio. La Felicidad y El Suicidio. Editorial B, S, A., Barcelona. 2007. Pág. 19

14

Psicología

Afectiva

Cualidades Proyectos de vida

Psicología afectiva tiene por lema central este: “Conocernos nos permite entender nuestra existencia, a

fin de mejorarnos, y llevar vidas plenas auto télicas”. ¡Nada más,… ni menos!

Auto

Conocimiento

1- Auto 3-- Vidas

Comprensión autotélicas

2-- Auto

diseño

Como ciencia del individuo, el meollo de la psicología afectiva, su punto de partida es el auto

conocimiento. La materia prima esencial para entender nuestra existencia, mejorar nuestros vacíos y

deficiencias, y llevar vidas auto télicas plenas.

Todo comienza con ¿Quién eres?,… de verdad. Para los griegos la primera casi única tarea de cualquier

hombre y mujer: ¡Conócete! Claro que sí, ¿Pero cómo?

Pues es imposible realizar tamaña tarea existencial sin saber -a ciencia cierta- que es un ser humano,

que lo define, cuáles son sus notas esenciales. Gran parte de este libro aborda esta pregunta y te da valiosas

herramientas para realizarla, y no en un futuro lejano, sino al concluir este primer capítulo: es la primera del libro,

valorar tus seis felicidades principales. Que importante. Estamos prontos a comenzar con la tarea griega, a

hacerles caso a nuestros padres intelectuales.

El auto conocimiento produce al menos tres enormes beneficios.

El primero, te permite comprehender porque haces lo que haces: ¡porque eres quien eres!

El segundo beneficio, te permite engrasar algunas tuercas y tornillos tuyas un tanto desajustados. Por

caso, si descubres que eres apático o aislado o pesimista. ¡O cualquier otro de las 50 incompetencias humanas!

Es lo mejor para ti y los tuyos.

El tercer beneficio mayor. Un buen auto conocimiento es imprescindible para elegir y definir tus sueños,

tus metas, tus ilusiones. Y hacerte, una persona autotélica, de las primeras en lograrlo, a ciencia cierta. Auto (tú

mismo) télico (defines tus metas). Nadie más sino tú, la gran ilusión del movimiento libertario. A propósito de

llevar una vida auto (tú mismo) télica (defines tus metas), vida a plenitud.

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Es el sentido final –aplicado tecnológico- de la psicología afectiva: dotar a cada persona (niño, joven,

adulto, viejo) con poderosas herramientas de auto conocimiento, auto comprensión, auto diseño y que disfrute

una vida auto télica plena.

Auto

Conocimiento

Auto Vidas

Comprensión autotélicas

Auto

diseño

He allí el rostro humano de la psicología afectiva, aborda temas centrales para toda y cualquier persona:

niños, más aún jóvenes, ni que decir adultos ¡y muchísimo más viejos!

P41 La primera gran pregunta de psicología afectiva el bien-estar

“La felicidad es el único problema que valdría la pena resolver en la vida. Si no se es feliz, ¿qué importa el resto? ¿Por qué no morir, si no hay otra cosa que desdicha?”.

Luis Antonio De Villena (2007)7

Estoy de total acuerdo con el poeta: “Si no se es feliz, ¿qué importa el resto?”. ¿Y tú?

Observa el afectograma de un niño IN-feliz de 10 años. Cada flecha doble dibuja el sentimiento mucho, la

delgada el sentimiento sí; pero no mucho. Y la ausencia de flechas: el sentimiento algo, poco o nada. Si las

flechas salen del círculo, significa que el niño aprecia a X. Si la flecha llega al círculo, se siente apreciado por X.

Por ejemplo, el niño R aprecia a sus compañeros, no mucho; y siente aprecio de ellos. No así por su

colegio, ni sus profesores, ni en el colegio. De allí que su felicidad escolar sea bajísima: 12%. Es baja en la

actividad intelectual y aceptable en su hogar. Lo estudiaremos con lujo de detalles.

7 De Villena Luis Antonio. La Felicidad y El Suicidio. Editorial B, S, A., Barcelona. 2007. Pág. 10

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¿Eres feliz en tu trabajo? ¿Lo serás?

Si eres un adulto, hay dos cuestiones cruciales: tu bien-estar laboral actual, y tu bien-estar afectivo futuro. Solo la

segunda si eres un joven, cuando comienzas a diseñar tu proyecto de vida profesional y laboral. Genial etapa de

la existencia, pues todo está en tus manos, o mejor en tu mente, ella crea tu futuro, según las decisiones que

tomes: ¡qué gran y grata responsabilidad!

¿Eres feliz en tu trabajo? No es solo una pregunta, sino en verdad cinco:

1. ¿Disfrutas tu trabajo, te exige al máximo tus cualidades?

2. ¿Son positivas las relaciones con tus jefes?

3. ¿Gratas las relaciones con tus subordinados?

4. ¿El clima y las condiciones laborales son magníficas?

5. ¿Te ves y te valoran como un excelente trabajador?

Si respondiste a las cinco cuestiones positivamente: ¡mil felicitaciones! Has logrado descifrar el segundo

más complejo misterio de la existencia humana: el misterio de elegir entre mil profesiones la más acorde con tus

cualidades, talentos y aptitudes, y además, diste con una empresa con interacciones humanas favorables y con

tu mejor trabajo. ¡Eres definitivamente un privilegiado! La excepción definitiva, hoy en día.

No solo esto, ya de por si valiosísimo, sino que psicología afectiva te augura 70.000 horas de bienestar,

para la mitad exacta de tu vida, de 25 a 65 o 70 años, más posiblemente. Por esto y por su complejidad no

exagera psicología afectiva de calificarla como la segunda apuesta crucial de la existencia humana. Te juegas

70.000 horas de bienestar, si aciertas, muy pocos lo logran; es la cruda verdad. O miles de horas de apatía,

aburrición, tensiones, decepciones. Insufribles, es lo corriente.

Todo depende de ti, lo recuerdo de tu:

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Auto

Conocimiento

Auto Vida

Comprensión autotélica

Auto

Diseño

¡Observa este afectograma de un hombre laboralmente feliz! Todos los vínculos esenciales operan muy

bien, son fuentes del alto bien-estar. Únicamente habría que revisar sus relaciones con sus jefes, en las cuales

las flechas son delgadas; pero no excelentes, como si ocurre con los vínculos laborales restantes.

¿Eres feliz en tu nuevo hogar?

¿Has logrado armar un hogar, una pareja, una familia? Y si eres joven ¿Tienes buenas amiga/os o mucho mejor

una pareja sexual, o lo máximo un/a excelente novia/o?

Comprobaremos que durante la extensa vida adulta, el hogar constituye la mayor fuente de felicidad.

Para nada un asunto menor, psicología afectiva lo considera el reto central y más complejo de toda la existencia

humana, al cual le dedica un capítulo completo. El investigador Martin Seligman, pionero de la psicología

positiva, es categórico al respecto.

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“El matrimonio es un factor de felicidad más poderoso que la satisfacción laboral, económica comunitaria”.8

¡Más poderoso que la satisfacción laboral de la cual acabamos de hablar!, con 70.000 horas de por

medio. Con esta comparación todo está dicho.

Es lo magnífico del matrimonio y de la pareja de largo aliento. Solo que sus beneficios no llegan gratis.

Recibir la mayor fuente de bien-estar humano impone varias condiciones. Destaquemos una, le agrega al

complejo conocimiento personal o auto conocimiento, el igualmente complejo conocimiento íntimo, o

conocimiento de quien podría ser o es tu pareja, y además, estimar y destinarle máximos esfuerzos para que

ambos rombos personales coincidan, el tuyo y el suyo. ¡Una labor colosal!

La verdad, verdadera, es que hoy el amor fracasa, está de capa caída,… quizás nunca jamás se

recupere. Más de siete de diez que se tienden en sus brazos fracasan estrepitosamente,… ¡Eso que -hoy- la

mayoría de jóvenes y adultos ni siquiera lo intenta!

Estas dos dibujan preguntas centrales del bien-estar. Del bienestar laboral y en el segundo del bienestar

amoroso. Dos asuntos complejos que le interesan muchísimo a la psicología afectiva.

Lo mejor es que la psicología afectiva no le interesa únicamente su dimensión teórica y conceptual, por

supuesto que sí, sino también y principalmente le interesa la practica: derivar recomendaciones precisas que

ayuden a cada quien a prepararse a fin de sortear los tremendos retos del bien-estar humano, por su bien y el de

todos.

En este caso, la felicidad amorosa es apenas media o aceptable. Solo operan muy bien dos de los

muchos roles que arman la pareja: el rol compañero (observarlo) y el rol socio. Los demás no operan también.

Estos es, no producen tantas alegrías, satisfacciones, encuentros, gratitudes,… felicidades.

8 Seligman Martin E. P. La auténtica felicidad. Ediciones B, S.A. , Barcelona 2003. Pág. 251

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Los terribles costos cuando fallan las fuentes de felicidad

Cambiemos radicalmente de ánimo: Alguna vez te has sentido: ¿infeliz, solo, depresivo, con ideas suicidas?

Hoy millones de personas, de todas las edades, con máximo énfasis en la adolescencia y en la vejez,

responden si, definitivamente. Millones de personas fallan en el esencial auto conocimiento.

Como conducir una motocicleta desconocida por una peligrosa carretera, que siempre es la vida. Sin

este valioso auto conocimiento, sus elecciones fallan. No una sola, sino todas sus esferas. Sus amistades,

ocupaciones de tiempo libre, sus proyectos, elecciones laborales, afectivas,. Sus vidas se tornan caóticas, sin un

criterio subjetivo para realizar sus elecciones, el auto conocimiento.

En el mejor caso, llevara una vida infeliz, sin felicidad. Cuando otra vez la pregunta del poeta de villena

cobra relevancia: ¿Si no se es feliz, ¿qué importa el resto?

En los peores casos, que hoy son millones, pagaran los costos duros del auto desconocimiento. Que casi

siempre evoluciona hacia los tres mayores males del siglo XXI. Sufrirán

1) soledad (o pobres vínculos)

2) depresión (pobres vínculos con el mismo)

3) y muchos pensaran en la salida extrema (sin sentido de la vida).

¿Qué causa la gran IN-felicidad actual?

La explicación que propongo parece sorprendente, desconcertante, absurda: ¡Les enseñamos demasiado a

nuestros niños y jóvenes!

Si, saben demasiado. ¿Cómo puede ser esta una explicación?

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Les enseñamos demasiado. Solo que demasiadas matemáticas, biología, historia, cálculo, física,…

Pasan miles de horas estudiando temas intelectuales, conociendo lo otro, muy poco de los otros, fundamental, y

menos de sí mismos. Quedan hambrientos de los dos únicos saberes imprescindibles.

La única vacuna contra estos gravísimos males actuales es,…

He aquí la pretensión central del presente libro: presentar los conocimientos actuales de la ciencia del

bien-estar, denominada, con razón, psicología positiva, que lo es. Bienvenida.

P42 El segundo principal objeto de investigación de la psicología afectiva: las cualidades humanas

Pronto veremos que los vínculos crean bienestar psicológico. Si resultan gratos, nutritivos, amables,

enriquecedores,… la persona se siente bien, a gusto, pertenece a un perdurable tejido afectivo que la acoge: es

feliz en sus mundos.

Teniendo tanta importancia, toda, las interacciones que creamos en nuestros mundos, es crucial

resolver: ¿por qué no todos creamos vínculos gratos, nutritivos, amables,…? Siendo tan decisivos para nuestro

bien-estar, sería magnífico lograrlo.

La respuesta es que crear y mantener vínculos gratos,… requiere poseer –haber aprehendido- un amplio

paquete o caja completa de cualidades humanas. Las herramientas del bien-estar. El asunto es que más que

unas cuantas cualidades, son un gran paquete ¡estimadas por psicología afectiva en cien! Un centenar de ellas.

Si, un número enorme.

Tales cualidades (la amabilidad, generosidad, el ser entrador, persistente, responsable,… n) resultan ser

las herramientas creadoras del bienestar: responsables de iniciar, sostenerlo y capitalizarlo en tu propio

beneficio.

Por esto, quien es amable puede iniciar y sobre todo enriquecer relaciones casi con cualquier persona,

posee una magnífica llave para ingresar al corazón de los otros. Gana él y ganan quienes interactúan con él,

¡todos ganan! La meta siempre de las relaciones humanas. Al contrario, si es antipático ocurren efectos

negativos, exactamente opuestos. El pierde por su incompetencia, y también pierden quienes interactúan con él;

caso frecuente ¡donde todos pierden!

He aquí la importancia del gran capítulo de la psicología afectiva que explora las cualidades humanas.

Las herramientas neuropsicológicas responsables de iniciar interacciones gratas, de sostenerlas y de

capitalizarlas para beneficio de todos. Sean estos compañeros, amigos, jefe, subalternos, padres,… O en el caso

más complejo, ¡nosotros mismos! Las cualidades intra personales.

Hasta aquí un buen resumen es este: tu felicidad actual la causan las interacciones en tiempo presente,

tu felicidad futura la crearan tus cualidades. Cuídalas, son tu principal caja de herramientas te aseguran la mejor

vida posible. La tarea esencial: ser felices, llevar vidas plenas.

O mejor la lucida afirmación del poeta Luis Antonio De Villena “La felicidad es el único problema que

valdría la pena resolver en la vida. Si no se es feliz, ¿qué importa el resto? ¿Por qué no morir, si no hay otra cosa

que desdicha?”

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¿Conoces tus cualidades humanas?

Siendo tan decisiva la caja de herramientas para armar gratas interacciones, la pregunta es central: ¿Las

conoces? ¿Conoces tus cualidades humanas?

La respuesta casi obvia, es: “Si, por supuesto”. Cuyo argumento inmediato lo sé de memoria: “He vivido

conmigo muchos años, demasiados, me conozco”. Así responden cantidad de jóvenes a quienes entrevisto.

Mi contrarréplica ya estándar, ni la pienso: “Te interrogó -si en verdad y seriamente- conoces tus

cualidades y tus defectos: “claro que sí, las fundamentales”. ¿Luego, conoces tus 5 grupos de cualidades

humanas? ¿Cuáles grupos? ¿No los conoces? Ni siquiera los he oído escuchar jamás. Prosigo ¿Conoces tus 5

grupos de incompetencias? ¿Cuáles grupos? ¿No los conoces? Tampoco los he escuchado jamás. ¿Y tú perfil

preciso de cualidades? ¿Y sus consecuencias? “!Ni idea!”.

Despreocúpate, te ocurre como a la mayoría de los jóvenes y adultos a quienes les basta con saber unas

cuantas de sus cualidades. Por ejemplo, poder decir: “Soy optimista, respetuoso y muy cumplido”. Y nada más.

Con este brevísimo auto conocimiento se sienten armados para recorrer la dura existencia humana. Absurdo e

irresponsable

Y como comenzamos a ver que para optar y decidir durante la larga vida requerimos auto conocimiento,

esta pobreza franciscana de auto conocimiento (Reducirse uno mismo a solo: optimista, respetuoso y muy

cumplido) tales personas, hoy la inmensa mayoría, irán de tumbo en tumbo, de fracaso en fracaso, de error en

error,… hasta la derrota. Es la triste verdad, piénsalo.

Hay mucho de por medio en el tema capital de psicología afectiva, las cualidades humanas, te ayudará

definitivamente. “Te interrogó -¿en verdad y seriamente- conoces tus cualidades y tus defectos?”. Si, tu,

apreciado lector.

El balance de cualidades es decisivo

Analicemos un perfil reducido de las cualidades de un niño a quien denominare Bernardo.

En algunas personas afortunadas, sus cualidades nítidamente sus incompetencias (Por ejemplo, cuentan

con 16 cualidades, situadas en soy muy amable, muy emprendedor,…) y solo presenta tres o cuatro

incompetencias. Por caso, ser intenso, sarcástico y celoso. Su balance es definitivamente favorable.

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Significa que su caja de herramientas creadoras del bienestar: responsables de iniciarlo, sostenerlo y

capitalizarlo, contiene muchos destornilladores, hombres solos, tenazas,... Todos de extrema calidad. Genial

porque la psicología afectiva les pronostica vidas plenas y de amplio bien-estar: gratas, estimulantes, alegres,

llenas de retos, satisfacciones, encuentros,… Lo mejor.

En algunas personas, sus cualidades (Por ejemplo, ) igualan sus incompetencias (Por ejemplo, nueve

cualidades y siete incompetencias). Se igualan unas con otras. Tienen cualidades, solo que sus incompetencias

las borran y cancelan.

En otras personas, las incompetencias superan sus cualidades. El peor perfil por encontrar. Significa que

recorren la vida con escasas herramientas; y para completar llevan muchas tuercas desajustadas, fuentes de

fricciones, malestares, tensiones, angustia, furias, sufrimientos. Los resultados en términos de bienestar son

predecibles: ningunos o muy pocos, y sí mucho malestar. Con la tragedia adicional de ser ellos mismos los

causantes de malestar a otros y a sí mismos.

Descifra tus cualidades y predecirás tus futuros.

Similar al mecánico que pudiese inspeccionar los carros del autódromo antes de una carrera. Con solo saber su

potencia y rendimiento neto predeciría los resultados. Por esto antes de la carrera ninguna persona de otro

equipo se puede acercar a un carro de competencia, sabría demasiado.

Con los seres humanos la situación es similar. Cuando la mayoría de los jóvenes que atiendo me

preguntan, que siempre lo hacen: ¿Por qué otros compañeros míos, del mismo curso, del mismo salón llevan

vidas magníficas y yo casi nunca he disfrutado una alegría, un logro, un amigo? ¿Acaso la vida es injusta? Me

siento muchas veces tentado a responderle:

El destino depende de ti, del balance de tus cualidades / defectos. Si tu balance de cualidades es

positivo, llevas vida mejor, grata, alegre, estimulante, llena de retos de satisfacciones. Y lo contrario. No producto

del azar, ni de la suerte, ni de las injusticias, ¡sino de ti mismo!

Por supuesto, no se les digo en la primera sesión a fin de no desmoralizarlos de entrada, sino en la

última sesión, de salida, cuando han superado la fase depresiva, posterior al intento de suicidio. Lo malo hacia el

futuro es que no le podrán echar la culpa de sus desdichas psicológicas a otros o al destino, sino solo a una

persona: ¡ellos mismos!

Eso que los futuros no son uno, ¡sino hasta seis! Seis futuros dependientes de la edad de cada quien. Si

es un niño es sencillo pues solo juegan tres futuros próximos. El futuro familiar, el escolar y el intelectual.

En un joven las cosas se complican porque a los anteriores hemos de agregarle sus amigos, amigas,

novia; sus proyectos y actividades de tiempo libre, y el diseño de sus seis futuros.

Al adulto súmale las dos tareas centrales y de máxima complejidad de la existencia humana: el amor y el

trabajo. En la primera, más del 70% de quienes le apuestan fracasan. Y en el trabajo dos de tres profesionales

¡habrían preferido estudiar otra carrera! Para salir a correr.

Y a los viejos agregarles la trascendencia.

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Las cualidades de un niño de 9 años.

Entremos a las cualidades. Te ilustro la importancia crucial de ellas mediante el perfil real de un niño real de 9

años, cuyo informe debo entregar mañana sin tener aún ni idea que les diré a sus padres.

A pesar su corta edad, nueve años, a quien llamare Bernardo, fue expulsado del colegio por graves

problemas de conducta y pobre rendimiento académico: la dupla fatal. La verdadera razón para solicitarme su

evaluación psicológica; así los colegios justifican la expulsión o las matrículas condicionales.

Casi nunca me envían niños ni jóvenes para constatar sus cualidades o talentos, que me encantaría y

alegraría la vida, a mí, y también a ellos y a sus padres, sería magnífico. Siempre ocurre lo contrario, la escena lo

domina lo negativo.

Acabas de observar una parte reducida del perfil de cualidades de Bernardo, que más bien debería

denominarse de defectos e incompetencias. Su puntaje total de cualidades sociales es solo 20%, muy bajo;

mientras que su perfil de incompetencias es -45 o alto. La peor combinación posible: bajas cualidades y altas

incompetencias.

Ahora bien, ¿que esperar de un muchacho que a sus pocas cualidades sociales le suma defectos o

incompetencias ¡cómo ser travieso, indisciplinado, y algo rebelde, irrespetuoso, impuntual, mentiroso,

desconsiderado! Válgame Dios dría mi abuela Tito.

Esa larga lista de incompetencias concentra muchos puntos negativos, y eso que omito los otros cuatro

grupos de cualidades, donde también, hoy afecta todas las vidas de Bernardo. Su vida: familiar, escolar, e

Intelectual.

Durante su juventud estas incompetencias afectaran su vida íntima con amigos, amigas, pareja y posible

novia (¿Quién querrá tener como novio a un joven travieso, indisciplinado, y algo rebelde, irrespetuoso,

impuntual, mentiroso, desconsiderado?)

De no corregir estas incompetencias, en la adultez tendrá serísimos problemas en su trabajo e iguales si

pretender crear un hogar. Aún en la vejez, sus incompetencias le cobraran su cuenta en desplantes, abandonos,

tensiones, conflictos, sufrimientos,…

Lo único bueno de la mala situación de Bernardo es que me permite ilustrar la importancia capital de las

cualidades humanas, el segundo objeto de investigación de la psicología afectiva.

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P43 La tercera gran pregunta de la psicología afectiva: las metas personales y los proyectos de vida

Necesitas conocer tus fuentes de bien-estar, para entenderte y maximizar tus alegrías. Pero más necesitas

conocer tus cualidades y talentos, por otra razón definitiva: ellas te permiten elegir tus metas, anhelos,

ambiciones, tu sentido de vida. Responder a la pregunta ¿para qué estás en el mundo? ¿Qué deseas hacer con

tu maravillosa existencia?

¿Y tú apreciado lector, tienes claro que anhelas con tu vida, hacia donde marchas?

Si no sabes que quieres, despreocúpate. ¡Lo lograrás!. “¿Qué?” ¡Nada!

Así de crudo, rudo y duro. En efecto quien se desconoce, o se ignora a sí mismo, ignora sus cualidades y

talentos, carece de cualquier criterio subjetivo para optar y elegir lo mejor para él, precisamente es ignorante de

sí mismo, el criterio.

Los tienes claros. ¿En los seis campos esenciales del vivir humano? En un adulto, equivale a tener bien

diseñados sus proyectos de vida:

1. Amoroso

2. Laboral

3. Proyectivo

4. Intelectual

5. Personal

6. Íntimo

Amoroso o has definido cuál de las 42 formas posibles hoy de pareja anhelas o tienes. Laboral o

responder tres complejas preguntas: ¿Cuál es tu mejor rol, profesión y trabajos posibles? Proyectivo o destinarle

tiempo para armar y sobre todo supervisar (y cuando haya lugar a ello revisar o rectificar) tus proyectos de vida.

Intelectual o las preguntas e intereses a los cuales deseas destinarle tu máxima reflexión. Personal o tus

proyectos y hobbies. E íntimo o decidir cuáles serán tus mejores amigos, amigas, socios, grupos.

Por supuesto que representa una labor extensa, expandida desde los 15 años hasta el final de tus días,

pues nunca podemos detener nuestro auto conocimiento, ni valorar y corregir nuestros proyectos de la vida.

Como un capitán de barco jamás descuida sus planes y sus brújulas. La labor esencial,… siempre.

Tal es la tercera cuestión central de la psicología afectiva, su tercer campo de investigación. Explicar

cómo cada quien construye sus seis proyectos de vida principales. Tema en el cual todavía damos nuestros

primeros pasos.

¡No tuve claro para nada mi proyecto de vida profesional! Solo hasta ahora lo tengo.

La complejidad de la labor de auto diseño la concí bien durante mi ya larga existencia; al ir fracaso en fracaso,

desde el inicio.

A mis diez años estaba seguro que lo mío era la música, el piano, de mi abuelo, y la composición

musical. Me encantaba, lo disfrutaba al máximo, pocas cosas más atraían mi interés. Por supuesto, convencí a

mi madre para matricularme al conservatorio, donde me dieron la mala noticia de que ya era mayor para pensar

en ser pianista.

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El primer año recibí clases aburridísimas de solfeo o canto gramatical, que llegue a odiar. Nada de

ningún instrumento, lo que en verdad quería. Para mí, el programa de conservatorio estaba patas arriba. Desistí.

Pero no del todo, a mis catorce años, luego de aprehender a tocar guitarra empíricamente –como todos-, creé mi

primer conjunto de rock. Volví nuevamente a la senda de la música. Regrese con las pilas recargadas al

conservatorio, pero volví a desistir. Definitivamente, el solfeo, la gramática y el coro no eran para mí la música.

Fue mi primer y tempranísimo fracaso en elegir mi profesión, que unos pocos años atrás retomé,

sorpresivamente para mí.

Al concluir bachillerato, me convencieron en mi hogar de estudiar medicina, como mi padre. Y porque

también los orientadores escolares de mi colegio me la indicaron. Fracasé a los tres semestres. Segundo para

agregar a la cuenta.

Luego, de mucho pensarlo, me presenté e ingresé a la Universidad Nacional ¡ahora a antropología! Que

sí, siempre me ha interesado, solo que entonces, no se hoy, era básicamente marxismo. Lo más cercano a la

antropología era el libro de Engels el origen de la familia, la propiedad privada y el estado. Nuevo fracaso

profesional.

Luego de un temprano magnífico matrimonio, tuve la última oportunidad de estudiar una profesión. Eso

sí, con un préstamo personal del Icetex. Finalmente, me gradué de psicólogo. En verdad, nunca he ejercido dicha

profesión. Durante ese gran lapso de tiempo intenté con biología y química, con una maestría en matemáticas

puras y otra en lógica y otra en neuropsicología.

Luego de cumplir 60 años me realice unas pruebas psicológicas y me auto orienté profesionalmente para

concluir que ¡debí haber estudiado antropología! Ya un poco tarde ciertamente para corregir mi loco rumbo

profesional.

Esta brevísima historia resumida es interesante pues ilustra las tremendas dificultades de elegir el propio

rumbo profesional. El cual decidirá, ni más ni menos, que 70.000 horas, la mitad completa de la existencia, la

vida laboral toda de una persona.

Cuanto tiempo perdí en esos ires y venires de un lado para otro, sin llegar nunca a ningún puerto seguro.

El origen de todo este desvarió es y fue uno solo: no tenía ni idea de quien era –en verdad yo. Por lo tanto, mis

“elecciones” profesionales carecían de fundamento. Me limitaba a preguntarme, no quien en verdad era, como

debió haber ocurrido (no lo sabía hasta hace muy poco tiempo); sino que me gusta. ¿Me gusta esto o aquello?

Lo que hacen hoy millones de jóvenes, desorientados por mus mismos padres: “Mi amor, has lo que más te

agrade”

Los resultados de esta manera irresponsable de proceder al elegir la profesión no podrían ser peores.

Dos datos de mi país Colombia son aterradores.

El 52 por ciento de quienes comienzan una carrera la dejan inconclusa. Es decir, fracasan con tan solo

haber comenzado a estudiarla. Idéntico me ocurrió a mi cuatro o cinco veces.

Y no solo esto, sino que para la mitad de quienes si concluyen, solo uno de tres (16%) la considera la

carrera y profesión de sus anhelos. Si es tu caso, no estás solo: ¡65 % de profesionales no desean ejercer su

profesión!

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¿Cómo es posible ser tan irresponsables con nuestros jóvenes, con sus futuros, con el futuro de 70.000

horas de sus breves existencias? Claro, es un brutal desperdicio no solo personal, que definitivamente, sino

también social a una escala escandalosa.

Tengo una gran esperanza de los aportes y los estudios de psicología en este tema de tan honda

importancia para cada uno de nosotros. Eso que solo hable de uno de los seis proyectos de vida, el proyecto

laboral, hay otros similarmente importantes.

$$$ Fase expresiva Que aprehenderás al leer este, espero, interesante libro.

Capítulo 1. La psicología afectiva, una respuesta a las preguntas más humanas

Tarea tus seis felicidad

Capítulo 2. El bien-estar humano integral

Tarea Aplicación cuestionario virtual

Capítulo 3. Qué no produce felicidad

Tarea Interpretación de tus resultados

Capítulo 4. Vínculos y alegría de vivir

Tarea Recomendaciones a un joven

Capítulo 5. Efectos de la felicidad

Tarea Tus recomendaciones

Capítulo 6.Cómo educar hijos y estudiantes felices

Tarea Cómo mejorar-te

Capítulo 7.Las 9 felicidades humanas /

Qué nos falta estudiar

Tarea Conéctate a la red de psicología afectiva

Modelación

Mis seis felicidades Puntajes y cualitativos

Tarea

Tus seis felicidades

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