Comunicarnos Nº 146 Enero/Febrero 2015

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1 REVISTA BIMESTRAL AÑO 15 - Nº 146 - ENERO/FEBRERO 2015 - COSTO $15 "La Iglesia es una madre sin fronteras y sin límites". Papa Francisco. XV Encuentro Anual de Niñez y Adolescencia. Síntesis de las ponencias. DERECHOS Y DIVERSIDAD MIGRACIONES Comisión Episcopal para la Pastoral de Migraciones y Turismo. Pastoral de Migraciones de Neuquén. Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos. Prog. Migración y Asilo de la Univ. Nac. de Lanús. Comisión del Migrante - Ministerio Público de la Defensa. Auspiciada por la Sec. de Cultura - Presidencia de la Nación. Declarada de Interés Social por la Legislatura - Cdad. Bs. As.

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En este número - Migraciones: Derechos y diversidad.

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pastoral

REVISTA BIMESTRAL AÑO 15 - Nº 146 - ENERO/FEBRERO 2015 - COSTO $15

"La Iglesia es una madre sin fronteras y sin límites". Papa Francisco.

"En el Sur encontré el Norte"Entrevista al Pbro. Hernán Morelli - Parroquia Santa María Madre del Pueblo - Vicaría para las Villas de emergencia. pag 22

Promoviendo sustentabilidadEntrevista a Christian Tiscornia Biaus, presidente, y Juan Cruz Zorzoli, director ejecutivo de la organización Amartya.pag 6

XV Encuentro Anual de Niñez y Adolescencia. Síntesis de las ponencias.

DERECHOS Y DIVERSIDAD MIGRACIONES

Comisión Episcopal para la Pastoralde Migraciones y Turismo.

Pastoral de Migraciones de Neuquén.Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos.Prog. Migración y Asilo de la Univ. Nac. de Lanús.

Comisión del Migrante - Ministerio Público de la Defensa.

Auspiciada por la Sec. de Cultura - Presidencia de la Nación. Declarada de Interés Social por la Legislatura - Cdad. Bs. As.

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pastoral editorial

SUMARIO

Misión

.1. Migración, Derechos y Diversidad.

.2. Hacia un mundo mejor.

.5. El miedo a la "otredad".

.7. Si hay vida hay esperanza.

.10. "La vamos a defender con uñas y dientes".

.17. Los derechos de la niñez en el contexto de la migración. .20.Una valija que invita a viajar y re-pensar la inmigración.

.22.Los derechos de los niños migrantes.

.24.El trabajo de la Comunidad de Sant'Egidio con los inmigrantes.

.26.Hagamos un Trato por el BuenTrato

.28.Decálogo para vivir mejor.

MIGRACIÓN, Derechos y DIVERSIDADEste número de Comunicarnos nos

ofrece las alternativas y propuestas ex-presadas en el Encuentro Anual de nuestra Comisión de Niñez y Adolescen-cia en Riesgo que se centró en el fenómeno de las Migraciones, tema que nos ocupa desde nuestro compromiso pastoral y nuestro aporte como cristia-nos a una sociedad más justa y solidar-ia. No es casual que la imagen que rep-resenta a nuestra Comisión sea la huida a Egipto de la Sagrada Familia, José con su báculo, María con el Niño, sobre un asno, partiendo "con lo pues-to" ante la amenaza de Herodes.

En nuestros días esa imagen propia de nuestras realidades inconscientes más antiguas y centrales de nuestra fe personal, se repite constantemente en el mundo y en nuestro país con otras familias y otros "Herodes". En Europa, el constante flujo de personas desde pa-íses de África, Lampedusa es el ejemplo más conmovedor, o desde la misma Eu-ropa desde economías insuficientes, como rumanos o albaneses. Esta situa-ción ya mereció el primer viaje apostólico de Francisco fuera del Vati-cano desde que fuera elegido Papa, donde dio un mensaje de sensibiliza-ción en favor de la tragedia deshumana de los migrantes de todo el mundo. En la homilía de la Misa, que siguió al homenaje de las flores, el Papa Francis-co denunció esa especie de "globali-zación de la indiferencia que nos ha quita-do, incluso, la capacidad de llorar ante los muertos".

En nuestra América nos conmovió recientemente la noticia de que niños pequeños llegaban a la frontera con EEUU, solos, sin padres y librados a los intereses de traficantes. En nuestra pa-tria, en donde la inmigración es el prin-cipal referente del origen de nuestras familias y fuente concurrente necesaria para nuestro crecimiento como Nación, vivimos, en los años 40/50, con la cre-

ciente industrialización, la concentra-ción en ciudades y el abandono delámbito rural, últimamente por la ex-pansión de la soja que desplazó a pues-teros y peones hacia pequeñas locali-dades y también a la pobreza. Junto a estas migraciones internas, hermanos de América se incorporan a nuestra po-blación a los que se agregan los proven-ientes de África y Asia. Los "Herodes" de nuestros tiempos son la pobreza, la ex-clusión, la falta de trabajo la violencia y las guerras. Los cómplices son la rup-tura de la solidaridad, la cultura del de-scarte, al decir de Francisco: la exclusión.

Es necesario un acto personal y so-cial de reconocimiento de esta realidad, de otro modo conductas y decisiones son infiltradas por prejuicios y precon-ceptos, como el de que la delincuencia está sostenida principalmente por los migrantes. Es necesaria la construcción de políticas públicas integrales, coher-entes y solidarias, que incluyan con claridad deberes y derechos, así como posibilidades concretas de integración.

Coincide la salida de este número con la difusión del Mensaje de Francis-co para la Jornada por la Paz del 2015 bajo el lema: "Hermanos no esclavos", texto que debemos leer con respeto y exhaustivamente, pues tanto sus de-nuncias como sus propuestas nos de-ben interpelar y comprometernos con la acción. Rescatemos el final de su Mensaje:

"Sabemos que Dios nos pedirá a cada uno de nosotros: ¿Qué has hecho con tu hermano? (cf.Gn 4,9-10). La globalización de la indiferencia, que ahora afecta a la vida de tantos hermanos y hermanas, nos pide que seamos artífices de una globali-zación de la solidaridad y de la fraterni-dad, que les dé esperanza y les haga rean-udar con ánimo el camino a través de los problemas de nuestro tiempo y de las nue-vas perspectivas que trae consigo, y que Dios pone en nuestras manos".

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editorial

SUMARIO

Misión

.1. Migración, Derechos y Diversidad.

.2. Hacia un mundo mejor.

.5. El miedo a la "otredad".

.7. Si hay vida hay esperanza.

.10. "La vamos a defender con uñas y dientes".

.17. Los derechos de la niñez en el contexto de la migración. .20.Una valija que invita a viajar y re-pensar la inmigración.

.22.Los derechos de los niños migrantes.

.24.El trabajo de la Comunidad de Sant'Egidio con los inmigrantes.

.26.Hagamos un Trato por el BuenTrato

.28.Decálogo para vivir mejor.

MIGRACIÓN, Derechos y DIVERSIDADEste número de Comunicarnos nos

ofrece las alternativas y propuestas ex-presadas en el Encuentro Anual de nuestra Comisión de Niñez y Adolescen-cia en Riesgo que se centró en el fenómeno de las Migraciones, tema que nos ocupa desde nuestro compromiso pastoral y nuestro aporte como cristia-nos a una sociedad más justa y solidar-ia. No es casual que la imagen que rep-resenta a nuestra Comisión sea la huida a Egipto de la Sagrada Familia, José con su báculo, María con el Niño, sobre un asno, partiendo "con lo pues-to" ante la amenaza de Herodes.

En nuestros días esa imagen propia de nuestras realidades inconscientes más antiguas y centrales de nuestra fe personal, se repite constantemente en el mundo y en nuestro país con otras familias y otros "Herodes". En Europa, el constante flujo de personas desde pa-íses de África, Lampedusa es el ejemplo más conmovedor, o desde la misma Eu-ropa desde economías insuficientes, como rumanos o albaneses. Esta situa-ción ya mereció el primer viaje apostólico de Francisco fuera del Vati-cano desde que fuera elegido Papa, donde dio un mensaje de sensibiliza-ción en favor de la tragedia deshumana de los migrantes de todo el mundo. En la homilía de la Misa, que siguió al homenaje de las flores, el Papa Francis-co denunció esa especie de "globali-zación de la indiferencia que nos ha quita-do, incluso, la capacidad de llorar ante los muertos".

En nuestra América nos conmovió recientemente la noticia de que niños pequeños llegaban a la frontera con EEUU, solos, sin padres y librados a los intereses de traficantes. En nuestra pa-tria, en donde la inmigración es el prin-cipal referente del origen de nuestras familias y fuente concurrente necesaria para nuestro crecimiento como Nación, vivimos, en los años 40/50, con la cre-

ciente industrialización, la concentra-ción en ciudades y el abandono delámbito rural, últimamente por la ex-pansión de la soja que desplazó a pues-teros y peones hacia pequeñas locali-dades y también a la pobreza. Junto a estas migraciones internas, hermanos de América se incorporan a nuestra po-blación a los que se agregan los proven-ientes de África y Asia. Los "Herodes" de nuestros tiempos son la pobreza, la ex-clusión, la falta de trabajo la violencia y las guerras. Los cómplices son la rup-tura de la solidaridad, la cultura del de-scarte, al decir de Francisco: la exclusión.

Es necesario un acto personal y so-cial de reconocimiento de esta realidad, de otro modo conductas y decisiones son infiltradas por prejuicios y precon-ceptos, como el de que la delincuencia está sostenida principalmente por los migrantes. Es necesaria la construcción de políticas públicas integrales, coher-entes y solidarias, que incluyan con claridad deberes y derechos, así como posibilidades concretas de integración.

Coincide la salida de este número con la difusión del Mensaje de Francis-co para la Jornada por la Paz del 2015 bajo el lema: "Hermanos no esclavos", texto que debemos leer con respeto y exhaustivamente, pues tanto sus de-nuncias como sus propuestas nos de-ben interpelar y comprometernos con la acción. Rescatemos el final de su Mensaje:

"Sabemos que Dios nos pedirá a cada uno de nosotros: ¿Qué has hecho con tu hermano? (cf.Gn 4,9-10). La globalización de la indiferencia, que ahora afecta a la vida de tantos hermanos y hermanas, nos pide que seamos artífices de una globali-zación de la solidaridad y de la fraterni-dad, que les dé esperanza y les haga rean-udar con ánimo el camino a través de los problemas de nuestro tiempo y de las nue-vas perspectivas que trae consigo, y que Dios pone en nuestras manos".

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la cultura del encuentro

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Queridos hermanos y herma-nas:

Nuestras sociedades están experimentando, como nunca antes había sucedido en la his-toria, procesos de mutua inter-dependencia e interacción a ni-vel global que, si bien es verdad que comportan elementos pro-blemáticos o negativos, tienen el objetivo de mejorar las con-diciones de vida de la familia humana, no sólo en el aspecto económico, sino también en el político y cultural. Toda perso-na pertenece a la humanidad y comparte con la entera familia de los pueblos la esperanza de un futuro mejor. De esta cons-tatación nace el tema que he elegido para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado de este año: Emigrantes y refu-giados: hacia un mundo mejor.

Entre los resultados de los cambios modernos, el creciente fenómeno de la movilidad hu-mana emerge como un “signo de los tiempos”; así lo ha definido el Papa Benedicto XVI (cf. Men-saje para la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado 2006). Si, por un lado, las migraciones ponen de manifiesto frecuente-mente las carencias y lagunas de los estados y de la comunidad internacional, por otro, revelan también las aspiraciones de la humanidad de vivir la unidad en el respeto de las diferencias, la acogida y la hospitalidad que hacen posible la equitativa distri-bución de los bienes de la tierra, la tutela y la promoción de la dignidad y la centralidad de todo

ser humano.Desde el punto de vista cris-

tiano, también en los fenóme-nos migratorios, al igual que en otras realidades humanas, se ve-rifica la tensión entre la belleza de la creación, marcada por la gracia y la redención, y el mis-terio del pecado. El rechazo, la discriminación y el tráfico de la explotación, el dolor y la muerte se contraponen a la solidaridad y la acogida, a los gestos de fra-ternidad y de comprensión. Des-piertan una gran preocupación sobre todo las situaciones en las que la migración no es sólo for-zada, sino que se realiza incluso a través de varias modalidades de trata de personas y de reduc-ción a la esclavitud. El “trabajo esclavo” es hoy moneda corrien-te. Sin embargo, y a pesar de los problemas, los riesgos y las difi-cultades que se deben afrontar,

lo que anima a tantos emigran-tes y refugiados es el binomio confianza y esperanza; ellos lle-van en el corazón el deseo de un futuro mejor, no sólo para ellos, sino también para sus familias y personas queridas.

¿Qué supone la creación de un “mundo mejor”? Esta expre-sión no alude ingenuamente a concepciones abstractas o a rea-lidades inalcanzables, sino que orienta más bien a buscar un desarrollo auténtico e inte-gral, a trabajar para que haya condiciones de vida dignas para todos, para que sea respetada, custodiada y cultivada la crea-ción que Dios nos ha entregado. El venera-ble Pablo VI describía con estas palabras las aspira-ciones de los hombres de hoy: “Verse libres de la miseria, ha-llar con más seguridad la propia subsistencia, la salud, una ocu-

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la cultura del encuentro

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pación estable; participar toda-vía más en las responsabilidades, fuera de toda opresión y al abri-go de situaciones que ofenden su dignidad de hombres; ser más instruidos; en pocas palabras: hacer, conocer y tener más para ser más” (Cart. enc. Populorum progressio, 26 marzo 1967, 6).

Nuestro corazón desea “algo más”, que no es simplemente un conocer más o tener más, sino que es sobre todo un ser más. No se puede reducir el desarro-llo al mero crecimiento econó-mico, obtenido con frecuencia sin tener en cuenta a las perso-nas más débiles e indefensas. El mundo sólo puede mejorar si la atención primaria está dirigida a la persona, si la promoción de la persona es integral, en to-das sus dimensiones, incluida la espiritual; si no se abandona a nadie, comprendidos los pobres, los enfermos, los presos, los ne-cesitados, los forasteros (cf. Mt 25,31-46), si somos capaces de pasar de una cultura del recha-zo a una cultura del encuentro y de la acogida.

Emigrantes y refugiados no son peones sobre el tablero de la humanidad. Se trata de niños, mujeres y hombres que aban-donan o son obligados a aban-donar sus casas por muchas ra-zones, que comparten el mismo deseo legítimo de conocer, de tener, pero sobre todo de ser “algo más”. Es impresionante el núme-ro de personas que emi-gra de un continente a otro, así como de aquellos que se despla-zan dentro de sus propios paí-ses y de las propias zonas geo-gráficas. Los flujos migratorios contemporáneos constituyen el más vasto movimiento de per-

sonas, incluso de pueblos, de todos los tiempos. La Iglesia, en camino con los emigrantes y los refugiados, se comprome-te a comprender las causas de las migraciones, pero también a trabajar para superar sus efec-tos negativos y valorizar los po-sitivos en las comunidades de origen, tránsito y destino de los movimientos migratorios.

Al mismo tiempo que anima-mos el progreso hacia un mun-do mejor, no podemos dejar de denunciar -por desgracia- el escándalo de la pobreza en sus diversas dimensiones. Violencia, explotación, discriminación, mar-ginación, planteamientos res-trictivos de las libertades funda-mentales, tanto de los individuos como de los colectivos, son algu-nos de los principales elementos de pobreza que se deben supe-rar. Precisamente estos aspectos caracterizan muchas veces los movimientos migratorios, unen migración y pobreza. Para huir de situaciones de miseria o de persecución, buscando mejores posibilidades o salvar su vida, millones de personas comienzan un viaje migratorio y, mientras esperan cumplir sus expectati-vas, encuentran frecuentemente desconfianza, cerrazón y exclu-sión, y son golpeados por otras desventuras, con frecuencia muy graves y que hieren su dignidad humana.

La realidad de las migracio-

nes, con las dimensiones que al-canza en nuestra época de glo-balización, pide ser afrontada y gestionada de un modo nuevo, equitativo y eficaz, que exige en primer lugar una cooperación in-ternacional y un espíritu de pro-funda solidaridad y compasión. Es importante la colaboración a varios niveles, con la adopción, por parte de todos, de los ins-trumentos normativos que tu-telen y promuevan a la persona humana. El Papa Benedicto XVI trazó las coordenadas afirman-do que: “Esta política hay que desarrollarla partiendo de una estrecha colaboración entre los países de procedencia y de des-tino de los emigrantes; ha de ir acompañada de adecuadas nor-mativas internacionales capaces de armonizar los diversos orde-namientos legislativos, con vis-tas a salvaguardar las exigencias y los derechos de las personas y de las familias emigrantes, así como las de las sociedades de destino” (Cart. enc. Caritas in ve-ritate, 19 junio 2009, 62). Traba-jar juntos por un mundo mejor exige la ayuda recíproca entre los países, con disponibilidad y confianza, sin levantar barreras infranqueables. Una buena si-nergia animará a los gobernan-tes a afrontar los desequilibrios socioeconómicos y la globaliza-ción sin reglas, que están entre las causas de las migraciones, en las que las personas no son tan-to protagonistas como víctimas. Ningún país puede afrontar por sí solo las dificultades unidas a este fenómeno que, siendo tan amplio, afecta en este momento a todos los continentes en el do-ble movimiento de inmigración y emigración. Es importante su-

Ningún ser humano puede ser considerado inútil, fuera de lugar o descartable, migrantes y refugiados no son peones sobre el tablero de la humanidad.

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brayar, ade-más, cómo esta co-laboración comienza ya con el esfuerzo que cada país debería hacer para crear mejores condi-ciones económicas y sociales en su patria, de modo que la emi-gración no sea la única opción para quien busca paz, justicia, seguridad y pleno respeto de la dignidad humana. Crear oportu-nidades de trabajo en las econo-mías locales evitará también la separación de las familias y ga-rantizará condiciones de estabi-lidad y serenidad para los indivi-duos y las colectividades.

Por último, mirando a la rea-lidad de los emigrantes y refu-giados, quisiera subrayar un ter-cer elemento en la construcción de un mundo mejor, y es el de la superación de los prejuicios y preconcepciones en la evalua-ción de las migraciones. De he-cho, la llegada de emigrantes, de prófugos, de los que piden asilo o de refugiados, suscita en las poblaciones locales con frecuen-cia sospechas y hostilidad. Nace el miedo de que se produzcan convulsiones en la paz social, que se corra el riesgo de perder la identidad o cultura, que se alimente la competencia en el mercado laboral o, incluso, que se introduzcan nuevos factores de criminalidad. Los medios de comunicación social, en este campo, tienen un papel de gran responsabilidad: a ellos compe-te, en efecto, desenmascarar es-tereotipos y ofrecer informacio-nes co-rrectas, en las que habrá que denunciar los errores de al-gunos, pero también describir la honestidad, rectitud y grandeza de ánimo de la mayoría. En esto se necesita por parte de todos un cambio de actitud hacia los inmigrantes y los refugiados, el

paso de una actitud defensiva y recelosa, de desinterés o de marginación -que, al final, co-rresponde a la “cultura del re-chazo”-, a una actitud que pon-ga como fundamento la “cultura del encuentro”, la única capaz de construir un mundo más jus-to y fraternal, un mundo mejor. También los medios de comuni-cación están llamados a entrar en esta “conversión de las acti-tudes” y a favorecer este cambio de comportamiento hacia los emigrantes y refugiados.

Pienso también en cómo la Sagrada Familia de Nazaret ha tenido que vivir la experiencia del rechazo al inicio de su ca-mino: María “dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pa-ñales y lo recostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada” (Lc 2,7). Es más, Jesús, María y José han experi-mentado lo que significa dejar su propia tierra y ser emigran-tes: amenazados por el poder de Herodes, fueron obligados a huir y a refugiarse en Egipto (cf. Mt 2,13-14). Pero el corazón materno de Ma-ría y el corazón atento de José, Custodio de la Sagrada Fa-milia, han conservado siempre la confianza en que Dios nunca les abandonará. Que por su inter-cesión, esta misma certeza esté siempre firme en el corazón del emigrante y el refugiado.

La Iglesia, respondiendo al mandato de Cristo “Id y haced discípulos a todos los pueblos”, está llamada a ser el Pueblo de Dios que abraza a todos los pue-blos, y lleva a todos los pueblos el anuncio del Evangelio, porque en el rostro de cada persona está impreso el rostro de Cristo. Aquí se encuentra la raíz más profunda de la dignidad del ser

humano, que debe ser respeta-da y tutelada siempre. El fun-damento de la dignidad de la persona no está en los criterios de eficiencia, de productividad, de clase social, de pertenencia a una etnia o grupo religioso, sino en el ser creados a imagen y semejanza de Dios (cf. Gn 1,26-27) y, más aún, en el ser hijos de Dios; cada ser humano es hijo de Dios. En él está impresa la imagen de Cristo. Se trata, en-tonces, de que nosotros seamos los primeros en verlo y así poda-mos ayudar a los otros a ver en el emigrante y en el refugiado no sólo un proble-ma que debe ser afrontado, sino un hermano y una hermana que deben ser acogidos, respetados y amados, una ocasión que la Providencia nos ofrece para contribuir a la construcción de una sociedad más justa, una demo-cracia más plena, un país más solidario, un mundo más fraterno y una co-munidad cristiana más abierta, de acuerdo con el Evangelio. Las migraciones pueden dar lugar a posibilidades de nueva evangeli-zación, a abrir espacios para que crezca una nueva humanidad, preanunciada en el misterio pas-cual, una humanidad para la cual cada tierra extranjera es patria y cada patria es tierra extranjera.

Queridos emigrantes y refugia-dos. No perdáis la esperanza de que también para vosotros está reservado un futuro más seguro, que en vuestras sendas podáis en-contrar una mano tendida, que podáis experimentar la solidari-dad fraterna y el calor de la amis-tad. A todos vosotros y a aquellos que gastan sus vidas y sus ener-gías a vuestro lado os aseguro mi oración y os imparto de corazón la Bendición Apostólica.

la cultura del encuentro

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movilidad humana

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¿Cuáles son las situaciones más urgentes que interpelan a la Iglesia en la actualidad en re-lación al fenómeno migratorio?

El migrante trae consigo la vulnerabilidad del desarraigo: sale de su ambiente, a veces deja su familia, en buena medida deja sus costumbres, su idioma, y al llegar al nuevo país, el gran desafío es la inserción. Esa inte-gración en la nueva comunidad urge a la Iglesia, que la persona pueda continuar de alguna manera con aquello que le es propio, que puedan insertarse en el país de acogida.

Lo que la Iglesia está llamada a hacer es a fa-cilitar esta búsqueda, y es por eso que en las co-munidades, parroquias y escuelas se brindan es-pacios físicos para que se reúnan.

La Iglesia también acompaña mucho con la docu-mentación para conseguir su radicación. Uno de los grandes problemas es el tema de los trá-mites: Acceder a las oficinas pú-blicas. Por ejemplo, en migracio-nes existen gestores para hacerles los trámites pero les cobran por eso. Hasta hay gente que se ofre-ce para casarse, porque si una mujer se casa con un argentino puede obtener rápidamente la radicación y la ciudadanía.

Son cosas que se combaten y, por suerte, el Estado está aten-to; pero existen.

Otra de las cosas que el mi-grante, el cristiano, trae además de sus tradiciones culturales,

son sus tradiciones religiosas, la piedad popular: el señor de los milagros para la comunidad pe-ruana, la virgen de Copacabana para la comunidad boliviana.

¿Y qué ocurre en otros paí-ses o cuando los migrantes que llegan no son de la religión ca-tólica?

La Iglesia, sobre todo en las últimas décadas, tiene claro que

la pastoral migratoria está abierta a toda persona,

más allá de su religión.

Las Caritas en España o Italia están preocupadas por el tema migratorio, y están haciendo un trabajo muy grande de sensibili-zación en la sociedad, que ha lle-vado mucho tiempo. Creo que ha habido, en ambos países, un pro-ceso de considerarlos invasores -algo que también sucede acá-, han empezado a verlos como per-sonas que huyen, personas a las que les falta la libertad y la segu-ridad en la vida, que para los que la tenemos no la apreciamos.

¿Cómo se origina en nuestro país la pastoral migratoria?

Esta Comisión lleva alre-dedor de 60 años, y si bien es

una Comisión de la conferencia Episcopal nació antes que ella; y, a nivel internacional existe la Comisión Católica Internacional de Migraciones, que es como un observador católico de las pro-blemáticas migratorias a nivel internacional.

Y la congregación de los scala-brianianos, de la cual formo parte, siempre acompañó a la Iglesia en esta sensibilidad sobre la proble-

mática migratoria, pero la preocupación sobre esto es un carisma de toda la Iglesia, sólo que hay gru-pos que son como levadu-ra en la masa.

¿Cuáles son las activi-dades y proyectos que la Fundación lleva adelante?

Desde hace 20 años hay clases de español y conta-mos con asistentes socia-les que hacen acompaña-miento. Hay un proyecto

de inclusión socioeducativo de migrantes que hayan llegado al país y quieran revalidar sus títu-los secundarios, y como el Estado les otorga la posibilidad pero no les brinda el acompañamiento, un poco por el idioma o materias como geografía o historia argen-tina, brindamos ese apoyo para que puedan rendir. Nació como un programa de educación a dis-tancia para que los argentinos en el exterior pudieran tener sus títulos al día y el Estado accedió a que pudieran tener estas mis-mas condiciones los refugiados y migrantes que hayan llegado al país huyendo de desastres natu-rales, como el caso de Haití.

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Y tenemos un proyecto des-de la pastoral de turismo para hacer frente a las migraciones forzadas, que es algo que que-remos evitar. Es un proyecto de turismo solidario en el noroeste argentino, con la intención de fortalecer comunidades en Sal-ta, Catamarca, Jujuy y que las mismas comunidades, a través de una formación, puedan llevar adelante emprendimientos rela-cionados con el turismo, involu-crando también al municipio y a la parroquia.

¿Qué piensa de nuestra ley de migración?

La ley de migración actual está basada en el derecho de la persona a migrar y el migrante como un sujeto de derechos, lo cual no significa que se cumpla a la perfección. Pero la ley es pio-nera en buena parte del mundo y es un avance respecto del la ley anterior de la época militar, que consideraba al inmigrante

como un peligro para la seguri-dad nacional y el orden público, estableciendo mecanismos de control al margen del derecho y negaba el acceso a derechos fundamentales garantizados por la Constitución Nacional.

¿Cree que nuestra sociedad es discriminadora?

Lelio Marmora, experto en este tema, habla del “miedo a lo exterior”, esta mirada de descon-fianza hacia el que es de afuera, algo que siempre acompañó la historia de las sociedades.

Primero fue hacia el gaucho, luego a los inmigrantes euro-peos, después fue a los que ve-nían del interior cuando se los llamó “cabecitas negras”, y hoy es con los países limítrofes

A nosotros nos tiene que pre-ocupar lo de ahora. Una de nues-tras tareas, como Iglesia, ade-más de acompañar al migrante, es acompañar a toda la sociedad en su conjunto en pos de supe-

rar todos estos fantasmas que hay detrás del migrante.

¿Considera que ha sido una realidad retomada con fuerza por el Papa Francisco o ya es-taba presente este compromiso constante en la Iglesia?

Creo que sí, el Cardenal Ber-goglio formó parte de la Comi-sión Episcopal de migración, y, junto con explotación y trata de personas, son temas que siem-pre le preocuparon cuando era Arzobispo de Buenos Aires. Y como Papa obviamente siguió con esta convicción interna de acompañar al migrante, y con su presencia en Lampedusa lla-mó la atención de la Iglesia y de la humanidad sobre el drama de las migraciones. Y ha hecho numerosos llamamientos, con el parlamento europeo en Es-trasburgo tuvo una referencia muy grande con los migrantes que llegan a Europa. En muchas oportunidades hizo llamamien-tos en este sentido. Y eso movió las sociedades políticas y la so-ciedad en general. Es tan fuer-te la figura de él. Y afrontar el tema migratorio ya es un ampa-ro para la comunidad migrante.

Los medios de comunicación italianos, que antes hablaban de clandestinos, pasaron a llamar-los migrantes a partir de la vi-sita del Papa a Lampedusa. Em-pieza a haber otra mirada sobre el migrante.

movilidad humana

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refugiados

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El primer de-recho humano fundamental es el derecho a no migrar, el derecho que cada persona tiene a tener condiciones de vida digna “allí donde la cigüeña lo arrojó”, don-de su entorno es conocido, don-de están sus afectos, sus olores, sus colores. Pero, ¿qué pasa cuan-do ese lugar, que no eligió, no le ofrece alimentación adecuada, no le ofrece salud, no le ofrece educación, no le ofrece agua, no le ofrece la posibilidad de tener un proyecto de vida digno? Ahí es donde empieza a avizorarse el horizonte de la migración y se pone en movimiento para tratar de buscar condiciones de vida digna sea en el territorio del pro-pio Estado o del otro lado de las fronteras.

Y se ponen en movimiento mujeres, hombres, niños, niñas y adolescentes. ¿Muchos?, segu-ramente no tantos como pen-samos, ya que el fenómeno de la migración internacional está siempre sobredimensionado.

Todos los días decenas de miles de niños de 6 y 7 años se ponen en marcha desde Hondu-ras, desde el Salvador, desde Gua-temala a través de México para tratar de llegar hasta Estados Unidos. ¿Por qué lo hacen? Pro-bablemente porque en sus países de origen no han tenido la posi-bilidad de una vida digna, se han encontrado con la violencia de los grupos armados, con la vio-lencia intrafamiliar, con que sus padres han tenido que migrar previamente para procurarles un futuro distinto… y emprenden la marcha en condiciones de máxi-

ma vulnerabilidad. El 60% de las niñas guatemaltecas que deciden emprender la marcha hacia el norte se inyecta un anticoncep-tivo porque preveen, como uno de los riesgos posibles del viaje, que van a ser objeto de un abuso sexual; niños que son secuestra-dos, niños que pierden la vida, niños que son mutilados por las condiciones en que viajan en los trenes, mujeres víctimas de vio-lencia sexual, de tráfico y trata de personas.

Además del contexto ameri-cano, existen otros espacios ca-lientes. Por ejemplo las pateras y

cayucos que van a intentar salir desde las costas de África occiden-tal para llegar a Canarias, que es uno de los puntos más cercanos de Europa. Lo mismo respecto de Libia, tratando de llegar a Lam-pedusa: pequeñas embarcaciones muy frágiles en las cuales están a expensas de los explotadores y en las que el riesgo de perder la vida es habitual. Situaciones similares ocuZrren en otros escenarios: tra-tando de ir desde el Golfo Pérsico hacia el Golfo de Adén, tratando de llegar a Sudáfrica desde el res-to de África, para lo cual se exige cruzar el río Limpopo. Los niños, niñas y adolescentes dan el paso y saben que existe el riesgo en ese viaje, pero están buscando mejores condiciones de vida.

¿Argentina es ajena a esta rea-lidad? En algún punto no, y esto es lo que quería compartir desde nuestra experiencia de trabajo con un grupo de niños, niñas y adolescentes, que son los refu-giados y solicitantes de asilo que han llegado a nuestras costas en los últimos años.

A partir del año 2004/05 Euro-pa empezó a endurecer sus po-líticas migratorias, se empezó a convertir en una fortaleza patru-llando incluso las costas de Áfri-ca occidental y, al igual que pasa en América Latina, tercerizando el control migratorio en los Esta-dos tapones. Como México está haciendo hoy el trabajo de con-trol migratorio con dinero de los Estados Unidos para controlar el ingreso desde Guatemala, lo mismo sucede con Libia y Ma-rruecos, ya que los Centros de

Si hay

VIDA ESPERANZA De los 7 mil millones de personas que habitamos hoy el planeta, sólo 232 millones viven en un país distinto a aquel en el que nacieron, es decir un 3,2% de la humanidad. Y de esos 232 millones, aproximadamente el 10% corresponde a niños, niñas y adolescentes.

Texto: Exposición del Dr. Marcos Filardi - Comisión del Migrante - Ministerio Público de la Defensa. XV Encuentro anual de Niñez y Adolescencia.

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refugiados

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internamiento de extranjeros se instalan en territorio africano y la policía de Libia es la encarga-da de evitar que los migrantes subsaharianos lleguen a Europa.

Cuando el acceso a Europa es cada vez más difícil, América La-tina, que a partir del año 2004 empieza a tener un crecimiento económico importante, aparece como un destino alternativo, y ahí entran en escena los polizo-nes.

Y Argentina participa de esa realidad, ya que desde el año 2006 han llegado a las costas Ar-gentinas, al puerto de Mar del Plata, al puerto de Rosario, al de San Lorenzo, al puerto de Arroyo Seco y al de Bs. As. niños, niñas y adolescentes como polizones en barcos que partieron desde las costas de África y luego de medio mes llegaron a nuestro país. Algunos han perdido la vida en el camino, otros fueron arrojados por la borda (esto es frecuente porque si en un barco se descubre que viajan polizo-nes ese barco será objeto de fis-calización retrasando su partida o serán multados y obligados a regresar al polizón a su país de origen en caso de que no sea aceptado en el país de destino. Entonces, es un gran problema para la agencia marítima tener un polizón a bordo y la solución más fácil a la que recu-rren es tirarlo por la borda). El año pa-sado, trascendió en los medios el caso de cuatro polizones de Congo tirados por la borda por la tripulación de un barco, y fue el primer caso que tuvimos do-cumentado judicialmente en Ar-gentina.

Los chicos calculan víveres para 7 días porque piensan que

van a llegar a Europa. Se llevan una harina de mandioca que mezclan con agua y azúcar, esto lo comen una vez por día y así se les hincha la panza, no tienen ganas de ir al baño ni tampoco tienen hambre, lo cual les per-mite sobrellevar ese viaje tan largo en los lugares en los que se esconden: la pala del timón, dentro de latas de aceite, deba-jo de la sala de máquinas, y así llegan, si no pierden la vida en el camino, a la Argentina, entre otros lugares.

Lo importante es pensar cómo se los recibe, y el primer principio es el de no ser recha-zados en la Frontera, la Corte Interamericana de DDHH lo ha dejado claro en la opinión con-sultiva n0 21. Un chico menor de 18 años no acompañado por un adulto no puede ser devuel-to automáticamente y, lamen-tablemente en Argentina, por lo menos hasta 2011 esto era la práctica co-rriente, ya que lo sistemático era rechazar a ese chico en la frontera sin inter-vención de ningún defensor, de un abogado ni nadie, y a veces, paradójicamente, se hacía en función del Interés Superior del

Niño, sin chequear previamente si iba a tener una familia que lo recibiera, si las autoridades del Estado iban a brindar una pro-tección efectiva. Simplemente, se lo rechazaba.

Lo primero que tuvimos que revertir es que los chicos cuan-do lleguen a un puerto no pue-dan ser rechazados en frontera sino que deben ser autorizados a desembarcar; y luego ver qué es lo que hay que hacer, tenien-do en cuenta el principio del interés superior del niño. Esto puede ser la integración local, es decir, la posibilidad de resi-dir en Argentina, la repatriación voluntaria a su país de origen o puede ser el reasentamiento a un tercer país.

Cuando empezaron a llegar los chicos africanos se generó una alarma social: “lo único que faltaba: la invasión de los Afri-canos, como sucede en Europa”, y la primera respuesta que se dio en Argentina fue muy difi-cultosa. Los chicos empezaron a tener problemas con las ins-tituciones que estaban llamadas a brindarles acogida y empeza-ron a circular en los medios de comunicación estas señales de alarma como un fenómeno anti-social. Es en ese contexto que se pide la intervención de la Defen-soría General de la Nación para trabajar con los niños, niñas y adolescentes refugiados, y me designan como Tutor de esos ni-ños refugiados. La idea de esto es que todo niño que llegue como polizón en un barco a Argenti-na pueda gozar de un tutor que pueda actuar como represen-tante legal. Y por ello armamos un programa de representación legal, tutela y acompañamiento.

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Lejos de aplicar el paradigma de los Centros de Internamiento para Extranjeros, apostamos por la libertad, que los niños pue-dan estar en libertad, que pue-dan acudir al sistema de asilo, que desde que llegan puedan solicitar ser reconocidos como refugiados. Ese reconocimien-to es fundamental, porque un refugiado es una persona que ha salido de su país de origen y tiene un temor fundado de ser motivo de persecución por motivos raciales, religiosos o de pertenencia a determinado gru-po social, y es a causa de esos te-mores que no puede o no quie-re regresar a su país de origen. También, según lo expresado en la Declaración de Cartagena, un refugiado es la persona que ha huido de su país porque su vida, su libertad, su integridad puede verse amenazada a causa de un conflicto armado, de una grave alteración del orden público o de masivas vulneraciones a los derechos humanos. Y de estas si-tuaciones escapaban los chicos: han escapado de la guerra civil en Costa de Marfil, en Mali, o de conflictos inter étnicos en Gha-na, chicos que en medio del con-flicto armado han visto asesina-

dos a sus padres, violadas a sus hermanas o vivían en la pobreza más absoluta haciendo changas en los puertos para tratar de su-birse a los barcos y buscar un destino en otros lugares.

Entonces lo importante era que tuvieran acceso al sistema de asilo, que pudieran formular ese pedido de reconocimiento, y ahí mi rol como tutor fue ga-rantizarles una representación legal efectiva durante este pro-cedimiento frente a la Comisión de Garantías. Pero no alcanzaba solo la representación legal, sino que era importante crear la fi-gura del acompañante, que por cada niño que ingrese al país haya un “hermano mayor” que lo pueda acompañar en todo lo que haga a su integración: que tenga acceso a los servicios de salud, que viva acompañado, que tenga como acompañan-te un mediador cultural, un intérprete, que tenga acceso a la educación, al trabajo, en fin, todo un sistema de recepción y protección distinto al modelo fundado en la detención y cri-minalización.

Desde 2007 hasta 2013 hemos recibido a 300 chicos, sobre todo de países africanos, de los países del Golfo de Guinea y también de Haití, de República Dominica-na, de la India y de Bangladesh. Nuestra experiencia es que un buen sistema de recepción fun-dado en el acompañamiento y en la escucha, arroja buenos re-sultados, a diferencia de lo que ocurre en Europa o en México. En primer lugar, evitamos el fe-nómeno de la circularidad mi-gratoria, con chicos que a causa de la deportación vuelven una y otra vez cada vez en peores

condiciones; en segundo lugar, hacemos que tengan la posibili-dad de desarrollar una vida dig-na de la que estuvieron privados en otro lugar, y ciertamente, el 99% de chicos que han llega-do a Argentina hoy están en la Argentina; y en tercer lugar de-mostramos que un buen siste-ma de recepción de niños, niñas y adolescentes en contexto de la migración evita cualquier tipo de conflictos con la ley penal, ya que de los 300 chicos que han estado bajo nuestra tutela, he-mos tenido solo dos que han te-nido algún tipo de conflicto con la ley penal, por el ejercicio de la venta ilegal en la vía pública o cuestiones menores.

Otro aprendizaje que nos dejó este programa de recep-ción y acompañamiento es la desmitificación respecto de las ideas de que los inmigrantes vienen a delinquir o que vienen a quedarse con el trabajo de los argentinos, los mitos de que traen enfermedades y el famo-so miedo epidemiológico con el que muchas veces tuvimos que lidiar en los hospitales que de rutina pedían estudios de HIV (o hace poco tiempo descartar ébola en chicos que llevan años viviendo en Argentina); ese mie-do al otro, a un africano que ha-bla otro idioma.

Quiero destacar unas pala-bras del Papa Francisco en su último mensaje en la jornada de los Migrantes y los Refugia-dos, ya que es muy bueno que un Papa hable como él sobre la migración y los refugiados: “Ver a un inmigrante como la opor-tunidad de la providencia para contribuir a la realización de un mundo más justo”.

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¿Cómo ven hoy a la Argen-tina en cuanto a su política en relación a la migración? ¿Por qué es tan importante la ley de Migraciones?

La ley de Migraciones (25.871) es tan importante para no-sotros, y lo fue para todos los participantes de este primer en-cuentro de líderes inmigrantes en la Argentina de hoy, por ser la primer ley que legisló en pers-pectiva de derechos humanos en el planeta, ahora hay legisla-ciones similares, incluso algunas la han superado, como Uruguay y Ecuador, pero Argentina es sin duda el primer país que se anima a girar en 180 grados la política migratoria. No hubo antes otro país que se animara, y el encuentro era para evaluar qué pasó en estos diez años y cómo estamos hoy.

Algunos cuestionaron que no estuvieran presentes repre-

sentantes de las migraciones antiguas, y esto es porque esta-ban los líderes de las corrientes migratorias que hoy desafían al conjunto de los 40 millones que habitamos este territorio y to-dos los países vecinos.

Aquellos inmigrantes nos señalaron el camino, pero no-sotros vivimos otra realidad. En este sentido, los chilenos, boli-vianos, paraguayos, uruguayos, peruanos, colombianos, domi-nicanos, haitianos; los africanos, los asiáticos son los que hoy tie-nen presencia importante y ma-siva en la república Argentina.

El encuentro arrancó con la premisa de que a esta ley la íba-mos a defender con uñas y dien-tes. Dos semanas antes se hizo una conferencia en el Obispado y el mismo Obispo repitió esta frase que veníamos acuñando

los organizadores. No obstante, queríamos evaluar la ley porque entendemos que hay varias defi-ciencias y que en la implemen-tación nos hemos quedado muy cortos en estos 10 años. Acá, el organismo de aplicación está le-jos de estar a la altura de la ley que tenemos. Y decíamos que la mejor manera de defenderla es profundizando su implementa-

ción, acorde a la perspectiva de derechos. Tenemos que ser muy autocríticos y asumir un rol protagónico que los inmigran-tes nunca tuvimos antes de este encuentro.

Partimos de un dato histó-rico que mencionamos en el encuentro: los jóvenes migrato-logos siempre comparan la ley actual con la ley de la dictadura, pero antes de esa hubo otra ley de migraciones, la primera que data de 1876.

La ley de la dictadura se sus-tentaba en el estatuto de reor-ganización nacional, que fue la sustitución de la Constitución Na-cional; pero mientras no hu-biera una ley que la sustituyera no la podían derogar. Entonces tardamos 22 años en construir un texto que sustituyera a esta normativa.

Las comparaciones siempre se realizan con esta ley de la dic-tadura, pero es bueno recordar el antecedente de la primera ley porque se valoriza mucho más la que tenemos hoy.

La primera ley de migración de 1876, que se llamó de “fomen-to de la inmigración y coloni-zación”, fue la normativa que se sancionó para ir a buscar la

El derecho a la migración es esencial e inalienable de la persona y laRepública Argentina lo garantiza sobre la base de los principios de igualdad y universalidad. Art 4 - Ley de Migraciones 25.871.

El pasado noviembre,en el marco del décimo

aniversario de la sanción de la Ley de Migraciones

N° 25.871, la Pastoral de Migraciones del Obis-pado de Neuquén, junto

con otras organizaciones celebraron el “Primer

Encuentro Nacional de Líderes Inmigrantes

de la Argentina”.

Texto: Entrevista a Jorge Muñoz - Pastoral de Migraciones de Neuquén.

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inmigración europea, porque el Estado argentino fomentó que la población europea viniera a vivir a la Argentina y les otorgó tierras.

En su etapa de consolidación, hacia 1880, Argentina fue el país más importante en materia mi-gratoria en toda América, con excepción de Estados Unidos. Entonces, que con esa historia se haya animado a ser el prime-ro con una ley tan pionera es un paso muy importante.

¿Cuáles han sido los avances en estos diez años a partir de la implementación de la nueva ley?

Desde lo macro es el primer país del planeta que utiliza la política migratoria y su legisla-ción correspondiente como he-rramienta de integración regio-nal: el sueño de la Patria Grande de casi dos siglos hoy se empie-za a ver cristalizado porque la política migratoria -que siempre sirvió para dividirnos entre ve-cinos-, Argentina la utilizó para integrarnos, incluso incorpora dos acuerdos migratorios que se hicieron en el seno del MERCO-SUR.

Nosotros, los migrantes, he-mos padecido las legislaciones restrictivas que no resuelven

nada y complican la vida de to-dos. Y hoy hemos logrado con-tagiar la política migratoria en Sudamérica y estamos haciendo un gran esfuerzo con muchas re-uniones, viajes y congresos para contagiarla en Centroamérica, y buscamos que también México vuelva a ser un país hermano miembro de la región sudame-ricana y no sea, como hoy, el país de rodillas frente a Estados Unidos. Hoy los inmigrantes de Centroamérica sufren el paso por México mucho más que la entrada a Estados Unidos.

La otra cosa importante que vivenciamos en el encuentro es que esta ley nos convirtió en su-jetos de derechos y hemos tar-dado 10 años en entenderlo.

Antes de la ley éramos delin-cuentes. Los inmigrantes eran el chivo emisario; si hay pro-blemas de desempleo somos los responsables porque les vinimos a robar el trabajo a los argen-tinos. Somos ladrones, compe-tencia desleal. Apareció el có-lera y éramos nosotros lo que lo habíamos traído. Cuando en los ‘90 entró en crisis la salud pública era porque saturábamos el sistema de salud y se nos res-ponsabilizaba por el quiebre del sistema de salud pública en la Argentina. Éramos delincuentes,

ladrones, traíamos las peores plagas a este país. Y de repente se nos dice que somos sujetos de derechos; y los derechos son universales y son indivisibles, y que son para todas las perso-nas independientemente de su origen nacional, de su color de piel, de la lengua que hable, de la etnia de la que provenga.

Este es uno de los logros de la ley. Este encuentro es un pro-ducto de la ley, porque algunos líderes fuimos tomando concien-cia, poco a poco, de qué se tra-taba esto: de ser sujeto. Que los derechos no son una prerrogati-va del Estado o de un gobierno de turno, sino que son de cada ser humano que habita este pla-neta; y que yo decido cuando los ejerzo o no los ejerzo.

Y nos hemos dado cuenta de que tenemos que constituirnos como sujeto histórico, como su-jeto de derecho pero además co-lectivo. Y este es el gran avance, que a partir de este encuentro la sociedad argentina y las au-toridades migratorias tienen un sujeto de derechos constituido como sujeto colectivo con el cual pueden dialogar. El Direc-tor Nacional de Migraciones, Dr. Martín A. Arias Duval, con-tribuyó con su actitud dispuesta al diálogo: nos reunimos con él antes del encuentro y se puso a nuestra disposición y participó del encuentro; estuvimos cinco horas discutiendo de tú a tú. Él contribuyó con que nosotros nos constituyéramos como su-jeto humano e histórico, pero de manera colectiva. Él tiene el privilegio de tener un sujeto con el cual dialogar, que no lo hubo antes. Siempre las autoridades migratorias dialogaron con in-termediarios, con organizacio-nes especializadas, pero siempre

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eran otros que hablaban por nosotros, que hablaban de no-sotros, que escribían sobre no-sotros, que algunos intentaban trabajar con nosotros, pero nun-ca el diálogo fue con nosotros.

Este es, para nosotros, el fru-to más significativo. Nos habían hecho creer que éramos delin-cuentes, que éramos los respon-sables de cuanto mal le aquejaba al país. Hoy nos hemos autovalo-rado, a nivel individual y social, a nivel colectivo; y hemos asumido que somos un sujeto de derechos colectivo y que podemos hacer-nos cargo de esta que es nuestra política migratoria.

¿Consideran que a la par de los avances que se han hecho en nuestro país en materia nor-mativa se ha progresado desde lo social?

Nos falta mucho. En algún momento el antecesor del ac-tual director de migraciones dijo que esta ley es “contracultural”; y la verdad es que el tiempo le ha dado la razón. Todos nues-tros países son culturalmente contrarios a este nuevo desafío de los tiempos que nos toca vi-vir. Tenemos más de un siglo de “mono-cultura”. Acá se nos dijo que teníamos una sola cultura que para todos era la misma religión, la misma bandera, un único idioma. Acá se desconoció la diversidad cultural preexis-tente a la creación de estos es-tados nacionales.

Ahora hay una revisión histó-rica que da cuenta de esa diver-sidad cultural que sigue exis-tiendo y que hay que asumir; y si queremos vivir verdadera-

mente en paz, la paz es fruto de la justicia y para ser justos tenemos que reconocer que esa diversidad cultural existe; y que hoy además está alimentada por la inmigración.

Porque cuando desprecia-mos y no reconocemos a otras

cultura estamos violando los derechos humanos a montones. Y esto genera violencia. Si no queremos esto tenemos que re-conocer la diversidad cultural, y la ley enmarca que somos diver-sos, que hay distintos idiomas, distintas religiones, distintas formas de vestirse, que ser ne-gro o amarillo no es un pecado. Entonces la ley cuesta por eso también, a todos nos enseñaron a sospechar del extranjero, y va-mos a tardar muchos años en desandar ese camino y en ver al

inmigrante como una oportuni-dad. Reconocernos en la diver-sidad cultural y valorar la inter-culturalidad como riqueza va a llevar tiempo.

¿Qué significa, para quienes trabajan en la pastoral de Mi-graciones de Neuquén, la figura del Obispo Jaime de Nevares?

A mi esposa, a mi hijo mayor y a mí, “Don Jaime”, porque así quedó establecido en al historia neuquina, nos salvó la vida, y no metafóricamente, fácticamente nos salvó la vida. Salimos de la dictadura en Chile y antes del año acá también había un golpe de Estado. Como era muy joven y no quería escapar más lejos, ya me sentía un traidor por ha-ber cruzado la cordillera decidí quedarme “por cuenta y riesgo propio”, como me dijo un fun-cionario. Cuando se puso com-plicado, y la verdad que la pasa-mos peor que en Chile, un cura nos conectó con Mons. De neva-res. Don Jaime nos dio amparo y gracias a él yo hoy puedo estar haciendo con vos esta entrevis-ta. Hablar de Don Jaime es como todo un capítulo en mi vida.

Don Jaime ha significado mucho para los migrantes, pero también para otras víctimas de la violación de los derechos humanos, individual y colecti-vamente. Él empezó antes de la dictadura, siguió durante la dictadura y luego en democra-cia. Fue Convencional Nacional Constituyente en el 94. El espí-ritu de Don Jaime, dejó un ca-mino, como sacerdote y como pastor, pero por testimonio, no por discurso.

Siempre las políticas restrictivas se sostuvieron en prejuicios y en mitos migratorios. Con esta ley todo el mundo decía que el país iba a sufrir una invasión y que se iba a venir todo el pobrerío del planeta.

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recomendamos

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SERdigno de

SERRser

Ser digno de ser es la tercera película del rumano Radu Mihaileanu y la segunda que se conoce en nuestro país, lue-go de El tren de la vida, aquella fábula sobre judíos de una al-dea rusa que escapan del Holocausto fingiendo una autode-portación, cruzando las líneas alemanas a bordo de un trende deportados, en el que la mitad de los habitantes interpre-taban el papel de nazis.

En 1984, un operativo de los servicios secretos israelíes, lla-mado Operación Moisés apoya-do por el gobierno estadouni-dense, trasladó clandestinamen-te a miles de judíos etíopes, pri-mero a pie hasta Sudán y desde allí en avión hasta Israel. Se trataba de población negra (los falasha -exilados, en su lengua originaria- son una mi-noría de judíos etíopes de raza negra, cuya fuente se remonta a milenios, ya que se dicen de-scendientes del hijo de Sal-omón y de la reina de Saba).

En esta historia real Mihai-leanu inscribe un caso imagi-nario, que le sirve para acentuar ese desgarro entre lo soñado y lo real, entre lo mítico y lo exis-tente, entre lo propio y la pre-gunta sobre lo propio. El protag-onista es un chico de madre cristiana, que encomienda a una mujer judía para que lo haga pa-sar por suyo, huyendo así del campo de refugiados en el que aquélla ha resuelto quedarse. Ex-tendida a lo largo de veinte años

y pasando de Etiopía aSudán, de allí a Israel,luego a Francia y final-mente deshaciendo todo el ca-mino hasta el origen, la vida deShlomo será así la de un eter-no desterrado en busca de unaidentidad en estado de crisis per-manente. La de Shlomo es tam-

bién la historia de una familia biológica y dos adoptivas, en to-dos los casos con la figura de la madre como figura central.

En el papel de Shlomo niño, el pequeño Moshe Agazai comuni-ca inmejorablemente la encruci-jada vital del niño, dividido entre la añoranza por la pérdida de madre y tierra, la sensación de desamparo, el virulento choque de culturas, la complicadísima

adaptación (agravada por las va-riadas muestras de racismo, in-

tolerancia y barbarie con que lo reciben en Israel) y el em-puje vital que lo lleva indefec-tiblemente hacia delante.

El ser humano está destinado a encontrar la senda en su pro-pia vida, sean cuales fueren las circunstancias que lo rodeen. A pesar del odio, de la estupidez del hombre, de la guerra, del ci-nismo político, siempre existe

una salida y siempre está la opción de que optemos por la virtud, por la consecuencia de la buena pre-disposición. Ese es el mensaje cen-tral de esta película. Todo es un aprendizaje y un crecimiento con-tinuo, el cual no necesariamente está ausente de dolor. Un film, bel-lo y esperanzador, útil para la pro-moción de la Paz, de los Derechos Humanos y por sobre todo de la Dignidad de las personas.

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migración, infancia y políticas

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El Programa de Migración y Asilo de la Universidad Na-cional de Lanús desarrolla sus actividades desde el año 2008, a través de proyectos de investigación e incidencia con un énfasis especial en la niñez en contexto de migración. Estos proyectos incluyen instancias de diálogos con determinados actores, organismos de la sociedad civil, organizaciones internacionales y también instituciones estatales para la promoción y defensa de los derechos de la niñez en el contexto de la migración.

En el ámbito regional, esta-mos trabajando a partir de un proyecto que surge en el año 2009 junto con la Fundación Ford para visibilizar la situación de la niñez en la frontera de México-Guatemala. Se trata de un lugar estratégico en la región, no sólo porque México es un país de tránsito de destino y de origen de migración, sino tam- bién es estratégico porque allí está ubicado el centro de detención La Estación Migratoria Siglo XXI, donde todos los niños y niñas migrantes son detenidos antes de ser deportados, repatriados a sus países de origen. Este proyecto monitorea las condiciones o, mejor dicho, la falta de condiciones en que se llevaban a cabo estas detenciones, y cómo las políticas de control migratorio afectaban de manera particular a la niñez migrante, ya que los niños que transitan por el territorio Mexicano tienen múltiples motivaciones que no son tenidas en cuenta en los procedimientos

de repatriaciones automáticas que se realizan. Para el proyecto, también se trabajó con los países de origen de la migración: Guatemala, Honduras y El Salvador, la zona del triángulo norte de Centroamérica.

A través de la continuación de este proyecto y de otros que estamos desarrollando en la actualidad, buscamos una respuesta que tenga alcance regional, articulando con otras organizaciones, inclusive con algunas de Estados Unidos, con el propósito de generar un trabajo que dé respuestas de mayor cohesión. También tenemos un proyecto de litigio estratégico que intenta fortalecer las capacidades de las organizaciones a través de la búsqueda de soluciones para la protección de la niñez en contexto de la migración.

En Argentina trabajamos con la oficina de Naciones Unidas para la Infancia UNICEF a través de un proyecto que se llama “Niñez, Migraciones y Derechos Humanos en la Argentina”,

mediante el cual publicamos un informe que trabaja sobre la situación de los niños, a 10 años de la Ley de Migraciones, que tiene por objetivo ver en qué medida se implementa la norma y cuáles son los obstáculos para el acceso a los derechos de la niñez migrante.

A partir de este proyecto de investigación tuvimos una expe-riencia de trabajo que fue exitosa: se trata de las mesas interinstitucionales de trabajo. Estas mesas se fueron desarrollando a través de tres ejes temáticos que se detectaban como prioritarios en el tratamiento de la niñez migrante: salud, educación y adecuación normativa. Digo que fue una experiencia exitosa porque se elaboraron una serie de materiales, es un ejemplo La Valija de mate-riales para enseñar en y desde el aula, consiste en un compendio de recursos didácticos tanto para docentes como para alumnos de primaria y secundaria.

Texto: Exposición de Ana Gómez Salas - Programa de Migración y Asilo de la Universidad Nacional de Lanús. XV Encuentro anual de Niñez y Adolescencia.

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Nosotros hablamos de la niñez en el contexto de la mi-gración y no de niñez migrante, porque se trata de una categoría que envuelve a diferentes grupos de niños, no sólo son los niños que migran solos o acompaña-dos, sino también aquellos que de alguna manera se ven afec-tados directa o indirectamente por la migración, en esta última categoría están, por ejemplo, los niños que per-

manecen en su país de origen a pesar de la migración de sus padres, los niños no acompañados o sepa-rados que migran, y también los niños retornados a través de procesos de repatriación o de-portación a su país de origen. La migración tiene un impacto que atraviesa a los distintos grupos de niños.

Una cuestión crucial del tratamiento de la niñez en el contexto de la migración es que está caracterizada por una doble invisibilidad: en primer lugar, la invisibilidad en la perspectiva de infancias de las políticas migra-torias, esto significa que al no tener en cuenta la perspectiva

diferenciada de infancia, tene-mos una serie de consecuencias que dependen de las coyunturas y contexto de cada país; pero, en general, prima el control mi-gratorio por sobre los derechos de la infancia. Además, la inexis-tencia de información estanda-rizada para los diferentes países sobre el impacto de esta situa-

ción tiene como consecuencia la escasa aplicación de los estánda-res sobre derechos de la niñez de la Covención de los Derechos del Niño y de otros instrumen-tos internacionales.

La segunda invisibilidad es la del grupo de niños migrantes en los sistemas de protección de infancia, es decir que las políti-cas de infancia tampoco tienen en cuenta la situación especial de los niños migrantes. Esto es una cuestión importante por-que las falencias en la protec-ción integral de niños es una de las fallas estructurales que los obliga a migrar; el hecho de

desarrollarse en contextos de exclusión, pobreza extrema y las faltas de oportunidades, como consecuencia de la ineficacia de las políticas de infancia, son al-gunas de las causas principales de la migración.

También en los países de destino, la falta de perspectiva en las políticas de infancia so-

bre las necesidades específicas de la ni-ñez en contexto de migración se traduce en que el acceso a sus derechos esté limi-tado, y en Argentina, a pesar de tener una ley de migración ba-sada en derechos hu-manos, muchas veces existen obstáculos en su implementación u obstáculos en de-ter-minadas prácticas que entorpecen el acceso efectivo a derechos.

En el contexto eu-ropeo, los menores inmigrantes no acom-

pañados entran a un sistema de protección que si bien está basado en la promoción de de-rechos, muchas veces no tiene prácticamente ninguna diferen-cia con los sistemas de justicia penal juvenil. Se entiende que este es un sistema de protección aislado, inmerso en una política criminalizadora, de “fortaleza” como le llaman en la Unión Eu-ropea, que criminaliza la inmi-gración, incluso a los niños les llaman los “intrusos de la forta-leza”, y al cumplir los 18 años de edad quedan sin ningún tipo de posibilidad de acceso a la resi-dencia.

Las falencias en la protección

integral de niños, niñas y adoles-

centes es una de las fallas

estructurales que los obliga a

migrar.

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Los cuatros principios funda-mentales de la Convención de los Derechos del Niño en relación al ámbito de la migración son:

1º Principio del interés su-perior del niño, consagrado en el art. 3 de la CDN: establece que en todas las medidas con-cernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o pri-vadas debe haber una consider-ación especial: la consideración del interés superior del niño. Y

esto tiene una gran importan-cia en materia migratoria ya que es un principio guía que puede impactar en los derechos de los niños, y determina cuestiones esenciales como las siguientes: autorizar el acceso al territorio y a la concesión de residencia; di-sponer el retorno, obli-gándolos a volver a los mismos sistemas, contextos que los obligaron a migrar; diseñar los programas de inclusión social de los niños; decidir el reasentamiento en un tercer país; promover la regular-ización migratoria de los niños migrantes y de sus padres. No olvidemos que la protección in-

tegral de la infancia es una ob-ligación conjunta con los padres, por ello los Estados tienen que facilitar mecanismos para que los padres puedan cumplir con este rol, proponiendo medidas alternativas a la privación de la libertad de los niños migrantes y sus familias. Si tenemos en cuen-ta que la detención de niños mi-grantes es una práctica común en los países de Centroamérica; es fundamental diseñar y aplicar, en cada caso, medidas de pro-tección especial e implementar programas de asistencia consul-ar que incluyan una debida for-mación en materia de derechos.

2º Principio de no Discrimi-nación: Tiene que ver con el tra-to que tienen que dar los Estados primando su condición de niño, y luego de niño migrante, esto sig-nifica que no pueden hacer distin-ciones basadas en la nacionalidad o el estatus migratorio propio o de sus padres. Quería resaltar que, en virtud de la opinión consultiva que es una de las funciones que tiene la Corte Interamericana de DDHH, se emitió recientemente la opinión consultiva n0 21 sobre los niños migrantes y los niños que solicitan protección interna-cional y des-tacó que los Estados tienen la obligación de proteger y promo-ver los derechos de todos los niños que están en su jurisdic-ción sin discriminación alguna.

3º Derecho a ser oído y a la participación: La corte in-teramericana también hizo una mención especial a este princi-pio, sosteniendo que en los pro-cedimientos las personas los ór-ganos, cuando van a emitir una

decisión respecto del destino de los niños migrantes y de sus fa-milias, tienen que determinar de qué manera o qué mecanismos han establecido para garantizar el derecho de que el niño sea oído y, además, en qué medida su opinión fue tenida en cuenta.

4º Derecho al desarrollo: Este es un principio fundamen-tal ya que, cuando no se cumple, constituye una de las causas que los obliga a migrar. En nuestro país, si bien la ley de migración cambió el paradigma seguritario y criminalizador de la migración por uno que contiene respeto por los derechos humanos de las personas migrantes, no tiene una perspectiva específica de infancia, pero al garantizar el acceso igualitario a derechos como educación y salud ha in-fluido de manera decisiva en la vida de los niños migrantes. De todos modos hubiese sido inte-resante que estos principios se reconozcan expresamente.

Actualmente el desafío es ver cómo en los países de Latinoa-mérica se incorpora la opinión consultiva de la Corte Interameri-cana de DDHH en las legislaciones, de manera que estos principios se vuelvan eficaces, visibilizando el cruce entre la implementación de políticas de infancia y políticas migratorias.

Las políticas de infancia no tienen en cuenta la situación especial de los niños migrantes y las políticas migratorias no contemplan la perspectiva de la infancia.

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Escuelita Categoría 2002 a 2008

recursos para el aula

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Las escuelas son, en la mayo-ría de los casos, el primer lugar en el que entramos en contacto con las diferencias. Son espacios por fuera de las familias donde compartimos con otras perso-nas y aprendemos a convivir en la diversidad. Pero también como una caja de resonancia de lo social, por la escuela circulan prejuicios y estereotipos que muchas veces se traducen en si-tuaciones de discriminación.

Una de las diferencias que te-nemos y comienzan a percibirse

en este ámbito es nuestro lugar de origen: el lugar de nacimien-to, acompañado de diferencias culturales, étnicas, religiosas, etc. Las migraciones configura-ron, en gran medida, la historia de la humanidad y provocaron encuentros, nuevas formas de convivencias que no siempre fueron armoniosas, y a causa de los prejuicios o estigmas, limi-tan la posibilidad encontrarnos como iguales aceptando nues-tras diferencias.

Tomando la historia de las

inmigraciones en nuestro país, poniendo en contexto las ideas que se construyeron y circulan entre nosotros al respecto, con mate-riales didácticos que se proponen derribar los prejuicios e invitan reflexionar pensando las migraciones en relación a la diversidad y los derechos, se di-señó una Valija que viaja por las escuelas para construir nuevos conceptos y prácticas que den lugar a una sociedad más frater-na, solidaria e inclusiva. La Valija surge en el marco del Proyecto “Niñez, Migraciones y Derechos Humanos en Argentina” bajo la coordinación del Programa de Migraciones y Asilo del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Lanús y el área de

Protección de Derechos de la Oficina en Argentina de UNICEF, y se trata de una serie de mate-riales didácticos para trabajar en las escuelas, dirigidos a do-centes y estudiantes.

Texto: Lic. Daniela Astini - Comisión de Niñez y Adolescencia en Riesgo.z

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Escuelita Categoría 2002 a 2008

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Pensar la diversidad en con-diciones de igualdad.

Algunas propuestas escolares para el abordaje de las migracio-nes -entre otros discursos- con-tribuyeron en parte a generar imágenes “lejanas” y descontex-tualizadas respecto de los inmi-grantes y extranjeros, creando así a un imaginarizo estigmati-zante, en particular respecto de la población latinoamericana. Esta situación, que en principio forma parte del imaginario so-cial, se traduce muchas veces en obs-táculos para el acceso efectivo a los derechos de estas personas.

Por ello, desde La Valija se proponen herramientas para desarticular estas significacio-nes y repensar desde un aborda-je histórico e integral la temáti-ca inmigratoria en el país y de la diversidad que ha caracteriza-do a la sociedad argentina, a fin de avanzar en la construcción de un concepto de igualdad ca-paz de contener y reconocer las

diferencias nacionales, étnicas, culturales y de género, entre otras.

¿Qué contiene la Valija?

Esta Valija de herramientas didácticas incluye manuales de orientación pedagógica y con-sulta bibliográfica para la for-mación de las y los docentes, así como una serie de materiales específicos, cortometrajes y se-cuencias didácticas, que pueden utilizarse en clase en 5º, 6º y 7º grado de la educación primaria y en el primer ciclo de la edu-cación secundaria. Todos los materiales que forman parte de la valija permiten un abordaje transversal, en las distintas ma-terias, de la temática de las mi-graciones.

La importancia de la Ley

En el año 2003 se sancionó en Argentina la Ley de Migra-ciones n° 25.871 que contempla la migración como derecho hu-

mano. Tomando esta legislación como base, desde el Proyecto “Niñez, Migraciones y Derechos Humanos en Argentina”, se con-templó la necesidad trabajar en su difusión a partir de materia-les de formación como La Valija, que promueve la generación de prácticas concretas como el ac-ceso efectivo por parte de la po-blación migrante al derecho de educación en todos sus niveles; la prevención de la discrimina-ción y xenofobia en la escuela; y la relevancia estratégica del ámbito educativo para la pro-moción de políticas y prácticas de integración intercultural.

¿Cómo encontrarse con esta Valija?

La Valija [Re]Pensar la Inmi-gración en Argentina y todos sus materiales se encuentran disponibles en versión digital a la que se puede acceder ingre-sando al sitio: http://valijainmigracion.educ.ar/ index.html

recursos para el aula

Page 24: Comunicarnos Nº 146 Enero/Febrero 2015

22

El Centro de Estu-dios Migratorios La-ti-noamericanos (CEMLA) tiene como finalidad promover y difundir la producción académica relacionada con el es-tudio de las migracio-nes en, hacia y desde América Latina, y la promoción de activi-dades tendientes a una mayor comprensión de la problemática de los migrantes en el conjunto de la sociedad.

El Obispo Scalabrini es quien funda a los Misioneros y Misio-neras de San Carlos/Scalabrinia-nos con el fin de apoyar a los mi-grantes italianos en su búsqueda de mejores condiciones de vida para ellos y sus familias, organi-zación a la cual pertenece el CE-MLA y otros seis Centros de Estu-dios, que surgieron en la década de 1960, donde se investiga la cuestión migratoria y cuya mi-sión es sensibilizar a la sociedad y profundizar el conocimiento sobre los procesos migratorios y acercar a la relación entre la sociedad y los migrantes.

Las temáticas más frecuentes dentro de los materiales produ-cidos en el CEMLA respecto de niños y adolescentes migrantes son: en primer lugar, aquella que se refiere a la educación, en segundo lugar, la integración cultural y la situación de los hi-jos de migrantes, muchas veces tratados por la sociedad como si

ellos también fueran migrantes.Otros temas que forman par-

te de las nuestras investigacio-nes son: salud, derechos, exilio, gue-rra, discriminación, refugia-dos, trata y trabajo.

Hoy todos sabemos que en Argentina hay muchos menos inmigrantes en cifras concretas y en proporción que hace 50 años. El momento que marca un pico máximo de cantidad de in-migrantes en nuestro país fue el censo de 1960, con poco más de 2 millones. Hoy tenemos 1 mi-llón 300 mil que corresponden al 4,5% de la población total.

Por otra parte, revisando la historia migratoria argentina entre 1882, año en que comien-za la serie de documentos que tenemos en el CEMLA, y 1960, el

18/19% de los extranjeros que llegaban al país eran niños, mientras que hoy son apenas el 12%, lo cual habla de una migración menos familiar y de más jóvenes y adultos.

La acciones del CEMLA se enfocan en las proble-máticas migratorias de las personas migrantes que ya residen en Argentina y ne-cesitan una respuesta de la

sociedad bastante distinta a la que se les está dando en gene-ral.

En ese sentido, incluso antes de la sanción de la Ley de Migra-ciones 25.871 de 2004, mientras la sociedad civil batallaba para con-seguir esta ley que fue un esfuer-zo de muchos años, el Padre Ma-rio Santillo realizó un video con las problemáticas de los derechos de los niños migrantes, tomando como eje los derechos propues-tos por la CDN, el derecho a la educación, el derecho a la salud y el derecho a la identidad.

No obstante la sanción y vi-gencia de la Ley, la realidad no quita actualidad a las situacio-nes que muestra ese material audiovisual, que se compone de entrevistas a niños de escuelas primarias del Gran Buenos Aires que expresan sus sentimientos y experiencias en relación con la atención a los migrantes en los hospitales públicos; las difi-cultades que encuentran en la escuela al no tener documentos

DERECHOS Los

de los NIÑOS MIGRANTES

“Vos venis acá y alguien sabe que sos peruano y va y lo cuenta a todos y te empiezan a cargar, y cuando hablo se burlan”.

estudio de las migraciones

Texto: Exposición del Alicia Bernasconi - Centro de Estudios Migratorios Latinoamericanos (CEMLA) XV Encuentro anual de Niñez y Adolescencia.

Page 25: Comunicarnos Nº 146 Enero/Febrero 2015

estudio de las migraciones

23

(aunque hoy sí podemos decir que el problema del DNI ha sido solucionado); y también la discri-minación que padecen.

En relación a las problemáticas en frontera, desarrollamos una investigación en la triple frontera por problemas de trata, tráfico y explotación sexual infantil. Los hallazgos de esta investigación fueron muy duros y esto derivó en el armado de un programa junto a la Organización Internacional para las Migraciones y Save the Children, que apunta a la prevención para evitar que se continúen incorporando niñas y niños a este tipo de comercio ilegal, ya que pretender eliminarlo supera nuestras capacidades. Se generaron materiales para la instrucción de formadores del lugar bajo el eslogan: “Que no te engañen, los niños, niñas y adolescentes no estamos en venta”, y también un video que se encuentra en la página del CEMLA, con el objetivo de concientizar a los niños y adolescentes de que ellos son los dueños de su persona y cuerpo.

Un trabajo similar se realizó en la frontera de Formosa.

Y un tercer programa se rea-lizó en coordinación con la prelatura de Humahuaca, en Jujuy, donde trabajamos con el armado de una serie de materiales destinados a los maestros que serán luego el vehículo formador, ya que son ellos quienes están en contacto diario con los chicos. Además, sobre la frontera misma se levantó una carpa blanca por los derechos de los niños, que durante quince días se mantuvo gracias al grupo de voluntarios que trabajó con los niños, insistiendo sobre sus derechos. También hay un video protagonizado por los niños de Humahuaca enunciando los derechos de la Convención.

Otro tema de gran seriedad en estas zonas es el del trabajo infantil, pero esto es muy difícil de erradicar porque las familias dependen de ello, no se trata sólo de una tradición cultural sino también de un modo de subsistencia que todo el grupo familiar trabaje, forma parte de la organización de la economía familiar.

Otro tema que nos ocupa es el de la discriminación y la educación en el caso de los migrantes. En primer lugar encontramos que los niños migrantes muchas veces viven en hogares de bajos recur-sos y, normalmente, en la escuela se encuentran en desigualdad de condiciones respecto de los chicos que vienen de hogares mejor provistos. Sabemos que uno de los factores que influye en esta situación es que una alimenta-ción deficiente limita la capaci-dad cognitiva. Otro factor que también se registra en muchos casos es la falta de expectativa de los maestros respecto de lo que los chicos pueden aprender.

En mi experiencia como in-vestigadora, pero también como madre de hijos que van a escue-la pública donde hay migrantes, elijo una frase de Francisco que resalta la “cultura del encuen-tro”, porque me parece que la res-puesta que tiene que dar la so-ciedad, frente a las situa-ciones de los niños migrantes o hijos de migrantes, tiene que ver con buscar ese encuentro. Y no necesariamente tenemos que descansar en que sean los maestros quienes se ocupen de la integración, yo creo que la in-tegración tiene que incluir a los padres y madres. Creo que va más allá del espacio que ofrece el aula como lugar de aprendizaje y, en ese sentido, los miembros de la sociedad podemos y debe-mos hacer mucho por integrar a los chicos. Tenemos un marco legal que les da derechos, por lo tanto las oportunidades se las debemos dar nosotros como co-ciudadanos.

“Nació mi hermana con un problemita en el labio y vinimos de Paraguay para operarla acá porque pensamos que acá iba a ser mas fácil pero es mas difícil, porque nos decían que como mi hermanita era paraguaya no la podían atender”.

Page 26: Comunicarnos Nº 146 Enero/Febrero 2015

movimientos migratorios

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Cuando en los años setenta comenzaron a llegar a Italia los primeros inmigrantes prove-nientes sobre todo de África y de algunos países del Este de Euro-pa, la Comunidad de Sant’Egidio se sintió impulsada a brindar acogida a las personas que esca-paban de situaciones de guerras, conflictos, hambre y carestías.

Un episodio marcó especial-mente la elección evangélica de la Comunidad de Sant’Egidio que comenzó a considerar a los extranjeros como “herma-nos nuestros”, tal la definición de Andrea Riccardi, iniciador de la Comunidad de Sant’Egidio, en una carta pública escrita en 1976, y no solo como se los defi-nía, los extra comunitarios.

El episodio al cual hago re-ferencia es la dramática muer-te en septiembre de 1979 de un joven somalí, Ali Giama, que en pleno centro de la ciudad de Roma, fue rociado vivo con naf-ta y prendido fuego, mientras

dormía cerca de una iglesia, por unos jóvenes romanos que re-chazaban la presencia de negros en la Ciudad Eterna. Unos días después, Juan Pablo II visitaba la iglesia cercana al lugar donde había sucedido este dramático hecho y algunos miembros de la Comunidad de Sant’Egidio, des-pués de la misa, pudieron ma-nifestar al Papa su indignación frente a tan cruel episodio. El Papa por su parte en el sucesi-vo Angelus recordó la muerte del joven extranjero subrayando que lo sucedido hería profunda-mente la tradición de acogida de la ciudad de Roma.

Entre los extranjeros que por entonces llegaban a Italia no po-cos eran de religión musulmana y en este sentido la Comunidad representaba la imagen de una iglesia que tenía incorporada en sus cromosomas aquella cul-tura del diálogo que hoy Papa Francisco recomienda con insis-tencia. Como respuesta a una

mentalidad xenófoba que iba creciendo en Italia, la Comuni-dad de Sant’Egidio inició una escuela de idioma italiano para extranjeros, completamente gra-tuita denominada Luis Massig-non, conocido islamólogo fran-cés que había dedicado su vida cristiana al diálogo con el Islam. Junto a la escuela se ofrecía a los inmigrantes un comedor, asistencia médica y la oportuni-dad para los musulmanes, en los mismos locales, de un lugar don-de rezar durante sus fiestas más importantes como el Ramadán. Hay que tener en cuenta que se trataba de un tiempo donde aun no había una mezquita, como lugar de culto.

En el transcurso de estos años las escuelas de italiano, han surgido también en otras ciudades de Italia como Nápo-les, Génova, Novara, Florencia, por las que han transitado miles de extranjeros que se han unido a la Comunidad con fuerte lazos de amistad y de gratitud.

Al comienzo del dos mil ha nacido en el seno de la Comuni-dad de Sant’Egidio el movimien-to “Gentes de paz” que hoy reúne en Italia a miles de extranjeros que trabajan activamente para construir en Europa una cultura de la convivencia y de la Paz. Es muy significativo que este movi-miento reúne a personas de di-ferentes religiones (hay cristia-nos, musulmanes, budistas, de las religiones tradicionales) y de

El trabajo de la

Texto: Marco Gallo - Miembro de la Comunidad de Sant’Egidio en Buenos Aires.

Page 27: Comunicarnos Nº 146 Enero/Febrero 2015

25

muchas nacionalidades diferen-tes. Entre otras, el tema de la in-tegración y de la defensa de los derechos de los inmigrantes es una de las batallas que el movi-miento lleva adelante.

Como es de público conoci-miento, en estos últimos años a causa de los diversos conflictos que ensangrientan el continente africano, Medio Oriente, Siria e Irak, han crecido los viajes de la esperanza de tantos de estos inmigrantes que emprenden su huida por el Mar Mediterráneo. Este mar, que durante siglos ha representado un puente entre di-ferentes civilizaciones, pueblos y

culturas, se ha transformado en un enorme cementerio para mi-les de desesperados que buscan en Europa la posibilidad de una vida nueva. Recientes estadísti-cas, elaboradas por el Ministerio de Interior de Italia y el comisa-riato de protección a los refugia-dos de Naciones Unidas, arroja el resultado que indica que los inmigrantes llegados a las ori-llas italianas desde 2002 hasta la fecha han sido 456.124 y que solo en el año 2014 han muerto 3.419 personas. Frente a esta si-tuación de grave emergencia la Comunidad de Sant’Egidio ha apoyado el trabajo humanitario brindando a través de la Marina Italiana la operación denomina-da “Mare nostrum”. Por este pro-cedimiento se ha salvado a miles de inmigrantes rescatándolos de la furia del mar y comenzando a desbaratar las tramas de los “traficantes del mar” verdaderos mercaderes de la muerte.

No obstante ello en los últi-mos meses se ha verificado que Italia sola no puede enfrentar la creciente ola inmigratoria de re-

fugiados y se ha dado por finali-zada a la operación “Mare Nos-trum”. El nuevo procedimiento de rescate, denominado “Triton”, se encuentra ahora a cargo de la Comunidad Europea, pero el mismo no ofrece las mismas ga-rantías que la precedente, dado que las operaciones de rescate están previstas solo por un radio de mar limitado. En este sentido la Comunidad de Sant’Egidio ha denunciado los altos riesgos que en el próximo año 2015 pueda aumentar el número de víctimas del mar.

Quisiera terminar esta nota valorando también el trabajo del movimiento “Jóvenes por La Paz” de la Comunidad de Sant’Egidio. Se trata de jóvenes universita-rios romanos y de otras ciudades italianas que en estos años han transcurrido sus vacaciones ve-raniegas de manera solidaria en la isla de Lampedusa ayudando a los refugiados que allí llegan, brindando amistad, cercanía y construyendo las premisas para una verdadera integración de los “nuevos europeos”.

movimientos migratorios

Page 28: Comunicarnos Nº 146 Enero/Febrero 2015

campaña buentrato 2014

26

desarrollo de esta campaña, ge-nerar un espacio de formación destinado a jóvenes para que co-nozcan sus derechos y ejerzan un rol protagónico en el ejercicio y demanda de los mismos.

En nuestro país, la experien-cia desarrollada en 2013 fue alta-mente significativa en relación al impacto producido en las niñas, niños y adolescentes que fueron protagonistas de la campaña, y también en los adultos, educado-res y en las comunidades. Por ese motivo, y sabiendo de la impor-tancia de prevenir los diferen-tes tipos de violencia que sufren los niños, decidimos profundizar la experiencia en el año 2014.

¿Cómo se promueve la parti-cipación protagónica de niños y jóvenes?

Creemos que la promoción de los derechos de niños, niñas y adolescentes tiene que estar acompañada por la posibilidad de habilitar su protagonismo, como ejercicio de sus derechos. Por eso, como dijimos, la participación de los chicos es fundamental en la realización de la campaña, ya que los adultos se encuentran con un niño o un joven que le habla sobre la importancia y ne-cesidad de comprometerse con el BuenTrato.

La participación se da, en las diferentes etapas de la campa-ña: hay un primer momento de campamento-capacitación al que asisten niños y adolescentes, refe- rentes de las organizaciones para

Hagamos un Trato por el BuenTrato

Las organizaciones de la Red BICE (Oficina Internacional Católica de la Infancia) de Argentina realizaron, junto a instituciones que adhieren al proyecto, la 2ª edición de la

Campaña Un Trato por el BuenTrato, con la participación de niños, niñas y adolescentes de La Plata, Ramos Mejía,

Vicente López, Añatuya (Santiago del Estero) y Puerto Piray (Misiones). Entérate de que se trata esta iniciativa.

¿Qué es la Campaña un Trato por el BuenTrato?

La campaña es una iniciati-va que surgió del grupo Claves (Uruguay) y luego se fue “con-tagian-do” hacía distintos paí-ses: Paraguay, Chile, Guatemala, Argentina, entre otros. Lo que se propone son distintas acciones de sensibilización pública sobre las situaciones de violencia co-tidiana que sufren niños, niñas y adolescentes en las que ellos mismos, desde una actitud pro-

positiva y positiva, invitan a los adultos a comprometerse asu-miendo conductas respetuosas de su dignidad e integridad.

Los objetivos de la Campaña, que compartimos y promovemos desde las organizaciones, tienen que ver con la posibilidad de concientizar a la sociedad sobre las situaciones de violencia para ge-nerar una transformación que tenga como eje la cultura del BuenTrato; pero también busca-mos, y es fundamental para el

Texto: Lic. Daniela Astini - Comisión de Niñez y Adolescencia en Riesgo.

Page 29: Comunicarnos Nº 146 Enero/Febrero 2015

campaña buentrato 2014

27

recibir una formación sobre los ejes de la campaña y donde ade-más se conocen e intercambian las diferentes realidades que vi-ven en cada comunidad.

Luego, en el interior de cada or-ganización, los jóvenes que parti-ciparon del campamento realizan la presentación de la Campaña y brindan talleres de multiplicación para sus compañeros.

El momento de la vacunación simbólica es la “puesta en escena” de la Campaña un Trato por el BuenTrato, y su realización tam-bién está a cargo de los chicos. En cada localidad las organizaciones gestionan los espacios de vacu-nación: concejos deliberantes, es-cuelas, hospitales, universidades, espacios públicos, etc. La vacuna consiste en la entrega de un cara-melo y la firma de un certificado, mediante el cual el adulto se compromete a escuchar, incluir, creer y proteger a los niños y niñas.

Finalmente, se realiza la evaluación participati-va, momento en el que los chicos se reencuentran para compartir cómo fue la ex-periencia en cada localidad, y piensan juntos/as cuáles fueron los aspectos positi-vos de la campaña y qué se puede mejorar. Este año el encuentro coincidió con la fecha de celebración de los 25 años de la Convención de los Derechos del Niño, por lo que contamos con la presen-cia del Dr. Norberto Liwski, miembro del Consejo de Ad-ministración del BICE, quien compartió unas palabras con los chicos y participó de la presentación de las experien-cias locales.

Además de nuestra con-vicción en la participación

protagónica de los niños y jó-venes, desde cada organización, buscamos incluir a las familias, las escuelas y a la comunidad en general para que los acompañen en este proceso.

¿Cuál es la idea de BuenTrato que se propone?

El buen trato tiene que ver con actitudes y comportamientos res-petuosos de los derechos, la dignidad e integridad de todas las personas y en particular, por el enfoque de esta campaña, de las niñas, niños y adolescentes.

Lo que los chicos definieron como buen trato es:

“Cuando me escuchan con atención, sin enjuiciar ni criti-car; cuando me creen al hablar de asuntos importantes que me afectan; cuando denuncian situa-

ciones de maltrato y buscan ayu-da en personas o instituciones que trabajan en el tema; cuando nos incluyen, en especial a quie-nes tienen alguna discapacidad y viven discriminación en el ámbito familiar, institucional o en la vía pública.”

¿Cuáles son las instituciones que participan en la organiza-ción de la Campaña?

Las organizaciones locales que impulsan este proyecto son inte-grantes de la Red BICE.

Argentina: Fundación Nava-rro Viola, Fundación Emmanuel, Comisión de Niñez y Adolescen-cia en Riesgo del Arzobispado de Buenos Aires, Defensa de Niñas, Niños Internacional (DNI) Ar-gentina, Instituto Pedro Poveda, Hermanas de San José de Cúneo.

Pero también, se asociaron a esta campaña, desde su inicio, Fundación Entrelazos, Hogar Don Bosco, Asociación Ayllu,

Hogar Los Logros, Escuela Ar-gentina del Oeste y Escuela Muni-cipal de Vicente López.

Además este año recibimos, por intermedio del BICE, el apoyo de UNESCO para la realización de la campaña.

* 415 niños, niñas y adoles-centes de distintas realidades y capacidades que participan en las organizaciones y localizaciones involucradas en el proyecto.

* 19 organizaciones compro-metidas en la defensa de derechos de los niños, niñas y adoles-centes.

* 190 niños, niñas y adoles-centes que participan en las acti-vidades de la campaña.

* 52 familias que acompañan la participación y protagonismo de sus hijos.

* 48 educadores, adultos refer-entes, voluntarios involucrados en las acciones sociales, formación y acompañamiento durante la cam-paña.

* 1.943 personas "vacunadas" y sensibilizadas.

La campaña en números

Page 30: Comunicarnos Nº 146 Enero/Febrero 2015

28

Misión

STAFF

. director .

Gustavo Mascó

. secretaria de redacción .

Florencia Laje

. colaboradores .

Julio BelloDaniela AstiniElena Giorgi Virginia OliveiraLiliana Bertoli

. agradecemos la

colaboración de .

Flavio LauriaMarco GalloJorge Muñoz Marcos FilardiAna Gómez Salas Alicia Bernasconi

. propietario .

Arzobispado de Bs. As.Venezuela 4145 - CapitalTel: 4982-4611cadenya@pastoralfamiliar.org.arwww.pastoralfamiliar.org.arEn caso de reproducción total o parcial de las notas que aparecen en esta revista, citar la fuente. hRegistro de la propiedad Intelectual N° 5006508Queda hecho el depósito que dicta la ley N°11.723.

. diseño gráfico .

Florencia Laje

. corrección .

Ricardo Rubio

. impresión .

Gráfica PittelliChivilcoyProvincia de Bs. As.

DECÁLOGO

La editorial Santa María

colabora con la distribución de la revista

Comunicarnos en el interior

del país.

para vivir mejor

1- ACEPTA LA REALIDADNo la niegues con ilusiones vanas, ni

la agrandes con fantasías catastróficas. Esas son dos tentaciones ante lo difícil y doloroso de la vida.

Dos tentaciones paralizantes; porque si nada malo te desafía, nada tienes que hacer para encararlo, y si lo que sucede es tan tremendo, ya no vale la pena ha-cer nada.

2- SUFRE CON VALOR Y REALISMONo niegues ni calles tu dolor y tu en-

ojo, ni aumentes tu sufrimiento imagi-nando lo malo que aún no sucedió y tal vez nunca suceda.

La queja y el lamento tienen su valor como desahogo… ¡ En su medida!

El dolor sano despierta tu capacidad de re-accionar, y el enojo, la rabia, sur-gen para que afrontes la dificultad.

3- VALORA LA SITUACIÓN COMO UN DESAFÍO Y UNA OPORTUNIDAD

No mires tus “tiempos malos” como una amenaza que va a destruirte. Míra-los como un desafío y una oportunidad para crecer, para que seas más y mejor tú mismo.

4- APRENDE A PERDER SIN PERDERTE TÚ MISMO

En la gran apuesta de la vida, lo im-portante no es ganar o perder cosas, sino ganarte o perderte a ti mismo.

Perder “cosas”, “lo que tienes”, puede ser doloroso, pero es una oportu-nidad para que valores lo que eres, un desafío a que te mires a ti mismo.

5- LUCHA CON VALENTÍA Y CON INTE-LIGENCIA

Cuando los “ tiempos son malos”, la reacción sana está en que luches para cambiar lo que se puede…Ni rebelarte encaprichado, ni resignarte resentido porque no todo es posible, te conducirá a salir ganando.

En la lucha creces tú como persona, aunque no logres el objetivo de tu es-fuerzo.

6- RECONOCE Y AGRADECE LO QUE TIENES

Es de necio dejar de ver, de valorar y de disfrutar lo que se tiene, para llorar y lam-entar lo que no se tiene o lo que se per-dió. Muchas veces nos hace bien perder algo de lo que tenemos, para valorar me-jor lo que somos y lo que aún nos queda.

7- MIRA A LOS OTROS Y AMA A TUS HERMANOS

No dejes que el dolor, te encierre en ti mismo. Si miras a tu alrededor, verás que no estas solo en el naufragio, y compren-derás, que ayudando a otros a salvarse, tú también llegas antes a la orilla.

No compares sólo “para arriba”, com-para “para abajo”, mirando a los que tie-nen menos o perdieron más.

8- ESPERA CON PACIENCIA Y CON ES-PERANZA

No te impacientes como un niño que lo quiere “todo y ya”. Aprende a poster-gar, a contar con el tiempo. Espera con paciencia.

Aprende a esperar con esperanza.Y la esperanza más hermosa es la que

nace en las situaciones más desesper-antes. La esperanza, hecha carne en tu vida, te ayuda a vivir de otra manera, a ser de otro modo…La esperanza como el amor, es un bien y un valor en sí misma, un bien de la persona.

9- PERDONA, SI LOS HAY, A LOS CULP-ABLES DE TUS MALES

No ganas nada, y pierdes el tiempo, buscando culpables de tus males, en Dios, en los otros, en el destino. El odio y el re-ncor envenenan el alma y paralizan tu ca-pacidad creativa para reaccionar sana-mente ante tus problemas, disminuyendo tus energías y haciendo que eludas o pos-tergues encarar tu responsabilidad.

10- ORA A TU DIOS, SI LO TIENES Pero no lo hagas infantilmente, pidi-

éndole que venga en tu auxilio con un mi-lagro, resolviéndote como a un niño los problemas. Pídeles, creyendo que no viene como un mago, desde afuera, sino que te sostiene desde adentro, para que te juegues con responsabili-dad ante la vida.

René Trossero

reflexiones

Page 31: Comunicarnos Nº 146 Enero/Febrero 2015

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. diseño gráfico .

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. corrección .

Ricardo Rubio

. impresión .

Gráfica PittelliChivilcoyProvincia de Bs. As.

DECÁLOGO

La editorial Santa María

colabora con la distribución de la revista

Comunicarnos en el interior

del país.

para vivir mejor

1- ACEPTA LA REALIDADNo la niegues con ilusiones vanas, ni

la agrandes con fantasías catastróficas. Esas son dos tentaciones ante lo difícil y doloroso de la vida.

Dos tentaciones paralizantes; porque si nada malo te desafía, nada tienes que hacer para encararlo, y si lo que sucede es tan tremendo, ya no vale la pena ha-cer nada.

2- SUFRE CON VALOR Y REALISMONo niegues ni calles tu dolor y tu en-

ojo, ni aumentes tu sufrimiento imagi-nando lo malo que aún no sucedió y tal vez nunca suceda.

La queja y el lamento tienen su valor como desahogo… ¡ En su medida!

El dolor sano despierta tu capacidad de re-accionar, y el enojo, la rabia, sur-gen para que afrontes la dificultad.

3- VALORA LA SITUACIÓN COMO UN DESAFÍO Y UNA OPORTUNIDAD

No mires tus “tiempos malos” como una amenaza que va a destruirte. Míra-los como un desafío y una oportunidad para crecer, para que seas más y mejor tú mismo.

4- APRENDE A PERDER SIN PERDERTE TÚ MISMO

En la gran apuesta de la vida, lo im-portante no es ganar o perder cosas, sino ganarte o perderte a ti mismo.

Perder “cosas”, “lo que tienes”, puede ser doloroso, pero es una oportu-nidad para que valores lo que eres, un desafío a que te mires a ti mismo.

5- LUCHA CON VALENTÍA Y CON INTE-LIGENCIA

Cuando los “ tiempos son malos”, la reacción sana está en que luches para cambiar lo que se puede…Ni rebelarte encaprichado, ni resignarte resentido porque no todo es posible, te conducirá a salir ganando.

En la lucha creces tú como persona, aunque no logres el objetivo de tu es-fuerzo.

6- RECONOCE Y AGRADECE LO QUE TIENES

Es de necio dejar de ver, de valorar y de disfrutar lo que se tiene, para llorar y lam-entar lo que no se tiene o lo que se per-dió. Muchas veces nos hace bien perder algo de lo que tenemos, para valorar me-jor lo que somos y lo que aún nos queda.

7- MIRA A LOS OTROS Y AMA A TUS HERMANOS

No dejes que el dolor, te encierre en ti mismo. Si miras a tu alrededor, verás que no estas solo en el naufragio, y compren-derás, que ayudando a otros a salvarse, tú también llegas antes a la orilla.

No compares sólo “para arriba”, com-para “para abajo”, mirando a los que tie-nen menos o perdieron más.

8- ESPERA CON PACIENCIA Y CON ES-PERANZA

No te impacientes como un niño que lo quiere “todo y ya”. Aprende a poster-gar, a contar con el tiempo. Espera con paciencia.

Aprende a esperar con esperanza.Y la esperanza más hermosa es la que

nace en las situaciones más desesper-antes. La esperanza, hecha carne en tu vida, te ayuda a vivir de otra manera, a ser de otro modo…La esperanza como el amor, es un bien y un valor en sí misma, un bien de la persona.

9- PERDONA, SI LOS HAY, A LOS CULP-ABLES DE TUS MALES

No ganas nada, y pierdes el tiempo, buscando culpables de tus males, en Dios, en los otros, en el destino. El odio y el re-ncor envenenan el alma y paralizan tu ca-pacidad creativa para reaccionar sana-mente ante tus problemas, disminuyendo tus energías y haciendo que eludas o pos-tergues encarar tu responsabilidad.

10- ORA A TU DIOS, SI LO TIENES Pero no lo hagas infantilmente, pidi-

éndole que venga en tu auxilio con un mi-lagro, resolviéndote como a un niño los problemas. Pídeles, creyendo que no viene como un mago, desde afuera, sino que te sostiene desde adentro, para que te juegues con responsabili-dad ante la vida.

René Trossero

Page 32: Comunicarnos Nº 146 Enero/Febrero 2015

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