Conservación de flora amenazada en Castilla-La Mancha · 16 n.os 47-48 Especial Castilla-La Mancha...

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16 n. os 47-48 Especial Castilla-La Mancha Conservación de flora amenazada en Castilla-La Mancha A sí, en la Ley 4/1989 se habla de crear un Catálogo de Especies Amenazadas en el que las especies sean clasificadas en las siguientes categorías: “en peligro de extinción”, “sen- sibles a la alteración de su hábitat”, “vulne- rables” y “de interés especial”, así como de la obligatoriedad de elaboración de planes de recuperación, conservación o manejo en función del grado de amenaza. También se indica en dicha ley que las comunidades autónomas podrán establecer sus propios catálogos de especies amenazadas. Por el Real Decreto 439/1990 se catalogaban 56 especies de plantas “en peligro de extin- ción” a nivel nacional y 5 como “de interés especial”. Seis de ellas (Centaurea citricolor Font Quer, Centaurea pinnata Pau, Coincya rupestris Porta & Rigo, Lepidium cardamine L., Sarcocapnos baetica (Boiss. & Reuter) Nyman y Atropa baetica Willk. están presen- tes en la región de Castilla-La Mancha. Casi simultáneamente, por el Decreto 145/1990, de la administración regional, se declaraban “de interés especial” en Castilla-La Man- cha el tejo, el acebo, la sabina albar y los abedules. La Directiva de Hábitat (92/43/ CEE), normativa comunitaria para la Con- servación de la Flora y Fauna Silvestres y los Espacios Naturales, fue incorporada a la legislación española mediante el Real Decreto 1997/1995, de 7 de diciembre, por el que se establecen medidas para contribuir a garantizar la conservación de la biodiver- sidad. En el Anexo II de dicha Directiva se incluyen una serie de especies para cuya conservación los países miembros han de designar Zonas Especiales de Conservación (ZEC). De ellas, un total de 16 especies se hallan en Castilla-La Mancha: Riella heli- cophylla (Mont.) Hook., Marsilea batardae Launert, Marsilea strigosa Willd., Narcissus fernandesii G. Pedro, Silene mariana Pau, Silene velutina Pourret ex Loisel.(*), Centau- José María Herranz Sanz Miguel Ángel Copete Carreño Departamento de Producción Vegetal y Tecnología Agraria E.T.S.I. Agrónomos. Albacete FÍSICO MEDIO En Castilla-La Mancha, al igual que en el resto de España, las prime- ras iniciativas claramente orientadas hacia la conservación de grupos numerosos de especies vegetales amenazadas se ponen en marcha co- mo resultado de la Ley 4/1989, de 27 de marzo, sobre la Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, así como del Real Decreto 439/1990, de 30 de marzo (en desarrollo de la ley anterior), por el que se aprueba el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Ambas normas constituyen el marco legislativo de partida para la protección de las especies y el medio natural en España. A ellas se uniría poco después la Directiva 92/43/CEE, de 21 de mayo de 1992 (conocida como Directiva de Hábitat).

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16 n.os 47-48 Especial Castilla-La Mancha

Conservación de flora amenazada en Castilla-La Mancha

Así, en la Ley 4/1989 se habla de crear un Catálogo de Especies Amenazadas en el que las especies sean clasificadas en las siguientes

categorías: “en peligro de extinción”, “sen-sibles a la alteración de su hábitat”, “vulne-rables” y “de interés especial”, así como de la obligatoriedad de elaboración de planes de recuperación, conservación o manejo en función del grado de amenaza. También se indica en dicha ley que las comunidades autónomas podrán establecer sus propios catálogos de especies amenazadas. Por el Real Decreto 439/1990 se catalogaban 56 especies de plantas “en peligro de extin-ción” a nivel nacional y 5 como “de interés especial”. Seis de ellas (Centaurea citricolor Font Quer, Centaurea pinnata Pau, Coincya rupestris Porta & Rigo, Lepidium cardamine L., Sarcocapnos baetica (Boiss. & Reuter) Nyman y Atropa baetica Willk. están presen-tes en la región de Castilla-La Mancha. Casi

simultáneamente, por el Decreto 145/1990, de la administración regional, se declaraban “de interés especial” en Castilla-La Man-cha el tejo, el acebo, la sabina albar y los abedules. La Directiva de Hábitat (92/43/CEE), normativa comunitaria para la Con-servación de la Flora y Fauna Silvestres y los Espacios Naturales, fue incorporada a la legislación española mediante el Real Decreto 1997/1995, de 7 de diciembre, por el que se establecen medidas para contribuir a garantizar la conservación de la biodiver-sidad. En el Anexo II de dicha Directiva se incluyen una serie de especies para cuya conservación los países miembros han de designar Zonas Especiales de Conservación (ZEC). De ellas, un total de 16 especies se hallan en Castilla-La Mancha: Riella heli-cophylla (Mont.) Hook., Marsilea batardae Launert, Marsilea strigosa Willd., Narcissus fernandesii G. Pedro, Silene mariana Pau, Silene velutina Pourret ex Loisel.(*), Centau-

José María Herranz SanzMiguel Ángel Copete CarreñoDepartamento de Producción Vegetal y Tecnología AgrariaE.T.S.I. Agrónomos. Albacete

FÍSICOMEDIO

En Castilla-La Mancha, al igual que en el resto de España, las prime-ras iniciativas claramente orientadas hacia la conservación de grupos numerosos de especies vegetales amenazadas se ponen en marcha co-mo resultado de la Ley 4/1989, de 27 de marzo, sobre la Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, así como del Real Decreto 439/1990, de 30 de marzo (en desarrollo de la ley anterior), por el que se aprueba el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas. Ambas normas constituyen el marco legislativo de partida para la protección de las especies y el medio natural en España. A ellas se uniría poco después la Directiva 92/43/CEE, de 21 de mayo de 1992 (conocida como Directiva de Hábitat).

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rea citricolor Font Quer(*), Centaurea pinnata Pau(*), Coincya rupestris Porta & Rigo(*), Sisymbrium cavanillesianum Valdés Berm. & Castroviejo, Erodium paularense Fernández-González & Izco, Festuca elegans Boiss., Sideritis se-rrata Cav. ex Lag., Lythrum flexuosum Lag.(*), Atropa baetica Willk.(*) y Apium repens (Jacq.) Lag. Las cinco especies cuyo nombre va seguido de un asteris-co (*) son de conservación prioritaria para la Directiva, por entender que se hallan más amenazadas.

Dado que esta normativa de pro-tección era a todas luces insuficiente, ya que incluía solamente una veintena de especies, la administración regional decidió poner en marcha un catálogo

regional más adaptado a la realidad de la rica biodiversidad de Castilla-La Man-cha. Así, en el Plan de Conservación del Medio Natural en Castilla-La Man-cha, cuya primera versión se publicó en mayo de 1994, se establece que en los primeros años de desarrollo del Plan se elaborará un “Catálogo Regional de Especies de Fauna y Flora Amenaza-das” que supondrá una “adaptación del Catálogo Nacional a las peculiaridades de Castilla-La Mancha y se apoyará en las fuentes de información existentes, incluidos los diversos Libros Rojos de fauna y flora publicados”.

El Catálogo Regional de Especies Amenazadas constituye la principal he-rramienta legislativa para la conserva-

ción de flora amenazada en Castilla-La Mancha. Asimismo, también contribu-yen activamente al logro de dicho obje-tivo las siguientes figuras legislativas o espacios protegidos:- Planes de recuperación de especies

de flora amenazadas.- Catálogo de hábitats y elementos

geomorfológicos de protección es-pecial.

- Red de áreas protegidas: parques nacionales, parques naturales, reservas naturales, monumentos naturales, reservas fluviales y mi-crorreservas. Esta última figura re-sulta especialmente idónea para la protección de flora.

- Ley de Montes de 2003 y su modi-

Arriba, de izquierda a derecha: Antirrhinum subbaeticum, Coincya rupestris subsp. rupestris (flor y frutos). Abajo: Anthyllis rupestris, Narcissus alcaracensis

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ficación de 2006 (ámbito nacional): Gestión forestal sostenible, conser-vación de la biodiversidad.

- Ley de Montes y Gestión Forestal Sostenible de 2008 (ámbito auto-nómico).

A continuación se describe la fi-nalidad y características de cada una de estas figuras y se analiza su con-tribución a la conservación de la flora regional.

CATÁLOGO REGIONAL DE ESPECIES AMENAZADAS (CREA)

Creado por el Decreto 33/1998, de 5 de mayo (D.O.C.M. de 15 de ma-

yo de 1998), con 253 táxones de flora silvestre, de los que 7 se catalogaron “en peligro de extinción”, 43 como “vul-nerables” y 203 “de interés especial”, siguiendo a grandes rasgos los criterios de la UICN (1994):

A. Especies en peligro de extin-ción. Aquellas cuya supervivencia es poco probable, de seguir operando los factores actuales. Para que una espe-cie pueda ser incluida en este bloque ha de cumplir al menos una de las dos siguientes características:1. Área de ocupación menor de 500

km2, existir en no más de cinco localidades y presentar una declina-ción continua, definida ésta por una reducción de su área de ocupación o por una disminución del número de individuos maduros, o bien, por una reducción de la extensión o calidad de su hábitat.

2. Población total estimada inferior a 2.500 individuos maduros con dis-tribución gravemente fragmentada, de forma que ninguna subpoblación alcanza los 250 individuos maduros.

B. Especies vulnerables. Se inclu-yen en este bloque las especies que pueden pasar a la categoría “En peligro de extinción” en un futuro próximo. Han de reunir al menos una de las siguien-tes características:1. Área de ocupación menor de 2.000

km2, haberse hallado en no más de 10 localidades y presentar una declinación continua, definida ésta por cualquiera de los términos ya expuestos al tratar de las especies en peligro de extinción.

2. Población total estimada inferior a 10.000 individuos maduros con dis-tribución gravemente fragmentada,

de forma que ninguna subpoblación alcanza los 1.000 individuos ma-duros.

C. Especies de interés especial. En este bloque se han incluido endemis-mos regionales con varias poblaciones, provistas cada una de ellas de numero-sos individuos, por lo que no encajan en ninguno de los bloques anteriores, así como especies de más amplia distribución que resultan singulares en Castilla-La Mancha por su escasa presencia o por su presencia en un reducido número de localidades. Esta categoría es equivalente a la de “Menor Riesgo” de la UICN.

En el CREA se ha hecho un uso muy restrictivo de la categoría “en peligro de extinción”, mientras que no se ha utilizado la clasificación “sensible a la alteración de su hábitat” (establecida en la Ley 4/1989, de Conservación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres) debido a la elevada cuantía de las sanciones que llevan aparejadas las infracciones sobre es-tas especies (hasta 300.000 euros), lo que en la práctica es poco aplicable.

Los estudios llevados a cabo con posterioridad a 1998 por diversos gru-pos de botánicos han permitido mejorar sustancialmente el conocimiento de la flora silvestre regional. Este hecho, unido a la publicación de la Lista Roja de la Flora Vascular Española (VV.AA., 2000), hizo aconsejable la inclusión en el CREA de nuevas especies o el cam-bio de categoría de otras anteriormente ya catalogadas. En consecuencia, por el Decreto 200/2001, de 6 de noviem-bre (D.O.C.M. de 13 de noviembre de 2001), se procedió a la modificación del CREA en los siguientes términos:

1. En la categoría “en peligro de ex-tinción” se incluyeron 8 especies catalogadas como “vulnerables”, mientras que 3 especies (Sarcocap-nos baetica, Centaurea citricolor y Lepidium cardamine) se rebajaron de categoría. Con ello la categoría “en peligro de extinción” ha pasado de 7 a 12 táxones.

2. La categoría “vulnerable” se vio modificada por la incorporación de 65 táxones hasta entonces no ca-talogados y por el incremento de categoría de otros varios, pasando de 43 a 139 táxones.

3. La categoría “de interés especial” ha quedado modificada con la incor-poración de 116 táxones nuevos y con la reclasificación de varios, pa-sando de los 203 táxones iniciales a 283 especies.

Por lo tanto, con la modificación aprobada por el Decreto 200/2001, el CREA pasa de tener 253 a 434 táxo-nes. Si además se tiene en cuenta que incluye táxones a nivel de género (p.e. Corydalis, Dactylorhiza, Dictamnus, Al-chemilla, Colutea, Limonium, etc.) con varias especies en Castilla-La Mancha, es evidente que una proporción consi-derable de la flora regional va a contar en lo sucesivo con un marco de protec-ción adecuado.

Con independencia de la categoría de amenaza otorgada a cada especie en el Catálogo, en función de su distri-bución geográfica y grado de abundan-cia, la mayoría de las especies inclui-das en el mismo se hallan en alguna de las siguientes cuatro circunstancias (Martín Herrero, 1999; Herranz & Mar-tín Herrero, 2002):

A. Especies endémicas regionales o casi endémicas (con distribución incluida en gran medida en el territorio regional) que se encuentran amenaza-das por su propia rareza o por poseer un hábitat muy restringido. Es el caso de varias especies catalogadas “en peligro de extinción”, como Antirrhinum subbaeticum, Anthyllis rupestris, Coin-cya rupestris subsp. rupestris, Helian-themum polygonoides, Limonium erec-tum, L. soboliferum, Sideritis serrata y Vella pseudocytisus, así como de varias “vulnerables”: Antirrhinum microphy-llum, Erodium paularense, Gypsophila montserratii, Limonium thiniense, L. longebracteatum, Narcissus alcaracen-sis, N. muñozii-garmendiae, Pinguicula mundi, Sisymbrium cavanillesianum, Succisella andreae-molinae, y, entre otras, de las siguientes especies “de interés especial”: Arenaria cavanille-siana, A. favargeri, Armeria quichiotis, A. trachyphylla, A. villosa subsp. alca-racensis, Brassica repanda subsp. gyp-sicola, Dianthus toletanus, Gypsophila bermejoi, Helianthemum marifolium subsp. conquense, Lepidium cardami-ne, Limonium carpetanicum, L. costae, L. toletanum, Saxifraga latepetiolata, Teucrium oxylepis, T. pumilum y Thyme-laea subrepens.

De izquierda a derecha, de arriba a abajo: Sisymbrium cavanillesianum, Erodium paularense, Antirrhinum microphyllum, Vella pseudocytisus, Helianthemum polygonoides

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B. Especies de amplia distribución, presentes en Castilla-La Mancha, con carácter marginal o relícto.

Dentro de este bloque pueden in-cluirse numerosas especies eurosi-berianas que mantienen poblaciones relictas en enclaves montañosos y húmedos de la región. Es el caso, entre otras, de las especies arbóreas: Betula alba, B. pendula, Fagus sylvatica, Fraxi-nus excelsior, Prunus padus, Quercus petraea, Q. robur, Taxus baccata y Tilia platyphyllos, así como de las herbáceas Angelica sylvestris, Astrantia major, Ac-taea spicata, Convallaria majalis, Lilium martagon, Paris quadrifolia, Polygonum bistorta, Phyllitis scolopendrium, Pyro-la chlorantha, P. minor, Streptopus amplexifolius, Scrophularia alpestris, Trollius europaeus, etc.

Asimismo, dentro de este bloque pueden incluirse también notables en-demismos y táxones característicos de la provincia corológica Murciano-Almeriense que penetran en la región a través de las zonas áridas de la comar-ca de Hellín: Astragalus alopecuroides subsp. grosii, Atriplex glauca, Anthyllis lagascana, Guiraoa arvensis, Ham-mada articulata, Genista spartioides, Inula crithmoides, Limonium caesium, Lafuentea rotundifolia, Teucrium libani-tis y Thymus antoninae, así como otros táxones característicos de la subpro-vincia corológica Catalano-Valenciana que penetran en el territorio castellano-manchego siguiendo principalmente la cuenca del río Júcar: Fraxinus ornus, Chaenorrhinum tenellum, Cistus creti-cus, Erica terminalis, Narcissus radin-ganorum.

Por último, cabría incluir aquí espe-cies características de climas suaves y húmedos con influencia atlántica distri-buidas por el suroeste peninsular y que penetran en la región por los enclaves con clima más benigno de Sierra More-na o los Montes de Toledo: Prunus lusi-tanica, Quercus canariensis, Osmunda regalis, Erica lusitanica, E. tetralix, Dro-sophyllum lusitanicum, Cytisus arboreus subsp. baeticus, Genista falcata, Ade-nocarpus argyrophyllus, Teline linifolia, Hypericum androsaemum y Scrophula-ria oxyrhyncha, así como especies de amplia distribución mediterránea y del oeste de Asia presentes puntualmente en saladares de la región: Scorzonera parviflora y Glaux maritima, o especies iberonorteafricanas con representación puntual: Atropa baetica.

C. Especies indicadoras y caracte-rísticas de hábitats raros y valiosos, importantes para la conservación de la biodiversidad regional necesitada de protección. Dentro de este bloque cabe distinguir los siguientes tipos de hábitat:1. Saladares: Senecio auricula, Ar-

throcnemum macrostachyum, Sar-cocornia fruticosa, S. perennis, Mi-crocnemum coralloides, Artemisia caerulescens, Limonium tournefor-tii, Cynomorium coccineum, etc.

2. Humedales de diferentes tipolo-gías: Marsilea batardae, M. stri-gosa, Sparganium natans, Hippu-ris vulgaris, Menyanthes trifoliata, Utricularia australis, Apium repens, Butomus umbellatus, Littorella uni-flora, Lythrum flexuosum, Myriophy-llum verticillatum, Nuphar luteum, Nymphaea alba, etc.

3. Turberas ácidas: Eriophorum angus-tifolium, Rhynchospora alba, Carex nigra, C. echinata, Eleocharis multi-caulis, Drosera rotundifolia, Myrica gale, Triglochin palustris, Viola pa-lustris, etc.

4. Turberas calcáreas: Carex davallia-na, C. sylvatica, Eriophorum latifo-lium, Cladium mariscus, Parnassia palustris, Pinguicula vulgaris, etc.

5. Pastizales silicícolas oromediterrá-neos: Armeria caespitosa, Minuar-tia recurva, Silene ciliata, Persica-ria alpina, Plantago alpina, Rumex suffruticosus, etc.

6. Comunidades orófilas dolomitícolas béticas: Andryala agardhii, Arenaria tomentosa, Erodium cazorlanum, Santolina elegans, Vella spinosa, Erysimum cazorlense, Fumana bae-tica, Festuca baetica subsp. mole-roi, Genista longipes, Jasione cris-pa subsp. segurensis, Saxifraga haenseleri, Scorzonera albicans, Thymus serpylloides subsp. gado-rensis, etc.

7. Bosques y arbustedas eurosiberia-nas: Corylus avellana, Ilex aquifo-lium, Sorbus aucuparia, Populus tremula, Ulmus glabra, Euonymus europaeus, Rhamnus alpina, Vi-burnum opulus, Dryopteris carthu-siana, Gymnocarpium dryopteris,

Polystichum aculeatum, P. lonchi-tis, Equisetum hyemale, Primula farinosa, Daphne mezereum, Ribes alpinum, Lathyrus vernus, Orthilia secunda, etc.

8. Comunidades rupícolas calcícolas. Vulnerables: Anthyllis ramburii, Bu-pleurum bourgaei, Geranium cata-ractarum, Gypsophila montserratii, Kernera boissieri, Sarcocapnos baetica, Silene boryi, Trisetum velu-tinum y Viola cazorlensis (Foto 13). De interés especial: Antirrhinum australe, Asplenium celtibericum, Centranthus angustifolius subsp. lecoqii, Erodium glandulosum, Lina-ria anticaria, Moehringia intricata, Pinguicula vallisneriifolia, Pulsatilla alpina subsp. fontqueri, Saxifraga camposii, S. corsica subsp. cosso-niana, S. fragilis subsp. paniculata, S. rigoi, etc.

9. Comunidades rupícolas silícolas: Coincya rupestris subsp. leptocar-pa, C. longirostra, Sempervivum vicentei, Murbeckiella boryi, Saxifra-ga moncayensis, S. pentadactylis subsp. willkommiana, etc.

10. Comunidades de gleras oromedite-rráneas: Achnatherum calamagros-tis, Criptogramma crispa, Epilobium angustifolium, Gentiana lutea y La-serpitium latifolium.

11. Cervunales y brezales húmedos: Botrychium lunaria, Erica cinerea, Campanula herminii, Pedicularis syl-vatica, Vaccinium myrtillus, Viola montcaunica y Meum athamanti-cum.

12. Juncales higroturbosos silicícolas: Genista tinctoria, Lobelia urens, Ly-chnis flos-cuculi, Scilla ramburei, Serapias cordigera y Alchemilla spp.

13. Comunidades megafórbicas de montaña: Achillea pyrenaica, Doro-nicum carpetanum, Aconitum vulpa-ria, A. napellus, Geranium sylvati-cum, Valeriana officinalis, etc.

14. Diversas comunidades herbáceas higrófilas. Vulnerables: Cirsium ro-sulatum, Dactylorhiza incarnata, Gentiana cruciata, G. pneumonan-the, Scorzonera humilis, Swertia perennis, Thalictrum flavum. De in-

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De izquierda a derecha, de arriba a abajo: Delphinium fissum subsp. sordidum, Prunus mahaleb, Viola cazorlensis, Paris quadrifolia, Atropa baetica

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terés especial: Centaurea debeauxii subsp. nevadensis, Dactylorhiza elata, D. maculata, Erica erigena, Filipendula ulmaria, Listera ovata, Mentha arvensis, M. verticillata, Ophioglossum azoricum, O. vulga-tum, Pedicularis schyzocalyx y San-guisorba officinalis.

D. Especies arbóreas o arbustivas que desempeñan un importante papel ecológico y paisajístico en los ecosis-temas forestales de la región, aunque no se hallen actualmente amenazadas en sentido estricto ni sean objeto de una explotación comercial importante.

Dentro de este grupo se pueden incluir las siguientes especies: Acer granatense, A. monspessulanum, Alnus glutinosa, Colutea spp., Juniperus thuri-fera, Malus sylvestris, Prunus avium, P. mahaleb (Foto 14), Pyrus bourgaeana, P. communis, Sorbus aria, S. domesti-ca, S. latifolia, S. torminalis, Coronilla glauca, Teline patens, etc.

El CREA queda configurado como un registro público de carácter adminis-trativo en el que se inscriben especies autóctonas que mantienen poblaciones estables en la región y que se encuen-tran sometidas a diversos factores de amenaza.

El propio Decreto 33/1998, así como los artículos 74 a 89 de la Ley 9/1999, de 26 de mayo, de Conser-vación de la Naturaleza en Castilla-La Mancha (D.O.C.M. de 12 de junio de 1999), regula diferentes aspectos del CREA, como el procedimiento de catalogación, las prohibiciones en re-lación con las especies amenazadas, un régimen especial de autorizaciones para el aprovechamiento moderado de determinadas especies, el contenido mínimo de los planes de conservación de especies amenazadas y el procedi-miento para su aprobación, así como la posibilidad de existencia de comi-siones técnicas para el seguimiento de las especies amenazadas. Entre otras cuestiones en dichas normativas se establece que:- La inclusión, exclusión o cambio

de categoría de una especie en el CREA se realizará mediante Decreto aprobado por el Consejo de Gobier-no de la JCCM, a propuesta de la Consejería con competencias en Medio Ambiente, previo informe del Consejo Asesor de Medio Ambiente.

- La prohibición de destrucción del hábitat, así como de cualquier ac-tuación no autorizada que supon-ga la corta, arranque, recolección y herborización de ejemplares de especies catalogadas. Para las re-colecciones justificadas con fines de estudio se precisan autorizacio-nes especiales otorgadas por la Dirección General del Medio Natural (para especies “en peligro de extin-ción”) o por las Delegaciones Pro-vinciales de la Consejería de Medio Ambiente (resto de especies).

- Se autoriza el aprovechamiento moderado y parcial (ramas, tallos, hojas, flores, frutos) de aquellas es-pecies “de interés especial" que ha-yan sido objeto de uso tradicional, siempre que sea con la protección de los individuos y de su hábitat: sa-bina albar, tilo, avellano, arándano, grosellero, aliso, masiega, etc.

PLANES DE RECUPERACIÓN/CONSERVACIÓN

Como ya se ha comentado anterior-mente, la Ley 4/1989, de Conser-

vación de los Espacios Naturales y de la Flora y Fauna Silvestres, estableció la obligatoriedad de la elaboración de planes de recuperación (para especies “en peligro de extinción”), conservación (para “especies sensibles a la altera-ción de su hábitat” y “vulnerables”) y manejo (para especies “de interés es-pecial”).

La Ley 9/1999, de 26 de mayo, de Conservación de la Naturaleza en Cas-tilla-La Mancha, regula la elaboración de los planes anteriores en el ámbito regional y establece que los mismos tendrán, como mínimo, el siguiente con-tenido (art. 87):a) Zonificación del territorio y determi-

nación del Área Crítica precisa para la conservación de la especie de que se trate.

b) Programa de actuaciones de con-servación y restauración de las poblaciones o del hábitat, así como de investigación, divulgación y sen-sibilización.

c) Normativa y limitaciones generales y específicas para los usos, aprove-chamientos y actividades a realizar en el hábitat natural de la especie.

d) Sistemas previstos para el control y seguimiento de las poblaciones y de la eficacia en la aplicación del plan.

Serán aprobados por el Consejo de Gobierno, a propuesta de la Consejería competente en Medio Ambiente, y su contenido será sometido previamente a información pública e informe del Con-sejo Asesor de Medio Ambiente.

Hasta la fecha, por los Decretos 234/1999, 235/1999, 236/1999 y 237/1999, de 14 de diciembre de 1999 (D.O.C.M. de 30 de diciembre de 1999), la administración regional apro-bó los planes de recuperación de cua-tro especies de flora catalogadas en peligro de extinción: Sideritis serrata, Atropa baetica, Helianthemum polygo-noides y Coincya rupestris subsp. ru-pestris. Por el Decreto 34/2002, de 12 de marzo de 2002 (D.O.C.M. de 10 de abril), se aprobó el plan de conserva-ción de la especie vulnerable Erodium paularense y se declaró la Microrre-serva de los Cerros Volcánicos de La Miñosa para garantizar la conservación del hábitat de esta especie. Por el De-creto 43/2002, de 2 de abril de 2002 (D.O.C.M. de 17 de abril), se aprobó el plan de recuperación de la especie en peligro de extinción Delphinium fissum subsp. sordidum. Asimismo, por el De-creto 119/2005, de 27 de septiembre de 2005 (D.O.C.M. de 30 de septiem-bre), se aprobó el plan de recuperación de la especie en peligro de extinción Vella pseudocytisus subsp. pseudocyti-sus y se declaró como microrreserva el área crítica para su supervivencia en los términos municipales de Ocaña y Ontígola (Toledo).

Este esfuerzo legislativo sitúa a Castilla-La Mancha entre las pioneras de las comunidades autónomas es-pañolas en cuanto a aprobación de planes de recuperación y conservación se refiere, ya que fuera de su ámbito sólo se ha aprobado los planes de recuperación de Borderea chouardii, Cypripedium calceolus y Vella pseudot-cytisus subsp. pauii por la Comunidad Autónoma de Aragón; Silene hifacensis por la Comunidad Valenciana; Andro-sace rioxana, Prunus lusitanica y Ribes petraeum por La Rioja; además de seis planes de especies pertenecientes al género Limonium aprobados por Balea-res y diez planes aprobados reciente-mente por Canarias.

Paralelamente, y para reforzar las garantías de conservación que los pla-nes de recuperación aprobados conlle-van, se han iniciado los procedimientos para declarar microrreservas de flora

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De izquierda a derecha, de arriba a abajo: Microrreserva “La Molata y Los Batanes” (Alcaraz, Albacete). Microrreserva “Estrecho del Hocino” (Salobre, Albacete). Comunidad dolomitícola en el Calar del Mundo (Albacete). Sabinar albar de parameras en Buenache de la Sierra (Cuenca).

Hábitat de Protección Especial en Castilla-La Mancha. Tileda de Belvalle en el Alto Tajo

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a los hábitat naturales de estas es-pecies que no figuren ya en la Red de Áreas Protegidas. Así, por el Decreto 182/2000, de 19 de diciembre de 2000 (D.O.C.M. de 16 de enero de 2001), se declaró la Microrreserva de la Laguna de Alboraj, que incluye una población importante de Helianthemum polygonoides. Por el Decreto 29/2003, de 18 de marzo de 2003 (D.O.C.M. de 2 de abril), se declaró la Microrreserva de La Molata y Los Batanes (Foto 16), y por el Decreto 321/2003, de 23 de diciembre de 2003 (D.O.C.M. de 28 de enero de 2004), se declaró la Micro-rreserva del Estrecho del Hocino (Foto 17); dichas microrreservas incluyen las dos únicas localidades conocidas de poblaciones puras de Coincya rupes-tris subsp. rupestris. La población de Delphinium fissum subsp. sordidum, y la más importante de Atropa baetica, tienen la protección adicional de estar ubicadas dentro del Parque Natural del Alto Tajo. La Sierra de Abenuj, hábitat natural de Sideritis serrata, ha sido propuesta como LIC.

Asimismo, en la actualidad la ad-ministración regional está trabajando en la tramitación para la aprobación de los planes de recuperación o conser-vación (en lo sucesivo se designarán genéricamente como planes de con-servación) de una serie de táxones ba-sándose en las propuestas elaboradas por diferentes grupos de investigación pertenecientes a las universidades de Castilla-La Mancha, Murcia y Politécni-ca de Madrid, así como al Real Jardín Botánico de Madrid. Entre ellos se hallan más adelantados los correspon-dientes a las siguientes especies: Anti-rrhinum microphyllum, A. subbaeticum, Anthyllis rupestris, Viola cazorlensis y Sisymbrium cavanillesianum.

En todos los casos, la elaboración de propuestas de planes de conserva-ción ha venido precedida de estudios previos sobre los diferentes táxones, en los que se han analizado los aspectos más importantes a tener en cuenta para el conocimiento de la biología de plantas raras, endémicas o amenazadas: - Caracterización morfológica.- Relaciones sistemáticas y evolutivas. - Corología y distribución geográfica.- Autoecología: climatología, suelos,

hábitat y especies asociadas, de-predadores.

- Biología poblacional: demografía, estabilidad poblacional.

- Biología reproductiva: fenología, pro-ducción de flores, frutos y semillas, polinizadores, ecología germinativa, bancos edáficos de semillas.

- Puesta a punto de la metodología para el reforzamiento de poblaciones.

- Valoración de riesgos y amenazas.

El objetivo principal de los planes de conservación aprobados hasta la fecha ha sido el control de los factores de amenaza que pudieran ser determi-nantes de la desaparición de la especie en cuestión, así como la puesta en marcha de una serie de actividades encaminadas a garantizar la protec-ción y conservación de las poblaciones existentes de las diferentes especies. Aparte de las garantías de conserva-ción que los propios planes aprobados llevan implícitas, el artículo 54 de la Ley 9/1999, de Conservación de la Naturaleza, declara a las áreas críti-cas para la conservación de especies amenazadas como “Zonas Sensibles”, lo que implica las siguientes garantías adicionales de control:

1. En dichas zonas se aplicarán las medidas de conservación necesarias para el mantenimiento o el restableci-miento, en un estado de conservación favorable, de los recursos naturales que en cada caso motivaran su desig-nación (art. 55.3).

Según la Directiva de Hábitat, el estado de conservación de una especie se considera favorable cuando:

a) Los datos sobre la dinámica de las poblaciones de la especie en cuestión indiquen que la misma sigue y puede seguir constituyendo a largo plazo un elemento vital de los hábitat naturales a los que pertenezca.

b) El área de distribución natural de la especie no se esté reduciendo ni amenace con reducirse en un futuro previsible.

c) Exista y probablemente siga exis-tiendo un hábitat de extensión suficien-te para mantener sus poblaciones a largo plazo.

2. En las zonas sensibles, la au-torización de una serie de actividades (p.e., grandes obras públicas, pistas forestales, canteras y explotación de áridos, parques eólicos, drenajes, con-centración parcelaria, proyectos de repoblación, ordenación y aprovecha-miento forestal, etc.) requerirá la previa

evaluación de sus efectos sobre los recursos naturales que, en cada caso, hayan motivado su designación o decla-ración (art. 56.1).

3. Las zonas sensibles deben con-tar con un plan de gestión en el que se concreten las medidas de conservación en cada caso necesarias en función de las exigencias ecológicas de los recur-sos naturales que hayan motivado su designación o declaración (art. 58.1).

A las garantías de conservación indicadas anteriormente hay que añadir otra: cuando los planes de conserva-ción tengan por objeto especies inclui-das en el Anexo II de la Directiva Hábi-tat cuyos hábitats naturales hayan sido propuestos como Zonas Especiales de Conservación (ZEC). La legislación española (Real Decreto 1997/1995) establece que, en dichas zonas, las comunidades autónomas correspon-dientes fijarán las medidas de conser-vación necesaria que implicarán planes de gestión adecuados a las exigencias ecológicas de las especies. Asimismo, según la Ley 9/1999, de Conservación de la Naturaleza, dichas ZEC son tam-bién Zonas Sensibles.

Hasta la fecha, a nivel práctico, la aprobación y puesta en marcha de los planes de conservación citados ha sido muy útil para paralizar rotura-ciones agrícolas que venían afectando negativamente a los hábitats de Helian-themum polygonoides, Sideritis serrata y Vella pseudocytisus, actividades de escalada y desbroce de herbazales muy perjudiciales para Coincya rupes-tris, un cerramiento cinegético y varias repoblaciones sobre el área crítica de Sideritis serrata, así como las obras de remodelación de una carretera que

De izquierda a derecha, de arriba a abajo:Aceral de Acer granatense en la umbría de La Almenara (Sierra de Alcaraz, Albacete).

Comunidad gipsófila en La Alcarria conquense.Restos del robledal de Quercus petraea subsp.

huguetiana en Santa María del Espino (Guadalajara), tras el incendio de 2005. Rodal de Populus tremula

en la cabecera del río Chico (Masegosa, Cuenca). Rodal de bosque mixto caducifolio, con predominio de tilo y avellano, en los cortados de Uña (Cuenca). Mosaico de comunidades halófilas en el salobral de

Ocaña (Toledo). Comunidades rupícolas silicícolas en el barranco de La Hoz (Corduente, Guadalajara)

Mosaico de gleras silíceas y turberas ácidas en el pico de El Lobo (Guadalajara).

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afectaban al hábitat natural de Ero-dium paularense, modificándose en este último caso el trazado inicialmente previsto. Por otra parte, han inducido un cambio de actitud muy favorable del personal técnico con responsabilidades de gestión del medio natural, así como del colectivo de agentes ambientales y forestales.

CATÁLOGO DE HÁBITATS Y ELEMENTOS GEOMORFOLÓGICOS

DE PROTECCIÓN ESPECIAL

Ha sido creado y regulado por el Tí-tulo V (art. 91 a 95) y el Anejo I de

la Ley 9/1999, de 26 de mayo, de Con-servación de la Naturaleza en Castilla-La Mancha. Se ha visto ampliado por el Decreto 199/2001, de 6 de noviembre (D.O.C.M. de 13 de noviembre). Inclu-ye, entre otros, los siguientes puntos:

a) Hábitats naturales ya porque sean escasos, limitados por sus espe-ciales condicionantes ecológicos, vul-nerables o importantes por su especial aportación a la biodiversidad regional.

b) Hábitats seminaturales producto de prácticas ganaderas tradicionales que han dado lugar a comunidades de fauna y flora y paisajes de gran interés.

c) Hábitats característicos de una o varias especies no catalogadas cuya distribución en la región está restrin-gida exclusivamente por la rareza o fragilidad de su biotopo.

d) Elementos geomorfológicos que sustenten comunidades biológicas va-liosas, caractericen paisajes notables o posean un especial interés científico o didáctico.

A los hábitats y elementos geomor-fológicos incluidos en este catálogo se los dota de un régimen de protección general, aplicable en cualquier lugar de la región donde existan. En este sentido, permiten una protección más amplia que la otorgada por la Directiva de Hábitat, que sólo es efectiva para los hábitats dentro de las Zonas Especiales de Conservación que se designen por los Estados miembros de la Unión Euro-pea, pero no al exterior de estas zonas.

La Ley 9/1999 prohíbe realizar ac-ciones que supongan la destrucción o una alteración negativa de los hábitats de protección especial. Asimismo, prevé que el aprovechamiento de éstos sólo pueda realizarse de forma sostenible y garantizando el mantenimiento a lar-go plazo de su composición, estructu-

ra y funciones características. La Ley sanciona el incumplimiento de ambos preceptos y faculta para la aprobación de planes de conservación de hábitats con similar contenido y efectos que los planes convencionales de recuperación de las especies amenazadas. Algunos hábitats del Catálogo contienen varias especies amenazadas que le son carac-terísticas y exclusivas, por lo que con un único plan para la conservación de su

hábitat se puede dar respuesta a las ne-cesidades de protección de todas ellas.

La Ley señala además la obligato-riedad de que los estudios de impacto ambiental, los planes de urbanismo y los proyectos de ordenación de montes señalen la localización de estos hábi-tats y dispongan las medidas en cada caso necesarias para su preservación frente a la actividad de que se trate. En el caso de planes de urbanismo, el

TIPOS DE HÁBITAT NATURALES1. Sabinares albares.2. Sabinares rastreros oromedite-

rráneos.3. Enebrales arborescentes.4. Matorrales pulvinulares (de cumbre espinosos de carácter permanente.5. Comunidades dolomitícolas oro-

mediterráneas prebéticas.6. Brezales y piornales oromediterrá-

neos o de ombroclima húmedo.7. Pastizales psicroxerófilos crio-

oromediterráneos.8. Cervunales alpinizados o húme-

dos.9. Bosques relícticos de tipo euro-

siberiano: tilares, acebedas, tejedas, acerales, robledales albares, hayedos, tremolares y avellanares.

10. Arbustedas termomediterráneas hellinenses.

11. Comunidades gipsófilas.12. Comunidades halófilas terres-

tres o acuáticas.13. Comunidades rupícolas no nitró-

filas.14. Comunidades glerícolas de mon-

taña. 15. Comunidades vegetales de

paredones rezumantes y tobas húmedas.

16. Galerías fluviales arbóreas o arbustivas: abedulares, alisedas, fresnedas, alamedas, saucedas, tarayales, adelfares, loreras, bre-zales de Erica lusitanica.

17. Vegetación flotante de nenúfares.18. Comunidades ribereñas y palus-

tres de grandes cárices amaco-llados.

19. Comunidades sumergidas de grandes caráceas.

20. Turberas ácidas o básicas, in-cluidos los masegares y brezales higroturbosos.

21. Vegetación anfibia vivaz oligótro-fa y comunidades megafórbicas de aguas frías.

22. Comunidades anfibias de hume-dales estacionales oligo-mesotró-ficos.

TIPOS DE HÁBITAT SEMINATURALES23. Dehesas.24. Cervunales no alpinizados ni

húmedos.25. Praderas de diente y prados de

siega de tipos subatlánticos.

DECRETO 199/200126. Rebollares luso-extremaduren-

ses, castellano-maestrazgo-man-chegos, prebéticos y rebollares húmedos ayllonenses.

27. Bosques y arbustedas luso-extremadurenses de óptimo ter-momediterráneo.

28. Garrigas calcícolas y termófilas levantinas.

29. Maquias silicícolas levantinas.30. Arbustedas caducifolias espino-

sas submediterráneas.31. Guillomares.32. Matorrales sabulícolas.33. Pastizales psammófilos.34. Brezales higrófilos de Erica sco-

paria o Erica arborea.35. Tamujares.36. Juncales higroturbosos.37. Comunidades higrófilas de Moli-

nia caerulea.38. Comunidades de rezumaderos

carbonatados.39. Comunidades megafórbicas de

montaña.

En el libro “La vegetación protegida de Castilla-La Mancha” (Martín Herre-ro et al., 2003) figura una descripción pormenorizada y precisa de estos hábitats de protección especial.

ANEJO 1 DE LA LEY 9/1999 DE CONSERVACIÓN DE LA NATURALEZA:

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suelo ocupado por estos hábitats debe ser calificado como suelo rústico de protección natural, con las garantías adicionales de protección derivadas de la legislación del suelo. Dado que los Servicios de Medio Natural informan la mayor parte de los estudios de impacto ambiental y de las normas urbanísti-cas, se está consiguiendo un grado de protección antes inimaginable haciendo uso de esta figura.

El hecho de que la mayoría de las especies incluidas en el CREA se hallen

de forma natural en estos hábitats de protección especial constituye otra he-rramienta adicional para garantizar su conservación.

A continuación se refleja la relación de hábitats acogidos a este régimen general de protección.

RED DE ÁREAS PROTEGIDAS

A la protección que proporcionan a la flora amenazada las tres figuras le-

gislativas analizadas anteriormente hay que añadir la resultante de la amplia

Red Regional de Áreas Protegidas, que incluye parques nacionales, parques naturales, reservas naturales, micro-rreservas, reservas fluviales, monu-mentos naturales, paisajes protegidos y parajes naturales. Es evidente que la limitación de usos y actividades y la necesidad de planes de gestión apro-piados para la conservación de los eco-sistemas integrantes de estos espa-cios naturales protegidos constituyen una garantía para la conservación de la flora. Todos estos espacios protegidos

De izquierda a derecha, de arriba a abajo: Abedular ripario en la sierra de Riofrío (Ciudad Real). Comunidad megafórbica de montaña con Trollius europaeus en el na-cimiento del río Cuervo (Cuenca). Turberas ácidas en el Alto Tajo (Guadalajara). Turberas calcáreas en el Rincón de Palacios (Zafrilla, Cuenca). Matorral sabulícola con

Sideritis chamaedryfolia en los arenales de Caudete (Albacete). Masegar de Cladium mariscus en la laguna de Ojos de Villaverde (Robledo, Albacete)

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28 n.os 47-48 Especial Castilla-La Mancha

van a formar parte de la futura red Natura 2000, red ecológica europea de espacios protegidos, para la que la administración regional de Castilla-La Mancha ha propuesto una superficie de 1.600.000 ha (21,5% de la superficie regional) englobadas bajo 71 Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), que en el futuro habrán de declararse Zo-nas Especiales de Conservación por los Estados miembros, y 26 Zonas de Especial Protección para las Aves (ZE-PA). Tanto los LIC como las ZEPA pue-den incluir en su interior otras figuras de espacios protegidos, y ambos son Zonas Sensibles según la Ley 9/1999, de Conservación de la Naturaleza, con las ventajas ya mencionadas que ello conlleva para la protección de la flora.

De todas las figuras mencionadas, la de microrreserva resulta especialmente apropiada para la protección de flora. Dicha figura se estableció mediante la Ley 9/1999, destinada para la protec-ción de espacios naturales de pequeña dimensión que concentran poblaciones o comunidades de flora o fauna de gran valor, manifestando una especial capacidad de aplicación en pequeños espacios valiosos que se encuentran aislados en ámbitos agrícolas o ro-deados de otros terrenos con valor de conservación significativamente inferior. Cuando las poblaciones de las especies y comunidades objetivo se encuentran en áreas donde existen otros valores naturales significativos, se opta por aplicar otras figuras propias de ámbitos geográficos más amplios, como pueden ser la reserva natural, la reserva fluvial, el paisaje protegido, el monumento na-tural o el parque natural. Puede decirse que la microrreserva viene a ser la her-mana menor de la reserva natural, figura de protección adecuada a espacios de superficie y complejidad generalmente mayor, con recursos naturales habitual-mente más variados y vulnerables a las perturbaciones antrópicas (Martín Herrero et al., 2004).

En la red de microrreservas (algunas de ellas, además de por su riqueza florís-tica, destacan también por sus valores geomorfológicos o zoológicos) se pre-tende que estén incluidos los enclaves de mayor interés florístico de Castilla-La Mancha, ya sea por habitar en ellos una proporción considerable de especies del CREA, por su elevada concentración de endemismos ibéricos o locales o por ser representativos de hábitat singulares o

relictos a nivel regional.Hasta la fecha, la figura se ha

mostrado especialmente útil para la protección de espacios que albergan especies de flora amenazada con dis-tribución muy reducida, como ya se ha comentado para Coincya rupestris,

Helianthemum polygonoides y Erodium paularense, así como para garantizar la protección de turberas relictas luso-ex-tremadurenses (“bonales”), saladares, estepas yesosas murciano-almerien-ses, matorrales sabulícolas, comunida-des rupícolas y pequeños humedales.

REfERENCIAS bIblIOgRÁfICAS- Directiva 92/43/CEE del Consejo, de 21 de mayo de 1992, relativa a la conservación de

los hábitat naturales y de la fauna y flora silvestres. Diario Oficial de las Comunidades Europeas. 22-07-1992.

- HERRANZ, J.M. & MARTÍN HERRERO, J. 2002. Situación actual de la conservación vegetal en Castilla-La Mancha. Conservación Vegetal, 7: 15-17.

- MARTÍN HERRERO, J. 1999. Desarrollo y aplicación del nuevo catálogo de especies ame-nazadas de la comunidad de Castilla-La Mancha. Conservación Vegetal, 4: 10-13.

- MARTÍN HERRERO, J.; CIRUJANO, S.; MORENO, M.; PERIS, J.B. & STÜBING, G. 2003. La vegetación protegida en Castilla-La Mancha. Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

- MARTÍN HERRERO, J.; FRONTAURA, M.C. & PLAZA, F. 2004. Microrreservas de Castilla-La Mancha. Medio Ambiente Castilla-La Mancha, 11: 1-48.

- UICN. 1994. Categorías de las Listas Rojas de la UICN. Adoptada por la 40.a Reunión del Consejo de la UICN, Gland. Suiza.

- VV.AA. 2000. Lista Roja de Flora Vascular Española. Conservación Vegetal, 6: 11-38.

Comunidades de tobas rezumantes con Pinguicula vallisneriifolia y Adianthum capillus-veneris