Constitución de La Subjetividad 2

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PSICOPEDAGOGÍA | Psicología Social CONSTITUCIÓN DE LA SUBJETIVIDAD (1) | Iliana Sventizitzky. Pichon-Rivière habla de un individuo en permanente interacción con la sociedad. Nosotros vamos a estudiar cómo se construye el mundo interno, la interioridad de este sujeto, para después ver cuáles son las diferencias, o no, respecto del otro mundo, el mundo externo. Vamos a trabajar a partir de los aportes de autores como S. Freud y Melanie Klein, para ver las semejanzas y diferencias que tiene Pichon con ellos y ver cuáles son los mecanismos que para Pichon estructuran este mundo interno. ¿Cuál es el concepto de sujeto para Freud? Freud habla del sujeto de las pulsiones. Dice que la pulsión motoriza y permite que el sujeto tenga determinadas acciones que lo muevan hacia el encuentro de un objeto. Dice Freud que es un concepto intermedio entre lo somático y lo psíquico. Buscar alimentos sería una fuerza o una necesidad de tipo biológica. Pero si yo hablo de la necesidad de afecto de un individuo, esa sería una necesidad del orden de lo psíquico. Por lo tanto, estamos hablando de pulsiones que están en el medio de lo biológico y lo psíquico. Estar en el medio, también implica afecto (y el afecto también implicará el alimento). Pero están en el medio. No son ni totalmente biológicas, ni totalmente psíquicos. Es un concepto intermedio. Dice Freud que hay un sujeto que debido a esta fuerza, a este motor, a esta pulsión, necesita encontrar un objeto para descargar. Este es el primer par que se plantea. Un sujeto. Una pulsión. Un objeto (en el cual se va a producir la descarga). ¿Cuál es este objeto que le permite a este sujeto su satisfacción, o sea, descargar de alguna manera y quedar satisfecho? Puede ser un objeto en concreto. Puede ser un sujeto. Porque el objeto no significa que siempre sea una cosa, sino que puede ser un sujeto. Puede ser algo material, como algo del orden no material, como el afecto, o una caricia. Eso también se constituye en un objeto. De hecho, todo el desarrollo de la libido es depositación o búsqueda de un objeto para depositar la libido. En estas fases de la libido el sujeto hace la depositación en distintas partes del cuerpo.

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PSICOPEDAGOGÍA | Psicología Social

CONSTITUCIÓN DE LA SUBJETIVIDAD (1) | Iliana Sventizitzky.

Pichon-Rivière habla de un individuo en permanente interacción con la sociedad. Nosotros vamos a estudiar cómo se construye el mundo interno, la interioridad de este sujeto, para después ver cuáles son las diferencias, o no, respecto del otro mundo, el mundo externo. Vamos a trabajar a partir de los aportes de autores como S. Freud y Melanie Klein, para ver las semejanzas y diferencias que tiene Pichon con

ellos y ver cuáles son los mecanismos que para Pichon estructuran este mundo interno. ¿Cuál es el concepto de sujeto para Freud? Freud habla del sujeto de las pulsiones. Dice que la pulsión motoriza y permite que el sujeto tenga determinadas acciones que lo muevan hacia el encuentro de un objeto. Dice Freud que es un concepto intermedio entre lo somático y lo psíquico. Buscar alimentos sería una fuerza o una necesidad de tipo biológica. Pero si yo hablo de la necesidad de afecto de un individuo, esa sería una necesidad del orden de lo psíquico. Por lo tanto, estamos hablando de pulsiones que están en el medio de lo biológico y lo psíquico. Estar en el medio, también implica afecto (y el afecto también implicará el alimento). Pero están en el medio. No son ni totalmente biológicas, ni totalmente psíquicos. Es un concepto intermedio. Dice Freud que hay un sujeto que debido a esta fuerza, a este motor, a esta pulsión, necesita encontrar un objeto para descargar. Este es el primer par que se plantea. Un sujeto. Una pulsión. Un objeto (en el cual se va a producir la descarga). ¿Cuál es este objeto que le permite a este sujeto su satisfacción, o sea, descargar de alguna manera y quedar satisfecho? Puede ser un objeto en concreto. Puede ser un sujeto. Porque el objeto no significa que siempre sea una cosa, sino que puede ser un sujeto. Puede ser algo material, como algo del orden no material, como el afecto, o una caricia. Eso también se constituye en un objeto. De hecho, todo el desarrollo de la libido es depositación o búsqueda de un objeto para depositar la libido. En estas fases de la libido el sujeto hace la depositación en distintas partes del cuerpo.

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La boca (etapa oral), el ano (etapa anal), la mamá o el papá (etapa fálica). El objeto satisface, permite la descarga Los objetos son variados, son diversos y son contingentes. Da lo mismo uno que otro. Va variando. Lo que debe quedar claro es que aquí no hay una dialéctica. Para Freud, lo importante es el sujeto, este sujeto de la pulsión. Este sujeto es el protagonista. El objeto es contingente (va a servir para satisfacer a este sujeto). Este objeto no va a modificar a este sujeto (no va a haber un ida y vuelta). El sujeto va hacia el objeto, satisface su necesidad, descarga, y este objeto (para este sujeto) no va a ser significativo.

En cambio, para Pichon, hay una dialéctica sujeto-objeto, donde el sujeto modifica al objeto y el objeto modifica al sujeto. Si el sujeto va en busca del objeto solamente para satisfacer, y no hay un ida y vuelta, la dialéctica que plantea Freud es intrasubjetiva. Lo que importa es al interior del sujeto lo que sucede con sus pulsiones y con la introyección de esos objetos que encontró en el afuera. Freud dice: lo que me importa de los objetos (por eso es una dialéctica intrasubjetiva) son las representaciones

mentales que yo tengo de ellos (no el objeto en sí). A mí el objeto en sí no me interesa. Una dialéctica intrasubjetiva, al interior nuestro. Toda esa revolución, todo ese interjuego de pulsiones y de objetos y de sujetos, al interior nuestro. En cambio, Pichon habla de una dialéctica intersubjetiva. Hay un sujeto que va en busca de un objeto. Y hay un objeto que también modifica a ese sujeto. Casi al final de su vida, en 1920, Freud postula que el individuo nace con dos impulsos, o pulsiones. La pulsión de vida (eros). La pulsión de muerte (tanatos). Son básicas, elementales, y nos van a acompañar toda la vida. Son inherentes al ser humano, independientemente del ambiente donde nos movemos y del contexto social. Según los avatares de la experiencia, va a predominar una, o la otra. Pero esto es relativo.

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Es una dialéctica intrasubjetiva. Hay dialéctica en Freud, en el sentido que hay pulso de vida y pulso de muerte. No le podemos negar la dialéctica. Porque la tiene. Pero es al interior del sujeto. No es tan importante el contexto. Al Psicoanálisis no le interesan los objetos en sí, sino las representaciones. Cuando uno se analiza, uno va y habla (del esposo, del primo, lo que sea). Y el analista le dice : -¿Y usted que piensa....?-. Al analista le importa nada más que lo que uno se representa de esa persona. Nada más. Mi madre no es mi madre, sino la representación histórica, mental, que yo tengo de ella. Y si hablamos de una familia donde haya, por ejemplo, tres hijos, cada uno de esos tres hijos va a tener una madre "distinta". Cada uno va a tener una representación mental diferente de una persona, algo que aparentemente es objetivo. Pichon toma muchos elementos teóricos de la escuela inglesa y fundamentalmente de Melanie Klein. Le interesaba para aplicarlas a la clínica. Pichon era psiquiatra y trabajaba en el tema de la psicosis. Freud, en cambio, no trabajaba el tema de la psicosis porque decía que con el psicótico no se podía establecer transferencia. Transferencia es esa relación que se da entre el paciente y el analista donde hay un pasaje de afectos y contenidos. Freud decía que con los neuróticos se podía trabajar. El neurótico es alguien que tiene un lenguaje y un pensamiento determinado. Freud podía trabajar con la neurosis. Pero con la psicosis, no. Freud decía que no podía establecer un tipo de relación, de transferencia, apta para el trabajo analítico. Por ese motivo Freud se dedicó a las neurosis. Y no es que Freud no hable de psicosis. Lo que él decía es que no se podía trabajar analíticamente porque el discurso del psicótico es un discurso fragmentado y era muy difícil que se estableciera la transferencia y el analista pudiera hacer su aporte. Pichon, que era médico y estaba por lo tanto en contacto directo con la muerte, se había propuesto salvar a la gente de la locura, que es una manera de salvarla de la muerte. La locura es una forma de la muerte. Pichon tomó contacto con los pacientes. Cuando digo psicóticos, me refiero a esquizofrénicos, oligofrénicos, aquellos pacientes, desde todos los lugares, tratables. Pichon recurre a la escuela inglesa. Fundamentalmente, a Melanie Klein. Uno de los motivos fue que Melanie Klein trabajaba con chicos. Melanie Klein no era psicóloga, ni era psiquiatra. Se dedicaba al cuidado y enseñaba materias artísticas a los niños. Había estudiado Psicoanálisis. Quiso estudiar con Freud y Freud la derivó a otro analista. Este analista le dijo, después de un tiempo de trabajar con ella, que podía dedicarse al análisis de niños. Klein, que era una estudiosa, encontró en los últimos postulados de Freud (el pulso de vida y el pulso de muerte) cuestiones teóricas bien interesantes para el tratamiento con niños. Freud

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hablaba aquí que estos dos impulsos producen, al interior del individuo, determinadas ansiedades, ciertos sentimientos, que ella encontraba que eran similares a los que presentaban los niños. Klein consideraba que el niño recién nacido ya tenía un Yo. Esto también le interesó a Pichon. Si el niño tiene un Yo y se lo puede analizar desde algún lugar, dice Pichon, por qué no se va a poder analizar al individuo que tiene una psicosis, si en definitiva él se daba cuenta en la clínica que estos pacientes, cuando hablaba con ellos, lo único que hacían era remontarse a su más temprana infancia. Pichon decía: hablando con ellos, me doy cuenta que regresan a un primitivísimo mundo objetal, a un mundo de las primeras relaciones objetales, a los primeros meses de vida. Esto es interesante. ¿Quién le podía aportar a Pichon materiales acerca de los primeros meses de vida? Melanie Klein. Cuando Pichon puede hacer esta asociación entre estos enfermos, que por más que fueran adultos hablaban cuestiones que tenían que ver con esos meses más tempranos, ahí Pichon encuentra que Melanie Klein le puede dar la apoyatura que necesitaba. Melanie Klein decía que le interesaba lo que tenía que ver con el pulso de vida y el pulso de muerte, para entender la conducta del bebé. Hay un individuo que nace con un Yo, que ya está escindido. La escisión es uno de los mecanismos de defensa. Quiere decir: división. Que el individuo nazca con un pulso de vida y con un pulso de muerte ya significa que se ha planteado una división del psiquismo. Dice Klein: el bebé nace y ya hay un Yo. Freud decía que el Yo se iba desarrollando con el tiempo. Klein dice que el Yo existe al nacer (a diferencia de Freud que habla de un Ello, fundamentalmente). Klein dice: hay un Yo. Pero es un Yo desorganizado, un Yo primitivo, un Yo totalmente débil. Como una madeja de confusiones, no hay un orden en ese Yo del recién nacido. Se pregunta: ¿cuál es la forma que tiene ese Yo, tan indefenso, tan rudimentario, para organizarse? Justamente, dividir. Lo bueno. Y lo malo. Se divide su Yo, se escinde al nacer, entre los pulsos de vida y los pulsos de muerte. Esto es importante que quede claro. Se piensa que el bebé, en el exterior, cuando va a tomar el pecho, ve que hay un mundo de cosas buenas y cosas malas. La cuestión no es tan así. Al nacer, a su interior, ya está dividido en bueno y malo. Hay una división al interior del sujeto y hay una división también hacia el afuera. ¿Por qué hacia el afuera? Porque este bebé también es un bebé denecesidades. Y las primeras necesidades obviamente son biológicas. Este bebé necesita comer, que lo cambien, necesita abrigo y toda una serie de rutinas ineludibles. En el afuera va a buscar ese objeto que lo tiene que satisfacer.

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La necesidad más perentoria es alimentarse. Por eso Melanie Klein, y los seguidores, toman esto del pecho bueno. El alimento es la primera necesidad. En el afuera va a encontrar el alimento. ¿En dónde? En el pecho de la mamá. Cuando decimos "pecho", convengamos que es simbólico. También puede ser la mamadera. La mamá que le da el pecho, es igual a la mamá que le da el biberón. Esta escisión al interior del bebé y la escisión y la división del mundo en mundo malo hacia el afuera, existe. ¿Por qué existe? Porque cuando el bebé tenía hambre va en busca de ese pecho que lo alimenta, y este pecho lo satisface. Este pecho se convierte en un pecho bueno. Entonces, el bebé va a introyectar ese objeto -fantaseadamente- como un pecho bueno. Y como este objeto en el afuera lo ha llenado de objetos buenos y de sensaciones placenteras en el adentro, también lo va a proyectar sobre ese mismo objeto, sobre ese pecho bueno. M. Klein dice que en esta división del mundo introyecta ese objeto bueno, y lo pone, como si fuera para ordenar el mundo, del lado de los pulsos de vida. Estamos hablando de los primeros cuatro meses de vida. Está tan dividido el bebé que introyecta y manda para un lado, o manda para el otro. Pero no todo son "rosas". Este bebé quiere comer y algo falla.... No está la mamá, el pecho no está. En esta etapa, la mamá es sólo un pecho, en principio. Hasta acá vimos que es un pecho bueno. Ahora vamos a ver que también es un pecho malo. Un pecho malo es aquel que no está, o es aquel que a veces puede no tener leche, o que no tiene la leche suficiente. Este pecho, según Klein, se convierte en un pecho malo, ponzoñoso, con características negativas. Algo del afuera lo pone furioso al bebé. Klein habla de furia. Este bebé va a introyectar, a incorporar a su psiquismo, un pecho malo, un objeto malo. Lo va a poner del lado de lospulsos de muerte (en este ordenamiento tan primitivo que tiene). Y va a estar lleno de odio, de rencor. Y va a tener mucha ansiedad porque se va a sentir perseguido por ese pecho que piensa que lo va a destruir (y además va a tener mucha ganas de aniquilarlo). Es como el juego perseguidor-perseguido. Cuando yo le tengo mucho odio a alguien, también pienso que ese alguien me va a hacer algo malo a mí. Más aún si se considera que el bebé en esta etapa es muy omnipotente y piensa que con ese odio lo puede destruir a este pecho (y a la vez, el pecho lo puede destruir a él). Frente a todo este panorama, estamos en una etapa que Klein llamaposición esquizo-paranoide. Está dividido el mundo al interior del sujeto. Está dividido el mundo al exterior. Todo es bivalente (no ambivalente). Está dividido el mundo en objetos buenos y en objetos malos. Y lo único que el bebé puede hacer es introyectar y proyectar en esa vía. Proyecta, y si encuentra lo bueno, introyecta lo bueno (y si encuentra el pecho malo, introyecta lo malo). Se va dando esta dialéctica entre objetos buenos y objetos malos.

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Unos meses después, la cosa se complica aún más. Nosotros hasta aquí hablamos que si encuentra un pecho bueno, introyecta el pecho bueno (y si encuentra un pecho malo, que no lo satisface, introyecta un pecho malo). Pero a veces el bebé siente que es tan potente la maldad de ese otro objeto que ha introyectado, que se dan otros mecanismos. Pichon también los toma. Es el control omnipotente del objeto. Cuando el bebé está muy mal y los objetos malos lo están acosando al interior de su Yo, y son muy destructivos, el bebé proyecta el objeto bueno para mantenerlo lejos de su propia maldad (para defenderlo de esos propios objetos malos que lo tienen totalmente aturdido, ya que él piensa que la maldad de esos objetos externos es total, lo ha sobrepasado). Se llama control omnipotente del objeto cuando ese bebé expulsa, o proyecta, el objeto bueno. Dice Klein, que para preservarlo de su propia maldad interior. Y a veces, es al revés. Confiado que esos objetos buenos son potentes, introyecta (a pesar de haber tenido malas experiencias) el objeto malo, o permanece en su interior ese objeto como tal, para controlarlo, para tenerlo cerca y controlar ese objeto. Uno piensa: "proyecto lo malo". No. Lo introyecta para tenerlo cerca y controlarlo. Esto lo digo porque cuando veamos todo el desarrollo que hace Pichon del mundo interno, más allá del pasaje que Pichon hace del Psicoanálisis a la Psicología Social, hay explicaciones del psiquismo en las cuales no se pueden obviar determinados mecanismos y postulados. Después vamos a ver otra dialéctica. Pero esto, al interior del sujeto, yo diría que Pichon lo sigue muy estrictamente por momentos. En esta posición al bebé se le genera un gran monto de ansiedad. Es laansiedad paranoide, una ansiedad persecutoria. Se siente perseguido (y se siente perseguidor). Se siente odiado (y odia). Piensa que el pecho malo lo va a destruir (además, él lo quiere destruir). El mundo está dividido, hacia su interior y hacia el exterior.

¿Cómo puede pasar a la etapa siguiente? ¿Cómo puede salir de esta división del mundo? ¿Cómo puede integrar? Melanie Klein no niega totalmente la experiencia. Si bien dice que lo que sucede al interior del sujeto es predominante, no niega que las experiencias van a producir una serie de modificaciones. Hablamos de cuando el bebé llega a un cierto grado de maduración, cuatro a seis meses, que coincide con la etapa oral para Freud, que es el primer año de vida. Klein dice que si las experiencias son más gratificantes que frustrantes (si hay una mamá que lo atiende al bebé, que lo cuida, que le da

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de mamar), lo va a ayudar a madurar, a constituir mejor su psiquismo, como sujeto, más sano, y va a poder ir integrando los objetos al interior de ese psiquismo. Klein habla de un interjuego más aceitado entre los objetos buenos y los objetos malos. Va a tener un Yo más armado, más fuerte (el bebé se siente más fuerte). El bebé puede pasar a la otra posición: la posición depresiva. Esta etapa, a diferencia de la anterior, está marcada fundamentalmente por laintegración. Puede integrar los objetos. En esta etapa el bebé ya se da cuenta que la mamá es una sola. No hay varias. No hay una mala (y una buena). Hay una mamá, que tiene un pecho malo y un pecho bueno. El bebé empieza a dar cuenta de esta mamá como tal. Dice Klein que entonces se producen sentimientos de culpa, ambivalencias y una necesidad de reparar. El bebé ahora considera que esa mamá que puede ser buena (y mala), que tiene un pecho bueno, que por momentos lo gratifica, y un pecho que no lo gratifica, pero es la misma mamá, es esta misma persona. A esta misma persona él la ha odiado y ha deseado su destrucción. Estuvo furioso con ella. Y entonces empieza a sentir una culpa espantosa. Por eso Melanie Klein habla de "sentimientos de culpa". Por esas introyecciones tan negativas que ha hecho y esas proyecciones. Al bebé le queda la sensación que le pudo haber hecho daño a la mamá. Volvemos a pensar qué omnipotente que es este bebé. Piensa y entiende que sus propios sentimientos pueden destruir cualquier objeto, que la furia y el odio pueden haber destruido a esta mamá. Empiezan a aparecer otro tipo de ansiedades: miedo a perder esta mamá, miedo a haberla destruido. Por eso surge la necesidad de reparar. Klein agrega que además el bebé empieza a estar celoso, porque se da cuenta también que aparece la figura paternal. Hay otra persona que puede robarle el cariño de la mamá, que puede quitársela. Y que se une también a esta cuestión de la sensación de culpa que tiene. El bebé piensa, entonces, que esta mamá lo va a abandonar. Por eso Klein habla de culpa y reparación. Bivalente es cuando está dividido. Ambivalente es pensar que un objeto tiene las dos cualidades. La etapa de la ambivalencia. La mamá es buena y es mala, a la vez. Es la misma mamá. Quiero puntualizar dos o tres cuestiones antes de avanzar con el tema. Klein considera el Yo constituido al nacer. Un Yo dividido. La división no se da después, sino que ya está al momento del nacimiento.

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Y el tema de los mecanismos, que vamos a trabajar más adelante. Estas dos posiciones, tanto la esquizo-paranoide, como la depresiva, sirven a los operadores para leer los aconteceres de los grupos. ¿Por qué Melanie Klein dice "posición" y no dice "fase"? Klein dice que fase es algo que se transita (y pasó). Freud habla de fases de la libido. De la fase oral se pasa a la siguiente fase. Después el individuo puede volver con algo que le quedó pendiente, pero eso ya es otra cosa. En cambio, estas dos posiciones que plantea Klein el sujeto las va a transitar toda la vida. Nosotros vamos a pasar de la posición esquizo-paranoide, a la posición depresiva, alternadamente, durante toda la vida. Y en los grupos, que está formados por personas, también pasan por estas dos posiciones permanentemente. No sé si a ustedes les pasa, pero cuando tenemos una tarea muy engorrosa que realizar y hay muchas variables para manejar y está todo mezclado, ¿qué hace uno, primero? P.: Si es una cosa complicada, uno la deja para el final. ¿Y cuando llega el final.....? P.: Organizar. Separar. Ver que va primero, que va segundo.... Exactamente. Empieza a separar. Es como cuando uno quiere ordenar la ropa que hay en un placard: quiere tener un orden. O como cuando se discute en un matrimonio y uno dice: -Bueno, separemos. No mezcles las cosas. Lo de los hijos no tiene nada que ver...-. Allí dependerá de los montos de ansiedad, pero es una posición esquizo. Cuando estamos más tranquilos, y tenemos una sensación de orden, y queremos hacer un trabajo y ya estamos en condiciones y podemos restaurar la conversación, allí podemos integrar. Estamos en una posición depresiva. Aquí la palabra "depresiva" no se refiere a la tristeza, ni a la depresión tal como se la entiende ahora, sino con algo que tiene que ver con la reflexión, con la posibilidad de poder escucharse uno y poder escuchar al otro, de introyección. Todo eso que estaba desordenado, todo eso que estaba dividido, se integra, sean objetos, sean personas, sean sentimientos.

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En los grupos, la lectura es igual. Dice Pichon que en los grupos se pasa permanentemente de posiciones esquizo-paranoides, a posiciones depresivas. A veces estamos en el grupo hablando todos juntos, hay un altísimo monto de ansiedad (por determinadas razones) y donde además sentimos que en el grupo hay algún perseguidor, hay sensación de que hay sentimientos negativos que pueden estar puestos en diferentes lugares. Esto tiene que ver con una posición esquizo-paranoide. Hay momentos en los grupos donde se puede reflexionar, donde se puede "parar la pelota" y uno entra en una especie de calma y puede meditar. El grupo allí está en una posición depresiva.

Pichon toma esto para leer el acontecer grupal. Lo que quiero mostrar es qué vuelta le da Pichon, cómo con todo esto él llega a una definición de mundo interno, o sea, la construcción del psiquismo, tomando a Freud y mucho más de Melanie Klein, y llega a una determinada concepción de sujeto, en una dialéctica intersubjetiva. Porque si bien Melanie Klein le da más importancia que Freud a lo externo, ella sigue siendo, de alguna manera, una instintivista. Estos instintos, estas pulsiones, son inherentes, no dependen de la experiencia del sujeto, nos vienen como marca registrada. Klein dice que están independientemente del contexto en que ese niño se críe, independientemente de la situación social, de las experiencias. Será después el devenir más propicio, más sano, o peor (en el sentido de más hostil), cuanto más gratificantes sean sus experiencias (o no). Pero de todas maneras, van a estar los sentimientos de amor y de odio permanentemente. En ese sentido, si bien toma más en cuenta el ambiente, también es una dialéctica intrasubjetiva. A diferencia de Pichon que plantea una dialéctica intersubjetiva (entre sujetos). La relación de objetos es el sello del pensamiento kleiniano. La relación del bebé con la mamá, con ese pecho. Se llama escuela inglesa, o escuela de las relaciones objetales. Pichon avanza sobre eso, revisa estos postulados y acuña el concepto de vínculo. El vínculo es una estructura compleja de relación que incluye a un sujeto y un objeto, su interacción, y su determinación recíproca en un proceso de comunicación y aprendizaje. Es el símbolo de la dialéctica intersubjetiva.

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A.: Y hay un tercero.... Siempre está presente un tercero, que va a colaborar, o a obstaculizar, ese vínculo. Pichon dice: todo encuentro es un reencuentro. Ese tercero, fomenta el vínculo, o lo obstaculiza. Esto quiere decir que si yo la conozco a usted, en sí, algo de usted puede recordarme a mi hermana, a una amiga, etc. Y según como hayan sido esas experiencias se van a dar ciertos avatares que tienen que ver con la tercerización. En la Teoría de la Comunicación Humana, al tercero se lo llama ruido. En realidad, la frase que tiene que ver con el vínculo y que está relacionado con esto es: "Todo encuentro es un reencuentro". También tiene que ver con : "Hoy aquí contigo, como antes, hace tiempo, con otro". Vínculo, es un concepto nodal. Es como el nudo pichoniano: dialéctico por naturaleza. A partir de ese término Pichon arma su concepción de sujeto. Vimos cómo se iba construyendo el psiquismo para Melanie Klein. Pichon-Rivière se basa fundamentalmente en M. Klein para explicar cómo se construye el psiquismo en nosotros como individuos y como sujetos desde el momento mismo que nacemos. ¿Qué sugiere el término mundo interno? Es lo que hace a la interioridad, a lo más individual. Ana Quiroga dice que el mundo interno es un sistema, una estructura, una organización, destinada a formular y a definir estrategias que sirven para el funcionamiento de un sistema o una estructura mayor, que en el ser humano se denomina conducta. La conducta sería el comportamiento, el accionar, del sujeto afuera. ¿Qué nos quiere decir Ana Quiroga con esto? Que el mundo interno es, al interior del sujeto, esta organización, o este sistema, o esta estructura, que nos va a decir cómo nosotros tenemos que operar, qué conductas o comportamientos tenemos que tener en el afuera. No como una cosa normativa, sino qué es lo que nos va a definir esa conducta. Se va a armar una estrategia que va a indicar cómo nosotros vamos a accionar en el afuera. Sería el adentro, con una estrategia que se organiza hacia el afuera. ¿De qué estaría constituida esa estructura, esta organización, este sistema? ¿Qué serían los contenidos?

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P.: En el mundo interno también entran las fantasías.... Exactamente. El mundo interno está constituido por toda la internalización, o la introyección, de los objetos, de las relaciones que tenemos y que vivimos en el afuera. Internalización significa que se mete para adentro algo del afuera. Las representaciones. No son los objetos en sí, ni las relaciones que tenemos con las personas lo que nos metemos adentro, sino que son las representaciones. El mundo interno estaría constituido, construido, a medida que el sujeto se desarrolla, por todas las relaciones que va teniendo. La primera relación es con la madre, el padre, los hermanos, la familia. En este punto, Pichon sigue la línea de Melanie Klein. Pichon dice que el mundo interno lo forman todos esos objetos, las relaciones que tenemos con esos objetos, que nosotros introyectamos (internalizamos). Y agrega: eso que nosotros internalizamos entra a nuestro psiquismo de manera fantaseada, deformada. No es el mundo interno una copia, o una fotocopia, de la realidad, sino que entre el pasaje del afuera al adentro, hay una distorsión (que tiene que ver con cuestiones que ya son contenidos internos). Todas estas relaciones que se introyectan, todos esos contenidos, están sujetos también a los mecanismos de defensa del Yo, dice Pichon. P.: Se puede hablar de postura innatista en Pichon? En realidad, si bien Pichon toma varias cuestiones de Melanie Klein, incluso hasta habla de las mismas posiciones cuando se refiere al momento del nacimiento, el planteo pichoniano de construcción del psiquismo, de la subjetividad, no tiene ninguna posibilidad de una postura innatista, o inmanente. Melanie Klein planteaba que el bebé nacía y ya antes de la experiencia, ya antes de la relación con esa mamá, con el papá o quien fuera, existía un impulso de vida y un impulso de muerte. Klein decía que la mayor cantidad de experiencias gratificantes iban a favorecer el Yo del bebé, lo iban a fortalecer y permitir que vaya avanzando y que tenga una mejor "salud psíquica", y que las experiencias frustrantes no iban a colaborar con todo ese desarrollo. Pero igualmente, aunque el bebé tuviera todas experiencias gratificantes, que siempre fuera un pecho bueno (tomando la metáfora), aún así, teniendo una mamá omnipotente, omnipresente, nutriente absoluta, el impulso de muerte iba a estar presente. En ese sentido, dice que la experiencia es importante, pero lo innato lo es más aún. Pichón da vuelta esto y dice: antes de la experiencia, nada. No hay nada antes de la experiencia. La primera inscripción que se da en el sujeto, planteado desde la mirada de Enrique Pichon-Rivière, es desde laexperiencia. Específicamente, nos tenemos que centrar en el par sujeto-

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necesidad, sujeto-objeto, necesidad-satisfacción. Para Pichon no existen pulsiones previas, no hay nada armado en el psiquismo anterior a la experiencia. Este mundo interno está conformado, constituido, construido, a partir de la experiencia, por todo lo que el sujeto vive con los otros. Las primeras inscripciones que el bebé tiene son las experiencias con la madre. No hay nada anterior. A lo sumo, lo que podemos discutir -hay dos posturas- es si esto comienza con el nacimiento, o si ya hay un mundo interno en la vida intrauterina. La pregunta sería que ahí no hay experiencia (pero hay intercambio, de distintas maneras, con la mamá). Esto está en discusión. Lo que quiero que quede claro es que para Pichon no hay nada innato. Esta es su fundamental diferencia con los psicoanalistas. Este es el corte que Pichon hace. Está lo que toma de Melanie Klein y lo que deja de lado. Si lo que va a definir al sujeto son las cuestiones innatas, como dice Melanie Klein (que no descarta la experiencia), o como dice Pichon, que es más importante la experiencia (sin descartar que hay otras cuestiones que son independientes de la experiencia, porque Pichon sigue hablando de algunos mecanismos de defensa, pero no son innatos, se van adquiriendo). Clase dictada en la sede del Centro de Formación en Psicología Social (CFPS), abril 2000.