Corridos prohibidos

El narcocorrido es un subgénero de la música norteña que en los últimos años ha tomado fuerza en México, Estados Unidos y países de Sudamérica. El corrido mexicano se ha adaptado a los últimos acontecimientos, en su mensaje trata de exaltar a figuras y personas relacionadas con el narcotraficante.Se ha prohibido la reproducción de esta música en las radio difusoras mexicanas, generalmente en los estados del norte del país es donde se escucha esta clase de corridos, particularmente en Sinaloa, Chihuahua, Sonora, Durango, Jalisco, Nayarit, Tamaulipas, Zacatecas, Coahuila y Michoacán.

En los últimos cinco años, los narcocorridos han dominado e impactado en el gusto popular en Sinaloa, Chihuahua, Durango, Tamaulipas, Tijuana y Michoacán, ya que estos estados son los más afectados en el tráfico de drogas, por lo que este tipo de música ha transitado desde los corridos con guitarra, con tambora o banda sinaloense, transformándose en música a partir de instrumentos electrónicos que combinan nuevos subgéneros como el denominado movimiento alterado o corridos progresivos, mezclando la música con banda al son de la polka, huapango, combinados con baladas o música norteña.

Los intérpretes del narcocorrido han pagado con su vida esta difusión musical ya que muchos cantantes han sido asesinados, desde Chalino Sánchez, Valentín Elizalde, Sergio Gómez, Sergio Vega, hasta Fabián Ortega, El Halcón de la Sierra, quienes han sufrido atentados, algunos mientras daban sus conciertos.

Este subgénero musical tiene gran aceptación en algunos países sudamericanos y es un canal transmisor comercial efectivo ya que anuncia bebidas alcohólicas, equipo sofisticado de telefonía celular y radio, marca de algunos vehículos e incluso lociones.Se critica fuertemente al narcocorrido que ha roto con la censura y se maneja en un tono de palabras altisonantes y ofensivas que ya han sido censurados en radio difusoras, bares y discotecas.