Criminalística y Derecho Probatorio en materia penal / Abog. Lic. Joseph E. Ccaza

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Criminalística y Derecho Probatorio en materia penal / Abog. Lic. Joseph E. Ccaza. Texto preliminar del original Criminalística y Derecho Probatorio en materia penal, publicado por Cromeo Ediciones (Arequipa, 2012).

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  • 3G R U P O E D I T O R I A L C R O M E O

    CRIMINALSTICA y DERECHO PROBATORIO en MATERIA PENAL

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  • 5CRIMINALSTICA y DERECHO PROBATORIO en MATERIA PENAL

    Joseph emerson CCaza zapana

    Primera edicin2012

  • JOSEPH EMERSON CCAZA ZAPANA

    [email protected]

    Grupo EDITORIAL CROMEO S.A.C.

    Derechos reservados conforme a la ley D. Leg. N 822 HECHO EL DEPSITO LEGAL

    EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DEL PER N 2012-06621

    ISBN:

    Diagramacin: Jos Luis Vizcarra Ojeda

    Diseo de cartula: Omar Suri

    Arequipa - Per

    Cel: 958225671 - 957763946 Telf: 054 - 798777

    [email protected] Primera Edicin

    junio 2012 Tiraje: 1000 ejemplares

    Impreso en Per 2012 Printed in Per

  • 7A Mario y Adela: padres, amigos y guas ejempla-res, por su paciencia y afecto. A Melissa, valiente com-paera de juegos, amiga y hermana.

    A Kelly, mujer, amor y pa-ciencia con afecto.

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  • 9prLoGo InTernaCIonaL

    Hace tiempo recib un correo del profesor Joseph Emerson, donde me solici-taba el inmerecido honor de redactar el prlogo para esta primicia editorial (que en realidad viene a ser una parte ms de su ya emprendida labor como escritor y que ha dejado constatada en diversos artculos publicados en revistas internacionales). Mi respuesta fue un agradecimiento por cederme tal distincin, y aunque aclar que quien esto escribe no es una figura representativa de la Criminologa-Criminalstica Peruana, el profesor Joseph alent estas lneas con algo que particularmente me moti-v: la juventud del autor de esta obra.

    Me hizo recordar cuando quien esto redacta, comenz a escribir su primer libro durante el 4to Semestre de la Licenciatura en Criminologa, recib soporte y est-mulo verbal, mantuve el proyecto celosamente cuidado, para luego darlo a conocer y recibir las que haban sido palabras de apoyo, que se tornaron en indiferencia y des-precio: cmo un estudiante de licenciatura se brincaba a sus profesores e incluso a los doctores, lo cual me provoc malestar. Con el tiempo he entendido que sta es la respuesta normal y parte del proceso natural de las revoluciones cientficas. Por lo que al autor de sta no le deber extraar las envidias que el producto genere.

    Celebro que el profesor Joseph Emerson haga esta obra, la cual he recomendado en Mxico para que pueda darse a conocer, reconociendo claro, dicha calidad. Pero ms celebro su juventud, pues pareciera que en el contexto actual, sera requisito casi obligado el ser adulto mayor y doctorado en algo para poder publicar y divulgar la ciencia. Contrario a este pensamiento o tendencia, cabe recordar y reflexionar: Cun-tos aos tena Csar BeCCaria cuando: 1) inici a escribir, y 2) cuando se public su obra? La respuesta vara entre los 22 y 26 aos de edad biolgica hago la distincin entre edad biolgica y edad mental, pues habr muy maduros de la primera edad, pero poco progresivos en la segunda. Cuntos aos tena Csar LomBroso cuando inicio sus estu-dios? Recin era un egresado, cuntos aos tena CarLos Darwin cuando: 1) hizo su viaje

  • Prlogo

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    por el mundo, y 2) public su obra? La respuesta a la primera es alrededor de 20 aos y la segunda, alrededor de los 60 aos. Tambin Sigmund Freud: poco ms de 20 y menos de 30 aos, y as podra citar incluso cientos de ejemplos: Alexander Graham Bell, Albert Einstein (aquel simple? empleado de una oficina de patentes), Gali-leo Galilei, Isaac Newton, entre tantos... y en todos hay una o varias caractersticas en comn: su juventud, impulso de revolucin y capacidad para lograr esta a pesar de los enemigos de la ciencia.

    Sera el mismo Einstein quien dira que ante los buenos actos, hay espritus corruptores del avance cientfico. Y en esta rea en la que se procura y administra la justicia, no es la excepcin el estar lleno de enemigos, los cuales ubico en 3: 1) el delincuente; 2) corrupcin de gobierno, y 3) los monopolizadores del conocimiento.

    El presente libro ya cuenta con una introduccin, por lo que hacer otra resumida sera redundante, el ndice y la obra completa irn revelando al lector sus bondades y utilidades tericas y aplicativas para cumplir con los fines antes mencionados: procurar justicia y una mejor sociedad. Quiero resaltar que dentro de tales caractersticas de la obra, por momentos pareciera un tratado ms que un manual, sin duda, ste deber tener gran acogida en Per y donde logre sus alcances, pues adems de tratar una am-plitud de temas, se sealan con perfecta sencillez y referencias, lo que permite tener confianza en lo mostrado en el presente.

    Aspecto importante es la focalizacin que el autor da a la adecuada argumenta-cin basada en evidencias cientficamente probadas a travs de la Criminalstica y sus ramas para un correcto Proceso Penal y que concluya en la correcta aplicacin de la resolucin de los rganos encargados.

    Sin duda, el mencionado autor y su obra, sern una proyeccin sobre un futuro cientfico y de un mejor proceso de justicia. Finalmente, agradezco de nuevo el conce-derme el presente prlogo.

    Sr. Wael Hikal*1* Licenciado en criminoLoga y maestro en trabajo sociaL por la Universidad aUtno-

    ma de nUevo Len. Director de las Revistas Archivos de Criminologa, Criminalstica y Seguridad Privada y Director de Wikipedia Criminolgica. La Enciclopedia de Crimi-nologa y Criminalstica. Autor de: Criminologa psicolgica, Glosario de Criminologa y Criminalstica, Criminologa etiolgica, Introduccin al estudio de la Criminologa, Criminologa, Derechos Humanos y Garantas Individuales y Esquizofrenia. Articulis-ta en revistas como: derecho y cambio sociaL, QUadernos de criminoLoga, cri-minoLoga y jUsticia, entre otras. Fundador de la sociedad mexicana de criminoLoga Captulo Nuevo Len. Pgina web: www.waelhikal.es.tl.

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    prLoGo De La eDICIn naCIonaL

    Inicio el presente, testimoniando el agradecimiento sincero al Sr. Licen-ciado Joseph Emerson Ccaza Zapana con quien me unen estrechos vnculos acadmicos y de amistad, autor del presente trabajo titulado: Cri-minalstica y Derecho Probatorio en Materia Penal, al honrarme con el encargo de prologarlo, acto que sin mayor prembulo procedo a realizar.

    Me referir en principio a un hecho que es de suma notoriedad en el entorno social global, al que vengo a denominar como: El temporal del conocimiento cri-minalstico, que desde el siglo pasado ha puesto en evidencia la necesidad de que los operadores de la investigacin criminal y de justicia, prioritariamente, tengan en cuenta la necesidad de encontrarse actualizados en el saber criminalstico; y, con mayor razn, para quienes en algn momento debamos constituirnos como aportantes del probatorio pericial en materia penal.

    Para nadie escapa la percepcin contempornea, que por diversos medios se nos pone a hechos en los que la Criminalstica se encuentra presente: medios de prensa, series de televisin, pelculas, novelas, etc.; que son los mecanismos de difusin de la aplicacin de estos conocimientos; sin embargo, a pocos preocupa cules son las vas por las que aquellos se obtienen.

    Es sabido que hasta hace muy poco era el cuerpo policial nacional el que tena en uso y dominio los alcances de sta ciencia, y que si un ciudadano cual-quiera deseaba especficamente acceder a material bibliogrfico de la especia-lidad, difcilmente poda lograr su adquisicin en nuestras libreras, teniendo que recurrir a las del extranjero. En ste sentido, desde no hace mucho tiempo y merced a la iniciativa asumida por las Universidades y otras instituciones, se ha logrado la difusin de ste contenido, promoviendo la publicacin de libros exclusivos en materia Criminalstica, tambin vinculando el saber con la actividad procesal, que para el presente caso es la Penal.

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    Pero, qu ha ocurrido con las publicaciones bibliogrficas que vienen en aumento, ah s que hay un problema; y, que nicamente suele ser percibido por los entendidos en la materia; sucede entonces que la gran mayora de stas obras, contienen temas que se repiten unas a otras en ciertos aspectos crucia-les de la doctrina, escaseando aquellas fuentes que realmente aportan nuevas teoras o conocimientos o que resultan de su revisin y contrastacin con la realidad objetiva, de modo que enriquezcan el bagaje del saber criminalstico, problemtica que no slo ha comprometido a nuestra realidad, sino que tam-bin ocurre en el extranjero, como hemos podido comprobar personalmente; por ello es necesario poner en evidencia cundo una obra aporta al saber crimina-lstico y al desarrollo de su marco terico.

    En el presente trabajo de investigacin de Joseph Emerson Ccaza Za-pana, encontramos justamente el esfuerzo de analizar y sintetizar la informa-cin obtenida de la abundante bibliografa a la que ha accedido, en cuanto a Criminalstica, Criminologa; y sobre la institucin de la Prueba en Materia Penal, proveyndonos de una interpretacin actualizada en la que inclusive se aporta un concepto de su iniciativa, respecto de la ciencia Criminalstica, ensayo en el que adems hace una clara exposicin sobre temas que deben ser tomados muy en cuenta, tanto en el entorno de la Criminalstica (fundamento doctrinario, lugar del hecho, operatoria, etc..), as como el aporte al Proceso Penal (doctrina del Derecho Probatorio, la Pericia como Medio de Prueba, la Actividad Probatoria, etc.) que en su conjunto construyen un cuerpo terico de gran inters.

    Considerando la implementacin en el Per, del nuevo Sistema Proce-sal en lo pertinente,y teniendo en cuenta dentro del Derecho Probatorio a la Institucin de la Prueba, orienta la presente obra, la inquietud particular sobre la prueba pericial criminalstica; y con igual inters, sobre la idoneidad de los rganos de Prueba, constituidos especficamente por los Peritos Cri-minalsticos.

    Criminalstica y Derecho Probatorio en Materia Penal, es un tex-to que ha sido organizado didcticamente en dos partes principales, la primera destinada a contenidos de: Criminalstica y Criminologa; y, la segunda a lo relacionado con: La Prueba y el Derecho Probatorio; en este sentido orienta al lector permitindole interpretar adecuadamente los alcances y las implicancias tcnicas (Criminalsticas) y legales (Derecho Probatorio) que se encuentran in-mersas en su problemtica, permitiendo as su mejor empleo.

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    De esta manera, debo reconocer el esfuerzo del Lic. Joseph Emerson Ccaza Zapana, al presentarnos la obra de su reciente creacin, que estimo formar parte obligada en nuestra biblioteca especializada, como fuente de cultura y del saber.

    Pablo A. Rodrguez Regalado*2

    * Doctor en Ciencias Forenses y Criminalstica Coronel PNP (r) Abogado Perito Criminalstico Forense Presidente de la Academia Internacional de Ciencias Forenses y Criminalstica Miembro fundador del Comit Internacional de Ciencias Forenses

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    InTroDUCCIn

    Generalmente, los doctrinarios conciben al Derecho Probatorio como un conjunto de reglas, normas que regulan el modo de reunin, presentacin, utilizacin y calificacin de las pruebas (As, Bayona Martnez, 2007: 19). El maestro colombiano Davis Echanda, en ese mismo talante, ha sealado que aqul constituye un conjunto de postulados que regulan la admisin, produccin y asuncin de los diversos medios que pueden emplearse para llevar al juez la con-viccin de hechos que interesan al proceso.

    Ya, entonces, de las definiciones anteriormente enunciadas, se desprende, un primer acercamiento terico que delimita el campo de estudio y accin del Derecho Probatorio, a saber: las reglas o normas jurdicas que prevn el manejo y direccin de una institucin jurdica fundamental en el Derecho: La Prueba.

    Merced a este trascendental instituto, nuestros magistrados acceden de prima fa-cie a la verdad de los hechos, a travs de elementos de juicio que les permiten establecer una nocin ideolgica coherente y objetiva acerca de esa verdad. Sin embargo, toda vez que ella surge del conocimiento y abstraccin de los hechos, es solamente a travs de la prueba como se conquista y materializa ese conocimiento.

    As, una de las disciplinas del conocimiento humano que, indudablemente, coadyuva a la mejor consecucin de una correcta administracin de justicia, aun-que su tarea no se agote en este noble quehacer, premuniendo de las pruebas nece-sarias a nuestros magistrados y operadores de justicia es, sin duda, la Criminals-tica. Esta disciplina, con rango de ciencia, permite aplicar contenido y mtodos de diferentes disciplinas en aras de una mejor explicacin de los hechos, confiriendo, merced a su estudio y anlisis, la calidad de pruebas a los simples indicios. Cons-tituye, entonces, un hecho bastante innegable que esta fecunda disciplina sea una de las que mejor ofrece, al Derecho en general y al Ius Puniendi, en particular, esa informacin til, tendiente a aclarar y resolver el proceso. As, con su inmejorable

  • Introduccin

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    concurso, seala el derrotero en la bsqueda y obtencin de la prueba: las eviden-cias recogidas en el escenario de los hechos.

    Siendo, as, ms que evidente la importancia de la ciencia Criminalstica en el es-clarecimiento y comprensin de los hechos, es que el presente texto se ha gestado, con el fin de dilucidar, con didctica y sistemtica, los pormenores de la Prueba en materia penal y los aportes que en esta materia ofrece la Criminalstica.

    Nos dirigimos, as, al experto, de las diversas reas del conocimiento, que presta su concurso ante los tribunales de justicia, en el ejercicio privado o ante el llamado pblico, al magistrado, al fiscal, al jurista, a los estudiantes de las diferentes facultades de Derecho del orbe, y a todo aquel que necesite dilucidar y encontrar respuestas arte-ras y pertinentes sobre el saber pericial y criminalstico, a propsito de la necesidad de actualizar los conocimientos en estas materias, de cara a los desafos que nos impone el Nuevo Cdigo Procesal Penal.

    Esta obra se encuentra dividida en dos grandes partes, dedicadas a: la Criminals-tica y sus relaciones con la Criminologa y; a los pormenores del Derecho Probatorio pericial en materia penal.

    La Primera Parte, intitulada Criminalstica y Criminologa, comprende cinco Ca-ptulos.

    En el Captulo I, La Criminalstica como Saber Cientfico, nos referimos funda-mentalmente a la naturaleza, objeto de estudio, mtodos, y clases de Criminalstica; asimismo, presentamos una visin actual y vigente de esta disciplina cientfica, ajena a toda concepcin tradicionalista y arcaizante.

    En el Captulo II, Esbozo Histrico de la Criminalstica, abordamos puntualmente algunos de los hitos histricos ms importantes que marcaron la gnesis y evolucin de esta fecunda ciencia; por otro lado, reconocemos los invalorables aportes que la Polica Nacional del Per ha desplegado en el desarrollo de esta ciencia, sin desmerecer en modo alguno el legado de las Universidades y de los llamados Peritos no policiales.

    El Captulo III, Criminalstica, Derecho Penal, Criminologa y Ciencias Forenses, muestra una visin integral de las relaciones tejidas entre la Criminalstica, el Derecho Penal, la Criminologa y, las bien llamadas Ciencias Forenses.

    En el Captulo IV, El Escenario de los Hechos o La Escena del Crimen?, abordamos la temtica de la Escena de investigacin forense y su importancia en la Investigacin Criminal; asimismo, enunciamos una tipologa acorde con los lineamientos actuales de la ciencia, y enumeramos algunos de los indicios ms relevantes en esta materia.

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    Finalizando esta Primera Parte el Captulo V, El Proceso de Investigacin Crimina-lstico en el Escenario de los Hechos, lo dedicamos a desarrollar temas relativos a: la me-todologa general de la investigacin en el lugar de los hechos, los diferentes mtodos para la bsqueda y ubicacin de los indicios, el proceso de recogida de los indicios en general, as tambin ponemos de relieve la importancia que reviste el cumplimiento fiel de los procesos de Cadena de Custodia como elemento objetivo que garantiza la integridad de la prueba que va a presentarse en el contradictorio.

    Por otro lado, La Segunda Parte est dedicada a La Prueba y El Derecho Probato-rio, y asimismo est dividida a su vez en cuatro Captulos.

    En esa lnea de anlisis, el Captulo VI, El Derecho Probatorio, est referido a algunas cuestiones generales de la Prueba.

    El Captulo VII, La Pericia como Medio de Prueba en particular, desarrolla los pormenores de la Prueba Pericial en materia penal: naturaleza jurdica, procedencia, regulacin jurdica de la institucin pericial, entre otros aspectos pertinentes a la ac-tuacin del perito en el plenario.

    En el Captulo VIII, La Actividad Probatoria, nos referimos esencialmente al esfuerzo que realizan los sujetos procesales para introducir vlidamente, en el proceso, el elemento probatorio.

    Finalizando esta Parte, en el Captulo IX, Valoracin de la Prueba y Sistemas de Valoracin de la Prueba, desarrollamos los diferentes Sistemas de Valoracin de la Prue-ba y muy particularmente el Sistema de la Sana Crtica Racional, instituido felizmente por nuestro legislador.

    Tras esta breve introduccin al contenido del presente libro, no me queda ms que sealar que no he pretendido agotar las materias versadas en ste. Muy lejos de ello, el presente texto simplemente constituye la antesala de lo que es el conocimiento criminalstico; representa tan slo un humilde y modesto aporte al conocimiento jur-dico y criminalstico del orbe.

    Finalmente, me queda la grata tarea de agradecer a todos aquellos que, en algu-na u otra medida, me han ayudado en la ardua y gratificante tarea de sacar a la luz la presente obra. En primer lugar, mi profundo reconocimiento a la Universidad Nacional de San Agustn, lugar en el que curs mis estudios en la Maestra en Peritacin Criminalstica, y en donde al cobijo de sus aulas y la forja de los ms arduos y gratificantes debates, alicientes de mi inquietud por esta fecunda ciencia se gestaron los primeros grmenes del presente proyecto. En segundo lugar, mi agrade-

  • Introduccin

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    cimiento extensivo a todos aquellos amigos y maestros de la Facultad de Educacin de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; de la Escuela de Gobierno y Polticas Pblicas de la Pontificia Universidad Catlica del Per; as como de la Facultad de Derecho, y de las Escuelas de Psicologa y, Literatura y Lingstica de mi alma mater, la Universidad Nacional de San Agustn; de quienes guardo gratos y valiosos recuerdos.

    Arequipa, otoo del 2012 Joseph Emerson Ccaza Zapana

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    primera parteCriminalstiCa y Criminologa

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    CapTULo I La CrImInaLsTICa Como saBer CIenTFICo

    Con la puesta en marcha del nuevo Sistema Procesal Penal (oral, acusatorio y adversativo), se ha impuesto en nuestro medio un radical cambio en las anti-guas formas en cmo se desarrollaba la investigacin criminal a cargo de los diferentes actores judiciales y jurisdiccionales.

    A partir de este nuevo paradigma procesal penal de tipo adversarial, acusatorio y sobretodo garantista y respetuoso de los derechos de las partes, paulatinamente im-plementado en diversos distritos judiciales del pas, a travs de la implementacin y puesta en marcha del Nuevo Cdigo Procesal Penal (Decreto Legislativo N 957), es que se ha investido de nuevas facultades al titular de la accin penal.

    Una de las ms importantes facultades que el nuevo ordenamiento adjetivo ha reconocido al representante del Ministerio Pblico radica, principalmente, en el reco-nocimiento de su investidura a ser el director de las investigaciones.

    As las cosas, la Polica Nacional del Per (una de las instituciones que, in-negablemente y con gran arraigo, ha venido desarrollando e implementando grandes aportes en la sistematizacin y difusin de la ciencia Criminalstica en nuestro pas), por mandato de la ley, se convierte en un rgano facilitador que coadyuva al mejor esclarecimiento de los hechos materia de investigacin, particularmente en cuestiones penales, ante la ocurrencia de un ilcito o su sospecha.

    De la mano de la Criminalstica, peculiar ciencia que ha sido catalogada como disciplina sui generis por diversos versados y tratadistas, los peritos forenses (particula-res entendidos en el conocimiento criminalstico, o instituciones estatales y no estata-les dedicadas a este mbito del saber) y los operadores policiales (agentes expertos en Balstica, Papiloscopa, Documentoscopa, Fsica forense, etc.) ofrecen a la Adminis-

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    tracin de Justicia, esa verdad que sin su concurso hara ms difcil la materializacin del ideal de justicia: su correcta imparticin por parte de nuestros magistrados.

    Su auxilio (no entendido en el sentido mezquino y peyorativo defendido por in-finidad de tratadistas refirindose el que secunda y consecuentemente no representa un papel protagnico ni trascendental; sino como aquel que ofrece a otro la ayuda, el auxilio y los medios para resolver sus problemas, por ser aqul impotente o por no poder hacerse de los mismos por cuenta propia) permite el empoderamiento de los operadores de justicia con los elementos necesarios (informacin pertinente y/o evidencia fsica legalmente obtenida), a efectos de que con ellos puedan acceder a la verdad oculta de los hechos

    Es por ello, que el papel cada vez ms importante que juega la Criminalstica en el curso del Proceso Penal, y no solamente en ste sino en todo el aparato jurdico en general, ha trado como consecuencia, como bien refiere Moreno Gonzlez (2005: 175), que en Congresos, Jornadas y Mesas redondas sobre temas de ndole jurdico-penal se incluyan cada vez, y con ms frecuencia, temas criminalsticos.

    Evidenciada, as, la importancia de la ciencia Criminalstica (considerada en el pasado una disciplina auxiliar del Derecho Penal, en el presente, gracias a los avances de la ciencia y de la tcnica de las cuales se nutre, se considera una pieza fundamental del procedimiento penal, brindando informacin veraz y objetiva a los encargados de procurar y administrar justicia; Cfr. Moreno Gonzlez, 2005: 175), el propsito del pre-sente captulo radica, entonces, en dilucidar la naturaleza, mtodos, disciplinas afines a la misma, entre otros aspectos pertinentes al saber de esta fecunda rea del conoci-miento humano.

    1. CRIMINALSTICA: ACERCAMIENTO CONCEPTUAL

    Definir una ciencia, determinar su objeto de estudio, referirnos a su metodolo-ga no debera representar, hoy en da, una empresa difcil.

    No obstante ello, debido a la cada vez ms rigurosa contemporaneidad cientfica, las pugnas acerca de la primaca o auxiliaridad (en el sentido ms mezquino y peyora-tivo del trmino) de las ciencias es un hecho francamente innegable.

    Desde las ms acrrimas corrientes enciclopedistas de las ciencias (algunas aban-deradas por la Escuela Austriaca), que propugnan la tesis de la existencia de una me-gaciencia omnicomprensiva del saber; hasta las ms recalcitrantes posturas que niegan la interdependencia, obvia, de las ciencias, la discusin parece encontrar una feliz solu-cin en posturas menos radicales y mucho ms tolerantes.

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    La Criminalstica, asimismo, no ha podido escapar a este difcil panorama; en virtud a ello, el propsito del acpite siguiente estriba en referir las diversas posturas que, sobre la auxiliaridad o autonoma de esta ciencia, se han vertido y defendido por los ms importantes acadmicos en la materia, a efectos de que posteriormente poda-mos enunciar un concepto coherente sobre el quehacer de esta fecunda ciencia.

    1.1. ETIMOLOGA DEL TRMINO CRIMINALSTICA

    El vocablo Criminalstica proviene de la voz Crimen, derivada del latn Cri-minis, que denota delito grave.

    Asimismo, aglutina en su haber una serie de sufijos, a saber: Ista de origen grie-go (iotrs), sufijo que da origen a palabras que refieren ocupacin, oficio, hbito; Ica, de origen tambin griego (Ixr), que constituye el femenino de los adjetivos terminados en ixos, ixu, ixov, adjetivos que implican al sustantivo rxun, que, asimismo, denota arte, ciencia tcnica.

    Etimolgicamente, entonces, la Criminalstica sera concebida: la ciencia de lo relativo al delito, la ciencia de lo perteneciente al delito, o mejor dicho, la ciencia del delito.

    No obstante lo anterior, el concebir actualmente as a la Criminalstica, bajo esos trminos, constituye la defensa de lo indefendible (toda vez que los estudios etimol-gicos no dan cuenta cabal y clara del avance y transformacin acaecida en las ciencias, ni mucho menos de los cambios ocurridos en las palabras).

    Conviene, entonces, analizar las definiciones propuestas por la doctrina, cuyo anlisis importa un mayor acercamiento cientfico a la disciplina in comento.

    1.2. DEFINICIONES PROPUESTAS POR LAS ESCUELAS O TENDENCIAS DOCTRINARIAS CRIMINALSTICAS

    Muchos han sido los intentos suscritos a definir la presente disciplina. Uno de los primeros fue enunciado por, para muchos el patriarca de esta ciencia, Johann Baptist Gustav Gross (Cfr. Santos Lovatn, 2011: 16), mundialmente conocido como Hans Gross, hacia 1894, en su Manual del Juez Instructor; quien la con-ceba como el arte de la instruccin judicial fundada en el estudio del hombre criminal y los mtodos cientficos de descubrir y apreciar las pruebas (Vid. Polica Nacional del Per, 2010: 1). Edmond Locard por su parte, aos ms tarde, la entenda como una disciplina que se ocupa de la investigacin de la prueba del delito, mediante el

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    establecimiento de las pruebas indiciarias y la agrupacin de las nociones en un cuerpo de doctrina (Loc. cit., 2010: 1).

    No obstante lo anterior, merced al avance del conocimiento cientfico y su in-evitable propagacin, la ciencia Criminalstica ha ido, en su crecimiento y evolucin, conglomerando en su seno diversas concepciones que han pretendido, con mayor o menor xito, definir, comprender y explicar su naturaleza. A esas concepciones nor-malmente se las suele denominar: Escuelas o Tendencias Doctrinarias Criminalsticas.

    El Diccionario de la Real Academia de la Lengua (Rale), en su Vigsima Segunda Edicin, contempla en su haber diez acepciones destinadas a la definicin del trmino escuela, palabra que deviene del latn schola, y sta a su vez deriva del griego .

    Para nuestros efectos, asumimos que escuela denota al conjunto de discpulos, seguidores o imitadores de una persona o de su Doctrina; as como tambin a la Doc-trina, Principios y Sistema de un autor o conjunto de autores.

    Los tericos en esta materia, en ese particular entendido, han identificado cuatro tendencias doctrinarias o tambin denominadas Escuelas Criminalsticas que, en el espacio acadmico-cientfico del quehacer criminalstico, se han desarrollado amplia-mente hasta nuestros das, enarbolando en alguna medida diferentes ideas sobre la naturaleza del saber criminalstico, a saber (para un estudio detallado sobre el tema, Vase. Rodrguez Regalado, 2006a: 182 y ss.):

    La Escuela Clsica o Juridicista,

    La Escuela de la Investigacin Criminal,

    La Escuela Criminolgica; y,

    La Escuela Autnoma o Contempornea.

    El siguiente cuadro resume, sucintamente, las orientaciones acadmicas que si-guen cada una de las corrientes o tendencias anteriormente enumeradas.

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    Fig.1 Escuelas o Tendencias Doctrinarias Criminalsticas

    Corresponde entonces, ahora, detallar mejor cada una de estas posturas acadmi-cas y referirnos, asimismo, a sus ms importantes y egregios representantes.

    1.2.1. La Escuela Clsica o Juridicista

    Los tericos de esta vieja tendencia sostienen y defienden frreamente la tesis que seala que la ciencia Criminalstica se encuentra ntimamente vinculada con el queha-cer de la Investigacin Jurisdiccional, principalmente con el Derecho Penal y Procesal Penal; en tal sentido propugnan una tesis auxiliarista y apendicular de la Criminalstica como componente del Derecho Penal o, en su defecto, como ente integrante de la llamada Enciclopedia de las Ciencias Penales, en la verificacin cientfica del delito y del delincuente.

    Entre sus ms eximios representantes tenemos a Jimnez De Asa, quien sostiene que los conocimientos criminalsticos son parte integrante de las deno-minadas Ciencias de la Pesquisa, como componentes de la Enciclopedia de las Ciencias Penales; Daz De Acevedo (quien refiere que la Criminalstica es el conjunto de conocimientos Tcnico-Cientficos, ajenos a la ciencia mdica, aplicados a la resolucin del proceso penal y civil; Cfr. Rodrguez Regalado, 2006a: 183); Zaffaroni (1998: 273, 274), as, para el maestro argentino El Derecho Penal se vincula con otras muchas disciplinas usualmente llamadas Ciencias Penales, dentro de stas, la Psicologa Judicial, la Criminalstica, la Medicina Legal, la Es-tadstica Criminal, la Psiquiatra Forense, la Criminologa, etc. ...; Sandoval

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    Smart (1948:9), para quien la Criminalstica es la disciplina auxiliar del Derecho Penal que se ocupa del descubrimiento y la verificacin cientfica del delito y del delin-cuente; Ladislao Thot, en Polica Nacional del Per (2010:2), que afirma que sta es la ciencia auxiliar del Derecho Penal, que se ocupa de los mtodos y modos prc-ticos de dilucidar las circunstancias de la perpetracin de los delitos e individualizar a los culpables; Carlos Alberto Guzmn (2000: 37), que la concibe como la profe-sin y disciplina cientfica dirigida al reconocimiento, individualizacin, evacuacin de la evidencia fsica, mediante la aplicacin de las ciencias naturales, en cuestiones legales; Montiel Sosa, quien sostiene que sta es una ciencia penal auxiliar, que mediante la aplicacin de sus conocimientos, metodologa y tecnologa, al estudio de las evidencias materiales, descubre y verifica cientficamente la existencia de un hecho presuntamente delictuoso y al o los responsables aportando las pruebas a los rganos que procuran y administran justicia; los autores del Manual de Criminalstica de la Polica Nacional del Per (2010: 2), para quienes el saber criminalstico representa una disciplina tcnico cientfica, jurdica y metodolgica que integra las diferentes reas del saber cientfico aplicables a la investigacin del delito, a fin de establecer por el estudio y/o anlisis de los indicios o evidencias, el mvil, las pruebas, las circunstancias y los medios empleados para su ejecucin, as como la identificacin del autor o autores; y finalmente, Moreno Gonzlez, quien seala que la Crimi-nalstica es la disciplina que aplica fundamentalmente los conocimientos, mtodos y tcnicas de investigacin de las ciencias naturales en el examen del material sensible significativo relacionado con un presunto hecho delictuoso, con el fin de determinar, en auxilio de los rganos encargados de administrar justicia, su existencia, o bien recons-truirlos, o bien sealar y precisar la intervencin de uno o varios sujetos en el mismo..; citado por Hikal Carren (2008: 42); entre muchos otros).

    1.2.2. La Escuela de la Investigacin Criminal

    Sus defensores propugnan, fervientemente, una Criminalstica aplicada, como componente fundamental de la Investigacin Criminal propiamente dicha.

    Este enfoque es defendido, fundamentalmente, por: Guillermo Cabanellas (que seala que la Criminalstica es la investigacin cientfica del crimen o delito; Vid. Rodrguez Regalado, 2006a: 183); Jean Nepote (para quien la Criminalstica es el arte y la tcnica de la investigacin criminal; Vid. Rodrguez Regalado, 2006a: 183); Ceccaldi, citado por Rodrguez Manzanera (1981: 70), quien refiere que la Criminalstica es el conjunto de procedimientos aplicables a la investigacin y estudio material del crimen para proveer a su prueba;Lpez Gmez y Gisbert Calabuig, que sealan que el objeto del quehacer criminalstico se funda en el estudio de las

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    tcnicas mdicas y biolgicas usadas en la investigacin criminal sobre las huellas y los obje-tos de los hechos delictuosos (As, Polica Nacional del Per, 2010:2); Filho Del Picchia, quien en un errado marasmo por negarle a los vestigios biolgicos su impor-tancia en el esclarecimiento de los hechos, conceba a la Criminalstica como un conjunto de conocimientos tcnico cientficos aplicados a la funcin judicial de la investiga-cin criminal y, del estudio de la prueba indiciaria constituida por los vestigios materiales de naturaleza no biolgica (As, Cfr. Polica Nacional del Per, 2010:2); Gis-bert Calabuig (1992: 975), quien tras haber reformando su primer y poco acertado concepto, afirma ms coherentemente que la Criminalstica es la ciencia que estudia los indicios dejados en el lugar del delito, gracias a los cuales se puede establecer, en los casos ms favorables, la identidad del criminal y las circunstancias que concurrieron en el hecho delictivo; Aguilar Ruiz (2005: 181), para quien la Criminalstica analiza indicios y evidencias, es decir, todos los objetos relacionados con la escena del crimen con el fin de identificar quin es la vctima y el victimario; y a Nieto Alonso (1998: 17) que en igual talante, la define como aquella disciplina encaminada a la determinacin de la existencia de un hecho criminal, a la recogida de pruebas e indicios y a la identificacin de los autores mediante la aplicacin de mtodos cientficos de laboratorio, as como a la elaboracin de los informes periciales correspondientes .

    1.2.3. La Escuela Criminolgica

    Para los seguidores de esta tendencia, la Criminalstica no representa, en modo alguno, una ciencia autnoma y ms bien es concebida como parte integrante y sub-sidiaria de la Criminologa, o en su defecto, de la llamada Sntesis Criminolgica o Enciclopedia Criminolgica.

    Son defensores de esta corriente: Sodi Pallares, Palacios Bermdez, y Gutie-rre Tibn (para quienes, la Criminalstica es una disciplina explicativa y formalsti-ca, constituida por un conjunto sistematizado de diversas disciplinas naturales y que tiene por objeto el descubrimiento y verificacin del delito; desde luego que es una disciplina auxiliar, pero que comprueba el delito y estudia al delincuente en forma cientfica,Cfr. Rodrguez Regalado, 2006a: 183-184); Vicente Garrido, Per Stangeland, Santiago Redondo (que afirman que la Criminalstica constituye una tcnica dentro de la Criminologa, y no una ciencia propia; Cfr. Rodrguez Regalado, 2006a: 183-184), Oswaldo Tiegui (para quien la criminalstica es multidiscipli-naria, y se la seala como la madre de la Investigacin Criminal, por cuanto los conoci-mientos, tcnicas, disciplinas y ciencias a las cuales recurre acorde a su finalidad (Medicina, Qumica, Fsica, Antropologa, etc.), son captulos de su quehacer cientfico. De tal manera, la Criminalstica se halla en un estadio superior plenamente articulada con el quehacer

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    criminolgico, Cfr. Rodrguez Regalado, 2006a: 183-184); Rodrguez Devesa (1990), citado por Prez Lpez y Santilln Lpez (2009: 63), quien siguiendo una concepcin enciclopdica de la Criminologa sostiene que la Criminalstica es una ciencia relacionada al proceso; Rodrguez Manzanera (1981: 60) quien , pese a reconocer que la Criminalstica es el conjunto de procedimientos aplicables a la bsqueda, descubrimiento y verificacin cientfica del hecho aparentemente delictuoso y del presunto actor de ste (dem, 1981: 70), sostiene, por otro lado, que los componentes mnimos de la Criminologa son: a) Antropologa Criminolgica, b) Biologa Criminolgica, c) Psicologa Criminolgica, d) Sociologa Criminolgica, e) Criminalstica, f ) Victimologa, g) Penologa); y finalmente, Carro Fernndez (2008:9), que la concibe como aquella parte de la Criminologa que considerada como ciencia estudia sistemticamente las huellas, rastros e indicios del delito, dejados por el culpable o culpables, y mediante tc-nicas cientficas de toda ndole mdicas, biolgicas, fsicas trata de identificar al autor/es del delito.

    1.2.4. La Escuela Autnoma o Contempornea

    Los tericos de esta nueva y valiente tendencia confieren a la ciencia Crimina-lstica un carcter autnomo de las dems ciencias del saber humano, entendindola como una ciencia Terico-Aplicativa, con propio campo de estudio y plena indepen-dencia cientfica, que no obstante puede trabajar en equipo a favor de la resolucin de conflictos e incertidumbres en general.

    Defendiendo esta tesis tenemos a Alberto Helwing, para quien la Criminals-tica constituye en su conjunto la enciclopedia del peritaje, la prueba del porvenir, y al maestro peruano Rodrguez Regalado (2006a: 181), prestigioso jurista y peri-to criminalstico, quien (en una feliz tarea integradora del saber criminalstico de la poca, y bajo la premisa de que este conocimiento no slo es aplicable al quehacer del Derecho Penal, sino que puede ser extensivo a las diferentes ramas del Derecho y hasta incluso a las actividades particulares de los individuos actividades que por cierto nada tendran que ver con procesos o delitos) afirma que la Criminalstica es la ciencia mediante la cual se procede al examen de indicios y evidencias de diverso origen y natura-leza, por parte de expertos forenses, con el objeto de plasmar la informacin obtenida en un pronunciamiento pericial que sirva de ilustracin para un proceso judicial, administrativo o de ndole particular.

    As, slo resta decir, que las Escuelas o Tendencias Doctrinarias desarrolladas precedentemente se encuentran, evidentemente, alimentadas en atencin a las diversas

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    posiciones acadmico-cientficas de quienes han ejercido y/o vienen ejerciendo activi-dades relacionadas con esta materia.

    1.3. LA CRIMINALSTICA HOY

    Hoy por hoy, debemos de alegrarnos que definiciones mucho ms acordes con el avance del conocimiento cientfico hayan dejado de lado, y para bien, algunos inten-tos reduccionistas y auxiliaristas que defendieron la tesis de una Criminalstica como parcela del Derecho Penal o de la Criminologa, o que, en alguna medida, enarbolaron una reducida y mutilante idea de su mbito de aplicacin.

    Las posturas defendidas por las Escuelas de la Investigacin Criminal y, la Au-tnoma o Contempornea siguen, por otro lado, este buen camino, merced a que han comprendido que el hecho de que muchos de los conocimientos criminalsticos puedan aplicarse en aras de la resolucin de problemas legales o criminolgicos no significa, en manera alguna, que estos sean parcela privativa de esos fueros.

    As, el conocimiento criminalstico representa hoy en da una gran herramienta terico-metodolgica til para muchas actividades humanas, dentro de stas, y slo para citar un ejemplo bastante ilustrativo, la solucin de conflictos e incertidumbres cientficas en general.

    Sin detrimento, ni menoscabo de los conceptos defendidos y anteriormente enunciados por los doctrinarios de las diversas tendencias criminalsticas, nosotros sos-tenemos que la Criminalstica es la ciencia de carcter emprico e interdisciplina-rio, que mediante la integracin de diversos mtodos y tcnicas estudia, verifica, examina y analiza vestigios, indicios y evidencias de toda ndole y origen, en y/o dejados por cualquier individuo sea ste presunto culpable de la comisin de un delito, o un sujeto totalmente ajeno a cualquier tipo de proceso judicial, orga-nismo u objeto, a efectos de determinar las circunstancias, medios e individuos implicados en el hecho que dio lugar a su estudio e intervencin (en ese entendido, Cfr. Ccaza Zapana, 2012).

    La Criminalstica, as entendida, es una ciencia aplicada que, valindose de peritos o expertos en determinada materia, emite y plasma sus hallazgos en los, bien llamados, informes periciales a efectos de que su concurso y conocimiento pueda coadyuvar a un mejor entendimiento de los sucesos por parte de los opera-dores de justicia, en procesos judiciales en general, en procesos administrativos o, que sus hallazgos puedan ser utilizados por cualquier individuo en particular, para cualquier asunto particular.

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    La anterior definicin dada a la ciencia Criminalstica descubre ya algunas carac-tersticas fundamentales de su mtodo (el empirismo o tambin denominado mtodo experimental, y la interdisciplinariedad cientfica), de su objeto de estudio (estudio, ve-rificacin, examen y anlisis de vestigios, indicios y evidencias de toda ndole y origen en y/o dejados por cualquier individuo, organismo u objeto; adems de la identifica-cin de los sujetos intervinientes en el hecho materia de investigacin), y, asimismo, de su finalidad (descripcin y explicacin de los fenmenos puestos a su consideracin y anlisis a efectos de lograr un mejor entendimiento de los hechos, por parte de los operadores de justicia en procesos judiciales en general, en entes administrativos y sus respectivos procedimientos, y en cualquier individuo en particular para cuestiones de su inters particular).

    A diferencia de las anteriores definiciones, la propuesta por nosotros in-tenta responder a una imagen ms vigente, moderna e integral de la Crimina-lstica, en plena armona con los conocimientos y tendencias doctrinarias que la ciencia actual propugna.

    As, esta definicin pretende respetar, consecuentemente, la esencia dada por los tericos clsicos, conjuncionndola con los avances modernos del conocimiento, esto sin desnaturalizar ni menoscabar la esencia misma de su objeto de estudio.

    1.3.1. La Criminalstica como Actividad Policial y como Actividad Particular

    La Criminalstica, en primera instancia, no constituye, en modo alguno, parcela privativa de los entes policiales.

    Sin embargo, es un hecho francamente indiscutible que han sido estos cuerpos, precisamente, quienes han desarrollado ampliamente la operatoria y aplicacin de la ciencia Criminalstica, fundamentalmente, las cuestiones referidas a la investigacin del delito y del delincuente.

    No obstante ello, debemos de hacer algunos deslindes al respecto.

    Primero, la ciencia Criminalstica es, como ya se dijo, una disciplina fecunda que suministra los conocimientos y los medios cientficos efectivos para identificar mediante el anlisis de indicios y evidencias al autor o autores de un hecho y recons-truir la dinmica del mismo; que para tales efectos se vale de conocimientos y tcnicas diversas.

    Segundo, la Polica Nacional representa, estrictamente, un ente u rgano ad-ministrativo estatal que acta conforme a los lineamientos y mandatos del Estado, es

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    por tanto, un organismo que por ley est encargado de investigar, entre otras muchas funciones, casos en los que se sospeche o sea evidente la comisin de un delito.

    Tercero, respecto de la denominacin, tan ampliamente utilizada en otras latitu-des como sinnimo de Criminalstica, Polica Cientfica, se debe de sealar que sta no es ms que una nomenclatura utilizada muy subjetivamente hoy en da, toda vez que con ella se trata de poner en evidencia ms de lo que real y actualmente existe en los diversos cuerpos policiales del mundo.

    Sobre ese respecto, constituye un hecho francamente indiscutible que no todos los miembros de los cuerpos policiales son necesariamente cientficos quiz lo sean algunos pocos elementos, de los cuales una porcin bastante significativa trabaja en los laboratorios criminalsticos, sin desempear una autntica funcin policial; por lo que dicha denominacin resulta demasiado atributiva y peca de un falso exclusivismo que la funcin policiaca misma, por lo menos hoy por hoy, no est en condiciones de manejar ni de poderse irrogar.

    La actividad acadmica y prctica civil, por otro lado, tampoco puede irrogarse las condicin de abanderada de la ciencia Criminalstica, de lo contrario se cometera el mismo daino y prejuicioso exceso que se quiere desterrar.

    La Ciencia en general se nutre de los aportes invalorables de muchos hombres, muchos de ellos ni siquiera tienen idea de la repercusin de tales luces en el devenir de las ciencias.

    Consecuentemente, el tan rancio exclusivismo cientfico defendido por algunos doctrinarios debe ser totalmente desterrado, particularmente de la esfera dogmtica de la ciencia Criminalstica, dando cabida a la interdisciplinariedad ms noble, en la que no slo los cuerpos policiales tengan la voz y el voto unnime respecto del conoci-miento criminalstico, sino en la que los diferentes especialistas, policas o no policas, puedan departir acadmicamente en beneficio de esta fecunda ciencia, siguiendo el ejemplo de otras latitudes.

    2. LAS MLTIPLES ARISTAS Y NOMENCLATURAS DEL SABER CRIMI-NALSTICO

    Tras el largo devenir histrico, la ciencia Criminalstica ha recibido diversas de-nominaciones por parte de los tratadistas y expertos en la materia, en consonancia con los diversos enfoques desde los que se la ha abordado.

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    As, dentro de las nomenclaturas ms difundidas en el orbe, tenemos: Tcnica Policial, Polica Cientfica, Polica Tcni ca, Policiologa, Ciencia Policial, Inves tigacin Moderna del Delito, Criminalstica, entre muchas otras.

    Asimismo, la Criminalstica ha sido denominada, tambin, de mltiples y varia-das maneras, segn los pases en los que se desarrolla su conocimiento y labor: as, los espaoles la denominan, usualmente, Policiologa, los franceses la designan Polica Cientfica, los italianos, asimismo, la conocen como Tcnica de la Instructora Judi-cial, en el Per se la llama, simplemente, Criminalstica, etc.

    Nosotros preferimos, en consonancia con lo anterior, la denominacin Crimi-nalstica, en virtud a que su uso evita ambigedades, destierra exclusivismos presun-tuosos, y porque asimismo, respeta el noble origen gestado por el ilustre Hans Gross.

    3. LA CRIMINALSTICA Y SU OBJETO DE ESTUDIO

    La Criminalstica como ya se dijo estudia, examina y analiza vestigios, indi-cios y evidencias (En similar talante, Aguilar Ruiz, 2005: 181; Rodrguez Regala-do, 2006a: 181; Carro Fernndez, 2008:9; Polica Nacional del Per, 2010: 2; Ccaza Zapana, 2012) de toda ndole y origen en y/o dejados por cualquier individuo u objeto; el objeto de estudio de esta ciencia, consecuentemente, se circunscribe a esta fecunda tarea.

    En ese particular contexto, la labor del perito criminalista est abocada, funda-mentalmente, hacia:

    a) Un trabajo preliminar dedicado a la recoleccin de indicios y/o evidencias, a efectos de localizar los elementos tiles y necesarios para dar solucin al enigma; tarea que, indudablemente, puede complementarse con;

    b) Una coherente y sistemtica labor de investigacin dirigida, fundamentalmente, a corroborar y recrear eventos, sucesos o situaciones en las que el delincuente (o cualquier sujeto en el mbito de la investigacin) en cualquier caso salvo, obvia-mente, en los supuestos de flagrancia tuvo participacin (en el hecho mismo, o en procura de ocultar los indicios de ste a efectos de lograr su impunidad).

    Siendo, asimismo, las tareas fundamentales de estudio de la Criminalstica, como acertadamente lo seala Rodrguez Regalado (2006b: 57):

    a) Examinar el escenario en donde se han producido los hechos que se investigan.

    b) Examinar indicios y evidencias que tiendan a la identificacin de personas y objetos vinculados con los hechos investigados.

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    c) Examinar indicios y evidencias de inters forense.

    d) Examinar indicios y evidencias que no siendo de inters forense, necesiten ser explotados por los mtodos y procedimientos de las reas propias de la Crimina-lstica.

    e) Identificar plenamente a los sujetos materia de investigacin criminalstica.

    As, a efectos de una mejor consecucin de las anteriores labores, el perito forense deber, consecuentemente, realizar (Sobre este respecto vase, Rodrguez Manzanera, 1981: 70):

    a) La proteccin, conservacin y fijacin del lugar de los hechos.

    b) El levantamiento y embalaje del material sensible.

    c) El moldeo de huellas respectivo.

    d) Una investigacin dactiloscpica coherente en el lugar de los hechos.

    e) Un planteamiento metodolgico criminalstico en relacin con huellas de pisa-das, sangre, semen, pelos, fibras, hechos de trnsito, investigaciones documenta-les, explosiones y balstica, etc.

    f ) La determinacin de los fines, organizacin y equipo del Laboratorio de Crimi-nalstica.

    g) Otros aspectos atinentes al quehacer pericial.

    4. FINES Y OBJETIVOS DE LA CRIMINALSTICA

    Desde una ptica integral, podemos decir sin temor a equivocarnos que el estudio, verificacin, examen y anlisis (cientfico, tcnico y/o artstico) de vesti-gios, indicios y evidencias de diversa ndole (en y/o dejados por cualquier indivi-duo, sea ste presunto culpable de la comisin de un delito, o un sujeto totalmente ajeno a cualquier tipo de proceso judicial; organismo u objeto) a efectos de deter-minar las circunstancias, medios empleados e individuos implicados en el hecho materia de investigacin, constituye el principal objetivo y la razn de ser de la ciencia Criminalstica, toda vez que con estos conocimientos se busca ilustrar, en primera instancia, a los entes jurisdiccionales (jueces, fiscales, etc.), y/o en su de-fecto a particulares que requieran de tal saber.

    Para la consecucin de este objetivo es menester, en el quehacer pericial, la reali-zacin de una serie de presupuestos bsicos, as se requiere:

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    a) Investigar con tcnica y demostrar, a la luz de la ciencia, la existencia o inexis-tencia de un hecho o fenmeno aparentemente delictuoso, en los casos de orden jurisdiccional.

    b) Investigar con tcnica y demostrar a la luz de la ciencia, la existencia o inexisten-cia de un hecho o fenmeno cualesquiera que est en controversia.

    c) Determinar los fenmenos presentes o ausentes en la dinmica del hecho inves-tigado por los operadores forenses.

    d) Reconstruir el mecanismo y dinmica del hecho; determinando, en tal sentido, los objetos o instrumentos con los que se llev a cabo, sus diversas manifestacio-nes y, finalmente, las acciones realizadas por el agente causante.

    e) Aportar evidencias atinentes a resolver la controversia o incertidumbre.

    f ) Coordinar e integrar tcnicas tiles en la identificacin de la vctima, si sta exis-tiere.

    g) Aportar evidencias tiles para la identificacin del presunto autores o autores, y partcipes del hecho.

    h) Aportar las pruebas materiales necesarias (a la luz de la tcnica, el arte y la ciencia) para demostrar los niveles de actuacin y participacin del o de los presuntos autores y dems involucrados en el hecho investigado.

    As las cosas, la aplicacin de los conocimientos y mtodos de la ciencia, el arte o la tcnica, a la explicacin de los hechos o fenmenos a los rganos jurisdiccionales que administran justicia (cuando estos lo soliciten) a efectos de brindarles elementos de prueba (identificadores, emuladores, reconstructores, etc.) que les permitan acceder a la verdad indescifrable de los hechos, constituye entonces uno de los objetivos y fines ms nobles de la Criminalstica.

    5. LA CRIMINALSTICA COMO CIENCIA

    La naturaleza cientfica de la Criminalstica hoy en da es un hecho francamente indiscutible. No obstante, su saber haya sufrido los dramticos cambios propios del conocimiento y la ciencia en general, a saber: de ser un simple conjunto de reglas prc-ticas, empricas, hasta convertirse en un conglomerado hetero gneo de conocimientos tomados de otras ciencias para llenar sus fines, en cuanto a la investigacin del delito y del delincuente se refieren (As, Polica Nacional del Per, 2010: 3).

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    En sus inicios, recalcamos, el saber de esta ciencia no poda ser considerado, cientfico; tan slo representaba un conglomerado nada homogneo de tcnicas y mtodos de diversas artes y oficios, constituyendo slo un conjunto de conocimientos tiles y verstiles en la investigacin de los delitos y el descubrimiento y verificacin de los culpables. En aquella lejana poca, la Criminalstica tena la categora de simple tcnica, representando un conjunto de conocimientos, pasibles de ser aplicados a la investigacin criminal, sin ninguna sistematizacin clara y una indiscutible falta de comprobacin emprica. Es por ello y con mucha razn que Bonardi (1997), en el Prlogo del Manual de Criminalstica de Guzmn (2000: 7), manifiesta muy acertadamente: La criminalstica naci marcada por la indeterminacin de su objeto, reas de conocimiento, mtodos de investigacin y relaciones con otras disciplinas....

    Es recin a partir del siglo XX, como refiere Bayona Martnez (2007: 26), gra-cias a los aportes de diversos cientficos y estudiosos interesados profundamente en el desarrollo de esta ciencia, que la Criminalstica logr su evolucin y se conforma hoy ms homognea y cientfica.

    As las cosas, hoy por hoy, la Criminalstica se nos presenta como una ciencia de carcter, fundamentalmente, interdisciplinario, tan similar a la Criminologa que tambin goza de este peculiar estado.

    Esta caracterstica, la interdisciplinariedad o la interciencia en Criminalstica, erradamente comprendida puede, en primera instancia, si se adopta la clsica concep-cin que se tiene de las ciencias como entes aislados e incomunicados entre s, parecer contradictoria.

    Empero, si reconocemos que para comprender cabalmente la realidad de una manera coherente es necesario, siempre, analizarla de manera integral y sistemtica; ello nos empujar a analizarla bajo la ptica de elementos (el tan preciado objeto de estudio de las diversas ciencias y disciplinas) que se encuentran en ntima y permanen-te interrelacin. Es por ello que las diversas ciencias, para entender mejor la realidad, lo que han hecho es, simplemente, dividirla artificialmente para estudiarla con ms facilidad... (Sols Espinoza, 2004:60).

    As, para una cabal comprensin y explicacin de los fenmenos de la realidad, al cientfico criminalstico no le queda ms que utilizar un adecuado y coherente nivel de interdisciplinariedad acorde a sus fines y necesidades.

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    5.1. UBICACIN DE LA CRIMINALSTICA EN EL MBITO CIENTFICO

    Un amplio sector de la doctrina criminalstica actualmente la ubica en el grupo de las, bien llamadas, Disciplinas Fcticas o Ciencias Empricas (As, Moreno Gon-zlez, 2007: 137), de carcter mixto (en virtud a que en su haber integra saberes de las Ciencias Naturales y Sociales), siendo sta, como bien lo platean Kedrov y Spirkin, citados por Rodrguez Regalado (2006a:181), una Ciencia tcnica.

    Ello significa, en primera instancia que su objeto de estudio (indicios, evidencias, etc.) se inserta en el mundo de los hechos, en el mundo de lo fctico, verificable y mensurable; y no en el de los entes incorpreos o en el de los valores.

    La naturaleza, fundamentalmente, emprica de la Criminalstica implica, conse-cuentemente, que sta descanse, principalmente, en hechos y no en meras especulacio-nes o divagaciones tericas; vale decir, su norte lo constituye la observacin cientfica ms rigurosa de los fenmenos de la realidad, no los fros y simples discursos lgico-simblicos, propios de otras disciplinas.

    Sobre este entendido, creemos conveniente, y para zanjar de una vez por todas este asunto, adscribirnos a la corriente terica de la Escuela Alemana que sostiene sim-ple y llanamente que la Criminalstica es la ciencia de la investigacin criminal (Polica Nacional del Per, 2010: 3).

    La Criminalstica, hoy en da, es una ciencia que goza de plena autonoma cient-fica respecto de las dems reas del saber humano. Recalcamos como lo sealramos en lneas precedentes: el hecho de que muchos de sus conocimientos puedan aplicarse a la resolucin de problemas legales o criminolgicos no significa que estos sean parcela privativa de esos fueros. En ese entendido, el conocimiento criminalstico representa una gran herramienta terico-metodolgica til para muchas actividades humanas, dentro de stas, la solucin de conflictos e incertidumbres cientficas en general.

    5.2. LOS MTODOS CRIMINALSTICOS

    5.2.1. La interdisciplinariedad metodolgica de la Criminalstica

    La sucesin de pasos que debemos seguir para descubrir nuevos conocimientos o mejor dicho, para comprobar o desaprobar hiptesis que explican o predicen conduc-tas de fenmenos, desconocidos hasta el momento, es lo que comnmente se conoce como mtodo cientfico. El mtodo, as concebido, es el modo de hacer con orden una cosa, es el procedimiento que se sigue en las ciencias para conocer su objeto y ensearlo (Vid. Rodrguez Manzanera, 1981: 37).

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    Hoy por hoy, difcilmente puede hablarse de mtodos propios de las ciencias en general, y este es obviamente un problema recalcitrante y comn a todas las ciencias. Actualmente, todas las ciencias modernas participan en mayor o menor grado de ter-minologas, conceptos y tcnicas de otras ciencias afines (En ese mismo entendido, Cfr. Rodrguez Manzanera, 1981: 37 y ss.) Vivimos, por lo tanto, un feliz estadio de concurrencia interdisciplinaria.

    Uno de los ejemplos que nos es ms cercano es el de la Ciencia del Derecho. Siempre se consider que sta tena un mtodo propio de investigacin, sin embargo, notamos ahora que la metodologa de otras ciencias viene invadiendo el mundo de las Ciencias Jurdicas y as, actualmente un grupo de profesores de la Universidad Nacional est explicando el Derecho Penal desde el punto de vista del mtodo lgico simblico (Lgico-matemtico, dicen ellos), otros estn haciendo intentos de hacer una Sociologa Jurdica, trayendo metodologa sociolgica, y es notable el esfuerzo del maestro Pina y Palacios por lograr un Derecho Procesal Penal con implicaciones criminolgicas (Loc. cit., 1981: 37).

    Asimismo, la Medicina es poco eficaz si no se auxilia de la Psicologa y de la Sociologa; la Sociologa no funciona adecuadamente si no se apoya en la Psicologa y en el Derecho; el Derecho es obsoleto si no respeta la realidad social y psicolgica; es decir, actualmente para hacer cualquier trabajo serio, se tiene que trabajar interdisci-plinariamente. Lo anterior no solamente acontece en las Ciencias Sociales; la Qumica se integra a la Biologa, la Fsica a la Qumica, la Zoologa a la Botnica, sta a la Qu-mica, etc. (dem, 1981: 37)

    Incluso la propia Fsica (tal vez la ciencia natural ms desarrollada y la ms dura de todas), se sirve de conocimientos obtenidos en disciplinas distintas aun-que vinculadas a ella. Del mismo modo, los conceptos aprendizaje, motiva-cin, personalidad, psicopata, frustracin, actitud, cognicin, socializa-cin y desviacin, entre otros muchos, son compartidos por la Criminologa, la Sociologa, la Psicologa, etc.

    Lo que sucede es que las diversas disciplinas se interesan por tales conceptos en la medida en que se relacionan con sus respectivos objetos de estudio. Compartir ciertos conceptos o instrumentos (como cuestionarios, entrevistas, anlisis esta-dsticos, etc.) con otras ciencias afines no menoscaba la entidad cientfica de una disciplina, antes bien la corrobora, ya que el mtodo cientfico es esencialmente nico (el resaltado es nuestro, Cfr. Prez Lpez, y; Santilln Lpez, 2009: 63).

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    En ese entendido, si pretendemos llegar al conocimiento pleno y totalizante de cualquier objeto o fenmeno, siguiendo solamente un camino, a la luz de una sola ciencia, haremos un esfuerzo utpico y vano: una autntica y verdadera investigacin cientfica necesita hoy, ms que nunca, ser interdisciplinaria.

    Es por ello que en este momento de la historia cientfica ya nadie, en su sano juicio, pierde el tiempo en preguntarse si el Derecho, la Filosofa, la Criminologa, o alguna otra ciencia, constituyen la base o la sntesis del conocimiento. Ya nadie sensato se pregunta si la Criminalstica es o no una ciencia o disciplina auxiliar; hoy en da, los esfuerzos de la mayora de cientficos y acadmicos se centran en, como bien lo refrenda Rodrguez Manzanera (1981: 41), identificar el problema y proponer las ciencias o disciplinas con las que ste puede resolverse.

    En la consecucin de esta tarea, no podemos confundir la interdisciplinariedad con la simple multidisciplinariedad, toda vez que, como acertadamente seala Rodr-guez Manzanera (1981: 39), la primera significa la ntima relacin, las estrechas co-nexiones, la interdependencia; la segunda, es tan slo la adicin, el acopio de diversas disci-plinas. Multidisciplinar designa solamente la participacin de muchas disciplinas, mientras que la slaba inter expresa, entre otras cosas, una cierta coordinacin o hasta incluso una integracin. Una investigacin interdisciplinar significara [consecuentemente] un grado de integracin superior al de una multidisciplinar. La interdisciplina implica dependencia mutua entre las diversas ciencias o disciplinas concurrentes; cada una complementa y expli-ca a las dems, la ausencia de alguna es notable por la disminucin de calidad del conjunto, en la multidisciplina por el contrario, veremos afectada sobre todo la cantidad.

    En ese entendido, la evidente interdisciplinariedad de la Criminalstica no debe de caracterizarse por la constante pugna o competicin terico-metodolgica entre sta y cada una de sus ciencias afines, antes debe de primar sobre este respecto una forma de observacin y experimentacin y ste (el Mtodo Experimental) es el mtodo par excellence de la ciencia Criminalstica que integre y sistematice las muy diversas conexiones entre las (sus) diferentes reas del conocimiento; del mismo modo, tambin debe de propenderse a la integracin del corpus de resultados de sus investigaciones, en cuanto en alguna medida se refieren al crimen y su rastro.

    Antiguamente, por ejemplo, la preocupacin mxima de los cientficos era lle-gar a elaborar pirmides perfectas, as, se construyeron las pirmides de las ciencias, discutiendo cual era la ciencia suprema y cuales las auxiliares, con opiniones diversas segn la profesin e inclinacin de los autores (sobre este particular entendido, Vase. Rodrguez Manzanera, 1981: 40).

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    En ese entendido, los esquemas cientficos de tipo piramidal defienden la idea, errada por cierto, de la existencia de una ciencia todopoderosa, suprema, superior, omnicomprensiva, una cabeza directriz, a la que se subordinan las dems ciencias; en contraste, en los esquemas de tipo circular u orbital, existe concurrencia de ciencias en la interdisciplinariedad, en donde cada una se integra a la tarea cientfica: resolver el problema que las convoca; en tal sentido, existe entre stas una conexin ntima, aqu, cada cientfico comunica y comparte sus hallazgos con los dems y recibe, asimismo, de los otros similar deferencia, sirviendo esto no slo como informacin complemen-taria, sino como valoracin y control de sus propios resultados.

    Por otro lado, los esquemas circulares multidisciplinarios se caracterizan por la independencia e interdependencia entre las ciencias concurrentes.

    As las cosas, resulta evidente la necesidad de propender hacia esquemas circula-res, hacia esquemas ms operacionales y de mayor eficacia, que en resumidas cuen-tas permitan una mejor resolucin de los problemas que a la Ciencia, particularmen-te a la ciencia Criminalstica, preocupan.

    La interdisciplinariedad criminalstica importa, as, un radical cambio de los an-tiguos esquemas piramidales que en otrora tiempos reinaban en la Ciencia hacia actua-les marcos circulares u orbitales, marcos mucho ms complejos e integrales.

    Slo, entonces, as, mediante la armoniosa interrelacin de la Criminalstica y sus diversas ciencias, se podr establecer, como bien seala Rodrguez Manzanera (1981: 42), un coherente y adecuado sistema de retroalimentacin, en el que cada conclusin particular se vaya corrigiendo y enriqueciendo, y gracias a esto ltimo se pueda llegar a una sntesis en la que no haya contradicciones absurdas e inexplicables.

    La siguientes figuras evidencian claramente las orientaciones seguidas por los modelos piramidales o triangulares que propugnan el enfoque omnicomprensivo y totalitario de la ciencia; y los esquemas circulares multidisciplinarios, que propugnan una integracin de las diversas ciencias en aras de la solucin de problemas especficos, sin preeminencia de ninguna ciencia en particular, y en donde se evidencia una clara cooperacin cientfica.

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    Fig.2 Modelo piramidal de la ciencia

    Fig.3 Modelo circular de la ciencia

    As, entonces, son evidentes y notables las ventajas que los esquemas cir-culares tienen frente a los de corte piramidal, tanto en el contexto cientfico como fuera de ste.

    Slo instituciones muy tradicionales como el ejrcito o el Derecho conservan an organizaciones de tipo piramidal; en las dems se tiende a preferir los paradigmas

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    circulares, por permitir estos una comunicacin ms rpida y funcional, como lo ha venido demostrado hoy en da la moderna Ciberntica (As, dem, 1981: 43).

    5.2.2. El Mtodo Experimental en Criminalstica

    La Criminalstica, en su afn investigativo, y como mencionramos con ante-rioridad, se nutre de los diversos mtodos que surgen de las diferentes disciplinas, su caracterstica esencial estriba, en consecuencia, en esa flexibilidad para recurrir a los diferentes mtodos y herramientas que las dems ciencias del orbe le ofrecen. Hemos de reconocer, sin embargo, que el mtodo par excellence ms utilizado por la Crimina-lstica es el denominado Mtodo Experimental.

    Sin embargo, es ms que patente que su aplicacin no se presenta de hecho las ms de las veces en estado puro. Antes de ello el perito debe gestar una sistemtica observacin de los hechos; y sta constituye, entonces, el segundo mtodo en materia criminalstica.

    La deduccin e induccin de los hechos o fenmenos (Mtodos Deductivo e Inductivo), asimismo, constituyen vas que le permiten al cientfico criminalstico la mejor comprensin de su objeto de estudio; ergo la verificacin de sus resultados repre-senta, asimismo y en ltima instancia, su criterio de verdad.

    El criminalstico o perito criminalista, en ese entendido, debe ser considerado un cientfico, un verdadero hombre de ciencia que, como la mayora de los cientficos modernos que buscan tener una mejor comprensin del mundo necesita trabajar de manera interdisciplinaria para la mejor resolucin de sus dilemas.

    En esta invalorable tarea, el perito criminalstico debe de ceirse rigurosamente a cada uno de los pasos que el mtodo cientfico le exige: en primer trmino, debe recopilar los datos necesarios; para ello, requiere de una observacin completa, exacta, metdica, rigurosa y precisa del hecho dirigida a conocer su naturaleza a efectos de obtener los datos e indicios que posteriormente se convertirn en evidencia. Seguida-mente debe de ordenar los datos recopilados a fin de descubrir las posibles correlacio-nes y consecuencias entre estos.

    Asimismo, debe de formular hiptesis, realizar deducciones, confirmar o recha-zar las ya planteadas inicialmente sobre la base de los indicios y los hechos; finalmente, debe de resumir todo lo comprobado en trminos claros y concretos a efectos de emitir su conclusin (As, Aguilar Ruiz, 2005: 181).

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    Finalmente, as, para que esta interdisciplinariedad metodolgica pueda ofrecer buenos frutos es necesario que, como atinadamente lo refrenda Villavicencio Terre-ros (1997: 5), el expertus criminalstico identifique de la mejor manera el problema o situacin a tratar y haga uso de un buen nivel de interdisciplinariedad.

    6. TIPOS O CLASES DE CRIMINALSTICA

    Diversos han sido los doctrinarios que, en alguna medida, y para una mejor sis-temtica de la ciencia Criminalstica, la han subdividido apelando a diversos criterios. As, la Criminalstica puede ser dividida segn su tipo de investigacin, en funcin al lugar de actuacin de su saber, en atencin a su objeto de estudio, y en funcin a su operatoria (Vid, en ese mismo talante, Rodrguez Regalado, 2006c: 72 y ss.).

    Conviene, entonces, desarrollar cada una de estas subclasificaciones.

    6.1. SEGN EL TIPO DE INVESTIGACIN

    6.1.1. Criminalstica aplicada a la Investigacin Particular o Privada

    Segn este criterio, la actividad criminalstica se puede desarrollar en casos foren-ses producidos en empresas estatales o privadas, en las que han surgido hechos, que por su propia naturaleza, ameritan investigacin. Se trata generalmente de casos de carcter reservado. Por ejemplo: en casos en los que se necesite conocer si una mquina cualquiera dentro de una empresa sufri desperfectos por el inadecuado uso del opera-rio, por falta de mantenimiento, por una falla tpica en su mecanismo, etc.

    6.1.2. Criminalstica aplicada a la Investigacin Administrativa Estatal

    Aplicada generalmente en contextos de investigacin efectuada dentro de la ad-ministracin pblica; investigaciones requeridas principalmente por los organismos u rganos de control interno de las mismas, conforme la legislacin en la materia.

    6.1.3. Criminalstica aplicada a la Investigacin Preliminar o Prejurisdiccional

    Se refiere a todas aquellas intervenciones de los rganos policiales en conjuncin al titular del Ministerio Pblico. En estos contextos, la Criminalstica es requerida para el mejor esclarecimiento de los hechos materia de investigacin.

    6.1.4. Criminalstica aplicada a la investigacin Jurisdiccional Penal Comn

    Habiendo o no una investigacin previa, el juez puede recurrir al conocimiento criminalstico para practicar mediante peritos judiciales las experticias necesarias que le

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    permitan contar con la suficiente informacin (de ser el caso reprocesar las evidencias ya procesadas en la Investigacin Preliminar). La solicitud de pericia puede ser pro-puesta por el Ministerio Pblico o por el inculpado, tambin es el momento donde se pueden admitir las denominadas Pericias de parte ofrecidas por el inculpado (Cfr. dem, 2006c: 72).

    6.1.5. Criminalstica aplicada a la investigacin Jurisdiccional Penal Privativa

    En este contexto, el quehacer y conocimiento criminalstico es aplicado a investi-gaciones derivadas de la comisin de delitos penales privativos, previstos en el Cdigo de Justicia Militar y Policial.

    6.1.6. Criminalstica aplicada a la investigacin Jurisdiccional Civil

    Referida a todas aquellas intervenciones en el Proceso Civil que requieran del concurso de pronunciamientos periciales pertinentes. Los exmenes de ADN en el esclarecimiento de la paternidad de un menor son un claro ejemplo de este tipo de intervencin criminalstica.

    6.1.7. Criminalstica aplicada a la investigacin Jurisdiccional Laboral

    El Proceso Laboral tambin puede requerir del concurso de pronunciamientos periciales, por ejemplo en caso de verificaciones de autenticidad en la firma de una boleta de pago negada por el supuesto firmante, aqu intervendra la Grafotecnia.

    6.2. SEGN EL LUGAR DE ACCIN CRIMINALSTICA

    6.2.1. Criminalstica de Campo

    Referido al terreno de trabajo en el que se desarrollan las actividades de investigacin.

    As, existen circunstancias en las que los exmenes forenses deben de realizarse, necesariamente, fuera del gabinete o laboratorio forense. A guisa de ejemplo, cuando se examinan sujetos heridos o cadveres fuera del Departamento Mdico Forense o sala de necropsias o, cuando se procede a la deteccin de artefactos explosivos o, cuan-do el perito grafotcnico examina un documento que permanece bajo la custodia de alguna dependencia sin poder trasladarse al laboratorio (As, Ibdem, 2006c: 72).

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    6.2.2. Criminalstica de Gabinete o Laboratorio

    Para Rodrguez Regalado (2006c: 72), esta Criminalstica estara constituida por el examen o anlisis de indicios o evidencias, hecho por peritos en una o varias disciplinas, artes o tcnicas determinadas dentro de las instalaciones de un laboratorio especializado, con instrumental especializado. A guisa de ejemplo, el anlisis de la ca-misa que llevaba el occiso en la escena del crimen.

    6.3. SEGN SU OBJETO DE ESTUDIO

    6.3.1. Criminalstica aplicada al procesamiento de la escena del crimen

    Referido al conocimiento que nicamente se circunscribe al estudio y proce-samiento de la escena del crimen. En este contexto, el perito de la mano de diversos conocimientos cientficos, tcnicos y artsticos despliega labores de identificacin de indicios o evidencias, perennizacin de la escena y, recojo de indicios y muestras (res-petando rigurosamente los estndares y lineamientos que la ciencia le exige) para ser trasladados al laboratorio por personal especializado.

    6.3.2. Criminalstica de muestras en proceso (indicios y evidencias)

    Que no es sino, la Criminalstica aplicada al estudio pormenorizado e indivi-dualizado de cada indicio y evidencia recogido de la Escena del Suceso, por parte de peritos especialistas en determinada rea del saber criminalstico.

    6.3.3. Criminalstica de identificacin de persona humana

    Todas las actividades y/o tareas tcnico-cientficas tendientes a la identificacin de una persona (estudios papiloscpicos, antropolgicos, psicolgicos, mdicos, den-tales, etc.) de aplicacin, tanto en personas vivas, cadveres o restos huma nos, se en-cuentran dentro del mbito de este tipo de Criminalstica.

    6.4. SEGN SU OPERATORIA

    6.4.1. Criminalstica como Investigacin Criminalstica pericial

    Referida, fundamentalmente, a aquel tipo de accin a cargo de un perito espe-cialista: mdico, qumico, antroplogo, psiclogo, odontlogo, ingeniero, bilogo, grafotcnico, balstico, etc., en procesos de investigacin de hechos para el esclareci-miento de un caso concreto.

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    6.4.2. Criminalstica como Investigacin Cientfica Pura en materia criminalstica

    Producto de la experiencia y de los problemas surgidos como consecuencia de la aplicacin de la Doctrina Criminalstica, el perito puede encontrase con problemas especiales que lo llevan, con el uso del mtodo cientfico, a buscar soluciones no de casos concretos, sino para esclarecer incertidumbres cientficas. Por ejemplo: un perito en Odontologa encuentra, en el ejercicio de su especialidad, la necesidad de readecuar los mtodos de identificacin del sexo y la edad reconocidos por la Doctrina Crimina-lstica (Cfr. Rodrguez Regalado, 2006c: 79).

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    CapTULo II esBozo hIsTrICo De La CrImInaLsTICa

    Desde las pocas ms pretritas, el ser humano ya realizaba investigaciones empricas con la intencin manifiesta de encontrar explicaciones a los fen-menos de su mundo circundante.

    Es merced a estos primeros grmenes, en simbiosis con la infinita curiosidad humana por el conocimiento de la realidad y el descubrimiento de las leyes que gobier-nan el mundo, que la Ciencia en general, y la Criminalstica en un sentido particular, se ha convertido hoy en da en lo que es.

    La Criminalstica, entonces, trasunt un sendero histrico difcil (recurdese que en sus inicios era tan slo un conglomerado muy disperso de conocimientos de diversa ndole, que eran aplicados sin ninguna metdica clara en la identificacin, reconstruc-cin e investigacin criminal) en su bsqueda de la verdad. As, en pos de lograr esa explicacin cientfica de los hechos, acudi al anlisis de indicios (tan bien conocidos por el hombre primitivo, quien valindose de los mismos era capaz de reconstruir mentalmente la posicin y dinmica de los animales y seguirlos para darles caza, mer-ced a las huellas de pisadas que encontraba), denominados por Edmond Locard, los testigos mudos que no mienten.

    Su historia entonces tiene tintes dramticos, pugnando por convertirse en lo que hoy en da es: una fecunda ciencia del conocimiento humano, benefactora de muchas ramas del Derecho, til al quehacer de la Criminologa, pero sobretodo capaz de dar solucin y explicacin a mltiples incgnitas que el ser humano se plantea en la bs-queda del conocimiento.

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    1. ESBOZO HISTRICO DE LA CRIMINALSTICA

    Los primeros datos fiables de esta ciencia provenientes del conocimiento hist-rico, refieren que una de las primeras disciplinas precursoras de la Criminalstica fue, la hoy denominada, Dactiloscopa o Papiloscopa. Sobre este respecto, fueron los chinos (segn los estudios de Kia Kung-Yen, historiador chino de la dinasta Tang, en un documento que data del ao 650 a.C.), quienes utilizaban a manera de identi-ficacin infalible, dos mtodos: las improntas de las huellas de las palmas y los dedos de la mano; y el uso de placas de madera con muescas idnticas y recortadas por lados especficos (dichas placas eran conservadas por cada una de las partes del contrato y posteriormente igualadas permitan verificar la autenticidad o falsedad de los contratos en referencia), a efectos de mantener seguros sus negocios y empresas del fraude.

    Sin embargo, es propiamente a mediados de 1575 que esta fecunda ciencia des-pega en pos de su desarrollo y deja de lado la empiria ms asistemtica en la que se desenvolva, merced el desarrollo de la Medicina (para muchos tratadistas La Madre de la Criminalstica). Los primeros mdicos precursores que desarrollaron actividades de investigacin criminal, participando en procedimientos judiciales de esa poca fue-ron, inicialmente, Ambrosio Pare (Francs) y, luego, muchos aos ms tarde, Paolo Sacchias en 1651.

    Marcelo Malpighi, docente de la ctedra de Anatoma en la Universidad de Boloa (Italia), hacia 1665, observ por vez primera que los pulpejos o relieves presentes en las yemas de los dedos y palmas de las manos de las personas podan ser usados con fines identificatorios, merced a este descubrimiento, le concedi a la Dac-tiloscopa, su partida de nacimiento.

    Aos ms tarde, Boncher, conocido en la historia como el precursor de los estu-dios balsticos, hacia 1753, realizaba tambin importantes aportes a la Criminalstica, desarrollando lo que hoy se conoce como Balstica Forense.

    Otro evento trascendente en la historia de la Dactiloscopa, hacia mediados de 1823, lo constituye la publicacin de la obra de Johannes Evangelist Purkinje (Checo), obra en la el autor deja sentada la importancia de las huellas dactilares en la identificacin, clasi-ficando las mismas en nueve principales categoras. Por esa misma temporada, Huschke, ahondando en los estudios de Purkinje, descubri una serie de relieves triangulares tpicos en las yemas dactilares, conocidos hoy en da como deltas dactilares.

    Hacia 1835, entra en escena Henry Goddard, eximio continuador de la obra de Boncher, desarrollando importantes cuestiones sobre Balstica.

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    Asimismo, Mateo Orfila, en 1840, sistematiza y desarrolla lo que hoy se de-nomina Toxicologa, disciplina que aboca sus estudios a los efectos que las toxinas o venenos (vegetales, animales y minerales) ocasionan en los diferentes organismos, proponiendo el tratamiento y cura para tales intoxicaciones.

    Asimismo, fue William Herschel quien por primera vez utilizara impresiones dactilares a efectos de evitar la suplantacin de personas, hacia 1858.

    Hacia mediados de 1882, Alfonso Bertilln, en Pars (Servicio de Identi-ficacin Judicial), implementaba uno de los primeros mtodos de identificacin humana general: la Antropometra (mtodo consistente en el registro y medicin de diferentes partes del cuerpo humano, aplicado a sujetos mayores de 21 aos).

    Por otro lado, y haciendo una mejor sistematizacin de los conocimientos dacti-loscpicos de su poca, hacia 1885, aparece en Londres, Sir Francis Galton.

    Allan Pinkerton, en 1886, utiliza los conocimientos de la fotografa a cues-tiones criminales a efectos de identificar a los delincuentes; con ello dio origen a la llamada Fotografa Judicial o Fotografa Forense.

    En Japn, hacia 1888, Henri Faulds, desarrollaba aun ms los conocimientos dactiloscpicos, al describir metdicamente diferentes elementos presentes en las ye-mas de los dedos: los tipos de arco, la presilla y el verticilo.

    En Amrica, hacia 1891, Juan Vucetich, revoluciona los mtodos antropom-tricos y dactiloscpicos de la poca, creando la ficha decadactilar en la identificacin. As, a mediados de 1896, Vucetich logra que la Polica de Buenos Aires (Argenti-na), deje de lado el uso de la Antropometra en sus investigaciones. Asimismo, logro sistematizar an ms los conocimientos dactiloscpicos, reduciendo los tipos funda-mentales Dactiloscpicos a cuatro, determinados segn la presencia o ausencia de del-tas en los dedos.

    Con el auge de la ciencia, surgen tambin grandes maestros y estudiosos cuasi contemporneos que le dieron a la Criminalstica su partida de nacimiento y su, bien ganada, calidad de ciencia. As, se destacan: Hans Gross considerado el padre de la Criminalstica, quien public hacia 1894 su libro intitulado El Manual del Juez Ins-tructor; Ladislao Thot quien escribe Criminalstica; hacia 1913 resalta tambin Rudolph Archibald Reiss, catedrtico de Criminologa en Francia, quien publica-ra La Photo Judidiciaire y Manual de Plice Scientfique; Edmond Locard, quien alrededor de 1928 enunciara su tan afamado Principio de intercambio; por otro lado, se destacan tambin Sandoval Smart, en Chile; Carro Fernndez, y

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    Gisbert Calabuig, en Espaa; Moreno Gonzlez, y Aguilar Ruiz, en Mxico; Carlos Alberto Guzmn, y Vicente Cabello, en Argentina; Santos Lovatn, Toribio Paulino, y Rodrguez Regalado en el Per.

    Finalmente, cabe destacar a Oloriz Aguilera quien desarrollara sus actividades en favor de la identificacin dactiloscpica; a Mark Benecke, especialista en Ento-mologa Forense y, ms actualmente, en el 2011, al maestro espaol Aitor M. Curiel Lpez, sistematizador del llamado Otograma (mtodo de identificacin humana a travs de las caractersticas peculiares del pabelln auricular).

    2. LA CRIMINALSTICA COMO DISCIPLINA CIENTFICA EN EL PER

    A fines del siglo pasado, Policas, Criminlogos, hombres de Ley, y profesionales de diferentes disciplinas interesados en el estudio del crimen, vivan afanosos por el desarrollo de la Criminalstica.

    En tal sentido, han sido muchos los peruanos (instituciones y particulares) quie-nes han contribuido a engrandecer el conocimiento criminalstico; as, en los siguien-tes prrafos sealaremos algunos de los hitos ms importantes, as como a algunos de los ms eximios representantes de la materia.

    Oscar Mir Quesada de la Guerra, ilustre maestro y estudioso en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, fue uno de los primeros contagiados por esta fiebre. Apoy al engrandecimiento de la misma al escribir su Antropologa Criminal, bajo la luz del Positivismo. La obra de Mir Quesada de la Guerra sistematiz su conocimiento en 2 captulos, el primero inti-tulado La Crininogenia, desarrollaba los factores que originaban el delito; el segun-do, denominado Criminalstica, abordaba las tcnicas y medios para descubrirlo.

    Asimismo, en febrero de 1892, en Lima, se inaugura el Gabinete de Identi-ficacin Antropomtrico, primer centro especializado en identificacin de delin-cuentes, que adopt para su labor los mtodos antropomtricos desarrollados por el maestro Alfonso Bertilln. La implementacin de este centro signific un hito importante, toda vez que permiti la identificacin y diferenciacin de personas y as se coadyuv enormemente al esclarecimiento de los hechos delictuosos.

    Poco ms de 20 aos despus, siguiendo la experiencia argentina en esta materia, en abril de 1915, el Per reconoce la importancia y valor cientfico del Sistema Dac-tiloscpico creado por Juan Vucetich; as, en atencin a esto, se crea el denominado Gabinete de Identificacin, a cargo de peritos de la Polica Nacional del Per. Sin embargo, merced al avance y renovacin del conocimiento en esta materia, el sis-

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    tema dactiloscpico de Vucetich fue cambiado hacia 1924, implantndose un nuevo Sistema Dactiloscpico creado, esta vez, por Federico Oloriz Aguilera, quien me-jor el sistema de Vucetich. Huelga decir, que este sistema un sigue utilizndose en las identificaciones en nuestro pas y en muchas latitudes del planeta.

    Siendo la Polica Nacional el primer ente institucional que ms desarrollo ha ofrecido a la ciencia Criminalstica, es justo que muchos de sus departamentos, adscri-tos a tal actividad renovasen e implementasen su material e instrumentos. As, merced a las gestiones a cargo del Inspector Carlos Ramrez Nez, el 27 marzo de 1937, se inaugur, en una feliz jornada, el Laboratorio de Criminalstica de la Polica Na-cional del Per.

    Son asimismo dignos de mencin: Ricardo Ubillos Prado, autor del Trata-do de Criminalstica; Andrs Mogrovejo Rospigliosi, autor de Nociones Ele-mentales de Dactiloscopia; Gral. Manuel Lezama Ibez, quien defendi la Tesis Sistema Monodactilar Cresta Nuclear A, B, C, D, como requisito para optar el grado acadmico de Bachiller en Ciencias Biolgicas en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Destaca tambin el Coronel Claudio Suarez Fernndez, quien hacia 1970 sustentara la Tesis Aspectos Jurdicos-Tcnicos de la Identificacin Papiloscpica a efectos de optar el grado acadmico de Bachiller en Derecho y Cien-cias Polticas en la misma universidad.

    Por otro lado, se adopta en la Maternidad de Lima, el Sistema Pelmatoscpico, hacia mediados de 1956, a efectos de identificar a los recin nacidos. Permitiendo con ello reducir dramticamente los secuestros, abandonos, y el intercambio de infantes.

    Asimismo, entre los aos 1962-1963, se decret por ley la reorganizacin del Registro Electoral del Per. En tal sentido, se implant la identificacin de los electores mediante sus huellas digitales, habindose demostrado ampliamente y durante aos su eficacia en la identificacin. Sobre este respecto, fueron los ope-radores policiales quienes se encargaron de capacitar y orientar a los Registradores Electorales, as tambin se dedicaron a conducir el archivo y homologacin de las impresiones digitales de los ciudadanos.

    Hacia 1963, las diversas Agencias de Criminalstica de la Polica Nacio-nal adoptan el sistema de Identikit y Photofit, como sistemas de identificacin vi-sual. Asimismo, el Laboratorio de Criminalstica de la Polica Nacional del Per implementa e inaugura nuevos Departamentos Criminalsticos: Fsica, Balstica, Toxicologa, Grafotecnia, Qumica, Ingeniera, Biologa, Fotografa e Identificacin Odntogrfica; esto en marzo del ao 1965.

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    De otra parte, con la creacin del Instituto de Criminalstica de la Polica Nacional del Per, el 9 de abril de 1973, se da inicio formal y oficial a sus funciones en la formacin y capacitacin de de Peritos, comenzando con el dictado del Primer Curso de Grafotecnia, con la participacin de 30 Oficiales Subalternos, cuya labor fundamental fue la de realizar investigaciones en aras de perfeccionar mtodos, tcni-cas y procedimientos en esta rea de la Criminalstica; as como la de formar y perfec-cionar peritos a fin de mantener los cuadros y mejorar el servicio criminalstico. En 1992 dicha institucin fue reemplazada por el Instituto Cientfico Tecnolgico Policial (Ictepol), dependiente de la Direccin de Apoyo Tcnico de la Polica Nacional del Per. En el ao 1997, se vuelve a retomar el nombre Instituto de Criminalstica, como rgano de Apoyo de la Direccin Nacional de Criminalstica (Sobre este respecto, Vid. Polica Nacional del Per (2010: 8, 9).

    Finalmente, es importante sealar, los enormes esfuerzos que diversas institucio-nes y expertos particulares en la materia (en diversas partes del pas) vienen realizando a efectos de que el conocimiento criminalstico no se convierta en parcela privativa de los fueros policiales; en tal sentido, se han implementado cursos de Post Grado en diferentes universidades del pas, referidos a muchas reas del saber criminalstico.

    Del mismo modo han aparecido en la rbita acadmica universitaria, Maes-tras y Doctorados en materia Criminalstica y Forense que, en gran medida, han significado una gran revolucin sobre este conocimiento, acrecentndolo y criti-cando, desde las diversas perspectivas de las ciencias que la nutren, algunas cues-tiones ya obsoletas en torno a ste, siendo ello una muestra muy saludable que da cuenta clara no slo de lo equvoca de la tesis que refie