CRONOGRAFIA - ance.msinfo.infoance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/VP.1996.T.I.a.3.pdf ·...

68
CRONOGRAFIA

Transcript of CRONOGRAFIA - ance.msinfo.infoance.msinfo.info/bases/biblo/texto/libros/VP.1996.T.I.a.3.pdf ·...

CRONOGRAFIA

CRONOGRAFIA

1911 25 de marzo. Nace en Barquisimeto, Edo. Lara. Pa­dres: Felipe Venegas B. y María FilardoM.

"Felipe y María, nuestros padres; unandino que fue general de montonerashasta llegar a la jefatura de cuartel, y unamodesta artista del piano y de la guitarraque animó con su arte, con la voz de losgrandes maestros, el silencio soledosode un pueblo llanero" (Libertad deBarinas)

Valores de nuestra cultura. PedroJoséMuñoz Delgado. El Universal, Caracas,12-8-1986.

"Francisco Lazo Martí y Alfredo ArveloLarriva. Ambos poetas pernoctaron jun­tos alguna vez en la casa de nuestrosabuelos maternos: Pascual FilardoGrassi, italiano de Potenza, y Rosa Marles

23

1919

24

Martínez, llanera de Barinas. Ojosverdes el abuelo, ojos azules los de quienen su ancianidad, le gustaba le leyéramoslos sucesos acaecídos en el país, hechoque ocurría en alguna tarde valenciana obarquisimetana, cuando la abuela viajabadesde su residencia de Libertad deBarinas". id. id.

"Hemos recordado más de una vez quenuestra bisabuela, Atilia Briceño Briceñode Briceño, en su hacienda frutículadenominada Mitucún, próxima a Boconó,cultivaba manzanas, duraznos y membri­llos. Y para venir más cerca, hemos evo­cado los manzanales que se comenzabana ver una vez que se empezaba a as­cender desde Quibor hasta Sanare, aquelpueblo serrano que visitábamos ennuestra infancia y primera juventud"

Manzanas no, peras y ciruelas sí.El Universal, Caracas, 5-8-1986. (En loadelante: ELUNI)

Inicia Estudios de Educación Primaria enBarquisimeto con las Hermanas GarcíaSorondo.

Cerca de su nueva residencia funcionabala escuela de las Hermanas GarcíaSorondo, abnegadas educadoras quededicaron la vida entera a la enseñanzade varias generaciones de barquisime­tanos. En esa escuela lo inscribieronpara que aprendiera las primeras letras.

Recién llegadosa Barquisimeto su mamále había comprado una cartilla deMandeville, con la cual se había iniciadoen la lectura, de manera que cuandoasistió por primera vez a la escuela, yasabía leer.

Una nueva mudanza para una casasituada en el extremo oeste de la ciudaddeterminó que abandonara aquellaescuelita acoge-clora y familiar. Entoncesempezó a recibir clases en su propiacasa. La familia poseía una pequeñabiblioteca en donde se encontraba elDiccionario de Toro y Gómez y junto a él,las obras de casi todos los autores del98. También se encontraban allí algunasbuenas traducciones de Lamartine, Víc­tor Hugo y muchos otros autoresfranceses. Su afición a la lecturacomenzópor los cuentos de Calleja, afición que seafirmó con la lectura de novelas, lascuales para él no eran otra cosa quecuentos más largos. En el Diccionario lellamaban la atención los mapas, por loque en pocotiempo fue capaz de localizarciudades, ríos y montañas de cualquierlugar del mundo. Así fue como empezó adespertarse su interés por la Geografía.Un día su mamá resolvió inscribirlo en laescuela que regentaba la señora MaríaGarcía de Lozano, quien pasó a ser sumaestrade los primerosgrados. Era éstauna mujer admirable que impartía unaexcelente educación, por lo cual sólo

25

26

recibía ocho bolívares mensuales. De laEscuela de la señora García de Lozanopasó a la Escuela Municipal Yépez, endonde estudió hasta el Quinto Grado. Deesta escuela pasó a la Escuela deComercio que dirigía el Br. SinforianoMosquera Suárez, educador caracheromuy admirado por poseer una culturaenciclopédica. Con Mosquera Suárezaprendió nociones de Contabilidad y seinició en el estudio del idioma inglés.

Una nueva mudanza, esta vez para unacasa que perteneció a Ezequiel Bujanda,permitió que sus padres lo inscribieranen el Colegio La Salle, en donde entró acursar el Sexto Grado.

El Colegio La Salle de Barquisimeto fuefundado en 1913con la finalidad de impar­tir enseñanza Preparatoria, Primaria ySecundaria. Los maestros fundadoresfueron el Hermano Facundo Tomás, Di­rector; el Hermano Juan, .Subdirector, ylos Hermanos Arístides, Urbano, Nectarioy Luis.

El ingreso del joven Pascual al ColegioLa Salle significópara él todo un descubri­miento, pues ese Colegio le develaba unmundo de novedades jamás soñadas.Sus laboratorios, gabinetes de Biología,su museo y su biblioteca, le ofrecían elencuentro con la ciencia y las primerasnociones de una cultura humanística. ElColegio llegó a ser para él, el lugar ideal

para recibir una excelente educación quefacilitó el desenvolvimiento pleno de susdiferentes talentos. Estudió el SextoGrado con el Hermano Gabino. Luegohizo todos los cursos de bachillerato, enlos cuales ocupó siempre un lugardistinguido. Sus exámenes de CuartoAño los presentó en 1931, en el ColegioFederal, como se acostumbraba en esaépoca. Estos eran exámenes integralesque se hacían más exigentes para losalumnos que provenían de colegiosprivados. Era éste un resabio anticlericalque venía operando desde los tiemposde Guzmán Blanco. No obstante lasexigencias de los examinadores, obtuvolas máximas calificaciones lo que lo hizomerecedor del título de Bachiller con ladistinción Magna Cum Laude.

La educación recibida en el Colegio LaSalle ejerció una influencia fundamentaly definitiva en la vida futura de PascualVenegas Filardo. En sus aulas inició suformación humanística de tal manera quea partir del Primer Año ya estaba encapacidad de hablar francés y de hacerpequeñas traducciones del latín.Simultáneamente le proporcionó unabuena información científica. Con elHermano Paulina se inició en la cienciade la Botánica. En plan de realizar lasprácticasde campo que exigía la cátedrade Historia Natural que dirigía el notablecientífico, José Saer D'Heguert, recorrió

27

28

parte de los territorios de los estadosLara, Yaracuy y Trujillo, dedicado alestudio de las diferentes especies de laflora autóctona de esos estados.

Amedida que avanzaban sus estudiosde bachillerato se fueron definiendo conmayor claridad sus inquietudes literarias.Todo comenzó cuando junto a un selectogrupo de condiscípulos, entre quienes seencontraba Alberto Silva Alvarez, fundóun periódico que circulaba dentro delColegio. Este periódico dejó de existircuando fue objeto de una suspensión porhaber publicado una caricatura que nofue del agrado de las autoridades. Pocotiempo después fundó un periódico alcual bautizó con el pomposo nombre de"Jardín Literario", el cual era confecciona­do a mano, en cuatro páginas, yen doscopias, que ponía a circular entre losdemás alumnos del plantel. Cierta vezfue llamado por el nuevo Prefecto delColegio a quien no gustaba que en eseperiódico se publicaran versos alusivosaltema del amor, con el fin de amonestarlocon no disimulada ironía: -Mire joven- leespetó el Prefecto -¿Por qué en vez deestar escribiendo versos no se dedica ainvestigar la razón por la cual lapringamosa al rozar la piel, la irrita?Comoel novel poeta le diera de inmediato larespuestaacertada, el Prefecto respondiósorprendido: -¡Ah!, entoncescontinúe consus sonetos. Poco tiempo después

1921

empezó a publicar sus escritos en losperiódicos que se editaban en la ciudad.

PVF tiene diez años. Vacilaciones de lavocación:Desde hace tiempo nos ha gustado estarrodeado de papeles. Cuando teníamosunos diez años no sabíamos si íbamos aser librero. En nuestra casa había ciertonúmero de libros y, entre ellos, dosdiccionarios enciclopédicos de la Lenguacastellana, uno por Miguel Toro Gómezy, algo después otro, el DiccionarioEnciclopédico de la Lengua Española,de José Alemany. El primero de carátularoja con letras negras, lo vimos desdemuy niños. El otro, de carátula azul conletras plateadas lo adquirimos cuandotendríamos unos diez años. En unamodesta estantería se hallaba unacentena o algo más de libros, entre loscuales buena parte habían sido escritospor autores del 98 español. Tambiénestaban las poesías de Manuel Acuña,de Juan de Dios Peza, de Manuel MaríaFlores, de Amado Nervo y de Julio Flores.No entendíamos a Azorín pero si nosinteresaron Baroja y Pérez de Ayala ynos deleitaba la musicalidad del estilo deValle Inclán. No sabíamos entonces quéeran esas cosas. Leíamos a veces "ElCojo Ilustrado" y todos los días el diario"El Heraldo", cuyo director y fundador eraíntimo amigo de nuestro padre. Sellamaba Juancho Aguilera. Recordamos

29

1925

30

ese diario así como "Eco Industrial"impresos en un momento dado en papelde color, pues no había otro, debido a laPrimera Guerra Mundial. Se nos contabaque don Lorenzo Alvarez, en los años dela guerra libertadora, ante la escasez depapel, llegó a imprimir su periódico en"género blanco".

Difícil ser periodista. ELUNI, 12-7-1988.

Recuerdo de sus estudiosde Bachillerato:

Corrimos pequeñas aventuras periodísti­cas en años de juventud. Imprimimos unpequeño periódico en compañía de otroscompañeros en una muy modesta prensaque podía sacar hasta cincuenta -o algomás- ejemplaresen un día. Sólo aparecie­ron dos números. Un pequeño aviso senos pagaba en dos o tres bolívares. Porprimera vez vimos nuestro nombreimpreso en "El Heraldo" de Barquisimeto,ya entonces dirigido por el poeta yperiodista falconiano R. Samuel Medina.id. id.

Una de nuestras mayores satisfacioneses haber sido alumno de los HermanosCristianos en el Instituto La Salle deBarquisimeto. Estudiamos allí en lasegunda mitad de la década que va del20 al 30. El recuerdo del aula, se noshace inolvidable. Algunos de quienesentonces cursaban su bachillerato enaquellos años, han llegado a ser figuras

notables de la ciencia o de las letras enVenezuela. Recordemos sólo el nombrede Félix Pifano, ilustre tropicalista. Enesas aulas, aprendimos a amar lanaturaleza, fundamentar nuestrosconocimientos inicialesen el arte literario.Al Hermano Bias Augusto, eminentenaturalista nacido en Polonia, sucedióen la cátedra de Botánica el HermanoPaulina. Como profesor de Botánica, nosencaminó en el conocimiento de lasciencias de la naturaleza, disciplinadasluego en trabajo de campo, fuera delColegio, con el botánico José SáerD'Héguert, sin pensar que más tarde,habríamos de ser discípulos de HenriPittier y Francisco Tamayo.

El Hermano Paulina en sus clases defrancés, no sólo nos hizo ahondar en tanhermosa lengua y permitirnos leer confluidez a los autores que escriben en eseidioma, sino que nos acercó a ello en sucátedra, llena de amenidad y dehonduras. Se nos hacen inolvidables lastardes consagradas a los estudios de laCosmografía en la palabra del HermanoLuciano matemático insigne. Cada juevespor la noche, en la azotea del edificio delInstituto La Salle, bajo el cielo a menudodespejado de Barquisimeto, con untelescopio adquirido en Bélgica bajo lassabias indicaciones del HermanoLuciano, se nos hizo familiar la bóvedaceleste, la ubicación de las

31

32

constelaciones, el movimiento de losplanetas, los misterios de la mecánicaceleste. Era aquel un colegio de provincia,pero nuestra experiencia posterior habríade indicarnos que era uno de los mejoresinstitutos de educación media quefuncionaba en Venezuela. Allí se abríacamino para la vocación en lainvestigación científica, y así, comprende­mos por qué un día en Caracas se fundóla Sociedad de Ciencias Naturales LaSalle, que cumple un cuarto de siglo y ala cual nos honramos en pertenecer, ypor que nació más tarde la Fundación LaSalle de Ciencias Naturales, que hacumplido su décimo quinto aniversario.

PVF: En periodismo son muchos loscaminos, Caracas, Edicionesde la Presi­dencia de la República, 1982, p. 581 Ysigo

Recordemos que en antaño eraobligatorio para las internas hablarfrancés. Y amigas nuestras, muchachasde nuestra generación, servían paraquienes como el suscrito siempre hanamado esa Lengua, y pudiésemospracticarla en la charla amistosa ennuestra ciudad e intercambiáramos librosen ese idioma durante los meses devacaciones. Son recuerdos de nuestraprimera juventud que jamás podremosolvidar. No dejamos de recordar nuestraplática en esa Lengua con María Luisa

1926

Giménez en su casa de la Plaza de SanJosé, de Barquisimeto. Hoy ella es lamadre de uno de nuestros mejorescríticos teatrales; Leonardo AzparrenGiménez. Tampoco olvidamos laestudiantina donde sobresalían lasguitarras y las mandolinas del Colegio dela Inmaculada Concepción deBarquisimeto, como tampoco lasreligiosas que servían con abnegación alHospital La Caridad de esa ciudad, hoysede del Museo Histórico. Un hospitalconstruído por el gran cirujano AntonioMaría Pineday cuyos muros y dependen­cias fueron construídos con los honorariosque como médico percibía. Cadamañana, a las siete, las religiosas loesperaban ya fuera para su consultamédica gratuita o para una operaciónquirúrgicatambiéngratuita. Hoy, la acciónde San José de Tarbes llego a los Llanos.En 1982 se abrió una casa en la ciudadde Barinas, y allí están las monjas en sulabor docente y actividadesde educaciónartesanal. Y que sean estas palabras desalutación para quienes han sidoprofesoras de nuestras cinco hijas y hoyde dos de nuestras nietas.

San José de Tarbes en Venezuela.ELUNI, 5-7-1988.

Iniciaestudios en la Escuelade Comerciode Barquisimeto. En ella se mantienehasta 1928.

33

1927

34

Cursa estudios secundarios en el InstitutoLa Salle de Barquisimeto:

"...Manuel Vicente Tinoco, nuestro viejocompañero de estudios y de aula en elIns-tituto La Salle de Barquisimeto...".ELUNI: Mangos venezolanos en OxfordStreet, 8-7-1986.PVF conoce a Caracas:

Conocimos la ciudad de Caracas en elmes de febrero de 1927. Tendríaentonces unos 180.000 habitantes. Elcenso levantado en diciembre de 1936dio para la capital venezolana 203.342habitantes. Nos hospedamos en el HotelCosmos situado en la esquina de SantaCapilla, justamente donde años más tardese levantaría la torre del Banco Centralde Venezuela. Veníamos de un pueblogrande llamado Barquisimeto con apenasunos 25.000 habitantes. Entramos a laciudad por la avenida San Martín cuandoaún no había declinado el sol de losvenados. Vale decir, esa hora en quetodo se dora en la campiña yen que la luzdiurna declina. La ciudad entonces erapequeñay amable. Alojados a una cuadrade la Plaza Bolívar, pudimos comenzar aconocer los principales edificios urbanosque estaban localizados en lo queentonces era el justo centro de la ciudad.Casas cuando más de dos plantas. Callesangostas. Los tranvías con sus ruidoscaracterísticos. Los coches con sus

ruedas forradas de goma que permitíanescuchar los cascos de los caballos.Pregones madrugadores de vituallas yaves de corral. Nutrida concurrencia enel Mercado de San Jacinto.

Pronto nos dimos a la tarea de conocerno sólo la ciudad desde La Pastora, SanJosé y Catia hasta la elegante zona de ElParaíso. Las fachadas del Palacio de losBoulton y el de los Prosperi, entre otros.Al sur de la ciudad colinas cerradas deverdes. Sólo vimos construccionesimprovisadas a lo largo del final de laluego denominada Avenida Sucre. y nosfuimos asimismo a conocer los pobladoscircundantes, Petare, Chacao y SabanaGrande. Y más allá Guarenas y Guatire,siguiendo una estrecha carretera. Fuimosen tren a los Valles del Tuy y en tranvíaa Antímano yen tren hasta Los Teques.Ya entonces nos animaba la curiosidadpor la geografía urbana y regional.

Entre la improvisación y el abuso.ELUNI, 28-6-1988.

No se puede estar al margen de lo quesucede con la Orquesta Sinfónica Ven­ezuela. Conocimos la capital venezolanaen 1927. Veníamos de una ciudadpequeña de nuestra provincia y pasamospocas semanas en la que en esosmomentos era para nosotros la granciudad. Caminadores incansables comolo hemos sido siempre, en pocos días la

35

36

recorrimos. Admiramos sus monumentosy asistimos a algunos espectáculospúblicos. En esos días, fuimosconsecuentes en escuchar la BandaMarcial. Regresamos a continuarnuestros estudios de bachillerato,quedándonos en el recuerdo el HotelCosmos en el cual nos alojamos, situadojustamente donde se levanta ahora laTorre del Banco Central. Regresariamoscuatro años más tarde, camino de launiversidad. Y entonces, pudimosescuchar recién fundada a la OrquestaSinfónica Venezuela. Y la admiramos, yfuimos consecuentes visitantes de lalocalidad de galería del Teatro Municipal,como lo fuimos asimismode la del TeatroNacional, más cómoda, en lapresentación de compañías de teatro.Correrían los años y cambiaría el pano­rama de Venezuela. Compartiríamos launiversidad con el periódico. Ya sabíamosalgo de esto aprendido en la redacciónde El Impulso de Barquisimeto. Esaprofesión de periodista activo y decomentarista, nos permitió asistirgratuitamente por muchos años a la filadiez del Teatro Municipal, donde erannuestrosvecinos de butaca Israel Peña ysu padre el doctor Vicente Peña, algunasveces Fedora Alemán, Rafael Sylva, yenla primera fila del balcón de la izquierda,Eduardo Feo Calcaño, enamorado comoninguno de la ópera y alguna vez devoto

admirador de alguna artista. ¡Oh manesde Lucia Evangelista!

Nos hicimos amigo de muchosejecutantes de la Sinfónica Venezuela, yentre ellos de su director-fundadorVicente Emilio Sojo y de su concertino,luegodirector, Pedro Antonio Ríos Reyna.Una firme amistad nos acercó hasta elmomento de su trágica muerte, acaecidaen Nueva York. Algunas veces nosobsequió discos grabados con obrasdirigidas por él. Ríos Reyna fue uno delos artífices de la OSV. Si Sojo fue lavoluntad, como lo fue sin duda tambiénMartucci en el nacer de la orquesta,Pedro Antonio fue el renovador. Esto seha dicho de sobra. Por diversas víasllegaron a Venezuela admirables artistaspara integrarse a la orquesta. La diásporatras los graves acontecimientos quetuvieron por escenario a Europa nos trajoa dos maestros a quienes conocimos yaprendimos a apreciar y admirar. Sonellos Olaf I\zinsy Elmer Glanz. Fraternosamigos han sido Rházes HernándezLópez y Geber Hernández López. Másde una vez, entre ellas una noche enMaracaibo, tocó para nosotros EvencioCastellanos en el Club Alianza, creemosque todas las partituras que formaron elrepertorio del Ballet Ruso del Coronel DeBasil. Una noche en la sede de la casadel Escritor tañó la guitarra InocenteCarreño para cantar para sus amigos

37

1929

38

canciones venezolanas, entre ellas lasemotivas notas de Serenata. Comotambién en reunión de amigos interpretóalgunas de sus mejores creacionesnuestro inolvidable Antonio Lauro.Pudimos conocer las entrañas de laOrquesta Sinfónica Venezuela enalgunos de sus más destacadospersoneros. Nacidos de ella. noolvidamos las actuaciones del CuartetoRíosy del Cuarteto de Caracas. Desde elTeatro Municipal hemos podido admiraren el discurrirde los años la presenciadenotables solistas y de los más grandesdirectores. Por eso es que la OSV, consus valores esenciales e indiscutibles,fue declarada Patrimonio Artístico deVenezuela.

Luces y sombras de la OSV

ELUNI,23-6-1987.

Primeras armas en el periodismo:

Explicación

He ejercido el periodismopor espacio demedio siglo. Mis escarceosperiodísticosiniciales se remontan a mi primerajuventud. cuando estudiaba los últimosaños de bachillerato en el Instituto LaSalle de Barquisimeto. Allí fundé encompañía de varios compañeros unpequeño periódico manuscrito, escrito amano por mí, que se tituló JardínLiterario. Fue por allá por 1929 ó 1930.

1931 Julio

Mis primeras publicaciones aparecieronen el diario "El Heraldo': y poco despuésen el diario "EL Impulso"yen el semanario"Notas", todos de Barquisimeto.. Losdirectoresde estosperiódicos, R. SamuelMedina, Efigio Macías Mujica y JuanGuillermo Mendoza, respectivamente,acogieron mis escritos con amabilidad ycondescendencia. Para "El Impulso"escribí en 1932 y 1933 crónicasdeportivas: reseñaba el Foot-ball, elBase ball y el tennis local, y tomaba porradio los juegos dominicales de baseball de Caracas, cuya reseña aparecíacada martes. Los juegos eran captadosen una radio propiedad del doctor CruzRamírezen la casa donde teníasu botica,en la Calle del Comercio.

PVF: En periodismo son muchos loscaminos, Caracas, Ediciones de laPresidencia de la República, 1982, p. 19.

Se gradúa de Bachiller, distinción MagnaCum Laude, en el Instituto La Salle deBarquisimeto con examen presentado,como era de Ley, en el Colegio Federal:

"Era una soleada tarde de julio. Desde lapuertadel aula contemplabaa la distancialos gestos que hacía Raúl Agudo Freitesen su examen de Filosofíacorrespondiente al tercer año debachillerato (...). Me imaginaba a RaúlAgudo vertiendo en los oídos de (José)Giménez Anzola ("su examinador") las

39

40

lecciones aprendidas en el texto deThomas, en aquellos días ya distantesen que los estudiantes de bachilleratoleíamos con facilidad el francés. Quienesto escribe, terminaba su bachillerato(...). Eso ocurría en los corredoresacogedores del Colegio Federal deBarquisimeto, en Julio de 1931.

id. id., p. 369.

Ha caído uno más de aquellos doce queen una tardede juliode 1931 , egresamoscomo bachilleres del InstitutoLa Salle deBarquisimeto. Hace apenas unos meses,murió otro de ellos un día de diciembre.Había nacido en la Isla de Guadalupe yse formó en Barquisimeto al amparo desu tío Abraham Renucci, cónsul deFrancia en la capital larense. Se llamóMarcel Chevalier. Vino un día de Parísdonde residía, a acompañarnos en lacelebración de nuestro medio siglo dehabernos graduado de bachiller.Estuvimos reunidos en nuestra casa,Santiago Briceño Ecker, Miguel FrancoPalacios, Alberto Silva Alvarez y quienesto escribe. Hoy desaparece otro denosotros: Alberto Silva Alvarez. Ademásde compañeros de colegio fuimos amigosdesde la infancia. Muchas vecescompartimos el diálogo, ya en su casa,ya en la nuestra. Su padre, el doctorSamuel Silva Riera regentaba unafarmacia situada en la entonces

Sept.

denominada Calle del Comercio, aliadodel único edificio de tres pisos enBarquisimeto para ese entonces,propiedad del general Ignacio Ortiz yconstruído por el maestro de obras yexperto alarife José de La Paz Morales.

Alberto Silva AlvarezELUNI, 3-4-1990

Se inscribe en la Universidad Central deVenezuela (UCV) para seguir estudiosde Medicina:

Una mañana de septiembre se encontróviajando de Barquisimeto a Caracas porla llamadaCarreterade la Costa, a bordode un automóvil que hacía la rutaBarquisimeto, Chivacoa, San Felipe,Morón, Taborda, Las Trincheras,Valencia, Maracay, La Victoria, LosTeques y Antímano hasta llegar aCaracas, y que demoraba más de docehoras en hacer el recorrido. Al llegar aCaracas constató que contaba consetenta bolívares parafinanciar los gastosque le ocasionaríael pago de la pensión.Su primera tarea consistió en formalizarsu inscripción como cursante delPreparatorio de Medicina de laUniversidad Central de Venezuela.Después estableció contacto con elHermano Nectario María en solicitud deuna recomendación para conseguiralgunas cátedras con las cuales ganar losuficiente para vivir. El Hermano Nectario

41

42

aceptó gustoso y procedió arecomendarlo con el Br. Rafael RodríguezAranguren, quien se desempeñaba comoDirector del Liceo Vargas. Fue de estamaneracomo se inició en la docencia. Enel Liceo Vargas se le nombró profesor deBotánica, Geografía e HistoriaUniversales de Primer Año, y deGeografía e Historia Universal de SextoGrado. Por estas clases no recibiríaremuneración, pero le darían unahabitación para alojarse, y la comida.

El Liceo Vargas funcionaba en una casasituada en la esquina de Socarrás, a unacuadrade la iglesiadel Corazónde Jesús,y a mediacuadrade la casa de habitaciónde Francisco González Guinán,personaje que despertaba su admiración.

A los pocos días de haber iniciado susclases, acudió a él un grupo de sietealumnos, todos adultos, para solicitarleles diera clases nocturnas de inglés,petición que aceptó gustoso. Cadaalumno le pagaba cinco bolívaresmensuales, cantidad que le sirvió paracubrir los pequeños gastos personales.

En el transcurso del primer mes de habercomenzado sus clases llegó, procedentede Mérida, el dueño del Colegio, abogadoHernánGonzález, y le exigió que ademásde atender sus cátedras, debía dar a losalumnos clases de doctrina cristiana,también sin remuneración. Poco tiempo

después el Colegio fue mudado para unacasa situada en la esquina de Miseria.

José Hernán Albornoz:

Pascual Venegas Filardo: unavocación por la cultura, Caracas,Academia Nacional de la Historia, 1991,p. 63-65 (El Libro Menor, N° 176).

Volvimos a Caracas para quedarnosdefinitivamente en la ciudad en setiembrede 1931. La ciudad había crecido unpoco. Admiramos el Hotel Majestic yconcurrimos a espectáculos en los teatrosMunicipal y Nacional. Había surgidocomourbanización moderna para la clasemedia los dos San Agustin y seconsolidaba la urbanización El Conde.En nuestras noches de estudiante conalgunos compañeros, en especial conOsear Rojas Jiménez, nos íbamos porsus calles en su mayoría arboladas ypobladas de viviendas algunas desugerente construcción. Un díainesperado un cataclismo denominadoVelutini echó abajo uno de los másatractivos sitios de la ciudad, El Conde.La ciudad continuaba apacible. Crecíapoco. Sabana Grande se iba moderni­zando y otro día no llegaron más hastaallí las recuas trayendo víveres que seexpendían a los detallistas. Desapare­cieron los tranvías y se idearon lostrolibuses que llegaron hasta San Agustin,pero que fueron de poca duración. Llegó

43

44

el final de la Segunda Guerra Mundial,comenzó la gran inmigración procedentede Europay la ciudad comenzó a estallar.El auge del desarrollo urbano sin dudaque arrancó de El Silencio. La ciudadcomenzó por ser partida en dos por ladenominada Avenida Bolívar. Ya MarioPérez Pisanti había construído el primerrascacielo de Caracas en la esquina deVeroescon el nombre de edificio América,donde antes estuvo el Hotel América yGustavo Zingg levantó el edificio de esenombre con su pasaje de calle a calle.Una novedad que comenzaría a competircon el tradicional Pasaje del Capitolio.Caería el Pasaje Ramellay desapareceríael Mercado de San Jacinto. Cambiabasin duda un poco la identidad de la ciudad.

Entre la improvisación y el abusoELUNI, 28-6-1988

El Palacio de las Academias es uno delos recintos más solemnesde que disponela ciudad de Caracas. Su fachada, unpoco caricaturescadel gótico, su torrecillaairosa, sus detalles exteriores, en unapalabra, nada dicen con lo que seencontrará el observador apenas pisa elumbral de su puerta de entrada, queabiertas eran tres en un principio, cuandoallí funcionaba la Universidad Central deVenezuela, desde que así lo dispuso laautoridad presidencial a mediados de lasegunda mitad del siglo XIX. Conocimos

ese palacio en setiembre de 1931. Afines de ese mes comenzarían los cursosde Preparatorio de Medicina a pesar deque era año impar. Los cursos en laUniversidadCentral se iniciaban los añospares. y así comenzamos a escuchar ados admirables profesores: A.P. Mora,en Análisis Químico, Cuantitativo yCualitativo; y a Edgar Loynaz Páez, enZoología Médica. El profesor José RafaelAyala explicaría Física Médica en elInstituto Anatómico, vecino al HospitalVargas y el Profesor Henri Pittier lo haríaen su cátedrade Botánica, en el local queocupaba el Liceo Andrés Bello. Nuestroingreso al recinto de la vieja UniversidadCentral nos impresionó profundamente,sus arcadas, sus corredores cubiertoscon baldosas donde alternaban el blancoy el negro, sus aulas espaciosas, suspatios cubiertos de fronda, donde, comoseres extraños, había varios arbustos decacao. Chaguaramos, mangos,pomarrosas, mamones, formaban entreotras especies la flora arbórea del recintouniversitario. Un hálito de solemnidadgravitaba en su ambiente. Años después,en una tarde solemne, en compañía deotros seis estudiantes que finalizábamosdiversas carreras, pediríamos nuestrotítulo profesional. Entre éstos, se hallabauna amiga venida de Barquisimeto, auncuando nacida en el Yaracuy, MaryAlvarado, médica, hermana de Otto

45

46

Alvarado, compañero de infancia, AdaElena, quien llegaría a ser violín de lacastigadaOrquesta Sinfónica Venezuela;de Eddy Luz, magnífica voz de sopranoy Noemí, artista del piano. Ada Elenacasó con ese gran artista y maestro quees Angel Sauce. Aclaremos que no nosgraduamos de médico, sino que nosdoctoramos en ciencias económicas ysociales.

El Palacio de las AcademiasELUNI, 17-11-1987.

En compañíade su padre FelipeVenegasBriceño conoce a Mario Briceño Iragorry,quien fuera Cronista de la ciudad deCaracas, en su despacho de la Esquinade San Francisco:

Conocimos a Briceño Iragorry en sudespacho de la Esquinade san Franciscoen septiembre de 1931. Fuimos hasta suoficina acompañado de nuestro padreFelipe Venegas Briceño. Habíamosllegado a Caracas a cursar estudiosuniversitarios y aspirábamos adesempeñar la cátedra de Botánica enalguno de los colegios oficiales de laciudad, pero no había cupo. No obstante,en el mes de octubre de ese año nosiniciamoscomo profesor de la asignaturaen el Liceo Vargas de Caracas y en elLiceo San José de Los Teques.

Memoria de Mario Briceño IragorryELUNI, 12-3-1991.

Oct. Se inicia como profesor de Botánica en elLiceo Vargas de Caracas donde tambiéndesempeña la cátedra de Geografía Uni­versal; y, en la misma asignatura asícomo también de Historia Universal en elLiceo San José de Los Teques regentadopor los padres salesianos.

Profesor de Geografía de Venezuela enel Colegio La Salle de la Esquina deTienda Honda, Caracas:

Cuando se ha recorrido un largo camino,en la vida, y en nuestro caso son ya unpoco más de ochenta años, es buenomirar hacia el pasado, y así, detenerseante algún hecho especial. Como losdías navideños nos resultan propiciospara las evocaciones, rememoremos unamañana de fines de septiembre cuandoemprendimos viaje hacia Caracas. Corríael año de 1931. Ya conocíamos la capital.Veníamos de nuestra ciudad natal,Barquisimeto, esa que un experto enculinaria señaló como la poseedora del"peor colegio" de educación media delpaís. Aludía al Instituto La Salle, hoycolegio La Salle, del cual acabábamosde egresar como bachiller junto con ungrupo de compañeros que algo hemoshecho en la vida, un instituto educativoque, aún hoy, consideramos como unode los mejores o igual al mejor de los queen ese entonces funcionaban en el país.Traíamos las alforjas livianas. Una maleta

47

48

un poco escuálida y setenta bolívares enel bolsillo, de ellos cincuenta que noshabía prestado don Agustín Aguirre. Nosinscribiríamos en el Preparatorio deMedicina. Pagamos cincuenta de pasaje.El reverendo Hermano Nectario Maríanos había ofrecido conseguirnos algunascátedras en un colegio privado, y así fue.En octubre de 1931 entramos comoflamante profesor de Botánica y deGeografía e Historia Universal en el LiceoVargas que regentaba el bachiller RafaelRodríguez Aranguren. A las pocassemanas, recibimos una llamada desdeLos Teques del señor Arocha para queregentáramos las mismas cátedras.Ganaríamos por cada una sesentabolívares al mes. En el Liceo Vargas senos pagaría con el alojamiento y las trescomidas, no muy suculentas por cierto. Yasí nos inauguramos como profesores, yde lo cual se han cumplido sesenta años.Para recabar un poco más, dimos clasesde Geometría, de Inglésy de Cosmografíaa alumnos aplazados. Posteriormentehabríamos de dar clases de Botánica yde Zoología en el Colegio América, deCaracas, y años más tarde, por solicituddel Hermano Gabino Luis, hubimos deencargarnos de los tres cursos deGeografía de Venezuela en el Colegio LaSalle, de Tienda Honda. El profesor titularde esa cátedra había sido expulsado delpaís por la dictadura imperante. La

metodología usada para la enseñanza,fue la misma que nos amparó durantenuestrosaños como alumnos del InstitutoLa Salle, de Barquisimeto. Debemosdecirque nuestra experienciadurante los añosde aprendizaje en aquel Instituto, fueronno sólo de las materias cursadas, sinodel sistemade enseñanzaque captamos,entre otros, de los hermanos GablnoLuis, Paulino, Buenaventura, Javier,Atanasío, Luciano, Heberto y algún otroque al momento no nos viene a lamemoria.

Debemos decir que nos graduamos debachiller en 1931 Y al mismo tiempo de"profesor". Ello, nos permitió abrirnoscamino en los años difíciles y postrerosde la dictadura gomecista. Por ahí andanaún dos compañeros que conmigoegresaron de esa promoción de 1931.Son ellosSantiago Briceño Eckery MiguelFranco Palacios; ingeniero el primero ymédico el segundo. Hace relativamentepocotiempo nosdejó otro de ellos: AlbertoSilva Alvarez, médico e historiador.Quisimos estudiar medicina, perodiversos factores nos lo impidieron. Perodel Preparatorio de Medicina quecursamos no olvidamos las sabiasenseñanzas de los profesores HenriPittier y Francisco Tamayo, en Botánica,de Loynaz Páez en Zoología Médicadonde se nos hizo posibleel conocimientodel excelente texto de Parasitología de

49

1932

50

Brumpt; sabias fueron las clases deAnálisis Químico del doctor A.P.Mora,así como las lecciones de Física Médicadel doctor José Rafael Ayala. Vimosalgunosaños de Derecho, pero un día seabrieron los cursos de la Escuela Librede Economía, y allí estuvimos. Y un día,resultó que éramos doctores en CienciasEconómicas y Sociales previo la discusiónde una tesis que resultó laureada y mástarde publicada por el InstitutoPedagógico Nacional, previas gestionesde nuestro fraternal amigo y antañocompañero de andanzas en el grupoViernes, Pedro Grases.

Han transcurrido sesenta añosELUNI,31-12-1991

Enero 15 Firma el Acta Constitutiva dela Asociación Venezolana de Maestros:

El 15 de enero de 1932 ocurrió unacontecimiento de gran importancia enla educación venezolana. Fueprecisamente en una reunión llevada aefecto en una de las aulas del LiceoVargas, donde un grupo de maestrosentre los que se hallaban Luis Padrino,Luis Beltran Prieto Figueroa, MiguelZuñiga, Mercedes Fermín, BlancaAlvarez Freites, Pascual Venegas Filardoy otros, firmaron el Acta Constitutiva dela Asociación Venezolana de Maestros.Por una omisión involuntaria no figuran

1933

Sept.

como firmantes de dicha Acta, MercedesFermín ni Venegas Filardo.

Albornoz,op. cit., p. 65 Y sigo

Colabora en el diario El Impulso, deBarquisimeto:

Durante los primerosseis meses de 1933estuvo residenciado en Barquisimeto. Eneste tiempo se definió claramente suvocación por el periodismo. Su Amistadcon Eligio Macías Mujica, director de "ElImpulso" le facilitó colaboraren ese diario.En el semanario "Notas", dirigido porJuan Guillermo Mendoza, publicó susprimeros poemas.

Albornoz, op. cit. p. 69.

Publica sus primeros poemas en lasrevistas Elite y Ecos de Gloria, deCaracas y en el Semanario Notas quedirigia en Barquisimeto Juan GuillermoMendoza.

Bajo la dirección del Profesor José SaerD'Heguert realiza estudios y trabajos decampo relacionados con la flora de losEstados Lara y Yaracuy.

Se inscribe en la UCV paraseguirestudiosde Derecho y simultáneamente en laEscuela de Artes y Oficios (Esquina deSan Lázaro, Caracas) para aprenderencuadernación:

Recordaremos los años que precedieronal cese del gomecismo, cuando cada

51

1934

1935

52

mañana viajábamos de Maiquetía aCaracas y vice-versa, de lunes a viernes,nuestro inolvidable Domingo del Rosarioy quien escribe a escuchar las leccionesrespectivasen la Escuela de Derecho enlaUCV.

Siempre es bueno recordarELUNI,20-9-1982

Continúa sus colaboraciones en ElImpulso de Barquisimeto:Escribíamos en El Impulso deBarquisime-to acerca de los poetas quenos dejaban, cuya vida se iba, pero queen cambio nos entregaban otra vida comoera su obra. Tres poetas morían en esosdías: Alfredo Arvelo Larriva, Luis castro yRafael María López Troconis. Noconocíamos personal-mente a ningunode los tres. Pero cuando gustamos leerpoesía y hemos intentado alguna vezhacerla, duele que se apaguen esasvoces que nos han dejado cantosimperecederos, pongamoscomo ejemploel Salmo a los brazos de Carmen, deAlfredo Arvelo, a los cantos encerradosenGarúa, de LuisCastro, o La Extranjerade López Troconis.

Vidas que se alejan. Cesar Rengifo.Cheíto Herrera. Max Stern. RodolfGrossmann.ELUNI, 24-11-1980

Reside en Caracas. Firma el Manifiestode los Escritores:

Transcurría el año 1935, cuando un díase acercó a él un señor que sedesempeñaba como funcionario delgobierno de Gómez para advertirle: ­Bachiller, debo decirle que Ud. anda enmalas compañías yeso no le conviene­. Las malas compañías a que se referíael funcionario eran la de Pablo RojasGuardia y Rolando Anzola. Efectiva­mente, a Rojas Guardia lo confinaron aMargarita, y Rolando Anzola iría a Trujillo.Seguramenteque él iba a ser el próximoconfinado, pero en esos días murióGórnez.

La muerte de Juan Vicente Gómezsignificó, no solo para Venegas Filardo,sino para todos los intelectuales jóvenes,el inicio de unanuevaépoca; una amplituden el horizonte de la cultura nacional y unfuturo esperanzador en su crecimientocomo escritor.

Cuando murió Gómez, Venegas Filardohabitaba una pequeña habitación en lapensión Boconó, en la cual estabaatrasado con el pago de susmensualidades, que eran de ochentabolívares, deuda que ciertamente nopodía olvidar por cuanto la dueña de lapensión pasaba todas las mañanas porsu habitación para decirle: -Bachiller,acuérdese de la mensualidad.En ese torbellino de acontecimientos quese sucedieron a la muerte de Gómez,

53

54

firmó el Manifiesto de los Escritores,haciendo un llamado a la cordura. El día24 de diciembre de 1935, a las siete de lanoche, atendió a una convocatoria paraasistir a una reunión que se llevaría aefecto en la parte baja del diario ElHeraldo, que funcionaba de Palma aMunicipal. De esa reunión salió laAsociación de Escritores Venezolanos.El primer presidente de esa Asociaciónfue Miguel Acosta Saignes. Con esteescritor tenía una vinculación muysingular: ambos escribían crónicas sobredeportes, y se dedicaban a la enseñanzade la Botánica.

Abornoz: op. cit. p. 71 Y sigo

Funda el semanario deportivo yhumorístico Pacheco:

En 1935 fundamos en Caracas unsemanario deportivo y humorístico, LuisAlberto Paúl, Oscar Rojas Jiménez, elcaricaturista Antonio Serradas y yo. Sellamó Pacheco, porque cuando lofundamos, hacía en Caracas una bajatemperatura. Para finales de 1935comencé a colaborar en la revista"Billiken", dirigida por Lucas Manzano ycuya jefatura de redacción ejercía JulioMorales Lara, a quien reemplacé pocodespués, ya que él pasó a ejercer lajefatura de redacción del diario "UnidadNacional" dirigida por Rafael AngaritaArvelo. CuandoMorales Lara se retiró de

este diario para ejercer un cargo en laadministración pública, le sustituí. Eneste mismo año, 1936, comencé acolaborar en el diario El Universal, acuya redacción me incorporé el primerode febrero de 1937 para sustituir a attoAntillano, quien había renunciado. Paraello fui invitado por su editor doctor LuisTeófilo Núñez y su director Pedro Sotillo.Comencé cubriendo sucesos nopoliciales, información generaly haciendoguardias nocturnas. En el mes de juniode ese año me encargué de las páginasde provincia, por renuncia de AntonioReyes, en las cuales fundé una notaeditorial titulada Mirando la Provinciaque mantuve por muchos años. Alternéen la redacción de los editoriales deldiario, primero con Pedro Sotilloy ManuelVicente Tinoco y más tarde con JoséGonzález González. Cumplidos yacuarentay cinco años en la redacción deEl Universal hemos de recordar que enjulio de 1939 se nos designó como jefede redacción. En agosto de 1937 fundéuna página literaria que han sido tituladassucesivamente Página Literaria, Arte yLetras e Indice Literario.

PVF: En periodismo son muchos loscaminos, p. 19 Y sigo

Diciembre 24. Junto con un destacadogrupo de escritores reunidos en laredacción del diario caraqueño El

55

1936 sept. 30.

56

Heraldo, integra la nomina de losmiembros fundadores de la Asociaciónde Escritores Venezolanos.

El Gral. Eleazar López Contreras,Presidente de la Repúbtica, crea elInstituto Pedagógico Nacional. Ministrode Educación: Alberto Smith. MarianoPicón Salas tiene a su cargo lacontratación, en Chile, de la MisiónPedagógica que le daría vida. PVF sehalla entre los profesores fundadores:

Vimos nacer al Instituto PedagógicoNacional. Uno de los más eminentesvenezolanos de este siglo, nuestro fra­ternal amigo hasta la hora de su muerte,Mariano Picón Salas, había regresado alpaís luego de varios años de residenciaen Chile. Le conocíamos de nombre,pues habíamos leído algunos de sustextos. Una mañana, días después de suregreso a Caracas, visitó El Universal ynos dijo textualmente: "En Chile he leídoalgunos trabajos de su padre". Y leexplicamos que nuestro padre no eraescritor, y que el único que escribíatonteríascon el apellido nuestro era quienle hablaba. De allí nació la amistad.Entusiasmaba a Mariano la idea de lacreación de un Instituto que formara aprofesores para la enseñanza en laeducación media; y llegó así a Venezue­la, la misión, en dos grupos, que habríade sentarlas basesde un establecimiento

educativo de nivel superior que sedenominaría Instituto Pedagógico Nacio­nal. Picón Salas, con estudiosuniversitarios en Chile, estabacompenetrado de los sistemas educativosdel país del sur. El había estado dentrode ese sistema como estudiante y comoeducador. De sus proyectos llevados a larealidad por el gobierno nacional, nacióuno de los establecimientos educacio­nales que, en medio siglo, tiene una delas trayectorias más fecundas y una delas proyecciones que modificaron engrado sustantivo los sistemas educativosen la formación de catedráticos queprepararían a los futuros profesores deeducación secundaria en Venezuela.Pero como se verá, ese instituto, el hoyInstituto Pedagógico Universitario deVenezuela, ha ido muchos más allá.

El Instituto Pedagógico Nacionalcomenzó a formar los profesionalesde laeducación con las aptitudes requeridas.y allí puede medirse hoy lo fecundo desus realizaciones. Es un centro notablela investigación. Muchos de susegresados se cuentan entre loscatedráticos, los escritores, los filósofos,los lingüistas más distinguidos del país.El edificio del Pedagógico en El Paraísosólo lo hemos visitado tres veces, perosabemos de su funcionamiento. Susrevistas han sido y son notables.

57

58

Recordamossus "Anales", en cuyo tercernúmero se publicó nuestra tesis dedoctorado, gracias a gestiones de nuestrofraterno amigo Pedro Grases.

Conocimos a todos los profesores quevinieron de Chile para realizar laformación de profesores de educaciónsecundaria en el país. Algunos de elloshan sido nuestros amigos a través de losaños. Para nosotros es inolvidable lapresencia de Humberto FuenzalidaVillegas. Pasábamos largas y fecundasveladas nocturnas hablando degeografía, de nuestras experiencias, desus seis meses transcurridos en la islade pascua. Humberto Díaz Casanuevaera consecuente con nuestra peñanocturna del grupo "Viernes". Nuestrapeña le dio una comida en homenaje conmotivo de la publicación de su libro depoemas "El blasfemo coronado", la cualestuvo acompañada por vino chileno.Gratas eran nuestras charlas conGonzález Vera, narrador de pulcro estilo.Eugenio González, cuentista de elevadacategoría, se acercaba con frecuencia alas oficinas de El Universal dondedialogábamos sobre temas literarios y,sobre todo, sobre Chile. Carmen MoenaMorales nos llevaba sus originales parasu publicación. Jorge Millas, austero yamable a la vez, nos hacía presentes susinquietudes ideológicas. Todos engeneral fueron nuestros amigos. Y entre

ellos, dos españoles, ambos hombreseminentes: Pablo Vila, el gran geógrafocontemporáneo de España, y José LuisSánchez Trincado, ensayista de severopensamiento, fallecido trágicamente enEstados Unidos. Profesionales comoesos, más aquellos que se nos escapan,dejaron en manos de los venezolanos elmanejo de un instituto que es honrahumanística de la Venezuela de hoy.

Frecuentemente están con quien estoescribe, agresadossobresalientesde eseestablecimiento crisol: Oscar SambranoUrdaneta, Mario Torrealba Lossi, ManuelBermúdez, José Antonio EscalonaEscalona, Pálmenes Yarza, Luis QuirogaTorrealba, Pedro Díaz Seijas. Lingüistas,escritores, historiadores, filósofospueblan el país, todos egresados de uninstituto que ha hecho historia, historiatrascendente y fecunda; instituto que esorgullo de la Venezuela contemporáneaque, al cumplir su medio siglo, presentaun balance que arroja fecundísimasrealizaciones.

El Instituto Pedagógico NacionalELUNI,14-10-1986

Cuando finalizó la era gomecista, Ven­ezuela contaba sólo con dosuniversidades. Esto es bien sabido pormuchos, y desde este sitio lo hemosdicho en diversas oportunidades. A raízde ese hecho, la universidad venezolana

59

60

comenzó a renovarse, se crearon nuevasescuelas y nuevas facultades, y prontose respiró otra atmosfera estudiantil en elpaís. Una misión chilena fue factordecisivo, por iniciativa de Mariano PicónSalas, para formar un establecimientodocente que modelara profesores parala enseñanza del bachillerato. Losprofesores hasta entonces eran doctoreso bachilleres. Por allí estuvimos nosotrostratando de enseñar Historia y GeografíaUniversal, Botánica, Zoología y algunaotra asignatura. Se recordó aquel brevelapso a finales del siglo XIX cuando secrearon los colegios de primera categoría,de donde egresaron graduados,especialmente en Ciencias Médicas y enCiencias Políticas y creemos que tambiénagrimensores.

La Universidad del CaribeELUNI, 27-3-1990

v. Humberto Parodi Alister:EI InstitutoPedagógico. Fundación y trayectoria.

Caracas, EditoriaIIPAS-ME, 1986, 121p.

Redactor de la revista Billiken (Caracas)y columnista del diario Unidad Nacional,de la misma ciudad:

En el mes de enero de 1936 RafaelAngarita Arvelo y Casto Fulgencio Lópezfundaron un diario denominado UnidadNacional. Entonces fue llamado a trabajar

como columnista de ese diario, con laobligación de escribir treinta artículos almes, trabajo por el cual devengaba unsueldo de doscientos bolívaresmensuales. Poco tiempo después, JulioMorales Lara que era jefe de redacciónde Billiken, salió con un cargo oficialhaciael interior. Estacircunstancia motivóque Lucas Manzano lo llamara para quese encargara de la jefatura de redacciónde la citada revista, con un sueldo dedoscientos bolívares mensuales. EnBilliken era responsable de una seccióntitulada "Notas de la Quincena", que erauna sección cultural. Como redactor, eraademás, responsable de un reportajecentral, los editoriales, las notas sociales,y hacer las traducciones.

La poca solidez económica de Billikenhacía que cobrara su sueldo con muchairregularidad, hasta que al fin, dejaron depagarle. En esos mismos días variosdirectivos del diario "Unidad Nacional"pasaron a colaborar con el gobierno.Julián Padrón fue al Estado Monagas,Angarita Arvelo viajó hacia Alemania, yPablo Rojas Guardia fue enviado aMéxico en misión diplomática. Por estarazón fue solicitado de Unidad Nacionalpara que se encargara de la jefatura deredacción con un sueldo de quinientosbolívares.

Los directivos de Unidad Nacionaldesviaron la orientación inicial del

61

62

periódico hacia una posicióncontraria ala Federación de Estudiantes y a lasideas liberales lo cual determinó que elperiódico dejara de aparecer.

En las postrimerías del año 1936, PascualVenegas Filardo está, como siempre,dedi-cado a realizar varias actividades:colaborador de los diarios "El Heraldo" y"El Universal", estudiante de Derecho enla Universidad Central y directivo de laAsociación de Escritores. También, porencargo de Andrés Eloy Blanco,desempeñó el cargo de maestroalfabetizador de los obreros queconstruían la carretera Caracas-LaGuaira.

A fines de noviembre de ese mismo añofue llamado por "El Universal" parasolicitarle escribiera una nota para laúltima página.

Albornoz: op. cit., p. 72-74.

Eran años de euforia nacional. Habíacesado para entonces la última dictadura.Eramos jóvenes. Compartíamos el aulauniversitaria con la actividad estudiantilfuera de ella. Había renacido laFederación de estudiantesde Venezuela.Habían aparecido nuevos periódicos.Algunos murieron al cabo de algunosmeses por haber tomado un rumboerrado. Otros, como el diario "Ahora",subsistió. "Unidad Nacional" teniendo

como director a Rafael Angarita Arvelo,crítico literario de prestigio y comoadministrador a Casto Fulgencio López,historiador, narrador y estilista, aglutinóa un grupo de intelectuales. Su jefe deredacción fue Julio MoralesLara y mesesdespués le reemplazaríamos tanto enese cargo como en la revista "Billiken"que dirigía y administraba LucasManzano. Los escritoresteníamos dóndehacer tertulia. Nos reuníamoscotidianamente Julián Padrón, GuillermoMeneses, Luis Fernando Alvarez, AdolfoSalvi, VicenteGerbasi, Luis Alberto Paúl,Manuel Rodríguez Cárdenas, OscarRojas Jiménez, Juan Antonio GonzaloPatrizi, Aníbal Rivero, notable artista dela fotografía. Y otros cuyos nombres senos escapan. La universidad comenzabaa renovarse. Ocurrirían hechos diversosen esos años iniciales de transición.Ramón Díaz Sánchez se vino a Caracasdesde Cabimas. Regresó a su Caracasnatal desde España Rafael OlivaresFiguera y, al igual, Angel MiguelQueremel.

La Facultad de Filosofía y LetrasELUNI,28-10-1986

1937 Febrero 10 Entra a formar parte de la Redacción deldiario caraqueño El Universal, llamadopor Pedro Sotillo:

El primero de febrero de 1937 fuenombrado para trabajar en la redacción

63

Agosto 7.

64

de "El Universal". Su trabajo en estaocasión consistió en redactar unacolumna para la última página, hacerguardias nocturnas y escribir notas delibros. Su primera nota fue sobre el libro"El Negrito Cumba-Cumbamba" deMancera Galletti. En el mes de mayo seretiró del periódico Antonio Reyes, por locual fue encargadode redactar la Páginade Provincia. Fue entonces cuando creóuna sección titulada "Mirando la Provin­cia" que se publicó durante varios años.En reconocimiento a la calidad de su tra­bajo, el periódico resolvió aumentarle elsueldode trescientosa quinientos bolíva­res; a los seis meses lo elevó a ochocien­tos, y al siguiente mes a novecientos.

En julio de 1938, después que se retiraraManuel Vicente Tinaco, fue nombradojefe de redacción de El Universal, cargoque ha desempeñado hasta nuestrosdías, por más de cincuentidos añosconsecutivos.

Albornoz: op. cit., p. 74.

Entra en circulación la Página Literariade El Universal, bajo su dirección.Posteriormente se tituló Artes y Letras,y finalmente, Indice Literario:

EL "INDICE LITERARIO" DE "EL UNI­VERSAL"

El Suplemento Literario del diario "ElUniversal", cuyo nombre actual es el de

"Indice Literario", tuvo su origen el 7 deagosto de 1937, cuando se publicó porprimera vez en una sola página, como sunombre lo indicaba: "Página Literaria".Su creación se debe al poeta y hoyprofesor universitario, doctor PascualVenegas Filardo, quien ha tenido siemprela dirección de ese suplemento.

Aquella página venía a satisfacer unanecesidad imperiosa de la intelectualidadvenezolana, que comenzaba a despere­zarse del marasmo de la dictaduragomecista. Poco después, cambió sunombre por el de "Arte y Letras", de ma­yor amplitud ideológica. Seguía ocupandouna página del diario, pero con pasesque completaban una media página más.

Al iniciarse la segunda guerra mundial,tuvo que ser suprimido por falta de papel.Al terminarse el conflicto en 1945,reapareció el suplemento con el mismonombre de "Arte y Letras", perodisponiendo de cuatro páginas. Así.continuó hasta 1952, cuando fuesuprimido por razones administrativas.La supresión fue motivo de protestas dela intelectualidad venezolana. Una deellas fue la carta que con más de cienfirmas dirigieron a la empresa escritoresy artistas, encabezadospor don SantiagoKey Ayala y don Eduardo Carreña.

Al cabo de varios meses, volvió apublicarse el suplemento literario, pero

65

66

en forma diferentey con su actual nombrede "IndiceLiterario". Fue en tamaño tabloi­de cuando se publicó en mayo de 1958,hasta que en 1960 volvió a formar partede la edición diaria de "El Universal" y aocupar cuatro páginas de tamaño ordina­rio. En el mes de agosto de este año,cumplirá, pues, el suplemento literariode "El Universal" sus veinticinco años.

La labor realizada por el doctor PascualVenegas Filardo con la publicación delsuplemento literario del diario "El Univer­sal" ha sido fecunda y beneficiosa paralas letras nacionales, que han tenidosiempre una tribuna en el "Indice Literario"para la exposición de todo género deideas en materia literaria y artística,dando, además, a conocer numerososvalores de nuestra literatura, entre loscuales pueden citarse, por haberseiniciado en esas páginas, los siguientes:

J. L. Salcedo Bastardo, Pedro Díaz Seijas,Ernesto Mayz Vallenilla, Miguel R. Utrera,Luis Pastori, Rafael Clemente Arráiz,Carlos Miguel Lollet, Enrique Castellanos,Alejandro Lasser, Pedro FranciscoLizardo, Luis José García, Gustavo Jaén,Eduardo Arroyo Alvarez, FernandoCabrices, Hermann Garmendia, OscarRojas Jiménez, Elisio Jiménez Sierra yEfraín Subero.

En la actualidad, el "IndiceLiterario" acogeno sólo a escritores y artistasvenezolanos

y extranjeros residenciados en Venezue­la, sino también extranjeros que viven ensus respectivos paises, donde difundennuestra literatura, al mismo tiempo queen el suplemento literario se acogen lasideas que ellos dan a conocer en suspáginas. Además, el "Indice Literario" esenviado no sólo a todos sus colaborado­res en el extranjero, sino a otros escritoresy periodistas que se interesan por laliteratura venezolana contemporánea.

Mantiene corresponsales en variospaises de Europa e Hispanoamérica, ysus páginas están abiertas sindistinciones, con espíritu de franca yabierta venezolanidad, a todos losescritores. Y ello a pesar de que no existajusta reciprocidad con otros paises.

Un gesto que ennoblece al director deeste suplemento, es la especial acogidaque brinda a los escritores noveles queacuden a la redacción de "El Universal",donde Pascual Venegas Filardo,temperamentalmente un tanto hermético,esconde sin embargo la más cordialternura para sus compañeros.

Confiamos que al cumplir estesuplemento literario los veinticinco añosde existencia, en agosto de 1962, serinda al poeta Pascual Venegas Filardo,el homenaje que por anticipado lebrindamos ahora desde estas páginasdel Almanaque Literario Venezolano

67

1938 Julio

68

José Manuel Castañón, edit.: Almanaqueliterario venezolano 1961-62, Caracas,Editorial Arte, 1962, p. 262-265.

Profesor de Botánica y Zoología en elColegio América de Caracas.

Miembro Fundador del Pen Club de Ven­ezuela, y actual Vice-Presidente.

Miembro del afamado Club Venezuela,de Caracas.

Es designado Jefe de redacción de ElUniversal:

.En julio de 1938, después que se retiraraManuel Vicente Tinaco, fue nombradoJefe de Redacción de El Universal, cargoque ha desempeñado hasta nuestrosdías, por más de cincuenta añosconsecutivos.

Albornoz: op. cit., p. 74 Y sigo

Integra la Directiva de la Asociación deEscritores Venezolanos.Presidente: Arturo Uslar PietriVice-Presidente: Ramón Díaz SánchezSecretario: Pascual Venegas FilardoTesorero: Walter DupouySub-Tesorero: Julio Morales LaraBibliotecario: Luis Fernando Alvarez

Asociación de Escritores Venezolanos

Esta Institución, durante el año quefinaliza, ha realizado su labor más intensay de más vastas proyecciones. Por una

parte, ha venido publicando los cuadernosliterarios mensuales, de los cuales yahan aparecido ocho: 1° "Fogata", comediadramáticaen tres aetas, de Julián Padrón;Z' "Ambito y Acento", ensayo por RamónDíaz Sánchez; 3° 'Tambor", poemas paranegros y mulatos, por Manuel Rodríguez­Cárdenas; 4° "Tres Cuentos Venezola­nos", por GuillermoMeneses; 5° "EstudiosCríticos", por Jesús Semprúm; 6° "AlvaroGuaica", novela por Nelson Himiob; 7°"La Respuesta del Otro Mundo", sainetecaraqueño en tres actos, por LeopoldoAyala Michelena; 8° "Juan VicenteGonzález", ensayo por Victor JoséCedilla. En la actualidad se halla enprensa "Cinco Sinfonías", poemas deAntonio Arraiz y al entrar éstos encirculación, serán entregados a laeditorial, "Caín", cuentos de José FabbianiRuiz.

Otra de las actividades de la Asociaciónde Escritores Venezolanos dignas delmayor encomio, es aquella que, se refierea las charlas dominicales, las cuales sehan realizado casi sin ningunainterrupción durante todo el año.Señalaremos las que más a la memoriase nos vienen: "Vida y Obra de AndrésBello", por Luis Correa; "Elías SánchezRubio y el Grupo Seremos", por RamónDíaz Sánchez; "Notas sobre la Obra deRuyard Kipling", por R. Olivares Figueroa;"La Vida y la Obra de Carlos Baudelaire",

69

70

por Arturo Uslar Pietri; "El Escritor y elPoeta en Función Social", por CristóbalBenitez; "Vida y Obra de Luis EnriqueMármol", por Julián Padrón; "La Poesía yla Tragedia de Federico García Lorca",por Oscar Rojas Jiménez; "Notas sobrela Obrade Edgard Allan Poe", por AndrésEloy Blanco; "La Actualidad Educacionaly las Ideasdel doctorJosé María Vargas",por Angel Grisanti; "La LiteraturaHispanoamericana Actual y la LiteraturaAlemana del Siglo XVIII", por MarianoPicón salas. Son éstas, las que tenemosmás al alcance de la memoria. Variosescritores extranjeros, de tránsito oradicados en el país, han igualmentedisertado en estas charlas dominicales.Citamos: "El Teatro, Valor Social", porAlejandro Casona; "La Obra de LeopoldoLugones", por el Vizconde de Lascano­Tegui; "Orígenes de la Poesía LíricaMedioeval", por Pedro Grases;"Panorama de la Literatura UruguayaContemporánea", por Sabás Olaizola;"La Obra de Jules Renard", por elVizconde de Lascano-Tegui; "La DividaComedia de Dante Alighieri, Realidad eIntuición", por Ulrich Leo.

La Asociación de Escritores Venezola­nos, entre otras de sus actividades, hadesignado igualmente los juradosrespectivos para la otorgación de dospremios literarios: el Premio de Poesía"Luis Enrique Mármol", y el Premio de

Novela y Cuento "Elite"; a los cuales másadelante nos referiremos. Al frente de laA. E. V. ha actuado durante el año de1938, la siguiente junta directiva: ArturoUslar Pietri, Presidente; Ramón DíazSánchez, Vicepresidente; PascualVenegas Filardo, Secretario; WalterDoupuy, Tesorero; Julio Morales Lara,Subtesorero; Luis Fernando Alvarez,Bibliotecario.

Revista Nacional de Cultura, N° 3,Caracas, enero de 1939, p. 4 Y sigo

La Casa de Palma a Municipal

El local que ocupaba la Asociación deEscritores Venezolanos en el edificio LaTorre, más tarde edificio Anauco, leresultaba estrecho. Más estrecho al queocupó con anterioridad en el quinto pisodel mismo edificio. La Asociación teníanecesariamente que mudarse a otro sitiomás cónsono y se presentó la coyunturapara ello, ya que los propietarios nospidieron desocupación. Creemos que ellocal sería destinado a hotel y el local queocupábamos, todo revestido de mármol,se requería. Quien esto escribe, acababade ser nombrado presidente de la AEV,sucediendo en el cargo a Ramón DíazSánchez. Corría el año de 1942. La juntadirectiva recién electa estaba integradaasí: Pascual Venegas Filardo, presidente;José Nucete Sardi, vicepresidente; Mariode Lara, secretario general; Walter

71

72

Dupouy, tesorero; Casto FulgencioLópez, secretario de propaganda; ClaraVivas Briceño, subtesorera; Luis JoséGarcía, bibliotecario y J. M. PérezMachado, consultor jurídico. El tribunaldisciplinario estaba formado por PedroSotillo, Carlos Augusto León y PabloDomínguez. Ante la necesidad detrasladarse, Walter Dupouy y quienescribe, nosdimos a la tarea de conseguiren sitio céntrico de la ciudad, un localadecuado y luego de varios días debúsqueda, supimos de un inmueble quese ofrecía en alquiler en la parte alta deuna casa de dos pisos, que al parecer,había sido construída por la Compañía'de Caracas.

Era propiedad de don Manuel Santaellay la alquilaba la agencia Huizi. Visitamosal señor Santaella, quien nos atendió conla gentileza en él característica. Se fijó elcanon de arrendamiento en trescientoscincuenta bolívares mensuales y así,tuvímos nueva sede a partir del primertrimestre de 1942. El local disponía decuatro ambientes: un amplio salón quedaba a la calle con cuatro balcones conbaranda de hierro forjado artísticamenteque se suponía era hierro logrado en laforja catalana que los capuchinoscatalanes hacían funcionar en Guayanay que se usó en Caracas en balcones,ventanas y verjas desde la última etapadel período hispánico venezolano. En

ese ambiente amplio, claro y aireado,con piso de tabla se instaló el salón desesiones y la sala de exposiciones. Enun local menor fueron instaladas lasoficinas de Secretaría y Tesorería; enotro local similar fue instalada unapequeña cantina para uso de los sociosy en otro ambiente situado entre los dos,fue instalada la hemeroteca, la cual fuedotada de una estantería de caoba lacual fue donada, a solicitud nuestra, porel doctor Antonio Martín Araujo. Allí secolocó una excelente colección derevistas literarias que llegaban comocanje de los cuadernos literarios, denumerosos paises. Al exterior iban 200ejemplares de cada título. Esahemeroteca, junto con la biblioteca habíasido inicialmente catalogada por elprofesor Edoardo Crema, cuandodesempeñaba el cargo de bibliotecarioPablo Rojas Guardia. Una segundacatalogación, ya con un pequeño tesorohemero-bibliográfico de varios millaresde piezas, fue realizada por el profesorJosé María Cruxent, titular del cargo debibliotecario. Opinamos que ha sido elmejor socio que desempeñó el cargo,por su eficacia y por poseer conoci­mientos técnicos de bibliotecología.

Una de las etapas de más fecundaactividad fue la que cumplió ese local envariadoscampos. Allí funcionó una Peña;abríatodas las nochesde lunes a sábado

73

74

y los días domingos, desde once de lamañana hasta avanzada la tarde. Lacantina fue abiertapor iniciativade CastoFulgencio López y de quien esto escribe.Su objetivo era obtener pequeñasutilidades para sufragar los gastos queimplicaban las actividadesde la AEV. Secontaba para esos momentos con unaasignación oficial de trescientos bolívaresmensuales, con un beneficio por ventade los cuadernos literarios que oscilabaentre 500 y 1.000 bolívares y por lascuotas de los socios que fue elevada detres a cinco bolívares. La cantina eraatendida personalmente por algunossocios: Lourdes Morales, Casto FulgencioLópez, Luis José García, Clara VivasBriceño, José María Cruxent, PabloDominguez y el suscrito. Era exclusivapara los socios y sus inmediatosfamiliares. El whisky se vendía a Bs. 2,00y era adquirido en el Hotel Majestic o enla casa Benedetti; el producto nos erasuministrado a un precio especial. Losotros licores eran adquiridos en unabastos situado frente a la iglesia deSanta Teresa, propiedad de DiógenesCarrillo, viejo amigo nacido en Boconó.Esta cantina dio origen a la creación delClub del Escritor, del cual eran miembrosnatos todos los socios de la AEV. Eraadmirable para ese entonces, con lasexcepciones de rigor, la puntualidad delos miembros en satisfacer sus cuotas,

algunos de los cuales espontáneamentedecidieron abonar no cinco sino diezbolívares. Hubo sólo una excepción deun socio molesto, cuando se le cobró lacuota de cinco bolívares, y por tal motivodecidió retirarse, aun cuando añosdespués regresó. Durante nuestraprimera presidencia y luego durante lapresidencia de Rafael Angarita Arvelo,se comenzó a celebrar un acto culturalcada domingo a partir de las once de lamañana: recitales poéticos, conferencias,exposiciones de pintura, conciertos,recitales de piano, algunos recitales decanto y piano. Recordamos que allí diosu primer concierto, para consolidar suorganización, la orquesta "la PequeñaMavare", dirigida por el profesor Juancholucena.

la casa de Palma a Municipal estabasituada aliado del edificio que ocupabael diario "El Heraldo" y la Peña nocturnase constituía, entre otros, con varios desus redactores como Angel Corao, sudirector; Luis Peraza, Manuel Martínez,Luis Alberto Paúl. Cuando se suscitó laformación de la agrupaciónde los pintores"rechazados" del Salón Oficial de Pintura,los rechazados celebraron allí laexposición de sus obras no admitidas.Creemos que se celebraron tres de esossalones en el local de la AEV. Variospintores eran habituales de la Casa delEscritor, siendo los más fieles Alberto

75

76

Egea López y Rafael Ramón González.Músicos y artistas y artistas en generaleran así mismo habituales. Para lograr laconcurrencia de los socios con susesposas, los días domingos, se contratócon Juan Porras el funcionamientodominical de un pequeño restaurant, alcual concurrían ese día al mediodía nomenos de unas sesenta personas. Elrestaurant se abría no bien concluía elacto cultural. Entre esos actosrecordamos una excelente exposiciónde la pintura contemporánea de Ecuador,habiéndose vendido la casi totalidad delas obras expuestas. A la AEV le fuerondonados dos de esos cuadros. Entre loscontertulios a los actos de la AEV, a lasreuniones nocturnas, había una serie deconsecuentes asistentes, recordamospara cerrar esta nota, a Ramón DíazSánchez, Julio Torres Vivas, VicenteGerbasi, Gustavo Jaén, Osear RojasJiménez, Julián Padrón, Pedro RiveroNavarro, Lourdes Morales, HildamarEscalante, Pedro Díaz Seijas, PabloRojas Guardia, José Miguel Ferrer, LuisPeraza, Rafael Angarita Arvelo, JoaquinGonzález Eiris, Angel Corao, RafaelOlivares Figueroa, Luis FernandoAlvarez, Rafael Angel Rondón Márquez,Pálmenes Yarza, Fernando Cabrices,Guillermo Meneses, Julio Morales Lara,Oiga Luzardo, Hector Espín Rivero,LuisJosé García, Vitelio Reyes, Pablo

Dominguez y dejemos de citar. Algunosde los nombrados también cumplieronsu papel de barman cuando lascircunstancias lo requerían. Recordemosque la primera dotación de licores parasurtir la pequeña cantina fue donada porCasto Fulgencio López y por su yernoSantos Valdés.

ELUNI,7-1-1986.

En sus 50 añosLa AEV: Grupos en su seno, MiembrosExtranjeros y Alegre Anecdotario

Antesque todo, una aclaratoria. Un amigoy compañero de más de medio siglo deamistad, como saludo, nos lanzó estafrase en la mañanadel pasado miércoles:-Cometiste un error en tu artículo de ayersobre la AEV, iescribiste la Compañía deCaracas! En verdad, la compañía iniciadapor vascos nacidos en Guipuzcoa en1728, en virtud de acuerdo suscrito por elrey Felipe V, se llamó Compañía deCaracas. El libro más completo sobre lacompañía, escrito por el historiadosestadounidense Ronald D. Hussey ypresentado por él como tesis dedoctorado a la Universidad de Harvard,se titula The Caracas Company. Fuetraducido al castellano por LeopoldoLandaeta y publicado por el BancoCentral de Venezuela, con prologo deAlfonso Espinosa y estudio bibliográfico

77

78

de Pedro Grases, como Volumen VIII enla colección Histórico-EconómicaVenezolana, en 1962. Si erramos, loestuvimos haciendo en la UCV durantetreinta y un años, en nuestra cátedra deHistoria de Economía Venezolana, ydurante 26 en la misma cátedra en laUCAB. Pero, de todas maneras,seguiremos errando cuando alguna vezvolvamos a escribir Compañía deCaracas y no Compañía Guipuzcoana,lo cual también es acertado.

En la casa de Palma a Municipal, hoydesaparecida para dar paso al CentroSimón Bolívary atribuída su construccióna los vascos de la compañía, se gestó unhecho interesante en la historia de laAsociación de Escritores Venezolanos,como fue la incorporación sucesiva delos escritores de las generacionesposteriores a la primera posguerra,llamada de 1918, y quienes se habíanagrupado bajo el signo de Viernes. Allíestaba la mayoría de Contrapunto y nopoco de los reunidos bajo el signo deSardio. Paraesos años, se había formadoen Caracas el Grupo Orión, integradopor mujeres escritoras, y allí estabanpresentes, con la lamentable ausenciade Luisa Esther l.arrazábal, quienprometía ser una valiosa figura de laletras venezolanas. Consecuentesconcurrentes eran Hildamar Escalante yLourdes Morales. Lourdes llegó a ocupar

carqos en la junta directiva de la AEV.Ana Luisa Llavera formó parte de sutribunal disciplinario.

Los escritores más jóvenes se fueronintegrando a la AEV, siendo de losprimeros entreellos, José Ramón Medina.Recordamos que se negó una solicitudsuscrita por siete escritores jóvenes,porque no se aceptaban solicitudescolectivas de ingreso. Todos ellosingresaron posteriormente a la institución.Recordamos así mismo, entre otrasanécdotas, un hecho pintoresco. Unprestigioso poeta venezolano solicitó undía, el7 de enero, vísperade elecciones,ser aceptado y lo fue, naturalmente, sintitubeo alguno. A poco, apareció unaplancha con él como candidato a lapresidencia, para enfrentarse a otra quehabía sido estructurada un mes atrás,aproximadamente. El poeta reciéningresado sólo obtuvo unos diez votos.Al día siguientede la elección, se recibióuna carta del candidato perdedor,retirándose de la AEV. Las eleccioneseran individuales.

En la mencionada casa de Palma a Mu­nicipal fueron admitidos los primerosescritores radicados en el exterior, comomiembros correspondientes extranjeros.Fueron tres ecuatorianos: Jorge CarreraAndrade, Augusto Arias e Isaac J.Barrera. Carrera Andrade sería luego

79

80

miembro activo cuando, en tres opo­rtunidades, residió en Venezuela, Fueron,asimismo, miembros correspondientesextranjeros: Humberto Díaz Casanueva,de Chile; Marcos Fingerit, de la RepúblicaArgentina; Enrique Labrador Ruiz yFernando G. Campoamor, de Cuba; yGermán Arciniegas, de Colombia. Si lamemoria no nos es infiel, creemos quefueron también miembros correspon­dientes extranjeros, Joaquin GarcíaMonge, de Costa Rica, y GregorioCastañeda Aragón, de Colombia. Lástimaque el libro de actas donde constan estosdatos, así como el acta constitutiva de laAEV, se hayan extraviado, creemos quedurante la mudanza precipitada que sehubo de hacer, ante el imperativo detraslado, ya que el inmueble habría deser demolido para la construcción de unode los edificios del Centro Simón Bolívar.Esta empresa, muy gentil, nos cediótemporalmente una casa que lepertenecía en la inmediaciones delantiguo Teatro Pirnentel. en meses quefueron de pasividad, hasta que se obtuvola actual sede de Velázquez a Miseria.

La constitución del Club del Escritor, consu cantina y sus sesiones cotidianas enhoras de la tarde, consolidó unaconcurrencia permanente a la sede dela Casa del Escritor. Allí concurrían nosólo escritores sino profesionalesdiversos, amantes de la literatura,quienes

eran invitados por socios de la AEV. Nose presentaban notas discordantes, apesar de que las reuniones de viernes ysábado se prolongaban a veces hastalas primeras horas de la madrugada.Numerosas esposas de socios, comoantes lo dijimos, concurrían a esasreuniones. Sin embargo, alguna vez sesuscitaron escenas pintorescas. Una deellas fue protagonizadapor el poeta PedroRivero Navarro y el presbítero colombianoBotero Isaza. Botero Isaza era un ilustresacerdote, dotado de una envidiablecultura. Era un excelente conversador.Boteroy Rivero estaban en el improvisadobar, mientras que en el salón de sesionesnos hallábamos varios compañeros, dequienes recordamos sólo a Julián Padróny a Julio Torre Vivas, y puede ser quetambién estuviesen Pablo Domínguez,Ramón Díaz Sánchez, Pedro Díaz Seijasy Luis José García. Lo cierto fue queescuchamos palabras dichas en voz altay nos acercamos para ver que sucedía.En ese momento salía a la calle el padreBotero Isaza y al cabo de algunos minutosregresó en compañía de un policía.Airado, Botero hizo ver al policía que elpoeta Rivero había faltado el respeto asu dignidad de sacerdote y que debíallevarse preso al poeta. Y el policíacomenzó a proceder. En eso, dijo Julián,como respuesta al policía que le decía aPedro Rivero "acompáñeme"; -Yo

81

82

también lo acompaño. Y a esto nossumamos todos, a lo cual el policíaexclamó: -El que se va soy yo. Y santapalabra: se fue. A poco, todoscordializábamos. No había pasado nada.Pedro Rivera y Botero Isaza se habíandado un abrazo.

A los 50 años:La AEV en Casa Propia

La Asociación de Escritores Venezolanospodríahaberdispuesto de un hogar propioaños antes de ser adquirida la casa queen la actualidad ocupa. Ya hemos habladode la donaciónde un terreno en la avenidaSan Martín para ese fin por don CarlosDefino, gracias a las gestiones que paraello hizo Casto Fulgencio López. Allí secolocó la primera piedra para ese fin. Selevantó un acta firmada por todos lospresentes, la cual fue enterrada en untubo de metal. Presidía la institución quienesto escribe. Recordamos ya que el actoestuvo presidido por el doctor CaraccioloParra Pérez, miembro activo de la AEV ypara esos días encargado de laPresidenciade la República. Dos razonesimpidieron los deseos que nos animaban:se argumentó que el lugar era un pocoapartado, al menos para ese entoncescuando la ciudad era mucho máspequeña; y la otra, la forma trapezoidaldel terreno. En definitiva, se desistió delproyecto por el momento mientras se

buscaba otra solución. Una entrevistacon el Presidente Rómulo Gallegos tuvocomo resultado la donación por parte delEjecutivo Nacional de una suma paraadquirir un inmueble adecuado. El poetaLuis José García nos informó que donLuis Espina, dueño de la FarmaciaContinental, tenía en venta una casa desu propiedad situada de Miseria aVelázquez. Nos entrevistamos con él, yaccedió venderla por Bs. 240.000.Gallegos fue derrocado. Buscamos aalguien del nuevogobiernoy recordamosal general Juan de Dios Cellis Paredes,nuestro amigo, y le planteamos lasituación. Y repetimos la anécdota: -Siun Presidente de la República hizo elofrecimiento, se cumplirá. Y se cumplió.Semanas después nos entregó uncheque por Bs, 200.000. Se vendió elterreno de San Martín en Ss. 60.000. Yasí, se adquirió la casa propiedad deldoctor Espina. Finalizaba el año. Vinieronlas elecciones de enero y se eligiópresidente al crítico Rafael AngaritaArvelo, quien ejercía la vicepresidencia.y así, desde la sede provisional en lasinmediaciones del Teatro Pimentel sedirigió todo lo pertinente para adecuar laparte anterior de la casa y convertirla ensalón de actos. Los trabajos fueronorientados por Angarita Arvelo yejecutados por el Ministerio de ObrasPúblicas. La AEV dejó de ser una

83

84

institución itinerante. Han corrido décadasdesde entonces, y allí, las actividades sehan cumplido con sus altibajos. De todasmaneras, los primeros años fueron deingente actividad. Se advertía el mismoentusiasmo que se registró en la casa dePalma a Municipal. La Casa del Escritory el Club del Escritor abrían sus puertastodas las tardes y los domingos al mediarel día. Se convirtió en una de las salas deexposiciones pictóricas más concurridas.Quizás la más memorable de ellas fueuna retrospectiva del Círculo de BellasArtes que se realizó por nuestra iniciativa.Elaboramos un catálogo ilustrativo. Querecordemos, facilitaron cuadros para laexposición José Rafael Iribarren, MiguelOtero Silva, el Museo de Bellas Artes yquien escribe. Los paneles para hacer unambiente para cada autor, fuerondonados por Alfredo Boulton. Algo asícomo una veintena. Suponemos que enel presente, se les usa para exposicionesde pintura. La muestra hubo quemantenerla por espacio de varios meses,debido al interés del público. Colaboraroncon el suscrito, que presidía la Comisiónde Artes Plásticas, el crítico de arte RafaelLozano y el pintor Rafael RamónGonzález, los otros miembros de lacomisión.

En esa casa de Miseria a Velázquez, sedieron numerosos recitales de piano,actuaron varios tríos y cuartetos de

música selecta, se presentaron orquestascomo la Típica Nacional y la PequeñaMavare. Por espacio de varios años secelebraron allí, cada sábado por la noche,los cafés literarios, con concurrencia aveces de más de cien personas. Allí enacto memorable fueron nombradosmiembroshonorariosel novelista RómuloGallegos y el cuentista Julio HoracioRosales, y post-morten, a Luis ManuelUrbaneja Achelpohl, asistiendo su hijo eleminente jurista y académico AlejandroUrbaneja Achelpohl.

Entre los actos de gran significación,estuvieron las cenas mensuales; cadauna era costeada por un escritor, y éstecontaba su vida. No recordamos a todoslos que hablaron, pero vamos a decir quefueron apasionantes las autobiografíasrelatadas por Pedro Sotillo, por RamónDíaz Sánchez, por José Ramón Heredia,por Casto Fulgencio López. Allí, cadaescritor colocaba su vida en la palma dela mano, y así, la entregaba desnuda alconocimiento de sus compañeros.Ilustres escritores visitaron en el discurrirde los años la Casa del Escritor, siendouno de los últimos Pablo Neruda.

En esta sede se realizó una activa laboreditorial, no sólo en la continuación delos cuadernos literarios que allísobrepasaron bastante el centenar, sinolibrosmayoresbajo el signode Ediciones

85

86

Casa del Escritor, las cuales estuvieronanimadas por Angel Mancera Galleti,uno de los más activos secretariosgenerales que ha tenido la AEV. Mancera,de su propio peculio, editó por algúntiempo un boletín donde se daba noticiaperiódicamente no sólo de lasactividades de la institución, sino de lavida cultural del país y de organizacionesanálogas del exterior. Fue enriquecidanotablemente la biblioteca, y para ellahubo donaciones valiosas. Una de ellasla hecha por el socio Pedro Luis BlancoPeñalverde una ediciónen tres tomos de"El libro de las mil y una noches"lujosamente ilustrada y en la famosatraducción del escritor judeo-andaluzRafael Cansino-Assens. Para entregareste libro a la directiva de la AEV condestino a su biblioteca, ofreció el donanteuna pequeña reunión social. Este es,seguramente, junto a la colecciónempastada de "Cultura Venezolana"donada por Alfredo Boulton y la colecciónde obras de autores franceses en suidioma donada por la familia Boulton, delos más ricos exponentes de la bibliotecade la casa de los escritoresvenezolanos.

y cerremos estas notas deshilachadas,rememorando una vez más la instituciónque contribuímos a formar, a la cualdedicamosmuchos años de nuestra vida.y recordemos, para finalizar, el excelenteforo que sobre crítica literaria hizo

realidad, durante su presidencia,lrma deSola Ricardo. Y que se nos disculpen losolvidos de los años pasados, pero ello esdable cuando se escribe acudiendo sóloa la memoria.

Cuadernos Literarios de la AEV:

Pascual Venegas Filardo ideó con ungrupo de compañeros de Letras, crearun testimonio bibliográfico para difundirla producción de los miembros de laAsociación de Escritores Venezola­nos. Así comenzó la historia de losCuadernos Literarios de la AEV.

Rafael Ramón Castellanos: LosCuadernos Literarios de la Asociaciónde Escritores. Introito de José RamónMedina, Caracas, Imprenta Nacional,1976, p. 29 (Cuadernos Literarios de laAEV, N° 136)

El N° 1 correspondió a Fogata. Farsa entres actos, de Julián Padrón.

PVF forma parte, en Caracas, de LaPeña Viernes:

La Peña Viernes

Este, es un círculo literario libre. Se reúneen un bar, y allí, se habla de todo, peroespecialmente de poesía. Allí, en torno auna mesa, desaparecen todas lasfronteras literarias y se alza esamodalidad que no tiene linderos y queintegra las características de un arte

87

88

genuino. "la Peña Viernes" estáconstituída por Angel Miguel Queremel,Luis Fernando Alvarez, Rafael OlivaresFigueroa, Pablo Rojas Guardia, VicenteGerbasi, Osear Rojas Jiménez, JoséRamón Heredia, atto D'Sola, FernandoCabrices y el que hilvana estas notasapresuradas. Con frecuencia asisteninvitados y visitantes siempre gratos:Julián Padrón, Ramón Díaz Sánchez,Arturo Uslar Pietri,Abel Valtmijana,HectorGuillermo Villalobos, Pedro Sotillo,JoséFabbiani Ruiz, Manuel Rodríguez­Cárdenas, Pedro Grases y otros.Alejandro Casona, cuando estuvo enCaracas, honró "la Peña" con su visitarepetida.

Se leen poemas, se revelan iniciativas,se liban licores, se pasan de mano enmano las cartas de amigos nativos yresidentes en tierras extranjeras, perohermanas, amigos a quienes conocemossólo a través de sus poemas, de susnovelas, de sus libros y de sus cartas yquienes nos dan su amistad franca ensus mensajes epistolares serios yreflexivos como los de Marcos Fingerit, oinquietos y ultracordiales como los deEnrique labrador Ruiz. "la Peña Viernes"refugio de un grupo, es una cifra valiosaen el año cultural.

RNC, N° 3, p. 5