Cuaderno Maestros Nordicos-l

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Maestros nórdicos ETSAB Curso 2012-2013 ASIGNATURA OPTATIVA JAIME J. FERRER FORÉS Tradición y empirismo

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Arquitectos Nórdicos

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  • Maest ros n rd icos

    ETSAB Curso 2012-2013ASIGNATURA OPTATIVA

    JA IME J . FERRER FORS

    Trad ic in y empi r ismo

  • Maest ros n rd icos

    Trad ic in y emp i r i smo

  • Maestros Nrdicos

    IV Edicin. Asignatura Optativa. Arquitectura. Plan 1994

    Programa [Curso 2012-2013]

    Departamento de Proyectos Arquitectnicos

    Escuela Tcnica Superior de Arquitectura de Barcelona, ETSAB

    Universitat Politcnica de Catalunya. Barcelona TECH

    Profesor responsable

    Jaime J. Ferrer Fors

    Estudiantes matriculados (46) [Curso 2012-2013]Marta Armengol Suquet, Sergi Bernat Quinquer, Miguel Caellas Ginard, Mi-quel Caellas Suer, Anna Cases Vila, Laia Comi i Boria, Estela Cheveste Mar, Anna De Castro Catala, Vctor Da Pena Mesa, Jose Pedro Dias Cardoso, Daniel Estevez Correa, Muria Garca Jane, Pablo Garrido Arnaiz, Roger Giralt Barra-china, Marina Gonzlez Pages, Xavier Gracia Marcos, Mitchell Hagedorn, Willi Imgrth Ballester, Slvia Ivars Ibez, Cristina Justo Llopis, Sarah Leuchtenm-ller, Marcos Lizondo Chard, Anna Llonch Sentis, Altair Lpez Casado, Daniel Lpez Jimnez, Laura Magri, Mireia Martn Salvany, Marta Martnez Gonzlez, Marta Martnez-Pons Garca, Luis Martorell Pomar, Joan Massagu Snchez, Anna Miranda Vallesp, Pablo Montanuy Mairal, Fernando Montoya Martnez, Adri Orriols Camps, Juan Jose Oyonate Coello, Chira Padrn Santana, Robert Peir Suso, Meritxell Perxachs Vide, Jonatan Reyes Cerezuela, Jordi Rodriguez Bassa, Marc Rujula Aldana, Andrea Salvador Barreras, Aina Soler Cresp, Laura Solsona Ramo, Xavier Valls Castellano

    Portada

    Alvar Aalto. Casa del arquitecto en Muuratsalo, Finlandia, 1952 Contraportada

    Sigurd Lewerentz. Quiosco de flores, Malm, Suecia, 1968-1969

    Edicin

    Jaime J. Ferrer Fors

    Septiembre de 2012

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    ObjetivosMaestros nrdicosAtlas: Los paises nrdicos

    La arquitectura nrdica en las revistas espaolasTradicin y empirismoAnlisis27 casos de estudio

    Anlisis I. La planta bajaAnlisis II. Alzado materialAnlisis II. Axonomtrica constructiva

    La textura, Steen Eiler Rasmussen

    BibliografaCalendarioCuaderno de notas

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    nd ice

  • La lenta y paciente bsqueda de los maestros nrdicos: Erik Gunnar Asplund, Alvar Aalto, Sven Markelius, Sigurd Lewerentz, Jorn Utzon, Arne Jacobsen, Reima Pietil y Sverre Fehn.

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    Se pretende aproximar al estudiante, en su acercamiento al conocimiento arquitectnico, a las obras modlicas de la arquitectura nrdica que le permitan reflexiones capaces de servirle de ayuda en el proceso del proyecto, y que le vayan dotando, al tiempo, de la capacidad crtica necesaria para desarrollar el proyecto arquitectnico en el curso de los estudios. Ante la impo-sibilidad de formular un mtodo proyectual, la docencia que se propone impartir en el marco de la asignatura optativa maestros nrdicos asume la lenta y paciente bsqueda que sugiere Le Corbusier a travs de la interiorizacin progresiva de un marco de referencia: donde el conoci-miento se recaba y la experiencia se atesora. De este modo, se propone analizar las obras de los maestros nrdicos para reconocer los elementos bsicos y las operaciones compositivas.

    El lugar, la luz y los materiales, el refinamiento constructivo, la integridad material y la simplicidad geomtrica establecen una combinacin de rigor y sensibilidad que caracteriza la obra de los maestros nrdicos y centra el contenido de la asignatura.

    Los pases nrdicos se convierten en los aos cincuenta en un paraso arquitectnico de la Modernidad y constituyen hoy una referencia indispensable por su comprometido equilibrio con el medio ambiente. La aosa sabidura de las generaciones se filtra para recibir la mgica reverberacin del patrimonio de los antiguos en una tradicin atada a la tierra y a la memoria. El fervor vanguardista y el optimismo tecnolgico cristalizan en la Exposicin de Estocolmo de 1930 donde se inicia la renovacin arquitectnica escandinava con el funcionalismo nrdico. La evolucin de la arquitectura nrdica asimila los planteamientos de la vanguardia, sin renunciar al acervo vernculo, a la tradicin material y al entorno y se desarrolla en una continuidad crtica con los impulsos internacionales.

    El curso, de carcter terico-prctico, incluye una articulacin dinmica entre las clases docu-mentales, los seminarios de investigacin desarrollados en torno al ciclo de conferencias y el trabajo tutelado de los estudiantes y las presentaciones pblicas de los resultados.

    Ob je t i vos

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  • 8Clasicismo nrdico[1920]

    Funcionalismo nrdico[1930]

    Empirismo nrdico[1940]

    Modernidad nrdica[1950]

    Clasicismo nrdico: Erik Gunnar Asplund: Capilla en el Cementerio del Bosque, Estocolmo y Biblioteca de Estocolmo, 1920-1928 Funcionalismo nrdico: Erik Gunnar Asplund: Exposicin de Estocolmo, 1930; Alvar Aalto: Sanatorio de Paimio, 1928-1933, Empirismo nrdico: Alvar Aalto: Ayunta-miento de Syntsalo, 1949; Erik Gunnar Asplund: Casa en Stnnas, 1937 Modernidad nrdica: Arne Jacobsen: Hotel SAS, Copenhague, 1955-1960; Jorn Utzon: Casa en Hellebaek, 1952.

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    Frente a la ruptura artstica de las vanguardias europeas, en los pases nrdicos, el desarrollo democrtico consolida la evolucin de una arquitectura que se desarrolla a partir de la tradicin constructiva y que tiene en el neoclasicismo de los aos veinte, la alianza con el mundo clsico. Sin embargo, el inicio de la renovacin arquitectnica escandinava se produce en la Exposicin de Estocolmo de 1930, donde el manifiesto esttico y social concebido por Asplund refleja la incipiente constitucin de la sociedad del bienestar. En los aos sucesivos, la renovacin arqui-tectnica alcanza, en una sntesis de tradicin y modernidad, el denominado empirismo nrdico. La evolucin de la arquitectura nrdica se desarrolla progresivamente en una continuidad crtica con los impulsos internacionales; contempla los planteamientos modernos y los acomoda a las condiciones locales, al entorno y al carcter; y se identifica, principalmente, con la herencia constructiva.

    ProgramaLos primeros maestros. Del Romanticismo al Clasicismo nrdico. Eliel Saarinen, Ragnar stberg y Carl Petersen. Durante los aos de la Gran Guerra, en los pases nrdicos la arqui-tectura se orienta hacia la edad de oro del clasicismo e inaugura con el Clasicimo nrdico un nuevo perodo universal e igualitario que abandona el Nacionalismo Romntico y el eclecticismo estilstico del siglo XIX.

    Funcionalismo nrdico. Alvar Aalto, Erik Bryggman, Vilhelm Lauritzen, Sven Markelius, Mogens Lassen y Arne Korsmo. La oclusin del neoclasicismo monumental que se distancia de la democracia igualitaria y la crtica ferviente provocan una reaccin contra el neoclasicismo dominante y una renovacin formal como vehculo de una utopa social. El optimismo tecnolgi-co y el fervor vanguardista forjan un lenguaje formal abstracto y utpico que pretende conformar la nueva sociedad emergente y que se manifiesta en la Exposicin de Estocolmo de 1930.

    Empirismo nrdico. Erik Gunnar Asplund, Kay Fisker, Arne Jacobsen. La continuidad crtica con los postulados modernos y la influyente arquitectura de Asplund suscitan una sntesis de clasicismo, modernidad y contexto que determina la trayectoria de los maestros nrdicos.

    Maestros nrdicos. Alvar Aalto, Arne Jacobsen, Sigurd Lewerentz, Jrn Utzon. Frente a la coherencia de su lenguaje formal, el desarrollo genrico del estilo internacional, se enriquece en el detalle riguroso y en la ejecucin artesanal donde se concilia el paradigma de la modernidad con la tradicin material.

    Modernidad nrdica. Sverre Fehn, Reima Pietil, Heikki Siren, Vilhelm Wohlert, Arne Ervi, Arno Ruusuvuori y Ralph Erskine. Extrado de los postulados modernos, la fluidez interior, la planta libre y la proyeccin del habitculo sobre el medio continuo alcanza en la reiteracin estructural y en la elocuencia constructiva, la expresin material, la textura vibrante y la expe-riencia tctil de una modernidad que fluye sobre la tradicin artesanal y la herencia cultural.

    Maes t ros n rd icos

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    Alvar Aalto en el Park Gell, entre Josep Maria Sostres, Josep Pratmars y Antoni de Moragas, 1951.

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    La a rqu i tec tu ra n rd ica en l as rev i s tas espao las

    IntroduccinEn su necesidad de incorporarse al debate, conscientes de la incomunicacin que les impide conocer la arquitectura internacional, los arquitectos espaoles descubren a travs de las revis-tas internacionales, la arquitectura de nuestro entorno, de los pases perifricos caracterizados por una modernidad atemperada por la tradicin y los sistemas constructivos vernculos que construyen otras vas a la ortodoxia moderna centroeuropea y se convierten, en la segunda mitad del siglo XX, en los nuevos puntos de referencia. A travs de las revistas internacionales, y posteriormente en los viajes, la arquitectura nrdica constituye una referencia constante en la arquitectura espaola de los aos cincuenta. Pero no fue nicamente a travs de la difusin en las revistas nrdicas, la finlandesa Arkitekthi, las danesas Arkitekten y Arkitektur o la sueca Arkitektur, cmo se produjo la difusin de las ideas y la presentacin de las obras del empirismo nrdico sino tambin, a travs de otras revistas que actuaron de puente, como Architectural Review, LArchitecture daujourdhui, Domus o Ca-sabella. Posteriormente, la arquitectura nrdica se presenta en las revistas espaolas y centra la atencin en algn nmero de forma monogrfica.Como medio de formacin e informacin para los arquitectos en la segunda mitad del siglo XX, las revistas internacionales permiten superar la incomunicacin que impide conocer la arquitec-tura internacional. Csar Ortiz-Echage afirma: les parecer a ustedes que exagero, pero [] ningn profesor de la Escuela nos dijo nunca una palabra de la persona ni de la obra de ninguno de los arquitectos que han marcado los caminos de la arquitectura en esos cincuenta aos. Los nombres y las obras de Le Corbusier, de Asplund, de Frank Lloyd Wright, de Mies van der Rohe, de Alvar Aalto, etc., los fuimos conociendo en las escasas revistas de arquitectura que llegaban a la Escuela y que consultbamos con complejo de nios traviesos. Esta investigacin pretende identificar cul fue la principal va de penetracin en Espaa de la arquitectura nrdica a travs de las revistas y, en segundo lugar, analizar las reacciones que sta provoc en los arquitectos espaoles.

    Las revistas espaolasEn las palabras iniciales de la revista Arquitectura se manifestaba el aislamiento de los arquitec-tos y la escasa divulgacin externa de nuestra produccin contempornea. Las revistas espa-olas tratarn de establecer nuevos puentes de conexin que a partir de la propia historia y de la tradicin cultural, permitan desarrollar nuevas alternativas arquitectnicas ms acordes con la produccin internacional. Las revistas espaolas Arquitectura, Cuadernos de Arquitectura, Hogar y Arquitectura y Nueva Forma, entre otras, reflejaban la variada complexin de la cultura arquitectnica del momento y, adems, trataban de situarse y transmitir la arquitectura espaola en el contexto de la cultura arquitectnica internacional. Las revistas desempearon un papel decisivo en la difusin de la arquitectura moderna. Mientras algunos arquitectos tienen la posibi-lidad de emprender un viaje formativo para conocer de primera mano las obras de la vanguardia, otros tienen que recurrir a las revistas para conocer la nueva arquitectura. Fernando

    Ja ime J . Fe r re r Fo rs

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    Garca Mercadal en su reconocida labor de difusin y promocin de las vanguardias europeas en Espaa afirmaba que: pero si todo lo copibamos de las revistas!, Luis Gutirrez Soto se mostraba, aos despus, ms reacio a admitir estas influencias:Considero que en Espaa no conviene dejarse arrastrar por las brillantes ideas que nos llegan de fuera y que, por el contrario, debemos resolver nuestros problemas con soluciones propias y de sentido comn. Existe el peligro de dejarse influir por las revistas. Indudablemente, stas aportan ideas nuevas, claras y frescas, pero es un poco absurdo dejarse arrastrar por las re-vistas. No debemos renunciar a que nosotros podamos tambin tener unas ideas propias y, si nos alucinamos con unas fotografas y unas plantas, creo que no haremos una arquitectura que resuelva, con nuestra psicologa y nuestros medios, el problema de la vivienda espaola. Estas posturas reflejan el debate arquitectnico suscitado en las pginas de las revistas es-paolas que permite indagar en el panorama arquitectnico del momento, la polmica entre tradicin y modernidad, lo universal y lo local junto a las nuevas ideas que llegaban de Europa. Las revistas espaolas se hacen eco, a travs de las secciones de noticias y las de los libros y revistas extranjeras o bien a travs de los reportajes y artculos, de la inicial renovacin formal de las vanguardias y la posterior evolucin de la modernidad que se desarrolla en Europa o Amrica. La difusin de las nuevas corrientes que hacan las revistas propiciaban la apertura a la actualidad arquitectnica y reflejan el papel que desempean como ncleo de reflexin y debate de la profesin. Las pginas de las revistas espaolas son el testimonio de la diversidad y complejidad de la cultura arquitectnica y suscitaron una nueva reflexin sobre la modernidad, sobre las nuevas formas y la vigencia de las tradicionales en una nueva realidad social, econmica y tecnolgica que defini las bases de la modernidad en Espaa. Las revistas espaolas trataron de abordar las nuevas preocupaciones de los arquitectos modernos y dirigir tambin los impulsos y las inquietudes de las nuevas generaciones.

    Las revistas puente. Del nuevo empirismo y la tradicin funcional nrdica al reaccionaris-mo tradicional espaolEl debate suscitado entre el rechazo a la tradicin y la bsqueda de una renovacin estilsti-ca acorde con los nuevos ideales culturales de la posguerra tuvo su impulso en las revistas extranjeras Architectural Review, LArchitecture dAujourdhui, Domus o Casabella que propi-ciaron la permeabilidad de la arquitectura espaola ante las influencias forneas. Mientras, en un esfuerzo por renovar y europeizar la arquitectura espaola, la mayor atencin en las revistas espaolas recaa en la arquitectura centroeuropea, en la nueva arquitectura alemana, holandesa y francesa, las revistas extranjeras, que actan a modo de puente, abran una ventana a los pases perifricos. Desde el temprano inters de la revista Architectural Review por el clasicismo depurado de la arquitectura nrdica que, fotografiado por Frank Yerbury , comparte el lenguaje elemental de Tessenow y promueve la revalorizacin de la arquitectura tradicional, hasta el denominado, por el editor del Architectural Journal, Eric de Mare, nuevo empirismo, como sntesis de tradicin y modernidad en la nueva arquitectura sueca. La revisin del funcionalismo suscita un retrai-miento del impulso internacional donde se cuestionan las actitudes estilsticas del Movimiento Moderno: In general it is a reaction against a too rigid formalism.[...] Why avoid traditional material when they do their job well and provide pleasant texture and color at the same time? [...] Buildings are married carefully to the sites and to the landscape, and flowers and plants are made an integral part of the whole design. Con el funcionalismo nrdico se inicia una renovacin arquitectnica ms evolutiva que revo-

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    lucionaria que culmina con la tradicin funcional. Una modernidad atemperada que asimila los planteamientos de la vanguardia, sin renunciar al acervo vernculo, a la tradicin material y al entorno. La denominada por el profesor dans Kay Fisker tradicin funcional suscit la apari-cin de dos nmeros monogrficos sobre la nueva arquitectura danesa en 1948 en Architectural Review y un ao despus en 1949 en LArchitecture dAujourdhui que culmina en 1950 con la exposicin Exhibition of Danish Architecture of to-day en el Royal Institute of British Architects de Londres.Para Kay Fisker, editor de la revista danesa Arkitekten desde 1918 hasta 1926, la nueva ar-quitectura danesa se desarrolla progresivamente en una continuidad crtica con los impulsos internacionales; contempla los planteamientos modernos y los acomoda a las condiciones lo-cales, al entorno y al carcter; y se identifica, principalmente, con la herencia danesa. It can be said without exaggeration that Danish architecture is advancing, but along a line not entirely independent of tradition, adapted to the Danish environment and character, quite and modest in expression, influenced by currents from the outer world, but looking first and foremost to its Danish inheritance. En junio de 1948, Gabriel Alomar publica un artculo en el Boletn de Informacin de la Direccin General de Arquitectura (junio de 1948) titulado Sobre las tendencias estilsticas de la arquitec-tura espaola actual donde analiza los factores de la arquitectura espaola entre 1937 y 1947: la reaccin sentimental de todo lo que significara espaol y antiguo, la caresta de materiales de construccin modernos como el acero y el cemento y, por ltimo, el aislamiento cultural y se refera as a un perodo de Reaccionarismo Tradicional de cualidad romntica.

    El influjo nrdicoLa primera generacin de arquitectos de la posguerra, titulados entre 1941 y 1946, que van a fundar las bases de la modernizacin de la arquitectura espaola: Aburto, Cabrero, Coderch, Fernndez del Amo, Fisac, De la Sota, Mitjans y Sostres... comparten una formacin fundamen-talmente academicista y un dificultoso aprendizaje de la modernidad alejado de las revistas extranjeras. La denominada, por Carlos Flores, segunda generacin de posguerra, que incluir a los titulados entre 1946 y 1956, y a la que pertenecen, entre muchos otros, arquitectos como Corrales y Molezn, Cano Lasso, Senz de Oiza, Carvajal, De la Hoz, Garca de Paredes, Bo-higas y Martorell, Gili y Bass, Girldez, Lpez Iigo y Subas, Correa y Mil, y Ortiz-Echage y Echaide va a disponer, durante su formacin de un escaso conocimiento del contexto inter-nacional. As lo destacaba Javier Carvajal: la dificultad con que nosotros nos encontrbamos para adquirir revistas extranjeras de arquitectura -por razones de guerras y de posguerras y de las difciles situaciones econmicas generadas por ellas- no ayudaba ciertamente a facilitar el conocimiento de lo que en el mundo arquitectnico suceda. Mientras en la dcada de los cuarenta, el aislamiento bibliogrfico en Espaa era casi total, a partir de 1951 empiezan a llegar regularmente nmeros de la revista Architectural Review, LArchitecture dAujourdhui, Domus o Architectural Forum cuyas pginas se lean con avidez y casi a escondidas, con el complejo de nios traviesos. Complementariamente a las revistas extranjeras, el viaje de estudios supone una oportunidad para conocer la nueva arquitectura que se construye en Europa. A partir de 1948 los arquitectos espaoles emprenden los viajes a los pases menos afectados durante la segunda guerra mun-dial como los pases nrdicos cuya posicin marginal y perifrica en la pennsula escandinava se distanciaba, en muchos sentidos, de los acontecimientos que sucedan en Europa.Roto el aislamiento que padeca la Espaa de la posguerra, Miguel Fisac emprende en 1949 un viaje a Suecia y Dinamarca para conocer con motivo de la redaccin del proyecto del Instituto

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    Miguel Fisac. Interior del Instituto Nacional de ptica Daza de Valds, 1949.Alvar Aalto y Antoni de Moragas en la plaza de los toros La Monumental, Barcelona, 1951.

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    de Microbiologa del Consejo Superior de Investigaciones Cientficas la arquitectura emprica que realizaban los pases nrdicos. Fisac destaca la meticulosidad tcnica de la arquitectura en todos los pases nrdicos y pudimos contemplar tambin algunos ejemplos singulares de un neo-empirismo, que entonces estaba en pleno auge en todos aquellos pases, en donde una poltica econmica muy estricta y la dureza del clima no les permita ciertas frivolidades plsti-cas [...] Entre las notas que yo haba preparado para el viaje, figuraba el visitar obras de Gunnar Asplund, que haba fallecido nueve aos antes y del que tena referencias por alguna revista. Fisac se refiere a las revistas extranjeras que actuaron de puente y le permitieron superar el aislamiento geogrfico y cultural. En todo el mundo se siente una gran curiosidad y un gran respeto por la arquitectura que se est haciendo en Suecia. Los norteamericanos y los italianos la comentan con encomio; los ingleses la difunden en sus revistas indicando a sus arquitectos, con toda claridad, que les debe servir de inspiracin para resolver los problemas que tienen planteados en la reconstruccin de sus ciudades. No hay, en fin, revista profesional de cualquier pas que no haya dedicado en los ltimos meses un nmero monogrfico a ella. En estos aos las revistas sern la plataforma principal de discusin disciplinar y de intercambio ideolgico.En su cuaderno de viaje, Fisac analiza la arquitectura de Erik Gunnar Asplund con breves ano-taciones donde seala la carencia absoluta de grandilocuencia en sus obras y subraya la na-turalidad subyugadora de la arquitectura sueca. En la visita a la ampliacin del Ayuntamiento de Goteborg encuentra lo que intilmente haba buscado en otros arquitectos ms famosos y describe a Asplund como el primer arquitecto contemporneo serio con el que me haba en-contrado. Para Fisac, la ampliacin del Ayuntamiento de Goteborg fue la leccin de un maestro que dentro de su contexto social y ambiental, radicalmente distinto del mo, me descubra la posibilidad de hacer una arquitectura de nuestro tiempo, para los hombres de nuestro tiempo y al servicio de la sociedad de nuestro tiempo. A su regreso construye el bar del Instituto de ptica (1949) y la librera del Consejo Superior de Investigaciones Cientficas (1950) donde se aprecia el influjo nrdico. Esta alusin a la ar-quitectura nrdica supuso tambin una crtica al aislamiento de posguerra y pareca mostrar segn Domnech una nueva direccin hacia temas que tendrn pleno desarrollo en los aos 50 (el realismo y el empirismo de los materiales naturales y opacos frente al abstractismo y a la modulacin de lo artificial y vtreo) y que constituirn uno de los focos principales en la dinmica interna de la arquitectura moderna desarrollada por la siguiente promocin. De este modo, los arquitectos espaoles de la posguerra iniciaron su carrera tratando de in-corporarse a la tradicin moderna desde un profundo respeto a su propia tradicin verncula. Frente a la elocuente plasticidad de los modelos racionalistas centroeuropeos, los arquitectos espaoles buscaron una alternativa a la ortodoxia de las vanguardias en los pases perifricos. Este anhelo y estas aspiraciones fueron reconocidas, a travs de las revistas extranjeras y a partir de los viajes, en la tradicin de la arquitectura nrdica y en la profunda revisin crtica de la ortodoxia moderna iniciada en los pases nrdicos.Fisac compendia en el artculo publicado en el Boletn de la Direccin General de Arquitectura los principios de la nueva arquitectura sueca y las lecciones que se pueden aprender: Hacen los arquitectos suecos arquitectura moderna? Se puede contestar que no.[...] Los arquitectos suecos hacen sencillamente la arquitectura que tienen que hacer.[...] Hoy es quiz cuando es ms conveniente un anlisis de la arquitectura sueca que, sin estridencias falsas y sensacio-nalistas, tipo Le Corbusier y sus secuaces, nos da la gran leccin de una arquitectura audaz, cuando las exigencias de programa y de mejor cumplimiento de la funcin lo reclaman, pero siempre modesta y humana. Los intentos de renovacin de Fisac tras su experiencia nrdica animaron a otros arquitectos

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    Josep Maria Sostres. Hotel Maria Victoria, Puigcerd,1952-1956.Antonio de Moragas: Marquesina de acceso al cine Fmina, Barcelona, 1950-1952.

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    como Jos Mara Garca de Paredes en 1951, Ramn Vzquez Molezn en 1953, Francisco J. Barba Corsini en 1954 y Josep Pratmars en 1955, a emprender un viaje de estudios a los pases nrdicos. Ramn Vzquez Molezn viaja a los pases nrdicos durante su estancia como pensionado en la Academia de Bellas Artes de Espaa en Roma. En Copenhague, fue recibido por los editores de la revista Arkitekten, quienes le facilitaron dos itinerarios para conocer las obras ms destacadas. En el artculo sobre la arquitectura danesa que publicar a su regreso en el Boletn de Informacin de la Direccin General de Arquitectura destaca su sentido de la proporcin. Una escala de medida tan humana y apropiada, y tan reida con la monumentali-dad, que da como producto un funcionalismo y una sencillez de volmenes admirables, y que unido a la modestia de la ejecucin consigue una arquitectura modelo de simpata y sentido prctico y pone como ejemplo de esta escala humana el conjunto de viviendas en la playa de Bellevue, en Copenhague, obra del arquitecto Jacobsen, y las torres de pequeos apartamentos en el nuevo barrio de Bellahj, obra de Eske Kristensen, as como la casa que Utzon construy para s mismo.

    Alvar Aalto en Barcelona y MadridLos viajes de los arquitectos, que propiciaban la apertura a la actualidad arquitectnica, y la difusin de las nuevas corrientes que hacan las revistas extranjeras propiciaron un enrique-cimiento del panorama arquitectnico espaol que se beneficio asimismo de las visitas y los intercambios con arquitectos extranjeros invitados. La dcada de los cincuenta se abre, con las conferencias de Bruno Zevi, presentando la denominando arquitectura orgnica (1950) y Alvar Aalto (1951) organizadas por Antoni de Moragas desde la vocala de cultura del Colegio de Arquitectos de Catalunya y Baleares y la visita, a continuacin, de Aalto a Madrid que centr una de las Sesiones de crtica de Arquitectura organizadas por Carlos de Miguel en el contexto de la revista Arquitectura. En defensa de los postulados del organicismo, Bruno Zevi nos hizo entender que nuestra ge-neracin ya no era la del GATCPAC y que la modernidad pasaba ahora por una reinterpretacin crtica del racionalismo pionero. El realismo social, la adecuacin a las races regionales y a las tecnologas posibles, y el enriquecimiento figurativo deban ser los temas que substanciasen nuestras ansias de modernidad [...]. Del mismo modo, Antoni de Moragas seala que el orga-nicismo supone la superacin de la arquitectura racionalista que se mova como una oleada desde Finlandia hasta nuestro propio pas. As, la conferencia de Aalto en Barcelona supuso, pese a la escasa audiencia, una notable influencia en los principales arquitectos de la posguerra que fundan, en 1951, el Grupo R como ncleo de reflexin y debate de la profesin donde se aglutinan en el estudio de Coderch y Valls, Joaquim Gili, Josep Pratmars, Josep Maria Sostres, Antoni de Moragas, Josep Martorell y Oriol Bohigas y cristaliza en una serie de obras donde conjugan modernidad con tradicin verncula: las casas en Bellver de la Cerdanya y el Hotel Maria Victoria de Sostres (1948-1950), el cine Fmina (1950-1952) o el edificio de viviendas en la calle Gomis de Moragas (1953-1954). Ms interesado por la tradicin popular y la artesana que por la arquitectura clasicista culta, Alvar Aalto explica su obra en el Colegio de Arquitectos de Madrid y en su estancia, significa-tivamente, pone su atencin en la arquitectura de los pueblos, la adaptacin al medio, hasta sus detalles, texturas, en fin, la espontaneidad plstica de sus construcciones populares. Por el contrario, no se ha detenido en las molduras del museo del Prado y trazados del El Escorial. y escoger en una tienda de souvenirs, para el asombro de su anfitrin en Madrid, Fernando Chueca Goitia, las castauelas ms caras que reconoci como las mejores por la clase de ma-dera y que como finlands apreci en el acto.

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    Alvar Aalto. Una casa de pueblo, viaje a Espaa, 1951.

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    En 1974, Coderch escribir un artculo en la revista Nueva Forma titulado Historia de unas castauelas donde rememora esta ancdota, y recuerda la conferencia de Aalto en Barcelona: Nunca olvidar la impresin que me produjo la primera conferencia que Alvar Aalto dio en Bar-celona. Sus palabras fueron la negacin de la pedantera y del dogmatismo. Eran como un canto sereno y profundo al verdadero conocimiento humano, a la decencia y al sentido comn. La gran leccin de Aalto impuls a los arquitectos de la posguerra a conciliar los impulsos inter-nacionales con las lecciones vernculas de adaptacin al clima y al paisaje sin renunciar al rigor de la construccin tradicional y a la honestidad material. La progresiva asimilacin y reinterpre-tacin del Movimiento Moderno y la reivindicacin de las races culturales constituyen las claves esenciales de la renovacin arquitectnica que se desarrollar en los cincuenta y sesenta. Para Coderch uno de los problemas ms importantes para un arquitecto moderno es hacer compa-tible el progreso con la humanidad de las viejas construcciones, establecer, de este modo, una continuidad histrica con el discurso arquitectnico de la modernidad que proteja la permanen-cia de la riqueza expresiva de la arquitectura. Entroncada con la tradicin mediterrnea, la obra de Coderch se desarrolla en una poca en la que Espaa estaba prcticamente aislada de toda influencia exterior y fue la arquitectura regional la que me orient en mi trabajo y me permiti realizar obras que luego fueron consideradas modernas. La exposicin, en 1959, Arquitectura finlandesa organizada por el Colegio Oficial de Arqui-tectos de Catalua y Baleares dar lugar a una serie de viajes de estudios a los pases nrdi-cos, organizados por la escuela de arquitectura o el Colegio de Arquitectos en 1960. Coderch destaca: muchas veces la contemplacin de las obras de los arquitectos finlandeses me han servido de consuelo y de esperanza. La arquitectura finlandesa me produce siempre una gran admiracin [...] la existencia en este pas de un gran nmero de arquitectos que respetan los valores esenciales del hombre y del mundo que nos rodea. Saber tener en cuenta estos valores es ya por de pronto, adoptar la nica postura correcta (tica ms que esttica) en el ejercicio de nuestra profesin. En 1960, Alvar Aalto publica una carta en la revista Cuadernos de Arquitectura con motivo de un nmero especial dedicado a Finlandia y como agradecimiento a la visita realizada en 1951. Aalto escribe: [...] me qued con un recuerdo maravilloso de su hermoso pas. Qued muy impresiona-do por su tradicin arquitectnica y por su arquitectura moderna, y me di cuenta concretamente de la actividad que ustedes realizan para producir una arquitectura humana. Aunque ambos pases estn muy alejados unos de otros y las diferencias en el clima son muy importantes, la vida humana es la misma. Los firmantes del Manifiesto de la Alhambra (1953) texto fundacional de la renovacin de la ar-quitectura espaola a comienzos de la decisiva dcada de los cincuenta proponan una arqui-tectura basada en el mdulo humano, asimtrica, orgnica... para homologarla en el contexto internacional y para lo que la visita de Aalto y el influjo nrdico revelado a travs de los viajes y las revistas sirvi de gua.

  • Maestros nrdicos 23

    Con el anlisis de 27 casos de estudio de la modernidad nrdica se pretende, a travs de la capacidad de los ejemplos para iluminar aspectos tericos, abordar la construccin material de estas obras en el entorno escandinavo. Como fundamento terico se incor-pora el artculo titulado La textura del arquitecto y profesor dans Steen Eiler Rasmussen que analiza la importancia de los materiales, las texturas y su implicacin en la definicin formal de la obra arquitectnica. Los estudiantes desarrollarn un estudio analtico de unos de los 27 casos de estudio propuestos.

    CASAS Y PABELLONES. Materialidad y domesticidad.

    1. Sigurd Lewerentz. Villa Edstrand, Falsterbo, 1933-1937

    2. Alvar Aalto. Villa Mairea, Noormarkku, 1937-1939

    3. Arne Jacobsen. Conjunto de viviendas Soholm I, 1946 (Casa del arquitecto, n. 413)

    4. Alvar Aalto. Casa del arquitecto en Muuratsalo, 1952

    5. Jorn Utzon. Casas patio, Kingohusene, Helsingorg, Dinamarca, 1956

    6. Alvar Aalto. Maison Carr, Bazoches-sur-Guyone, Francia, 1956-1961

    7. Sverre Fehn. Casa Schreiner, Oslo, 1959-1963

    EDIFICIOS PBLICOS.

    1. Erik Gunnar Asplund. Ampliacin ayuntamiento, Goteborg, Suecia, 1925-1937

    2. Alvar Aalto. Pabelln de Finlandia en la exposicin universal de Paris, 1937

    3. Erik Gunnar Asplund. Crematorio en el Cementerio del Bosque, Estocolmo, 1935-1940

    4. Sigurd Lewerentz. Capillas San Knud y San Gertrud, Malm, Suecia, 1935-1943

    5. Erik Bryggman. Capilla de la resurreccin, Turku, Finlandia, 1938-1941

    6. Alvar Aalto. Pabelln de Finlandia en la exposicin universal de Nueva York, 1939

    7. Alvar Aalto. Residencia Baker, MIT, Cambridge, Massachusetts, 1946-1949

    8. Alvar Aalto. Instituto Nacional de pensiones, Helsinki, Finlandia, 1948-1956

    9. Arne Jacobsen. Escuela Munkegaards, Vangede, Dinamarca, 1951-1958

    10. Klas Anshelm. Galera de arte en Lund, Suecia, 1954-1956

    11. Alvar Aalto. Casa de la cultura, Helsinki, Finlandia, 1955-1958

    12. Vilhelm Wohlert y Jorgen Bo. Museo de Arte en Lousiana, Dinamarca, 1956-1958

    13. Sigurd Lewerentz. Iglesia Sant Markus, Bjrkhagen, Estocolmo, Suecia, 1956-1964

    14. Heikki y Kaija Siren. Capilla en Otaniemi, Finlandia, 1957

    15. Alvar Aalto. Ayuntamiento en Seinjoki, Finlandia, 1961-1965

    16. Sigurd Lewerentz. Iglesia de San Pedro, Klippan, Suecia, 1962-1966

    17. Arno Ruusuvuoori. Iglesia en Tapiola, Finlandia, 1963-1965

    18. Sverre Fehn. Museo en Hamar, Noruega, 1967-1979

    19. Sigurd Lewerentz. Quiosco de flores, Cementerio de Malm, Suecia, 1968-1969

    20. Klas Anshelm. Galera de arte en Malm, Suecia, 1971-1973

    Trad ic in y emp i r i smo

    Alvar Aalto: Casa del arquitecto en Muuratsalo, 1952

  • 24

    27 casos de estud io

  • Maestros nrdicos 25

    Sigurd LewerentzVilla Edstrand, Falsterbo, 1933-1937

    Arne JacobsenConjunto de viviendas Soholm I, 1946 (Casa del arquitecto, n. 413)

    Alvar AaltoVilla Mairea, Noormarkku, 1937-1939

  • 26

    Alvar AaltoCasa del arquitecto en Muuratsalo, Finlandia, 1952

    Jorn UtzonCasas patio, Kingohusene, Helsingorg, Dinamarca, 1956

    Alvar Aalto Maison Carr, Bazoches-sur-Guyone, Francia, 1956-1961

  • Maestros nrdicos 27

    Erik Gunnar AsplundAmpliacin ayuntamiento, Goteborg, Suecia, 1925-1937

    Sverre FehnCasa Schreiner, Oslo, Noruega, 1959-1963

    Alvar AaltoPabelln de Finlandia en la exposicin universal de Paris, 1937

  • 28

    Erik Gunnar Asplund. Crematorio en el Cementerio del Bosque, Estocolmo, 1935-1940

    Erik BryggmanCapilla de la resurreccin, Turku, Finlandia, 1938-1941

    Sigurd LewerentzCapillas San Knud y San Gertrud, Malm, Suecia, 1935-1943

  • Maestros nrdicos 29

    Alvar AaltoPabelln de Finlandia en la exposicin universal de Nueva York, 1939

    Alvar AaltoInstituto Nacional de pensiones, Helsinki, Finlandia, 1948-1956

    Alvar AaltoResidencia Baker, MIT, Cambridge, Massachusetts, 1946-1949

  • 30

    Alvar AaltoCasa de la cultura, Helsinki, Finlandia, 1955-1958

    Klas AnshelmGalera de arte en Lund, Suecia, 1954-1956

    Arne JacobsenEscuela Munkegaards, Vangede, Dinamarca, 1951-1958

  • Maestros nrdicos 31

    Sigurd LewerentzIglesia Sant Markus, Estocolmo, 1956-1964

    Heikki y Kaija SirenCapilla en Otaniemi, Finlandia, 1957

    Vilhelm Wohlert y Jorgen BoMuseo de Arte en Lousiana, Dinamarca, 1956-1958

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    Arno RuusuvuooriIglesia en Tapiola, 1963-1965

    Sigurd LewerentzIglesia de San Pedro, Klippan, 1963-1966

    Alvar AaltoAyuntamiento en Seinjoki, Finlandia, 1961-1965

  • Maestros nrdicos 33

    Sigurd LewerentzQuiosco de flores, Cementerio de Malm, Suecia, 1968-1969

    Klas AnshelmGalera de arte en Malm, Suecia, 1971-1973

    Sverre FehnMuseo en Hamar, Noruega, 1967-1979

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    Ragnar Ostberg. Ayuntamiento de Estocolmo, 1911-1923. Planta de Pavimentos exteriores

  • Maestros nrdicos 35

    Con el anlisis de los 27 espacios interiores objeto de estudio se pretende abordar la construc-cin formal del proyecto y su relacin con el exterior a travs del estudio de las arquitecturas de conexin. El dibujo propuesto pretende examinar el umbral, el itinerario y la gradacin espacial que conduce a travs de las arquitecturas de conexin (jardn, camino, patio) a los mbitos interiores de la edificacin.

    Como delimitador espacial, Le Corbusier define el suelo como un muro horizontal y la ar-quitectura como un suelo iluminado. Se pretende que el dibujo analtico a refleje la riqueza espacial que proponen los suelos objeto de estudio. Se tomar la planta del Ayuntamiento de Estocolmo de Ragnar Ostberg como referencia.

    Como fundamento terico se recomienda tambin la lectura del artculo de Erik Gunnar Asplund titulado Nuestro concepto arquitectnico del espacio que analiza histricamente el papel que desempea el espacio y las relaciones que se establecen entre el interior y el exterior. Asplund se refiere al libro La decadencia de Occidente de Oswald Spengler donde trata con detalle el concepto arquitectnico del espacio en el pasado. Para Asplund, el nuevo espacio arquitectni-co se abre con ms o menos fuerza hacia el sol, la naturaleza, la humanidad y el movimiento y lo ejemplifica con las propuestas urbanas de Le Corbusier. La disolucin del espacio y la relacin ms prxima entre el interior y el exterior pretenden alcanzar el espacio continuo e infinito que proclama Spengler.

    El anlisis comprende los siguientes temas:A cada equipo (1-2 alumnos) se le asignar un caso de estudio. El curso se estructura, como es habitual, mediante un conjunto de entregas que abarcan trabajos de investigacin, documen-tacin y proyectuales. La entrega final de curso se realizar en formato digital e impreso, en la que se incluirn todos los trabajos, investigaciones y entregas del curso, formateadas y editadas para proporcionar una visin integral del proceso de trabajo y sus resultados. Se entregarn archivos en formato imagen (jpg, pdf) para facilitar la posterior edicin de la publicacin que recoja los trabajos del curso.

    Anlisis:Documentacin a elaborar:- Memoria expositiva.- Dibujo de sntesis: la planta baja con detalle de los pavimentos y las texturas, la vegetacin...- Aspectos formales: geometra, modulacin, proporcin y articulacin.- La relacin con el entorno: emplazamiento, topografa, orientacin

    Todas las presentaciones de los trabajos sern de carcter pblico y se realizarn mediante proyeccin digital en el aula en formato powerpoint o similar.

    Calendario: Presentacin del trabajo y sesin crtica 9, 16 y 23 de octubre.

    An l i s i s I : La p lan ta ba ja

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    Alvar Aalto. Casa del arquitecto en Muuratsalo, 1952. Detalle de los aparejos del patio

  • Maestros nrdicos 37

    An l i s i s IAn l i s i s I I : a l zado

    Todos creen que la arquitectura moderna depende de los materiales nuevos, sintticos, pero t haces edificios totalmente modernos con viejos materiales. De la entrevista realizada por el profesor dans Edvard Thomsen a Alvar Aalto.

    La arquitectura nrdica asimila los planteamientos de la vanguardia, sin renunciar al acervo vernculo, a la tradicin material y al entorno. Frente a la coherencia de su lenguaje formal, el desarrollo genrico del estilo internacional, se enriquece en el detalle riguroso y en la ejecu-cin artesanal donde se concilia el paradigma de la modernidad con la tradicin material. La evolucin de la arquitectura nrdica transforma los impulsos internacionales y los adapta a las condiciones locales, al paisaje, al clima y a la tradicin. La percepcin crtica condensa el estilo internacional y la exaltacin de las tradiciones vernculas en un Nuevo Regionalismo que denominar Sigfried Giedion.

    La segunda parte del trabajo comprende el anlisis de la construccin material. Las obras de los maestros nrdicos destilan un lenguaje comn, un estilo internacional atemperado por la cultura constructiva nrdica, la perfeccin artesanal, el compromiso material y la expresin honesta de los materiales. El dibujo propuesto, un alzado, debe reflejar la intensidad material de las arqui-tecturas analizadas, enraizadas en la cultura constructiva nrdica.

    El anlisis comprende los siguientes temas:Cada equipo (1-2 alumnos) representar un fragmento del proyecto asignado. El curso se es-tructura, como es habitual, mediante un conjunto de entregas que abarcan trabajos de investi-gacin, documentacin y proyectuales. La entrega final de curso se realizar en formato digital e impreso, en la que se incluirn todos los trabajos, investigaciones y entregas del curso, forma-teadas y editadas para proporcionar una visin integral del proceso de trabajo y sus resultados. Se entregarn archivos en formato imagen (jpg, pdf) para facilitar la posterior edicin de la publicacin que recoja los trabajos del curso.

    Anlisis:Documentacin a elaborar:- Memoria expositiva.- Dibujo de sntesis: alzado con detalle de los aparejos y las texturas...- Aspectos formales: geometra, modulacin, proporcin y articulacin.- Construccin material: aparejos, materiales, juntas...

    Todas las presentaciones de los trabajos sern de carcter pblico y se realizarn mediante proyeccin digital en el aula en formato powerpoint o similar.

    Calendario: Presentacin del trabajo y sesin crtica 30 de octubre y 6, 13, 20 de noviembre.

  • Joao Mendes Ribeiro. Centro de las Artes visuales en Coimbra

  • Maestros nrdicos 39

    An l i s i s IAn l i s i s I I I : axonomt r i ca cons t ruc t i va

    En la tercera parte del trabajo se abordarn los componentes tcnico constructivos del proyecto moderno, la tectnica. Como sostiene Helio Pin sobre la condicin estructural de lo construc-tivo: aquella dimensin de la arquitectura en la que el orden visual y el material confluyen en un mismo criterio de orden (); la tectonicidad tiene que ver ms con la condicin constructiva de lo formado que con la mera sinceridad constructiva

    Se propone desarrollar un perspectiva axonomtrica de la articulacin constructiva que ilustre la complejidad de la solucin adoptada. Se tomar como referencia el libro de Edward R. Ford The Details of Modern Architecture y los diferentes nmeros de la revista Tectnica.

    Se tratar entonces, no tanto de deducir las carencias constructivas ni actualizar las soluciones constructivas, sino de aprehender de la articulacin material y de las tcnicas utilizadas por los maestros nrdicos.

    Por ltimo, se incorpora a este programa el artculo del libro La experiencia de la arquitectura, del profesor dans Steen Eiler Rasmussen titulado Texturas, donde se analiza su papel decisivo en la percepcin sensorial y su implicacin en la definicin formal.

    El anlisis comprende los siguientes temas:Cada equipo (1-2 alumnos) analizar, desde el punto de vista de la tectnica, una parte singular del proyecto asignado. El curso se estructura, como es habitual, mediante un conjunto de entre-gas que abarcan trabajos de investigacin, documentacin y proyectuales. La entrega final de curso se realizar en formato digital e impreso, en la que se incluirn todos los trabajos, investi-gaciones y entregas del curso, formateadas y editadas para proporcionar una visin integral del proceso de trabajo y sus resultados. Se entregarn archivos en formato imagen (jpg, pdf) para facilitar la posterior edicin de la publicacin que recoja los trabajos del curso.

    Anlisis:Documentacin a elaborar:- Memoria expositiva.- Dibujo de sntesis: perspectiva axonomtrica constructiva- Aspectos formales: geometra, modulacin, proporcin y articulacin.- Construccin material: proceso constructivo, tectnica, aparejos, materiales, juntas...

    Todas las presentaciones de los trabajos sern de carcter pblico y se realizarn mediante proyeccin digital en el aula en formato powerpoint o similar.

    Calendario: Presentacin del trabajo y sesin crtica 27 de noviembre y 4, 11 y 18 de diciem-bre.

  • Cestas a la venta en la reserva cherokee de Carolina del Norte.Mara Martnez modelando su delicada alfarera en San Ildefonso, Nuevo Mxico.

  • Maestros nrdicos 41

    La tex tu ra *

    *Steen Eiler Rasmussen: La textura, 1957, publicado en La experiencia de la arquitectura. Barcelona: Revert, 2004.Transcripcin: Yolanda Ortega Sanz. Nota: Se ha ilustrado el artculo con algunas imgenes que no corresponden a las que aparecen en la publicacin original. Tambin se han introducido subttulos para identificar algunos materiales o texturas que el autor expone.

    En las laderas meridionales de las Smoky Mountains (entre los estados norteamericanos de Tennessee y Carolina del Norte), hay una reserva de indios cherokee. Las casas estn escondi-das en la espesura del bosque, pero no muy lejos de all la carretera que atraviesa la regin se ensancha en un valle verde; ah los indios han montado unos puestos para atraer a los turistas. Adems de los habituales bares de refrescos y las casetas de recuerdos cursis y postales ex-travagantes, hay un puesto que da testimonio de la cultura antigua con ejemplos de algunos efectos estructurales y de textura que todava tienen algo que decirnos. Es el puesto de las obras de cestera. Las cestas indias se pueden encontrar en las tiendas de muchas grandes ciudades, pero parecen mucho ms apropiadas aqu, en las toscas estanteras de madera de una sencilla caseta construida con simples maderos, y con una proteccin de tela metlica en vez de hojas de vidrio.

    La cestera es una de las artesanas ms antiguas, pero an es joven y est llena de vitalidad. Con todo, las cestas indias que venden los cherokee no son productos de una tradicin ininte-rrumpida, segn pude averiguar. Algunos hombres blancos mostraron inters y animaron a los indios a recuperar su viejo oficio y a resucitar los modelos antiguos. Pero esto no resta inters a las cestas que, desde luego, merecen un estudio ms detenido.

    La mayora de las cestas se realizan a partir de una base cuadrada, con esquinas y formas redondeadas que se van estrechando hacia la abertura circular de la parte superior. La propia tcnica de la cestera conduce a ciertos dibujos geomtricos, como pasa con los tejidos. Por supuesto, se puede hacer una cesta perfectamente utilizable sin aplicar sistema alguno al tejer los mimbres; pero trenzar las fichas de este modo y obtener un buen resultado es ms difcil que seguir un patrn determinado. Quienes hacen las cestas se enorgullecen de lograr un tejido lo ms uniforme posible y, al mismo tiempo, mostrar claramente que existe un patrn. Aunque los dibujos pueden ser muy intrincados, la tcnica es tan sencilla que cualquiera puede apreciar el trabajo. Su propia sencillez despierta algo que llevamos dentro. Cuando se usan dos colores resulta an ms fcil seguir el recorrido de los mimbres entretejidos por toda la cesta. Los dibu-jos pueden ir de lo ms elemental hasta lo sumamente complicado, y los trazados geomtricos son particularmente apropiados para la tcnica de la cestera. Los indios se han dado cuenta de esto y resulta sorprendente ver la exactitud con que encajan los dibujos en las cestas. La tcnica pone un lmite definido a los dibujos que se pueden utilizar, pero esto mismo parece tener un efecto estimulante sobre la imaginacin de los indios. Cada nueva cesta se convierte en un problema fascinante que tienen que resolver. En todas las civilizaciones, los tejidos y la

    S teen E i l e r Rasmussen

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    cestera han producido una gran riqueza de dibujos geomtricos que se hicieron tan populares que se extendieron a otros materiales con menos limitaciones. La tcnica tambin ha influido en otros oficios artesanos. Los primeros recipientes de barro eran cestas cubiertas con arcilla para hacer vasijas impermeables.

    Los indios no conocieron el torno de alfarero hasta que los europeos llegaron a Amrica. La tcnica de su cermica tena reminiscencias de una forma muy primitiva de cestera: primero formaban largos cordones de arcilla hacindola rodar hacia delante y hacia atrs entre las pal-mas de las manos; luego hacan anillos con los cordones y con los anillos construan las vasijas; despus las moldeaban con las manos hasta que conseguan la forma deseada y una superficie suave y lisa. Esta cermica tiene una forma tan perfecta y tan uniformemente redondeada que resulta difcil darse cuenta de que no est hecha en un torno de alfarero.

    Ciertas tribus indias no slo hacen vasijas de cocina, sino edificios enteros de arcilla. Los muros de esas casas son tan lisos que parecen estar enlucidos. Originalmente, se entraba a ellas des-de arriba a travs de una trampilla en el tejado, de manera que los ocupantes descendan a su hogar como si fuese una vasija de cermica. A un lado de esta casa cuadrada con las esquinas redondeadas hay una despensa completamente redonda, como una urna. A su lado se suede aparcar el coche familiar, que tambin es liso y redondeado. Aqu tenemos, uno junto a otros, dos ejemplos reveladores de cmo el hombre- en pocas diferentes- ha intentado crear formas y superficies que no muestren ni su estructura ni su procedencia. La carrocera del auto-mvil, redondeada y pintada con pistola, esconde una maraa de dispositivos mecnicos, pero el coche parece una masa homognea hecha de una sola pieza. Su pulido caparazn se form sobre un molde de arcilla slida que los diseadores haban modelado, alisado y redondeado del mismo modo que el pueblo indio, en sus tiempos, alisaba y redondeaba su casa de arcilla.

    Forma y estructuraContinuamente encontramos estas dos mismas tendencias en la propia arquitectura: por un lado, la forma rugosa de la cesta, que enfatiza la estructura; por otro, la forma suave de la vasija de cermica, que la esconde. Algunos edificios tienen paredes enfoscadas para que slo se vea la superficie del yeso; en otros, el ladrillo queda visto, revelando as el trazado regular de las hiladas. En unos perodos domina una tendencia, y en otros la otra. Pero tambin hay edificios en los que se han empleado ambas cosas para obtener contrastes llamativos. Las imgenes de la Casa de la Cascada, de Frank Lloyd Wright, son buenas muestras de ellos. Las paredes de caliza sin desbastar contrastan con los bloques lisos de cemento blanco y con el brillo del vidrio y el acero.

    Las superficies lisas deben ser absolutamente homogneas. Es difcil explicar por qu nos afec-tan tanto unas diferencias minsculas en el aspectro de la textura, apenas no suficientemente grandes como para poder medirals con instrumentos cientficos. Pero cuando consideramos que la diferencia esencial entre las notas de un buen violn y las de otro corriente slo puede determinarla el odo humano, se comprende que un ojo sensible pueda percibir la diferencia entre una textura delicada y consistente y otra pobre e insignificante, incluso cuando no hay un dibujo superficial y se trata del mismo material. No se puede dar una explicacin de estas distintas valoraciones, pero la diferencia que se percibe es suficientemente real. Las palabras pueden servir de orientacin, pero hay que experimentar personalmente los efectos de la textura para darse cuenta de todo esto.

  • Maestros nrdicos 43

    Un dicho muy citado del escultor dans Bertel Thorvaldsen dice que la archilla es la vida, el yeso es la muerte y el mrmol es la resurreccin. Es una observacin muy grfica. Si nos imaginamos tres copias de la misma estatua, una de cada material, descubrimos que son esencialmente distintas entre s. Por qu es el yeso menos satisfactorio que la archilla? Puede ser porque sabemos que el yeso se produce industrialmente y, por tanto, carece de espritu? Los amantes del arte nos dicen que los antiguos vaciados de yeso poseen una gran belleza artstica. El propio Thorvaldsen era un coleccionista de vaciados de yeso, y en el stano del Museo Thorvaldsen de Copenhague hay muchas copias preciosas de esculturas antiguas. Pero el entendido puede notar una gran diferencia entre un vaciado de yeso antiguo y otro recin sacado del molde. El ltimo tiene menos carcter; su superficie parece menos firme. Es como un hojaldre endurecido lleno de burbujas pinchadas. Adems, el yeso fresco no slo refleja la luz, sino que permite que parte de ella penetre un poco bajo la superficie, con lo que resulta difcil conseguir una impresin exacta de la forma. Lo poco satisfactorio que puede llegar a ser se ve mejor si comparamos una estatua recin vaciada con otra antigua. La antigua parece haber madurado. El tiempo ha llenado la mayora de los poros y el polvo de los siglos ha cubierto toda la figura con una pelcula crea, con lo que la luz ya no puede penetrar ms. Un antiguo vaciado de yeso est en su mejor momento cuando su continua manipulacin lo ha vuelto suave y le ha dado una superficie marfilea.

    Los vaciados de cemento gris tienen todava menos carcter que los de yeso. Hay algo ms deprimente que observar el depsito de una fbrica de cemento, con su exposicin de peque-os leones recostados, balaustres renacentistas y molduras mal articuladas? Cuando algunos de ellos se combinan con materiales que tienen ms carcter, como el ladrillo o la piedra, el resultado puede ser fatal. Esto se ve a veces en pequeas pero pretenciosas villas suburbanas donde los ladrillos rojos estn profusamente decorados con detalles de cemento. Ya hemos visto lo mal que combinan el cemento y el granito en las aceras de la capital danesa.

    Incluso los materiales ms nobles pierden su carcter cuando se utilizan sin habilidad ni cono-cimientos. Las superficies lisas de bronce no son agradables hasta que las herramientas del grabador las realzan.

    En la arquitectura antigua, los nicos adornos premoldeados que se utilizaban era de hierro, y siempre estaban pintados. Pero en el siglo XVIII los arquitectos ingleses empezaron a utilizar en las fachadas detalles de yeso en lugar de piedra. Eran mucho ms baratos y podan encargarse eligindolos de unos catlogos que contenan todas las piezas clsicas: claves con la cabeza de Zeus, impostas torneadas, cornisas, molduras y figuras enteras. Al principio, los vaciados eran, en apariencia, meras imitaciones de la piedra verdadera, pero pronto el gusto se volvi ms refinado y los detalles moldeados recibieron una ligera capa de pintura. Durante la primera mitdad del siglo XIX, la fachada entera de muchas casas de Londres se pint con un color claro; los muros, los adornos de piedra y yeso, las carpinteras, los detalles de hierro forjado, e incluso los canalones de zinc, presentaban el mismo efecto de textura. (En Dinamarca, los arquitectos suelen tener tanto respeto por la piedra que est permitido dejarla en su estado natural en medio de una facha pintada. En efecto suele ser tan desagradable como una mano sucia sobre un mantel de blancura impecable: una mano tosca y estropeada por el trabajo, adems.) En Regent Street, Londres, se estipul en los contratos de arrendamiento que todas las fachadas tenan que pintarse. Deban limpiarse una vez al ao y repintarse cada cuatro. Era caro, pero qu elegante!

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    Un portal en Bedford Square, Londres: muros pintados de negro con llagas blancas; piezas de piedra alrededor de la puerta; los muros del patio, las molduras y los relieves, pintados de color blanco

  • Maestros nrdicos 45

    Ms tarde, hacia el final del siglo pasado, esas fachadas lisas y de colores se consideraron esencialmente un fraude. La pintura en el exterior de una casa era tan censurable como el maquillaje en la cara de una dama. Los arquitectos de los ltimos aos de la poca victoriana eran incapaces de ver lo encantador que poda resultar. Su sentimiento hacia las texturas era bsicamente de ndole moral; slo eran aceptables los materiales honrados. Estticamente, esto significaba que estaban interesados en las construcciones rugosas que en las superficies suavemente pulidas. Estos arquitectos sealaban los edificios histricos, que deban su esplen-dor a sus vigorosos efectos de textura, aunque con la misma facilidad podran haber encontrado otros famosos ejemplos histricos con fachadas lisas y pintadas.

    Superfcies: pintura, enfoscado y revestimiento El objetivo de pintar una superficie es, ante todo, protegerla y hacerla agradable de tocar. Para los chinos y los japoneses, la laca no es un simple revestimiento que esconde el material tras l, sino que es en s misma un material independiente. La laca se aplica, se frota, se aplica una capa nueva y se vuelve a frotar. Con frecuencia hay tantas capas duras que se pueden grabar adornos sobre ellas. No slo se tratan de esta manera los objetos pequeos, sino tambin muebles completos e incluso edificios enteros. A las columnas de madera y a los aleros de los templos chinos se les da primero un revestimiento de fibras vegetales y arcilla, como la escayola delgada, y sobre esto se aplica la laca. En este caso no es cuestin de honradez o no, sino de darle a la madera una cobertura de proteccin y un brillante color ritual.

    Todos los propietarios de una embarcacin saben que si no la pintan con regularidad se pudrir. En las poblaciones donde viven marineros se suele notar que con frecuencia las casas estn tan cuidadosamente pintadas y alquitranadas como los barcos. Esto ocurre en la ciudades ho-landesas (pero no en las venecianas, donde las embarcaciones suelen estar penosamente des-atendidas). En Holanda no slo se alquitrana el zcalo de las casas y se pintan las carpinteras, sino que se suele dar a todo el muro - sea de ladrillo o de piedra- una mano de proteccin. Los holandeses realzan los colores naturales: el ladrillo se pinta de color granate; el zcalo y los an-tepechos de las ventanas, de gris azulado; y la arenisca, de crema. Adems de stos, hay otros colores dorados y herldicos en los escudos de armas y en las cartelas. Pero lo mejor de todo son las puertas verdes. No hay mejor pintura en todo el mundo. Aunque tienen ricos detalles y se componen de muchos elementos de madera, estn pintadas de un modo tan uniforme que parecen de una sola pieza. No hay el menor rastro de un brochazo ni la ms ligera imperfeccin, sino simplemente una superficie dura y brillante que se confunde con la forma. La pintura hace que la casa tenga una textura homognea aunque est construida con muchos materiales, cada uno de su propio color.

    La misma pulcritud reluciente se encuentra en muchos pueblos costeros de Dinamarca. Incluso las construcciones ms anodinas de los aos 1880 y 1890, con muros de ladrillos industriales y detalles horribles, resultan pulcras y atractivas despus de la visita de pintor.

    En el Londres del siglo XIX, adems de las casas enfoscadas y pintadas haba otras con muros de ladrillo visto que estaban casi negras de holln y el humo, e incluso, a veces, de una capa adicional de negro de humo. Estos muros ennegrecidos formaban un fondo muy eficaz para los detalles ligeros de piedra pintada. Una vez ms, no era cuestin de imitacin, sino slo de obtener un efecto de textura mediante la combinacin de elementos lisos y rugosos. Aunque

  • Le Corbusier. Unit dhabitation, Marsella. La caracterstica superficie de los pilares de hormi-gn gris se logr gracias a un encofrado de tablas sin debastar. Miguel Fisac Encofrados flexibles.

  • Maestros nrdicos 47

    los detalles de la piedra, el efecto esttico era muy parecido al producido por las carpinteras de color claro contra el ladrillo oscuro de muchas casas de estilo Reina Ana en Londres.

    Cuando se implant el eclecticismo en arquitectura, los arquitectos descubrieron que, con la ayuda de unso detalles premoldeados baratos, podan imitar cualquier estilo. Los escelentes efectos de textura y las formas ntidas dejaron de valorarse. Los arquitectos quedaban bastante satisfechos cuando podan conseguir que sus edificios se parecieran a los modelos histricos con la ayuda de detalles fcilmente reconocibles. Luego, despus de utilizar durante dos d-cadas estas decoraciones prestadas y sin sentido, se alzaron en protesta contras todas estas banalidades y una relacin ms estrecha entre entre el material y la forma.

    Se trataba- como se ha indicado- de una corriente moral y moralizadora. Todava podra apre-ciarse en el consejo que el arquitecto dans P.V. Jensen Klint daba a los estudiantes de arqui-tectura en 1919:

    Cultivad el ladrillo, el rojo o el amarillento. Utilizad todas sus posibilidades. Usad pocos ladrillos aplantillados, o ninguno. No copiis detalles, ni griegos ni gticos. Creadlos voso-tros mismos a partir del material.No creis que el yeso es un material de construccin, y sonred cuando vuestro profesor os diga que la pintura tambin es un material. Si alguna vez tenis la oportunidad de cosntruir una casa de granito, recordad que es una piedra preciosa, y si el hormign arma-do se convierte en un material de construccin, no descansis hasta encontrar un nuevo estilo para l. Porque el estilo se crea a partir del material, el tema, la poca y el hombre.

    Hormign armado y encofradosEl hormign armado se convirti en un material de construccin, al principio para enormes puentes con arcos de grandes luces. Originalmente, estas impresionantes construcciones slo se vean como un trazo gris en medio del verdor de la naturaleza, con la misma consideracin que las carreteras y otras obras de ingeniera. Su efecto de textura, difcil de percibir desde la distancia, no produca impresin alguna. Por esto mismo, los grandes elevadores de grano que se levantan en las llanuras de Nebraska se aceptan casi como parte del paisaje. Pero cuando las construcciones de cemento se sitan cerca de verdaderos edificios, queda inmediatamente patente la pobreza de este material; durante los primeros aos posteriores a la II Guerra Mundial se hicieron muchos intentos de realizar edificios de hormign cuya textura fuese de una calidad ms atractiva.

    Wright fue uno de los primeros que dise casas totalmente construidas con elementos de hormign armado. En vez de hacerlos lisos, les dio mucho relieve. Esto pudo deberse a su predileccin por la decoracin; no obstrante, ayud a mejorar esa cualidad bastante amorfa del hormign armado.

    Como regla general, puede decirse que los materiales con texturas pobres mejoran con un relieve marcado, mientras que los materiales de alta calidad pueden soportor una superficie lisa: de hecho, parece que les favorece la ausencia de relieve o decoracin. Por cierto, resulta difcil diferenciar totalmente las impresiones de textura y color. El hormign blanco, por ejemplo, no es tan poco atractivo como el gris, pero queda todava mejor cuando se le da un carcter estructural, tanto si se utilizan moldes con relieve como si se vierte en un encofrado de tablas

  • sin desbastar. Una de las construcciones ms elegantes de Dinamarca es un depsito de agua situado en Bronshoj, a las afueras de Copenhague, diseado en 1928 por Ib Lunding. Los muros se vertieron en un encofrado de tablas sin desbastar de un metro de largo, y las huellas que dejaron forman un ligero relieve en toda la construccin, mientras que las molduras horizon-tales, separadas un metro, esconden las juntas. Desde lejos slo se ven las enormes costillas salientes, pero al acercarnos la superficie de cemento gris va adquiriendo vida. En la base de la torre se alisaron las marcas del encofrado, probablemente con la idea de suavizarlo. Pero el resultado es que parece algo muerto en comparacin con la estructura llena de vitalidad que tiene encima.

    Las primeras casas de hormign de Le Corbusier tenan una textura bastante poble, en parti-cular las que haban tenido que construirse con pocos medios. Por aquella poca, el arquitecto pintaba las superficies de hormign, pero sus ltimos edificios deben menos su efecto al color que a una calidad vigorosa en su textura. Esto queda particularmente claro en los enormes pila-res que sostienen la Unidad de Vivienda de Marsella. Su superficie rugosa de hormign presenta un poderoso dibujo dejado por las toscas tablas de encofrado de madera. El techo de la capilla de Ronchamp tambin es de hormign sin pintar, de un carcter tosco muy similar y en llamativo contraste con las paredes de enfoscado blanco.

    La mxima de Thorvaldsen que deca que los vaciados son la muerte est, por tanto, totalmente de acuerdo con la experiencia adquirida en la arquitectura. Los vaciados pueden ser terrible-mente insulsos si no se les da un motivo superficial interesante o una capa de pintura. Pero, qu hay del mrmol? Es, como l proclam, la resurreccin? Es verdad que una forma que resulta rudimentaria y anodina en cmento puede resultar hermosa y llena de vitalidad en un material cristalino. Pero depende totalmente de cmo se haya tratado el material y del tipo de superficie que tenga.

    PiedraIncluso una piedra dura y sin poros puede tratarse de tal manera que no d una idea visual de la forma. El mrmol puede labrarse para que su superficie parezca de azcar. El mrmol puede labrarse para que su superficie parezca de azcar. Cada uno de los cristales brilla por separado y la luz penetra un poco bajo la superficie, as que es imposible tener una impresin exacta de la forma. En arquitectura resulta muy desagradable que la piedra que supuestamente forma slidos elementos de soporte parezca insegura y casi intangible.

    Esto no pretende ser una condena general de lo que he llmado superficie de azcar. A todos nos gustan esos paisajes de tmpanos de hielo de un resplandeciente color blanco, con profun-das sombras azules y compuestos enteramente por cristales centelleantes combinados con tal libertad que los rayos de sol penetran y crean extraos reflejos verdes detrs de las pantallas de carmbanos cristalinos. Los palacios de los cuentos de hadas pueden estar construidos de hie-lo, pero en los edificios de nuestro mundo, ms prosaico, son necesarios unos vigorosos efectos de textura: esa clase de efectos que se entra debajo del hielo, en esos cantos rodados que son tan duraderos como transitorio es el paisaje de hielo de ese espejismo de fatamorgana.

    Los cantos rodados- que llevan siglos frotndose unos con otros- son perfectamente lisos; son consistentes y agradables al tacto, tienen una forma lisa y definida, y una textura absolutamente precisa. Las losas de granito gastadas por los pies generaciones de caminantes tienen el mismo

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    carcter. Se puede pulir la piedra para que brille todava ms, pero lo nico que se consigue es que la superficie se vuelva menos precisa. El arquitecto dans Carl Petersen explic por qu sucede esto: en el exterior se forma una capa como de vidrio por la que buena parte de la luz penetra hasta que, un poco por debajo de la superficie, la detienen las partculas de piedra que forman una capa ms desigual. En otras palabras, se ven dos superficies a la vez: una exterior reflectante y otra interior ms tosca. Esto produce el mismo doble efecto parpadeante que encontramos en una fotografa movida. El mismo efecto se aprecia en la madera pulida. Todos hemos visto tableros de mesa tan pulidos que parecen mojados o cubiertos con un vidrio. Lo desagradable no es que la superficie parezca un espejo; el metal no produce este efecto doble por mucho que se pula.

    En varias pocas y en las civilizaciones ms diversas se han realizado grandes esfuerzos por lo-grar superficies perfectamente lisas y consistentes. En la Antigedad, los egipcios y los griegos modelaron esculturas suavemente pulidas de una belleza an no superada. Y en pases lejanos donde se conservan las hermosas tradiciones antiguas, se pueden encontrar artculos utilitarios de porcelana, cermica vitrificada, madera o laca, con una textura tan suave y tan precisa como los guijarros del mar. Yo mismo lo pude comprobar en un pequeo pueblo chino hace ya mu-chos aos. Pero cuando la civilizacin moderna llega a estos pases, en su estela van tambin objetos cursis y de mala calidad. Los encontramos en tiendas baratas bajo cegadores letreros luminosos: espejos chillones, muebles para la radio acabados con barniz brillante, fantsticas baratijas y todo lo dems. Que falsos y qu feos son en compracin con los artculos sencillos y genuinos de la tienda de al lado!

    Esto no es, ni mucho menos, culpa de las mquinas, como se ha afirmado con tanta frecuencia. Por el contrario, las mquinas han ayudado al hombre a crear formas y superficies ms cercanas a la perfeccin que ninguna otra que se encuentre en la naturaleza o que pueda hacerse a mano: por ejemplo, las bolas de acero de los rodamientos. Le Corbusier ensalz estos productos matemticamente perfectos, aunque l mismo no los utiliz. Su punto fuerte era ms el boceto inspirado y sugestivo qu el objeto definitivo elaborado con precisin.

    Acero y vidrioPero otros arquitectos del Movimiento Moderno - como Ludwig Mies van der Rohe y Marcel Breuer- trabajaron con formas ms fras y lisas en unos interiores que a veces eran tan estriles como quirfanos. En Berln, en el perodo de entreguerras, los arquitectos Luckhardt y Anker construyeron unas casas cuyas fachadas eran completamente de vidrio y acero cromado.

    El arquitecto dans Arne Jacobsen proyect en 1937 un edificio para una empresa de pinturas de Copenhague, Stelling Hus, con unas cualidades de textura muy delicadas e interesantes. Es un edificio de hormign armado con los muros revestidos. La cara exterior de los dos pisos infe-riores est cubierta con planchas de hierro tratadas con chorro de arena y pintadas de un color mate pra que parezca que se trata de una sola pieza. Los muros de los pisos superiores estn revestidos de azulejos grises magnficamente vitrificados. As pues, la misma fachada tiene cua-tro elementos superficiales: hierro pintado, azulejos vitrificados, metal cromado y vidrio. Aunque son distintos, quedan muy bien juntos. Los cuatro son fros y precisos. El edificio de Jacobsen muestra la misma idea de arquitectura urbana que las casas de Regent Street en Londres, con sus fachadas pintadas de tonos lisos.

  • Detalle de la tpica silla inglesa de nogal, hacia 1700.A.C. Schweinfurth Iglesia Uitaria, Berkeley, California. Detalles que muestran los efectos de la textura. Tejas de madera del muro, vistas a traves de las ramas de una glicina; a la derecha, poste de esquina formado por un tronco de secuoya, todava cubierto por su corteza suelta y suave.

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    Despus de la II Guerra Mundial, los arquitectos norteamericanos empezaron a utiizar los mis-mos efectos de textura que haban empleado sus colegas europeos en el perodo de entregue-rras. Edificio tras edificio, aparecieron en los Estados Unidos ciudades enteras de acero y vidrio. Y desde all, estos efectos de textura regresaron a Europa como el ltimo grito de la arquitectura norteamericana.

    Los arquitectos experimentales que adoptaron los materiales lisos tambin trabajaron con los rugosos, como la madera en estado natural, la piedra toscamente labrada y las estructuras vistas. Estaban deseando probar todas las posibilidades de esos atractivos efectos de textura, desde lo liso y elegante hasta lo basto y rstico.

    En la Bauhaus de Weimar, en 1919 (y ms tarde en al Dessau), Walter Gropius estableci una escuela de arquitectura y diseo modernos. En ella se introdujeron nuevos mtodos para educar los sentidos con un grado de conciencia ms alto que en las escuelas corrientes. La Bauhaus quera prescindir del pensamiento arquitectnico convencional y liberar la capacidad creativa de sus estudiantes. En vez de asistir a clases sobre los mtodos tradicionales en el empleo de los materiales, los estudiantes deban aprender por s mismos a travs de sus propios experi-mentos. Registrando las impresiones sobre los distintos materiales con los que trabajaban, los estudiantes recopilaban informacin muy valiosa para su uso futuro. No slo se haca nfasis en la apariencia de las superficies, sino particularmente en la sensacin que producan. El sentido del tacto se educaba mediante experimentos con texturas colocadas sistemticamente segn su grado de rugosidad. Pasando una y otra vez los dedos sobre los materiales, finalmente los estudiantes eran capaces de sentir una especie de escala musical de valores de textura. Los materiales que utilizaban eran la madera tratada de varios modos, toda una gama de tejidos y papel con distintos relieves.

    La escuela afirmaba - con razn, sin duda- que los civilizados ciudadanos europeos haban perdido parte de la conciencia sensitiva que el hombre primitivo tena de la textura de las super-ficies, y crea que ejercitando este sentido se podran poner las bases de la creacin de objetos con una alta calidad de textura.

    La gente de la Bauhaus se inspiraba en los experimentos de algunos pintores contemporneos, con sus composiciones con trocitos de madera, tela y papel. Pero podan haber encontrado la misma inspiracin en su propio arte. Antes de la Bauhaus, la arquitectura haba buscado con frecuencia su renovacin mediante interesantes combinaciones de materiales, tanto naturales como artificiales.

    MaderaDurante miles de aos, el hombre ha trabajado la madera en todas sus formas - desde los troncos en estado natural hasta las tablas planas, lisas y pulidas- y siempre ha aprovechado sus mltiples variedades de color y de estructura orgnica, combinndolos con muchas clases de tcnicas.

    Por el contrario, en la antigua silla inglesa de nogal, de alrededor de 1700, la estructura orgnica de la madera se ha fundido con la propia silla de una manera extraa. En su diseo, el fabricante utiliz la veta de la madera con tal habilidad que forma un adorno simtrico en el asiento con forma de silla de montar, y hace que el brazo, maravillosamente bien modelado, resulte todava

  • Greene & Greene Casa Gamble, 1908, Pasadena, California. Detalle de la escalera: toda la carpintera es de caoba maciza con un precioso tono dorado.

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    ms natural y lleno de vitalidad. Este mismo empleo magistral de la madera se encuentra a veces en la arquitectura. Hay algunas casas antiguas de entramado de madera en las que cada pieza parece haberse elegido cuidadosamente para la posicin concreta donde se ha usado; los maderos rectos son todos pies derechos, los torcidos son mnsulas y los curvos son puntales. Pero tales edificios son la excepcin. Normalmente hay cierto contraste entre el dibujo orgnico del veteado y la geometra de la armadura.

    Cuando la madera se expone al viento y a la intemperie, el veteado resalta con ms claridad. La mdula de la madera se gasta y desaparece, as que el dibujo queda en relieve. Al mismo tiempo, la madera cambia de color. Las especies resinosas y amarillas se vuelven de un gris plateado. Son como los ancianos, cuyas caras arrugadas y curtidas tienen ms carcter que los rostros jvenes. En pases donde quedan muchas casas viejas de entramado, esta belle-za especial de la ptina de la madera resulta muy llamativa. En las casas de campo inglesas construidas en el siglo XIX, la madera de roble envejecida se combin muy eficazmente con la piedra o el ladrillo rojo. En ese mismo siglo, en los Estados Unidos, Henry Hobson Richardson, en su bsqueda de materiales interesantes, utilizaba tejas de madera como revestimiento de los muros; lo mismo hacan McKim, Mead & White en los muros de sus casas de campo, grandes y romnticas. Una generacin ms tarde estos efectos de textura estaban otra vez de moda. Bernard Maybeck construy algunas casas de madera, en la Universidad de California y sus alrededores, que encajaban de manera natural con la vegetacin exuberante de las laderas cer-canas. No lejos de las casas de Maybeck, otro norteamericano, A.C. Schweinfurth, levant una iglesia unitaria en Berkeley (California) para la que utiliz los troncos rugosos de las secuoyas como postes de esquina y dejas de madera sin desbastar para las paredes. La corteza suelta y gruesa de los troncos contrasta vivdamente con la superfcie ms lisa de las tejas.

    La firma de arquitectos Greene & Greene tambin trabajaba con materiales robustos. Cons-truyeron casas de campo con muros exteriores de ladrillos vitrificados y contrahechos, y con soportes y mnsulas de madera maciza que recuerdan ligeramente la arquitectura japonesa. Los interiores eran tan elegantes como rsticos eran los exteriores. En uno de ellos, los arqui-tectos utilizaron caoba dorada- no un chapado, sino la madera maciza - en vigas y en bloques enteros, redondeados y pulidos, pero sin tornear. La carpintera est ensamblada con espigas y clavijas vistas, de modo que tanto la construccin en madera como cada una de las piezas puede verse claramente. La carpintera de esta casa es como el mejor mobiliario: bello para la vista y agradable para el tacto.

    Los materiales no slo se juzgan por la apariencia de su superficie, sino tmabin segn su du-reza y su capacidad de conduccin del calor. Los que se ponen muy fros o muy calientes son ingualmente desagradables. La madera es un material agradable porque nunca nos recibe con un salto de temperatura.

    En los jardines japoneses hay losas de piedra y rocas para que cruzar los arroyos, pensadas para pasar por ellas con zuecos de madera. Los japoneses se quitan los zuecos cuando entran en casa, donde los suelos estn cubiertos con esteras y todo es de madera, papel y otros materiales que resultan agradables al tacto. Los postes suelen tener la forma natural de ramas o troncos de rboles que han sido descortezados y suavemente torneados; y el material de revestimiento de las paredes se adapta al contorno. Hay toda clase de materiales trenzados: desde la cestera ms fina hasta tejidos de virutas tan anchas como cintas. Comparadas con las

  • Sigurd Lewerentz. Iglesia St. Markus, Bjrkhagen, Estocolmo, 1956-1964. Detalle de cons-truccin en fbrica.Alvar Aalto. Baker House, MIT. ntese la caracterstica fbrica de ladrillo.

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    casas japonesas, diseadas con tanta sensibilidad, las nuestras parecen asombrosamente ru-dimentarias; pueden tener ciertas reminiscencias japonesas y estar construidas con los mismos materiales, pero no slo los materiales exteriores se arrastran por el suelo en forma de piedras toscamente labradas, sino que con frecuencia los materiales interiores tambin son de lo ms rstico, como los muros ciclpeos de granito visto o las paredes de clnquer con juntas rehun-didas. Donde los japoneses buscan aunar los distintos materiales orgnicos, los arquitectos occidentales suelen hacer aicos la unidad y crean burdos efectos de contraste.

    Construccin de fbricaSi nos ocupamos ahora de la construccin de fbrica, nos damos cuenta de que tambin tiene sus problemas. Se puede construir una casa con piedras cortadas con tanta exactitud que no necesiten material de relleno entre ellas para encajar, sino que simplemente descansen unas sobre otras y su propio peso las mantenga unidas. As, las columnas de los templos griegos se construyeron con bloques de piedra o mrmol que se colocaban uno sobre otro sin relleno entre ellos. Esto todava se hace cuando se busca un efecto de textura perfectamente homogneo, como en el caso de las columnas de fachada del Museo de Faaborg, en Dinamarca. Pero esta clase de construccin suele ser una combinacin de dos materiales -muy diferentes, por cier-to-: el ladrillo cocido y el mortero de cal con agua y arena. Como hay muchos tipos de ladrillo y muchas clases de mortero que pueden combinarse, y como el resultado final tambin depende de las juntas y del aparejo, es comprensible que exista un nmero infinito de posibilidades. Las distintas pocas y civilizaciones se han caracterizado por usar tipos concretos de aparejo, pero todos estn compuestos por los mismos elementos: ladrillo y mortero.

    Se considera que el ladrillo es el verdadero material de construccin y que el mortero slo es un relleno. Por tanto, el ladrillo no slo debera formar el mayor porcentaje de la superficie del muro, sino que su textura y su color deberan ser dominantes, y debera parecer ms tosco y ms fuerte que el relleno. Si se usa un ladrillo liso y fino, el mortero debera ser igualmente fino. Los arquitectos que practicaron el estilo neogriego en Inglaterra eran conscientes de esto. Aunque preferan los muros de piedra, cuando usaban el ladrillo, era del tipo pequeo y bien formado, lisos y no demasiados duros, y trabados con juntas muy delgadas de mortero fino. Esto se aprecia con claridad si comparamos las dos ilustraciones de la catedral de Roskilde- donde estn enterrados los reyes daneses-: una de ellas muestra un detalle del muro de la nave medieval; la otra, el aparejo de la capilla de Federico V, de finales del siglo XVIII. Aparejos muy parecidos pueden encontrarse en edificios del siglo XVIII de otros pases. Por ejemplo, los muros de las fachada de la Louisburg Square, en Boston, son casi iguales que los muros de la capilla de Federico V.

    Cuando el coste de la construccin lo permite, los arquitectos suelen preferir el ladrillo hecho a mano, pues dentro de los lmites de su rgida tcnica confiere a los muros vida y carcter. Estos ladrillos se pueden conseguir en mltiples variedades: desde el ladrillo de clnquer, muy tosco y con juntas muy rehundidas, utilizado por Alvar Aalto en los muros de la Baker House del MIT; hasta el ladrillo liso y ligeramente coloreado que utiliz Arne Jacobsen en la mayora de sus edificios.

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    Bibliografa especfica

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    Bibliografa complementaria

    - Moller, Vibeke Andersson. Arkitekten Frits Schlegel. Kbenhavn: Arkitektens Forlag, 2004. ISBN 8774073001.- Rasmussen, Steen Eiler. La Experiencia de la arquitectura : sobre la percepcin de nuestro entorno. Barcelo-na: Revert, cop. 2004. ISBN 8429121056.- Rosenblum, Robert. La Pintura moderna y la tradicin del romanticismo nrdico : de Friedrich a Rothko. Madrid: Alianza, cop. 1993. ISBN 8420671207.

    B ib l i og ra f a

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    Horario: Martes, 16,30h-19,30h. Aula CS-4

    SeptiembreMartes 18 Presentacin del curso Introduccin a los Maestros Nrdicos

    Martes 25 Clasicismo nrdico. Erik Gunnar Asplund Taller: Formacin de grupos y presentacin Anlisis

    .......................................................................................................................................Octubre Martes 2 Erik Gunnar Asplund Martes 9 Erik Bryggman Anlisis (I. La planta baja)

    Martes 16 Alvar Aalto Anlisis (I. La planta baja)

    Martes 23 Sigurd Lewerentz Anlisis (I. La planta baja).......................................................................................................................................Martes 30 Arne Jacobsen Anlisis (II. Alzado material)

    Noviembre Martes 6 Aarne Ervi Anlisis (II. Alzado material)

    Martes 13 Viljo Revell Anlisis (II. Alzado material)

    Martes 20 Arne Jacobsen Anlisis (II. Alzado material).......................................................................................................................................Martes 27 Jorn Utzon Anlisis (III. Axonomtrica constructiva)DiciembreMartes 4 Sverre Fehn Anlisis (III. Axonomtrica constructiva)

    Martes 11 Epgonos de la modernidad Anlisis (III. Axonomtrica constructiva)

    Martes 18 Influencias nrdicas en la arquitectura espaola Anlisis (III. Axonomtrica constructiva).......................................................................................................................................

    EneroMartes 15 Entrega y sesin crtica Evaluacin final

    ExposicionesHasta el 4 de Noviembre. New Nordic, Architecture and identity. Louisiana Museum of Modern Art, Humlebaek, DinamarcaHasta el 25 de Noviembre Life between buildings, Gehi Architects, Evento colateral, Light Houses: Nordic commom ground, Pabelln de los Paises Nrdicos, 13 Bienal de Arquitectura de Venecia, Venecia, Italia

    Ca lendar io

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    Cuader no de no tas

    Exposicin de arquitectura finlandesa. Sal del Tinell, Barcelona, 1959

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  • Maestros nrdicos 63

    Alvar Aalto. Casa del arquitecto en Muuratsalo, 1952

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  • Maestros nrdicos 65

  • Fraile Revillo. Edificio multiusos, Viladecans

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  • Maestros nrdicos 71

    Paisajes de luz: Curso 2011-2012

    Concurso Velux 2012, Noruega

    Empirismo: Curso 2012-2013

    Empirismo

    Maestros nrdicos: Curso 2009-2010

    Concurso Velux 2010, Skagen

    Estandarizacin flexible: Curso 2010-2011

    Casas prefabricadas