Cuadernos de Antropología Social núm. 11

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Cuadernos de ANTROPOLOGÍA SOCIAL Il ' “NO SERÁ UNA SECTA?”: IMAGENES DE PROBLEMAS SOCIALES EN PROGRAMAS TELEVISIVOS DE FICCIÓN DR. ALEJANDRO FRIGERIO* En la Argentina se produjo en los últimos quince años -desde el retomo de la democracia- un rápido desarrollo de lo que en el pais podrian ser considerados nuevos movimientos religiosos. especialmente pentecostales y afrobrasileños (Carozzi 1993). Este desarrollo trajo aparejado una agitada controversia sobre las consecuencias sociales de este crecimiento. así como un debate más general acer- ca de la verdadera naturaleza religiosa de estos grupos. La expansión de diferentes “sectas" -como se las denomina popularmente- ha llegado a constituirse en un problema social, y una determinada interpretación de qué son las sectas y cómo ganan adeptos ha ganado cada vez mayor aceptación. Las “sectas". de acuerdo con esta interpretación, serían grupos cuasicriminales que captan individuos con problemas personales (y/o sicológicos) por medio de técnicas manipulativas y de reforma del pensamiento -lavado de cerebros. Me- diante estas técnicas los individuos perderían su identidad y se verían separados de su grupo familiar y medio social (Frigerio 1993). Aunque no existe una de- nición precisa de qué seria una secta, la mayor parte de las caracterizaciones utili- zadas en revistas, diarios, libros y programas de televisión incluyen: un líder auto- ritario -no del todo en sus cabales-, la existencia de manipulación sicológica y grandes probabilidades de daño sicológico o físico (Frigerio 1996). Se considera que los adolescentes son el principal grupo de riesgo y que una de las principales consecuencias sociales de la expansión de las sectas es la destrucción de la familia como principal unidad social (Frigerio 1993. 1996). Este proceso de etiquetamiento y de medicalización (Robbins y Anthony 1982. Frigerio 1997) de la desviación religiosa ocurre principalmente en los medios, pero también a través de debates y proyectos de leyes en el Congreso y de procesos judiciales. La cultura de masas es CONICET/Universidad Católica Argentina

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Cuadernos de ANTROPOLOGÍA SOCIAL N° I l

'

“NO SERÁ UNA SECTA?”:IMAGENES DE PROBLEMAS SOCIALES

EN PROGRAMAS TELEVISIVOS DE FICCIÓN

DR. ALEJANDRO FRIGERIO*

En la Argentina se produjo en los últimos quince años -desde el retomo de

la democracia- un rápido desarrollo de lo que en el pais podrian ser considerados

nuevos movimientos religiosos. especialmente pentecostales y afrobrasileños

(Carozzi 1993). Este desarrollo trajo aparejado una agitada controversia sobre las

consecuencias sociales de este crecimiento. así como un debate más general acer-

ca de la verdadera naturaleza religiosa de estos grupos.La expansión de diferentes “sectas" -como se las denomina popularmente-

ha llegado a constituirse en un problema social, y una determinada interpretaciónde qué son las sectas y cómo ganan adeptos ha ganado cada vez mayor aceptación.Las “sectas". de acuerdo con esta interpretación, serían grupos cuasicriminales

que captan individuos con problemas personales (y/o sicológicos) por medio de

técnicas manipulativas y de reforma del pensamiento -lavado de cerebros. Me-

diante estas técnicas los individuos perderían su identidad y se verían separadosde su grupo familiar y medio social (Frigerio 1993). Aunque no existe una de-

nición precisa de qué seria una secta, la mayor parte de las caracterizaciones utili-

zadas en revistas, diarios, libros y programas de televisión incluyen: un líder auto-

ritario -no del todo en sus cabales-, la existencia de manipulación sicológica y

grandes probabilidades de daño sicológico o físico (Frigerio 1996). Se considera

que los adolescentes son el principal grupo de riesgo y que una de las principalesconsecuencias sociales de la expansión de las sectas es la destrucción de la familia

como principal unidad social (Frigerio 1993. 1996). Este proceso de etiquetamientoy de medicalización (Robbins y Anthony 1982. Frigerio 1997) de la desviación

religiosa ocurre principalmente en los medios, pero también a través de debates y

proyectos de leyes en el Congreso y de procesos judiciales. La cultura de masas es

‘ CONICET/Universidad Católica Argentina

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otro -frecuentemente menosprecíado- ámbito en el cual las imágenes de las sectas

se forman, transmiten y mantienen.

Este trabajo analizará la imagen de los comportamientos religiososdesviantes que brindan las series de televisión argentinas, ya que el “análisis

empírico de la forma en que los programas televisivos de cción presentan el

comportamiento religioso y a la religión no han recibido casi ninguna atención en

la bibliografia especializada” (Skill. Robinson et. al. 1994: 252)‘. Utilizando una

perspectiva constructivista de los problemas sociales, y especícamente el “mode-

lo de arenas públicas” (public arenas model ) desarrollado por Hilganner y Bosk

(1988) . intentaré mostrar cómo la cultura de masas reeja reclamos (argumentose interpretaciones acerca de un fenómeno social) presentados en otras arenas so-

ciales consideradas más relevantes y al mismo tiempo los refuerza. Por su carácter

pre-teórico, habitual (taken-for-grantea’) la cción se tranforma en un importantedomino -desatendido por los científicos sociales- para el refuerzo de reclamos

presentados en otras arenas.

LA CONSTRUCCIÓN SOCIAL DE LA DESVIACIÓN: EL ROL DE LA

CULTURA DE MASAS

En su reevaluación de la teoria del etiquetamiento, Conrad y Schneider

annan que: “la mayor parte de los estudios interaccionistas del etiquetamiento se

han focalizado en los aspectos microsociales de la desviación “

y que “los aspectosmacrosociales del etiquetamiento han recibido menor atención... por esto sabemos

bastante menos sobre la “denición colectiva” de la desviación que acerca de las

identidades estigmatizadas. las carreras desviantes y de las organizaciones que

procesan la desviación” (1992: 18)Para estudiar la denición colectiva de la desviación, resulta útil comple-

mentar el énfasis habitual en el rol de los moral entrepreneurs (activistas morales)(Becker 1963) con la perspectiva constructivista de los problemas sociales (Best1990; Hilgartner y Bosk 1988: Scheneider 1985; Spector y Kitsuse 1987: Frigerio1997). Aunque esta perspectiva también resalta el rol de los agentes o reclamado-res que presentan ciertas condiciones sociales como problemas y las interpretan o

enmarcan (frame them ) de una cierta manera. enfatiza además la importancia de

diversas arenas institucionales en las cuales se desarrolla la competencia por ladefinición de una condición como problema o de un comportamiento como

desviante: los medios de comunicación masivos. debates en el congreso, ocinasdel poder ejecutivo. los tribunales. las sociedades profesionales o las organizacio-388

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nes religiosas (Hilgartner y Bosk 1988). Hay patrones de interacción entre las

diversas arenas que hacen que las actividades desarrolladas en una de ellas se

expanda a las demas.

Trabajando desde esta perspectiva. Best ( l990) enfatiza que el estilo y el

contenido de los reclamos son un elemento importante a considerar en el análisisde la construcción de problemas sociales. señalando el rol importante que los medios

tienen en este proceso. distingue entre los reclamos primarios -las defmiciones

presentadas por los agentes que intentan imponer sus defmiciones del problema- ylos reclamos secundarios -la cobertura que los medios realizan de estos argumen-tos. moldeándolos de acuerdo con sus propias convenciones y preocupaciones.

La cultura de masas , según este autor, también efectúa reclamos secunda-

rios:

“Los problemas sociales también devienen temas de películas, best-sellers,episodios de series de televisión y de las otras formas de entretenimiento

comercial que llamamos cultura de masas. Como los medios, la cultura de

masas presenta reclamos secundarios \xC0"@� los temas presentados deben adap-tarse a las distintas formas de esta cultura . Los géneros de cultura de masas

tratan problemas sociales -cuando estos problemas o temas pueden ser tra-

tados de forma tal que se ajuste a las convenciones dramáticas de los mis-

mos.” (1990: 112):

Señalando que el uatamiento temático de los problemas sociales en la cul-

tura de masas está frecuentemente inspirado por campañas de reclamos primarios.Best concluye que:

“... la cultura de masas es parte del proceso de realización de reclamos. De

la misma manera que la prensa. la cultura de masas transforma los reclamos

primarios en reclamos secundarios que ayudan a difundir -y moldear- la

conciencia social acerca de ciertos temas.” (Best 1990: 129).

Intentaré ahora mostrar cómo los grupos religiosos no tradicionales han

sido retratados en un género de cultura de masas en nuestro pais. Analizaré la

imagen que de ellos presentan las series y programas de cción de televisión y

cómo esta se ve afectada por la controversia pública en la que se ven envueltos en

el país. Este análisis es relevante porque todos los programas de cción que tuvie-

ron a alguno de sus protagonistas involucrados en una secta llegaban a una gran

audiencia. Pero para entender la relacion entre la imagen de las sectas presentadas

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en los programas y la controversia sobre éstas, primero presentaré una breve rese-

ña de cómo evolucionó este debate en los medios.

LA CONTROVERSIA SOBRE LAS SECTAS EN ARGENTINA (1985-1995)

Como mostré con más detalle en otros trabajos (Frigerio 1993, 1996) ende

1985 y aproximadamente 1989. la “invasión de la sectas" en el país era tipicadapor la imagen de un pastor pentecostal, preferentemente americano -o pertene-ciente a una organización religiosa transnacional- predicando en un concurrido

estadio de fútbol a millares de devotos quienes, con los brazos extendidos y ojoscerrados, esperaban recibir la bendición del Espiritu Santo y aportar. además, par-

te de su escaso dinero a las arcas de los organizadores del evento. Esta “invasión"

era interpretada como una artimaña del imperialismo norteamericano para desmo-

vilizar a los sectores populares de Latinoamérica, o, en una versión menos politizada.como una manera de hacer millones de dólares engañando a crédulos necesitados.

Esta caracterización reeja el modelo prevalente en la Iglesia Católica acerca de

las sectas (Santagada 1984; Frigerio 1998) . El predominio de esta imagen se rela-

ciona con el hecho de que las autoridades consultadas en las notas sobre sectas

son. en su mayoría, sacerdotes católicos . En la terminología de la perspectiva aquíutilizada, eran estos reclamadores quienes se habían convertido en los dueños del

problema, logrando imponer su denición del problema en las arenas públicas(Best 1990).

A partir de 1989, comienza a imponerse en los medios otro modelo de queson y cómo funcionan las “sectas" según el cual éstas serían grupos que captanmediante el “lavado de cerebro” a jóvenes insatisfechos con la sociedad o con

problemas familiares y personales. En el establecimiento de las sectas como un

problema social, y en la redenición de sus características principales, cumplen un

rol fundamental los grupos anti-sectas que, inspirados en el anti-Cult movement

norteamericano, se consolidarán en 1990-1993.

Se produce entonces una secularizacion y a la vez una medicalización cre-

ciente del discurso sobre el tema, en la medida en que estos grupos, desplazan a los

sacerdotes como principales reclarnadores e imponen la hipótesis del lavado de

cerebro como explicación para el éxito de las “sectas”. La legitimidad religiosapara opinar sobre el fenómeno resulta sustituida por una supuestamente cientica.ya que los líderes de estos grupos son habitualmente presentados en los medioscomo estudiosos o investigadores de las sectas . Al ser los principales expertos

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consultados por los periodistas para opinar sobre la cantidad de sectas en el país.sus caracteristicas y, sobre todo, las consecuencias de su participación, el fenóme-

no es cada vez mas visualizado como un problema de salud mental quienes entran

en los grupos religiosos serian gente con problemas que son captados mediante

técnicas coercitivas y quedan a merced de líderes sicópatas‘.Esta imagen, que domina el discurso de las notas de diarios y revistas: de

los noticieros: de los programas televisivos periodísticos y de interés general(Frigerio 1996), también es vehiculada -como veremos a continuación- a u-avés de

los programas televisivos de cción.

LAS SECTAS EN LOS PROGRAMAS TELEVISIVOS DE FICCIÓN

La gura I muestra que, durante el período de 1993 a 1995. hubo seis

programas locales en los que en 8 ocasiones. durante un episodio o en varios. se

trató el terna de las sectas -o sin llamarlas por ese nombre de grupos que frecuen-

temente son catalogados dentro de este categoría en los medios (Frigerio 1993).Uno de estos programas fue Sin Condena, que dramatizaba casos reales. Tres de

sus episodios de dos horas (#3, #4 y #5) trataron sobre incidentes ocurridos en

grupos religiosos no tradicionales (La Familia. la historia del pastor Giménez, un

templo de Umbanda). Dos de éstos habian recibido una extensa cobertura en los

medios en meses anteriores.

Los otros cinco programas que tuvieron episodios relacionados con sectas

fueron tres series y dos programas para adolescentes. En dos de ellos (Desde Adentro

y Nueve Lunas ) las sectas o sus miembros eran centrales para el argumento del

episodio; en los otros tres (Zona de Riesgo ; Jugate conmigo y Montaña Rusa) un

personaje central se involucraba con una secta durante un período que iba desde 3

a 8 capítulos. Seis de estos programas se emitían a la noche en horarios centrales,

y dos a la tarde -para una audiencia juvenil (Jugate conmigo y Montaña Rusa).

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Figura l: Programas televisivos de ficción que trataron el tema de las sectas

en Argentina (1992-1995)

1993

MARZO

#1. Desde Adentro: Miembros de una secta intentan un suicidio colectivo.

(l episodio).

AGOSTO

#2. Zona de Riesgo: Muestra un workshop New Age donde una jovenentabla una relación con un hombre mayor. Una vez que se va a vivir con él, quedabajo su total dominio sicológico. (4 episodios)

1994

ENERO"'

#3. Sin Condena: Dramatiza los allanamientos policiales a las casas comu-

nitarias de La Familia en el gran Buenos Aires (1993); agrega la historia de un

adolescente drogadicto que se une al grupo . (l episodio).

SEPTIEMBRE

#4. Sin Condena: Dramatiza la carrera religiosa del pastor Héctor Giménez.así como sus peleas con su esposa por el control del templo y sus propiedades. (1episodio)

#5. Sin Condena : Dramatiza la historia de una adolescente que deja a sus

padres para ir a vivir con una mae de santo de un templo de Umbanda. (1 episo-dio)

OCTUBRE

#6. Jugate Conmigo: Una estudiante secundaria se une a una secta com-

puesta por adolescentes: el líder (el único adulto) la obliga a robar en su benecio.(3 episodios)

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1995

FEBRERO

#7. Nueve Lunas: Un Testigo de Jehovah pone la vida de su mujer en

peligro al negarse a que le realicen una transfusión -la autoriza un juez contra su

voluntad. (l episodio)

OCTUBRE

#8. Montaña Rusa: Una estudiante secundaria entra en una secta y es rap-tada por sus líderes . (8 episodios)

Aunque estos programas muestran grupos y situaciones dramáticas dife-

rentes, existe una clara similitud en la manera en que los grupos religiosos fueron

presentados. El principal elemento que casi todos los programas comparten (sietede los 8) es que la interacción de los personajes con una secta -o la adopción de su

sistema de creencias- trae consecuencias negativas para sus vidas. En cinco casos

se distancian de sus familias (#1. # 3, # 5. i: 6. # 8); en cuatro se ven obligados porlos líderes a robar para su benecio (# l. ii 5. # 6, # 8); en dos episodios las jóvenesprotagonistas se ven obligadas a prostituirse (.5 3. # 5). En tres programas hay un

peligro directo para la vida de los miembros: en un episodio los miembros de la

secta son obligados a suicidarse (#1): en otro una joven es secuestrada y casi ase-

sinada por los líderes del grupo al que concurría (#8); en un tercero una Testigo de

Jehová casi muere porque no quiere aceptar una Uansfusión de sangre.

En la mayor parte de los episodios. los líderes o guras de autoridad enga-

ñan a sus seguidores (# 4. # 5, # 6. # 8). Los hacen trabajar, robar o prostituirsepara su benecio personal (# 4. # 5, # 6. # 8). Cuando, por el contrario. los mues-

tran como sinceros, el fanatismo o la irracionalidad de sus creencias pone en peli-gro la vida de sus seguidores. llevándolos al suicidio (# l); a rechazar una transfu-

sión (# 7) o convenciéndolos de formar parte de una relación sexual torturante (i:

2) .

Los miembros de estos grupos. a su vez. son mostrados como individuos

despersonalizados, que hablan todos con el mismo tono de voz (#.=l. # 2. # 3. #4 6.

# 8) o actúan colectivamente como un coro ante las órdenes del líder (rf-l. # 4. 1:’

5, # 6). Casi nunca hay una discusión o diferencia de opiniones entre ellos. Cuando

la hay’. es siempre un miembro que trata de convencer a un recién llegado o a un

amigo escéptico de los benecios y las buenas intenciones del gurú. Los miem-

bros también son mostrados realizando actividades extrañas sin explicación algu-

b)\OU)

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na de su propósito o lógica dentro de la cosmovisión del grupo. Estas actividades

incluyen: caminar sobre el fuego (# 2). tocarse el uno al otro con los ojos cerrados

(# 2): sacricios de animales (# 5); recordar vidas pasadas (# l); realizar una espe-

cie de tai chi chuan (# l) o participar en ceremonias curativas (# 4).Los adolescentes son quienes parecen más fácilmente caer en las garras de

estos grupos. Los dos programas en los cuales la interacción de uno de los prota-

gonistas principales con una secta duró varios episodios eran miniseries cuyos

protagonitas eran grupos dejóvenes y estaban destinados a una audiencia también

juvenil (Montaña Rusa y el corto teleteatro que formaba parte de Jugate Conmi-

go). En ambos casos las sectas estaban compuestas por adolescentes, y los únicos

adultos eran los líderes que los engañaban y explotaban. En el primero de estos

programas una joven es secuestrada por la secta y en el segundo otra es obligada a

robar dinero para el gurú . En los programas en los cuales las sectas tienen miem-

bros de varias edades, los personajes que se ven atraídos por ellas son adolescentes

(# 3, # 5) o mujeres jóvenes (# l, # 2).El atractivo que los grupos tienen para los adolescentes parece ser que pre-

sentan una forma de vida y valores no convencionales, que resultan auactivos para

quienes tienen problemas en su casa o quieren escapar de una vida burguesa. Esta

busqueda de valores no convencionales, sin embargo, es mostrada como peligrosaya que por ella los personajes inevitablemente se meten en problemas.

Todos los programas presentan una imagen negativa de los grupos religio-sos no tradicionales. La única excepción fue el episodio de Sin Condena dedicado

a los Niños de Dios, que los mostraba como injustamente perseguidos por prácti-cas (como la prostitución sagrada) que ya no realizaban. Aún este episodio, sin

embargo, conrmó varios elementos del estereotipo de la vida en las sectas : las

adolescentes eran prostituídas (en el pasado); los jóvenes con problemas, adictos a

las drogas, eran los más proclives a entrar en estos grupos, y su participación en los

mismos los separaba de su familia. Aunque el joven que era atraído hacia los

Niños en el episodio se beneciaba de su participación en el grupo (dejaba de usar

drogas, por ejemplo) se alejaba, sin embargo. de sus padres -una consecuencia

claramente no deseable.

La mayor parte de estos programas de cción no sólo estaban claramente

inspirados en algunos de los escándalos y debates que recibieron amplia cobertura

en los medios de comunicación, sino que algunos también establecían claras co-

nexiones con estos eventos. Como mencioné, los tres episodios de Sin Condena

dramatizaban hechos reales. El primero fueron los allanamientos policiales a las

comunidades de La Familia en el gran Buenos Aires en 1993. El segundo relató la

historia del pastor Giménez, incluyendo la disputa con su mujer, la pastora Irma.

394

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El tercer episodio dramatizó la historia de una adolescente que dejó a sus padrespara seguir a una mae de santo de Umbanda. Aunque este episodio no fue cubierto

por los diarios, los padres de la joven si presentaron su drama personal en varios

programas televisivos que trataban el tema de las sectas o de las personas desapa-recidas. Al nalizar la dramatización. los padres reales de la adolescente desapare-cida dirigían un mensaje a los televidentes. El padre annaba:

“Esto es un mensaje para los padres. Cuando alguien venga a golpear a su

puerta y dice que trae la palabra de Dios, ponga doble candado. Cuando le

digan que tienen que hacerse una limpieza. limpiar su casa o toda esa serie

de cosas. no le crea. Son estafadores profesionales. Usted tiene el caso... en

el diario salen innidad de avisos: parapsicólogos. mentalistas, chamanes.

todo ese tipo de gente.. que jamás van a ser investigados porque la Secreta-

ria de... El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto dice que están

inscriptos... no sé quien les da el título. Ustedes tienen casos que son con-

cretos: el pastor Gimenez, Luconi que no pudo contestar ante una cámara

quién le dio los poderes, y tantos como esos que guran en los diarios. No

caigan en esa trampa. Y cuando su hijo sale. que novaya con cualquie-ra...."

No fueron solamente los padres de la adolescente desaparecida quienesrelacionaron su drama familiar con el problema más general de las sectas en el

país. Uno de los principales matutinos anunció este episodio como “El caso de las

sectas“

, cuando su titulo real era “El caso de máe Cristina P\xF6Z�

Hay otros ejemplos que muestran que. aún cuando el programa no estable-

cia conexiones explícitas con eventos de la vida real, los periodistas que los cu-

brian señalaban su relación con eventos en el país. Por ejemplo, unos meses des-

pués que el primer escándalo sobre sectas capturó la atención del pais. una miniserie

llamada Desde Adentro le dedicó un episodio al tema. Tanto Clarín como Página12 anunciaron el programa de la siguiente manera:

UNA SECTA DESDE ADENTRO; (el episodio) cuenta ni más ni menos

que la historia de una secta que. convencida de que se viene el fm del mun-

do, ha decidido el suicidio colectivo...(...)...preparando un suicidio colecti-

vo similar al que llevó a cabo Jim Jonesjunto con un millar de ñeles...(...)....Elde las sectas no es un problema solamente foráneo. Según calculan los ex-

pertos, ya hay en la Argentina cerca de 2 millones de personas que adhieren

a grupos sectarios de toda clase, color y forma. Las hay mas o menos peli-

395

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grosas. Más o menos truchas. Más o menos místicas. Historias de n de

siglo. �0�

(Página 12 , 4/3/93).

“EL PODER DE LAS SECTAS: \xC0�@� Todo el poder de las sectas, para

preguntarse: si ocurren milagros. magias o cuál es el sentido de sus existen-

cias en este n de siglo y cuánto sabemos sobre ellas” (Clarín, 4/3/93).

La imagen de las sectas brindada por los programas televisivos de cción

debe ser considerada como una forma de efectuar reclamos (Claims-making ), no

sólo porque interpretan cómo estos grupos funcionan y qué le hacen a sus miem-

bros de una forma negativa, sino también porque contribuyen a la controversia

pública realizando una conexión explícita entre sus argumentos y la realidad, o

porque facilitan que los periodistas (y probablemente los televidentes) los inter-

preten de una manera similar..-

DISCUSIÓN

La similitud entre la imagen de las sectas presentada en los programas de

cción y la propuesta por las agrupaciones anti-sectas -que hegemonizaron la in-

terpretación del problema en los últimos cinco años- es grande. Ambas presentana estos grupos como peligrosos, o teniendo consecuencias negativas para quienesparticipan de ellos; ambas enfatizan que los lideres engañan a sus devotos para

explotarlos en su benecio y ambas ven a los adolescentes como los objetivospreferidos de las sectas . Segun estas imágenes, las sectas tienen consecuencias

sociales, sicológicas y sicas perjudiciales (separación de familias, sicosis, abuso

o aún muerte de los miembros). Si, como argumenté en otros trabajos ( Frigerio1993, 1996) esta imagen de las sectas comenzó a ganar credibilidad en el país a

partir de 1989 con el primer escándalo sobre supuestas corrupciones de menores

(con los casos de los Niños de Dios y de las 7 Reinas) y se volvió hegemónica en

1992, luego de las acusaciones de asesinatos rituales de niños (Frigerio y Oro

1998), no resulta sorprendente que quienes escriben guiones para la televisión

compartan los prejuicios que se han vuelto comunes en el país.Dado que en la Argentina no existen indices de programas televisivos ni

servicios de transcripción de programas (como en EEUU, por ejemplo) no fue

posible obtener episodios de los años 80 que puedan haber tratado el tema de las

sectas para apreciar si existían diferencias con los programas de los 90 aqui anali-zados. Difícilmente. sin embargo. existieran programas con sectas como parte de

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Cuadernos de ANTROPOLOGÍA socuu. N° 1 1

su argumento ya que antes de los 90 éstas no eran consideradas como un problemasocial de relevancia, y menos aún como agrupaciones cuasi criminales. como lo

son hoy en dia. En mi investigación de como los medios de comunicacion escritos

(diarios y revistas) han tratado este tema desde 1985 hasta la fecha. no encontre ni

publicidades ni reseñas críticas que señalaran que algún programa lo hubiera toca-

do . Solo los encontré desde 1993 en adelante. pocos meses despues que se produ-jera el primer pánico moral (Goode y Ben-Yehuda 1994: Thompson 1998) sobre

sectas -durante julio y agosto de 1992 .

Existe evidencia indirecta que puede apoyar esta armación. En octubre de'

1987 se esnenó la pelicula The Believers en los cines de Buenos Aires. Aunque su

título en español fue La Secta , las críticas en los diarios de entonces señalaron que

trataba acerca de “brujerías”. “ritos paganos". "poderes ocultos" -sin mencionar la

palabra secta ni establecer ninguna relación entre su tema y la realidad del país.Cuando la misma película fue estrenada en televisión en marzo de 1994. los co-

mentarios en los medios armaron explícitamente que esta era sobre un determi-

nado tipo de grupo religioso. una secta y notaron una correspondencia entre su

tema y la realidad del país. La revista Gente la anunció de la siguiente manera:

LOS RJTOS SATÁNICOS: С)� una pelicula que tiene doble atracti-

vo: 1a de tratar un tema de actualidad quemante (se titula La Secta. con Io

cual está todo dicho} y es dirigidapor el talentoso director John Schlesinger”(Gente, 10/3/ 94, mi énfasis).

La imagen negativa de las sectas en las series argentinas parece corroborar

la armación de Hilgartner y Bosk acerca de la interacción entre las diferentes

arenas en las cuales se construyen los problemas sociales -o las imágenes acerca

de los comportamientos desviantes. El panico moral sobre las sectas. que duró

desde julio de 1992 hasta octubre de 1993 (Frigerio y Oro 1998) empezó en los

medios pero tuvo efectos en otras arenas: provocó proyectos de leyes tratando de

investigar o limitar el accionar de las sectas; facilitó la publicación de varios libros

sobre el tema así como la realización de conferencias y mesas redondas acerca de

las causas sociales y consecuencias negativas de estos grupos -en eventos como la

Feria del Libro, por ejemplo (Frigerio 1996). En este contexto. resulta coherente

que los programas de ficción presentaran una imagen negativa del fenómeno.

Sin embargo, si la cultura de masas se ve afectada por lo que sucede en

otras, más “serias” arenas de discurso público (como los medios) a la vez los ir1u-

ye. Como Best ( 1990: 1 12) sugiere. la cultura de masas actúa como un reclamador

secundario. imponiendo sus propias demandas estilísticas en el tema para

397

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encuadrarlo dentro de sus convenciones dramáticas . Esto se evidencia claramte

en el caso de las sectas. Debido a la inquietante imagen social que poseen. son el

elemento perfecto para agregar drama. suspenso y agitación a una serie. Pmwen

un ambiente creíble en el cual los protagonistas pueden interactuar con individuos

desviantes de tal manera que pueda desarollarse cualquier tipo de situacion peli-

grosa (desde secuestros hasta suicidios colectivos) . Un trecho de una reseña sobre

la serie Montaña Rusa nos brinda un claro ejemplo:

“LAS ESCENAS FUERTES VUELVEN A MONTAÑA RUSA. Esta vez

se trata de un secuestro. Mariana será raptada por la supuesta Fundación a

la que asiste. En realidad, en pocos capítulos se descubrirá que se trata de

una secta y la protagonista de la tira estará en problemas, con gritos, llan-

tos y forcejeos .” (Clarín 20/10/95. mi énfasis).

En uno de los pocos trabajos sobre el tema, Stein (1919: 101) ha defmido el

rol cumplido pro la religión en programas de cción como “una irrelevancia colo-

cada para mover el argumento sin demasiada importancia en una dirección u otra”

(citado en Skill, Robinson et. al. 1994: 253). La aparición de una secta en el argu-

mento, por el contrario. constituye una oportunidad para agregar “escenas fuertes”

y tener “gritos, llantos y forcejeos” -como señala la crítica ya mencionada. Al

utilizar a las sectas de esta manera, sin embargo, los programas televisivos de

cción aumentan la imagen desviante y estigmatizada de estos grupos. Hacen esto

de dos maneras: exagerando las imagenes estereotípicas existentes y reforzando-

las en una manera sutil, pre-teórica.Por una variedad de razones, los personajes en las series y telenovelas son

generalmente presentados en forma estereotipada. Como se realizan con la inten-

ción de llegar a la audiencia más masiva posible, los argumentos son relativamen-

te simples y los personajes no presentan demasiados matices o complejidad . Tie-

ne que ajustarse a la moralidad prevalente y respetar el consenso hegemónico so-

bre muchos temas. No hacerlo así signica ahuyentar televidentes potenciales e

incrementar el riesgo nanciero. especialmente para los programas emitidos en

los horarios de mayor audiencia (Gray 1986). Los villanos son inevitablemente

malos, y los protagonistas, por lo general. son buenos. Por lo tanto, si entran en un

grupo desviante. cuasi criminal como una secta es porque han sido engañados.Esta actitud se puede apreciar en varios de los programas aquí analizados: el Tes-

tigo de Jehová que no autoriza la transfusión de sangre para su esposa (#7) era un

fanático intransigente (signicativamente. estaba interpretado por PompeyoAudivert quien también hizo de guru New Age en el programa # 2); la sacerdotisa

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Cuadernos de ANTROPOLOGÍA 50cm. N° 1 1

del templo Umbanda tenia una personalidad atemorizante, abusiva (#5): los gurus

de Jugate Conmigo y Montaña Rusa eran obviamente truchas.

El contexto en el cual se realizan las actividades religiosas no tradicionales

está siempre distorsionado. Como no muchos televidentes tienen una experienciapropia con los grupos que se muestran. las reconstrucciones de los programas son.

probablemente. la única oportunidad que tendrán de observar cómo es un taller

New Age o una ceremonia de Umbanda. Sin embargo. estos rituales son inevita-

blemente mostrados como una secuencia de actividades extrañas realizadas por

individuos de rostros graves. tensos. con música atemorizadora como trasfondo

que acentúa la sensación de que algo horrible está aconteciendo. Esto se pudoapreciar claramente en la reconstrucción de la sesión de caridad de Umbanda en

Sin Condena : aunque fue lmada en un templo verdadero, con tamboreros autén-

ticos, la alegria y el entusiasmo con que las entidades espirituales son invocadas y

recibidas fue reemplazada por gritos e invocaciones severas de la actriz que inter-

pretaba a la sacerdotisa, y por espeluznantes y dolorosos trances en los actores que“recibían” a los espíritus.

Aún cuando otros episodios de varios de estos programas hicieron un es-

fuerzo por escapar a las convenciones del género y presentar algunos comporta-mientos desviantes de una manera más empática (como en el caso de relaciones

homosexuales, por ejemplo) no mostraron la misma sensibilidad para el caso de

las religiones no tradicionales. Esto sc debe a que los guionistas. directores y acto-

res participan de la visión modema. secularizada que considera que demasiado

compromiso religioso es peligroso y no deseable. Al contrarióde la adopción de

una identidad feminista, gay o transexual, la adopción de una nueva identidad

religiosa no es considerada deseable, ya que es vista como anti-moderna e irracio-

nal. De manera similar a lo que sucedió en otras arenas públicas durante las con-

troversia sobre las sectas en los 90s. la defensa de las minorías religiosas sólo fue

realizada por los propios involucrados. La única excepción a esta actitud fue el

programa de Sin Condena dedicado a La Familia. Aunque. como ya mencioné, el

episodio mostró ciertos estereotipos de cómo las sectas funcionan (especialmenteque atraian a adolescentes conflictuados) y mostraron algunos aspectos controver-

tidos de la cosmovisión del grupo. dejó en claro que este habia sido victima de una

persecución injustificada. Al nal del programa, hasta se le brindaron algunosminutos para que los líderes del grupo pudieran dirigirse a los televidentes. Esto

contrasta con el episodio del mismo programa que relataba la historia de la adoles-

cente atraída por una máe de santo de Umbanda, que repetía todos los clichés de

la imagen de las “sectas peligrosas” y al nal del cual los padres reales de la ado-

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lescente que se había fugado de la casa realizaban una severa advertencia contra

“todos estos grupos”.Además de presentar una imagen exageradamente desviante de las sectas.

mostrando sus actividades como extrañas y atemorizantes, a sus líderes como

manipuladores y a sus seguidores como fácilmente manipulables, la cción

televisiva también refuerza los reclamos presentados en otras áreas. Aunque los

hechos mostrados en los programas se supone que son cción, éstos establecen

reconocibles conexiones con eventos reales. Este es el caso no sólo de los episo-dios de Sin Condena que son explícitamente dramatizaciones, sino también de

otros programas: en los diarios aparecen frecuentemente noticias acerca de la ne-

gativa de los Testigos de Jehová a recibir transfusiones (como sucedió en el

episodio de Nueve Lunas )_;el intento de suicidio colectivo de miembros de una

secta ingiriendo veneno (mostrado en Desde Adentro ) estaba claramente inspira-do en los eventos de Jonestown. De esta manera, aún cuando los programas no

arman explícitamente que estan dramatizando eventos, se establecenconexiones

con hechos reales que sugieren que las imágenes presentadas no están lejos de la

realidad.

A través de la cultura de masas, entonces, no sólo se presentan y reelaboran

reclamos, sino que se lo realiza de una manera muy velada. Aunque ningún géneromediático presenta “hechos” sin una interpretación de los mismos, probablementesí sea cierto que exista una variación en la percepción de los televidentes o de los

lectores de la existencia de un marco interpretativo previo en la elaboración de los

“hechos”. Las editoriales o las notas de opinión son, ostensiblemente, interpreta-ciones, las noticias cotidianas lo son menos explícitamente. Sin embargo, proba-blemente es en el caso de las series televisivas (u otros géneros de cción) que los

televidentes están menos preparados para ltrar la información recibida. Primero

porque se supone que son “sólo” entretenimiento, un medio irrelevante, que pre-

dispone a quien lo mira a no decodicar lo que ve -o a hacerlo con menos aten-

ción- y segundo porque no se les presentan argumentos, razonamientos, sino sólo“eventos” que deben mirar y oír. Sin embargo, se está presentando una interpreta-ción de los eventos o de los comportamientos que es la misma que se presenta en

otras arenas. Solamente “cuentan una historia” pero es 1a misma historia que se

presenta en otras arenas. Al interpretar la participación en los grupos religiosos no

tradicionales con el mismo marco interpretativo utilizado en, digamos, los noticie-

ros o las notas de diarios y revistas. los programas de cción cierran aún mas el

universo de discurso posible y hacen mas lejana la posibilidad de que exista una

confrontación simbólica de signicados e interpretaciones acerca de ciertos te-

mas.

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Cuadernos de ANTROPOLOGÍA SOCIAL N° 1 1

Garnson y Stuart han armado que arenas mediáticas que generalmente no

son estudiadas -en su caso. chistes en las paginas editoriales (editorial cartoons );

para el que aqui nos ocupa. los programas de cción- son sin embargo muy irnpor-tantes para los participantes en las confrontaciones simbólicas. quienes “puedenevaluar su éxito o fracaso viendo qué tanto las interpretaciones que proponen

aparecen en varias arenas mediáticas" (199156). Que esta armación es correcta.

se puede apreciar por el hecho de que. luego del único programa de cción que no

presentó una visión negativa de una secta -el episodio de Sin Condena que drarna—

tizó los allanamientos a La Familia- uno de los principales activistas anti-sectas

del país exclamó: “Estos boludos de la televisión le lavaron la cara a esos hijos de

puta!

NOTAS

La investigación que dio origen a este articulo fue parcialmente financiada por tres subsidios de

la Fundación Antorchas y uno de la Society for the Scientific Study of Reli gion (EEUU). Versiones

anteriores de este trabajo fueron presentadas en la sesión “Deviance and popular culture" de la

Annual Meeting of the Society for the Study qfSvmbolic Interaction (Nueva York. 19-20 de

Agosto de 1996): en la comisión “Mundo simbólico y Comunicación" del ¡’Congreso Argentinode Antropología Social (Universidad Nacional de La Plata. 29 de julio al l de agosto de 1997):en el grupo de trabajo “Perspectivas Antropológicas da Religiao" de laXXJReuniáo da Associacáode Antropología Brasileira (Vitoria. Espirito Santo. 6-8 de abril de 1998). Agradezco a los

participantes de estos paneles por sus sugerencias y comentarios al trabajo.

He traducido el término "popular culture" en el original de Best como “cultura de masas“, ya que

esta última expresión es más utilizada en Latinoamerica para referirse al tipo de generos culturales

al que hace referencia el autor (peliculas. novelas. series de televisión. telenovelas) . Store}(1993) brinda una buena discusión de las distintas acepciones del tennino "popular culture“

Las agrupaciones anti-sectas de actividad mas visible en la Argentina son la Fundación Argen-tina para el Estudio de las Sectas (FAPES). presidida por el periodista Alfredo Silleta y el

Servicio para el Esclarecrmiento en Sectas (SPES) liderado por el sicólogo católico Jose’ Maria

Baamondc. La inuencia del anti-cul! movement americano en su marco interpretativo se apreciaclaramente en los folletos y libros que han editado. en los cuales se mencionan como fuentes de

sus definiciones y argumentos los trabajos de agrupaciones y expertos norteamericanos. Shupe _\

Bromley (1980. 1985: Bromley y Shupe 1995) han realizado el estudio mas completo sobre el

anti-culr movement en Estados Unidos; Beckford (1985) analizó el accionar de grupos anti-

cultos en Gran Bretaña Alemania y Francia; Zaidman-Dvir y Sharot (i992) lo hicieron para

israel: lntrovigne (1995) examinó la diversas lineas ideológicas dentro del movimiento. El

volumen editado por Shupe y Bromleyr‘( 1994) brinda un panorama actualizado del movimiento

anti-cultos a nivel mundial.

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Es a partir de julio de 1992, luego de su ubicuidad mediática durante el debate generado por la

presunta participacion del grupo platillista LUS en un asesinato ritual. que los lideres de las

agrupaciones anti-sectas hegemonizan la interpretación del fenómeno de las sectas en los medios

(Frigerio y Oro 1998). Su presencia se ve reforzada a lo largo de todo el ano siguiente (1993). a

raiz de la matanza de los seguidores de David Koresh producida en Waco (Texas) y los

allanamientos a las sedes de La Familia en Buenos Aires.

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