Cuadernos Lagoven-historia de La Asovac
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Historia de la AsoVAC
La Asociación Venezolana
para el Avance de la Ciencia
por María Cristina Di Prisco
La ciencia en Venezuela: pasado, presente y futuro
Cuadernos Lagoven, enero 1992
Índice
Los inicios
Francisco De Venanzi y otros visionarios
El comienzo
El Buho
Fundavac
Proyectos promovidos
El diálogo democrático
Cobijo a las sociedades
La Convención Anual
Acta Científica Venezolana
Festival Juvenil de la Ciencia
La vigencia de AsoVAC
Bibliografía
Los inicios
Las asociaciones para el avance de la ciencia surgen en Europa como
una necesidad de establecer el vínculo entre los científicos y los
cambios surgidos en la sociedad y como una tribuna para el
intercambio de ideas y discusiones de importancia sobre el desarrollo
y la promoción de la actividad científica. Fueron producto de la
Revolución Francesa y la nueva de aceleración de la producción
manufacturera82.
Así comenzaron a surgir asociaciones para el avance de la ciencia en
Suiza (1822), Inglaterra (1831), Italia (1839), Estados Unidos (1848),
Francia (1872) y Austria (1888), entre otras.
El éxito de los primeros encuentros realizados por estas asociaciones
fue notable, al atraer visitas de hombres de ciencia, facilitar la
comunicación entre los investigadores, impulsar la ciencia en una
dirección más sistemática y mejorar las condiciones para la
realización del trabajo científico. Mas aún, su papel difusor de la
actividad científica fue fundamental. La creación de esta
asociaciones y su nueva organización contrastaba con los esquemas
mantenidos anteriormente en el mundo por las academias.
Los resultados exitosos alcanzados por estas asociaciones sirvieron
como ejemplo a los países menos avanzados, los cuales consideraron
la creación de estas instituciones como un factor necesario para
impulsar al desarrollo de la ciencia en sus sociedades.
Y en Venezuela
En América Latina, el surgimiento de las asociaciones para el avance
de la ciencia comenzó en el presente siglo y la fundación de estas
instituciones coincide con el proceso de modernización de estos
países83.
Se fundaron asociaciones para el avance de la ciencia en Argentina
(1933) y en Brasil (1948), siendo esta última, todavía hoy, una de las
más dinámicas de la región. En Perú se fundó una, pero desapareció
rápidamente, y en Ecuador se creó otra, impulsadas ambas por la
UNESCO.
Francisco De Venanzi
En Venezuela la asociación para el avance de la ciencia (AsoVAC)
surgió en 1950) Las siglas escogidas para AsoVAC fueron inicialmente
las de AVAC las cuales debieron cambiarse por las de AsoVAC, ya que
las primeras coincidían con las de la Asociación Venezolana de
Autores y Compositores.
La creación de AsoVAC estimuló la formación de una comunidad
científica nacional más madura. Hasta entonces la actividad
científica del país se había manifestado debido a la existencia de
esfuerzos individuales que se agrupan en algunas instituciones que
surgieron a partir de 1936 y en las cuales se realizaban trabajos de
investigación relacionados con las áreas médicas y del agro.
En el año 1951, como consecuencia del ataque gubernamental a la
universidad y la supresión de su autonomía, la AsoVAC pasó a
funcionar en los locales del Colegio Médico. Fue entonces
cuandoFrancisco De Venanzi creó la revista Acta Médica Venezolana
que fue órgano divulgativo de este colegio y también de la seccional
medicina de la asociación.
Francisco De Venanzi y otros visionarios
De Venanzi liderizó la gestión de la creación de AsoVAC. En uno de
los primeros editoriales de Acta Científica Venezolana (sin firma),
probablemente escrito por él, se manifiesta: “en los países
latinoamericanos existen una serie de factores comunes en relación
en relación con la raza, desarrollo económico, ambiente, etc., que
tienen su repercusión lógica en el avance de la ciencia. En general
puede decirse que la mayor parte de los factores son negativos. Si se
aparta la imaginación viva del latino que se encuentra
frecuentemente en nuestros países, nos queda el pesado lastre de la
falta de tradición y escuela, la intranquilidad espiritual y la
tendencia a la dispersión que con la inseguridad económica y la falta
de recursos técnicos que exige la investigación moderna, contribuyen
efectivamente a frenar todo progreso. ¡Trabajemos por la
incorporación definitiva de nuestro país al conjunto de las naciones
civilizadas!»84.
Dr. Humberto García Arocha
El Dr. Humberto García Arocha en su discurso de la sesión inaugural
de la X Convención anual, realizada en 1960, recordaba: «Todo
comenzó a suceder en una vieja casona, con solera de colonia y
patios arbolados, que otrora fuera hospital de lázaros, cuartel de
artillería y maestranza, luego escuela de oficios, liceo y en la
ocurrencia del recuerdo, sede del Instituto de Medicina Experimental
de Caracas. De maestranza la tradición y de maestro nuestra estirpe.
Augusto Pi Suñer al frente y tras él, un ralo cuadro de reclutas.
Francisco De Venanzi, un hombre cuya expresión humana es sinónimo
de terquedad, nos convocó una tarde de Octubre de 1949 para
hablarnos de la iniciativa y planes que germinaban en su mente.
Analizó la necesidad de hacer conjunta la obra dispersa, de fundar la
asociación que nos reuniera a todos y de echar las bases de un
organismo científico que se extendiese por toda Venezuela»85.
El profesor Augusto Pi Suñer, para la época director del Instituto de
Medicina Experimental (UCV), acogió esta iniciativa con mucho
interés y él mismo convocó a algunos científicos. La proposición de
crear a la AsoVAC fue recibida favorablemente. La influencia que
tuvo el profesor Pi Suñer en estos sucesos, aconsejando y
asesorando, no tiene lugar a dudas.
Se acordó designar una comisión organizadora que estuvo integrada
por Vicente Peña, profesor de Terapéutica de la UCV; Oscar Agüero,
investigador clínico del campo de la Obstetricia de la UCV; Werner
Jaffé, bioquímico del Instituto Nacional de Nutrición; Herman Kaiser,
químico industrial, y Francisco De Venanzi, quien elaboró el proyecto
de estatutos, revisado posteriormente por el Dr. Julio Diez, jurista
venezolano. El 20 de marzo de 1950 se firmó el acta constitutiva en
el Auditorio de la Cruz Roja Venezolana, la cual recogió 56 firmas
(ver anexo).
Los inicios
El discurso de inauguración del acto de instalación de AsoVAC, a
cargo del Dr. Vicente Peña, se publicó como editorial el primer
número de Acta Científica Venezolana. Se esbozan allí las
características de la nueva organización en base a los estatutos
elaborados, así como las perspectivas que ofrece el cultivo de la
ciencia. Las condiciones históricas y sociales dentro de las cuales se
realizó la fundación y organización de la asociación hacía imperativo
las tareas de promoción y difusión de la ciencia en el país, tareas
que AsoVAC ha cumplido en forma regular y permanente a través de
sus diversos programas.
En el Capítulo Primero de los estatutos que elaboró la Comisión
Organizadora de la AsoVAC en 1950, se hace una profesión de fe:
«con el desarrollo científico en el país contribuyese a crear nuestro
bienestar material y moral que, asociado a estas mismas ventajas en
las demás naciones, formará un orden social nuevo constituido por
factores humanos libres de prejuicios y supersticiones, de
dogmatismos y esclavitudes, de personalismos incondicionales,
conquistando así el goce de una vida en que se disfrute de entera
libertad espiritual sin que las opiniones dispares sean motivos de
discordias; una vida que sea campo fértil para cultivar toda semilla,
por exótica que sea, de bien y progreso universales»86 .
El Buho
El emblema de AsoVAC fue
creado por el artista Durbán y la colaboración prestada fue
gestionada por el critico musical Israel Peña, hijo del Dr. Vicente
Peña. La Universidad Central de Venezuela prestó su colaboración en
las gestiones que condujeron a la creación de AsoVAC.
Decía Gustavo Arnstein (1975a) en su discurso para conmemorar los
25 años de AsoVAC. «Era el primer eslabón de una todavía corta
carrera de eventos, que iban a darle asidero, identidad y concreción
a la ciencia venezolana. AsoVAC ha sido pionera y adalid de cada uno
de esos sucesos, y De Venanzi siempre a su lado, como el primer
escudero de la lucha, soportando las embestidas adversas sin
rechistar, con la mirada fija en el objetivo propuesto. A base de
convicción, de sudor impoluto y de inagotable terquedad fue
cimentado bastiones sobre los que sustenta su modesta pero digna
existencia esa ciencia venezolana».
En 1953, se fundó el Instituto de Investigaciones Médicas, sostenido
por la Fundación Luis Roche, el cual jugó un papel primordial en el
desarrollo de la ciencia nacional en aquellos momentos. Se creó un
núcleo de trabajo científico encabezado por su director Marcel
Roche y su director asociado Francisco De Venanzi. La relación de
AsoVAC con este Instituto fue muy estrecha y posteriormente con el
apoyo de FUNDAVAC, se organizó el primer curso de entrenamiento
en el manejo de radioisótopos dictado en el país87.
Proyectos promovidos
La organización de AsoVAC se
planificó para abarcar todo el territorio nacional. Inicialmente se
establecieron cuatro divisiones: División Central, integrada por
miembros del Distrito Federal y estados de Aragua, Carabobo y
Miranda. La División Occidental por los estados Falcón, Zulia,
Táchira, Mérida, Trujillo, Cojedes, Lara, Portuguesa y Yaracuy. La
División del Sur por los estados Guárico, Apure, Barinas, Bolívar y los
Territorios Amazonas y Delta Amacuro; y la División Oriental por los
miembros de los estados Anzoategui, Sucre, Monagas. Se crearon
además seccionales como la de Física y Matemática y la de
Geografía. Se comenzó a estimular la creación de nuevos capítulos y
así surgieron en 1956 el Capítulo Zuliano, el cual fue necesario
reinstalarlo en 1967. En 1960 se creó el Capítulo Aragua, región
fundamental para el progreso nacional por la importancia de los
centros de investigación y de educación superior que allí existen.
Para el año 1964 la AsoVAC ya contaba con los capítulos de Aragua,
Carabobo, Central, Mérida, Oriente y Zulia. En 1973 se constituyó el
Capítulo Centro Occidental con sede en Barquisimeto, donde se
crearon en 1980 la Seccional Falcón que pasó a ser Capítulo en 1984
y también ese año la Seccional Yaracuy. En 1991 se creó el Capítulo
Yaracuy 91. La existencia de estos capítulos ha tenido gran
importancia en la organización y desarrollo de las comunidades
científicas locales.
La influencia y la proyección de AsoVAC, ha jugado un papel
significativo en la creación y formación de importantes instituciones
científicas que se concretaron a partir de 1958 con el gobierno
democrático. En 1952, De Venanzi fue invitado por la UNESCO para
participar en Montevideo en una reunión de científicos
latinoamericanos con el objeto de establecer prioridades a la ayuda
que esta organización prestaría par al creación de laboratorios
científicos en la región como portavoz de AsoVAC, De Venanzi
propuso la creación de institutos de ciencias básicas para impulsar el
avance científico general y el progreso industrial de Latinoamérica.
Propuso también para Venezuela la creación de un instituto
oceanográfico y de biología marina 92. Estas propuestas fueron
presentadas al gobierno venezolano, sin que esto tuviera mayor
repercusión.
El diálogo democrático
A la caída de la dictadura y
para insistir en estos asuntos, se estableció un diálogo con el nuevo
gobierno democrático en el cual AsoVAC y sus miembros activos
jugaron un papel significativo93. Así, la Universidad Central de
Venezuela y la Fundación Luis Roche trabajaron en función de la
creación de una nueva organización de la ciencia y la fundación de
varias instituciones. Marcel Roche se encargó de estructurar una
nueva institución aprovechando las excelentes instalaciones del
Instituto de Investigaciones Neurológicas y Cerebrales, el cual dio
paso al Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC) en
1959, se formó el Instituto Oceanográfico en la Universidad de
Oriente también en 1959, se comenzó a elaborar un proyecto de ley
para la creación del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Tecnológicas (CONICIT), el cual se fundó en 1967.
La participación de AsoVAC ha sido continua y permanente a través
de su representación en el Consejo Superior del CONICIT. También se
fundaron otras instituciones, como la Facultad de Ciencias en 1958,
el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la UCV en 1958
y el CENDES en 1961, entre otros. Otras universidades, además de la
UCV, fundaron Escuelas y Facultades de Ciencias: la Universidad de
Oriente (UDO) en 1959, la Universidad de los Andes (ULA) en 1969, la
Universidad Simón Bolívar (USB) en 196994. Fue una época muy
productiva en la creación de instituciones que influirían en el
desarrollo de la ciencia y la tecnología nacionales. En las
Universidades del interior se generó también un ambiente favorable
para el desarrollo de la ciencia donde AsoVAC tuvo también gran
participación.
La influencia de AsoVAC en la generación de instituciones ligadas al
desarrollo de la ciencia ha sido bien reconocida, a tal punto que hoy
la participación de la asociación en diferentes instituciones está
garantizada a través de las representaciones que mantiene en
diferentes instituciones científicas nacionales e internacionales,
tales como el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y
Tecnológicas (CONICIT), la Asociación Interciencia, Centro Nacional
para el mejoramiento de la enseñanza de la ciencia (CENAMEC),
Fondo Editorial Acta Científica Venezolana, FUNDAVAC, Comisión
Nacional de Cooperación con la UNESCO, el Centro de
Investigaciones Astronómicas (CIDA); así representaciones en
diversos jurados de premios científicos 95 .
Cobijo a las sociedades
La organización de las diferentes sociedades científicas que se han
afiliado a la ASOVAC ha sido también de gran valor para reforzar el
movimiento científico nacional. De esta manera, cada sociedad
continúa desarrollando sus propios programas, pero se establece un
ambiente propicio al intercambio de trabajos interinstitucionales, al
aumentar las posibilidades de contacto y discusión entre
investigadores de diferentes áreas y entre un número cada vez
mayor de personas sobre los problemas relacionados con la actividad
científica nacional 96. Existen en este momento dieciocho
asociaciones científicas afiliadas a la AsoVAC, dos en proceso de
afiliación y seis sociedades en proceso de formación.
También la AsoVAC ha brindado su apoyo a la creación de programas
para el desarrollo científico nacional. Como ejemplo reciente está el
apoyo e impulso que la AsoVAC, junto con otras asociaciones de
científicos, APIU (Asociación para el progreso de la Investigación
Universitaria de la Universidad Central de Venezuela), Sociedad
Galileana de la Universidad Simón Bolívar y ASOINIVIC (Asociación de
Investigadores del IVIC), dio recientemente para la puesta en marcha
por parte del Ejecutivo Nacional, del Programa de Promoción al
Investigador, que fue instalado por el CONICIT en diciembre de
199097.
Desde el mismo comienzo de la Asociación se organizaron las
convenciones anuales y se editó la revista Acta Científica
Venezolana para establecer comunicación y vincularse con pares de
todas las latitudes, con el objeto de mostrar los resultados de
investigación científica nacional y estimular el interés por la ciencia
en los grupos todavía incipientes. Posteriormente aparecieron otros
programas, como el Festival Juvenil de la Ciencia y el Fondo
Editorial Acta Científica Venezolana.
La Convención Anual
Con la creación de AsoVAC comenzó la organización de las
convenciones anuales. El acto inaugural de la Primera Convención
Anual, se realizó el 29 de enero de 1951. Durante esta convención se
presentaron alrededor de 130 comunicaciones libres, que abarcaron
temas variados sobre las áreas en que se trabaja en el país para ese
entonces, época en que predominan las áreas médicas: anatomía,
bacteriología, parasitología, farmacología, patología general y
fisiopatología, odontología y farmacia.
La importancia de esta primera reunión fue comentada en sucesivos
editoriales de la revista Acta Científica Venezolana. Peña (1951)
comentó que «eventos como éste estimulan y ponen en movimiento
los resortes internos de los recursos científicos y los de los medios
intelectuales especializados. Además despiertan y estimulan en el
público no preparado curiosidad e interés, que podría transformarse
en franca decisión de incorporarse a la investigación de los
fenómenos de la naturaleza desde los infinitamente pequeños hasta
los que ocupan rangos superiores en la escala de la vida». Desde esta
convención se establecieron pautas para el futuro y la AsoVAC
asumió la responsabilidad de llevar adelante el programa según
indica el editorial (1950 b).
Las convenciones anuales se realizaron en diferentes etapas
históricas. Durante la primera (1950-1958), se realizaron todas en
Caracas, pero en diferentes sedes. Al inicio de esta década ocurrió la
aguda crisis universitaria que culminó con su cierre en los días que se
realizaba la I Convención. Durante estas primeras convenciones el
esfuerzos estuvo dirigido a estimular la participación de todo aquel
relacionado de alguna manera con la ciencia del país. En el Editorial
(1953ª) se comentó una de las primeras convenciones. Allí se hizo un
llamado a la necesidad de ser más estrictos en la forma de
presentación de los trabajos, de utilizar mejor los métodos
estadísticos y mejorar la forma de expresar los resultados, así como
la necesidad de ajustarse al tiempo indicado para la presentación de
los trabajos científicos.
Para 1954, época de la IV Convención Anual, se notó un aumento en
la participación de disciplinas relacionadas directamente con la
investigación científica en el área de la biología, quizás debido a que
ya existía la licenciatura de Biología en la Facultad de Ingeniería de
la UCV. Por el contrario, fueron escasísimos los trabajos en Química,
Física y Matemática, áreas todavía no desarrolladas en Venezuela. En
esta convención se organizaron también las II Jornadas de Anatomía
Patológica98 .
Refiere un editorial de ACV99: «fue satisfactorio registrar… una
amplia participación en esta última reunión anual. Nuevas secciones
funcionaron este año y las presentaciones de trabajos en general,
dieron una impresión de mayor solidez». Estos comentarios se
refieren a la V Convención Anual de la AsoVAC. Fue en esta reunión
cuando por primera vez se abrió una sección de Sociología,
realizándose también todos los esfuerzos para vincular la ciencia
venezolana con todos los otros sectores públicos del país100.
Durante esta década ya se habían logrado varios objetivos: el apoyo
necesario para la asistencia de invitados nacionales y extranjeros a
las convenciones, principalmente con la ayuda de FUNDAVAC; otro
logro ya conseguido fue el entrenamiento adecuado en la
presentación de las comunicaciones libres, lo que representaba un
entrenamiento de la comunidad científica del país que podría luego
ser utilizado en niveles internacionales. Además se destacaba la
ardua tarea que significaba para los investigadores la organización
de los mismos.
L.M. Carbonell, quien ejercía la Secretaría General de la Asociación
durante la VII Convención, resaltó algunos aspectos de la evolución
de las convenciones anuales, en lo que respecta a los tipos de
trabajos presentados, su calidad y la repercusión que tenían estas
actividades al facilitar la realización de congresos y la organización
de diversas sociedades científicas101.
Una segunda etapa de las convenciones es la que se inicia con el
período democrático. Para la IX Convención Anual realizada en
1959, se había logrado hacer modificaciones en la organización de
las reuniones; una de las más importantes fue la exigencia de un
resumen escrito de los trabajos, que permitiera la lectura de las
comunicaciones previamente a su presentación con el objetivo de
seleccionar los trabajos que se permitirían y de este modo alcanzar
la excelencia científica. En esta ocasión hubo importantes aportes
procedentes del IVIC, Museo de Ciencias, Instituto Venezolano de
Cardiología, Banco de Sangre, Facultades de Ciencia, Medicina,
Veterinaria, Economía, Farmacia, Humanidades y Odontología de la
UCV, Instituto Oceanográfico de la UDO, Instituto Nacional de
Nutrición, Servicios Shell para el Agricultor y otras Instituciones y
particulares. Esto indica que para la época hubo un incremento para
las contribuciones a las convenciones, lo cual pudiera indicar que se
estaba generando interés por el desarrollo científico 102. Refiere el
editorial de 1959 que con los avances logrados en las convenciones
se contribuiría a conseguir tres objetivos fundamentales: « En primer
lugar, Venezuela podrá presentar con orgullo a propios y extraños
este acontecimiento científico. En segundo lugar, el ambiente
cultural evolucionará notablemente, creando mejores oportunidades
para el investigador y fomentando el debido acatamiento a su
excelsa actividad y finalmente, la AsoVAC verá retribuido su
sostenido anhelo de fomentar, impulsar y estimular la actividad
científica de nuestro país, anhelo que ha logrado mantener durante
duros años de prueba, pero que debe germinar y dar sólidos frutos en
el ambiente democrático que se ha dado en Venezuela>103 .
Arnoldo Gabaldón fue invitado para la sesión inaugural del año 1959.
Su discurso se tituló <Sobre el Progreso de la Ciencia en Venezuela>,
en el cual destaca que a los médicos les había tocado jugar un papel
importante en el desarrollo científico que se llevaba a cabo y que
ello tenía su demostración en el predominio de trabajos en el área
de Ciencias Medicas , 75% para esa convención. Le seguían las
Ciencias Físicas y luego las Ciencias Sociales en una proporción muy
pequeña. Señalaba Galbaldón que en el mundo entero los fondos y
los recursos humanos dedicados a las ciencias sociales eran muy
bajos. Resaltaba así mismo la necesidad de hacerles avanzar, e
indicaba que esto contribuiría a mejorar la convivencia de los
hombres y a evitar la destrucción del medio ambiente. Hizo notar el
hecho de que en Venezuela existían todavía muy pocas personas
dedicadas a la investigación científica y en cambio había en general
mucho interés por dedicarse a las actividades lucrativas. Para
ilustrar esta situación indicaba que existían un gran número de becas
que no habían sido utilizadas. Señaló que FUNDAVAC debía hacer el
máximo esfuerzo para mejorar esta situación y que debería lucharse
con firmeza por lograr el todavía proyecto de Consejo Nacional de
Investigación Científicas 104.
En la X Convención Anual, se conmemoraron los diez años de
existencia de la AsoVAC, lo cual le dio realce e importancia a esta
reunión. En esta ocasión se recibieron más de 300 comunicaciones.
El Secretario General de ese momento, Tulio Arends, se refirió en su
discurso a las etapas de inicio de la AsoVAC y a sus más resaltantes
fundadores, así como también a la proyección e influencia de la
AsoVAC en la organización científica del país105.
En relación a los aspectos organizativos y técnicos para próximas
reuniones, se decidió desminuir el número de presentaciones de
trabajos libres y se trata de planificar mesas redondas y otro tipo de
actividades que permitieran enfocar un tema desde diversos ángulos,
así como también una mayor discusión.
Se destacó también la importancia de seleccionar los coordinadores
de secciones entre los investigadores más expertos con el fin de
lograr mejorar definitivamente la calidad de las sesiones.
Tomando en cuenta los aspectos comentados podríamos concluir con
que estas reuniones dejaron sentir su influencia tanto hacia la
comunidad científica del país como hacia la sociedad en general. El
mejoramiento de la formación de los científicos venezolanos se vio
favorecido, estimulándose el interés entre los investigadores a
presentar trabajos originales, lo cual requería de un entrenamiento
sobre la forma de presentación de un trabajo científico en corto
tiempo.
Esto contrastaba con la forma convencional que se había utilizado
hasta ese momento en el país: las exposiciones de carácter retórico
en las academias. En segundo lugar, estas actividades fueron un
estímulo para que los institutos de investigación plantearan y
pusieran a discusión sus trabajos. Se cumplía así con un
mejoramiento de la parte académica, lográndose también el vínculo
entre las deferentes áreas de la ciencia. Las convenciones también
contribuyeron con la formación de individuos racionales y
emocionalmente maduros mediante el estudio, la investigación y la
meditación; y los valores éticos de la ciencia fueron siempre
resaltados durante las convenciones anuales106. Se trató de lograr
una participación universal de todos los venezolanos convocada por
AsoVAC. FUNDAVAC participó activamente en las primeras
convenciones apoyando la invitación de personalidades nacionales y
extranjeras. La inclusión del sector estudiantil en estas reuniones
cumplió un importante papel, el cual todavía sigue vigente.
Es necesario destacar la colaboración de otras instituciones en el
desarrollo de las convenciones anuales y fundamentalmente el
constante apoyo de la UCV y posteriormente de todas la
universidades del país, soporte que es relevante todavía en nuestros
días107.
A partir de la X Convención Anual, quizá por el impacto que
representó el proceso democrático sobre el movimiento científico,
aumentó el número de trabajos presentados. La comunidad
científica se hizo más exigente con sus pares y se observó un
aumento en el número de investigadores que salieron al exterior
para cumplir períodos de formación.
Se reflejó el auge de las nuevas instituciones y la importancia que
comenzaron a darle las universidades a la investigación científica,
concretado con la creación de la Facultad de Ciencias y del Consejo
de Desarrollo Científico y Humanístico108.progresivamente
comenzaron a aumentar los trabajos de ciencias básicas.
Sin embargo, en la década de los setenta se observó un
estancamiento en el número de trabajos enviados a las convenciones
de la AsoVAC, el cual comenzó a incrementarse nuevamente después
de 1975, y se hizo máximo en 1980(Fig. N°1). Es en esta época
cuando se comienza a rotar la sede por ciudades del interior del
país, innovación que fue bastante exitosa y que se mantiene hasta
hoy. Se comenzó además la edición de los resúmenes de los trabajos
presentados, en los suplementos de ACV. Es importante señalar que
es en este período cuando se instaló y se caracterizó regularmente el
apoyo del CONICIT para este programa.
Texera (1985) comenta algunos aspectos interesantes de las
convenciones anuales en el período que va de 1970 a 1985 cuando el
número de comunicaciones pasó de 321 a 1873 y el número de
autores que enviaban trabajos a las convenciones iban de 270 a
2500. refiere esta autora, que el éxito descrito podría deberse a que
en este período se estaban cosechando los logros de la inversión en
Ciencia y Tecnología que se había logrado en los años sesenta, a
saber, creación de instituciones y cientos de jóvenes becados
cumpliendo labores de formación en el exterior.
En 1980, el número de trabajos ascendió a casi 1200. Ese año la
convención se realizó en la Universidad de los Andes. Comenzaron a
incorporarse nuevas áreas y disciplinas, a realizarse simposios, foros
y diferentes tipos de actividades académicas en las más diversas
áreas.
Se pudiera entender que la participación de los investigadores en
estas convenciones es una forma de medir la productividad
científica. Sin embargo, esto no es estrictamente exacto, porque la
medida de la productividad de una comunidad de investigadores
requiere un estudio mucho más complejo. No obstante, el número de
trabajos, las áreas representadas y el éxito de las discusiones en las
convenciones anuales, podría tomarse como un indicador del avance
de nuestra comunidad científica.
Al revisar los informes de la convenciones más recientes (1982-1990)
se observa un aumento en el número de los eventos especiales, tales
como conferencias, simposios, seminarios y foros en forma
importante, con participación de invitados nacionales y extranjeros.
En la Tabla N°2 se indica cual ha sido la evolución de las
convenciones anuales desde el año 1982 hasta 1990, en cuanto al
número total de trabajos presentados y su distribución por grandes
áreas, expresada en porcentajes. Se puede observar que ya en esta
etapa no se detectan diferencias resaltantes en cuanto a la cantidad
de trabajos que se presentan en la convenciones relacionados con las
áreas biológica-biomédicas y básicas-tecnológicas109.
La caída drástica del número de trabajos presentados en 1989,
coincide con el descenso en el número de publicaciones de autores
venezolanos. Esto ha sido ya reportado específicamente en el campo
de la salud110.
La vinculación de la sociedades científicas con las convenciones
anuales es un aspecto de interés. Estas agrupaciones han cumplido
un papel fundamental como colaboradores en la organización de las
convenciones y arbitrajes de resúmenes en sus áreas respectivas. Ha
sido importante su aporte para la participación de invitados
extranjeros, en la organización de conferencias magistrales que ya
son tradicionales, así como la realización de las asambleas
correspondientes dentro del marco de las convenciones. Sin
embargo, algunas sociedades han comenzado a organizar sus
reuniones científicas fuera del marco de la convención en el número
de trabajos presentados en las convenciones en áreas especificas.
Este último aspecto ameritaría un análisis más profundo, cuyas
conclusiones serían de gran importancia para la organización de los
futuros encuentros.
Las convenciones anuales siguen siendo uno de los medios
fundamentales para la difusión de la actividad científica en el país.
Después de cuarenta años ininterrumpidos de realización de las
convenciones, la comunidad científica debe luchar por su
continuidad. No obstante, sería necesario incluir ciertos cambios o
modificaciones en la organización de estas reuniones, a fin de
aumentar su excelencia y lograr una proyección de mayor impacto
sobre los científicos y la sociedad en general.
Acta Científica Venezolana
Con el advenimiento de la AsoVAC y la consecuente organización de
la comunidad científica fue necesario crear un órgano divulgativo
que difundiera su actividad y que fuera capaz de informar acerca de
los avances más relevantes de la ciencia mundial, contribuyendo de
esa manera a fortalecer las diversas áreas de la ciencia del país.
Tal como consta en el acta de instalación de la AsoVAC, uno de sus
objetivos primarios era la libre difusión de los conocimientos. Con
este objetivo se creó la revista Acta Científica Venezolana (ACV). El
primer número de la revista corresponde a los meses mayo-junio de
1950, bajo la dirección de una comisión redactora constituida por
Vicente Peña, Félix Pifano, Enrique Tejera, Oscar Agüero, Werner
Jaffé, Hernán Kaiser y Francisco De Venanzi.
En el editorial del tercer número del mismo año (1950c) se comentó
sobre la importancia de disponer de una revista buena y adecuada
para la publicación de los resultados de los trabajos de investigación;
se resaltaba el peligro de la proliferación de revistas científicas en
un país con poco recursos humanos y económicos que pudieran
dedicarse a estas actividades.
En las palabras leídas por Vicente Peña (1951) en la asamblea de
instalación de la AsoVAC, se decía: <se dispondrá de un órgano
periodístico de publicidad que en primer término contendrá material
venezolano original, secciones varias con sus especialidades en las
diversas ramas de la ciencia sin omitir estudios de otra índole
relacionados con la técnica o con el conocimiento>.
En las primeras etapas de la ACV, W. Jaffé (miembro del Consejo
Directivo de la AsoVAC), se responsabilizó de la edición de la revista.
Refería el editorial (1956), que a pesar de grandes estrecheses
económicas y con dificultades para la consecución de artículos de
calidad, se había podido mantener la revista durante 6 años. Para
ese momento la distribución abarcaba todo el territorio nacional y se
distribuía a unos 400 centros bibliográficos e instituciones de todo el
mundo. Se hacía notar la importancia de que ACV fuera indexada en
revistas periódicas, lo cual la incorporaría a la literatura universal.
Desde noviembre de 1965 ACV fue incluida en el Index Medicus; y en
1963 se incluyó en el Current Contents. Ya en 1964 se decide incluir
en forma permanente resúmenes en inglés para todos los trabajos
publicados en la revista.
El arbitraje de pocos trabajos que se recibían era realizado por la
misma Junta Directiva de la asociación. Es de hacer notar que en los
primeros números, los autores de los artículos publicados eran
principalmente los mismos miembros de la Junta Directiva. En este
período era difícil obtener artículos escritos o conferencias.
En el año 1957 se instaló una comisión redactora bastante amplia,
formada aproximadamente por 21 personas. Para el año 1969
Federico Pannier se encargó de la edición de la revista; ya para esta
época se establece en forma permanente y regular el sistema de
arbitraje, el cual fue fundamental para cercarse al criterio de
garantizar su calidad.
En 1969 el Consejo Directivo de la AsoVAC consideró necesario
reactualizar y hacer más dinámica la edición ACV. Ocurren entonces
cambios importantes en el formato de la revista, se modificaron las
portadas, se introducen colores en ella y se cambia el tamaño. Se
nombran por primera vez los <editores de campo>. Se trataba en
definitiva de hacer menos estática la revista, intentando a su vez
que un número mayor de personas participaran en su elaboración.
Los archivos de la revista se trasladan del IVIC al edificio sede de
FUNDAVAC AsoVAC.
Cabe destacar un nuevo tipo de actividades que organizó para esta
época el Consejo Directivo de la AsoVAC y que se refiere a las
<expediciones científicas> que tenían carácter multidisciplinario y
las cuales eran reflejadas por la revista con mucha distinción111.
Otro aspecto que se trató de fomentar para este momento fue la
inclusión de investigadores extranjeros en el comité editor con el
objeto de lograr mayor vinculación con grupos internacionales.
Las discusiones que realizaban los miembros del Comité Editor
durante esta etapa versaban sobre el carácter multidisciplinario de
la revista y sobre su capacidad de transmitir o mostrar el tipo de
investigación que se realizaba en el país, aspectos que aún hoy
tienen vigencia y son materia importante de consideración. Las
editoriales de ACV han constituido siempre un medio de discusión y
planteamientos sobre problemas de la ciencia nacional.
En el año 1975, momento en que la AsoVAC llegó a su 25°
aniversario, se da un nuevo impulso a la asociación y se trata de
vincular a la revista a la región latinoamericana. Se nombró entonces
por primera vez a un editor jefe y a una comisión editora.
Con el objeto de plantear algunos problemas que experimentaba la
revista para esos momentos, se promovió una reunión con el
CONICIT, incluyendo invitados especiales como Marcel Roche,
Francisco De Venanzi, y Tulio Arends, entre otros. Se consiguió así el
financiamiento del CONICIT.
En esa misma época era importante lograr que los investigadores del
IVIC publicaran en ACV y con este fin se llevó a cabo una reunión con
el director de este instituto. Se trataba de lograr que la comisión
clasificadora del IVIC, considerara y tomara en cuenta los trabajos
publicados en Acta. Sin embargo, esto no fue aceptado.
En 1983 la revista fue excluida del Current Contents, lo que originó
gran preocupación general e impactó fuertemente a la comunidad
científica. Las razones esgrimidas para tomar esta determinación
fueron que tenía poco impacto y que los científicos venezolanos
preferían hacer sus publicaciones en revistas foráneas. El mismo
director del Institute of Scientific Information sugirió que para
reactivar la revista se le cambiara el nombre y se diera una
dimensión menos local, tratando de captar un mercado más amplio.
Se sugirió además disminuir el número de áreas que abarcaba y la
periodicidad de la revista, así como aumentar el número de
publicaciones en inglés. Sin embargo, estas sugerencias no
encontraron eco. Se han originado múltiples discusiones en diversos
sectores a partir de la eliminación de ACV del Current Contents.
Estas no han contribuido a lograr a lograr cambios en la revista que
resulten en aumentar su impacto internacional. Actualmente con la
puesta en práctica del Programa de Promoción de Investigador que
ha originado de nuevo discusiones sobre las problemáticas de la
publicaciones científicas en nuestro país112, parece haber un clima
propicio para reanudar los intentos de promover ACV
internacionalmente, lo que podría contribuir en un futuro a que ésta
fuera aceptada de nuevo en el Current Contents. Si se lograra estas
iniciativas tendríamos mayores posibilidades de alcanzar este
objetivo.
Es importante recordar que la proporción de revistas periódicas
incluidas en el Current Contents del Science Citation Index es
mínima en relación al número de revistas periódicas del mundo
entero, que llegan actualmente a un número cercano a 70000. Por
otra parte, solo la mitad de la producción científica de los países en
desarrollo que responde a estándares internacionales de calidad está
incluida en el SCI. Ciertamente, nuestros autores son citados con
mucha menos frecuencia que sus pares de los países centrales que
publican en revistas de gran impacto, pero la práctica de citas de
referencia de la comunidad científica muestra claramente que ésta
está incluida, por ejemplo, por el lugar donde se realizó la
publicación y no por la calidad del trabajo113.
Aspecto sobre la evolución de ACV en relación a su política
editorial, el tipo de trabajo que se han publicado en el tiempo, los
resultados que se persiguieron, el papel que se ha buscado para la
revista en el conjunto de publicaciones científicas nacionales e
internacionales y el tiempo de colaboración que ha recibido están
descritos en un interesante trabajo de Vessuri (1987). La autora
elabora, además al final del trabajo ciertas proposiciones
estratégicas que, a su modo de ver influirían en mantener la vigencia
de la revista.
ACV está indexada en diversos sistemas de difusión tales como
Biological Abstracts, Excerpta Médica, Zentralblatt fur Matematik,
Mathematical Reviews, Chemical Abstract Service,Index Medicus
Titles, Biblioteca Regional de Medicina (BIREME), Periódica
CICHUNAM; Cambridge Scientific Abstract, Current Advances in Plant
Sciences, Biotechnology Abstract, Chemical Abstract e Index
Medicus. Recientemente se han incorporado cambios en ACV que han
contribuido a aumentar el número de publicaciones, facilitar el
manejo posterior de la información y a internacionalizar la revista.
Se introdujo, por ejemplo, la sección de Avances de Investigación en
1983 y se aumentó la velocidad de publicación. Luego se
introdujeron en las comunicaciones palabras claves y se mejoró la
identificación de los trabajos. Asimismo se modernizó y se actualizó
el formato. Además, a partir de 1987 ACV introdujo su propio
sistema de montaje y de levantamiento de texto y diagramación. Se
ha logrado también una conexión más fluida con los autores.
Durante la primera etapa de la vida de la revista existió la
posibilidad de cubrir los gastos de impresión con avisos comerciales y
este aporte dejaba aún un exceso que era utilizado por la AsoVAC.
En la actualidad el financiamiento de la revista se costea con aportes
de FUNDAVAC, de AsoVAC a través de su membresía, CONICIT, de los
CDCH de las universidades Central, de los Andes y Lisandro Alvarado,
así como también con aportes de la Fundación Polar.
La iniciativa de los pioneros de la AsoVAC de crear ACV, es digna de
aplauso; es una revista que aún con sus característicos problemas se
ha mantenido en el tiempo, durante 40 años en forma
ininterrumpida114, que sin pretender sustituir a las revistas
especializadas ni reemplazar al sistema internacional, constituye un
elemento clave en el establecimiento de sistemas de investigación
en el país y en el desarrollo de la ciencia nacional.
Sin embargo, ACV necesita promover discusiones fundamentales a
través de AsoVAC y otras asociaciones, para lograr los cambios
necesarios que le permitan no solo sobrevivir sino lograr la fuerza y
el impacto que requiere cualquier sistema de publicaciones en el
mundo.
Festival Juvenil de la Ciencia
El atraso científico del país preocupó a la AsoVAC desde sus inicios,
entendiéndose como una de las causas la deficiente formación
científica en los estudios secundarios. En este sentido, al comienzo
de la década de los sesenta, la AsoVAC realizó severas críticas al tipo
de educación secundaria que se impartía en el país, las cuales
señalaban la existencia de un exceso en la aplicación teórica, de un
gran número de profesores con actitud dogmática y de un escasísimo
trabajo práctico que ayudara a demostrar las teorías. Se recomendó
la formación de un estudiante más racional, con mayor capacidad
explicatoria, cuestionador y que se interesara por la actividad
científica. La AsoVAC propuso entonces un modelo de liceo que
llenara todas las expectativas, idea que quedó en el vacío.
El primer concurso de dibujos infantiles sobre motivos científicos y
de la naturaleza, organizado en 1960 en el marco de la X Convención
Anual, fue la primera vez que AsoVAC se vinculó con jóvenes
estudiantes, educadores e institutos de educación básica (Editorial
1960). En mil 1961, Francisco De Venanzi creó la sección juvenil de
la AsoVAC, que funcionó solamente con estudiantes universitarios y
no alcanzó nunca a estudiantes de secundaria115.
En 1967, la directiva de AsoVAC reunió a grupos de investigadores y
docentes quienes consideraron que era de importancia fundamental
la organización de actividades o reuniones científicas con jóvenes y
estudiantes de educación media. Ese mismo año se puso en marcha
un programa que entonces se llamó «Feria de la Ciencia>. En la
promoción y organización de esta actividad tuvieron singular
participación los profesores Luis Segundo Jordán y Mariluz Carrero.
El nombre del festival juvenil de la ciencia (FJC) fue sugerido por el
profesor Alonso Gamero, investigador, docente y decano de la
Facultad de Ciencias de la Universidad Central de Venezuela. El
Consejo Directivo de AsoVAC nombró una comisión asesora integrada
por docentes e investigadores quienes establecieron las pautas de
trabajo del FJC.
En 1968, la AsoVAC, con la cooperación del Ministerio de Educación,
del IVIC, de la Universidad Central de Venezuela, del Instituto
Pedagógico de Caracas y con financiamiento parcial de la Fundación
Shell y la Fundación Ford, organizó el Primer Festival Juvenil de la
Ciencia, en el cual participaron Caracas, Valencia, Maracaibo y
Mérida. A partir de esa fecha, los Festivales se han realizado sin
interrupción, no sin padecer algunos inconvenientes en el transcurso
de los años, debidos en gran parte a la falta de financiamiento.
En las fases iniciales, el programa se vinculó particularmente con el
IVIC y con sus investigadores, así como también con el Ministerio de
Educación, particularmente con supervisión especializada de ese
ministerio en las áreas de química, biología, ciencias de la tierra y
puericultura. Al frente de esta supervisión se encontraba la
profesora Yolanda Carrero.
En 1989, se realizó en Panamá, bajo los auspicios de la UNESCO, la
asociación Panameña para el Avance de la Ciencia y la Universidad
de Panamá, un seminario regional para «promotores de centros de
ciencia y actividades relacionadas>. Allí se acordó denominar a todas
esta iniciativas como actividades científicas juveniles no formales,
quedando así definido el FJC como un programa de educación no
formal, creado y coordinado por AsoVAC y dirigido a estudiantes de
la tercera etapa de la educación básica, de educación media
diversificada y profesional que voluntariamente deseen participar.
En sus etapas iniciales, el festival era responsabilidad de las
directivas de los capítulos de AsoVAC y existía un coordinador
nacional. En el año 1979, se crearon las coordinaciones regionales.
Desde hace varios años funciona la Comisión Nacional Coordinadora
que sustituyó a la figura del coordinador nacional.
La nueva organización del festival permitió su crecimiento tanto en
cantidad como en cobertura geográfica. Sin embargo, esto no
repercutió en el mejoramiento de la calidad de los trabajos, la cual
dependía más bien de los docentes asesores del Ministerio de
Educación. A partir de 1975, el FJC se vinculó al Centro para el
Mejoramiento de la Educación para la Ciencia (CENAMEC). El
CENAMEC contribuyó con dos programas fundamentales: en primer
lugar los talleres dirigidos a docentes y a estudiantes; se entrenó a
los docentes para darle seguridad en su función asesora, así como
también suministrarles información en las distintas actividades
científicas juveniles. En segundo lugar los campamentos, que
trataban más bien de proporcionarles al estudiante la metodología
necesaria para realizar alguna actividad de investigación.
El FJC contribuye a que se detecten problemas de la región que
puedan ser analizados a través de este programa. Los capítulos de
AsoVAC organizan talleres, jornadas y otras actividades dirigidas a
los estudiantes que participan en el FJC, el cual se realiza
anualmente en tres etapas: local, regional y nacional.
El crecimiento numérico y la cobertura territorial del festival, así
como las actividades necesarias para elevar su calidad, han generado
costos crecientes que conducen a uno de a uno de los problemas
principales: su financiamiento. Los recursos económicos con que el
programa provienen de AsoVAC, CONICIT (institución que casi desde
el nacimiento del programa ha contribuido con él), Fundación Polar,
FUNDAVAC, IBM, Petróleos de Venezuela y el Ministerio de
Educación, entre los más importantes por su aporte de manera
regular. En 1985, el FJC firmó un convenio con la Fundación Polar
para financiar gran parte del programa durante tres años. Este
financiamiento contribuyó notablemente a darle estabilidad. Hay
otras instituciones que también han contribuido de manera
importante: Instituto Nacional de Hipódromos, algunas corporaciones
de desarrollo regional, empresas e industrias públicas y privadas del
área. Además no debemos dejar de nombrar a los miembros de la
AsoVAC que con su contribución a la asociación colaboran con este
programa. En los últimos años el FJC se ha enfrentado a crisis
financieras que han puesto en peligro su financiamiento. En la
búsqueda de una solución adecuada, los diferentes entes
patrocinantes, con respaldo de la AsoVAC, han tomado la iniciativa
de crear un fondo dotal que funcionaría como una Fundación que
garantice los recursos necesarios para el programa.
En los últimos cinco años el FJC ha atendido en su etapa local de
36000 a 40000 estudiantes, con un número de trabajos participantes
que oscilan entre 12000 a 15000 en la etapa regional el programa ha
atendido entre 1300 a 1500 estudiantes con un número de trabajos
que oscilan entre 450 a 500 y en la etapa nacional 180 estudiantes
presentaron 60 trabajos.
El FJC tiene funcionando 23 años ininterrumpidos y a pesar de las
deficiencias financieras se ha logrado que participen en la etapa
local más de 100000 estudiantes, en la etapa regional mas de 25000
y en la etapa nacional más de 3600. El FJC se lleva a cabo
actualmente en 22 entidades federales y más de 10000 docentes de
diferentes sectores participan en él116.
En relación a las características de los trabajos presentados se
observa que el 69% son de tipo experimental, el 25% de tipo
descriptivo y el 6% de tipo documental117.
Tomando en cuenta los últimos tres años, las áreas que se presentan
en el FJC con más frecuencia son: biología y biomedicina 57%,
ciencias básicas y tecnológicas 26% y ciencias sociales 17%.
Algunos estudiantes han representado a Venezuela en eventos
científicos juveniles a nivel internacional, como por ejemplo, en
Japón, Ecuador, Bolivia, Israel, Panamá y Venezuela; aunque muchas
oportunidades se han perdido por la falta de financiamiento.
Cabe destacar que durante el período en que se ha realizado el FJC,
se ha logrado incrementar el número de trabajos de los estudiantes
de educación media; la participación de un mayor número de
profesores e investigadores en estas tareas y la creación de un
mayor interés por la ciencia.
Se ha visto que en los últimos 10 años ha predominado la
participación de estudiantes de la educación privada. Es importante
resaltar que en esta última tendencia debería revertirse y que
deberían tomarse medidas para incrementar la participación de
estudiantes procedentes de la educación pública.
Habría que evaluar con un estudio de seguimiento si la existencia del
FJC ha incrementado la inclinación hacía la investigación científica
entre los estudiantes como profesión y si ha propiciado habilidades y
madurez mental en sus participantes.
Fondo Editorial Acta Científica Venezolana
La editorial desplegada por ACV para el año 1980, necesitaba
expansión y reajuste debido al desarrollo mismo de la actividad de
investigación científica nacional. En este sentido, se pensó que era
adecuado establecer mayores estímulos y apoyos a la actividad
editorial en el país. Se incluirían aquí los apoyos necesarios tanto
para la revista ACV como para la edición de libros de interés para
diversas áreas. Se pensaba que era necesario colocar la actividad de
difusión de la ciencia al mismo nivel del desarrollo alcanzado por la
actividad de investigación.
Así se propuso la creación de un fondo de financiamiento para esta
actividad: de un fondo editorial que operara a través de una
fundación.
El proyecto se presentó por primera vez en el marco de la XXXI
Convención Anual, en 1981. El fondo editorial es auspiciado por la
AsoVAC, institución que tiene la mayoría de los representantes del
consejo editorial. Como resultado se han editado más de 60 textos
La vigencia de AsoVAC
La actividad de la AsoVAC se ha desarrollado a lo largo de sus años
de existencia, bajo la influencia de los procesos sociales y políticos
ocurridos en nuestro país en particular y en el mundo en general.
Debido a su creatividad y a sus acciones permanentemente ceñidas
de seriedad, la asociación ha logrado alcanzar un gran prestigio.
Los objetivos trazados por la AsoVAC desde sus inicios en función de
promover el desarrollo de la ciencia estuvieron destinados entre
otras cosas, a institucionalizar la actividad científica en el país y tal
como lo señala Ardila (1981) se destacan acciones como: lograr
apoyo financiero para el fomento de la investigación científica en
nuestro país, acciones para vincular esta actividad a las
universidades, funciones para impulsar y apoyar su desarrollo en
diversos institutos de investigación, acciones tendientes a vincular la
ciencia con la educación media y con otros sectores para
involucrarlos en el proceso de desarrollo científico.
Con la finalidad de que el trabajo de la asociación se hiciera cada
vez más amplio y universal y para que sus postulados adquirieran
cada vez más fuerza, fue necesario establecer el vínculo de esta
organización nacional con comunidades científicas del mundo; esta
idea fue desarrollada por sus fundadores desde los mismos inicios de
la asociación118.
La AsoVAC se afilió a la Asociación Interciencia desde el momento
mismo de su creación en 1975. Interciencia agrupa a las
asociaciones para el avance de la ciencia de América y posee un
órgano divulgativo, la revista Interciencia editada en Venezuela, la
cual ha logrado obtener un buen impacto en el continente.
En 1989, AsoVAC atendió la convocatoria que motorizara un grupo de
científicos ingleses con el objeto de discutir acciones concertadas de
la comunidad científica y proponer la creación de una «Unión
Internacional de Asociaciones para el Avance de la Ciencia>119. En
una carta escrita a la AsoVAC por Lord Dainton, coordinador de esta
reunión y de fecha 5 de diciembre de 1989, se explican claramente
los objetivos de esta iniciativa.
La vigencia de asociaciones para el avance de la ciencia en países
como el nuestro, es una necesidad. La falta de visión para el análisis
del futuro que observamos en nuestros políticos, la falta de
planificación y el desconocimiento de los beneficios que pueden
proporcionar las actividades científicas y tecnológicas, hace
necesaria la función formativa, guiadora y de liderazgo de estas
asociaciones. La AsoVAC ha cumplido cabalmente esta función a
través de los años; ha tenido un papel fundamental en la toma de
decisiones en materia de política científica, ha sido fundamental y
siempre oportuna tal como corresponde a una institución solamente
comprometida con sus principios de promoción y difusión de la
ciencia en el país.
La AsoVAC, con su representación en el Consejo Superior del CONICIT
y en otras instituciones y por su carácter multidisciplinario transmite
la opinión de los científicos sobre problemas diversos.
En la década de los ochenta, período de aguda crisis fiscal en el país,
con evidente repercusión en el sector de ciencia y tecnología,
AsoVAC propició una serie de claras y determinantes denuncias120,
que seguidamente han incidido, entre otras cosas, en las recientes
tomas de decisiones que han permitido mejoras en la actividad
científica y tecnología nacional. Hemos observado en los años 1990 y
1991 aumento del presupuesto del CONICIT y la instalación del
Programa de Promoción al Investigador, hechos positivos en su
crecimiento.
Aún cuando AsoVAC continúa ejerciendo la actividad de estímulo y
apoyo para el desarrollo de la ciencia venezolana, las necesidades
actuales de nuestra comunidad científica exigen que se promuevan
dentro de la asociación transformaciones que le permitan no sólo
hacerse más atractiva para la comunidad científica del país, sino que
su contribución sea determinante para que esta misma comunidad
científica desarrolle los cambios necesarios para sobrevivir y
progresar.
Existe actualmente la necesidad de un liderazgo en la comunidad
científica que exprese las necesidades de sus miembros, que vele
por sus intereses y que evidencie el papel de la actividad científica y
tecnológica, papel que la AsoVAC en conjunto con otras asociaciones
y sociedades científicas debe cumplir en los próximos años. Además,
la AsoVAC junto con las otras organizaciones que reúnen a los
científicos del país debe trabajar promoviendo la organización, el
crecimiento y la modernización de nuestra comunidad científica
presentando a su vez labores de asesoría al Estado con el objeto de
elaborar un plan nacional de ciencia y tecnología121.
Sin la existencia de la AsoVAC, sin el conocimiento de la historia de
esta asociación, no podría comprenderse la historia y el desarrollo de
la ciencia venezolana.
Sin embargo, en los próximos años se le exigirá más a la AsoVAC,
institución que tiene todavía pendiente una difícil tarea que a través
de sus líderes capaces y con buena formación académica debe hacer
cumplir.
82. Bernal, 1964.
83. Ardila, 1981.
84. Editorial, 1950 a.
85. García Arocha, 1960.
86. Peña, 1951.
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102. Editoriales 1958 by 1959.
103. Editorial, 1959
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106. Editorial 1953 a.
107. Rodríguez Lemoine, 1981.
108. Idem, ibídem.
109. Informes Finales Convenciones Anuales
1982, 1983, 1984, 1985, 1987, 1988,
1989 y 1990; González, 1990
110. Díaz Polanco y col. 1991.
111. Medina E., 1969.
112. Viana Di Prisco, 1991.
113. Gaillard, 1989.
114. Rodríguez Lemoine, 1989.
115. De Venanzi, 1961.
116. Carrero Y. Comunicación personal.
117. Idem, ibídem.
118. De Venanzi, 1975.
119. Di Prisco, 1990.
120. Urbina, 1985 a y b; Di Prisco, 1986; CDN,
1986; Di Prisco, 1987; Di Prisco y col.,
1987; Arocha-Piñango y col., 1990.
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