Cuatro F No. 44

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Semanario Cuatro F No. 44

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  • AO 1 N 44

    PERIDICO DEL

    VENEZUELA, 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 2015

    El dlar ms oscuro

    Victoria diplomtica en el frente guyans /P 06 y 07

    El fin del mundo unipolar /P 17

    Plan de la Patria y los objetivos del milenioECONOMAINVESTIGACIN INTERNACIONALESEl presidente Maduro pidi tomar como propios los 17 objetivos propuestos en la ONU, por lo que impulsar un gran debate para integrar al Plan de la Patria las metas trazadas por el organismo multinacional para el 2030. /P10 - 11

    Fenmenos sociales enquistados en la sociedad colombiana, tales como el narcotrfico y la parapoltica, permitieron la creacin de un marco regulatorio sin ninguna lgica econmica y que ahora sirve para atacar al bolvar con fines desestabilizadores. /P 09

    Las banderas de la lealtad, el trabajo, la constancia y el desprendimiento, son izadas a un ao del vil asesinato del joven hroe Robert Serra, su fuerza de vida es un ejemplo de lucha para quienes viven da a da para construir un mundo ms justo. En su honor sus palabras se hacen rdenes para la construccin del socialismo de Chvez y para aquellos que comprenden la

    necesidad de hacer irreversible la Revolucin. /P 03-05

    Hacer irreversible la Revolucin

  • /// DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 201502 OPININ

    Presidente del PSUV: Nicols Maduro Moros Primer Vicepresidente: Diosdado Cabello Vicepresidente de Agitacin, Propaganda y Comunicacin: Victor Clark Director General: Gustavo Villapol Jefa de Redaccin: Veronica Daz Hung Diseo y Diagramacin: Aarn Mundo, Dileny Jimnez, Francisco Contreras Correccin: Alejandra Reina. Fotografa: Jesus Vargas, Marcos Molina. Equipo de Trabajo: Andrea Valdz, Sajary Lozada, Jeancary Valdz, Jess Gmez, Fernando Rivero, Ernesto Morgado, Rafael Brazn, Nazareth Ypez, Pedro Gerardo Nieves, Gustavo Castaeda, Andrs Barrios, Gerson De Len, Abiud Villegas, Carlos Ribas, Wilmer Rodrguez, Michelle Arteaga, Dayana Pinto, Rebeca Gonzalez, Mara Rodrguez, Fernando Bastidas, Amildris Casiani, William Prez, Ftima Ferrer, Luis Dvila, Franlexis Douglas. Depsito Legal: pp201401DC1761.

    Redes SocialesTwiter: @CuatroFDigitalissuu.com/cuatrof_digitalFacebook: CuatroFDigitalInstagram: @[email protected]

    Cuando en 2008 Barack Obama gan las elecciones escrib en el diario ltimas Noticias: Un negro en la Casa Blanca, artculo en el cual calificaba como un buen augurio la llegada de un afrodescendien-te a esos espacios. Sin embargo, refera que por su afn de incluir ms que de excluir, se convertira en blanco de ataque de esos grupos extremos cuando se distanciara de Bush hijo. Por ello no significara un cambio radial.

    Algo parecido pienso del reciente encuentro entre los presidentes Juan Manuel Santos y Nicols Madu-ro en Quito-Ecuador, gracias a la intervencin de sus homlogos Rafael Correa y Tabar Vsquez. El solo hecho de que se haya dado es positivo, significa una bofetada a la derecha internacional; en especial, a la de Colombia. Les presento brevemente mi anlisis de esto.

    El conflicto fronterizo con Colombia se haba con-vertido en el pretexto perfecto de la derecha inter-nacional para atacar al Estado venezolano con los calificativos de criminal, violador de derechos hu-manos y drama humanitario, mientras manipulaba con la deportacin de colombianos, la demolicin de viviendas que estaban al servicio del hampa, entre otras cosas.

    Por consiguiente, nada ms el que se diera la reu-nin pone en evidencia la falsedad de ese discurso que tiene por fin promover la desestabilizacin y lla-mar a una intervencin estadounidense en Venezue-la.

    Luego, aunque no mencionara el paramilitarismo, el que Santos reconociera que existe una crisis en la zona fronteriza con Venezuela, es algo, y manifestar su intencin de ayudar a resolverla es bastante. Sig-nifica reconocer al otro, legitimar su imagen, en este caso, a Maduro, quien avanz sustancialmente en su propuesta de dilogo. Y con ello, Santos se distancia significativamente de Uribe Vlez, representante n-mero uno de la parapoltica colombiana.

    A pesar de lo anterior, Santos es de derecha: no puede ir contra de ese pensamiento neoliberal que ha llevado a Colombia a la dependencia econmica extrema con Venezuela, ya que est demostrada la ineptitud del gobierno colombiano para garantizar a su poblacin condiciones sociales mnimas. Esto se ha puesto en evidencia con el estado de excepcin iniciado desde el Tchira, continuado por el Zulia, y extendido hasta Apure.

    En definitiva, aunque no tanto como quisiramos, dicho encuentro es bueno, porque ha ratificado el xito del discurso de paz del mandatario venezolano en un contexto en que la guerra se vende como la mejor opcin.

    El jefe mximo de las FARC, Rodrigo Londoo (Timochenko), advirti que sellar la paz en Colombia puede llevar ms de los seis meses de plazo que esa guerrilla y el gobierno anunciaron al comprometerse a poner fin a medio siglo de conflicto armado.

    Los seis meses pueden ser cortos. Podemos hacerlo antes si hay volun-tad, pero los seis meses tambin nos pueden quedar cortos, es decir, que no logremos el acuerdo final, dijo el lder de las Fuerzas Armadas Revolu-cionarias de Colombia (EP), FARC-EP.

    Rodrigo Londoo, conocido por sus nombres de guerra Timolen Jimnez o Timochenko, se refiri as a la fecha lmite del 23 de marzo de 2016, sea-lada tras una histrica reunin con el presidente Juan Manuel Santos el 23 de septiembre en Cuba, durante la fir-ma de un pacto de justicia crucial para el avance del proceso de paz.

    Son temas que se van a poder defi-nir si hay una real decisin poltica de afrontarlos, pero que nos van a llevar mucho tiempo de discusin si hay tra-bas.

    La sociedad siempre puede encon-trar solucin a los problemas si la gran mayora se compromete, insisti Timo-chenko. Lo difcil es si vamos dividi-dos, agreg e indic la disposicin de las FARC, principal y ms antigua gue-rrilla de Colombia, a discutir cualquier tema.

    El ejemplo ms claro: yo era tajan-temente enemigo de poner fechas. Pero bueno, me convenci y listo. V-monos paesa. Es ms, vmonos, in-cluso paantes de esa fecha, subray, tras afirmar que quiere la paz para Co-lombia lo ms pronto posible.

    Las afirmaciones del comandan-te Timochenko, suenan muy claras y precisas, las FARC-EP, quieren y tienen la voluntad de paz, colocar fechas al fin del conflicto es un paso muy de-terminante y colocan a la oligarqua colombiana en el dilema de cumplir lo pactado o no.

    El tema no es fcil, lo que se firm en La Habana es solo el inicio de la posibilidad del fin del conflicto, el hecho de llegar a un acuerdo en lo que se refiere al tema de justicia y re-paracin plantea elementos desde el punto de vista jurdico, que permiten a los miembros de la insurgencia tener cierta seguridad de que no van a ser imputados por supuestos delitos cometidos, no obstante, es necesa-rio tener claro que este acuerdo est asediado por los enemigos de la paz, por ello es necesario que se garantice el verdadero desmontaje del aparato paramilitar, lo cual se convierte en el principal problema a resolver, en ello los grandes jefes del ejrcito colom-biano son los principales responsables.

    Tenemos un ejrcito insurgente, que no es derrotado, al contrario, ha lo-grado llevar al Estado a la mesa de negociacin desde su posicin pol-tica y accionar militar, demostrando al mundo entero que su lucha no ha sido en vano, sino que desnuda la posicin de una oligarqua sumisa al imperio y que se ha convertido en la primera actriz de la defensa de los intereses de las transnacionales.

    El acuerdo de La Habana permite una salida legal al conflicto, hay un actor en disposicin de hacerlo, pre-sumimos que el otro tambin, y eso esperamos todos los que apoyamos la paz con justicia social en Colombia.

    Nos preocupa, eso s, que el Estado sea garante real del desmontaje del paramilitarismo, teniendo en cuenta su desarrollo y el dominio que ejerce en el momento sobre el narcotrfi-co y actividades conexas a la delin-cuencia como son lavado de dlares, contrabando, bachaqueo y otra serie de negocios que generan ingresos al-tsimos a un sector de la sociedad colombiana.

    Los acuerdos firmados en La Haba-na son el comienzo del fin de dcadas de violencia y la justificacin del por qu de la insurgencia en Colombia.

    Paz para Colombia lo ms pronto posible

    Bofetada a la derecha internacionalIsabel Rivero De Armas

    Ramn Martnez M.

  • DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 2015 /// ACTUALIDAD 03

    ue el diputado ms joven en la historia poltica venezolana,

    formado en los ideales y en el camino trazado por el lder de la Revolucin Bolivariana Hugo Chvez, quien lo con-sider como "la metralleta de ideas, pues con su verbo encendido haca temblar a ms de uno desde su curul en el Palacio Legislativo. Apasionado, fiel defensor de la Patria, luchador y servidor pblico, as era Robert Serra.

    El 01 de octubre de 2014 fue asesinado junto a su compaera de luchas Mara Herrera, otra vctima de este suceso registrado dentro de la casa del diputado ubicada en La Pastora, hecho ejecuta-do por bandas paramilitares.

    Al cumplirse un ao de este lamentable acontecimiento,

    Robert se multiplic en la juventud venezolana

    F

    Lealtad absoluta

    Nazareth Ypez Rada movimientos sociales y po-lticos as como la juventud revolucionaria con el amor y el mpetu que la caracteriza, realiz una movilizacin que comenz en la plaza Morelos de Caracas y que se dirigi hacia las inmediaciones del Palacio Legislativo donde se llev a cabo una sesin es-pecial en honor a los jvenes mrtires.

    Andrena Tarazn, inte-grante de la Direccin Na-cional de la Juventud del Partido Socialista Unido de Venezuela (JPsuv), indic que la juventud del pueblo venezolano no tiene miedo ante los ataques constantes hacia la Revolucin.

    Asimismo manifest que hemos tenido que madu-rar a golpes y dolores. La muerte del Comandante Hugo Chvez, la muerte de Robert, sin duda han sido golpes fuertes, al tiempo

    Sectores de la ultraderecha

    nacional e internacional

    pretendieron que con el asesinato

    del joven diputado podan amedrentar

    a quienes con irreverencia y coraje asumen da a da la defensa de la Patria, pero solo lograron

    multiplicar su voz en el pueblo

    Al conmemorarse un ao de su asesinato la Asamblea Nacional aprob un acuerdo para honrar la memoria del joven parlamentario

    enfatiz que la Revolucin Bolivariana an comienza su camino, por eso frente al dolor, convertimos la ra-bia en conviccin y certeza, porque lo que nos queda por construir es mucho.

    Por su parte, el ministro del Poder Popular para la Juven-tud y Deporte, Pedro Infante, afirm que la juventud revo-lucionaria no le tiene miedo al fascismo, al imperialismo, ni al paramilitarismo. Man-tendremos esta Revolucin cueste lo que nos cueste.

    Resalt que gracias al di-putado Serra, Venezuela cuenta con una poblacin de jvenes conscientes que construyen Patria.

    Y asegur que los culpa-bles del asesinato de Robert son los mismos que conspi-raron durante todos estos aos contra el Comandante Chvez, quienes organizan el paramilitarismo que pro-mueve el bachaqueo y con-fabulan contra la economa venezolana.

    Jvenes venezolanos comprometidos a continuar el legado de Serra. FOTOS JESS VARGAS.

    Durante una magnfica intervencin que sostuvo en el Palacio Legislativo, el di-rigente juvenil destac que los jvenes son el futuro del pas y la garanta de la Re-volucin ms all del 2021, dulale a quien le duela.

    Es as como la generacin de Chvez se forma, estudia, trabaja, asume su rol dentro del PSUV, en los barrios, des-plegados con pasin e inspi-rados en su hermano Robert Serra para hacer irreversible la Revolucin.

    Siguiendo su ejemplo de batalla, la juventud com-batiente lucha en pro de la construccin de un mundo nuevo de justicia y paz.

    Sectores de la ultradere-cha nacional e internacio-nal pretendieron que con el asesinato del joven diputado podan amedrentar a quie-nes con irreverencia y co-raje asumen da a da la de-fensa de la Patria, pero solo lograron multiplicar su voz en el pueblo.

  • /// DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 201504 MILITANTE

    Jeancary Valds Pino

    obert Serra fue un jo-ven abogado egresa-do de la Universidad

    Catlica Andrs Bello con postgrado en Criminalstica. Naci el 16 de enero de 1987 en Maracaibo, estado Zulia, y desde muy joven inici su peregrinar para ayudar a los sectores sociales ms desfavo-recidos. A los 23 aos se des-empe como diputado del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Durante sus aos de lucha incansable demostr valenta, y fue ca-paz de ganarse el cario y res-paldo del pueblo venezolano. Su lealtad hacia el lder de la Revolucin Bolivariana Hugo Chvez, lo catapult como uno de los parlamentarios de mayor credibilidad pese a su corta edad.

    Durante su niez fue muy feliz, de padres muy jvenes, nunca le falt nada y mucho menos el amor de sus proge-nitores, quienes le ensearon a ser humano, leal y humilde; y lo lograron a pesar de sufrir a los dos aos el divorcio de sus padres, quienes lucharon juntos por el desarrollo de su primer hijo.

    Zulay Aguirre, madre de nuestro eterno lder juvenil, nos cuenta que Robert inici la vida poltica muy pequeo, tena tan solo 13 aos cuando se present un problema con una amiguita la cual defen-di, de ah para ac l sinti que se estaba comiendo el mundo, inici estudios de de-recho; yo crea que l iba a ser profesor, porque le gustaba dar clases, pero no, le gust el derecho desde que defendi a esa nia, y se hizo abogado.

    A muy temprana edad ya Robert escuchaba del Coman-dante Chvez, y comenz a enamorarse de ese proyecto.

    Con 15 aos fue concejal en el Cabildo Infantil y Juve-nil del Municipio Libertador, donde realiz un proyecto de Ley, organismo donde fue presidente. Cre y promovi el Movimiento Avanzada Revolucionaria constituido por jvenes revolucionarios. Fue integrante de la Comisin Presidencial del Poder Popu-lar Estudiantil para los esta-dos Zulia (noroeste), Anzote-gui (norte) y Falcn. Fue nom-brado responsable juvenil del Partido Socialista Unido de Venezuela para la ciudad de Caracas.

    Ms adelante se incorpor junto al exministro de In-terior y Justicia, Tareck El Aissami, en el programa Mil

    Joven de verbo encendido,

    valiente, con fuerza revolucionaria y

    con muchos sueos de consolidar la

    Patria socialista, en pocas palabras, un verdadero hijo del Comandante Hugo

    Chvez, quien se hizo diputado revolucionario a muy corta edad

    R

    Veces Juventud, iniciativa de carcter social para beneficio de los sectores sociales ms humildes y desfavorecidos, fue integrante de un proyec-to de la Ley Orgnica para la Proteccin de Nias, Nios y Adolescentes (Lopna), y as se fue enamorando ms, esa fue la juventud de Robert Serra, y yo lo acompa desde muy pequeo en cada lucha, rela-ta Aguirre con un nudo en su garganta. Su primer encuentro con ChvezCon 17 aos, Robert asisti a un Al Presidente, estaba s-per emocionado, me deca, mam aprate yo quiero que tu ests conmigo, pero ese da tena que recibir a unos camaradas cubanos de la Mi-sin Barrio Adentro, hice lo posible, fui hasta Miraflores donde se iba a desarrollar el programa, pero no pude en-trar.

    Estaba sper emocionado de ver al presidente, le tem-blaban las manos, fue su pri-mer contacto. En la segunda oportunidad fue en el 2007, cuando los 9 estudiantes re-volucionarios realizaron un emotivo discurso en la Asam-blea Nacional. Despus de aquellas palabras en la sesin, el Presidente Chvez los man-d a llamar, ah fue el primer contacto fsico con el Coman-dante, quien los abraz y ha-bl con ellos.

    Cuando se ama de verdad no existe cansancioExtrao las fechas ms im-portantes en las que compar-tamos como familia, porque nunca se las perda, aunque tuviera en la poltica siempre haba tiempo, expresa nues-tra madre luchadora Zulay, nos cuenta que ella les deca a sus hijos que se ira primero, pero les ense que nuestra

    familia era como una mesa de cuatro patas, y si se parta una, las dems deben conti-nuar, se los hice jurar, y es-tbamos tan unidos, era una mesa tan fuerte, que nunca me imagin que una pata se iba a ir tan rpido, cont con una lgrima en su rostro.

    Yo saba que ellos tendran miedo que yo fuera la prime-ra, pues yo tena una fisura en el corazn, y cuando el doctor me dio esa noticia, adems de tener la diabetes e hiperten-sin, yo le dije a Robert que si el doctor deca que tena que operarme de emergencia, le dira que no, porque y si me ponan un corazn esculido y dejaba de amar a Chvez. Robert se rea. Entonces pienso que nunca debi ser l la pata faltante, porque no estaba enfermo, deb ser yo primero, pero me lo arrebata-ron, expres.

    Detalla que l siempre les deca que estaba enamorado

    Yo form a Robert en el hogar y Chvez en la luchaA un ao de su vil asesinato habla Zulay Aguirre, madre de nuestro eterno camarada

    Robert y su amor incansable por la Revolucin. FOTOS ARCHIVO

  • DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 2015 /// MILITANTE 05

    de su poltica, de su Revolu-cin, del presidente Chvez, y que cuando uno amaba algo no exista cansancio, ho-ras, ni das, y as lo entend, lo escuchaba hablar con tanta fuerza en sus declaraciones, y lo haca con tanto amor, que muchas veces le di la razn, tienes que amar a tu Patria hijo, y por eso estoy parada aqu, para seguir su legado aunque duela.

    Chvez para RobertChvez era un dolo para Ro-bert, lo era todo, Chvez lo gui, y se pareca mucho en lo social, en lo poltico. Aguirre relata que Robert entendi lo que el Comandante Chvez quera, y le deca: -esto es lo que el Comandante quiere y esto es lo que voy hacer. Y por eso yo como madre revo-lucionaria, estoy aqu luchan-do, en batalla.

    Narra que Robert no tuvo mucha vida social, y eso como madre me llena de tris-teza, hubiese querido que mi hijo pasara por todas las eta-pas de la juventud, describi mientras dejaba caer una l-grima en su pecho.

    Cuando se nos fue fsi-camente el Comandante, Robert se senta derrotado, nunca lo habamos visto as, lloraba como un nio, l deca

    que no iba a poder, yo tena miedo, me deca: -mam me duele tanto como si te hubie-ses ido t o mi pap.

    Rememora que luego se convirti en un len, terri-ble, era ms radical todava, Chvez pas a ser su tacita de oro intocable, el que hablara mal de Chvez lo botaba de su casa, y su madre le da gracias a Dios, porque fue formado por Chvez: Yo lo pude for-mar como madre que lo gua, que lo escucha, que lo ayuda, que lo regaa, pero que cuan-do te tiene que amar, te ama; y el Comandante Chvez lo for-m en lo poltico, en lo social.

    Al cumplirse un ao de la desaparicin fsica de Robert Serra, Aguirre agradece al pre-sidente Maduro, quien se ha portado como un amigo, como un revolucionario a quien le quitaron un camarada, y les ha cumplido, es as como hasta el momento hay 12 personas detenidas por el caso.

    Juventud en batallaZulay Aguirre exhort a to-dos los jvenes a no permitir que les suceda lo que le suce-di a Robert en la Universidad Catlica, donde fue humillado y vejado por ser revoluciona-rio y creer en Chvez, e inst a todos los jvenes a aferrar-se a la lucha, porque fue a

    uno de ellos al que asesinaron para que callara, para que no dijera las verdades que todos queremos escuchar, pero te-nemos que seguir luchando y no parar.

    En honor al joven revolu-cionario y su compaera Ma-ra, asesinados en la residen-cia de Robert Serra ubicada

    en la parroquia La Pastora, en Caracas, el 01 de octubre de 2014, por una banda para-militar vinculada a un plan violento que la derecha eje-cut en los primeros meses de 2014 para atentar contra la paz y la democracia del pas, la juventud venezolana se multiplica.

    Recuerdo nuestras con-versaciones, cada vez que

    me vea y me saludaba con tanto cario, recuerdo

    que hablbamos de las universidades y me deca -yo estudi en la UCAB y nunca baj la cabeza, no podemos dejar de estar

    presentes en todos los es-pacios, no podemos doble-garnos ante la derecha. Me impulsaste a hacer lo que

    amo, a luchar por mi Patria, con la frente en alto. Hoy ests ms vivo que nunca

    en millones de jvenes que jams permitiremos que tu voz se pierda. Nuestra venganza querido amigo, ser hacer irreversible esta Revolucin. Viva Robert!".

    La juventud patriota sigue firme y leal al legado del hermano Robert Serra, a

    quien honraremos con una victoria contundente el 6D. Convocamos a la juventud,

    a aquellos que quieren esta tierra heroica, a que

    sigamos con determinacin materializando el legado de Chvez y Serra. No podrn

    callar la voz de nuestro hermano Robert, ni ocultar ninguna de las acciones de

    los jvenes de la gene-racin Chvez. Nosotros estamos en los liceos,

    escuelas, comunidades, y en cada uno de los rincones

    de nuestra Patria.

    Hermano Robert, recuer-do como si fuera ayer tu

    lealtad al pueblo, recuerdo tu pasin por la Patria, tus

    diferentes formas de ayudar al prjimo, la energa que

    manifestabas en cada actividad, recuerdo tu

    irreverencia, recuerdo tu amor por Hugo Chvez, un ao despus de tu siembra extrao tu presencia en las actividades polticas, extra-o tus discursos poderosos, sin miedo, esos discursos que el pas siempre quera escuchar y esos discursos

    que hacan que la oposicin se estremeciera, extrao al pana Robert, pero puedes

    estar tranquilo, porque dejaste un gran legado.

    Hace mucho tiempo lo conoc, l era concejalito juvenil de la Alcalda del Municipio Libertador de Caracas. Fui a su casa,

    compartimos con su mam y all supe que desde muy chiquito estudiaba los dis-cursos de Chvez. Siempre

    nos confunda la gente, nos decan Robert Sierra o Carlos Serra. Con mucho orgullo, ahora ms que

    nunca, seguir su legado. Todava la gente en la calle me dice Carlos Serra o Ro-bert Sierra. Nos tumbaron a Robert en cuerpo, porque en alma seguir con noso-tros. Se levantaron millones y millones de Robert Serra en Venezuela y el mundo.

    Daniela Cabello

    Mervin Maldonado

    Freddy Gutirrez

    Carlos Sierra

    Seguiremos tu legado

    Te dedicaremos la victoria del 6D

    A mi hermano de vida y lucha

    Lo que recuerdo de Robert

    Zulay Aguirre. FOTOS ARCHIVO

    Transcurran apenas horas del vil asesinato del joven di-putado Robert Serra cuando ya algunos medios adelanta-ban su propia versin de los hechos, anotando con lujo de detalles lo que supuestamen-te haba ocurrido esa noche en La Pastora. Los asesinos haban tenido la precaucin de robar el disco duro de una computadora en la casa de Serra, con lo cual se lleva-ron los registros del circuito cerrado de televisin. Luego de la muerte fsica, se pre-paraba el asesinato moral del asamblesta del PSUV. Nunca contaron con un se-gundo sistema de cmaras de seguridad instalado en el hogar de Serra que registr todos los movimientos de los delincuentes y permiti a los organismos de seguridad identificarlos plenamente en cuestin de das.

    La captura en Colombia y posterior extradicin de Leiver Padilla, alias El Co-lombia, complet el crculo de los autores materiales del crimen por el cual tambin han sido sealados Edwin Torres, Erick Romero, Rai-del Espinoza, Carlos Enri-que Garca Martnez, Jaime Padilla, Neira Palomino, Yusmelys Meregote, Nadis Orozco, Wuadyd Pacheco y Daniel Salinas, todos pa-ramilitares y miembros de bandas criminales que ope-ran en Venezuela quienes ya estn en manos de la jus-ticia venezolana.

    El presidente Nicols Ma-duro ha reiterado en diver-sas oportunidades que exis-ten elementos probatorios que vinculan el asesinato de Robert Serra con el exman-datario colombiano lvaro Uribe Vlez, todo apunta a l, seal recientemente al exponer los vnculos de Ju-lio Vlez con Uribe.

    Vlez es quien entreg el dinero y dirigi todo el pro-ceso para asesinar a Robert Serra. Tenemos todas las pruebas de que capt, dirigi y financi al grupo paramili-tar. Es el testimonio de todos los asesinos materiales, dijo Maduro.

    Todo apunta a UribeLuis Dvila

  • /// DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 2015

    Franco Vielma

    aduro y Granger tu-vieron una interlo-cucin de la mano de

    Ban Ki-moon, Secretario Ge-neral de la ONU, llegando a resultados favorables y que haban sido impulsados por la parte bolivariana: reinicio de relaciones diplomticas y la activacin de los mecanis-mos previstos en el Acuerdo de Ginebra de 1966, hasta ahora, nico documento re-frendado y vigente sobre la controversia por el Esequibo venezolano.Situaciones recientesLas declaraciones han ido y venido desde Georgetown hasta Caracas. Venezuela se ha basado en la construccin de una agenda constructi-va que en el hecho, implica superar los estancamientos recientemente patrocinados por Guyana y factores trans-nacionales. La Repblica Coo-perativa, al prever el inicio de labores de explotacin pe-trolera en aguas venezolanas en reclamacin, asumi una postura de desconocimiento del Acuerdo de Ginebra, ne-gacin al dilogo y dilacin de cualquier acuerdo dentro de ese instrumento.

    A finales de julio el diario zuliano Panorama hizo saber el retiro de las aguas venezo-lanas ocupadas por Guyana de la plataforma Deepwa-ter Champion, propiedad de Exxon y que se aprestaba a realizar labores de explo-tacin petrolera en el cam-po denominado Stabroek. En solo das el ejecutivo de Exxon, Jeff Simons, anunci para el Guyana Times que el repliegue del buque se deba al cumplimiento de labores a la fecha, anunciando el retor-no del mismo a las aguas del Esequibo en enero de 2016. Esto suceda al tiempo en que Guyana daba como hecho su retiro de Petrocaribe, en de-trimento a sus productores

    M

    de arroz quienes han tenido a Venezuela como mercado seguro, siendo el arroz ade-ms, la actividad agrcola ms importante y sensible de ese pas.

    Guyana asumi la postura pblica de que la nica va en la cual ellos se sentaran con Venezuela para discutir la controversia del Esequi-bo, sera por medio de las instancias del arbitraje en el Tribunal Internacional de la Haya. Situacin planteada en

    Su gobierno (el venezolano) quiere un territorio que no es su pas. Yo no dira que es el imperialismo, pero sin duda es algo que va en contra de las leyes. Con esto Granger dio al traste con los gestos de reini-cio de relaciones y con la invi-tacin de regreso de Guyana a Petrocaribe que Venezuela ya estaba estudiando.

    Venezuela desarroll una agenda internacional cari-bea y centroamericana. Nuestro vicepresidente Jorge

    simultneo a varias visitas de Granger a EE.UU y de ejecuti-vos de Exxon a Guyana.

    El presidente Maduro a me-diados de septiembre anunci el gesto positivo de Guyana de enviar a la Cancillera ve-nezolana la solicitud de los buenos oficios para la acepta-cin de una nueva embajado-ra de Guyana en Venezuela, gesto que sera correspondido otorgando el beneplcito a la delegacin guyanesa y reen-viando a la embajadora ve-

    Victoria diplomtica en el frente guyans

    Maduro en la ONU

    nezolana en ese pas. Al cabo de unos das Granger declar ante medios que Venezuela ha obstruido de manera con-sistente y persistentemente nuestro desarrollo econmi-co (de Guyana) en los ltimos cincuenta aos. Esta vez, por poco no se refiere a Venezuela como un mono en la espalda, como ya lo haba hecho antes. Agreg adems que Vene-zuela se est comportando de manera agresiva, lo cual es inaceptable en este milenio.

    Maduro descoloc a Exxon Mobil y a los actores detrs de una conspiracin regional al solicitar a David Granger el compromiso a la comunicacin directa y el acompaamiento de los pases del Caribe. Reafirmando a su vez la postura de Venezuela como un pas en Revolucin

    antiimperialista, de carcter internacionalista

    Venezuela consolida una nueva victoria diplomtica, esta vez de cara al frente internacional abierto desde la Repblica Cooperativa de Guyana pero articulado desde Exxon Mobil y Estados Unidos

    06 INVESTIGACIN

  • DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 2015 /// INVESTIGACIN 07

    Arreaza, y nuestra canciller Delcy Rodrguez, recorrie-ron varios pases explicando personalmente a presidentes y primeros ministros la pos-tura de Venezuela frente al Esequibo, alertando adems de los peligros de la injerencia transnacional en esta histri-ca reclamacin.

    Durante los ltimos tres meses Venezuela ha solicita-do con fuerza, la intermedia-cin de la ONU en esta coyun-tura, pues la ONU es la ins-tancia encargada de activar los instrumentos previstos en el Acuerdo de Ginebra. Luego de haberse reunido en Nue-va York con Ban Ki- moon, el presidente Maduro anunci que la intransigencia guya-nesa segua afectando cual-quier reinicio de relaciones.

    La presencia militar vene-zolana en ejercicios militares en la zona fronteriza de Gua-yana se hizo saber. Venezuela est lidiando con posibilida-des de escaramuzas militares y paramilitares en dos flancos de manera simultnea: Co-lombia y Guyana. Las alar-mas sonaron alto y fuerte en Georgetown y el desdn diplomtico de Guyana con-tra Venezuela se rompe para abrirle paso a las amenazas y al discurso belicista. Guyana anuncia que capturaran a cualquier efectivo militar en su territorio y llam a sus tropas a ir a dar la cara en los difusos bordes fronterizos que separan al estado Bolvar del Esequibo venezolano.

    El asunto desemboca a la reciente reunin en la ONU. Granger y quienes mueven sus hilos tras l, terminan contra las cuerdas.

    La cuestin estratgica de la victoria venezolanaPara Venezuela la diplomacia se basa en la nocin estrat-gica, ms bien en el arte de la negociacin y la desactiva-cin de cualquier frente de

    Venezuela desactiva momentneamente

    un acto de intimidacin

    y provocacin de proporciones regionales, con el

    potencial tremendo de dividir los

    consensos polticos de Venezuela y el Caribe

    Caribe. Reafirmando a su vez la postura de Venezuela como un pas en revolucin antiim-perialista, de carcter inter-nacionalista.

    Venezuela desactiva mo-mentneamente un acto de intimidacin y provocacin de proporciones regionales, con el potencial tremendo de dividir los consensos polticos de Venezuela y el Caribe. Gu-yana por s sola no est en fa-cultades para asumir con con-tundencia la agenda regional, les es difcil eludir el peso po-ltico de Venezuela, su rol de encomendados de la Exxon Mobil para propiciar un con-flicto regional, es limitado, es parco y es incongruente a la habilidad y capacidad de in-terlocucin de Venezuela.

    El frente guyans en el ase-dio contra Venezuela entra en una nueva etapa de defi-nicin que puede ser prolon-gada. No obstante, el marco de maniobra venezolana ad-quiere proporciones no solo tcticas, sino ms bien estra-tgicas. Si los mecanismos del Acuerdo de Ginebra se activan, Guyana simplemen-te no puede patear la mesa. Si estos mecanismos se activan por un lapso determinado de tiempo, Venezuela tendr la oportunidad de desarrollar el ms acompasado pulso polti-co de cara a la regin y de cara a Guyana. En este contexto la negociacin es fundamental, el planteamiento creativo so-bre el abordaje del territorio es crucial y necesario. Los precedentes de Guyana y sus beneficios en Petrocaribe son un antecedente de peso que miden en el concierto de na-ciones del Caribe, la postura de Venezuela sobre el desa-rrollo, la integracin y el her-manamiento regional.

    Venezuela consuma una victoria diplomtica, pero esta ya est respaldada por ms de 10 aos de fluido relaciona-miento con el Caribe, lo cual

    guerra. Descolocar a Guyana empujndola a la va diplom-tica es, sin dudas, una victoria.

    Sumado a esto, tenemos que esta no fue una reunin cual-quiera, bsicamente los acuer-dos realizados entre Maduro y Granger han sido aquellos que Venezuela ha propuesto e impulsado. Estos son:

    El reinicio de relaciones di-plomticas entre ambos pa-ses con el envo de embajado-res a las capitales. Que por decisin del Secretario Gene-ral de la ONU dicha organiza-cin enviar a una Comisin Tcnica Especial en el contex-to del Acuerdo de Ginebra, con el propsito de hacer un trabajo integral sobre las circunstancias y la situacin actual de este contencioso, este reclamo venezolano de la Guayana Esequiba, seal Maduro.

    El Secretario General, como haba anunciado Maduro, se ha comprometido a realizar un estudio de todas las opcio-nes que ofrece el Acuerdo de Ginebra y el artculo N 33 de la carta de Naciones Uni-das, sobre el arreglo pacfico de controversias. Venezuela ha insistido en la necesidad de activar los buenos oficios que es la ltima decisin de consenso entre Guyana, Ve-nezuela y el Acuerdo de Gi-nebra, y la Secretara Gene-ral. Ponerle tiempo para los buenos oficios, tiempo lmite. Habra que estudiar y que de los buenos oficios surjan los canales polticos, diplomti-cos, internacionales para la resolucin definitiva dentro de la doctrina del Acuerdo de Ginebra de buscar un acuerdo aceptable por las partes, que sea justo, enfatiz Maduro.

    Maduro descoloc a Exxon Mobil y a los actores detrs de una conspiracin regional al solicitar a David Granger el compromiso a la comuni-cacin directa y el acompa-amiento de los pases del

    constituye una reserva mo-ral de hecho poltico. Nuestra reclamacin no excluye a Gu-yana de su derecho al desa-rrollo, por el contrario, Vene-zuela ha asumido con Guya-na superar el estancamiento

    histrico del subdesarrollo de la nacin guyanesa, herencia del coloniaje britnico, el cau-sante del despojo del Esequi-bo y de la controversia. Vene-zuela tiene con que negociar, tenemos como negociar. La historia y la razn nos asisten y nos respaldan.

    No en vano Venezuela ha desarrollado la agenda di-plomtica ms dinmica de la historia regional en aos recientes. Pasando de un lu-gar de actor de tercera en la escena poltica, Venezuela es hoy junto a Estados Unidos y Brasil, los actores polticos de mayor peso en el continente. Venezuela encara la coyun-tura en el espacio de las deci-siones internacionales donde se definen las grandes cues-tiones polticas de los pases y en simultneo a varias si-tuaciones y modalidades de asedio contra la Revolucin Bolivariana.

    No en vano Maduro dur 6 aos en la Cancillera, siendo destacado alumno del ms hbil relacionista internacio-nal de nuestro tiempo: Hugo Chvez. Ahora Maduro nos muestra de qu est hecho.

    Encuentro en la ONU fotos prensa presidencial

    Luis Divla

    Apuntando por elevacin al excelentsimo presidente de la Repblica Cooperativa de Guyana (como le gusta que lo llamen) el presidente Nico-ls Maduro asegur que sus discursos ante la Organiza-cin de las Naciones Unidas responden a los intereses del pueblo venezolano y no son entregados por terceros para su lectura, aludiendo al comportamiento errtico del primer mandatario guyans, quien asisti a la reunin or-ganizada por Ban Ki-moon, aceptando tcitamente la vigencia del Acuerdo de Gi-nebra firmado en 1966 entre Gran Bretaa, el gobierno de Guyana y Venezuela; el cual establece mecanismos para la solucin de la controversia, mientras en su discurso ante la Asamblea General del or-ganismo multilateral asegu-raba que las fronteras de su pas haban sido fijadas defi-nitivamente en 1899, fecha en el que tuvo lugar el Laudo Arbitral de Pars, denunciado reiteradamente por Venezue-la debido a los vicios implci-tos contenidos en la decisin de los jueces.Primero, el diario El Nacional en un editorial donde asegu-

    ra que Maduro fracas en sus gestiones ante la ONU , a pe-sar de que se retoman las ges-tiones basadas en el Acuerdo de Ginebra, y luego, el sema-nario Tal Cual sostiene en un reportaje que el Primer Man-datario perdi la oportuni-dad de poner el tema sobre el tapete en la reciente reu-nin de la ONU celebrada en Nueva York, mientras ilustra el texto con una foto en don-de se puede ver al presidente venezolano conjuntamente con el secretario general de la ONU y el presidente de Guya-na, una grfica realizada al fi-nal de la reunin en la que se decidi el intercambio de los embajadores de ambos pases y un conjunto de iniciativas para llevar a feliz trmino el diferendo limtrofe. Ante el errtico comporta-miento de Granger, acuden entonces los medios en au-xilio de la imagen del presi-dente guyans intentando recomponer los entuertos ante la opinin pblica vene-zolana, a la cual se le quiere imponer el criterio de que el gobierno bolivariano no de-fiende la soberana sobre el Esequibo, pese a las eviden-tes victorias de la estrategia de diplomacia de paz puesta en marcha bajo la direccin de Nicols Maduro.

    Una ayudita para Granger

  • /// DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 2015

    organizaciones gremiales del comercio, los medios de difu-sin y las propias empresas, han presentado sistemtica-mente un conjunto de falsos positivos que en cierta me-dida les han permitido ocul-tar sus responsabilidades y achacarla a la sociedad y al Estado.

    Valga acotar que la guerra econmica, declarada por esos factores productivos, tiene como propsito recupe-rar los recursos de carcter petrolero que histricamen-te quedaban en su poder, y que a partir del gobierno de Hugo Chvez comenzaron a ser transferidos a la sociedad a travs de los servicios de educacin, salud, transporte y subsidio a los alimentos y bienes bsicos.

    Una rpida revisin de la evolucin de la guerra eco-nmica permite identificar al menos cinco falsos posi-tivos:

    Las colas: como con-secuencia de las res-tricciones a la oferta,

    Vctor Hugo Majano

    l empresariado co-mercial-importador venezolano ha desa-

    rrollado a lo largo de este ao un conjunto de mecanismos destinados a evadir su res-ponsabilidad sobre la escasez inducida y la caotizacin del comercio, promovida desde 2013 en el contexto de la lla-mada guerra econmica.

    Se trata de mecanismos que transfieren a otros secto-res sociales o a procesos irre-gulares provocados por las propias acciones de las em-presas comerciales, la culpa de la escasez y de las dificul-tades para tener acceso a los bienes y servicios esenciales, tal y como se puede compro-bar por medio del anlisis.

    Estos mecanismos pueden ser comparados con los pro-cedimientos desarrollados por la fuerza pblica colom-biana para involucrar a per-sonas inocentes en hechos delictivos vinculados con la lucha antisubversiva o con-tra el trfico de drogas, y que son conocidos con el trmino de falso positivo.

    El uso de la figura del falso positivo tuvo su mayor auge a partir de 2008 durante el gobierno del expresidente lvaro Uribe Vlez, siendo su ministro de Defensa el actual mandatario colom-biano Juan Manuel Santos, e incluy tanto el asesinato de civiles que eran presentados como combatientes guerri-lleros como la manipulacin de investigaciones judicia-les para involucrar en actos delictivos a lderes polticos, sociales y a periodistas, y as desviar la atencin sobre los verdaderos responsables.

    En el caso de Venezuela las

    08 ECONOMA

    Desde el 2013 la oligarqua emprendi la caotizacin de los canales de distribucin. FOTOS ARCHIVO

    Los 5 falsos positivos de la guerra econmica

    E

    determinadas por las cade-nas de distribucin desde finales del 2014, se present el fenmeno de las colas en los establecimientos comer-ciales. Sin embargo, lo que es producto de la actuacin empresarial, comenz a ser presentado como expresin del fracaso del modelo im-pulsado por la Revolucin Bolivariana, y en consecuen-cia se generaron actuaciones destinadas a controlar las colas e incluso a crimina-lizar a quienes las hacan. Eso ha incluido la implanta-cin de mecanismos como el maltrato a los consumidores por personal de seguridad, la ubicacin de las filas bajo el sol o expuestas a condiciones ambientales hostiles, y hasta la prohibicin de hacer colas en determinados lugares u horarios. Paradjicamente, el gran beneficiado por la cola es el circuito comercial, ya que se trata de la creacin de una demanda compulsiva que permite acelerar la cir-culacin de las mercancas y reducir el ciclo, lo que se tra-

    duce en una baja de costos de operacin y en la aceleracin del retorno de la inversin.

    El bachaqueo: la mis-ma restriccin de la oferta y el caos fomen-

    tado por los establecimientos comerciales, especialmente cadenas de supermercados y tiendas, foment el surgi-miento del llamado bacha-queo, el cual consiste en la compra para la reventa de productos bsicos para cuya adquisicin se requiere la realizacin de enormes co-las. El consumidor prome-dio normalmente se ve en grandes dificultades para someterse a esas condiciones impuestas deliberadamente por los comercios, por lo que puede verse obligado a pagar los sobreprecios que decidan imponer quienes descubrie-ron (en clara complicidad con el comercio) que haba un mercado para su actividad especulativa. Lo contradic-torio es que quienes optaron por dedicarse a esa actividad, que beneficia esencialmente al comercio, tambin se con-vierten en los culpables de la escasez y de las dificulta-des para adquirir los produc-tos, desviando la atencin sobre la real responsabilidad. Incluso, han logrado que par-te de los recursos de supervi-sin y control del Estado, se hayan orientado a perseguir-los en lugar de concentrarse en los grandes circuitos de distribucin que determinan la aparicin de este tipo de fenmeno.

    Las compras ner-viosas: obviamente la sistemtica inca-

    pacidad del comercio para abastecer en forma estable al consumidor provoca com-

    portamientos individuales destinados a aumentar los volmenes de compra. Pero adems es comn que los propios establecimientos fomenten la venta de ms unidades que las requeri-das por el consumidor: se obliga a llevar un combo con, por ejemplo, seis kilos de azcar y cuatro de arroz, aunque es probable que esas cantidades no sean consu-mida antes de la siguiente compra. Y luego se culpa de la escasez a las compras nerviosas impulsadas por los comerciantes y por el clima de alarma que fomen-tan los medios y los voceros de las empresas importado-ras-distribuidoras.

    El ausentismo la-boral: desde la re-duccin de la jornada

    laboral, contemplada en la Ley del Trabajo promulgada en abril del 2012 por el pre-sidente Chvez, las gran-des empresas venezolanas comenzaron a atribuir su baja productividad al au-sentismo laboral. Pero no se trata de que los trabaja-dores no cumplen con sus obligaciones, sino que las horas de descanso o los das de asueto (cuando se cum-ple jornadas en sbado o do-mingo) son calificadas como ausentismo.

    Los controles del Es-tado: la favorita de la burguesa es justa-

    mente atribuirle la culpa de su baja productividad pro-gramada a los controles del Estado. Especialmente lo ha-cen con respecto al control de los precios, materia que desde el 2011 est regulada por la Ley de Precios Justos, que le otorga a los importa-dores y productores un mar-gen de ganancia del 30%. Constantemente los voceros empresariales advierten so-bre la ausencia de un pro-ducto a menos que se auto-ricen ajustes de su precio. Y ese falso positivo ha sido tan eficaz que en noviembre del 2014 la Sundde (Super-intendencia de Precios Jus-tos) aprob la providencia 057/2014 que define que el precio de venta justo: es aquel fijado para el usuario o la usuaria final por: (...) El productor o importador (...). Esa norma les ha permitido no solo aumentar los pre-cios con sus propios criterios contables, sino achacarle al gobierno bolivariano dicho incremento.

    Qutale la mscara a las circuitos comerciales

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  • DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 2015 /// ECONOMA 09

    Las alzas del dlar guarimbero ocurren con una intencionalidad poltica.

    El dlar ms oscuro

    Luis Dvila

    l marcador DolarToday mejor conocido como dlar paramilitar o

    bachaquero, viene sufrien-do, desde hace das, de incon-gruencias incalificables, muy parecidas a la de las autorida-des del departamento del Nor-te de Santander en Colombia, cuando intentan explicar las razones por las cuales per-sisten largas colas para tan-quear gasolina. Desde una perspectiva exclusivamente econmica no hay lgica con-sistente para el supuesto in-cremento que ha registrado la tasa.lvaro Entralgo, presidente de la Cmara de Comercio del es-tado Lara, no se explica cmo la cotizacin de este marcador se mantiene aumentando lue-go de que el torniquete aplica-do en la frontera pusiera fin en la prctica a las actividades de las casas de cambio en C-cuta. Asegura que un alza en este valor no debiera generar incrementos en los precios de los productos en Venezuela, que deben ser calculados se-gn las facturas de compra en manos de los comerciantes. No obstante, reportes de medios nacionales dan cuenta de un incremento de 20% en apenas dos meses y lo explican como una especie de profeca auto-cumplida, es decir, el precio sube porque las personas no

    Fenmenos sociales

    enquistados

    en la sociedad

    colombiana, tales

    como el narcotrfico

    y la parapoltica,

    permitieron la

    creacin de un marco

    regulatorio sin ninguna

    lgica econmica y que

    ahora sirve para atacar

    al bolvar

    quieren tener bolvares y, en consecuencia, se incrementa an ms.

    Lo que pasa en Ccuta Para Oscar Forero, economista social y amplio conocedor de la realidad fronteriza, solo un anlisis profundo de la econo-ma y la poltica colombiana puede desentraar este fen-meno que afecta a Venezuela pero cuyo origen se encuentra del otro lado de la frontera. De acuerdo con el investigador, algunos clculos estiman que hasta un 35% de la economa de esa nacin (lo que en trmi-nos tcnicos se conoce como Producto Interno Bruto) est afectada por el narcotrfico, que tiene influencia tanto en la inyeccin de capitales como en la dinamizacin de la eco-noma. Prcticamente pode-mos decir que no hay empresa grande en Colombia en la cual el narcotrfico no tenga algn inters, seala. Eso explica la creacin por par-te del Banco de la Repblica de Colombia (el ente emisor de ese pas) de una reglamentacin que permita un mercado de cambio de divisas alterno y no regulado en determinada zona del pas, en este caso la fronte-ra con Venezuela y al cual se le permiten realizar transaccio-nes por hasta 10 mil dlares sin informarlo a las autoridades, mientras en Bogot las doce casas de cambio debidamente registradas estn obligadas a

    reportar al Banco de la Rep-blica cualquier negociacin por encima de los 500 dlares. Si en la frontera con Colombia quiero cambiar 500 mil dla-res, solamente tengo que divi-dir las transacciones hasta que resulten cada una en menos de diez mil dlares y nadie se entera, explica. As, al negocio del narcotrfico se le simplifica la legitimacin de capitales.

    Dos oligarquasDesde la perspectiva poltica, seala Forero, es necesario co-nocer la estructura del poder en Colombia, conformada por dos oligarquas: la tradicional (a la que pertenece Santos) y que ha ocupado el poder des-de la poca de la independen-cia, y la que surgi a partir de los aos ochenta producto del boom en el consumo de co-cana en los Estados Unidos, lo cual se tradujo en el fortaleci-miento de poderosos carteles de la droga. En los aos de Uribe vimos muchas capturas de capos del narcotrfico, pero pareca ms una guerra entre bandas ri-vales que la accin del Estado para frenar la exportacin de sustancias ilcitas, reflexiona. De esta poca datan los fen-menos del paramilitarismo y la parapoltica que se han enquistado en la sociedad co-lombiana. La necesidad de mo-vilizar enormes cantidades de recursos econmicos dieron como resultado el surgimiento

    de fenmenos como la inver-sora DMG, que lleg a mover importantes sumas de dinero mediante un esquema de es-tafa tipo pirmide en la cual el inversor reciba hasta el do-ble de su colocacin en apenas un mes. Cuando este modelo se vino al piso con la captura de su mxima cabeza visible, David Murcia Guzmn, en el ao 2009, estos recursos se movieron a la frontera con Ve-nezuela.

    Alianza Ccuta-MiamiRefiere Forero que desde el ao pasado opera una alianza entre el marcador llamado Do-larToday y la mafia de las ca-sas de cambio en Ccuta, con la finalidad de reducir el valor del bolvar en una operacin con la cual, al mismo tiempo, legitiman capitales de oscuros orgenes.Cuando se cierra el mercado de la capital del departamento del Norte de Santander, en pri-mer momento migra a Zulia, luego a Apure y finalmente a Puerto Ordaz y Puerto Aya-cucho. En esa zona estn movindo-se los billetes de cien, explica y asegura que hay una inten-cionalidad poltica, porque por lo general las mafias del narcotrfico prefieren transar con la moneda fuerte pero en esta zona la demanda es de bo-lvares, muchos de los cuales se movilizan en transacciones electrnicas.

    E

    Un simple estudio compa-rativo entre los precios de los productos en bolvares en una de las ms impor-tantes tiendas de comercio electrnico en Venezuela y el equivalente en dlares en una tienda en lnea de los Estados Unidos, indica que los pequeos comerciantes no estn respondiendo a las supuestas alzas recurrentes del llamado dlar bachaque-ro, pues los precios si bien se sitan muy por encima del valor Sicad, oscilando entre una tasa de cambio de 250 hasta 650 bolvares por d-lar, en ningn caso alcan-zan un valor superior a los 800, incluso en productos de alta demanda como los telfonos inteligentes, que representan el rengln ms buscado en las tiendas vir-tuales, lo cual sera un in-dicador fiable para suponer que estas alzas ocurren con una intencionalidad polti-ca, pues ni tan siquiera los pequeos oferentes estn tomando este valor como su referencia para las tran-sacciones.

    Lo que dice el mercado

  • 10 ESPECIAL

    El mundo sin guerras, sin hambre, sin desigualdad, sin discriminacin, sin injusticia, es el mundo planteado por nuestro Comandante Eterno

    lado el presidente Maduro, y tiene una validez incues-tionable, refrendada por el concierto de naciones que integran el sistema Naciones Unidas en el diseo de las nuevas metas del milenio.

    El pueblo todo, como defi-ni nuestro Jefe de Estado, debe sentirse convocado a participar en las tareas de gestin poltica y de gobier-no, que nos lleven a cumplir en los prximos aos, con las nuevas metas del milenio es-tablecidas para el 2030.

    Solo en pazEl presidente venezolano Nicols Maduro, en su inter-vencin desde la 70 Asam-blea General de la ONU, aler-t ante el sistema de naciones que solo en paz se pueden al-canzar estos nobles objetivos planteados.

    Pero tambin fue enftico al decir que para ello es nece-saria la transformacin pol-tica de las Naciones Unidas como mecanismo.

    El mundo necesita otras Naciones Unidas; necesita una transformacin polti-ca, una nueva geopoltica de

    El pensamiento universal de Chvez en los objetivos del milenio

    La humanidad necesita un nuevo mundo FOTOS PRENSA PRESIDENCIAL

    Es necesaria una geopoltica anticolonialista y antiimperialista.

    equilibrio y respeto de los nuevos regionalismos; un mundo donde se imponga la verdad de los pueblos y en 15 aos, en 2030, cuando se cumpla el ciclo que hoy es-tamos proponiendo contra la desigualdad y la pobreza, estemos celebrando la exis-tencia de una nueva poltica de paz y la reconstruccin de los pueblos destruidos por las guerras imperialistas, expre-s.

    Adems seal la imperio-sa creacin de una normati-va para someter a quines se creen con derecho a gober-nar a otros pueblos y a im-ponerse hegemnicamente sobre otros pases.

    Como en su momento lo hizo el Comandante Eterno Hugo Chvez, Nicols Madu-ro denunci que las guerras injustas, provocadas por pe-trleo, por intereses imperia-listas, en Afganistn, en Irak, en Libia, llevaron al fracaso los planteamientos originales del sistema de Naciones Unidas.

    An estn frescas las pa-labras de Hugo Chvez aler-tando sobre las mentiras con las que se alent la des-

    truccin de Libia. Nadie est facultado, ni por la carta de la ONU, ni por ningn otro ins-trumento, a juzgar y prejuzgar el rgimen poltico de un pas y pretender cambiar el cambio de rgimen de un gobierno o sistema, denunci Maduro en el foro internacional, recibien-do aplausos.

    A tiempo de parar una trage-dia civilizatoria

    Y lo decimos con dolor por-que amamos a los pueblos ra-bes y musulmanes, admiramos sus culturas milenarias. Lo que se hizo en Libia fue un crimen, y se destruy un pas que a su vez salvaguardaba la estabili-dad de la regin. Y quin va a pagar por los crmenes en esos pases?, manifest.

    El Presidente llam a los pa-ses a detener el horror en Siria. En Siria el Sistema de Nacio-nes Unidas est a tiempo de pa-rar una tragedia espeluznante para la humanidad. Se puede hacer una nueva alianza de paz, y no vacil en catalogar lo que sucede en Siria, como una tragedia civilizatoria, que afecta mucho ms all de las fronteras a todos los pueblos del planeta.

    Para esto, resalt que es obli-gatorio prohibir el uso de m-

    todos intervencionistas que llevan el terror a los pueblos que son declarados indesea-bles por las lites del mundo.

    De la Carta de Jamaica al Plan de la PatriaEl presidente Maduro record que el plan socialista de Hugo Chvez, sobre el cual se susten-ta el gobierno bolivariano y el proyecto de Patria que quere-mos la mayora de las venezo-lanas y los venezolanos, tiene su origen en el pensamiento visionario de Simn Bolvar, nuestro padre Libertador.Por tal motivo, record el bi-centenario de ese documento de vigencia universal, la Carta de Jamaica, donde el genio de Bolvar avizor la necesaria construccin de una geopol-tica americana, anticolonialis-ta y antiimperialista. All se trazaron los elementos funda-mentales, de una tesis que rei-vindicamos hoy en Venezuela, un mundo de justicia, de paz, de equilibrio del universo.Un nuevo mundo necesita la humanidad; una poltica de convivencia de paz con justicia, con igualdad, que rechace todo intento de hegemonizar de cual-quier manera el mundo, resalt.

    A doscientos aos de la Carta

    Solo la paz puede garantizar la

    viabilidad del plan 2030 y de las relaciones

    internacionales en nuestro planeta"

    Modaira Rubio

    Por primera vez en la historia no solo de Venezuela, sino del

    sistema de Naciones Unidas, un programa de gobierno est cientfica y metodol-gicamente alineado con los objetivos de la humanidad, seal el presidente Nico-ls Maduro en el Consejo de Ministros donde emiti un balance de su participacin en nombre del pueblo vene-zolano en la 70 Asamblea Ge-neral de las Naciones Unidas.

    El presidente venezolano llam a su equipo de gobier-no a alinear su planificacin estratgica, realizada bajo los preceptos del Plan de la Patria, con las metas traza-das por las Naciones Unidas, para en un lapso de tres lus-tros, superar la pobreza y la desigualdad que hoy impera en el mundo.

    El Plan de la Patria es la continuidad de la propues-ta bolivariana surgida de la espiritualidad y del pen-samiento del Comandante Hugo Chvez, como ha sea-

    "

    Plan de la Patria, plan de la humanidad

    /// DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 2015

  • de Jamaica, decimos con Bo-lvar, el mundo necesita una nueva geopoltica. La paz es nuestro sueo de hoy, recons-truir ese sistema que naci como un sueo, el de la paz, hace 70 aos, dijo refirindose a la intencin de los principios fundamentales de la organiza-cin creada, sin xito, para evi-tar las guerras.

    Reiter el llamado a la cons-truccin de una nueva tica en el campo poltico. Pasamos del mundo bipolar, al mundo uni-polar, tras la desaparicin de la Unin Sovitica, y a la imposi-cin del pensamiento nico, del neoliberalismo. Requerimos un mundo de respeto que reconoz-ca los nuevos regionalismos, un mundo que pueda hacer valer la letra de la carta fundacional de la ONU, un mundo multipo-lar, pluricntrico, indic.

    Amrica Latina es un ejemploSolo la paz puede garantizar la viabilidad del plan 2030 y la viabilidad de las relaciones internacionales en nuestro planeta. En Amrica Latina te-nemos buenas noticias, hemos reencontrado el camino de unin e independencia y hoy podemos decir que hemos con-solidado la unidad de la Comu-nidad de Estados Latinoameri-canos y Caribeos (Celac), que se declar como zona de paz, prosigui.

    Hizo mencin a los meca-nismos subregionales como PetroCaribe, Unasur, la ALBA, que han permitido comenzar a dibujar un nuevo horizonte en Nuestramrica.

    Salud las negociaciones para la paz en Colombia, en La Ha-bana; el restablecimiento de las relaciones entre EE.UU y Cuba; pero advirti que debe cesar el colonialismo que per-siste en Guantnamo y en Islas Malvinas y se debe poner fin al terrorismo financiero ejercido contra la Cuba socialista a tra-vs del injusto bloqueo nortea-mericano.Con EE.UU, debemos pasar la pgina del intervencionismo, del golpismo que todava ame-naza a pueblos y naciones que han decidido ser libres y sobe-ranas como la Venezuela boli-variana y chavista.

    Pueblo valienteQu gran batalla ha dado nuestro pueblo venezolano enfrentando conspiraciones in-ternas y externas, y se refiri al vil decreto firmado por Oba-ma el 9 de marzo de este ao, y a la fatdica Operacin Tenaza, que pretenda abrir conflictos blicos con Colombia y Guya-na para destruir la Revolucin,

    derrotados por la diplomacia de paz ejercida por el gobierno bo-livariano.Asegur que pese a la buena intencin que tuvo el presi-dente Obama de aclarar en la Cumbre de las Amricas que Venezuela realmente no es una amenaza para la seguridad in-terna de EE.UU, esa intencin no basta. El decreto debe ser derogado porque es una espada de Damocles que amenaza a mi pueblo, recalc.Hizo un llamado a la comunidad internacional para que estuvie-ra alerta ante cualquier intento de atentar contra la democracia en Venezuela, en vsperas de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.

    Las fuerzas bolivarianas he-mos obtenido 18 triunfos de 19 elecciones. El 6 de diciembre, se expresar la voluntad del pue-blo. Le pido al mundo estar aten-to a cualquier intento de violen-tar la vida poltica de Venezuela. Queremos continuar en demo-cracia participativa y protagni-ca, por la va de la paz. Nuestra vocacin es eminentemente de-mocrtica, popular, pacfica. Hoy podemos decir que la Repblica Bolivariana de Venezuela es un espacio para la dignidad de los pueblos del mundo, expres Ni-cols Maduro.

    Cuando estemos conme-morando el 17 de diciembre del 2030 junto a nuestro pueblo y rindindole balance a nuestro Libertador, podamos decirle Mi-sin Cumplida!, ahora s se pudo, Venezuela independiente y Amrica Latina unida, agreg.

    ESPECIAL 11

    Un mundo para la felicidad del gnero humano

    Pasamos del mundo bipolar al mundo unipolar, tras la

    desaparicin de la Unin Sovitica, y a la imposicin del pensamiento nico, del neoliberalismo.

    Requerimos un mundo de respeto que reconozca los

    nuevos regionalismos, un mundo que pueda hacer valer la letra de

    la carta fundacional de la ONU

    El mundo sin guerras, sin hambre, sin desigualdad, sin discriminacin, sin in-justicia, es el mundo plan-teado por Chvez. As lo vemos en el prembulo del Plan de la Patria, que plan-tea justamente las necesi-dades que debe solventar la humanidad, para en los prximos 15 aos, alcanzar las metas propuestas para una vida mejor.

    Este programa de gobier-no para el perodo 2013-2019 responde a la conse-cucin de dichos supremos objetivos: Independencia y Patria socialista!

    Como deca nuestro Li-bertador en 1820: Es imper-turbable nuestra resolucin de independencia o nada. Independencia definitiva o nada debe ser la divisa de las bolivarianas y boliva-rianos de hoy. Independen-cia definitiva es nuestra causa y nuestra tarea per-manente.

    La independencia enten-dida desde el ahora, desde el aqu, nos obliga a ver hacia el pasado para encontrar el rumbo cierto hacia el por-venir. Es por eso que a la te-sis reaccionaria de imperio y de la burguesa aptrida

    contra la Patria, nosotras y nosotros le oponemos la tesis combativa, creativa y liberadora de la indepen-dencia y el socialismo como proyecto abierto y dialcti-ca construccin: la indepen-dencia no ha terminado y la forjamos en nuestra lucha diaria y permanente.

    Nos toca realizar plena-mente el sueo libertario que nunca ha dejado de pal-pitar en la Patria y que hoy est latiendo de manera in-cesante. As lo creo desde la fe combativa y la razn amorosa que me alienta: la herencia heroica nos obliga y tal exigencia es bandera y compromiso para nosotras y nosotros. Desde el tiem-po que nos ha tocado vivir es preciso honrar los retos; tantos sacrificios no pueden ser en vano, hacerlos carne y sangre de la vida nueva tiene que seguir siendo el horizonte que nos llama y desafa.() ste es un programa de transicin al socialismo y de radicalizacin de la de-mocracia participativa y protagnica. Partimos del principio de que acelerar la transicin pasa necesaria-mente por, valga la redun-

    dancia, acelerar el proceso de restitucin del poder al pueblo. () Ahora bien, cul es el contexto nuestro americano y mundial en el que estamos dndole vida a un modelo alternativo so-cialista? Es claro que Nues-tra Amrica vive un cambio de poca que arranc, y es justicia reconocerlo, con la llegada al poder de la Revo-lucin Bolivariana: un cam-bio de poca que se carac-teriza por un cambio real y verdadero de las relacio-nes de poder a favor de las grandes mayoras. Es claro, tambin, que el sistema-mundo capitalista atraviesa por una crisis estructural que puede llegar a ser ter-minal: una crisis que, por su catastrfica magnitud, nos obliga polticamente, como dira Mart, a aclarar y pre-ver cada da, como de hecho lo hemos venido haciendo, para minimizar sus impac-tos sobre Venezuela. Pero hay un signo alentador que quiero destacar: ha comen-zado a sentar sus bases un sistema internacional mul-tipolar que se orienta hacia ese gran principio que Bol-var llamara el equilibrio del universo.

    17 Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la ONU

    Erradicar la pobreza en todas sus formas en todo el mundo Poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutricin, y promover la agricultura sostenible Garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos, para todas las edades Garantizar una educacin de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos Alcanzar la igualdad entre los gneros y empoderar a todas las mujeres y nias Garantizar la disponibilidad y la gestin sos-tenible del agua y el saneamiento para todos Asegurar el acceso a energas asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos Fomentar el crecimiento econmico soste-nido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos Desarrollar infraestructuras resilientes, pro-mover la industrializacin inclusiva y sosteni-ble, y fomentar la innovacin Reducir las desigualdades entre pases y dentro de ellos

    Conseguir que las ciudades y los asentamien-tos humanos sean inclusivos, seguros, resilien-tes y sostenibles Garantizar las pautas de consumo y de pro-duccin sostenibles Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climtico y sus efectos (tomando nota de los acuerdos adoptados en el foro de la Convencin Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climtico) Conservar y utilizar de forma sostenible los ocanos, mares y recursos marinos para lograr el desarrollo sostenible Proteger, restaurar y promover la utiliza-cin sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificacin y detener y revertir la degradacin de la tierra; frenar la prdida de diversidad biolgica Promover sociedades pacficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles Fortalecer los medios de ejecucin y reavivar la alianza mundial para el desarrollo sostenible.

    /// DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 2015

  • /// DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 201512 ENTREVISTA

    Carlos Machado Villanueva

    l da mircoles 30 de septiembre hubo un ataque a una im-

    portante planta elctrica del pas, que fue ejecutado por un motorizado con pa-rrillero, quienes arrojaron una bomba, explicara el presidente Nicols Maduro, quien relat que durante su estada en Nueva York fue notificado de cada de-talle acerca de los ataques con granadas que fueron efectuados recientemente. "Mientras yo estaba en la Asamblea de la Organiza-cin de Naciones Unidas, defendiendo la soberana y la paz del pas, me repor-taron desde el puesto de comando presidencial los ataques con granadas a los policas".

    Es locura y terrorismo. Este nuevo modus operandi no es propio de Venezuela. De dnde viene esta modali-dad?, No respondo", dijo.

    Pero advirti "aqu no va a pasar lo que pas en Libia o en Siria, a los terroristas los vamos a atajar tempranito y los castigaremos con mano de hierro. Un pas con justi-cia profunda evita males ma-yores con grupos paramilita-res y terroristas".

    En opinin del profesor de la Universidad Bolivariana de Venezuela (UBV) Carlos Ramrez, mantener la paz en Venezuela requiere el manejo de alguna serie de elementos asociados a cmo las fuerzas revolucionarias bolivarianas confrontan las diferencias con sus adversa-rios polticos y cmo en un momento determinado se tienen que utilizar los meca-nismos creados por la Cons-titucin para evitar un es-calamiento conflictivo que lleve a algo que nosotros no queremos, que es una espe-cie de guerra interna, una guerra civil.

    Ms an, destaca, si se tie-ne muy claro que desde la llegada al poder de la Revo-lucin Bolivariana hay una intencionalidad, adems de interna, tambin externa, de unas fuerzas hegemni-cas en lo poltico, militar y econmico, encabezadas por EE.UU y sus pases aliados agrupados en la OTAN, para que la confrontacin chavis-mo-oposicin entre en una espiral de violencia poltica, de lo cual han habido prue-bas contundentes.

    El bilogo y docente uni-versitario con doctorado en

    La irreductible apuesta de

    Venezuela a la paz gentica humana expuso en el marco de la celebracin de los 70 aos de la fundacin de la ONU que, como lo re-cord el presidente Nicols Maduro en su intervencin ante el mximo organismo, naci precisamente con el fin de preservar la paz, meta que todava no ha logrado.

    Armas para la pazSegn Ramrez ha sido el dolor de cabeza del liderazgo chavista en estos ltimos 16 aos evitar la instauracin en nuestro pas de una situacin de violencia poltica con posi-bilidades de escalamiento, en-contrando mecanismos cons-titucionales, el referndum revocatorio incluido, como la mejor manera de impedirlo.

    El referndum marc un hito, expresa, pero las elec-ciones tambin, y el respeto a los resultados electorales que operan como muro de contencin ante una siem-pre latente posibilidad de desborde de la violencia para dirimir las diferencias polti-cas, acicateada por no pocos medios de comunicacin pri-vados, tanto nacionales como internacionales.

    El acadmico explica que en Venezuela se hicieron una serie de ensayos supe-riores de escalamiento del conflicto, incluso buscando un enfrentamiento interno. Es evidente que el pueblo venezolano ha podido desa-rrollar armas para enfrentar modelos de guerra no con-

    La madurez poltica del pueblo venezolano ha permitido encontrararmas para mantener la paz interna

    vencionales.Ramrez complementa que

    en Venezuela se ha logrado una madurez poltica en mu-chos aspectos, sobre todo en el seno de pueblo llano, ma-durez que considera ha pro-ducido un perodo de estabi-lidad poltica independien-temente de todos los ataques que haya sufrido el gobierno revolucionario.

    Carne de canEl acadmico considera im-portante destacar que como los bolivarianos estn en contra de una hegemona total y de un absolutismo de pensamiento, tales ataques de quienes pretenden perpetuar esta situacin en el mundo van en contra va de lo que

    se hace en la Venezuela boli-variana.

    Por lo tanto, como no se puede hacer una guerra di-recta como tal, hay elementos que hacen que se produzcan otras alternativas muy bien planificadas que tienen que ver con la guerra de baja in-tensidad. Los elementos que tienen que ver con lo comu-nicacional, producen algunos componentes de alienacin en ciertas capas de venezo-lanos que se vuelven induda-blemente en carne de can para que se produzcan otros escalamientos.

    Ramrez rememora que el gobierno bolivariano presi-dido por Nicols Maduro pre-tendi negociar con muchos de esos elementos, ello en re-ferencia al dilogo que con-vocado a principios de 2014 con alcaldes y gobernado-res de oposicin y luego con la dirigencia de la llamada Mesa de la Unidad Democr-tica (MUD), porque entenda que una cosa importantsi-ma es mantener la estabili-dad interna para producir realmente lo que nosotros queremos, que es mantener internamente la paz.

    No solo paz internaEl tambin coordinador na-cional de investigacin de la UBV aclara que esa paz a la que aspira el liderazgo boliva-riano, no est supeditada solo al escenario nacional sino que adems tiene que ver con el plano incluso de nuestros ve-cinos prximos.

    Relacionados evidente-mente con el tema de fron-teras y con los intereses que se manejan en la frontera. Ya sabemos que hay intereses, no solamente en lo poltico, sino en lo econmico, que tambin ha sido un factor importante.

    Tanto en el caso de la situa-cin en la frontera colombo-venezolana, y del diferendo limtrofe sobre el territorio Esequibo entre Venezuela y Guyana, Ramrez conside-ra que no se trata solo de un asunto regional, sino que se puede convertir en cualquier momento en un problema global dependiendo de los ele-mentos que entren en juego.

    Al respecto, destac la im-portancia de que gracias a la intermediacin del presidente Correa y del presidente Taba-r, representantes de la Una-sur y la Celac, se llev al di-logo las diferencias fronterizas entre Venezuela y Colombia, lo que indudablemente consti-tuye una victoria para el irre-ductible camino de la paz que ha elegido Venezuela.

    E

    Profesor Carlos Ramrez.FOTO JESS VARGAS

    La humanidad necesita un nuevo mundo FOTOS PRENSA PRESIDENCIAL

  • DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 2015 /// FRONTERA 13

    Luisana Colomine

    a desde 1968, el Acuer-do de Cartagena, sus-crito en mayo de 1969,

    contempla en su Artculo 131 que los Pases Miembros emprendern acciones en el campo de la comunicacin so-cial orientadas a difundir un mayor conocimiento del pa-trimonio cultural, histrico y geogrfico de la subregin, de su realidad econmica y social y del proceso andino de inte-gracin.

    Una visin hegemnica de la comunicacin ha impedi-do que los medios asuman de manera decidida ese artculo o, ms bien, este mandato, y prcticamente hoy en da es le-tra muerta, pues nos ha hecho adoptar como cierta la imagen de que las zonas fronterizas, estratgicas en el proceso de integracin, son peligrosas, in-humanas, enfermas de delitos, fuente de todos los males, y por ello hay que mantenerlas lejos de la vida normal que se desarrolla en el centro de los pases.

    Algo que tambin se corres-ponde con las teoras del cen-tro y de la periferia de finales de los 60 y 70 en el siglo pa-sado, conceptos desarrollados por la Comisin Econmica para Amrica Latina, Cepal. Las llamadas economas sub-desarrolladas donde los pro-cesos de acumulacin privi-legian los espacios centrales pero se deforman en la perife-ria. Los medios de comunica-cin, garantes de la estructura y el pensamiento dominante asumieron esta postura: des-cuidaron desde el punto infor-mativo las fronteras y privile-giaron los espacios centrales. No contentos con eso clasifica-ron esas zonas como las ms calientes y las ms peligro-sas. La colombo-venezolana se ubica entre las ms calientes.

    La frontera: algo ms que

    un punto y una raya

    Y

    Las zonas fronterizas deben pasar a ser un punto destacado en la labor periodstica

    La brasilea-venezolana entre las ms peligrosas.

    En la frontera no pasa nadaEn la frontera no pasa nada hasta que pasa, dicen por ejemplo los periodistas que deben hacer su cobertura diaria en fronteras como la de Mxico, en zonas donde se enseorean las mafias organi-zadas, el narcotrfico y la trata de personas. Zonas donde la violacin de los derechos hu-manos est a la orden del da pero frente a la cual el mundo se hace de la vista gorda. Se ig-nora, por ejemplo, cmo cada da mueren en el tren llamado La Bestia decenas de migran-tes que van en pos del sueo americano.

    Datos de esta triste trave-sa, que tomamos de zonaj.net son: un tren puede trans-portar entre 1.000 y 1.500 in-migrantes; el recorrido puede durar unas tres semanas; se le conoce tambin como "El devoramigrantes" y "El tren de la muerte"; "Los Zetas" y los "Maras" secuestran a muchos y extorsionan a sus familias. Segn el Instituto Nacional de Migracin Mexicano (INM) cada ao son repatriados apro-ximadamente 250 mil centro-americanos y suman 1.300 entre los muertos y mutilados. En solo 5 meses casi 10 mil emigrantes centroamericanos que iban hacia EE.UU fueron secuestrados.

    No es casual entonces que todos los problemas se congre-guen en nuestras fronteras y que de pronto nos estallen en el rostro de manera trgica y violenta. Al no visibilizarlos en los trabajos periodsticos, esos problemas no se conocen en los espacios centrales de cada pas. Los medios ni siquiera tienen entre sus fuentes a las zonas fronterizas como algo obligado en la investigacin periodstica y entonces esas situaciones llegan de manera

    fragmentada y descontextua-lizada, amarillista o sensacio-nalista, solo se muestra la con-secuencia, pero no las causas; solo se conoce el qu pero no el por qu ni el para qu.

    El efecto mediticoEn el caso de nuestra fronte-ra con Colombia, la situacin informativa no es diferente y por eso debemos revisar de manera urgente el tratamien-to periodstico y comunicacio-nal de las ciudades fronterizas, pues las vemos como algo leja-no que nada tiene que ver con nuestras vidas. En esa franja de ms de 2 mil kilmetros, la medida de cierre que tom el presidente venezolano Nicols Maduro, no fue diferente a lo que han hecho muchos otros pases como una accin sobe-rana.

    En el estado Tchira, medi-ticamente el mayor inters se lo llev La Invasin, ubicado en la finca La Guadalupe, aun-que segn los expertos con-sultados el nombre tcnico de eso es ocupacin. Adems, en Tchira hay muchas invasio-nes, incluso en el propio San Cristbal existe una bastante grande llamada Machir, don-de la poblacin mayoritaria-mente es colombiana.

    Al sitio donde ocurri el marcaje de casas, las demoli-ciones y todo lo que explota-ron al mximo los medios co-lombianos, se le conoce como la invasin de la invasin, es decir, un pedazo de tierra (la ms prxima al ro Tchira) que fue ocupada por gente de ambos pases desde hace unos ocho aos y donde operaban cinco consejos comunales con su Cdigo Situr (Sistema In-tegral de Taquillas nicas de

    Registro) y personalidad jur-dica, es decir RIF, para optar a financiamiento de proyectos ante los entes correspondien-tes. Tambin se haban orga-nizado varias Unidades de Ba-talla Bolvar-Chvez (UBCh). O sea, una invasin reconocida, aceptada, tolerada por el Esta-do regional. Por qu impact tanto mediticamente si exis-ta desde haca tiempo?

    Los habitantes de ese sector eran colombianos o venezo-lanos. Qu importa? Muchos tenan doble nacionalidad, en algunos casos, o la calificacin de desplazados externos y re-fugiados otorgada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y Desplazados, Acnur. En en-trevista con varios defensores pblicos se nos asegur que ningn desplazado o refugia-do haba sido deportado, y que tampoco se haban recibido denuncias sobre violacin de derechos humanos. Todo se hizo con presencia de la De-fensa Pblica, Defensora del Pueblo; fiscales del Ministerio Pblico y gente de las comunas y consejos comunales. Fue una accin casi quirrgica y adems fueron cambiados to-dos los efectivos de la GNB y FANB. Aqu lleg tropa nueva, los que estaban no participa-ron de ese operativo, revel el funcionario.

    En esas zonas perifricas, fronterizas, se habla de una poblacin flotante, de gente que vive ac pero trabaja o es-tudia del otro lado y viceversa. En el caso de Tchira, Apure o Amazonas, no es raro ver pa-rejas de colombiano y venezo-lana que pronto echan races y procrean hijos. Usted le pre-gunta a cualquiera en ese paso

    fronterizo de San Antonio Oye, de dnde eres? y la res-puesta es: de los dos. Lo ms natural es que las colombianas vengan a parir a San Antonio y, en general, buscan atencin mdica gratuita que consiguen en el CDI. Una mdica de ese centro nos confi que de cada diez pacientes al menos seis son colombianos. Se les atien-de, se les regala su tratamiento y luego vienen a sus chequeos cuando la enfermedad lo ame-rita. Pero despus del cierre, eso baj muchsimo.

    Es claro que la frontera debe pasar a ser un punto destacado en la labor periodstica. Es cla-ve esto para poder cumplir que ese mandato del Acuerdo de Cartagena y en general para hacer justicia a los hombres y mujeres que habitan en esas zonas. Pero tal vez la defini-cin ms cercana de una fron-tera nos la dio el poeta Anbal Nazoa, que aqu les dejamos, como punto final de este tra-bajo.

    Punto y Raya

    Entre tu pueblo y el mo,hay un punto y una raya,la raya dice no hay paso,el punto, va cerrada.Y as, entre todos los pueblos,raya y punto, punto y raya,con tantas rayas y puntos,el mapa es un telegrama.Caminando por el mundo,se ven ros y montaas,se ven selvas y desiertos,pero ni puntos ni rayas.Porque estas cosas no existen,sino que fueron forzadas,para que mi hambre y la tuyaestn siempre separadas.

    Debemos revisar urgentemente nuestra poltica comunicacional fronteriza. FOTO ARCHIVO

  • /// DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 2015

    Fernando E. Rivero O.

    n fresco el recuerdo de aquella noche de septiembre, cuando

    emerge abiertamente la trai-cin para asesinar al Liber-tador en Bogot, la Colombia bolivariana se estremece ante su desmembramiento.

    El proyecto transformador de Simn Bolvar, respaldado por todo un pueblo, enfrenta con mayor fuerza en 1830 la fiereza de las nacientes oligar-quas dirigidas por Jos Anto-nio Pez en el territorio de la actual Venezuela, Juan Jos Flores y Jos Mara Obando en la tierra del ahora Ecuador y principalmente, Francisco de Paula Santander desde el exilio apuntalando la sece-sin de la Colombia de hoy.

    Ese ataque de las clases so-ciales explotadoras contra la obra emancipadora de la generacin libertadora, tuvo en el asesinato un arma para consumar la traicin. As lo perpetraron contra el Gran Mariscal de Ayacucho, Anto-nio Jos de Sucre, en las mon-taas de Berruecos. A raz de este trgico suceso, Bolvar sentenciar ante la historia: Se ha derramado la sangre de Abel!.

    Nace el santaderismo en Nuestra AmricaBolvar tambin agreg la bala cruel que le hiri el co-razn, mat a Colombia. En efecto, la muerte de Sucre tuvo por objetivo acabar con la Patria Grande soada por el Libertador. Nace as el Can de Nuestra Amrica: el san-tanderismo. Uno de los prin-cipales referentes polticos de las lites del continente.

    Fue Francisco de Paula San-

    tander el principal opositor a la emancipadora Campaa de Sur, quien convalid la Doctrina Monroe al invitar a Estados Unidos al Congreso Anfictinico de Panam, el autor intelectual irrefutable del intento de asesinato de Bolvar, promotor incansable de la disolucin de Colombia bolivariana y el padre del r-gimen oligrquico de Colom-bia, bien disfrazado de Parti-do Liberal, o bien de Conser-vador.

    La poltica entendida como negocio, la soberana nacional igualada a botn de guerra, el exterminio de los patriotas y la exclusin de los humildes, es el legado del santanderis-mo. Lamentablemente, sus secuelas perviven hasta hoy en el Palacio de Nario.

    La historia de los pueblos de Amrica, si bien est llena de pginas gloriosas desbor-dadas de dignidad patriota, tambin est marcada por la ignominia aptrida, las des-igualdades y el saqueo de sus riquezas naturales, gracias a lites que se tomaron el poder desde aquel fatdico ao de 1830.

    El santenderismoen el siglo XXIEn la actualidad los poderosos an ejercen el poder en Co-lombia. La oligarqua santan-derista es la punta de lanza del imperialismo en el plano mili-tar. Esto explica la acogida de las siete bases de Estados Uni-dos en territorio neogranadi-no para adelantar los planes imperiales en la regin.

    Tambin en el plano pol-tico son el Caballo de Troya de la unidad latinoamericana y caribea. De hecho son el eje de la Alianza del Pacfico, plan de las oligarquas y el

    imperialismo estadouniden-se para enfrentar el ALBA, la Celac y Unasur.

    El santanderismo tambin juega un importante papel en la destruccin de la Revo-lucin Bolivariana. Ataque convergente desde el mbito econmico, el narcotrfico, el contrabando de extraccin, el paramilitarismo, y principal-mente la diplomacia servil a los intereses norteamericanos.

    Con esta ltima disean la imagen de que Venezuela es un Estado Paria mediante denuncias reiteradas de viola-ciones de derechos humanos que justifiquen la agresin contra el pas. En fin, se trata de la histrica conspiracin oligrquica del santanderis-mo contra el bolivarianismo.

    El pueblo de las dificultadesLas dificultades que vive Ve-nezuela debido a los ataques del santanderismo hecho go-bierno de Colombia son parte de una agenda diseada en la Casa Blanca. La Nueva Fron-tera de Paz promovida por el presidente Nicols Maduro es continuidad de la poltica ex-terior bolivariana.

    Ese planteamiento es una apuesta que sintetiza la uni-dad binacional, la necesidad histrica de alcanzar la justi-cia social en la zona limtro-fe como prerrequisito para preservar la paz y al mismo

    tiempo refrenda la solucin soberana de los asuntos de la regin. Desde Caracas se reto-ma la sabia del ideario boliva-riano de construir un nuevo futuro.

    Ese pueblo hermano colom-bo-venezolano que ayer libr las batallas de la Campaa Admirable, de Pantano de Vargas, Boyac, Pichincha y Bombon, han librado y si-guen librando combates por un nuevo modelo de convi-vencia y una Patria que les ha sido arrebatada por los pode-rosos de ayer y de hoy. Esa es la tarea del Movimiento bo-livariano de colombianos por la paz, aqu y all.

    Atanasio Girardot, Rafael Urdaneta, Antonio Ricaurte y Antonio Jos de Sucre, entre otros, an guan con su ejem-plo los esfuerzos por la cons-truccin de la Patria Grande. Esto es continuar la empresa libertaria del siglo XIX para forjar la Nueva Colombia, profundizar la transicin socialista en Venezuela, al-canzar la unidad de Nuestra Amrica y lograr su transfor-macin.

    Estos referentes histricos tienen su mximo exponente en el Libertador Simn Bol-var como mximo conductor del pueblo de las dificultades capaz de vencer las ms va-riadas adversidades. Bolvar es antiimperialismo conse-cuente, solidaridad militante,

    unidad latinoamericana y compromiso incansable con los ms humildes.

    La esperanza del universoSin dudas, Bolvar no se equi-voc cuando expres que Amrica es: La esperanza del universo. Ayer la empresa li-bertaria parti desde las ribe-ras del Orinoco en Venezuela para llegar a Ayacucho cons-truyendo la independencia, la justicia social y un nuevo re-ferente global en las naciones recin liberadas.

    Hoy desde Venezuela se desata un importante cam-bio de poca en el continente. La Revolucin venezolana es encarnacin genuina del bo-livarianismo y sinnimo de utopa concreta en el mundo para los pueblos que sufren el capitalismo neoliberal. Su subversivo ejemplo radica en replantear el sentido de la existencia humana, ofrendar-lo todo para que la vida emer-ja como centro y fin de una sociedad postcapitalista.

    Venezuela es la esperanza de que otro modelo de convi-vencia humana es posible. En esta tierra se juega el destino del continente y quizs el fu-turo de la humanidad. Esa es la responsabilidad histrica de los bolivarianos de hoy. Ese el reto que asumi con xito el Comandante Supremo Hugo Chvez y la tarea pendiente en el combate por la vida.

    14 FORMACIN

    El Can de Nuestra Amrica

    Santanderismo vs bolivarianismo

    A

    Venezuela es la esperanza de que otro modelo de convivencia humana es posible

  • DEL 04 AL 11 DE OCTUBRE DE 2015 /// ANLISIS 15

    una amplia red de atencin primaria para evitar deriva-cin en centros hospitalarios de tipo 3 y 4.

    Hace muy poco en un co-nocido portal web, alguien escribi: La guerra en con-tra de la Revolucin parece tener un ciclo que se puede describir perfectamente en los titulares de los diarios de la derecha: inseguridad (pa-ramilitarismo), colas (gue-rra econmica), apagones (sabotaje elctrico) y crisis hospitalaria (sabotaje hospi-talario). Partiendo de un prin-cipio crtico, podramos citar sin temor a equivocarnos un caso que dej perplejos a la autoridades sanitarias en Ve-nezuela: el saboteo al Hospital JM de los Ros, all los arqui-tectos de la mentira se aven-turan a sabotear las tuberas de enfriamiento del hospital la madrugada del 10 septiem-

    Rubn Farias

    esde hace algn tiem-po todos los medios digitales y tradiciona-

    les se han enfocado, primero tmidamente y luego con una extraa voracidad, a cubrir fuentes relacionadas con la sa-lud, desde una sombra pers-pectiva, hilvanando en deta-lles que casi rayan en el palan-grismo. La razn?, la cercana a un proceso electoral donde la oposicin venezolana ma-neja las mismas estrategias, simbologa y discurso.

    Para nadie es un secreto el estado actual del sistema hospitalario nacional (con fortalezas y debilidades), y los constantes avances que en materia de salud obtuvo nuestro pas, desde la puesta en marcha de la Misin Ba-rrio Adentro, y la creacin de

    Estamos ante el mismo plan,

    saboteo, mentira y bulla meditica,

    el llamado es a unirnos en favor de la salud colectiva"

    D

    Diego Olivera Evia

    En el inicio de nuestra visita al Cono Sur de Amrica nos encontramos con la reali-dad de los medios privados, como algunos peridicos de la izquierda crtica, que dan su versin libre de la guerra econmica desarrollada por la derecha venezolana, como la presencia de EE.UU en la desestabilizacin del gobier-

    Crnica de una mentira

    bre, para luego decir que el hospital estara inoperativo.

    Situaciones como esta, se pueden pensar alejadas de la realidad del sistema hos-pitalario en Portuguesa, sin embargo, autoridades y poder popular han controlado focos de saboteo en hospitales de Guanare y Acarigua.

    Cmo sabemos que mien-ten? Autoridades estadales y nacionales han destacado en sus ltimas declaraciones, la arremetida de saboteos y complicidad interna en robo de insumos, basta citar el caso de varias detenciones que se han llevado a cabo en diver-sos estados del pas.

    Qu hace el gobierno? Des-de el Ministerio del Poder Popular para la Salud, se ha implementado una estrategia que garantiza la atencin pri-maria y la deteccin de nudos crticos en mujeres embaraza-

    das, la creacin del Sistema de Control y Seguimiento Ma-terno Infantil (Sicasmi), a los fines de evitar muertes neo-natales, polticas pblicas en funcin de garantizar vidas y nios sanos.

    Qu andan tramando?De reciente data, en las pgi-nas de uno de los rganos de masificacin de la mentira, la Revista Zeta, titulaba: Crisis hospitalaria afecta a los Vene-zolanos, para nuestra sorpre-sa, los enfoques crticos siguen siendo los mismos que en pasa-dos escenarios preelectorales, es decir los caldos de cultivo, y sus voceros, muy cercanos a la oposicin, adems de ser los centros hospitalarios ubicados en estados potencial y sustan-cialmente chavistas: Aragua y Portuguesa, tambin tienen especialmente a Caracas, pues la ciudad tiene una im-

    portancia estratgica vital, ya que se trata de la capital polti-ca de la repblica; los dos esta-dos restantes forman parte de las gestiones que ms esfuer-zos han hecho para garantizar la salud colectiva, vaya que Tareck y Castro Soteldo han recibido palo, junto a sus sis-temas estadales de salud.

    Hay que traer a la memoria colectiva el caso de la famosa bacteria en el Hospital Cen-tral de Maracay, y la inopera-tividad en el JM de los Ros.

    Si bien es cierto, que exis-ten debilidades en los hospi-tales del pas, las estadsticas muestran avances, la guerra econmica emprendida con-tra el pueblo genera muchas veces escasez en rubros m-dicos, y, sin embargo, an se despliegan grandes operativos asistenciales. En Portuguesa, el ejecutivo regional invierte grandes sumas en planes de intervenciones quirrgicas para llevar a cero la llamada: deuda quirrgica, aun as, llegando nuevos equipos al bnker de radioterapia del Miguel Ora, lo que viene es el mismo plan, saboteo, mentira y bulla meditica, el llamado es al pueblo a unirnos en fa-vor de la salud colectiva.

    guerra meditica de EE.UU, definida como la Operacin Tenaza. Pese al gran xito diplomtico que se logr en Ecuador, gracias a los acuer-dos alcanzados por los man-datarios Maduro y Santos, los medios sureos han