CUBA DESPUÉS DEL 24F - Puente Democrático...en el internacionalismo proletario, en la amistad...

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Por Daniel Sabsay, Página 3 Por Nicolás José Isola, Página 7 CUBA DESPUÉS DEL 24F COMENTARIOS SOBRE LA NUEVA CONSTITUCIÓN DE CUBA CUESTA MORÚA EN LA FUNDACIÓN FERNANDO H. CARDOSO AÑO VII NÚMERO 25 - PRIMER TRIMESTRE 2019 E l 24 de febrero de 2019 los ciu- dadanos cubanos ratificaron la nueva Constitución. Alrededor de seis millones de cubanos dijeron SI y más de 2 millones mostraron, en las distintas expresiones del comporta- miento electoral legítimo, su rechazo al texto constitucional. Cuba comen- zará a ser regida, así, por una nueva Carta Magna con una legitimidad dé- bil, en la que una importante minoría social y política no encuentra espacio de representación. Esta legitimidad débil se asienta en tres puntos esenciales: la sustitución de la soberanía ciudadana por la del partido comunista, la ausencia estruc- tural de un Estado de derecho y la clau- sura de los espacios a la pluralidad. A lo que se une la escasa legitimidad de representación política de una presi- dencia no electa por el pueblo. ¿Después del 24F qué? Esta es, sin embargo, la pregunta más pertinente. Tanto de cara al gobierno como de cara a la ciudadanía. La conversación pública más visible en torno a si el referendo iba a ser o no aprobado por los ciudadanos cubanos desvió la atención de lo que a mi modo de ver era el tema principal: si el refe- rendo permitiría verificar o no la ruptu- ra estructural de la dinámica política de los últimos 60 años: el sentido holístico de la llamada Revolución cubana ex- presada en la unidad/unanimidad del pueblo en torno a su modelo. Y la mejor noticia fue esta: la clara irrupción de la pluralidad, consoli- dando en un solo acto la tendencia que venía mostrándose en los últimos procesos electorales en la Isla al me- nos del 2012: la existencia social de una minoría crítica marginada del sistema político y, esto es lo signi- ficativo, por otra minoría menor en términos tanto cuantitativos como de transversalidad social. Cuba pasa de tal modo de la utopía a la distopía a través de una complicada normaliza- ción, que pone fin a la excepcionali- dad latinoamericana, y donde la di- versidad y la pluralidad reinan en la base social mientras la supremacía se reinstala en el poder. La sociedad se des comuniza donde el Estado se re comuniza, ahora como partido cons- titucionalmente único. Continúa en página 2 Por Manuel Cuesta Morúa Constitución de la República de Cuba PREÁMBULO www.cadal.org Reconquista 1056 piso 11 - 1003 - Buenos Aires - República Argentina Tel: (54-11) 4313-6599 E-Mail: centro@cadal.org @fundacioncadal facebook.com/cadal.org youtube.com/cadaltv @cadal

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Por Daniel Sabsay, Página 3 Por Nicolás José Isola, Página 7

CUBA DESPUÉS DEL 24F

COMENTARIOS SOBRE LA NUEVA CONSTITUCIÓN

DE CUBA

CUESTA MORÚA EN LA FUNDACIÓN FERNANDO

H. CARDOSO

[email protected]

AÑO VII NÚMERO 25 - PRIMER TRIMESTRE 2019

El 24 de febrero de 2019 los ciu-dadanos cubanos ratificaron la

nueva Constitución. Alrededor de seis millones de cubanos dijeron SI y más de 2 millones mostraron, en las distintas expresiones del comporta-miento electoral legítimo, su rechazo al texto constitucional. Cuba comen-zará a ser regida, así, por una nueva Carta Magna con una legitimidad dé-bil, en la que una importante minoría social y política no encuentra espacio de representación.

Esta legitimidad débil se asienta en tres puntos esenciales: la sustitución de la soberanía ciudadana por la del partido comunista, la ausencia estruc-tural de un Estado de derecho y la clau-sura de los espacios a la pluralidad. A lo que se une la escasa legitimidad de representación política de una presi-dencia no electa por el pueblo.

¿Después del 24F qué? Esta es, sin

embargo, la pregunta más pertinente. Tanto de cara al gobierno como de cara a la ciudadanía.

La conversación pública más visible en torno a si el referendo iba a ser o no aprobado por los ciudadanos cubanos desvió la atención de lo que a mi modo de ver era el tema principal: si el refe-rendo permitiría verificar o no la ruptu-ra estructural de la dinámica política de los últimos 60 años: el sentido holístico de la llamada Revolución cubana ex-presada en la unidad/unanimidad del pueblo en torno a su modelo.

Y la mejor noticia fue esta: la clara irrupción de la pluralidad, consoli-dando en un solo acto la tendencia que venía mostrándose en los últimos procesos electorales en la Isla al me-nos del 2012: la existencia social de una minoría crítica marginada del sistema político y, esto es lo signi-ficativo, por otra minoría menor en términos tanto cuantitativos como de transversalidad social. Cuba pasa de tal modo de la utopía a la distopía a través de una complicada normaliza-ción, que pone fin a la excepcionali-dad latinoamericana, y donde la di-versidad y la pluralidad reinan en la base social mientras la supremacía se reinstala en el poder. La sociedad se des comuniza donde el Estado se re comuniza, ahora como partido cons-titucionalmente único.

Continúa en página 2

Por Manuel Cuesta Morúa

Constitución de la República de Cuba

PREÁMBULO

NOSOTROS, EL PUEBLO DE CUBA,

inspirados en el heroísmo y patriotismo de los que lucharon por una Patria libre, inde-pendiente, soberana, democrática, de justicia social y solidaridad humana, forjada en el sa-crificio de nuestros antecesores;

por los aborígenes que se resistieron a la su-misión;

por los esclavos que se rebelaron contra sus amos;

por los que despertaron la conciencia nacio-nal y el ansia cubana de patria y libertad;

por los patriotas que a partir de 1868 inicia-ron y participaron en nuestras luchas inde-pendentistas contra el colonialismo español, y a los que en el último impulso de 1895 les fuera frustrada la victoria al producirse la in-tervención y ocupación militar del imperia-lismo yanqui en 1898;

por los que lucharon durante más de cin-cuenta años contra el dominio imperialista, la corrupción política, la falta de derechos y li-bertades populares, el desempleo, la explota-

ción impuesta por capitalistas, terratenientes y otros males sociales;

por los que promovieron, integraron y desarro-llaron las primeras organizaciones de obreros, campesinos y estudiantes; difundieron las ideas socialistas y fundaron los primeros movimientos revolucionarios, marxistas y leninistas;

por los integrantes de la vanguardia de la Generación del Centenario del natalicio de Martí, que nutridos por su magisterio nos con-dujeron a la victoria revolucionaria popular de enero de 1959;

por los que, con el sacrificio de sus vidas, de-fendieron la Revolución y contribuyeron a su definitiva consolidación;

por los que masivamente cumplieron heroi-cas misiones internacionalistas;

por la resistencia épica y unidad de nuestro pueblo;

GUIADOS

por lo más avanzado del pensamiento revo-lucionario, antiimperialista y marxista cuba-no, latinoamericano y universal, en particular por el ideario y ejemplo de Martí y Fidel y las

ideas de emancipación social de Marx, Engels y Lenin;

APOYADOS

en el internacionalismo proletario, en la amistad fraternal, la ayuda, la cooperación y la solidaridad de los pueblos del mundo, espe-cialmente los de América Latina y el Caribe;

DECIDIDOS

a llevar adelante la Revolución del Mon-cada, del Granma, de la Sierra, de la lucha clandestina y de Girón, que sustentada en el aporte y la unidad de las principales fuerzas revolucionarias y del pueblo conquistó la ple-na independencia nacional, estableció el po-der revolucionario, realizó las transformacio-nes democráticas e inició la construcción del socialismo;

CONVENCIDOS

de que Cuba no volverá jamás al capitalismo como régimen sustentado en la explotación

www.cadal.orgReconquista 1056 piso 11 - 1003 - Buenos Aires - República Argentina

Tel: (54-11) 4313-6599 E-Mail: [email protected]

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Diálogo Latino Cubano │2│Primer Trimestre 2019

Diálogo latino Cubano

Lo que se le presenta a los cuba-nos y a la sociedad es un desafío, a mi modo de ver, constitucional. E intentamos, un sector de la comu-nidad civil y pro democrática cuba-na, dar una respuesta a este desafío con la Propuesta2020. ¿Cuál es su concepto? Convertir el ámbito y la dinámica constitucionales creados, a partir tanto del proceso como de la nueva constitución misma, en el campo de acción cívica y política preferenciales para la ciudadanía y para la sociedad civil, a fin de lograr la meta cívica y política pendiente: un Estado democrático de derecho. Para nosotros, el 24 de febrero cul-minó la reforma constitucional del partido comunista. Un día después, el 25 de febrero, comenzó la reforma constitucional desde abajo, desde los ciudadanos.

Tres son las líneas de acción que define la Propuesta2020. La conver-sación deliberativa permanente con los ciudadanos en sus comunidades en torno a la constitución misma, a los limitados derechos que ella reco-noce y a las nuevas iniciativas de ley que pueden y deben gestarse desde la misma ciudadanía; el apoyo ciuda-dano a propuestas de reforma cons-titucional que pongan en sintonía las demandas compiladas en los debates populares sobre el ante Proyecto de constitución, no codificadas aún, con el ordenamiento constitucional mis-mo, de manera que la Constitución se parezca cada vez más al país y, por último, el apoyo ciudadano a inicia-tivas de ley que regulen en favor de la ciudadanía y no del Estado ciertos derechos constitucionales reconoci-dos en la nueva Constitución.

Este desafío constitucional tiene una arista crítica que me interesa poner de relieve. En un sentido clave la nueva constitución es anti nacio-nal. Tres de sus artículos no fueron incluidos por mandato del partido comunista de Cuba en la discusión ciudadana. Los tres que por un lado tocan la raíz de la soberanía popular y que, al mismo tiempo, determinan

nuestra pertenencia nacional en tan-to cubanos.

En tal sentido, y en rigor, los cuba-nos solo ratificaron 226 de los 229 artículos de la nueva constitución. El artículo uno, que define la natu-raleza del Estado como socialista; el artículo cuarto, que establece la irrevocabilidad de un modelo decre-tado desde el Estado, y el artículo quinto, que establece la supremacía ideológica de una parte (el partido comunista) sobre el todo diverso y plural de la nación, conforman la

trilogía constitucional excluida de la conversación y excluyente dentro de la constitución, que ataca preci-samente ese núcleo de soberanía que da legitimidad a los Estados en las constituciones modernas. Sobre ellos, el Estado cubano decidió que no se podía hablar, hablar y ni si-quiera silbar, como había dicho un renombrado filósofo a propósito de otros asuntos más esotéricos.

El Estado cubano no puede recla-mar por tanto legitimidad popular para este triple núcleo de soberanía después del 24 de febrero, pero los ciudadanos estamos obligados a re-cuperarlo si queremos que la cons-titución repose sobre fundamentos nacionales, la única manera por cierto de descolonizarla. Porque probable-mente la constitución cubana sea la única que tenga como referentes cla-ves a dos extranjeros.

Si el momento en Cuba es constitu-cional, entonces las demandas esen-ciales son de reconocimiento, parti-cipación e inclusión políticas. Es la política lo que hará posible satisfacer las demandas sociales y económicas de los cubanos. No al revés.

La conversación pública más visible

en torno a si el referendo iba a

ser o no aprobado por los ciudadanos cubanos desvió la

atención de lo que a mi modo de ver era

el tema principal: si el referendo permitiría

verificar o no la ruptura estructural de la dinámica política de los últimos 60 años:

el sentido holístico de la llamada Revolución cubana expresada en la unidad/unanimidad del pueblo en torno a su modelo. Y la mejor

noticia fue esta: la clara irrupción de la

pluralidad: la existencia social de una minoría crítica marginada del

sistema político.

Manuel Cuesta Morúa es Historiador, politólogo y ensayista. Portavoz del Partido Arco Progresista, Ha escrito numerosos ensayos y artículos, y publicado en varias revistas cubanas y extranjeras, además de participar en eventos nacionales e internacionales. En 2016 recibió el Premio Ion Ratiu que otorga el Woodrow Wilson Center.

Viene de Tapa

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Diálogo Latino Cubano │3│Primer Trimestre 2019

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COMENTARIOS SOBRE LA NUEVA CONSTITUCIÓN DE CUBA

Por Daniel Sabsay

I.- INTRODUCCIÓN

Antes de comentar la constitución de Cuba consideramos necesario determinar que se entiende por una constitución del Estado de Derecho. Es decir del tipo de sistema que surge al calor de las revoluciones inglesa, americana y francesa y en el ideario que comenzó en particular en Fran-cia desde el Iluminismo, conformado por plumas como las de Monstes-quieu, Voltaire, Rousseau, entre tan-tas otras. La noción de constitución en el mundo democrático no es todo instrumento que fija las bases de la organización de un Estado. Por el contrario, se trata de un documento que tiene un contenido particular, elaborado a lo largo de más de dos siglos por un movimiento que lleva el nombre de constitucionalismo. No obstante ello, en el seno de sistemas no democráticos se lo utiliza para re-ferirse a las constituciones de los paí-ses que forman parte de esa categoría de regímenes. Esa suerte de “usurpa-ción” tiene su razón de ser en la legiti-midad que ha logrado hasta el punto de que cuesta pensar en un país que carezca de constitución. Precisamen-te la ley fundamental cubana que nos proponemos comentar es un ejemplo cabal de lo que venimos de afirmar.

La noción de constitución encie-rra la esencia del Estado de Derecho, pues en todo país regido por este régi-men su base fundamental de susten-tación está dada por la existencia de que ella debe presentar determina-das características. Este instrumento debe reunir ciertos elementos básicos para ser considerada tal en el marco

del constitucionalismo. Ello, a fin de cumplir con las funciones para cuyo ejercicio ha sido concebida.

Es así que surge el derecho cons-titucional como una nueva rama del derecho. “Las normas del Derecho Constitucional se definen por su ob-jeto: serían las normas que regulan las materias directamente vincula-das a la garantía básica de la libertad. Y se destacan dos tipos de normas como ‘naturalmente’ integradas en el Derecho Constitucional: las que reco-nocen y garantizan los derechos indi-viduales, y las que organizan los po-deres básicos del Estado” . El derecho constitucional se ocupa por una parte de los aspectos vinculados con la pro-tección de los derechos humanos. En ese sentido los define y desarrolla las garantías necesarias para lograr su efectiva vigencia. Asimismo, expone los diferentes principios que inspiran a esta rama del derecho. Entre ellos, el de legalidad, de razonabilidad, de igualdad, de supremacía constitucio-nal. También define las característi-cas de la organización del poder en el gobierno y en el territorio; esto es, las formas de gobierno y de Estado, res-pectivamente, junto a otros aspectos fundamentales de la organización es-tatal, como es por ejemplo la relación entre la Iglesia y el Estado. Todas es-tas cuestiones conforman la primera parte de una constitución del Estado de Derecho, conocida con el nombre de dogmática o doctrinaria. En ella también pueden hallarse las institu-ciones de emergencia, como el estado de sitio o la intervención federal.

Pero, el derecho constitucional, tal como ha quedado esbozado en el

punto anterior, se ocupa también de otra órbita, la relativa a la orga-nización del poder. Estos conteni-dos integran la segunda parte de una constitución y se refieren a la

Daniel Sabsay es abogado (UBA) con un Posgrado en la Facultad de Derecho de la Universidad de París II, Francia, casa de estudios en la que se desempeñó como docente. Profesor Titular de Derecho Consti-tucional en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Director de la Carrera de Posgrado Especial de Derecho Constitucional (UBA). Presidente de la Fundación Ambiente y Recursos Natura-les (FARN). Vicepresidente de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional. Consultor de orga-nismos internacionales. Ha escrito libros y numerosos trabajos sobre temas de su especialidad que se han publicado en la Argentina y en el extranjero. Ha sido condecorado por el Gobierno de Francia en dos oportunidades.

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Diálogo Latino Cubano │4│Primer Trimestre 2019

Diálogo latino Cubano

construcción horizontal –forma de gobierno- y vertical –forma de Esta-do- del poder. La forma de gobierno alude a la estructura gubernativa, la que en una democracia admite ciertas variantes, pero dentro de un modelo en el cual no pueden estar ausentes los elementos fundamen-tales del Estado de Derecho, de lo contrario no estaríamos frente a una forma de gobierno de la democracia. Dentro de esta esfera de contenidos se definen: la competencia, composi-ción, organización interna y las rela-ciones entre los poderes, junto a las modalidades de acceso a los mismos, tiempo de duración de los manda-tos de sus titulares, controles intra y extraorgánicos. La forma de Estado refiere a la organización del poder en el territorio y gira en torno al tipo y alcance de la descentralización del mismo dentro del elemento espa-cial del Estado, en el caso argentino existen tres niveles de autonomía territorial: las provincias, la Ciudad autónoma de Buenos Aires y los mu-nicipios. La Nación o estado federal es el titular de la soberanía territo-rial y por ende el nivel superior de gobierno, dentro de un esquema de distribución de competencias con-templadas en la constitución. Todas estas cuestiones que acabamos de mencionar integran la parte orgáni-ca de la constitución o “constitución del poder”, como la denomina Bidart Campos.

El derecho constitucional encierra bajo su fuerte humanismo una clara voluntad de protección de las perso-nas, entronizándolas en el centro de sus construcciones, bajo reglas que importan la racionalización del po-der. En base a ello se aspira a la con-creción de un conjunto de principios, que se complementan con técnicas en aras del ejercicio racional de la autoridad. El logro de eficacia en el cumplimiento del sistema que de esa construcción se deriva depende de la existencia de una cultura fundada en la convicción de parte de todos los actores, de que el mismo redundará en claros beneficios para todos ellos. Esto exige una permanente vigilan-

cia que posibilite que las diferentes normas sean respetadas. Si se analiza el contenido básico de toda cláusu-la constitucional se comprueba que siempre encierra algún tipo de atri-bución de competencia. De lo que se trata es que la misma sea ejercida por el destinatario contemplado por el constituyente, y esto exige de un fuer-te contralor que no se limita con la edificación de sofisticados institutos, requiere ante todo de la observancia de una fuerte toma de conciencia de parte de todos los integrantes de la comunidad, sobre la obligatoriedad de las normas en general y del edificio constitucional en particular. Así, se-rán los propios recipiendarios quie-nes en todo momento velarán por su efectiva vigencia.

Esta concepción tiene por objetivo limitar el poder. Para lograrlo se debe

contemplar una enumeración de de-rechos, las garantías para su protec-ción y que las autoridades estén so-metidas al principio de separación de poderes que asegura que ninguno de ellos salga de la órbita contemplada en la constitución y de tal modo in-terferir en el ejercicio de los derechos humanos. La supremacía de la consti-tución, los principios de igualdad, de razonabilidad, de equidad, de legali-dad, la independencia del Poder Ju-dicial, la alternancia en la titularidad del poder, la pluralidad de partidos políticos, la limitación en el ejercicio del poder, la pluralidad y libertad de ideas y de pensamientos, la neutra-lidad en la definición de la naturale-za del Estado y de sus componentes siempre que éstos se encuadren den-tro de las técnicas y principios antes mencionados, son otros de sus conte-nidos fundamentales. La constitución cubana responde a una concepción diferente y por lo tanto no contempla ni el contenido ni el espíritu de lo ex-puesto con anterioridad que no están presentes en su texto, como veremos a continuación.

II.- PREÁMBULO

El preámbulo es la verdadera “puerta de entrada” a una constitución, en él se manifiestan los fines, valores, prin-cipios, objetivos, aspiraciones a los que ella apunta. Asimismo, si bien no tiene fuerza imperativa como el resto del articulado, es un importantísimo elemento para la interpretación del texto constitucional. Para los jueces hace las veces de una suerte de brú-jula para desentrañar el sentido de las normas que deben aplicar en los casos concretos. Resumiendo, es la más cabal exposición de la ideología que los constituyentes le han querido imprimir al nuevo texto.

Así las cosas, a continuación iremos analizando las numerosas cláusulas, llamativamente largas y muchas con un contenido épico-histórico, por cierto desconocido por los preámbu-los de constituciones democráticas, que se caracterizan por ser breves y

El derecho constitucional

encierra bajo su fuerte humanismo una clara voluntad

de protección de las personas, entronizándolas

en el centro de sus construcciones, bajo reglas que importan

la racionalización del poder. En base a ello se aspira a la concreción de un conjunto de

principios, que se complementan con técnicas en aras del ejercicio racional de

la autoridad.

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Diálogo Latino Cubano │5│Primer Trimestre 2019

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resumir con contundencia el núcleo fundamental de la constitución.

Comienza con una cláusula titu-lada: “Nosotros el Pueblo de Cuba”, inspirados en el heroísmo y patrio-tismo de los que lucharon por una Patria libre, independiente, sobera-na, democrática, de justicia social y solidaridad humana, forjada en el sacrificio de nuestros antecesores...” El relato prosigue de manera profu-sa dirigiéndose a los aborígenes, “a quienes despertaron a la conciencia nacional, por los que lucharon du-rante más de cincuenta años contra el dominio imperialista, la corrup-ción política, la falta de derechos y libertades populares, el desempleo”, y más adelante recalca, “por los que despertaron la conciencia nacional y el ansia cubana de patria y liber-tad”. La lista continúa con muchas otras apelaciones al pasado y al futu-ro de un pueblo que ha luchado hasta vencer al imperialismo que lo opri-mió por décadas.

La cláusula siguiente ya toma un claro partido ideológico, a través del siguiente texto:

Guiados por lo más avanzado del pensamiento revolucionario, anti-imperialista y marxista cubano, lati-noamericano y universal, en particu-lar por el ideario y ejemplo de Martí y Fidel y las ideas de emancipación social de Marx, Engels y Lenin.

El texto transcripto se complemen-ta con este otro: “Convencidos de que Cuba no volverá jamás al capitalis-mo como régimen sustentado en la explotación”.

Podríamos transcribir otras dis-posiciones del preámbulo, pero és-tas por si solas ponen de manifiesto la falta de neutralidad de la cons-titución en lo que hace a las carac-terísticas del régimen político que se impone. Se trata de una visión unipolar despreciativa de toda otra susceptible de poner en cuestión la que se proclama o simplemente sus-tituirla ante la desactualización de la primera. Estamos frente a una clara proclama no del documento fun-damental de una nación, que como toda proclama pretende fosilizar su

contenido, haciendo caso omiso al hecho lógico dado por el paso del tiempo que produce naturalmen-te el envejecimiento de las normas constitucionales. Como se pretende que lo elaborado sea la única verdad, ella está llamada a durar, pues todo otro criterio organizativo estará des-provisto de los atributos que permi-ten el encuadramiento correcto del devenir de un país. Así se cristaliza una determinada ideología que como veremos se apoya en una forma de organización del poder y de toma de decisiones, encaminadas a sustentar lo que expresa el Preámbulo.

III.- PARTE DOGMÁTICA

La parte dogmática de una constitu-ción es la que reúne, las “Declaracio-nes, Derechos y Garantías”, como la titula nuestra Constitución argentina en su primer capítulo. Es fundamen-tal en tanto delimita la esfera de lo que le pertenece a la sociedad en ma-teria de libertades y de las garantías susceptibles de protegerlas o de resta-blecerlas cuando fuesen conculcadas o limitadas. Es importante observar tanto el alcance de los derechos, como en particular los principios que deben guiar la actividad gubernamental. Si no queda expresado el vigor de los lí-mites al poder en aras de defender la esfera de los gobernantes, nos encon-tramos con serios riesgos de que ésta se vea invadida, con la consecuencia en la limitación de los derechos lo que generalmente lleva a la consolidación de regímenes autoritarios.

A poco de iniciar el análisis de lo que expresa la constitución que esta-mos comentando, nos encontramos con el estatus exclusivo que juega el partido comunista. Elemento a través del cual se empieza a construir el Es-tado de Derecho, ya que éste no ad-mite otro instrumento para el acceso al poder que no sea el voto universal y la pluralidad de partidos que es el que presenta las candidaturas a conside-ración del electorado.

Sólo recorrer el primer título es suficiente para corroborar lo que afirmamos en nuestro comentario al Preámbulo. En efecto bajo el título “Principios Fundamentales”, el cons-tituyente desarrolla la necesaria fide-lidad al régimen, luego afirma que “El Partido Comunista único, martiano, fidelista, marxista y leninista, van-guardia organizada de la nación cubana, sustentado en su carácter democrático y la permanente vin-culación con el pueblo, es la fuerza política dirigente superior de la so-ciedad” (Art. 5°). O sea que se institu-ye un sistema de partido único con la supresión de la eventual alternancia en el ejercicio del poder. El dogmatis-mo más férreo domina la redacción de esta parte de la Ley Fundamental

En materia de tratados

internacionales se adopta una

posición dualista, que es aquella que hace prevalecer al derecho interno sobre el derecho

internacional. Esto contrariamente a

la evolución que se ha producido en el

mundo democrático en relación con esta materia, ya que en el mismo se tiende

al monismo. Se trata del sistema

que considera que el sistema jurídico

es uno solo y que se concreta

en el derecho internacional.

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Diálogo Latino Cubano │6│Primer Trimestre 2019

Diálogo latino Cubano

y se traduce en todos los órdenes de la vida que impiden la existencia de toda libertad, en tanto las personas deben seguir obligatoriamente lo es-tablecido en la constitución, pues de lo contrario serán considerados trai-dores a la nación.

La siguiente disposición da pautas en materia de educación y de forma-ción política de los jóvenes. En este campo, como veremos, el monopo-lio queda en manos del Estado, a través de una agrupación que es una de sus emanaciones. “La Unión de Jóvenes Comunistas, organización de vanguardia de la juventud cuba-na, cuenta con el reconocimiento y el estímulo del Estado, contribuye a la formación de las más jóvenes generaciones en los principios re-volucionarios y éticos de nuestra sociedad, y promueve su participa-ción en la edificación del socialis-mo” (art. 6)

Cabe señalar que en materia de tra-tados internacionales se adopta una posición dualista, que es aquella que hace prevalecer al derecho interno sobre el derecho internacional. Esto contrariamente a la evolución que se ha producido en el mundo democrá-tico en relación con esta materia, ya que en el mismo se tiende al monis-mo. Se trata del sistema que conside-ra que el sistema jurídico es uno solo y que se concreta en el derecho inter-nacional. Cabe señalar que lejos de la declamada orientación revoluciona-ria, acá vemos todo lo contrario, esto es, la posición más retrógrada en la definición de este contenido consti-tucional.

ARTÍCULO 16: “La República de Cuba basa las relaciones internacio-nales en el ejercicio de su soberanía y los principios antiimperialistas e internacionalistas, en función de los intereses del pueblo y, en consecuen-cia: j) califica de crimen internacio-nal la agresión y la guerra de con-quista, reconoce la legitimidad de las luchas por la liberación nacional y la resistencia armada a la agresión, así como considera su deber internacio-nalista solidarizarse con el agredido

y con los pueblos que combaten por su liberación y autodeterminación”.

Esta cláusula creemos que es la obra maestra del cinismo, pues modificando el término, guerra de conquista por luchas por la libera-ción nacional, legítima el interven-cionismo interesado por cuestiones ideológicas, sobre las agresiones que provendrían de los imperialismos. Esta interpretación proviene de una visión integradora de diferentes ar-tículos. Lo mismo ocurre en lo que compete al régimen económico de Cuba que se circunscribe al que con-templa la ideología marxista

En lo que hace a derechos, la redac-ción se corresponde en general con la de cualquier constitución demo-crática. Claro que, los principios, al-gunos de los cuales hemos recorrido, les restan a las personas todo margen de libertad. Tanto en materia civil o social como penal. No existe ningún instrumento igual o similar al ampa-ro para que las personas pueda recu-rrir cuando se encuentran en peligro alguno de los derechos de los que son titulares. Sólo se contemplan el há-beas corpus y el hábeas data.

IV.- PARTE ORGÁNICA

Entramos en el análisis de la parte que se ocupa de la organización del poder. Es el gran escudo protector de los derechos y libertades. De no exis-tir una estructura que evite que uno de los tres poderes salga de sus res-pectivas órbitas para invadir las de los otros, la situación carecerá de solidez para garantizar uno de los aspectos más importantes del Estado de De-recho, la separación de los poderes, la independencia de la justicia. Pues bien, sólo los títulos de los órganos de gobierno hablan por sí solos de un sistema extraño para toda concepción democrática y claramente enrolado dentro de la esfera del totalitarismo.

ARTÍCULO 102. La Asamblea Nacional del Poder Popular es el ór-gano supremo del poder del Estado.

Representa a todo el pueblo y expre-sa su voluntad soberana.

ARTÍCULO 103. La Asamblea Nacional del Poder Popular es el úni-co órgano con potestad constituyen-te y legislativa en la República.

ARTÍCULO 104. La Asamblea Nacional del Poder Popular está in-tegrada por diputados elegidos por el voto libre, igual, directo y secreto de los electores, en la proporción y según el procedimiento que determina la ley.

Las disposiciones anteriores se ocupan de definir el statu quo del ór-gano principal de gobierno en Cuba. A mi criterio, son suficientes para confirmar lo expresado en el párrafo anterior. Se trata de un sistema pira-midal, en el que el sufragio es ratifica-torio de las candidaturas propuestas por el partido comunista. De hecho, es un sistema plebiscitario.

V.- CONCLUSIONES

Dentro del escaso margen de espacio de nuestro comentario, expresamos como conclusión que el sistema cu-bano más allá de que se trate de una nueva constitución que sustituye a la anterior, es de claro tinte autocráti-co. Los derechos no están ampara-dos, el Estado se entromete y domina todos los espacios de la sociedad, la que queda aplastada. El dogmatismo tiñe todo el texto de un solo color, el de la ideología comunista, marxista, castrista, etc. El verdadero órgano de gobierno es el partido Comunista que domina todo el poder y así somete a la sociedad en su conjunto con su fé-rreo control sobre todos los espacios de autoridad. Hoy ya casi no perdu-ran regímenes de este tipo. Se trata de una verdadera reliquia que afor-tunadamente no pudo ser impuesta en el resto de América Latina, salvo excepciones, entre las que se desta-ca Venezuela con las consecuencias trágicas por las que atraviesa y de las cuales Cuba tiene una elevada cuota de responsabilidad.

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Diálogo Latino Cubano │7│Primer Trimestre 2019

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El día 18 de marzo, Manuel Cuesta Morúa participó de un encuentro

en la Fundação Fernando Henrique Cardoso con el fin de dialogar sobre Cuba bajo el título “Nueva Constitu-ción y el Nuevo Presidente en Cuba: ¿cambio real o ficticio?”.

En su interesante exposición, Cues-ta Morúa enfatizó que Cuba ya no es aquella utopía que supo ser y que debe “caer” en América Latina, en su esce-nografía política y democrática, de la cual estuvo muchas veces distante.

Según el expositor, hoy Cuba pare-cería mostrar una mayor pluralidad en sus relaciones horizontales. Los intelectuales tienen una visión más crítica y distanciada en relación al ré-gimen lo cual permite la apertura de ciertas discusiones antes inexistentes.

Los cubanos parecen querer dis-cutir el sistema político, demandar mayores espacios de participación pública.

El 24 de febrero, el oficialismo reali-zó una consulta popular preguntando a la ciudadanía si votaba por el Sí o por el No frente a la nueva Constitu-ción. Los cubanos podían elegir libre-mente entre esas dos opciones, algo no del todo usual.

El Sí se impuso por 73%, lo que pa-rece demostrar que existe una porción del pueblo cubano que se animó a mostrar su oposición frente a una ini-ciativa de la cúpula gobernante. Esto, según el orador, evidencia que se está diluyendo esa versión holística de la revolución que señalaba que todos los cubanos estaban a favor de la ideolo-

gía reinante y apoyaban, sin más, los ideales revolucionarios.

Aún teniendo en cuenta la nue-va constitución que el régimen ha promovido, se estaría en una etapa pre-constitucional, dado que aún la ideología comunista ocupa un lugar central. La nueva constitución ha sido descripta por algunos especialis-tas como una constitución vacía. Sin embargo, aparecen algunos avances, como la novedad de la fijación del de-recho a la propiedad privada.

La nueva constitución también pone un cierto énfasis en relación con los derechos humanos. Por ejemplo, otro

avance relevante es que ahora cuan-do un individuo es detenido puede solicitar un abogado, algo que estuvo vedado durante muchísimos años, lo cual permitía que el régimen tuviera un poder autoritario, falto de garan-tías y extremadamente asimétrico con los detenidos, muchos de los cuáles murieron entre huelgas de hambres y torturas.

La nueva constitución permite tam-bién iniciativas de ley por medio de la recolección de firmas de la ciudada-nía, lo cual posibilitaría la promoción de cambios, hasta ahora imposibles de vehiculizar, dada la falta de meca-

CUESTA MORÚA EN LA FUNDACIÓN

FERNANDO H. CARDOSOPor Nicolás José Isola

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Diálogo Latino Cubano │8│Primer Trimestre 2019

Diálogo latino Cubano

nismos que fortalecieran la participa-ción pública.

Entretanto, el gobierno está refor-mando el edificio del Capitolio, lo que podría dar a pensar en una mayor aper-tura de la toma de decisiones y la consi-guiente poliarquía. La recuperación de una cierta estructura de divisiones en el manejo del poder podría ser una buena noticia en medio de una lógica autori-taria que no dejaba resquicio para otras cosas que el poder unipersonal de los Castro: ellos eran el Estado y la Palabra.

En relación a la política exterior, la aproximación entre los Estados Uni-dos y Cuba que se había tejido durante los años de la presidencia de Barack Obama se ha ido desdibujando con el discurso encendido y polarizado de Donald Trump.

La complejidad de la situación vene-zolana ha repercutido en el ingreso de

divisas que iban hacia Cuba y provenían de ese país. A ese percance económico debe adicionársele la deslegitimación del gobierno venezolano en materia de derechos humanos y violencia domés-tica. El polo aliado regional que con-formaba ese país para Cuba se ha ido desvaneciendo desde el fallecimiento de Hugo Chávez, quien asiduamente visitaba a Fidel Castro. Hoy, dada la pe-nuria venezolana, ese lazo parece estar cada vez más enflaquecido.

Para concluir, Cuesta Morúa señaló que es muy importante que la comu-nidad internacional no deje de poner sus esfuerzos en la democratización cubana, por ejemplo, por medio del apoyo a las iniciativas de ley compre-hendidas en la nueva constitución. Allí hay una rendija cívica que puede permitir motorizar nuevas modalida-des de acción.

Cuesta Morúa señaló que es

muy importante que la comunidad internacional no

deje de poner sus esfuerzos en la

democratización cubana, por ejemplo, por medio del apoyo

a las iniciativas de ley comprehendidas

en la nueva constitución.

Nicolás José Isola (Buenos Aires, 1980) es filósofo, magíster en Educación y doctor en Ciencias Sociales. Además, ha realizado un post-doctorado en la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp, Brasil). Toda su formación ha sido posible gracias a prestigiosas becas que le fueron otorgadas. Como investigador social ha escrito numerosos artículos científicos en revistas internacionales. También es columnista de opinión en periódicos de España (El País), Brasil (Folha de São Paulo) y la Argentina (La Nación). Actualmente reside en San Pablo.

Manuel Cuesta Morúa, Sergio Fausto y Fernando Henrique Cardoso.