EL ENIGMA DEL CIRCO DEL SOL

Érase una vez una ciudad llamada Logroño, un veinte de septiembre de 2009, los niños de 4º de General Espartero se dirigían hacia la plaza del Ayuntamiento para celebrar el comienzo de las fiestas con el chupinazo del cohete. Un tiempo más tarde emprendieron su camino hacia la plaza de toros a ver las vaquillas. Corrían y corrían para no ser pillados por esas vacas, ¡qué divertido no nos cogían! Después de disfrutar con aquellas vaquillas nos merecíamos un descanso para la hora de nuestra comida. Como es natural era una comida típica de La Rioja, entre sus platos mencionar algunos: patatas a la riojana, chuletillas al sarmiento… ¡Qué rico estaba todo ! Por la tarde habíamos quedado para ir a ver el espectáculo de los acróbatas del Circo del Sol, nos habían hablado muy bien de ellos.

Cual fue nuestra sorpresa que cuando llegó la hora, comunicaron que habían desaparecido los acróbatas. ¡Qué lástima! Alguien los había raptado, debíamos descifrar el enigma para encontrarlos, ¡qué difícil nos lo habían puesto! Debíamos pasar sobre puentes muy estrechos.

Encontramos signos en lenguaje Braille, al descifrarlos sabríamos donde se encontraban. Al final lo conseguimos, estaban amarrados en un lugar insospechado. Al haberlo conseguido, nos dirigimos ya con ellos a salvo hacia la carpa del circo. Todo se había quedado en un pequeño susto. Pudimos disfrutar de sus maravillosas pirámides humanas, ¡qué alucinante!, parecían imposibles.

Para terminar su espectáculo, nos hicieron una exhibición de Taichi. No lo conocíamos, nos relajamos mucho con ello. Tuvimos un final feliz, comimos perdices y nos dieron con el plato en las narices.¡Qué día más intenso!