CULTURA, NUTRICIÓN Y SISTEMAS ALIMENTARIOS EN POBLACIONES INDÍGENAS DE AMÉRICA LATINA

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Hallazgos y recomendaciones “CULTURA, NUTRICIÓN Y SISTEMAS ALIMENTARIOS EN POBLACIONES INDÍGENAS DE AMÉRICA LATINA” Serie: Cultura y Nutrición Documento No. 04

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Hallazgos y recomendaciones

“CULTURA, NUTRICIÓN Y SISTEMAS ALIMENTARIOS EN POBLACIONES

INDÍGENAS DE AMÉRICA LATINA”

Aproximaciones desde la experiencia de organizaciones de mujeres indígenas en

Guatemala y Perú

Serie: Cultura y NutriciónDocumento No. 04

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CULTURA, NUTRICIÓN Y SISTEMAS ALIMENTARIOS EN POBLACIONES

INDÍGENAS DE AMÉRICA LATINA

ACCIÓN CONTRA EL HAMBRE EN EL PERÚ

Hallazgos y Recomendaciones

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“tu falda de maíz ondula y canta,

tu falda de cristal, tu falda de agua,

tus labios, tus cabellos, tus miradas,

toda la noche llueves, todo el día

abres mi pecho con tus dedos de agua,

cierras mis ojos con tu boca de agua,

sobre mis huesos llueves, en mi pecho

hunde raíces de agua un árbol líquido,

Voy por tu talle como por un río,

Voy por tu cuerpo como por un bosque,

como por un sendero en la montaña

voy por tus pensamientos afilados

y a la salida de tu blanca frente

mi sombra despeñada se destroza,

recojo mis fragmentos uno a uno y prosigo….”

Convenio AECID 07-CO1-056 Fragmento de Piedra de Sol, Octavio Paz

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I . INTRODUCCIÓN

Acción Contra el Hambre (ACF-E) es una organización internacional no gubernamental, privada, apolítica, aconfesional y no lucrativa, creada en 1979 para intervenir en todo el mundo. Su vocación es luchar contra el hambre, la miseria y las situaciones de peligro que amenazan a hombres, mujeres, niños y niñas en situación de especial vulnerabilidad.

ACF-E, lleva trabajando desde sus inicios en 1995 en América Latina, como una zona preferente de intervención, con el mandato claro de Mejorar el acceso de los grupos vulnerables a los derechos básicos, a través de actividades operativas y la abogacía de sus derechos promoviendo la autonomía y la sostenibilidad de las acciones, con presencia e intervención hoy en 8 países (Sur de México, Nicaragua, Guatemala, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Paraguay).

En America Latina, ACF-E no trabaja exclusivamente en contextos de emergencia donde las donaciones son necesarias para la supervivencia, sino que ha tenido que dirigir sus acciones para apoyar a las comunidades en sus esfuerzos por cubrir sus necesidades básicas, principalmente la alimentación de sus familias.

Las actividades implementadas por ACF-E, durante todos estos años en los diferentes contextos de América Latina, han permitido el desarrollo de diversas experiencias en los ámbitos productivo, comercial, organizativo e institucional, que se ha venido ampliando y complementando con la incorporación del enfoque cultural, es decir, construir desde la cultura herramientas que fortalezcan la prevención, detección y el tratamiento de la desnutrición crónica infantil y el enfoque de género, transversalizando dicho enfoque en cada una de las actuaciones de ACF-E.

Recientemente, en sus intervenciones en el ámbito de seguridad alimentaria y nutricional, así como en su trabajo de fortalecimiento organizativo con hombres y mujeres, ACF-E ha visto la relevancia de incorporar un enfoque que reconozca la influencia de la cultura en los sistemas alimentarios. Esto hace necesario adentrarse en el conocimiento y comprensión de los hábitos, usos y costumbres alimentarios locales, de forma que se pueda apoyar a las poblaciones locales en sus retos productivos y nutricionales. Tanto la FAO como la OMS se encuentran promoviendo una perspectiva sociocultural en esta área. La OMS sugiere que si queremos tener un impacto en la problemática de la desnutrición, es necesario

entender que ésta tiene que ver con los alimentos, la comida, y no específicamente con los nutrientes. A la vez, en el año 2009 la FAO publicó un libro acerca de los sistemas alimentarios de los pueblos indígenas, donde se muestra la investigación de las dimensiones de la cultura, la diversidad y el medio-ambiente y su impacto en la nutrición y en la salud. El documento recoge los resultados de doce estudios de casos que buscan reforzar tradiciones locales alimentarias para responder al problema de la desnutrición.

Con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), Acción Contra el Hambre España implementa en siete países de América Latina acciones específicas destinadas a mejorar las condiciones de vida de las mujeres indígenas. Todo ello mediante el apoyo a sus procesos organizativos, la mejora de sus medios de vida y el fortalecimiento de su capacidad de incidencia en tomadores de decisión e instituciones públicas. El conjunto de estas acciones se enmarca en el Convenio AECID 07-CO1-056 de Fortalecimiento y apoyo a redes y organizaciones de mujeres indígenas, el cual se implementa durante el periodo 2008-2012, en México (Chiapas), Guatemala, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Paraguay.

Dicha intervención busca contribuir a mejorar las condiciones de vida de las mujeres indígenas en Latinoamérica, a través de la mejora de la capacidad organizativa, económica y de trabajo en red de las organizaciones y grupos de base de mujeres indígenas. Para alcanzar este objetivo, se ha diseñado una intervención de cuatro años (2008 – 2012) que centra sus esfuerzos en tres resultados o componentes fundamentales y complementarios entre sí:

El primer componente se basa en el fortalecimiento de Organizaciones y grupos de base de mujeres indígenas focalizado en siete organizaciones que se desempeñan como contrapartes locales de ACF-E en cada uno de los países que incluye el Convenio1. Se fortalece a la contraparte con recursos humanos, materiales y/o financieros así como con capacitación y apoyo para la participación en eventos de coordinación local, nacional y regional buscando que, al finalizar el Convenio, se haya mejorado la capacidad de liderazgo e incidencia en espacios de coordinación de organizaciones y grupos de base de mujeres indígenas, en temas de interés para las mismas.

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El segundo componente se basa en el fortalecimiento de la capacidad emprendedora local. Las acciones se focalizan en el apoyo a grupos de base de mujeres, organizados en torno a alguna actividad productiva que puede ser agrícola, pecuario, agroindustrial, o no agrícola. Se propone la capacitación y asistencia técnica así como el suministro de insumos, equipamiento y/o rehabilitación de infraestructura que permita fortalecer las diferentes actividades y mejorar la capacidad de producción, transformación y/o comercialización de estos grupos.

El tercer componente se basa en el fortalecimiento institucional, que busca una mayor y mejor inclusión de las prioridades, intereses y necesidades de las mujeres indígenas en políticas, planes, programas y normas que les resulten más convenientes y que se articulen con sus procesos organizativos y planes de vida. Para lograrlo, es necesario mejorar el conocimiento que se tiene acerca de la realidad de las mujeres indígenas. Por ello, surge la necesidad de realizar un trabajo de investigación acerca de las relaciones de género al interior de los pueblos indígenas, que aporten nueva información relacionada ya sea con la evolución de la organización de las mujeres indígenas, los roles productivos, la economía familiar o la influencia de las sociedades occidentales. El objetivo de dicha investigación es plantear soluciones sostenibles, aportando conceptos y metodologías novedosas y viables a problemáticas de las mujeres indígenas en Latinoamérica.

Es en el marco de estas tres acciones que inscribe este trabajo de investigación que ACF-E realizó en dos países de América Latina (Perú y Guatemala), referido a la relación entre las prácticas alimentarias y productivas que aportan las mujeres y los hombres indígenas con la nutrición y la seguridad alimentaria de sus familias y/o comunidades, como una forma de colaborar a la comprensión de esta perspectiva cultural de la alimentación y los esfuerzos organizativos de las mujeres en torno a su solución.

A lo largo de la implementación se han evidenciado diferentes estrategias sociales, familiares e individuales que desarrollan grupos de mujeres indígenas de diferentes contextos en América Latina, para afrontar y dar respuesta a sus necesidades prácticas apremiantes y mejorar sus condiciones de vida de forma sostenible2.

En consenso con los/as participantes y las autoridades, se han identificado nichos de trabajo importantes acordes con la realidad cultural, la experiencia local y las necesidades practicas y estratégicas3 de las mujeres; si bien, no todas las actividades respondieron a la lógica de inserción al mercado (como se planteó en el proyecto) para la obtención de ingresos “en dinero”, si atienden a necesidades prácticas de seguridad alimentaria como recuperación de saberes tradicionales y cambios de hábitos nutricionales, entre otros.

Con esta idea y junto a la observación de las diferentes estrategias sociales y comunitarias que están adelantando las mujeres, tales como la generación de redes internas de trabajo e incidencia, el fortalecimiento de la capacidad y la participación de líderes en espacios de interés, la formación y fortalecimiento de grupos productivos, entre otras, se despierta el interés de documentar y comprender de forma sistemática el papel de estas experiencias desarrolladas en el Convenio a fin de garantizar la abundancia de alimentos, la recuperación de semillas y alimentos tradicionales, la desaparición o mantenimiento de prácticas tradicionales o propias de consumo y la preparación de alimentos que resultan positivas para cada pueblo.

Las poblaciones originarias de América han sabido desarrollar diversos sistemas de adaptación y provecho de los entornos bioecológicos, así como perfeccionar estrategias organizativas, sociales y culturales para acceder de mejor manera a los recursos naturales y procesamientos necesarios para su alimentación y nutrición. Sin embargo, con los procesos históricos de la conquista, colonización e inserción al mercado interno nacional e internacional, muchos de sus aprendizajes, saberes y formas de utilización de su entorno se han visto menoscabados y trastornados; en ese marco, han desaparecido o disminuido el consumo de muchos de los recursos alimenticios que son críticos para su nutrición y salud.

Las problemáticas de desnutrición e inseguridad alimentaria se ven cada día más complejizadas con la interacción entre los sistemas agrícolas tradicionales y el sistema socioeconómico a nivel global. El problema de desnutrición continúa siendo de los más importantes en el bienestar socioeconómico de la región. Como ejemplos, Guatemala tiene una tasa de casi 50% de desnutrición en niños y niñas menores de 5 años4; se calcula que 8 de cada 10 niños y niñas indígenas sufren retardo en el crecimiento, y un 33% de desnutrición en las áreas rurales de Perú5,

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tomando en cuenta que la situación es mucho más grave entre los grupos nativos, como los Awajún donde se reporta 53%, o entre poblaciones quechuas de Ayacucho o Apurímac donde se reportan cifras hasta de un 47%. Los niños y niñas mal nutridos sufren irreparables daños en su desarrollo cognitivo, emotivo y de salud, teniendo también un impacto en la productividad a lo largo de sus vidas. En muchas sociedades, las mujeres y niñas tienen más riesgo de sufrir desnutrición, no solo debido a sus papeles reproductivos, sino también por su estado social, nivel de educación más bajo, así como por factores culturales vinculados a su género que contribuyen a diferencias en horas de trabajo, acceso a los recursos y a los alimentos6.

Los sistemas tradicionales de alimentación están en cambio, y no podemos comprender a las poblaciones indígenas de manera aislada. Tenemos que ubicarlas en el contexto local, distrital, nacional e inclusive internacional, con una perspectiva histórica de proceso. Si la intención es desarrollar algún proceso de cambio, es fundamental -para que éste sea exitoso-, ayudar a superar problemas nutricionales entendiendo de manera particular las condiciones y perspectivas culturales en relación al uso de la comida para desarrollar intervenciones culturalmente apropiadas.

II. LA INVESTIGACIÓN

II.1 OBJETIVOS

El objetivo general de la investigación es aportar información sistemática y documentar desde la perspectiva y experiencia específica de algunos grupos de mujeres de diferentes pueblos indígenas, la relación entre la cultura, la nutrición y los sistemas alimentarios, partiendo de exploración de las dinámicas de género y las estrategias sociales y organizativas propias que establecen para satisfacer sus necesidades básicas y las implicaciones en sus condiciones de vida.

De manera específica:

Explorar y documentar las prácticas de producción y adquisición de alimentos, en relación a su valor nutricional.

Explorar y documentar las prácticas alimentarias propias, así como las percepciones de salud y nutrición detrás de éstas.

Explorar y documentar los mecanismospor los cuales las organizaciones de mujeres indígenas, en el marco del

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Convenio AECID 056 contribuyen a mejorar la seguridad alimentaria y nutricional entendiendo que la organización formal o informal de las poblaciones influye como causa estructural en la desnutrición.

Identificar los obstáculos y oportunidades desde el nivel micro (en casa/comunidad) hasta el macro (estatal) que tienen las organizaciones y grupos de base activos, en promover e implementar acciones de seguridad alimentaria y nutricional de las comunidades indígenas del estudio.

Identificar los obstáculos y oportunidades desde el nivel micro (en casa/comunidad) hasta el macro (estatal) que tienen las organizaciones y grupos de base activos para la transmisión, mantenimiento y ejercicio de sus conocimientos.

Derivar recomendaciones dirigidas a los proyectos de ACF, así como a programas y/o políticas públicas para la mejora de la seguridad alimentaria y nutricional desde una perspectiva para pueblos indígenas, con especial enfoque en las mujeres.

II.2 METODOLOGÍA

Se ha usado un diseño descriptivo y observacional, de corte cualitativo, para recoger y entender diferentes aspectos del sistema alimentario de las familias indígenas. Este acercamiento ha privilegiado no solo el nivel del discurso (lo que nos dicen, lo que se comprende) por medio de entrevistas a profundidad, agrupación de alimentos, lista libre de alimentos o grupos focales, sino también el de las prácticas (lo que se observa, lo que se hace), por medio del uso de técnicas como la observación en casa, el recordatorio de consumo de 24 horas, o la caminata rápida.

Se trabajó con base en una muestra de conveniencia seleccionada en conjunto con ACF-E tanto en Perú como en Guatemala en coordinación con las respectivas organizaciones contrapartes a nivel local con las que lleva a cabo el proyecto: el Centro de Culturas Indígenas del Perú - Chirapac, y la Asociación de Mujeres Mayas Majawil Q’ij en Guatemala.

Las zonas del estudio seleccionadas fueron:

En Guatemala: Departamento de Chiquimula, Municipio de Olopa, Aldea La Prensa con antecedentes étnicos ch’orti’ (en esta aldea se trabajó en sus diferentes

sectores: Prensa Arriba, Prensa Centro y Prensa Abajo) y Departamento de San Marcos, Municipio de San Antonio Sacatepéquez, Aldea San Rafael, donde la población está conformada por descendientes del pueblo Mam;

En el Perú: Departamento de Ayacucho, Distritos de Laramate (casco urbano y las comunidades rurales de Patachana y Llauca) y Lucanas (casco urbano) y el Departamento de Huancavelica, Distritos de Manta (Comunidad de Ccollpa) y Huallahuara (casco urbano y barrios anexos), toda la población se considera quechua.

El trabajo de campo fue realizado entre mayo y julio de 2011 en Perú, y entre junio y agosto de 2011 en Guatemala.

Criterio Muestral:

Guatemala:Para ubicar a las madres participantes se siguió un criterio de conveniencia, respetando los parámetros de sujeto tipo (madres de niños y niñas menores de cinco años, mujeres pertenecientes a la organización) establecidos previamente.

En la primera visita a las aldeas se contó con el acompañamiento de la Jefe de Proyecto en representación de la Fundación Acción contra el Hambre, y se ubicó a las promotoras y dirigentes pertenecientes a Majawil Q’ij, y otras señoras pertenecientes a la organización y participantes del proyecto. En esta reunión el equipo de investigación fue presentado y se brindó información general sobre el trabajo que se estaría realizando en la comunidad en los próximos días. A partir de esa presentación se organizó el trabajo posterior contando con el acompañamiento de un miembro de la organización para ubicar a las madres seleccionadas, dado el patrón disperso de asentamiento en las aldeas. También se aprovechó para recoger información cuando las madres estaban juntas, por ejemplo, después de las reuniones de capacitación o de asuntos de gestión organizativa, o cuando se les convocó a un lugar central para aplicar las técnicas cualitativas de agrupación de alimentos, o el listado libre.

Dado que las observaciones debían empezar alrededor de las 6 de la mañana, se decidió excluir a las familias que vivían considerablemente lejos del lugar donde pernoctaba el equipo de campo, por la imposibilidad de contar con el acompañante guía a esas horas.

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PerúPara ubicar a las madres participantes contamos con el vínculo de confianza establecido entre los profesionales de la ONG Chirapaq, y las integrantes de las organizaciones de mujeres de los proyectos. Se aprovecharon las reuniones del proyecto con Chirapaq para presentar el estudio y solicitar su colaboración. Las madres presentes fueron entonces las primeras participantes para el estudio. Posteriormente, y por referencia de las dirigentes o de las mismas madres que intervinieron en el proceso de recolección de información, se pudo ubicar a otras madres.

Recolección de información según técnicas de investigación

En la siguiente tabla se detalla el número de herramientas recogidas según tipo de técnica empleada y por cada ámbito de estudio.

En cuanto al recordatorio de alimentos se debe anotar que se recogió la información tanto para la madre como para el niño pequeño.

Recolección de información según técnicas de investigación El trabajo de campo se desarrolló en dos fases: la primera se llevó a cabo en Chiquimula desde la última semana de junio hasta finalizar la primera semana de julio de 2011, 12 días de manera permanente en la aldea recogiendo datos entre las familias seleccionadas. La segunda fase se desarrolló en San Marcos, en la segunda quincena de agosto de 2011, con estadía en Camotán y San Marcos y con traslados diarios hacia la comunidad.

En los dos ámbitos se utilizó la misma metodología, y se pudo cumplir con la meta de recolección de información prevista. En la siguiente tabla se detalla el número de herramientas recogidas según tipo de técnica empleada y por cada ámbito de estudio.

En cuanto al recordatorio de alimentos, se recogió la información tanto para la madre como para el niño o niña pequeños.

Tabla 1. Técnicas de recolección de datos según ámbito geográfico

Guatemala

Técnica Chiquimula San Marcos Total

Observación en casa 8 8 16

Caminata rápida 1 1 02

Agrupación de alimentos 31 32 63

Entrevista a profundidad 8 8 16

Grupo focal 3 2 05

Recordatorio de alimentos 70 70 140

Lista libre 32 33 65

Técnica Ayacucho Huancavelica Total

Observación en casa 9 9 18

Caminata rápida 2 2 04

Agrupación de alimentos 30 30 60

Entrevista a profundidad 8 9 17

Grupo focal 3 1 04

Recordatorio de alimentos 60 60 120

Lista libre 30 30 60

Tabla 2. Técnicas de recolección de datos según ámbito geográfico

Perú

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II.3 ANÁLISIS DE LA INFORMACIÓN

II.3.1 Las prácticas de producción, adquisición y consumo de alimentos

LA DISPONIBILIDAD/DIVERSIDAD DE LOS ALIMENTOS

En las listas libres recopiladas se mencionan, para Guatemala, un total de 157 diferentes alimentos en la zona de San Marcos y 114 en la de Chiquimula. En Ayacucho (Perú) se listaron 185 alimentos y en Huancavelica 151. En cuanto a diversidad de alimentos estas zonas se colocan como lugares donde se evidencia una mediana diversidad, dado que hay pueblos indígenas donde se ha encontrado una variedad de hasta 280 alimentos distintos.

En promedio, y por participante en Ayacucho recordaron 61 alimentos, y en Huancavelica 53 alimentos. En Guatemala, -esto fue mucho más bajo-, con un promedio por persona de 25 alimentos listados en Chiquimula y de 29 en San Marcos. Cabe mencionar finalmente que estos datos no están haciendo referencia al consumo directo diario, sino a todas las posibilidades que tiene en cuenta una persona promedio para su consumo dentro de su variedad de alimentos.

A nivel de cereales y tubérculos, resalta una gran diferencia entre las zonas de Guatemala y las de Perú. Entre estos alimentos básicos, se nombran cultivos comunes como maíz, arroz, papa, camote. En la zona andina se agregan cereales como cebada, trigo, avena, morón, y harinas a partir de ellos; los pseudo cereales andinos como la quinua, kiwicha, cañiwa; varias variedades de papa, de tubérculos como el olluco, la mashua. En Guatemala también se menciona la malanga (ñame, pituca). En ambas zonas se mencionan alimentos procesados como la avena, pastas, pan, harinas.

En cuanto a las legumbres se han mencionado de manera común el frijol, habas, arveja, y el garbanzo. En Perú se adiciona el pallar, las lentejas, soya, otras variedades de frijol y harinas de haba o arveja.

Los lácteos más identificados son la leche y el queso, en ambos países. Pero también son importantes variedades de queso fresco como el requesón o la cuajada en Guatemala o el quesillo en Perú. El yogurt se mencionó en Perú.

En cuanto a las hortalizas y verduras se aprecia una mayor diversidad en las zonas de Guatemala, donde encontramos listados chiles (chiltepe, chile guaje, chile jalapeño), hojas verde oscuro (chipilín, hierba mora-quilete, hierba buena, perejil, berro, nabo, acelga), flores (de Izote, loroco, de ayote, pacaya), cucúrbitas (güisquil, ayote, güicoy), y otras como lechuga, repollo, tomate, miltomate, ejotes (vainita), remolacha, nabo, zanahoria.

A nivel general, y comparando con pueblos indígenas de otras partes del mundo, apreciamos que se tiene bastante menos diversidad de alimentos, lo que en lo cotidiano lleva a mantener cierta monotonía en su dieta diaria. Especialmente en Chiquimula (Guatemala) esta situación parece estar más acentuada.

Gráfico 1. Alimentos mencionados por grupo, según zona de estudio

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Por tanto, todo alimento que se consiga a través del dinero estará de alguna manera limitado. Peor aún si es caro, o si se tiene que trasladar fuera de la comunidad para adquirirlo. También hay que anotar que estas comunidades se encuentran ubicadas lejos de los centros comerciales por lo que se dificulta y encarece su acceso a una mayor diversidad de productos. En Guatemala, esto se complica cuando lo que se tiene que comprar son los alimentos básicos, como el maíz, pues no sobra mucho para comprar otro tipo de productos.

“¿El maíz es fácil o difícil? Es difícil por cómo está el precio ahorita, por eso para comprar nuestro maíz ya no se pueden comprar otras cosas” (San Marcos, Guatemala)

La producción propia, o lo que se recoge en los alrededores, es, según la apreciación de los entrevistados lo más fácil de adquirir, porque no cuesta, y también porque está a la mano.

“Casi la mayoría compramos, por decir café compramos; solo el que no compramos es el chatate, chipilín; de ahí casi la mayoría. El pollo hay veces que no lo compran porque hay veces que lo criamos” (Chiquimula,, Guatemala)

“¿Qué alimentos son difícil de adquirir? Con la leche cuesta porque son muy caras” (Chiquimula, Guatemala)

“¿Entonces por el dinero dice que son más difíciles de conseguir? … creo que no es fácil encontrar dinero para traer todo esto de toda clase de alimentos” (San Marcos, Guatemala)

LA PRODuCCIÓN DE ALIMENTOS

Tanto en Guatemala como en Perú encontramos que las familias indígenas están vinculadas a la agricultura. En Perú, además son también criadoras de ganado vacuno, ovino y auquénido (llamas, alpacas y vicuñas).

LA ADQuISICIÓN DE ALIMENTOS

Pero ¿cómo se abastecen de estos alimentos las familias indígenas? ¿Cuánto de autoconsumo y cuánto de compra hay en la composición de su canasta básica? En ambas zonas de Guatemala lo que predomina es la compra de los alimentos; mientras que en las zonas de Perú estaría habiendo aún un equilibrio entre la compra y la producción propia de alimentos.

La compra de alimentos es un hecho importante y crucial para la comprensión actual de la nutrición de las familias indígenas en estos países y en estas zonas estudiadas. Es preciso señalar que el limitado acceso de las familias indígenas a la tierra, el empobrecimiento de los suelos, los desventajosos costos de producción, así como los factores climatológicos, explican en gran parte la necesidad de la compra de alimentos. Pero también, intervienen las preferencias y los gustos como hemos visto en la composición del rubro “otros” en la lista de alimentos anteriormente descrita.

Gráfico 2. Fuente principal de abastecimiento de alimentos mencionada por zona

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Un primer elemento que hay que tener en cuenta es el limitado acceso a la tierra para sembrar, especialmente en Guatemala por el tipo de tenencia, pero también en Perú, dado el piso ecológico alto en el que viven muchas de las familias indígenas. De otro lado el tamaño de las unidades productivas por familia ha ido disminuyendo en relación al tiempo resultado de la herencia y la reproducción familiar.

El desgaste de los suelos y las limitaciones económicas para invertir en su enriquecimiento, es otro de los elementos que las mismas mujeres indígenas identifican como limitante en la producción de alimentos a lo largo del tiempo. Por otro lado, los cambios en los precios de los productos o el alza en los precios de los insumos, como abonos o pesticidas, desaniman a estos agricultores al momento de la decisión sobre sembrar o no determinado cultivo, es el caso del maíz, para algunas familias en Guatemala, o de la quinua en Perú.

Este sistema productivo adolece de una gran dependencia con respecto al régimen de lluvia para la programación de las siembras de los diversos cultivos, por tanto es vulnerable frente a los cambios de clima, frente a los ciclos de lluvia y sequía. Para afrontar esta situación se han desarrollado, especialmente en el área andina, estrategias de almacenamiento de alimentos que buscan prolongar su duración para la época de escasez. Buscar trabajo fuera de la comunidad es de hecho otra estrategia de sobrevivencia para conseguir alimentos con el dinero ganado.

¿La escasez es en febrero marzo y abril? si son como tres meses parece, ¿Esos tres meses es temporada seca?, no hay nada ni agua ni para tomar nosotros también que caminamos lejos, ¿Entonces como le hacen para obtener los alimentos? Comprado Y ¿si no tienen dinero? ah le damos así cualquier montecito a los niños del patio, aquí hay veces que se cría el chatate, hay veces donde le toma agua así le espera, ¿El chatate también crece en verano? Si pero donde le toma agua, como en los ríos (San Marcos, Guatemala)

En ese tiempo de escasez ¿que comían? Teníamos que traer de Ica y teníamos que comprar por eso la vida escasea, la nutrición baja y no se come bien. Para nosotros nuestro aliado es la lluvia, sin ésta no tenemos defensa. (Patachana, Perú)

La guardamos (la papa). Cuando nosotros guardamos en cantidad, porque esto depende de los años y de la naturaleza también, porque hay años que llueve que le decimos son buenas acá, entonces sembramos en cantidades pero hay años que son secos y cosechamos casi exacto para el medio año o solo una temporada se nos acaba la papa. ¿Qué hacemos? Cortamos una yerba que es muña, otra que es marco y preparamos como unas camitas, entonces cuando tenemos harta papa para que nos dure, lo ponemos así, hacemos una camita por bajo y los costados con el marco y la muña, incluso con semillas. Después de tener la camita echamos la papa, escogidita ya del gusano, todo lo sanito nomás guardamos; y después lo espolvoreamos ceniza con el afán que no entre unas maripositas o gusanos. Nos ayuda bastante para que no se coman los gusanos, ni polillas, no entran. Cuando queremos hacer nuestro consumo, cogemos un solo huequito y de ahí vamos sacando, poco a poco. Así conservamos nuestra papa. Lo utilizamos en el desayuno, cocinamos con queso. En el almuerzo para la sopa o segundo. (Lucanas, Perú) ¿Cómo almacenan la papa para que les dure? Así enterrada en la tierra. ¿La vuelven a enterrar? La volvemos a enterrar, entonces así está fresca como si estuviera en la mata pues, si pues lo juntamos y hacemos un hoyo así y metemos ahí… ¿Después de cosechada la vuelven a enterrar? Si le volvemos a enterrar pero ya junto…Yo les hecho en un costal, entonces a cada vez que yo quiero cocinar papitas lo voy a sacar porque esta como en la refri dijera yo porque esta húmedo en cambio na mas así tiradita se pone a veces amargo o cambia de color pues se pone verde. ¿Cuánto tiempo les dura así enterrada? No mucho tiempo, un mes nada más porque ya de estar mucho tiempo ahí ya se retoñe, si pues retoñe la papita, un mes o dos meses se puede tener. (Huancavelica, Perú)

Esa es la gran inestabilidad en la que se manejan estas familias agricultoras, por eso su producción se focaliza sobre todo en el autoconsumo. El maíz y el frijol son cruciales en la producción de las familias indígenas de Guatemala, acompañados de habas, verduras como acelga, zanahoria, brócoli, espinaca; cucúrbitas como el ayote, güisquil y algunas hierbas como el cilantro y la hierba mora. En Perú en cambio, lo que se cultiva son tubérculos como la papa o el olluco, cereales como el trigo, cebada, maíz y menestras como habas, garbanzos y pallar.

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De otro lado, en Guatemala se encontró la crianza de animales menores: pollos, gallinas, patos (llamados localmente pachecos), pavos (conocido como “chumpe”), cerdos, palomas, conejos, carneros, pelibueyes. Sin embargo, los animales que más se consumen son los pollos. La caza de animales silvestres (conejo, palomas, taltuza, ardillas, comadrejas, carpintero) para consumo humano, practicada en el pasado, es ahora poco común debido a la disminución de estas especies.

En Perú, el ganado del que se dispone es vacuno, ovino y auquénido, pero en pequeñas cantidades, reservándolo principalmente para la venta, y de manera excepcional para el consumo.

EL CONSuMO DE ALIMENTOS

En cada país encontramos uno o dos productos básicos sobre los cuales se organiza el resto de la dieta diaria. En Guatemala son el maíz y el frijol, mientras que en Perú es la papa.

Generación tras generación se ha ido desarrollando una tecnología sencilla y casera para la preparación de estos productos, que da cuenta de una variedad de presentaciones para el mismo, aunque no necesariamente se usen en la misma zona.

Por ejemplo, en Guatemala, el maíz, puede ser preparado como sólido y como líquida. De manera sólida, el maíz es tratado con cal para que se ablande y blanquee y se le trabaja como tortillas, como tamales, como “chuchitos”, es decir como tamales rellenos con recado o carne, o como masa revuelta con recado de verduras. Como líquido, el maíz es tostado, molido, aderezado y preparado en diferentes consistencias como atol, pinol, chilate.

¿Y el maíz como lo preparan? Ah el maíz se va al molino se hace tamalitos y ya ahí se sirve para los niños Los hacen tamalitos Tamalitos, porque nosotros acá no mucho usamos tortilla, porque a veces no tenemos mucha leña y yo que es bastante mi familia entonces más hago tamalitos. (San Marcos, Guatemala)

En Perú, la papa es el alimento básico la mayor parte del año, y cuando se agota se reemplaza con cereales como la cebada, el maíz, el trigo. La papa se consume sancochada, en guiso o picante, en caldo o en sopas. Los cereales como la

cebada, el maíz, la quinua y el trigo pueden ser preparados de diferentes maneras. Por ejemplo, como sopa mezclándolos con papas y verduras, como picante, como harina tostada, o como mazamorra o quaker.

¿Qué otras comidas hacen con los alimentos que tienen? De la papa también papa seca si se puede hacer con carne de chancho, pollo o con quesito nomás es una manera de ingeniársela. El nabo se usa bastante con la papa, se hace un picante con su arroz y ya está. El nabo de acá, de lo que crece, no de la costa, el nabo trae en sus hojas de la cañita gruesa lo picas con un aderezo con su papa, queso y leche y ya está el picante.(Patachana, Ayacucho)

Las fiestas cambian la rutina de la ingesta cotidiana en ambos países, en las cuales se incrementa sobre todo el consumo de productos de origen animal. Las comunidades celebran colectivamente durante el año acontecimientos familiares, patronales, la Navidad y los Carnavales.

CONSuMO ACTuAL EN NIñOS

MENORES DE CINCO AñOS

Pero ¿cómo es el consumo de alimentos de los niños y niñas menores de cinco años? Pasamos a revisar cómo está el consumo en relación a las prácticas recomendadas para tener una buena nutrición.

En relación a la lactancia materna en menores de dos años, encontramos que cerca de la tercera parte de los niños de ambos países están en cierta desventaja al no encontrarse

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De manera cualitativa, evaluamos que hay ciertas deficiencias en cuanto al consumo de algunos grupos de alimentos en los niños y niñas menores de cinco años en Guatemala, especialmente en la zona de Chiquimula. A esto se añade el hecho de que se tiene al café como acompañante de todas las comidas, lo que en términos nutricionales no es muy ventajoso especialmente para los niños y niñas porque interfiere con la absorción de ciertos nutrientes. En Perú, aparentemente hay una situación adecuada. Sin embargo, para poder tener el panorama completo del problema nutricional no solo tenemos que mirar el tipo de alimento consumido, sino también preguntarse por algunas prácticas alimenticias, como por ejemplo, la consistencia de las comidas ofrecidas.

A partir de los 6 meses los niños necesitan consumir preparaciones espesas con un mínimo de 3 veces al día, dependiendo de su edad. En Chiquimula solo el 6% de los niños llegaron a consumir tres o más preparaciones espesas durante el día; en San Marcos el 3%, en Ayacucho fue el 30% y en Huancavelica el 7%; indicando que, de modo general, las preparaciones diluidas fueron las más comunes. Las sopas y caldos que se ofrecen tienen bajo contenido de energía y nutrientes, que para la edad de estos niños no favorece su crecimiento y desarrollo.

Otra práctica alimenticia a evaluar tiene que ver con la frecuencia de alimentos al niño durante el día, siendo lo recomendado que los niños o niñas consuman alimentos 3 o 4 veces al día. Esta práctica se muestra altamente ajustada a la recomendación. Así, en Chiquimula el 96% come 3 o más veces al día, y en San Marcos, Ayacucho y Huancavelica el 100% come 3 o más veces al día. Comprendemos que como están consumiendo preparaciones diluidas los niveles de frecuencia y la demanda para recibir alimentos se incrementan.

De otro lado, ¿qué tanto de lo que se dispone para la familia se destina para el consumo de los niños y niñas menores? Esto lo podemos evaluar mirando el patrón de alimentación de las madres en comparación con el de los niños y niñas menores de cinco años. Encontramos que, en general, el binomio madre-niño comparte la misma rutina y preparaciones diarias, no encontrándose prácticas específicas destinadas a los menores de edad. Los niños y niñas comen lo mismo que sus madres en diversidad, consistencia y frecuencia. Aunque comer de la olla familiar es recomendable como destino final, los niños pequeños requieren algunas prácticas específicas en la alimentación para ayudarles con su crecimiento y desarrollo.

lactando el día anterior a la entrevista con la madre. En Guatemala esto se acentúa más, dado que desde antes del año cerca de 40% de los niños y niñas menores de un año están dejando de lactar.

En relación al consumo de los otros grupos de alimentos recomendados, se encuentra un patrón diferenciado de consumo entre las zonas de estudio. En cuanto al consumo de alimentos de origen animal, donde hemos considerado también al huevo, se registra en Chiquimula que casi la mitad de los niños o niñas consumió alguno el día anterior; éste es el consumo más bajo de todas las zonas de estudio. El consumo más alto se reporta en Huancavelica, donde nueve de cada diez niños o niñas habría consumido algún alimento de origen animal el día anterior, principalmente huevo, ya que la carne (pollo o cordero) es ofrecida como parte de sopas o caldos.

En relación a los productos lácteos el consumo en Guatemala es bajo en general, 13% en Chiquimula y 20% en San Marcos; mientras que en Perú es bastante alto, sobre el 80%. Esto puede explicarse porque las familias en Guatemala no acostumbran usar mucho los lácteos en su dieta diaria, por lo que tampoco se los incorpora en la de los niños. Los altos porcentajes hallados en las zonas de Perú obedecen también a que estas familias crían ganado vacuno y el desarrollo del estudio coincidió con la época de abundancia en la producción de leche y quesos.

Las menestras son parte crucial en la dieta por su contenido de proteína y otros nutrientes. Esto se ve reflejado en general en el consumo de los niños y niñas de los países estudiados, aunque preocupa que en San Marcos solo el 43% de ellos lo esté consumiendo.

Es preocupante que tan solo el 6% de niños y niñas en Chiquimula esté consumiendo alguna verdura o fruta rica en pro-vitamina A. Por otro lado, hay que mencionar que si bien son ofrecidas en altos porcentajes en las otras zonas de estudio, la forma de preparación no es la más conveniente dado que forma parte de sopas o caldos.

Menos de la tercera parte de los niños y niñas en Guatemala recibieron alguna fuente de grasa agregada, probablemente dentro de la preparación del aderezo. En Perú se observó la misma práctica en casi todos los casos (niños y niñas). Esto es importante como fuente de ácidos grasos esenciales, y como facilitadores de la absorción de vitaminas, sobre todo vitamina A.

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El hombre se dedica solo al campo a sembrar, limpiar a trabajar el campo cuando ellos se llegan, ya está la comida, ya está todo y a ver televisión. (San Marcos, Guatemala).

Un aspecto que llama la atención es la visión de las mujeres respecto a la “preocupación” de los hombres sobre la alimentación de los niños: por un lado, hay mujeres que expresan que el tema de la alimentación diaria está bajo la responsabilidad de la mujer, considerando suficiente que el hombre trabaje y traiga a casa algunos alimentos comprados, con lo cual muestra su preocupación:

Ellos también se preocupan no. Como debemos mejorar en una alimentación, escuchando así. Se dan cuenta que necesitan mejorar, por eso se preguntan cómo podemos mejorar la economía, como podemos hacer, aunque queremos alimentar si no tenemos dinero no se puede, por eso ellos también quieren solventar la economía de la familia. (Huallahuara, Huancavelica)

Otras mujeres manifiestan que el hombre solo se ocupa de su trabajo y da dinero a la madre para que compre la comida, pero no se involucra en saber cómo está la situación o en ingeniárselas para mejorarla. Ellas perciben que los varones no se interesan, no intervienen ni ayudan aunque estén desocupados (sin trabajo), en tanto esta responsabilidad está social y culturalmente asignada a la mujer.

¿Qué piensan los varones sobre la alimentación de los niños? Son bien descuidados poco les importa ellos con tal de tener sus hijos que crecen y después le sirvan, no les importa por naturaleza son así los hombres.En su percepción ¿cuánto pueden ayudar los varones? Ayudan con el trabajo, a veces traen de su trabajo traen maíz si trabajan en la cosecha de cebada traen eso, económicamente. Pero ¿no les interesa sus hijos? Poco o sea digamos en el momento que están saliendo a ganarse la vida si les importa a lo que me refiero es que no les importa como que la responsabilidad le dan a la mujer. (Patachana, Ayacucho)

Desde la perspectiva de los hombres la alimentación se concentra en el tema de las plantaciones y los sembríos, todo ello vinculado a su quehacer en el campo. De esta manera sembrar hortalizas de manera natural, -sin insecticidas-, también es una forma de preocuparse de la alimentación de los hijos. Pero también se preocupan por generar ingresos para complementar la alimentación que proviene de la cosecha.

La observación en casa dejó ver que, en el caso del niño menor de dos años, la madre, por lo general, tiende a darle de comer mientras termina de cocinar o cuando ya se encuentra comiendo, para finalmente darle de mamar. Si bien no habría una diferenciación en el qué darles de comer, si hay una atención diferenciada en el cómo darles de comer, aunque esto sólo implique estar pendiente que coman, pues en la mayoría de los hogares no se observaron estrategias elaboradas para motivar al niño/a menor a consumir sus alimentos.

ALGuNOS ASPECTOS DE GéNERO

EN LA ALIMENTACIÓN

En ambos contextos se logra identificar una división de roles de género definida en función de su aporte en la alimentación de la familia.

El trabajo en el hogar, que implica la limpieza y preparación de los alimentos, está asociado a las mujeres, del mismo modo que las labores

del huerto y la cosecha de los cultivos base (maíz y frijol en Guatemala, y papa en Perú). Las niñas participan desde muy pequeñas en las labores vinculadas a la preparación de los alimentos, empiezan alcanzando objetos a la madre y luego aprenden a cocinar.

El hombre, por su parte, trabaja fuera de casa en diferentes oficios que aseguran el dinero para que la familia pueda acceder a alimentos que no son producidos en sus tierras y a otros insumos de la canasta familiar (mencionando muy a menudo al jabón y el azúcar).

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A ver señor ud. qué opina al respecto? Justamente es un punto muy importante, como varones queremos que haya una buena alimentación, tenemos que sembrar una buena extensión las hortalizas para una buena alimentación sana; porque son producidas con insecticidas sino con abonos naturales; son buenas para la alimentación de los niños. Yo quisiera que haya más apoyo, más semillas, más grandes extensiones, así podríamos llevar más al mercado para que haya ayuda en nuestros hogares para una buena alimentación. ¿Eso mismo piensan los demás? Si eso justamente, están en sus casas esa decisión que ya vamos a sembrar más grande; estamos haciendo un pozo para sembrar más grande, un pedazo una hectárea y llevar al mercado con esa plata de repente poco a poco solventar nuestros gastos, dar una buena alimentación. (Llauca, Ayacucho)

Sin embargo, las mujeres sí ven como positivo el hecho de que sus esposos se encarguen de dar de comer a los hijos(as) pequeños(as) cuando la madre o las hijas no pueden hacerlo, y de que se encarguen de buscar leña, pastear las vacas y, en un solo caso, quizá a lavar la ropa. Igualmente, algunas mujeres que han sido sensibilizadas en los talleres de las entidades que trabajan en la zona, opinan que tanto el hombre como la mujer deberían participar en la alimentación de la familia:

¿Y en qué pueden ayudar y cuándo lo pueden hacer, los hombres, digamos, en que pueden ayudar ellos? En prepararlos, porque aquí hay muchos que ellos lo preparan, pues como hemos recibido talleres del proyecto, siempre nos han dicho que siempre tiene que ayudar el hombre. Y tiene que preparar para hacerlo, porque todos tenemos que hacerlo. Así como nosotros de mujeres salimos a trabajar al campo, salimos a limpiar, a echarle tierra en el julo, a sembrar, a tapiscar, salimos a hacer todo el trabajo, ellos también pueden juntar un poco de fuego, cocer café o recalentar unos tamalitos, o preparar sus cositas comida pues, ese es lo que ellos pueden ayudar. (Chiquimula, Guatemala)

II.3.2 Conocimientos y atributos referidos a los alimentos: relación entre salud y alimentación

ALIMENTACIÓN DE LA MuJER EMBARAzADA

El estado del embarazo no cambia la rutina de alimentación de la mujer, ni en calidad ni en cantidad, se come entonces lo que toda la familia come. Todos los alimentos estarían brindando una buena alimentación a las embarazadas. En ambos países encontramos que, en general, las mujeres gestantes consumen los alimentos que prefieren (antojos), de acuerdo a la disponibilidad de éstos en el hogar, y a la disposición de su organismo para aceptar ese alimento. Se conoce que no se tiene una alimentación especial para la mujer embarazada.

En Guatemala si se recoge cierta preferencia hacia las verduras y a comer en menor cantidad los frijoles, café, limón y chile para evitar el ardor estomacal. Del mismo modo se atribuye al consumo de limón en exceso una capacidad para provocar daños en la sangre de la madre o en el feto, llegando incluso al aborto.

En Perú, se evita comer el seso de carnero porque se concibe que pueda llegar a endurecer la placenta al momento del parto.

ALIMENTACIÓN DEL RECIéN NACIDO Y LOSPROBLEMAS PARA MANTENER LA ExCLuSIVIDAD

DE LA LACTANCIA MATERNA

En los dos contextos las madres coinciden en que la leche materna es lo que se le da al bebe recién nacido como alimento. Se presentan, sin embargo, diversas razones que motivan la introducción momentánea o simbólica de otros productos diferentes a la leche materna, como mates de hierbas, flores, aceites, orina. Por ejemplo, en los dos países se maneja la noción de limpiar el estómago del niño, la necesidad de manejar los gases y la percepción de sed en los menores.

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En Perú también se hace algo para favorecer que el estómago del bebé sea fuerte cuando crezca.

Pero lo que más compite con la exclusividad de la leche materna es la introducción temprana de alimentos, antes de los seis meses, bajo la figura de satisfacer el deseo del niño(a) para saborear la comida, hecho que ocurre en ambos países. Las madres se guían de las miradas que el niño(a) lanza hacia la comida, de los intentos del niño(a) por agarrar el plato de comida de la madre y de asumir que llora porque no se le da alimento. De igual manera, hay madres que por curiosidad intentan dar de comer al niño(a), y cuando éste acepta, continúan suministrándolo. Cabe mencionar que ésta es la etapa de dar a probar la comida al bebé, y lo que se le ofrece es básicamente cosas líquidas como caldos y sopas, o la parte líquida de los guisos.

ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA

Un conocimiento común a ambos países sobre la comida que se debe dar a los menores que apenas empiezan a comer, es que tienen que ser alimentos fáciles de comer, catalogados como “suaves”, que se puedan machacar para que los puedan consumir evitando atragantamientos. Hay preferencia por las preparaciones que tienden más hacia la forma de caldo, masa o papilla. En cada país se usa el alimento básico principal (la papa en Perú, y la tortilla o tamal en Guatemala) para hacer preparaciones y mezclas derivadas de éste.

Una de las diferencias más sobresalientes entre países, es que en Guatemala sí se incorporan las menestras en forma de puré (machacadas), pero en Perú son

consideradas como “pesadas” o de difícil digestión para los bebés, por lo que recién se les da hacia los 9 meses o un año. Otro criterio de restricción es el picante y el ácido, los alimentos considerados fuertes o pesados como la carne de cerdo, o peligrosos como el pescado (debido a las espinas).

Hacia el año de edad casi todos los alimentos que se consumen en la familia se dan también a los niños(as). La razón dada es que ellos ya han crecido, tienen dientes y por lo tanto, están ya en capacidad de masticar alimentos duros.

ALIMENTOS VINCuLADOS A LA CONCEPCIÓN

DE uNA BuENA ALIMENTACIÓN

En Perú se sostiene que para alimentar bien a los niñas y niñas no basta con los productos que se cosechan o se guardan. Las madres saben que les tienen que dar además otros alimentos como carnes, pescado, huevo, verduras y menestras, “justamente los más caros”. Esta concepción, que se ajusta a lo recomendado nutricionalmente, convive armoniosamente con la idea de que el caldo o la sopa es una buena alimentación. En contraste se encontró que como atributos negativos, en Perú se dice que el pollo tiene hormonas, y en Guatemala se piensa que si se ofrece pollo todos los días al niño o niña podría darle diarrea y los hostigaría.

En Guatemala, las madres entrevistadas señalaron principalmente a las verduras, las carnes (res, pescado), y también algunas frutas, dentro de los

alimentos para mantener una buena alimentación en el niño o niña. La ingesta de verduras se considera muy importante, pues se las vincula con la generación de fuerza y de sangre.

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Los trastornos que se vinculan con la mala alimentación se nombran directamente como “la desnutrición”, e indirectamente se narran los síntomas de la anemia, como el dolor de cabeza, el desánimo, mucho sueño en la escuela y bajo rendimiento intelectual. Además, al estar mal alimentados se vuelven más vulnerables y les puede dar cualquier enfermedad (gripe, diarrea, parásitos).

II.3.3 Las organizaciones de mujeres indígenas y la situación de alimentación

Las mujeres que participaron en el estudio de ambos países tienen claro que viven en una situación de pobreza tal, que siempre están preocupadas por su alimentación. Se dan cuenta que a lo largo de los años se ha ido deteriorando más su situación, en comparación a sus abuelos o padres por ejemplo, y que ahora sus tierras están empobrecidas, hay sequías y necesitan comprar más alimentos. Se sostiene entonces, que, los cambios ocurridos han determinado también un deterioro de la situación nutricional especialmente palpable en el estado de los niños y niñas. Estas reflexiones acerca de su situación de pobreza, alimentaria y de salud, así como la experiencia previa, facilitan que las mujeres en las comunidades visitadas acepten trabajar en torno a iniciativas dirigidas a conseguir mejoras en la alimentación.

En este contexto, en ambos países se incorpora la producción de alimentos destinados específicamente para el autoconsumo en las actividades seleccionadas e implementadas en el marco del proyecto con el apoyo de ACF-E. En Guatemala, con relación a las hortalizas se trabajó con semillas diversificadas como rábano, cilantro y zanahoria a través de huertos familiares. También se refiere que se ha llevado almácigos de naranja y limón, y se han hecho aboneras orgánicas y cultivo de hongos.

En las comunidades del departamento de Ayacucho-Perú, se implementaron biohuertos para cultivo de hortalizas como acelga, espinaca, coliflor, rabanito, entre otras, mientras en la zona de Huancavelica se ha dado valor agregado al manejo de la lana de alpaca y ovino, para que con la producción artesanal de tejidos las mujeres generen ingresos destinados a mejorar la alimentación familiar.

En el caso de las mujeres de Ayacucho y aprovechando los recursos ya disponibles como terreno, agua, y voluntad, la alternativa de los biohuertos con siembra de verduras, cumplía varios objetivos: por un lado agregar valor nutricional a la dieta familiar y de los niños(as) en especial y sembrar lo que “cuesta caro” comprar, aliviando así la situación familiar. Por otra parte, la posibilidad de sembrar a mayor escala para la venta, y con esos ingresos poder conseguir otros alimentos.

El trabajo de reunirse y ponerse a conversar sobre los problemas y las posibilidades de hacer algo por sus pueblos les permitió canalizar esfuerzos personales e ir consolidando una acción conjunta a nivel organizativo.

II.3.4 Obstáculos y oportunidades de las organizaciones para promover e implementar acciones de seguridad alimentaria y nutricional en el marco de la Intervención de ACF-E en Guatemala y Perú

OPORTuNIDADES

• A nivel técnico

La experiencia y conocimiento del trabajo productivo, la implementación de cultivos propios, la entrega de medios para la producción (abono, azadones), semillas para plantas medicinales, así como semillas de hortalizas, y/o la implementación de una mejora tecnológica como el Fito-toldo.

La mejora de las capacidades en diálogo con los saberes de las mujeres y sus familias alrededor de la producción, con capacitaciones en temas diversos que abarcaron desde lo técnico hasta lo organizacional.

El respeto por una producción de alimentos sin contaminación de químicos, lo que para las mujeres da a sus productos un valor agregado, -producidos naturalmente-, que los hace mejores en comparación a los que se compran en las tiendas.

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• A nivel social

Paulatinamente las mujeres han ido ganando espacio en la gestión de sus propios proyectos y han surgido lideresas que promueven el desarrollo de sus propias comunidades.

Se cuenta con el apoyo de los familiares más cercanos (el esposo o la suegra) lo que facilita el trabajo productivo para algunas mujeres. El adecuado y oportuno involucramiento de la familia en su conjunto es vital para desvirtuar opiniones en contra del trabajo de la mujer fuera de casa.

Se han producido cambios a nivel personal y en la percepción de su rol como mujeres, involucrando la actuación pública, la participación en los trabajos colectivos, la certeza positiva para ejercer liderazgo y tener más conocimientos, y la participación en trabajos y roles no vinculados necesariamente al ámbito doméstico.

• A nivel organizativo

Una organización interna que permite dar continuidad a las acciones planificadas. En Guatemala, por ejemplo, contar con un reglamento concertado que estipula los derechos y deberes hacia el grupo por parte de las integrantes. En Perú, hubo encargadas que estuvieron monitoreando el avance de cada participante, enfrentando sus dificultades y sobre todo animándoles para que continúen.

En Guatemala, las mujeres están conscientes que el mayor beneficio es la organización misma, pues se han percatado que las personas que no participan no reciben beneficios. Para ellas la lógica de desarrollo comunitario es: “a mayor organización mayor cantidad de proyectos y, por tanto, más beneficio para la comunidad”. Esto motiva para que muchas personas participen en más de una organización, pues, si bien la gestión de los proyectos se realiza mediante la aglomeración de un grupo, los beneficios muchas veces se manifiestan de manera individual.

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Lograr la continuidad de las participantes en Perú, requirió también ir modelando una forma de pensamiento guía: “Mujeres decididas a la superación”, o “que no nos ataje lo que sobresalimos”. Con ello las mujeres líderes animaban al resto de participantes a asumir roles más públicos, fuera del hogar, sin temor a que las señalen por estar agrupándose para trabajar entre mujeres.

• A nivel nutricional

Las madres sienten y reconocen que mediante la implementación de actividades productivas familiares (huertos caseros, biohuertos con fito toldos, etc.) logran mejora la calidad y diversidad en la dieta de sus hijos e hijas.

¿Cómo organización que consiguen en la alimentación? Mejorar en la calidad de alimentos de los niños, en mi caso tengo mi huerto, donde tengo rabanito, lechuga, espinaca, papa, leche y queso y de ahí estamos mejorando la dieta. (Laramate, Ayacucho)

Qué ha facilitado en que puedan seguir con las acciones de organizarse para producir los alimentos? En mejorar nuestros alimentos. (Lucanas, Ayacucho)

Se mejora nuestra alimentación en lo que es bastante verdura, aunque es poco el consumo, hay que ser honestos, sino es poco el hábito de sembrar, hay pocas familias que tienen ese hábito. Pero ahora en la organización hay días que ya no quiero ir donde mi mamá, yo tengo un pedazo de tierra acá y me quiero quedar ahí; día a día yo estoy mejorando con mi pico, con mi lampa. Ahora mi mamá viene, de ahí donde me ha apoyado. Es ahí donde tu tomas conciencia de contribuir contigo misma en tu alimentación. (Laramate, Ayacucho)

DIFICuLTADES

Las integrantes de las organizaciones visitadas identifican diferentes limitaciones que se les han presentado durante la experiencia de trabajo como grupo organizado de mujeres.

• A nivel social

Uno de los puntos conflictivos en ambos países, son las implicancias que para la propia familia tiene la participación de la mujer en la organización. Hay una incomprensión, especialmente desde el punto de vista del esposo. En Perú, se pensaba que la mujer iba a desatender a su familia, que iba a dejar de respetar al varón, que, en pocas palabras, iba a perjudicar el equilibrio y balance de roles en el hogar. En Guatemala, algunos hombres suelen ver negativamente la organización de las mujeres debido a que ellas ocupan parte de su tiempo como amas de casa en sus reuniones. En algunos casos se señala que el esposo debe darle permiso a la esposa para participar de las actividades de la organización.

Pero no solo es la percepción de los esposos, sino también de las mismas mujeres. Los hijos muy pequeños son una limitación para poder participar y las mujeres sienten que hacen muchos sacrificios en lo que respecta al uso del tiempo y al “descuido de sus hogares” para asistir a las reuniones que son necesarias para el buen funcionamiento de la organización.

En Perú, los hombres de la comunidad criticaban un proyecto que se realice solo con mujeres. Se pretendía lograr que el proyecto se realice con hombres y no con mujeres, explicitando las desventajas físicas y técnicas de las mujeres para las labores agrícolas.

• A nivel técnico

En Guatemala, se considera como un obstáculo el hecho de que no pueda llevarse a la práctica lo que se enseña en las capacitaciones, dado que no se tienen los recursos necesarios para implementarlo. Recientemente se han organizado charlas referidas a las propiedades de las plantas medicinales, elaboración de jarabes, pomadas y champú. Sin embargo, las mujeres opinan que estas preparaciones no pueden llegar a hacerse en la práctica, porque no cuentan con materiales ni con el dinero suficiente.

• A nivel organizativo

En ambos países se detectan dificultades para organizar el trabajo conjunto de cuidado de los cultivos, pues hay incumplimiento en los turnos de cuidado, por lo que en ocasiones se prefiere que cada familia se ocupe de su propio huerto para evitar complicaciones.

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Hay problemas de accesibilidad a las actividades formativas porque algunas señoras habitan en zonas muy alejadas.

Se reportan también, en ambos países, problemas de relaciones internas entre participantes. Ciertas preferencias de las promotoras hacia algunas mujeres, conlleva el descontento y crítica interna de otras. Esto genera resentimiento e inhibe la participación de muchas socias. Se reta así la capacidad de la organización para lograr consolidarse y mantener su capacidad de convocatoria.

En otro ángulo, en Perú se hace notar que algunas mujeres estarían esperando beneficios materiales a corto plazo a cambio de su participación en la organización. En Guatemala, se señala que uno de los motivos para organizarse fue la promesa de recibir alimentos donados. Encontramos que, más que tratarse de algo real o no, lo que se está afrontando aquí es un estilo de relacionamiento institucional, bajo el llamado “asistencialismo”.

II.3.5 Y… ¿Qué esperan las mujeres cuando termine el Proyecto? Proyecciones y Esperanzas

El estudio reporta que, -hasta el momento-, el proyecto fue exitoso en la producción de vegetales de buena calidad que ya no tienen que adquirirse en el mercado, representando un ahorro para sus, ya, limitados ingresos. Algunos aspectos que podrían mejorar en adelante:

• Acercamiento de género

Algunas mujeres señalaron que una manera de atenuar la resistencia de los hombres para que ellas puedan asistir a todas las reuniones, es buscar una mayor participación de los varones en las actividades de la organización, mejorando su sensibilidad y comprensión acerca de la utilidad de las reuniones y jornadas de formación para las mujeres.

• Mejoramiento de la producción

Algunas mujeres en Guatemala comentaron su deseo de diversificar los cultivos y mejorar la producción de sus cosechas con la obtención de abonos a

los que normalmente no pueden acceder por su alto costo en el mercado; esperan acceder a abonos que no contengan químicos que podrían dañar la salud.

• Crecimiento y comercialización

La expectativa de las madres organizadas en Ayacucho es continuar con el cultivo de hortalizas aumentando la producción para el consumo familiar y ampliar también las oportunidades para el mercado, lo cual se reflejará en la compra de otros alimentos. La proyección es contar con más infraestructuras de Fito toldos. Con esa perspectiva vienen estableciendo convenios con las autoridades municipales, comunales, y comités de regantes, para que se les faciliten terrenos y agua, necesarios para trabajar.

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• Crianza de animales menores

Se p resen ta una mi rada in teg ra l a l t ema de la a l imen tac ión , complementando la siembra de verduras con la crianza de animales menores para poder abastecerse de alimentos de origen animal. La idea de otras madres también es crecer como empresa, y lograr diversificarse a otros rubros como la crianza de truchas y cuyes. Otra de las opciones es poder plantear alternativas productivas a nivel de crianza, ya sea de animales menores (gallinas, cuyes) o de ganado vacuno.

• Capacitación en nutrición

En ambos países, el trabajo de información, capacitación y sensibilización en nutrición se plantea como necesario para las mujeres, tanto a nivel de la familia como de la comunidad. Hay un gran interés por conocer cómo balancear la comida, cómo combatir la desnutrición, qué alimentos pertenecen a la familia de los carbohidratos, los vegetales y las proteínas, y cómo influye cada uno en la salud de las personas.

• Mantener el trabajo organizado liderado por perfiles fuertes y nuevos

Las mujeres manifiestan el deseo de seguir organizadas en torno al trabajo de la alimentación e ir creando conciencia (“de que me sirve organizarse sin conciencia de lo que estoy haciendo”). Uno de los requisitos para la continuidad es conseguir reemplazos idóneos en los cargos directivos de la organización.

• Elaboración y gestión de proyectos

En Perú, a nivel comunal o distrital, se apunta a afianzar presencia, presentando proyectos que puedan ser financiados en posibles instancias como el Presupuesto Participativo de las municipalidades distritales o en los gobiernos regionales; presentando alternativas a propuestas de desarrollo local donde hay mayores opciones para las inversiones estructurales, y presentar trabajos en torno a los cultivos andinos, por ejemplo, que sean sensibles a preocupaciones como la contaminación ambiental o el calentamiento global.

En Guatemala, se menciona que la municipalidad no se ocupa del tema de la alimentación, y más bien implementa obras, escuelas y salones. Se solicita que se les entreguen más semillas y se brinden charlas y orientaciones al respecto.

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III. PARA SEGUIR CONSTRUYENDO

En el marco de causalidades de la desnutrición crónica infantil, la investigación corrobora que el cuidado que se le brinda al niño o niña pequeño juega un rol central, tanto para asegurar la ingesta de alimentos como para el cuidado de la salud. El qué y cómo darle de comer está circundado de una serie de condicionantes de carácter social, cultural, físico y medioambiental en el que se desarrolla la vida de la madre y el niño o niña.

La respuesta de las organizaciones de mujeres hacia sus problemas nutricionales debe considerar tres aspectos: a.) el conocimiento de los problemas prevalentes en sus poblaciones, b.) El conocimiento de las prácticas que pueden ser mejoradas a nivel familiar, y c.) El conocimiento de diversas medidas que a otros niveles, -comunales o distritales-, se deberían implementar para prevenirlos.

Las familias participantes en el estudio se mueven en general en un contexto alimenticio restringido. Es decir tienen una dieta diaria más bien monótona. Por ello las acciones orientadas a diversificar con verduras/hortalizas son una buena opción para mejorar la dieta familiar (en zonas como Perú, donde lo que prima son los tubérculos y cereales y en Guatemala donde priman el Frijol y el Maíz como principales alimentos). Está pendiente en siguientes agendas de investigación profundizar en las razones que sustentan la baja oferta de las verduras y hortalizas a los niños y niñas pequeños, a pesar que se las considera de alto valor nutricional; la forma de preparación es lo que restringe la ingesta en este caso. Hay prácticas como la suspensión de la lactancia materna antes de que el niño alcance su primer año de vida, que podrían ser trabajadas desde las organizaciones en el marco de las intervenciones complementarias.

Para fomentar la prevención de la desnutrición crónica es preciso introducir alimentos de origen animal en la dieta diaria. Aunque esto ocurre principalmente con el huevo y el pollo, se usa diluido en sopas y en pequeñas cantidades. Sería importante explorar y clarificar las cantidades de alimento ofrecidas a los niños o niñas (no fue un objetivo en este estudio).

En ambos países se encontró un uso y suministro frecuente de preparaciones diluidas. Las sopas y caldos que se ofrecen a los(as) menores tienen bajo contenido de energía y nutrientes. Dada la edad es una práctica que no favorece el crecimiento y desarrollo infantil.

En cuanto a las concepciones o apreciaciones de los atributos de alimentos para niños (as) pequeños, se favorece la introducción temprana de alimentos considerados “suaves” o de preparaciones diluidas para evitar el atragantamiento. Las verduras son consideradas espontáneamente como portadoras de vitaminas, es decir de buena alimentación, para dar fuerza, salud, energía, y formar tejidos. Esto también lo reconocen para las carnes o vísceras y el frijol. Lo que encontramos aquí, consideramos, no es falta de conocimiento en cuanto a los atributos positivos de los alimentos ni tampoco una valoración negativa de los productos de origen animal. El énfasis en el valor de las verduras, se estaría explicando por el valor de su uso cotidiano, - diferente al maíz y al frijol que son de fácil acceso -, en el marco de la tendencia general de valoración de los vegetales, de lo ecológico, de lo natural, de lo verde. Lo cultural así se adapta a las condiciones materiales de vida permitiendo que la pobreza y la carencia sean más llevaderas.

Sin embargo, en esa dinámica se desdibujan las fronteras y puede llegar a sostenerse que no importarían las vitaminas de la carne porque ya se tienen las vitaminas de las verduras. Es en ese marco donde se tiene que poner en contexto de reflexión -con las personas, familias y organizaciones-, el tema de la desnutrición crónica y la necesidad de conseguir micronutrientes y diversidad en la dieta para ayudar a romper el círculo vicioso que ésta crea.

La disponibilidad de tiempo de la madre, la rutina de preparación acostumbrada para toda la familia, los alimentos accesibles y la tecnología usada para la preparación y servido de alimentos son los factores que definen las prácticas de alimentación hacia los niños y niñas. La ventana diferenciada hacia los más pequeños es bastante reducida, pues se espera que ya hacia los 8-9 meses los niños y niñas consuman lo que come toda la familia, salvo gruesas excepciones vinculadas al atoro. Esto no implica subvaloración del niño pequeño, nos da entender por el contrario, la valoración integral hacia la familia, y el rol central de la mujer al interior de la misma, sus tiempos, sus esfuerzos por convertir un contexto de miseria en un contexto con calor y comida. En su situación de dependencia económica y sin contar con el ingreso que trae el hombre, estas familias no sobrevivirían. Culturalmente, entonces, y a través de la comida en particular, se sanciona este rol principal.

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Las diferencias en las apreciaciones sobre los alimentos o sobre el proceso de la alimentación complementaria que se puede percibir en las zonas estudiadas, es un ejemplo de cómo pueden variar las manifestaciones culturales, pero también de cuanto se asemejan. La pregunta que queda pendiente es cuán relacionadas están con una diferencia en la situación nutricional en concreto. Sabemos que sin datos sobre prácticas alimenticias o sobre el estado nutricional esta pregunta no puede ser respondida a partir sólo del conocimiento o percepción. Sabemos también que para profundizar la relación entre cultura y alimentación necesitamos investigarla en detalle en el marco de la comprensión integral de las diferencias internas en cuanto al estado nutricional de los niños en una comunidad; es decir que y cómo hacen, qué piensan y qué sienten las madres de los niños bien nutridos en comparación con aquellas de niños mal nutridos, en un mismo contexto de espacio temporal y cultural.

Las mujeres se dan cuenta que juntas pueden conseguir más en estas coyunturas de pobreza extrema. A pesar de los problemas internos, seguir a sus líderes implica una conexión beneficiosa con los actores externos a las comunidades. Eso también hace parte de sus percepciones culturales.

La decisión de implementar alternativas con base en las hortalizas, frutales u hongos es bien recibida por la valoración alimenticia que se otorga a las mismas, pero también porque constituyen una parte importante de la dieta diaria, como “ayuda” para los alimentos básicos, y porque permite afrontar las situaciones de hambre estacional. Sin embargo, salvo experiencias como el cultivo de Hongos Ostra (en Guatemala)7, su aporte es mínimo para resolver las deficiencias graves de proteínas o de alimentos de origen animal que presenta esta población.

Encontramos que estas familias indígenas se mueven, en general, en un contexto alimenticio restringido. Es decir tienen una dieta diaria más bien monótona. Diversificar con las verduras es una buena opción, pero es necesario asegurar su abastecimiento sobre todo cuando muchas de ellas son compradas, y sólo pueden acompañarse con maíz y frijol. Llama la atención que el porcentaje que se suministra a los niños pequeños sea tan reducido, a pesar deque se reconoce su alto valor nutricional. La forma de preparación sería el factor que está restringiendo la ingesta.

La elaboración cultural es un proceso en cambio. Los cuidados hacia la madre y el niño pequeño, vinculados a la salud y a la alimentación pueden ser revisados por los mismos actores desde la preocupación de la desnutrición crónica y la anemia y desde la preocupación por su propio futuro. En ese sentido, todas las ventanas de oportunidad que puedan ser aprovechadas dentro de lo que ya se viene haciendo en relación a la rutina diaria de las familias indígenas, debe ser lo primero a poner a debate de manera explícita con las organizaciones y familias. Esta reflexión solo será posible cuando las miradas sean menos asistencialistas y se consolide más el proceso de construcción interna de una postura clara frente al tema: problematizar, acordar y tomar decisiones; conocer la situación ayuda a encontrar soluciones (el “qué se puede hacer”). Las organizaciones nacionales y las instituciones pueden colaborar en este tránsito.

IV. RECOMENDACIONES

• A nivel nacional

Mantener en la agenda pública el tema de los efectos generalizados de la desnutrición crónica y aguda, aclarando que no está asociado a la condición misma del “ser indígena” sino a las condiciones de marginalidad, restricción y casi nulo acceso a determinados servicios y a las distancias (e instancias) de diálogo entre conceptos, saberes y prácticas indígenas y aquellas promovidas por los organismos públicos.

Incentivar el estudio constante de las condiciones económicas, sociales y culturales en las que se desenvuelve el fenómeno de la desnutrición en las diferentes áreas rurales.

Aportar al debate nacional, incorporando los avances internacionales sobre el tema y los aprendizajes de otros países latinoamericanos, sobre las medidas de prevención de la desnutrición infantil

Trabajar con las organizaciones indígenas representativas un proceso mayor de debate y reflexión en torno a las causas y potenciales posibilidades de acción a diferentes niveles (desde lo estatal hasta lo familiar), para que puedan articular mejor sus propuestas de defensa, intervención y desarrollo.

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• A nivel de las organizaciones y los gobiernos locales

Fortalecer la incidencia y la sensibilización e información de autoridades y funcionarios en torno a la situación de la desnutrición crónica e inseguridad alimentaria de la población indígena, a fin de que faciliten y promuevan intervenciones dirigidas a remover la causalidad secundaria de la desnutrición crónica.

Promover el manejo de contenidos interculturales en la educación en salud y nutrición, tomando como referencia lo explorado en este estudio, para mejorar la interrelación y comprensión entre el personal de salud y las mujeres indígenas usuarias de los servicios de salud.

Consolidar los saberes de las comunidades indígenas y de sus organizaciones femeninas sobre el tema de alimentación y reflexionar cómo se relaciona el tema con sus proyectos de vida y futuro como pueblos. En ese contexto es pertinente usar el conocimiento sobre las consecuencias de la desnutrición crónica así como la importancia de la alimentación y salud del niño(a) menor de 3 años para garantizar una proyección futura saludable, como temas de reflexión permanente.

Para mejorar su situación alimentaria se puede seguir optando por la producción y acceso a determinados alimentos, o producir para aumentar el ingreso familiar y poder comprar alimentos. Lo ideal entonces es combinar actividades agro-productivas, que generen también ingresos. Se puede reflexionar con las organizaciones de mujeres sobre la necesidad de incidir en lo que ya se viene haciendo y que con acciones de sensibilización, información, e insistencia educativa, se puedan readecuar prácticas para aprovechar ventanas de oportunidad en contra de la desnutrición y la anemia.

Negociar propuestas de alternativas para incrementar la oferta de fuentes productoras de alimentos de origen animal en conjunto con las actividades de producción agrícola.

• A nivel de las familias

Aprovechar todo el bagaje de conocimientos previos sobre atributos de alimentos para consolidar una negociación a favor del niño(a) y de la madre.

Mejorar algunas prácticas para prevenir la desnutrición:

Aumentar la consistencia de los alimentos suministrados a los niños y niñas más pequeños a partir de la preparación común que se prepara para la familia.

Prolongar el tiempo de oferta de alimentos machacados, aplastados.

Incorporar toda la diversidad posible de alimentos en la oferta al/la niño(a) pequeño(a), ya presentes en la preparación familiar.

Aumentar la presencia de productos de origen animal en la dieta de los/as menores.

Disminuir las compras de alimentos poco nutritivos (consideradas “comida chatarra”) y orientar hacia una mejor compra rica en micronutrientes.

Reorientar el apoyo de otros miembros de las familias hacia las madres, de modo que puedan dedicarse a su propio cuidado y al cuidado del niño pequeño.

Evaluar las posibilidades de incrementar actividades que promuevan, mejoren y/o aumenten la oferta de producto animal para el consumo de la familia (p.e. crías de animales menores, aumento de los animales disponibles, mejora del cuidado de las especies que manejan).

Reflexionar sobre las ventajas y facilidades que brindan los enfoques de familia beneficiaria y aquellos de consolidación de las organizaciones de mujeres, toda vez que ya vienen participando esposos y esposas en el desarrollo de las actividades. El enfoque de trabajo orientado a la unidad de familia, puede ayudar aun más a plantear el tema de la situación alimentaria como algo integral, donde la mujer pueda ser apoyada en lo cotidiano como se ha observado en algunos hogares.

• A nivel de políticas públicas

El enfoque intercultural aplicado a los mensajes de nutrición necesita incorporar los aprendizajes de este estudio, para ayudar a disminuir la desnutrición crónica y anemia en los niños menores de las poblaciones indígenas:

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Reforzando el tema del cuidado de la alimentación durante el embarazo vinculado al argumento de que la recuperación después del parto será mucho más difícil si no se prepara bien antes.

Reforzando la práctica de la lactancia materna, usando conceptos culturales alrededor de extracción de los gases, disminución del dolor, limpieza y formación del estómago.

Aprovechando la imagen de fortalecimiento del cuerpo y de la inteligencia asociados a los alimentos de origen animal y las menestras, para seguir incentivando su incorporación temprana en la dieta del infante. Esto debe estar acompañado de recomendaciones sobre la cantidad a ofrecer y sobre la forma de procesamiento.

Reforzando que está bien dar al niño pequeño varias comidas al día, aprovechando que es ya una práctica observada en las familias.

“agradecimientos especiales a las mujeres y hombres de las comunidades participantes, por abrir las puertas de sus hogares

y por compartir sus saberes... gracias a ellos y a ellas se pudo realizar este interesante trabajo desde y para las organizaciones

de mujeres indígenas”...

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Encuentro Regional del Convenio AECID 056, Diciembre 2011

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Notas:

El convenio implementa sus acciones en asocio con una contraparte en cada país: Bolivia: Organización de Mujeres Aymaras del Kollasuyo (OMAK); Perú: Centro deCulturas Indígenas del Perú CHIRAPAQ; Colombia: Organización Nacional Indíge-na de Colombia (ONIC); Paraguay: Coordinadora por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas (CAPI); Guatemala: Asociación de Mujeres Mayas MAJAWIL Q’IJ “Nuevo Amanecer”; Ecuador: Federación de organizaciones de la nacionalidad Kichwa de Sucumbíos Ecuador (FONAKISE) y México: K’INAL ANTZETIK “Tierra de Mujeres”.

Desde la perspectiva de los Pueblos Indigenas, la noción de “sostenibilidad” está íntimamente asociada con la transmisión de conocimientos y tradiciones a través de las generaciones. Ellen Woodley (2006). Cultural indicators of Indigenous Peoples’ food and agro-ecological Systems. Draft summary for discusión.

Necesidades Estratégicas: Son aquellas que se refieren a las cuestiones de igualdad degénero en una sociedad determinada y que pretenden una distribución más equitativa de los recursos de una sociedad entre mujeres y hombres. Las necesidades estratégicas implican una reivindicación a favor de la redistribución equitativa de roles, responsabilidades y poder entre mujeres y hombres. Tienen una proyección a más a lar-go plazo y un contenido de empoderamiento. Definición de la Guía Práctica para laintegración de la igualdad entre hombres y mujeres en los proyectos de la Cooperación Española. Ministerio de Asuntos Exteriores, 2004

Marini et al, 2009: “Promoción del crecimiento para prevenir la desnutrición crónica: Estrategias con Base Comunitaria en Centro América”, Banco Mundial, Washington. pp. 18

CIAS, 2009: “Informe de Avances Objetivos Desarrollo del Milenio,” Lima, Perú. 2009

ACF-International, 2010, “Taking Action. Nutrition for Survival, Growth and Development.”

El cultivo del hongo ostra es una alternativa de seguridad alimentaria en las áreas rurales, en el cual puede participar toda la familia, y su consumopermite mejorar la nutrición, en virtud de ser un sustituto de la carne de origen animal.

Síntesis de los resultados del trabajo de estudio“Cultura, nutrición y sistemas alimentarios en poblaciones indígenas de América Latina”, 2011

Equipo de Investigación:Lic. Antropóloga Rosario Bartolini MartínezLic. Nutricionista Hilary Creed KanashiroInstituto de Investigación Nutricional del Perú

Organizaciones Participantes:

Centro de Culturas Indígenas del Perú – CHIRAPAQ, PerúAsociación de Mujeres Mayas MAJAWIL Q’IJ “Nuevo Amanecer”, GuatemalaUniversidad de San Carlos de Guatemala (USAC)

Revisiones:

Ángela María Rodríguez Martínez Coordinadora Convenio AECID 056 Mujer Indígena, ACF-E en el Perú

Bronwen GillespieAntropóloga ACF-E en el Perú

Josefina Vásquez AwadComunicadora ACF-E en el Perú

Es considerado un alimento de alta calidad para consumo humano, con sabor y textura apreciable y sobre todo por su valor nutritivo. Este producto genera beneficios directos en la alimentación, pues es rico en proteínas conteniendo los siguientes aminoácidos esenciales: triptófano, treonina, lisina, y metionina, además proporciona vitaminas del complejo B, y minerales Ca, K, P. Adicionalmente los beneficios indirectos se obtienen al hacer uso de los materiales locales como alternativa productiva y los atributos medicinales que se le atribuyen.

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Con el apoyo financiero de:

«El contenido de este material es responsabilidad exclusiva de <Acción Contra el Hambre - Perú > y en ningún caso debe considerarse que refleja los puntos de vista de la AECID»

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