CULTURA, PRODUCCIÓN Y DISEÑO DE 1970 A...

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CURSO 2015 HISTORIA DEL DISEÑO INDUSTRIAL II FAUD UNC PROF. TITULAR: ARQ. LIDIA SMAR PROF. ADJUNTA: DI. SILVIA OLIVA PROF. ASISTENTES: ARQ. Carlos ZOPPI ARQ. Adriana MENENDEZ D.I. Pablo ORTIZ DÍAZ D.I. Luisina ZANUTTINI Curso 2015 TRABAJO PRÁCTICO 4 TEMA CULTURA, PRODUCCIÓN Y DISEÑO DE 1970 A HOY NIVELES GENERAL, INTERMEDIO Y ESPECÍFICO OBJETIVOS Fortalecer en el alumno su capacidad para interpretar históricamente la interrelación cultura/diseño/producción en la Posmodernidad. Promover la reflexión comparativa sobre la situación del diseño en las circunstancias socioculturales posmodernas en el contexto nacional e internacional. Brindar la base metodológica para abordar el análisis comparativo de Diseñadores, empresas y productos en la modernidad y posmodernidad a desarrollar en la segunda parte del curso. CRONOGRAMA 17 29/7 Condicionantes histórico-culturales del diseño y la producción de objetos en el mundo (1970 a hoy) Entrega TP3- Consignas TP4 Teórico Práctico 18 5/8 El diseño posmoderno en el mundo Desarrollo TP4 Teórico Práctico 19 12/8 EVALUACIÓN PARCIAL 2 20 19/8 El diseño y la producción de objetos en Argentina ( desde 1978 a hoy) Desarrollo TP4 Teórico Práctico 21 26/8 Desarrollo TP4 Práctico 22 2/9 Seminario De Cierre - Entrega TP4 Práctico MODALIDAD DE TRABAJO Se propone la realización de actividades en taller con carácter de esquicio (de resolución en clase): Práctico 29/7: Instancia de estudio y reflexión A partir del siguiente cuestionario y de los apuntes de las clases teóricas y de los documentos de trabajo, tomar conocimiento sobre la temática de la cultura, la producción y el diseño en la posmodernidad, de manera reflexiva y crítica. El cuestionario puede responderse en grupo y debe ser registrado en el Cuaderno Individual de cada alumno. Recordamos que en este cuaderno se incluyen todas las actividades de estudio y reflexión y todo material que cada alumno considere de interés. Los registros de actividades deben ser manuscritos. El uso de la computadora sólo se permite para la incorporación de piezas gráficas y textos complementarios extraídos de las fuentes consultadas. Cuestionario 1. ¿Cuáles son los principales acontecimientos mundiales y nacionales del período en estudio? 2. ¿A qué se llama globalización y cuáles son sus consecuencias? 3. ¿Cuáles son los principales paradigmas de la sociedad posmoderna y cómo inciden en el diseño? 4. ¿Cuáles son las nuevas alternativas tecnológicas que inciden en la innovación en el diseño y producción de objetos?

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CURSO 2015

HISTORIA DEL DISEÑO INDUSTRIAL II FAUD UNC PROF. TITULAR: ARQ. LIDIA SMAR PROF. ADJUNTA: DI. SILVIA OLIVA

PROF. ASISTENTES: ARQ. Carlos ZOPPI – ARQ. Adriana MENENDEZ – D.I. Pablo ORTIZ DÍAZ – D.I. Luisina ZANUTTINI

Curso 2015 T R A B A J O P R Á C T I C O 4 TEMA

CULTURA, PRODUCCIÓN Y DISEÑO DE 1970 A HOY NIVELES GENERAL, INTERMEDIO Y ESPECÍFICO OBJETIVOS

Fortalecer en el alumno su capacidad para interpretar históricamente la interrelación cultura/diseño/producción en la Posmodernidad.

Promover la reflexión comparativa sobre la situación del diseño en las circunstancias socioculturales posmodernas en el contexto nacional e internacional.

Brindar la base metodológica para abordar el análisis comparativo de Diseñadores, empresas y productos en la modernidad y posmodernidad a desarrollar en la segunda parte del curso.

CRONOGRAMA

17 29/7 Condicionantes histórico-culturales del diseño y la producción de objetos en el mundo (1970 a hoy) Entrega TP3- Consignas TP4

Teórico Práctico

18 5/8 El diseño posmoderno en el mundo Desarrollo TP4

Teórico Práctico

19 12/8 EVALUACIÓN PARCIAL 2

20 19/8 El diseño y la producción de objetos en Argentina ( desde 1978 a hoy) Desarrollo TP4

Teórico Práctico

21 26/8 Desarrollo TP4 Práctico

22 2/9 Seminario De Cierre - Entrega TP4 Práctico

MODALIDAD DE TRABAJO Se propone la realización de actividades en taller con carácter de esquicio (de resolución en clase):

Práctico 29/7: Instancia de estudio y reflexión A partir del siguiente cuestionario y de los apuntes de las clases teóricas y de los documentos de trabajo, tomar conocimiento sobre la temática de la cultura, la producción y el diseño en la posmodernidad, de manera reflexiva y crítica. El cuestionario puede responderse en grupo y debe ser registrado en el Cuaderno Individual de cada alumno. Recordamos que en este cuaderno se incluyen todas las actividades de estudio y reflexión y todo material que cada alumno considere de interés. Los registros de actividades deben ser manuscritos. El uso de la computadora sólo se permite para la incorporación de piezas gráficas y textos complementarios extraídos de las fuentes consultadas.

Cuestionario 1. ¿Cuáles son los principales acontecimientos mundiales y nacionales del período en estudio? 2. ¿A qué se llama globalización y cuáles son sus consecuencias? 3. ¿Cuáles son los principales paradigmas de la sociedad posmoderna y cómo inciden en el diseño? 4. ¿Cuáles son las nuevas alternativas tecnológicas que inciden en la innovación en el diseño y producción de objetos?

CURSO 2015

5. ¿En qué se diferencian el sistema Toyota del Sistema Fordista? ¿Cuáles son las causas de este cambio? 6. ¿Cuál es el rol que adquieren en la posmodernidad la imagen y la identidad corporativa en el diseño de productos? 7. ¿Cuáles son las tendencias que enuncia André Ricard en el diseño posmoderno a nivel internacional? 8. Definir y ejemplificar los siguientes conceptos en relación a lo que acontece mundialmente: Cultura Posmoderna - “Sociedad de la información” - Globalización, Regionalización -“Cultura de la imagen”

Práctico 5/8: Elaboración de lámina síntesis A partir de los conceptos trabajados en el cuestionario, caracterizar en una síntesis gráfico conceptual grupal la cultura posmoderna, en relación al contexto general a nivel mundial. Se trabajará en taller sobre una lámina en técnica libre, incorporando elementos gráficos a mano alzada. Práctico 19/8: Realización de un cuadro comparativo Caracterizar de las Tendencias del diseño posmoderno identificadas por André Ricard y presentarlas de manera comparativa en un esquema gráfico-conceptual con ejemplos de diseño en Argentina y en el mundo, ubicándolos en espacio y tiempo y referenciando a los autores. Práctico 26/8: Esquicio: Análisis de producto 1- A partir del producto de diseño asignado, realizar un análisis considerando las variables de la matriz de análisis

propuesta por la cátedra (gráfico –conceptual en láminas A3):

a) el Campo Material, trabajando sobre los aspectos funcionales (función, funcionamiento, operatividad, mecanismos, accionamientos, mantenimiento, guardado); formales (lectura de la forma, uso de la geometría, criterios de constitución, uso del lenguaje estético, texturas, terminaciones) y tecnológicos (materiales, técnicas, definición de los recursos disponibles, tipo de respuesta tecnológica).

b) el Campo Conceptual, trabajando sobre el objeto (valor de signo, grado de innovación, aporte de diseño) el sujeto (comportamientos, conductas, modos y situaciones de uso) y la cultura (lectura del contexto, pautas sociales, impacto en el medio productivo).

2- A partir del análisis realizado, elaborar una memoria descriptiva del producto (ejemplos en material anexo).

Seminario 2/9: Sobre los siguientes ejes 1. El contexto cultural en relación a la producción y el diseño desde 1970 a hoy en el mundo. 2. La situación del diseño Argentina desde 1970 a hoy en relación al panorama histórico-cultural a nivel mundial. 3. Las tendencias del diseño posmoderno según André Ricard. 4. La diversidad del diseño Argentino en relación a las tendencias del diseño posmoderno.

CRITERIOS DE EVALUACIÓN 1. Manejo de la información (interpretación de consignas, investigación personal, capacidad de selección) 2. Desarrollo de la capacidad de análisis, de reflexión y de crítica. 3. Comunicación (oral, escrita y gráfica) 4. Compromiso, cumplimiento y participación

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA (ver datos de edición en Lineamientos de la Cátedra

- Albera – Monti: El diseño italiano - Auge, M.: Los ‘no lugares’. Espacios del Anonimato. Una Antropología de la sobremodernidad. Versión completa en: http://es.scribd.com/doc/7157745/Marc-Auge-Los-No-Lugares - Bauman, Z: La globalización. Consecuencias humanas - Blanco, R.: Crónicas del diseño industrial en la Argentina - Bonsiepe,G.: Del objeto a la interfase: Mutaciones del Diseño - Bürdeck, B.: Diseño. Historia, teoría y práctica del DI - Fernandez, S: Bonsiepe, G.: Historia del diseño en América Latina y el Caribe. Industrialización y Comunicación visual para la autonomía.

- Costa, J.: Imagen corporativa en el siglo X

- Gay, A. y Samar, L.: El diseño industrial en la historia - Fiell, Ch. y P.: El diseño del Siglo XXI - Hobsbawm, E.: Historia del siglo XX - Kosacoff, B., Forteza, J. y otros: Globalizar desde Latinoamérica. El Caso ARCOR” McGraw-Hill, - Lucie - Smith, E.: Movimientos en el Arte desde 1945 - Maldonado, T.: El Diseño Industrial reconsiderado - Manzini, E.: Artefactos. Una nueva ecología del consumo -Morace, F.: Contratendencias. Una nueva cultura del consumo - Montaner, J. M.: Las formas del Siglo XX - Monden, Y: Sistema de producción Toyota

- Sparke, P. y otros: Diseño. Historia en imágenes - Tambini, M.: The look of the century

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TEXTOS COMPLEMENTARIOS

"América Latina frente a la globalización”: Exposición de Ignacio Ramonet "Todos los estudiantes latinoamericanos deben de tener ideas claras sobre como el fenómeno de la globalización se difundió en América Latina, qué consecuencias tuvo su aplicación y la reacción de la sociedad latinoamericana frente a ese proceso económico, político y social." Ignacio Ramonet, director de "Le Monde Diplomatique" realizó este llamado en su exposición: "América Latina frente a la globalización" el pasado 10 de junio, en el marco de un ciclo de conferencias que tuvo lugar en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua. A continuación reproducimos lo sustancial de su interesante reflexión. ¿A qué le llamamos globalización? La globalización es un fenómeno que pretende ser únicamente económico y pretende serlo con mucha arrogancia. En realidad, pretende ser la única fórmula económica que funciona, basándose en el principio del neoliberalismo. Es decir, la idea de que después del fracaso de la Unión Soviética ya no hay vías alternativas en materia económica. Esta idea, desarrollada originariamente por un grupo de economistas estadounidenses, esencialmente por Milton Friedman, que en los años 70 desarrollaron la idea de que, para favorecer la flexibilidad de la ideología, a todas costas había que reducir la talla del estado. Pensaban que el estado, a lo largo del siglo XX, había tenido la tendencia a extenderse demasiado, a ocupar mucho espacio y que por consiguiente, había que reducirlo, había que suprimir al estado y a una de sus más importantes prerrogativas. Es decir, el estado no tenía que jugar ningún papel económico, no poseer nada, ni recursos en dinero, ni tierras, ni empresas estratégicas como las del transporte, servicios básicos, etcétera. El estado debía vender o sea privatizar Estas privatizaciones, que empezaron de forma brutal en los años 80, se hacían por primera vez en la historia. Después del siglo XVIII, los estados vivieron un gran desarrollo y fueron también actores económicos para poder tener los medios y distribuir la riqueza nacional. Antes, en muchos países donde había sólo algunas riquezas, estas pertenecían a unos pequeños grupos de la sociedad, las oligarquías que poseían el 80 o 90 por ciento de la riqueza nacional. La situación era extremadamente injusta y la gente seguía protestando. Esos pequeños grupos (un 10 por ciento de la población), defendían sus privilegios apoyándose en un aparato represivo fuerte, que no servían para defender al país, sino a los ricos de los pobres. En las sociedades modernas, a partir del siglo XIX y después de una serie de revoluciones, poco a poco el

estado se apropió de estas propiedades para distribuir la riqueza entre la mayoría de la sociedad. El estado pasó a ser un actor económico muy importante. A lo largo del siglo XX, el estado había desarrollado su capacidad de cobrar impuestos a los que debían de pagar impuestos, es decir a los que más ganaban y estos impuestos servían al estado para construir las infraestructuras que permiten darle a la sociedad lo que necesita, los servicios básicos. Se transformó en un estado benefactor introduciendo los principios de la seguridad social, la jubilación. Un estado estratega para el futuro y planificador. Ese estado era en definitiva un estado para los pobres. La tesis de la globalización era que ese estado tenía que desaparecer y de igual manera tenían que desaparecer los impuestos, con la idea de que 'un estado mínimo es un estado mejor', 'menos estado, mejor estado', pero eso era bueno sólo para los ricos y no para los pobres. Entonces se desarrolló la tesis de que había que privatizar todo lo que pertenecía al estado. Si un país poseía petróleo y pertenecía al estado, al privatizarlo ocurría que lo compraban los ricos o peor, lo compraban los extranjeros y el país perdía el único recurso para ayudar a los más necesitados. (?) Reducir al estado quiere decir también disminuir su Presupuesto y por consiguiente, el número de sus funcionarios y los países que han aplicado la globalización han despedido a miles de funcionarios, han reducido su jubilación y en muchos países ya casi no existe una educación y una sanidad públicas. Los más pobres van a una escuela de escasa calidad y los ricos van a la escuela privada, manteniendo de esa manera la estratificación social: los más pobres siempre serán pobres y los ricos siempre serán ricos. La globalización ha creado un desposeimiento de la riqueza y de la soberanía nacional, manteniendo una diferencia de categoría social y de gasto social muy marcado. Y esto en un contexto político, el de los 90, donde por razones históricas no había una gran

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voluntad de réplica social. Esta teoría fue aplicada sin consultar a la sociedad. El primer país donde se aplicó fue en el Chile de Augusto Pinochet, quien con la fuerza agresiva de la dictadura, pudo imponer esta reforma e intimidar a la sociedad que no podía replicar por miedo a la represión. Se aplicó después en el Reino Unido, en Inglaterra, con el gobierno de Margareth Thatcher en 1979. Allí logró romper a los sindicatos, privatizar el transporte, las minas, terminando una tradición de dos siglos de luchas sociales. En 1980 ganó las elecciones Ronald Reagan, quien introdujo en los Estados Unidos esta teoría de la globalización y la aplicó en todas las instituciones controladas por los Estados Unidos, como son el FMI y el Banco Mundial. A partir de ese momento, controlando a estas instituciones, la globalización comenzó a extenderse a todos los países. El segundo país en América Latina donde se aplicó esa nueva teoría fue en Bolivia. Fue una verdadera ¿terapia de choque?, donde con una brutalidad impresionante se le arrebató a la sociedad y a los trabajadores sus derechos y la riqueza del país. En 1983, el presidente Sánchez de Lozada en su primer mandato comenzó esta terapia de choque con la privatización de los hidrocarburos. Siguió Perú con el gobierno de Alberto Fujimori y Venezuela, donde en 1992 Carlos Andrés Pérez aplicó la misma terapia y se produjo una insurrección popular conocida como ?el Caracazo?, donde el Ejército reprimió al pueblo dejando entre 2 y 3 mil víctimas y posiblemente muchas más. (?) Dos años después, el primero de Enero de 1994, entró en vigor el primer Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, Canadá y México (NAFTA). El mismo día, ingresaron en escena los zapatistas del Subcomandante Marcos, quienes salieron de la Selva Lacandona para protestar simbólicamente contra el NAFTA y ocuparon San Cristóbal de Las Casas con las armas. En esta ocasión, el Subcomandante Marcos por primera vez comenzó a difundir una visión clara sobre la globalización y sus efectos. Cuando los zapatistas entraron en San Cristóbal de Las Casas, la que hoy llamamos globalización, aún no tenía nombre. No sabíamos darle un nombre a este fenómeno de privatizaciones, violaciones a los derechos laborales, transformaciones de la economía. Las finanzas comienzan a tener más importancia que la producción industrial. Los analistas pensaban todavía que eran fenómenos separados y no una sola fórmula, donde existe una sola solución a los problemas económicos. Yo había propuesto llamarle 'el Pensamiento único', porque no se nos permitía pensar de otra manera, esto era lo único que funcionaba y había que aceptarlo como

un dogma indiscutible. Después se comenzó a llamarle 'globalización' pero el Subcomandante Marcos ya lo había entendido, a través de sus reflexiones por la Internet. ¿Qué estaba pasando en América Latina desde hace más de 10 años? Estaban instaurándose experiencias de globalización. Había protestas, como en Caracas, pero no muchas más en otros países. Esto se debía también al hecho de que todos los medios de comunicación repetían constantemente a la gente que se trataba de fórmulas mágicas, que iban a permitir a las sociedades la entrada en la modernidad, en el desarrollo, en la riqueza para todos y la gente esperaba ver lo qué iba a pasar y las mismas víctimas de la globalización no se atrevían a protestar. Hoy la situación de la comunicación no ha cambiado mucho. A diferencia de los primeros años 90, el sistema de comunicación es mucho más sofisticado, hay una gran proliferación de medios escritos, radiales, televisivos y la comunicación es masiva, sin embargo la constatación es que todo ese sistema en realidad no está presentando una variedad de información, sino la misma información. Existen muchas fuentes, pero en realidad funcionan como una unidad, un sólo mensaje ideológicamente de apoyo indiscriminado a la globalización y de crítica sistemática e igualmente indiscriminada contra al pensamiento disidente y a quienes critican a la globalización. Los que tienen recursos pueden buscar esta información crítica en la Internet, pero esto presupone un cierto nivel de educación, de formación y de recursos económicos. El tema de la comunicación mediática internacional está funcionando como el aparato ideológico de la globalización, como la maquinaria de propaganda de la globalización. Después de 1994 se empezó a reflexionar a escala internacional sobre cómo combatir a esta teoría que se estaba aplicando también en el Norte y la estaban aplicando los gobiernos de derecha y también de izquierda, provocando estragos muy importantes. Comenzó a surgir un pensamiento autónomo de cómo reflexionar para identificar la globalización. Era como si todos tuviéramos una enfermedad de la cual se conoce su sintomatología, pero sin saber de qué enfermedad se trataba, sus causas y las relaciones entre los diferentes síntomas. Poco a poco se encontró una definición que nadie había teorizado. Empezamos a organizarnos con la participación de asociaciones, Ongs, sindicatos y comenzamos a protestar, pero no contra la globalización en general, sino contra sus aplicaciones en cada país. En particular se intentó detectar a las organizaciones que estaban estimulando a la globalización, como el motor de la globalización.

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En diciembre de 1999 en Seattle, Estados Unidos, se produjo una gran manifestación en que participaron organizaciones que venían de muchos países, porque en esta ciudad se desarrollaba por primera vez una cumbre de una organización todavía poco conocida: la Organización Mundial del Comercio (OMC). La OMC es uno de los motores de la globalización y es la que dice a los países como deben comportarse para abrirse a los capitales extranjeros, como sacrificar a sus trabajadores para que se puedan instalar las empresas que no respetan los derechos laborales, que dan sueldos de miseria, que ofrecen puestos de trabajo-basura y que dicen que esto es bueno para el país. Allí se denunció que la OMC era una organización responsable de las grandes tragedias sociales que se producen en el mundo. A partir de ese momento comenzaron protestas en todo el mundo contra la globalización y las sociedades comenzaron a levantarse. En Cochabamba, la empresa transnacional que había comprado la distribución del agua y que empezó a aumentar su precio se enfrentó a la ira de la gente y tuvo que irse. En Arica, Perú, se había privatizado la electricidad con el consiguiente aumento de las tarifas. La gente comenzó fuertes protestas y la empresa tuvo que bajar los precios. En Costa Rica, también protestaron e impidieron las privatizaciones. Después se comenzó a pensar de que no sólo se debía protestar, sino que se tenía que pasar a una nueva etapa, y reunirse en un lugar a nivel del mundo para buscar y proponer, juntos, soluciones alternativas a la globalización. En 2001 decidimos hacerlo en una ciudad de Brasil, en Porto Alegre y llegaron 15 mil personas. En este primer encuentro mundial se reflexionó y se buscaron alternativas, difundiéndolas cada quien en sus propios países. En 2002 llegaron 70 mil personas y se sumaron otros movimientos y organizaciones. Los globalizados empezaban a producir teorías sobre la globalización, al tiempo que analizaban cómo se podía pasar a otro sistema. (?) Existe hoy en América Latina una luz frente a los estragos sociales producidos por la globalización y una esperanza de

que sea posible otro tipo de economía. Una economía más humana, más solidaria, que ponga al centro de su actuar en la persona y no a la riqueza y al egoísmo. Creo que hoy día un gobierno que pretenda realizar cambios sociales importantes o devolver a la sociedad la riqueza que se le ha robado durante siglos, para permitir que la gente pueda vivir con dignidad, con trabajo, educación, sanidad, viviendas, tiene que ser muy modesto. No se puede pensar, como se pensó en otra época, que el gobierno tiene todas las soluciones, que llega con un programa para hacer todo desde arriba. Lo que tiene que hacer es escuchar a la sociedad: qué es lo que la sociedad está pidiendo como cambio, qué tipo de solución está buscando en los diferentes ámbitos sociales, cuál es la mejor solución que colectivamente la sociedad está queriendo encontrar en materia de producción, organización, en lo social. Es indispensable que el movimiento social aporte a las soluciones y es lo que el Subcomandante Marcos resume en una frase, de que 'el Gobierno tiene que mandar obedeciendo', no mandar con soberbia y lo debe hacer independientemente del tipo de poder político que se presente. Es lo que hizo Evo Morales con la nacionalización de los hidrocarburos, donde se necesita mucho valor para soportar las críticas. Está claro que no lo hizo porque era un capricho, sino porque la sociedad que lo eligió se lo pedía y quiere que la riqueza de Bolivia regresara a Bolivia y lo mismo será con la reforma agraria. Al mismo tiempo los movimientos sociales tienen que organizarse y trabajar desde abajo y no esperar que todo llegue desde arriba. Esto es definitivamente lo más importante para que siga la esperanza de que nuestra sociedad latinoamericana pueda de verdad soñar en que otro tipo de mundo sea realmente posible". Ignacio Ramonet http://www.rel-uita.org/ Fecha artículo: vie 16 jun 2006 07:15:00 CEST

MARC AUGÉ / LOS NO LUGARES, ESPACIOS DE ANONIMATO

Marc Augé (Poitiers, 1935) es profesor de antropología y etnología de l’École des Hautes Études en Sciences Sociales de París, institución de la que fue director (1985-1995). También ha sido responsable y director de diferentes investigaciones en el CNRS. Entre sus numerosos libros cabe destacar El genio del paganismo (1982), Travesía por los jardines de Luxemburgo (1985), El viajero subterráneo. Un etnólogo en el metro (1986), Dios como objeto (1988), Hacia una antropología de los mundos contemporáneos (1994), El viaje imposible. El turismo y sus imágenes (1997) y Las formas del olvido (1998). Comentario del libro:

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Los «no lugares» son aquellos espacios que no existían en el pasado, pero que ahora aparecen como ubicación innegable en el devenir del hombre contemporáneo. Se caracterizan por su propia condición de enclaves anónimos para hombres anónimos, ajenos por un período de tiempo a su identidad, origen u ocupaciones. Como afirma Marc Augé: «Si un lugar puede definirse como lugar de identidad, relacional e histórico, un espacio que no puede definirse como espacio de identidad ni como relacional ni como histórico, definirá un no lugar. La hipótesis aquí defendida es que la sobremodernidad es productora de no lugares, es decir, de espacios que no son en sí lugares antropológicos y que contrariamente a la modernidad baudeleriana, no integran los lugares antiguos.» La mención a Baudelaire es intencionada: Augé yuxtapone los no lugares actuales a aquellos lugares que encontramos en los textos de Baudelaire, Chateaubriand, Proust o Benjamin, unos lugares anclados en la memoria que se identificaban gracias al poder de la palabra de los actores que los habitaban, gracias a la fuerza de los hablantes. Ahora, en cambio, los no lugares apenas permiten un furtivo cruce de miradas entre personas condenadas a no reencontrarse, mudas. Para Augé entre los «no lugares» paradigmáticos se cuentan «las autopistas y los habitáculos móviles llamados «medios de transporte» (aviones, trenes, automóviles), los aeropuertos y las estaciones ferroviarias, las estaciones aeroespaciales, las grandes cadenas hoteleras, los parques de recreo, los supermercados, la madeja compleja, en fin, de las redes de cables o sin hilos que movilizan el espacio extraterrestre a los fines de una comunicación tan extraña que a menudo no pone en contacto al individuo más que con otra imagen de sí mismo». El autor realiza un minucioso análisis de estas superficies a partir de su condición de antropólogo y etnólogo, enmarcándose voluntariamente en la que denomina una «antropología de lo cercano», la cual se sustenta en su defensa de una antropología «del aquí y el ahora». Como observador e investigador de campo, Augé analiza algunos de los procesos habituales del hombre posmoderno –o sobremoderno–, desde la compra de víveres en el supermercado hasta el acceso a las salas de embarque de un aeropuerto. De ese modo, logra descodificar un tipo de lenguaje que es ajeno a la palabra en su concepción tradicional, y que le lleva a afirmar que el usuario, al relacionarse con los no lugares, se inscribe siempre en una relación contractual. Ese contrato «tiene

siempre relación con la identidad individual de quien lo suscribe» y se visibiliza de muchas maneras diferentes: de forma expresa mediante el billete que se presenta al revisor, a la azafata o a la salida de la autopista de peaje; de forma tácita, pero también vinculante, al empujar el carrito que el supermercado pone a disposición de los clientes. Aunque con dos precisiones importantes: el usuario del no lugar, señala Augé, siempre ha de probar su inocencia (basta recordar cuántas veces se le demanda el carné), y actúa desposeído de sus identificaciones actuales o habituales. Desde esa caracterización, el hombre del no lugar no es únicamente un hombre anónimo, es, sobre todo, un hombre solo. Y Augé acaba presentando una visión del hombre moderno que cobra las dimensiones de una etnología de la soledad. Los no lugares. Espacios del anonimato (1993), es un libro tan riguroso en su análisis de las pequeñas cosas como provocador en sus conclusiones. Su texto tiene efectos colaterales, no obstante, nada desdeñables: si tras leer a Proust las magdalenas ya no volvieron a saber igual, después de este libro las esperas en los aeropuertos, las colas en los peajes, adquieren una nueva significación, en un mundo que podía sentirse asfixiante en su devenir, pero que no parecía inquietante en el deambular cotidiano.

Reflexiones del antropólogo Marc Augé sobre la identidad y la tecnología http://axxon.com.ar/not/151/c-1510220.htm

(La Nación) "Es estúpida la idea de que la multiplicación de los contactos con el exterior es una amenaza contra la identidad, algo que se escucha a menudo", afirma el etnólogo Marc Augé. "Creer esto presupone que hay una identidad desde siempre constituida así, y nunca fue el caso", explica el autor de Hacia una antropología de los mundos contemporáneos y Travesía por los jardines de Luxemburgo, entre muchas otras obras.

Para Augé, que prefiere decir que su disciplina es la antropología, ya que, desde su punto de vista, "es como una etnología comparada porque se define empíricamente por el objeto intelectual y no por el tipo de poblaciones que estudia", siempre ha habido crisis de identidad, individuales y colectivas. "No hay identidad sin la presencia de los otros. No hay identidad sin alteridad", subraya.

Augé es también el autor de Los no lugares, espacios del anonimato, donde observa los aeropuertos y los complejos cinematográficos organizados para olvidar y perder la identidad. Esos "no lugares sin historia que afectan nuestras representaciones del espacio,

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nuestra relación con la realidad y nuestra relación con los otros", dice.

"La identidad se construye en el nivel individual a través de las experiencias y las relaciones con el otro. Eso es también muy cierto en el nivel colectivo. Un grupo que se repliega sobre sí mismo y se cierra es un grupo moribundo", sostiene este intelectual, de 70 años.

—En defensa de la identidad se evocan a menudo "las raíces" de un pueblo o una nación? —Esta metáfora de la raíz se asimila a la idea de tierra de los orígenes. Sin embargo, en la mayoría de los casos, la historia trata de grupos que se movieron. Se reivindica una identidad en parte ilusoria y se la cree amenazada precisamente porque no se llegan a admitir las relaciones de alteridad. No es la alteridad la que pone la identidad en crisis. La identidad está en crisis cuando un grupo o una nación rechaza el juego social del encuentro con el otro. —Su objeto de estudio es la sociedad. ¿Qué es lo que percibe en la sociedad contemporánea? —Estamos en una sociedad de consumo, que define nuevos modos de individualidad. Se asocia menos a la idea del capitalismo la del individuo emprendedor, a pesar de que esta imagen existe aún. En el nivel de las grandes masas, portarse bien es consumir mucho. El índice de consumo es el índice de salud de un país. El consumo se dirige a individuos tipo, que son la imagen de los consumidores. Tenemos interlocutores ficticios en la televisión, pero que cumplen un papel importante para el consumidor. Hay gente que no soportaría vivir sin tener su cita diaria con el noticiero o con el reportaje del sábado. Esta relación estructura el tiempo. — ¿Cree que es un problema la relación que tenemos con la imagen? —Pasamos gran parte de nuestro tiempo reconociendo a gente que no conocemos. Es una experiencia sin precedente, inédita. ¿Cuál es el carácter de la relación que hoy podemos tener con estas imágenes, que no son puras invenciones? A diario veo por la televisión a Chirac, Bush o Putin. ¿Cuál es la naturaleza de esta relación? Es, a la vez, familiar e ilusoria. El hecho de que este mundo de imagen ocupe una importante parte de mi tiempo hace que me plantee un verdadero interrogante. —¿Sobre la importancia de la imagen para cada individuo? —Hay una sobrevalorización constante de la imagen. Los que están en la pantalla tienen una forma de existencia más fuerte, desde un cierto punto de vista, porque millones de personas los

reconocen. De ahí el sentimiento de que hay que pasar a través de la imagen para existir. La mejor manera de cautivar a las audiencias es darles la impresión de que pueden estar en la televisión. De ahí el éxito de los reality shows. —¿Surgen nuevas formas de relación en la sociedad actual? —Estos nuevos modos de relación están ahí y van a multiplicarse y perfeccionarse aún más. No sólo hay que vivir con ellos, sino que hay que quererlos. La paradoja es que, en efecto, estos nuevos medios de comunicación multiplican tanto las posibilidades de relación con el exterior que pueden producir una especie de vértigo y, quizá, de soledad. -¿Hay que adoptar y querer las nuevas tecnologías? —Las nuevas tecnologías de comunicación, en cuanto medios, son algo extraordinario, que multiplica las posibilidades. Ahora bien, por su éxito y por los modos que toman en la sociedad de consumo, puede ocurrir que los medios se conviertan en un fin en sí, bajo diferentes aspectos. Pienso que no hay que perder de vista que los medios de comunicación son medios y que las imágenes son imágenes. Pero como vivimos en un mundo donde la realidad está repleta de imágenes, podemos dudar acerca de cuál es el nivel de realidad exacta. —Usted señala un riesgo inherente al sobredesarrollo de las tecnologías, que es confundir los fines con los medios. ¿Cómo sería posible controlar esa relación? —Sólo intensificando la relación con los medios y con las imágenes se podrá controlarla. Como ejemplo: si se les enseña a los niños a hacer películas, estarán menos alienados con la imagen, porque comprenderán que es algo que se fabrica. Hay que formarlos no como consumidores, sino como creadores. El nuevo humanismo es eso: formar a la gente para que controle los instrumentos. Formarlos para crear. —¿Cómo debemos tomar, entonces, la comunicación instantánea? —Sólo como un medio. El carácter instantáneo de la comunicación es uno de los factores que ayudan a la difusión de esa idea según la cual la historia terminó y que no hay nada más por imaginar que lo que existe. Ese sentimiento contribuye al desencanto laico que hay en el mundo. No se espera nada del futuro, no hay perspectivas entusiastas, lo que es sorprendente, porque, al fin y al cabo, todavía

tenemos todo por descubrir

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EL DISEÑO INDUSTRIAL EN LA POSMODERNIDAD

Lidia Samar

La posmodernidad hace más patente el descontento no tanto

de la modernidad en sí, sino de las catástrofes, degradaciones y locuras acaecidas en su transcurso (guerras, fanatismos,

totalitarismos, genocidios, miseria). No se trata de un retorno a un pasado irrecuperable sino de un anhelo de que una

hipertrofia tecnológica, un caos social, un arte sólo nutrido de sí mismo no aniquelen al hombre azorado - verdadero

aprendiz de brujo – ante su propia creación vertiginosa.

Delfín Leonardo Garasa 1

Allá por 1972, en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, se realizó la exposición de diseño italiano titulada : “El nuevo paisaje doméstico” donde, mediante el montaje de distintos ambientes para vivir, los italianos impactaron en el mundo del diseño con productos que iban a ser los primeros de un sinnúmero de propuestas en las que los objetos en su concepción, relegan a un papel secundario su valor utilitario y los procesos de producción industrializados para dar priorizar los aspectos estético-formales y simbólicos. De este modo, se fue consolidando la corriente “Diseño Radical” o “Antidiseño”, que buscaba superar las limitaciones impuestas por la ‘doctrina funcionalista’ y el concepto la ‘buena forma”, y que se constituyó en una férrea oposición hacia quienes consideraban que el diseño debía ser un medio para identificar una posición social – status symbol-. Esta corriente surgió como una alternativa de diseño sumamente influenciada por el arte pop (movimiento surgido en la década del sesenta) y con el rescate de algunos aspectos de culturas sumergidas por el mundo moderno. Ettore Sottsass, Alessandro Mendini, Andrea Branzi, Gaetano Pesce, los Grupos Archizoom y Superstudio, etc., se constituyeron en los principales referentes de un accionar que pretendía poner en evidencia la necesidad de superación de los dogmas funcionalistas y consumistas que regían la relación industria-sociedad y en la que consideraban que el diseñador sólo era un instrumento del empresariado. De este modo lograron instaurar un fructífero debate que abrió nuevos caminos en el ámbito del diseño y que por cierto fue el aporte más importante de esta corriente. Posteriormente, Ettore Sottsass - en la Feria del Mueble de Milán en 1981- presentó a Memphis, agrupación que nucleó a importantes diseñadores italianos, japoneses, españoles y estadounidenses y cuyos orígenes se reconocen en el grupo milanés Studio Alchymia, uno de los baluartes de la vanguardia sesentista. Los diseñadores de Memphis tuvieron como denominador común de su accionar el acento en el contenido formal de sus productos, realizando experiencias concretas de diseño bajo el objetivo de brindar alternativas inspiradas en una diversidad de contextos culturales y que buscaban superar las tradicionales categorías de forma, función y técnica. El resultado fue un conjunto de de provocativas propuestas que incursionan en el plano de lo lúdico relegando los condicionantes de fabricación y ergonómicos, convirtiéndose en muchos casos en la antítesis de lo que debe proponer un diseñador industrial. Pero estas búsquedas surgidas en Italia, un país que recién a partir de los años cincuenta comienza a recuperar el protagonismo perdido dentro del debate cultural europeo, no son un hecho fortuito sino que responden a cambios más profundos que superan el ámbito del diseño. La puesta en crisis de los valores del mundo moderno - que tuvo en la década del sesenta sus manifestaciones más contundentes- ha definido una nueva instancia cultural: la posmodernidad, y en ella encontramos los fundamentos de éstas y otras manifestaciones particulares dentro del campo del diseño. Entendida por algunos como una verdadera ruptura con la modernidad, mientras que para otros consiste en una continuidad de ella a partir de la exarcebación de sus propios contenidos y sus contrasentidos, la posmodernidad es la consecuencia de la decadencia de la sociedad industrial y de las transformaciones sociales, económicas y políticas. Frente a las certezas que la modernidad proclamaba e imponía: un nuevo orden social y cultural sustentado en las fuerzas productivas, la ciencia y la técnica como soportes del poder del hombre, el dominio de la naturaleza, la ausencia de parámetros inmateriales, subjetivos y afectivos y el sostenimiento de que la

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razón es la única fuente de conocimiento, surge esta nueva actitud que tiene su soporte en una actitud crítica y que da cabida a todo aquello que el proyecto moderno excluía. La intuición, lo sensible, lo afectivo, lo emotivo, el placer, son recuperados como otro modo de comprender la realidad en la que se está inmerso y que son la alternativa al modo de conocimiento lógico que propone el racionalismo. Los grandes avances científico-técnicos en el campo de la informática, la cibernética, la robótica,la telemática, la electrónica, han promovido cambios sustanciales : en los procesos de producción, en los procesos de conocimiento, en las comunicaciones, en la noción de espacio y tiempo, incluso desde la bioingeniería se ha llegado a incursionar en un plano tan discutible como lo es el de la generación de vida humana con métodos cada vez más alejados de la propia naturaleza del hombre. La caída del Muro de Berlín, la unificación de Alemania, las grandes transformaciones socio-políticas y económicas en la Unión Soviética, la desaparición de regímenes comunistas en el este europeo, las Guerras en el Golfo, el desmembramiento de Yugoslavia y Checoslovaquia y el consecuente surgimiento de nuevos estados europeos, el fin del apartheid en Sudáfrica, el vislumbramiento de mejoras en la relación entre Palestina e Israel, constituyen los grandes acontecimientos van acompañados de grandes problemas comunes a toda la humanidad: hambre, analfabetismo, desempleo, riesgos nucleares, contaminación ambiental, que no hacen más que generar estados de alarma, desconcierto, violencia e incertidumbre en un ‘nuevo orden mundial’ que los medios de comunicación se encargan de proclamar y difundir. El mundo superó la división en bloques y se somete ahora a continuas transformaciones que sólo responden a los intereses económicos de una cada vez más sólida política económica neoliberal con una nueva organización geopolítica cuyas decisiones políticas están supeditadas a los intereses y poderes transnacionales económicos y financieros . El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, promueven la integración económica con medidas entre las que se cuentan la creación de zonas de libre cambio como el MERCOSUR. El mundo globalizado asiste a la universalización de los modelos culturales de las sociedades avanzadas y al protagonismo económico de algunos países asiáticos como Taiwan, Hong Kong, Singapur y Corea del Sur, que continuando el proceso inciado en Japón, fueron convirtiéndose en líderes mundiales de la exportación de alta tecnología. En la posmodernidad se reconocen y valoran “subculturas” que hasta ahora estaban sumergidas y hasta menoscabadas por la cultura dominante. A nivel de diseño incluso surge una revalorización de lo étnico como fuente de inspiración. Por otra parte los desequilibrios ecológicos generados por el propio desarrollo le han hecho tomar conciencia al hombre de que su actitud moderna y occidental de hegemonía por sobre el resto del universo es sólo un arma que se va volviendo en su contra . Así, se va generando una tendencia cada vez más consistente que promueve la toma de conciencia ambiental y las búsquedas del mejoramiento en la calidad de vida. Se instaura socialmente el interés declarado por la conservación y el equilibrio ambiental, asumiendo el hombre su responsabilidad dentro del sistema ambiental. El compromiso está orientado hacia un nuevo enfoque que pretende revertir el modelo económico basado en los sistemas productivos y de consumo en otro que se asienta en la prestación y uso de servicios. Esta postura requiere de trasformaciones sustanciales no sólo en el ámbito tecnológico sino también en nuevos vínculos sociales y nuevos comportamientos, buscando superar el aislamiento generado por las formas de información y de comunicación mediatizadas. Los años setenta señalan la aparición de la primera calculadora de bolsillo, el primer ordenador personal, el primer walkman. En breve tiempo se han ido produciendo cambios sustanciales en la concepción y producción de los objetos industriales, en las que la miniaturización de componentes y la incorporación de tecnologías de avanzada- como por ejemplo la multifacética aplicación del laser- han tenido un papel preponderante. Las múltiples posibilidades que brindan las nuevas tecnologías también provocan transformaciones radicales en la relación que el hombre establece con el universo objetual y sus modos de comunicarse y

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expresarse. Las ‘autopistas informáticas’ pasarán a ser en los noventa un cotidiano modo de comunicación y de transmisión de información instantáneo y sin fronteras, que desafía las barreras del tiempo y el espacio. De esa nueva relación sujeto-objeto surge el concepto de diseño interactivo que llega a establecer vínculos muy fuertes, casi “coloquiales”, donde el producto se convierte en una suerte de “objeto interactor” que es capaz de “ elaborar, memorizar y transmitir información” – a decir de Manzini(2)-. Esas variaciones son tan contundentes que no sólo se ven reflejadas en el modo en que el hombre se comunica con el mundo - real y verdadero -en que el que está inserto, sino que además le permite incursionar y hasta reemplazarlo por “el mundo de lo virtual”, el mundo de la simulación que carece de materialidad propia.Y es justamente aquí donde se produce la ruptura total con los postulados del Movimiento Moderno, cuya “cultura del proyecto surgió con el mito de la sinceridad y de la transparencia: el material debía mostrarse sinceramente en su intrínseca calidad. El mecanismo debía ser transparente en sus órganos de funcionamiento y determinar la forma sincera ( y por tanto “justa” y “bella”) del objeto” (3). En el contexto actual, “trabajamos con materiales que pueden asumir ‘sinceramente’ cualquier tipo de imagen, con ‘mecanismos’ de tan reducidas dimensiones que escapan a nuestros sentidos...” (4) Incluso el mundo virtual permite a una persona situada en un espacio creado en el ordenador y mediante la “ayuda de determinadas prótesis ópticas, táctiles o auditivas” (5) tener experiencias psicoperceptuales independientes de su propia realidad. Manzini hace referencia a los objetos actuales sobre los que considera que parecen perder cada vez más su materialidad y que el mundo va siendo poblado de una mayor cantidad de desechos cuyo “resultado global es la.producción de un ambiente artificial cada vez más similar a una segunda naturaleza, cuyas leyes se presentan como misteriosas” y expresa que ante “la necesidad de fundar una cultura, en particular una cultura del proyecto y una cultura industrial capaz de verse a sí misma en un mundo limitado, debe considerar el siguiente punto de partida: el contraste entre la experiencia de la desmaterialización causada por la evolución técnica, y por otro lado la búsqueda de una cercanía afectiva y del contacto sensorial como profunda reacción humana ante estos procesos de desmaterialización”. (6) Y en la construcción de esa ‘nueva naturaleza artificial’ tienen cabida diversas posturas frente a la respuesta que debe dar el diseño a los requerimientos de la sociedad posmoderna. A grandes rasgos podemos diferenciar cuatro grandes tendencias que tienen como referencia aquella clasificación que realizara el diseñador español André Ricard (7):

La que da continuidad a la estética depurada del diseño moderno, remitiéndose a un repertorio de formas básicas, muy sencillas pero de una gran calidad en los materiales empleados, en la ejecución y en los acabados.

La que exarceba los aspectos tecnológicos ya sea adoptando tecnologías de gran desarrollo (high tech) o bien simulando una gran complejidad técnica en la apariencia externa de los productos.

La que propone formas expresivas toscas y rudimentarias, con permanentes alusiones a herramientas y utensilios y a veces hasta con materiales no habituales en la industria – hormigón, cartón corrugado-. Manifiestan una suerte de rechazo al orden establecido mediante las proporciones, la coherencia, la armonía, la simetría e incluso a las búsquedas de confort.

La que abarca el espectro más grande y variado de propuestas que surgen como resultado de la gran libertad que los diseñadores y empresas tienen para resolver las formas de los productos, pero sin dejar de lado la compatibilidad con la función.

La que sacrificando la practicidad de los productos pone por sobre todas las prioridades el interés de crear “objetos espectáculos” que llaman la atención por la particularidad de sus formas - a veces divertidas, a veces inusuales, y en algunos casos hasta ridículas.

Esta clasificación permite ordenar y facilitar la comprensión del multifacético mundo de los objetos de la producción industrial pero de ninguna manera debe ser empleada para ‘encasillar’ a los distintos diseñadores, ya que sus propuestas , si bien en algunos casos guardan una total unidad, son la consecuencia de una serie de variables que enmarcan y condicionan su labor. Referencias (1) Garasa,D. L.: “La posmodernidad y sus límites”. Artículo publicado en diario La Nación , Buenos Aires, 21/7/1988 (2) Manzini, E. : “Artefactos. Una nueva ecología del ambiente artificial” Celeste Ediciones.; Madrid, 1992, (5) Maldonado, T.: “Lo real y lo virtual” Gedisa Editorial, Barcelona, 1994. (6) Manzini: op. cit. pág. 41

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MEMORIAS DESCRIPTIVAS Silla GILDA Diseño: G. Bernal y R. Isern Produce: Montseny Año 1989 Estructura de madera de haya y tapizada en tela “Gilda es una silla alta cuya utilidad es la de servir como silla de comedor aportando máxima comodidad. Se ha utilizado la ergonomía de la espalda y las uniones con los travesaños que forman el marco del asiento, como una excusa para tratar las patas-respaldo de una forma sinuosa y ondulante, con diversos giros y cambios de grosor en su sección. Las patas delanteras tienen reminiscencias históricas, ya que todo el lenguaje de la silla pretende mostrar una compleja elaboración de la madera. Diseño, calidad y tradición armonizan en esta pieza con su sobriedad y robustez y definen por sí solos la minuciosa elaboración del producto. Sinuosa, sus formas recuerdan las de una mujer y de ahí su nombre” Fuente: Revista ARDI Nº 10 Año II, Julio-Agosto 1989, Barcelona, España. pág. 166

Silla SENTADA Diseño: Enric Miralles /Carmen Pinos Produce: Artespaña Año 1988 Madera laminada de sicomoro con estructura metálica de soporte en tubo de acero inoxidable. “Una serie de láminas de madera curvadas dan forma a la superficie de asiento y respaldo. La Sentada es un haz de láminas unidas, casi atadas, por la estructura metálica del soporte. La altura de éstas puede ser variable, dando lugar a respaldos altos o bajos. Algo de sus ocupantes queda en ellas al estar vacías. Las ligeras variaciones que sobre las distintas láminas del respaldo se pueden llevar a cabo, las diferencias en el orden de montaje de las mismas, la altura, la existencia o no de brazos para el fumador, constituyen casi una broma sobre las diferentes personalidades de los ocupantes de la insólita silla. Mediante su combinación y variación del tamaño de la estructura metálica de soporte aparecen el sillón, la silla ancha, un pequeño banco… en fin, toda una familia de sillerìa con el mismo acorde pero a la vez con notas diferentes” Fuente: Revista ARDI Nº 10 Año II, Julio-Agosto 1989, Barcelona, España. pág. 170

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Silla DUNA Diseño: Josep Mora Produce: Andreu World Año 1985-1989 Son tres piezas de madera contrachapada. “Cuando me planteé el diseño de una nueva silla me propuse tres objetivos: que se construyera en madera, aluminio o fibras sintéticas, que se comportara como un solo mueble y que tuviese elementos móviles como la mayoría de mis diseños. Empecé trabajando con los moldes y la madera laminada hasta que conseguí de un solo molde me salieran el respaldo, el asiento y la pata, de una línea suave y ondulada que me recordaba las dunas del desierto de Nubia. El siguiente paso fue desarrollar un sistema de plegado especial que diera una gran funcionalidad a la silla y que a la vez abaratara los costes de embalaje y transporte. El resultado ha sido en definitiva una silla original en la que se conjugan a la perfección una presencia noble con la ágil funcionalidad de una silla plegable. ” Fuente: Revista ARDI Nº 10 Año II, Julio-Agosto 1989, Barcelona, España. pág. 174

Silla SEDUCTORA Diseño: Transatlántic Año 1984 Respaldo tubular de acero recubierto de goma natural. Asiento de placa de mármol. “Seductora de seducir: cautivar el ánimo con algún atractivo físico o moral. No es un mueble, es una respuesta. Porque hay mujeres que se maquillan las piernas una noche calurosa, la silla se maquilla también en tonos a la moda para acompañarla en esa espera que desea sea larga y sinuosa. Es la relación entre lo duro y lo blando: duro como la placa de mármol de su asiento sujetada por cuatro muelles dispuestos en sus vértices, blanda por su respaldo tubular de goma natural teñida que esconde en su núcleo un resorte de acero. Caoba en el apoyabrazos, hierro en las patas, titanio en los tirantes y acero en la base. Lo opaco y lo transparente: superficies verticales contrapuestas a la esbeltez y la diafanidad de las columnas sustentadoras. Divertimento y sobriedad: potenciando la postura desinhibida y provocadora mediante una composición lineal y esquemática, libre de recursos formales. La silla Seductora sugiere ciertos colores matizados y acordes con ambientes y circunstancias. ” Fuente: Revista ARDI Nº 10 Año II, Julio-Agosto 1989, Barcelona, España. pág. 182