Cultural 17-06-2016

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Pág. 2 Teatro y danza sin etiquetas: Día luna cama SUPLEMENTO SEMANAL DE LA HORA, IDEA ORIGINAL DE ROSAURO CARMÍN Q. GUATEMALA, 17 DE JUNIO DE 2016 Fotografía de Bernardo Euler (Don Lilo)

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Fotografía de Bernardo Euler (Don Lilo)

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a situación que hoy sirve de pretexto para redactar esta nota tiene que ver con la danza. La danza guatemalteca (digo sin temor a equi-vocarme) es la manifes-

tación artística a la que se le ofrece menos cobertura en los medios de comunicación ¿Por qué? No sé. Es conveniente empren-der una cruzada para combatir esa ausen-cia. Me reuní con Josué Castro, uno de los interpretes de Día luna cama, un ensayo en torno al erotismo para conocer qué hay detrás de esta obra que pretende trasladar al espectador sensaciones, sentimientos, angustias y placer.

Mi curiosidad o el morbo, no estoy se-guro qué me provoca ir a ver la obra pero

Josué Castro, uno de los intérpretes de Día luna cama. Fotografía de Bernardo Euler

El Centro Cultural de España en Guatemala presenta la pieza de danza para público adulto Día luna cama. Ensayo en torno al erotismo I. Fotografía de Bernardo Euler

El otro día una muchacha me preguntó cuál es la función del periodista cultural y entre otras

pocas cosas pensé que quizá usted querido lector nunca pose sus ojos sobre estas pequeñas letras pero si lo hace, mi trabajo debería provo-car cierta comezón, una insatis-

facción, una necesidad insaciable de querer ver que más allá de la miserable cotidianidad. Hablo

del tráfico, la contaminación, la trillada corrupción y el olor de su casa al calor de la tele. La sección cultural de este vespertino debería provocarle salir a buscar algo que llene ese vacío que lo acompaña a todas partes. Qué mejor que una buena dosis de arte contestatario que cuestione la existencia, que nos haga vibrar o una película que nos provoque desprecio y repulsión pero que al final de

cuentas nos haga sentir, vibrar y actuar. Si les contara lo que cruzó mi cabeza el día que nombraron

a Pezzarossi como ministro…pero eso es harina de otro pastel.

AsistaCentro Cultural de España en Guatemala presenta Día luna cama. Ensayo en torno al erotismo I, una creación colectiva de Josué Castro, Ben Arévalo y Dex Tórtola, la dirección de René Galdámez, musi-calización y colaboración de Rubén E. Nájera. Las presentaciones se realizarán el viernes 17 y sábado 18 de junio a las 19:00 hrs.Donación Q30.00, entrega de boletos una hora antes de cada presen-tación.L

Por Salazar ochoa

TeaTro y danza Sin eTiqueTaS: día luna cama

para acompañarme de argumentos y abs-tenerme de pretextos quise saber qué ofre-ce este material. La obra no es producto de la improvisación, Castro habla sobre meses de preparación, todo un proceso continuo de lecturas, análisis de películas, ensayos, ejercicios y discusiones alrededor de la mesa.

Castro refiere como uno de sus objetivos llevar a escena el placer y dárselo al públi-co en dosis exquisitas de movimientos. El intérprete agrega que el trabajo se funda-menta en la expresión, no solamente cor-poral sino sobre qué está pasando dentro de los ejecutores de la obra. No es que sea esto algo novedoso que nunca antes se haya trabajado en ningún lugar sobre la faz de la tierra, reconoce.

Este colectivo busca ofrecer algo hones-to al público y hacerlo sentir junto a ellos. No se trata de ver movimientos bonitos o raros sino que el público asuma un rol ac-tivo en el juego que significa vivir la emo-ción de un intenso y erótico movimiento de danza. La cuestión en este punto es si

usted está a la altura de aceptar el reto, caer en el teatro y en el rol que se le ofrece.

La obra está construida para derribar prejuicios, se trata de la primera parte de una trilogía, hay una parte femenina, otra masculina y una más que en parejas, aña-de Castro. La parte que se interpreta estos días es masculina y en ella el público po-drá encontrar las formas en que pueden desarrollarse las masculinidades, desde la heterosexualidad, la homosexualidad y también la androgi-nia.

El trabajo surgió a partir de una idea del director (René Galdámez) que fue concretándose y complementándose a partir de las ideas que cada uno de los intérpretes agregó. Un proceso distinto en donde cada uno de los miembros del elenco además de plasmar su expe-riencia personal se dedicó a investigar a profundidad.

Casi al final de nuestra reunión le pregunté a Castro si había desnudos y escenas fuertes, el muchacho no quiso comprometerse, me dijo que sí muestran mucha piel. La obra está dirigida a públi-co adulto y los moji-gatos tienen absolu-tamente prohibida la entrada. Allá los veo.

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ste tipo de medidas empe-zaron por la década de 1920 en Estados Unidos, con el pretexto de reducir la vio-lencia asociada al alcohol; se prohibió no solo la venta sino hasta el consumo mis-

mo. Al parecer, la violencia se redujo, pero ape-nas durante los primeros años. Sin embargo, los norteamericanos siguieron bebiendo y muy pronto el crimen organizado tomó el control de la fabricación de las bebidas alcohólicas, prime-ro, y posteriormente de la distribución y venta de las mismas.

Fue durante esos años que emergieron nom-bres como Al Capone y sus secuaces, quienes monopolizaron en la ciudad de Chicago la ven-ta de licores; y para no ser detenidos compraron a las autoridades policiales, fiscales y finalmen-te judiciales. Estos poderosos hombres con-trolaron ciudadelas enteras de bares y clubes nocturnos y el comercio ilegal empezó a cobrar niveles inimaginables de muertes y corrupción para mantenerse. Hacia 1933, la medida fue totalmente derogada: la ley seca había sido un rotundo fracaso. Y a pesar de ello, los gobiernos latinoamericanos la han acogido una y otra vez, en distintas épocas y en modalidades parciales.

En Guatemala, medidas militares y procesos eleccionarios aparte, este tipo de prohibiciones empezó durante el gobierno de Serrano Elías, y fue posteriormente modificada por Arzú Irigoyen, Portillo Cabrera y Berger Perdomo. El Acuerdo Gubernativo 221-2004, vigente en la actualidad, prohíbe la venta, distribución y consumo de bebidas alcohólicas entre las 01:00 y las 6:00 horas. Pero, ¿es efectiva? ¿Se cumple?

En cuanto a la primera pregunta, la respuesta es muy simple: a saber, que los estudiosos de la fenomenología de la violencia y de la salud pú-blica lo digan. Por las causas que sean, la gente bebe como campeona y la cantidad de acciden-tes de tránsito y muertes no es poca, sobre todo en fines de semana y demás “fiestas de guar-dar”... pero de guardar unos centavos para el atascarse de tapis... o para el poli si cacha a más

Fotografías de Elí Orozco

Por Juan Pablo Muñoz y TG

El TaPis

Cuando dos o tres deciden jun-tarse para ir por un par de tapis, pocas veces calculan la hora en que van a terminar. “Un parín”,

se dice, “solo un parín y nos vamos”. Pero ese par, se convierte en un buen par... pero de cajas, acompañadas de las debidas

pláticas y cómo no, hasta de los infaltables clavos de la muchacha-

da. Es por eso que la autoridad decidió ponerle límite a la hora de la fiesta: a las 01:00 horas de

la mañana, todos para sus casas. Sin embargo, mientras para unos es un disuasivo, otros se disponen a transgredirla “hasta que el cuer-

po aguante”. Y hay cuerpos que cómo aguantan...

la lEy sEca

E

de alguno en el proceso. Quizás si lo que se busca es reducir el alcoho-

lismo como mal social, las medidas deban pa-sar por empezar a controlar los monopolios de la cerveza y del licor y por establecer medidas y políticas más integrales de tratamiento del problema. De estos temas, ya habrá oportuni-dad de hablar en otros números de este espacio. Centrémonos, por ahora, en la segunda pre-gunta: ¿se cumple?

Que tu prohibición ni qué nada... No se cumple. Hay mil formas de violar la Ley Seca y todas y todos las conocemos. En otras pala-bras, es una de esas prohibiciones de fachada, propia de sociedades conservadoras que se somatan el pecho indicando que se respeta la moralidad pública y que se respeta la vida, cuando en el fondo es aceptado que se trans-greda. Pero dejémos ya el tono serio de esta entrega y pasemos al peculiar acento anecdó-tico que nos caracteriza.

Tras un profundo análisis (recuento de viven-cias, pues), podemos decir que existen 7 formas de saltarle las trancas a esta anémica ley, tal vez por eso le dicen “Seca”, y en las cuales, en todas, hay solapamiento de la “autoridad”. La primera y menos peligrosa está dada por las after par-ties privadas. “Muchá, sigámosla en mi casa”, se atreve a decir el más picado del grupo. Una reunión más íntima o a veces un ejército de co-mensales, se terminan reuniendo en una casa allá por la colonia tal: se guarda al chucho, se improvisan mesa y pista de baile; se presumen los aparatos de sonido y la colección de música que se tiene, o bien el internet que se paga; se vacía la refrigeradora para ofrecer las famosas bocas y así. Allí van saliendo de la casa los co-mensales, uno a uno, como pueden, a deshoras de la madrugada, porque pocos son los que ade-más de deleitación reciben posada. Y salvo que los clavos sean muy escandalosos, la autoridad ni puede ni podría intervenir en el jolgorio.

Pero también está la modalidad de cerrar el negocio a la 01:00 am, respetando la mentada ley, pero dejando a los consumidores continuar con la platicada... y zandungueada (eso sí, con algo más bajo el volumen). Lo que creemos, porque nos han contado, es que el buen can-tinero entra en contacto con el jefe policial de la zona para pasarle los billetíos que le hagan hacerse de la vista gorda.

Y no sólo negocios “especializados” en el tapis siguen vendiendo. Todas y todos conocemos las tienditas de por la casa en donde se toca la puer-ta o ventana en clave... y se es atendido. “Deme un par de six de taconudas... para llevar”, es la solicitud al amable tendero. Nuevamente, la po-licía pasará rondando a ver a quien pilla, aun-que incomprensiblemente el lugar siga en las mismas. Es claro que al “jefe” no le interesa el cierre, sino la discreción... y su tajadita.

¿Y qué decir de las gasolineras? Faltando quince minutos para la 01:00 AM, la cadena con candado ya está puesta. Ah... pero solo para apantallar. “Sí le vendo, pero le cuesta tan-to”, dice el despachador de gasolina... literal y eufemísticamente hablando. Cierto es que ya muchas se cuidan y no dejan seguir a la gente

consumiendo en el parqueo, pero de que ven-den... venden. ¿Cómo hacer la prueba? Baste preguntarle a un taxista nocturno y seguro lle-vará al pasajero a la gasolinera/fuente de soda más idónea, sólo que algo más cara... “por el riesgo de hacerle al cliente el favor”.

Unos negocios que están construidos específi-camente para terminar ya algo tardecito son las discotecas. ¡Qué aburrido sería parar el cum-bión a la 01:00 AM! Generalmente, a dicha hora ya no es posible entrar, pero es más que proba-ble permanecer. A puertas cerradas y algo más caro el producto, pero se permanece... ¡Que siga la fiesta!

Cabe señalar que de vez en vez, se asoma la pa-trulla, se apaga la música un ratito, se prenden las luces, se corta la rolona de perreo que va a medias, se avisa que se va a cerrar y se espera... porque los atentos oficiales dan alguna vuelta por allí, saborean con la mirada a las patojas y finalmente se retiran porque “confían” en la palabra del administrador de que ya se va a ce-rrar. No se ve, pero se imagina, que el jefe de la expedición recibe algún sobrecito y da la orden de retirada, esperando que ante todo prevalezca el respeto a la ley. Ya afuera, a una cuadra, habrá tiempo de ajusticiar a los criminales infractores que no hicieron caso.

Las zonas rosas también empiezan a agarrar ambiente... después de las 01:00 hasta las 3:00 AM entre semana y hasta las 05:00 o 06:00 el fin de semana, estos locales no se andan con cuen-tos y ni las luces neón apagan. Allí están afuera

las radiopatrullas: “vigilando”. Estos son otros lugares que cuentan con la venia de la comisa-ría, estación o subestación más cercana... “Esto no se acaba... hasta que el cliente lo diga”, gritan los amenizadores...

Finalmente, hay algunos locales que si de pla-no nunca cierran. O más bien que tal vez cie-rran... pero de día... Se pasa allí para rematar la noche y por qué no... para comer un poco: deliciosas sopas, tortillitas con carne y otras viandas que alivien el bajón, acompañadas del respectivo lirio. Se juntan allí todos los que son expulsados de cualesquiera de las anteriores opciones. Hay cuidadores de carros o taxistas del lugar, todos dispuestos a servir al cliente.

¿Y qué tienen en común todos estos lugares? Pues además de la alegría y la magia que provo-can los tapis, también otros dos elementos im-portantes: las drogas de todo tipo y la anuencia policial. Al fin de cuentas, si ya se está transgre-diendo la ley -y el señor agente lo sabe-, pues que se transgreda bien, es la lógica que en una sociedad ridículamente doble moral impera. Al fin de cuentas, lo importante es que se sepa, pero que no se diga que se sabe.

Prohibir y de todas formas dejar hacer, pero en silencio, es el camino que acompaña al ta-pis durante la famosa Ley Seca, producto de los más encarnizados discursos de los políticos amantes del orden público y de las buenas cos-tumbres.

Más valdría no prohibir nada pero elevar los controles administrativos, ¿no?

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Guatemala, 17 De junio De 2016 / PáGina 5PáGina 4 / Guatemala, 17 De junio De 2016

svin Alarcón Lam tiene 27 años. Es uno de los siete artistas nacio-nales que participa en la vigésima edición de la Bienal de Arte Paiz. En 2001 de forma independien-te decide estudiar en la Escuela

Nacional de Artes Plásticas Rafael Rodríguez Padilla y posteriormente entre 2009 a 2014 realizó sus estudios en Comunicación So-cial. Sus obras han sido expuestas en Ame-ricas Society de Nueva York, Sicardy Gallery en Houston y en Guatemala, donde vive y trabaja. Ha exhibido su trabajo en el Centro Cultural de España y The 9.99 Gallery, entre otros. Además me comenta, este año tiene programadas exhibiciones en el país y tiene proyectos nuevos a presentar el próximo año en Guatemala, Sudamérica y Asia.

Para comenzar, luego vemos por donde nos lleva la charla, ¿Cuáles creés que son los principales debates en torno al arte contem-poráneo hoy?Eso depende de a quien le hagás la pregun-

ta. Es un asunto amplio y quizás complicado de responder, pero en realidad no lo es tan-to. Cada persona de acuerdo con el lugar que ocupe en el sistema del arte te hablará desde sus preocupaciones, yo te diría que los deba-tes del arte contemporáneo son los mismos que le preocupan a la sociedad, son análogos, desde los temas importantes a nivel mundial como el mercado, la geopolítica, etc., hasta los más íntimos y personales. Se puede hablar de la identidad, por citar un ejemplo desde lo micro -tu experiencia personal- o desde lo macro -que son investigaciones generalmente más amplias- yo veo que hay quienes lo ven desde cerca y otros que se alejan para abarcar un encuadre más amplio.

on el corazón latiendo fuerte nos salimos de clase. Aquel curso de media noche, sólo para locos, había resultado una excusa para volar con vos. La fachada oscura de aquel edifi-

cio viejo en el cuál estudiábamos debería ser utilizada para películas de terror. También por eso nos gustaba aquella calle, aquella escuela, aquel verano. Vos poeta consumada fuera de reflectores y sutilezas. Sensible y grosera con las letras. Yo aprendiz de fotógrafo preten-diendo escribir versos de campo y hiel.La calle peatonal era ancha y por supuesto, a las tres de la mañana, estaba casi desierta. Sólo vos, un perro ladrando a un farol intermiten-te y mi intento de ser cualquier cosa notable. Afortunada, la soledad de madrugada, fue tes-tigo de nuestro husmear por la penumbra. Sin prólogo alguno me desvestiste, yo correspondí

autómata, inspirado, a la luz del sereno y de las gotas de luna cayendo. Tu cabello húme-do hacía juego con el mar que de tu cuerpo salía para inundar mis dedos. Tu mirada per-tinente, inurbana, en éxtasis, espejeando mis pupilas.Abrazados ya sin fuerza, sentados en la acera, yo aún en vos, tus nalgas sobre mis muslos, mi nariz pegada a tu mejilla y el perro alejándose del viejo farol. Entonces salieron los profes del gris edificio de tres niveles. Sabina, con un ci-garro en la boca pasó a nuestro lado, me dio una palmada en el hombro y murmuró: “al rato nos bebemos una caña con la compañera”. Se alejó sonriendo, sin sombrero. A doce pa-sos volteó la mirada hacia nosotros, nos guiñó un ojo. Vos lo despediste con la misma seña. Con el último estertor luminoso del fracasado farol apreté la pelvis como epílogo de mi no-che. Vos correspondiste autómata, inspirada.

Alarcón Lam estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de Guatemala. Su práctica como artista alude a la memoria colectiva, la precariedad en la vida contemporánea, el paso del tiempo y la arquitectura.

Utiliza materiales cotidianos y en algún grado trabaja a partir de la arqueología, estos elementos son contenedores de diversas y específicas historias en tanto son resultados de proceso e interacciones sociales.

porque vivimos bajo el precepto de que mientras más se aprende mejor se sabrá ha-cer las cosas pero no por eso es necesario que toda esa investigación deba traducirse en las obras que se realizan, o no de mane-ra obvia. Digo que el artista debería tener la libertad de hacerlo o no y sobre todo la libertad de elegir cómo, que es más o me-nos como sucede, porque tu obra es una decisión sobre el cómo decir algo. Aunque siempre genere discrepancias. Las discre-pancias en todo caso son saludables, siem-pre y cuando no intenten establecer recetas artísticas, es decir opiniones dogmáticas. Las visiones cerradas tienen que ver con falta de conocimiento y de allí la falta de disposición a leer cierto tipo de obras. Con falta de conocimiento no me refiero a lite-ratura especializada únicamente, sino que en sociedades con altos niveles de frustra-ción, la comunicación se hace complicada porque existe desconfianza hacia el otro. Sobre profesionalizarse, esto tiene sus pro-

motores y sus opositores, como todo aquí y en el mundo. Sobre eso siento que hay que procurar un equilibrio. Así como considero que para el proceso de creación es convenien-te buscar un equilibrio entre lo que es auto-referencial y eso otro que hay que ir a buscar afuera de nosotros.

¿Cuáles son tus preocupaciones a la hora de crear? Me atrae la idea del residuo material, razón

por la cual los materiales que utilizo son me-tales, piedras, lazos, trozos de madera, papel y cartón. El metal que he utilizado comprende desde fragmentos que han pertenecido a bu-ses, toneles de aceite, catres, persianas, entre otros. Lo que busco en cada uno de ellos es su historia, donde cada soporte exponga capas de historia que se relacionan a lo estético, so-cial, político y cultural. Son interpretaciones sobre mi contexto, aunque también he estado trabajando sobre cuestiones más personales,

específicamente investigando sobre la migra-ción de mi bisabuelo, quien vino desde China hace varias décadas, pero eso da para una en-trevista distinta. En términos generales me interesa el arte

como espacio, donde las contradicciones y ciertas ambigüedades en las formas -en tan-to lenguaje- puedan apelar a la percepción y a la reflexión crítica. Hay cierta fragilidad en estos elementos, por duros que estos sean, me interesan además estos fragmentos por haber habitado espacios, pues traen consigo cierta energía. No es lo mismo ver una lámina nue-va que una golpeada y oxidada.

En tus piezas leo tu intento de quebrar los límites establecidos además de una frontera entre lo formal y lo conceptual, ¿Qué pen-sás al respecto?Es difícil quebrar los límites establecidos,

digamos que en Guatemala tiene en sí mis-ma muchas limitaciones. Sin embargo aquí ha habido una historia del arte que aunque no ha sido debidamente difundida sí que ha expandido la manera en que se ha hecho arte en estas latitudes y que a su vez ha tenido la capacidad de dialogar con lo que sucede en

otras partes del mundo. Aunque claro, sí intento expandir ciertos límites, los míos al menos, pero más que quebrar un lí-mite me interesa crear relaciones, pues tampo-co olvido que mi trabajo no es un soliloquio. Al-gunas veces se trabaja el arte desde la realidad y eso es interesante. Pero a veces también es inte-resante utilizar la reali-dad como punto de par-tida y hacer una obra que no la representa tal cual, sino que te permi-

te un espacio distinto, que si no fuese porque decidís hacer una obra de arte no existiría. Lo conceptual opera de manera distinta de acuerdo al proyecto y la forma también llega, generalmente un poco después.

¿Cómo llegaste a trabajar con metal? ¿Qué historia acompaña a esas piezas? La primera pieza que hice algunos años

atrás fue un hallazgo. Encontré esta lámina oxidada y parcialmente pintada en una azo-tea del Centro Histórico. La tuve varios meses conmigo sin saber qué hacer, pero sabía que había algo en ella. Luego decidí que la pieza ya estaba prácticamente finalizada, hice una especie de collage, más bien un ‘ready-made asistido’ como le llaman. Por lo general voy recolectando materiales

que sé que tienen potencia, por ello indaga-do al respecto, busco información en varias fuentes y eso me guía un poco. El metal par-ticularmente me atrajo pues es un material pensado para ser durable, es utilizado para hacer estructuras fuertes. Pero las condicio-nes en las que convive de nuevo lo dotan de cierta fragilidad. Me atrajo el hecho de que, por un lado las láminas de casas y por otro, de

los buses, son el registro de la interacción con la vida humana.

Y la pieza de la Bienal… ¿Cómo surgió?Antes de la Bienal ya estaba pensando que

quería hacer algo menos rígido y un poco más orgánico. Comencé a pensar también en trabajar con la idea de la rueda. Por eso hay cuatro círculos en total en ese proyecto. Las piezas donde utilizo los boceles de los buses se llaman “Desplazamientos”. La serie se lla-ma “Reconstrucciones” y cuando vi el espacio en reparación por parte de la Fundación Paiz, les pedí que no lo arreglasen. Finalmente es una casa y no un museo, así que me agradó el gesto de dejarlo tal y como lo deterioró el paso del tiempo y las condiciones de la ciu-dad, así se iba a parecer a lo que vemos afuera, pero con la intimidad de estar dentro. Decidí trabajar estas piezas utilizando es-

quinas porque las esquinas son esos lugares donde dos o más planos se encuentran, como fronteras que pasan desapercibidas. Formal-mente, se puede decir que son líneas, escul-turas y a la vez pinturas, entonces, era una obra más compleja, sobre todo porque es una pintura que tiene que ver con esos bordes que ocupan. Para la Bienal hay cuatro piezas que juegan con el espacio, son abstractas porque están dispuestas en el espacio de tal manera que no dicen todo lo que este material con-tiene, existe en ello un juego entre presencia y ausencia.Como ya mencioné estas piezas utilizan

como soporte boceles extraídos de buses ex-tra-urbanos. Estos originalmente funciona-ban como buses escolares en Estados Unidos, los cuales son posteriormente exportados a Guatemala para formar parte del transporte público. Si bien estos buses no permanecen únicamente en la ciudad, sino que transitan por una serie de lugares, nos refieren a cier-ta urbanidad desde un espacio meramente visual y cotidiano, hasta otro más ligado a lo transitorio, como la ciudad misma y más im-

Y en este mundo globalizado y tan per-meado por información de multiplicidad de temas ¿Cuál crees que es el rol que les toca a los artistas?El rol del artista tiene que ver con articular

esa información, por eso hay que seleccionar la que es pertinente para el artista. De allí la importancia de conocerse uno mismo, para no perderse en esa investigación, que es muy amplia. Entonces diría que el rol es el de in-vestigar pero a la vez no diluirse entre toda esa vorágine. Quizá sea un convencionalis-mo hablar de la constancia, pero no porque lo

sea deja de ser relevante, pues es bien sabido que la constancia es primaria en esta respon-sabilidad, que es la de tener el privilegio de comunicarte a través del arte.

Exacto, porque para mantener esa vigilan-cia y aplicar esos filtros que mencionas se hace necesario ser rigurosos e investigar so-bre los temas, profesionalizar lo que hacés.Estoy de acuerdo con la rigurosidad, pero

a mí me parece que esto de investigar pue-de ser un arma de doble filo. Es decir, in-vestigar aparentemente siempre está bien,

Alarcón Lam propone imágenes desde una perspectiva del residuo: la materia residual como construcción de sentido.

portante aún: por quienes la habitan.La invitación queda abierta. La pieza de

Esvin Alarcón Lam se encuentra en la Casa de la esquina, 8ª avenida 12-75 zona 1 ciudad de Guatemala hasta el 3 de julio.

FotograFía de Ban Vel

Lo que vemos afuera, pero con la intimidad de estar dentro

Vos que te sabés las letras de Sabina…

Por Silvia Trujillo

Por Pablo Sigüenza

enTreviSTa con alarcón lam …en sociedades con altos niveles de frustración, la comunicación

se hace complicada porque existe desconfianza hacia el otro.

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Guatemala, 17 De junio De 2016 / PáGina 5PáGina 4 / Guatemala, 17 De junio De 2016

svin Alarcón Lam tiene 27 años. Es uno de los siete artistas nacio-nales que participa en la vigésima edición de la Bienal de Arte Paiz. En 2001 de forma independien-te decide estudiar en la Escuela

Nacional de Artes Plásticas Rafael Rodríguez Padilla y posteriormente entre 2009 a 2014 realizó sus estudios en Comunicación So-cial. Sus obras han sido expuestas en Ame-ricas Society de Nueva York, Sicardy Gallery en Houston y en Guatemala, donde vive y trabaja. Ha exhibido su trabajo en el Centro Cultural de España y The 9.99 Gallery, entre otros. Además me comenta, este año tiene programadas exhibiciones en el país y tiene proyectos nuevos a presentar el próximo año en Guatemala, Sudamérica y Asia.

Para comenzar, luego vemos por donde nos lleva la charla, ¿Cuáles creés que son los principales debates en torno al arte contem-poráneo hoy?Eso depende de a quien le hagás la pregun-

ta. Es un asunto amplio y quizás complicado de responder, pero en realidad no lo es tan-to. Cada persona de acuerdo con el lugar que ocupe en el sistema del arte te hablará desde sus preocupaciones, yo te diría que los deba-tes del arte contemporáneo son los mismos que le preocupan a la sociedad, son análogos, desde los temas importantes a nivel mundial como el mercado, la geopolítica, etc., hasta los más íntimos y personales. Se puede hablar de la identidad, por citar un ejemplo desde lo micro -tu experiencia personal- o desde lo macro -que son investigaciones generalmente más amplias- yo veo que hay quienes lo ven desde cerca y otros que se alejan para abarcar un encuadre más amplio.

on el corazón latiendo fuerte nos salimos de clase. Aquel curso de media noche, sólo para locos, había resultado una excusa para volar con vos. La fachada oscura de aquel edifi-

cio viejo en el cuál estudiábamos debería ser utilizada para películas de terror. También por eso nos gustaba aquella calle, aquella escuela, aquel verano. Vos poeta consumada fuera de reflectores y sutilezas. Sensible y grosera con las letras. Yo aprendiz de fotógrafo preten-diendo escribir versos de campo y hiel.La calle peatonal era ancha y por supuesto, a las tres de la mañana, estaba casi desierta. Sólo vos, un perro ladrando a un farol intermiten-te y mi intento de ser cualquier cosa notable. Afortunada, la soledad de madrugada, fue tes-tigo de nuestro husmear por la penumbra. Sin prólogo alguno me desvestiste, yo correspondí

autómata, inspirado, a la luz del sereno y de las gotas de luna cayendo. Tu cabello húme-do hacía juego con el mar que de tu cuerpo salía para inundar mis dedos. Tu mirada per-tinente, inurbana, en éxtasis, espejeando mis pupilas.Abrazados ya sin fuerza, sentados en la acera, yo aún en vos, tus nalgas sobre mis muslos, mi nariz pegada a tu mejilla y el perro alejándose del viejo farol. Entonces salieron los profes del gris edificio de tres niveles. Sabina, con un ci-garro en la boca pasó a nuestro lado, me dio una palmada en el hombro y murmuró: “al rato nos bebemos una caña con la compañera”. Se alejó sonriendo, sin sombrero. A doce pa-sos volteó la mirada hacia nosotros, nos guiñó un ojo. Vos lo despediste con la misma seña. Con el último estertor luminoso del fracasado farol apreté la pelvis como epílogo de mi no-che. Vos correspondiste autómata, inspirada.

Alarcón Lam estudió en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de Guatemala. Su práctica como artista alude a la memoria colectiva, la precariedad en la vida contemporánea, el paso del tiempo y la arquitectura.

Utiliza materiales cotidianos y en algún grado trabaja a partir de la arqueología, estos elementos son contenedores de diversas y específicas historias en tanto son resultados de proceso e interacciones sociales.

porque vivimos bajo el precepto de que mientras más se aprende mejor se sabrá ha-cer las cosas pero no por eso es necesario que toda esa investigación deba traducirse en las obras que se realizan, o no de mane-ra obvia. Digo que el artista debería tener la libertad de hacerlo o no y sobre todo la libertad de elegir cómo, que es más o me-nos como sucede, porque tu obra es una decisión sobre el cómo decir algo. Aunque siempre genere discrepancias. Las discre-pancias en todo caso son saludables, siem-pre y cuando no intenten establecer recetas artísticas, es decir opiniones dogmáticas. Las visiones cerradas tienen que ver con falta de conocimiento y de allí la falta de disposición a leer cierto tipo de obras. Con falta de conocimiento no me refiero a lite-ratura especializada únicamente, sino que en sociedades con altos niveles de frustra-ción, la comunicación se hace complicada porque existe desconfianza hacia el otro. Sobre profesionalizarse, esto tiene sus pro-

motores y sus opositores, como todo aquí y en el mundo. Sobre eso siento que hay que procurar un equilibrio. Así como considero que para el proceso de creación es convenien-te buscar un equilibrio entre lo que es auto-referencial y eso otro que hay que ir a buscar afuera de nosotros.

¿Cuáles son tus preocupaciones a la hora de crear? Me atrae la idea del residuo material, razón

por la cual los materiales que utilizo son me-tales, piedras, lazos, trozos de madera, papel y cartón. El metal que he utilizado comprende desde fragmentos que han pertenecido a bu-ses, toneles de aceite, catres, persianas, entre otros. Lo que busco en cada uno de ellos es su historia, donde cada soporte exponga capas de historia que se relacionan a lo estético, so-cial, político y cultural. Son interpretaciones sobre mi contexto, aunque también he estado trabajando sobre cuestiones más personales,

específicamente investigando sobre la migra-ción de mi bisabuelo, quien vino desde China hace varias décadas, pero eso da para una en-trevista distinta. En términos generales me interesa el arte

como espacio, donde las contradicciones y ciertas ambigüedades en las formas -en tan-to lenguaje- puedan apelar a la percepción y a la reflexión crítica. Hay cierta fragilidad en estos elementos, por duros que estos sean, me interesan además estos fragmentos por haber habitado espacios, pues traen consigo cierta energía. No es lo mismo ver una lámina nue-va que una golpeada y oxidada.

En tus piezas leo tu intento de quebrar los límites establecidos además de una frontera entre lo formal y lo conceptual, ¿Qué pen-sás al respecto?Es difícil quebrar los límites establecidos,

digamos que en Guatemala tiene en sí mis-ma muchas limitaciones. Sin embargo aquí ha habido una historia del arte que aunque no ha sido debidamente difundida sí que ha expandido la manera en que se ha hecho arte en estas latitudes y que a su vez ha tenido la capacidad de dialogar con lo que sucede en

otras partes del mundo. Aunque claro, sí intento expandir ciertos límites, los míos al menos, pero más que quebrar un lí-mite me interesa crear relaciones, pues tampo-co olvido que mi trabajo no es un soliloquio. Al-gunas veces se trabaja el arte desde la realidad y eso es interesante. Pero a veces también es inte-resante utilizar la reali-dad como punto de par-tida y hacer una obra que no la representa tal cual, sino que te permi-

te un espacio distinto, que si no fuese porque decidís hacer una obra de arte no existiría. Lo conceptual opera de manera distinta de acuerdo al proyecto y la forma también llega, generalmente un poco después.

¿Cómo llegaste a trabajar con metal? ¿Qué historia acompaña a esas piezas? La primera pieza que hice algunos años

atrás fue un hallazgo. Encontré esta lámina oxidada y parcialmente pintada en una azo-tea del Centro Histórico. La tuve varios meses conmigo sin saber qué hacer, pero sabía que había algo en ella. Luego decidí que la pieza ya estaba prácticamente finalizada, hice una especie de collage, más bien un ‘ready-made asistido’ como le llaman. Por lo general voy recolectando materiales

que sé que tienen potencia, por ello indaga-do al respecto, busco información en varias fuentes y eso me guía un poco. El metal par-ticularmente me atrajo pues es un material pensado para ser durable, es utilizado para hacer estructuras fuertes. Pero las condicio-nes en las que convive de nuevo lo dotan de cierta fragilidad. Me atrajo el hecho de que, por un lado las láminas de casas y por otro, de

los buses, son el registro de la interacción con la vida humana.

Y la pieza de la Bienal… ¿Cómo surgió?Antes de la Bienal ya estaba pensando que

quería hacer algo menos rígido y un poco más orgánico. Comencé a pensar también en trabajar con la idea de la rueda. Por eso hay cuatro círculos en total en ese proyecto. Las piezas donde utilizo los boceles de los buses se llaman “Desplazamientos”. La serie se lla-ma “Reconstrucciones” y cuando vi el espacio en reparación por parte de la Fundación Paiz, les pedí que no lo arreglasen. Finalmente es una casa y no un museo, así que me agradó el gesto de dejarlo tal y como lo deterioró el paso del tiempo y las condiciones de la ciu-dad, así se iba a parecer a lo que vemos afuera, pero con la intimidad de estar dentro. Decidí trabajar estas piezas utilizando es-

quinas porque las esquinas son esos lugares donde dos o más planos se encuentran, como fronteras que pasan desapercibidas. Formal-mente, se puede decir que son líneas, escul-turas y a la vez pinturas, entonces, era una obra más compleja, sobre todo porque es una pintura que tiene que ver con esos bordes que ocupan. Para la Bienal hay cuatro piezas que juegan con el espacio, son abstractas porque están dispuestas en el espacio de tal manera que no dicen todo lo que este material con-tiene, existe en ello un juego entre presencia y ausencia.Como ya mencioné estas piezas utilizan

como soporte boceles extraídos de buses ex-tra-urbanos. Estos originalmente funciona-ban como buses escolares en Estados Unidos, los cuales son posteriormente exportados a Guatemala para formar parte del transporte público. Si bien estos buses no permanecen únicamente en la ciudad, sino que transitan por una serie de lugares, nos refieren a cier-ta urbanidad desde un espacio meramente visual y cotidiano, hasta otro más ligado a lo transitorio, como la ciudad misma y más im-

Y en este mundo globalizado y tan per-meado por información de multiplicidad de temas ¿Cuál crees que es el rol que les toca a los artistas?El rol del artista tiene que ver con articular

esa información, por eso hay que seleccionar la que es pertinente para el artista. De allí la importancia de conocerse uno mismo, para no perderse en esa investigación, que es muy amplia. Entonces diría que el rol es el de in-vestigar pero a la vez no diluirse entre toda esa vorágine. Quizá sea un convencionalis-mo hablar de la constancia, pero no porque lo

sea deja de ser relevante, pues es bien sabido que la constancia es primaria en esta respon-sabilidad, que es la de tener el privilegio de comunicarte a través del arte.

Exacto, porque para mantener esa vigilan-cia y aplicar esos filtros que mencionas se hace necesario ser rigurosos e investigar so-bre los temas, profesionalizar lo que hacés.Estoy de acuerdo con la rigurosidad, pero

a mí me parece que esto de investigar pue-de ser un arma de doble filo. Es decir, in-vestigar aparentemente siempre está bien,

Alarcón Lam propone imágenes desde una perspectiva del residuo: la materia residual como construcción de sentido.

portante aún: por quienes la habitan.La invitación queda abierta. La pieza de

Esvin Alarcón Lam se encuentra en la Casa de la esquina, 8ª avenida 12-75 zona 1 ciudad de Guatemala hasta el 3 de julio.

FotograFía de Ban Vel

Lo que vemos afuera, pero con la intimidad de estar dentro

Vos que te sabés las letras de Sabina…

Por Silvia Trujillo

Por Pablo Sigüenza

enTreviSTa con alarcón lam …en sociedades con altos niveles de frustración, la comunicación

se hace complicada porque existe desconfianza hacia el otro.

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Página 6 / guatemala, 17 De junio De 2016

Diana Vásquez Reyna estudió Literatura en la Universi-dad de San Carlos de Guatemala (USAC), completó un posgrado en Formación Periodística impartido por la Universidad del Istmo. Le gusta aprender, encuentra placer en ello. Cree fervientemente que la educación y el arte, sobre todo la literatura, pueden hacer cambios, quebrar esquemas y abrir oportunidades; por eso también escribe cuentos, poesía, teatro.

M

Detrás de pretensiones y erudiciones, Jorge Luis Borges tiene bellezas como la cita que encabeza esta columna, la cual aparece -solo el versículo- en su cuento La intrusa, sobre dos hermanos “apocohombrados” por “culpa” de una mujer. No hablaré de Borges, sino del libro en que Bor-ges encontró la cita para su cuento.

uchos cris-tianos cre-yentes y que repiten -a ve-ces, como lo-ros en los bu-ses, iglesias

y otros lugares- sus santas escri-turas quizá no sepan la siguiente información: “Originalmente, Reyes estaba constituido en un solo libro. La división en dos es fruto de los traductores griegos del siglo III (la edición llamada Septuaginta). De igual manera, el libro de Samuel, que ahora se presenta compuesto de dos li-bros, era originalmente un libro solo, que los griegos copiaron en dos rollos. La Vulgata latina, siguiendo la Septuaginta griega llamó a las dos partes de Samuel: Reyes 1 y 2, y a las dos partes de Reyes: Reyes 3 y 4. Pero no es la división que se encuentra en las

Literalmente

PoR Diana Vásquez ReynacasiLiteRaL.com

biblias actuales, salvo en algunas protestantes”. Beatriz Sarlo nos explica esto en su ensayo Borges y la literatura de crímenes. Una estrofa de Borges y nueve noticias policiales.La Iglesia Católica incluyó en su canon bíblico siete libros que no aparecen en las versiones protes-tantes, e incluso el canon orto-doxo tiene más. Bueno, el paso de los siglos muta las formas y las in-formaciones, la mayoría de las ve-ces con alevosía, no digamos si se trata para el consumo de masas. Cuando estudiaba la primaria en una escuela católica, recuerdo que mi primera Biblia, así mía, mía, fue una Latinoamericana, la que pedían en la clase de religión. Me decepcionó completamente la traducción. Usaba oraciones más simples y sosas, la riqueza del len-guaje se reducía muchísimo com-parada con una Jerusalén o una Reina Valera publicada antes de 1960, por ejemplo.Claro, el objetivo era que “la Pa-

labra de Dios” (escrita y reescrita por muchos hombres -solo hom-bres- durante muchas épocas; sí, así de “manoseada”) fuera accesi-ble para las masas. La biblia La-tinoamericana y Dios habla hoy están hechas para evangelizar a latinoamericanos de sectores em-pobrecidos. Seguro también se tenían buenas intenciones, como en todas las religiones.La cita de Borges tiene truco: la tomó de la Septuaginta griega, y por lo tanto, nosotros, simples mortales con biblias actuales, para encontrarla debemos remitirnos a esta otra cita: 2 Samuel, I, 26.La Biblia, como cualquier libro, puede tener muchas interpreta-ciones. En la novela Heterocity, Mauricio Orellana Suárez pre-senta una tesis interesante so-bre lo que sucede en Sodoma y Gomorra, más relacionada con la xenofobia que con la homo-sexualidad, que se maquilla y se interpreta muy distinto cuando la Palabra de Dios la ¿filtra? sin connotaciones infernales, como la cita que usa Borges, muy expre-siva -¿hasta erótica?- que le dirige el rey David a su amigo Jonatán.¿Cuándo la Biblia no se toma li-teralmente? ¿La interpretación solo se aplica en algunos versícu-los? Como referente mitológico y fantástico, la Biblia es una fuente fascinante, más cuando sirve para desmontar creencias o tradicio-

nes arraigadas y se dan vueltas de tuerca a lo inconcebible.En las biblias modernas el len-guaje cambia significativamente: el “amor” que David siente por Jonatán es entonces “amistad”, y el “delicioso” cambia a “mara-villosa”, como en la versión Lati-noamericana, o “dulce”, en otras versiones. Cada palabra engloba matices que se van perdiendo con la traducción. En la simplifica-ción se desencadena la reducción del vocabulario y, por ende, de pensamiento.Un libro que fotografía el reduc-cionismo de pensamiento es La Biblia de neón, de John Kennedy Toole, quien retrata el fanatismo religioso del Sur de Estados Uni-dos, otra de las herencias gringas

para los países latinoamericanos.Kenneth Holditch dice en la intro-ducción: “La Biblia de neón, escri-ta hace treinta y cinco años, tiene una gran actualidad en un mundo en el que semejante fanatismo no sólo no ha sucumbido a la razón y a la tolerancia, sino que más bien parece haberse fortalecido”.Como el resto de literatura, la Bi-blia es un libro que tiene miles de interpretaciones como sus miles de lectores, si es que sus defenso-res férreos la han leído completa alguna vez. Literales no son ni las leyes ni nuestros recuerdos. Siem-pre he creído que es mejor recor-dar imperfectamente lo que un libro me ha dejado, me ha hecho sentir o reflexionar, que aprender-me de memoria algún extracto.

Literales no son ni las leyes ni nuestros recuerdos. Siempre he creído que es mejor recordar imperfecta-mente lo que un libro me ha hecho sentir o reflexio-

nar, que aprenderme de memoria algún extracto.

Pastor de ovejas enfermas. Fotografía de Fernando Chuy

“Lleno estoy de angustia por ti, Jonatán, hermano mío, en extremo querido. Tu amor fue para mí más delicioso que el

amor de las mujeres”. 2 Reyes, I, 26

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Guatemala, 17 De juni0 De 2016 / PáGina 7

E

Hay un tipo en la cocina de su casa; con el último fósforo enciende la hornilla en la estufa, una lla-ma azul besa el culo de una olla vieja y torcida; el agua dentro de la olla intenta convertirse en café. El tipo usa chancletas de hule, muestra uñas largas y sucias en los pies, no usa camisa y solo una pan-taloneta de un equipo de futbol cubre su cuerpo flaco y enfermo. Mientras espera por el café abre un libro de poesía; entonces, solo entonces su tris-teza cobra sentido. ¿Tiene sentido la tristeza?

l libro de poesía ti-tula El espacio que recorre un grito, mira la portada, mientras lee el título imagina ese espacio, imagina el sonido

del grito, imagina a un hom-bre con pelo largo y anteojos de hipster gritando de dolor, gritan-do para no desaparecer, imagina la calle sucia en donde ese grito sucede, imagina todo el dolor en-cerrado en ese título. Desea con todas sus fuerzas que los poemas no sean malos. Inicia la lectura.El papel amarillento y los ador-nos de las páginas le parecen lúgubres, acaricia el papel, sien-te deseos de oler el libro pero se reprime y se obliga a iniciar la lectura, se encuentra con un epígrafe de Monteforte Toledo, quien siempre le pareció aburri-do y engreído. El epígrafe cuelga de la página, apenas sostenién-dose, parece querer caerse, pa-rece forzado a estar allí. Hay un segundo epígrafe pero lo salta sin leer, teme que lo obligue a desistir de la lectura.El primer poema lo golpea, un golpe blando en la boca del es-tómago, lo deja sin aire y con la boca amarga; es un poema lleno de olores, el autor le sirvió un buffet de olores, un bello poema que le seduce y le obliga a activar el sentido del olfato, recordando, haciendo trabajar el cerebro. Es un poema bello y triste a la vez. “Una buena forma de empezar”, piensa y voltea a ver la olla en el fuego de la estufa, aún no com-bustiona.Regresa a la lectura, no puede, no desea detenerse, se encuen-tra de frente a una ventana su-rrealista, la página titula “Almas combustibles” y no puede dejar de ver a través de esa ventana, un bolígrafo azul, un poeta pe-queño y sagaz, luchando y dan-do la batalla contra las palabras y los espejos. Lo mira salir bien librado de esa batalla. Lo imagi-na escribiendo este poema y lo reconoce un escritor.Interrumpe la lectura para acer-carse a la estufa y dejar caer el café molido sobre el agua que grita la palabra “hirviendo”. El olor de la infusión inunda la

Por Juan CallesBarranCóPolis

el espacio que recorre un grito

casa; apaga la estufa y espera a que el agua se transforme en la bebida que tanto le gusta. Tiene los dedos manchados con polvo de café, mancha las páginas del libro al abrirlo, no puede con-tenerse y lame las manchas que sus dedos hicieron en las hojas del libro, siente el sabor del libro y el café mezclados, es un sabor cítrico y oscuro. Lame una vez más, cierra los ojos y busca otro poema para leer.Soñar que matás, pensó el lector medio desnudo, bajo la influen-cia de la lectura; no pudo imagi-nar al autor en una situación de violencia, ni en defensa propia. Encontró poemas que desde una vitrina demasiado cómoda y lu-josa miran pasar el hambre y la violencia de un país demasiado acostumbrado a la muerte y la in-diferencia. Mencionar la sangre, mencionar la muerte, mencionar la injusticia no te hace vivirlas, no te hace cercano a la realidad, mencionarlas desde tu vitrina en un poema te cosifica. Pensó mientras sorbía café caliente, “el mejor café del mundo” masculló mientras imaginaba los pies des-calzos y agrietados de una mujer indígena en el corte de café.El libro de poemas es breve y ágil, los textos tienen una belleza ás-pera, tienen una tristeza afilada que corta el silencio tenso de la lectura y la imaginación. Es fácil imaginar al autor abriéndose el tórax con los dedos de ambas ma-nos, vaciar su interior, comerlo y volverlo a sacar, son textos hones-tos, son textos contundentes, son los autorretratos de un kamikaze antes de percutir. Antes de finali-zar la primera parte el lector ya se ha servido café por segunda oca-sión, llena la taza mientras evalúa su lectura.Al iniciar la segunda parte se encuentra una página desolada que titula “Sueños breves” al dar vuelta a la página el lector medio desnudo siente que abrió la vieja puerta de un tobogán gigante, las letras pasan frente a su cabeza con velocidad tre-pidante, moscardones feroces que buscan con locura chocar contra la pared del cerebro y desaparecer. Sexo, recuerdos, muerte, amigos, mujeres, ham-bre, miedo, soledad, la noche, inventarios, olvidos, oscuridad,

La lenta y agradable lectura de la primera parte termina en una eyaculación precoz adolescente. El silencio de una página azul es demasiado, te muerde

las ganas de seguir leyendo.XXIV aguijones que se olvidan demasiado pronto. La lenta y agradable lectura de la prime-ra parte termina en una eya-culación precoz adolescente. El silencio de una página azul es demasiado, te muerde las ganas de seguir leyendo.El lector medio desnudo atur-dido e insatisfecho regresa al primer poema, lo lee de nuevo para olvidar esa última parte y quedarse con esos textos de pie-dra y filo que lo amarraron a la lectura y al café. En la portada descubre una fea mariposa que se posa sobre una guillotina, espera a la muerte, una muerte que debe

Gracias a Magna Terra editores disponemos de unos ejemplares de El espacio que recorre un grito de Elmer

Telón. Escriba un correo a [email protected] si desea obtener uno. No olvide adjuntar un número de teléfono

para comunicarnos de vuelta con usted.

El Grito. Fotografía de eny roland.

ser más bella que la mariposa, el lector piensa que la mariposa es la primera parte del libro y que la guillotina es esa segunda par-te trepidante y demasiado breve. El condenado es el autor que feliz espera el filo sobre su cuello.El lector se atreve a hablar solo y mientras deja caer la taza de café

que se hace añicos en el piso le habla al espejo: “Vos lector me-dio desnudo sos quien detiene la cuerda que amarra la hoja filosa. Abrí el libro, atrevéte a ser juez y parte de esta poesía que grita, que gira, que te convierte en humano. Atrevéte a lidiar con los textos de El espacio que recorre un grito.

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El Instituto Italiano de Cultura en colaboración con la Fundación Paiz, a través de ArteCentro, presentan al gran virtuoso del violín Domenico Nordio en una única e imperdible presentación en Guatemala. Además de una pieza de Bach para violín so-lista, el maestro Nordio ejecutará las Cuatro Estaciones, obra de arte de la música barroca compuesta por An-tonio Vivaldi (1678 – 1741), acom-pañado por un conjunto de cámara integrado por los músicos guatemal-tecos Álvaro Reyes (1er violín), Laura Castagno (2ndo vilín), Jorge Urrutia (contrabajo), Kenneth Vásquez (vio-lonchelo), Julio Pirir (clavecín) y As-trid Marroquín (viola).El evento cierra el “Año de Italia en América Latina”, una iniciativa pro-movida por el Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia para presentar en

ConCierto

AsistAMiércoles 22 de junio / 19:30 Hrs. Entrada libreBasílica de Nuestra Señora del Rosario, Templo de Santo Domingo, 12 Avenida 10-09, zona 1Para mayor información puede comunicarse con Artecentro, al PBX 2270-8400 o a los correos: [email protected],[email protected]: y con el Instituto Italiano de Cultura, tels. 2366 8394/96, correo: [email protected]

¡Inspiradora Compañía! ¡Mi motor de vida! Fotografía de Elfotobus

DomeniCo norDio interpretArá LAs CuAtro estACionesPor redacción cultura el continente americano, en el período

enero 2015-junio 2016, los más desta-cados aspectos de la cultura italiana, Domenico Nordio se ha presentado en las salas de conciertos más pres-tigiosas del mundo, incluyendo el Carnegie Hall en Nueva York, Salle Pleyel en Paris, Teatro alla Scala en Milán, Barbican Centre en Londres y Suntory Hall en Tokio. En sus treinta años de carrera ha tocado con todas las grandes orquestas y realizado im-portantes giras en Europa y América que lo han convertido en un artista de enorme fama internacional, apre-ciado tanto como solista y músico de cámara.Por esta razón la Fundación Stradi-vari de Cremona lo ha seleccionado como testimonial para su proyecto «Friends of Stradivari», el cual incluye conciertos y recitales con los grandes violines de su colección (Stradivari,

Amati, Guarneri y Bergonzi). Ha gra-bado su primer trabajo Sony Classical con el Stradivarius de 1714 «Joachim-Ma», después de firmar un exclusivo acuerdo con el sello discográfico. El CD contiene el Concerto Gregoriano de Respighi y Tartiniana Seconda de

Dallapiccola con Muhai Tang y la Par-ma Toscanini Philharmonic (lanzado en 2013). Otro álbum, dedicado a los conciertos de Castelnuovo Tedesco y Casella y grabado con la Orchestra della Svizzera Italiana y Tito Cecche-rini, fue lanzado en enero de 2015.