De los dolores de Dolores y Fortuna.

Se encontraban las dos comadres María Beneficia Dolores Aguirre de Partos y Alegría

Eugenia Placida Fortuna, la primera casada con Domingo Partos Uribe y la segunda con la

parranda, el gasto y el alcohol.

- Euge: No va a pasar

- Dolo: Que sí, que ayer pasó, y se demoró pero pasó.

- Euge: No va a pasar, vas a ver, vamos a llegar de nuevo tarde y hoy por tu culpa Dolores.

- Dolo: Sí pasa, ahhh, si tanto quiere llegar temprano pa ponerse a limpiar así agachada

para que el Doctor Gutierrez la vea, entonces corra, corra que no la estoy cogiendo.

- Euge: Ahí viene.

- Dolo: Claro, a paso de reina de belleza. Así como va a llegar rápido, ya son casi las 6.

- Euge: Este lento, baboso. <refiriéndose al conductor, mirándolo y gesticulando> Por tu

culpa no voy a poder limpiar bien esos cajones.

- Dolo: Jajaja, jajaja <risa picara>

- Euge: Jajaja, jajaja < mas risas picaras>

Se ríen sin parar mientras a empujones suben al atestado bus azul que mas parece una

ballena de vacaciones por lo repleta y lenta que navega.

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- Euge: Bueno y no me va a contar, para que la llamaron a esa sala de juntas hoy?

- Dolo: No era nada.

- Euge: Aaaa bueno. (luego no esté jodiendo que le cuente que le cuente, que usted no

cuenta nada), <dice entre dientes, sin ruido pero entendible>

- Dolo: Eugenia, yo no se qué decirle a usted. <solloza> pero es que yo les dije. Yo les lloré

y todo.

- Euge: Que pasó? Que pasó?, dígame comadre usted sabe que puede confiar en mi, que

desde chiquitas fuimos unidas.

- Dolo: No, yo no le puedo decir nada, mire mejor vámonos a la casa y hacemos agua de

panela y vemos novelas y yo le digo a Domingo que usted se siente mala y que se va a

quedar en la salita, como cuando se emborracha.

- Euge: Que esconde María?, yo la conozco, qué pasa? a mi me dice o me dice.

- Dolo: A ver, es que estaban el Doctor Gutiérrez, Mera, y Doña Patricia. Y me empezaron a

decir unas cosas de la plata de la empresa y que el dólar, y que no se que mas cuentos y

que estaban buscando que para dejar menos empleados que somos muchos y que disque

caros.

- Euge: Y que le dijeron, no me diga que la echaron, <se tapa la boca mientras dice ahh,

muy preocupada>

- Dolo: Mire, usted lo que tiene que saber es que tenemos que apoyarnos pase lo que pase,

pase lo que pase.

- Euge: Yo no se, eso está muy raro, ahora no se si la van a echar a usted o a mi.

Se quedaron viendo por la ventana largo rato sin hablar. Se miraban a veces, pero no al

tiempo, sin embargo la una sabía que la otra la estaba mirando.

Al cabo de las habituales casi 2 horas, se bajaron del bus medio dormidas y empezaron a

subir la cuesta para llegar a la casa de los Partos.

Esa noche Dolores Aguirre sufrió casi lo mismo que deja leer su segundo nombre adornado

del apellido de su marido. No había tenido hijos, pero su marido había tenido un par de

deslices con unas hermanas gemelas de apellido desconocido, fruto de las cuales habían

nacido Miguel y Rafael, nombres que les escogió Dolores cuando los llevo a bautizar donde el

padre Vera.

- Dolo: Sino les pongo nombres de arcángel pueden salir a sus madres y ahí si nos llevó el

que nos trajo Domingo, así que no jorobe con que quiere ponerles como su tío, que su

padre, que su abuelo. Se van a llamar Miguel y Rafael Partos Aguirre o no van a tener

mamá. Escoja Domingo.

Los niños ya tenían 8 años, ambos!!, pero Miguel tenía los ojos azules, medio rubio mientras

que Rafael era tan mono como los cuervos. Dolores los amaba. Era simple. El día que

descubrió que su marido había llegado con 2 niños de menos de 1 mes, después de estar

desaparecido 3 días, decidió no preguntar mucho mas y repartirles a los críos el amor que se

le había acabado de morir por su esposo. Igual con el tiempo, e increíblemente, Domingo se

convirtió en buen esposo, y buen padre, pero sobre todo buen esposo. Quien no sabía la

historia, juraba sobre el fuego que eran una pareja ejemplar, que a pesar de la escases, se

amaban.

El amor nunca le escapó a Dolores, pero solo le llegó por primera vez hasta cuando Alegría le

rotó un novio de la infancia, cansada de escucharla quejarse de su mala suerte en el amor.

- Dolo: Rafaeeeeel, Migueeeeeeel, donde estánnnn, Domingoooooooooooo. Ayyyy donde

se haya ido a tomar hoy, ayyyy, le rompo a cachetones el hocico.

- Euge: Si eres exagerada, si Domingo no bebe como desde que le ganamos a Argentina 5-

0.

- Dolo: Jaaaaaa, mijita, y mejor que siga así porque en esta casa si no hay mas pan que pa

los cuatro, y pa usted cuando venga de buen genio.

- Euge: Yo siempre estoy de buen genio, solo me emputo cuando me ocultan las cosas.

- Dolo: Si yo no le he escondido nada, oigan a esta, ahora salí a deber.

- Euge: No te hagas Dolores Aguirre, no te hagas que lo de la sala de juntas no me quedó

claro. Igual si me echan me voy tranquila porque me tendrán que pagar por echarme

porque yo no hice nada malo. Y si la echan a usted, pues le toca al Domingo conseguir un

carrito de perros y vender como le he dicho los sábados en las tardes y los domingos en

las noches ahí en la esquina del parque.

- Dolo: A ver vengan mocosos, saluden a la tía Alegría.

- Rafael y Miguel <en coro>: Forrtunaaa, mamáaa. Repitieron en coro riendo y haciendo reír

a la comadre.

- Dolo: Usted les dijo su segundo apellido comadre? O fue Domingo?

- Euge: Hmmmm ya ni me acuerdo. Hola mis ángeles, como van? Se han portado bien? Ya

hicieron tareas?

- Dolo: A ver tráiganme las tareas, vamos a hacer agua de panela, pero el que no haga la

tarea, veaaa, ni come y encima lo hago arrepentir a rejo. Rafael, que pasó con el otro

zapato?

- Rafael: Mamáaa Miguel me lo escondió.

- Miguel: Mentira mentira mentira mamáa. Rafael es un tronco y me lo tiró y cayó en el patio,

jajaja <se cae al suelo de la risa>, y no lo pudo recoger jajaja.

- Dolo: Rafael vaya a traer ese zapato. Y usted Miguel acompañe a su hermano, que ya les

he dicho que en esta vida, lo que mejor pueden hacer es ayudarse porque sino se los lleva

el que los trajo.

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Scratch shhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhchshhhhhhhhhhhshhhhhhhhh <suena el tv con

cero señal, lluvia gris>

- Dolo: Que pasaría?

- Euge: Nooooo en lo mejor de la novela y se va la señal.

- Dolo: Domingooooooo, se fue la señalllllll del televisor.

- Domingo: Ya suboooo.

- Euge: <susurrando> Si ve comadre y usted quejándose del Domingo.

<Se apagan las luces y el televisor se apaga también>

- Dolo: Hmmmm ahora se va la luz <gritando y moviendo las piernas como en pataleta>.

lindo, lindo, quedamos lindo así. Menos mal ya se durmieron Rafael y Miguel, sino ya

estarían chillando. Domingooooo.

- Domingo: Ya para que subo, si igual no hay luzzz.

- Dolo: Pues sí. <se quedan en silencio un

rato>…………………………………………………………………… ahhh, comadre, usted que

mas sabe hacer además de limpiar y barrer y trapiar?

- Euge: Por que me pregunta eso Dolores? no le dije. Jueputa, esos malparados me quieren

echar. Claro como yo no estoy buena, como a mi las tetas se me cayeron como a los 28

por andar en los bares… , Es queee uuyyyyyyyyy que rabiaaa me da. Me voy a mi casa.

- Dolo: Noooo espere Eugenia, nooo, como se va a ir en esta oscuridad, se mata. Además

no me respondió. Espere venga, aggjhhhh. ………..Se va a caer, no sea terca, yaaa venga

Eugenia.

A tientas baja al primer piso y tira la puerta fuerte, tanto, que hace temblar la casa.

Dolores se queda a oscuras con una lágrima que no se le quiere bajar de la mejilla roja y otra

atrancada en la garganta.

Como pasadas las 11 volvió la luz y Domingo subió se empiyamó y se metió en las cobijas.

Como a la media hora tocaron la puerta, Dolores se había logrado dormir. Pero golpearon tan

fuerte que ambos se despertaron.

- Domingo: Quien puede ser a esta hora?

- Dolo: Mejor quedémonos dormidos no sea que sea alguien malo Domingo.

- Domingo: Voy a ver por la ventana quien es.

- Dolo: A ver, pero sin prender la luz.

- Domingo: Ahhhhh, es Eugenia, mírela ahí está mas borracha que de costumbre. Yo si no

bajo por ella.

- Dolo: <Se levanta Dolores, como un resorte> Yo voy y la entro ahí a la salita, ahorita le

cuento que es que parece que la van a echar de la empresa.

- Domingo: En serio? Y eso que hizo la pobre?

- Dolo: Ahorita le cuento.

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- Dolo: Comadre, Comadreee sigaa venga entre, ya no berree mas.

- Euge: Por que? <solloza>. Por quéee? <suelta el full llanto>, yo que hice porque me

quieren echar, aaa. Dígame Dolores, dígame que les hice.

- Dolo: Venga venga entre que mañana nos toca trabajar porque a las mulas no nos pagan

por llorar en la casa. Venga y ya, no llore. Venga para adentro.

Dolores sale, la toma de la cintura y la lleva medio empujada y medio cargada dentro de la

casa, la acuesta en el sofá de medio lado y le tiende la cobija de siete tigres que se ganaron

en el primer bingo al que fueron juntas y que prometieron compartir toda la vida.

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- Euge: No doctor, eso si no. Yo a eso no le entro, yo con eso no juego. <se voltea

indignada y mirando a Dolores arremete>. Y usted comadre, usted? Después de tantos

años me sale con esto. <se acuerda de que era ella, Eugenia la que se inclinaba en frente

del escritorio del Doctor Gutierres, para que le viera mas alla del escote del uniforme negro

y blanco, pero finalmente remata el regaño> Me voy y no la quiero volver a ver en mi vida,

porque siempre hemos sido pobres, desde que nos tomábamos fotos en el parque y nunca

reclamábamos la copia porque no teníamos para pagar. Pero nunca nos putiamos, nunca.

Ni cuando falto el pan. <se le salen las lágrimas de ira y furia> Menos por darle el gustico a

este tipo de puercos.

- Dolo: Espérese Eugenia, no es lo que usted piensa, yo lo hice porque, porque, porque

<suelta el llanto, y sale de la oficina corriendo con las manos en la cara>

- Euge: Y sepa usted doctor, que Dolores tiene marido, y yo con estas orejas que se han de

comer los gusanos, anoche apenas los escuché gritando y jadeando un buen rato. Usted

por obligar a mi comadre se ha de podrir en el infierno. <Se quitó la escarapela de la

empresa se la tiró en la cara y salió despacio sin cerrar la gran puerta de roble de la oficina

del doctor José Luis Gutiérrez, director de personal de la empresa de neumáticos

GoodCaucho.

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Con el bolso en la mano, Alegría Eugenia Plácida subida en el bus, desempleada semi-

oficialmente, de vuelta al barrio, lloró 55 lagrimas, tuvo tiempo de pensar mil veces en

devolverse a sacar de las greñas a Dolores de ese antro. Pero siempre se terminaba

imaginando que ella se resistía y que le decía que ella hubiera hecho lo mismo si hubiera

tenido la oportunidad.

Cuando finalmente llegó al barrio pasó por el frente de la casa de la comadre y pensó en

Domingo. Se acordó de la historia de Rafael y Miguel, volvieron las lágrimas a sus ojos y

siguió subiendo la empinada calle. No sabía qué hacer, con quien hablar. Por primera vez en

su vida, no tenía a la comadre Dolores para ir a contarle sus cuitas.

Paso por la cancha de micro, se sentó a tomarse una cerveza en la tienda de don Julio. Se dio

cuenta de que no tenía mas que 2500 pesos en el bolsillo y un millón de amarguras en la

espalda.

Se decidió a ir a la casa de Dolores, la iba a sacar, e iba a aclarar con ella en ese mismo

instante lo que pasó. Quería saber todo, con pelos y señales, quería darle una bofetada que le

doliera como le dolía a ella perderla. Pensó un momento que a eso debía saber la traición de

un hombre al que se ama. No dejó nunca que un cualquiera le rompiera el corazón y por tanto

no conocía ese sentimiento.

Llegó a la casa y golpeó, aun era temprano, tal vez ella no había llegado. Se sentó afuera,

después de un rato, desde dentro de la casa, por el vidrio golpearon y ella volteó, eran Miguel

y Rafael, le sonreían y le decían que si le abrían la puerta. Ella les hizo una mueca diciendo

que eran unos bellos, pero que no, que ella esperaba afuera.

Pasó una hora, laaaarga, pensó como en un millón de cosas. Vio la hora: 9 pm, se levantó.

Cómo habían pasado 3 horas mas y no las había sentido hasta ese instante? Le dolía toda la

cola. Miró hacia el fin de la bajada de la calle, venía subiendo Domingo, parecía tambalear de

lado a lado.

- Euge: Comadre, comadre, por favor comadre dígame algo.

- Dolo: Donde estoy, que pasa, Eugeñita? Eres tú? Estoy soñando? Donde está Luis?

- Euge: Comadre Dolores, soy Alegría Eugenia, sí, Eugeñita <ambas lloran> soy Eugeñita.

- Dolo: Que pasó por que estamos aca, usted se fue brava, que pasó?

- Euge: Tranquila comadre, tranquila, estamos en el hospital, a usted me la intentaron robar,

y la golpearon súper feo, creímos que no nos iba a aguantar. Fue horrible, fue horrible pero

ya está bien, ya puede hablar comadre. <siguen con las lágrimas de vez en cuando

bajando por los rostros incrédulos> Dios que es muy grande comadre Dolores.

- Dolo: Que día es?

- Euge: Hoy es viernes, pero usted lleva así desde hace 2 semanas. Me la han operado 3

veces. Pero ya el medico nos dijo que se salvó mija, ya no va a pasar nada mas. Todo va

a salir bien.

- Dolo: Donde está Luis?

- Euge: Dolores, usted está confundidita todavía, usted por quien pregunta es por Domingo,

su esposo.

- Dolo: Si? Y donde está Domingo? Y Rafael y Miguel? Están ellos bien comadre?

- Euge: Tranquila vamos despacito, ellos ahorita vienen, yo ya los llamé, es que hemos

estado viniendo todos los días pero pues ya son dos semanas y estamos bien lejos de la

casa.

- Dolo: En donde estamos?

- Euge: Estamos en el hospital de San Jose Eustaquio, aca me la han tratado bien comadre,

y mire, me parece mentira, ya está bien comadre, aleluya comadre está viva, está bien.

- Dolo: Bueno, yo como que me voy a trabajar, 2 semanas, ya no me van a pagar.

- Euge: A ver calmada Maria Beneficia, usted ahí quietica se queda, yo he estado yendo a

trabajar mientras usted se recupera, usted está incapacitada y allá ya saben, y todos le

mandan saludos, esperan que se mejore comadre, le enviaron flores, frutas y todo. Mire

ahí en la mesita todavía quedan frutas y flores.

- Dolo: Y Luis que dijo?

- Euge: Ya no joda mas con Luis. Si me vuelve a hablar de ese hijueputa, yo me voy.

- Dolo: <mirando hacia abajo dice despacito> Comadre, yo tengo algo tan grave que

contarle que puede que usted se quiera ir para no volver, pero yo me lo prometí ese día.

Yo a usted no le voy a ocultar nada mas.

- Euge: Hmm, yo no se, no se que decirle comadre, yo como que me huelo algo muy

maluco, pero la escucho, después vemos que toca hacer.

- Dolo: Yo estaba de moza de Luis Gutiérrez. Nos la pasábamos haciendo y deshaciendo en

la oficina de él. Empezó todo con…<Euge le tira la mano abierta hacia la boca, para

callarla y le dice:>

- Euge: Mire comadre, si no estuviera tan pero tan golpeada le rompería esa boca por puta.

- Dolo: Pero déjeme explicarle lo que pasó.

- Euge: Yo ahorita no quiero escuchar nada, mejor recuéstese voy por la enfermera para

que le de la comida y cuando venga Domingo, hágame un favor, o mejor dicho, hágaselo a

usted misma y no vaya a decirles ninguna mierda de ese tal Luis porque donde le diga

algo, yo prefiero no volver por aca jamás.

- Dolo: Usted me lo debe, usted no se puede olvidar que yo sie <dolores queda a mitad de

frase, se desploma sobre sus propias piernas, quedando doblada sobre si misma en la

cama del hospital>

- Euge: Comadre? Dolores?.............................................................................. Ya, ya

entendí, ya no se haga mas…………….. Dolores? <Eugenia sale corriendo gritando como

una loca>

- Euge: enfermeeeraaaaaaaaaaaaaaaa.

<<-----------------------------------------------------------------------------------(2 días antes)

Domingo: Comadre Fortuna, pero por qué? por qué le pasó esto a Dolores? Esto es mi culpa

<alzando la tercera media de aguardiente casi vacía>

Euge: Domingooo, estono es culpasuya, yoose lo digo. <Eugenia hablando en letra pegada, le

quita la botella y se la termina de un larguísimo trago>

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Dolo: Que pasó, Eugenia? Eugeniaaaa?

Enfermera: Señora, tranquila, sus familiares no están acá porque son las 11 pm, usted se

desmayó esta mañana, se le subió la tensión y tuvo una conmoción. Tranquilícese, a verrr,

recuéstese. Eso bonita, ya está, por ahora acostadita y descanse para que tenga fuerzas para

mañana ver si la podemos dejar ir a su casa.

Dolores ya no sentía los golpes, no le dolía el cuerpo. Desde que salió la primera vez con la

culpa en la espalda de la oficina de ese doctor alto y guapo que siempre le había gustado,

supo que el día que le tocara verse de frente con la falta cometida, le dolería el alma para

siempre. Esa noche no pudo soñar con él. Se encontró en sus sueños mil veces con Eugenía,

con Domingo y hasta en un par de episodios con el padre Vera. Sintió lastima de si misma, se

sentía vil, no sentía amor.

Por qué? Ella sentía que sabía que amaba a Luis, y que por Domingo ya solo tenía

compasión. Pero en ese momento su supuesto amor por Luis, no lo sentía ya.

Será que soy una cualquiera? Será que no sirvo para amar? Será que por eso no pude nunca

tener un hijo? Que le voy a decir a Eugenia? A ella, que es mas que mi hermana, como le voy

a confesar esto que siento?

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Dolo: <Dolores golpea la puerta de la casa de Eugenia por tercera vez> Eugeniaaaaa. Abra la

puerta. Por favor. Yo se que usted está allí. Por favoooorrr. Se lo pido.

Euge:<Eugenia gritando desde el otro lado de la puerta> Vayase de aca, usted no es mi nada.

Yo no la conozco. Vayase no me joda mas esta vida.

Dolo: <Dolores envuelta en llanto otra vez> Porrr rr favor rr comadre, por Dios no me diga eso.

Usted no sabe como estoy. Usted no se imagina. Por favor ábrame. Cinco minutos, no le pido

mas.

Euge: A ver <abriendo la puerta>, que quiere. Usted es una persona que yo no conozco. Mi

hermana Maria Beneficia se me murió, y estoy haciéndole el luto, y ver a putas no es

exactamente guardarle la memoria.

Dolo: <Dolores con las manos en la cara, y arrodillándosele a los pies a Eugenia> Perdóneme

comadre, no se en que maldito instante ese hombre se me metió por las venas. Se me metio

por los ojos y yo, yo, yo no se como se me ocurrió aceptar que le propusiera esas cosas a

usted. Yo me volví loca. Ahora lo entiendo. Mire que yo renuncié ese día que salí del hospital.

Volví a la casa y Domingo. <hace una pausa> Domingo no me habla. Yo lo entiendo, y

entiendo que usted le haya contado porque esa carga yo también la llevaba encima. Pero

perderla? Yo no puedo perderla a usted comadre.

Euge: Terminó?? Menos mal porque ya me estaba dando sueño Dolores. Le di sus 5 minutos,

y solo para que lo sepa, yo jamás la traicioné, yo no le dije nada jamás a Domingo. La noche

que usted no llegó y la robaron, ese día usted debió llamar a Domingo porque el llego

borracho, que no se podía tener, y con los ojos hinchados y enjuagados a mas no poder. Yo la

estaba esperando para aclarar las cosas, pero usted nunca llegó. Luego al día siguiente fue

que me enteré que estaba en el hospital. Y como le dije, que le vaya bien y la pise un tren,

hasta nunca. <pummmmm cierra la puerta en la cara de Dolores>

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Las comadres Dolores y Fortuna jamás se volvieron a ver. Un par de meses después,

mientras Eugenia leía el periódico de la tienda en busca de trabajo, leyó en una página de las

de noticias de poca moda. “Mujer es encontrada muerta entre las basuras de desechos

peligrosos de la empresa GoodCaucho. Las autoridades investigan el fallecimiento de María

Benefica” <los de la redacción se habían equivocado y pusieron Benefica en lugar de

Beneficia> “Dolores Aguirre de Partos, de 28 años, madre de dos niños de 8. En confusos

hechos al parecer la mujer fue llevada hasta los cuartos de basuras encañonada y ejecutada.

Los reportes indican que no se tiene sospechosos clave. En los expedientes médicos de la

víctima figura que fue atacada brutalmente hace menos de tres meses, sin embargo la difunta

en aquella ocasión declaró que no le robaron nada y se negó a presentar cargos.”

Alegría Eugenia Placida Fortuna acabó de leer y se le llenaron los ojos de lágrimas. A su

comadre la mataron, por amor o por desamor, por sincera o por concubina, nunca supo ella. A

los pocos días Eugenia recogió sus pocas cosas y se marchó al norte a probar suerte en la

costa. Pero nunca olvidaría a su hermana Dolores, su amiga, su comadre.