De la educación popular a la metodología horizontal

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De la educacin popular a la metodologa horizontal Medina Ramrez Roco del Carmen

No sean los conceptos los que convoquen a la realidad, sino la realidad la que busque a los conceptos; que no sean las teoras que definan los problemas de nuestra situacin sino que sean esos problemas los que reclamen y, por as decirlo, elijan su propia teorizacin. Se trata de cambiar nuestro tradicional idealismo metodolgico en un realismo crtico (Martn-Bar, 1998).

EncuadreDurante el periodo de 2008 a 2011 ingres a mi primera actividad profesional. Dentro de la emocin y el miedo que me generaba egresar de la licenciatura tuve oportunidad de incorporarme a la Direccin de Desarrollo Comunitario DIDECO del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia DIF Jalisco [footnoteRef:1]cumpliendo el cargo de facilitador de procesos comunitarios en la Zona Norte del estado de Jalisco, particularmente en la comunidad indgena wixaritari de Tuutsipa (Tuxpan de Bolaos) y como responsable de ocho promotores comunitarios de origen wixaritari y con ms de 5 aos de experiencia cada uno en organizacin comunitaria. Dentro de esta experiencia pude identificar el peso que tiene la estructura institucional en los procesos de organizacin social y ser consciente del impacto de polticas pblicas en la poblacin, en particular la ms marginada. [1: El programa DIDECO funcion en el DIF Jalisco como una lnea de trabajo en la que a travs de la capacitacin, participacin y organizacin social en comunidad, se lograba la autogestin y el desarrollo de las mismas comunidades.]

Posteriormente a la experiencia trabajando en una instancia gubernamental, me incorpor a una asociacin civil llamada Comunidad Crece A.C [footnoteRef:2] para llevar a cabo una sistematizacin de diez aos de experiencia de la asociacin, con el objetivo de recuperar la historia, hacer una evaluacin de impacto, replantear misin y visin institucionales y posteriormente generar un modelo educativo a partir de las reflexiones realizadas. Una vez concluida esta experiencia colabor un ao ms coordinando el rea de vinculacin hasta que sta se cerr y me ofrecieron continuar como procuradora de fondos, puesto que rechac. [2: Comunidad Crece A.C. cumpli 13 aos trabajando en procesos de autogestin y organizacin comunitaria en colonias del municipio de Zapopan.]

Finalmente y sin afn de enfocar esta reflexin en mi experiencia sino en elementos que la han constituido para a partir de ah centrar los apartados siguientes, me invitaron a colaborar en el Equipo de Apoyo a Migrantes Indgenas EAMI, colectivo que desde hace casi 20 ao acompaa procesos de organizacin comunitaria con indgenas migrantes establecidos en la Zona Metropolitana de Guadalajara, esta organizacin a partir de tres elementos: identidad/cultura, comunidad y fe organiza actividades que encaminen a la autogestin y la participacin comunitaria.

Lo que marc mi experiencia profesional fue la diferencia entre formas de acercarse a los otros con el objetivo de generar transformacin o bien conocimiento de la realidad, quiero iniciar este ensayo, proponiendo una primera identificacin de dos posturas desde las que se han generado a lo largo de la historia acercamientos a la realidad y a los otros. Cada una de ellas ha tenido un referente histrico y ha estado rodeada de referentes polticos que han enmarcado su constitucin como postulado terico ante una poblacin u otra.

Por un lado, la educacin popular, hace referencia ms a movimientos histricos latinoamericanos y a activismo social ms no siempre a referentes de produccin de conocimiento. Con tericos que a la vez fueron agentes sociales de cambio tales como Paulo Freire, Carlos Nuez, Ignacio Martn Bar, la educacin popular fue marcando una tendencia que inclua una concepcin de la realidad, del otro y del conocimiento diferente pues inclua una toma de postura poltica y una transgresin de la barrera impuesta por la bsqueda de objetividad presente desde el positivismo.

Ignacio Martn Bar, por ejemplo, psiclogo social Jesuita, marc una tendencia de reflexin de psiclogos en la transformacin de la realidad y un compromiso por la salud mental pero de un individuo inmerso en sistemas de poder opresores y violentos, esta presencia junto con psiclogos como Maritza Montero impuls el surgimiento de la Psicologa de la liberacin y la piscologa comunitaria, que conjuntaba elementos altamente significativos en la transformacin del otro: la liberacin y la comunidad.

Por otro lado, la revisin de aproximaciones al otro desde la perspectiva acadmica, ha tenido su propio proceso en el que se ha pasado del nulo reconocimiento a la subjetividad a la bsqueda de aproximaciones que no solo no la eviten sino que reconozca al intercambio horizontal y recproco como punto de partida para producir conocimientos. (Corona, 2012).

Si pudiera identificar a estas dos dimensiones histricas, las llamara la acadmica y la activista, tratando de poner en la misma categora, las que yo considero son clave para entender, definir y generar no solo conocimiento sino interaccin con los otros.

En este documento, no pretendo identificar los elementos que enmarcan a una y otra postura, sino ms bien reflexionar sobre los elementos que identifico en ambas que pueden nutrir y producir aproximaciones y construcciones con el otro mucho ms significativas y culmino encontrando en las metodologas horizontales un reflejo de lo que se ha realizado en educacin popular durante mucho tiempo pero que sin embargo no apostaba al fundamento terico como forma de consolidarse.

Para la reflexin de este documento quiero recuperar tres elementos que son base para acercarse a la Educacin Popular y que identifico tambin en las metodologas horizontales como forma alternativa de generar conocimiento, realidad, comunidad y conocimiento.

Realidad, comunidad y conocimiento

En los tres contextos en que pude colaborar, comunidad indgena, comunidad urbana marginada, comunidad indgena en la zona urbana, la realidad, ese trmino filosfico que determina los acercamientos tericos en materia de intervencin, se ha constituido en postulados imaginarios de sentido comn y cosmovisin.

La poblacin que adems viva y vive en situaciones de desigualdad, es representada por discursos e instancias como poblacin marginada, excluida, pobre, entre otros calificativos, a partir de indicadores construidos desde referentes que enmarcan una situacin de poder y acceso a informacin, servicios y produccin, revisin y regeneracin de conocimiento. Cada poblacin ha estado enmarcada en una realidad particular, pero qu es la realidad?.

Para Berger y Luckmann (2012:11) la realidad se construye socialmente, sin embargo esta realidad es relativa, es decir cada sociedad o grupo de personas a partir de postulados y referentes de subjetivacin va construyendo y dotando de significados a los elementos que constituyen su da a da, adems reconocen que el mundo de la vida cotidiana se da por establecido como realidad por los miembros de la sociedad en el comportamiento subjetivamente significado de sus vidas. La realidad se genera en los pensamientos y acciones de quienes la viven y est reconocida como real por ellos mismos.

La educacin popular, referente histrico alternativo en la produccin de aprendizaje comunitario, es entendida como un proceso de aprendizaje colectivo del pueblo que apunta al fortalecimiento de su organizacin a fin de transformar la realidad en funcin de sus intereses y tiene una teora que la sustenta y un mtodo que la hace posible (ICI, 1997). En la educacin popular, la realidad es considerada como el punto de partida. Para Nuez (2002) ningn fenmeno puede ser visto aislado al margen de su compleja interdeterminacin y en cada uno intervienen factores individuales, sociales, econmicos, histricos, polticos, culturales, etc.

Para Corona (2012), la verdad sobre la realidad que era producida por la investigacin de etnografa tradicional fue puesta en jaque junto con el problema que implicaba la representatividad, la autoridad y el juego de poder en la construccin de investigaciones de los otros y no con los otros.

Para Corona (2012) es el dialogo el constructor de del sujeto. Los movimientos sociales, las voces indgenas y de las mujeres pusieron la vista en la forma en que tradicionalmente se haba hablado de ellas (y ellos) y generaron disonancias entre las formas de generar conocimiento y de ver, entender y representar la realidad.

En las metodologas horizontales, el dialogo tiene connotaciones positivas, humanistas y emancipadoras, pues permite construir puentes con el otro para entenderle. (Corona, 2012). Sin embargo es necesario plantarse sobre perspectivas de horizontalidad, reciprocidad y dialogalidad.

Para Berger y Luckmann (2012: 35) el anlisis de la vida cotidiana es un freno contra todas las hiptesis causales o genticas, as como contra las aseveraciones que definen la situacin ontolgica de los fenmenos de la realidad. El sentido comn y las prcticas sociales de lo colectivo, implica una serie interminable de interpretaciones cientficas y cuasi-cientficas

La educacin popular tiene como fundamentos dos elementos: el principio de prctica- teora prctica y la produccin colectiva de conocimiento. (ICI, 1997) Para la educacin popular, el reconocimiento de la realidad es fundamental y se realiza a travs de actividades de diagnstico, ste se lleva a cabo con la comunidad a partir del dilogo en colectivo y la reflexin crtica.

En la educacin popular, la prctica y la teora tienen una vinculacin intma, ambas se influyen y se determinan. Nuestro actuar condiciona nuestros conocimientos y al mismo tiempo nuestros conocimientos condicionan nuestro actuar.

En educacin popular tambin, la prctica es el fundamento de la teora y es la finalidad del proceso de conocimiento. Si queremos conocer la realidad debemos estar adentro de ella y participar de ella.

A partir de la dcada de 1990 segn refiere Corona (2012) se tuvo una crisis en la investigacin del otro y se reflexion de nuevo en la importancia de que teora y prctica fueran parte de un mismo proceso. As mismo, se reflexion sobre la tica que hace en una investigacin llegar a un verdadero dialogo con el otro y no a un hablar del otro.

Para Corona (2012), los mtodos horizontales se basan en que la teora y prctica son parte de un mismo proceso. Separarlas desvaloriza el conocimiento del otro al momento de distinguir qu es ciencia y qu no. Es necesario repensar el dialogo como fenmeno social en el que los sujetos se construyen de forma permanente partir de las relaciones con los otros, por tanto investigar significa promover encuentros entre diferentes miradas de los otros, para proporcionar una visin integral. La horizontalidad es una posibilidad si se produce como instauracin que asume que condiciones como la asimetra, poder, posicin estratgica, etc pueden producir sentido.

Encuentro un elemento clave de coincidencia en la educacin popular y las metodologas horizontales en tanto se plantea que una forma de investigacin a partir de la igualdad es posible.

Mientras que para la educacin popular se trata de una toma de conciencia de la realidad, en donde se reconoce el accionar sobre ella para las metodologas horizontales se trata de buscar una autonoma de la propia mirada, es decir una facultad de expresar el propio nombre desde lugares y formas diversas. (Corona, 2012)Nombrarse a s mismo se refiere a la creacin de un discurso que otorgue identidad propia frente a la etiqueta dominante impuesta. Nadie entra a la investigacin con una autonoma anterior, esencial, originaria sino que cada uno se embarca en un proceso para encontrar conocimiento a partir del proceso reflexivo de espejos. Las miradas, horizontales, se regresan. La intervencin es por tanto un conflicto generador que construye oportunidades de igualdad discursiva para que cada quien se exhiba como desea hacerlo. (Corona, 2012). La igualdad necesaria para el dialogo hay que ejercerla, instaurarla. No es un trmino antropolgico sino poltico y se tiene que ejercitar por voluntad.Quiero cerrar las reflexiones de las coincidencias de metodologas horizontales y algunos elementos de la educacin popular en dos ideas, el activismo vs el teoricismo. Ambos los he estado reflexionando en tanto busco un punto de equilibrio para mi propio hacer como investigadora activista. Cmo ir dndole el peso suficiente a uno y a otro? Muchas veces hay experiencias colectivas comunitarias que serviran como modelos de aprendizaje, sin embargo no cuentan con el referente terico suficiente para sistematizar la prctica y generar conocimiento. Si bien se identifica con claridad la importancia de recuperar el conocimiento para el reconocimiento de la realidad, no se identifica la importancia de compartirlo con otros y otras en lugares o circunstancias diferentes, se pierde una visin de futuro en tanto se concentra demasiados esfuerzos en problemas o situaciones presentes. Por otro lado, tambin se valora en ocasiones con demasa el conocimiento acadmico que se produce, al menos en lo que tiene que ver con la comunidad, sin embargo no se trabaja demasiado en entender cmo se dan las interacciones entre conocimientos diversos. Si bien, identifico que hay varias congruencias entre elementos de lo prctico y lo terico o en la postura activista vs la postura intelectual, la comunidad desde mi punto de vista ser la que termine por cerrar la disyuntiva. Tratando de generar dilogos desde una perspectiva horizontal y enfatizando la realidad como punto de partida y de llegada har ms rica la produccin de conocimiento y ms aplicable la generacin del mismo.Referencias bibliogrficas Berger, P. Luckmann, T. 2012. La construccin social de la realidad, Amorrortu, Buenos Aires.Corona, S. 2012. En dialogo. Metodologas horizontales en Ciencias Sociales y Culturales

Instituto Cooperativo Interamericano ICI. 1997. Educacin Popular. Una metodologa. Equipo Maiz. San SalvadorNuez, C. 2002. El punto de partida y el punto de entrada. Escuela Metodolgica Nacional EMN. Instituto Mexicano de Desarrollo Comunitario IMDEC 2010.Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia DIF Jalisco. 2013. Lineamientos generales para la operacin de los programas sociales del sistema DIF Jalisco a los sistemas DIF municipales que tienen grupos de desarrollo comunitario (GDC) en el estado de Jalisco. Recuperado en www.sistemadif.jalisco.gob.mx