De la Revolución Libertadora a las elecciones de 1973

De la Revolución Libertadora a las elecciones de 1973

Los militares que llevaron a cabo la Revolución Libertadora (1955–1958) se

propusieron “desperonizar” la sociedad y establecieron la proscripción del

peronismo, lo que profundizó la división entre peronistas y antiperonistas.

Luego de tres años de gobierno de facto, en dos oportunidades se intentó

restablecer el sistema democrático. Sin embargo, las presidencias que se

sucedieron entre 1958 y

1966 –consideradas por algunos historiadores como gobiernos

semidemocráticos – fueron frágiles e inestables. Además, estuvieron

controladas, en forma abierta o encubierta, por las Fuerzas Armadas (FF.AA.)

con el fin de evitar el retorno del peronismo, al que consideraban el “gran

mal argentino”. Fueron los casos de las presidencias de Arturo Frondizi (1958-

1962), José María Guido (1962–1963) y Arturo Illia (1963-1966), los tres de

83 Prepararte 2021. Cuadernillo de Historia. 1er examen.

extracción radical. A partir del nuevo golpe de Estado llevado a cabo por las

Fuerzas Armadas en 1966 –la autodenominada Revolución Argentina (1966–

1973) –, los militares abandonaron su rol tutelar y se convirtieron en los

verdaderos conductores del Estado. Para lograr sus objetivos y realizar los

cambios que consideraban necesarios impusieron una política autoritaria

que suprimió derechos y libertades. Esta política fue resistida por la

sociedad, y el levantamiento popular conocido como el Cordobazo (1969)

fue la expresión más clara del fracaso del autoritarismo del gobierno. La

agitación social, la falta de consenso y el desprestigio obligaron a las FF.AA.

a abrir el juego electoral y convocar a elecciones libres y sin proscripciones

para 1973. Ese año Perón regresó del exilio y demostró que el objetivo

perseguido por los militares durante dieciocho años había fracasado. El

peronismo volvió al poder con el apoyo masivo de la ciudadanía, que

consideraba al viejo líder como la única opción para asegurar el orden y la

paz social.

El segundo periodo de gobiernos peronistas (1973–1976) estuvo signado por

la violencia y los enfrentamientos internos. La situación de descontrol

reinante colocó nuevamente en el centro la escena política a las FF.AA., que

una vez más volvieron a presentarse frente a la sociedad como “los

salvadores de la república”. Esta etapa de inestabilidad institucional y crisis

recurrentes finalizaría con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, que

inauguró una larga y sangrienta dictadura que se extendió hasta 1983.

Panorama internacional

La Guerra Fría: el mundo bipolar (1945–1991)

Estados Unidos (EE.UU.) y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas

(URSS), aliadas y vencedoras en la Segunda Guerra Mundial, rompieron

relaciones una vez finalizado el conflicto. Sus diferencias ideológicas

llevaron a la conformación de dos bloques antagónicos. El bloque capitalista,

liderado por EE.UU., controlaba occidente; y el bloque comunista, liderado

por la URSS, ejercía su hegemonía sobre Europa del Este. El enfrentamiento


entre los dos bloques fue conocido como Guerra Fría, debido a que no existió

una guerra declarada entre ambos países; se trató de una “batalla” política,

económica e ideológica en la que cada uno intentó imponer su supremacía.

La capacidad bélica (ahora, atómica) de ambas potencias sumió al planeta

en una permanente tensión por el temor al estallido de un nuevo conflicto

que involucrara al mundo entero. Esta tensión se mantuvo hasta fines de la

década de 1980, cuando las relaciones se “descongelaron” y comenzó un

proceso de acercamiento entre las dos potencias.

La revolución cubana (1959)

América Latina no permaneció al margen de ese conflicto. En enero de 1959

triunfó en Cuba una revolución encabezada por Fidel Castro, Raúl Castro y el

argentino Ernesto “Che” Guevara. El nuevo gobierno implementó un conjunto

de medidas socialistas: campaña de alfabetización, organización del sistema

sanitario, reforma de la propiedad urbana, y una reforma agraria que

confiscó las tierras de las grandes empresas azucareras norteamericanas.

Esta política generó el enfrentamiento con Estados Unidos y el alineamiento

del gobierno cubano con el bloque comunista. Como respuesta, el gobierno

norteamericano ejerció una fuerte presión y logró que Cuba fuera expulsada

de la OEA.

El protagonismo cultural y político de la juventud (década de 1960)

La década de 1960 fue también el escenario de grandes transformaciones

culturales. En los países capitalistas que integraban el bloque liderado por

EE.UU. se inició un movimiento en el que rápidamente los jóvenes asumieron

un fuerte protagonismo. El llamado movimiento hippie impulsó una

verdadera “contracultura” que expresaba un profundo desprecio contra el

orden establecido.

En un mundo dominado por la violencia y el individualismo, defendían la paz,

proponían el regreso a la naturaleza, la vida en comunidad y rechazaban la

represión sexual impuesta por normas morales y religiosas. También 85

Prepararte 2021. Cuadernillo de Historia. 1er examen.

desarrollaron formas de expresión “alternativas”, como la música rock, el

arte psicodélico y la colorida e informal vestimenta que los distinguía.

Sus reclamos por mayores libertades y sus críticas a la sociedad de

consumo y al imperialismo los convirtieron en activos participantes de las

numerosas revueltas y protestas que se vivieron en esos años.

Una de ellas, que tuvo una gran repercusión internacional y se convirtió en

un símbolo de la resistencia juvenil, fue el llamado Mayo Francés (París, mayo

de 1968). Comenzó como una rebelión universitaria y se convirtió en un

amplio movimiento de protesta popular. Las consignas levantadas por los

jóvenes (prohibido prohibir , la imaginación al poder ) evidenciaron el carácter

libertario y renovador de un movimiento que representaba los ideales de

toda una generación.

El fin de una época: la OPEP (1973)

Otro suceso de gran trascendencia internacional ocurrió en 1973, cuando los

países árabes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP)

, principales proveedores del petróleo que consumían los países

industrializados, decidieron cuadruplicar el precio del crudo. La

dependencia de este combustible tuvo un fuerte impacto en la economía

mundial, ya que se redujeron las actividades productivas, aumentó el precio

de los productos industriales, y se establecieron medidas proteccionistas

que provocaron la disminución de las compras de materias primas y

alimentos.


La Revolución Libertadora: gobiernos militares y proscripción del peronismo

El golpe de Estado que derrocó a Perón en septiembre de 1955 fue

ejecutado por las

Fuerzas Armadas y contó con el apoyo de amplios sectores políticos,

económicos y sociales. Los militares golpistas que asumieron el gobierno

iniciaron el proceso que denominaron Revolución Libertadora, ya que, según

ellos mismos decían, liberaban al país de la “tiranía de Perón”.

El general Eduardo Lonardi asumió la presidencia con una actitud

conciliadora hacia los sectores peronistas, que quedó manifestada en su

primer discurso cuando afirmó que no habría ni vencedores ni vencidos. Por

esta razón no disolvió el partido peronista ni intervino la Confederación

General del Trabajo (CGT), y anunció elecciones gremiales libres. Sin

embargo, su posición no contaba con el apoyo de la mayoría de las Fuerzas

Armadas y, apenas transcurridos dos meses de gobierno, Lonardi fue

obligado a renunciar. Asumió entonces la presidencia el general Pedro

Eugenio Aramburu. Junto a su vicepresidente, el almirante Isaac Rojas,


Aramburu ejecutó un agresivo proceso de desperonización que afectó la vida

política, la economía y a la sociedad en su conjunto.

El proceso de “desperonización”

Aramburu y Rojas se propusieron desintegrar el peronismo como fuerza

política y social. Para lograr este objetivo se decretó la disolución del partido

peronista y la prohibición del uso de los nombres, emblemas e imágenes de

Perón y Evita. Además, se inhabilitó a todos los políticos y funcionarios

peronistas para desempeñar cargos públicos, y se persiguió y se detuvo a

numerosos delegados y dirigentes sindicales. Al mismo tiempo se intervino

la CGT y se suspendieron las convenciones colectivas de trabajo. En materia

económica, el gobierno de facto decidió abandonar los principios de la

economía peronista, a la que le atribuía la crítica situación del país, y adoptó

medidas en favor del libre mercado. El IAPI fue disuelto y se redujeron los

aranceles aduaneros. De este modo, se abandonó la protección a la industria

y a los sectores obreros, que, además, se vieron afectados por el

congelamiento de los salarios. El sector agropecuario, postergado en

beneficio de la industria durante los años anteriores, recibió un fuerte

impulso, y se gestionó la incorporación de la Argentina al FMI (Fondo

Monetario Internacional). El sector obrero, mayoritariamente peronista, se

vio perjudicado por estas medidas, y no contaba con las organizaciones

sindicales para enfrentarlas.

Las consecuencias de los intentos de desperonización

La política de desperonización de la sociedad produjo el efecto contrario del

deseado por el gobierno: durante esos años se reforzó la adhesión de la

clase obrera y los sectores populares a Perón. Desde el exilio, el líder

justicialista se convirtió en el representante del “paraíso perdido” de la clase

trabajadora argentina, y durante muchos años sus adeptos levantaron la

consigna Luche y vuelve. La persecución y “la resistencia” agudizaron la


división en dos bloques: el peronista, representado por los sectores populares

–especialmente, la clase obrera–, y el antiperonista, a partir de entonces

conocido con el nombre de los gorilas.

La “resistencia peronista”

En junio de 1956, el general peronista Juan José Valle intentó llevar a cabo

un levantamiento cívico-militar que fue fácilmente sofocado. El fusilamiento

de los militares y los civiles involucrados en el levantamiento dejó en claro

que el gobierno estaba dispuesto a reprimir enérgicamente cualquier

manifestación de apoyo al peronismo.

No obstante, frente a esa política de “desperonización”, los trabajadores

iniciaron acciones de resistencia, que consistían en revelarse frente a la

proscripción de diversas maneras. Por ejemplo, organizando actos de corta

duración en las calles, en los que cantaban la marcha peronista, arrojaban

volantes con consignas favorables a Perón y se retiraban rápidamente antes

de ser detenidos.

El fin del gobierno de facto: los partidos políticos frente a las elecciones de 1958

En un clima político de creciente tensión, los conflictos internos de las

Fuerzas Armadas se agudizaron. Esta situación llevó al gobierno de facto a

anunciar que volverían a realizarse elecciones a comienzos de 1958. El

peronismo continuaría proscripto y no podría participar en los comicios. Como

el movimiento aún mantenía una fuerza política considerable, el resto de los

partidos políticos debían resolver qué posición adoptarían frente a esa

situación. Sin la participación del peronismo, el partido con más

posibilidades de triunfar en las elecciones era el radicalismo. Sin embargo,

la falta de acuerdo entre sus dirigentes terminó provocando la división del

partido. En las elecciones de 1958 se enfrentarían la Unión Cívica Radical del

Pueblo (UCRP), que era conducida por Ricardo Balbín y mantenía una postura


claramente antiperonista, y la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI),

liderada por Arturo Frondizi y que propiciaba un acercamiento al peronismo.

1) Completá el cuadro sobre la Revolución Libertadora

Presidente General Eduardo Lonardi

General Pedro Eugenio Aramburu

Años

Políticas hacia el peronismo

2) Leé el siguiente fragmento y respondé a las preguntas que se encuentran

a continuación.

Decreto N°4161 de 1956 de prohibición de símbolos, gestos, música, expresiones y referencias al peronismo

Artículo 1: Queda prohibida en todo el territorio de la Nación: La utilización, con fines de afirmación ideológica peronista, […] de las imágenes, símbolos, signos, expresiones significativas, doctrinas, artículos y obras artísticas, que […] pudieran ser tenidas por alguien como […] pertenecientes o empleados por los individuos representativos u organismos del peronismo. Se considerará especialmente violatoria de esta disposición la utilización de la fotografía, retrato o escultura de los funcionarios peronistas o sus parientes, el escudo y la bandera peronista, el nombre propio del presidente depuesto, el de sus parientes, las expresiones "peronismo", "peronista", "justicialismo", "justicialista", "tercera posición", la abreviatura PP, las fechas exaltadas por el régimen depuesto, las composiciones musicales "Marcha de los Muchachos Peronistas" y "Evita Capitana" o fragmentos de las mismas, y los discursos del presidente depuesto o su esposa o fragmentos de los mismos.


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2) ¿A qué se refiere el Decreto N.º 4161 cuando menciona las fechas

exaltadas por el régimen depuesto ?

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3) ¿Con cuál de los objetivos políticos de la autodenominada “Revolución

Libertadora” podés relacionar el Decreto N.º 4161?

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4) ¿Cómo reaccionaron los sectores populares y la clase obrera frente a la

política de la Revolución Libertadora?

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1) ¿Qué establecía el Decreto N.º 4161?


La presidencia de Arturo Frondizi (1958-1962)

El radicalismo, por entonces la fuerza política legal mayoritaria, se dividió en

1956. Mientras la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP) conducida por

Ricardo Balbín mantenía una postura claramente antiperonista, Arturo

Frondizi , líder de la Unión Cívica Radical Intransigente (UCRI) , propiciaba un

acercamiento al peronismo. Ante la inminencia de las elecciones, Frondizi

sabía que para alcanzar el triunfo (que no era seguro debido a la fractura de

su partido) necesitaba los votos peronistas. Por eso, acordó secretamente

con Perón el futuro levantamiento de la proscripción de su partido a cambio

del apoyo del electorado peronista. En las elecciones de 1958 triunfó

ampliamente la fórmula Arturo Frondizi-Alejandro Gómez. Para cumplir con

lo pactado en los acuerdos preelectorales, el nuevo gobierno normalizó la

CGT, permitió la participación del peronismo en elecciones provinciales y

otorgó un importante aumento salarial. La política económica del

frondizismo: desarrollismo y autoabastecimiento de petróleo El gobierno 92


implementó un proyecto económico denominado desarrollismo, que

impulsaba el desarrollo de la industria pesada: acero, petroquímica,

maquinaria, herramientas, automotores. Este tipo de industria necesitaba

grandes aportes de capital, que llegaron desde el exterior gracias a la

sanción de la Ley de Radicación de Capitales Extranjeros. Como

complemento de la expansión industrial se buscó alcanzar el

autoabastecimiento de petróleo. Para lograrlo, el gobierno firmó contratos

con empresas petroleras norteamericanas. En tan solo dos años se llegó al

autoabastecimiento energético e incluso se pudieron realizar pequeñas

exportaciones. A pesar de haber cumplido el objetivo, el gobierno fue

duramente criticado por las condiciones establecidas en los contratos, que

les otorgaban grandes beneficios a las empresas extranjeras. También se

cuestionó el cambio de actitud de Frondizi, quien durante la segunda

presidencia de Perón se había opuesto a la firma de contratos similares.

Frondizi y la cuestión universitaria: “Laica o Libre”

En 1958, el presidente Frondizi decidió resolver una cuestión referida a las

universidades que se hallaba pendiente desde el gobierno de la Revolución

Libertadora.

Se discutía sobre la posibilidad de la existencia de universidades privadas

que otorgaran títulos habilitantes de igual validez que las estatales. En

aquellos años, la referencia a “universidades privadas” era sinónimo de

educación católica.

En septiembre de ese año, miles de personas se reunieron en las calles de

Buenos Aires en dos manifestaciones. Cada una levantaba su respectiva

consigna: Laica o Libre. Los “laicos” reunían a la mayoría del movimiento

estudiantil universitario, profesionales, docentes y trabajadores. Fieles a la

reforma universitaria de 1918 y a la Ley 1420 (de enseñanza pública, gratuita

y laica) se oponían a la apertura educativa en el ámbito universitario. Los

“libres”, alumnos de colegios religiosos, miembros del clero y fieles católicos

en general, apoyaban la posibiidad de la existencia de universidades 93


privadas confesionales. Finalmente, el 30 de septiembre de 1958 el Congreso

aprobó la Ley 14.557, que significó el triunfo de los libres.

El debate entre “laicos” y “libres” enfrentó al presidente de la Nación y a su

hermano, Risieri Frondizi, quien por entonces era el rector de la Universidad

de Buenos Aires. Risieri encabezó todas las protestas estudiantiles y se

convirtió en un crítico implacable de las políticas universitarias del gobierno.

El camino hacia el golpe de Estado

Si bien la economía crecía, el gobierno no lograba resolver el problema de

la inflación. Además, se sumaron las exigencias que el Fondo Monetario

Internacional (FMI) le impuso al país para el otorgamiento de un préstamo.

Frondizi decidió entonces aplicar un plan de ajuste que incluyó el

congelamiento de los salarios, el despido de empleados públicos, la

eliminación de los controles de precios, y el aumento de las tarifas de los

transportes, entre otras medidas.

Rápidamente, los sindicatos reaccionaron mediante la realización de

huelgas, movilizaciones y tomas de fábricas.

Estos hechos deterioraron la relación entre el gobierno y los sindicatos. Para

evitar la imagen de un “gobierno sin control”, Frondizi se decidió por la

represión. Aplicó el Plan CONINTES (Conmoción Interna del Estado), que

habilitó la intervención militar en la persecución y detención de los

agitadores peronistas y de izquierda. El clima de agitación social y algunas

decisiones del gobierno preocupaban a las Fuerzas Armadas (FF.AA.).

En defensa de los principios de “no intervención” y “autodeterminación de

los pueblos”,

Frondizi se opuso a la exclusión de Cuba de la OEA (Organización de Estados

Americanos) que propuso Estados Unidos en 1961. La visita a nuestro país de

Ernesto “Che” Guevara y su reunión secreta con el presidente causó

malestar en las FF.AA. Consideraban peligroso el acercamiento de Frondizi

a la izquierda latinoamericana, y presionaron al gobierno hasta obligarlo a

romper relaciones diplomáticas con Cuba. 94


La decisión del gobierno de levantar la proscripción del peronismo para las

elecciones provinciales de 1962 agravó el malestar. El triunfo de los

candidatos peronistas en varias provincias sirvió de excusa para una nueva

intervención militar. Frondizi se vio obligado a anular las elecciones en la

provincia de Buenos Aires en las que habían triunfado los peronistas. No

obstante, pocos días después, ante su negativa a renunciar el presidente fue

depuesto por un nuevo golpe de Estado.

¿A qué medida económica del desarrollismo podes relacionar esta caricatura?

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¿Qué le criticaban a las medidas del desarrollismo?

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¿Cuáles fueron las principales medidas del plan de ajuste de Frondizi? ……………………………………………………………………………………………………

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El interinato de José María Guido (1962-1963): una aparente legalidad

Producido el derrocamiento de Frondizi, los militares no tomaron el

gobierno. De acuerdo con la Ley de Acefalía, y teniendo en cuenta que el

vicepresidente Gómez había renunciado en 1958, seis meses después de

asumir, el senador José María Guido (presidente provisional del Senado) se

hizo cargo del Poder Ejecutivo.

Tras una aparente legalidad institucional, los militares golpistas le

impusieron fuertes presiones al gobierno. El presidente Guido solo cumplía

la función de representar una fachada de legalidad democrática, ya que en

realidad se hallaba subordinado a las

Fuerzas Armadas.

Esta situación se correspondió con la ausencia de políticas públicas que

generarían una crisis económica, social y política.

Desde el golpe de 1955, dentro de las Fuerzas Armadas había diferentes

opiniones sobre la participación del peronismo en la vida política y social del

país. Existían dos grupos: los azules y los colorados (colores que los

identificaban en las maniobras militares). En 1962, los azules se mostraban

dispuestos a permitir la participación de algunos dirigentes peronistas con

el objeto de lograr una salida democrática; en cambio, los colorados eran

fervientemente antiperonistas.

En una primera etapa, el enfrentamiento entre ambos grupos se manifestó a

través de declaraciones y comunicados. Sin embargo, cuando el conflicto se

agudizó se produjeron enfrentamientos de tropas en Plaza Constitución y en

los parques Chacabuco y Avellaneda. Además, la Fuerza Aérea bombardeó

una concentración colorada en San Antonio de Padua. Finalmente, el triunfo

de los azules permitió que Guido convocara nuevamente a elecciones, pero

la proscripción del peronismo siguió vigente.


La presidencia de Arturo Illia (1963-1966)

En las elecciones de 1963 se impuso la Unión Cívica Radical del Pueblo

(UCRP), que postulaba la fórmula Arturo Illia-Carlos Perette. Los peronistas,

que seguían proscritos, obedecieron la orden de Perón y votaron en blanco.

La UCRP obtuvo casi un 25% del total de los sufragios (2.450.000 votos),

mientras que los votos en blanco llegaron a un 20% del padrón electoral

(aproximadamente, 1.900.000 votos).

Illia impulsó un conjunto de políticas económicas y sociales que retomaban

los principios del nacionalismo, el intervencionismo estatal y la redistribución

de la riqueza. Fue así que se anularon los contratos petroleros firmados por

Frondizi y se trató de establecer una legislación que controlara la actividad

del capital extranjero en sectores como los de las comunicaciones y la

energía. Además, se sancionó la Ley de

Medicamentos, que imponía controles sanitarios y limitaba el accionar de los

laboratorios extranjeros. También se registró un aumento en los

presupuestos destinados a la salud y la educación, se fijaron precios

máximos para algunos productos, y el Congreso sancionó el régimen de

salario mínimo, vital y móvil.

Por su parte, las universidades mejoraron su nivel académico en un clima de

total libertad.

Finalmente, el gobierno sancionó la Ley de Medicamentos, que obligaba a

los laboratorios, en su mayoría norteamericanos, a someterse a fuertes

controles. Los intereses económicos norteamericanos, ya enemistados con

Ley de Medicamentos

La salud pública fue un tema central del gobierno de Illia. Al respecto, el presidente manifestó: “hay como veinte o treinta mil medicamentos que se venden en el país […]. Pero muchos de los ingredientes y de las drogas que debía contener el medicamento no las tenía. […] Por una parte, el medicamento no contenía lo que debía contener y, por otra, el precio era verdaderamente superior al costo de producción. […] Mandamos al Congreso de la Nación un mensaje para que se congelara el precio de los medicamentos.”


el gobierno por la anulación de los contratos petroleros, se convirtieron a

partir de ese momento en uno de los pilares de la oposición a Illia. Esta ley

fue considerada un elemento clave en el derrocamiento del presidente.

La reacción de los opositores

Las medidas adoptadas por el gobierno provocaron la reacción de diversos

sectores.

Muchos empresarios, algunos de ellos vinculados a las empresas

multinacionales, criticaban duramente el intervencionismo del Estado y el

aumento del gasto público.

Por otra parte, desde el comienzo de la presidencia de Illia fue creciendo la

tensión con los sindicatos peronistas, que presionaban al gobierno con

movilizaciones, huelgas y tomas de fábricas.

A medida que los conflictos entre los sindicatos y el gobierno se agudizaban,

la movilización se extendió a otros sectores de la sociedad. En este sentido,

fue fundamental la campaña periodística de desprestigio que, desde

importantes publicaciones como Primera Plana y Tía Vicenta –entre otras–,

acusaba al gobierno de Illia de ineficiente, inoperante y “lento como una

tortuga”. Esta campaña de desprestigio fue creando en la opinión pública un

clima propicio para un nuevo golpe de Estado que les permitiera a los

militares tomar el control de un país “sin rumbo”. Finalmente, Illia fue

depuesto del 28 de junio de 1966 por un golpe militar organizado y ejecutado

por los comandantes de las tres Fuerzas Armadas autodenominado

“Revolución Argentina”.


1) Respondemos las siguientes preguntas ¿Qué orientación política

tenían las medidas tomadas por Illia?

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¿Por qué Estados Unidos se convirtió en un fuerte opositor al gobierno de Illia? ……………………………………………………………………………………………

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La Revolución Argentina: autoritarismo y despolitización

El golpe militar realizado el 28 de junio de 1966, autodenominado Revolución

Argentina, marcó el comienzo de un largo período de gobiernos de facto que

se extendió hasta 1973. Durante esos años se sucedieron tres presidentes

militares: los generales Juan Carlos Onganía (1966-1970), Marcelo Levingston

(1970-1971) y Alejandro Lanusse (1971-1973).

A diferencia de otros golpes de Estado, quienes tomaron el poder en esta

oportunidad no se propusieron “plazos” sino “objetivos”. Estos estaban

centrados en la modernización económica (que sacara al país del 100


estancamiento) y en la seguridad interna (con el fin de conservar lo que

llamaban la “civilización occidental y cristiana”). Para alcanzar esos objetivos

era necesario, además de implementar una política económica liberal,

imponer el disciplinamiento social. Las primeras medidas tomadas por el

gobierno apuntaron a la supresión de todos los mecanismos del régimen

republicano y representativo: se disolvió el Congreso, se prohibió la

actividad de los partidos políticos, y se reemplazó la Constitución Nacional

por el Estatuto de la Revolución Argentina.

La Revolución Argentina y la Doctrina de la Seguridad Nacional

En el marco de la Guerra Fría, Estados Unidos difundió en América Latina la

llamada Doctrina de la Seguridad Nacional. Para evitar el avance de las ideas

comunistas en el continente, las Fuerzas Armadas debían redefinir su misión:

en vez de defender las fronteras nacionales frente a “enemigos externos”

(por ejemplo, durante una guerra con otro país o fuerza extranjera por un

territorio en disputa) debían defender las

“fronteras ideológicas” dentro de cada territorio y luchar contra el “enemigo

interno” (por ejemplo, reprimiendo movimientos revolucionarios, partidos de

izquierda y cualquier forma de disidencia). Los ejércitos latinoamericanos se

convirtieron así en guardianes de las “fronteras ideológicas”, lo que

significaba encauzar a la sociedad dentro de los “valores occidentales”.

Estatuto de la Revolución Argentina

Consolidar los valores espirituales y morales, elevar el nivel cultural, educacional, científico y técnico: eliminar las causas profundas del actual estancamiento económico. Alcanzar adecuadas relaciones laborales (…) y afianzar nuestra tradición espiritual inspirada en los ideales de libertad y dignidad de la persona humana, que son patrimonio de la civilización occidental y cristiana, como medios para restablecer una auténtica democracia representativa en la que impere el orden dentro de la ley, la justicia (…), todo ello para reencauzar al país por el camino de su grandeza y proyectarlo hacia el exterior.


La noche de los bastones largos: represión y censura

La Revolución Argentina, comprometida con la Doctrina de la Seguridad

Nacional, impuso medidas de censura y vigilancia que se extendieron desde

el ámbito político hasta las manifestaciones culturales más diversas. El

blanco predilecto de la dictadura argentina fueron las universidades, a las

que consideraba el “semillero de las ideas comunistas” y un espacio que

incentivaba el desorden y la rebeldía subversiva.

De acuerdo con el decreto-ley 16.912/ 66, el 29 de julio de 1966 el gobierno

de facto ordenó a la policía el desalojo de las facultades. Esa misma noche,

en varias de ellas (como Ingeniería, Filosofía y Letras, y Arquitectura) los

estudiantes fueron sacados por la fuerza. En la Facultad de Ciencias Exactas,

Físicas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires se desató una violenta

represión en la que alumnos y docentes fueron apaleados por efectivos de

la Policía.

Tras esa noche de violencia, conocida como La noche de los bastones largos,

las universidades argentinas sufrieron una verdadera fuga de cerebros: al ver

cerradas sus posibilidades de desarrollo intelectual, destacados docentes e

investigadores decidieron abandonar el país. Además de controlar las

actividades políticas y académicas, la Revolución Argentina se convirtió en

el guardián moral de la sociedad, tanto en el ámbito público como en el

privado. En esos años, el gobierno les impuso a los argentinos diversas

pautas de comportamiento, que iban desde qué revistas se podían leer y

qué películas se podían exhibir hasta indicaciones sobre la vestimenta.

Muchos locales nocturnos fueron clausurados, y a las mujeres no se les

permitía el uso de minifaldas y pantalones en oficinas públicas y

establecimientos escolares.


El plan económico: el retorno del liberalismo

Uno de los principales objetivos del gobierno de Onganía era la

modernización económica. En 1967, con la llegada al ministerio de Economía

de Adalbert Krieger Vasena (economista ligado al empresariado

internacional) se puso en marcha el Plan de Estabilización y Desarrollo.

El nuevo ministro se alejaba del modelo de Estado Benefactor, y afirmaba

que el Estado debía crear las condiciones necesarias para las inversiones

extranjeras, lo que en primera instancia implicaba un disciplinamiento laboral

y social.

Las principales medidas que se tomaron para lograr la modernización

económica y la estabilización fueron: la devaluación del peso, la imposición

de retenciones a las exportaciones y el establecimiento de un mercado de

libre cambio. Se volvió así a abrir el país al capital extranjero, lo que favoreció

el ingreso de empresas multinacionales.

También se realizaron importantes inversiones en obras públicas, como la

construcción de la represa hidroeléctrica del Chocón, y de caminos y

accesos a la Capital, entre otras. Si bien estas obras generaron puestos de

trabajo, beneficiaron muy especialmente a las grandes empresas. Los

sectores tradicionales de la economía argentina, entre los que se hallaban

los productores rurales y las pequeñas y medianas empresas, se vieron

perjudicados porque no fueron capaces de sobrevivir sin medidas que los

protegieran frente a la competencia extranjera. En relación con el sector

obrero, y como parte de la política de modernización económica y

disciplinamiento social, se suspendieron los convenios colectivos de trabajo,

se congelaron los salarios y se les retiró la personería gremial a varios

sindicatos. También se sancionó la Ley de Arbitraje Obligatorio, que

condicionaba la posibilidad de organizar huelgas. La intensa reacción de los

sindicatos fue acallada con violencia y represión. En ese contexto, en 1968 se

produjo la división de la CGT (Confederación General del Trabajo) en dos

líneas. El grupo más “negociador” y dispuesto al diálogo con el gobierno

militar, encabezado por Augusto T. Vandor, se nucleó en la CGT Azopardo.

La línea “combativa” y opuesta a cualquier negociación con la dictadura

103Prepararte 2021. Cuadernillo de Historia. 1er examen.

constituyó la CGT de los Argentinos, bajo la conducción del dirigente

Raimundo Ongaro.

1) Completa el siguiente párrafo con las opciones de abajo

El ministro de economía ________________ elaboró el plan de _____________

y ______________. Sus principales medidas fueron ___________________,

________________________________________ y la

_______________________________. Al mismo tiempo limitó el

_____________para disciplinar a la sociedad y trabajadores. En paralelo, se

realizaron _____________, como la construcción de la ____________________,

y de caminos y accesos a la Capital, entre otras que beneficiaron a las

____________________.

Opciones:

1. devaluación del peso

2. Obras públicas

3. Krieger Vasena

4. Derecho a huelga

5. Estabilización

6. imposición de retenciones a las exportaciones

7. represa hidroeléctrica del Chocón

8. Desarrollo

9. el establecimiento de un mercado de libre cambio

10. a las grandes empresas


La oposición a la dictadura Durante los años de la dictadura, los canales de participación política fueron

cerrados y las disidencias fueron perseguidas y reprimidas. Como respuesta,

emergieron diferentes formas de oposición al gobierno de facto que

incluyeron desde movilizaciones populares espontáneas hasta acciones

violentas emprendidas por organizaciones armadas. En muchos casos, la

oposición a la dictadura ya no solo demandaba la apertura política (con el

llamado a elecciones o el retorno de Perón, por ejemplo) ni mejores

condiciones de vida, sino que buscaban un cambio profundo de la sociedad:

la revolución.

La movilización social: el Cordobazo

En una sociedad cansada de un régimen autoritario e indiferente que

impedía toda posibilidad de expresión, a comienzos de 1969 empezó a

manifestarse un profundo malestar.

El 29 de mayo, en la ciudad de Córdoba, una multitud de obreros y

estudiantes, que contó con el apoyo de otros sectores de la población,

marchó por las calles poniendo en evidencia las tensiones acumuladas por

años de autoritarismo y opresión. Fue una demostración de fuerza de la

sociedad y un “mensaje” para el gobierno. Los manifestantes coparon la

ciudad y desbordaron a la Policía. Onganía se vio obligado entonces a

recurrir al Ejército, que necesitó dos días para controlar la situación, con un

trágico saldo de detenidos, muertos y heridos. El Cordobazo, válvula de

escape de las presiones contenidas, puso de manifiesto la firmeza de la

oposición y la debilidad del gobierno, y provocó el desprestigio de las

Fuerzas Armadas.


El surgimiento de la oposición armada

En la Argentina, la guerrilla fue la expresión local de un fenómeno

continental, en un contexto internacional caracterizado por los

enfrentamientos ideológicos y la utilización de la violencia como un medio

para lograr fines e imponer ideas.

En el caso argentino, la inestabilidad e ilegitimidad institucional que existía

desde 1955, sumada a la violencia y la intolerancia de quienes administraban

el poder, generó un clima ideal para jóvenes que encontraban cada vez más

cerrados los canales de participación y vieron en la revolución y la violencia

un instrumento legítimo para la toma del poder.

La política de desperonización y la continua represión a los sectores

trabajadores, que se intensificaron a partir de la Revolución Argentina,

hicieron que una parte de los sectores guerrilleros se identificaran con Perón

y el peronismo, a quienes veían como los principales afectados por el

modelo “autoritario, capitalista, imperialista, liberal” que ellos rechazaban.

Entre las organizaciones de orientación peronista actuaron tres grupos

principales: las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias), las FAP (Fuerzas

Armadas Peronistas) y Montoneros. Esta última fue la más activa y poderosa,

y realizó una de las acciones de mayor trascendencia: el secuestro y

fusilamiento del general Pedro E. Aramburu (líder de la Revolución

Libertadora). En el corto plazo, estas organizaciones buscaban el retorno de

Perón y el levantamiento de la proscripción. Pero su objetivo principal era

llegar al poder para fundar la patria socialista.

Por fuera del peronismo y con una clara ideología comunista, en 1970

comenzó a actuar el ERP (Ejército Revolucionario del Pueblo), conducido por

Mario Santucho.


Los sacerdotes tercermundistas

En la década del 1960, dentro de la Iglesia Católica surgió el Movimiento de

Sacerdotes para el Tercer Mundo, una agrupación que proponía un mayor

compromiso de la Iglesia con los problemas sociales. En la Argentina, el

movimiento contó con la adhesión de numerosos sacerdotes. Predicaban la

necesidad de evangelizar, pero también de atender las carencias materiales

de amplios sectores de la población que vivían en la miseria. Trabajaron en

zonas fabriles y en villas miseria en defensa de los sectores más humildes,

perjudicados por las políticas económicas del gobierno y olvidados por la

jerarquía de la Iglesia.

En este grupo de sacerdotes se destacó la figura del Padre Carlos Mugica.

Su lucha a favor de los pobres y sus ideas tuvieron una gran influencia en los

militantes de la organización peronista Montoneros.


El fin de la Revolución Argentina

Un año después del Cordobazo, y luego del secuestro y asesinato del

general Aramburu, Onganía fue reemplazado por el general Roberto

Levingston. El nuevo presidente se mostró incapaz de contener las protestas

sociales y el accionar de los grupos armados, y se mantuvo decidido a

detener cualquier intento democratizador. A pesar de que llevaba más de

quince años en el exilio, la palabra de Perón comenzó a ser cada vez más

importante en la política nacional. Mientras la movilización popular se

acercaba más al peronismo, Perón alentaba el uso de la violencia. Al mismo

tiempo, negociaba con los partidos políticos opositores, principalmente con

el radicalismo, para gestionar un acuerdo que obligara a las

Fuerzas Armadas a retirarse y permitir el retorno a la democracia mediante

un proceso electoral limpio y respetuoso de los principios democráticos. En

1971, tras un nuevo levantamiento armado en Córdoba, el general Alejandro

A. Lanusse reemplazó a Levingston. En un comienzo, la gestión de Lanusse

se propuso el objetivo de encontrar una salida política al régimen militar. Su

intención era preservar la unidad y el prestigio de las Fuerzas Armadas

intentando impedir el retorno del peronismo al poder.

En julio de 1971, en un intento por acordar con las fuerzas políticas las reglas

para la apertura democrática, se dio a conocer el Gran Acuerdo Nacional

(GAN). Pero el GAN fue rápidamente rechazado por Perón desde el exilio, y

por la mayoría de los partidos políticos.

Frente a esta situación, los militares debieron convocar a elecciones

presidenciales y aceptar que, tras diecisiete años de exilio, Perón retornara al

país el 17 de noviembre de 1972.

El camino hacia las elecciones de 1973

Para las elecciones que debían realizarse en marzo de 1973, las FF.AA.

lograron imponer dos restricciones tendientes a impedir el triunfo del

peronismo.


Por un lado, evitaron que Perón se presentara como candidato

argumentando que, de acuerdo con la Constitución Nacional, no registraba

la cantidad requerida de años de residencia en el país. Por otro lado,

impusieron la aplicación del sistema de doble vuelta electoral (ballotage).

Según él, si ningún candidato lograba la mayoría absoluta (es decir, más del

50% de los votos) en la primera vuelta, se realizaría una segunda elección.

Los militares confiaban en que habría una segunda vuelta y que, en ese caso,

se formaría una alianza entre los partidos opositores para evitar el triunfo del

peronismo.

Perón designó entonces como candidato presidencial a un hombre de su

más íntima confianza: el doctor Héctor J. Cámpora. Con la consigna Cámpora

al gobierno, Perón al poder, el peronismo se presentó en las elecciones del 11

de marzo de 1973 como “Frente Justicialista de Liberación” (FREJULI).

Cámpora fue elegido presidente con el 49,5% de los votos frente al 21,3% del

candidato radical, Ricardo Balbín.

ACTIVIDAD N.° 1 Completa el siguiente cuadro

Nombre CGT Azopardo CGT de los Argentinos

Línea Política

Posición frente a la dictadura

Dirigente más importante


ACTIVIDAD N°2 Observa las imágenes y responde a que periodo crees que

representan y por qué

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ACTIVIDAD N°3 Completa el cuadro a partir de todo lo visto en la unidad

Revolución Libertadora

Lonardi -Aramburu

Presidencia de Frondizi -Interinato de Guido

Presidencia de Illia

Revolución Argentina

Ongania – Levingston - Lanusse

Periodo

Características políticas

Ideología económica


Principales medidas económicas

Características sociales

Principales leyes

Contexto Internacional

ACTIVIDAD N°4 Mirando la fotografía respondé


1) ¿Por qué se popularizó la consigna “Cámpora al gobierno, Perón al poder”?

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2) ¿En qué consistió el Gran Acuerdo Nacional (GAN)?

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De la Revolución Libertadora a las elecciones de 1973

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