De seducciones y desengaños de la política en la sociedad de la comunicación

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I IJAJRO FERREIRA

El surgimiento del campo de la significacion de las ONG en la web

(ejes epistemo16gicos y operacionnles de una investigacion)

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Medios, tecnologias y acci6n politica

LUlS FERNANDO M A R t N

De seducciones y desengaiios de la polirica en Ia sodedad de la comunicacion

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LUIS FERNANDO MARfN*

De seducciones y desengafios de

la polftica en la sociedad de lacornunicacion?"

Fil6sofo de la Universidad Nacional de Colombia. Profesor en

los Departamentos de Comunicaci6n y de Ciencias Polfticasde la Pon!ificia Universidad Javeriana. Correa electronico:

luisfdomarin@hotmaiLcom

Una primera version de este articulo se leyo como conferencia en

la celebraci6n de los treinta anos de la Maestr ia en EstudiosPoli ticos de la Facul lad de Ciencias Poli ticas y RelacionesInternacionalesde la Pontificia.UniversidadJaveriana,en noviembrede 2003. .

Par cuanto para el pragmatismo el significado se produce

indefectiblemente dentro de los diferentes juegos de languaje '0

formas de vida, y yo mepermito una licencia poetlca para afirmarcomo en la cotldlanidad de nuestras comunicaciones e incluso en

nuestra labor docente, a decimos mas de 10 que queremos 0

decimasmenos de 10 quepresuponemos cuando utilizamos frases

o expresiones como las anotadas,

En los usos y abusos dellenguaje da la sensaci6n

-disculpas sean dadas par anticipado a la irnpor-

tante tradicion intelectual pragmatica de Ludwig

Wittgenstein a J iirgen Haberrnas! - de que mu-

chas veces nos quedamos cortos para expresar todo

aquello que tenemos que decir a todo aquello que

queremos decir. Igualmente, con mucha frecuencia

ellenguaje avasalla 1 0 que somas, 1 0 que tenemas y

queremos decir: se lleva par delante ala realidad, y

dice mas de 1 0 ' que puede y debe expresar.En tantas

otras ocasiones, las palabras se quedan cortas y ge-

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Medics tecnologias y accion polfuca I Signa y Pensamienlq 44· volumen XXIII·enera - junia 2004

neran un mundo retorico, un simulacro, un mun-

do ilusorio.

Quiza es propio de la condici6n humana el des-acople entre las palabras y las cosas, entre el len-

guaje y fa realidad; es e desajuste por defecto 0por

exceso entre nuestra imagen lingufstica y la reali-

dad pletorica e inasible. En esta ocasi6n nos referi-

mos a las palabras, a los conceptos y a las teorias

que desde las ciencias sociales y la filosofia em-

pleamos para estudiar, explicar, comprender nues-

tra sociedad, su estructura y su funcionamiento.

Por ejemplo, para referirnos a un pasado no muy

lejano, ernpleabamos la expresion "sociedad indus-

trial" 0 "sociedad moderna"; en epocas mas recien-

tes hablamos de "sociedad de mas as" , "sociedad

del consumo" ,"sociedad postindustrial", "socie-

dad del conocirniento", "sociedad 0 era de la infor-

macion" y de Ia comunicaci6n, "sociedad de la

globalizaci6n 0 globalizada"2, etc.

Las anteriores denominaciones tienen algo de

exagerado y alga de acierto, Tomar precauciones

con su uso nos colocarla en una suerte de critica

dellenguaje, es decir, en un discernimiento de us os

y abusos de las palabras y de los conceptos, pre-

cauci6n muy sana en una epoca como la actual,tan proclive a hacer de Ia palabra y del concepto

esl6ganes para el consumo y estrategias discursivas

para generar efectos politicos (cualesquiera que

ellos sean: manipulaci6n, seducci6n, crfrica, in-

rnovilizacion, etc.).

En ese sentido, con estearticulo queremos re-

ferirnos a la descripci6n de nuestra actual socie-

dad como de la cornunicacion, para Iuego, desde

la plausibilidad de una denominaci6n discrimina-

da y no rimbombante, relacionar dicho concepto

emergente con la dimension politica, subrayando

tanto los atractores que para la polftica tiene una

reconfiguraci6n en terrninos de comunicaci6n

2 Diversos teoricos de las ciencias sociales, la filosoffa y la

com unlcacion han estud iado 0 han usado estos termi nos. Desde

los miembro~ de la Escuela de Frankfurt hasta Manuel Castells.

pasando por Marshall McLuhan, Daniel Bell. Peter Drucker. Alain

Toura ine, Armand Mattelar t, Anthony Giddens, Gianni Vatt imo, etc.

Vease la bibliogra fia general de este art iculo.

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mediarica y masiva como algunas de las ilusiones,

desengarios y peligros que Ia politica en condicio-

nes de sciciedad de la comunicaci6n conlleva,

Sociedad de la comunicaci6n.Definida por los instrumentostecnol6gicos que usa

Con la denominaci6n s oc ie da d d e L a comunica-

c i o n se ha sefialado una sociedad en la que La co-

rnunicacion (entendida como la convergencia en-

tre la informaci6n, la telecomunicaci6n y el

universo audiovisual) y su soporte tecno16gico -

de enormes desarrollos y sofisticaciones- se con-

vier ten en la instancia definitiva y definiroria del

desenvolvimiento social en sus distintas dimen-

siones econ6micas, culturales, educativas y polfti-

cas. Esta aproximacion describe un mundo don-

de, gracias a la infraestructura tecnologica, la

comunicacion se hace de disposici6n universal (0

potencialmente para disposicion de todos los seres

humanos) 0, iguillmente, irnperante, imperativa,

cotidiana, multifacetica e integradora.

Esa es la razon por la que en la dimension eco-

n6mica, la cornunicacion es un factor central, deproductividad y un reng16n que, como una -fuer-

canda mas, tiene una circulacion de compra-ven-

ta muy dinamica; en la dimension cultural, las

formas de cornunicarnos _ y de estar juntos hoy dia

tienen que ver mas con la cemunicacion mediatica

que con la interacci6n cara-a-cara dominante en el

pasado, y en el terreno educarivo, la copresencia

de los acto res es cada vez mas relativizada y

erosionada por Ia mediaci6n tecnol6gica, hasta el

peligro de la instrumemalizaci6n. En fin, para la

vida politica, la sociedad de la comunicaci6n es un

arnbito desafiante y propicio, convertido en el

medio sine qua non del ejercicio politico, que abar-

ca desde la representacion y el reconocimiento (in-

eluido, natural mente, el conocirniento publico de

aspiraciones y desempeaos) hasta el control y las

veedurfas ciudadanas,

Ahora bien, desde el punto de vista que cons-

tata la imporrancia de Ia comunicaci6n no es vi-

sible, en 1 0 que se lleva dicho, una diferencia en-

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Signa y Pensamiento 44 .volumen XXIII -enero - jun io 2004 I Medics, recnologfas y accidn polfrica

tre la actual condicion de nuestras sociedades y

las del pasado. A este respecto, podemos afirrnar

laconicamente que todas las sociedades han sido

sociedades de la cornunicacion 0 podemos decir

que la diferencia entre el pasado y el mundo con-

rernporaneo es meramente cuantitativa, ya que

por obvias razones hoy en dfa tenernos que dis-

poner de inmensos y diversos recursos rnareriales

y tecnologicos para relacionarnos con el entorno

natural y con el entorno social. La explosion de-

mogd.fica, las grandes distancias geograficas, las

cantidades colosales de informacion y conocimien-

to, todo ello requiere medics de cornunicacion e

informacion adecuados para producir, canalizar

y usaf sernejantes recursos. Esto constituirfa una

diferencia obvia frente a las forrnas de existenciade antafio, por ejemplo, rurales, aldeanas, regio-

nales, locales. Pero, repito, no seria otra la dife-

rencia que e 1 aspecto cuantitativo.

En consecuencia, hasta aqui tenemos una socie-

dad de la comunicacion definida desde un enfoque

instrumental de la tecnica 0de 1 0 tecnologico. Des-

de este punto de vista, es obvio afirrnar que las so-

ciedades que crecen necesitan nuevos instrumentos

y soportes para su comunicacion. Como somos mu-

chos y n0S distanciamos espacial y temporalmente,

necesitamos medios para interactuar, que no pue-

denser otros que los medios tecnicos de la comuni-

cacion: cartas, libros, periodicos, telegrafos, telefo-

nos, radios, cine, television, celulares, internet 0

satelites,

Esta descripcion sencilla-elemental de la socie-

dad de la cornunicacion se parece, igualmente, a

una asercion del instrumenralisrno 0 de la tecnica

como prolongaciones de los sentidos humanos" .

Hablamos de sociedad de la cornunicacion para

sefialar con elloque el hombre tuvo que inveritar

unas protesis llamadas medios de cornunicacion

para lograr la continuidad de la relacion humana

cornunicariva (nuestro mundo paso de 1 0 aldeano,

a 1 0 regionalluego a 1 0 nacional y ahora, mas que

nunca, a 10 global), de tal suerte que, desde esta

perspectiva, la comunicacion es un simple medio

idoneo para que la sociedad, la relacion social, la

interaccion social y los sujetos y acto res se cornu-

niquen ahora en las condiciones de fa sociedad de

rnasas y global. Lo que antes hadamos con la voz,en presencia del auditorio, ahora tenemos que ha-

cerlo con la radio, con la television, en presencia

de audiencias indeterminadas e inconmensurables.

Segun esta perspectiva, Ia sociedad, las relacio-

nes sociales y los sujetos no han cambiado en esen-

cia, esto es, seguimos hablando, dialogando con el

otro de fa misrna manera, a traves de los medics, a

traves de esas protesis cornunicativas. Las pamas

sociales no han cambiado en esencia, solo 1 0 han

hecho cuantitativamenre; hacemos educacio n

como en las epocas pasadas; la politica sigue los

parametres de la Atenas del siglo V a. c., pOI ellolo novedoso es que ahora necesitamos megafonos,

radios, television, celulares,

Por consiguiente, esta primera definicion instru-

mentalista de sociedad de la cornunicacion es ob-

via. No contribuye en la explicacion de las transfer-

maciones cualitativas 0 las rupturas de sentido que

en dererrninados periodos de la historia los seres

humanos y la vida en sociedad han tenido. Adelan-

tamos que 1 0 que caracterizamos como sociedad dela cornunicacion se refiere a algo mas que a una di-

ferencia cuantitativa 0 a una descripciori tecni-

ca", es decir, a algo mas que una definicion de la

sociedad por los instrumentos que usa, desarrolla y

prolonga sus sentidos y Lalirnitacion fisica de estos,

3 Glr. McLuhan, Marshal l, La comprensi6n de los medias como

extensiones del hombre, Mexico, Diana, 1969.

4 Vatlimo, Gianni, La sociedad transparente, Barcelona, Paid6s,.1990.

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Med ic s, r ec no lo gf as y accicn politica I Siqno y P en sa mi en to 4 4 . v o lu me n X XI II ·e ne ro - j un io 2 00 4

La sociedad de la comunicacion.Definida como relacionescomunicativas multiples

I

I iI

I

I

Otro asunto cobra relevancia cuando conside-

ramos que la sociedad de la cornunicacion es una

nueva condicion de la hurnanidad". Los reoricos

de la comunicacion suelenperiodizar la historia

con denominaciones como sociedades agrafas, so-

ciedades de la escritura, galaxia GutembergG, socie-

dades de la comunicacion, Aqui no solo se trata de

instrumenros aplicados, se trata de nuevos estadios

y definiciones de 1 0 humano.?

...podremos comprender el impacto social del desarrollo

de nuevas redes de comunicaci6n y de flujo de informa-cion s610 si dejamos a un lado fa idea intuitivarnente

plausible de que los medios de cornunicacion sirven para

transrnitir informacion y contenido simbolico a indivi-

duos euyas relaciones con los orros se mamienen funda-

mentalrnente inm6viles. Debemos ver, en vez de ello, que

el usa de los medios de cornunicaci6n implica la creacion

de nuevas formas de acci6n e interacci6n en la sociedad,

nuevos tipos de relaciones sociales y nuevas maneras de

relacioriarse con los otros y can uno rnisrno. Cuando los

individuos util izan los medios de comunieaci6n, se in-

troducen en formas de interaccion que difieren en cier-

tos aspectos del tipo de interacci6n cara-a-cara que ca-

racteriza la mayoria de los cncuentros de la vida coridiana,

Son capaces de acruar para otros que estan ftsicarnenre

ausentes, 0actuar en respuesta a otros que estan ubica-

dos en lugares distanres. De.manera fundamental, el uso

de los medios de comunicaci6n transforma la organiza-

cion espacial y temporal de la vida social, creando nue-

vas formas de atci6n e interaccion, y nuevos modos de

ejercer el poder, d' isociados del hecho de cornpart ir un

lugar cornun."

En estilo filosofico sintetizamos la anterior re-

flexion afirmando que el hombre no posee una

naturaleza inalterable, sino que es un ser histori-

co. Los hombres y mujeres de la sociedad de la

cornunicacion somos distintos a los hombres y

'I5 Brunner, Jose Joaquin, Globalizaci6n cultural y postrriodernidad,

Santiago de Chi le , F.C.E., 2000.

6 McLuhan, Marshall. La galaxia Gutemberg, Barcelona, Planeta,

1985.

7 Marin, Luis Fernando, 'Tecnica y vir tual idad. Pensar las nuevas

tecnoloqlas", en Cuadernos de Materiales Filosofia y CienciasHumanas, Universidad Complutense de Madrid, No. 18. septiembre

2002-enero 2003. http;//www.filosofia.netimateriales

8 Thompson, John B., Losmedia y la tnodemidsd, Barcelona, Paid6s,

1998, p. 17.

9 Ibid., p. 45.

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mujeres del mundo tradicional, del mundo en que

la cornunicacion solo existia como una interaccion

cara-a-cara, dialogica y copresencial, El hombre

conternporaneo es un hombre de la cornunicacion

compleja, de una cornunicacion definida por una

organizacion social, en la que la relacion de los

actores sociales esta imperarivarnenre marcada por

una participacion dentro de un proceso simbolico

de trasmision estructurada.? A esto, y no simple-

mente a la utilizacion de instrumentos tecnicos,

es a 1 0 que se llama hoy en dia sociedad de fa com u-

nicacion 0 s oc ie da d d e m as as . Los medios de comu-

nicacion son un entorno imprescindible por razo-

nes culturales, sociales, funcionales, etc.

De este modo, Ia definicion de la sociedad de

hoy como de la cornunicacion se produce en el

intermedio de dos extremes: por un lado, el vago

enunciado "todo comunica", y, par el otro, el pro-

nunciamiento reiterado de que solo se dacomuni-

cacirin como tal, autenrica.ien la interaccion cara-

a-cara, en el dialogo , en el intercarnb io de

pensamientos, opiniones y sentimientos en una

conversacion interpersonal. El "rodo cornunica" es

propio de posiciones que aseguran que habitarnos

en sociedades transparentes, en las que la divulga-

cion de informacion, el ·acceso a los conocimien-tos, la educacion universal, la infraestructura tee-

nologica cornunicativa colocan a la actual sociedad

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Signoy Pensamiento 44· volumen XXIII· enero - jun io 2004 I Memos, tecnologfas y-acci6n politic.a

por fuera de las opacidades de tiempos pasados y

permiten dernocratica y publicamente el derecho

de expresion, de informacion, de deliberacion, de

educacion y de comunicacion, En sentido contra-rio, decir que la autentica cornunicacion es la de

la interaccion cara-a-cara y de la copresencia y

sirnetrfa de los interlocutores significa que otras

formas de comunicaci6n a distancia y mas com-

plejas no pueden ser sino tergiversacion,

desinforrnacion, instrurnentalizacion, en sintesis,

manipulacion de masas.

Dade juego a la idea de sociedad de la cornu-

nicacion sup one aceptar que existen en la actual

sociedad formas de comunicaci6n distintas a lasdel pasado, pero que son, efectivamente, formas

de cornunicacion mas complejas que la paradig-

rnarica interacci6n cara-a-cara. A este respecto,

habria que sefialar como en el rnundo hist6rico

presente las mismas nociones de sociedad de masas

y de medios masivos de comunicaci6n han

devenido en su caracterizacion y, por ende, en su

definici6n. En un primer memento, aproxima-

damenre del siglo XIX hasta los afios setenta del

siglo XX, se entendi6 masas como multitudes

pasivas, sujetas a la oferta mediatica, dependien-

res del dispositive (de los duefios, periodistas,

publicistas) de produccidn de los mensajes, es

decir, dependientes de los medios que ofertaban

productos (deconsumo material 0 simbolico},

productos en serie y, por consiguiente, para con-

sumidores hornogeneos, estandarizados, Esta es-

rrategia se ubica como la de medias centrad as en

los mensajes.

Ahara bien, en la situacion actual, la nociori

de sociedad de fa comunicacion no entiende que la

oferta de los medios masivos de comunicacion seauna 16gica unilineal,en Ia que el acento este pues-

to en la manipulacion de las audiencias y en la

generacion homogeneizante y homogeneizada del

consumo, sino que la comunicaci6n opera en una

Iogica compleja 0, como 10 dijimos arriba, fun-

ciona como un proceso sirnbolico de transmision

y difusi6n estructurada, en la que el relieve no

esta en la oferta de rnensajes, sino en su recep-

cion y, por ende, en la interactividad, en la cornu-

nicacion en condiciones de sociedad de masas 0

sociedad de la comunicaci6n. Autores como J e s u s

Martin-Barbero han usado terrninos descriptivos

de esta complejidad, 'como massmediaciones 0

ecosistemas comunicatiuos. En efecto, la comuni-cacion ha dado un salto, y tanto en Lapraxis como

en el discernimiento reflexivo y teorico ya no se

ericierra en el reduccionismo conductista del

emisor-receptor; la comunicaci6n estudia y prac-

tica una estructura ocampo de procesos comple-

jos, en los que se interrelacionan los contextos de

producci6n y los contextos de recepcion."?

Entender asi la sociedad de la cornunicacion,

como un entorno productor y producido por el

encuentro de logicas de produccion y logicas de

recepcion, es una ganancia por cuanto nos conmi-

na a abrir un campo de estudio y de comprensi6n

para la comunicaci6n que no esra centrado en los

medios, ni esta reducido a un determinismo ins-

trumental, sino que adquiere un sentido cultural,

en los terminos de un entorno de tecnologias, con-

textos, sujetos y relaciones entre sujetos que

descentran la comunicaci6n y, por ende, relativizan

la concepcion instrumental que afirma que la con-

figuracion y la cohesion social son generadas por

los medics masivos de comunicaci6n como verti-

ces conspiradores y ornnipotentes.

En este sentido, la informaci6n que los medios

generan es resignificada por un marco social com-

plejo, en el que interacnian no individuos pasivos,

sino sujetos (individuales y colectivos) constirui-

dos y portadores de identidades, sentidos, intere-

ses, demandas, necesidades. Son sujetos que inte-

gran y, a la vez, son constiruidos, por distintas

dinamicas de la relacion social (la inreraccion cara-

a-cara, junto con la casi-interaccion-mediatica). Un

sujeto y unas relaciones sociales en las que la corn-

plejidad de su vida tiene que ver con formas de

vida cotidiana que resignificart copresencias y au-

sencias; cotidianidades en que 1 0 lejano se acerca y

1 0 proximo se distancia. La sociedad de la comuni-

cacion se liga a relaciones entre copresentes, pero

tambien a relaciones entre ausentes,

10 tbid. , pp. 115·159.

1£1~.~~~\"

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Med ic s, t ec no lo gf as y accion pnlftica I Signo y P en sa mi en to 4 4 . v o iu rr en X XI II ·e ne ro - ju ni o 2 00 4

La polftica seducidapar tacomunicaci6n

Creemos que no sobra repetir que nuestro en-torno social y vital esta revestido por la cornunica-

cion, por las imageries, por los medios de comuni-

caci6n (y sus 16gicas y contenidos, informativos,

de publicidad, de entrerenirniento, de educaci6n

y de culrura), por ello vamos a explicitar algunas

de las formas como se encuentran la comunica-

ci6n y la politica 0, para mejor decirlo, vamos a

mirar la politica en condiciones de su producci6n

rnediatica.

En este sentido, una descripci6n extravagante

y superficial podrfa decirnos que la actuacion, los

actores y hasta los escenarios propios de la polfrica

hoy no pueden ser otros que los medios masivos

de comunicacion, El mediocentrismo ha ocupado

el lugarque antes fenian las plazas publicas, las

calles, los auditorios, los parlamentos, etc. En este

mismo orden de ideas, politico que no acude a los

medics de comunicaci6n como instrumentos efi-

caces de difusi6n de sus plantearnientos, ideas y

programas, esta condenado al desconocimiento, a

Ia inexistencia y al fracaso. Arriba dijimos que esta

concepcion instrumental desde luego existe en la

practica politica y periodistica, pero no es la esen-

cial en la perspectiva de una sociedad de la comu-

nicaci6n como la venimos caracterizando. La rela-

ci6n entre comunicaci6n y polirica, 0entre medios

de comunicaci6n y politica,es mas compleja que

esta mutua e interesada explotacion de la una por

la otra (que desde luego existe).

En efecto, digamos que la sociedad de la co-

municaci6n relacionada con la polftica emerge con

mas fuerza en el momento en que entra en pro-

funda crisis la representaci6n de la politica here-dada de la antigiiedad y la modernidad, Esa rup-

rura del imaginario politico alude a la crisis del

Estado-naci6n, a la crisis de la ciudadania (enten-

dida esta como una adscripci6n formal y electoral

al proceso de configuraci6n social), a la crisis de

11 Martin·Barbero, Jesus, Oficio del csrtoqreto. Travesias

/atinoamericanas de /a comunicaci6n en /a cu/tura, Santiago de

Chi le, Fondo de Cul lura Economica, 2002, p. 322.

98

los partidos politicos y los sindicaros, a la crisis, en

fin, de las ideologias que habian tenido una larga

y vital existencia desde el siglo XIX .hasta el final

de la Guerra Fda. En forma paralela 0 como con-secuencia de esra fisura hist6rica, 'la politica esra

hoy ocupada, adernas de por los viejos actores, por

otros de reciente aparici6n y configuraci6n: movi-

mientos sociales de toda indole, organizaciones no

gubernamentales, tnovimientos de reivindicaci6n

de genero, movimientos ernicos, de reivindicacion

de preferencia sexual, movimientos eco16gicos,

contraculturales, generacionales, pacifistas, anti-

y alterglobalizaci6n, etc.

Esra situacion de nuevas escenarios, nuevas con-

diciones, nuevas actores y nuevas estrategias va aser interpretada, .en buena rnedida, como esrre-

charnente vinculada a una identidad y reconoci-

miento y expresada por el ecosistema comunicati-

yo, es decir, posibilitada y configurada par la

visibilizaci6n polftica a traves de los medios de

comunicacion, Estos movimientos y acciones po-

lfticas no se instalan simple y pasivamente en la

rnediocracia, sino que se apropian de los c6digos

rnediaticos, adaptandose a las pautas pero trans-

formado igualmente las condiciones que ofrece el

ecosistema comunicativo. 0 1 0 que es 1 0 mismo,

estos movimientos y sujetos son actores en un in-

tercambio sirnbolico de trasmision y comunicaci6n

estrucrurada conforme can las matrices de la socie-

dad de la comunicacion:

Lejos de la anacr6nica pero persistence idea de los ejector

o la influencia inmediara de los medias -de la brevedad

y frivolidad, la cspccracularidad y amarillismo de su dis-

curso- vaciando la politica de senrido, 10 que ernpeza·

mas a comprender esla necesidad de insertar las relacio-

nes television/policica en un mapa cruzado por tres cjes:

el de la construccion de 1 0 ptlblico, la constituci6n de los

medios y las imdgenes en espacio de reconocimiento social,

. y las nuevas formas de existencia y ejercicio de la ciuda-

I dania. FagQcirado durante mucho tiempo por 10 estatal,

s610en los ultirnos afios 1 0 . ptiblico ernpieza a ser percibi-

do en las peculiaridades de su auronorrna, sustenrada en

su doble relaci6n con los ambiros de la soci edad c iv il y de

la cOIhurikaci6n.ll.

Desde luego, hay que sefialar que podriamos

interpretar' todo el fenomeno ·argumehtando que

la relevaneia de la policica en formato de cornu-

nicaci6n de masas obedece al hecho -quiza in-.

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Signoy Pensamiento 44· volumen XXIII· enero- jun io 2004 I Medios, recnologfas y accicn polfeica

contestable- de que los politicos (y la polltica)

no tienen en sus manos las decisionessignificati-

vas de la sociedad (sobre todo en aspectos tan

decisivos como lo econornico). Adernas, como

esran tan desprestigiados y no tierien nada, que

proponer hi decir, acuden a los medios como ga-

rantla de continuidad y tabla de salvacion. Se echa

mano entorices de la imagen, de su adrninistra-

ci6n para mantener vigencia y seducir a unos

destinatarios masivos, pasivos, mediocres que fa-

cilmente caen alucinados par el encanto de la

pantalla, par la reiteraci6n de la imagen, por el

espectaculo rnediatico.

Otra vez podemos afirrnar que esta es una posi-

ble y muchas veces real explicacion, no obstante,

es necesario precisar que con medios masivos 0sin

ellos la polfrica ha sido manipuladora cuando as f

ha querido y cuando as! 1 0 hemos permitido, Po-

demos empezar a relarivizar esros argumentos di-

ciendo que la politica, en terminos de trasmisi6n

rnediatica, rarnbien es un gran riesgo para los po-

liticos, es una exposicion como vulnerabilidad

mediatica. A modo de ilustraci6n, Lapolftica y los

polfticos se yen expuestos a una publicidad, a una

accontability cotidiana desde la exposici6n 0

sobreexposici6n de la imagen (para no ir mas lejosesta el caso reciente en Colombia del presidente

Alvaro Uribe en campafia pro referendo).

A la exposicion publica de la imagen la ace-

chan muchos e inrninentes riesgos, de tal forma

que los medics masivos de comunicaci6n, en este

sentido, no pueden considerarse parcialmente como

una bendici6n de Dios a los politicos y a la polfti-

ca en desprestigio. Todo 1 0 contrario, los medics

(y diriamos todo el ecosisrema comunicativo) in-

tegran un campo de disputas -como nos 1 0 ha

ensefiado Pierre Bourdieu'? - en el que se requie-

re un ejercicio forzado de interpretacion de reglas

de juego y de estrategias de dominic. En elcampo

mediatico electoral, por ejernplo, exige una adrni-

nistracion de la imagen que atraiga y persuada a

una opini6n publica implacable ante el menor error

en el uso y abuso de la sociedad de la cornunica-

cion. La televisibilidad polfrica es un regimen en

el que los politicos estan sornetidos a la perma-

nente posibilidad de incurrir en el escandalo, en

las indiscreciones, en los arrebatos, en las filtracio-

nes, en las difamaciones, en las delaciones, etc.;

par tal motivo, este resbalon es de impredecibles

tonsecuencias, desde un Watergate hasta lin eff-mero e inocuo sobresalto.

Con el nombre de relepolfrica'", videopolftica'",

sondeocracia," reatrocracia.l'' Estado seductor.'?

agora informatizada 18 distintos autores se refieren

a esta condicion de la politica en 1a sociedad de la

comunicacion, Y es que Ia transformaci6n ocurri-

da en el rnundo politico no obedece unicamente a

la crisis de los imaginaries clasicos, en los que el

juego politico se ubicaba, por un lado, en la lucha

partidista por la representaci6n, por el desernpefio

de los representantes y, par otro, en el juego de po-

deres entre clases sociales dominantes y dominadas,

La crisis del imaginario clasico no sucede unica y

especialmente por falta de credibilidad, por ago-

tarniento ideol6gico 0 par desgaste, dados los fe-

nornenos de 1a corrupcion, sino que es una fisura

mas radical y mas trascendente 1a que opera cuan-

do se da la crisis de representacion, que significa,

no solo repitamoslo, crisis partidista, crisis ideolo-

gica .. L a crisis es de mayor calado, es de transfor-

maci6n de la naturaleza de [a politica, en media

de sociedades que se yen complejizadas par el des-

bordamiento de los cauces institucionales heredados.

Estos elementos se han observando y anuncian-

do hace unos buenos lustros: eI cuestionarniento al

crecimienro indefinido (agctarniento y destrucci6n

de la naturaleza), la problernarica ecol6gica, 1a caf-

da del muro de Berlin, 1a incursion-constitucion de

nuevas sujetos politicos, las nuevas generaciones,

los movimientos sociales, los movimientos cultu-

rales, las transformaciones en el mundo 1aboral 0

12 Bourdieu. Pierre y Wacquant, Lore J.D., Respuestas por una

antropologia reflexiva, Mexico. Gr ijalbo, 1995.

13 Debray. Regis. Vida y muerte de la imagen, Barcelona. Paid6s,

1994.

14 Ibid., pag. 251 y ss.

15 Sartori . Giovanni, Homo videns. La sociedad feled/r ig/da, Madrid,

Taurus, 1998.

16 Balandier, Georges, EI poder en escenas. De la represemecion del

poder al poder de la representscion, Barcelona, Paid6s, 1994.

17 Debray, Regis, EI Estado eeductor, Buenos Aires. Manantial.

18 Mattelart, Armand, Geopoli tica de Is cunure, Bogota, Desde Abajo,

2003.

99

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5/10/2018 De seducciones y desenga os de la pol tica en la sociedad de la comunicaci n - sl...

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:,

·1

Medics, tecnologia.s y acci6n politica I Signa y Pensarniento 44 .volumen XXIII·enera -Junia2004

en el mundo de la produccion, las ya innurnera-

bles revoluciones cientffico-tecnologicas, e l prota-

gonismo de la esfera de la cultura (en paralelo con

1 0 econornico y 1 0 politico) y la revolucion de las

comunicaciones. Este conjunro de acontecimien-

tos y de procesos conrnueve los cirnientos de la

logica de comprender y hacer la politica tal como

la entendiamos desde la modernidad. Por ello au-

tares como los mencionados coinciden en sefialar

que, en buena medida, en el ambito de estas trans-

formaciones y fisuras los terrninos de analisis ha-

cen un trans ito desde la politica del agora a la

telepolftica, desde la representacion del poder al

poder de las representaciones.

Ahora bien, esta imagen polftica, que es una

politica de la imagen, se ha estudiado y colocado

-de rnanera hiperinflada e ilusa- abiertamente

en ellugar central de multiples analisis y remedies.

Las tecnologfas de la informacion y la cornunica-

cion, de ser las salidas de la crisis frente al desrnoro-

narniento del consenso social y del modelo de desa-

rrollo de las sociedades, se convierten muchas veces

en la panacea. Igualmente, esta centralidad ha ins-

pirado discursos en los que son advertidas como

generadas y generadofaS de un mundo autonorno,

ya sea como hiperrealidad (0 muerte de la realidad

e imperio del simulacro 0 la imagen!"), como po-

der en escenas" 0 sociedad del espectaculo, como

sociedades de control. y biopoliticas;" como agora

informatizada+ 0, de acuerdo con Regis Debray,

como sociedades del Estado seductor.P

En palabras de Regis Debray, las sociedades de la

comunicacion son aquellas que han pasado del Esta-

do educador clasico al Estado seductor posmoderno,

19 Con estos terrnlnos me ref iero a las publicaciones del socioloqo

frances, Jean Baudrillard.

20 Balandier, Georges, op. cit.

21 Los denominados postest ructuralistas han propiciado anal isis de

este tipo. Inspirados en los trabajos de G. Deleuze y M. Foucault,

Antonio Negri y Michael Hardt han planteado a la comunicaci6n

como uno de los componentes centrales de las nuevas formas del

poder-biopolf tica- en el mundo globalizado que ellos denominan

imperio. Veasa a Negri, Antonio y Hardt, Michael, imperio, Barcelona,

Paidos, 2002.

22 Matte lart , Armand, op. cit.

23 Debray, Regis, op. cit.

24 Ibid., p. 28.

100

yen las que 1aforma polftica ya no funciona median-

te predicas, doctrinas e ideas; pot el contrario, es a

traves de la imagen, del Indice, del directo y de 1a

visibilidad como se genera el orden de persuasion

politica. Un testimonio vale mas que un analisis, una

imagen mas que mil palabras:

Asi, pues, no es nada sorprendeme que una culrura de

gobierno, ala v ez a s fi xi ad a y teledirigida por los medios,

su ritmo y sus exigencias, haya sido l levada a "inflar"

desmesuradarnente ciertos sectores de actividad espec-

tacular pero, en resumidas cuencas, rncnores. Sin se c

falsa, la explicacion por el recurso medidtico parece in-

suficiente. 1U na vulgar tecnica de comunicacion? Sf,pero

que seriala un cambio de elemenro, de rnedio, de

mediasfera. Ya no se gobierna a los hombres de la misma

rnanera porque los hombres del afio 2000 miran, escu-

chan y rien de otra forma que en 1900. Ya no tienen las

rnismas creencias porque nuevas maquinas les han dado

nuevos sentidos."

El Estado seductor, la po1itica seductora, no

es un maquillaje de la politica 0 un replantea-

miento frente a su ·degradaci6n; esta videocracia

noes s610 una modificacion delacceso a la reali-

dad, sino la construccion de otro real, de otra

rea1idad. Debernos enrender que 10 mediatico

no es solo.manipulacion, artificio 0 rnontaje, Vol-

vamos a Debray:

La "regencia rnediatica' no es del orden del complot 0

de la maquinacion. E I aparato mediatico esta sin duda

en manos de los poderes del dinero y tiene vocaci6n de

reproducirse, Pero no es tan simple como "un instru-

menta de condicionamiemo y rnanipulacion de las cla-

ses laboriosas par una clase dirigeme que procura for-

talecer su hegernonfa", La regencia se ejerce mediante

unos procedimientos de. funciorramiento del sistema

maquinal cuyo control escapa hasta a sus maquinisras,

los periodiscas misrnos, los prirneros en padecerlo

(cronologicamente). Yen eso radica la fuerza de la

influencia: aqui, nada de relacion de exrerioridad enrre

un usuario y una herramienta. Ea.inititucion de io realp o r su representacion (o la fabricaciendel hecho por su

relato mediatico) incorpora la coacci6n a la fuente mis-

rna, no como un dato de la expcricncia entre orros sino

como la condicion a priori de toda transrnision posible

de experiencia, E I condicionamiemo por la infraestruc-

tura no radica por 10 tanto en la imparcialidad de los

mensajes.sino en su modalidad, y la neutralidad polfti-

ca de los profesionales de la informacion (par imposi-

ble), as! como la deonrologla mas escrupulosa (esta,

muy posible) atenuarfan, sin suprirnirla, su fuerza de

gravedad·. La rnaquina es "trascendental'' no par el

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. . .

..

Signa y Pensamienlo 4.4.volurnen XXIII·enero - junia"2004 I Med iu s , tecaclogfas y accic5n polfrica

rnensaje que transrnite sino por el heche de que rnodaliza

y modeliza cualquier rnensaje."

S1 queremos hablat de ideologta, 1 0 podemos

hacer, siernpre que par ella entendamos una de-terminada disposicion a priori del espacio, del tiem-

po yde los signos. En esteseritido de ideologia no

serfa pertinente la acepciori althusseriana de los

medics de comunicacion como aparatos "ideologi-

cos del Estado. Esteideologicc de los medias ope-

ra mas como una organizacion discursiva 0 como

un dispositive discursivo que como una cortina de

humo a falsa concieneia. En esre sentido, se refiere

a una organizacion 0 codificacion que genera y es

genetada POt unas formas de percepcion, 0 par 10

que Walter Benjamin, el fil6sofo berlines tan cer-

cano a la Escuela de Francfort, denominaba el nue-

vo sensorium.

EI Estado seductor hace del poder de las tepre-

sentaciones algo imprescindible en e I mundo ac-

tual, pero a su vez genera unas paradojas, igual-

mente innegables; todo se vueIve imagen, todo se

vuelve imagen polfrica, y entonces se asiste a un a

politizaciori de 1 0 cotidiano, que es a la vez una

rrivializacion (Ia imagen y no los programas, el re-

gistro y no las ideas) de la polftica al generalizarse

a traves de la difusion masiva. Pero, simultanea-

mente, la politica se vuelve una cualquiera de las

mercancfas: "La difusi6n del deporte dispensa a

todos de la practica deportiva al hacer omnipre-

sente al deporte, asf como la polfrica difundida

nos dispensa de compromiso politico al mismo

tiempo que politiza la atmosfera 0, mas exacta-

mente, atmosferiza 1 0 politico".26

De tal suerte que, como toda seduccion, se des-

pliega en claroscuro: po litizacion generalizada

-los optimistas dirian democratization de las for-

mas de practicar la politica generada par la cornu-

nicacion generalizada e intensificada-, pero, tam-

bien, cotidianizacion banal de la polfrica a traves

de una adminisrracion de la imagen, una comer-

cial izacion ygestion de L a visibilidad. Esta

videopolitica se da en la complicidad y circularidad

del "to do esta en la cornunicacion' y del "to do, es

politico". La seduccion es. absorbence, el en canto

es tal que llegamos a conmovernos de todo y a

comprometernos al mini mo. Frente a la pantalla

de la television podemos sentir la ilusion deser

seres politicos participativos, al vibrar ante las feli-

cidades, las rrisrezas, las injusticiasvIos descaros

de nuestroentornc local y de la aldea global. Una

suerte de Estado seductor que opera menos por el

conrrol-represion que por el control-estimulacion,

Ante esta condicion, podemos quedar atrapados

en terminos de excitacion visual, apatia polfricae

indiferencia moral. Por ella la cornunicacion gene-

ralizada es una realidad que cornporta para la pall-

tica desengafios.

Para frnalizar este apartado me detengo breve-

mente en un autor que advierte de la seduccion que

para la politica tiene el mediocenrrisrno y el peli-

gro que representa esta seduccion para la politica

entendida como una accion libre, publica, demo-

cratica, En primer lugar, Sartori, en Homo uidens,

se dedica a caracterizar 1 0 que denomina la opinion

teiedirigida, en terminos de la formacion de Laopi-

nion, el gobierno de los sondeos y la politica redu-

cida a la logica de la imagen. Este libro de Sarto.ti

-cabe puntualizar- es una diatriba contra Ia te-

levision como medio que hace incultos a los hom-

bres (los transforrna de homo sapiens en homo uidens

yen homo ludens), y los manipula en su participa-

cion en Ia polftica:

Los efectos de la video-politica rienen un arnplio alcan-

ceo Uno de estos efecros es, seguramente, que [a televi-

sion personaliza las elecciones, tn la pantalla vernos per-

sonas y no programas de partido; ypeJ'sonas constrcfiidas

a hablar con cuemagotas. En definitiva, [atelevision nos

propone personas (que algunas veees hablan) en.lugar de

discursos (sin personas). Damos por heche quc.cl maxi-

mo lider, como decirnos hoy, pucde efilerger de rodos

modos, incluso sintelevision. En sus tiempos, Hider,

Mussolini y Peron selas arreglaron perfccramcnrc ton la

radio, los noticiarios proyectados en los cines y los

comicios, La diferencia es que Hider magnerizaba con

sus discursos hisrericos y rorrenciales y Mussolini con

una retorica lapidaria, mientras que elvideo-lfder mas

que transmitir mensajes e s el mensajc."

Sartori igualmente advierte que esta seduccion

videopolftica se hace mas atrapadora, cuanto me-

25 Ibid., p., 141 'I ss ,

26 Ibid., p. 35.

27 Sartori, op. cit., pp. 107·108.

101

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Media" cecnologfas yacci6n poljrica I Bignoy Pensamientp 44· volumen XXIII· enero - junio 2004

nor es la fuerza de otras comunicaciones en juego,

como los periodicos, la canalizaci6n partidista de

la opinion y, en general, cuanto menor es la red

politica de una sociedad. En este sentido, la co-

municaci6n mediocentrica, en este caso la prove-

niente de la television, puede ser 0es manipula-

dora si quedamos atrapados en una sociedad de la

comunicacion instrumentalista, Precisamente, e 1

conocimiento de que la comunicacion y la polftica

son dimensiones mas complejas que esta simple

teledireccion abre el campo para salir del embrujo

mediocentrico y conquistar una sociedad de la co-

municacion definida por su multiplicidad de rela-

ciones, esto puede obtenerse pasando por .Ios des-

engarios,

Desengarios de la politicaen la sociedad de la comunicaci6n

Digamos que la polfrica se ha extendido, se ha

ampliado, se ha democratizado, gracias a la socie-

dad de la comunicaci6n, gracias a la seduccion a

traves de la informaci6n y la cornunicacion. La .

policizaci6n de la sociedad toda se llama opinion

publica y su expresion paradigmatica es el sondeo

de opinion 0 sondeocracia, recurrente y afarnadacristalizacion de la democracia conremporanea, En

el Estado seductor se dice que por fin se realiza

aquello de que la voz del pueblo es la voz de Dios,

o que la democracia es el poder de las rnayorfas, el

poder del prejuicio 0 del juicio Iigero de la opi-

nion publica:

Como la informaci6n y la comunicaci6n circulan pri-

mordialmente a traves del sistema demedias diversificado

pero cornprensivo, lapolftica cada vez se encierra mas en

el cspacio de los medias. E l Iiderazgo se personaliza y la

creaci6n d~ imagen es creacion de poder, No es que

todos los acrores politicos puedan reducirse a los efectos

de los medias, ni que los valores e inrereses sean indile-

femes a los resultados polfricos. Pero cualesquiera que

sean los actores pollticos y sus arientaciones, existen en

el j uego de poder a traves y po r los medios ...28

28 Castel ls . Manuel , La era de la informacion. vol. 1, Madrid, Alianza,

1998,p.512.

29 Enzensberger. Hans Magnus, "EI evangelio digital",en Revista

cisvos, Madrid, No. 104, jul io-aqosto de 2000.

102

Recordemos queesta relacion de la polftica con

los medios no es toda felicidad, ya que la visibili-

dad politica requiere una adrninistracion de la

imagen, que se convierte en estrategia polftica de

medios, Las oportunidades son a todas luces evi-

dentes, tarnbien acechan los peligros, y la impla-

cable opinion publica no perdona los malos usos

de la imagen. Bastenos volver a sefialar el fenome-

no del escandalo, de las filtraciones, de la difama-

cion, de las indiscreciones. El desengafio es de doble

via y se da tanto para los politicos como para las

audiencias. Para los primeros, el esluerzo que im-

plica responder a las logicas de la opinion publica

mediatizada y no ofrecer el flaneo a traves de es-

candalos, delaciones, etc. Este es el preeio de los

politicos a la cara seducrora y disponible de la visi-bilidad politica mediatica. Para las audiencias el

engafio es, por una parte, la resultante de la ilu-

si6n de la participacion y, por la otra, la reduccion

de la realidad a la imagen, con la reduccion de la

vida -social-cultural-estetica y politica- a la so-

ciedad de la cornunicacion generada a traves de los

medios: '

Como sucede can otras profesiones, rarnbien los traba-

jadores de los rnedios sufren de una ceguera profesional,

Se expresaen.su caso a cravesde una autorreferencia tan

exagerada que les resulta muy diflcil mirar al mundo

exterior. La sabre valoraci6n de su papelles lleva a con-

fundic el mundo de los medias can la realidad. Este

auroengafio les compensa par 1 0 volatil de su produc-

cion, yes par ella.indispensable para su autoafirrnacion."

Volvamos a los riesgos de la videocracia y pregun-

ternos ~por que el escandalo, las indiscreciones, los

arrebatos y las delaeiones se convierten en algo tan

sobresalienre en la videopolitica? Oigamos que los

sistemas politicos, los grupos y los politicos quedan

en abierta vulnerabilidad ante la opinion publica

desengafiada y presta a pasar cuenta de cobro. Esta

susceptibilidad se produce por razones estructurales

y no solo por la conmocion natural de un chisme 0

por el sentimiento de rabia que da al 'pillar' a un

sujeto politico (individual ocolectivo) en falta grave.

Oigo que los sistemas politicos se hacen mas

vulnerables no s610 por la gran crisis politico-ideo-

16gica que arrastran desde hace unas decadas, sino

porque la puja politica se ha hecho mas cornpeti-

tiva a rafz. de la mediocracia, 1 0 que hagenerado

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Bibliograffa

SignayPensamiento44 . volurnenXXIII'enero -jurto 2004 I Medic" recnologfas y accicn polftica

una accion de arrebato mutuo de propuestas, te-

mas y posiciones, Esto genera en las audiencias

una tendencia hacia la fiabilidad de partidos y per-

sonaIidades.Asu vez, todo ello .genera, de nuevo,

desengafios en multiples semidos: por un lado, la

personalizacion coloca en segundo lugar ideas y

programas; pero, par otro, esa fiabilidad hacia la

organizacion polftica y hacia el personaje que Ia

lidera puede conllevar la posibilidad del escandalo

a traves de la difamaci6n, la busqueda de 1 0 indis-

crete, 1 0 iltciro, la escenificacion publica de la in-

timidad, Como 1 0 han investigado sistematica-

mente autores como Thompson, 1 a polftica de los

escandalos es el arma utilizada para Iuchar y com-

petiren la polftica de la sociedad de la comunica-

cion. Los rnedios no son el cuarto pcder, son el

campo de luchas par el poder.". '

Ahora bien, si la seduccion de la cornunieacion

opera para lasaudiencias y para los politicos, los

desengafios tarnbien se dan en doble via. Orro

descomunal desengafi.o de la polfrica en tiempos

contemporaneos es la confusion que se ha dado

entre Ia democratizacion a traves de Ia participa-

cion mediatica y la banalizaeion de la polltica. Sin

embargo, el cuadro del desengafio con l a po lf ric a

y de parte de ella en tiernpos de la comunicaciongeneraIizada esta acompariado de un marco gene-

ral propio de la epoca:

A la crisis de legitimidad del Estado-nacion debernos

aftadir la crisis de credibilidad del sistema politico, basa-

da en una competencia abierta entre los parridos politi-

cos. Atrapado en el ambito de los medios, reducido a un

liderazgo personalizado, dependiendo de unacornpleja

manipulaci6n tecnol6gica, empujado a una financiaci6n

ilegal, arrastrado por los escandalos politicos, el sistema

de partidos ha perdido su atractivo y su fiabil idad y, a

todos los fines pracncos, es un resto burocratico, priva-

do de la confianza publica."

Este trasfondo es de inquietud, y acechan m-

dudablemente, par un lade, los encantos de la

telepolftica generadores de la ilusion de la parrici-

pacion y, par otro, el canto desirenas, mas altiso-

name aiin, que ante la crisis estructural convierte

a deterrninados politicos en salvadores de la socie-

dad. Solo resta decir can Bertold Brecht, jhay de

aquellos pafses, deaquellas sociedades, que necesi-

ten de heroes!

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30 Igualmente., podrfamosdedr que los medios a la propiedad de

elias pueden serel poder, por ejemplo, la Italia de.Si lvio Berlusconi.

Pera los medias tarnbian pueden ser un contrapoder .

31 Castella, op. cit., torno I I. p. 381.

103