Decálogo del buen trabajador

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DECÁLOGO DEL BUEN TRABAJADOR 1) El buen trabajador es un buen madrugador. Alguien que es capaz de llegar todos los días a tiempo a su oficina y que se le reconoce por su puntualidad. 2) El buen trabajador sabe cuál es el rol que desempeña, aporta ideas y proyectos para intentar cambiar o, al menos, mejorar las cosas en la empresa y la concentración le acompaña siempre en su trabajo. 3) El buen trabajador tiene autoestima y crece día a día, es competente en el trabajo en equipo, desarrolla sus habilidades sociales y es capaz de liderar. 4) El buen trabajador sabe convertir la derrota en una oportunidad de cambio, de entusiasmo y de motivación. 5) El buen trabajador es honesto y sincero, tanto en su currículum como en el día a día con la empresa. 6) El buen trabajador se asegura de que al final del turno de trabajo sigue siendo empleado de la compañía. 7) El buen trabajador sabe que si quiere guardar un secreto, nunca se lo debe contar a su jefe. 8) El buen trabajador sabe que se está haciendo viejo cuando piensa que su empresa ha sido justa con él. 9) El buen trabajador antes de hablar, se asegura de que su cerebro actúa de filtro de lo que siente su corazón. 10) El buen trabajador sabe que si su jefe es incapaz e increíblemente predecible, debe pensar en su estómago. Él le ayudará a descubrir su capacidad y su insospechado talento. EL PAPEL DEL ENTREVISTADOR: Todos los tipos de evaluación comprenden la toma de una muestra de la conducta con el propósito de predecir la conducta futura. Gran parte de la conducta que se observa en una entrevista constituye unaauto descripción. Para facilitar la planeación del tratamiento, el entrevistador debe establecer las relaciones validas entre las respuestas que se dan durante la entrevista y la conducta del cliente en situaciones de la vida actual o futura. Una habilidad importante para las entrevistas es la capacidad para evaluar una situación con rapidez y desarrollar una estrategia clínica apropiada con base en esa evaluación. Las entrevistas estructuradas o estandarizadas, utilizan una serie de preguntas estándar para determinar si están presentes algunos síntomas específicos. La estandarización se logra al proporcionar al entrevistador un glosario de definiciones de síntomas, una serie de preguntas que son pertinentes a los síntomas, un conjunto de temas sobre los cuales se debe obtener información y puntos de interrupción que indican cuándo dejar de insistir en un tema particular.

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DECÁLOGO DEL BUEN TRABAJADOR

1) El buen trabajador es un buen madrugador. Alguien que es capaz de llegar todos los días a tiempo a su oficina y que se le reconoce por su puntualidad. 2) El buen trabajador sabe cuál es el rol que desempeña, aporta ideas y proyectos para intentar cambiar o, al menos, mejorar las cosas en la empresa y la concentración le acompaña siempre en su trabajo. 3) El buen trabajador tiene autoestima y crece día a día, es competente en el trabajo en equipo, desarrolla sus habilidades sociales y es capaz de liderar. 4) El buen trabajador sabe convertir la derrota en una oportunidad de cambio, de entusiasmo y de motivación. 5) El buen trabajador es honesto y sincero, tanto en su currículum como en el día a día con la empresa. 6) El buen trabajador se asegura de que al final del turno de trabajo sigue siendo empleado de la compañía. 7) El buen trabajador sabe que si quiere guardar un secreto, nunca se lo debe contar a su jefe. 8) El buen trabajador sabe que se está haciendo viejo cuando piensa que su empresa ha sido justa con él. 9) El buen trabajador antes de hablar, se asegura de que su cerebro actúa de filtro de lo que siente su corazón. 10) El buen trabajador sabe que si su jefe es incapaz e increíblemente predecible, debe pensar en su estómago. Él le ayudará a descubrir su capacidad y su insospechado talento.

EL PAPEL DEL ENTREVISTADOR: Todos los tipos de evaluación comprenden la toma de una muestra de la conducta con el propósito de predecir la

conducta futura. Gran parte de la conducta que se observa en una entrevista constituye unaauto descripción. Para facilitar la planeación del tratamiento,

el entrevistador debe establecer las relaciones validas entre las respuestas que se dan durante la entrevista y la conducta del cliente en situaciones de la

vida actual o futura.

Una habilidad importante para las entrevistas es la capacidad para evaluar una situación con rapidez y desarrollar una estrategia clínica apropiada con

base en esa evaluación.

Las entrevistas estructuradas o estandarizadas, utilizan una serie de preguntas estándar para determinar si están presentes algunos síntomas

específicos. La estandarización se logra al proporcionar al entrevistador un glosario de definiciones de síntomas, una serie de preguntas que son

pertinentes a los síntomas, un conjunto de temas sobre los cuales se debe obtener información y puntos de interrupción que indican cuándo dejar de

insistir en un tema particular.

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EL PAPEL DEL ENTREVISTADO: Deberá ser un apersona que interese a la comunidad E s la persona que tiene alguna idea o alguna experiencia

importante de transmitir.

AGENCIA DE EMPLEOS:Cuando hay una necesidad de personal cualificado para cubrir un puesto de inmediato, una agencia de empleo es un gran

recurso para cualquier tipo de empresa. En esencia, una agencia de empleo es un servicio que responda a las necesidades laborales de sus clientes

corporativos con personas que tengan las habilidades necesarias para satisfacer esas necesidades. Si por ejemplo una empresa requiere personal para

atender un evento especial, podría recurrir a una agencia de azafatas para poder cubrir dicha necesidad.

PAPEL DEL DISEÑO DE UNA EMPRESA: Nos guste o no, el “Diseño” ha adquirido una importancia superlativa en cuanto al éxito o fracaso de una empresa.

habitamos una sociedad saturada de ofertas de productos y/o servicios similares, por lo que debemos generar un estimulo diferente, en tarjet (posibles clientes). Son muchas las ocasiones en el que nuestro cliente potencial, el único contacto que con nuestra empresa es una página Web, folletos, catálogos, flyer… por lo que se ha de cuidar al máximo la imagen de nuestra empresa. Generar una línea de comunicación atractiva, cuidada y que inspire confianza para que no sea el primer y ultimo contacto entre nuestra empresa y nuestro potencial cliente.

Existen niveles diferenciados entre empresas que emplean el diseño o no como uno de los factores claves. Entendidos del mundo del diseño y su implantación en la empresa que sitúan el diseño en 6 niveles:

PAPEL DEL JEFE DE PERSONAL:Proporcionar a la organización en todo momento el personal necesario, tanto cualitativo como cuantitativamente, para desarrollar óptimamente los procesos productivos o servicios con un criterio de rentabilidad económica. Prácticas: Planificación de plantillas, estudio de puestos de trabajo, estudios de mercado laboral, búsquedas de fuentes de reclutamiento.

MEN

La obra se abre en la Pensión Vauquer, adonde allegado el anciano Goriot a pasar sus últimos días en medio de una ostensible pobreza y lejos del

afecto de sus hijas a quienes amaba entrañablemente a pesar de que solo recibía ingratitud de ellas. Todo ello contrastaba, en nada se parecía ala

felicidad y de sus mejores días, cuando vivía su esposa y sus hijas todavía eran pequeñas. El un ex fabricante de pastas y harina ,ahora envejecía

abandonado y mísero; añorando a sus hijas a quienes había dado buena dote y que por prohibición de sus maridos habían dejado de verlo y recibirlo en

sus casas; Anastacia y Delfina, sus hijas ,eran la idolatría de Goriot , ellas constituían su único “vicio” todo lo había dado por ellas ,todo lo había aceptado

de ellas ,aun su desprecio. Sus hijas (desnaturalizadas hijas )se habían casado con el conde Restaud y el banquero Nucingen; y aun a si su

padre(Goriot) les ayudaba cuando se enteraba de sus desavenencias matrimoniales por el amor que les tenia, les daba todo llegando así al extremo de

vender todo (bienes materiales) ,con tal de verlas feliz, verlas con sus vestidos nuevos que les compraba, joyas, ver como se divertían en el teatro, fiesta

,etc ,aunque él languideciere y el dolor le consumiese en la pensión Vauquer. Balzac describe el mundo dela burguesía y dela nobleza decadente en las

que se mueven las hijas de Goriot y al que deseaba ingresar a toda costa “como bala de cañón”, Eugenio Rastignac, otro pensionista de la casa

Vauquer(un joven arribista, oportunista preocupado por el ascenso social)único inquilino que sentía cariño por el anciano Goriot,éste (Rastignac) con la

ayuda dela aristócrata dama Beauséant lo logra ascender en un nivel aristócrata.

Así, pronto Delfina Nucingen(esposa del banquero Nucingen) al enterarse de esto ,no tardo muy pronto en convertirse en su amante ,esto lo supo Goriot

y le acerco mas a él y le ayudaba en esta relación con tal de tener mas cerca a su hija. Rastignac recibió también la ayuda de Vautrin “el burla muertes”,

otro pensionista de la casa Vauquer especie general de los malhechores en la clandestinidad. Ya en el mundo dela aristocracia y la burguesía Rastignac

que el lujo delas hijas de Papa Goriot contrastaba con la miseria en que se debatía el anciano. Ninguna de sus dos hijas le asistían e sus ultimas horas

de su agonía y así llegando a morir en su lecho .Solo Rastignac le acompañara a su ultima morada (el cementerio),no habiendo dinero ni siquiera para

enterrarlo, ni amigos ni familiares acompañaron a su entierro. Este echo le produjo a Rastignac una horrible tristeza ante tal desgracia y desolación él

joven pronuncio estas palabras en terrible reto a París: “Ahora nos veremos tú y yo.”

RESUMEN DE LA OBRA PAPÁ GORIOT

- HONORÉ DE BALZAC -

Argumento del libro Papa Goriot de Honorato de Balzac.

En la miserable pensión Vauquer viven varios pensionistas, entre los cuales se halla un joven estudiante ambicioso, Eugenio de Rastignac; un robusto

cuarentón, el enigmático Vautrin; y un viejo, papá Gorrito, de quien todo el mundo se burla aunque él no se preocupe de ello porque solamente piensa en

sus dos hijas, la condesa Anastasia de Restaut y la condesa Delfina de Nucingen.

Rastignac las encuentra en el gran mundo y descubre que no hay en ellas mas que frivolidad y egoísmo, como en toda sociedad ávida de disfrutar y de

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lucir. No obstante, hace la corte a Delfina, con la esperanza de imponerse con este primer éxito.

Vautrin le aconseja un camino mas rápido: “Es imposible triunfar siguiendo los caminos mediocres de la honradez”. Y le propone un plan: por medio de

un crimen que él se encarga, convierte al joven en millonario: “Es preciso ensuciarse las manos para ser cocinero; en eso consiste toda la moral de

nuestra época”.

Pero Vautrin es detenido y confiesa ser el famoso Jacques Collin, apodado “Trompe-la-Mort”, general de los presidiarios. De esta manera, Rastignac se

libra de los compromisos en que lo envolvía Vautrin.

No obstante, los cínicos consejos de éste lo han enderezado por el camino de la corrupción. Por otra parte papa Goriot se hace cómplice de todas las

indelicadezas de sus hijas, a fin de verlas felices; se desprende de sus últimas rentas para darles secretamente el dinero que constantemente

necesitaban; y cuando muere, en medio de la mayor miseria, ni una ni la otra van a asistirle en su agonía, durante la cual les habla, las llama y las

bendice.

El anciano es enterrado en el PéreLachaise, envuelto en una mortaja pagada por Rastignac y uno de sus amigos.

Resumen

En la miserable pensión Vauquer viven varios pensionistas, entre los cuales se halla un joven estudiante ambicioso, Eugenio de Rastignac; un robusto cuarentón, el enigmático Vautrin; y un viejo, papá Gorrito, de quien todo el mundo se burla aunque él no se preocupe

Portada del libro que contiene la obra de ello porque solamente piensa en sus dos hijas, la condesa Anastasia de Restaut y la condesa Delfina de Nucingen. Rastignac las encuentra en el gran mundo y descubre que no hay en ellas mas que frivolidad y egoísmo, como en toda sociedad ávida de disfrutar y de lucir. No obstante, hace la corte a Delfina, con la esperanza de imponerse con este primer éxito.

Vautrin le aconseja un camino mas rápido: “Es imposible triunfar siguiendo los caminos mediocres de la honradez”. Y le propone un plan: por medio de un crimen que él se encarga, convierte al joven en millonario: “Es preciso ensuciarse las manos para ser cocinero; en eso consiste toda la moral de nuestra época”. Pero Vautrin es detenido y confiesa ser el famoso Jacques Collin, apodado “Trompe-la-Mort”, general de los presidiarios. De esta manera, Rastignac se libra de los compromisos en que lo envolvía Vautrin.

No obstante, los cínicos consejos de éste lo han enderezado por el camino de la corrupción. Por otra parte papa Goriot se hace cómplice de todas las indelicadezas de sus hijas, a fin de verlas felices; se desprende de sus últimas rentas para darles secretamente el dinero que constantemente necesitaban; y cuando muere, en medio de la mayor miseria, ni una ni la otra van a asistirle en su agonía, durante la cual les habla, las llama y las bendice. El anciano es enterrado en el PéreLachaise, envuelto en una mortaja pagada por Rastignac y uno de sus amigos.

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CAPERUCITA ROJA

Francisco Javier Bernad Morales

El escenario representa: a la derecha la casa de Caperucita, en la que se ven una mesa y tres sillas, dispuestas de modo que ninguna da la espalda a los espectadores, sobre

la mesa, una tarta con velas; en el centro, el bosque, con árboles, pajaritos y conejitos —representados por niños—; a la izquierda, la casa de la abuelita con una cama

ESCENA PRIMERA

Caperucita —que aún no lleva puesta la caperuza— y su madre están sentadas a la mesa. La niña no cesa de relamerse mientras mira la tarta. No puede aguantar más, así

que unta el dedo en ella y luego se lo lleva a la boca. Mientras ellas hablan, la abuelita sale de su casa y cruza el bosque. Lleva un paquete en la mano.

Mamá: No me gusta que seas tan golosa. Es de muy mala educación comer con los dedos. Además, tenemos que esperar a la abuelita.

Caperucita: Mamá, es que tarda mucho y tengo hambre. ¿Qué me regalará?

La abuelita llega a la casa de Caperucita.

Abuelita: ¡Hola! ¿Cómo estáis? ¡Qué nieta más guapa tengo! ¡Felicidades!

Caperucita y su madre se levantan para besar y abrazar a la abuela

Mamá: ¡Qué alegría verte!

Caperucita: ¿Ya nos podemos comer la tarta?

Abuelita: Abre primero tu regalo

Caperucita desenvuelve el regalo

Caperucita: ¡Ay! ¡Qué nervios! ¡Qué capa tan bonita! ¡Qué caperuza más roja!

Caperucita besa a la abuela y las tres se sientan a la mesa. Se oye la canción Cumpleaños Feliz y Caperucita sopla como si apagara las velas. Después fingen comer.

Abuelita: Me voy a marchar porque no quiero que se me haga de noche por el camino

Las tres se levantan

Mamá: Ten mucho cuidado con el lobo.

Abuelita: No te preocupes. El lobo se ha marchado a la ciudad porque, como allí vive más gente, cree que va a encontrar más comida

Caperucita: Adiós, abuelita.

La abuelita se marcha por el bosque. Baja la intensidad de la luz para indicar que anochece

ESCENA SEGUNDA

Aumenta la luz para señalar el amanecer. Caperucita —ya lleva puesta la capa— y su mamá están en su casa. La abuelita en la suya, metida en la cama. En el bosque, el

lobo.

Lobo: ¡Vaya idea mala tuve con irme a la ciudad! ¡Todo está lleno de coches! ¡De milagro no me mató un autobús! La ciudad no es para mí.

Menos mal que ya estoy otra vez en el bosque. Voy a descansar un rato y luego buscará a alguien para desayunar.

Se esconde entre los árboles

Mamá: ¡Caperucita! Acaba de llamar la abuelita. Está un poco enferma y se ha quedado en la cama, así que acércate a su casa y llévale esta cestita con un pastel y un tarrito de miel.

Caperucita: Pero mamá,. Si lo que tendrá será una indigestión por la tarta. ¿No será mejor que le prepares una manzanilla?

Mamá: No me gusta que seas tan sabihonda y tan repipi. Harás lo que te digo.

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Caperucita: Bueno. Tampoco es para que me regañes.

Mamá: ¡Ah! Aunque se ha ido el lobo, ten mucho cuidado y no te entretengas. Yo, mientras, voy un rato a charlar con las vecinas.

La mamá se marcha por la derecha. Caperucita sale al bosque. Da vueltas por el escenario. Se agacha como si cogiera flores. Se sienta a escuchar el canto de los pájaros.

Se tumba en el suelo. Se levanta. Salta. Todo al ritmo de la música

Conejitos: ¿Dónde vas Caperucita, tan de mañana con una capita de lana?

Caperucita: A casa de mi abuelita, a llevarle este pastel y este tarrito de miel.

El lobo, sin que le vean, se asoma entre los árboles

Lobo: ¡Qué suerte! Una niña ¡Qué tierna debe de estar!

Se oculta de nuevo

Árboles: ¡Caperucita! ¡Caperucita! ¿Estás perdida? ¿Qué buscas?

Caperucita: Voy a casa de mi abuelita. Le llevo un pastel y un tarrito de miel.

Árboles: Sigue ese camino y ten mucho cuidado

Vuelve a asomarse el lobo

Lobo: Se me hace la boca agua. Pero si me la como aquí, seguro que algún chivato le lleva el cuento a su madre y me busca un lío.

Se esconde

Pajaritos: ¡Oh, linda niña! Hace una hermosa mañana

Caperucita: Sí. Brilla el sol entre nubes de algodón.

Se asoma el lobo

Lobo: Pues sí que es cursi la pobre. En fin, la voy a engañar par comérmela tranquilamente en casa de su abuela. Allí nadie me molestará.

El lobo sale al encuentro de Caperucita

Caperucita: ¡Buenos días, señor! ¿Sabe usted por dónde podría ir a casa de mi abuelita? La pobre tiene un empacho de tarta y mi mamá se ha

empeñado en que le lleve un pastel y un tarrito de miel.

Lobo: Pues le iría mejor un poco de bicarbonato. En fin, vete por ese camino. Ya verás que pronto llegas.

Caperucita: ¡Muchas gracias, señor! Es usted muy amable y muy simpático. Hasta luego.

Se marcha dando vueltas por el bosque.

Lobo: Sí que ha sido fácil engañarla.

Se oye una música amenazadora

ESCENA TERCERA

El lobo se ha aproximado a la casa de la abuelita, quien está tumbada en la cama. Caperucita sigue dando vueltas por el bosque. Entre los árboles se ve a los cazadores.

Abuelita: ¿Quién viene?

Lobo (disimulando la voz): Soy yo. Tu nieta Caperucita. Te traigo un pastel y un tarrito de miel

Abuelita: ¡Vaya! Más dulces. Si me los como reviento. Pero, bueno, cariño, pasa.

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Entra el lobo. La abuela se desmaya al verle

Lobo: La vieja se ha desmayado. Mejor. La esconderé y si después de comerme a Caperucita todavía tengo hambre me servirá de postre, aunque debe de estar un poco dura.

El lobo saca a la abuelita de la cama y ocupa su lugar. Llega Caperucita

Caperucita: ¡Abuelita! ¡Ya estoy aquí! Traigo un pastel y un tarrito de miel.

Lobo (disimulando la voz) Entra, hijita, entra. Siéntate a mi lado.

Conejitos: ¡Cazadores! ¡Cazadores! Rápido, a casa de la abuelita.

Caperucita: ¡Qué orejas más grandes tienes!

Lobo: Para oírte mejor

Árboles: ¡Cazadores! ¡Cazadores! Corred, deprisa

Caperucita: ¡Qué ojos más grandes tienes!

Lobo: Para verte mejor

Pajaritos: ¡Cazadores! ¡Cazadores! Salvad a Caperucita

Caperucita: ¡Qué boca más grande tienes!

Lobo: Para comerte mejor

El lobo se levanta y va hacia Caperucita, pero en ese momento entran los cazadores

Cazadores: ¡Quieto si no quieres que te disparemos!

Lobo: Pero si sólo estamos jugando. ¿Verdad, Caperucita?

Caperucita: ¡Mentira! Me querías comer.

Lobo: Pero si estoy a dieta. Además me he hecho vegetariano y macrobiótico

Cazadores: Eso ya se lo explicarás al juez. Estás detenido.

Muchas historias ha dado de sí Don Quijote de la Mancha, y las leyendas que hablan de Sancho Panza como gobernador de la Ínsula de Barataria son casi infinitas. La obra que hoy presentamos pretende ser una gota en el mar que aún sigue inspirando la pluma de Cervantes. Una gota humilde, diminuta; pero tan redonda como

Sancho, gobernador de la Ínsula más famosa del mundo.

Sancho Panza, gobernador

(Espacio vacío. Se escucha el sonido de una multitud que vitorea).

(Entra el Presentador).

PRESENTADOR.- ¡Bravo, viva…! ¡Alegraos querido público! ¡Un gran hombre ha sido nombrado gobernador de la Ínsula de Barataria!

(Continúa el sonido de la multitud).

SANCHO.- (En off).

¡Dejadme en paz!, ¡no quiero y no quiero!

PRESENTADOR.- Parece que comienzan los problemas en Barataria.

(Entra Sancho).

SANCHO.- (Que habla con alguien que está fuera de escena).

Yo no sirvo para esas cosas, hombre. PRESENTADOR.-

¿Algún problema?

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(Sancho que no ha visto al Presentador con anterioridad da un grito del susto al escuchar la voz del Presentador).

SANCHO.-

¿Eres un fantasma? PRESENTADOR.-

No.

SANCHO.- ¿Un muerto viviente?, ¿un ánima?, ¿un demonio?

PRESENTADOR.-

Nada de eso, soy el Presentador. SANCHO.-

¿Y qué presentas?

PRESENTADOR.- La historia de Sancho Panza, gobernador.

SANCHO.-

¡Por mi abuela, ese soy yo! PRESENTADOR.-

Estás en lo cierto.

SANCHO.- ¿Y qué sucede en la historia?

PRESENTADOR.-

Que el nuevo gobernador de Barataria, como es costumbre en la villa, debe resolver algunos problemas de difícil solución. SANCHO.-

Eso me dicen los de ahí fuera, pero yo no quiero. Yo no sirvo para resolver problemas.

PRESENTADOR.- ¿Y para que has dejado que te hagan Gobernador?

SANCHO.-

Pues como todos, para engordar mi tripa y mi bolsa. PRESENTADOR.-

Pero si no demuestras que puedes resolver los problemas, elegirán a otro como gobernador, que será el que engorde en tu lugar.

SANCHO.- ¡Por las barbas de mi señor!, eso no estará bien. ¡Que vengan esos problemas!

PRESENTADOR.-

¡Bien dicho! SANCHO.-

¡Y mejor bicho!

(Entran el Labrador, que lleva una tela entre sus manos, y el Sastre). PRESENTADOR.-

Atento, ahí llegan los problemas.

SANCHO.- Parecen dos tiparracos muy estirados.

PRESENTADOR.-

Escucha, Sancho; va tu panza en ello.

SANCHO.-

Silencio y a degüello. LABRADOR.-

Buenos días.

SASTRE.- Buenos días.

SANCHO.-

Buenos días. PRESENTADOR.-

Calla y escucha.

SANCHO.- Callado como un cerdo de hucha.

LABRADOR.-

¿Qué opinas de esta tela? SASTRE.-

Es una tela de buena calidad.

LABRADOR.- Además de buena, me ha costado mucho dinero.

SASTRE.-

Estupendo digo, por decir algo. LABRADOR.-

Me han dicho que eres buen sastre.

SASTRE.- El mejor de esta villa, aunque me esté mal decirlo.

LABRADOR.-

¿Puedes hacer una caperuza con esta tela? SASTRE.-

Puedo, pero no trabajo gratis. Eso, por lo que dicen, sólo lo hacen las gentes de teatro. Te cobraré diez reales.

LABRADOR.- El trabajo es vuestro, pero sólo te pagaré ocho.

SASTRE.-

Ocho, a la una; ocho, a las dos; ocho, a las tres. Te lo haré por ocho reales. (El Labrador le da la tela al Sastre).

LABRADOR.-

(Que se aleja del Sastre en dirección a Sancho y el Presentador). ¡Hasta mañana!

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SASTRE.-

Hasta mañana.

(El Labrador se acerca hasta los otros dos y el Sastre manosea la tela, mientras la observa con detenimiento). LABRADOR.-

(A Sancho y Presentador).

El Sastre no ha protestado con la rebaja que le he hecho. SANCHO.-

Más vale ocho de diez, que cero de nada.

LABRADOR.- No, eso significa que piensa quedarse con el paño que sobre. Seguro que sobrará paño para otra caperuza.

(Al Sastre).

¡Un momento y otro momento! (Se acerca al Sastre, que sigue ensimismado con la tela).

LABRADOR.-

Sastre… SASTRE.-

El mejor para evitar un desastre.

LABRADOR.- ¿Puedes hacer dos caperuzas en lugar de una?

SASTRE.-

No hay problema, pero te costará ocho reales más. (Se separan de nuevo Sastre y Labrador).

LABRADOR.-

Estoy seguro de que aún sobrará tela y ganará un buen dinero vendiéndola… PRESENTADOR.-

¡Alto!

(Sastre y Presentador quedan inmóviles como estatuas). Estimado público, para no cansaros con tanta caperuza os diré que el desconfiado Labrador, volvió para decirle que hiciera tres caperuzas, luego cuatro y al final hasta

cinco. A lo que accedió el Sastre.

SANCHO.- Mal asunto, quien de todo desconfía, de si mismo tampoco se fía.

PRESENTADOR.-

Y ahora llega el problema que tienes que resolver. SANCHO.-

Con tanta caperuza me había olvidado del bendito problema.

PRESENTADOR.- ¡Acción!

(Labrador y Sastre se acercan a toda prisa hasta Sancho).

SASTRE.- Señor Gobernador.

SANCHO.-

(Mira hacia atrás y hacia los lados hasta darse cuenta de que el gobernador es él).

¿Eh?, ¿oh? ¡Ah!

(A voz en grito). ¡Decidme gobernados!

SASTRE.-

Señor, este hombre ha venido hoy a recoger las caperuzas, pero no las ha querido y tampoco quiere pagarme el dinero por el trabajo. LABRADOR.-

Señor Gobernador, este es un listo y es él quien debe pagarme el dinero que me costó la tela.

SANCHO.- ¿Eh?, ¿oh? PRESENTADOR.- Dile que te enseñe las caperuzas. SANCHO.- (A todo grito). ¡Enseñadme las caperuzas! (El Sastre le muestra una de sus manos). PRESENTADOR.- (Al público). Las caperuzas son tan pequeñas que tiene colocada una en cada uno de los dedos de su mano. SANCHO.- Pequeñas, muy pequeñas caperuzas. SASTRE.- Si tenía que hacer cinco con la tela que me trajo, yo no podía hacerlas más grandes. SANCHO.- ¿Eh?, ¿oh? PRESENTADOR.- Eres el Gobernador, tienes que decidir; debes resolver el problema. SANCHO.- ¿Eh?, ¿oh? Los dos sois unos listos, vale. Decido que tú, por desconfiar del Sastre, te quedarás sin paño y sin caperuzas. Y tú, Sastre, querías darle una lección a este desconfiado, lo has conseguido, y con eso te bastará para considerarte pagado, porque el trabajo de hacer las caperuzas no te lo pagará nadie. Podéis iros, gobernados. (Sastre y Labrador salen cabizbajos). (Se escucha el sonido de una multitud que vitorea). PRESENTADOR.- ¡Bravo, viva…! ¡Alegraos querido público! ¡Un gran hombre ha sido nombrado gobernador de la Ínsula de Barataria! (Continúa el sonido de la multitud). SANCHO.-

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¿Y ahora puedo al menos engordar la tripa? (Se escucha el sonido de una multitud que vitorea). PRESENTADOR.- ¡Un gran hombre ha sido nombrado gobernador de la Ínsula de Barataria, que más grande aún quiere ser! (Continúa el sonido de la multitud). SANCHO.- (Mientras sale con el Presentador). ¿No ha estado mal verdad? PRESENTADOR.- Todo lo contrario, ha estado muy bien. (Salen ambos).

Fin

Hace unos pocos días publicamos otro guión para teatro con Sancho Panza como protagonista: Sancho Panza, gobernador. El que ahora saquemos otro más con Sancho como protagonista se debe a varios motivos, uno de ellos es la fascinación que nos produce este personaje, que representa al pueblo, el más llano y básico que podamos encontrar. Y estas dos historias reivindican a Sancho a partir de su sabiduría, heredada del saber popular. Queremos además, sumarnos a los distintos homenajes que en estas fechas recibe el Libro como portador de información, de historias, de ilusión por un porvenir mejor. Homenajeamos al libro que nos hace encontrar nuestra mirada proyectada en páginas, negro sobre blanco, que nos enseñan a describir el color del arcoiris. Feliz Día del Libro.

Sancho Panza y el caso de las diez monedas de oro.

(Espacio vacío. Entra el Presentador). PRESENTADOR.- Querido público, seguro que ya sabéis que Sancho Panza ha sido nombrado Gobernador de la Ínsula de Barataria. Y si no lo sabéis, yo os lo digo. (Desde abajo entra una trompeta y con su “pa-parari” asusta al Presentador, que no se esperaba esta aparición ni el sonido que hace el trompeteo). PREGONERO.- (En off). Atención, atención. Hace su entrada el señor Gobernador. (Entra Sancho Panza, trae consigo un lujoso bastón de mando). SANCHO.- (Al Presentador). Te conozco. Tu eres el que presenta las obras de teatro. PRESENTADOR.- Ese y no otro soy yo. SANCHO.- Me gusta mucho el teatro. PRESENTADOR.- Me alegro, señor Gobernador. SANCHO.- Me entretiene y me ayuda a hacer la digestión entre una comilona y otra. (Entran un Viejo con un bastón y un Joven). JOVEN.- Eres un embustero. SANCHO.- (Creyendo que se lo dice a él). ¿Cómo te atreves a llamar mentiroso al gobernador? JOVEN.- No se lo decía a usted, sino a este viejo mentiroso. SANCHO.- Contadme qué es lo que sucede. (El Viejo y el Joven se acercan hasta Sancho y el Presentador). JOVEN.- (Muy nervioso). Hace tiempo que este viejo… VIEJO.- ¡Un respeto! SANCHO.- Eres viejo y te ha llamado viejo; así que no hay insulto. Continúa joven, que tampoco es un insulto. JOVEN.- Eso, pues que hace tiempo le presté a este viejo diez monedas de oro. Y como el tiempo pasaba sin que me las devolviera, hoy he ido a buscarle y a pedirle mis diez monedas. Y el muy villano dice que ya me las ha devuelto. Y yo no lo recuerdo. Y me acordaría si me hubiese devuelto las diez monedas de oro que le presté hace tiempo y que no me ha devuelto. PRESENTADOR.- Vale, vale. El señor Gobernador ya se ha enterado de que le has prestado las diez monedas a este hombre, No hace falta que lo repitas. También se ha enterado aquel espectador del fondo… (Mira hacia el público). Sí aquel del fondo, el que se ha quedado dormido. ¡Qué alguien lo despierte, que este caso parece emocionante! SANCHO.- ¿Y tú qué dices, viejo? VIEJO.- ¡Protesto! SANCHO.- (Muy sosegado). Como vuelvas a protestar te arreo con mi bastón.

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PRESENTADOR.- Señor gobernador, eso no es protocolario. SANCHO.- ¿Ah, no? Bien, como no es “protoculario”, como vuelvas a protestar, el Presentador te arreará con mi bastón. PRESENTADOR.- ¡Señor! SANCHO.- No me lo agradezcas, soy así de magnífico. Y tu viejo, ¿qué dices de las diez monedas? VIEJO.- Digo que le he devuelto las monedas a este jovenzuelo mentiroso. Y para que no quede duda, estoy dispuesto a jurarlo aquí y ahora. SANCHO.- Perfecto, supongo que jurar es bastante “protomulario”. (Al Viejo). Jurarás sobre mi bastón de mando. Y como jures en falso, con este mismo bastón te dejaré las costillas como los dientes de mi abuela. PRESENTADOR.- Señor Gobernador, esa frase no es digna de un gobernador. Debería decir: “Jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad; o el peso de la ley caerá sobre ti”. SANCHO.- Esa frase será “protoluminaria”, pero es muy complicada para mi. (Al Viejo). Antes de que jures, escucha lo que dice en mi nombre el Presentador. PRESENTADOR.- Jura decir la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad; o el peso de la ley caerá sobre ti. SANCHO.- ¿Te has enterado? VIEJO.- No he entendido ni “papa”. SANCHO.- Quiere decir que como mientas, la ley te dejará como el que fue a por lana y salió trasquilado. ¿Entiendes ahora? VIEJO.- Mucho más claro, señor. Sancho.- Pues jura, como es “protozoico”. VIEJO.- Claro, claro; pero por favor, jovenzuelo, coge mi bastón para que yo pueda coger el del señor gobernador. (El Joven coge el bastón del Viejo, y éste a su vez coge el de Sancho). SANCHO.- ¿Por qué ha de coger él tu bastón?, ¿no tienes dos manos? VIEJO.- Soy viejo. SANCHO.- Vaya, cuando tu mismo te llamas viejo no protestas. ¡Jura, como es “proluminario”! VIEJO.- Juro que he devuelto a este joven las diez monedas de oro. Y si miento, que la ley del señor gobernador, me de tantos garrotazos como años que tengo. SANCHO.- (Al Joven). ¿Estás conforme? JOVEN.- Si jura ante usted con la amenaza de ser aporreado, yo quedo conforme. Así, debe ser que él me devolvió las monedas, pero por algún extraño enredo no logro recordarlo. PRESENTADOR.- ¿Y qué opina usted señor gobernador? ¿Eh?, ¿oh?… Debo dictar sentencia. Viejo, devuélveme mi bastón. (El Viejo le devuelve a Sancho su bastón). SANCHO.- Joven, dame tu ahora el bastón del viejo para dictar sentencia. VIEJO.- ¿Mi bastón? SANCHO.- ¿Algún problema? VIEJO.- ¡No! No, no, no, no, no. Coged mi bastón, señor. (El Joven le da a Sancho el bastón del Viejo). SANCHO.- (A voz en grito). ¡Dicto setecientas! PRESENTADOR.- No es así, señor; dicta usted una Sentencia, no Setecientas. SANCHO.- ¿Una en lugar de setecientas?, mejor; antes acabaremos. (Pausa dramática, en la que Sancho coge aire). “Seteciento” lo siguiente: como el viejo ha jurado y sin embargo el Joven no tiene sus monedas, que parece que han volado, el viejo regalará su bastón al joven. VIEJO.- (Muy alarmado). No, no señor gobernador. Mi bastón no tiene valor alguno, es viejo como yo. Yo le compraré a este simpático joven un bonito bastón, bien labrado y nuevo. JOVEN.-

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¿Y para qué quiero yo un bastón?, aún no lo necesito. (Sancho hace oscilar el bastón del anciano sobre la cabeza del Viejo, que trata de cogerlo sin conseguirlo). PRESENTADOR.- Todavía estamos a tiempo de que alguien se lleve un garrotazo. SANCHO.- Bien. Te ordeno pues, joven, que si no quieres el bastón, lo rompas aquí mismo, delante de todos. (El Joven coge el bastón del viejo). VIEJO.- ¡No! (El Joven rompe el bastón por la mitad y de su interior caen al suelo doce monedas de oro). SANCHO.- Joven, coge tu diez monedas y dale las dos restantes al Presentador, para que al menos un día gane algo de dinero con esto del teatro. (El Joven hace lo que Sancho le dice). SANCHO.- Llévate al viejo contigo y dile al alguacil que le de con todo el peso de la ley, al menos diez veces, una por moneda. Y que si no lo recuerda, el libraco ese de leyes está bajo la pata de mesa del comedor, que está coja. JOVEN.- (Confuso). ¿Señor? SANCHO.- Para que caiga sobre él todo el peso de la ley, mejor un libraco de leyes que uno de cocina. Vendrá bien, es un tocho bien gordo. JOVEN.- ¿Señor? SANCHO.- Podéis marchar. JOVEN.- ¿Señor? SANCHO.- ¡Arrea pa’lante! (Salen Viejo y Joven). PRESENTADOR.- ¿Cómo supiste dónde estaban las monedas? SANCHO.- En mi pueblo dicen que quien más protesta, es quien más esconde. Este mentiroso protestaba cuando otro le llamaba viejo, pero luego él mismo se lo decía sin perder el resuello… Y luego me fijé, que para jurar, le dio sin motivo su bastón al joven, y en cuanto el otro tuvo el bastón entre sus manos, juró que ya le había devuelto las monedas . PRESENTADOR.- ¡Sois formidable! SANCHO.- ¿Te has fijado, eh? Creo que desde que soy Gobernador soy más formidable cada día que pasa. Por lo menos habré engordado diez kilos. (Desde abajo sale la trompeta y suena con pompa y alegría). PREGONERO.- (En off). El señor Gobernador ha dictado sentencia. SANCHO.- (A voz en grito). ¡Setecientas no, sólo una! ¡Y abrid paso que mis tripas rugen ya como el dragón del mago Alí Fanfarrón! (Comienza a salir y se detiene un momento). Y tú, amigo presentador, gástate las dos monedas en algo útil, que estás más flaco que el perro de un hortelano. (Saliendo). ¡Abrid paso y que el mantel esté preparado! (Sale Sancho). PRESENTADOR.- Y así el Gobernador de Barataria dictó una más de las setecientas Sentencias que lo hicieron famoso en el mundo entero y en otras ciudades extranjeras. Yo me voy, que estas dos monedas de oro me han abierto el apetito. ¡Sed felices y no dejéis que nadie pase hambre! (Mientras sale). ¡Unos huevos fritos con papas fritas!

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You’re insecure

Don’t know what for

You’re turning heads

When you walk through the do-o-or

Don’t need make up

To cover up

Being the way that you are is en-o-ough

Page 12: Decálogo del buen trabajador

Everyone else in the room can see it

Everyone else but you

Baby you light up my world like nobody else

The way that you flip your hair gets me overwhelmed

But when you smile at the ground it ain’t hard to tell

You don’t know oh oh

You don’t know you’re beautiful

If only you saw what I can see

You’ll understand why I want you so desperately

Right now I’m looking at you and I can’t believe

You don’t know oh oh

You don’t know you’re beautiful

Oh oh

That’s what makes you beautiful

So c-come on

You got it wrong

To prove I’m right I put it in a so-o-ong

I don’t know why

You’re being shy

And turn away when I look into your ey-e-es.

Everyone else in the room can see it

Everyone else but you

Baby you light up my world like nobody else

The way that you flip your hair gets me overwhelmed

But when you smile at the ground it ain’t hard to tell

You don’t know oh oh

You don’t know you’re beautiful

If only you saw what I can see

You’ll understand why I want you so desperately

Right now I’m looking at you and I can’t believe

You don’t know oh oh

You don’t know you’re beautiful

Oh oh

That’s what makes you beautiful

Na nanananananaaaanana

Na nanananana

Na nanananananaaaanana

Page 13: Decálogo del buen trabajador

Na nanananana

Baby you light up my world like nobody else

The way that you flip your hair gets me overwhelmed

But when you smile at the ground it ain’t hard to tell

You don’t know oh oh

You don’t know you’re beautiful

Baby you light up my world like nobody else

The way that you flip your hair gets me overwhelmed

But when you smile at the ground it ain’t hard to tell

You don’t know oh oh

You don’t know you’re beautiful

If only you saw what I can see

You’ll understand why I want you so desperately

Right now I’m looking at you and I can’t believe

You don’t know oh oh

You don’t know you’re beautiful

Oh ohoh

You don’t know you’re beautiful

Oh ohoh

That’s what makes you beautiful

Fuente: musica.com

Letra añadida por iLove1Direction

OneDirection

Envía la canción 'OneThing' a tu celular

I've tried playing it cool Girl when I'm looking at you

I can never be brave Cuz you make my heart race

Shot me out of the sky You're my kryptonite

You keep making me weak Yeah frozen and can't breath

Some things gotta get loud

Cause if not, they just don't make you see That I need you here with me now

Cuz you've got that One Thing

So!

Get out, get out, get out of my head

And fall into my arms instead I don't, I don't, don't know what it is

But I need that One Thing Yeah, you've got that One Thing

Page 14: Decálogo del buen trabajador

Now I'm climbing the walls But you don't notice at all

That I'm going out of my mind All day and all night

Some things gotta get loud

Cuz I'm dying just to know your name And I need you here with me now

Cuz you've got that One Thing

So!

Get out, get out, get out of my head

And fall into my arms instead I don't, I don't, don't know what it is

But I need that One Thing

So!

Get out, get out, get out of my mind And c'mon, come in into my life

I don't, I don't, don't know what it is But I need that One Thing

Yeah, you've got that One Thing

Oh-whoa Oh-whoa oh. Oh-whoa.

You've got that One Thing

Get out, get out, get out of my head I'm falling to my arms instead

So!

Get out, get out, get out of my head

I'm falling to my arms instead I don't, I don't, don't know what it is

But I need that One Thing

So!

Get out, get out, get out of my mind (Out of my mind)

And c'mon, come in into my life I don't, I don't, don't know what it is

But I need that One Thing Yeah, you've got that One Thing

Fuente: musica.com

Letra añadida por AnnikaRilper

OneDirection

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