Defensa Apasionada Del Idima español

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“Defensa apasionada del idioma español” Álex Grijelmo. Edición Tauros. 1998 (M. Alto) Es Álex Grijelmo Burgalés, nacido en 1956 (en esta fecha era redactor jefe del diario “El País”). Publicó “El estilo del periodista”. Pronunció conferencias sobre lenguaje en España y diversos países de América Latina. Participó como ponente en el I congreso Internacional de la Lengua Española, celebrado en Zacatecas (México) y formó parte de la comisión promovida por El Instituto Cervantes para crear un manual de lengua y terminología común, destinado a todos los periódicos de habla hispana. Divide su ensayo en XVI interesantes capítulos, donde va desgranando su parecer acerca del idioma español y los males que le aquejan, al mismo tiempo que muestra su optimismo en cuanto al futuro de una lengua viva, bien estructurada y compartida por 21 países y más de 400 millones de hablantes. Se deja ver, en la afortunada elección del título, la profesión periodística del autor. De cualquier forma, dudó probablemente el señor Grijelmo, a la hora de escoger dicho titular para su obra, entre la conveniencia de utilizar “apasionada” o “desapasiona”; con buen criterio optó por el primero de los vocablos por su indudable mayor llamada a la atención. Puede, a primera vista, no parecer muy adecuada esta rotunda frase: “Defensa apasionada del idioma español”,. El vocablo -“apasionada”- que restalla en su título, la carga de prejuicios que parece llevar implícita, no sólo da una idea de una querencia sin paliativos del asunto a tratar, también resulta muy severo y radical. Se supone que todos buscamos en cualquier tipo de comunicación, el rigor, frente al apasionamiento en nuestro interlocutor; y más, si éste es unidireccional -como es el caso- y por lo tanto, nos impide pedirle al que nos habla matizaciones sobre sus asertos. Fue pues, arriesgada, la decisión de tal elección, sí: pero inteligente y calculada. Es éste, sin duda, un claro ejemplo de la riqueza de las lenguas bien estructuradas, que permiten “leer” más allá de lo que puede decirnos una mera ordenación de caracteres, de palabras... A continuación de su inmediata e impactante lectura, nuestro cerebro analiza ya los posibles alcances de tal título. Para el que leyere, resulta una rápida llamada de atención y, por lo tanto, un posible comprador, cuestión ésta no baladí, no sólo por el condicionante económico, sino también difusor; ambos conceptos interrelacionados y legítimos... ¡Basta, basta, basta!... Estoy atrancado y sin poder salir del puto titulo. Me pierdo en excesivas divagaciones, alejándome de mí intención primaria, que no era otra que la de glosar el contenido de mis lecturas ¡joder! Bueno, acabemos la historia con este párrafo. –no hay más tiempo- Una vez adentrados en la lectura, nos demuestra su autor la amplia documentación con que ha contado en la elaboración de su ensayo. Nos muestra una gran cantidad de defectos, errores y deficiencias gramaticales de todo tipo. Incluso, alegatos en forma de propuesta a la Real Academia Española, descabellado y sin sentido. El último, -que no el primero- por increíble que parezca, de una personalidad de tan reconocida solvencia literaria como Gabriel García Márquez. -el clamoroso del congreso de Zacatecas, México de 1997- ¿le estará pasando al colombiano como a D. Quijote, que está perdiendo el seso, quizá abrumado por su éxito literario, como el caballero de la triste figura perdió el suyo entre tanto tráfago 1

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crítica literaria

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Resulta, una vez ms, que el tratar de resucitar viejos tabes, no solo es malo para la causa perseguida, si no que adems demuestra, como mnimo, muy mala leche por parte de quien quienes tratan de revindicar algo totalmente trasnochado y fuera de lug

Defensa apasionada del idioma espaol lex Grijelmo. Edicin Tauros. 1998 (M. Alto) Es lex Grijelmo Burgals, nacido en 1956 (en esta fecha era redactor jefe del diario El Pas). Public El estilo del periodista. Pronunci conferencias sobre lenguaje en Espaa y diversos pases de Amrica Latina. Particip como ponente en el I congreso Internacional de la Lengua Espaola, celebrado en Zacatecas (Mxico) y form parte de la comisin promovida por El Instituto Cervantes para crear un manual de lengua y terminologa comn, destinado a todos los peridicos de habla hispana.

Divide su ensayo en XVI interesantes captulos, donde va desgranando su parecer acerca del idioma espaol y los males que le aquejan, al mismo tiempo que muestra su optimismo en cuanto al futuro de una lengua viva, bien estructurada y compartida por 21 pases y ms de 400 millones de hablantes. Se deja ver, en la afortunada eleccin del ttulo, la profesin periodstica del autor. De cualquier forma, dud probablemente el seor Grijelmo, a la hora de escoger dicho titular para su obra, entre la conveniencia de utilizar apasionada o desapasiona; con buen criterio opt por el primero de los vocablos por su indudable mayor llamada a la atencin.

Puede, a primera vista, no parecer muy adecuada esta rotunda frase: Defensa apasionada del idioma espaol,. El vocablo -apasionada- que restalla en su ttulo, la carga de prejuicios que parece llevar implcita, no slo da una idea de una querencia sin paliativos del asunto a tratar, tambin resulta muy severo y radical. Se supone que todos buscamos en cualquier tipo de comunicacin, el rigor, frente al apasionamiento en nuestro interlocutor; y ms, si ste es unidireccional -como es el caso- y por lo tanto, nos impide pedirle al que nos habla matizaciones sobre sus asertos. Fue pues, arriesgada, la decisin de tal eleccin, s: pero inteligente y calculada.

Es ste, sin duda, un claro ejemplo de la riqueza de las lenguas bien estructuradas, que permiten leer ms all de lo que puede decirnos una mera ordenacin de caracteres, de palabras... A continuacin de su inmediata e impactante lectura, nuestro cerebro analiza ya los posibles alcances de tal ttulo. Para el que leyere, resulta una rpida llamada de atencin y, por lo tanto, un posible comprador, cuestin sta no balad, no slo por el condicionante econmico, sino tambin difusor; ambos conceptos interrelacionados y legtimos... Basta, basta, basta!... Estoy atrancado y sin poder salir del puto titulo. Me pierdo en excesivas divagaciones, alejndome de m intencin primaria, que no era otra que la de glosar el contenido de mis lecturas joder!

Bueno, acabemos la historia con este prrafo. no hay ms tiempo- Una vez adentrados en la lectura, nos demuestra su autor la amplia documentacin con que ha contado en la elaboracin de su ensayo. Nos muestra una gran cantidad de defectos, errores y deficiencias gramaticales de todo tipo. Incluso, alegatos en forma de propuesta a la Real Academia Espaola, descabellado y sin sentido. El ltimo, -que no el primero- por increble que parezca, de una personalidad de tan reconocida solvencia literaria como Gabriel Garca Mrquez. -el clamoroso del congreso de Zacatecas, Mxico de 1997- le estar pasando al colombiano como a D. Quijote, que est perdiendo el seso, quiz abrumado por su xito literario, como el caballero de la triste figura perdi el suyo entre tanto trfago caballeresco? Bromas aparte, no se entiende que el premio Nbel de Literatura, el autor de Cien aos de soledad salga con un sin sentido de este jaez: Me atrevera a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramtica antes de que la gramtica acabe por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indgenas, a las que tanto debemos, lo mucho que tienen todava que ensearnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos tcnicos y cientficos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazn con los gerundios brbaros, los ques endmicos, el dequesmo parasitario, y devolvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrjulas: vllamos en lugar de vallamos, cntemos en lugar de cantemos, o el armonioso muramos en lugar del siniestro muramos. Jubilemos la ortografa, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de lmites entre la ge y la jota, y pongamos ms uso de razn en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lgrima, ni confundir revolver con revlver Y qu de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos espaoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?

No es sospechoso el maestro de estar, en ese momento, bajo los efectos de ninguna sustancia alucingena, si es que acaso queremos encontrar una causa distinta de la anteriormente apuntada la quijotesca- y como sera de todo punto lcito imaginar. Pero no. Acuciado por la prensa y otros medios de comunicacin, a causa del revuelo que no es difcil imaginar, lo repiti en entrevistas posteriores, ratificndose. Ya al final de ste amplio captulo, titulado La democracia de la lengua, donde trata Grijelmo desde muchos otros enfoques, -adems del apuntado- los ataques ms o menos desafortunados, muchos de ellos inconscientes y por ignorancia, como es m caso. Males ms caractersticos este tema desde mltiples enfoques muchos temas varias citas a este respecto,: al final de su captulo

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