Defensores del mar 23 3 2016

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D EFENSORES DEL MAR Bolivia recuerda la heroica defensa de Calama, pero además celebra la victoria inicial que logró el 24 de septiembre de 2015, cuando la Corte Internacional de Justicia decidió mantener en su jurisdicción la demanda marítima. Archivo Chile habló de otorgar mar a Bolivia en unas 20 ocasiones 4-5 Y lineales de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio perdió Bolivia en 1879. 400 KILÓMETROS Reymi Ferreira / Ministro de Defensa “Es la primera vez que vamos a celebrar un 23 de marzo con la certeza de que se ha avanzado en serio” en la causa marítima. Miércoles 23 de marzo de 2016 Especial A los 137 años de la defensa de Calama

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Defensores Del marBolivia recuerda la heroica defensa de Calama, pero además celebra la victoria inicial que logró el 24 de septiembre de 2015, cuando la Corte Internacional de Justicia decidió mantener en su jurisdicción la demanda marítima.

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hivo

Chile habló de otorgar mar a Bolivia en unas 20 ocasiones

4-5 Y lineales de costa y 120.000 kilómetros cuadrados de territorio perdió Bolivia en 1879.

400KILÓMETROS Reymi Ferreira / Ministro de Defensa

“Es la primera vez que vamos a celebrar un 23 de marzo con la certeza de que se ha

avanzado en serio” en la causa marítima.

Miércoles 23 de marzo de 2016

EspecialA los 137 años de la defensa de Calama

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especial miércoles 23 de marzo de 2016A los 137 años de la defensa de Calama2

l historiador Fernando Cajías se incorporó, a invitación del pre-sidente Evo Morales, en abril de 2011, al equipo de investigado-res que fundamentó la deman-da marítima boliviana.

El trabajo fue intenso y con-sistió en el acopio de la docu-mentación histórica y la prepa-ración jurídica de la demanda. Esa coordinación dio sus frutos, luego de que el 24 de septiem-bre de 2015, la Corte Interna-cional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya, rechazó la objeción

e Fernando del Carpio Z.

chilena y se declaró competente para tratar la demanda y, en ese marco, Chile tiene hasta el 25 de julio para entregar su contrame-moria en ese tribunal.

Acerca del trabajo que cum-plió y otros aspectos, Cajías res-pondió el cuestionario formula-do por Cambio.

La parte histórica es fundamental en la demanda, si pudiese informarnos sobre la cantidad de obras consultadas y los archivos a los que se recurrió para fundamentar la posición boliviana.Es difícil establecer la cantidad

de obras. En todo caso se puede asegurar que en el Centro de Do-cumentación se digitalizó casi la totalidad de los libros que tratan sobre el tema marítimo y fuen-tes primarias, principalmente del Ministerio de Relaciones Ex-teriores, del Archivo Nacional de Bolivia, de archivos particula-res, del Archivo de la Asamblea Plurinacional, del Archivo de la Nación Argentina, del Archivo General de Indias, entre otros.

Usted estuvo al frente del equipo histórico, ¿qué cantidad de historiadores y otros especialistas trabajaron por encargo de Diremar?Yo estuve a cargo de la prime-ra parte y la doctora Esther Ay-llón de la segunda parte. Tra-bajamos más de una decena de historiadores en la recopi-lación de las fuentes, como en su organización y en la redac-ción de informes de cada uno de los períodos. También en la revisión de los argumentos his-tóricos de la demanda y en las fuentes que los sustentan.

¿En cuál de las varias negociaciones que emprendieron Bolivia y Chile se estuvo más cerca de resolver el enclaustramiento boliviano?En 1825, en 1926, en 1950 y en 1975. Cuando más apoyo internacional se recibió fue en 1979, en la década de los ochenta por la Organización

de los Estados Americanos (OEA) y en la actualidad.

Aunque la demanda ingresó en la fase jurídica, Bolivia no debe descuidar la parte histórica, ¿en ese sentido se sigue trabajando en esta área o se suspendió?Indudablemente, ante los inci-dentes jurídicos que presentó Chile era necesario un traba-jo más jurídico y el equipo de historiadores entró en receso, pero por supuesto, seguramen-te la respuesta chilena será ju-rídica con base en argumen-tos históricos y al preparar la dúplica creo necesaria nueva-mente la participación de his-

toriadores y de profesionales de otras disciplinas.

¿Considera que los argumentos históricos que esgrime Chile son fácilmente rebatibles o tienen base documental contundente?Creo que tenemos suficien-tes argumentos y documentos que sustentan nuestra deman-da, pero no debemos bajar los brazos, sino seguir traba-jando intensamente como se hizo en la preparación y re-dacción de la demanda.

Dada la cantidad de material consultado, ¿cree que hay todavía documentos inéditos que podrían fortalecer aún más la posición boliviana?Pese a la gran cantidad de docu-mentos recopilados, todavía hay mucho más, tanto en archivos bolivianos como extranjeros. En ese aspecto también hay que continuar trabajando.

¿Si la historia está con nosotros, cree que la justicia también debe darnos la razón?Por supuesto que lo que pedimos es justicia, que el diálogo entre los dos países, impulsado por la Corte Internacional de Justicia, lleve a que Bolivia tenga una sa-lida soberana y útil al mar y así contribuir a la tan deseada inte-gración latinoamericana con la solución pacífica del conflicto internacional más grande que queda en nuestro continente.

“Tenemos suficientes argumentos que

sustentan nuestra demanda”

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Lo que pedimos es justicia, que el diálogo entre los

dos países, impulsado por la Corte, lleve a que Bolivia

tenga una salida soberana y útil al mar.

Fernando CajíasHistoriador

» Nombre: Fernando Cajías de la Vega

» Profesión: historiador y abogado.

» Obras: La provincia de Atacama (1825-1842), Suble-vación de indios y rebelión criolla y otros.

» Trayectoria: docente de la carrera de Historia de la UMSA. Exdecano de la facultad de Humanidades de la UMSA.

» Cargos: diputado (1985-1989), prefecto de La Paz (1989-1991), embajador en España 1992-1993, viceministro de Culturas (2004-2005).

PERFIL

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espués de la ocupación del Puerto de Antofagasta, el 14 de febrero de 1879, las autoridades y patrio-tas bolivianos decidieron resistir la invasión chilena en Calama, y asumieron una defensa heroica del territorio nacional ante tro-pas chilenas más numerosas y fuertemente armadas. Eduardo Avaroa Hidalgo participó en la defensa del puente Topáter, sobre el río Loa, donde rehusó rendirse.

Más civiles que militares asumieron la defensa porque los gobiernos de turno no le daban importancia a las fronteras. En las costas del Pacífico no había destacamentos militares, sólo un pequeño grupo de civiles de-dicados a la minería, al comer-cio y actividad minera, mientras

La histórica defensa de Calama

d Cambio

Cambio

LA CONFRONTACIÓN DURÓ CUATRO HORASEduardo Avaroa, junto con más de 130 personas, resistió la invasión chilena.

que las autoridades, como Seve-rino Zapata, eran civiles. En Ca-lama la mayoría de la población era chilena y extranjera.

COMBATE DE CALAMA A las 07.00 del 23 de marzo

de 1879 comenzó el asedio chi-leno, cuyo objetivo principal era la toma del Puente del Topáter. Un fuerte contingente arreme-tió con furor, pero chocó con la resistencia de los bolivianos. Los chilenos, al percatarse de las ba-jas, se retiraron pero volvieron después con refuerzos.

El combate fue intenso, pero luego de cuatro horas de resistencia la defensa bolivia-na comenzó a disminuir.

Mientras los sobrevivientes y otras autoridades se retiraron al interior de Bolivia escucharon el insolente eco de un solitario ri-fle que seguía disparando en al-guna trinchera. Era que Eduardo

Avaroa rubricaba en el puente la máxima epopeya del Pacífico.

Avaroa, sujetando un revól-ver y un rifle, rodeado de cadáve-res, seguía luchando.

Los soldados chilenos le exi-gieron su rendición, pero Avaroa por toda respuesta disparaba su arma. Una nueva descarga a que-marropa de los chilenos impactó haciendo tambalear su cuerpo. Los chilenos avanzaron, lo rodea-ron y le exigieron por última vez que se rinda, pero con esfuerzo se puso de pie y a tiempo de dis-parar por última vez su rifle lan-za la apóstrofe: “¿Rendirme yo?, ¡que se rinda su abuela, carajo!”.

Los chilenos respondieron con una nueva carga de sus fusi-les y lo ultimaron con sus bayo-netas, luego comenzaron a feste-jar el triunfo alrededor del héroe al grito de ¡viva Chile!, y todavía escucharon el último aliento del héroe: ¡muera ...”.

procuraduriabolivia @ProcuraduriaB Oficina Central: Ciudad de El Alto, calle Martín Cárdenas, N° 109, zona Ferropetrol. TEL: 2118454 - 2118455

www.procuraduria.gob.bo

“El 23 de marzo es un día histórico para el sentimiento nacional. Después de cinco años que el presidente Evo Morales anunciara una estrategia victoriosa, el ejercicio de nuestro derecho está correctamente encaminado a través del más alto Tribunal para la solución de controversias de manera pacífica”.

Héctor Arce ZaconetaProcurador General del Estado

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l menos en 20 ocasiones, las au-toridades chilenas (ministros, embajadores, incluso presiden-tes) abrieron un escenario de diálogo con sus similares boli-vianos para devolver a Bolivia un acceso al océano Pacífico.

Éstos, a los que se conocen como actos unilaterales, que son la base jurídica de la deman-da que Bolivia presentó contra Chile en la Corte Internacio-nal de Justicia (CIJ) en 2013, son enumerados en El libro del mar.

El texto, elaborado por el re-presentante internacional para la Causa Marítima, el expresi-dente Carlos Mesa (2003-2005), y el equipo de la Dirección Estraté-gica de Reivindicación Marítima (Diremar), hace el desglose de cada uno de estos escenarios en el capítulo ‘Los compromisos de Chile para negociar con Bolivia un acceso soberano al mar’.

LOS ACTOS UNILATERALES1.- El 18 de mayo de 1895, Bo-

Chile habló de mar en 20 oportunidades

a Cambio livia y Chile firmaron tres trata-dos, entre ellos el Convenio so-bre Transferencias de Territorio, en el cual Santiago se comprome-tió a transferir a Bolivia Tacna y Arica en las mismas condiciones que los adquiriese, o en su defec-to, la Caleta Vítor hasta la que-brada de Camarones si no pudie-se transferir aquellos territorios.

2.- Fue ante la Conferencia de París de 1919 y en la Liga de las Naciones, entre 1920 y 1922, que Bolivia planteó, por primera vez, su reclamo en el marco de un foro multilateral. En respuesta, en la sesión de la Asamblea del 28 de septiembre de 1921, el re-presentante chileno Agustín Ed-wards ofreció, de forma solem-ne, iniciar negociaciones directas con Bolivia para abordar la situa-ción de su enclaustramiento ma-rítimo. Un año después, el delega-do chileno Manuel Rivas Vicuña, mediante nota de 19 de septiem-bre de 1922, dirigida a la Liga de las Naciones, reafirmó el compro-miso chileno de entrar en nego-ciaciones directas con Bolivia.

3.- En 1920, el diplomático chi-leno Emilio Bello Codesido firmó

un acta con el canciller boliviano Carlos Gutiérrez, en el cual se estableció que existía por parte del Go-bierno de Chile el mayor deseo de procurar un acuer-do que le permitiera a Bolivia obtener una salida pro-pia al océano Pacífico. Incluso Bello hizo la oferta de que su país cedería una zona importante al norte de Arica y de la línea del ferrocarril que se hallaba en los territorios sometidos al veredicto del plebiscito, que debía realizarse de acuerdo al Tratado de Ancón.

4.- El presidente chileno, Arturo Alessandri, afirmó ante el Congreso de su país, en junio de 1922, que Bolivia podía tener la convicción de que encontraría en Chile un cordial deseo de buscar fórmulas de solución a su enclaustramiento.

5.- El canciller chileno Luis Izquierdo señaló mediante notas del 6 y 22 de febrero de 1923 que de acuerdo con las expresiones del Presidente de su país y las declaraciones de su representante ante la Liga de las Naciones, Chile podría cele-brar un nuevo pacto que consulte la situación de Bolivia sin modificar el Tratado de 1904 y sin in-terrumpir la continuidad de su territorio.

6.- El embajador de Chile en Washington, Miguel Cruchaga, presentó el 10 de junio de 1926 al secretario de estado de los Estados Unidos, Frank B. Kellogg, una propuesta de división de los territorios Tacna y Arica. Conforme a dicha propuesta, Tacna quedaría para el Perú, Arica para Chile y se cedería a favor de Bolivia un corredor de cuatro kilómetros de ancho que partien-do de la frontera boliviana seguiría una línea paralela hasta el villorrio o caleta de Palos, que concedía a Boli-via un acceso soberano al océano Pacífico.

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El 19 de diciembre de 1975, Chile propuso a Bolivia la cesión de una costa marítima soberana entre el casco norte de Arica y la Línea de la Concordia.

SUS AUTORIDADES OFRECIERON UN ACCESO SOBERANO AL PACÍFICO

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Archivo

Foto 1.- Los presidentes Harry Truman y Gabriel Gonzá-lez Videla (sen-tados) abordan la negociación sobre el corre-dor boliviano (1950).

Foto 2.- El pre-sidente Wálter Guevara Arze en la IX Asam-blea General de la OEA en 1979.

Foto 3.- El pre-sidente Evo Mo-rales empren-dió tratativas con su similar de Chile, Miche-lle Bachelet.

7.- El 23 de junio de 1926, el canciller de Chile, Beltrán Mathieu, emitió una circular ex-presando la intención de su país de transferir a Bolivia una parte del departamento de Arica, tal como lo había propuesto Estados Unidos en su papel de mediador.

8.- El 4 de diciembre de 1926, el canciller de Chile, Jorge Matte, pre-sentó un memorándum al secreta-rio de estado de Estados Unidos, Frank B. Kellogg, manifestando su disposición de concederle una faja de territorio y un puerto a la na-ción boliviana una vez que la po-sesión definitiva de Tacna y Arica fuera definida. Asimismo, expresó que el Gobierno de Chile honraría sus declaraciones previas.

9.- El 3 de junio de 1929 se firmó el Tratado de Lima, por el cual Chile obtuvo Arica y Perú recuperó Tacna. Bolivia se sintió afectada por ese tratado porque en un insólito Protocolo Comple-mentario de la misma fecha, en su inicio secreto, se estableció que Chile y Perú no podían, sin el acuerdo previo de su contraparte, ceder a una tercera potencia la to-talidad o parte de los territorios objeto del primer acuerdo.

La referencia a una tercera po-tencia era una clara alusión a Bo-livia. A causa de ello, remitió una circular a la comunidad interna-cional manifestando vehemen-temente su protesta respecto a este acuerdo, ya que a su enten-der esa fórmula contradecía todos los compromisos previos de Chile para otorgar un acceso soberano de Bolivia al mar.

DESPUÉS DE 194810.- En 1950, el recién pose-

sionado presidente de Chile, Ga-briel González Videla, manifestó al canciller boliviano Aniceto So-lares y al embajador Alberto Os-tria Gutiérrez su aceptación para iniciar negociaciones con miras a otorgar a Bolivia un acceso so-berano al océano Pacífico.

11.- Con la intención de evitar que Bolivia llevara su demanda marítima ante foros internaciona-les, Chile, mediante su embajador en La Paz Manuel Trucco, presentó un memorándum el 10 de julio de 1961 en el que ratificó su obliga-ción de negociar el acceso sobera-no de Bolivia al océano Pacífico en los términos del acuerdo de 1950.

12.- El 8 de febrero de 1975 se iniciaron las negociaciones entre Bolivia y Chile con el objetivo de otorgar a Bolivia un acceso so-berano al océano Pacífico con la firma de la Declaración Conjun-ta, en la localidad fronteriza de Charaña, entre los presidentes de Bolivia, Gral. Hugo Banzer, y de Chile, Gral. Augusto Pinochet.

En ese escenario, Chile propu-so a Bolivia, el 19 de diciembre de 1975, la cesión de una costa marítima soberana, ubicada en-tre el casco norte de la ciudad de Arica hasta la Línea de la Concor-dia, unida al territorio boliviano por una franja territorial, igual-mente soberana, pero luego Chi-le introdujo varias condiciones, entre ellas el canje de territorio.

13.- Durante la IX Asamblea general de la OEA en 1979 se aprobó la Resolución 426, en la que se reconoció que el problema marítimo de Bolivia es un asun-to de interés hemisférico perma-nente, recomendando a las par-tes que “inicien negociaciones encaminadas a dar a Bolivia una conexión territorial libre y sobe-rana con el océano Pacífico”. En esa ocasión además, el delegado chileno Pedro Daza manifestó que su país estaba dispuesto a ne-gociar con Bolivia un acceso libre y soberano al océano Pacífico.

Posteriormente, las resolucio-nes aprobadas de 1980 y 1981, que contaron con el voto favo-rable de Chile, exhortaron a ambos Estados a que inicien un diálogo destinado a dar a Bolivia una salida soberana al Pacífico.

Del mismo modo, en la XIII Asamblea General de la OEA, de noviembre de 1983, se adoptó por consenso y con el voto favorable de Chile, la Resolución 686, la cual ex-hortaba a Bolivia y Chile a que “ini-cien un proceso de acercamiento y reforzamiento de la amistad de los pueblos boliviano y chileno, orien-

tado a una normalización de sus relaciones tendente a superar las dificultades que los separan, incluyendo en especial una fórmula que haga posible dar a Bolivia una salida soberana al océano Pacífico sobre las bases que consulten las recíprocas conveniencias y los dere-chos e intereses de las partes involucradas”.

14.- En 1986, varias reuniones sostenidas entre los cancilleres de Bolivia y Chile, Guillermo Bedre-gal y Jaime del Valle, respectivamente, dieron lu-gar a un nuevo proceso de negociación conocido como ‘Enfoque Fresco’. En abril de 1987, el canci-ller de Bolivia entregó dos memorándums a la Can-cillería de Chile, en uno propuso la cesión a Bolivia de una franja territorial soberana al norte de Arica unida al territorio boliviano, y en otro la cesión de un enclave, el cual no perjudicaría la continuidad territorial de Chile. El 9 de junio de 1987, Chile re-chazó categóricamente la propuesta boliviana.

15.- En febrero de 2000, los ministros de Relacio-nes Exteriores de Bolivia y Chile se reunieron en Al-garve (Portugal), donde se acordó conformar una agenda de trabajo que incorpore todas las cuestiones esenciales de la relación bilateral “sin exclusión al-guna”. Esto fue refrendado en tres encuentros poste-riores de los presidentes de ambos países, en Brasilia y Panamá en septiembre y noviembre de 2000, y en Québec en abril de 2001.

16.- En la XIII Cumbre Iberoamericana de Santa Cruz de la Sierra, el 14 de noviembre de 2003, el pre-sidente de Bolivia, Carlos Mesa, manifestó que consi-deraba que era el momento adecuado para reanudar la discusión de acceso soberano de Bolivia al océano Pacífico. El mandatario chileno, Ricardo Lagos, repli-có que coincidía en que la soberanía era “la cuestión”, pero que su tratamiento debía realizarse al final y no al principio. Incluso manifestó su disposición de ha-blar sobre soberanía si Bolivia lograba que Perú acep-te la cesión de un corredor soberano que atraviese un exterritorio peruano.

17.- Durante la celebración de la Cumbre Extraor-dinaria de las Américas, el 13 de enero de 2004, el presidente Carlos Mesa repuso el tema marítimo y expresó que “mirando al futuro con fe, convocamos

al presidente Lagos y al Gobierno de Chile a buscar con nosotros una solución definitiva a nuestra demanda marítima”. Mencionó también, ante la oferta del presi-dente Lagos de reanudar relacio-nes, que éstas se concretarían en el momento en que el enclaustra-miento marítimo boliviano sea resuelto definitivamente.

18.- El presidente boliviano Eduardo Rodríguez Veltzé se reu-nió, el año 2005, en cuatro oportu-nidades, con su par chileno Ricar-do Lagos (Nueva York, Salamanca, Mar del Plata y Montevideo) para continuar promoviendo el diálo-go sin excluir de la agenda el tema del enclaustramiento de Bolivia.

19.- En junio de 2006, el pre-sidente Evo Morales y su similar chilena, Michelle Bachelet, acor-daron la vigencia de una Agenda bilateral de 13 puntos que inclu-yó (VI) el Tema Marítimo.

20.- En la XXII Reunión del Me-canismo de Consultas Políticas Bolivia-Chile, celebrada en julio de 2010, se acordó sobre el punto VI de la Agenda bilateral “propo-ner, así como alcanzar soluciones concretas, factibles y útiles en la próxima y sucesivas reuniones del Mecanismo de Consultas Políticas que beneficien el entendimiento y la armonía de ambos países”.

La siguiente reunión debía llevarse a cabo en la ciudad de Arica en noviembre de 2010. No obstante, fue suspendida unila-teralmente por Chile y no se la volvió a convocar pese a las rei-teradas solicitudes de Bolivia.

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El 23 de marzo de 2011, el presidente Evo Morales decidió llevar a Chile a los tribunales internacionales. En septiembre de 2015, la Corte Internacional de Justicia rechazó la objeción chilena y declaró de su competencia la demanda boliviana.

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La comitiva boliviana que acudió a los alegatos en la CIJ, en 2015. El agente Eduardo Rodríguez Veltzé.

El presidente Evo Morales Ayma.

La población está cohesionada en torno a la demanda marítima, radicada desde 2013 en la Corte Internacional de Justicia.

Bolivia avanza de forma seria en la demanda marítima

por nuestra reivindicación marítima, lucha que ha marcado nuestra historia por 132 años, aho-ra debe incluir otro elemento fundamental: el de acudir a los tribunales y organismos internaciona-les demandando en derecho y en justicia una sali-da libre y soberana al océano Pacífico”.

Con la decisión se creó el Consejo Nacional de Reivindicación Marítima y la Dirección Estratégica de Reivindicación Marítima (Diremar), esta última que se encargó de estructurar las posibles vías de la demanda que fue presentada en abril de 2013 en la Corte Internacional de Justicia (CIJ).

Fueron varias alternativas que presentó Diremar al presidente Morales, quien, en un inicio, pensó en denunciar el tratado de 1904, aunque luego se incli-nó por exigir a Chile que cumpla los compromisos que asumió por más de 100 años para resolver la me-diterraneidad boliviana.

La tesis: los actos unilaterales de los Estados, en este caso los compromisos que asumieron embaja-dores, cancilleres y presidentes de Chile (1920, 1923, 1926, 1950, 1961, 1975 y 1983) para devolver a Boli-via su costa soberana en el océano Pacífico.

Pese a la claridad de la demanda, Chile intentó convencer al principal órgano judicial de las Nacio-nes Unidas y al mundo de que la petición impugna-ba el tratado de 1904, y, con ese argumento, objetó la competencia del tribunal.

Sustentó su excepción preliminar en el artículo VI del Pacto de Bogotá, que refiere que “tampoco podrán aplicarse dichos procedimientos (de la CIJ) a los asuntos ya resueltos por arreglo de las partes, o por laudo arbitral, o por sentencia de un tribunal internacional, o que se hallen regidos por acuerdos o tratados en vigencia en la fecha de la celebración del presente Pacto (1948)”.

El abogado Antonio Remiro Brotóns, que patro-cina a Bolivia en el principal órgano judicial de las Naciones Unidas, desvirtuó la tesis chilena durante una conferencia que ofreció en La Paz, el 12 de fe-brero de 2016.

De manera puntual, señaló que “la demanda no tiene que ver con la validez o la nulidad del Tratado de 1904, tiene que ver con la obligación, que entien-de Bolivia, asumió Chile de negociar un acceso sobe-rano de Bolivia al océano Pacífico”.

Es decir, responder a la pregunta de si ¿existe la obli-gación o no existe una obligación?, pero además, dado el planteamiento de Chile, si ¿existe o no un tratado en vigor y válido que haya resuelto esta controversia?.

Chile llevó en mayo de 2015 toda su artillería a la Corte para tratar de convencer a los magistrados de que la demanda boliviano no debía continuar en su jurisdicción.

Sin embargo, dada la forma planteada, el artícu-lo VI del Pacto de Bogotá estaba fuera de lugar por-que Bolivia iba a la Corte sin objetar, en absoluto, ni plantear la validez ni la nulidad del Tratado de 1904.

Todo el esfuerzo chileno fue dirigido a transfor-mar el objeto de la demanda planteada por Bolivia de lado diferente, es decir a la Corte “a ustedes los bolivianos tratan de engañarlos, que subyace atrás de su petición la revisión del Tratado de 1904”.

Pero el equipo boliviano fue lo suficientemente persuasivo para demostrarle a la Corte que no se objetaba el Tratado de 1904 y que “acá los mismos señores que celebraban ese tratado y sus suceso-res nos fueron diciendo una y otra vez: ‘queremos negociar con ustedes su salida al Pacífico indepen-dientemente del Tratado de 1904’ y eso es lo que le pedimos a la Corte”.

“Por eso fracasó Chile en la Corte y por eso uno podría plantearse a tono pasado si hoy los estrategas chilenos en el procedimiento acertaron o se equivo-caron al plantear esa excepción preliminar”, refirió el jurista español.

e Juan F. Cori Charca

A LOS 137 AÑOS DE LA HEROICA DEFENSA DE CALAMA

l presidente de Chile Sebastián Piñera suspendió en diciembre de 2010 de forma unilateral las conversaciones con Bolivia pese a que meses antes, en julio, su gobierno se había comprometi-do a encontrar soluciones con-cretas, factibles y útiles para resolver el enclaustramiento marítimo boliviano.

Se congelaron las reuniones del Mecanismo de Consultas Po-líticas Bolivia-Chile, que había emergido de la Agenda de 13 puntos que el presidente Evo Mo-rales y su similar de Chile, Mi-chelle Bachelet, acordaron en ju-lio de 2006 y en el cual se incluyó (VI) el tema marítimo.

El 17 de febrero de 2011, el presidente Evo Morales indicó que se esperaría hasta el 23 de marzo de ese año para que Chi-le haga llegar una propuesta con-creta, útil y factible de solución al problema marítimo de Bolivia. Chile no respondió.

Por ello, el 23 de marzo, el presidente Morales expresó que “a pesar de 132 años de diálo-go y esfuerzos, Bolivia no tiene una salida soberana al Pacífico. Frente a esta realidad es nece-sario dar un paso histórico... el Derecho Internacional, en es-tas últimas décadas y particu-larmente estos últimos años, ha dado grandes avances, ahora existen tribunales y Cortes a los cuales pueden llegar los Estados soberanos a reclamar y deman-dar lo que en derecho les corres-ponde… Por todo ello, la lucha

de 2016 vence el plazo para

que Chile presente la

contramemoria.

apoyaron la tesis boliviana y rechazaron la objeción

chilena contra la Corte.

25

14

DE JULIO

VOTOS

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especialmiércoles 23 de marzo de 2016 Invasión chilena al puerto de Antofagasta de 1879 7

El agente Eduardo Rodríguez Veltzé.

El presidente Evo Morales Ayma.

La población está cohesionada en torno a la demanda marítima, radicada desde 2013 en la Corte Internacional de Justicia.

Reymi Ferreira Ministro de Defensa

Creo que nunca hemos estado tan cerca de tener la posibilidad de retornar al mar después del 24 de

septiembre de 2015”.

Gabriela Montaño Presidenta de Diputados

El acceso que Bolivia demanda es un acceso

soberano al océano Pacífico y es una

demanda de diálogo”.

Agustín Saavedra Excanciller

Hemos recibido en múltiples ocasiones varios

ofrecimientos de Chile para solucionar el injusto

enclaustramiento”.

El 24 de septiembre de 2015, la Corte Inter-nacional de Justicia (CIJ) desechó que el objeto de la demanda boliviana fuera la de modificar el tratado de 1904, con el voto de 14 de los 16 magistrados.

“Por lo tanto, la objeción chilena fracasó por una-nimidad, éxito procesal innegable de Bolivia, éxito también político, porque, evidentemente, aunque Chile trató de, es lógico, reducir el impacto de esta sentencia, dijo: ‘realmente estamos donde estába-mos, sin la excepción preliminar tendríamos ahora que plantear la contramemoria y vendrían las fases sucesivas por definir’, pero todo el mundo sabe que políticamente no estábamos en ese momento don-

de estábamos antes, basta ver la percepción de la opinión boliviana”, expresó Brotóns.

Desde la perspectiva del jurista con la determi-nación del tribunal, Chile entregó a Bolivia la ini-ciativa política, le permitió plantear en un primer escenario el caso.

Por otra parte, aunque se ha tratado de sostener que la sentencia del año pasado ha limitado y corta-do el objeto de la demanda boliviana, Brotóns seña-ló que “el objeto de la demanda sigue entera, vivito y coleando, tal como se estableció en la demanda, tal como se expresó en la memoria y tal como se expre-só en la fase de la excepción de competencia, ahora en ese sentido ingresamos al fondo del caso”.

El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, indicó que la sentencia del tribunal internacional marca-rá la forma de ver la demanda marítima boliviana.

Dijo que “será la primera vez que vamos a ce-lebrar un 23 de marzo con la certeza de que se ha avanzado en serio”. “Es la primera vez en nuestra historia, desde nuestro enclaustramiento, que te-nemos una alternativa, un camino abierto, en la lucha por volver al océano Pacífico, eso ha signi-ficado el fallo del 24 de septiembre del año pasa-do. Podemos ver con optimismo todo lo que se ha hecho y las proyecciones que esto significa”, afirmó el Ministro.

La derrota de Chile en la Corte lo pagó el agente Felipe Bulnes, quien dimitió a su cargo alegando que faltó respaldo de la sociedad chilena a su labor.

Bulnes renunció el 11 de noviembre y el día 23 asumió el cargo el exsecretario general de la Or-ganización de los Estados Americanos (OEA) José Miguel Insulza, quien comandará la tarea de ela-borar y presentar la contramemoria hasta el 25 de julio de 2016.

El proceso tomará tiempo, pero el 2015 será re-cordado como el año en que Chile se sentó en el banquillo de los acusados de un tribunal interna-cional para explicar al mundo por qué privó a los bolivianos de un acceso soberano al mar.

» 16. Chile y Bolivia obtuvieron su inde-pendencia de España en 1818 y 1825 respectivamente. En el momento de su independencia, Bolivia tenía una costa sobre el océano Pacífico que te-nía una extensión de varios cientos de kilómetros. El 10 de agosto de 1866, Chile y Bolivia firmaron un Tratado de Límites Territoriales que estableció una “línea de demarcación de lími-tes” entre los dos Estados, separando sus territorios vecinos en la costa del Pacífico. Esta línea fue confirmada como la línea fronteriza en el Trata-do de Límites entre Bolivia y Chile, firmado el 6 de agosto de 1874. En 1879, Chile declaró la guerra a Perú y Bolivia, conocida como la Guerra del Pacífico. En el curso de esta guerra, Chile ocupó el territorio costero de Bolivia. Las hostilidades llegaron a su fin entre Bolivia y Chile con el Pacto de Tregua firmado en 1884 en Valpa-raíso. Bajo los términos del Pacto de Tregua, Chile seguiría controlando la región costera. Como resultado de es-tos eventos, Bolivia perdió el control sobre su costa del Pacífico.

» La Corte Internacional de Justicia (CIJ) señala en el punto 50 del fallo del 24 de septiembre que los asuntos en dis-puta no son asuntos ni “resueltos por arreglo de las partes, o por laudo arbi-tral, o por una sentencia de una corte internacional” ni “regidos por acuerdos o tratados en vigencia en la fecha de la celebración del Pacto [de Bogotá]” dentro del significado del artículo VI del Pacto de Bogotá.

APUNTES DEL FALLO DE LA CIJ DEL 24 DE SEPTIEMBRE DE 2015

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a demanda presentada en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) por el Estado Plurinacio-nal de Bolivia contra la Repú-blica de Chile el 24 de abril de 2013, fue admitida y notifica-da al Estado demandado seis días después. Seguidamente, el 17 de abril de 2014, Bolivia entregó su Memoria y 90 días más tarde, el 15 de julio, Chi-le objetó la competencia de la

La contramemoria de Chile ante la CIJ

l Por: Andrés Guzmán Escobari

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Chilenos ocuparon Mejillones en 1857 de donde fueron expulsados por las autoridades de Cobija. Se volvió a repetir la ocupación en 1863.

POSIBLES EJES DE LA TESIS CHILENA PARA REBATIR LA DEMANDA BOLIVIANA

Corte de manera preliminar. Ese incidente dilató el proceso cerca de 14 meses, hasta el 25 de septiembre de 2015, cuando el principal órgano judicial de las Naciones Unidas rechazó la objeción preliminar chilena por 14 votos a dos. Ahora Chile debe presentar su Contrame-moria y puede hacerlo hasta el 25 de julio de 2016, cuando fenezca el plazo establecido por la CIJ. Por tal motivo, resulta oportuno reflexionar en el en-tretanto sobre los posibles ar-gumentos que usará la defensa chilena en ese documento.

Al respecto, la revista chile-na “Qué Pasa” publicó un artí-culo intitulado: “La historia, la clave para enfrentar demanda boliviana”, que, con el fin de identificar los posibles argu-mentos de la Contramemoria chilena, comenta los “errores e impresiones” que, según la interpretación de “algunos in-vestigadores chilenos consulta-dos”, contienen el discurso de Evo Morales y El libro del mar.

En primer lugar, el artículo se refiere al arbitraje que, se-gún lo acordado por ambos paí-ses en 1875, se tenía que aplicar

para resolver los asuntos con-cernientes a la inteligencia y ejecución del Tratado del 6 de agosto de 1874. De acuerdo con la referida publicación, el dis-curso de Evo Morales no consi-dera que Chile ofreció aplicar el arbitraje antes de “ocupar” Antofagasta. Pero ese arbitraje nunca se realizó porque antes de llegar a un acuerdo sobre su ejecución (el representante chi-leno en La Paz, Pedro Nolasco Videla, ofreció realizar el arbi-traje por última vez el 8 de fe-brero de 1879, mediante un ul-timátum que le daba a Bolivia un plazo perentorio de 48 horas para responder, y a los cuatro días, es decir, antes de que la respuesta a ese ultimátum pu-diese haber llegado a Santiago, los barcos chilenos Cochrane y O’Higgins zarparon del puerto de Caldera para invadir Bolivia, ¡la decisión ya había sido toma-da!), Chile invadió el puerto bo-liviano de Antofagasta el 14 de febrero de 1879.

Luego el autor del artícu-lo intenta asociar el hecho de que la mayoría de los ac-cionistas de la empresa de Salitres de Antofagasta eran chilenos (70% aproximada-mente), con una supuesta “violación” de parte de Boli-via al Tratado de 1874. Pero el presunto incumplimiento del tratado – no pudo haber sido una violación en ningún caso -, si es que lo hubo, no es un justificativo válido para

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Foto 1 .- Pala-cio de la Paz, sede de la Corte Internacional de Justicia.

Foto 2.- Felipe Bulnes pagó con su salida el fallo adverso de la CIJ.

Foto 3 .- El can-ciller de Chile Heraldo Muñoz.

Foto 4 .- José Miguel Insulza tomó las rien-das de la defen-sa chilena como agente.

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febrero inició Chile la invasión

al puerto de Antofagasta.

14DE

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Foto 5.- Ma-gistrados de la Corte Interna-cional de Justi-cia (CIJ).

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desconocer la vigencia de un acuerdo internacional e ini-ciar una guerra. No lo era en-tonces y tampoco lo es hoy.

Respecto de la mayor pro-porción de chilenos accionis-tas en la empresa de Salitres de Antofagasta, en relación a los ingleses que también eran accionistas, hay que tener en cuenta que no eran chilenos cualesquiera, sino que algunos de ellos eran miembros del Parlamento de Chile, con muy buenos contactos en el Gobier-no (Agustín Edwards Ossan-dón era senador de Valparaíso y Francisco Puelma era diputa-do suplente por Coquimbo). Lo cual confirma que los intereses oligárquicos anglo-chilenos ju-garon un rol preponderante en el estallido de la guerra del Pacífico, aunque la narrativa oficial del país del Mapocho no lo reconozca.

Seguidamente, al referirse al rol de Diego Portales, el autor le atribuye a ese oscuro perso-naje, el haber pro-piciado “la suscrip-ción del Tratado de paz entre Bolivia y el Perú”, después de que el proyecto confederativo del Ma-riscal Andrés Santa Cruz fra-casara, precisamente porque Chile y los opositores bolivia-nos y peruanos de entonces, se levantaron en armas contra el gobierno confederado de Boli-via y Perú, al mando de Santa

Cruz. Al ser absolutamente falso que Portales haya parti-cipado en la “pacificación” que siguió a la desintegración de la Confederación Perú – Boli-viana, entre otras cosas por es-tar muerto para entonces (era 1839 y Portales había sido ase-sinado en 1837), no cabe hacer más aclaraciones.

Después el autor comenta una declaración de Evo Mora-les sobre la autorización que el Congreso le dio al poder Ejecutivo en 1863, para decla-rar la guerra a Chile, “siempre que agotados los medios con-ciliatorios de la diplomacia, no obtuviere reivindicación del territorio usurpado ó una solución pacífica, compatible con la dignidad nacional”. Pero más allá de las precisiones que hace el artículo sobre la fecha (el decreto es de 5 de junio y

no de 5 de julio como supues-tamente dijo Morales) y la se-mántica empleada (fue autori-zación y no recomendación), el hecho demuestra, que ya en 1863, Chile tenía propósitos expansionistas.

Luego, para afirmar que el Tratado de 1904 no fue im-

puesto por Chile, el autor recu-rre a la opinión de la historia-dora chilena Valentina Verbal, quien, curiosamente, sostiene que historiadores bolivianos como Roberto Querejazu y Carlos Mesa, “reconocen que no fue imposición”. Sin em-bargo, cuando uno revisa los libros Guano, Salitre, Sangre (1979) del primero o Historia de Bolivia (2003) del segundo, evidencia que si bien ninguno de los dos autores afirma que Chile amenazó militarmente a Bolivia en 1904, sí destacan que la situación del país en ese momento era muy complicada. Nos encontrábamos debilita-dos militarmente después de la Guerra del Acre con Brasil (1899, 1902-1903), teníamos la urgencia de definir nuestras fronteras con los otros cuatro vecinos, con quienes teníamos

serias discrepan-cias sobre los lími-tes (principalmen-te con Paraguay) y teníamos a Chile, presionando eco-nómicamente, me-diante el régimen comercial impues-to bajo la amenaza

del uso de la fuerza en 1884, mediante el Pacto de Tregua (artículo 6), conocido como “el dogal aduanero”. Por tanto, si bien no hubo amenaza de una nueva invasión chilena en esa ocasión, sí influyeron otros factores que no le permitieron a Bolivia suscribir ese tratado

libre y espontáneamente. Fac-tores de los cuales, el vencedor de la Guerra del Pacífico se va-lió para legitimar su dominio sobre los territorios que había ocupado en la contienda.

Finalmente, en referencia a los argumentos jurídicos, el artículo afirma que los ofre-cimientos que hizo Chile de darle a Bolivia una salida so-berana al mar, “no son fuente de derecho ni menos de obli-gación” porque “ninguno de ellos fue ratificado ni mucho menos entró en vigor”. Sin embargo, las manifestaciones unilaterales que hizo el país del Mapocho en pos de resolver el problema marítimo bolivia-no (1921, 1926 y 1961), que se suman a varios compromisos bilaterales (1920, 1923, 1950 y 1975) y multilaterales (1974 y 1983), no son obligaciones convencionales como las que emanan de un tratado (que solo son obligatorias siempre y cuando se cumpla al menos una de las manifestación de consentimiento: firma, canje de ratificaciones, aceptación, aprobación o adhesión), sino que dichas manifestaciones se convierten en obligatorias cuando se cumplen los dos si-guientes requisitos: 1) haber sido expresadas por represen-tantes autorizados del Estado (presidentes, cancilleres, em-bajadores o ministros plenipo-tenciarios) y 2) haber sido emi-tidas de manera formal, con el propósito de quedar obligado a cumplir el acto específico que mediante esa manifesta-ción se prometió, reconoció o renunció. Por tanto, por más de que no existan acuerdos ratificados por ambos congre-sos y en vigor actualmente, el Estado chileno adquirió una obligación jurídica no conven-cional que consiste en nego-ciar de buena fe un acuerdo que le devuelva a Bolivia su cualidad marítima.

Por todo lo dicho, sin ánimo de subestimar los argumentos de nuestro adversario en el juicio ni de pecar de triunfa-lista anticipadamente, no pa-recen existir argumentos sóli-dos que Santiago pueda utili-zar para refutar lo presentado por nuestro país, que, como es sabido, se fundamenta en los hechos históricos que revelan que Chile se comprometió y prometió formalmente ne-gociar un acceso soberano al mar para Bolivia y, jurídica-mente, se apoya en los Actos Unilaterales de los Estados y en el derecho de los tratados.

Chile también presionó económicamente para

legitimar su dominio sobre los territorios que había ocupado.

kilómetros cuadrados de

territorio y 400 kilómetros

lineales de costa perdió Bolivia.

120MIL

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