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POLITICA Y SOCIEDAD 11 LOS TRES MUNDOS DEL F:STADO DEL BIENESTAR G0STA ESPING-ANDERSEN ?( ijr IjV , EDICIONS ALFONS EL MAGNAN1M INSTITUCI6 VALENCIANA D'ESTUDIS I INVESTIGACI6 1993

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  • POLITICA Y SOCIEDAD

    11

    LOS TRES MUNDOS

    DEL F:STADO

    DEL BIENESTAR

    G0STA ESPING-ANDERSEN

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    EDICIONS ALFONS EL MAGNAN1M INSTITUCI6 VALENCIANA D'ESTUDIS I INVESTIGACI6

    ~ ~~~~c~t~~!6JC'Y~DLEE~l~~~~A 1993

  • 1 " LAS TRES ECONOMIAS POLITICAS DEL ESTADO DEL BIENESTAR*

    EL LEGADO DE LA ECONOMiA POLlTICA CLA~ICA

    La mayoria de los debates sobre el Est.ado del bienestar han est.ado guiados por dos cuestiones. Prirnera: to Eete capitulo es una adaptacion de un articulo aparecrdo anteriormente en Canadian Review o(Socio[opyand Anthropology, Vo!. 26:2 (1989), con el titulo de "Las tres economias pcliticua del Estado del biencstar'.

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    tudu solo sl'f\'lria p;lra ;lhngar (.) prorr-s igualatorio de-l intt'ITamhio

    competitivo y crearia moriopol ios. proteccionismo c ineficucin: c! Estado sostiene las clases. cl mercado pucde anulur potcnfialmente la sociedad de clases tSmith, 1961, II, esp. pp. 232-61.'

    Los economistas liberales pocas veces estaban de acuerdo cuando se trataba de defi'nder una politica concreta. Nassau Senior y mas tarde los liberales de Manchester destacaron el elemcnto laissez-fuire de Smith, rechazundo cualquier forma du proteccion social que estuviera Iucra del circuito monetario. A su vez, J.S. Mill y "los liberales reforrnados" abogaron por una limitada rcgulaci6n politica. Sin embargo, todos estaban de acuerdo en 4.W.' c1 camino haciu la igualdad y la prosperidad debia ser preparado con el maximo de Iibertad de mercado y el minimo de interferencia estatal.

    ~Su adopcion entusia " tlpi capitalismo de mercado puedc parecer ahora i IlJusti ficndn. Pl'ro no llt-i x-mox 01 vidar que In renli dud de In que hablaban era la de un Estado 'lUC upoyaba privilcgios absolutistas, cl proteccionismo mercantilista y una eorrupcion ~t~neraliznda, Lo que ellos atacaban era un s isterna de gobierno quo re pri mia sus ideates tanto de libertad como de iniciutiva privudu. Por 10 tanto, In suya era una teoria revolucionn ria y, dt-sde 1'~LI lH'l'spectiva, podernos comprender por que algunas voces se puedc interprctar a Adam Smith co

    mo a Karl Marx.' La dernocracia se tj-nnsfcrmn ell cl talon de Aquiles para muchos

    liberah-s. En tanto que el capitalismo estuvo configurudc por un mun

    do de pequcncs propietarios, In prnpiedud e-n Sl misma tendrfa poco que temer de la democracia, Pero con In industrializacion surgieron las masas proletarias, para Ias que la democracia era un medio de re

    ducir 10:-; privilegios de In propiodud. Los libcrulos j r-rnian con razon cl sufrajno universal, pot-que pvt'ntualml'ntt-' podi~l politizar In lucha por la distribucion. al:t'rar el nH'I"('adn.'" alinH'ntal' iTlPficacia~, Muehos Ii hcrale~ llegaron a pensar que Ia democracia mmrpUrl mnrxistns cntcndicron esta contradiccidn, peru propusieron , por supuesto, soluciones opuestas. La critica conservndora m.is cohcrente dcllaissez-faire provino de la escucla hist6rica alornana, especial mente de Friedrich List, Adolph Wagner y Gustav Schmoller. Se negaron a creer que el simple circuito monetario del mercado fuera la un ica 0 Ia mejor garantia de la eficacia economica. Su ideal era la perpetuacion del patriarcado y

    t del absolutisrno como la mejor proteccion social, politica y legal posible para un capitalismo sin lucha de c1ases.

    Una destacada escuela conservadora prornovio el "Estado del bienestar monarquico", que garantizarfa el bienestar social, la armonia de las c1ases, I" leal tad y la productividad. En este modelo, un siste, rna de produccion eficaz no surge de la competencia, sino de Ia disci. pliii3.-Un estado autoritario seria con mucho superior a) caos de los mercados para tratar de lograr la armorna entre el Estado, la comunidad y el individuo.:'

    La economfa polftica conservadora surgio como reaccion a la revolucien francesa y a la Comuna de Paris. Eradcclaradarriefiteiiaciohalista y antirrevolucionaria y pretendia detener c) irnpulso democrati co. Temia la nivelacion social y favorecia una sociedad que conservara al mismo tiernpo la jerarquia y las clases. La clase, el rango y el status eran algo natural y dado; sin embargo, los conflictos de clase no 10eran. Si se permitia la participacion democnitica de las masas y se dejaban disolver los limites de la autoridad y del status, el resultado seria eJ colapso del orden social.

    La econornia politica rnarxista 110 solo aborrecia los cfectos atom j., zadores del mercado, sino que tarnbien atacaba la pretension liberal

    " E81.a t.mdici6n l':-; pnidieamt'lltt' d('1'il'onocida para los let t.on'l'I anglo,;ajolles pill' :\1{' 'le ha t.raducido muy pow 01 mgk~, Un ll'x\o (']nv(' 4Ut' inf1u) () Illu('ho ('11 d dehate puhill'll y mas tarde en la 1l'g:isl;ll"ion social rUl' Unit' uhl'r die Sfl,'IU/I' Pm!:!!' (11'172), d(' Adolph Wag-ner, Para un;! panoramica d(' ('f;l:'l 1radi('ioll d(' ('Cllll"mla politic;\ t'n ingll's, n'a1'i(' Schumpel('r \ 19:,4 J, ,Il Robrl' l(,.j,}How,'r : 19 J7)

    Dentm d(~ III tradicitln cat.nJic;\ lo~ .... C',,[O...: ,lInrl,:unl nt.a[l',"; S:lO las do,'i ('nn('hc.:

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    de que 10,., mr-rcados g;.lralltizan la iguaJdad. PUt~Hto que 101 acurnulaci6n de capital niega la propiedad a la gente, COInO indica Dobb (1946), el resultado final sera la cada vez mas profunda division de clases. Y como esta genera agudos conflictos, e] Estado liberal so vera forzado a desprenderse de sus ideales de Iibertad y neutralidad y acabani defendiendo a las c1ases propietarias, Para el marxismo, este es el fundamento de la dominacion de clase. .

    La cuestion central, no solo para el marxisrno sino para todo el de~ bate contemporaneo sobre el Estado del bienestar, es si, y bajo que i condiciones, pueden ser anuladas por la democracia parlamentaria I' las divisiones de clase y las desigualdades sociales producidas por el capitalismo. -J

    Temiendo que Ia dernocrucia pudiera producir el socialisrno, los liberales estaban poco prodispuestos a que esta se extendiera. Los socialistas, por e] contrario, suspechahan que el parlarnenta rismo seria poco mas que un caparazon vacio o, como sugir-io Lenin, un rnero "lugar para habladurias" (Jessop. 19H2l. Esta linea de analisis, que repercutio en gran parte del marxismo conternporaneo, produjo la ereencia de que Ius reforrnas sociales eran poco mas que un clique en un orden capitalista que bacia agua constantemente. Por definicion, tales reformas no pod ian ser una respuesta al deseo de ernancipacion de '. las clases trabajadoras.'

    Tuvo que producirse una mayor ampiiacion de los derechos politicos antes de que los socialistas pudieran aceptar incondicionalmente un analisis mas optimista del parlamentarismo. Las contribuciones te6ricas mas sofisticadas provinieron de los marxistas austro-alemaneg tales como Adler: Bauer y Eduard Heimann. Segun Heimann (1929), eH posible que las reformas conservadoras estuvieran mot.ivadas por poco Ollis que un dcseo de contcner la movilizacion de los trabajadores. Peru una vez introducidus, se vuelven contradirtorias: ell

    Los plinciplll('~ l'xponl'nll'l' de psII' an:'disis son III \'l,wlleln al('ll1lll111 dl' la "t1l'rivaci6n del g:,ltado" (Muller y Neus~ul.4, 197;1); Oni> (1972); O'Connor (HI73l; eough (HJ79); Y tambien la oora de Poulanlzlll' U~J7:3J, Como indicun Skocpnl y Amenta (1986) tm l'U excelente revision, el ellfo4ue esta lejos de :,It:lr unidimensiollul. Asi, OfTe, O'Connor y Gough identifican tam bien 18 funcion de las reformas sociales como concesioncs a las demtlndas dp las mn~as y l'Omo pot '~d,' HI' I~\;,n:k,

    U1STIW:-;'MI'Nlk.lS IWI. 1ron una comision especial para prepamr 108 planes para 1a socializacion, despu{'s til' diez unos de inv{'stigacion c!Jnduyenm quI' sed" casi impusible lie. varla a la pnictica, Una I.4egunda daMe de expericncia, tipllicada por lol' socialistas noruegos y el gooiemo del frente popular de Blum en 1936. fue el descubrimiento de que las propuestB.s radicales podian ser sabutcadas facilmentc por la capllcidad de los capi. taliSln& para retirar las inveraioneM y para exportar su capital al extranjero.

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  • 33 32 COSTA ESPI:":G-A..'-:OERSEl':

    un cierto nivel econ6mico se evitara la suma negativa en el trade-off (Okun, 1975).

    El nuevo mar-xismo cstructuralista es sorprendentemente parale- t 10. Abandonando la clasica teoria de sus antecesores fuertemente cen

    trada en la accion, su punta de partida analitico es que el Estado del bienestar es un producto inevitable del modo de produccion capitalis

    ta. La acurnulacion de capital crea contradicciones que hacen ioevil. table Ja reforma social (O'Connor, 1973). En esta tradicion del mar-.\ xismo, al igual que en su equivalente "logica del industrialismo", el i Estado del bienestar practicarnente no necesita ser promovido por ac- . tores politicos, bien sean sindicatos, partidos socialistas, asociaciones! humanilarias a reformadores ilustrados. La cuesti6n es que el Estado ' como tal esta situado de tal forma que las necesidudes colectivas del '. capital son satisfr-chas en cualquier caso. Las prernisas de la teoria descansan en dos supuestos cruclules: prirnoro, que e! poder t-s r-struc- I tural y segundo, que el Estado es "relativarnente" autonorno de las di- , rectricesdeclase IPoulantzas, 197.1; Block, 1977; para una evaluacio,J, critica reciente de toda esta bibliografia, vease Therborn, 1986a; y Skocpol y Amenta, 1986).

    La perspective de la "logica del capitalismo" sugierc cuestiones di

    ficiles. Si, como argumenta Przeworski (980), el consenso de la clase trabsjadora se logra en base a la hegernoma material, esto es, por su

    bordinacion voluntaria al sistema, es dificil comprender por que hasta un 40 par ciento del producto nacional debe ser asignado a las activi

    dades de legitimaci6n de un Estado del bienestar. Un segundo proble

    ma es derivar actividades del Estado a partir de un analisis del "mo

    do de produccion". Quiza In Europa del Este no llega a ser socialista, pero tarnpoco es capitalista. Sin embargo, tarnbien alii encontramos "Estados del bienestar", i.Sera porque In acumulacion tiene requisitos funcionalos can independencia de como proceda? (Skocpol y Amenta, 1986; Bell, 1978),

    La perspectiv8 institucional

    Lo8 economistas chislcos dejaron claro por que las instituciones de mocraticas deberian inOuir en el desarrollo del Estado del bienestar. Los liberales temian que una democracia plena pudiera poner en peli

    gro los mercados e iniciar el socialismo. Baja su punta de vista, 18 li

    bertad necesitaba una defensa de los mercados contra fa intrusion po

    litica. En 1a practica, esto f1~ 10 q\lt' (01 F:~1 :Fio rip] ''1io~"wzfaire pretendia

    _11e~VBLa_cabo~"(Qjll,,-~ste_divo,:cio--"ntre pnliii ca y,--"ec:cc:oc:nc:oc:mc:ic:a'-C:lo~qc:u:.:e

    LOS TRES'MUSDOS DEL ESTADO DEL SIE,ESTAR

    alirnento gran parte del analisis institucionalista. La perspectiva insti tucional, cuyo mejor representante fue Polanyi 0944', aunque, tambien estaba representada par diversos exponentes antidemocraticos de la escuela historiea, insiste en que cualquier intento de aislar la econQ:\ mia de las instituciones sociales y politicas, destruiria la sociedad hu- ! mana. La economfa debe estar incrustada en comunidades sociales paJ ra que sobreviva. Por eso, Polanyi ve la pohtica social como una pre- . condici6n necesnria para la reintegraci6n de 1.1 economia social.

    Una vanante reciente e interesante de la teorta de la alineaci6n institucional es el razonamiento de que los Estados del bienestar aparecen mas facilmente en las economias pequerias y abiertas que son especialmente vulnerables a los mercados internacionales. Tal como muestran Katzenstein (1985)y Cameron (1978), existe una mayor inclinacion a regular 108 conflietos de distribuci6n entre clases a traves del Jrohierno y ci(' Ja concertaciou de interosos cuundo tanto ompresarios como trabajadores estan sornetidos a fuerz as que escapan a) control nacional,

    EI impacto de la dernocracia sobre los Estados del bienestar se ha discutido siempre desde J.S. Mill y Alexis de Tocqueville. EI razonamien to se expresa trpicarnente sin refe rencia a uingun agente 0 clase social en concreto; es en este sentido en el que es institucional. Ensu formulacion clasica, la tesis era sirnplemente que las mayorias favoreceran la distribuci6n social para compensar la debilidad 0 los riesgos del mercado. Si los asalariados estan dispuestos a pedir un salario social, igualmente los capitalistas (0 los ugricultoresj creon conveniente pedir proteccion en forma de aranceles, monopoJios 0 subsidies. La dernocracia es una institucion que no puede resistirse a las demandas de In mayoria.

    La tesis de la dernocracia tiene much as variantes en sus formulaciones rnodernas. Una identilica las eta pas de la formaci6n de la nacion en las cuales la ampliaci6n a la plena ciudadania debe incluir tambien los derechos sociales (Marshall, 1950; Bendix, 1964; Rokkan, 1970). Una segunda variante, desarrollada por la leoria pluralista y por la teoria de la elecci6n publica (public-chn;ce), arg-umenta que la democracia alilllcnt

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    bienestar se desarrollan can mayor probabilidad cuanto mas extendidOB estan los derechos dernocraticos, la tesis se enfrenta con la singu-". laridad historica de que las primeras y principales iniciativas en di ' reccion aJ Estado del bienestar tuvieron lugar antes de 1a democracia, y estuvieron profundamente mativadas par el deseo de detener su reaIizacion. Tal fue sin duda el caso de Francia can Napoleon III, el de Alemania can Bismarck y el de Austria can Von Taaffe. A la inversa, ,t el desarrullu del Estado del bienestar sc retruso mas alii donde la de- i mocracia llcgo pronto, como en 108 Estados Unidus, Australia y Suiza.. Esta aparente contradiccion se puede explicar, pero solo hacienda referencia a las clases sociales y a la estructura social: las naciones con, una dernocracia temprana eran predominantemente agrarias y cstaban dominadas par pequerios propietarios que utilizaban sus derechos de voto para reducir Jus impuestos, no para subirlos (Dich, 197311 Pur el contrario, las clases dirigentcs de regimenes autoritarios esta-' ban mejor situadas para imponer elevados impuestos a gentes poco predispuestas para e110.

    LA CLASE SOCIAL COMO AGENn: POLiTICO

    Hemos senalado que la defensa de la tesis de la movilizacion de las clases proviene de la economia politica socialdemocrata. Difiere de los analisis estructuralista e institucional pOT su enfasis en las clases sociales como los qgentes principales Lie cambio y par su argumento de que el balance de poder de las clases deterrnina los resultados de la distribucion. EI destacar la movilizacion activa de las clases no niega necesariarnente la importancia del poder estructural a hegernonicp (Korpi, 19R3J. Pero conlleva la idea de que, en principia, los parlamentes son inatitucionos eficaccs para t.rasladar el poder movilizado a las politicas y reforrnas desundas. Conseeucntcrnente, la politica parlamentaria .es susceptible de restar Vi] lor al poder hegernonico y puede utilizarse para servir [I intereses que son antagonicos con el capital. Adernas, I" teoria de la movilizacion de las clases asume que los Estadus del biencstar hacen ulgo mas que aliviar simplementc los males momentaneos del sistema: un Estado del bienestur "socinldemocrata' transferira, por derecho propio, irnportantes recursos de poder a los asalariados, reforzando asi al movimiento obrero. Como originalmente sostuvo Heimann (1929), 108 derechos socialus hacen retroceder las fronteras del poder capitalista.

    La cuesti6n de por que el Estado del bienestar es un recurso de pader en 51 mismo es vital para la ulJ1ic

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    de proteceion social para sus ciudadanos. Tal definicion evita el prohlerna de si las pohticas sociales son emancipatorias 0 no, de si ayudan a legitimar el sistema 0 no; de si contradicen 0 auxilian a los procesos del mercado: por otra parte, i,que se quiere decir en realidad con In nocion de "basicos"? GNu serta mas apropiado cxign- un Estado del bienestar que satisfaga algo mas que nucst.ras necesidades basicas 0 minimas de proteccion social?

    La primera generacion de estudios comparatives ernpezo con este tipo ae conceptualizacion. Asumian, sin mucha reflexion, que e) nivel de gasto social refleja adecuadamente el compromise del Estado con el sistema de bienestar. La intencion teorica no era en realidad lIegar a una cornprcnsion del Estado del bienestar, sino mas bien someter a prueba la validez de modelos teoricos opuestos en el marco de la econorrua pohticn. Al ordenar los parses en relacion con el grado de urb~izacion. pi nivel de crecimiento econ6mico y la proporcion de personas rnayores en In cstructura demorrrafica. sc creta que las caracteristicas esendales de la modcrnizucion industrial estaban consideradas dehidamenteo Por otra parte. las teorias basadas en el poder cornparaban los paises segun la Iuerzn de sus partidos de izquierda 0 segun la capacidad de movilizucion de sus elusos nbreras.

    Los resultados de la primeru generacion de comparativistas son diflciles de evaluur, purque no hay nuda convinccnu- para ninguna teoria en particular. El escaso numero de parses para establecer compuraciones restring cstadisticamonte ol nurru-ro do variahlcs que so pucde examinar al mismo liempo. Asi. wando Cutri~ht (965) 0 Wilensky 11975) encul'ntran qlit' el nivel e('on6miC'o, con sus corn'latoH dt-'mowaficos y burocnl.ticos. cxplirall J.,rran parte dl' las vari:ll.:iOJH'S dl'l Estudo tip) hienestar en los "palses ricos", no incluyen mcdidas relcvantes de la movilizaci6n de Ja clnsc ohrpra 0 d('! g-rHdo dl' ap('rtura dt In l'COllomla. Sus conclusiones a favor del enfoque de una "16gica del industrialismo" son, por 10 tanto, dudosas. Y wando HewitII1977), Stephens 11979), Korpi (1983), Myles (1984a) y Esping-Andersen (1985hl descubren una clara evidencia a favor de la tesis de la movilizacion de In clase obrera 0 cuan do Schmidt (19B2; 1983) enl'ucntra apoyo para un ruzonamiento neoeorporativista y Cameron (19781 para uno de apertura economica. 10 hacen sin un amilisis compJeto de posibJes expJicaciones alternativas. 7

    7 ESLa bibliografia ha sido rellisada con gran delalJe p

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    clarnacion de Estado del bienestar de algunos paises. T'ambien han concluido con demasiada rapidez que si se han introducido los programas sociales estandar, ha nacido el Estado del bienestar.

    r El segundo enfoque conceptual procede de la diferenciacion clasica !de Richard Titmuss (1958) entre Estados del bienestar residuales e :in~tucionales. En los prirneros, el Estado asume la responsabilidadIsolo cuando falla la familia 0 el mercado; procura limitar sus obligacionesa los grupos sociales marginales y necesitados. EI segundo mo

    . ~elO "Be dirige a toda la poblacion, es universalista y abarca un comromiso institucionalizado de protecci6n social. En principio, exten

    dera los compromisos de bienestar social a todas las areas de distri~ucion que son esenciales para el bienestar de la sociedad.

    ~EI enfoque de Titrnuss ha inspirado una variedad de nuevos desa

    rrollos en la investigacion comparativa del Estado del bienestar (Myles, 1984a; Korp~, 1980; Esping-Andersen y Korpi, 1984; 1986;

    . Esping-Andersen. 1985h: 1987bl. Se trata de un enfoque que fuerza a 1108 investigadores a trasludarse desde la caja negra de los gastos al : contenido de los Estados del bienestar: programas especificos frente a !programas universules. condiciones para SCT benoficiario. calidad de \ los subsidies y de- los servicios. ~'. quiza 10 mas importante, hast.a que punto "I ernplco y In vida labora] estan siendo integrados en la .;!mpliacion por el Estado de los derechos de ciudadania. EI paso a las ti

    \IpoTogias del Estado del bienestar hace que las clasificaciones lineales Isimples sean dificiles de sostener. Conceptualmente, estamos cornpatando tipos de Estados que son categorialrm-nte diferentes .

    EI tercer enfoquc consiste en seleccionar teoricamente los criterios co"ilfos cuales se juzgan los tipos de Estados del bienestar. Esto se puede hacer midiendo los Estados del bienestar reales en relacion a un modelo abstracto y clasificando consecut'lI(pmente los programas concretos 0 la totalidad de los Estados del bienestar (Day 1978; Myles, 1984a). Pero este enfoque es ahistorico y no capta necesariamente los ideales 0 los proyectos que los actores historicos pretendian realizar en sus esfuerzos por lograr el Estado del bienestar. Si nues:! tro objetivo es poncr a prueba teorias causales que implican actores, ~ deberiamos empezar por las exigencias que fueron real mente promo-I vidas por aquellos actores que considerarnos criticos en la historia del desarrollo del Estado del bienestar. Es dificil imaginar que aI-I guien se esforzara por ampliar el gasto per se. J

    l.OS TI{r:~n..IUNnos DEL r:STAI>l.l DEL lm:,\j~:ST:\H

    UNA REESPECIFICACION DEL ESTADO DEL BIENESTAR

    Pocas personas pod ran discrepar de la p ropos ici on de T.H. Marshall ( 1950) de que la ciudadania social constituye la idea centra] de un Estado del bienestar. Pero hay que dar un mayor contenido a este concepto; sobre todo, debe irnplicar la conccsion de los derechos ~ociales. Si se da a los derechos sociales el status legal y practice de. los derechos de propiedad, si son inviolables, si se conceden en base a la ciudadama y no al comportamiento real, supondran una desrnercantilizacion del status de los individuos con relacion al mercado. Pero el concepto de ciudadanin social implica tarnbien la estratificacion social: el status de alguien como ciudadano cornpetira 0 incluso reernplazara a su posicion de clase.

    EI Estado del bienestar no puede ser entendido solo en terrninos de , los derechos que concede. Tambion debernos tener en cuenta como las ~ actividades del Estado cstan cnt.relazadas cn 1

    Derechos y desmercanttltzaeion

    En las sociedades precapitalistas, pocos tr.rbajadores eran estrictamente mercancias, en el sentido de que su supervivencia dependia de la venta de su fuerza de trabajo. AI transforinarse los mercados en universales y hcgemonicos, es cuando el bieru-star de los individuos viene a depender enteramente del circuito monetario. EI despojar a la sociedad de las capas institucionales que garantizahan la reproduccion social fuera del contrato laboral, significo la conversion de los individuos en mercanctas, su mercantilizacion. A su vez, Ia introduccion de los modernos derechos sociales implica una perdida del status de mera mercancia. La desmercantilizacion se produce cuando se presta un servicio como un asunto de derecho y cuando una persona puede ganarse la vida sin de pender del mercado,

    La mera presencia de la asistencia 0 seguridad social puede que no produzca necesariamente una desrnercantilizacion irnportante si estas no liberan sustancialmente a las personas de su dependencia del mercado. La ayuda a los pobres con cornprobacion de medios de vida, posiblernente ofrecera una red de seguridad en ultima instancia. Pero si los subsidios son bajos y estan asociados a un estigrna social, el Si8

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    tema de ayuda empujara a purticipar en el rncrcudo a todos rnenos a los mas desesperados. Precisamente ese fue el proposito de las leyes para pobres del siglo XIX en la mayoria de los parses. De un modo parecido, la mayoria de los primeros programas de seguridad social fueron dcliberadarnente proyectados para maxi mizar In partieipacion en el mercado laboral (Ogus, 19791.

    No hay nuda de que In desmercantilizacion ha sido un asunto tremendamente discutido en el desarrollo del Estado del bienestar; para el mundo del trabajo, ha sido sivrnpre prioritaria. Cnando los trabajagores dependen por completo del mercado, es diftcil que se movilicen para ucciones sohdarias. Puesto que sus rccursos reflejan las desigualdadcs del mercado, aparecen las divisiones entre los que estan dentro y los que estan fuera, haciendo diftcil la formacion de movimientos obreros. La desrnercantj lizacion refuerza al obrero y debilita Ia autoridad absoluta de los ernpresarios. Justamente por esta razon es por 10 que los empresarios-se han opuesto siempre ala desrnercantilizacion,

    Los derochos de desmercantilizaci6n Be han desarrollado de dife=-': rentes form as en los Estados del bieriestar contemporaneos. En los i, Estados del bienostar en donde predomina la asistencia social, los de- ; rechos no estan tan vinculados al comportamiento Iaboral como a una I necesidad manifiesta. Sin embargo, la cornprobacion de las necesida- ! des y los tipicos subsidios escasos sirven para reducir el efecto desmercantilizador. Por eso, en los paises en donde este modelo es el do- , minante (principalrnente en los paises anglosajones), el resultado es :

    "realmente el fortalecimiento del mercado, puesto que todos excepto aquellos que fracasan en el rnercado seran animados a contratar pla- \ nes privados de proteccion social. :-;'

    Un S"KUndo modelo dominante d"fi"nrl" la ",guridad social "statal obligatoria con derechos reconocidos bastaute grnndcs. Pero, de nuevo, ' esto puede que no asegure automaticarnente una desmercantilizaci6n sustancial, puesto que esto depende en gran medida de las normas, que regulan los subsidies y los que tienen derecho a ellos. Alernania fue la pionera en la seguridad social, pern se puede decir que durante la mayor parte del siglo apenas ha aportado nada en la linea de la desrnercantilizacion a traves de sus programas sociales. Los subsidios han dependido casi total mente de las aportaciones y, por 10 tanto,llel t ra bajOy del empleo, En otras palabras, no es la mera presencia de un I

    LOSTBE~ ~1!'~lll)S Dn ~:ST:\P() ])~:L 1IIE\FST,\I{ 4:1

    -,EI tercer modelo dominante de bienestar social, esto es, "I tipo '

    Beveridge de subsidio a los ciudadanos, puede .iparecer a primera vista como el mas desrnercantilizador. Ofrece un subsidio basico e igual para todos, independientemente de sus actividadesv aportaciones y rcndimiento previo. En efecto, puede ser un sistema mas solidario, pero no necesariamente desmercantilizador, dado que raras veces tales esquema" han sido capaces de ofreeer subsidies de tal nivel que provean a los beneficiaries de una alternativa real a) trabajo. .....

    En la practica, los Estados del bienestar desmercantilizadores sonde fechas muy recientes. Una definicion minima debe irnplicar que los ciudadanos pueden decidir libremente y sin una potencial perdida del ernpleo, de los ingresos 0 de la seguridad social, dejar de trabajar cuando 10 consideren necesario. Teniendo en cuenta esta definicion, podrtamos, por ejernplo, exigir un seguro de enfermedad que garantizara a las personas unos subsidies equivalentes ul salario normal y el derecho a la baja laboral con un minimo informe medico y por el tiempo que la persona estimara ,necesario. Mcrece la pena resnltar que estas condiciones son las que norrnalmcnto disfrutan los funcionarios, profesores de universidad y los trabajadores no manuales de mayor nivel. Habria que exigir algo similar para las pensiones, permi-_ sos por maternidad, perrnisos por estudios y seguros de desempleo.

    Algunos parses se han acercado a estos niveles de desrnercantiliza-" cion, pero s610 hace poco y en muchos casos con importantes excepciones. En casi todos los paises, a finales de la decada de los afios 60 y comienzos de la de los 70, los subsidies se elevaron hasta igualar casi los salarios normales. Peru en muchos parses. en caso de enfermedad se requiere todavia, por ejcmplo, un certificado medico puntual; en otros, el reconocirniento del derecho dcpende de largos periodos de espera de hasta dOH scrnanas y adcrnas. en algunos, la duracion del derecho es muy corta. Como se vera en el capitulo 2, los Estados del bienestar escandinavos tienden a ser los mas desmercantilizadores y los anglosajones los menos.

    EL ESTAIJO ImL IlIENESTAR COMO liN SISTEMA DE r:STltATIFICACJ(JN

    A pesar de Ia importancia que se confiere a la relacion existente entre ciudadania y clase social tanto en la economia clasica como en la obra pionera de T.H. Marshall, esta ha sido descuidada tanto teo

    derecho social, sino las reglas correspondientes ),Jas precondiciones,! rica como empiricamente. Por 10 general, 0 bien se ha asumido el protlas que dictan hasta que punto los oro!!ramas rlcl bienestar social I blema (se ha dado por sentado que el Estado del bienestar crea una [ ofrecen autenticas alternativ:1s a la dcpl'ndl~lll'ia del mercado. J , sociedad mas iguaJitaria) 0 se ha ahordado estrictamente en terminos

  • 45 44 \..;\..l'-':T:\ ~:~I'IS(i:\;";I)EH:-;~::--':

    de distribucion de ingresos 0 en terminoa de si la educacion fomenta la movilidad social ascendente. Una cuestion que pareee todavia mas basica es que clase de sistema de estratificacion es cl que promueve 18 politica social. El Estado del bienestar no es solo un mecanisme que interviene en Ia estructura de la desigualdad y posiblemente la corrige, es un sistema de estratificucion en sf mismo, es una fucrza activa en el ordenamiento de las relaciones sociales, -- . Podemos identificar facilrnente los sistemas alternativos de estratificacion insertados en los Estados del bienestar de una forma comparativa e historica. La tradicional ayuda a los pobres y su variantel contemporanea, la ayuda social para los que se comprueba que no tienen medics, Iueaisenada evidentemente con propositos de estratifi-I cacion. AI castigar y estigmatizar a los destinatarios, se fomenta la ~ dualidad social, 10 que ha constituido un importante blanco de los, ataques'Bel movimiento de los trabajadores. .J

    El modelo de seguridad social fomenlado por los reformistas conservadores tales como Bismarck y Von Taffe explicitamente era tambien una forma de politica de clases. De heche, pretendia alcanzar dos resultados simultaneos en terminos de estratificacion. EI primero consistia en consolidar las divisiones entre los asalariados legislando distintos programas para los diferentes grupos de clast' y status, cada uno de los cuales tenia un unico y claro grupo de derechos y privilegios que habia sido disenado para subrayar la posicion social conveniente para la vida de una persona. EI segundo objetivo era vincular directamente la lealtad del individuo a la monarquia 0 a la autoridad central del Estado. Ese fue el rnovil de Bismarck wando prornovio un suplemento directo del Estado para el subsidio de jubilacion. Este modelo corporativista estatal fue seguido sohre todo en parses como Alemania, Austria, ItaJia y Francia y condujo ron freeuencia a un Iaberinto de fondos de scguros para grupos de status especificos.

    EI establecimiento de provisiones para el bienestar social que favoredan espccialmente a los funcionarios (Beamten) fue de especial importancia en esta tradicion corporativista. Por una parte, esta era una manera de premiar la fidelidad al Estado y, por otra, era una forma de que se distinguiera el status social cxtraordinariamente elevado de este !rr.l!R.o. EI modelo corporativista de Ia diferenciacion de sta

    tus surge principalmente de la antigua tradici6n grernial. Los autocratas neoabsolutistas tales como Bismarck vieron en esta tradicion un medio para combatir a un movimiento obrero cada vez mas fuerte.

    El movimiento obrero era tan host il nl modele corporativista como al de ayuda a los pobres, en ambos casos por razones obvias. Sin em-

    l.0S ruts ~lLNIl()S IlU. ~:ST:\\)o 1l~:L HlEV:-;T.\H

    bargo, las alternativas adoptadas por los trabajadores al principio no fueron menos problematicas desde el punto de vista de la unidad de los trabajadores como una clase solidaria. Do manera practicarnente general, el modele seguido al principio por los truhajadores era el de mutuaJidades autonomas 0 planes equivalentes de proteccion social fraternal patrocinados por sindicatos 0 partidos politicos. Esto no es sorprendente; obviarnente, los trabajadores desconfiaban de las reformas patrocinadas por un Estado que les era hostil y veian sus propias organizaciones no solo como bases de movilizacion de clase, sino tambien como embriones de un mundo alternative de solidaridad y de justicia, como un microcosmos del refugio socialista que habia de Hegar. Sin embargo, estas sociedades microsocialistas se transformaron con frecuencia en problernaticos guetos dasistas que, mas que unir, dividian a los obreros. EI ingreso en estas sociedades se restringia tipicamente a los estratos mas fucrtcs de la clase ohrcra y los mas debiles -que eran los que mas proteccion nccesitnban-s- 10 mas probable es que fueran excluidos. En resumen, el modelo de las sociedades fraternales frustro el objetivo de la movilizacion de la clase obrera.

    La "propuesta de gueto'' socialista fue un obstaculo adicional cuando los partidos socialistas se encontraron ellos mismos forman do gobiernos y-ieniendo que aprobar las reforrnas sociales que habian pedido durante lanto tiempo. Su modelo de bienestar social tenia que ser reformulado como un bienestar social para "el pueblo" por razones politicas de forrnacion de coaliciones y de una solidaridad mas ampli~ De ahi que los socialistas llegaran a defender el principio del universaJismo; inspirandose en los liberales, su prograrna se diseno de una manera caracterrstica siguiendo el modele de Beveridge de financiacion de unos ingresos generales junto con cl dernocratico impuesto proporcional.

    EI sistema universalista promueve la igualdad de status como una alternativa a la ayuda a IOH que sc comprueha que no tienen medios y a la seguridad social corporativista. Todos los ciudadanos estan dotados de derechos similares, con independencia de su clase 0 de su posi

    . cion en el mercado. En este sentido, el sistema pretende cultivar la solidaridad por encirna de las clases, una solidaridad para toda la naCion. Pero la solidaridad del universalista impuesto proporcional supone UDa estructura de clases historicarnente peculiar, en Ia que la inrnensa mayoria de Ia poblacion es considerada como "gente sencilla", para la cual un modesto, aunque igualilari~sidiopuede ser considerado suficiente. Donde esto ya no vale, como ocurre con la ereciente prosperidad de la c1ase obrera y el desarrollo de las nuevas c1a

  • 46 47 t;\J,sTA ~;SP(Nt;-ANln:I{Sl':N

    ses medias, el uni versalisrno del irnpuesto proporcional promueveun ualism~i!:1~o!!1!!.~~.a_~~~_te~~Qgrque-niS-per8oniispuait:.~.~~sse di'fi

    ..8en a los seguros privados y a la negociacion de beneficios adicionales para-'comple'meiitarla-modesta igualdad de 10 que vienen a considerar niveles habituales de proteccion social. Donde se desarrolla este proceso (como en Canada 0 en Gran Bretana), el resultado es que el rnaravilloso espiritu igualitario se transforma en un dualisrno similar al de la asistencia social publica: los pobres confian en el Estado y el resto en el mercado.

    No s610 el modelo universalista, sino de hecho todos los modelos de Estado de bienestar historicos se han enfrentado con el dilema de los cambios en Is estructura de clase. Pero Ia respuesta a la prosperidad y a1 creclmlentO de la c1ase media ha sido variada, como tarnbicn 10 ha sido el resultado en terrninos de estratificacion social. En un senti:-I do, la tradicion corporativista de seguros estaba mejor dotada para dirigir las nuevas i elevadas expectativas del Estado del bienestar, puesto que el sistema que exisua pod ria ser rnejorado tecnicarnente con bastante facilidad para distribuir subsidies mas adecuados. La.J reforma de las pensiones de juhi lucion de Adenaucr de 1957 en Alemania fue pionera a este respecto, Su declarado proposito era restablecer las diferencias de status que habian sido mermadas por la incapacidad del antiguo sistema de seguros para proporcionar unos subsidios adaptados a las expectativas, Esto se hizo simplemente pa J sando de subsidies graduados segun aportaciones a subsidies 1,~~uados segun ingresos.isin alterar el marco de 1a diferenciacion del status-social.

    En naciones ~m asistencia social l) con un sistema universalista ti~'y~.ridge, la opcion era quien podia satisfacer de forma adecuada las aspiruciones dt' la dnsp nu-din, si c-l merrudo () l Estado. De esta eleccion politica ~~_~Ki~ron do~ modelos alternatives. lJ.D9~racteristico de Gran Bretana y de la mayor partr- del mund9 aoglosaj6n, era

    ....conservar un universalismo estatal esencialmente moderado y perrnitil' ue el mercado imperara en los estratos soclaJes en expans16n que pedian un sistema e ienes ar socIa superior, Debido al poder pom;::co de tales grupos, el dualismo que aparece no es simplemente entre el Estado y el mercado, sino tarnbien entre formas de transferencia de bienestar; en estos parses, uno de los componentes del gasto publico que ha crecjdo mBs rapjdamente.son.w. jiubSidios para los asi llama:_ dos planes de bie~~ar_ soiales "privados", Y el cCecto politico caracte!,!sbco es el desl:aste_del apoyo de la cbse media para 10 que es cad a vez menDs un Ristema de transfercncia univcrsaJista del sector publico.

    l.OS TIH~ Mn;lIt1S PEL J':STt\l)o IH:I. HII,\I','-,"l ,\1{

    Pero otra alternativa ha sido buscar una smtesis de universalismo y de adecuacirm fuera del mercado, Este camino se ha seguido en paises en los que, por obligacion 0 por legislacion, el Estado incorpora a las nuevas clases medias dentro de un lujoso segundo nivel, universalmenjeinclusivo, con una disposicion de seguros relacionada con losingresos por encirna del igualitario impuesto proporcional. Suecia y Noruega son dos ejemplos destacados. Esta solucion reintroduce la (' IJ desigualdad de prestaciones al ;:arantizar subsidies adaptados a las ~/ expectativas, poro, efectivamente, bloquea al mercado. POl' eso tiene exito en mantener el universalismo y tambien, por consiguiente, el grado de consenso politico que se necesrta para preservar un apoyo amplio y solidario para los elovados impue .tos que tal modelo del Estado del bienestar dernanda.

    Los I!.ECIMENEH DEL ESTADO DEL BIENESTAH

    Cuando estudiarnos las variaciones internacionales en los derechos sociales y en la estratificacion del bienestar, encontrarnos ordenamientos cuaIitativaOle 'ferentes entre Estado, mercado y famiia. Por tanto, las variaciones que eneontrarnos ~n el Estado del bie

    nestar no se distribuyen linealmente, sino que se agrupan segun los tipos de regimen,

    En un grupo, eneontramos el Estado del bienestar "liberal", en el que predominan la ayuda a lo;qlle se compruehn que no henen medios, las transferencias universules rnodcstus 0 los planes modestos de seguros sociales. Los subsidies favorecen principalmente a una clienteia con ingresox bajos, gcnl'ralllH.'nh d(' clnse obrera, dependientes del Estado. En este rnodelo, el progreso de la reforrna social ha sido circunscrito rigurosurnente por normal" tradicionales y liberales de lu etica del trabajo; uqui los hrnites de la prnteccion social igualan a lu propension marginal a optar poria ayuda social en vez del trabajo. POl' consiguiente, las reglas para estes derechos son cstrictas y a menudo estrin asociadas a un estigma; los subsidies. por 10 general, son modestos. A su vez, el Estado estimula cl mercado, bien pasivarnente -garantizando s610 un minimo- 0 activamente -dando subsidios a planes privados de proteccion social.

    La consecuencia es que estc tipo de regimen minimiza los efedos de desmercantilizacion, limita con efeetividad el alcance de los derechos sociales y construye un orden de estratificaci()11 que cs una mezcla de una relativa igualdad de pobreza entre los beneficiarios de la protection -si)l:j-al. de un hlenestar ~ial para mayorias diferenciado

  • 49 4H (;~ )STA I':SI'I Nl ;-I'N I H-:HSI':N

    por el mercado y un dualisrno politico de clase entre los dos. Los ejernplos arquetipicos de este modelo son Estados Unidos, Cannda y Australia.

    Un segundo t ipo de regimen agrupa a naciones Como Austria, Francia, Alemania e !talia. En este caso, el legado his tor-icc corporativista estatal fue elevado para atender a la nueva estructura "postindustrial" de clases. En estos Estados del bienestar conservadores y fuertemente "corporativistas", la obsesion liberal por la eficacia del mcrcado y lu rnercantilizacion no rue nunea importante y. como tal, Ia concasion de derechos saciales apenas ha sido un tema seriamente contestado. La que predominaba era la conservacion de las diferencias de status; por 10 tanto, los dereehos fueron vinculados a la clase y al status social. Este corporat ivismo fue subsurnido bajo una estructura estatal perfectamente preparada para desplazar al mercado Como proveedor del bienestar social; de aqui que los seguros particulares y los beneficios adicionales en cl empleo jugaran de hecho un papel marginal. Por otro lado, el enfasis del Estado en elevar las diforcncias de status significa que su impacto redistributivo es insignificnnt.

    Pero, en gpneral, los regiruenes corporativistas estan tarnbien conformados por In Iglesia y, por eso, estrin fuertemente cornproruetidos con la conservacion de la familia tradicional. La seguridad social sue. Ie excluir a las rnujeres que no trabajan y los subsidios familiares estirnulan la maternidad. Los centres de dia y otros servicios de ayuda familiar similares estan cluramente subdesarrollados; el principio de la "subsidiaridad" sirve para destacar que el Estado intervendra solamente cuando se acabe la capacidad de la familia para atender a sus rniernbros.

    El tercero, y sin duda el rnris rcducido, cs cl grupo de reglmenet compuesto por aquellos paises en los que el principio del universalisrna y la desmercantilizacion de los derechos sociales se han extendido tambien a las nuevas clases medias. Podemos llamarlo el tipo de regimen "socialdernocrata", puesto que en estos paises la socialdernocracia fue sin dudu In fuerza doruinante irnpulsora de In reforma social. Mas que tolerar un dualismo entre Estado y rnercado, entre la claseobrera y la clase media, los socialdemocratas buscaban un Estado del bienestar que promoviera una igualdad en los estandares mas elevados, no una igualdad en las necesidades minimas como se buscaba en otros sitios. Esto implicaba, en primer lugar, que los servicios y prestaciones se elevaran hasta unos niveles equiparables incluso con los gustos mas particularizados de la nueva dase media; y en segundo

    1.llS Tkr~ M\INDtIS llEL ESTA[)() nEL I\\E\~:ST:\H

    lugar, que la igualdad se proporcionaria garantizando a los obreros la cornpleta participacion en la cali dad de los derechos disfrutados por los mas pudientes.

    Esta formula se traduce en una mezcla de elevada desmercantilizacion y de programas universalistas que, sin embargo. se adaptan a expectativas diferenciadas. Asi, los trabajadores rnanuales llegan a disfrutar de unos derechos identicos a los de los ernpleados y funcionarios; todos los estratos estan incluidos en un sistema de seguro universal, si bien los subsidios se graduan de acuerdo con los ingresos habituales. Este modelo fuerza al mercado y, consecuentemente, construye una solidaridad fundamentalmente universal a favor del Estado del bienestar. Todos tienen subsidios, todos son dependientes y, probablemente, todos se senti ran obligados a pagar.

    La pohtica de ernancipacion del regimen socialdernocrata se dirige tanto al mercado como a la familia tradicional. En contraste con el modelo subsidiario-corporatista, el principio es no esperar hasta que se agote la capacidad de ayuda de la familia, sino socializar prioritariamente los costes de la familia. EI ideal no es maximizar la dependencia del individuo respecto de la familia, sino las capacidades para la independencia individual. En este sentido, el modelo es una fusion peculiar de liheralismo y socialismo, El resultado es un Estado del bienestar que suministra las prestaciones directamente a los nirios y se responsabiliza directamente del cuidado de los ninos, de los mayores y de los necesitados, Asf pues, se compromete con una pesada carga de servicios sociales, no solo para atender a las necesidades de la familia, sino tarnbien para permitir que las mujeres puedan elegir el trabajo en lugar del hogar.

    Quiza la carateristica mas sobresaliente del regimen socialdemocrata sea la fusion de bienestar social y trahajo. Esta sencillamente obligado a garantizar al mismo tiempo el pleno empleo y a depender enteramente de su lagro. Por una parte, el derecho al trabajo tiene una categoria igual al derecho de proteccion de los ingresos, Por otra parte, los enonnes costes del mantenimiento de un sistema de bienestar social solidario, universalista y dusmc-rcantilizador significan que debe minimizar los problemas sociales y maximizar los ingresos por salarios. Obviarnente, como mejor se hace esto es con e) mayor nurnero de gente trabajando y el menor nurnero posible de personas viviendo de transferencias sociales.

    Ninguno de los dos tipos de regimen alternativos defienden el pie. no empleo como una parte integral de su compromiso con el bienestar social. Por supuesto, en la tradicion conservadora se desanima a las

  • 50 51 (:OS'1':\ tSI'INt;-ANIlEHSr:--<

    mujeres a que trabajen; en el ideal liberal, las cuestiones sobre el genero irnportan menus que la pureza del mercado.

    En los siguientes capitulos mostrarernos que los Estados del bienestar se agrupan, peru hay que reconocer que no existe un solo caso puro. Los paises escandinavos pueden ser predominantemente socialdemocratas, pero no estan libres de elementos Iiberales cruciales. Tampoco los regimenes liberales son tipos puros, EI sistema de seguridad social americano es redistributivo, ubligatorio y esta lejos de ser actuarial. Al menus en su primera formulacion, el New Deal era tan socialdernocrata como 10 era la socialdemocracia escandinava coetanea. Y los regimenes europeos conservadores han incorporado tanto impulsos liberales como socialdemocratas. A traves de las decadas, se han transformado en menus corporativistas y menus autoritarios.

    r No obstante la falta de pureza, si nuestros criterios esenciales pa

    I ra definir los Estados del bienestar tienen que ver con la calidad de , los dererhos sociales, la estratificacion social y la relacion existente

    entre el Estado, el mercado y la familia, obviamcnte el mundo esta !..ompuesto por distintos gTUPOS de rcgfrru-ncs. Comparando los Esta

    dos del bienestar segun oscalas de mas 0 menos 0, ('11 reahdod. de mejor 0 peor, obtendrernos resultados suruurneute erroneos.

    LAs CAUSAS DE LOS RECiMENES DEL ESTADO DEL IlIENESTAR

    Si los Estados del bienestar se agrupan en tres tipos de regimen distintos, nos encontramos ante una tarea sustancialmentc mas compleja de identificar las causas de las diferencias de los Estados del bienestar. lQue explican la industrializacion, el crecimiento economi-=co, el capitalismo 0 la fuerza politica de la clase obrera en cuanto a los

    ~

    tipos de regimenes? Una primer2 respuesta superficial serra: muy pcf co. Los parses que hemos estudiudo son todos ellos mas 0 rnenos pare- "~ cidoscoll-respecto---a-[odas las variables unteriores excepto en 10 que

    --se'refiere~ a Ia variable de la movilizacion de la clase obrera. Y encontramos movimiefifos yparlidos detrabajadores muy podcrosos en ca- . da uno de los tres grupos. J

    Una teoria de los desarrollos de los Estados del hienestar debe reconsiderar c1aramente sus supuestos causales si quiere explicar sus agrupamientos. Se debe abandonar la esperanza de encontrar una unica fuerza causal; la tarea consiste mas bien en identiflcar los efectos interactivos sohresalientes. Basandonos en los argumentus precedentes, tres [act!',res d~~t,>~ri,!n seri'!'l'ErtaJltesen ~.~eciaLla natura']

    ~ 2eza_d"!~_m~~~lizac~on de las clases (sobretodo de la clase obrera),_Ia~ I

    I.l)~ Tlu:~\Il:S[)o:-; lJFL F.'iTAIJO un. MIES"~;.""!.\H

    e.str~ct~ras de e'!'!lici"n do? .Ia clase I'0litica y_cl legado historico de la \ institucionalizacion del reglmlm. '--- - "-- .~" -- .~J

    Como hemos senalado, no hay en absoluto ninguna razon convincente para creer que los obreros forjaran una identidad socialista de clase de forma automatica y natural; tampoco es verosimil que su movilizacion se parezca a la sueca en particular. La formacion historica real de los colectivos de la clase obrera sera diferente, como tarnbien 10 seran sus aspiracio~ldeoT~~ay capacidades politicas. Aparecen diferencias fundamentales tanto en el desarrollo del sindicalismo como en el de lo~ partidos politicos. LosSindicatos 10 pueden ser de una rama de actividad 0 pueden perseguir objetivos mas universales, pueden ser seculares 0 confesionales y pueden ser ideologicos 0 tener un cariz estrictamente profesional. Sean 10 que fueren, afectaran de una forma decisiva a las demandas pohticas, a la cohesion de clase y al alcance de la accion del partido de los trabajadores. Esta claro que una tesis sobre la movilizacion de In clase obrera debe fijarse en la estruetura de los sindicatos.

    : La estructura de los sindicatos puede 0 no reflejarse en la formacion de un partido de los tnlblliadOl'l's, Pcro, ~.biljO que condiciones cabe esperar ciertos rcsul tadoa dvi sistema de bicru-star a partir de configuraciones especificas de las partidos? Hay muchos facto res que inciden para hacer virtual mente imposible el suponer que un partido obrero 0 de izquierda sera capaz de estructurar un Estado del bienestar actuando en solitario. Dejando aparte las divisiones confesionales y otras, s610 bajo circunstancias historicas extraordinarias un partido obrero podra encabezar el solo una mayorta parlamentaria durante el suficiente tiempo como para imponer su voluntad. Hemos serialado que la clase obrera tradicional casi nunca ha constituido una mayoria electoral. De nqu i se deduce que una teoria de la movilizacion de clases debe mirar mas alia de los principales partidos de izquierda. Es un hecho historico que la construccion del Estado del bie: nestar ha--aep.,ndido de la formaclOn de coaliclOncs politicas. La esIruetura de las -coaliCionesaeClascesfiliiCliorri~'1S "-~vagueJOsrecursos de pode~_~e cualquier clase por si f!:lisma.

    . - La aparicion de coaliciones-dc 'Clasea1ter"naiivas esta determinada en parte por la fornmcton de las dases. En las pnmeras fases de la in dustnahzacion las clases rurales normalmente constituian el sector mas numeroso del electorado. Si los socialdemocratas querian una mayoria politica, se veian forzados a buscar aliados cn elias. Una de las muchas paradojas de la historia es gue I!,s clases rurales fueron decisivas para el futuro del socia~~~ Dande la economia rural esta

  • !l:.! -tulmente ae- hisalianzaspoliticas de las nuevas cla,,'s medias. Para -- -_ .. __. I

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    la soeialdemocraciu, el dcsufio fur sinu-tiznr las dcmnndas de ln clase obrera y de los cmpleados sin s.u-nficar l,l compromise con la solidaridad.

    Puesto que, hist6ricamente, Ius nuevas clases medias han disfrutado de una PQSic.i.oll~"'!'tiv~rnentepri.v!Iggfud" en el '!'ei~do, tambien han tenido exito en satisfacer sus dernandas de hienestar social al JIlargen del 'I

  • 1>4 ~;"~I':\ FS1'I;":l;-:\:'\llFt{S~::'\

    aquellas fuerzas politicas que los estahlccieron. La gran rcforrna de las pensiones de Adcnaucr de 19G7 rue disenadu cxphcitumente para atraer Is lealtad de la clase media.

    CONCLUSION

    Hemos presontado uqui una alternativa a una teorta simple del desarrollo del Estado del bienestar basada en la movilizacion de clase. Dicha 1llternativa esta motivada por la necesidad analitica de pasar de un modelo lineal a uno interactivo en relacion tanto a los Estados del bienestar como a sus causas. Si estudiamos los Estados del bienestar, debemos fijar un conjunto de criterios que definan su papel en la sociedad. Naturalmente, este papel no es el gastar 0 gravar con impuestos, como tampoco 10 es necesariamente el crear igualdad. Hemos preseotado un marco para comparar los Estados del bienestar que torna en consideraci6n los principios por los que voluntariamente se han unido y esforzado los actores historicos, Cuando centramos nuestra atenci6n en los principios que estan fijados en los Estados del bienestar, descubrimos distintos grupos de rejnmenes, no meras variaciones de "mas" 0 "rnenos" alrededor de un comun denominador.

    Las fuerzas historicas que hay detras de las diferenci as de regimen son interactivas, En primer lugar, irnplican el modelo de la formaci6n politica de la clase obrcra y, en segundo lugar, la formaci6n de una coalicion politica en la transicion de una economia rural a una sociedad de clases medias. La cuestion de la formacion de la coalicion politica es decisiva. En tercer lugar, las reformas anteriores han contribuido de manera decisiva a la institucionalizacion de las preferencias de clase y del comportamiento politico. En los regimenes corporativistas, la sq.,TUridud sociul jerurquizada seguTl las diferencias do sta.us reforznba la leal tad do las clasps nu-dias a un tipo peculiar de

    I Estado del bi('nesta~ En los rcgimenes Iibcrales. las clasos medias II llegaron a estar institucionalmente unidas al mercado/ Y en Escandit .iavia, la suerte de Ia socialdemocracia en las pasadas decadas estuvo

    estrechameote ligada al establecimiento de un Estado del bienestar de clases medias que beneficia tanto a su clientela tradicional de clase obrera como a los nuevos cstratos de empleados.i Los socialdemo.ratas escandinavos fueron cap aces de conseguir esto, en parte, por

    1ue el mercado privado de prestaciones sociales estaba relativapjante psubdesarrollado y, en parte, porque fueron capaces de construir un I 3stado del bienestar con rasgos de suficiente calidad como para satis

    ca cer los deseos de un publico mas exigente. Esto explica tarnbien el I

    :)!)1\1:' l'lt~:~'~Il';";\l\l~ IWI F~T\lI\\ IWI l\W\l'.-;nli

    coste cxtruordinnriumente elovado de los Est.ados de! bienestar cscan

    dinavos.

    Pero una teo ria que intenta explicar el crecimiento del Estado del bir-nestar dcheria tambicn ser capax de com prcnder su reduccion 0 decadencia. Generalmente He cree que los movi mientus de retroceso del Estado del bienestar, las revucltas contra los impuest.os y la in

    version de tcndcncias se inician cuando las cargas de los gastos socia

    les se vuelven demasiado pesadas. Paradojicamente, 10 contrario es lo cierto. Los sentimientos en contra deLE.s.tadQde.L.bi.e=tar eo Is pa

    sada decaaageneralmente han sido mas de biles dOI)ge_IQlL~s1Ps..de

    --ayuda socIal eran mas grandes y. ~1ce~er;~~P~r ~i~~?_ "'-~-~~0~de~':.et!.9;;'i~o_- de] ~Estad;;' d"rb;en"~tar no~~p~!'

  • 2 , LA DESMERCANTILIZACION EN LA POLITICA SOCIAL

    Las fuentes principales de la politica social moderna radican en el proceso por el que tanto las necesidades hu;nanas como la fuerza de trabajo sc transformaron enmercancias, determinando que nuestr~ lenestar empezara a depender de nuestra relacion con el circuito

    onetario. Esto no quiere decir que I" politica social fuera desconoci--da antes del avance del capitalisrno moderno, sino que su naturaleza y su organizacion se transformaron. La prevision social de tipo tradicional se dirigia a un mundo que no estaba mercantilizado cornpletamente. Asf, en 10 Edad Media 10que decidia 10 capacidad de una persona para sobrevivir no era el contrato laboral, sino la familia, la Iglesia 0 el senor.

    La plenitud del capitalismo comport el dehilitarniento de la proteccion social "promercantilizada". Cuando la satisfaccion de las necesidades humunas lleg6 a implicar la adquisici6n de mercancias, el problema del poder adquisitivo y de la distribucion de los ingresos se eonvirtio en alga importante. Sin embargo, cuando la fuerza de trabajo se transformo tarnbien en una rnercancia, se puso en juego el derecho de la gente para sobrevivir fuera del mercado. Est.o es 10 que constituye el asunto mas conllictivo de la politica social. EI problema de la mercantilizaci6n constituye el centro del analisis de Marx sobre el desarrollo de las clases en el proceso de acumulacion: la transformaci6n de productores independientes en asalariados sin propiedades. Para Marx, la mercantilizaci6n de la fuerza de trabajo implicaba alienaci6n.

    La forma de rnercantilizacion del trabajo ha constituido una preocupacion principal en la moderna filosofia, ideologia y teo ria social.

  • 59 58 l;U~TA ESI'I;';:(;-A;';:J)l':H~r:;";

    Los Iiberales clasicos del laissez-faire se opusieron a Im'l alternativus ai puro flujo monetario porque perturbnrian e incluso i rupcdirran el sagrado equilibrio de la oferta y la demanda. Ellos sostcuum, al igual que sus seguidores coutempnraneos. quo un snlnrio social minlnto no erradicarfa lu pobrczn. xinu que en renlidnd contribuiria a su pcrpetuacion, A su vez, el rnarxisrno era siemprc ambivalente, sosteniendo unas veces que el genuino bienest.ar hunumo S(J)o podrtu tener Jugal' con la cornpleta abolicion del trabajo asulariado y otras, creyendo que 18 mejora social casiomu-ia un carnbio decisive. .Este ultimo punta de vista no PTa una mera invenci6n de los socialdernocratas relormistas, sino que fue expresado en el Manifiesto Comunista y en los analisis de Marx sobrr- las Lcyes de Fabricas inglr-sas. La opinion de T.H. Marshall (1950) consistra en que los derechos de la ciudadama social resolvian csencialmonte (,1 problema de In rnorcantilizucion y que, por 10 tanto, ayudab.m a disrninuir las difercncias de clase. Finalrnente, el ronservadurismo trnd iriunn l Sf;' oPUSO rotundnmento al principio de mcrcantilizar a las personas porquc pondrl;\ PH pl'Jigro In autoridad y la integracion social; los conservadores temiun que eso fuera un golpe fatal para la perpr-tuacion del untiguo orden.

    En La gran tronrtorrnucion, Polanyi (1914) idcntifica una contradicci6n fundamental en la trayr-i-toria del capitalismo del lciesez-foire en e] ~entido de mercuntilizar completnment e In fuerza de trabajo. Mientras el sistema solo puede desarrollarse par la rnercantilizucion del trabnjo, al hacerlo tarnbien esta scmbrando su propia destrucion: si la fuerza de trabajo no es m.is que una mercancfa, probablcmente se destruini.

    t Haciendo rcfcrcncin :1 Gnm RretnilH, Polilllyi so:.;tcnin que el sis I tema preindustrial de se~uridad de ingr~sos n'presentado por la Ley

    de Spt'(>nhamland impidi{) la trnnsfornwci6n d(' 1

  • 61

    I

    '10 la)ST:\ t':S~'IN(;~r\NllEIISEN

    cion. Para entender cHle C(IlICCplo, V -d(~-srn~!:~antiliz-;ci6;))no dtJleria ionfundirse con la erradicaci6n total del trabajo como mercancia: no

    es un problema de todo 0 nada. 1'1 concepto s~. refiere mas bien al gr,a::I do en el que los individ\l'.'!LQ 1& famili'!s pu~den mn ntener un nive.!

    Ie vida socialmente aceptablejndependientemente de sU parlicipaI '16n en el mercado. En la historia de la politica social, los conflictos I, han gJrado principahii"ente-';';"lorno a que grado de irununidad de'

    ..nettado Se~)5)ble:..-es decir, los recursos, 13 extension v la cali~ !ad de- Josderechos sociales. C;;andoenraoajo se aproxima:;" la libre

    i!leccidn mas qUe a 1ft necesldad, la desmercanulizacion puede llcgar a -' 18 desproletarrzacion.

    EI status de mercancia del trabajo es 10 que yacia en el tendo de los iebates y conflictos sobre la "('upst.it>n social" del .sigJo XIX 0, comd se denorniuo comunmcnte en Alemunia, lu Arbeiterfrage. POl' supucsto, 10 es probable que el puro status de rnercancia del trabajador haya -xistido realmente. lnclu-.o e-n I;] cumbre ocllaissez-j{lit"e persistian reo

    siduos nrecapit.alistas del comunalismo .y ornergioron n unvos mecauisrnos de proteccron. Sin embargo, con fines analiticos es provechoso ratar >1 caso puro del laissez-fcure come un t i po ideal en el que pue

    ian ideritifica rse mas cluramente las principales desviaciones. Puesto que en ('1 siglo XiX cl conservadurismo tradicional, manteniendo norlias precapitalistas, constituy6 la mayor fuerzn contra la mercantili 'acion y puesto que esto influyo de manera significativa en cl desu

    -rollo de la po Utica social, deberfarnos empeaar nuestra discusion col-rectamente ('nn ellegado de la "premercantj Iizaci6n".

    'A PRI::MF.Rf:ANTILlZACl0N \' Er. LH;AIlO DEI. [:ONSERVADl!R!SMO

    , No St~ deherif.l ('onfundir Ia sociedad precapitalista ('on la ausencia

    le la forma mercancia. La agricultura feudal producfa regularmente r:ultivos comerciales y IllS cludades medit'vi.t1es estahan totaJmcnte JCupadas en la producci6n y en el intercambio de mercancins. La eco

    omla seilOriaJ 0 uhsolutista neccsitaha Ull Histema de impucstos 'ue, a su vel., exigi,l. !a venta de mcrcancias. Era Ji.)rma mcrcancJa del rrabaj(l 10que estaba sin de:;arrollar.

    No se lrataba de que los produclores precapitalislas, 10' campesios, los siervos 0 los oficiales confiaran mucho en el bienestar socinl

    ('on independencia de Sll rcndimiento en el trabajlJ. No S(' pooian teder muchas exigencias para subsistir independientemente del traba); sin embargo. la forma mrrcanda (':-,l aha ;lllscntl'. pn pJ sentido de 'ue la mayoria de la gente no depend!a enteramente de un tipo de in

    ws Tln;S t\n:i-";!l()S IJEJ, ~;:iTr"!lO lIf!. fHL\TSTAj(

    g-TeHO salarial para su suucrvivcnciu Las ecollollilas domest.icus ernn con [recuencia autosuficientes. la servidumbrc feudal tambien asumia un grade de reciprocidad y ayuda paternu l por parte del senor, el productor urbano era general mente miembro de un gremio 0 asociacion obhgatoria y la persona necesitada, ncrmnlmente, podia dirigirse a la Iglesia, Por 10 tanto, en contraste con la desnuda logica de 1. mercantilizacion del capitalismo, la mayoria podia confiar en las normas que prevnlecian y en las organizaciones comunales para subsistiro Y en cornparacion con la ayuda a los pobres del Inissez-faire, la ayuda social "precapitalista" era gene rosa y benigna.

    Un distintivo de In idcologia conservudora es su punto de vista de que Ia mercantilizacionaew-STrlchvlduos es moralmente degradante, sociaTii1ent'CC(Jrruptora, atomizadoray ~-li~a. Los individuos no han nacido para cornpetir 0 luchar, sino para .... ubnrdlnar su propio interes a una autoridad reconocida y a las [nst.itucionea irnperan tes . ,;Como ha tratado en lu practica el eunservadurismo 01 problema de la mercantilizucivn" Se puedcn di:;tinguir var-ies modelos: cl primero es sustancialmente feudal, el segundo es corpornlivil::ita y el tereero es

    estatista. Los ideales feudales son Iuerterneute iJIlt

  • 63 6:! ~;Ir,.)~T.-\ [~PI~G-.\..."nEK~~~:.s

    No deberiamos descartar el patcrnnlismo feudal de Haiti Como si fuera una reliquia de nuestro pasado lejano, EI favoritismo y el clientelismo son las versiones rnodernas del mismo fenomeno y han te'lido mucha influencia en domina- el brutal mundo de la mercant.ilizncion. En los Estados Unidos, la maquina urbana 51? transformo en el mecanisrno a traves del cual lOR inmigrantes de otras etnias pod ian combinar el trabajo asalariado y la proteccion social; en Italia, la Democracia Cristiana de la postguerra debe gran parte de SU poder al clientelismo -del bienestar socio'. :-"h!'r todo a la distribucion de empleos y pensiones de invalidez. Son tod.tvta mas relevantes los iniciales planes patronalos de heneficios coruplernontm-ins nrofesionales que apa-ecieron en Europa y en Estados Unidos. Generalmente or-an discrecionales .Y otorgaban beneficios sobre todo

  • 65\.():-' HU:SMl'7\\Xl:, DEL E~TADO nn. nn::-':F:;T.\H"4 la~~T.\ E,'WI~\;-ANtWH:-'Et"

    .ra de la ocupacion de las mujeres y de la obligatoriedad de pertenecer I hipercorporativista Frente del Trabajo de Robert Ley (Rirnlinger,

    1987). En la politica social conservadora, la separacion entre derechos j obligaciones es a menudo muy difusa.

    Nuestra prolongnda excursion pOI' los fundamentos de los derechos 'lociales era necesaria, porque, en realidad, son Ius origenes de la politics social moderna. En casi todos los paises, bien sea en Escandina

    ia, en Gran Bretaiin 0 en el cont inente europeo, la tradicion censer"adonr fue la que dio lug.ir

  • 67 61' l;l'~T.\ E~I'I:\'I..;~:\:'\Dr:k:-:r::-;

    h_ BOers, es dificil mantener un imperio sin lin ejercito de soldados s: '08 e instruidos. Del rnismo modo, la actuucion de una ciase trubajartora inglesa rnenesterosa )' desvalida parecia compararse desfavorub.....mente, en terrninos de eficiencia, con los nuevos ricos industriales c 10 AJemania. pgllrar.se que los ingresos que no p: 'vienen up} rnercado so rescrvan para aquellos que de todos modus sun incapaccs de part.icipar PI1 el mercado. EI cuncepto dt' Titmuss (~_ 74) de ESlado del bicncstnr residual 0 mariC~a(lr

    ' ....a misma filosofia inspira eJ segundo enfoque. Induso In forma ITJciS pur~ del ltbt>raJismo nuncn sc opuso a las institucion(~s bt'n('ficas o al seguro en .'it. Lo que importa es que la bencficcncia 0 cualquicr o 1 dase de segura tenga una base voluntaria y que, ndemas, los scg'-os logicamente scan contraetualeH y actuarialel:'i. Puesto que no eXIste tal COS.:1 como una com ida gratis, los dl'rechos y los subsidios d. ,en rencjar las cuolas pagadas. Una vez que el liberalismo lJego a 8 ptar el principio del sindicalismo. fue perfect.'! n'l'nt" r';lpaz de extpYlder la idea del spguro individual a las prestaciones so(;wl(';.: ncgo

    tns TKES ~W;\l){)~ nEI. r:-::T:\[)O OFL IIIE\r:-:T:\R

    ciadas colectivamente. En realidnd, esto ultimo I1pg6 a inspirar toda la idea del capitalisrno de bir-nestar que tanto cntusiasmo 31 liberaIismo americana de entreguerras (Brandes. 19761. La idea era que los Estados Unidos pudieran prescindir del sabor "socialista" de una seguridad social cstatal promoviendo planes de prevision a nive! de empresa.

    Obviamente, 10 que prefiere elliberalismo es el seguro organizado de forma privada en el mercado. Pero como hu senulado Ogus (\979),

    / la idea de la seguridad social publica no era tan dificil de reconciliar con la logica del trabajo-mercancia como suponia la ideologia purisla.) La seguridad social tiene, como su pariente del sector privado, escalas de derechos y subsidies en funcion del tipo de empleo, el rendirniento y las cuotas pagadas; deberia par tanto reforz.ar "I incentive al trabajo y a la productividad)Aunque esta construida sobre una base actuarial, conserva el pUro vinculo de intercambio del bienestar social. Y como ha sostenido Graebner (1980), las pensiones por jubilacion llegaron incluso C1 ser consideradas po r Ia comunidad empresa rial como una forma de hucer el mercado laboral mas flexible: con las pensiones, los ernpresarios podrian -3 expensas de otl'OS- librarse mas facilmente de los trabajadores lll.i8 viejos y menus p~icientps. l ncluso la idea de una seguridad social obligatoria pod ria Her acomodada al dogma liberal, porquc si unos grupos fueran a tener cobertura y otros no, el resullado seria una competencia desleal. Claramente fue esto y no los ideales de solidaridad social 10que motive el seguro de desernpleo obligalorio universal en los Estadcs Unidos. La lendencia en el liberalismc a favorecer soluciones universales una vez que la seguridad social se vuelve includible no es, por tanto, casual.

    En resumen, la adaptaci6n de la proteccion social por parte de! Iiberalismo, en In practica es mucho mas elastica de 10 que normal mente se piensa, prccisamente porquc bajo ciertas condiciones permite reforzar verdaderamenle el status de mercancia del trabajr> sin "feetus sociales negativos.

    LA DESMERCANTILIZACION COMO I'Ol.iTICA /lEI. SOCIALISMO

    EI socialismo como teoria, ideologia 0 estralegia politica surgi6 en gran parte como respuesta a la mercantilizaci6n capitalista de la fuerza del trabajo. Para el socialismo, la mercantilizacion del lrabajo es un elemento integral en el proceso de aHenaci6n y de clase; cs la condici6n por la que los obreros pierden el control de su trabajo a cambio de unos saJarios; la connici6n por la cual sc afirma su depen

  • r" (;0S'I'A 1':SI'/N(,-ANIH:Il."iliN

    , .icia del mercado y, por 10 tanto, tarnhien es la clave del control del , vpresario: ademas es una causa de la division de la elusc y un ohstAculo para la unidad colectiva. Simplemente par definicion, las mert......ncias compiten y, cuanta mas fuerte es la cornpeticion, mas harata

    el precio. Por 10 tanto, es natural que el deseo Ul' desmcrcant.ilizar:-)n de los trabajadores se t ransforrnura en cl principio que guiase la politica del movimiento obrero. Tanto el bienestar social de los traha

    lores como el poder de la organizacion, dependen de la reduccion de I esclavrtud del individuo dr-n: ,.: 1 flujo rnonetatio.

    Se ha pintndo a menudo ln It'ofl;1 :-i()('ialista clasica como defensora l.. la supresion cmuplet a de Ji.! 16git.:;! do l trabajo como mcrcancia. . ituraimento. esto es cierto en tl'rminos dr- ohj(tlv(j final, peru no 10 f'~ en relacion al anal isis practice. En El Cupital. Marx elogiuba las Leyes de Fabricas britanicas. porqur- ""'1tribuian a disminuir 10'1 impo

    .icia de los obreros. En El "falltl'l's!/! t 'omu nista, el capitulo final .,.- "Jpone una serif' de reform.is socialcs do mcjora que aumentarian los recursos de los trabajadores y rc-forznrinn su posicion frr-nte 0'11 i ..ercado. Y tnnto Karl Kautsky eoIII 0 Rosa Luxemburgo promovieron

    ~ivamente

  • 71

    I

    -I) l;lI:-:'I'A F-"l'l;';l:-.\:'\IIEI"'sF;";

    .uchos casos, como PO Australia y en Dinarnurca. el modulo de axis-ncia social fue adoptado pur los rnovimientos ohn'ros por tales ruoti

    vos. Quiz! lus socialistas se esforzaran por mcjorar los subsidies y por ..unimizar el estigma social, pcro vie run clarnmente cual era cl tipo

    ~ sistema asistencial mas igualitario: ayudar n los verdaderarnente .... ecesitados.

    Otro motivo de confusion cstaba relucionado con 1..1 clientela para . desrnercantilizacion. Hasta la Segunda Guerra Mundial, los parti

    '')8 lahoristas eran muy "obreristns", considerandose defensores de ra clase obrera industrial. En estns condiciones, era natural adoptar _..stemas d exclusividad dr- clasp. Ahora bien, al encarninarse los so'alistas nucia una imugr-n IW1:-; amplia do nb.u-cnr :.1 "toda la gt'ntc

    -nodesta". politicarnente estaban ohligados a enfocar los derechos en ,,~rminos de proteccion universal. Esto. como sc discutira en e l capitu

    3, fue In rillZ de la solid.uidad universalist.i l'll la pohtica social so'alista.

    Lo que caracterizu a casi todu In primera l~poca do ln pohtica social . .x-ialist.a es eJ concepto de unos drrechos sociales hasicos 0 minimos:

    idea era estahlcr-cr Iuortos dcrr-chos, peril con unos niveles de sub-idios basu.nte modestos y limitndos por 10 J'('gular a las areas centra,eS de las necesidades hurnanas t pensioncs de jubilat-ion. seguros de

    -cidents, subsidies dr- dosernpleo y enfcrmednd t. ~('guramentp que ~~ restricciones fi nanricras desernpcnaron su pape l, pero la modera

    cion d(' su propucsta puede ser vista tamhicn t-onto el reflejo d(~ c6mo .;!finieron el problema los primero.o:: socialistas: vieron la cuesti6n en ~rminos ohreristas, en terminos de proporcionar un nivel basico par

    rlebajo del cual no se dpjaria que estllviera nadie. Dc herho, hasta In uecada de los aijos Hl~O y 1960, los programas sociales de los partidos

    ~ lo~ trabajadorcs pran casi lI11ivprsalnwnt.., d(' alc.:uwe .v ('aliza, no l'mancipar a los obreros

    " su dependencia del ll1erc~do. EI hncerlo hahria requerido una re-.rmulacion profunda de la politica socinl incluyendo dos cambins bao;::icos: primero, ia ampliacion de los dercchos m!i~ alia de la estrccha danja de lu nccesidad absoluta y, segundo, uumentar los subsidios

    :ista igualar los ingresos normales y los niveles de vida medios del ~q,is. En relacion con el primero, 10 que importuba sobre todo era la Introduccion de una variedad de pJanes que permitfan que los empJe

    jos fueran pagados mientras desempeflaban otras ac~ividades dis'ntas del trabajo, como cuidado de los hijos. responsahili~arJes fami

    liares, curso~ de formacion, actividaueh orgallizallvas P indu::m (leiu.

    I P."'; Tm:s',\tt!;-';lllIS \I! t, ~:ST\\H1IJt:\, 1\lt'\t'.";["\I(

    Tail's progrumns. en e! fondo, son ve rdndernmen te desmercant.iiizadorcs. Con resperto nl :'wg'ulldo, cl problema cruci.tl l'ra que el status de beneficiario de la proteccion social no deberia suponcr un descenso en el nive! de vida, incluso despuos d(' un tiempo prolongndo.

    En resumen, 10 csencial de la desmercuutilizucion en d parndigrna socialista es la emancipacion de In dependencia del mercado. La calidad y la configuracion de los derechos socinles, no su simple existencia, es 10que perrnite identificar un enfoque socialista dotado de especificidad. En contraste con los modelos conservadores, la dependencia de la familia, de la moralidad 0 de la autoridad no es un sustituto para la dependencia del rnercado; In idea es mas bien la de la independencia d(') individuo. Y. en contraste con el lihorulismo. cl proposito del socialismo eli maximizar e inst.itucionaliznr los derechos. Donde se aspire a un purud igrnu socinlista complr-tnmcuto desnrrollado, en principio ac deberra facilitar una desproleturiz.uion dcl status de trabajador: In relncion existente entre el trabajador y el trabajo crnpezani a acercarsc

  • I

    '12 (;{)STA E~I'INl;-ANllEHSEN

    IT debajo de los ingresos medias 0 del nivel de vida que se considera edecuado y aceptable en la sociedad, el resultado mas probable es "..te se !leve al trabajador otra vez al trabajo 10 antes posible. Por 10

    .nto habrernos de considerar los niveles de la reposicion de ingre"'8. '(Q

    En tercer lugar, el alcance de los derechos que se proporcionan e~ ~. " la mayor irnportancia. Casi todos los parses capitalistas avanzados conocen alguna forma de derecho social a la proteccion contra los

    riesgos sociales basicos: opsemplpo, invalidez, enfermedad y vejez. Un .... aso extremadamente a\ an/.;ldo - 1'1:l el pago de un salario social a

    .5 ciudadanos sin tener en cuent.. c! motive. La idea de un salario "'rantizado de hecho para los ciudadanos se ha discutido en Escan Iumavia y Bulanda y, con aspiraciones rna .... modestus, el cuso de la , ~ .opuesta americana del irnpuestn Ilf'galivo suhre In rcnta se acerca a

    -te esqucrn.i.

    ~ ondiciones para los derechos I Los derechos sociales casi nunca son incondicionales. Para percibir 1

    ros subsidius, los dem.mdunu-s u l menos tcndrrin quo satisfacer In I

    ndicion de estar enfermos, ser viejos 0 cstar desompleudos, Sin em ! , vrgo, adernas de la mera presencia de un problema, las condiciones I suelen estar ligudas al tipo de conveuio con la seguridad social. IEn general, se pueden distinguir tres clases de convpoios cada I

    10 con su peculiar efecto sobre ladesmercantilizacion. Un tipo de Q1stema, historicamenta el mas fuerte en los paises anglosajones, baad 108 derechos en una necesidad perentoria y demostrable. La tradi

    )n de la asistencia social, con su origen en la tradicion de las leyes I -- vra los pobres, esta caracterizuda por la comprohaci6n de 108 medics ae vida y de los ingresos quo SP tipnen, con dili.'T'l'lltl's grudos dl' rib.Jr; [email protected] !!.O amplian propiamente los derechos a los ciuda

    _ :oos. Los principales ejemplos de esta tracrrc-ion-son los primeros "liill'es de pensiones de Escandinavia, el sistema britanico de las prest.dciones suplemcntarias, pi sistema americano 58I y practicamente

    do e) sistema de protecci6n social australiano. Cada puis tiene al'10 tipo de asistencia soCial con comprobacian de medios de vida 0 al

    uun sistemn de uyudu a los pobres. Lo que mus cuenta en este tipo de ....dtemas son las restricciones de las comprobaciones de los mt'dios de 'ia y de los in67esos y la generosidad de Jos subsidios.

    Un segundo tipo de sistema prolonga los derechos en base al rendiIJliento en el trabajo. Esta varianle tieDl> su.:-. ongl'lH'::-i Cll la trudiciol1

    I.OS 'mE~~HI~lJO:; HEI. r..,T,\lIollEL 11l1'::W~ 1",\1; 7~J

    de seguros que ,se desarrollo de forma m ..is const.a nte primero en Alemania y luego en todo el contiuente europco. Aqui los derecbos estan cIaramente condicionados a una mezcla de vinculos con el mercado laboral y de aport.aciones Iinuncieras y, generalmente, han estado sujetos a la logica del actuarialismo; es decir, la idea de que el individuo liene un derecho personal de_!,aturaleza contractual. EI grado en que este bpo de regimen ofrece oportunidades para la desmercantilizaci6n depende en gran medida de husta que punto relaja el principio actuarial, de cuanto habra tenido que trabajar 0 aport.ar una persona para tener los requisites y de cuan estricta es la relaci6n existente entre el rendimiento anterior y los subsidies.

    EI tercer tipo de sistema surge del principio de Beveridge de los derechos universales de los ciududanos, independientemente del grado de necesidad el alcance del rendimiento en el trabajo. EI ser be~ neficiario depcnde, pn cambio, dt- ser ciududano o de ser resident on el pais desde hace mucho tiernpo. Invariablemunte, estos tipos de pro-gramas se basan en el principio del subsidio de tasa fija. En principic, esta propucsta de "bienestar social ae11-)uphJ(?-'tiene un fuerte potencial desmercantilizador, aunque obviarnente condicionado por Ia g-encrosidad de los subsidies. EI sistema de bienostar social del pueblo ha dominado en los paises escandinavos y ha aide un principio antiguo en la tradicion socialista de la politica social. Aunque nunca se lievc a cabo, ha constituido un perenne ideal en la socialdemocracia alemana.

    Hasta cierto punto, los tres tipos de sistemas rcflejan la bien conocida clasificacion de Titmuss de los Estados del bienestar: el residual, el institucional y el "remunerative" 0 del "rendiiniento industrial" (industrial-achievement) (Titmuss, 19581. Sin embargo, en realidad no hay paises unidimensionales en el sentido de que sean un caso puro. En Jos paises anglosajones como Australia, CUllill{:', y EstadoH Unidos, el sistema aSlstencial puede ser dominante, pero se complementa con programas alternalivos. En Estados Onidos, el sistema de seguridad social esta dentro de Ia categoria del seguro social; Canada liene una mezcla de pension popular y subsidios basudas en el segura social e incluso Australia se esta aproximando ~.J1 principio de la pension popular. En Jos palses europeO!:i continenlales, rlonde la tradicion de seguro social es mas fuerte, hu surg-ido una gran variedad de altcrnativas a traves de los anos: en Haha, la pensi6n social; en Francia los "fondos de solidaridad". Y, final mente, casi todos los paises dominadog por el sistema de bienestar social para el pueblo han desarrollado sistemas relacionados con los ingresos y con el trabajo para com ple

  • l

    l;\I:-iT,\ !':SI'[Nt;-:\:'>Jln:1\:-irr..:

    ...entar los subsidies g('neralm(~nt(' modcstos que couccdcn los sistc8M universuk-s de runtn unicu. En rusunu-n. todos los pai~es pre-sen

    ... n hoy un sistema mixto. A pesar de la cornplejidad que osto implica, r-s pnsiblo d is.tinuuir

    npiricamentc In cupucidud vuriublc lIl' los Estados dl'1 hionc-st.u: padesrnercant.ilizar. Prescntaremos aqui las puntuaciones combina

    "as de la desmercanti Iizaci6n para los trl'S pf(wranws de hicn('~~~~J ...vcial mas importantes: pensiones, subsidies por onferrnednd y pqr

    ... asempTpo. Las punLuacuil'li,-..-";j'sulllpn- UI-l:l---=~eric d~e variables que .iw~trai)1a facilidud con LI (JUl' 1111.1 pl'rSOlla dr- tipo rru-dio pur-de dt-ciuir permunecer fueru del rucrcudo: pri rru-ro. las limitaciones de las

    .mdiciono-, para sr-r bent-Iivnnio. tales como In ('xpt,.iI'Jlria lnbornl. , 'S cuotas pagadas las cornprobaciones de medius ell..' vida; seg-undo, la fuerza de los desincvntivr ;~. ~" 'l'T'ltps (clllno pI numoro de dins pa. d cobrar pI subsidioi .Y lu dur.u-um lil.l,ill1;1 til' los durcchos: v, terce

    l, Ia medidu en que 10:-1 subsidies Sl' uccrc.m a ln-. 111.""I('s de iJlJ.,'Tesos los subsidios medias, He omite la parte de finunciaci6n individu

  • 77 (;('STA 1:.'W1N(;-ANIWHSI';N

    ",.10. en este CR."tO Alr-mania puntuu hajo porquc rcquiurc largfls perto18 de pago de cuotus y unn gran cuntidud tip uportncion Iinallrit'ra

    : -dividual y porque sus subsidies de jubilncion Son rclutivarnente mouestos. Australia y Nuevn Zelandn puntuun oxtrenuulumente hajo

    .nto en enfermedad como en descrnpleo, porque ofrecen xubsrd ios S(). con cornprobacion de medics de vida.

    En la tabla 2.1 vern os que los tres progrumas difieren consideruuJemente en su grado de potencial desrnercantilizador. De forma in

    rriable. cl seguro de dl',,",pmpll'o esta asociudu con los efedos mas ele9.dos de desinclnti'i.ll'IlJll. 1.1 tahl.i 2.1 tambien indica que hay una variacion considcruhh- entre 10;-, I~:-;tadm; rip) bir-nestar avanzados res. ecto a la desmercantilizacion. Algunos paitit's puntuun bujo constan

    'mente en todos los programas, miontras quo utros tienen una gran capacidad desmercantili zudora t'11 L\ldo::- : 's indicadores de la tabla, ~ or eso nos enfrt-ritamos a una situaciou ell L, que los sistemas nacio

    lies de proteccion social pareccn content'!' "

  • I

    /

    , I, " " , " .1, 1 ", r" ( .. 78 C\l~T.'\ F:-;l'l~t;-A:\IWHSE:\ L()~ TIWS ~l( ":\1l0S IWI. F.'iT.\1l0 IWI. 11I1,"I de IHGO; de IlUPVO, es un ca:-;o a f:lvur de In influen

    ria del poder dt' Ia soci31demorraria en Ia poslguerra. Sin f;'m bargo, es .085 significativlI In ronsistpntp posici6n hi:-;t6rira d.. n'ginH'lH's cuto

    cos conservadores 0 estatistas de la Europa contin(..'I1tal cumo los de '\lemania, Austria y Francia; todos tienen consistentemente una pun,uaci6n media 0 alta en la decada de 1930, en HJ50 y en 1980, Sob,'e sta base, podemos apuntar las siguientcs hip6teflis orientativas que ~ desarrollar6n mas ampIiamente en capitulos posteriores.

    L Los paises con un amplio legado histarico de reformismo cat6lico j/o conservador es probable que desarrollen en rechas tempranas una

    ohtica social con un aceptable grado de desmercantilizaci6n. Sin em~ '>argo, sus Estados del bienestar circunscriben la relajac.i6n de los vinculos del m(,-fcado con podero::;os mecani~lllt)s de lOlLl roJ :--:ocial, ta

    les como uun oxpcriencia dcmost.rudn d(' un fucrte vinculo con cl emplco 0 de Iuertes obliguciorn-s Iamiliares. La mayor desmercantiliza, cion que e ncon tr-arnos en purses tales como Austria, Belgica y Holanda despucs de 1950. probahlenu-ntr puc-de SCI' atribuida a la ruerte posicion politica de los movimientos obreros socialdcmocratas.

    2, Los paises con un fucrte leg-ado liberal s

  • w I;OS'I'A I::-:I'INI ;-I\NIII';W"WN

    l.. bese a lc.J-. valnrr-a de: l:Hlo,", cuu tro inrlieudorr- puru IfJH IH paiHf~s, hnrnox d 10 una puntuncron de 1 puru una desmercantrlizucton baju, 2 IJura unu media y 3 para una alta deamercunt.ilizaciou. La clesificacion en las tres puntuuc..Ies se ha hecho en base a la desviacion tfpica de 1;1 media, corregida en u '18 pecos casos por su valor extreme. Por ultimo, las puntuaciunes han sido ponderadas por el porcentaje de pohlacion trelevante r bencficiaria del prograr (para peneicnes, la taaa de cobortura). Donde las punsiones se bosun en la cr-nprobacidn de bienes, como en Australia. hemos puntuado 0 para el period", de contribuci6n y hemos dado el valor de 0.5 para Ia pohlaci6n beneliciaria. r a puntuacion 'ncgnuva: rcfluja el heche de que los programas de ecmprobe cion de medius ponen muchas ('ol'l'h-iones a la hora de reconocer derechos. J-.:a tener en cuenta la singular import.aur-ia de 1a taaa de reposici6n para la c ' -cion de la gt>nll' entre pruteccion 0 trahaju, homo.... dado lin peso ext.ru a estes variables (m ult.iplicadas por cI factor 2),

    F"b8idios moneturtos para cnft'rl1ltd.lcf y desempfeo

    En los prcgramas de enfermednd y dps('In,,)(,(, homos modido la dosrnercantt'

  • 83 8~ l;~ )ST,\ I

    Una ~egunda desviaci6n innovadora del cnroque hahitual hasado pn In distrihuc16Il de los ingrcsos son los estudios sohre el "nivel de vida", limitados hnsta ahora a los palses esc

  • 115 \ Ii4 ta'~TA "'SI'INl;i\Nll!':HSVN

    \ Las encuestas nacionales acosturnhran a medir la distribucion de lOR .\ recursos entre In poblacion, Cornenzudos en Sueciu en 1968 y mas \ tarde en Dinamarca y en Noruega, los estudios se hun repetido en los

    ultimos anos, hacieudo posiblc obser var los carnbios habidos a 10 largo del tiempo en la distribucion de los recursos, Los datos SUl~COS y dane

    \ ses ofrecen los fundamentos mas interesantes para evaluar los efcctos ~ distributivos del Estado del bienestar , porque han cncuestado a las-

    misrnas personas durante muohos nnos y porque los cstudios nhurcan~ \ un larg-o periodo de crcciente desempleo y de estancamiento econorni

    \,\ co. La que muostran e-tos datos es que a pesar de que las condiciones economicas han empeorndo tsobre lodo en Dinumarca), las condiciones de vida han mejorado en general, la csrascz severn de recursos ha dig

    -, rninuido y continua la tendcncia hncia una m.ivor igualdad (Erikson y Aaberg, 1984; Hansen, 19HRI. Por 10 tanto eS evidente que, al menus en Escandinnvia, el Estndo del bicnestar cs un podcroso oponente ill impulse no iguulitario dr- la econouna.

    En cualquier case, la pobreza y la dist.r ibucidn de los ingresos constituven solo un aspcelfJ ruunque import.ante) de Ia cst.ratificacion del Estado del bienostar. Aun disminuyendo Ius desigualdadcs en el nivel de vida, !-if' puede dar c! C,I."O de qnr- porsistan las divisionr-s fundamentale.s de clast' o de status. Lo qUl' interosu aqui no son tanto los i ngresos, sino COmo difieren los Jl~"~ ~.!1 f~est:ruet~raci6n de la clu

    ,\ ' dadarua social. ,---- -- -.- _._-, --._._- '--.-.-

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    ~ae-~s entonces 10quo constituye lu principal dimension de la es

    tratificacion del Est.ado del biencstar? Aparte de su papel puramente de distribucion de los ingreHos, el Estad" del bienestar eon forma la

    .!]ase y el st~tus de muchas man~~.::: EI slste.!!1a educabvo t:~..J:!Il...saso obvio 4ue cslri muy estudi~1do; en c] no :-;610 quedan afectadas las posi

    bilidadps dt' movilidad de los individuos, sino que tambien se trans~ forman la~ eslruduras dl' clas' COlllO Ull lodo. Como se VPI";\ en la Parte II de' este libro. .t~_-'tr.~~_i.~l~!!~~ q.....h>~ ~yrvirim; .:~)Ci']).~SI sobre todo para l_a_s mujl'r('~, es dpcisiva para Ia est.rudura de empl_e~) de un pais. Llegadof.step-ll-nto,lin;iiafl>mo~-nue~4ra;1i(~nt'16n aT lml;-ncto so

    i;i:;'ia estralificacion de Ia actividad trndicional y todavin dominanl' del Estado de bienc~tar: In garanlia de los in~nlsos.

    Lord Beveridge y T.H. Marshall convenciel'oll al mundo del po,tujudo peculiar y esencialmcnte etnoccntrico de que (>1 universnlismo es el rasgo distintivo de un Estado del bicnl'star avallzildo. EI ulli\'l\I'Salismo implicilo en las reformas britanicas de la postguerrd rue 10 que inspir6 1a teona de la importancia decrecientc de las clases. Sin embargo, no hay necesidad de villj,l!" nlllrl,IJ )J.,. ,I '~"~ruhrir 1',lSgOS orga-

    l.o~"'TltES ~!l':'\Il():' IlEI. EST,\J)u IWI. fliE\E~T\I{

    nizat.ivos de la scguridad social cornplctamentr- diforentes. En alg-unos pufses Ia cohertura punde ser bastnntc complctu: sin embargo, desde las pensiones al subsidio pOT" enfermedad. pI sistema estri construido sobre una rniriuda de planes difcruntes segull el tipo de ocupacion, expucitamente disenadus para reconocer y manlener las antiguas diferenciacioncs de status. En algunos puiscs, a 10::' grupos sociales clave fie lcs da un status privilegi ado. por ejernplo a los funcionarios. Ademas, en otros, la seguridad social esta orvanizada para al irnent.ar el individualisrno y la confianza en uno mismo mas que la solidaridad colectiva. Y todavia en otros, 108 prograrnas sociales van dirigidos primeramentc a los vcrdadornrncntc neccaitndos. cultivando asi un dualismo entre los pobres lq.!t' dvpt.ndcn del bu-ncst.ar social) y las clases medias (que so aseguran principalrnente en 1..'1 mercado).

    En otras paiabras, los Estados del bienestar pueden ser igualrnentc amplios 0 completos, pen> pueaen tener erectos totalmente dd'