Esping-Andersen - Los Tres Mundos
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7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
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POLITICA Y SOCIEDAD
11
LOS TRES MUNDOS
DEL F:STADO
DEL BIENESTAR
G0STA
ESPING ANDERSEN
?
~
r
jV
~ V
EDICIONS LFONS EL
M N N M
INSTITUCI6
VALENCIANA
D ESTUDIS
I
INVESTIGACI6
~ ~ ~ ~ ~ c ~ t ~ ~ 6 J C Y ~ D L E E ~ l ~ ~ ~ ~ A
1993
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
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1
LAS TRES ECONOMIAS POLITICAS
DEL ESTADO DEL BIENESTAR*
EL LEGADO DE LA ECONOMiA POLlTICA
L ~ I
La mayoria de los debates sobre el Est.ado del bienestar
han
est.ado
guiados por dos cuestiones.
Prirnera: ~ i s m i n u i r a la
relevancia de
las
clases sociales con la ampliation de la ciudadania social? En
otras
pa-
labras,
ipuede el
Estado
del
bienestar transforrnar fundamental
men-
te la sociedad
capitalista? Segunda:
iCuales son
las fuerzas causales
que hay detras del desarroll o del
Estado
de
bienestar?
Estas
preguntas no son
nuevas;
de hecho, ya fueron
formuladas
por
los
economistas del siglo X X den
anos antes
de que
existiera
un
Estado del
bienestar
propiarncnte dicho. Los economistas
clasicos
d e tendencia liberal, conservadora,
0 marxistu-i-
estaban preocupa-
dos por l a r e l ac io n
existente
entre capitalismo y bienestar
Ciertamente
dieron
diferentes
respuestas
y
norrnativas
con frecuen-
cia), pero sus
anal isis convergian
en la
relacion
existente
entre
el
mercado y la propiedad) y el Estado dernucracia).
EI neoliberalismo conternporaneo es en
buena
medida un eco de la
economia politica liberal clasica. Para
Adam
Smith, el mercado era
eI
medio por excelencia para la abolicion de las clases, la
desigualdad
y
el privilegio. Aparte de un minima necesario, In intervencion del Es-
to
Eete capitulo es una adaptacion de un articulo aparecrdo
anteriormente
en anadian
Review
o Socio[opyand Anthropology
Vo . 26:2 (1989), con el titulo de "Las tres econo-
mias
pcliticua
del
Estado
del
biencstar .
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(:t
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26
tudu
solo
sl f\ lr ia p;lra ;lhngar
(.)
prorr-s« igualatorio
de-l
in tt ITamhio
competitivo
y
crearia moriopolios. proteccionismo
c ineficucin: c!
Estado sostiene las clases.
cl
mercado pucde
anulur potcnfialmente
la sociedad
de
clases tSmith,
1961, II,
esp.
pp. 232-61.'
Los economistas liberales
pocas
veces estaban de acuerdo cuando
se
trataba
de
defi'nder
una
politica concreta.
Nassau
Senior
y
mas
tarde los
liberales
de Manchester destacaron el elemcnto laissez-fui
re de Smith,
rechazundo
cualquier forma du proteccion social que es
tuviera Iucra del
circuito monetario.
A
su
vez, J.S. Mill y "los libera
les
reforrnados"
abogaron
por
una
limitada rcgulaci6n politica.
Sin
embargo,
todos
estaban
de acuerdo en
4.W.'
c1 camino
haciu la igual
dad
y
la prosperidad debia
ser preparado con el
maximo
de Iibertad
de
mercado y el
minimo
de interferencia
estatal.
Su
adopcion
entusia " tlpi capitalismo
de
mercado
puedc
parecer
ahora
i
IlJusti
ficndn. Pl'ro no
llt-ix-mox 01
vidar
que
In
renli dud
de In
que
hablaban
era la de
un Estado ' lUC upoyaba
privilcgios
absolutistas,
cl
proteccionismo mercantilista y una eorrupcion ~ t ~ n e r a l i z n d a ,
Lo
que
ellos
atacaban
era
un
s
isterna
de
gobierno quo
re
pri
mia
sus
ideates
tanto
de
libertad
como de iniciutiva
privudu.
Por 10
tanto,
In suya era
una teor ia revolucionn ria y, dt-sde 1 ~ L I lH'l'spectiva, podernos com
prender por que algunas voces se
puedc
interprctar a Adam Smith co
mo a Karl Marx.'
La dernocracia se tj-nnsfcrmn ell cl
talon
de
Aquiles
para
muchos
liberah-s. En tanto que el capitalismo
estuvo configurudc
por
un mun
do de
pequcncs propietarios,
In
prnpiedud e-n Sl misma tendrfa
poco
que temer de
la democracia,
Pero con In industrializacion
surgieron
las masas proletarias, para Ias que la
democracia era
un
medio
de re
ducir
10:-;
privilegios
de In propiodud. Los libcrulos
j r-rnian
con
razon
cl
sufrajno
universal,
pot-que pvt'ntualml'ntt-'
p o d i ~ l
politizar
In
lucha
por
la
distribucion.
al:t 'rar el nH'I"('adn.'" alinH'ntal'
i T l P f i c a c i a ~ , Muehos
Ii·
h c r a l e ~ llegaron
a pensar
que Ia democracia mmrpUrl<l
0
destl'uirfa
el
mercado.
I Se
clla
a
menudo
a
Adam Smith.
pero c n . ~ i llunca ,.e Ie lel', Un exunwl1 m;is pro fundo
de l;US l'scnlos rl·vt'1u un h ~ [ l d ) de Olatintl'ion y una sprip lie reservtls que re;;t.ring-en
s u s l a n c i a l m ~ n t l un entusiaslnu l'Xl'{'sivo pur las venlaja...:
IIl'l
capit.ulismo,
; En La l 'Ilflj( 'ZCl de las N I l l w / l l . ~ (\Hot. II, p. :l:Hj), Srllllh hacI' 1 1 sit.{uil'1l1t' cC1l11ent..1rio
acerce dt' los Est.iJdos
que
apoyan el privllegio y 1 1 s('guridad de los prof·1t't.arios: "el go
bierno civil, hast.a hom imililuido para 10 seKurili ad de la propiedad, l'll realidnd e8lii
instituido para la dl,r(·n...:a dt, los ricus \ 'onlra
II>
, I l J l< ' , dt, I:i dl'
:L(pll,lIl1S q l l l '
lJl'm'1l
albruna proplednd COlli ra los
que
nu
t . i e m ~ l I
IlIng:una cn nbsuJuto",
I,(JS
THE. ; ~ 1 I : \ 1 1 . i
IlEL EST.
]H,
ll
..\'L"i'I,\H
27
r
Tanto los economistns conservndurcs como 10: > mnrxistns cntcndic
ron
esta
contradiccidn, peru propusieron , por
supuesto,
soluciones
opuestas. La
critica conservndora
m.is cohcrente dcllaissez faire pro
vino
de la
escucla
hist6rica
alornana, especial
mente de
Friedrich
List,
Adolph Wagner y Gustav
Schmoller.
Se negaron a
creer que
el simple
circuito monetario del
mercado
fuera la
un
ica 0 Ia mejor garantia de
la
eficacia
economica.
Su ideal era
la perpetuacion del
patriarcado
y
t
del
absolutisrno
como la
mejor
proteccion social,
politica
y legal posi
ble para
un
capitalismo
sin
lucha de c1ases.
Una destacada escuela
conservadora prornovio el
"Estado
del bie
nestar
monarquico", que garantizarfa
el
bienestar
social,
la armonia
de las c1ases, I" leal tad y la productividad.
En
este
modelo,
un siste,
rna de
produccion
eficaz no surge de la competencia, sino de
Ia
disci.
pliii3.-Un estado autoritario
seria
con mucho superior a) caos de los
mercados
para tratar de lograr la armorna entre el
Estado,
la comuni
dad y el
individuo
.:
La economfa polftica conservadora surgio como reaccion a la revo
lucien
francesa
y a
la Comuna
de
Paris. Eradcclaradarriefiteiiacioha
lista y antirrevolucionaria y
pretendia detener
c) irnpulso
democrati
co. Temia
la nivelacion
social y favorecia una
sociedad que
conservara
al
mismo tiernpo
la jerarquia y
las clases.
La
clase,
el rango
y
el
sta
tus
eran
algo
natural y
dado; sin embargo, los
conflictos de
clase
no 10
eran. Si
se
permitia
la
participacion democnitica
de las masas y
se
dejaban disolver
los
limites
de
la autoridad
y
del status,
el
resultado
seria eJ
colapso
del
orden
social.
La econornia politica rnarxista
110 solo
aborrecia
los
cfectos atom j.,
zadores del mercado, sino que tarnbien
atacaba
la pretension liberal
"
E81.a
t.mdici6n l':-;
pnidieamt'lltt'
d('1'il'onocida
para
los let
t.on'l'I
anglo,;ajolles pill'
:\1{'
'le
ha t.raducido muy pow 01 m g k ~ Un l l'x \o (']nv(' 4Ut' inf1u) () Illu('ho
('11
d dehate puhill'll
y mas tarde en la 1l'g:isl;ll"ion social rUl' Unit'
uhl'r die Sfl , IU/ I
Pm!:!!' (11'172), d(' Adolph
Wag-ner,
Para
un;! panoramica d(' ('f;l:'l 1radi('ioll d(' ('Cllll"mla politic;\ t'n ingll's, n'a1'i('
Schumpel('r
\
19:,4
J,
,Il
Robrl' l(,.j,}How,'r : 19
J7
Dentm III tradicitln cat.nJic;\
C',,[O...: ,lInrl,:unl nt.a[l',"; S:lO las do,'i n n h c . : < l ~ papa
les,
Rawn NO/'arum
(1 loin 1) y
Q u a d r l t w . ~ l f n ) An ' / 0
11 1,
L:'l
prinei
p 11 Ii
nalid:ld dl' la
economfa social cuwJica es una organiwclOn social en 1<1 que
una
ramilia ruerle "e
inle·
gra en corporacioneR interclnsisl.ali,
ayudada
por
e1
Estadl! ('n
terminos
del pnndpio de
s u b s i d i ~ r i d n d . Pant
discusitjn
r l : l i e I 1 t ~ v ~ r ~ ~ ~ l i 1 1 .
., ,
AI 19ual
que
10'; hb('rales, los ec{JnOflllst.a:; conserva1:ft,n's tamblCn lll'm'n
liUS
reso
nancias
contemporaneas,
aunque
son
sustancialmente
menos numerosas, Un relmrgi
mient.o tu\'o 1uKar
con
el conc.:ept.o fascist.a del Estado corporat.ivo IStandisch de
Oltmar Spann en Alemania. El principio de suh:sidiaridad guiu t.odavfn
gran
parte de b
JX.llitica demoaat.acri:-;liana
nlemana
(veURl'
Hicht.er,
191'17
J,
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28
29
;, :,TA
rSI I:\{; , . \ ~
1 1 I : I \ ~ ~ : , \
de
que 10 . mr-rcados g;.lralltizan
la
iguaJdad. P U t ~ H t o
que 101 acurnula
ci6n de capital niega la pr
opiedad
a la gente,
COInO
indica Dobb
(1946), el resultado final sera la cada vez mas profunda division de
clases. Y como esta
genera
agudos conflictos, e] Estado liberal so vera
forzado a desprenderse de sus ideales de Iibertad y neutralidad y aca
bani defendiendo a las c1ases propietarias, Para el marxismo, este es
el
fundamento
de la
dominacion
de clase. .
La cuestion central, no solo para el marxisrno sino para todo el
bate
contemporaneo sobre el Estado del bienestar, es
si,
y bajo que
i
condiciones, pueden ser
anuladas
por la
democracia
parlamentaria I
las divisiones de clase y las
desigualdades
sociales producidas por el
capitalismo. J
Temiendo
que
Ia dernocrucia
pudiera
producir el socialisrno, los li
berales
estaban
poco
prodispuestos
a que
esta
se extendiera. Los so
cialistas,
por e]
contrario, suspechahan
que el parlarnentarismo
seria
poco mas
que
un caparazon
vacio
o, como
sugir-io Lenin, un
rnero
"lu
gar
para
habladurias" (Jessop.
19H2l. Esta linea de
analisis,
que re
percutio
en gran parte del marxismo
conternporaneo,
produjo la ere
encia
de que Ius
reforrnas sociales
eran poco mas
que
un clique en un
orden capitalista que
bacia
agua constantemente. Por
definicion,
ta
les reformas no pod ian ser una respuesta al deseo de ernancipacion de
.
las
clases
trabajadoras.'
Tuvo
que producirse una mayor
ampiiacion
de los derechos politi
cos
antes
de que los socialistas pudieran
aceptar
incondicionalmente
un analisis mas optimista del parlamentarismo. Las contribuciones
te6ricas
mas
sofisticadas provinieron de los
marxistas
austro-alema
neg
tales
como Adler: Bauer y Eduard
Heimann.
Segun Heimann
(1929),
e
posible que las reformas conservadoras
estuvieran
mot.iva
das
por poco
Ollis que
un dcseo de
contcner
la movilizacion de los
tra
bajadores. Peru
una
vez
introducidus,
se
vuelven
contradirtorias:
ell
• Los p l i n c i p l l l ~ l'xponl'nll'l' de psII' an:'disis son III \'l,wlleln
al('ll1lll111
dl' la t1l'rivaci6n
del g:,ltado (Mul ler y
N e u s ~ u l . 4 ,
197;1); Oni> (1972);
O'Connor (HI73l; eough (HJ79); Y
tambien la
oora
de Poulanlzlll' U ~ J 7 : 3 J , Como indicun Skocpnl y Amenta (1986) tm l'U ex
celente revision, el ellfo4ue esta lejos de :,It:lr
unidimensiollul.
Asi, OfTe, O'Connor y
Gough identifican
tam
bien 18 funcion de las re formas sociales como concesion cs a las
demtlndas dp las m n ~ s y l'Omo pot<'ncialmcnte cuntradict oriaa.
Hist6ricamente,
In opol'\il'i6n t'OdllJistil II las refonu3s pnrlnmt'lltllriuH el'luvo
menos
motivada
por 1a ttlor ia que por la reali dad.
August
Bebel, eJ
gran
Iider de ill socialdemo
cncia alcmana,
rechazo 18 legi slaci6n social pionera de Bil'marck no porque no estu
viera a favor de la prateccion social,
sino
pur los
descarados
y divisoriOR motivos antiso
cialistas que
habia
detnis de lat' refon> ~ d , HI' ~ \ ; , n : k ,
U1STIW:-;'MI'Nlk.lS
IWI.
1<:'T,\IlIlIlCI.IlW\I'ST:\1{
I
equHihrio del puder de
IUK
d a H e ~ se altern profundnrnente cuando los
trabajadores
disfrutan
de
derechos
sociales, ya
que
el salario social
I
disminuye
Ia
dependencia
de los
obreros
respecto del
mercado
y los
lempreaarios y entonces se
convierte
en
un
recurso potencial de po
[,ger. Para Heimann, la
pohtica
social
introduce un elernento
ajeno a la
econorma
pohtica.gapitalista. Es
un caballo de Troya
que puede pene
trar
en la
frontera entre
capitalismo
y socialisrl}o.
Esta
posicion
inte
, lectual
ha
gozado de un resurgirniento en el
marxisrno
reciente IOffe,
1985;
Bowles
y
Gintis,
1986).
EI modelo socialdernocrata, como
se ha
seiialado mas arriba, no
abandono necesariamcnte
la
idea ortodoxa de que, en el fonda, la
igualdad fundamental requiere una
socializacion
de la economia.
Sin
embargo,
la
experiencia historica pronto
dernostro
que
la socializacion
era una meta que no podia ser perseguida de modo
realista
a traves ,
del parlamentarismo.'
La
aceptaci6n par parte de la socialdemocracia del reformismo
parlamentario
cornosuestrategia principal para la igualdad y el so
cialisrno se
establecio
bajo
_9...Q§..J "emisas.
La
primera era
que
los
tra
hajadores neccsitan recursos
sociales,
sanidad y educacion para parti
cipar de hecho como ciudadanos socialistas. La segunda premisa era
que
Ia polftica social no solo es
cmancipatoria
sino
tambien ung
con
dicion previa para la eficacia econornica rMyrdal y Myrdal, 1936J.
Siguiendo
a
Marx,
en
este razonamiento
el
valor estrategico
de
IRS
po
liticas
de bienestar social reside en que
ayudan
a
promover
la
marcha
hacia
adelante de
las fuerzas productivas
en el capitalismo.
Pero
el
encanto de la
estrategia
socialdernocrata residia
en que
la politica so
cial tarnbien
redundarta
en
una
movilizacion de
fuerzas.
Al
erradicar
la
pobreza,
1
desempleo
y la com pI
eta
dependencia
salarial,
el
Estado
del
bienestar
incrementa las capacidades
politicas
y disrninuye las di
visiones sociales
que
son obstaculos para
la
uuidad
poittica
entre
los
trabajadores
.
, Estn constatllcion pravino de dOH tipos de expt'rien('las, lIna, tipilicllda por el Hocialil'
mo sueco en los
anOH
20, fue ('I
dcscubrimiento
de qUl' ni siq uier ll 1a lJaile de la
c 1 a ~ e
obrera mostraba mucho entusiasmo
por la socializacion. De hecho,
cuando
los socialis
las suecos constituyt>ron
una
comision especial para prepamr 108 planes para 1a sociali
zacion, despu{ 's til' diez unos de inv{'stiga cion
c Jnduyenm
quI'
sed" casi
impusible lie.
varla a la pnictica, Una I.4egunda daMe de expericncia,
tipllicada
por lol' socialistas no
ruegos y el gooiemo del frente popular de
Blum
en 1936. fue el descubrimiento de que
las propuestB.s
radicales
podian ser
sabutcadas
facilmentc por la capllcidad de los capi.
taliSln&
para
retirar las inveraioneM y para exportar su
capital
al
extranjero.
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30
31
;<lS1'A ESI'ING-ANIJEltSl<:N
EI mndelo
sociuldemocruta, pues,
tienc In paternidad de una de l sl
hipotesis
dominantes en el debate contemporaneo
sobrc
el
Estado
del
bienestar:
la movilizacion
parlamentaria
de
las clases
sociales es un
i
medio
para
la realizacion de los
ideales socialistas
de
igualdad,
justi-
I
cia,
libertad
y
solidaridad. J
LA
ECONUMiA PULlTICA DEL ES1'A1l0 DEL
B l ~ ; N I > S 1 ' A R
LOs
pioneros
de la economia politica
definieron las
bases
analiticas
de
gran parte
del
actual
conocimiento
intelectual. Aislaron las varia
bles basicas
de clase, estado,
mercado
y dernocracia y
formula
ron
las
proposiciones fundamentales sabre ciudadarna y clase,
eficiencia e
igualdad,
capitalismo y
socialismo. La ciencia social
conternporanea
se distingue de Ia economia politica clasica
en
dO frentes cientifica
mente
claves. Primero, se define a si misma como una
ciencia positiva
y
rechaza
la
prescripcion normativa
(Robbins, 1976).
Segundo,
los
economist
as clasicos
tuvieron
poco
interes
por
la
variabilidad
hist6ri
ea:
consideraban que sus esfuerzos
se
dirigian hacia un sistema
de le
yes uuiversales. Aunque
la economia politica
contsmporanea todavia
se
empena
a veCCH en creel en vcrdades absolutas, el metoda cornpa
rativo
e historico
que sostiene
hoy
casi
toda la
buena
economia
politi
ca
revela variacion
y
permeabilidad.
A
pesar
de
estes
diferencias, el conocimiento
intelectual
mas r l
ciente tiene
como
punto central
de
mira
la
relacion que existe entre,
economia y
Estado definida por
los
economistas
del siglo
XIX.
Y,
dado'
el
enorme crecimiento
del Estado del bienestar, es comprensible que
este
se
haya
transforrnado en
un
gran
banco
de
pruebas para
teertas
enfrentadas
de econornia pohtica.
Revisaremos mas adelante las contribuciones
de la
investigaci6n
comparativa
sobre el
desarrollo
de los
Estados
del
bienestar en
parses
capitalist
as
avanzados.
Se argumentara que la
mayorfa
del
debate
academico ha
estadc
mal dirigido,
principalmente porque
se
separ6
de
sus
fundament
os teoricos.
Por
10
tanto,
debernos
recuperar tanto
la
metodologia como los conceptos de la economia politica con el fin
de'
estudiar adecuadamente
el
Estado
del
bienestar, Esto constituira
el
pun
to
central
de la seccion final del
presente
capitulo.
En
las explicaciones sobre los
Estados
del
bienestar
han
dominado
dos
formas
tipos de perspectiva;
una acentua
cstructuraH y
sistemas
globales y la otra, instituciones y actores.
LOS THP.S
MU 'J[)O:-l
lEL ESTA[JO DEL J l L \ E ~ T : \ 1 <
La
perspectiva esteueturulista/sistemica
L t . . . . ~ a yHtructuralista 0
sistcrnica
trata
de
aprehender en su
to
talidad
la logica del
desarrollo.-Es-el sistema
el
que
quiere y,
por
tanto,
lo
que
ocurre se
interpceta
facilrnente como
un requisite
funcio
nal para
la reproduccion de la
sociedad
y de la economia. Debido a
que
su
atencion se c e J _ t _ ~ en
las
leyes del
movimiento
de los
sistemas,
esta perspectiva
se
inclina
por acentuar
las similitudes
entre
las
na
ciones en
lugar
de
sus
diferencias,
siendo
la industrializaciorr
0
el ca
pitalismo subredeterminantes
de
las variaciones culturales 0
de
las
diferencias
en
las
relaciones de poder.
Una variante empieza
con
una teo
ria de la sociedad
industrial y
sostiene que
la industrializacion h a ~ e a l a -VCI': necesaria y posible la
politica social:
necesaria
porquo los modes
preindustriules
de repro
duccion social,
tales
como la familia, la iglesia,
noblesse oblige
y la;;a=.-:
lidaridad
gremial son destruidas por las fuerzas que forman parte
de
In rnodernizacion,
tales
como la movilidad social, la
urbanizacion,
el
individualismo
y la
dependencia
del mercado. Lo esencial del caso es
que el
mercado
no es un
sustituto
adecuado
porque
abastece solo a los
que son capaces 'deactuar
en cl. De
aqui
que I tuncion
del
bienestar
social
sea adecuada
para
el
Estado
nacion,
El
Estado
del
bienestar
se
ha
hecho posible
tambien por
el
surgi
miento de la
moderna burocracia
como
una forma
de
organizacion ra
cional,
universalista
y eficaz. Es un
medio
para
gestionar
los bienes
colectivos, pero tarnbien un centro de poder por
sf
mismo y, por
tan-
to,
se
vera
inducido
a
promover su
propio
crecimiento. Este
tipo
de---
j
razonamiento
ha inspirado
la
as;
lIamada
perspectiva
de la logica
del
industrialismo , segun
la cual el
Estado
del
bienestar surge cuan
do la
economia
industrial moderna destruye las
inst.ituciones socia
les tradicionales (Flora y Alber, 1981; Pryor,
1969'. Pero
la
tesis
tie
ne
dificultades
a la
hora
de
explicar por
que
la politica social del go
bierno :.;610 aparecio rmcuenta
y u veces
ineluso
cien
anos dcspues
de
que
la
comunidad
tradicional fuera
efectivamente destrui
da.
La
respuesta basica e inspira
en la Ley de
Wagner
de 1883
(Wagner,
1962) y
en
Alfred
Marshall
(1920),
segun
los
cualcs
es
necesario
un
cierto nivel de
desarrollo
econ6mico, y
pOI tanto
de
excedente, para
permitir
la desviaci6n de recurSOH
escasos
de HU
usa
productivo (in
versi6n)
hacia
el
bienestar
social
(Wilensky
y
Lebeaux,
19581.
En
es
te
sentido, esta perspectiva
sil\ue-los
pasos
de los viejos
liberales.
La
redistribuci<in social pone
en
peligro la eficiencia y solo a
partir
de
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 6/80
33
2
COSTA
ESPI: :G-A
..-:OERSEl':
un cierto nivel econ6mico se
evitara
la
suma
negativa en el
trade off
(Okun, 1975).
El
nuevo mar-xismo
cstructuralista
es sorprendentemente parale-
t
10
Abandonando
la clasica teoria de sus antecesores fuertemente cen
trada en la accion, su
punta
de partida analitico es que el
Estado
del
bienestar es un producto inevitable del modo de produccion capitalis
ta. La acurnulacion de capital
crea
contradicciones que
hacen
ioevil.
table
Ja
reforma
social (O'Connor, 1973). En
esta tradicion
del mar-.\
xismo, al igual que en su
equivalente
"logica del
industrialismo",
el
i
Estado del bienestar practicarnente no necesita ser promovido por ac- .
tores politicos, bien sean
sindicatos,
partidos
socialistas,
asociaciones!
humanilarias a reformadores
ilustrados.
La cuesti6n es que el
Estado
'
como tal esta situado de
tal
forma que
las
necesidudes colectivas del '
capital son
satisfr-chas
en cualquier
caso.
Las
prernisas
de la teoria
descansan
en
dos supuestos cruclules: prirnoro,
que
e! poder t-s r-struc- I
tural y segundo, que el
Estado
es "relativarnente"
autonorno
de
las
di- ,
rectricesdeclase IPoulantzas,
197 1;
Block, 1977; para una
evaluacio,J,
critica reciente
de
toda esta
bibliografia,
vease Therborn,
1986a; y
Skocpol y
Amenta,
1986).
La perspective de
la "logica
del
capitalismo" sugierc
cuestiones
di
ficiles. Si, como argumenta Przeworski (980), el consenso de
la
clase
trabsjadora
se logra en
base
a la hegernoma
material, esto
es,
por
su
bordinacion voluntaria al
sistema,
es dificil
comprender
por que
hasta
un 40
par
ciento del producto nacional debe ser
asignado
a las activi
dades de legitimaci6n de un Estado del
bienestar.
Un segundo proble
ma
es
derivar
actividades del
Estado
a partir de un analisis del "mo
do de
produccion".
Quiza In Europa del Este no
llega
a ser socialista,
pero
tarnpoco
es capitalista. Sin embargo, tarnbien alii
encontramos
"Estados del bienestar", i Sera porque In acumulacion tiene requisitos
funcionalos can independencia de como proceda? (Skocpol y
Amenta,
1986; Bell, 1978),
La perspectiv8 institucional
Lo8
economistas chislcos dejaron claro por que las instituciones de·
mocraticas
deberian
inOuir en el desarrollo del
Estado
del bienestar.
Los liberales temian que una democracia plena pudiera poner en
peli
gro los mercados e iniciar el socialismo. Baja su
punta
de vista, 18 li
bertad necesitaba una defensa de los mercados contra fa intrusion po-
litica. En
1a
practica, esto
1 q\lt 01 F : ~ 1
:Fio
rip]
1 i o ~ w z · f a i r e
pretendia
_ 1 1 e ~ V B L a _ c a b o ~ ( Q j l l , , - ~ s t e _
divo,:cio--"ntre pnl
iii
ca
y , - - e c : c c : o c : n c : o c : m c : i c : a - C : l o ~ q c : u : . : e
LOS TRES MUSDOS DEL ESTADO DEL SIE,ESTAR
alirnento gran parte del an a
lisis
institucionalista. La perspectiva
insti
tucional, cuyo mejor representante fue Polanyi
0944', aunque, tam
bien estaba representada par diversos exponentes antidemocraticos de
la
escuela
historiea, insiste en que
cualquier intento
de aislar la econQ:\
mia
de las instituciones sociales y politicas, destruiria la sociedad hu- !
mana.
La economfa debe
estar
incrustada en comunidades sociales
paJ·
ra
que
sobreviva. Por eso, Polanyi ve la pohtica social como una pre- .
condici6n
necesnria para la reintegraci6n de 1 1 economia social.
Una vanante
reciente e interesante de la teorta de
la
alineaci6n
institucional es el
razonamiento
de que los Estados del bienestar
apa
recen mas
facilmente
en las economias
pequerias
y abiertas que son
especialmente
vulnerables a los mercados
internacionales. Tal como
muestran Katzenstein
(1985)y
Cameron (1978), existe una mayor in-
clinacion a regular 108 conflietos de distribuci6n
entre
clases a traves
del
Jrohierno
y
ci( Ja concertaciou
de interosos cuundo tanto
ompresa
rios como trabajadores estan sornetidos a fuerzas que
escapan
a) con-
trol nacional,
EI
impacto
de
la
dernocracia sobr e los
Estados
del
bienestar
se
ha
discutido
siempre
desde
J.S.
Mill y Alexis de Tocqueville. EI
razona
mien to se
expresa
trpicarnente sin
refe
rencia a uingun agente 0 cla
se social en concreto; es en este sentido en el que
es
institucional. En-
su formulacion clasica, la tesis era sirnplemente que
las
mayorias fa
voreceran
la
distribuci6n
social para compensar la
debilidad 0
los
riesgos del mercado. Si los asalariados
estan
dispuestos a pedir un sa
lario
social, igualmente
los capitalistas (0 los ugricultoresj creon
con-
veniente pedir proteccion en forma de aranceles, monopoJios 0 subsi
dies.
La
dernocracia
es una
institucion
que no puede resistirse a las
demandas
de In mayoria.
La
tesis
de la dernocracia
tiene much
as
variantes
en
sus
formula
ciones rnodernas.
Una
identilica
las
et a
pas de
la formaci6n de la
na
cion en
las
cuales la ampliaci6n a la
plena ciudadania
debe
incluir
tambien
los derechos sociales
(Marshall,
1950; Bendix, 1964; Rokkan,
1970). Una segunda
variante,
desarrollada
por
la leoria pluralista y
por la
teoria
de la elecci6n publica public-chn;ce), arg-umenta
que
la
democracia alilllcnt<lrri una intensa competici(Jn
dl'
los partidos politi.
cos
alrededor del votante media, 10 cual, a
su
vel, alimentara un gas
to publico creciente. Tufte
(978),
por cjemplo, tiostiene que las mayo-
res expansiones
de la
intervencion
publica se
producen
en periodos
electorates, como una manera de movilizar a los votantes.
Esta
perspectiva se
enfrenta
can
considerables
problemas
empiri
I ) - ~
( ~ l c n l ~ n l
Arn,,:,nt?,
!986). Cuando sostienp que los Estados del
-=-::-::-
- = : : : . - O : : - : = - - - - , - , : , : - , - - - - , < : : - ~ . - , , , , , , , , , , , [ l t ~ I l - = - ~ ~ ~ ~ ~
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 7/80
34
~ O ; T
.. t : ~ r l ~ G A ~ n E H s E ~
LOS
TRES Ml'\lDOS DEL :STADO DEL RlE: iESTAR 35
bienestar se
desarrollan
can mayor probabilidad cuanto mas
extendi-
dOB
estan los derechos dernocraticos, la
tesis
se enfrenta con la singu-".
laridad historica de que las primeras y principales iniciativas en di '
reccion aJ
Estado
del
bienestar
tuvieron
lugar antes
de 1a democracia,
y estuvieron
profundamente
mati
vadas par
el deseo de
detener
su
rea-
Iizacion.
Tal
fue
sin duda
el caso de Francia can Napoleon III, el de
Alemania
can
Bismarck
y el de
Austria
can Von Taaffe. A la
inversa,
t
el desarrullu del Estado del bienestar sc retruso mas alii donde la de-
i
mocracia llcgo
pronto, como en 1 8 Estados
Unidus,
Australia y Suiza..
Esta aparente contradiccion se puede explicar, pero solo
hacienda
re
ferencia
a las clases
sociales y
a
la estructura social:
las naciones con,
una dernocracia temprana eran predominantemente agrarias y
csta-
ban dominadas par pequerios propietarios que utilizaban sus
dere-
chos de voto
para
reducir Jus impuestos, no
para subirlos
(Dich, 197311
Pur el contrario, las clases dirigentcs de regimenes autoritarios esta-
ban mejor situadas para imponer elevados impuestos a gentes poco
predispuestas para
e110
LA CLASE SOCIAL COMO AGENn: POLiTICO
Hemos
senalado que
la defensa de la tesis de la movilizacion de
las
clases proviene de la economia politica socialdemocrata. Difiere de los
anal
isis estructuralista e institucional pOT su enfasis en las
clases
so
ciales como los qgentes principales ie cambio y par su argumento de
que
el balance de poder de
las
clases
deterrnina
los
resultados
de la
distribucion. EI
destacar
la movilizacion
activa
de
las clases
no
niega
necesariarnente la importancia del poder estructural a hegernonicp
(Korpi, 19R3J. Pero conlleva la idea de que, en
principia,
los parla-
mentes son
inatitucionos eficaccs
para
t.rasladar
el
poder movilizado
a
las
politicas y
reforrnas desundas.
Conseeucntcrnente,
la
politica
parlamentaria .es susceptible de restar Vi] lor al poder hegernonico y
puede utilizarse para
servir
[I intereses que son antagonicos con el ca
pital. Adernas, I" teoria de la movilizacion de las clases asume que los
Estadus
del
biencstar
hacen ulgo mas que aliviar simplementc los
males momentaneos del sistema:
un
Estado del bienestur
"socinlde
mocrata transferira, por derecho propio, irnportantes recursos de
po
der a los asalariados, reforzando
asi
al movimiento
obrero.
Como ori
ginalmente
sostuvo Heimann (1929),
1 8
derechos socialus
hacen
re
troceder las
fronteras
del poder capitalista.
La
cuesti6n
de por
que
el
Estado
del
bienestar
es un
recurso
de
pader
en
5
mismo
es vital
para
la ulJ1ic<\hiiidad
dl'
la
lcoria.
La
res
•
,
,
puesta es que en el mercado los
asalariados est.an intrfnsecamente
atomizados
y
estratificados,
se yen obligados a cornpetir, estan inse
guros y
dependen
de decisiones y fuerzas
fuera
de su control. Esto li
mita su capacidad
para la
solidaridad
y la movilizacion colectivas,
Los derechos sociales, la
seguridad
de los ingresos, la
igualdad
y la
erradicacion de la
pobreza que
un Estado del bienestar
universal
is
ta
persigue, son las
precondiciones necesarias
para
la fuerza y la
I
unidad que dernanda el poder colectivo de movilizacion (Esping-An
dersen,
19R5a).
EI problema
mas
dificil para esta
tesis
es especificar
las
condicio
nes
para la movilizacion del poder. EI poder
depende
de los
recursos
que
em an an de los resultados electorales y de la negociaci6n colecti
va. A su vez, la movilizacion del poder
depende
de los niveles de orga
nizacion de los sindicatos, de la proporcion de votos y de los escanos
parlamentarios y
cart.eras ministeriales que detentan
los partidos
obreros
0 de
izquierda.
Pero
el
poder de un
ngunte
no puede estar in
dicado
simplemente par
sus propios recursos;
dependera
de los
recur-
sos
de,
las
fuerzas
contendientes,
de la
duracion
historica
de
su
rnovi
lizacion y de pautas de alianzas de poder.
Se pueden
hacer algunas
objeciones
validas
a la tesis de la movili
zacion de
las
clases; en especial
hay
tres
que
son
fundamentales.
Una
es
que
la sede de la toma de decisiones y del poder
puede
trasladarse
desde los
parlarnentos
a las instituciones neocorporativistas de inter
mediation
de intereses (Shonfield, 1965; Schmitter y
Lembruch,
1979). Una
segunda cntica
es
que
la
capacidad
de los
partidos
de los
trabajadores
para
intluir
en el
desarrollo
del
Estado
del
bienestar
es
ta circunscrita por la estructura del
poder
de los partidos de
dere-
chas. Castles 0978; 1982) ha senalado
que
el
grad
a de unidad entre
los partidos conservadores es mas importante que el poder activado
de la izquierda. Otros
autores han subrayado
el hecho de
que
los
par-
tidos con denorninacion ideologica
Igeneralmente
social-catolicos) en
paises tales como
Holanda,
Italia y Alemania
movilizan
a
amplios
sectores de
las clases
ohreras y promueven
prograrnas
de
bienestar
que no difieron drasticarnente de sus compctidores
socialistas
(Sch
midt,
9R2;
Wilensky,
19R1J
La
tesis
de la movilizacion de
las clases
ha sido criticada, y
con
razon,
por
su
suecocentr
isrno,
es
decir, por
su
lendencia a definir
excesivamente
el proceso de movilizacion del po
der
en base a la poco cornun experiencia
sueca
(Shalev, 1984).
Estas
objecioncs hacen alusi( m a
una
falul in b.l-sica en los supues
los de la teoria aterca de la formacion de cla"es : no podemos asumir
que el socia lism a es la base
natural
para
la movilizacion de los
asala-
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 8/80
36
(;\):-\ 1'1\
l - : S I I ; ; ; - : \ ~ I n : I { S I < ~
riados. De heche, las condiciones bajo las cuales los
trabajadores
se
hacen
socialistas
tod
avia no e
st
an debidamente documentadas.
Historicamente, las bases organizativas naturales de
la movilizacion
obrera eran comunidades precapitalistas, sobre todo los gremios,
peru
tambien
la Iglesia. la
etnia 0
la
lengua. Una referencia
facil a la falsa
conciencia no
explicara por que
los
trabajadores holandeses, italianos
o
americanos contimian
movilizandose alrededor de
principios
no so-
cialistas.
EI dominic del socialismo en la clase
trabajadora sueca
es
un
rompecabezas tan
grande
como 1 es el dominio del confesionalis
mo
en
la
holandesa,
La tercera objecion,
y quiza
la mas fundamental,
tiene
que ver con
la vision
lineal
del
poder en este
modelo. Es problernatico
sostener
que un incremento
numerico
de los votes, de la sindicalizacion,
0
de
los
escanos, redundara
en
mas Estado
del
bienestar. Prime
ro,
para
los
partidos
sociali stas, aSI como
para otros partido
s, el
umbral
magi
co del 50
por
ciento p.,..a las mayorias
parlamentarias parece
practi
carnente
insuperable
iPrzeworski. HIR5J Segundo,
si los partidos so
cialistas representan a las
clases
trabajadoras
en
el
sentido
tradicio
naI, esta claro qu nunca
tendran exito
en gil proyecto. En muy pocos
casas
la
clase obrera tradicional ha
sido
numericamertte mayor itaria
y su papel
se
estn
haciendo
rapidamente
marginal.'
Probablernente, la forma
mas prometedora
de resolver el
problema
combinado de la
linealidad y
del
caracter minoritario
de 1 c1ase obre
f se encuentra en las
recientes
aplicaciones de la tesis pionera de
Barrington Moore sobre la coalicion de clases
para
la transformacion
del Estado moderno (Weir
y
Sckocpol, 1985; Gourevitch, 1986; Esping
Andersen,
1985a; Esping-Andr-rsen
y Friedland.
1982).
Asi
los ortge
nes
del cornpromiso
keynesiano
con el pleno empleo
y de
la
construe
ci6n soci aldernocrata del
Estado
del
bicnestar
se
atribuyen
a In
capaci
dad
delos
rnovimientos de una clase obrera
mas
0
menos fuerte
para
Jorjar una alianza politica con
las
organizaciones de los agricultores;
adernas, se puede
argumentar que
la
perrnanencia
de
la
socialdemo
cracia en el poder
ha
Ilegado a de pender de la formaci6n de una coali
ci6n entre la nueva clase obrera y los trabajadores no
manuales.
• Obviamt'nte, e ~ L o no es un problt'ma R610 para hip()Lesi s pariamenLnri1.l bat'udu en la
clase; f 1 marxismo e.;tructu ralista.se enfrenLa can el mismo problema
~ ~ p ~ ~ s
caracten8Llca,:; de las nuevas
cla8f 8
mem..'ls.
Si Lal
especificacion no
consi(.,'Ue
d ~ m o s L r a r
que consliluye uno nueva c1ase obrera, o m h a . ~ varianLps de In Ll'oria
marx isLa
se en-
frentan con problemas senos {aunque no idenllCOSJ.
1.(ISTlWS :\ t::\l ltlS
IlEI.
~ S L \ I ) J IIEI. 1 l 1 1 · . \ ~ S I M ~
:J7
EI
enfoque
de la coalicion de clases tiene virtudes
adicionales.
Dos
paises
como Austria y Suecia pueden tener puntuaciones
sirnilares
en
variables
relativas
a la rnovilizacion de Ia
clase obrera
y.
sin
embargo,
tener resultados de politica
altnmente
desiguales. Esto se puede ex
plicar por las diferencias
en la historia de la forrnacion de la coalicion
en los dos paises: la consecucion de la hegcmonia socialdernocrata
sueca
provicne
de su capacidad de
forjar
la
famosa
alianza
roja-ver
de con los agricultores; Ia desventaja
comparntiva
de los
socialistas
austria
cos se debe al status de gueto
que
se les
asigno en
virtud
de
la
captacion
de las c1ases rurali-s
pOT una
coalicion conservadora (Es
ping-Andersen y
Korpi. 19R4J.
En resumen,
tenernos
que pcnsar en terrninos de relaciones
socia
les, no solo en categorias sociales. Mientras
las
explicaciones estructu-
rales funcionaJistas
ide
ntifica n
resultados
convergentes de
los
Estados
del
bienestar y
los
paradigmas
de movilizaci6n de
clases yen
grandes diferencias, peru distribuidas linealmente,
un
modelo interac
tivo, como el
del
enfoque de la coalicion, dirige la
atencion hacia
dis
tintos regimenes
del
Estado
del
bienestar.
lQUE ES EL ESTADO DEL B1ENESTAR
Cada paradigma
teorico
debe definir
de
alguna forma
el Estado
del
bienestar, lComo sabernos
cuando
y
si
un Estado
del
bienestar
responde funcionalmente
a
las
necesidades
del
industriahsmo 0
a la
reproducci6n
y
legitimacion capitalist.a? Y i,c6mo
identificamos un
Estado
del
bienestar que corresponda
a
las demandas que pueda
te
ner una clase obrera movilizada? No podemos sorneter a prueba argu
mentos opuestos a rnenos que
exista una
concepcion com
partida,
co-
rmin, del fenorneno que se trata de explicar.
Un notable
atributo
de
toda
la
literatura
es
su
falta
de
auteritico
interes
por el
Estado
del bienestar como tal. Los
estudios
sobre el
Estado
del
bienestar han estado motivados por inquietudes teoricas
acerca de otros fenomenos, tales como el podcr, la industrializacion
0
las contradicciones capitalistas;
generalmente.
el Estado del
bienes
tar ha
recibido
escasa atl'llcitln
conccptu d
por
si mismo.
Si
los
Estados del bicnestar son distintm:i, i.en que : ;e diferencian? Por otra
parte. lcuando existe
de verdad un
Estado
del hienestar? Esto
vuelve
a dirigir nuestra atenci6n a la
pregunta
original:
lque
es el Estado
del
bienestar?
Una definicion normal de manual es
que
eL
Estado
del bienestar im
plica
una
responsabilidad
estatal para asegurar
unos minimos basieos
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 9/80
38
(a);-;T.. '":Sl'ISl;p.'\
I > V l \ ~ F : \
de proteceion social
para sus
ciudadanos. Tal definicion
evita
el prohle
rna de si las pohticas sociales son
emancipatorias
0
no,
de
si
ayudan
a
legitimar el
sistema 0
no; de si contradicen
0
auxilian a los procesos del
mercado: por
otra
parte, i,que
se
quiere
decir en
realidad
con In nocion
de "basicos"? GNu serta mas apropiado cxign- un Estado del bienestar
que satisfaga algo mas que nucst.ras necesidades basicas
0
minimas de
proteccion social?
La primera generacion de estudios comparatives ernpezo con este ti
po ae
conceptualizacion.
Asumian, sin
mucha
reflexion, que e) nivel
de gasto social refleja adecuadamente el compromise del Estado con el
sistema
de
bienestar.
La intencion teorica no
era
en
realidad
lIegar a
una cornprcnsion
del
Estado
del
bienestar,
sino
mas
bien someter a
prueba
la validez de modelos teoricos opuestos en el
marco
de la econo
rrua pohticn. Al
ordenar
los
parses
en relacion con el grado de u r b ~ i z a -
cion. pi nivel
de
crecimiento
econ6mico
y la proporcion de personas rna
yores en In cstructura demorrrafica. sc creta
que
las
caracteristicas
esen
dales
de la modcrnizucion industrial estaban consideradas dehidamen
teo
Por
otra
parte. las
teorias
basadas
en el poder
cornparaban
los
paises
segun la Iuerzn de
sus
partidos de izquierda
0
segun la capacidad de
movilizucion de sus elusos nbreras.
Los resultados de la primeru generacion de comparativistas son difl
ciles de evaluur, purque no hay nuda convinccnu- para
ninguna
teoria
en particular.
El
escaso numero
de parses
para
establecer compuracio
nes restring» cstadisticamonte ol nurru-ro do variahlcs que so pucde exa
minar
al mismo liempo. Asi. wando
C u t r i ~ h t (965) 0
Wilensky 11975)
encul'ntran
qlit' el nivel e('on6miC'o, con sus corn'latoH dt-'mowaficos y
burocnl.ticos.
cxplirall
J.,rran parte dl'
las
vari:ll.:iOJH S dl'l Estudo tip) hie
nestar en los "palses ricos", no
incluyen mcdidas
relcvantes
de
la movi
lizaci6n de Ja clnsc
ohrpra
0 d('! g-rHdo dl' ap('rtura dt· In l'COllomla. Sus
conclusiones a favor del enfoque de
una
"16gica del industrialismo"
son,
por
10
tanto,
dudosas.
wando HewitII1977), Stephens
11979), Korpi
(1983), Myles (1984a) y Esping-Andersen (1985hl descubren
una clara
evidencia
a favor de la tesis de la movilizacion de In clase obrera
0
cuan·
do Schmidt (19B2; 1983)
enl'ucntra
apoyo
para
un ruzonamiento neoeor
porativista y
Cameron
(19781
para
uno de
apertura
economica.
10 hacen
sin
un amilisis compJeto de posibJes expJicaciones
alternativas.
7
7 ESLa
bibliografia ha sido rellisada con gran
delalJe
p< r
vanO/oi HuWres. Vease,
por
ejemplo, Wilensky
PI ol (}985).
p<lra
('lIlllu;Ll"iOlli'S ('xce pnlps
Y mas
crilicas, vense
Uusitalo
(1984),
Shalell
9 ~ a l
y
Skocpol
y Alllcnlll
t
J9Hlil.
•
•
(
,
\.
/.(J;-i
T <'t:s .\H·:\[lO;- j l ~ : L ~ : : ; T : \ I H . 1 ) ~ L j : H : \ F ~ r . \ 1 t
:J9
La mayor-in de estes estudins pretender. cxplicar el Estado
del
bie
nestar: sin
emhargo, su enfoque
centrado
en el gusto
puedc
ser erro
neo. Los gastos son epifenornenicos a Ja sust.antividad teor-ica de los
Estados
del
bienestar. Adsmas,
la
perspectiva
lineal
ctasificatoria
(mas 0
rnenos poder, dernocracia
0
gasto) contradice el concepto soeio
logico de
que
el poder, la
democracia
0 el
bienestar son fenomenos
que se encuentran relacionados y est.ructurudos. AI
clasificnr
los
Estados
del
hienestar segun
el
gasto,
asumirnos
que
todo el
gasto
se
considera por igual. Pero
algunos Estados
del bienestar, por ejemplo
eI austriaco,
gastan
una gran cantidad en subsidies para
funcionarios
privilegiados. Esto no es
]0 que normalmente
considerarfarnos un
comp romiso con In solidaridad Y J ~ < : i u d a d a n i u
s--W:iaL
Otros gastan
desproporcionadamente en
asistencia
social can
comprobacion previa
del derecho a recibirla. Pocos analistas contemporannos
estarian
de
acuerdo en
que una
tradicion reforrnadu de
ayuda
u los pobros
puede
ser
consi
de
rada
Como un
compromiso
del
Estado del bienestar.
Algunos
paises.invierten cantidades enormes
en proteccion fiscal
1m
forma
de
desgravaciones
para
los
planes
privados
de
pensiones
de los
que se
beneficia
principalrnento la clast:'
media. Pero estas
deduccio
nes en los irnpuestos no aparecen en
las
cuentas de
gastos
-.En
Gran
Bretana, el gasto
social
total ha crecido durante el periodo Thatcher,
aunque
ello se debe
principalmento
al
increrm-nto
del desempleo. EI
escaso gasto en algunos
programas
puede s i g n i l 1 { ~ a r un Estado del
hienestar
comprometido
mas
soriumonto con "I
pleno empleo,
Therborn
(1983)
est,; en 10
cierto
wando sostiene que
debemos
partir de
un-concepto de la estructura del
Estado.
i,Cmiles
san
los cri
terios con los que deherlamos juzg-ar si. y l'U<llldo, un Estado e:-:i un
Estado
del
hienestar' Hay trcs enfoques sohn' esta cuestl6n.
La pro
puesta de Therhorn es C'mpezar con la tran:-;f{]rmarion
historica de
las
activid utc_s Estadu. En un
auttmticu
Estado del Olenestar,
por
10
menos la
mayoria
de
las actividades
rutinarias de cada dia
deben
estar dedicadas a atender Jas
neccsidades del
bienestar
social
de
sus
hogares. Este
criterio tiene ronspcuencias
nl
largo alcance. Si
medi
mos simplemcnte la
actividad
rutinaria en t ~ r m i n o s de gastos
y
de
personal, el
resultado
es
que
ningtin
Estado puede
ser
considerado
un
verdedero
Estado
del
bienestar hasta
la
decada
de los 70 y
algunos
de
los
que
nosotros clasificamos
normalmentc
como
Estados
del hienes
tar
no
pueden ser
calificados como
tales porque
la
mayoria
de
sus
ac
tividades
rutinarias ataiien a
Ja defen:sa, a lu Icy
y
el orden, a la
ad
ministracion
y a otras
actividades similares
(Therborn.
1983).
Los
cientificos
socifles
han
aceptado
dema.siado
nipidamente
la
autopro
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 10/80
40
41
a ::,T:\ r ~ P I N G · \ ~ I E H S r N
clarnacion de
Estado
del bienestar de algunos paises. T'ambien han
concluido con
demasiada rapidez que
si se
han
introducido los progra
mas sociales estandar, ha nacido el
Estado
del bienestar.
r
El segundo enfoque conceptual procede de la diferenciacion
clasica
de Richard
Titmuss
(1958) entre
Estados
del bienestar
residuales
e
: i n ~ t u c i o n a l e s En los prirneros, el Estado asume la
responsabilidad
I
olo
cuando
falla la
familia
0
el mercado; procura
limitar sus
obliga
cionesa los grupos sociales
marginales
y necesitados. EI segundo mo
. Be· dirige a toda la poblacion, es
universalista
y abarca un com
romiso ins titucionaliz ado de protecci6n social. En principio, exten
dera los compromisos de
bienestar
social a todas las areas de
distri
~ u c i o n que son esenciales para el
bienestar
de la sociedad.
EI enfoque de
Titrnuss
ha
inspirado
una variedad de nuevos desa
rrollos en
la
investigacion
comparativa
del
Estado
del bienestar
(Myles, 1984a; K o r p ~ 1980;
Esping-Andersen
y Korpi, 1984; 1986;
. Esping-Andersen. 1985h: 1987bl. Se trata de un enfoque que fuerza a
1108 investigadores a trasludarse desde la caja negra de los
gastos
al
: contenido de los
Estados
del
bienestar:
program
as especificos
frente
a
program
as universules. condiciones
para
SCT benoficiario.
calidad de
\ los subsidies y de los servicios. quiza 10
mas
importante hast.a que
punto "I ernplco y In vida labora] estan siendo integrados en la .; m
pliacion por el
Estado
de los
derechos
de ciudadania. EI paso a las
ti
\
IpoTogias del
Estado
del bienestar hace que
las
clasificaciones lineales
Isimples sean dificiles de
sostener.
Conceptualmente, estamos cornpa-
tando tipos de Estados que son categorialrm-nte diferentes .
EI
tercer
enfoquc consiste en seleccionar
teoricamente
los criterios
co"ilfos cuales se juzgan los tipos de
Estados
del bienestar. Esto se
puede
hacer midiendo los Estados del bienestar reales en relacion a
un
modelo
abstracto
y clasificando consecut'lI(pmente los
programas
concretos 0
la
totalidad
de los
Estados del
bienestar (Day
1978;
Myles, 1984a). Pero este enfoque es ahistorico y no capta necesaria
mente
los ideales 0 los proyectos que los actores historicos
pretendian
realizar
en
sus
esfuerzos por
lograr
el
Estado
del
bienestar.
Si
nues:
tro objetivo es poncr a prueba
teorias
causales que implican actores,
deberiamos empezar por las exigencias que fueron real mente promo-I
vidas por aquellos actores que considerarnos criticos en la
historia
del
desarrollo
del Estado del
bienestar.
Es dificil imaginar
que
aI-I
guien se esforzara por ampliar el gasto
p r
se J
l OS T I { r : ~ n
UNnos DEL
r:STAI>l l
DEL l m : \ j ~ : S T : \ H
UNA REESPECIFICACION DEL ESTADO DEL BIENESTAR
Pocas personas
pod ran discrepar
de la p ropos ici on de T.H.
Marshall
( 1950) de que la ciudadania social constituye la
idea
centra]
de un Estado del
bienestar.
Pero hay que
dar
un
mayor
contenido a
este
concepto;
sobre
todo, debe
irnplicar
la conccsion de los
derechos
~ o c i a l e s Si se da a los derechos sociales el status legal y practice de.
los derechos de propied ad, si son inviolables, si se conceden en base
a la ciudadama y no al comportamiento real, supondran
una
desrner
cantilizacion
del status de los
individuos
con relacion al
mercado.
Pero el concepto de
ciudadanin
social implica tarnbien la
estratifica
cion social: el
status
de
alguien
como ciudadano cornpetira 0 incluso
reernplazara
a su posicion de clase.
EI
Estado
del bienestar no
puede
ser
entendido
solo en terrninos de
, los derechos que concede. Tambion debernos tener en cuenta como las
actividades del Estado cstan cnt.relazadas cn < provision social
on -
;
las
del mercado y el papal de la familia.
Estos
son los
tres
principios
j fundamentalos a los que hay que dar un mayor contenido notes de
~ a c e r ninguna especificacion
teor
ica sobre el Estado del
bienestar.
>
Derechos y
desmercanttltzaeion
En las
sociedades
precapitalistas, pocos tr.rbajadores eran
estric
tamente
mercancias,
en el
sentido
de que
su supervivencia
dependia
de la
venta
de su fuerza de trabajo. AI transforinarse los mercados en
universales y hcgemonicos, es
cuando
el bieru-star de los individuos
viene a depender
enteramente
del circuito monetario. EI despojar a
la sociedad de las
capas institucionales que garantizahan
la reproduc
cion social
fuera
del
contrato
laboral,
significo la conversion de los in
dividuos en mercanctas, su mercantilizacion. A su vez, Ia introduccion
de los modernos
derechos
sociales implica una
perdida
del status de
mera mercancia. La desmercantilizacion se produce cuando se presta
un servicio como un asunto de derecho y cuando una persona puede
ganarse
la vida
sin
de
pender
del mercado,
La mera presencia de la
asistencia
0
seguridad
social
puede
que no
produzca necesariamente una desrnercantilizacion irnportante si es
tas
no liberan sustancialmente a las personas de su dependencia del
mercado. La
ayuda
a los pobres con
cornprobacion
de medios de vida,
posiblernente ofrecera una
red
de
seguridad
en ultima
instancia. Pero
si los subsidios son bajos y
estan
asociados a un
estigrna
social, el Si8
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 11/80
lal:-iTA
E : - i I ' I : \ l : - A : \ , n : W ' ; ~ : ; \
tema de ayuda empujara a purticipar en el
rncrcudo
a todos
rnenos
a
los
mas
desesperados.
Precisamente
ese fue el proposito de
las
leyes
para pobres del siglo XIX en la
mayoria
de los parses. De un modo pa
recido, la
mayoria de los primeros
programas
de
seguridad
social fue
ron
dcliberadarnente
proyectados para
maxi
mizar In
partieipacion
en
el mercado labora l (Ogus, 19791.
No
hay nuda
de
que
In
desmercantilizacion ha sido un
asunto tre
mendamente
discutido en el desarrollo del
Estado
del
bienestar;
para
el mundo del
trabajo,
ha sido sivrnpre prioritaria. Cnando los trabaja
gores
dependen
por completo del mercado , es diftcil que se movilicen
para
ucciones
sohdarias. Puesto que sus rccursos reflejan las desi-
gualdadcs
del mercado,
aparecen las
divisiones entre los
que
es tan
dentro
y los
que
estan fuera,
haciendo
diftcil la formacion de movi
mientos obreros. La desrnercantj lizacion refuerza al
obrero
y
debilita
Ia autoridad absoluta de los ernpresarios. ustamente por
esta
razon
es por 1 que los empresarios-se han
opuesto
siempre
ala
desrnercan
tilizacion,
Los
derochos
de desmercantilizaci6n
Be
han desarrollado de
dife=- :
rentes formas en los Estados del
bieriestar contemporaneos.
En los i
Estados
del
bienostar
en donde
predomina
la
asistencia
social, los de- ;
rechos no
estan
tan vinculados al comportamiento Iaboral como a una
I
necesidad
manifiesta. Sin
embargo, la cornprobacion de
las
necesida-
des y los tipicos subsidios escasos sirven para
reducir
el efecto des
mercantilizador. Por eso, en los paises en donde este modelo es el do- ,
minante (principalrnente en los paises anglosajones), el resultado es :
realmente el fortalecimiento del mercado, puesto
que
todos excepto
aquellos que fracasan en el rnercado seran
animados
a contratar pla- \
nes privados de proteccion social. :-;
Un
S KUndo
modelo
dominante
d"fi"nrl" la ,guridad social statal
obligatoria con derechos reconocidos
bastaute
grnndcs. Pero, de nuevo, '
esto puede que no asegure
automaticarnente
una desmercantilizaci6n
sustancial, puesto que esto
depende
en gran
medida
de las normas,
que
regulan
los
subsidies
y los que tienen derecho a ellos. Alernania
fue la pionera en la
seguridad
social, pern se puede decir
que
durante
la
mayor
parte del siglo apenas ha
aportado nada
en la
linea
de la
desrnercantilizacion a traves de sus programas sociales. Los subsidios
han dependido casi total mente de
las
aportaciones y,
por
10 tanto,llel
trabajOy del empleo, En otras palabras, no es la mera presencia de un I
LOS
~ 1 ' ~ l l l ) S n ~ : S T : \ P ( ) ] ~ : L
1IIE\FST,\I{
4:
-
EI tercer modelo dominante de bienestar social, esto es, "I
tipo
'
Beveridge de subsidio a los
ciudadanos, puede .iparecer
a
primera
vis
ta como el
mas
desrnercantilizador. Ofrece un subsidio basico e igual
para todos, independientemente de sus actividadesv
aportaciones
y
rcndimiento
previo. En efecto, puede
ser
un sistema mas solidario,
pero no necesariamente desmercantilizador, dado que
raras
veces ta
les
esquema han
sido
capaces
de ofreeer
subsidies
de
tal
nivel
que
provean a los beneficiaries
de
una alternativa real
a trabajo.
.....
En la practica, los
Estados
del bienestar
desmercantilizadores
son
de fechas muy recientes. Una definicion minima debe irnplicar
que
los
ciudadanos
pueden
decidir
libremente
y
sin una
potencial
perdida
del
ernpleo, de los
ingresos 0
de la seguridad social, dejar de trabajar
cuando 1 consideren necesario. Teniendo en cuenta esta definicion,
podrtamos, por ejernplo, exigir un seguro de enfermedad
que
garanti
zara a las personas unos subsidies equivalentes ul salario normal y
el derecho a la
baja
laboral con un minimo informe medico y por el
tiempo que la persona estimara ,necesario. Mcrece la pena resnltar
que
estas
condiciones son las que
norrnalmcnto
disfrutan
los
funcio
narios, profesores de
universidad
y los trabajadores no manuales de
mayor nivel. Habria que exigir
algo
similar para las pensiones, permi-_
sos por
maternidad,
perrnisos por
estudios
y
seguros
de desempleo.
Algunos parses se han acercado a estos niveles de desrnercantiliza-"
cion, pero s610 hace poco y en muchos casos con impor tantes excepcio
nes.
En
casi todos los paises, a final es de la decada de los afios 60 y
comienzos de la de los 70, los
subsidies
se elevaron hasta
igualar casi
los
salarios
normales. Peru en muchos
parses.
en caso de enfermedad
se requiere todavia,
por
ejcmplo, un certificado medico puntual; en
otros, el
reconocirniento
del derecho dcpende de largos periodos de es-
pera de hasta
dO
scrnanas y
adcrnas.
en
algunos, la
duracion del de
recho es muy corta. Como se vera en el
capitulo
2, los
Estados
del bie
nestar escandinavos tienden a ser los
mas
desmercantilizadores y los
anglosajones los menos.
EL ESTAIJO ImL IlIENESTAR COMO
liN
SISTEMA DE r:STltATIFICACJ(JN
A pesar de Ia importancia que se confiere a
la
relacion existente
entre ciudadania y clase social tanto en la economia clasica como en
la obra pionera de T.H. Marshall,
esta ha
sido descuidada
tanto
teo
derecho social, sino
las reglas
correspondientes ),Jas precondiciones,
rica como empiricamente. Por
10
general, 0 bien se ha asumido el pro
t
las que
dictan hasta
que
punto los oro ramas rlcl bienestar social
I blema
(se ha
dado
por sentado
que
el
Estado
del bienestar
crea
una
[ ofrecen autenticas alternativ:1s a la d c p l n d l ~ l l l i a del mercado.
J
sociedad
mas
iguaJitaria
0
se ha ahordado estrictamente en terminos
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 12/80
45
4
\..;\..l - :T:\
~ : ~ I I S ( i · : \ ; ; I ) E H : - ; ~ : : - - :
de distribucion de ingresos 0 en
terminoa
de si la educacion fomenta
la movilidad social ascendente. Una cuestion que pareee todavia mas
basica es que clase de sistema de estratificacion es cl que promueve 18
politica social. El Estado del bienestar no es solo un mecanisme que
interviene en Ia
estructura
de la desigualdad y posiblemente la corri
ge,
es
un
sistema
de
estratificucion
en
sf mismo, es
una fucrza activa
en el ordenamiento de las relaciones sociales,
- . Podemos
identificar
facilrnente los sistemas alternativos de estra
tificacion insertados en los Estados del bienestar de una forma com
parativa e historica. La tradicional ayuda a los pobres y su variantel
contemporanea, la ayuda social
para
los que se comprueba que no tie
nen medics,
Iueaisenada
evidentemente con propositos de estratifi-I
cacion. AI castigar y
estigmatizar
a los destinatarios,
se
fomenta la
dualidad social, 10 que
ha
constituido un
importante
blanco de
los,
ataques'Bel movimiento de los trabajadores.
.J
El modelo de seguridad social fomenlado por los reformistas con
servadores
tales como Bismarck y Von Taffe explicitamente era tam
bien
una
forma de politica de clases. De heche,
pretendia alcanzar
dos resultados simultaneos en terminos de estratificacion. EI primero
consistia
en consolidar
las divisiones entre
los asalariados
legis
lando
distintos program
as para los
diferentes
grupos de clast' y
status
ca-
da
uno
de los cuales
tenia
un unico y claro grupo de derechos y privi
legios
que
habia
sido disenado
para subrayar
la posicion social conve
niente para la vida de una persona. EI
segundo
objetivo era vincular
directamente la lealtad del individuo a la monarquia 0 a la autoridad
central del Estado. Ese fue el rnovil de Bismarck wando prornovio un
suplemento directo del Estado para el subsidio de jubilacion.
Este
mo
delo
corporativista
estatal fue seguido sohre todo en
parses
como
Alemania,
Austria,
ItaJia y
Francia
y condujo ron
freeuencia
a un Ia
berinto de fondos de scguros para grupos de
status
especificos.
EI
establecimiento
de
provisiones
para el bienestar social
que
favo
redan
espccialmente
a los funcionarios Beamten) fue de especial im
portancia en esta tradicion corporativista. Por una parte esta era
una
manera
de premiar la fidelidad al Estado y, por otra, era
una
for
ma de que se distinguiera el status social
cxtraordinariamente
eleva
do de este
rr.l R.o.
EI modelo corporativista de Ia diferenciacion de
sta
t u s
surge principalmente de la
antigua
tradici6n grernial. Los auto
cratas
neoabsolutistas
tales como Bismarck
vieron
en esta
tradicion
un medio para combatir a un movimiento obrero cada
vez mas
fuerte.
El movimiento obrero era tan host il nl modele corporativista como
al de ayuda a los pobres, en ambos casos por razon es obvias.
Sin em-
l.0S
uts ~ l L · N I l ( ) S IlU ~ : S T : \ \ ) o
HlEV: ;T.\H
bargo,
las
alternativas
adoptadas por los trabajadores al principio no
fueron menos problematicas desde el punto de vista de la unidad de
los trabajadores como una clase solidaria. Do manera practicarnente
general, el modele seguido al principio por los truhajadores
era
el de
mutuaJidades
autonomas 0
planes equivalentes de proteccion social
fraternal patrocinados por sindicatos
0
partidos politicos. Esto no es
sorprendente; obviarnente, los
trabajadores
desconfiaban de
las
refor
mas patrocinadas por un Estado
que
les era hostil y
veian
sus
propias
organizaciones no solo como
bases
de movilizacion de clase,
sino
tam
bien como embriones de un mundo
alternative
de solidaridad y de
justicia, como un microcosmos del refugio socialista que habia de He
gar. Sin embargo,
estas
sociedades microsocialistas
se
transformaron
con frecuencia en
problernaticos guetos
dasistas
que, mas que unir,
dividian a los obreros. EI ingreso en
estas
sociedades se
restringia ti
picamente a los estratos mas fucrtcs de
la clase
ohrcra y los mas
debi
les
que
eran los
que
mas proteccion nccesitnban-s- 10 mas probable
es que fueran excluidos. En resumen, el modelo de las sociedades fra
ternales frustro
el objetivo de la movilizacion de la clase
obrera.
La propuesta de gueto'' socialista fue un obstaculo adicional cuan-
do los
partidos socialistas se encontraron ellos mismos forman do go-
biernos y-ieniendo que
aprobar
las reforrnas sociales
que
habian pedi
do
durante lanto
tiempo.
Su
modelo de
bienestar
social
tenia que ser
reformulado como un
bienestar
social para el pueblo por razones po
liticas de forrnacion de coaliciones y de
una
solidaridad mas m p l i ~
De ahi que los socialistas llegaran a defender el principio del univer
saJismo; inspirandose en los liberales, su prograrna se diseno de una
manera caracterrstica siguiendo el modele de Beveridge de financia
cion
de
unos ingresos generales junto
con
cl dernocratico impuesto
proporcional.
EI sistema universalista
promueve la igualdad de
status
como
una
alternativa a la ayuda a
IOH
que sc comprueha que no tienen medios y
a la seguridad social
corporativista.
Todos los ciudadanos estan dota
dos de derechos similares, con independencia de su clase de su posi
. cion en el mercado. En este sentido, el sistema pretende cultivar la
solidaridad por encirna de
las
clases,
una
solidaridad
para
toda la na
Cion. Pero la solidaridad del universalista impuesto proporcional su
pone UDa estructura de clases
historicarnente
peculiar, en
Ia
que
la
inrnensa
mayoria de Ia
poblacion
es consid erada como gente
senci
lla , para
la
cual un modesto, aunque i g u l i l r i ~ s i i o
puede
ser
considerado suficiente. Donde esto ya no vale, como ocurre con la ere
ciente prosperidad de la c1ase
obrera
y el desarrollo de
las nuevas
c1a
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 13/80
46
47
t;\J,sTA ~ ; S P N t ; - A N l n : I { S l : N
ses medias, el uni
versalisrno
del irnpuesto proporcional promueveun
u a l i s m ~ i : 1 ~ o 1 . ~ ~ . a _ ~ ~ ~ _ t e ~ ~ Q g r q u e n i S · p e r 8 o n i i s · p u a i t : . ~ . ~ ~ s s di'fi-
..8en a los seguros privados y a la negociacion de beneficios adicionales
para-'comple'meiitarla-mode·sta igualdad de 10
que
vienen a conside
rar niveles habituales de proteccion social. Donde se
desarrolla
este
proceso (como en Canada 0 en Gran Bretana), el resultado es que el
rnaravilloso
espiritu igualitario se transforma en un
dualisrno
similar
al de la asistencia social publica: los pobres confian en el
Estado
y el
resto en el mercado
No s610 el modelo universalista,
sino
de
hecho todos
los
modelos
de
Estado de bienestar
historicos
se han
enfrentado
con el dilema de los
cambios en Is
estructura
de clase Pero Ia
respuesta
a la
prosperidad
y a1 creclmlentO de la c1ase media ha sido variada, como tarnbicn 10
ha
sido
el
resultado
en
terrninos
de estratificacion social.
En
un senti:-I
do,
la
tradicion
corporativista
de seguros
estaba
mejor dotada
para
dirigir las nuevas elevadas expectativas del
Estado
del
bienestar,
puesto que el sistema que exisua pod
ria
ser rnejorado tecnicarnente
con
bastante
facilidad
para distribuir
subsidies mas adecuados.
La.J
reforma
de
las pensiones
de
juhi
lucion de
Adenaucr
de
1957 en
Alemania fue pionera a este respecto, Su declarado propos ito era res
tablecer las diferencias de status que
habian
sido
mermadas por la
incapacidad del
antiguo
sistema de seguros para proporcionar unos
subsidios adaptados a
las
expectativas,
Esto
se hizo simplemente pa
J
sando
de
subsidies graduados segun aportaciones
a
subsidies , ~ ~ u a
dos segun ingresos.isin alterar el
marco
de 1a diferenciacion del sta
tus-
social.
En
naciones
asistencia social l con un sistema
universalista
ti-
~ y ~ . r i d g e ,
la opcion era quien podia satisfacer de
forma
adecuada
las
aspiruciones
dt' la
dnsp
nu-din, si c l
merrudo
) «l Estado. De esta
eleccion
politica ~ ~ _ ~ K i ~ r o n
modelos alternatives.
l J D ~ r a c t e r i s t i -
co de Gran Bretana y de la mayor partr del mund9 aoglosaj6n, era
conservar un universalismo estatal esencialmente moderado y perrni
til' ue el mercado imperara en los estra tos soclaJes en expans16n
que
pedian un
sistema
e ienes ar socIa
superior,
Debido al poder pom;::
co de
tales grupos,
el dualismo
que
aparece no es
simplemente
entre el
Estado y el mercado, sino tarnbien entre formas de transferencia de
bienestar; en estos parses, uno de los componentes del gasto publico
que ha
crecjdo
m s rapjdamente.son.w. jiubSidios para los asi llama:_
dos
planes
de
b i e ~ ~ a r _
so£iales "privados", Y el c ecto politico caracte
!,!sbco es el desl:aste_del apoyo de la cbse media para 10 que es cad a
vez menDs un Ristema de transfercncia univcrsaJista del sector publico.
l.OS
Mn;lIt1SPEL
J':STt\l)o IH:I. HII,\I','-, l
,\1{
Pero otra alternativa ha
sido buscar
una smtesis de universalismo
y de adecuacirm fuera del mercado,
Este
camino se ha
seguido
en
pai
ses en los que, por obligacion 0
por
legislacion, el
Estado
incorpora a
las nuevas clases medias dentro de un
lujoso
segundo nivel, univer
salmenjeinclusivo,
con una disposicion de seguros relacionada con
losingresos por
encirna del igualitario impuesto proporcional. Suecia
y
Noruega
son
dos
ejemplos destacados.
Esta
solucion
reintroduce
la
('
IJ
desigualdad de prestaciones al ;:arantizar subsidies adapt ados a las ~
expectativas, poro,
efectivamente, bloquea al mercado. POl' eso tiene
exito en mantener el universalismo y
tambien,
por consiguiente, el
grado de consenso politico que se necesrta para preservar un apoyo
amplio y solidario para los elovados impue .tos que tal modelo del
Estado del
bienestar dernanda.
Los I .ECIMENEH DEL ESTADO DEL BIENESTAH
Cuando estudiarnos
las variaciones internacionales en los dere-
chos sociales y en la estratificacion del bienestar, encontrarnos orde-
namientos cuaIitativaOle 'ferentes entre Estado, mercado y fami-
ia. Por tanto,
las
variaciones que eneontrarnos el
Estado
del bie
nestar no
se
distribuyen linealmente, sino que
se
agrupan segun los
tipos
de regimen,
En un grupo, eneontramos el Estado del bienestar
"liberal",
en el
que predominan la
ayuda
a lo;qlle
se
compruehn que no
henen
me-
dios,
las
transferencias
universules
rnodcstus
0 los planes modest
os
de seguros sociales. Los subsidies favorecen principalmente a una
clienteia con ingresox bajos, gcnl'ralllH.'nh· d(' clnse obrera, depen
dientes del Estado. En este
rnodelo, el
progreso de
la
reforrna social
ha
sido circunscrito rigurosurnente
por
normal tradicionales y
libe
rales
de lu
etica
del
trabajo; uqui
los
hrnites
de la
prnteccion social
igualan a lu propension
marginal
a optar poria ayuda social en vez
del trabajo. POl' consiguiente, las reglas para estes derechos son cs-
trictas y a menudo
estrin
asociadas a un estigma; los subsidies. por 10
general,
son modestos.
A su vez, el Estado estimula cl mercado, bien
pasivarnente
-garantizando
s610 un minimo- 0 activamente -dan
do subsidios a
planes
privados de
proteccion
social.
La consecuencia es que estc tipo de regimen minimiza los efedos
de desmercantilizacion, limita con efeetividad el alcance de los dere
chos social es y construye un orden de estratificaci()11 que cs una mez-
cla de
una relativa igualdad
de pobreza entre los beneficiarios de la
protection
-si l:j-al.
de un hlenestar
~ i a l
para mayorias diferenciado
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
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49
H
)STA I :SI I
Nl
;-I N H-:HSI :N
por
el mercado y un dualisrno politico de clase entre los dos. Los
ejern
plos arquetipicos de este modelo son Estados Unidos, Cannda y Aus
tralia.
Un
segundo t
ipo de regimen
agrupa
a
naciones Como
Austria
Francia, Alemania
e
talia.
En
este
caso, el
legado his
tor-icc corpo
rativista estatal fue elevado para
atender a la nueva
estructura
"postindustrial"
de clases.
En estos Estados
del
bienestar
conserva
dores
y
fuertemente "corporativistas",
la
obsesion liberal por
la
efi
cacia del mcrcado
y lu
rnercantilizacion no
rue
nunea
importante y.
como tal, Ia concasion de derechos
saciales
apenas ha sido un tema
seriamente
contestado. La
que
predominaba era la
conservacion
de
las
diferencias de status; por 10
tanto,
los dereehos fueron vincula
dos a la clase y al
status
social. Este corporat ivismo fue
subsurnido
bajo
una
estructura
estatal perfectamente preparada
para
despla
zar
al mercado Como
proveedor
del bienestar social;
de
aqui
que
los
seguros
pa r
ticulares
y
los
beneficios adicionales
en cl empleo
juga-
ran
de hecho
un papel marginal. Por otro
lado, el
enfasis
del
Estado
en
elevar las diforcncias
de
status
significa
que
su
impacto
redistri
butivo es insignificnnt«.
Pero,
en gpneral, los
regiruenes corporativistas
estan tarnbien
con-
formados por In Iglesia y, por
eso,
estrin fuertemente cornproruetidos
con la conservacion de la familia tradicional. La
seguridad
social
sue.
Ie excluir a
las rnujeres
que no trabajan y los
subsidios
familiares es
tirnulan la maternidad. Los
centres
de
dia
y
otros
servicios de ayuda
familiar
similares
estan cluramente subdesarrollados;
el principio de
la
"subsidiaridad" sirve para destacar
que el Estado
intervendra
sola
mente
cuando se acabe la capacidad de la familia para atender a
sus
rniernbros.
El tercero, y
sin duda
el
rnris rcducido, cs
cl
grupo
de reglmenet
compuesto por aquellos paises
en los
que
el principio del
universalis
r
y la desmercantilizacion de los derechos sociales
se han
extendido
tam
bien a las
nuevas clases medias.
Podemos llamarlo el
tipo
de regi
men socialdernocrata , puesto que en estos paises la socialdernocra
cia fue sin
dudu
In
fuerza doruinante
irnpulsora de In reforma social.
Mas
que
tolerar un dualismo
entre
Estado y rnercado, entre la clase
obrera la clase media, los socialdemocratas
buscaban
un
Estado
del
bienestar que
promoviera una igualdad en los
estandares mas
eleva
dos, no una igualdad en
las necesidades
minimas como se
buscaba
en
otros sitios. Esto implicaba, en primer lugar, que los servicios y pres
taciones se
eleva
ran
hasta unos
niveles equiparables
incluso
con los
gustos mas particularizados
de la
nueva
dase
media;
y en
segundo
1.llS
M\INDtIS llEL ESTA[)() nEL
I \ \ \ ~ S T \ H
lugar, que
la
igualdad
se
proporcionaria garantizando
a
los obreros
la
cornpleta participacion en la cali dad de los derechos disfrutados por
los
mas pudientes.
Esta
formula
se
traduce en
una mezcla de elevada desmercantili
zacion y de programas universalistas que, sin embargo. se
adaptan
a
expectativas
diferenciadas.
Asi, los
trabajadores rnanuales
llegan a
disfrutar
de
unos derechos
identicos a los de los
ernpleados
y funcio
narios; todos los
estratos estan incluidos
en
un sistema
de
seguro
uni
versal,
si
bien
los
subsidios
se
graduan
de acuerdo con los
ingresos
habituales. Este modelo fuerza al mercado y, consecuentemente,
construye una
solidaridad
fundamentalmente universal
a favor del
Estado del
bienestar.
Todos
tienen subsidios,
todos
son dependientes
y, probablemente,
todos
se
senti
ran obligados a pagar.
La
pohtica
de
ernancipacion del reg imen socialdernocrata
se
dirige
tanto
al mercado como a la
familia
tradicional. En
contraste
con el
modelo subsidiario-corporatista, el principio es no esperar hasta
que
se
agote
la
capacidad
de
ayuda
de la familia,
sino socializar priorita
riamente
los costes de la familia. EI
ideal
no es
maximizar
la
depen
dencia del individuo respecto de la familia, sino
las
capacidades para
la
independencia individual. En este senti
do, el modelo
es una
fusion
peculiar
de
liheralismo y socialismo, El
resultado
es
un Estado
del
bienestar
que
suministra las prestaciones directamente a los nirios y
se
responsabiliza directamente
del
cuidado
de los ninos,
de
los mayo
res y de los
necesitados,
Asf
pues,
se compromete con una
pesada
car-
ga de servicios sociales, no solo
para atender
a
las
necesidades
de la
familia,
sino tarnbien para permitir
que
las
mujeres
puedan elegir
el
trabajo
en lugar del
hogar.
Quiza
la
carateristica mas sobresaliente
del
regimen
socialdemocra
ta
sea la fusion de bienestar social y trahajo.
Esta sencillamente
obli
gado a
garantizar
al mismo tiempo el pleno empleo y a
depender ente
ramente
de
su
lagro.
Por una parte,
el derecho al
trabajo tiene una
ca
tegoria igual al
derecho
de proteccion de los ingresos,
Por otra
parte,
los
enonnes
costes del mantenimiento
de un sistema
de
bienestar
so
cial solidario,
universalista
y dusmc-rcantilizador
significan
que debe
minimizar los problemas sociales y maximizar los ingresos por
sala
rios. Obviarnente, como mejor se hace esto es con e mayor nurnero de
gente trabajando
y el
menor
nurnero posible de
personas
viviendo
de
transferencias sociales.
Ninguno de los dos tipos de regimen alternativos defienden el pie.
no
empleo
como
una parte integral
de
su compromiso
con el
bienestar
social.
Por
supuesto,
en la
tradicion conservadora
se
desanima
a
las
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
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50
51
:OS'1':\ tSI'INt;-ANIlEHSr:--<
mujeres
a que
trabajen;
en el ideal liberal, las cuestiones sobre el ge
nero irnportan menus que
la
pureza del mercado.
En los
siguientes capitulos mostrarernos que
los
Estados
del bie
nestar se agrupan, peru hay que
reconocer
que no existe un solo caso
puro. Los paises escandinavos pueden ser
predominantemente
social
democratas, pero
no
estan
libres
de
elementos Iiberales
cruciales.
Tampoco los
regimenes
liberales son
tipos puros, EI
sistema
de
segu
rid
ad social
americano
es
redistributivo,
ubligatorio y esta lejos de ser
actuarial.
Al
menus en su primera
formulacion,
el New Deal era tan
socialdernocrata como 1 era la
socialdemocracia
escandinava
coeta
nea. Y los regimenes europeos conservadores han incorporado tanto
impulsos liberales
como
socialdemocratas.
A
traves
de
las decadas,
se
han transform
ado en menus corporativistas y menus autoritarios.
r No
obstante
la falta de pureza, si
nuestros
criterios esenciales
pa
I
ra
definir
los
Estados
del
bienestar
tienen que ver con la calidad de
, los dererhos
sociales,
la estratificacion social
y
la relacion existente
entre
el
Estado,
el
mercado
y la familia,
obviamcnte
el
mundo
esta
!..£ompuesto por distintos
gTUPOS
de
rcgfrru-ncs.
Comparando los
Esta
dos del
bienestar
segun oscalas de mas
0
menos 0
( 11
reahdod. de me
jor 0
peor, obtendrernos
resultados
suruurneute erroneos.
LAs
CAUSAS DE LOS RECiMENES DEL ESTADO DEL IlIENESTAR
Si los
Estados
del
bienestar
se
agrupan
en
tres tipos
de
regimen
distintos nos encontramos ante una tarea sustancialmentc mas com
pleja de
identificar las causas
de
las diferencias
de los
Estados
del
bienestar. lQue
explican la
industrializacion, el crecimiento economi =-
co, el
capitalismo
0
la
fuerza
politica de la
clase obrera en
cuanto
a los
tipos de regimenes?
Una
primer2
respuesta
superficial
serra:
muy pcf
co. Los
parses
que
hemos
estudiudo son todos e llos
mas
0
rnenos
pare-
cidoscoll-respecto---a-[odas·
las
variables unteriores excepto en 10 que
- - s e ' r e f i e r e ~
a Ia
variable
de la movilizacion de la
clase obrera.
Y encon
tramos
movimiefifos
yparl
idos
detrabajadores muy podcrosos
en ca- .
da uno
de
los
tres
grupos. J
Una
teoria de los
desarrollos
de los Estados del
hienestar
debe re
considerar c1aramente
sus
supuestos
causales
si quiere
explicar sus
agrupamientos. Se debe abandonar la esperanza de encontrar una
unica fuerza causal; la tarea consiste mas bien en identiflcar los efec
tos
interactivos sohresaliente s. Basandonos en los
argumentus
prece
dentes,
tres
[act!',res
d ~ ~ t , > ~ r i , n seri'!'l 'ErtaJltesen
. ~ e c i a L l a natura ' ]
2 e z a _ d ~
_ m ~ ~ ~ l i z a c ~ o n de
las clases
(sobretodo de la
clase
obrera),
_ I a ~
I
T l u : ~ \ I l : S [ ) o : - ; lJFL F. iTAIJO
un
M I E S ~ ; . . \ H
e . s t r ~ c t ~ r a s
de e'!'!lici"n
do?
.Ia
clase I'0litica
y_cl legado historico de la \
institucionalizacion
del reglmlm.
- "-- --
Como hemos senalado, no hay en absoluto
ninguna razon convin
cente para creer que los obreros forjaran
una
identidad socialista de
clase de forma
automatic
a
y natural; tampoco es verosimil que
su mo
vilizacion
se parezca a la
sueca
en particular. La formacion historica
real
de los colectivos de la clase
obrera sera
diferente,
como
tarnbien
10 seran
sus a s p i r a c i o ~ l d e o T ~ ~ a
y capacidades politicas. Aparecen
diferencias fundamentales
tanto en el desarrollo del
sindicalismo
co
mo en el de
partidos
politicos.
LosSindicatos
1
pueden ser
de
una
rama de actividad 0 pueden perseguir objetivos mas universales
pue
den ser seculares 0
confesionales
y pueden ser
ideologicos
0 tener un
cariz estrictamente
profesional.
Sean
1 que fueren, afectaran
de
una
forma decisiva a
las demand
as
pohticas,
a la cohesion de
clase
y al al
cance de la accion del
partido
de los
trabajadores.
Esta
claro que
una
tesis
sobre la movilizacion de In
clase
obrera debe fijarse en la
es t
rue
tura de los sindicatos.
« La estructura de los sindicatos puede
0
no
reflejarse
en la forma
cion de un partido de los tnlblliadOl'l's,
Pcro,
~ . b i l j O
que condiciones
ca
be
esperar
ciertos
rcsul
tadoa
dvi
sistema de bicru-star a partir de
configuraciones
especificas de las partidos? Hay muchos
facto
res que
inciden
para
hacer
virtual
mente
imposible el
suponer
que
un
partido
obrero 0
de
izquierda
sera
capaz
de estructurar
un Estado
del bie
nestar
actuando
en solitario. Dejando aparte
las divisiones confesio
nales y otras, s610 bajo circunstancias historicas extraordinarias un
partido obrero podra encabezar
el solo
una mayorta parlamentaria
durante el suficiente tiempo como para imponer su voluntad. Hemos
serialado que
la
clase obrera
tradicional
casi nunca ha
constituido
una mayoria electoral. De
nqu i
se deduce que una teoria de
la movili
zacion de
clases
debe
mirar mas alia
de los
principales partidos
de iz
quierda. Es un hecho
historico
que
la
construccion
del
Estado
del
bie:
nestar
ha--aep.,ndido de la formaclOn
de
coaliclOncs politicas. La es
Iruetura
de las -coaliCionesaeClascesfiliiClio r i ~ 1 S ~ v a g u e J O s re
cursos de
p o d e ~ _ ~ e
cualquier
clase
por si f!:lisma.
. -
La aparicion de coaliciones-dc 'Clasea1ter"naiivas es t
a
determinada
en parte
por
la fornmcton de las dases.
En las
pnmeras fases de la
in·
dustnahzacion las clases rurales normalmente constituian el
sector
mas numeroso del electorado. Si los socialdemocratas querian una
mayo
ria
politica, se veian forzados a buscar aliados cn elias. Una de
las muchas
paradojas
de la
historia
es
gue
I!,s
clases rurales fueron
decisivas
para
el
futuro
del
s o c i a ~ ~ ~
Dande
la
economia rural es t
a
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 16/80
l:.
<a1S' '" ':S 'INI:-ANI)l';IlSEN
. a dorninada por
una agricultura
familiar, de
pequeno
tnrnano o in
tensiva
( I I
capital, el
potencial
para
una
ulinnzn c-ru
mayor que
dondc
oe
apoyaba
en
una
abundante
mano
de obra
barata.
Y
donde
los
agri
altores estaban articulados politicamente y
bien organizados
(como
<n Escandinavia), la
capacidad
para
negociar pactos
politicos era
.enormernente superior.
EI
papel
de
los
agricultores
en
la forrnacion de
coaliciones
y
por
{
. •nto en
el
desarrollo
del
Estado
del
bienestar esta
claro.
En
los pai
ses
nordicos, se
ohtuvieron las
condiciones
necesarias
para una am
,'/ia alianza
roja-verde
para lograr
un
Estado
del
bienestar
con pleno
npleo a carnbio de precios
agrarios
subvencionados. Esto
fue espe
-ialmente cierto en
Noruega y
Suecia,
donde la
agricultura
era
muy
precaria
y
dependia
de la
ayuda
del Estado.
En
los
Estados Vnidos,
el
ew Deal fue establecido con una coalicion
similar (fraguada por
el
nartido
Democrata), pero con la diferencia importante de que el sur,
con
su abundante
mano
de
obra, obstruyo un
verdadero
sistema
de
-
.guridad
social
universalista
y se opuso a
nuevas
mejoras
del
Estado
-I
bienestar.
Por
el
contrario,
la economia
rural
de
la
Europa
conti
'ental
fue
muy refractaria
a
las
coaliciones rojas
y
verdes. A
menudo,
\ .0ffiO
ocurria en Alemania
e Italia,
gran parte
de la agricultura re
lena mucha
mano de
obra; por
eso los
sindicatos
y los
partidos
de
:-1uierdas
eran vistos como
una amenaza.
Adernas, las
fuerzas
con
servadoras del
continente
consiguieron
incorporar
a los
agricultores
~ n t r o a alianzas reaccicnarias", ayudando a consolidar el aisla
iento
politico de los
trabajadores.
Hasta
despues
de la
Segunda
Guerra Mundial,
la
hegerno
nia
poli
c.ca
era
en su mayor parte una cuestion
de politica de
las
clasos
rura-
L
Por
10
tanto,
In
runstruccion
de los ";:-;tados del
hienes
ta r r-n
uste
r'riodo
estuvo
dictudu I'0r
aquella
fuerza
que cuptara
a los
agriculto
res. La
ausencia
de
una alianza
roja-verde
no significa
necesa riarnen
,. que
las
reformas
del
Estado
del bir-nestur
110 fuernn
posibles.
En
, -nbio, si
que
fue determinante en la seleccion de la fuerza politica
one
fue
dominante
en
su
diseno.
Gran Bretana
es una excepcion a ('s
k. regia general, porque la relevancia poUtica tie Ius clases r urulcs se
, 'siono antes del cambio de siglo. En
este
sentido, la logica de las co
r
~ c i o n e s
en
Gran Bretana mostro
en
una
fecha
temprana
el
dilema
con el
4ue
se
enfrentaron mas tarde otros paises,
a
saber,
que (·1
es
t.
ito
cada
vez
mas importante
de los
empleados constituye
el eje
I'ara
I . los Estados
del bienestarl
ayonas p o l i t i c a s ~ c o n s o l i d a c i o n
d ~ s p u e s de la
Segunda
Guerra""MUndial llego a d ~ r p n d e r fUlldamen
-tulmente
ae-
hisalianzas·politicas
de las
nuevas
cla,,'s medias. Para
- -
-_
. .
__ . I
' :/:.O 1/ ·/
,
II..;
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1
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I
.
1 ,
I.
/
I
1 1 ISTIWS
MnNJ)(
IS Ill'; , ":S'I'AIJ(j r ) ~ ; L 1 l ~ : . E S T A H
1;3
la soeialdemocraciu, el dcsufio
fur
sinu-tiznr las
dcmnndas
de ln
clase
obrera
y
de los cmpleados
sin
s.u-nficar
l,l compromise
con
la
solida
ridad.
Puesto
que, hist6ricamente, Ius
nuevas
clases medias han
disfruta
do de una P Q S i c . i . o l · l ~ ' ' t i v ~ r n e n t e pri.v Iggfud" en el ' ' e i ~ d o ,
tambien
han
tenido
ex ito en satisfacer sus dernandas de hienestar social al
JIlargen
del
'I<;sta"dia:·
como
loduncwnarios.
por
media
de
un
privile
giado sistema
publico de
bienestar
social.
Tradicionalmente
su seguri
dad en
el
puesto
de
t r a b a j o ~ _ s i d o tal, que
el pleno
empleo ha sido un
asunto
secundario.
Finalmente, cualquier
program
a para igualar
drasticarnente
los ingresos choca,
sin duda,
con
gran hostilida:de;;tre
la
clientela
de la c1ase
media. Por
estas
razones,
resultaria
que
el ere
cimiento
de
las nuevas
clases medias
abortaria
el_Jl oyecto
soC;;;;W;;
mocrata
y
reforzaria
una fOrmula liberal de Estad-o del
bienestar
Las tendencias
politicas de las
nuevas
dase;;;edias han sido real
mente
decisivas para la consolidacion del
Estado
del
bienestar.
Su pa
pel al
conformar
los
tres
regiment'S del
Estado
del
bienestar descritos
.
anteriormente
es cluro, El rnodelo
escandinavo
~ ~ _ ~ p y a b a c _ a s i
ramente en
la
capacidad
de-riiso·claTdemocracia para
incorporarlas
de-ntfo de un
nuevo-iip(;del
E-;t"';-(i;;-deli)ienestar: ;.10-qi e,-proporcio':
'i)'alia
p r e s t a c l o n e s . i d a l ' ~ ~ a a s
I ? : S _ ~ ~ t o s i : ' e l q ; ~ : c t ' ~ ; ~ ; s de
las
clases
medias, pero que,
sin embargo,
conservaba el
universalisrno
de los de
.JiCOIiQi;.
Verdadcramente,
al extencterse los
servllios
soclales
y
el
em
pleo publico, el
Estado
del
bienestar participaba directamente
en la
creaci6n de una clase media instrumentu
lmente identificada
can fa
socialdernocracia.
Por
el
contrario, IOH
paises
anglosajones conservaron el
modelo
rew
sidual del Est;."IO d(.,1 hienestar preeisa.
mente
IJonl'le las
nuevas
~ I a
t
ses medias
no fueron
atraidas por
el
Estado
en
detrimento del rnerca
do. E n
terminG
aecl:ise,-Iaconsecucncia
-e8-;;(
dualismQ:" EI
Estado
del
bleIlesta.'nUende
pnnclpalmeiiTi' Ta-CTase obrera Y'' 'los pobres;
los
seguros
privados y
las prestaciones ligadas
al tipo de ocupacion fa
vorecen a las clases medias. Dada la
importancia electoral
de estas
tiltiI]1asL- -s
b a ~ ~ ~ ~ _ ~ ~ _ l ) ~ 9
__
~ U : L . ~ ~ _ ~ ~ ~ ~ ~ - ~ - ~ ~
ofes
arnptiacrones
delas
actividades.df'J
Estado
del
b j e n ~ ~ t a r
. -
El
tercer
n'/,<imen del
Estado
del
bienestar,
el de la
Europa
conti
nental,
tambien ha sido modelado por las
nuevas
c1ases medias, peru
de
forma distinta.
EI motivo es historico.
Desarrollados por fuerzas
politicas
conservadoras, estos
regimenes institucionalizaron
la
leal
tad
de la calse
media
al
mantenimiento
de
programas
de
seguridad
social
separados
por
ocupaciones,
asi
como
tambien, en
tiltimo
tennino,
a
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 17/80
>4
~ ; ~ I : \
F S 1 I ; : l ; - : \ : \ l l F t { S ~ : : \
aquellas fuerzas
politicas que los
estahlccieron.
La gran rcforrna de
las
pensiones de dcnaucr de 19G7
rue
disenadu cxphcitumente para
atraer
Is lealtad de la clase media.
ON LUSION
Hemos
presontado
uqui una alternativa a una
teorta simple del
de
sarrollo
del
Estado
del
bienestar
basada en la movilizacion de clase.
Dicha 1llternativa esta motivada por
la
necesidad analitica
de pasar
de
un
modelo lineal a
uno interactivo en
relacion
tanto
a los
Estados
del bienestar como a sus causas. Si estudiamos los Estados del bie
nestar, debemos fijar un
conjunto
de criterios que definan su papel en
la sociedad. Naturalmente,
este
papel no es el gastar 0 gravar con im
puestos, como ta m poco 1 es necesariamente el
crear
igualdad. Hemos
preseotado un
marco para comparar los Estados del
bienestar
que to
rna en consideraci6n los
principios
por los que voluntariamente se han
unido
y
esforzado los
actores historicos,
Cuando centramos nuestra
atenci6n en los
principios
que
estan
fijados en los Estados del bienes
tar, descubrimos distintos
grupos
de
rejnmenes,
no meras
variaciones
de mas 0 "rnenos" alrededor de un comun denominador.
Las fuerzas historicas que hay detras de las diferenci as de regi
men son interactivas, En primer lugar, irnplican el modelo de la for
maci6n politica de la clase obrcra y, en segundo lugar, la
formaci6n
de
una
coalicion
politica en la transicion de una economia rural a una
sociedad
de clases
medias.
La
cuestion
de la formacion de la coalicion
politica es
decisiva.
En tercer
lugar,
las reformas anteriores han con
tribuido
de
manera decisiva
a la
institucionalizacion
de
las preferen
cias
de clase y del
comportamiento
politico.
En
los
regimenes
corpora
tivistas, la sq.,TUridud sociul jerurquizada seguTl
las
diferencias do sta
.us reforznba la leal tad do las clasps nu-dias a un tipo peculiar de
I
Estado del
b i n e s t a ~
En los rcgimenes
Iibcrales.
las
clasos
medias
llegaron a estar institucionalmente
unidas
al
mercado/
Y en Escandi
t .iavia,
la
suerte
de Ia socialdemocracia en las
pasadas decadas
estuvo
estrechameote ligada
al
establecimiento
de
un Estado
del
bienestar
de clases
medias que
beneficia
tanto
a su
clientela tradicional
de cla
se obrera como a los
nuevos
cstratos de
empleados.i
Los
socialdemo
.ratas escandinavos fueron
cap aces
de conseguir esto, en parte, por
• 1ue el mercado privado de prestaciones sociales estaba relativapjante
p
subdesarrollado y, en
parte,
porque fueron capaces de construir un
I 3stado
del
bienestar
con rasgos de
suficiente
calidad como para satis
ca cer
los deseos
de un publico
mas
exigente.
Esto
explica tarnbien el
I
:)!)
1\1:' l ' l t ~ : ~ ' ~ I l ' ; ; \ l \ l ~ W
F ~ T \ l I \ \
W l\W\l .-;nli
coste
cxtruordinnriumente
elovado
de los
Est.ados de!
bienestar
cscan
dinavos.
Pero una teo ria que intenta explicar el crecimiento del Estado del
bir-nestar
dcheria tambicn ser capax de com
prcnder
su reduccion 0
decadencia. Generalmente e cree que los movi mientus de retroceso
del
Estado
del bienestar, las revucltas contra los impuest.os y la in
version
de tcndcncias
se
inician cuando las cargas de los
gastos socia
les se
vuelven demasiado pesadas.
Paradojicamente, 10 contrario
es lo
cierto. Los sentimientos
en contra deLE.s.tadQde.L.bi.e=tar
eo Is pa
sada
decaaageneralmente
han sido
mas
debiles
d O I ) g e _ I Q l L ~ s 1 P s . . d e
--ayudasocIal
eran
mas grandes
y
1 c e ~ e r ; ~ ~ · P ~ r ~ i ~ ~ ? _
' - ~ - ¥ ~ ~ 0 ~ d e ~ ' : . e t . 9 ; ; ' i ~ o _ -
de] ~ E s t a d ; ; ' d r b ; e n ~ t a r n o ~ ~ p ~ ' < l Q
, los gastos...§!110 de)
caracter
de clase del
Estado
del bienestar. Los Es
i tados
del b i e n - ' ; ; t ~ r - d e - I a s clases medias: bien seansoci3Jderriocratas
(como en EscandlnaVmJ 0
CUi pOi
ath istas
(COIIIO
e i i - - m e m a n l ~
).
torjan
lealtades de cluses
medias. Por
el contrario, los
Estados
del bieoesfar
residuales, Iiberales,
que
se encuentran
en E s t a d o ~ U : n i ~ o s ~ Canada
y,
cad
a vez
mas, en Gran Bretana,
dependen de las
lealtades
de
un
-"strato
social.
l U - , - ~ i c a m e n t e
debil
y
coh
1'recuencia
-po!fticafnenfe-fc--
siduaJ. En este sentido, las coalieiones de
clase
en las que se basaban
Ilos
t r e s t i p o s < l e r e g h ~ l e n
de
Estado
del b ~ n s t a r e x l ? l i c ~ ~ no solo su
~ v o l u c i 6 n pasada, sino tambiensus perspectivas fuluras.
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 18/80
2 ,
LA DESMERCANTILIZACION
EN LA POLITICA SOCIAL
Las
fuentes principales de la politica social moderna radican en el
proceso por el que tanto las necesidades hu;nanas como la fuerza de
trabajo sc transformaron
enmercancias determinando que
u s t r ~
§lenestar empezara a depender de nuestra relacion con el circuito
onetario.
Esto
no
quiere decir
que I politica social
fuera
desconoci-
da antes del avance del capitalisrno moderno sino que su natura leza
y su
organizacion
se
transformaron.
La prevision social de tipo tradi-
cional se dirigia a un mundo que no estaba mercantilizado cornpleta-
mente.
Asf,
en
1 Edad
Media
10
que decidia
10
capacidad
de
una
per-
sona para
sobrevivir
no era
el
contrato laboral sino
la
familia la
Iglesia 0 el
senor.
La plenitud del capitalismo
comport»
el dehilitarniento de la pro-
teccion
social promercantilizada . Cuando la
satisfaccion
de las
nece-
sidades
humunas
lleg6 a implicar
la
adquisici6n de mercancias el pro-
blema
del
poder
adquisitivo y de la distribucion de los
ingresos
se eon-
virtio en alga importante.
Sin
embargo cuando la fuerza de
trabajo
se
transformo tarnbien en una rnercancia, se puso en juego el derecho de
la
gente para sobrevivir
fuera del mercado. Est.o es 1 que constituye el
asunto mas conllictivo de la poli tica social. EI problema de la mercan-
tilizaci6n constituye el
centro
del analisis de
Marx sobre
el
desarrollo
de las
clases
en el proceso de acumulacion: la transformaci6n de pro-
ductores
independientes
en
asalariados sin propiedades. Para
Marx,
la mercantilizaci6n de la fuerza de trabajo implicaba alienaci6n.
La forma de rnercantilizacion del trabajo
ha constituido una
preo-
cupacion
principal en
la
moderna
filosofia, ideologia y teo
ria
social.
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 19/80
59
58
l U ~ T A E S I I ; ; : ( ; - A ; ; : J ) l : H ~ r : ; ;
Los Iiberales clasicos del laissez-faire se opusieron a Im l alternativus
ai
puro
flujo
monetario porque perturbnrian
e
incluso i
rupcdirran el
sagrado
equilibrio
de la
oferta
y la
demanda.
Ellos
sostcuum,
al
igual
que sus seguidores coutempnraneos.
quo
un snlnrio
social
minlnto no
erradicarfa lu pobrczn. xinu
que
en renlidnd contribuiria a su pcrpe
tuacion,
A
su vez,
el rnarxisrno
era siemprc ambivalente,
sosteniendo
unas
veces
que
el
genuino
bienest.ar
hunumo
S(J)o
podrtu
tener
Jugal'
con la
cornpl eta
abolicion del
trabajo
asulariado
y
otras,
creyendo que
18 mejora social »casiomu-ia un carnbio decisive. .Este
ultimo punta
de
vista
no PTa
una
mera
invenci6n de los socialdernocratas
relormistas,
sino
que fue
expresado
en el
Manifiesto omunista
y en los analisis
de
Marx
sobrr-
las Lcyes
de
Fabricas inglr-sas.
La
opinion
de
T.H.
Marshall
(1950) consistra en que los
derechos
de la
ciudadama
social
resolvian csencialmonte ,1
problema
de In
rnorcantilizucion y que, por
10
tanto, ayudab.m
a disrninuir las difercncias de clase. Finalrnente,
el ronservadurismo trnd iriunn l Sf;' oPUSO rotundnmento al principio de
mcrcantilizar a las personas
porquc pondrl;\
PH pl'Jigro In autoridad y
la integracion social; los conservadores temiun
que eso fuera
un golpe
fatal para la perpr-tuacion del
untiguo orden.
En La gran tronrtorrnucion Polanyi (1914) idcntifica
una
contra
dicci6n
fundamental
en la
trayr-i-toria
del
capitalismo
del
lciesez-foire
en
e]
~ e n t i d o
de
mercuntilizar
completnment e In
fuerza
de
trabajo.
Mientras el sistema solo puede
desarrollarse
par
la rnercantilizucion
del
trabnjo,
al hacerlo tarnbien
esta
scmbrando
su propia destrucion:
si la fuerza de
trabajo
no es m.is
que una
mercancfa, probablcmente
se
destruini.
t Haciendo
rcfcrcncin
:1 Gnm
RretnilH, Polilllyi so:.;tcnin
que
el
sis·
I
tema preindustrial
de
s e ~ u r i d a d
de
i n g r ~ s o s n'presentado
por la Ley
de Spt'(>nhamland impidi{) la
trnnsfornwci6n
d(' < f'u("'za dp
trabajo
en
un"l.
pllrn
mcrcancia.
PlIPslo
qUt' el
sistema renlmentc garnntizabn
un
salario
social. eso
mitigaba
In
extrema
nccesidad que
habrfa
forza
do a los
traLajadores
que no posefan
tiprras
a
irse
a
vivir
a
nuevas
ciudades industriales. Por
eso, hasta
que
fue
reemplazado por
las
nuevas
t<'yes
para
pobres cn IH34,
Spepnhamland
fue
unn traha para
el capitalisll10 britrinico.
Aunque puede que
no
aparecieran
como
tales, las nuevas
leyes""'pa-
ra pobres
constitufan
una politica soclal a c ~ ~ ~ ~ . d i ~ ~ f i ~ 9 ~ .
para que
empleo asalariado
y e l l ~
m o ~ a n ~ } u e r ~
el ej"....de_ ,:_existencia de
una persona. EJ
blenestar
social, si no la supervlvencia,
llegaron
a de
pender
de la
~ o l u n t a d
de
alguien para
alonilar
rllprza de
trabajn
de
alguien. Se
p u p d ~
decir
que
la L"y de
Spl'cllhamland
se identificaba
LOS
T t'ES M l ~ N l ) O s DEL E ~ T A D O DEL
llIE:\ESTAI\
con los principios
anteriores
a la marcantilizacion. porque
formaba par
te de
las
garantins
tradicionnles de la sociedad reudal.
Las
leyes
para
pobres
dellgissez-Cnire
81
I J J j n ~ i P i o p a r , c j ~ I U l 1 .
~ a ~ o _ e l d U : J l l Q
i l ~ . p s i
V i a a ~ n a m e n t a l ;
sin embargo, detras
de
esta
rachada debernos
reconocer Ia mano firme de u n ~ l ~ f ~ i ~ ~ l _
~ < > < ; ~ I _ I ~ l y ~ j h ~ ~ l J a d a p ~ § ~ e 8 .
~ _ ~ a
h ,gemonja del
mercado en la
distribucion
del
bienestar
so
cial. Sin
ningun
recurso
frente
a la
propiedad
y
sin ningun Estado
al
que poder
apelar
para
satisfacer las
necesidades
humanas,
el mercado
se convierte en
una
prision
para
el
trabajador, dentro
de la cual es obli
gatorio
comportarse
como
una mercancia para
poder sobrevivir.
La
mercantilizaci6n
tanto de
las
necesidades como de
las personas
puede
fortalecer
la
maquina
de la acurnulacion
capitalista,
pero debi
lita al propio
trabajador.
EI
dogma
de la
libertad aparece justificado
dentro
del
mercado:
el
trabajador puede
escoger
libremente entre
combinaciones
alternativas
de servicios,
empleos, patronos
y
tiempo
libre.
Peru Marx
y Polanyi y
recicntement Lindblom
(1977)
tienen
razon al
argumentnr
que se trata de libertad
dentro
de
una prision,
por 10 que es ficticia. Los
trabajadores
no son mcrcancias como
otras,
porque
dcben sobrevivir y reproducirse, tanto enos misrnos
como
la
sociedad
en
la
que
viven. Es posible
retirar las lavadoras
del rnercado
hasta que
se Ilegue a un
acuerdo sobre su precio. pero
no es posible
que un
trabajador
se
retire
del
mercado
durante
mucho
tiempo
sin
re
currir
a
medias alternativos
de
subsistencia.
La pohtica de
mercantilizar
a los
trabajadures
estaba
destin
ada a
producir
10
contra
rio. Como
mercancias
las personas son prisioneras
de
fuerzas
quP
escapan
a
su
control;
la mercancia
se
destruye
facil
mente
por
contingencias
Hociales
menores ( 0010
la
enfermedad
a
par
acontecimientos a
gran escala
como el cicio econ6mico. Si los
trabaja
dores se comportan
realmentl'
como mercandu:-l discretas, competinin
par definlcion y,
cuanto
mas fuerte
sea
la compclicion,
mas barato
se
ra el precio. En
tanto
que
mercancfas,
los
trabajadorcs
pueden
ser
fa
cilmente sustituibles,
despedidoB y
dispersados. k desmercantiliza
ciOn PS, por 1 9 _ a n t O . L - - ~ ' . . . Q r Q ~ . ~ s o c o n - . 1 1 . 1 1 ~ i p ) e s rakes;
como
sos :..uvo
Polanyi,.cs
necC:-iaria
para
Ia
s u p e r v i v ~ n c i a
-dei-;i"Stema.Es
tambien
. - p r e c o n d i c i 6 ~
par:a-
consegu·i-r unn{veCiolerabieaeoteriestarYde
seguridad individual.
Por
ultimo, los
trabajadores
son inca paces de
una acdon
colectiva
sin
la
dcsmercantilizaci6n
y, por 10
tanto,
es el
elemento
principal de la
unidad
y
de la
solidaridad
que
se
necesita
para
el
desarrollo
delmovimiento
lab oral.
La
variabilidad
de la evolucion del
Estado
del
bienestar
refieja
las
f(>spuestas qu(' se
presentan
a
las presiones para
la
desmercantiliza
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 20/80
61
I
10 la)ST:\
t : S ~ I N ; ~ r \ N l l E I I S E N
cion. Para entender cHle
C(IlICCplo, V« - d ~ - s r n ~ : ~ a n t i l i z - ; c i 6 ; ) ) n o
dtJleria
ionfundirse con la erradicaci6n
total
del
trabajo
como
mercancia:
no
es un
problema
de todo
0 nada.
1 1 concepto
refiere mas
bien al
gr,a::
I do
en
el
que
los individ\l'.'!LQ
1& famili'!s p u ~ d e n
mn ntener
un
nive.!
Ie vida
socialmente
aceptablejndependientemente de sU parlicipa
I '16n
en
el
mercado.
En la
historia
de la politica social, los conflictos
I, han
gJrado principahii"ente-';';"lorno
a que grado de
irununidad de
nettado S e ~ ) 5 ) b l e : . . -es decir, los recursos, 13 extension v la cali
!ad de-
Josderechos sociales. C;;andoenraoajo se aproxima:;" la libre
i!leccidn
mas
qUe a 1ft necesldad, la
desmercanulizacion
puede
llcgar
a -'
18 desproletarrzacion.
EI status de
mercancia
del
trabajo
es
1
que yacia en el tendo de los
iebates y conflictos
sobre
la "('upst.it>n social" del
.sigJo
XIX
0
comd se
denorniuo comunmcnte en Alemunia, lu
Arbeiterfrage.
POl'
supucsto,
•10
es
probable que
el
puro
status de
rnercancia
del
trabajador haya
-xistido
realmente.
lnclu-.o e-n I;] cumbre
ocllaissez-j{lit e
persistian reo
siduos nrecapit.alistas
del
comunalismo
.y
ornergioron
n unvos
meca
uisrnos de proteccron.
Sin
embargo,
con fines
analiticos
es provechoso
ratar £>1
caso
puro
del
laissez-fcure
come un
t i
po ideal en el
que
pue
ian
ideritifica
rse mas cluramente
las
principales desviaciones.
Puesto
que en ( 1 siglo
XiX
cl
conservadurismo tradicional,
manteniendo nor
li s precapitalistas,
constituy6
la
mayor
fuerzn contra la
mercantili
'acion y
puesto que esto
influyo de manera significativa en cl desu
-rollo
de
la
poUtica social, deberfarnos
empeaar
nuestra
discusion
co
l-rectamente ('nn ellegado de la "premercantj Iizaci6n".
A PRI::MF.Rf:ANTILlZACl0N \' Er. LH;AIlO DEI. [:ONSERVADl!R!SMO
,
No deherif.l
('onfundir Ia
sociedad
precapitalista
('on la
ausencia
le la forma mercancia. La agricultura feudal
producfa
regularmente
r:ultivos
comerciales
y IllS
cludades
medit'vi.t1es estahan
totaJmcnte
JCupadas en la producci6n y en el intercambio de mercancins. La eco
omla seilOriaJ 0
uhsolutista
neccsitaha Ull Histema
de impucstos
'ue,
a su vel.,
exigi,l. !a venta
de
mcrcancias. Era
Ji.)rma
mcrcancJa
del
rrabaj(l 10que estaba sin de:·;arrollar.
No se lrataba
de
que los
produclores
precapitalislas,
10' campesi
os, los siervos 0 los oficiales confiaran mucho en el bienestar socinl
('on
independencia
de Sll
rcndimiento
en el trabajlJ. No
S('
pooian te
der
muchas
exigencias para subsistir independientemente del traba
); sin
embargo.
la forma mrrcanda ( :-,l aha ;lllscntl'. pn
pJ
sentido de
'ue
la
mayoria
de la
gente
no
depend!a
enteramente
de
un
tipo
de in
w Tln;S t\n:i-"; l()S IJEJ, ~ ; : i T r l O lIf!. fHL\TSTAj
g-TeHO salarial
para
su
suucrvivcnciu
Las ecollollilas domest.icus ernn
con
[recuencia
autosuficientes. la servidumbrc feudal tambien asu
mia un grade
de reciprocidad y
ayuda paternu
l
por parte
del
senor,
el
productor
urbano
era
general
mente
miembro
de un gremio 0
asocia
cion
obhgatoria
y
la
persona
necesitada, ncrmnlmente, podia dirigirse
a la
Iglesia,
Por
10
tanto,
en
contraste
con la
desnuda
logica de
1.
mercantilizacion del
capitalismo, la
mayoria
podia
confiar
en las nor
mas que prevnlecian y en las organizaciones comunales para subsis
tiro Y en cornparacion con la ayuda a los
pobres
del Inissez-faire la
ayuda
social
"precapitalista"
era
generosa
y
benigna.
Un distintivo
de
In idcologia
conservudora
es
su punto
de
vista
de
que
Ia mercantilizacionaew-STrlchvlduos
es moralmente
degradante,
sociaTii1ent'CC(Jrruptora, atomizadora·y ~ l i ~ a Los individuos no
han
nacido para
cornpetir
0 luchar, sino para
ubnrdlnar su propio in
teres a una autoridad reconocida y a las [nst.itucionea irnperan te s .
,;Como ha
tratado
en lu
practica
el eunservadurismo 01
problema
de la
mercantilizucivn" Se puedcn
di:;tinguir var-ies modelos: cl
primero
es
sustancialmente
feudal, el
segundo
es corpornlivil::ita y el
tereero
es
estatista.
Los
ideales
feudales son Iuerterneute iJIlt<li:onistas con el pstatus
de
mercancia;
10s melT"ldcs no .mport.m y cl
l rabajo asalari ado es
so
lo marginalment.c import.ante para el'hienestar humane. Una
historia
cvcrdadera
r ilustru
bien est.a logica: una l ipinl
rornpania
americana
del ramo textil decidio empezar a producir en Haiti hacia 1970, atrai
da por Ia
perspectlva
de unos costos salariales extraordinariamcnte
bajos.
Cuandu
so
lermin6
la
planla,
los direcl,ores de la
empresa,
lo
dos
americanos,
decidjeron atraer a los mejort-'s trabajadores de la is
b! ofrecicndoles
un
salario m,ls
alto marginaJmentc. Por supuesto,
el
dia de la upertura los
desempleados
Ilegarof} por millare.s para ofre
cer
sus
servicios y la direcci6n no
tuvo
ningun
problema
en
elegir
una
mano de obru selt.'cta. Pero despues de solo upos pOCOR mCHes lu pla
n
la cerro.
iPor
que'? La
razon
fue
que la
direccion americana simple
mente
deHconoda la
existencia
dt.'
convenciOlws de tipo feudal, en el
aspecto social,
scgun
las cualcs, por e j l ~ m p l o ,
cuanoo
la cusa de In ma
dre
del
trabajador
se
incendiaba,
el jere (en
Haiti
los
trabajadores
Ie
lIaman Papa) tenia la obligaci6n de reconstruirla 0 euando un nino
necesitaba
asistencia
medica
(J se casaba
un
hermano, de
nuevo
el
Papa tenia
1a obligacion de
a y u d a r l t ~ s .
Obviamente, los
americanos
se
equivocaron
cuando
aceptaron el salario de
mercado
como
un
salario
real.
Donde
los
trabajadores
estan autenticamente
mercantilizados,
el
empresario
no
es
ningun Papa.
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 21/80
63
:
~ ; I r , . ) ~ T . - \ [ ~ P I ~ G - . \ . . . n E K ~ ~ ~ : . s
No
deberiamos descartar
el patcrnnlismo feudal de Haiti Como si
fuera una reliquia de nuestro pasado lejano, EI favoritismo y el clien
telismo son
las
versiones rnodernas del mismo fenomeno y
han
te'lido
mucha influencia en domina- el
brutal mundo
de la mercant.ilizncion.
En los Estados Unidos, la maquina
urbana
51? transformo
en
el meca
nisrno a
traves
del cual
lOR inmigrantes
de otras etnias pod
ian
combi
nar el trabajo
asalariado y
la proteccion social; en
Italia,
la Democra
cia Cristiana de la
postguerra
debe gran
parte
de
SU
poder al cliente
lismo -del
bienestar
socio'. :-"h 'r todo a
la distribucion
de
empleos y
pensiones de invalidez. Son tod.tvta mas relevantes los
iniciales
pla
nes patronalos de
heneficios
coruplernontm-ins nrofesionales que apa
-ecieron en
Europa y
en
Estados
Unidos.
Generalmente
or-an discre
cionales
Y
otorgaban beneficios
sobre
todo
<l los ernpleados predilectos,
En Estados
Unidos. la
A m ~ ' r c ' ~ ' ' ' ' ~ ; x p r e . s ~ Company (entonces una
em
presa
nuviera r
fue
la pionera,
peru . \ .1
('n la etapa
de
la
postguerra,
es
t,e estilo de generosidad paternal y clientclistu
paso
a sor
un
rasgo ca
racterfstico de las ernpresas privadas (Weaver, 1982).
Las
corporacionos
0
grcmios
son
una
s ( ' l ~ l I l l d a
variants
de
las
me
Iidas
precapitahstas y premercantilizndn-nc Aparecieron
en
las ciu
dades entre los
artesanos
y miemhros de Ull oficio como
un
media de
cerrar filas y de monopolizar el ingreso, la afiliaeion, los precios y la
}roduccion. Los grernios y
las
usociaciones
fraternas combinaron tam
~ i e n el salario y el bieuestar social. ocupando-«- de los rnicrnbros inca
nacitados, de
las viudas
y de los
huerfanos. Sus miernbros
no eran
.nercancias
ni
estaban
en el mercado, sino
que
se
definian por su
sta
'us
corporativo. De
una manera
significativa, los gremios
incluian
a
maestros y ofIciRles y
aceptaron
d
rango
y la jerarqufa,
pero
no la cla
de.
Cuando
e abolicron los gremios, muchn,s vecet.-; s(' t r a l l ~ f ( } r m a r o n
n
mutualidades. En
Alemania,
las mutualidades y
las
posteriores
le
es
del
seguro
social incorporaron
gran parte
del eHpiritu feudal, co
mo se veia
en sus ideas
sobre la obligatoriedad de
ser
socio
para
cier
grupos
y
en
el
principio
de
autoadministracion corporativista
·Neumann y Schapter,
1982).
EI modelo corporativo fue una de las primeras y mao frecuentes
.'espuestas a la mercantilizaci6n, Penetro c1aramente en las incipien
es asociaciones fraternas de Ia
dase
trabajadora, ofreciendo
un
mun
de servicios y
de
proteccion reservado
para sus
miembros. No es
sorprendente
que
estas
asociaciones
estuvieran dirigidas
80bre todo
•
artesanos
privilegiados.
Pero
el modelo corporativo fue fav0r(>r;r,n rrincipalment(1 por los
circulos
gobernanles
conservadores de la Europa
continental.
Ellos 10
loll:
T H ~ : ~ ~ \ l S \ h ) : - ; P ~ : L E -: T.\llU
FI
mr:-,r.: l \f :
percibieron como
una
forma de apoyar a lu socicdud trudicional
ante
el desarrollo de la economia capitalista, como un medio de integrar a]
individuo dentro de una
entidad organica,
protegido de la individuah
zacion y de la
competitividad
del
mercado
y apart.ado de la logica de
la oposicion de clase. La proteccion social corporativista lleg6 a
ser
el
dogma de la Iglesia catolica
y
fue
energicamvnte apoyada
en
las
dos
enciclicas sohre la
cuestion
social. Rerum
Novarum
(1891) y
Quadra-
gesimo nno
(1931)
(Messner,
1964). EI
elemento corporativista era
especialmente destacado en
la
ultima y estabu
de acuerdo con la ideo
logta fascista del
memento. En Alemania,
como
en
Italia, ol fascismo
no
deseaba
en
particular alirnentar una mano
de
obra
de mercancias
atomizadas, pero queria reinstaurar
el principio del
merito moral;
por
esc,
su
politica social
era ahiertamente
favorable a ~ r n t i z r
una
se
rie de
derechos
sociales.
Sin
embargo,
estes
dcrechos
estaban condi
cion
ados
a la leal
tad y moralidad correspondientes que formaban
par
te del nuevo hombre fuscis tu t
Rirnlingcr
, 19R7;
Guillebaud,
1941;
Preusser,
1982).
La
buena
disposicion
del
o n s e r v d u r i ~ m o
para
garantizar
dere
chos sociales, aunque condicionados a la moral, a la lealtad 0 a la con
vencidn, es
tam
bien evidente en la
tradicion
estnt.is ta, cuyos ejemplos
historicos mas dofinidos fueron tal vez los rcgimenes de Alernania ba
jo
Bismarck
y de Austria bajo Von Taaffe. Como
en
el casu del corpo
rativismo, los motives de [undo
cran
la inteurucion social, la conserva
cion de la autoridad y la
hatalla
contra el socialismo,
Tarnbien
conta
ban
una
oposicion al
individualismo
y al
libcralismo
igualmente fuer
teo Guiada intelectualmente por academicoo como
GUHtav Schmoller
y
Adolph
Wagner y
por
doctrinas
catolica s como
las
del obispo
Kette
ler, de
1a tradici6n
eHtatista
::;urg-io cl
princlpio del "socialismo
monar
qui co ,
un
modelo
absolutista
de compromiso
paternalista
y autorita
rio
para
la proteccion social de
sus subditos,
EI
conservadurismo estatista
via en los
derechos
sociales la solu
cion
para
Ia cuestion social",
Cuando Bismarck
y Von Taaffe promo
vieron el segura social moderno, de hccho
estaban
siguiendo ia inicia
tiva de Napoleon III
en
Francia. Pero Bismarck queria ir mas lejos,
incluso contcmplo Icgislar el derccho (1 In o h l i ~ a c i 6 n si se quiere) al
empleo como parte
integrante de
su
visi6n mas amplia de los
Soldaten der Arneit: trabajadores como soldados dentro de una econo
mia
que
fundonase como el ejercito
(Preller,
1949; 1970; Briggs,
1961). En la
decada
de los treinta, los nazis empezaron realmente a
poner en
practica
el n t i ~ o concepto de Bismarck del trabajo milita
rizado por medio dpi
reclutamiento
del trabajo, de una politica en con
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 22/80
65
\.():- HU:S
Ml 7\\Xl:,
DEL E ~ T A D O nn. nn:: :F:;T.\H
"4
l a ~ ~ T . \
E , W I ~ \ ; - A N t W H : - E t
.ra
de la ocupacion de las
mujeres
y de la obligatoriedad de
pertenecer
I hipercorporativista
Frente
del Trabajo de
Robert
Ley (Rirnlinger,
1987). En la politica social
conservadora,
la
separacion entre derechos
j obligaciones es a menudo muy difusa.
Nuestra
prolongnda excursion
pOI
los
fundamentos
de los
derechos
'lociales
era necesaria,
porque, en realidad, son Ius
origenes
de la poli
tics
social
moderna.
En
casi
todos
los
paises,
bien
sea
en
Escandina
ia,
en Gran Bretaiin 0
en el cont
inente
europeo, la
tradicion censer
"adonr fue la
que
dio lug.ir
<l
Ill. prirneros
ataques sisternaticos
y
pre
meditados
a
1<1
rnorcnnt.iliv.uron
\1 1 trabajo,
Los
motives
no
son
muy
..Jifit:ilcs de dcseubr-ir. En primer lugar. psta;:; fncrzas conservadoras
emian. con bastante razon, que el avance del liberulismo. de In demo
. racia y
del capitulismo pudicra
destruir
las
instituciones
sobre las
que se
basaban
su pader y
sus
privilegios. EI trabajo como mercancia
laramente haria
pedazox los
;-,i:,l l ' l l l .1. f( ud;llC H y
absolutistas
de con
'rol
Iaboral.
En
segundo lugar, el status prumercantilizador de los
trabajadores
era un
modelo ya disponible
y
que
estaba
tarnhien presente
en el apo
'eo del loissez-fuire;
era una respuesta que
llego
naturalmente
y
que
...
odia
reivindicar
una
fuerto dosis de lcgitirnidad.
Puede que
los
gre
mios se
hubieran
abolido, pero subsist.ieron como mutualidades: la
mpresa capitalista
(al
igual que
el
Estado)
ofrecta
una lista
de bene
"icios sociales
fuera
del
contrato
de
trabajo:
el paternalismo no era.
al·
que parecia
contradictorio
con el
espiritu ernpresariul.
Como indico
Jchumpeter (1970) de forma tan elocuente, el orden
capitalista
fun
iono
porqne estaba
dirigido y
organizado pOI estratos protectores
de
una epoca anterior. La politica social de Ia
"prernercantilizncion"
fue,
per as! decirlo, uno dr "arbotantos que
prvvinieron
el colapso del•
apitalismo"
(Schumpeter,
1970, p. 139).
Fuo
tarnbien
una
de
las
pie
~ r a g
nngulnrcs
de
(0
que
hoy
cOl1si(kra
pi
Est;lrlO
d ( ~ 1
bicnpslar
mo
derno.
o RJ;SPl ~ : S T A LIBERAL A LOS lJILEMAS DE LA
M ~ : H C A N T I L I Z A C I ( ) N
El trRbajo como mprcancia pura y sin mezcla que se
asocia
con el
issez-f<lire probablemente
no
ha
existido
nunca
en la
vida real
ni,
..:Ie
hecho,
en ningura tcorla
seria del laissez-jain , Tc6ricos como
Adam
Smith
0
Nassau
Senior no
defendian
una economia en la que el
"':stado
niega
cualquier forma de protecci6n social, pero
esto
no impli
3. que
el problema se
reduzca
a un
f a n t ~ c · · m :
hi::Uirico.
Algunos mC r
"'ados de
trabajo
se
parecen
al casu
puro.
como se
demuestra en
las
subastas callejeras
de trabajo
que tienen lugar
en
Texas.
Y
en
la teo
ria respetable, el Estado debia ser absolutamente
minimalista
y solo
se
deberia acudir
a el en
situaciones
de
verdadera crisis humana.
La
formula
pura de
mercantilizacion
fue consagrada pOI los
vulga
rizadores
del
laissez-taire
como Smiley 0
Martineau. Desde
la pers
pectiva del
hienestar
social
su razonamienlo era
doble; en
primer
[u
gar,
sostenian que
un
minirno
social
garantizndu
causarta
pobreza
y
desempleo en
lugar
de erradicarlos;
este razonurniento
ha encontrado
una nueva vitalidad en el neoliberalismo reciente. En segundo lugar,
para
ellos la I'roteccion social
causaba corrupcion moral, de"pilfarro,
ociosidad y
embriaguez.
La
moral
del
liberalismo
y la del
conservadu
risrno
estaban c1aramente
en
desacuerdo.
II
supuesto_gcneral
en el l i b e ~ a l i s m o e s que el m e r c a ~ _ ~ ~ ~ . I _ a ~ c i . 1 ;;;
patorioj
~ . - e L r n e j Q r
soporte...lKlsibl
p
para
J a ~ h r h i T I ~ ~ e n Y D Q
mjswo
Y
(,f /
pnra )a
l a b o ~ d a d .
8i no
hay
lnterfercncim;,
sus
mecanismos auto-
I
'
rreguladores
aseguraran
que
todo el
que
quiera trabajar tenga
un
empleo y,
pOI
consiguiente,
podra asegurar su
propio
bienestar.
La vi
da privada puede
estar
forjada con peligros, inseguridad Y
dificulta
des y,
en
principio, no es
improhable que
aparezcan
la
pobreza
0
el
desamparo, pero esto
no
seria por culpa
del
sistema, sino solamente
a consecuencia de
una falta individual
de
prevision
y de
ahorro.
Este
modelo esquematico de la
"buena
sociedad" liberal
contiene
una
cantidad
de obvios y
bien
conocidos puntos debiles. Asume que,
en
realidad,
todos los
individuos
son
capaces
de
participar en
el
mer
cado, algo
que por
supuesto no es
asi.
Los viejos, los
enfermos,
los cie
gos y los
lisiados
estan obligados a
depender
de la familia, 10 que, a
su
vez,
limita
la
capacidad
de
la familia para ofrecer
al
mercado su tra
bajo. El ahorrar
para futuras catastrofes
sociales
puede que
no sea
posible cuando los
salaries
se acercan al minimo para la superviven
<,,(,
cia y
casi
nadie puede
protcgC'rst'
contra
una
crisis
prolongada.
I)
En todos
estos
casos, el
dogma liberal
se ve forzado a
recurrir
a
. l a s ~ n s t i t u C i ( ' ' ~ ~ J l l ' e c a p j ' t a l i s l a R d , : - ~ ~ u ~ ~ _ - o e i n r .
C ~ f f l ' J } _ X , , m i l i a
la M
Iglesia la comunidad. Y al
hacerlo
se contradice a si
mismo,
porque -/
es as
i n s t i t u c i o n ~ pueden seguir
el
juego'
qel
mgrcado 51
estan
-cargadas
de
responsamlldades : i . ~ l a r e § .
--
.
E ; J i b e r a l i ~ - . - I e c o n Q c i o en
el
principio
del bien publico una
r a z ~ n
fundamental para 1a intervenci6n social. Los barcos mercantes enca
-Hanan
Sin
los
i 8 i ~ a l m e n t e T ; p D h l a c i o n moriria sin
acciones
en
pro de la
salubridad
publica.
Fue
debido a la
fuerza
de
las circunstan
cias principal
mente,
pOI 10 que el liberalismo
acepto
la necesidad de,
los derecl10s sociales. Como descubrieron los ingleses en la Guerra de
I
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 23/80
67
1 l ; l ~ T \ E ~ I ' I : \ ' I . . ; ~ : \ : ' \ D r : k : - : r : : - ;
h_ BOers, es dificil mantener un
imperio
sin lin
ejercito
de
soldados
s: 08 e instruidos. Del rnismo modo, la
actuucion
de
una
ciase truba
jartora inglesa rnenesterosa
)'
desvalida parecia
compararse desfavoru
b mente, en terrninos de eficiencia, con los
nuevos
ricos
industriales
c
10
AJemania. <Como,
pues, abordo
el Iiberalisrno los
dilernas
de la
rr-srcantili zacion IaboraJ? .. ----.. -"--'--'" • ,•
-
E l l i b e r a l i s m ~ W n h
.l 2.iLcesRl estas
aceptables.
Una
fue
trasla
d una
versi6n
mowficada del
principio
del menor
derecho
~ J 1 l
a" 'igua ley p ~ . a los
pobres
a uu m.irco de asistencia
social
para los
-quesecoolprueba
Que n o J i ~ l ( n 1 1 l ( · ( ~ i o s : _ P g esta forma, se e y i t a b a - 1 ~ .
e .
ensi6n
de
uuos
derechos sociules
inrundicionaies y
la generosidad
d gobierno
se limitaba a 1m; verdaderarnente ru-o-sitndos
y 1U
i n ~ _ ~ _
,£,)- 8 a
trahajadorps it t' :icoger fa proLeccionsocial en
lugar
del tra
buJ.2;
Un
sistema
de comprobacion r,:n-l, los
que
no tienen medias
es,
d
alguna forma, una
mnnera dl ;l:->pgllrar.se
que
los
ingresos
que no
p:
'vienen up}
rnercado so rescrvan para
aquellos que
de todos modus
sun
incapaccs de
part.icipar
PI1 el
mercado.
EI
cuncepto
dt' Titmuss
74)
de
ESlado del bicncstnr
residual 0 m a r i C ~ a ( l r < . l i · d e ~ t
e
ctlITYlente e s t y ~ o , i d a J d ~ T P a r a ; r r g m a j ; b e r a U ~ q ~ ~ j j l 1 C . . . 1 i
o"'lgaclOn
pUb ca
empieza solo
donde
falla
cI mercado:
laJ.Qglc.< .JkJi
f n ~ r C a J i t t l t z a c l O n tiene primad.i.
11
m o d e r ~
asistencia social
oncontro
su camino
principulment.e
d vtro de la politica social
anglosajona
de predominio mas liberal y
de Ia primera politica social
escandinava, Ya
en este
siglo
y algunas
v, .es inclus» despues de la Segunda
Guerra
Mundial, a mcnudo es ta
b condicionado a un comportamiento
estrictamente
mercantiliza
do"
y
a veces tarnbien moral). F.n
Dinamarcu,
pur ejemplo, la pension
PQ,{8 los que Sf comprobaba que no ternan rnedios, se denegaba a las
p
,onas
no babian podido d volver al ~ ; s t a d o la ayuda
para
po
b
"s
que
habian
recibido
antpriormente.
En
Nueva
I
·1;mda, la
asis
tencia social s(' oenei{aba a pprsona:-; de
conducta
matrimonial "amo
t ,como por ejemplo los divorciadus.
' a misma filosofia
inspira
eJ segundo enfoque. Induso In forma
ITJciS p u r ~ del ltbt>raJismo nuncn sc opuso a las i n s t i t u c i o n ( ~ s bt'n('ficas
o
a l
seguro
en
. it. Lo que importa es que la bencficcncia 0 cualquicr
o 1
dase
de
segura tenga una
base
voluntaria y que, ndemas, los sc
g'·-os logicamente
scan
contraetualeH y actuarialel:'i. Puesto que no
eXIste tal COS.:1 como
una
com ida gratis, los dl'rechos y los subsidios
d. ,en rencjar las cuolas pagadas. Una vez que el liberalismo lJego a
8 ptar el principio del sindicalismo. fue perfect.' n'l'nt r';lpaz de ex
tpYlder la idea del spguro individual a las prestaciones so(;wl(';.: ncgo
tns
TKES ~ W ; \ l ) { ) ~ nEI. r:-::T:\[)O OFL IIIE\r:-:T:\R
ciadas
colectivamente.
En
realidnd,
esto ultimo I1pg6 a
inspirar
toda
la
idea
del
capitalisrno
de bir-nestar que
tanto cntusiasmo
31
libera
Iismo
americana
de entreguerras (Brandes. 19761. La idea era que
los Estados
Unidos pudieran
prescindir del sabor
socialista
de una
seguridad social
cstatal promoviendo
planes de
prevision
a nive de
empresa.
Obviamente,
10
que prefiere
elliberalismo
es
el
seguro organizado
de forma privada en el
mercado.
Pero como hu senulado Ogus (\979),
/ la idea de la seguridad social
publica
no era tan dificil de
reconciliar
con la logica del trabajo-mercancia como suponia la ideologia
purisla.)
La seguridad social tiene, como su
pariente
del sector
privado,
escalas
de
derechos
y subsidies en funcion del
tipo
de
empleo,
el
rendirniento
y las cuotas pagadas; deberia par
tanto
reforz.ar "I incentive al
trabajo
y
a
la productividad)Aunque
esta
construida sobre
una base
actua
rial,
conserva
el pUro
vinculo
de intercambio del bienestar social. Y
como ha sostenido Graebner (1980), las pensiones
por jubilacion llega
ron
incluso C1
ser
consideradas
por Ia
comunidad
empresa rial como
una
forma
de
hucer
el
mercado
laboral mas
flexible: con
las
pensio
nes,
los
ernpresarios podrian
3
expensas
de otl'OS-
librarse mas
fa
cilmente
de los
trabajadores
l l l . i8 viejos
y menus p ~ i c i e n t p s .
l
ncluso
la
idea de una
seguridad
social
obligatoria
pod
ria
Her acomodada al dog
ma liberal, porquc
si unos grupos fueran a tener
cobertura
y otros no,
el resullado
seria una competencia desleal.
Claramente fue esto
y
no
los ideales
de solidaridad social 10
que motive
el seguro de
desernpleo
obligalorio universal en los
Estadcs Unidos.
La lendencia
en
el libera
lismc a favorecer soluciones universales una vez que la seguridad so
cial se vuelve includible no es, por tanto, casual.
En resumen, la adaptaci6n de la proteccion social por
parte
de Ii
beralismo, en
In
practica es mucho mas elastica de
10
que normal men
te se
piensa, prccisamente
porquc
bajo
ciertas
condiciones
permite
re
forzar verdaderamenle el status de mercancia del trabajr>
sin
feetus
sociales
negativos.
LA DESMERCANTILIZACION COMO I'Ol.iTICA
/lEI.
SOCIALISMO
EI socialismo como teoria, ideologia 0 estralegia politica
surgi6
en
gran parte como respuesta a la mercantilizaci6n capitalista de la
fuerza del trabajo. Para el socialismo, la mercantilizacion del lrabajo
es un elemento integral en el proceso de aHenaci6n y de clase; cs la
condici6n por la que los obreros pierden el
control
de
su trabajo
a
cambio de unos saJarios; la connici6n por la cual sc afirma
su
depen
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 24/80
r
(;0S'I'A 1':SI'/N(,-ANIH:Il. i l iN
, .icia del
mercado
y,
por
1
tanto, tarnhien
es la
clave
del
control
del
, vpresario: ademas es una causa de la division de la elusc y un
ohs
tAculo para la unidad colectiva. Simplemente par definicion, las mer
t......
ncias compiten
y,
cuanta mas fuerte es
la cornpeticion, mas
harata
el precio.
Por
10
tanto,
es natural que el
deseo Ul' desmcrcant.iliza
r :-)n de los
trabajador
es se t ransforrnura en cl principio
que
guiase la
politica
del
movimiento obrero.
Tanto
el
bienestar
social de los
traha
lores como el
poder
de la
organizacion, dependen de
la
reduccion
de
I esclavrtud
del
individuo
dr-n: ,.: 1flujo
rnonetatio.
Se
ha pintndo
a
menudo
ln It 'ofl ;1 :-i()('ialista
clasica
como defensora
l
la supresion
cmuplet
a
de Ji. 16git.:; do
l trabajo como
mcrcancia.
. ituraimento. esto es cierto en tl'rminos dr- ohj(·tlv(j final, peru no
10
en
relacion
al
anal
isis
practice.
En
El Cupital Marx elogiuba las
Leyes
de
Fabricas britanicas. porqur- '1tribuian
a disminuir
10 1 impo
.icia de los
obreros.
En
El
"falltl ' l 's /
t omu nista,
el capitulo
final
. "Jpone una serif' de reform.is socialcs do mcjora
que
aumentar ian
los
recursos de los tr abajadores
y
rc-forznrinn su posicion frr-nte
0 11
i ercado.
Y
tnnto Karl Kautsky
eoII I
0 Rosa Luxemburgo promovieron
~ i v m e n t e
<.1 salario
social. Por
10 general, tanto
las
teorias
refor
rnistas
como
las revolucionarias
ost.tban de acucrdo
sobre
la
necesi
uad
y la
conveniencia
de luchar por el
derecho
a un
ingreso
social
in
pendiente del salario del
trabajo.
La que dividia
principal
mente a
1 ';
sectores
roforrnista y revolucionario del socialismo era el problema
ne la
estrategia.
Las
politicas
incipienu-s
sobre la
desmerca
nt i lizncidn
tenian un
rcano
parentesco con la
tradicion
corporativista conservadora.
Esto
1 1 es ninguna sorpretla, puestll que- los primcros movimientos
obreros
forma ron
en g-ran parte
alredt'uor
de resl.rictivos
sindicatos
prof'c
lnales, mut.ualidaric i ,v, a veces,
algtin part
ido politico.
Po)" supues
• el
pun
to debi1 de
estos
programas
eran sus
modt.'stos
s u ~ i d i o ~
y
su limitado
alcance
entre los
miembros
mas vulnf>rablcs de la clase
,rera.
Fue el desorganizado proletariado dt> los suburbios 10 que
puso
13
mayor amenaza
para In
unidad
de los
trabajadores. Estos
pt)reros
eran
los
que n('('esitaban respaldo, peru las asociaciones
para
t-i bienestar
social microsocinli:;tas te n
ian
difirultades para cOlleclar
n elias.
As;
se
desarrollo
el debate sabre el apoyo a la ampli
arion
de
1 'i derechos soda It's f'n el Estado burgues.
Este fue el
dilema que
refreno
fuertemente
Is
capacidad de actua
jn
de los
socialistas.
Hasta despues de 1a
Primera Guerra Mundial,
casi
todas
los paises el Estado estaba cont l'nlnrJo nor fuerzas
COtl
.....
rvadora:;
0 liherales y los
socialistas
vClan poca:-i altl'I'n;1t;\·as a opo-
LOS
Ml':-.;IHlS
l ~ ; 1 ~ : S T ; \ I J
IJEI.I1IE\I'..
';T,\1( ml
nerse
a 10
que
ellns
percibian como una pacificacion social adversa.
Ciertamentc
csta
fue lu
respucstu dominantc
en la
sociuldemocracia
alemana
hasta
bien
entrado el siglo xx:
sin embargo,
el cisma entre
socialistas
y conservadores no
era
necesariarnente tan
profundo
en Ia
cuesti6n de los
derechns
sociales. Estc fue camprendido de forma gra
dual por irnportantes figurus socialistas
como Branting
en Suecia
y
Heiman
y
Kaleck i en Alemania
y
encajo con facilidad
en el
paradigma
que
estaba surgiendo de la
revolucion
lcnta adoptado por la social
democracia austriaca
y
alernana.
Entonces, ostos socialistas reconciliaron el refor-mismo conserva
dor
con los
objetivos
socialistas.
Para
Lederer
y
Marshack
(19261,
dos
destacados socialdcmocratas alcrnanes, la
protuccion
del trabajador
promovia la causa
del
trabajo pnrque inevitablemcnte rcstringiria el
alcance del control de los
ernpresarios.
Para
Eduard
Heiman (19291,
uno de los
principales
teoricos e-ntre sus contcrnporaneos, la
politica
social
tenia
dos caras como .Jano: puede
muy bien
ser un
media
para
sostener
y para salvar el
sistema capitalista, pero
al misma
tiempo es
tam bien un
cuerpo extra
no
susceptible
de entorpecer ol
dominio
del
capital.
Equipado
can
esta
cluse
de
analisis,
el socialisrno
podia defen
der tarnbien la estrategia brradual frente a In vision mas apocaliptica
presentada en
el
dogma
cornunista
revolucionario. Mientras este ulti
mo
sostema
que
las raices
de la revolucion se
usientan en
la
crisis
y
en el coiapso, los
reforrnistas comprendieron
que la miseria humana
que produce Is crisis no haria sino debilitar el proyecto
socialista.
Par
10 tanto, se via un
aumento gradual
del alcance y de la
calidad
de Jos
derechos
sociales
como
una
condicion
previa
para
una lucha mas am
plia y no simplemente como
I fruto
del
exito
final.
Finalmente, par
medio de esta
reformulaci6n
cstratcgica el socialismo
accpto
el Estado
del bienest,lr como el centro de un proyecto a largo pJazo, En e ~ t e s e n ~
tido, la
sociulucmocracia
lIega a Sl'r
sinonimo
ue Ja
defcnsa
y
promo
cion del
Estado
del
hienestar.
Seria compietamente err6nco
creer que
los socialistas tenian un
proyecto de desmerrantilizacion; incluso los ilustres sOl'ialistas
suecos
lluctuaban ent.n· varias politil'as, muchas de las cualt's objetivamente
ten ian una base socialista
poco
tirme.
EI
motivo
de la
confusi6n era
doble;
uno
de
estas motivos
estaba relacionarlo con la
interpretacion
del nexo capucidad-neccsidaucs tan importante en cl marxismo c 1 a ~
sico. Si la mejora social estaba en
funcion
de la necesidad, los
socialis
tas podfan facilmente encontrarse elias mismas operando
con el
pa
t.ron
mas amplio
de la
comprobacion
de
media,
de
vida y
de los
nive
les de
subsidio adaptados
a
las
condiciones de
vida
de los
pobres.
En
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 25/80
71
I
- I
l;lI:-:'I'A
F-"l'l;';l:-.\:'\IIEI"'sF;";
.uchos casos,
como PO Australia y en Dinarnurca. el
modulo
de
axis
-ncia social fue adoptado pur los rnovimientos
ohn'ros
por
tales
ruoti
vos. Quiz£! lus socialistas se esforzaran por mcjorar los subsidies
y
por
..unimizar el estigma social,
pcro
vie run clarnmente cual era cl tipo
sistema
asistencial
mas igualitario:
ayudar
n los verdaderarnente
ecesitados.
Otro
motivo
e
confusion
cstaba
relucionado
con 1 1
clientela
para
. desrnercantilizacion. Hasta la Segunda Guerra Mundial, los
parti
)8 lahoristas eran
muy
"obreristns",
considerandose defensores de
ra
clase
obrera industrial. En estns
condiciones, era natural
adoptar
_
stemas d«
exclusividad
dr- clasp. Ahora bien, al encarninarse los so
'alistas
nucia una imugr-n IW1:-; amplia do nb.u-cnr
:.1
"toda la gt'ntc
-nodesta".
politicarnente
estaban
ohligados a enfocar los derechos
en
~ r m i n o s
de
proteccion
universal. Esto. como sc discutira en e l capitu
3, fue In rillZ de la
solid.uidad universalist.i
l ' l l la pohtica social so
·'alista.
Lo
que
caracterizu a
casi
todu
In primera l ~ p o c a
do ln pohtica social
. .x-ialist.a es eJ
concepto
de unos
drrechos
sociales hasicos
0 minimos:
idea
era
estahlcr-cr
Iuortos
dcrr-chos,
peril con
unos
niveles
de
sub
-idios
basu.nte
modestos
y
limitndos por 10 J'('gular a las areas centra
,eS de las necesidades hurnanas t pensioncs de jubilat-ion. seguros de
-cidents,
subsidies
dr- dosernpleo y enfcrmednd t. ~ g u r a m e n t p que
restricciones fi nanricras desernpcnaron
su
pape l, pero la
modera
cion d(' su
propucsta
puede ser
vista tamhicn
t-onto el reflejo
c6mo
.;!finieron el problema los primero.o:: socialistas: vieron la
cuesti6n
en
~ r m i n o s ohreristas, en terminos
de proporcionar un nivel basico par
rlebajo
del
cual no se dpjaria
que estllviera
nadie. Dc
herho, hasta
In
uecada de los aijos
H l ~ O
y 1960, los
programas
sociales de los
partidos
trabajadorcs pran casi
lI11ivprsalnwnt
.., d(' alc.:uwe
v
('ali<1ad
,edia,
aunque
el
criterio que
se
S('bruia
para
ll'l}er
derccho
era
muy
generoso.
£1 objetivo
era
evitar Ia pohft:>za, no l'mancipar a los
obreros
" su
dependencia
del
l l 1 e r c ~ d o .
EI hncerlo hahria
requerido
una re
-·.rmulacion
profunda
de la politica socinl incluyendo dos cambins
ba
o; icos
primero, ia ampliacion de los dercchos
alia
de la
estrccha
danja
de
lu nccesidad
absoluta y,
segundo,
uumentar
los
subsidios
:ista
igualar los ingresos normales y los niveles de vida
medios
del
~ q i s . En relacion con el primero, 10
que
importuba sobre todo era la
Introduccion
de
una
variedad de pJanes que permitfan que los
empJe
jos
fueran
pagados
mientras
desempeflaban otras
a c ~ i v i d a d e s
dis
'ntas del trabajo, como cuidado de los hijos. r e s p o n s a h i l i ~ a r J e s fami
liares,
c u r s o ~ de formacion, actividaueh orgallizallvas P indu::m (leiu.
I P. '; Tm:s',\tt ;-';lllIS
\I! t, ~ : S T \ \ H 1 I J t : \ 1\lt'\t'. ;[ \I(
Tail's
progrumns.
en e! fondo, son ve rdndernmente desmercant.iiiza
dorcs. Con
resperto nl :'wg'ulldo, cl problema cruci.tl l'ra que el status
de beneficiario de la
proteccion
social no deberia suponcr un descenso
en el nive!
de
vida, incluso
despuos
d(' un tiempo prolongndo.
En resumen, 10 csencial de la
desmercuutilizucion
en d parndigrna
socialista es la emancipacion de In
dependencia
del mercado. La cali
dad
y la
configuracion
de los
derechos
socinles,
no
su simple
existen
cia,
es
10
que
perrnite
identificar
un enfoque socialista
dotado de
espe
cificidad. En
contraste
con los modelos conservadores, la
dependencia
de la familia, de la
moralidad
0 de la
autoridad
no es un sustituto pa
ra la
dependencia
del rnercado;
In idea
es
mas bien
la de la
indepen
dencia d(') individuo. Y.
en
contraste con el lihorulismo. cl proposito
del socialismo eli maximizar e inst.itucionaliznr los derechos. Donde se
aspire a
un
purud igrnu socinlista
complr-tnmcuto
desnrrollado,
en
principio ac deberra facilitar
una desproleturiz.uion
dcl
status
de tra
bajador: In relncion
existente
entre el trabajador y el
trabajo
crnpeza
ni
a acercarsc
<1
In que han
disfrutado
d
ur a
ntc
docadas
e incluso si
glos
algunos
estrutos privilegiados
(como los funcionarios l.
Los ES'l'ADOS DEL B l E N ~ ; S r A I
Y LA IlESMERCANTILIZACI(}N EN EI. MUNDO REAL
Las varinciones en el potencial desmcrcantilizadur
de
l ~ t s
sociales
deberian ser empfricamente
identificahlcs a traves del tiem
poyoe
los paises. Este potencial no puede ser5aptado claramenle so
lo I'0r los niveles de
gasto s o c i a l . ~
Sino
que requiere
un
analisis
de
las
nonnas
y
criterios
inherentes a los p r o g r a ~ r e a l e s del btenest<1L..5.!l:..
ciaL La cuestion es
c6mo
se
perfilan
adecuadamente las dimensiones
"fundamentales.
Un
gruQO de
dimensiones
afectun
a
las
norrnus
qllc riven
el
acceso
de
l;;soersonas
a los subsidios: las n o rm - -
restricciones scnre los dercchos.
Puedc
considerarse
que un
progra
Tha
contiene un
potencial desmcrcantilizador mayor, si cl acceso es
facil y si se
g-arnntizan
los dercehos a
un nivel
de vida
adecuado
sin
tener en cuenta los
empleos
que
se
han tenido
anteriormente, el
ren
dimiento, la romp! ubacfdil de las necesidade!-i 0 las cotizaciones. La
otra cara
de fa
moneda
de
fa
entrada" eo ra-:"iiTiaa-:-s,ros-prog'falnas
s610 proporcionan
subsidios
de duracion limitnda, su capacidad para
la desmercantilizaci6n se reduce claramente.
r Un
segundo grupo
de
dimensiones tiene
que
ver
conJa reposici6n
"
e
ingrcsos, porque si los niveles de subsidios eaen
sustanclalmente
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 26/80
I
'12 (;{)STA E ~ I I N l ; A N l l E H S E N
IT debajo de los ingresos medias 0 del nivel de vida que se considera
edecuado y aceptable en la sociedad, el
resultado mas
probable es
"..te se
leve al
trabajador otra vez
al trabajo
10 antes
posible. Por
10
.nto
habrernos
de consider
ar
los
niveles
de la reposicion de
ingre
'8 . (Q
En
tercer lugar, el
alcance
de los derechos
que
se proporcionan
"
la mayor irnportancia. Casi todos
los
parses capitalistas
avanzados
conocen alguna
forma
de derecho
social
a la
proteccion
contra los
riesgos sociales
basicos: opsemplpo,
invalidez,
enfermedad
y
vejez.
Un
aso extremadamente a\ an/.;ldo
-« 1'1:l
el pago de un salario social a
.5 ciudadanos sin tener en cuent.. c motive. La idea de un salario
··"'rantizado de hecho
para
los ciudadanos se
ha discutido
en
Escan
I
umavia
y
Bulanda
y, con aspiraciones rna modestus,
el cuso de
la
,
.opuesta
americana
del
irnpuestn
Ilf'galivo
suhre
In rcnta se
ace
rca a
-te
esqucrn.i.
ondiciones para los derechos
I
Los
derechos
sociales
casi
nunca son
incondicionales.
Para
percibir
1
ros subsidius, los dem.mdunu-s u l menos
tcndrrin
quo satisfacer In
I
ndicion de estar enfermos, ser viejos 0 cstar
desompleudos,
Sin em
, vrgo, adernas de la mera presencia de un problema, las condiciones
I
suelen
estar ligudas
al
tipo
de
conveuio
con la
seguridad social.
I
En
general,
se
pueden distinguir tres
clases
de
convpoios
cada
I
10 con su peculiar efecto sobre ladesmercantilizacion.
Un
tipo de
Q1stema, historicamenta el mas fuerte en los
paises anglosajones,
ba
ad
108
derechos en una necesidad perentoria y demostrable. La tradi
)n de
la asistencia
social, con su origen
en la tradicion
de las
leyes
I
--
vra los
pobres, esta caracterizuda por
la
comprohaci6n
de 108 medics
ae
vida
y de los
ingresos
quo SP tipnen, con dili.'T'l'lltl's grudos dl' ri
b.Jr; [email protected] .O amplian propiamente los derechos a
los
ciuda
_ :oos. Los principales ejemplos de esta tracrrc-ion-son los
primeros
"liill'es de
pensiones
de
Escandinavia,
el sistema britanico de las pres
t.dciones suplemcntarias, pi sistema americano 58I
y practicamente
do e) sistema de protecci6n social australiano. Cada
puis
tiene al
'10 tipo de asistencia soCial con comprobacian de medios de vida 0 al
uun sistemn de
uyudu
a los pobres. Lo que mus
cuenta en este tipo
de
....
dtemas
son
las
restricciones
de
las comprobaciones
de los
mt'dios
de
' ia y de los in67esos y la generosidad de Jos
subsidios.
Un segundo tipo de
sistema
prolonga los derechos en base al rendi
IJliento en el trabajo. Esta
varianle
tieDl>
su.: .
ongl lH : :- i Cll la trudiciol1
I OS
m E ~ · ~ H I ~ l J O ;
HEI. r..,T,\lIollEL l : : W ~ 1 ,\1;
de
seguros
que ,se
desarrollo
de forma m
is const.a nte primero en
Alemania y luego en todo el contiuente europco. Aqui los
derecbos
es
tan cIaramente condicionados
a una
mezcla
de
vinculos
con el
merca
do
laboral
y de aport.aciones Iinuncieras
y, generalmente,
han
estado
sujetos
a la logica del actuarialismo; es decir, la idea de que el indivi
duo liene un derecho personal
de_ ,aturaleza
contractual. EI grado en
que
este
bpo
de regimen ofrece oportunidades
para
la desmercantili
zaci6n depende en gran
medida
de husta
que punto relaja
el
principio
actuarial, de cuanto habra
tenido
que
trabajar
0
aport.ar una
persona
para tener los requisites
y
de cuan estricta es
la relaci6n
existente en
tre
el
rendimiento anterior
y
los
subsidies.
EI tercer tipo de
sistema surge
del principio de Beveridge de los
derechos universales
de los ciududanos,
independientemente del gra
do de
necesidad
°el alcance del rendimiento en el trabajo. EI
ser
be
eficiario depcnde, pn cambio, dt- ser ciududano o de ser resident« on
el
pais
desde hace mucho tiernpo. Invariablemunte, estos tipos de pro-
gramas se
basan
en el principio del subsidio de tasa fija. En princi
pic, esta
propucsta
de
"bienestar
social ae11-)uphJ(?-'tiene
un fuerte
po
tencial
desmercantilizador,
aunque
obviarnente
condicionado
por
Ia
g-encrosidad de los
subsidies.
EI sistema de bienostar social del
pueblo
ha
dominado en los paises escandinavos
y
ha
aide un principio anti
guo
en
la tradicion socialista de la politica social. Aunque nunca se
lievc a cabo,
ha
constituido un
perenne ideal en la socialdemocracia
alemana.
Hasta
cierto
punto, los tres tipos de sistemas
rcflejan
la
bien
cono
cida
clasificacion de
Titmuss
de los Estados del bienestar: el residual,
el institucional
y
el "remunerative"
0
del "rendiiniento industrial" n-
dustrial-achievement (Titmuss, 19581.
Sin embargo,
en realidad
no
hay
paises
unidimensionales en el sentido de que
sean
un
caso
puro.
En Jos paises anglosajones como Australia, CUllill{:',
y
EstadoH
Unidos,
el sistema aSlstencial puede ser dominante, pero se complementa con
programas alternalivos. En Estados Onidos,
el sistema de
seguridad
social
esta dentro
de Ia categoria
del seguro
social; Canada
liene una
mezcla de
pension popular y subsidios
basudas en el segura social e
incluso Australia se esta aproximando principio de la
pension
po
pular.
En
Jos palses europeO :i continenlales, rlonde la tradicion de se
guro
social
es
mas
fuerte,
hu surg-ido
una
gran
variedad
de altcrnati
vas
a traves de
los anos:
en
Haha, la
pensi6n social; en Francia los
"fondos de solidaridad". Y, final mente,
casi
todos los paises domina
dog por el
sistema
de
bienestar
social para el pueblo han desarrollado
sistemas
relacionados con los ingresos y con el trabajo para com ple
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 27/80
l
l;\I:-iT,\ ':SI'[Nt;-:\:'>Jln:1\:-irr..:
...entar los subsidies g n e r a l m ~ n t modcstos que couccdcn los sistc
8M
universuk-s de
runtn unicu.
En rusunu-n.
todos
los
p a i ~ e s
pre-sen
•· n hoy un sistema
mixto.
A pesar de la cornplejidad que osto implica, r-s pnsiblo d is.tinuuir
npiricamentc
In
cupucidud vuriublc
lIl'
los Estados
dl'1 hionc-st.u:
pa
desrnercant.ilizar. Prescntaremos aqui las puntuaciones
combina
"as
de la
desmercanti
Iizaci6n
para
los trl'S
pf(wranws
de
h i c n ~ ~ ~ ~ J
...
vcial mas importantes: pensiones,
subsidies
por onferrnednd y pqr
...
asempTpo.
Las
punLuacuil'li,-..-";j'sulllpn-
U I - l : l - - - = ~ e r i c variables
que
. i w ~ t r a i ) 1 a
facilidud con LI (JUl'
1111.1
pl rSOlla dr- tipo rru-dio pur-de dt-ci
uir
permunecer fueru
del rucrcudo: pri
rru-ro. las
limitaciones
de
las
.mdiciono-,
para
sr-r
bent-Iivnnio.
tales como In
( 'xpt· , . i I 'J lr ia lnbornl.
, 'S cuotas
pagadas °
las
cornprobaciones de medius
ell..
vida; seg-undo,
la fuerza de los
desincvntivr»
'l'T'ltps (clllno pI numoro de dins pa
. d cobrar pI subsidioi .Y lu dur.u-um l i l . l , i l l1 ;1 til' los durcchos: v, terce
l, Ia
medidu
en
que
10:-1 subsidies
Sl' uccrc.m a ln-.
111·. I('s
de
iJlJ.,'Tesos
<ormales esperados. Los resultados glob;llt's d(' [a dl':·;nwIT'lIltiliza
~ 1 6 n estuu
pondcrados por e l
porrent
aje de
, ~ o h l ; H i ) n rclovnnu-
prote
.Ida
pur
ul
progruma
do
1<1
:-wgllridad
scu-url.
Esto
rcflcju la
prohahili
lad
de
que
una
persona
dada lPllh, l
dcrcchou
n-cihir unn irunsferen
cia.
Un prograrna pued« muy bien ofrecer subsidies
lujosos
y condicio
.•es liberulcs, peru si se aplica solarnr-nte a lin Jll'qul·no nunu-ro de he
eficiarios. ohvianu-nt« tundra una
capacidad
limit.ada para desrner
-ant.ilixsu-.
La tahla
2.1
presenta
los
indices
de
desmercant.ilizacion para las
8 demorrncins industriales mas avanzndus un rolnt-ion a las pr-nsio
-es
por jubi l.ictdn.
Sc
han
111 ;lizado
r-inr-o v.u-iuhh-s
para
construir el
indice
de pensiones:
11 pe-nsion
nuni mu cornu purruntnjr - de los ingre
.os de
un trabajudor
rnodio
ltasn
lip r<,posicion neta de
implil'stosl
pa
R
una
sola
pl'I"SOna;
2) tw:,a
(net:l)
dl'
repOSil ' l l lI l
dl' la
PPI\Sil)1l
Illl'dia
"ara
una
sola persona; ;1) IHlml'ro de allos n'qlH'rido.
;
de tontrihucil)n
para
tpncr dl'recho;..I,) la parte dpl total dl' los f(llidus £II' p c n ~ i o n e ~
pa
4
,ada
por
las
personas.
Las puntuaciones
de
estas
cuatro
variables
se
·uman
y entonces Sl' pondcran pOI' f») cl pOITl'lltajl' rlP personns
por
en
cima de la edad de Jubilaci6n
que estan
recibiendo real
mente una
"en
.Ji6n t a ~ ; a de cobertural. Para los suhsidios de enfermcdan .y d ~ ~ e m ·
,leo el procedimiento es casi identico con
las
siguientes excepciones:
'i.qui
solo
se incluye la taRa neta de
reposieion
de> los subsidios
me
dias, He omite la
parte
de finunciaci6n individu<ll y :-ie induyen los
latos del numero
de
dias que hay
que esnpr:lr llHril rt.'eihir
10:-' ~ l I h s i -
iios
y el nunlCro de I - l e m a n a ~ de
duration
del s u L ~ i d i o .
ParH
los t res
I . t I ~
T l i r ~ ~ l l ~ I J \ l ~
IlFl.
EST.\IlO \lEI.
I q ~ : \ l : ~ r \ l ;
75
-I
I
TABLA 2.1 tIrado de dr-smcrcuntilizucron en pr-n.
;iolll':"i
dl' juhilncion.
subeidios de
cufcrmodud
y
'wgl l l"O
U('
descmplr-o. WHO
.1 1 1 ..",,,,,
10: 1,· ,,, d.'d 1 1 · ~ · l n l , I , ·
Austrnhu s.o 4.0
4.0
Austria
11.9
12. 1
6.7
Belgic;\
15.0 H.H
Canada
7.7
0.;1
8.0
Dinnmurcn
J!}.O
J 10
H.l
Finlamliu 14.0
10.0
5.2
Francia
12.0
92 6.;1
A!r'nlaniil
«r
11.:\
1.9
lrlanda 0.7
H.;l
8.;J
ltalin
nJi
9.4
51
.Jupon IO.!i
fl.1
50
Bolanda 10.H
[0.;;
11.1
NUCV:l ;/ ,planda
9.
t
4.0
4 "
Noruegu
101.9
101.0
9.4
Succia 17JJ
J!i.O
7.1
Suizu
90
12.0
H.R
Reine Umdo
K.!i
7.7
1.2
f<:stadll '> Uuidos
»
0.0'
7.2
Modiu 10.7
9.2
1.1
Desviacion
upiea
;1.4 ..j.O
\.9
_
Cuanlo mas alta ( 8 la
puntuacicn,
mayor cs cl prado de desmcrcantili
zucion. Para (,1 procodimicnto rh- puntuacion. vr-r ['1 upendice de cstc en
pitulo.
"Progr:lI11:l nn ,'xistl'ntt' y POI tnnto puntuudo u.
F I , ~ .. I · ~ : IJ,,,,,.,,
",.d:,t'h ,/,·1
S,..;l/l
programas,
hemas puntuada
doblemente los subsidias,
parque para
la
decisif)Jl de
trnhaj()/protecci6n
social de rU<llquipl" persona el nivel de
ingresos
c ~ p e r a d o sera
absolutamente decisivo.
Para preven;'· cualquier malentendido, d"be quedar c1aru que se
ha
tratado
de medir el potencial de desmercantilizaci6n de un progra
rna y no sus cualidades generaJe:;; se
representa
aquf eJ niveJ de inde
pendencia del mercado para
un
trabajador medio. De
este
modo, es
posibJe
que un p a i ~ considerado normalmente
poseedor de
un
sistema
de pensiones de primera rlase (como Alemania l puntue baja. De he
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77
;( STA 1·:.'W1N(;-ANIWHSI';N
,.10. en
este CR. tO
Alr-mania
puntuu
hajo porquc rcquiurc largf ls
perto-
18
de pago de
cuotus
y unn gran
cuntidud
tip uportncion
Iinallrit 'ra
: -dividual y porque sus subsidies
de jubilncion Son
rclutivarnente mo
uestos.
Australia y Nuevn Zelandn puntuun oxtrenuulumente hajo
.nto
en enfermedad como en descrnpleo, porque
ofrecen xubsrd
ios
S()
. con cornprobacio n de
medics
de vida.
En
la
tabla
2.1 vernos
que
los
tres progrumas
difieren
consideru
uJemente en
su grado
de potencial
desrnercantilizador.
De
forma in
rriable. cl
seguro
de dl',,",pmpll'o
esta
asociudu con los
efedos mas
ele
··9.dos de desincl·nti'·i.ll'IlJll.
1.1
tahl.i 2.1
tambien
indica
que hay una
variacion
considcruhh- entre 10;-, I · ~ : - ; t a d m ; rip)
bir-nestar
avanzados res
. ecto
a la desmercantilizacion. Algunos paitit's
puntuun bujo constan
'mente en
todos los
programas, miontras
quo
utros tienen
una gran
capacidad desmercantili
zudora
t '11 L\ldo::- :
's
indicadores
de la
tabla,
or eso nos enfrt-ritamos a
una
situaciou
ell L, que
los
sistemas
nacio
lies
de proteccion social pareccn content' '
< l : - ; g - o ~
sistematicos. Los
-aises
nordicos,
en particular. son regularrnente
desmercnnt.iliz
ado
i
es,
rnientras que
los
paises
anglosujones tir-nden a
serlo menos. Esto
s
precisament
e
1
que
se
podrui
esperar en
terminus
de
nuestra
tipo
',gia
de
regimenes
de
Estados
del
bionestar.
La idea de
que
los
Estados
del
bienestar He ordenan
en
distintos
orupos
se
hace mas evidente
cuundo
examinamos
la
tabla
2.2. Se pre-
anta aqui la puntuacion total cornbinada
de la
desmercantiJizaci6n
""ara
los tres
prograrnas en los ruismos
1H paises.
Bas.indonos de for
.na aproxirnada
en como se
agrupan
los
parses alrededor del valor
.iedio, podernos
distinguir tres grupos
de
PtlIS('S:
los
paises angtosajo
'f :S
"nuevos" se
concentran
en la
parte mas
bajn de
nuestro
Indice: los
Daises
esrandinavos. en <\ parte super-ior. Entre los
dos
ext.rcmos se
.ncuentr.m los parses europeos
cont.ineutah-s.
ulguno de los cua
les
sobre todo
B ~ I i c R
y
Holandn) estrin
cerra
dr-l
j-rnpo
noruego.
Aunque ln tabla
2.2
ruuestrn \Ina r.uu idad dt'
C.1SOS
dudosos , la
agrupacion permanece fuerte. Los grupos reunsn a los paises que ya
priori
se esperaba
que parecieran simi lares en relacion a nur-st.ros
-rgumento»
sobre los regimenes del Estado del bienestar. Se podria
anticipar
un nivel de desmercantilizaei6n muy bajo en los parses con
.ina historia dominadn por el liberalismo; nos parece que este es el
rimer
grupo. En el grupo de una alta desmercantilizaci6n se encuen
'.ran los Estados del
bienestar
dominados por la socialdemocracia, tal
L:omo era de
esperar.
Par ultimo, los paises europeos continentales
,on su fuerte inOuencia cat6lica y estatist,q tlPnrk'n a ocupar e} grupo
:ntermedio ---{Jfrecen un minimo conslderabl(' dl' derechos fuera del
LOS l ln:s MlIr\IH I IWI. EST/\])(J [WI. HIF\ESTI\1l
TABLA ~ . : l Ordouuciou th' los I';stadol'l del
blt I I t : - , I ; l r e-n
relecicn con
III
dcsmervaut.iliaacion combinadn. 19RO
I l t · ~
..l1 d . d,' I
d ~ I l I I , I I ~ _ , U I ,
Australia 1:3.0
Estados
Unido -;
1 : ~ . 8
NuevaZelanda
17.]
Canada 22.0
Jrlanda 23.3
Reine Unido 23.4
ll..f:llia 24.1
.lupon
27.1
Francie
27.f.i
Alemania
27,7
Finlandia 29.2
Suizn 29.8
Austria
31.1
Belgica 32.4
Holnnda 32.4
Dinamnrca
38.1 ,
Noruegu
3 ~ L : I I
S ~ c i n
39.1 I
Mcdin 27.2
1
Dcsviacion
upicn
7.7 I
Para el p r o e d l m . e n ~ o d C
:n tuac lO:
vease-el
apendice
de
estc capitulo I
,. I ,,, d,'
dol.,
d,'
'SID
l
,
-
mercado, pero
enfatizando
el
control
social
en
mayor medida que
en
el caso de
la
socialdemocracia.
l omo explicarnos las diferencias en las capacidades desrnercanti
lizadoras de los
Estados
del bienestar en los diversos pafses? Como ya
se ha
argumentado, una
simple
explicacion en terrninos de desarrollo
economico 0 de la capacidad movilizadora de la clase
obrera
no sera
suficiente. Como examinaremos mas
delenidamente
en el capitulo 5,
el
nivel
de desarrollo economico
se
relaciona negalivamente con la
d-esme-rcantihzacI6n
y
no
tiene capacidad e x p l i c t i v ~
Como se vera mas tarde, el grado de poder de la izquierda
liene
una influencia positiva y bastante fuerte sabre la desmercantilizaci6n,
expftcando un 40 por ciento de la vanania::Sin' mbargo, e1 residuo no
/
I
"
" , " .1
r" ( ..
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 29/80
I
78 C \ l ~ T \ F : - ; l l ~ t ; - A : \ I W H S E : \ L ( ) ~
TIWS ":\1l0S IWI. F.'iT.\1l0 IWI.
11I1, I<:-:T.\1(
79
" ' . ./ '- t
(.
" ( l c
(
~ , ' \
" , / .
.plicado es
grande
y
tiene
que ser desvclado para
cntendor
com ple
"q,mente como y par
que
han evolucionado hasta cl punto
que
10 han
uecho
las variaciones
de los Estados del bienestar.
Este
asunto sera
atado en el capitulo 5; por el momento
sera
suficiente decir u ~
"(plicaciOo He
encgotrar<i
en )8 i n t g ~ f c i 6 n
entre las variables del po -
,
ner politico y el
legado hist6ric?_de
10;-pafSes, Los rcsuliad'Z,';-d-';-una 1
...
esmercanhhzaCIOn relativamente alta enconlrados en los parses eu
ipeos continentales no son unicarnente el producto de
una
moviliza
-ion
politica
de izquierda,
sino
Lambten de
una
larga tradi£. .Q. } de .
.ormisrno conservador y catolico. Por e) contra
no,
los resultados de
. "desmerrantiHi,t-ri{lll .:11111.111
,, ('
haja, oncontrados en paise» con
' ,ovimientos
obreros
comparutivuuu-ntc
podcrosos como A\. stralia y
l,j ueva
Zelanda, pueden encontrar una
explicaci6n en el
legado
de
un
- ~ D e r a l i s m o i n s t i t u c i o n a l i z a d o d o m i n n l ~ h ~ t 6 r i c a m e n t e ~ - - -_.
La utilidad de unos aJ,fl"upamicntos de los Estados del
bicnestar
ron una rnuj or
funduuu-utucion
hi-torica cs evidente cuando
cxami
.•amos r(1I110 Ius dist
intos
paisc-s sc ugrupnron en las
primoras
l'P04
IS, sobre lodo antes de la IIcgada de la influencia de los pa r tidos la
'<oristas
0
de
izquiorda,
e l l
la ll'gi,slariol1 dt' lu pohl
ira
social. En l'
te
sentido podernos mantener constanto
pI
cfecto de In "socialdernocra
.a",
Tanto en
1930 como en 1950, el
grupo
de desmercantilizaci6n ba
, . comprendia la
mayoria
de los paises
incluidos
en 1980:
Canada,
-;stados
Unidos,
Nueva Zelanda y
(en
19(0)
Australia,
Tambien
in
clufa
a Italiu y Japan, ambos paises bajo un
prolongado
dominio fus
.sta,
y Finlandia, EI aumento de la desmercantilizacion en Finlandia
~ e s p u e s dt'
Ia
guerra pucde
ser
nmsiderado como un ( '[ISO di'
innuen
cia
socialdctn6uata,
no siendo asi cl de los otros dos palses. A 8U
cl grupo cscandinavo d(· alta d ( ' : - ; m ( ~ r c a n t i l i z a e i l ' m dl' 19HO, no se
ncontraba anll':::> de IHGO; de IlUPVO, es un ca:-;o a f:lvur
de
In
influen·
ria
del
poder
dt' Ia soci31demorraria en
Ia
poslguerra.
Sin
f;'m bargo, es
.085 significativlI
In
ronsistpntp
posici6n hi:-;t6rira d.. n'ginH'lH's cuto
cos conservadores 0 estatistas de la Europa contin(..'I1tal
cumo
los
de
'\lemania, Austria y Francia; todos tienen consistentemente una pun
,uaci6n media 0 alta en la decada de 1930, en HJ50 y en 1980, Sob,'e
sta base, podemos apuntar las siguientcs hip6teflis orientativas que
desarrollar6n mas ampIiamente en capitulos
posteriores.
L Los paises con
un
amplio legado histarico de reformismo cat6lico
j/o conservador
es
probable
que desarrollen en rechas tempranas
una
ohtica
social con un
aceptable grado
de
desmercantilizaci6n.
Sin
'>argo, sus Estados del bienestar
circunscriben
la relajac.i6n de los
vinculos del m(,-fcado con podero::;os m e c a n i ~ l l l t ) s de
l ·OlLl
roJ
:--:ocial, ta
les como uun
oxpcriencia
dcmost.rudn d(' un
fucrte
vinculo con cl em
plco
0
de Iuertes obliguciorn-s
Iamiliares.
La mayor desmercantiliza,
cion que e
ncon
tr-arnos en
purses
tales
como
Austria,
Belgica
y
Holanda despucs de
1950.
probahlenu-ntr puc-de
SCI'
atribuida a la
ruerte
posicion
politica
de los movimientos obreros
socialdcmocratas.
2, Los paises con un fucrte leg-ado
liberal
s<' bifurcaran dcpendien
do de lu estructurucion del podcr politico.
Dondc
la
socialdemocracia
alcanza el dominic politico, como en Dinarnarca, Noruega
y
Suecia, se
rornpera
el rnolde
liberal
y
xeru sustituido por un regimen de
Estado
del
bienestar
socialdernocratn altamentc desmcrcantilizador. Por
otra
parte, donde el luborism» no pucdu rcordcnur lu cconorrua del pais y
mantener BU
hcgernonia, el resultado ser.i
una
buju
0,
por 10 menos,
moderada desmercantilizacion. Esto
se ejernplifica con
Gran Bretana
en
un
extremo y
con Canada
y
los
Estados Unidos
en
el
otro. Los
10
g-ros
del
Partido Laborista br
itanico
se
manifiest.an
por el hecho de
que Gran Hretana puntuo en 10 m;:1S ulto del grupo de desmercuntjli
zacion en 19[)O: In ciudadun ia social u ni vursa l
istn
de
modulo
de
Reveridge
que
se
introdujo de
spucs
d« la g'uerra COIOCD a
Gran
Bret
ann
COH10
el
pais
con
l
a
mayor
p
u nt
uaci
on
i
n
t
e
rnucio
n al .
Ciertamente,
eJ
sistema
no
«staba acabado en
los anos 80, perc no
consigui6 ir udelante. Lo reulizado
por
el
lahorismo
en el podcr en el
periodo
de la posguerra rue
demasiado debil
y discontinuo-,,-0IlllLllara
igualar
los
logros
de
Escandinavia.
A
su vcz
,
Estados Uni do0
Canada son los casos
'puros'
de
hcgemonfu
liberal.
practicamente in
controvertidos por las alternativas paradigmLiticas del socialismo t\ a
('se n · ~ p f ; e t ) . del rerormislIlo conscrvador.
A I I : N I ) I : ~ ;
P]{OI'EIIIMIEN I'1l1ll': l ' l ~ T l r A ( ' I O N
I',\RA Lo:-;
INllj(' o:S
IW IJESMI-;IH'AN'rII.lZA('ION
P e n ~ i O I l C H
Ln desmcrcantili1.aci(ln pn IrlS lWIlHion{'s
pOI"
juhilm:ilin se ha mcdido en
t n n i n o ~
d(' la <Ic1ici(ln d(' Ius
p]pmcntos
siguif'nlps: 11
pP l:-;i(m minima dcju
hilacion
para
un
ohrero
manual
pst:indal'
quP g;lfH'
un
:-;alario medio. Aqui
la
lasa de
reposicion
(como en
cualquier otra
part.('l
e:-;
la
ratio entrp
los subsi4
dins
y
los ingresos de trahajador normal en csP
al'}o,
considerundo a ambo:-i
nctos de impuestos; 2)
pension
estrindar para un ohn'ro medio, calculada co
mo en el ca:-;o anterior;
:J) pcriodo
de
contrihu(·j6n,
medido como numero de
aiios de aportacioncs
0
de empleo) que se nece.sitan para tener derecho a
una
pensilin
est;\ndar;
4)
pnrtieipacilin
individual en la linanciaci6n de la pensi6n.
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w·
I;OS'I'A I·::-:I'INI ;-I\NIII';W WN
l bese a
lc.J .
valnrr-a de: l:Hlo, ,
cuu
tro inrlieudorr-«
puru
IfJH IH
p a i H f ~ s
hnrnox
d
1
0
una
puntuncron de 1
puru
una desmercantrlizucton
baju,
2 IJura
unu
me
dia y 3 para
una alta deamercunt.ilizaciou.
La clesificacion en las
tres puntuu
c Ies se
ha hecho
en
base
a la
desviacion tfpica
de
1;1
media, corregida en
u '18 pecos casos por su valor extreme.
Por ultimo,
las
puntuaciunes han
sido
ponderadas por el porcentaje de
pohlacion trelevanter bencficiaria del progra
r
(para
peneicnes, la taaa de
cobortura). Donde las punsiones
se
bosun en
la
cr-nprobacidn
de
bienes,
como en
Australia. hemos
puntuado
0
para
el perio
d",de
contribuci6n y hemos
dado el valor de 0.5 para Ia pohlaci6n beneliciaria.
r a
puntuacion
'ncgnuva: rcfluja el
heche
de que los
programas
de
ecmpro
be
cion
de
medius ponen
muchas ('ol'l'h-iones a la
hora
de reconocer
derechos.
J-.:a tener en cuenta la
singular
import.aur-ia de 1a
taaa
de
reposici6n para la
c '
-cion de
la gt>nll'
entre
pruteccion
0
trahaju, homo dado lin peso ext.ru a
estes
variables (mult .iplicadas por cI factor 2),
F"b8idios
moneturtos para
cnft'rl1lt·d.lcf y desempfeo
En
los
prcgramas
de enfermednd y
dps('In,,)(,(,
homos modido la
dosrnercan
tt'<zacion
en tot-minos de 1\
tnsus (nctas)
de rt-pusu-iun lIl'
slibsidillS para
un
tr
obajador .ncdio
durante las prirueras
26 somnnas do
onfermedad 0 dcsem
l
:J;
2) numero de
semnnus
de
cmph-o
que
so
roquicrc
antes de tener dere
rho; 3) numero de dtas
que hay que
espcrar para que st:'
paguc
el subsidio: 4)
l .....mero de semanas que se puede mantener el substdio. omo en el caso de
J
pensiones,
he-nos dado las puntuaciones de 1, 2 6 3 en hasc a la
desviacicn
tfnica
para desarrollar un
indice resumen
de desmercantilizucion. A
su
vez,
t e
indice ha side ponder-ado per ln pohlacion
(relcvunnu beneficiuriu
como
,
porcenteje
de la fuerzn de trnbnjo. Los pmgrnmas de romprnbacion de me
dios se han tratado como en el caso de las pensiones. Al ig-l1al que en las
pen
l
nes,
las Iasas de
reposicion
han sido multiplicadus por (,j factor 2.
3
EL ESTADO DEL BIENESTAR
COMO SISTEMA DE ESTRATIFICACION
EI Estado del bicnestar puede proporeionar servicios y seguridad de
ingresos, pero tarnbien es, y siempre 1 ha side, un sistema de estrati
ficacion
social. Los
Estados
del
bienestar
son insti.t..u.ciones clave en
[a \
e s t r u c t u r a c ~ o _ ~ ~ ~ c1ases y orden S O C j ; I . = . L O R . ~ J a s g o ~ de organiza
CIOn del
Estado
deI bienestar
ayudan
a
determinar
la articulacion de
·Ia solidaridad social, las d i v i s i o ~ e s de clase y-Ia--ciiferenciacion del sta
tus . _ ·_ ·
-
Suele reconocerse generatmente,
aunque
pur desgracia
muchas
ve
ces de
manera
limitada y sin especificar, que el Estado del bienestar
es un agente de estratificacidn; este es un aspecto que
ha
quedado
muy descuidado tanto te6rica como
ernpiricamcnte.
En el nivel teorico
han
dominado dos puntos de vista: uno, cornun a
gran parte
del neo
marxismo,
argumenta
de forma caracterfstica que incluso el Estado
·-del
b,enestar avanzado simplemente reproduce Iy quizas incluso ali- ../ .
mental la sociedad de c1ases existente (Offe, 1972; O'Connor, 1973; I
r
Muller y Neussuss, 1973). De cste modo, el razonamiento de D'COnnor (;',
es que la
l'0hhca
de proteccion social ro
or'
.i!....!.Il.Jegitimidad y la
tranguiildad
socia reguerida por eI capitaliHmo monopolista. En el e
n
- ~ ~ , '( ' ." ': : ' /
tudio de Piven y Cloward 1m 1), la voluntad del gobicrno para pro- .
porcionar
ayuda
a los pobres de pen de menos de la
extrema
necesidad
que de
las amenazas
a la estabilidlld S l ; ~ i a l
p,;; ·ihliEIH.
El segundo punto de vista sigue
los
pasos d e ~ H Ma.I:sl)al.l y hasta
cierto punto los de sus p r e d e e ~ m r e s como Heimann. Este punto de
vista percibe las reformas del
bienestar
social como
una gran
contri
hucion a la perdida de reIevancia de la clasp ILipset, 1960; Crosland,
I
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83
)ST,\ I<SI [N(
- N I } E I { ~ I : ~
l
17;
Parkin.
1979), El
razonamiento consiste en que
el
biencstar
so
cial elimina las causae principalcs d e la Iuchn de clases, incur-porn a
h. clase obrcra y ~ t : m o c r a t i z a el acces?-'popular <-II Estado; 0, como di
e. Parkin, t
ransforma
?J (00(11(1.0 d.e
clases
en
una
competicj()11 de
st'ltus.
- - - - - - - -
------- , : --
. - ; ; f : ~ . l . l
oes<Ie ( 1 punto de vista emprrico, los estudios se han centrudo tasi
l clusivaruente
la
r e d i s t r i b r r ¢ m Q a ( , i ( H ~ -
i r i g r ~ ) P o r
supuosto
que
e'
oroblema
no
es
si la
desigualdad
global
de
ingrcsos
ha
disminuido
-hecho
clararnente
indiscut ihle->, sino hastn
que
punta el ncxo de
i...
pu-'sto Vgast.os
nt"
E:-.tnd"
.h- Illl'IIt':4ar
dc-sc-mpenn
un papel decisi
, Como hn rnost rudo
Krnu
s
l
I ~ ' r \ l l , los problcruas ernpiricos y mcto
d")ogicos para responder a tal
pregunta son
uruvc-s.
cuando
no
probi
b.civos,
y tanto los resultados
do la:-
investiguciones
longitudinalps
co
l las
transversales
cont.i nu.m sir-ndo poco rmis que espccuiativos;
embargo, Ia lIlil,vorfa Ins ( / r , l ~ Il('gan a conclusiones
hastan
te parecidus. C l ~ i l n d o
sc
cstudiu
de lurtuu
t
rnnsvcrsal.
encnntr.uuos
i
.a tremcnda v a r r ~ c i r i T i - nacionnJ;;;- lu capacidud i g u ~ ~ f a t ; ; ~ i a ..
t : a : : C k J J i . L h ' t . ' f 1 e S I a r ~ - E n
algunos pnfses como Ah-muniu y Francia, el
e f ~ c t o r e d j s L ~ · i b u t j v o - d e l
Estado
dol
hicnestnr
es
bastante
Insi,gnifiZan:---·,
~ . · t : ~ ~ ~ _ t ' l l ' ~ ) j l ( r a r i O ~ - en
Escnndiuuvru
su
d<'-'l't()
{'(ll\::idcrable (Sawyer.
76; Hewil;' 1977;
Stephens,
1979; Cameron. L9H7; ( ) ' l I i g h ~ n
19H5;
Pingen,
1987; Ringen y Uusita o, 1990).
Estos estudios
se
han interesado
rnenos
por
el impacto
del Estado
, -I
bienestar
como tal que por las teorias del puder y de la igualdad.
r r
10
tanto, el par que las estrueturas del Estado del bienestar tie
nen
diferentes
c o n s e c u e n c l _ ~ - m s l n D u T I V a s ;l1aq-ueaaaopn'-su mayor
... r f e s m e x p l i c a r . ~ Y C u a n d o se
an<dizael Estado del hjpnestar, como
el
estudio
de
Camt'ron, se identifica
de
una
forma
vaga
como
ni
les
de
ga :'to social. Los
estudios
d() ()'Highr-lns y de Ring-en son
de
los
}.lvcos en los que los resultados d{' la dislriouci('lIl
('SUIIi
relacionados
JS
directamcnte
Can los
componentes program
lticm; de los
Estados
? .)
bienestar.
C ~ B n d o l'.l
~ ~ ~ ~ t J ~ n ( ) s _ e ~ t ~ d _ ~ ~ ~ ~ \
1 ? . . 1 _ g ~ ~ 5 i l T ~ ~ t 1 m ( J ~ . t ~ ~ ~ ~ . ~ ~ . n t e
-
...,f ~ ~ ) ~ _ ~
.
.Dos._las
t ; : 9 . c J u s i ~ m ~ . ~ _ J ( ~ f l : . d e , ~
: - ; ~ r
muy
diferentes. A l g u n o ~ _ e ~ :
.
jios
concluyt'n qlH'
In
capacidad rt'di,lribllliva
d('1
~ : s t a d o
cI,,1
bie-'
------P;;starna
a-um-eri-taac)
s61o"Hgerarrienlc, a
pesar
de su
extraordiniirio
-c,eCimierito ISilwye;::'-L9H2; K nneth Hansen,
L ~ I H 7 ) .
R",;;lILta que el
'-, :peraer ';;;tema
de jmpuestos ha sido s u s t i t u i d o _ d i : j ~ . r m a _ g r ~ r l . 1 3 1
. "'r
las transferencias sociales
como un
arma i m p ~ l r t a n t e para
In
o ) ~ i r i b u c i 6 n . Esta t e n d e n c l l i ~ i O e n - t p en loHEstados
del
IJicncslnr
,---"candinavos ( E ~ p i n g - A n d e r s c n , 9Hfl::t: Kcnncl1. iL t I IS( I l , 19B7l. Las
J.tlS TlO':S Ml'NI)t)S ]lFL E:-iTr\ l() HE Illl:\F,'..:Tli1
razones
de
este
carnbio
son bastante claras: en
la
medida
en
que
los
E s t ~ d p i i del bicnestar sc ~ a ~ ~ n _ 1 . i l ~ 1 Q ' ~ . . l d t ' ~ J necesidades finan
c l e r 5 ' . ~ _ ~ _ 1 . . t ~ l e s . _ q u ~ n ~ c ~ ~ ~ a n irnponer c l e v a d ( s ~ m p u e s t o s , incluso a
los hogares can unos ing-resos
r n o d e s t o - s ~ ~ G i ) m o
consecuencia d e ello.
_a.LQ.f.idencia rcdistributiva n e t < . . . ~ ~ _ ~ . 9 _ ~ EsJa1.o,s del
bienestar
cmpieza
'a d e p e n _ d ~ ~ - p r i n c i p a l m g D ~ ~ , ' J ~ , a _ ~ ~ ~ ~ u c t ~ ~ I , ~ ~ i ( i ~ sus transferencias
sociajes. Puradojicamente, una
explicacion
es
que el
Estado
del bie
nestar
extenso pierde
por
est.a razon su
capacidad
redistribut.iva
a
traves de los impuestos. Y respecto a las transferencias, el impulso
igualitario puede estar b l o y u e a d ~ - p o r Iapr·o1}abilidad de que las cla
ies
medias se_.
beneficien
de
una
forma desproporcionada
(Le
Grand,
19HZ). EI sesgo favorable a la clnse media es algo que puede
variar
entre los diferentes
purses.
peru par ahura
cnrccornos
de
una
eviden
cia comparativa. 1<:1 impacto direct» de
las
estructurus del Estado del
bicnestar sobrc la igualdud es uu
problema
quo examinaremos can
111<.15 detalk- nuix adclantc.
En lugar de centrarse en In distribucion
dr-
los ingresos
globales,
algunos
estudios comparatives
recientes han cmpczndo a rcplantear
se
la
cuesti6n
de
forma
mas
provechosa.
EI
Luxembourg
Income
Study, que
presenta
los unicos
datos
vcrdadcrnruente
comparatives
sabre distribucion de ingresos a nive micro,
on
producido
una
serie
de analisis sobro la capacidad de los
Estados
del
bienestar pam
rcdu
cir
0
elirninar la
pobreza
entre
grupos
sociales clave. Hedstrom y
Ringen (19851 y Smeeding, Torrey y Rein (19881
han
encontrado dife
rencias
sorprendentes entre distintos paLses: el porcentnje de
perso
nas mayores
que
viven
en
la pobreza va
desde
el
29 par
cicnto
en
el
Reino Unido y el
24
por clenlo en Estados Unidos, al
II
pOl'
dento
en
Alemania
y menos
del l
por ciento en
Succia. Se hun encontrado dis
crepancias similarcs can respecto a las familias con hijos. Ya que las
personas mayores y
las
familias con hijos dependcn de una forma es
pecial de ing-resos
par transferencia, estos estudios
pueden
identilicar
directarnente
el
impacto sobre
la estratificaci6n de los
distintos siste
mas de bienestar social.
Una
~ e g u n d a
desviaci6n
innovadora
del cnroque
hahitual
hasado
pn In distrihuc16Il de
los
ingrcsos
son los
estudios sohre el nivel de vi
da",
limitados
hnsta ahora
a los
palses
esc<lndin<lvos.
La idea que se
dl'sarrolla en elias es que h.ui.i.a.grcsos por SI
~ l , ~ i ~ , . ~ ~ p r o p O I T i o l l a n
una
base demasiado estrecha.J1.' Ii'--. eseribir la. estnlJ;l.t. a de
o ~ r f u m d a
.des
y la d e . s l i i U - a T d a a ; e ; ; , ~ _ J u g a ~ : - ; ; ; - ; ; ; ; ; p l i a e I c o n c e p l o de ~ o - s
~ ~ r a incluir salud, vivienda, vraa
labo'ral.
~ u c a c . i 6 · n ~ e f i c a c i a s o c ~ · \
politica
y o t r ( ~
componentes vitales
para la r e p ~ ~ U C C l O n h u ~ ~ ~ : . . . .
5
Ii4 t a ~ T A "'SI'INl;·i \Nll ':HSVN l . o ~ ' T l t E S ~ l : \ I l ( ) :
IlEI. EST,\J)u IWI. f l i E \ E ~ T · \ I {
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 32/80
\
Lasencuestasnacionales
acosturnhran
a
medir
la
distribucion
de lOR
.\
recursos
entre In
poblacion,
Cornenzudos en Sueciu en 1968 y mas
\
tardeen
Dinamarca
y en Noruega, los
estudios
se hun repetidoen los
ultimosanos,hacieudoposiblcobser varlos
carnbioshabidos
a10largo
del tiempoen la distribucion de los recursos, Los datos S U l ~ C O S y dane
\
sesofrecenlos fundamentosmasinteresantes
para
evaluar losefcctos
distributivosdel Estadodel bienestar , porquehan cncuestado a la s
-
misrnas
personas
durante
muohosnnos
y
porque
los
c
studios
nhurcan
~
\
un larg-operiododecrccientedesempleoyde estancamientoeconorni
\ , \
co. La
que
muostrane-tosdatos es
que
a pesarde quelascondiciones
economicashanempeorndotsobre
lodo
en
Dinumarca),
las
condiciones
de vida
hanmejoradoen
general,la csrascz
severn
de recursos
ha
dig
-,
rninuido
ycontinua
la
tendcncia hncia
una
m.ivorigualdad(Erikson
y
Aaberg, 1984; Hansen, 19HRI
Por
10tantoeS
evidente
que,al
menus
en Escandinnvia,
el
Estndo
del bicnestarcs un
podcroso
oponente ill
impulseno iguulitariodr- la
econouna.
En
cualquier
case, la pobreza y la dist. ribucidn de
los
ingresos
constituven solo
un
aspcelfJ ruunque
import.ante)
de Ia
cst.ratificacion
del Estadodel bienostar. Aun disminuyendo Ius desigualdadcsenel
nivel
de
vida,
!-if' puededarc! C,I."O de qnr-
porsistan
lasdivisionr-sfun
damentale.sde clast'ode
status.
LoqUl interosuaquinosontanto los
i
ngresos,sinoCOmo difieren los
l ~ § ~
f ~ e s t : r u e t ~ r a c i 6 n de la clu
,
\
dadarua social.
-.-
_._-, --._._-
'--.-.-
?f
~ a e ~ s entonces10quoconstituyelu principaldimensiondela es
tratificacion
del Est.adodel
biencstar?Aparte
de su
papel
puramente
de distribucion de
los ingreHos, el
Estad"
del bienestar eonforma la
.!]asey el s t ~ t u s de muchas m a n ~ ~ . : : : EI slste.!!1aeducabvo t : ~ J : I l s a s o
obvio
4ue
cslri muy
e s t u d i ~ 1 d o ;
en c]no :-;610 quedanafectadas
las
posi
bilidadps dt' movilidad de los individuos,sino quetambiense t r a n s ~
forman
es lruduras
dl' clas£' COlllO Ull lodo. Como se
VPI";\
en la
Parte
II de'
estelibro
.
. t ~ _ - t r . £ ~ ~ _ i . ~ l ~ ~ ~
q £ h > ~
~ y r v i r i m ;
. : ~ ) C i ] ) . ~ S I sobre
todo
para
l_a_s m u j l ' r ( ' ~ , es dpcisivapara Iaest.rudura de e m p l _ e ~ ) de un
pais.Llegado f . s t e p - l l - n t o , l i n ; i i a f l > m o ~ - · n u e ~ 4 r a; 1 i ( ~ n t 1 6 n aT lml;-ncto so
i ; i : ; ' iaestralificacion de Ia actividad trndicionaly todavin
dominanl£'
del Estadode b i e n c ~ t a r : In
garanlia
delos
i n ~ n l s o s .
Lord
BeveridgeyT.H. Marshallconvenciel'oll al mundodel po,tu
judopeculiary esencialmcnteetnoccntricode que (>1 universnlismoes
el rasgo
distintivodeun
Estado
del bicnl'staravallzildo. EI ulli\'l\I'Sa
lismoimplicilo
en las
reformas
britanicasde la postguerrd
rue
10
que
inspir6
1a teonade laimportanciadecrecientc de
las
clases.Sin
em
bargo,
no h y necesidad de villj,l!"nlllrl,IJ )J.,. ,I ' ~ ~ r u h r i r
1',lSgOS
orga-
nizat.ivosde la scguridadsocial cornplctamentr- diforentes.Enalg-unos
pufses
Ia cohertura
punde ser
bastnntc complctu: sin
embargo,desde
laspensionesal subsidio pOT" enfermedad.pI sistema estri
construido
sobreuna
rniriudade
planes
difcruntes
segullel tipode
ocupacion,
ex
pucitamentedisenadus para reconocery
manlener
las antiguas dife
renciacioncs de status.En algunos puiscs, a 10::' grupossociales
clave
fielcsda un statusprivilegiado. porejernploa los
funcionarios.
Ade
mas,
en
otros,
la
seguridad
social
esta
orvanizada para
al
irnent.arel
individualisrnoy la confianza
en
unomismomas que la solidaridad
colectiva.Y todaviaen otros,108 prograrnas
sociales
van dirigidos pri
meramentc
a los vcrdadornrncntc
neccaitndos.
cultivando
asi
un
dua
lismo
entre
los pobres lq. t' dvpt.ndcn del bu-ncst.arsocial)y
las
clases
medias(que
soaseguran
principalrnente
en 1..1
mercado).
Enotraspaiabras,los
Estados
del bienestar
pueden
serigualrnen
tc amplios 0
completos,
pen> pueaentener
erectos
totalmente
dd'cren
~ f ' i l j r e Itt ( ~ ~ ( ~ I i j r ~ l H o ( ; : ~ I : - - l ~ l ~ u e ~ ( : l i l i T v ~ l r la jerurquiay«l sta
tus,otro T O S ~ d . ~ . ? l ~ i ~ m _ ~ . . Y _ l J J i ~ ~ t : c e _ J 2 . l . e) u ~ ( Y E - r s < l i H r r i o ; e n c a a a - c a ~ o ' H e
produciniun tejido
propio
eh' soliduridud soc;al. p o ~ r e m o s identificar
tresmodel
oso
tiposidealesdecstratificucion
y
desolidaridad
que
son
eompnrablcsCOil
10: ;
t.ipos de reguru-rres
que han
idcntificado con
respecto
a
I
udosmercantilizacion.
LAESTRATIFICAI:J()N~ A l ; A 1 ' ( J I J T I C A ~ A I - : l : ( ) N S E I V A I J ~
F/ _
/
f' ,1 -
Comohemos visto, elcon:,ervarluris'ITlO\tr'adicional
incluye
unn va
riedad
de modelos
divergentes del ordenHocial
ideal.
Loque
les
unea
todoseHos. comoen el caso de
los
d e r e c h ~ ~ - ~ o c l a l e s , es
una aversion
hacia
Ja
nivelacion social Y e1anlagonismo
de dase
provocadt>
por
el
capitaJismo.
~ ~ ~ n d o a
favor
de una jerarquiaestrjeta,del corporati
vismo
0
la familia,el temaunificadores4uc Ins relaciones
tradiciona
les
de
statlJS
debenser
c o n ~ e r v d s
paraobtcncr
la
inlcgraci6n
so
cial.
EIconservadurismo
paternalisla
autoritario
ha
sido importantehis
toricament<'
en
el desarrollode
IaH estmcturas
del
Estado
del bienestar.
De
acucrdo
con susorlgelws
en
la socicdad feudal y en los regimcnes
monarquicosabsolutistasdeEuropa yde Husia, los principiotircctores
'iOn In
jerarquin,
la nuwridad
y
laHubordinaci6n
directa
del mdlvlduo
(0
de la f a m i l ~ l ) <11
palriarca
0 ~ l a d o .
Estos
concppt<ls (JrganizatJVOS,
inspirlldosen la teona del
Estado
dl'
Hegel,
I'ucron apoyados
can
entu
siasmo
por
academicos rdormadores
socialcs
y polilicosdel siglo XIX,
sohre todoen paises como Alemania
y
AUHtria (Bower, 19471 La idea
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 33/80
86
; ~ l S T A E . s P I ; ; l ~ - : \ . \ l H · : H S E ; ;
de Adolph
Wagner
de una
Staatsunrtschoftliche Oehonomie
consistia
en que el Estado
deberra guiar
y organizar diroctarnente toda la ucti
vidad
economica. EI concepto de Bismarck de los
Soldaten der rbeit
rue tornado
de los militares y Ia
idea consist.ia
en
organizar
a los
obrercs
de una
empresa
(como
soldados
de
infanteria
I
bajo
la
uutori
dad directa
de]
director (e cnpitan
I,
quicn
a su vcz
serta responsuble
ante
el
Estado
lei
gcnornl)
I
Guilk-baud,
19411.
Cuando
Bismarck prornovio sus
prirneros planes
de
spguridad
so
cial.
tuv«
que luui rsc- ('11 do:-: I'
"1111'S; por
LIlia purtc contra los libern
les, que prefovian
las
sol
urtonvs
' ld mcrcado y.
por
otro, contrn los
const-rvador.-s. que prOmO\l:1I1 c-l 11 ,,11'10 dt> los grr-mios 0
fu
miliar-ista.
Bismarck deseaha
la primucia
dL'1
estutrxmn:
n
instst.ir en la financia
cion din-eta .y en lu
distribucion
de los subsidies por el Est.ado. In in
tenci6n de Bismarck era oncndr-n.n-
<1
los
trubujadorcs diroctarnento
a
la autoridnd paternal de
La
monarqum. Ill,is que a los fondos segun
ccupuciou 0
al
circu
ito rnoru-t.u-io.
Vvrdudc-nmu-ntv. su proyecto
cstu
vo
aeriumcntc
en
peligr»
y la
ll'glslarioll
de Bismarck de H9l
sobrc
pension-s
conservo
s610
una
Ir-accion de lu g l n t ~ r o s i d a d del Estndo
que
e)
habia
buscado IRimlingcr,
1 ~ 7 1
I, En
realidad,
el
sistema
de
pensio
nes
posterior.
como la mavoria de
lOR
progrumas
sociales guillerrni
nos,
pueden ser calificados como
estatistas
con
algunas concesiones
al
liberalisrno
cactuanalismo) y al
corporativismo conservador (planes
obligatorios diferenciados ocupacionalrncntcl.
EI pau-malismo estatista ha dejado una fuerte
huella
en
dos :ireas
de la politica
social;
una es la tradicion de algunos paises,
como
Austria.
Alemania
y
Francia, de dotal' a los funcionarios de unas
prestaciones de
bienestar
social e x ~ d i n a r i a m e n t e ~ e r o s a s . Xl
motivo de esto-
puede i P ~ ; m i a r
o·quizas p l· g ~ - ; a ; t f z a r unaverda
dera lealtad
y subordinacion.
alllH.Jue exish>
tambil'n
la
cvidencia
de
que
esos
rehtimenes deseaban
d e l i b e r a d a n l l n t f ~ moloear
la
pstructura
de ('lases con su,s iniriativas 0(' politica social.
Korka (19Hll ha mos
trado
c(imu la
pohtica
de pensione:-> ,sirvitl para
crear
en la Alemania
imperial
unas clase:s
especiales,
los
funcionarios ( B c a ' : . ~ ( : f l _ t ; t J o s
e. 1....:.
plendos asalariados
del s e c t o r £ r i v ~ l ( J ( )
r p · I { J 1 l b , j I I - ; ; , ~ - 1 .
En
Austria
se
s i g u i e r u n - p o 1 i G C a s - p a ; : ; ' I l ' l a s ( O t r ~ b a ,
19H1)
10:1 resultado
fue una ba
rrera
identificable
de
status entre
los fUIll'ionarios del
Estado
y
sus
subditos
y
entre
los
obreros y las
"posiciones"
sociales mas elevadas.
Podemos reconOL'er aqui
una
estrecha afinidao
entre
el
estatismo
y el
legado dt'l c o r ~ o r a t i v i s m o ,
EI sl'gundo legado importante del paternalismo se encuent.ra en la
evolucion la asjstpocja s o ~ = - L : . . . 1 . Como
r('conOCL'Jl
Illuchos dutores. la
r . ( ) ~
'rk.ES
~ W : \ l J ) S
llEL
~ : S T \ / ) J
llt:l,
11Ii'::\ESTAI{
R7
p-yuda a los
pobrcs prn
mucho
mas
human a y gcnerosa
bajo
los
rcgi
mcncs
nristocrrit.icos.
como ·1
de
Di
sruol
i
en Gran BretaiJa, el de
Bismarck
en
Alernania
y e l de Estrup en Dinnrnarca,
que
bujo los
hrimenes
liberules
<Briggs,19Bl; Rimlinger, 1971;
Evans,
1978; Viby
Morgenscn, 1 ~ 7 3 ) .
La
prontitud
de los
couservadores
para
gurant.izar
la
ayuda social que era similar
a
su
prnpvn
.sidn
para
nmplinr las
rnntias
busicus
de
protcccion
de los
sulariu , rue inspirtlda por ('I anti.=
guo pl"incipio de noblesse oblige
EI C O r i ) ; ) r , d . i v i s m o ' F l ' a S i ( J ( ) S I c . ~ m p n · una gTil l l alterunt iva conserve
dora
ul estntisrno. Surgil) d(' la
trudicion
dr- los cstnmentos,
grcmios,
monopolies y
corporacionos
que
orgnrrizab.m
la vida social y econo
mica en la
oconomia
de In ciudud medieval. Aunquc los ~ r c m i J s fue
ron dcsrnnntelados en los siulos XVIII y \1\ In base fundnmental de
sus
pt-incipios se
incorporo
<I
las idoologins
del asocincionismo y del
mutualism»
c ( ) r p o r a t i v o ~ ' ~ 1 cnrpnrutivismo
r-voluciono con virt.iendo
so en
una
import.ante
respuostu couscrvudora
a la
frugmcntucion
so
cial
y
a la ind
ividunlizucion pruducidn pur 10. ;
nu-rcados
y por «
in
dustria. Fue un terna
ccntrnl cn los
analisis
dt'
Durkheim sabre como
cornhati r
In
anomia; surgio
cornu
una piedra
angular
de
la pohtiru
so
cial
catolica y
papal y
encontro su mayor
expresion
en
la
ideologia
fascista}
Los
rinci
ios unificadores del cor 0 .
i
OlO son
una
fraternidad
\
basa a
en
la identidad de status, en la afiliaci6n obligatoria
y
exclusi
va, en el n ~ t u a h s m o y en el monopolto de In representacl6n. Trasla
dado a1
capitalismo
moderno, el c o r p o r u h ~ ~ r ; ~ construyo alrede
dol' de agrupaciones prolesiollales que buscaban reforzar las
diferen
cias de estatus reconocidas tradicionalmcnte y las
utiJizahan
como un
nexo
organizativo
para la sociedad y la l'conomin.
Estando construi
das
muchas
veces siguienc10 cl modelo de los antiguos gyemios, tales
entidades corporativas Como
las
mutualidadeH
y
las hermandades
surgicron
cntn'
los
obrcros rn,lS
privill'giados, como los fontaneros
0
los carpinteros. En
otros casos, d biencstar
social
corporativo
se esta
blcci6 con la
participaei6n
del Estado, como
oCllnia
a
menudo entre
los mineros
y
los
marineros. C uando
se
<lCdl·n·, (,1 ritmo
de In l(·gisla
cion soci:d
en
la
ultima parte
d('\ siglo
XIX,
l.ambien In hizo
rnuchas
ve
Ces
la
prolilcraci6n
del
corporativismo.
Bien sea pOl'eJ reconocimlento estatal dp ciertos privilegios de sta
tus 0 bien
porque
los grupo organizados :,;{' Ill'ga ron a integrarsC en
una legislacion mal-;
inclusiva
de status. In eil'lto es que surgio la tra
dicion de configurar numeroslsimos p l a n e . ~ de seguridad social dife
renriado,s por el Ht,ltus, cada uno con sus propias
reglas,
finanzas y
8
\;\ r:\
F ~ I > 1
\ l -vx I
F H ~ F : \
\ i l ~ r l < t : ~
':\[lll:-; lIEr
E ~ T · \ l l \ l l l F \ ltlf\E.";T\I{
H9
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 34/80
-structura
de
subsidios
y
adaptado cada uno
para
puder
mostrar la
re
lativa posicion de
status
de sus beneficiaries. lJe aqui que 11 1
pension
para obreros de
Bismarck
no Sf> pudiera nu-zclur con In de los rnineros
.u tampoco con la politica social
para
los fuucionurios
0
para los em
nleados (Kocku, 1981). En Austria, el principio corporativo rue llevado
alga
mas lejos con eJ reconocimiento oficiul de que los noun-ios disfru
taban de
un
privilegio de status que tenia que
ser
reforzado con
su
propio
plan
de
pensiones.
Una
evolucion
parecida
tuvo
lugar
en
la
le
'Jislacifil)
francesa
snbre ppn<-:lonl's despues de la Segunda Guerra
Mundial. cuando varies 12. "1l JI':- lit- usalariados
r'cuadros :
reivindica
·on con exito su particulurul.ui dt\ : ;1 .uus en la proteccion social. Peru
probablemente,
el laberinto de
pensiones
de It.ilia pod ria
reclamar
el
liderazgo corporative
internacional con sus
mas
de 12 fondos de pen
siones
diferenciados ocupacional
me n
to IFausto, 1978).
El
co r
pcrut ivisrn o se afianz6
fuertemente
en los pa
ise
s de
la
Europa continental v no es diff('il nveriguar el motivo. En
primer
lu
gar, eran
paises que
se hubian industrializudo
tardiarnente
y en los
que se
conservaron
hastn bast.ante tarde
las
clasicas
tradiciones
de
los
gremios.
Por
eso,
durante
la
etupa en
que
se
estaba formando la
proteccion
social ya exi. L::I
., .• ''lodclo
viable para el desarrollo pro
gramatico,
En segundo lugar,
y
en parte
como
consecuencia
de lo
pri
mero, la fuerza
de la
distincion
del status, de la jerarquia y
del
privi
legio habia sido extraordinaria.
Y en
tercer lugar,
en estos
parses
la
Iglesia Catolica tuvo exito al desernpenar
un
papel
instrumental en
la
reform a social. A finales del siglo
XIX
la enciclica papal Rerum Nova-
l rum defendia una cornbinacion de estatismo ' corporativisrno; en la
11 enciclica de 1931, Quadrcgesimo Anno el elernento corporativista es
todavia mas fuerte. / / / /
:j
II, .''" (
Para la Iglesia Catolica el corporativisrno era una respuesta natu
ral
a .su preocupaci6n
por
preservar In familia tradicional, a
su
blis
queda
de
alternativus
vio.bles
tanto
al
~ o c i a l i s m o
como
al
capitalismo
y a su convencimiento sobre
Ia
pt)sibilidnd de
tlrganizar
unas relacio
nes annoniosas
entre
las cbses sociales. EI
corporutivismo
se conju
gaba
facilmente
con el principio
subsidiario
del Catolicismo, es de
cir, la idea de que los niveles mas altos y mas
amplios
de }; colectivi
dad solo deberian intervenir cuando la
capacidad
de la fam.ilia para
su
propia
proteccion no fuern posible. La solidaridad colectiva de un
gremio, una cofradia 0 de una mutualidad c1aramente estaba mas
cerca
de la unidad familiar y,
por
10 tanto, estaban mas capacitados
para atender a sus
necesidades que
10
que
pudiera estar el mas
remo
to
Estado
central
(Messner,
1962;
Richter. 1%',
J.
EI
corporutivisrno
se
tru nsformo
vn la idl'olog-ia cnsi oficicl de los
regiment's r.iscistas
de
Europa
entre las dccndas de los anos
1920
y
1930, no
tanto
por In suhsidiariedad sino por crcur nlter nativns a las
organizuciones de clase ampli.unonte (,,'itahlt'cidas que erun rna. ;
sus
ceptibles de dejarse
influir
por el control politico central (Guillcbaud,
1941; Rimlingcr, 1987).
LA ;;STRATIFICACI6N f;N LA I'OLiTICA SOCIAL LIBERAL
Los fines del liberalisrno se pueden
cntender
mejor como oposicion
a los vestigios de la estratificacion conservadora. El liberalismo via
las condiciones para la
emancipncion individual,
para la libertad, pa
ra la igualdad de oportunidades y para la sana competitividad en la
abolicion de los estamentos, de los
gremios,
de los monopolios y del
absolutismo rnonarquico central. Sin lugar a dudas, tanto el Estado
reglamentista como el pcgajm;o
manto
del
corporativismo
eran trabas
para el libre
mercado,
para Ia iniciativa privada y para el
espiritu
crnpresarial.
La
resistencia
del
liberalismo
hacia un
Est.ado
activo
se
ha
in
terpretado a
menudo
como
pasividadcon respecto
a
la politic
a so
cial;
esto es
un
mito,
como mostro
lPolanyi
r194' }.:>Suprimiendo
la
ayuda
0
promoviendo Ia
eliminaciorideIo s
sistemas tradicionales
de
proteccion social
y no poniendo
nada
en
su lugar excepto
el mer
cado, el Estado
liberal clasico trataba
de
conceder
aJ
cjrcujto mooe
~ un papel
hegernonico
. e _ ~ - - 2 l i l l n j ~ _ a X i o ' L d e . h u i d a - - B _ Q ~
,economlca; el soporte del dogma liberal consistfa en que el
Estado
tJ (."
no
tenia
una a
utentica
raz6n para alterar los
resultados
estrat.iflca- ' .
dares
producidos en
el mercado.'Tales-resultndo:) cran
justos
por- _"
-r: que ref1ejaban el esfuerzo, la
motivacion,
la habilidad y la confian- / . / , '
za en uno mi801o. / 'I
En
el
pensamiento
liberal
clrisico
figuran
como
principios
d e s t a c a ~
dos el universalismo y la iguaJdad, dispuestos ' l. materiali7.arse si se
impide a los poderes organizados interferir en los mecanismos de
compensaci6n automaticos del mercado; por esQ. 13 politic3: social rpi
nimalista del laissez-faire sintonizaba
can
sus idcales. La poIitica so
cial era equiparadacon resurt.ad-os no d e s e i ; b f c ~ d ~ e s t r a t i f i c a c i 6 n : el
paternalismo y el elitismo, la
dependencill
del Estado, la perpetua
cion del pauperismo. Sin Estado y sin monopo ios (como los sindicatos
de los tmbajadores) no habria
clases,
solo habria una red de indivi
duos
actuando libremente, tal vez atomizados,
pero
iguales ante la
ley, ante el contrato y ante el f1ujo monetario.
.I
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 35/80
t;()ST,\
F S 1 1 \ 1 : - : \ I W I 1 ~ 1 <
'10
Los ideales universahst.us del liberalismo
sc
contradectan con
eI
"
lualismo
y cl cHtigma social
que
la pnictica prornoviun. Si el
mer
. L
<ado
habia quedado libre para ""trat i l icar a sus purtici punt
cs
si
1 guiendo el flujo monetario, (.) ~ s t a d o l i b ~ ~ ~ , _ \ ~ _ ~ ~ t < t h l ( ' c i o ~ £ ~ I · j . ~ _ hnccr
J
rente
a los del
n e r c a d ~ ~ . ~ ~ ~ : ? Y l J d a
para
po'"
, t r o r . l . U r ~ l I · i a
'::f
'1lenie punihva y
e s t i g ~ ~ d o r a . Probnblemente . .vbi de
I?isrue!!J
" es
todavliel
rnejor
libro
acercu de como ayurio
t'
alismo
a
crear
~ una
sociedad de dos naciones en
Gran
Bretunn.
. La numillaci6n 50C1 ..11 de Ia
ayuda
para pohre::;
permane
ci6
cuando
el Iiberniismo fue p r ~ . s i o n a d o
para
cambiar h a c i a ~ asistcncia __sociul;
.....
moderna
de cQmprobacion
de
ingresos.--urnarllarca
iluatru
bien (') mo
Jelo del
u - . ~ s m o
i n a d v c - r t i ~ r o . EI antiguCl plan asist.enrial para uncia
nos que
;C
intrcdujo
en 1891 era poco rrnis
que
UI; si
st.c-mn
moderniza
_
'{
do de subsidio
para
los pobres,
Cuando
fue
transformado
de
facto
en
•
una
pension universal para los ciudadanos
despucs
do
la
Sngunda
" Guerra Mundial, rnuchos pensionistas
de clase
n-udiu renunciaron no
obstantea derechos
de l}('nsi('nl dc-lndu (\
SII ('stigmn j
rad
icional de
, 'I:
pobreza
y dr-pcndenciu.
\
, Sin embargo, el subsidio
J'oll_una
comprohaci6
n
de los medius de
"t vida es t
aha
d e s t i n ~ d o
s'er e) e h ~ ~ ~ ; ) t ; ) l ' ( ' ~ i d ~ : ~ j ' d ~ - l Q U ; ) _ l i t i c u so('-iaI
j
liberal. Lo-esencial d ebfa s e r - c l ~ e - g ~ ; i ~ d i - v i - ~ i ~ ~ ~ c ' l~ n e ; c ~ ~ l o
con
'-,
: \
contratos
tirmes, voluntarios
y
actuariales.
e ; ; t ~
marco
l
J . . ~ r e ~ u l
tados de
la
politica social" ihTUaJarian las conHcrupncias del men'ado:
'\
1
l'os que hayan
_ ~ h ( ~ ~ a t l Y ~ _ ( ' f T l P . . £ l c I e d o r C H - ( : m a e p e p d T c r ~ , se-
ran
recompensados,
Sin
emnargo,
en la rf'alidad hii-li6rica, cI modclo
dp\
scguro de vida
individual
funcion6
Il la) y
('as; lllJlH..:<l cOIl;-;igllio control.tl' las Iwc('sida·
des
de seguridad social de 1<1 gPlltP como \0 habian hecho las
udo
nt':; alt(.'rn.ativ<'l:4
dl'{
ml'ITado
y/o
del
Esl-adu.
Como sc argulOcntuni
con
mas
detalle
en
pI
capItulo
4. la
pl'oteccicln ~ o c i a l
privada
de
mcr
cado podna cn'cer solo si y cuundo
el-RsEld()
- v i n l e r < l - ; ' ~ - : s U
a Y _ l I d ~ l .
La
r e s p u ~ ~ i a l i l J l ~ r i ' i T l n ~ i s - - r ( ; a l h d < l ~ p t ) rtunl.o, Villi> <1 incurpOl';;" lIiW r-ncz
. claoe-nilmest,;- ~ ; ; c i a - l c , . u l L ~ l i s t a _ e . ' l ' l l ] l e l : c ~ d o y de
segu
ridadsllcial
en
eJ
s ( ' c i e ~ r
publico. EI
principio
d(
qu('
un
I1l1ninw
de
coledivi:-llllo te
' - i i l a ~ q u c - i n c z ( ' l c l r ; e '('on el individualismo surgi() Pll la era dt'l "lllOvi
mlentu de la ret'orma" Iibcrnl
hacia
el camllio de
siglo,
Genpralmenie. en Gran llrctaj)3 sc asocia cl
movirniento
de lu r t ~
forma
liberal
con Lloyd
George, pero
tUVll
SlI
contrapartida por todo el
mundo
occidentnl.
Sus origcncs son multif;.lc('Ucos; en (;ran Bretatla,
los pstudios
de Rowniree
.y
Booth
rr.velaron
];) pxlpnnioa pohre1.a,
en
fermedan
y mi::;eria entre la
clast'
olin' l d
ur[ ) ; l l l ' t . L;I
gl l t ' ITH
np InFo
I (h Tl\E:-:.'It·:';II\ I" ru.r I·: I' vnu Ill':1 Ili
I·'\
-, I \1,
91
B(ien'i desculu-ici que In condicion 0<' los
combnt.iontes britrinicos
era
tc-rj-ihlcmcntr.
pohr(' rBc-r-t-, I ~ J l j f - ) ; 1·;\'(l1)s. J97K; A.
.,hllJrd, 19H(), p. til ,
Un catalizndor mas genend
rut'
la Jiberaci{JI) ell' las t'laHes
tranajado
i ' n ~
1
In com.£. .' _:nsi6n de qU(>
(':-;tabn t h ~ ' : : : ' ~ I - _ ~ ~ ' ~ _ I . l I i l l l d o un nup\,o tI ()
d('
eapitalisru«,
un
(,i»"
<1<, <'('ollomi;)
cunst
ruidu
< I l n ~ d e or
gran
d C ~ l a c i o n e s - ,
r g a n i z a ~ i o n e - ; ~ - [ J l l ' r ( ) - t ' r a - l ' 1 7 I ~
' c . ~ f l p i t a l huma no y
una
d i v i ~ i o n d c
tJ:-clhiljo
mas
intrincacltl--Y cOmJ)"kja;
en
r-esumen.
un
or
den
economicn
en
cl que el progreso, la
eficiencia y
los
baneficios ya
no
podian
proccder s610 dt, exprimir In ultinl<l g'ota de sudor del tra
bajador . Por e so. no
es
sorprcndentc
que
algunus do las
prin('i£Q!.g;;
inic ia t
ivas .ero\' nicran de 1<!:i..(.;llCpoWfe l i h t . X a ' . ' i . . . · ( V i ~ i - ~ ~ - t e · i ~ -.. 197:2),
"drTam.(.;n (IS('lwln
cientifica gercncial ()
dt- f'(,f'orrnistas libcrulc-s
co
mo
Alhio
n
~ . q i i . l l ; T f y
William .Ia nies
e-n
Est.ados Unidus.
personas
qu e
.
.
rornbinaron un fir-me cornprorniso a favor <11 1 mercado con
la
creen
cia de 4UP
su
«nlvncion
requvrfn
rnnvorvs ;'(lspOlbahilidades
sor-iu
I p ~
/
Los
Illwral{':-:.
1' (
1
f'or m is!.ils e:--.lah'ln
diSpUt :-::l.o:-
;1
apovur
una
mayor
dosis de cok-cuvisrno con c-l
reconocimicnto
del problema de las
exter
nalidades,
la nr-cesjdnd de'
bicnes publirus
y
su politic':l
(k uyuda para
fa
auto:-;uliti(,llt:ia,;EI
liburnlis
mo
roforrnistn no
cstaba
dispuesto a
abrir vias
de
(::?capc
del
mercado, sino
s610 a dar i l l g u : l t . ~ p a s ~ ~ p a r a
r t ~ ~ £ i r s u ~ _ b p u t o l n g i a S J s o c i a l c s l ' : _ p ~ l ~ _ < l
a j ~ s t ~ ~ ~ ~ 1 i I l O i v ~ u _ ~ l i ~ _ 1 l O
a
_ .' \)
nueva r e a J i - : t ' : l a a c q u ~ _
Ja_
- o c ~ : d a ~ . ~ t a f ~ 3 1 ~ · g ~ m z a s g cn c o l e c ~ v i 9 ~ 6
La polltic:\
H()cI
il wnH;ol,uw pur
los
l i l ) ( ' r a h ~ s rpflda
cstn nueva __
/(Jglca, La a ' y W I ' - l - ~ l T t V A l i t o s U t l P i t c l ; j · c 1 ( ' h i H ~ ~ c r -promovTda j W ~ ( / : : : : - - ~ .
- - - . . . - , c h . \ Lv
Via <Ie l'Vedurnci n d"
las
masns y
npoynda
p o r J , , - ; ~ d a d de oportu- ,
mandesl n ide; de
1m,
b('llplirio:-; adit'ionalt'1-.; p r o f i ' ~ i o n a l e ~ 0 (h·1 capi- co'i
del bicnestw'
SOd'll.
r('l1ejaha
la
~ ( ' ( ' P , ~ I Y _ ~ < ~ _
dp
que l a ' : i l ~ e g o 7
p ( e ~
/
t'i'lcionc.s s;llarial('H s{'
alcanzahan
dt'
un a
l
, fOrrntl colptliXilJ.V In espe-:
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t'
que
los
programUH
de bicnestar
~ r r a l
necc ;arios
pudieran
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n
estn e.sfcr.<:l_ Y la ~ e g u r i d a d
slJ('ial
se transform6 gra
dual
mente
{'lJ
l 1 n < l V p o l ( t _ i ~ ' a ~ ( ' ( ' p ~ i 1 h l ~ ' :
la IIH'dida
(>11 4U(' St' qued()
At..
l<
pl'incipallllentp
( )
untana
y
aduarial
.Y no illt('l'firi() COli los Illccn- r::
t i v o ~ de
trahajo
y «('
CflI l lP( ' .1
1\ '1( Ole. AlHW
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( } g l l ~
( 1 ~ J 7 n ) . l o s
li-
; ' ) ,
ht'1".alcs
.'iC
soq)J'('ndii11l lilllcfws v('cps
cuando
d('srul>rinn que la
~ . ; ( ' g u -
r
i
;
,'idad social
('Iu:arnaha
un 1lI0nll'1I1 d(· iu('alt':-; liht>rn]ps: los prilH'ipio.s
{
de un
conirato individual,
sub:-.idios
vinculadlls
a
Ull ('sfu('rzo
pasado,
indepcndencia.Y conformidud
('on
cI mercado.
En
realidad, ('I
Estado ,-
..
pudia ~ { ' r cOllsiderado
COTno
otro Lipo de SOP0l'l .c d(' seguros. Los derc
rhm; sociales de In
ciudadania en
(.J
liherali:mlO rt·formisLa esb.n
he
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Iii nwoid;l <1('1 mpl'cw!o. ,
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I I
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 36/80
9.3
2
; O ~ T : \ E S P : - : ; · A ~ J ) E R S E N
Mientras estes
eran
los ideales que se favorecian, en la practica el
reforrnismo
liberal
a menudo
permitia
desviaciones importantes.
Lloyd George introdujo
en
1908 las pensiones de jubilacion no
contri
butivas
y pOT 10
tanto
no
aetuariales.
Lo que quiza
motive
esta incohe
rente
iniciativa, como sugirieron Koir Hardy y
C I
Partido Lahorista
lndependiente, fue el desco imperiosn de
fornontar
In division
entre
las
capas
mas bajas
y
mas
altas
de
In
clnse obrorn: sin
embargo,
los nive
les de
subsidies
se
rnantuvieron
al
minimo
con el fin de fornentar la
c o n t ~ a t a r i l n privada rnav. : "7-.; Pelling, 1961;
Gilbert.
1966). Una
historui
hast
ante pan'rid<t
."l'
rl'vclo con In Ley de In
Seguridad
Social
de Estados Unidos, Aunque iniciulnu-nte
:-;t'
ntr-nia estrictamente al ac
tuariahsmo,
pronto
se volvid redistr-ibutivu de una forma sigruficativa
y
fue obligntoriu lu ufiliacion a t-Hu. pcrn, <II igual que las ponsiones
briuinicas. --n Est.ados Unid.» ln ';1'L';.p·j(bd social no habia sido pensa
da
para excluir
cl
mr-rrnd» dr-
1,1 '; J-l1'Il:-;ioIIl'S privadus
y pi individualis
mo. Por 10
tanto.
los subsidies y
las
cuotas se fijaron 3 unos nivcles
bastante hajos v el deseo g('ncral era quo c} ~ J s l t ' m ; l r\l('ra In mas de
acuerdn posible con e!
rnercado
I Dert.hick, 1979:
Quadagnn,
1988).
Resumiendo:
en
el fondo el ideal de
estratificacion del
liheralismo
obviamente es el individualismo
competitive
que
supuestamente
cul
tiva el rnercado. Sin embargo, el liberalismo ha tenido grandes difi
cultades al aplicar este concepto en la polit ics estatal. Su entusiasrno
por
la propuesta
de la cornprobacion de medios de vida, que
plantea
como objetivo la
ayuda gubernarnental
solarnente para los vcrdadera
mente pobres, es intrmsecarnente lcgica,
pero crea
un result ado no
previsto de estigma social y dualismo. Sus propuestas alternativas co
mo el segura privado
y las
mejoras sociales nt'gocl<ldaH ligadaH al tipo
de ocupacion, por
una parte,
y la
seguridad
"ocial. por
ntra.
son igual
mente logicas en terminol" de los principios libernJt>s de independen
cia, justicia, actuarialismo y libertad de eJecci6n, aunque cstas solu
ciones tambien
tienden
a g(
nerar
un dualismo de
clase
peculiar, EI
bienestar social privado negociado
0
l'olltratado 16gicftmtmte reprodu
cira las desigualdades del mercado. y evidentemente prevalecera
print.:ipahncnte
entre
los ('stratol'! f ilaS privilpg-iadol'! de 1a clnse trnba
jadora; ciertamentl' no
cubrira las
necesidades dc biencstHI' social de
los
trabajadores
en
una
situacion
mas
preearia. A su vez, el
plan
de
seguridad
social liberal, si se atiene a
SUs
prineipios, reproducira
tambien el perfil de estratificaci6n del mercado y promovera la pro
tecci6n privada
para
los afortunados.
Si combinamos entonceR las tres
propuestas
l-i -wr:llps, PI resultado
probable
sera ulla mezl'!a curiosa de la proJ-lia rpl'!ponsabilidad
LOS TRES
MC!\J)()S
UEL ~ ; S T A l l 1
IlI'L
I E : \ E ~ T , \ R
individual y de dualismos: un grupo en
10
mas bajo que confia ante to
do en la ayuda
estigmatizadora;
otro grupo cn cl medio
integrado
pre
dominanternente
por
clientcs
de los s('guros sociales:
y,
finalrnente,
un
b'TUPO
privilegiado que es capaz de obtener su
principal
proteccion
social del mercado. En realidarl, este es nuis 0 monos el perfil de es
tratificacion que caracterizu al sistema de proteccion social de Esta
dos
Unidos
y,
en
menor
rado. al de
Gran
Brctana
(Esping-Andersen,
Rein y
Rainwater,
1988).
LA
ESTRA'I'JI."ICACJ(JN EN LA POLJTl CA SOCIAL SOCIALlSTA
AI igual que con el conservadunsmo
y
con el
liberalismo,
el refer
misrno socinlistu siernpro
....t·
persiguio teniendo en mente diferentes
resultados
de estratificucion.
Para
los movimientos obreros, 1
que
im
portaba eru la const.ruccicin de Ja solidarid.u].
.-.Los socialistas sejtan ~ l l f r ~ n l a d o s ~ - ~ m p r e a la cuestion de como
construir
una
unidad que pudiera evolucinnar hacia una,.JBovilizacioD
.colectiva a _ 1 ~ _ : H ~ . _ e ~ L o s
rnarxistas
vulgares describen con frecuen
cia el
proolema
como
una lucha contra
la socicdad de clasos,
burgucsa.
Esto es completamente erroueo; los socialistas
ternan
que luchar con
tra multiples alternativas historicas, algunas de las cuales estaban
muy bien representadas dentro de
sus
propias filas.
Por
una parte, te
nian que
combatir
cl corporativismo exclusivista de la
Iimitada
solida
ridad
de Status que impregnaba al primer sina;,'-alismo y a las ner-=
mandades.
Y ternan que atacar el P a t e n u I i ~ , , ~ _ de los patronos de
los Estl!dos. un paternalismo que d i s i r a i ~
ias lealtades
del
trabajador
y
-cultivaba
las
divisiones. Pofl1ltIm();tE;nlu-quelUctlarcontrae1"TIii-=
p u l s ~ . - o m i z a d o ' : . .
i n ~ l i s t
del
m e r c a ' o . ·
.
Como muestran muchos escritos
sociahstas
de la primera epoca. un /_
obstaculo serio para el colectivismo tue I consecucncia dualizadora delcK
desempleo
cr6nico. El
"proletariado
de suburbio", como 10
definio
KautSkY(1971);;n 1891,
era considerado universalmente una gran
amenaza; desmoralizado.
desarraigado,
desorganizado y sin recursos)
era
vulnerable a la demagogia reaccionaria. cra dificil de organizar,
probablcnH'nte
trahajaha
pOl' un salario nwnor
y sabotcaba
Ius hUL'Jgas.
Ya fue un
tema importante
en el Congl'eso dl' 1867 de
Lauoanne
de la
Primera
Internacional; en aqueJla ocasion, los delegados
expresaron
su
confianza On la capacidad de ]01$ movjmientos cooperativistas para me
jnrar
el talante moral y la condidon econ6mica
dellumpenproletariado.
Un sf-'gundo e
i m p o r t a n t f ~
obstaculo residf
a
en
las
divisiones socia
l('!" i n ~ t i t u c i o n a l i z a d a s por las primeras rel'or11las
liberales
y
conserva
95;l bT
..
E ~ P I :
;.,\:\
1
)1-:1\:-'1'::\
UlS TRES :;W; :/l(1;i [lEI. EST:\110
1 ) ~ : 1 . 1 l 1 ~ : . \ E : - ; T . \ R
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 37/80
doras. Los
sistemas
de la autizua Icy para
pobres
crun el mayor cne
migo,
porque
meticron una cunu en el prolctnr-iadoy
porquc
los desti
jI
natarios no estaban t'llli.lncipado:;( La nholi cion dl' In
comprob.u-ion
do
medios
de
vida
y
de las
reuins
d ~ m c n o r
dl'J'cc to
u-nian, pur
tanto,
una
prioridad
politica-destacaa<9De "l.i
-nils-rna
forma se
opusieron
al
biencstar
social
put.ct-nulixtn
pat.rocinndo por
los
pnt.ronos
pur sus
consecuencias
corporat.ivist
as
y part.icularistas y
ntacurnn
l,l S l ~ u r o
estataJ para
trabajadores
por const.ituir un
pucifismo social,
divisorio
y
apto'pura institul'ion:lli'/.. l('sigualdadl..'s.
Naturnlrnr-nte.
los social ism- .mron los polurros inherentes al re
formi smo <1 , lns cia,,,;\,;, dingl·llh':-;.
I
, ( I mur-bus \'pees:-,p vir-ron Iucrte
mente presionados para 4Ul' tormulurau \'t'rdadt·ra:-. al tornut ivus. 1':1
germen de su pvnsumicnto
St '
asicntn en 1;\: : >l'ilTlcras
edtiells
de In
mejora sociul burgues.i. A ;\LtI X
y
Engcb lp,s
inquictuba
la pusibilidud
de 4U('
1,\.., n-furmn-, :-.m.'lalpilt'ifistas n-n-asnran cI
socialismo: temor
que es comprt-nsihk-
a lu luz del
(';.,:pilcito roconucirnir-nto de
Napoleon
III, de Von
Tuatfo
y de
Bismarck
de que ern eso ox.utarnenu- 10 que
huscaban.
Pe ro ni
siquiern Marx
s(' at uvo
por rnmplot»
a esc
punto de
vista:
en sus anal
isis
do
las
L(,.\,(':,
de-
Fahrica:-:
hritanicas
(]
954-6,
cap.
10l, :\larx
concluyo
que
lus j'('forlll<ls llurgul',..;as
son sig-niticativas
y
que al rnismo ticmpo
realzar.m
la posicioll dl' los obn'l'os. Las Liltimas
paginas
dr'l
,:Uani/i"I ,"'·:lo
CO lluni
la
pidpn H'fi)rmas
que
apl'nas difie
ren dellihernIJ ..,mn p O ~ I l r i o r ,
Los
~ < l c i a l i s l a s lPnwn q l H inventar I I l l i \ pnlitipa
social
que dipra
satisfacei6n a
In
nCI'l'sidad j'('al de
In
; l y u d ~ \ ;'ocCa-l-v qtH' al mismo
tiempo ayudara
.1
Ill'gar
al
pod ' '
:d l l I o ~ i m ~ ~ ~ o c ; i 1 l i ~ l a .
La
l'ues
liun giro alrpdl'do(' dt'
prillcipios
J p u e s 1 . ) ~ cil' solidaridad. EI
('orporati
vismo
)'
las tll'rm:lIldades prall
un mo(h·lo p n d l l l l l i J l a l l t t ~ .
sohn' lodo
cnlre g-rupos dp h'ahilJ,ldol'cs l'ualifil'ildos til' a r t l ~ a l l O : - i . 1'1'1'0 era
un
modelo pl'ohlpnwtiro
si ('I
o l ~ i l t i \ , { l ( ra
cOllstrllir lIna i l l i lplin
uni
dad
dl' r1ast'.\" Jllljol'ar a ItlS "pl'oll'l<ll'ios ilt· :-,uhllrhi(J".
Una
sl'gunda
propul'sla rue
rlejar
la
CUl'S
iOIl
social
l'1l
Illanos de
sindj('at.os
y
ganar
conCC:iiOllCS
a tl'avl'S dt· la Iwgociari()l1
colectiva,
pcro COil
l'sto
se asumiu
un pmh'r dp
Ill'goci:u:it>n fUl'l'te
.v
e:'itable
y
el
l'econocimiento d(' patro los;
t a m h i l ~ n
Sl' COlTi,1 ('\ riesgo dt'
repro
ducir las d e s i g u a l d a d e ~ del Tnl'ITado
laboral 0
rIt' l"avorecel' principal
menle
a la arislocracia obrcrn. Era una
estralpgia
qut' no pal'pcla que
iba a producir una amplia solidaridad; sin I'lllbargo, se lransf()T1no
P11
la principal propuesla en dos
lipos
de
sociedades.
En Australia lIeg ) a
prrdominar, porque
1m;
sinditatos eslahan pn l ln "flsicil'Jn df' n e ~ o -
ciacion inusualmenle f ~ l V o r a l J l e . En Estados U i l l d o ~ .
illlportancia
ha tenido mas que ver
con
la falta de un
aliado
politico
plausible
y con
un Estado en el
que
no cabia confiur.
Los
pr
irm-ros movirniern os
socinlistas frecuontomento
se volvian
hacin una tcrccra
altcrnativa. In "est.rntcuiu de
gueto" microsocialista.
segun la
cual
el movimiento en sf
rnismo
se
transforrnuba
en e1 sum i
nistrador del
bienestar
social do los trubajadorc-s. I ~ s l t era un camino
utract.ivo, sohrc todo dondo los socialistas se r-ncontraban marginados
del poder d,·j Estado. Dernostro que los dirigentes podian responder de
una forma constructive a Ius necesidades acuciantes de los trabajado
res. Naturalmente, su at r accion consistia ta m
bien
en que el refugio
microsocialista
podia
promover In organizncion. pi crecimienlo de la
afiliacion, oducucion socialista, y podin prosentar al movimiento como
un atract.ivo
portavoz
para
nocesidndes
de 10: t.rnbujadorcs. EI rni
crosocial
ismo era
una
lonna de prescntar u n ojemplo przictico de la
buena
socicdad
que
ibn a venir, a lu vez que evidenciuha mas
clara
mente
la cruc-ldad y la
brutalidnd
de la
sociodad
hurguesa
circundante.
microsocialismo
fue scuuido con energia y con
algun exito
en los
pr
imeros dins del socialismo. Los movirnientns a menudo const.ruyo
ron imperio»
organizntivos
con
insta
lacinnos
recreativas, clubes
de
ajedrez, grupos de
teatro,
musica, organizaciones de Roy Scouts, clu
bes deportivos e incluso empresas produdivns lnk's como empresas de
construccion
y
cooperativas.
EI problema del
modelo
de gueto est,; en su proria propuesta. es de
cir, en construir una solidaridad y poder de c1ase poria movilizaci6n a
traves de la afiliacion. PUl'sto que 10 finallciahan los
propios
obreros.
('ra
v u l n ~ r a h l l
a las crisis econt)mirHS prolollgadas y a los
costosos
con·
nictos
industriales. Pero el microsocialismo estaba cargado tam
bien
dl'l
dualismo
de los que
eran miemhros
y
de
los que no 10 eran; la
divi
si6n estaha, 1'01110
siempre,
entf'(' los
trnhajador('s
privilpgiado,s y los
grupos
con
un
status
m,ls
pl'ccario.
Bnlonc('s.
si los socialistas desea·
han unn tllll
U ~ ~ ~ ~ ~ L
~ l . i J ~ l , _ y .. l J J l l f r r j ~ s J ? a r : i ; , n H ~ n t a r i a ; - · ~ i t a b a n
ubligados
a adoptar una
idea
de
solidaridad verdadcrnmcf.lte
umvcrsa:
I h ~ a , u; u - ~ v ~ - r s ~ ~ i ~ ~ ; - q w ~ a Y l ; ~ ; r m a-umll'cilr 10 que cn realidad
era
na c1aseofii:z.-ra considenlhlemcntc dllrrenci<l.iliLili1:ltmentada.
EI prmCII)io d(' un univprsnlismo nmplio
y popular
('mcrgi6 al mis
f l lU ticmpo que la extensi6n y con."iolidafi<lll dl' los derel'hos demoeniti
cos. En esto fueron pioneros 10
escandinavDs.
como se manifesto en la
retorica
pro-hil'nestnr
social del "hogar dt'l puehlo" de Per Alhin
Hanssoll a
finales
de los
ailos
1920. En realidad, ya se habia hecho ex
plicito en las propuestas sohre penslones de los soeialistas daneses en
:l
dceada
dr' IRRO y en la
polilica social de
Branting en
Sueeia
en las
\ (;
;\.l:-;T.\
r:Sl'INl;
.:\ 'II L l t · : B . ~ I : : - ' : :
111:- "liE:- ;-.\1'
.'llh l:, IWI
~ ' ~ T ; \ I I \
I I Iii I :- 1 ..; ]'.\1;
Hi
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 38/80
rimer decadas del siglo (Elmer. 1960;
Rasmussen.
1933). Despues
Ie la Primera Guerra Mundial, Otto Bauer auspiciaha la idea de una
( ~ a f i z a entre o b r e r o ~
CaDlpesInoS"'fn Austria
por medio de una
am
plia cobertura en la politica del bienestar social tBauer. 19191. En al
,,'Unos sistemas altamente corporut.ivistus C0l110 d alemu n,
o! nust.riu
0
y el italiano, los socialistas
0
cornunistas han luchado siempre por
el universalisrno con invocaciones a la
Volksl l rs;cherunu y
a la unifi-
~ · a Z l O n e .
La coincidenciu del universalismo
y
de la dcrnocracia no puede de
cirse que sea accidental. EI parlamentarismo abrio a los
socialistas
nuevas
perspectivas
reforrnistas, perc tarnbien les impuso la necesi
lad de movilizar a una fi rmc
rnayoria
('I('doral que casi con seguri
'lad
no podrra alcanaar la estrategia del gueto, EI
problema
de la rna
yoria
se acentuaba donde la clase
trabajudorn
era
probable
que per
maneciera como
una rninoria
electoral.
Este
era
el horizonte que prosento Bornstein en IH98 en
S1I
clasico
as
premise»
del
socialismo
.v las lar ras til La
sociaidenurcracia
.Bernstein.
1961)
y
que
empezaron
a reconocer los
socialistas
electo
-almente
en los
an
os
siguientes,
PodIan
responder
0
bien
aceptando
a
un status de oposicion
minoritaria
a bien podian
establecer
alianzas
politicas mas amplias, En el ultimo caso so
necesitaba
una politica de
miversalismo
interdasista.
La opcion de la alinnzn fue 10 que
inspire
el pensarniento de Bauer
y,
evidenternente, el concepto
oscandinavc
de
bicnestar
social. la
idea
del hogar del pueblo". En los
anos
de entreguerras, las
clases
rurales
fueron el eje de
una
umplia uliun a
popular Y
los
snciulistas trataron
de movilizur a las clases agrurias can difcrr-nt.e exito, Donde (.\ modclo
socialista de gueto era debil como en Escandinavia, su
capacidad
pura
hacer incursiones en la
cst.ructura
social rural era mucho
mayor.
Donde el socialismo estaba concputrado en enclaves urbanos de clase
ohrera
como
£ 1
"Herlin
n ~ i o
y
1a "Viena
r ~ p · ' .
crn m ~ l s
prohahle que
la
ideologia y la retorica retuvicran su tradicionul sabor revolucionario y
ahreriHta, mientras
quC'
en un lug-ar rurAl Icjano
seria menus
probable
qUL' se reribiera
una
rpspw'sta fovorabl<'.
EI cambia h a c i a : J ' I , _ u T l i ~ e r s a l i s ~ _ o
popular
no era lIna simple
bus
queda instrumental de la maximizaci(Jn del volo.
L(lgicanwnh
~ n i a 18 e s t r u c t u r ~ ~ ( l c i a l p r e c ; i o m . i . n a I ~ ~ e y a Ia pro pia comprensi()n
de sahdaridad de los socialistas. La estructura social estaba domina
da por masas de "gente humilde"
ruml
y urbana. La solidaridad no
tiene que ser obrensta,
puesto
que muchos otros gTUpOS
son victimas
de
f u e r z a ~
que escapan a su control y se cnfn'ntall can b pohreza y
can los riesgos sociales basicos. Por consiguiente, e)
universalismo
se
c O l 1 ~ l r t i o
e n . . . . ' l E . . . £ ' i n c E ~ . . ~ _ e < : t a . £ . o r q u _ e i g u a l a b ' ~ I . s t a l u s .
los sUDsi·
,dias_.\'
las. r e s p o n ~ a b i l i d a ~ e s df losciudadanos
Y
p o r q u e a ~ ~ d o a c o ~ s ·
Y l l j L ~ Q . a J i c i o n ~ s : _ p _ Q H i ~ ~ s . : . . . / 1 t ~ l / r (,-1.,.. ( ~ ' ~ 1 : ; ( ' :
~ c i ' , . , .
Peru cl uuiversulismo ocusiounhuento cutro
en
conflicto con objeti- ' f>
vas rivales del propio movimiento obrero. En muchos casos, los movi
rnientos obreras encontraron en los fondos de bienesllU:.lllll:.ial
finan
c i a ~ _ c . 9 ~ y o l a d o s P O £ ~ . 9 ~ . , : . l a gran
[ l l ~ t e d ~ p ~ d e r
tanto econo
mica como organizativo. EI renunciar a esto en nornbre de la solidari
dad universal
no
siempre era
visto favorablemente.
En Alemania.
los
sindicatos mantenian celasamente e] control de los fondas
para
enfer
medad; inclueo los movirniout.os de los
trabajadoros
daneses
y
suecos,
vanguardia del universalismo, no hubieran
aceptado
una perdida del
control de sus fondos para ei seguro de riexerupjeo.
-(Australia
y
Nueva Zelanda const ituyon dos casos en los que los
movimientos de los trabajadores, a pesar de
ser
poderosos, nunca se
adhirieron plenamenle al
ideal
uni
versa
hstaz En estos
parses,
los
obreros
mantenian la preferencia tradicionalmente difundida de los
~ u b ~ i d i ~ ~
obje(lva-blcs--de cornprobacion de
i n g r e s ~ ~
p ~ . ~ q - ~ ~
~ ~ - d ~
que ran mas redisti-ib";;tivas. Pero "a-rece
ser
que la razon principal
fue la
relevante
posicion negociadora de la que habian
disfrutado
los
sindicatos durante decadas, Par eso, como comenta Castles (986), las
demandas
drJa
protecGi..On-s_ac ,1 de los trabajadares podian ser
aten-
_
'didas
igual
0
l 1 1 e j ~ . £ o r J , v f a de i a a n e g U c i a : c i o i i e ~ ~ i l a r i a l e s
""La -adhesion de los
sociaiistas
al
universalisma
se puso a
prueba t.,
con el avarice de la modernizacion social y ('structuraIL..En
una
econo- : \
mia
avanzada
lu gente
huruilde'
desnpnrere
y
CH rccmplazada par
empleados
de oficina asalariadot:i y por
unos obreros
mas
prosperos
\....
/que no se contentaran con un
subsidio
hasieo de tipo fijo.
Par
10 tanto,
a men
as
que la
seguridad
social
pueda ser mejarada.
es probable que
se origine un exodo masivo hacia JOR planes privados del mercado, "
canduciendo u
nuevas
d"sig'ualdades. Asi pues. para preservar la soli- ,
I
aridad de un Estado del bienestar universalista, los socialistas se
vicron obligados u iguaJar las pn-staciont·,'>j sw'i(ll(·s ('on Jos
estrindares
de la c1ase media . \
Los
socialdemocratas
suecos fueron los primeros
en
trazRr un ca-
mino para un univcn>alismo de tipo "clase JIwdia", La f6rmuJa consis
tio en combinar los derechos universales can unos subsidios eJevados
graduados segun los
ing'resas,
equiparando
los subsidios y prestacio- ; \
nes del Estado del
bienestar
a las expectativas de la clase media. ,\,\
Para el trabajadar media como titular de la ciudadania social. el re- t:
L \
F ~ \ L \ l ; - . \ : \ \ l F l \ ~ t < \
ti
\ (1. ;
TltI, :-;
\t l \110:-; tWI 1: ';T\ll() IIFI 1:11
\\
';T\li
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 39/80
sultado
fue una experiencia de movilidad ascendcntc.
Para
c! Est.ado
lei bienestnr, cl resultado fue In
consolidacion
de una amplia
mayoria
-sopular afet-rnda a su
defeusa.
EI univursa lismo dl' In "c!as(' mcdiu'
ha proteuido al Estndo del bionvstnr contra sentimiontns rcnct.ivns.
'JIMlCNSIUNlCS COMI'AHATIVAS
UE LA ESTH.\TJFIAl·lllN IlEL ESTAIlO DEL BIEm:STAJ(
Aunquc todos
los E ; ; t ~ 1 .--I,. bienestar inciden en el proceso de es
+.ratifir;}rion social. 10 u.u'c-u dr- tormas
diferentes.
Lo '3 legados
histcri
cos de los principios
ron:->l'l'\'ad{iJ"t':-i.
Iil.crnles y
socialistas llogaron
a
.nst.ituciunalizar-sc durante su urimc ra forutuciuu y sc- pcrpr-tuuron
1urante m.is de
un
siglo. EI resultado hn sido nil agrupamiento de
re
grmencs
surprcndentenu-nto pnra!«lo
al que
doscubrimos
en los
anali
sis subre 1 desmorctuniliznciou.
Para identificar Jo:-; agrupamlt'nlos de Est.ados del biencstnr, debe
mos descubrir cuales son las dimensiones
mas
destacadns de la
estra
t.ificacion.
Como mejor
sc idcntific.i el modclo
rorporativista
cs
por
la
medida
en
que 1<1
soguridnd
social
esta
diferenr-inda y
segrnentadn
en
distintos progrnmus busndos
en
1<1 ocupar-ion
y
el
status.
En
este
caso
cabria
ospcrar tambien
arnplius vuriacioues
entre la parte
inferior
y la
superior en cuanto a subsidies. Para identificar el estatismo. el cnfo
que
mas
sencillo es identificar relativos privjlegios otorgados a los
funcionario::>. En
cambin. id('ntificariamoR
los principios
libprales
en
terminus de un bienes(ar de tipo
rt'sidual.
:-lollrp t.odn pi rasgu sohresa
Henle de la comprobaci6n de medios de vida,
en
terminos de la rp!'3pon
subilidad
linancit-·ra r(,lativi.l OlOfl!;lda al as('l!urado individual .y en
terminos del peso relativo del bipnestar social voluntario del sector
privado, Y para cilptar los idt'a!t,s sucinlistils, li\ Illt'dida n,)pvnnte cs
claramente eI g-rado de uni\'l'rsalismo.
1 ;1
l t g i l lH 1 l soei:dista dphprl<-\
mostrar el nivel
mas
hajo de d i f e n ~ n c i a s dt' s u b s i d i o ~ .
EI que
existan
gl'upo.s dC' regimenes c1aramentp definidos
depenoe
entunce.s de h"lsta qui punto los
rnsgos
del
regimpn
espel'ifico e ~ t { m
presentes
s(i!u l'n un tipo. Para dar 1111 Pjl'rnplo, no cabria
('speraI'
que'
un
sistplIla dc tipo conservador (roil
grandcs
dosis de cOl'pllralivismo
ylo
p n v I i ( g i u ~
para
Ius
funcionariosJ contuviera
tam bien
rasgos
lihe
rales (tal como un gran
me
rca do
privado)
0 rasgos
socialistas
(como el
univer!;;,di,smo;. P(:ro aunque el mundo
real
de los Estados del bienes
tar
prohahlemente Illuestre forma:-;
hibridus, nuest
ra tarC'<l eonsistC'
en
ver
hasta que pllnlo hay una c o v a r i ~ c j n sllfiricpll' par.'l q l l p
apa
rezcan
los di!'3Lntos grupO '3 de regfn1l'nes.
En la tabla 3.1 pt'exen
t.amos
datos sohrc caracl('rbticas de
10;';
pro
gramas tipicos
rk- cadu reginH'n.
Rcprcsentundo
a los prmcipios o -
~ w l a d o , . ( s de cstratificucion, ln tabla ruucstr.i pri meru cl grado de
H l ~ -
grcgncion de stnt.us
0
do curpo rutivi srno, nu-dido como el
numcro
de
IprincipaJ(,,'-iJ
planes d('
pen:-;iflll('.'i d i l ( ~ r ( n r i a d l l s
ocupncionulmcuto: S ( -
gundo, prescnta el grado de "estutntismo" me-dido como g<Jsto en
pen
siones de los eruplcudos del g()hil!rno como porcentajt -' del Productn
Interior
Bruto.
La
Tabla
3.1 muestra tarnbien t.res vnrinblt-s dissnadas para iden
t ificar l
as
curnctcu-ist.icns
clave
dellihera i"'//(J; pri met-a , ol peso relat i ,
\ 0 de los
subsidies de
bicnestur social con
coruprobucion
de medics
de
vida,
medido on terrninos de porcentuje dol
gaslo
social publicu total
rexcluyend» los
subeidios
para cm pleudos de-l gobio rno): sezundn. lu
impcrtanciu (1<,1 sector
privadn
ell las pons.ones. mcdida por In
parti
cipacion
del
sector
privndo ('11 ol g'asto totn l d(' pvnxionc«.
y
en
sn
ni
dad, medidos C(HlW la purticipucion tiel scdo,· prtvudo en (., g;Jsto total
en
sanidad.
Por ultimo, la
tabla
3.1
incluvc
dos
caructurixt.icas asociadas
muy
claramente
a
10K
regtmcnes
suciaii. iias,
cs
decir
cl
grudo de
universa.
lisrno del
programa
(medido como porcentuji- medio de poblacion de
16 a 64
alios de edad
con derecho al
subsidio
de cufermedad,
desern
pleo y jubilacion) y grade de iguuldad en la cstr-uctu ra del
subsidio.
En
el ultimo caso,
nuestra
medicion
es
un promedio de los tres
p r o ~
gram
as ya mcncinnadm:; en t ( ~ r m i n ( ) s
de
In rntio en tn' el nivel
hasico
de subsidlO:-i y el suhsidio m;,iximo
legal
que S( { l
pO.:-iiblc.
Clanlmcnle
cabria esperar que los rebrlmenl':-; de inspirueiiln s o c i n l i ~ t a
a c e n t u a ~ e n
In iguuldad en
}OS
~ u b s i d i o s , n T i ~ n t r a s
que
en los
r ~ g l m e n e ; . ; c o n : - ; e r v a ~
dores las dpsigualdndes fueran
mayores.
Empe;7,(lndo con J ~ l S canlctcristicus conserv,ldoras, deSCllbrimo."i
una
distrihuci('lll de
paises
b
lsicanH'ntp
hlmodal
('on l'('spPeto tanto
<II
cor
por(;)tivismo como al e s t a t i ~ m o ; pOI' otr(;) parte, In
coincidencia
entre las
dos caraeterislicas es hastante !;cnalada. Un grupo de paises
puntua
muy alto
en
ambas: Austria,
Helgica.
Francia. Alemania
e
haha. can
1a posibh' indusi(m
de Finlandia.
Ml'rpce la PPIl:l
resalt.ar
que e ~ t e es
pi mismo grupo quP antes idcnt i1iC<lIllOS como {,I 4ue cae en la tradici()n
conservadora de ia
desmcrcantilizaci{)n.
En cuanto a las caracteristicas liberales, el
modelo
esta considera
bJemente horroso. La variable de la
ayuda
a los pobres agrupa a los
paises
en tres
grupos,
uno que puntua
muy alto
(Canada,
Francia
y
Estados l ~ n j d o s ) , otro con niveles medios y un tefccro cn eJ que la
:l."uda a los pnhres es verdadel'amente
marginallios
palses n6rdicosl.
100
(;0STA ESI'I N(;-AN DEI{SI';N
IH" T1n::-; \lI"\[)O:-; DEI. E:-;T,\lltl IlI:I.
1\IV\F.'r.\H
101
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 40/80
TABLA. 3,1 Grado de r-orporativisrno, ('statis/Jlo,
romprobucron
de me
dios de vida.
influenciu
del mercudo.
universalisrno
e igualdad de
subsi.
d.os
en
IR Estados del bienestar. 1980
.
Curl'
t , ~ 1
A
I '"h
I'
pr
c: pr
1 ', "
I'
I f : . ~
Aust rahu 1 U.7
:J.:l :W
:16
:1:1
1.00
Austria 7 2.H
:)
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rz
O.S::?
Belgica
5
:1.0 4.5
6
1;]
67 U.79
Canada
2
0,2
10.6
:'6
26
9;]
f).'1H
Dmamurcu
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(·lnUil1I'I'O ell' pluries de jubiluc-ion pubh .
cos difercnciudus oru p.u-ioo.ilnu-n te. SI' han iuchudc "olp lo plunr-s
prmcipulca.
" , ' : s t ( J t l , ~ m
Medido o.mo
] t l ~ l ~ a ~ [ o H I ' l l pl'Il:;III ' l I 'S tit' lo s "11lpll'ado."I drl
gotucrno como '";
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(,O/llPI"o!1lI1'ill/1
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IIIl'1/ios
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pl. " to :;1'('1.11 ptihlrco fof ; t l )
I, i t , ;
l s l i n l l l ( j , w , ~
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los g,l,.;tll.'" "11
ayl1da; l
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pobrt·g l'xi"iuyl'n
los suhsidlOS
Itt.'
los
pJ.llll'''' I1llrm:IIl''' til' wmprohaClOlI
dt:
I l l g n ~ O l > (talI's
cornu a y u d a ~ p a r ~
In
vi . l l 'nda
en
est.'Hndinavi<:!,
uyu
dn purfl d dl,twrnpk·o PI) A l ~ n l a n l U 0 l lymln pltl':! In . 1'jP'l . dl'Kt'mplt'o v
l'nlt'rnwdud en Auslrnliu y
NUl'VlI
Zt·hllula
I.
( lm·WII l ' l't'l'lInlar
qUI'
......
ddicd lrazar la
front..era enlr('
t'SU.l8 dos
lipOf;
d(' obJI·tivos.
NUl'slrns 1':,.
timacioneR
At. ba"an en
esle caso
en
unn
apreclOwi6n
individual
d" como
opcru
el
sistema
en
rada
pai:J,
"Pensiones privadas
(como o/r
dellolal
de pt.'nsiOI1l's).
• r.astu de fa SQJ idod prj,'ada leoma
'1 {h·I 1,0/,111.
, Promedi(J
de
IIniversalism(J. Promedio para
l'llfcrmedad,
de
elllplt.'o
y
L_ _
..J
pr-nsionr-s. (1.01'; progrumu-, de
uyuda
con comprubacion dr- ingresos. co
mo 10:'
subs.dios
peru dvsr-mph-o
y
t.'oli'rml'd,.d de Ausu-aua
y ,\"U(.,.H
Zelauda.
st.'
han puntuado
() porque
ninguno
'Ifrpct.'
dcrechos uruversules
para
los
subsidios.:
• /1 IJ/III'dio ell' IMI/(Jldllll
I' . ~ l I h s i d j ( J . ~ · D J 1 ~ I ' l ' I l ( ' j i l
I Iwdw pntf'(' III!'! suhsi
dillS social!'!'; maximo y
h : i s i n ~ para onfermodud. dcsern
pleo v
pens.ones
{ha.":IlJOl en
SUhSldios nvu»,
.una
Vl'I . descout.«!••s los illlplll':-.tU:J,I. 1,1IS
di.
Iercncius
de
10" subsidies ('sltin busadas t.11
: '1
r..uu entre cl
aubsidrc )010
ciul
bustco garantizndc
y (,j svbsidio mllximo kg-al
que es posible
en
cl
sistema.
"Sin datos disponibles.
F l · ~ : i ' . · ~ G E ~ p l n u - A n < l r , 1191171,
t"h[1l
,1,: llruted ~ t l l t ' · , (; ()vetrlmt 'nl" OffIce,
S{)( wi
S"'·I,nlv
'r"l- r""I1'
ThnmKI" ,ul
Ih,' W"rl./
r l!li'll \, OIT,
Th,·
( - .<1 rs" '01 S'·('lall'. 1.1b[", b ; I ~ 1
( > , , ~ 11;.",·t,rIl
()IT
1:1111 \, (l( ' [lE '\/.'(1< . 1'
1/",,111,
(' r,. i'If,r1 I,
I, ) '""· , ,
I )'·lIE, "ll'It,
f!
I: ,
r ~ h l
,["
d l , , ~
d,· SS[[l
Por el
contra
rio, la
variable
pension
privada distinguo c1aramente
en
tre un grupo con
una
prepoderancia de pcnsiunes privadas
y otro
en el
que
apenas
existen,
La variable
del
sector privudo
de
la
sanidad.
como
la
ayuda
a Ius pobres,
difercncia
tres grupos. En
este
caso, se puede
notar
el
verdadero
grade de "privatizacion" en
paises
como Austria
y
Alemania, algo
que atestigua
la
ambigucdad
de la
orgnnizacion
del
bienestar social privado.
En estos
dos
paises,
el
cuidadu
"privado" de
la salud refleja la trndicion de la influcnciu de la
Iglesia cpor
ejemplo,
Caritas) m as que una desenfrunadn influencia empresarial privada.
Pero eon todo,
hay
un grupo
que sistematicamento
puntua alto en
nuestras cnracterfsticas
del liheralismo: K'itados Unidos
.Y Canada y
tarnbien,
ligeramcnte
con menos claridad,
Australia
y Suiza.
Con.sidcr-nndo
finalmonto
nuostras
poudoraciones del
regimen 80 -
cialista,
vcmos que el
univorsalismo es
cl principio
que reina
en los
Estados
del
bicnestar
socialdcm<icratas de
Escandinavia;
.Y 10
es
de
una forma aproximada y
hasta
cicrto punto en
unos
P l ) ( ~ O S rcgimenes
liberales como Canada y Suiza. En el otro extrema se
encuentra
un
numcro de
l ' a ~ ( ) - : liberales
domle los dprpchos soci.1]es esUln inusua)
mente
subdesarrolladoH
tEstados
Unidos, Australia y Nueva Zelan
da). Los paises
europcos c o n t i n { ~ n t n ) e s
qm'. por
10 demas,
tienden a
puntuar alto en cl conservadurismo estan
aqui
en el mediu, r e ~ u l t a d o
este escas.1nlf'nle sorprend(>nte,
dado
que
la
importanci<l que se
da en
elias a In afiliacion obligatol'ia en funl'i6n de la posicion Iaboral nece
sariamente
conduce a
una situacion
en la
que
la
mayoria
de la fuerza
de trabajo gc,za de rnhprtura de
seguru.
La nlPdida del diferencial de
102
I . l ) ~
' 'KI:s
,\ll'.'\lhl:";
IH:I. E."'L\ lIl IH I.
1:lf\F:"T\ ;
IO:J
l ; ~ S T A E S I I : \ l ; · . \ ~ t ) E 1 { ~ E : \
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 41/80
subsidio dcberra, en
principio,
facilitar
una
clara dist.incion entre los
-asos
"sociulist.as" y los "conscrvadores". En el primer
caso,
c l enfusis
en la igunldad eieberia producir diferencinles m is bajos:
en
el
segundo
caso, el prmcipio del mautcnirniento del status y de la jerarquia debe
-ia
dar como resultado
unas clurus
desigualdades. Para
i ntcrpretar
correctamente
csta vnr'iuble deberiamos dejar a
un
lado
Australia
Y
Nueva Zelunda por u n
ruoincnto.
Ya que sus
sistemas
se basun en
.ma
tradit-ion de
asistencin
social de
tasa
fija , los
subsidies
seran
vir
tualment c iguillt's por ei('fi,,;(,j,',n POI' 10
dr-mris,
la tr-ndc-ncia cs
en
gran puru-
como cabrrn
l ~ ; - \ h r ; l l . hiS
dornocrucias socinles
oscandina
as
PSU II
i-ntr«
mns
i , ~ l l ; , l I l : J , . i ; \ . ,
nunquc
In
tabla cs
monos cnpaz
de
distinguir
Ins sistt'll\i.\s corporutivistas
(q l l l
muost run
grundos
difc
rcnciales : y sus contrupnrt idas liborulos tquc- mur-st run tnmhicu dife
renciales cxtrernosl.
Uu pr-inu-r
inu-nt o para irkntifir.u- hnstu
qU(·· puuto
oxixtcu
grupos
de rcginu-ru-s
Sl'
l'j('mplitien
t-n
hi
1l1:1l
riz. dl' ];J
1 \I1 l vl:\l i(il1
de- ordc-n ('('
1'0
presen
tndu en lu
tablu
:t2.
Obviarnonu-.
pnvn
quv
oxistun los
rcgi
menes
tienr-
que
cxistir una
cstrocha
rr-l.uiun c-nl.n-
1:ls
c a r ; l ( ~ t e r i s t icns
determi
n
adns que supucstnrncntc- identifir.m
·I
I I ~ g i l \ l e l l ;
y,
('11
cam
bio, e ~ t o s eieben
t'star
negatl\·allH'nt.e c o r n ~ l m : i o n a d o s . () no
correlacio
nados
con las caracteristicas de los
reginll'lles
alternativos. Lm;
corre
laciones de 1a tabla 3.2 senalan la
clasp
d('
agrupaci()n
dt' rpgimenes
que habiamos anticipado. Las ('aracteristlc<\s conservadora.s
(corpora
tivismo y estatismo) estan
correlacionadas positivaml'nte
(0.55) y
es-
TABLA ; I . ~ \b lnz \It'
\ 'url'{' Hl'iIllW:--
hi";lnahlt's dl' ditlll'll:-.lOllt''-; tit· ( ~ l r ; l -
lll"1CHCiotl pllrOl IH r : s t O \ d ( 1 ~ de]
hH'rWSwr
. ;, ,,,01,<·1
1',,1\"" '.\
('' ' '\' ' ' '.1
F.,\
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1',''''''''''''
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1 · -,,,1,,
I i ~ , ,
(
'Ofll lJrati\ ' I.-.11l0
1.00
E"tatl.,,>nlt\
0,;):)
".rlld'l ;\
lw· pobn's
n.ll
-If I
pt' ll:-.lOnp"
privadas
--0.40 --().(i'l
0,.\9
SWI"lad
privada
0.01
0 ,02
o
;iO
n,l.'i
lJI I I \cl"sa11SlIHl
--
(J.(J2 0,0;\ - -ll,tJG
000
11.:.J.H
)ih'l"l' l1cial
n ;)I
I)
cll'suhl·;idios
OAO
0.1-1 O.J:l
O.ll
tan negativamcnte
relacionadas 0 no
rehuinnudus
tanto COil
las
cu
rnctcrfsticas del regimen liberal t ayudu a Ius pubres. priv.uixucion r
como con In
variable
del
universnlismo
socialistn. Exi t e una corrcla
cion po
itiva
entre
los difercnciules
de subsidies que
indica que
10:-' I'C
gimencs conservadorcs
ticndcn a re pe t ir Iils dl..'sigualdadL's en c l
ESlado del bienestar.
EI
grupo del
regimen liberal cs iguulnn-utc
evidc-nte.
La ayuda
a
los
pobres
est.a
muy rclacionuda
con
las
pensiones
privadas
y con la
sanidud (1'=0.49
y
0.60 respcctivamentcl
y
L.1S des
ult.imas
estrin tam
bien
corrclurionudas positivarneutc.
Los gr<ll1des
dilcrenciales
de
sub
sidio estrin
J l ) L 1 ~
lig,Hlos a lu-, vuriuhk-s del rl'gilllPn libc-rnl. POl' 10 tan
to, podernos concluir que
las
muyores
desigunldade»
en los
subsidies
d( 1
hicnustn
r socinl surgen tanto de los siSt l mu s
jer.irquicos
como do
la adhesion nl mercudo. La espc-cificidnd d«l
n*imcn'
liberal cs cvi
dentc en
cuunto
que
todns
..us l <tsgtlS ('st.ll1 ru-eativurncntc correlucio
Iltldo:, y 110 c-ort'vlat-iunudus tunl.o COil las
(,;tt':lcknst i('(lS
couscrvndo
r:JS como con lus soci.dist.as,
Finalmc-nu-, {,I r l ~ g i n w n slH'ialistii (·s m.is difn-il de concn-tur. pOI'·
quo
las
dos v.uiublos que
10 cum poncn, cl univcrsalismo y los
suhsi
dios igualitarios, no
estrin
fuertemcnte corrclncionadas. Algunos pai·
8es (como Canad.i y Suiza) que, pOI otra parte, son muy liberal(·s tien
den a acercarse tambien aluniversalismo.v otro:.; paist-'s l i b c r a l e ~ (co
mo
Australia)
cuyos sistema.::; ,:-;on
principalnwlltc
dl' In clase dr' sub:.;i
dio minimo de tasa fija, tienell
escasas
dif('rcllcias de subsidio.
Sin
emhargo,
la caracteristica del univenmlismo :-iC sostienc
pOl
si rnisrn.l,
diferenciandose (pOl' no estar correlncionada)
tallto
de las nlriabll's
de los regimenes conservadore,.., como de los liberales. Sin embargo. l'S
lIna sorpresa que no encontrcmos una aSl)riacit')J1
m,is ruertp
l'nlre
igualitarismo
y
universalismo.
AI lhrual que en el capitulo 2, csto:-; datos S( ' IHIPdpn desarro]Jar ('n
indices
resumidoH
para
idcntificar
de
una
fill'ma
111<IS
clarn
y
s i n t { ~ t i c a
los grupos de pafsC's
significativos,
AI
igunl
qUl'
antes,
haremos esto
(aproximadaml'ntcl sobre III
hase
de la media y <1(' la d('sviaci6n tipica
en Ia disll'ihuci<in
de
cada
una
de
las vari"h',-,. Ell Ia labia :l.:J pre
Sl'lltamos ('I
n'Sllmell
d(' 10,-'; n';..;ult.ados acullllllados
para
el "conSl'rV(l
durismo",
('I "Iibl'ralismo"
y
('I "suciaJisrlw". ( 'OII\O s(' ('xplira en l,1
Apendice
1,
cuanto
miis
alta es la puntuation, mayor es el grado de
conservadurismo,
lilwralismo y
sodalismo, l'('SIH'etivamentp. H('nlOs
dividido la labia
en
~ r u p o
allo.
medio
y
hajo.
De la tabla :l.a no podemos l..'onc1uir otra ('osa
l'xccpto
que
10:->
gru
po:->
existen,
Los
paisps que
puntuan
alto
('n llUl'stro
indice
de
conSer·
104
t ; t ) ~ T A
1 : ; - ; I > l l \ l ; ~ A ~ n E I { S ~
LoS TlIE:'i
~ 1 l ~ I l P , ;
Ill-[
F. 'J':\j){l
PH HIt\I. )'· \I '
IO i
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 42/80
TABLA 3.3 Agrupumiento lIl' Estados del bicnr-star s(·gun dimcnsionr-s
de- fP.nmt'n
conscrvador.
Jilwr:lJ yo socialist.a rvntn- pan>ntl'sis Ins
pun
tuunoncs del mdicc ncumulnd«i
vadurisrno t lt
alia,
Alemuniu, Austria, Francia
y
Belgicu)
todos pun
t.uan bajo o,
como
mucho, punl unn medic on nucstros indices de libe
ralisrno y socialisrno, A su vez, los paises caractcrizados por un fuerte
hbernlismc
(Austrnha,
Canada.
,Jupon,
, -)LJjZCl
y Eslados Unidos pun
tuan
bajo
o media en el conservadurismo y socialisrno.
Por
ultimo, el
Krupo
sociulista
incluye los
p a i ~ e s
oscandinavos y Holandn. los cuales
puntuan bajo
(0
media)
en
los ot ros dos grupos de rcgjmcncs.
En
otras palabras,
si estamof; dispuestos u
accptur que
los E8tados
del
bienestar
desem
pefmll un
papcl importallte
en la estruduraci6n
de la
estratificaci6n
social y
que
hemos
captado
Ius
curaeterislicas
de
la estratificaci6n que importan de una
f()rma
Rignificativa en In
cxpe
riencia reul y percibida de III gl'llle suhre Jus (k- igualdad('s, Ht.'It-US y
diferenclas de clase, encontnlmos qUt es
en-ulleo
el comparar los
I':5wdos del
bicnustar simplemente
como "mas" () menus
igualita
rios, Descubrimos. en cambro.
Jogicas
de estratificucion social cornple
tarnente difercntcs
inscrtadas e-n In
construcrion
del Estad» dl'i bie
nestar.
En ( ~ ~ t ( sr-ntido. podernos bablur do regiment's como 1 hici
11\08 con respecto a la dcsmorcuutilizucion.
Podcrnos udemus
empezu r a ver que la ugrupacion de
J )
desmur
cantiliz
acion
y
de la
estratificacion
cs
muy
pnrccidu.
Si
recurdamos
la
evidencia prescntuda en cl capitulo 2, hay una clara
coincidencia
en
tre la
alta
desrnercantilizacion
y
el
gran universalisrno
en los
Estados
del bienestar escandinavos de inf'lucncia sociuidc-moc-ata. Iguulmente
existe una clara coincidencia
entre una
buja dcsmercantilizncion
y
una fuerte confianzu individualist.a en los paisl's anglosajoues. Por ul
timo, l R purses europeos
continentales
se
agrupan
estrechamente en
terminus de scr corporativistns Y
estatistas
y tumbien de
ser
modes
tamente
desrncrcantilizadnres.
En el capitulo 4 finalizarcrnos nuestra espi-cificacion de los grupos
de regirnenvs de
Estados del bienestur anulizundo
como
surgio
lu
frontera entre
el
Estado
y el
mercado
en
pcnsiuncs. que
constitu
yon el
programa mas
import.ante del
Estado drl bienestar. Queda
claro
que
la
mezcla
de 10 publico
y
10
privado dcscrnpena
un papel irn
portante en
conforrnar
tanto Ia desmercantil izncion como la
estratifi
cacirin.
Lo que queremos explorar mas en
profundidad
es la estructu
racion global
de 1a politica social 0
mas
especificamente, de
las
pen
siones
en In
economia
politica.
APENf)lCE
P l l ) C ~ : f ) J M n : N T o
l iE l'IJ)'\'['lJAl:ION 'AHA LOS
INJ>Jn:s
Ill-: 1'.'STHAnFW'\l'/O,\'
Al
igual
que en el capitulo
z,
hemus
dcsur-rollado mdicea basudoa
en la
distribucion dl' los pulses
ctredcdor
de la mediuy dl' In vurnu-ion t.ipicu de Ins
variables indi viduules.
Las
cnructcr-isticus
del
I'cJ.{irnl'n
conscrvudor se
han
ceptadc
per
medic de
las
variables del
corporutivismo y
del cstatismo: las ca
racterfst.icas del rChrimen libcrul a Lrnvcs de I» axistr-ncia social y de In impor
Lancia
relative de las pensiones y de' ln sunidad nrivadn: las cnrnctertsticas
cit'
dg-inwn :->oci:diHta han sido captadns p l i l \ ( i r ~ : d l l l ( J l t l pur mediu
del rrrado
de univcrsnlismo. La variable fmul. la dif('I'l'IWi;1 ell' slJhsidili. sc
supurw
que
punLua bajo
en los
rl'g-Imenl's socialislas.
Para cOllstl"ui..
elindicl'
dtd
wrporaLivisJtlo
Sl' ha pUlllua<lo 0 a los
paises
que tengan dOH
() mpnos
p r o ~ r a m a s
indcpcndicntt's de Pensiunes, d e r < ~ n c j a -
dos oCllpacionalmcntc: a los p a h w ~ entre dos
y
cinco (inclusive) se les ha
dado
unll puntuaci(ln d(' 2; y a IOH pai:·:;('s
COli 11I,1S
de
di l l l l
prog-r,IIlJas d i f e n ~ l l c l a d o s
ocupacionalmente. se les ha dado UllLl puntuucion
4.
06 ; l \ ~ - ; . \ F : ; P \ ~ ; \ : \ ~ l l : l { ~ E \
1.1> T k ~ : S : \ l r ~ L H i
m;l. ES'rAIlO DEI. BW\E,..;r.\j{
107
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 43/80
La variable esratism» rcfloju lu
medidu
en 4UC < l Iuncionuriudo e:-;
utendi
1
0
con privilegios especiales de hiencstur social, Ysc mide en funcion de gus
los
de pension
para-funcionarios
como
porcentnje
del PlB
Donde
el
porccntu
results mellor (0
igu
al a) l ,
homos
dado un tndice de pu ntuucion de 0;
don
i
e
el porrvntaje ost.ri entre «l 1 Y PI z.L, h<.'ITHlS punt undo ron 1111 2 y donck- el
porcentaje subrepasu el
2.2,
humos dado una puntuacidn
de 4.
El Indtce para In importanciu roluti va de la
usistcncin
social
se
hasa en
-iatus
sobrc Ios ga: i los de
10:0; subsidios <lL' l · o t n p r o h ~ l t i 6 n
rOi l nwdil>s de
vida ( 0-
rna
porceutaje
de
los gastos totales
de
las transforencins
sociules.
La labor
de
lefinir
exnctamente cual es cl
limite entre
cl
claaico
tipo de subsidies con
comprobacion
de medics de
vida
y las
tr n
nsfcrencias mas
modernns
depen
.Iientes
de los ingt-csos cs muy dificil. Hctnos dccidido cunsiderar- 10::> Estudos
ld bieru-stur t i l
Austrnliu y NIIPV:l Zolunda COIllIl lip rumproburiou
dt· in1,,'Tl'-
sos fundamental mente;
por couaiguientc,
estos pmscs
puntuur.iu bustuut« ba
JO. De igu al forma hemos excluido
las
dcsgravcctoncs por vivienda en Escan
-linuvin. En ot.rus pululu'us,
III
vuriahh- ,;{' hn rnnst.ruido para
truta
r
dt· incluir
cl
gusto del programa
par 10
quo
c-s
nutont iC;lIIH'lltt ' ilsi:.;lt'lH"ia
1'iori:d run
.omprcbacion de
medics de vida en 1:1
higit'a
t rudu-iuuul de
la ayudn n
los
po
'ires.
Por
10 tanto incluyo
prngrarnas
tales como AFDC en Estudos
Unidos,
Sozialhi/(e
en
los parses
alcmunex,
H(K:ialhjw /p
un los paisl's
nordicos, etc.
Gr-an
Hretnna
pln ntca un prohlcma especial por lu forma en que tanto los
subsidies con comprobacion de
medics
de vida C(H\iO 10:; de comprobucion do
[as
ingresos. sf'
han
consolidudo allt bajo el
encabezamienlo genE'ral de subsi
-:lias
suplementarios .
Con fines comparativoR, hemos e1egido
(conservadora
mente) e. .,timar e porcentaje de Gran Brelmla igual a
1.
La eon.struccil)n del
indice en {'stu \'minble sigue Ia IOgica adoptada unteriormente: si Ia
ratio
de
gasto en
a ~ i s t e n c i a
social relativo
al
total
de los
flag-os transferido.s
('s
m ~ . I l o r
a1 3 pOl' cif'nto ,
damos
una
puntuaci6n
de 0; del a1 8 por
cicnlo, damns
una
puntuaci6n
de
2;
m:1s del
A
por ci('nto, s( da una puntuacion de
4.
EI
indict'
para
el porc<.'ntaje f(·lativo
de
los gastos de pensioncs
privadas
sabre
el
total
d(l gastos de p('nsiones se
desarfl)'la
de la siguiente
fonna:
si el
porcentnjl' ( 'S menor del
JO
por ci('nto. S(' IE'
del una
puntuHci{m ill
pnis
dp
0;
:'Ii
el porcentuje est.a l'ntn'
(,I 10
Y t,1 If) por dt'nto, la plIlltuacitin l'S d t ~ ;
y s; ('I
porcentaje
es
mayor
del
16
pOl'
ciento,
Ie
damos
aJ
p a i ~
una
puntuacicin
de
4.
Para
el
porcentaje relativo
gastos
de In sanidad privada,
damos
una
puntuaci6n
de 0 a los
paises don
de es me'nor del 10 pOl'
ciento;
del 10 al 20
pOl'ciento, puntumnos ('on un 2;.Y e" mayor que cl 2] por cicntn. pI pais rc
cibe una
puntum:ion
de 4.
La
variable
del univ('rsalismo mide
el
porct >ntajc de pobl;.lcil)ll
rt.' PVi.Hlte
(poblaeion act.iva de edades comprcndidas
entre
los 16 y los 61) arlOS) que tie·
ne cobert.ura can
sus
respectivos pr<Jgramas. Un g-rado naju de u l l i Y e r : ; a l i ~ m o
se
define
como menDs que (0 ibrual all el 60 por eiento de In poblHci6n
que
es
beneficiariu y
puntua
ihrual a 0; dond(' la cobert.ura est.a ~ n t r e el
6]
Y el 85 por
ciento, damos
una
puntuaci6n de 2 y dondc la cobcrtura sobrcpns3 el 86 por
ciento.
d 3 m o ~ una punt.uacion de 4. Not.ese qUl ' los prog-ramas hasados en la
comprubacion de ingresos. tales como Ius .'iubsidi<Js de dc'seruplec y enferme
dad de Australia y
Nueva Zelanda,
han sido puntuados iguul a 0; esto es de
bido a que este
tipo
de programas no garantizan unos derecbos universales
autornaticarnanto
Per
ultimo,
nucstrn variublo
dili.·n·neinl
de subsrdios {'sUi
basad
a t 'll 10
que un t.rubujador
medic normal
redbird
como
subsidio medii)
y
cl maximo
subsidio
est.ipulado
en Ins reglas del sistema, Si lOR suhsidios medics Son me
nores
a
55
por cicnto
de los
su b
...
idi(ls ruuximos,
darnos
ul
sistema una
pun
tuacion
de
0
(reflejandn
diferencias muy altas
); si
estrin entre
el 55 y el 80 por
ciento,
Be da al sistema una puntuacion de 2 y si est.an par encima del 80 por
ciento,
se du al sistema una
punt.uaci6n
de 4.
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
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4 ,
EL ESTADO Y EL MERCADO EN LA FORMACION
DE LOS SISTEMAS DE PENSIONES
INTRODUCCL lN
Ni el
Estado
ni el mercado estaban
predestinados
para ser el
centro
de la provision del bienestar social, aunque todos los
textos sobre
po-
Iitica social trataran de convenc ernos de 10 contrario . Por 1 general
los aociologos equiparan la distribucion del bienestar social con la po-
Iitica social del gobierno. EI dogma
liberal
y la teo
ria
economica con-
ternporanea quieren
hacernos creer que el Estado es una creacion ar-
tificial y que el mercado, si no se interfiere en el, es
la
unica
institu-
cion
verdaderamente capaz
de
satisfacer las diferentes necesidades
de proteccion social.
Esto puede que sea
valido para los coches, peru
desde luego no 10es para la
seguridad
social.
En todos los paises
avanzados
se encuentra
una
mezcla de provi-
sion publica
y privada
para el
bienestar
social
y
es en la
existencia
de
esta
relacion donde descubriremos
algunas
de
las
propiedades
estruc-
turales
mas
importantes
de los
Estados
del bienestar. En
este capitulo
se buscara Is relaci6n existente para las pensiones que son con mu-
cho, el
capitulo mas importante
en el conjunto de
las transferencias
sociales. Descubriremos
que
los
Estados crearon
los
mercados
y
que
los mercados
crearon
los Estados. En
cuanto
a
las
pensiones, al menos
se necesitaba la aplicacion del poder del Estado para construir y ali-
mentar un mercado privado que fuera viable. A
su
vez, el papel del
Estado
para
proporcionar pensiones
ha sido conformado de
manera
decisiva por la naturaleza
y
por los Iimites de los mercados. EI
Estado
y el mercado 0 si se prefiere, el poder politico y el f1ujo moneta rio, se
10
a l ~
E ~ l I N l ; - : \ . H l r : I l ~ r : N U l:-
mE ';'.\1I
·\ IU
IJLL
F:·q ,\i}P
llFI H1I \
I "1'\1,
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 45/80
nan influido
continuamen te para producir la peculiar mezc1a de
provi
ion social
que
va a definir los sistemas de los Estados del
bienestar,
Si un
analisis
de las pensiones parece
que
es algo limitado y poco
imaginative. hay que toner presente dos circunstancins: prirnera , las
"ensiones representan actualmente mas del 10 por ciento del I'LU de
auchos parses:
segunda, las
pensiones constituyen
un vinculo central
entre el
trabajo
y el
tiempo
Jibre,
entre
los ingresos percibido
s
y
la
re
distribucion, entre el
individuaJismo
y la solidaridad, entre el flujo mo
ietario
y
los derechos sociales; por
1 tanto, las
pensiones ayudan a
di
'ucidar un grupo de
principios del
capitalismo perennernente conflicti
vas
'..OS SISTEMAS DE ESTAUO DEL BIENESTAR
EN EL NEXO UE ESTAllO i MERCADO
Como ya se discutio en
los capitulos
1 y 2, el concepto de los
regt
-nenes del Estado del bienestar denota los ordenes institucionales,
reglas y acuerdos que guian y conforman orientaciones divergentes
en
1
relativo
a
la
pohtica
social,
la
evolucion
de
los
gastos,
las
defini
eiones de los problemas e incluso
la estructura
de
la respuesta
y
la
demanda de los
ciudadanos
y de los
usuarios
del bienestar social.
La
existencia de
regimenes
polfticos refleja la circunstaneia de
que
la
polftica
a corto
plazo,
las reformas,
los
debates y la toma de
decisio
nes
tienen
lugar dentro de unos marcos de institucionalizaci6n histo
ricos que difieren de forma cualitativa entre los paises. Los Iimites de
los derechos y de las
demandas
que estan
ligados
a
la
ciudadania so
cial constituyen un
ejpmplo de
tales
parametres
institucionales que
son,
desde un
punto do vista historico, relativamente estables.
Asi
pues.
18 extension
de
lns
n l c l s i r i d l ~
hurnunas
a las
que HC
ICR da
10
categoria de derecho social es un problema central de
definicion
con
respect
o
a la idontificacion de los regimenes de Estados del bienestar.
En
el
esquema
de
Titmuss,
un Estado del bienestar "institucional", en
contraste con el Estado marginalista ,
es
aquel que no reconoce
hmi
tes
predeterrninados
para
los derechos sociales
(Titrnuss,
1974; Korpi,
1980).
Asi pues, un elemento importante para la identilicacion de los
re
gimenes de los Estados del bienestar estara relaeionado
con
la combi
naci6n de derechos saciales
suministrados
ptiblicamente
y
por la lni
ciativa privada.
En
otras
palabras,
los regimenes se
pueden comparar
con
respecto
a
las
necesidades humanas esenciales
que pueden
ser so
metidas a la responsabilidad
privada en
contraste con la publica.
La division de la proteccion sccial entre 10
publico y
10 privadu
pro
porciona
el contexte estructural de la desmcrcunt .il izacion, de los dere
chos
sociales
y del
nexo
de estratilicaei6n de los sistemas del Estado
del bienestar,
Es curioso
que el bienestar social privado deba Her ann
lizado para poder
identificar
el
Estado
del hi('Ill'slar Y. Como irernos
descubriendo,
10
contrario
es
igualmente cierto.
Pero, ademas de
su re
levancia para los
intentos
de
cla-oficacion,
el
papel
de la provision
pri
vada
es una
precondicion
aualitica para cualquier cornprobacion seria
de las teorfas causales del crecirniento del Estado
del bienestar,
preci
samente porque la provision publica
esta
entremezclada con la provi
sion privada de
una
forma
tan
estrecha
(Rein
y Rainwater, 1986).
LA COMBINACION PlJBLICA-PRIVAUA DE LA PROVISION SOCIAL
EN LAS DEMOCllACIAS CAPITALISTAS AVANZAIlAS
Cualquier
estudio
sobre la
combinucion
de
1
publico y 1 privado
se enfrenta a enorrnes
obstaculos.
Uno es la escasez de datos
lidedig
nos, sobre todo los retrospectivos: otro
es
la dilicultad de dcfinir exac
tamente
que
es
1
que
deberia
ser
consider-ado
privado
u
publico.
La
cuestion
de la definicion debe ser resuelta
a
la luz de
nuestras
inquietudes te6ricas. Nuestro primer argumento para distinguir los
sistemas tiene que ver con la presencia de leyes, puesto que esta es Ia
unica
manera significativa de diferenciar los derechos sociales ric 1a
diversidad de
convenios
contractuales. Esto implica que
debernos
in
cluir en
la
categoria de 'publicas' a las pensiones que: a) estan legisla
das y administradas
directamente
por el
Estado
0
b) existe una clara
y explfcita ordenacion del
gobierno
para
que
el sector privado
propor
eione
un
tipo dado de pension. Como corrsecucncin de
esto,
considera
rornos
como pnblicas las pen s iouus ul
tc r
nut.ivus industr-iales de
Finlandia, Gran Bretaiia y Holanua;
pero
dada la ausencia de un de
creto gubernamental explicito en Suiza (hasta 1982),
alii
las pensio
nes del mercado laboral deb en
ser
c1asilicadas como privadas. EI rnis
rno razonamiento
se aplica
a las pensio nes
do empresa'
holandesas.
Francia
es
cl (micn caso amhiguo:
exi} ;te
la ord('naci6n. pero no e ~ U i
formalmente legalizada. Ya que
1
esencial de la practica
francesa
es
equivalente a la situacion que prcvalece en lu: ; ca: ;os verdaderamente
legislados, hemns prefcrido tratar las pensione:-; ocupac ional cs francc
sas como publicas . EI
ano
en el que
se
promulgc'l
eI mandato
guber
narnental definl'
el
cnmhio de In privado a
1
puhlico.
Una
segunda
categoria que
debe
ser tratada
aparte
es
la
de las
pensiones de los funcionarios del
gobierno. Reflejan
el pape!
del
go
112
G0STA ESPING ANDERSEN
LOS TRES \fLTKDo.. DEL ESTAJ O DEL
HIE\E: T:\H
113
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 46/80
biemo
COmo
empresario y, por 10 tanto, son ocupacionales por natura-
leza; a pesar de que son
financiadas
y pagadas con los presupuestos
gubernarnentales, tienen
poco
que
ver con los
derocbos sociales legis-
lades,
pero
mucho que ver con Ia demarcacion de un status particular;
reflejan Ia herencia del estatisrno y del privilegio corporativo.
Quedan dos casos de pensiones "puramente" privadas: los planes
de
pensiunes
ocupacionales y
las
anualidades
individuates.
Es
irnpor-
tanteel
mantener separudos estos
dos tipos debido
l difercnte
logi-
ca
que siguen.
En
un sentido cstricto, es dificil considerar que los pla-
nes ocupacionales
estan conforrnados simplemente
por el mercado; a
menudo reflejan el paternalismo del ernpresario (en forma de pension
gratuita tradicional);
a
veces
son el
result.ado
de
un seguro colectivo
ten forma de
planes
colectivos y, en este sentido,
son
unos oquivalen
tes en el sector
privado
del seguro
social
corporativista; con frecuencia
son el
n-sultndn
de una ncgociacion colectiva en el
mercado laboral y,
por 1
tanto,
constituyen una forma de salnrio diferido. Hoy
en
diu, el
primer
tipo
es n-lutivamonte marginal (excepto en .Iapon) y, por 10
tanto podernos contcrnplar las pensroues
privadus
ocupacio
nales
csencialmente
como
una
forma de
seguro
colectivo
0
de
sindicalismo.
Por ultimo, la
categoria
del soguro individual, como los planes de se-
guro
de vida, refleja la
tradicion
de la
independencia individual den
tro de
In
estructura de la
contratacion cornpetitiva.
Como se ha visto, el problema empirico es enorme debido a que, ge-
neralmente, la informacion estadist.ica sobre los planes privados es
exigua e irregular. Normalmente hay una informacion fehaciente so-
bre
los
planes
de
seguro
de vida,
sobre
los
planes ocupacionales
obli-
gatorios y sobre las pensiones garantizadas
0 consorciadas
del merca
do de trabajo, La mayor Iimitacion de datos se refiere a
las pensiones
no
garantizadas
de "tipo
gratuito".
No podemos
evitar
el
infraestimar
el alcance de la provision
privada
de algunos paises, sobre todo de
Jap6n.
Por
otra parte,
es
casi
imposible
reunir datos
historicos, 10
que lirnita nuestra investigucion a1 presente. Hay alguna informacion
disponible sobre dos paises, Austria e talia. aunque
es
bien conocido
que sus planes privados son
realmente
margina1es; por
10
tanto, los
puntuaremos
igual que el
mas
bajo de
a muestra
(se facilita un calcu-
10
aproximado para
Italia por los
gastos
que se conocen de las pensio-
nes privadas de
19701.
En la siguiente vision de conjunto empirica, prcsentamos dOB indi-
ces diferentes: primero, cl gasto total por categoria del programa; se-
gundo, las fuentes de ingrcsos en los hogan s de personas may ores.
Con r"<pecto al
primero,
se
han
preferido los
datos sobre
los ~ a s t o s a
los datos de cobertura 0 financieros, porque reflejan la situacion eco-
nornica
actualizada:
los datos financieros,
cuando
cstan garantizados
a largo plazo, reflejan
un
posible
escenario
futuro. Y el
problema
de
los datos de cobertura es que una amplia cohertura no
implica nece-
sariamente
que.
las pensiones
privadas
descrnpenen un
pape
impor
tante,
en
Suecia, por ejemplo, hay una cohertura pnicticamente uni
versal de los
planes
privados
o ~ u p a c i o n a l e s
pero los
subsidios
que
se
pagan son sumamente
marginalos.
Con respecto a
las fuentes
de
ingreso
en los
hogares
de
personas
mayores, tenemos datos de encuestas de varios
parses
que nos
permi
ten
estimar
1 importancia relativa de
las
pensiones publicas y
priva
das, asi como la de los ingresos de trabajo y ahorro individual
dentro
del total de los ingresos en los hogares de personas mayores. Esto nos
da tambien la posibilidad de exarninar la irnportancia continua del
trabajo
y nos
permite
comparar los
datos basados en
los
gastos
con
datos sobre Fuentes de ingresos, como una mancru de comprobar
In
fiabilidad de lOR datos, Los
problemas
de definicion y de las fuentes
de datos para los gastos de penaiones :-Ie tratan con
detalle
en e l
apendice de cst.e
capitulo.
LA PROVISION m: PENStONES DEL
E . ~ T A D O y
DEL
M ~ ; C A D O
Se puede
seguir In evolucion
de los
gastos
de los planes ocupacio-
nales desde los aries
50 en
algunos paises. La Tabla 4.1
presenta
las
estimaciones del gasto de
pensionos
ocupacionales de 12 paises como
porcentaje del PIE entre 1950 y 1980. La
tabla
ilustra dos fenoma-
nos importantes a los que
volverernos
mas adelante. En primer lu
gar, muestra que los planes ocupacionalc-, privados (coneolidados)
descmpenaron
un papel relativamente marginal
hasta hace
muy
po-
co.
En
1950
las
pensiones privadas
(igual
que las publicas) absorb i-
an
una
proporcion pequena de los recursos
nacionales. En
segundo
lugar, la tabla refleja las diferentes tendencias entre las naciones.
En algunos paises, sobre todo en Australia, Suiza y Estados Unidos,
los
planes privados han aumentado
mucho. Un
crecimiento
conside
rable tuvo
tamhien
en Dinamarca,
Canada
y
Holanda.
Lo con-
trario ocurri6 en Finlandia, Suecia y Gran Bretana, donde, por su-
puesto, las }pgislaciones u ordenamientos
guhernamentales
margi-
naron al sector privado. La distrihucion bimodal de las pensiones
privadas entre los paises Se mantiene cuando examinamos mas dete-
nidamente en la tahla 4.2 la intcrrupci6n dp los gasto. ; de pensiones
alrededor
1980.
_.4
GOS'!'A ESI'\N(;-A.\lDEHSEN
l.ll:-; Tln;:-; Mt Io1)O,"; lWI E..,TA[X) [lEL 1 E \ F ~ r . \ l i
II!'}
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
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-
--
_ .._--- -
TABLA -1.1
Estimacioncs
del
alcancc
de
las pl'llsionl'K
ocupacionules
pn
vudns. como c ; del PIB,
desde
1950
1',,0
]!:I6(1
1!J70
I .JHO
Australia
o
I
1.3
C8f18da
0.13
0_5
0.7
0.6
Dinamarca
0.34
0_65
Finlandia
0.2
-
0.1
Francia
0.7
-
0.3
Alemania
0.2 0.1
-
0_5
ltalia
0.09
Holanda 0.3
0.4
0.8
Suecia
04
0.5
SUl lU
02.\
I.
1-4
Reine LJ
nido
1.2
10
Estado« Unidos
0.14
0.34
074 1.4
~ ' I ' U . r t G
t - ; ~ l - l I n l l
\ d , r ~ . m , 19l1K ·/Il{,- 'Old MarJ I th,· F r ,,,t,,,,, "rS"" ' I l / ." i"(" l lnl"
llellunr Four"p""" Umvetsu.y 1'19t1lu .<' W o r k l l l ~ l'apNH,
Florl''''''l.
h li
Esta tabla muestra la importancia relativa de la seguridad so
-ial, de los ernpleados del gobierno y de las pensiones privadas
ocupacionales e individuales como un
porcentaje del
PIB en 18 pa
ises. La variacion entre los paises es considerable
para
las cuatro
categorras: las pensiones de
la segurrdad
social
varian
desde un
minimo pur
encima
del 2
pOT
cicnto en Japan hasta un maximo de
casi
eJ 10 por ciento en
Suecia: las ponsiones
purn los
ernpleados
del
gobierno oscilan
desde menos de un 1 por cienlo en Australiu y
en Canada
hast
a
un maximo
de casi un 4
por ciento
en
Austria;
los
planes ocupacionales pr
iva
dos son insignificantes en Austria e
Italia peru
muy amplios
en Suiza y en Estados Unidos;
las
anuali
dades individuales (que pueden incluir algunos planes cnlectivos
tambien) desempeiian un papel importante en Canada,
Dinamarca
y
Alemania,
pero son
secundarias
en
F'i
nl
andi
a , Italia y
Gran
Bretaiia.
Se puede presentar una descripcion
mas
clara de la cornbinacion
relativa de pensiones, si presentamos la
ratio
de cada una de las cua
tro categorras con respecto al total (publico y privado) del gasto de
pensiones, Como se muestra en la Tabla 4.3. Hay que seiialar
que
he-
-t
TABLA 4.2 Gesto en planes de pem;iones del sector publico y privado y
I
anualidades individuales
de Reg-urn de vida, como
,ii
del
Pill, 1980,
.'"itli'I.md..d
~ ; m p l l I d K
( k U l a l I 1 u l , . ~
· iI·II ' ''
SU"';ll
de l Goh....
ron
Pnvado-,
I r l d l , \ d u n l . , ~
_ }
_ -
Australia
3.8
0.7
1.3
0.6
Austria
8_65
3.A
0.3
Belgica
5.6
3.0
0.4
0.3
Canada
2.9
0.2
0.6
1.3
Dinamarca
6.1
I . I
0.65
0.8
Finlandia
6.2
2.45
0.1
02
Francia
A3
3_1
0.3
0.6
Alemania
8.3
2.2
0.5
0.8
Irlanda
3.4
2.2
0 11 ·
05
Italia
6.15
2.2
0.1
Jap6n
2.15
0.9
0.45
0.45
Holanda
6.9
1.8
0_8'
0.45
Nueva Zelande"
s.i
075
0.35
0.0
Noruega
7.1
09
0.1 0.55
Suecia
9.7
1.0
0.5
0.15
SUiZIl
7.3
o.ss
1.4
0.6
Reino Unido'
Ii.'!
2.0
(1.1
.0
Estados
Unidos
50
1.5
1.4
0.3
•
Sistema
basicamente no existente.
b
No hay datos sobre
gastos para fondos industriales'. Esto
ha sido esti
mado en buee a las ratios de contribucicncs.
•
Datos
de
1982.
d
Datos pertenecientes
a 1977.
l
• Datos de 1979. Las peneionea del
mereado
de trabnjo K(' han asignado
al sector
privado
al fino.lizar
cl
rr-gtmen contractual, excopto en cl casu
de los aubsidios de 108
empleados
publicns.
t'lIlo:NH; G
fo:"P'IlI l·Andl'rl<l'l l. IflHH
, 'r .
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M U ~ J t l l l n 0,,· FIII/I''''p"I. r 0.;""1111
' ' ' ' ' ' ' .lrlfY
•
"""""""
""'""';1,
1'''1,'"u'
W,,,k,,,,
1'"".". ",,,''',,,,''.
""I",
I
_ _ -
mos establecido aqui el
gasto
de pensiones ocupacionales de Austria e
ltalia igual al 0.1 por cien del PIB.
La tabla 4.3 muestra
que
los paises se agrupan mucho. Los niveles
bajos de seguridad social en la cornbinacion global
van
acompaiiados de
grandes porcentajes de provision del sector privado, pero esto es casi
una tautologia; los parses son sorprendentemente bimodales con respec
to a su enfaeis en las pensiones de los empleados puhlicos En un grupo,
116
117
OSTA f , S P I N ( ~ - A . l D E H . S ' ; N
LOS l ' R E ~ r - . 1 l ' ~ D n S Dr.!. F STAOu DEL B E \ E ~ T R
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 48/80
~ _ _
_ . _ . . -
.,
I
TABLA 4.3 Combinacion de pensioneepublic•• y pr-ivadas,
19801'0- I
rna17 - delgaetototalen pensronesl
I
I
l ' I · ~ l o n e .
l ' ~ n ~ I ~
J ... l l i n ~ ~
Am.
J.<ladPH
P M · ~ JOIlC lll "mpl p b I L ~ H
IKupllclUnaleH
md,v,duul"K
.._
_ .
--
Australia
59.4
10.9
20.3
9.4
Austria
67.8
29.8
0.8
23
Belgica
60.2
32.3
4.3
3.3
4.0
120
26.0
Canada
58.0
7.5
9.2
Dinamarca
70.5
12.7
22
Finlendia
69.3
27.4
l . l
Francia
67.5
25.2 2.4
4.9
Alemanin
70.4
18.6
4.2
6.8
a5.5
1.6
8.1
Irlando
54.8
716
26.0
1.2
1.2
Lrpcn
54.4
22.8
11.4
11.4
lIolanda
69.4
hllhH
I IU
R O
4.5
I
8.2
a.R
0.1
Nueva
Zclnnda
87.9
1;.'1
Norucgn
82.0
lOA
1.2
Suecia 85.5
H R
4.4 1.3
I
9.:1
13.7
5.9
Suiza
71.1
10.5
1.\
Reina Unido
67.3
21.1
Estedos
Unidoe
60.9
18.:J
17.1
3.7
L
I
~ l t s n : I , .
R'I'LnIl:·AndeTH,·n.19,lolM Slu f f Morlref II' //,r "',,:/fInIWIl rJ/ S,>c,al Sr"(,nly
R S'm.a !o;Urup"IUlVnlVtlTH,ly I n ~ ~ l u l . t - Wllrkmto:
! 'HpN., Floro-neu.,ILlIhtl.
su
tamaiio
es enorrne:
Austria.
Belgica,
Finlandia,
Francia, lrlanda,
ltalia yJapon.Por supuesto,estoeselgrupodepaisesque antes habia
mos identificadocomomarcadar nente
estatistas
ycorporativistas.
Par
elcontrario,tanto
entre
..uestrosgruposdeEstadosdel
bienestar
libe
ralescomoentre lossocialdem6cratas,elgasto de pensionesde funcio
narioses bajo(Austral ia,
Canada,
Dinarnarca,NuevaZelanda,Norue
go,SueciaySuizal,Laque en
primer lugar
distingueal ultimogrupo
esla posicionrelati vadela provisiondelaseguri dadsocialen contras
te conla del sectorprivado.Australia,
Canada
y
Estados
UnidosSOn
ejemplosdeUnasegurid adsocial modestay deunos firmescornpromi
sosprivados, mientras
que
NoruegaySuecia(yposiblemente tambien
Dinamarca)son un ejemplode
10
contrario,
Par 10 tanto,
esposible ha
cer una clasificacion preliminar de"losregimenesdept:'nsioncs":
1. Sistemas
de seguros
corporativistas
dominados por el
Estado,
en los
que
el status es un
elcmento
clave para la estructura del pro
grama
de In pension. En
este
regimen, el mcrcado privudo general
mente
es
marginal
yla
seguridad
social
tiende
a estar ocupacional
mente
muy
segregada
sobretodoconrespec toa los rnarcados privile
giosde los funcionarios:
Austria,
Belgica,
Francia,
Alemania,Italia y
Japan, conla posibleinclusiondeFinlandia.
2.
Sistemas residualistas,
enlos
que tiende
a
prevalecer
elmerca
doa
expensas
dela
seguridad
social a delprivilegio de losfunciona
rios 0 ambos:
Australia,
Canada. Suiza yEstados Unidos.
3.
Sistemas universalistas dominados
porel
Estado,
enlos que la
extensionde losderechos socialesde lapoblaciondejan
fuera
tanto el
privilegiode
status
como los
mercados:
Nueva Zelanda, Noruega,
Suecia,canla posibleinclusionde
Dinamarca
y
Holanda.
Esta clasificacion nos deja
realmente
consoloun caso mixto,
Gran
Bretaiia. En Gran Bretana, la pensionestatal basicade cuota fija no
se complement6
nunea adecuadamente
con un
plan
relaeionado COn
unos ingresos secundarios
del
sector publico;
al
rnismo
tiempo, el
principiode
optar
porno
tomar parte ha
conducidoa
que
las pensio
nes
privadas
crecieran
alga.
Pero
laevolucionno
ha
sido
suficiente
mente fuerte
en
ningun
casocomo
para detcrminar
un modeloglobal
desistema.
Una clasede
agrupacion
similar debe surgir delosdatos sobre las
fuentes de
ingresos
entre 10,
hogares
de
personas mayores. Por 10
tanto,eltrabajo,la inversionylosingresosdepensiones
privadas
de
berian
desempeiiar
un papel rclativamente mayoren el conjuntode
losingresoscombinadosde los hogares dentro de los sistemas resi
dualistas.
Estose confrrmaen 10Tabla 4.4conun as pocas
excepciones, Por
desgracia,los
datos
nonos permiten distinguir entre
las
pensionesde
losfuncionariosyJasdela
seguridad
social
general.
Losingresospor
trabajoson
importantes
enlosparsesdonde
cabria
esperarlo:Canada
yEstados Unidos, pero
tarnbisn
en Dinamarca, Irlanda y Gran Bre
tana. En
cuanto
a
Dinamarca y
Gran
Bretana,
la
razon
esta
clara y
es que el
sistema
de
seguridad
socialofrece solornodestaspensiones
detasa fijayque una pensioncornplementaria
0
no
existe 0
es
dema
siadorecientecomopara proporcionaruningresodepensionsuficien
teo
En cuanto
a
Irlanda,
en principioel motivo
tendria que ver
con la
importancia
prolongadadel trabajo rural por cuenta propia;
sin
em
bargo,ya que la tabla se refierealos hogares,elingresopor trabajo
puede,en
gran
medida,referirsealosingresosde
las
esposas,
119
GOSTA
E S P I ~ G · A . . \ l D F . R S ~ : ~
l1Et
J.U5 TIU;S
:-,1L:NDo lEI.
f:STA[)O
l1f:L
0JE:\l->:·T:\R
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 49/80
-_._--,
- - _ .
TABLA.4.4 Fuentes de ingresos en
hogarescun
cabezas de familia de 65
enos 0 mas
I','n"'(lll
Tran"f'·"·l"',a
..
In l(
.....
" ..
1 I.<·ro ...
·<
k Iii ""'j(undu<
lUCile"en
pnvad"
de-(rahll,/'"
s,oe",I"
I'rllPll'<l"d
t d t I l l \ l : r r ; < ) ~
tuttl"'1
h o t l : l l r o ~
---
-
1[3
37.0
27.0
22.6
Canada (19801
46 9
27.7
11.1
10.4
Dinamarca 11977)
0.3
77 3
15.3
7.1
Ftnlandia 11980)
68.5
11.9
11.6
3.9
Alcmuma (1978)
34.7
:-\9
12.3
49.1
l rlanda (1980)
4.4
;;9.4
18.9
3.9
Nueva Zelanda (1980)
20.4
7.2
0.8-
71.5
Noruega (19A':.: )
78.1"
H.H
II.
Sueciu 1 9 ~ 0
54.6
Y.1
s.s
Reine
Unido\1980)
23."
5.5
37.3
Estarlos Urudos
(1980)
26.8
15.4
Se h" ormtido de la tabla la
categoria
de
otras
fuentos de
ingreaos
'sin
especrficar', pOT eso las
cifras
no suman necesariamente el 100
por
cien. Para Canada, Alemania.
Suede,
Reina Unido y Estados Unidos
los datos se refteren a hogares con cabezas de familia entre 65 Y 74
DnUS
de edad. Se
advierte
que para Noruegu y Dinemarca, dondc la
edad de jubilacion es a los 67 ados, log
daulS
se refieren a cabezas de
familia de
mas
de 67 ancs. Los datos
daneses
son
una media
pondera
da
de hogares de varon soltero, mujer soltera y rnalrimonios, calculada
de
las
(centes que se indican a continuucicn.
• Los ingresos de
trabejo
incluyen los Ingresos del trebajo por euenta
propia .
•
Pensiones de 18
seguridad
social y otros ingresoe par transferencia del
sector publico para IS:i personas mayores. incluyendo
his
penaiones de
los funcionarios.
, Las
cirras
de las
pensiones
privudas
noruegas
incluyen las pensiones
de los funcionarios dentro de las estadtsticas de ingresos par
hogar.
Sabemoe
par la
contebihded
neciona
que
Ia
ratio
entre las
pansiones
de funcionarios y las pensiones oeupacionales privadas ee 9: 1 y, en con
sscuencia, se han
ajustado
aslgnacdo el90
per
cienlo a las
'trunsferen
cias de Is
seguridad
social'.
Eslo Lambien inc uye
las
pensiones ocupaeionalcs
privadas
qUi. no
se
lJuedcn e llimar de forma
separada.
t'l : , · n : . ~ · 'tln. CRnl\d,l. S U ~ l l I , H.·m" I lr....h> J t ; ~ l . > . d l J l l l L j l > ~ , I", oul.<, ITlK,•.h·'1 d,·1 "rel"""
l J ~ . Para Um.marea. H.OI.en } G /l.IWl Il, lA A< Id....• 1..1 l 1,//JtW>r 1.'/77
It
."1"."/1,,,,... .,
::>1,1. l :Illl. pp.2tiJIT ), Para F",la"d",.
dOl c o r . e p < > n d e n ~ l I l d,recta
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Oflcllm
u"lliral de
f : . l a d ; ~ t l c a
de f"1nland,a Para Idando. de J B l a e k w ~ l I .
(,,("(1,""1f r
the
Elder v
IrelQn
d
Dublin
NCA. 1984, Ulbla 121'1 de
tomunicad6n direcu'
ron Dr M.
M,cqultl'. OCIlE.
l u r i ~
I
I PW a. Nueva
z"ll1IIda. de Ne"l 7A'aland Hounhold Surl"ry 19IJU·I UJI lwel llll{t.lUl l)cpal1,.Omc
t.o de
E . l l I d i ~ I l C I I , 1983, Ulhla 10).
Para
Norllega. df' r""re"'tut(Jfllfl'''' 1982 (Oslo Su.lullk
Sf,nnlralb'lrll.
1985,
p.fi8).
ParD
Aleman""
I < u l < > ~
E ~ . Q ~ ~
",,,d V..rbrllurh SIl('hproM
}978
IWlflhllden Stal"l ,schn Bundeallmt.
1983 p.:JOlll (
\
L
- -----------
..
- - - - ~
La diferencia entre rendimiento del capital y pensiones
privadas
de la tabla 4.4 corresponde ala relacion entre la independencia indio
vidual
y
la
negociacion colectiva. En osto
scntido, el
in dividualisrno
aparece particularmante pronunciado en Canada,
Nueva
Zelanda y
Estados
Unidos y un poco rnenos en
Noruega, Suecia
y
Finlandia.
Para aJguno:-i de estes
parses
tencmos tamhicn datos de estudios so
bre los ingre.sos
pOT
hogar para
los
prirneros arios
sesenta. Esto nos
permite lncalizar los cambios estructurali-s iruportantes de
Dinamar
ca,
Canada, Gran Bretana
y
Estados Unidos, Las tendencias
princi
pales son una disminucion en la
importancia
del trabajo, sobre todo
en Dinamarca y en
Canada,
eJ aurnento de la
seguridad
social y
tam
bien un aumento del papel de los ingresos por inversion, sobre todo
en Dinamarca y
Canada
(OECD, 1977; (Ioodrnan, 19R6J.
La correspondencia
sstadistica entre nuestros
dos tipos de indica
dores es bastante grande.
Est"
basada en
una
submuestra de diez pai
see
para
la que
hay datos dispcniblos
de los ingrcsos
por hogar,
la co
rrelacion de
orden
cero entre el porcentaje de pensiones
privadas
en
los
ingresos pOT
hagar y los gastos
de
pensiones
ocupacionales
como
un
porcentajc del
total
es
+0.602. De
manera
similar)
la correl.acion
entre los dos
indicadores
del
porcentaje
de la
seguridad
social es
+0.683. Tanto los porcentajes de ingresos de
trabajo
como los de las
pcneiones privadas
de los ingresos
por hogar
estan
negativamente
co
rrelscionados con la var iable de la
seguridad
social (-0.694 y -0.636
respectivarnente).
La evidencia sugiere una buena cor respondencia empirica
entre
varies de
nuestros
indicadores de la combinacion de
10
publico y
10
pri
vado en las pensiones, Esto irnplica
tambien
que la relevancia de un
"enfoque segunregimenes"
para
la comparacion de los
Estados
del
bienestar entre
los
paises puede ser fructifera.
La
agrupacion en
torno'
a
nuestras dimensiones basicas es suficientemente
clara
en los
indica
dores
simples
y
se
eleva
cuando acurnularnos diferentes
indicadores.
Dejamos
ahara
a un
lado
el resumen cuantitativo de la actual com
binacion de Jas pensiones
y vamos
a la
cuestion de como evoluciona
ron
historic"mente
las difercntes estructuras publicas y privadas.
llRiGt:NI;S lIlSl'01{ICUS Dt: LAS E ~ T R V C T V J { A S
j
IE I'ENSIUNES
No deberiamos aplicar al sigla XIX e) significado
conceptual
que tie
nen hoy en dia las pensiones y las jubilaciones. La jubilacion fue un fe
nomeno marginal hasta la Segunda
Guerra
Mundial (Graebner, 1980;
.\Iyles, 1984a). Ni la politica publica ni la opci6n privada
asumian que
120
121
\
E S 1 l S l ; - ; \ : , , \ l ~ : I { S E S
Tla:;.; I l \ l l l : - llU.I·::- l .\[)lllH:1. l \ l ' \ [ · "nl;
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
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una persona normal
mente
Sf> retirara de In vida de
trabajo
activa a
una cierta edad determinada
y
que,
en
adelanto, disfrutara
de la ve-
jez como urra etapa de ocio. Por supuesto,
habia personas
que cobra-
ban una pension, pero
eso
casi nunca significaba que sustituyera a los
ingresos 0
a los
ahorros,
S610 cn fechas
recientes
se ha
asegurado
un
nivel de ingresos de retiro a una mayoria de personas mayorcs que
les garantiza
contra
la
dependencia,
la
pobreza
0
la obligacion de
tra
bajar.
Lis pensiones de la
seguridad
social surgieron al
final
del siglo XIX
y se
extendieron rapidarnente durante las decadas
de
entreguerras,
pero hasta
despues
de la
Segunda Guerra
Mundial casi
nunca
consti-
tuyeron
un medio institucionalizado de jubilaci6n Perrin, 1969). Sin
embargo, esto
no
implica
que el
mundo
de
las pensiones fuera alguna
vez un dominio predominantemente privado para ser luego acaparado
par
el
Estado.
En
realidad,
desde sus origenes
hasta el
prescnte,
las
pensiones han aumentado continuamente a
traves
de
una
intrincada
combinaci6n
de 1 publico y de 1
privado
y el
Estado
ha
sido instru
mental
en el
desarrollo
de
ambas esferas.
En
el siglo
XIX,
la
garantia
de los
ingresos
para las personas
ma
yores era una cuestion de proteccion
contra
la deteriorada
capacidad
de
trabajo
a
contra
la
perdida
de la
persona que
mantenia a la fami-
lia.
Adernas
del
trabajo
la norma),
las principales
fuentes para la
proteccion
de ingresos de las personas mayores se encontraban en el
cuidado
de la
familia,
el ahorro 0 la heneficencia
dentro
del sector pri-
vado y Ia ayuda a los pobres dent ro del sector publico. Cuando surgie
ron los
planes actuales
de
pensiones,
el
Estado estaba
en el
centro
de
la
escena;
al
desernpenar
el
papel
de empresario. el Est.ado
muchas
veces fue el pionero de Ia idea de las pensiones ocupacionaJes. El go-
bierno britanico introdujo
las pensiones
para
funcionnrios
yu en IH84;
ironicainente, en
este
mismo ano la nueva Ley para Pobres establecio
el principio del
derecho rninimo,
EI
ayuntamiento
de
Nueva York em
pez6 a
proporcionar pensiones para sus empleados
en 1857. La poltti-
ca de i mpuestos desempeno un papel critico en cl aumento de los pla-
nes de pensiouos del sector privado; la regulaci6n
Kuhernamcntal
de
las primeras
hermandades nsf como las reg-las concernientes a la
exenci6n fiscal de los pagos de las pensiones ha conformado directa
mente
Ia
estructura
del
desarrollo
de
las pensiones privadas.
Y,
por
ultimo,
el
estimulo
indirecto del
Estado
ha sido
enorme;
la
ausencia
de
pensiones legisladas,
la
cobertura insuficiente.
los
subsidies esca
sos 0 las condiciones restrictivas de los requisites sugerirtan uutoma
ticamente
las alternativas privadas.
En cualquier discusion sobre In
historia
de las
pensiones
Sf> dehen
tener en cuenta las condiciones estructurulcs rudicalmente distintas
que prevalecian durante cl primer capitalismo industrial. Dcbido a la
estructura
de la clase y a
las
condiciones
demograficas. las necesida
des objetivas han cambiado continuamente.
La mayor parte de la poblacion del siglo XIX era rural y el
trabajo
por
cuenta
propia seguin siendo importante; asi en 1870 el porcentaje
total
de
empleo
en la
agricultura normalmente sobrepasaba
el 50
por
ciento 65
por
ciento en
Austria,
52
por ciento
en
Dinamarca,
50
por
ciento en Alemania y
Estados
Unidos,
peru
solo 23 por
ciento
en
Gran
Bretafia).
La
mercantilizaci6n relativamente
marginal
del
trabajo
que
esto implica
significa
que
la dependencia de
ingresos salariales 0
de
seguros en
las
personas mayores
seria
algo secundario.
A
pesar de
la
estructura
del
empleo, las
condiciones dernograficas
predominantes
hnbrian ntenuado
las
demandus masivas
de las pen
siones
para jubiludos,
Hacin
Itl20 lu esperanza de
vida
al
nacer
nor-
mal
mente estaba por
debajo de los 40
anos;
en 1900
todavta estaba
por debajo de los 50
anos
en
comparacion
con las
sociedades actuales
con
una esperanza
de
vida
de
mas
de 70 afios),
Para
tener
en
cuenta
las altas
tasas
de
mortalidad infantil, debemos sen
alar
que
la
espe
ranza
de
vida
a la
edad
de 20
anos
al final del siglo
apenas
sobrepasa
ba los 60 arios: 60 fios en Austria, 61
nos
en Francia, 62
fios
en
Estados Unidos
y 66
anos
en
Suecia Departamento
de
Estadistica
de
las
Naciones
Unidas, 1949). En otras
palabras,
era poco
usual
que al-
guien sobrepasara la edad de 65 anos; por supuesto, esto conforrna de
manera directa el perfil de edad. La
ratio
de poblacion de 65
an
os a
mas
estaba
alrededor
de 1870 entre el 3 y el 5 por ciento comparado
con
e111-15 par ciento
a
mediados
de 1970)
Maddison,
19t12).
La
necesidad
de pensiones para jubilados en las sociedades indus
triales del siglo XIX quizas era modesta, peru desde luego no era ine-
xistente.
Con la consolidacion del
status
de
mercancia
del
trabajo sur
gio el peligro de que la incapacidad para trabajar comprornetiera la
supervivencia. Las viudas , los incapacitados y los viejos solian ser las
victirnas
mas
frecuentes de la
extrema
pobreza. Von Balluseck 0983,
p. 219)
senala
que una gran mayoria de las personas que recibian li
mosna en Berlin en 1867 eran viudas tenfan mas de 60 a nos. Pero
una enorme
0
probable necesidad de proteccion
apenas
se
correspon
dia con
una
capacidad sostenida para asegurar que se pudiera satisfa
cer tal
proteccion.
Durante el siglo
XIX,
la proteccion de los ingresos para las personas
mayores se articulo de varias maneras Primero,
la
mayoria de la
gen-
1 )0}
l ; ~ T . \
~ : ~ l l ; : l ; · : \ ; : l l E I { ~ F ; :
te
continuaba
trabajando.
norma que estaba gcneralizada bien entra-
l.\I:
: - I l \ l t l ~ PFI.
: ~ T \ ] ) l l I l E I . 1 \ 1 f · \ ~ : : l \ I \ I ~ ; l
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 51/80
do eJ sig lo xx. Hall 197H, p.HO
informa
que casi el 70
por ciento
de los
hombres arnericanos de mas de 65 anos trabajuba durnnte los
anos
1890; Guillemard 119801 presenta cifras similares para Francia. De
heche. los prirneros planes de scguridad social 0 planes de los patro-
nos no estaban
disenados
para
sustituir
los ingresos del t.rabujo. sino
mas
bien para cornpensar la
disminucion
de la capacidad de trabajo
Myles, 1984). Los
patronos
ofrecian
muchas
veces a
su
personal
mas
viejo y menos productivo unos empleos protegidos, practica esta que,
dicho
sea
de paso, todavia
esta
muy extendida.
La familia era el segundo medio importante para uscgu rarse el
sus-
tento durante la vejez. La irnportancia de la familia era doble: prime-
ro, los
medics
de produccicn se
transrnitian
de forma traditional a Ia
generacion
mas joven, por eso existia la creencia de que os viejos vivi
rian de los dividendos : y, segundo, la familia ern la proveedora de
una funcion gcrwral dt,\ bu-m-star social. Un eatudiu de IH 2H de Nueva
York mostro que rna, de la mitad de las personas mayores dependian
de la
ayuda
de la familia y de los amigos (Weaver, 1982, p, 42).
La tercera via era la beneficeneia, organizada en
muchos paises
predominantemente
por
la Iglesia. EI estudio de Nueva York citado
anteriormcnte mostraba que e 3.5 por ciento de las personas mayores
dependia unicarnente de la bcneficencia, peru esto desvirt ua su verda
dero significado; todavia en 1927 en Estados Unidos, el total de los
pagos privados de heneficencia era seis veces mayor que e) gusto total
publico de ayuda social (Weaver, 1982, p. 201.
La ayuda publica a los pobres constituia la cuarta via. Como se ha
dicho anteriormente, estc era practicarnente el
unico
programa
gu-
bernanwntal para c l mantenimicnto de los ingresos, por
1
menos
hasta el final del siglo, Como mostraba el ejernplo
aleman,
las listas
de ayuda a menudo se influbun con antiguos t rabajadores que no teni
an
ni
trabajo
ni
recursos.
Incluso
en
1954
habfn I mill6n de ancianos
britanicos que dependian de la asistencia social
(Brown
y
Small,
1985, p. 1361. Sin embargo, donde la adhesion politica al Iibera/ismo
mas rigido era estricta, la ayuda a los pobres no era un hccho espe
cialmente segura.
En
Estados Unidos habia
muchos
estados
que
se
negaban a garantizar la ayuda en meta-lieo a los necesitados <Weaver,
1982); en
Gran
Bretana, el regimen de los asilos aseguraba que todos
excepto los mas desesperados se irian a cualquier otro sitic.
La quinta y sexta via, es decir los planes de jubilacion privados
0
estatales, predominan hoy en dia, pero en el siglo XIX
eran
completa-
mente secundarios. EI primer segura de pension de
Bismarck
data de
1889 Y la mayoria de los
paises
no
pudieron lanzar pensiones
publicas
para los trabajndores
hasta
bien entrado el
sil-;lo
xx. Esto no
significa
que el stado est.uv
ieru
completamente
iunct
ivo: en
roalidnd
los
Estados fueron los
pioneros
del principio de
pvnsiones ocupacionales
(para sus
propios funcionarios)
y
muchas vecex
las ordenaron
segun
Ins ocupaciones de alto riesgo 0 de mayor priori
dad,
como las de los
marineros
0
los miner-us. Pero,
evidenternente.
este tipo de planes de
jaron
de
proteger
a
aquellos ciudadanos
con la
mayor necesidad
po
tencial, como la creciente mayoria de trabajadores asalariados sin
propiedades. Las pensiones de los excombatientes alguna que otra vez
Iueron
algo
importantes,
sobre todo en
Estados Unidos.
Skocpol y
Ikenberry
1983)
sostienen
que la
sorprendente falta
de
presion
popu
lar
para la
legislacion sobre
pensiones en Estados Unidos
fue debida
al pago considerablemente irregular de
las
pensiones de la Guerra
Civil.
EI seguro del sector privado no rue capaz de
sustit
uir los vacios de
jados
por lu familia, la beneficencia y el Estado. Nuestros predeceso-
res del siglo
XIX
normalmente se cnfrentaban
ados
opciones de pen
siones
en el sector
privado;
la
prirnera
y
la
mas importante eran las
herrnandades
y sociedades sirnilares. Generalrnente
eran
organiza
ciones econornicas para diferentes grupos
sociales
que se definian
0
bien par la ocupacion 0 por el sindicato: rnuchas veces provenian de
los antigucs gremios y en algunos paises su
alcunce
era
importantc.
Gilbert 1966) ha caleulado que alrededor del 50 por ciento de los
tra-
bajadores varones de Gran Bretana en 1880 pertenecia a herrnanda-
des;
en
Estados
Unidcs
alredcdor de 1890 h br
3.7 millones de
miembros, que es equivalente al 5 por
ciento
de la
fuerza
de
trabajo
tWeaver, 19H2, p. 46). Ashford 119H6, p, 151) seriala que las rnutuali-
dudes
franccsas
contaban con 2 millones de sor-ios en 1902. Por
otra
parte, Ins hermandades estaban irnplicadas solo de una forma margi-
na) en desembolsos parn pensiones
p e r S ( ) n ~ l S
mayores;
sus
activida
des se
centraban
en la protecci in por enfermedad, desempleo, gastos
de defunci6n y supervivencia. Ademris, se afiliaban a estas sociedades
los que estahan en una mejor posicion, las seceiones cualificadas de la
c1ilse obrcra, es decir, aquellos que eran capaccs de pagar las cotiza
ciones semanales requeridas. Como consecuencia de esto, su capaci
dad de asegurar ingresos dc pcnsio nes a las pl rsonas mayores era
muy escasa. Esto
ocurrio en
Estados
Unidos
durante la decada de los
anos 1920; mientras la afiliacion habia
aumentado
a mas de 5 millo
nes, el numero total de
beneficiarios
en 1928 era solo
de
11.000
Weaver, 1982).
124
~ ; S I I N G A : \ l l W I{SI ;N
La
fuente alternativa
a la proteccion de
pensiones
del
sector priva-
.O:-' TlIES :'o. l'\lln,"; PEL E:'r.1,])() IlU I;IF\E: T.\H
[25
cambio del trabajo
por
cuenta
propia
al trabajo asalariado y de la
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 52/80
do
eran
los
planes
de los
ernpresarios. Habia algunas industria» que
establecieron
rnuy
pronto
planes
privados de
pcnsiones, sabre
todo los
ferrocarriles.
la
rnineria y
los
marineros. Por otra parte, estes prime-
ros precursores de la pension industrial
erun
patrocinndos
muchas
veces par
los gobiernos. Adernas, en
eJ
siglo XIX unas cuantas
corupa
fiias
privadus empezaron
a
establecer
pensiones de la ernpresa.
Se
trataba
casi
exclusivamente
de
grandes
corporaciones
de vanguardia,
como la
American Express,
ATT,
Carnegie Steel
y
Kodak
en
Estados
Unidos;
Krupp,
Siemens y
Hoechst
en
Alemnnia;
y
Cadbury, Lever
y
Rowntree
en
Gran Bretana. Sin embargo, estos planes, que
en princi
pia
iban
dirigidos al
personal
asalariado,
eran paternalistas
y
gratui-
tos. Los
subsidios
eran discracionales y
muchas
veces estaban
supedi-
tados
a un servicio leal
durante toda
la
vida
y
eran econornicamente
precarios:
par 10 tanto,
en vez de ir precedidos de
uncs
principios de
derechos contractuales,
so pagaban
de los
ingresos
corrientes
de la
cornparua. De «ste modo, Ins perspectivas de
pension
de
una persona
estaban
mtirnamente
relncionndas con los altibajos cconornicos de Ia
cornpania.
LA EV()J,UCION HISTORICA DE LA COMBINAC)()N
DE 1.0 PlJ HLICO Y 1.0 PRIVADO
El
mercado
de
pensiones
del siglo
XIX era evidentemente residual y
estaba sin desarrollar.
La
primera apuricion
del
seguro
de
pension
del
Estado
no podria, por
consiguiente.
tenor
ningun gran efedo
ex
cluyente:
de hecho, el
mercado privado
del siglo
XIX
no
hubia
descu
bierto
rungun
hueco para las pcnsiones.
Pnradojicarnonte.
las
pcnsiones
puhlicus y privadas
suruieron
y
crecieron
a Ia par. Lo que fue
siendo
cxcluido de manera
gradual
fue
ron
las hsrencias
de la proteccion social
precapitalista
como la familia
y
la beneficencia, junto con la
ayuda
a los
pobres
y
la ' hermandades.
La
estructura causal
de la evolucion de las
pensiones descansa
en
una combinaci6n dc
variables
sociol6gicns
(demografia y cmplco) y
de
una
transformacion politica.
La
estructura dcmognifica
empezQ a
cambiar drasticamente alrededor
del final del siglo,
sobre
todo con
respecto
a la
estructura
de la familia y a la
esperanza
de vida. En
las
primeras tres decadas
del siglo, la
esperanza
de vida de los
varones
al
ana
de
edad
se incremento diez anos en Ia mayoria de los paises,
par
10 que
crecio
la ratio'de ciudadanos de
65
0 mas anos (Oficina
Estadistica
de las
Naciones
Unidas, 1949).
T ,nhi,'n "11
,'sta ,'poea el
ugricultura a In industria fue especialment«
brusco.
En algunos
pai-
sea, como en Ale mania y
Estados
Unidos. el
poreentaje
de
empleo
agricola
desrendio
del :;0 por ciento en 1H70, hasta
alrededor
del 33
por
ciento
en
1910.
Por io tantr- . Ia farnil m r.i la
explotacinn
agraria
podian
ofrecer mucha
protection para la vojez entre los
trabajadores
medias del nuevo
orden
socia]. Y rnientras tanto, Ia necesidad conti-
nuaba
en
aumento.
Turnbien
era
una epoca
en la
que
el significado del
trabajo
y
del
empleo habra
cambiado,
desde
los
talleres
artesanales
y
pequerias
manufacturas
a la
moderna produccion
de
masas y desde
el
esfuerzo
por
la
intensidad
del
trabajo hasta una
creciente
preocupacion por
maximizar
la
productividad.
La
Era
del
Progreso
en
Estados
Unidos
y
su
equivalente en
Europa
introdujo
ideas sobre Ia direccion cientifica
y el uso
eficiente
de la fuerza de trubajo; por oso lIego
tamhien
el de
sea de los empresarios de deshacerse de los trubajadores de edad
avanzada
(Myles, 19H4a; Grucbnor, 19HO).
Cuando
obviamente
credo
In
necesidad
de
pensiones,
tarnbion lo
hizo la
capacidad
colectiva de los
ciudadanos
para
exiairlas.
En el
cur-
so del siglo
XIX
e incluso en el
XVIII hubo innumcrables propuestas
y
prograrnas para
planes
de
pensiones tanto
publicos como privados. Ya
en
1697 Daniel
Defoe
propuso una
"oficina de
pensiones ; Thomas
Paine sugirio que las pensiones
fueran
uno
de los
derechos basJCOS
del
hombre y, de
heche,
procedi6
a preseritar
una
Jegislaci6n
bastante
ac
tual
en Ia Camara de los Cornunes: tanto In
Francia
revolucionar-ia co
mo la napoleonica
debatieron
la proteccion para
las personas
mayo res
fAlher,
19R2
pp. 32-:3; Ashford, 1986), pe ro todos estos
planes
se
que-
daron
en nada
porque
no habra
voluntad
politica y
prohablemente
so
1
existia una
umida
presiou popular; sin (Imbargo, al final del siglo
cnrnbiaron las condiciones hajo las
euales
In
voluntad
politica encon
tro
su expresi6n.
Dentro
del
mercado
de
trabajo,
surgieron las
asocia
ciones
sindicales
y, poco a poco,
las
asociaciones
industriales
y de
tra-
bajadores
de
ambito
nacional.
Por
10
general, su
reconocimiento legal
se esLableri6
durante
los
ultimos
anos
del siglo
XIX y su crecimiento
fue explosivo
en
caSl
tados
los siLios. EI
sufragio
universal
se difundi6
alrededor de la Primera Guerra
Mundial permitiendo
la
representa-
cion y
alguna influencia
politica a los crecientes
partidos
de los traba-
jadores; en otras
patabras,
la
cuestion
social" se hizo politica.
En este contexto hisLorico Hurgi6 la
moderna
combinaciun de la
protecci6n
privada y
ptibJica
para
Ia vejez. Ell e)
sector privado
el mo
vimiento constaba
de dos
sistemas
brisicos,
no
era el s e ~ u r o (de vida)
126
l ; \ . ~ T . \ r ~ P I : \ G - . \ . . [ ) n t : ; F : - ·
individual,
y
el
ot ro eran
las
pensiones
de
tipo colectivo
ocupacionales
l.ll:' rJ\F.".\ll:-.:J)II. ; I E I E ~ L \ l l l l l l J · l Hlf.:\j.:-il'-\,!I
1
<l 5.3
milloncs
de miembros entre IH90 y
H)()(): continunron aumentan,
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 53/80
o
industriales.
Dentro del sector publico
surgieron
primero
las
pensio
nes para funcionarios v mucho mas tarde las pensione.s de
Ia
seguri
dad
SOCial.
La
pr-imer-a
legislacion
social
siguic des
vias; una
bsisica. g e n e r l ~
mente una
tasa
fija minima que tenia
sus raices
en la tradicion de la
eeisteneia
social
(por ejomplo, Dinamarca y
Australia); In
otra,
eran
planes
de
seguro
actuariales que
estaban
basados
en
las
cotizaciones
individuales
y en
una trayectoria
laboral
demostrada.
En poe
as
pala
bras, el elemento de ahorro salto desde las sociedades de mutualistas
a la
compaiiia
de seguros
moderna
y la
pension gratuita
de!
empresa
rio se fue transformando paulatinamente en un beneficia cornplemen
tario
negociado colectivamente;
la ayuda gubernamental a
los pobres
se transformo
en
la
seguridad
social.
Las primeras
iniciativas
en
el
campo
de
las pensiones
tanto publi
cas como privadas estuvieron rnotivadas muchas veces por el deseo de
debilitar
los
movimientos
obreros. Los
empleadores
del sector
privado
instituyeron las
pensiones como
una manera de dividir a los emplea
dos
y
de glorificar a los ernpresarios
(Myles,
19B4a; Graebner, 198 ;
King,
1978;
Jackson,
1977). Los
ernpleadores
utilizaron las
pensiones
para auinentar las distincioncs de status y jerarqufa entre la mana de
obra, favoreciendo al
personal asalariado de
oficina
0
desarrollando
planes claramente diferenciados, En parte
porque
el motivo era ganar
la
lealtad
de los
obreros
y
en
parte porque
las
iniciativas
cultivaban
las divisiones, por 10general los
sindicatos
eran lipicamente antagoni
cos.
Sin
embargo, algunos sindicatos profesionales que cran
rest.ricti
vas; muchas veces favorccicron los plane'S exclusivistas de bcneficios
adicionales.
De igual manera, la prirnera legislacion estatal sohrc pensiones
fue cmprendida de ntanera caraclcrisllca como
una
forma de dctt.>ner
el
crecimiento
del
movimiento obrero
y
de
reconducir
la
leal
tad
de los
obreros
hada el orden existente
(Rimlinger,
19711. Esta era la razon
fundamental que habia detTaS de las primeras reformas alemanas,
n e ~ m s y austriacas; tambien fue esto 1 que gui6 la cnciclica papal
de 1891
Rerum Novarum
Casi
nunca
fueron los trabajadores
1 8
que
iniciaron el desarrollo de las
primeras pensiones.
Dada la
relativa impotencia
de los
movimientos
obrcros ante el
ESlado 0 el mercado, se concentraron
naturalmente
en
desarrollar
sus
propios sistemas de pro tecci6n social y a finales de siglo fue cuando es
tos empezaron a
disfrutar
de un nipido ritmo de crecimiento. Como
ya
se ha indiciildo, los
sindicatos
americanos aumentaron de
3.7 millones
do
hasta
la Gran
Depresion
que fue
cuando tuvieron graves
difirulta
des financieras Y
gradualmenu- ce-dicron
u-rrcnc
(rente a
las
cornpuut
as
privadas
de
seguros,
los
planes do
los
vmpresurios Y
las
pensiones
publicas (W('avcr,
19H:l, pp. tHiJrl
He
duln-rm
teller
pr s nt«
qu
pro-
oablemente s610
una
cuarta part de los
a/iliados
a los
planes
de los
sindicatos
ternan una cobertum de pensionos (\Veavcr, 1982.
p
48) Y
que. cn
realidad, muy
pocos
erun
benefici.uius
La
situacion era
bas
tanto parecida en
Gran Bretana,
donde la afili acion a los sindicatos
aument6 a S.5
rnillones
en 1938 (Brown
y
Small, 1985),
cifra
que
es
igual al 24 por ciento de la fuerza de trahajo britanica de aquel periodo.
Desde el
punta de vista de los movimientos
obreros, se
descubri6
que la
estrategia
de la hermandad no era nada buena; como
ya
se ha
dicho,
corria e) riesgo de segmental a la
clase
obrera excluyendo a sus
elementos mas dehil es; adernas tenia propcnHion a las
dificultades
fi
nancieras debido al dcsempleo "ccurrente, a los
costosns
movimienlos
huelguistus y
a
los ciclos
t'conomicos. Weavl'r l1982)
sostieno
que
la
decadencia
de los sindicatos en Estados
Unidos
so debio en primer lu
gar
ala
in·capacidad para
hacor
frcnto a la Deprosion.
La irystilucionalizacion de las
pensionos publicus
y
privadas coinci
dio con
las primeras Mead
as del siglo xx. La pohtica
publica
fue deci
siva
fomenlando la expansion del
mercado. En
primer Iugar,
los go
biernos empezaron a disponer en serio
planes
ocupacionales para
sus
c m p J e a ~ o s tanto
a
nivel central como
local. En Gran
Bretuna, por
cjemplo\
todos los
gobiernos
locales habian
establecido
pensioncs para
los profesores
ya
en 1898; en 1937
csto
fue
extendido
a todos
los
em -
pleados municipaleR
<Brown
y Small, 1985 I.
En ~ ; H t a d o R
Unidos
se
produjo un
rapido crecimiunto
tunto de pen."iont's para
emple<-tdo. \
fe
derales como para los cmpleacioR dc la administracion estatal y local.
1928 la coocrtura total d., cmplead R publ;('oH era de ceren de 1
millon
0
all'cdedor
del
25 pOl'
cicnto
dcl
total
I
King, 1978,
p, 2lJlJ;
Weaver, 1982,
pA8 .
En ese
nlismo
ano, las p e n ~ i o n e s de los excomba
ticntcs
era todavia la
mayor fuente
de los ing-resos por
pensiones,
pro
porcionando subsidios a casi
~ O O O O O personas
0 cerca del
85
por cien
to
de
todos los beneliciarios
l < ~ s l a d o s Unidos
(Weaver, 19H2,
pA8 .
Esta fue ta m
bien
una epoca en la que los
sctvicios
publico ; Como los
transportes,
II gas
y la electr icida d fueron nHejonalizados; como con
secuencia de csto, crecio
a
afiliacion a los planes para los empleados
del gobierno. En Estados Unidos, el I(obierno f deral lIego induso a
hacerse
cargo de m; ferrocarriles, llevando ala nacionalizaci6n de sus
planes de pensiones
industriales
en 1935.
LOSTHE,S
~ n ) 1 ; [ ) O S
DEL
ESTAJ O
DEl, lln::\EST.\H
129
COSTA r : S P 1 N L ; - A . l l ) E n S r : ~
.28
tana
la ley de 1908 solo
suministraba subsidies por
cornprobacion de
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 54/80
EI
impacto
directo
de los
planes
ocupacionales
del gobierno
sobre
el
crecimiento del
sector privado
fue doble.
Eran importantes porque
.
lanteaban
la
cuestion, estimulando las demandas
de
una igual
pro
'eccion
entre
los
otros grupos
de
empleados;
tarnbien
ayudaron
a
re-
rorzar las
compaiHas de
seguros
como
instituciones
clave
en
el
futuro
..:recimiento de la proteccion de
las
pensiones riel sector
privado en
uncion de los
planes individuales,
colectivos
0 industriales.
En
resu-
men, los
planes para
los
empleados
del gobierno
ayudaron
a
construir
d mercado
privado.
EI gobierno influyo
tarnbien
a
traves
de
su
politica fiscal y
regula-
-iora: sobre
todo
en
el periodo de
entreguerras
los gobiernos
introduje-
ron
la idea de
utilizar
la
tributacion para ayudar
a
que
la
empresa
,>rivada se
introdujera en
el
campo
de la proteccion social. EI procedi
-niento tipico
consistio en ofrecer
deducciones
en
los
impuestos
por
co
tizaciones
de
s guros
(como hizo la Ley de
Finanzas
de 1921 en
Gran
8retalib., La Ley
Trihutnrin
de 1922 y 1924 11
Ilinamnrca
y III Loy
Tributaria
de 1926
en
Estados
Unidos). A
su
vez,
cuando
los gobier
nos garantizaron unos
privilegios fiscales,
tarnbien estaban
mot.iva
dos
tanto para regular
los
planes
del
sector privado
como
para
asegu-
rar
que fueran economicamente
solidos,
responsables y que cumplie-
ran los derechos contractuales.
De
esta
forma, los
gobiernos \Iegaron
a
reforzar mas
la importancia de
las comparuas
de
seguros; junto can
esto, ayudaron
a
remodelar
la
naturaleza
de
las pensiones
de los
em-
presarios, desal
en
tan
do el principio
tradicional
de
gratuidad discre-
cional y
estimulando
el
aumento
de
planes
de heneficios
complemen-
tarios
regulares. negociados y contractuales.
Los
planes
\egislados de
seguros sociales dejaron un amplio espa-
cia
para las pensiones
privadas
bien par su
propio diseiio
0 par
su ca
rencia.
Donde
la legislacion fue
lenta en aparecer
como en
Estados
Unidos,
el
incentive era
obvio y.
donde
no 10 fue, al
principio
el
sector
privado era
con frecuencia
antagonista
al tarrier un efecto
excluyente,
Cuando, por ejemplo, A1emania legislo pensiones para
empleados asa-
lariados
en 1911,
las companias
de seguros se
opusieron rotundamen-
te
Janz, 1961,
p.
149l.
Sin embargo, el efecto de la legislacion de
pensiones
sobre el creci
miento
de
las pensiones privadas
no
esta bien
detinido.
Las reformas
de la
seguridad
social
que se introdujeron
antes
de
la Segunda
Guerra
Mundial
ofrecian unos subsidios
muy escasos Y una
cohertura
incompleta
y,
alii donde
se
adoptaba
el modelo de seguro, los
requisi-
tos de cotizacion
implicaban que csenciulrnr-nte
solo
las futuras gene-
raciones tendrian
la oportunidad del subsidio.
Por
eso
en Gran
Bre
medios de vida a los ciudadanos
mayores
de 70 anos ; In
pension
con
tributiva posterior
a 1925
suponia
el
haber cot.izndo durante
40
anos
y,
en cualquier
caso,
estaba diseriada
para
proporcionar
s610
un mini-
mo que
debia ser
complementado con ingresos alternativos. El seguro
de
pension
de los
trabajadores
alernanes
fue
creado
como
un
subsidio
de invalidez
para aquellos trabajadores can alguna incapacidad
fisica
para trabajar;
iba dirigido a
trabnjadores
de m.is de 70
anos
e iba
pre-
cedido de 35
anos
de cotizacion. Como
senala
Myles (1984a),
aquellos
alemanes que recibian un subsidio probablemente
no pod
ian vivir
de
I.
Suecia
presentaba
un
panorama
similar. EI
seguro
de pension pa
ra la vejez se legislo en 1913,
pero durante
muchas
decadas
casi
nun-
ca proporciono
ningun
subsidio. Asi
pues,
en los
tres
casos el
papel
de
la
seguridad
social
para asegurar
los ingresos por
pensiones
se quedo
como
mucho en marginal, pero
el
mercado privado
de
pensiones
no
nyudo
gran
cosu a
lIenar el
notorio vacio
cxistcnto.
Por
10 general, la legislacion
gubernamentnl sohre pensiones ante-
rior a la
Segunda
Guerra Mundial estaba
en la
linea
del
actuarialis-
mo
estricto
y de la proteccion
minima
para
no
estorbar
al me
rca
do y
no
desanimar
la oferta de
trabajo;
se
suponia que
se deb
ian
conseguir
los
complementos necesarios para
la
pension
cn el mercado
privado.
En
Estados
Unidos, el
espiritu
minimizador era
inusualrnente
extre-
ma, pero el
mismo
principio
basi
co se
aplicaba ta
mbien a la
practica
europea.
EI Capitalismo del
bienestar
social
era
un lema
que
repre-
sentaba bien
la definicion de la
responsabilidnd
del gobierno
para
la
epoca como
un
todo.
La cornbinacion de
pensiones
que se
desarrollo
durante
las prime-
ras decadas
del siglo XX
refleja
cl modelo
capitalista
de
hienestar
so
cial.
Inciuye un conjunto
de
desarrollos que
sal
van
la
distancia
entre
las estructuras
en
gran medida
procapitalistas
del siglo XIX y el
asen-
tamiento
de los
Estados
del
bienestar
en el periodo
posterior
a la Se
gunda Guerra Mundial. Ciertamente,
la
necesidad objetiva
de pensio
nes
se
habia impuesto
y el
poder
de los
asalnriados
para
hacer
de-
mandas
efectivas er una
realidad
ineludible que
iba en
aumento;
la
nueva productividad
de la
industria reducia
el
valor
de los
trabajado-
res de
edad avanzada;
los
Estados habian dado pasos
decisivos
para
animar
e
incluso
para crear
un
mercado para
las
pensiones; la
seguri-
dad
social se
habia puesto
en
movimiento, pcro
no se Ie
permitia que
dominara.
Los planes privados de jubilaciones
crecieron
a
un ritmo respetable
durante las primeras decadas
del siglo
XX, pero mas irnportante
que
l;l'ST.-\ E:-:l'IV;-A: llr:I{:,FS
1;3\\
su crecimiento fue su t ransforrnacion.
Camhiaron
de
gr
atificaciones
W:
TRE:,
~ t l \ l l \ l : ;
lFl. F>TA l\lIH'i.
q F \ r . ~ · ; · \ I ;
1;\1
trabajo.
Contanda
todo tipa de seguros de pension. la cobertura totali
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
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discrecionales a convenios contractuales, de planes no corisnlidados a
planes
consulidudos
y consorciados, y · d c ~ d e nu-nder a reducidos CH-
tratos del personal de nivel superior, sc
extendieron
paulatin<lmente
a los trabajadores manuales. Dentro de este proceso tuvo lugar tam
bien la transforrnacion del tradicional ahorro para la vejez. Las her
mandades (0
la
hucha familiar) dieron lugar
a los
pluries
de
seguros
de
vida
de
las modern
as
cornpanias
de
seguros,
y
un
poco
mas
lenta
mente,
los ahorros que
conformaban
In explotacion agraria familiar
dieron lugar l propiedad
de la
vivienda urbana.
Se esperaba
que el
capitalismo
del
bienestar
social
permitiria
a la
moderna ernprcsa
capitalista
convert i
rse
en un sustit.uto
del poco
agradable'trasfando comunistizante
de la seguridad social; se
dirigia
al
nuevo
mundo de la Era del Progreso, de la
empresa moderna que
iba
apareciendo,
de la
organizacion
cientifica
y
de una
elevada
sensi
bilidad
hacia las
buenas relaciones laborales.
En
Estados Unidos,
tanto
las ernpresas como industrias enteras
ernpeznron a
sstablecer
planes de jubilacion consolidados
y
consor
eiados.
cada
vez
mas en
colaboracion
con
las cornpanias
de
scguros,
Hacia
1930 la industria de seguros tenia un
total
de 83 rnillones de
pclizas (incluyendo
los
planes individuales,
colectivos y de
ernpresa)
y
estaba pagando unos subsidios que ascendian
a 2.000 rnillones de
dolares (mas
que
las instituciones beneficas, los planes
p ublicos
para
empleados
y todos los
disperses planes estatales) (Weaver,
1982, p.
42). Esta cantidad
asombrosa incluia principalmente otros
riesgos
dist
intos de
las pensiones. P(' fO
fue en ul
campo
de las pe
nsiones
don
de
tuvo lugar
el aumento mas rapido de la
industria de
los seguros
de vida.
En
1915 los
planes
colectivos
(contratadas
casi exclusiva
mente J lOT
ernpresas
industrialos
individuulcs n'pn>,st'nblhan
cl 1
por
cie
nto
de sus negocios: la
cifra
era el 15 por ciento en
1935
(Weaver, 1982, p. 47).
Las pensiones industriales cuyos
destinatarios
cran los trahajado
res m a n u a l e ~ crecieron a un ritmo rapido en 1920. Hacia 192R habian
~ o b T t p a s u d o
lqs
p l a n c ~
dl' los
sindicatos
abarrandn
a
cuatro veres
mas
de
trabajadores
y creciendo diez veces el
total
de
sus
activos
des
de 1920 a 1929; el
numero
de
planes aument,i desde
15 en 1900 a
440
en 1929 (Weaver, 1982, p. 47
m Pero las altas tasas
de
crecimiento
part
ian de una
base pr6xima
a
cera
y el
capitalismo
del
bienestar
so
cial se
qued6
en poeo
mas
que
un articulo
de fe debida a la
Depresi6n.
La cobertura
total
en visperas de la
Depresi6n
era de 4
millones
de p6
lizas (incluyendo los
ferrocar,;lesl 0
el 7.5 por
ciento
de la
fuerza
de
zaba
un 14 por
ciento
(Weav er. 1982. p. 48) Y la proporcio n de cober tu
ra disirnula cl
heche
de
quo
la probnhilidad
ell'
percibir
rcalmcnte una
pension
era sumarnente
baja. La
Ialta
de trnnsforibilidnd, los requisi
Los de
unos servicios prolongados y otras contingencias
significaban
que, en la practica, solo
una minoria
de quiz as un 10
por
ciento de los
que tenian
cobertura disfrutnban realrnente de los subsidies
(Latimcr,
1932) y
cuanda 10
hacian,
por
10
general
los
subsidies
eran
demasiado
escasos
para vivir
de elIos; segun los precios de 1927, la
pension tenia
un promedio de 45
dolares
al mes (en 1980
seria
igual a 200 dolares al
rnes .
EI capitalismo del bienestar social americnno fue un fracaso y, so
bre
todo, ni
siquiera
se adapto al
mercado;
en general, tenia u n ambi
to corporativista con
distintos
privilegios que se otorgaban a una di
versidad de grupos de status y de escalafones de la industria
privada;
los
requisitos
de
llevar rnucho tiempo trabajando
y la
falta
de
transfe
ribilidad se
tradujeron
en
una servidumbre corporativa.
EI
trasfondo
corporativista
no
era simplemente
el
resultado
de
una estrategia
ge
rencial,
sino que tarnbien
era
el
resultado
de
una primera
negociacion
colectiva: el
sindicalismo antes
de la
Segunda Guerra Mundial estaba
dominado en gran parte
por sindicatos
exclusives
de
obreros especiali
zados y de oficios.
La historia
americana
era mas 0 menus parecida a la de oLros lu
gares, incluso a la de los parses que tenian
pensiones
legisladas
para
la vejez. Es cierto que en Alemania, las
leyes
de 1889 y 1922
proba
blemente obstaculizaron
el
crecimiento
de
las
pensiones del sector
privado, pero,no de una forma
absoluta;
tanto los
tradicionales
fondos
de provision no consolidados
Unterstuteungshrissen}
como los planes
dr- las empresus han permancido como una parte estuble
de la
combi
nacion
de
pensioncs.
En los
pagos
por seguros de
vida ascendie
ron al 0.6 por
ciento
del PIB;
esto
se plied
comparar
con el 1.9
por
cienta
d
Estados Unidos
en Hl29. En
19:J:1
I
~ a s t a
de
Alemania
de
los
planes privados
de jubilacilin
igual6
al 0.2 por
ciento
del PIB,
10
que
Sf '
compara con
In cifra d(· Estados
Unidos uf·l
0.:1
pn 1940
(Skolnick,
1976;
Munnell,
1982; Statistisches Bundesamt
1972,
p.
217).
En Alemania,
los
planes
del sector
privado crecieron
continua
mente
por
1
que se
refiere
a la
cobertura,
pero pcrmanecieron
margi
nales en
euanto
al
tamano
del subsidio.
En
Gran Bretana,
los
planes privados
ocupacianales
tambien au
menta
ron
rapidamente
a pesar de la legislaci6n de la
seguridad
so
ciaL La afiliacion a los planes ocupacionales ascendio desde cerca de 1
a l ~ T : \
1'::-;I'[:'\l(;-:\ 'llll-:li:->I'::-.l
..i llon en 1908 a 2.6 millones en 1936 Icorrespondiendo a planes de
L l J ~ T H E ~ ~ l l ~ l l l l : - ; HH F:-> I ,\])o
[lEI.
I l I F ~ F . ; I . \ I \
13:1
mas
seguta
trabajando
en esa epocu. pero la falta de proteccion
era,
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 56/80
npleados publico» cercu de la
mitad).
La
cohertura
de la fuerza de
'rabajo
es
comparable
con la de
Estados Unidos,
es decir, de un 10 a
un 12 por ciento. Un
rasgo
peculiar del modelo bri tzinico era su de
mdencia
de
las
cotizuciones
tanto
de los
ernpresurios
como de los
-npleados y,
tarnbien,
el
que las
cotizaciones y los
subsidies para
los
obreros manuales eran de tipo fijo. En 1936 la pension semanal nor
..•
almente era
de
unos
20
chelines (alrededor
del 25 al 30
por ciento
.el salario normal de
un
obrero). La
pension
de la
seguridad
social
de
unos
10
chelines por semana (Brown
y
Small,
1985).
La
combi
uacion de pensiones que se ofrecia en Gran Bretaila constit.uia, pues,
n
capi
t
al ismo del bienestar social ligeramente
superior
al de
'stados
Unidos.
Los planes privados de jubilaciones que surgieron en la
decada
de
)s anos 1920 fueron
sorprendentemente resistentes
al impacto de la
"'''epresi()n:
las
victirnas fueron
esencialmentc las sociedades sindica
'es. En realidad, en Alemania y en
Estados
Unidos, los dos
paises que
.ueron
afectados mas seriamente,
los planes del
sector
privado
man
rvieron
su
momenta
de crecirniento.
En primer lugar, cada
vez
esta
'<an mas
reasegurados y
consolidados; tarnbien ten
ian todavia
un ses
go a favor de los empleados de oficina, cuyo riesgo de desempleo era
.rucho
menor; ademas estaban respaldados por
la politica fiscal
gu
· ernamental y,
alguna que otra
vez, por operaciones
directas
de apo
vo del gobierno.
:EESTRUCTURAC10N EN LA ETAPA POSTERIOR A LA GUERRA
La
esperanza
de que
un Estado minimalista
y un mercado boyante
e
complcmentarian
uno
al
otro
en la
armonia
del
capitalismo
y del
· ienestar social se frustro, incluso antes de que la Dopresion la des
r.ruyera
completamente.
Esto era
algo
de
10
que
eran
muy conscientes
.as personas
rnayores
en
Estados
Uriidos.
Hacia 1940 (cuando la
leguridad Social acababa de empezar) la protecci6n total estimada de
~ ) e n S i O n e H (incluyendo todo
tipo
de
pages
de las
pcnsiones publiens
y
orivadas) era
el 33.5
por ciento
de la poblacion de 65
anos 0 mas
de
"dad. Los planes privados daban subsidio s610 a
un
1.8 por ciento
de
·as personas de
edad avanzada
y la
seguridad
social
10 hacia
a un 1.2
DOr
ciento. EI 23 por
ciento
de
las
personas
mayores contaba
con
una
ayuda para la vejez (OAA) y otro 4 por ciento recibia subsidies para
.xcombatientes (estirnacion
de
la Oficina Censal, 1976; seccion H).
lJn
poco menos de la
mitad
de la poblaci6n masculina
de
65 anos
0
en definitiva,
cnormo.
La mayo
ria
ohviamente no podia
obtener
subsi
dios del
mereado
y
tendriamos que concluir diciendo que probable
mente un tercio tenia que
procurnrse
In
ayuda
de In fnmihn. de insti
tuciones
bcneficns
0 quiza
de
alguna ayuda
local
para
los pohres,
En otros muchos
parses, no
habia cobertura suficicnte
ni del
mer
cado ni dol Estado.
La Tabla
4.5.muestra la tasa de cobertura de la
poblacion de
mas
de 65
anos
en
10
relativo
a
pensiones
de la
seguri
dad
social y
pensiones
de
empleados
del gobierno en 1939.
Solamente
en algunos paises. una mayoria de personas de
edad
avanzada re
cibian
una
pension; algunos, como
Francia,
todavia no
habia introdu-
TAHLA -1.,1) (I( de' pcblucion de 6 i
1lTl0S
0 mas 4\11 recilx- una pension de'
la segun dad aociul y pension Ilpla tdespues de impuostos como (/; del
aalar-in medic de un trabajudor. en divcrsos puises. nn9
Poblncron de
fi"
0
+
T l I ~ a
d,.
n · p ( } ~ , , ; n
d,·
p · I I i o n . ~
quc rt·,.ibc
f l C n ~ l o n
d'·"pU{'Hd,· lmpu"sloH
..
.-
_
,Ii <I,.] ~ a l a r l O net.,,)
Australia
54
19
Austria
:15
Belgtca
46
14
Canada
24
17
Dinamarca
6\
22
Francia
0
Alemania
66
19
Italin
16
Hi
Holandu ,1 2
I:I
Noruegu
5:1
H
Sueciu
79
10
Suiaa
5
Reine
Unido
67
1:1
Estados
ll nidns
5
21
Media
41l
1;).5
Las pensiones incluyen las de la seguridad social y las de los cmpleudos
del gobierno,
perc
excluyen
la
ayuda
publica
La
tasa de
reposicion des
puea de impueetoa se refiere al PUJ{O medio de pension de jubilnci6n co
mo porcentnjc del sulurio mcdio de un
trubajudor
manual.
fo"I'ENTt;:
l u t . ~
archive
:-iHIB.
.J
134
135
; )ST:\ E S P [ ~ ; - A ~ [ l E I { S E ; \
cido la seguridad social. La tabla muestra tambien que el total de la
pension media era
demasiado
pequeno
como
unica fuente de
ingresos
I.l). iTRES
I r : \ J O ~
[lEI. E:-TAl1l PEl. l;lr .,)- :-:r.\,H
cio
desde
1.6
millones
en 1936 a 3.1
millones
en 1953 Iy 5.5
millones
en
1960). En
contrasts
con
esta
postura de la
ctupa
posterior a la
guerra,
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 57/80
para la vejez. No
hay
datos
practicarnente
para
este
periodo sobre la
cobertura de las pensiones privadas. En el caso de Suiza, que sc apro-
xima a America en cuanto a la cobertura
extremadamcnte
baja de la
seguridad social, se sabe que en 1940 habia solo
unas
29.000
anualida-
des pagadas por las
cornpanias
de seguros (Statist.isches Bundesamt,
1982, p. 3351. En
Dinamarca,
que aparece en ln Tabla 4.4 estando un
pocopor encima
de la media, In
cobertura
de las pensiones privadas
inmediatamente de sp u es
de
la guerra estaba por
debnjo
de las
100.000 personas WECO, 1977).
En
Gran Bretaria
habra
solo 200.000
beneficiarios de
pensiones
ocupacionales, la mitad de los cuales perte-
necian al sector publico (Brown y Small, 19H5, p. 131.
La Segunda Guerra
Mundial
fue un momento decisivo para el desa-
rrollo de las
pensiones. Hubia
exigido y
crendo
un nivel de solidaridad
nacional que catapulto a los movimientos de los trabajadores hasta el
centro
de
la torna
de decisiones pohticas; los estrietos
con troles
de
precios
y salaries durante
la guerra
bajo
unas
condiciones de plene
empleo absolute empujaron a los
ernpresarios
a ofrecer atractivos be-
neficios complementarios
Y.
a los sindicatos, a exigirlos, La guerra
0
inter rurupio los sistemas de seguridad social (como en Alemania) 0 es
tablecio
la estructura para una promesa de
Ull hienestar
social poste-
rior a la guerra; tambien habia exigido un gasto
publico
y unos nive
les de impuestos
altisimos,
que,
incluso
cuando se normalizaron
pos
teriormentc,
ayudaron
a constituir un nivel estuble de tolcrancia fis-
cal popular durante las decadas de la postguerra.
1..0:i anos 1940 fueron una
epoca
de crecimiento para las pensiones
privadas pur las razones cxpuestas anteriormcnte y, ta mbien, porque
la
seguridad
social se habia quedado insuficiente. En Estados Unidos
el
movimiento
fue
especialmcnte dramatico;
alii solo
una
minoria po-
dia contar con los cheques de In
seguridad
social en un futuro previsi-
ble e. incluso con
las
provisiones
<a
todo riesgo de
1939
y
anos
poste-
riores, los subsid ios cran en cualquier caso demasia do bajos (par ter-
mino m edio 25 d,i1ar cs al Illes en 1939). Finalmente,
las
reformas la
borales del New Deal
habian
permitido la al'aricion del sindiealismo
de masas y la
gul'rra
dio lugar al pleno empleo. Bajo
las
condiciones
de controles de precios y salarios, el periodo fue preparado para un
aumento
de los beneficios complementarios (que estaball
cxentos
de
los controles)
(Ball,
197H; Myles , 19H4a; Graebner, 1980).
EI aumento de las pensiones
privadas
fue espectacular en
muchos
casos.
En Gran Bretana
la afiliaeion a los
planes
del sector
privado
cre-
el Congreso de los
Sindicatos
(TUCl empezo a unimar en
serio
a sus
afiliados sindicalos a que uegociarun las pensiunes. En Estados Unidos,
Ius
anos
de lu
h Uerra
sometieron
a
unos
2. >
millones de trabajadores
adicionales a la cobertura de los planes privados r King. 197H, p. 200 Y
esc ritmo
siguio
durante los
anos 1950
y
afios
posteriores. Los
gastos
do subsidies
de
pensiones privadas numonturon
un 68
por cicnto desde
1945 a 1950 y un
364
por eiento desde
1950
a 1960
(Munnell,
1982, ta
bla 8.4J.
En realidad,
a
1
largo de casi toda lu epoca
posterior
a la gue
rra, pero sobre todo a finales de los anos 60 y a principios de los
anos
70, los gastos de pensiones
privadas
crecieron casi tan
deprisa
COmo la
seguridad social. El nuevo fenomeno de las pensiones industriales ne
gociadas se propago por casi todos los paises capitalistas avanzados
tconstituyendo
las
pocus excepciones
Austria.
Ale-mania
e
Italia);
en
Francia,
tomo la
forma de un labcrinto de
planes
complementarios
que
sc
incorporaron mas
tarde a los
sis temas
ARRCO y
AGIRC;
en
Holanda
surgieron
planes industriales y de ernpresas: los primeros, con
cl tiempo, estuvieron
sujetos
a mandata
gubernamental;
Fi nlandia
y
Suecia nacionnlizaron
igualmente las
pensiones
complementarias.
La
guerra
tarnhien
altere
la forma institucional de
las
pensiones
pnr 10 menos en dos direccio nes deciaivns. Pr i me rc. como
senala
Munnell
19H2J, las pensiones privadas se eonvirtieron en un objetc
clave de la estrategia de negociacion de los sindicatos, en un
medio
de
aplazar
las
ganancias
salar-ialos actualcs por
unas
prornesus futuras.
Segundo,
con la entrada institucional de los sindicatos en Est.ados
Unidos, si uiendo
la di
sposicion
de
1948
del Consejo Nacional de
Rclacionas
Laborales),
la tradicional pension gratuita se
debilito
en
fnvor de los
planes
contractuales de jubilacicn negociados colectiva-
mente (Rein, 19H2). En
este
sentido, los sindicatos ayudaron a acele
rar
la defunci6n de
os
restos del sistl'ma preeapitalista y a poner en
su lugar el mercado del contrato colectivo.
La oleada de
pensiones
ocupacianales de In postguerra no fue sola-
mente un subprodueto de la
guerra
y del poder de los sindicatos; des
de el principia fue alimentada por una varicdad de iniciativas
h Uoer-
namentales. EI papel del Estado en el capitalismo de la
postguerra
quizas haya sido mas fuerte que nunca; primero y ante todD,
sus
deci-
siones con
respeeto
a la seguridad social han tenido unos efectos pro-
fundos. Surgieron dos tipos
basicos
de pensiones estatales; el
primero
era la pension univ ersa l fija, que
normalmente
sobrepasaba en un
poco a la
pension
minima. Los
subsidios era
iguaJes pero bajos y se
1 ~ i 6
1..;\
r ~ l l : \ l ; ~ . - \ : \ l 1 r H : - ; E : \
suponia que se r ian complementados
ron
pcnsiones privadas. Esto
quedo explicito en el Libro Blanco britrinico de y en lu reforrna
1(1:-0
l"I{I-,"
'Il \ Ih ' PI'( F: I \I l \ l l l f f ::I \ I > n ~ ;
1:17
•
Con J:1S
eOI)L'('.
siones
f i s ( ' a l t ' ~
,...;p imrt-nu-u n 1<1
l'l'gulari6n
1 1 l l l P r n a ~
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 58/80
danesa
de 1956
v, naturalmente,
fue adoptado tarnbien por los siste
mas australiano,
nuruego y sueco.
EI segundo tipo, que estaba basado en la pension de Ia seguridad
social, determin6 los
subsidies
en base a las cotizaciones, aferrado a
la idea del actuariulisrno y
sentando
como
premisa
el cumplirniento
del trubajo
para
poder
tener
derecho. Con
este acuerdo,
muchos
tra
bajadores
se
quedaron fuera
(como
las rnujeres
y los
t rabajadores
temporales) y la fecha de vencimiento de este sistema estaba muchas
veces
demasiado lejana
para que muchos
trabajadores pudieran
pa
gar por anticipado una
pensi6n satisfactoria;
consecue
ntemente,
esto
tarnbien ayud6 a
estimular
el
mercado privado.
Esta era claramente
la situaci6n en Holnnda y cn Estados Unidos, Por consiguiente, en
cualquier caso la politica publica habia dejado un
am
plio campo
para
las
pensiones
privadas
complementarias.
La politica
imposit.iva
ha sido
una
segunda
precoridicion
funda
mental para el crecimiento de las pensiones privadas, Muchos paises,
cuando
no la mayoria. prnmulgaron
una
legislacion fiscal posterior a
la
guerra
que mejoro mucho
cl
status
de
cxcncion
fiscal de
las
cotiza
ciones de las pensiones privadas y algunas veces tarnbien
garantizaba
unas
deducciones especiales a los
beneficiaries.
Asi, por
medio
de la
tributaci6n
los
gobiernos ayudaron
en
gran manera
a
financiar
el
mercado de
las
pensiones privadas.
Hoy en din, las desgravaciones
fiscales
relacionadas
con
las
pensiones
privadas,
como porcentaje del
PIB, son alrededor del l por ciento en poises como
Australia,
Dina
marca y Estados Unidos y alrededor del 0.7 por ciento en Gran Bre
tana
(GECD, 1984a; Vestero-Jensen, 1984). As; pues, las
pensiones
privadas pueden ser
una
forma dp salarios difcridos, pero
en realidad
son
tambien un
os impuestos difcridos.
Lo: ;
altos tipos
impositivos
marginales que
se
impusieron
a los
ciudadanos despues
de la
guerra,
desde
luego
se sumaron al
atractivo
de Ins pensiones ocupacionnles
como beneficios complementarios.
Uno
de los
c f ( ~ c t ( ) . i tributarim, mns importantt's, aunqup
poct)
tenido
en cuenta, tiene que ver COli In propiedad de la vivienda. En ],;stados
Unidos y entre
las personas de mayor edad, el
ser propietano
de
una
vi
vienda es sin duda
una
fuente vital de "ingresos". Hoy
en
dia casi el 75
por
dento
de
las parejas mayores
poseen su propia casal de
las cuales
el
80 pur cienw
estea
libre de hipoteca. sw significa que el 60 por ciento
de los hogares disfrutan de hecho de un ingreso
suplementano
de qui
zas un 15 a un 20 pur ci enw (Ball, 1978, p. 92 y los calculos del auto r).
mvnt
l
e L omo
Y Sm il
l l I1 I t ITa do PPIl : -IO!l ( 'S,
~ 1 ' l l ; \ l ; j f l
BJ'O\ \ ' I l
19H5l la poht icn sociu l hr
iUllic;l
fur-
{ ' l a b ( l : ' a d ~ 1 pur
los [uncionnrios
dl' Hucicnd.i ,-.;iguiendo los J'Pqlllsilos de I:t L(,.\' di- Finanzus d(· lD47
«n cl
sentid« de- que
los
pl; r1C's de pensiolll's lueran consolidndos y
aprobados por
separado.
Los gobiernos
ahrieron
y
cerraron
los merca
dos
de
fot-rnus dccisivus:
ell
muchos cases rcalmento
pi Es tndo tumo
In
iniciativa
para
crcar
nuuvos mercados pnrn
los
ahorros
de
pensio
nes, como fuc- el caso de los "Contrutos Indice" d« Dinumarca v de
las
cuentas de juhilucion
amet-icunus
del American
Keogh e IRS.
Cuando
en 1972 los
gohiernos aleman
y
umericuno creuron
1a legislaci6n para
regular las pcnsionos
ocupucionalos
exigiendu garunuas a los emple
ados, sc creyo que csto perjudicarra seriurnento
las perspectivas
de
1I1l crecimient.o posterior, pero
estn
creencin no
cstuvo
just.ificada
en
ningun
cuso.
Cuundo los gobicmos cmpezaron a hucur obligatorias las
pensio
IIPf; privadus.
tnmhicn ayudaron
a
crear nu-n-ado»,
como ocurrio en
(iran
Bretnnn,
Ilolanda
y Suiz» Idespucs de 1 ~ H 2 J ; y en eJ casu de
Francia S(' podia
hablar
de
cuasi obligntorins Por supuesto, el resul
tado ha sido un mayor aunn-nto de 1<1 provision de las pcnsione-s ocu
pacionalcs complementarias.
1-;n otros paiscs se torno la decision de
iegislar las
pcnsiones
complementarias (Noruega, Suecia, Finlundia
y
Dinamarca . Pero es extrernadarncnte dificil determinar si esto ulti
mo
implica pxclusi60 y
si
10 prillwro signifi<.:a
la
t'xp;msi6n de los mer
rados. £
sistpma
coercilivo,
obviulllente,
imponc un tipo colectivo de
ohligatoripdad
a la
empresa
prjvada
que
no t-'S muy
diferente
de
una
legislaci6n. Donde 1a nacionalizaci6n implica In coosolidaci6n y la ad
ministraci6n de Jas instituciones
gubernamclltales,
como ocurri6
en
NonlPga y Supcia, pi Illcrcado (':,l:l iOl'4u1v(J('ampnte marginalizado;
d(Jnde
11 1
nilcionalizaci()!l penllitp
la
geHlil)ll
del
sedor
privado,
como
l'!l
Finlandia.
PI
rpsultado
Os
nmbjguo.
A la luz de
nuestra sinopsis
hisll')rj("a, la (;o:lsiderable variacilJO
pntre
los
pals('s
('0 la combioaci<in d('
10
pllblico
y 10
privado aparecc
ria Sit'IH{O
111):1
f ' lI llr i(m d('
dos
tipns
PI1
la ill!('I"\·(·Ill'il'1I1 cit,] Estado:
prinH'ro,
I"
tradici()ll dl'
los
gohierllo,s de
ganilltizar
un ,st<ltus privi
Ipgindo a
sus cmplcados
y runcionarios; segundo,
1a decision
del
go
hiprno
de
kgiHlar (U ordenar din'damentc)
la
pension
C'omplementa
ria que prricticnmente en
tod
..s parte,s estabn cl'('ci('ndo en
el
merca
do prj vado.
138
139
C\bT \
E : : : I I > : t ~ - : \ ~ I l E R ~ l : S
CONCLL'SION
Lt1S
Tm;S
l r : i n l : ;
DEL
E,ST:\]lU
[lEI,
lllE\,E:;TAH
sostiene que el desarrollo econornico 0 la estructura
demogrilfica de
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 59/80
En
nuestra revision de 10 es t r ucturnc ion de las ponsiones, el
Estado
ha sido el
principal
vinculo
entre
los
inputs
y los
resultados.
Hemos visto
que
}O:i sistcrnus con
tendencies
de
mcrcado. como en
Estados
Unidos, fueron posibles
gracias
anna
politica
gubernumental
activa
y
directa;
el
privilcgio del
status
es,
por
supuesto,
una
herencia
de)
corporativismo
y
del estatismo autoritario
y eJ
modelo
universalis
ta
de
ciudadania
social cs. sin duda, el
unico posible donde
el Estado
excluye tanto a los rnercados como
al corporutivisrno.
Por
tanto,
el
Estado esta situado en
cI centro de nuestra definicion de
10:-; tipos
de
regimen.
Nuestra revision ha moetrndo tambien que
los
~ ~ s t n d m o )
del bienes
tar deben Her
identificados
no solnmcnte
por
10 que
haccu,
por 10 que
gastan
0
per 10 que han lCI,7}HI<1do,
sino tnmbien con rcspoctc a como in
teractuan con el mercado y con los convenios privados
alternatives.
Desde la perspectiva del pensionista csto sent bastante obvio;
una
per
sona juhilada
conocer.i
como
sc
ha
acordado su
pension
de jubilacion.
Cuando
existe
una
combinacion. es monos clara desde e!
punto
de vis
ta de los gobiernos. Una amplia y quiza decisiva
esfera
de la implica
cion del Estado esta uculta tras los muros del impuesto sobre In
renta;
s610
unos
pocos parses
tienen
una idea
precisa
de
curintas pensiones
privadas
estan subvencionad as por medio
de las
desgr-avnciones lisca
les.
En cualquier
casu,
la logica de cualquier sistema de bienestar so
cial puede
aclararse
s610 cuando
exarniuamos
la interaccion de la pro
vision puhlica y privada.
E:-; In
intcruccion
10
quo define
In
cst.ructura
distributiva
global,
la relucion
entre
los dc-rcchus
tioc;alt,,s y
los
contra
tos privados, las
desigualdades
de
clase. genera
a
status
y, en el ana
lisis final.
10 que define
los reg-imenes del
~ ; s t a d o
del
bicncstar.
Si consideramos
tanto
)a provision privadu como Ja publica,
Hega-
n m o ~ a unas evaluaciones completamcntp distintns sobrt' ('\ "cHfuer
zo del bient'star social" de
palset>. E ~ t ) importuntc para Ia
com
probacion de
la
teoria. Si una
persona
se adhiere
a una teoria de
cre
cimiento economico, a una teoria demognHica a una teari<l
de
111 mo
v i l i ~ a c i o n de la c1ase obrera, su argumentacion no se deberia analizar
solamente en
base
al esfuerzo
del
b i ~ n e s t r
social
del Hector
publico.
En
algunos
paises, el nivel de los resultados de
las
pensiones en el
sector publico puede ser
bastante
modesto,
pero puC'de Her al mismo
tiempo considerablE" en el sector pl'ivado. ,si t e n c m o ~
una
teoria que
termina
los
gastos
de
las pensiones,
parecerra
una equivocacion
no
exarninar
lOR
d p s e m b o l ~ o s de
las
pensiones dpi sector tanto
publico
como privudo.
En
general,
si
nuestra prcocupaci6n
es
explicar las diferencias
del
Estado
del
b j c n e ~ t a r , cs
obvio
que
la mt e rnccinn
publica
y
privada
de
be cstar
incluidn
en nucstra cspecificnci(jn y que
constiluyc
uno de
los objetos a explicar. Con
estos
interrogantcs
pasamos
al
capitulo
5.
Encontraremos que las
hipotesis convencionales sobrc los
Estados
del
bienestar deben
ser
reconsidf'radas seriamente una
vez que empece
mos
a
especilicar mas
detalJadamente
las propiedades institucionales
de los Estados del bienestar y
una
vez que hnyarnos examinado la
provision
publica y privadn
jUlltas.
AI ENIJlcr;
EXPI,H II{
IONES
Y l J ~ ; N T E H Ilf·; DATos 1 1-:1. ( III JTIII,( I
1
En
pensicnes
estrin inclufdas las pensionos de jubilncidn y de invaJidez
tcxcept.uando las
pensionos
de
accidente
Jaborall. Cuando los pagos
{.fJobaJes
por juhilacirin const.ituyon un rasgu caracterfst.ico
(g'cneralmentc
solo
en los
planes
privado« ocupacionales
0
planes
individcales r se han
incluido.
Hay
que destacar, sin embargo. que los
datosjaponeses
excluyen los pagos de tipo
suma glohal hechos directamente
por
los empresarios.
Los datos de las pensiones
de
18 seguridad social y de las penaionas de los
cmpleados publicos estrin sncndos de la Organizacif)n Internacional del Tr-a
bajo
(OIT),
The
Cost
o Social
Security. 1980
tGinebra;
OIT,
1983). Para Nue
va Zelanda, de OIT, The Cost
Of
Social Security,
1.477
(Ginebra: Ol'I',
1979).
Para
Est.ados
Unidos , de Statistical Abstract of the United Stall .,>,
19H1
IWashington , DC: Government Printing Office, H J H ~ ) .
IAlS da;o
dr-
los planes ocupanonai<'s p rivndusy 11 ° las a n u < l l i d : H l l ~ s de s >
gurus de vida individuulcs estrin sucadox de
las
Iucntus gulwrnumcntales de
los
pnlses
incluido.'i en cllos. Sc puede !Jbtener un
r t ~ u m e n
nuis tletallado de
todas estas t'uentes en Esping-And('rsl'n Statl' and Marhet in the forma!ion
of
~ J c i a l
SN:urity Schemes, European University Institute Working Papers,
No. R7/2RIIFJorencia, 19R7 .
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 60/80
5 . .
REGIMENES DE DISTRIBUCION
EN LA ESTRUCTURA DE PODER
<Por
que
la protcccion social
depende mas
del
mercado
en
unos paises
que en
otros?
i.Por qu el universalisrno es tan importante en los pai-
ses nordicos y el corporativismo 1 es en la Europa continental? iPor
que
algunos
Estados
definen minuiciosamente las responsabilidades
de su
politica
social mientr s que
otros
yen el derecho al
empleo
co-
mo una
obligacion minim y
oficialmente
se
vinculan a compromisos
que
desbordarian
la imaginacion de
cualquier
liberal del siglo XIX
0
socialista,
por 10 que a csto
concierne ?
Y por ultimo
ipor
que los pal-
ses cristalizan en agruparnientos de
regimenes
bien diferenciados?
EI cometido de
este capitulo
es
identificar que fuerzas impulsan
cl
desarrollo
del
Estado
del
bienestar.
Durante la
prolongada centro-
versia
sabre
este
asunto,
l s
teorias funcionalistas de
modernizacion
general
mente
se
han opuesto
a
las
teorias
del puder. EI
problema
es
teoricamente importante porque
destaca
l s divisiones
paradigmati-
cas en l s
cienci s
sociales. Las teorias que
se
centran en el poder
se
apoyan
en una determinada
vision
acerca
del nexo entre la politica y
la sociedad.
En
primer
lugar,
asurnen
que
el
gobierno
no es
un
arbitro
neutral ni tam
poco es
intrmsccamente responsuhle de l s necesidades
sociales que aparccen; sus
acciones
son dictadas pur el ejercicio del
puder.
Pur
lu tanto, el
balance
del
poder
en
una sociedad
es decisive
para saber
cornu sera un
Estadu
del
bienestar.
La opinion
contraria
sostiene
que los Estados del bienestar surgen practicamerite bajo
cualquier
condicion de poder. EI
punto
de
partida, siguiendo
la econo-
mia marshalliana Marshall,
19201, es
que
la
redistribucion
solo pue-
de tener lug r con un cierto
nivel
de
des rrollo econornico;
pero la
l a l ~ r \ E : - : I I ~ ; - . \ ~ J ) E H : - ; l - : ~
fuente real del crecirniento de la
politica
social se
encuentra
en la in
[,(l:-;
THE ; :o.1l":\lhlS 111 :1. E.'1T\llllllll
1\11- \1'.--1'\1,
l·l:l
En
segundo
lugar,
el enfoque eor'rclacinnul
estandur rnantiene
un
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 61/80
dustrializacion,
cn
la urhanizaci6n
y
en cl cambio dernogr.ifico. Todo
esto establece unas nuevas necesidades sot-iales urgcntes
que
no pue
den ser afrontadas facilmente por In familia trudicionnl ni por la co
munidad ni
por
el mercudo.
Es
dificil
situar
el debate,
en
cierto modo porque
nos enfrcntamos
ados
estilos
de investigacion c1aramente divcrgentes. EI
enfoque his
torico,
como
el de
Rimlinger
0970
Ashford
(986),
Gilbert
(1966),
Weir, Orloff y Skocpol
(988)
y la coleccion de estudios de los paises
europeos de Flora
(1986)
es rico en detalles, pero por 10 general escaso
en comparaciones nacionales. La investigacion
cuantitativa,
general
mente transversal
y
correlacional, ha llegado a reprcsentar la princi
pal alternativa.
Cutright
(967) y Wilensky
(975) representan
a la
pr imera generacion de r-ste cnfoque, en el
que
los gastmi sociales cons
tituian la
variahle principal y los analisis
transversales
de rnuchos
parses
la principal motodologia.
Durante
la decada
pasuda ha surgido
una
segunda
generaeion que
ha
aplicado o hien
tecnicas
rruis sofisti
cadas
(como los
anahsis
de series
ternpora
les
asociados) (Hicks,
1988;
Griffin. O'Connell y McCammon, 198 ; Pampel y
Williamson,
1988) 0
especificaciones mas elaboradas de las
diferencias
destacadas entre
Estados del bienestar (Korpi, 1980; Myles, 1984a; Esping-Andersen,
1985h)
0
ambas
(Korpi, 1987; 1988).
Si toda esta invest.igacion no consigue
llegar
a una conclusion
inequivoca, no
sera por
falta de esfuerzo, sino
mas
bien debido a in
cornpatibilidades
rnetodologicas. Confrontar
una
historiografia deta
lIada con una tabla
de coeficientes de
regresion es anaHtieamcnte
dificil; la
primera proporciona una
descr ipcion
detallada
de como
miles de
acontecimientos
nfectaron a la
forrnacion
de In politica
so
cial: In
segunda procuru
ahorrar cxplicncionc-s y
roduco
In
rculidud
a
un minirno de variables. Con Ia primera es diffcil generalizar mas,
alia
de
un caso particular;
con
la segunda
no
tenemos historia.
J
EI enfoque correlacional dominante esta afectado, por
anadidura,
por un
desnjuste
frecuentc entre la intenci()n teorica y la practicn de
la invt.'stigacion. En primer lugar,
en
In
mayoria S('
utilizan unien
mente los datos sobre los gastos como un
sustituto
de la estatalidad
del
bienestar social".
Un
poco
antes
ya hemos
argumentado
por
que
los gastos presentan
una imagen
limitada y posiblemente equivocada
de
las
diferencias de los
Estados
del
hienestar;
si 10
que nos importa
es la fuerza
de los derechos sociales,
la igualdad,
el
universalismo
y la
division institucional entre el
mercado
y la politica, los niveles del
gasto social
pueden
encubrir mas de 10 que revelan.
supuesto
de linealidad cuest.ionable:
que
los Estudos del hicuestu r de
los parses se pueden cornparar en
te r
minos de mas 0 menos rgasto,
redistribucion
0
10
que sea).
No podemos cxcluir el heche de
que
algu
nus
dimensiones de los EHtados del
bieru-stnr
son compnrablos lineal
mente, pero rnuchas de
las que
nos parece
que
son
destacadas, clara
mente
no
10
son. De aquf
que,
con respecto a la estratificacion, a la
cornbinacion de
10
publico y de
10
privado
y a la
fuerza
de los
derechos
sociales, errcontremos que
hay
agruparnientos y tipos de
regimen.
EI
problema de la mayoria de los estudios de la variedad correlacional es
que examinan sus hipotesis sin detenerse a especificar la
naturaleza
del dificil asunto
que
se va a tratar; el Estado del hienestar queda ca
si siernpre subteorizado.
La
subteorizacion
del Estado del
bienestar es comprensible
a la
vista del
hecho
de
que
rnuchos autores estun monos
interesados
en el
Estado del hienestar
que en
la
validez
de
sus teortas
explicativas
del
poder, de
la modernizucion 0
de 1 1
induxtriul iznr
inn; los Estados
del
bienestar, eon
frecuencia, son
poco
mas que otro vehiculo para
con
trastar teorias.
Sin
embargo, el
problema
de la
subteorizaci6n
apare
ce tarnbien en las
variables
oxplicativas. Tomernos el papel del poder.
La explicacion en terminos de poder de los Est.ados del bienestar nor
malmente supone que Ia movilizacion de la clase
obrera
es la fuerza
impulsora que hay
detras
de la reforma social. Por
10 tanto,
los parses
con unas clases obreras fuertcrnonto movilizadas
y
unificadas deberi
an producir unos Est.ados
del
biencstar
mas avanzados,
Sin embargo,
salvo
raras exccpciones
(como
Korpi,
1983, WilenRky, 1981
0 Castles,
1981)
apenus
se
ha presta
do
uinguna
atom-ion a si
es
el sindicalismo
()
los
partidos
(y
que clase
de
purtidos: 10 que importa 0 que
lapse de
ticrnpo cuho csperur ruzonnhlcrnentc pant que- ('I poder dc l rnovi
micnto
obrcro
sc traduzca ell resultados susLanLivos; la estruetura
ci6n del
poder
es
ignorada generalmente,
Inc1uso una reOexion superficial pone de maTlifiesto el ultimo pun
to. Tomemos el periodo
que
condujo a la
crisis
de los anos 30. Las di
fprencins
t'11
cuanto a poder fuantifirahll' dp n
clasp
ohrera
(sindicali
zacion, votos de partidos de izquierdas) entre,
pongamos,
Gran
Bretana, Alemania, Austria,
Suecia y Dinamarca no
eran
tan
gran
des;
pero las
diferencias en la
estructura
de poder
dentro
de la cual
estaban
ohligados
a luchar los
trabajadores, fueron decisivas para
to
do cl progreso de la civilizaci6n occidental. 'l'olllemos ahora la etapa
de Ia postguerra; casi todos los estudios puntuan
casi
identicamente a
Austria, Suecia y Norupga acercn del poder de la clase
obrera.
pero la
1 1 1
l : ~ l : - , r \ 1 : - ' I ' I ~ I ; - : \ ~ t H · I ' ~ V . \
capacidad
de la socialdt-rnocracia
para
utilizar recut-sus de podr-r simi
lares en estos tres
paises
fue sornctida a dist.intns J e s t r j c l i o n ~ : - . . Lu S08
( l ; - ; I ~ ~ I · ' : t l . ' \ l l ( h I W I
~ . ; I ' \ I ) ( ) I ) ) . i
1:11\1:'1 \1,
I· :;
hastantr: ulcjndas
de lns
dcmandas de los
trubajadores.
Bismurck con
sidero ul ."'o. lOl,'''{aal como una
recr-tu (Olltr ·1
s(J(:iaJi. imo.Y
como
un
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 62/80
cialdemocracia escundinava
se beneficiuba
do una derc-chu cronica
mente dividida, pero no
ocurria asi
con In socialdemocrncia
aust
riaca
(Esping-Anderson
y Korpi, 1984; Castles, 19781. ;,Quiz as esto
produzca
unas
diferencias decisivas
en el Est.ado del bienestar?
iC6mo
formular, entonces, proposiciones teoricarnente satisfacto
rias sobre las causas de las va riaciones del Est
ado
del hieru-stnr? La
tarea' debe
empezar con un nuevo examen
sobre
ia manera de formu
lar
nuestras
prcguntas.
Cuando forrnulamos una
hipotcsi«
snhre cl
impacto de la movilizacion de la
clase
obrcrn, en primer' lugar debe
mos identificar las caracter-isticas del Eslado del bicnestar que ten
gan alguna relacion
identificable
con los
intereses
y las demandas de
la
clase
obrera, Bajo
este aspecto,
los
niveles
del gasto
social
son epi
fenomenicos, puesto que los trabajadores prohahlc-mento
nuncn
pedi
rian nuis gusto como tal, Es ncccsario l:lfllhit;n c-spccificar
mus
dcta
l ladamcnte
como un
nivel
0.<,1(10 del
poder de
1<1
clasc obrora PS proba
ble que produzca resultados poln.ico-sociulr-s
re-lcva ntus.
Nntural
mente, esto
debe
incluir
consideruciones accrca del s istr-ma parlu
menta
rio,
de las
divisiones
dentro
de
los movirnientos
obrcros
.y
de lu
relacion
existente entre diversas fuerzas
politicas
en la sociedad. Si
queremos
hacer buena sociologia,
es
necesario que
consideremos el
poder
como un
tipo
de relaci6n, no como tina l'osa.
LA
O I A L D ~ : ~ ) C I { A T I Z A C I ) N
nEL A I ' I T A I . I ~ M ( )
La teona de la
moviliznci6n
de la
clas('
obrel'a
debe
empczar,
por
eonsiguiente,
con
una
especificaci6n de los ohjetivos. en concreto,
para
euyo logro a traves de la
lut:ha
descan 0 pueden movilizarsp los traba
jadorf's.
Pm;teriormente.
se
d('he proporcionar una evidt'IWi<l de que
exisle
un lipo de relacion entre el
pod r
de In clase trabajadorn y 10"
resultados en terminos
de
Estado
del bienestar
que
corre..sponden
a
tales deseos
identifICables,
En este tipo de cometido nos f'ncontramos
inmediatamente
con
una paradoja: los primeros
pasos
hacia el Estado del bienestal'
fueron
dados casi siempre pOl'
las antiguas
clases
dirigentes, fueran aut6cra
tas
conservadores 0 liberales burgueses, las
cuales deberian ser consi
deradas como los
verdaderos
arquileclo d los fundamentos
del
Estado del
bieneslar
moderno,
La
mayoria
de los
hi.storiadores nos
diran que
los
ref<Hmadores
conservadores estaban
motivados pOl'
unas
inquietudes que
estaban
medio dv galla,. nue-vas Jt'altadt,s
dl,1
prok-uniudn pnrn la nu toc-rucin
guiilcrmina (1{imlinger, Hl71l.
Gonc-rulnu-nro
lns c <.lses obrcrus ClH1:;
tituian los
objetos mag
que los
sujetos
de una prirnern polrtica social;
en algunos
casos, el
rcfornusmo
d('
las r1ases
dirigentes preccdio
in
cluso al nacimiento del movirnjento obrero: csto fue el caso de Suecia.
POl'
lu
tanto, cuando tcorizamos sobre
cl p:
JW
I
de
1< 1
movilizacion
de la
clasc ohreru. debcruos
recordar que nut'stros Estados del
bioncs
tar
se
const.ruyoron en oposicion tanto
nl movi 111 it'll to ohrero
como
al
sociulismo,
osto
es
cvidcnte ell l·1 discno
0(' Iils primcras
politicus
del
hienestar social. El modelo corpora tivista d« Alcrnania y Austria, pOI'
ejernplo, se proyecto
para
fragmentar y dividir 10 que se manifestaha
como
una emergente
amenazn colcctivista. Efectivamente, estes
pai
ses estaban
situados
entre
los primcrus del mundo en
cuanto a
gastos
dp bicnestar social. t.mt« ante-s CO/110
despu('s
dr-l nuz ismu, pcro hajo
unus
condiciones enfruntndas clnrurm-nto a los sindicatos v a la politi
CIt
del
partido xorinldurnocrutn.
Una
confirmacion de lu
teo
ria de los Est.udus
del hir-nextar
a partir
d(· la
movilizacion
de
lu
clasc
obrera
no
p U ~ d ,
pOl' 10
tanto, empczar
pOl' e1 princif Jio, ni fJu euc sUfJoller
que
los lralJajadorcs a su expresi6n
('olectiva tiencn un modelo
histlJril'nmente
fijo de la
politiea
social iue
al. i,Nos
deja
esto
i n c a p a c ( ~ s para una
especificHl'i6n? No.
porque
cs
posible identificar
adecuadam<'ntc las curactpristicas
r e l e v a n t ~ : : i
de la
tesis de la nlOvilizaci6n de In ChlSC
obrera
d('sde un l'ntt'llCiimil'nto de
Ilecesidadps urgPlllps
qll
~ u r g t l I dt' los Ir:l l;ljador('s. tal1to como
inuividuOH
( ' (mIO
cnlertividau
politica.
Det-idc la
pe r
pectiva
del
individuo, est.l ebro que el
status
inspg-u
1'0 de los asalariados Ies
conducini
a exigir
~ ( ~ g u r i u a d en los
ingresos,
ayuda social Y una mayor inllluilidad frente a fuprzas que escapan n
:;u
control;
e ~ t a n d o
cautivos
dl'
las
fuerza:;
dl'l
mercado.
los
trabajado
rcs
serian irracionalps
i no buscaran cierto grado
de desmerruntili
zaci6n".
Sin embargo, los derechos sociales se pllPdpll garnntizar de mu
rhas maneras y es aqul dond(' debelllos cOllsidl'l'iu· Lamhit'll las exi
gencias
de 101 acci()n colectiva. Los
trabajadores sc
han organizado de
Illuchas
formas
y
han
desarroJiado
una
varil'dad
de
m o d e l o ~
de politi.
en social. La comuniuad trndicional de los gn [l\ios 0 arte:;anos 10 lUls
probable es que de lugar a hermandadcs y
esquemas
de proteccion so
cial de
tipo
ocupacional muy rcstriclivo:;. Los movimipnto,..; ohreros
nistianos,
y
sobre todo
los caVJlicos,
natural
mente se esfuerzan
pOl'
146
147
O:- T.-\
E ~ P I : G A ~ n [ H S E ~
conseguir
un modelo familiar en
donde
el
eorporativismo
y la Iglesia
tengan mas importancia que una
arnplia
solidaridad de clase. La teo
THE:: )Ic,no:-, DEL E: T.-\Ill,) DEL llIr:\E:-;T:\1\
Esencialmente, la
convergeucia
se produce- en
torno
a 10
que
Be po
dia lIamar
el modelo
socialdernocrata.
En In
practica, cualquier parti
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 63/80
ria dominante de In movilizncicn de la clasp obrera,
sin
embargo, tic
ne como
premisa
el modele
laborista.
socialista 0 socialdernocrnta de
la accion coleetiva, un modcJo
que estuvo
lejos de ser
dominante
has
ta bien entrado el siglo xx.
Hay
ciertos principios
de politica social, aunquc
pocos, q lH
son
co
muncs.practicarncnte
a
todas las
clases
de
movirnientos obreros. Uno
es evidentemente
la
desmercant.ilizacion, el alejamiento del
azote
del
rnercado: sin esto In accion colectiva diffcilmentc
seria
posible como
tal. Los trabajadores necesitan un
dominio basico
de
rocursos
para
evitar
actual' como
esquiroles
11
ofrecer
precios mas bajos que sus com
paneros y para ser miembros efectivos y
serios
en una comunidad soli
daria. Los primeros organizadores de los trabajadores no necesitaron
a Karl Kautsky ni a Rosa Luxernburgo para que les
dijeran
que el
lumpenproletariado
constituia
un enorme peligro
para
el colcctivismo,
Un ~ c g u n d o principio ( H
que
In politica
social
ayuda a definir los lf
mites
relevantes de la
identidad
colectiva,
porque
consti tuye un ele
mento
vital
para el sustento de los trabajadores. Por
eso, la
manera
de organizar los planes de proteccion lIega a deli near las identidades
sociales,
el status de las comunidades y las solidaridades. Preeisa
mente por estas razones fue
por 10
que los emergentes
partidos
de
mesas de
la
clase
obrera
se
opusieron
a los
limitados planes
ocupacio
nales,
al corporat.ivismo, a los privilegios
diferenciadores
de
status
y,
en carnbio, se
esforzaron
por conseguir una seguridad social amplia,
igualitaria
y universalista.
Por 10 tanto, es
erroneo
suponer que los
obreros
0 los
movimie ntos
de la
clase
obrera llegaran de forma
natural
0
inevitable
a un modelo
mnnifiesto
dol Estado de hienestar.
NOH
sumimos
n
un mundo de
fa-
lacias
: Ii
definimos quo nuestro
actor
n-levnnto
I hi on "lu
clase
obrera
rcomo
haee Therborn,
1978)
0
la
movilizaei6n
de la
clase
obrera
(como
haec casi
todo el
mundo),
E BU lugar, una teoria viable de la movilizucion de la
clase obre
ra dcb('
definir
a su actor en
tt'rminos
dp un
tipo
e "pecinl d(' forma
cion de
clase
politica. De
esta
forma, nuestra tart'rl analitica m:.is
manejable
debido
a la clara
convergencia
haria los m o v i m i e n t o ~ de
masas de asalariados
que
caracleriza la etapa de Ja postguerra. Bien
sea bajo la insignia de la soeialdemoeraeia, del eomunismo 0 del labo
rismo,
casi todos los
movimientos obreros
parlamentarios
convergen
respecto
a sus principios de politica social y a sus
disenos
para las re
formas del Estado del bienestar.
do de izquierdas que conternple h,
llegada
al
podcr por
medic de rna
yorias
pa
rlarnentar-ias, dificilmente
puede ovitnr
cmbarcarse en
10
que antes
homos identificado
como cl modelo de regimen socialdemo
crata,
EI
ideal
de una solidaridad y
un
universalismo definidos nacio
nalmente es
quiz.is
el
ejomplo
'tn,;s
claro,
En ronlidad,
el poder
de los
partidos
de
izquierda
depende
de
su
capacidad
para erradiear
la dife
rencia
de
status
y los
dualisrnos
que
surgen
cuando
grandes
grupos se
adhieren
a Ia
provision del
mercado
y para minimizar la estigmatiza
cion del
grupo.
EI Estado del
bienestar
universalista, del plene em
pleo, como los de Escandinavia, en la practica se ha transforrnado in
ternacionalrnente en el referente de los partidos de los trabajadores.
Ya sabemos que diversas
fuerzas
historicas han
desernperiado
una
parte decisiva en la formacion de los Estados del bienestar; casi con
certeza
es por esto
por
10 que
difieren,
uunquo St' ngrupen como 10
ha
cen.
La clave
de
In cxplirncion
de del regimen
curopco continental
es,
desde luego, el poder extraordinario de la Iglesia, de la aristoeraeia y
de un Estado autoritario durante el primer capitalismo europeo; por
el
contra
rio, la
debilidad
del absolutismo y el
dominio
de la burguesia
inspirada
en
ellaissez faire
en los parses
anglosajones
tienen
mucho
que vel' con eJ regimen
liberal . En ambos cusos la politica
social
nunca fue
neutral, sino
que
formaba
parte de una
carnpa
na
mas
am
plia para
debilitar 0 absorber
el impulso socialista y para asegurar
una institucionalizacion
duradera de
unos principios
de
organizacion
social
polilieamente preferibles.
Teniendo
esto presente
es justifieable el examinar la
tesis
de la
movilizacion de la
clase
obrera en
terrninos
de un proceso de socialde
mocratizacion del Estado del
bienc-star.
Nos refcrimos a la
capacidnd
de sustituir las
caracterrsticas
dominantcs de un
regimen,
bien con
servador
0
hien liberal,
por
un
Estado
del
bienestar am
plio,
universa
lista,
desmercantilizador
y de
pleno
ernpleo.
Expresado de esta
manera,
eata justificado un
cierto
grado de
ana
lisis lineal, l)('ro
8610
hasta
cierto
pun to. EsL.i
claro
que
las
variat'io
nC internacionales
en el desarrollo
del Estado
del biencstar no
sp
pueden
atribuir
soJamente
n los distintos nivp ps del
poder
d(' movili
zucion,
sino
que
deben
ser comprendidas
< 11
tt'rminos de la
estruetu
raeion del poder. Dentro del
eontexto
del
parlamentarismo moderno,
csto
implica
dos condiciones en particular: los modelos de formacion
de coaliciones poJiticas y la estructuraci6n de los
movimientos obre
ros, especial mente el tipo de relacion existente
entre
sindicatos y
, 18
{ ; \ . ) ~ T . - \ E ~ I I ~ ( ; - .. : \ D E / { S ~ : :
. .irtidos. Debtmos estar atenios subre todo a las formas en que la rno
"lizaci6n Lasada en la denominacion politica hn
filtrado
lus
dcman
]n.-:.T1UY\W\ lll\:-;j,;, j ~ [ \ ] l ( l ] l F l n l l : \ l \ I ~
(I
dicatos pueden tarnbien influir
<en
la politica. PPI O nqui han
sido
orni
tidos
en
g-ran parte,
en prime-r
lugar. porque 1<1
Iucrxa
de 10:-1
<indica
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 64/80
r1as de la clase trabajadora
ell
la
politica
y la forma en que 1m; parti
...US
catolicos y cristianos han influido
en
In posicion de los part.idos
.cialistas
y
obreros.
Ell
purses
como
Holandn, Itu lia , Alemania
y
llelgica, los partidos
cr-istiunodemocratas
de la
utupu
de la postguerra
alcanzaron precrninencia,
en
parte.
por
till
exito plectoral
entre los
ahajadores;
al
ser
capaces
de
gobernar
a
largo
plazo
tumbien han
si
. )
decisivos en
la
interpretacion
de
las
necesidades de politica
social
rte
Los trabajadores,
\ MEDIC]ON
llE
LA INFLUENCIA DEL POllER
Dado
que el poder proporciona una variedad de
expresiones
y resi
en
todos los
niveles
de
la
suciedud.
debemos
ch-g'ir
entre una
di
u-aidud de perspectivas. Podernus,
pur cjcmplo,
identificur cl pa
l riarcado
tanto
PH
lu
l ~ l I 1 1 i l i a Y
on 1<1 cmprcsa nu-rcnnt.il
como en
c l
stado 0 podernos
seguir
la indicucion de lu bibliogrufur del "nr-ocor
iratisrno'
y
ver el
maximo
niv«l de intermedincion
orgunizadn de
in
f < ~ r e s e s como la forma clave de In articulacion del podcr. Sin
embargo,
llU
parece que sea
opt.imo ni 10
uno
ni 10
otro,
si
nuestro principal
in
res
es
e] sistema de bienestar social. Las organizaciones de presion
las
burocradas
pueden
tener
una
gran
influencia
en
la
t'onfigura
r-ion de la poUtica soci(\l; con todo,
es
el poder pnrlamentario y el eje
utivo
10
que constituye
el centro de Hnalisis m.is ohvio.
dirccto
y visi
I.e y es
en
este
nivel
dp articulacioll del poder
en
cl
que
nos vamos a
~ m t r a r .
8
Nuestro
estudio
se Iimita a las 18 dcmocracias capitali:-:;tas e in
..lstriuliz.uius nl,t,s
dpsnrrolhHias.
Nl'cpsitalllos as('gul'arnoH dp (Iue
~ t a m u s e ~ t u d l u l l d o sistemas p o l i t i c o ~ CCOIlOllllas y pstructu ''us socia
tes
que
so
com
parables.
Por
consiguiente,
tratamos
no
una muestra,
Ino un universo de pai::;es comparables, ,de modo
que
no se
puede
ge
~ r a l i z a r ninguna
conclusion fuera de
este grupo bastante
unico de
"conomias politicas.
Los modelos
que
CX<:1minamo.s
p r e : : ; e n t ~ r a l l medidas que
ticllen al
..in alcance
en
las diferellcias de estructuraci6n. En primer lugar,
uestra
variable de la movilizacion de la clasc
obrera consiste
l'n ulla
media
ponderada
del reparto de escanos leg;slativos
y
de
cartcras
mi
.•u:3teriales de los partido::; de izquierdasllaboristas,
para
los pcriodos
" 1918-33, 1918-49,
0
1949-80.
Designamos a 1a variable " {eparto
'-'onderado de
carteras"
(RPC).
Como
indican
muchos
e::;tudios, los
sin
tos es sustituible empiricarnent c pur In
fuerzn
del partid« t la corrcln
cion es
O.R16l y, en
segundo
lugar, pOr411l' nue-st
r»
cr-ntro do nn.i
lisis
n-ul
esta
en
pi
parlanH'l1tarismo.
Muchos
estudios presentan forrnas dudosns de rnedir el poder: pnr
ejernplo, es corriente medir lu
fuerza
do los purtidos en rolnciou ;11
rc
parto
de votos;
peru
esto
es
discutiblc, puesto quo
Ins
reglas clectoru
les rnuchas
veces
no
asignun
los escunos de
forma
proporcionnl a los
votos. La
misrno
ocurre
con
los
estudios que rniden
e
pader
de los
partidos durante periodos de
tiempo breves,
algo que se ex
pone
al
efecto "Blum": un partido de
izquierdas
Jlega al poder solo
para
ser
derrotado
unos cuantos anos mas tarde, teniendo poca 0 ninguna in
fluencia duradora.
l
ntroducirnos tarnhicn
variab/(·s
que
rcflcjnn
('I
pupcl de lu rnovili
zacion catolica y cristinnodomocrata. En cuanlo a los
analisis
corres
pondientes
a los aflos ilnl('ril)1"pS a ] ) >(), nll 'slr;1 nu-dida simple
mente
el porcentaje de catrilicos
en
un pais. Husta mas tarde no sur
gi6
el fenorneno de los
partidos
de
masns
crixti.modernocratas.
pero
1 1
especificacion doponde dol supucsto d« que, dnude ('I eatolicismo es
fuerte, los ideales dominantes de justicia social probablernonte Sf' con
tcmplan
con la vision del mundo
que
ticne 1<1 Igll'si:1 e n erecto, In
variable intenta
ca p
tar In
presencia general
de las oortrinas cat61ieas
en la polftica socinl. P:Ull 1m; an.ilisis dt' In et.a".. ('llnlt'mporanP;l llsa
mos
la propnl'cion de e.'icanos
Icgislativos
detl'llt;I({OS po,. los pal'tidos
catolicos durant" "I periodo d" I946-RO.
En
I"l'alidad. no hay
mucha
diferencia al ('Il'gir uno
otro:
1;1 corn'I;)('icIll dC'
orden
cpro n' In
primera
medida
y
la se/-:unda es
II.H4H,
Es evid('lltp
quP
nt'eesitnJllos idpntificar ('I illlp:H'to hisll'lt'ico clt·1
ncoabsoluti':illlo y
del c ~ t a t i s m o
autoritario. Para c ( ) n d e n ~ a r la com
pJejidad de
tales experiencias
hiHtoricas
en
aIgo
que sea
razonable
mente
mensurable,
hemos identificado dos rasgos basicos:
1) la
fuerza
y la
duracion
del dominio absolutista; 2) las d('moras ('n el estableci
miento de In oPIllocr<lcia politic(1 ph'na. Nm'."tr:l nH'nida d(' 10 ant('rio '
proviene de la clasificacion de Rokkan (1970, (,"p. :\1, y c1 como reslIl
tado
tres grupos: 1)
fuerte
y duradero. 2) 'lhso utismo dt'hi Y :{l no
hay absolutismo, Las puntuaciones que se
dan
('on esta clasificaci()n
han sido ponderndas a su vez por el
ano en
el qut' rup institucionaliza
do el ~ u f r a g i o universal pleno (parn hombrps y TlIujPf'('sl.
En
cada modelo controlamos las dos causas tc6ricas del desarrollo
del Estado del bienestar que no esten basada.< ('n el
poder,
y que sean
151
1St)
l ; \ ~ · L \ E ~ P t ~ C . \ ~ L J F H ~ F S
mas
influyentes
y convincentes. La primera el desnrrollo econorni
co,
que He pucde
argumcntar
que tiene
un cfecto, hien
purque
n la ta
I'm:;.; :'I l':-';ll\):, DEl. r.:'T..II() lll-'l
hll V I .\[{
del progreso del
Estado
de
hicnestar
se
desarrollnn
en
cuatro
fases
distintas, En
primer lugar, prosentarnos unn serio limitada
do anali
sis
de las
medidus
glohuk-s < t· Est.ado dr-l bu-ncstnr: los gastos rip ln
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 65/80
sa del crccirniento econ6mico perru ite In l"cdistrihuci6n de los n-cursos
o h) el nive del progr eso econornico resume la maduraci6n industrial
y la modernizacilin social globales. En cl
primer
caso, nuestra medida
es la tasa media anual del crecimiento real del Pill,
196U-HU
(periodo
en el que los Estados del bienestar social modernos crccieron y madu
raron realmente
l:
en
el
ultimo
caso,
uucstra mcdida
es el
PIB
per
ca
pita. En segundo
lugar,
incluimos el porcentaje de personas mayores
(de
mas
de
65
afios) en la poblacion como la
variable
demografica re
lacionada
mas obviamente con la politica social
(generalmene las
pen
siones representan
una
parte principal de las transferencias sociales).
EI
desarrollo
economico y la
presion
dernografica generalmente
fueron identificadas como las explicaciones principales de las causas
del
Estado
del
bicnestur
n los
cstudios
de la
primera
geIlt'raci6n"
(Cutright,
1965; Wilensky, 1975; 1987).
Adernas,
Wilensky
(1975;
1987) defiende una teoria del incremento de la hurocracia
que presu
pone que, una vez
instalada
una burocracia,
tendra
interes y
poder
para
promocionar
su
propia
arnpliacion. En realidad, los aconteci
mientos
deci 'ivos en la
historia
de la politica social
han
sido
atribui
dos
directamente
a
las
acci..
. l ;
do
las
burocracius del
Estado
del bie
nestar (Derthick, 1979; Skocpol, 1987; Weir, OrlotT y Skoepol, 1988).
En
un
estudio cuantitativo
y
comparativo
como el prcsente, la in
fluencia de la burocracia es
muy
dificil de
identificar
de una forma
mensurable c l razonamiento prescntado, en la mayoria de los ca
sas, est.a muy ligado a la
intervencion
critica de
las personalidades
historicas claves. Ademas, si 10que va a SCI' explicado se refiere a to
dos los
Estados
del
bienestar,
es dificil
construir
una
variable
buro
cracia con significado, dado
que
algunos
programas
sociales
aparecen
durante periodas de ticmpo bastante arnplios. En los unrilisis que si
guen
a conti
nuacion
identificaremos
el efecto de la
hurocracia
sola
mente en las pensiones; de esta forma, la burocracia es reconocible co
mo potencialmente influyente de una forma mas inmediata.
LA M ~ ; [ ) l C l j N DE LOS I E ; l M ~ : N E S DE ESTAD() DEL I m ; N ~ ; S T A I
Seria obvio decir
ahora que
el
presentc estudio
concede solo una
validez limitada a las
medidas
de los gastos
totalcs
en In invm.:;tiga
cion sobre el
Estado
del
bienestar. Hemos argumentado
a favor de los
rasgos estructurales
e
institucionales
y es en
cstos
en los
que
se cen
trani
nuestro
analisis. Las siguientes comprobaciones de las
caUS8S
seguridad
social como un porcentaje del
PlB
(durante
1933, 195U
y
Hl77) y ol total de los r;astos de pensiones del sect.o r privado y publico.
En estos dos casos, es
muy
probable que aparczcu In importancia cau
sal
de las variables demogrrificas
y
economicus.
En la segunda fase unahticn , nuest.ru utencion se centra en las
pensiones, sobre todo
en
la
estructuraci6n
de la provision de
las
pen
siones. La decision de centrarnos
especialmente
en las pensiones, se
basa por una parte, en el
hecho
de que constituyen, con mucho, el
elemento
mas importante
de
las actividades
del
Estado
del
bienestar
y, por otra parte, en el deseo de pasar
desde
un nivel altamente agre
gado y abstracto de la especifiacion del Estado del bienestar a un ni
vel en el
que
sc
pueden idcntificar
rnojor Ins
caracteristicus institu
cionales. En cuanto a las pcnsiones, nucstros anal isis distinguiran
entre
10
que
nosotros
argumentamos que
constituyerr
las
diferencias
criticas entre los
diferentes
regimenes.
Por
10
tanto, exarninaremos
el
grado de corporativismo del programa (ruimero de planes de jubila
cion
individuales que
estrin definidos por el
status),
la
tendencia
es
tatista (gastos de pensiones de funcionurios como
porce
ntaje del
PIB),
la
irnportancia relntiva
de las pensiom-s dcl
sector privado
(g-as
tos de pension invidual y ocupacional como porcent.aje del gasto
total
de pensiones) y 10 que puede llamarse la tendencia de la seguridad
social (la proporcion del gusto total de penxioncs
que
no son ni priva
das
ni de f uncionari os l.
En la
tcrcera
fase,
examinaremos
los rasgos
generales, estructura
les e institucionales de los
Estados
del hieru-st.ir, de nuevo con la in
tenci6n de aislar las
caracteristicas
claves de los regirnenes conserva
dores, Iibcrak-s y
socialistas dr l Estado
del
bir-nestar.
Nos
centrare
mos
aqui
en las
siguientes
variabl es: el significado rclat ivo de los obje
tivos y las comprobaciones de medios de vida, es decir, el
residualismo
del
Estado
del bierrestar (gasto en
asistencia
social con comprobaci6n
de mcdios de vida como porcentaje del total d(' las
transferencias
so
ciales),
In
desigualdad en las estl'ucturas dPi :-,uhsidio,
11 1
desmercanti
Iizacion (todo tal eomo se ha medido en los capitulos 2 y 3) Y
eI
papel
del
Estado
del bienestar para garantizar el pleno empleo
(media
ajus
tad
a del desempleo,
196U-HU,
y crecimiento del desempleo en cl st'etor
publico, 1970-HO).
Por ultimo, en la
cuarta
etapa volveremos a la explicacion de los
regimenes
detEstado
del
bienestar
identifieados en el
capitulo
3, es
153
52
l : \ \ ; ~ \ ....
- ' \ . ; - \ \ l \ : - ~ > ~ · ' \
decir. los tres modelos principale-
de
r:sLad()s del bienextnr como sis·
temas de cstratificacion social.
UJ:, fH.El m \ll l l : , PEL E: T.\Dp
(JEL
Bll- \ r . r \ ) \
crata
y el dcspmpleo es ~ O . 5 4 4 en un cort o
transversal.
pero solo
un
insignificante
-0.1.10 en una
serie temporal.
En
este
estudio
est.amos
condenados a
confin
r
principulrncntc
PH
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 66/80
DISE;';O ~ I E n J I ) ) J , ) ; I O
La mayoria de
las
tcorms sobre los Esrados del
bienest.ar plantcan
razonarnientos dinarnicos e historicos, pero casi siempro se
coutrns
tan
simplernente con datos
tr u
nsvei -snl es. En esto rudicn cl mayor
obstaculo
para
proporcionar
una
confirrnacion
crnpirica
adccuada.
EI
uso de disenos transversales
para
proponer hipotcsis diruirnicas pre
supone
hipotesis
fuertementc
cornpromet idns. Hasirnmonte. se s nsti
tuyen
diforencias
entre
los paises en
cualquior
memento en cl tir-rnpo
pOI dife
ronc'ins n
10
largo de-l tinmpo.
Para il
u l rnr cstc- punt.o, succdo
en los
ostudios romp.u-at
ivos quo Suecia
pu
nt uu 10 nuis ok-vndo
on
cualquir-r nt.rihu to dol I':stado
t i l l
hicm-stur (gasl.os. iuunkind , gPIH'ro
sidad, vtc.L
Cuundo
hncomos
invcstijmcion
t.rnnsvcrsnl.
('st:l[llOS
usu
miendo
impltc.tnmeutc qUI
ot
ros patsos
m-orcnrfnn a
los niveles
suecos si tuvior.m proportionalmentt- Ill:i:--
nu-ibutos
c;l\Isalps que
aquellos
con los que nfortunadumcnto ( s1<i
dotadn
Succiu (xoeinlde
ruocracia,
sindicatos
lur-rtc-s.
m-ocorporut.ismo. dosnr-rollo
ccondmico
()
gente
rnayorr.
Dado que
un
pais como Sueriu
siompre
sen
un
lider del
hicncstar
social en cualquicr estudio
sobre
pi irnpucto dol
poder,
los disc-nos
transversales son especinlrncnte propcnsos a la lulucia del suococcn
trismo I) "socinldemocrntisrno'' idcntificado por Shuiov
( l m t ~ l .
Un cs
tudio transvc-rsul cont raru SlI :lIt'llcitill PH la variilllza pxplirilda pOl'
cualquier variable
causal
dada (como pi poder). Aunque ocurrc a I1W-
nudo
que
las
teorfas
f'lIrrnulan de tal manpra qUll
('S eI
grado de
asociacion (el coeficiente B °
pendiente
de \<1 regresi (in I 10que con.sti
tuye el dato estadistil'o de interes: pOl' ejemplo. qucremos
snlwr
en
que medidH pI incremento del poder de los partidos de izqllierdas pro
duce un aumento
de
la igualdad social.
Debido
a In escaRez de
datos,
los
estudios
adecuados de s e r i e ~ tem
pOl ales pocos Y Hparecen distanciados. Y elt'gimos
pstudinr las
pocas variables para las
qU<
pXlstpn sprips Im·gas. IllUrhHS V ( ( ( S CHe
mos
en
el prohlema de
una
fuerte
autoconeJa<'i6n
- I a
m ~ ; o r explica
cion del
gnsto
de un ano e:-; ,1 del ano anterior. Sin emhargo, en
hase;)
algunos estudios basados en ~ e r i e s temporalps quI' ('st,ln
disponiblcH
actualmente, sabemos que muchos supucstos de los estudio.s trans
versales deben
ser
revisados. Griflin, O'Connell y McCammon (1989)
muestran, pOI ejemplo. que In cOlTPlaci(ln ('ntre cl control
social
demo-
los
analisis trunsversales, Para
cuxi
todus I lUl str<lS variables 0 bien
es irnposible construir
series
ternporales
adecuadas, 0
los
datos estan
sesgados
tan
fuertemente que la identificacion estadistica se
haee im
posible.
En
otras palabras,
las
conclusionss de
naturaleza
dinarnica
tend
ran
que ser
considerablemente
cautas.
EL ESTADO
DEI. B1ENESTAR EN CONJUNTo
EI
salario
social
Como
hernos indicado, el gasto de la seguridad
social como
un por
centaje del 1 111 hn sido el indicudor dc' ln di nn-na idn del £stado del
bienestar usado
con
mas
frecuencia.
Heneja de una forma poco
elabo
rada el salario
social
total, es dtv-ir, la
parte
do los recursos
de
un pais
que se distribuye de acuerdo ton unos
eriterios
ocialcs y no est.ricta
mente de
mercado. Siguiendo
1
eseneial
de
nuestro razonamiento,
no
hay razon para creer que los cnmprom isos de gasto como talos deberi
an estar relacionados con el poder
de
los partido» de izquierdas. Un
salario
social ampJio podrfa
suruir igualruen te con regimenes nutori
tarios 0
con eI catolicisrno. De hecho, si
la
movilizucion de Ins
fuerzas
de la izquierda
influys
en
los gastos
sociales,
eso se produjo en
una
etapa relativamente tardfa en cl desarrollo de los EstadoH dp}
bienps
tar. La participaei6n de la izquierda
en
gabinetes ministeriales. y no
digamos la asunclon del poder en solitario, fup maq rinal y e:--poradil:tl
antes de Ia epOCH de la
postguerra.
EI
tamaflO
de
los
Estados del bienestar
contemponineos
no se
puede predecir a partir de su dimension antes dp la
Segunda
Guerra
Mundial.
En
efecto,
Ia
correlacion
de orden
eero
entre
los
gastos
so
ciales
(como
un porcentaje del PIB) durante 1933 y 1977 es
lIegativa
(-0.120); sin embargo, durante 1950 y
1977
la relacion existenle es
eonsiderablenH'nte m , l ~ fuerte (0.617). Si el tama w de los Estildo:-;
del
bienestar
de anos pasados fucra un ruertl' predictor del
tamano
de los de hoy, evidentemente quedaria poco por explicar aparte de 10
que en su momento causara HU variaci6n. Sin ('01bargo, illgo
ha
ocu
rrido entre la decHda de los anos 1930 y IH actualidad que ha altera
do esencialmente la
distribucion
de
los
p ises por 10 que se
reflere
a
los
gastos sociales.
154
a)STA E S \ I : \ ( ; - A \ l ) E f { S F ~
EI heeho de
que
el
salario
social
haya aumentado en
todos los pai
ses no es
muy
sorprendente; nuestra preocupacion es explicar que cs
10
que
ha ocurrido pura que He hayan producido las diferr-ncins C O I l ~
LOS T1U::-; ~ I l : \ [ ) l l ~
uu.
E:-'t:\[)U DEL
I I I r : W ~ T . \ 1 i
1;15
TARLA [i. I Af1:ilisis transversal
IOLSI del
>;ala "w ocin
e-n
193:1. jq io
1977
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 67/80
ternporaneas entre
los
purses.
Hoy en diu los Estndos del
bienestur di
fieren
mas
en
relaci6n a
su
tamano
de
10que 10
hicieron
antcriormen-
te,
por
eso la
desviacion
tipica de la
media
ha
crecido del
en
19:3:;
(con
una
media =
4.6
por eien del PIB) y el
en 1950 (con
una
me
dia =
7.2
por
ciento), al 6.0 (con
una
media =
18.3
por ciento
del
PIB)
en 1977.
Si
desagregamos
el panorama
historico,
vernos rnejor por
que
las
clasificaciones
actuales
de los paises tienen poca correspondencia con
la
situacion
anterior.
En
1933 los
lideres
del salario
social
eran Ale
mania,
Gran Bretana
y Austria; los rezagados eran
Finlandia,
Holan-
da e
Italia, que
hoy estan
entre
los lideres. Y
Estados
Unidos se clasi
ficaba en el
medic,
a
pesar
de no
haber
implantado
por entonces
prac
ticamente
ninguna
legislacion
sabre seguridad
social. La clasificacion
de los
unos
30
refleja
una
comhinacion
de
prograrnas sociales casi
eomplet.amente diferente de la que
existe
hoy.
Predominubu
la
ayuda
a los pobres con cornprobacion de medius, los
subsidies
para furrciona
rios y,
sobre
todo en
Estndos
Unidos. las
pensiones
para
excombatien-
tes con un
toque
de proteccionisrno.
Peru antes
de
que
vol
vamos
a
las
diferencias estructuraJes
de los
Estados
del
bieneatar,
varnos a
exa-
minar
la validcz de
algunas
explicacioncs
importnntes sohre
ul
sala-
rio social.
En
la
tabla
5.1
presentarnos
los
resultados
de la
regresion bivaria-
ble del impacto de
las variables
econoruicus,
dcrnograficas
y
pnliticas
sobre
el
salario
social
gastos
de
seguridad
social
~ S S
como un
porcentaje
del PIB)
para
los afios 1933, 19;'0
Y
1977.
Quizas, el result.ado
mas importante que
se
desprende
de I" tabla
5.1 es
que ninguna
de las variables
explicntivas
cs
iruportante
hasta
que
llegamos
a la etapa de la postguerra.
Durante
19:;:3 y 1\)50, la
mayoria
de
las variables que
normal
mente
se
consideran influyentes
en el
desarrollo
del
Estado
de
bienestar
son irrelevantes.
Por supues-
to,
era
de
esperar
la
falta
del efecto del poder de la
izquierda
( {PC1,
peru la
ausencia
de
un
efecto del
catulicismo
y del
absolutismo en
1933 y de nuevo en 1950
contradice nuestras expectativus.
Como he
rnos
comentado
anter-ior-mente, en
buena medida
se
debe
atribuir a
estas
dos
fuerzas historicas
el
primer establecirniento
de los
planes
del
Estado
del
bienestar.
Hay
dos
variables importantes que
surgen
al conside
rar la
dist.in
ta
distribucicn
del
gas
to del
bienestar
social:
una
es el
porcentaje
de
II
IU
Variubledependionu-
aSs/PIB (19331
PIB per
capita
(1933> 0.078
7 , personas mayures (1933) 0.178
RPC 11918-831 0.287
Partido
catolico
0.122
Absolut.ismo 0.070
Variable dependiente
GSS PIB (1950)
PIB
per capita (1950)
-0.106
( r
personas
rnayorns
(19 )01 O.61:J
O.H92
O.:3:lb
9.b1
(3.10)"
RPC
1928-491
O . ~ 5 1
Purf.ido
catohco
O . ~ t i : L
I\bsoluti.'if11O
0289
Variable
dcpcndient.e
aSs/Pill
(19771
PlH per capita (1977)
0.088
If( personas
mayores
0977
I
fl. 7 27
l.H: :l
O,49H
17.89
,1 ~ : l )
HPC IIH[iO-76l
O.[j[iH
f J . ~ : l l j
0.2b8
72:1
Partido catclico (1946- 760
0.251
Absolutismo
0.270
• R cundrndo ujustado.
b Coeficu-nto t.entre purentesis.
~ I J ~ , N n ,
( l n l ~ , , dr- d l , , ~ d,'
SSIIl
I
personas mayores
en la poblacion ~ Y r de personas
mayores)
que es sig
nificativo
tanto en
1950 como en 1977; la
otrn
es la moviliz aci6n del
poder de la
izquierda
(RPCI,
que
lIega user
importunte
en 1977.
En otras palabras, las fuerzas pohticas
inf1uyen en los
cornprorni
sos de
gastos
solo en la etapa de la
postguerra; esto
es ta
mbien 10
que cabria esperar,
Solo
despues
de la
Segundo
Guerra
Mundial
fue
cuando
todos los
parses estableeieron
la
democraeia
plena
y
cuando
los
partidos
socialistas
y de la
clase
obrera tuvieron
una verdadera
posibilidad de
detentar,
0
al
rnenos
com
partir,
el
poder gubernamen-
156
t, STA ESI'Ir>:(;-ANI)EltS ':r\
tal. Es evidente que las «xplicaciones
sabre
"el crecimiento econorni
co" no son adecuadas; el
PIB
no explica en niugun ano el
rcsultado
del
gasto
social,
pero
la fuerza de la variable porcentaje de
personas
LOl'iTltL'i ~ 1 l : \ l h : - : tlEl
E ~ T : \ i l
1l1- l.1;[F\T: l \li
Vi7
Pensiones
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 68/80
mayores
sugiere que una teorta funcionalista-demograficu ticue cier
ta validez.
Durante 1950 y 1977, la variable
porcentaje
de personas rnuyores
es la
mas fuerte, explicando respectivarnente
el 34 y el 50
por ciento
de la varianza de los
gastos
sociales. Durante 1977 la variable repar
to pcnderado de carteras
explica cerca
del 27
por ciento
de la varian
ZB. Por 10 tanto, durante la etapa de In postguerra
nos
enfrentamos a
Ia clasica yuxtaposicion de
una teoria basad
a
en
el poder y
una teorta
funcionalista-dernografica.
Para
hacer una cstirnacion
de
su fuerza
relativa, las dos
variables
se han introducido simultaneumente
en
un
modelo simple
multivar-iuhle OLS:
CSS.,PIR (19771 =
~ . H { - j O
C + O.O:- H } { ' ( ' + 1.;,96', I l l r : - ; o n a ~ runyoros (H 2=flA771
t . U A ~ 1
I t = O . : I ~ 1 lL=:l.721
Cuando
se
controla
[a
variable
pohlucion de
personas rnayoros,
el
poder
do la
ivquierdn pierde
su
fucrza explicativa:
la
estructura
de
mografica,
como
rnuestran tarnbien Wilensky
(1975) y
Pampel
y Wi
lliamson
(1985), es
la explicacion mas poderosa
de
las va r iaciones
del
gasto social entre los
parses.
E :ltc es
un
resultado que es
bastante
consistente can el argumento
propuesto en este libra: no hay ningun argumento tcoricarnente con
vincente de par que los niveles del gasto social como tales deberian
re/lejar las aspiraciones de los trabajadores y los logros de los parti
dos obreros. La ausencia de
un
efecto "catolico"
0
absolutista es mas
sorprendente, sabre todo para los prirneros unos. Por supucsto que
despues de la Segunda Guerra Mundial tanto las fuerzas
socialdemo
cratas
como
las cristianodernocratas ampliaron
a
mismo
tiempo
eJ
gasto del bienestar social -qUiZ3 los
socialistas
10
hicieron
un poco
m s y
s610 esto
puede explicar la ausencia de un
efecto
indepon
diente del catolicismo despues de 1950.
Pero
en 1933
.v
de nuevo en
1950
los
efectos
del catolicismo y del absolut.isrno deh,'rian
haher
aparecido mas claramente.
Si
esto contradice
nuestras
expectativas,
no anula
nuestro argumento.
El problema
crucial
no
son
los
gastos
totales, sino
la
estructuraci6n
del Estado del bienestar. Cuando
vaya
mas
a los
amilisis
de
las
diferencias estructurales es cuando se podra
comprobar
real mente
nuestro
argumento referente
a las
fuerzas
poli
ticas.
Hay muchas ruzones por las que
deberiumr»,
decidirnos
a
dasngro
g:ar el salario social en
sus
partes cnmponuntr-x Hay algunos compo
nentes en el conjunto de las
medidas
del Estadu del
bienestar
que son
mas decisivos que otros para el
bienestar
social de la
clase
obrera, y
los
factores demograficos
(como e
envejecimientol
no
estan
relaciuna
dos par igual can todos los programas
sociales.
Se comprueba mejur el
impacto
relativo
del poder y de las variables
dernograficas
y econorni
cas
centrandose estrictamente en las
pcnsiones,
Myles
(l984a) y Pampel y Williamson
(198;')
representan hasta
ahara
los
enfoques mas
sofisticados en esta linea.
Las
fonnas en que
los dos tr abajos miden las pensiones, dificren considerablemente.
Myles se centra
principal
mente en las
cualidados
de los planes dejubi
lacion y
encucntra
que In variable
poder
de la izquierda ofrece
una
ex
plicacio n
decisiva
de las dif'erencias entre
naciones. Pampel
y
Williamson
se conccntran en
10.
.
gastos
en
pcnsiouos
y encucntran que
la estructura
demografica
eli la
explicacion mris poderusa (las
personas
mayores constituyen
un potcnte
hloquo
(' ('t:tond
1
Sin crubargo,
esta
clase
de
enfoque
esta sesgada
imphcitarnenu-. Tomar
solo los gustos
del
Estado
del
bienestar en pensiones,
como
hacen Parnpel
y
William
son,
significa que se esta estudiando unicamente una
parte de todo el
universo
de las
pensiones
---el
sector
publico. Implicitamente,
esto
sig
nifica
que se esta estudiando
la estructuraciun dt'
las pensiones.
Parece
obvio
que un
test adecuado del impacto del
envejecimiento
de la
poblacion, debe incluir
todo
tipo de gastos
de
pcnxiones. publicas
y
privadas.
De esta manera no
nos referimos
a In
cstructuracion, sino
a la
asignacion
de los
recursos
macrncconrimicos.
Y
de
esta forma
rna
ximizamos la probabilidad de que fuerzas econornicas
y
dernograficas
sobredeterminen las variables
politicas.
En resumen, es mas
probable
que lIeguemos a
un
razonamiento de convergencia, si
estudiamos
el
gasto en pensiones en relacion a los gastos del sector tanto
privadu
como publico. Por el
contrario.
scria mas
prohahle
descuhrir una in
fluencia
significativa
de las variables pohtic.rs si estudiamos las dife
rencias estructurales en los convenios de
pensiones.
La tabla 5.2
resume
nuestros resultados con
respectu
al gasto
total
en
pensiones.
La variable dependiente
incluye
el gasto en cuatro
tipos
de programas: planes privados
individuales,
pensiones colectivas oeu
pacionales.
pensiones de
funcionarios
y
pensiones
de Ia scguridad so
cial. Para esta
variable
solo tenemos datos de 19RO.
159
58
\ l ~ T
l-:.sP1NG·.o\...\ltll-:H,Sr::-.:
- ----- ..--------._ _ _ _
O
r------
TABLA 5.2 Ana,hsia transversal (OLS) del gasto total de penaiones pu
blicas y
pri
vadas (como
del PIB), 1980
LlJ:' T } { ~ : ~ ~ l l : - ; \ l ~
nu.
r.:'TAI)l,) Dr:l. n f \ T ~ T \ H
1980 es mas probable
que
sea grande wando el
erecimiento
economi.
co haya sido flojo. i,C6mo podemos interpretar mejor este resultado
aparentemente
parad6jico?
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 69/80
Vllnoble independtente r
B
J{:.!" t'
PIB per
capita
(1980)
0.052
Crecimiento
1lcl
PIB
1960-80
-<)557
-<).23
0.267 7.21
1-2.69)"
lh personae
mayores (1980)
0.791 5.170 0.602 26.69
15.17l
RPC (1946·76)
0.423 0.072
0128
3.49
(1.87\
Partido
cntolico 0.329
Absolutiemo
0.217
I
• H
cuadrado
ajustado.
.'coeficiemc t
entre
purentesis.
F\ I
.rd II\,. de d , . . t , , ~ l id -"SIB
I
L . . . .
~ ~
Como hernos
anticipado,
el envejeci miento de la poblac i6n es la
fuerza
impulsora que
hay
detras
del gasto total en
pensiones,
un re
sultado que
apareceria como bastante logico, wando no
casi
tautologi
co. Sin embargo, la dificultad surge
cuando
tratamos de interpretar el
significado de la proporci6n de las personas mayores. Puede ser anali
zado en
terminos
de una teoria funcionalista,
segun
la
cual
las necesi
dades se
satisfacen cuando surgen 0,
alternativamente, en terrninos
de las
presiones
politicas
que
los
votantes
de
edad
avanzada ejercen
sabre
el sistema politico.
La
interpretacion
funcionalista
seria mas plausible
si a)
las varia
bles politicas
fueran completamente irrelevantes,
y b) las
variables
econ6micas
fueran
causalmente
importantes.
En
cuanto
a
10
primero,
la tabla 5.2 indica
que
ninguna de nuestras
variables
sobre poder po
litico intluye de forma significative en el gasto en pensiones. En cuan
to
a
10
ultimo, descubrirnos
sorprendentemente que
el nivel econ6mico
(PIB
per capita!
es
completamente
insignificante, mientras
que
la ta
sa de crecimiento econ6mico de la
postguerra
esta
relacionada
con el
gasto en pensiones de una forma
significativa
pero negativamente.
Esto
significa
que
el
tarnano
del
total
del
gasto
en
pensiones para
En
primer lugar,
debemos tener
presente que
el
gasto
en pensio
nes esta calculado en relacion al PIB.
POI 10 tanto,
si el PIB crece len
tamente y el
porcentaje
de las personas mayores aumenta rapida
mente al mismo tiempo, 1 mas-probable es que
las
pensiones aumen
ten mas deprisa que
el PIB. Dicho de
otra
forma,
las presiones
demo
grMicas
persisten independientemente
de
las
condiciones economicas.
Esta hip6tesis esta
tratada
en cl siguiente modelo OLS:
Total de pensioncs
=
1.580C + 0.679 ( personas mayoreal - 0.010 (crecimiento del
PIBl
It
=
0.61)
It =
4.14\
tt =
-1 .58)
Este
modclo explica eJ 64
pOI
ciento de la
varianza
(F
=
15.84) y,
puesto
que
el crecimiento del plB
pierde su
significado, confirrna la
importancia
causal singular
de la
variable
dernognifica.
Pero, como hemos sostenido anteriorrnente. no es probable que el
irnpacto
crucial de
las
variables pohticas surja en modelos de resulta
dos agregados del
bienestar
social, sino
mas
lJien
ruanda
examinamos
las tendencias estructurales.
Procederemos ahara a ese
examen.
En
primer lugar, empezaremos
con una serie de analisis de los tres tipos
de configuraci6n de pensiones
que
reflejan nuestros regimenes de los
Estados
del
bienestar.
EI
regimen
"liberal" se
mide poria parte
de
las
pensiones del
sector
privado
relativa
al total.
Para
el
regimen
"con
servador" analizaremos
tanto
el
grado
de
estatismo,
medido en
gastos
de pensiones para los funcionarios como un
porcentaje
del PIB, como
el
grado
de corporativismo en los
programas,
medido (como en el capi
tulo 3) como cl mirnero de
planes
publicos de jubilacion
que
diferen
cien el status.
POI
ultimo, se identifica el
regimen
"socialdemocrata"
en relaci6n con
gastos
legislados de pensiones de la seguridad social
como un
porcentaje
del total.
Los
REGiMENES DE LAS
P F : N ~ l O N ; s
La
tendencia
"liberal" del mereado
POl
motives de solidaridad,
unidad
y desmorcantllizacion es de es
perar
que
los
partidos
politicos de
izquierda trataran
de sustituir
las
pensiones del sector privado
pOI
unos derechos sociales legislados. Asf
pues, anticipariarnos un efecto fuerte y negative del RPC
sobre
las
160
1
ta1S'['A E:-;PIKl;·ANllEKS ': 'J 1.0:- T H ~ S ~ I L ; - : l K : ; DEL EST.-\J)O lEI 1I1E;-.;r:- lAl\ i s i
pensiones del sector
privado
en el total de lu cornbinacion de pensio
nes. Por razones sirnilares de desmercantilizaci6n y
tam
bien por su
prefereneia por
el
status
y
por
la
jerarqufa, cabria
esperar
efectos pa
recidos para los partidos
catolicos
y para los parses
con
fuertes tradi
TABLA 5.3 Anahsis
transversal
(OLS) de la tcndencra del mcrcado en
las pensroncs, 1980
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 70/80
ciones de Estados absolutistas y autoritar ios.
Las pcnsiones
privadus se dividen en dos grupos
distintos: contra
tos
individuales
de pensiones (generalrnente del tipo de
seguro
de vi
da)
y
(de
manera
caractertstica)
planes ocupacionales
negociados co
leetivamente.
Los dos
pueden
reflejar [acilmente
logicas
diferentes.
Micntras
el
primero
se
une estrechamente
al
estricto individualismo
del mercado,
el
ultimo pucde
por sf misrno
incrcmentarse
clan de
los
trabajadores esten muy
organizados - sabre todo cn condiciones
clan
de el sindicalismo es fuerte
mientras
el poder de los part.idos obrcros
es
debil. En
otras palabras, las pensiones
ocupacionales
pueden
cons
tituir una estrategia alternativa
a la via
pnrlamcntaria
para los
tra
bajadores organizados. Por 10 tanto cxuminarcmos
de
manera sepa
rada la fuerza de los
sindicatos, En
la
tabla
5.3, la
variable depen
diente
es el
gasto
combinado en pensiones del sector
privado
(indivi
duales
y colectiva s como un
porcentaje
del
gasto total
en
pensiones
en la econornia
durante) 980 n,
de
penaiones
del
mercado).
Los
resultados
de la
tabla
5.3
son consistentes
con
nuestro
razo
namiento te6rico
general;
aunque ninguna de
las
variables
alcanza
un
significado
estadistico
real,
los signos, como era de esperar,
son
todos negatives.
EI
papel
del
sindicalismo
se
ha analiza
do
por sepa
rado
s610 para
las pensiones ocupacionales
como
una parte
del to
tal.
EI
coeficiente
de
regresi6n
es
negativo
e
insignificante,
con
B =
-0 .179;
t
=
1.48. Mereee 10
pen
a
reeordar que
el
sindicalismo
y el
RPC estan alta
mente
intercorrelacionados ty por tanto
son
sustitui
hies} pero,
sin embargo,
este resultado
indica que
los
planes
ocupacio
nales privados
no
constituyen una
altt-rnnt iva principal
nl movimicn
to obreru.
La
Tabla
5.3
muestra que
la
tendencia
del
mercado
en
las
pensio
nes
esta asociada principal
mente
a dos variables: esta
relacionada
po
sitivamente
con el
PIB
per
capita (aunque
no con el
creeimiento
del
PIB)
y
esta fuertemente
y
negativamente
rclacionuda
con la
estructu
ra
de
edad
de la poblacion.
Mientras
la
variable
nivel econornico es di
fieil de interpretar, el efecto
fuertemente negativo
de la
variable
por
centajs
de
las personas
mayores apunta
hacia
un
apendice interesan
te a nuestros prirneros
resultados.
Ahora
aparece
que In
teoria
del
"empuje"
push)
dernografico no se refiere a
todas
las
clases
de pensio
nes
por igual
--que las personas
mayores. en
algun
sentido,
no
son
Va'-Iabl,· ,"d'"l"'udl('uu., Jet
F
_
..
- - - - .
PIB
per capita
O ~ O 3.330 0.212 5.5H
12.:16)
Crecimiento
del PIB
0.262
%
personas
mayores -0.530
- 2209
0.236 6.26
1-250)
RPC (1946-80)
-OAI2
-0 .290
0118
3.27
1-1.811
Partido cutolico
--OAOG -0 .229
0.112 :U4
1-1.77)
Absolutisrno
--(>.:I4H
l
.
a vurmblv dvpcndicnte son las pcnsiunes pri
vudns
tindividuules y
ocupacionalcs) ccmn
%
del gusto total en pensioncs publicus y
privadas
combinadas en 1980.
R cuadrudo ajustedo
h Coeficicnte
l
entre parentesis
I
~ 111th, "
nl'
dt' S ~ l I \
____J
I
neutrales
en la forma en
que su influencia
es
ejercida
sobre el
gasto
en pensiones. Los coeficientes
sugieren que las personas
mayores al
bergan
una preferencia negativa por las
pensiones
privadas
del
mer
cado.
Estas
reflcxiones
requieren
dos modclos
adicionales
de comproba
ci6n.
En primer lugar,
necesitamos
establecer
si el efecto
(negativo)
de
las personas
rnayores se
manticne cuando
se controla cl PIB
per
capita. En segundo
lugar,
si es correcto
que las
personas mayores
ten
gan
preferencias negativas para
las
pensiories
privadas, esto
posible
mente influiria en
el
papel de
los
part idos
de
izquierdas.
E x a m i n a r e m o ~
en
primer
Jugar el efecto explicative de
las personas
mayores controlando el PIB:
% pens. del mercadc = 12.150 C + 3,615 (PIB per capital ·-2.3RI ('7£
personas
mayorcs)
t = 0.96)
(l
= 3.301 It=3.42)
Con
un
R
cuadrado (ajustado)
de 0.528
F = 10.49), esta claro que
la
regresi6n aditiva,
incluyendo tanto el
porcentaje
de
las personas
162
~ a J ~ T . \ ~ > l l ~ l ; - . - \ : \ l l ~ : j { : : F S
rnayores
como fa variable PIB, se
cornport
a mucho rnejor que
cual
quiera de los rnodelos bivariablcs anteriorc-s.
Ademas,
a
mhas
varia
bles permaneccn significativus cstarhsucamentc.
Sin embargo, IIlWS·
.us n a : ~ \ 1 l S [ l l ~
DEI.
r:sr.-\ll(l
uu. IIp·'-.;r:-:T:\H
16:1
TABI.A :';.4
Analis s trnnvrrsnl
•
OLS
I dol pn d ( ~ If
atixtu.
191 11)
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 71/80
tro segundo
modelo indica que
no
hay 't.ransmisiou'
simple do
las pre
ferenrias
de
pensiones
de
las personas
muvurc.s
en
los (d",ttos dt, los
partidos de
izquierdas:
'e
pensioncs
del
nu-n-ado
=
~ l 8 . R 6 0
C
-O.076IHPCl
-UJlO
( I ; '
pcrsonas mayores
ft=2.76J
(t=-o.:n)
(1=--1.5,';)
La vurianza
explicadu
en este modele en reulidad es
nWIlO " C20 per
ciento) que en el modelo bivariable can solo el
porcentaje
de
las
perso
nas mayores, En otr as
palabras,
no
especifica Ia
relacion
existente
entre la estructuru de
edad
y los sesgos de
las pensiones privadas.
La falta de un impacto
nl'gativo
mas
fuerto
del
poder
del partido
de
la
izquierda sobre
las
pens-iones privadns
provoca una preocupa
cion teorica. La falta de un efecto
puede
que
tenga
que ver
can
la for
ma
esencialrnente
bimodal
en
la que estrin distribuidos los parses en
In variable
pensiones
privadas: en un grupo la
ratio
de las pensiones
privadas
es
muy alta (Estados
Unidos,
Canada, Suiza
y
Australia),
mientr as que, en otro, el coeficiente es muy bajo. Tenemos, pues, aqui
un caso claro donde el enfoque lineal es de utilidad limitada.
La tendencia estatalista en la provision
de
pensiones
La tendencia
estatista
ya fue
definida
antes como
una propension
a
garantizar
unos privilegios
especi ales para los funcionnr
ios. En
nuestra argumentation, cl
estat.ismo esta asociudo
al
modele conser
vador
de
los Estados
del
bicncstar
y,
por
consiguiente.
cnbrta
esperar
que
el catolicisrno y cl
absolut
ismo
estuvicr.m
rclnrionn dcs
fucrte
y
positivamente
con
un
os
niveles elevados
de estat.ismo. POl' el contra
rio, siguiendo
nuestra
teoria de la sociuldemocratizncion, el poder de
movilizacion de los
partidos
de
izquierdas
(RPC) deberia
influir
en el
estatismo en
sentido
negativo. Es diftcil vel' como la est.ructura de
edad 0 p{ desarrollo economico podriun inlluir en
un
trato especial pa
ra
los funcionarios del
Estado.
En la tabla 5.4 la
variable
dependicnte
esta definida como los gastos en pensiones de los empleados del go
bierno como un porcentaje del PlB (en 1980). Como
era
de espcrar,
las variables
dernograficas
y econornicas son de poca 0
nula
importan
cia para el
estatismo.
De acuerdo con nuestra hipotesis, Ia
relacion
existente
con el
poder
de los
partidos
de
izquierdas
es
negativa,
pero
Van"I,I,- l'UI'"I"·,,.t"· lU'
II
JCC'
..
% personas
mayorcs 0.458
o.is:
0.160 4.24
(2.06)"
PlB per
capita
-0_:IH5
RPC
/1946-80)
-0 . 060
Partido cutolicu
0,/;67
0.0:37 0.:197
1221
(:l.:)HJ
Abeolutismo
0.534
0.198 0.241 6.39
(2.53)
• R
cuadrado
ajustado.
b
Cocficicnte
t
entre
parcntesis.
1 ~ . N n I l r d l l ~ d,'
d n , , ~
,i,·j
:-:'SI1l
I
_
lambien
es
completamente
insignificante.
Puesto que tanto
los sindi
catos como los
partidos
de
izquierdas general
mente atacan los privile
gios de status especiales, podernos interpretar
csto
en el
sentido
que
los partidos
laboristas
en el gobierno
por
10 general han sido
incapa
ces
0
no
han
estado dispuestos
a
disrninuir
las
ventajas de los funcio
narros.
La Tabla 5.4 muestra, en camhio, unos efectos bastante profundos
tanto de 10
fuerza
del
partido
catolico como de los legados
fuertemen
te absolutistas. Esto es prccisamente 10 qUI' cahria esperar. La si
guiente
pregunta
es
l.qUf>
ocurre cuando se introducen al mismo tiem
po en el modulo el catolicismo y cl
absolutismo'
Una posihilidad teori
ca es que
una variable
domine a
las otras; una sogunda
posibilidad es
que
ambas se surnen independientemente par-a una explicacion total.
En el siguiente modelo, comprobamos los sumados del absolutisrno y
del catolicismo:
Estatismo ';;;
O.599C + 0.014
(Partido catolicot
+ 0.117
t
Absolut.ismo
r
(t=J.76) t=2_R4) (t=l.H:tl
EI modele aditivo combinado explica el 54
por
ciento de la
varian
za (F:8.65) y, por 10
tanto,
es
superior
a
cualquicra
de los dos mode
los
bivariables
de la
Tabla
5.4.
Sin embargo, cuando
se
introducen
1M
lJ \. :-:.\ E : ' : ) : ~ l ~ - . \ ~ ~ ) r : - L ' ; ' r . : : ' \
juntos,es evidenteque 1avariablepartidocatolicodomina ala
varia
ole
absolutismo;estaultima
ha
perdidoesencialmcnte
su
significado.
Esto
confirrna.
en terminosgenerales,nuestru
esperuda
correspou
dencia
entrelascaracteristicasdel
regimenconservador
debienostnry
l.p:, r R E ~ ~ I l : - ; D ( ) : , nu, E:'T.-\lX.l DH llli- \E;-;r.-\f\
165
TABLA5,5 Analisis trnnsvcrsnl \01.S) dl' h\ cstrnuficuciunsocial
corporutivistu cn lns pcnsioues. I ~ l i \ l
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 72/80
su
expresion
politica.
Estu
clase decorrespondenciasera confirmada
inla siguienteseccionsobreel programacorporativistaen pensioncs.
£1
corporativismo
enlaspensiones
de la seguridad
social
Como
hernos
argumentado
repetidamente,
el enfasis en las dife
renciasdestatusyen elcorporativismoha sidornuy
fuerte
en clcato
•
icismo
y enlas
politicas
de los
Estadosautoritarios.Sinembargo,
no
ieberiamosolvidarque e)
corporativismo
ocupacional
se
extendio
tambienenmuchosdelos
primerosmovimientos
obreros,
La teonude lasocialdcmocratizacionnos
lIevaria
a espernrque los
)artidos laboristastrubajaruuiuctivamenu-
parannular
Indilorcncin
1e status. Porel
contrario,
la
fuerza
del
partido
catolico
y
cl
legado
del absolutismo debe
rtnn
afectar
positivamentu al
corpor
ativismo.
Apartede la
probable
oposicionde los partidos de dcrechay catolicos,
arnbien se opondrian a los esfuerzos de un partidolaborista por la
descorporativizacion los
intereses
institucionalizadosatrincherados
en la
conservacion
de la
segregacion
de
statusy
del privilegio. Por10
anto,deberiamosesperarunefecto
negativo, aunque
no muy
fuerte,
tel RPCen elcorporativisrno.
No hay
ninguna
raz6n teoricagenuinepor la que la estruetura de
.dad
0 el desarrollo econ6mico
debieraninfluiren el corporativismo
'e
los
programas.
En la
Tabla5.5presentamosanalisis
del corporati
vismoen
los
prugramas
de pensiones,
definidos
y
medidos
igual que
en el capitulo3: numerode prograrnasde pensionesindividuales del
ectorpublicodefinidosocupacionalmcnte.Los resultados de la
Tabla
son
exactarnente como predij
irnos.
Los part idos de izquierdas
lRPC)
tienen
un
efectonegativo
aunque
insignificantesobre
elcorpo
ativismo,rnientrasqueel cfedodel
catolicismo
y, ante
todo,del
ab
olutismo
enorrne.En reulidud,el
poder
uxplirntivosolodelahsolu
tjsmo (el
porrientode la varianzu:P"" sorpn-ndcnto. AI igual quo
antes,
nefesitamos
examinarla
relationcausalrelativaqueexiste
en
'e el
llbsolutismo
y el
c a t o l i c i ~ m o
en un modt'lo multivariahh'aditi
'Of):
Corporatlvlsmo
::=
1.072
+0.014
(PartidocutOlicoJ
+ 1.054
Ahsnlutismn
t= -1.85) t=I. l ) l j ) (t.=H.H71
\' n
..bl, Lrld,·p"ndll'rLtl·
H."
"
.
.
RPC (19·1G-HOI 17R
Partidocutolicc 0.46:l
OJ)H )
O.16G
4;JH
12.09 '"
Absolutismo O . ~ 2 3 1.124 0.H43 92.04
.R
cundrudo
ujuatndo.
Coeflcicnte
t
entreparentcsis.
F t · E ~ T f . :IIThIV<> <J,. d a l ~ dd
!-iSlIl.
El modelo
confirma
queelabsolutismoconstituye la vordadcrava
riable decisiva. La vurianza cxplicadaen
este
modelo aumcnta solo
de
forma marginal,si
se compara el
modelo
bivariahle con el
absolu
tismo
(86
por
ciento;
F ~ 5 2 . 6 8
y
la
variable partido
catolico
pasa
a
ser
insignificante.
La
tendencia
de la
seguridadsocial
en laspensiones
Una tendenciade la
seguridad
socialen la cornbinaciondepensio
nesdeberia estarasociadamuyestrechamentecan la"socialdernocra
tizaci6n"del Est.adodel bienestar.
Midiendo
las
pensionesde la segu
ridadsocialcomoun porcentajedel total(privadas, publicasy de fun
cionarios), una
puntuaci6n
alta
obviarnente sig-nificani tarnbien una
exclusionde los
planesprivados,
aunqueno necesariumente del
esta
tismo del corporativisrno,
La
teorra
de la "burocracia" resulta
mas
apropiadacon respectoa
las
pensiones
de
la
seguridad
social. El razonarniento,como
1 propu
so Wilensky
(IH7f»),
S(>
bnsa
<'11
,1
supui-stn dt
queuna Vl'1. cst.ihleci
das,lasburocruciasacumularun poderes
indopcndientes y cr-ixtrrlizn
ranen unosln1.eresesorganizarionalesegoistas parasupropia
perpe
tuaci6n YfTl·('imil'nto. Por10tanto.de
acut'tdo
con la It·yd" Parkin
son, anticipariamo8 que,
cuanto
mas
antigutl
es
el
sistema (medido
comoclanoenque
se
fundal, mas
grande
Helia a
ser.
En la Tabla
5.6
examinamos
las
variables
economicas,
demograficas y
burocraticas
166
(aJST.\
E : ; I I . I t ; · A : \ [ ) E H S E ~
sabre
la
variacion
internacional
en las tendencias
de la
seguridad
so
cial.
Por
Ia
Tabla
5.6 se
ve
clarurncnte que
ni la
burocracia
ni
cI desa
rrollo econornico
influyen en las tendencies
de la
seguridad
social. Se
l.ll: r H E . ' i ~ l L · . \ I ) l l ~ l > ~ : : ~ . : - l l \ I ) ( )
<
Ill] \1'."1 \I. lti7
La irnportuncia del partido de iz.quierdas '2>\. ccnfirma.
udernas
,
cuando controlamos In variable porcentaje
de personas ruavores.
En
eI modele multivari ablc OLS ColW
prcsenunnus
a conunuucidn. In va
riable
porcentaje de personas mayores pierde signiticaci6n corupleta
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 73/80
deberia toner en
cuenta que
el
argumento
de
Wilensky para
el cfccto
de la
burocratizacion
fue
comprobado
en base a los
gastos
de la
segu
ridad
social como un
porcentaje
del P1B, no en
buse
a
nuestra
va ria
ble tendencia estructural. Sin embargo, si en su lugar cornprobamos
la
tests
junto
a
las
pensiones
de
la
seguridad
social
como
un
porcenta
je del
PIB para
1980
entre
los 18 paises
incluidos
en nuestroestudio,
cI
efecto de la
burocracia
permanece nulo.
El
envejecimiento
de la poblacion
tiene un
efecto pequefro
pero in
significante
en las
tendencias de 1a seguridad social. Esto es un poco
sorprendente si recordamos el cfecto negativo que tenia en las tenden
.ias
de
las ponsiones privadns.
Rospecto a
este punto,
ofrocimos la hi
ootesis de
que
las
personas
rnayores
eran un grupo de presion politica
a favor de la legislacion
mas que
de
la
dependencia del
mercado.
La
ariable RPC sola, explica el 47 por
ciento
de la varianza.
Esto
es con
' istente
con nuestra idea de que los partidos Iaboristas
trabajaran
con
energia para
dar solidez a los
derechos
de los
ciudadanos y
para
dismi
.iuir la
dependencia
de la
provision
privada.
-,
i
TABLA 5.6 Analilils
transvorsnl
lOtS) de In tenrh-ncin de In scguridcd
social e-n la cornhinacion
<11
peusrones , 19H()
,
l { ' ~
V.lrlt\b\t' ""Iq."·"U,,,nh·
n r
- _.
Il_ personas mayo
res
0.443 I.8l 2 0.146
390
( 1.98)"
PIB per capita
0.050
Rurocraeia
-0.078
RPC , 1946-80 I
0.706 0.488 0.·168
1 ~ . ~ ) 1
(3.99)
Partido cat.6lico
-0.164
Absolutismo
-0.150
• R
cuudrndo
ajustado.
Coeficienlc
t
entre parenl<>sis.
t'l:CN"n.
un hum d
,wlu
.•l id sS n
J
mente,
confirmando
<lsi iu firmr-z» de la cxplic.rcion d(']
RPC.
La vn
rianza total explicada c
el 43
poreiento
(F=7.'>O'.
10 que es inferior "I
modelo simple
bivariahle del y
de la tendcncia M la
seguridad
social.
Tendencia
OP
lu
s.socia
l
""
63.750 C -to.S08r RPC) -0.1.'1.11
r.;
personas
rnavorcs
(\=;).541 It::::l.It2l It,,,
-H.IH5l
Nuestras
predicciones
se
mantienen respecto a la influencia
de
las
variables pohticas: en realidad. la unica fuerza identificadora que
hay
detras de
las
tcndcncias de
In
spguridad
sociul
In
de
los part.idos
la
buristas
PH
ul poder.
LII.
~ ; S T R U C T U I { I I . C I O N
LOS ESTII.DOS DEL lllio:NI·:STII.H
Habiendo examinado los mecanisrnos
causales
que hay detras de
los Estados del bicnestar en re lacion a
su
tamano
y
de
las
pensiones
en relacion a sus tendencias estructurales,
procederemos
ahora a las
cxplicaciones
de
las diferencias
estructurales en
Estados
del bie
nestar de
una forma mas ~ e n e r a l .
En est.a scccidn
nos conccnt rare
mos en tres curacterfsticas que
han
sido centrales todas ellus en la
historia de la politica social de 10:-; movimientu» obreros. En primer lu
gar examinaremos In irnportancia relativa de 1< 1 ayuda a los pobres
con
comprobacicn
de
medius
de vida, rasgo este que {'S especialrnente
caracteristicn del regimen residua'
y
liberal rip! Estado del bienestar
y
al
que
se han opuesto
siernpro
de
forma [ l ~ l g i c a
los
trabajadorcs.
Por eso, el poder de la izquierda deberia ayudnr a mar-ginar la
ayuda
a los pobres. Posteriormente analizaremos Ia desmercantilizacion y el
comportamiento
del
pleno empleo,
puestc que ambos
representan
Jas
piedras augulares del Estado
del bienestar
socialdemocrata .
La
importancia de la
comprobaci6n
de los medio d vida
A 1a antigua tradici6n de la ayuda a los pobres se opusieron los
movimientos de los trabajadon's, porque
comhatian por
unos dere·
chos
solidos para los
ciudadwlos y porque
In
comprobacion
de me
dios de vida
tendia
a estigmatizar y a dividir socialmente a
la
pobla
168
G O ~ 1 A r ~ S P I N { A N D E H . s ~ : N
cion. Entre los 18 paises estudiados, la
tradicion
de 1a ayuda a los
pobres
ha
sido eliminada casi totalmente en los paises nordicos do
rninados por la socialdemocracia; es todavia
bastante importante
en
paises como Estados Unidos y
Canada
y esta presente de forma mo
[.(1:-;
T H E ~
~ 1 l \ I l O ~
nEL
I - : ~ T \ ] O
IWI l\lF\F. l .\t\
ltm
pita
permanecen
tan poderosos como siernpr e: conjuntamente,
las
dos
variables
explican ahora cl 72 por ciento de /a varianza (F = 22.381.
Ayudn 11
los
pobros 00: -
fUJ2:lC ---0.221
l
HPC
1+
1.1';10(PIB
pr-r
capu.r I
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 74/80
derada
en
los parses de Ia
Europa continental.
La relativa import.an
cia
de los
subsidios
de
asistencia
con cornprobacion de medios de
vida
en el
total
de los gastos de la seguridad social
constituye
una medida
muy
apropiada
de la estructuracion del Estado del bienestar
porque
destaca
los principios
expresados en
la politica social
liberal
tradicio
nal.
En la Tabla 5.7 presentamos el analisis de las tendencias de la
ayuda a los pobres en base a datos de 1977. Claramente s610 hay dos
variables de alguna importancia estadistica: el PIB per capita, que
sorprendentemente esta
relacionado
con la ayuda a los
pobres
de
una forma positiva y
significativa
y el RPC que, como ya predijimos,
tiene
un efecto
fuerte
y
negative.
La fuerza del partido catolico y del
absolutismo. asi
como cl
porccntaje
de
las
personas rnayorcs,
son
in
significantes
(aunque los
signos
apuntan hacia 1a direcci6n espera
da),
A la luz del
fuerte poder
explicativo del PIB
per capita,
deberia
mos introducirlo como una variable de control con el RPC. En el rno
delo que se presenta a continuacion, tanto el RPC como el PIB per ca
-
TABLA 5.7 Anali (is
trnns
ersnl (OLSI d.. In uyudn II los
pobros
ron
comprobacion de
medics
de vida en el
Estudo
del
bieneatar,
1977
Varuthle md"l."·ndlt'nl.c
B
ttl"
F
PIB
per capita
0.580 I.R60
0.295
R.12
12.R51
personas
mayores
· ~ R O
RPC 11946·801 -0.652
-0.224
O.3H )
II.S:I
\-:3.441
Partido
CBt61iCO
0.118
Abaol utiemo
-{).063
• R
cuadrado
ajustado
- Coeficiente t
entre
parenteais.
t'U&NTE•• eehrvc de dal.olldel 8SlM
(too: -LXi i )
I t= 4 .97 l
ll;-;·1.40l
EI fuerte efecto lineal, aditivo del PIB per capita sobre
la
tenden
cia de la
ayuda
a los pobres; se
interpretu
mejor como espurio: los
mismos
paises que puntuan mas alto
en el PIB
per capita (Estados
Unidos y Canada)
tambien
puntuan 10
mas
alto en la ayuda a los po
bres. De hecho, esta conclusion esta
confirmada
por
una
inspeccion de
los
valores residuales.
Lo
que
es important es que el modelo confir
rna nuestro urgumento sobre la centralidad del
poder
de los
partidos
de izquierdas para la "socialdemocratizacion''. EI RPC es claramente
decisive para restringir la orientacion favorable a lu ccmprobacion de
medios de vida en los Estados del hienestar.
La
desmercantdlizacion en el Estado
del
bienestar
Nuestra
medida de la
dcsrnercant.ilizacion
se deriva del in dice
compuesto
desarrollado
en
el
capitulo
2. La
variable trata
de
medir
el
grado
de
capacidad
de los programas sociales para liberar a los traba
jadores de
las
restric ciones del flujo monetario.
Evidentemente, cabrta esperar que el
poder
politico de la izquier
da tuviera un efecto
fuerte
y positive sobn- /a desrnercantilizacion; si
no
es
asi, gran parte de todo
nuestro
marco teorico se viene abajo. EI
cfecto del RPC
deberta
permunecer
fuerte tumbien cuando
se est.a
controlando
el
desarrollo
econornico.
Esto
cs
importante, porque
la
meta de la
desmercantilizacion
debe
ria pcrscguirsc
incluso bajo con
diciones rnacroeconomicas udversas.
Nuestra
interpretacion
de la politica
conservadora
nos lleva a es
perar que
su influencia
sabre
ia
desmercantilizaci6n sea ligeramente
mas
positiva
que negativa. Evidentemenlc, la oposicion mas fuerte
deberia
provenir
del liberalismo, para el que dosgraciadamcnte no te
nemos ninguna medida que no sea arnbigua: como alternativa, en [a
Tabla 5.8 incluimos la ayuda a los pobres como un
sustituto
del libe
ralismo,
La
Tabla
5.8 muestra
que
solo dos explicaciones son significativas
en una relacion bivariablc: el RPC,
tal
como
esperabarnos,
esta rela
cionado de
una
forma
fucrte y
significative eon la
desmercantilizacion
----€xplicael 43 por cien to de la
varianza;
el porcentaje de la gente
ma
170
171
· ~ · T
[ S P I ~ G - A . . . D E R . - ; ~ : ~
TABLA 5.8 Analisis
transversal
(OLS) de In desmercantilizacron en el
Eetado
del bienestar, 1980
LOS'[R£S
~ 1 : l 1 ~ l J U S
DEL tSTADO ut. BIE:\£ST:\.R
Evidentemente, el porcentaje de
las
personas mayores no solo se
transmite
por medio del RPC (la correlacion de
orden
cero
entre
los
dos es 0.663, 10 que puede
ayudar
a explicar el pobre comportamiento
de las dos variables en el rnodelo), pero tarnpoco se explica de una for
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 75/80
K2"
Ylolriable mdependrente
PIB
per capita
Il'
personas mayorea
-0 .026
0.672 2.173
0.417 13.18
(3.63)b
RPC
0.681 0.371
0.430.
13.81
(3.721
Partido
cat61ico
0.161
Absolutismo
0.284
Ayuda a 108 pobres
-0.412 -0.654
0.118
3.27
-1.811
• H
cuadrado
ajuatudo.
b Coeficiente t entre parenteeie.
FuENTW urchrvo -I,·dutos d,·1':SIR
yor en la poblacion tiene un impacto casi igualmente fuerte.
La
varia
ble PIB es completamente insignificante y no
cambia absolutamente
nada cuando se la introduce junto con la variable RPC.
La ayuda a los pobres como sustituto del poder politico liberal, co
mo penaabamos, esta correlacionada negativamente con la desrner
cantilizacion, pero no alcanza significacion. Por
10
tarito, la compro
bacion
mas apropiada
es si el fuerte
comportamiento
de la
variable
porcentaje de personas mayores se debe al hecho de que tiene un po
der
explicativo independiente
)
si su l'fl'eto
esta mediatizado por
el
RPC.
EI modelo que viene a continuacion sugiere que 10 primero es 10
cierto, puesto que
ambas
variables retienen (en
igual
grado) su res
pectivo
status
frente a la desmercantilizacion;
sin embargo,
arnbas
pierden considerablemente
en relacion a la significacion
estadistica.
La varianza total explicada en este modelo es 49 por ciento (F=9.18),
es decir, apenas
mas
que cualquiera de los dos modelos
bivariables
con el RPC y el porcentaje de
las personas
mayores
respectivamente.
Desmercantilizaci6n = 7.898C + 0.229 <RPC) + 1.275 ( personas rnayorea)
t =
0.921
t =
1.81)
t =
1.711
ma mejor la desmercantilizacion por medio del efecto aditivo de
las
dos variables.
A pesar de todo, nuestros resultados
prestan
un soporte sustancial
a la teori subyacente de que la desmercantilizacion es un objetivo irn
portante, cuando no central,
que esta detras
del proceso del poder de
rnovilizacion de la clase obrera. La falta de cualquier influencia de las
variables econornicas sugiere que la tesis del "industrialisrno" tiene po
ca validez.
Por otra
parte, puesto
que evidentemente hay que tener
en
cuenta las
fuerzas dernograficas, no podernos
descartar por
completo el
punto de vista funcional de la evolucion del Estado del bienestar.
EI comportamiento
del pleno
empleo
EI pieno empleo no es solo un bien que beneficia a los propios asa
lariados. La opinion de Kalecki
943)
de
que
el pIeno empleo sosteni
do
inclinaria
de forma significativa
la balanza
del poder a favor de
las
clases
trabajadoras,
probablemente seria compartida por todos los
movimientos obreros. Su fuerza proviene
sustancialmente
de un mer
cado de
trabajo
tenso.
En muchos parses, el cornprorniso publico con el pleno empleo fue
proclamado e incluso se introdujo en la constitucion, con posteriori
dad a la
Segunda Guerra
Mundia .
Sin
embargo, el compromiso se ga
rantizo de forma
irregular
y se aplico de forma
aun mas irregular. Ha
variado desde una garantia constitucional, como en Noruega,
hasta
una
estrategia
general anticiclica keynesiana, como en Alemania en
tre
1967 y HJ74, y a un papel
gubernarneutal
practicarnente pasivo,
como en Dinamarca hasta 1958, en Alemania
antes
de 1967 y en
Estados
Unidos a
10
largo de la
mayor parte
de la epoca de la postgue
rra.
Douglas Hibbs
977 ) ha
rnostrado
que
el poder politico de la iz
qnierda favorece el plene empleo por encima de la estabilidad de los
precios, EI defecto de su por
otra
parte sofisticado estudio es
que
los
datos
cubren
un
numero
limitado de parses y
s610
durante las
decadas
de crecimiento. La
tarea
del
mantenimiento
del pleno empleo
despues
de 1973 es probable
que
requiera verdaderamente una mayor movili
zacion del poder.
Las
politicas activas de empleo deben
ser
financia
das y
requieren una
solidaridad financiera
entre
los empleados.
1 ; 2
GOST.)
E S P I ~ G - . o \ . . D E R . E ~
Muchos paises respondieron al desempleo posterior a 1973 con
-rogramas que
estaban
disenados
para
reducir la
oferta
de manu de
obra, incluyendo la jubilacion
anticipada,
el regreso de trabajadores
extranjeros
y animando a
las
mujeres a que volvieran a
quedarse
en
LOSTR S ~ U ~ ~ DEL STADODEL Hn::\f:STAR
173
---l
TABLA 5.9 Analisis transversal [OLSI del comport.auuento del
plena
empleo, 1959-1983
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 76/80
asa
ocupandose de la familia. Obviamente, esta es una
version
rnu
-ho mas suave de Ia obligacion del compromiso del pleno empleo y tie
ne poco
que
ver con niveles maxirnos de ocupaci6n.
Los siguientes
analisis
tratan de controlar las diferencias de
la
-ferta
de
trabajo en
los
distintos
parses.
La
medida
es
la
tasa
media
de desempleo a
largo
plazo (de acuerdo con la definicion estandariza
.ra de la OCDE), ponderada por el nivel de participacion de la
fuerza
Ie trabajo. Los
paises
con unas tasas de participacion
bajas
son asi
"castigados", mientras que los paises que
han
producido una
expan
sion son "recompensados". De esta
manera,
el indice capta no s610 el
lesempleo, sino tambien el comportamiento en relacion a la creacion
'ie puestos de
trabajo.
Evidentementc, en el un.ilisis del cornportamiento del plene em
"leo
la
variable
economica
relevante
es la tasa media del
creeimiento
'eal del PIB.
Puesto que
nuestro razonamiento sostiene que un
Estado
del
bienestar residual
es
mucho
menos probable
que este
com
prometido con el pleno empleo, introducimos en los modelos la
varia
rle
ayuda
a los pobres;
vease Tabla
5.9.
Ej que el
poder
de la
izquierda
sea una precondicion importante
pa r
e l pleno empleo
se desprende claramente de la Tabla 5.9. EI
,lPC explica casi el 27 por ciento de la varianza. Una
relacion
simi
lar,
pero menos
significativa,
surge cuando
correlacionarnos el des
empleo (1978-83) con el
RPC
la currelucion de orden cero es
-O.:J84.
La tabla
tarnbien
revela
que las
tasas del
crecimiento
econornico no
.ienen influencia en el comportamiento del plcno empleo, sea cual
fuere. Esto anade
evidencia
al argumento de
que
el
comportamien
to del
pleno
empleo es, con mucho, una cuestion de
volun
tad politi
.;a.
La hipotesis "politica" gana un apoyo adicional con el efecto nega
tivo signifieativo
que
la ayuda a los pobres y la
fuerza
del partido ca
tolico tienen sobre el
comportamiento
del plene empleo.
En
el primer
caso, el papel de la ayuda a los pobres (como un sustituto del libera
lismo 0 como bienestar social residualistai se esperaba que fuera ne
gativo, porque un
distintivo
de la ideologia del
laissez faire
es evitar
interferencias en el
mercado
de trabajo.
En el
ultimo
caso, el efecto negativo se puede decir
que
refleja un
rasgo distintivo de Ia politica social del catolicisrno: una
buena
volun-
VlIrIIlhlt· mdependienu-
r
R:. ·
"
Crecimiento del PlB
• 0.160
RPC 0.557
5.880 0.267 7.18
12.68)
Partido catolico
-0 .448
-3.806
0.150
4.01
1-2.00)
Absolutismo
0.014
Ayuda a los pobres
-0.492
-15.137
0195
5.11
1-2.26)
EI indice de pleno empleo
=
nivel de desempleo medic 1959·7R mas el ni
vel de desempleo medio 197R-R3, multiplicado J)(lr
f1
ratio de inactives en
18 poblacion de 15 D 64
81105
de edad. Observes » qur-el indico eata inver
tido de manera que un signo positive indica un buen comportamiento,
• R cuadrudo ajuatado.
b
Coeficiente
t
entre perentesis.
FlJ.;NTF.:archive de dlll.o8 del ssm
tad
para
subvencionar el bienestar de la familia, peru no
para
garan
tizar el empleo.
Para identificar
el
poder
explicativo del RPC en relacion a las fuer
zas pohticas
rivales, homos
puesto
dos modelos
distintos: uno
en el
que
controlamos
la variable ayuda a los pobres: y
un
segundo en el
que
controlamos la
fuerza
del partido catolico.
Pleno empleo =
-293.015
C = 4.337 (RPC) - 6.909 (ayuda a los pobres)
It =
-3.351
It = 1.48) (t=
-0 .81)
Este modelo solo explica el 25 por ciento de la varianza
(F=3.84)
y,
aunque
reduce el significado del RPC y
elimina
la inOuencia de la ayu
da a los pobres, se
puede
descartar. EI modelo se comporta
mas
pobre
mente que
la regresion bivariable con solo el RPC. En el segundo rno
delo (mas abajo), el efecto combinado del calolicismo y el RPC aporta
una explicacion
mas contundente.
La
varianza
explicada aumenta has
ta un
40 por
ciento
(F=6.64)
y el efecto negativo de los partidos catoli
cos domina
claramente
al efecto positivo del RPC en el pleno empleo.
--l
174
O ~ T E ~ P I N < ; A N n E H S E N
Plena empleo = -253.100 C + 3.6Hl (RPCJ - 1.860 (partido catolicor
It = -4.14) It = 1.64} It= -2.13}
uis Tf(ES f o l l : ~ I l I l :
[ l ~ L
EST:\lKl nu. I:lESESl'.\H.
17;')
TABLA. 5.10 Analisis transversal fOLSJ del crecimir-nco del empleo pu
blico (promedioa
anuales,
1970-1980)
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 77/80
Podemos
interpretar
en el sentido de que, en conjunto, la moviliza
cion del poder de la
izquierda
es
menos
efectiva para
mantener
el ple
no empleo
cuando
compite con un
fuerte partido
cat6lico/cristianode
mocrata.
Los eompromisos del pleno empleo
EI mantenimiento del pIeno empleo, como
sugicre
el bajo porcentaje
de la
varianza
explicada,
obviamente
depende de
una variedad
de fac
tores, tanto
dentro
como
fuera
del control de los partidos de izquierdas.
La vulnerabilidad
internacional
de un pais puede ser tan grande
que
una
gran conrnocion
(como la de los afios 1970) puede
producir
unos ni
veles de desempleo masivo
que
ni
siquiera
los mejores esfuerzos logra
ran corregir. No
obstante,
los
partidos
de
izquierdas pueden
aportar
sus mejores esfuerzos y es eso 1 que vamos a
considerar
ahora.
En una
economia de mercado, los gobiernos de
izquierda recurren
a una
serie
de pol iticas con
las que
contrarrestar los ciclos economicos
y el desempleo. Entre
las
mas importantes estan las politicas activas
de
fuerza
de
trabajo
(reciclaje profesional, movilidad
laboral
y empleo
protegido) y el
crecimiento
del empleo del sec tor publico.
No es facil evaluar el efecto de la movilizacion del poder de la iz
quierda sabre los
prograrnas
activos de desarrollo de la mano de
obra.
Utilizando
los
gastos
en
tales programas
(excluyendo, por
supuesto,
el
gasto
en subsidios de desempleo), debemos limitar nuestro analisis a
15 paises. Hernos hecho la r ogresion de los
gastos
del programa activo
de mana de obra como
un
porcentaje del PIB para 1975 sobre el RPC
y el
resultado indica
un
fuerte
efecto significativo: la
corralacion
de
orden
cero es 0.695 y el RPC explica el 44 por ciento de la
varianza.
Volviendo al em pIeo publico como una estrategia alternativa, he
mos calculado la tasa media de crecimiento del empleo publico
desde
1970 a 1980 para los 18
paises.
EI
an a
lisis
que
se presenta en la
Tabla 5.10 indica que la
capacidad
de los
paises
para
incrementar
el
empleo publico no es una funcion ni de la
riqueza
(PIB per
capita),
ni
del crecimiento del
PIB, sino
casi
unicamente
del
poder
de moviliza
ci6n de la
izquierda
(RPC).
En resumen,
parece
que nos enfrentamos a un escenario en el que
el poder de la izquierda ha sido apto para desarrollar politicas para
VUrluhlc mdependsentc
R:t° r
PIB per capita
-0.152
Crecimiento del PIB
-0 .259
RPC
0.748
0.109 0.532 20.33
14.51l
Partido cat61ico
--om8
Absolutismo -0.009
• R cuadrudo ejustado.
b Coeficiente t entre
parentesis.
F U r N T ~
archlvo de datos del 881B
estimular el
crecimiento
del empleo y alejar el desempleo, pero ha si
do mucho
menos capaz
de
asegurar realmente
el pleno
empleo
a
largo
plazo. La
cuesti6n que
se presenta
es, pues,
si
las
variaciones del
comportamiento
del pleno empleo pueden
explicarse por
las politicas
de
mercado
de trabajo de los partidos de
izquierdas.
Para examinar
esta
cuestion
presentamos seguidamente
un modelo de
regresion
adi
tiva
con el RPC y la tasa del
crecimiento
del em pIeo publico,
desde
1970 a 1980.
Pleno empleo
e
-330.011 C + 8.360 (RPC) + 22.618 (crecimiento del empleo publico)
It;: -6 .76) t
2.53) t = l.OO)
EI modelo explica el 27
por ciento
de la
varianza
CF=4.09),
pero
muestra
que
la
politica de aumento del empleo publico no tiene efecto
independiente
en el
comportamiento
del
empleo,
LAEXPLICACION DE LOS REGtMENES DEL ESTADO DEL BIENESTAR
Hemos
Ilegado ahora al punto en el
que
podemos
comprobar
el
impacto
de las variables politicas
sobre las
dimensiones de
la
estrati
ficacion de los
diferentes regimenes
del
Estado
del bienestar
que
se
identificaron
en el
capitulo
3.
1:6
\;\ \:-T \ r ~ l l : t ; - . - \ : - :
[ l U ; ; ~ : :
EI regimen
eonservador
del Estado del biencstar
En el
capitulo
3 el
regime
..
conservador fue
iden
tificado
como
ur.-; 1 U : ~
~ H \ D O : - i
nEI. E:-iTA )(1 FI I \ l E \ ~ S L \ 1 I
177
izquierdas han sido incuparos de alterar de un modo
fundamental
el
corporativismo y el estat.ismo que heredan
cuando alcanzan
cl poder.
Esto, al mcnos, es
consistente
con los
analisis
previos
(Esping-Ander
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 78/80
aquel
en el que
destacaban particularrnente
la orgunizacion corpora
tivista
y el
estatisrno. Habiamos argumentado que
la
fuerza
del
parti
do catolico y una
historia
de
fuerte absolutisrno
y de un concepto de
Estado
autoritario eran
sus
principales vectores,
micntrns
que
el po
der
de la
izquierda
tendria un
efecto negalivo.
En un
estudio sobre
las dimensiones
de la
estratificacion
de los
Estados
del
bienestar,
pa
rece
que
no existe ninguna razon pOT
Ia
que las
variables
econnmicas
y dernograficas
deberian desernpenar algun
papel, por 10
que han
sido
ornitidas en nuestros analisis. La variable dependiente
de la
Tabla
5.11 es el indice de los
atributns conservadores
de estratificacion
que
se
desarrollaron
en el capitulo 3.
Puesto que las
caracterfsticas
del
regimen conservador
que
esta
mos examinando
estaban
considerahlemente
institucionalizudas
en
una
primera
epoca
(generalmente
con
esfuerzos para debilitar
al rno
vimiento obrero), tarnbien se habrfan introducido como elementos es
tructurales
de la sociedad con poderosos
intereses
preocupados
por su
conservacion,
Por
10
tanto,
no es
sorprendente
que el efecto del
RPC,
aunque
es
negativo
como
habfamos
anticipado, 'sea pequen o
e
insigni
ficante. Podemos
interpretar esto
en el
sentido
de
que los
partidos
de
-. -- -- -
----
.. -
TABLA 1).11
Analisis
transversal IOLS) del regimen de eet.rntiflcncion
del Estudc del bioncstar conservndor. 1980
V rvwl,·
mdep-ndu-nrr- r Il H2' f-
RPC -0.149
Purudo cutolico
O.fiOH
0.111 o.:J:n I.Il0
CUI7)
Absolutismo
0.705 0.859 0.4 56 15.81
13.98)
• R
cuadradc ajustado.
h
Coeficiente
t entre
parenteais.
}'I't:l'ln;'
, , ~ h i H >
de d l l l o ~ del S: ,1B
._---
sen y Korpi, 1984).
Sin
embargo,
los
atributos
de
la
estratificacion
conservadora estan
muy
relacionados
tanto
con -la
fuerza
del
partido
catolicc como con el
absolutismo,
Esto
es
exactamente 10 que hubria
predicho
nuestra teoria
de conjunto. Empero, no
hay
razon
para creer que estas
dos fuerzas
po
Iiticas
sean
intercambiables;
es
cierto que
los
partidos
catolicos
fuertes
tienden
a
estar presentee
en pafses con
una
prolongada
herencia
fuer
ternente
autoritaria y o absolutista,
pero
esto
no es del todo cierto; el
absolutismo era muy
debil en
Irlanda
y
en Holanda.
Un examen mas atento
de la
relativa
influencia de las
dos
varia
bles
est'; justificado,
porque sus
principios
de politica social
divergian
hasta
un
cierto
punto,
Mientras que
la politica social
absolutista-au
toritaria
acentuaba
la posicion
central
del
Estado,
el principio
subsi
diario
del catolicismo
ha insistido siempre en que las organizaciones
privadas (principalmente
la
Iglesia)
se
destaquen en
los
servicios
so
ciales.
Haciendo un esfuerzo
por aislar la
importancia relativa
de los
dos, presentarnos dos modelos, uno
en
el
que
la
fuerza del partido
ca
tolico y del
absolutismo
se
han introducido sirnultaneamente
y
otro
en
el
que comprobamos
el efecto de
interaccion entre
los dos.
Regimen conservador = -0.069C + 0.071 (partido catolico: + 0_670 (absclutismot
I t :
-0.07)
I t :
2.26)
It 319)
EI modelo aditivo explica el 57 por ciento de la
varianza
(F
=
12.47)
y, por
10 tanto,
es
superior
a cualquiera de los modelos bivariables de la
Tabla
5.11.
Tanto
el catolicismo como el
absolutismo
aparecen signifi
cativos y ambos
aportan su
contribucion
independientemente
del otro.
La
adicion de
un
terrnino de interaccion
(absolutismo
x fuerza del
par
tido catolico) debilita el significado de
las variables,
no
anade nada
al
poder
explicative del modelo y, en
cualquier
caso, no se
puede
demos
trar
la
intluencia interactiva
de los dos. La
considerable disminucion en
el signifiado se puede
atribuir
en
parte
a la sobr ecarga del modelo. AI
comprobar el modelo de regresion con
tres
variables independientes en
una muestra
de s610 18, el terrnino
de
error
Ilega a
ser
muy grande
.
Reg. conserv.
=
0.426 C
+
0.035 tp. catclico)
+
0.475 (abscl.)
+
0.005 (p. cat6lico x ah801.J
I t : 0.40) 1'= 0.771
t :
1.741
t : 1.1])
179
8
j ~ S T A . ESI'I-SU-.,,"-"1DEH.'"it:r-.:
En resumen, concluimos con que nuestra
mejor
estimacionunica
de los regimenesconservadoreses la intluenciacombinada
aditiva
del
..toJi cismo y del
absolutismo.
LOS TRES MUNIJOS DI:!:L ESTADO BIl::NESTAH
I
I
TABLA 5.12
Analisia
transversal (OLS) del
regimen
de
estratificacion
del
Eatado
del
bienestar
liberal, 1980
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 79/80
,;'1 regimenliberal
En relacion
a la
eatratificacion,identificamos
el
liberalismo
con la
.
-iportanciaconferida
a la comprobacion de
medios
de
vida
y con la
nependencia
del
mercado
privado.
Como
se
ha
indicado, no podemos
~ . s a r r o l l s r unamedida
directa
de
las
fuerzas politicas dell issez { i-
liberaly el
uso
de la variable
ayuda
a los
pobres
como un
sustituto,
""roo en los
analisisanteriores,
estaexcluido obviamente,porqueen
era
como
unaparte
de
la
definicion de
la variabledependiente.
Comoconsecuencia
de
esto,
nuestro
test
del
regimen delEstado
' ,I bienestar
social
liberalpuede
hacer
poco
masquecomprobarla
validez de la
hipotesis
de la "socialdemocratizacion", cs decir, el
grado
-
el
que
la movilizacion del
poder
de la
izquierda tiene
como
resulta
, unareduccion de los
atributos
del
Estado
del
bienestar
liberal.
La
Tabla
5.12 indica
que
solo dos
variablesdesernpenan un papel
nnportarite
al
explicar
el
grade
de
estratificacionliberal:
el
RPC
y el
:B
percapita
(19801.
Mientras
cabnaesperar
que
el RPC tuvieraun
. recto
fuerte
y
negative
sobreelliberalismo,
el efecto
positivedelPIB
nercapita
probablemente
va a
serconsideradoespurio:
como
ya
se
ha
,.•dicado, el
regimenliberal
es
mas probableque
se
encuentreen
los
usesmas
ricos (por
ejemplo,EstadosUnidos,Canada
y
Australia).
EI efecto
negativo
de la movilizacion de la
izquierda(RPCl
es
mu
\ .dO mas
poderoso
queen
el caso de la
estratificaci6nconservadora
de
.iestro analisis.
Contra
el liberalisrno, el RPC
explica
el 52
porciento
la
varianza,indicsndo
queel poder
de
movilizacion de la
izquierda
es
potencialmente mucho
mas efectivo para
erradicarelementos
de
.otratificacion liberales
queconservadores.
De nuevo, esto es 10 que
briaesperar.
Los
paises
"absolutistas"
generalmenteintrodujeron
Jq
politica social
muchoantesque
los
liberales;
como
consecuencia
de
~ d t o ,
es
probableque
los principios
conservadores
se
institucionalicen
_
una forma mas poderosa
y se
inmunicen
contra
el cambio.
Por
el
,
ntrario,
los
paises"liberates"
fueron
mastardios
e
hicieronunas
re
tormassocialesmasdebiles
y,
muchas
veces,
dejaronun gran
vacio
de
•_5islacion social cuandolos
partidos laboristassurgieron
como fuer
s poderosas.
Por
eso, en
tales
casos la
izquierda habriaterudo
sus
Ioncialmente
mayor
capacidadde accion para
alinear
la evolucion
del
...
stado
del
bienestar
con susprincipios particulares.
Vanablemdependlent.e
r
B
.
,
PIB per
capita
<1.524 1.326
0.230 6.07
(2.46)1'
RPC
---<l.738 ---<l.200
0.517 19.16
(-4.38)
Partidocatolico
0.100
Absolutismo
0.000
• R
cuadradoajustado.
b Coeficiente t
entre
parentesis.
Ptn:NTE: .l!orehlVo de daW8 del ssm.
En
el modelo
quepresentarnos
a
continuacion,
la
influencia
nega
tiva
delRPC
tarnbiensigue
siendo
decisiva
cuandocontrolamos
la va
riablePlB.
EI modelo ex plica el 78 por
cientode
lavarianza (F
=
31.41), y
por1 tanto,es superior
a
cualquiera
de los dos
tests
bivaria
bles de la
Tabla
5.12.
Regimen
liberal
=
-2.304C
- 0.198 (RPCI + 1 295
(PIB/capital
(I = 0.901 (I =
--6.44)
(I = 4.52)
Por
consiguiente,
podemos
ofrecerdos
conclusiones:
que
la expli
cacion
masconvincente
de los
"regimenes"
liberales
es
el
impacto
ne
gstivo
del
PlB
y
que
la combinacion del
RPC
y el
PlBper
capita
es el
mejor
modelo,
pero
es
dificil
de interpretar
bajo
el
punto
de
vista
de
la
ambiguedadteoricadelPlBpercapita.
EI regimensocialists
Para
el regimen
socialista,
el universalismoy la igualdadsonlos
principios
impulsores de lasolidaridad
del
Estado
del
bienestar .
Evidentemente,
nuestra
hip6tesis
es
que
el gradode "socialisrno" de
pende
de
la fuerza de rnovilizacion del
partido
de
izquierdas
(RPCjy
que
el
absolutismo
y el catolicismo
sonsus
"enemigos"
naturales
.
180
181
COSTA
ESI'INl.;-ANlJEH:SEr-.i
Esto
es tarnbien 10que sugiere la
Tabla
5.1:3. EI
RPC
cs la variable
mas importante,
y
explica mas del
45
por ciento
de
la
varianza. EI po
der del absolutismo
y
del
partido cat61ico
son insignificantes, pero
muestran los signos negatives esperados. Por 10 tanto, la conclusion
L O S , [ , I { ~ S . l l · N I J ) S 01 :1. EST:\llU lllE\ESI'.\H
En segundo lugar,
cuando
empezamos a identificar las
diferencias
estructurales
en
los
Estados
del bienestar es
cuando las relaciones
del
poder politico adquieren capacidad explicativa. Hemos encontrado
que
este es el
caso
de los sistemas de
jubilacion
y ta m bien el de otros
7/25/2019 Esping-Andersen - Los Tres Mundos
http://slidepdf.com/reader/full/esping-andersen-los-tres-mundos 80/80
I
mas sencilla
es que el poder de los partidos de
izquierdas
es una
pre
condici6n
para el desarrollo del regimen
socialista,
~ T L ~ ~ n a h S tr:nsverSnl(OLSI
del regimen de
eatrut.ificacicn
del Eetado de
breneatar
socialista. 1980
VlInabl(· lndep ·nd,( nl.,
B
R2" F
p[8 per capita
0.0:16
RPC
0.698
0.115
0 455
15.22
(3.901"
Partido catclico
-0.384
Absolutismo
-0.359
•
R
cuadrado
ejuetado.
L
b
Coeficiente t entre
parentesis.
Ilrd llVD
de
dill .
dr-l '"\$ B
CONCLUSI N
J avanzar por las diversas et apas
de
nuestro analisis, hem
os
tra
tado de identificar el impacto de las variables politicas sobre las ca
racteristicas de]
Estado
de] bienestar. Los
resultados
permiten man
tener
c6modamente nuestro argumento
te6rico
subyacente;
hasta
este
pu n to, se
pueden resumir
de
la siguiente forma,
En primer lugar, cuando examinamos los rasgos no estructurales
de la
politica
social, la
influencia
de la politica y del poder permanece
marginal,
mientras que las variables
econ6micas
y, sobre todo, las de
mograficas
desempeiian
un
papel primordial. Esto es consistente
con
el argumento de que la provisi6n social (y/o privada) surgira a la par
que el desarrollo econ6mico y el
envejecimiento
de la poblaci6n. Esto
sugiere
tambien que el gasto social
por
si mismo no
estuvo nunca
en
el
centro
del conflicto politico
crucial.
rasgos
mas generales del
Estado
del bienestur,
tales
como el nivel de
desmercantilizaci6n,
el
compromiso
con el
pleno empleo
y el
residua
lismo. Respecto de estas cuestiones entra en juego la interacci6n
del
poder de movilizaci6n de la clase obrera, 1 catolicismo y la tradici6n
estatista.
Los
analisis
deja"
pocas
dudas
respecto
a
que
el
poder
de
los partidos de izquierdas es decisive para la desmercantilizacion, pa-
ra
los
esfuerzos
en favo r del pie no empleo y para la democratizaci6n
social general. Tarnbien es evidente que los partidos cat61icos y un le
gado hist6rico
de estatalismo autoritario influyen en
las tendencias
corporativistas y estatistas.
En tercer lugar, hemos podido identificar una
correspnndencia
bastante clara entre los regimenes del Estado del bienestar y las fuer
zas
politicas,
Los principios
conservadores r p
estratificaci6n
estan
ex-
plicados
de manera
decisiva por
la presencia de la
fuerza
de los
parti
dos cat61icos y
por
la historia del absolutismo; la estratificacion socia
lista
depcndc a su
vez
de una
sociuldcrnocruciu
fuerte. Y finalmente .
los movimientos obreros fuertes aparecen como una buena garantia
contra la
estratificaci6n del
Estado
del bienestar
liberal.
La escasez de datos y las restr-icciones metodol6gicas han limitado,
no obstante, el grado en que
nuestros analisis
podrian seguir
las
pres
cripciones de
nuestra
teoria. Nuestra capacidad para
considerar
el
impacto
del
poder en
terrninos relacionales se ha
limitado a los
anali
sis del impacto combinado de la izquierda y del poder cat6lico y del
absolutismo como un reflejo de la bistoria de la construcci6n
del
Estado
en
cad
a
pais.
Lo
que
los
modelos
lineales no
pueden lograr
es 10
que
al
final debe
ser contestado, es decir, i.es el poder politico una variable hist6rica
decisiva
0
solarnente
espuria? Cuando identificamos la
influencia
sin-
gular de la movilizaci6n de la
clase
obrera
(RPC) sobre, digamos,
la
desmercantilizacion
0
el universalisrno, ;,hasta que punto los partidos
socialistas son unas fuerzas mediadoras? ;,Hay inlluencias bistoricas
alternativas
que predeterminen
un
resultado especial
de
Estado
del
bienestar?
Las respuestas a
este tipo
de preguntas deben esperar a
nuevos progresos en IQs analisis estadisticos
del
desarrollo del Estado
del bienestar.