Delitos Contra La Libertad (1)

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  • 7/25/2019 Delitos Contra La Libertad (1)

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    UNIVERSIDAD DEL ATLNTICOFACULTAD DE CIENCIAS JURDICAS

    V SEMESTREDERECHO PENAL ESPECIAL I.

    Docente: Dr.Manuel Lpez Noriega.______________________________________________________________________________

    EXTRACTOS DE JURISPRUDENCIA

    DELITOS CONTRA LA LIBERTAD INDIVIDUAL Y OTRAS GARANTIAS:

    FUNDAMENTO CONSTITUCIONAL DE LA PUNICIN.

    Artculo 12 de la Carta Poltica de 1991:Nadie ser sometido a

    desaparicin forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o

    degradantes

    TIPIFICACIN DE LA DESAPARICIN FORZADA EN EL ESTATUTO DE ROMA DE LA

    CORTE PENAL INTERNACIONAL. Art. 7.2.i.Por desaparicin forzada de personas se

    entender la aprehensin, la detencin o el secuestro de personas por un Estado o unaorganizacin poltica, o con su autorizacin, apoyo o aquiescencia, seguido de la negativa

    a admitir tal privacin de libertad o dar informacin sobre la suerte o el paradero de

    esas personas, con la intencin de dejarlas fuera del amparo de la ley por un perodo

    prolongado.

    TIPIFICACIN DE LA DESAPARICIN FORZADA EN EL.ARTICULO 165.DESAPARICION FORZADA.El particular que someta a otra persona a privacin de sulibertad cualquiera que sea la forma, seguida de su ocultamiento y de la negativa areconocer dicha privacin o de dar informacin sobre su paradero, sustrayndola delamparo de la ley, incurrir en prisin de trescientos veinte (320) a quinientos cuarenta(540) meses, multa de mil trescientos treinta y tres punto treinta y tres (1333.33) acuatro mil quinientos (4500) salarios mnimos legales mensuales vigentes y eninterdiccin de derechos y funciones pblicas de ciento sesenta (160) a trescientossesenta (360) meses.

    A la misma pena quedar sometido, el servidor pblico, o el particular que acte bajo

    la determinacin o la aquiescencia de aqul, y realice la conducta descrita en el incisoanterior.

    COMENTARIO.- La DESAPARICIN FORZADA e per!ona! e! la pri"a#in e lali$er%a e una o "aria! per!ona! &eian%e #ual'uier (or&a )apre*en!in+ e%en#ino !e#ue!%ro,+ !eguia e !u o#ul%a&ien%o+ o e la nega%i"a a re#ono#er i#*apri"a#in e li$er%a o e ar #ual'uier in(or&a#in !o$re la !uer%e o el paraero ee!a per!ona+ pri"nola a! e lo! re#ur!o! / la! garan%a! legale!. Esa privacinde la libertad estructura un modelo delictivo de carcter autnomo, tipificado en el

    artculo 165 del Cdigo Penal, que por el ingrediente subjetivo inmerso en la descripcinnormativa encierra la exclusiva finalidad del desaparecimiento de la persona, logrando

    que no se sepa nada de su paradero, elemento que de manera razonada lo distingue deun secuestro, en la medida que ste ilcito no incluye dentro de sus finalidades la

    desaparicin, cuyo tratamiento legal actual ha sido establecido de manera autnoma y

    especial1

    1 Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a de %n!"a !ntan"!a# del tre &'( de

    d!"!embre de do m!l nue)e &*++,(# rad!"ado pro"eo No. '*.-*./ En la p01. -2# nota al p!e No. -2# de eta enten"!ae 3!4o la !1u!ente tra"r!p"!$n5

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    La De!apari#in Forzaa #on!%i%u/e una "iola#in e lo! ere#*o! *u&ano! #uanolo! *e#*o! !on #o&e%io! por el E!%ao a %ra"0! e !u! agen%e! o a %ra"0! eper!ona! o grupo! e per!ona! 'ue a#%1en #on la au%oriza#in o apo/o el E!%ao.La e!apari#in (orzaa e! un #ri&en e le!a *u&ania #uano+ en%re o%ra!#ara#%er!%i#a!+ lo! *e#*o! !e #o&e%an e &anera generalizaa )&ul%ipli#ia e"#%i&a!, o !i!%e&%i#a )#o&o par%e e una pr#%i#a (re#uen%e,.

    La De!apari#in Forzaa e! una "iola#in &1l%iple / #on%inuaa e nu&ero!o!ere#*o! *u&ano!+ %ale! #o&o el ere#*o a la li$er%a / !eguria per!onal+ elere#*o a la in%egria per!onal+ a un %ra%o *u&ano igno / a la pro*i$i#in e la%or%ura+ el ere#*o al e$io pro#e!o+ a un re#ur!o e(e#%i"o / a la! garan%a!

    2ui#iale!+ / el ere#*o a la "ia. Se en%iene 'ue e! un eli%o #on%inuao /per&anen%e+ e! e#ir+ 'ue el eli%o !e !igue #o&e%ieno %oo! lo! a! e!e lae!apari#in e la per!ona *a!%a 'ue !e e!%a$lez#a el e!%ino o paraero e la&i!&a. E! un eli%o i&pre!#rip%i$le+ lo 'ue !upone 'ue el eli%o / la a##in penaleri"aa el &i!&o no e!apare#en por el pa!o el %ie&po.

    La! prin#ipale! i(eren#ia! en%re la e!apari#in (orzaa / el !e#ue!%ro !on3

    4 Tan%o la De!apari#in Forzaa #o&o el Se#ue!%ro #on!i!%en en la pri"a#in eli$er%a e una per!ona+ !in 'ue en e!%e 1l%i&o e5i!%a la nega%i"a a re#ono#er i#*apri"a#in e li$er%a+ #o&o o#urre en la De!apari#in Forzaa.

    4 El Se#ue!%ro !upone una pri"a#in %ran!i%oria e la li$er%a 'ue #o&por%anor&al&en%e uno e lo! prop!i%o! pre"i!%o! en lo! %ipo! penale! 678 / 679 el C.P.Colo&$iano+ a i(eren#ia e la De!apari#in Forzaa #u/o prop!i%o e! lae!apari#in &i!&a+ "alga e#ir+ per!igue #o&o :n e!apare#er al !u2e%o pa!i"o ela (az e la %ierra+ 'ue no !e "uel"a a !a$er e e!%e.

    4 El !e#ue!%ro e! un eli%o in!%ru&en%al+ e! e#ir+ un &eio para #on!eguir un :n

    i"er!o+ &ien%ra! 'ue la e!apari#in (orzaa e! un :n en ! &i!&a.

    I

    DESAPARICIN FORZADA: ANLISIS DOGMTICO.OCURRENCIA EN LOS FALSOS POSITIVOS

    Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a de apela"!$n# del d!e"!nue)e &6,( de mar4ode do m!l "ator"e &*+67(# rad!"ado pro"eo No. 7+.''# M. P. Dra.Mar8a del 9oar!o :on40le4 Mu;o4./

    HECHOS

    El 5 de marzo de 2008, en el marco de la denominada Misin Tctica Marfildispuesta mediante una orden de operaciones, miembros de las Fuerzas Militares delBatalln de Infantera No. 41 Rafael Reyes de Cimitarra (Santander) reportaron comomuertos en combate a dos N.N., sealados de pertenecer a bandas criminales quepretendan realizar un secuestro en la zona portando armas de corto alcance y unagranada de mano.

    Tiempo despus se estableci que las vctimas eranDaniel Andrs Pesca OlayayEduardo Garzn Pez, quienes residan en Bogot, y el da anterior a su muertesalieron de all con destino a Cimitarra, sin que sus familiares hubieran vuelto a saber

    de su paradero hasta el 28 de agosto de 2008 cuando identificaron sus cadveres.Diferencia estructural del comportamientoLa retencin tiene como nica finalidad el desaparecimientode la persona, que no se tenga noticia sobre su situacin, borrarla de la faz de la tierra, aspecto que

    contribuye a identificar y diferenciar entre la forma delictual y el secuestro extorsivo, en el que se incrimina

    la retencin, sustraccin u ocultamiento con la finalidad de obtener provecho o utilidad o que se haga u omita

    algo o con finalidades publicitarias o polticas. Adems el tipo de secuestro simple incrimina todas las

    finalidades diversas a las consideradas en la forma extorsiva razn por la cual, dentro de ellas, obviamente,

    no podr ahora incluirse la finalidad de desaparicin, pues sta ya se encuentra incriminada de manera

    especial(PEDROALFONSOPABNPARRA,Manual de Derecho Penal, sexta edicin, Bogot, p. 671).

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    A travs del Acta 014 del 12 de marzo de 2008 se acredit que la SeccinSegunda de Inteligencia del referido Batalln pag al informanteWilson PedrazaGonzlez$1.500.000.oo por suministrar los datos que dieron lugar a la Misin TcticaMarfil, pero luego fue establecido que ste no entreg informacin alguna ni recibi eldinero.

    Por los hechos anteriores fueron vinculados y condenados en las instanciasvarios miembros del referido Batalln del Ejrcito, entre ellos los recurrentes encasacin, coronelWILSON JAVIER CASTRO PINTOy tenienteEDUARD ANTONIOVILLANI REALPE

    ()

    1.1.Tipificacin del delito de desaparicin forzada de personas en

    Colombia

    En el mbito mundial se tiene que la desaparicin forzada tiene comoantecedente el Decreto Nacht und Nebel(noche y niebla) promulgado en Alemania el

    7 de diciembre de 1941, en virtud del cual las personas bajo sospecha de poner enpeligro la seguridad del Tercer Reich eran arrestadas al amparo de la noche y ensecreto, para luego ser torturadas y desaparecidas sin dejar rastro y sin la posibilidadde obtener informacin sobre su paradero.

    Aunque este fenmeno tiene carcter universal, en Amrica Latina ha tenidoocurrencia en el siglo pasado, a manera de ejemplo, en El Salvador hacia 1930, enGuatemala a partir de 1963, en Chile en 1973, en Argentina en 1976, as como entre1960 y 1990 en Uruguay, Brasil, Colombia, Per, Honduras, Bolivia, Hait y Mxico.

    Existe consenso en que la referida conducta delictiva no slo pretende ladesaparicin momentnea o permanente de determinados individuos, sino tambin unestado generalizado de angustia, inseguridad y temor, y por ello, resultan vulnerados,entre otros, los derechos a la vida, la dignidad humana, el reconocimiento de lapersonalidad jurdica, la libertad, la seguridad, y no ser objeto de torturas ni de otraspenas o tratos crueles inhumanos o degradantes.

    La Corte Interamericana de Derechos Humanos al resolver en 1989 los casoshondureos deVelsquez RodrguezyGodnez Cruz, precis que la desaparicincorresponde a un delito de lesa humanidad y comporta la violacin mltiple a distintosderechos consagrados en la Convencin como la vida, la libertad y la dignidad

    humana, adems, seal que La prctica de desapariciones, en fin, ha implicado confrecuencia la ejecucin de los detenidos, en secreto y sin frmula de juicio, seguida delocultamiento del cadver con el objeto de borrar toda huella material del crimen y de

    procurar la impunidad de quienes lo cometieron, lo que significa una brutal violacin del

    derecho a la vida, reconocido en el artculo 4 de la Convencin cuyo inciso primero reza:

    1. Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estar protegido

    por la ley y, en general, a partir del momento de la concepcin. Nadie puede ser privadode la vida arbitrariamente.

    Las Naciones Unidas en la Conferencia de Roma celebrada en julio de 1998, al

    adoptar el Estatuto de la Corte Penal Internacional, y con el objeto de proteger losbienes jurdicos mencionados, incluy dentro de los crmenes de lesa humanidad ladesaparicin forzada en el artculo 7.2 literal i) definindola como la aprehensin, ladetencin o el secuestro de personas por un Estado o una organizacin poltica, o con su

    autorizacin, apoyo o aquiescencia, seguido de la negativa a informar sobre la privacin

    de libertad o dar informacin sobre la suerte o el paradero de esas personas, con la

    intencin de dejarlas fuera del amparo de la ley por un perodo prolongado (subrayasfuera de texto).

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    Como viene de verse, la comunidad internacional ha reconocido que ladesaparicin forzada es un crimen gravsimopor ser un atentado mltiple contraderechos fundamentales del ser humano en cuanto supone la negacin de unsinnmero de actos de la vida jurdico-social del desaparecido, desde los ms simples

    y personales hasta el de ser reconocida su muerte, situacin que acarrea para losEstados el deber de adoptar medidas legislativas, administrativas, y de poltica paraprevenir y erradicar este crimen (Cfr. CC C-317/02).

    Dado que Colombia no ha sido ajena a la prctica de la desaparicin forzada, enel artculo 12 de la Carta Poltica de 1991 se dispuso que nadie ser sometido adesaparicin forzada, a torturas ni a tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes,recogiendo bsicamente lo establecido en el artculo 5 de la Declaracin Universal deDerechos Humanos y en la Convencin de San Jos de Costa Rica.

    Adems, al no haberse dispuesto cualificacin alguna para el sujeto activo quecomete la desaparicin, el constituyente estableci una prohibicin de carcter generaldirigida a todas las personas sin importar su calidad, ya sean agentes pblicos oparticulares, la cual resulta ser ms amplia que la consignada en los instrumentosinternacionales.

    El 12 de abril de 2005 Colombia ratific la Convencin Interamericana sobre laDesaparicin Forzada de Personas, adoptada en Belm do Par, Brasil, el 9 de juniode 1994, que entr en vigor en 1996. En el artculo 2 de dicho instrumento seestablece: Para los efectos de la presente Convencin, se considera desaparicinforzada la privacin de la libertad a una o ms personas, cualquiera que fuere su

    forma, cometida por agentes del Estado o por personas o grupos de personas queacten con la autorizacin, el apoyo o la aquiescencia del Estado, seguida de la falta deinformacin o de la negativa a reconocer dicha privacin de libertad o de informar sobre

    el paradero de la persona, con lo cual se impide el ejercicio de los recursos legales y de

    las garantas procesales pertinentes (subrayas fuera de texto).

    A su vez, tambin el Estado colombiano ratific la Convencin Internacionalpara la Proteccin de todas las Personas contra las Desapariciones Forzadasadoptadaen Nueva York el 20 de diciembre de 2006 (aprobada mediante la Ley 1418 del 1 dediciembre de 2010 y declarada exequible a travs de sentencia C-620 del 18 de agosto

    de 2011). En el artculo 2 se dispone: A los efectos de la presente Convencin, seentender por desaparicin forzada el arresto, la detencin, el secuestro o cualquier

    otra forma de privacin de libertad

    que sean obra de agentes del Estado o por personas

    o grupos de personas que actan con la autorizacin, el apoyo o la aquiescencia del

    Estado, seguida de la negativa a reconocer dicha privacin de libertad o del

    ocultamiento de la suerte o el paradero de la persona desaparecida

    , sustrayndola a la

    proteccin de la ley (subrayas fuera de texto).

    En el artculo 1 de la Ley 589 de 2000 por medio de la cual se tipifica elgenocidio, la desaparicin forzada, el desplazamiento forzado y la tortura, se establecien el captulo correspondiente al delito de secuestro reglado en el Decreto 100 de 1980,un artculo 268 A, del siguiente tenor:

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    a ?uera de te@to(.

    A su vez el artculo 165 de la Ley 599 de 2000 seal:

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    su proteccin, el acceso a la administracin de justicia y el debido proceso, as comolos derechos de sus familiares y la sociedad a saber de su paradero; tambin lesionasus derechos al reconocimiento de su personalidad jurdica, el libre desarrollo de lapersonalidad, la dignidad humana, su seguridad e integridad, no ser sometido atorturas ni a otras penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, adems de su

    derecho a la vida y que no se exponga a grave peligro, entre otros.

    Los mencionados derechos conforman la ms amplia nocin depersonalidadjurdica, que comprende la capacidad de la persona para ser titular de derechos yobligaciones, as como la exigencia y reconocimiento de su condicin, de modo quecuando se desconoce tal carcter revela, de un lado, una situacin de indefensin, y deotro, su negacin como persona humana.

    En tal sentido la Corte Constitucional (CC C-317/02) ha sealado que ladesaparicin forzada es un crimen de lesa humanidad pues se trata de un atentado

    mltiple contra derechos fundamentales del ser humano en cuanto supone la negacin

    de un sinnmero de actos de la vida jurdico-social del desaparecido, desde los ms

    simples y personales hasta el de ser reconocida su muerte (subrayas fuera de texto).

    Es pertinente sealar que el delito en comento exige que inicialmente la personasea privada de libertad, cualquiera sea su forma, seguida de su ocultamiento y de lanegativa a reconocer dicha privacin o de dar informacin sobre su paradero,

    sustrayndola del amparo de la ley, de modo que no se requiere que el individuo sigaefectivamente privado de su libertad y ni siquiera es preciso que se encuentre con vida,pues se trata de lainfraccin del deber de brindar informacinsobre su aprehensin, suparadero o la ubicacin de sus restos.

    Al disponerse que se requiere la privacin de la libertad cualquiera que sea laforma, es claro que la voluntad del legislador se orient a establecer toda clase deprocedimientos tendientes a conseguir tal restriccin, sin que sea necesario un acto de

    violencia o arbitrariedad, al punto que inicialmente puede ser legtima la privacin delibertad, como cuando se captura a alguien en virtud de orden judicial expedidaconforme a los cnones legales, pero luego se le desparece y no se da cuenta a lafamilia y a la sociedad de su suerte.

    Puede precisarse igualmente que dentro de tales procederes restrictivos de la

    libertad tambin est el engao o ardid sobre la vctima, pues al ser inducida en errorse coarta la posibilidad de decidir libremente como ser dotado de razn en sucondicin de persona, con mayor razn si el artificio las ms de las veces la conducena su ulterior desaparecimiento y muerte (Cfr. CSJ. AP. 11 sep. 2013. Rad. 39703).

    De acuerdo con lo anterior, si bien para la consumacin del delito dedesaparicin forzada se requiere la privacin de libertad, la cual puede ser inicialmentelegal y legtima (Cfr. CC C-317/02), seguida del ocultamiento del individuo, all no seagota el comportamiento, en cuanto es preciso que no se de informacin sobre eldesaparecido, se niegue su aprehensin, o se suministre informacin equvoca,sustrayndolo del amparo legal.

    En tal sentido, la Declaracin sobre la Proteccin de todas las Personas contralas Desapariciones Forzosas, aprobada por la Asamblea General de la ONU a travs deResolucin 47/133 del 18 de diciembre de 1992, en su artculo 1-2 establece queTodo acto de desaparicin forzada sustrae a la vctima de la proteccin de la ley y lecausa graves sufrimientos, lo mismo que a su familia (subrayas fuera de texto).

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    A su vez, en el artculo 17.1 de la normatividad citada se dispone que Todo actode desaparicin forzada ser considerado delito permanente mientras sus autores

    continen ocultando la suerte y el paradero de la persona desaparecida y mientras no se

    hayan esclarecido los hechos (subrayas fuera de texto).

    De manera similar la Convencin Interamericana sobre Desaparicin Forzada dePersonas de Belm do Par establece en su artculo 3 que Dicho delito serconsiderado como continuado o permanente mientras no se establezca el destino o

    paradero de la vctima (subrayas fuera de texto).

    La convencin mencionada en precedencia fue incorporada en el orden interno atravs de la Ley 707 de 2001. Al conocer la Corte Constitucional (CC C-580/02) de suexequibilidad, seal sobre el tpico abordado que este delito debe considerarse comode ejecucin continuada o permanente hasta que no se conozca el paradero de la

    vctima. Esta obligacin resulta razonable si se tiene en cuenta que la falta de

    informacin acerca de la persona desaparecida impide a la vctima y a sus familiares el

    ejercicio de las garantas judiciales necesarias para la proteccin de sus derechos y para

    el esclarecimiento de la verdad: la persona sigue desaparecida (subrayas fuera detexto).

    Entonces, conforme a la normativa internacional citada, de la cual hace parteColombia, puede concluirse que el delito de desaparicin forzada de personas espermanente, no porque se cometa mientras la vctima se encuentre privada de sulibertad, sino porque sigue consumndose durante todo el tiempo en el que suscaptores no den razn de ella (su paradero con vida o la ubicacin de su cadver),nieguen su privacin de libertad, o den informacin equvoca.

    Si por ejemplo la vctima aparece con vida o se tiene noticia de su cadver, cesala consumacin permanente del delito de desaparicin forzada, no porque hayaculminado la situacin privativa de su libertad, sino porque cesa eldeber deinformacin. Desde luego, para el efecto indicado no basta con que aparezca el cuerpode una persona, como ocurre con los NN, sino que se tenga certidumbre acerca de queel cadver hallado corresponde al individuo desaparecido, pues mientras no haya unaidentificacin adecuada de los despojos mortales, la incgnita acerca del paradero dela vctima contina y la infraccin aldeber de informacinpor parte de losperpetradores tambin se prolonga.

    La Corte Constitucional en sentencia C-317/02, declar inexequible la expresinperteneciendo a un grupo armado al margen de la ley que figuraba en el artculo 165de la Ley 599 de 2000, declarando la exequibilidad de la parte restante del inciso bajoel entendido que no es necesario el requerimiento para dar informacin o de la negativa

    a reconocer la privacin de la libertad, sino que basta la falta de informacin sobre el

    paradero de la persona (subrayas fuera de texto).

    Si la desaparicin forzada de personas es un delito de ejecucin permanente quetiene lugar a partir de cuando se incumple eldeber de informacinsobre el destino dela persona privada de su libertad, hasta cuando sea satisfecha tal obligacin, esacertado concluir que an si la vctima fallece, el delito sigue consumndose hastacuando se brinde informacin sobre su privacin de libertad, la suerte que corri o laubicacin de su cadver identificado, pues sigue incumplindose el referido deber.

    Conforme a lo anterior, encuentra la Colegiatura que en este asunto s secometi el delito de desaparicin forzada de personas, el cual inici el 4 de marzo de2008 cuando un reclutador consigui mediante engao, y desde luego, coartando la

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    libertad deDaniel Andrs Pesca OlayayEduardo Garzn Pez, que se trasladaran deBogot a Cimitarra, ciudad que no conocan, lugar en el cual fueron entregados amiembros del Batalln Rafael Reyes, quienes luego de poner en marcha la Operacin

    Tctica Marfil, supuestamente ordenada por el CoronelCASTRO PINTOpara conjurar elsecuestro de una persona en la vereda El Brasil, los obligaron a colocarse sobre sus

    prendas civiles uniformes camuflados, les dispararon causndoles la muerte y losreportaron como NN dados de baja en combate.

    Dicho comportamiento ces cuando el 28 de agosto de la misma anualidad losfamiliares de los occisos tuvieron noticia de su fallecimiento y del lugar en el cual seencontraban los cadveres, a donde concurrieron a reconocerlos, sin que se trate de loque sarcsticamente llaman los defensores desaparicin forzada de cadveres, puescomo ya se dijo, es preciso tener en cuenta el criterio de la normativa internacional

    sobre el particular.Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a de apela"!$n# del d!e"!nue)e &6,( de mar4ode do m!l "ator"e &*+67(# rad!"ado pro"eo No. 7+.''# M. P. Dra.Mar8a del 9oar!o :on40le4 Mu;o4./

    II

    C.C.: COINCIDENCIAS Y DIFERENCIAS ENTRE EL SECUESTRO SIMPLEY EL SECUESTRO EXTORSIVO.

    Honorable Corte Cont!tu"!onal# enten"!a C/,,,# del)e!nte &*+( de no)!embre de m!l no)e"!ento no)enta >

    !ete &6,,(

    # re?eren"!a5 e@ped!enteD/6-,# M.P.5 Dr.Jor1e Aran1o Me8a

    ./

    La consagracin de estas dos conductas delictivas, secuestro extorsivo y secuestro

    simple, est encaminada a proteger lalibertad personal.

    Por consiguiente,el elemento objetivo comnque comparten las dos modalidades de

    secuestro, consiste en que el hecho punible radica en la privacin de la libertaddeuna o de varias personas, utilizando, para ello, la violencia o el engao, en unacualquiera de las formas que describen los artculos: arrebatar, sustraer, retener uocultar.

    Para la comisin del delito de secuestro, la forma como ste suceda es indiferente. Enefecto, puede ser mediante amenazas, fraude o violencia; puede consistir en sujetar

    fsicamente a la vctima, con esposas, mordazas, cadenas, etc. Lo que importa es elresultado, es decir, que la vctima pierdafsicamentela capacidad de moverse deacuerdo con su voluntad. Este punto es importante para distinguir el secuestro deotros delitos contra la autonoma personal, consagrados en los artculos 276 ysiguientes del Cdigo Penal

    La diferencia se encuentra enel elemento subjetivo, es decir, la finalidad delagente. En efecto, en el secuestro extorsivo, el sujeto activo tiene el propsito de exigiralgo por la libertad de la vctima. En el secuestro simple, basta que se prive de lalibertad a una persona para que se configure el delito. Y esta diferencia es la que hahecho que el legislador imponga al delito de secuestro simple una penasustancialmente menor que la sealada para el secuestro extorsivoFinalmente, cabe recordar que en la sentencia de la Corte Constitucional, C-542 de1993, antes citada, se precis que el delito de secuestro se consuma desde el momentoen que se priva de la libertad a una persona, y no cuando se paga el rescate, pues en elcaso del secuestro simple no ocurre este pago. Dijo la sentencia:

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    http://192.168.2.15/relatoria/2004/T-053-04.rtfhttp://192.168.2.15/relatoria/2004/T-053-04.rtfhttp://192.168.2.15/relatoria/2004/T-053-04.rtfhttp://192.168.2.15/relatoria/2004/T-053-04.rtfhttp://192.168.2.15/relatoria/2004/T-053-04.rtfhttp://192.168.2.15/relatoria/2004/T-053-04.rtfhttp://192.168.2.15/relatoria/2004/T-053-04.rtfhttp://192.168.2.15/relatoria/2004/T-053-04.rtfhttp://192.168.2.15/relatoria/2004/T-053-04.rtfhttp://192.168.2.15/relatoria/2004/T-053-04.rtfhttp://192.168.2.15/relatoria/2004/T-053-04.rtfhttp://192.168.2.15/relatoria/2004/T-053-04.rtf
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    5Dic!o sea de paso !ay que rec!azar el argumento de que el delito de secuestro se

    consuma cuando la vctima o alguno de sus allegados paga el rescate. 1ues es evidente que

    el delito tal como est# descrito en el digo 1enal se consuma desde el momento en que

    se priva de la libertad a la persona as no se ei,a ning*n pago. 7ay que recordar que

    eisten secuestros por motivos que descartan el #nimo de lucro.5 (M.P., doctor Jorge

    Arango Meja)

    Honorable Corte Cont!tu"!onal# enten"!a C/,,,# del)e!nte &*+( de no)!embre de m!l no)e"!ento no)enta >

    !ete &6,,(

    # re?eren"!a5 e@ped!enteD/6-,# M.P. Dr.Jor1e Aran1o Me8a

    ./

    III

    C.S.J.: COINCIDENCIAS Y DIFERENCIAS ENTRE EL SECUESTRO SIMPLEY EL SECUESTRO EXTORSIVO.

    Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a del on"e &66( de mar4o de do m!l nue)e&*++,(# rad!"ado pro"eo No. *2.-'# M.P. Dr. Al?redo :$me4 Gu!ntero. &9e?er!da epe"!almente al art. 66 del C.P.(

    2.El delito de secuestro ha tenido tradicionalmente comobien jurdico protegidola

    libertad individual en el sentido bsico que involucra privar a otro del derecho delocomocin, esto es, de aquella posibilidad de disponer segn su voluntad del lugar enel que quiere permanecer o ir.

    Dos han sido igualmente las modalidades de este atentado a la libertad individual delas que se ha ocupado la doctrina y que a su turno el legislador ha erigido en hechospunibles; el secuestro simple y el secuestro extorsivo, emplendose en una y otradescripcin tpica exactamente los mismos verbos o ncleos rectores delimitadores delmbito de la conducta.

    Est incurso en el reato de secuestro quien arrebate, sustraiga, retenga u oculte a unapersona, se trata por ende de una descripcin tpica compuesta y alternativa comn a

    ambas especies, emergiendo comoelemento diferenciadorde una y otra modalidadla introduccin de ingredientes subjetivos especficos para el secuestro extorsivo, estoes, que el delito se cometa con el propsito de exigir por la libertad un provecho ocualquier utilidad, o para que se haga u omita algo, o con fines publicitarios o decarcter poltico, en tanto que el secuestro simple obedece a propsitos distintos alos enunciados.

    3.Hay tipos penales en los que el aspecto subjetivo se agota en el dolo como voluntadconsciente de la realizacin del hecho, pero hay otros en los cuales dicho componenterequiere un plus subjetivo, esto es, una finalidad que persigue un objeto que seencuentra ms all de la realizacin del tipo objetivo y que permite concebir enabstracto dos momentos distintos: el primero que se ejecuta al actualizar el tipo penal,en tanto que el otro -si bien depende del primero como su presupuesto- norequiere una concreta realizacin pero s la exteriorizacin de una particular intencino tendencia que se procura alcanzar con el hecho.

    Por tanto, los denominados elementos subjetivos del tipo -distintos del dolo- sonpropsitos definidos o destacadas finalidades que van ms all de la realizacin deltipo objetivo y que suponen en el autor un determinado cometido o intencin que sepone de presente en la forma como actualiza el tipo objetivo.

    4.En el punible de secuestro extorsivo la direccin finalstica de la voluntad del agentese dirige hacia la obtencin de alguno de los propsitos con el hecho que en el tipopenal se han sealado. Esto es, que a cambio de la liberacin se hace una exigencia.Dicha exigencia est expresamente enunciada en el tipo penal a travs de diversas

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    alternativas y variables, en tanto que en el secuestro simple no es precisado el objetoque motiva la realizacin de la conducta, pues no se enuncia coercin particular yconcreta alguna como finalidad destacada, dejando abierta la misma a la direccin dela voluntad hacia propsitos diversos de aquellos delimitados para el modelo extorsivodel secuestro, sin que ello signifique que dicho atentado a la libertad carezca de una

    finalidad, sino que obedece a un cometido diferente.

    No otro puede ser el entendimiento de la expresin con propsitos distintos a lossealados para el secuestro extorsivo por el art. 169 del C.P., a que alude el art. 168idem., de manera que tal y como es destacado por el seor Procurador al afirmar:

    Dada la utilizacin de un ingrediente sub,etivo indeterminado y de condicin residual podra pensarse

    que el legislador colombiano frente al secuestro simple en realidad no utiliz este instrumento de

    precisin tpica refiri"ndose slo al 9propsito distinto del etorsivo: con la *nica finalidad de distinguirla !iptesis del secuestro etorsivo que eige constatacin del propsito epresamente se)alado en la

    descripcin tpica del secuestro simple que parecera no requiere constatacin concreta de la intencin

    bastando slo la precisin de que la actuacin del actor no est# motivada por el propsito requerido.

    Este *ltimo aserto se nos anto,a equivocado por cuanto en realidad la presencia tpica de un ingrediente

    sub,etivo y residual en caso del secuestro simple eige una averiguacin en el caso concreto sobre la

    finalidad delictiva del actor para ecluir racionalmente la modalidad delictiva del secuestro etorsivo y

    adem#s para constatar el motivo ilcito del secuestro pues si no fuera as en forma equivocada

    llamaramos conducta tpica de secuestro la retencin contra su voluntad de un menor !ec!o con el

    propsito de que no atraviese un ro caudaloso o el ocultamiento tambi"n contra su voluntad de una

    persona de quien se sabe sus enemigos acec!an para eliminarla;.

    5.Es entendible as, por ende, que tanto en el delito de secuestro extorsivo quecontempla un elemento subjetivo fijo delimitado en el propsito que seala la ley, como

    en el delito de secuestro simple de carcter residual, tambin nuestro legislador haprevisto como lgico presupuesto al acto de coartar la libertad de una persona que laconducta est motivada en una finalidad concreta -verificable en cada caso-, diversasegn el mandato de la ley de aquella que motiva y direcciona el designio criminal en

    la exigencia extorsiva del secuestro.Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a del on"e &66( de mar4o de do m!l nue)e&*++,(# rad!"ado pro"eo No. *2.-'# M.P. Dr. Al?redo :$me4 Gu!ntero. &9e?er!da epe"!almente al art. 66 del C.P.(

    IV

    EL QUE PRIVA DE LA LIBERTAD A OTRA PERSONA PARA RECUPERARAQUELLO DE LO CUAL HA SIDO DESPOJADO REALIZA

    SECUESTRO SIMPLE Y NO EXTORSIVO.

    Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a del )e!nt!"uatro &*7( de ?ebrero de do m!ld!e4 &*+6+(# rad!"ado pro"eo No. '6.,7-# M.P. Dr. Ja)!er apata Ort!4.

    3.1.El Juzgado de primera instancia, como ya lo hizo la Sala, concluy que

    los procesados arrebataron y retuvieron a John Edwin Muoz Erazo. Adicionalmente,en consideracin a que el propsito perseguido con la privacin de la libertad fuecoaccionar a la vctima para devolverle a MARA YOLANDA LONDOO PARRA las

    cmaras que supuestamente le sustrajo de su residencia, calific la conducta comosecuestro extorsivo. Estim concurrentes las causales de agravacin 2 y 6 del artculo170 atrs citado, es decir, someter a la vctima a tortura fsica y presionar la entrega delo exigido con amenaza de muerte. Por ltimo, les impuso a los acusados por razn deese atentado el parmetro menor del cuarto mnimo, o sea 448 meses de prisin o 37aos y 4 meses, a los cuales sum 8 meses por porte ilegal de arma de fuego dedefensa personal.

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    3.2.Ambas modalidades del secuestro, la simple y la extorsiva, se configuranpor el hecho de arrebatar, sustraer, ocultar o retener a una persona. Se diferencian enel propsito perseguido por el autor de la conducta: si es exigir por la libertad de la

    vctima un provecho o cualquier utilidad, obtener un provecho econmico bajoamenaza mientras se la retiene temporalmente en un medio de transporte2, o para que

    se haga u omita algo, o con algn fin publicitario o poltico, se estructurar secuestroextorsivo; si se trata de una finalidad distinta, ser secuestro simple.

    El Juzgado de primera instancia no seal expresamente a cul de lospropsitos legales corresponda el que aqu condujo a tipificar la conducta comosecuestro extorsivo. De manera tcita hizo referencia, no obstante, a la exigencia de unprovecho o cualquier utilidad, de indiscutible contenido patrimonial en el presentecaso si se tiene en cuenta la pretensin con el atentado de rescatar las cmaraspertenecientes a MARA YOLANDA LONDOO PARRA.

    Un provecho o utilidad en sentido econmico es una ganancia, rendimiento olucro. Y como natural y jurdicamente es imposible sostener que gana o renta quienrecupera aquello de lo cual ha sido despojado, si el secuestro tiene esa como sufinalidad, no ser extorsivo sino simple.

    La conclusin anterior, se refuerza con las siguientes consideraciones:

    i)El propsito de provecho o utilidad patrimonial como elemento subjetivoespecial del secuestro extorsivo, suma a la agresin contra el bien jurdico de lalibertad individual el ataque al bien jurdico del patrimonio econmico. De tal forma sedota de significado el carcter pluriofensivo de la ilicitud, el cual decaera si el

    propsito econmico del secuestro, aisladamente considerado, no correspondiera a unaprohibicin legalmente prevista.

    ii)Se estructura ese tipo de secuestro, entonces, a condicin de que el propsitode provecho o utilidad se encuentre asociado a la realizacin del delito de extorsin. Yde la misma manera como este no se tipifica cuando el constreimiento tiene comofinalidad exigir lo propio, no existe razn para sostener que hay secuestro extorsivo ypor tanto pluriofensividad, si el propsito de la privacin de la libertad no traduceuna afectacin real del bien jurdicamente tutelado del patrimonio econmico.

    En otras palabras: si no es delito de extorsin la coaccin dirigida a recobrar unbien del autor, sino constreimiento ilegal, no puede convertirse la misma conducta enel propsito extorsivo del secuestro por el solo hecho de perseguirse la recuperacinpatrimonial a travs de la privacin de la libertad.

    iii)No se vincula esta interpretacin del artculo 169 del Cdigo Penal a unargumento relacionado con la licitud o ilicitud del provecho o la utilidad, sino alsignificado de estas expresiones, que es diferente. Si la finalidad de provecho o utilidad,en el sentido patrimonial al cual se viene haciendo referencia, tiene que ver con laintencin de lucro o enriquecimiento, el mismo slo es posible, material y

    jurdicamente, si aquello que se pretende conseguir no es propio. Si es propio y lopropio es slo lo habido conforme a la ley la conducta igual es reprochable comosecuestro, pero en la modalidad simple por corresponder en ese caso el propsito a unodistinto de los previstos para el secuestro extorsivo.

    iv)No surge de lo precedente ninguna autorizacin para demandar a travs delsecuestro el cumplimiento de prestaciones lcitas. Simplemente reclamar lo propio a

    ;. Ete prop$!to ?ue ad!"!onado por la Le> 6*++ de *++2# en repueta al 3e"3o "r!m!nal denom!nado

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    travs de la privacin de la libertad es una de las hiptesis que no encaja dentro de lasfinalidades descritas en el tipo de secuestro extorsivo, debiendo sancionarse laconducta a ttulo de secuestro simple, un delito contemporneamente sancionado con

    bastante rigor, como ya se vio, al punto que los extremos punitivos del tipo bsicosuperan los previstos para el homicidio simple y los del agravado casi alcanzan los del

    homicidio agravado.

    v)Reiterando que un supuesto de la tesis es que lo propio que se pretende

    recuperar con el secuestro hace relacin a aquello adquirido conforme a derecho, suno aplicacin a eventos de cobro de sumas obtenidas ilegalmente es evidente.

    vi)El criterio jurisprudencial que se asume, no est de ms sealarlo, genera

    una distincin necesaria de acuerdo con la cual, poltico criminalmente, es msreprochable secuestrar para extorsionar en el sentido del tipo penal contra elpatrimonio econmico, que hacerlo para recobrar lo propio. La primera conducta

    merece, conforme a la ley vigente y sin deducir agravantes, entre 26 aos y 8 meses y42 aos de prisin; la segunda entre 16 y 30 aos de pena de la misma calidad.

    Se realiza con la tesis, adicionalmente, el principio rector de proporcionalidad, elcual no slo aplica en la medicin de la pena en el caso concreto, sino en laidentificacin del tipo penal a imputar con sus extremos punitivos, desde luego decara a un determinado comportamiento.

    3.3.Los procesados, pues, cometieron el delito de secuestro simple. En lugar de

    reclamar civilizadamente a John Edwin Muoz Erazo y de denunciarlo ante lasautoridades llegado el caso, optaron por la actitud criminal de acudir a las vas dehecho, impregnados de odio y menosprecio por el joven. Lo retuvieron en la calleimitando los mtodos cobardes de la delincuencia organizada, lo sometieron amaltratos verbales y fsicos, lo humillaron como se hace en el mundo del crimencuando varios doblegan la voluntad de una persona, amenazaron con matarlo como asu familia y, por ltimo, en la casa de MARA YOLANDA LONDOO PARRA, lo

    atormentaron.Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a del )e!nt!"uatro &*7( de ?ebrero de do m!ld!e4 &*+6+(# rad!"ado pro"eo No. '6.,7-# M.P. Dr. Ja)!er apata Ort!4.

    V

    SECUESTRO EXTORSIVO, PARA QUE SE HAGA U OMITA ALGO.

    Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# auto del tre &'( de ul!o de m!l no)e"!ento no)enta >!ete &6,,(# rad!"ado pro"eo No. 6*.6+# M. P.5 Dr. Fernando E. Arboleda 9!poll./

    Como la divergencia de criterios en el presente caso radica en el encuadramiento tpico

    de los hechos imputados, es oportuno sealar, que si bien la conducta aparece descrita

    en los tipos desecuestro simpleysecuestro extorsivomediante verbos rectores

    alternativos -arrebatar, sustraer, retener u ocultar-, el legislador, al tipificar aquel

    ltimo introdujo especiales ingredientes subjetivos, que lo diferencian del primero

    () Las inflexiones verbales "con el propsito de exigir por su libertad un provecho o

    cualquier utilidad", "para que se haga u omita algo", o "con fines publicitarios o de

    carcter poltico" utilizadas en la formulacin tpica del secuestro extorsivo, correspondena los llamados por la Doctrina "ingredientes subjetivos especiales del tipo", los cualesrefieren una intencionalidad o motivacin especficas adicionales a la conciencia sobre laexistencia del tipo, obviamente prohibitivo, y la voluntad de su realizacin.

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    La diversidad de tales elementos subjetivos permite a la Sala concluir que la finalidad

    especfica con que se cometa elsecuestro extorsivono necesariamente ha de apuntar ala obtencin de un "provecho" o "utilidad" -referencias stas que dan a la exigencia,dentro del contexto del tipo, una connotacin patrimonial-, sino que, de conformidad con

    las restantes hiptesis de conducta recogidas en la prohibicin, la intencin del sujetoagente puede estar referida a la realizacin o abstencin de ejecutar por parte de la

    vctima o de un tercero, una conducta en particular -"para que se haga u omita algo"-, o ala consecucin de "fines publicitarios o de carcter poltico".

    El exclusivo carcter patrimonial de la exigencia como ingrediente subjetivo del tipo enmencin, s apareca consagrado en el artculo 293 del Cdigo Penal de 1936, donde sesancionaba "Al que secuestre a una persona con el propsito de conseguir para s o paraotro un provecho o utilidad ilcitos". Ntese que en esta figura, adems, se consagrabaexpresamente el carcter ilcito que deba revestir la utilidad perseguida por el sujetoagente, elemento normativo ste que desapareci en posteriores tipificaciones, en cuantoimpriman a la prohibicin un equvoco sentido, pues pareciera dar a entender que elsecuestro quedaba autorizado para hacer exigencias lcitas.

    La concurrencia de esos especficos fines impone la inexorable adecuacin de la conductaen el llamado secuestro extorsivo, sancionado con mayor severidad que el secuestrosimple, y con una asignacin especial de competencia en los Jueces Regionales (artculo71-5 del Cdigo de Procedimiento Penal, modificado por el artculo 9 de la Ley 81 de1993).

    La utilizacin por parte del legislador, de la expresin "con propsitos distintos a los

    previstos en el artculo anterior" (artculo 269 del Cdigo Penal, modificado por elartculo 2 de la Ley 40 de 1993), supone haber acudido a un criterio residual detipificacin, siendo su voluntad, que la realizacin de cualquiera de los comunes yalternativos verbos rectores en mencin, con fines diversos de los sealados para calificar

    la conducta como extorsiva, corresponda al tipo desecuestro simple.

    De los medios de prueba allegados al presente proceso, en cuya valoracin coinciden losfuncionarios colisionantes, se evidencia que los miembros de la familia GARCIA VINASCOfueron retenidos con el fin especfico de lograr que JAIME GARCIA VINASCOcompareciera a ese lugar a cancelar la suma de diez millones y medio de pesos

    adeudados a persona diferente de los victimarios.

    As se desprende de la declaracin juramentada rendida por la seora ELENA VINASCODE GARCIA, quien sostuvo que los secuestradores le exigan llamar a su hijo "para que sepresentara con esa plata" (fl. 13 c.o.). Tambin JAIRO GARCIA VINASCO afirm que "ellosdecan que nosotros tenamos que hacerlo aparecer" (fl. 14 vto.). O "que lescolaborramos consiguiendo a JAIME para que no fuera a pasar nada grave", segn eltestimonio de HUGO GARCIA VINASCO (fl.23 vto.).

    Esa especfica finalidad puesta de presente por los secuestradores, permite sostener que

    su conducta fue desplegada con el nimo de que los retenidos ejecutaran uncomportamiento concreto-lo cual corresponde precisamente al ingrediente subjetivo

    recogido en la inflexin verbal "para que se haga u omita algo"-, de donde surge, sin

    mayores elucubraciones, la comisin del punible de secuestro extorsivo, siendo

    irrelevante para el proceso de adecuacin tpica en este caso concreto, el carcter lcito oilcito de la exigencia del dinero adeudado por aqul cuya presencia reclamaban.

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    Acertado resulta entonces el encuadramiento tpico de la conducta, realizado por laJueza Once Penal del Circuito de Manizales, por lo que, de conformidad con los artculos71-5 y 89 del Cdigo de Procedimiento Penal (modificados respectivamente por los arts.9 y 13 de la Ley 81 de 1993), se asignar al Juez Regional de Medelln el conocimientode la causa por los delitos conexos de secuestro extorsivo y porte ilegal de armas de fuego

    de defensa personal.Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# auto del tre &'( de ul!o de m!l no)e"!ento no)enta >!ete &6,,(# rad!"ado pro"eo No. 6*.6+# M. P.5 Dr. Fernando E. Arboleda 9!poll./

    VI

    EL PASEO MILLONARIO ES UN SECUESTRO EXTORSIVO.

    Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a de "aa"!$n del )e!nt!"!n"o &*( de ma>o dedo m!l e! &*++-(# rad!"ado pro"eo No. *+.'*-# M. P.5 Dr. Ed1ar Lombana Tru!llo./

    3. Con todo, como se observa el esfuerzo del libelista por hacer entender que laretencin temporal de las seoras a quienes se despoj de sus tarjetas bancarias nocomport atentado alguno contra lalibertad individualde ellas, sino que se les impidila movilidad fsica para lograr la perpetracin delhurto, que por lo mismo serahurtocalificadopor la violencia, la Sala encuentra que el censor se equivoca en suapreciacin, dado que en el caso que se examina se verific probatoriamente que las

    vctimas fueron privadas de la libertad por varias horas, retencin que ya no eranecesaria para el despojo violento de sus propiedades, por lo cual la conducta delictivatrascendi de unhurto calificado por la violencia, hacia la configuracin del delito desecuestro

    Ahora bien, lo atinente a la determinacin de la modalidad desecuestrocometido,esto es,secuestro simpleosecuestro extorsivo, ser revisado en el siguiente cargo, queel libelista dedica a demostrar, en subsidio, que si bien a las vctimas se les impidi sumovilidad fsica, el ilcito tipificado essecuestro simpley nosecuestro extorsivo, como sedecidi en el fallo.

    SOBRE EL SEGUNDO CARGO. Subsidiario. Se trataba de secuestro simple y no de

    secuestro extorsivo

    Como se anticip, de manera subsidiaria, el libelista advera que el Ad-quem vulner

    directamente la ley sustancial, por aplicar indebidamente el artculo 169 del CdigoPenal(Ley 599 de 2000), que tipifica el delitosecuestro extorsivo, cuando el acopioprobatorio indicaba que el ilcito configurado era el desecuestro simple; por lo cual,aspira a que se case el fallo impugnado y se emita el de sustitucin a que haya lugar

    Insistiendo en que la retencin forzada de las mujeres se prolong durantevarias horas, durante las cuales los implicados se dedicaron a la exaccin de lascuentas bancarias de ellas, el A-quo observ que era manifiesta la conciencia y la

    voluntad de impedir su movilidad fsica, con el fin de obtener un provecho ilcito, dedonde concluy que se traba de unsecuestro extorsivo

    Vale decir, para la estructuracin delsecuestro extorsivo, el A-quo concediimportancia al tiempo de la retencin, cercano a las cinco horas, y entendi que lafinalidad de la inmovilizacin de las vctimas era obtener un provecho ilcito. De ahque conden porsecuestro extorsivoen concurso homogneo, y tambin por conciertopara delinquir

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    Se observa que el Ad-quem entendi que el hurto ya haba sido consumado cuandose despoj a una de las seoras de sus joyas y a ambas de sus tarjetas bancarias; yque a partir de ese momento, y en adelante, la retencin ya no era necesaria parasustraer el dinero de las cuentas, por lo cual los implicados ingresaron al mbito delsecuestro; y como la retencin se verific para que entregaran las claves de sus

    tarjetas, entonces elsecuestrofueextorsivo, porque se las priv de la libertadindividual para quehicieran algo, esto es, para que facilitaran los nmeros claves delas mismas.

    Como se demostrar, es correcta la postura de los jueces de instancia, y portanto le asiste razn al casacionista, toda vez que, de conformidad con lo probado en elexpediente, la banda que intervino en los hechos investigados, integrada entre otrospor GERMN FELIPE ARANGO BEDOYA, incurri en el delito desecuestro extorsivoyno en el desecuestro simple.

    2. Como se observa, en el fallo, integrado por las sentencias de instanciaconvergentes, se tom el tiempo de la retencin de las vctimas como elementoestructurante delsecuestro, pues se constat que realmente las titulares de lascuentas bancarias fueron inmovilizadas contra su voluntad por varias horas,

    vulnerando ciertamente su bien jurdico de la libertad individual.

    Desde el mbito de proteccin de las normas que reprimen los atentados contrala libertad individual, se constata sin dificultad que no tienen razn quienes descartanla configuracin del delito de secuestro, asegurando que, en todo caso, lainmovilizacin de la vctima se admite como la violencia necesaria para el ilcito contrala propiedad, violencia que califica el delito dehurto, cualquiera fuere la cantidad de

    tiempo que la vctima sea retenida contra su voluntad por el sujeto activo, siempre queese lapso sea indispensable para consumar el hurto.

    De admitirse tal postulado, podra llegarse a extremos oprobiosos, que daran altraste con el mbito protector de las normas penales que salvaguardan la libertadpersonal. Pinsese, por ejemplo, que la vctima sea retenida contra su voluntadmientras los sujetos activos, que se proponen bsicamente hurtar dinero, se dan a latarea de efectuar complejas transacciones bancarias, no slo en Colombia, sinotambin en el exterior, empleando en ello das o inclusive semanas. As las cosas,negar el atentado contra la libertad individual desde el punto de vista naturalstico

    sera necio, y tambin lo seria desde la rbita jurdica, en tanto el derecho penalespecial para esos casos fue concebido precisamente para garantizar, desde laprevencin, la indemnidad de la garanta constitucional que tienen las personas dedesplazarse libremente. Tampoco tiene sentido esperar que la prerrogativa Superior delibre movilidad fsica quede en suspenso respecto de la proteccin jurdica por lasnormas especiales, mientras los sujetos activos de otro delito alcanzan sus propsitos.

    El intento de algunos, entre ellos el censor en el primer cargo, por convencer deque, en todos los casos, la retencin de la vctima contra su voluntad se subsume en la

    violencia que califica el delito dehurto, y que intentan sostener invocando la teorafinalista del delito, es, por decir lo menos, desfasada, pues lo que la doctrina logr

    concebir fue en realidad la teora final de la accin, no siendo factible confundir otomar por lo mismo, sin caer en el sofisma, el delito con la accin, ni la idea de accinfinal, con la idea de los propsitos perseguidos por el delincuente.

    Lateora de la accin finalno fue concebida precisamente para solucionarconcursos aparentes de tipos, sino, esencialmente, como un cuerpo ideolgicomoderno que trata de explicar racionalmente, desde la dogmtica, el papel que

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    desempea en la estructura del delito cada uno de sus componentes primordialessegn el esquema tripartita, esto es, tipicidad, antijuridicidad y culpabilidad,proponiendo una redefinicin de la teora del delito tomando como punto de partida laaccin humana, que es accin final, o accin dirigida hacia una finalidad especfica.

    1ara esta teora la 9esencia: de la accin que determina toda la estructura sistem#ticaestriba en que mediante su anticipacin mental y la correspondiente seleccin de medios el

    !ombre controla el curso causal dirigi"ndolo !acia un determinado ob,etivo es decir lo

    9supradetermina de modo final:;-

    Es as que, si para conseguir la finalidad propuesta se seleccionan medios quelesionan diversos bienes jurdicamente tutelados, nada obsta para que el concurso dedelitos pueda predicarse, dependiendo, claro est, de las particularidades de los casosconcretos. Se dice pues, con razn, que la intencin del sujeto activo del delito nodesdibuja los recorridos tpicos que demande su iter criminis. Es sencillo comprenderque, si para asaltar un banco se asesina al celador, quien as acte responder por

    homicidio y hurto, aunque su cometido final sea nicamente apoderarse del dinero,pues si los medios seleccionados son a la vez delictivos, el concurso es inminente.

    Ahora bien, como el legislador no exige como ingrediente de los tipos penales desecuestro(simple o extorsivo)que la privacin de la libertad tenga una duracinmnima determinada, es suficiente que se demuestre que la vctima permaneciefectivamente detenida en contra de su voluntad durante un lapso razonable paraentender que los implicados le impidieron desplazarse libremente.

    Esa razonabilidad permite distinguir el delito desecuestrodel ilcito dehurtocalificado por la violenciaejercida sobre las personas, en tanto ste comporta uncontacto con la vctima que se retiene por el lapso necesario mientras es despojada desus efectos personales, pero inmediatamente despus puede continuar ejerciendo suderecho de locomocin.

    Los tiempos posteriores o adicionales al despojo de los bienes que la vctimalleva consigo, en que permanezca retenida por obra de los implicados en el delito, yaconfiguran el delito desecuestro, puesto que implican de suyo un atentado contra lalibertad individual, as esa retencin se utilice para asegurar el producto del ilcitoinicial o de otro ilcito, o para incrementar el botn a travs de otro tipo de gestiones, opara facilitar la fuga, o para seguir cometiendo delitos diferentes, como ocurre en el

    caso delhurto calificado por la violenciacuando se contina delinquiendo, utilizandoelementos conseguidos con el primer despojo, todo mientras el sujeto pasivo de ladelincuencia sigue sin poder moverse a su arbitrio porque la fuerza de los implicadosse lo impide.

    3. En cualquiera de las hiptesis anteriores, como se dijo, si la vctima esretenida ms all de lo razonable al despojo de sus efectos personales, se configurauna atentado contra la libertad individual, que se denominasecuestro.

    El problema consiste en determinar si se trata de unsecuestro simple, o si se

    est frente a un delito desecuestro extorsivo, labor que podr arrojar resultadosdiversos en los distintos casos, aunque las hiptesis delictivas se parezcan en algunosaspectos, pues tal determinacin necesariamente depender de lo que indiquen losmedios de conviccin. Ello explica por qu ni la doctrina ni la jurisprudencia sientansubreglas generales, porque son las pruebas las que en cada evento conducen a sabercul modalidad desecuestrofue activada por la delincuencia, sin que existan formulas

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    lgicas o jurdicas construidas artificialmente que pudiesen utilizarse vlidamente parauna determinacinex ante.

    4. En el presente asunto, en cuanto a la retencin de las vctimas y susconsecuencias jurdicas, la prueba esencial est constituida por la declaracin de cada

    una de las afectadas.

    La denunciante, seora Martha Roco Vargas, indic que luego de tomar un taxi,aproximadamente a las 7:30 de la noche, este vehculo fue abordado por dos hombresque, amenazndola con un revlver, la despojaron de sus joyas y le exigieron sustarjetas bancarias y las claves de las mismas; y que luego de obtener las claves uno deellos se baj del vehculo a verificar los datos. Despus continuaron con ella retenidaen el taxi mientras hacan transacciones, aproximadamente hasta las 10:45 minutosde la misma noche.(Folios 2 y 39 cdno. 1)

    Por su parte, la seora Yolanda Ordez Ordez, relat que le hicieron unpaseo millonario. Que despus de tomar un taxi para ir a su casa, a aproximadamentea las siete de la noche, el vehculo fue abordado por un hombre que intimidndola conuna arma de fuego le arrebat su bolso, de ah sac las tarjetas bancarias y le solicitlas claves: yo se las di inmediatamente; que ms adelante otro hombre subi al carro

    y empezaron a hacer un recorrido, con paradas intermitentes, sacaron dinero de loscajeros e hicieron transferencias, hasta la madrugada del da siguiente, cuando laliberaron.(Folio 64 cdno. 1)

    Como se observa, dichos testimonios ensean que las seoras asaltadas informaronlos nmeros claves de sus tarjetas bancarias instantes despus de iniciar el proceso

    delictivo, sin ofrecer resistencia debido a la intimidacin, y sin que hubiera sidonecesaria la retencin por algn tiempo accesorio para que ellas entregaran dichasclaves. El lapso restante lo ocuparon los implicados en las transacciones para retirar otransferir el dinero.

    Se constata, pues, que las seoras que utilizaban el servicio de taxi hacia susresidencias, fueron asaltadas por los implicados, quines se hicieron rpidamente conlas tarjetas de crdito y con las claves, emprendieron un recorrido por los cajeroselectrnicos desde los cuales hicieron varias transacciones. Durante ese tiempoimpidieron la movilidad de las vctimas, para asegurar el xito delhurto. Es decir, la

    finalidad de la retencin fueextorsiva, porque condicionaron su liberacin al logro deunprovecho, en este caso de ndole econmica; y tambin porque la retencin seprolong paraimpedirleshacer algo, es decir, para evitar que acudieran ante lasautoridades o ante la ciudadana en bsqueda de auxilio, y para que no bloquearan lastarjetas bancarias.

    El tipo desecuestro extorsivo, entre otras hiptesis delictivas, requiere que laretencin de una persona se haga con el propsito de exigir por su libertad un provecho(Artculo 169 Cdigo de Procedimiento Penal, Ley 600 de 2000). Suele creerse,equivocadamente, que esa exigencia debe hacerse necesaria y exclusivamente aterceras personas y no a la propia vctima.

    Esa comprensin del ingrediente del tipo desecuestro extorsivono es precisa niatinada, puesto que equivaldra a adicionar un requisito que el fin protector de lanorma no contempla. Por ejemplo, es evidente que si se retiene a una persona encontra de su voluntad, se le exige a ella misma una suma de dinero, y luego se deja enlibertad para que salga a conseguir esa cifra, elsecuestroes, sin duda,extorsivo,aunque no intervengan terceras personas en calidad de destinatarias de la exigencia.

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    En ese orden de ideas, lgico es concluir que en el presente asunto se configurun concurso desecuestros extorsivos; en concreto, porque los implicados supeditaronla liberacin de las vctimas a la obtencin de unprovechoeconmico, y porque lasretuvieron para que dejaran dehacer algoverbi gratia, pedir auxilio, denunciarlos o

    bloquear las tarjetas bancarias.

    Debe quedar claro en todo caso, que las reflexiones anteriores aplican a losasuntos como el presente, que el comentario comn ha dado en llamar paseomillonario, por la frecuencia con que se est reproduciendo ese flagelo que atemoriza ala comunidad, donde es jurdicamente atinado predicar elsecuestro extorsivocuandoconvergen varias notas caractersticas: i) el propsito de los implicados de obtener unprovecho de naturaleza econmica; ii) la utilizacin de la retencin de los sujetospasivos en contra de su voluntad como medio para lograrlo; iii) la restriccin de lalibertad fsica de las vctimas se emplea para evitar que acudan -de mltiples maneras-en defensa de su patrimonio; y iv) que la liberacin de las vctimas se supedita ocondiciona a la obtencin del provecho econmico; aunque no necesariamente loconsigan, ya que es factible que el influjo de alguna circunstancia ajena a la voluntadde los copartcipes evite que alcancen su cometido.

    En similar sentido se pronunci la Sala de Casacin Penal en fallo del 9 defebrero de 2006 (radicacin 20676), precisando lo siguiente:

    inisterio 1*blico cuando se)ala que para las diferentes concepciones dogm#ticas del

    delito la finalidad perseguida por el agente no agota el #mbito de responsabilidad y porque

    en todo caso difcil resulta suponer que los coautores no se representaron mentalmente que

    el comportamiento de conducir a un individuo !asta a un lugar despoblado amarr#ndole por

    un determinado tiempo no constituye una vulneracin de su derec!o a la libertad de

    locomocin que se sanciona de acuerdo con la pena prevista para el delito de secuestro.

    Adem#s de lo epuesto se impone precisar que respecto del criterio de conclusin como

    solucin del concurso aparente de delitos y m#s especialmente en cuanto se refiere aldenominado !ec!o tpico acompa)ante de lo que se trata es que el ,uicio de desvalor de uno

    de los comportamientos en aparente concurso consume el ,uicio de desvalor del otro delito

    dado que la entidad de este *ltimo no trasciende no cobra autonoma en punto de la lesin al

    bien ,urdico tutelado en la medida que su punicin ya !a sido establecida por el legisladoral tipificar el otro comportamiento. En este evento contrario como ocurre en el caso de la

    especie que ambos comportamientos violan de manera ostensible y de manera autnoma

    diversos bienes ,urdicos $patrimonio econmico y libertad personal& no !ay duda de que la

    valoracin de la finalidad perseguida por el acusado resulta inane pues sin dificultad se

    advierte la configuracin de un concurso material de delitos;.'

    De acuerdo con la ,urisprudencia citada el t"rmino que dure la privacin de la locomocin y la

    finalidad perseguida por el autor resulta un dato que no desquicia el ,uicio de adecuacin tpica.

    En este puntual aspecto est#n claramente diferenciadas las conductas punibles de !urto y

    =Senten"!a del *- de enero del *++. 9ad!"a"!$n *677

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    secuestro puesto que como lo di,o el ?ribunal@ y es que los se)ores 1anqueva

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    Agotado el delito contra el patrimonio econmico, se inici el quevulner la libertad individual del seor CARVAJAL AGUDELO, el cual se prolong porcasi 2 horas, segn se aprecia de las contundentes manifestaciones que hizo la vctimaen su testimonio en el juicio oral, el que, indudablemente, cobr autonoma de la otraconducta punible, puesto que si bien existe una conexin ideolgica entre las dos, la

    privacin de la libertad cobr dinmica independiente. La intencin de restringir lalibertad del seor CARVAJAL AGUDELO aparece ntida y obvia, motivada s por elpropsito de eliminar la posibilidad de ser sorprendidos en posesin de los elementoshurtados, pero indiscutiblemente independiente. Jurisprudencialmente se ha dichoque la retencin transitoria de una persona mientras se consuma otra conductapunible (un hurto o una violacin sexual, por ejemplo ), no estructura la descripcintpica del secuestro), dndose as un concurso aparente (Radicado 13745 de 2002.Ponente Dr. YESID RAMIREZ BASTIDAS).

    Pero cuando se presenta una ruptura cronolgica como en estecaso, donde ya se haba consumado el hurto (a las 5 de la maana cuando bajaron a la

    vctima del automotor y ste perdi la custodia del mismo), dndose inicio a laprivacin de la libertad del mismo por lapso de casi dos horas, el tipo penal desecuestro simple irrumpe con toda su intensidad, ya que son dos acciones separablesen el tiempo y en el espacio, permitiendo el concurso real de conductas punibles quepregona la primera instancia.

    La Corte Suprema de Justicia en un caso similar al que ahoraocupa la atencin de la Sala, afirm:

    CEn el secuestro simple es suficiente para configurar el tipo penal que

    se prive de la libertad a una persona siendo indiferente el propsito o fin que se proponga elagente. Arrebatar es trasladar a una persona por cualquier medio contra su voluntad de un

    lugar a otro.

    En el caso subeamine los delincuentes despu"s de consumado el

    violento apoderamiento de los dineros de la entidad crediticia mediante la fuerza obligaron

    al gerente a seguir con ellos y via,ar en un ve!culo donde se le retuvo y se le !izo

    adoctrinamiento por un lapso de '% minutos cuando se le de, en libertad en un sitio

    ale,ado de la ciudad. Esta conducta tipifica un delito de secuestro simple pues la vctima fue

    arrebatada de su lugar de traba,o trasladado contra su voluntad a sitio diferente y retenida

    fuera de su mundo !abitual con detrimento de su voluntad.

    o se desconoce que la violencia contra la persona como medio parallevar a cabo el apoderamiento puede ser antecedente o concomitante con el

    apoderamiento o subsiguiente si se pone en ,uego por el actor luego de !aber consumado el

    delito para asegurar su producto o procurar la impunidad.

    1ero si de esa violencia e,ercida sobre la vctima resultare su muerte o un

    grave da)o en su salud o se lesionare otro bien ,urdico tutelado por la ley se encontrar# el

    ,uzgador en presencia de un concurso delictual.

    En el caso de estudio el !ec!o de que los subversivos !ubiesen privado

    ilcitamente de su libertad al ofendido ya fuere para asegurar el producto del !urto en nada

    desdibu,a la eistencia concursal de secuestro y !urto pues con distintas acciones se

    lesionaron bienes ,urdicos diferentesC; (Acta 49 de 22 de julio de 1980. PonenteDr. JORGE CARREO LUENGAS).

    Posteriormente, la Alta Corporacin ratific esta lnea depensamiento en la sentencia de 17 de agosto de 2005, Ponente Dr. ALVARO ORLANDOPEREZ PINZON, cuando sostuvo que el secuestro simple en estos eventos concursantescon el hurto, se materializa cuando esta accin pueda separarse de la que afecta elpatrimonio econmico, sin atender al factor temporal de la privacin de la libertad.

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    Esto es exactamente lo que se tiene en este evento concreto y por tanto, no se acogerel argumento que en contrario expone el seor defensor recurrente y el MinisterioPblico que comparti la errada tesis durante el juicio, aunque no lo esgrimi anteesta sede como argumento de su disenso.

    Ahora bien, sostiene el censor adicionalmente que la privacintransitoria de la libertad del conductor del automotor era necesaria para garantizar elxito del hurto y por eso se trata de una sola accin. Esta desafortunada apreciacinde la defensa no la comparte la Colegiatura precisamente porque la afectacin al bien

    jurdico de la libertad individual se present separada del hurto, cuando ste ya sehaba consumado, es decir, el iter criminis de esta infraccin ya estaba agotado. Lo quede ah en adelante sigui fue una nueva accin criminosa. Sencillamente la privacinde la libertad del seor CARVAJAL AGUDELO no era necesaria para asegurar laconsumacin de la infraccin contra el patrimonio econmico, porque sta ya se habaconsolidado desde dos horas antes. El camin fue hallado por la Polica cuando loestaban descargando ms de dos horas despus gracias a la bsqueda satelital peroello no significa que el hurto no se hubiera consumado. Adems, esa discusin no esdable en este proceso toda vez que la imputacin por el hurto consumado fue aceptadapor los procesados en una carpeta separada donde se emiti contra ellos sentencia

    anticipada y ese tema no est en discusin.Honorable Tr!bunal Super!or del D!tr!to Jud!"!al de Medell8n# Sala Penal de De"!!$n# enten"!a de apela"!$n del

    pr!mero &6( de mar4o de do m!l on"e &*+66(# rad!"ado pro"eo No. *+6+/+6*,7# M. P. Dr. 9!"ardo De La Pa)aMarulanda./COMENTARIO DEL DOCENTE: En el pre!en%e #a!o+ re!pe%ano opinione! i"er!a!+#on#ep%1o 'ue en "era lo 'ue !e #on:gur (ue un #on#ur!o )Ar%. ?RTO CALIFICADO A@RAADO )Ar%!. ;=B / ;=6+ C.P., / SEC?ESTRO ETORSIO)Ar%.679+ C.P.,+ por'ue e!pu0! e #on!u&ao el >ur%o lo! a#%ore! pri"aron e la li$er%a

    al !eor CARAAL A@?DELO &o%i"ao! por uno e lo! prop!i%o! pre"i!%o! en el%ipo penal 679+ #ul era el e 'ue el !e#ue!%rao omitiera algo+ #on#re%a&en%ei&peirle 'ue iera a"i!o opor%uno el *ur%o a la! au%oriae!.

    VIII

    DIFERENCIAS ENTRE EL SECUESTRO SIMPLE, EL SECUESTRO EXTORSIVO,Y EL CONSTREIMIENTO ILEGAL.

    Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a de "aa"!$n del tre!nta > uno &'6( de ul!o de

    do m!l Tre &*++'(# rad!"ado pro"eo No. 6.+-'# M. P.5 Dr. Herman :al0n Catellano./Ahora bien, la diferencia existente entre el secuestro simple y el extorsivo,

    ciertamente no recae en el elemento objetivo, que es comn para los dos, esto es, en laprivacin de la libertad mediante las formas descritas en las disposiciones que lostipifican, como son arrebatar, ocultar, sustraer o retener a la vctima, sino en elelemento subjetivo del tipo, pues entre tanto en el secuestro simple basta que se privede la libertad a una persona para que se configure el delito, en el de naturalezaextorsiva el secuestrador tiene el propsito de exigir algo por la libertad de la vctima,en lo cual existe un verdadero constreimiento. Ahora bien, este empleo de violenciamoral como amenaza seria de un dao inminente o prximo, vis compulsiva es tpico

    del delito de constreimiento ilegal, el cual, a su vez, se diferencia del secuestroextorsivo en la supresin de la libertad ambulatoria que ste ltimo requiere.5

    El mismo actor del recurso afirma que la retencin del seor ROS PELEZ,taxista, tena por objeto asegurar que la clave suministrada para operar su tarjeta deCONAVI sera efectiva para sustraer el dinero de su cuenta, de manera que exista un

    Sala de Caa"!$n Penal. 9ad. 6*.,+7. Ma>o 6*+++. M.P. JO9:E ANKAL :ME :ALLE:O. Sala de Caa"!$n Penal. 9ad. 6'.'6*. Mar4o 6'*++'. M.P. CA9LOS AU:USTO :LE A9:OTE.

    Corte Cont. C/,,# No). *- de 6,,. M.P. JO9:E A9AN:O MEJA.

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    doble propsito con su retencin, uno de lucro indebido y, otro, de obtener unresultado a cambio de la libertad, con lo cual se comprometa tambin la vida, pues elplenario revela que el secuestrado estuvo siempre sometido a amenazas de muerte.Estos hechos, popularmente conocidos como paseos millonarios, fueron consideradospor el Tribunal como constitutivos de secuestro extorsivo, pero el actor del recurso,

    fuera de presentar su personal alegacin, no demostr que elad quemhubieraincurrido en error en esa calificacin y menos an, que con ello se hubiere

    desconocido el principio delnon bis in dem.Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a de "aa"!$n del tre!nta > uno &'6( de ul!o dedo m!l Tre &*++'(# rad!"ado pro"eo No. 6.+-'# M. P.5 Dr. Herman :al0n Catellano./

    IX

    PRIVACION ILEGAL DE LA LIBERTAD.

    Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a de "aa"!$n del )e!nt!"!n"o &*( de ma>o dedo m!l e! &*++-(# rad!"ado pro"eo No. *+.'*-# M. P.5 Dr. Ed1ar Lombana Tru!llo./

    Como es bien sabido, el delito de PRIVACIN ILEGAL DE LA LIBERTAD es de aquellos

    denominados materiales, en la medida en que slo es dable afirmar su consumacin en

    tanto efectiva y fsicamente se produzca el hecho antijurdico de privar a una persona desu libertad sin que medie fundamento jurdico para ello.

    Desde el punto de vista de su contenido, tambin se le ha caracterizado como reato

    permanente, toda vez que la realizacin de la conducta o la produccin del evento tpico

    no se agota en un solo instante, sino que ella perdura o se prolonga durante todo eltiempo en que se mantenga el proceso consumativo, en tanto no se produzca la liberacin

    del detenido a iniciativa de quien directamente la ha coartado, o de quien debe hacer

    cesar su vulneracin, o de un tercero, o por circunstancias no vinculantes con las

    personas a quienes resulta imputable.Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a de "aa"!$n del )e!nt!"!n"o &*( de ma>o dedo m!l e! &*++-(# rad!"ado pro"eo No. *+.'*-# M. P.5 Dr. Ed1ar Lombana Tru!llo./

    Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a de apela"!$n# de tre"e &6'( de ul!ode do m!l e! &*++-(# rad!"ado pro"eo No. *.-*# M. P. Dra Mar!na Pul!do de Kar$n./

    En efecto, recurdese cmo este tipo penal, como sucede con el de prevaricato por

    accin, involucra un elemento normativo referido al abuso de la funcin que acompaa

    la determinacin del funcionario pblico de privar a una persona de su libertad, desuerte tal que para valorar si una conducta se ajusta o no a dicha descripcin legal, es

    preciso establecer si el acto reprochado puede ser tildado o no de abusivo.Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a de apela"!$n# de tre"e &6'( de ul!o de dom!l e! &*++-(# rad!"ado pro"eo No. *.-*# M. P. Dra Mar!na Pul!do de Kar$n./

    X

    PRIVACION ILEGAL DE LA LIBERTAD CONCURSACON EL PREVARICATO POR ACCIN.

    Honorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a de apela"!$n# delHonorable Corte Suprema de Jut!"!a# Sala de Caa"!$n Penal# enten"!a de apela"!$n# del on"e &66( de ma>o de m!lon"e &66( de ma>o de m!lno)e"!ento no)enta > nue)e &6,,,(no)e"!ento no)enta > nue)e &6,,,(# rad!"ado pro"eo No. 6'.+6# M. P.5 Dr.# rad!"ado pro"eo No. 6'.+6# M. P.5 Dr. Fernando E. Arboleda 9!poll > Jor1eFernando E. Arboleda 9!poll > Jor1eAn8bal :$me4 :alle1oAn8bal :$me4 :alle1o././

    No se remite a duda, que el enfrentamiento verbal acaecido entre el doctor JOSE

    ISMAEL DIAZ ROJAS y el particular HUGO STALIN GARCIA, el siete de septiembre de milnovecientos noventa y dos, iniciado en el rea urbana del Corregimiento de San Felipe,Guaina, y culminado en la pista area de la citada localidad, no tuvo otro origen que las

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    desavenencias de carcter personal que de tiempo atrs venan presentndose entreambos, sin relacin ninguna con la condicin de funcionario al servicio de la judicaturaque por la poca de los hechos ostentaba el procesado.

    Recurdese al respecto que el propio doctor DIAZ admiti no tener a su cargo ningn

    proceso o actuacin que involucrara a Hugo Stalin Garca; que sus relaciones seconcretaron a algunas negociaciones de carcter comercial, pues era su costumbreacudir al establecimiento que Garca administraba para adquirir artculos para su usopersonal y que incluso en varias oportunidades all le fueron otorgados crditos. Estacuestin viene a confirmarse con la declaracin del Agente de la Polica JUAN CARLOS

    VIDAL LONDOO quien dijo que los roces entre el Juez y Garca venan presentndosepor una deuda que aqul tena con ste.

    De igual manera, no obstante que el Ex Juez Promiscuo Territorial de San Felipe quisojustificar su comportamiento aduciendo en su favor que en la fecha de los hechos seencontraba en cumplimiento de las funciones, y que bajo esas circunstancias fue objetode improperios por parte de Garca, lo cierto del caso es que ninguna relacin seestablece entre la discusin presentada por el abordaje de la volqueta propiedad delcorregimiento y las funciones oficiales del acusado.

    Fuera cierto o no que el doctor Daz se desplazaba hasta la pista de aterrizaje a reclamarla correspondencia con destino al Juzgado a su cargo, por cuanto para ese entonces nocontaba con Secretario, no es algo que por s desvirte la naturaleza privada delincidente ocurrido.

    Tmese en cuenta, que de la misin oficial que dice el sindicado deba cumplir en su

    traslado a la pista area, no tena por qu estar enterado Hugo Stalin Garca, respecto dequien adems no se haba ventilado o estaba en curso algn proceso o actuacin judiciala cargo del funcionario, y, de otra parte, que Garca en esos momentos tenalegtimamente a su servicio la volqueta que el Corregimiento le haba dado en prstamopara transportar una mercanca, la cual, sin embargo, el juez abusivamente pretendiutilizar.

    Situacin distinta, es que a raz de ese enfrentamiento verbal, el acusado utilizara sucargo en la judicatura para ilcitamente proceder a irrogar una sancin restrictiva de lalibertad, anteponiendo sus sentimientos y pasiones personales como respuesta por no

    habrsele permitido transportarse en el automotor. De ello da cuenta el mismo AgenteVidal Londoo, quien presenci el hecho, al decir que a raz del incidente el Juez comentsu intencin de arrestar a Hugo Garca; como efectivamente lo hizo al proferir laresolucin sancionatoria y enviar el oficio solicitando su cumplimiento al Comando de laPolica.Si esto ocurri con las motivaciones que tuvo el acusado para proferir la resolucinsancionatoria, qu no decir en relacin con la transgresin de las formalidadesreguladoras del debido proceso y el derecho de defensa establecidas por la legislacin

    vigente al momento de los hechos para imponer esta clase de medidas correccionales.

    Tan evidente es lo anterior, que el acusado no soport la decisin en ningn medio deprueba sino en su conocimiento y valoracin particular de los hechos, si bien mencionatangencialmente que el irrespeto haba sido presenciado por los Agentes Prez y Vidaladscritos a la Subestacin de Polica con sede en San Felipe; y, sin esperar que la mismaadquiriera ejecutoria, pues no despleg labor alguna para efectos de la notificacin alafectado, de inmediato orden ser cumplida por el Comando de la Estacin a donderemiti copia de la misma, la que se ejecut por la autoridad policial.

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    As, aparece ntida la realizacin del tipo de privacin ilegal de la libertad deducido en elpliego enjuiciatorio, el que tuvo lugar con plena conciencia de la antijuridicidad de suproceder, siendo por ende, acreedor a la sancin sealada legalmente para esta clase deconductas penalmente reprochables y punibles.

    No se trata, pues, como lo da a entender el impugnante, de haber incurrido en un simple"error" al expedir sin las formalidades legales la resolucin sancionatoria, originado en lasprecarias condiciones de comunicacin de la sede judicial que impedan la adquisicin deconocimientos actualizados en esta materia, puesto que las circunstancias que rodearonla ejecucin del hecho descartan de antemano una tal posibilidad.

    Recurdese que cuando fue interrogado sobre su conocimiento de los presupuestosestablecidos para adoptar esta clase de sanciones disciplinarias, en la indagatoriaexpuso: "s efectivamente las s, pero como lo dije anteriormente, me encontraba solo alfrente del juzgado, cuando quise solicitar la colaboracin de la polica no me fue prestadapor lo cual opt por tomar dicha decisin"; y, en la misma diligencia, dijo: "conociendo lasnormas en su forma taxativa no, pero de alguna manera tena que hacer notar que esteseor HUGO por lo menos dejara de estar injurindome, pues se haba vuelto costumbreque el que quisiera insultarme lo haca" (fl. 63 cno. 1).

    De ah que se afirme que para la aplicacin del precepto que establece y regula el ejerciciode la potestad correccional, no se requiere de una especial actividad intelectiva queobligue consultas en bibliotecas especializadas como lo alude el recurrente, sino el simplecumplimiento de su claro contenido normativo cuyo texto dijo no ignorar el doctor Daz.

    La configuracin del delito de privacin ilcita de la libertad aparece plenamente

    acreditada en el proceso pues HUGO STALIN GARCIA, como consecuencia precisamentedel acto arbitrario de autoridad proferido por el funcionario, debi cumplir la sancinilegalmente impuesta en el sitio que le fue asignado para ello por la Polica del lugar.

    En relacin con este tpico de la impugnacin, contrara la realidad procesal lo afirmadopor el defensor en el sentido de que la orden emitida por el juez no fue cumplida por laPolica, pues al respecto debe decir la Corte que la circunstancia de no aparecerregistrada la medida en los libros de minuta que eran llevados en el Comando de laSubestacin de Polica de San Felipe no indica que ella no haya tenido lugar.

    El propio afectado HUGO STALIN GARCIA, fue claro en sealar que la detencin lacumpli en el kiosco de la polica, lo cual aparece confirmado por el agente NELSON DEJESUS LONDOO CORRALES, a quien si bien no le consta el incidente surgido entreaqul con el funcionario, aclar haber recibido el turno con la consigna de "custodiar" aGarca contra quien el Juez haba dispuesto su detencin por el trmino de veinticuatrohoras y que cuando cumpli la sancin impuesta le fue dada la libertad (fls. 24 y ss.-1).

    Adicionalmente, el Agente de la Polica MELQUI DIAZ PALACIO, en declaracin rendidadentro del proceso disciplinario, gnesis de esta actuacin, fue enftico en sostener que laorden sancionatoria expedida por el Juez fue cumplida en su totalidad (fls. 26-1).

    Sin que se aprecie en los declarantes otra intencionalidad al relatar lo realmenteacontecido, puesto que no tendran ningn inters distinto a referir lo que les constasobre los hechos investigados, sus versiones uniformes apuntan a dar por establecidoque la privacin de la libertad de locomocin de HUGO STALIN GARCIA tuvoefectivamente realizacin como consecuencia de la resolucin sancionatoria expedida ensu contra por el doctor JOSE ISMAEL DIAZ ROJAS.

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    Apareciendo entonces demostrado que la privacin ilcita de la libertad de STALINGARCIA evidentemente tuvo lugar, y que ella obedeci a un acto deliberado y conscientedel funcionario acusado de transgredir la norma que le prohiba hacerloinmotivadamente, no existe dificultad alguna para advertir que sin mediar justa causacon su conducta lesion el bien jurdico de la libertad individual hacindose acreedor a la

    sancin punitiva establecida por la ley para esa clase de comportamientos, social yjurdicamente reprochables.Corresponde ahora analizar a la Corte, si el doctor DIAZ ROJAS con su conducta,adems del tipo de privacin ilcita de libertad, realiz el que define el prevaricato poraccin, como lo determin la Fiscala de segunda instancia al resolver el recurso deapelacin interpuesto contra la providencia calificatoria, y fue estimado por el Tribunal alaplicar las consecuencias previstas en el artculo 26 del Cdigo Penal sobre el concursode hechos punibles.

    Consider el acusador de segundo grado que el Juez Daz Rojas vulner dos bienesjurdicos diversos: la administracin pblica y la libertad personal, pues por tratarse deconductas idealmente escindibles, la providencia manifiestamente contraria a la ley,puede no generar privacin de la libertad ya que sta supone siempre la captura,mientras que la privacin ilcita de la libertad puede estar acompaada o no de un actoprevaricador, como cuando se expide orden de captura sin providencia previa.

    El Tribunal, por su parte, a partir de encontrar probada la configuracin de ambosdelitos y afirmar manifiesta la intencin del acusado de sancionar al particular HugoStalin Garca, concluy que los cargos imputados en la resolucin de acusacin, nofueron desvirtuados.

    A este respecto, para negar la concurrencia del injusto de prevaricato, ya en laponencia derrotada ora en la discusin de la misma, se ofrecieron consideracionescomo las siguientes, las cuales no fueron compartidas por la mayora de la Sala por lasrazones que ms adelante se expondrn:

    1.- Que la subsuncin, como proceso simple, es insuficiente para resolver el puntoporque deben considerarse la finalidad conseguida por el actor, la valoracin social dela conducta y el bien jurdico que con la conminacin de pena la ley pretende tutelar.

    2.- Que la responsabilidad penal no puede deducirse nicamente de la coincidenciaformal de la conducta con la definicin previa que de ella hace la ley, sino que se exigeque con su realizacin se haya lesionado efectivamente, o puesto en peligro, la relacinsocial concretamente protegida, pues es sta la que da razn de ser al tipo.

    3.- Que para que se d la concurrencia de tipos es necesario establecer el nmero deacciones socialmente relevantes, realizadas de acuerdo con la finalidad propuesta y elplan trazado para lograrla, sin desdear la ubicacin tpica de la conducta de cara alos bienes jurdicos tutelados que pudieran resultar efectivamente lesionados o puestosen peligro.

    4.- Que ni la acusacin ni la sentencia hacen esta clase de juicio, pues el fiscal desegunda instancia apenas considera la existencia de un concurso ideal heterogneo detipos, argumentando que uno fue delito medio para realizar otro delito fin, y con ellohace suponer que la imputacin se concreta en que el acusado realiz un tipocompuesto de carcter complejo, lo cual entra en contradiccin con el enunciado delcual parte.

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    5.- Que aparentemente tambin el fallo se funda en haber quedado establecida larealizacin de dos tipos penales, mediante conductas escindibles, lo que implica acogerun concurso real.

    6.- Que si la resolucin precisamente constituy la manera como poda lograr el autor

    su resuelta finalidad de detener arbitrariamente a Garca, advertida desde el momentoen que se present la discusin con ste, UNA SOLA fue la conducta llevada a cabopor el funcionario, preordenada a lesionar el bien jurdico de la libertad individual,pues de haber sido legal el acto sancionatorio, habra desaparecido la consecuenciapunible de l derivada.

    7.- Que la privacin ilcita de la libertad slo result posible por la expedicin abusivade un acto de autoridad, y si tal acto es precisamente aqul que el Tribunal calificacomo manifiestamente contrario a la ley, no puede menos que concluirse la unidadfctica y jurdica que da al suceso el carcter de un nico comportamientofinalsticamente dirigido, descartndose la concurrencia de tipos penales porcorresponder la conducta a aquella definicin que busca tutelar el bien jurdico de lalibertad individual.

    8.- El concurso ideal no tiene cabida pues para su determinacin se dej de considerarque la resolucin manifiestamente contraria a la ley constituy la va por la cual podalograr la finalidad de detener arbitrariamente a Garca, exteriorizada desde el momentoen que se present la discusin con ste, por lo que deviene constitutiva de finalidadnica.

    9.- Que lo anterior no significa que el medio deje de ser trascendente en trminos

    socialmente considerados, porque ste se recoge en el artculo 66-3 del Cdigo Penal altrasladar su desvaloracin normativa al resultado finalsticamente obtenido, paracomprender en la punibilidad la integridad de las circunstancias especiales querodearon la conducta.

    A esta argumentacin, siguiendo el mismo orden en que fue reseada, se responde:

    1.- El problema parecera planteado desde una perspectiva diversa de la estructura dela conducta, de su ser, cuando una tal concepcin no corresponde al entendimientoque de ella tiene la mayora de la Sala y que parte de reconocer que toda conducta

    implica voluntad y que sta no puede concebirse sin finalidad.

    2.- Lo que ocurre es que para saber cundo una actividad final constituye una o variasacciones relevantes para el derecho penal, es decir si son concurrentes o no, hay queacudir a criterios conceptuales o valorativos que estn, en principio, en los tipospenales porque son ellos los que definen qu actividad final quieren abarcar, es decir,qu buscan prohibir, en qu medida y a travs de cules medios.

    3.- As mismo, es el propio ordenamiento el que define en qu medida las conductasdescritas en los tipos penales deben ser relevantes socialmente en tanto sean lesivasde un bien jurdico o simplemente lo pongan en peligro. Y decidir tambin con cunta

    intensidad proteger cada clase de bien jurdico, sea ste inherente a la persona (enpunto a su existencia o a su desarrollo mediante las relaciones socialmente libres) o alEstado (frente a su existencia o frente a su funcionamiento).

    4.- La posicin minoritaria reduce a unidad de delito -y al parecer a unidad de accin,de conducta y de tipo- todo aquello que se realiz para la consecucin de una finalidad(la privacin de la libertad de Garca), sin reparar en que dicho resultado poda llevarsea cabo atentando contra el deber de ejercer la funcin judicial legalmente, o

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    prescindiendo de ese plus. Para ese propsito otorga a la finalidad un sentidoaglutinante y unificador que en s misma no tiene, aunque podra llegar a tenerlo,como ocurre por ejemplo en los tipos complejos que incorporan el fin como elementotpico, o en tipos que estn en relacin de progresin, en los cuales el aglutinante legales la ident