Delitos Culturales y Economicos Dictadura

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    INFORMACIN, CULTURA Y SOCIEDAD.No. 26 (enero-junio 2012)

    ab: The intervention on the Biblioteca Vigil evidences other effects oflast Argentinas dictatorship (1976-1983): cultural genocide. Specically, onFebruary 25, 1977, a group formed by members of the armed forces, securityservices and civilian professionals, took their installations under the gure ofnormalizing intervention. A subsequent disposition dated April 1977, began

    the settlement of its outstanding equity. Indeed, his case falls under the com-mon dictatorial actions on the elds of culture: persecution, censorship, illegaldetention, torture and disappearance. However, this exhibits unique features:rstly, settlement assets ensued uninterruptedly over thirty years being closedlate 2008. Also, is still in a process of intervention normalizing. In this paper wedescribe the various attempts and recovery stages of the institution, the strategiesimplemented and obstacles political, cultural and legal. The object of this studyis to visualize a pending agenda: cultural crimes and economic crimes that do

    not prescribe in the context of genocide.

    Kw: Civil-military dictatorship in Argentina; Cultural genocide; Repair-ing history; Cultural and economic crimes.

    p p (1959 1983)

    Gnesis y crecimiento institucional

    La inicios de la Biblioteca Popular Constancio C. Vigil se remontanal ao 1944 cuando se crea una pequea biblioteca en la Asociacin Vecinaldel barrio Tablada y Villa Manuelita en la zona sur de la ciudad de Rosario,

    previamente inaugurada en 1933 al calor del movimiento asociaciacionista en

    marcha desde la dcada de 1920. Como bien sealan algunos estudios (Gravano,1989; Gutirrez y Romero, 1989; Armus, 1990; Acha, 2004 y Gutirrez y Ro-mero, 2007), estas organizaciones barriales fueron expresiones de una sociedadde entreguerras ms orientada a la negociacin para el progreso y menos crdulao entusiasta de acciones a sistmicas y contestarias. Especcamente, con lasasociaciones vecinalistas, los sectores populares adquirieron mayor visibilidad

    para negociar sus intereses con la administracin del poder. Igualmente, operaroncomo verdaderos agentes de socializacin urbana.

    Bajo esta tendencia, el barrio Tablada se pobl de las tpicas entidadespopulares construidas para la participacin, la ayuda mutua y la socializacinurbana: vecinales, clubes, bibliotecas pblicas, ganaron lugar en el paisaje chato

    y rutinario. No obstante la diversidad de actividades y objetivos, en su conjuntorespondieron a un imaginario social (Castoriadis, 2007) que cobr intensidad yestabilidad volvindose un signicante de poca: elevar la cultura. Eclipsados

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    por un registro de normalizacin sociopoltica y universalizacin del conoci-

    miento, esta simblica necesidad tom formas materiales precisas: ciclos deconferencias a cargo de especialistas en amplios y diversos temas de actualidad,lecturas colectivas, concursos de poesa, dibujo y pintura. La moderacin, la

    prudencia y la buena voluntad, fueron las notas dominantes.

    Las formas cultas del entretenimiento tambin dejaron su huella en elmbito privado: los sectores urbanos populares hicieron su espacio domstico

    para los libros serios y revistas pasatistas. Con ello, no resulta extrao quela biblioteca mencionada comenzara sus actividades de prstamos y consultasgracias a las pequeas donaciones de los vecinos; los libros ya estaban all como

    objetos-fetiche, valorados y domesticados.Hacia al ao 1953, un entusiasta grupo de adolescentes y jvenes se sum

    al espacio vecinal y conform una Sub-comisin de biblioteca continuando conprcticas y saberes de corte espiritualista hasta 1957, cuando se produce unpunto de inexin institucional por va de una idea indita y sencilla: organizary administrar una rifa pagadera en cuotas. El joven Augusto Duri ide este

    particular mecanismo de reproduccin nanciera; segn recuerda el ex tesoreroToms Pedrido: Hablar en esa poca de una rifa en cuotasy era una cosade locos1. Efectivamente lo era, no slo por su modalidad de pago sino por suarticulacin simblica: el mundo pagano de la apuesta el negocio del juegoacoplado a la sagrada esfera de la cultura. Con este viraje material y simblico,la biblioteca Vigil en ciernes escap del tpico registro fomentista.

    La rifa fue exitosa desde su implementacin; ms an, en pocos aossu crecimiento fue sostenido y exponencial. En parte, ello se debi a la combi-natoria de abonarla en forma accesible, ofrecer atrayentes premios y sostenerla promesa de plasmar los recursos en un conjunto de actividades y serviciossociales, educativos y culturales signicativos en su comunidad. Asimismo,la respuesta comunitaria se anud a la lgica institucional que se imprimi

    desde su gnesis: una dinmica de abajo hacia arriba. Es decir, an cuandoel mandato asociacionista estaba presente y se pretenda laelevacin culturaldel barrio en el que acta2, ello no supona emular los cnones impuestos

    desde la cultura hegemnica; antes bien, se intentaba pensar y actuar desde losmrgenes, desde las entraas de la cultura popular y hacia la cultura popular.Un disloque direccional que no estuvo exento de contradicciones, aciertos yerrores; sintticamente, elevarse antes que elevar.

    Encontrados los recursos nancieros, en 1959 la Sub-Comisin se separde la vecinal y naci como asociacin civil Biblioteca Constancio C. Vigil.En adelante, creci y se desarroll de forma embrionaria; es decir, en trminosgenerales, la gnesis de cada mbito fue fruto del cruce de un especco intersgrupal y/o particular, y las reales posibilidades de efectivizarlo de forma auto-

    gestionaria. Por ejemplo: una mera charla de divulgacin astronmica a cargode un vecino acionado, se complejiz hasta transformarse en el emblemtico

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    observatorio astronmico. O los conocimientos de un socio en el campo de la

    taxidermia devino en el museo de ciencias naturales ms importante de laregin.

    En sntesis, de unas prcticas altruistas del tiempo libre, la inicial bi-blioteca se fue transformando en una institucin de slido capital nanciero

    y patrimonial que entonces demand su dedicacin completa. Por ello, seconform una comisin directiva (CD) estable cuyos miembros continuaron

    en funciones hasta 1977 por va del voto mayoritario de la masa societaria.

    Llegados a la dcada de 1970, result un complejo social, cultural, educativo ymutual sostenido por 19.639 socios, con 647 empleados y 2.956 alumnos en susescuelas primaria, secundaria, jardn de infantes y universidad popular3. Dichocrecimiento y diversidad de objetivos oblig a una adecuacin de los estatutosy su inscripcin como persona jurdica en el entonces Instituto Nacional deAccin Mutual (INAES) bajo la matrcula N 304.

    Por su parte, la otrora rifa se transform en bonos bianuales que llegarona demandar ms de 3.000 vendedores y 500 cobradores en todo el pas, arrojandoingresos mensuales superiores a los tres millones de pesos. Durante 18 aos

    (1959-1977), la institucin logr sortear los conictos externos e internos quenunca dejaron de presentarse. Los primeros, en tanto obstculos burocrticos,lobbies empresariales, recelos de poder y sospechas eclesisticas dada su frrealaicidad. Los segundos, inevitables en virtud de toda crisis de crecimiento y la

    pluralidad poltico-ideolgica de sus miembros.

    Crisis fnanciera. Intervencin. Genocidio cultural

    Los fuertes cimbronazos econmicos de los aos 1974-1975 afectaronseveramente los engranajes nancieros de la institucin. Por un lado, hacia elsegundo semestre de 1974 comenz en el pas una escalada inacionaria queel gobierno de Isabel Martnez de Pern (1974-1976) intent controlar impi-diendo la suba de precios. Algunos sectores empresariales respondieron con la

    paralizacin total de entrega de mercaderas. Durante ocho meses, la entidadqued desabastecida de los bienes afectados a premios de la rifa previamente

    contratados; fundamentalmente, se resinti la entrega pactada de autos. Por suparte, en junio de 1975 el ministro de economa Celestino Rodrigo devalu lamoneda en ms del 100 por ciento produciendo un extraordinario aumento enel precio de los productos. Siguiendo al economista Jorge Schvarzer:

    El rodrigazo marc el inicio de un perodo de tres lustros en el que la tasa deinacin se mantuvo sistemticamente en los tres dgitos (y lleg hasta cuatro)anuales hasta convertirse en el fenmeno central de la economa. Desde juniode 1975 hasta marzo de 1991 () los precios nominales promedio se multipli-

    caron cinco mil millones de veces; fue as que toda la poltica econmica quedenvuelta en dicha vorgine que se extendi casi naturalmente al proceso poltico

    y social (1995: 3).

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    Para la Vigil, la combinatoria de devaluacin e inacin sobrevino enuna encerrona nanciera que escapaba a todo control interno: los programas desorteos continuaban semanalmente a requerimiento de expresas normas legales,en tanto las mercaderas de las rifas ya vendidas no estaban disponibles.

    Hacia el ao 1976, lo anterior dispar un conjunto de demandas judiciales

    por parte de aquellos ganadores que an no haban recibido sus premios. Segnse desprende del expediente judicial4, los principales querellantes fueron com-

    pradores de bonos que no residan en la ciudad de Rosario y acaso no conocan

    las signicativas obras de la entidad. Como fuera, estas acciones operaron comoun certero chivo expiatorio para el inicio de la intervencin dictatorial.

    Ciertamente, decimos que los juicios iniciados operaron como un sub-terfugio oportuno no slo aludiendo a la memoria de los actores institucionales,sino en virtud de inditas fuentes documentales halladas en el Archivo Provincialde la Memoria de la ciudad de Santa Fe5. Documentacin especca evidenciauna frrea vigilancia sobre la institucin por fuera de la coyuntura nancieradescripta. Se citan dos ejemplos: por un lado, la Secretara de Inteligencia delEstado (SIDE) solicit informacin de carcter ideolgico sobre la Biblio-teca Vigil ya desde el ao 1968 con averiguacin de antecedentes de todos los

    miembros de la CD. Por el otro, en la cha personal de un ex profesor de suInstituto Secundario puede observarse que, hacia el ao 1972, dicho lugar detrabajo consignaba un peligroso antecedente; textualmente: docente de la escuela

    secundaria de la Biblioteca Vigil: centro de irradiacin marxista6.

    Por fuera de estos hallazgos documentales, la dictadura iniciada en 1976no exterioriz discursos ociales de orden ideolgico hacia la entidad, antesbien, eran palpables algunas expresiones dispersas propias de aquel momentohistrico e incluso aos antes, por va de enunciados tal y como la bibliotecacomunista. Es decir, el rostro bifronte (guila, 2008) del terrorismo de Estadose condens en este caso con un evidente desdoblamiento discursivo: en tanto de

    forma clandestina se producan tareas de seguimiento y espionaje hacia actoresinstitucionales claves, en el orden pblico se argumentaba la necesidad de cuidarun inters superior. Especcamente, el decreto intervencionista-normalizador

    N 0942/77 rmado por el entonces gobernador de facto Jorge Desimoni expli-citaba en sus considerandos:

    se ha constatado el incumplimiento por parte de esa asociacin a sus obliga-ciones derivadas de la emisin y venta de la rifa individualizada como Bono N20, para cuya circulacin se otorg a la organizadora un rgimen de excepcincontenido en resolucin N 1.111, del Ministerio de Gobierno, de fecha 27 deJunio de 1975, que le impona deberes concretos a la administracin;Que asimismo se ha vericado el incumplimiento reiterado de la entrega de pre-mios a los poseedores de nmeros beneciados en los sorteos correspondientesa los Bonos 18 y 19;Que tales hechos revelan el funcionamiento irregular de la entidad y debe advertirseque la naturaleza de los mismos y el carcter de la asociacin autorizan a consi-derar afectado el inters publico, haciendo aconsejable proceder a una exhaustivainvestigacin a n de establecer sus causas y sus verdaderos alcances.

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    Con dicho mandato, el 25 de febrero de 1977, personal de servicios deseguridad y civiles profesionales tomaron las instalaciones de la Biblioteca

    Vigil. Tras slo 49 das hipotticamente destinados a regularizar los problemascontables, investigar posibles ilcitos cometidos por los dirigentes institucio-nales y, ms an, garantizar la continuidad de los servicios sociales, culturales

    y econmicos que la entidad ofreca, nalmente se declar la liquidacin de supatrimonio (Resolucin N 202/77). Desde el 15 de abril de 1977, sus valiososbienes fueron quemados, desmantelados, destruidos, abandonados y subastadosen remates viciados y ventas fraudulentas. Como lo veremos, la liquidacin

    patrimonial continu de forma ininterrumpida hasta diciembre del ao 2008.A todas luces, la declarada intervencin nanciera result un dispositivo

    de encubrimiento para una (otra) intervencin ideolgica, poltica y pedaggi-ca. Entre otros ejemplos ilustrativos, puede mencionarse la militarizacin desu emblemtica biblioteca Central reconocida a nivel nacional e internacional

    por la calidad, caudal bibliogrco y servicio bibliotecario. Un memorndumfechado el da 25 de abril de 1977, detalla en el momento de producirse la inter-vencin existan 50.000 libros en circulacin y 15.000 volmenes permanecanen depsito sin catalogar; el promedio de lectores diarios oscilaba entre 1.000y 1.200 segn la estadstica del ltimo ao, y catorce bibliotecarios trabajabanen el edicio. Las acciones ejercidas sobre este espacio fueron: clausura, ocu-

    pacin y peritaje. Las chas personales de los lectores se transformaron en unavaliosa base de datos en las tareas de averiguacin, persecucin ideolgica y

    construccin del perl de los enemigos al ser nacional.Por su parte, los signicativos Cursos de Capacitacin Popular oUniversidad Popular, fueron cerrados en la primera semana intervencionistaan cuando ya haban sido inscriptos 400 alumnos para el nuevo ciclo lectivo.Igualmente fueron clausurados el Departamento de Ciencias Naturales que llevabaadelante investigaciones regionales inditas en el campo de la taxidermia, y elMuseo de Ciencias Naturales con un patrimonio de ms de 3000 piezas. Tras eldespido del personal a cargo, paralizacin y clausura de todas sus actividades,el trabajo pionero del Prof. Rubn Naranjo (1991)7, describe que los animales

    embalsamados sirvieron como prctica de tiro al blanco por parte del personalmilitar y policial que custodiaba las instalaciones da y noche. El patrimonio no

    daado fue decomisado y puesto en custodia en el Museo de Ciencias NaturalesFlorentino Ameghino de la ciudad de Santa Fe a pedido de su Director.

    Similar suerte corri su Observatorio Astronmico. Hasta entonces, stese destac por su valioso instrumental: una lente nica en su tipo adquirida en

    la pticaZeiss de Alemania Federal durante los aos de bonanza institucional.Progresivamente, este espacio de investigacin cientca y divulgacin popularde las ciencias ligadas a la Astronoma, fue despojado de los recursos materiales

    indispensables para dar continuidad a sus equipos de trabajo. Finalmente, enel ao 1979 la valiosa lente fue robada de la institucin y el hecho nunca fue

    esclarecido.

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    Respecto de la reconocida Editorial Biblioteca, debe comentarse queen 10 aos de desarrollo se publicaron ms de 90 ttulos con una tirada superiora los 2.000.000 de ejemplares, de los cuales 1.200.000 se destinaron a donacio-nes a bibliotecas y a los adquirientes de las rifas. Se editaron 16 colecciones deccin, ensayos pedaggicos, literarios, histricos y polticos, cuentos infantiles

    y arte8. Un emprendimiento cultural que logr descentralizar la manufactura delibros dando prioridad a las producciones locales y regionales. A la fecha, esrecordada como uno de los casos de biblioclasta ms impactantes de nuestro

    pas: en sus depsitos ardieron ms de 47.500 volmenes que all esperabanpara salir a la calle.

    Los servicios sociales ms signicativos para la comunidad, fueronclausurados: entre otros, el Centro Recreativo y Deportivo, la Guardera y laCaja de Ayuda Mutua. Esta ltima otorgaba crditos (personales y para vivienda)a sus asociados. De sus utilidades dependan el Centro Materno Infantil que

    brindaba atencin en forma gratuita durante embarazo, parto y puerperio, y laGuardera que reciba a los nios desde los 90 das de nacidos. Tras el cierrede estos servicios, sus bienes fueron desmantelados y subastados en remates

    pblicos; desde las maquinarias de sus talleres de produccin que igualmente

    tena la entidad (automotores, encuadernacin, carpintera, imprenta, centro decmputos) hasta las sbanas de las cunas de la guardera.

    La nica estructura institucional que la intervencin liquidadora sostuvo

    fue el sistema de escuelas curriculares: jardn de infantes, escuela primaria e

    Instituto Secundario Constancio Vigil. No obstante, igualmente fueron cerradosy destruidos sus bibliotecas especializadas, laboratorios y gimnasios. Espec-camente, el espacio que ms sufri la poltica educativa procesista (Kaufmann,2006) fue el Instituto Secundario con la supresin de los sistemas de becas yde directores de curso; los gabinetes psicopedaggicos y el servicio mdicointegral.

    Los mencionados directores de curso haban sido implementados desde

    el ao 1970 con el objeto de reemplazar la gura del celador; eran profesoresdedicados a orientar y acompaar a los alumnos. Durante el ciclo bsico que se

    extenda hasta el 3er. ao, se propiciaban herramientas estratgicas de apren-dizaje mediante un espacio curricular denominado Estudio dirigido. En elciclo superior, la propuesta se orientaba a brindar una Orientacin emocional.Estos programas buscaban congurar un espacio especco para la discusingrupal, el debate e intercambio de opiniones respecto de asuntos institucionales,disciplinarios o del inters de los alumnos9.

    Por fuera del desmantelamiento de sus dispositivos pedaggicos, la calidadde la enseanza que caracterizaba a esta escuela secundaria, result quebrada

    por el recambio de sus recursos humanos. El plantel docente qued diezmado

    entre renuncias masivas producto del terror dictatorial y/o aplicacin de la leyde Prescindibilidad (Res. N 851/77)10. El terror imperante no slo se anudaba

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    al accionar general del terrorismo de Estado y su cultura del miedo (Corradi,1985) y/o a situaciones particulares de vida, sino que estuvo estrechamentevinculado al ingreso de personal intervencionista especcamente convocado

    para dirigir y controlar la cotidianeidad escolar: el departamento de educacin

    a cargo del reconocido pedagogo Prof. Mario Lpez Dabat qued en manos

    de Alcides Ibarra; el Rector Prof. Rubn Naranjo fue reemplazado por CarlosSfulcini y la Directora de Estudios (equivalente al cargo de Vice-rector) ElbaParoln, fue desplazada por el psiclogo Ral Pangia.

    Para connotar la gravedad de este recambio de autoridades, es dablemencionar que Alcides Ibarra, alias Rommel, por entonces se desempeabaen el Servicio de Informaciones (SI) donde funcion el centro clandestino dedetencin y tortura N 256 conocido como El pozo en dependencias de laJefatura de Polica de Rosario. En la Biblioteca Vigil, se present como ase -sor pedaggico del Ministerio de Educacin de la provincia de Santa Fe. Porsu parte, Carlos Sfulcini, se encuentra igualmente registrado en las actas dela Comisin Nacional sobre la Desaparicin de Personas (CONADEP) comotorturador. Bajo el alias Carlos Bianchi o Carlitos,fue:

    parte de la Patota de Oroo, que no slo se ocupaba de las tareas de inte-ligencia sino asimismo de los operativos y de gestionar alguno de los centrosde detencin que funcionaron en el rea (guila, 2008: 187).

    Por ltimo, el psiclogo Ral Pangia particip de las depuraciones del per-sonal docente de la Facultad de Psicologa de la Universidad Nacional del Rosario

    en 1975. En abril de 1977 fue convocado en la intervenida Vigil como docentede Formacin Cvica y Vice-rector. Los testimonios de docentes y alumnos loreeren como una gura desptica que tena por costumbre citar a los alumnos endireccin y dialogar con ellos poniendo un arma sobre el escritorio. A la fecha, sunombre emerge en los listados del Personal Civil de Inteligencia (PCI) desclasi-cados tras la rma del decreto N 4/2010; especcamente, el colaborador Pangiase desempeaba como Agente de censura del Batalln 121 de Rosario.

    As, pedagogos de da y represores de noche, entre 1977 y hasta 1979,estos directivos regentearon las escuelas con la inestimable colaboracin de un

    grupo de docentes denominado en algunos testimonios como la camarilla. En1980, mediante el decreto N 1170/80, el Ministerio de Educacin y Cultura deSanta Fe, decidi nalmente comprar las propiedades donde funcionaban lasescuelas ociales. Esto signic que el Estado era parte compradora y vendedora,simultneamente. As, el da 18 de junio de 1980, el matutino ms importante dela ciudad titulaba: Adquiri la provincia el inmueble de la Vigil, destacandoque se acept como precio total de la compra la suma de cuatro mil cientoochenta y cuatro millones de pesos ($4.184.000.000)11. Tras esta transaccin,

    todas las escuelas pasaron al estado provincial ahora denominadas ComplejoPedro de Vega. En oportunidad de su inauguracin el 13 de septiembre de 1981,el ministro de educacin Eduardo Sutter Schneider expres:

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    La idea de un complejo educativo y cultural en la ciudad de Rosario hace ms dedos dcadas fue plasmada con la creacin de la hoy ex Biblioteca ConstancioC. Vigil. El gobierno de la Provincia, consciente de una de las principales tareasde este Proceso es la de reordenar valores, entendi como conveniente rescatarpara esta ciudad y especialmente para una zona tan populosa como la que nosrodea un proyecto cultural y educativo de gran envergadura que haba sido

    confundido en el tiempo por ideas y motivaciones polticas opuestas a nuestroser nacional12.

    Con ello, se exhibe la mutacin en el discurso: desde el argumentonormalizador-nanciero, a este claramente poltico-ideolgico, pero ambosigualmente guiados por un espritu de salvaguarda de corte paternalista. Cuan-

    do el segundo an estaba implcito, especcamente, desde las primeras horasintervencionistas en 1977, la CD fue acusada de fraude y obligada a presentar surenuncia. La madrugada del 10 de mayo, ocho de sus miembros fueron secues-

    trados de sus domicilios y llevados al CCD (Centro Clandestino de Detencin)El pozo del S.I. (Servicio de Informaciones) Permanecieron desaparecidosdurante 90 das hasta ser declarados y puestos a disponibilidad del PoderEjecutivo Nacional. Finalmente, resultaron liberados sin inculpacin de cargoalguno el 24 de diciembre de 1977 tras escuchar del propio Gral. Leopoldo F.Galtieri: Es la ltima oportunidad que tienen para reintegrarse a la sociedad.La prxima ni la vida tendrn13.

    Los aos oscuros de la democracia y el desmantelamiento subjetivo de la

    dcada de 1990Reiniciada la vida institucional en el pas (1983), un grupo de ex dirigentes

    organiz una comisin de recuperacin de la entidad llevando a cabo gestiones

    orientadas a visibilizar el caso; sus estrategias fueron en parte mediticas y

    predominantemente burocrticas.Respecto de lo primero, entre otras fuentesperiodsticas a considerar, el ya desaparecido diario Democracia (Rosario)public en 1984 diez extensas notas periodsticas sobre la historia y desguace

    de la entidad. En cuanto a lo segundo, esta primera comisin de recuperacin

    elev decenas de cartas a los ministerios provinciales y solicit audiencias conlegisladores y funcionarios de la gestin del entonces gobernador Jos MaraVernet (1983-1987). Nunca obtuvieron una respuesta fehaciente a sus legtimos

    pedidos.

    Por primera vez, la entidad resultaba extempornea a la efervescenciapoltica de su contexto: en tanto las organizaciones de derechos humanos (DD.

    HH) se hacan escuchar en las calles, se preparaban los estrados para el Juicioa las Juntas (1985) e instituciones educativas, sindicales y sociales renovabanautoridades y estatutos, nada se conmova en la desmantelada institucin14.La

    liquidacin sigui su marcha, los interventores permanecieron en sus cargosadministrativos cobrando abultados honorarios y docentes y directivos que

    haban ingresado ex profeso con la intervencin, continuaron en actividad an

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    bien entrada la dcada de 1990. Al respecto, dos ejemplos son elocuentes: por unlado, el Dr. Maldonado Puig, principal responsable de la ejecucin de indemni-zaciones del personal cesanteado al 20 por ciento de su valor legal, con el iniciode la democracia se haba convertido en el Procurador General de la Provincia; es

    decir, la mxima autoridad para toda apelacin jurdico-administrativa. Por otro

    lado, parte del principal inmueble de la entidad donde, entre otras dependencias,se ubicaba la Unidad Administrativa de la Biblioteca Vigil, fue destinado parael funcionamiento de la Regional VI del Ministerio de Educacin de Santa Fe.As, hasta el ao 2011 inclusive, la estructura burocrtica del sistema educativo

    provincial se asent no slo sobre la expropiacin fraudulenta del edicio, sinosobre la destruccin de una experiencia pedaggica progresista.

    Ahora bien, es dable analizar que la dicultad de recuperar a la institucindurante los primeros aos de 1980 no se hallaba nicamente en los silencios yolvidos tejidos por la impunidad y la connivencia poltica, sino en el momentohistrico que se atravesaba; especcamente, en la trama constitutiva del movi-miento por los DD.HH. cuya matriz militante emerge anudada a la indita guradel desaparecido. Dicho en otros trminos, el estallido de documentos y testigosrelatando un genocidio sin precedentes captur toda la escena jurdica, socialy poltica sin dar cabida a otros efectos del terrorismo de Estado; ciertamente,an no haba espacio simblico para considerar su alcance y profundidad en

    instituciones de la cultura y darle debido tratamiento. Igualmente, la teorade los dos demonios invalid toda consideracin (poltica y jurdica) sobre la

    colaboracin civil; bajo la memoria del nunca ms, ello se supona inoportunoo, incluso, altamente sospechoso15.Hacia nes de la dcada de 1990, las polticas de desindustrializacin

    nacional (ya iniciadas con la gestin del ministro de economa Martnez de Hozen 1976), llevaron a la sociedad en su conjunto a un tipo de miseria nunca obser-vada en la Argentina. Expresado as, no slo en trminos materiales (deteriorode sueldos y salarios) sino en sus aspectos simblicos: la crisis de instituciones

    estructurales (justicia, educacin, salud, soberana poltica, econmica y patri-monial) lleg a niveles paroxsticos durante esta dcada estallando hacia el ao

    2001. El tan mentado modelo neoliberal propuesto por organismos nancierosinternacionales y aceptado con ciego encanto por amplios sectores, terminquebrando el arco de solidaridades sociales otrora construido.

    En otras palabras, si durante la dcada de 1980, las condiciones obje-tivas no estaban dadas en trminos de una inicial cicatrizacin parcial de lasheridas, durante los oprobiosos aos de 1990 debe sumarse una imposibilidadde decir; un no-dicho producto de un discurso que no tiene lugar (Agamben,2000). La Vigil, como experiencia popular, colectiva y cooperativa, no lo-graba ser recordada tras el desmantelamiento subjetivo (Bleichmar, 2008) que

    producen la desocupacin y la precarizacin laboral; estrategias fundamentalesdel disciplinamiento sociopoltico. La soledad, la desidia y el individualismoa ultranza, eran las notas dominantes en esta era de especulacin nanciera y

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    privatizadora. Los testigos y el lenguaje de la memoria, no podan recupera(se)del olvido a la Biblioteca Vigil.

    su (2004 2011)

    Epifana comunitaria: la Asamblea de Socios por la Recuperacin de laBiblioteca Vigil

    Se considera que esta organizacin de base comunitaria est ligada a laexperiencia de las asambleas barriales emergentes de la crisis de diciembre de

    2001, producto del profundo quiebre entre sociedad y clase poltica. Aun cuandoaquellas prcticas asamblearias (participacin popular, debate y decisin horizon-tal) fueron expresiones coyunturales que no lograron devenir en una propuesta

    coherente y organizada, un efecto residual oper como una epifana colectiva

    en el caso indagado. Lo expresamos en estos trminos siguiendo la mirada deM. Kriger, esto es, un mecanismo repentino que rasga el velo del presentey des-oculta lo que es percibido como la verdad (2008: 4). As, el carcterexplosivo y la contagiante combustin colectiva y subjetiva que siguieron alao 2001, posibilitaron aquello que estaba ausente en las estrategias ensayadashasta entonces: su articulacin comunitaria. Actores institucionales y vecinosse reunieron en un espacio de identidad estallada; epifana de un nosotrosarrebatado tiempo atrs. Aquella experiencia mutualista se torn en un ejemploa seguir; la imagen de un pas perdido y aorado.

    Tras algunas gestiones previas impulsadas por un pequeo grupo de exalumnos del Instituto Secundario, el 11 de marzo de 2004 se puso en marchaotra etapa en la recuperacin de la entidad mediante una multitudinaria asamblea

    conformada por ex dirigentes, ex empleados, ex docentes, ex alumnos, vecinosy simpatizantes. Con ella qued inaugurada la Asamblea de Socios por laRecuperacin de la Biblioteca Popular Constancio. C. Vigil. Los objetivos

    planteados fueron:

    1. Restitucin de la personera jurdica a sus legtimos dueos.

    2. Restitucin de los bienes muebles e inmuebles.3. Investigacin de todo lo actuado durante la intervencin y liquidacinque contina hasta el da de la fecha.

    4. Determinacin de las responsabilidades de cada uno de los que participaron

    en este nefasto saqueo a la cultura, la educacin y la construccin popular.

    Los primeros tiempos asamblearios fueron intensamente productivos;

    poco a poco, primero el barrio, luego la ciudad toda, comenzaron a familiarizarsecon su nombre y sus diversas actividades: rmas de petitorios en las esquinas;

    presencia activa en las ferias de libros; audiencias en los ministerios nacionales y

    provinciales de las reas educativas y culturales; entrevistas radiales; solicitadas,opiniones y cartas de lectores enviadas a los principales diarios de la regin.

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    Particularmente, el caso adormecido cobr una potente visibilidad lanoche del 4 de junio de 2004. Bajo una gran pancarta que expresaba: Creyeronque slo quemaban libros, no pensaron que despertaran conciencias, los asam-

    blestas lograron convocar a 10.000 personas. Ayudada por la participacin derespetados cantantes populares, montaron un escenario desde el cual exigieron

    que vuelva la Vigil. Finalmente, la msica lleg hasta el despacho del go -bernador Jorge Obeid (2003-2007). Por primera vez en 27 aos, obtenan unapropuesta ocial para su devolucin.

    Donacin vs. Restitucin: divisin o multiplicacin?

    Tras la euforia inicial, las posteriores reuniones se destinaron a un anlisispormenorizado del Acuerdo Marco girado desde la gobernacin. De entrevariadas e intensas discusiones que el documento produjo en la asamblea, un

    punto en particular una perturbadora palabra deriv en la divisin del grupo:el proyecto de ley explicitaba que los bienes existentes seran donados a lacabeza de la comisin que los recibiera. Hasta entonces, se haba exigido larestitucin de la entidad.

    De un lado, se consideraba que la diferencia entre donacin y restitucinera meramente semntica; para otros, era el punto neurlgico de toda su lucha.Los primeros, an coincidiendo con el sentido tico del concepto, argumentabanque no exista gura jurdica alguna que abriera un camino viable y seguro; lossegundos respondan que, an siendo real aquello, deban exigir lo imposible.

    Sencillamente, a un hecho indito deba oponerse la indita gura de la resti-tucin institucional; una salida que sentara precedentes. Aceptar la donacinde los bienes despojados, equivala a legitimar los delitos perpetrados.

    Sobre esta tensin se acoplaron otras desavenencias de orden subjetivoy poltico-partidario produciendo el quiebre y surgimiento de otro grupo que

    desde entonces se autodenomin Socios activos de la Biblioteca Vigil. Desdeya, las disputas internas lesionaron fuertemente la participacin comunitaria;muchos vecinos se alejaron confusos y/o abatidos entre una u otra gura de laex CD que igualmente result desmembrada. Entretanto, el proyecto de ley dedonacin perdi estado parlamentario; algunos festejaron el acontecimiento,otros lamentaron la prdida de una oportunidad histrica.

    Ahora bien, resulta interesante constatar que el quiebre del grupo originalprodujo una diversicacin de interpretaciones sobre las formas reparatorias delcaso, asi como en una variedad de prcticas culturales, legales, sociales y polticasa los efectos de alcanzar objetivos particulares y generales. Algunas estrategiasfueron decididamente pragmticas, otras, ciertamente audaces, orientadas a metasmeramente legales o pensadas como un acto profundamente poltico.

    En principio, en el ao 2004 se presentaron denuncias penales y civilescontra el interventor liquidador Dr. Emilio Echen y su contador Jorge Menegozzi,an en funciones desde el perodo dictatorial. Los abogados de la asamblea, ex

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    alumnos de la escuela secundaria, denunciaron ms de cuarenta irregularidadesen el expediente, entre otras, la falta de control del Estado y las ventas de losinmuebles en forma directa y no por subastas como marca la ley. Y, sin lugar adudas, la ms contundente: en tanto la Biblioteca Vigil tena un patrimonio de3,5 millones de dlares, las deudas llegaban a slo 100 mil dlares; los bienes

    fueron vendidos, las deudas no se saldaron y cobraron por estos servicios 700mil dlares de honorarios. Los interventores vitalicios renunciaron al no

    poder explicar estas irregularidades. En lugar del renunciante fue designadointerventor el Sr. Carlos Merli.

    Igualmente, se obtuvieron logros simblicos en el orden de un reconoci-miento y restitucin de bienes: por un lado, en el ao 2007, la Asamblea de sociosobtuvo el Premio de Derechos Humanos ClaudioPocho Lepratti16. El actaconfeccionada por el jurado fundamenta su voto unnime explicitando que:

    Merece ser reconocida y destacada ya que condensa el esfuerzo de un grupoimportante de vecinos de la ciudad de Rosario en pos de defender no slo lamemoria de un proyecto educativo que fuera arrasado por la ltima dictaduramilitar, sino adems por su capacidad de movilizacin para la reconstruccin de unespacio social, cultural y educativo en vistas al futuro de la comunidad rosarina.Con no pocos obstculos () la Asamblea de socios logr, en sus breves aosde existencia, hacer audible un reclamo que trasciende lo individual y abraza locolectivo entendido como lo comunitario17.

    La polmica restitucin se materializ al menos en dos instancias: larecuperacin de parte de los animales embalsamados expropiados del Museo de

    Ciencias Naturales, y la reedicin del libro El Fusilamiento de Penina escritopor Aldo Oliva. En el primer caso, ello sucedi el 30 de diciembre de 2004cuando una nutrida caravana de socios y vecinos escolt el camin que traa de

    la ciudad de Santa Fe diecisiete animales embalsamados. Como si acaso se tratarade una humana restitucin, los inanimados fueron recibidos con gran emotividad.Asamblestas, comunidad y medios de comunicacin locales lo llamaron unacto de recuperacin patrimonial. Por su parte, el texto mencionado formaba

    parte de la coleccin Testimonios de la Editorial Biblioteca. Al momento dela intervencin estaba listo para su distribucin pero fue incinerado entre otros

    miles. En el ao 2006, una maltrecha copia fue encontrada por el bibliotecarioRal Frutos. Con su reedicin, pudo ponderarse la enorme labor editorial deBiblioteca Vigil y su destruccin, la gura de su autor, el poeta rosarino AldoOliva y, desde ya, la concrecin de un libro hasta entonces sin lectura18.

    Finalmente, el sector Socios activos inici en el ao 2007 una in-vestigacin sobre los socios, alumnos, docentes y empleados de la entidaddesaparecidos durante el terrorismo de Estado. Hasta entonces, haban sidodivulgados y/o destacados (Frutos, 1997; Naranjo; 1991) los nombres de la

    docente Nora Larrosa, la bibliotecaria Gladys Pamies y Csar Ral Tabares,cooperador de las escuelas. El cruce de datos entre los listados de los padronesoriginales de la entidad y los archivos de la CONADEP, sumaron 18 nombres

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    en la nmina de los desaparecidos de la Vigil19. Al respecto, si bien se com-prende que aquella indagacin tuvo por objeto un sincero reconocimiento yhomenaje hacia estos actores institucionales, resulta importante dimensionarlocon mayor rigor histrico. A nuestro entender, la persecusin y asesinato detodos ellos remite a sus propias militancias polticas u otras circunstancias que

    no han sido despejadas con certeza. Ciertamente, como lo hemos comprobadoen la documentacin obrante en el Archivo Provincial de la Memoria de SantaFe, sostener relaciones laborales, sociales, culturales, pedaggicas o de otrandole con la Biblioteca Vigil antes o despus del perodo dictatorial, resultabaun antecedente ideolgico altamente peligroso. No obstante, desde nuestra

    perspectiva, consignar estas muertes en tanto los desaparecidos de la Vigil,resulta un exceso de la memoria militante20.

    Por fuera de las apreciaciones expuestas, nalmente destacamos que, msall de los acuerdos, distancias, perspectivas y caminos reparatorios ensayadosen los diferentes grupos, en su conjunto, la indita coyuntura de la entidad (unaliquidacin patrimonial continuada por ms de treinta aos), fue constantementedivulgada an cuando no fuera enteramente (re)conocida por fuera de la ciudad

    de Rosario21.

    (Re) NormalizacinTras poco ms de tres dcadas intervencionistas en la Biblioteca Vigil,

    en noviembre de 2008 se conoce la resolucin N 2.430 rmada por el Direc-

    torio del Instituto Nacional de Asociativismo y Economa social (INAES). Losseis artculos que la componen explicitan: en primer orden, dejar sin efecto elretiro de autorizacin que pesaba sobre la entidad para funcionar como asocia-

    cin civil, mutual, social y educativa. Segundo: se solicita dar conclusin alproceso liquidatorio obrante en el expediente judicial N 436/77 y reemplazode la gura del Liquidador Judicial por una Comisin Interventora. Tercero:

    poner en inmediata vigencia el punto N 1 una vez dictada la intervencin enlos trminos del punto N 2. Cuarto: poner en marcha un proceso de normali-zacin institucional guiado por las previsiones estatutarias de la entidad. Esto

    es, convocar a una Asamblea Extraordinaria de socios para la eleccin de losintegrantes de los rganos de administracin y scalizacin.

    Esto ltimo se estipula en un plazo no inferior a los 18 meses, previay adecuada publicidad del proceso y registro de asociados con estipulacin

    de cuota social razonable que garantice el funcionamiento de la entidad y la

    participacin social. Por ltimo, se explicita que los gastos que demande todoel proceso resultan a cargo de la entidad objeto de esta medida.

    El mencionado articulado se fundamenta as:

    Que el liquidador judicial Carlos Enrique Merli solicita que la liquidacin seatransformada en Normalizacin atento a la gran obra cultural, social, educativay mutualista que ha llevado a cabo la entidad mutual y dado que en la actualidad

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    ya no existen acreedores encontrndose a consideracin de la magistratura elbalance nal () Existe una peticin concreta del Liquidador Judicial para quese reconsidere la decisin, con fundamento en la trascendencia social y culturalde la entidad mutual, la existencia de fondos depositados a favor de la instituciny la segura devolucin de inmuebles que le pertenecieran. Las causales quemotivaron el retiro de la autorizacin para funcionar y la liquidacin judicial

    de la entidad mutual no se observan al presente, advirtindose, por el contrario,el inters que para los vecinos de la ciudad de Rosario importa su reactivacindada la trascendencia cultural desde su fundacin, que ha concitado la atencinde las autoridades locales en razn de las manifestaciones de distintos sectorespolticos y sociales que reclaman la continuidad de la institucin.

    Un mes despus, dicho pedido es contestado positivamente por el Juzga-do de Primera Instancia Civil y Comercial 14 nominacin a cargo de la juezaDra. Mara Lotti. La magistrada rma entonces la resolucin N 3.374 que ponen al proceso liquidatorio. La liquidacin se declara concluida despus de

    31 aos22. En sintona con los considerandos de la disposicin del INAES, laDra. Lotti expresa que su decisin resulta viable no slo por amparos de orden

    estatutario sino por observar la voluntad social primigenia de los asociados.Igualmente, se acepta la conformacin de una nueva comisin interventora bajola gura de un Triunvirato segn lo propone el INAES:

    Disponer la Intervencin de la referida Institucin designndose la ComisinInterventora integrada por: Dr. Francisco Gabriel Dallo, Sr. Juan Enrique Lom-bardi y Carlos Enrique Merli.

    Esto es, el primero en tanto representante del INAES, y los restantescomo actores del Estado Provincial: el Sr. Juan Lombardi del Ministerio de laProduccin y Sr. Carlos Merli de Federacin de Entidades Mutualistas. Conello, la accin combinada de jurisdicciones nacionales y provinciales tienecomo funcin principal el llamado a la mencionada Asamblea Extraordinariaque rehabilite la vida institucional en manos de nuevos dirigentes elegidos por

    sus asociados y sobre la base del estatuto original.

    Con todo lo dicho, resulta evidente que la carencia de una gura jurdicaque pueda corresponderse con el caso, produce un mecanismo que desanda sus

    microprocesos; como un pliegue de la historia, la reparacin se comienza aescribir de atrs hacia adelante; grcamente:

    Fu1: Proceso administrativo 1977-2008

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    Continuo desguace

    patrimonial

    (1977-2008)Intervencin normalizadora

    (Febrero 1977)

    Intervencin liquidadora

    (Febrero 1977)

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    Fu 2: Proceso administrativo desde 2008

    As, tal y como se exigiera aquella fra noche de junio de 2004, seis aosdespus se inicia una amplia convocatoria a la ciudadana para al empadrona-miento irrestricto de socios. En diarios, radios y televisin se anuncia sin ms:La Vigilvuelve.

    l ()b vv

    Para este trabajo resulta signicativo ponderar especcas contradiccioneshistricas y polticas presentes en el proceso de (re)normalizacin descripto.

    Interpretamos que, al tiempo que estas disposiciones tienen por objeto la na-lizacin de un proceso administrativo inaceptable, igualmente subyace ciertalegitimacin del accionar intervencionista. Esto es, aun cuando puede acordarse,y, desde ya, celebrarse, la activacin de las herramientas legales disponibles yel uso debido de los procedimientos estipulados resulta nebuloso, limitado e,incluso antes, ausente, un reconocimiento de las condiciones ilegales en las cuales

    todo ello result posible. Lo dicho puede condensarse en la consideracin: Lascausales que motivaron el retiro de la autorizacin para funcionar y la liquidacinjudicial de la entidad mutual no se observan al presente. En rigor de su biografainstitucional, dichas causales tampoco se observaban en 1977.

    En otras palabras, a lo largo de las veintisis pginas que fundamentanla resolucin del INAES y de las breves lneas de la magistrada, no se hacemencin alguna al orden dictatorial en el cual se inicia el expediente judicial encuestin. Sencillamente, a una medida administrativa se responde con otra deigual categora. Tmidamente, se alude al campo social y poltico con explica-

    ciones que sealan la trascendencia cultural de la entidad y el reclamo vitalde sus actores institucionales.

    No obstante lo dicho, s puede darse con una indita accin legal: larestitucin de una personera jurdica en virtud de dejar sin efecto el retiro deautorizacin que pesaba sobre la entidad. A nuestro entender, lo anteriorsupone un implcito reconocimiento de la desaparicin forzada de la Biblioteca

    Vigil. Y acaso nos atrevemos a caracterizarla en estos trminos por cuanto sucaso remite a una institucin aniquilada por el terrorismo de Estado sin acta

    de defuncin alguna equivalente a la cada de su personera jurdica rubricada

    bajo el N 304. Precisamente, la autorizacin y devolucin de idntico nmerode identidad o matrcula es armacin de su existencia; es restitucin de su

    biografa y no otra cosa.

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    Cierre liquidacin

    (diciembre 2008)Convocatoria Asamblea

    extraordinaria

    Normalizacin a cargo detriunvirato

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    Otra dimensin del anlisis requiere revisar si el proceso de (re)normali-

    zacin tuvo efectos en un orden subjetivo; especialmente, si acaso tambin lossectores divididos lograran volver sobre sus propios pasos. Hasta el presente,aquello que los distanci an no pudo compensarse pues, claramente, de otratextura son los conictos. Nos preguntamos Cmo suponer/pretender que el

    cuerpo social sea restituido en su originalidad? Precisamente, no sera ellouna (alucinatoria) apologa del olvido? Esto es, interpretamos que sus heridasse hallan en un inicitico proceso de cicatrizacin que precisamente se muestra

    en los desacuerdos que no deben censurarse sino tramitarse con ms democracia

    y pluralidad de memorias.

    Por otro lado, la dilacin de los procesos reparatorio-administrativosprevistos, no ha colaborado en un punto de encuentro y acuerdo. Hasta la fecha,la asamblea extraordinaria an no ha sido convocada y se contina con la cons-

    cripcin de asociados. En tal sentido, el grupo Asamblea de socios (aunqueseale el incumplimiento de los tiempos estipulados por ley) se ha mostrado

    en acuerdo con las acciones llevadas a cabo por el Triunvirato. Por su parte, losSocios activos denunciaron el no reconocimiento de padrones originales dela entidad como una accin que niega la existencia de los histricos dirigentes

    y miembros23.

    Finalmente, este ltimo grupo ha dado un paso decisivo que escapa a lamera dimensin administrativa: en octubre de 2011, ex miembros del CD detenidosy torturados en mayo de 1977 hicieron las denuncias pertinentes ante la Justicia

    Federal24

    . El ex presidente Augusto Duri, el ex vicepresidente y bibliotecarioRal Frutos y Antonia Frutos, ex vocal, son los primeros denunciantes que abrenuna causa por delitos de lesa humanidad en el caso de la Biblioteca Vigil.

    Lo anterior dispara una pregunta fundamental por qu ahora y no antes?Por fuera de insospechadas motivaciones subjetivas que aqu no resulta pertinentearriesgar, los ex dirigentes explicitan que nunca concibieron su paso por aquelCCD como un asunto particular sino como efecto del genocidio perpetrado

    sobre la entidad. Al respecto, interpretamos que lo dicho guarda una profundacoherencia histrica en el caso, pues resulta evidente que la detencin de los ocho

    miembros de aquella CD est ntimamente ligada al saqueo que inmediatamentese puso en marcha. Es decir, la composicin del grupo secuestrado debe analizarsesiguiendo la lgica de los cargos institucionales que ejercan; a saber:

    Tesorero: responsable de la custodia y distribucin de los caudales deI.la entidad.

    Revisores de cuenta: aquellos que peridicamente deban examinar elII.estado de la documentacin y registraciones contables, el estado de cajay la existencia de ttulos y valores. A su cargo quedaban la vericacin

    del cumplimiento del Estatuto social y reglamentaciones vigentes,

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    as como dictaminar sobre la memoria, inventario, balance general ycuadro de gastos y recursos institucionales presentados.

    Presidente y vicepresidente: responsables mximos de la marcha de laIII.entidad. Su cargo supona el conocimiento de los procesos institucionalesque acontecan en todas las reas, al tiempo que encarnaban su identidad

    poltica.Sndicos: quienes deban velar por los intereses de la entidad ante laIV.

    posibilidad de una liquidacin patrimonial.

    Ms an, el artculo 82 del Estatuto institucional con ltimas modicatoriasaprobadas en abril de 1976 por scala de Estado, prevea con claridad:

    La disolucin de la Biblioteca y su liquidacin, no podr ocurrir sino en virtud decausas bien fundadas y por resolucin de la Asamblea. Resuelta su clausura y laterminacin de su actividad, los libros, muebles y tiles y valores de la Biblioteca,

    se depositarn bajo inventario en poder de establecimientos ociales locales o delas autoridades, a la orden de la Comisin Protectora de Bibliotecas Populares(CONABIP) a los efectos de su devolucin a la misma dado lo previsto en elarticulo 56 de la reglamentacin de aquella. Los bienes que no le pertenezcanpasarn automticamente al Hospital de Nios Vctor J. Vilela y al HospitalProvincial de Rosario.

    Paralelamente, el artculo 82 estipulaba que:

    El remanente de la liquidacin luego de realizado el activo y el pasivo y pagadaslas deudas, se depositar en el Banco de la Nacin en cuenta especial denominada

    Direccin General de Mutualidades, Fondo de Promocin Mutual.

    A todas luces, lo anterior no fue efectivizado no obstante los argumentosintervencionistas fundados en un cuidado del bien pblico. Por el contrario,estratgicamente fueron secuestrados quienes podan dar pruebas de la nomalversacin de fondos frente a los pasivos contables y scales, al tiempo quevelar por los destinos institucionales.

    En sntesis, el desguace patrimonial y la detencin ilegal de los dirigentes,no pueden desarticularse para comprender cabalmente este caso de genocidio

    cultural. Sin embargo, su causa abre un clivaje en la prctica jurdica: nueva-mente, la vctima llamada Biblioteca Vigil no encuentra una gura y/o caminodirecto que tramite su condicin histrica. La trama subjetiva opera entoncescomo una va de acceso forzosa para arribar a la trama colectiva. Mediante lasamantes presentaciones judiciales, los patrocinantes hipotetizan que ulterior-mente los testimonios puedan ir ms all de los casos particulares para abrir,amplicar y profundizar la agenda pendiente: delitos culturales y econmicosimprescriptibles. Ciertamente, conviene seguir de cerca su devenir.

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    Reexiones nales

    En la primera parte de este trabajo hemos descripto brevemente la bio-grafa institucional de la Biblioteca Vigil de Rosario, no slo a los efectos desu divulgacin sino como ingreso ineludible a la comprensin de sus actuales

    procesos reparatorios. En su devenir, la hemos observado rtmicamente acopladaal vaivn de especcos movimientos sociales; organizacin civil y contextohistrico permanecieron dialcticamente ligados, en un comienzo por razonesasociacionistas y, posteriormente, bajo una impronta cooperativista y mutualistaque erigi un edicio cultural sin precedentes en muchos aspectos.

    Incluso, tras la irrupcin de su vida institucional en 1977 dicha cohe-rencia se continu en objetivos diametralmente opuestos: la entidad se volviencarnadura del terrorismo de Estado. Por fuera de las notas dominantes y

    particulares que el caso tom (y ms an, sin considerar en este trabajo toda

    prctica que efectivamente resistiera el proceso intervencionista), la Vigil delperodo 1976-1983 fue expresin cabal de la dictadura: seguimiento, censura,destruccin, detencin, tortura y desaparicin.

    Reiniciada la vida constitucional, el pasado dictatorial qued cristalizadoen la memoria del Nunca Ms, es decir, en un relato ocial fundamentado desdela teora de los dos demonios que se limit a describir y juzgar los enfrenta-mientos entre organizaciones polticas armadas y fuerzas estatales/para-estatales.

    Bajo su impronta, la sociedad y sus comportamientos autoritarios (ODonnell,1997) quedaron encapsulados en una representacin inocente y pasiva; el mal

    fue concebido de orden extra-societal. Asimismo, el colaboracionismo civilemergi ligado a circunstancias de delacin y/o traicin (Longoni, 2007)

    bajo amenaza y/o tortura. En este sentido, referir un acto de colaboracin civilcon el rgimen, poda operar como criminalizacin de las vctimas o inclusodesviacin del foco sobre los genocidas.

    Ciertamente, lo anterior no ha sido objeto de anlisis en este trabajo ymerece la consideracin de mltiples factores que asimismo se hallan en discusin

    (Vezzetti, 2002; Levn, 2007; guila, 2008; Lvovich, 2007; Feierstein, 2009).

    Por ello, en este estudio resulta signicativo slo a los efectos de comprenderla apata, inercia e impunidad que propici la continuidad del intervencionismoinstitucional durante la dcada de 1980 y ms all, pues an en 1995 se continua-

    ban liquidando valiosos inmuebles del patrimonio de la entidad. Puntualmente,el Centro recreativo y deportivo de 34 hectreas frente al rio Paran era entonces

    expropiado por el Municipio de Villa Gobernador Glvez.Desde ya, las graves irregularidades que obran en el expediente judicial,

    escapan a los relatos colectivos sobre el pasado reciente y/o las memorias mili-

    tantes de organizaciones por los DD.HH. En este sentido, se busca sealar que

    toda denuncia sobre el caso durante las dcadas de 1980 y 1990, igualmentese dilua en virtud de no encontrar basamento discursivo para volverse visible

    y viable.

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    Igualmente, si hemos connotado el inicio de una nueva etapa de recupe-racin de la memoria institucional en 2004 como un proceso emergente de lacrisis del ao 2001, esto ciertamente se limita a la posibilidad de un (re)encuentrocomunitario, un punto de partida. En adelante, la constante movilizacin de losdiferentes sectores o grupos y, ms an, el eco popular y la repercusin meditica,

    ya deben inscribirse en el marco de un clima auspicioso de revitalizacin de laspolticas de la(s) memoria(s) que, a todas luces, contiene y desborda el caso25.

    En este punto auspicioso e inquietante se encuentra la recuperacin de la

    Biblioteca Vigil de Rosario. Con ella encarnan posibilidades y obstculos pol-

    ticos, jurdicos y socioculturales especcos para el logro de una cicatrizacinintegral: por un lado, delitos culturales y econmicos imprescriptibles; por el otro,

    juicio y castigo a perpetradores no slo militares, sino antes bien aqu, civilesprofesionales imprescindibles para liquidar la vida material y simblica.

    Y acaso deba suscribirse a los obstculos mencionados otro igualmente

    signicativo: la ubicacin territorial. Esto es, la posibilidad de tornarse un casoemblemtico y paradigmtico que efectivice una agenda reparatoria en ciernes,an cuando est por fuera de cierto centralismo meditico y gubernamental. Siverdaderamente estamos en una etapa orientada a contemplar la complejidadde las memorias y la profundizacin de reparaciones histricas, la BibliotecaVigil resulta un caso testigo excepcional para estabilizar nuevas problemticas

    que asoman.

    n1Augusto Duri fue residente de la Comisin Directiva de biblioteca Vigil desde 1959

    hasta la intervencin en 1977. Toms Pedrido. Cita extractada en entrevista a TomsPedrido, Rosario, Argentina, 2 de Octubre de 2009.

    2 Artculo N4, Estatuto fundacional (1959).3 En tanto el jardn de infantes fue creado en 1960, la escuela secundaria inici su primer

    ciclo lectivo en 1970. Un bachillerato de doble escolaridad, laico, mixto y gratuitodistinguido por la alta calidad de su enseanza y, con ello, el acceso y democratizacindel conocimiento para los sectores ms desprotegidos de la ciudad. Iguales caracters-ticas tuvo la escuela primaria inaugurada en 1972. El circuito integral se complet conla llamada Universidad Popular, en funcionamiento desde mediados de la dcada de1960 y conformado por variados cursos de capacitacin no formales: piano, guitarra,

    auta dulce, pintura, artesanas, cermica, grabado, astronoma, expresin creadorainfantil, danzas, artes visuales, entre otras.4 Expediente N 436/77Biblioteca Vigil s/ Operaciones de Liquidacin.

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    5 Sede de la Secretara de Derechos Humanos. Se indag en documentos que pertene-cen a las series: Fondo Direccin General de Informaciones Provincia de Santa Fe(1976-1983); Fondo Polica de la Provincia de Santa Fe (1976-1983); Fondo ServicioPenitenciario de la Polica de Santa Fe (1976-1983)

    6 Ficha Fondo Direccin de Informaciones. Caja 493. Legajo 1. Archivo Provincial dela Memoria, Santa Fe.

    7 En 1964 el profesor y artista plstico Rubn Naranjo se sum a la pujante entidad paradirigir la Escuela de Artes Visuales (Universidad Popular). De inmediato se incorpora la CD. En 1966 tom a su cargo la extraordinaria experiencia de la Editorial Bi-blioteca y en 1976 asumi como rector del Instituto Secundario.

    8 Sobre la experiencia editorial de la Biblioteca Vigil, Cfr.: Frutos, R. y Naranjo, R,(2006). El genocidio blanco. La Editorial Biblioteca Vigil, Rosario. En Kaufmann, C.Los textos escolares en la historia argentina reciente. Tomo III. Buenos Aires: Mioy Dvila.

    9 Documentacin encontrada en el archivo personal de los Prof. Rubn Naranjo y MarioLpez Dabat. El primero ubicado en el domicilio particular de Marina Naranjo (hija).

    El segundo disponible en la Escuela de Ciencias de la Educacin de la Facultad deHumanidades y Artes de la Universidad Nacional de Rosario.10 Fuentes documentales halladas en el archivo escolar del Ex Instituto Secundario

    Constancio C. Vigil, hoy Escuela de Enseanza Media N 338.11 Diario La Capital, 18/06/1980.12 DiarioLa Capital, 13/09/1981.13 Declaraciones del ex Tesorero de Biblioteca Vigil, Sr. Toms Pedrido en el video-

    documental:Los hombres de buena voluntad. La Historia de la Vigil, realizado por 4AD Comunicaciones, Santa Fe, 2005.

    14 En cuanto al movimiento por los DD.HH. referimos las mltiples organizaciones civilesque lo conforman, especialmente aquellas constituidas por familiares directos de las

    vctimas del terrorismo de Estado (Madres y Abuelas de Plaza de Mayo) quienes desdela plena vigencia de la dictadura y hasta la fecha, han sostenido la memoria histricacon una incansable militancia no violenta, bregando por justicia y verdad. Por su parte,el juicio a las Juntas es el nombre coloquial que alude al proceso judicial realizadoen 1985 contra las tres Juntas Militares (Ejrcito, Marina y Aviacin), responsablesmximas de las masivas violaciones a los DD.HH. entre 1976-1983. El procesamientocivil y su inmediata condena constituy un hecho indito en el mundo.

    15 Sobre la historia poltica del Nunca Ms, ver ms en E. Crenzel (2008).16 El nombre del mencionado premio es un homenaje a Claudio Pocho Lepratti, mili-

    tante barrial asesinado en las jornadas de diciembre de 2001.17

    Itlica en original.18 La reedicin del libro fue impulsada por Antonio Oliva (hijo) y publicado en Barcelonapor editorial El Viejo Topo en el ao 2007.

    19 Estos son: Miryam Ovando de Sanctis; Stella Maris Gallicchio de Vicario; Jos ngelAlba; Reinaldo Ariel Hernndez; Julia Natividad Huarque; Elvira Estela Mrquez;Carlos Alberto Martnez Mauro; Ral Milito Oses; Miriam Moro de Vicenzo, HctorAriel Rimada; Mario Julio Urquizo; Mara Teresa Vidal; Carlos Eduardo Wagner.

    20 Acaso puede ubicarse en dicho registro el caso de Francisco Routaboul, sndico dela CD secuestrado junto a sus pares en 1977. Segn lo atestigua su familia directa,Pancho no pudo reponerse del trauma que le ocasionara su paso por el CCD, y msan, nunca pudo conciliar la idea de la destruccin institucional; tras sufrir una pro-

    funda y continua depresin, falleci el 21 de diciembre de 1983. Los estudios clnicosque le practicaron en el Sanatorio Rawson de la ciudad de Rosario, diagnosticaron ungrave deterioro de su sistema nervioso con presencia de cerebro senil y reduccin de

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    masa enceflica correspondiente a un paciente de 70 aos. Francisco tena 50 aos.Con ello, su caso remite a los efectos del terrorismo de Estado, a sus acciones sobrela Biblioteca Vigil y a otras formas de desaparicin de personas.

    21 Originalmente fueron publicados los trabajos de dos actores institucionales emble-mticos de la entidad: el artista plstico Rubn Naranjo (1991) y el ex bibliotecarioRal Frutos (1997). Por su parte, los inicios de la experiencia asamblearia fue narrada

    bajo al ttulo de Los contrabandistas de la Vigil escrito por Natalia Garca. Textopremiado por el Concurso Latinoamericano de Investigacin Fernando Bez enBibliotecologa, Documentacin, Archivstica y Museologa. En el campo acadmicotambin se replic un renovado inters por el caso (Malla, 2006; Tavella, 2007; Alde-rete, 2009; Cerruti, 2010; Garca, 2011)

    22 Al respecto, una cifra expone la magnitud de su patrimonio institucional: un informefechado en mayo de 2008 emitido por el Nuevo Banco de Santa Fe Sociedad Anni-ma, detalla que la cuenta en plazo jo correspondiente al proceso administrativo ancontiene 76.334,10 dlares en caja.

    23 Este problema fue destacado por un joven cineasta llamado Nicols Font. En el marco

    del Programa Estmulo a la Produccin Audiovisual (Ministerio de Innovacin yCultura de la Provincia de Santa Fe), su trabajo Existimos: por la recuperacin dela Vigil, fue premiado y proyectado en el ao 2010. Existimos remite no slo alactual proceso de recuperacin sino especcamente al reconocimiento de sus hist-ricos dirigentes. El material puede verse en: http://vimeo.com/11902982 [Consulta:setiembre 2011].

    24 Presentacin realizada ante el scal Dr. Gonzalo Stara de la Unidad de Asistencia paraCausas por Violaciones a los Derechos Humanos durante el Terrorismo de Estado, conel patrocinio legal de abogados de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos(APDH) de Rosario.

    25 Identicamos el surgimiento y/o revitalizacin de las llamadas polticas de la(s)

    memoria(s) con la gestin de Nstor Kirchner (2003-2007). El ex presidente combinla recuperacin de un discurso militante sobre la dcada de 1970 con la implementacinde medidas largamente demandas: renovacin de miembros de la Corte Suprema deJusticia; paso a retiro de ociales de la cpula de las tres FF.AA., creacin de museosy espacios de la memoria en lugares emblemticos del accionar dictatorial, reivin-dicacin y reconocimiento poltico de agrupaciones defensoras de los DD.HH. (enespecial Madres de Plaza de Mayo y Abuelas de Plaza de Mayo) y derogacinde las llamadas leyes del perdn (Obediencia debida en 1987 y Punto nalen 1989), entre otras. Con estas ltimas, se activaron causas judiciales enmarcadasen delitos de lesa humanidad. La actual gestin de la presidenta Cristina Fernndez

    de Kirchner ha dado continuidad a estas polticas profundizando la investigacin ycondena de genocidas militares y partcipes civiles. Hasta la fecha, cientos de juiciospor verdad y justicia tienen lugar en distintas jurisdicciones del pas.

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