Derecho a la Huelga y Limitaciones
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Universidad de Puerto Rico
Recinto Universitario de Mayagüez
Colegio de Administración de Empresas
Derecho a la Huelga y Limitaciones
Erika Arroyo Crespo
Roberto C. Irizarry Cuebas
Prof. Miguel Seguí
ADMI 4001
Sec.026
2
Índice
Introducción……………………………………………………………………………………….2
Historia del Derecho a la Huelga………………………………………………………………..3-4
Limitaciones…………………………………………………………………………………….5-7
Huelgas notables en Puerto Rico………………………………………………………………..8-9
Conclusión……………………………………………………………………………………… 10
Bibliografía……………………………………………………………………………………... 11
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Introducción:
Como ciudadanos es nuestro deber conocer nuestros derechos, sus limitaciones e implicaciones.
En este trabajo investigativo estaremos analizando el derecho a la huelga. El derecho a la huelga
nos afecta a todos, aún cuando no estemos directamente participando del proceso. Centraremos
nuestro trabajo en cómo funciona este derecho en Puerto Rico, ya que es el lugar donde vivimos
y esperamos desarrollarnos como futuros empresarios. Iremos desde los comienzos y
establecimiento del derecho, hasta estudiar algunos de los casos de mayor impacto en la historia
de nuestro país. Estudiaremos a la luz de la ley cuales son las implicaciones y limitaciones del
derecho a la huelga, quienes pueden ejercer este derecho y quiénes no.
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Historia:
El reconocimiento de los derechos de los trabajadores puertorriqueños es el producto de
muchos años de luchas laborales, junto con el desarrollo del Estado de Derecho en Puerto Rico, y
la adopción de la legislación laboral de Estados Unidos. El proceso tomó forma a través de una
serie de eventos sociales, políticos y económicos, principalmente durante las últimas décadas del
siglo 19 y principios del siglo 20. La lucha resulto en la institucionalización de los sindicatos y
la creación de un cuerpo de legislación laboral en Puerto Rico. Los registros de las huelgas de
los trabajadores comenzaron alrededor de 1895. Cuando los estadounidenses llegaron a la isla, la
nueva legislación laboral en materia de derechos de los trabajadores se llevó a cabo. Tanto el
derecho a organizarse en sindicatos y el derecho de huelga fueron reconocidos. La Federación
Regional de Trabajadores, un sindicato de Puerto Rico, se estableció de inmediato, el 20 de
octubre 1898. Poco después de eso y después de una manifestación, la Federación Regional de
Trabajadores celebrada el 1 de mayo de 1899, Día Internacional del Trabajo. El gobernador
militar, el General Guy V. Henry, emitió la Orden General Número 54, el reconocimiento de la
jornada laboral de ocho horas por primera vez en Puerto Rico. La proclamación establecido ocho
horas de trabajo, ocho horas de recreación y estudio, y ocho horas de descanso. Esta fue la
semilla de la Ley Pública 379 de 1948, conocida como la Ley de Día del Trabajo, que hasta el
día de hoy mantiene su efectividad como el primer día.
A pesar de estos avances, las luchas por el reconocimiento de los derechos laborales
continuaron. En 1902, Santiago Iglesias Pantín, Eduardo Conde, Filomeno Clemente, Juan
Guerra, y otros líderes de Puerto Rico de trabajo fueron declarados culpables y condenados a
prisión y multas por "colusión para elevar el precio del trabajo." Sin embargo, el Tribunal
Supremo de Puerto Rico revocó la sentencia por haber sido juzgados en virtud de las
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disposiciones del Código Civil español, aunque ha habido imperio de EE.UU. en Puerto Rico ya
durante cuatro años. La Confederación General de Trabajadores, se organizó en la década de
1940. Esta organización tuvo su origen en los primeros años de la Operación Manos a la Obra y
el mandato de Luis Muñoz Marín. Cinco años más tarde, la legislación laboral en la isla se
amplió con la Ley Pública 130, promulgada en 1945, la Ley de Relaciones del Trabajo de Puerto
Rico. La ley regula las relaciones laborales y permite la negociación de los salarios, las
condiciones de trabajo, y los beneficios o derechos que deben ser reconocidos. Esta ley también
autorizó el derecho a organizarse en sindicatos en el sector privado y en empresas del
pubis. Poco tiempo después, la Ley Taft-Harley del Congreso de Estados Unidos, también
conocida como la Ley Federal del Trabajo, Relaciones (1947), se aprobó e hizo extensivo a la
jurisdicción de Puerto Rico. Sin embargo, no fue sino hasta la Declaración de Derechos de la
Constitución de Puerto Rico, que fue ratificado en 1952, que exige ciertos trabajadores fueron
reconocidos como derechos inalienables, tales como el derecho de los trabajadores
puertorriqueños a organizarse en sindicatos, establecidos en las secciones 17 y 18. La
Constitución también reconoce el derecho de asociación y el derecho de huelga.
El derecho a la huelga se encuentra establecido en la Carta de Derechos de nuestra
Constitución, Artículo II, Sección 18 que lee como sigue:
“A fin de asegurar el derecho a organizarse y a negociar colectivamente, los
trabajadores de empresas, negocios y patronos privados y de agencias o instrumentalidades
del gobierno que funcionen como empresas o negocios privados tendrán, en sus relaciones
directas con sus propios patronos, el derecho a la huelga, a establecer piquetes y a llevar a
cabo otras actividades concertadas legales.
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Nada de lo contenido en esta sección menoscabará la facultad de la Asamblea
Legislativa de aprobar leyes para casos de grave emergencia cuando estén claramente en
peligro la salud o la seguridad públicas, o los servicios públicos esenciales.”
Limitaciones:
La Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico es clara en su Artículo II
sobre la Carta de Derecho, Sección 18 limitando al derecho a huelga, piquetes y actividades
concertadas están limitados, en el sector público, a los trabajadores de las instrumentalidades del
Gobierno que funcionen como empresas o negocios privados. Los miembros de la Policía de
Puerto Rico no tienen derecho constitucional ni estatutario a la negociación colectiva ni a la
huelga. El reglamento de la Policía y las leyes vigentes son suficientes para atender el
proyectado paro de 24 horas como acción de protesta de la Asociación Miembros de la Policía de
Puerto Rico, Inc. Cualquier otra acción incluyendo piquetes, brazos caídos y protestas frente al
Cuartel General, o cualquier dependencia gubernamental, pues el derecho constitucional a la
libre expresión o asociación no ampara actividades ilegales. Un empleado municipal que
participe a una huelga ilegal no tiene derecho a recibir compensación por los días que no se
presente a desempeñar sus obligaciones en el trabajo.
Los empleados del Gobierno, con excepción de los trabajadores de ciertas agencias o
instrumentalidades públicas que funcionan como empresas o negocios privados, no tienen
garantizado el derecho a negociar colectivamente o utilizar los instrumentos de la huelga o los
piquetes para lograr mejores condiciones de trabajo. De acuerdo con la Constitución y las leyes
aplicables, sería claramente ilegal un paro o actividad sindical análoga, habida cuenta que la
Asociación Miembros de la Policía de Puerto Rico, Inc., no es una unión obrera y que los
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policías no tienen derecho a la huelga. De todo sector de los empleados públicos el más delicado
en cuanto a la necesidad de disciplina es la Policía, y el interés del Estado en mantener el orden
entre los encargados a su vez de mantener el orden social concebible es el más apremiante, pues
un piquete de policías, uniformados y armados, con expresiones amenazantes, produciría el
interés gubernamental, lo que no puede tolerar un estado mientras no renuncie a lo más elemental
de su poder de razón de estado. En la Constitución no extendieron el derecho a la huelga a
los empleados públicos porque entendían brindaban un servicio al pueblo que no podía ser
interrumpido bajo ningún concepto. Se entendía que la falta del derecho constitucional a la
huelga de los empleados públicos no está reñida el derecho a la libertad de palabra que garantiza
la sección 4 de la constitución porque la seguridad pública que debe garantizar el gobierno va por
encima de cualquier otra consideración.
En cuanto a la Ley 45 conocida como la Ley de Personal del Servicio Público de 1998
está expresamente prohíbe a los empleados miembros de una organización sindical participar,
decretar o inducir a que participen en una huelga. Se estableció en la sección 1451:
“Se Prohíbe participar, decretar o inducir a los miembros de una organización sindical o
cualquier otra grupo de empleados del sector público, ya fuere por una persona en su
carácter individual o por una organización sindical, a que decreten o participen en una
huelga. Aquellos empleados que participen en una huelga, podrán ser destituidos
conforme a las disposiciones reglamentarias que sobre acciones disciplinarias haya
promulgado la Agencia.”
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Sobre el propósito de la ley, su exposición de motivos indica:
“Su propósito es conferirle a los empleados públicos en las agencias tradicionales del
gobierno central, a quienes no aplica la Ley de Relaciones del Trabajo de Puerto Rico, el
derecho a organizarse para negociar sus condiciones de trabajo dentro de los parámetros
que se establecen en esta Ley. Esos parámetros se remiten a tres criterios esenciales, a
saber: acomodar, dentro de las realidades fiscales en que se desenvuelve el Gobierno, el
costo correspondiente al mejoramiento de las condiciones de trabajo de los empleados
públicos; evitar interrupciones en los servicios que prestan las agencias gubernamentales;
promover la productividad en el servicio público. Esta Ley también esta predicada en el
principio de merito de modo que el sistema de relaciones obrero patronales que se
establezca responda a nuestra decisión de no discriminar por razón de raza, color, sexo,
nacimiento, origen o condición social, ideas religiosas, ideas políticas, edad, condición de
veterano, ni condición física o mental alguna.”
Por lo tanto no se puede declarar inconstitucional una ley que entre sus disposiciones
prohíbe el derecho a la huelga de los empleados públicos porque esto no es un derecho
garantizado por la constitución. Los únicos empleados públicos en nuestro país que tiene un
derecho constitucional a la huelga son los que trabajan en agencias que funcionen como
empresas o negocios privados. El Departamento del Educación no en esa excepción. Decir que
los maestros tienen un derecho constitucional a la huelga y que la ley 45 tiene visos de
inconstitucionalidad por no ser permitida. Sin embargo si tienen un derecho constitucional son
los niños de Puerto Rico a que el Estado educa gratuitamente.
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En Puerto Rico por años se han desatado huelgas, piquetes y otros tipos de actividades
legales han sido realizadas con el propósito de luchar por los derechos. Estas protestas se han
celebrado en lugares o empresas públicas como: en la Universidad de Puerto Rico, telefónica,
protestas por salario, por proyectos de construcciones, despidos, entre otras cosas. A
continuación se estará mencionando algunas huelgas que han sido importantes en nuestro país.
Huelgas Notables en Puerto Rico:
Huelga de trabajadores de la P.R.T.C. – “La Huelga del Pueblo”
La huelga que hizo historia. En junio de 1998 la unión de trabajadores de la telefónica de Puerto
Rico anuncia la huelga, la razón, la política de privatización del gobernador Pedro Roselló y en
especial la venta de la corporación pública; la PRTC. Para los empleados este era nuestro tesoro
nacional. “Lucha si, entrega No” era lo que todos gritaban. Las amenazas de despedir miles de
empleados y subir las tarifas de servicio alertaron a todo el pueblo de Puerto Rico. En el mes de
julio la huelga de trabajadores de la PRTC se convierte en una huelga general, apoyada por todos
los trabajadores de Puerto Rico, incluyendo los trabajadores de las uniones de la A.A.A. y la
A.E.E. Recordada por los actos violentos entre la policía y los protestantes, fue noticia de
primera plana. Se radicaron querellas contra los trabajadores por interrumpir el servicio de
comunicaciones, uno que es considerado vital en nuestro país. El desenlace, con todo y huelga el
gobierno decide y anuncia el 22 de julio de 1998 la venta de la Telefónica de Puerto Rico a la
empresa GTE, la cual ya había adquirido la telefónica de Venezuela y la telefónica de la
República Dominicana. Aunque no lograron su objetivo de mantener público su “tesoro
nacional” aseguran haber marcado la historia y dejarle claro al gobierno su oposición a la política
de privatización.
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Huelga de Maestros-
El 21 de febrero de 2008 la Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR), el mayor
sindicato de trabajadores públicos de la isla con una militancia de más de 40 mil maestros,
estalló una huelga en lucha por su existencia misma contra los intentos del gobierno de
aplastarla. La huelga de los maestros es un desafío a la Ley 45 —similar a la Ley Taylor
del estado de Nueva York—, que prohíbe que los trabajadores públicos de Puerto Rico
se vayan a huelga o incluso “promuevan” una. Los maestros y sus partidarios enfrentaron
la represión policiaca brutal --21 fueron arrestados (la mayoría liberados sin haber sido
acusados de nada)--. En represalia por votar a favor de la huelga, el gobierno descertificó al
sindicato, le impuso una multa de 30 mil dólares, puso alto a la deducción automática de las
cuotas sindicales e intentó congelar sus activos, ¡y emitió una orden que prohíbe que los tres
mil líderes y delegados sindicales electos ejerzan sus funciones de representación de sus
miembros o participen en elecciones sindicales hasta el año 2013. El sindicato inició un
juicio en un tribunal federal estadounidense apelando contra los ataques gubernamentales.
La FMPR estalló la huelga después de más de dos años sin contrato. Está en huelga contra
salarios deplorables, salones atiborrados y edificios en ruinas. En San Juan, un manifestante fue
visto sangrando de una herida abierta en la cabeza después de que los policías lo golpearon con
sus macanas. Huelguistas piqueteros en las entradas de las escuelas fueron arrestados bajo
cargos de “obstrucción de la justicia”, “provocar daños a un vehículo” y otras acusaciones
absurdas.
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En represalia por ejercer su derecho a huelga, el sindicato enfrenta amenazas de
descertificación por parte de la Comisión de Relaciones Laborales del Servicio Público
bajo la Ley 45, que prohíbe huelgas de sindicatos de trabajadores públicos.
Conclusión:
En este trabajo investigativo hemos dado un vistazo al derecho a la huelga en Puerto Rico y sus
limitaciones. Dimos un viaje al pasado para precisar los orígenes de este derecho. Hemos
copiado exactamente de la Carta de Derechos de la Constitución de Puerto Rico el artículo que
establece el derecho a la huelga. Discutimos las limitaciones de este derecho, que recaen en su
gran mayoría sobre los empleados públicos, excepto los de las corporaciones públicas. También
incluimos la historia de dos huelgas notables en Puerto Rico, la razones por la cuales se formaron
y las implicaciones que tuvieron cada una de ellas. Aun luego de preparar este trabajo
investigativo podemos decir que el derecho a la huelga todavía en este tiempo tiene muchas
nubes oscuras y es malinterpretado por la mayoría de los ciudadanos. Reiteramos que es nuestro
deber como ciudadanos conocer nuestros derechos.
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Bibliografía:
Carta de Derechos - Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
http://www.ramajudicial.pr/leyes/constitucion/articulo2-18.htm
http://www.abogadonotariopr.com/images/Escrito2.pdf
www.uietpr.com/multimedia/video/la_huelga_del_pueblo/
http://www.partisandefense.org/pubs/espanol/puertorico0208.html