Derecho Internacional Publico

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DEREaIO AOONAL PUBLICO DANIEL GUERRA IÑIGUEZ DECIMA EDICION CORREGIDA, ACTUALIZADA Y AUMENTADA Autorizada por el Autor Caracas, 1997 ..----

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DEREaIOAOONAL

PUBLICO

DANIEL GUERRA IÑIGUEZ

DECIMA EDICIONCORREGIDA, ACTUALIZADA YAUMENTADA

Autorizada por el Autor

Caracas, 1997

..----

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,--CAPITULO XIV

t03.-TERRITORIO DE LOS ESTADOS. 104.-CONCEP-1'0 ]URIDICO. 10.5.-MODOS DE ADQUISICION DELTERRITORIO. 106..-LOS MODOS ORIGINARIOS: 1) LAACCESION; 2) LA PRESCRIPCION; 3) LA OCUPACION.)a) ELEMENTOS DE LA OCUPACION; 3b) EVOLUCIONDEL CONCEPTO: a) OCUPACION FICTICIA; b) OCUPA.CIOI' REAL; 3c) EPOCA ACTUAL DE LA OCUPACION.l07.-MODOS DERIVADOS: 1) SUCESION; II) CAMBIOSTERRITORIALES; III) VENTA; IV) ARRENDAMIENTOSDE TERRITORIOS; V) CESION; VI) PERMUTA; VII)ANEXION. 108.-CARACTERES COMUNES A LA CE-SION, PERMUTA y ANEXION. 108 bis.-DERECHO TE-HRITORIAL VENEZOLANO. 109.-DOMINIOS TERRES-

TRE, ACUATICO y AEREO.

103.-Territorio de los Estados. En forma descriptivapuede decirse que el territorio es la porción geográfica limitadapor fronteras y que complo_!1deel suelo, subsuelo, mar, sueloy sur..melo marino, el espacio aéreo hasta el infinito y sobreel cual el Estado ejerce sus atributos para la r{"~hzaciónde susfines esenciales. .

Esta definición nos indica que el territorio no es sólo elespacio geográfico separado por fronteras, sino que dentro desu concepto se comprende también a los ríos, lagos, estrechos,la parte del mar donde el Estado ejerce jurisdicción así comoel suelo submarino respectivo. Lo que deJimita al territorioson las f:-'mteras.Estas pueden ser naturales o artificiales. Sonde la primera clase cuando ellas son obra de la naturaleza. ríos.

cadenasde montañas, etc. Las de la segunda clase son obras delh?~bre expresamente colocadas para delimitar jurisdicciones~]stIntas. Estos señalamientos son generalmente postes o mo-Jones de concreto y a veces líneas ideales como paralelos omeridianos. Si la frontera natural es una cadena de montañas

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se ha propuesto que la línea divisoria entre las dos jurisdicciones~ea la línea de separación de las aguas o la línea de las másaltas cúspides. Si la frontera natural es un río, entonces. seatenderá a si es navegable o no. En el primer caso la líneadivisoria es el "thalweg" o sea una línea que une todos lospuntos de mayor profundidad. En el segundo caso, aquélla esla línea media de sus aguas.

Esto así entendido es lo que podría llamarse el conceptoempírico del territorio. Desde el punto de vista jurídicp esmucho más complicado porque los autores no se han puesto deacuerdo sobre su naturaleza jurídica. Existen en realidad muchosconceptos que tratan de señalar cuál es el verdadero fundamentojurídico del territorio.

Veamos solamente algunos de ellos.104.-Concepto ;urídico. Muchos autores ~ostienen que

el concepto de territorio descansa en la antigua noción de ele-mento constitutivo del Estado. Es, según este criterio, un ele-mento esencial, que personaliza al Estado. Para otros es unanoción que cae-completarr.entedentro del terreno del Derechoprivado, considerando al territorio desde un punto de vistaestrictamente patrimonial. El territorio es un bien y el Estadoprocede como verdadero dueño de carácter privado dentro desus dominios. Otros por el contrario lo ven como un elementointegrante del Derecho público y en este caso lo considerancomo parte esencial del concepto de soberanía.El territorio es elelemento del Estado donde éste ejerce su poder soberano. Sila anterior teoría está basada en el dominium, ésta lo está en elimperium.

Para los autores franceses Dugut y Carré de Malberg, elterritorio no es sino un límite para el ejercicio del poder estatal.El poder soberano del anterior concepto tiene en éste un límite,es decir, un perímetro dentro del cual es efectivo el poder de!Estado. Este concepto está íntimamente emparentado con lanoción de competencia. Para los sostenedores de esta teoría~xpuesta primitivamente por Radnitzky en 1905 y sostenidadespués en la escuela alemana por Kelsen y Verdross, y enFrancia por Scelle y Bourquin-, el territorio es el espacio

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geográficoen el cual s~ aplica de una manera efecriva un deter-minado sistema de ngrmas jurídicas, es decir, donde tienenefecto las distintas comp,etenciasdel Estado. "Lo que el DerechoInternacional atribuye al Estado sobre su territorio, dice Bour-quin, es una competencia y nada más. Es verdad que esta com-petencia le da realidad para organizar su orden jurídico interno yque en virtud de este orden jurídico, puede conferirse sobre suterritorio derechos de naturaleza real (dominio público, dominioprivado). Pero esas diversas creaciones derivan del Derecho in-terno. Sin duda se imponen internacionalmente al respeto de lasdemás Potencias en cuanto son realizadas por el Estado en suesfera de competencias" (95). Para Verdross, a su vez, esta com-petencia es real y territorial. Lo es de la primera clase "encuanto se trata de la facultadpara un órgano de regular unadeterminada materia por vía judicial, legislativa o administra-tiva" (96). Y fo es territorial cuando "hay que establecer igual-mente en qué dominio puede ser creado este acto de órganos"(97).

En la nueva dialéctica jurídica cstableci&~ por esta teoría,el término "competencia" viene a ser sinónimo de lo que podríaser "atributo" del poder estatal y en razón de su gran ducti-¡¡dad, se presta para designar mejor las distintas situ:lcionespor las que tiene que. pasar el Estado en el ejercicio de susfunciones (98).

l05.-Modos de adquisición del territorio Clásicamente~e han establecido dos modos de adquisición del territorio:originarios y derivados.

(951V. M. Bourquin, "Régles géneraks duo d.roit de la paÍ2:" Ree. desCours. 1931. Vol. 35, pág. 114

V Verdross, "Réglcs générales du droit international de lapaix" Rec. de.1 CouTs.1929. Vol. 30, pág. 351.

V. ¡bid. Ibid, pág. 351.

Ultimamente han pretendido excul'3ionar en el ('ampo jurídico unasteorías sobre el territorio que no han tenido ningún asidero enrazón de su funjamento esencialmente intel'esado, es decir, político.Nos referimos a la teor[a geopolítica del territorio (Raltmtheorien)

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106.-Los modos originarios. Son aqué11of.mediante loscuales los Estados adquieren territorios sin la intervención dela vQluntadde otro Estado. Las principales figuras jurídicas deeste modo son:. la accesión, la prescripci6n y la ocupación.Como se observa a simple vista, todas estas figuras han sidotraídas del Derecho privado.

1) La accesión. Se da esta figura cuando hay un au-mento del territorio insensible o violento. En el primer caso seadquiere territorio a través del hecho natural de la aluvió" yen el segundo a través de lo que en Derecho privado se conocecon el nombre de avulsión.

De acuerdo con el criterio que informa a esta figura, elnacimiento de una isla en el territorio de un E~tado pertenece aéste por este hecho y, en el caso de mutación de cauce de unrío fronterizo, la práctica internacional ha establecido queservirá de frontera el cauce actual cuando la mutación hava5ido lenta y el antiguo servirá de línea divisoria cuando aquéÍlahaya sido violenta.

2) La prescripción. Esta figura también se ha traídoíntegra del Derecho privado. Sobre ella ha existido cierta discu-sión doctrinal porque muchos autores consideran que este modoes en re.alidad derivado y no originario porque los territoriosprescriptos estaban en realidad bajo la competenda de otro

y a su derivado más inmediato, la del espacio vital (Lebensraum).La primera despersonaliza completamente la noci6n de territorio y lafijaci6n de éste depende de los intereses politicos que estén vigentes,independientes de los señalamientos gográficos normales. La segundateoria hace del territorio un espacio, pero un espacio vital. El M.edi.terráneo que era un. simple medio de comunicaci6n de los Estados,para la Italia de M~lini.fue un "espacio vital". Este concepto deestructura poUtica tfat6 de incorporarse en el campo jurídico graciasa: los esfuerzos de loit Gobiernos de los Estados totaliu.rios de Berlin,Roma y Tokio en los últimos años que precedieron a la segundapena mundial.En el Tratado celebrado el 22 de mayo de 1939 entre Italia yAlemania se estipul6 que los Estados signatarios intervendrian"conjuntamente en lo sucesivo y con sus fuerzas unidas para ase-gurar su espacio vital y para mantener la pu". (VÚ8e a CharlesRousseau, ()p. cit. pAg. 79). Y en el celebrado entre las tres poten.cias del Eje de. 27 de septiembre de 1940 se eatableci6 igualmenteque una de 1.. condiciones esenciales para el establecimientode una paz duradera era la de que "cada naci6n obtfonga el espaciovital que.le corresponde" (v. Charles Rouaseau. ¡bid. ¡bid. p6g. 79)

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Estado. Tal es el criterio de Fauchílle. Otros. en cambio, sostíe-:'('j¡ que en realidad se trata de una posesión i,nmemorial. romo]\.:ys, C:1 la cual no ha intervenido en ningún momento lavoluntad del otro Estado.

En todo caso, según las prácticas internacionale~ estable-cidas, se requíeren ciertos requisitos para que pueda operar\'sta figura jurídica. Estos requisitos son: 1) posesi6n efectivay pacífica; y 2) posesión durante más de cincuenta años o¡nmemoriaI.

En realidad debe decirse que se trata más que todo de unafigura teórica, pues no se concibe que un Estado por purainacción deje perder un territorio que le pertenezca por justotítulo.

3) La ocupación. Esta sí es una figura jurídica que hatenido realización práctica sobre todo en los siglos pasados. Enrealidad es un justo tít\110 de adquirir competencia territorial". ella procede cuando se realiza en un territorio res nullius.b-tc es el signo distintivo de la ocupación como modo originariode adquisición territorial, pues la ocupación militar o bélica noda en ningún momento justo título de adquisición (Véase,mprá) XI, número 77, e).

La ocupación está íntimamente vinculada con el descubri-miento. A partir de los famosos viajes de Marco. Polo y otrosviajeros, los navegantes y aventureros se dieron a la tarea dede descubrir nuevos mundos y el principal de todos fue sinJuda alguna el realizado por Colón en 1492, al descubrir elContinente Americano. Estos descubri~ores tomDron posesiónde estos territorios en nombre de sus reyes. Y el signo cristianode la cruz y la b:mdera de España eran títulos de posesi6nefectiva que autorizaba después la.colonización y dominio sobrelos nuevos territorios.

Sin embargo, no siempre se ha considerado el descubrimientocomo titulo suficiente de adquisición de territorio. Recuérdesela discusión inicial realizada por la.Escuela Española Teol6gicade Derecho Internacional a raÍZdel desCubrimientode Américay su posterior colonización. Hoy mismo el desc;Ubrimientoporsí mismo no es suficiente título; para que lo sea se requiereque haya una ocupaci6n efect!va.

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La etapa posterior de esta emprésa navegante de descubri-mientos, fue sin duda 'alguna la labor de colonización cumplidapor empresas comerciales que realizaban verdadera funcióncolonizadora. Nos referimos concretamente a las Compañíasinglesa de las Indias orientales (1599), holandesa de las Indiasorientales (1602) y francesa de iguales Indias (1664), las(tIales poseían nuevos territorios por delegación especial reci-bida de sus Gobiernos. - -

3a) Elementos de la ocupaci6n. La ocupación para quesea un modo originario de adquisición de territorio debe tene.rtres elementos: 1) p(>sesiónefectiva (corpus)¡ 2) intenciónpsicoló1!icade poseer (animus possidendi)¡y 3) que esta posesiónverse sobre un territorio res nullius.

Sobre la vigencia de estos requisitos ha existido ciertadiscusión doctrinal porque muchos autores no admiten que esoselt>mentóscamctericen completamente a la ocupación y le densuficiente título de adquisición territorial. Debe observarse Queefectivamente esta clasificación de dichos elemen~os provienedel Derecho romano Que fue el Que inspiró a Grocio v a susrontinu~dores. asimilando estos juristas la fi~ra jurídica det!\ocupación a la existente en el Derecho privado. En efecto. seh:'l.observado que si se aplica el criterio romanista en realidadla figura jurídica obtenida corresponde más bien al conceptode propiedad tal como en el Derecho privado se le acepta V noal de soberanía territorial, como es en realidad, porque mien-tras )a primera conlleva la realizaciónde ciertos actos rt1:-\terialesjustificados para el particular, la segunda se compagina máscon la realización de actos jurídicos propios de las fundones~oberanasde los Estados.

3b) Evoluci6n del concepto. La ocupación ha evolu-cionado hacia vigencia de completa efectividad. Esta exigenciaha sido dada como norma de efectiva ocupaci6n vello se debea la política territorial de las grandes potencias europeas queno se contentaban con una ocupación nominal. Cada potenciaeuropea podía ocupar cuanta tierra quisiera siempre que fuesecapaz de ocuparla efectivamente. Tal fue lo que se dispuso enel Acta General de Berlín de 1885.

En la evolución de este concepto se pueden distinguirdos etapas principales: a) la ocupación ficticia; y b) la ocupa-ción real.

a) Ocupaci6n ficticia. Es este el período en el cual laocupadóIi se realiza por atribución papaI. Es la éJ>{\Caen la cualel Papado ejerce el indiscutible poder espiritual en la cristian-dad. especialmente en los siglos XIV, XV y XVI. Estas atribu-ciones se hacen a través de bulas pontificias. De estos docu-mentos, los principales son los emana¿os de lo~ Papas ClementeVI, Martín V y Nicolás V, quienes durante los siglos XIV yXV atribuyeron a España y Portugal las Islas Canarias y laCosta occidental de Africa, respectivamente, y sobre todo elproveniente del Papa Alejandro VI, quien en la bula InterCoetera de 4 de mayo de 1493 dividía a América recién descu-bierta entre España y Portugal mediante una línea divisoria queiba de polo a polo pasando a 100 leguas de Cabo Verde. Deacuerdo con dicho documento, el Papa Alejandro VI atribuyódichas tierras, las cuales "damos y asignamos perpetuamentea Vos y a los Reyes de Castilla y de León, vuestros herederosy sucesores" (99) con expresas condenas de c::xcomunión paraaquellos soberanos que no aceptaran íntegramente dichas dispo-siciones. Francia, Inglaterra y Países Bajos, los más afectadospor esta atribución papal, no llegaron nunca a reconocer losefectos jurídicos que se le dieron a esa atribución a pesar de lamencionada amenaza.

b) Ocupación real. En contraposición a esta postura,la evolución de la ocupación ha marchado hacia una nuevab~se) cuya característica principal ha sido la efectividad de la

~Is~a. La pauta fue señalada por las potencias colonizadorasf el sIglo XIX, las cuales en el Acta General de Berlín de 26 de~brero de 1885 establecieron las condiciones que eran necesa-

tIas pata que la ocupación fuera r~al y tuviese aceptación plenaentre las demás potencias. Estas condiciones eran dos: 1'?) laocupación efectiva, condición ésta de foñdo, el "corpm¡" junto--(99) Puede verse el documento completo de esta Bula en Blanco y Az-

PÚ\'ua, "Documentos para la vidl¡ pública del Libertador". I. Cara-cas, 1875. pág. 8.

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convención, y además como en la relación del Estado con res-pecto al territorio no priva ya ese criterio patrimonial sino quees indipensable consultar a los pobladores de acuerdo con elprincipio del Derecho Internacional Público relativo a la libertadque tienen los pueblos de disponer de sí mismos, es indis-pensable someter estos traspasos de dominio y jurisdicción :\plebiscitos.

La región del Saar puede ser un ejemplo verdaderamemeilustrativo al respecto. Dicha región ha pertenecido a la zona:lduaner:1francesa durante cuatro veces en los últimos decenios:antes de la Revolución francesa; durante la misma (1789,:\1815); después de la primera guerra mundial (1920-1935) \"después de la se~nda confla~raciónmundial (1945-1959) E"el año 1956 se efectuó un plebiscito mediante el cual un millónde saarludeses manifestaron su voluntad de pertenecer a laRepública Federal Alemana, cuyo acto político seRUido deelecciones fue confirmado después con la reincorporación eco-nómica del Saar efectuada el 5 de julio de 1959.

Siempre el cambio de soberanía efectuado sobre dicharegión se había hecho en un cálido ambiente de discordia y deodios como consecuencia de las guerras que daban lugar p'dichas mutaciones. La efectuada recientemente, apunta unperiódico oficial alemán, se ha realizado en un ambiente ¿ecalma y tranquilidad. "Por primera vez en la historia eu"opea,(~nla que abundan las discordias fronterizas, se ofrece el cuadrode un cambio territorial que se cumple en plena calma y con elmutuo acuerdo de los interesados" (101).

108 bis.-Derecho territorial ,,'mezolano. Este derechoestá circunscrito a delimitaciones rerritoriales con C..olombia.Brasil y sus ríos comunes y la' Guayana Británica, actualmenteEstado de Guyana.

Umites con Colombia

Después de haberse celebrado una convención sobre ladt:uda pública entre Venezuela y la Nueva Granada se quiso

(101) V. "Bolet{ft .V8fUICald, An"a&ollAlmua Bonn, 8 de julio de1'59. N. 26.

perfeccionar esta negociación con un tratado sobre límites. Alefecto, Venezuela destacó a Santos Michelena con el propósitode concluir un tratado sobre amistad, alianza. comercio, nave-gacióny límites. Este tratado fue concluídoel ] 4 de diciem-bre de 1833 con una convención suplementaria relativa almodo de llevar a efecto la alianza (25 de enero de 1834). En1836 el Congreso venezolano aprobó el tratado con modifica-ción de algunos artículos y supresión total de la materia delímites. En Bogotá no se aceptó el tratado en esa forma, puesen opinión del Gobierno colombiano ello requeriría nuevadeliberación parlamentaria ya que el tratado había sido aprobadoíntegramente a excepción del artículo 6~. Quedó entonces sinefecto el Tratado Michelena-Pombo. En 1838 y 1839 hubonuevos debates en el parlamento venezolano en favor y encontra del mencionado Tratado, hasta que, por último, laComisión de la Cámara de Representantes de 1840 rechazódefinitivamente dicho Tratado. En 1843 en un nuevo Tratadode amistad. comercio y nave~ación se obligaron las partes con-tratantes a abrir un nuevo período de conversacionespara deter-minar los límites entre ambos países. En 1844, en atención adIo, Venezuela nombró a Fermín Toro par? negociar dichoslímites, pero hubo de fracasar porque el Gobierno colombiano¡¡bandonó sus lineamientos de 1833 y pretendía ahora lJegarhasta el Orinoco siguiendo dicho curso hasta su confluenciacon el f\:1ctay hasta los límites con el Brasil si1!Uiendoel cursodel Casiquiare al Río Negro.

Esta situación de incertidumbre sobre materia tan impor-:ante como la de los límites fue lo que obligó a las partes acelebrar en Caracas el 14 de sePtiembre de 1881, ampliado enParís en 1~ de febrero de 1886, un tratado mediante el cualSeconfió al Rev de España la solución de la diferencia, lo cualhizo éste por Íaudo de 1891. Este laudo fue completamente

~es~entajos? para Venezuel~, pues desconocía las ventajas queab13ofrecIdo el tratado MIchelena-Pomboy antes por el con-Itario coincidía con las pretensiones de Colombia. En efecto.

~ nuevo acto internacional hacía comenzar la frontera en elGorte, no en las costas del Mar de las Antillas, sino dentro del

olfo de Venezuela y en el Sur, llegaba hasta la vaguada del

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Orinoco, haciendo un ángulo entrante desde el Apartadero delMeta. Lo que en otras palabras significaba que a Colombia sele hacía copartícipe de aguas históricas o interiores, -Golfode Venezuela y Orinoco-, pertenecientes exclusivamente aVenezuela.

El hecho de que el laudo favoreciese definitivamente laspretensiones colombianas, no le quedaba a Venezuela sino elde establecer una política compensatoria que consistiría en lalibre navegación de los ríos comunes y franquicia para el trán-sito de mercancías colombianas: Esta' fue la política que sirvi6de base a las ne~ociacionesde límites de 1894 a 1918. En elcurso de los años nombrados, (1894), se celebr6 el TratadoUnda ,Suárez, basado en esta política de compensaciones, me-diante el cual se hacía partir la frontera en Punta Espada, recti-ficando así al laudo. El Gobierno de Venezuela no aceptó esterratado. En 1896 el tratado Silva-Holguinbasado en los mismosprincipios y partiendo del mismo punto de partida que eJ ante-rior desde la Guajira -Punta Espada- fue rechazado por elGobierno colombiano. En 1898 se celebró un tratado para darcumplimiento al laudo, nombrándose una Comisión Mixtacolombo-venezolana. Se desistió, entonces, temporalmente, dela p')lítica de compensaciones.

En 1900-1901 comienza dicha Comisión su trabajo dedemarcación, pero hay graves inconvenientes en las labores quese pretenden realizar por interpretaciones forzadas de los térmi-nos del laudo, concomitantes con actos políticos que compro-meten las relaciones diplomáticas entre los dos Estadús. Segúnel acta de 29 de abril de 1900, la línea se hacía partir en elcerro de Los CastilIetes. Allí hubo dificultades sobr~ la existen-cia del Mogote de Los Frailes y los comisionados no.han debidosubstituirlo por otro punto, pues según los términos del laudocorrespondía a los Gobiernos solucionar las dudas que ocu-rriesen. En 1905 y 1907, conversaciones López Baralt-DíazGranados y Restrepo en Caracas, respectivamente, se volvió ala delimitación sobre la base de Punta Espada. Las negociacio-nes de 1909, 1910 y 1911, Rivas Vásquez-Cobo, Sanabria-Torres y Sanabria-Borda, respectivamente, vuelven al laudotspañol la primera y a una rectificación racional de la Guajira

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!as dos siguientes. En 1915 las autoridades colombianas ocupanterritorios en el sector del Meta, los cuales no le tocaba ocuparsegún demarcaciones hechas en 1901. Para desocupar esastierraS'y volver al status quo anterior de 1901, hubo de recu-rrirse a un segundo arbitraje que demarcara conforme a derecholo Queel laudo disponía a ese respecto. De acuerdo a un pro-vecto de tratado colombiano, se nombró en 1916 al ConsejoFederal Suizo para que realizara tal arbitraje La decisión delnuevo árbitro debería versar sobre el punto relativo a cómodebía ejecutarse el laudo español, a saber, si se debía ejecutarparcialmente, como pretendía Colombia, o bien íntegramentecuando se hubiese terminado de hacer la demarcación en cuyaoportunidad deberíase ocupar los territorios en los cuales nose estaba en posesión para 1891. El tratado de 1816 establecióla posibilidad de. que los dos Estados abriesen conversacionessobre navegación de los ríos comunes, comercio fronterizo ytránsito entre los dos países. Sobre esta base se abren conver-saciones en 1918 que el negociador venezolano, Lossada Díaz,pretendió que partiera de Pudta Espada y que Colombia con-trapuso a partir de la parte más occidental de la Laguna deTucacas. Sorpresivamente esta negociación se suspendió porparte de Venezuela. En 1922 el árbitro suizo dictaminó queen materia de delimitación de territorios formados por fron-teras naturales, ya el árbitro español había fallado y se conside-raban tales demarcacionesJirmes; en aquellos casos de fronterasartificiales. la decisión acorde de los comisionados era decisiónarbitral y !"lOde expertos y por 10 tanto firme también. Estecriterio fue el que sirvió de base para la delimitación definitiva..Jetprimer sector de la Guajira (Castillete). El árbitro suizoinvocó un argumento que se volvió contra la propia tesis\'enezolana. Tal fue lo sostenido por el Jefe de Estado venezo-lano en su Mensaje de -9de febrero de 1901, según el cual "lasromisiones mixtas habían efectuado una parte del deslinde yconsidera que donde. quiera que había habido acuerdo, la de-marcación había quedado hecha"

, Desde la fecha.en que terminaron sus trabajos los expertosSUIZOShasta 1938, las diferencias entre los demarcadores se

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arreglaron por cambio de notas diplomáticas entre los dos Go-biernos. En 1941 se concluyó un tratado sobre límites y nave-gación de los ríos comunes que confirmába todo el proceso?nterior definitivamente, - el laudo español, la demarcaciónde los expertos suizos y el abandoQo definitivo de la políticade compensaciónterritorial. En efecto, en el mencionado tr~tadoJe 1941 ambos Gobiernos decían "que las fronteras entre lasdos NaCionesestán.en todas sus partes definidas por los pactosy actos de alinderamiento y el presente tratado; que todas lasdiferencias sobre la materia de límites quedan terminadas; yque reconocen como definitivos e irrevocables los trabajos dedemarcación hechos por los Comisionados Demarcadores en1901,"por la Comisión de Expertos suizos y los que se hagande común acuerdo por los comisionados designados conformejJ parágrafo cuarto de este artículo" (Art. 1':1).

Como lo ha señalado oportunamente el distinguido inter-nacionalista, Doctor Melchor Monteverde (101a), desde 1924hasta 1941, fecha del referido tratado, no hubo ninguna revi-sión crítica por parte del Gobierno venezolano y el tratado de1941 no hizo sino consagrar todo un proceso de fronteras quese caracterizó por un gran descuido por parte del Gobierno ve-nezol:moal no ofrecer en ese aspecto una política internacionalseria y responsable. Antes bien procedió con ?bsoluto descono-cimiento d~ Jas consecuenciasa que podría llevar el total aban-dono y ligereza con que se llevaron a cabo tales negociaciones.

Límites con el Brasil

En relación con la frontera del Brasil, Venezuela ha sidomás afortunada en el sentido de que no han estado sometidassus negociacionesa profundas diferencias, aunque J?Odejan deser significativas las actitudes del diplomático brasileño, Pe-reira Leal, quien contrariamente a la dignidad de su misión,como veremos en su oportunidad, tuvo ciertos amagos de inter-vención" valiéndose para ello de ]a situación caótica porqueatravesaba ]a República.--(101~) v: Melchor Monteverde, "Anotacwne" "obre la frontera. en la Gua-

jira". Carac:aa, 1970.

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En 1842 el Gobierno brasileño manifestó deseos de con-versar sobre límites con el Gobierno de Venezuela. Al añosiguiente llega a Caracasel señor Miguel María de Lisboa, comoEncargado de Negocios del Brasil, para negociar sobre Jímites.El Consejo de .Estado venezolano se pronunció porque lasnegociacionespropuestas se hiciesen de una manera formal y,pronunciándose sobre e! fondo, opinó que debían tenerse encuenta lo estipulado en los Convenios entre España y Portugalen 1750 y 1777 Yen base de! principio de tlti possidetis ;uris1810. Estas conversaciones informales se reanudan formalmen-te en Ü352 y e! tratado Herrera Lisboa fue aprobado por elSenado y e~ dos sesiones de la Cámara de Representantes. Enla tercera discusión la mavoría cambió de opinión, pues segúnla Comisión que había nombrado para que informara presentóel 18 de abril de 1853 puntos adversos al tratado y éste quedóen suspenso.

En 1857 insiste nuevamente Brasil a través de un nuevorepresetnante, Felipe José Pereira Leal, sobre la cuestión delímites. En 1858 el Ministro de Relaciones Extcriores, reco-mienda, mutatis mutandi, el tratado de 1852. La Revoluciónde las Reformas iniciada en marzo de aquel año cambió estosplanes y el referido representante brasileño firmó en 5 de mayode 1859 un tratado de límites con el nuevo Ministro, Dr. LuisSanojo. Este tratado que reproducía básicamente el de 1852,fue aprobado por el Congreso en 6 de julio de 1860. Lo quees criticable en toda esta negociación es el procedimiento em-pleado por el diplomático brasileño. En efecto, valiéndose dela situación caótica que se le presentaba al Gobierno con unJefe incapaz al freilte del mismo y la multitud de problemasque le habían creado el ex-presidente Monagas y sus seguidores

Conmotivo de su asilo en la Legación de Francia e Inglaterra,Pereira.Leal publicó.dos folletos que circularon profusamenteen 1859 y 1860 relativos a los documehtos Que debían infor-l11:>resa negociacióny una Memoria dirigida al Congreso vene-Zolanosobre el tratado que había firmado con el Ejecutivo en5 de mayo de 1859. En esta última publicación, Pereira Leal

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conmiJ.labaal Parlamento 'venezolano a su aceptación, pues silo difería o negaba podía ocurrir lo que después sucedió conel de Nueva Granada, que la aparición de posteriores docu-mentos le dieron pretensiones que rebasaron eltratado original.Además, se debía estar seguro de que el Brasil "no s610 notranqueará a los venezolanos el uso de sus ríos sino que tam-poco permitirá ninguna negociación, ningún comercio por lasfronteras" (10tb). Este tratado se mandó a ejecutar el día 9del mismo mes Vla demarcación de la frontera por la comisiónmixta brasileño-venezolana comenzó sus labores en 1879 En1973, ya travésde un procedimiento de radar, se rectificaron lasfrontCtrasanteriormente demarcadas con un aumento territorialpara Venezuela de 4.000 kilómetros cuadrados. En enero de1985 tuvo lugar en Brasiliala quincuagésima reunión de la co-misión mixta, en la cual se hará una revisión de los trabajos dedemarcación cumplidos hasta la fecha y se preparará el progra-ma a seguir 'en los referidos trabajos de demarcación que secumplirán este año en la Sierra Pacaraima.

Reclamaciónde la Guayana Úequiba

Con r~lación a la reclamación de la Guaytma esequiba, elorigen de ,los derechos de Venezuela está en los planteamientosque hizo El Libertador a través de sus agentes diplomáticosJosé Rafael Revenga (l822) y José Manuel Hurtado (1824)re1at.ivosa la usurpación que los colonos ingleses habían hechode territorios situados al lado del Río Eseauibo, lo~ cu,alespertenecían a la Gran Colombia de acuerdo a tos últimos trata-dos celebrados entre España y Holanda. Estos territorios eranprecisamel1telos que habían sido cedidos a Gran Bretaña porHoland-' CO'1motivo de la cesación de las guerras napoleónicas1>egúnConvención de 13 de agosto de 1814 celebrada en París.

En 1834 la Sociedad Geográfica d6 Londres nombró alexplorador prusiano Robert Schomburgk para qu~ levantaraun plan~ o mapa de la región. En 1835 es conocido dicho mapa

(101b) V. José Gil Forto.ul, "Historia Constitucional de Venezuela". Torno11. Caracas, 1954. pág. 128.

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'v la .línea de dem~rcación con, Vei1'ezu~lacoincide perfectamentebien ,con la'A.í~~~~e~s~~quibo. Según cálculos que han' sidohechos, esta línea' dilba '3:Guayana británica 4.920 kilómetroscuadrados de territorio venezolano. La segunda demarcación,1.840, o "línea Schomburgk exendida", consagraba una usurpa-dón de 141.930 kilómetros cuadrados (lOlc).

Ir¡.partir de esta usurpación, el Gobierno venezolano co-mienia una serie de protestas y reclamacionesante el Gobiernobritánico. Alejo Fortiqu~ comienza las conversaciones, pero sumuerte (l845) deja. inconél.1,lsasu.labor diplomática. En 1850es firmado un:convenio en Caracas mediante el cual las partesrontratantes::.se,comprometían a no ocupar el territorio dispu:tadot pero' fue completamente inobservado por los colonosingleses. En 1879 el Ministro plenipotenciario en Londres,Dr. José María de Rojas, plantea la reclamaciónsobre la base deatender a una solución de derecho basada en los títulos de ambospaíses o en una frontera de conveniencia o en la celebraciórlde un tratado o arbitraje que zanjara el conflicto. Inglaterraescogicila solución de conveniencia, pero lá propuesta -del Pri-mer Ministro Salisbury se traducía en una Hnea que llegabacasi hasta Upata. Las diversas líneas de demarcación que ofreceInglaterra como solución al proble,made la demarcación venezo- ,

lana en 1881, 1886 Y1893, líneas GrarivilIey Rosbery, respecti-vamente, no hicieron sino confirmar el propósito de despojo. En1886 el Gobierno venezolano propone formalmente el arbitrajepara solu~ionar ese diferendo en vista de que las cosas sehabían cemplicado con la ocupación de nuevos territorios. En18.93el representanteodiplomáticoen Londres,.TomásMiche-!ena, propone al Gobierno británico un-tratado de límites paracontemplar definitivamente la cuestión de Guayana y los puntossobre los cuales no hubiera acuerdo se decidirían por arbitraje.Igualmente insistió en el status quo de 1850. Inglaterra rechazóformalmente esta,!pretensión. En 1895, el Presideate Clevelandse quejó en su mensa-je..ánual;'endiciembre de dicho año, alCongreso de los Estados~Unido;:que Inglaterru no había hecho~ a la reiterada selicitud de ~ubitraie de Venezuela v de la001e) V. Rafael Al1naJido Rojas, ,'-Venezuela', limita .flor el Este con t'l

Esequibo". Caracas 19~." . "

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224 DANIEL GUERRA ¡f;¡IGUEZ

"

r

mediación que en ese sentido habían hecho los-propios EE.UU.Por lo tanto, "constituirá el deber de los Esta~tosUnidos, decíael Presidente, resistir por todos los medios ~. su akm~e... la!'.propaciónpor parte de Gran Bretaña de cualesquiera territo-rios o el ejercicio de jurisdicción gubernam~ntal sobre territorioalguno que pertenezca de dereého a Venezuela" (lOld)

A partir de este momento, EE. UU. toma la íniciativa yVenezuela queda en segundo plano. En 1896 firma Inglaterraun convenio con los EE. UU. en el cual se asientan las basesdel tratado que debería decidir la diferencia territorial conVenezuela y en 1897, se firmó en \Vashington el tratado dearbitramento. Según dicho tratado, las facultades de los átbi-tros cpnsistirían en la aplicación de las reglas contenidas en eltratado y en la de los principios del Derecho Intemaciol)al queno fueran incompatibles con las reglas pre-exÍstentes en eltratado. De acuerdo con dicho instrumento. BE. UD. nombródos árbitros de su nacionalidad en representación de Venezuelay Gran Bretaña dos. El quinto árbitro debía ser escogido porlos cuatro electos. Gran Bretaña no permitió que Venezuela,haciendo uso de lo que estaba previsto en el tratado, nombrase

. un representante suyo de nacionalidad venezolana en calidadde árbitro. Los cuatro árbitros eligieron entonces como Presi-dente del T:ribunala Federico de Martens, pr~f~r ruso de Der~-cho Internacional. En enero de 1899 comienza.sus labores.-eJTribunal en referencia y para el 3 de octubre del mismo año yahay sentencia. Esta es producto de una componenda y no deuna decisión jurídica de carácter arbitral. En efecto, r.egúnhasalido a relucir en el Me.morandum.-de.Mallet-Prevost, abogadoamericano de Venezuela, y publicado, según voluntad de suautor, después de su muerte en uThe American Journal 01 In-ternational Law" en julio .de 1948, la línea propuesta por deMartens para ser aprobada por uq;mimidad era más favorablepara Venezuela que la que podrían aprobar por mayoría quesí se .podía considerar desfavorable para Venezuela. Según lareferida sentencia, le t~aron a Venezuela 5.000 millas cua-dradas de las 60.000 recla:madas.

(101d) V. R. Armsndo 'Rojas, Ob. cit. p. .12.

DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO 225

En 1951 el Canciller venezolano, Dr. Luis Emilio GómezRuiz, planteó en la Cuarta Reunión de Ministros de RelacionesExteriores que se celebró en marzo de dicho año, los derechosque asistían a Venezuela con motivo de los profundos vicios defondo que presidieron el acto internacionai del arbitraje de1899 y lo mismo en la Décima Conferencia Internacional Ame-ricana que se celebró en Caracas en 1954, se ratificó la men-cionada declaración. De la misma manera se incluyó en laagenda de 1962 dd XVII período de sesiones de la AsambleaGeneral de las Naciones Unidas. Allí se incluyó el tema "Cues-tión de límites entre Venezuela y la Guayana Británica". Endicha oportunidad, el 22 de febrero, el Representante de Yene-zuela hizo una declaración en la Cuarta Comisión de dichoórgano, en la cual señaló los antecedentes de la referida recIa.mación y la justicia que asisús a Venezuela y lo mismo elMinistro de Relaciones Exteriores de Venezuela en la ComisiónPolítica Especial de la Asamblea General el 12 de noviembrede 1962. En dicha Comisión, conversaciones privadas de laspartes interesadas en el problema llegaron a la conclusión deiniciar C9ntactosdirectos con el fin de proceder a un examen

d~ los documentos relativos al problema, por lo cual se sus-~ndió el examen del tema (101e). Después de haberse concluí-do la primera fase de esta etapa, el 5 de noviembre de 1963se realizó la primera entrevista entre los Cancilleres venezolanoy británico en el Foreign Office, Londres, y según comunicadoconj\intQemitido pQ,rambos MinIstros (10lf), dichos funcio-

-"narios!seteunifían nuevamente una vez que los expertos britá-...nicosnubiesén terminado su trabajo. En 1964 tuvieron lugaren LOndreslas discusiones entre los expertos venezolano-britá-nicos. En noviembre de 1965 hubo WIa nueva conferencia di-p!?ntáti~~.~nLondres y en febrero de 1966 l.a reunión deGlOebra,;"'en'la cual se aprobó el acuerdo del mismo nombre.E~te\áq~e~do..fucl'recOnocidopor el nuevo Estado de Guyanaquecadvinoa la.independencia el 26 de mayo de 1966.--(lOle) V. "Libro AfllGrillo" de 1963. Exposición. pp. XII a. XL.

(lOlf) V. "libro A"",riUo" de 1964. p. XLVIII.

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226 DANIEL GUERRA IÑIGUEZDERECHO INTERNACIONAL PUBLICO 227

. Segúnel Acuerdode Ginebra (lOlg), se establecióunaComisión Mixta para presentar la solución adecuada a dichareclamación y en el caso de que no arribare a algo concretoen un plazo de cuatro años, los Gobiernos respectivos es~o-gerían uno de los medios de solución pacífica contenidos en elartículo 33 de la Carta de las Naciones Unidas hasta haber sidototalmente agotados. Vencido el plazo previsto sin que se hu-biese. llegado a un acuerdo en las diversas reuniones que sellevaron a cabo dentro de la Cómisión Mixta, se reunieronentonces en Puerto España, Trinidad, el Ministro de RelacionesExteriores de Venezuela y el 'Prinier Ministro guyanés el 18de junio de 1970 y allí se adoptó lo que se ha llamado el"Protocolo de Puerto España'~ Tal como está consignado enel mencionado Protocolo, se suspenden las negociaciones entreambos países por un período de doce años prorrogables, fina-lizados los cuales o sus prórrogas, readquirirá toda su vigenciael Acuerdo de Ginebra, retrotraído a los términos de 1970Este Protocolo, que no fue sancionado ni rechazado por elparlamento venezolano, fue denunciado por el Presidente de laRepública seis meses.antes de su vencimiento inicial y ratificadaesta denuncia a la ilegada de los doce años previstos, es decir, el18 de junio de 1982, todo de acuerdo con el Artículo V delmencionado Protocolo (101 h).

Con motivo de esta denuncia y en atención al hecho deque Guyana no quiso contirwar ias negociaciones interrumpi-das en 1970, ambos Gobiernos decidieron de acuerdo con elAr-tículo IV.2. del Convenio de Ginebra, escoger al Secretario Ge-neral de las Naciones Unidas para que proponga el medio de.so-lución adecuado al caso (101 i), es decir, los que están previstosen el Artículo 33 de la Carta de la referida Organización, a sa-ber, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje yel arreglo judicial. En el supuesto casode que el medio propues-

n01g) V. "Libro Amarillo" de 1967.Documentos,p. 8.

(101 h) V. Libro Aman/lo de la República de Venezuela. Minislerio de Relaciones EXleriores.

Año 1983. p. 871.

(101 i) Ibid. Año 1983. p. 990.

to fuese rechazado unilateral o bilateralmente , el Secretario Ge-neral propondrá otro y así sucesivamente hasta que todos losmedios de solución pacífica sean agotados. Actualmente elmencionado Secretario General, Sr.Javier Pérez de Cuéllar, estáejerciendo el mandato que le encomienda el referido ArtículoIV.2. (101 j) y, de acuerdo con declaraciones públicas dadas porel señor Diego Cordovez, Sub Secretario Adjunto para asuntospolíticos especiales de las Naciones Unidas, al concluir su visitaa Caracasdurante los días 21 al 26 de agosto de 1983, el Secreta-rio General estudiará cuidadosamente la gama de informaciónpertinente ofrecida por ambos Gobiernos "a fin de que la elec-ción de medios de arreglo facilite una solución definitiva y du-radera de la controversia" (101 k).

109.-Dominios terrestre) acuático y' aéreo. Nosotros ten-dremos oportunidad de hablar en forina detallada acerca decada uno de estos dominios (véase infra) XV, XVII YXVIII).En esta oportunidad debemos explicar que el dominio acuáticoestá formado por el territorio fluvial y marítimo. El primeroestá tormado por los ríos nacionales, lagos y mares interiores.y el segundo lo está por el mar territorial. pttertos, radas,golfos, bahías, islas, mares interiores o cerrados y estrechosnaturales.

Por su parte el dominio aéreo está formado por el espacio'que circunda al territorio hasta el infinito, siendo objeto deestudio en este dominio las aeronaves v la radiotelegrafía.

-(lOIj)

(101 k)

Ibid. p.!)9!.

Ibid. p. 986.

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CAPITULO XV

1l0.-DOMINIO MARITIMO. l11.-EL NUEVO CONCEP-TO DE DERECHO DE~ MAR. 112.-ALTA MAR. CONCEP-TOjURIDICO. 113.-EL PRINCIPIO DE LALIBERTADDELMAR. 114.-APLICACIONES DE ESTEPRINCIPIO: a) LALI-BERTAD DE NAVEGACION; b) LA LIBERTADDE PESCA;c) ELDERECHO DE COLOCAR CABLESY TUBERIASSUB-MARINOS. 115.-ESTADO ACTUAL DEL PRINCIPIO GE-NERALDE LALIBERTADDEL MAR. 116.-MAR TERRITO-RIAL O JURISDICCIONAL. 117.-NA TURALEZAJURIDI-CA DEL MAR TERRITORIAL: 1) TEORIA D~L DERECHOTERRITORIAL; 2) TEORIA DEL DERECHO DE SOBERA-NIA. 11S.-MODERNAS TEORIAS SOBRE EL MAR TERRl.TORIAL. 119.-EXTENSION. 120.- EVOLUCION DELCRITERIODE MEDICION: 1) CRITERIO CLASICOO TRA-DICIONAL; 2) CRITERIO MODERNO. 121.-LA ZONACONTIGUA. 122.- ESTADO ACTUAL DEL MAR TERRI-TORIALY DE LAZONA CONTIGUA. 123.-CRITERIO LE-GAL VENEZOLANO SOBRE MAR TERRITORIALY ZONACONTIGUA. 124.-PLATAFORMA CONTINENTAL.125.-CRITERIO LEGAL VENEZOLANO SOBRE PLATA-FORMACONTINENTAL.

11O.-Dominio marítimo. Ya nosotros indicamos lo qu(comprende este dominio (v. supra, XIV, número 109). Ahoravamosa ocupamos del mar, del mar territorial, de la zona conti-gua y de la plataforma continental. En el subsiguiente capítulonos ocuparemos del mar patrimonial o zona económica exclusi-va, la zona o fondos marinos y océanicosfuera de los límites dela jurisdicción nacional, la autoridad internacional de los fondosmarinos, la protección y preservación del medio marino, la in-vestigacióncientíhca marina, el régimen de las islasy la delimi-tación de las áreas marinas y submarinas. En esa oportunidadnos referiremos a las delimitaciones que sobre esa materia harealizado Venezueta. y naturalmente señalaremos aquéllas queestán pendientes.(v. infra, XV bis).

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230 DANIEL GUERRA IÑIGUEZ

111.-EI nuevo concepto de Derecho del Mur. En la ac-tualidad el viejo concepto de Derecho Inte~nacional Marítimoha recibido una nueva orientación. Ello se ha qebido al aporteque han dado las recientes conferencias marítimas auspiciadaspor las Naciones Unidas y las cuales comenzaron con las de Gi-nebra en 1958 y la subsiguiente, en la misma ciudad, en 1960.En ella se aprobó, como se verá más adelante, las Convencionessobre alta mar, mar territorial y zona contigua, p~scay conserva-ción de los recursosvivosde la alta mar, plataforma continentaly un protocolo facultativo para la solución obligatoria de lascontroversias en la primera; y en la segunda, en la cual no se lle-gó a ningún resultado práctico sobre la extensión del mar terri-torial que no fue fijada en la convención respectiva de la Confe-rencia anterior así como la extensión de los límites en materia depesquería.

En estas dos reuniones ya pesar del manifiesto fracasode lasegunda, se había dado un paso decisivo en la formulación delnuevo Derecho del Mar. Pero el apuntalaje también decisivo lohizo el representante de Malta en las Naciones Unidas en 1967.Arvid Pardo, al lograr la inclusión en la ageq,dadel vigésimose-gundo período de sesiones de la Asamblea General de dicha or-ganización del tema relativo a "La cuestión de la reservaexclusi-va para fines pacíficos de los fondos marinos y océanicos y de susubsuelo, bajo la alta mar, fuerade loslímitesde la jurisdicciónnacional y del empleo de sus recursos en beneficio de la huma-nidad". Esta proposición produjo un verdadero impacto, puescontrario a lo que se estuvo creyendo hasta ese momento, losfondos marinos y océanicos, su suelo y subsuelo eran factiblesde ser explotados económicamente con la tecnología marinaque se disponía para el momento, facilitándose de esta manerala explotación 'de los nódulos poli-metálicos y demás mineralesexistentes en dicfia zona (10 l/). Dada la importancia de la ma-

(iii'j""), La proposiciÓn Pardo produjo un vc:rdad~ro impactn, ("QIJJOse dice en el texto y sobretpdQ en la doctrina. V., elltr~ otras obras, a A. Pique mal en lA!jiJ/1d del mers plZlá.

1/1'''IIe de I"hUHJJ1Úlé. Niza, 1973: y J.A. Pastor Ridruejo en l.J exploll1ción de 101!iJndrJ,f II1l1nitoI n¡JI I1fli de la jl/nsdicción n,¡cion,¡l. Valladolid. 1975.

DERECHO INTERNACIONAL PUBUCO 231

teria, la mencionada Asamblea decidió ownbrar una Comisiónad-hoc para que hiciera un estudió -prtliminar sobre el asunto(101 m) y posteriormente en el per1odosubsiguiente de sesionescreó la Comisión Permanente sobre la utilización con fines pací-ficos ~e los fondos marinos y océanicos y su subsuelo fuera delos límites de la jurisdicción nacional o Comisión de los FondosMarinos y Océanicos como fue conocida enseguida (101 n). Enel año siguiente esta Comisión ptopuso, y la Asamblea Generalaceptó, que todos sus integrantes' y las personas naturales o jurí-dicassobre las cuales ejercía jutisdicción, se abstuviesen de cual-quier actividad de explotación de los recqrsosde los fondos ma-rinos y océanicosy su subsuelo hasta que se instrutnentase ¡nter-nacionalmente esa actividad económica (101 ñ). Esta ComIsióndespués de un detenido estudio sobre la materia, dio a conoceren el subsiguiente período de sesionesde la Asamblea un docu-mento que fue aprobado en forma de Resolución, contentivo deuna declaración de los principios que gobiernan los fondos ma-rinos y océanicosy su subsuclo fuera de los límites de la jurisdic-ción nacional y en cuya declaración se consagra en una formaejemplar, pues. no hubo ningún voto en contra y sólo cuatroabstenciones, el principio de que los mencionados fondos mari-nos y océanicosy su subsuelo dentro de los límites ya explicadosson patrimonio común de la humanidad (1010). Igualmente sedesprendía de esta Resolución número 2749 (XXV) que esa zb-na marina y océanica así como su subsuelo deberían ser utiliza-dos para fines exclusivamente pacíficos y lo cual dio lugar a suvez a que se celebrase un Tratado sobre prohibición de empleararmas nucleares y otras de destrucción masiva en las referidaszonas (101 P).-(101 111)

(101 n)

V. Resolución N° 2340 (XXII) de la Asamblea General de las Nariunes Unidas.

V. Resolución 2467A (XXIII) de 21 dI."diciembre dc !'J6H dc'la AS301blc'a Gt'IIeral~de las Naciones Unidas.

(101 ñ) V. Resolución 2574B (XXIV) de la Asamblea General dc'las NacioJ1('s Unidas de 15de diciembre de 1969.

(1010) V. Resolución 2719 (XXV) dI."la Asamblc'a General dc'las Nariones Unidas ddc'cha17 de dicil."mbre de 1'J70.

(101/1) ¡bid.

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232 DANIEL GUERRA IÑIGUEZ

En esa misma reunión vigésimaquinta y con base a la Reso-lución 2750 C (XXV), el día 17 de diciembre de 1970, laAsamblea resolvió convocar la III Conferencia de las NacionesUnidas sobre el Derecho del Mar y encargó de ello a la Comisiónde los Fondos Marinos y Océanicos para que se estudiara endicha reunión todo lo relativo a los fondos marinos y océanicpsysu subsuelo así como aquellas cuestiones que estuvieran pen-dientes o resultasen nuevas debido a logros de la tecnología ma-rina y de la il1vestigacióncientífica. Abocada a su misión, la Co-misión laboró en la formulación de una agenda bastante gene-ral que abarcara lá problemática de la materia confiadá. LaAsamblea General en atención al estudio aportado por su Co-misión, aprobó la Resolución 3067 (XXVIII), el 16 de no-viembre de 1973, mediante la cual convocó para el primer pe-ríodo de sesiones de la 111Conferencia del Mar a celebrarse en laciudad de Nueva York del 3 al15 de diciembre de 1973. Allí seprocedió a discutir el Reglamento que debería regir en dichaConferencia, labor que se complementó en Caracas durante ellapso de junio-agosto de 1974. Luego continuó la Conferenciaen sus sucesivosperíodos, teniendo lugar en Ginebra el tercero,del 17de marzo al 10de mayo de 1975, en donde se llegó a for-mular un plan de trabajo o texto único de negociación que fueanalizado posteriormente en los sucesivosperíodos de sesionesque se celebraron en la ciudad de Nueva York hasta el 30 deabril de 1982, fecha en la cual se aprobó el proyecto de Conven-ción que se había discutido. Este texto m~reció el apoyo de 130miembros presentes en la Conferencia, 17 abstenciones y 4 vo-tos e.ncontra. Entre estos últimos países estaba Venezuela juntocon los EE.UU. .de América, Turquía e Israel. Venezuela, quetrabajó intensamen ~ en esta Conferencia desde sus inicios, sevio precisada a no darle su voto afirmativo a los artículos 15, 74,83 Y121 que versan, respectivamente, sobre delimitación delmar territorial, de la plataforma continental entre Estados concostas adyacentes o situadas frente a frente; y régimen de lasislas. Las'reservas que tenía Venezuela sobre los mencionadosartículos porque afectaban al interés nacional (101 q), no pu-(/01 q) V. Lapolítica exterior de Venezuela. Minis!erio de. Relaciones Ex!eriofcs. Cara(a5.

1982. Tomo 11I.p.65. .

DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO 233

dieron ser formuladas válidamente en razón de que el artículo309 de dicha Conve.nciónno permite que se hagan tales reservas'-o excepciones, salvo que fueran autorizadas expresamente porotros artículos del mismo instrumento internacional, lo cual nose daba precisamente en ese caso. Por lo tantO, nuestro país si-gue rigiéndose en esta materia por las Convenciones de Ginebra

.que suscribió oportunamente, pues de acuerdo con el artículo311,1, el nuevo instrumento internacional prevalecerá sobre lasConvenciones de Ginebra de 1958 y única y exclusivamenteentre los Estados partes de l~ nueva Convención.

En esta nueva codificación del Derecho del Mar se estable-cen normas y principios sobre mar territorial y zona contigua;zona económica exclusiva; plataforma continental y comisiónde límites de la plataforma continental; tégimen de las islas; lazona o fondos marinos u océanicosy su subsuelo fuera de los lí-mites de la jurisdicción nacional; la autOridad internacional delos fondos marinos; protección y preservación del medio mari-no; investigación científica marina; desarrollo y trasmisión detecnología marina; y solución de controversias..Como se ve, unaverdadera codificación sobre el Derecho del Mar.

Enseguida; y a los efectOsde la cátedra, estudiaremos cadauno de estos aportes dados por el nuevo Derecho del Mar.

112.-EI alta mar. Conceptojurídico. El alta mar es la fajamarítima que se encuentra a partir de cierta medida contadadesde la costa. Se ha considerado que esta faja no pertenece anadie y es más bien una cosa común a todos los pueblos..

EstOasí entendido ha dado lugar, sin embargo, a verdade-ra discusión doctrinal. Ya desde los tiempos de los romanos losjuristas como Celso sostenían que "maris communem usumomnihus hominibus", indicando que él era una cosa común.Ulpuiano, por su p~rte, expresaba que' 'mari, quod natura om-nibus patet servitus imponi privati lege non potest' " conside-rando entonces que era una cosares nullius, sobre la cual no po-dí~ privar la ley particular. Este criterio está sustentado en elInlSmoDerecho romano cuando se afirma "et quidem naturali

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uANIEL GUERRA ~IGUEZ

jure communia sut omniun haee:aer, aquaprof/uens et mare etper hacc litora maris", cuya traducción encontramos en las Par-tidas cuando se asienta en la 3a: "Las cosasque comunalmentepertenecen a tOdaslas criatUrasque viven en el mundo, son és-tas: el aire, las aguas de lluvia, el mar y su ribera" (102):'

Muchos autOreshan discutido estas calificacione.sjurídicas~elmar porque si se considera c<?mo"res nullius", se ~stácalifi-:ando al mar como una cosaque no pertenece a nadie, peco quepuede ser objeto de ocupación, Lo cual no es posible material-mente. Tampoco han aceptado esos autores la denominación"res communis" porque solamente puede ser común de los Es-tados aquello que individualmente puede pertenecer a ellos y::n este último caso no se daría por imposibilidad material:lO3), De allí que .seamás cónsona con su naturaleza jurídica la~efinición de Celso, pues lo que es común a los Estados no es elmar propiamente dicho sino su uso.

Sin emb3.!"go,este uso común no ha sido siempre respeta-do. LosEstados han pretendido ejercer una acción monopoliza-dora sobre el mar y en materia de doctrina los ju'ristas se hanagrupado en dos bandos: los partidarios de la libertad del mar ylos que se han pronunciado por una doctrina opuesta, es decir,por un mar cerrado,

l13.-EI pn'ncipio de la libertad del mar. Hacia 1609, conla publicación del libro "Mare liberum" de Gcocio se dio co-mienzo a una reiterada discusión doctrinaria sobre el principiode la libertad del mar. Antes Fernando Vásquez Menchaca, es-pañol, había sostenido idéntica tesis en su obra"Controversias", publicada en la segunda mitad del siglo XVI,pero que no tuvo el revuelo de1a obra de Grocio. No dejarone~tonces de aparecer obras opositoras condenando aquel princi-pIO.William Wilwood, escocés, publicó en 1613 su obra "De

(102) V. J. R. de Orue y Arregui.Manualtk DerechoInlemacio1llllP.blico. Madrid.1939.pág. 299.

(103) V. PaulFauchille,Op. cil. 1. 2. Pág. 1S.

DERECHO INTERNACIONAL PUBUCO 235

Dominio Maris", con la cual pretendió rebatir los arID1.JI1entosde Grocio. En igual sentido puede citarse a Serafín de-lreitas,portugués, en favor,del dominio marítimo de Portugal-en elAsia con su libro "De justo imperium Lusttanorum asiatico",publicado en 1625. Pero el que vale la pena destacar fue el'Publicado por el inglésJohn Selden, quien en 1636 dio a la es-tampa su obra "Mare clasum sive de dominio maris". Esta obrade extensa repercusión, fue producto del encargo de Jacobo 1°de Inglaterra y publicada luego por su sucesor en el trono, en lacual se sostenía el monopolio del mar por parte de Gran Breta- .ña, país joven, fuerte y marítimo, en detrimento de países indi-ferentes y sin ningún aliéiente del mar. En realidad estuvo con-cebido para oponerse a la tesis de Grocio, pero los argumentosen la pluma de Selden llegaron a ser accidentales, sin base jurí-dica y más bien de carácter político.

Insensiblemente se vino imponiendo el principio de la li-bertad de los mares como más conforme con la razón y cuyo ba-samento jurídico ya estaba señalado por Grocio. Y una pruebade ello lo constituye la, Convención de las Naciones Unidassobre el Derecho del Mar aprobada el 30 de abril de 1982 enJa-maica cuando en su artículo 89 estipula que ..ningún Estadopodrá pretender legítimamente someter cualquier paCte de laalta mar a su soberanía" . .

114.-Aplicaciones de este principio. Las aplicaciones clá-sicasde este principio son: a) libertad de navegación; b) libertadde pesca; y c), derecho de colocar cables y tuberías submarinos,Además de estas tres aplicaciones generalmente aceptadas, laConvención d~Jamaica anterjp!mente ;ciJada,uae las siguientesque se agregan' a laS~ilteriores: d) libertaó desobrevuelo sobreel alta mar que ya estuvo consagrada en la Convención de Gi-~ebra de 1958; e) libertad de construir islas artificiales y otras

bnstalacionespermitidas por el Derecho Internacional; Yf), la li-enad de investigación científica.

, De todas estas aplicaciones nos ocuparemos por los mo-lt1entosde las tres primeras:

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236 DANIEL GUERRA ~IGUEZ- '

A) La libertad de navegación. Es ésta una de las aplica-ciones más importantes del principio 'general. Mediante ella, ca-da Estado puede surcar el alta mar sin ninguna clase de mira-mientos a ninguna otra soberanía y los hechos civileso penalesque ocurran en ella caen bajo la jurisdicción del pabellón, d~lbuque.

E'oeste sentido,'el artículo 90 de la Convención de 13s'Na-ciones Unidas estipula ampliamente que "todos los Estados,sean ribereños o sin litoral tienen el derecho de que los buquesque enarbolan su pabellón- naveguen el atta mar".

Sin ,embargo se ha pretendido establecer unas restticcionesa este princ~pio. Muchos de estos intentos han sido de cárácterpolítico en un vano deseo de redimir el igualmente'~riheladoprincipio del 'monopolio del mar. Nos referimos al ceremonialmarítimo. Gran Bretaña, Ftancia, Holanda y España han pre-tendido establecerlo sobre todo en materia de saludo y han sidotan c;xigentesestas potencias que la mayoría de las vecesla inob,;-servanciade estas reglas del ceremonial marítimo han ocasiona-do guerras. Hoy puede considerarse .esta etapa' superada.Quedan incluido dentro del protocolo marítimo o como ~iriiplesfórmulas de cortesía de gente del mar.

Las verdaderas restricciones pr()vienen de actos' conven-cionales. Son en realidad instrumentos que han tenido por ob-jeto prevenir accidentes y regular la circuladóQen el ~lta.mar sinque por ello se haya anulado el principio. En materia conveft-cional, Venezuela ha firmado algunos tratados-que intentan en10posible reglamen:ar esta materia. Por ejemplo, en la 'Confe-rencia Internacional sobre Seguridad de la Vida-en el. Mar,reunida en Londres en 1948, se aprobó un Reglamento.median-te el cual se trata de evitar las colisionese~ el mar (104). En esteinstrumento se señalan cienas reglas de carácter técnico.que de-ben cumplir los buques .:n alta mar con el objeto de evi~at:coli-siones. Igualmente pueden citarse como documentos interna-- .

(104) v. Trata'!osPúblicosJ AcuerrlosInternacionalesde Venezuela,Op.-cit. .IX.pág.H3.

DERECHO INfERNACIONAL PUBLICO 237

cionales de este tipo al Código Internacional de señales, acepta-do en forma consuetudinaria por muchos países; los conveniosde Bruselasde 23 de septiembre de 1910 para la unificación deciertas reglas en materia de abordaje así como en relación a ma-terias de asistencia y salvamento; las conferencias de Londres de1914y 1929 sobre la protección de la vida humana en el mar yotrO buen núptero de tratados.

6) La liberlad'de pesca. Esta es otra consecuencia del prin-'d'pio general de la libertad del mar. Siendo el mar libre, nadamás natural que la pesca lo sea.

Esta materia, no obstante,' ha sido objeto de reglamenta-ción para evitar abusos y desmanes que bajo el amparo de talli-bertad han pretendido realizarse. El caso más célebre que pusode manifiesto-la necesidad de esta reglamentación fue sin dudael "affaire" entre Gran Bretaña y Estados Unidos con motivode la pesca de focas efectUadaen el mar de Behring por buquesingleses. LosEstados Unidos arrestaron dichos buques y la dife-rencia surgida fue resuelta por sentencia dictada en París confecha 15 de agosto de 1893.

El tribunal arbitral falló a favor de Gran Bretaña en acata-miento del principio géneral ya enunciado y, por consiguiente,declaró que no era válido la captUra y otras medidas tomadaspor los Estados Unidos en el caso, pues la pesca se realizaba másall~de la franja territorial de dicho Estado. Al propio tiempo elTnbunal sentenciador estableció unos principios reglamentariQsque podrían servir de normas en el futUro: 1) la comprobaciónde las infracciones con motivo de la pesca en el alta mar debíaserhecha por buques de guerra de la misma nacionalidad; 2) elI~gary época de la pesca, es decir, su explotación científica y ra-CIO~al,debería ser-controlada por buquc;s de guerra de cual-qUIernacionalidad; y 3) concesión de competencia exclusiva alos tribunales nacionales a que pertenezca la bandera del bu-qUe. .

La vecindad de ciertos Estados y la separación de porciones

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238 DANIEL GUERRA IÑIGUEZ.

de mar libre ha determinado ciertos acuerdos' bilaterales regla-mentarios de la materia. Por ejemplo, en Fra:i1~iay Gran Breta-ña e~iste un acuerdo para la.reglameiuaciónde la pesca en elca-nal de la Mancha así como también hay acuerdo entre dichos'Es-tados con fecha 30 de enero.de 1951 mediante el cual 'se r~gla-menta la pesca tn el archipiélago de los Minqu,iers y de .lasEcréhous. O bien, otras vecesla reglamentación de la pesca pro-viene de acuerdos multilater~les. Ejemplos de ellos.son las'regu-laciónes hechas por los paJses interesados en el Mar del Norte,Mar Báltico, Océano Atlántico, Mar Mediterráneo, Océano Pa-cífico, Océano Indico y en el Mar de Behring.-En este últimomar, y como consecuencia del incidente internacional de 1893que ya comentamos, los Estados ribereños,. Estados' Unidos,Gran Bretaña, Japón y Rusia, concertaron un acuerdo sobre lapesca de focas el 7 de julio de 1911, en la ciudad de Wasb,ing-ton.

La pesca de la ballena ha constituido un grave problema, elcual inútilmente se ha tratado de reglamentar. Es en realidad laclase de pesca en la cual sehancometido serios abusos. 32.539b~llenas azules fueron pescadas en 1951-52 en vez de la canti-dad de 15.000 asignada por la Comisión Intergubernamental.Entre 1925 y 1952 se calcula que se han destruido cerca de600:000 ejemplares de distintas especies. Se han elaborado paraprevenir estOsabusos cuatro convenios internaCionales cuya efi-cacia, como se ha visto hasta los actuales momentos, ha sido nu-gatoria. El primero de ellos fue el Convenio de Ginebra de 24de septiembre de '1931; el segundo, el de Londres de 8 de juniode 1937; el tercero, el protocolo de Londres de 24 de junio de1938, que modificaba a! anterior; yel último, el máSimportan-te, el de Washington, de 2 de diciembre de 1946, suscrito entrecatorce.Estados. Esta convención fue oportunamente .ratificadapor Venezuela (104 bis).

c) El derecho de coloctJrcablesy tuberías submarinos. Deacuerdo igualmente con el pri9cipio general, todo Estado tiene-, .

(104 bis) V. G(lUIII Ofid61. cit., N° 3327 En. de 18 de .enero de 1984.

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el derecho de colocar cables submarinos y exigir la debida pro-tección para ellos. El primer cable submarino telegráfico fuepuesto por Francia en .1850 entre Dover y Calais y el primerotransocéanico en 1866 entre Islandia y Terranova.

Para su aplicación en tiempos de paz fue previsto un Con-venio en 1884, mediante el cual los Estados signatarios secomprometían a castigar a través de.sus propios tribunales todos'los daños ocasionados, intencionales o involuntarios, que reali-zaran buques de su propia jurisdicción, pudiendo comprobar yseñalar dichos daños cualquier buque de guerra de las partescontratantes.

Venezuela que tiene desde hace muchos años un cable quela comunica con el Caribe y Miami y de allí con gran parte delmundo, ha construido otro en colaboración con España en laproporción de 70% para Questro país y 30% para la PenínsulaIbérica. Este cable conocido con el nombre de "Columbus"que parte de las Canarias hasta las costas venezolanas del litOralcentral tiene un potencial de 1.840 canales y fue-puesto en ser-vicio el 12 de octubre de 1977. .

115.-Estado actual del princiPio general de la libertad delmar. De acuerdo con una Resolución de la Asamblea GeQeralde las Naciones Unidas en su XII período de sesionesse deétdióconvocar una conferencia internacional con el objeto de exami-nar el derecho del mar, no sólo desde el punto de vista jurídico,'sino también desde el económico, técnico, biológico y político.

Se adoptaron en la reunión recomendada que se efectuó enGinebra en 1958cuatro convenciones: 1) la de mar territOrialyZona contigua; 2) la de alta mar; 3) la de pesca y conservaciónde los recursosvivosdel alta mar; y 4) la de la plataforma conti-nental.

Estas Convenciones han sido substituidas por la Conven-ción de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar de 1982,COmoya lo hemos indicado. Allí la Convención establoce elPrincipio general que ya hemos enunciado, garantizando el ac-

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ceso al mar a todos los Estados ribereños como mediterráneos.Se regula también la responsabilidad de u.nEstado con relacióna los buques que utilizan su bandera, garantiz~ndp la inmuni-dad de éstos en alta mát tanto de guerra comó.los oficiales deuso privado. Igualmente se consignan disposiciones relativas ...la seguridad de la navegación, responsabilidad en abordajes, setipifica la piratería, determinando que un buque de guerrapuede realizar el derecho de registro en uno mercante cuandohaya fundados motivos de: 1) que el buque se dedique a lapira~tería; 2) que se dedique a la trata de esclavos; 3) que tenga lamisma nacionalidad que l~ del buque de guerra, aunque hayaizado una bandera extranjera o se haya ne~ado.a izada; que elbuque se utilice para efectuar trasmisiones no autorizadas; yque, por último, no tenga nacionalidad. En caso de resultar-in-fundadas las sospechas, el buque visitado deberá ser indemniza-do.

\ .

Con respecto a la pesca, en la Convención referida se deter-mina que todos los Estados tienen derecho de que sus naciona-les se dediquen a la pesca en el alta már, a reserva(le sus obliga-ciones convencionales, los intereses y derechos de los Estados ri-bereños y de las disposiciones adoptadas en dicha Convenciónsobre l;¡ conservaciónde los recursos vivos del alta mar. Con elpropósito de combadr la sobre-explotación a que ha dado lugarel desarrollo de.la técnica moder~a en estos <;ampos,cada Esta-do se compromete a cumplir con ciertas exigenciaspara la pescaen el alta mar, a ~doptar medidas unilaterales coadyuvantes aeste propósito, especialmente en lo que se refiere-a poblacionesde peces asociados; especies altamente migratorias, entre ellas,atunes y ballenas; mamíferos marinos; poblaciones anódromasy poblaciones catódromas. Igualmente se establecen normas p~-.ra que todos los Estados iriteresados tomen las medidas pert1-nentes para la conservación y administración de los recursosvi-vos del alta mar.

En la Convención a la cual nos estamos rerniendo se reiterael principio según el cual todos los Estados tienen derecho a ten-det cables y tUberías submarinos en el lecho del alta mar más

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allá de la plataforma continental y al propio tiempo se indicaallí la posibilidad por parte de los Estados de establecer en supropia legislaciónsancionespara aquellos casosen los cuales bu-ques de sus nacionales o personas sometidas a su jurisdiccióncausen ruptura de dichos cables o tuberías submarinos y ello sedebiera a un hecho voluntario o negligencia culpable y así mis-mo establece la obligación de indemnizar por parte del I;stado apersonas natUrales o jurídicas en razón de pérdidas causadas asus buques al tratar éstos de prevenir daños a los mencionadoscables o tuberías submarinos.

116.-Mar tem'torial o jurisdiccional. Esta franja del mares aquélla comprendida ~ntre el territorio y el alta mar. Por esoparticipa de ese doble aspecto: territorial, por su vecindad alterritorio; y marítimo, por su vecindad al alta mar.

117.-Naturaleza juñdica del mar temtorial, Esta condi-ción hasta cierto punto especial del mar territorial, litoral o ju-risdiccional, ha dado lugar a diversos sistemas que han tratadode determinar su natUraleza jurídica. Ellosson: 1) teoría del de-remo' territorial; y 2) teoría del derecho de soberanía.

1) Teoría del derecho temtorial, Es la doctrina clásicaporantonomasia. Sostiene que el mar jurisdiccional forma parte delterritorio, pertenece al dominium del Estado y por lo tanto, ésteejerce su poder en él en forma indiscutida.

Esta teoría se inspira en el concep~o de dominio del De-recho privado y por consiguiente el Estado obra.con respecto almar ,territorial como verdadero dueño.

. 2). Teoña del derecho de soberanía, Esta teoría es igual-mente clásicay es la que actualmente se sustenta por todos losESt~dos.Según ella, el Estado ejerce su soberanía sobre el marterrttorial así como lo realiza sobre el territorio. Se basa entoncesesta teoría no en el.rJominium como en la anterior sino en el im-Perium, . .

El Instituto de Derecho Internacional .sepronunció en dosocasionessobre la materia. En su reunión de París. d~,1~2!i~~n

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la cual consideró que el Estado ejercíaper se un derecho sobera-no sobr~el mar territorial en forma exclusivay ep.sil reunión deEstocolmo de 1928, en la cual estableció qu~. "los Estadostienen la soberanía sobre la zona del mar que baña sus costas"(105).

118.-Modernas teoríassobre el mar tem/onal. AlIado deestas teorías dásicas o consagradasde Derecho In:ternacional;al-gunos autores han establecido algunas otras. De ellas podríamosseñalar la del Profesor Albert de la Pradelle expuesta en 1898 yla del Profesor Gilbert Gidel dada a conocer en 1934.

De la Pradelle, quien en dicho año publicó en "Revue gé-nérale de droit international public" un extens~ estudio sobreel derecho dell!stado sobre el mar territorial, sostiene que estederecho sebas~ en el uso consuetudinario de una serie de Servi-dumbres, pues:el mar es único y como tal pertenece a la comu-nidad internacional. No teniendo el Estado posesión ni pro-piedad sobre ~1mar territOrial el usufructo de esa porción .delm,acse debe en razón de estas servidumbres estableddas en su .

provecho. Por eso osta teoría es conocida con el nombre de "hazde servidu,mbres" (106).

El Profesor Gidel sostiene en la obra "La mer territoriak-etla zone contigiJe", publicada en el ya nombra~o año, quedicho mar no es más que una prolongación del territorio y porlo tanto el Estado ejerce su poder en él basándose en él mismopoder soberano que le permite actuar en el territorio. El origende este pode! es el impen"um y no el dominium y por lo tanto seasimila perfectamente a la teoría clásica dé la soberanía. Estateoría es cOnocidacon el nombre de "tern/on"o sumergido",

119.-Extensión. El verdadero problema del mar territo-rial no estuvo en realidad en la naturaleza jurídica del mismo,ya que la"competencia que ejerce el ~stado respectivoes.indiscu-tible. El problema estuvo más bien en su anchura, pues las prác-(1O~) V. Charles Rousseau. Op. cit. pág. 418.

(106) V. Albcn d¡'la Pradelle. Le Droil áe I'EItIIslIr'" mer lerriloriale. RevuegénéraJ~dedroit internatio.naI public. 1898. Pág. 264-284 Y309.347.. .

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ticas consuetudinarias que la demarcaban se 'quedaron atrás ylos Estados tuvieron que ponerse de acuerdo entre sí sobre dichamedida. De allí que la problemática que existió al respecto fue,J)Osobre el derecho que tiene el Estado sobre el mar que bañasus costas, lo cual es indiscutible, sino sobre qué extensión delmar podía reclamar como perteneciente a él.

120.-Evolución del cn"ten"ode medición. Laevolución delcriterio de medición del mar territorial ha ido de lo empírico yconsuetudinario: el alcance de la vista humana, el alcance delcañón y otras armas de fuego, alcance de sondas, etc., que de-terminaron la extensión de tres millas náuticas, hasta la fijación

más ? ~enos arbitraria de los Estados en preservaÓón de suspropiOSlntereses.

Pueden entonces señalarse dos criterios al respecto: 1) crite-rio clásico y 2) criterio moderno.

1) Cn"ten'oclásico o tradicional. Este crittrio se basó enapreciaciones completamente empíricas. Se fijó su límite de 3millas náuticas consideradas como indispensables para la defen-sa y seguridad del Estado. Sirviópara determinar esta extensiónla apreciación que hizo al respecto Bynkershoek en 1702 en suobra "De Dominio Man"s", en la cual fijaba el límite del marterritorial en 3 millas, atendiendo al hecho de que esaextensiónpodía ser completamente defendida o protegida por la artilleríade cada Estado. El principio adoptado fue "ibi fint/ur ten-aedominium, ubi finitur armorum vis", o sea, que se establecióuna correlación estrecha entre el poder o alcance de las armas yel dominio efectivo del Estado.

2) Cn/en"o moderno. Aquella determinación empírica nosatisfizo completamente a los Estados. El alcance de las armasde artillería había variado tanto que sobrepasaba completamen-te dicha medición. Sobre todo ahora que existen armas telediri-gid~ y de largo radio acción no era posible relacionar esa medi-ción con el alcance de ellas. Se ha notado entonces en la evolu-ción moderna de esta medición una tendencia por parte de losEstados en aumentar, de acuerdo a sus propios intereses, estas

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tres millas. Islandia adoptó 50 millas en 1972; España, Ponugaly Yugoeslavia, 6 millas; 9 millas México y 12 ,millas la.URSS,Rumania y Bulgaria, estos últimos en 1951.

En América la extensión del mar territorial fue de 3 millasnáuticas, de acuerdo con el criterio tradicional, pero en los últi-mos tiempos prevaleció una tendencia a aumentar esta exten-sión. Ya vimos que Méxicoaumentó su extensión del mar terri-tOriala 9 millas, Venezuela a 12 millas en 1956 y algunos paísescomo Perú, Ecuador y Chile llegaron a establecer una extensiónmucho más grande. Este último país, en declaración que dio surespectivo Presidente el 23 de junio de 1947, manifestó que elGobierno de Chile, con el propósito de impedir que las ri-quezas marítimas fuesen eXplotadas y destruídas por gruposextranjeros en perjuicio del país y de sus pobladores, establecíauna extensión de 200 millas paralelas a sus costas. El primero deagosto de 1947, el Perú siguió dicho ejemplo. Lo mismo CostaRica en 1948. El Salvador y Ecuador en 1950, perfeccionandoeste último país su declaración en 1954. En Conferencia ce-lebrada por estos países en Santiago de Chile en 1952 se firmóuna declaración en la cual se confirmó esta extensión del marterritoriai en las 200 millas.Según dicha declaración, estos Esta-dos conservaban "la soberanía y jurisdicción exclusivasque a ca-da uno de ellos corresponde sobre el mar que baña las costas desus respectivospaíses hasta una distancia mínima de 200 millasmarítimas desde las referidas costas" (107). Como dicha exten-sión interesaba gran parte del alta mar, la mencionada declara-ción permitió el paso inocente de naves a través de esa zona(108). Panamá, en 1o de febrerode 1967aumentó a 200millas

(107) V. III Reunión del Consejo InterameriCllno áejurirconJultos. Vol. I. Informes y Pro-

yectos. Unión Panamericana, 1956, págs. 21 a 26.

(108) José Luis de Azcárraga y Bustamante en su estudio Los Derechos sobre la Plataforma

Submarina, en Rellista Española de Derecho Internacional. Vol. 11.Núm, 1, Madrid,

1949, pág. 97, ofrece una fórmula de carácter científico sobre la extensión que deben

tener las aguas jurisdiccionales, las cuales deben estar condicionadas por la densidad

de población de cada Estado, Por la extensión de su superficie nacional y por la de sulitoral. O sea,

DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO 245

su mar territOrialy lo mismo el Brasil en fecha,de abril de 1970.Según el acto legislativo brasileño, el nuevo límite incluye ellecho marino y el espacio aéreo que lo cubre.

121.-La zona contigua. Esta zona, situada entre la parte"exteriordel mar territorial y el alta mar, hasta una extensión de-terminada, constitUyócomo el mar jurisdiccional, un verdaderoproblema no sólo en lo que se refiere a su naturaleza juddica si-no también a su extensión. .

Desde el punto de vista jurídico, la zona contigua es pro-ductO de la declaración unilateral del Estado que consagra elmar libre para ejercer sus funciones específicase intransferiblesde vigilancia aduanera y fiscal; de seguridad sanitaria, de nave-gación, de seguridad militar y de protección y conservación delas riquezas del mar, piscicultUra,petróleo, etc. De manera quela zona contigua se diferencia del mar territorial fundamental-mente en el hecho de que éste se considera formando parte delterritorio del Estado y aquéJIa es simplemente una zona de vigi-lancia y seguridad.

La noción de "zona contigua" ya está incorporada en laslegislacionespositivas de los Estados y el derecho convencional.y su fundamento jurídico lo encontramos en esa necesidad quetiene el Estado de establecer su propia seguridad, reglamentarla navegación y proteger sus riquezás natUrales. Y el problema,tal como sucedió con el mar ~erritorial, radicó en su extensión.¿Hasta dónde debía llegar su anchura? LosEstados que sí estánde acuerdo en proclamar el derecho que tenían a ella, no mani-festaron uniformidad en cuanto a su .extensión. España por Leyde 1894 la fijó en 6 millas; Bélgicaen 10 kilómetros por Leyde- c

(H x Km2) x x 100,

en dQnde (H x Km2) representa el número de habitantes de un Estado; c. r:I número

de kilómetros que tenga la costa iítoral y s, r:I número de kilómetros cuadrados de la

superficie dr:l territorio nacional. Este resultado se multiplica por 100 para reducir r:Idecimal resultante a entero. El total será ~I número de millas de las aguas jurisdic-cionales.

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246 DANIEL GUERRA IÑ'IGUEZ

1832; Francia en 20 kilómetros por Leyde 1817;Venezuela en 3millas náuticas a partir de 1956, etc.

Como se ve, los intereses a proteger no fueron uniformesen los diversos Estados y por eso esas medidas individualesdiscrepan tanto unas de otras. Algunas veces, y esto sucediócuando había intereses específicos que proteger, se negociababilateral o multilateralmente la aceptación por parte de otras'potencias de la extensión de dicha zona. Esto fue lo que sucediócon los "Iiquor treaties" de los Estados Unidos en 1924. Desde1919a 1932se estableció lo que se llamó la "ley seca" de acuer-do con la enmienda Volstead a la Constitución federal. Parareprimir principalmente las violaciones a esta Ley, en lo que serefiere a la introducción del alcohol por contrabando marítimo,se estableció por Tariff Act de 1922 un aumento del mar territo-rial hasta 12 millas. Esta medida unilateral no fue aceptada poralgunas potencias, entre ellas Inglaterra. Er:itoncesse vieron for-zados los Estados Unidos 'a negociar acuerdos internacionalescon los países interesados, el primero de los cuales fue celebradoel 23 de enero de 1924 con Gran Bretaña. Este "Iiquor treatie"fue el que sirvió de modelo para los demás.

De acuerdo ron lo establecido en estos tratados, se creó unazona cuya anchura no está determinada especialmente sino máSbien provenía de la distancia que podría cubrir en una hora elbarco sospechoso de contrabando. De manera que debido a laelasticidad de este sistema, llamado del radio h.orano, una per-secución podía comenzar en pleno mar territorial y terminar lí-citamente en el mar libre. El Presidente Roosevelt con su nuevapolítica del "new deal" abrogó estas disposiciones, pero con el"anti-smuggling act" de 5 de agosto de 1935 se reforzaron lasmedidas contra los barcos,que practicaban el contrabando debebidas alcohólicas. Establecía esta Leycuatro zonas, a saber: 1)mar territorial; 2) zona aduanera, tal como estaba demarcada enla antigüedad; 3) zona adoptada en los "Iiquor treaties" de1924; y 4) zona discrecional cuya extensión correspondía es-tablecer al Presidente de la República y que podía exceder en 50millas el límite .de la zona aduanera.

DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO 247

122.-Criterio legalllen,ezolano sobre mar territonizly zo-na contigua. Laprimera Leyque se ocupó de lafijación de la ex-tensión del mar territorial fue la Ley de Navegación de 1941.Allí se fijó una extensión del mar territOrialde 3 millas náuticasa partir de la baja marea y 9 millas se determinaron para la zonacontigua con fines de seguridad y policía. Por Ley de Navega-ción de 1944 se ratificó nuevamente dicha extensión de tresmillas náuticas y se dispuso que las aguas contiguas tuviesennueve millas contadas a partir del límite e~terior del mar térritO-ria!.

Por Ley del 23 de julio de 1956, el Estado venezolanoadoptó nuevas medidas con respecto al mar territorial, zonacontigua, plataforma continental, protección de la pesca y espa-cio aéreo. De acuerdo con dicha Ley, el mar territorial tiene atodo lo largo de la costa continental e insular de la Repúblicauna anchura de 22 kilómetros y 224 metros (12 millas náuticas).La soberanía del Estado se ejerce no sólo sobre esas aguas sinosobre el suelo, subsuelo y los recursosque en ellos se encuentran(Art. 1°). Igualmente, para fines de vigilancia, de policía marí-tima, seguridad de la Nación y en resguardo de sus intereses, seestablece una zona contigua a la territorial de 5 kilómetros y 556metros (tres millas náuticas) (artículo 3°).

En cuanto a la extensión del mar territorial, se medirá ordi-nariamente a partir de la línea de Ía más baja marea, es decir.donde muere el agua en la costa en' tiempo de calma. Perocuando las circunstancias impongan un régimen especial debidoa la configurción de islas cercanas o cuando intereses peculiareslo justifiquen, la medición se hará a partir de líneas de basesrectas, es decir, líneas convencionales que determinan los pun-tos de la costa. Lasaguas comprendidas dentro de dichas líneasse consideran aguas interiores integrantes del territOrionacional(An. 2°). .

Por último, ~n esta materia el,Estado venezoiano crea porel anículo 8° de dicha Ley unas zonas de interés que puedenPor analogía equipararse a las disposiciones del anti-smuggling

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act de los Estados Unidos, al cual ya nos réferimos, al establecerque' 'fuera del mar territorial o de la zona contigua, el Estadofijará las zonas marítimas en las cuales ejercerásu autoridad y vi.gilancia para velar por el fomento, conservación y explotaciónracional de los recursosvivosdel mar que en ella se encuentren,ya sean aprovechados dichos recursos por venezolanos o porextran jeros' ,( 109).

En materia convencional, Venezuela forma parte de lasConvenciones de Ginebra sobre el Derecho del Mar (1958), COfllas reservasdel caso, pero en cambio no ha firmado la Conven-ción de las Naciones Unidas de 1982 en vista de las razones quefueron indicadas en el primer párrafo de este Capítulo (v.supra, Párrafo N° 110).

123.-Estado actual del mar tem'torial y de la zona conti-gua, En los principios de México sobre regulación jurídica delMar, adoptados en la III Reunión del Consejo InteramericanodeJurisconsultos que se celebró en dicha ciudad"~n 1956, se es-tableció que "la extensión de tres millas para delimitar el marterritorial es insuficiente y no constitUyeuna norma general deDerecho Internacional. Por lo tanto, se justifica la ampliaciónde la zona de mar tradicionalmente llamada "mar territorial"(110). Para ello el Estado debe atender a factores geográficos,geológicos y biológicos así como a necesidades ecol)ómicas, depobla~ión, seguridad y defensa. . .

En la Conferencia de Ginebra se notó una tendepcia gene-ral a aumentar la medición del mar territorial mas aUáde las 3millas clásicas.En contra de muy pocos Estados empeñados ensostener la medid~ tradicional, los Estados latinoamericanosfueron los abanderádos de esta opinión. Por eso el Delegado deVeneZl..la, Dr. Ramón Carmona, hubo de repetir en Ginebralo que ya había manifestado en otra oportunidad: "No hay du-da alguna de que es legítima la aspiración de la mayoda de los(109) V. GIlUIII OficÜJ/de ÚIRepúbliCilde VenezueÚl, N° 496Ext. de 17 de agostOde

19~. "" ..

(110) V. ACIIn y Docume"tos de ÚIsSesiones de ÚlIII Reunión del Consejo InterllmenCil"O

de jurisconsultos, Unión ~anamericana, Washington. 19~6. .

países americanos acerca de una amp.liación de su mar territo-rial; la dificultad está en determinar su límite por un acuerdogeneraL Creemos que el principio clásico de las tres millasnáuticas corresponde a una idea anticuada que no se aviene conla realidad y necesidades presentes. Ese principio, establecidoen épocas muy lejanas de acuerdo con las circunstancias y posi-.bilidades técnicas que entonces prevalecían, resulta inadecuadoen un mundo como el actual que progresa incesamente y quecuenta con medios de tod,aíndole que ni siquiera vislumbraronlos creadores de esa vieja máxima. Es indudable"que el derechodebe evolucionar al mismo ritmo con que evoluciona la técnicay que, por consiguiente, el mundo de hoy exige una revisión deun concepto tan esencial para la defensa de la soberanía y parala protección de los intereses económicoscomo lo es el mar terri-torial. Difícilmente se puede estar en desacuerdo con la eviden-cia de que el viejo concepto debe ser reemplazado" (111).

En materia de mar territorial o jurisdiccional, la Conven-ción de las Naciones Unidas sobre el Derecho ael Mar, estableceque la franja del mar adyacente al territorio de un Estado o desus agúas interiores o de sus aguas archipielágicas en el caso deun Estado archipielágico, se ~enomina mar territori~l, exten-diéndose sobre él la soberanía del Estado e incluido el espacioaéreo suprayacente así como el lecho y el subsuelo de ese mar,Esta misma Convención expresa que todo Estado tiene el de-recho de fijar la anchura del mar territorial hasta un límite queno excedade las 12millas a partir de la línea de bajamar a lo lar-go de la costa, salvo que esta costa tenga profundas aberturas y

.escotaduras o que haya una franja de islas a lo largo de la costasituada en ~u proximidad inp1ediata, en cuyo caso se usará unsistema de líneas de bases rec"tas.Garantiza igualmente el pasoInocente de "buques a través de dicho mar, previo el cumpli-miento de los requisitos legalesdel Estado ribereño, sometiendoal régimen de aguas interiores a las contenidas en las bahías quéno tengan más de 24 miUas marinas de ancho en su boca.

__ Consagra también dic}:laCf:>Dvenciónel derecho que tiene(J 11) v. Libro Amllrillo de ÚI Rep~bliCil de Venezuelll. Año II)~I), pág. 110.

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el Estado sobre su zona contigua, la cual, según expresamentelo dispone dicho instrumento, no debe exceder de 24 millaScontadas desde la línea de base desde donde se mide la anchuradel mar territorial y en la cual cada Estado puede ejercer el de-recho de impedir toda infracción a las leyes fiscales, aduaneras,inmigratorias o sanitarias. (Art. 33). .

124.-Plataforma continental. Este concepto se ha incor-¡porado en' el Derecho Internacional, y es conocido con el'nombre de ''plataforma continental" o "continental shelf'. Seconsidera como plataforma continental aquel zócalo o porcióndel territOrioo costa sumergida en que aparece apoyarse el Con-tlnente.

Desde el punto de vista geográfico, la plataforma conti-nental pertenece al fondo océanico, el cual se compone de las si-guientes partes o zonas: 1) plataforma continental propiamentedicha; 2) talud continental; 3) cuencas océanicas. Laplataformaes una llanura sumergida que a determinada profundidad, 200metros, desciende en forma casi vertical al fondo del mar. Estaes la "isóbata de los 200 metros" de los geólogos. El talud es laprofundidad en la cual la plataforma desciende y llega a los2.500 metros. Lascuencas oceanográficasson de dos clases:pe-/ágicas, hastá los 5.000 metros, y abisales, desde los 5.000metros en adelante. Esprecisamente en la plataforma continen-tal donde se encuentran recursos natUrales de todo o:den: cal-cios, fosfatOs,hidrocarburos, peces de toda clasey en abundan-cia y flora en gran cantidad.

El origen de la plataforma continental se encuentra en laproclamación hecha al respecto por el Presidente de los EstadosUnidos, Sr. Harry S. Truman, en 28 de septiembre de-1945(112). De acuerdo con lo allí expuesto, los Estados Unidos con-sideraron a dicha plataforma "como una extensión de la masaterrestre de la Nación costera y así naturalmente perteneciente aella", y "teniendo en cuenta la ur~encia de la conservaciónY(112) V. la proclamación de Harry S. Truman en "Feder'" Re¡¡ister". Washington D.e.

N°s. 12303 y 12306.

TDERECHO INTERNACIONAL PUBUCO 251

prudente utilización de sus rc..:ursosnatUrales, el Gobierno delos Estados Unidos considera los recursos natUrales del subsuelo'y del lecho marítimo de la plataforma continental bajo el altamar, pero contiguos a las costas de los Estados Unidos, comopertenecientes a los Estados Unidos y sujetos a su jurisdicción ycontrol. En los casosen que la plataforma continental se extien-da a las costasde otro Estado o se compartan con un Estado ad-yacente, el límite será determinado por los Estados Unidos y elEstado interesado de conformidad con principios equitativos. Elcarácter de alta mar de las aguas encima de la plataforma conti-nental y el derecho a su nevagación libre y sin impedimentos noestán afectados así en manera alguna" (113).

EI29 de octubre de 1945, siguiendo el ejemplo norteame-ricano, el General Manuel Avila Camacho, Presidente de Méxi-co, declaró que el Estado mexicano llevaba "el control y vigilan-cia del Estado hasta los lugares o zonas que la ciencia indiquepara el desarrollo de los viverosdel alta mar independientemen-te de la distancia que los separa de la costa" (114). Luego confecha 11 de octubre de 1946 el Presidente de Argentina hizoidéntica proClamación.Nicaragua por su parte adoptó el nuevoconceptOde plataforma continental en el artículo 20 de la Cons-titución política de dicho país con fecha 21 de enero de 1948. Asu vez el Gobierno de Chile, presidido por Gabriel GonzálezVidela, declaró igualmente la soberanía chilena sobre su plata-forma contim!ntal, con dos agregados completamente descono-cidos en los anteriores documentos, a saber, "cualquiera quesea la profundidad a que se encuentre" y "declarándose dichaprotección y control sobre todo el mar comprendido dentro delperímetro formado por la costa con una paralela matemáticaproyectada en el mar a 200 millas marinas" (115). En idénticaforma se pronunció el Gobierno del Perú con fecha 1o de agostOde 1947y el de Costa Rica el 27 de julio de 1948. En ese mismo~tido pueden señalarse las proclamaciones hechas por Islandia(13) Ibid. "

(14) V. RevÍJla Española de Derecho Internacional. Op. cit. pág. ~l).

Ol~) Ibid. pág. 67.

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2~2 DANIELGUERRA~GUF2

en 1948; Gran Bretafta para sus posesiones en las Antillas en1948; Filipinas en 1949; y Pakistán en .19~O.

¿Acarrearán en ún futuro próximo e$tas declaraciones pe-ligro para el principio de la libénad del mar y por consiguient'ede la libre navegaci6n, de la pesca y de la colocación d~ cablessubmarinos? Tal fue la pregunta oblig~da con motivo de estaproclamación. P. R. Feith, en su "Rlipporl ti l'[ntem"lÍofllllLIlWAssociíltion", 1948, p. 19, expresa sus dudas y temores apesar del énfasis que hay en estas declaraciones de respetar y re-conocer el principio de la libertad del mar. En la práctica, ¿seráaplicado escrupulosamente? ¿o a veces habrá la imposibilidadmaterial de cumplido? Según Feith, refiriéndose a la declara-ción norteamericana, "los más ardientes defensores de la doctri-na de la "libertad del mar" no encontrarán nada consolador lasúltimas palabras de esta proclamación" (116). "No es necesarioser un escéptico para poner en duda el valor práctico de estatranquilizadora conclusión. Cuando los intereses de la navega-ción internacional sean ~uestos en balanza con aquéllos de laexplotación nacional por -la América de fuentes submarinas depetróleo, ¿la navegación internacional le llevará ventaja? No esilógi<osuponer que si importantes yacimientos petrolíferos sondescubierto~ en el subsuelo de alta mar, los derechos de la Amé-rica que se extenderán sobre esos yacimientos, ¿lo harán tam-bién sobre la superficie del mar que los cubre? ¿Esque la Amé-rica cree poder permitir a loscruceros rusos o a los barcos de pes-ca japoneses circular entre los armazones de sondeo erigidos enel alta mar arriba de yacimientos americanos? (117). Sin embar-go, la verdad de los hechos se encargaron de recha~ar esospesi-mistas planteamientos sobre los efectos de la nueva declaraci6namericana y el concepto' de plataforma se impuso casi de inme-diato en las legislacionespositivas de los Estados y en el derechoconve~cional sin ninguna restricci6n.

La Convención de Ginebra de 1958 sobre plataforma con-

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(116) V P.R. Frilh. Op. ";1 p. 1').

(117) Ibid.

DERECHO INTERNACIONAL PUBLICO 253

tinentalla.definió como el lecho del mar y el subsuelo de las zo-nas marítimas adyacentes a las costas pero situadas fuera de lazona de mar más allá de este límite, hasta donde ~aprofundi-dad de las aguas suprayacentes permitieran la explotación de losrecursos naturales de 'dichas zonas. Igualmente las islas genera-ban su plataforma continental concebida en esos términos.

Por su pane la Convención de las Naciones Unidas de 1982ha modificado este concepto substancialmente. En efecto, elArtículo 76,1 de dicha Convención considera como plataformacontinental el lecho y subsuelo de las áreas marinas más allá desu mar territorial "ya todo lo largo de la prolongación naturalde su territorio hasta el borde exterior del borde continental obien hasta una distancia de 200 millas marinas contadas desdelas líneas de base a partir de las cuales se mide la anchura delmar territorial, en los casosen que el borde exterior del margencontinental no llegue a esa distancia". Explica enseguida laConvención que el margen continental comprende la prolonga-ción sumergida de la masa continental y está "constituido porel lecho y el subsuelo de la plataforma, el talud y la emersióncontinental" , excluyéndose el fondo océanico profundo con' lascrestasocéanicasy sUsubsuelo. Igualmente se estableció la obli-gación por parte de los Estados panes de demarcar el borde ex-terior del margen continental en los casos en los cuales dichomargen se extienda más allá de las 200 millas contadas desde lalínea de base a partir de la cual se mide la anchura del mar terri~torial. Lospuntos fijos que constituyan la línea del límite exte-rior de la plataforma continental en el lecho del mar de la de-marcación anteriormente referida deberán estar situados' a unadistancia que no exceda de las 350 millas contadas desde la líneade base desde la cual se mide la anchura del mar territorial o de100 millas contadas desde las isóbatas de los 2.500 metros deprofundidad. En el caso de las crestas submarinas, el límite ex-terior de la plataforma continental no e~cederá igualmente de350 millas, salvo que se trate de elevaciones submarinas quesean componente natUrales del margen continental, tales comomesetas, emersiones, cimas, bancos y espolones de dicho mar-gen.

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254 DANIEL GUERRA IÑIGUEZDERECHO INTERNACIONAL PUBUCO 255

En todo caso, los Estados partes que se encuentren en estoscasos, trazarán. el límite exterior de su plataforma continentalcuando esa plataforma se extienda más allá de las 200 millasmediante líneas rectas cuya longitud no exceda de 60 millas, ylas cuales, unirán puntos fijos definidos por medio de coordena-das de longitud y latitud. Yel Estado parte que se encuentre enel caso anterior presentará la información a la Comisión de Lí-mites de la platafQrma continental, creada de conformidad conel Anexo 11de la Convención y que forma parte integrante de la

m~sma, cuando di~~~plataf?rma se extienda ~ás allá de .las200millas. Esta ComIsIon hara las recoplendationes ¡iemnentessobre la determinación dellímÍte exterior de la pla,taforma ~on-tinental. Si el Estado informante determina los límites de suplataforma continental con base a las recomendaciones hechas,tales límites serán definitivos y obligatorios.

Llegado este caso, el Estado parte depositará en poder delSecretario General de las Naciones Unidas cartas e información,incluso de carácter geodésico, que describa en forma permanen-te el límite exterior de la plataforma continental y el menciona-do funcionario internacional le dará la debida publicida~ entrelos demás Estados partes.

Como se acaba de ver, una innovación importante en estamateria lo constituye la Comisión a la cual nos hemos referido.Dicha Comisión ha sido establecida en virtud del artículo 76 dela Convención y conocerá de aquellos casos.en los cuales los Es-tados. partes tengan y hayan demarcado una plataforma conti-nental que exceda de 200 millas. Dichá Comisión estará com-puesta por 21 miembros y los cuales deben ser expertos engeología, geofísica o hidrografía. Los miembros electos lo será~a título personal y en atención a un criterio geográfico equitatI-vo. Su duración es de cinco años y podrán ser reelegidos. Entrelos cometidos de la Comisión figuran examinar los datOsy de-más informaciones que presenten los Estados miembros cuandosus plataformas continentales están en el supradicho caso y a eS-

te respecto hará las recomendaciones pertinentes de acuerdo co~el artículo 76 ejusdem y la Declaración de Entendimiento de 2

de agostode 198qdada en III Conferenciade lasNacionesUni-das sobre el Derecho del Mar; prestar asesoramiento científico ytécnico sobre determinación de los límites de la plataforma con-tinental que esté en este casoa los Estados que así lo soliciten; ycooperar con las Comisiones y Organismos internacionales queactualmente se ocupan de esta materia.

Por último, se estableció en esta Convención otra innova-ción referente a la generación de plataforma continental porparte de las islas. Estas generan plataforma continental y zonaeconómica exclusiva,no.así aquéllas consideradas como simplesrocas, las cuales no generan esas jurisdicciones en razón de noser aptas .para mantener habitación humana o vida económicapropIa.

125.-CrÍferio legal venezolano sobre plataforma conti-nental. Uno de los antecedentes jurídicos que existe.en materiade plataforma continental es el Tratado sobre demarcación delas áreas submarinas del Golfo de Paria entre Gran Bretaña.yVenezuela en 1942. En realidad puede decirseque fue el primeractOen América mediante el cual se pretendió reivindicar con-vencionalmente la plataforma continental. En este tratado sedefinieron y establecieron los intereses de ambos paísessobre lasáreassubmarioas de dicho Golfo, es decir, la del lecho del mar ydel subsuelo fuera del mar territorial de ambos Estados, a travésde una línea imaginaria que interesaba el territorio marítimo delas partes contratantes y que delimitaba el poder jurisdiccionalde cada Estado en materia de explotación de la plataforma con-tinental (118). Quedaban a salvo en este Tratado, naturalmen-te, las aguas territoriales, las islas, islotes y rocasen la superficiedel mar, los cuales en modo alguno no serían afectados pordicho instrumento. Igualmente no se "afectará de ninguna ma-nera la condición de las aguas en el Golfo de Paria ni ningúnderecho de paso o navegación en la superficie del mar fuera de~ aguas territOria!esde las Partes Contratantes" (119), sin que(111!) Vrasr d rsqurma rrsp«tjyo al final dd prrsrntr capítulo.

(111) V. TraladosPúblicosy Acuudos/nlemacionales d~ Venezuela. VI. Op. cit. pág. 719

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256 DANIEL GUER~A IÑIGUEZDERECHO INTERNACIONAL PUBUCO 257

necesariamente se cerrase.o dificultase, por trabajos v instala-ciones que ,se erigiesen, el paso o la libre navegación.

Confirmando esta noción de plataforma continental yaimplícita en ese Tratado de 1942, el Estado venezolano estable-ció en la ConstitUción del año de 1953que" se declara sujetos asu aCtividady jurisdicción el lecho del mar y su subsuelo de lasáreas que constitUyen su plataforma continental, así como las.islasque se formen"o aparezcan en esta zona". "La extensióndel mar territorial, -agrega dicho texto,- la zona marítimacontigua y el espacioaéreo sobre loscuales el Estado ejerce su vi-gilancia, se determinará por la Ley" .José Antonio Arráiz en sutrabajp de seminario · 'Aspectos juñdicos del mar tem'ton"alyplataforma coritinental", Universidad Santa María, Caracas,1958, hace notar que hay aquí un error incidental, pues comoallí se declara que el mar territorial, zona contigua y el espacioaéreo son zonas" en las cuales el Estado ejerce su vigilancia" . enrealidad debe notarse que jurídicamente hablando el Estado noejerce simples actos de vigilanciasobre dicho territorio marítimosino que, por el contrario, ejerce verdaderos e indiscutibles actosde soberanía plena.

En la Tercera Reunión del Consejo Interamericano de Ju-risconsultos que se efectUóen Méxicoen 1956, Venezuela apro-bó en líneas generales los llamados .. Principios de MéxicosobreRégimen Jurídico del Mar", declarando expresamente que"Venezuela reafirma la autoridad y jurisdicción que ejercesobre el suelo y subsuelo de su plataforma y explotación de susrecursos natUrales" (120).

En la Conferencia especializada prevista en esta reunión, yefectuada en la República Dominicana en marzo de 1956, setrató igualmente este problema, En su oportunidad el Delega-do de .venezuela insistió sobre el punto de que "el derecho delos Estados ribereños es cuestión no controvertida y que debe serreconocida en forma expresa por esta Conferencia. Venezuela(120) v. A,Jús y DOC/llnen/IJJ d"/.1J JeJ/lJneJ de /.¡ Tt'rcer.1Rt"OIuj" mbrt' ,U"r Terri/oniJl y

CI/es/ione.r Atines. WashinglOn, D.C. Uni,ín Panal11l'rifan.l. 1956. pág .140.

eStáde acuerdo y asUo~#eneestablecido en su.ConstitUci6n queet .subsuelo y el lecho del mar de la plataforma .éontinental de~:b~jo d,eIalta mar contigip; a Sucosta penenecen al Estado costa-p,dó res~ sujetos a s~1urisdicci6n y control. :l'<{oparece conve-D.ientefijar con medidas eI.limite de la platafQrma continental.p:~esésta debe alcanzar'ijá,stadonde dich~ platMorma sea explo-table. según los avanc~s de la técnica" (il2.1); .

. Fue entonces .esteprincipio constitucional io que determi..rió la elaboraci6n de la Lev. de caráctet incJhiidual yaut6noma..ya referiqo. que establec~6entre otrasjurisdiccion~s marítimas.lo relativo a la platafqrma continental. que antes estabacomprendida en la Ley.de'Navegaci6n. como ya lo vimos (122).De acuerdo con el A~culo 4° de dicha Ley. "penenecen a laRepública de Venezuela testán sujetos a su soberanía. el suelo yel subsuelo de la plataforma submarina adyacente al territoriode la República de Venezuela. fuera de la zona ~d mar territo-rial y hasta una profundidad de 200 metros o hasta donde la.profundidad de las aguas. p¡ás allá de este límite permita laexplotación de los recucsos.del suelo y del subsuelo de acuerdocon el avance de la técnica de exploración y explotaéÍón. Laexis-tencia de fosas. hundimientos o irregularidades del suelo sub-marino en la plataforma continental no interrumpe la conti-nuidad de dicha plataforma. la cual comprende también losbancos que por su posici6i1Vcondiciones natUrales guarden re-lación con ella. La.plataforma continental. de. la República de.Venezuela comprende: la de sus.islas conJas mismás característi-casya expresadas" (123).

. .

EStamisma Leydeclara que las obras que.se requIeren paral~exploración y ~xplotación de la plataforma continental esta-fan sujetos a la.soberanía de la República fAttículo 5°), cuidan-do.de que no se causen entorpecimientos con dichas obras a la~egación, pesca'ypiscicultura (An. 6~ ejusdem).(21) V. Libro Af1IIlTiIIotk Vene%lIela,Año 1957, Pág. 116:(22) V I ..

d .. . .

. a exposlcI6n e motivos de esta lq en el Libro A"",rillo. Año 1957. pp. 120 a123. ..

(23) V G,"

O.e.:;., L J_ -L . .. . ., tlUl4 'J-,~ HIRepllUll&il de Veneuela, Numero y fecha ya citados.

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258 DANIEL GUERRA I1ilIGUEZ

Desde el punto de vista convencional, Venezuela ratififóConvención de Ginebra sobre plataforma continental de 29dabril de 1958 con reserva expresa del a11:ículo6° de dichaCovención referente a la delimitación de la plataforma continencuando ésta sea adyacente al territorio de dos o más Estadoscu.yas costas estén situadas una en frente de la otra o bien cuandosea adyacente al territorio de dos Estados limítrofres.

Esta Convención, como ya ha sido dicho, fue de~ogadaporla Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho delMalde 1982, pues según el artículo 211,1, de la misma, éstapreva.k..:~ráen las relaciones entre los Estados partes sobre lasCon.venciones de Ginebra de 1958. En cambio, éstas continuaránvi.gentes entre aquellos Estados que las ratificaron y en aquellospuntos en los cuales no hayan hecho reservas y que, por lotan.to, no hayan hecho ratificación a la Convención Generalde1982.

Veaezuela, como lo manifestóoportunamente, noformó'parte de la Convención de las Naciones Unidas de 1982(Y.supra, Párrafo 110). .

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CAPITULO XVIII

43_DOMINIO AEREO. 144.-IMPLICACIONES JURI-VI leAS DEL ESPACIOAEREO. 145.-EL REGIMEN DELSPACIOAEREO EN AMERICA. 146.-ESTADO AC-

{VAL DEL REGIMENDEL ESPACIOAEREO. 147.-AE-RONAVES.CONCEPTO.148.-CLASIFICACION DE LASERONAVES.149.-NACIONALIDAD DE LAS AERO-

~AVES.150.-]URISDICCION EN EL ESPACIOAEREO.151.- TELECOMUNICACIONES.

143.-Dominio aéreo. Ya nosotros hemos señalado k exis-tenciade este doU}inio(V. sUP.ra,XIV, núl!1.109). Su elementoconstitutivO'es el ~sp'g,cia.(!ér-eo-YaJ cJutll.ts según nuestra legis-ladón"el que cub1:e.e~'~erritoriodt lIbRepública hasta..el límiteexteriordel mar territórial\' (151).

Se::desprende de' esta definición legal la existencia de dosclasesde espacios: ~l nacional, que es aquél que acabamos detranscribir;y el intetnacional que es aquél que cubre extensio-nesdel espacio terrestre que no pertenecen a nadie.

Es evidente qué el':~s12acio~a~f<:a'n¡¡~ional~I:tenec« a lasoberaníadel .Estado. subyacente-en tanto que el internacionalesdel libre uso d~ todós los:Est~dos.

144.-Implicor:wnes:. jÚ,#iCtlSdel espacio aéreo. Esto queacabamosde exponer ha sido producto de una evolución doctri-nal.En efecto, del 18 de mayo al 29 de junio de 1910 se efectuóe~París una Conferéncia diplomática con elpropásito de codi-ficartodas las disposicrone~pertinentes en materia de' aerona-Ve~ac.ión.Sin embargo, esta Conferencia no llegó a resultadosPíacttcosalgunos. en razón de la oposición de Inglaterra aagunosde los plant~amientos.

bl A.par.tir de dich~ fecha, el formulamiénto teórico del pro-~a ael espacio aéreo se concreta a los siguientes.puntos: 1':»)(151)V. "Gaceta Oficial de la RepúbUéa de Venezuela", ~úm. Ext. 496,

de 17 de agosto de 1956,articulo 99.

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336 DANIEL GUERRA n'lIGUEZ

consagración como principio, el de la libertad del aire. En estalabor se destacó la influenciadel tratadista Paul Fauchille, quienelaboró por primera vez dicha tesis y que fue acogida por elInstituto de Derecho internacional en su reunión de Madrid

en 1911, bajo el precepto de ~e "la circulación aérea es libre".2") En oCtubre de 1919 los aliados prepararon una Conferenciaque. se celebró en París en dicho año y a la cual concurrieron27 Estados. Según el artículo 1'!del Convenio adoptado, "lasaltas partes contratantes reconocen que cada potencia posee lasQberanía completa y exclusiva sobre el espacio aéreo que sehalla sobreil trcritorio" (152). 1:.0cual vino a constituir en lapráctica \1!lSr~tricción al princip).qabsoluto de la libertad delespacio ~reo.

El régimenes"tablecidopor el Convenio de París se puede sin-tetizar en la siguiente forma: 1'!)con<::esiónde de1echo de paso,paso inocente, con el cual se restringía .el principio absoluto dela soberanía del Estado sobre el f;spacio aéreo consa-gradopor'dicho Convenio;-2?) la igualdadde IratoJconsecuen<;ia¿el pri-mer derecho y que permitía.1a'prestación de facilidades a todos.los E:;tados contratantes sin distinción de ninguna especie conlas facilidades que se les prestasen a los nacionales; 3?) explo.;lación del cabola;e a favor de las líneas aéreas .de cada Estadocontratantf; 4?) concesión de autorización especial a las aero-naves extránjeras de los Estados contratantes; 5'!) creación deuna Comisión internacionalde navegaciónaérea;bajo el patro-cinio de la ~iga de las Naciones con amplias facultades admi-nistrativ"5, legislativas y' jurisdiccionales; y 6'!), por últimolibertad de acci(,tlpor parte de cada Estado c~ntratante en casode .guerra, quedando siempre a salvo los derechos de losneutrales.

El Convenio de París contenía dos fallas fundamentales: laprimera, el sometimiento de la libertad contractual, considerán-.dose al transporte como comercio, al capricho de la negociaciónbilateral de los Estados firmantes de dicho instrumento, .con

(152) V. Charles RüuS3eau. 0,). Cit., pás. 442.

DERECHO INTERNACIONAL PUBliCO 337

exclusión de los Estados que no hubiesen adheridos a él; y lasegunda:' la constitución de la Comisión Internacional de Nave-gación Aérea que, de acuerdo con el artículo 34, aseguraba encualquier caso la mayoría de las cinco grandes potencias aliadasen detrimento de los otros Estados.

El primer paso dado en el sentido de mejorar dicho Con-venio fue el protocolo adicional concluido el 1'?de mayo de1920, mediante el cual se estableció una autorización general ylimitada, pero con amplias facultades para renovada, a favor delos Estados no signatarios. Por ¡itotocolo de 14 de diciembrede 1926 se concedió a los Estados no signatarios ]a posibilidadde gozar del régimen de libertad del Convenio de París siempreque fuese concedido por un convenio especial otorgado por unEstado contratante. Es decir. que el régimen anterior, generaly limitado, se transformaba ahora en permanente en razón de laexistencia del nuevo conven~obilateral que venía a cancelario.La entrada del III Reich, bajo la influencia de la política reivin-dicante del nazismo alemán, modificó-completamente el sistemaestablecido. En efecto, por protocolo del 15 de junio de 1929.se establecieron los siguientes principios: 1?) el convenio deParís se hacía libre para todos los Estados, sin distinguir entreellos a potencias beligerantes o no; 2'!) libertad de contrataciónentre.JosEstaQospartes del Convenio y los otros; y 3'?)igualdadabsoluta de todos los Estados en el seno de la C. 1. N. A.

145.--EI régimen del espacio aéreoen América. En nvestro.Continente el régimen del espacio aéreo ha estado regulado pordiversas reuniones convocadas especialmente para estudiar estamateria. En 1916 se reunió en Santiago de' Chile la PrimeraConferencia Panamericana de Aeronáutica, a la cual se reco-mendó la formulación de un 'Código Aéreo Internacional. En1923, la Quinta Conferencia Panamericana:reunida igualmenteen Santiago de Chile resolvió crear una Comisión Interamericanade Aviación Comercial, encargándola de redactar un proyecto~e convenio sobre la materia. En mayo de 1927, dicha Comi-SIón~ereunió en Washington, aprobando un proyecto de Con-Venio que sometió, a través de la Unión Panamericana, a laSexta Conferencia Panamericana que se efectuó en La Habanaen 1928.

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En esta Conferencia se establecieron los siguientes princi_pios con respecto al régimen del espacio aéreo: a) las partescontratantes reconocían que cada Estado tenía soberanía COIIl_pleta y exc1usivásobre el espacio aéreo correspondiente a suterritorio y a .sus aguas territoriales (art. 1); b) los Estadospartes se obligaron a conceder en tiempo de paz libertad depaso inofensivo a las aeronaves privadas de los demás Estadoscontratantes (art. 4); c) cada Estado..contratante se reservabael derecho de prohibir, por razones de interés público, el vuelosobre determinadas zonas de su territorio (art. 5); d) cada Es-

. t~do se reservaba para sí la e:xplotaci6ndel cabotaje, es decir,el transporte comercial de personas y bienes dentro de dos omás puntos de su territorio (art. 22); e) el tratamiento iJ!.ualita-rio con respecto a todos los servícios de aeropuerto (arts. 23 y24); y f) en caso de guerra, cada Estado conservaba su libertadde acción, ya fuese como beligeran,teo como neutral (art. 29).. . .

. 146.-Estado actual del régimeI1;,det"espacioaéreo:La se-gunda guerra mundial vino a poner de manifiesto la importanciacada vez creciente de la aviación.y entre los' proyectos de orga-nización de la postguerra,' los aliados pensaron en la reglamen-tación de la aviación comercial sometiéndola a nuevas y libe-rales 'bases. Atrás quedaban el régimen de 1919, con sus res-tricciones y discriminaciopes de potencias vencidas y vencedo-ras y ~l régimen de 192~'en América calcado sobre aquél, perosin sus d.iSl:!iminaciones~Los Estados Unidos comenzaron lasnegociacioneshiIaterales sobre un trato en materia de aviación,gestiones éstas que. viAieron a culminar en la Conferencia deChi6tgo de.. 1944, a la que concurrieron, con excepción deRusia que no era parte del Convenio del 19, cincuenta y dosEstados entre beligerantes' y neutrales.

Tres tesis se encontraron contrapuestas en esta reunión conrespecto al régimen del espacio aéreo. 1) la de la intemaciona-lizaci6n, propugnada por .Australia y Nueva Zelanda, según lacud lrt aviación civil internacional debería ser internacionaliza-da; 2) la de la libertad general o free enterprize, propuesta porlos EstaclosUnido~, se pronunciaba por la absoluta libertad de

uu1izacióndel espacio aéreo, sin tornar en cuenta a los Estadossubyacentes; y 3) la de la reglamentaci6ny control, sugerida porGran Bretaña. Según esta tesis, la aviaéión civil internacionaldebía reglamentarse y controlarse por los Estados interesados,los cuales podían fijar itinerarios, horarios, tarifas y creación deun organismo internacional que velara por el cumplimiento delConvenio concluido sobre esas bases. Era, corno se observa aprimera vista. una concepCión intermedia entre las dos tesisextremas propuestas por Australia y Nueva Zelanda, por unaparte, y Estados Unidos de América, por la otra.

En esta Conferencia se aprobaron un Convenio Provisionalde Aviación Civil Internacional el 7 de diciembre que duróhasta que entró en vigencia la Convención de Aviación CivilInternacional de igual fecha; un Convenio relativo al tránsitode.los servitios aéreos internacionales y otro sobre transporteaéreo internacional (153).

Además de estos Convenios, se aprobaron doce resolucionesatinentes a diversos tópicos de servicio aéreo. 10 más impor-tante del Convenio nombrado en primer término es la consa-gráción de las cinco libertades del aire, de carácter comercial,y la creación de un organismo internacional de carácter mun-dial encargado de velar por la aplicación de dicho Conv~nioconocido con el nombre de Organización de Aviación CivilInternacional (O. A. C. l.).(¡53) Venezuela denunció el Convenio sobre transporte aéreo interna-

cional con fecha 3 de junio de 1954. Véase, además, con relacióna esta materia, el Convenio de 12 de octubre de 1929 (Pacto deVarsovia) firmado en esta ciudad, modificado por el Protocolo deLa Haya, de 28 de septiembre de 1955, que cambia ciertas reglasdel mencionado Convenio (V. "Gaceta Oficial". núm. 632. extraor-dinario del 14-7-60). Según dicho instrumento, se aplican las reglasalli contenidas al transporte internacional de personas, equipajesQ mercancias, efectuado por aeronave Y mediante pago Y el trans-porte gratuito efectuado por aeronaves. En esta Convención secontempla todo lo relativo al billete de pasaje, talón de equipaje.carta de transporte aéreo, responsabilidad del' transportador ydisposiciones referentes a los transportes combinados. Como im-portantes antecedentes de este Convenio modifica,do en 1955, pue-den consultarse a los suscritos en Paris (1925),' Roma (1933), YBruselas (1938). En 1950 la Asamblea de la OACI adoptó unaConvención sobre registro de embargos e hipotecas sobre aeronavescon el propósito de salvaguardar los derechos del acreedor hipote-cario y de este modo hacer fácil la colocación cIe tales hipoteca8.

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Las referidas libertades que vienen a establecer un nuevorégimen del espacio aéreo por caducidad expresa de los conve-nios de 1919 y 1928 son de dos clases: 1) de orden técnico: 1)el derecho de paso inocente y II) el de poder hacer escala paraaprovisionamiento o reparaciones técnicas; 2) de orden comer.cial: III), el derecho de desembarcar pasajeros y cargas en elterritorio de cualquier Estado contratante proveniente del Es.tado del cual es nacional la aeronave; IV) el derecho de embar.car pasajeros y cargas con destino al Estado al. cual pertenecela aeronave; y V) el derecho de embarcar pasajeros y cargas enel territorio de un Estado contratante para desembarcarlos enel territorio de cualquier otro Estado, igualmente contratante(154).

El régimen así establecido comporta un doble aspecto: poruna parte se declara la vigencia irrestricta de las libertadeselementales,_las cuales reconocen los Estados sin autorizaciónprevia o especial y por la otra, se establece la necesidad deconcluir acuerdos especialesde carácter bilateral para la e>1tradaen vigorde las libertadescomerciales. .

147.-Aeronaves; Concepto. Desde el panto de vista jurídicose considera como aeronave todo aparato de transporte queutilice al aire como medio de sustentación o de traslación.

Nuestra legislación(155) trae una definición de la aeronavecuando a los efectos de esa misma Ley considera como tales acetodoslos vehículos capaces de elevarse, sostenerse y transit~ren el aire, destinados al transporte de personas o cosas, a exhi-biciones, propaganda, turismo, instrucci6n; depo~te o a otrOSfines comerciales, agrícolas, sanitarios o científicos" (art. 17).

Por consiguiente, "los hidroaviones y aeronaves anfibias,mientras descanseno se deslicen sobre el a~a o sean remoleadasen ésta, quedan sometidas, además, a las leyes y reglamentoSpertinentes de la navegación marítima" (aparte del arto 17e;usdem). Igualmente, desde el punto de vista jurídico, las

(¡54) V. la posición de Venezuela en "Tratado. Púb~. y AcusrdO' Ira-ter;1acwnole. de Venezuela". Vol. 8. pág. U9.

USS)V. l..,'] de AviaciónCivil de 12de abril de 1955.'

seronaves son bienes muebles de naturaleza especial, puestoque son susceptibles de hipotecas, la cual debe inscribirse end Registro Aéreo para poder surtir efectos sobre terceros (art.62, eiusdem).

Por último, considera la Ley a las aeronaves civiles comoelementos de la defensa, así como sus accesorios, instrumentos,aparatos anexos, herramientas, instalaciones y demás obras deservicio e instalaciones, en caso de emergencia nacional o inter-nacional (artículo 16, eiusdem).

148.-Clasi/icación de las aeronaves. Las aeronaves seclasifican en privadas y públicas. Son de la primera clase aqué-llas de propiedad particular, realicen o no servicios públicos oprivados; son de la segunda clase aquéllas que pertenecen alEstado y las cuales realizan funciones exclusivamente estatales.

La Ley venezolana clasifica a las aeronaves en estatales yciviles. Considera a las primeras como "las de propiedad y usooficiales, de carácter exclusivo de la Nación, de los Estados,de los Municipios y demás organismos públicos" (art. 18 eius-Jem). Las demás las considera como civiles dicha Ley, y lascuales pueden estar al servicio público o privado.

La Convención de Aviación Civil Internacional se aplicaexclusivamente a las aeronaves civiles y no a las del Estado.Considera a éstas como las que se usan para servicios militares,aduaneros o policiales (art. 3, b), y, por lo tanto, como civilesa todas las demás que no estén adscritas a esos servicios.

La importancia de esta clasificacióriestriba en los problemasde jurisdicción que suscita una y otra aeronave. En efecto,comolo veremos con mayor extensión más adelante (v~ inl'.,~VIII, número 150), las del Estado están exentas de jurisdic-a.ón en territorio extranjero y las particulares no gozan dedicho privilegio. Se ha establecido entonces un régimen juddicoPIra cada una de estas aeNnaves.

149.-NacionaliJaJ de las ae,onatJts. La legislaciónde cadaPafsregla en principio todo lo concernientea la nacionalidadde la aeronave.Por eso se han establecidomuchos sistemas~ determinaresa nacionalidad.De alUque se bayaapreciado

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como.factor determinante para establecerla el hec}w:del esta-cionamiento habitual (port d'attache), la del lugar donde se haconstruidoodicha aeronave, la del lugar donde ~ 'ñacional elpropietario o bien donde éste tenga su domicilio. En JQS4J.timostiempos se han uniformado estos criterios gracias a las obras decodificacióny en la Convendón de Chicago se.'establece'que lasaeronaves tendrán la nacionalidad del Estado en que se 'encuen-tran matricUladas(ilrt. 17), estableciéndose que no pódrím ma-tricularselegalmenteen más de un E~tado(art. 18~e;usdem).

La Ley venezolana dispone al respecto que ((las aeroiiavestienen la nacionalidad del Estado en que estén matriculadas yno podrán poseer más de una matrícula" (art. 19). Sin éJnbargo,el hecho de la nacionalidad venezolana proviene .de la condiciónde tal y al efecto ((sólo los venezolanos o las personas jurídicasde esta nacionalidad podrán inscribir en el registro aéreo de laRepública de Venezuela y matricular aeronaves" destinadas .alservicio público o privado (art. 20). .

150.~]urisdicci6n en el espacioaireo. Tanto los convenios(artículo 1'?de la Convención de Chicago) como la. Ley vene-zolana (ax:tí~o 2'?) reconocen la plena soberanía. del Estadosubyacente sobre el espacio aéreo que lo cubre. .

Sin embargo, esto que nos parece tan natural .ahora nOsiempre ha sido así. En un curioso juicio intentado sobre la basede un derecho quiritario estricto, la Corte Suprema de los Esta-dos Unidos, en:el caso Causby contra los. EE. UU., en,19~.6,decidió que "en la antigua doctrina del Derecho común el pro-pietario de la tierra extendía su derecho hasta la periferia delUniverso: cu;us est solum e;us est resque ad coelum. .Pero estadoctrina no tjen~Jugar en el mundo moderno. El. ~re es ~avía pública, cOJ;Dqlo ha decretado el Congreso. Si esto no fueraasí, en cada.vuelo 4'asco~tinental, el operador estaría sujeto a unsin n1Íp1~Q..deviolaciones litigiosas. El sentido común r~esta idea. Reconocer' el menciona40 4erecho 'pr~va4o &~~~ .~espacioaéreoseria obstaculizaresa vía, intedenr con ~ I e;;atrQllo y transferir al propietario privado -lo que-s61o--dpublicOtiene jUstoderecho'" (15.6).(158) V. "Encyclo~ Brltcanniec¡'!.ArLAer1al Law. Tomo 1, p6B. .pr.

EdiC1ó11' de 198Q.'

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Ir11

Il.

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En otros Estados de derecho escrito, no es posible que seden casos como el que comentamos, porque en ellos el interéspúblico ha privado sobre el interés privado en forma definitiva.Hoy no se concibe por lo menos en los Estados de legislaciónlatina la existencia de ese derecho quiritario tal como se leexponía en las Institutas de Justiniano, plena in re potestas, esdecir, como el derecho absoluto por excelencia. Y a pesar deesta influencia romanista en las modernas legislaciones y par-ticularmente en la Declaración de los Derechos del Hombre porla Revoluci6n francesa que lo consideró un derecho inviolable,puede decirse que en la actUalidadse encuentra sometido a susjustos límites.

Josserand (157), comentando el artículo 552, párrafo 3 delC6digo Civil francés de que "la propiedad del suelo comportala propiedad de lo que se encuentra encima". expresa que según~tos términos pareciere que el propietario extendiera su dere-cho hasta el.infinito, usque ad astra. "Esta prolongación ilimi-tada de la propiedad en altura procede de un punto de vistate6rico: ello no resiste un examen crítico. Sin duda, es lisonjeropara el"amor propio de un propietario territorial de soñar queél posee una porción indefinida del firmamento y que la vfaláctea es, por una parte, su propiedad particular; pero ¿qué esde un derecho cuyo ejercicio es prácticamente inconcebible?Una pura concepción de la inteligencia, una quimera, se puededecir, parafraseando un conocido verso que la propiedad queno se toca no es más que un sueño y un sueño algo ridículo. Losproaresos de la navegaci6naérea se han encargado de subrayaresta necesidad elemental: con la disposici6n del artículo 552,el propietario territorial podría ~resar su pretensi6n de pro-hibir la circulaci6n de todo aerostato, así fuera en las altasfranjas de la atmósfera situadas encima de su mundo, lo cualequivaldría a la prohibición de la circulación aérea" (158). ((Asf-:-:.agregadicho autor-, la Ley del 31 de mayo de 1924 hadebido restringir, a este respecto, los derechos tradicionales delfiS7

) V. Loula Josserancl, "Cou,.. de DroU Clv" E'oaWf 'f"IIN:Oi.8"Paria.( 1832.VolumenI. p6p. 748., aIg. .158) v. Josserancl, Op. ClI., pdg. 150.

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)"10

Modernamente se han concluido las siguientes convencio-nes: ReglamentaciónGeneral de Radiocomunicaciones,así COInosuReglamento Adicional, suscritos en Madrid en 1932; Regla.mento de Radiocomunicacionesde El Cairo, así como su Regla.mento Adicional de 1938; Acuerdo Interamericano de Radio-comunicación, Santia.gode Chile, 1940; Acuerdo Sudamericanode Radiocomunicaciones, Santiago de Chile, 1940; ConvenioInternacional de Atlantic City, 1947; YConvenio Internacionalde Telecomunicaciones, suscrito en Buenos Aires el 22 de di-ciembre de 1952.

Este último Convenio estableció, al igual que el de AtlanticCity, una Unión Internacional de Telecomunicaciones, cuyasede ,será Ginebra, la cual tendrá las siguientes finalidades:

1) Mantener y ampliar la cooperación internacional a travésdel mejoramiento y empleo de la telecomunicación en todos susgéneros.

2) Fomentar y desarrollar los medios técnicos de los servi.cios telecomunicantes a fin de aumentar su eficiencia y utilidad.

Para lograr estas finalidades la Unión efectuará la asigna-ción de frecuencias del espectro, llevando el re~istro de talesasignaciones; estimulará la adopción de medidas para afianzarla seguridad de la vida humana mediante la cooperación de losservicios de telecomunicacionesy con ese fin emprenderá estu-dios, formulará recomendaciones, compilará y publicará lasinformaciones relativas a estas materias.

La UIT estuvo regida últimamente por el Convenio Inter-nacional sobre Telecomunicaciones de Montreux .de 1965, elcual ha sido substituido por el suscrito en Málaga, Torremoli-nos, España, el día 25 de octubre de 1973, que entrará envigenciaell <;'de enerode 1975 entre los Estadosque lo hubie-sen r¡ltificado para esa fecha.

El sistema de telecomunicacionesbajo el nuevo signo tecnO-

lógicode la postguerra se inicia con el "sputnik" (1957), prirn~lanzamiento soviético de satélite artificial en el espacio, el CU

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puso en evidencia la posibilidad de poder utilizar ese vehículopara la trasmisión casi instantánea de mensajes. Además, losviajes espaciales que le siguieron y sobre todo la colocación dehombres en la luna por parte de los Estados Unidos (1969), hadado lugar a la idea de la regulación internacional para usospacíficos y humanitarios del espacio ultraterrestre.

Las Naciones Unidas se han ocupado con mucho interésde este.último aspecto. El primer paso fue dado con motivo dela creación por parte de la Asamblea General de la Comisiónsobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pací.ficos. Esta Comisión tiene dos grupos de trabajo: uno sobreservicio de navegación por medio de satélites y el otro sobretrasmisióndirecta a través de los mismos. En 1966 la AsambleaGeneral aprobó un tratado sobre los principios que habríande re~ir la utilización del espacio ultraterrestre, inclusive la lunay demás cuerpos celestes. Dicho tratado, que prohibe la utili.zaciónde armas nucleares en espacio ultraterrestre y la reivin-dicación de soberanía nacional en dicho espacio, fue firmadoen 1967 en Washington, Londres y Moscú. Al año siguiente:.ecelebró en Viena, bajo los auspicios de la referida organiza-ción, la primera conferencia especializada sobre esta materia.AHíse concluyó un acuerdo sobre salvamento y devolución deastronautas y la restitución de objetos lanzados al espacioultraterrestre. Entró en vigencia el 3 de diciembre de 1968.

La tecnología de la postguerra ha alcanzado para este mo-m.ento un desarrollo culminante en materia de telecomunica-cionespor satélites. En efecto, las Naciones Unidas se han pro.nunciado ya por la utilización de este medio de telecomunica-ciones por parte de los distintos países sin ninguna clase dediscriminaciones.y el primer paso que se ha dado en la comer.cializaciónde este medio de comunicaciones fue la creación enWashington en 1964.de un Sistema Global de ComunicacionesPor Satélites (Intelsat), convenientemente colocados en losocéanos Atlántico, Pacífico e Indico.

Pueden ser miembros de 1ntelsat todos los Estados miem-bros de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, (UIT),

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Modernamente se han concluido las siguientes convencio-nes: ReglamentaciónGeneral de Radiocomunicaciones,así COInosu Reglamento Adicional, suscritos en Madrid en 1932; Regla.mento de Radiocomunicacionesde El Cairo, así como su Regla.mento Adicional de 1938; Acuerdo Interamericano de Radio-comunicación, Santia.gode Chile, 1940; Acuerdo Sudamericanode Radiocomunicaciones, Santiago de Chile, 1940; ConvenioInternacional de Atlantic City, 1947; YConvenio Internacionalde Telecomunicaciones, suscrito en Buenos Aires el 22 de di-ciembre de 1952.

Este último Convenio estableció, al igual que el de AtlanticCity, una Unión Internacional de Telecomunicaciones, cuyasede ,será Ginebra, la cual tendrá las siguientes finalidades:

1) Mantener y ampliar la cooperación internacional a travésdel mejoramiento y empleo de la telecomunicación en todos susgéneros.

2) Fomentar y desarrollar los medios técnicos de los servi.cios telecomunicantes a fin de aumentar su eficiencia y utilidad.

Para lograr estas finalidades la Unión efectuará la asigna-ción de frecuencias del espectro, llevando el re~istro de talesasignaciones; estimulará la adopción de medidas para afianzarla :oegurid,arlde la vida humana mediante la cooperación de losservicios de telecomunicacionesy con ese fin emprenderá estu-dios, formulará recomendaciones, compilará y publicará lasinformaciones relativas a estas materias.

puso en evidencia la posibilidad de poder utilizar ese vehículopara la trasmisión casi instantánea de mensajes. Además, losviajes espaciales que le siguieron y sobre todo la colocación dehombres en la luna por parte de los Estados Unidos (1969), hadado lugar a la idea de la regulación internacional para usospacíficos y humanitarios del espacio ultraterres/re.

El sistema de telecomunicacionesbajo el nuevo signo tecnO-i6gicode la postguerra se inicia con el "sputnik" (1957), primerJanzamiento soviético de satélite artificial en el espacio, el cual

Las Naciones Unidas se han ocupado con mucho interésde este.último aspecto. El primer paso fue dado con motivo dela creación por parte de la Asamblea General de la Comisiónsobre la Utilización del Espacio Ultraterrestre con Fines Pací-ficos. Esta Comisión tiene dos grupos de trabajo: uno sobreservicio de navegación por medio de satélites y el otro sobretrasmisión directa a través de los mismos. En 1966 la AsambleaGeneral aprobó un tratado sobre los principios que habríande re~ir la utilización del espacio ultraterrestre, inclusive la lunay demás cuerpos celestes. Dicho tratado, que prohibe la utili.zación de armas nucleares en espacio ultraterrestre y la reivin-dicación de soberanía nacional en dicho espacio, fue firmadoen 1967 en Washington, Londres y Moscú. Al año siguiente!lecelebró en Viena, bajo los auspkios de la referida organiza-ción, la primera conferencia especializada sobre esta materia.Allí se concluyó un acuerdo sobre salvamento y devolución deastronautas y la restitución de objetos lanzados al espacioultraterrestre. Entró en vigencia el 3 de diciembre de 1968.

La tecnología de la postguerra ha alcanzado para este mo-Inento un desarrollo culminante en materia de telecomunica-cionespor satélites. En efecto, las Naciones Unidas se han pro-nunciado ya por la utilización de este medio de telecomunica-ciones por parte de los distintos países sin ninguna clase dediscriminaciones.y el primer paso que se ha dado en la comer-cializaciónde este medio de comunicaciones fue la creación enWashington en 1964 de un Sistema Global de ComunicacionesPor Satélites (In/elsal), convenientemente colocados en losocéanos Atlántico, Pacífico e Indico. .

Pueden ser miembros de In/elsat todos los Estados miem-bros de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, (UIT),

La UIT estuvo regida últimamente por el Convenio Inter-nacional sobre Telecomunicaciones de Montreuxde 1965, elcual ha sido substituido por el suscrito en Málaga, Torremoli-nos, España, el día 25 de octubre de 1973, que entrará envigencia ell ~de enero de 1975 entre los Estados que lo hubie-sen r~tificado para esa fecha.