Desarrollo Personal y Poesía

Desarrollo Personal y Poesía

Luis Weinstein

Presentación Esta es la segunda edición de una antología de los trabajos de los alumnos del cuarto curso de formación de Guías Poéticos de Las Coincidencias, Isla Negra. Se trata de

cursos anuales, todos con contenidos diferentes y con el propósito común de contribuir a la formación de una minoría activa, abierta a un cambio de paradigma cultural

básico, de sentido común, favorecedor de una mejor convivencia , una relación más armónica con la naturaleza y una profundización en el desarrollo de la conciencia en

que la dimensión poética de la vida ayude a integrar la afectividad y la razón con la espiritualidad . En el devenir actual del doceavo curso de formación de guías poéticos y

en otras instancia educativas , hemos sentido la necesidad de poner el texto a disposición de los participantes y otros eventuales interesados Lo hacemos con mucha emoción , afectados por el reciente fallecimiento del promotor y compilador de la

edición original, Bolívar Fernández Hemos respetado todo el texto y las ilustraciones de la primera edición, pero nos ha

parecido preferible cambiar el título de Coincidencias Significativas , importante en el contexto del propósito del Centro Las Coincidencias., donde se llevan a cabo los cursos

y talleres, por el de Desarrollo Personal y Poesía que refleja el tenor de los textos expuestos . Luis Weinstein Octubre 2008

Al recuerdo de Bolívar Fernández Gran amigo y buen compañero de trabajo

Sabio y sabedor Responsable y lleno de humort

INTRODUCCIÓN Presentamos este trabajo de los participantes en el cuarto curso de “Guías Poéticos” de “Las Coincidencias”, con mucha alegría y entusiasmo…., tanto por el contenido del texto como por su significado dentro de lo que es, más allá de la instancia educativa correspondiente, su contribución al desarrollo de las bullentes iniciativas culturales en el litoral central del país. Las Coincidencias es un Centro de Desarrollo Humano, situado en una parcela de Isla Negra, que, junto con servir de lugar de encuentro, tiene una propuesta educativa, comunitaria, inspirada en las nociones de la salud integral, desarrollo a escala humana y nuevo paradigma básico integrador. El curso de formación de guías poéticos, patrocinado por la Universidad Bolivariana, tiene como objetivo el favorecer un turismo cultural, sensible a la belleza natural y al arte, asociado al desarrollo de la identidad local y a la apertura a lo universal. La aproximación educativa procura integrar la formación grupal en las conversaciones, experiencias de imaginerías, lecturas y comentarios de textos, junto a visitas a lugares de interés en Valparaíso y las seis comunas de la Provincia de San Antonio, con una propuesta de autoformación apoyada en la redacción de tesinas, el trabajo en un “cuaderno de campo” sobre las temáticas relevantes al curso y la contestación a “cedularios” referentes a los” módulos” del programa. Los cedularios son preguntas orientadas a la sistematización y a la apropiación individualizada de los contenidos del curso, con énfasis en el desarrollo de la creatividad, del estímulo a la comunicación con los otros participantes y del acercamiento a los recuerdos y características personales. Las grandes áreas de contenidos, cruzando las reuniones y el trabajo de los cedularios son: la persona de los asistentes, el grupo, los contenidos introductorios de concepción del ser humano y de realidad, de salud y de ecología integral, la ubicación del poema dentro de las llamadas dimensiones poéticas de la vida, las figuras emblemáticas de Huidobro y Neruda, la relación de la poesía con el mar, la amistad, el amor, la soledad, la muerte, la solidaridad. Los participantes tienen la opción de ir contestando el cuestionario a lo largo del curso e ir recibiendo la retroalimentación de los comentarios del facilitador. Pueden hacer una entrega al final del curso, sin tener esta interacción, o, si lo prefieren, no escribir las respuestas o guardarlas para sí. Del conjunto de respuestas hemos seleccionado las que se incluyen en este texto tomando en cuenta, especialmente, su contenido de elaboración personal, a ratos muy sensible, por momentos particularmente imaginativa, en ocasiones de un notable espíritu crítico y reflexivo. Lo fundante no ha sido la calidad “literaria”, sino la nota comunicante de singularidad, de entrega de sí, en alguna de las dimensiones del desarrollo personal. En líneas generales, hemos tenido presente la posibilidad de que los textos puedan servir para animar el trabajo de los futuros participantes en estos cursos de guías poéticos, al modo como ha sido inspirador el poema de Verónica Ferry, alumna

de un curso anterior, que encabeza esta “antología”. El editor ha sido uno de los más creativos y comprometidos de los participantes, Bolívar Fernández.

Luis Weinstein Isla Negra 2000

CEDULARIO Nº1

MIS COMPAÑEROS Y YO 1.1 Escribe un cuento, una poesía, leyenda o pequeña obra teatral explicando por

qué la cuarta por noche es la planta de la integración. Respuesta: 1.1.a) Versión de Lucy Cuento: LA CUARTA POR NOCHE, UNA PLANTA INTEGRADORA. En esos bosques que son talados para introducir el progreso en nuestro país, suceden cosas que pasan inadvertidas para muchos, pero que los lugareños rescatan y, al contarlo a otros, se van volviendo en historias que aún se cuentan en las largas noches de invierno. A la salida de Valparaíso por la ruta 68 hacia Santiago, se encuentra la localidad de Placilla, un tranquilo poblado que ha visto transformar su quehacer rural, en un emergente barrio agro-industrial-residencial en estos últimos 30 años. Comenzaron a instalarse algunas empresas, buscando alternativas más viables a su ubicación cercanas al puerto, donde almacenaron sus productos en containers entre medio de los bosques de pino, eucaliptos, arrayanes y maitenes; luego comenzó una sigilosa construcción de moteles, que en silencio se ubicaron cercanos a la carretera; también algunas comercializadoras e industrias encontraron en esta comuna un buen emplazamiento, así este tranquilo lugar donde habitaron los changos, se fue transformando en el tiempo, ante la mirada de los transeúntes que viajamos hacia Santiago y que somos mudos testigos de la llegada del progreso. En los años 90, con la inauguración del Congreso en Valparaíso, a un grupo de empresarios creativos, se les ocurrió comprar un gran predio y planificar en él una ciudad satélite, en medio del apacible bosque que existía hasta ese momento. Con el fin de iniciar las obras programadas, llegó una cuadrilla de trabajadores que junto a capataces y profesionales, comenzaron la limpieza y el desmantelamiento del terreno, cortando grandes extensiones de bosque nativo, para dar paso a caminos y terrenos aptos para ser construidos por otros grupos de trabajadores. También crearon una laguna artificial, aprovechando las aguas de un gran tranque existente en el sector; de esta manera, el paisaje agreste fue cambiando rápidamente, desapareciendo muchas especies en este “acto de progreso”. Muchas fueron las especies arrasadas, que fueron mutiladas por esta transformación; insectos, microbios, aves, hierbas, matorrales, arbustos, árboles y otro que perecieron o se salvaron milagrosamente de ser extinguidos. Junto a la laguna, dejaron algunos árboles para que embellecieran el lugar y dieran fe del tiempo que tenían esos gruesos troncos, que les entregaban a los nuevos propietarios como regalo para que gozaran de la naturaleza desde sus modernas casas. Felizmente

cuando ya se instalaron las familias, cambió el sonido de las ruidosas máquinas por voces de pequeños, que recorrían jugando en derredor de la laguna, conversando con los pocos pájaros avecindados en el lugar, a los que seguían corriendo para conocer lo que hacían. Es así como un grupo de 3 ó 4 vecinitos de corta edad, en su afán de recorrer y conocer su entorno, llegaron a un pequeño sector de árboles y arbustos dejados para proteger del sol en el hermoso lugar, sintiendo que éste era el lugar ideal para sus juegos, impregnándose de l vida que surgía alrededor del gran eucaliptos y de las otras especies. Gozaban del olor que emanaba de sus pequeños frutos cuando los frotaban en sus manos y se acercaban contentos a cortar algunas ramitas del aromo generoso que se asomaba por un extremo. En esos paseos descubrieron cómo había crecido en la primavera una plantita pequeña y debilucha que antes existía cerca del eucaliptus y que muchas veces creyeron maleza. Ella envolvía con mucha dignidad el tronco de ese enorme árbol que los niños miraban con respeto por su imponente porte. Tanto les gustaba ese lugar, que junto a un papá cómplice, emprendieron la gran tarea de fabricar un club en otro árbol más pequeño pero de tronco y ramas sólidas. Querían tener un lugar para ellos, que les permitiera observar desde otra altura el mundo que les rodeaba y no ser vistos. Con gran cariño fueron martillando y moldeando su sede, y una vez acondicionado, fueron llevando sus juguetes más preciados, convirtiendo este lugar, en un agradable y apetecido punto de reunión. Un buen día se les ocurrió que era necesario tener una forma de comunicarse con otros niños desde su club. Pensaron en hacer una instalación de hilos y tarros, pero lo encontraron muy antiguo; luego uno habló de los walkie talkie, otro dijo que podía traer un viejo teléfono de colgar que había de adorno en su casa. En esas elucubraciones estaban cuando uno de ellos descubrió como trepaba hacia el club la plantita maleza que tanto había crecido durante el invierno anterior y que ahora en plena primavera se extendía con tanta rapidez enrollada y abrazada al tronco y las ramas del eucaliptos mayor arrancándosele un grito de alegría al decir: _¡Miiiren!- exclama con asombro- ¡Cómo ha crecido esa plantita!

- Cierto – dicen a coro los niños - ¿Irá a llegar hasta acá? – pregunta uno. - Hacia acá viene – dice otro.

En eso estaban cuando escuchan una voz suave que tose y que semejando una sonrisa les contesta: - No se preocupen, no los voy a molestar, sólo quiero estar cerca para mirarlos, conocerlos y así saber cómo son, ya que me gusta su compañía, el sonido de sus voces y sus juegos, no así la de otros que pasaron unas máquinas grandes sobre todos mis amigos, destruyendo nuestra hermosa comarca.

- Y tú, ¿quién eres? – le preguntan los niños a coro. - Soy una bella enredadera que crecía orgullosa junto a mis hijos, cuando ocurrió

un caos estrepitoso y todo nuestro entorno se transformó. - Y tú, ¿siempre hablas? – le pregunta con curiosidad un niño. - Yo sólo lo he hecho dos veces; cuando murieron todos mis amigos del bosque

en esa catástrofe que les conté y ahora, que estoy curiosa por saber qué hacen. - ¡Qué bueno! Salta uno de los niños. Ya solucionamos el problema de la

comunicación. Si ella es nuestra amiga podrá advertirnos y contarnos de lo que pasa abajo, ya que nos puede avisar cuando alguien se acerca a nuestro club… ¿Tú, lo harías?

- ¡Claro que sí! – contesta entusiasmada la planta. – Yo crezco rápidamente y si tengo amor soy muy fiel. Con gusto les avisaré de los peligros. Me llamo Cuarta por Noche y desde ahora seré su aliada, o sea, integraré con mis tallos y hojas su club, les entregaré más sombra en el verano y los mantendré protegidos de la vista de los intrusos. Sólo necesito palabras de cariño para convertirme en vuestra mejor amiga… ¿Estáis dispuestos?

1.1.b. Versión de Bolívar Cuento integracionista COMO LAS NOTAS DE UNA SINFONÍA Elena, tendida en el verde césped, contemplaba soñadoramente las algodonosas nubes, que dibujaban caprichosas formas en el cielo primaveral. “Pero ellas no viven allá arriba”, pensó. “Sólo pasan por ahí” Claro, esas nubes alguna vez, necesariamente, tendrían que volver a la tierra donde todos también iremos a parar al final de nuestro tiempo. No hay ninguna nube que se quede para siempre en el cielo…; puede que muchas de ellas no desciendan aquí precisamente y pasen serenamente por lo alto hacia regiones desconocidas, pero algún día se disolverán en lluvia, granizo, nieve o neblina y volverán buscando su camino hacia el mar; es su destino. Como el tuyo, como el mío. No somos permanentes en el planeta, no lo somos como personas. Los humanos también estamos de paso; lo permanente es la Humanidad, así como también lo es el agua. Nosotros somos tan efímeros como las nubes y, como ellas, pasamos. Después vendrán otras gentes, otras nubes, otras primaveras y se repetirá una y otra vez, con ligeras variantes, el mismo ciclo. Elena estaba triste. Había buscado la soledad para saborear plenamente, sin interrupciones de terceros, su pena tonta de muchachita enamorada. “Yo también voy a pasar”, se dijo. Ese mismo día se habían prometido amor de eternidades con su ahora viajante novio, ausente por no menos de tres meses, hasta las próximas vacaciones de verano, cuando pudiera volver de su lejana universidad en la capital. Anhelaban compartir juntos un futuro y pensaba melancólicamente ella que la existencia es tan corta, que ese futuro sería tan fugaz como el paso de una nube. “Nosotros no somos la humanidad”, pensaba ella, “sino sólo un pedacito de ella, tal como una hoja no es un árbol”. Tanto las hojas como las personas pueden pasar, pero el árbol permanece, la humanidad permanece, y el agua también, aunque las nubes se vayan. Se preguntaba porqué, si entre todos formamos esta sociedad que nos cobija, en lugar de esforzarnos en mejorar la humanidad entera, nos empeñamos en proteger sólo nuestros propios y particulares intereses, aún cuando éstos pudieran ser atentatorios contra los demás, como lo es destruir por codicia esa maravillosa flora nativa que ella amaba tanto. Si todos los hombres y mujeres asumieran en conciencia y con amor su verdadera condición de partes armónicas en este mundo magnífico, en lugar de matarse ferozmente entre sí, no habría más disonancias y la vida sería bella y amable. “Integrar”, pensaba Elena, “¡Eso es! Dejar las individualidades egoístas en bien de un ente colectivo superior”. La pareja humana le parecía eso: integración, la más bella integración, la célula primaria de la sociedad, en que dos personas – luego tres o cuatro – van formando lo que ella imaginaba notas musicales sueltas que se juntan para formar

un acorde, y luego, de la unión de ese acorde con otros muchos resulta una colosal sinfonía. ¿Porqué, entonces, el ruido, porqué el caos, cuando es posible la música? Elena, en sus ratos de expansión, dibujaba. Lo hacía magistralmente…, pero sólo dibujaba plantas. Nunca intentó en serio pintar otra osa; las muy escasas veces que lo hizo tuvo resultados decepcionantes. En cambio, dibujando flores y plantas, era insuperable, en verdad una artista admirable; y era feliz regalando a sus amistades y parientes esos bellos y delicados homenajes a la hermosura de la naturaleza. Por eso, siempre andaba trayendo consigo sus lápices, pinturas y álbumes. Falta Página 10 y 11 1.1 .e) Versión de Robinson y Eñe LA GALLINA MALA PATA Y LA PLANTA DE LA INTEGRACIÓN O UNA CUARTA POR NOCHE

En una noche de tormenta, una gallina voló por los cielos de la plaza del Quisco, ella venía herida, ya que la pobrecita no tomó la precaución de ver el clima antes de salir del corral, donde vivía con sus hijas pollitas. Ella se encontró en medio de una gigantesca tormenta, a la vez de muy lejos una plantita voló por los aires, ya entregada a la muerte, debido a que ésta, al estar arrancada de la planta madre, no tenía posibilidad de vida. La gallina Mala Pata al ver esto le dio muchísima compasión, y saliendo del refugio que a ella tantísimo le había costado conseguir en esa noche, el cual la cobijaba, se dio de la valentía, y se lanzo al rescate de esta infante extraviada de su madre. Con su única patita buena, se sostuvo de pie, y con la otra hecha pedazos y muchísimo dolor plantó a la asustada bebé vegetal, luego con su ala la cubrió, para que no se fuera a volar nuevamente. Al estar segura de tenerla a salvo, cayó desmayada. Todo ese tiempo la plantita cubrió a la gallina del sol, que luego de la tormenta salió, salvando a la gallina de la deshidratación. Transcurrieron algunos días. La gallina, al despertar, se dio cuenta de que el infante vegetal le había salvado la vida, y que ya no era una pequeña plantita; se había convertido en un robusto arbusto.

Los dos habían estado en contacto íntimo con la muerte, y cada cual salvó desinteresadamente la vida del otro, por lo cual el cielo les dio la luz de la magia y el poder de decidir, ser de la misma especie, para continuar sus vidas juntos. Por la magia divina decidieron ser luciérnagas, para iluminar las calles de las vidas, tanto las de ellas como las demás, evitando que ni siquiera una gota de oscuridad cubriera en el futuro otras vidas, logrando así ser la luz guía de las vidas. 1.2. En página aparte, intenta dibujar un laberinto con, por lo menos, cinco lugares en que haya varios caminos posibles y sólo uno adecuado, donde el explorador no se pierde. Ponle nombre a las partes del trayecto en que uno corre el riesgo de perderse. Todo consiste en imaginarse el laberinto como la vida...

1.1.e) Versión de Robinson y Eric

1.2.a) Richard, El Camino de la Vida

Imagen del Camino de la V ida Richard Imagen el Camino Rina

1.3 ¿Qué “saltos” debe realizar (o ha llevado a cabo) una persona para ser capaz de formar parte de un grupo muy solidario, muy democrático?

Respuesta: 1.3.a) Versión de Richard

El primero, el atreverse a dar el salto, luego viene "el ser quien soy", sin mayores pretensiones, con naturalidad, aceptándome y aceptando a los otros tal como son. ¿Con qué derecho puedo yo intentar o pretender cambiarlos?

El agua me ha enseñado a ser fluido y adaptable; sin perder mi naturaleza e identidad, me adapto y fluyo.

Todo lo demás viene por añadidura, la solidaridad es algo que está dentro de la naturaleza humana, a flor de piel en algunos, en otros tras un escudo de desconfianza o temor, hay que "ganarse" esa confianza para lograrla.

La regla de oro de las relaciones humanas: "No hagas a otro lo que no quieres que te hagan a ti", su aplicación permite que seamos solidarios, fraternales, amorosos, democráticos.

1 .4. Escribe una "mala versión" de ti misma(o), destacando tus deficiencias.

Respuesta:

1 .4.a) Versión de Bolívar

En orden alfabético, aburrido, abusador, borracho, cascarrabias, chismoso, cobarde, cochino, cruel, degenerado, desagradable, desconfiado, distraído, egoísta, enfermizo, envidioso, fanático, farsante, feo, flojo, grosero, guatón, hediondo, hipócrita, ignorante, intolerante, intruso, inútil, irracional, ladrón, libidinoso, llorón, malintencionado, mentiroso, meón, obcecado, ocioso, ordinario, pelado, petulante, rasca, regañón, rencoroso, ridículo, siútico, suspicaz, tacaño, taciturno, tonto, traidor, vicioso, viejo y violento. Todo eso y,... más encima, pobre. Y todavía, olvidadizo, porque más de algo se me quedó en el camino.

CEDULARION0 2 CONCEPCIONES DEL SER HUMANO

2.1. Pregúntale a tres personas conocidas tuyas qué es para ellas el ser humano. Anota su edad, su ocupación y su sexo.

Respuesta:

2.1.a) Versión de Bolívar

Ortega y Gasset 1883-1955, Teilhard de Chardin 1881-1955 y Voltaire.1694-1778. Los tres, ocupación: difuntos; sexo: ya no, ninguno de ellos.

"El hombre es el único ser que echa de menos lo que nunca ha tenido. Y el conjunto de lo que echamos de menos sin haberlo tenido nunca es lo que llamamos felicidad. De aquí podría partir una meditación de la felicidad, un análisis de esa extraña condición que hace del hombre el único ser infeliz precisamente porque necesita ser feliz. Esto es: porque necesita ser lo que no es." José Ortega y Gasset (Una Interpretación de la Historia Universal, En torno a Toynbee).

"Es la única especie capaz de habitar en todo el planeta". Pierre Teilhard de Chardin, citado por Ortega, obra citada.

"El Ser Supremo ha concedido al hombre el don de la razón, manos industriosas, cerebro capaz de generalizar las ideas, lengua expedita para expresarlas, y estos beneficios no los ha concedido a los demás animales". Y esta otra: "La especie humana es la única que sabe que ha de morir". Ambas citas de Voltaire, Dice. Filosófico.

2.2. Imagina una discusión en que argumentan cómo entienden al ser humano tres personas: a. Alguien partidario de la "teoría de la evolución", contrario a toda visión "trascendente" del ser humano. b. Alguien quien, aceptando la evolución, también cree en la "trascendencia"; c. Alguien de orientación "creacionista", ajeno a los puntos de vista "evolucionistas"

Respuesta:

2.2.a) Versión de Lucy

Personaje evolucionista a): ...me parece increíble que en las puertas del siglo XXI, haya gente que crea aún que somos creados por un ser superior. Personaje creacionista c): ¿No crees muy soberbia tu opinión?; por algo la cultura Judeo-Cristiana es tan grande. Pers. a): Claro que en la sociedad occidental hay muchos seguidores, pero eso, ¿qué indica? Que se dejan llevar sin usar la mente para razonar y ver objetivamente lo que se ha comprobado por medio de las investigaciones. Personaje evolucionista-creacionista b): A mí me parece válida la visión evolucionista. No me cabe duda que venimos de los monos, pero a este extenso trabajo científico, le falta lo más importante, resaltar lo que somos naturalmente... le falta explicar la complejidad del cerebro y la existencia del alma... Pers. a): Veo que te gusta el misterio... buscas explicaciones tan subjetivas... Pers. b): Por supuesto; si soy capaz de sentir sensaciones y emociones tan sublimes en ocasiones y, por otro lado, me invaden otras tan contrapuestas como el odio, la venganza y la destrucción, ¿cómo no le voy a dar importancia a la complejidad de mi ser? Pers.c). Eso es lo que objeto de tanta tecnología y ciencia. El análisis no los deja luchar contra la maldad. La fe limpia al ser humano; al tener un Norte tan noble como el de Jesús, uno se baña en el éxtasis de amor y bondad... Pers. b): No mezclemos las cosas, por favor, es bueno conversar respetándonos los puntos de vista. La vida me enseña día a día, así también la historia nos da una pauta importante. El siglo en que nacimos

está lleno de acontecimientos increíbles que, querámoslo o no, han marcado nuestra vida... con odio, con poder, con guerras, con diferencias sociales, con avances, con tecnología, con apertura, con comunicación..., tratemos de mirar con perspectiva todo lo que está a nuestra disposición, miremos con altura la trayectoria de nuestra especie. Siento que sin llorar o reír no puedo entender la vida ni menos llegar al éxtasis. A lo mejor, si lo busco descalzo en la playa, gozando de todo lo que está a mi disposición naturalmente, es mucho más real que si intento estudiar y comprender la teoría cuántica o cómo funcionan las fibras ópticas, para sentir éxtasis. Pers. a): Filosofar así es fácil, lo genuino es buscar su camino de acuerdo a los intereses de cada cual.

CEDULARIO N° 3 NUESTRAS "REALIDADES"

3.1. Vamos a la mitología. Por supuesto también a la imaginación. Rea, esposa de Saturno (dios del tiempo) era hija de Urano (el Cielo) y de Gea (la Tierra). Suponiendo que Rea se asocia a "realidad", indica cómo pueden haber sido sus relaciones con el papá, la mamá y el cónyuge. ¡A soltarse!

Respuestas:


Es una historia muy edificante: El cielo y la tierra tienen como yerno al dios del Tiempo (Cronos o Saturno, un viejo hambriento que devoraba a sus propios hijos y bastante tonto al parecer, ya que le pasaron una piedra por hijo y se lo creyó, aunque supongo que no llegó a tragarse la piedra (sería como demasiado, hasta para un pequeño dios, aunque nunca se sabe con certeza: es fama de que el pobre padecía de una severa litiasis). La tierna criatura -Júpiter o Zeus- que se salvó de ser almorzada por su amante papito, a su debido tiempo, como corresponde a un joven emprendedor, claro que expulsó del trono a Saturno y se autoproclamó dios supremo).

Papá: El tarado de tu marido sigue con la lesera de que un hijo de ustedes dos lo va a botar del trono y, para evitar que se cumpla esa profecía, apenas nazca la guagua que estás esperando, piensa comérsela. Dice que así se asegurará de que no lo destronen. Mamá: ¿Y de dónde sacaste eso? Apostaría a que lo dijo el famoso Mercurio.

Papá: Así fue. Y yo creo que es perfectamente posible, con lo bruto que ha demostrado ser. Rea: ¿Y qué puedo hacer yo para evitar esa barbaridad? Mamá: Apenas nazca tu hijo, escóndelo en el closet y consíguete una guagua ajena para mostrársela a Saturno y hacerle creer que esa es la suya. Así, si se la come, no importa, porque tu propio hijo se habrá salvado. Y si después la mamá de la guagua prestada reclama, tú le das permiso para que haga otra guagua, o dos, si prefiere. Papá: Me parece bien eso de esconder a mi nieto en alguna parte segura, pero no estoy de acuerdo con eso de la guagua prestada. Imagínate que no se la coma y eso sería un tremendo lío. Nosotros tendríamos que cargar con la guagua ajena, que se quedaría para siempre como hija tuya;... mientras que tu guagua verdadera estaría sobrando y no sé qué podríamos hacer con ella. Y, a todo esto, la mamá de la otra criatura nos haría la vida imposible. Rea: ¿Y si en vez de guagua le presentamos a Saturno otra cosa y le hacemos creer que eso es su hijo? Podría ser una piedra con tamaño de guagua, bien envuelta en pañales con encajes y adornos. Mamá: ¡ Gran idea ¡Eso exactamente es lo que hay que hacer. Ahora mismo voy a buscar una piedra grandota que parezca guagua. Saturno (entrando): ¡Hola a todos! ¿Qué hay de almuerzo hoy? Papá y Mamá: ¡Ave, glorioso amo del mundo! Saturno: ¿Hay pollo asado? Rea: No, Rey. No hay ave, eso es el saludo de mis papis. ¿Viene con hambre, m'hijito? Acomódese en el triclinio mientras tanto, que ya le traigo. Hoy le tenemos preparado su plato favorito: niñitos envueltos.¿Le gusta?

3.2. En líneas generales ¿en qué difiere la realidad de la "conciencia despierta" de la realidad que se presenta en los sueños?

Respuesta:


La "realidad" de los sueños es una "verdad" subjetiva y efímera, sólo existente para el único capaz de percibirla, que es el que sueña. En cambio, la realidad que es captada por la "conciencia despierta" es tangible, objetiva, y por eso es válida también para aquellos que no son capaces de percibirla con igual claridad. Si las papas están a doscientos pesos en la feria, están a ese precio tanto para los que lo saben como para los que nunca han pensado en ello, e incluso también para aquellos que sueñan en que valen la mitad. (Pídele a ese soñador que aproveche la oportunidad y te traiga patatas al precio señalado por él, a ver si puede).

Digamos, entonces, que las cosas son tal como son, y no como las imaginamos o como nos gustaría que fueran. Real, realidad, deriva de "res", que significa cosa. Entonces la gente más alerta claro que comprenderá mejor la realidad y tendrá una visión más certera que los demás…, pero las cosas seguirán siendo las mismas para unos y otros. Y si todos, dormidos y despiertos, desaparecen del mundo y no hay nadie que perciba, ni interprete, ni imagine nada..., de todas maneras las cosas seguirán siendo las mismas. "Los hechos no dejan de existir porque se los ignore".Esa es la porfiada realidad. La realidad es lo que es y no lo que yo creo que es. El agua no tiene idea de la ley de gravedad, pero lo más bien que corre hacia abajo... Con todo, creo que queda algo por decir. Pienso que la realidad no llega tal cual a nuestro entendimiento, sino que está modificada por nosotros, que la percibimos llena de adjetivos. Las cosas tienen alguna connotación particular para cada cual, de manera que la visión de dos personas sobre una misma cosa puede ser diferente. Así,

los pollitos dicen pío, pío, pío cuando tienen hambre, cuando tienen frío

puede ser la realidad objetiva, lo que es, sin quitarle ni ponerle. Pero para alguien puede ser "los preciosos pollitos dicen melodiosamente pío", mientras para otro será "los malditos pollos no saben decir otra cosa que pío" y un tercero clamará…. «¡pollos hambrientos del mundo, no sigáis piando inútilmente y uníos de una vez por todas a la revolución!». Los adjetivos claro que son humanos, pero forman parte permanente del mundo. Y nosotros percibimos las cosas matizadas con cualidades, comparaciones, estímulos emocionales, significaciones. No advertir las cosas revestidas de algunos o muchos adjetivos, es mirar la realidad sólo a medias. Lo curioso es que la verdad del poeta - cargada de subjetividad - a menudo es más cercana a la realidad que la del observador común.

3.3. Describe un sueño muy "realista" y uno muy "poco realista". Informa sobre los antecedentes: quién es el soñador o soñadora y en qué período de la vida está.

Respuesta:

5.3.a) Versión de Lidia

Estando enferma, tuve un sueño, algo así como un desdoblamiento de mi persona; yo volaba en forma horizontal por toda mi casa, y veía distintas escenas familiares, donde todo era tranquilo y normal; también vi a mis hijos pequeños, que jugaban y reían felices, lo cual a mí me dio mucha rabia, pues yo me daba cuenta de que había muerto y a nadie le importaba, nadie sufría por mí.

Después supe que en ese momento yo estaba en un coma profundo y desperté a los gritos y llantos de mi hija menor, que gritaba que la mamá había muerto.

Para mí ese instante fue algo muy real, que me dejó muy impresionada.

.4. Da un ejemplo de "paradigma" en el terreno del arte.

Respuesta:

?.4.a) Versión de Lidia

Yo creo que no puede haber un paradigma en el terreno del arte, pues el arte es muy amplio y de diferentes interpretaciones; para mí puede ser arte algo que al resto le parece horrible. No hay m modelo determinado para ver el arte.

3.5. Da un ejemplo de una necesidad compleja, sin "satisfactor" posible.

Respuesta: 3.5.a) Versión de Lidia

Tengo hambre, pero ¿de qué? Quisiera llegar a ser perfecto. ¿Se puede lograr? falta dibujo( p21)

CEDULARIO Nº4 APROXIMACIONES A LA ECOLOGÍA

4.1. Explica a un primer año medio qué es el desarrollo sustentable

Respuesta:


Es aquel que no atenta contra su propia existencia. Una mina de cobre "produce" tantos miles de toneladas de mineral al año. Si aceleramos la "producción" daremos la impresión de que nos hemos desarrollado, pero sólo habremos acercado el agotamiento de la mina. (¿Han oído la expresión "dejar el hoyo"? Pues se trata precisa y literalmente de eso). La mina nunca ha "producido" cobre, sino que el mineral se extrae, se saca, y por cada tonelada que se recoge, queda una tonelada menos en el suelo. Como un canasto de manzanas, que no produce manzanas y mientras más manzanas saquemos del canasto, menos van a quedar.

De la misma manera, si talamos un bosque estaremos "produciendo" madera, y si aceleramos la extracción del recurso, más pronto habremos terminado con el bosque, igual que en el caso de la mina o del canasto de manzanas. Esa explotación no es sustentable a largo plazo. Para que lo sea, deberemos plantar anualmente tantos árboles como sea necesario para reponer lo extraído y reforestar además un determinado porcentaje adicional, todo esto calculado con los tiempos de crecimiento del árbol hasta quedar en condiciones de ser explotado y con los volúmenes previstos de extracción anual. Si queremos cortar más madera, deberemos plantar más árboles. De otra manera, sólo dejaremos el hoyo.

Esto es aplicable a todos los recursos renovables, como la pesca. Si se saca más de lo que puede reponerse, se acaba el recurso. ("Donde se saca y no se echa, no rinde la cosecha ").

4.2. Dibuja un pueblo en que impere una adecuada ecología social.

Respuesta:


¿Cuál es la adecuada ecología social? Es bastante discutible la posibilidad de encontrarla funcionando sin problemas en algún rincón del planeta, porque las insalvables diferencias individuales entre los humanos dificultan una interacción perfecta. Supongamos (socioficción) una burbuja aislada del resto del mundo y donde se da, por sobrenatural excepción, una adecuada ecología social. Supongo

que eso significa que cada uno en ese pueblo-burbuja cumple a conciencia su cometido: realiza las funciones para las cuales está mejor dotado, esto según necesidades sociales, y nuestro buen sujeto no hace daño a los demás ni al entorno, por el contrario, está permanentemente preocupado de su pro-tección; su relación con el resto de la gente es de recíproca influencia y ecuánime intercambio de servicios. En ese pueblo no existen los ejemplares parasitarios, esos mismos que se han visto proliferar en todas las civilizaciones, épocas y latitudes. Los niños se están formando todavía y están a cargo de los adultos, pero eso no es ser parásitos, porque ya tendrán oportunidad de devolver a la sociedad lo que han recibido; los ancianos se han ganado sobradamente un digno retiro. Los enfermos e impedidos son atendidos competentemente en busca de su recuperación, que conviene a todos.

Si yo tengo un dedo herido, dejo ese dedo sin trabajar (le doy licencia) por el tiempo necesario para su recuperación total: lo cuido y protejo, sin acusarlo de parasitario ni -mucho menos- expulsarlo definitivamente de mí. Eso es lo que la sociedad hace con los impedidos: los reconoce como parte integrante del grupo y los cuida. ¿Y qué pasa con los delincuentes, los estacionadores de autos, con los milicos y otros especímenes parasitarios equivalentes? Pues, en mi pueblo, sencillamente no existen. Si por accidente llega a aparecer alguno, se le pesca prestamente del cogote, se le pasa con todo cuidado por la máquina de moler carne, se mezcla con tierra y se transforma en abono para plantar tomates. Así ellos también pueden hacer su positivo aporte a la sociedad. (Todos tienen derecho, ¿verdad?) Como no puedo dibujar el pueblo completo, me limitaré a dibujar la máquina de moler carne, esa que normalmente no se usa en nada, pero cuando llega a ser necesario puede trabajar con motor reforzado.

Fácil acceso. Estacionador de autos. Trágico destino. Manivela. Post-transporte.

Falta Dibujos p 24 y 25

1.- 2.- 3.-4.-5.-

CEDULARIO N° 5 DIMENSIONES DE LA POESÍA

5.1. ¿Que otras visiones conoces acerca de la naturaleza de la poesía?

Respuesta:


Ahora luego de todo lo conocido en Las Coincidencias, tengo otras visiones. Me sumo al concepto de "auto poesis" auto creado, como lo poético, sinónimo de situación humana de estos connotados biólogos chilenos, Maturana y Várela, que reivindican la importancia del" ser humano" que otros científicos se esmeran en racionalizar, centrando su atención en una parte : la razón. Para ellos lo importante es lo racional, lo pragmático, rigidizando la trascendencia del hombre con su entorno, como si el ser testigo de la belleza del universo y de sus constantes cambios, no nos hiciera co-partícipes de la creación.

La visión que presenta Platón, con respecto a la naturaleza de la poesía como recuerdo de otras existencias, me parece muy válida si me baso en que este filósofo separaba el cuerpo y su realidad, del alma en su convicción de que ésta era indestructible, o sea inmortal... Me gusta pensar en que somos almas con cuerpos, los que vamos dejando en el paso por la vida. Siento una gran atracción a este tema, porque en sueños creo haber estado en otros planos que nada tienen que ver con el mundo físico y donde se da una connotación poética generalizada, me refiero a la armonía y equilibrio percibido, algo así como la poesía ingenua, natural como expresión a que se refiere Schiller.

5.2. ¿Cómo relacionas poesía y comunicación?

Respuesta:


Relaciono la poesía con la comunicación por la forma de relacionarse con otros. El arte de la comunicación se logra a través del "arte de la ambigüedad". Comunicarse es un proceso que nace de una serie de motivos como necesidad externa, sumado a acciones y secuencias internas, dando paso a esa maravillosa secuencia de órdenes o impulsos reflejados en movimientos y ritmos de todo acto efectuado para darse a entender. Quiero decir que hay necesidades externas y acciones internas que se involucran ante toda comunicación, ya sea verbal, escrita o gestual. Lo hermoso de la relación entre comunicación y poesía es el cambio, la perspectiva, el movimiento de cualquier situación vista con sentido 26

ecológico, armónico, lúdico, que lo transforma en único identificable con el que se comunica o el que hace poesía. Luego, traducir esa instancia, expresando en palabras o recuerdos el acto de comunicarse es el proceso conmovedor.

5.3. Imagina un debate en un grupo juvenil en que se plantea la pregunta ¿para qué sirve la poesía? Señala algunos puntos de vista diferentes que podrían ser expresados en esa ocasión.

Respuesta:


No hay duda que el modelo actual de vida va dirigido hacia los números y las ganancias, pero me gusta pensar en un diálogo entre muchachos que desean cambiar el modo de pensar de este mundo hostil que tienen ante sí, por lo tanto prefiero verlos soñando mejores épocas en que creen lazos afectivos por su sensibilidad, ya sea por medio de la música o la poesía. Personaje 1: Sin poesía la vida no tendría razón de ser, al menos para mí; sé que soy demasiado categórico al hacer esta afirmación, pero con ella estoy defendiendo a los seres que vinieron a algo importante a este mundo. El resto me tiene sin cuidado, creo que para que se dediquen a comer, a tomar y hablar de fútbol y mujeres, no merecen vivir... Personaje 2: Qué violencia, amigo, ¿no estás cayendo en contradicciones con tu sensibilidad, al hacer este tipo de declaraciones? Personaje 1: Es probable, pero prefiero caer en extremos frente al tema de la necesidad de la poesía que tratar con indiferencia lo que yo siento. Para mí, hacer o escuchar poemas es ser parte del universo, crecer, vivir, desarrollarte, es parte de un canto universal, y a mí me gusta ser el director de la orquesta. Personaje 3: Eso ya lo sabemos, por suerte hay bastante oxígeno para todos..., porque dentro de ese concierto con coro y todo podrás tener muchos seguidores, pero necesitas público que te escuche, te critique o te alabe. Personaje 1: No creas que no lo sé. Sólo me refiero a que, mientras más encuentro temas para mis escritos, más me parece que hay seres que no merecen vivir, porque sus mundos son tan decadentes, que me asquean, preocupados de puras estupideces. Personaje 2: Mira, la verdad es que a mí me gusta hablar poéticamente, especialmente frente a las minas…, porque ellas mueren cuando les digo un par de frases que riman. Esa es mi mejor táctica para pasarlo bien. Personaje 3: O sea, te gusta el resultado, pero nada más. Tan práctico como siempre, incluso en el amor. Personaje 2: Nadie ha hablado de amor, lo uso como táctica para atraer a las niñas. Personaje 1: Eres tan repugnante como esos a que me referí recién; sólo buscas el resultado de tus andanzas, sin entregar nada de ti. Por suerte estudias algo que te viene bien, difícilmente defenderás a alguien por convicción de ayudarlo, sólo irás detrás de tu éxito y del dinero que el caso te reporte. Personaje 2: Toda acción merece ser defendida, y además no comparto para nada tu existencialismo lleno de subjetividades. Personaje 1: En realidad es perder el tiempo discutir temas elevados contigo. Nunca has escuchado con importancia lo que siente otro, sólo te deleitas con lo tuyo, por lo tanto no puedes comprender qué afiatamiento puede tener un director al conducir una gran orquesta en que todos los componentes del coro y los instrumentos deben trabajar en equipo, al unísono. Eso trato de hacer yo, y gozo cuando leo o creo, un sencillo pero armónico relato. Personaje 3: Bueno, la verdad es que a mí me gusta la poesía de denuncia, no esa dulzona, que siento rebuscada. Me gustan las canciones que dicen verdades tan irrefutables que no puedo dejar de escucharlas, aunque esté divirtiéndome. Personaje 1: Qué bueno; eso habla de conexión con lo que te rodea. Para que tú sepas, eso también es poesía...ja, ja..., porque las letras de las canciones son pura poesía, y probablemente más potentes, porque al cantarlas se crea un vínculo más fuerte todavía entre tú y el universo..., eso es lo que les quería explicar cuando me referí al canto universal... todos lo recibimos y...

5.4. Inventa un cuento, fábula o leyenda acerca de cómo empezó la poesía.

Respuesta:


POESÍA ES LA VIDA.

Poesía es la vida. Entonces comenzó de a poco, desarrollándose con la creación de moléculas, que se movían con el ritmo del mar y que eran arrastradas por fuertes corrientes marinas. Lucharon contra las aguas para dirigirse a aquellos lugares que les atraían en la inmensidad del fondo del mar. Así conocieron algas y plantas acuáticas con las que se fueron nutriendo en la medida que se movilizaban, siempre danzando, subyugadas por el constante vaivén de toda sustancia viva. Es así como se van transformando, adquiriendo extrañas y exóticas formas, entrelazándose entre sí hasta tener características propias. Y en una noche misteriosa, nadaron hacia la superficie del agua guiadas por una magnética luminosidad que las atraía con una extraña fuerza. No sabían estos jóvenes cuerpos, que se encontraban ante la presencia de una hermosa y creciente luna. Se entretuvieron recibiendo enormes cantidades de luz, realzando sus dulces y torneadas formas.

Nadaron hasta el amanecer, riendo y jugando con las crespas olas que, movidas por una extraña y desconocida fuerza, las desplazaba suavemente alejándolas de la luna. Cansadas ya de tanta algarabía, se percataron de lo difícil que era elegir la dirección a seguir, por lo que se abandonaron al dulce movimiento de las aguas, contentas de haber tenido tantas emociones desconocidas al mismo tiempo.

Pero fueron despertadas con brusquedad de su ensueño, ya que esa fuerza que antes las había arrastrado con benevolencia, ahora se mostraba brutal y fría. No sabían que el cálido viento que antes las seguía en sus juegos, ahora se había convertido en una temible y destructora fuerza que todo lo hacía temblar.

Entregados a su suerte, se cogieron firmemente entre ellos para fortalecerse y ayudarse, permaneciendo aferrados entre sí para protegerse del fuerte golpe de las aguas, que ahora se tornaban violentas y destructoras por la fuerza arrolladora del viento.

Pero la atracción a estas desconocidas experiencias, las hicieron resistentes a cualquier obstáculo que se presentara, por lo tanto decidieron aceptar el desafío que les ofrecía el viento, reforzando sus debilidades y desconocimientos para experimentar nuevas emociones.

De esta manera, fueron arrojadas a una playa donde les costó incorporarse. Ya no había agua cerca de ellos, estaban depositados en un inexplicable e insólito lugar. Muy luego se percataron que no estaban solos, a su alrededor se desarrollaba una gran cantidad de situaciones que ellos jamás habían experimentado. Había a la distancia una serie de elementos con diferentes formas y matices. Haciendo grandes esfuerzos decidieron trasladarse, para comprender qué nueva aventura estaban apunto de emprender, entonces deciden unirse nuevamente y juntos entrelazando sus cuerpos logran enrollarse para avanzar por esa extraña superficie seca y lisa que los rodea. Así transformados, se transportan con gran esfuerzo, hasta el elemento más cercano que habían observado al llegar a este nuevo lugar, comprobando que si quieren saber algo más, deben descansar, porque están realmente extenuados.

Fortalecidos por el descanso, se incorporan para seguir con los fascinantes descubrimientos de su alrededor, cuando son sorprendidos por una gigantesca luz que los abraza y lentamente los abriga con su calor. Se trata del sol, que aparece con su maravillosa grandeza detrás de otras nuevas formas recién descubiertas. Alucinados estaban con tal aparición, cuando se dan cuenta que deben seguir trepando por esa plana superficie en que se detuvieron a descansar. Al lograrlo, su asombro se hace indescriptible, ya que tienen ante ellos, nada menos que la esencia de la naturaleza de la tierra, en su estado original.

5.4.b) Versión de Bolívar

CUIDADO CON EL GRAN MANITÚ

Cuando el Gran Manitú se decidió a otorgar el don de la palabra a los humanos, pronto estuvo a punto de arrepentirse de su precipitación. En verdad, habría tenido que meditarlo mucho más

profundamente, porque la palabra -inapreciable don, hasta entonces desconocido en el mundo- fue usada prontamente por los hombres, con impetuoso entusiasmo, para enfrentarse enardecidamente los unos contra los otros, para calumniarse, insultarse, escarnecerse mutuamente y establecer mediante falaces, pero convincentes palabras, irritantes privilegios y prebendas a favor de unos, mientras se inventaba toda suerte de prohibiciones y cargas para los demás. Las primeras palabras que inventaron los humanos eran puros insultos, mentiras y maldiciones. Y como él -el Gran Manitú-escuchaba casi todo lo que los hombres decían, sentía en su pecho honda congoja. Estaba molesto y desilusionado.

Como no tenía con quien consultarlo previamente —el pobre estaba solo—, optó por ensayarlo en calidad de experimento, de manera que, antes de decidir los pasos definitivos sobre la materia, había que medir con justicia los resultados obtenidos.

El Gran Manitú había planeado mejorar la comunicación entre los hombres, imaginando que eso les facilitaría sus tareas y les traería mayor bienestar y felicidad, pero las cosas no habían resultado así -por alguna desconocida razón los hombres nunca han podido pensar como su Creador— y los jefes guerreros, sus mujeres, sus niños y todos los miembros de las tribus de la montaña seguían multiplicando más y más su ya abundantísimo repertorio de ofensas, denuestos, improperios, injurias, imprecaciones, insolencias y agravios, de manera que la vida de los humanos era un auténtico infierno... Tal vez era exactamente lo que merecían.

Por eso el Gran Manitú bajó con mesurado paso de la alta montaña, meditando sobre su inminente decisión acerca del particular. Estaba fuertemente inclinado a quitar a los hombres para siempre el don de la palabra…, a menos (él tenía todavía la esperanza) que alguno de los hombres y mujeres -uno solo sería suficiente- hiciera digno uso de ese privilegio exclusivo entre todos los seres vivientes que cobija el mundo, en lugar de enlodarlo vilmente.

Tomó, pues, el Gran Manitú el aspecto de un niño indio común y corriente, y se acercó silenciosamente a la primera tienda que encontró. Una mujer gorda se asomó en ese momento: "baboso", le dijo. El niño común y corriente siguió a la tienda vecina y llamó con temblorosa voz. "Desgraciado", le dijeron. Nadie había tratado nunca así al Gran Manitú, que estaba sorprendido e indignado. Él no se consideraba a sí mismo baboso ni desgraciado. Un muchachito de su misma edad aparente asomó de pronto y vino hacia él. "Hola, imbécil", le dijo. "Qué bueno encontrar alguien a quien mostrarle algo que descubrí entre los árboles, algo muy asqueroso. Ven conmigo" 30

Fueron juntos al cercano bosque. El ahora pequeño Gran Manitú decidió postergar para más tarde la severa medida disciplinaria que se había ganado el insolente muchachito que lo había tratado de imbécil y mientras tanto quiso saber qué era aquello tan asqueroso que lo había entusiasmado tanto.

Claro que era algo repulsivo lo que había llamado la atención del indiecito. (Poe-Poe se llamaba). Y ponderaba ante el Gran Manitú con creciente entusiasmo lo repugnante de su descubrimiento. Le brillaban los ojitos cuando hablaba de fetideces, asco, violencia... y seguía luego por el camino de las traiciones, engaños y toda la fealdad que los hombres aportan al mundo. Después de todo, esos eran los únicos parámetros que el pobre Poe-Poe conocía. Nunca le habían mostrado nada diferente..., pero ahora -¡por fin!- tuvo su oportunidad. Y la humanidad toda tuvo su oportunidad con él.

El Gran Manitú terminó por reírse a gritos de la simplicidad del muchachito y le perdonó de todo corazón la ofensa recibida: después de todo el pobre Poe-Poe no tenía realmente la culpa, porque no conocía, no podía siquiera imaginar otra cosa.

El Mani (ahora eran amigos y se trataban de tú) le mostró al asombrado Poe las cosas hermosas que éste nunca había podido ver por sí mismo: la dependencia de unos seres con otros, los colores de las flores y del plumaje de los pajaritos, el canto del viento, los esplendores de las nubes iluminadas por el sol poniente, la ternura , la amistad, la esperanza, la emoción, el amor...

Poe-Poe se encargó desde entonces de mostrar a los demás la inagotable belleza que nos rodea por todas partes y las escondidas relaciones que existen entre todas las cosas; luego otras personas lo imitaron y luego otros más, muchos más, que se llamaron a sí mismos poetas, en recuerdo de Poe-Poe, que fue el primero. Más y más gente fue abriendo sus ojos a la belleza y el mundo se hizo más grato para sus habitantes de ahora y para los que vendrán después.

A pesar de eso todavía queda gente (todos la hemos visto) que se insulta y se grita entre sí, todavía hay quienes se empeñan en buscar sólo cosas sórdidas y horribles, pero cada vez son más los que prefieren ver la parte bella de la vida. Cuando Poe-Poe llegó al final de su existencia y voló a encontrarse con el Gran Manitú, quedaron en su lugar muchos poetas que nos ayudan a apreciar la belleza que existe en el mundo de afuera y en el de adentro, pues en el corazón del hombre hay también fuentes inagotables de belleza.

Pero, ¡ ojo! El Gran Manitú no se ha olvidado de su experimento -que todavía no ha terminado- y por eso permanentemente está escuchando con profunda atención cada palabra que pronuncian los humanos. Su temible castigo de silencio todavía se encuentra en suspenso ... y eso no hay que olvidarlo.

De manera, amigos míos, que ya sabemos que mientras subsista la poesía en el inundo, el hombre mantendrá el maravilloso don de la palabra,... pero si la poesía alguna vez. 1lega a terminarse, la humanidad enmudecerá para siempre. 5.4.c) Versión de Astrid Fernández

ORIGEN DE LA POESÍA.

Al principio de los tiempos sólo estaba Dios. Dios estaba solo; completamente solo, en medio de no sé qué, pues ni siquiera la nada existía. Y Dios dijo: "Qué lata, ni siquiera la perfección es perfecta". Luego agregó: "Hágase la luz"

y la luz se hizo; creó el día y la noche y los diferenció. El día, regido por el sol, fue símbolo del bien y de la luz; la noche, regida por la luna, representó a la maldad y a las tinieblas. Y el buen Dios estuvo creando el universo por siete días y siete noches. Cada ser tenía su contrario, cada sentimiento su opuesto, todo en perfecta relación. Luz y tinieblas, bien y mal, hombre y mujer, vida y muerte, razón y locura...

Descansó Dios de tan ardua tarea y púsose a observar su obra, la contempló por horas y horas, por días y semanas... Algo faltaba, algo impreciso, indefinible... Y Dios dijo, nuevamente: "Qué lata, ni siquiera la perfección es perfecta".

Un buen día, Dios vio a un niño jugar a orillas del mar; el niño reía y corría, se mojaba los pies, subía a las rocas, recogía Conchitas y las guardaba en un balde. Sentado en la arena, a corta distancia, estaba su abuelo. El viejo gozaba al contemplar la simple alegría del muchacho, se complacía al ver el reflejo del sol sobre sus desordenados cabellos, le gustaba ver su carita siempre

sonriente, se maravillaba de sus ojos brillantes y asombrados iluminando con su mirada pura todo lo que tocaba.

De pronto el niño corrió hacia él con una gran caracola en las manos. Estaba excitado: "¡Tata! ¡Tata! ¿Esta concha está viva?" El abuelo, sonriendo, le dijo: "Estuvo viva hace tiempo, pero ahora ya no; por eso está vacía y seca, ¿ves?"

El niño se puso la caracola al oído y luego respondió:"¿Seca y vacía? ...Tata, tú no sabes nada. ¿ Cómo puede estar muerta y seca una concha que tiene todo el mar adentro!"

Y arriba, en el cielo inmenso y perfecto se escuchó un gran estruendo: era Dios riendo a carcajadas. Sólo un ser imperfecto y pequeño, diminuto y efímero podía crear algo tan impreciso e indefinible, algo tan..., tan hermoso y extraño, algo sin opuesto y sin par... Quiso darle un nombre Dios y pensó llamarlo poesía.

5.4.d) Versión de Richard

¿CÓMO EMPEZÓ LA POESÍA?

Dios ya había creado las estrellas, las constelaciones, los soles, los mundos y decidió que era el momento de crear el reino mineral, luego la vida vegetal y animal..., mas se dio cuenta de que faltaba un ser que encerrara todos los reinos y toda la gracia. 32

Fue así como Dios comenzó a cantar mientras jugaba tirando sobre los mundos fecundos, unos bastoncitos inteligentes que se disponían en múltiples posiciones, formando diversos verbos, diversas vidas. Tanto le divirtió el canto y tan admirado quedó con las formas, que dijo:

¡Hágase la poesía!... y creó al hombre.

5.4.e) Versión de Ruby

Si lo poético expresa sentimientos, emociones o incluye la narración de las epopeyas humanas está comunicando esas sensaciones, esas historias y buscando que sean compartidas por muchos o por pocos o incluso por nadie, pero dando voz y expresión artística a lo que el poeta, músico, pintor o luchador social ha sentido o experimentado.

Poesía es por tanto un medio de comunicación que requiere un receptor afín. No todos aprecian, por igual, el ritmo o la armonía en un poema literario o sinfónico y al parecer, lo poético sintoniza con las emociones o sentimientos de quien las transmite o las recepciona:

"¡Qué alegre y fresca la mañanita, me agarra el aire por la nariz, un perro ladra, un chico grita y una muchacha gorda y bonita junto a una piedra muele maíz "

No veo esta expresión de alegría matinal cuando llueve y llueve inclementemente y la vida transcurre en un remedo de vivienda y los pies se hunden en el barro.

No sé si hay algo de poético en mí. Siempre me he inclinado a favor de la disciplina, de la razón, de la lógica, del orden y de las reglas. Tal vez por eso me es difícil apreciar las manifestaciones contemporáneas del arte, por no decir que las rechazo. Más aún me son insoportables. Lo mío es planificar, poner los pies en la tierra y realizar.

Hace muchos, muchos años, el hombre cansado en su eterno deambular, detuvo su marcha en un verde valle junto a un río. Jugaba con unas semillas que había cogido en algún lugar. Olvidóse de esas que quedaron por ahí esparcidas. Pasaron los días y él aún reposaba sus pies cansados y su adolorida espalda sobre la cálida tierra. Sorpresivamente, sus ojos percibieron como unas verdes y frágiles hierbecillas se levantaban tímidamente en aquel lugar. Curioso, quiso saber de dónde provenía esa fuerza. Arañó la tierra y vio que de esas semillas nacía nueva vida. Alegría y emoción le embargaron. Amó esa tierra y esas simientes. Quiso quedarse en aquel lugar y llenar de semillas la tierra pródiga, para colmarla de frutos y de los frutos de su propia simiente. Amó la tierra y amó a sus hijos y i'un el amor nació el sentimiento y la emoción, y con ello el canto y el poema.

CEDULARIO N° 6 GUÍAS Y GUÍAS POÉTICOS

6.1. ¿Cómo le explicarías a un curso de Primero Medio la diferencia entre un taller de poesía y un taller de formación de guías poéticos? ¿Qué preguntas esperas de ellos?

Respuesta:


El taller de poesía está dirigido a estudiar y desarrollar la poesía escrita, a estimular a poetas nuevos, a dar a conocer a terceros el fruto de este esfuerzo.

La formación de guías poéticos no es una fábrica de nuevos poetas, sino la capacitación de un grupo de personas para desarrollar en ellas la apreciación no sólo de la poesía ya escrita, sino de aquella que, sin estar expresada en versos, existe por todas partes en la armonía universal. Al mismo tiempo, estas personas están encargadas permanentemente de transmitir a otros esta aptitud para apreciar la armonía dondequiera que se encuentre, así como el anhelo por desarrollarla dentro de sí mismos, en los grupos donde actúan y en su permanente interacción con la naturaleza. La armonía significa salud, paz, felicidad. Eso es lo que los guías poéticos procuran hacer llegar a todo el mundo. Aparte de lo

poético, los guías dan a conocer lugares turísticos escogidos, el cuidado del entorno y las obras de artistas y artesanos del lugar

Posibles preguntas: ¿Eso produce plata? ¿De qué sirve? ¿Es mejor ser sensible o es mejor ser fuerte?

6.2. Escribe una carta a una persona amiga tratando de recrear, a tu manera, lo que escribe Verónica Ferry en su texto.

Respuesta:

6.2.a) Versión de Lidia CARTA A MI

AMIGA IRIS Querida Iris:

Ayer me fui de veraneo al Sur de Chile no sabes tú lo que me habría gustado hacer este viaje contigo, pues la belleza de estos lugares es grandiosa; me tocó ver el paseo de 34

embarcaciones en el río Calle Calle, es algo maravilloso, pero aún más lindo si tienes alguien a tu lado con quien compartir todo esto.

Luego hicimos un recorrido por todos los lagos, es un paisaje impresionante, tú ves los copihues como caen en cascadas a orillas del camino, bordeando los lagos de un azul profundo; llegamos a Puerto Montt, y nos deleitamos con su caleta de Angelmó, recorrimos toda la feria de artesanía, y gozamos con los hermosos tejidos chilotes; te compré unas lindas calcetas de lana, pues sé que eres muy friolenta. Después de un par de días en Puerto Montt, comiendo curantos y todas esas cosas típicas de la zona, nos embarcamos en el Evangelistas, con rumbo a la Laguna San Rafael, para qué te cuento lo hermoso del viaje, la camaradería que se vive en el buque. Iban turistas de todas partes del mundo, muchos japoneses, norteamericanos, franceses, etc. Se hacen lindas fiestas en el buque, donde todos los turistas participamos.

Y cuando llegamos a la Laguna fue lo más impresionante, quedamos todos maravillados, ver reflejado el sol en las nieves eternas, ver como caen en cientos de arcos iris los deshielos en el mar, realmente, amiga mía, lamento que no me hayas podido acompañar, pues me hizo falta tu exquisita sensibilidad, para disfrutar al máximo este lindo paseo.

Te recuerda con cariño,

LIDIA.


No recuerdo textualmente lo que dice Verónica, pero es algo como que los que participamos en esta aventura del alma nos hemos visto favorecidos con una mirada de especial penetración (ojos ciegos que aprendieron a ver), una sensibilidad privilegiada que nos permite surcar el tiempo y descubrir verdades enterradas bajo la piel de los pueblos perdidos; y una misión que cumplir: hacer transparentes para los demás las maravillosas realidades escondidas. Nos convertimos en parte del universo infinito para compartir con todos el irresistible encanto de la vida.

6.2.c) Versión de Lucy Querida

Anita:

En tu última venida, no pude explicarte sobre mi curso reciente como hubiera querido, por la cantidad de temas pendientes que había, además que merece dedicarle el espacio necesario para que te formes una idea cabal y comprendas porqué estoy tan con-tenta.

Se trata de un curso relativo al turismo poético cultural, donde aprendemos a guiar, pero desde una perspectiva distinta a lo conocido. La idea es darle un enfoque armónico al entorno que nos rodea, sensibilizando cualquier lugar por medio de la vivencia poética : destacando la belleza de un árbol, la majestuosa presencia del mar, la magia del crepúsculo, mezclando el interés turístico con el mirar poético de cualquier rincón, dándole un estilo propio, facilitando el desarrollo de los guiados al motivarlos para que se conecten con sus emociones y sensaciones al contemplar o vivenciar un lugar o un acto cotidiano, pero presentado con el valor agregado que te da la poesía, pudiendo flexibilizar cualquier tema, intuyendo el interés del grupo e interesándose en su búsqueda, sin presionar a nadie. Entonces, mi interés está dirigido en especial a la hermosa y mágica ciudad de Valparaíso. Con el reciente adquirido conocimiento de la importancia poética, yo quiero sensibilizar y contagiar con mi entusiasmo a niños, estudiantes y público en general, con el fin de mostrar este hermoso puerto que tanta necesidad tiene de ser restaurado para salir del abandono y de la decadencia, para que conserve su identidad, sus costumbres y estilos dentro de ese caos armónico en que se fue armando, mostrando sus paseos, calles, pasajes y laberintos que dejaron los habitantes que llegaron de todas partes del mundo a instalarse cuando el puerto se erguía próspero en la mitad del siglo XIX.

La postulación de esta ciudad a Patrimonio de la Humanidad, debería de alguna manera impulsarnos a valorar en su real dimensión, la hermosura de este puerto herido por el abandono, y eso es lo que yo deseo hacer: Guiar impregnando de asombro al visitante. Contándole de su historia, recreando los lugares con la cantidad de anécdotas y costumbres propias de sus habitantes, entregando

motivación, reencantando y poetizando con el nuevo mirar que he ido adquiriendo en una escondida parcela llena de encanto y cariño llamada Las Coincidencias enclavada en Isla Negra. Así entonces con la varita mágica en mi mano, recorreré y mostraré rincones insospechados, devolviéndoles la dig-nidad e importancia de esta ciudad, inserta en un país donde hace tanta falta valorar lo que se tiene, recorriendo sus secretos y caprichosos lugares atrapados en el tiempo.

Espero que para la próxima vez que nos veamos, puedas comprobar lo que te digo recorriendo esta ciudad y desde el asombro adquirido, realices el efecto multiplicador que los alumnos del curso de Isla Negra realizamos , al vivenciar la magia que se apodera de uno cuando adopta en su vida el mirar poético.

Recibe el cariño de tu amiga Lucy

6.3. Si tuvieras que ser parte de una comisión destinada a seleccionar alumnos para el curso siguiente al nuestro, ¿cuáles serían las cinco características positivas principales que buscarías entre los candidatos?

Respuesta:


1) Que sea un buscador, lejano a sentirse dueño de la verdad. 2) Que conozca la relatividad y la ambigüedad. 3) Que conciba el cambio como un principio básico del universo. 4) Que esté dispuesto a escuchar y 5) Que su corazón esté abierto a sentir.

CEDULARIO N° 7 SALUD Y POESÍA

7.1. ¿Cuál sería tu historia de salud, a diferencia de la historia de tus enfermedades? Cuenta los hitos principales.

Respuesta:

7.1.a) Versión de Vicky

Esto de mi historia de salud me gustó porque me obliga a "subirme a la mesa". Cada vez que he visitado un nuevo médico le he tenido que recitar la historia de mis enfermedades (y yo que creía que hablaba de mi salud). Bueno, a ver qué hitos logro reconocer.

Recuerdo mi época de kindergarten como un período especialmente lindo: los colores del papel lustre me encantaban, las lanas de colores y el dibujar con ellas y con la aguja roma la silueta de betarragas, uvas, pelotas, árboles... El camino a la escuela era también una fiesta. Iba con mi papá y

él me preparaba la plasticina. Una vez me dejó robar flores para llevarle a la profesora. Eran clarines. Buena parte del período que viví en París me sentí muy saludable, de la salud ligada a la libertad, la independencia, la autonomía. En Suiza conocí algunos buenos períodos. Uno tiene más que ver con la realización profesional, otro con el desarrollo personal a través de cursos de diferente naturaleza, otros con el cultivo de la amistad.

Dentro de mi familia los hitos de salud están en mi infancia. Luego la adolescencia, de por sí tormentosa, fue sacudida por el golpe de estado y de ahí en adelante, por diversas razones la familia ya no fue lo mismo. Pero estábamos hablando de salud, no de enfermedades, así que llego hasta aquí.

(P.S. «subirse a la mesa» es mirar las cosas desde otro punto de vista. Expresión tomada al profesor de inglés del Círculo de los Poetas Muertos).

7.2. Inventa una conversación en que una persona sostiene que la dedicación a la poesía se asocia con un desequilibrio de la salud y otra afirma que es parte de un desarrollo, una promoción de la salud.

Respuesta:

7.2.a) Versión deLucy

Conversando con una vecina, sobre mi curso en Isla Negra, me impactó -es una condición natural en el ser humano- el concepto que tenía con respecto a los escritores dedicados a la poesía. Ella sostenía que habría una relación directa entre los poetas y las personas que sufrían alteraciones mentales.

Interesada en el tema, le pedí que me explicara su teoría. Ella me decía que la poesía era una forma de complicar la comunicación del lenguaje, con la

malévola intención de manipular a las personas con mensajes con doble estándar... Y atribuía este hecho a que generalmente los poetas eran adictos a la bebida o a la droga...

Yo rebatí estos conceptos, preguntándole si ella ante un acto tan noble como cuando se es madre y le llevan al hijo por primera vez para conocerlo, no le habría hecho los poemas más hermosos y emotivos a su retoño.

Claro que sí, me respondió agregando rápidamente, si supiera... Eso es otra cosa, doña Ester, le digo yo. Todos tenemos la posibilidad de expresarnos

poéticamente, sin tener necesidad de estar bebidos o mal del chape. Es una condición natural del ser humano el expresarse en metáforas, y si Ud. ha conocido enfermos que hagan poesía, sin duda esa ha sido la mejor terapia a sus problemas de salud.

Puede ser que haya algunos cuerdos..., pero he visto en la televisión gente bien rayada que lee sus poesías y yo creo que no se puede estar sano para decir tantas tonteras.

Qué pena -digo yo-. A mí me pasa lo contrario. Mientras más poetas conozco, descubro en ellos un caudal de sentimientos tan profundos, que mi admiración aumenta día a día, ya que me demuestran que no han sido dañados con el consumismo, ni con el poder, ambos aspectos tan corrosivos de nuestra sociedad, ya que a ellos no les interesa ser protagonistas del modelo económico de moda, sino expresar por medio de un lenguaje creativo y preciso, su forma de ver o sentir ante algún tema. Sería bueno que conociera más de cerca de algún poeta, le acoto. ¿ Le gustaría conocer algo de la obra de Gabriela Mistral? Porque ella no era bebedora ni drogadicta y escribió hermosas poesías.

Bueno, si usted quiere... (Maro que quiero, doña Ester, me encantaría que conozca el hechizo de

comunicarse en un lenguaje más íntimo y profundo como el de Gabriela, que venció la adversidad de sus (lempos con sus escritos, siendo reconocida y aclamada en oíros países, porque aquí la lacharon liasla de lesbiana ('omo ve, siempre los artistas y en especial los poetas han sido rechazados por la mayoría, pero es bueno conocerlos para no caer en errores tan graves. ¿No cree?

7.2.b) Versión de Vicky

CONVERSACIÓN

a) Esto de la poesía no es más que voladura de locos y de flojos. Es la cosa más inútil. b) No sé por qué me tomo la molestia de responderte. Tal vez por la rabia que me da una afirmación tan estrecha, pobre y mezquina. Para que sepas, la poesía no sólo es necesaria sino que es inherente al ser humano. a)Yo soy humano y no necesito poesía. Y los poetas son unos borrachos, mujeriegos, bohemios, cuando no esquizofrénicos u homosexuales. b) Esto de ser humano queda por verse, y si fuera posible quisiera hacerte ver, o al menos aún vislumbrar, que la belleza de la naturaleza, las emociones y sentimientos pueden ser cantados en la poesía escrita, en la pintura, en fin, en las artes. a)Pero te puedo nombrar cantidad de poetas alcohólicos o trastornados, a tal punto que

algunos se suicidan de puro enfermos. b) Debo reconocer que hay muchos poetas alcohólicos y que algunos se suicidan, víctimas de un mal vivir. Pero el leer y escribir poesía es, para esos casos extremos y para nosotros los comunes, una forma de enriquecer nuestro lenguaje, y por lo tanto el pensamiento. Es una forma de reconocer emociones, de desarrollar vínculos (poeta-lector; lectores entre sí; poetas entre sí). La poesía nos hace humanos, nos diferencia de los animales, las plantas, los minerales. a) A ver, dame un ejemplo de poesía que tú dices. b) Escucha bien este poema sin nombre:

"Una cesta con frutos, los quesos recientes, la ventana azul, el huerto dorado, los pájaros madrugadores, el pan matinal, las voces de gente querida, el despertar del pueblo, las flores del valle, las conocidas montañas, las mariposas revelando, la calle poblándose, la sencilla mesa, el amado paisaje, el rostro de la luz, el jolgorio de la casa, la vasija de greda, el viento llevando silbos: todos cantan conmigo, todos cantan conmigo".

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7.3. ¿Qué condiciones psicológicas se pueden cultivar con el dedicarse a ser guía poético?

Respuesta:


-Mayor comprensión hacia el prójimo. -Más certero sentido de la ubicación de uno en el mundo. -Mayor capacidad de disfrutar las maravillas del universo, de la creación humana, de las

relaciones interpersonales, de las cosas bien hechas por los demás y, especialmente, por uno mismo. -Desarrollo de la capacidad de sobreponerse a la natural inercia y decidirse a hacer cosas,

ejercicios mentales, que lo mantienen a uno vigente.

7.3.b) Versión de Vicky

La intuición, la imaginación, la fantasía, la libertad, la creatividad. La capacidad de vivir emociones y compartirlas, el establecer vínculos efectivos. La capacidad de escucha, la empatía, el respeto, la tolerancia.

7.4. Piensa en una planta que pudiera llegar a ser la "planta de la salud". Inventa un cuento, fábula o leyenda que lo fundamente.

Respuesta:

7.4.a) Versión de Richard

La planta de la Salud

Este cuento está basado en una vivencia totalmente real. Iba una vez por un sendero, al interior de Lo Castro, en el cordón costero, en plena primavera. La quebrada se había llenado de color y aroma, no había brisa, cuando de repente contemplé a

mi derecha una planta florida con los colores de la Transmutación y del poder -violeta y azul-; fue tanta su belleza que la acaricié en su aura, sin tocarla,... y la planta se movió, feliz con la caricia. Yo, incrédulo, no podía concebir lo que vivía y que veían mis ojos; mi mente, siempre tan cuestionadora e incrédula, me indicó comparar con las otras plantas cercanas, y ellas no se movían, y no había viento. Nuevamente acaricié la planta y ésta reaccionó a la caricia. Desde ese día la llamo la planta mágica, porque asombra, hace feliz a quien la ve y acaricia. ¡La planta de la Salud!

7.4.b) Versión de Bolívar CUENTO

SALUDABLE

NO HAY SALUD QUE RESISTA

Los diligentes y esforzados cofrades, hebdomadarios contertulios del Centro de Estudios Las Casualidades, ya habían estrujado hasta extremos increíbles sus agotados cerebros pensando inéditas explicaciones, solicitadas persuasivamente por el carismático facilitador y buscadas entusiastamente por todos; era una especie de fiesta semanal, esperada con ansiedad. Lo terrible de la situación esta vez era que no había ninguna explicación razonable posible, por lo menos a la vista..., de manera que los pobres aprendices de guías simplemente tendrían que inventar sus explicaciones a pulso. Ya habían pasado antes por la planta del amor (ganó la rosa), de la amistad (esa fue el jade), y luego alguna otra. Esta

semana estaban todos buscando relaciones aprovechables sobre la salud, esa misma que algunos, elegantemente, prefieren llamar eutaxia.

Una primera aproximación, que pasó por la cabeza de todos, fue pensar en el aloe vera. De los no sé cuántos aminoácidos que requiere el buen funcionamiento del cuerpo humano y que no es capaz de sintetizar por sí solo, el aloe vera tiene la requetemayoría, de manera que su ingestión, cuidadosamente dosificada, puede ser muy conveniente. Ahora , como el cuerpo humano no los puede almacenar todos en forma permanente, sería necesario mantener a lo largo del tiempo el tratamiento con aloe vera, una y otra vez, en I oí uní indefinida. Y eso sería -para los ecologistas y sobre todo para el mismo aloe vera- francamente catastrófico. Imagínate seis mil millones de mamíferos parlantes arrasando al unísono con todo el aloe vera del planeta. Ergo, ipso facto, descartada la postulación del aloe.

Otra tentativa: ¡el gingseng! Planta maravillosa, capaz de sensacionales milagros en el campo de la salud. Pero…, ¿son verdaderos esos milagros, o sólo publicidad? Además, esas horribles raíces antropomorfas sugieren vitandas ideas de canibalismo, muy poco poéticas, por cierto. Descartado también el gingseng.

Los postulantes a guías estaban perplejos. Incursionaron esperanzadamente por el terreno de las hierbas medicinales: paico, matico, canchalagua, ruda, sietevenas, boldo y qué sé yo cuántas más. Tampoco encontraron inspiración suficiente, de manera que un buen día todos los emprendedores estudiantes se pusieron de acuerdo para encontrarse junto a un rico asado a fin de discutir calmadamente entre todos el asunto y llegar a una versión colectiva y unánime o, por lo menos mayoritaria, que diera digna satisfacción a la tarea pendiente. 42

La reunión, realizada en un lugar que prefiero mantener en reserva, resultó muy entretenida, con muchas risas y abundantemente regada. Los diversos puntos de vista se sucedían uno a otro, y las libaciones se multiplicaban alegremente. Se decía "salud" y se volvía a decir "salud". Salud por Las Casualidades, salud por el facilitador, salud por el Curso., salud por el mundo y ...¡salud por la tarea terminada! En efecto: precisamente cuando todos alzaban sus copas y decían "salud", de todos los presentes surgió espontá-liminienle. por derecho propio y abrumador reconocimiento unánime, la designación de la uva - la magnífica uva, la dichosa parra, la benemérita vid- como la única y legítima planta de la salud. Naturalmente, como corresponde entre gente educada, se brindó con mucha gratitud por la eterna preservación de la uva en el universo.

Bueno, de esta manera los dedicados y ejemplares alumnos del Centro Las Casualidades cumplieron oportunamente con su tarea y fueron todos felices y comieron lombrices. Y colorín colorado. Chao, hasta la próxima. ¡Salud!

7.4.c) Versión de Lidia

LA MANZANILLA

Paseaba un sabio por un bosque, buscando el elixir de la vida, miró las hermosas rosas y pensó "esta flor podría ser la que busco, pues con su hermosura te haría sentirte subyugado y olvidarte de todos los dolores del cuerpo". Estaba pensando en esto, cuando vio a una anciana que recogía flores de manzanilla en una canastita. Preguntóle el sabio para qué recogía esa flor tan fea e insignificante, y la anciana le contestó: "No sólo en la hermosura está la sabiduría; esta plantita, con ser tan humilde, te puede quitar la mayoría de los males del cuerpo, contiene un sedante que te tranquiliza y te hace sentir mucho mejor, y a la vez te quita los dolores, y su aroma no tiene nada que envidiarle a tu hermosa rosa" Quedóse el sabio meditabundo por unos instantes, y luego contestó a la anciana: "Tienes toda la razón, esta plantita será el elixir de la vida"

7. 4. d) Versión deLucy

LA PLANTA DE LA SALUD

EN una ciudad donde hay muchas personas que sufren stress, se generó el siguiente diálogo entre los niños de un barrio nuevo.

- Ángela, ¿viste como está de hermoso nuestro jardín? - Sí, ha cambiado totalmente la fachada de tu casa desde que plantaron esas enredaderas de la entrada. -Lo que pasa es que al estar tan cerca de la puerta, está cambiando el rostro de todas las personas que entran en casa. -¿De verdad? No sabía que las plantas cambiaran la cara... -Claro que la cambian Ángela, desde que la plantita de la entrada floreció, mi mamá anda contenta y está con su cara más bonita. -Qué bueno, ¿y eso también te tiene contenta? -Claro, porque me gusta conversar con ella y verla contenta; cuando se ríe más, se ve más joven y me gusta verla así. ¡Ah! te voy a contar un secreto, yo le puse nombre a esa plantita, y es "La planta de la salud" -¿Porqué de la salud? -Porque todo el nerviosismo y la depresión de la mamá desapareció y eso se lo agradezco al aroma que tiene ese jazmín de la entrada, ya que ella dice que el aroma de esa planta la traslada a lejanos lugares desconocidos, donde aprendió a cuidar plantas aromáticas que ayudan a sanar. -¿Y tú le crees? -Claro que sí, porque cuando ella me enseñó a regar el jardín a pie pelado, sintiendo el contacto del pasto mojado en mis pies, me contaba también que el olor de algunas plantas ayudaba tanto a las personas sensibles, que podían sanar de cosas nerviosas con sólo olerlas. Lo que pasa es que ella se olvidó de eso, desde que trabaja tanto en esa oficina en

que está, pero cuando la planta se llenó de florcitas blancas, y me fui dando cuenta del cambio en la mamá, no me cupo duda que era el aroma que respiraba al salir y al entrar a la casa el que la sanó de su stress. ¡Qué bueno! Me gustaría regalarle una plantita de esas a mi Nona, para que no pelee con mi Tata, porque ellos discuten mucho. Yo te voy a regalar un pedacito de mi planta de la salud para que se la lleves. Te apuesto que les servirá y además les va a adornar su casa.

7.4.e) Versión de Vicky "PLANTA DE LA

SALUD"

La espuela de galán, porque es curativa de hematomas, porque se puede jugar con la hoja y una gota de agua, porque sus flores son lindas de tonos amarillos, naranja y rojo oscuro (y además se comen).

Otra planta de la salud puede ser el nomeolvides, por su nombre, por sus flores sencillas y azules, por el verde discreto de sus hojas.

Esto de la planta de la salud me recuerda a Violeta Parra y su «Jardinera".Violeta Parra misma, con su vida, su música y hasta con su nombre, es una verdadera planta de salud. Flores, uvas, vino.

7.5. ¿Cómo podría entrar la poesía en una concepción de salud integral?

Respuesta: .


Poesía, entras con elegancia, colorido y fragancia, como una mujer hermosa que encanta a todos quienes la miran, acelerando los corazones y la respiración. La secreción hormonal se desata, las feromonas inician su acción de gozo, la irrigación sanguínea llega hasta los lugares más recónditos de mi cuerpo, la piel exuda las toxinas, el cerebro se activa y se alerta, los sentidos se afinan, y yo soy feliz... muy feliz.

CEDULARIO N° 8 SALUD Y POESÍA DE LOS GRUPOS

8.1. En líneas generales y a lo largo de tu vida, ¿cuál es tu historia como miembro de diversos grupos? ¿Qué papel has jugado en cada uno de ellos? ¿Cómo te has sentido?

Respuesta:


Mi inclinación natural es más bien el aislamiento. Creo que no me habría dolido estar alejado del mundo en el papel de Robinson Crusoe. Sin embargo, durante toda mi existencia he formado parte de diversos grupos, varios simultáneamente. Pienso que eso ha sido debido a que la acción de uno es más fértil, más útil, si se realiza en conjunto con otras personas. Dicho en otra forma, para lo que uno hace llegue a servir de algo, es necesario combinar el esfuerzo propio con el de otros, de otra manera es trabajo perdido. Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero, o, si prefieres, la unión hace la fuerza. Para ser bombero, lo más práctico es ingresar a una compañía de bomberos, lo que parece bastante más sensato que pasearse por las calles cargando un balde con agua "por si las moscas". Entonces, hilando delgado, podría decir que he formado parte de muchos grupos, por estricta necesidad social, aunque, en rescate de mi propia valoración personal debo aclarar que no he "pertenecido" a ninguno, nunca he sido pertenencia de nadie, por suerte. Así, a los ocho años, ya era boy scout. En la secundaria, por cierto, formaba parte de todas las actividades extracurriculares del colegio (menos las deportivas, que nunca me han gustado). Participaba en el Coro (secretario general); en el Centro de Alumnos (presidente); en el club de ajedrez (presidente); en la Federación de Estudiantes Secundarios (miembro de la directiva); Después, formé parte de clanes universitarios (en la directiva); fui bombero, participé en política en el sur (secretario regional de organización de un partido de izquierda); tuve cargos menores en la ANEF. También formé parte de algunas organizaciones de corte esotérico. Por cierto, clubes varios también. ¿Cómo me sentía? Para decir verdad, muchas veces me sentí, en alguna medida, "obligado". Uno tiene que responder a lo que el grupo espera, dentro de lo razonable, claro. Muchas veces también me sentí hombre de minorías, con puntos de vista que no habrían sido compartidos -ni siquiera comprendidos- por mis circunstanciales compañeros de ruta. Por eso hago expresamente la salvedad de no haber "pertenecido" a nadie. Júntate a los buenos y serás uno de ellos.

8.2. Describe una familia que conozcas bien. ¿Cómo se dan en ella las relaciones personales entre los integrantes? ¿Las relaciones que se establecen con los ajenos a la familia?

Respuesta:


FAMILIA DE BUENA SALUD

Siempre admiré a una joven viuda. Quedó, a la muerte de su esposo, con dos hijos pequeños y uno por nacer. Su relación con sus hijos fue siempre extraordinaria, con mucho amor y cariño. Los formó y educó como gente de bien, no teniendo ella ninguna educación, y a la vez ha sabido mantener una excelente relación con sus vecinos y amigos.

Actualmente todos sus hijos están casados, y ella tiene seis hermosos nietos.

8.3. Recuerda un momento especialmente poético en tu vida familiar durante tu niñez.

Respuesta:


El zapateado de Hipólito

Quiero recordar una anécdota de mi lejana infancia, ocurrida en mi casa, que no sé si es o no poética en alguna forma, pero sí tiene mucho de expresividad del contenido emocional de un hombre valioso. Es algo relacionado con música de violín, con el "Zapateado", de Sarasate, exactamente. Mi padre, de origen muy modesto, muy jovencito todavía, en cuanto estuvo titulado de profesor primario en una escuela normal de provincias, sin haber ejercido la carrera ni un solo día, se vino a Santiago a estudiar a la universidad, pagándose su permanencia en la capital sirviendo un cargo de inspector en el Instituto Nacional. Junto con él se vino otro compañero recién titulado también de profesor primario y que quería igualmente estudiar en la universidad. Ambos lo consiguieron, con una dedicación y empeño dignos de aplauso, obteniendo dos títulos universitarios cada uno de ellos. El caso es que se hicieron muy amigos. El compañero de mi padre, a quien llamaremos Hipólito, poseedor de una tenacidad a toda prueba, se propuso aprender alemán y lo hizo. Luego quiso aprender violín, como arduo desafío a sí mismo y prometedor hobby. Conociendo a Hipólito, era de suponer que claro que iba a aprender violín, y por cierto que sí aprendió, pero sus ambiciones volaban demasiado alto y acometió la ejecución del "Zapateado" de Sarasate, que exige una digitación endemoniada que, lamentablemente, no estaba todavía a su alcance. Pero el animoso amigo de mi padre no se dejaba vencer así como así y perseveraba incansablemente en su propósito; sin embargo, cada vez que llegaba a una parte especialmente complicada de la ejecución, se equivocaba..., y se volvía a equivocar sin remedio en el mismo pasaje en cada nuevo intento. Y le decía a mi padre: "Pedro, este Zapateado no me la va a ganar, vas a ver". Y, a pesar de todo su empeño, se volvía a equivocar en la digitación de la parte difícil una y otra vez. Pero todo tiene su desenlace algún día, y en la ocasión que estoy relatando llegó Hipólito a la casa con su violín debajo del brazo: "Pedro, ¡por fin le gané a Sarasate!, ahora ya no me equivoco en esa parte difícil". Entonces Hipólito sacó solemnemente el violín de su estuche y acometió con entusiasmo la célebre y difícil partitura, pasó con soltura increíble por enrevesadas fiorituras, llenando el escritorio de mi padre con maravillosos acordes... hasta que llegó al pasaje maldito. Ahí, de nuevo, se cayó Hipólito una vez más,... pero ésta sí que fue realmente la última. Ya nunca más le volvería a pasar el mismo infortunado traspié: Hipólito tomó su violín, lo contempló unos instantes con expresión de supremo disgusto y luego lo tiró al suelo con irrefrenable exasperación y se puso a saltar encima profiriendo palabras no convenientes para los inocentes oídos de un niñito que miraba la escena con explicable asombro. Ese fue el fin de la carrera musical de Hipólito, y fue también el lamentable fin del violín, que resultó herido de muerte, cruelmente zapateado por el frustrado músico aprendiz. (A veces pagan

justos por pecadores). Por eso, después de sesenta años, guardo todavía imborrablemente el incidente en mi memoria y cada vez que escucho el "Zapateado" de Sarasate, mi evocación vuela en línea directa hacia ese inolvidable "Zapateado de Hipólito", postrer intento musical de un malogrado virtuoso del violín... Mi recuerdo de hoy es un muy cordial y nostálgico homenaje a esos dos buenos amigos, el tío Hipólito y mi padre. ¡Que la armonía perfecta del universo endulce el descanso de ambos!

8.4. Da un ejemplo de una posible "enfermedad grupal".

Respuesta:

8.4.a) Versión de Bolívar Creo que es una enfermedad de la sociedad la existencia de personas que esperan que el

Gobierno, o terceros que no tienen nada que ver en el asunto, se encarguen de solucionar todos sus problemas, sin asumir personalmente ellas mismas su propia responsabilidad. Hace muchos años atrás me correspondió como bombero asistir a un grupo de inundados con un temporal y ayudar a trasladarlos a albergues habilitados en el Estadio Nacional. Nuestra compañía de bomberos asumió, por consideraciones humanitarias, una especie de patrocinio sobre un grupo de damnificados refugiados en el estadio, a los que estuvimos llevando por un buen tiempo una razonable cantidad de abastecimientos que adquiríamos de nuestro propio bolsillo. Cuando íbamos a dejarlos, veíamos a los hombres, en camiseta, jugando siempre a la rayuela, y a las mujeres sentadas al sol conversando o chismorreando. Nadie entre ellos hacía ningún esfuerzo por mejorar de condición; al parecer estaban contentos con su destino de jugar indolentemente a la rayuela mientras otros más diligentes les traían los comestibles. Sin embargo, eso no era exactamente así, porque sí pudimos comprobar que había entre ellos algunos espíritus emprendedores que desarrollaron una iniciativa para mejorar colectivamente de fortuna: se organizaron y mandaron una delegación formal a hablar con nosotros. Nos encararon con decisión y nos preguntaron muy molestos -en el pedir no hay engaño- si creíamos que ellos eran animales…, porque no les llevábamos postre. La culpa no la tiene el chancho... Y esto, que señalo como caso anecdótico, no ha perdido su vigencia. Una parte de la sociedad, que no se esfuerza por sí misma, no es útil para sí ni tampoco para los demás. Una sociedad que tiene un porcentaje significativo de gente en esas condiciones, es una sociedad enferma, como lo es una persona con fiebre: la persona entera es la enferma y no sólo la anormal temperatura. Ni siquiera puede culparse a la fiebre, sino al enfermo que no supo o no quiso cuidarse en forma debida. La fiebre (supongo) no es la culpable de la enfermedad, sino su consecuencia. Por otra parte, una sociedad que cultiva discutibles valores, en que se distingue más a un boxeador triunfante que a un catedrático o un premio Nobel, es una sociedad enferma. Una sociedad que deja de lado su propio idioma para escuchar sólo canciones en inglés, está mal. Cuando las tiendas más criollas se disfrazan con nombres extranjeros y los avisos en la televisión muestran exclusivamente gente rubia... ¡ en un país de “cabecitas negras"!, algo anda mal. Hay muchísimas cosas más, pero sólo se pidió un ejemplo: aquí me quedo.

Falta Dibujo

CEDULARIO N° 9 CULTURA, COTIDIANIDAD Y POESÍA

9.1. ¿En qué sentido puede contribuir la poesía a la creatividad social?

Respuesta:


La poesía la escriben los poetas y ellos generalmente se han rebelado contra las normas y prohibiciones autoritarias que impone la sociedad, para poder desarrollar su vasta imaginación, entonces pueden hablar de cosas nuevas, ellos son contempladores de ideas, se energizan con lo subjetivo, juegan con la realidad, contemplan su realidad y la describen con amor, con belleza. Ellos tienen su cabeza llena de ritmos; la que es una verdadera caja de música, y esta particularidad, sumada a un buen dominio del lenguaje, lo transforma todo. Entonces, lo que necesitamos para contribuir a una ampliación de la creatividad social, es utilizar las capacidades naturales que tenemos todos los seres huma nos, reprochando los sistemas autoritarios, tomando conciencia de esta lacra que nos involucra a todos para poder usar nuestra creatividad aportando al desarrollo de nuevas formas de fomentar la imaginación para dar soluciones ingeniosas a la cantidad de problemas sociales que enfrenta la humanidad. ¡Qué gratificante es comprender a tiempo lo que le están enseñando! Una buena forma de fomentar la creatividad social sin duda es la poesía, ya que esta flexibiliza y armoniza los temas más álgidos por medio de su ritmo y su lenguaje. (

¡Qué interesante relación!y eso se trasmite hacia fuera, comunicando ya sea por trabajos grupales o mediante el mundo de las ciencias o las artes, desde lo físico hacia el saber.

9.2. ¿Qué llamarías tú "persona culta"? ¿Cuáles son sus características?

Respuesta:


Llamaría persona culta a la que tiene conocimientos reales de lo que ha aprendido, ya sea en el camino recorrido mediante la experiencia reflexiva, o la que ha tenido acceso a la información, internalizando la esencia de su búsqueda en su actuar cotidiano. Estas personas se caracterizan por ser muy buenos escuchadores; armonizan sus conocimientos intelectuales con sus acciones; rara vez se jactan de su saber, diría que son personas sencillas que vivencian su saber, sin grandes protagonismos, al menos los que han superado la etapa de refocilación del ego. No necesitan demostrar nada, simplemente son cultos, 50

9.3. En general, ¿qué nociones existen en nuestra cultura sobre lo que es "guía"?

Respuesta:

9.3.a) Versión de Norma

GUIA

Todo el encanto de un guía lo que tiene para dar

debe ser positivismo creativo y personal,

eso es parte de la entrega que cautiva a los demás.

Para dar a conocer todo tu conocimiento la confianza debe ser

base del convencimiento.

Falta Dibujo

CEDULARIO N° 10

VIDA COTIDIANA, SALUD Y DESARROLLO PERSONAL

10.1. Imagínate una localidad en que toda la población fuera permanentemente iracunda, rabiosa. Inventa un cuento o leyenda destinado a explicar cómo se llegó a ese clima emocional.

Respuesta:

10.1.a) Versión de Bolívar Cuento

pecaminoso. VACACIONES EN ESPIGAL.

Espigal no es un pueblo cualquiera, porque es cosa sabida que lo fundó el diablo en persona -en la medianoche de un viernes muy lluvioso- hace ya varias décadas. La historia dice que, después de innumerables jornadas cumplidas a conciencia en el infierno, el diablo anhelaba unas buenas vacaciones en un lugar apartado que le recordara su propia casa, pero en el que pudiera descansar tranquilo, sin tener que estar día y noche de guardia vigilando sin parar que sus inconformistas e involuntarios huéspedes quedaran bien asados por parejo desde todos los ángulos, que recibieran con puntualidad los golpes reglamentarios y que pasaran convincente hambre. Los alaridos de los condenados ya empezaban a cansarlo y se le hacía demasiado monótona la existencia con esa rutina interminable, en que parecía que el condenado mayor era él mismo, al tener que soportar por eternidades la compañía de milicos, curas, cuidadores de autos y toda esa abundante fauna de parásitos que produce la sociedad humana.

Cuando el diablo era chico, soñaba con llegar algún día a ser el jefe de un infierno enorme, con todos los refinamientos imaginables de crueldad y eficiencia punitiva.... ¡cómo gozaba imaginándolo!, pero ahora que había cumplido sobradamente sus aspiraciones más siniestras, se sentía cansado y abúlico. No es que su infierno estuviera mal, sino que él mismo necesitaba un respiro y, tal vez, echar unas cuantas canitas al aire. (Nadie tendría por qué saberlo).

¡Sí! Las vacaciones estaban decididas. El diablo llamó a su fiel ayudante Asmodeo y lo instruyó pormenorizadamente sobre el manejo del infierno en su ausencia, ya que él se iba a tener que ausentar por un tiempo para inaugurar una nueva sede infernal en otro lugar que ya tenía elegido. Asmodeo le dio las mayores seguridades de buen desempeño y le dijo que no se preocupara, que fuera tranquilo nomás.

Entonces el diablo, con beatífica sonrisa, enrolló cuidadosamente su cola para que no se le viera, se disfrazó de alcalde y se vino a Chile, porque le habían dicho que es un 52

país muy lindo y con mucha gente mala, entre la que él podría sentirse a sus anchas. Así fue como, una noche muy oscura y húmeda, el diablo fundó Espigal y se autoproclamó

alcalde. Para que el lugar no fuera demasiado diferente de su propia casa, se encargó personalmente el diablo de dotarlo de una atmósfera pesada, un aire irrespirable y contaminado, que a él le parecía un exquisito perfume. Luego, para hacerlo cómodamente incómodo -o sea, cómodo para él y muy incómodo para los demás- le puso locomoción colectiva, bastante mala, naturalmente. Y trajo, desde escondrijos que solamente él conocía, una abundante dotación de maleantes, traficantes, vagos y pordioseros. Para coronar debidamente su obra, y dar un típico toque infernal a Espigal, puso algunos regimientos, trajo frailes, cuidadores de autos y muchos periodistas mentirosos y copuchentos.

A medida que gozaba de sus vacaciones, haciendo de alcalde en Espigal, fue completando su obra con crispante congestión vehicular, restricción en la circulación, alzas continuas en los precios de las cosas, cesantía, programas cada vez más estúpidos en la televisión, abundante alcohol, drogas y chipe libre a la delincuencia... El diablo estaba encantado, lo estaba pasando en grande. ¡Esas sí que eran vacaciones! Entonces, como broche de oro, distribuyó generosamente entre toda la población aquello que tenía reservado para el momento culminante de su creación: una verdadera obra de arte infernal, una especie de postre del averno, o sea, una nueva maldad que tenía que ver precisamente con el nombre del pueblo recién fundado.

Espigal, ("E-S-P-I-G-A-L"), había sido etimológica y cuidadosamente escogido por el diablo para el perfecto desarrollo de su plan diabólico. El asunto es que el demonio-alcalde, o el alcalde-demonio, repartió en forma generosa e igualitaria entre todos los vecinos del lugar, una tremenda cantidad de envidia entre unos y otros. Era su aporte a la vida social del pueblo y una especie de homenaje a la letra "e", la primera de Espigal. Para la segunda letra, la "s", repartió soberbia. En la tercera letra, "p", se reía a gritos mientras derramaba invencible pereza sobre los habitantes del pueblo, grandes y chicos, hombres y mujeres. En la cuarta letra, la "i," se esmeró mucho más, de manera que la ira que repartió entre todos se tradujo de inmediato en gritos y bofetadas que podían oírse desde lejos. Para las últimas letras, “g”,” a” y “1” repartió gula, avaricia y lujuria. Era la culminación de su acróstico infernal, que había madurado largamente en sus interminables turnos de vigilancia. El diablo estaba muy satisfecho de sí mismo, porque había logrado sembrar en terreno fértil los más populares vicios del mundo, tan populares que los llaman algo así como pecados capitales, o de la capital, o tal vez del capital. No estoy demasiado seguro al respecto, por lo que pienso que habría que formar una comisión que lo estableciera seriamente con algún método de investigación digno de confianza.

¿Será casualidad que todos estos pecados tengan nombres femeninos?... No hay que ser malpensados ni sacar conclusiones precipitadas, porque las siete virtudes también tienen todas nombres femeninos. ¿Viste?

Bueno, amigo mío, esto que te he contado explica por qué en Espigal siempre ha

Falta 54-55 CEDULARIO Nº11

NERUDA

11.1. Imagina un diálogo al "alimón" entre Neruda y su padre, a propósito del modo de ser de la "mamadre".

Respuesta:


José del Carmen (Se dirige a su hijo de unos 12 años, luego de comer y beber su humeante comida nocturna, luego de un arduo día de trabajo): Mañana te llevaré a que me ayudes. Debo ir a Boroa a buscar más ripio para reparar las líneas que van a los aserraderos. Neftalí: Pero, ¿te puedo ayudar realmente en ese duro trabajo…? José del Carmen: Eso es lo que deseo, que aprendas a conocer la rudeza del trabajo de los hombres. No me gusta que Trinidad te prodigue tantas caricias y te consienta celebrándote las leseras que le escribes en las tarjetas de cumpleaños.

Neftalí: Ella comprende bien lo que le escribí, yo quiero seguir leyendo y estudiando junto al calor de la estufa mientras ella nos hace la comida. José del Carmen: Ya está dicho, mañana iremos en mi tren apenas despunte el alba. La lluvia está haciendo de las suyas en los tendidos de rieles, así es que hay que reparar largos tramos hacia la cordillera y en los aserraderos se necesita sacar la madera. Neftalí: ¡Qué bueno! Me encanta ir hacia los bosques, el aroma de la madera me transporta a lejanos lugares. Me gusta jugar en los cerros de aserrín húmedos con olor a avellanos. José del Carmen: Yo no te llevaré a jugar. Necesito que ayudes a desparramar el lastre y que aprendas como hay que ser de fuerte para dirigir la máquina de un tren, quiero que sepas por tus propios ojos cómo trabaja la máquina, parece un demonio cuando se calienta el carbón. Eso es lo que necesitas tú, no los cuidados que te dan en casa. Le vivo diciendo a tu madre que te muestre la dureza con que me gano el dinero. El trabajo de un hombre es rudo, necesita de fortaleza, no de frágiles escritos que no alimentan a nadie. Neftalí: Mi madre es una santa; ella me alaba lo que escribo y estudio, porque me conoce muy bien y sabe lo que me entretengo en esas cosas cuando la acompaño en la cocina. La quiero mucho, así es que con gusto iré a su tren Capitán, pero a ella no la rete por comprenderme. José del Carmen: ¡No vengas tú a decirme lo que debo hacer! Tengo muy claro como debo educarte; así es que a acostarte para salir mañana. Neftalí: ¡Hasta mañana, padre!

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11.2. Inventa un cuento, fábula o leyenda que pudiera servir de contestación a la pregunta de Neruda:

"Dónde está el amor muerto El amor, el amor, Dónde se va a

morir" (Terusa, Memorial de Isla Negra)

Respuesta:


DE EUTRAPELIA Y OTRAS COMPLICACIONES

¿Dónde está el amor muerto, el amor, el amor, dónde se va a morir?

Eutrapelia es la virtud que modera el exceso de las diversiones,... pero cuando se exagera en ella no estoy muy seguro de que se trate efectivamente de una virtud. Adán, el padre remoto de toda la raza humana, era sumamente eutrapélico -demasiado, al parecer-o, dicho en términos más claros, era positivamente bruto. Su sentido de la moderación en las diversiones o lo que fuera, no tenía moderación. Claro, si el pobre no tenía nada que resolver, porque ya estaba todo hecho, si no tenía ningún competidor a la vista y estaba solo en el mundo -él con su mujercita-, entonces no necesitaba realmente esforzarse en lo más mínimo para ser el hombre más brillante del planeta. Y su mujer..., bueno, ella lo admiraba y, a falta de otro ejemplar más evolucionado, lo amaba.

Y digo que, más que eutrapélico, era bastante bruto, porque -a pesar de tener todas las facilidades a su favor- demoró ciento treinta años (¡...nada menos que ciento treinta años!) en verle el ojo a la papa. No podríamos afirmar seriamente, sin faltar a la más elemental lógica, que sus urgencias fisiológicas fueran muy apremiantes.

Tal vez Eva no era suficientemente atractiva, o no usaba desodorante. El caso es que, recién a los ciento treinta años de permanecer con su mujercita pilucha al lado, entretenidos ambos en excesivamente prolongados escarceos preliminares, olvidó al fin Adán por un instante su inmoderada moderación y sucumbió a las exigencias de la carne, motivo suficiente para que lo expulsaran incontinenti del Jardín del Edén, junto con su ruborosa cónyuge.

Lo que significa en buenas cuentas, digno lector, que el amor -al menos en sus manifestaciones más significativas- no se admite por ningún motivo en el paraíso terrenal y que, si el amor quiere seguir existiendo, tiene que buscar nuevos territorios donde establecer su morada, lo que puede ser en cualquier lugar del universo (no hay limitación para ello), menos en el paraíso terrenal. Ahí sí que no. Que eso quede suficientemente en claro.

Ese fue el episodio que marcó el big-bang del amor. Se estuvo gestando calladamente durante ciento treinta años y culminó con una explosión pasional de una minúscula pareja humana aquí en este planeta Tierra y se expandió luego, incontenible, por todas las profundidades insondables del espacio. Tal vez como el centrífugo pétalo de Neruda, que se extiende sin llegar a la rosa, (en este caso específico no puede llegar, porque está explícitamente prohibido por el Gran Jefe).

Por eso, a través de las galaxias infinitas, el amor prospera sin problemas, pero aquí en la Tierra -que fue originariamente el paraíso- el amor siempre ha ido cuesta arriba. Tanto es así, tanto es verdad que el amor casi no puede desarrollarse tranquilo en este apartado barrio del universo, que se ha estructurado toda una industria literario-artística que ofrece a los ávidos consumidores necesitados de amor, un dudoso sucedáneo de amor, un sustituto virtual, cual es la artificiosa pasión inventada de novelas, canciones, poemas y teleseries... Si el amor existiera realmente en cantidades suficientes, no sería necesario para nada el amor de fantasía.

Adán, que fue el único humano que no tenía ombligo (tal vez por ahí se encuentra la explicación de su excesiva eutrapelia), murió a los 930 años de edad, rodeado de infinidad de descendientes que nunca pudieron volver a su tierra de origen porque -contumaces pecadores ellos- siguieron todos también ejecutando sin mayor demora ni complejos aquello que a su tátara-tátara-tátara-abuelo le había costado 130 años de largos preparativos e indecisiones. Se ha llegado a saber que en los ochocientos años siguientes

-a ciento treinta años en promedio por cada caída en tentación- Adán y Eva reincidieron muy pocas veces más en su culpable acción precursora, pero sus desaprensivos descendientes no se hicieron ellos ningún problema de conciencia, de manera que el creativo procedimiento inicial se hizo rápidamente muy popular, se generalizó, se hizo tradicional y dicen que todavía se practica en algunos lugares.

Con todo, el amor, o, más precisamente, los amores, al menos en este atribulado planeta, no son eternos... Cada uno de ellos, igual que nosotros los humanos, tiene un punto de partida, un desarrollo y -después de una historia más o menos extensa- un final ineludible. Esos son los amores particulares, que fatalmente van muriendo uno por uno, mientras el Amor Universal sigue existiendo vigoroso y eterno, tal como los hombres y mujeres -mortales por definición- han seguido disciplinadamente el ejemplo hasta ahora nunca desmentido de nuestros antepasados, de irse muriendo también todos uno tras otro a su debido tiempo, mientras la humanidad sigue en pie y no muere. (Y si no muere es precisamente gracias al amor y al invento multiplicador de Adán).

Cuando los amores -esos fugaces amores particulares- mueren, a veces dejan dolor y desolación, especialmente cuando el ardor muere sólo para uno de los dos involucrados, mientras el otro, en quien el amor no ha muerto todavía, queda sufriendo -según dicen los entendidos- la más desgarradora amargura que puede experimentar el ser humano. Otras veces, sin haber dejado de amar, es la persona la que muere, llevándose su amor al infinito y dejando agonizante el amor de su pareja.

Dícese que el amor hace pasar el tiempo, y el tiempo, el amor. Esto significa que cuando el amor simplemente se marchita por descuido mutuo y un buen día se encuentran ambos ex-enamorados con la ausencia total del sentimiento que antes los unió, entonces no hay dolor propiamente tal, sino vacío, ganas de nada.

Pero todo se cura con el paso del tiempo y al final es posible que un nuevo amor florezca para cada uno de ellos, o que al fin el olvido -a veces cruel, a veces compasivo, según desde donde se le mire- brinde su ayuda eficaz.

Y el amor unilateral, aquel que nunca fue correspondido y no alcanzó a formar una pareja, al final también muere de inanición, después de una larga senda de melancolía, inagotable vertiente nutritiva de endechas, suspiros, novelas, poemas, suicidios o repentinas vocaciones monacales.

Al final, todos los amores mueren. Toditos, hasta los más apasionados. (El amor ardiente pronto se enfría). O mueren antes que la persona, o mueren con ella, pero de todas maneras alguna vez dejan de existir, por lo que deberemos entender que todos los juramentos terrestres de "amor eterno" sólo significan realmente "te amaré hasta que tú lo permitas, o hasta que me muera yo o te mueras tú, pero de ninguna manera pienso seguir amándote después de muerto yo".

Todas estas vicisitudes de la relación de pareja son estrictamente humanas, terrestres. Si los amores -nótese bien- se han extendido por los cinco continentes de la Tierra y sus vastos espacios oceánicos, de alguna manera siguen todavía sujetos a la prohibición establecida primitivamente en el legendario Jardín del Edén y por eso suelen pasar tantos problemas antes del inevitable final, mientras que -por el contrario- en el resto de las galaxias el amor florece vigoroso y fructifica sin trabas, dando felicidad sin término a todos los enamorados.

Sólo aquí en la Tierra el amor puede producir lágrimas, lo que damos por suficientemente establecido puesto que nunca hemos sabido hasta el momento de un selenita llorando o algún habitante de Aldebarán o de alguno de los innumerables soles y planetas sufriendo penas del corazón por causa de amor infortunado.

Cuando los amores mueren, amigo mío, y te aseguro que todos mueren, van al cementerio de los amores, ubicado exactamente en el tercer planeta del Sistema Solar.

11.2.b) Versión de Lucy

CUENTO PARA CONTESTAR PREGUNTAS DE NERUDA

Amores tenemos muchos en la vida. Nacemos desde una expresión de amor, la que influye tanto en nuestro desarrollo marcándonos mediante el recuerdo ejemplificador o como signo de advertencia. Creo difícil olvidar los amores; veo la pregunta de Pablo dirigida a la reflexión posterior, impresionado como cambiamos las personas ante estimulos divergentes, produciéndose a veces una polarización extrema de lamentables consecuencias.

En lo personal creo que los amores del pasado dejan recuerdo y a veces crecen con la idealización, pero también estoy consciente que la esencia del amor no es un intercambio de sentimientos que retribuir; quiero a pesar de... no te amarro, simplemente te quiero, aunque eso signifique sufrir, sangrar o lo que sea, pero la muerte propiamente tal, me parece fuera de los sentimientos, se transformará, evolucionará, pero cenizas quedan, dicen por ahí... ¡Ah! pero la pregunta es otra. Aquí va el cuento.

Conocí una Manuela joven en la edad de soñar con el amor. A pesar de tener un novio de su edad, tuvo la ocasión de conocer a un compañero de trabajo más de cerca, debido a que ambos debieron dedicarse a realizar un trabajo juntos en otra ciudad. Los trayectos confabularon en su recién nacida atracción alimentando una gran admiración que al parecer era mutua. El compañero de oficina era mayor y tenía una familia bastante agradable, lo mismo el novio de Manuela, pero la atracción crecía por el lado más peligroso: la valoración de las características propias de cada uno, a pesar de que los dos luchaban en contra y a favor de este naciente amor.

Pasaron muchas cosas, difíciles de enumerar, hasta que la razón y la ayuda de amigos que deseaban lo mejor para ambos, más una beca en el extranjero para él, ayudaron a separar a esta pareja por ser inviable. Pero el amor no murió, al menos por parte de Manuela, varias veces la encontré en los círculos que antes había compartido laboralmente, a pesar de haber constituido una familia a esas alturas. Un día le pregunté haciéndome la distraída ¿Qué pasó con ese amor imposible que tuviste?

-Nunca más lo vi, sé que ha estado un par de veces de vacaciones por acá, pero he sabido que continuó con su vida lejos, al otro lado del mundo.

-¿Y eso que te ha producido?- pregunto curiosa. -Nada, me parece bien- me contesta rápida, para luego agregar en tono confidencial: -La verdad

es que siempre que vengo a esta ciudad, inconscientemente lo he buscado, en la calle, en los lugares de su interés, sin resultados reales, pero no porque su recuerdo esté colmado del amor que le profesé. Mi deseo escondido es verlo para saber como lo trató la vida y para que compruebe a su vez en mi madurez, lo importante que fue él en mi desarrollo. Nunca olvidaré lo que influyó en mi vida; pero nada más.

-¿Nada más? ¿Cómo puedes afirmar algo que no has enfrentado, pero que tu inconsciente busca aún, a pesar de los 15 o más años que esto pasó, dirías que el amor se murió porque después viviste otros amores?

-No amiga, justamente por eso lo busqué, porque ese amor se trasformó en agradecimiento, en experiencia de vida, en....

Noto un nudo en su garganta, por lo tanto la abrazo y suavemente la cambio de tema. Yo sólo deseaba responderle a Pablo que el amor no muere, se va alejando, transformando, entrampando, pero acaso ¿ se murió el amor de él por su mamadre que lo comprendió y crió como si fuera su propio hijo? Y aunque él no lo sabe, nos dejó a todos como parte de su herencia el gran amor que sintió por ella, reivindicando la relación de las madrastras de los bellos cuentos clásicos que tanto nos hicieron sufrir de niños.

11.2.c) Versión de Richard

El amor que ha muerto se va a una dimensión poco conocida y distinta de la nuestra, donde ya no tiene ni la capacidad ni la gracia de expresarse en nuestra tercera dimensión, se mantiene en suspenso y su vida se va extinguiendo hasta que muere de inanición como una muchacha anoréxica que pierde la conciencia de su propio ser e identidad. La imagen y semejanza divina deja de tener expresión humana y desaparece como un fantasma en la bruma del bosque.

11.3. Inventar un cuento ocupando varias metáforas de Neruda.

Respuesta:


Lluvia, pobreza, perro, ola, océano, sol, playa, pájaros. "Segunda

oportunidad".

Agua del tiempo y del cielo, cola mojada del planeta: seguía lloviendo desde hacía ya demasiado tiempo y el cielo se veía más oscuro cada vez. No se podía salir ni siquiera a buscar alimentos, lo que por otra parte hubiera sido inútil, pues en la ciudad ya no quedaba nada y la pobreza -diente maligno que hasta ahora ha mordido el corazón del hombre- mordía no sólo su corazón, sino también su estómago, su esperanza y su dignidad. A medida que las necesidades aumentaban, la solidaridad entre las gentes iba desapareciendo: es fácil dar cuando sobra, es posible compartir cuando todavía hay, pero cuando hay poco cada cosa origina una guerra.

Cuando ya no queda nada, las guerras terminan, pero eso no es la paz, sino la nada, un lento sumergirse en la soledad total.

Enriqueta abrazó una vez más a su perrito regalón. Era la única compañía que le quedaba. Los grandes habían salido hacía tiempo a buscar alimentos y ayuda, pero no habían regresado. Con seguridad ya no podrían volver nunca más.

Enriqueta y su inseparable amigo peludo no tenían ya comida, ni luz, ni fuego. Sólo pena, impotencia, frío, miedo, incertidumbre y dolor. Su único bien en el mundo era el consuelo de estar juntos. ¡Pobrecito Polo, pequeño león desorientado! Era el único ser viviente que nunca le había causado una decepción.

La inundación seguía subiendo más y más. Una inesperada ola penetró por la ven-lana. Cuando se despeñó fue sólo espuma y regresó a nacer sin consumirse, formando una nueva ola, o tal vez la misma, o acaso una anterior o quizás una ola futura. Ya no se podía saber nada con certeza. Enriqueta fue arrastrada por la ola, llevando en brazos a su pequeño, mojado y hambriento amigo. La corriente los llevaba a ambos con velocidad, pero sin violencia. Era una corriente cómoda y grata, como estar sentado en la arena.

Seguía lloviendo, pero ya no hacía frío. Las calles que pasaban a su lado desaparecían ya bajo el agua. Sólo los techos de algunos edificios más altos miraban por última vez un mundo que dejaba de ser. Subieron las aguas todavía más y en el fondo fueron quedando casas, cosas, rivalidades, envidias, odios, ambiciones y remordimientos. El agua seguía subiendo. En una nueva oleada llegaron junto a Enriqueta dos inesperados compañeros de viaje: un niño y su perrita, abrazados los dos y muy sentaditos en la corriente. Enriqueta no podía creer cuando el niño dijo llamarse Polo y que su perrita se llamaba... Enriqueta.

El nivel de las aguas subió aún más. Naufragaron colinas y montañas, sólo quedaba la piel desnuda del planeta: un gran océano sin comienzo y sin límites. Terminó la lluvia y asomó el sol - gallo del universo - que todos los días a la hora precisa despierta a los habitantes del mundo. Junto con la lluvia se fueron el hambre y el cansancio. La corriente depositó suavemente a nuestros viajeros a la orilla de una apacible y dorada playa -anillo de humedad de culebra infinita- antesala de un perfumado vergel que parecía esperarlos especialmente a ellos.

Polo y Enriqueta, tomados de la mano, ingresaron a ese jardín encantado, mientras sus amiguitos Polo y Enriqueta saltaban alegremente tras ellos. Mil pájaros de colores - hojas en libertad, campeones del aire, pétalos de humo - cantaron para ellos una gloriosa bienvenida.

11.4. Escribe una síntesis integrada de los "materiales de apoyo" sobre Neruda.

Respuesta:


Gabriela lo nombró "místico de la materia". Neruda une lo cotidiano, lo sensual, lo inmortal y lo práctico, lo nuevo y lo viejo, lo excelso y lo trágico; las mayores alturas y lo bajo de las miserias y vicios del hombre ciego, a la luz y la sangre.

Incursionó en los rincones más ignotos de la materia y del alma, argamasó la piedra con el cristal y el aliento, y creó una nueva vida... la poesía de Pablo. 11.5. Lee el poema "Muchos somos", de Estravagario. Escribe una nueva versión que se refiera a ti mismo.

Respuesta:


Creo conocerme mejor mientras duermo. Y no es un simple capricho. Sucede que mientras me alejo de la realidad, vivo interesantes anécdotas llenas de color y emoción. Interpreto los más osados papeles, convirtiéndome en protagonista total, respiro con otro ritmo, me muevo con otro peso, crecen mis capacidades, tengo más actividades, sonrío con alegría, me siento viviendo a cabalidad sin opresiones, ni límites, por lo cual me siento etérea, liviana al extremo de volar sin ninguna dificultad. Me muevo en sintonía con hermosos lugares, comparto simpáticas experiencias que me hacen reflexionar. Dirijo mis pasos por insospechados sectores, donde soy llevada por extrañas fuerzas desconocidas por mí, sin hacer ni el mínimo esfuerzo de optar, ya que desconozco a cada momento hacia donde iré después; sólo vivo...Y es que ese dejarme conducir, me produce el éxtasis de una exquisita embriaguez, donde todo es novedad, donde el viento me transporta por sus misteriosos pasillos transparentes, llenos de luz. Allí escucho las melodías más hermosas, veo las acciones más insólitas, visito a una diversidad de personas conocidas y desconocidas; como que todo es más fácil, y cuando paso por tinieblas, parece ser que me conducen con más rapidez, sólo para saber que están ahí.

Pero sucede que cuando despierto, a veces sobresaltada por el despertador o por algún ruido cercano, estas vivencias se borran, y por más que desee volver a colgarme en la nube que me encontraba, sólo se hace presente la amable cama que tantos recuerdos compartimos, produciéndome una duda increíble, ya que no sé si ahora sueño o vivo porque ese mundo que abandoné abrupta o tranquilamente, dejándome dulces recuerdos, también es parte de mí; entonces compruebo que no sé quién soy, porque aquí en el hoy y el ahora también hay una parte de mí, existiendo otra que queda suspendida, que tiene mucho más que decir, que opinar y que me acompaña por donde quiera que yo vaya.

Y creo que me conozco, pero cuando quiero hacer una descripción acertada y real de mí, me salen todas esas vivencias entrelazadas, desconcertándome y dejándome al descubierto esa hermosa parte oculta que también es mía, pero que no me pertenece y que me acompaña cada vez con más frecuencia, mezclándolo todo como si yo fuera una estatua que está en reparación.

Pero hay algo que me deja perpleja cuando lucho por conocer mis rincones, hablo sola y al preguntarme quién soy realmente, sin que nadie me llame sale espontáneamente, con letras y voces que no hay en mis sueños, mi nombre.

Falta 64-65

CEDULARIO N° 12 HUIDOBRO

12.1. Imagina una escena centrada en tener a Altazor como "Guía Poético" y a nosotros haciendo las veces de alumnos. Refiere una fantasía de cómo podría contribuir a sensibilizarnos, según su modo de ser, a los aspectos poéticos de la vida y a la existencia de los pájaros.

Respuesta:

12.1.a) Versión deLucy

Altazor: Uno de los aspectos importantes de guiar poéticamente es trasmitir el sentimiento que nos producen algunos aspectos o lugares que mostraremos. Una buena forma de introducirlos a un momento poético es contando anécdotas del lugar o de algún personaje.

Y la imaginación es la fuente creadora más importante. Ahora si ésta la acompañamos con nuestra intuición, tendremos éxito en cualquier recorrido.

Quiero relatarles lo que me sucedió en cierta ocasión que volvía de lejanos mundos, donde la luz y el sonido, son mis mejores guías junto con la intuición que me acompaña donde quiera que voy. Ese día, las corrientes de aire eran suaves, por lo tanto avanzaba como por un corredor invisible; mi paracaídas lucía su forma y colores, debido a una tenue brisa que nos hacía descender circularmente, meciéndonos suavemente. Al traspasar las pequeñas nubes que protegen la ciudad, de pronto me encontré frente a una situación que me dejó perplejo. De un gran edificio salían diferentes aves, al acercarme a observar, pude comprobar que algo insólito sucedía en ese edificio de grandes columnas. Me deslicé sigilosamente para no ser sorprendido, introduciéndome por su entrada a un gran pasillo que distribuía el acceso a varios recintos. Algunos estaban cerrados con grandes puertas, pero del que salían los pájaros, estaba lleno de estanterías en las que había cientos de libros, algunos muy bien dispuestos y otros en desorden. De un grupo de libros que llamaban la atención por su porte y colorido, salían gran cantidad de aves; me acerqué hasta tener frente a mí los volúmenes, pudiendo comprobar que las imágenes de cientos de pájaros cobraban vida, al darse vuelta las hojas con una pequeña ráfaga de viento que se introducía por una ventana alta abierta. Quedé arrobado observando este magnífico espectáculo. En la medida que salían, su transformación era completa, se atropellaban por salir; algunos se elevaban medio aturdidos, desorientados, otros lo hacían bailando, de todo había, hasta vi a un trío de etéreos pájaros que emprendían el vuelo con la armonía de una danza, como si hubieran ensayado una rutina, emprendiendo un largo viaje de liberación, conocedores de la dirección de su destino.

Mientras salía del edificio, me quedé mirando un pájaro que revisaba sus alas y 66 miraba para todos lados desde un añoso árbol que había junto a la calle. Era una gaviota, con la que sostuve el siguiente diálogo :

-¿Cómo te llamas?- le pregunto. El, incrédulo me responde -Soy Juan Salvador Gaviota, no me reconoces?- -Jamás te vi antes- le contesto, aumentando mi curiosidad nacida en el momento que salían de

las páginas del libro cobrando vida propia. -Qué raro me parece, cuando todos saben lo famoso que me hizo mi amigo Richard Bach

escribiendo sobre mis vuelos. -La verdad es que nunca oí hablar de alguien con ese nombre, pero en fin, eso es lo de menos.

Sólo quiero preguntarte qué vas a hacer con la libertad recobrada? - -Primero que nada, orientarme para viajar hacia el mar, luego volar, volar y volar para

encontrarme con mis hermanos y amigos. Luego, seguir entrenando. He descubierto que necesito llegar mucho más lejos, para conocer otras formas de vida y también probar nuevas posibilidades de descenso. Por ahí escuché decir que la adrenalina que soltamos al tener experiencias fuertes, nos despierta mil sensaciones que quisiera conocer.

-Una gaviota en busca de adrenalina, ¡Qué increíble! Y este creciente interés, ¿de dónde nace?- pregunto incrédulo.

Bueno -dice él- la verdad es que al poder continuar con mis acrobacias, quiero complementarlas con mis crecientes necesidades de saber lo que hacen otras aves que no sólo se

dedican a comer y a volar como mis hermanos, ellas estaban junto a mí en el libro de esa biblioteca-jaula que recién dejamos atrás, pero sé muy poco de ellas, quiero conocerlas, hacerlas mis amigas y aprender de ellas. De eso nada le contaré a mi amigo Richard, por lo tanto será vivido a concho.

-¿Y cuando escribió tanta cosa tu amigo Richard?- le pregunto. -Hace poco, no sé cuanto- responde. -Los hombres son tan buenos para hablar del tiempo, yo no

sé de eso, mi vida gira en otra dimensión, con otro ritmo... ¿comprendes? -Creo que sí- respondo rápido- La verdad es que yo tampoco manejo el complejo sistema

creado por los hombres, de medir y contar en un cierto orden los hechos. Eso es para ellos. -Y quién eres tú , entonces ?- pregunta Juan Salvador.... Difícil pregunta me hacía mi reciente amigo. ¿Cómo decirle que era un personaje creado, que

viajaba sin rumbo, que había servido para recrear una poesía cósmica? En ese momento fui sacudido violentamente por una corriente, la que infló mi paracaídas

conduciéndome a otro lugar felizmente, porque trabajo me habría costado contarle de mi conexión con Vicente.... ¿No creen?

Bueno, quería con esto darles un buen ejemplo de cómo conducir poéticamente hacia algún lugar, interesando a la gente con algún relato que nos haya asombrado, para imprimirle nuestro sello y cariño, porque la existencia de los pájaros tiene que ver con el I ir I lo acto de volar y usando la imaginación podemos guiar mucho mejor, como esta gaviota que proyectaba la altura de sus vuelos de acuerdo a sus necesidades de busqueda, aventura y conocimiento.

Se puede volar hacia la playa, hacia una roca, hacia un cerro o hacia la más alta montaña, y seguro que cuesta más llegar a la montaña que a la roca, por lo tanto es bueno empezar de a poco, como mi amigo Juan Salvador, revisando sus alas, buscando el horizonte, probando una y otra vez, para entregarse a la tarea de emprender grandes vuelos, hasta elevarse a la montaña y desde ahí, volar... como el águila, gozando del espectáculo al ir descendiendo, manejando la dirección donde se quiere ir, efectuando un descenso digno y hermoso, gozando del espectáculo que brinda la altura, impregnándose del entorno, sin límites que entorpezcan el horizonte, para luego darlo a conocer... involucrando a todos con las vivencias.

¡Ah! Y otro consejo muy útil. Nunca olviden, que un ave debe cuidar su integridad física y la de su bandada, porque tanto un águila como un gorrión con un ala herida, no vuelan, sino que reptan.

12.2. Intenta rescribir el poema "El caos" en forma de un poema en prosa, utilizando tus propias palabras.

Respuesta:


EL CAOS

Noche misteriosa, llena de silencio De esperanzas dormida, en mi anual invierno

Promesas de vida, de triunfo, de fuerza Sol, central del universo

Envíame tus rayos violeta Reordena y reanima mi ADN, mis células

Déjame resurgir de nuevo En tus mundos ordenados, en eterna espera

Fuerza incontenible De tiempo en tiempo

Eternidad de eternidades Memorial de memorias

Luz de luces Fragor de fragores Vida eterna Vacío lleno de vacuidades

Vapores en suspenso

De la sublimación perfecta Divinidad sin tiempo ni espacio

Vida de vidas Que renaces en el hombre

En cualquier lugar, sin tiempo Caos, que pareces caos,

Pero que tienes el orden eterno Que reinará en desconocidas dimensiones

En la primavera, de mi nuevo tiempo.


De alguna manera, todos hemos percibido el impacto del caos, porque seríamos "polvo de estrellas" como poéticamente nos denomina nuestro amigo David Molineaux, así las cosas no estamos lejos de tener en nuestra memoria, más de algún impacto de ese sobrecogedor y complejo período.

El talento y la desbordante imaginación de Vicente, nos hace adentramos en ese caos, percibiendo el desarrollo mismo del universo mágicamente, con suspenso, con ritmo desafinado, tratando de pesquisar las notas precisas que expresen la magnificencia de la etapa que precedió la armonía universal que conocemos.

Y creo que la mejor manera de recrear su poema, es refiriéndome a esa etapa tan importante de la mujer cuando conoce el amor y que como consecuencia de ello, comienza a vivir su sexualidad naturalmente, sin ningún tipo de preparación o precaución. Las vivencias de esta chica que está en la plenitud de su vida adolescente o comenzando la adultez, es el escenario perfecto para granear lo que sucede en cualquier organismo femenino.

Ella ha conocido un muchacho que le despierta toda clase de sentimientos y emociones. Me refiero a esa hermosa etapa que todos hemos vivido, en que no podemos concentrarnos como desearíamos; nos invade una sensación de agrado y felicidad difícil de explicar; también nos cambia la escala de valores en forma exagerada, cuando cualquier detalle nos parece trascendente y hasta profundo.

En otras palabras: el nacimiento del amor, sin siquiera preguntar si éste empezó con un cambio de miradas, con la afinidad de algún tema, o con la búsqueda tácita del amor que buscamos paralelamente a la vida cotidiana. Y en toda etapa de desarrollo, hay un caos, los signos se repiten, en la medida que una pareja se conoce más, se van creando lazos afectivos, aumenta la atracción, se generan algunas diferencias, dando paso a "la puesta en marcha" y por lógica a la pasión, esa necesidad de empaparse del otro, aunque esto no signifique estar siempre de acuerdo. Se produce un traspaso de ideas, de identidades dando paso a la unión de sus cuerpos, al ritmo de la música de sus corazones que laten con la fuerza que genera el amor...

En una noche de luna nueva dos sentimientos incipientes

extasiados se besan y se acarician, son dos cuerpos temblorosos

que palpitan al unísono junto a sus temores, sin entender el lenguaje de la naturaleza

en un estallar de cristales, son dos fantasías en juego dos cometas extraviados,

atraídos por la más hermosa atracción, dos seres en busca desesperada, de todo y nada, conociendo la

emoción del amor.

De esta forma, nuestra mujercita comienza a experimentar su propio caos dentro del cuerpo, por el solo hecho de ser parte del universo. Su vagina recibe el impacto de la persecución de una

multitud de espermatozoides tratando de cazar algún óvulo que se refocila perezosamente, ignorante de lo que se avecina. Es así como se desata una revolución colosal en el organismo de esta muchacha, similar al caos descrito por Vicente... "es noche onda y oscura,... hay anhelos y deseos compartidos, complacidos,... desacompasados..., revolución de gérmenes, anuncio de simientes..."

Y este caos tan natural, da paso al proceso más gratificante que toda mujer vivencia en los nueve meses que gesta interiormente al fruto de su amor, día a día su cuerpo va adquiriendo otras características, sus sentidos se alteran maravillosamente, dando paso a una infinidad de nuevos síntomas, molestias y emociones, similares al inicio del universo, iniciando la vida en el vientre, que acoge cálidamente la simiente que el amor y la atracción generaron.

12.3. Ubica el listado provisorio de "capacidades poéticas" en el texto "Notas sobre Huidobro". Lee el canto II de Altazor. Da tu versión de cómo se dan o no esas capacidades en el texto. Si deseas, juzga poniendo en ejercicio otras capacidades que te parezcan más atingentes.

Respuesta:


HUIDOBRO

Del Canto V de Altazor me llaman especialmente la atención unos versos que parecen hurgar en el ámbito arcano y nebuloso de lo metafísico, lo filosófico, esotérico humanístico o algún otro respetable esdrújulo de calibre parecido. Vamos a los versos:

"La carabantantina La carabantantú La farandosilina La Farandú La Carabantantá La farandosilá Lafarasí".

Me preocupa sobremanera la Farandú; encuentro en ella algo ominoso, inexplicable, alarmante. La sublimidad del misterio me anonada, me sobrecoge y me deja turulato y con un tremendo sentimiento de frustración...; me aflige mucho que mi débil materia ligeramente grisácea no sea capaz de asimilar tanta grandeza. Los respetables esdrújulos me siguen abrumando con su imponente majestuosidad: lo enigmático, lo analítico, 1o fantástico, simbólico, cabalístico, cosmológico, apocalíptico, catastrófico, analgésico, multifacético, estrambótico, ridículo, cataléptico, laberíntico..., tal vez poético.

También pensé en lo estúpido, pero no creo que lo poético y lo estúpido pueda caber razonablemente en una misma línea - aunque ambos sean esdrújulos - de manera que hago la separación correspondiente.

Lo poético está obviamente con el personaje y no conmigo. Entonces el estúpido tengo que ser yo, pues francamente no cacho una. ¿Cómo no soy capaz de entender 1a farandú y la farandosilá?

Para no darme por derrotado sin hacer un razonable intento de encontrar alguna explicación plausible, buscaré inspiración en el molino de viento de Huidobro, el molino de maduramiento, molino

de engendramiento, molino de maldecimiento, molino de malogramiento, molino de enterramiento, molino de enloquecimiento, molino de etcéteramiento.

Explicación... bueno, explicación propiamente tal, no encuentro ninguna válida, pero sí surgen algunas asociaciones de ideas que me conducen al pensamiento

de otro molino de viento, ése del comportamiento de nulo arrepentimiento

que merece un escarmiento, incluso ajusticiamiento:

primero empelotamiento, (sin pedir consentimiento), después un apaleamiento, prolijo machucamiento,

también descoyuntamiento, un buen despellejamiento, y luego un fusilamiento,

(sin ningún resentimiento) amén de un descuartizamiento,

merecido tratamiento (¡feliz acontecimiento!)

de grato entretenimiento.

Por cuestión de sentimiento, para evitar sufrimiento,

no habrá envenenamiento, tampoco encarnizamiento, sólo algún despeñamiento con poco quebrantamiento y un gentil retorcimiento.

Luego del despedazamiento y sensible fallecimiento, un bonito celebramiento,

con mucho contentamiento, después un enterramiento,

desfile del regimiento y por fin olvidamiento

sin sentir remordimiento. Porque eso es lo que siento, y si no lo digo, te miento. ¡Patosí, tralalá, gaga-dó,

gaga-fú, peroló! (Yo también soy poeta, aunque un poquitito siniestro. No quiero castigamiento).

12.4. Cómo explicarías a un grupo de adolescentes tu manera de sentir el contenido del poema "La poesía es un atentado celeste".

Respuesta:


Por suerte son jóvenes a los que les explicaría mi sentir de este poema. Suele suceder que cuando doy la opinión a temas tan subjetivos como éste a adultos, me siento incomprendida.

Lo veo a él muy compenetrado en su teoría del creacionismo. Está con su lucha de racionalidad mezclada con sus juegos lúdicos y sus recreaciones de realidades a su antojo. Se siente parte del universo en su condición de habitante cósmico como es él, y dentro de este entorno no puede dejar de sentirse desorientado al ser un buscador incansable. Aquí también aflora su egocentrismo y esa cuota

de soberbia que es tan bien manejada en sus metáforas; pero como soy admiradora de su obra porque alabo su extraordinaria capacidad imaginativa, trataría de contagiar con la emotividad y el sentido lúdico del poeta, tan necesario en nuestros jóvenes, como una forma de motivarlos a buscar en su interior, alguna expresión de asombro importante, ayudando a descubrir alguna escondida ventana, para que la abran de par en par y encuentren un espacio propio donde recrearse.

Bueno, y les explicaría que dentro de este contexto imaginado por Vicente, él se siente parte de la naturaleza, ya sea de las piedras o de los árboles, los que están esperándolo, incluso sentándose a esperarlo, porque él está tan ocupado y complicado con su vida, que ellos sienten su ausencia...porque anhelan tener la forma de expresarse de él... su lenguaje... y como Vicente desearía tener el de ellos, da cuenta del equívoco de la creación al expresar su angustia por no poder entreverarse con la naturaleza. Este es el grito desesperado del ser humano que indaga, investiga, busca la comprensión en los elementos que se nos han dado, sin encontrar una respuesta satisfactoria... eso que yo aprendí este año mediante la elaboración de los cedularios... y que anhela traspasar el misterio y la vulnerabilidad del ser humano, que me quedó como lección. Siente ese dolor profundo que se produce al tratar de atrapar el viento con las manos, como me ha pasado de alguna manera a mí en lo personal, y a la vez una necesidad muy grande de satisfacer la búsqueda. Por lo menos eso me pasa hace algún tiempo, a mi escala por supuesto, siento que bebí con mucha avidez del elixir descubierto; ha sido maravilloso, pero me ha dejado con poca energía y con un profundo dolor de difícil definición.


Cuando ya no esté entre los vivos, mis despojos vueltos a la tierra nutrirán una vez más a los árboles, como lo han hecho incontables veces antes. Pero yo - lo que yo fui -estaré en alguna parte, esperando, esperando no sé qué. Algo que ya he experimentado antes y que no puedo recordar. Sólo sé que este mismo ciclo lo volveré a pasar y nuevamente seré yo. ¿Cuándo? Esperaré por mí hasta que sea. En silencio. Y mientras espero no soy, pero sigo siendo.

12.5. Intenta escribir un cuento sobre lo que sientas como más substancial en "El paso del retorno"

Respuesta:

12.5.a) Cuento metamorfosista de creación colectiva

MAMBRÚ SE FUE A LA GUERRA Vosotros sabéis acaso lo que y o era,

pero nadie sabe lo que soy. (Vicente Huidobro)

Si alguno de ellos hubiera usado una máscara que hiciera imposible comparar sus rostros, nadie habría jamás podido imaginar que eran hermanos, y mellizos por añadidura. Sus rostros eran idénticos..., pero de todos los habitantes del planeta no había dos personas más diferentes entre sí que estos dos hermanos mellizos.

No obstante eso, se querían entrañablemente el uno al otro, aunque ninguno de ellos podía comprender - ni menos aceptar - los puntos de vista de su hermano frente a la existencia, la naturaleza, los sentimientos y las relaciones humanas. Ambos eran bastante locos, chiflados, cada uno a su manera.

Uno, el protagonista de esta verdadera historia, tenía el corazón a flor de piel y vivía enamorado de la vida, la naturaleza, la humanidad, la belleza y la poesía. El otro amaba el dinero, la fuerza, el poder, la acción violenta y la dominación sobre los demás.

Celebrando su común llegada a la mayoría de edad - por cierto sin haber logrado nunca ponerse de acuerdo - enfrentaron una vez más sus respectivos puntos de vista: ambos pretendían la felicidad total, pero la buscaban por caminos diferentes; no había manera de conciliar posiciones tan

divergentes. Uno, el de nuestra historia, argumentaba que con su pluma de escribir poemas podría encontrar su realización plena como persona, mientras que el otro, el belicoso, decía que aquello que le podría proporcionar su dicha sería únicamente la espada, ese espadón tremendo con el que le volaría la cabeza a quienes

se atrevieran a interponerse en su avasalladora marcha hacia el éxito pleno. En la muy grata sobremesa de su celebración del compartido cumpleaños, decidieron los mellizos

poner a prueba sus respectivas posiciones en forma práctica, para demostrar así cada uno de ellos a su irreductible oponente la verdad de su propia posición y el error del otro.

Después de un estrecho abrazo mutuo de despedida, partieron, pues, en direcciones opuestas, decididos a conquistar el mundo cada uno por su cuenta y dejar inolvidable recuerdo de su paso por él, hasta encontrarse nuevamente - en la fecha de su próximo cumpleaños - en la vetusta casona familiar, donde cada uno de ellos relataría al otro las experiencias recogidas en el año de aventuras, con la fervorosa esperanza de abrumar a su interlocutor con los argumentos que permitirían dirimir de una vez y para siempre la cuestión de las opiniones divergentes.

Ornar - lo llamaremos así en recuerdo de un poeta persa, amigo de nuestra pasada juventud - partió apertrechado con su pluma, su amor por los demás, su hambre de belleza, sus ojos soñadores y la poesía en los labios, mientras Mambrú - en recuerdo de ese que se fue a la guerra - llevaba su espantable espadón, su arrogancia, su egoísmo y su codicia. A los pocos pasos andados, ambos volvieron los rostros, se hicieron mutuamente un ceremonioso saludo - uno con la pluma y el otro con el espadón - y reanudaron la marcha.

Seguiremos a Ornar en su camino. Su corazón, abierto hasta entonces sólo a la belleza y la dulzura, pronto - lamentablemente - fue

lastimado cruelmente por la incomprensión por parte de los demás, por el egoísmo y la mentira. Su poesía se resintió con ello y se fue entristeciendo poco apoco, llegando a tener un contenido lúgubre y desesperanzado. Ya no cantaba jubilosa a las maravillas de la creación y del amor, sino se fue impregnando más y más de melancolía, de dolor, de dudas. Ornar seguía su marcha incansable y tuvo que enfrentarse una y otra vez -¿quién no? - con la malicia de los hombres, la traición, el abuso. Su poesía se volvió encendida, comprometida, combativa, en procura del advenimiento de una inexistente justicia social.

Mientras más proseguía su marcha, más razones encontraba para mirar el mundo desde una nueva y desoladora perspectiva, y empezó de a poco a entender, y a sentir en su propio corazón, con profundo asombro, la dura posición ante el mundo sustentada por su hermano guerrero. La poesía de Ornar fue desfalleciendo paulatinamente y terminó por desaparecer por completo, como una paloma fatigada que no puede ya volar más y el agotamiento la hace finalmente caer a tierra para no volver a levantarse. Al silencio poético de Ornar siguió un doloroso y progresivo sentimiento de desilusión acerca del género humano y el comportamiento entre unos y otros.

Al final de su ilustrativo periplo, Ornar, sudoroso y cansado, volvió a la casona familiar justo en la fecha convenida, pero, en lugar de la inofensiva pluma que llevaba al partir, enarbolaba esta vez una descomunal y amenazadora tizona, que estaba por cierto dispuesto a esgrimir sin vacilaciones ante la menor adversidad. Buscó un lugar cómodo, puso el espadón al fácil alcance de su mano y se sentó a esperar a su hermano, a Mambrú,

pues ya iba llegando la hora del encuentro. Las cosas ya estaban por fin aclaradas y ahora podrían ambos mellizos compartir juntos una posición común frente a la existencia. Pasó un rato y luego se escucharon unos pasos que se acercaban y el entonar de una canción. ¿Era Mambrú que volvía de la guerra...? Pero, ¿cómo…? ¿cantando? Si su hermano sólo cantaba enérgicos himnos guerreros y no baladas sentimentales, como la que se podía escuchar ahora. Ornar se precipitó a la puerta a ver quién era: se trataba efectivamente de Mambrú, quien venía cantando feliz y traía, como único equipaje - aparte de la canción que florecía en sus labios - la pluma que le había servido para escribir sus últimos poemas a la vida y al amor.

Bosquejado en clase del Lunes 2 de Octubre 2000

12.5.b) Versión de Richard

EL VIAJERO SIN TIEMPO

Partí un buen día desde mi pueblo provinciano, dejé a mi madre, a mis amigos, a mis amores de niño. Llevé como equipaje sólo la poesía y, como brújula, mi estrella sin tiempo, que me llevó a navegar por mares y tierras desconocidas.

Y tuve nuevos amaneceres con nuevos vientos con crepúsculos ignotos y anocheceres con lunas que no conocía, con sombras que hice mías, con luces y horizontes que fueron míos, que fueron enriqueciendo mi alma y centellear de plata mis cabellos.

Y hoy que vuelvo a vosotros, amigos míos... ¿Sabéis realmente, realmente quién soy, y quién era?

12.5.c) Versión de José y Ruby

ERAMOS LOS ELEGIDOS DEL SOL

Éramos los elegidos del sol Pero no supimos alcanzar

La estrella roja de la igualdad

Hoy recordamos con añoranza Aquello que pudo ser

Lejos ya de aquella dorada esperanza Seguimos aún confiando En que volverá a brillar

La estrella roja de la verdad La justicia y la igualdad

12.6. Dibuja, interpretando lo que sientes al leer el texto, el poema «Arte poética»

Respuesta:


(El águila poética o mirando desde lo alto.)

Falta Dibujo

12.7. Qué ha sido y es para ti Vicente Huidobro. Cuáles son para ti sus fortalezas y debilidades. Qué ha significado el poeta en tu vida.

Respuesta:


He conocido bastante tarde a Vicente Huidobro, el año pasado (1999) para ser más exacto, y me ha estremecido bastante en mis cimientos como un hombre que amó y admiró a la naturaleza; y él como creacionista, que la supera, en el sentido que no se limita a copiarla, sino que crea sus propias imágenes.

Lo encuentro osado, es un hombre que abre caminos, que se atreve y, para mí, es un estímulo a seguir abriendo nuevas rutas.

Como debilidad, su egolatría, pero ¿quién no la tiene en mayor o menor grado?

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CEDULARIO N° 13 EL MAR Y LA POESÍA

13.1. ¿Cuál es, en síntesis, la historia de tu relación con el mar, en términos de tu mayor o menor cercanía física y subjetiva?

Respuesta:


Mi relación con el mar es profunda como sus aguas, mi vida siempre ha estado ligada a él mediante una amistad incondicional, basada en la admiración y la comprensión, y él sabe que no lo digo frugalmente, sino por conocerlo desde adentro también. Su belleza me conmueve, junto al respeto que le tengo por su inmensidad. Le estoy agradecida porque hizo posibles los sueños de un muchacho sencillo del cual me enamoré hace muchos años, deseoso de trabajar en sus aguas, pero a la vez con esa cuota de aventura propia de la juventud. A él le brindó todo eso y mucho más, la opción de conocer lugares insospechados atravesando mares y océanos, le enseñó a valorar lo importante que es mirar con perspectiva, separándolo de sus seres queridos y aprendiendo a revisar los lazos que lo unían a ellos; le mostró sus tesoros y también su furia al experimentar tragedias de huracanes y tempestades, pero eso no influyó en su cariño y tampoco en el mío, sólo nos ha hecho mirarlo con respeto y mucho agradecimiento, porque gracias a la distancia que nos separa con otros países, seres, lenguajes y costumbres, ambos, mi amigo y yo, pudimos conocer el asombroso mundo de la diversidad. El mar fue el elemento que nos acercó a otras identidades, ritos y costumbres, enriqueciendo nuestra realidad y porqué no decirlo, nuestra calidad.

13.1 .b) Versión de Richard

En mi niñez el mar fue para mí aroma de sal y color a mar. Desde la ventanilla del tren que me acercaba al océano cada año en verano, competía con mi hermanita por quién lo veía primero.

Luego, aprendí a nadar solo en un río del sur y acompañaba a mi padre mar adentro nadando juntos, sintiendo la seguridad de su presencia.

Y pasó el tiempo y ya fui solo al mar, convirtiéndose en salmuera que vigorizaba mi cuerpo, haciéndolo flotar sin miedos, meciéndome al compás de las olas. Era tanta la atracción que ejercía en mí, que enfrentaba sus olas gigantescas que se robaban el agua próxima y yo corría hacia ella para que su violencia me cubriera, abriéndome la boca, los ojos, presionando mis oídos hasta casi estallar mis tímpanos.

En la vorágine de la resaca y envuelto aún en la violencia de la ola, sin respirar el agua pulverizada, podía comprobar la fragilidad de la vida y el por qué se ahogan algunos. Mi temor superado me hacía valiente, feliz, osado; me quedaba mar adentro, sin nadar contra la corriente, aprendiendo a vivir ¡sin miedos! , esperando la ola que me sacaría veloz a la orilla... a salvo.

Hoy también puedo enfrentarlo, pero el paso del tiempo hace doler los huesos hasta el tuétano, y le digo mientras lo contemplo... ¡Hasta pronto! Esperaré aguas más cálidas.

13. 1 .c) Versión de Carmen LA POESÍA Y EL MAR

La poesía, los escritos, los cuentos que salen del alma, son sus hijos;

El mar fascinará siempre, el cansancio de la vida

nos lleva a contemplarlo... En el mar, no permanece nada,

sólo queda la estela de los barcos y algo más...

Pensando descansar un día en él, escribir: La profundidad del mar es como la profundidad de mis amores

a veces no se ve el fondo y otras veces, claro, claro como las aguas del Caribe

la transparencia de mi alma es como esas aguas cristalinas...

Al mirar se ven pequeños pececitos y hermosas piedras; también lanzan algunos caracoles y al yo recorrer

la playa, me encarné en uno de ellos blanco, chico, menudo en cambio a mi amado lo puse

en uno fuerte y hermoso... El mar no se separa nunca del cielo como la tierra

Luce bajo el sol y cada noche parece morir, desaparece lentamente dejando hermosos colores en la

más gran armonía otros como una bola roja; roja como la pasión que sentimos

un día, y ahí muere Para aparecer al día siguiente con todo su resplandor y amor.

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2.-Escribe un cuento, leyenda o fábula, basado en una presunta aparición de Neptuno (Poseidón) en el mar, en esta época.

Respuesta:


Cuento húmedo

UN ENCUENTRO CON POSEIDÓN

No creo que pudiera ser cosa sencilla para un arcaico y desfasado dios del Olimpo - o de las profundidades abisales - atreverse a asomar públicamente la nariz en estos tiempos de cibernética y burocracia. No tendría el pobre posibilidad alguna de sobrevivir, al menos honorablemente.

De partida, su propia identidad parecería sospechosa a las autoridades - suspicaces ellas en grado superlativo - y si no estuviera sólidamente respaldada por convincentes documentos oficiales, nadie la creería, sin contar con la malevolencia de alguna gente, la burla de los ociosos y la impertinente curiosidad de los periodistas.

Lo digo como cosa hipotética, porque no puedo creer todas las cosas absurdas que me venían a la imaginación tratando de buscar ajuste a algunas incongruencias que nunca quedaron suficientemente esclarecidas con relación al personaje de mi recuerdo.

Me refiero a Neptuno, el casi olvidado Dios del Mar, que nos acompañó en la excursión que hicimos recientemente con mi mujer a la zona de los canales, en el extremo sur del país.

Si bien nunca fue presentado formalmente, suponíamos que Neptuno era parte de los espectáculos organizados a bordo para distracción de los desocupados turistas. También pudo tratarse de un loco inofensivo, un chiflado que también tomaba sus breves vacaciones. (Otros, más caritativos que yo, prefieren una terminología diferente y hablan de "excéntricos", pero eso no tiene mayor importancia. Total, orate, chalado, vesánico, lunático o enajenado es más o menos la misma cosa).

El personaje aquél, a quien en mi evocación llamo Neptuno, era una figura bastante grotesca, casi chocante, aunque con visos de pretender pasar por majestuosa. Era un hombretón de luenga barba y cabellera ídem, apenas cubierto con una especie de clámide bordada toscamente, cuyo extremo enrollaba en su brazo izquierdo, mientras con el derecho enarbolaba una enorme horqueta de hortelano o algo que se le parecía (mi mujer decía que era un tridente). Calzaba el buen sujeto unas ojotas o sandalias bastante rústicas, que daban la impresión de que las había confeccionado él mismo... sin tener demasiada destreza.

Neptuno no le dirigía la palabra a nadie y siempre andaba deambulando por todos los vericuetos del barco. No sé dónde dormía ...

Ahora me doy cuenta de que nunca supe si dormía o no. Tampoco sé si almorzaba o no lo hacía; por lo menos, nunca se asomó por el comedor en las horas de nuestro turno en la mesa.

En la tarde del primer día a bordo me pareció ver (después vine a saber que precisamente era eso mismo) a Neptuno haciendo expresivos ademanes dirigidos a ... unas tuninas - o delfines chilenos - que nadaban alegremente a un costado de la embarcación, retozando felices en las olas. Me pareció una toma original el hacer aparecer las tuninas, la borda del barco y la emblemática figura del dios de los mares en una misma foto y, tan disimuladamente como pude, disparé un par de instantáneas. Después me olvidé del asunto.

Neptuno seguía recorriendo el barco como si tal cosa, tranquilo, sin meterse con nadie, salvo con las tuninas, porque lo volví a ver un par de veces haciéndoles inequívocamente extrañas mariguanzas. O Neptuno era un hombre solitario, o lo soy yo, porque siempre lo encontraba en lugares apartados donde no había nadie más, de manera que no tengo algún testigo presencial que pueda corroborar lo que sucedió en el Golfo del Corcovado.

Por supuesto, los delfines seguían su juego al costado de estribor, saltando dichosos en las olas. De pronto, Neptuno emitió un extraño aullido, se subió ágilmente a la borda con una espantosa sonrisa en su rostro barbudo y, sin ninguna vacilación, saltó al mar con clámide, ojotas y

tridente, todo incluido. Yo quedé sobrecogido un instante, pero pronto pude ver a Neptuno emerger incólume, enarbolando todavía su tridente y cabalgando una enorme tunina, en dirección a Melinka. Me hizo un ademán de despedida con el tridente y partió. Cuando me recuperé de la impresión, ya se había perdido de vista.

En mis fotos de recuerdo de esa excursión aparece claramente la borda del barco y se aprecian muy bien los delfines retozando, pero donde debería estar la imagen del Dios del Mar, sólo se ve agua, un mar grande, grande y vacío. Sin Neptuno, sin Pincoya, sin Caleuche, sin ni siquiera tuninas, porque esas están en el otro extremo de la foto.

Tal vez sean cosas sólo de la vejez, cosas que se me ocurren. Mi mujer no se acuerda de haber dicho nada sobre ningún tridente, ni de ningún pasajero caracterizado como Neptuno. Otros amigos que nos acompañaron en ese viaje, discretamente preguntados por mí para que no me calificaran de "excéntrico", tampoco sabían nada del asunto...

Supongo que así será.


Conozco al rey Neptuno, lo he visto personalmente y su imagen es inolvidable. Además he participado en más de alguna fiesta organizada en su honor, para que nos permita acceder a su reino y la verdad es que me ha llenado de asombro conocer su poderío. Jamás he sentido la fuerza de un poder tan grande sobre la tierra como el experimentado con el mar.

Hace años sentí la arrolladora fuerza de conocer su feudo. Me advirtieron que eran tan vastos como el ciclo. Yo no creí, porque también existe la tierra - dije yo - pero tenían razón, el mar es mucho más que la superficie lisa que nos dejan ver nuestros ojos. El relieve que comprende este gran reino es inabarcable a nuestra comprensión, ya que como si fuera poco, «el mar, todas las noches, se devora en silencio enormes trozos de cielo...» y también de tierra, agregaría yo.

Bueno, la cosa es que protagonicé esta experiencia en los territorios del rey Neptuno. Resulta que mi curiosidad me llevó nadando hacia un gran promontorio que había cerca de la

playa, donde existía una buena porción de rocas y arena, conformando una pequeña isla de gran belleza. Muchas veces accedí a ese lugar para observar el variado espectáculo que ofrecía desde el otro lado, con el mar a mi espalda, el hermoso paisaje de la ciudad, Desde ahí se podía contemplar la mezcla entre las obras efectuadas por los hombres y la naturaleza, por lo tanto además de significar un desafío el llegar hasta ahí, era muy agradable contemplar el paraje que se presentaba ante mis ojos, sin ser vista desde tierra y pasando a ser espectadora de todo lo que pasaba frente a mí.

Pero una vez que estas visitas se hicieron cotidianas, mi curiosidad buscó otra forma de solazarse. Comencé entonces a dirigir la vista y mis intenciones hacia las profundidades del mar. Así fui observando como el agua siempre arrastraba sorpresas hasta el promontorio, cautivándome con atrayentes y caprichosos tesoros, que depositaba sobre la gruesa capa de arena que cubría las rocas de mi acogedor recinto, naciendo una arrolladora necesidad de sumergirme en las aguas del mar.

Así conocí el mundo submarino, zambulléndome de a poco, auscultando con curiosidad y mesura sus profundidades, tratando de descubrir sus tesoros ocultos, introduciéndome en sus abismos. Y él me trató muy amable, corno si deseara maravillarme sin presentar ningún obstáculo en mis andanzas. De esta manera comenzó mi confianza, la que fue creciendo en la medida que abarcaba más territorios dominados. De a poco me fui orientando en los laberintos visitados, contenta de tener esta doble vida producida por la magia de este mundo tan libre que se presentaba ante mis ojos y la vida terrestre que desarrollaba como cualquier persona que habita junto al mar.

Un buen día descubrí una enorme pared, formada por frondosas cadenas de algas semejantes a una enorme montaña. Me acerqué presurosa a comprobar de qué se trataba, cuando me vi accediendo a un llamativo castillo armoniosamente ornamentado. A la entrada sólo había un ejército de tritones que más parecían elegantes galanes llegando a una fiesta, que celosos guardianes de un feudo, por lo cual, haciendo una reverencia, me deslicé fluidamente por el amplio corredor central, sin que nadie opusiera resistencia. Muy luego tomé conciencia, que estaba en un singular lugar, ya que me encontraba en un exótico y monumental refugio donde se podían observar increíbles movimientos de muchas especies de mar rara vez vistas conformando una escena marina cotidiana. Los temidos pulpos danzaban, una buena cantidad de lobos marinos dormitaban sobre acolchadas superficies, mientras un grupo de focas se movilizaban diligentes hacia otros sectores de

esta colosal madriguera. Y mi arrobamiento se hizo mayor, al sentir un conocido y agudo sonido que se acercaba junto a un grupo de delfines que jugaban ruidosamente recorriendo los pasillos de este fantástico refugio, cuando un grupo de celosas jaibas, saltan sobre mis pies, apretándome dolorosamente. Molesta las esquivo haciendo un gesto de rechazo con manos y pies, apareciendo de improviso un verdadero banco de erizos frente a mí, dispuestos a defender a las furiosas y despechadas jaibas, pinchándome las piernas. La verdad es que me pareció insólito que estos pequeños moluscos se interpusieran en mi camino, produciéndome rabia el tener que sortearlos adolorida como me encontraba, recurriendo a engañosos movimientos de huida, cuando las grandes especies marinas no se habían pronunciado con mi presencia, procediendo a continuar con mi visita, pero no fue posible seguir avanzando. De repente todos los peces de colores que había visto recorriendo el lugar, se aglutinaron con medusas, calamares, langostinos y una gran cantidad de moluscos, transformándose en una gran mole nunca vista como especie marina, adornada con una cantidad inimaginable de conchas que brillaban y mostraban la belleza de un colorido tornasol, semejante al ámbar.

Retrocedí buscando una rápida salida, cuando veo que esta figura se adelanta a mis movimientos, interceptándome el camino. Trato de hablar, pero no logro decir nada coherente, siento que mis pulmones no son capaces de continuar bajo el agua, atinando sólo a gritar; pero ya es tarde, compruebo que mi curiosidad por conocer el mar me ha llevado demasiado lejos, la búsqueda se ha vuelto ambiciosa y más que deseos de conocer me siento espiando y husmeando este mundo desconocido sin otro fin que las ansias de saber.

No recuerdo nada más, sólo la figura gigantesca de esa masa que tiene por cabellos, largas y sedosas algas de mar, sus manos poseen dedos delgados y afilados como las codiciadas langostas y sus pies, están representados por cientos de jaibas y erizos que se mueven tan veloces como su cuerpo de coral petrificado que está cubierto por un extraño vestido de colores que ondea al son de las aguas, enquistado de peces y moluscos de brilloso aspecto.

No sé cuánto tiempo ha transcurrido, miro a mi alrededor, y me veo en el seguro promontorio que tanto he visitado nadando desde la orilla. El sol se está poniendo a lo lejos y no recuerdo mucho lo que he vivido. Me levanto con dificultad para sumergirme en las tranquilas aguas que me rodean para llegar a la playa, cuando veo una serie de planchas de fierro roídas y oxidadas unidas entre sí, junto a otras piezas de metal de difícil reconocimiento. También hay una masa de plástico, pedazos de madera, basuras y deshechos junto a latas y botellas; me llama la atención una de ellas, es grande, de llamativo color y trae un mensaje que deseo conocer, pero se hace tarde. Recojo la botella y me lanzo al agua para alcanzar la orilla; lo que antes era tan fácil de lograr, se me hace tremendamente largo y difícil, hay corrientes que me desplazan hacia las rocas, ya casi no veo nada, se ha puesto el sol y no queda luz para ubicarse, sólo atino a bracear con desesperación, hasta alcanzar la orilla. Llego a ella con mucho frío y cansancio, agradecida de respirar y estar con los pies sobre tierra; busco la botella que traía bien aferrada a mí para conocer su contenido, cuando compruebo que lo que viene en ella, es una cantidad de moluscos y crustáceos que se retuercen por salir de la botella, tan agonizantes como me encontraba yo al ser interceptada por esa gran mole de especies marinas.

Me pregunto cómo llegué hasta el promontorio donde desperté. Alguien tiene que haberme socorrido, pienso. En eso estoy, cuando comienzo a mirar la cantidad de moluscos que se esparcen en la mesa en que dejé la botella. Aún están con vida, pero algo me dice que ellos traen un mensaje; ahí recién comprendo que sus cuerpos y patas sirven para descifrar una enseñanza. Luego de analizar y construir las frases, puedo leer lo siguiente: «Te traje a la superficie, porque no es misión de mi reino asfixiar seres ni atesorar objetos de otro imperio.»

Rey Neptuno.

Recordé de inmediato lo experimentado en las profundidades del mar, y lo que me venían a decir estos representantes que permanecían ante mí. Rápidamente los metí a todos dentro de la botella y partí presurosa a devolverlos a su ambiente natural. Una vez que ingresaron en las frías aguas, sentí sosiego. Comprendí que mi curiosidad había traspasado los límites permitidos, abusando de la gentileza y confianza de mi amigo el mar, tratando de saciar mi sed de conocimientos, a través del característico control que deseamos ejercer los seres humanos sobre los que están a nuestro alrededor, sin respetar las diferentes formas de vida, pertenecientes al espacio de coherencia entre los seres que habitamos el planeta.

13.2.c) Versión colectiva

SE APARECE NEPTUNO

La imaginación de Sandra hace a Neptuno como Ricardo; grande, impresionante, sólo la mitad de su gran cuerpo fuera del agua. Ricardo en cambio lo hace aparecer rodeado de muchas sirenitas cabalgando en caballitos de mar, les sopla y les agita el mar con su cola. No se imagina como hace pipí, a pesar de tener pene. Vicky se enoja con lo prosaico de este grupo, y se lo imagina en mitad del verano con muchos bañistas en la playa, mientras un helicóptero que va y viene salva a los que se están ahogando. Neptuno aclara que no es su intención que la gente sufra, a pesar de su poder no quiere tragársela. Ricardo dice que Neptuno sale y le da una franja de mar a Bolivia... Norma agrega que Neptuno vendría a poner reglas en el asunto, sobre todo a la gente que hace locuras en el mar, curados que se bañan sin ningún respeto por su poderío... Ricardo acota que Poseidón quiere hacer un trato: "Yo a ustedes no los voy a tragar más, siempre que me entreguen 12 doncellas" Se juntan las autoridades del litoral para buscar las 12 doncellas y mientras no las encuentran la gente sigue ahogándose. Las autoridades le ruegan a Neptuno

que no aparezca más en verano para así poder encontrarle sus doncellas. Moraleja: no pidamos imposibles, Neptuno incluido... Conclusión: a veces, cuando el mar avanza es que Neptuno está

haciendo pipí, en cambio cuando tiene sus efluvios eróticos vienen las tormentas perfectas y salen las medusas y los pescadores cosechan con mayor abundancia producto del placer neptuniano, chao.

Creación colectiva lunes 16 de octubre Las Coincidencias.

5. Préstamo para adquirir embarcaciones de turismo, balsa de desembarco, botes, motores fuera de borda, insumos.

133. Sugiere las bases de un proyecto de turismo cultural en que pudiera tener un papel protagónico un grupo de pescadores.

Respuesta:


PROYECTO CULTURAL

En la caleta Hornillos de la punta de Curaumilla de Laguna Verde, al sur de Valparaíso, vive un pescador y mariscador, el "Flaco de las Lapas". Él vive junto a su esposa y sus numerosos hijos solamente de lo que saca del mar y vende a la gente de Laguna Verde y algún turista aventurero que se acerca a la caleta.

OBJETIVO: Construir un centro turístico y recreacional en caleta Hornillos de Laguna Verde con acceso por tierra y mar, incorporando a este proyecto al pescador el "Flaco de las Lapas" y su familia.

BASES PROYECTO DE TURISMO CULTURAL CALETA HORNILLOS

1. Readecuar camino de acceso a la caleta con estacionamiento y mirador en lo alto, y camino peatonal de bajada a la caleta. 2. Construcción de una pérgola-restorán en la playa para atender a los turistas. 3. Habilitar muelle rústico para recibir y despachar embarcaciones para llevar turistas a conocer la costa del sector, la Gruta de los Piratas, el faro y el Islote del Naufragio del Barco Ruso, la bahía de donde salen los ovnis, etc. 4. Capacitación: preparar a la familia para que hagan de guías pedestres y marítimos, manipulación de alimentos, administración básica para el local turístico: capacitación práctica y cultural.

13.4.a) Versión de Lidia Este es el mar.

El mar con sus olas propias, con sus propios sentidos, y esa ola que canta mejor que las otras. El mar se estira y aferra a su orilla, para que el ojo humano vea el comienzo del mundo. He ahí el mar.

Falta Dibujo CEDULARIO N° 14 AMISTAD Y POESÍA

14.1. ¿Qué es para ti la amistad?

Respuesta:

14.1.a) Versión de Norma

AMISTAD

La Amistad es y será un muy bello sentimiento

que engrandece el corazón y lo hace noble y solidario,

y todo el abecedario brinda palabras de amor

cuando en cualquiera ocasión la queremos entregar.

A veces tenemos miedo de entregar y recibir

una amistad sin saber si será pura y sincera.

Sólo el tiempo nos enseña para poder distinguir

al que entrega su cariño o sólo sabe fingir.

La amistad es la que se da Sin esperar recompensa Su corazón al desnudo

lo yergue cual un escudo y ni siquiera lo piensa.

14.1 .b) Versión de Ruby

AMISTAD - ENEMISTAD /AMIGOS- ENEMIGOS

Toda vestida de blanco almidonada y compuesta en la puerta de su casa

estaba la niña negra

Todas las niñas del barrio

jugaban en la vereda Todas las niñas del barrio Nunca jugaban con ella

Difícil, dura la amistad, la convivencia entre las razas, entre los pueblos. ¡Cuánta enemistad, lágrimas, injusticias, atropellos, dolor y muerte por el color de la piel o la forma de los ojos!

¿Habrá alguna vez amistad entre palestinos e israelitas? La amistad o la enemistad entre los seres humanos no es, sin embargo, la única forma que

adopta este sentimiento. Están los amigos de la Ópera y los enemigos de ella. Los amigos de las Ciencias y la Filosofía. La amistad o la enemistad hacia la naturaleza, los árboles, las flores, las aves.

En mi huerto hay mil árboles bellos, limoneros rectos, dorados naranjos.

En primavera, todos ellos de apretados capullos se visten

en torno a la higuera que nunca de vistosas flores se viste.

Por eso cada tarde cuando paso junto a ella, digo, procurando hacer suave y dulce mi voz

Es la higuera el más hermoso árbol de todo mi huerto.

Seguro que esa noche cuando el viento agite sus ramas diga ella extasiada

Hoy, a mí, me dijeron hermosa.

Cuando la amistad aparece, sentimos felicidad, todo parece florecer y cantar. La amistad suele tener tanto de amor. Si al amor acompaña la amistad, entonces, el amor será duradero, será eterno.

Pero ¿qué fue de nuestros amigos, de mis amigos? ¿Dónde están aquellos compañeros de infancia, de juventud, de los lugares donde trabajé? Éramos tan amigos en el Instituto Secundario de Bellas Artes. Cómo no serlo si compartíamos tan gran afición hacia la música, la pintura, la danza o las Artes Aplicadas? ¿Qué fue de ti, Köenig? ¿Recuerdas el cuaderno de bocetos que me regalaste? ¿O de ti, Alicia, que tan bien ejecutabas aquel impromptu de Schubert? Mario y tú, Sofía, importantes ejecutantes en la Sinfónica o la Filarmónica. Todos perdidos en los avatares de la vida. A ti, Mario, te llevó el cáncer y a ti, Alicia, un esposo que encontró trabajo en el extranjero.

Y a mí, bueno, me conquistó el entonces maravilloso Pedagógico. Muchos compañeros, tres grandes amigas. Dos de ellas se quedaron para siempre en Inglaterra, enamoradas de dos sendos marinos cuando viajábamos en tradicional gira de estudios, tras accidentada travesía inicial.

Accidentada, sí. Cuatro horas después de zarpar de Buenos Aires, nuestro españolísimo barco de inmigrantes chocó con un carguero danés. Éramos 130 estudiantes de la "U": "Ser un romántico viajero"... Cincuenta de Medicina, 30 de Pedagogía en Castellano y 50 de Inglés.

Tres muchachas de Castellano quedaron muy mal heridas. Todo ese grupo se quedó solidariamente en Buenos aires bajo la protección de Evita. Nosotros y los estudiantes que tan bien socorrieron a sus compatriotas, seguimos, cuatro días después en un ahora elegantísimo trasatlántico francés. ¡Uh, la, la!

Mí tercera amiga, esa que no se quedó en Londres, volvió para casarse con mi primo Oscar. Ella, Lilly se llamaba, era austríaca. Su padre judío, su madre católica. Su hermana mayor jamás aceptó a Chile y a los chilenos. Su hermano menor había quedado al cuidado de sacerdotes ingleses que recorrieron Europa acogiendo a los hijos varones de familias que huían del terror nacista. Su familia había llegado a Chile gracias a que muchos fugitivos pasajeros prefirieron quedarse en Europa en aquel verano de 1939, aterrorizados ante las informaciones sobre el terremoto de Chillán. Habían de transcurrir 10 años antes que los padres pudieran traer a su hijo a este nuevo hogar. Cuando Peter llegó, hablaba sólo inglés y su familia, castellano y alemán.

A Lilly no le fue bien. Su matrimonio fracasó. No hubo amistad, convivencia o tolerancia entre sus familiares y los de su «indígena» esposo. Ello, lentamente enfrió nuestra amistad.

¡Oh, Lilly! Años después regresaste a Viena con tu hija adolescente y tus padres, que se aterrorizaron con la llegada de Pínochet. A poco llegar, murió tu madre, un año después, tu hermana, seguida rápidamente por tu padre. Tu hija nunca ha vuelto a Chile. Se enamoró y casó con un vienés. Sólo tú volviste a Chile; eres, en verdad, chilena.

Supe mientras nuestra familia sufría el exilio que te habías casado con un adinerado comerciante alemán que te segregó de todos los chilenos. Él murió, y a ti, la feroz diabetes que llevó a tus padres, también te atacó. Hoy permaneces en un hogar israelita, casi un vegetal, perdida ya tu mente y todas tus facultades. Nunca más he podido verte ni conversar -o llorar- contigo.

Así es como perdemos amigos. El amor o el desamor, las enfermedades, el trabajo, las ideas, de repente nos separan y nos lanzan en antagónicas o distantes trincheras.

Mis dos grandes amigas del Liceo de Río Bueno, se casaron con hijos de latifundistas de la región mientras yo, lenta y sostenidamente, me inclinaba más y más hacia quienes luchan por la igualdad y la justicia social. Nuevamente perdí dos amigas pero gané cientos de compañeros y muchos amigos y, de pasada, un esposo-amigo y sus/mis cinco hijos. Hasta hoy, sin embargo, continúa una bella amistad con un grupo de colegas del querido Liceo 6. Ese que se creó para Gabriela Mistral. Nuestra amistad ha superado todos los escollos que han asolado nuestra convivencia nacional. Seguimos compartiendo gratos momentos, prestándonos mutuo apoyo en la tristeza o enfermedad… Todas hemos ganado mucho, y hemos perdido tanto.¿Dónde están amigos, compañeros, hijos? ¿Qué ha sido de ustedes? Algunos se quedaron en lejanas latitudes y ya no volverán en nuestra tierra sus nidos a construir. A algunos hemos podido sepultar aquí o allá, pero de otros sólo sabemos que ya no están ni aquí ni allá. No los hemos podido encontrar.

Y así pasa la vida, vamos construyendo y perdiendo queridas amistades. Cerca del ocaso volvemos nuestras miradas a tantos seres vivos o inertes que no habíamos visto o habíamos pasado por alto. Con ojos nuevos miramos a los niños, a las flores y a la canción. A los atardeceres y a la aurora y nos invade la seguridad que sí sabemos buscar, nuevos amigos nos esperan en una esquina de nuestro camino. Longfellow, ese dulce poeta inglés, lo expresa así:

Lancé una flecha al aire cayó en la tierra, no supe dónde,

pues tan rápido voló, que la vista no la pudo seguir

Lancé una canción al aire cayó en la tierra, no supe dónde,

pues quién tiene tan aguda y fuerte visión

que pueda seguir el vuelo de una canción.

Muchos años después en el tronco de una encina

encontré la flecha aún intacta y la canción,

de comienzo a final de nuevo la encontré

en el corazón de un amigo.

N. B. El poema sobre la Higuera, de Juana de Ibarbouru está en una libre versión y el de Henry Longfellow en otra no menos libre traducción. El poema sobre la niña negra está citado en sólo dos de sus estrofas.

14.2. ¿Qué otros conceptos sobre la amistad conoces?

Respuesta:


ENCUENTRO INESPERADO

Un simple rótulo en una oficina me despierta mil evocaciones... Dos matrimonios, miles de años pasados no sé cómo, un golpe de estado de por medio, larga, larga

ausencia. Infinito y azaroso deambular por un mundo incierto... Después del desbande general, ¿qué habrá sido de los amigos que quedaron en la distancia?

Aquí estoy viendo el nombre de un amigo muy querido de otros tiempos... "Corredor de Propiedades". ¡Quién hubiera podido suponerlo! Pero, ¿no se tratará de otra persona? Es un apellido poco frecuente; sin

embargo aún así los nombres pueden repetirse, casualidades y coincidencias son tan frecuentes. Y la inicial del segundo apellido también es "O", igual que mi amigo... ¿No será el mismo? Nada cuesta preguntar.

Y pregunto. Buenas tardes, señorita, en otros tiempos tuve un amigo muy querido con ese mismo nombre... ¿Podría decirme por favor cuál es el segundo apellido para ver si se trata de mi amigo?

¿Cómo?... ¡Es el mismo! Por favor dígale que Bolívar pregunta por él. ¡Ah!... no está ahora... ¿En el celular? Claro, espero. ¿Sí? ¿Que quiere hablar conmigo? Ya, por supuesto, muchas gracias, señorita. ¡Hola, Pepe! ¿Dices que hay que celebrar el encuentro? ¿Ahora mismo? ¡Claro que sí! Yo también tengo cosas que contarte. ¿Y dónde está tu otra oficina? Por supuesto.... todo el tiempo del mundo. Dame la dirección, yo también voy para allá y no te muevas de ahí, que voy saliendo en este momento.

Era mi amigo ¡Era el mismo Pepe de siempre! Dejó de lado todos sus compromisos del momento para juntarse conmigo, igual que yo, que cambié todos mis programas para esta inesperada reunión. Cuántas veces me había preguntado qué sería de Pepe... ¡tantas cosas que habíamos compartido, planeado, realizado entre ambos! ¡Qué de complicidades en pololeos, ayudas mutuas, confidencias, vacaciones, sociedad para comprar una moto a medias, etc.!

¡Y cuántas cosas más! ¡Tantas! Un abrazo de mutua y desbordante alegría. Las preguntas atropelladas de rigor... ¿Qué fue de éste, que

fue de aquél? ¿Y tus hermanas? Yo también me casé dos veces, igual dos hijos, uno y una. ¡Pero qué gusto verte! No, no, eso quedó atrás, ahora me dedico a otras cosas y vivo fuera de Santiago. Estoy pasando tal vez el mejor período en toda mi existencia. Claro, mis viejitos también murieron, sí, más o menos por la misma época que los tuyos. ¡Cuéntame más!

Auténtica satisfacción, gratísimo encuentro. ¡La amistad no muere! Qué hermoso sentimiento. Cuarenta minutos de animadísima charla. Mil preguntas, dos mil recuerdos, cuatro mil

imágenes ya olvidadas que cobraban vida de pronto. Cuarenta y cinco minutos. Se terminaron las preguntas y estamos ya ambos cumplidamente al

día en lo que a información se refiere. Cincuenta minutos. Las cosas en común se van esfumando inexorablemente y aunque el mundo

compartido de antes fue grande - y muy grande - en el mundo de ahora no queda ya nada, (lo que se puede advertir inequívocamente), nada actual que todavía nos una.

La entrevista, todavía alegre, va derivando poco a poco hacia una cordial urbanidad... Es el homenaje al amigo de ayer, materializado en un cortés y caluroso recibimiento al "representante" de ese amigo, que tiene el mismo nombre del otro, pero que ya no es el mismo... Y que ya no volverá a serlo jamás.

Nos despedimos con otro abrazo. El mutuo "nos llamamos por teléfono" no suena para nada convincente; ambos sabemos que ya no nos volveremos a encontrar, nunca más. La amistad sí muere. Es desalentador decirlo, como tantas otras desoladoras verdades de la existencia. La amistad, igual que la mayoría de las cosas que conocemos, claro que también muere... Pero bien merece un recuerdo evocador. ¡Amistad muerta, descansa ahora en paz!

14.3. Inventa un cuento leyenda o fábula en que figuren como personajes el jade (planta de la amistad) y la azulina de la amistad.

Respuesta:


EL. JADE Y LA AZULINA

Había una vez una mesa en la cual se pusieron muchas ramitas de jade y de azulinas entrelazadas; aunque estaban cortadas de la planta madre, aún mantenían su vida latente, esperando llegar pronto a la madre tierra para perpetuar la vida y la amistad, lazo que une voluntades y destinos. La mesa estaba dispuesta en una semipenumbra en una antigua capilla de hospital, que escuchó muchos ruegos por la continuación de la vida de un esposo, una esposa, un hijo. Hubo muchas misas por personas que se fueron de viaje sin retorno al cementerio que estaba contiguo, incluso se hizo una misa por un general que murió asesinado en tierra hermana.

El jade y la azulina seguían juntas con sus hojas y ramitas entrelazadas impregnándose de toda esa historia, hasta que llegó el momento en que se instalaron en círculo, hombres y mujeres y decían sus nombres y sus variados anhelos, el jade y la azulina atentos, tantas buenas nuevas y nuevas amistades en ciernes.

Al retirarse de la reunión, cada uno se llevó un ejemplar de esas hierbas, con el recuerdo en sus memorias vegetales de tantas obras que se realizarán en ese lugar y en el que nacerán nuevas amistades que verdearán entrelazadas como el jade y la azulina, que se conocieron en la capilla de San José.


Cuando José y Pablo llegaban a casa de sus abuelos, junto a sus padres a pasar un fin de semana en familia, llegaban con una serie de pensamientos encontrados.

Generalmente, cuando la mamá les anunciaba el día anterior que el viernes en la tarde viajarían a ver a los abuelos, ellos alegaban y hasta se molestaban por este anuncio, no porque no les gustara estar junto a sus joviales abuelos, sino como una forma de expresar rechazo al dominio que sus padres ejercían frente a ellos, al disponer de sus actividades y deseos para el fin de semana.

El trayecto hacia la costa era tenso, producido por la resistencia a cooperar y las carreras en la preparación del equipaje, sumado a la llegada del papá que volvía cansado de la oficina, que pedía como única condición para comenzar el viaje a la costa, no escuchar peleas, y menos gritos, porque su cabeza estaba por estallar. La mamá presurosa llevaba el equipaje hacia el auto, disponiendo las cosas dentro de la estrecha maleta, que no se compadecía de sus deseos de llevarle a sus padres los típicos engañitos de la ciudad, además de los juegos que podían entretener a los niños para que no se aburrieran. De paso al cerrar las puertas del coche, les propinaba un leve pellizco como forma de amenaza ante futuras discusiones, junto con hacerles una fea mueca advirtiéndoles de esta manera sus posibles caídas.

Pero en la medida que el auto comía kilómetros, se daba una singular alianza entre los hermanos, ya no molestaba permanecer sentado tanto tiempo, ni se sentía el codo del otro que se incrustaba al ejercer un movimiento; poco a poco se iba produciendo más cordialidad y hasta el papá contaba algo entretenido desde su sillón de mando.

Lo más importante para todos, era que se iba dando una grata convivencia entre los cuatro. La mamá sacaba de repente, un cálido chal para extenderlo sobre las piernas de los niños, produciendo tan balsámica reacción, que muy pronto, José y Pablo se entregaban a un descanso profundo, despertando tan sólo a metros de la querida entrada de troncos que identificaba la casa de los abuelos.

Una vez efectuado el saludo de rigor, la abuela les agasajaba con un espeso chocolate que poco les gusta, pero el cariño hacia ella, hace impronunciable un No gracias, por lo tanto bebían el espeso líquido, una vez que le sacaban la capa de nata que se producía mientras comían con voraz apetito, las deliciosas roscas de la abuela.

Estos viajes eran de especial belleza en la primavera, cuando la pradera estaba verde y mostraba su hermoso y soberbio vestido de llamativos colores. Eran infinidad de sencillas especies, las que inundaban las extensiones baldías y suaves colinas que se perfilaban al frente del ventanal de la cocina, recinto donde la abuela creaba suculentos y complejos platos para agasajarnos, demostrándonos de este modo su cariño.

Por el abuelo, que había desarrollado gran cariño por las especies de la zona, fuimos aprendiendo de las plantas autóctonas del lugar. Flora nativa las llamaba y las cuidaba y mimaba como cuando se acercaba a otros nietos recién nacidos, susurrándole algo inentendible a sus pequeños oídos.

Así llegué a conocer una cantidad increíble de plantas, cactus y yerbas, que crecían orgullosas en las tierras gredosas y arenosas aledañas a la costa. El nos enseñaba a amar y proteger las distintas especies que se daban en cualquier parte de esta zona, bastándoles sólo un puñado de tierra arenosa y áspera para crecer sobre las rocas o donde el sol apuntara sus poderosos rayos, o el viento las sacudiera con poca indulgencia.

Siempre llamó la atención una planta que recibía el especial cariño del abuelo. Ella era como un arbusto. Crecía en la intemperie y a veces era protegida con un improvisado quitasol que el abuelo había ideado para resguardarla en algunos períodos del año. Pero lo característico de ella, era que tenía infinidad de ramas que parecían brazos muy bien dispuestos, llenos de pequeñas y carnosas hojas de un verde

intenso. Él, siempre, al regarla, nos decía que en la medida que se la cuidaba con cariño, esta planta se ponía más hermosa y frondosa, invitando de esta manera a sacarle patillas para hacer nuevas plantas, y cuando deseáramos expresarle a un amigo nuestro apoyo o cariño, la mejor manera de hacerlo, era regalándole una patilla de jade como símbolo de la amistad.

Así pasaba el fin de semana, entre los juegos que ideaban para entretenerse entre medio de la naturaleza y en un escenario muy distinto al de la ciudad. Acá no necesitaban ni de las bicicletas, porque la sola cercanía del mar, los ponía más creadores y cercanos como hermanos. Sin nombrar siquiera la frase «estoy aburrido» que tanto repetían en su casa de la ciudad.

Uno de los tantos días domingos, que emprendían el regreso, José se sube al auto luego de despedirse de sus abuelos, reflejando cansancio y alegría por haber pasado un par de días colmado del amor recibido. Luego de acomodarse en el interior del vehículo, se dirige a su hermano menor que aun agita su manito en señal de despedida y le dice:

-¿Te pasa a ti que cuando toca la hora de volver a casa, te gustaría quedarte a vivir con los abuelos?

-Sí. - le responde Pablo - Lo que pasa es que aquí me entretengo más, aunque sea en las cosas que hacen los abuelos.

La mamá, al escuchar este diálogo, los increpa - ¿Por qué entonces se molestan cuando les aviso que vendremos acá? ¿Para hacerme rabiar? Yo he notado hasta que pelean menos.

- No sé - contesta el mayor - lo que pasa es que siempre lo sabemos casi cuando estamos arriba del auto.

- C l a r o , d ice Pablo, porque yo lo paso súper bien, ¡Quién los entiende a ustedes! - replica la mamá. -Lo que pasa es que todos nos relajamos cuando pasamos el fin de

semana en familia cerca del mar, en medio de la naturaleza - acota el papá, que ya está enfrascado en la responsabilidad del vehículo. - Seguro - dice Pablo -además que, como dice la abuela, el contacto con las plantas que cultiva el abuelo, nos deja conectados con la energía que ellas tienen, ¿Vieron lo hermosas que están las azulinas? Esta vez aprendí que son frágiles y hermosas como la primita recién nacida. ¿Cómo se llama? Ah sí, eso: Pilar. La abuela me contó que en el verano aprenderemos a ser buenos amigos con ella, porque ya estará más grandecita para que la cuidemos y protejamos como buenos amigos. - ¿Como el jade y las azulinas del abuelo? - acota Pablo. - Tienes razón - afirma la mamá - es el cariño y el entorno lo que las hace un buen ejemplo de amistad, por eso se dan tan bien aquí. - Bueno eso mismo pasa con ustedes dos - replica el padre -Me da gusto verlos como hermanos jugando e ideando formas para entretenerse cuando venimos a la playa. Ojalá no se les olvide al llegar a casa que es mucho más entretenido ser buenos amigos que constantes enemigos.¿No creen?

14.3.c) Versión de Bolívar ALGO SOBRE

JADE

No creo en las coincidencias. El azar - la casualidad, el acaso- no tiene intención, pero parece que la coincidencia sí la tiene. Es algo así como una casualidad con un propósito específico que cumplir, con lo que deja de ser casualidad. Las cosas no ocurren porque sí, sin más ni más, sino por ocultas razones que nosotros ignoramos y que sólo en raras ocasiones - quizás si sólo una vez en la vida - alcanzamos a entrever apenas y quedamos deslumbrados antes de darnos cuenta clara de que el momento mágico ya ha pasado y no volverá nunca más.

Por eso, hija querida, cuando me preguntas qué títulos puede invocar a su favor el jade - esa planta esplendorosa millonaria en verdes moneditas - para reclamar para sí el derecho a ser considerada como emblema de la amistad, te digo que no puede ser coincidencia que me preguntaras eso, porque resulta que precisamente tu viejo padre - no puedo creer que sea casualmente - es uno de los pocos, muy pocos, que te pueden ilustrar con conocimiento de causa al respecto. En efecto, yo fui uno de los únicos cinco testigos presenciales de algo que, en su momento, nos dejó asombrados a todos y que contesta derechamente a tu pregunta.

Si ambos nos estamos refiriendo a la amistad, supongo que estamos hablando de lo mismo, es decir, que tu concepto y el mío sobre el particular coinciden plenamente. (Otra vez las coincidencias). Pienso que la persona universalmente amistosa, esa que tiene sonrisa fácil para todos, palabras amables y anécdotas chispeantes a flor de labios, tiene muchas similitudes con el simpático cachorrito que salta alegremente y agita su rabo ante todo el mundo. Eso no es amistad: la amistad verdadera no se anda prodigando como los saltos y gracias del cachorrito, sino es algo excepcional y maravilloso, como el sacrificio de su propia vida que ese mismo can, en la plenitud de su existencia, puede llegar a estar dispuesto a hacer en defensa de su amo. No por cualquier recién llegado, sino por su amigo más cercano y querido, su verdadero amigo.

El caso es que el jade nunca tuvo nada que ver con la amistad - por lo menos nunca se supo que tuviera algo que ver - hasta la navidad de 1973. Todas las navidades habían sido hermosas hasta entonces, pero esa, precisamente, fue una navidad triste, probablemente la más triste de todas.

Esa noche un venerable y barbudo anciano, vestido de rojo, fue sorprendido por una patrulla militar sin documentación alguna y violando el toque de queda, con la ridícula excusa de que andaba repartiendo regalos. En efecto, llevaba un saco casi lleno de paquetitos atados con cintas de colores, muy tentadores para cualquiera, incluyendo a los cinco miembros de la patrulla. En consecuencia, el subteniente a cargo de la patrulla dijo "esto es lo que hay que hacer con los enemigos de la patria" y le disparó un pistoletazo en la cabeza al pobre viejo, que cayó sin decir una palabra. Era, según el subteniente, lo que correspondía en ese tiempo a los que se atrevían a quebrantar el orden establecido, en bien de la patria, por las autoridades de facto. El viejo sin documentos fue sepultado en una fosa clandestina a orillas de un basural y el saco con paquetitos de regalos - legítimo botín de guerra - fue equitativamente repartido entre el subteniente, el sargento y los tres soldados conscriptos.

Después de eso se ordenó a los conscriptos, se nos ordenó, pues yo también formaba parte de la patrulla, borrar sobre la fosa cualquier huella del exitoso operativo militar, pero al ir a cumplir la orden, se encontró que en la tierra removida había aparecido, nadie sabe cómo ni cuándo, una planta con todas sus ramas colmadas de verdes moneditas: precisamente una planta de jade, esa por la que me has preguntado. Y no era una plantita recién nacida, sino una mata grande, crecida y consolidada.

Se le comunicó al jefe de la patrulla que había algo muy raro. El hombre fue a ver y se puso lívido. Tartamudeando dijo algo sobre el honor del uniforme y que teníamos que sacar el cadáver y llevarlo a otra parte de inmediato, pronto, ahora mismo. Pero en la fosa, hija querida, no había nada. El viejo de la barba, en una inexplicable actitud antipatriótica e ilegal, no estaba en el lugar que se le había asignado tan explícitamente. Los gritos y maldiciones del subteniente no cambiaron la situación en absoluto: el viejo se había escurrido sin despedirse; tal vez tendría cosas que hacer en otra parte. De todos modos, era claro que algo extraordinario había ocurrido ante nuestros ojos: estábamos viviendo obviamente una oportunidad - tal vez la última - que la suerte nos brindaba para enmendar el camino. Uno de los compañeros cortó una ramita de la planta y la repartió cutre los otros dos que estábamos mirando. "Que nunca olvidemos esto" dijo, mientras el subteniente seguía maldiciendo. Al fin nos volvimos al cuartel con orden estricta de no contar a nadie nada de lo acontecido.

No creo necesario decirte que los famosos paquetitos con cintas de colores estaban todos

repletos de ramitas con verdes monedas, algunas de las cuales llevamos de vuelta como recuerdo imborrable de nuestra aventura, como exhortación a cuidar nuestros pasos futuros, o como esperanza de días mejores para todos.

Del subteniente aquel, poco hay que decir. Hoy, coronel en retiro, enfrenta una serie de procesos criminales ante la justicia, pero proclama su inocencia. Ya antes ha tenido otras acusaciones por atrocidades cometidas contra gente indefensa, pero ha sido invariablemente absuelto por la justicia militar. Del sargento no se ha sabido nada, y los tres conscriptos que formamos parte de esa patrulla seguimos unidos por una inquebrantable amistad. Y, por cierto, las moneditas verdes nos recuerdan permanentemente que la fuerza bruta a la larga termina derrotada. El amor la vence, antes o después, pero la vence.

Desde hace más de veinticinco años estamos repartiendo estas ramitas en señal de amistad, selectivamente, a personas escogidas que merecen esa muestra de especial deferencia, con el deseo de que nunca sean agredidas injustamente, que nunca tampoco agredan ellas al inocente y que el odio no tenga cabida en sus corazones. Decimos que es una prenda de amistad, pero no explicamos por qué las

consideramos tal. No nos gusta hablar de eso con terceros, pero a ti te amo y no te puedo negar nada. Te pido, eso sí, que tú seas discreta y guardes para ti sólita esto que te he contado.

Recibe un beso de tu papá.

14.4. ¿Cuál es, en síntesis, el pensamiento del Profeta sobre la amistad?

Respuesta:


Amistad es crear vínculos fructíferos, es construir redes de oro que envuelven sin aprisionar, dando destellos luminosos dorados, pero sin enceguecernos y sin deseos de vender el oro.

Es un vínculo fructífero porque se renueva todos los días, se riega y se alimenta de la tierra diariamente, sin intereses, sin descanso. El tiempo pasa por ella y se potencia, se ennoblece, como los vinos buenos.

14.5. Haz un dibujo en blanco y negro, inspirado en el soneto 29 de Shakespeare.

Respuesta:

14.5.a) Ilustración de Richard

Falta dibujo CEDULARIO N°15 AMOR Y

POESÍA

15.1. ¿Qué tipos de amor crees haber experimentado a lo largo de tu vida?

Respuesta:


El primer amor que recuerdo es el filial, el amor a la madre, que es el más cercano, el de mi padre que me sentaba en sus piernas enfundadas en pantalones militares de montar, de lana gruesa, áspera, casi urticante al tacto.

El amor de las dos abuelitas tan cálidas y amorosas, de mis tías regaloneadoras, de mi prima mayor. Luego viene el amor al sexo opuesto entre los 3-4 y 5 años, representado en una niña mayor, de

unos 10 años, que me servía té en tacitas de hojalata con gusto a pintura amarilla. A una vecinita muy linda con la cual aún somos muy amigos, aunque no nos vemos, y a otra, a los 5 ó 6 años, que después de los 18 nunca más vi.

El primer gran amor romántico y atormentado de los 12 años y no correspondido, que no es capaz de expresarse y que se manifiesta platónicamente, con una mirada o un versito rimado.

Entre medio, a los 7, surge el amor divino, manifestado en la comunión, muy fuerte y sublime, alimentado con la historia sagrada que me enseñan los HH. Maristas; luego a los 9 viene una etapa de mucha confusión y sentimientos de culpa por no creer en los dogmas de la virginidad de María y otros, como el de la salvación sólo para los católicos, lo encuentro desde ya tan ilógico y absurdo.

El amor erótico ya se está manifestando a esta edad y va creciendo entre sensaciones de placer y de sentimientos de culpa generados por la religión.

A los 17 llega el gran amor, esperado desde siempre y esta vez ampliamente correspondido y que después de 8 años llega al matrimonio. Se funde el amor divino con el amor humano que la ilusión hace eterno, pero la intuición funcionando, anticipa las futuras y próximas discrepancias.

Ya desde los 9 años va surgiendo el amor al prójimo y de ahí se proyecta a la Humanidad, quizás antes a la Creación con mi admiración en la contemplación nocturna de las estrellas. El amor a los

otros reinos, al animal y al vegetal y también al mineral, porque inicia la cadena de transformación, y que se integran al hombre evolucionando con él.

A los 17 (como dice Violeta) nace también un amor a lo oculto y misterioso en la filosofía griega, especialmente con Sócrates y su transmigración de las almas, dándome la respuesta tan esperada a mis interrogantes de la niñez. Esto se acrecienta entre los 25 y los 30, liberándome de las religiones y llegando a ser, como hoy, universalista.

A los 30 descubro el amor pasional y que se manifiesta en vanas oportunidades en esos "encuentros" de que habla Lola Hoffmann, en que se entrelaza atracción, pasión, sincronía, afinidad.

En la edad adulta, un inexplicado vaticinio me indicaba un serio problema al corazón a los 45, es ese mismo amor que se manifiesta con fuerza y "afecta" al corazón acelerando sus latidos: al unísono se manifiesta el amor cósmico con un Dios Creador Único, fuente de energía y de vida y por todas las creaturas de todos los planos conocidos y desconocidos.

Y en eso estamos muy atentos y expectantes a este tercer milenio que se promete de amor y paz universales. ¡Bienvenidos seamos!

Finalmente, no quiero olvidar, está el amor a una desconocida a la cual busco desde hace siglos a través de muchas vidas. Tuve un sueño este año en que la identifiqué como una gitana menuda llena de ternura y pasión, pero que muere lejos de mí, por razones que no tengo claro, y de ahí que la busco incesantemente.

POST IMPRIMATUR AMOR MADURO

No quiero dejar de contar una historia de amor de un "viejo con una niña". Hacía clases de Relaciones Humanas y de Administración de Personal en la Universidad de

Santiago, tenía una alumna vivaz, delgadita y bastante atractiva. Tenía 25 años, yo iniciaba la treintena. Josefina - llamémosla así - me confidenció que se iba a casar con un caballero de 55 años. Yo le contesté, incrédulo, que, con perdón, cómo se iba a casar con un viejo que podía ser su padre, casi su abuelo, que más que la doblaba en edad.

Ella me replicó que el amor no tiene edad y que era como amar a un papá, pero más íntimamente. Hoy cumplí 59 y entiendo perfectamente a Josefina.

GREEN LOVE (Nombre inconfesable)

15.2 Lee el texto "Canción del Macho". Intenta escribir una "Canción de la Hembra"

Respuesta:


Amado, yo te recibo con mi mansedumbre de hembra. ¡Ámame, bésame, incéndiame con tu fuerza!

15.3. Escribe un cuento o fábula sobre el amor en el siglo XXII.

15.3.a) Versión de Bolívar Cuento

sicalíptico

UNA BURBUJA ANACRÓNICA

Dícese - pero a mí no me consta que así sea - que la dichosa palabrita inglesa fuck tiene su origen en la inexplicable intromisión de Su Majestad The King, en tiempos felizmente ya pasados, en los lechos conyugales de sus súbditos: sería una sigla de Fornicate Under Consent of the King. Sea o no verdadera tal etimología (se non é vero, é bene trovato), podemos nosotros dar por cierto que el origen de las palabras - o al menos la semántica - nos puede orientar bastante acerca de la evolución de la sociedad, tal como la carretera (de alta velocidad) trae su nombre de las vías donde se desplazaban lentamente las perezosas carretas de antaño. Y yo, como reconocido maniático sexual, pensaba que la conducta social ante el amor (o derechamente ante el sexo), así como tuvo evoluciones en el pasado, bien podría haber experimentado también algunos cambios en el siglo y medio pasado desde mi último recuerdo.

Eso era lo que llenaba mi imaginación apenas me di cabal cuenta de que había aterrizado –t odavía no logro explicarme de qué manera - nada menos que a fines del siglo XXII, en algún lugar que tenía cierta dudosa semejanza con Santiago de Chile.

Todas las explicaciones que intentaron darme, eso de la "burbuja de tiempo" y de las "espirales recurrentes" me sonaron a puro bla bla ininteligible. Yo quería saber aquello que me interesaba particularmente, o sea qué querían decir con eso, que me repetían tanto, de que a qué hora quería ir al venusterio, y si "eso" era o no lo que me estaba imaginando.

Sí. Era más o menos lo que yo deducía con mis elucubraciones filológicas: el venusterio era una especie de motel muy elegante, a disposición de todos los transeúntes y financiado por la Municipalidad local con fondos obtenidos de las infracciones al tránsito. Y parece que la visita al venusterio era una especie de rito social muy bien aceptado por todos.

Por supuesto que se habían producido bastantes cambios fuera de mi "burbuja de tiempo". Desde luego el matrimonio ya no era de dos, como en mi época. Ahora era obligatoriamente de tres, porque se descubrió que era un ma..."tri"...monio, lo que significa en todas partes tres y no dos, ya que no se trata de un ma "bi" monio, sino "tri". Era una especie de triángulo isósceles: dos mujeres y un hombre, obligatoriamente, y no al revés. Hubo cierta oposición de algunos, naturalmente, pero la democracia se impuso al fin, después que los bandos en discordia derramaron ingentes torrentes de tinta y de elocuencia en defensa de sus respectivos puntos de vista. Democracia significa exactamente que la mayoría manda, y la mayoría se impuso. (¿Sería tonto decir que se impuso por mayoría?)

Eso en cuanto a familia, a lo formal, lo registrado oficialmente. En lo extraconyugal se llegó mucho más lejos: la mayoría triunfante, sin pérdida de tiempo, incorporó a la Constitución del Estado el inalienable derecho ciudadano al amor (o sea, al sexo), lo que se celebró con orgiástico entusiasmo por toda una semana. De ahí vinieron a su tiempo los venusterios y la posterior doctrina de que rehusar el sexo es un inaceptable atentado contra los derechos humanos.

Esto derivó finalmente en la llamada "Ley del Colchón", según la cual nadie, hombre o mujer, bajo pena de muerte y eterno oprobio, puede negarse a un requerimiento erótico, a cualquier hora del día o de la noche, se trate de conocidos o desconocidos. Eso sí que tiene que ser un requerimiento necesariamente hétero, porque eso es lo único decente y lo otro no está protegido por la Constitución ni es socialmente bien visto, igual que en otros tiempos, los de la burbuja.

Con lo que he escuchado hasta el momento, me está pareciendo bastante atractivo este mundo extra-burbujal... ¿Cómo no se les ocurrió antes el sistemita a mis pacatos compatriotas? ¡Qué falta de imaginación y visión de futuro! Ahora que estoy aquí, estoy empezando a creer que una visita al venusterio me vendría muy bien; sería como una amable bienvenida a esta época que todavía no ha llegado para los que no han podido salir de su siglo de origen.

¡Y aquí se ven unas tremendas mujeres...!, bastante desinhibidas, se nota. Es algo muy estimulante, muy prometedor... y de acuerdo a la ley, no pueden negarse, bajo pena de muerte y oprobio. Nos estamos acercando al venusterio y a mi inminente debut en este inesperado sistema. Una vieja flaca, bien fea y con bigote, me sonríe y me toma de la mano tirándome hacia el venusterio. ¿Qué hago? Legalmente no puedo negarme..., bajo pena de muerte y oprobio. ¡Yo quiero volver a mi burbuja! ¡Mi burbuja, por favor! ¡¡Mi burbujaaaaaa... pero no puedo negarme, bajo pena de muerte y oprobio. Defunción e ignominia, ajusticiamiento y público ludibrio... ¡pucha! Creo que estoy frito... ¿¡Quién me mandaría a deambular por el siglo veintidós!?

Chao, amigos. Al mal tiempo, buena cara. ¡Me voy a conocer el venusterio municipal! .

15.3.b) Versión de Lidia "i*-

En una estrella lejana, se encontraron dos seres, se miraron intensamente y una fuerza extraña se posesionó de ellos. Ella se fue a su casa pensando qué sería ese extraño sentimiento. En esa época no había sentimientos, no existía la ternura, el amor, el romance; todo era materialismo y modernidad, pero ella seguía muy preocupada, pues algo extraño intuía que le estaba pasando, sentada frente a un gran computador, trataba de analizar lo que le pasaba, sacó información de todas partes, pero era imposible, no lo podía entender. Ella sentía hambre, sentía frío, temblaba. ¿Qué sería esa ansia desesperada que sentía? Salió a la noche y al sumergirse en la inmensidad del cielo estrellado, sintió que una gota de rocío caía sobre su rostro. Al sentir el húmedo frescor del rocío, le pareció que su corazón explotaba en un mar de ardientes lágrimas; lloró y lloró hasta agotar las lágrimas, cuando al fin quedó más tranquila, se dio cuenta de que ella no tenía penas, lo que ella quería era sentirse amada, sentirse protegida, y al fin comprendió que el amor es más fuerte que la razón, traspasa todas las barreras, rompe todos los diques, y es el sentimiento más hermoso que existe en todas las épocas, en todas las estrellas.

CEDULARIO N° 16 SOLEDAD Y

POESÍA

16.1. Escribe un cuento, leyenda o fábula expresando tu manera de entender la soledad.

16.1.a) Versión de Richard CUENTO A LA

SOLEDAD.

Eras una niña vivaz y hermosa, todos los muchachos te pretendían por tu belleza y donaire, mas tú preferías a los mayores, a los que habían salido del colegio y ya estaban en la universidad.

Y estaba yo arriba del guindo con mi amiga Julia compartiendo las alturas sobre los techos y llegaste tú, Soledad, con el rubor en tus mejillas a contarle a Julia tu última conquista y subiste presurosa el tronco del guindo, escondiendo a medias tus blancas piernas en el ruedo de tu vestido y me tuve que retirar avergonzado, porque tu secreto no podía ser compartido con un muchacho.

Y me dejaste en la soledad de mi recuerdo y nunca más te vi. ¿Qué fue de ti Soledad? ¿Te quedaste en el exilio, o estás nuevamente en la gran ciudad? Ajena a mí, ¡ Soledad!

16.l.b) Versión de Bolívar

Un cuento que no es ningún cuento .

"UN ENCUENTRO CON LA SOLEDAD"

Chile Chico es un encantador y soñoliento pueblito austral ubicado a la orilla del lago más grande de este país. Es chiquito, casi tan chico como el maletín de viaje que llevaba yo en mi primera visita a ese lugar. No me gusta andar con demasiadas cosas en las manos y pienso que el equipaje debe reducirse sólo a las cosas más indispensables.

Entonces, en mi maletín había un pijama, máquina de afeitar, dinero, chequera, documentos, un poco de ropa y parece que nada más. Era el mínimo indispensable para pasar una semana en Chile Chico. Iba, en mi calidad de funcionario del Ministerio del Trabajo, a realizar algunas fiscalizaciones y arreglar algunos asuntos. Concerté por teléfono con la Gobernación mi fecha de llegada, y el día fijado viajé en el avión semanal de Coyhaique a Chile Chico, lugar donde no había estado nunca y donde no conocía a nadie.

El pequeño, pero confiable DC-3 (estoy hablando de treinta y cinco años atrás) aterrizó en Chile Chico sin problemas. Un minibús amarillo esperaba a los escasos pasajeros para llevarlos a la ciudad. Lo tomé junto a dos o tres personas más y llegamos al centro, donde se nos entregarían nuestras valijas. La mía no estaba, se había quedado en el avión y ahora iba volando de regreso. (Disculpe, señor Fernández, lo sentimos infinitamente, en el próximo avión se lo traemos; por ahora no podemos hacer nada). El próximo avión era en la próxima semana, o sea, era el mismo avión que yo debería tomar para volver a mi casa.

Y ahí estaba yo. Sin plata, sin carnet de identidad, sin cheques, sin conocer a nadie, sin posibilidad ninguna de conseguir mis cosas ni de volverme a Coyhaique.

Me fui al Hotel y pedí una habitación por toda la semana. Ya vería en los días siguientes cómo salir del paso. Almorcé y salí a caminar, haciendo hora para ir después a la Gobernación. Hice un inventario de mis escasos bienes: un llavero, tres o cuatro monedas, un lápiz, un pañuelo... y nada más. Me senté un rato junto al muelle mirando los barquitos y pensando qué podría hacer, porque algo tendría que hacer, aunque no sabía qué. En eso estaba cuando llegó un jeep a mi lado y se bajó un hombre alto, con los brazos abiertos diciendo: ¡Bolívar! ¡Qué gusto verte! ¿Qué andas haciendo por aquí? ¿No te acuerdas de mí? Yo soy Falcón.

-Hola, Falcón. (¿Quién será Falcón?) (La verdad es que a ese buen señor yo no lo había visto nunca. Tengo una absolutamente nula

capacidad de reconocer rostros: esa ha sido mi eterna pesadilla. Todavía la tengo, es algo que nunca he podido superar)

-Bueno, Bolívar, tú te vienes a mi casa a almorzar conmigo, y mañana te voy a llevar a una picada que tengo al otro lado del río.

Le expliqué a Falcón que andaba en Chile Chico por trámites de oficina y que por ahora ya había almorzado, muchas gracias. En cuanto a la picada del día siguiente, lamentaba no poderlo acompañar, porque el otro lado del río significaba pasar al lado argentino y yo no tenía carnet de identidad, de manera que no podía cruzar la frontera. Eso porque mis documentos habían quedado en el avión hasta la próxima semana, y le conté mis penas.

Falcón me dijo que por lo menos lo de los documentos tenía solución; me hizo subir al Land Rover y me llevó a la casa de un amigo suyo, el Jefe de Identificación, lo hizo salir, llevarnos a su oficina y abrirla especialmente para mí. Le explicó que yo tenía un problema momentáneo y le pidió que me otorgara un documento provisorio de identidad. En un minuto mi problema de identidad estaba resuelto. Así, con mi documento provisorio pudimos ir sin contratiempos con mi todavía desconocido amigo todos los días a almorzar en Argentina.

De ahí me fui a la Gobernación. (¡Adelante, señor Fernández, lo estábamos esperando! Esa es su oficina y lo que necesite, diga no más).

En la noche, mientras comía en el Hotel, se me acercó con alguna vacilación el dueño.

- Disculpe, señor Fernández, no quisiera que usted lo tomara a mal, pero supe que usted tuvo problemas con la entrega de su equipaje en el avión y me gustaría hablar unas palabritas con Ud.

-Claro, señor Gómez, estoy a su disposición. {¡Crestas! Me van a cobrar la cuenta. ¡¿Yahora qué hago?!)

- No quisiera molestarlo, pero tengo entendido que se le quedaron todos sus documentos, plata, cheques, todo.

- Así fue, efectivamente (¡Demonios! llegó el momento de los quiubos. Habrá que apechugar). - Bueno. Lo que yo quería decirle es que si necesita algo, alguna cosa, o dinero, o lo que sea,

cuente conmigo. Y si por algún motivo no se junta con sus cosas en el próximo avión, por favor no se preocupe. Usted me manda pagar cuando pueda.

- Gracias, señor Gómez. Espero que no sea necesario, pero si llego a necesitarlo, claro que recurriré a su buena voluntad. Se lo agradezco infinitamente.

Me volvió el alma al cuerpo. Al otro día almorcé con Falcón, invitado por él, en el pueblito argentino del otro lado del río. A todo esto, yo estaba trabajando normalmente en mi oficina en la Gobernación. Se despacharon mis citaciones, concurrió la gente, me mostraron los documentos que tenía que revisar y se consignaron algunos dineros que yo tendría que depositar en Coyhaique a mi regreso. Al día siguiente yo invité a Falcón al otro lado del río. Para eso tenía plata.

Al fin de la semana yo estaba con billetes en el bolsillo, tenía nuevos amigos, crédito sin límite en el Hotel, carnet de identidad provisorio y una visión inesperada sobre las relaciones humanas. Lo que no tenía, eran problemas. Pero no me hacían falta para nada.

Esa fue una de las mejores semanas que he pasado en lugar alguno. ¡Si al final no querían que me fuera! Y, a decir verdad, yo tampoco tenía ganas de irme.

Devolví el carnet inventado, agradeciendo cumplidamente la excepcional buena voluntad del Jefe del Servicio de Identificación, pagué con dinerito contante y sonante mi cuenta del Hotel y me despedí muy amistosamente del señor Gómez.

A la subida del avión, me devolvieron mi equipaje, con una sonrisa y mil disculpas. Yo volví a entregar mi maletita - sin abrir todavía - con el pijama y los documentos a la auxiliar de vuelo, que a su vez me los devolvió otra vez al llegar a Coyhaique, donde me estaba esperando mi mujercita, la que no tenía idea de mis azarosas aventuras en Chile Chico. Hice los depósitos bancarios que traía y todo volvió a la normalidad.

En una visita reciente a la Patagonia conté esta anécdota a un amigo (amigo desde aquellos tiempos, casi cuarenta años) y le pregunté por Falcón. Me dijo que había muerto y que se trataba de un funcionario del Ministerio de Agricultura y que era muy cordial, muy amistoso con todo el mundo, y querido por todos. Agregó que lo más probable es que nos hubiera tocado alguna vez participar juntos en alguna reunión oficial y que Falcón recordaba a la gente y yo no. (Dondequiera que te encuentres, Falcón, recibe mi recuerdo agradecido). 16.2. Imagina una conversación entre Machado, Neruda y Juvencio Valle, a propósito de sus respectivos poemas.

Respuesta:


Coloquio entre Machado, Neruda y Juvencio Valle.

Machado: Siempre me gustó abrir nuevos caminos y pintar la tarde con el dorado del sol, contemplando el ocaso debajo de los pinos. Neruda: Vi muchos atardeceres desde las rocas junto al mar, pero la espina de mi alma fue el sufrir de mi pueblo, la miseria fantasmal. Valle: Mi pensamiento callo mientras vuela por el aire, buscando la nueva república, de luz, amor, de flores, de árboles que tocan el cielo de renovados aires.

CEDULARIO N°17 MUERTE Y POESÍA

17.1. ¿Cuál fue tu primera experiencia importante en relación con la muerte?

Respuesta:

17.1.a) Versión de Bolívar ADIÓS AL AMIGO

Tuberculosis. Tuberculosis pulmonar que se llevó a la tumba a mi amigo a los catorce años de edad.

Mi compañero de banco en el Liceo por varios años ya estaba ausente de clases por un largo tiempo, debido - así se dijo - a una grave enfermedad, aunque nadie explicó de qué se trataba. Un día el profesor jefe anunció que Jorge estaba muy grave y que había vuelto a su casa. Ese mismo día, apenas almorcé, lo fui a visitar.

Jorge estaba en cama y se alegró mucho de verme. Sus movimientos eran pesados, como si se cansara mucho. Su respiración era sobrecogedoramente dificultosa, jadeante, angustiosa, y producía un sonido escalofriante. Por supuesto, le dije que confiaba en su pronta recuperación, a lo que Jorge me contestó serenamente, que estaba viviendo sus últimas horas y que no pasaría de ese mismo día. Pero no se veía angustiado, ni asustado, ni afligido: yo no creí en modo alguno que las cosas fueran literalmente como él las decía. Seguidamente me pidió mi cuaderno y un lápiz, porque quería despedirse de mí por escrito. Todo esto, a solas los dos, en el dormitorio de Jorge. Escribió un par de frases con su misma caligrafía de los buenos tiempos y luego se reclinó suavemente en su cama. Conversamos un ratito más. Jorge me repitió que se estaba muriendo y me deseó buena suerte. Hablaba con la certeza y objetividad de quien dice que pronto va a amanecer. Le expresé mis seguridades de su pronto restablecimiento y me retiré con algo opresivo en la garganta.

Ahora, con la perspectiva que me da el tiempo y la distancia, veo que esa serenidad increíble de mi amigo en sus últimos minutos tiene que haber estado relacionada con una idea, un ansia de liberación de un tormento ya insostenible para él.

La mamá de Jorge me acompañó a la puerta de calle y me dio un beso. Por su mejilla, muy lentamente, se deslizaba en silencio una lágrima sagrada.

A las ocho de la noche, Jorge murió..

17.1.b) Versión de Ricardo

HERMANO

Lo necesito... Debo rescatar una reflexión-poema escrito a la par con tus últimos alientos,

cuando se desvanecía tu sombra.

Apuramos como siameses nuestros diálogos retrospectivos

camino a nuestras nieblas. Nuestras emociones, nuestros sentires,

en el día del "polvo eres y polvo te convertirás ", fueron nuestros abrazos... por todos. Ahora, a más de tres años del

laberinto de Dante, a veces te dialogo en mi pecho, con letras nunca cambiadas del

aquello. Te afloro, te expongo,

te recito poemas en celeste para neutralizar la sílaba maldita que está ahí, alrededor nuestro,

en cadalsos de Torquemada, creciendo entre talarañas en círculo cerrado.

Bienvenidas las fantasías, bienvenidos los quereres furtivos,

paralelos, pasionales, ocasionales, perdurables, sensuales, tiernos o sencillamente andar con tu igual,

desigual; en la arena, lecho, suelo, umbrales;

en puesta de sol, en arcoiris, en eclipse, pero que no te pille la nueva marca de Caín

Que te hace tragar saliva y decir "maldita sea ".

Vive, agita remolinos besa en boca cerrada o abierta toma,

déjate, llévate, ¡pero no olvidar!

que a tu alrededor hay más poemas en celeste.

110

Amado hijo, Amado padre, Amado esposo, Amado hermano, Amado nieto, Amado yerno, Amado tío, Amado cuñado, Amado primo,

Amado sobrino.

Amado trabajador, Amado amigo,

Amado compañero, Amado apoderado, Amado vecino,

Amado conocido, Amado paseante.

En este recordar, del Latín "Recordis " "volver a pasar por el

corazón " del dolor redondo, agrio, de insoportable ausencia, pero de invencible ternura y Espíritu del Gernika.

Te dedicamos estas nostalgias, estas lembranzas en el Otoño desolado.

Hijo de César, Adriana y Mamailla hermano de Paula, Ricardo y de un

querubín que no conociste (Javierín).

Casado por siempre con Mili y de Cuya raíz floreció, Jorge-Coke.

Profesión: Mago

No recuerdo quién, pero alguien te enseñó a decir, el cómo te llamas con una pequeña travesura, y en tu primer

día de clases, el maestro preguntó ¿Cómo te llamas? Te empinaste, Hinchaste tu pequeño

tórax y dijiste, Jorge, Jorge Fermín de la Riva Martín

Cagao

En los vaivenes propios de la infancia y de la adolescencia,

fuiste y eres Paxariño, fuiste y eres Bambini Cantori,

fuiste y eres Scouts, fuiste y eres Monaguillo, fuiste y eres Cancionero, fuiste y eres Jotero

Fuiste y eres discípulo de Huidobro y Picasso. Fuiste y eres acordeón, guitarra, gaita, flauta dulce, bosquejos,

poemas, jota.

¡Qué arco iris! Qué arco iris fuiste y eres.

Picaflor de falda en falda, o tendríamos que decir pantalón pata de

elefante y camisas de mil flor teniendo como de fondo a Serrat, Creedence, Víctor Jara y los temas de Música Libre de su

primera época.

Escenógrafo, actor y muy travieso (palabra diplomática para no decir súper desordenado) Tu colegio, también el mío y de Coke

el Hispano Americano, te lo perdonó todo, porque sin ti:

No habría barra deportiva, radio, verbena extraescolar, animador

de festivales y melodías de Beethoven.

No sé dónde lo leíste, o escuchaste que la vida es un árbol

un libro y un hijo

Y empezaste a mamar la vida, como diría Whitman.

Buscaste y buscaste a través del trabajo y de varios

Buscaste y buscaste a través de besos y de varios

Buscaste y buscaste a través del estudio y de varios

Buscaste y buscaste a través de la vid y de varios;

(tú yo), tu praxis, la coherencia en lo divino y humano.

Lo encontraste en Miriam, en tu raíz, en la amistad, en los cuadros, en la

naturaleza, en la risa, en los compromisos solidarios, en la transparencia, en los retratos

familiares, en tus vacaciones, trabajo, en tus volcanes internos (en tus

diálogos y hechos íntimos con tus cercanos) en tu mirar a las estrellas,

en lo que cimentaste.

Padre, hijo, esposo, hermano, hombre de virtudes y defectos como todos.

No sé del cielo no sé del Olimpo

no sé del Big Bang y sus hoyos negros

no sé del más allá y sus misterios. Pero dicen que el cielo, que el Olimpo es blanco, muy blanco,

pide paletas, pinceles, toneladas de pintura.

Bosqueja, dibuja, retrata en verde de Asturias, Santa Cruz y X Región.

Sé que harás Pehuenes, Nalcas sonrisas, montañas repetidas y

Altazores. No es necesario que te lo diga, pero

papá, te estará esperando con paellas y

gaita, sus monitos de madera y con su primer querubín.

TU LO SABES Hicimos fuerza para juntar los vientos del sur y llenarte de aire tus pulmones

Vociferamos a la Pachamama, Miramos al Cosmos, (¿Por qué a ti?

Le hablamos a la lluvia, a los puntos cardinales, a los volcanes, a la nieve eterna.

Al Verbo, a la Santísima Trinidad, a Alá, al fin del mundo, a los recuerdos, a las vivencias, al respirador, al suero,

a tus futuros papeles sin bosquejos. Clavamos las uñas a las nubes, a

nuestros futuros años, a las nalcas de tu casa, a los diálogos inconclusos

a 10 mil trapelacuchas.

No sé si EL, o los dioses, juegan a los dados;

tocó siete y tomaron su decisión.

Hoy me gusta la vida menos, pero siempre me gusta vivir.

En este momento los más cercanos bebemos tu sangre, nos untamos de tu sudor,

Absorbemos tu aliento, tocamos tus lágrimas, esculpimos tu cuerpo y espíritu, memorizamos tus venas.

Si vuelves en karma vuelve hombre delfín, vuelve hombre paleta,

vuelve hombre cancionero, vuelve hombre sonrisa en tus seres

queridos, vuelve hombre partitura DO-RE-MI-

FA-SOL

Hombre que te empinaste para vivir, nuestro amor Juan Salvador Gaviota,

nuestro amor pequeño Principito, y gracias, muchas gracias por

conocerte, pequeño gran hombre.

"GATO MACON ACHUSTA A MI" LOS TUYOS

17.1 .c) Versión de Richard

Mi primera experiencia importante en relación con la muerte.

Después de 10 días de dolorosa agonía, murió finalmente mi abuelita materna, con quien me unía un fuerte lazo de amor. Estaba ya casado, viviendo en la gran ciudad, cuando ella, en mi ciudad natal, cayó de su lecho por la noche, quedando tendida y sola en el frío nocturno y le dio una bronconeumonía fulminante.

El médico que la trataba, Héctor, compañero poético de mi niñez en Rancagua, le dio un máximo de 48 horas de vida, y pasaron las horas y los días y mi mamita Enriqueta no moría; sentí que había una causa ajena que impedía su muerte. Averigüé por todos lados, hasta que mi prima Sonia me llevó a una vecina, doña Estercita, que era rosacruz, muy lúcida y octogenaria ya. Ella muy tiernamente me explicó que a veces el espíritu que anima el cuerpo, no lo deja porque hay lazos, apegos muy fuertes, que impiden o retardan la muerte, como por ejemplo: las riquezas, las propiedades, las joyas, los odios, los amores. Al escuchar lo último supe que era yo el motivo de su impedimento para morir y doña. Estercita me enseñó a cortar el lazo afectivo, haciéndole tomar conciencia de que tenía cumplida su misión aquí en la Tierra y que tenía que volver al origen, a Dios, la vida misma.

Al hacerlo hablándole al oído, mi abuelita comprendió el mensaje y murió dulcemente, transformándose su cuerpo en algo totalmente inanimado, frío, sin lo que yo tanto había amado ¡su alma!

No hubo lágrimas en mí, sino más bien alegría, porque iba a tener a mi amada abuelita en el otro plano de la existencia y ella podría venir en sueños a contarme como era esa nueva dimensión.

He soñado pocas veces con ella, pero cuando sucede, sé que está bien y comprendo el por qué necesitamos de nuestros antepasados en los otros planos, porque nos protegen y nos guían, tal como lo plantean todos los pueblos aborígenes y antiguos.

Amiga, amigo, que no haya tanto dolor ante la partida de un ser amado; comprende que él va hacia el origen de la vida, de todo, la esencia, y que si lloramos, es porque nos quedamos solos con nuestros apegos, sin pensar en el que se va a prepararnos el retorno, sin miedos, sin traumas.

17.2. Escribe un cuento, fábula o leyenda donde se refleje tu visión sobre la muerte.

Respuesta:


MUERTE Y PERDÓN

Había una vez una ancianita octogenaria en su lecho de muerte, rodeada de su familia que tanto amaba. Estaban su hija y su hijo, sus dos nietos, su nuera y una antigua amiga más joven, todos tratando de hacer más fácil este angustioso trance de muerte.

Doña Amada, así la vamos a llamar, se había casado muy joven y había enviudado prematuramente, quedando con una niñita de 5 años. Como no tenía familia, se vio obligada a trabajar como ama de llaves en la hacienda de don Amador, que se dedicaba a la cría de caballos.

Del amor de ambos nació un niño de tez muy rosada, cabellos claros y ojos de color miel. Mas el amor se interrumpió por esas incomprensiones humanas que nunca faltan, que más bien sobran, como el orgullo y la soberbia, y fue así como esa joven mujer decidió irse de la hacienda y comenzar una vida independiente, debiendo para ello prepararse para trabajar como profesora rural.

Y fue así como doña Amada comenzó su nueva vida. Nunca más quiso volver a ver a su esposo, a pesar de sus ruegos. Sus vidas se separaron definitivamente, dedicando su existencia a su pequeño hijo y a la educación de los niños de campo, con energía y mucha ternura.

Volvernos nuevamente a su lecho de muerte. Han pasado los días y las semanas y doña Amada se debate entre la vida y la muerte, mueve sus brazos inquieta; en la cuarta semana de agonía ha perdido la conciencia y comienza a delirar, ve a sus padres y, mirando fijamente a los presentes, les dice: "No te perdono, no te perdono". Cada uno de ellos se siente interpelado y le preguntan si es a ellos a quienes no perdona, pero se hace evidente 116

que el "no perdonado" no está físicamente en esa habitación y doña Amada fallece finalmente al ocaso del día número treinta, llevándose el secreto a la tumba.

Pasan los años, unos 15 aproximadamente, y Alberto, el nieto mayor, sueña con doña Amada que le dice muy contenta en su sueño: "Hijito, estoy muy feliz,| porque he pasado de curso".

Alberto no entiende el simbolismo de la frase y la archiva en su memoria, hasta que un día lee en un libro de un psiquiatra norteamericano que habla de la vida más allá de la muerte, donde explica que las personas en trance de muerte reciben la visita de sus antepasados ya fallecidos, que vienen a preparar el camino a los que van a iniciar el viaje. También explica lo importante que es morir sin tener cuentas pendientes, como odios, agravios, engaños, enemistades. Lo importante, antes de iniciar el viaje, es tener la conciencia tranquila y arreglar las cuentas previamente, perdonando las ofensas y entregando las disculpas a quienes hemos agraviado.

Después de esta lectura, Alberto tuvo una ampliación de conciencia muy profunda. Comprendió de golpe que el "no perdonado" era don Amador, su abuelo fallecido anteriormente y que se presentó en espíritu al lecho de muerte de Amada a pedir su perdón, que no le fue concedido en esa oportunidad. El perdón mutuo llegó en la otra vida... y ambos pasaron de curso.

Y yo le pregunto, amigo, amiga: ¿perdonó usted a quien lo ofendió? ¡Hágalo hoy, no espere la muerte para hacerlo!

CEDULARION°18 SOLIDARIDAD Y POESÍA

18.1. ¿Cuál es tu historia personal de relación con la solidaridad?

Respuesta:


¿FONDO DE SOLIDARIDAD O SOLIDARIDAD SIN FONDO?

La idea de solidaridad hace aparecer a primera vista la noción de reciprocidad, algo así como una sociedad de socorros mutuos, pero con una segunda mirada descubrimos que no es necesariamente así, por cuanto la solidaridad más pura es aquella que no busca una devolución, una contrapartida, un beneficio equivalente.

Cuando yo riego el árbol que está frente a mi casa, claro que estoy defendiendo la ecología y la naturaleza..., pero yo no he pensado en eso para nada. Sólo he querido que el frente de mi casa esté bonito y nada más. Si lo demás viene, viene por añadidura, no porque yo lo haya buscado en forma específica. Si tengo una multitienda y eso sirve de algo a mi vecindario, bueno, ¡excelente!, pero mentiría al decir que puse mi negocio allí "para hacerle un bien a la humanidad". No, porque lo que yo quería era ganar dinero y nada más. Si de ahí resulta un bien, eso no me autoriza a disfrazar mis

intenciones, que no eran en absoluto altruistas ni filantrópicas. Si instalo, por el contrario, un negocio de tabacos, lo hago para ganar plata, no para envenenar a la ciudad. Es normal entre los humanos ocultar el motivo principal de sus actos y disfrazarlo con alguna de las circunstancias accesorias que lo acompañan. Cuando es un acto propio, se silencia el motivo fundamental y se dice otro, otro que suene bonito. Y cuando se trata de los actos de un adversario, se ignora también el motivo principal y se le enrostra sin misericordia alguna otra circunstancia secundaria que también va ahí, aunque el autor ni siquiera se haya dado cuenta de ella.

Entonces, pienso que la solidaridad de ida y vuelta, con obligatoria devolución de mano, no es tan noble ni tan admirable. Sería una solidaridad utilitaria..., que no busca la seguridad de los demás, sino la propia. Una mano lava la otra. Más que noble, eso me suena a práctico.

El año pasado, hablando de grupos sanos, relaté mi experiencia personal de un inolvidable grupo organizado en el que, durante una reunión, al saber la emergencia en que se encontraba uno de sus miembros, los presentes levantaron precipitadamente la sesión y se fueron todos, con el brazo remangado, al dar su sangre al Hospital. La radio local, que públicamente había solicitado sangre minutos antes - porque las existencias de sangre del Banco se habían agotado abruptamente con dicha emergencia - tuvo que decir ahora que por favor no fueran más donantes al Banco de Sangre del Hospital Regional, porque no había donde guardar más sangre. Cuando contaba la experiencia de los dadores de sangre, estaba contestando yo un cedulario referente a grupos sanos, y no precisamente a solidaridad. Tal vez por eso no relaté otro aspecto de aquella impactante vivencia, que sí corresponde decirlo ahora, cuando estamos hablando específicamente de solidaridad. Ese día yo no pude dar mi propia sangre para ayudar a mi mujer en peligro porque no me permitieron darla. Por una de esas estremecedoras coincidencias que forman parte inseparable de nuestra vida cotidiana, en la mañana de ese mismo día yo ya había dado (¡con todo el horror que eso me causa!) mi propia sangre en el Banco para un trabajador de la industria en que prestaba mis servicios.

Claro. Yo no pretendía nada escondido con dar mi sangre a un trabajador, sólo quería ayudarlo. No buscaba acumular puntaje para ningún concurso de popularidad..., lo hice en forma absolutamente reservada, sin bombos ni platillos. Fue - claro que sí - un acto solidario. El lado dorado del personaje. ¿Y el lado oscuro? ¿El aspecto desconocido, que en circunstancias extremas puede aflorar y conducirlo a uno a situaciones imprevisibles?

Voy a contar algo que en su oportunidad me sobrecogió hondamente. Se relaciona con solidaridad, pero con signo negativo. Lo diametralmente opuesto a la solidaridad. El lado oscuro, ese que está ahí, esperando tal vez permanentemente su oportunidad.

EL NIÑO QUE YO MATÉ.

Fue uno de esos días - a todos nos ha pasado alguna vez - en que nada resulta bien. Una acumulación progresiva de frustraciones de toda clase a lo largo del día. Primero, algún contratiempo en la casa, realmente no me acuerdo. Después, el auto no estaba listo, aunque me lo habían prometido para ese día. Luego, tal trámite en tal oficina, que tampoco estaba hecho, debiendo estar listo. ¡Qué rabia! Gentes que no cumplen sus obligaciones. Fechas, horarios, promesas, necesidades ajenas..., les tienen sin cuidado. Mientras tanto, yo parezco ser el único idiota en el país que sí respeta al pie de la letra lo que dice, aunque a veces tenga que sacarme la miéchica para conseguirlo. Voy al correo ahora y encuentro una cola interminable ante la ventanilla. Y no avanza, no avanza. Después de varias semanas - o meses - de espera, llego al fin a la ventanilla y se vuelve a detener la cola, conmigo en el primer lugar. La razón: los funcionarios estaban programando un paseo de fin de semana y se decían unos a otros - mientras la gente seguía esperando – tú traes tal cosa, yo llevo tal otra, Fulano pasa a buscar a tales y nos juntamos en tal parte. Y el tiempo seguía pasando y yo esperando. Y noventa mil personas detrás de mí esperando también. Al fin reventé y los increpé muy duramente, con aplauso del resto de la cola e inmediata reanudación de la atención al público. Salí rabiando de ahí, asesinando dentro de mi cabeza a todos los que no cumplen sus obligaciones como corresponde. Tomé una liebre para volver a mi casa, ya que me había quedado sin auto quién sabe hasta cuándo. Naturalmente (...¡no podía ser de otra manera!...) todos los asientos del minibus estaban ocupados. "El único tarado que iba de pie era yo". A pesar de la rabia e impotencia que estaba saboreando por toda la mañana, la situación me dio risa. Evidentemente ese día yo estaba meado de perro. Todos alguna vez hemos pasado por eso, creo que nadie se ha librado de una mala racha. Y aquí empieza la parte oscura de mi relato.

Era un día de calor insoportable y la liebre corría como un demonio. De pronto vi unas manitas aferradas en la parte posterior de la liebre. ¡Un niño colgado atrás! ¡Uno de esos malditos niños! ¡No tiene ningún derecho a ir colgado ahí! Y si el desgraciado llega a caerse, entonces el conductor es el culpable y se lo llevan preso, aunque no tiene ninguna culpa y ni siquiera sabe que el mocoso está ahí. Nadie lo ha visto. Sólo yo, que soy el único que viene de pie y puede mirar para atrás... ¡Nadie lo ha visto! Si yo hiciera un esfuerzo mental y lo botara al suelo nadie se daría cuenta, sería el crimen perfecto, y habría un parásito social menos en la ciudad, con lo que dejaría de seguir creándoles problemas a los demás, ¡Ya, mocoso de mierda, cáete! Junto con el invisible y poco caritativo "cáete" noté una brusca crispación de las manitos del niño, mientras la liebre seguía corriendo como los diablos.

Quiero ser honrado y decir lo que iba pasando en mi interior tal como fue, sin ponerle nada y sin quitar nada.

"Mocoso de porquería, te tengo colgado de un hilito y yo te voy a soltar cuando a mí se me ocurra. No tienes ningún derecho a andar colgándote en las micros. Si te caes, nadie me podría nunca llegar a relacionar con eso". Toda mi atención estaba volcada hacia el muchachito. "Ya, desgraciado, cuando cuente tres, te vas a caer. ¡Uno, dos, tres!..." Una violenta crispación de las manos del chico vago. Mi respiración se agitó, sentí una maligna sensación de poder... y de impunidad. ¿Qué relación puede haber entre un mocoso que se cae del parachoques trasero de un minibus con los pasajeros que van dentro del vehículo a más de dos metros de distancia…? ¿Hasta dónde pueden llegar los excesos de crueldad en la gente cuando se tiene asegurada la impunidad? Yo me sentía el supremo dispensador de dichas o castigos en el mundo, o por lo menos, en ese minibus. Y lo que el muchachito merecía era un castigo ejemplar. "Ya, mocoso desgraciado, ahora sí, uno, dos, tres,... ¡cáete!". Y el muchacho, - tengo que decirlo, ¡necesito decirlo! - cayó a la calle y lo pude ver así por primera vez. Antes sólo había visto sus manos aferradas a la parte de atrás de la liebre. Quedé sin respiración, paralogizado de espanto. Pude ver al chico corriendo en cuatro patas hacia la vereda, ¡qué alivio...! Yo estaba sobrecogido, anonadado por el inesperado contenido que había descubierto en mi yo interior, ese algo oculto, eso que está ahí y podría aflorar nuevamente en situaciones extremas. Porque toda la maldad de mis sentimientos en esa 120

oportunidad - lo lamento profundamente - fue genuina. Llegué a mi casa abrumado, horrorizado, emocionalmente en la ruina total. "¿Qué te pasa?", me dijo mi mujer, espantada al verme así. Le conté la aventura desde su comienzo en la mañana. Me dijo que había que separar dos cosas: una es la causa material, mecánica, de la caída del niño al pavimento. La otra, la pavorosa autenticidad de mis sentimientos de frustración, rabia y maldad volcados hacia un chivo expiatorio que la casualidad me puso por delante.

En lo material - y en eso concuerdo con mi mujer de ese tiempo - el niño se cayó porque la micro no se detenía y él terminó por cansarse. Y en cada crispación que el cansancio le producía, yo armaba con mi imaginación una orquestación diabólica. Si no hubiera yo imaginado nada, o ni siquiera lo hubiera visto, el niño se habría caído igual. En todo caso, yo sí lo vi y debí avisar al conductor del vehículo, lo que no hice. Ni siquiera se me ocurrió.

Pero, pelao, que no te conoces a ti mismo, es posible que no lo hayas botado materialmente tú, eso podemos aceptarlo, pero eso no significa en absoluto que seas inocente. Todo lo que sentiste fue – lamentablemente - verdadero. Eres como tu sobrinita. Ella es encantadora mientras le dicen que sí, pero a la primera contrariedad se transforma en un monstruo: el Doctor Jeckyll y Mr. Hyde. Mientras todo ande a tu gusto, puedes ser un ser muy sociable y hasta solidario... Pero cuando las cosas no se dan así ¿qué puede pasar? ¿Te has dado cuenta de qué podría pasar? ¿Puede uno de alguna manera desentenderse por completo de la constelación, la experiencia anterior, los antecedentes exteriores y actuar en forma razonada, ¡inteligente!, no emocional y - mucho menos - enceguecido por la rabia? ...¿Y, aparte de esa sorpresa, pelao imprevisible, qué otros aspectos guardas dentro de ti que todavía no han aparecido en público? ¿Cuáles más?

18.2. ¿Cuál de los poemas entregados te llegó más? ¿Por qué?

Respuesta:


Puede que haya otros poemas más bellos, mejores, pero me impactó "El Divisado", de Julio Barrenechea, porque el hombre anónimo que divisamos desde la ventanilla de un tren, bus o automóvil, siempre me mueve a pensar en su anónima presencia. Me pregunto por su destino, por la lección que me está mostrando; de acuerdo a esa "coincidencia" que me mostró la "casualidad".

Recuerdo a la mujer anónima que se encontró con mi mirada y que, por lo rápido del pasar, o por la duda, no saludé o no le envié un beso pasajero que se perdió en mi mente. O cuando estaba más atento, más asertivo y la saludé con la mano, o le envié un beso. A los niños que sonreí, al viejo que saludé, a tanto caminante que llevé en mi aventurero furgón y

¡qué rico! - logré conocer. Falta 122 a 139FUERA DE CEDULARIOS

b) De Silvia

Desarrollo Personal y Poesía

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