Desarrollo Sustentable (Unidad 3)

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MC Genaro Alberto Gómez Chi Página 1 Desarrollo Sustentable UNIDAD 3 Desarrollo sustentable y evolución de la legislación ambiental La Planificacion para el Desarrollo Antecedentes La planificación para la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad no es un hecho estático con principio y final, más bien puede percibirse como un proceso continuo y dinámico que refleja los cambios en el entorno socio-ambiental cuyo objetivo es promover el desarrollo sustentable. Uno de los resultados más importantes de la planificación es la generación de estrategias, éstas pueden ser entendidas como “la determinación de metas y objetivos básicos a largo plazo, la adopción de cursos de acción y la asignación de recursos necesarios para alcanzar dichas metas.” En este sentido la Estrategia Nacional sobre Biodiversidad de México (ENBM) se presenta como el conjunto de líneas estratégicas y acciones cuyo propósito es el cumplimiento de los objetivos establecidos en el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) mediante un proceso continuo de participación y actuación de los sectores de la sociedad mexicana. Para poder alcanzar los objetivos planteados en el CDB y llevar a cabo las acciones de la ENBM desde una perspectiva federalista, la CONABIO ha iniciado un proceso en varias entidades del país con la participación de gobiernos estatales y representantes de los diversos sectores de la sociedad con la finalidad de desarrollar las Estrategias Estatales sobre Biodiversidad (EEB). Sin lugar a dudas, las EEB serán una herramienta de planificación para poder establecer las acciones y recursos que cada entidad necesita para conservar y utilizar de manera sustentable la diversidad biológica. Para la formación de las EEB es necesario realizar un diagnóstico previo sobre la biodiversidad del estado en sus diferentes niveles (genético, de especies, de ecosistemas), y gracias a este diagnóstico es posible establecer las metas y prioridades para su preservación y aprovechamiento. En tal virtud, para cada entidad se busca completar en un inicio, dos documentos de planificación estratégica importantes: 1. Estudio de Estado 2. Estrategia Estatal sobre Biodiversidad Posteriormente habrá de darse un seguimiento y control adecuados al desarrollo de leyes, planes y programas estatales específicos en los que se asignarán tiempos, recursos y actores a las acciones de conservación y utilización sustentable de la biodiversidad. Estilos de Desarrollo Ecosistemas y Recursos Naturales Involucrar a las organizaciones comunitarias en la gestión de los parques nacionales y otras áreas protegidas. Respaldar a la población local en el control de los inventarios de la biodiversidad y remunerar a los que tienen conocimiento tradicional para colaborar en la protección de uso sostenible de la biodiversidad. Monitorar y publicitar las fuentes locales de contaminación. Crear organismos de multi-interesados directos para la planificación sobre el uso local del suelo, inclusive el monitoreo y componentes de evaluación, vinculándolos a la planificación al nivel nacional, especialmente respecto a las áreas de recursos naturales tales como: minería, forestal, pesca y agricultura. Involucrar a las organizaciones comunitarias en la gestión de los parques nacionales y otras áreas protegidas. • Respaldar a la población local en el control de los inventarios de la biodiversidad y remunerar a los que tienen conocimiento tradicional para colaborar en la protección de uso sostenible de la biodiversidad.

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Desarrollo Sustentable

UNIDAD 3 Desarrollo sustentable y evolución de la legislación ambiental

La Planificacion para el Desarrollo Antecedentes

La planificación para la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad no es un hecho estático con principio y final, más bien puede percibirse como un proceso continuo y dinámico que refleja los cambios en el entorno socio-ambiental cuyo objetivo es promover el desarrollo sustentable. Uno de los resultados más importantes de la planificación es la generación de estrategias, éstas pueden ser entendidas como “la determinación de metas y objetivos básicos a largo plazo, la adopción de cursos de acción y la asignación de recursos necesarios para alcanzar dichas metas.”

En este sentido la Estrategia Nacional sobre Biodiversidad de México (ENBM) se presenta como el conjunto de líneas estratégicas y acciones cuyo propósito es el cumplimiento de los objetivos establecidos en el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) mediante un proceso continuo de participación y actuación de los sectores de la sociedad mexicana.

Para poder alcanzar los objetivos planteados en el CDB y llevar a cabo las acciones de la ENBM desde una perspectiva federalista, la CONABIO ha iniciado un proceso en varias entidades del país con la participación de gobiernos estatales y representantes de los diversos sectores de la sociedad con la finalidad de desarrollar las Estrategias Estatales sobre Biodiversidad (EEB).

Sin lugar a dudas, las EEB serán una herramienta de planificación para poder establecer las acciones y recursos que cada entidad necesita para conservar y utilizar de manera sustentable la diversidad biológica. Para la formación de las EEB es necesario realizar un diagnóstico previo sobre la biodiversidad del estado en sus diferentes niveles (genético, de especies, de ecosistemas), y gracias a este diagnóstico es posible establecer las metas y prioridades para su preservación y aprovechamiento.

En tal virtud, para cada entidad se busca completar en un inicio, dos documentos de planificación estratégica importantes:

1. Estudio de Estado 2. Estrategia Estatal sobre Biodiversidad

Posteriormente habrá de darse un seguimiento y control adecuados al desarrollo de leyes, planes y

programas estatales específicos en los que se asignarán tiempos, recursos y actores a las acciones de conservación y utilización sustentable de la biodiversidad. Estilos de Desarrollo Ecosistemas y Recursos Naturales Involucrar a las organizaciones comunitarias en la gestión de los parques nacionales y otras áreas

protegidas. Respaldar a la población local en el control de los inventarios de la biodiversidad y remunerar a los que

tienen conocimiento tradicional para colaborar en la protección de uso sostenible de la biodiversidad. Monitorar y publicitar las fuentes locales de contaminación. Crear organismos de multi-interesados directos para la planificación sobre el uso local del suelo, inclusive

el monitoreo y componentes de evaluación, vinculándolos a la planificación al nivel nacional, especialmente respecto a las áreas de recursos naturales tales como: minería, forestal, pesca y agricultura.

Involucrar a las organizaciones comunitarias en la gestión de los parques nacionales y otras áreas protegidas. • Respaldar a la población local en el control de los inventarios de la biodiversidad y remunerar a los que tienen conocimiento tradicional para colaborar en la protección de uso sostenible de la biodiversidad.

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Crear organismos de multi-interesados directos para la planificación sobre el uso local del suelo, inclusive el monitoreo y componentes de evaluación, vinculándolos a la planificación al nivel nacional, especialmente respecto a las áreas de recursos naturales tales como: minería, forestal, pesca y agricultura.

Desarrollo Sustentable Conceptos Concepto de desarrollo sustentable

El desarrollo sustentable es un proceso integral que exige a los distintos actores de la sociedad compromisos y responsabilidades en la aplicación del modelo económico, político, ambiental y social, así como en los patrones de consumo que determinan la calidad de vida. Para competir en mercados nacionales y extranjeros el sector productivo debe incorporar la sustentabilidad en sus operaciones, relaciones con los trabajadores y la comunidad. Indicadores de Sustentabilidad

Los indicadores para monitorear el progreso en las distintas dimensiones son necesarios para ayudar a quienes toman las decisiones y elaboran las políticas a todo nivel a mantenerse enfocados en el camino hacia el desarrollo sustentable. El proceso de elaboración de indicadores es lento y complejo y requiere numerosas consultas. Cuando aparece un nuevo indicador éste debe ser puesto a prueba y modificado a la luz de la experiencia. Los indicadores económicos son comúnmente los más usados. Sin embargo, los indicadores sociales, ambientales e institucionales son esenciales para tener un panorama más completo de lo que ocurre con el desarrollo.

Indicadores sociales

Tema Subtema Indicador

Equidad Pobreza

Porcentaje de la población viviendo bajo la línea de

la pobreza Índice de desigualdad de ingresos (Índice de Gini)

Tasa de desempleo

Género Relación entre los salarios medios de los hombres y de las mujeres

Salud

Nutrición Estado nutricional de los niños Peso suficiente al nacer

Mortalidad Tasa de mortalidad infantil bajo los 5 años Esperanza de vida al nacer Tasa de mortalidad derivada de la maternidad

Saneamiento

Porcentaje de la población que dispone de instalaciones adecuadas para la eliminación de excrementos Porcentaje de productos químicos potencialmente peligrosos vigilados en los alimentos

Agua potable Población con acceso al agua potable

Atención médica

Porcentaje de la población con acceso a la salud

Vacunación contra enfermedades infecciosas infantiles Tasa de utilización de métodos anticonceptivos Gasto nacional en servicios locales de salud Gasto nacional total en el sector de la salud como porcentaje del PNB

Educación Nivel Educacional tasa de variación de la población en edad escolar Tasa de escolarización en la enseñanza primaria

Tasa de escolarización en la enseñanza secundaria

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Tasa de alfabetización de adultos Niños que alcanzan el quinto grado de la enseñanza primaria Esperanza de permanencia en la escuela Diferencia entre las tasas de escolarización masculina y femenina Número de mujeres por cada cien hombres en la mano de obra Porcentaje del producto interno bruto dedicado a la educación

Asentamientos

humanos Población urbana

Tasa de crecimiento de la población urbana Porcentaje de la población que vive en zonas urbanas Población de los asentamientos urbanos autorizados y no autorizados Condiciones de vida Consumo de combustibles fósiles por habitante en vehículos de motor Pérdidas humanas y económicas debidas a desastres naturales Superficie útil por persona Relación entre el precio de la vivienda y el ingreso Gasto en infraestructura por habitante

Seguridad Crimenes Número de crímenes registrados por cada 100 mil habitantes

Población Cambio poblacional

Tasa de crecimiento demográfico Tasa de migración neta Tasa de fecundidad total Densidad de población

Indicadores ambientales

Tema Sub-tema Indicador

Atmósfera

Cambio climático Emisiones de gases de efecto invernadero

Capa de ozono Consumo de sustancias que agotan la capa de ozono

Calidad del aire

Concentraciones de contaminantes en el aire ambiente de las zonas urbana Emisiones de óxidos de azufre Emisiones de óxidos de nitrógeno Gastos en medidas de reducción de la contaminación del aire

Tierra

Agricultura

Superficie cultivable por habitante

Utilización de abonos Utilización de plaguicidas agrícolas Tierras de regadío como porcentaje de las tierras cultivables Utilización de energía en la agricultura Superficie de tierras afectadas por la salinización y el anegamiento Educación agrícola

Bosques

Superficie de bosques protegidos como porcentaje de

la superficie total de bosques Intensidad de la tala de bosques Variación de la superficie de bosques Porcentaje de la superficie de bosques que está regulado

Desertificación Tierras afectadas por la desertificación

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Población que vive por debajo del umbral de pobreza en las zonas áridas Índice nacional de precipitaciones mensuales Índice de vegetación obtenido por teleobservación

Urbanización y

ordenamiento territorial

Superficies de los asentamientos urbanos autorizados y no autorizados Cambios en el uso de la tierra Cambios en el estado de las tierras Ordenación de los recursos naturales descentralizada a nivel local

Océanos, mares y

costas Zona costera

Concentración de algas en las aguas costeras Crecimiento demográfico en las zonas costeras

Pesquerías Captura máxima permisible del sector pesquero

Montañas Zonas montañosas

Evolución demográfica en las zonas montañosas Uso sostenible de los recursos naturales en las zonas montañosas Bienestar de la población de las zonas montañosas

Agua dulce

Cantidad de agua

Extracción anual de aguas subterráneas y de superficie Consumo doméstico de agua por habitante Reservas de aguas subterráneas Densidad de las redes hidrológicas

Calidad del agua

Demanda bioquímica de oxígeno en las masas de agua Tratamiento de las aguas residuales Descargas de petróleo en aguas costeras Descargas de nitrógeno y de fósforo en las aguas costeras Concentración de bacterias coliformes fecales en el

agua dulce

Biodiversidad

Ecosistemas

Área seleccionada como clave del ecosistema Superficie protegida como porcentaje de la superficie total

Especies Especies amenazadas como porcentaje del total de

especies autóctonas

Residuos

Residuos domésticos Eliminación de desechos domésticos por habitante Gastos en gestión de desechos Eliminación municipal de desechos

Residuos peligrosos

Importaciones y exportaciones de desechos peligrosos Superficie de tierras contaminadas con desechos peligrosos Gastos en tratamiento de desechos peligrosos

Productos tóxicos Intoxicaciones agudas por productos químicos Número de productos químicos prohibidos o rigurosamente restringidos

Indicadores económicos

Tema Sub-tema Indicador

Estructura

económica Desempeño de la

economía

Producto interno bruto por habitante Porcentaje de la inversión neta en el producto interno bruto Producto interno neto ajustado conforme a consideraciones ambientales

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Importaciones y exportaciones y políticas internas conexas

Comercio

Balance del comercio en bienes y servicios Suma de las exportaciones y las importaciones como porcentaje del producto interno bruto Porcentaje de productos manufacturados en las exportaciones totales de mercancías Importaciones de bienes de capital Inversión extranjera directa Porcentaje de importaciones de bienes de capital ecológicamente racionales Donaciones de cooperación técnica

Estatus financiero

Relación entre deuda y producto nacional bruto Total de la asistencia oficial para el desarrollo concedida o recibida, como porcentaje del producto nacional bruto Relación entre el servicio de la deuda y las exportaciones Relación entre la transferencia neta de recursos y el producto nacional bruto Gasto en protección del medio ambiente como porcentaje del producto interno bruto Cuantía de la financiación nueva o adicional para el desarrollo sostenible

Evolución de las

modalidades de

consumo

Consumo de recursos

Intensidad de utilización de recursos Aportación de las industrias con utilización intensiva de recursos naturales al valor añadido del sector manufacturero Reservas comprobadas de minerales Reservas comprobadas de combustibles fósiles Duración de las reservas comprobadas de energía Proporción del valor añadido del sector manufacturero en el producto interno bruto

Uso de Energía

Consumo anual de energía per cápita Proporción del consumo de recursos energéticos

renovables Intensidad en el uso de energía

Generación de residuos

Generación de residuos sólidos industriales y

municipales Generación de residuos peligrosos Generación de residuos radiactivos Reciclado y reutilización de residuos

Transporte Distancia de viaje per cápita por medio de transporte

Indicadores institucionales

Tema Sub-tema Indicador

Marco

institucional

Implementación de

estrategias para el

desarrollo sustentable

Estrategia nacional de desarrollo sustentable Programa de contabilidad ecológica y económica integrada Evaluaciones del impacto ambiental asignadas Consejos nacionales para el desarrollo sostenible

Cooperación Internacional

Ratificación de acuerdos mundiales Aplicación de los acuerdos mundiales ratificados

Capacidad

institucional Acceso a la información Número de suscriptores a Internet por cada 1000

habitantes

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Fuentes: - Organización de las Naciones Unidas. División de desarrollo sustentable. Indicadores de los aspectos sociales del desarrollo sostenible. http://www.un.org/esa/sustdev/natlinfo/indicators/indisd/spanish/social.htm . Extraído en abril de 2004. - Organización de las Naciones Unidas. División de desarrollo sustentable. Table 4: CSD Theme Indicator Framework. http://www.un.org/esa/sustdev/natlinfo/indicators/isdms2001/table_4.htm . Extraído en abril de 2004. Fuentes: - Organización de las Naciones Unidas. División de desarrollo sustentable. Indicadores de los aspectos económicos del desarrollo sostenible. http://www.un.org/esa/sustdev/natlinfo/indicators/indisd/spanish/economic.htm . Extraído en abril de 2004. - Organización de las Naciones Unidas. División de desarrollo sustentable. Table 4: CSD Theme Indicator Framework. http://www.un.org/esa/sustdev/natlinfo/indicators/isdms2001/table_4.htm . Extraído en abril de 2004. Fuentes: - Organización de las Naciones Unidas. División de desarrollo sustentable. Indicadores de los aspectos ambientales del desarrollo sostenible. http://www.un.org/esa/sustdev/natlinfo/indicators/indisd/spanish/ambienta.htm . Extraído en abril de 2004. - Organización de las Naciones Unidas. División de desarrollo sustentable. Table 4: CSD Theme Indicator Framework. http://www.un.org/esa/sustdev/natlinfo/indicators/isdms2001/table_4.htm . Extraído en abril de 2004.

Enfoque Ecologico del Desarrollo Sustentable

El término desarrollo sustentable reúne dos líneas de pensamiento en torno a la gestión de las actividades humanas: una de ellas concentrada en las metas de desarrollo y la otra en el control de los impactos dañinos de las actividades humanas sobre el ambiente‟ De acuerdo a lo establecido en el artículo 3° de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, en la fracción XI se define al desarrollo sustentable como “el proceso evaluable mediante criterios e indicadores de carácter ambiental, económico y social que tiende a mejorar la calidad de vida y la productividad de las personas, que se funda en medidas apropiadas de preservación del equilibrio ecológico, protección del ambiente y aprovechamiento de recursos naturales, de manera que no se comprometa la satisfacción de las necesidades de las generaciones futuras”. Inventarios Del Ciclo De Vida

El análisis del Inventario del Ciclo de Vida (ICV) cuantifica los consumos de materias primas y energía junto con todos los residuos sólidos, emisiones a la atmósfera y vertidos al agua (las cargas medioambientales) derivados de todos lo procesos que están dentro de los límites del sistema. Los resultados de un estudio de ese tipo generan un inventario de las cargas medioambientales asociadas a la unidad funcional.

Como ejemplos de unidades funcionales más comúnmente utilizadas en el contexto de la gestión de residuos pueden citarse:

Programas de elaboración de estadísticas ambientales nacionales

Comunicación e

infraestructura Líneas telefónicas principales por cien habitantes

Ciencia y tecnología

Científicos e ingenieros potenciales por millón de habitantes Científicos e ingenieros dedicados a actividades de investigación y desarrollo por millón de habitantes Gastos de investigación y desarrollo como porcentaje del producto interno bruto

Participación ciudadana

Representación de los grupos principales en los consejos nacionales para el desarrollo sostenible Representantes de minorías étnicas y poblaciones indígenas en los consejos nacionales para el desarrollo sostenible desarrollo sostenible Contribución de las organizaciones no gubernamentales al desarrollo sostenible

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por peso unitario de residuos sólidos urbanos. por número de unidades de equivalentes domésticos de residuos sólidos recogidos cantidad de residuos sólidos recogidos de un área geográfica dada.

Analisis Del Ciclo De Vida

ACV : El “Análisis del Ciclo de Vida”, es un método científico que se emplea para investigar el impacto de un material -o de un sistema - en el medio ambiente durante toda la vida de dicho material, en una aplicación concreta, desde la obtención de las materias primas, hasta el momento en que se deshecha. De este modo se pueden comparar los impactos medioambientales de diferentes materiales (por ej. PVC, PET y cristal) o de diferentes sistemas (por ej. embalajes de un solo uso o reutilizables), utilizados con un mismo propósito (por ej. embotellado de agua mineral), se pueden comparar.

Es un procedimiento objetivo de evaluación de cargas energéticas y ambientales correspondientes a un proceso o a una actividad, que se efectúa identificando los materiales y la energía utilizada y los descartes liberados en el ambiente natural. La evaluación se realiza en el ciclo de vida completo del proceso o actividad, incluyendo la extracción y tratamiento de la materia prima, la fabricación, el transporte, la distribución, el uso, el reciclado, la reutilización y el despacho final. El Análisis del Ciclo de Vida comprende cuatro etapas a saber: l. Definición y alcance de los objetivos

Esta etapa del proceso/servicio/actividad se inicia definiendo los objetivos globales del estudio, donde se establecen la finalidad del estudio, el producto implicado, la audiencia a la que se dirige, el alcance o magnitud del estudio (límites del sistema), la Unidad Funcional, los datos necesarios y el tipo de revisión crítica que se debe realizar. 2. Análisis del inventario (Life Cycle Inventory LCI)

El ACV de un producto es una serie de procesos y sistemas conectados por su finalidad común de creación del producto. El análisis del inventario es una lista cuantificada de todos los flujos entrantes y salientes del sistema durante toda su vida útil, los cuales son extraidos del ambiente natural o bien emitidos en él, calculando los requerimientos energéticos y materiales del sistema y la eficiencia energética de sus componentes, así como las emisiones producidas en cada uno de los procesos y sistemas. 3. La evaluación de impactos.

Según la lista del análisis de Inventario, se realiza una clasificación y evaluación de los resultados del inventario, y se relacionan sus resultados con efectos ambientales observables. 4. La interpretación de resultados‟

Los resultados de las fases precedentes son evaluados juntos, en un modo congruente con los objetivos definidos para el estudio, a fin de establecer las conclusiones y recomendaciones para la toma de decisiones.

El ACV no sigue una metodología fija, no hay una única manera de realizar una evaluación de este tipo. Al contrario, tiene varias alternativas, y por lo tanto se debe estar familiarizado con los métodos científicos de investigación y con la evaluación del sentido común de las cuestiones complejas antes de realizar este tipo de estudio. Aplicaciones del ACV

El ACV no es la única herramienta para analizar la performance ambiental, pero el real valor de ACV es la articulación entre el criterio ambiental a través de todo el ciclo de vida y las estrategias de la empresa y planificación para alcanzar beneficios comerciales. El ACV puede proveer a una empresa valiosa información interna en el caso de evaluar un sistema productivo sobre la eficiencia del uso de los recursos y manejo de desperdicios, etc.; aunque no es apropiado por ejemplo, si quieren analizar las implicancias sobre el cliente acerca

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de efectos tóxicos sobre la salud. El ACV puede ayudar a la empresa a ganar ventajas competitivas a través del ahorro de costos, incrementar ganancias y mejorar la imagen (de la empresa o de un producto determinado). Ejemplos de aplicaciones del ACV

Mejoramiento y Desarrollo de productos/servicios (Diseño) - Comparación de productos - Identificar “Hot spots” en el ciclo de vida de un producto - Ecoetiquetado (Tipo I y III) - Indicadores de performance ambiental - Localización de la producción - Planeamiento estratégico - Educación y comunicación - Prevenir polución - Evaluar y reducir riesgos potenciales - Evaluar y mejorar programas ambientales - Desarrollo de políticas y regulaciones - Desarrollar estrategias de mercado Educacion Ambiental

Proceso continuo y permanente, que constituye una dimensión de la educación integral de todos los ciudadanos, orientada a que en la adquisición de conocimientos, en el desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades y actitudes, y en la formación de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos y de ellos con el resto de la sociedad y la naturaleza, para propiciar la orientación de los procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible.

Uno de los aspectos fundamentales de esta educación ambiental consiste en reafirmar el sentido de pertenencia e identidad del ciudadano respecto al espacio geográfico donde se desenvuelve; lo anterior favorecerá la formación y práctica de valores, la modificación de conductas y la creación de un respeto al medio natural y sociocultural.

La educación ambiental: es definida como “el proceso que consiste en reconocer valores y aclarar conceptos con objeto de fomentar y formar actitudes y aptitudes necesarias para comprender y apreciar las interrelaciones entre el hombre, su cultura y su medio biofísico. La educación ambiental también entraña en la práctica la toma de decisiones y la propia elaboración de un código de comportamiento respecto a las cuestiones relacionadas con la calidad del ambiente”.

Sólo mediante cambios significativos en las actitudes personales y en general en la comunidad se lograrán mejorar las conductas negativas hacia la naturaleza, elemento básico para alcanzar el desarrollo sustentable. Esto implica tener conciencia de la relación con el ambiente y el impacto que una decisión inadecuada tiene sobre el medio.

También el desarrollo sostenible intenta reducir o anular los impactos ambientales con la aplicación de los adelantos científicos y tecnológicos en los procesos naturales. Es responsabilidad nuestra conocer las leyes de la naturaleza para aprender a respetar la vida, y dejar de ser simples “utilizadores” para convertirnos en “administradores” del recurso natural.‟ Objetivos de la educación ambiental.

Lograr que tanto los individuos como las comunidades comprendan la complejidad del ambiente natural y el creado por el hombre –resultado este último de la interacción de los factores biológicos, físico-químicos, sociales, económicos y culturales- para que adquieran los conocimientos, valores, actitudes y habilidades prácticas que les permitan participar de manera responsable y efectiva en la previsión y resolución de los problemas ambientales.

Mostrar claramente la interdependencia económica, política y ecológica del mundo moderno, debido a la cual las decisiones y las acciones de diferentes países pueden tener repercusiones internacionales. Desde esta perspectiva, la educación ambiental contribuirá a desarrollar el sentido de responsabilidad y solidaridad entre países y regiones, como base de un nuevo orden internacional, para garantizar la conservación y el mejoramiento del ambiente.

’Educación ambiental’

Proceso continuo y permanente, que constituye una dimensión de la educación integral de todos los ciudadanos, orientada a que en la adquisición de conocimientos, en el desarrollo de hábitos, habilidades, capacidades y actitudes, y en la formación de valores, se armonicen las relaciones entre los seres humanos y de

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ellos con el resto de la sociedad y la naturaleza, para propiciar la orientación de los procesos económicos, sociales y culturales hacia el desarrollo sostenible. Uno de los aspectos fundamentales de esta educación ambiental consiste en reafirmar el sentido de pertenencia e identidad del ciudadano respecto al espacio geográfico donde se desenvuelve; lo anterior favorecerá la formación y práctica de valores, la modificación de conductas y la creación de un respeto al medio natural y sociocultural. ¿Puede definirse la educación ambiental?

Sí; muchos autores, agencias y organizaciones han ofrecido varias definiciones. Sin embargo, no existe consenso universal sobre alguna de ellas. Defino EA como:

Un proceso que incluye un esfuerzo planificado para comunicar información y/o suministrar instrucción basado en los más recientes y válidos datos científicos al igual que en el sentimiento público prevaleciente diseñado para apoyar el desarrollo de actitudes, opiniones y creencias que apoyen a su vez la adopción sostenida de conductas que guían tanto a los individuos como a grupos para que vivan sus vidas, crezcan sus cultivos, fabriquen sus productos, compren sus bienes materiales, desarrollen tecnológicamente, etc • de manera que minimizen lo más que sea posible la degradación del paisaje original o las características geológicas de una región, la contaminación del aire, agua o suelo, y las amenazas a la supervivencia de otras especies de plantas y animales.

En otras palabras, la EA es educación sobre cómo continuar el desarrollo al mismo tiempo que se protege, preserva y conserva los sistemas de soporte vital del planeta. Esta es la idea detrás del concepto de desarrollo sostenible.

Parecería curioso que tengamos que enseñar como desarrollar. Pero hay razones para creer que algunas personas no comprenden el impacto que muchos comportamientos humanos han tenido y están teniendo sobre el ambiente. ¿Cuáles son los componentes de la educación ambiental?

Se puede pensar que la educación ambiental consiste de cuatro niveles diferentes. El primer nivel es: I. fundamentos ecológicos

Este nivel incluye la instrucción sobre ecología básica, ciencia de los sistemas de la Tierra, geología, meteorología, geografía física, botánica, biología, química, física, etc. El propósito de este nivel de instrucción es dar al alumno informaciones sobre los sistemas terrestres de soporte vital. Estos sistemas de soporte vital son como las reglas de un juego. Suponga que Ud. desea aprender a jugar un juego. Una de las primeras tareas que necesita hacer es aprender las reglas del juego. En muchos aspectos, la vida es un juego que estamos jugando.

Los científicos han descubierto muchas reglas ecológicas de la vida pero, con frecuencia, se descubren

nuevas reglas. Por desgracia, muchas personas no comprenden muchas de estas reglas ecológicas de la vida. Muchas conductas humanas y decisiones de desarrollo parecen violar a muchas de ellas. Una razón importante por la cual se creó el campo conocido como educación ambiental es la percepción de que las sociedades humanas se estaban desarrollando de maneras que rompían las reglas. Se pensó que si a la gente se le pudiera enseñar las reglas, entonces ellas jugarían el juego por las reglas. El segundo nivel de la EA incluye: II. concienciación conceptual

De cómo las acciones individuales y de grupo pueden influenciar la relación entre calidad de vida humana y la condición del ambiente. Es decir, no es suficiente que uno comprenda los sistemas de soporte vital (reglas) del planeta; también uno debe comprender cómo las acciones humanas afectan las reglas y cómo el conocimiento de estas reglas pueden ayudar a guiar las conductas humanas.

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El tercer componente de la EA es: III. la investigación y evaluación de problemas

Esto implica aprender a investigar y evaluar problemas ambientales. Debido a que hay demasiados casos de personas que han interpretado de forma incorrecta o sin exactitud asuntos ambientales, muchas personas se encuentran confundidas acerca de cual es el comportamiento más responsable ambientalmente. Por ejemplo, ¿es mejor para el ambiente usar pañales de tela que pañales desechables? ¿Es mejor hacer que sus compras la pongan en un bolsa de papel o en una plástica? La recuperación energética de recursos desechados, ¿es ambientalmente responsable o no? Muy pocas veces las respuestas a tales preguntas son sencillas. La mayoría de las veces, las circunstancias y condiciones específicas complican las respuestas a tales preguntas y solamente pueden comprenderse luego de considerar cuidadosamente muchas informaciones. El componente final de la EA es: IV. la capacidad de acción

Este componente enfatiza el dotar al alumno con las habilidades necesarias para participar productivamente en la solución de problemas ambientales presentes y la prevención de problemas ambientales futuros. También se encarga de ayudar a los alumnos a que comprendan que, frecuentemente, no existe una persona, agencia u organización responsable de los problemas ambientales.

Los problemas ambientales son frecuentemente causados por las sociedades humanas, las cuales son colectividades de individuos. Por lo tanto, los individuos resultan ser las causas primarias de muchos problemas, y la solución a los problemas probablemente será el individuo (actuando colectivamente). El propósito de la EA es dotar los individuos con:

1. el conocimiento necesario para comprender los problemas ambientales; 2. las oportunidades para desarrollar las habilidades necesarias para investigar y evaluar la información

disponible sobre los problemas; 3. las oportunidades para desarrollar las capacidades necesarias para ser activo e involucrarse en la

resolución de problemas presentes y la prevención de problemas futuros; y, lo que quizás sea más importante, 4. las oportunidades para desarrollar las habilidades para enseñar a otros a que hagan lo mismo.

En una palabra, la educación ambiental es sobre oportunidades.

Existen varios documentos en los cuales se han venido trabajando el proceso de la Educación Ambiental,

entre los mas destacados se encuentran:

La Carta de Belgrado (22 de octubre de 1975) La Declaración de Estocolmo (16 de junio de 1972) La Declaración de Salónica (12 de diciembre de 1997) La Declaración de Talloires La Declaración de Tbilisi (26 de octubre de 1977) II Congreso Iberoamericano de Educación Ambiental (Junio de 1997) La Declaración de Comodoro Rivadavia (4 de noviembre de 2000)

Redes Educacion Ambiental Y Desarrollo Sustentable

Los Informes Meadows (1972; 1992) sobre “los límites del crecimiento”, el Informe Brundtland (1988) sobre “nuestro futuro común”, las Conferencias de los Organismos Internacionales sobre el medio ambiente y el desarrollo han posibilitado que en las últimas décadas del siglo XX haya emergido con fuerza un nuevo concepto con pretensiones de solucionar los graves problemas ecológicos y sociales que por diversas circunstancias

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(crecimiento económico mal planificado, desarrollo de la sociedad de consumo, impactos negativos sobre el medio, injusticia social …) han sumido a la civilización actual en una profunda crisis ecológica y social. El siglo XXI ha comenzado apostando abiertamente por un desarrollo sostenible(1) promotor de una reconfiguración económica, social, -también necesariamente educativa- sobre la base de una nueva ética basada en la responsabilidad y en la solidaridad entre los seres humanos y entre éstos y el resto de la naturaleza, desde una óptica intra e intergeneracional(2), ampliando el sentido de “comunidad ética” como comunidad de intereses, al conjunto de seres vivos.

La crisis global del planeta causada por procesos de desarrollo que están siendo insostenibles ya no es una tesis mantenida por unas minorías; es una constatación compartida por científicos, políticos y grupos sociales; pero las complejas dimensiones que la configuran, en las que están involucradas estrategias de comportamiento humano y de organización social, son difíciles de formular desde una perspectiva unidimensional.

El desarrollo es un proceso que esta estrechamente relacionado con el cambio ambiental; no puede examinarse desde un punto de vista exclusivamente económico, sino también en relación con aspectos ecológicos, sociales y culturales. Cualquier concepción de desarrollo cuyas propuestas orienten la actividad económica y social hacia unos determinados objetivos ignorando el contexto ambiental del sistema social, lleva a corto o medio plazo a un proceso de deterioro del medio natural que incluso puede frustrar el logro de los objetivos socio-económicos. Las consideraciones de orden ambiental no pueden ser ignoradas a menos que el desarrollo se vea comprometido. Pero también una concepción estrictamente ecologista o ambientalista, que haga abstracción del sistema social, de sus conflictos, desigualdades y equilibrios, ocasiona un deterioro del medio ambiente, al no considerar los factores causales de orden social y económico que dan origen al desarrollo y al aplicar criterios de racionalidad ecológica ajenos a veces a los objetivos sociales.

El desarrollo sostenible es un concepto dinámico que requiere un conjunto de procesos de cambio en las relaciones entre los sistemas y procesos sociales, económicos y naturales propiciadores de una confluencia equilibradamente integrada entre el crecimiento económico, el progreso social, y el respeto por la diversidad biológica (Goodland, 1997), y la diversidad cultural. En los comienzos de este nuevo siglo parece que hay un amplio acuerdo en considerar que el desarrollo de una sociedad puede ser sostenible cuando pueda conservar los sistemas que hacen posible la vida y la biodiversidad, cuando pueda asegurar que el uso de los recursos renovables es menor que la capacidad del medio ambiente para renovarlos, cuando pueda minimizar la destrucción de los recursos no renovables y disponga de tecnología para sustituirlos; cuando pueda mantener la capacidad de transporte de los ecosistemas, y cuando pueda propiciar un equilibrio económico capaz de asegurar la justicia social (Moffat, I. 1996; Folch, R. 1999).

La sostenibilidad implica pues la búsqueda de una convergencia entre el crecimiento económico, la protección ambiental y el desarrollo social. Pero hace falta una voluntad política, una concienciación ciudadana y un compromiso social para iniciar una transición hacia formas más sostenibles del desarrollo. Para evaluar esa transición los Organismos e Instituciones internacionales tratan de construir un aparato teórico que fundamente la idea de la sostenibilidad del desarrollo a partir de análisis y experimentaciones contrastadas sobre su aplicación en contextos reales. La Comisión Europea ha evaluado un catálogo de los subsistemas que componen el desarrollo sostenible y la interacción existente entre las numerosas variables definidas para cada subsistema. Las Naciones Unidas promociona investigaciones tendentes a determinar los nuevos indicadores del desarrollo humano sostenible(3), teniendo en cuenta que la elección de los mismos no es un asunto exclusivamente técnico, sino una cuestión política que define el procedimiento en su determinación; lo cual influye en la formación de nociones sobre la propia forma de concebir la sostenibilidad y alerta sobre la importancia en la elección de los procedimientos de selección o definición de indicadores en base a procesos explícitos, abiertos y transparentes. Pero dado que la sostenibilidad tiene que ver con múltiples aspectos y variables de la realidad social, económica, ecológica y ética, es preciso determinar indicadores multivariados, fácilmente reconocibles como tales, fáciles de aplicar, y susceptibles de algún tipo de medida, que informen sobre el estado de desarrollo sostenible alcanzado en un momento dado en los diferentes ámbitos de interacción humana. El desarrollo no es reductible a un solo grupo de valores; es preciso combinar indicadores; esta información es de gran importancia en el ámbito político- social para tomar decisiones que orienten o reorienten el desarrollo alcanzado, y también en el ámbito de la educación, ya que a través de la mediación educativa, los ciudadanos pueden adaptar su comportamiento habitual a formas de comportamiento más sostenibles si tienen un referente -indicador- para evaluar sus acciones.

Los indicadores sirven para generar una mayor conciencia de lo que significa trabajar hacia la sosteniblidad a nivel global y a nivel local, a nivel colectivo y a nivel individual, por la coherencia que se puede dar a las actuaciones al interrelacionar ambos ámbitos; se seleccionan como elementos representativos de aspectos

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relevantes que visualizan la sostenibilidad en un contexto y en un tiempo determinado; son por lo tanto, una herramienta útil para la toma de decisiones, para su plasmación en objetivos de desarrollo sostenible y para la puesta en marcha de acciones para alcanzarlo (Almenar, R. 2002)(4); pero hace falta desarrollar y contrastar sistemas de indicadores internacionales standard como un medio de controlar los procesos globales de la sostenibilidad, desde la aplicación de políticas regionales y locales coherentes con los resultados de su aplicación(5).

Las primeras aplicaciones de indicadores son las que establecen la base desde la cual poder evidenciar el progreso conseguido. Visualizar “donde estamos” y “hacia donde vamos” es importante para comprender cómo de sostenible es nuestro mundo. De ahí la importancia de la comunicación de los resultados de la aplicación de indicadores a través de los medios de comunicación o de audiciones publicas. Los índices de sostenibilidad muestran los aspectos positivos y negativos de las políticas aplicadas, y por tanto, representan una buena base para el desarrollo, análisis, ajustes y mejora de las políticas a aplicar. La comunicación pública de tales índices genera un mayor conocimiento sobre los aspectos del desarrollo que se requiere mejorar para reconducirlo hacia mayores niveles de sosteniblidad. ¿Una utopía?

En cualquier caso una redefinición del concepto de desarrollo orientador de acciones políticas, sociales -educativas- y personales. Porque el cambio que requiere la búsqueda de soluciones a los problemas generados implica a la propia forma y estilo de vida de todos los habitantes del planeta; e implica a la educación por su influencia en el replanteamiento sobre la forma en que los seres humanos nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Nuestras actitudes respecto al entorno y la forma en que desarrollamos nuestras relaciones entre grupos sociales y países son el resultado de unas preconcepciones que se explicitan en valores y criterios que aplicamos al actuar. La educación no puede quedar al margen de este centro de reflexión; la propia concepción de la escuela como motor de cambio social, subyacente en las propuestas ministeriales, obliga a redimensionar su papel en relación a los problemas involucrados en el desarrollo sostenible de la comunidad en la que esta ubicada, y a desarrollar acciones educativas para fomentar los valores de la sostenibilidad, la creación y/o modificación de actitudes que los desarrollen y la permanente actualización de comportamientos que los apliquen. Ecoturismo Y Desarrollo Sustentable

M.C. Jorge Chávez de la Peña, Manchester 8–3 Col.Juárez 06600 Cuauhtémoc México D.F., Ecoturismo y Desarrollo Sustentable, México

RESUMEN Se dice que el “ecoturismo” es una modalidad del desarrollo sustentable, afirmación que,

tomada a la ligera, produce confusión y desorienta aún más a quienes tanto en el ámbito académico como en el público y en el nivel de gestión, se encuentran relacionados con esta actividad. Así, al llamado “turismo de aventura” o “turismo de naturaleza” o “espeleoturismo”, o tantas otras modalidades de la actividad turística, se les considera como “ecoturismo” partiendo de la idea de que el realizar una actividad en contacto con la naturaleza, es suficiente justificación para añadirle el prefijo eco.

Lo primero que tendríamos que analizar es el concepto de desarrollo sustentable y luego el de ecoturismo,

para comprender si el turismo sustentable existe y si el ecoturismo es una modalidad de este último. Es indudable que el turismo tiene entre uno de sus objetivos primordiales el económico, además del ejercicio del tiempo libre como una forma de prestación social del siglo XX, pero el no tener claro que el desarrollo sustentable propone:

1) una relación justa en la utilización de los recursos naturales, 2) un beneficio económico equitativamente distribuido y 3) la conservación de estos recursos como requisito para la misma conservación de la vida sobre el

planeta Tierra, puede convertir tanto a la propuesta del “turismo sustentable” como a la del “ecoturismo” en nuevas formas de depredación y enriquecimiento de unos cuantos en perjuicio de los dueños originarios del capital natural. Y, en el mediano plazo, en una calidad de vida precaria para la especie humana. PONENCIA

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Se dice que el “ecoturismo” es una modalidad del desarrollo sustentable, afirmación que, tomada a la ligera, produce confusión y desorienta aún más a quienes tanto en el ámbito académico como en el público y en el nivel de gestión, se encuentran relacionados con esta actividad. Así, al llamado “turismo de aventura” o “turismo de naturaleza” o “espeleoturismo”, o tantas otras modalidades de la actividad turística, se les considera como “ecoturismo” partiendo de la idea de que el realizar una actividad en contacto con la naturaleza, es suficiente justificación para añadirle el prefijo eco.

Lo primero que tendríamos que analizar es el concepto de desarrollo sustentable y luego el de ecoturismo,

para comprender si el turismo sustentable existe y si el ecoturismo es una modalidad de este último. Por lo que partiendo de la definición de desarrollo sustentable: “es el desarrollo que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.”

(1) podríamos afirmar que éste es una estrategia para alcanzar un nivel aceptable de calidad de vida, lo

cual es un concepto totalmente antropocéntrico. Ya que el desarrollo sólo se da como consecuencia de la acción de los seres humanos, y la sustentabilidad es una estrategia planteada por estos mismos para lograr un nivel de vida satisfactorio tanto para las generaciones presentes como para la futuras propiciando un equilibrio social y ecológico en las relaciones de producción. Esta afirmación parte de la idea misma de que el desarrollo es la consecuencia de la forma en que el hombre se apropia de los recursos en la naturaleza, los transforma y los convierte en bienes o satisfactores que incorpora a su vida cotidiana. Y como es evidente, en todo este proceso los recursos naturales tienen un papel pasivo, de insumo con un valor económico que, mientras más escaso es el bien, más alto es su precio en el mercado. Como ejemplos claros podemos citar el petróleo como un recurso no renovable y el agua para consumo humano, cuyo volumen es reducido para la satisfacción de una demanda cada día en aumento. La ecología, entendida como “el total de relaciones de los animales con sus medios ambientes orgánicos e inorgánicos”

(2) ha prestado el prefijo eco a la actividad turística, dándole un significado interdisciplinario que, por lo

tanto, debe ser enfocada desde diferentes ángulos a partir de dos disciplinas provenientes una, de las ciencias de la naturaleza, y la otra, de las ciencias sociales. Lo cual nos lleva hacia un objeto de estudio complejo que no se ubica sólo en el campo social o en el campo ecológico.

El entender que el concepto de “turismo sustentable” es únicamente antrópico y el de “ecoturismo” es

holístico, es condición básica para ubicar al turismo sustentable o al ecoturismo en su justa dimensión. El peligro de este manejo confuso de conceptos y, por ende, de prácticas turísticas, es que se está utilizando como un “nicho de mercado” lo que es una de las principales motivaciones de la Humanidad a principios del siglo XXI, y que podríamos plantear como la necesidad de utilizar el tiempo libre de la demanda generada en los grandes centros emisores de turistas (entiéndase núcleos urbanos o ciudades) en actividades diferentes a las cotidianas, es decir, las que se llevan a cabo en ambientes naturales. Y en esta necesidad encontramos un amplio rango, desde quienes se solazan con la contemplación del paisaje hasta quienes en forma activa interactúan con destinos típicamente ecológicos, como puede ser el espeleobuceo o el rafting. La visión reduccionista económica del proceso turístico lo lleva a convertirse en un bien altamente rentable cuando se le vincula con áreas naturales o culturas nativas, las que en estos tiempos de pobreza y dificultades económicas, necesitan aprovechar lo que queda en sus regiones de áreas naturales relativamente bien conservadas para crear empleos y mejorar su ingreso familiar. Visto de esta manera, el beneficio puede multiplicarse tanto en lo social como en lo ecológico evitando la emigración de mano de obra masculina y propiciando la conservación y el manejo sustentable de los recursos naturales en el destino ecoturístico de que se trate. Para lograr lo anterior, el primer paso que se debe dar es entender que la planificación ambiental del desarrollo turístico con base en la sustentabilidad

(3) es una condición sin la cual no podría alcanzarse esta última, ya que el análisis de la calidad de los

recursos y de los objetivos que persiguen las comunidades anfitrionas como actoras del proceso turístico requiere de un diagnóstico que determine tanto el nivel de capacidad de carga como los posibles impactos ambientales que surgirían como consecuencia de la pérdida de del equilibrio de la capacidad de carga mencionada.

Es indudable que el turismo tiene entre uno de sus objetivos primordiales el económico, además del

ejercicio del tiempo libre como una forma de prestación social del siglo XX, pero el no tener claro que el desarrollo sustentable propone:

1) una relación justa en la utilización de los recursos naturales,

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2) un beneficio económico equitativamente distribuido y 3) la conservación de estos recursos como requisito para la misma conservación de la vida sobre el

planeta Tierra, puede convertir tanto a la propuesta del “turismo sustentable” como a la del “ecoturismo” en nuevas formas de depredación y enriquecimiento de unos cuantos en perjuicio de los dueños originarios del capital natural. y, en el mediano plazo, en una calidad de vida precaria para la especie humana. Enfoque Tecnologico del Desarrollo Sustentable

Existen varios ejemplos que ilustran la preocupación por la sustentabilidad del desarrollo: Evaluación de los impactos que provocan estilos de desarrollo en el bienestar de las generaciones futuras

Reconocimiento del rol decisivo que desempeña el capital o el patrimonio natural, mientras provee beneficios a la sociedad. El concepto de sustentabilidad proviene de las ciencias biológicas, la forma de evaluar la conservación o depredación de un recurso consiste en incorporar criterios de trabajo a los patrones y características naturales de un recurso. Los fenómenos exógenos son aquellos que operan al margen de lso criterios de trabajo como los programas de protección de los bosques, di cierre d áreas de pastoreo y protección de esos recursos. El enfoque de sustentabilidad se hace más complejo, ya que se suman criterios de trabajo que inciden en el manejo y uso de los recursos como participación ciudadana, políticas y de instituciones. Ciertos proyectos de inversión tienden a desaparecer antes de que termine la vida útil que se previó al diseñarlos. La sustentabilidad se analiza a nivel macro, ya que depende de factores sectoriales y macroeconómicos, por eso que la carga de deuda externa contribuye a que sea menor el apoyo a los programas ambientales de largo plazo, en razón de la escasez de recursos fiscales. La sustentabilidad requiere un equilibrio dinámico entre todas las formas de capital o acervos que participan en el esfuerzo del desarrollo económico y social de los países, para que la tasa de uso del capital no exceda su propia tasa de reproducción. La sustentabilidad ambiental depende de los sistemas de asignación de derechos de propiedad y tenencia de los incentivos económicos y sociales, del manejo de la economía y de los recursos, del rol del Estado, empresas y comunidades de distinto tipo y las personas.

En América se encuentra una transformación productiva que aumenta la participación de la sociedad a través de un ambiente más democrático que buscan explotar recursos naturales y así mejorar los niveles y condiciones de vida. No se puede mejorar la calidad de vida de la población a costa de su nivel de vida, es por eso que el capital natural es fundamental para lograr la transformación productiva con equidad. Los procesos de desarrollo afectan la calidad del medio ambiente como la contaminación del agua y del aire ya que disminuyen la capacidad de los ecosistemas para entregar a la comunidad bienes y servicios Las políticas económicas no son neutrales con referencia a los recursos naturales, el avance tecnológico dinamiza las economías con el fin de reducir los efectos negativos y cambiarlos a positivos para el capital natural. La base del desarrollo sustentable la constituyen estructura de incentivos, legislación, gestión y organización de actividades productivas. La conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio ambiente y desarrollo principalmente se sustenta en la incorporación del progreso técnico con miras a lograr recientes niveles de productividad. En 1971 hubo una reunión con los expertos sobre el Desarrollo y el medio, donde se preparó un documento sobre el estado del medio ambiente humano y natural. Algunos de los aspectos tratados con detalle fue la relación entre desarrollo y medio ambiente, comercio internacional, surgimiento de normas ambientales. Se destacó que las consideraciones ambientales podrían beneficiar a ciertas regiones del mundo, según la relación entre capital natural y productos sintéticos y el grado de influencia del capital extranjero. En el tema de recursos energéticos, gestión racional del agua y recursos minerales se dieron a conocer efectos negativos de la contaminación como resultado de procesos productivos o políticas inadecuadas sobre tratamiento y eliminación de desechos. Nocion de Crecimiento a la Nocion de Desarrollo

Un objetivo de la actividad económica es la satisfacción de necesidades. Por eso, decimos que al realizar la actividad económica, se lleva a cabo un proceso de trabajo, en el cual el ser humano entra en contacto con la naturaleza. Podemos decir que ese proceso ha ocurrido desde el surgimiento mismo de la humanidad como especie. Imaginemos al mono-casi-hombre o al hombre-casi-mono, colgado de un árbol, tratando de alcanzar un fruto, sacudiendo alguna rama. Pensemos que en el siguiente momento, el tipo se desploma porque la rama estaba seca. En el suelo y lleno de coraje, empieza a dar brincos maldiciendo al árbol y golpeandolo con la rama seca a la que, inconciente e instintivamente, todavía está aferrado. Con uno de esos movimientos, accidentalmente golpea el fruto que trataba de alcanzar y este cae sobre su cabeza, como si el árbol hubiera cedido ante la presión del maltrato y los golpes, o tal vez como si se hubiera compadecido del pobre tipo.

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En ese momento, este antepasado nuestro habría realizado un gran descubrimiento. Estaría dándose cuenta de que para satisfacer su hambre, puede auxiliarse de algunos instrumentos, los cuales pueden ser tomados del medio que lo rodea. En el ejemplo que hemos introducido, el cual tiene mucho de fantasía, el individuo se estaría dando cuenta de que puede “alargar su brazo”, en una distancia igual a la longitud de la rama. Un descubrimiento de esta magnitud, llevaría al mismo individuo y a otros de su colectividad a buscar “auxiliares” para satisfacer sus necesidades, y esto lo haría observando con cuidado el medio circundante.

Es muy probable, que la humanidad haya pasado por este tipo de procesos. Es posible también que al buscar y rebuscar, haya comprendido que no siempre la naturaleza le proporcionaría de manera generosa herramientas o instrumentos para auxiliarse en sus tareas, sino que deberían fabricarse o construirse a partir de la experiencia acumulada en etapas anteriores de la especie. Así, los recursos del medio tendrían que ser transformados, con ayuda de la capacidad de razonar que es inherente al ser humano.

Con la misma lógica, podemos decir hoy, que Internet es una vía para “alargar la distancia a la que podemos ver”, pues con ayuda de ese instrumento es posible “ser testigos” de lo que está ocurriendo en otro continente e incluso podemos interactuar con personas de distantes lugares. Por supuesto, que la complejidad tecnológica de una computadora es enormemente mayor que la de una rama seca utilizada para “bajar” frutos de los árboles. Pero también es cierto, que el hombre primitivo no disponía de los conocimientos que se han acumulado a lo largo de la historia hasta llegar a nuestra generación.

La más importante lección de estos ejemplos, es que aún en la más primitiva actividad económica, además de la búsqueda de satisfactores para sus necesidades, el ser humano conoce mejor a su medio, descubre y desentraña los misterios de la naturaleza. En base a esto diseña y fabrica instrumentos y herramientas cada vez más sofisticados que le auxilian en sus actividades. Esto es lo que conocemos como avances de la Ciencia y la Tecnología. Desmaterializacion

Parece entonces que no valen la pena los esfuerzos de la Gestión Ambiental y la Eco-eficiencia para lograr producir con menor cantidad de materia prima y con menor impacto al medio ambiente. Aunque estos esfuerzos medidos de manera parcial representan una reducción en los costos y el aumento de la productividad sólo se encaminarían a una desmaterialización sostenible si se desligan de una manera radical de la producción. En la Figura 4, se puede apreciar como el consumo total de agua (m3) de la empresa PAVCO S.A., de Colombia.

En PAVCO el consumo de agua, al menos en los últimos 9 años, no tiene relación ni directa, ni inversa con la producción anual (en toneladas). En este caso específico, la desmaterialización del consumo de agua es evidente, pero habría un límite económico y tecnológico para la misma; alcanzado esté límite la sostenibilidad de la estrategia comenzaría a depender del consumo; es decir, si yo he reducido el consumo de agua total por un factor de 5 pero con el tiempo consigo aumentar la producción por un factor de 5, es claro que sería altamente productivo y se estaría haciendo “más con menos” pero en términos de agua estaría igual que al principio, pero consumiendo 5 veces más materias primas como PVC, plásticos, trasporte, energía, etc. Las estrategias de reducción de la contaminación, producción más limpia y en general de Gestión Ambiental han sido apoyadas siempre en el concepto de aumentar la productividad y la eficiencia empresarial generando empresas mas competitivas, pero, en términos de recursos planetarios y a largo plazo no cambian la tendencia a consumir todos los recursos hasta su agotamiento, para abastecer nuestro sistema productivo. La Gestión Ambiental entendida así hace esta tendencia simplemente más lenta. Esto es lo que se conoce como PROBLEMAS DE LA DESMATERIALIZACION DE LA ECONOMIA La Sostenibilidad Social es otro de los cuestionamientos a este tipo de estrategias, ya que la reducción en los flujos de materia y energía supone de alguna forma la reducción de la producción y esto significaría reducción en fuentes de empleo. En el mundo de los negocios supone una alta capacidad de innovación y que estratégicamente hay ciertos sectores que no se pueden desmaterializar con la misma intensidad de otros, para no causar un problema social inmediato en aras de la sostenibilidad a largo plazo. Además, se plantean problemas entre las naciones productoras de materias primas y energía donde una estrategia de desmaterialización en naciones industrializadas busca reducir, por ejemplo, dependencia de las políticas de los países productores de petróleo. Bajo la perspectiva de un país productor de materias primas y exportador de petróleo como Ecuador, no todos parecen aceptar la desmaterialización, FALCONÍ (2000) afirma que la desmaterialización de la economía no está comprobada y además está en entredicho, especialmente cuando se estudia desde la valoración global de materiales y energía utilizados por las economías industrializadas o ricas y, desde el tipo de indicadores que se utiliza para medirla. El Doctor Falconí sostiene que la desmaterialización de la economía es apresurada y tiene una carga ideológica muy fuerte, recurriendo en su

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discusión al problema Norte-Sur, y “que a pesar de la sofisticación de algunos modelos y técnicas econométricas utilizadas aún no hay una evidencia empírica, peor aún una certeza física concluyente de este hecho” refiriéndose a la desmaterialización de las economías industriales. LA FALACIA DE LA DESMATERIALIZACIÓN PARCIAL La desmaterialización de la producción es una realidad. Ciertos productos, como los computadores personales, teléfonos celulares y en general los artículos producidos por la industria electrónica se han vuelto más ligeros y pequeños, en un proceso que consume cada vez menos materia y energía para la producción y distribución unitaria de cada artículo. Este es un proceso donde se aumenta la productividad y se basa en la capacidad de innovación de los productores. Si embargo este aparente progreso de la ciencia y del sistema productivo parece no tener efectos a largo plazo en la sostenibilidad de la economía ya sea local o planetaria. Un caso dramático es el consumo de papel, en una sociedad en que la tendencia es a un mundo “on-line” donde se tiende al menor uso de papel, Estados Unidos con todos sus avances de redes e Internet hoy usa el doble de papel que los usado en 1950, en promedio un kilo por persona día . En la Figura3 se aprecia esta tendencia para la economía estadounidense. Como afirma SCHMIDT-BLEEK (2000) , para ejemplarizar esta idea del consumo intensivo y la necesidad de separar la tendencia que une el uso de los recursos con la producción de bienes y servicios; se estima que hoy día, más de 100 millones de empresas producen alrededor de seis millones de productos diferentes en el mundo entero, y quizás diez veces más en servicios cada día. Estos productos y servicios cambian de manera continua sujetos a procesos permanentes de innovación y son consumidos por 6 mil millones de personas, viviendo en más de 200 países con bagajes culturales diferentes y en las más variadas condiciones geográficas. Bajo estas condiciones la generación de mayor numero de bienes y servicios no es sostenible, pero genera riqueza y desarrollo a corto plazo.]]

Un factor crítico para alcanzar el consumo sustentable sigue siendo el establecimiento de una alternativa aceptable para el actual modelo de consumo que debería llevar una mejor calidad de vida a toda, o al menos a la mayoría de la población. El nuevo modelo debería permitir, por ejemplo, más tiempo para la vida en familia y en comunidad, más participación en eventos culturales y más tiempo para prácticas religiosas y espirituales.

Muchos autores han propuesto diferentes modelos o paradigmas para cambiar los patrones actuales de consumo y producción y alcanzar un futuro más sustentable. Todos ellos proponen una serie de actividades y responsabilidades coordinadas por el gobierno, la industria y los consumidores. A continuación presentaremos solamente cuatro que permiten tener una visión general de las alternativas que actualmente se están buscando y estudiando. Los nuevos paradigmas incluyen una perspectiva integrada en cuanto a políticas e iniciativas, un nuevo modelo industrial y un cambio de una economía de productos hacia una economía de servicios.

Uno de estos paradigmas se enfoca en la desmaterialización y los cambios en estrategias corporativas que pueden llamarse “venta de desempeño en lugar de bienes”. La economía industrial actual tiene una estructura lineal y su éxito se mide como el flujo monetario en el punto de venta, lo cual está directamente relacionado con el flujo de bienes y recursos de materias y energía. Para poder ser sostenibles, los países industrializados tendrán que operar en un nivel más alto de eficiencia en el uso de recursos estimado en un factor de 10. Esto puede alcanzarse mediante una economía de servicios que emplee el “valor de uso” como su concepto central de valor económico y mida su éxito en términos de administración de activos revalorando la existencia de bienes y optimizando su uso (véase cuadro 2).

Un ejemplo puede ser el siguiente: imaginemos que una compañía que fabrique productos químicos venda información y asesoría en lugar de pesticidas. Actualmente, las compañías químicas aumentan sus beneficios de manera proporcional al aumento en la venta de pesticidas, lo cual da como resultado la contaminación y el desperdicio de recursos.

Sin embargo, una alternativa más eficiente podría ser que los agricultores pagaran a las compañías por proteger sus cultivos en lugar de adquirir sustancias químicas peligrosas. Al mismo precio por área agrícola, la compañía se enfocaría a evitar el desperdicio de materiales y la utilización de controles biológicos baratos y por lo tanto en reducir el uso de pesticidas.

Un segundo paradigma se enfoca en la necesidad de aplicar un nuevo modelo industrial que valore las ganancias sociales y ambientales tanto o más que las ganancias económicas. Este modelo industrial debería tener las siguientes características:

No introduce materiales peligrosos en el aire, el agua y la tierra. Mide la prosperidad por la cantidad de capital natural que puede aprovecharse de manera productiva. -

Mide la productividad por el número de personas que tienen un buen empleo.

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Mide el progreso por el número de edificios industriales que no tienen chimeneas ni otro medio de contaminación del ambiente.

No produce nada que requiera la vigilancia de las futuras generaciones. Celebra la abundancia de la diversidad biológica y cultural, además de la energía solar. (Mc Donough y

Braungart 2001)

El tercer modelo se diseñó con la idea de combatir los problemas principales del consumo insostenible. Algunos gobiernos europeos que han desarrollado métodos de “Políticas Integradas para Produc-tos” (PIP), para crear un sustento legal estándar y una plataforma de incentivos para cerrar el ciclo de productos y recursos en relación con su desempeño económico.

Las PIP proponen remediar la actual situación insostenible aplicando una amplia gama de políticas de manera coordinada, integrada y complementaria. Se basan en el hecho de que no existe una sola solución que se aplique en todos los casos y, por lo tanto, proponen una serie de instrumentos que se utilizarán dependiendo de cada caso. Los instrumentos van desde acuerdos voluntarios hasta leyes enérgicas (ver cuadro 2). Las PIP son un buen ejemplo del desarrollo de políticas que, al captar una amplia gama de cuestiones en una sola propuesta, hacen que las leyes sean más eficientes para la industria; así hay menos leyes que administrar y un desempeño más competitivo y eficiente en términos generales.

El último modelo se llama eco-producción y se enfoca hacia una planeación y manejo comunitario y participativo de los recursos naturales buscando la maximización de los beneficios para la mayoría y dentro de una perspectiva cultural local. Todo esto se lleva a cabo con una visión a largo plazo y con el objetivo de la sustentabilidad.

La eco-producción se orienta hacia un desarrollo rural, local y comunitario que valoriza la diversidad cultural. La eco-producción es un modelo participativo de análisis comunitario de planeación y acción que incluye la evaluación de los beneficios culturales, ambientales, sociales y económicos de las actividades productivas y de utilización de los recursos naturales (incluyendo los recursos humanos) que las comunidades rurales piensan realizar. Tecnologia y Produccion Limpias

El objetivo esencial de una industria es transformar la materia prima en un producto comerciable. La generación de residuos y emisiones durante el proceso productivo puede ser considerada como una pérdida del proceso y un mal aprovechamiento de la materia prima empleada, por lo tanto, representa un costo adicional del proceso productivo. A su vez, la generación de residuos origina impactos económicos importantes asociados a los costos de tratamiento y disposición final de éstos.

El enfoque tradicional con que se ha abordado el control de la contaminación, considera como primera opción reducir los contaminantes después de que se hayan generado por los procesos industriales, exigiendo la aplicación de tecnologías de etapa final o “fin de tubo” (end of pipe), que muchas veces alcanzan costos elevados obstaculizando la competitividad de las empresas, especialmente en el caso de las PyMES.

La Producción Limpia invierte o reorienta la jerarquía de gestión de los contaminantes, considerando las oportunidades de prevención de la contaminación: reducción de los residuos en el origen; reutilización y reciclado; tratamiento o control de la contaminación; disposición final

Las tecnologías limpias están orientadas tanto a reducir como a evitar la contaminación, modificando el

proceso y/o el producto. La incorporación de cambios en los procesos productivos puede generar una serie de beneficios económicos a las empresas tales como la utilización más eficiente de los recursos, reducción de los costos de recolección, transporte, tratamiento y disposición final.

Una tecnología de producción limpia (TPL) puede ser identificada de varias maneras: o permite la reducción de emisiones y/o descargas de un contaminante, o la reducción del consumo de energía eléctrica y/o agua, sin provocar incremento de otros contaminantes; o logra un balance medioambiental más limpio, aún

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cuando la contaminación cambia de un elemento a otro. Esto último supone evaluar la nueva tecnología sobre la base de las normas y estándares fijados por la legislación medioambiental.

En principio, la producción limpia podría entenderse como aquella que no genera residuos ni emisiones. En la realidad esto no es así. Primero, porque en el estadio actual de desarrollo son escasas las tecnologías económicamente viables que logren cero emisión. Segundo, porque si bien toda emisión puede generar una externalidad negativa (o pérdida de bienestar social sin compensación), el nivel óptimo de contaminación no es igual a cero, sino aquel en que los beneficios sociales marginales de minimizar residuos, sean equivalentes a los costos sociales marginales de lograr tales reducciones. EL SIGUIENTE ARTÌCULO FUE ESCRITO POR GUSTAVO GONZALEZ LINARES ESTUDIANTE DE LA CARRERA DE INGENIERÌA EN SISTEMAS COMPUTACIONALES DEL TECNOLOGICO DE ESTUDIOS SUPERIORES DE VALLE DE BRAVO

1.1 Producción Limpia La filosofía de la producción limpia empezó a mediados de los ochenta, en la actualidad forma parte de la política medioambiental de la mayoría de los países desarrollados y se integra poco a poco a la de los países subdesarrollados. La producción limpia es una estrategia de gestión empresarial preventiva aplicada a productos, procesos y organización de trabajo. Objetivo de la producción limpia: Es minimizar emisiones tóxicas y de residuos, reduciendo así los riesgos para la salud humana y ambiental, y elevando simultáneamente la competitividad de las empresas. Las cuatro acciones de la producción Limpia Minimización y consumo eficiente de agua y energía Minimización de insumos tóxicos Minimización del volumen de todas las emisiones que genere el proceso productivo El mayor reciclaje posible en la planta Una menor producción de deshechos y derivados del proceso de producción

La PL tiene como propósito general incentivar y facilitar el aumento de la competitividad y el desempeño

ambiental de las empresas, apoyando el desarrollo de la gestión ambiental preventiva para generar procesos de producción más limpios, incluyendo el uso eficiente de la energía y el agua. La política de PL, representa un eslabón que articula la política ambiental con la política de desarrollo productivo, expresando así una importante dimensión de la estrategia de desarrollo sustentable, teniendo en cuenta que las tecnologías ambientales convencionales trabajan principalmente en el tratamiento de residuos y emisiones generados en un proceso productivo.

Impactos y beneficios que genera la PL Se evidencia un cambio en el pensamiento del ser humano que repercute en su entorno, este cambio se encuentra asociado al fomento de una cultura de la prevención, la cual no formaba parte de la cultura del hombre; cuando hace decenios empezó la protección medioambiental, en ese entonces sólo se contemplaban métodos de control a menudo llamados dispositivos de última etapa para solucionar problemas de aguas contaminadas, atmósfera tóxica, y las demás consecuencias del desarrollo industrial y de la actividad humana. La actual protección del medio ambiente está evolucionando e incorpora una nueva estrategia para evitar los residuos y la contaminación que desde siempre han caracterizado el desarrollo industrial. La PL está asociada a la eficacia, que siempre ha sido un objetivo bandera de las empresas, pero su consecución ha carecido a menudo de consideraciones ecológicas.

Por qué adoptar la PL por parte del sector empresarial Desde la perspectiva de garantizar el desarrollo sostenible y enfrentar los nuevos retos de la competitividad empresarial, la gestión ambiental se considera como una fuente de oportunidades y no como un obstáculo. Dentro de esta gestión, adoptar la PL resulta una alternativa viable para el logro de los objetivos de desarrollo. Adicionalmente, existen otras motivaciones como son la convicción plena de que es una estrategia encaminada al desarrollo sostenible, que mejora la competitividad y garantiza la continuidad de la actividad productiva, gracias al mejoramiento de la eficiencia en los procesos productivos, en los productos y en los servicios; ayuda a cumplir con la normatividad ambiental y garantiza el mejoramiento continuo de su gestión en este sentido; ayuda a mejorar la imagen pública, ya que previene conflictos por la aplicación de instrumentos jurídicos (por ejemplo, la tutela) y disminuye las inversiones en sistemas de control al final del proceso.

Cómo introducir la PL en la empresa Primero es necesario realizar un plan de gestión que incluya un diagnóstico ambiental en su análisis de foda o de fuerzas y debilidades, de esta manera se identificarán cuáles son las maneras o formas en que la empresa contamina. Después realizar un plan Estratégico Operativo (ubicación y límites, bosques e hidrografía, geología, inventario de flora y fauna, calidad del agua en el estado

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actual, suelos, topografía, clima, infraestructura de servicios circundantes, sistema vial, usos actuales, valorización y/o desvalorización de las áreas de influencia); identificar la disponibilidad de recursos naturales y de infraestructura que tiene la región que constituye el ámbito geográfico de operación de la empresa y analiza la incidencia que tiene esta situación en el desarrollo de las actividades de la empresa (insumos, procesos de trabajo, productos finales y elementos residuales, retroalimentación, ámbito geográfico de operación); conocer el impacto ambiental que generan las labores que realiza la empresa e identifica criterios, aspectos y situaciones que deben tenerse presente en la formulación de los planes de desarrollo (efectos en el agua en el área de influencia, cambio de uso de suelo en el área de influencia, efectos por gases emanados, efectos sobre el agro-ecosistema: pastos y bosques, efectos generados por ruido); conocer las posibilidades, incentivos y restricciones para el desarrollo de las actividades de la empresa, derivadas de las reglamentaciones que regulan la conservación del medio ambiente El éxito de un proyecto de prevención de la contaminación se mide por la reducción de la cantidad de residuos generados pero, también, por la posible disminución de su toxicidad, mejora en la calidad y productividad, la satisfacción de los empleados y clientes, entre otros. El seguimiento de la iniciativa permitirá sugerir nuevas oportunidades de prevención de la contaminación que enriquezcan el proceso.

1.2 La norma ISO 14001 En las empresas, que habitualmente enfrentaban el problema de la contaminación a través de acciones aisladas y con la responsabilidad dispersa e inconexa, requieren hoy en día contar con un sistema de gestión integrado que les permita controlar los riesgos ambientales de manera más efectiva. La certificación del Sistema de Gestión Ambiental garantiza que la empresa lleva adelante sus operaciones dentro de un marco que contempla el control del impacto ambiental de las mismas, el cumplimiento de la legislación, y que tiene objetivos de mejoras acordes a los estándares internacionales. Es así como la ISO 14000, llamada también norma “ISO verde”, constituye una normativa que provee a la gerencia con la estructura para administrar un Sistema de Gerencia Ambiental. La serie incluye disciplinas en eco-gerencia, auditoria, evaluación en la gestión de protección al medio ambiente, eco-estampado/etiquetas/sellos y normalización de productos entre sus guías. Más aún ISO 14001 se puede integrar con seguridad, salud ocupacional e ISO 9001 para lograr un Sistema de Gerencia Integral.

1.3 Caso de estudio empresa ACINDAR La empresa ACINDAR es una de las más importantes empresas siderúrgicas en Argentina y es líder en la producción de aceros no planos, Desde su fundación en 1942, ha jugado un papel importante en la consolidación de la industrialización del país, así como en la permanente incorporación de nuevas tecnologías a fin de mejorar la calidad de la producción y la preservación del medio ambiente. El principal centro industrial de Acindar se encuentra en la localidad de Villa Constitución, Provincia de Santa Fe, ocupa una superficie de 394 hectáreas de las cuales 220.000 m 2 pertenecen a sus instalaciones integrales. La planta cuenta con una capacidad de producción de 1.200.000 toneladas anuales de acero crudo, que es sometido a diversos procesos: Reducción de mineral de hierro; fabricación de acero en hornos eléctricos y colada continua con etapas de laminación; y fabricación de alambres y productos tubulares para obtener productos como palanquillas, alambrones, flejes, hierros para construcción y barras. En 1998 sus ventas ascendieron a 672 millones de dólares. Proceso de producción El proceso de producción en la planta semi-integrada de Villa Constitución comienza con la reducción del mineral de hierro en la planta de Reducción Directa con una capacidad de 1.000.000 toneladas anuales. Este producto, junto con carga de chatarra, ferroaleaciones y otros insumos a tres hornos eléctricos para elaborar, después del proceso de colada continua, 1.300.000 toneladas de palanquillas. El material producido se utiliza en procesos subsecuentes de laminación para la obtención de alambrones, barras y flejes. Luego en plantas específicas continúa los procesos para la obtención de una variada gama de productos como tubos, perfiles, alambres, productos galvanizados, mallas, cables, etc.

La empresa y el medio ambiente La industria siderúrgica por las transformaciones intrínsecas de los procesos de producción y por la magnitud de los recursos naturales que involucra. Estos impactos pueden ser diversos : emisiones, resultado de la generación de energía y de distintos procesos de combustión; aguas residuales, debido al tratamiento de superficies, métodos de enfriamiento y purificación de gases; residuos sólidos; contaminación del suelo y generación de ruido, calor, entre otros. En una etapa de planificación, Acindar desarrolló una visión global, práctica y simplificada de los distintos impactos generados a través de evaluaciones de los procesos productivos de sus plantas. Dentro de los programas desarrollados para el control de las situaciones ambientales generadas, se han analizado, estudiado y propuesto alternativas para el mejoramiento continuo, contenidas dentro de un Programa de Proyectos Ambientales. El sistema de Gestión Ambiental (SGA) de Acindar está enmarcado dentro de los requerimientos legales específicos y voluntarios según los estándares internacionales. Entre los mismos se destacan las Certificaciones de Aptitud Ambiental de acuerdo a las normativas legales aplicables a sus instalaciones y procesos, en sus plantas de las Provincias de San Luis y Buenos Aires y la Certificación ISO 14001 de su planta Navarro en la Provincia de Santa Fe, siendo ésta la primera siderurgia argentina en obtener este logro. Estrategias de reducción de la contaminación La Empresa

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introdujo acciones y mejoras ambientales contenidas en su SGA, enfocadas a la eficiencia y uso racional de energía, con el objeto de minimizar su efecto en el cambio climático. Entre ellas se destacan:

Reducción en el consumo de material para bienes y servicios. Reducción en el consumo energético. Uso racional de la energía. Reducción en el consumo de material para bienes y servicios

Acindar ofrece el servicio de cortado y doblado de varillas para la industria de la construcción según las

medidas y plan del proyecto de cada cliente, con entregas al momento, en la obra, de acuerdo a cronogramas requeridos y en paquetes individualizados. Gracias a ello la Empresa contribuye a reducir el desperdicio de productos. Usualmente existen pérdidas que suele variar entre un 5 y 10 %, pero con este servicio sólo se utiliza el peso teórico indicado en las planillas, lográndose que la varilla sobrante sea reutilizada en otros procesos de producción. Es importante mencionar que pueden existir desperdicios ocultos en el concreto como los empalmes que se utilizan para aprovechar los recortes de varillas, o los tramos que deberían ser de un largo dado y que, por ser un poco mayores no se cortan. Con la eliminación del manejo excesivo de varillas de gran longitud se generan beneficios económicos adicionales, como son el no utilizar el equipo para cortado y doblado, así como la eliminación de riesgos a accidentes y costos asociados. El objetivo logrado con este proceso es brindar un servicio adicional que permita economizar materiales, costos y ganar en sustentabilidad, seguridad y calidad. Reducción de el consumo energético Con base de una planta modelo del International Iron and Steel Institute (IISI), se determinó el consumo específico para una producción unitaria de acero, a través del uso de indicadores globales de consumo de energía (Mkcal / ton de acero producido) y de un análisis de cada tipo de energía que se usa en la planta. Esto llevó a Acindar a desarrollar, junto con las mejoras tecnológicas y operativas implementadas en los procesos, los balances de energía para el período 1990 – 1998.

Acindar realizó varias acciones para eficientizar el uso de energía apoyándose en grupos de mejora continua y aplicando una metodología para el control del consumo energético. A partir de allí se han logrado ahorros en beneficio de la producción y la preservación del medio ambiente. Los grupos de trabajo, han aplicado métodos para el análisis y solución de problemas. Además se han abocado a las tareas de implementar procedimientos, planillas de control de datos y seguimientos sobre los casos como la iluminación eficiente de las naves productivas y la parada de equipos inactivos. Reducción de iluminación A través del cambio de lámparas de menor consumo de energía (43%), mayor luminosidad (25%), con 100% de aumento de vida útil y menor costo (66%) se lograron mejoras significativas sobre todo en la reducción del consumo de energía cuantificado en 200.000 Kw/h anuales. Esto implica un ahorro de $10.000 anuales. El grupo obtuvo como conclusión el mensaje de que el uso racional de la energía no implica dejar de usarla sino de usarla en forma eficiente y controlada. Parada de equipos inactivos:

A través de la disminución de la actividad innecesaria de cintas de transferencia de materiales , se ha logrado la reducción del consumo específico de energía. Mediante el análisis estadístico, seguimientos con planillas de control y procedimientos específicos se ha logrado la optimización de su funcionamiento con los siguientes beneficios:

Disminución del consumo de energía eléctrica Mayor vida útil de los equipos Menores gastos el lubricantes y mantenimiento

Considerando los consumos energéticos de cinta con carga y en vacío, estos beneficios se traducen en un

ahorro del 21 % de energía eléctrica es decir 5.000 kw/h anuales. Ecodiseño ¿Qué es Ecodiseño?

Es una metodología de diseño de productos orientada a: Usar eficientemente los recursos naturales durante el ciclo de vida del producto. Integrar los aspectos ambientales. Combinar las mejoras ambientales con la innovación y la reducción de costos.

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Esta metodología ha sido ampliamente probada en Estados Unidos, Asia y Centroamérica. Se le conoce también como Desarrollo Ambiental de Productos (Environmental Product Development, EPD).

Su implementación promete la reducción a corto plazo de costos y mejoras entre un 10–50% y la mejora del impacto negativo al ambiente. El producto

Para la gerencia, la razón más importante para desarrollar un proyecto en ecodiseño la constituyó la necesidad de reducir sus costos, en especial los costos de distribución, que representan el 20% del costo total.

El producto considerado dentro de este proyecto fue el sistema de empaque, el que está formado por el empaque individual de los productos (bolsitas de polipropileno impresas), el empaque para la distribución (bolsones de polietileno y cajas de cartón) y el modo en el que son distribuidos (pequeños camiones). Los requerimientos que este sistema debe satisfacer incluyen: Conservar el contenido de las bolsas de la humedad y la oxigenación Proteger el contenido de los golpes y cargas excesivas, para prevenir que las galletas y bocadillos se

rompan Funcionar como el principal medio de comunicación con el consumidor.

Contexto ambiental

Si bien los materiales de empaque resultan necesarios para proteger, contener y publicitar un producto; su vida útil, por lo general, es bastante limitada y en el caso de los plásticos son materiales que al desecharse no se degradan. Esto implica, un gasto de materias primas, no siempre renovables, y de energía en su fabricación que, de una u otra manera, el consumidor y el ambiente pagan. En muchos casos el producto se vende con sobreembalaje, es decir, embalaje innecesario que el consumidor no puede rechazar y además debe eliminar posteriormente.

En nuestra región, aún falta mucho por hacer en cuanto a desarrollo de materiales de empaque y embalaje innovador: reutilizable, que utilice la cantidad mínima de material y que este material tenga un bajo impacto negativo sobre el ambiente.

Asociado al sistema de empaque de un producto se encuentra su sistema de distribución, dentro del cual el consumo de combustibles fósiles representa un aspecto ambiental relevante, al igual que la generación de los gases producto de la combustión. Para Mafam, estos elementos formaron parte de su contexto ambiental, el cual incluyó consideraciones económicas y de calidad; como el continuo aumento en el precio de la gasolina, lo que hace necesario optimizar su consumo, y la protección del producto durante el transporte. Enfoque Economico y Normativo Desarrollo Sustentable

Los instrumentos económicos se enmarcan en las políticas ambientales como una herramienta que actúa en el compartimiento de los agentes económicos a través de señales de mercado. Existe un amplio abanico de instrumentos económicos de posible aplicación a objetivos de política ambiental (tasas por contaminar, creación mercados de permisos transables, pago por servicios ambientales, etc.).

Se trata de esquemas que operan a nivel descentralizado y que aplican la lógica económica a la solución de los problemas ambientales. Ya sea en sustitución de instrumentos de comando y control o conjuntamente con ellos, en la teoría, los instrumentos económicos presentan características de interés para mejorar el desempeño ambiental, internalizar los daños y beneficios ambientales (aplicación del principio contaminador-pagador; pago por servicios ambientales) y para conseguir objetivos de carácter ambiental al menor costo posible.

Por otro lado, teniendo en cuenta las limitaciones de recursos financieros a los que tienen que hacer frente las autoridades ambientales de los países, existen instrumentos económicos que tienen capacidad de, al mismo tiempo de corregir problemas ambientales, recaudar ingresos que pueden dedicarse también al área ambiental.

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Algunos de los mecanismos de implementación contemplados en diversos Acuerdos Multilaterales Ambientales (por ejemplo, el Mecanismo de Desarrollo Limpio del Protocolo de Kyoto), tienen como base el uso de instrumentos económicos.

A pesar de las características mencionadas arriba y del potencial que presentan en teoría como instrumentos de política ambiental, su uso en la región ha sido bajo, como se detalla mas adelante. Es por ello que las actividades de las agencias del Comité Técnico Interagencial (CTI) que trabajan en esta área se han dirigido a:

1. Evaluar las lecciones extraídas de los casos de aplicación de instrumentos económicos que se han dado

en los países de la región; identificando: i) los factores que están presentes en los casos de aplicación exitosa de instrumentos económicos en la región y las estrategias o circunstancias que han sido determinantes para lograr este resultado en el marco de la gestión ambiental; ii) las barreras que enfrenta la implementación de instrumentos económicos de gestión ambiental, dado el entorno jurídico-institucional y económico en los países de la región.

2. En base a la evaluación de las circunstancias locales en que deben operar estos instrumentos, desarrollar recomendaciones propositivas que le sirvan a los gobiernos en el futuro diseño y aplicación exitosa de dichos instrumentos en apoyo a sus políticas de gestión ambiental identificando posibles estrategias de implementación que pudieran seguir las autoridades ambientales de la región para superar estas barreras y explotar las ventajas potenciales de estos instrumentos en la gestión ambiental.

La promoción de los instrumentos económicos en apoyo a la gestión ambiental ha sido incorporada por

varios foros y acuerdos globales. Instrumentos Economicos ANÁLISIS DEL ARTICULO: INSTRUMENTOS ECONÓMICOS PARA LA PROTECCIÓN AMBIENTAL: UNA ALTERNATIVA ANTE LOS ERRORES DE POLÍTICA Y LAS FALLAS DE MERCADO. AUTOR: Guillermo Rudas Lleras 1. JUSTIFICACION

El artículo se justifica en la necesidad de dar a conocer los errores o fallas tanto del mercado como de las políticas estatales en lo concerniente a los asuntos ambientales, teniendo en cuenta las catastróficas consecuencias que usualmente traen. Además, se consideran dos opciones de intervención estatal para hacer frente a estas dificultades. 2. OBJETIVOS

Analizar los efectos de los fallos de mercado y los errores de la política estatal sobre las condiciones ambientales de los países en desarrollo. ú Discutir las opciones de una política económica que alcance objetivos ambientales. 3. METODOLOGÍA

El artículo está divido en tres partes. Inicialmente muestra algunos errores de política económica en países en desarrollo (basados en un estudio de Pearce y Warford de 1992 en el cual reportan 149 proyectos financiados por el Banco Mundial) y cómo inciden en el deterioro del medio ambiente.

Posteriormente trata las fallas del mercado y el daño ambiental que causan (hace una aproximación a las leyes de la termodinámica, las externalidades). A continuación expone los mecanismos de imposición y control e instrumentos económicos como medidas para regular las fallas e intervenir en los asuntos ambientales. 4. RESULTADOS

El primer aspecto tratado en el artículo es el deterioro ambiental que causan los errores de política económica estatal, basado en el estudio de Pearce y Warford, el autor muestra a través de algunos ejemplos dichos yerros.

En el primer ejemplo: Errores en la administración de sistemas de riego, se expone el perjuicio que trae el dar subsidios amplios sobre los precios de los recursos naturales (ya sea para beneficiar a la población más pobre

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o para estimular la producción y el desarrollo, tanto agrícola como industrial), en este caso, se hace referencia al desperdicio del agua y al daño producido a la tierra por sobresaturación de la misma.

El segundo ejemplo: Política estatal y desastre amazónico, permite apreciar cómo la combinación de diferentes políticas trae consecuencias nefastas sobre los bosques de la amazonia brasilera. Dichas directrices institucionales (que han estimulado un proceso de deforestación de crecimiento geométrico, con miras a aumentar la producción ganadera) son: Subsidios fiscales; estos se otorgaron via exenciones fiscales que alcanzaron el 50% para quienes

invirtieran en la región. Los resultados obtenidos fueron muy pobres, bajas tasas de retorno (con una inversión superior a los 700 millones de dólares en subsidios), casi ninguna generación de empleo y la más importante, la pérdida de miles de Ha. de bosque amazónico. Además de estos exiguos resultados, se concentró la propiedad de la tierra (el tamaño promedio de las haciendas era de 24.000 Ha. y muchas estaban por encima de las 100.000).

Crédito subsidiado; como los campesinos pobres no tenían acceso al crédito, se convirtieron en colonizadores de la selva (para tener títulos que respaldaran la deuda), con lo cual también se destruyó gran cantidad de bosque.

Infraestructura; mediante la construcción de vias que accesaran la selva, se destruyó bosque, además se incentivó el crecimiento poblacional en la región, con lo cual continuó el deterioro.

Han existido varios factores que generan estas fallas: sobredimensionamiento por parte de los gobiernos

de las actividades madereras, se ha ignorado por mucho tiempo el valor del bosque, sobreestimación del valor de los suelos forestales para agricultura y ganadería, uso de bosques como receptores de población y poca o ninguna inversión en la conservación del bosque.

En un tercer ejemplo: Revolución verde y empleo de agroquímicos, se muestran los graves efectos que traen no sólo al ambiente sino a los consumidores, los estímulos económicos a los agroquímicos peligrosos. Esto, además del daño ecológico, hace que quienes cultivan no busquen formas de producción mejoradas, pero no a partir de venenos sino basándose en mejoras orgánicas.

La segunda parte del artículo está dedicada a exponer las leyes de la termodinámica y su interrelación con

el sistema económico, así como las fallas del mercado (externalidades) y sus consecuencias ambientales. Al final de la sección, se presentan una serie de puntos tendientes a buscar el criterio de contaminación óptimo, que se sintetizan en: “cuando se presentan serias dificultades para establecer los niveles de preferencia social, o cuando las preferencias sólo expresan intereses limitados a la generación presente, o cuando no responden a un conocimiento adecuado del comportamiento del medio natural, no se puede aplicar exclusivamente el criterio de optimización de la contaminación. En estos casos, para definir un objetivo ambiental es necesario recurrir con mayor énfasis al conocimiento ecológico combinado con consideraciones éticas para evitar daños irreversibles en los ecosistemas”.

La tercera división del artículo hace referencia a los instrumentos de económico y las regulaciones de imposición y control, como métodos de intervención estatal para hacer frente al deterioro del ambiente. Se explica cómo se fijan las imposiciones, por medio de estándares y los controles mediante medidas de vigilancia y monitoreo (auditoría). También trata los incentivos económicos como fórmula de intervención, dice que éstos “buscan controlar la contaminación basándose en el mercado; pero difieren radicalmente del enfoque de libre de mercado, el cual rechaza cualquier forma de regulación”.

Hace mención a los subsidios, los impuestos y las licencias (negociación) como los instrumentos a ser usados para intervenir el mercado.

Finalmente hace un paralelo o discusión entre los dos enfoques, imposición y control Vs. Instrumentos económicos, donde identifica cuatro características centrales de las dos modalidades de control ambiental: Cuando existe gran incertidumbre acerca del sistema ecológico y del comportamiento económico, los

instrumentos de imposición y control puede ser una mejor arma para intervenir. Los incentivos económicos hacen que a intervención sea más simplificada. Ambos deben ir ligados a un fuerte compromiso estatal para que tengan efecto. Ambos enfrentan las mismas presiones y oposiciones.

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5. CONCLUSIONES DEL LECTOR

Indudablemente, las fallas del mercado y los errores de política estatal, son factores responsables de la degradación ambiental. Las directrices tomadas en años anteriores (en el caso de Brasil y de muchos otros países), sin tener en cuenta el daño ambiental que causaban, han sido determinantes en el deterioro ecológico a escala global. El haber sobredimensionado actividades como la ganadería o la producción maderera, y haber dado diferentes estímulos económicos vía subsidios, excenciones tributarias o créditos blandos, ha hecho que se destruya gran parte del pulmón del mundo.

Las salidas que se han planteado para estos problemas (intervención), son innegablemente buenas pero se han quedado cortas. Lo que sucede es que se presenta un alto grado de dificultad para su aplicación y para hacerlas cumplir. Sí, se llegará al óptimo de cumplimiento de estas regulaciones y no se presentaran tantos opositores que buscan solamente su propio beneficio, se podría llegar a disminuir el grado de daños que se causan a diario.

Estas medidas representan un primer paso para lograr la concientización de los agentes económicos en torno a la cuestión ambiental, con lo cual, se podrá enfocar a dichos agentes hacia la meta de alcanzar el máximo bienestar para toda la sociedad. Normatividad Ambiental

La expedición de normas constituye, sin duda, uno de los pilares de la política ecológica. Giner revisa el proceso normativo de los últimos años y presenta algunas consideraciones sobre el mismo. Muchas de las soluciones que se imponen a través de la normatividad ambiental son al final del tubo o de carácter paliativo. Sólo las inversiones en tecnologías limpias atacan la raíz del problema con una perspectiva de largo plazo. Sin duda, el poder promover este tipo de tecnologías será una manera de lograr mejores resultados a futuro, pero, al mismo tiempo, es necesario buscar nuevos caminos regulatorios. La Ley Federal sobre Metrología y Normalización modernizó y perfeccionó el esquema normativo de México. El proceso de elaboración de normas en materia ambiental contempla la necesidad de desarrollar rigurosos estudios técnicos y de análisis costo/beneficio. Además contempla la participación de diferentes sectores de la sociedad (universidades, el sector público y el privado) en el Comité Consultivo Nacional y la participación ciudadana directa. Este año se ha aumentado considerablemente la participación de sectores no- gubernamentales en el Comité, y se han fortalecido los grupos de trabajo y los Subcomités. La normatividad ambiental mexicana ha tenido un desarrollo bastante acelerado a partir 1988. Desde 1993 muchas normas técnicas mexicanas se transformaron, tras una revisión especializada y un análisis costo/beneficio serio, en Normas Oficiales Mexicanas. A la fecha hay 79 Normas Oficiales publicadas, y se encuentran en proceso de elaboración 64, de las cuales cinco son revisiones. Las 79 publicadas nos colocan a la cabeza de América Latina y superan los esfuerzos de normalización de muchos otros países. Lo anterior muestra el considerable avance que hay en materia normativa en nuestro país, reflejo de un esfuerzo concertado por fijar metas de calidad ambiental. Sin embargo, hay considerables lagunas por llenar y algunos traslapes, ya que parte de las normas se han desarrollado en respuesta a demandas puntuales y presiones, sin tener detrás un ejercicio de priorización ni de análisis de efectividad y costo. Esto ha conformado un cuerpo normativo que a menudo contempla estándares diferenciados por industria para un mismo medio y un mismo contaminante, y que sin ser laxa no siempre refleja metas de calidad ambiental. Así, el número de normas que se ha desarrollado no refleja al grado que sería deseable la existencia de un cuerpo normativo coherente ni suficiente, aunque entre ellas hay un número importante que son adecuadas. Cabe destacar, dentro de las normas recientemente publicadas, la NOM-085 en materia de prevención de la contaminación atmosférica, que contempla parámetros diferenciados por región, tamaño de fuente, burbujas regionales y lapsos de aplicación sujetos a la posibilidad de cumplimiento. Además, tiene la virtud de incorporar explícitamente un instrumento económico, el mercado de derechos de emisión de contaminantes, que puede permitir a la ciudadanía o a las autoridades “comprar” una mejor calidad de aire a través de competir con las empresas en el mercado secundario de derechos. Como toda innovación radical ha sido sujeto de múltiples críticas y es, sin duda, perfectible, pero marca un hito importante en el proceso de normalización. Se ha revisado también este año, la norma que establece el listado de residuos peligrosos, analizando los criterios de definición de este tipo de residuos, lo que agilizará sustantivamente su manejo, sin inducir a mayor riesgo. En materia de agua tenemos una gran diversidad de normas que a menudo establecen parámetros diferenciados para un mismo cuerpo receptor, que podrían resumirse y adecuarse en su aplicación temporal para constituir un sistema coherente y mucho más sencillo. En materia de procesos productivos agropecuarios y de utilización de recursos naturales hay un reducido grupo de normas. Esta laguna es particularmente grave ya que los impactos ambientales en estos ámbitos pueden alcanzar dimensiones

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alarmantes y son frecuentemente irreversibles. La normatividad tiene límites como instrumento de regulación ambiental. Muchas de las metas deseables son imposibles con la tecnología disponible. Adicionalmente cabe siempre considerar que si nuestro objetivo es la calidad ambiental pueden existir otros instrumentos de regulación que nos lleven, por sí mismos o en combinación con las normas, a alcanzar niveles más altos en plazos más breves y a menor costo.La incorporación de instrumentos económicos en las normas, o el complementarlas con ellos, puede ser un mecanismo para acercarnos a un desarrollo sustentable más rápidamente y mejor que la normatividad por sí sola. La normatividad expresa, por una parte, la voluntad de calidad ambiental pero, a la vez, impone parámetros que a menudo no son considerados convenientes por los afectados. Esto lleva a la necesidad de control y vigilancia, con costos administrativos, económicos y sociales muchas veces excesivos. Si las normas incorporan instrumentos que induzcan su cumplimiento, apelando al interés de los agentes, la necesidad de vigilar y controlar disminuye. Esto, que es deseable en cualquier circunstancia y lugar, es particularmente importante hoy en nuestro país. Coordinar las normas de emisión a la atmósfera, de descargas al agua y de manejo de residuos sólidos, inducirá a conductas que minimicen el uso de recursos y la contaminación de una manera mucho más directa que estableciendo normas independientes para cada medio. Es preferible una normatividad gradualista que se pueda cumplir y que plantee exigencias claras, definidas, que una normatividad estricta desde el principio que no se pueda cumplir. Se debe atender el impacto total sobre el ambiente, con estándares diferentes por región, según el impacto marginal sobre el ecosistema particular. Podemos buscar estándares muy estrictos en zonas actualmente críticas, a la vez que damos tiempo a que otras zonas los alcancen paulatinamente. Lo mismo se aplica a tamaños de empresas, pudiendo ser, en general, más estrictos -en el corto plazo- con los grandes generadores que con los pequeños. Las normas deben ser lo más sencillas de cumplir y controlar, y en el largo plazo iguales para todos los agentes afectados, para no dar ventajas a alguno de ellos. Se debe prestar especial atención a ramas prioritarias, a través del diseño de un sistema de regulación de ramas de actividad económica específicas, enmarcado en metas generales de largo plazo. Este esquema regulatorio depende en gran medida de la normatividad, pero debe complementarse con esquemas de autoregulación y con instrumentos económicos para aumentar su efectividad. Es imprescindible atender las lagunas existentes y complementar la normatividad con otros instrumentos de regulación, buscando siempre las rutas que garanticen el mínimo costo social para alcanzar metas de corto, mediano y largo plazo. Deben, también, desarrollarse métodos alternativos de medición que sean aplicables a bajo costo, de manera que las empresas de escasos recursos puedan determinar si cumplen o no con la norma establecida. Por último, quisiera recalcar que el esfuerzo de normalización debe orientarse al desarrollo de tecnologías limpias, que es una de las vías disponibles para lograr un desarrollo sustentable. Por ello, se debe ofrecer certidumbre que permita planeación a largo plazo y que genere las condiciones para el desarrollo de un mercado vigoroso de tecnologías ambientales. primero, la dificultad técnica de determinar con certeza los costos del desarrollo de las actividades; el segundo, tiene que ver con los costes sociales o políticos de imponer una nueva carga o tributación fiscal. Por estas razones, es importante que la carga, derecho o impuesto, se fijen en un nivel adecuado. Tanto para alcanzar los objetivos ambientales, como para modificar las conductas; un impuesto demasiado bajo de su costo real no ayudará a corregir la distorsión de las fallas del mercado (externalidades negativas), mientras que uno demasiado alto sustituirá una distorsión por otra. Los criterios que pueden guiar la creación de figuras tributarias son la eficacia ambiental, la eficiencia económica, la incidencia distributiva y la viabilidad práctica para su implementación, operación y seguimiento. La aplicación adecuada de los instrumentos económicos presupone la existencia de mercados que funcionan razonablemente bien y la presencia de precios no distorsionados por subsidios.

Las ventajas de los instrumentos económicos son varias: el costo efectividad que permite alcanzar objetivos de manera menos costosa, al igualar el cargo o impuesto con los costos marginales de abatimiento; el ajuste automático, los niveles de emisión se ajustan automáticamente al impuesto o precio fijados; contienen intrínseco el principio „el que contamina paga‟, de tal manera que los contaminadores se hagan cargo del daño ambiental que generan; reditúan en beneficios ambientales y económicos (doble dividendo), pues los ingresos se pueden utilizar para la conservación o mantenimiento de los recursos naturales, al mismo tiempo que modifican conductas que deterioran el ambiente, y; permiten integrar los aspectos ambientales en políticas sectoriales (Barde y Braathen, 2002; 62 y 63).

La política ambiental en nuestro país se ha sostenido en mayor proporción en los instrumentos de carácter normativo, también conocidos como “de comando y control”; la distinción entre normativos y económicos radica en que los segundos ofrecen un potencial recaudatorio, el cual puede tener un destino extra presupuestal. Si consideramos que los impuestos ambientales gravan determinadas actividades que impactan negativamente el ambiente. Entonces, se podría pensar que los recursos recaudados con motivo de esas actividades deberían tener ese “destino” o fin, con objetivos a corto, mediano y largo plazo. En el corto plazo se persigue disminuir el consumo o utilización de los bienes o servicios que causan mayor daño al ambiente; en el mediano y largo plazo

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se fomenta el cambio a tecnologías limpias, que posibiliten el crecimiento económico y al mismo tiempo reduzcan el deterioro ambiental.

La disposición legal de los instrumentos económicos está prevista en el párrafo primero del artículo 22 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), donde se definen como: “los mecanismos normativos y administrativos de carácter fiscal, financiero o de mercado, mediante los cuales las personas asumen los beneficios y costos ambientales que generen sus actividades económicas”.

En el artículo 21 del mismo ordenamiento legal se dispone que las autoridades de la Federación, los Estados y el Gobierno del Distrito Federal, diseñarán, desarrollarán y aplicarán los instrumentos económicos, en sus respectivas competencias, para incentivar el cumplimiento de los objetivos de la política ambiental.

Podemos resumir que los instrumentos económicos son tanto normativos como administrativos. Comprenden una gama amplia de figuras legales como: tarifas ambientales, impuestos ecológicos, subvenciones, derechos, licencias negociables, flexibilización normativa, depósitos reembolsables y pago de derechos para el uso y aprovechamiento de recursos naturales (casi siempre de acceso abierto). En éste último caso las modalidades de aplicación parten de diversas estrategias, según se trate de incentivar o inhibir determinadas conductas. primero, la dificultad técnica de determinar con certeza los costos del desarrollo de las actividades; el segundo, tiene que ver con los costes sociales o políticos de imponer una nueva carga o tributación fiscal. Por estas razones, es importante que la carga, derecho o impuesto, se fijen en un nivel adecuado. Tanto para alcanzar los objetivos ambientales, como para modificar las conductas; un impuesto demasiado bajo de su costo real no ayudará a corregir la distorsión de las fallas del mercado (externalidades negativas), mientras que uno demasiado alto sustituirá una distorsión por otra. Los criterios que pueden guiar la creación de figuras tributarias son la eficacia ambiental, la eficiencia económica, la incidencia distributiva y la viabilidad práctica para su implementación, operación y seguimiento. La aplicación adecuada de los instrumentos económicos presupone la existencia de mercados que funcionan razonablemente bien y la presencia de precios no distorsionados por subsidios.

Las ventajas de los instrumentos económicos son varias: el costo efectividad que permite alcanzar objetivos de manera menos costosa, al igualar el cargo o impuesto con los costos marginales de abatimiento; el ajuste automático, los niveles de emisión se ajustan automáticamente al impuesto o precio fijados; contienen intrínseco el principio „el que contamina paga‟, de tal manera que los contaminadores se hagan cargo del daño ambiental que generan; reditúan en beneficios ambientales y económicos (doble dividendo), pues los ingresos se pueden utilizar para la conservación o mantenimiento de los recursos naturales, al mismo tiempo que modifican conductas que deterioran el ambiente, y; permiten integrar los aspectos ambientales en políticas sectoriales (Barde y Braathen, 2002; 62 y 63).

La política ambiental en nuestro país se ha sostenido en mayor proporción en los instrumentos de carácter normativo, también conocidos como “de comando y control”; la distinción entre normativos y económicos radica en que los segundos ofrecen un potencial recaudatorio, el cual puede tener un destino extra presupuestal. Si consideramos que los impuestos ambientales gravan determinadas actividades que impactan negativamente el ambiente. Entonces, se podría pensar que los recursos recaudados con motivo de esas actividades deberían tener ese “destino” o fin, con objetivos a corto, mediano y largo plazo. En el corto plazo se persigue disminuir el consumo o utilización de los bienes o servicios que causan mayor daño al ambiente; en el mediano y largo plazo se fomenta el cambio a tecnologías limpias, que posibiliten el crecimiento económico y al mismo tiempo reduzcan el deterioro ambiental.

La disposición legal de los instrumentos económicos está prevista en el párrafo primero del artículo 22 de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), donde se definen como: “los mecanismos normativos y administrativos de carácter fiscal, financiero o de mercado, mediante los cuales las personas asumen los beneficios y costos ambientales que generen sus actividades económicas”. En el artículo 21 del mismo ordenamiento legal se dispone que las autoridades de la Federación, los Estados y el Gobierno del Distrito Federal, diseñarán, desarrollarán y aplicarán los instrumentos económicos, en sus respectivas competencias, para incentivar el cumplimiento de los objetivos de la política ambiental. Podemos resumir que los instrumentos económicos son tanto normativos como administrativos. Comprenden una gama amplia de figuras legales como: tarifas ambientales, impuestos ecológicos, subvenciones, derechos, licencias negociables, flexibilización normativa, depósitos reembolsables y pago de derechos para el uso y aprovechamiento de recursos naturales (casi siempre de acceso abierto). En éste último caso las modalidades de aplicación parten de diversas estrategias, según se trate de incentivar o inhibir determinadas conductas