“Mientras el circulo de su compasión no abarque a todos los seres vivos,

el hombre no hallará paz por sí mismo” Albert Schweitzer.

Nobel de la paz, 1952

por Carolina Mora HuertaLa INdiferencia

En el senado, a un paso de iniciar las campañas por la presi-dencia de la república, debido a las acciones emprendidas por la Lic. Alejandra Barrales, se desvaneció en este 2012 la posibi-lidad de la abolición de la tauromaquia en el DF, demostrado una vez más, que dentro de las prioridades de la política no está ni el bienestar, ni los derechos de los animales.

No es de extrañar en un país que ocupa, a nivel mundial, el tercer lugar en maltrato y crueldad animal, que la indiferen-cia hacia esta causa invada las acciones emprendidas por los políticos en este país, con una contundencia casi absoluta. Ig-norando por completo la situación actual en México, se sigue perpetuando la cultura de la crueldad y la desensibilización sistemática de una sociedad que viaja, a diario, por carreteras llenas de cadáveres animales humanos y no humanos.

La diferencia

Basta revisar el plan sobre ecología de los candidatos a la presidencia, para dar-nos cuenta de la importan-cia que se le ha dado a este tema, dónde solo uno de ellos tiene una propuesta clara sobre la condición de los animales.

Las preocupaciones sobre ecología y medio ambiente en las campañas son: Ga-briel Quadri (Nueva Alianza), se ocupa del cambio climá-tico y la energía; Josefina Vázquez Mota (PAN), del cambio climático, desarro-llo sustentable, uso de ener-gía alterna, uso del agua y la reforestación; Enrique Peña Nieto (PRI, PVEM), de la Ley de Cambio Climático, transporte, recuperación fo-restal, utilización del cam-po, impulso a la ganadería, desarrollo sustentable, uso

del agua, tratamiento de re-siduos, protección de suelos y bosques, protección de las especies en peligro de extin-ción; y Andrés Manuel López Obrador (PRD, Movimiento Ciudadano, PT), promoción de la defensa activa de las especies de la flora y la fau-na, el desarrollo sustentable, la utilización del agua, trata-miento de residuos, creación de tribunales ambientales, proyecto de economía ver-de, impulso a la pesca.

Este último candidato es el que se ocupa, no únicamen-te de las especies en peligro de extinción, si no que pro-pone trabajar sobre la legis-lación para los derechos de los animales, pero come-tiendo el mismo error que muchos: confundir la cultura del bienestar animal con los derechos de los animales.

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En el pensamiento del bien-estar animal, se busca man-tener la situación de los ani-males tal como se encuentra, debido a intereses humanos, pero tratando que sufran “lo menos posible”, al matarlos, encerrarlos o al experimen-tar con ellos, incluso abogan por ignorar los intereses de los animales para fines de di-versión y esparcimiento. La cultura de los derechos de los animales, lucha por evitar no solo que se les torture, sino que también que se les encie-rren, experimenten con ellos o los asesinen, reconociendo para ellos justicia y equidad.

Por otra parte, en especial para el PAN y PRI, tampoco ha quedado claro el tema de la violencia. El PAN, en su afán de comprar votos, regala boletos para corridas de toros, y el PRI, en su iró-

nica alianza con el Partido Verde Ecologista, hace un descarado desfile de cruel-dad y barbarie, haciendo campañas con elefantes y caballos en condiciones de extremo maltrato; todo esto aunado a que su candidato, Peña Nieto acude a “espec-táculos” taurinos, haciendo notar su gusto y afición por la muerte y el sufrimiento.

Pero, ¿será el tema del mal-trato animal importante para el país? Lo que están ol-vidando los presidenciables, es que es este un tema de sa-lud mental pública en Méxi-co, pues promueve la desen-sibilización hacia la violencia y la crueldad hacia otro ser vivo, como en circos, carru-seles vivientes, delfinarios, etc., alterando los construc-tos con los que nos relacio-namos con el otro, en nues-

tra sociedad, precisamente en un momento en que el país se siente agobiado por la violencia.

El proceso de desensibiliza-ción de cara a la violencia, empieza con la falta de em-patía o la indiferencia hacia el sufrimiento del otro, ya sea viendo agresión física, emo-cional, sexual o psicológica en los hogares; golpes y mal-trato a animales o personas; o acudiendo a espectáculos con animales (tales como corridas de toros, peleas de

gallos o perros, etcétera). De esta manera, la violencia se integra a los constructos con los que vivimos, enton-ces viene la escalada, don-de es fácil pasar a la acción, maltratando animales, hasta que se agrede a otro u otra de nuestra especie.

En una época de terror y an-gustia para comunidades enteras, lo que debería de ser primordial, es regresar a los ciudadanos la capacidad de empatía y piedad hacia el otro, poner un freno a la escalada de violencia, par-tiendo de que la premisa es dejar de alentar una convi-vencia sociopática, ya que, asociado al problema de la crueldad hacia los animales, se encuentran muchos otros (un ejemplo de ello son las peleas de perros, donde se lleva a cabo actos de pros-

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titución y venta de drogas), perpetuando la tendencia a cosificar al otro: mujeres, niños, animales, etc., lo que viene después de esta cosifi-cación, de sobra lo sabemos. Por lo que el camino de la no violencia debería enseñarse en las escuelas, en los cen-tros culturales e institucio-nes publicas, aunado al cui-dado al medioambiente y a los animales, con programas continuos que fomenten la empatía y la sensibilidad ha-cia el otro.

Pero hoy día, sin esperanzas de que la política mexicana se ocupe, por fin de lleno, por los derechos de los ani-males, seguimos en la es-pera de ver una propuesta

clara, de cómo el próximo presidente de México, aca-bará de raíz con la matanza, decapitación, descuartiza-ción, mutilación, ejecución, asesinato, tortura, secuestro, abandono, acoso y viola-ción, mientras a los animales no humanos les seguirá pa-sando todos los días.

Xompantli

Yorchil Medina

MÉXICO,la pólvora yla primavera

Por Chuy Tinocorelatosdelaluna@hotmail.com

Las elecciones presidenciales de este 2012 en México es-tán rodeadas de torsos, manos, brazos, pies y cabezas cer-cenadas; militares involucrados en el crimen organizado, candidatos hechos estrella por las televisoras que invierten en las campañas a cambio de mantener sus infames duo-polios; todos listos para continuar las corruptelas que deja la silla presidencial, líderes sindicales como Carlos Romero Deschamps, Elba Ester Gordillo corporativizando la digni-dad de las y los trabajadores, acordando con el candidato de moda las prebendas laborales.70 mil personas ejecutadas, ¿pero cuántas más desapareci-das? Un cuadro puede ser más violento que otro pero am-bos son igual de indignantes, las exhibiciones que hace el crimen organizado descarnadas nos sumen en el temor, la inmovilidad y el silencio atroz que recorre el país. Trage-dia tras tragedia no han sido suficientes para dar fin a esta larga cadena de actos dolorosos, deshumanizados que componen los últimos seis años en que México, como dijo el poeta Javier Sicilia, se ha convertido en un camposan-to, mientras el cineasta de la guerra Oliver Stone dice que Felipe Calderón es una pesadilla para el país, ni él hubiera imaginado tanta violencia.

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Monterrey, Tamaulipas, Veracruz, Ciudad Juárez, Zacatecas, San Luis Potosí, Guerrero, Sinaloa, Estado de México y cada rincón de este país huelen a pólvora, a carne que-mada, a sangre seca. Por mero trámite un cadáver parti-dista busca pasar la estafeta a otro cadáver más añejo y autoritario, del PAN al PRI no hay ningún cambio, cargan con las mismas infecciones sistémicas, la misma podredumbre.Para las elecciones presidenciales de este 2012 se usa una vieja tác-tica que además rindió frutos en el fraude electoral de 1988 cuando al candidato del frente Democrá-tico Nacional compuesto por en-tonces el PARM, PFCRN, PPS, PMS, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano le fue robada la presidencia por el priísta Carlos Salinas de Gortari. Es 1988 cuando se marca el inicio de las encuestas en México, cuando, según lo dicho por los mismos en-cuestadores, había mucha presión que buscaba no mostrar los resul-tados de la opinión pública que no favorecieran al candidato oficial, es decir, a Salinas de Gortari.Es 1988 el año que sirvió de prue-ba para desarrollar la táctica de las encuestas aunque entonces se le conocía más por los estudios de opinión pública, en ese año se

desarrolló lo mismo que presen-ciamos este 2012: instalar en el imaginario colectivo la idea de que ya hay un candidato gana-dor para la presidencia de Méxi-co, que es irreversible su triunfo y aplastante su ventaja en las pre-ferencias de la opinión pública, hoy llamada electorado.

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a MÉXICO,la pólvora y la primavera

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aEl Miércoles 2 de Julio de 1988 se declara la victoria electoral de Carlos Salinas de Gortari, el PRI; según datos proporcionados por la Secretaría de Goberna-ción, ocupó el primer lugar con 50.70% del voto electoral, mien-tras Cuauhtémoc Cárdenas, can-didato de izquierda, se queda-

ría en el 31% y el PAN, con Manuel Clouthier, en 16.79%, ocupando el tercer lugar. En estas elecciones resultó que al final, después de la popularidad y la alta participación ciudadana que tuvo la izquierda, la presencia conglomerada en mítines y diversos eventos encabezados por Cárdenas Solórzano, el resulta-do de la votación curiosamente fue el mismo que por meses habían ma-nejado las empresas responsables de medir la “opinión pública”, y el candi-dato del PRI era el ganador pese a las distintas pruebas que mostraban el fraude electoral de ese amargo 1988.Volviendo a este 2012, las elecciones presidenciales en México han gene-rado un escenario elaborado por el duopolio televisivo junto con la ma-nipulación de la mayoría de los me-dios de comunicación y sus casas encuestadoras que nos indican que el Partido Revolucionario Institucio-nal (PRI) y su tele-candidato Enrique Peña Nieto tienen una ventaja irre-versible en la intención de voto. Esta estrategia no es nueva; al contrario, es bien conocido que existen princi-palmente dos factores que buscan influir con esta supuesta ventaja en la larga cadena de argumentos que se cocina para un probable fraude electoral.

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Primero, lograr colocar en el ima-ginario colectivo que Enrique Peña Nieto será el futuro presidente de México porque las encuestas des-de el principio así lo han señalado, y segundo, mostrar más de 25 pun-tos de ventaja sobre su competi-dor más cercano, cifras infladas que tienen como finalidad influir en unos 3 ó 4 puntos del voto final y decisivo, engañando a la gente para que dé su voto al que según ellos es ya de por sí el ganador. En pocas palabras hacen correr un ru-mor que les puede resultar efecti-vo. Hasta aquí todo parecía tranquilo, parece que el proyecto diseñado para que el candidato del PRI a la presidencia sea el próximo gana-dor, pese a que la izquierda hace un esfuerzo histórico para llegar unida con su candidato Andrés Manuel López Obrador. La izquierda por su lado cada vez muestra mayor preferencia electo-ral, su táctica fue desarrollada des-de el fraude de 2006 en la impo-sición del presidente de la muerte, el panista Felipe Calderón Hinojo-

sa. La descomposición que se vive actualmente en México ha acrecen-tado el rechazo al partido que hoy está en la presidencia del país, el PAN. Al mismo tiempo la pobreza y la marginalidad son nuevamen-te un caldo de cultivo para el voto príista, basado en el corporativismo y el acarreo. Todo parecía minuciosamente or-denado para que el PRI volviera y el PAN saliera por la puerta de atrás, sin embargo había una protesta y otras más, un grito indignado, una muestra de rabia organizada, cara-vanas de búsqueda de mujeres y hombres desaparecidos, desapa-recidas. La eterna caminata de las madres de las mujeres de Ciudad Juárez gritando “nuestras hijas de regreso a casa” y un silencio hue-co ignominioso en los tres niveles de gobierno y nada fue suficiente, pues con sus muertas y muertos sobre los hombros recorren el país habitado por almas que penan. El pasado viernes 11 de mayo en la Universidad Iberoamericana se dio una protesta de mujeres y hom-bres jóvenes que alzaron sus voces

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y pancartas, mientras el tele-can-didato Enrique Peña Nieto sortea-ba salir ileso del enfrentamiento. Esta era aparentemente una más de las muchas protestas que se realizaban de repudio al PRI como partido político y a todo lo que representa. Y de pronto surgió la primavera, no como un acto casual del tiem-po, o como un trozo de poesía ro-mántica que alguien declama en un lugar común. Surge la prima-vera contemporánea, la primave-ra que recorrió los países árabes, la primavera que enterró a Ben Ali en Túnez, a Hosni Mubarak en Egipto, a Muamar Gadafi en Libia y Ali Abdula Saleh en Yemen. La primavera digna que se incendia junto con el cuerpo de Mohamed Bouazizi, un joven Túnez de 26 años, el 18 de enero del 2012; As-maa Mahfouz, una joven con velo de 26 años, lanzó un video por Internet que se extendió en todo Egipto, donde llama a que la ciu-dadanía se una a ella el 25 de ene-ro en una protesta que hará en la plaza Tahrir por los 4 jóvenes

que se han prendido fuego ante la humillación, el hambre, la pobreza y la degradación. Ella dice: “Quizá tengamos que hacer una revolu-ción para conseguir la libertad, la justicia el honor y la dignidad…Yo soy una chica y voy a ir a protes-tar sola con mi pancarta, tal vez la gente muestre un poco de honor y se una a mí”, video en

ht tp: //www.youtube .com/watch?v=WZApX2AsNVs.

Ese 25 de enero llegaron miles y miles de personas desencadenan-do la primavera árabe.

Asmaa Mahfouz hablaba de una estrategia distinta para esta pro-testa, denunciaba la corrupción y la infamia de los medios de comu-nicación nacionales coludidos con el gobierno y ella llamaba a romper este cerco y usar la contrainforma-ción, es decir, informar a la familia, amigos, vecinos, personas mayo-res a todos y todas, salir de nuestra “comodidad” levantarnos del sillón para luchar por nuestros derechos

MÉXICO,la pólvora y la primavera

MÉXICO,la pólvora y la primaverahumanos, nuestros derechos como pueblo. Como preguntaba Asmaa Mahfouz: ¿o es que acaso vamos a terminar todos suicidándonos en la plaza pública? Ya cuatro lo han hecho. La primavera que estalla en México no es diferente, pese a las voces de políticos e intelectuales que final-mente se desnudan con sus rostros conservadores y en algunos casos francamente príistas, descalifi-cando al movimiento #YoSoy132 diciendo que gritarle asesino a Enrique Peña Nieto es una exagera-ción; que lo ocurrido en San Salva-dor Atenco no justifica esa actitud de confrontación y mucho menos promover el voto ANITIEPN. Salen en defensa a ultranza estas voces hasta ahora cubiertas con el disfraz de la objetividad, de la imparciali-dad y la intelectualidad, de los em-pleados de televisa y tv azteca. No nos sorprende, pero de estas otras voces que tanto se han llenado la boca de nombrar la democracia, la libertad de expresión, la justicia, hoy se descubren en obediencia a una orden directa: proteger al can-

didato del PRI. Las y los jóvenes de #YoSoy132 han mostrado que el país tiene una salida, que las cosas pueden cambiar, que ser joven no es sinónimo de pasivi-dad ni falta de conciencia. Este Méxi-co con un alto porcentaje de mujeres y hombres jóvenes que no tienen ac-ceso al trabajo y educación, que son la carne de cañón del crimen organi-zado y la corrupción que lo envuelve, que tienen como única opción tra-bajar al servicio de las mafias mexi-canas, ellas y ellos deciden actuar de otra manera, meterse de lleno acti-vamente al proceso político que vive México, sin lugar a duda movieron el orden preparado por la clase políti-ca, los medios de comunicación y las televisoras, sin duda #YoSoy132 inde-pendientemente de que se consume el fraude electoral o no, han dejado marcadas estas elecciones.Quizá México no tenga una revuel-ta como la Primavera Árabe, quizá sí. Porque todo es parte de un proceso que no veremos ahora sino más tar-de, al paso del tiempo, lo cierto es que la escancia de un movimiento que puede cambiar la realidad de un

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país, el grito de justicia, paz, dig-nidad, libertad, está presente en el #YoSoy132.Para quienes dicen que es una exageración mencionar a este movimiento como La Primave-ra Mexicana, porque no ven en México a Muamar Gadafi, les res-pondo que si 70 mil personas eje-cutadas no son suficiente para hablar de un estado de guerra, dictadura, falta de libertad, de oportunidades y de justicia, en-tonces quiero preguntarles ¿en qué país viven ellos? Que no quie-ren mirar que vivimos en un esta-do desfondado, un estado fallido, solo así podemos explicar la au-sencia de miles y miles de perso-nas desaparecidas o ejecutadas, la mayoría de esas personas son mujeres y hombres jóvenes.Yo sí creo en La Primavera Mexica-na porque me niego a creer que en este país a triunfado impune-mente este sistema de muerte. “El movimiento llama a la ciu-dadanía a no considerar que la elección presidencial de 2012 ya está decidida…Nosotras y noso-

tros no olvidamos la represión del 68 como tampoco olvidamos los abusos de Atenco el uso hipócrita del orden. La deuda de Coahuila ni el moreiraso. No olvidamos las muertas de Juárez como tampoco olvidamos lo 922 feminicidios en el Estado de México durante la admi-nistración de Enrique Peña Nieto…” Movimiento Más de 131.

pincel al espejoPor Aneyansis Bandera

Las mismas pecas y sus grandes ojos negros con aquel trasfondo de azulejos floreados que se re-flejan desde la pared paralela. Se dice a sí misma no puede ser, me estoy volviendo loca o qué, segu-ro que todo fue verdad ¿y enton-ces?, a ver a ver, pero yo lo vi en el periódico. Yo leí algo sobre un tal doctor que se trabó a su mamá y esta le dio unos mecidos marti-llazos hasta descuajeringarlo, se lo merece, a lo mejor el desbara-juste ese del espejo tiene que ver con lo del niño del otro día, pero el asunto más grave es que…Suena el timbre, otra vez suena y la saca de su letargo. Ya voy, ya voy, responde mientras baja apresurada las escaleras. Abre la puerta, Carlito pasa a tropel por

su lado venciendo los depar-tamentos. No se detiene hasta llegar al baño, a donde Pincel le sigue irritada. Desde la puerta le regaña: mira que te he dicho que no corras, tropiezas en este “palacete” y vamos a ver cuántos puntos te darán. Dime cuál es tu apuro, además con la lluvia de anoche has mudado todo el fan-guero para la casa.Mamita pasa, lloriquea Carlito y en un abrir y cerrar de ojos Pin-cel entra asustada e inquieta le pregunta qué le ocurre. Éste le dice que está estreñido y ella maniobra en el ano del infante hasta liberarlo de las heces. Car-lito respira con gran alivio y seca sus lágrimas. Pincel se lava las manos y de costumbre mira sus

pincel al espejopecas por unos instantes en tan-to que advierte …. Hoy miércoles 23 de septiem-bre en vísperas de finalizar el últi-mo juego de basketball, emocio-nada por la victoria del equipo local, una señora en medio de su fuerte emoción sufre un irrepa-rable infarto del miocardio.Horrorizada Pincel toma el tubo de pasta dental y lo vacía sobre el espejo hasta cubrir toda la su-perficie. El hijo que todavía no se había retirado la miró frunciendo el ceño, asumida la respuesta de qué haces mamá. Pincel voltea su cabeza para mirarla. Le dice que es un nuevo método para limpiar los cristales, y le da más brillo. Con el mismo ímpetu sale y cubre de pasta los restantes es-

pejos de la cómoda de su cuar-to, el de la puerta del armario de los chicos y la pequeña luna que pende de la pared frontal de la sala. Por si acaso, pensó, esto del espejo me ha logrado confundir un poco, aunque a decir verdad sólo pasa en el espejo del boti-quín. Mejor quito esa bobada de los espejos.Después de cavilar un rato se de-cide y quita toda la capa maci-lenta de los espejos, exceptuan-do la del baño que pasados unos instantes, para su asombro tam-bién desaparece – quizás fueron los niños los que la quitaron, si ellos supieran… ¡Otra vez no! Dice agresiva a la par que aplica otra servilleta al espejo. Así que por Dios me voy

a volver loca. Aferrada a las servi-lletas en el espejo esta vez la em-papa de agua y la pasa hasta des-integrarse. Echa unos chorros de agua para que brille. Nítidamen-te vuelve a mirar las pecas, sus ojos negros, el miedo que pleitea con la interrogante en su memo-ria. Hunde sus dedos en la cabe-llera crispada. Un erizamiento la conmociona, luego apoya débil-mente sus dedos en el espejo, temerosa. Se vuelve apresurada hasta la sala. Se ovilla en el sofá. Ignora la algarabía que vitalizan Carlito y Lei en su jolgorio. Pincel calla. Siente una manopla sobre su hombro, un rubor en el cuello que se extiende. Un acelerado tic tac en el pecho delata su susto y grita socorro, socorro.Su niña la abraza, le da un beso. Pincel renuncia a su morbo y ex-citada replica qué hacen, por-qué me asustan. Lei sonríe hasta desplomarse en el suelo, detrás del sofá, detrás de Pincel, acom-pasando su risa con la de Carlito.

Sólo era la mano de Lei y la sintió tan cargada como se acorrala el cuerpo a punta de pistola. Ahora Pincel busca un punto de referencia para la cordura y que-da presa entre las dimensiones de un grabado polvoriento que cuelga de la pared, el próximo a la luneta. Ahí ve reflejado el matiz amarillento de la muchacha que mira en la transparencia de la cu-chara. Ella tiene pecas. Pincel per-cibe el detalle, las dichosas pecas, la pincelada cianótica que recrea el rostro de la modelo en el dibu-jo se diluye, pierde destreza, para tornarse mortecina. Pincel asiente con la cabeza, meditabunda, en que ella y la joven tienen una fa-ceta similar y se ruboriza.Envía a los muchachos a que duerman. Enciende la radio y ad-vierte una música en tanto que insiste en la silente mirada de la muchacha en el grabado. Se des-cubre reflejada en la cuchara del retrato y ahora susurra disconti-nua una plegaria.

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pincel al espejoMiro la televisión y la sombra me intoxica Busco una computadora escribo un correo me siento menos sola Edipo Rey no se quedará ciego los médicos volverána colocarles los ojos Todas las tragedias rescriben a los clásicos Este es el hombre más evolucionado Los vikingos descubrieron antes la América pero mejor

darle el mérito a Colón Ilusión de espiral marxista Dialéctica inamovible El 2012 sonará en la prensa como el fin maya Piensas pero no existes Retórica budista del ciclo eterno Razón de la vida cohabitar no importa inerte tener huevos Si Cristo no estaba equivocado otros cayeron detrás de él aunque no fue el primero Y ahora mismo este poema ya ha sido escrito Yo Fénix me comería mis cenizas.

Cuando Descubro que todoslos sabio ya están muertos

Por G

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Por

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¿ejercicio realde libertad o

un espejismo enel desierto de

la aberración?“Yo no voto. Todos son lo mismo”, “Para qué voto. No tiene caso” se escucha decir en las ca-lles, en los hogares, simplemente se escucha decir… Estas elecciones federales son quizá mucho de lo mismo o quizá poco de lo que no se ha visto. La única certeza es que se ha observado a cua-tro rostros abanderando una causa partidista y también ciudadana.Las bocas de las figuras que ya conocemos bien, se han abierto para explayarse de la ma-nera más amplia y han encontrado cualquier espacio para usarlo de tribuna. Los medios de comunicación a los que tenemos acceso nos

Por Lupita de laCruz Alfaro

han brindado la oportunidad de escuchar las propuestas, las acu-saciones, las ideas y las actitudes de los candidatos frente a diversos escenarios y circunstancias –qui-zá– no tan favorables, para que estas figuras se vean impecables.Pero finalmente no se trata de que parezcan, sino de que lo sean a la hora de tener las facultades para manejar los hilos de este país ne-cesitado de un buen gobierno, de una mano firme que ponga orden tras lo que deje Felipe Calderón Hinojosa, quien se encamina a ser el gran derrotado luego de los co-micios de este 2012, bajo la som-bra de un sexenio irregular donde la incertidumbre, sobre todo en materia de seguridad y pobreza, ensombrece a nuestro país.Es así que los movimientos y las manifestaciones de los que no se quieren ahogar, chocan con la opinión y el esfuerzo de aquellos que no sólo abanderan una causa, sino que por convicción deciden

formar parte de un partido. En esa disyuntiva también se encuentra la mayoría de los ciudadanos, que se mantienen en el dilema de ejercer el voto o no hacerlo, por el hartaz-go, la indiferencia, el repudio de lo que, como ya decía líneas arriba, sea quizá mucho de lo mismo.Empero, cada elección tiene un mí-nimo destello de proceso evolutivo en el despertar de las masas, para, precisamente, ejercer el derecho al voto de manera razonada. Sin em-bargo frente a este gran logro nos encontramos con el problema de la indiferencia, donde aun cuando te-nemos una perspectiva más amplia de lo que puede ser nuestro próxi-mo gobernante y donde se pone en juego nuestro futuro y el futuro de las nuevas generaciones, el confor-mismo impide ejercer el voto. Los porcentajes de votación de las pre-decesoras elecciones locales y fede-rales son el claro reflejo de ello.Pregunto entonces: ¿qué caso tiene analizar más a profundidad al can-

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didato, su contexto y su propuesta sino pretendemos hacer uso del nuestro voto? ¿Cómo pretendemos que el sistema político cambie, si en primer lugar nos reusamos a llevarlo usar el único ejercicio de libertad real con el que contamos como ciudadanos de los Es-tados Unidos Mexicanos?El Proceso Electoral 2012, a nueve días de que cum-pla su segunda etapa con la Jornada Electoral, aca-rreará un bombardeo de propuestas pero mayormen-te de ataques y descalificaciones… Ha, también de encuestas triunfalistas donde la coalición PRI-PVEM “Compromiso por México”; el PAN y la coalición PRD-PT-Movimiento Ciudadano “Movimiento Progresista”, se manifestaran arriba y Nueva Alianza se conformará con anunciar que no desaparece su registro.Sin embargo, lo que no se puede permitir es que gane la indiferencia recordando que independientemente de que no nos convenzan las figuras que nos ofrece este proceso, habrá un nuevo presidente, se renovara la Cámara de Senadores (128) y de Diputados Federa-les (500), eso no cambia.El pueblo de este generoso país ya ha dado muestras de que, si se decide, puede dar pauta para la tran-sición en los Gobiernos, desde lo municipal hasta lo federal. Quienes en su momento perdieron el poder no pueden darse el lujo de tener la oportunidad para volver a cometer errores, pues serán castigados; quie-

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nes tienen el poder no pueden desaprovechar una nueva opor-tunidad y enmendar las malas de-cisiones.Todos, absolutamente todos los candidatos (políticos) están obli-gados a cambiar su desempeño. De obtener el triunfo, con mayor razón deben cambiar, pues las circunstancias les obligan a cam-biar la historia; deberán aplicar “el cambiar o morir”, pues el pue-blo está despierto, sediento y con hambre de justicia.El momento se acerca, el llamado a la responsabilidad ciudadana está dado. No podemos en esta oportunidad ser los generadores del desorden, sino los actores de cambio. Exijamos en la justa di-mensión que nuestras autorida-des den certidumbre durante lo que queda de campañas, en las votaciones y durante el proceso posterior a la votación.El Instituto Federal Electoral está obligado a responder con efica-

cia, eficiencia y transparencia, las autoridades gubernamentales de-ben generar las condiciones para garantizar la seguridad y los parti-dos políticos tendrán que respon-der para que el clima de paz en el desarrollo de la jornada electoral, el conteo y el cómputo, no se vean alterados. Además de que tendrán que mantenerse respetuosos del resultado final.La suma de voluntades quedará plasmado en cada una de las bo-letas este 1 de julio, las campañas quedarán atrás. Lo que se hizo, dijo, se observó y lo que no se dijo, hizo o no se observó, serán parte de la historia y ahí en el pequeño espacio del cancel o módulo don-de el elector marca la boleta, no-sotros tendremos una cita con la historia y ejerceremos el voto, que es el único ejercicio de verdadera libertad para consolidar la demo-cracia en México.

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Yorchil Medina“Esto es lo que me pagan por un dia de chamba” grabado aguafuerte y monedas de peso impresas sobre Canvas . 2008

Yorchil Medina

Yorchil Medina“Daily salary strategy”, aguafuerte, im-presión digital sobre canvas, monedas de 1 peso intervenidas con acido . 2009

México está sacudiéndose el sueño. Sus jóve-

nes están participando cada vez más en las deci-

siones que dan el rumbo del país y su impacto se

siente no sólo en la sociedad sino en aquellas y

aquellos que ostentan y buscan el poder. Ahora

las y los jóvenes están informados y vislumbran

otro México con oportunidades reales para em-

prender un nuevo modelo de convivencia, una

nueva manera más justa de estar e interactuar

con el mundo.

Se acerca un momento decisivo para todas y

todos, y lo que en teoría fuera una celebración

democrática, se convierte, bajo la triste reali-

dad mexicana, en una verdadera lucha por que

se respete la decisión de la ciudadanía. Nos en-

frentamos a una avasalladora maquinaria que

favorece los intereses de una minoría siniestra,

la desinformación y la imposición de candidatos

son una constante en la vida política de México,

pero en esta ocasión se han magnificado y endu-

recido sus métodos violentos. La juventud parti-

cipativa, el hartazgo de la sociedad, los medios

de comunicación no vendidos y las redes socia-

les que no pueden controlar, hacen peligrar el

poder de los Señores de la muerte y de las Cosas.

Ellos temen como nunca antes.

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Se habla acerca de la anulación del voto para

evidenciar las fallas del sistema electoral mexi-

cano, la partidocracia y a los ambiciosos titirite-

ros de los políticos. Pero existe un sistema que

no se puede vulnerar y ese es el de la ciudada-

nía unida. En Indignadxs Aguascalientes somos

muchas y muchos que pensamos diferente y

que son distintas nuestras formas de expresión

y nuestras maneras de indignarse, aunque nos

amalgama un sólo camino que creemos es el ca-

mino de todas y todos: justicia, igualdad y tole-

rancia. Así construimos un grupo y creemos que

se puede construir una nueva sociedad, respe-

tando, proponiendo y visibilizando lo que nos

da miedo ver. Todas y todos queremos algo dis-

tinto, no queremos ser víctimas, ni disidentes,

queremos participar en nuestro futuro. Hay que

lograrlo paso a paso para evitar el surgimiento

de las violencias como forma de gobierno. De

nada sirve la anulación del voto si no estamos

organizados y consientes de a dónde queremos

ir como sociedad y como país, si no controlamos

y hacemos valer los instrumentos sociales como

voz de la gente. Votar en estos momentos sig-

nifica crear la coyuntura posible para cambiar

los mecanismos internos del país, para hacer

factible lo que queremos ser como mexicanas y

mexicanos y dejar atrás los que nos han impues-

to a ser.Ya no se honran las estatuas, ni se cree en las le-

yendas oficialistas. Hay que participar, hay que

hacer valer nuestro voto en vez de anular nues-

tra voz, para de ahí partir hacía otro México. In-

formarse y participar es una manera de indig-

narse, hacerlo no significa salir a las marchas,

ni ser de aquí o de allá, significa ser consiente

y cambiar, exprésate sin violencia y pensar, al

sólo hacerlo ya cambiamos todas y todos.

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Todos apresurados a comparar y sacar con-clusiones: ¡estamos en la primavera mexi-cana, heredera de todas aquellas anteriores, como la de Praga y la Árabe! Interpreta-ción del presente: ¡estamos en un nuevo 1968 mexicano! Pero cuando la compara-ción no da vida, mata. De eso se trata, ¿por qué pensar en el despertar de los jóvenes en México como fenómenos con parangón? Es temprano para pedir resultados. Lo mo-tivante realmente es la punzada de la exi-gencia ciudadana que crece y esta causando las marchas de estudiantes y jóvenes como movimientos independientes de los nefastos parámetros de los partidos políticos. Aun-que alguien les espete su origen en el mítico pasado inmediato (en el 68 o en cualquier otro suceso) estas protestas muestran una nueva faz que habla el lenguaje de una de-mocracia más consolidada, más sensible, queemergeen la arena cotidiana de millares de personas, sobre todo jóvenes. Eso es lo que llama la atención, lo que atrae de esta coyuntura.Muchos, sobre todo las generaciones más grandes de ventrílocuos de la intelligent-sia, podrán jalar agua a su molino y señalar orondos: “teníamos razón, la lucha sigue y [ponga aquí el nombre de cualquier hom-

EL OTOÑOMEXICANO

bre o mujer histórica y activista] vive”. Pero lo que sucede es gracias a una generación que alberga sus propias inquietudes y errores, ideas y obsesiones. Es la voz imberbe, pero decidida, que toma la palabra para participar en la política sin mancharse con las etiquetas trilladas de este figura activista o aquel li-bro de moda. Porque ésta es una generación educada en la televisión, en el internet y en el celular, su ru-gido es algo que apenas podemos vislumbrar. Lo que no obsta para señalar su paralelismo con otras ex-presiones intestinas que México ha producido en el último sexenio, como el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, los famosos Indignados o las marchas Anti-Peña Nieto. En todas hay virulencia por producir un cambio. Pero no sabremos cuál de estos sobrevivirá a los tiempos. Algunos años des-pués alguien afirmará que con Felipe Calderón los movimientos sociales proliferaron como nunca antes en México, no se equivocará, pero la cuestión crucial será preguntar ¿Por qué? ¿Por la represión y el es-tado infame en que vivían los mexicanos, o por la libertad y las garantías que dio el gobierno? Los que es cierto, es que los grandes transformaciones sociales nunca se planean, y cuando sí, no prenden según lo pensado.La clase política mexicana puede temblar o bostezar-frente a estas muestras de poder y destreza juvenil. Lo mejor serían que sintieran el aguijón del descon-tento y se pusieran a trabajar, pero ello es mucho

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pedir. Lo que urgente es moldear un cuer-po sano, que perdure y concentre el tempe-ramento y la pasión de todos los jóvenes, sin caer en las trampas del politicismo; que mire por los intereses colectivos y que se comprometa con seguir adelante, pase lo que pase. Tal vez ello también sería mucho que pedir, pero podría significar encausar la renovación por senderos insospechados, esos que por enigmáticos son esperanzado-res, ¿A caso las protestas de la Universidad Ibero o las marchas Anti-Peña Nieto no o son una mezcolanza de desconcierto y luz para aquellos que conformamos el sector progresista de México?Encausar seríaempuñar el timón de una vira-je no sólo político, como lo fue el del 2000, sino social, que involucre el sentir, el pensa-miento y la necesidad de la gente que traba-ja y paga sus impuestos, pero que también sufre por comida o ignora por la pésima educación pública. Los sucesos animan, sin duda, a pensar que los jóvenes (como siem-pre en los hechos de ésta índole) pueden ser los responsables de liderar un espectro social de intereses diversos y hasta disímbolos. Sin embargo, el movimiento responde decidida-mente a una cuestión crucial, que no deja de ser obvia: muchos son los arreglos y ajustes

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que necesita nuestra clase po-lítica, pero no menos se debe-culpar a la ciudadanía por las muertes, desapariciones, por el caos y la desdicha del país.Esto es sobre lo que jóvenes y estudiantes aleccionan hoy en día: ningún spot del IFE o ningún partido político puede lo que la ciudadanía cuando se hace responsable del ejer-cicio de sus derechos y obli-gaciones, es decir, retorcer y quebrar los intereses mez-quinos de la clase política y sus alianzas con los medios de difusión masiva, para con ello crear un horizonte inusi-tado de posibilidades para la mayoría de la población.

No obstante, el primer ensayo de fuego son las elecciones que están a la vuelta de la esquina. Es difícil tener referencias para evaluar qué sería el triunfo o el fracaso del actual despertar de los jóvenes. Lo cardi-nal es que la marcha siga señalando e in-formando, que sobreviva a la circunstancia electoral. Ello sí sería un cambio cultural en nuestro “lindo y querido” México, y no un regocijarse pensado que el presente es un reflejo del pasado, por tanto, su límite.Asumir un cambio no conlleva olvidar su-cesos o personajes (como el Che, el 68 o la primavera de Praga), pero sí poder dejar de enfocarlos, para airear la creatividad, para concebir ideas que hablen del presente y el futuro. Mientras, lo que se siente no es el calor de la primavera, sino la masiva caída de las hojas en un otoño turbulento; después, quién sabe.

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Adrián Gerardo Rodríguez Sánchez

UNPASOMÁSA LA

UTOPÍAPor Aldo Ruiz

Las cúpulas se cimbran, arriba en las suntuosas man-sardas, los amos del destino se miran unos a otros atribulados cuando se acentúa el portentoso cata-clismo, de las paredes caen uno por uno los retratos de los déspotas y ocupan su legítimo lugar. Abajo no hay mancebos sosteniendo los cimientos, moti-vados por el inminente fin de la agonía de 83 años uno a uno fueron desistiendo.

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UN PASO MÁS A LA UTOPÍANo es esta una más de las tediosas campañas electorales, no es esta una más de las tersas sucesiones sexenales, lo que define a éste año electoral, de los muchos otros, es la cre-ciente politización de la juventud mexicana que ha desper-tado del letargo en que se encontraba. La singularidad de éste movimiento radica en que se están retomando las de-mandas de generaciones pasadas que irresponsablemente se nos fueron heredando. No se había visto en décadas una movilización incitada por jóvenes y para jóvenes.Si bien es cierto que en 1968 las demandas principales de los estudiantes eran la libertad de expresión y respeto a la autonomía universitaria, hoy en día se sabe que la transgre-sión a ambos derechos fundamentales responde a la lógica del autoritarismo. La historia es una serie de sucesos secu-lares, hoy en día, advertidos por ése fenómeno, se retoman luchas hasta hace unos días olvidadas. 44 años han pasado desde el genocidio del 2 de octubre y aún la justicia no se asoma en su totalidad al ágora de la verdad.Lo que diferencia una lucha generacional de la otra es el cúmulo de tropelías acumuladas a lo largo de los años, las formas de organización, las consignas y hasta las caras del transgresor siguen intactas, pareciera ser que de 1968 a 1980 no hubo nuevos mexicanos y quiénes por consciencia de su periodo histórico estaban obligados a cauterizar las

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UN PASO MÁS A LA UTOPÍAheridas del país vivían en un ma-rasmo y trance amnésico. Es así que después del genoci-dio en Tlatelolco 68 y el jueves de Corpus atrajo consigo la diáspora ideológica. Por un lado unos se atrincheraron en grupos subver-sivos y radicales, y por el otro se busco desde la construcción de entes políticos un espacio de lu-cha institucional y legal. Si bien es cierto que en 1988 se materializa-ron muchas utopías y el régimen político, de carácter omnímodo en México, tuvo que ceder ante las presiones populares -después del fraude electoral- reducidos espacios a los partidos que fun-gían como oposición y la ciuda-danía escaló el primer peldaño en la lucha por la democracia ante la creación del Instituto Federal Elec-toral, logros importantes más no trascendentales. En las décadas

de los 90 y 2000 se vislumbraron movimientos prometedoramente sustanciales que con el paso de los años se fueron deflagrando hasta convertirlos en intentos legítimos pero no consumados, prueba de ello son el movimiento estudian-til de 1999 y la movilización post electoral en 2006, ambas marca-das no por una iniciativa de cam-bio social sino por una reacción a la opresión, pauperización de la educación y la imposición y con-trol mediáticos. Dichas acciones por parte de la anquilosada cúpu-la hegemónica en México tuvie-ron como corolario el sistemáti-co estado de sitio impuesto en el país, la muerte de 60 mil mexica-nos en una ya bien sabida dicta-dura a la mexicana, que despertó –a cuenta gotas- la consciencia y memoria históricas de miles de jó-venes que al verse cooptados por

UN PASO MÁS A LA UTOPÍA

la ignominia están optando por la protesta. Empero, los movimientos actuales si bien no responden a la lógica de partidos políticos enfrascados en el acarreo y la abúlica oposición, no deben carecer de una guía ideológica, una utopía y capacidad de materializarlas. El atisbo de una tranquilidad necesaria en el país -después de le hecatombe militar que provocó el es-tado en el último sexenio- debe ser alcanzada por el medio de participación ciudadana a través de las ur-nas, ya que ante la desfachatez de quiénes se osten-tan con una cara nueva pero con las mismas acciones retrogradas y quiénes se beneficiaron de la supuesta “alternancia” y terminaron por agravar más los flage-los del país, se debe optar por la tercer vía que es la del proyecto apto para solucionar las funestas reali-dades del país. Sin estas acciones y sin consciencia de las coyunturas que se nos presentan, todas las expre-siones de deseo de un cambio social reflejadas en las tumultuarias movilizaciones juveniles habrán sido en vano y otro momento apto para una nueva moviliza-ción social como ésta podría esperar otras 4 décadas, ya que las coyunturas no se dan cada 6 años.

Aquellos que traicionan,

los que dan la otra mejilla,

escupen sangre / el emblema,

cuestionan el orden y la fe.

Quienes son benévolos, ásperos, ilusionistas y

están obligados a defender /

aplaudir las cerraduras, los tragafuegos, los

corruptibles. Los perseguidores,

conversos, moralistas; los que están a favor,

los que exigen estar en contra.

Aquellos que sueñan, razonan, emigran, los

que viven y dejan vivir,

los mitómanos, los suicidas.

Se les prohíbe ser justos tolerantes.

Se les prohíbe, bajo cualquier pretexto

la esperanza.

Por Rodolfo Tamayo

Tomás de Torquemada Acta de Inquisición. Sevilla. 1481.