Deseo y Placer - Deleuze

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Gilles Deleuze

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Deseo y placerGilles DeleuzeTraducido por Javier SezArchipilago. Cuadernos de crtica de la culturaBarcelona, n 23 / 1995Los nmeros entre corchetes correspondena la paginacin de la edicin impresa[12]A. Una de las tesis esenciales de V. y C.1 se refera a los dispositivosde poder. Esta tesis me parece esencial desde tres puntos de vista:1) en s misma y en relacin al izquierdismo: profunda novedadpoltica de esta concepcin del poder, en oposicin a cualquierotra teora del Estado. 2) En relacin al propio Michel [Foucault], yaque esta tesis le permita superar la dualidad de las formacionesdiscursivas y de las formaciones nodiscursivas, que subsista en A.S.2, y explicar cmo los dos tipos de formaciones se distribuan o searticulaban punto por punto (sin reducirse la una a la otra, niparecerse... etc.). No se trataba de suprimir la distincin, sino deencontrar una razn de sus relaciones.3) Por una consecuencia precisa: los dispositivos de poder no actuabanni por represin ni por ideologa. Por tanto, ruptura con unadisyuntiva que todo el mundo haba ms o menos aceptado. [13] Enlugar de represin o ideologa, V. y C. conformaba un concepto denormalizacin, y de disciplinas.B. Esta tesis sobre los dispositivos de poder me parece que presentados direcciones, en absoluto contradictorias, pero distintas. Detodas formas, estos dispositivos eran irreductibles a un aparato de1 V. y C. por Vigilar y Castigar. Todas las notas son de la redaccin de MagazineLittraire.2 A. S. por Arqueologa del Saber.3Estado. Pero en una direccin, consistan en una multiplicidad difusa,heterognea, de microdispositivos. En otra direccin, remitan a undiagrama, a una especie de mquina abstracta inmanente a todo elcampo social (como el panoptismo, definido por la funcin general dever sin ser visto, aplicable a una multiplicidad cualquiera). Erancomo dos direcciones de microanlisis, igualmente importantes, yaque la segunda mostraba que Michel no se contentaba con unadiseminacin.C. V. S..3 supone un nuevo paso, en relacin a V. y C. El punto devista permanece idntico: ni represin ni ideologa. Pero, dicho brevemente,los dispositivos de poder ya no se limitan a ser normalizadores,tienden a ser constituyentes (de la sexualidad). Ya no se limitan aformar saberes, son constitutivos de verdad (verdad del poder). Ya nose refieren a categoras, negativas a pesar de todo (locura, delincuenciacomo objeto de encierro), sino a una categora consideradapositiva (sexualidad). Este ltimo punto es confirmado por la entrevistade la Quinzaine.4, al comienzo de la pgina 5. A este respecto, creoque se puede ir ms lejos en el anlisis de V. S. El peligro es: Michelvuelve a un anlogo del sujeto constituyente?, y por qu experimentala necesidad de resucitar la verdad, incluso si hace de ella un nuevo3 V. S. por La voluntad de Saber .4 Les Rapports de pouvoir pasent linterieur des corps (entrevista con LucetteFinas), La Quinzaine littraire, n 247, 1, 15 enero 1977, pp 46; cf. Dits et crits, n 197,III p. 228 (Dits et crits es el nombre de una obra en cuatro volmenes publicada en1994 por la editorial Gallimard que recoge entrevistas, artculos y cursos de Foucaultaparecidos en diferentes publicaciones desde 1954 hasta 1988. N. d. T.)4concepto? No es que yo plantee estas preguntas, pero me parece queestas dos falsas preguntas se plantearn, en la medida que Michel nolas ha explicado suficientemente.D. Una primera cuestin para m era la naturaleza del microanlisis que Michel estableca a partir de V. y C. Entre lo micro y lomacro, la diferencia evidentemente no era de tamao, en elsentido de que los microdispositivos nicamente se refieren apequeos grupos (la familia no tiene menos extensin que cualquierotra formacin). No se trata tampoco de un dualismo extrnseco, yaque hay microdispositivos inmanentes al aparato del Estado, y quesegmentos del aparato del Estado penetran tambin en los microdispositivos inmanencia completa de las dos dimensiones. Hayque entender entonces que la diferencia es de escala? Una pgina de V.S. (132) rechaza explcitamente esta interpretacin. Pero esta pginaparece remitir lo macro al modelo estratgico, y lo micro al modelotctico. Y esto es algo que me molesta, ya que los microdispositivosme parece que tienen en Michel una dimensin estratgica diferente(sobre todo si se tiene en cuenta este diagrama [14] del que son inseparables).Otra direccin sera la de las relaciones de fuerza comodeterminantes de lo micro: cf. especialmente la entrevista en laQuinzaine. Pero Michel, a mi juicio, no ha desarrollado todava estepunto: su concepcin original de las relaciones de fuerza, lo que lllama relacin de fuerza, y que debe ser un concepto tan nuevo comolos restantes.En todo caso, hay diferencia de naturaleza, heterogeneidad entrelo micro y lo macro. Lo cual no excluye en ningn caso la inmanencia5de los dos. Pero la cuestin, en ltimo trmino, sera sta: estadiferencia de naturaleza todava permite que se hable de dispositivosde poder? La nocin de Estado no es aplicable en el nivel de un microanlisis, ya que, como dice Michel, no se trata de miniaturizar elEstado. Pero la nocin de poder es ms aplicable?, no es tambinella la miniaturizacin de un concepto global?A partir de esto, vuelvo a mi primera diferencia con Michel actualmente.Si hablo con Flix5 de disposicin (agencement.) de deseo,es porque no estoy seguro de que los microdispositivos puedan serdescritos en trminos de poder. Para m, disposicin de deseo sealaque el deseo no es nunca una determinacin natural, ni espontnea.Por ejemplo, feudalidad es una disposicin que pone en juegonuevas relaciones con el animal (el caballo), con la tierra, con ladesterritorializacin (la carrera del caballero, la Cruzada), con lasmujeres (el amor caballeresco), etc. Disposiciones completamentelocas, pero siempre histricamente asignables. Yo dir por mi parteque el deseo circula en esta disposicin de heterogneos, en estaespecie de simbiosis: el deseo est vinculado a una disposicindeterminada, supone un cofuncionamiento. Por supuesto, unadisposicin de deseo comportar dispositivos de poder (por ejemplolos poderes feudales), pero habr que situarlos entre los diferentescomponentes de la disposicin. Siguiendo un primer eje se puedendistinguir en las disposiciones de deseo los estados de cosas y lasenunciaciones (lo que sera conforme a la distincin de los dos tipos de5 Se trata evidentemente de Flix Guattari. (En todo el texto hemos traducidoagencements por disposiciones. N. d. T.)6formaciones o de multiplicidades que hace Michel). Siguiendo otro eje,se distinguiran las territorialidades o reterritorializaciones, y losmovimientos de desterritorializacin que una disposicin implica(por ejemplo todos los movimientos de desterritorializacin queimplican la Iglesia, la caballera, los campesinos). Los dispositivos depoder surgiran donde operan reterritorializaciones, incluso abstractas.Los dispositivos de poder seran por tanto un componente de lasdisposiciones. Pero las disposiciones indicaran tambin puntos dedesterritorializacin. En resumen, los dispositivos de poder no seranlos que disponen, ni seran constituyentes, sino que seran las disposicionesde deseo quienes articularan las formaciones de poder siguiendouna de sus dimensiones. Esto me permite responder a lapregunta, necesaria para m, no necesaria para Michel: cmo puede elpoder ser desea-[15]do? La primera diferencia sera pues que, para m,el poder es una afeccin del deseo (una vez dicho que el deseo no esnunca realidad natural). Todo esto es muy aproximativo: relacionesms complicadas que no cito entre los dos movimientos, de desterritorializaciny de reterritorializacin. Pero es en este sentido en el queel deseo me parece lo primero, y es el elemento de un microanlisis.E. Estoy de acuerdo con Michel sobre un punto que me parecefundamental: ni ideologa ni represin por ejemplo, los enunciadoso ms bien las enunciaciones no tienen nada que ver con la ideologa.Las disposiciones de deseo no tienen nada que ver con la represin.Pero evidentemente para los dispositivos de poder no tengo laactitud firme de Michel, desemboco en lo vago, visto el estatuto ambiguoque tienen para m: en V. y C, Michel dice que normalizan y7disciplinan; yo dira que codifican y reterritorializan (supongo que,tambin en esto, existe algo ms que una distincin de palabras). Perovista mi primaca del deseo sobre el poder, o el carcter secundarioque adoptan para m los dispositivos de poder, sus operacionessiguen teniendo un efecto represivo, ya que no aplastan el deseocomo dato natural, sino los puntos de disposicin del deseo. Tomemosuna de las tesis ms hermosas de V. S. : el dispositivo de sexualidadpliega la sexualidad sobre el sexo (sobre la diferencia de los sexos...etc.; y el psicoanlisis est de lleno en el movimiento de este plegamiento).Veo ah un efecto de represin, precisamente en la fronterade lo micro y lo macro: la sexualidad, como disposicin de deseohistricamente variable y determinable, con sus puntas de desterritorializacin,de flujos y de combinaciones, va a ser replegada sobre unainstancia molar, el sexo, y aunque los procedimientos de estemovimiento no son represivos, el efecto (noideolgico) es represivo,en tanto que las disposiciones se rompen, no slo en sus potencialidades,sino en su microrealidad. Entonces ya slo pueden existircomo fantasmas, que las cambian y las distorsionan completamente,o como cosas vergonzosas... etc. Hay un pequeo problema que meinteresa mucho: porqu ciertos trastornos son ms accesibles a lavergenza e incluso dependientes de ella que otros (por ejemplo,el enursico, el anorxico son poco accesibles a la vergenza)? Necesitopor tanto de un cierto concepto de represin no en el sentido de que larepresin remita a una espontaneidad, sino en el sentido de que lasdisposiciones colectivas tengan muchas dimensiones, y los dispositivos de poder no sean ms que una de estas dimensiones.8F. Otro punto fundamental: creo que la tesis ni represinniideologa tiene un correlato, y quiz depende ella misma de estecorrelato. Un campo social no se define por sus contradicciones. La[16] nocin de contradiccin es una nocin global, inadecuada, y queimplica una gran complicidad de las contradicciones en los dispositivosde poder (por ejemplo, las dos clases, la burguesa y elproletariado). Y en efecto, me parece que otra gran novedad de lateora del poder en Michel es que una sociedad no se contradice, oapenas lo hace. Pero su respuesta es: se estrategiza, estrategiza. Yencuentro esto muy bello, veo la inmensa diferencia entre estrategia ycontradiccin. En este sentido tendra que releer a Clausewitz. Perono me seduce la idea.Por mi parte, yo dira: una sociedad, un campo social no se contradice,pero lo primero es que extiende lneas de fuga desde todaspartes, primero son las lneas de fuga (aunque primero no es cronolgico).Lejos de estar fuera del campo social o de salir de l, laslneas de fuga constituyen el rizoma o la cartografa. Las lneas de fugason casi lo mismo que los movimientos de desterritorializacin: noimplican ningn retorno a la naturaleza, son puntas de desterritorializacinen las disposiciones de deseo. Lo primero en la feudalidad sonlas lneas de fuga que supone; lo mismo ocurre para los siglos X al XII;y lo mismo para la formacin del capitalismo. Las lneas de fuga no sonnecesariamente revolucionarias, al contrario, pero los dispositivosde poder quieren taponarlas, amarrarlas. Alrededor del siglo XI, todaslas lneas de desterritorializacin se precipitan: las ltimas invasiones,las bandas de pillaje, la desterritorializacin de la Iglesia, las migracionescampesinas, la transformacin de la caballera, la transformacin9de las ciudades que abandonan cada vez ms los modelos territoriales,la transformacin de la moneda que se integra en nuevos circuitos, elcambio de la condicin femenina con los temas del amor corts quedesterritorializan incluso el amor caballeresco... etc. La estrategia sersecundaria en relacin a las lneas de fuga, a sus combinaciones, a susorientaciones, a sus convergencias o divergencias. Una vez ms encuentroah la primaca del deseo, ya que el deseo est precisamente enlas lneas de fuga, conjugacin y disociacin de flujos. Se confunde conellas. Me parece, por tanto, que Michel se enfrenta con un problemaque no tiene en absoluto el mismo estatuto que para m. Porque si losdispositivos de poder son de alguna forma constituyentes, slo puedehaber contra ellos fenmenos de resistencia, y la cuestin nos lleva alestatuto de estos fenmenos. En efecto, stos tampoco seran ni ideolgicosni antirepresivos. De aqu la importancia de las dos pginas deV. S. donde Michel dice: no se me haga decir que estos fenmenos sonun seuelo... Pero qu estatuto les confiere? Aqu se producen diferentesdirecciones: 1) la de V. S. (126127) donde los fenmenos deresistencia seran como una imagen invertida de los dispositivos,tendran los mismos caracteres, difusin, heterogeneidad... etc.,estaran vis vis con ellos; pero esta direccin me parece que taponalas salidas en vez de en-[17]contrar una; 2) la direccin de la entrevistaPolitique Hebdo.6: si los dispositivos de poder son constitutivos deverdad, si hay una verdad del poder, debe haber como contraestrategia algn tipo de poder de la verdad contra los poderes. De aquel problema del papel del intelectual en Michel; y su forma de reintro-6 La Fonction politique de lintellectuel Politique Hebdo, 29 noviembre 5 diciembre,1976, cf. Dits et crits, n 184, III, p. 109.10ducir la categora de verdad, pero, al renovarla completamente hacindoladepender del poder, encontrar en esta renovacin una materiaque se pueda volver contra el poder? No veo cmo. Hay que esperar aque Michel hable de esta nueva concepcin de la verdad, en el nivel desu microanlisis; 3) tercera direccin, sera la de los placeres, el cuerpoy los placeres. Aqu tambin, para m, la misma espera, cmo animanlos placeres a los contrapoderes, y cmo concibe l esta nocin deplacer?Me parece que hay tres nociones que Michel toma en un sentidocompletamente nuevo, pero sin haberlas desarrollado an: relacionesde fuerza, verdad, placeres.Se me plantean algunos problemas; problemas que no se planteanpara Michel porque han sido ya resueltos anteriormente en susinvestigaciones. Inversamente, para animarme, me digo que a m nose me plantean otros problemas que s se le presentan a l necesariamentepor sus tesis y sentimientos. Las lneas de fuga, losmovimientos de desterritorializacin no me parece que tenganequivalencia en Michel, como determinaciones colectivas histricas.Para m, no hay problema en el estatuto de los fenmenos de resistencia:dado que las lneas de fuga son las determinaciones primeras, dadoque el deseo dispone el campo social, son ms bien los dispositivos depoder los que, al mismo tiempo, son producidos por estas disposiciones,y las aplastan o las taponan. Comparto el horror de Michel haciaesos que se llaman marginados: el romanticismo de la locura, de ladelincuencia, de la perversin, de la droga, me resulta cada vez msinsoportable. Desde mi punto de vista, las lneas de fuga, es decir lasdisposiciones de deseo, no han sido creadas por los marginados. Por el11contrario, son lneas objetivas que atraviesan una sociedad, en las quelos marginados se instalan aqu o all, para hacer un bucle, un remolino,una recodificacin. Por tanto no tengo necesidad de un estatutopara los fenmenos de resistencia, dado que el primer dato de unasociedad es que todo huye, todo se desterritorializa en ella. De ah queel estatuto intelectual, y el problema poltico no sean tericamente losmismos para Michel y para m (intentar decir en seguida cmo veoesta diferencia).G. La ltima vez que nos vimos Michel me dijo, con mucha amabilidady afecto, ms o menos esto: no puedo soportar la palabra deseo;incluso si usted lo emplea de otro modo, no puedo evitar pensar o vivirque deseo = falta, o que deseo significa algo reprimido. Michel aadi:lo que yo llamo placer es quiz lo que us-[18]ted llama deseo; perode todas formas necesito otra palabra diferente a deseo.Evidentemente, una vez ms, no es una cuestin de palabras.Porque yo mismo no soporto apenas la palabra placer. Pero, porqu? Para m, deseo no implica ninguna falta; tampoco es un datonatural; est vinculado a una disposicin de heterogneos que funciona;es proceso, en oposicin a estructura o gnesis; es afecto, enoposicin a sentimiento; es haecceidad (individualidad de una jornada,de una estacin, de una vida), en oposicin a subjetividad; esacontecimiento, en oposicin a cosa o persona. Y sobre todo implica laconstitucin de un campo de inmanencia o de un cuerpo sin rganos,que se define slo por zonas de intensidad, de umbrales, degradientes, de flujos. Este cuerpo es tanto biolgico como colectivo ypoltico; sobre l se hacen y se deshacen las disposiciones, es l quien12lleva las puntas de desterritorializacin de las disposiciones o las lneasde fuga. Vara (el cuerpo sin rganos de la feudalidad no es el mismoque el del capitalismo). Si lo llamo cuerpo sin rganos es porque seopone a todos los estratos de organizacin, del organismo, perotambin a las organizaciones de poder. Es justamente el conjunto delas organizaciones del cuerpo quien romper el plano o el campo deinmanencia e impondrn al deseo otro tipo de plano, estratificandoen cada ocasin el cuerpo sin rganos.Si digo todo esto tan confuso es porque se me plantean muchosproblemas en relacin a Michel: 1) no puedo dar al placer ningnvalor positivo, porque me parece que el placer interrumpe el procesoinmanente del deseo; creo que el placer est del lado de los estratos yde la organizacin; y en un mismo movimiento el deseo es presentadocomo sometido desde dentro a la ley y escandido desde fuera por losplaceres; en los dos casos, hay negacin de un campo de inmanenciapropio al deseo. Pienso que no es casualidad que Michel atribuyacierta importancia a Sade, y yo por el contrario a Masoch7. No serasuficiente decir que yo soy masoquista, y Michel sdico. Eso quedarabien, pero no es verdad. Lo que me interesa en Masoch no son losdolores, sino la idea de que el placer viene a interrumpir la positividaddel deseo y la constitucin de su campo de inmanencia (de igualmodo, o ms bien de otra manera, sucede en el amor corts: constitucinde un plano de inmanencia o de un cuerpo sin rganos donde aldeseo no le falta nada, y donde ste evita todo lo posible placeres quevendran a interrumpir su proceso). El placer me parece el nico7 Deleuze ha dedicado un libro a Sacher Masoch: Presentacin a Sacher Masoch,Taurus, Madrid, 1973.13medio para una persona o un sujeto de recuperarse en un procesoque le desborda. Es una reterritorializacin. Y, desde mi punto devista, el deseo se remite de la misma manera a la ley de la falta y a lanorma del placer.2) Por otra parte, es esencial la idea en Michel de que los dispositivosde poder tienen una relacin con el cuerpo inmediata y directa.Pero para m, esto sucede en la medida en que imponen una or-[19]ganizacin a los cuerpos. Mientras que el cuerpo sin rganos es lugaro agente de desterritorializacin (y por ello plano de inmanenciadel deseo), todas las organizaciones, todo el sistema de lo que Michelllama el biopoder opera reterritorializaciones del cuerpo.3) Podra pensar en equivalencias del tipo: lo que para m escuerpo sin rganosdeseos corresponde a lo que para Michel escuerposplaceres? La distincin de que me hablaba Michel cuerpocarne, puedo ponerla en relacin con cuerpo sin rganosorganismo?Existe una pgina muy importante en V. S. (190) sobre la vida entanto que confiere un estatuto posible a las fuerzas de resistencia. Estavida, para m, incluso aquella de que habla Lawrence, no es en absolutoNaturaleza, es exactamente el plano de inmanencia variable del deseo, atravs de todas las disposiciones determinadas. Concepcin del deseo enLawrence, en relacin con las lneas de fuga positivas (pequeo detalle:la forma en que Michel se sirve de Lawrence al final de V. S., opuesta a laforma en que yo me sirvo de l).H. Ha avanzado Michel en el problema que nos ocupaba: afirmarlos derechos de un microanlisis (difusin, heterogeneidad,carcter parcelario), y sin embargo encontrar una especie de principio14de unificacin que no sea del tipo Estado, partido, totalizacin,representacin?En primer lugar, del lado del poder mismo: vuelvo a las dos direccionesde V. y C, por una parte, carcter difuso y parcelario de losmicrodispositivos, pero tambin, por otra parte, diagrama o mquinaabstracta que cubre el conjunto del campo social. Me parece quesegua existiendo un problema en V. y C.: la relacin entre esas dosinstancias del microanlisis. Creo que la cuestin cambia un poco enV. S..: aqu, las dos distinciones del microanlisis seran ms bien lasmicrodisciplinas por una parte, y por otra parte los procesos biopolticos (p. 183 y ss.). Esto es lo que quera decir en el punto C deestas notas. As pues, el punto de vista de V. y C. sugera que el diagrama,irreductible a la instancia global del Estado, operaba quiz unamicrounificacin de los pequeos dispositivos. Debemos entenderahora que los procesos biopolticos tendran esta funcin? Confiesoque la nocin de diagrama me parece muy rica: la encontrar Michelsobre este nuevo terreno?Pero del lado de las lneas de resistencia, o de lo que yo llamo lneasde fuga, cmo concebir las relaciones o las conjugaciones, lasconjunciones, los procesos de unificacin? Yo dira que el campo deinmanencia colectivo donde se producen en un momento dado lasdisposiciones y donde trazan sus lneas de fuga, presenta tambin unverdadero diagrama. Por tanto, hay que encontrar la disposicincompleja capaz de efectuar este diagrama, operando la conjuncin delas lneas o de los puntos de desterritorializacin. Es en este sentido enel que yo hablaba de una mquina de guerra, to-[20]talmente diferente15del aparato del Estado y de las instituciones militares, y tambin de losdispositivos de poder. As pues, tendramos por una parte: Estadodiagrama del poder (siendo el Estado el aparato molar que realiza losmicrodatos del diagrama como plano de organizacin); por otraparte, mquina de guerradiagrama de las lneas de fuga (siendo lamquina de guerra la disposicin que realiza los microdatos deldiagrama como plano de inmanencia). Me detengo en este punto, yaque esto pondra en juego dos tipos de planos muy diferentes, unaespecie de plano transcendente de organizacin contra el plan inmanentede las disposiciones, y que revertira sobre los problemasprecedentes. Y a partir de este punto ya no s cmo situarme enrelacin a las investigaciones actuales de Michel.[Apndice: lo que me interesa en los dos estados opuestos delplano o del diagrama es su enfrentamiento histrico y bajo formasmuy diversas. En un caso, se tiene un plan de organizacin y de desarrollo,que est escondido por naturaleza, pero que permite ver todolo que es visible; en el otro caso, se tiene un plano de inmanencia,donde ya no hay ms que velocidades y lentitudes, no desarrollo, ydonde todo es visto, odo... etc. El primer plano no se confunde con elEstado, pero est ligado a l: el segundo, por el contrario, est ligado auna mquina de guerra, a una ilusin de mquina de guerra. En elnivel de la naturaleza, por ejemplo, Cuvier, y tambin Goethe, concibenel primer tipo de plano; Hlderlin en Hiperin, pero ms anKleist, conciben el segundo. De golpe, dos tipos de intelectuales(ponerlo en relacin con lo que dice Michel sobre la posicin delintelectual). O bien en el terreno de la msica, las dos concepciones delplano sonoro se enfrentan. Las relaciones podersaber tal como Michel16las analiza podran explicarse as: los poderes implican un planodiagrama del primer tipo (por ejemplo la ciudad griega o la geometraeuclidiana). Pero inversamente, del lado de los contrapoderes y mso menos en relacin con las mquinas de guerra, hay otro tipo deplano, de especies de saberes menores (la geometra arquimediana,o la geometra de las catedrales que va a ser combatida por el Estado);todo un saber propio de las lneas de resistencia, y que no tiene lamisma forma que el otro saber, el saber sobre los poderes?]17