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  • 7/31/2019 desiertos de miradas

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    Desiertos

    de

    Miradas

    Jos Su Lpez

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    Eres como esas nubes de tormenta,

    que por el secano descargan su agua

    y

    en rpida reaccin

    despiertan del desierto

    las ms hermosas ores.

    Eres como el aceite que lubrica,

    la esmada mquina nocturna

    donde los pistones del placer

    deshacen el asfalto con la pureza

    de una velocidad inaudita.

    Nocturna amante, diurna sonrisa

    amiga que cuando me acompaa me place.

    Entre tu enorme regazo disfruto,

    entre tus suaves caricias la rgida

    vigilia se funde con el sueo.

    2

    Dulcemente la arena se escabulle por entre las manos

    como la vida se escapa por entre los dedos del empo.

    Nacemos con los cuencos llenos y en los oasis del placer

    y en el sufrimiento del desierto

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    la perdemos,

    como agua fresca bebida del arroyo,

    como los granos de slice golpeados sobre nuestro rostro

    por la inclemente borrasca del imparable Cronos.

    Nos acercamos al espejismo de la duda,

    los ojos intentan romper esas murallas que a todos nos separan,

    invisibles torretas donde solo hay cennelas de los senmientos.

    Nada otea el horizonte, el ciego viga

    ignora al amante viajero.

    Sobre el oleaje de las dunas la ciudad despierta,

    la cenicienta duerme con los dientes carcomidos

    buscando en la vejez un amante beso

    sobre la astuta muerte que nos atrapa en vida.

    3

    Entre el sudor los dos cuerpos aletargados

    olan las delicias del recin terminado juego,

    jadeaban y aun temblaban,

    entretanto

    a los ojos se miraban jamente,

    pronto se adormeceran

    mientras el cruel sol

    ya esta en su cenit.

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    Sobre el oscuro idioma

    que el aroma de mi ciudad

    en verano desla,

    entre la Calle San Pablo

    y algn callejn desno al Arco del Teatro,

    perdido entre las luces de la borrachera,

    buscando lo que con seguridad nunca encontrare,

    y vuelta tras vuelta,

    garito tras garito,

    amanecer en el bar de siempre

    para no hacer nada

    a pesar de las ilusas promesas de la noche.

    La madrugada es tarda

    y el deambular no termina

    hasta la prxima aurora,

    donde vencido y solitario:

    me acueste.

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    Entre mis tequilas con tabasco,

    el recuerdo ya empieza a oler a una nueva despedida,

    veo como sales de mi vida

    o quizs sea yo

    que con el suicida arrebato de infelicidad quiero que marches

    Sigo acompaado para quedarme solo

    entre las basuras de mi vida.

    Tantas despedidas cubren mi desasosiego,

    otra vez adelanto lo inevitable,

    lentamente volver a la absurda soledad de mi lecho

    y sus fantasas.

    6

    Un torbellino nos espera esta noche, enlaces qumicos

    unen el sabor de nuestra miradas,

    nuestros cuerpos con delicada midez intentan acercarse,

    pero apenas se encuentran entre el bullicio de nuestras palabras.

    La ida se hace dolorosa

    como el amanecer que asesina las ansias de tu sangre,

    hueles a luna y mi deseo es aun ms grande.

    Pero sulmente te alejas y

    veo tu espalda en la calle soleada.

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    Sediento apogeo astral,

    solar abarrotado de licores,

    sobre la madera profundos olores,

    entre mis codos una mirada.

    Oscura cenicienta

    que se adormece con un beso,

    la noche muda

    sobre la mano

    describe la piel del ansia

    que como adormidera deslo.

    La ceniza aparece

    sobre dorados espejismos,

    orece la lluvia

    en alocadas nubes,

    gusanos eternos nuestra muerte esperan

    para descubrir en nuestros restos

    el acido delirio.

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    Somos hijos de la palabra hablada,

    entre las calles y la taberna,

    entre las plazas y porteras.

    Somos los pueblos de la voz

    secuestrada en indolente escritura.

    Escritura que muere

    en la vaca pornograa

    de las irreales imgenes

    que apenas dicen nada.

    9

    Nuestro pensamiento descubre

    que ningn enigma no ene respuesta.

    La solucin es un soplo que eriza el vello del amante

    o la bomba incendiaria de un duro enfrentamiento.

    Todo problema se soluciona con un acto.

    10

    Esta vida social nos agota por sus falsas promesas

    y costosas carencias.

    Nos explotan hasta lmites de inhumanidad,

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    a penas seguimos siendo los primates

    que descubrieron el poder de los reyes.

    Pudiendo vivir como humanos libres

    seguimos encadenados a este absurdo.

    Por mucho que escondan la realidad vivimos desde siglos

    en la msca de la falsedad y la hipocresa

    Odio a todos los poderosos

    y claramente me alegro cuando mueren

    y me entristecen cuando detrs de ellos

    otros los suceden.

    11

    Que los ricos sean despojados,

    en su poder conan,

    en su poder sern destruidos,

    a nosotros nos corresponde

    devolver con sangre

    sus malditos actos,

    con su sangre sanaremos

    volveremos a ser humanos.

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    Somos el n de este mundo vaco,

    detrs nuestro milenios

    que actan en la nada.

    13

    Enterrado por el estridente murmullo madrugador,

    el canto es susurrado en un nmo grito.

    Canciones destruidas mientras despiertan los nios del suburbio.

    Sobre nuestro imaginario cuelga un trapo negro,

    la isla libertaria de Madagascar

    est en el barrio,

    desde los contornos olvidad con fuego las desdichas,

    el da en que los rebaos dejen el trabajo

    en las llamas sonreiremos.

    14

    Se ensombrece mi quimera entre los imaginados

    colores de la esta,

    es la electricidad hecha msica

    que anuncia en olores

    que hacia a mi estas dispuesta.

    Bailamos, nos rozamos

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    en lo ms oscuro

    felizmente nos adentramos.

    nuestro deseo es compardo

    en un vnculo de entraas.

    15

    Miradas, acciones que solo esperan una cada

    y la cada siempre llega,

    las derrotas se suceden,

    tropiezo tras tropiezo:

    nos levantamos o postrados quedamos,

    no cedemos, o quizs s.

    Apartados de la riqueza,

    rompiendo en pobreza,

    buscando el disfrute

    gozando de los actos.

    Admirarnos de nuestra actuacin

    saboreando la cada

    y la cada siempre llega.

    Desobedeciendo o ngiendo,

    ningn gobierno nos convence,

    son el lastre para todos,

    a nadie te sometas.

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    Rompe las riendas

    y cabalga solo

    si esperar desno, ni meta

    pues la cada siempre llega.

    Nada es camino

    y nada est escrito

    pues todo es annimo

    todo esta por ver,

    que nada, ni nadie os engae,

    ninguna promesa ni invencin se cumple

    y cuando se cumplen:

    la cada siempre llega.

    Desde lo profundo

    la cada es simiente,

    desde lo oscuro

    germinan jardines.

    Nada es fcil

    puesto que todo es fcil,

    sin lucha la vida

    es un insulso pasar

    someda y aburrida.

    Sin lucha ni apuesta nunca hay cada,

    ni nadie se levanta.

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    Nuestro estado mental ya esta alterado

    y es en s un cumulo de miscaciones aisladas

    de los hechos prccos de la vida.

    Vemos el ftbol,

    nos presentan nuevas formas de idencaciones patrica

    s de gentes que no han hecho nada por nosotros,

    que ni conocemos,

    pero mantenemos.

    Permeables a la milenaria propaganda

    apenas podemos resisrnos

    a los nuevos medios de domescacin

    y control mental.

    Aceptamos hechos

    que si los pensamos son absurdos...

    Quizs colocados dejaremos de tener un estado mental alterado.

    17

    Ante sucesos como la muerte,

    la no vida,

    la crueldad aspca de la vida social,

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    la soledad real de la vida codiana,

    la droga,

    la violencia,

    la esta,

    pueden ser una defensa necesarias

    para la supervivencia.

    18

    Al otro lado de tu piel

    mi mirada furva intenta acariciarte,

    dentro de solo estas t

    gritando olores

    de miles de palabras.

    Susurrando con tu lengua

    ensordecedora msica de colores

    para alimentarme en los pesebres

    de estos callejones tardos.

    Y lejos de mi piel

    tu aliento adormecido,

    mis olores esperan tu cercana

    y en mis entraas

    devoro la noche

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    para conseguir que tus brazos

    me rodeen.

    Fuera de tu piel mi mirada.

    Y dentro tu palabra.

    Siento clarear sobre el agua

    mientras dormito esperando tu cercana

    y tus labios devorndome.

    19

    Adormecido entre el insomnio

    que del pasado desla

    el precario e infeliz presente,

    pensamientos que buscan

    la sonrisa conna

    a pesar del interminable circulo

    de insasfaccin

    que se autoalimenta.

    La juventud es un distorsionado

    recuerdo que con crueldad

    se escabulle

    para rearmar la carencia de aventuras.

    Tristeza mal disimulada

    y mejor auto medicamentada,

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    gula, ansiedad entre un largo aburrimiento

    la necesidad de lo innecesario

    esconde una generalizada esclavitud codiana,

    a la huida constante hacia adentro.

    Los aos han pasado y mi cuerpo

    ya no me agrada, mi vida tampoco

    ya no hay aventuras.

    20

    Eslganes de falsa rebelda

    juscando el poder pues se juegan salarios futuros.

    Dicen que estn en contra,

    pero nada cuesonan,

    tras su paz hay la sumisin

    de unos barrigas contentas.

    Rebeldes televisivos,

    intelectuales de la farsa,

    nuevos misioneros de la caridad en consenso.

    Apstoles progresistas de la buena conciencia,

    colaboradores necesarios del crimen capitalista,

    garantes de la urbanidad hipcrita y aburrida.

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    Sus palabras son cornas de humo

    inculcadores del borreguil ecolgico.

    Nuevos dirigentes con pirsin y tatuaje

    Sus maestros vivieron el sesentaiocho,

    estos se forjan con la anglobalizacin domescada

    y la protesta responsable.

    Su estca es un lujo, su compromiso est lejos,

    si estuviese aqu

    tendran que quemar coches...

    yeso es muy peligroso.

    El izquierdista de hoy es

    la senilidad de maana.

    Sus verdades fundamentales

    ocultan claudicaciones

    muy rentables.

    Con sus anlisis objevos de las situaciones concretas

    nos entregan a la polica.

    Su dialcca solo jusca que todo cambiara cuando licenciados

    dejen de ser mil euristas.

    Son unos mierdas.

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    Mirando sonrisas

    que crecen e ilusionan.

    Despiertan los pensamientos

    y la accin de ser

    me regocija.

    La crica independiente

    jvenes cuerpos orece,

    movidos nios

    buena gente,

    la felicidad con ellos

    en un grito

    esta presente.

    22

    Asxiado entre las calles de mi ciudad

    en un laberinto donde no busco nada

    entre los chaanes,

    donde la muerte es un aburrimiento aparcado.

    La absoluta certeza es como serpiente

    y habita en susurros

    de un sufrimiento brillante y nervioso

    que aparece en cada encrucijada.

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    Se confunde el sin sendo

    con los adjevos del signicado,

    la locura aparece buscando el sendo.

    Entre tanto la imaginacin es frustrada por la lgica,

    todo ocurre como describe el plan

    de este domescado mundo.

    23

    Mirando entre la bruma de complicada mecnica

    para disnguir la decadencia en ccio acomodo,

    esperando la hecatombe a parr de una mueca automca.

    La crueldad es una inuencia,

    sobre el asfalto nada crece excepto los anuncios

    de futuras chatarras

    e inaccesibles sueos de aburridas consecuencias.

    Las ilusiones se crean en un prstamo

    y se pierden en el pago,

    tener algo para no tener nada.

    Una global estafa en un juego de pirmides,

    De la nada crean pasta, ilusionando a muchos

    para robar a todos.

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    Ilusin que es, como el lgo de

    contempornea esclavitud, un yugo de ensueos.

    Nos buscan ms trabajo y nos lanzan al paro.

    Cuando solo queremos disfrutar de una esta,

    vivir con los nuestros

    sin ellos ni su economa.

    24

    Un ruido de ingenuidad adora la belleza

    adormecida en los albores codianos

    de mi enfurecida ciudad adormilada.

    Buscando lo que necesitamos

    encontramos lo que queremos,

    perdiendo lo que amamos,

    amamos sin perdidas.

    Nuestras manos estn sucias de ntas del pasado,

    la juventud y la lucha nos llena de orgullo,

    de ilusin, quizs todo no est perdido.

    Entre lo escondido se escupe a los que predican

    el somedo consenso de la progresa hipcrita

    de lo polcamente correcto.

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    Sus horizontes en nosotros son muros de prisiones

    y a pesar de tanta mierda nos senmos opmistas.

    Opmismo creador de bronca,

    opmismo creador de pesimismos destructores.

    La libertad no est en el horizonte, en el horizonte solo hay tumbas.

    25

    Amarga bsqueda,

    dulce comida,

    rincones de oscura sabidura.

    Las cucarachas pasean

    en las noches de verano,

    nuestro sudor acompaa el calor sofocante

    y entre nuestras sonrisas desdentadas

    mirando el lodo de una palabra contaminada

    el reposo desaparece.

    Hambrientos, rodeados de crucixiones gloriosas

    encontramos la almendra

    que agradece el roce de la carne.

    El nocturno universo absorbe nuestra vida

    entretanto absorbemos el nctar

    en un vuelo de colibr metlico:

    aceptamos el abrazo del Diablo.

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    Enterrados y sesgados sueos

    sobre la luz iniciamos

    la amarga comida,

    bebemos el licor sodomita

    de nuevos renacimientos.

    Me despierto escupiendo sangre.

    Rincones de oscura sabidura,

    noches de invierno sin cucarachas

    el reposo desaparece

    mientras la almendra de carne

    agradece el roce.

    Acepta mis dulces ores.

    Desenterremos los sueos

    mientras el licor sodomiza

    nuevas decadencias.

    Agradece el roce

    y la amarga comida

    mientras el reposo desaparece.

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    La menra de un senmiento encadena

    el abrazo de la oscuridad.

    Caminemos en nuestro mundo subterrneo

    de sinceros secretos y superuas desdichas.

    La tristeza desaparece en cada mueca,

    nuestro placer nunca ser menroso,

    encendamos el fuego en nuestras cuevas de hielo glaciar.

    El cerebro esta golpeado por las palabras

    que engullen los vacos intensos.

    No quedan lugares donde estar,

    nuestros espacios son solo actos.

    Acelerados actos invaden nuestro aburrimiento,

    hacer y deshacer para poder llegar a no ser, ni senr, ni estar.

    Las menras insensibles ya no son senmientos

    detrs de cada engao encontramos crueles verdades

    y con ellas caminamos en mesetas calcinadas

    por incendios que son apreciadas caricias

    en crepusculares vidas estriles.

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    La ciudad esta llamas,

    la piel de la gente resuelta

    se enfrenta a los cerdos:

    el verdugo ha arrancado otra vida

    de nada sirve llorar.

    La ciudad est en llamas

    y la gente por n es resuelta.

    No hay soluciones

    previas a la destruccin.

    No hay soluciones

    dentro del Imperio.

    Qu reviente todo

    por el bien de la vida!

    La ciudad est en llamas

    cuando la gente es pueblo

    y el pueblo est decidido.

    28

    Miro despistado las sombras

    que se dispersan desde una soleada calle.

    El huracn se desliza entre mi sangre

    y una mujer oculta la luz con su sonrisa.

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    Es una tarde de un da sin vigilia,

    en el suburbio encuentro el refugio en un lecho.

    Nuestros cuerpos arden a lo bonzo,

    mientras la empinada calle

    invita a caer rodando.

    Vomito entre sus pies

    mis mejores palabras,

    sus caricias en un golpe

    me dominan.

    No puedo dejar de arder y

    me siento anestesiado

    entre las nubes de un aliento borracho.

    Atentamente adormezco

    mientras calle abajo caigo.

    29

    Los chupitos van i vienen

    hasta que la esta

    termina en tu adorable barriga.

    Mi saliva busca la tuya

    miles de ojos huecos

    nos miran,

    mientras las cabezas

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    adormecidas nos veneran

    en las alucinaciones

    de inexistentes sueos.

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    Una amistad que muere

    en una insultante noche de alcohol.

    Un disparate asesino

    se ha cruzado en el camino,

    nos despert la ilusin

    de ambiguas verdades

    y la realidad cruda nos adormeci

    cuando intentbamos olvidar el da a da.

    Por entre los pasillos del Hospital

    se pasean las ratas por entre las heridas.

    En los callejones los gusanos

    son devorados por nios hambrientos.

    Sucias imgenes describen mi pensamiento,

    el estado de nimo se hunde

    mientras orecen los hongos

    sobre la erra de los muertos.

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    Es oscuro el desliz

    de las palabras insulsas.

    Nuestro camino se deene,

    todas las puertas estn cerradas.

    31

    Somos los barbaros,

    la chusma,

    el desorden de la insurgencia.

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    [email protected]

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