Dialogo Con Harvey

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men ú principal DIEZ A Ñ OS DE CAMBIOS EN EL Barcelo DE LA “GEOGRAF Í A DE LA ACUMULACI Ó N” A LA “GEOGRAF Í A DE LA REPRODUCCI Ó N”: UN DI Á LOGO CON HARVEY Ana Fani Alessandri CarlosUniversidade de S ã o [email protected] De la “geograf í a de la acumulaci ó n” a la “geograf í a de la reproducci ó n”: un di á logo con Harvey (Resumen) Este art í culo pretende debatir la potencia reveladora del espaci la comprensi ó n del mundo moderno, bas á ndose en la tesis de que el espacio geogr á fico se constituye como condici ó n, medio y producto de la reproducci ó n de la sociedad en su totalidad, englobando varias escalas espacio-temporales y varios niveles realidad, lo que permitir í a prolongar la obra de Marx en el sentido de la construcci ó n de una “teor í a social del espacio” en los marcos de la Geograf í a cr í ticaradical. Tal razonamiento permitir í a comprender, en los marcos de la Geograf í a, el pasaje de la noci ó n de “producci ó n del espacio” como condici ó n de las condiciones de la acumulaci ó n del capital para la de “producci ó n del espacio” como condici ó n de reproducci ó n actual frente a la crisis de acumulaci ó n. Como punto de partida un debate sobre algun trabajos de David Harvey que defiende la tesis de que las cri acumulaci ó n del capital se resolver í an en el mundo moderno a trav é s del ajuste espacial.

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Geografía

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X Coloquio Internacional de GeocrticaDIEZ AOS DE CAMBIOS EN EL MUNDO, EN LA GEOGRAFA Y EN LAS CIENCIAS SOCIALES, 1999-2008Barcelona, 26 - 30 de mayo de 2008Universidad de Barcelona

DE LA GEOGRAFA DE LA ACUMULACIN A LA GEOGRAFA DE LA REPRODUCCIN: UN DILOGO CON HARVEYAna Fani Alessandri CarlosUniversidade de So [email protected]

De la geografa de la acumulacin a la geografa de la reproduccin: un dilogo con Harvey (Resumen)Este artculo pretende debatir la potencia reveladora del espacio en la comprensin del mundo moderno, basndose en la tesis de que el espacio geogrfico se constituye como condicin, medio y producto de la reproduccin de la sociedad en su totalidad, englobando varias escalas espacio-temporales y varios niveles de realidad, lo que permitira prolongar la obra de Marx en el sentido de la construccin de una teora social del espacio en los marcos de la Geografa crtica radical. Tal razonamiento permitira comprender, en los marcos de la Geografa, el pasaje de la nocin de produccin del espacio como condicin de las condiciones de la acumulacin del capital para la de produccin del espacio como condicin de reproduccin actual frente a la crisis de la acumulacin. Como punto de partida un debate sobre algunos trabajos de David Harvey que defiende la tesis de que las crisis de acumulacin del capital se resolveran en el mundo moderno a travs del ajuste espacial.Palabras clave:espacio, geografa, acumulacin, reproduccin, urbano, cotidiano.

From Geography of Accumulation to Geography of Reproduction: a dialogue with Harvey (Abstract)Abstract: this article aims to discuss the space, revealing its powerful in the comprehension of modern world, from the thesis which the geographic space consists itself as condition, medium and product of society reproduction in its totality, evolving several temporal-spatial scales and several levels of reality, that should prolong Marx's work, having in view the construction of a social theory of space in the sense of a radical critical geography. This argumentation allows to understand, in the limits of geography, the passage of the notion production of space as condition of the accumulation of capital to the notion production of space as condition of present reproduction in front of the accumulation crisis. As a starting point, a discussion about some David Harvey's works, who supports the thesis that accumulation crisis of capital would be solved, in the modern world, through the spatial fixKey-words: space, geography, accumulation, reproduction, everyday life

Respetando los lmites que un artculo nos impone, sealo algunas reflexiones orientadas por la tesis segn la cual el proceso de reproduccin del capital, en el mundo moderno se realiza a travs de la produccin del espacio, teniendo como punto de partida un dilogo con David Harvey[1]. La eleccin de este autor reposa, en primer lugar, en el hecho de que la construccin de su pensamiento, lejos de abandonar en el basurero de la historia la obra de Marx, se apoya en ella para desvelar los procesos que explicitan, hoy, la acumulacin capitalista. Comparto con el Autor la constatacin de que, en este momento en que el pensamiento de Marx tiene tanta pertinencia para entender el mundo moderno, son pocos los que se dedican a su obra. Lo segundo se refiere al hecho de que Harvey construye su pensamiento a partir de la Geografa, considerando la potencia reveladora del espacio en la comprensin del mundo moderno y, en esta perspectiva, seala la necesidad de cambiar el modo de pensar la disciplina con el objetivo de definir una Geografa Crtica y una Teora Urbana Crtica, con el objetivo de deconstruir el modo en que determinados tipos de conocimiento, aparentemente neutrales, son capaces de ser medios instrumentales para la preservacin del poder poltico (Harvey, 2005).Es posible constatar en Harvey un doble desafo: el primero es construir una teora de la geografa histrica del capitalismo asentada en el anlisis del movimiento contradictorio de la acumulacin capitalista en los das de hoy. El segundo se refiere a la construccin de una geografa urbana crtica fundada en la necesidad de pensar la ciudad como una totalidad en su cuerpo poltico, como un potencial centro de resistencia y saber capaz de aguantar los embates del poder de las instituciones financieras y el clima de los negocios. En ese sentido las transformaciones vividas hoy en una metrpolis como Nueva York (en busca de la especializacin dirigida a los servicios financieros, al consumo para el turismo) cambian quines somos, cmo somos y qu somos requiriendo la articulacin de una poltica de izquierda fundamentada en un profundo conocimiento de la economa poltica del capitalismo (Harvey, 2006).En el libro Espacios de Esperanza, Harvey se refiere a las transformaciones ocurridas en la ciudad de Baltimore como utopa de los incorporadores con espacios de oficinas, hoteles, edificios con apartamentos de lujo, poniendo en primer plano las actividades de turismo y recreacin en una asociacin pblico-privada con la expulsin de parte de la poblacin formada por pobres. El ansia de lucro de las corporaciones, la miopa financiera y la ambicin de los empresarios son elementos que contribuyen a aumentar las dificultades. Se introducen en el paisaje fsico, poltico y social de la regin metropolitana, nuevos recursos destinados a exacerbar las desigualdades, como la fragmentacin (ms particularmente las de raza) (Harvey, 2004a).En el caso brasileo los cambios en la reproduccin del espacio de la ciudad de So Paulo sealan la creacin de una ciudad dirigida a los negocios, donde la realizacin econmica se da a travs del espacio. Quiere decir que, en So Paulo, la transformacin del espacio en mercanca, como condicin de la extensin del mundo del mercado sintetiza un movimiento en que el suelo urbano (que en un determinado momento de la historia del capitalismo fue responsable por la fijeza del capital-dinero), recibe movilidad con la estrategia del capital financiero aplicado a la produccin de edificios corporativos dirigidos a los nuevos sectores de la economa que no inmovilizan dinero en la compra de oficinas, sino en su alquiler. As, en un momento de crisis y en una economa que exige la flexibilidad en funcin de la creciente competitividad y cada del lucro, el desplazamiento del capital hacia sectores ms rentables de la economa en su bsqueda incesante de valorizacin se dirige al espacio se compra tierra urbana, se construye el edificio corporativo en una alianza entre capital financiero/industrial y el sector inmobiliario, ponindose en el mercado oficinas dirigidas a la nueva economa de servicios que bajo la forma de alquiler remuneran el capital aplicado.Este es el camino que hace posible la extensin del valor de cambio por la potencializacin de la propiedad como derecho y realidad, profundizando la contradiccin entre extensin del valor de cambio en el espacio, convertido en mercanca, (y al mismo tiempo condicin de la reproduccin ampliada) y el de uso condicin de realizacin de la vida humana como prctica socio-espacial en la metrpolis. El modo como la propiedad del suelo urbano cambia de manos, destruyendo cinturones de pobreza y expulsando los pobres como consecuencia de las polticas urbanas, pone en evidencia, inequvocamente, este fenmeno.Estos ejemplos sealan el hecho de que el espacio tiene un poder explicativo indiscutible para entender el proceso de acumulacin en los das actuales, al mismo tiempo que revela que existe un proceso de produccin del espacio urbano como condicin y producto de la acumulacin del capital. Sin embargo, la propuesta de Harvey en el sentido de la comprensin de los contenidos del capitalismo exigira la construccin de una Geografa de la Acumulacin capaz de descubrir los procesos globales de la acumulacin del capital que explicaran las transformaciones espaciales, dndoles nuevos contenidos, poniendo en evidencia que la crisis de la superacumulacin de capital y fuerza de trabajo se resuelven, por el capitalismo, a travs del ajuste espacial (entendido como expansin geogrfica), descuidando el hecho de que la construccin de la propia ciudad como negocio es un momento importante e imprescindible de esta acumulacin.El anlisis de Harvey no parece considerar esta ltima cuestin, capaz de revelar que la reproduccin del espacio, como producto de la acumulacin capitalista, se realiza en varios niveles de escala. El capital precisa producir el espacio del lugar y de la metrpolis (donde se imponen las estrategias capitalistas, como productoras del espacio real y concreto de las relaciones sociales, dilucidando el espacio como el papel del espacio como produccin social) lo que Harvey no contempla en su teora. Por otro lado, la comprensin de la acumulacin del capital impone, como exigencia, la comprensin de la produccin en su totalidad, lo que incorpora lo econmico sin, no obstante, cerrarse en ello, permitiendo enfocar los fundamentos de la produccin del espacio en el contexto de la reproduccin de la sociedad capitalista especfica del momento actual, pausible de ser comprendida a nivel de la ciudad, de la metrpolis y del lugar, dilucidando el mundo moderno en su tendencia hacia la mundializacin. En esta direccin la comprensin de la reproduccin del espacio urbano permitir superar sin excluir- la dimensin del espacio tomado como localizacin de los fenmenos tal cual desarrollada por el autor.La construccin del argumento que ser aqu desarrollado, de modo a sustentar la crtica a la construccin de una geografa de la acumulacin para Harvey, se fundamenta en la tesis segn la cual el espacio geogrfico se constituye como condicin, medio y producto de la reproduccin de la sociedad en su totalidad, englobando varias escalas, lo que permitira, segn mi modo de ver, prolongar la obra de Marx en el sentido de la construccin de una teora social del espacio en los marcos de una Geografa crtica radical. Una prolongacin de esta idea permitira comprender el pasaje de la nocin de produccin del espacio como condicin de las condiciones de la acumulacin del capital, tal cual fue presentada por Harvey inmersa en el plano de lo econmico hacia la idea de produccin del espacio como condicin de la reproduccin actual frente a la crisis de la acumulacin como una cuestin social aqu la nocin de reproduccin es ms amplia adems de englobar la de la acumulacin. As, mientras una economa poltica del espacio involucrara la articulacin de los niveles econmico, poltico y social, una geografa crtica radical se referira a esos mismos niveles de anlisis como momentos de la reproduccin del espacio geogrfico, como posibilidad y lmite para la reproduccin de la sociedad.El papel del espacio en la reproduccin del capitalAjuste espacial como solucin a la crisis de la acumulacinPara Harvey, la construccin de una Geografa de la Acumulacin del capital debe aclarar el modo como la teora de la acumulacin elaborada por Marx se relaciona con la comprensin de la estructura espacial y, particularmente, con el anlisis de la localizacin: ese proceso proporcionara el eslabn perdido entre la teora de la acumulacin y la teora del imperialismo, ya que la acumulacin es el motor de la expansin y fuerza, permanentemente revolucionaria, reformulando el mundo. Para el Autor, el crecimiento econmico, no obstante, es un proceso contradictorio donde la creacin de las condiciones de su realizacin crea barreras estructurales generando crisis que son endmicas al proceso de acumulacin capitalista. A partir de ese raciocinio indica cuatro elementos para la superacin de la crisis: a) penetracin del capital en nuevas esferas de actividad, b) creacin de nuevos deseos y nuevas necesidades a travs del desarrollo de nuevas lneas del producto, c) facilitacin y estmulo para crecimiento poblacional, en un nivel compatible con la acumulacin a largo plazo, y d) la expansin geogrfica para nuevas regiones, incrementando el comercio exterior, exportando capital y, en general, expandindose rumbo a la direccin de lo que Marx denomin mercado mundial. Los tres primeros tems pueden ser vistos como materia de intensificacin de la actividad social, de los mercados y de las personas en una especfica estructura espacial. El ltimo tem suscita la cuestin de la organizacin espacial y de la expansin geogrfica como producto necesario para el proceso de acumulacin (Harvey, 2005: 48). De esa forma, su anlisis llama la atencin para el nivel global, donde el local aparece slo como infraestructura para realizacin de la circulacin de mercancas, cerrndose en el plano econmico. Desde el punto de vista del anlisis espacial, podramos agregar otros dos campos usados como estrategia por el capital en el sentido de superar la crisis de la acumulacin: la urbanizacin como negocio, particularmente las transformaciones en el espacio metropolitano como condicin de realizacin del capital financiero, y la instauracin de lo cotidiano como posibilidad de ampliacin del consumo subsumiendo todos los momentos de la vida al mercado, tal como sealado por Henri Lefebvre en varias obras.Explicando mejor: Harvey deriva de la teora de la acumulacin de Marx el papel del espacio como localizacin del capital fijo (mercados y puntos de produccin) concluyendo sobre la importancia de la escala expansible como condicin de la acumulacin y de la resolucin de crisis apoyado en el raciocinio de que el capital posee una tendencia a crear trabajo excedente, por un lado y puntos de cambio como extensin del capitalismo por otro, lo que significa que los lmites de la acumulacin seran de orden espacial. En ese sentido el capital es, para el Autor, un proceso de circulacin entre la produccin y su realizacin, sealando que Marx ayuda a pensar ese proceso tericamente, sin embargo, tenemos que hacer que esa teora se relacione con situaciones existentes en la estructura de las relaciones sociales capitalistas de este momento histrico, re-elaborar la teora de la acumulacin en una escala geogrfica expansible. Tenemos que derivar la teora del imperialismo de la teora de la acumulacin de mercancas (Harvey, 2005: 73) lo que exigira etapas intermediarias que abarquen la teora de la localizacin y el anlisis de las inversiones fijas inmovilizadas para sostener la circulacin del capital y la creacin del paisaje geogrfico para facilitar la acumulacin (Harvey, 2005: 103). Esta teora permitira, segn el autor, ver como funcionan, en el tiempo y el espacio, los procesos de acumulacin del capital, como producto del intercambio de bienes y servicios (incluyendo, evidentemente, la fuerza de trabajo) de donde deriva la importancia de los mercados. Este proceso supone una localizacin y una red de movimientos espaciales que crean una geografa propia de la interaccin humana (Harvey, 2004: 84).De este razonamiento Harvey deriva la idea de que las ventajas locacionales desempean papel similar al desempeado por las tecnologas, lnea de argumentacin que se parece a aspectos de la teora de la localizacin de Thnen, Lsch, sintetizada por Isnard, con la diferencia de que estas obras buscan un equilibrio espacial en un panorama geogrfico de la actividad capitalista mientras que el proceso de acumulacin capitalista aparecera como algo expansionista y sin ninguna tendencia al equilibrio (Harvey, 2004: 84). Las ventajas locacionales apareceran, en esta perspectiva, como atributo para los capitalistas individuales (Harvey, 1990: 376-377). Esto porque en su forma de pensar la nocin de espacio se limita a la idea de localizacin de capital fijo, capaz de producir un paisaje fsico asociado a las necesidades de la realizacin del cambio, entendiendo que el fracaso de la realizacin del valor significara la negacin del valor creado potencialmente en la produccin. Tal hecho impedira la expansin de la acumulacin, surgiendo la necesidad de la compresin del espacio por el tiempo en el seno del mercado mundial, por la mediacin del crdito. Al articular la localizacin de los elementos necesarios para la produccin con la circulacin del capital como condicin de la acumulacin continuada, la produccin de mercancas se asociara a una determinada situacin que permitira pensar la relacin del local de la produccin con espacios ms amplios.Argumenta, contina, que Marx prioriz el tiempo y no el espacio, en la medida en que la circulacin del capital debe controlar el tiempo de rotacin, socialmente necesario, para la concrecin del ciclo donde el espacio, desde el punto de vista de la circulacin, sera una barrera a ser superada, generando de ese hecho la necesidad de anulacin del espacio por el tiempo. Para Harvey, la tarea de la teora espacial, en el contexto del capitalismo, consistira en elaborar representaciones dinmicas de cmo esa contradiccin se manifiesta por medio de las transformaciones histrico-geogrficas. El punto de partida para tal teora se situara en la interfaz entre las posibilidades de transporte y comunicacin y las decisiones locacionales. Marx defendi con vehemencia la idea de que la capacidad de superar barreras espaciales y anular el espacio por el tiempo mediante la inversin y la innovacin en los sistemas de transporte y comunicaciones, ocupaba a las fuerzas productivas del capitalismo. Pero Harvey se pregunta: como siempre existen lmites espaciales tecnolgicamente definidos de algn tipo, la cuestin permanece: qu ocurre en sus confines? Evidentemente, el capital y la fuerza de trabajo necesitan reunirse en algn punto especfico del espacio para que ocurra la produccin; la fbrica es un punto de reunin, mientras que la forma industrial de la urbanizacin puede verse como respuesta capitalista especfica a la necesidad de minimizar el costo y el tiempo del movimiento bajo condiciones de conexin inter-industrias de la divisin social del trabajo y de la necesidad de acceso tanto a la mano de obra como a los mercados de los consumidores finales. Los capitalistas individuales, en virtud de sus decisiones locacionales especficas, modelan la Geografa de la produccin en configuraciones espaciales diferentes. El resultado de tales procesos tiende a lo que llam coherencia estructurada en relacin a la produccin y al consumo en determinado espacio (Harvey, 2005: 149). Considera tambin que hay procesos en marcha que definen los espacios regionales, en que la produccin y el consumo, la oferta y la demanda (por mercancas y fuerza de trabajo), la produccin y la realizacin, la lucha de clases y la acumulacin, la cultura y el estilo de vida, permanecen unidos con cierto tipo de coherencia estructurada en una suma de fuerzas productivas y de relaciones sociales. Pero, al mismo tiempo, hay procesos que solapan esta coherencia. En esta perspectiva destaca: a) la acumulacin y la expansin ms all de la necesidad de producir; b) las revoluciones tecnolgicas que liberan, tanto a la produccin como al consumo, de los lmites espaciales haciendo permeables los lmites de las regiones; c) las luchas de clases que pueden forzar los capitalistas a buscar otros lugares; d) las revoluciones en las formas capitalistas de organizacin que permitiran mayor control sobre espacios cada vez mayores. Esas fuerzas tenderan a debilitar la coherencia estructurada de un territorio (Harvey, 2005: 146- 148).Pero como el capital es, en esencia, circulante, segn la definicin de Marx, un punto importante se refiere al hecho de que toda forma de movilidad geogrfica del capital requiere infraestructuras espaciales fijas y seguras para funcionar sistema de transportes y comunicaciones bien organizados (lo que requiere la accin del Estado). Subraya Harvey que la produccin no utiliza slo el capital fijo e inmovilizado directamente empleado por ella, sino que tambin depende de una matriz completa de servicios fsicos y sociales (desde costureras hasta cientficos) que deben estar disponibles in situ. La movilidad de la fuerza de trabajo y su fcil adaptacin a la libre movilidad del capital, pero tambin su fijacin para asegurar el control del trabajo, crea la necesidad de equipamientos para la educacin, religin, salud, servicios sociales inclusive previdencia en cierto territorio (Harvey, 2005: 149). En ese momento, Harvey llega a una conclusin fundamental, la capacidad tanto del capital como de la fuerza de trabajo de moverse, rpidamente y a bajo costo, de lugar en lugar, depende de la creacin de infraestructuras fsicas y sociales seguras y, en gran medida, inalterables, porque la capacidad de dominar el espacio implica la produccin del espacio. Sin embargo, las infraestructuras necesarias absorben capital y fuerza de trabajo en su produccin y manutencin.Aqu nos aproximamos a la esencia de la paradoja. Parte de la totalidad del capital y de la fuerza de trabajo debe ser inmovilizada en el espacio, congelada en el espacio, para proporcionar mayor libertad de movimientos al capital y a la fuerza de trabajo remanentes. Resumiendo el argumento, escribe Harvey la coherencia regional estructurada, en que la circulacin del capital y el intercambio de la fuerza de trabajo presentan la tendencia, bajo restricciones espaciales tecnolgicamente determinadas, a cercenarse, tiende a ser solapadas por poderosas fuerzas de acumulacin y sobreacumulacin, de cambios tecnolgicos y de lucha de clases. El poder de solapamiento depende, sin embargo, de la movilidad geogrfica, tanto del capital como de la fuerza de trabajo; y esa movilidad depende de la creacin de infraestructuras fijas e inmovilizadas, cuya permanencia relativa en el paisaje del capitalismo refuerza la coherencia regional estructurada en solapamiento. Sin embargo, la viabilidad de las infraestructuras queda en peligro, debido a la propia accin de movilidad geogrfica facilitada por esas infraestructuras.La consecuencia slo puede ser la inestabilidad crnica en relacin a las configuraciones regionales y espaciales; dentro de la geografa de la acumulacin, una tensin entre las estructuras espaciales inmovilizadas necesarias a tal propsito. La inestabilidad, destaco, es algo que ningn intervencionismo estatal puede sanar (de hecho, en la ausencia de polticas pblicas, aparentemente racionales, el intervencionismo tiene el hbito de generar todo tipo de consecuencias involuntarias). El desarrollo capitalista debe buscar una solucin de continuidad entre la preservacin de los valores de los compromisos pasados (asumidos en un espacio y tiempo especficos) o su desvalorizacin, para abrir espacio nuevo para la acumulacin. Continuamente, por lo tanto, el capitalismo se esfuerza en crear un paisaje social y fsico de su propia imagen, requisito para sus propias necesidades en un instante especfico del tiempo, slo para solapar, despedazar e inclusive destruir este paisaje en un instante posterior del tiempo. Las contradicciones internas del capitalismo se expresan mediante la formacin y reformacin incesantes de los paisajes geogrficos (Harvey, 2005: 150).A la contradiccin del capitalismo de desequilibrio en la acumulacin, donde la polarizacin asumira la forma de capital empleado en un polo y poblacin desempleada en el otro polo, Harvey propone la expansin geogrfica, esto porque capitalistas distintos, presos a la lucha de clases y coaccionados por la competencia intracapitalista, son forzados a ajustes tecnolgicos, que destruyen la posibilidad relativa a la acumulacin equilibrada que amenaza la reproduccin. El producto final de tal proceso es una condicin de superacumulacin de capital, definida como exceso de capital en relacin a las oportunidades de emplear ese capital rentablemente. En ausencia del ajuste espacial ocurrira una desvalorizacin del capital que al lado de la superacumulacin seran remediadas por determinada expansin geogrfica lo que sera posible a travs: a) del comercio con formaciones sociales no capitalistas, b) del prstamo de capital excedente para un pas extranjero creando nuevos recursos productivos en nuevas regiones, (impulso del capitalismo de crear mercado mundial para intensificar el volumen de cambio para producir nuevas necesidades y nuevos tipos de producto), y c) de la expansin geogrfica, posibilitando el acceso a las reservas latentes de mano de obra que significaran alguna forma de acumulacin primitiva en el exterior (Harvey, 2005; 116).A la cuestin sobre la manera de absorber los excedentes de modo productivo por medio de la apertura de nuevos canales y nuevos caminos para la circulacin del capital, Harvey seala los desplazamientos espacial y temporal. As, el espacio en su raciocinio aparece como posibilidad de resolucin, a corto plazo, de la crisis de acumulacin por la produccin continua asentada en la tensin entre crecimiento y progreso tcnico de excedentes y de fuerza de trabajo, resolvindose por la movilidad geogrfica de excedentes absorbidos desigualmente (Harvey, 2005: 135- 136) y el desplazamiento temporal por medio de la inversin. El sector primario englobara el terreno de la produccin y consumos inmediatos, mientras que el secundario dira a respecto al capital fijo y la formacin de fondos de consumo o bienes y el terciario se referira a los gastos sociales y de investigacin. Estos dos ltimos absorberan el exceso de capital en inversiones de larga duracin (slo en caso de que sean productivas) y en esta condicin contribuiran a incrementar la productividad futura del capital. La importancia del tiempo aparecera como tiempo de rotacin socialmente necesario, de modo que impidiera la desvalorizacin de los capitales. As, la solucin espacial se disfraza de solucin espacio-temporal para resolver las contradicciones internas de la acumulacin del capital y de las crisis. Esta argumentacin deriva tericamente de la teora de Marx de la tendencia a la baja tasa de lucro (Harvey, 2003: 93/95).De este modo, la acumulacin del capital, para Harvey, siempre fue una ocurrencia profundamente geogrfica, porque sin las posibilidades inherentes a la expansin geogrfica, a la reorganizacin espacial y al desarrollo geogrfico desigual, el capitalismo habra dejado de funcionar. Ese cambio incesante rumbo al ajuste espacial referente a las contradicciones internas del capitalismo (registrada, de modo ms perceptible, como superacumulacin de capital en un rea geogrfica especfica) junto a la insercin desigual de diversos territorios y formaciones sociales en el mercado mundial capitalista, crearon una geografa histrica global de la acumulacin del capital (Harvey, 2003: 193).Nuestra crtica a este raciocinio se apoya en el hecho de que la construccin espacial capaz de permitir la movilidad del capital como fundamento de la acumulacin, nos pone delante de la necesidad de reproduccin continuada de la totalidad de las situaciones necesarias al proceso. Requiere considerar que, en Marx, la nocin de acumulacin es englobada y superada por la reproduccin, lo que significa que la acumulacin se articula a un proceso ms amplio en su dimensin social y poltica adems de econmica. As, si la nocin de acumulacin se fundamenta en la idea de tiempo del proceso, esto es producto de la movilidad creciente del capital para que haya valorizacin, la reproduccin guarda el sentido de proceso que se renueva como condicin de su propia supervivencia. De eso sobreviene el sentido de movimiento de transformacin, de realizacin contradictoria, que se encuentra apoyado en el desarrollo ampliado del proceso de produccin como un todo, entendido como desarrollo de la formacin econmica de la sociedad y no como modo de produccin. Escribe Marx en fin, el proceso de produccin y de valoracin tiene por resultado esencial la reproduccin y la produccin nueva de la relacin entre capital y trabajo, entre capitalista y obrero. Esta relacin social de produccin es el resultado ms importante de ese proceso que sus frutos materiales. Efectivamente, en el seno de este proceso, el obrero se produce como fuerza de trabajo, delante del capital, del mismo modo que el capitalista se produce como capital delante de la fuerza de trabajo viva: cada uno se reproduce reproduciendo el otro, su negacin. El capitalista produce el trabajo para el otro, el trabajo crea el producto para el otro (Harvey, 1968: 278). Por lo tanto, no es slo de repeticin (produccin-circulacin-distribucin-cambio-consumo) que estamos hablando, sino de la dominacin de los productos de la historia, de la reproduccin de relaciones sociales en el seno de la sociedad; que involucra, en los das actuales, la reproduccin del espacio y del cotidiano como lugar de esta realizacin.Podemos afirmar tambin que este proceso incluye la idea de produccin del espacio en sus varios momentos, indicando su inseparabilidad de la nocin de reproduccin lo que permitira, a mi modo de ver: a) pensar el movimiento de pasaje de la acumulacin a la reproduccin como una cuestin social, abriendo la perspectiva de una teora social del espacio geogrfico no circunscripta al plano econmico, b) ir ms all de la comprensin del individuo como fuerza de trabajo permitiendo pensarlo, tambin, como sujeto de la produccin del espacio, y c) ir ms all de la ambigedad de la comprensin del espacio geogrfico reducido a la idea de medio ambiente construido. En este sentido no habra un paisaje del capitalismo sino la produccin continua del espacio bajo la gida de la formacin econmico-social capitalista. Este proceso puede ser ejemplificado con el hecho de que en su movimiento, el ciclo revela el capital realizndose concretamente. Resumidamente, el ciclo econmico revela que entramos en la esfera especfica de la produccin material de mercaderas, pero como Marx seala, no se separa el proceso productivo de los momentos de la circulacin, revelando el carcter circulante del capital. Pero este proceso es, en esencia, social; se trata de espacio-tiempos determinados por cada momento del proceso de produccin general del capital. As podemos inicialmente afirmar (teniendo la acumulacin como presuposicin) que slo existe produccin si materias primas, materias auxiliares, fuerza de trabajo (regida por un contrato) se renen en un lugar especfico presuponiendo un momento de intercambio en el mercado de mercaderas y de mano de obra un mercado urbano. Ese proceso involucra tambin el transporte de mercaderas y la fuerza de trabajo para la fbrica (se trata aqu de la circulacin casa-fbrica, mercado de materias primas/auxiliares-fbrica). Tampoco hay produccin sin instrumentos de trabajo, sin trabajo pasado y objetivado, sea en los instrumentos de trabajo, sea incorporado en las materias primas y auxiliares, sea en el edificio fabril. Tiene tambin como condicin una divisin de trabajo apoyada en un saber hacer sometido a un tiempo socialmente determinado de produccin (aqu nos referimos a la primera fase de realizacin del ciclo del capital y que se refiere a la circulacin). La segunda fase es la del proceso productivo especfico, lo que presupone un lugar determinado de realizacin de la produccin en sentido estricto la fbrica- (momento en que se confronta el trabajo vivo con el trabajo muerto en la jornada de trabajo, fundada en la antinomia de derechos entre el capitalista y el trabajador), momento en que se produce la plusvala (fundamentada en la relacin entre trabajo pago y trabajo no pago). Terminada esta fase la mercadera debe dirigirse al mercado como condicin necesaria para la realizacin de la plusvala generada como proceso de valorizacin del capital, momento en que la mercadera es puesta en el mercado para ser comprada y, consecuentemente, consumida, lo que involucra la circulacin, el cambio propiamente dicho, hasta llegar al consumidor.Esta relacin requiere la circulacin que no produce plusvala sino que puede ser un elemento de desvalorizacin del capital o sea, si el tiempo es muy largo sobrecarga los costos de produccin. Un cambio objetivando el consumo requiere un lugar apropiado, normas, contratos, acuerdo entre los intercambiantes, vigilancia, sealando un conjunto de relaciones sociales, poniendo en evidencia que la realizacin del ciclo del capital escapa al universo especfico de una relacin econmica. La totalidad de este proceso que involucra espacios-tiempos diferenciados y varias escalas espaciales articulando, simultneamente, varios procesos productivos asociando capitalistas individuales.El proceso en su totalidad se fundamenta en la continuidad revelando una relacin espacio-temporal que no se refiere solamente al plano de lo local, abrindose a lo regional, nacional, mundial, objetivando la transformacin de la mercadera en dinero nuevamente, como condicin de la reproduccin ampliada. De esta forma, produccin, distribucin y consumo se articulan dialcticamente en el sentido en que se realiza en el otro y a travs del otro, en un movimiento en que el capital va asumiendo varias formas determinadas (capital-dinero; capital-mercadera; capital-productivo) movimiento que se realiza, en su integralidad, como proceso de valorizacin, por el pasaje de una fase a otra. Es tambin preciso considerar que el proceso no se agota en estos movimientos, porque el ciclo presupone un reinicio constante; por lo tanto, la produccin capitalista es tambin, necesariamente, reproduccin.La circulacin no es, as, un momento autnomo del ciclo del capital y no restan dudas de que Harvey lo sabe, pero sus anlisis ven el papel del espacio slo en este momento especfico, creando la idea de un medio ambiente construido que funcionara como un vasto sistema de valores de uso cristalizados en un paisaje fsico para la produccin, intercambio y consumo (Harvey, 1990: 238). Aqu reposa su concordancia con la idea de Marx de que la anulacin del espacio por el tiempo sera una condicin necesaria para la continuidad del capital, aclarando que ese objetivo slo podra ser alcanzado por medio de configuraciones fijas e inmviles (sistemas de transportes, etc.).Es necesario tambin considerar que, tomado en su sentido preciso, el ciclo del capital como movimiento necesario para la realizacin del proceso de valorizacin del capital, engloba dialcticamente los momentos de circulacin, el proceso productivo y el consumo final, porque sin esta finalizacin no hay nueva produccin porque hay realizacin de la plusvala generada. Este proceso se fundamenta en un movimiento temporal- la metamorfosis necesaria del capital bajo diversas formas, movindose de una fase a otra- y espacial- todos esos momentos ocurren en un determinado lugar como presuposicin de cada una de las actividades- produccin, distribucin, circulacin e intercambio. Pero en esta condicin el espacio presenta caractersticas diferentes, con atributos diferentes, una como local de intercambio (mercado), un local para la produccin (la fbrica) y, en esa condicin, los lugares en sus atributos fueron producidos bajo leyes definidas por la sociedad[2]. Por otro lado, el ciclo comporta una dimensin poltica, sea en la determinacin de la jornada de trabajo, en la fijacin de los salarios, en la construccin de infraestructura necesaria para la realizacin de la produccin (incentivos fiscales de incentivo a la produccin, crdito, poltica de importacin/exportacin), sea reglamentando el intercambio y los contratos sociales en que se fundamentan. De esta forma, cada lugar de la realizacin del ciclo de rotacin del capital, como momento de la reproduccin social, nos pone delante de un espacio produciendo para un determinado fin. As, la reproduccin escapa a la esfera del trabajo y del proceso productivo y se refiere a la reproduccin de un amplio espacio que engloba lo local y lo global, revelando una determinada dinmica urbana, reestructurando la vida cotidiana. En esta totalidad, el proceso revela su contenido social como prctica espacio-temporal.Este razonamiento se confronta con el de Harvey, para quien el ciclo se reduce al tercer momento el de la circulacin de la mercadera final- iluminando el papel de la teora de la localizacin, donde la circulacin resulta en valor mientras el trabajo crea valor, incluyendo dos aspectos: a) movimiento fsico real de mercaderas del lugar de produccin al lugar de consumo y el costo real implcito ligado al tiempo consumido y a las mediaciones sociales necesarias para que la mercadera llegue a su destino final, y b) costo necesario de la circulacin como deduccin necesaria del excedente donde la industria de transporte es directamente productora de valor (Harvey, 2005: 50)..El espacio como condicin, medio y producto de la reproduccin socialLa comprensin del proceso de produccin englobando sus varios momentos y escalas seala una totalidad dialctica que explicita la tesis orientadora de este texto. Concordamos con Harvey sobre la importancia del espacio como elemento central de la acumulacin, discordamos sobre el hecho de que el espacio se constituye en un atributo material de todos los valores de uso, (Harvey, 1990: 377), lo que implica en su reduccin a la nocin de espacio como localizacin, as como la restriccin del ciclo del capital a su dimensin econmica.Para Harvey, el trabajo til y concreto produce valor de uso en determinado lugar; los diferentes trabajos emprendidos en diferentes lugares se relacionan entre s a travs del intercambio, lo que requiere una integracin espacial articulando la produccin de la mercadera en diferentes situaciones por medio del intercambio para que el valor llegue a ser forma social del trabajo abstracto. De esta forma, la desintegracin espacial alterara la universalidad de la forma valor. Desde nuestro punto de vista es necesario prolongar ese anlisis de modo que el espacio geogrfico sea analizado en sus varias dimensiones como produccin social, o sea, el acto de produccin de la sociedad, como acto de produccin del espacio, indicando una comprensin de la dialctica espacio-sociedad (no como dos trminos separados que entran en relacin, como mucho se ha hecho en la geografa, sino como un trmino realizndose en el otro y a travs del otro). As, la prctica socio-espacial, como base y sustentacin de la vida humana permitira desvendar los contenidos que dilucidan, hoy, la sociedad capitalista. La produccin del espacio por la sociedad como momento necesario de la reproduccin social, presuponiendo el anlisis de la realidad en tanto que humana, en movimiento de constitucin, por lo tanto histrica, indica el hecho de que las relaciones sociales tienen una dimensin espacial y se realizan a travs y en esta dimensin, prcticamente. As se revela una geografa de la praxis social.Un punto de partida necesario para la reflexin se referira a los nuevos contenidos de la prctica socio-espacial, imponiendo la necesidad de una teora de la diferencia y de la desigualdad inmanente a la sociedad producida, hoy, por la autonomizacin de los elementos constitutivos de la vida impuesta a la sociedad por la estrategia capitalista como un todo. Esa direccin nos obliga a considerar: a) la reproduccin de la sociedad y del espacio en su movimiento contradictorio como producto de la historia; b) el plan espacial de la localizacin y realizacin del enfrentamiento entre necesidades y objetivos diferenciados segn los niveles de la realidad social (segn la clase) , poltica o econmica en una sociedad caracterizada por la normatizacin y por el control; c) las nuevas estrategias que asocian los planes de lo econmico y poltico en el sentido de la actuacin conjunta en el espacio con el desarrollo, por ejemplo, de las asociaciones pblico-privadas; y d) las nuevas formas de contestacin que surgen en la sociedad bajo la forma de movimientos sociales por la vivienda o por la tierra producto de la produccin de la ciudad segregada. Como tendencia, la constitucin de un movimiento en direccin a lo mundial lo que significa decir que el capitalismo realiza concretamente, lo que traa en s como virtualidad: su expansin por todo el planeta como condicin de su reproduccin continuada, tal como analizado por Harvey, permite considerar los nuevos contenidos del imperialismo. En esta direccin nos encontramos con la produccin de un espacio mundial as como con la constitucin de una sociedad urbana mundial.El espacio comprendido como movimiento y proceso de la reproduccin social se apoyara, como sealamos, en la trada condicin, medio y producto de la produccin/reproduccin de la sociedad, permitiendo, en mi opinin, desvendar los niveles de la realidad y las escalas capaces de permitir la comprensin de los elementos que fundamentan la desigualdad socio-espacial, calificndolas a partir de tres niveles de realidad (econmico, poltico y social) en sus diferentes escalas espaciales (local, metrpolis, mundial):a) el nivel econmico puede ser comprendido a partir de las necesidades de la reproduccin del capital. Como condicin para la reproduccin de lo econmico el espacio es infraestructura, concentracin, mercado de trabajo y de materia prima en su simultaneidad de relaciones y yuxtaposicin de las esferas individuales referentes al ciclo del capital. Como medio, el espacio es posibilidad de la circulacin articulando los momentos necesarios para la realizacin de la produccin-distribucin-circulacin-intercambio-consumo. A su vez, como producto, nos encontramos con el espacio productivo el espacio creado como necesidad de realizacin del lucro y por la reunin de los elementos que realizan el intercambio, lo que exige determinada calidad de infraestructura espacial, tal como analizado por Harvey (1990).A ese nivel, la ciudad es condicin general de la produccin, lo que impone una determinada configuracin espacial que aparece como yuxtaposicin de unidades productivas, formando una cadena interconectada, reuniendo los diversos procesos productivos, los centros de intercambio, los servicios y el mercado; reunin de la mano de obra necesaria. Este desarrollo ha potencializado la aglomeracin como exigencia tcnica derivada a veces del gigantismo de las unidades reproductivas, otras veces de la constitucin de unidades complejas, y otras como exigencia de la reconversin industrial apoyada por la formacin del capital financiero que orienta las operaciones bajo el comando creciente de la internacionalizacin del capital y la mundializacin de los intercambios. Desde este punto de vista, el capital, que es en esencia circulante, necesita para la realizacin de su ciclo productivo, el pasaje de una fase a otra de la produccin objetivando el consumo como realizacin del lucro, donde la disminucin del tiempo y la fluidez en el espacio son premisas, pero tambin, resultado del proceso. De este modo se reproduce, continuamente, el espacio como condicin general del proceso de valorizacin generada en el capitalismo en el sentido de viabilizar la realizacin del valor de cambio, permitiendo que el ciclo del capital se desarrolle (posibilitando la continuidad de la produccin), reproducindose.Este nivel involucra tambin la accin de los promotores inmobiliarios, de las estrategias del sistema financiero y las de la gestin poltica (a veces de manera conflictiva, otras de forma convergente) de modo a orientar y reorganizar el proceso de reproduccin espacial a travs de la realizacin de la divisin socio-espacial del trabajo, de la especializacin de reas, jerarquizando lugares y fragmentando los espacios a travs de la accin del sector inmobiliario. Del punto de vista de la lgica del capital se trata de producir un espacio donde el sentido de la homogeneidad puede ser constatado por el movimiento que hace al espacio, potencialmente, mercadera intercambiable.b) el nivel poltico involucra, como condicin para su realizacin, la existencia del territorio definido por la accin del estado a travs de la mediacin del poder local, no sin contradicciones. Las polticas espaciales interfieren en el proceso de produccin de la ciudad reforzando centralidades, redefiniendo la jerarqua de los lugares en funcin de su importancia estratgica para la reproduccin, imponiendo su presencia en todos los lugares bajo la forma de control y de vigilancia (sea directa o indirecta) a travs de la norma.El Estado desarrolla estrategias que orientan y aseguran la reproduccin de las relaciones en el espacio entero, tornndolo instrumento poltico intencionalmente organizado y manipulado. Es, por lo tanto, un medio y un poder en las manos de una clase dominante. En esta condicin el espacio es homogneo (por la dominacin) y jerarquizado (por la divisin espacial del trabajo). Como producto, nos encontramos con la produccin de un espacio estratgico para su reproduccin.c) el nivel social es donde se realizan las condiciones en que se concretiza la vida de la sociedad por la instauracin de lo cotidiano como elemento indispensable para la reproduccin del capital a medida que cada momento de la vida cotidiana (trabajo, recreacin, vida privada) es diseccionado e invadido por la ideologa de la sociedad de consumo, que transforma cada ciudadano en un consumidor en potencial por el direccionamiento de sus deseos y la estandarizacin de los comportamientos, sea por la educacin, cultura, etc.. Se trata de un plan invadido por mediaciones referentes al mundo de la mercadera y lo que de l escapa.Aqu se revela un proceso que parte de las relaciones sociales que construyen el mundo concretamente, como modos de apropiacin del espacio en direccin a la reproduccin de la vida en todas sus dimensiones, que huyen a pesar de englobar del mundo del trabajo involucrando y yendo ms all de la produccin de objetos, productos y mercaderas. Es el lugar donde estalla la contradiccin entre el uso (el espacio como apropiacin necesaria de los lugares de realizacin de la vida) y el valor de cambio (la extensin del mundo de la mercadera produciendo el espacio como mercadera, pronto, fragmentado como consecuencia de la generalizacin del proceso de mercantilizacin del espacio, fundamentado en la existencia de la propiedad privada del suelo urbano) y de la accin de los emprendedores inmobiliarios. Las estrategias que recorren el proceso de reproduccin espacial sealando estrategias de clase.Como condicin para la realizacin de la sociedad se trata del espacio de la materializacin de las relaciones sociales, como prctica y soporte de estas relaciones, del uso y de la reunin de los miembros de la sociedad. De esta actividad real se va constituyendo la identidad prcticamente a partir de relaciones del hombre con el otro, en un determinado tiempo y lugar. Como objetividad (la produccin concreta del mundo) y subjetividad (conciencia), como prctica y realidad. Como medio, este espacio se realiza como circulacin de modo que permita la movilidad de los miembros de la sociedad por el espacio. Como producto, tendramos el espacio como valor de uso, o sea, la produccin de los espacios improductivos donde el acceso y el uso no se subordinaran a la mediacin del dinero, por lo tanto, del mercado. As, los lugares de la vida se distinguen y se diferencia de los espacios productivos dado que marcados por un empleo de tiempo que se revela en un uso especfico que es definido por la vida. En esta escala se identifica la yuxtaposicin morfologa social/morfologa espacial, produciendo la ciudad como segregacin. O sea, los accesos al uso de los lugares se subordina a la propiedad privada del suelo y de la riqueza dirigiendo y localizando, diferencialmente las clases sociales en los lugares de la ciudad, en una funcin definida por la relacin renta-precio del suelo urbano esto se refiere tanto a la vivienda como a la recreacin.De este modo, si la produccin del espacio, del punto de vista econmico, se produce bajo la racionalidad de la bsqueda del lucro y del crecimiento en el plano poltico, bajo la lgica del planeamiento que normaliza e instrumentaliza el espacio; el plano social revela la vida, y de este modo la sociedad en sus diferentes conflictos en una prctica socio-espacial contradictoria entre las necesidades econmicas y polticas (muchas veces conflictivas), y las necesidades impuestas para la reproduccin del espacio de la vida social.A estos niveles de anlisis, tres escalas se articulan: el espacio mundial, que seala la direccin y la virtualidad del proceso de reproduccin jerarquizando las escalas; el plano del local, donde se lee ese proceso y el plano intermediario de mediacin entre el local y el mundo, en que encontramos la metrpolis.En sntesis, el espacio como condicin, medio y producto revela el movimiento de la produccin/reproduccin de toda la sociedad, una trade que comprende un movimiento contradictorio en que ningn nivel o escala de la produccin espacial es autonomizado. En esta perspectiva se desvenda el espacio producido en su doble determinacin: como localizacin de todas las actividades de la sociedad en su conjunto y como proceso y movimiento adquiriendo contenido definido y determinado por el conjunto de las relaciones sociales en sus momentos constitutivos especficos. En esta direccin el espacio es producido como lugar de la reproduccin social al mismo tiempo de forma indisociable: el producto, medio y condicin de esa reproduccin. Aqu se superara la comprensin de la geografa de la acumulacin tal como propuesta por Harvey, por una Geografa capaz de hacerse cargo del proceso de reproduccin de la sociedad en su totalidad.Una geografa urbana crticaLa ciudad como negocio: el valor de cambio versus el valor de usoAl producir colectivamente nuestras ciudades, producimos colectivamente a nosotros mismos. Proyectos referentes a lo que deseamos que sean nuestras ciudades son, en consecuencia, proyectos referentes a las posibilidades humanas, a quien queremos, o, lo que tal vez sea ms pertinente, a quien no queremos llegar a ser (Harvey, 2004a; 210) () La manera en que nuestra imaginacin individual y colectiva funciona es, por lo tanto, crucial para definir el trabajo de urbanizacin. () Harvey afirma que buena parte de sus estudios en los ltimos 20 aos (Harvey, 1990 y 1989) han sido un esfuerzo por mapear con exactitud ese proceso el modo en que el utopismo se materializ espacialmente y su forma de producir el espacio, comprender las formas por las cuales el capital construye un paisaje geogrfico a su propia imagen en un dado momento del tiempo, simplemente para tener que destruirlo ms adelante para acomodar su propia dinmica de interminable acumulacin del capital, amplios cambios tecnolgicos e implacables formas de luchas de clase. La historia de la destruccin creativa y del desarrollo geogrfico desigual en la era burguesa es simplemente aterradora. Gran parte de la extraordinaria transformacin de la superficie de la tierra en los ltimos doscientos aos refleja precisamente la materializacin de la forma de utopismo del proceso fundado en el libre mercado y sus incansables y perpetuas reorganizaciones de formas espaciales (Harvey, 2004a: 233).En esta larga citacin nos enfrentamos a la produccin del espacio como produccin social realizada contradictoriamente. En la sociedad capitalista la ciudad se revela en la contradiccin entre el valor de cambio el espacio producido como condicin de la realizacin del lucro, produciendo la ciudad bajo la gida de las necesidades del capital y el valor de uso la ciudad creada para la realizacin de la vida en lugares especficos, muchos de ellos degradados. Esa contradiccin tambin revela la condicin con que la ciudad se produce una produccin socializada pero una apropiacin privada. La ciudad segregada revela la sociedad fundamentada en el intercambio, donde el propio espacio es producido como mercadera, imponiendo al uso la mediacin del mercado inmobiliario. De este modo, la produccin del espacio urbano se conecta cada vez ms a la forma mercadera que sirve a las necesidades de la acumulacin promoviendo cambios, exigiendo readaptaciones de usos y funciones de los lugares en la ciudad, reproducindose bajo la ley de lo reproducible. Esto es as porque hoy, cada vez ms, el espacio producido como mercadera entra en el circuito del intercambio atrayendo capitales que migran de otros sectores de la economa de modo de viabilizar la reproduccin en un momento de superacumulacin del capital que coacciona y solapa la produccin de la ciudad como espacio-tiempos de realizacin de la vida humana.El momento actual indica una transformacin en el modo en que el capital financiero se realiza en la metrpolis con el pasaje de la aplicacin del dinero acumulado del sector productivo industrial al sector inmobiliario, sealando que la mercadera-espacio cambi de sentido para la acumulacin con el cambio de orientacin de las aplicaciones financieras, que produce un espacio como producto inmobiliario. El proceso de reproduccin del espacio de la metrpolis de So Paulo, en el contexto ms amplio del proceso de urbanizacin, marca la desconcentracin del sector productivo y la acentuacin de la centralizacin del capital; crea otro contenido para el sector de servicios (bsicamente el que se desarrolla es el financiero y de servicios sofisticados y con l, una serie de otras actividades de apoyo como la de la informtica y servicios de telecomunicaciones) haciendo que el movimiento de transformacin del dinero en capital recorra ahora, preferentemente, otros caminos. Es el caso de la creacin de los fondos de inversin inmobiliarios que demuestran que el ciclo de realizacin del capital se desplaza para nuevos sectores de la economa produciendo un nuevo espacio dentro de la metrpolis como condicin de su realizacin se trata del lugar ocupado por los nuevos negocios.La necesidad de los empresarios de, en una poca de crisis, dirigir sus lucros hacia los activos financieros, se ala a las estrategias que se realizan para posibilitar la reproduccin en un momento en que se presencia en So Paulo: a) la ausencia de edificios compatibles con el desarrollo de las actividades de servicios modernos; b) la escasez de lugares en la metrpolis para el crecimiento del sector inmobiliario en la medida en que el capitalismo produjo el espacio urbano como raridad[3]; c) el hecho de que la competitividad presenta la necesidad de disminucin de los costos de produccin, lo que se va a reflejar directamente en el cambio de comportamiento en relacin a la propiedad del inmueble en el cual se van a desarrollar las actividades econmicas, o sea, en vez de inmovilizar el dinero en su compra, el empresario preferir alquilar el inmueble, desarrollando as el sector de alquiler de inmuebles en So Paulo.Este cambio de comportamiento crea una nueva relacin entre los sectores econmicos y de estos con el espacio, que es el que puede ser constatado en el movimiento de las inversiones en So Paulo, donde las actividades inmobiliarias entre enero de 1995 y mayo de 2000 fueron responsables por 20,8% de las inversiones realizadas en la Grande So Paulo, seguidas por la industria automovilstica, con 17,4%, la industria Qumica con 9,8%, el comercio minorista con 7,1% y las Telecomunicaciones con 6,2%. El capital-dinero se dirige, preferentemente, a la produccin del espacio como mercadera pasible de generar lucros mayores que los del sector industrial, en crisis. Este nuevo comportamiento revela una nueva tendencia del sector de inversiones de la economa, poniendo de manifiesto un proyecto y una estrategia que involucra:a) el mercado inmobiliario, visto como extensin de la propiedad privada, que hace del espacio una mercadera, que en el momento actual tiene como particularidad la realizacin del capital financiero que se revela en dos frentes: en un primer momento, los grandes inversionistas (que son quienes financian los edificios corporativos), y, actualmente, con los pequeos inversionistas, con la creacin de los fondos de inversin inmobiliarios, que renen pequeos inversionistas pulverizados; b) el desarrollo de los servicios en la metrpolis, con la profundizacin de la divisin social y espacial del trabajo, que ahora se basa en una nueva racionalidad, fundamentada y definida por la tecnologa aplicada a la produccin y a la gestin;c) el planeamiento revelando un proyecto que entiende la ciudad como esquema prctico de circulacin viaria, priorizando el transporte individual y, en esta condicin, construyendo el espacio como forma operacional, como instrumento de la realizacin indispensable del crecimiento econmico.

El modo como el capital financiero se realiza, en parte por medio del proceso de produccin del espacio, es bastante complejo, pero fundamental para desvendar el circuito que produce el edificio corporativo. En primer lugar, el capital en su totalidad, se realiza por el movimiento contradictorio de sus fracciones: financiero, inmobiliario (revelando el contenido del actual proceso de urbanizacin), industrial, comercial. En este momento de la produccin del espacio urbano paulistano, la realizacin del capital financiero engloba una amplia articulacin con otras fracciones bajo la coordinacin del Estado; es as que empresarios de varios sectores de la industria dirigen sus lucros para el mercado financiero que ser aplicado en la produccin de los edificios corporativos configurando un nuevo paisaje. Ese capital-dinero ser aplicado en la compra del terreno- lo que significa que una fraccin se transforma en capital inmobiliario en seguida otra parte ser aplicada en la construccin civil esta parte se transforma en capital industrial.Esos dos momentos indican que esos edificios compuestos de oficinas realizan las fracciones de capital en l invertidos por la mediacin del sector inmobiliario que realizar el alquiler y la administracin de los inmuebles. Con esto, el dinero de fondos inmobiliarios, potencialmente capital, se va a realizar realizando la propiedad privada del suelo urbano (corresponde al primer momento), y el segundo momento realizando el lucro. Este movimiento que ejecuta el capital financiero, como capital productivo, produciendo el espacio, requiere un tercer momento en que la mercadera oficina se realiza por la mediacin del mercado de alquileres de inmuebles aqu la inversin es remunerada bajo la forma de intereses por la aplicacin realizada. Lo que importa para el inversor es el retorno de su inversin.La construccin de oficinas destinadas al mercado de alquiler, objetivando la reproduccin de las fracciones del capital (el industrial conectado al sector de la construccin realizando el lucro y el financiero como realizacin del capital bancario e inmobiliario), tiene como premisa fundamental la realizacin del valor de cambio (objetivo ltimo de aquellos que compran espacios de oficinas construidos con finalidad de inversin), por la posibilidad de realizacin del valor de uso, en un momento en que las empresas prefieren disminuir los costos, alquilando y no comprando sus inmuebles. Es as que el uso est en estado latente en ese tipo de inversin, conectado de modo inexorable a la realizacin del valor de cambio. Hay un carcter especulativo en juego (como algo nuevo) que presupone el uso, pero su objetivo en el acto de compra es el valor de cambio que la operacin intermediaria de alquiler va a realizar. Lo que se debe resaltar, entonces, es que el uso puede llegar a tener diversos sentidos, una diferencia sustancial entre la compra de una vivienda y la compra de una oficina para ser alquilada. Significa que hay intereses diversos involucrando el uso del espacio, como bsico en ambas operaciones inmobiliarias el habitante compra la vivienda para su uso, mientras que el inversor compra un inmueble para alquilar porque representa un uso para otro y, en este proceso, permite la realizacin del ciclo del capital financiero invertido en la construccin del edificio. Para que el proceso adquiera el movimiento capaz de permitir su continuidad, el gerenciamiento del edificio es central, porque es necesario tornarlo ocupado todo el tiempo, o sea, slo el alquiler de los escritorios permite realizar el retorno de la inversin, porque al invertir en la produccin de un edificio de oficinas se pretende con el gasto de dinero obtener ms dinero, bajo la forma del alquiler. Por lo tanto, el alquiler de las oficinas realizar el valor de cambio del producto inmobiliario proporcionando alto retorno para los inversores reflejndose en los precios. Es as que, mientras el precio del m2 til para la venta en So Paulo presenta una curva descendiente, aumenta el precio del alquiler del m2 til, lo que ha atrado inversores para el mercado inmobiliario de edificios comerciales, en un determinado lugar de la metrpolis.Las transformaciones en la economa teniendo por fin la produccin continuada se realizan reproduciendo el espacio urbano paulistano con consecuencias significativas para la prctica socio-espacial impuestas por el proceso de valorizacin/desvalorizacin de los lugares en que el valor de cambio tiende a imponerse a la sociedad en un espacio donde los lugares de apropiacin disminuyen hasta casi desaparecer como es el caso de los espacio pblicos.De esta manera, el desplazamiento de la industria en la metrpolis y el crecimiento del sector terciario revelan la primaca del capital financiero que se va a realizar, en el momento actual, con el proceso de produccin de un espacio especfico. En una sociedad capitalista, el acceso a la ciudad se da por la mediacin del mercado, en funcin de la existencia de la propiedad privada, por otro lado, el monopolio del espacio separado de las condiciones de medio de produccin o vivienda, y a partir de su desarrollo, pasa a ser la fuente de lucro, en la medida en que entra en el circuito econmico como realizacin (econmica) del proceso de valorizacin que la propiedad confiere al propietario. De este modo, el proceso de formacin del precio del suelo urbano es una manifestacin del valor de las parcelas del espacio, tambin influenciado por los procesos cclicos de coyuntura nacional (que incluyen la forma de manifestacin de procesos econmicos mundiales), hasta aspectos polticos y sociales especficos de determinado lugar. Esos factores se vinculan al proceso de urbanizacin que, al realizarse, define la divisin espacial y con eso el valor de las parcelas de espacio urbano. Ese valor ser determinado en funcin del conjunto al cual pertenece y, es en esta interrelacin entre el todo y la parte (la localizacin del terreno en la ciudad) que ocurre el proceso de valorizacin real o potencial de cada parcela del espacio. Vimos que las transformaciones econmicas son acompaadas de estrategias inmobiliarias muy precisas, capaces de dirigir las inversiones en el espacio en un momento en que, segn los analistas, en Brasil, el inmueble deja de ser hedge [4] para volverse inversin compensando las dificultades en el circuito normal de produccin-consumo, sealando una estrategia de aplicacin del capital.En el ncleo de la cuestin est la localizacin de cada parcela en relacin a aquella determinada por la produccin espacial general (la relacin entre terreno-barrio, barrio-ciudad) y por lo tanto, vara en funcin del desarrollo de las fuerzas productivas, esto porque la produccin espacial es diferenciada y contradictoria, confiriendo valores a las parcelas del espacio, diferencialmente (Carlos, 1996: 166-173).En funcin de la existencia del monopolio, concedido por la propiedad privada del suelo urbano, podemos afirmar que el proceso de valorizacin no depende slo de la incorporacin del trabajo (produccin de infraestructura) en la metrpolis; pudiendo tambin ser definido por mecanismos econmicos que alteran la relacin oferta-demanda en el mercado inmobiliario, producido por las crisis econmicas, provenientes de las fluctuaciones de los intereses y de las bolsas de valores, de las estrategias inmobiliarias y de la produccin de espacio como raridad, as como por los lmites impuestos por el poder pblico en el establecimiento de normas de zonificacin y de la creacin de polticas urbanas que provocan cambios redefiniendo usos, funciones y precios, provocando as, la valorizacin/desvalorizacin de los lugares de la metrpolis. La reproduccin de las relaciones sociales se procesa ahora por la lgica de acciones polticas y por el control sobre la tcnica y el saber iluminando la presencia contradictoria del estado en el espacio, fundamentada en una estrategia que se quiere hegemnica y con eso organizando las relaciones sociales y de produccin a travs de la reproduccin del espacio, como accin planificadora. Con eso el espacio del habitar aparece como secundario en las polticas pblicas. Por lo tanto, la cuestin central es aquella de la reproduccin, espacio fragmentado en funcin de intereses privados en busca de rentabilidad y produciendo bajo la forma del edificio corporativo, mueve la reproduccin del capital financiero.Estos procesos metropolitanos aluden a una nueva orden espacio-temporal que se vislumbra a partir del proceso de constitucin y mundializacin de la sociedad urbana donde es posible percibir las seales de una modernizacin impuesta en la morfologa urbana a travs de nuevas formas arquitectnicas, nuevas y anchas avenidas destinadas al trnsito cada vez ms denso, que se construyen como inmensas cicatrices en el tejido urbano. Delante de las formas que cambian, que se transforman de modo cada vez ms rpido, los marcos de referencia de los habitantes de la metrpolis se modifican, produciendo la sensacin de lo desconocido y de lo no identificado, delante de la implosin de los marcos de referencia construidos por la prctica socio-espacial. Aqu las marcas de la vida de relaciones y de los marcos de referencia se esfuman o se pierden para siempre, produciendo lo que llamamos de estranhamento[*]. La predominancia del valor de cambio como extensin del mundo de la mercadera se revela tambin generando las luchas en torno a la vivienda o del espacio pblico. Las batallas se resuelven por el juego poltico de las fuerzas sociales y, en ese sentido, el espacio aparece como obra histrica que se produce, continuamente, a partir de las contradicciones inherentes a la sociedad capitalista apoyada en relaciones de dominacin/subordinacin. Los movimientos sociales tienden a cuestionar la comprensin de la ciudad como valor de cambio (Carlos, 1992; 1996) y, consecuentemente, las formas de fragmentacin y mercantilizacin del suelo urbano.Lo cotidiano como condicin de la reproduccin socialCmo considerar: a) el hecho de que el desarrollo del modo de produccin y de la tcnica produjo un nuevo espacio para el capital; b) el empobrecimiento significativo de las relaciones sociales en el momento en que la vida de las personas se adhiere ms al universo de la necesidad en lugares delimitados en una rutina organizada de la vida; c) el hecho de que la cosificacin de las relaciones sociales desvaloriza al hombre en detrimento del objeto creado, cuya posesin significa riqueza y poder; d) que los rpidos cambios son incompatibles con la estabilidad de ciertas relaciones sociales fundamentadas en la manutencin de antiguas relaciones aquellas que vienen de la historia y las nuevas relaciones que componen, hoy, el escenario de la mundializacin.La realidad muestra que el desarrollo del mundo de la mercadera invade completamente la vida cotidiana imponiendo una racionalidad homogeneizante, inherente al proceso de acumulacin no se realiza, solamente, produciendo objetos y mercaderas, sino creando signos inductores del consumo y nuevos patrones de comportamiento. La racionalidad inherente al proceso de reproduccin de las relaciones sociales, en el cuadro de constitucin de la sociedad urbana indica que, hoy, el proceso de reproduccin toma toda la sociedad. En este contexto, la urbanizacin debe ser entendida en el mbito del proceso de reproduccin general de la sociedad que tiene el sentido de la constante produccin de las relaciones sociales establecidas a partir de prcticas espaciales en un ambiente en constante renovacin. La reproduccin del espacio urbano se revela como movimiento, significando que la ciudad se va transformando a medida en que la sociedad se va metamorfoseando como consecuencia del desarrollo del capitalismo.La construccin de la sociedad urbana fundamentada en la mundializacin se mueve en el plano local, en direccin a la construccin de una morfologa que excluye, segrega y una esttica que degenera la calle, donde toda preocupacin ldica se desvanece en un universo en que la recreacin es cada vez ms sometida al universo de la mercadera, haciendo el turismo y la recreacin sectores promisorios de la economa moderna realizados a travs de la venta de las particularidades de determinados lugares aptos para ser consumidos. Aqu se revela otro momento de la produccin del capital a travs de la incorporacin del espacio como fuente de lucro. La consideracin de lo cotidiano, como categora de anlisis seala las luchas que ocurren alrededor de las estrategias inmobiliarias que producen la segregacin, la deterioracin del centro, as como las estrategias del capital y la orientacin del Estado. Explicita tambin que la extensin del mundo de la mercadera, la profundizacin de las relaciones espaciales con el desarrollo de las tcnicas de transporte y comunicacin, van ms all del lmite estrecho de la produccin del espacio como mercadera y del ciudadano como fuerza de trabajo, para entender el espacio urbano en su sentido ms amplio, el espacio geogrfico como una produccin social que se materializa, formal y concretamente, en algo pasible de ser abarcado, entendido y apropiado por el hombre, como condicin de la reproduccin de la vida.La metrpolis, en el centro del debate, tiene como teln de fondo la articulacin entre lo global y lo local, el desarrollo de nuevos sectores de actividad que va produciendo una nueva dinmica urbana en que el espacio adquiere valor de cambio. As el espacio se reproduce en el mundo moderno palanqueado por la tendencia que lo transforma en mercadera limitando su uso a las formas de apropiacin privada. Aqu se delinea una nueva relacin espacio-tiempo, con nuevos contenidos, tiempo con su esencia efmera y el espacio sin referencias se constituye como amnsico. Tiempo efmero y espacio amnsico redefinen la prctica socio-espacial dando lugar a lo que se llama de posmodernidad. La geografa de la reproduccin del espacio construyendo el camino de una metageografa.La cuestin del espacio y de la Geografa, para Harvey, es que son despreciados por la teora social que prioriza las cuestiones temporales y la historia y no el espacio y la geografa. Cuando lo hacen tienden a considerar el espacio y la geografa de modo no problemtico, como contexto o sitio estable de la accin histrica, las relaciones espaciales y las configuraciones geogrficas pasan, en la mayora de los casos, desapercibidas o ignoradas. Nuestra tarea es elaborar una teora general de las relaciones espaciales y del desarrollo geogrfico bajo el capitalismo que puede, entre otros casos, explicar la importancia y evolucin de las cuestiones del estado, el desarrollo geogrfico desigual; las desigualdades regionales del imperialismo, del progreso y de las formas de urbanizacin, etc. Slo as podramos entender cmo las configuraciones territoriales y las alianzas de clase son formadas y reformadas; cmo los territorios adquieren y pierden poder econmico, poltico y militar, cmo el poder del estado puede ser una barrera para la acumulacin libre del capital (Harvey, 2005b: 142-143).Contenida en esta citacin est la necesidad de construccin de una nueva inteligibilidad para la geografa capaz de superar las fragmentaciones puestas por los estudios geogrficos definidores de tantas geografas cuanto consigamos fragmentar la realidad. Como camino, la crtica radical slo ella es capaz de revelar, en su profundidad, el movimiento contradictorio de la realidad que fundamenta la dialctica del mundo. La produccin de un pensamiento crtico sobre la produccin del espacio urbano en el mundo moderno revela la profundizacin de las contradicciones resultantes de la reproduccin de la sociedad en un momento de generalizacin de la urbanizacin a partir de una nueva relacin entre el Estado y lo econmico, as como del estado con el espacio, que apoyado en el discurso poltico que refuerza su capacidad de gestin (del espacio), en un momento en que el suelo urbano aparece como elemento central de la realizacin de la acumulacin. El raciocinio aqu desarrollado no se reduce a las consideraciones alrededor de la globalizacin redefiniendo los debates sobre el imperialismo, tal como sealado por Harvey, tambin se refiere a la produccin de la ciudad como negocio, o sea, apunta hacia la necesidad de comprensin de la reproduccin del espacio en todos los niveles escalares como momento y posibilidad de la realizacin de la reproduccin del capital en una totalidad contradictoria.De este modo se propone, a mi modo de ver, el desafo para la construccin de los trminos de una metageografa capaz de iluminar en su complejidad el sentido y la tendencia de la reproduccin de la sociedad de manera de superar: a) la reduccin de la problemtica urbana a la de la gestin del espacio de la ciudad, con el objetivo de restituir la coherencia del proceso de crecimiento; b) la atomizacin de la investigacin, cada vez ms invadida por el tiempo rpido que se niega a habitar el tiempo impuesto por el productivismo creando una geografa invadida por las necesidades del mercado como orientador de la investigacin; c) la subordinacin al saber tcnico que instrumentaliza el planeamiento estratgico realizado bajo la batuta del Estado, justificando su poltica; d) el discurso ambiental que vaca la relacin sociedad-naturaleza, identificando la dimensin social e histrica de la ciudad a su dimensin natural. As, la crtica radical de lo existente tiene por objetivo el camino de lo cualitativo, cuestionando la poltica del estado en sus estrategias como momentos necesarios del entendimiento de la crisis de la ciudad.La crtica radical de lo existente en su totalidad puede reestructurar el papel de la geografa en el mundo moderno y la construccin de una nueva inteligibilidad suponiendo la metageografa como un desafo en este encaminamiento se aprehende la va y el camino para la construccin de un proyecto para la sociedad (Carlos, 2004).Notas[*] El trmino estranhamento se refiere a la sensacin de sentirse extrao, de no reconocerse en el ambiente.[1]Evidentemente que con una parte de su obra, an as, enfoco solamente algunos momentos: The Limits Of Capital; Spaces of Hope; Spaces of Capital: Towards A Critical Geography, y The New Imperialism.

[2]Es necesario destacar que el mercado de materias primas tiene reglas diferentes que el de la mercadera final dirigido al consumo individual.[3]La condicin de raridad del espacio se manifiesta en la metrpolis en reas especficas. En el centro o en las proximidades del centro. Podemos decir que el fenmeno de la raridad se concretiza por la articulacin de tres elementos indisociables: la existencia de la propiedad privada del suelo urbano que gua la ocupacin de la ciudad, la centralidad del capital y de las nuevas actividades econmicas que no pueden localizarse en cualquier lugar de la metrpolis y el grado de ocupacin (ndice de construccin) del rea en el conjunto del espacio de la metrpolis. A la idea de escasez se asocia tambin la necesidad de un nuevo patrn constructivo, apoyado en una red de circulacin y comunicacin especfica, porque el ciclo del capital involucra, en cada momento histrico, condiciones diferenciadas para su realizacin. Es en esta direccin que podemos afirmar que los nuevos servicios en funcin de su especificidad y de la necesidad de proximidad con los otros sectores de la economa, buscan una localizacin especfica con caractersticas particulares, que necesita ser creada cercana al centro, porque la centralidad tiene aqu un papel importante. La construccin de la centralidad produce contradictoriamente, la saturacin, lo que impide la expansin del sector de servicios en el rea central. Por otro lado, los nuevos servicios exigen un tipo de instalacin incompatible con las construcciones encontradas en el centro, incompatibles con las necesidades de flexibilizacin.[4]Con la estabilizacin de la economa, el inmueble pierde el papel de hedge para los compradores y por eso comienza a haber una tendencia de demanda por espacio de alquiler. Entonces es donde entra el inversionista a largo plazo. Boletim da Bolsa de Imveis de So Paulo, Boletim Databolsa n 20, So Paulo, 1998 (entrevista com Hermn Martinez).

BibliografaCARLOS, Ana Fani Alessandri. A (re)produo do espao urbano. So Paulo: Edusp.1996.CARLOS, Ana Fani Alessandri. O lugar no/do mundo. So Paulo: Hucitec. 1996.CARLOS, Ana Fani Alessandri. Espao e tempo na metrpole. So Paulo: Contexto, 2001.CARLOS, Ana Fani Alessandri. O espao urbano: novos escritos sobre a cidade. So Paulo: Edies Labur, 2007. CARLOS, Ana Fani Alessandri. So Paulo: del capital industrial al capital financeiro. In MATTOS, Carlos et al. Gobernanza, competitividad y redes. Santiago do Chile: Eure-Libros, 2005. (Coleccin Rideal)HARVEY, David. Los lmites del capitalismo y la teoria marxista. Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 1990.HARVEY, David. Espaos da esperana. So Paulo: Loyola Edies, 2004.HARVEY, David. El nuevo imperialismo. Madrid: AKAL. 2004.HARVEY, David. A produo capitalista do espao. Paulo: Annablume, 2005.LEFEBVRE, Henri. La survie du capitalisme. Paris: dditions Anthopos, 1973.MARX, Karl. Grundrisse, 2 . Chapitre du capital. Paris: ditions Anthropos,1968.MARX, Karl. El Capital. Mxico: Siglo XXI, 1984,Tomo II, vol. 4.

Referencia bibliogrficaCARLOS, Ana Fani Alessandri. De la geografa de la acumulacin a la geografa de la reproduccin: un dilogo con Harvey. Diez aos de cambios en el Mundo, en la Geografa y en las Ciencias Sociales, 1999-2008. Actas del X Coloquio Internacional de Geocrtica, Universidad de Barcelona, 26-30 de mayo de 2008. Volver al programa provisional