Dimensiones de La Persona

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JUVENTUD FRANCISCANA – FRATERNIDAD FRANCISCO Y CLARA DIMENSIONES DE LA PERSONA HUMANA ¿Qué entendemos por cuerpo, alma y espíritu? CUERPO El cuerpo no es sencillamente un conjunto de carne y de huesos que el hombre posee durante el tiempo de su existencia terrena, del que se despoja con la muerte y que finalmente recupera el día de la resurrección. Tiene una dignidad muy superior, que Pablo puso de relieve en una teología del cuerpo. El cuerpo no sólo reduce a la unidad a los miembros que lo constituyen, sino que es expresión de la persona en sus situaciones mayores: estado natural y pecador, consagración a Cristo, vida gloriosa. El cuerpo es la parte del hombre que se relaciona con el mundo físico a través de los cinco sentidos. Por medio del cuerpo se expresa la personalidad del hombre. El cuerpo no es eterno y además es corruptible. El cuerpo del Señor Jesús en la tierra fue el templo de Dios (Jn. 2,21); hoy el cuerpo del cristiano también lo es (ICor. 6,19). Uno de los mayores pecados (la fornicación) se asocia con el cuerpo, porque significa tomar un miembro de Cristo y hacerlo miembro de una prostituta (I Cor. 6,15). El cuerpo tiene necesidades, las cuales deben ser suplidas; no obstante, esto no significa gratificar el cuerpo. Si el cuerpo es complacido cada vez, se volverá un amo con más y más exigencias, y dejará de ser un siervo. El alma también se verá envuelta en sus apetitos y caerá en el hedonismo (búsqueda del placer). En I Corintios 6,13 dice «El cuerpo es para el Señor… y el Señor para el cuerpo». Esto primero significa que no es para la satisfacción y el deleite; es para el Señor. El cuerpo ha de servir como instrumento de justicia. «El Señor es para el cuerpo» significa que el Señor no sólo salva el espíritu o el alma, sino también el cuerpo de enfermedades y plagas. Si el cristiano acepta que el cuerpo es para el Señor, y se consagra para él, el Señor va a conceder vida y poder a su cuerpo. Él mismo lo va a cuidar y preservar. Él lo va a restaurar si está enfermo, y lo va a preservar para que no esté enfermo. ALMA

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Documento antropológico importantísimo. Debemos conocer lo que somos en cuanto a ser existente.

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JUVENTUD FRANCISCANA – FRATERNIDAD FRANCISCO Y CLARA

DIMENSIONES DE LA PERSONA HUMANA

¿Qué entendemos por cuerpo, alma y espíritu?

CUERPO

El cuerpo no es sencillamente un conjunto de carne y de huesos que el hombre posee durante el tiempo de su existencia terrena, del que se despoja con la muerte y que finalmente recupera el día de la resurrección. Tiene una dignidad muy superior, que Pablo puso de relieve en una teología del cuerpo. El cuerpo no sólo reduce a la unidad a los miembros que lo constituyen, sino que es expresión de la persona en sus situaciones mayores: estado natural y pecador, consagración a Cristo, vida gloriosa.

El cuerpo es la parte del hombre que se relaciona con el mundo físico a través de los cinco sentidos. Por medio del cuerpo se expresa la personalidad del hombre. El cuerpo no es eterno y además es corruptible.

El cuerpo del Señor Jesús en la tierra fue el templo de Dios (Jn. 2,21); hoy el cuerpo del cristiano también lo es (ICor. 6,19). Uno de los mayores pecados (la fornicación) se asocia con el cuerpo, porque significa tomar un miembro de Cristo y hacerlo miembro de una prostituta (I Cor. 6,15).

El cuerpo tiene necesidades, las cuales deben ser suplidas; no obstante, esto no significa gratificar el cuerpo. Si el cuerpo es complacido cada vez, se volverá un amo con más y más exigencias, y dejará de ser un siervo. El alma también se verá envuelta en sus apetitos y caerá en el hedonismo (búsqueda del placer).

En I Corintios 6,13 dice «El cuerpo es para el Señor… y el Señor para el cuerpo». Esto primero significa que no es para la satisfacción y el deleite; es para el Señor. El cuerpo ha de servir como instrumento de justicia.

«El Señor es para el cuerpo» significa que el Señor no sólo salva el espíritu o el alma, sino también el cuerpo de enfermedades y plagas. Si el cristiano acepta que el cuerpo es para el Señor, y se consagra para él, el Señor va a conceder vida y poder a su cuerpo. Él mismo lo va a cuidar y preservar. Él lo va a restaurar si está enfermo, y lo va a preservar para que no esté enfermo.

ALMA

El alma, considerada como lo que sale del cuerpo cuando la persona muere.

El alma, lejos de ser una «parte» que juntamente con el cuerpo compone el ser humano, designa al hombre entero en cuanto animado por un espíritu de vida. Propiamente hablando, no habita en un cuerpo, sino que se expresa por el cuerpo, el cual, al igual que la carne, designa también al hombre entero. Si el alma, en virtud de su relación con el Espíritu, indica en el hombre su origen espiritual, esta «espiritualidad» tiene profundas raíces en el mundo concreto, como lo muestra la extensión del termino utilizado.

"Los elementos que nos hacen humanos están en el alma la voluntad, Intelecto, pensamiento, ideales, amor, emoción, discernimiento, decisión, selección, etc. son experiencias del alma"

Es la sede de la personalidad del hombre (Dios lo creó un «alma viviente»). El alma es un fuerte personal, el cual ni siquiera Dios puede violar. Allí en el alma el hombre tiene todo el poder de decisión.

Funciones del Alma

a) Emociones: Este ámbito abarca los afectos, los deseos y sentimientos.Afectos: Cuando el cristiano se consagra es relativamente fácil entregar su tiempo, dinero, poder, etc., pero el ofrecer sus afectos es muy difícil. Pero si no ofrece sus afectos no ha ofrecido nada. Dios exige amor absoluto de sus hijos, es decir, con todo el corazón, alma y mente. El amor hacia los suyos es el más grande

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rival del amor a Dios en el corazón del creyente. El Señor no sólo espera que el cristiano trabaje para él, sino, sobre todo, que le ame.

Deseos: Los deseos del alma se centran en el «yo», para su deleite y exaltación. Estos son quitados por la operación de la cruz. Y entonces ya no hay ansiedad por alcanzarlos; hay reposo. No hay frustración, porque ya nada se desea sino a Dios. Los deseos sólo provocan inquietud y afán, y nunca serán enteramente satisfechos.

Los Sentimientos: son un camino con muchos altibajos. Cuando están en la cúspide, el creyente piensa que está en su estado óptimo, que es espiritual; y cuando, por el contrario, se siente frío y seco, piensa que es anímico y carnal. Esto no es así: en ambos casos, es un cristiano anímico y anda por sentimientos.

b) La Mente: La mente es el instrumento de nuestros pensamientos. Por medio de la mente el hombre conoce, piensa, imagina, recuerda y entiende.La mente del hombre es una gran fortaleza; es motivo de orgullo y es la causa del progreso de la civilización; sin embargo, espiritualmente es un gran peligro, pues es un terreno especialmente susceptible para la acción de Satanás. Aun en el creyente, la mente es el punto más vulnerable para la acción de Satanás. El nuevo creyente tiene un nuevo corazón, pero todavía arrastra una mente vieja. Muchas veces la mente se llena de pensamientos, imaginaciones, recuerdos, o ideas confusas de modo incontrolable. Su mente estuvo tan manipulada por Satanás en el pasado, que no puede dejar esos pensamientos a menos que su mente sea renovada.

c) La Voluntad: La voluntad es la capacidad que tiene el hombre para tomar decisiones. Es el verdadero «yo», que tiene la mayor influencia sobre la persona. Por tanto, la salvación plena tiene que alcanzar su voluntad. La voluntad del hombre tiene que unirse perfectamente a la voluntad de Dios para que la salvación sea completa.

ESPÍRITU

El espíritu del hombre es el lugar en que establecemos toda comunicación con Dios. (Rom. 8,16; I Cor. 14:14). El espíritu tiene tres funciones primarias: 'Conciencia', 'intuición' y 'comunión'.

La conciencia es el órgano que discierne y distingue entre lo bueno y lo malo, pero, NO, ATRAVES DE LA INFLUENCIA DEL CONOCIMIENTO que está en la mente sino por un juicio directo y espontáneo… (ICor. 5,3).

La Intuición es el órgano de sensación del espíritu humano… ese conocimiento que viene a nosotros SIN NINGUNA AYUDA DE LA MENTE, emoción o voluntad, viene intuitivamente…"

La Comunión es adoración a Dios. “Adorarlo en espíritu y en verdad” Estas tres funciones están profundamente ligadas y operan coordinadas.

Al momento de la muerte el espíritu y el alma del hombre no dejan de existir puesto que el alma del hombre fue creada eterna, seguirá existiendo por toda la eternidad. Jesús dijo: Y no temáis a los que matan el cuerpo, más el alma no pueden matar (Mateo 10,28).

La muerte física implica la separación del alma y del espíritu del cuerpo. El cuerpo vuelve a la tierra porque de ella fue tomado. Polvo es y al polvo volverá (Génesis 3,19, Job 34,15, Salmo 104,29).

El espíritu y el alma vuelven a Dios que los dio, para determinar su destino (Eclesiastés 3,21, 12,7). Las almas de las personas que mueren sin Cristo seguirán separadas de Dios en el Hades (infierno), reservadas hasta el juicio final, y sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder 2 Tesalonicenses 1,9. Los que mueren en Cristo estarán ausentes del cuerpo, y presentes ante el Señor, esperando la resurrección 2 Corintios 5,8. Las almas y los cuerpos de todos los seres humanos se unirán en la resurrección. Todos los que han muerto resucitarán, uno para vida eterna y otros para condenación eterna (Daniel 12,2, Juan 5,28-29, Hechos 24,15).

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Los que mueren en Cristo, es decir lo que lo han recibido en su corazón como Salvador y Señor, tiene la esperanza y la confianza de resucitar con un cuerpo nuevo, transformado, incorruptible y glorificado.

Existen dos escuelas de pensamiento respecto al estudio de las dimensiones de las Personas Humanas que son: los "Tricotomitas" y los "Dicotomitas".

Los "Tricotomitas" creen que le ser humano esta compuesto de tres partes de espíritu, alma y cuerpo.

Dicotomitas: Estos creen que el ser humano está compuesto por dos partes espiritu/alma y Cuerpo, donde las palabras espíritu y alma son usadas para hacer referencia a la misma cosa.

La idea común acerca de la constitución del ser humano es dualista, es decir, reconoce la existencia de cuerpo y alma . Sin embargo, la Palabra de Dios no divide al hombre en dos partes, sino en tres, espíritu, alma y cuerpo (1ª Tesalonicenses 5,23). Reconocer esta diferencia tiene gran importancia para la vida espiritual de un creyente, específicamente en lo que respecta a su madurez y a su servicio. El confundir lo espiritual con lo anímico (del alma) puede provocar que las cosas espirituales, que son las que tienen valor en la obra de Dios, jamás sean tocadas. Es preciso conocer y experimentar la división del alma y el espíritu para poder servir a Dios en el espíritu y ser así de utilidad para Dios (Hebreos 4,12).

Los Dicotomitas sostienen que la Biblia a primera instancia da la impresión de enseñar la "Tricotomía" del hombre pero que una vez cuidadosamente estudiada en realidad enseña la "Dicotomía". Cuando se hace un estudio del significado de alma y espíritu en el diccionario tal parece que las definiciones fueran iguales….

Además, los Dicotomitas señalan que existen solamente dos versos en la Biblia que se pudieran utilizar para respaldar una posición Tricotomita (Hebreos 4,12 y I Tesalonicenses 5,23).

(los Dicotomiítas) creen que la referencia en 1 Tesalonicenses 5,23 es solamente una forma que el escritor usa para referirse al todo o "la totalidad" del ser humano y no necesariamente para establecer una diferencia entre el alma y el espíritu, y que la referencia del verso en Hebreos 4,12 tampoco justifica el que se divida una cosa de la otra sino que es una referencia al poder de la Palabra y no necesariamente a una diferencia entre el espíritu y el alma.

Un estudio de la forma en que se usan las palabras "alma" y espíritu" en la Biblia nos demuestra que las características del alma y del espíritu son aparentemente idénticas y que tienen las mismas capacidades por lo que es probable que sean una referencia a la misma cosa.

La postura usual es que el hombre consiste de dos partes, cuerpo y alma. Esto está en armonía con la auto-conciencia del hombre, y es también tomado de la Escritura, la cual habla del hombre como consistiendo de "cuerpo y alma", Mateo 10,28, o de "cuerpo y espíritu," Eclesiastes 12,7; I Corintios. 5,3-5.

Pero otro problema existe en que encontramos algunos versos que "parecen" establecer una diferencia entre el 'alma' y la 'mente'

Pero al separar "el alma" de "la mente" como parece hacerse en estos versos, tendríamos entonces un ser de cuatro partes (espíritu, alma, mente y cuerpo), lo cual, por supuesto, nos complicaría el tema aún más. Por lo tanto, creo que si versos como estos: Mateo 22,36; Marcos 12,30; Lucas 10,27. No pueden ser utilizados para separar al "alma" de la "mente" como dos cosas distintas, entonces es también muy posible que versos como estos: Hebreos 4,12 y I Tes 5,23, tampoco puedan ser utilizados para separar el "espíritu" del "alma" como dos cosas distintas, lo cual nos llevaría a una Dicotomía.

El Dr. Osvaldo Marino dice que el hombre sin Dios no tiene espíritu, es solo alma y cuerpo pero que el creyente si tiene espíritu y por lo tal es "espíritu, alma y cuerpo. No quiere decir que esta interpretación este correcta ni tampoco que este equivocada, solo que así de esta manera tiene usted otra puerta de pensamiento respecto a este tema.

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Finalmente

Existe la interpretación, que dice que el hombre es tripartito "espíritu-alma y cuerpo. Pero que el alma y el espíritu están inseparablemente unidos aunque son dos entidades distintas. No existe separación entre uno y otro aunque si se diferencian lo uno de lo otro. Creo que esta interpretación nos ayudaría a entender de otra forma las interrogantes sobre este tema y tiene respaldo especialmente de aquellos versos que nos parecen indicar que el hombre es un ser tripartito, pero también, como en el caso de los 'Tricotomitas', levanta una nueva interrogante: ¿Cómo se diferencian el alma del espíritu si como vimos arriba, bíblicamente es imposible establecer una distinción ya que los términos se utilizan intercambiablemente?.

OPINIÓN DE LA SANTA IGLESIA CATÓLICA

360 Debido a la comunidad de origen, el género humano forma una unidad. Porque Dios "creó, de un solo principio, todo el linaje humano" (Hch 17,26; cf. Tb 8,6):

Maravillosa visión que nos hace contemplar el género humano en la unidad de su origen en Dios... en la unidad de su naturaleza, compuesta de igual modo en todos de un cuerpo material y de un alma espiritual.

365 La unidad del alma y del cuerpo es tan profunda que se debe considerar al alma como la "forma" del cuerpo (cf. Cc. de Vienne, año 1312, DS 902); es decir, gracias al alma espiritual, la materia que integra el cuerpo es un cuerpo humano y viviente; en el hombre, el espíritu y la materia no son dos naturalezas unidas, sino que su unión constituye una única naturaleza.

366 La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada por Dios (cf. Pío XII, Enc. Humani generis, 1950: DS 3896; Pablo VI, SPF 8) –no es "producida" por los padres–, y que es inmortal (cf. Cc. de Letrán V, año 1513: DS 1440): no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al cuerpo en la resurrección final.

367 A veces se acostumbra a distinguir entre alma y espíritu. Así S. Pablo ruega para que nuestro "ser entero, el espíritu, el alma y el cuerpo" sea conservado sin mancha hasta la venida del Señor (1 Ts 5,23). La Iglesia enseña que esta distinción no introduce una dualidad en el alma (Cc. de Constantinopla IV, año 870: DS 657). "Espíritu" significa que el hombre está ordenado desde su creación a su fin sobrenatural (Cc. Vaticano I: DS 3005; cf. GS 22,5), y que su alma es capaz de ser elevada gratuitamente a la comunión con Dios (cf. Pío XII, Humani generis, año 1950: DS 3891).

Conclusión

Resulta difícil llegar a concluir si el ser humano está compuesto por dos o por tres partes. Pero no estamos solos, como me escribió el Sr. Gary Zeolla:

"San Agustín trató de llegar a una decisión al respecto y no pudo. Por lo tanto, si una mente tan grande como la de San Agustín no pudo resolver esto, no se sienta mal si usted no puede!"

Que Dios nos ayude a buscar y encontrar la verdad.

“En Alabanza y Gloria de Cristo”