Dinamica de La Leña Para Cocinar

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Centro para la Gestión Tecnológica Popular (CETEP) Proyecto "Fogones de Leña Mejorados" ESTUDIO SOBRE LA DINÁMICA DE LA LEÑA PARA COCINAR EN ZONAS ALTAS DE LARA Barquisimeto, 2000

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Estudio cuantitativo y comparativo del consumo de leña en fogones de topias y en fogones mejorados, en la zona alta del estado Lara, Venezuela.

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Centro para la Gestión Tecnológica Popular (CETEP) Proyecto "Fogones de Leña Mejorados"

ESTUDIO SOBRE LA DINÁMICA DE LA LEÑA PARA COCINAR EN ZONAS ALTAS DE LARA

Barquisimeto, 2000

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CONTENIDO

1. PRESENTACION 3 − Significado y contenido de este trabajo 3 − Reconocimientos y agradecimientos 3 − Breve caracterización de la zona de estudio 4 − Identificación de la población objetivo

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2. ASPECTOS CULTURALES INVOLUCRADOS − Tipos de cocinas existentes − Recolección y transporte de la leña − Formas de Almacenamiento de la leña − Consumo de leña

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3. MEDICIONES DE LEÑA / ANALISIS COMPARATIVO 8 − Metodología usada − Mediciones en fogones de topias

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− Mediciones en Fogones Mejorados − Análisis comparativo

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4. IMPACTOS AMBIENTALES 5. CONCLUSIONES

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6. SIGNIFICADO DE ALGUNAS PALABRAS 12 1. PRESENTACION

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• Significado y contenido de este trabajo

El presente trabajo es solo una parte del esfuerzo que el Centro para la Gestión Tecnológica Popular viene haciendo desde hace 8 años a fin de darle la mayor viabilidad posible al proyecto de los "Fogones de Leña Mejorados". A lo interno de nuestra organización, significa un aporte muy importante, debido a que los resultados aquí contenidos habían sido intuídos durante varios años o conocidos a través de nuestra propia experiencia, pero que no habíamos podido investigar, sistematizar y publicar.

Hacia fuera, esperamos que su contenido logre enriquecer los conocimientos de tantas personas e instituciones que vienen promoviendo este tipo de actividades desde hace ya tantos años en diferentes regiones del mundo.

En el segundo capítulo se presentan los aspectos culturales involucrados en esta actividad, principalmente lo relacionado con la recolección, el almacenamiento y el consumo de leña. Luego, en el tercer capítulo, se presentan los resultados cuantitativos de una serie de mediciones de gasto de leña hechas en casas de familia que cocinan con fogones de topias y mejorados, y un análisis comparativo de las mismas. En el cuarto capítulo se presentan los impactos ambientales relacionados con esta actividad y luego se presentan las conclusiones. Por último, incluímos el significado de algunas palabras que quizás no suenen familiares en otras regiones del país o fuera de Venezuela.

• Reconocimientos y agradecimientos Queremos reconocer que este trabajo se pudo realizar gracias al apoyo de muchos voluntarios que participan en varios Comités de Salud de la zona de Villanueva, municipio Morán del estado Lara. Como quiera que sus resultados los debemos a esta bella gente, el vocabulario usado intenta ser sencillo y sin llegar a exactitudes numéricas detalladas, sino más bien tratando de descubrir tendencias en estas actividades. Nuestro profundo agradecimiento a Victoria Bracamonte, Domingo y Elda Ramos, Eladia Ramos, Enizeida Cañizalez, César Alvarado, Norkis Ramos, Gaudencio Escalona, Sabina Pineda y a Edgar Olivet por su colaboración levantando las entrevistas. Y a Rafael Ramos, Clemente Linares, Eladio Alvarado, Freddy y

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Audelina Pineda, Mónico Vizcaya y a Froilán Escalona por su invalorable apoyo como vaqueanos en sus caseríos.

• Breve caracterización de la zona de estudio

El presente estudio se efectuó en la parroquia Hilario Luna, del municipio Morán, del estado Lara, en Venezuela, durante los meses de julio y agosto del año 1998.

Esta es una zona montañosa, cafetalera, de abundante vegetación natural, donde llueve bastante en el período de mayo a noviembre y es la cuenca alta de varios ríos importantes que nacen allí, atraviesan los llanos venezolanos y van a desembocar en el majestuoso rio Orinoco. Su altura respecto al nivel del mar está entre 900 y 1500 metros.

Paisaje de Villanueva

• Identificación de la población objetivo:

La población que habita en esta parroquia del municipio Morán es campesina, productora tradicional de café, en pequeñas fincas de hasta 5 hectáreas, que incluye también un conuco para producir el alimento fundamental de la familia: el maíz y la caraota.

Para realizar este trabajo se aplicaron 89 entrevistas en igual

número de hogares. Ellas fueron respondidas por 34 hombres y 55 mujeres, con edades comprendidas entre 20 y 65 años.

Dos de cada tres personas entrevistadas afirmaron saber leer y

escribir.

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Igualmente, dos de cada tres personas entrevistadas pertenecen a alguna de las organizaciones de la comunidad.

2. ASPECTOS CULTURALES INVOLUCRADOS

• Tipos de cocinas existentes

Todos los 89 hogares entrevistados usan la leña como combustible para cocinar. De ellos, 38 lo hacen en fogones de topias y 51 en fogones mejorados. En la mitad de los hogares entrevistados combinan el fogón de leña (cualquiera sea su tipo) con la cocina a gas. Apenas 2 hogares disponen de cocina eléctrica y uno solo de kerosen. De los 51 hogares que usan fogones de leña mejorados, 38 son del modelo Villanueva (de ladrillos o de adobe) y 13 son tipo manoleros o cuevitas.

He aquí un cuadro-resumen de los tipos de cocinas que tienen en

los hogares entrevistados:

Tipo de cocina

Número

Total cocinas por tipo de combustible

fogón de topias 38

fogón de ladrillo 29 Leña = 89

fogón de adobe 09

fogón manolero 13

cocinas a gas 43 43

cocinas a kerosen 1 1

cocinas eléctricas 2 2

Total cocinas 135 135

Comparación entre topias y fogón mejorado

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• Recolección y transporte de la leña

La totalidad de los entrevistados recoge o busca la leña. En ningún caso se compra.

La leña la buscan todos los miembros de la familia, pero con mayor frecuencia lo hace el hombre y los hijos.

Hoy en día la leña se busca principalmente dentro del cafetal, seguido en importancia por el conuco, el bosque y el rastrojo. Si lo comparamos con la forma como se hacía esto 10 años atrás, encontramos que sigue siendo casi igual pero aparecen algunos cambios: aumenta la importancia del cafetal como fuente de leña, aumenta ligeramente el bosque y disminuyen fuertemente el rastrojo y el conuco como fuentes de leña.

Hoy en día, dos de cada tres personas tardan el mismo tiempo que 10 años atrás en llegar hasta el lugar donde recogen la leña. Del resto, son más los que tardan mayor tiempo en llegar hasta el lugar donde recogen la leña y lo atribuyen a la escasez relativa de la misma.

En definitiva, conseguir la leña ahora, en comparación con 10 años atrás, se ha hecho:

MAS FACIL para 2 de cada 10 entrevistados: (20 %) NO HA VARIADO para 3 de cada 10 entrevistados (30 %) MAS DIFICIL para 5 de cada 10 entrevistados (50 %)

O sea, la mitad de los entrevistados piensa que ahora

es más difícil conseguir la leña. La leña se busca todos los dias, cualquier dia de la semana, y generalmente en horas de la tarde, después de las faenas agrícolas.

Las herramientas más usadas para ir a buscar la leña son el machete y el hacha.

Según 2 de cada 3 personas entrevistadas, lo más frecuente es

recoger un haz de leña cada día. Un haz de leña equivale a una brazada. Y para ello se dedica hasta una hora para ir a buscar la leña.

Nueve de cada diez personas entrevistadas afirman que la

leña que buscan está seca: de árboles caídos, secos, o ramas secas de árboles verdes.

Lo que más se acostumbra es llevar a casa la leña recogida en

troncos largos y gruesos, para luego hendirla y cortarla. En cambio, cuando se recoge leña delgada, se pica de una vez, antes de llevarla.

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Los peligros más frecuentemente reportados al buscar leña,

son: las heridas con el machete o el hacha; que le caiga un palo encima a la persona; o meterse una astilla.

Nueve de cada diez personas informaron que la recolección de la leña en verano es diferente al invierno, ya que en verano se consigue más fácil, más seca y en mayor cantidad.

Casi todas las personas entrevistadas (8 de cada 10) dijeron

que la leña se carga a pie. Apenas 1 de cada 10 dijo hacerlo en vehículo y son muy pocos los que reportaron hacerlo en bestias.

Al analizar los datos obtenidos en las entrevistas,

nos permite afirmar que las familias que poseen fogones mejorados, de cualquier tipo, van con menos frecuencia a buscar leña y, por lo tanto, en cada búsqueda traen más cantidad de dicho combustible. En cambio, las familias que tienen fogones de topias, van con más frecuencia a buscarla y traen menos cantidades.

• Almacenamiento de la leña

Un poco más de la mitad de las personas entrevistadas, seis de cada diez, consideran que sí almacenan leña. Mientras que el resto considera que no lo hace.

La costumbre de la mayoría que sí almacena es guardar la leña

ya cortada, afuera de la casa, en un lugar techado. Sin embargo, hay bastantes personas que la almacenan ya cortada, pero dentro de la casa. Muy pocos la almacenan afuera de la casa, al aire libre.

La leña almacenada, a juicio de la mitad de las personas

entrevistadas, dura hasta 3 días. Solamente a 1 de cada 4 le dura la leña almacenada más de 7 días.

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Como se podrá observar, al analizar estos datos, la gente de la zona considera que almacena leña si le dura aunque sea 3 días. La idea que se tiene es que, si nos dura para más de 1 día, ya representa cierto almacenamiento, Aún así, la leña no deja de buscarse a diario ya que es una costumbre y se hace muy fácil de esta manera, aprovechando cada salida hacia la finca o al conuco, de traer cualquier palo que sirva como tal.

• Consumo de leña

Las principales especies usadas como leña para cocinar son Guamo, Paují, Punta de Lanza y Café, porque abundan en la zona y dan mejor brasa. Esas mismas especies son las preferidas por muchas familias para cocinar las arepas y las caraotas.

A los fogones, de cualquier tipo, se les mete con mayor

frecuencia la leña corta, bien sea delgada o hendida. Cuando se meten palos de leña larga, en 2 de cada 3 casos, es porque tienen topias. Y cuando se usa leña gruesa, en 2 de cada 3 casos, es porque tienen fogón mejorado.

El único combustible que se usa para cocinar, además de la leña, es la tusa del maíz.

La mitad de las personas entrevistadas piensa que el consumo de leña es mayor en verano que en invierno. 3 de cada 10 piensan que es igual en las dos épocas y 2 de cada 10 piensan que es mayor en invierno que en el verano.

La mayoría de los entrevistados, 6 de cada 10, dijeron secar

la leña húmeda colocándola cerca del fogón (encima o al lado). También es costumbre ponerla a secar al sol, según 3 de cada 10 personas consultadas.

La costumbre usada por la mayoría, 6 de cada 10, es tener el fogón prendido casi todo el dia (más de 10 horas diarias). Sin embargo, se nota una clara diferencia entre el grupo de los que tienen topias y los que tienen los fogones mejorados. En el primero, la mitad de las respuestas señala que apagan el fogón al terminar de cocinar, probablemente por las molestias que causa el humo. En cambio, en los hogares que tienen cualquier tipo de fogón mejorado, en cuyo caso el humo ya no molesta, la gran mayoría de familias dejan quemar la leña que tiene ya prendida o lo mantienen encendido metiéndole más leña la mayor parte del dia.

No hay costumbre de usar la leña para otras cosas además de cocinar. 9 de cada 10 respuestas así lo confirman.

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En relación al consumo de leña del fogón mejorado comparado con las topias, se formularon dos preguntas diferentes, pero que buscaban aclarar esta apreciación tan importante para nuestro trabajo. Al final, el resultado fue que, de cada 10 entrevistados, entre 6 y 7 afirman que con el fogón mejorado se ahorra leña. O sea, que se gasta menos leña que cuando se usan las topias.

Los que opinaron que no se ahorra leña con los fogones

mejorados pertenecen al grupo de personas que le meten a los fogones los palos de leña largos. En cambio, de todos aquellos que afirmaron que usan la leña corta, la mayoría opina que sí se ahorra.

Esto parece indicar que muchas de esas respuestas se basan entonces en un mal uso que se le puede estar dando a los fogones mejorados, que requieren el uso de leña corta para su buen funcionamiento y sobre todo para su mayor eficiencia. Al usar palos de leña largos, hay que dejar la puerta del túnel abierta, entonces circula mayor cantidad de aire, lo cual significa mayor consumo de leña.

3. MEDICIONES DE LEÑA / ANALISIS COMPARATIVO

• Metodología usada

La segunda parte de este estudio consistió en hacer una serie de mediciones de la leña que se gasta para preparar los alimentos en fogones de topias y en fogones mejorados. Para ello, se procedió de la siguiente manera:

• Se decidió usar, como método de trabajo, la medición de la leña

usada para preparar los alimentos. Las mediciones se hicieron en casas de familia de la misma zona donde se aplicaron las entrevistas analizadas en el punto anterior.

• Las condiciones de trabajo para hacer las mediciones fueron las normales de cada familia: se prepararon los mismos alimentos que de costumbre, en las mismas cantidades y a la misma hora de siempre, se usaron las mismas ollas y el mismo tipo de leña. Nosotros nos adaptamos a esas condiciones “normales” para molestar lo menos posible.

• Lo primero que se hizo por la mañanita fue pesar y anotar la leña que se iba a usar ese dia, según su tipo. Igualmente se anotó la hora en que se iniciaba la prendida del fogón. Luego, a medida que se iban preparando los alimentos, se iban pesando y anotando sus ingredientes antes de usarse. Al estar listos, se volvían a pesar y a anotar. Al final de la jornada, se anotó la hora y se pesó la leña que quedó sin usar.

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• Con este procedimiento se logró obtener en cada vivienda el peso de los alimentos preparados y de la leña usada (en kilogramos).

• Se hicieron once mediciones: cinco en fogones de topias y seis en fogones mejorados.

• Mediciones en Fogones de Topias

Se hicieron mediciones en cinco hogares de caseríos diferentes. He aquí los resultados conseguidos a nivel de números:

Cuadro N° 1

Mediciones realizadas en fogones de topias

Kilos de alimentos

(a)

Kilos de leña

(b)

Relación (*)

(a/b)

Tiempo

17 19 0.89 5 horas y media

11 12 0.91 3 horas

19 19 1 5horas y media

21 16 1.31 4 horas y media

10 7 1.42 4 horas

TOTAL 78 73 22.5

En resumen, se cocinaron 78 kilos de alimentos

con 73 kilos de leña, en 22 horas y media. Un promedio de 1,06 kilos de alimento por cada kilo de leña usado y casi 3 kilos y medio de alimentos por hora de trabajo.

(*) La columna denominada Relación se refiere a los kilos

de alimentos preparados por cada kilo de leña usada en cada caso.

• Mediciones en Fogones Mejorados

Se hicieron mediciones en seis hogares de caseríos diferentes. He aquí los resultados conseguidos a nivel de números:

Cuadro N° 2 Mediciones realizadas en fogones mejorados

Kilos de alimentos

(a)

Kilos de leña

(b)

Relación (*)

(a/b)

Tiempo

11 11 1 3 horas y media

12 15 0.8 6 horas

15 12 1.25 4 horas

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13 9 1.44 3 horas

26 15 1.73 6 horas

21 8 2.62 4 horas y media

TOTAL 98 70 27

En resumen, se cocinaron 98 kilos de alimentos

con 70 kilos de leña, en 27 horas. Un promedio de 1,4 kilos de alimento por cada kilo de leña usado, un poco más de 3 kilos y medio de alimentos por hora de trabajo.

(*) La columna denominada Relación se refiere a los kilos de alimentos preparados por cada kilo de leña usada en cada caso.

Pesando la leña

• Análisis comparativo

El análisis de estos 2 cuadros que se acaban de presentar nos permite entender algunas cosas:

1 La columna Relación del cuadro Nº 1 (fogones de topias), presenta valores inferiores a los de la misma columna en el cuadro Nº 2 (fogones mejorados). Esto indica resultados peores en las topias.

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2 De allí que es evidente la mayor eficiencia en el uso de la leña que se obtiene en los fogones mejorados respecto a las topias. En ellos se cocinó 1,4 kilos de alimentos por cada kilo de leña, mientras que en las topias solo se obtuvo 1,06 kilos de alimento por kilo de leña utilizada. Una eficiencia en el aprovechamiento de la leña superior en un 32 % en los fogones de leña mejorados.

3 Las dos últimas mediciones hechas en topias (cuadro n° 1),

reflejan mejores resultados que las 3 primeras, e incluso también son mejores que las tres primeras mediciones hechas en los fogones mejorados (cuadro n° 2). Parece que esto apunta a que, tanto en las topias como en los fogones, su eficiencia viene dada por el adecuado uso que de ellos se haga.

4 De la misma manera, la segunda medición del cuadro n° 2 es la

peor de todas, incluso peor que las del cuadro n° 1. En este caso, fue realizada en un fogón que no tenía la puerta de la leña, ya que se le había caído.

5 Las 2 últimas mediciones del cuadro n°2 arrojan resultados muy

superiores al promedio.

6 Si comparamos el mejor resultado de las mediciones hechas en topias (1.42) con el mejor resultado de los fogones mejorados (2.62), obtenemos una eficiencia superior de un 84 % lograda en el fogón mejorado.

4. IMPACTOS AMBIENTALES

El análisis global que se puede hacer de todos los resultados que se presentan aquí, parece indicar que EN ESTA REGION DE VENEZUELA, EN ESTOS MOMENTOS, LA PREPARACION DE ALIMENTOS EN LOS HOGARES, NO CAUSA IMPACTOS AMBIENTALES NEGATIVOS. Las razones son estas:

a La mayor fuente de leña para cocinar es el propio cafetal y los

árboles que le dan sombra al café. No se tumba montaña para recoger leña.

b Lo que busca la gran mayoría es leña seca.

De alguna manera, esto fue ratificado por otras preguntas hechas en la encuesta sobre este aspecto en particular, que pasamos a analizar.

Por un lado, 8 de cada 10 entrevistados piensan que el gasto

de leña para cocinar no ha sido causa de que se haya venido acabando con la montaña, mientras que 2 de cada 10 piensan que sí. Y, además, una proporción similar (8 de 10), opina que el agua no ha mermado por la recolección de la leña.

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Pero, por otro lado, 8 de cada 10 entrevistados opinan que se

ha venido reduciendo la montaña en los últimos años, y las razones señaladas con más frecuencia son, en orden de importancia, las siembras, el saque de madera y la construcción de casas. No aparece señalada la búsqueda de leña para cocinar. Una cantidad similar de los entrevistados opinó que el agua disponible para el consumo en las viviendas ha ido mermando en los últimos años, siendo la principal razón la tumba y la tala sin control en zanjones y nacientes.

Es decir, una amplia mayoría percibe que en la zona se

vienen generando impactos ambientales negativos (reducción de la montaña y merma del agua disponible), pero sin embargo, ambos problemas no son consecuencia del uso de la leña para cocinar, sino de otros factores distintos.

Por otro lado recordemos que más arriba se planteó que,

entre 6 y 7 de cada 10 entrevistados, afirman que con el fogón de leña mejorado ahorran leña, es decir, gastan ahora menos leña que cuando usaban el fogón de topias. Este es otro impacto ambiental positivo generado por el proyecto de los fogones. Y esta apreciación pudo ser sometida a mediciones a fin de cuantificar el gasto entre los fogones de topias y los mejorados, obteniéndose los resultados presentados anteriormente en el Capítulo 3, que ratificaron las opiniones antes señaladas y arrojaron cifras hasta de un 84 % de superioridad a favor de los fogones mejorados.

5. CONCLUSIONES

En la zona donde se realizó el estudio, todas las familias entrevistadas usan leña para cocinar y aproximadamente la mitad de ellas combina la cocina a leña con otro tipo de cocina, bien sea eléctrica, o a gas, o a kerosen.

La mitad de los entrevistados piensa que ahora es más difícil

conseguir la leña en relación a como era hace 10 años. Lo más frecuente es buscar leña todos los días, un haz por

vez. La gran mayoría busca leña seca, a pie. Los que tienen fogones mejorados, buscan leña con menos frecuencia que los que tienen topias.

Lo más frecuente es almacenar la leña ya cortada en la parte

de afuera de la casa, en un lugar techado. Las especies más usadas como leña son Guamo, Paují,

Punta de Lanza y Café.

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La costumbre de la mayoría es tener el fogón prendido casi todo el día.

El fogón de leña mejorado es mucho más eficiente que las

topias, según mediciones realizadas en hogares de la zona. El consumo de leña para cocinar, en los hogares de la zona,

no es motivo de impactos ambientales negativos.

6. SIGNIFICADO DE ALGUNAS PALABRAS

Arepas: Pan típico de la mayoría del pueblo venezolano, hecho a base de maíz o de harina precocida de maíz, de forma redondeada, y de tamaño variado según la cultura de la gente.

Astillas: pedacitos de leña en forma alargada, delgada y puntiagudos.

Caraota: leguminosa muy apetecida en la dieta diaria del venezolano.

Conuco: pedazo de terreno donde el campesino produce los alimentos para el sustento de su familia. En la zona del café, está ubicado en terrenos distintos a la siembra del mismo café.

Fogón Villanueva: fogón tipo estufa hecho con ladrillos o con adobes crudos, de tres o cuatro hornillas, un horno y una chimenea.

Fogón manolero: fogón sencillo hecho con barro, de dos o tres hornillas, sin horno, con chimenea, puesto encima del

cimiento de la cocina. Guamo: Arbol que se usa para dar sombra al café y da muy buena leña para cocinar.

Haz: volumen de leña que puede cargar una persona en un viaje.

Hendir: rajar, cortar a lo largo un palo.

Montaña: cantidad de árboles que crecen en un mismo sitio.

Ollas: vasijas o recipientes donde se cocinan los alimentos.

Paují: especie muy apetecida de leña.

Punta de lanza: especie muy apetecida de leña.

Rastrojo: tierra a la que se le ha quitado la vegetación alta para sembrar o meter ganado.

Topias: piedras o latas en las que se ponen las ollas para cocinar

Túnel: lugar del fogón donde se mete la leña. También se le dice hogar.

Tusa: lo que queda del maíz después de desgranarlo.

Zanjones: espacios de terreno cercanos a los cauces de quebradas no permanentes.