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52 INNOVATE · núm.02 | Junio 2013 MAICA TRINIDAD DIRECTORA DE REEELAB @MaicaTrinidad Existen diferentes metáforas para representar a las organizaciones formuladas por Gareth Morgan: la organización como máquina, como organismo, como cárcel psíquica, como sistema político, como cerebro, como cultura, como instrumento de dominación y como flujo y transformación. Sin embargo, todas ellas se dan de forma simultánea y son interdependientes, describen diferentes aspectos, por lo que no resultan suficientes para entender la complejidad. El enfoque sistémico, ecológico, nos ayuda a tomar en cuenta un mayor número de variables y, por tanto, enriquecerá nuestro análisis. Propongo que juguemos, pues, a crear nuevas metáforas que nos ayuden a entender a las organizaciones y los fenómenos que ocurren dentro de ellas. Si existe una imagen que ilustra la dinámica de las organizaciones, en concreto de las empresas, es la de un río. La empresa es un río que fluye siempre hacia abajo, adaptándose a los recodos del camino, interactuando con el medio. No me interesan sólo las gotas de agua que se unen y se separan dependiendo de las condiciones del cauce, sino lo que el río aporta al lugar por donde corre: los árboles de ribera, que sólo encontraremos en lugares húmedos; los animales que acuden a beber de las aguas frías y cristalinas; los insectos; los peces. Los ríos, como las empresas, aportan alimento al entorno, facilitan la supervivencia. La cantidad de interacciones que se dan a su alrededor resulta abrumadora y el impacto sobre el medio es claro, tanto en primavera, cuando baja el agua del deshielo, como en verano, cuando su cauce se seca. Además, el río es un gran ejemplo del cambio en tiempo real que buscamos en nuestras organizaciones: si tiras una piedra, ésta generará ondas, salpicará un poco, pero en ese mismo momento, todo el río estará adaptando su trayectoria para integrar al extraño objeto llegado del exterior. Esto es así porque tiene un comportamiento predecible, pero es capaz de adaptarse a las condiciones externas. Predecible La predictibilidad del río se basa en una serie de condiciones. En primer lugar, las leyes de la física: si eres gota de agua, fluyes hacia abajo, de toda la vida. Este sistema siempre actuará de la misma forma: va a buscar una salida y lo hará aprovechando la fuerza de la gravedad. Resulta llamativo que ningún río del que tengamos constancia se haya propuesto nunca subir una montaña a fuerza de tesón y voluntad, pidiéndole a sus gotas que hagan ese sacrificio por el bien común. Los grupos humanos también pueden ser considerados sistemas complejos, por dos motivos: porque tienen un comportamiento relativamente predecible y porque son muy sensibles a las condiciones iniciales. Las personas, generalmente, buscan la obtención del máximo beneficio con el mínimo esfuerzo, el curso de acción concreto está determinado por la adaptación al entorno. Así, en cada contexto o situación elegimos hacer aquello que menos coste nos genera y nos reporta mayor beneficio. Estamos hablando de un universal en las sociedades humanas, algo completamente predecible: si tienes que llegar a un sitio Los métodos de intervención a gran escala (LSI) y otras metodologías participativas han venido para quedarse. Más allá de las modas, demuestran que es posible realizar cambios significativos y sostenibles en las empresas. La forma de conseguirlo es promoviendo un debate horizontal, en el que todos tengan la oportunidad de aportar al análisis y buscar soluciones conjuntas. No puedes pisar dos veces dentro del mismo río ya que las aguas fluyen constantemente”. Heráclito, Filósofo griego 500 DC. ORGANIZACIONES QUE FLUYEN OPEN SPACE CORPORATIVO

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MAICA TRINIDADDIRECTORA DE REEELAB

@MaicaTrinidad

Existen diferentes metáforas para representar a las organizaciones formuladas por Gareth Morgan: la organización como máquina, como organismo, como cárcel psíquica, como sistema político, como cerebro, como cultura, como instrumento de dominación y como flujo y transformación. Sin embargo, todas ellas se dan de forma simultánea y son interdependientes, describen diferentes aspectos, por lo que no resultan suficientes para entender la complejidad. El enfoque sistémico, ecológico, nos ayuda a tomar en cuenta un mayor número de variables y, por tanto, enriquecerá nuestro análisis.Propongo que juguemos, pues, a crear nuevas metáforas que nos ayuden a entender a las organizaciones y los fenómenos que ocurren dentro de ellas.Si existe una imagen que ilustra la dinámica de las organizaciones, en concreto de las empresas, es la de un río. La empresa es un río que fluye siempre hacia abajo, adaptándose a los recodos del camino, interactuando con el medio. No me interesan sólo las gotas de agua que se unen y se separan dependiendo de las condiciones del cauce, sino lo que el río aporta al lugar por donde corre: los árboles de ribera, que sólo encontraremos en lugares húmedos; los animales que acuden a beber de las aguas frías y cristalinas; los insectos; los peces.Los ríos, como las empresas, aportan alimento al entorno, facilitan la supervivencia. La cantidad de interacciones que se dan a su alrededor resulta abrumadora y el impacto sobre el medio es claro, tanto en primavera, cuando baja el agua del deshielo, como en verano, cuando su cauce se seca.

Además, el río es un gran ejemplo del cambio en tiempo real que buscamos en nuestras organizaciones: si tiras una piedra, ésta generará ondas, salpicará un poco, pero en ese mismo momento, todo el río estará adaptando su trayectoria para integrar al extraño objeto llegado del exterior. Esto es así porque tiene un comportamiento predecible, pero es capaz de adaptarse a las condiciones externas.

PredecibleLa predictibilidad del río se basa en una serie de condiciones. En primer lugar, las leyes de la física: si eres gota de agua, fluyes hacia abajo, de toda la vida. Este sistema siempre actuará de la misma forma: va a buscar una salida y lo hará aprovechando la fuerza de la gravedad. Resulta llamativo que ningún río del que tengamos constancia se haya propuesto nunca subir una montaña a fuerza de tesón y voluntad, pidiéndole a sus gotas que hagan ese sacrificio por el bien común. Los grupos humanos también pueden ser considerados sistemas complejos, por dos motivos: porque tienen un comportamiento relativamente predecible y porque son muy sensibles a las condiciones iniciales. Las personas, generalmente, buscan la obtención del máximo beneficio con el mínimo esfuerzo, el curso de acción concreto está determinado por la adaptación al entorno. Así, en cada contexto o situación elegimos hacer aquello que menos coste nos genera y nos reporta mayor beneficio.Estamos hablando de un universal en las sociedades humanas, algo completamente predecible: si tienes que llegar a un sitio

Los métodos de intervención a gran escala (LSI) y otras metodologías participativas han venido para quedarse. Más allá de las modas, demuestran que es posible realizar cambios significativos y sostenibles en las empresas. La forma de conseguirlo es promoviendo un debate horizontal, en el que todos tengan la oportunidad de aportar al análisis y buscar soluciones conjuntas. “No puedes pisar dos veces dentro del mismo río ya que las aguas fluyen constantemente”. Heráclito, Filósofo griego 500 DC.

ORGANIZACIONES QUE FLUYEN OPEN SPACE CORPORATIVO

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lo harás, generalmente, por el camino más corto, a no ser que obtengas un beneficio mayor yendo por otro lado. No resulta tan diferente de ser una gota de agua: aprovecharás las fuerzas del entorno, te adaptarás a ellas, para conseguir tu objetivo y ahorrarás esfuerzo para cuando tengas una gran meta.Resulta, además, que el agua sólo puede ser agua cuando está en movimiento, al menos un buen agua, la de mejor calidad. No es por hacer de menos a las gotas de agua de los estanques y albercas, pero cuando se estancan comienzan a perder oxígeno y se pudren. Por tanto, las partículas de agua siempre buscarán el movimiento. Esto garantiza la vida sobre nuestro planeta tal y como la conocemos, todos los seres vivos dependen de ello.¿Qué es lo que hace que el río fluya? ¿Acaso un proyecto con presupuesto cerrado? ¿Tiene el río un departamento de innovación que le permita adaptarse al cambio climático? Por supuesto que no. Lo que tiene el río es una lógica identificable, inmutable y que beneficia a todos. Podríamos llamarlo un objetivo común, sencillo, claro y coherente. Nada más.Desde luego, ayuda mucho que las gotas de agua no sean nada rencorosas, que no existan problemas de comunicación entre ellas, que no busquen el reconocimiento social. Se presupone que cada una va a hacer todo lo posible por contribuir al objetivo común.

El comportamiento humanoLos grupos humanos también se comportan según unas leyes más o menos estables, estudiadas por las ciencias sociales, en continuo avance y descubrimiento. Las organizaciones se rigen por fenómenos predecibles que pueden ser modificados induciendo un cambio en las condiciones iniciales del sistema.El carácter predecible del comportamiento humano podría hacer que nuestras organizaciones se comportaran como un río, en continuo movimiento y adaptación. Aunque las personas sean más complejas que las gotas de agua, también sabemos que, por regla general, cooperarán en una mejora de las condiciones del entorno.A partir de los 80 se han desarrollado una serie de técnicas de trabajo con grupos que se vienen aplicando a las empresas con excelentes resultados. Se las conoce como métodos de intervención a gran escala (Large Scale Intervention [LSI]) y están basadas en la comprensión del cambio como algo que implica a la totalidad.Si pensamos que la historia es un péndulo, podremos entender que este enfoque surgió como reacción a las iniciativas top-downde cambio organizacional, donde las propuestas se diseñan en reuniones gerenciales exclusivas. Los LSI, sin embargo, son técnicas que favorecen la participación de todos los agentes involucrados y la “autoorganización” en torno a grupos de interés. El objetivo es entender la totalidad para realizar un cambio sostenible en el tiempo, basado en el compromiso que genera la participación activa.Entre los LSI, uno de los más conocidos es el Open Space Technology, desarrollado por Harrison Owen. Se trata de un tipo de evento sin agenda en que se parte de la pasión y la responsabilidad de los participantes por encontrar soluciones a un problema determinado. En este formato se supera la jerarquía para debatir, entre todos, los temas que más interés despiertan.El resultado es un alto nivel de rendimiento y aprovechamiento

de la experiencia, el surgimiento de iniciativas de futuro, la comprensión profunda de los problemas y la búsqueda coordinada de soluciones. El precio a pagar por ello es que ese día se rompa la estructura jerárquica y se participe desde un plano horizontal para que todos puedan aprender y aportar.

CompromisoTe estarás preguntando si esto funciona, si realmente se consigue un cambio significativo, si las personas se prestan a colaborar. Te preguntarás si lo que sale de un evento de este tipo es relevante para la organización. Pues bien, imagínate un río, con todo ese agua corriendo por el cauce. Lo que podrás ver en un Open Space es un grupo fluyendo en base a su pasión por mejorar las cosas, por vivir en un ecosistema más favorable. No dudes que se implicarán, que les costará marcharse de allí y que, cuando lo hagan, su actitud respecto a la organización habrá cambiado, a esto se le llama compromiso. Pero tampoco dudes que ese día la organización habrá cambiado porque, por primera vez, se habrán hecho las cosas de una forma completamente diferente y eso genera cultura, que, como todo el mundo sabe, es como una bola de nieve. Pero esa es una metáfora diferente. ◆◆◆

EL CARÁCTER PREDECIBLE DEL COMPORTAMIENTO HUMANO PODRÍA HACER QUE NUESTRAS ORGANIZACIONES SE COMPORTARAN COMO UN RÍO, EN CONTINUO MOVIMIENTO Y ADAPTACIÓN

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núm. 02 | Junio 2013

La innovación para conectar el mundo de la empresa, el emprendedor y el inversor

ENTREVISTAHugo NájeraInnovación disruptiva en BBVA

REINVENTING INNOVATIONInnovación abierta y crowdsourcing

PERFILJeff BezosMucho más que Amazon

STARTUP Y NEGOCIOGonzalo Martín-VillaEmprender en Wayra