DISCIPULO E DON TINOCO Primera Parte
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Cuando me meti en aquello de la “ revolucion “, que habia de
transformar nuestro país mas de lo que entonces podiamos figurarnos ,
ni nadie hubiera nunca pensado , no fue ciertamente por esos nobles
Ideales, con mayúscula , como luego dije , sin que nadie me lo creyera,
sino porque no me quedaba otro remedio . Era yo un pobre pelado
cualquiera y , como tal , sujeto a todas las sospechas , presunto
responsable de cuantas fechorias se cometieran en diez leguas a la
redonda, por poco que a los de arriba les conviniera echarme la culpa .
Vivía con mi familia , en una lejana estancia , que era parte de una
enorme hacienda o latifundio , como después decíamos , en la que mi
padre “ el Tata “ , tenía la misión de cuidar un cafetal y además de un
rebaño de borregos , a cambio de lo cual se le permitía cultivar un
pequeño “coamil “ , que era un pequeño lugar en la ladera , donde el
arado no podía penetrar por pedregosa y empinada , teniendo que
hacerse la siembra con “ coa“ y los beneficios muy dificilmente
apreciables . Cuando llegaba la epoca de la cosecha , se hacía con
ayuda de dos peones prestados por el administrador y la mitad más
grande era para la hacienda , y la otra mitad , que era mucho más chica
( aritmética ranchera ) era para nuestras tortillas . Tenía además el
“Tata” , asignados 37 centavos diarios como jornal , los que en realidad
nunca llegaba a recibir , porque tenia que comprar en la tienda de raya
de la hacienda , las telas y provisiones indispensables para su familia ,
que se le apuntaban en su cuenta muy caro , pero al fíado , de suerte
que siempre estaba endrogado hasta el pescuezo , por quién sabe
cuantos años adelante , aparte de la deuda que había heredado de su
padre , y formando la que yo, a mi vez , debía heredar en exagerada
progresión , porque el pobre Tata no sabía contar, ni aunque supiera le
serviría de nada . Se le hacía la tradicional cuenta , de rigor en todas las
haciendas :
-Siete pesos que te llevas en mercancías , siete que me quedas a deber
y siete que te apunto, hacen 21 pesos . ¿ Estás de acuerdo ? Y el Tata
estaba siempre de acuerdo , sobre todo que le daban de “gato “ una
botella de aguardiente, porque el ”amo ” decía que a los pobres hay
que tenerlos borrachos para que se estén quietos. Bajaba el Tata el
casco de la hacienda todos los Sábados y volvía cargado como un burro ,
sudando, maldiciendo entre dientes , bastante “animado” , porque en el
camino le venía entrando al aguardiente , y dando huarachazos como un
loco, figurándose ver escalones en lo parejo. Dejaba su carga en
cualquier parte, apuraba otro trago , e iba a acomodarse contra la cerca
de piedra, en un cierto lugar favorito suyo, donde se dormía como un
bendito, hecho bola en su frazada y con el ancho sombrero de palma
echado sobre los ojos para taparse el sol .
Mi madre , la “Mama” que la llamabamos, y mi hermana Petronila , se
mataban haciendo la cocina: frijoles con chile , tortillas y algunas veces
un pajarito que matabamos a pedradas o alguna liebre que caía en la
trampa , porque carne no la fiaban en la tienda de raya, y el tata
prefería comprar otra botella de aguardiente con los centavos que , a
veces , le quedaban .
Aquella miserable existencia , que era menos que la de otras familias ,
supuestamente , que entonces no me parecía miserable en absoluto ,
sino muy de acuerdo con el orden de la naturaleza , la debíamos – al
decir de malas lenguas – a que mi madre había tenido , allá en otros
tiempos , no se qué meneos con el patrón , y hasta se murmuraba que
yo mismo era obra suya . No sé hasta que punto serían fundadas estas
habladurías , pues la cosa era usual, y me han asegurado, personas
ilustradas,que es un residuo de costumbres coloniales y que las indias
propiciaban este comercio carnal con los blancos para librar a sus hijos
de la esclavitud.
El “Tata” era indio puro , callado , ladino y taciturno como todos
ellos, muy medido y reservado en todo, muy digno y circunspecto .
Oscuro de color ,era lo que se dice “Prieto” , tenía unos ojos muy tristes
y hondos que miraban largamente y que parecian decir muchas cosas
que yo no podría explicar, porque nunca las he comprendido. Cuando ,
acomodado contra la cerca de piedra , en las tardes, después de
terminado su trabajo, se ponía a remendar los huaraches mirando como
se metía el sol , y me decía dos o tres palabras en Nahuatl, que eran
siempre algún axioma de profunda melancolia y de significado
incomprensible para mí , me dejaba meditabundo y almacenaba
aquellas palabras en mi memoria , sin saber que en el futuro irían a
servirme como fondo de mi filosofia de la vida . En su ruda sencillez
había un sentido práctico y romántico completamente diferente de todo
lo que la metafísica llamada occidental ha imaginado . Era algo como la
alta indiferencia del ser que, aún colocado en lo más bajo , se considera
superior a todo y a todos y hasta desdeña manifestarlo. Le basta la
propia conciencia de su superioridad inexpugnable . Probablemente él
mismo no se daba cuenta de todo esto.
La “Mama” era más blanca , más comunicativa y tenía la mano
más suelta para darnos , a la Petronila y a mí , sendos soplamocos por
cualquier cosa. Yo había salido más bien a ella que al tata , era más
blanco y menos encogido, y era esto que había dado lugar a tantas
habladurías acerca de mi nacimiento. Hubo otros hijos, que murieron de
pequeños, como pasa en las familias de los pobres, que no pueden ni
saben cuidarlos. Hasta oí decir que a uno de ellos se lo comieron los
puercos una vez que se les olvidó en el corral. El Tata decía
simplemente , con áquel su tono lento y opaco : - Mejor que vayan
muriendo. Pa lo que les espera , siempre salen ganando los pobrecitos
inocentes .
En cuanto a mí, no sé si puedo decir que tengo recuerdos de
infancia, porque ésta se confunde con la juventud, en una etapa
monótona y regulada tan inevitablemente como la sucesión de los días y
las noches. Siempre viendo los mismos paisajes , y sólo fue mucho
después cuando aprendí que esos mismos paisajes no son nunca
iguales. Corría detrás de los borregos cuando temía que pudieran
desbarrancarse o perderse entre los matorrales, ayudado y acompañado
por mi fiel perro el “Tlaco”, que , aunque un izcuintli corriente , flaco y
de mala muerte, no tenía igual para eso de juntar al ganado, sin dejar
que se perdiera un solo animal. Regresábamos ya de noche al jacal en
que vivíamos, que aún en pleno día era oscuro y triste y olía a chiquero ,
pues el Tata tenía dos puercos que se pasaban el día adentro, y la Mama
se lo pasaba echandolos fuera a punta de jaculatorias , maldiciones y
pedradas , porque, como ella decía, contra los animales perversos y las
apariciones nada hay como unos padrenuestros revueltos con piedras y
mentadas de madre. Los espantos tienen un terror particular a las
maldiciones .
El “Tlaco” , que era adulón como todos los perros, y hasta es por
eso que en el fondo nunca los he querido, meneaba la cola y ladraba
alegremente delante de cada uno , hasta que conseguía que le hicieran
alguna caricia , y luego se lengueteaba calmadamente la parte de
comida que le tocaba e iba a echarse, después de las vueltas de rigor,
en su rincón , junto a la entrada del corral de piedras , donde estaban
encerrados los borregos .
Dentro del jacal había, en un extremo, el fogón formado con
gruesas piedras sobre el que se acomodaban el comal de las tortillas y la
olla de los frijoles, a un lado estaba el metate para moler el maíz y el
molcajete para los chiles y tomates , completando la batería algunos
cacharros de barro , no muy enteros, pero todavia utilizables, con mas o
menos maña . Como mobiliario se contaba con dos cajones de pino : uno
para las provisiones de boca, y el otro para la ropa, de la que apenas si
habia un poquito mas de la que traimos puesta . Además había dos
grandes petates o esteras de carrizo, que eran las únicas camas de la
familia : uno para el Tata y la mama y otro para la petronila y para mí,
sobre el que habíamos dormido desde chiquitos. Como alumbrado un
cabo de vela de sebo que casi nunca se encendía , pues había que
hacerlo durar . Las velas eran muy caras en la tienda de raya.
Tanto la Petronila como yo estábamos ya crecidos , en la edad en
que la sensualidad comienza a hacerse sentir, y en cuanto a inocencia,
en el vulgar sentido de ignorancia, bien sabido es que no existe para los
campesinos : los animales nos lo enseñaban todo por lo claro. La
Petronila era unos dos años mayor que yo , agraciada y querendona
como ella sola, y a veces se me iba arrimando de tal manera que no
había como oponerse a sus insinuaciones , ni tampoco teníamos
nociones morales que pudieran estorbarlas . Nuestros padres no eran
capaces de enseñarnos moralidad alguna, limitandose a soltarnos un
trancazo cuando el ruido llegaba a molestarles , y eso era todo. La
naturaleza habla y no era cosa de andar respetando parentescos ; que
yo conozco pastores que no respetan ni a las mismas borregas . Además
el cura Don Tinoco , del que ya hablaré a su debido tiempo más
largamente. Decía que todo eso era muy biblico y que yo estaba así
“conociendo” a mi familia, en el sentido que daban a ese verbo las
Santas Escrituras .
Entre los que componían el personal de la hacienda, formaban la
aristocracia los vaqueros , que amansaban los potros y cuidaban del
ganado, tareas ambas muy gloriosas, tal vez por los peligros que
implicaban. Ganaban 75 centavos centavos diarios no menos que los 37
del Tata, pero tenían mejores habitaciones en el casco de la hacienda,
es decir , cerca de la casa del amo; vestían de gamuza, con chaparreras
de pelo por fuera y llevaban grandes y sonoras espuelas; indumentaria
que pagaba el patrón y que duraba, no sólo toda la vida, sino que se
heredaba de padres a hijos, con mas o menos remiendos y cachirules.
El jefe de los vaqueros era el caporal don Atanasio , mal
encachado, pero apuesto, con una imponente barba negra rizada de la
que estaba muy orgulloso y la cuidaba con esmero. Era gran amigo del
comandante de los rurales y muy bien visto por las muchachas de las
diversas estancias, que todas querían agarrarlo para casarse con él,
pues ganaba un peso cincuenta diarios;pero Don Atanasio no era de los
que se dejan mangonear fácilmente, cerraba el ojo maliciosamente
como si consintiera y acababa por salirse con la suya. Hasta lo sorprendí
algunas veces en conversaciones más que amistosas con la Petronila y
tuve esperanzas de que llegaramos a emparentar por ese lado. Pero Don
Atanasio era un avispado que dejó a varias chicas infelizadas y al fin
vino a casarse con la maestra de un pueblo cercano , que lo traía de las
narices y acabó por largarse con el Inspector del timbre, de lo que todos
nos alegramos, porque en el fondo nadie lo quería. Era de los que , sin
irle ni venirle, andaba siempre oprimiendo a los pobres para
congraciarse con el administrador . Hasta le inventó no se que cuento al
Tata , a propósito de los borregos, que por poco lo echan fuera, pero
como el amo protegía a la Mama, acabaron por echarle tierra al asunto ,
y santas pascuas. Además , eso de echar fuera a un peón , tenía sus
bemoles, de suerte que lo más prudente en esos casos era levantarle un
falso y enviarlo a la “comandancia” con los rurales para que lo mataran
en el camino, que para eso estaban. Su cuenta en los libros de la tienda
de raya se pasaba a la de su hijo, si lo tenía, o se saldaba por “pérdidas
y ganancias”. Lo cierto es que yo le tenía inquina al maldito caporal y
que siempre he lamentado no haber tenido ocasión de que me las
pagara todas juntas, porque después me hizo otras , como ya lo contaré
mas adelante .
En el pueblo vecino , a unas dos horas de camino a pie , estaba el
destacamento de rurales , el jefe político, el Juez , y todas las demás
autoridades establecidas para ayudar a los ricos ; pero también estaba
el cura Don Tinoco, hombre templado como nadie , que me enseño no
sólo a leer y a escribir, sino en realidad todo lo que he sabido, como ya
lo iré diciendo, pues es el personaje central de este relato y el hombre
mas extraordinario que he conocido. Parece que le caí en gracia y tomó
empeño en inculcarme sus ideas que , como se irá viendo, tenían poco
de ortodoxo . También aprendí mucho en las idas que daba al casco de
la hacienda , cuando estaban los patrones y que faltaba gente , porque
tenían invitados de la ciudad; señoritos como ellos , que no saben hacer
nada y que , por las diferencias que tienen con nosotros los indios , se
diría que vienen de otro planeta, aunque los hayan parido en el mismo
rancho o a pocas leguas de distancia . Esa no era la misma gente , y si
no hemos de acabar con ellos , sea que se larguen o que los matemos,
no vamos nunca a saber con cuantas contamos y nos andaremos
papando moscas y a vueltas y revueltas con problemas que, ni son
problemas ni,aunque lo fueran,podríamos nosotros encontrarles solución
.
Por las tardes jugaban a la malilla en los frescos corredores ,
replantigados en sendos equipales , y yo iba y venia con los refrescos ,
el tequila y mil cosas picantes o amargas dizque para abrirles el apetito ,
cuando nosotros los pobres quisieramos encontrar algo para cerrarlo . Yo
les escuchaba atentamente comentar eso de la revolución, que ya
andaba muy fuerte por el Norte, y hasta se tomaban precauciones
reuniendo armas y parque, que los muy inocentes creían iban a servir
para defenderlos, mientras ya entre nosotros corría la voz de
levantarnos con esos elementos en contra de todos los patrones, y sólo
esperabamos que hubiera bastantes para empezar la pelotera más
sobre seguro. Planes estos a los que no era extraño don Tinoco, quien
como amigo de la hacienda estaba bien enterado de todo lo que pasaba,
y hasta se le pensaba “de los mismos” , muy equivocadamente.
El Patrón, que era un hombrazo rubio muy guapo y muy autoritario
para hablar, afirmaba que los indios estábamos todos muy contentos de
nuestra suerte, puesto que nunca habíamos conocido nada mejor, ni
queríamos tenerlo y que era trabajo perdido querer mejorarnos: - Se
dice que les van a dar tierras ¿qué harán con ellas ? sembrarán lo
estrictamente necesario para sus tortillas , y lo demás quedará sin
cultivo .
-Sin embargo , hay que darles tierras – decía don Tinoco , que venía
regularmente a jugar a la malilla , barajando sus cartas con pachorra- y
además hay que darles instrucción para crearles nuevas necesidades ,
así sembrarán cada vez más para mejorar su casa , su alimento, y hasta
para jugar a la malilla como nosotros .
-Y los hacendados nos quedaremos sin peones. ¿ quien va a trabajar la
tierra de la hacienda cuando ya no exista una clase a la que el hombre
obligue a esas duras faenas? ¿cómo vamos a pagar los sueldos que
exigirán trabajadores más cultos?
-Esa es la razón por la que se oponen ustedes a la instrucción del pueblo
y a la reforma agraria. Quieren seguir teniendo peones a 45 centavos
diarios, que era el salario en los tiempos de la colonia, cuando el costo
de la vida ha subido hasta en un 300 por ciento;quieren en resumen
tener esclavos , con la ventaja de no comprarlos.
-Convengo en que aparentemente la cosa no tiene justificación , pero ,
como todos hacen lo mismo, el hacendado que no lo haga no podrá
vender sus productos, porque su costo de producción sería prohibitivo
comparado con el de los demás.
- Con todo, habrá que hacerlo un día u otro- seguía don Tinoco al par
que contemplaba sus cartas con cuidado- , Vamos al juego:
contrabola a espadas y salgo con el as de bastos . Los esclavistas
tenían los mismos argumentos no hace mucho : la esclavitud se ha
suprimido y los campos siguen cultivandose. Si ustedes los
terratenientes no aplican el remedio,y pronto, lo aplicarán los
revolucionarios barriéndolos a todos, creando otra clase de
potentados, apoderandose de las tierras simplemente, con ayuda de
los peones, a los que tratarán un poco mejor al principio; suprimirán
ciertas iniquidades actuales , como las tiendas de raya y las deudas
hereditarias y el pobre peón se creerá libre , aunque no lo sea aún,
porque sin independencia económica no hay libertad posible.
Estamos llegando a un momento crítico y si ustedes no saben darse
cuenta de ello desaparecerán detrás de sus privilegios .
- -¿ cree usted posible la desaparición de privilegios ?
- -No de todos , de seguro; pero habrá otra clase de privilegios menos
inicuos y menos anacrónicos, compatibles con la educación del
pueblo y con la elevación del nivel promedio de existencia. Los
privilegios actuales son más abusivos de los que nunca pretendieron
tener los encomenderos españoles, y los indios nunca han estado
peor tratados. Al separarse la colonia de España, se abolieron de
golpe todas las leyes que los pretegerían ; para eso se hizo
precisamente esa independencia y quedaron los indígenas a la
merced de blancos y criollos , que nunca han tenido la menor noción
de lo que pueda ser responsabilidad social.
- - Señor cura – exclamó riendo el patrón- ahora si que cortó la
contrabola. Se le olvidó descartarse del caballo de oros, y todo por
defender esas ideas contrarias a la religión y a la ley y al orden .
- A una de las especies de ley y orden ; pero hay otras especies de
leyes y de ordenes a las que en el futuro tendremos que irnos
ajustando. En efecto la contrabola está cortada por culpa de ese
maldito caballo de oros. El mundo marcha y cuando las leyes se
quedán atrás hay que ir haciendo otras nuevas , hasta que al fin
volvamos al verdadero cristianismo , al puro y simple comunismo que
practicaron los apóstoles , aunque debo decirlo , no en el sentido de
cristo , porque Cefas , o Pedro , no era sino un judío intransigente .
Fue Pablo el que infundió la universalidad a la naciente secta , de la
que, sin él , ni siquiera tendriamos noticias , y reclamó de los
romanos la libertad de conciencia , de la que después han renegado
los papas , para volver a defenderla cuando les conviene . La secta
prosperó gracias a que Pablo supo eliminar todo lo que tenía de
cristiano , aunque conservando el nombre .
- -Señor cura , usted olvida que Cristo murió para confirmar su doctrina
, y que ahora , en el juego , yo soy mano.
-Bueno , a mi me toca dar las cartas; pero le aseguro que la ejecución de
Jesús fue un éxito político completo y que con el murió el verdadero
cristianismo : el perdón de las injurias , el amor al prójimo , la igualdad
fraternal afectiva , etc., y que lo que tenemos no es sino una hábil
adaptación del eterno paganismo , del culto al becerro de oro , y
cuìdado donde se nos ocurra contradecir las sagradas escrituras , las
cuales , valga la redundancia , han sido contadas de boca en boca , con
sus obligadas alteraciones de generacion en generacion ;
Al caer la tarde , y ya entrada la noche , siempre era a mi , a quien
correspondia llevar a Don Tinoco a sus Santos aposentos , cosa que no
me desagradaba en lo mas minimo ya que siempre estaba presto a
llevar a don Tinoco a donde fuese necesario , con tal de escuchar sus
enseñanzas de vida ; asi fue que esa precisa noche , mientras las
luciernagas se cernian por todo el camino de regreso a la parroquia ,
por encima de los campos como un manto fosforecente, don Tinoco me
decía con cierta solemnidad, que no dejaba de impresionarme :
- Hijo Isidro, atiende a mis palabras y recoge lo que esos mentecatos
no son capaces de digerir . Cree en Dios , sin atribuirle tus defectos ,
ni echarle la culpa de todo lo malo o bueno que ocurre , que El
también se equivoca y se corrige. Ha creado muchas formas de vida ,
que no han correspondido a sus esperanzas , y las ha destruído,
como destruirá la actual forma humana nuestra, si no sabemos
secundarlo en su obra infinita, para crear otra forma más
perfeccionada , hasta acertar con la manifestación evolutiva que
viene buscando desde toda la eternidad .
-Señor cura , usted me habla de cosas que no entiendo.
-Pero que se irán almacenando en tu interior y que la memoria irá
oportunamente poniendo a la vista, conforme vayas siendo capaz de
comprenderlas .
-Sí usted me lo permite, le diré que me ha sorprendido mucho lo que
decía usted del cristianismo y de Jesucristo. Yo he leído , entre los libros
que usted me hace el favor de prestarme , esos evangelios , y en verdad
le confieso que no pude acabarlos sino con mucho trabajo.
Puesto que tenemos tiempo , mientras llegamos al pueblo , y que te
interesas por éstas cosas, es bueno que sepas que el cristianismo , con
todos sus defectos , es un paso en la evolución de la humanidad ,
independiente de todo predicador , y si Jesús nunca hubiera existido
históricamente , como parece que en efecto ocurre, el paso se hubiera
dado tomando como figura simbólica a cualquier otro personaje , real o
supuesto , que lo que importa es la doctrina y no el hombre . Tampoco
tiene gran importancia el que los evangelios sean auténticos o falsos,
desde el momento en que lo que digan es bueno, tan bueno es que
todavía no ha podido ser aplicado, y si Jesús se presentara de nuevo , lo
volverían a crucificar con la misma frescura. Desde luego se nos
presenta generalmente adulterado : los calificativos de “manso y
humilde “ que lo hacen poco simpático en el fondo , no tienen ningún
apoyo en las Escrituras y los evangelistas estaban tan lejos de aplicarlos
a Jesús como a Gedeón o a Sansón . Nunca predicó el martirio, ni
simpatizaba con los mártires, y si se dejo crucificar fue porque, entonces
, ya estaba con la obsesión de que era el Mesías y debía ajustarse a las
profecias. No fue acusado falsamente, ni careció de los medios de
defensa de su época. Pilatos simpatizaba con él y despreciaba a sus
acusadores; pero Jesús, en lugar de negar, repitió la ofensa causando el
natural horror en los sacerdotes. No tenemos derecho de juzgar a Caifás
más severamente que a cualquier Juez contemporáneo que aplica una
ley, y Pilatos lo dejó ejecutar porque ese era el medio más fácil de
apaciguar a los judíos. Peores cosas se hacen todos los díaspara guardar
lo que llaman ley y orden. En la actualidad Jesús hubiera sido llevado a
un manicomio o dejado en Libertad, pues sus pretensiones a la divinidad
nos parecerian inofensivos , absurdos; pero en aquella época , y en
áquel pueblo , eran afirmaciones muy peligrosas para la paz pública y
por eso fue condenado, así como ahora se condena a los anarquistas, no
porque sus doctrinas sean falsas, sino porque amenazan la tranquilidad
del estado. Ya no somos puntillos en materia de religión y para casi
todos cualquiera es buena, con tal que sea la que está de moda y llene
su objeto de asustar a los niños y tener quietos a los pobres, y en esto ,
el catolicismo no tiene igual, por más que se haya metido en honduras
chistosas al asimilar las leyendas de la Roma Imperial y de antiguas
religiones orientales; como por ejemplo, el hacer a Jesús hijo de una
Virgen y del Espíritu Santo y al propio tiempo, para ajustarse a la
profecía, le hace descender de David por parte de José , que no tuvo
arte ni parte en el asunto. Empero la fé simultánea en ambas
ascendencias no es fenómeno aislado en la historia : Alejandro el Grande
se decía hijo de Apolo y esto no le impedía estar resuelto a que su padre
fuera Filipo; Augusto siguió el ejemplo de la Roma Imperial . ¿por qué no
habían de hacerlo los evangelistas a favor de su héroe ? No falta quién
crea que esta es una interpolación posterior, fundandose en que san
Pablo jamás supo una palabra de ello y enseñaba que Jesús era hijo del
carpintero José y que , sólo después de su resurección , volvió al mundo
como hijo de Dios. Don Tinoco encendió un cigarrillo protegiendo la
llama de la cerilla en la mano , y continuó sus enseñanzas diciendo :
- Los evangelistas nos presentan a Jesús bajo diferentes aspectos .
Ninguno de ellos , salvo Juan , pretende haber sido testigo ocular , y
debes tener en cuenta que los evangelios originales están escritos
en griego, idioma que Jesús y sus discipulos ignoraban , pues sólo
hablaban el arameo , idioma de la palestina en ésa época ; y que
aparecieron hacía el siglo IV de nuestra era , siendo recopilaciones de
infinidad de leyendas transmitidas oralmente en su mayor parte , con
las consiguientes alteraciones. Mateo nos refiere que María se casó
con un cierto José, carpintero, pero descendiente de la casa real de
David, al que un ángel advierte que su esposa va a tener un hijo del
Espíritu Santo, por lo que no debe repudiarla por infidelidad . Los
dioses han tenido siempre ciertos privilegios. La narración continua
en todos sentidos como si la revelación no se hubiera hecho y no se
dice que Jesús haya tenido nunca noticia de ella . Debe ser una
Interpolación . Herodes de Tretarca , sabiendo que ha nacido un niño
que lo destronará , hace matar a todos los nacidos en ese año ,
escapando Jesús con sus padres a Egipto . Ningún otro evangelista
acepta este episodio, históricamente falso . Por aquellos tiempos un
predicador adusto y rudo , Juan Bautista , eneseñaba que era preciso
bautizarse en el agua , que la circuncición no era bastante , que la
penitencia y el ascetismo son los caminos de Dios , etc., y Jesús
comienza su vida püblica pidiendo a Juan que lo bautice , con lo que
ya se pone en contra de la iglesia establecida, y comienza a predicar
abriendo la puerta de la salvación a los gentiles , apártandose del
ascetismo . Jesús es culto , refinado , amplio , predica al aire libre , va
a los banquetes de los funcionarios romanos y de los pecadores ,
aconseja la alegría , la igualdad , no teme las enfermedades y come
en compañía de leprosos ; aborrece los convencionalismos , la
hipocresía , la previsión , la riqueza, es , en suma , un bohemio . No
bautiza a nadie, hay que notarlo , Su doctrina se dirige a la conducta :
recomienda un comunismo simple , fraternal, la ampliación de la
familia en la humanidad , la abolición de la venganza social . Tiene
ciertos poderes anormales para curar, que ejerce con repugnancia ,
por compasión , pidiendo que no se divulguen , porque comprende
que van a restar fuerza a su doctrina y a originar leyendas ridículas ,
como ha sucedido . Mahoma , que tenía la misma opinión , cuidó de
decir claramente que no hacía milagros . Hasta aquí tenemos a un
predicador sensato e interesante ; pero un día Pedro le dice : “Tu eres
el mesías” , Jesús lo cree, se obsesiona y resuelve ir a Jerusalem y ser
sacrificado, porque así lo han dicho los profetas . Desde ese momento
se vuelve arrogante , dictatorial , va a la capital , expulsa a los
mercaderes del templo, insulta a los sacerdotes, perturba la paz
pública , y , naturalmente es arrestado, acusado, llevado ante Pilatos,
quién trata de salvarlo , sin darse cuenta de que el reo está resuelto a
que se le crucifique. Mantiene su actitud viril imperturbable hasta el
último momento , en que su fé debe haberse debilitado ante la
tremenda realidad de la muerte, y muere prorrumpiendo en esa frase
que será siempre un profundo misterio para los creyentes : “Dios mío
¿Por qué me has abandonado? Al tercer día de su muerte un ángel
abre la tumba y jesús, resucitado , vuelve a Galilea a sus
predicaciones, asegurando a sus discípulos que estará con ellos hasta
el fin del mundo , por lo que , sí hemos de creeerle, debe andar aún a
la fecha predicando por alguna parte. Marcos, cuyo evangelio parece
haber sido el primitivo y fuente de los demás , nada agrega a la
narración anterior que sea digno de especial mención .. Pero cuando
llegamos a Lucas cambiamos de ambiente , salimos del cronista árido
y encontramos al literato , al que refiere por el gusto de referir y de
referir bien. Lucas es el artista y es su Christo el que ha ganado al
mundo. Comienza con un idilio encantador : María pariendo en un
pesebre y su hijo adorado por los humildes pastores , que ven en él al
Mesías que habrá de sacarles de la humillación y de la miseria . La
frase tan tristemente celebre , dirigida en su infinita duda , hacia su
creador , respecto de sus verdugos , por quienes pedia perdon
“porque no saben lo que hacen”. Afirma la más importante verdad de
la doctrina al decir que “el Reino de los cielos está dentro de nosotros
mismos, que somos templos de Dios”.
- Pero señor cura – dije yo entonces – siempre he oído decir que el
evangelio de San Juan es el más profundo .
- Tanto – replicó don Tinoco- que ni el mismo lo entendía seguramente.
El evangelio de Juan es una sorpresa. Desde luego es el único que se
dice testigo ocular de los hechos que refiere y su narración es del
todo irreconciliable con las de los otros tres evangelistas. El Jesús de
Juan es discutidor y puntilloso, con frecuencia contesta los
argumentos con insultos , dice mil cosas contradictorias y su
dialéctica es sumamente débil: Es un personaje muy diferente del
rudo y directo predicador de Marcos y Mateo y del pulido y mundano
bohemio que nos pinta Lucas. Juan nos dá la impresión de que Jesús
no tiene más misión que la de llenar las profecías, una por una, sin la
menor libertad de acción, ni otras miras más elevadas, y esto es
tanto más desagradable cuanto que Juan sabe contar su historia y es
un escritor diestro del que tendríamos derecho a esperar algo mejor.
Ibamos ya entrando al pueblo y don Tinoco me hizo que dejará el coche
bajo un árbol, de unas de cuyas ramas amarré el caballo, y continuamos
a pie, porque el cura quería completar la lección . Estaba de vena esa
noche y cuando esto le ocurría no había medio de hacerlo callar, ni yo lo
hubiera querido, porque sus enseñanzas siempre me interesaron
enormemente, y si las transcribo aquí “ in extenso “ es porque me
parece que han de ser útiles a otros .
- El nuevo testamento – Siguió diciendo don Tinoco, mientras
caminábamos lentamente hacía el curato – cuenta dos historias
diferentes para dos diversas clases de lectores : la primera es la
antiquísima de la salvación del género humano mediante el sacrificio
de la divinidad misma , cosa que tiene un sentido demasiado
profundo y que alguna vez te explicaré ; la segunda es la historia de
un profeta que expone opiniones e ideas del más alto interés , de
urgente aplicación en nuestros tiempos , de orden social , religioso y
económico, condensadas en sentencias lapidarias e ilustradas por
medio de parábolas bellas e ingeniosas , en mi opinión ,
insuperables . El hombre , nos dice, no podrá ser ni digno ni feliz
mientras no logre libertarse de la preocupación del mañana, de esa
angustiosa preocupación que absorbe todo su tiempo y toda su
energía , y para ello es preciso que deje de haber tuyo y mío, amigos
y enemigos, parientes y extraños, compatriotas y extranjeros ,
poderosos y débiles, superiores e inferiores : todos debemos formar
una sola familia bajo el alto patriarcado de Dios, que ha puesto las
riquezas de la tierra a la igual disposición de todos y cada uno,
imponiendo el deber del trabajo para la producción cada vez más
abundante de esas riquezas . Nadie debe aspirar a una parte mayor
que la que toca a su hermano , so pretexto de mayor habilidad, que
lo único que importa es asegurar para toda la existencia material
cómoda, de suerte que tengamos libertad de ocuparnos de una más
elevada tarea : la busca del Reino de los Cielos, que está dentro de
nosotros mismos y al que nos acercamos tanto más , cuanto mejor
comprendemos que todos formamos una sola entidad con Dios y que
la separación en individuales no és más que una engañosa
apariencia, un velo que debemos romper para llegar a ver la luz y
conocer la verdad . Por lo tanto el mal o el bien que hacemos a los
demás nos lo hacemos a nosotros mismos inconscientemente. Como
ves, hijo Isidro , todo esto nos lleva directa e irremediablemente a
eso que llaman comunismo y que tanto horror causa a los que tienen
en su poder la riqueza que debiera ser de todos .
Así don Tinoco me iba abriendo el entendimiento y yo meditaba mucho
todo lo que me decía, e iba sacando consecuencias y haciendo
aplicaciones a la vida práctica , en cuanto me era posible. Cuando
estaba de vuelta en la estancia que estaba a cargo del tata y que por
cierto se llamaba el “guamúchil” y estaba en una hondonada , hablaba
de todo eso con la Petronila , que era muy avispada, y me decía que ese
estado en que estábamos los pobres no podía durar eternamente ,
porque no era justo que unos tuvieran sobrado mientras otros no tenían
ni para comer lo necesario. Mi madre nos escuchaba , a veces, mientras
se afanaba arreglando la lumbre o moliendo el nixtamal en el metate
para las tortillas , y se reía con amargura , con esa risita socarrona muy
suya , de las que ella llamaba ilusiones de tontos :
- Las cosas son ansina – decía – y no semos nosotros los probes los que
vamos a cambiarlas . Si aguardamos a que los ricos lo hagan , pos ya
tenemos pal rato : dende quiaque que podían habernos mejorado !
Alguna vez traté de hablar de todo esto con el Tata ; pero el pobre me
escuchaba pacientemente todo lo que yo queria explicarle y poco a poco
se le iban cerrando los ojos , hasta que se quedaba completamente
dormido, sentado en cuclillas , apoyado en la cerca de piedras y
envuelto en su mala frazada parda , llena de agujeros y deshilachada en
los bordes , que era una compasión .
El jefe de aquellos rurales que estaban en el pueblo cercano y que
recorrían la región para asustarnos y que no fueramos a levantar
alborotos contra los amos, era un mal nacido , mestizo él, de pelo lacio y
ojos oblicuos, chato de nariz y grueso de labios , con el que se podía
contar para cualquier bribonada que le dejara algunos pesos o
simplemente que le congraciara con el amo. Le gustaba la Petronila y
comenzó a rondar por la estancia del “guamúchil” con mayor frecuencia
de la que el tata juzgaba conveniente , porque el siempre andaba
temeroso de esa clase de gente, y como yo mismo nunca pude disimular
la inquina que siempre le tuve, me puso el ojo encima y un buen día, yo
no sé con que pretexto, me hizo arrestar por sus gentes , y amarrado
codo con codo, me llevaron al cuartel de una de las poblaciones
cercanas, en donde me dieron de alta como voluntario, con otro nombre,
por si alguien reclamaba, y vine a quedar bajo las ordenes de un
sargento más malo que el mismo diablo.
Casi todos los que estábamos en ese cuartel, y probablemente en
todos los demás , éramos forzados , unos en castigo de crímenes mal
averiguados , otros nomás agarrados de leva sin pretexto alguno , que
maldita la falta que hacía, y se nos trataba como a perros de la peor
especie , custodiados por los más antiguos, que ya se habían resignado,
porque al fin y al cabo en el cuartel se comía con cierta regularidad, y la
mayoría nunca había vivido mejor . Para decir la verdad, yo mismo
habría acabado por alegrarme, si no hubiera sido por el maldito
sargento, que me había tomado ojeriza, por uno de esos humores
inexplicables que nos agarran cuando menos pensamos y a los que
todos estamos sujetos , y cintarazo por aquí , calabozo por allá , tantas
me hizo tan injustificadas que , al cabo de unos meses , durante los
cuales realmente pasé todos los límites de la paciencia, una noche en
que por casualidad estábamos los dos solos a la puerta del cuartel , y
que , por no se que motivo , me llenò de insultos y de amenazas , agarré
el marrazo y se lo metí en la panza; por cierto que entró como en
mantequilla y que yo nunca me había figurado que fuera tan fácil
despachar a un cristiano . El pobre nomás soltó un gruñido como de
puerco y alzó las patas , y yo emprendí la carrera por el campo ,
empuñando el marrazo , porque siempre es bueno llevar alguna arma .
Me acordaba de las lecciones de don Tinoco, que me decìa que el
hombre indefenso no tiene nunca razón y que más vale perro rabioso
que perro muerto.
Ya no me quedaba más remedio que entrarle de lleno a la
revolución, que yo sabía que andaba muy fuerte por el Norte y que se
nos venía acercando. Mas o menos sabía por donde encontrarlos, porque
en el cuartel se hablaba con frecuencia de los revolucionarios , a los que
llamaban “roba vacas” , y hasta teníamos, los soldados rasos, la
intención de pasarnos a ellos en la primera oportunidad. Aprovechando
la noche me alejé sin dificultad , salí del poblado y alla voy por esos
campos de Dios , acercandome a la sierra , donde podría ocultarme más
fácilmente , de modo que ni el padre Eterno pudiera dar conmigo .
Durante el día me agazapaba en algún monte, detrás de cualquier
matorral para descansar; comía hierbas y raíces que yo conozco, y así ,
al cabo de no sé cuantos días llegué , hacía la madrugada , a un jacal
pérdido en el bosque, donde había unos puercos y gallinas en el corral
de atrás y un charco de lodo podrido por delante , que para pasarlo ,
había que pisar sobre unas piedras de firme .
- ¡ Santas y buenas noches ! – grité acercándome con precaución para
no caerme en el charco de lodo apestoso .
- ¿qué andas haciendo por aquí , perro vagabundo?- Me dijo en tono
muy agrio una vieja horrorosa que vino a abrir la puerta , si abrir se le
puede llamar al apartar unas ramas que cubrían un hueco que fungía
de puerta , y mirándome con unos ojos que eran para dar miedo.
- Mire , madrecita – replique humildemente – Vengo huyendo de la
federación , muriéndome de hambre y de cansancio, y si tuviera por
ahí unas tortillas , aunque fueran duras, se lo habría de agradecer en
el alma .
- Ladrón que serás – exclamó la vieja, de seguro alentada por mi
humildad , porque , como solía decir don Tinoco, la humildad atrae los
garrotazos – lo que quieres es robarte mis gallinas , pelón jijo de la
tiznada , y larguese cuanto antes si no quiere que le plante una pedrada
en la maceta y que lo deje turulato .
- Oiga usté , vieja alcahueta – repuse perdiendo la paciencia – que yo
soy gente de bien y no ladrón de gallinas; y si vengo con educación,
es porque soy bien nacido , pero no por eso voy a aguantarme sus
peladeces, ni a dejarme achicopalar .
- Ladrón y reteladrón – prorrumpió la vieja – y además pelón
desgraciado , de ribete. ¡ si no hay más que verte ese uniforme !
Y sin más me aventó una piedra que tenía preparada , que por poco
me descoyunta el brazo ; y yo , que cuando me enojo pierdo la
cabeza , me le eché encima como un loco y le apreté el cogote hasta
que ya nomás le gorgoriteaba , y como me echaba patadas
furiosamente y una de ellas me pegó en cierta parte , que por poco
me corta la respiración , le dí con la cabeza contra una de las piedras
del charco y la dejé tiesa , hundiendose en el lodo apestoso.
Como tenía un hambre que ya ni veía , agarré una gallina de las del
corral de atrás, que hizo más escándalo que la misma vieja , le torcí
el pescuezo , la desplumé y la vacié con ayuda del marrazo, y
entrando en el jacal aproveché un rescoldo que quedaba en el fogón ,
para medio tatemarla como pude y me la comí de prisa , porque
quería alejarme cuanto antes . Estaba muy mala y sin sal, que no
pude encontrar, por más que trastorne el jacal de arriba abajo ; pero
hallé unas tortillas duras y unos chiles secos, con lo que condimenté
la cena pasablemente. Salí , eché una mirada al cuerpo de la vieja ,
que se hundía con lentitud en el lodo , y seguí mi camino , siempre al
Norte, que por allá habría de encontrar a los revoltosos, caminando a
buen paso para meterme entre los matorrales. Tenía mucho sueño y
fui a acomodarme como pude entre unas hierbas altas, al abrigo de
todas las miradas, para dormir un poco . Los indios hemos aprendido
de los animales la manera de ocultarnos en cualquier parte del
campo y como haya un matorralito, por pequeño que sea , ya
estamos seguros de que nadie nos verá aunque pase a dos pasos de
nosotros .
Me perseguía la visión del cadáver de la vieja , hundiendose en
elcharco y me venìa a la memoria lo que me había dicho don Tinoco
una tarde , sentado a la vera del camino , mirando hacía el cielo azul
y profundo : - Hijo Isidro , este mundo no es sino un charco de
excrementos del que algunos tratamos de sacar la cabeza , aunque
sólo sea de vez en cuando , para respirar un poco de aire . Lo malo es
que nos vamos acostumbrando a la porqueria y acabamos porque
acostumbrandonos , porque no podemos vivir fuera de esa
pestilencia . Las religiones positivas pretenden darnos una escalera
para subir , pero como el fundamento es falso , la escalera se hunde
conforme ascendemos y el resultado es que no ascendemos un
milímetro siquiera . Creemos que Dios se guía por nuestra lógica ,
cuando en la realidad la lógica divina nada tiene que ver con la lógica
nuestra . La vida misma , bien considerada, no és más que un puro
absurdo , la luz una imposibilidad, el movimiento un disparate
indemostrable, tanto que el viejo filósofo griego no encontró otra
demostración que la de andar. Lo único lógico , razonable , evidente ,
es la quietud , la oscuridad , la muerte : todo lo demás es un esfuerzo
estéril , un téjido de absurdos y contrasentidos. La virtud no tiene
razón de ser , es contraria a la naturaleza misma de los seres , que ,
para subsistir necesitan ser crueles y egoístas , que es como somos
en el fondo, aunque queramos disfrazarlo con multitud de
eufemismos ridículos . Lo que pasa es que muy pocos, y esos pocos
muy rara vez , se ponen a pensar seriamente. Esto es un esfuerzo
demasiado penoso ; y cuando lo hacen se espantan , y cierran los
ojos , y vuelven a hundirse en el charco de excremento , al que ya
están acostumbrados .
El sueño me cerraba los ojos . Me venían confusos recuerdos de la
Petronila y del comandante de rurales . A ese ya le arreglaria las
cuentas alguna vez, que arrieros somos y en el camino andamos. En
resumen era él el responsable de que anduviera yo matando
sargentos arbitrarios y viejas groseras, y quién sabe adonde vendría
a parar todo aquello. Ya dormido soñé que alguien me perseguia, que
yo no podía correr, pareciéndome que andaba en el agua, con
infinitos trabajos, mientras el otro corria como caballo. Desperté
azorado cuando el sol me pegaba de lleno en la cara y me dolía el
hombro de la pedrada que me había dado la vieja . Me bañé en un
arroyo que corría por ahí cerca , me sequé al sol, porque el calor
comenzaba a apretar, abandoné el uniforme de soldado federal ,
guardando solamente la camisa, los calzones blancos , ceñidos a la
cintura con uno de esos trapos largos que llaman ceñidores , escondí
el marrazo lo mejor que pude y emprendí la caminata disimulándome
con cuidado , porque ya con dos muertes sobre la conciencia no
quería dejarme ver por nadie .
Por la tarde , ya al pardear , cuando parece que llueve ceniza del
cielo y que la noche se nos viene encima de sorpresa , como si
quisiera asustarnos, divisé una cabaña aislada en un claro de la
arboleda, pero acurrucada cerca del monte , como si tuviera miedo y
quisiera esconderse . Desde luego me pareció mucho mejor que el
jacal miserable de la vieja de la noche anterior, y hasta casi estuve
por esquivarme , por aquello que don Tinoco llamaba el “complejo de
inferioridad”, cosa que nunca he podido llegar a comprender
completamente . El mismo don Tinoco solía decir que las cosas que
comprendemos por completo , son las que no valen la pena de ser
comprendidas . Don Tinoco decía cosas de un alcance que pocos
alcanzan, y el mismo lo decía , que era demasiado inteligente para su
siglo y que esto no era una pretensión, sino por el contrario , una
confesión de inadaptabilidad , que es el mayor defecto que puede
tener un ente . La existencia no es sino una adaptación al ambiente,
si no se puede uno adaptar , sea por defecto de más o por defecto de
menos , no tiene importancia; es una inadaptabilidad lamentable ,
que descalifica al ser para la existencia .
Yo era menos metafisico y como el hambre me apretaba de firme me
hice el ánimo y asegurándome de que el marrazo estaba siempre a la
mano, bien escondido en los calzones blancos, colgado del ceñidor,
me acerqué directamente exclamando , como es de costumbre:
-¡ Santas y buenas noches tengan sus mercedes ! .
Y del corralque estaba detrás de la cabaña , salió a poco una
muchacha muy agraciada , llevando en las manos el chiquihuite en
que había llevado el maíz para las gallinas, remangadas las mangas
sobre unos brazos que no había más que pedir . Se me acercó sin
miedo ni desconfianza ( las mujeres nunca los tienen) preguntando lo
que se me ofrecía por aquellos rumbos , a lo que replique , como era
natural , que tenía hambre, que andaba huyendo de la federación y
en busca de los revolucionarios .
-Valgame Dios , señor – dijo la muchacha sonriendo con mucha gracia
– pos aquí no ha de faltarle una tortilla , y hasta dos , si le ajusta el
estómago, y luego podrá irse a juntar con los muchachos que andan
por aquí cerquita. Pero ha de tener mucho cuidado , porque también
los rurales se nos han arrimado , por mas de lo mesmo; asi es que
todo está en el lado pa onde se vaya .
Y la muchacha me sonreía de cierto modo que me iba gustando cada
vez más ; aparte de que yo no sé porque, pero cuando uno ha
matado gente, parece como que tiene más ganas de mujeres , por
aquello de la compensación, que decía don Tinoco . Además la vida
de cuartel me había acumulado las ganas y la muchacha era picante
y entrona como ella sola. Uno es humano , al fin y al cabo , de suerte
que me le acerqué maliciosamente preguntándole si vivía sola en
esos desiertos .
-No señor , ni esperanzas – me replicó sin oponerse a las libertades
que empezaba a tomarme – que vive conmigo mi tata y hasta mi
hermano Pedro , que esta orita de pelada , pos por eso de lo de la
bola ;
avispado le pregunte :
- Y que le pareceria a uste , que su servidor , me pusiera de modo
para que rapido y antes de que su tata llegara de repente, pos yo le
haria unas cositas que no habían de disgustarle ?
- ¡ Ay que señor este ! – repuso ella bajando la cabeza y poniéndose
mas roja que un jitomate -. Si mi tata nunca viene a estas horas !
- ¡ Pos , entonces ya le estamos dando !
Y pasandole el brazo alrededor de la cintura me le fui acercando, sin que
ella opusiera mayor resistencia , y nos metimos poco a poco , en la
oscuridad del jacal, que fue entonces cuando ella se defendía con vigor,
pero como yo las conozco , le planté un trancazo, no muy fuerte , que es
lo que quieren, para ver si uno las quiere de veras. Y a poco estaba yo
tirado en el petate, resollando como un buey , bien fatigado y
satisfecho , mientras ella ya se había levantado y hacia la merienda., de
suerte que, cuando , de ahí a poco, llego el tata, ya estabamos los dos
muy sentados a la puerta del jacal, conversando como si tal cosa , y le
contamos que yo acababa de llegar y que andaba en busca de los
revolucionarios , además de referirle al por menor mis aventuras, porque
el viejo me inspiró confianza desde luego , por su aire tranquilo y
bonachón , parecido al de mi propio tata.
- Bueno , panchita, - dijo el viejo sentándose sobre una piedra baja y
plana que parecía ser su habitual asiento – vamos a ver que nos das
de comer . No han de faltar unos elotes , y ya que tenemos una
visita , a ver si nos das una gallina con chile pasilla , que todavía
debe quedar del que merqué el Sábado , y unos frijolitos de olla con
cebolla y tortillitas calientes . Usted , amigo , es bueno que sepa que
los rurales nos andan taloneando a los muchachos , con ganas de
agarrarse de a deveras y que hacen chilar y medio con los pobres
indefensos . Ya no sabemos ni pa onde voltiar la cara . si usted quiere
ir con el pueblo y hacer algo por los probes inditos, no tiene sino que
jalarle pál norte ; pero vayase con tiento , porque los muchachos
andan recelosos y primero le soltarán un plomazo que un saludo.
-No tenga cuidado tata , –le repliqué – que ya sé como componérmelas,
que no en balde he estado en la federación y me he aprendido la
disciplina , pa que no nos agarren dormidos como moscas. Y además
don Tinoco me ha dado luces sobre lo que debemos procurar , ahora que
tenemos las armas en la mano . Nada menos que la igualdad y que
naiden tenga mas que otro .
Entretanto la muchacha panchita se había dado sus mañas y nos
presentó una gallina asada en las brasas y unos frijoles de la olla con
buenas cebollas, todo condimentado con chile bravo y acompañado de
tortillas calientes , que no había más que pedir .
- Dios ha de querer – decía el viejo comiéndose la pechuga lentamente,
porque estaba algo desdentado y tenía que buscarle el lado para
mascar – que de esta refolufia salga algo bueno pa los probes indios
que siempre han sufrido . Yo he visto algunas de estas refriegas y
cada vez han sido los de arriba los que han aprovechado . Nosotros
nomás hemos oído promesas y recebedo trancazos pa quedar
siempre por debajo . Por lo menos que nos den unas tierritas pa la
milpa y que tengamos que comer . No pedimos más .
- Pos hay que pedir mucho más – exclamó la Panchita – hay que pedir
que ya no haiga quienes sean más ricos que otros . Todos semos
hijos de Dios , como dice el cura, y entre hermanos no ha de haber
diferencias , o no somos hermanos , pues .
- -No semos – dijo el viejo lentamente con tristeza -. Los blancos no
queren ser hermanos nuestros, queren esclavos , los hermanos les
estorban . Además dicen que Dios tiene el cielo para los probes ,
cuando nos muramos de hambre , y que mientras debemos
aguantarnos sin rezongar , porque entonces nos iremos a chamuscar
a los infiernos . Allá lo menos vamos a ver como se chamuscan los
ricos , porque parece que ellos no pueden irse al cielo .
- No se crea de esos cuentos, tata – dijo la Panchita – que los ricos
pueden comprar indulgencias y pagarse muchas misas , de suerte
que al fin y al cabo siempre se van al cielo . ¡ Si hasta el infierno es
pa los probes !
Entonces yo me puse a decirles lo que había aprendido de don Tinoco
acerca de la religión , que era cosa inventada por los de arriba para
tener sumisos a los de abajo y hacerlos trabajar y aprovecharse del
fruto de su trabajo , dandoles una mínima parte , para que no se
mueran de hambre ;pero que poco a poco esos explotados iban
abriendo los ojos y tratando de juntarse y de hacerse fuertes para
echar abajo a los que estaban arriba .
-Pa ponerse en su lugar y hacer lo mesmo – dijo el viejo – y entonces
nada se habrá ganado. Lo que había que hacer es que si hay dos
mazorcas y sólo dos hombres en el mundo , pos una pa cada uno y
santas pascuas .
- ¿ Y si uno había trabajado más que el otro ? – preguntó Panchita . – !
Pos que le hace , si los dos tienen que comer lo mesmo!
El tata tenía respuesta para todo.
Cuando acabamos de comer me despedí para irme en busca de los
revolucionarios , pues la noche era más propicia para esa clase de
empresas, y la muchacha dijo que iba a encaminarme un trecho para
orientarme y que no fuera a dar con los rurales , y el anciano asintió,
recomendandole que, a la vuelta , se trajera unas matas de borraja para
hacer un cocimiento , que dizque cura el dolor de costado . Y nos
metimos , ella y yo , entre los árboles caminando una buena legua,
cuando nos fuimos arrimando uno al otro y acabamos por tumbarnos en
un matorralito , sobre una hierba muy fina y muy blanda, y estabamos
en lo mejor del cuento , cuando vino a interrumpirnos una voz áspera
que exclamaba :
-¡A ver si se me van destrabando y veamos quienes son ustedes !
-¡ Mi hermano Pedro! – exclamó la Panchita toda azorada .
- ¡ Que hermano ni que ojo de hacha ! – prorrumpió la voz furibunda -.
¡ Si ya la había reconocido ! Puta sinverguenza , pelese pal jacal y
dejeme aquí con este gallo pa medirnos los hocicos , a ver de cual
cuero salen mas correas . Y me le dice al tata que ya puede estar
tranquilo , porque ayer matamos al rural que le tenía ojeriza, que
puede ir a ver el cadáver en el barranco del cuervo, pa que esté más
seguro. Y usté largueseme de aquí y no se ande abriendo de piernas
con cualquier jijo de la mañana que se le quera trepar encima .
- La muchacha escapó a la carrera muy contenta de salvarse a tan
poca costa y sin favorecerme siquiera con una mirada , que así es
el egoísmo humano : a la hora del peligro cada uno mira por sí
mismo , y los demás que se rasquen con sus uñas .
Entretanto yo trataba de ceñirme los calzones y de echarle mano al
marrazo , que se me enredaba por todos lados , terminando al fin por
fajarme como Dios manda y empuñar el arma , resuelto a trenzarme a
los golpes con el tal hermano, en cuya mano brillaba uno de esos anchos
machetes que llaman costeros , que le parten a Usted un cristiano de un
lado a otro como si fuera un rábano . En el fondo yo no creía que el
hombre tuviera tantas ganas de matarme, ni de que estuviera tan
furibundo como aparentaba , pues ya hubiera podido tajarrearnos a todo
su sabor cuando nos agarró desprevenidos e indefensos , asi es que ,
sin darle tiempo a que siguiera hablando , por temor de que con sus
mismas palabras se enardeciera y se creyera más en cólera de lo que
estaba , cosa muy frecuente, porque nada nos causa más impresión que
lo que nosotros mismos decimos , le repuse calmadamente :
- Mire , yo he venido en busca de ustedes para entrarle a eso de la
revolución, que es donde los de abajo nos vamos a poner un tanto a
mano de tantas injusticias como nos han hechos los de arriba : su
hermana quiso acompañarme para que no me perdiera en el camino
y como ella es bonita , pues usted en mi caso hubiera hecho lo mismo
.
- -¿ Es cierto eso de que quere entrarle a la pelotera con nosotros ?
- Se lo juro por lo más santo : pero si no quiere creeerme , no vaya a
pensar que se lo digo por miedo , porque stoy listo a que nos
agarremos a la hora que quiera y de dos cristos el más apolillado se
quiebra .
Pedro atoró calmadamente el machete en el ceñidor diciendo :
-Pos si usté es de los nuestros , no hay más que hablar , ni quera Dios
que esa pelada de mi hermana venga a entremezclarse entre dos
salvadores de la patria, o a desunirlos por culo de mas o de menos, que
desos hay muchos onde quera y no se ha de decir que yo malhorié un
correligionario . Usté se viene conmigo pa encontrar a los muchachos ,
que estamos acampados por aquí cerca .
Los pobres nos arreglamos siempre con facilidad , porque , como
no hay intereses de por medio, sabemos decir la verdad , y la miseria es
un lazo que nos une más sinceramente que ningún otro . La revolución
debía curarnos de esa pobreza y también de esa plaga que es el miedo a
la miseria, que aqueja igualmente a los ricos y mas profundamente,
porque ellos ven lo que sufrimos los pobres y es muy natural que no
quieran caer en ese estado . Como decía don Tinoco, es de ahí que
vienen casi todos los crímenes y las bajezas , que son peores . Si la
revolución consigue impalntar una organización que garantice a todos la
subsistencia, sin necesidad de humillarse ante nadie , ipso facto
suprimirá el noventa por ciento de los crímenes; habría aún algunos
achuchones, por aquello del amor propio; pero éstos serían cada vez
más raros, conforme nos fuéramos dando cuenta de lo que en realidad
es la vida y de lo que es la humanidad. En general todo quedaría
arreglado y nadie tendría nada que objetar. Naturalmente los ricos , los
poderosos , los caciques , que decimos nosotros, no quieren abandonar
sus privilegios . Ahora todo lo pueden comprar , pero cuando todos
tengamos lo mismo , ya no podrán comprar nada y cada cual tendrá que
atenerse a sus propios méritos personales , sin más diferencias debidas
al dinero; que el dinero , al fin y al cabo no es más que la representación
de los objetos que puedes adquirir con él ; en realidad no es más que un
pedazo de metal que no te sirve ni para comer , ni para cobijarte; pero,
como con ese metal puedes comprar lo que necesitas, se ha llegado a
creer que lo es todo , cuando no es nada . Ahora que hacemos la
revolución es necesario que organicemos la cosa de modo que a todos
nos toque lo que necesitamos, que no haya quien tenga más, quién
tenga menos y quién no tenga nada y que se vea obligado a vender su
trabajo, a esclavizarse y esclavizar a toda su familia, por un pedazo de
pan, sin garantías para el futuro y siempre expuesto a que sus hijos no
tengan ni que comer , a ese espantajo de la miseria que viene
asustando a la humanidad desde hace tantos siglos y que nos obliga a
hacer tantas mezquindades, impidiendo que nos ayudemos unos a otros,
porque naturalmente cada cual desea asegurar para sí mismo y para
toda su familia la comida diaria , y esto nos toma toda la vida y nos hace
dejar a un lado eso que llaman los Ideales , que son cosas que no
entendemos ni tu ni yo , y dedicarnos a lo que paga , para evitar la
miseria , presente o futura .
Todo esto le iba yo contando al amigo Pedro , que me escuchaba
con la boca abierta , mientras caminábamos por las apenas visibles
veredas del monte, ya muy buenos amigos “acuaches “ como decimos
los indios . Y el hombre se rascaba la oreja pensando y replicaba :
-Estaría muy bueno que nos lo dieran todo y a todos por partes iguales y
sin distinciones y que a naiden le faltara nada ; pero ¿ de onde van a
sacar pa darnos a todos? Se me figura que sin andamos de la greña
peleando por lo que hay , es porque no hay bastante, y el que no agarra
pronto se queda sin nada .
- En eso estás equivocado , manito . Si les quitamos lo que les sobra a
los ricos , y en lugar de despilfarrarlo o destruirlo , lo repartimos con
maña , será más que bastante para lo que a otros falta . Sin ir más
lejos, en este país hay tierras bastantes para que todos fuéramos
hacendados; pero unos cuantos se las han apropiado y han dejado a
la mayoria sin una miserable milpita . Ganado hay más que suficiente
para que todos comiéramos carne todos los días; pero los ganaderos
lo tienen acaparado y los pobres tenemos que conformarnos con
frijoles y tortillas , si acaso, cuando somos afortunados .
-En eso de la tierra y del ganado creo que tienes razón – dijo Pedro , que
era hombre que sabía pensar- pero hay otras cosas que no se dan así ,
sino que hay que hacerlas , como los huaraches , los sombreros , la
manta , las herramientas . ¿ Quien va a fabricar en cantidades
suficientes para todos ?
-¿Tu has oído hablar del maquinismo?
-¿ Que demonios es eso ?
- Es que desde que hay maquinas para fabricar todas esas cosas y
otras muchas más, y hasta máquinas para fabricar máquinas , todo
se puede producir en tal cantidad que , en una semana, estaría
surtida la nación para todo un año , si quisieran realmente ponerlas a
trabajar; pero eso no les conviene a los fabricantes, de suerte que
solamente hacen la cantidad que pueden vender caro, gracias a la
misma escasez que ellos provocan , y cuando fabrican más y temen
que los precios bajen, lo esconden o lo destruyen . Todo por el
maldito miedo a la miseria. Quieren acumular dinero y más dinero ,
para ellos y para sus hijos . Lo que hace falta es otra organización
social y buenos administradores , no gobernantes ni políticos , y que
todos le metamos el hombro al trabajo por parejo.
-Todo eso está muy bien; sólo que con los trabajos fatigantes o
peligrosos o cochinos , que naiden quisiera hacer , de seguro, si no se
viera obligado por la miseria.
-Todo es caso del orgullo , manito Pedro : ahora nadie quiere hacer el
trabajo que ordinariamente hacen los que se consideran como
inferiores , dizque por no rebajarse y además porque son muy mal
pagados ; pero quitale lo del sueldito y el puntillo de orgullo y verás lo
que pasa . Yo mismo he visto, cuando estaba en la federación, a oficiales
muy finchaditos , que en la vida ordinaria no se dignaban siquiera mirar
un azadón, darle macizo con la pala y el pico abriendo trincheras , y muy
contentos además; y señoritos de la ciudad, que por nada del mundo
quisieran ser choferes de oficio, estarse en el volante días enteros
cuando están en su auto, trabajando más que cualquier chofer
profesional . Es que le habían quitado a la cosa , aquello del amor propio
. ¿ Y los médicos? Señorones muy peripuestos, que se ponen al mandil ,
se arremangan la camisa y muy orgullosos hacen mil porquerias , que tu
y yo nos vomitamos sólo de verlas .
-Esos lo han de hacer por dinero.
- Naturalmente , como que también le tienen miedo a la miseria . Sin
embargo , es seguro que nadie quisiera más dinero del que
realmente emplea , pues todo el que tiene además es una monserga
que le da temores y preocupaciones; pero como no sabemos si
mañana vamos a conseguir el dinero que tendremos que emplear ,
queremos guardar algo , y cuanto más , mejor. Y la cosa es peor
cuando se tiene familia, porque entonces queremos acumular
suficiente dinero para librar a los hijos hasta del temor de la miseria ,
de esa maldita miseria que nos obliga a hacer tantas cosas que nos
repugnan.
-Manito Isidro – dijo Pedro ya un tanto desconfiado – me va pareciendo
que sabes demasiadas cosas para que seas un simple pelado , y
empiezo a figurarme que no eres mas que un cacique disfrazado, de
esos que se juntan con los probes pa engañarlos y montarlos en puerco
pinto.
-Por desgracia no soy mas que un pelado como tú, que por mi gusto bien
quisiera ser rico, para no tener que andar por estos matorrales matando
brujas y acostándome con indias puercas como tu hermana.
-¿Mi hermana será india – prorrumpió Pedro- , pero no es puerca!
-Si que es puerca , aunque sea guapa- repuse yo en cólera – y le
apestaba aquello a puro pescado seco, y yo lo sé bien porque le anduve
cerca .
- Eso te sacas – dijo Pedro echando el trapo a reir – por andarte con
perversiones que has de haber aprendido en el cuartel .
- En el cuartel se aprende a marihuano , y a otras cosas peores , y eso
es todo . Te figuras que estando siempre encerrados y sin diversiones
, tiene uno que meterle a la yerbita cuando puede; las tres de
ordenanza, pasando el cigarro en rueda. Y luego , pues no faltan
pelones afeminados que pervierten a los demás ; pero esto sólo entre
los que no le saben entrar a la yerbita .
- Pos , luego . ¿No hay soldaderas?
- Mejor que ni las hubiera! Esas están todas podridas y lo menos que
agarras con ellas es una purgación de garabatillo con todo y pulgas y
una recua de ladillas con conjuntivitis , que hasta chispas ves ; y
luego te llevan a la enfermería y viene el mayor médico y te hace
cosas , que riete de aquello de la inquisición . Mas vale estirar la pata
de una vez . Las soldaderas sirven para hacer la comida , y es todo .
Todas son viejas y cuanto más viejas mejor , porque hacen mejor el
rancho , y , en caso ofrecido , puedes acostarte con ellas con alguna
confianza. Las pocas muchachas y bonitas que suelen caer por ahí,
en un momento las usa todo el regimiento, quieran que no , y las
dejan , que no hay por onde agarrarlas. Comienzan los oficiales y van
pasando hasta el último recluta .
- Pos si en el cuartel nada has aprendido ¿ de donde sacas todas esas
cosas que me vienes diciendo?
Todo lo que sé se lo debo al cura de mi pueblo, que era muy sabio , y
además muy mujeriego. Creo que no había mujer en diez leguas a la
redonda , a la que no le hubiera metido mano. Aparte , era entrón
para todo y, cuando se ofrecía , muy hombre de manejar el machete
como el más pintado. Ami me agarro cariño y me enseñó , no nomás
a leer y a escribir , sino que me hizo ver que esto de la sociedad esta
muy mal organizado y Cristo había predicado todo lo contrario de lo
que hacemos.
-Ahora ya me explico que sepas esas cosas, y ya me irás enseñando
todo lo que aprendiste a ese cura que , por lo visto, a lo menos tenía
religión .
-El me decía también que eso de las religiones son mentiras que han
inventado para que los pobres se estén quietos y se dejen explotar
por miedo al infierno; que el también se aprovechaba de ese miedo
para conquistar a las beatas bonitas, diciéndoles que con él no era
pecado, sino que ganaban indulgencias. Cierto que me hablaba
mucho de Cristo , diciendo que había sido el primer anticlerical y que
precisamente por esto lo crucificaron los curas de entonces , que
eran tan bribones como los de ahora , y la buena religión consiste
solamente en lo que Cristo dijo , de que no hagas a otro lo que no
quieras para ti mismo .
-Entonces ¿ porque andaba abusando de todas las mujeres?
-El decía que todo iba de acuerdo , y que no les hacía sino lo que el
mismo hubiera querido que le hicieran , si fuera mujer . La verdad es
que todas ellas estaban tan contentas con el cura don Tinoco , que no
le aflojaban la sotana , y trabajo le costaba después, quitarselas de
encima .
-¿Y los padres , los hermanos , los maridos ?
-Esos , ni lo sabían siquiera . Creían que la cosa iba con el vecino y se
alegraban por aquello del amor al prójimo, y cuando llegaban a
saberlo , don Tinoco sabìa cerrarles el hocico con regalitos ,
indulgencias y absoluciones , hasta por adelantado .. Quedaban
contentos, pues eran tan pobres , que cualquier cosa les parecía un
mundo. Por otra parte el cura estaba siempre a partir de un piñon con
el jefe político y les daba su tequilita a los rurales , de manera que
todos le tenían miedo.
-Ya le hubiera dado yo un buen machetazo en la chonteca – exclamó
irritado Pedro - ¡ si se hubiera metido con la Pancha! A ti no te mate
porque al fin eres un hombre como todos y le entraste por derecho ,
no como esos curitas matreros que se vienen por las ramas abusando
de los probes . Mira , manito , si algún día nos topamos con ese
sinverguenza , nomás me lo enseñas y ya verás la fusilada que se va
a mamar , pa que aprenda a no ser abusón.
- Me parece – le contesté . que más bien va a suceder a la viceversa ,
porque has de saber que al fin se le armó un escándalo de todos los
diablos , con la mujer del Juez de Paz , que le resultó honrada ,
aunque era muy bonita ; probablemente porque no le gustó el cura o
porque ya tendría otro quebradero de cabeza . El caso es que puso el
grito en el cielo y llevó el chisme hasta el obispado. Don Tinoco , que
se dio cuenta de que la cosa se le había echado a perder , agarró su
rifle, juntó y armó a unos cuantos pelados , prometiéndoles el oro y el
moro , soltó a los presos y los armó con los fusiles de los rurales, que
también se pusieron de su parte, y lanzando vivas a la revolución se
pronunció una noche como el cura Hidalgo . lo primero que hizo fue
colgar al pobrecito del Juez de Paz , que en el fondo nada le había
hecho , pero que era muy injusto con los pobres, y luego se echó en
ancas a la mujer y se metió en el monte . Poco después asaltó y tomó
un pueblo vecino, donde hizo no sé cuantas atrocidades, porque don
Tinoco se había vuelto loco seguramente . ya él me lo había dicho,
que un día había de llegar en que le metería el hombro a eso de la
transformación social y que entonces íbamos a ver cosas buenas . A
éstas fechas , si no lo han matado que todo puede suceder , debe
haber llegado cuando menos a General. Con que ya irás viendo que ,
si llegamos a encontrarlo , no te va a ser muy fácil eso de fusilarlo.
- - Ansina ya es otro cuento – repuso Pedro-. Desde el momento en que
está con nosotros , cura o no cura, es un compañero, y no hay más
que hablar; que por unos pecadillos de más o de menos no vamos a
pelear.
Después de una muy buena caminata por entre los matorrales ,
siguiendo senderos , que para verlos era preciso tener la vista de
Pedro , y conocer el terreno, como él lo conocía , trepando por
breñales indescriptibles, y orillando precipicios , que ponían los pelos
de punta , llegamos a un recodo de la sierra, a media altura, donde
estaban los muchachos : una veintena de indios y mestizos bien
quemados , aglacos , nervudos , severos y taciturnos , cada cual con
su buen machete costeño , unos cuantos con pistolas , pero muy
escaso parque , y tres de ellos con rifles, todavía más escasos de
municiones . Aquella fuerza revolucionaria prometía bien poca cosa,
pero yo contaba con que otros se nos irían juntando y que , con las
nociones de disciplina militar que yo había aprendido en el cuartel,
podríamos sostenernos haciendo campaña de guerrillas y saqueando
rancherías indefensas , cuando no se nos proporcionaran elementos
voluntariamente y gratis.
Pedro me presentó a sus compañeros muy elaboradamente como
un licenciado muy “sabido y escrebido” y cuando les hube referido
mis aventuras , con las exageraciones y substracciones del caso , y
se enteraron de que había matado a la tía Leocadia , la vieja de
marras , a la que se temía por bruja y a la que todos temían y
aborrecían cordialmente , , de común acuerdo me nombraron su jefe
supremo , generalísimo de la banda y con facultades extraordinarias
en todos los ramos . La realidad era que ninguno quería tener encima
la responsabilidad de ese cargo y por costumbre preferían obedecer y
evitar el trabajo de pensar , y así aprovecharon mi ignorancia y me
echaron a cuestas todo eso . Después que la vida me enseño tantas
cosas , siempre le he sacado el cuerpo a todo lo que sea mandar, que
eso es petulancia de necios e ignorantes, que no tienen idea de lo
que pueda ser responsabilidad , la que don Tinoco solía definir
diciendo que es el darse cuenta de que lo que uno ha hecho en lugar
de lo que debiera haber hecho , porque siempre se puede hacer
mejor . Segundo o tercer lugar es mucho más cómodo y mucho más
seguro . Yo acepté el honor , dí las gracias y prometí llevarlos a la
gloria , libertarlos de la opresión , establecer la democracia y la
justicia , que entonces creía yo comprender muy bien y que ahora
confieso que no entiendo en absoluto . Elos se manifestaron muy
contentos y muy entusiasmados , sin creer ni entender media palabra
.
Por la noche , mal acomodado entre una peñas, rellenados los
huecos con hierbas , y después de haber comido un pedazo de carne
de chivo medio asado a una mala lumbrada , que por un lado estaba
crudo y por el otro chamuscado , con unas tortillas duras y unos
tragos de aguardiente , de no sé que procedencia , que sabía a
ungüento de soldado , pero que se subía a la cabeza sin miramientos,
púseme a meditar sobre mi triste situación de jefe de unos cuantos
pobres y desorientados malhechores, que ni tamaños les veía para
bandidos en regla , en lugar de haberme alistado, como era mi
intención , en un cuerpo rebelde bien organizado , donde no tendría
sino que obedecer ordenes de alguno de los famosos cabecillas cuyas
hazañas había oído ponderar. Resolví, en consecuencia, plantar a mis
flamantes subordinados en la primera ocasión y buscar otro acomodo
; pero antes debía aprovecharlos para asaltar algún poblado pequeño
donde pudiera proveerme de ropa y dinero , para irme a la ciudad y
darme un poco a conocer la buena vida , de la que sólo de oídas tenía
nociones .
Los rurales comenzaron a perseguirme desde el día siguiente con
unas ganas que no nos dejaban ni resollar, trayendonos al retortero
por esos montes , siempre tirando hacía al Norte , donde yo me
imaginaba que habíamos de encontrar refuerzos. Aprovechábamos la
noche para alejarnos por las veredas mas enmarañadas y espinosas
que podíamos encontrar , con objeto de dificultar la persecución , y
apenas si dormiamos , turnandonos en la vigilancia, lo que me costó
mucho trabajo , porque esas gentes no tenían idea de lo que era
centinelas avanzados , ni guardias nocturnas , y , si los hubiera
dejado , nos hubieran sorprendido mil veces . Pero ni por esas , los
malditos rurales nos pisaban los talones tan de cerca que , en una
descuidada nos tumbaron al Remigio , uno a quien yo queria bien
porque era un muchacho ingenioso y arriesgado , con el que me
gustaba conversar , cuando teníamos un momento de descanso .
Sabía discutir sin apasionarse y quería aprender . Se entretuvo en
una vuelta del camino más de lo prudente , lo vieron y lo cazaron
como a un venado.
Aquello me dio tanta rabia que , sin pensarlo siquiera . ordene
hacer alto y econdí a la gente en unos matorrales. Lentamente subían
la cuesta los rurales y cuando estuvieron a tiro , tomé uno de los
rifles , apoyé el cañón sobre una rama para mayor seguridad , apunté
con mucho cuidado y solté la bala . Le atiné al caballo , pero lo que
yo quería era tumbar al rural , para vengar al pobre Remigio.
Esperamos todavía, a pesar de la impaciencia de mis pelados , que
querían seguir a la fuga , y cuando el rural se levantó volví a hacer
puntería con mayor cuidado y entonces si que le atine en la mera
cabezota, pues nomás abrió los brazos y rodó a un barranco . Los
demás rurales , viendo que la cosa presentaba más peligros de los
que imaginaban , ya no quisieron avanzar , ocupados además en
sacar el cadáver , y nosotros seguimos nuestro camino , tan de prisa
como podíamos .
Nos alejamos aún una buena legua y nos echamos a descansar ,
que buena falta nos hacía . Uno de los muchachos se apoderó de un
borrego que andaba por ahí , lo mató y lo destazó muy hábilmente ,
creo que había sido carnicero , y encendimos una buena lumbrada
para sarlo. El pastor , que andaba en busca de su animal , nos cayó
encima cuando estábamos comiendo alegremente , y no se hizo del
rogar cuando lo invitamos a que tomara parte en el festín . Hasta
sacó un paquete de Sal , que nos estaba haciendo mucha falta , se
acomodó a mi lado frescamente y con el mejor humor festejó
nuestros triunfos y manifestó que andaba ardiendo por entrarle a la
pelotera .
- Pues vente con nosotros – le dije – y ya verás cómo vamos a
componer la sociedad de manera que seamos nosotros los que
quedemos encima , que para eso se hacen las revoluciones .
- -Pos mire jefe , - replicó el borreguero – me gustaría entrarle a la bola
con ustedes , pero la verdad es que no querría irme sin dejarle un
recuerdito al administrador del rancho , que ya me ha dado
cintarazos, no me paga mi jornal , y es un malhora de todos los
diablos, malo con los probes hasta la pader de enfrente . Cuantimás
que si ahora me vuelvo sin ese borrego que nos hemos comido , no
va a ser cueriza la que me voy a ganar .
- -¿tiene gente armada ese administrador ?- le pregunté.
- Naiden, mi jefe , que está el sólo con la mujer y la hija . hay dos
vaqueros armados , pero andan en el campo con el ganado . Si le
caemos como a la media tarde lo agarramos solo , de seguro.
- ¿Hay dinero en el rancho?
- Eso si que no se lo puedo asegurar . Lo cierto es que hace poco el
administrador vendió una partida de ganado , y todavía no se sabe
que haya ido al puebloadejar la plata .
- ¡Que imprudencia ¡ ¿ No sabe que andamos por aquí?
- No sabe nada , mi jefe .Por esos rumbos todo está tranquilo . Sus
mercedes son los primeros bandidos , perdón , los primeros
revoltosos que se aparecen , así es que el administrador no está
desconfiado .
- Cuídate mucho de lo que dices , manito borreguero – observó Pedro
sentenciosamente – que el pescado muere por la boca y que hay
palabras de poco vivir. Por ésta vez puede pasar , pero cuidado con la
próxima .
Desde luego determiné asaltar el rancho aquél y hacerme de esos
dineros , si los había ; ya después vería la manera de deshacerme de
mis compañeros . Y no sólo era aquello de los dineros , sino que la
idea de que había dos mujeres , seguramente más blancas y bonitas
que las indias que estaba yo habituado a mirar a mi alcance , era ya
un aliciente irresistible para intentar la hazaña.
Don Tinoco me había explicado que los individuos de razas inferiores
sienten una poderosa atracción hacía los individuos de diverso sexo
de razas superiores , lo que se debe a que la naturaleza trata de
establecer cruzamientos para mejorar la raza y provocar esas
atracciones , de otra manera inexplicables , al mismo tiempo que
suscita en los individuos de razas superiores una cierta curiosidad por
las sensaciones que puedan producirles los contactos carnales con
individuos de razas inferiores , siempre con el objeto de uniformar la
raza humana en un solo tipo, que tal vez responda mejor a sus
finalidades . Don Tinoco tenía siempre explicaciones extraordinarias
para todo. También decía que algún día habrían de ocuparse los
Gobiernos del problema sexual y organizar un ministerio de esos
asuntos , que se ocupara de establecer la manera como debieran
efectuarse los cruzamientos , tal y como lo hacen los criadores de
ganado. Me parece que don Tinoco exageraba un tanto , pero como
yo he tenido siempre tanto respeto por su sabiduría no me atrevería
a decir nada en contra .
Entre cuatro y cinco de la tarde , puse mi gente en formación más o
menos correcta , con los que llevaban los rifles por delante , para
imponer respeto, y nos fuimos acercando al rancho , llevando al
borreguero como guía, pues conocía al dedillo todas las entradas y
salidas , y nos llevó tan hábilmente que , sin que nadie pudiera darse
cuenta , nos plantamos repentinamente frente a la misma casa del
rancho.
Estaba el administrador muy tranquilo a la puerta , con las manos
en los bolsillos , silbando una tonadita tan campante , y al vernos
aparecer repentinamente a unos pasos , se puso pálido , que no
pestañeaba siquiera de puro susto, mirando aquella bola de nahuales
que se le venía encima tan inopinadamente. Yo me adelanté con
ademanes respetuosos, diciéndole con humildad .
- Patrón , aquí nos tiene su merced , que venimos para pagarle un
borreguito que nos comimos en el campo, como este pastor puede
atestiguar , que lo ha visto con sus propios ojos , porque nosotros
somos revolucionarios, que luchamos por la democracia y contra la
tiranía y no bandidos ni ladrones , como su merced se pudiera
figurar .
- Al hombre como que le volvió el alma al cuerpo y adelantándose
me tendió la mano que yo fingí no ver, porque como estaba
seguro de que tendríamos que acabar por matarlo o algo por el
estilo , no quería comprometerme en amistad con él. Cuando
nosotros los indios damos la mano , es que somos amigos , y no
hay nada más que hablar.
- Pasad adelante – dijo el hombre fingiendo cordialidad , y por el
acento eché de ver que era un gachupín de esos que maltratan a los
indios , creyéndose todavía en los tiempos de la conquista , y que
vienen a explotar a los indígenas peor que los criollos . – Pasad
adelante , que os vamos a preparar una buena merienda . Y lo del
borreguito , no hay ni que mentarlo , que todavía podeís llevaros
otros , si os gusta.
Pasamos todos adelante y como yo los había aleccionado muy
cumplidamente , los muchachos parecían todos muy mansitos y
humildes . Entramos al escritorio y viendo yo una buena caja fuerte en
un rincón , le dije muy plácidamente sonriendo .
- A ver, patrón ; váyame abriendo esa cajita .
El hombre se puso pálido , sobre todo cuando yo le arrimé el marrazo
por las costillas , así como por broma , y le dije :
- No se me asuste , patrón , que nomás quiero ver como son esas
cosas por dentro . Ya sabe que no somos ladrones .
El gachupín , después de mucho buscar en los bolsillos , sacó una llave,
hizo un gesto como diciendo que no era esa , y llevó la mano a otro
bolsillo ; pero el ladino de Pedro , que se dio cuenta que lo que buscaba
era la pistola para madrugarnos , con increíble rapidez le atizó un
machetazo , con aquel su machete costero, que le abrió la cabeza hasta
el pescuezo , y el hombre cayó sin decir una palabra . Yo le quité la llave
y con no poco trabajo logré abrir la caja fuerte , en la que encontré tres
mil pesos en buenos billetes de Banco , que conté con mucho espacio y
me eché al seno diciendo :
- Aquí los guardo, muchachos, que ya los repartiremos en cuanto
hayamos terminado este trabajito .
Los muchachos se pusieron inmediatamente a registrarlo todo
rompiendo los cajones y todavía se hallaron otros doscientos pesos en
plata , que se repartieron como quisieron , y continuaron registrando la
casa , quebrando cuanto veían , con un entusiasmo que parecía ser la
mejor diversión imaginable , porque cuando se ponen a ello los pelados
se diría que cada cosa que rompen es una cadena de que se libertan .
Don Tinoco sabía explicar aquello muy elaboradamente comentando los
excesos de la revolución , pero yo no podría hacerlo porque me falta ese
profundo conocimiento que de la metafísica tenia el cura. Hay que saber
muchas cosas para explicar las más sencillas y ordinarias de la vida real.
Pedro y yo nos fuimos derechos a una cierta habitación , al lado
izquierdo del corredor interior , en la que habíamos alcanzado a ver que
se habían encerrado dos mujeres , en cuanto habíamos entrado.
- Abran ustedes , señoras –dije suavemente tocando a la puerta – que
nada ha de pasarles . No somos bandidos , sino revolucionarios .
-¿Dónde está mi marido? – preguntó una voz temblorosa .
- En el escritorio , patroncita – replicó Pedro con la voz más melosa del
mundo – De su parte venimos pa que nos haga la merced de
arreglarnos una meriendita, porque tenemos que seguirle pa delante
y cuanto antes .
- Bueno , esperen un poco – dijo la voz ya más tranquila – que vamos a
abrir . nos habíamos atrancado creyendo que eran bandidos .
- Y empezamos a oir el ruido de muebles que retiraban de contra la
puerta . Pedro sacó un peso de plata , de los que le habían tocado en
el reparto , y me dijo :
- Aguila o sello . El que pierda , se lleva a la vieja y el que gane a la
muchacha , pa no andar después con pleitos .
- Aguila ,- repliqué . Y allá va el peso dando vueltas por el aire , y cayó
con el águila para arriba .
- Ganaste – decidió Pedro - . Ahora vamos a ver si es de deveras .
En cuanto la puerta comenzó a entreabrirse nosotros la empujamos
violentamente , nos metimos y cerramos por dentro nuevamente . Por
fortuna , había una ventana , que daba al campo , y la verdad es que no
se porque no la aprovecharon las dos mujeres para escaparse . Una de
ellas era una cuarentona de muy buen ver y la hija una joven de unos
dieciocho años , ambas rubias , bonitas , en fin , algo que nunca
habríamos soñado alcanzar .
Pedro, que no era en el fondo más que una bestia en forma de
gente , me guiñó maliciosamente el ojo , dándome a entender que no le
pesaba el lote que le había tocado , y se precipitó sobre la pobre mujer
espantada , que cayó pesadamente con el cuerpazo de aquel animal
encima y soportando sus toscas caricias . En cuanto a la joven , lloraba a
gritos , y en verdad que yo me sentía inclinado a respetarla ; pero el
espectáculo que teníamos delante acabó por enloquecerme y sin más
contemplaciones la empuñé y vencí la débil resistencia que opuso,
porque de seguro que sobre ella tenía también influencia aquella escena
de sensualidad brutal .
Cuando aún no habíamos por completo satisfecho nuestros deseos
, suenan golpes en la puerta y gritos espantados de los muchachos .
- ¡Jefecito , jefecito , que vienen los rurales !
Pedro saltó como un gato , se fajó en un abrir y cerrar de ojos , abrió la
puerta , salió y volvió precipitadamente seguido de todos los
compañeros en confusión , exclamando :
-¡ Por la ventana , muchachos !
Y todos se lanzaron para escapar , atropellándome sin el menor
miramiento , porque yo , como siempre , andaba a vueltas con el
ceñidor y el marrazo , sin acertar a fajarme los malditos calzones . Por
fin apremiado por el miedo , logré vestirme , empuñé el marrazo , salté
por la ventana y corrí a unirme con los demás , metiéndonos todos entre
los árboles y sin acordarnos para maldita cosa , de aquellas dos pobres
mujeres .
Protegidos por la oscuridad de la noche , que se nos venía encima ,
pudimos alejarnos un buen trecho, siguiendo a Pedro , que iba a la
cabeza . Cuando al fin nos creímos bastante seguros para descansar , y
medio acostados contra unas piedras , me dijo mi compañero :
- Mira Isidro , yo tengo cierto recelo por lo que pueda haberles pasado
al tata y a la panchita : los rurales saben que soy yo el que les ha
matado al jefe , y la verdad es que me gustaría que nos diéramos una
asomadita por allá , cuanti más que ahora es el último lugar donde
nos van a buscar , creyendo que vamos de huida .
Tenía razón y convine en ello , sin dificultades , emprendiendo a la
mañana siguiente la marcha en esa dirección , y al atardecer del otro
día llegamos a las inmediaciones . Quedaron los muchachos
esperándonos en el mismo lugar donde los había encontrado la primera
vez , y cuando fue más noche nos acercamos Pedro y yo, con todas las
precauciones necesarias , al jacal . Hacía un buen claro de luna y todo
estaba silencioso ; pero del jacal solamente quedaban algunos pedazos
de las paredes , todo lo demás no eran sino cenizas . Lo habían
incendiado.
A unos cuantos metros estaba el cadáver del viejo , con el pecho
destrozado por las balas , y un poco más lejos otro cadáver , desnudo ,
torcido , lleno de heridas horribles . Era el de la pobre Panchita , y era
visible el trato infame que la habían hecho sufrir .
Pedro se apoyaba en mi hombro , sin decir una palabra , mirando
fijamente aquellos cuerpos , a los que la luz de la luna daba un aspecto
que nunca podré olvidar .
- Isidro – murmuró Pedro , muy bajito , como si temiera despertarlos –
ayúdame a enterrarlos .
Con el machete y el marrazo abrimos un hoyo, y no fue poco el trabajo
que nos costó. Pedro con lentitud e infinitas precauciones , tomó en
brazos primeramente cuerpo del anciano , luego el de la muchacha ,
apartándome con un ademán y cariñosamente los colocó juntos en el
pozo , que cubrimos con tierra , y encima formamos un montoncito de
piedras, según la costumbre tradicional. Estos monumentos primitivos
van aumentando lentamente , porque cada viajero que pasa agrega una
piedra y reza un padre-nuestro por el alma del finado y para que no le
suceda otro tanto.
Silenciosamente volvimos a donde nos esperaban los muchachos . Pedro
, sin decir una palabra , se acurrucó contra una roza y pareció dormirse
inmediatamente . envuelto en su frazada parda. Yo referí a los demás en
pocas palabras lo que había pasado y juramos todos vengar aquellas
atrocidades exterminando , con especialidad , todos los rurales que
pudieran ponerse a nuestro alcance, sin perdonar uno solo.
Al día siguiente volvimos a tomar el rumbo al Norte , siguiendo un
diferente derrotero . Pedro no volvió a hacer la menor alusión a su
familia asesinada , ni a su casa incendiada ; se había vuelto taciturno y
sombrío , no reía jamás , y cuando nos empeñábamos en alegrarle
contando cuentos verdes , a los que había sido muy aficionado , nos
miraba profundamente , hasta con dureza , y se alejaba cabizbajo , en
silencio, que realmente nos partía el alma .
Avanzábamos poco a poco acercándonos a veces a los poblados
de los indios y paulatinamente venían nuevos compañeros ; infelices
peones escapados de las haciendas donde estaban esclavizados ,
algunos de ellos trayendo fusil y parque , que habían podido robarse, y
entonces ya comenzamos a asaltar ranchos aislados, donde tomábamos
provisiones y reclutábamos nuevos soldados, hasta que logré reunir bajo
mis ordenes unos doscientos hombres no muy mal armados y
tolerablemente disciplinados, gracias a los conocimientos que había
adquirido en el cuartel de los federales. Pedro se mostraba de una
ferocidad increíble. Sombrío y silencioso , mataba e incendiaba sin
descanso , pareciendo que aquello le aliviaba el dolor interior que le
consumía. Por lo demás, cada uno de los que venían a unirse , tenía
alguna injuria que vengar y había que ir a asaltar su rancho , incendiar ,
violar , matar , y cuando esto no era posible , por lo menos se quemaba
alguna sementera , se mataba algún ganado o se hacía cualquier otro
perjuicio , para tenerlos contentos y que no se insubordinaran .
Cuando había oportunidad destruíamos un pedazo de vía férrea y hasta
tiroteábamos los trenes , aunque sin asaltarlos , porque en general
llevaban fuertes escoltas y aún estabamos lejos de podernos medir con
soldados de línea , aunque estuvieran en menor número . Yo sabía que
una veintena de buenos soldados bien dirigidos , como solían estarlo los
federales , eran más que suficientes para rechazar y desbandar a mis
doscientos pelados , mal armados y peor disciplinados . Ya entonces
comenzaba a repugnarme la idea de incorporarme a caudillos
revolucionarios más acreditados , porque le había tomado alguna afición
al mando y a la vida de salteador y me había proclamado general en jefe
, poniendo a Pedro como mi segundo .
- Isidro . me dijo un día éste – creo que debiéramos darnos una
asomadita por tu tierra , no vaya a ser que a tu familia le haya
ocurrido lo mesmo que a la mía , que ni lo quera Dios . Quien quite y
que todavía sea tiempo de evitarlo .
La idea me pareció muy bien , pues además de que estaba intranquilo
por el tata , la mama y la Petronila, tenía ganas de medirme los hocicos
con aquel jefe de rurales que me había mandado al cuartel y de darles
una entrada a los patrones de la hacienda , donde yo sabia que había
armas y dineros , y muchos pobres conocidos míos para aumentar mi
gente . Sin perder tiempo nos pusimos en marcha y al estar a cierta
distancia despaché a dos de los muchachos , muy hábiles para recoger
noticias , los que debían volver a encontrarnos para informarme de todo
lo que convenía saber .
NO tardaron mucho en estar de vuelta refiriéndome que al tata lo
tenían preso en el pueblo y que a la Petronila se la había llevado a su
cuartel el jefe de rurales, mal de su grado y obligándola a hacer la
comida de los cinco rurales que componían el destacamento. De la
mama nadie supo dar razón. No había ahí más fuerzas de suerte que la
tarea resultaba comparativamente fácil, sobre todo contando con que la
gente pobre estaba toda entusiasmada con la revolución , esperando
que al fin se le iba a hacer justicia, aunque no tenía idea de lo que
pudiera ser eso ; lo que esperaban era vengarse de tantas humillaciones
y malos tratos , destruir , robar , comer aunque fuera sólo una vez ,
hasta llenarse . En la hacienda estaba el patrón con los cuatro vaqueros
armados y don Atanasio el caporal , que el sólo valía por otros cuatro ,
pues era hombre muy de su brazo y aún se decía que , en otro tiempo ,
había sido jefe de bandoleros . Ahí la cosa no parecía tan sencilla , pero
yo contaba abrumarlos con el número y agarrarlos descuidados ,
puesto que la región había estado tranquila hasta entonces .
De camino y para “ hacernos la mano” como luego dicen , habíamos
asaltado un ranchito de un alemán, que tenía en su nombre muchas
letras raras y había que estar en el secreto para pronunciarlo. Había
vivido en el país muchos años y decía que nos quería mucho a los indios,
pero ha de haber sido un amor platónico , porque era tan desalmado
como los peores amos paisanos , cosa que le constaba a Pedro , que
había trabajado de peón en ese rancho , y que , naturalmente , lo que
más deseaba era incendiarlo :
- Ese alemán – me decía mi sombrío compañero- es un malhora que no
come carne : puros jitomates y frutas con mucha cerveza , que le
mandan y que apenas si le dan abasto . Una vez me encontró en el
campo comiendo mi carnita con chile , y se me puso hecho un tigre ,
me dijo muchas cosas en su idioma , que han de haber sido
indecencias y me aflojó una cintariza , dizque pa que aprendiera a no
comer cadáveres. Es un extranjero jijo del maiz , como son todos los
blancos . Los únicos de la tierra semos los indios y naiden más . Los
otros vienen a comerse nuestro trabajo y a humillarnos . Esta vez ,
manito Isidro , o acabamos con ellos o ellos acaban con nosotros , y
no hay que darle vueltas .
- La ideología revolucionaria de mi lugarteniente era simple ,
contundente y no escasa de lógica .
- Cuando llegamos al rancho en cuestión encontramos al alemán solo ,
arrellanado en un amplio equipal a la puerta de su casa , que era de
tablas y bastante bonita, ante una mesa sobre la que se veían unas
botellas de cerveza y unos jitomates grandes y muy rojos . Reconoció
a Pedro y muy afablemente nos ofreció cerveza , sin sospechar
siquiera la inquina que éste le traía, porque esta gente es así : si le
pegan a un perro se cuidan mucho de él, pero si le pegan a un indio
ni siquiera vuelven a acordarse . No se si lo creen superior o inferior a
los perros .
- Yo no acepto nada de extranjeros jijos de la tiznada – replicó Pedro a
la invitación del alemán - . A lo que vengo es a pagarle aquellos
cintarazos que me dio y que se los he guardado ; nomás que yo no
doy de plano, sino de filo , con que vayase preparando.
- ¡ Mein Gott ! – exclamó el alemán , más blanco que el papel - .
Espérate , hombre , no seas tan bruto , que les voy a dar todo el
dinero que tengo , pero no me maten !
Pedro , sin más explicaciones , le atizó un tajo con aquél su machete
costeño , y el pobre alemán cayó con la cabeza partida , tiñéndose
inmediatamente de sangre todo su vestido blanco , que era un horror .
Yo no sé como no se murió luego , sino que comenzó a retorcerse y a
lloriquear lastimosamente y entonces yo agarré un rifle y le metí una
bala en la boca que lo dejó tieso. En seguida saqueamos la casa
encontrando unos doscientos pesos , dos rifles buenos con algún parque
, una escopeta , dos pistolas , y muchos libros en alemán , es decir ,
inútiles . Tomamos todo lo que podía servirnos y luego le prendimos
fuego a la casa y nos alejamos un poco para ver como ardía aquello .
Poco a poco nos íbamos acercando al pueblo donde estaba preso
mi tata y peor que presa la Petronila. De mi madre yo pensaba que la
pobre se habría refugiado allá en la sierra con el Nahualtzín, que era
donde todos los pobres indios acudíamos en nuestras tribulaciones . Nos
escondimos en las cercanías y envié unos cuantos de los muchachos ,
sin armas , para que se mezclaran entre los pobres e hicieran
propaganda, para que al entrar se nos unieran otros y nos ayudaran y
guiaran por donde conviniera. Y cuando todo estuvo dispuesto, por la
noche , nos fuimos acercando , entramos calladamente y , antes de que
tuvieran tiempo para nada , sorprendimos a los dos rurales , que
estaban de guardia a la puerta de su cuartel, muy descuidados,
fumando cigarrillos de hoja y conversando lo mas pacíficamente del
mundo.
Cuando nos vieron , ya estábamos a dos pasos . Pedro le abrió la cabeza
a uno de un machetazo y yo liquidé al otro de un tiro a quemarropa ,
precipitándonos todos al interior. El jefe y los otros rurales , viéndose
perdidos , se encerraron en una de las habitaciones , que tenía una
puerta muy sólida , y se atrancaron por dentro; pero los muchachos
arrimaron a toda prisa , paja , tablas , sillas , y cuanto encontraron de
combustible y le prendieron fuego para quemar la puerta .
Entretanto yo me había puesto a registrar la casa y en la cocina
encontré y en la cocina encontré a la Petronila toda azorada ,
arrinconada detrás de la mesa , el metate y cuanto había podido
amontonar para defenderse . Cuando me reconoció salió muy contenta y
me abrazaba llorando y preguntándome lo que había sido de mí en todo
ese tiempo , cosas que no tenía tiempo de ponerme a referir , así es que
salimos inmediatamente a ver lo que pasaba con los rurales
encerrados .
La puerta había prendido fuego fácilmente y lo había comunicado al
interior obligando a los rurales a salir medio sofocados por el humo .
Pedro y los otros no les habían dado tiempo de reponerse , matándolos a
machetazos ; y como el fuego iba ganando todo el edificio , buscamos
las armas y las municiones , que encontramos pronto , gracias a la
Petronila y salimos a la plaza mayor , donde ya nos esperaban muchos
hombres listos a unirse . Nos precipitamos a la cárcel , que el guardián
había abandonado, hice derribar las puertas y puse en libertad a unos
diez infelices indios, entre los que estaba mi pobre tata , más flaco y
más triste que nunca .
- Hijo – contestó a mis preguntas – yo no sé ni porque me metieron
preso . Aquí apenas si nos daban que comer y además estoy muy
enfermo, con un dolor de costado como el que se llevó a tu tío
Crisanto y que me ha de llevar a mi también pal otro lado , y mejor
que sea pronto . Tengo muncho frío ; dame por ay alguna cobija y
sigan su camino. ¿ Te acuerdas del probecito del Tlaco ? Pos el
maldito rural lo despanzurró porque quería morderle los chamorros
cuando fue a pepenarme . Lo hemos sentido mucho , pues ya sabes
cuanto nos quería y nos ayudaba con las borregas . Dame razón de la
Mama .
- La Mama – contestó la Petronila – naiden sabe por onde se metería ,
desde que a usted lo metieron a la cárcel naiden la ha mirado .
Parece que agarró pa la sierra .
- Entonces , ya sé onde anda – dijo el Tata – seguro que se fue pa onde
está el Nahualtzin , que ella sabe que con él está segura . Yo también
me voy a ir caminando poco a poco por ay , que ya estoy viejo pa
meterme en estas peloteras y nunca he sabido manijar esos rifles que
ora se usan . Yo nomás le intelijo a la flecha y la honda , en eso sí que
era templado . Ora tengo que ir a pedirle consejo al Nahualtzin y él
me va a decir onde anda la mama . Naturalmente que la Petronila se
viene conmigo y los deja a ustedes , porque estas cosas son de
hombres .
Los muchachos , unidos con los pobres del pueblo , se habían ya
dedicado a saquear a conciencia las dos o tres tiendas que había y a
asesinar a diestra y siniestra vengando todos sus rencores ,
apoderándose de todo lo que podían utilizar . El desorden era
indescriptible , varios incendios iluminaban la escena de destrucción y
muerte y la cosa amenazaba convertirse en una orgía espantosa .
Habían abierto las casas de los riquitos del pueblo , abusando de las
mujeres , destruido lo que no podían llevarse , asesinando a los que
pudieron agarrar y bebido cuanto alcohol había caído en sus manos , de
suerte que tanto Pedro como yo comprendimos que era preciso poner fin
al desorden , si queríamos sacar alguna ventaja de la situación y asaltar
la hacienda , antes de que llegarán las noticias y se pusieran en estado
de rechazarnos pidiendo refuerzos a otra población , por teléfono o
emisario.
Con infinitos trabajos logramos ir calmando a nuestra gente , no
sin que nos viéramos en la necesidad de que Pedro , con su terrible
machete costeño , abriera la cabeza a unos cuantos de los más
insolentes y que yo hiciera uso , aunque moderado , de mi rifle ; y
organizando , mas bien mal que bien , aquella turba de demonios ,
tomamos el camino de la hacienda , esperando llegar a la madrugada ,
antes de que se hubiera dado la alarma .
El Tata se despidió de nosotros , tomó consigo a la Petronila y
montados ambos en buenas mulas , con buena cantidad de
provisiones , ropa y algún dinero , salieron en busca del Nahual , como
le llaman los blancos , pues nosotros los indios , le llamamos con respeto
Nahualtzin . Era éste una especie de santón o de profeta , de los que
nunca ha dejado de haber en el país , que seguía una tradición
ininterrumpida desde mucho antes de la conquista . Había recibido la
iniciación de su antecesor , que a su vez la había recibido del anterior , y
así sucesivamente hasta perderse en la prehistoria . Ya desde tiempo
de los aztecas habían sólido estar en oposición con los sacerdotes
oficiales , a los que acusaban de engañar al pueblo para dominarlo y
explotarlo, siendo a su vez , calumniados y tachados de charlatanes ,
ladrones de niños , brujos maléficos , etc., Desde la conquista vivieron
ocultos en las montañas , comunicándose solamente con los indios , los
aconsejaban y daban remedios para sus enfermedades , pues eran muy
versados en las plantas medicinales y anestésicas, que conocieron los
aztecas mucho antes de que los europeos las sospecharan siquiera.
Yo lo había visto una vez que mi madre me llevó consigo . Recuerdo que
remontamos la sierra por no sé cuanto tiempo , siguiendo aquellos
enrevesados senderos hasta llegar a su cueva, tan escondida que
solamente sabiendo el camino podía encontrarse . Un indio anciano, de
indefinible edad , estaba sentado a la entrada, en cuclillas , meditando
profundamente , pues no pareció darse cuanta de nuestra llegada . Mi
madre y yo nos sentamos a corta distancia , esperando pacientemente a
que el anciano notara nuestra presencia . Después de un rato levantó la
cabeza , nos saludó y retirándose algún tanto con mi madre la estuvo
hablando largamente . Mi madre volvió a sentarse donde había estado y
yo , obedeciendo a una señal que me hizo el Nahual me alejé en su
compañía, metiéndonos en el bosque . Iba él por delante sin hablar
palabra y yo siguiéndole de cerca bastante impresionado. En un claro
donde había muchas de esas grandes flores llamadas cenpaxochitl , se
detuvo junto a un teponaztli, que estaba colocado sobre dos piedras y
que es un instrumento hecho de un tronco de árbol ahuecado , en el que
se han recortado lengüetas de diverso tamaño que producen diferentes
notas cuando se las golpea , el sonido es muy suave , pero se oye a
grandes distancias con la misma intensidad . El Nahual comenzó a tocar
una tonada triste , muy lenta , y a recitar al mismo tiempo cosas en
azteca que , aunque yo comprendía esa lengua, que es la que hablamos
entre nosotros , no pude entender , a pesar de lo cual , me gustaban
mucho . Cuando terminó su melopeya , se me acercó mirándome
fijamente , me puso las manos sobre la cabeza por unos momentos , y ,
sin hablar, volvió a tomar el sendero que nos había traído , marchando
siempre por delante , y yo siguiéndole de cerca muy pensativo , y sin
saber que pensar.
Mi madre me tomó de la mano y volvimos a nuestro jacal .
Aquellos Nahuales son algo como los profetas de Israel , y esto me lo
había explicado don Tinoco, que los respetaba mucho , como ellos eran
iluminados , poetas , videntes , sólo que nunca pretendieron hacer
milagros : curaban algunas enfermedades , aliviaban los dolores
mediante hierbas cuyas virtudes conocían por tradición , llevaban la vida
austera de los anacoretas , comían raíces , y el pueblo los respetaba y
los quería , acudiendo a ellos en la épocas de pesadumbre , tal como lo
había hecho mi madre aquella vez y como lo hacían ahora el tata y la
Petronila , seguros de que el Nahual sabría sacarles del atolladero.
- Cuando tengas necesidad – me dijo el tata – vé a ver al Nahualtzín y
no perderás tu tiempo . Tomas la vereda que pasa bajo el aguacate
del muerto y que apunta a la piedra pelada , y al llegar frente a los
tres magueyes , a garras pa la izquierda , como quien va pa San
Miguelito , y cuando hayas caminado cosa de una legua . Te pongas a
gritar de tiempo en tiempo “ Ohuaya” hasta que el nahualtzin te
conteste , y entonces te paras y lo aguardas .
- La Petronila me tendió la mano sin decir una palabra y siguió al tata ,
que había tomado la delantera . Me dio tristeza verlos partir así ,
solos y tristes , hacía la serranía en busca de ese ser misterioso que
debía protegerlos hasta que pasara la tormenta revolucionaria .
A pesar de todos mis esfuerzos y los de Pedro , que siempre taciturno ,
mostraba una energía y una actividad sorprendentes , tardamos
bastante en meter un poco de orden en la insubordinada chusma , pues
aún la poca disciplina que se había logrado imponer había desaparecido
con la introducción de los nuevos reclutas , de suerte que , cuando
llegamos a la hacienda era ya día claro y , como yo lo temía , alguien
había llevado la noticia del asalto al pueblo , pues nos recibieron a tiros ,
tumbando una buena cantidad de gente . El pánico fue espantoso y
todos se dieron a la fuga más desordenada y vergonzosa , porque
éramos muchos y con un poco de maña hubiéramos acabado por
ganar . Pedro y yo , que tratamos de contener la desbandada , fuimos
arrollados y , sólo gracias al conocimiento que tenía yo del terreno ,
pudimos escapar con vida , escurriéndonos por callejones y senderos
extraviados y enredosos en los que cualquier otro se hubiera perdido mil
veces , y logramos llegar a aquella misma estancia donde en otro
tiempo había yo cuidado de los borregos . Nuestro jacal estaba aún en
pie , abandonado y triste , y en él descansamos , lamentando la
dispersión de nuestro pequeño ejército .
- Ahora – dije a mi compañero - . Lo que debemos hacer es alejarnos
cuanto antes de estos rumbos . Yo tengo intenciones de ir a la ciudad
y con el dinero que tengo , estarme ahí quieto por algún tiempo . Al
fin que nadie me conoce y cuando se tiene plata todas las
dificultades se allanan . Si quieres venirte conmigo será lo mejor que
puedas hacer .
- No manito – repuso Pedro – yo no salgo del campo . La ciudad no me
cuadra , y se me afigura que te voy a estorbar . Tu tienes peje pa eso
de la letura y la escribidera y te las has de barajar muy al pelo ; pero
yo no soy más que un probe pelado sin nada de estrucción y no sirvo
pa nada de eso , ni tampoco me divierte . Cada cual jale pa su
camino y a quién Dios se la dé , San Pedro se la bendiga . ¿ Cuanto
dinero tenemos ?
Sacando las reservas contamos hasta unos cuatro mil pesos entre los
dos, en buenos billetes de Banco de diferentes valores, algunos
pesos fuertes y morralla . Pedro tomó los billetes pequeños , la plata
y la morralla , en suma , obra de trescientos pesos , que pensaba era
mucho más de lo que pudiera necesitar en toda su vida . Me dejó
todo el resto y se dispuso a marcharse .
- Adiós , manito – Dijo con simplicidad - . Espero que te vaya bien y si
alguna vez volvemos a encontrarnos , ya sabes que puedes contar
conmigo , como yo cuento contigo .
Y se alejó por una de las veredas de la sierra . vi sus calzones blancos
perderse entre los matorrales . Luego volví a divisarlo ya bastante lejos
trepando sobre una peña penosamente , y luego le perdí de vista para
siempre , quedándome pensando en mi situación , que no era en verdad
muy envidiable.
Para llegar a la ciudad tenía que caminar unas buenas leguas , no
exentas de peligros , pues seguramente que ahora se iba a dar una
buena batida para exterminar a los asaltantes del pueblo ; pero yo
conocía caminos y atajos apartados , además de que el marrazo , los
tres mil y tantos pesos y el estar solo me daban confianza . Don Tinoco
me había enseñado que el hombre que quiera ser fuerte debe
acostumbrarse a estar solo, y que únicamente los débiles necesitan
congregarse para sentirse mutuamente apoyados y seguros ,
figurándose que los golpes van a recaer siempre en los demás ; el
hombre en verdad fuerte está siempre solo , por encima de todos , a un
lado de la vida , como si dijéramos , viéndola pasar como un espectador
a quien no le interesa sino en tanto que pueda sacar enseñanzas de lo
que observa , no para aplicarlas en su provecho inmediato sino sólo por
saber , por comprender lo que estamos haciendo . Eso es lo único que
debemos buscar y vale la pena de buscarse : la conciencia , porque eso
de buscar felicidad , decía don Tinoco , no es sino una necedad , pues lo
que solemos llamar felicidad es algo negativo , consiste en la
satisfacción de una necesidad y está limitada al espacio de tiempo en
que estamos satisfaciéndola : el dolor es lo positivo , existe por sí
mismo y no necesita ni argumentos ni demostraciones .
Mientras caminaba me acordaba mucho del Tata , de la Mama , de la
Petronila , que andarían ahora a salto de mata , o estarían en la cueva
del Nahual . Eran mi familia , los únicos que probablemente se
acordarían de mí , por más que don Tinoco era un declarado enemigo de
la familia , a la que erróneamente suele confundirse con el amor , por
ser una de sus erróneas consecuencias . El amor , para él no es sino las
ganas que tiene un macho de juntarse con determinada hembra ,
cuando de esto puede resultar un buen hijo, que es lo que le importa a
la naturaleza , y así los jala uno contra el otro . Ellos idealizan la cosa y
cuando han satisfecho el deseo ya no hallan como seguir el romance ,
acabando por estorbarse y aborrecerse . Cuando vienen los hijos les
ayudan a soportarse ; pero luego crecen y naturalmente , no se
entienden. Los padres quieren que los hijos sean como de su propiedad ,
que piensen como ellos y que no los molesten : por su parte , los hijos
encuentran a sus padres atrasados, rutinarios y maniáticos , los juzgan
con severidad, se sienten estorbados por ellos , y al mismo tiempo todos
se creen obligados a decir que se quieren mucho . Me parece que don
Tinoco exageraba un tanto al decir todas esas cosas de la familia ,
agregando que , si esa es la base de la sociedad , se explica que todo
ande patas pa arriba .
Posteriormente , a casi todos a los que he dicho estas teorías , les han
parecido muy mal , al principio lo que respecta a otras familias, porque
en cuanto a la propia la cosa es diferente, que ahí si hay verdadero
afecto y sincera unión . Lo de siempre , la eterna hipocresía .
Llegué a la capital sin mayores contratiempos , y a pesar de la
confianza que me daban mis buenos pesos , no me atreví a instalarme
en un hotel , que es siempre un edificio imponente, algo así como
templos de una religión que no es la de uno , y fui a dar con mis huesos
a un mesón de barrio, pensando que era bueno tomarme algún tiempo
para ir venciendo la timidez que da la pobreza , que llamaba don Tinoco
“complejo de inferioridad” , que envilece al espíritu y nos quita el ánimo
para muchas cosas . El pobre no es solamente un ente sin dinero , sino
que es un ser desalentado y triste; la vida pasa a su lado sin que él se
atreva a largar la mano para tomar ni aún las cosas que ofrece gratis ,
que son muchas , pero que sólo tienen valor de tomarlas los que podrían
pagarlas , si algo costaran . Por eso solía decir don Tinoco que es preciso
exterminar a los pobres , como clase . Los que ya existen hay que
dejarlos que se vayan muriendo , que es lo mejor que pueden hacer ,
porque son inadaptables a una existencia mas abundante , o suprimirlos
sin consideraciones , que sería lo más filantrópico . Están abajo casi
voluntariamente , se quejan por fórmula , pues no sabrían ser otra cosa .
Cambié de traje dejando el de pelado y tomando uno de catrín y
me hice cortar el pelo y dar una buena arreglada en una peluquería, de
la que salí desconocido; creo que hasta lo prieto se me había comenzado
a quitar. Hay que ascender por escalones , , pues si uno quiere ir
demasiado de prisa le conocen el pelo inmediatamente y lo que yo
quería era penetrar en las altas capas sociales, sin estorbos ni
dificultades , con naturalidad y sin llamar la atención demasiado, cosa
siempre peligrosa para los que se encuentran en mi situación .
A poco dejé el mesón y tomé un cuarto en una casa de asistencia
bastante decente , empezando , con mucha cautela , a trabar
conversación con mis compañeros de mesa , dándome cuenta de que
mis ideas eran escandalosas , de suerte que las oculté mañosamente y
empecé a expresar las de los demás , y con esto los tenía a todos muy
contentos . Había empleadillos de mala muerte , que tenían puestos
secundarios en negociaciones de tercer orden; sus esposas , hijas o
hermanas eran de esas que llaman de “medio pelo”, que quisieran
lucirse y llamar la atención y que logran apenas a fuerza de ingenio y de
privaciones presentarse decentemente . Uno de los compañeros de casa
, solitario naturalmente , pues si hubiera tenido familia femenina otro
gallo le cantara, que tocaba la flauta en no sé que orquesta para
mantenerse, gozaba de una detestable reputación de ateo , gracias a
que nunca iba a misa . Era un hombre sencillo y modesto, de buen
sentido y palabra franca .
Frente a la casa había una iglesia a la que íbamos todos , los
domingos , a la misa de once que era la elegante en el barrio, y en ella
se veían muchas chicas bonitas , endomingadas , frescas y apetitosas
como duraznos maduros, con ojos como estrellas y miradas mas
maliciosas que un cuento verde. El flautista decía que a eso íbamos a la
iglesia, a ver a las muchachas, a cambio de lo cual le hacíamos a Dios el
favor de medio doblar una rodilla cuando sonaban las campanas de la
elevación, y agregaba mil enormidades por el estilo, que yo aplaudía
interiormente y reprobaba en coro con los demás. En el fondo lo
respetaba por su rebelde entereza : un luterano en país católico o un
católico en país luterano me parece que llevan en torno a la cabeza una
aureola de santidad, porque van contra los prejuicios del ambiente y
están resueltos a sufrir las consecuencias del odio del rebaño, los
mezquinos ataques , los cobardes alfilerazos . Son gentes que merecen
el respeto y la admiración , aunque estén equivocados en sus opiniones .
Cuando me creí suficientemente preparado y educado para pasar al
próximo escalón , dejé la casa de asistencia y me alojé en un buen
hotel , con baño privado y todos los lujos de que habitualmente disfrutan
los ricos y de los que los pobres no tenemos siquiera una idea. Debo
confesar que la primera noche no pude dormir en la cama , de tan
blanda que era ( la de la casa de asistencia era tan dura como la del
mesón y ésta casi tanto como el santo suelo ) y tuve que bajarme y
dormir en el suelo , pues de otro modo la hubiera pasado en vela ; pero
poco a poco me fui acostumbrando y acabé por darme cuenta de que ,
hasta entonces , yo nunca había sabido lo que era dormir
cómodamente .
Con una temporada de buena vida , bien trajeado, bien comido y
el orgullito de mis pesos y de mis conocimientos , comencé a mirar por
encima del hombro a todos los peladitos de mis compañeros , y en
cuanto a los indios , ni siquiera los quería ver y hasta me avergonzaba
de saber hablar el nahuatleca, pareciéndome esto un detalle de
inferioridad . Lo que ahora ansiaba era meterme entre los blancos puros,
juntarme con los catrines, con esos señoritos finchados y de aires
superiores, y hasta les iba perdiendo la mala voluntad que antes les
tenía .
Al dueño del hotel le dije que era yo hijo de un ricachón del Sur,
que me había enviado a que me paseara y conociera el mundo, antes de
dejarme al frente de sus negocios; y como el hotelero veía que yo
dilapidaba el dinero sin contarlo,(que para eso lo había economizado
hasta entonces) me presentó con algunos señoritos de la “Alta
Sociedad” a los que invité cantidad de copas y referí infinidad de
mentiras sobre las haciendas de mi padre; y cuando hablaban estaba
siempre de acuerdo con ellos , aunque sólo decían necedades y
estupideces, logrando que me llevaran al Casino, que era donde se
reunía toda la gente “bien” y ellos mismos se encargaron de exagerar
mis mentiras, para darse importancia, y hasta hubo alguno que afirmaba
conocer a mi padre y a mi distinguidisima familia .
Me tomaron naturalmente por uno de los suyos y a poco nos
hablábamos de tu , y yo les había prestado dinero, que no me devolvían,
y ellos me habían presentado con sus familias y amistades . En
consecuencia olvidaba reclamar mis préstamos y ellos olvidaban
devolverlos . Todo lo cual no se pasaba sin que le entráramos a los
albures , porque en mi país hemos sido siempre muy jugadores , de
suerte que mis fondos mermaron rápidamente y un buen día me levanté
con sólo unos cincuenta pesos , que ya debía al hotelero , y quien sabe
cuantos más .
Toda aquella gente estaba temerosa de la revolución , que sólo
conocían de oídas y por la prensa , la que , exageraba las atrocidades y
las derrotas de los rebeldes. Por lo que yo había visto era difícil exagerar
mucho . Llegaban noticias de tomas de ciudades , de saqueos , de
incendios , de matanzas espantosas , casi siempre epilogadas con el
exterminio de los latrofacciosos .
- Es preciso – decían aquellos señoritos – que nos resolvamos a acabar
con esa canalla , a ver si se logra suprimir a la indecente indiada ,
que es una rémora para la civilización y para nada sirve .
A pesar de toda mi transformación psicológica , mas aparente que real,
no hay que decir la rabia que estas cosas me daban ; me sentía en el
fondo pertenecer a esa vilipendiada clase y el tiempo que había estado
entre esas llamada “gente de razón” me había enseñado a apreciarla
en su justo valor . ¿ Que eran ellos en resumidas cuentas ? Unos intrusos
en el país, que de derecho pertenecen a los indios , tan intrusos como
cualesquiera otros blancos, yanquis o europeos . Ni siquiera nos une a
ellos el idioma , porque allá entre nosotros hablamos nuestra lengua
nahuatleca , bastante más correcta y pulida que su duro español , cuyas
ásperas letras nos había costado tanto trabajo aprender .
Aquellos señoritos y aquellas chicas de la “buena sociedad”,
educados ellos por los jesuitas , que habían llegado a casi dominarlo
todo, y ellas por las monjas del Sacré Coeur , creatura del jesuitismo , es
decir , por extranjeros que desconocen y desprecian a nuestro país. Lo
ignoraban en grado heroico , o , como decía el flautista de marras ,
tenían una ignorancia nacional enciclopédica. De historia conocían y mal
, la del actual dictador ; de geografía , la de su región , si acaso . En
cambio , se sabían al dedillo la historia de Francia, podían describir los
ochenta y tantos departamentos franceses; estaban al tanto de quien
era Clovis , de las campañas de Napoleon, etc., e ignoraban que hubiera
existido un Morelos , un Bolívar , un Artigas , un Juárez . Sabían describir
la batalla de Waterloo ( pronunciaban uoterlú) , pero si les hablaba de
Ayacucho , creían que se trataba de un insulto o de algún platillo criollo.
Estaban al tanto día por día de todas las novedades de New York , de
París , de Londres, y las de su Patria las sabían cuando acaso las
mencionaba el “Times” o la “Illustration” : Eran , como exacta e
ingeniosamente los ha llamado Manuel Ugarte , “ Europeos por cable”.
Algunos de ellos habían estado en los estados Unidos y estaban
espiritualmente de rodillas ante la civilización Yanqui, otros , muy
pocos , habían pasado por Europa ( aunque Europa no había pasado por
ellos) y éstos eran autoridad consagrada en todas las materias . Leían
solamente en Francés, que mal comprendían, porque la literatura
nacional les parecía indigna de su elevada atención y la desconocían en
absoluto. Una novela que no tuviera por cuadro la Rue de la Paix y el
Bois de Boulogne les parecía inadmisible .
- No tenemos nada- me decía uno de ellos -. En español no se puede
escribir : nadie ha sabido hacerlo, ni nadie lo sabrá nunca .
¿Pero ha leído usted al pensador mexicano , a Sarmiento , a Ugarte , a
Barbagelata , a Argudes , a . . .?
- No siga Usted . ¿Para que voy a perder mi tiempo en eso cuando
tengo a los escritores franceses , a Ohnet , a Feval, a Clement
Vautel , Morand , Dekobra y tantos otros ? Además usted sabe bien
que en español nada puede escribirse que sea interesante .
- ¿Qué me dice usted de Rubén Darío ?
- Darío parece que no está mal. Por mi parte le confieso que no lo
entiendo bien y que apenas si lo he leído . Si al menos escribiera en
francés , podría leerlo en una buena traducción y darme cuenta de lo
que vale en realidad .
Y con ademán de supremo desdén cerraba la discusión.
Era entonces cuando yo comprendía la necesidad de que viniera la
revolución a barrer definitivamente aquella llamada aristocracia, que
estaba inevitablemente arrastrándonos hacía abajo, que sin comprender
ni su ambiente ni su misión , lo estaban falseando todo, desorientando
los impulsos , envenenando las corrientes ideológicas que debieran ir a
vivificar la vitalidad nacional en aquella etapa de actividades, tal vez la
única oportunidad de que cristalizara en forma definitiva la aspiración
popular hacia un ideal de justicia social.
Al mismo tiempo eran ridículamente patrioteros con un ridículo
patriotismo de campanario, que hacía de su nación la primera del
mundo, de su Estado el mejor de la nación , de su ciudad la mejor de su
Estado, de su barrio el más aristocrático , de su familia la más noble y de
él mismo el tipo más distinguido y “europeo” que pudiera encontrarse.
Contra todo eso venía la insolente revolución hecha por los “pelados”
pretendiendo arrancar de manos de la clase refinada la dirección(ellos
llamaban así a la explotación más desvergonzada)del país .En verdad
que yo me ahogaba en aquella atmósfera y sólo la soportaba gracias a
las comodidades personales, pues felizmente las lecciones de don
Tinoco me habían abierto los ojos hacia otros horizontes y sin falsa
modestia) don Tinoco decía que todas las modestias son falsas)debía
confesarme que yo sabía infinitamente más que todos ellos juntos .
Con todo había que seguirles el humor y hasta sacarles pie adelante ,
que no hay exageración que no se traguen , cuando les halaga ese
patriotismo exagerado de que padecen , el que no les impide proferir
todo lo extranjero y hasta haberse dejado arrebatar por los extraños
todos los negocios importantes . Se cuenta de un extranjero que ,
después de haber vivido en el país algunos años , volvió a su tierra , le
preguntaron como andaban las cosas y replicó : - Todo va muy bien : la
agricultura y el comercio de abarrotes, en manos de españoles ;
ferretería y mercería , en auge , en manos de alemanes ; modas y ropa
en manos de franceses ; minas y petroleo , empresas yanques , todo en
bonanza .
- Pero , entonces , ¿ Que demonios hacen los nacionales ? ¡Oh los
nacionales! Esos tiran cohetes y gritan. - ¡Viva la nación!
El chascarrillo pinta bien la situación, pero hay que cuidarse de decir
la verdad, porque le llaman a uno traidor y le mientan la familia con
alusiones muy poco corteses , y si uno se descuida son capaces de
meterle un cuchillo por las costillas o de pegarle un balazo , porque,
eso si , son “muy hombres” y le madrugan al mas pintado .
Yo estaba por darle casi la razón a un cierto doctor extranjero con quién
había hecho buena amistad. Era un tipo interesante, que se decía
demasiado civilizado para tener una nacionalidad determinada. Había
nacido en Holanda , me parece , detalle accidental sin ninguna
importancia , y describía nuestro país diciendo :
- Nada abajo , en el medio una capa imperceptible, arriba unos cuantos
tan faltos de conciencia que se venderán en cuanto haya quien los
compre y que no valen la pena de ser comprados . Si no se logra
forjar una raza homogénea , netamente nacional , el país tiene
fatalmente que ser presa fácil del expansionismo yanque, que lo
explotara sin tomarse la molestia siquiera de anexarlo. Si ahora los
extranjeros lo tienen todo es porque es preciso que alguien lo tenga,
pues no hay derecho de mantener inútiles las riquezas naturales.
Empero ustedes, representan un tipo de civilización que no es fácil
extinguir. Todavía no están por entero de rodillas ante el becerro de
oro y los valores de un orden mas elevado se aprecian por encima del
dinero: el artista y el sabio valen mas que el simple millonario, y esto
ya es enorme. Cuando sepan desarrollar una acción de conjunto con
los demás países latinoamericanos, podrán defender victoriosamente
el tipo especial de civilización que representan en América .
Un cierto amigo mío, que escuchaba , con no poco asombro , exclamó :
- Esté usted seguro de que defenderemos nuestras tradiciones
nacionales , en especial la de nuestro glorioso ejército contra el que
esta maldita revolución ha fulminado sus anatemas .
- La tradición del ejército – repuso el doctor- es tan mala que la
revolución , para prestigiarse se ha visto precisada a condenarlo en
masa , declarándolo disuelto y fuera de la ley. Todo el mundo sabe
que los primeros ejércitos de América independiente eran de
traidores del ejército realista y que en ellos se dieron los grados
según el número de soldados que cada cual inducía a chaquetear .
Con excepciones muy contadas, todos habían sido enemigos de los
verdaderos insurgentes contrarios a las ideas liberales de Hidalgo ,
Morelos y Bolívar . La tradición más constante del ejército ha sido la
del chaqueteo . Disuelto este ejército ¿ Cual va a substituirlo ? Las
chusmas revolucionarias , saqueadoras y crueles , que producirán
demasiados generales , cada uno de los cuales querrá mandar más
que el presidente , hasta que venga alguno que sepa suprimirlos a la
mala , siguiendo los procedimientos del dictador y hasta
mejorándolos . Ese presidente , para hacerse respetar , deberá haber
ganado batallas y robar mucho , porque para ustedes el que sabe
hacer estas dos cosas sabe necesariamente gobernar . Los
revolucionarios tomarán el lugar de los actuales mandatarios;
gobernarán pésimamente ;pero mucho se habrá ganado porque será
más fácil derribar a los nuevos tiranos y en cada cambio se dará un
paso a favor de la mayoría , hasta que al fin se llegue a formar un
verdadero pueblo, que tenga una idea clara de su situación y de su
real valor en el mundo . Entonces se formará un ejército que recoja la
tradición del que empezó a crear Juárez , del que soñó Morelos , del
que formó San Martín ; vendrán gobernantes honrados y sinceros que
acaben con el caudillismo y sean administradores y no salteadores
del Erario . Hay en este país gentes de verdadero mérito, modestos
estudiosos , pensadores , honrados que yo le presentaré y ojalá que
esta revolución sea la que les dé una oportunidad de surgir y los lleve
a los puestos públicos .
Efectivamente , aquel doctor extranjero , estaba bien relacionado y me
llevó a otros ambientes donde encontré gente de cultura sólida , de
criterio amplio , que se afligía al ver como predominaban la mezquindad
de miras , el fanatismo , el estéril patrioterismo , y que esperaba el
triunfo de la revuelta como una aurora de liberación de la mediocridad
que estaba ahogando cuanto de noble existía . Muchos combatían ya en
las filas revolucionarias orientando aquel movimiento caótico , otros se
preparaban para llenar dignamente las funciones que pudieran tocarles
en suerte . Entre ellos aprendí muchas cosas que don Tinoco no me
había enseñado , seguramente porque no había tenido tiempo, y
comprendí que mi país contaba con elementos diversos y más valiosos
de lo que cualquiera puede imaginarse al considerarla superficialmente .
Como por ejemplo, cuando se pone uno en contacto con ciertos círculos ,
que llaman intelectuales , con los que también trabe relaciones y en
donde encontré músicos , poetas , historiadores , sociólogos , que se
titulaban futuristas , modernistas , ultristas , novacionistas , etc.
Despreciaban todas las glorias consagradas y se incensaban
mutuamente odiándose en el fondo con la mayor cordialidad . Uno había
inventado la rima psicoanalítica , otro un nuevo sonido , el de más
allá ,la morfología prehistórica etnoracial. Era aquello una algarabía de
farsantes sin mérito alguno, aduladores de los gobernantes, esperando
siempre conseguir un “hueso” para vivir del presupuesto ; todos
presentando esa curiosa dualidad de exagerado patriotismo y desprecio
soberano por todo lo del país , al que hacían gala de ignorar , porque el
conocerlo podría parecer síntoma de un vergonzoso complejo de
inferioridad .
También me había yo hecho de cartel con el elemento femenino , pues
siempre tuve suerte con las mujeres, hasta el punto que la misma doña
Candelaria , la dueña de aquella casa de asistencia , había solido venir a
pasar buenos ratos a solas conmigo en mi habitación . Aunque ya un
tanto jamona , no era de despreciar en absoluto . Cuando me eleve
algunos grados en la escala social debo confesar que las chicas me
volvían loco , a pesar de su desesperante beatería , o tal vez era esto
una circunstancia que aumentaba el encanto. Sus maneras eran de
verdaderas damas , muy superiores a todo lo que yo me había podido
imaginar.
En sus amores ponen una cierta dosis de religión y de pecado , parece
que saben a Sacrilegio . En General son aún peores que los hombres en
su desdén por todo lo “del país” en el que no creen pueda encontrarse
nada bueno. Especialmente afectaban soberano desprecio hacia las
autoridades civiles , a las que culpaban de haberlas hecho perder la
privilegiada situación que el clero les hacía creer tuvieron sus
antecesores antes de que el liberalismo lo echara todo a perder. El
menosprecio que afectaban hacia los mandatarios tachados de herejía y
hacia la aristocracia oficial era algo para enloquecer de rabia al mas
paciente , y hay que reconocer que bien pocos pecaban de
mansedumbre , correspondiendo con ataques a sus intereses , para
darse el lujo de ofrecerles su protección , que muchas de ellas se vieron
forzadas a solicitar, ocultando el despecho tras una sonrisita de
conmiseración , por aquellos “arribistas” , “pulgas resucitadas”
“noveaux riches” y organizando en la sombra verdaderas sediciones , so
pretexto de defender su religión , sus curas dizque perseguidos, sus
hijos privados de instrucción religiosa por culpa de unos cuantos
bandidos encaramados , que hablaban de libertad y establecían una
tiranía de ateos desvergonzados , sobre la que un día u otro descendería
la cólera divina . Eran exasperantes , pero al mismo tiempo demasiado
bonitas para que yo dejara de cortejarlas , cada vez que se me
presentaba la oportunidad .
Una de las más bonitas , por cierto , se dejó seguir y hasta alcanzar
cuando pasaba por un jardín entre cuyas callejas supo encontrar un sitio
al abrigo de miradas curiosas, permitiéndome acompañarla unos
momentos , apenas los precisos para darme una cita para el día
siguiente , en una de esas iglesias coloniales que no me cansaba de
admirar y que parecen filigranas de piedra . A la hora convenida la
esperé dentro de la iglesia , porque se hizo esperar un buen rato ;
entró , rezó algo y luego se vino conmigo a un departamentito pequeño
y muy bien arregladito con bastante lujo , que me prestó uno de mis
amigos , el cual lo tenia ad hoc para semejantes aventuras.
- Tú sabes – me decía la joven , porque desde luego empezamos a
tutearnos , cosa natural después de que han pasado ciertas cosas - ,
aquí toda la “gente bien” es católica. Esos pelados del gobierno se la
echan de herejes, aunque en el fondo le tienen tanto miedo al infierno
como cualquiera , y la prueba es que se casan por la iglesia , bautizan a
sus hijos y , cuando están enfermos, mandan llamar al cura a las
volandas . Son puros habladores que nos están quitando nuestra santa
religión sin acordarse de que es la de sus mamacitas , si es que acaso
tuvieron una esos bandidos . Yo tengo que contemporizar con ellos ,
pero lo hago por consejo de mi confesor , porque mi marido tiene un
puesto en el gobierno; y cuando los recibe y tengo que oír todas sus
herejías , voy luego y le pongo una veladora a San Expedito para que me
perdone y otra a Santa Bárbara para que los despache a todos al
infierno.
Aventurillas por el estilo hacían que pasara muy agradablemente el
tiempo , sin embargo deseaba escaparme , tomar el tren hasta el otro
lado de la frontera y de ahí volver a juntarme con los revolucionarios y
contribuir a derrocar esa falsa aristocracia y poner en su lugar como
elemento director a la clase media , en la cual había visto hombres de
valer que , dentro del régimen imperante, estaban condenados a la
inacción y a la pobreza . Pero no tenia los medios para pagarme tan
largo viaje , y entonces me acorde de cierta viuda , bastante aceptable y
muy rica, que me había estado haciendo ojitos tiernos en una de las
aristocráticas fiestas del casino . Yo no le había hecho caso por hacer la
corte a una sobrina suya que me llenaba el ojo. Me armé de valor y me
presenté a hacerle una visita a la hora que yo sabía que la encontraría
sola . Me recibió con mucha amabilidad en un salón , muy bien puesto y
tomamos asiento en un sofá que parecía hecho ex profeso. Poco a poco
la conversación se fue deslizando hacia la galantería y con hábil
atrevimiento me fui insinuando hasta que ya nada tenia que desear y
dejándola a ella maravillosamente satisfecha , porque en esas cosas yo
conozco muy bien el negocio , gracias a ciertos librillos que leí y estudie
con el mayor detenimiento en la biblioteca de don Tinoco , que los tenia
escondidos detrás de otros librotes adustos y pesados . La jamona , con
ese instinto maternal tan común en las mujeres de su edad , empezó a
informarse de mi vida y de si la pasaba bien , y yo entonces , que estaba
esperando precisamente ese momento , le dije que me encontraba un
tanto apuradillo , porque mi padre no me había mandado mi
mensualidad acostumbrada y me estaba llenando de deudas , algunas
de ellas apremiantes, siendo lo mas triste que, ahora que había conocido
lo que es un verdadero afecto , me vería obligado a abandonar la ciudad
; pero que muy pronto regresaría y entonces dejaría bien parado mi
crédito .
Le decía todo esto como obligado por ella y con tanta tristeza que
a la pobre se le salían las lágrimas , y a pesar de que , según fama , era
avara como un diablo , acabo por hacerme aceptar , aparentemente a la
fuerza , mil pesos que tenia a la mano y que jure devolverle en cuanto
recibiera la mesada de mi padre . Después de infinidad de juramentos
de amor eterno y cursilerías de su parte , bastante cargadas , hasta el
punto que me vi tentado a devolverle sus dineros para terminar mas
pronto , logre salir en libertad , y esa misma noche tome el tren de el
Norte , olvidando pagarle al hotelero lo que le debía , que era bastante
más de lo que podían valer mis baúles y maletas, que le dejé
naturalmente en garantía , y que nunca he vuelto a ver.
Caminamos toda esa noche y buena parte del siguiente día , cuando de
pronto , en una cuesta en que el tren caminaba mas despacio ,
comenzaron a sonar tiros por ambos lados de la via y a volar los vidrios
de las ventanillas del carro . según la costumbre , nos tendimos todos en
el piso , cuando de poner la cabeza protegida tras de las patas de los
asientos , que eran de hierro . El tren se detuvo y por desgracia no
llevaba escolta alguna, de suerte que quedamos a la merced de los
asaltantes , pues no había ni que pensar en hacer resistencia ; pocos
llevaban armas y, en la situación en que nos encontrábamos , era
cuestión de dar dado , como luego dicen , y de que los bandidos se
encorajinaran y nos escabecharan a todos .
Los bandoleros aquellos subieron a los carros y nos pelaron con una
rapidez y destreza que indicaban una larga práctica , y eran cosas de
admirar , así como los complicados insultos, algunos de ellos bastante
ingeniosos , con que amenizaban la operación; a los que hacían cara de
protestar les atizaban un trancazo que los dejaba roncando . A una chica
, que venía en el asiento de enfrente del que yo ocupaba, y que me
había guiñado el ojo de vez en vez , uno de aquellos salvajes se le echo
encima y cayeron los dos trenzados como dos perritos por el santo suelo
sin el menor respeto . Creo que ella era del oficio, porque tomo muy bien
la broma y ambos se reían mucho. Otras se defendían furiosamente y
gritaban como puercas ; pero los bandidos no perdían el tiempo en
argumentar , les daban un soberano trancazo que medio las atarantaba
y abusaban de ellas en las posiciones mas extraordinarias que pueden
imaginarse. Debían ser hombres privados de esas satisfacciones
carnales desde hacía tiempo , y además peladitos que nunca habían
tenido al alcance carne blanca y se encarnizaban tanto por lujuria como
por venganza . Uno de los viajeros quiso intervenir , tal vez defendiendo
a su esposa o a su hermana , a la que uno de los saltantes estrujaba
brutalmente ; pero este lo medio mato de un culatazo, le sujeto las
manos con un mecate , y el infeliz tuvo que presenciar como le violaban
a la mujer en cuestión , y cuando mas forcejeaba para desatarse , otro
bandido le metió un cuchillo en el cuello como a un cerdo y lo echo a un
lado a que se fuera muriendo como pudiera . Y todo esto les parecía tan
gracioso que resonaban las carcajadas por todo el carro . Yo , en
realidad ( para que es mas que la verdad) , sentía no estar entre los
asaltantes; agazapado a un lado , tratando de escapar a los golpes a
fuerza de pasar inadvertido , los envidiaba : esas escenas de violencia y
desenfreno me excitaban horriblemente y me siento capaz de cualquier
brutalidad , aunque despues me arrepienta como un condenado .
Instintos ancestrales que despiertan , como suelen decir , reapariciones
de las primeras etapas de la humanidad . Al fin apareció el que parecía
ser el jefe de la banda , quien de seguro venia a hacer de las suyas en
los otros carros , y al mirarlo con detenimiento , ¿ A quien reconozco ? Al
mismísimo don Tinoco , ahora vestido de kaki , con gruesas botas y
ancho sombrero de fieltro , pistola en mano , que ordenaba duramente ,
como quien sabe mandar y hacerse obedecer :
- ¡ A ver muchachos , basta de desorden ! bájenme a todos esos
caciques , para que los vea yo uno por uno , y ya veremos a cuantos
vamos a colgar .
A empellones y culatazos nos fueron haciendo desfilar , examinándonos
don Tinoco detenidamente , y cuando me llegó el turno , el hombre no
quería creer a sus propios ojos, y se le conocía el gustazo que le daba
encontrarme tan inopinadamente .
¡ Hombre , Isidro ! – exclamo al fin abriéndome los brazos con efusión - ¿
Que demonios andas haciendo por aquí ?
- Ya se lo contaré todo , patrón – replique no menos contento por
verme al fin en terreno conocido -. Por lo pronto quisiera juntarme
con su merced , que yo iba en busca de los revoltosos , y
seguramente que no encontraré nunca jefe que mas me guste.
- Ni yo un mejor asistente . Desde luego quedas dado de alta , hijo
Isidro , ¿ Tienes algo mas que pedirme ? la mitad de mi reino , si la
quieres .
- No tanto , mi jefe ; pero ya que su merced es tan bueno , le ruego
perdone a todos estos viajeros , que al fin y al cabo nada deben , y
los deje volverse en paz , sin mas atrocidades , que en verdad yo
todavía no me he acostumbrado a estas cosas .
- Ya te iras haciendo al pulque y sabrás , cuando la veas de cerca , que
tu exageras la cosa subjetivamente . Perdonarlos a todos no es
posible , que por sistema tengo que colgar unos tres o cuatro . Es un
punto de honor y de política , para que se sepa que andamos por aquí
y que somos revolucionarios de verdad . Además , se los tengo
prometidos al marihuano , que hace días no cuelga a nadie y anda
medio aguitadon.
Era el mentado marihuano un indio bajito y vigoroso , de mirada torva y
dulzona , que fungía de verdugo y encontraba tanto gusto en sus
funciones que solía decir que no podía comer a sus anchas sino cuando
había podido colgar a alguien , y don Tinoco , que decía que la vida
humana nada vale , le daba gusto sin mayores dificultades cada vez que
tenia ocasión. Colgaronse pues , tres infelices escogidos al azar y hay
que decir que el marihuano lo hizo con tal prontitud y habilidad , que era
cosa de verse y de admirarse .
- Casi les proporciono un placer – decía don Tinoco tranquilamente ,
mirando las ejecuciones y fumando un grueso cigarro puro – y
además les evito la muerte dolorosa y lenta de las enfermedades ,
con su acompañamiento de agonía y rezos . Yo mismo deseo esa
muerte , cuando me llegue mi hora . Es rápida y agradable .
- Los demás viajeros , que estaban medio muertos de susto y bastante
ridículos , porque no les habían dejado ni siquiera los calzones ,
fueron puestos en libertad y volvieron apresuradamente a meterse en
los carros a toda prisa ; pero se detuvo a las mujeres . Había unas
veinte y el estado en que se encontraban , indicaba a las claras el
brutal tratamiento a que se les había sujetado . Don Tinoco investigo
cuales de sus hombres no habían disfrutado de ellas y hasta si había
quienes quisieran repetir la operación , y las infelices tuvieron que
prestarse hasta que todos aquellos bandidos se declararon
satisfechos . Entonces se les permitió volver a los carros , sin permitir
que ninguna de ellas se quedara con nosotros , como algunos
pretendían ; y el tren emprendió la marcha de regreso .
Aunque entonces solo le acompañaban unos cincuenta , tenia don
Tinoco mas de cuatrocientos hombres bien armados , que le obedecían y
adoraban como a un Dios . Había establecido una curiosa organización ,
que el llamaba romana , dividiendo gente en centurias , subdivididas en
decurias ; cada una de estas elegía al decurion que la mandaba , los
decuriones reunidos elegían al centurión , y estos a su vez , al jefe
supremo , que era naturalmente don Tinoco , y que se intitulaba
Imperator . En cuanto había una queja contra un jefe se procedía a
nueva elección , y don Tinoco se manifestaba dispuesto a ceder su
puesto y seguir como un simple legionario el día en que sus compañeros
creyeran que no sabia dirigirlos y encontraran uno mas apto.
- Espero aumentar mis fuerzas – me explicaba- hasta mil , para
completar una legión y ya después tendremos varias de éstas . He
instituido una “ Decuria Ejecutiva” de la que el jefe es naturalmente
el marihuano , que , en su línea , es todo un artista . Ya has visto con
que prontitud y limpieza de técnica despacha a sus clientes . En
cuanto a ti , te nombre desde ahora Escriba del Imperator , es decir ,
mi secretario , pues entre toda esta gente no hay uno solo que tenga
una ortografía siquiera medianamente potable . Además , me hace
falta un discípulo inteligente como tu , pues mis dotes docentes , que
son muy pronunciadas , no han tenido aplicación coordenada desde
que te perdí de vista . Eres un enviado de la providencia.
- Nos internamos en el bosque y caminamos hasta llegar a un cierto
rancho , del que se habia apoderado y habia convertido en su cuartel
general . Era una enorme casona baja , con paredes de tres metros
de espesor , gran patio de platanos y oros arboles , en cuyo centro
habia un estanque , de agua corriente , alimentado por un arroyo ,
que don Tinoco habia metido , donde se bañaba la gente todos los
dias , porque estabamos casi en tierra caliente . Habia buenos
corrales donde se guardaba el ganado para la subsistencia y amplias
trojes repletas de granos . Unas cuantas indias se ocupaban de hacer
las tortillas y de cocinar , operación en la que el Imperator solía dar
una mano , porque no tenia igual en eso de preparar una barbacoa o
un borrego al pastor , cuando no un machucado norteño con tortillas
de harina , que había que chuparse los dedos . De caballos
andábamos escasos ; pero con frecuencia salía alguna Decuria en
expedición y robaba algunos donde los encontraba , no siendo raro
que vinieran con todo y el jinete , lo que iba aumentando la fuerza .
Vivíamos así muy felices por algunos días sin intentar operaciones de
importancia , dejando que la ultima produjera sus resultados naturales ,
que eran allegarnos nuevos reclutas , a los que se enseñaba la disciplina
que había inventado don Tinoco y el manejo de las armas . De vez en
cuando salíamos , marchábamos hasta topar con un pueblo, con
frecuencia determinado de antemano. Asalto , tiros , escándalo , y la
población se rendía siempre bajo la promesa de que se darían todas las
garantías imaginables , y una vez dueños del pueblo , aquello era buscar
a las chicas para abusar de ellas , romperlo todo , arrancar puertas ,
incendiar y llevarnos cuanto encontrábamos , además de los muchos
que en cada parte se nos juntaban . Era de rigor ahorcar a las
autoridades , cuando podíamos echarles la mano encima , tarea que
hacia las delicias del marihuano , y de su famosa Decuria Ejecutiva .
Al cabo de no muchos meses teníamos mas que completa la legión y
entonces se enviaron las que don Tinoco llamaba “ Misiones de
Propaganda “ que nos traían nuevos reclutas . Estaban compuestas de
cuatro individuos de los mas avispados con un jefe llamado “Missi
Dominic” que se iban por los pueblos de indios predicando la revolución
y dando las señas de donde podían encontrarnos , ofreciendo a los
pobres todo lo que los ricos tenían . Como ya se veía que el gobierno se
venia abajo , todos querían irse “a la cargada “ y nos llovian los adeptos
para Enlistarlos e irlos organizando en legiones decentemente .
Cuando tres legiones estuvieron completas y adiestradas , cada una con
cuatrocientos caballos y seiscientos infantes , todos tolerablemente
armados , don Tinoco determinó marchar contra la importante población
de Ahuilizapan , guarnecida con mil soldados de línea , lo que ya era
cosa bastante seria .
- Sea que tomemos la ciudad o que nos rechacen – dijo el Imperator
don Tinoco- esto nos hará conocidos en toda la nación , tendremos ya
un nombre y un lugar en la historia , que es lo importante .
Dejaremos una huella visible de nuestro paso por la existencia,
porque vivir como perros y morir como ranas , sin que nadie vuelva a
percatarse de ello , no es cosa que me ilusione. No olvides , hijo Isidro
, que en esa ciudad hay muchas mujeres hermosas y mucho dinero ,
el que pondremos a nuestro nombre en bancos extranjeros , para los
malos tiempos . Esta revolución , a pesar de ser tan noble , va a
fracasar un día u otro , el proletariado de este país no podrá
imponerse , porque apenas si existe y los burgueses acabaran por
dominar , teniendo nosotros que escaparnos e ir a continuar nuestra
humanitaria labor a otros países , lo que no tiene importancia alguna
real, porque este país en que hemos nacido no es nuestro , ni somos
nosotros de el : somos miembros de la humanidad y eso es lo único
cierto , pero no puedes decirlo a todo mundo . Sábelo tu y cállatelo ,
si no quieres pasarlo mal.
Sin dinero solamente se puede vivir a condición de tener un fusil y de
saberse servir de el . En otras naciones la lucha , en apariencia menos
sangrienta , es tal vez mas dura y despiadada Aquí se cuelga al enemigo
, allá se le mata de hambre ; proceso mas lento y que elimina la
responsabilidad . No te hagas ilusiones hijo Isidro , el hombre es una
fiera y tal vez lo es solamente aquí de una manera franca : los hombres
se llaman en otras partes hermanos y se explotan unos a otros y se
sacrifica a los mas débiles sin ninguna misericordia , despiadada y
fríamente en nombre del negocio “ businnes is bussines “ y eso es todo .
Fuera del negocio no le dan agua ni al gallo , dentro del negocio y le
tuercen el pescuezo como si tal cosa . Con que ya puedes irte dando
cuenta y en el fondo hay una lógica irrefutable . La verdadera fuerza es
el dinero , aunque aquí , momentaneamente , sea el fusil . Hazte de oro
y serás fuerte , dominarás , tendrás talento , simpatía y todas las
cualidades imaginables ; pero si eres pobre nada te concederán , serás
siempre y fatalmente esclavo del que pueda darte de comer . Asegura tu
comida y podrás ser alguien , deja tu comida sin asegurar y serás un
harapo , no tendrás derecho ni a tus ideas , ni a la justicia , ni a la
igualdad , que tanto se canta ante las leyes . Esta igualdad es un
absurdo mientras no haya igualdad económica . No es posible que sean
iguales ante nada el hombre que tiene un millón y el que tiene mil , el
que siempre lo ha tenido todo y el que nunca ha tenido nada , el
adulado y el vilipendiado. Es un absurdo y mientras no establezcamos la
igualdad económica , nada se habrá logrado en ese sentido , ni nada
podremos hacer . ¡ Y las mujeres , hijo Isidro ! Si tienes dinero tendrás
todas las que tu quieras : las bonitas , refinadas, bien vestidas , amables
, perfumadas, correctas , desinteresadas; pero preséntate sin un
centavo y solo tendrás , si acaso , indias patarajadas , sucias , apestosas
, groseras , interesadas , y aun esas con no poco trabajo y mas ingenio
del que hace falta para hacerse millonario . Nos ha tocado vivir en una
época excepcional y buenos animales seriamos si no supiéramos
aprovecharla. ¡ Honradez ! ¿ Acaso el pobre puede ser honrado ?
preguntaba hace mucho tiempo el buen Cervantes . Evita la pobreza por
cualquier medio : roba , mata , engaña , falsifica , traiciona , haz lo que
sea necesario , pero hazte rico; si puedes , honradamente , si no , de
cualquier manera . Esa es tu conveniencia y hasta tu deber , mientras no
logremos exterminar esas dos clases odiosas de los ricos y los pobres,
ambas inservibles , ambas inadaptables a una organización social
superior . Entretanto hay que pertenecer a la clase rica , cueste lo que
cueste , o morir en la demanda, que mas vale perro muerto que perro
pobre . La pobreza no solo es molesta , esto no significaría nada , sino
que degrada, envilece , predispone a las peores iniquidades , a las mas
asquerosas bajezas , apoca el carácter y mata el alma . Este es el
pecado imperdonable del que habla la escritura, el pecado contra el
espíritu santo, que esta dentro de nosotros mismos, matamos a Dios ,
crucificamos al Cristo en nosotros al claudicar de nuestra dignidad por
un plato de lentejas , y es a esto a lo que nos lleva la pobreza , la falta
de medios de realizar nuestras mas altas aspiraciones, de consagrar
nuestro tiempo a la obra divina , a lo que verdaderamente debe llamarse
el servicio de Dios . En cuanto a la excesiva riqueza , esta nos hace
vanos , ridículos , llenos de desconfianza y ya no sabemos si lo que se
aprecia es meramente nuestra riqueza o nuestra persona . Sobre esto
tendremos que hablar posteriormente . “ Aura Mediocritas “ , que pedía
Horacio, dorada mediocridad ; he ahí tal vez , la verdadera felicidad . ni
rico ni pobre . Establezcamos la igualdad económica, única que esta en
la mano del hombre establecer , implantemos la comunidad apostólica
que el Cristo implantó entre sus discípulos y que San Pedro mantuvo con
tremenda energía , y entonces podremos ser honrados , porque nos
convendrá serlo .
- Ah , don Tinoco – exclamé entusiasmado - , veo que su merced está
siempre sincero , y a mi eso de la sinceridad me entusiasma .
- Quedó don Tinoco meditabundo por un buen espacio de tiempo ,
como si aquello le hubiera intrigado , caminó un rato en silencio y
luego me dijo :
- Mira , hijo Isidro , la sinceridad es algo mas peligroso de lo que te
figuras . Los hombres sinceros han sido siempre los que han hecho
las cosas peores . Creen estar en lo cierto y nada hay mas peligroso
que el creerse en posesión de la verdad , por lo que nunca debe
enseñarse a un niño ni moral ni religión sin estar seguros de que no lo
tomará en serio. Los funcionarios romanos que martirizaban a los
cristianos eran hombres sinceros , probos , bien intencionados , así
como lo eran los inquisidores : creían estar salvando almas al torturar
los cuerpos , y eran despiadados a fuerza de ser misericordiosos .
Calvino era sincero . Robespierre lo era también y así podría seguirte
dando ejemplos infinitamente . La tolerancia , que es la gran virtud
de la civilización , casi podríamos decir , su única excusa , se funda
en la duda ; en que no estamos seguros de saber la verdad y dejamos
que cada cual la busque como pueda , para ver si alguno da con ella,
aunque sea por equivocación . Pero cuando tenemos la certidumbre
de algo , nos volvemos intransigentes e intratables. ¿ Has visto
alguien que sea tolerante en cuestiones aritméticas ? Y es porque de
eso esta seguro , cree estar en posesion de la verdad , es sincero . En
este país en la actualidad los que sostienen al usurpador y los que
queremos derrocarlo tenemos una diferente opinión sobre la misma
cosa, pero como somos sinceros , nos matamos con la mayor frescura
y creemos estar haciendo nuestro deber . Tu y yo podemos diferir
sobre cualquier cuestión filosófica o religiosa , y seguir siendo tan
buenos amigos como antes , porque en eso no estamos seguros y
nuestra opinión no pasa de ser una mera hipótesis ; pero si se nos
ocurre diferir en política , nos mentaríamos la madre y nos
asesinaríamos con toda sinceridad .
- Pero, dígame su merced , ¿ es que no debemos tener una
convicción ?
- Sí , una sola , hijo Isidro : la de que estamos obligados a trabajara con
toda nuestra fuerza y por todos los medios para destruir este inicuo
sistema social que divide a los hombres en pobres y en ricos ,
explotados y explotadores , víctimas y verdugos . Todo lo que tienda,
aunque sea indirectamente, a derrumbar este estado de cosas ,
debemos de fomentarlo o suscitarlo , si esta en nuestra mano el
hacerlo , con toda la energia posible, sin escatimar sacrificios ni
penalidades . Nuestra existencia sobre la tierra es corta, debemos
justificarla de alguna manera, y me parece que la mejor manera es la
de ayudar a la liberación de los oprimidos . Para ello hay que
exterminar , como ya te lo he dicho , las dos clases odiosas de pobres
y ricos . Tanto los unos como los otros son asquerosos . Ya veras
como yo mismo voy a poner manos a la obra de una manera eficaz y
contundente .
Una vez decidida la toma de la ciudad de Ahuilizapan , don Tinoco, que
era hombre de largos alcances envió algunos de sus hombres a que se
metieran en ella, fingiéndose campesinos de los alrededores , para que
esparcieran rumores alarmantes , exagerando las fuerzas que venían al
ataque , hicieran adeptos prometiendo todo lo que fuera necesario , y le
informaran exactamente de todo lo que le convenía saber . Avanzamos
en buen orden desolando, como es debido , toda la región, pero siempre
procurando dirigir los golpes contra los ricos y favoreciendo a los
pobres , a los que dábamos con generosidad una buena parte de los que
robábamos , y con esto , como decía el Imperator , imponíamos respeto
y nos ganábamos simpatías.
En efecto , la guarnición gubernamental , poco deseosa de sufrir un sitio
en regla y sabiendo los jefes que no podían contar mucho con la
fidelidad de los soldados, casi todos forzados en las filas y deseosos de
pasarse a los rebeldes, envió emisarios proponiendo la rendición sin
combate , siempre que se respetaran las vidas y propiedades y se
garantizara el orden : es decir , decía don Tinoco , siempre que se
prometiera a los explotadores que podrían seguir explotando a los
miserables . Empero , prometió todo lo que quisieron y hasta les saco
pie adelante, y entramos sin la menor resistencia , hasta aclamados por
toda aquella gente , que no tenían idea de cómo se las gastaba el
hojalatero.
Los ricos de la población , la “ clase alta “ se mostró reservada , pues
parece que ya se olía que nada bueno había de traerle esa invasión de
descamisados . Y aquí quiero hacer una observación Histórica que solo
tiene un valor académico : hace un siglo , los revolucionarios franceses
se llamaban “sin calzones” , ahora nos llaman “ sin camisa “ y yo no
acierto a explicarme el porque de este cambio en la prenda de ropa
ausente . Pero vamos adelante . Los pobres , los que siempre han
soportado lo peor , estaban entusiasmados , apenas podían creer a sus
propios ojos y todos ellos , así como los soldados razos de la guarnición
se apresuraron a darse de alta en nuestras filas y pedían a gritos
saqueos , incendios , exterminio , destrucción . Parece que a todos los
pobretes se les figura que eso de destruir los libera de algo .
Don Tinoco , una vez posesionado de las autoridades , hizo desarmar a
toda la oficialidad y sin perder tiempo comenzó el maldito marihuano a
colgar a toda aquella gente , sin atender a sus protestas, pues los
infelices reclamaban el cumplimiento de las solemnes promesas que se
les había hecho , a lo que don Tinoco replicaba :
- Esas promesas no eran sino un ardid de guerra. Yo se que a todos los
que deje con vida los volveré a encontrar con las armas en la mano
entre mis enemigos y que nada habremos adelantado . Al suprimirlos
quito estorbos a nuestra causa , y bien vale la pena faltar a la palabra
cuando se esta al servicio de Dios . Por lo demás , no deben afligirse ,
que yo soy cura , ordenado sacerdote por el mismísimo Papa , y los
absuelvo de todos sus pecados , así es que se van a ir derechitos al
cielo. A mayor abundamiento les concedo todas las indulgencias para
que ni siquiera pasen por el purgatorio.
A pesar de todo , yo , que empezaba a formarme por mi mismo ciertas
nociones de moral , compadecía aquellos infelices y así se lo dije a don
Tinoco , de buena manera , naturalmente , porque con el Imperator
había que andarse con mucho cuidado.
- Todavía estas muy niño me contestó mansamente – y no
comprendes estas cosas . La guerra se ha inventado para matar y no
para otra cosa ; si por medio de un engaño puedo hacerlo sin tener
que sacrificar a los míos , estoy en mi derecho . Para siempre han
pasado los tiempos en que un oficial francés se adelantaba
cortésmente diciendo: “ tiren ustedes primero , señores ingleses “ en
Fontenoy . De paso te diré que los ingleses no se hicieron del rogar y
ganaron la batalla . Ahora de lo que se trata es de acabar con el
enemigo , y cuanto mas pronto mejor . Cree a mi experiencia, que yo
he estudiado en el colegio Pio Latino de Roma , se lo que es la
reserva mental , he visitado las Europas y he visto y oído mucho mas
cosas de las que puedes figurarte .
- Pero mire su merced , que la moral...
- La moral es elástica y varia según los lugares y las circunstancias . No
tiene fundamento alguno serio. Kant , que se puso a estudiar la cosa
con toda seriedad, solo pudo hallar como base el “imperativo
categórico” , que ni quiso , ni pudo definir nunca . Las religiones han
tenido que recurrir a la voluntad de Dios , revelada a los hombres por
medios sospechosos : Buda , Jesucristo , Mahoma , Quetzalcoatl . En
el fondo nada existe de serio y debemos obrar de acuerdo con las
conveniencias de la causa , que ahora nos impone el deber de
suprimir posibles enemigos .
- Todo esto esta muy bien – me atreví a objetar – pero su merced
debería tener en cuenta que esos hombres al rendirse sin combatir ,
han perdonado , de hecho , la vida a quien sabe cuantos de los
nuestros , a todos los que hubieran caído en la refriega , ya que
ciertamente se hubieran defendido hasta lo ultimo , si hubieran
sabido la suerte que les esperaba .
- Tanto peor para ellos , hijo Isidro ; pero nada hubieran ganado , no te
metas en asuntos que no son de tu competencia y que no
comprendes . Observa , medita , aprende , y no me importunes .
Para acabar con todos los prisioneros hubo que recurrir ocasionalmente
a los fusiles , porque el marihuano y su Decuria ejecutiva no de daban
abasto y don Tinoco quería que la cosa se hiciera “en caliente” , tal vez
antes de arrepentirse . En el fondo creo que no era malvado ; pero para
el , la vida humana nunca tuvo mayor importancia .
Terminada aquella penosa tarea , se dedico a redactar un manifiesto , a
los que , desde entonces , dio el nombre de “ Edictos Perpetuos “ ,
instituyendo en sus dominios el comunismo integral , y llamando al
conjunto “ Imperio Apostólico de Ahuilizapan “ , porque decía que los
apóstoles habían sido los primeros en predicar y establecer el
comunismo simple y completo , a pesar de que lo hubieran hecho con
torpeza evangélica . Estableció el trabajo obligatorio , una de cuyas
formas era el servicio militar , prohibió la acumulación de riqueza en
todas sus formas y en todos sus grados , abolió en absoluto el derecho
de propiedad , decreto la verdadera igualdad y el derecho de cada uno
de tomar lo que necesita donde quiera que lo encuentre . Y a uno que le
preguntaba si las mujeres estaban también comunizadas , le contesto
hecho una furia :
- Las mujeres son gente como tu y como yo y tienen los mismos
derechos y las mismas obligaciones .Puedes llevarte a la que quiera
irse contigo , así como toda mujer puede llevarse al hombre que le
guste , si el esta de acuerdo ; pero nadie tiene el derecho de forzar a
otro o a otra , y si alguno pretende hacerlo , ahí esta el marihuano
para enseñarle a portarse como Dios manda .
Como toda aquella gente entendía al revés las cosas , no paso mucho
tiempo sin que se presentara ante el Imperator una comisión de
campesinos , my serios , a preguntarle cuando se empezaba con aquello
de la repartición de las tierras , a los que don Tinoco , que tenia a veces
una admirable paciencia , explico calmadamente .
- Aquí no se reparten tierras , porque eso es hacer de todos ustedes
pequeños propietarios , que son peores que los grandes . Todo lo
contrario de repartir , lo que es preciso concentrar , unir toda la tierra de
que disponemos y trabajarla en comunidad , sin distinciones de tuyo y
mio , y cada cual ira tomando lo que vaya necesitando en la medida de
lo que tengamos . Así todos aprovecharemos de todo por igual y en
mayor abundancia y fraternidad .
- Pero Patrón – observo uno de ellos – así lo que puede resultar es que
mientras unos le metemos al trabajo , otros se quedarán flojeando ,
esperando a que les caigan las tortillas ya bien hechas en el hocico .
- Para los que no quieran meterle parejo a la faena , ahí esta el
marihuano , que no me dejará mentir , si es por mala voluntad; pero
si es porque no pueden por enfermos o por viejos , entonces tienen
tanto derecho como cualquier otro , y hasta mas .
La existencia sobre las nuevas bases se organizó con increíble rapidez ,
gracias a la energía del Imperator don Tinoco y sus atinadas
disposiciones . Tenia de seguro desde antemano todo el plan bien
madurado, porque jamas le vi vacilar para indicar lo que debía hacerse a
continuación . Todo lo organizaba y regulaba por medio de sus edictos
perpetuos , breves y claros , y cuando por casualidad se equivocaba , lo
confesaba claramente en el próximo edicto y lo corregía sin hipocresía ni
ambages. Era hombre directo y claro con el que las tergiversaciones
eran imposibles . Formó con todos los habitantes hábiles , hombres y
mujeres , “Legiones del Trabajo” y diariamente se repartían las labores
de una manera práctica , pues encontramos grandes existencias de
mercancías de todo genero , y cada uno iba disponiendo de lo que
necesitaba, gratis y sin formalidades , cuidando el muy de cerca de que
nadie pretendiera acumular , y al que pillaba en semejantes andanzas ,
lo entregaba al marihuano, que lo colgaba bien a la vista de todos , para
escarmiento . Se comía en las fondas abiertas gratuitamente para
todos , en donde las legiones femeninas preparaban la comida ,
bastante variada y tan buena , que la mayoría nunca había comido
mejor . Habitábamos todos mas o menos con las mismas comodidades o
incomodidades , ocupando todas las casas buenas , teniendo derecho
cada uno , o cada pareja , a una habitación, la que mejor le gustaba,
siempre que no estuviera ya ocupada por otro . Al principio no había
bastantes , porque don Tinoco mando incendiar todas las cabañas y
casas que le parecieron indecentes ; pero inmediatamente se comenzó
la construcción de otras nuevas, todas del mismo modelo , sencillas y
cómodas, dedicando a este trabajo cuantos hombres fueran necesarios ,
dirigidos por los que habían sido albañiles y maestros de obras ,
mientras otros arreglaban los huertos de hortalizas entre casa y casa, de
los que cuidaban mujeres y niños . Las muchas iglesias que había fueron
desde luego transformadas en escuelas y salas de conferencias, que el
mismo Imperator y algunos otros que fueron seleccionando , dábamos
para explicar a toda aquella gente las excelencias del sistema , su
exacto funcionamiento, y además para enseñarles a leer y a escribir .
Don Tinoco , que no había perdido la costumbre de predicar , adquirida
en sus tiempos de cura , nos echaba buenos sermones exponiendo su
moral especial y la manera de hacer durar y prosperar nuestra naciente
comunidad apostólica . Naturalmente que mando sacar y quemar todos
los santos y arrasar con todos los altares , pero conservó y puso en el
fondo de la principal iglesia , donde el predicaba , un santo Cristo de
madera, por cierto muy feo, que encontramos arrumbado en la
sacristía .
- Ese es el maestro – nos dijo en el primer sermón porque ahora les voy
a enseñar lo que realmente predicó, que es lo contrario de lo que
generalmente le atribuyen los curas , y es lo que estamos tratando de
practicar en este Imperio Apostólico de Ahuilizapan : el comunismo
limpio y llano , como hermanos que somos todos y miembros de un
mismo cuerpo , hijos del padre celestial que esta dentro de nosotros
mismos . Lo que haya se ha de repartir por igual , sin distinciones , y
mientras menos haya , razón de mas para distribuirlo
equitativamente . Ustedes están acostumbrados a que el Cristianismo
es algo que permite a unos pocos matar de hambre a todos los
demás y explotarlos , obligar a las mujeres a prostituirse y luego
condenarlas , empujar a los hombres al crimen y luego encarcelarlos
o ejecutarlos ; pero eso , aunque se llame cristianismo , no lo es en
absoluto , porque Cristo enseñaba todo lo contrario . Los poderosos ,
ayudados por los Curas, encontraron muy cómodo atribuir a Cristo
todo lo que les convenía que hubiera dicho y nos hicieron comulgar
con ruedas de molino , como suele decirse .
Y seguía haciendo una exposición clara de las verdaderas doctrinas de
Jesús , que interesaba a nuestros pelados, porque el tenía la maña para
divertirlos y hasta hacerlos reír al mismo tiempo que los iba ilustrando .
Naturalmente los que antes habían sido riquitos y privilegiados , que se
habían incorporado a “producto de gallina “ , o velis nolis , como dirían
los romanos , a nuestro sistema , murmuraban y conspiraban ,
calificando todo de absurdos irrealizables y atrayéndose adeptos para
dar un golpe de mano , pero , en cuanto se las olió el Imperator , mandó
escabechar una cantidad por medio del marihuano , que ejercía sus
funciones con una limpieza y un entusiasmo verdaderamente ejemplares
. El Imperator no quería cárceles , que sólo sirven para envilecer al
hombre y hacerlo peor que antes , además de que con cada culpable
encerrado hay que encerrar a un inocente , para que lo cuide y esto
significa un desperdicio inadmisible en una sociedad trabajadora bien
organizada . Al que no servía , se le ahorcaba y santas pascuas . Y como
todos estaban contentos no había mas protestas que las de los
ajusticiados , y estas se acababan pronto . Las mujeres en especial
estaban satisfechas y alegres ; al principio habían temido que se les
tratara como animales o cosas , y se les comunizara , pero pronto
echaron de ver que en el nuevo sistema salían ganando en libertad y
dignidad , pues ya no dependían económicamente del hombre , puesto
que eran miembros como el , de la organización , trabajando y teniendo
los mismos derechos , ya que tenían las mismas obligaciones ,
uniéndose libremente con el que les gustaba y las quería , sin
ceremonias ni formalidades estorbosas y ridículas , puesto que un Edicto
Perpetuo había suprimido todas las del matrimonio y en consecuencia
las del divorcio .
- Aquí – decía don Tinoco- se reconoce el hecho mismo : mientras un
hombre y una mujer están unidos, aunque sea por una hora están
legalmente casados ; en el momento en que se separan están
divorciados y en libertad de contraer nuevo matrimonio , si así les
place : de los hijos el Imperio se encarga desde su nacimiento, pues
no son propiedad de los Padres , sino de la colectividad, que esta
obligada a educarlos y adaptarlos para que sean elementos útiles .
Así hemos destruido esa anacrónica calamidad que se llamaba familia
y hemos dado a todos la santa libertad de los hijos de Dios .
Hubo algunos , de suyo celosos y vanos , que pretendieron retener por la
fuerza o con amenazas a la muchacha que les cuadraba y que había
dejado de quererlos ; pero con don Tinoco no había tamal encerrado , el
marihuano entraba inmediatamente en acción , con su acostumbrada
eficacia y el Imperator nos echaba un buen discurso para explicar que
esos eran los restos de los tiempos bárbaros en que se creía en la
propiedad no solamente sobre las cosas , sino hasta sobre las personas ,
y que estaba resuelto a purgar nuestra sociedad de todos aquellos que
no supieran o no pudieran adaptarse a la mentalidad civilizada de
verdad en la que se fundaba nuestro sistema social ; que estas
benéficas y trascendentales transformaciones solo así pueden llevarse a
cabo , violentamente , eliminando a los que estorban , aunque su crimen
sea solamente el no comprender su verdadera conveniencia.
A pesar de sus cincuenta años , bien cumplidos , era don Tinoco vigoroso
y mujeriego , ayudándole su buena presencia y el prestigio de la
autoridad ; tenia a su disposición cuantas mujeres quería y las cambiaba
con frecuencia , para dar el buen ejemplo , como el decía ; pero una
había que le cobro especial afecto exclusivista , que repugnaba de
sobremanera al Imperator , y cuando el la dejaba , quedabase esta ,
solita en su habitación, sin querer recibir a ninguno otro de los
muchachos que lo solicitaban , porque en realidad la Juliana era
agraciada como pocas .
- Esta mujer –decía don Tinoco – me esta echando a perder la cosa con
ese pernicioso ejemplo de fidelidad canina : si llegara a tener un
muchacho voy a tener que creer que es mio , y una de las peores
cosas es la de que se sepa a ciencia cierta de quien es cada chamaco
. En el verdadero comunismo nadie debe saber de quien diablos es
hijo , ni debe importarle un comino : cada cual debe considerar a
todos los mayores como si fueran sus padres , a los de su edad como
si fueran sus hermanos , y a los menores como si fueran sus hijos ,
sin distinciones . Es ahí donde esta la excelencia del sistema.
- Por mi parte había entrado de lleno en la mentalidad de la cosa, y
quería por igual a todas las mujeres, se entiende a las que me
parecían bonitas , y unas veces proponiendo yo , y otras aceptando
proposiciones , pasaba la vida muy agradablemente , pues tenia
mucho partido que debo creer provenía en gran parte de mi calidad
de escriba Imperial , lo que me daba mucha importancia en aquella
sociedad .
- Los que si estaban muy a disgusto eran ciertos vejetes feos , que en
tiempos del capitalismo habían tenido a su disposición cuantas
muchachas querían , gracias a su dinero, pues por matar el hambre
se les vendían por cualquier cuartilla , porque hasta eran tacaños y
todo se volvían promesas que nunca cumplían . Como estos vejetes
eran todos ilustrados se les obligaba a enseñar a leer y a escribir,
pero se les vigilaba muy de cerca para que no enseñaran nada en
contra del sistema, y el que se salía del guacal era entregado al
marihuano para que lo ahorcara en publico, y hasta se hacia una
fiesta para verlo patalear colgado del mas alto de los arboles de la
plaza principal , a la que el Imperator había bautizado con el nombre
de “Plaza Marx” , explicando que este era un individuo que había
dicho : “ Júntense todos los pobres y a darle contra los ricos “ ,
consejo el mas sensato que había oído la humanidad y muy suficiente
para que se le respetara “ per secula seculorum” .
- La noticia del régimen establecido en el imperio Apostólico de
Ahuilizapan se fue extendiendo poco a poco y los poblados vecinos se
fueron agregando , unos voluntariamente y otros mediante una
invasión de conquista en toda regla . El Imperator en persona iba a
cada uno de ellos , llevando una legión y la Decuria ejecutiva del
marihuano , naturalmente , y exterminaba a conciencia a todos los
enemigos , así como a los que le parecían inadaptables . En cada
parte dejaba un jefe al que llamaba Procónsul Apostólico ,
organizaba los trabajos de producción y repartición y formaba una
milicia denominada Guardia Pretoriana a cuyo jefe daba el marihuano
instrucciones detalladas . En todas partes eran las mujeres las que
parecían más contentas y entusiastas . Las Pobres han estado tanto
tiempo en calidad de animales domésticos , que no es extraño que ,
al verse libres y dueñas de sus personas, se sintieran a sus anchas y
fueran las defensoras mas ardientes del régimen.
- Todo aquello era demasiado hermoso para que durara eternamente .
A pesar de toda la vigilancia de nuestra policía y de la actividad del
marihuano , quedaban muchos de los que en el capitalismo habían
disfrutado de privilegios injustos y excesivos, que no se resignaban a
perderlos para siempre , y en consecuencia conspiraban en
combinación con los ricos del país vecino , los que estaban temerosos
de que pasara el contagio y los pobres de entre ellos se dieran cuenta
del asunto y les ajustaran las correas , Empezaron por calumniarlos
diciendo que nuestro sistema era una tirania insoportable e inhumana
, que los pobres estaban peor que nunca , que la gente se moría de
hambre y otras mil mentiras que no dejaban de hacer impresión en
las masas ignorantes , sin medios de enterarse de la verdad .
- A continuación enviaron al Imperator un representante con papeles
de esos que llaman diplomáticos , el que le ofreció el oro y el moro si
abandonaba el sistema y volvía al capitalismo , o a lo menos le diera
una retorcida , ofreciéndole reconocerlo como Rey , Presidente , o lo
que se le antojara , aparte de facilitarle cuanto dinero pudiera pedir ;
pero Don Tinoco se mantuvo firme, se rió del emisario en sus mismas
barbas y lo despachó con cajas destempladas , diciéndole que le
parecía más digno ser un camarada igual a todos que un explotador
desvergonzado. No tardó en presentarse otro emisario con un
montón de amenazas terribles , y a éste lo mandó colgar en la Plaza
Marx , por cierto , que el marihuano lo ejecutó admirablemente . Don
Tinoco decía que , provocando una inicua intervención armada , iba a
levantar a todo el proletariado del mundo , pues se daría cuenta con
claridad , de cómo andaban las cosas . En esto se engañaba : los
vecinos se nos echaron encima engañando a todos sus pobretes con
el cuento de que éramos unos tiranos del pueblo, para que vinieran a
matarnos , y que Don Tinoco estaba explotando a los miserables con
mucha mas dureza que los capitalistas .
Los enemigos interiores , que no eran pocos , unos por conveniencia y
otros por necedad , se unieron inmediatamente a los invasores , y
aunque organizamos la defensa con energía y la prolongamos hasta
donde fue humanamente posible , tomando las armas hasta las mujeres
y los niños , se nos iban acabando las municiones y al cabo de algún
tiempo quedamos indefensos como borreguitos .
- Culpa mía ha sido , hijo Isidro- me decía don Tinoco tristemente – por
no haber establecido , primero que todo , fábricas de armas y de
municiones ; pero para hacerlo hubiéramos tenido que pasar una
época de privaciones y yo no los creía capaces de ello sin
insurreccionarse y echarlo todo a perder. Caeremos , pero vamos a
caer con Gloria , habiendo puesto un ejemplo que el mundo seguirá ,
tarde o temprano . Ojalá que en el próximo intento se escarmiente en
nuestras cabezas y no se repitan los mismos errores .
Entretanto los enemigos , conforme ocupaban el territorio , iban
restableciendo la desigualdad y todos los abusos anteriores ,
devolviendo las propiedades a sus antiguos dueños , o a sus herederos
porque de los primitivos no había dejado muchos el marihuano ,
volviendo a dejar en la miseria a los que antes habían estado en ella; y
al final, el Imperator , con unos cuantos leales , se vio reducido a
defenderse en una roca casi inaccesible , habiéndose negado en
absoluto a escaparse , aunque tuvo una buena oportunidad cuando yo lo
hice prudentemente, urgido por el mismo don Tinoco .
- Yo quiero morir con mi obra – me dijo con firmeza – pero tu tienes
aun toda una vida por delante, y seria una tontería cortarla
inútilmente . Tal vez la suerte te depare la ocasión de repetir el
experimento bajo mejores auspicios .
Me escapé llevando la desesperación en el alma , comprendiendo que
no volvería a ver a aquel mi maestro al que tanto quería y que
heroicamente se sacrificaba con sus últimos partidarios ; porque no
había que hacerse ilusiones; los reaccionarios lo eliminarían sin piedad y
además no era don Tinoco hombre de caer vivo en sus manos.
Tomé el camino de la costa y llegué al Puerto con algunos dineros en
buenos dólares Americanos, que don Tinoco me había dado ,
tomándolos del museo , donde se exhibían como curiosidades de
regímenes pasados . Tome pasaje en un barco , que a la sazón pasaba ,
y fui a dar con mis huesos a San Francisco de Yanquilandia , ciudad que
me maravilló , pues yo estaba acostumbrado a nuestros pueblitos bajos
y terregosos , donde se ahoga uno de mosquitos . Conocía una ciudad
relativamente civilizada , llamada Guadalajara , pero que estaba lejos de
parecerse siquiera a esa aglomeración humana deslumbradora de lujo ,
y de una magnitud que pasaba todo lo que yo era capaz de imaginar .
A bordo había encontrado otros vecinos compatriotas fugitivos políticos ,
como ellos se llamaban , que también venían huyendo de la quema .
Todos de encontradas opiniones , que no se habían dado cuenta de que
estando nuestro país tan dividido, les hubiera bastado cambiar de región
para encontrarse en terreno amigo , entre correligionarios, como
solíamos llamarnos inocentemente, sin sospechar siquiera el significado
de la palabrita . Hay tantas que empleamos en las mismas condiciones !
Como don Tinoco , entre otras cosas , me había enseñado el sistema
socrático , a fuerza de preguntitas , en apariencia pueriles y sin
importancia , los iba acorralando poco a poco hasta que lograba que se
confesaran y convinieran en que , en el fondo , ninguna divergía y que
miraban la revuelta como un medio de medrar y una intentona, no de
trabajar por el mejoramiento de las masas haciendo que desaparecieran
las inicuas desigualdades sociales , sino de ocupar los lugares en que
esas desigualdades fueran en su favor .
No se los reproché , porque esto yo sé que es perfectamente inútil y
hasta contraproducente, pero traté de hacerles comprender que la
situación la mas privilegiada es la que mayores preocupaciones y
molestias acarrea. Puesto que se está siempre con el justificado temor
de que los de abajo se den cuenta de la cosa, que hay que hacer porque
la organización impida los excesos de riqueza y miseria , eliminando las
envidias . En una palabra , que me había contagiado del proselitismo de
don Tinoco . y Aquella gente , aunque no tenían argumento alguno para
rebatirme , en su interior se burlaban de mi , sin creer una palabra y
acabaron por reírse franca y abiertamente, consiguiendo que yo mismo
los imitara. Todos ellos eran de los jefecitos, de los que hablan de
ideales y reivindicaciones populares , sabiendo muy bien que no saben
una letra de todo eso , porque los peladitos ni siquiera piensan en
largarse del país : le tienen mas miedo al extranjero , que a la muerte.
Cuando llegamos a San Francisco cada uno tiró por su lado , yo el
primero, porque ahí iba a empezar la agria lucha por la existencia , por
la comida cotidiana , y como buenos necios , teníamos que hacernos
sombra unos a otros, sin darnos cuenta de que unidos y bien
organizados teníamos mayores posibilidades de prosperar.
Me vestí tan decentemente como pude , en el barrio de habla española ,
que los gringos llaman : la Costa Barbara , relativamente con razón ,
pues la clase de gente que ahí habitaba era para justificar cualquier
calificativo, y en donde hallé , sin mayores dificultades , aconsejado por
un paisano , a quien encontré en un restaurante comiendo chile con
carne , quien me falsificara unos papeles de identidad muy al pelo , tan
bien hechos , que yo mismo acabe por tenerlos por verdaderos.
Era el falsificador uno de por allá de mi tierra , que había sido leguleyo y
abogadillo y que, por pura cobardía , se había venido huyendo de la
pelotera revolucionaria , que a el nada habían de hacerle, puesto que
era un pelagatos que no tenia ni donde caerse muerto y vivía de mil
expedientes misteriosos , el mas inocente de los cuales le hubieran
llevado a la horca en cualquier país civilizado .
- Júntate conmigo- me dijo cuando me hubo tratado algún tanto y se
hubo dado cuenta de mis alcances-
- Vamos a inventar algún negocio ; por ejemplo , un pozo de petróleo ,
del que yo diré que eres propietario y venderemos acciones falsas .
Con esto puede hacerse uno rico .
- - Eso estaría muy bien –repliqué- pero , y si nos cachan ?
- Que nos cachen o no , nada importa , si tenemos éxito , que aquí solo
se castiga a los tontos que pierden su dinero: esos van a la cárcel o a
la silla eléctrica; pero al que se enriquece , aunque le descubran la
combinación lo respetan y hasta lo hacen candidato a la presidencia .
- - Por mi parte temo que nos descubran antes de que nos hagamos
suficientemente ricos para ser presidentes y nos sienten en esa
famosa silla eléctrica. Yo prefiero hacer mi camino poco a poco , por
mi lado , y cuando tu sea rico , nomás me chiflas , y entonces ya
veremos . Por el momento aquí tienes tus diez dólares de la
falsificación , y hasta la vista.
- Me fui a habitar lejos de donde habitan los de mi lengua , porque yo
quería aprender la del país , que al principio me pareció compuesta
de ladridos nasales sin sentido cristiano alguno , y me daba buena
vida gastando los dólares que me había dado don Tinoco, comiendo
en las fondas de griegos y chinos , y alguna vez en los restaurantes
de lujo , a los que entraba con ciertos temores, cuando andaba en
conquistas galantes. En cuanto a las mujeres , yo nunca me había
figurado que pudiera haber tantas ni tan bonitas en una sola ciudad,
ni tampoco tan fáciles. Ahí la cosa era al revés : los hombres tienen
que estarse quietos y esperar a que ellas empiecen , pues de otra
manera se expone uno a que le echen encima al polizonte y ya esta
uno fregado para siempre.
Una , y muy guapa por cierto , que habitaba el mismo hotel que yo , me
dijo que quería aprender el español y empezamos a intercambiar
lecciones , haciendo ella como que me enseñaba ingles y yo como que
le enseñaba español , y a los pocos días nos acercábamos tanto , para
facilitar el aprendizaje , que las lecciones tuvieron el sorprendente
resultado de que una vez ella me anuncio , toda asustada , que se creía
encinta . Yo me había ya enterado de todas las complicaciones que
aquello podría acarrear y me espanté muy sinceramente; pero ella me
calmó explicándome que conocía a un doctor que le sacaría del apuro
por veinticinco dólares , los que yo le di inmediatamente . Estuvo unos
días en el Hospital y salió tan bonita como siempre y hasta mas
querendona que nunca.
Mis dineros iban tocando a su fin y bien pronto me vi en la mas negra de
las miserias , acabando por empeñar todo lo que tenia , inclusive la ropa
, con excepción de la que llevaba encima . Esto de empeñar no pasa de
ser un eufemismo, porque en realidad era vender a los precios mas
altrocinosos . En una calleja vecina a Mission Street había una serie de
tendejones puercos y malolientes, llenos de mil objetos los mas
disparatados ; alhajas , ropa, zapatos , cuadros, cristales, instrumentos
científicos , pedazos de todo cuanto hay en el mundo ; un baratillo lleno
de polvo y nidos de ratas , y por entre el montón de porquerías y
baratijas , salía un judío de barba bíblica , nariz de aguilucho , traje
grasiento y gorro de dormir , que se apoderaba de mi vestido , lo
extendía y observaba cuidadosamente y luego lo echaba al azar entre el
montón , sacaba unas cuantas monedas y me las alargaba sin decir una
palabra . A pesar del miserable precio obtenido salia yo muy alegre ,
pues esas pocas monedas me iban a proporcionar la comida .
Cuando hube terminado con todas mis cosas y solamente tenia en el
hotel los baúles vacíos empece a meterme en los otros cuartos ,
cuando los encontraba abiertos , que era frecuente , porque los gringos
son confiados hasta la exageración , y substraia los objetos que
encontraba a la mano : relojes , joyas , trajes , calzado , todo lo cual
tomaba el camino del tenducho del israelita ; pero temiendo que fueran
a darse cuenta y sabiendo la dureza con que se castiga el robo al
menudeo, una mañana me escape llevándome un par de zapatos que
encontre ante una puerta y que me produjeron un dólar , porque
estaban casi nuevos y el maldito judio observo que estaban hechos casi
a la medida de su pie .
En el tenducho estaba otro cliente empeñando una pistola y por su
manera de hablar el ingles , si ingles , puede llamársele al galimatías en
el que acertaba a expresarse , comprendi que era mi paisano , y le
ayude a terminar la operación , quedando la pistola en dos dolares ,
aunque valia por lo menos diez , y juntos nos fuimos a comer a una
fonda italiana del barrio , donde por treinta y cinco centavos nos dieron
una comida , con macarrones , y vino rojo , del que abusamos un poco .
Me conto que habia sido general de una de tantas facciones derrotadas
de nuestras guerras interiores y me divirtió mucho contándome sus
aventuras como libertador de la patria .
- Eso de la Patria – le dije – son monsergas para engañar a los
pobres .Los ricos nunca lo han tocado en serio y en cuanto ven el
peligro , su dinero lo sacan de la patria y lo llevan a otro pais , sin
importarles que haga falta en su tierra .
- Uste no es mas que un irrespetuoso – me replico el hombre – pero en
el fondo puede que tenga razon. Dejemos todo eso para otro rato ,
que lo que ahora nos importa es encontrar algun trabajo para no
morirnos de hambre , porque la pistolita es lo ultimo que me quedaba
por vender . Me han dicho que en la compañía fulana agarran a todos
los que se presentan , solo que no hay que achicopalarse y tenemos
que decir que si sabemos soldar latas como cualquiera .
- En efecto , cuando acabamos de comer , nos presentamos en la
citada compañía , que era un enorme edificio, con ventanas tan
grandes que aquella era casi puro vidrio sin paredes . El enganchador
, que hablaba español tan mal como nosotros ingles , nos pregunto si
conociamos el oficio , a lo que mi compañero replico imperturbable :
- Válgame su Mercé ; si no conocemos otra cosa ! Dende chiquitos
hemos estado soldando botes alla en el rancho .
- Entonces – repuso el gringo - , pa dentro , y go ahead .
- Oiga Usté – reclamo amostazado el revolucionario – yo se quien estas
tierras eso de “go to hell” es como en mi tierra una mentada de
madre,y si hemos de llevarla en paz , andese con tiento con lo que le
sale por el hocico, o se lo quiebro.
El enganchador soltó a reír , sin comprender bien lo que se le decia , , y
nos pusimos en manos del “foreman” o jefe de cuadrilla, que nos instalo
ante una mesa larga donde habia un fierro de soldar, estaño,un
recipiente con ácido y una llamita de gas para ir calentando los fierros,
todo lo cual , era de un uso completamente desconocido para nosotros .
El foreman , sin hacer caso de que dizque sabiamos el oficio a las mil
maravillas, nos dio una lección muy completa y empezamos a pasarnos
botecitos cilindricos que debiamos ir soldando por el costado . Ibamos
muy despacio y nos quemábamos los dedos a cada rato , , hasta que
volvio el foreman y nos enseño pacientemente todos los movimientos,
uno por uno, que debiamos repetir incesantemente sin la menor
alteración. A esto le llaman “taylorisation” , y es cosa del diablo, porque
una hora después soldábamos ya una cantidad increíble de botecitos,
que yo nunca me hubiera creido capaz de hacerlo con semejante
rapidez.
El sistemita , , con todas sus ventajas, es una manera de sacarle jugo al
obrero, de exprimirlo como un limon y de embrutecerlo convirtiéndolo
en una maquina, que llega, a fosilizar los movimientos sin comprender
nada de lo que esten haciendo, y a ser incapaz de cualquiera otra cosa,
hasta de pensar.
Habia ahí , varios centenares de obreros , con caras de mula ,
ejecutando sus movimientos con mecanica exactitud. Terminaban sus
ocho horas de labor , perfectamente exprimidos y sin mas ambicion que
la de irse a dormir ,tristes, silenciosos , cabizbajos y con “ tics” nerviosos
que recordaban los movimientos siempre idénticos de su trabajo , de la
minima parte de la fabricación que les tocaba repetir toda la eternidad .
En realidad , don Tinoco tenia razon , cuando decia que el trabajo , como
se entiende actualmente , envilece y degrada al individuo , y mientras
que haya quienes puedan escapar al esfuerzo necesario , obligando a
otros a hacerlo en su lugar , sera peor que si existiera la esclavitud ; al
esclavo habia que comprarlo caro y mantenerlo en buena salud para que
durara ; el obrero lo obtienen gratis en la calle , medio muerto de
hambre , lo exprimen ,le pagan lo menos que pueden obligarle a aceptar
bajo la amenaza de la miseria y de la cárcel por el crimen de no tener
albergue , y cuando le han agotado e inutilizado lo sueltan de nuevo a la
calle a que se las averigue como pueda , y nisiquiera tienen que pagar el
entierro .
El mexicano se figura que viniendo a gringolandia va a encontrar trabajo
facil y bien remunerado , pero los que hemos visto de cerca las cosas ,
sabemos que marchan muy diferentemente . Cierto que nuestros
pelados se liman un poquito y medio se dan cuenta de lo que es la
civilización ; pero es a costa de mil penalidades , hambres , frios ,
humillaciones, y vuelven a su tierra , dándose infulas de superhombres ,
diciendo “marqueta” por mercado “ aseguranza” por aseguradora ,
“estrita” por calle , “chorcha” por iglesia , y otras mil pochadas
ridículas , pues solo han aprendido la insoportable mescolanza de mal
ingles y peor español que se habla en la frontera y que ni el padre
eterno comprende .
Yo me aplicaba duro al idioma , asistiendo a la escuela nocturna , a
pesar de que salia muy canasado del trabajo.
Por cierto que me parece que fue ahí donde vislumbre el verdadero
sentido de la vida actual y la tontería de resignarme a sufrir la peor
parte , porque decidi asaltar a la fortuna tomando el camino mas corto ,
aunque fuera el mas peligroso, puesto que hay que perder en seguridad
lo que se gana en rapidez, sin contar con que a veces se pierde por los
dos lados, a cambio de la probabilidad de ganar por ambos . Fuime ,
pues , en busca del abogadillo aquel de las falsificaciones , para ver si ya
estaba rico , y para pedirle que me aconsejara.
Me encontre que no habia salido de perico perro, viviendo de
expedientes dudosos al margen de la ley y que la pasaba bastante mal,
por falta de un compañero de pocos escrupulos y mucha audacia y que
fuera capaz de secundarlo en algunos de los muchos proyectos que le
pasaban por la cabeza.
- Amigo Isidro – me dijo en tono serio – si quieres un “job” que apenas
te de de comer, porque aquí lo que buscan son esclavos de esa
calaña, dispuestos a venderse por unos centavos para no caerse
muertos en las cuatro esquinas , un “job” de esa clase te lo consigo
en cinco minutos. Trabajaras como un negro y te moriras de hambre
paulatinamente.
- Eso- le dije- ya lo conozco y no volvere a ellopor ningun motivo.
Prefiero asesinar e ir a la silla electrica .
- Mira , Isidro – continuo diciendo – veo que eres de la madera de que
se hacen los millonarios . Tu tienes instrucción y algunas ideas en el
cerebro, lo que no es tan frecuente como se cree , y yo tampoco
canto tan mal las rancheras en eso. Vamos a fundar un periodico en
español , naturalmente un periodico amarillista , de “chantage” como
le llaman aquí , y con eso iremos comiendo en espera de una ocasión
de dar un golpe de importancia , ocasión que no tardara en
presentarse. Todo esta en que te resuelvas a arriesgar el todo por el
todo . Entre morir electrocutado , y morir de hambre , prefiero lo
primero .
- No es mala la idea – repuse – pero para empezar necesitaríamos
algun capital, porque esas cosas no se hacen de fiado .
- Por eso no te preocupes, que yo conozco un “ promoter “ que nos
conseguira cuanto dinero haga falta. No tengo mas que falsificar unos
titulos que nos acrediten como profesores graduados en alguna
universidad española , la de salamanca , por ejemplo, ¿ Alguna vez
has estado en España ?
- Nunca , por desgracia .
- - Malo va el negocio , pero a lo menos sabras pronunciar la z , la c , la
s , la v , y la b , como es debido; porque con nuestra pronunciación
iberoamericana nunca vamos a pasar por gachupines legitimos, y en
esto , los gringos son extremadamente exigentes.
- En cuanto a pronunciar a la española – afirme confiadamente – no te
preocupes , que con un poco de atención pronunciare de manera que
el mismo Lope de Vega me creería su paisano . Explicame ahora lo
que es eso del “ promoter “ del que me hablas.
- Es bien sencillo . Cuando tienes la idea de un negocio , inventas
cualquier cosa , o algo por el estilo y buscas capital para explotar el
asunto , lo seguro es que no sepas a quien dirigirte y vayas a dar con
el “wrong man “quien , naturalmente , te despacha sin menor
consideración ; pero existen hombres muy al tanto de todo eso ,
quienes una vez que conocen tu idea , van directos al capitalista que
puede interesarse en ella , lo mangonean bien y bonito , y te
consiguen el dinero , mucho mas del que necesitas , pues el sobrante
es para ellos . Si el negocio prospera el capitalista recupera su dinero
con enormes intereses , y si fracasa nadie paga , y san se acabo .
- Pero es que los ricos sueltan la feria tan fácilmente ?
- ¿ Que otra cosa pueden hacer ? El dinero guardado se pudre , hay
que emplearlo sin remedio . Lo que los ricos buscan es invertir el que
tienen de sobra . Los ricos tontos se figuran que poniéndolo todo en
el banco se guarda como en un refrigerador , sin saber que el banco
lo emplea a medida que lo recibe , pues de otra manera quebraria .
Todo esta en que el “ promoter “ sepa presentar la cosa , y te
aseguro que saben hacerlo muy bien , porque ese es precisamente su
negocio .
Al dia siguiente , llevando nuestros titulos , muy bien falsificados , como
doctores de la Universidad de Salamanca , especializados en la rama
periodística , fuimos a visitar al famoso “ promoter “ . Era un enorme
gringo , con un eterno puro en la boca , que era un complemento de su
atractiva fisonomia ; escupia por el colmillo con admirable tino hacia una
monumental escupidera situada a unos dos metros de distancia , y
estaba en lujoso despacho arrellanado en amplio sillon , los pies sobre la
mesa en mangas de camisa y con el sombrero bien puesto .
Mi compañero me presento como un profesor recien llegado de España y
expuso el proyecto de fundar una revista en español para fomentar las
relaciones culturales y comerciales hispano –gringas , para lo cual
deseábamos encontrar algunos capitalistas que quisieran financiar la
empresa . El gringo , que hablaba pasablemente el español , me hizo
algunas preguntas , que yo conteste , marcando cuidadosamente las
zetas y las ves ; a continuación examino con toda seriedad nuestros
titulos y se declaro satisfecho .
- Got the right man – pronuncio brevemente – Se obtendran diez mil
dolares para comenzar . Cuatro mil para mi. Vuelvan ustedes
mañana a la misma hora . So long .
Y sin moverse ni soltar el puro , nos señalo la puerta .
Al otro dia nos llevo a almorzar con otros tres gringos gordos, que
hablaban detestablemente el español , y se empeñaban en citar a
Cervantes , Lope de vega , y Calderon de la Barca , tergiversando todas
las citas de manera lastimosa , pero que tenian negocios en España y en
Hispano America y pensaban utilizar la revista para sus fines
particulares. Nos hicieron firmar inmediatamente un contrato que nos
obligaba a no publicar sino lo que a ellos conviniera , todo sujeto a su
propia censura , etc., etc.,todo lo cual aceptamos sin mas discusión que
la necesaria para dar color a nuestro cuento .
Con la intervención del “ promoter “ , que les habia restregado nuestros
titulos por las narices , se arreglo todo como ellos quisieron y , contra
formal recibo , nos entregaron un cheque al portador por diez mil
dolares, quedando muy asombrados y convencidos cuando les dije que
la palabra “ dólar “ era una corrupción del nombre de la vieja moneda
española , la “dolera“ , usada en los siglos quince y dieciseis .
Convenimos en volver a reunirnos a los tres dias y salimos acompañados
del “promoter“ , que nos llevo al banco , nos hizo cobrar el cheque , se
enchaleco frescamente los cuatro mil dolares y nos dejo plantados con
un breve “ So Long “ , sin la menor expresión de agradecimiento .
- Ahora , - me dijo el abogadillo – nos quedan dos alternativas : uno es
tomar el tren y largarnos a otra ciudad , en donde tomaremos otros
nombres y nuevos papeles de identidad , que yo mismo fabricare , el
otro es seguir la aventura , fundar realmente esa revista y tratar de
explotar el cuento , hasta donde sea posible .
- El primero me gusta mas – repuse inmediatamente – ya que para
cambiar de nombres nos basta volver a los anteriores . Ademas , me
parece que todavía no somos bastante ricos para caer impunemente
en manos de la policia .
- En eso tienes razon – confirmo el abogadillo - . Si en lugar de seis
mil , hubieran sido seis millones lo que les hemos defradudado ,
podriamos publicarlo en la prensa, mañana nos invitaria a comer
Rockefeller y pasado mañana nos harian ministros de finanzas; pero
tal como esta el negocio, me parece de rigor desaparecer cuanto
antes, que si llegan a pescarme me van a sacar otros trapitos al sol ,
que mejor que esten a la sombra .
Y esa misma noche , tomamos el tren hacia el Este. Bien acomodados en
los blandos asientos , fumando buenos puros , y con el animo tranquilo ,
mi compañero , para pasar el tiempo , (que , en realidad , como solia
decir don Tinoco , el tiempo se queda quieto y somos nosotros los que
pasamos sobre el ) , tuvo un acceso de compañerismo confidencial y
quiso contarme su propia historia , en terminos que demostraban que el
hombre habia pensado y aprendido mucho en el curso de sus variadas
correrias :
Yo fui – comenzo diciendo – el quinto de los hijos de mi padre y formaba , con todos los otros una familia de proletarios modelo . Ya comprenderas que viviamos amontonados en la estrechez de un indecente tugurio , en una de esas horribles casas de vecindad en la que , en resumidas cuentas , cada uno dispone de unas cuantas pulgadas cuadradas , y en donde se vive en asquerosa promiscuidad . Diras que para que demonios tenia mi padre tantos hijos si no podia mantenerlos decentemente , pero es que a el le pasaba lo que a todos los miserables , que no sabia como evitarlo , ni se hubiera atrevido a hacerlo , pues los de arriba , empezando por los sacerdotes , les prohibían el uso de preventivos y castigan el aborto , predicando la multiplicación como un mandamiento divino , cuando en realidad hay uno y muy expreso que prohibe el acto carnal sin lugar a equivocaciones . Los ricos necesitan de esa clase de multiplicación para tener abundante reserva de trabajadores , de balde , que substituyan a los que se van muriendo o inutilizando . Mi padre trabajaba en una fabrica donde le pagaban lo que apenas hubiera bastado para sostener una persona , pero no se quejaba , porque tanto el , como mi madre , eran católicos cerrados a golpe de martillo , se confesaban con frecuencia y se dejaban embaucar de tal manera , que cuanto mas sufrian , estaban mas seguros de estarse ganando un buen lugar en el cielo . Mi madre , obligada a contar y escatimar cada centavo, de los pocos que mi padre
llevaba los dias de pago , nos enseño a aceptar con “resignación cristiana “ lo que los ricos se dignaban darnos, acostumbrándonos desde niños a someternos al mas fuerte , al de arriba , como una cosa inevitable , muy puesta en su lugar y parte del orden mismo de la naturaleza . En cuanto a Educación , tu comprenderas que mis padres no podian darnos ninguna , como no fuera la idea primordial y basica de que no hay que estorbar a los mas fuertes , idea que entraba mediante sendas golpizas , cuando nos atravesábamos en su camino . . Pero habia escuelas publicas , a las que nos enviaron , ya que eran gratuitas , pagadas por los de arriba , y no por generosidad desinteresada , sino porque , con el actual sistema de producción , que requiere el empleo de maquinas complicadas y costosas , necesitan que los obreros tengan alguna instrucción para que puedan manejarlas sin echarlas a perder ; pero cuidan de que esta instrucción nunca pase de un cierto limite y que este convenientemente orientada hacia la sumisión , la obediencia y el llamado “ temor de Dios” , para lo cual prefieren , como maestros y directores , a algunos sacerdotes , como sus aliados mas naturales . Algunos de estos he conocido que son perfectamente ateos y que sostenian sin embargo la necesidad de que la educación de los obreros fuera monopolio de los sacerdotes y tan religiosa como fuera posible . La estrecha organización de la familia impide a los