¿DÓNDE ESTÁ DIOS?static.graciasobregracia.org/.../recursos/2020/03/...Donde_esta_Dios … ·...

3
PASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ Domingo 15 de marzo 2020 ¿DÓNDE ESTÁ DIOS? RESUMEN DEL SERMÓN El libro de Ester narra la historia del intento de exterminio que el pueblo de Dios enfrentó a manos de Amán. Y aunque leemos que era un tiempo de angustia, dolor, aflicción, lo que resalta del libro es que nunca menciona a Dios por su nombre, no encontramos ningún hecho milagroso, no leemos ninguna profecía. Es un libro que en su profundo silencio hace una sola pregunta al corazón de quién lo lee: ¿Dónde está Dios? Es en estos momentos, ante la pandemia COVID-19 muchos quieren saber ¿dónde está Dios? El libro de Ester y en general toda la Biblia, nos responde que Dios siempre ha estado ahí, soberano, reinando, dirigiendo absolutamente todo para glorificar su nombre Santo, en medio de su Pueblo, a través de los acontecimientos del mundo. Aunque nosotros somos débiles y frágiles, Dios no lo es, sino que nuestro Dios, tal como es revelado en Jesucristo, es fuerte, todopoderoso, eterno, inmutable, soberano; quien reina sobre todo y todos, controlando cada circunstancia del mundo por amor a su nombre: Jesucristo. Mi misión a través de este recurso es: animarte a que sepas cómo debes conducirte como hijo de Dios en estos tiempos de crisis, por amor al nombre de Jesús. I. CONFÍA EN EL DIOS PROVIDENTE La Biblia nos enseña que parte de la gloria de Dios es su Soberanía. Dios gobierna el mundo, es el rector de la creación. Por ser el creador de todas las cosas, gobierna según sus decretos, según lo que él quiere. Y sabemos que lo que Él quiere es santo, puro, justo y bueno en gran manera. Romanos 11:36: “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.” A la acción de Dios de ejecutar su plan eterno, la Biblia le llama providencia. La providencia de Dios es la ejecución de los decretos soberanos de Dios. Es decir que Él obra todo de acuerdo a su propósito y plan eterno, para su gloria y el bien de su pueblo. La Biblia entera enseña que Dios en Jesucristo reina y está en control providencial de todos los acontecimientos del mundo. Es decir que Él se está proveyendo de todas las circunstancias necesarias para llevar a cabo un plan que solo Él conoce, pero que sabemos que va a ser para su gloria y en beneficio de sus hijos en todo el mundo. Ya sea que un gran pez se trague a un hombre llamado Jonás, o un pequeño pez que llevaba una moneda en su boca, Dios controla todo. Ya sea Jesús ordenando al viento que se calme o dando la orden a Pedro caminar sobre las aguas. Jesús es providente, controla todo cuanto sucede. El control santo, poderoso, divino de Dios es universal. Las plagas sobre Egipto demostraron que el Señor controla los ríos, las ranas, los insectos, el ganado, las tormentas, la luz y las tinieblas, la salud y la vida humana. Sin embargo, esta misma providencia de Dios nos enseña que todo lo que Dios decreta y hace es para dar gloria a su Nombre en toda la tierra, para que Su nombre sea conocido. Aún las plagas, que fueron juicio para Egipto, pero de liberación para su pueblo; fueron para dar a conocer su nombre y que solo Él es el Dios que reina. Leemos en Éxodo 7:5: “Y cuando yo despliegue mi poder contra Egipto y saque de allí a los israelitas, sabrán los egipcios que yo soy el SEÑOR.” Él es el único Dios verdadero, es su Gloria. Luego agrega Éxodo 8:22b: “De esta manera te podrás dar cuenta de que yo, el SEÑOR, estoy en esta tierra.” ¿Dónde está Dios en esta pandemia? Ejecutando providencialmente lo que Él ha decretado en este mundo (leer Éxodo 4:11 y Lamentaciones 3:37-38). No vaya a pensar que Dios es malo o que se goza en el dolor. Recuerde que Dios no solo es Providente, sino que es Amor, Bueno, Justo, Santo y misericordioso, pero también paciente con el pecador. Así, estos textos resaltan una verdad: Dios reina providencialmente. Solo pensemos, si Dios ejecutara su justicia, sin misericordia, por cuanto todos somos pecadores, tendría que destruir a toda la humanidad. Pero si Él no extermina a la humanidad, si dejó a 7 seres humanos aún en el diluvio, si a pesar de nuestro pecado prometió nunca más destruir la creación, significa que no solo es providente y justo, sino amor y es paciente con los pecadores esperando que todos vengan al arrepentimiento. Dice Lamentaciones 3:33: “Porque El no castiga por gusto, ni aflige a los hijos de los hombres.” Así la pandemia es justa, a la luz del pecado, pero a la vez es instrumento de bondad según el propósito de Dios. Esto lo podemos afirmar con seguridad al leer Lamentaciones 3:32 que dice: “antes bien, si aflige, también se compadecerá según su gran misericordia.” Dios, a través de sus juicios manifiesta su gracia para todos sus escogidos. © 2020 Iglesia Gracia sobre Gracia. Todos los Derechos Reservados

Transcript of ¿DÓNDE ESTÁ DIOS?static.graciasobregracia.org/.../recursos/2020/03/...Donde_esta_Dios … ·...

Page 1: ¿DÓNDE ESTÁ DIOS?static.graciasobregracia.org/.../recursos/2020/03/...Donde_esta_Dios … · PASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ Domingo 15 de marzo 2020 ¿DÓNDE ESTÁ DIOS? RESUMEN DEL

PASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ

Domingo 15 de marzo 2020

¿DÓNDEESTÁ DIOS?

RESUMEN DEL SERMÓN

El libro de Ester narra la historia del intento de exterminio que el pueblo de Dios enfrentó a manos de Amán. Y aunque leemos que era un tiempo de angustia, dolor, aflicción, lo que resalta del libro es que nunca menciona a Dios por su nombre, no encontramos ningún hecho milagroso, no leemos ninguna profecía. Es un libro que en su profundo silencio hace una sola pregunta al corazón de quién lo lee: ¿Dónde está Dios?

Es en estos momentos, ante la pandemia COVID-19 muchos quieren saber ¿dónde está Dios? El libro de Ester y en general toda la Biblia, nos responde que Dios siempre ha estado ahí, soberano, reinando, dirigiendo absolutamente todo para glorificar su nombre Santo, en medio de su Pueblo, a través de los acontecimientos del mundo.

Aunque nosotros somos débiles y frágiles, Dios no lo es, sino que nuestro Dios, tal como es revelado en Jesucristo, es fuerte, todopoderoso, eterno, inmutable, soberano; quien reina sobre todo y todos, controlando cada circunstancia del mundo por amor a su nombre: Jesucristo.

Mi misión a través de este recurso es: animarte a que sepas cómo debes conducirte como hijo de Dios en estos tiempos de crisis, por amor al nombre de Jesús.

I. CONFÍA EN EL DIOS PROVIDENTE

La Biblia nos enseña que parte de la gloria de Dios es su Soberanía. Dios gobierna el mundo, es el rector de la creación. Por ser el creador de todas las cosas, gobierna según sus decretos, según lo que él quiere. Y sabemos que lo que Él quiere es santo, puro, justo y bueno en gran manera. Romanos 11:36: “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.”

A la acción de Dios de ejecutar su plan eterno, la Biblia le llama providencia. La providencia de Dios es la ejecución de los decretos soberanos de Dios. Es decir que Él obra todo de acuerdo a su propósito y plan eterno, para su gloria y el bien de su pueblo.

La Biblia entera enseña que Dios en Jesucristo reina y está en control providencial de todos los acontecimientos del mundo. Es decir que Él se está proveyendo de todas las circunstancias necesarias para llevar a cabo un plan que solo Él conoce, pero que sabemos que va a ser para su gloria y en beneficio de sus hijos en todo el mundo.

Ya sea que un gran pez se trague a un hombre llamado Jonás, o un pequeño pez que llevaba una moneda en su boca, Dios controla todo. Ya sea Jesús ordenando al viento que se calme o dando la orden a Pedro caminar sobre las aguas. Jesús es providente, controla todo cuanto sucede.

El control santo, poderoso, divino de Dios es universal.

Las plagas sobre Egipto demostraron que el Señor controla los ríos, las ranas, los insectos, el ganado, las tormentas, la luz y las tinieblas, la salud y la vida humana. Sin embargo, esta misma providencia de Dios nos enseña que todo lo que Dios decreta y hace es para dar gloria a su Nombre en toda la tierra, para que Su nombre sea conocido. Aún las plagas, que fueron juicio para Egipto, pero de liberación para su pueblo; fueron para dar a conocer su nombre y que solo Él es el Dios que reina. Leemos en Éxodo 7:5: “Y cuando yo despliegue mi poder contra Egipto y saque de allí a los israelitas, sabrán los egipcios que yo soy el SEÑOR.” Él es el único Dios verdadero, es su Gloria. Luego agrega Éxodo 8:22b: “De esta manera te podrás dar cuenta de que yo, el SEÑOR, estoy en esta tierra.”

¿Dónde está Dios en esta pandemia? Ejecutando providencialmente lo que Él ha decretado en este mundo (leer Éxodo 4:11 y Lamentaciones 3:37-38). No vaya a pensar que Dios es malo o que se goza en el dolor. Recuerde que Dios no solo es Providente, sino que es Amor, Bueno, Justo, Santo y misericordioso, pero también paciente con el pecador. Así, estos textos resaltan una verdad: Dios reina providencialmente. Solo pensemos, si Dios ejecutara su justicia, sin misericordia, por cuanto todos somos pecadores, tendría que destruir a toda la humanidad. Pero si Él no extermina a la humanidad, si dejó a 7 seres humanos aún en el diluvio, si a pesar de nuestro pecado prometió nunca más destruir la creación, significa que no solo es providente y justo, sino amor y es paciente con los pecadores esperando que todos vengan al arrepentimiento.

Dice Lamentaciones 3:33: “Porque El no castiga por gusto, ni aflige a los hijos de los hombres.” Así la pandemia es justa, a la luz del pecado, pero a la vez es instrumento de bondad según el propósito de Dios. Esto lo podemos afirmar con seguridad al leer Lamentaciones 3:32 que dice: “antes bien, si aflige, también se compadecerá según su gran misericordia.” Dios, a través de sus juicios manifiesta su gracia para todos sus escogidos.

© 2

020

Igle

sia

Gra

cia

sobr

e G

raci

a. T

odos

los

Der

echo

s Re

serv

ados

El comprender que Dios es providente tiene grandes implicaciones a nuestra fe:

1. Dios te ama porque Dios es amor. Aún su prueba es amorosa para sus hijos. Confía en Él. Nunca dudes de eso, hoy más que nunca, por tanto, debemos confiar en Él.

2. La buena voluntad de Dios es darnos su reino. El Catecismo de Heidelberg nos enseña a confesar que nuestro Padre, por medio de Jesucristo: "Él me proveerá de todas las cosas necesarias para el alma y el cuerpo; y además, que hará que cualquier mal que envíe sobre mí, en este valle de lágrimas, se convierta en una ventaja para mí; porque Él puede hacerlo, siendo Dios Todopoderoso, y dispuesto, siendo un Padre fiel”.

3. Teme a Dios. Si Dios reina y es Providente, quien controla todo cuanto pasa. Teme, ama a Dios con todas tus fuerzas, honra sus mandamientos y su Palabra.

Si Dios es el que controla y ha decretado todo, ¿qué hacer como hijos de Dios en medio de las profundas crisis que hay en el mundo? De cara al prójimo: amar a todos. De cara a Dios: arrepentirnos delante de Él.

II. AMA

La Primera carta de Juan nos dice que una evidencia del creyente es su amor por los otros creyentes y por el prójimo en necesidad. La pandemia nos manda a amarnos los unos a os otros como Él nos ha amado. ¿Cómo? Tres formas: evangelizando, teniendo compasión y orando.

1. EVANGELIZANDONo hay mejor, ni más graciosa manera de amar a otros que compartiendo el evangelio. Como hemos dicho, la pandemia si bien es instrumento de juicio, también lo es de misericordia. Pablo dice en Gálatas 4:13: “pero sabéis que fue por causa de una enfermedad física que yo os anuncié el evangelio la primera vez”. Antes de llegar a Galacia, Pablo enfermó de Malaria, quienes lo recibieron enfermo para cuidarlo, recibieron algo valioso a cambio: el evangelio. Y ahí surgió la hermosa iglesia de los Gálatas.

Todo juicio de Dios en la Biblia es para mostrar su gracia a sus elegidos. Sino solo veamos a la cruz. Lo que vemos en la cruz es la muerte del justo, de manera injusta, por los injustos. En la cruz se obró injusticia humana, pero justicia de Dios. Nuestros pecados puestos sobre Él y sobre nosotros su justicia. ¡Glorioso intercambio! Esto es gracia. La gracia de Dios en medio del juicio.

Cuando la iglesia comenzó a ser perseguida y asesinada por Roma, Pedro les escribe diciendo: “El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.” (2Pedro 3:9) Los que estaban huyendo comenzaron a preguntarse ¿Hasta cuándo esta prueba Señor? Hasta que su propósito de salvación se cumpla en sus escogidos de esta época. Es mi deseo que podamos convertir este tiempo de angustia en esperanza, por medio de la predicación del evangelio. La iglesia debe proclamar, hoy más que nunca, el evangelio de Jesucristo.

En medio de esta pandemia, en medio de este dolor, en medio de la desesperanza: evangelicemos. Es lo que el pueblo necesita.

2. TEN COMPASIÓNEn tiempos como estos existe la tentación de no ayudar a nadie por miedo a infectarse. Ese egoísmo es satánico, por lo que debemos superar el miedo por amor a Dios y a su Palabra. La Biblia nos llama a ser compasivos con el enfermo y con el que necesita ayuda. No hablo de ser irresponsables, debemos ser compasivos, pero con responsabilidad. Pero recordemos que Dios dirá: “estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y no me visitasteis.” (Mateo 25:43) Temamos a Dios y amemos con compasión al prójimo.

En la historia podemos ver como la iglesia ha actuado en medio de crisis y pandemias y tenemos el ejemplo de cómo actuó la iglesia en el tiempo de la reforma, cuando toda Europa estaba viviendo el tercer siglo de la peste negra, la epidemia más destructiva de la historia de la humanidad. En medio de esta peste es que surgió la reforma, en el tiempo de Lutero.

Entonces le preguntaron a Lutero si era pecado o no huir de la ciudad por temor a la peste. Podemos resumir la respuesta que él dio, de la siguiente manera:

- Los débiles en la fe hacen bien en irse si con ello no dañan a sus vecinos, dejándolos solos y sin ayuda. Si así es el caso, nadie debe juzgarlos por eso, no sería pecado. El fuerte en la fe se quedará a visitar a los enfermos, a llevarles palabra y ayuda. La tesis principal de Lutero fue que hay que ser prudentes con evitar el contagio, pero no por ello abandonar el deber cristiano de servir, ayudar, cuidar a los vecinos que lo requieran. Es un deber.

- También hace un llamado a los servidores públicos, diciéndoles que deben quedarse y poner a disposición de toda la ciudad los edificios para ser usados para cuarentena.

- A los pastores les hace el llamado a no huir. Les recuerda que son los asalariados los que ven venir al lobo dejan solas a las ovejas. Mas el verdadero pastor, da la vida por ellas. Hermanos pastores, amemos a nuestras ovejas, porque para un tiempo como hoy es que Dios nos levantó como pastores.

- Los miembros de las iglesias que están sanos, deben congregarse, visitar enfermos y orar. Juan, en su primera carta, pregunta si hay verdadero amor en aquel que dice ser cristiano, pero no se compadece del que está en necesidad, del que teniendo no da. No le tema a la enfermedad que puede destruir su cuerpo, sino a Dios que puede enviar su alma al infierno. No hablo de ser imprudentes, pero es un tiempo para mostrar nuestra fe a aquel que no la tiene. Todos debemos ser solidarios, sin imprudencia, pero solidarios.

3. ORACuando el templo de Salomón fue dedicado a Dios, Salomón oro diciendo: “Cuando en el país haya hambre, peste, sequía, o plagas... en fin, cuando venga cualquier calamidad o enfermedad, 38 si luego cada israelita,

consciente de su propia culpa, extiende sus manos hacia este templo, y ora y te suplica, 39 óyelo... y perdónalo.” (1Reyes 8:37-40)

Es un tiempo de mucha oración. Tenemos que orar. La Biblia nos enseña que la imagen del Dios invisible es Jesucristo. Oremos a Él por misericordia, por sanidad, por los enfermos, por los médicos, por los sanos, por tu familia y por los gobernantes, para que Dios les de sabiduría.

Ahora quiero dar un consejo a aquellos que posiblemente van a enfermar. Levítico 13-14 manda a los enfermos de enfermedad infecciosa a que entren voluntariamente a cuarentena por amor al pueblo de Dios para no infectarles. Lutero, en este mismo artículo, enseñó que en la situación de epidemia de la peste bubónica: fumiguen su casa, tomen medicinas, estén en cuarentena. Si sanas, no te juntes con los sanos por un tiempo. Todo por amor. En este tiempo, sujétate a las autoridades, si tienes síntomas, ve a que te examinen y sal de dudas, toma precauciones, etc. Hazlo por amor. Si por esta pandemia como iglesia local estamos reunidos en casas, es por amor a los hermanos, para evitar la infección, pero ahí donde estemos demos adoración al Señor, incluyendo los discipulados y cuidar a los que viven del evangelio por medio de nuestras ofrendas.

III. CORRE HACIA DIOS EN ARREPENTIMIENTO

En la Biblia, los textos en que se mencionan plagas y enfermedades de naciones siempre son juicios de Dios, en este caso sobre todo el mundo. Por eso debemos ser humildes y reconocer que hay un juicio de Dios sobre el mundo. Pero también nos enseña que ese mismo Dios de justicia siempre ocupa esas mismas circunstancias muestra su gracia, su amor, sabiduría y bondad para todos nosotros.

Por esto ten en cuenta, la Biblia grita a viva voz que la única manera de huir del juicio de Dios es corriendo hacia Jesús, ¡Corre a Jesucristo! Dios Salvador. El Juez, Legislador y Rey. Pero ¿cómo acercarse a un Dios Santo? Con un corazón arrepentido.

Veamos una historia que nos cuenta la escritura: Asa fue un rey de Judá que no confió en Dios para los tiempos de guerra. Dios envió a su profeta para que arrepintiera, pero no lo hizo. Lo mando a la cárcel. La Biblia dice que enfermó, ¿qué hizo él? Dice 2Crónicas 16:12: “En el año treinta y nueve de su reinado, Asá se enfermó de los pies; y aunque su enfermedad era grave, no buscó al SEÑOR, sino que recurrió a los médicos.”. Luego dice 2Crónicas 16:9: “Los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen el corazón totalmente comprometido con él. ¡Qué necio has sido!” La eternidad y omnisciencia de Dios nos dice que Él no olvida nada, no aprende nada, nada lo sorprende, porque todo el tiempo sabe todas las cosas de una sola vez. Por eso dice la Biblia que Él está buscando con sus ojos, todo el tiempo, cual es el corazón que está totalmente comprometido con Él. Es un tiempo en el que Dios está viendo tu corazón ¿adónde vas a correr, a Dios o fuera de Él?

El mensaje no es que no busques a los médicos, es que lo busques a Él en “arrepentimiento”, confiando en su redención y comprometiéndote en adorarlo. En estos tiempos de pandemia adora a Jesucristo. Jesús nos dice “no teman manada pequeña a mi Padre le ha placido daros el reino”. Y en otro pasaje dice “No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí.” Es mi oración que en estas próximas semanas, tu refugio sea Jesucristo, roca, castillo fuerte.

Después de levantar el tabernáculo, Moisés le pidió a Dios: “El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria. 19 Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. 20 Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá. 21 Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña; 22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. 23 Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.” (Éxodo 33:18-23) Poder contemplar la gloria de la misericordia y clemencia de Dios en esta crisis solo es posible estando escondidos en la Roca que es Jesucristo. El camino de los discípulos de Cristo es de la pena a la gloria, de la cruz a la resurrección, del llanto a la alegría. Que en estos tiempos difíciles podamos glorificarlo en nuestro país.

¿Dónde está Dios? Está ahí contigo y tu familia por medio de Jesús.

Hermanos, es un privilegio ser su pastor, los amo, estoy para ustedes.

PREGUNTAS DE APLICACIÓN

1. ¿Cómo comprender y meditar en la providencia de Dios, te anima a confiar y a permanecer en Dios?

2. ¿De qué formas específicas mostrarás amor en medio de esta pandemia? ¿Cómo mostrarás amor a tu prójimo en las próximas semanas? ¿Qué planes has hecho para evangelizar? ¿Qué acciones tomarás estás semanas que muestren compasión a los demás? ¿El qué y por quién orarás?

3. ¿Crees que la Palabra de Dios enseñada por medio de los discipulados debería de estar en cuarentena también?

4. ¿Cómo, a través de este discipulado, ves la gracia de Dios a través de sus juicios? ¿De qué debes arrepentirte hoy?

VERSÍCULO A MEMORIZAR

Lamentaciones 3:31-22: “Porque no rechaza para siempre el Señor, antes bien, si aflige, también se compadecerá según su gran misericordia. Porque Él no castiga por gusto, ni aflige a los hijos de los hombres.”

Page 2: ¿DÓNDE ESTÁ DIOS?static.graciasobregracia.org/.../recursos/2020/03/...Donde_esta_Dios … · PASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ Domingo 15 de marzo 2020 ¿DÓNDE ESTÁ DIOS? RESUMEN DEL

RESUMEN DEL SERMÓN

El libro de Ester narra la historia del intento de exterminio que el pueblo de Dios enfrentó a manos de Amán. Y aunque leemos que era un tiempo de angustia, dolor, aflicción, lo que resalta del libro es que nunca menciona a Dios por su nombre, no encontramos ningún hecho milagroso, no leemos ninguna profecía. Es un libro que en su profundo silencio hace una sola pregunta al corazón de quién lo lee: ¿Dónde está Dios?

Es en estos momentos, ante la pandemia COVID-19 muchos quieren saber ¿dónde está Dios? El libro de Ester y en general toda la Biblia, nos responde que Dios siempre ha estado ahí, soberano, reinando, dirigiendo absolutamente todo para glorificar su nombre Santo, en medio de su Pueblo, a través de los acontecimientos del mundo.

Aunque nosotros somos débiles y frágiles, Dios no lo es, sino que nuestro Dios, tal como es revelado en Jesucristo, es fuerte, todopoderoso, eterno, inmutable, soberano; quien reina sobre todo y todos, controlando cada circunstancia del mundo por amor a su nombre: Jesucristo.

Mi misión a través de este recurso es: animarte a que sepas cómo debes conducirte como hijo de Dios en estos tiempos de crisis, por amor al nombre de Jesús.

I. CONFÍA EN EL DIOS PROVIDENTE

La Biblia nos enseña que parte de la gloria de Dios es su Soberanía. Dios gobierna el mundo, es el rector de la creación. Por ser el creador de todas las cosas, gobierna según sus decretos, según lo que él quiere. Y sabemos que lo que Él quiere es santo, puro, justo y bueno en gran manera. Romanos 11:36: “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.”

A la acción de Dios de ejecutar su plan eterno, la Biblia le llama providencia. La providencia de Dios es la ejecución de los decretos soberanos de Dios. Es decir que Él obra todo de acuerdo a su propósito y plan eterno, para su gloria y el bien de su pueblo.

La Biblia entera enseña que Dios en Jesucristo reina y está en control providencial de todos los acontecimientos del mundo. Es decir que Él se está proveyendo de todas las circunstancias necesarias para llevar a cabo un plan que solo Él conoce, pero que sabemos que va a ser para su gloria y en beneficio de sus hijos en todo el mundo.

Ya sea que un gran pez se trague a un hombre llamado Jonás, o un pequeño pez que llevaba una moneda en su boca, Dios controla todo. Ya sea Jesús ordenando al viento que se calme o dando la orden a Pedro caminar sobre las aguas. Jesús es providente, controla todo cuanto sucede.

El control santo, poderoso, divino de Dios es universal.

Las plagas sobre Egipto demostraron que el Señor controla los ríos, las ranas, los insectos, el ganado, las tormentas, la luz y las tinieblas, la salud y la vida humana. Sin embargo, esta misma providencia de Dios nos enseña que todo lo que Dios decreta y hace es para dar gloria a su Nombre en toda la tierra, para que Su nombre sea conocido. Aún las plagas, que fueron juicio para Egipto, pero de liberación para su pueblo; fueron para dar a conocer su nombre y que solo Él es el Dios que reina. Leemos en Éxodo 7:5: “Y cuando yo despliegue mi poder contra Egipto y saque de allí a los israelitas, sabrán los egipcios que yo soy el SEÑOR.” Él es el único Dios verdadero, es su Gloria. Luego agrega Éxodo 8:22b: “De esta manera te podrás dar cuenta de que yo, el SEÑOR, estoy en esta tierra.”

¿Dónde está Dios en esta pandemia? Ejecutando providencialmente lo que Él ha decretado en este mundo (leer Éxodo 4:11 y Lamentaciones 3:37-38). No vaya a pensar que Dios es malo o que se goza en el dolor. Recuerde que Dios no solo es Providente, sino que es Amor, Bueno, Justo, Santo y misericordioso, pero también paciente con el pecador. Así, estos textos resaltan una verdad: Dios reina providencialmente. Solo pensemos, si Dios ejecutara su justicia, sin misericordia, por cuanto todos somos pecadores, tendría que destruir a toda la humanidad. Pero si Él no extermina a la humanidad, si dejó a 7 seres humanos aún en el diluvio, si a pesar de nuestro pecado prometió nunca más destruir la creación, significa que no solo es providente y justo, sino amor y es paciente con los pecadores esperando que todos vengan al arrepentimiento.

Dice Lamentaciones 3:33: “Porque El no castiga por gusto, ni aflige a los hijos de los hombres.” Así la pandemia es justa, a la luz del pecado, pero a la vez es instrumento de bondad según el propósito de Dios. Esto lo podemos afirmar con seguridad al leer Lamentaciones 3:32 que dice: “antes bien, si aflige, también se compadecerá según su gran misericordia.” Dios, a través de sus juicios manifiesta su gracia para todos sus escogidos.

¿DÓNDE ESTÁ DIOS?

© 2

020

Igle

sia

Gra

cia

sobr

e G

raci

a. T

odos

los

Der

echo

s Re

serv

ados

El comprender que Dios es providente tiene grandes implicaciones a nuestra fe:

1. Dios te ama porque Dios es amor. Aún su prueba es amorosa para sus hijos. Confía en Él. Nunca dudes de eso, hoy más que nunca, por tanto, debemos confiar en Él.

2. La buena voluntad de Dios es darnos su reino. El Catecismo de Heidelberg nos enseña a confesar que nuestro Padre, por medio de Jesucristo: "Él me proveerá de todas las cosas necesarias para el alma y el cuerpo; y además, que hará que cualquier mal que envíe sobre mí, en este valle de lágrimas, se convierta en una ventaja para mí; porque Él puede hacerlo, siendo Dios Todopoderoso, y dispuesto, siendo un Padre fiel”.

3. Teme a Dios. Si Dios reina y es Providente, quien controla todo cuanto pasa. Teme, ama a Dios con todas tus fuerzas, honra sus mandamientos y su Palabra.

Si Dios es el que controla y ha decretado todo, ¿qué hacer como hijos de Dios en medio de las profundas crisis que hay en el mundo? De cara al prójimo: amar a todos. De cara a Dios: arrepentirnos delante de Él.

II. AMA

La Primera carta de Juan nos dice que una evidencia del creyente es su amor por los otros creyentes y por el prójimo en necesidad. La pandemia nos manda a amarnos los unos a os otros como Él nos ha amado. ¿Cómo? Tres formas: evangelizando, teniendo compasión y orando.

1. EVANGELIZANDONo hay mejor, ni más graciosa manera de amar a otros que compartiendo el evangelio. Como hemos dicho, la pandemia si bien es instrumento de juicio, también lo es de misericordia. Pablo dice en Gálatas 4:13: “pero sabéis que fue por causa de una enfermedad física que yo os anuncié el evangelio la primera vez”. Antes de llegar a Galacia, Pablo enfermó de Malaria, quienes lo recibieron enfermo para cuidarlo, recibieron algo valioso a cambio: el evangelio. Y ahí surgió la hermosa iglesia de los Gálatas.

Todo juicio de Dios en la Biblia es para mostrar su gracia a sus elegidos. Sino solo veamos a la cruz. Lo que vemos en la cruz es la muerte del justo, de manera injusta, por los injustos. En la cruz se obró injusticia humana, pero justicia de Dios. Nuestros pecados puestos sobre Él y sobre nosotros su justicia. ¡Glorioso intercambio! Esto es gracia. La gracia de Dios en medio del juicio.

Cuando la iglesia comenzó a ser perseguida y asesinada por Roma, Pedro les escribe diciendo: “El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.” (2Pedro 3:9) Los que estaban huyendo comenzaron a preguntarse ¿Hasta cuándo esta prueba Señor? Hasta que su propósito de salvación se cumpla en sus escogidos de esta época. Es mi deseo que podamos convertir este tiempo de angustia en esperanza, por medio de la predicación del evangelio. La iglesia debe proclamar, hoy más que nunca, el evangelio de Jesucristo.

En medio de esta pandemia, en medio de este dolor, en medio de la desesperanza: evangelicemos. Es lo que el pueblo necesita.

2. TEN COMPASIÓNEn tiempos como estos existe la tentación de no ayudar a nadie por miedo a infectarse. Ese egoísmo es satánico, por lo que debemos superar el miedo por amor a Dios y a su Palabra. La Biblia nos llama a ser compasivos con el enfermo y con el que necesita ayuda. No hablo de ser irresponsables, debemos ser compasivos, pero con responsabilidad. Pero recordemos que Dios dirá: “estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y no me visitasteis.” (Mateo 25:43) Temamos a Dios y amemos con compasión al prójimo.

En la historia podemos ver como la iglesia ha actuado en medio de crisis y pandemias y tenemos el ejemplo de cómo actuó la iglesia en el tiempo de la reforma, cuando toda Europa estaba viviendo el tercer siglo de la peste negra, la epidemia más destructiva de la historia de la humanidad. En medio de esta peste es que surgió la reforma, en el tiempo de Lutero.

Entonces le preguntaron a Lutero si era pecado o no huir de la ciudad por temor a la peste. Podemos resumir la respuesta que él dio, de la siguiente manera:

- Los débiles en la fe hacen bien en irse si con ello no dañan a sus vecinos, dejándolos solos y sin ayuda. Si así es el caso, nadie debe juzgarlos por eso, no sería pecado. El fuerte en la fe se quedará a visitar a los enfermos, a llevarles palabra y ayuda. La tesis principal de Lutero fue que hay que ser prudentes con evitar el contagio, pero no por ello abandonar el deber cristiano de servir, ayudar, cuidar a los vecinos que lo requieran. Es un deber.

- También hace un llamado a los servidores públicos, diciéndoles que deben quedarse y poner a disposición de toda la ciudad los edificios para ser usados para cuarentena.

- A los pastores les hace el llamado a no huir. Les recuerda que son los asalariados los que ven venir al lobo dejan solas a las ovejas. Mas el verdadero pastor, da la vida por ellas. Hermanos pastores, amemos a nuestras ovejas, porque para un tiempo como hoy es que Dios nos levantó como pastores.

- Los miembros de las iglesias que están sanos, deben congregarse, visitar enfermos y orar. Juan, en su primera carta, pregunta si hay verdadero amor en aquel que dice ser cristiano, pero no se compadece del que está en necesidad, del que teniendo no da. No le tema a la enfermedad que puede destruir su cuerpo, sino a Dios que puede enviar su alma al infierno. No hablo de ser imprudentes, pero es un tiempo para mostrar nuestra fe a aquel que no la tiene. Todos debemos ser solidarios, sin imprudencia, pero solidarios.

3. ORACuando el templo de Salomón fue dedicado a Dios, Salomón oro diciendo: “Cuando en el país haya hambre, peste, sequía, o plagas... en fin, cuando venga cualquier calamidad o enfermedad, 38 si luego cada israelita,

consciente de su propia culpa, extiende sus manos hacia este templo, y ora y te suplica, 39 óyelo... y perdónalo.” (1Reyes 8:37-40)

Es un tiempo de mucha oración. Tenemos que orar. La Biblia nos enseña que la imagen del Dios invisible es Jesucristo. Oremos a Él por misericordia, por sanidad, por los enfermos, por los médicos, por los sanos, por tu familia y por los gobernantes, para que Dios les de sabiduría.

Ahora quiero dar un consejo a aquellos que posiblemente van a enfermar. Levítico 13-14 manda a los enfermos de enfermedad infecciosa a que entren voluntariamente a cuarentena por amor al pueblo de Dios para no infectarles. Lutero, en este mismo artículo, enseñó que en la situación de epidemia de la peste bubónica: fumiguen su casa, tomen medicinas, estén en cuarentena. Si sanas, no te juntes con los sanos por un tiempo. Todo por amor. En este tiempo, sujétate a las autoridades, si tienes síntomas, ve a que te examinen y sal de dudas, toma precauciones, etc. Hazlo por amor. Si por esta pandemia como iglesia local estamos reunidos en casas, es por amor a los hermanos, para evitar la infección, pero ahí donde estemos demos adoración al Señor, incluyendo los discipulados y cuidar a los que viven del evangelio por medio de nuestras ofrendas.

III. CORRE HACIA DIOS EN ARREPENTIMIENTO

En la Biblia, los textos en que se mencionan plagas y enfermedades de naciones siempre son juicios de Dios, en este caso sobre todo el mundo. Por eso debemos ser humildes y reconocer que hay un juicio de Dios sobre el mundo. Pero también nos enseña que ese mismo Dios de justicia siempre ocupa esas mismas circunstancias muestra su gracia, su amor, sabiduría y bondad para todos nosotros.

Por esto ten en cuenta, la Biblia grita a viva voz que la única manera de huir del juicio de Dios es corriendo hacia Jesús, ¡Corre a Jesucristo! Dios Salvador. El Juez, Legislador y Rey. Pero ¿cómo acercarse a un Dios Santo? Con un corazón arrepentido.

Veamos una historia que nos cuenta la escritura: Asa fue un rey de Judá que no confió en Dios para los tiempos de guerra. Dios envió a su profeta para que arrepintiera, pero no lo hizo. Lo mando a la cárcel. La Biblia dice que enfermó, ¿qué hizo él? Dice 2Crónicas 16:12: “En el año treinta y nueve de su reinado, Asá se enfermó de los pies; y aunque su enfermedad era grave, no buscó al SEÑOR, sino que recurrió a los médicos.”. Luego dice 2Crónicas 16:9: “Los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen el corazón totalmente comprometido con él. ¡Qué necio has sido!” La eternidad y omnisciencia de Dios nos dice que Él no olvida nada, no aprende nada, nada lo sorprende, porque todo el tiempo sabe todas las cosas de una sola vez. Por eso dice la Biblia que Él está buscando con sus ojos, todo el tiempo, cual es el corazón que está totalmente comprometido con Él. Es un tiempo en el que Dios está viendo tu corazón ¿adónde vas a correr, a Dios o fuera de Él?

El mensaje no es que no busques a los médicos, es que lo busques a Él en “arrepentimiento”, confiando en su redención y comprometiéndote en adorarlo. En estos tiempos de pandemia adora a Jesucristo. Jesús nos dice “no teman manada pequeña a mi Padre le ha placido daros el reino”. Y en otro pasaje dice “No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí.” Es mi oración que en estas próximas semanas, tu refugio sea Jesucristo, roca, castillo fuerte.

Después de levantar el tabernáculo, Moisés le pidió a Dios: “El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria. 19 Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. 20 Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá. 21 Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña; 22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. 23 Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.” (Éxodo 33:18-23) Poder contemplar la gloria de la misericordia y clemencia de Dios en esta crisis solo es posible estando escondidos en la Roca que es Jesucristo. El camino de los discípulos de Cristo es de la pena a la gloria, de la cruz a la resurrección, del llanto a la alegría. Que en estos tiempos difíciles podamos glorificarlo en nuestro país.

¿Dónde está Dios? Está ahí contigo y tu familia por medio de Jesús.

Hermanos, es un privilegio ser su pastor, los amo, estoy para ustedes.

PREGUNTAS DE APLICACIÓN

1. ¿Cómo comprender y meditar en la providencia de Dios, te anima a confiar y a permanecer en Dios?

2. ¿De qué formas específicas mostrarás amor en medio de esta pandemia? ¿Cómo mostrarás amor a tu prójimo en las próximas semanas? ¿Qué planes has hecho para evangelizar? ¿Qué acciones tomarás estás semanas que muestren compasión a los demás? ¿El qué y por quién orarás?

3. ¿Crees que la Palabra de Dios enseñada por medio de los discipulados debería de estar en cuarentena también?

4. ¿Cómo, a través de este discipulado, ves la gracia de Dios a través de sus juicios? ¿De qué debes arrepentirte hoy?

VERSÍCULO A MEMORIZAR

Lamentaciones 3:31-22: “Porque no rechaza para siempre el Señor, antes bien, si aflige, también se compadecerá según su gran misericordia. Porque Él no castiga por gusto, ni aflige a los hijos de los hombres.”

Page 3: ¿DÓNDE ESTÁ DIOS?static.graciasobregracia.org/.../recursos/2020/03/...Donde_esta_Dios … · PASTOR JAVIER DOMÍNGUEZ Domingo 15 de marzo 2020 ¿DÓNDE ESTÁ DIOS? RESUMEN DEL

¿DÓNDE ESTÁ DIOS?

© 2

020

Igle

sia

Gra

cia

sobr

e G

raci

a. T

odos

los

Der

echo

s Re

serv

ados

RESUMEN DEL SERMÓN

El libro de Ester narra la historia del intento de exterminio que el pueblo de Dios enfrentó a manos de Amán. Y aunque leemos que era un tiempo de angustia, dolor, aflicción, lo que resalta del libro es que nunca menciona a Dios por su nombre, no encontramos ningún hecho milagroso, no leemos ninguna profecía. Es un libro que en su profundo silencio hace una sola pregunta al corazón de quién lo lee: ¿Dónde está Dios?

Es en estos momentos, ante la pandemia COVID-19 muchos quieren saber ¿dónde está Dios? El libro de Ester y en general toda la Biblia, nos responde que Dios siempre ha estado ahí, soberano, reinando, dirigiendo absolutamente todo para glorificar su nombre Santo, en medio de su Pueblo, a través de los acontecimientos del mundo.

Aunque nosotros somos débiles y frágiles, Dios no lo es, sino que nuestro Dios, tal como es revelado en Jesucristo, es fuerte, todopoderoso, eterno, inmutable, soberano; quien reina sobre todo y todos, controlando cada circunstancia del mundo por amor a su nombre: Jesucristo.

Mi misión a través de este recurso es: animarte a que sepas cómo debes conducirte como hijo de Dios en estos tiempos de crisis, por amor al nombre de Jesús.

I. CONFÍA EN EL DIOS PROVIDENTE

La Biblia nos enseña que parte de la gloria de Dios es su Soberanía. Dios gobierna el mundo, es el rector de la creación. Por ser el creador de todas las cosas, gobierna según sus decretos, según lo que él quiere. Y sabemos que lo que Él quiere es santo, puro, justo y bueno en gran manera. Romanos 11:36: “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.”

A la acción de Dios de ejecutar su plan eterno, la Biblia le llama providencia. La providencia de Dios es la ejecución de los decretos soberanos de Dios. Es decir que Él obra todo de acuerdo a su propósito y plan eterno, para su gloria y el bien de su pueblo.

La Biblia entera enseña que Dios en Jesucristo reina y está en control providencial de todos los acontecimientos del mundo. Es decir que Él se está proveyendo de todas las circunstancias necesarias para llevar a cabo un plan que solo Él conoce, pero que sabemos que va a ser para su gloria y en beneficio de sus hijos en todo el mundo.

Ya sea que un gran pez se trague a un hombre llamado Jonás, o un pequeño pez que llevaba una moneda en su boca, Dios controla todo. Ya sea Jesús ordenando al viento que se calme o dando la orden a Pedro caminar sobre las aguas. Jesús es providente, controla todo cuanto sucede.

El control santo, poderoso, divino de Dios es universal.

Las plagas sobre Egipto demostraron que el Señor controla los ríos, las ranas, los insectos, el ganado, las tormentas, la luz y las tinieblas, la salud y la vida humana. Sin embargo, esta misma providencia de Dios nos enseña que todo lo que Dios decreta y hace es para dar gloria a su Nombre en toda la tierra, para que Su nombre sea conocido. Aún las plagas, que fueron juicio para Egipto, pero de liberación para su pueblo; fueron para dar a conocer su nombre y que solo Él es el Dios que reina. Leemos en Éxodo 7:5: “Y cuando yo despliegue mi poder contra Egipto y saque de allí a los israelitas, sabrán los egipcios que yo soy el SEÑOR.” Él es el único Dios verdadero, es su Gloria. Luego agrega Éxodo 8:22b: “De esta manera te podrás dar cuenta de que yo, el SEÑOR, estoy en esta tierra.”

¿Dónde está Dios en esta pandemia? Ejecutando providencialmente lo que Él ha decretado en este mundo (leer Éxodo 4:11 y Lamentaciones 3:37-38). No vaya a pensar que Dios es malo o que se goza en el dolor. Recuerde que Dios no solo es Providente, sino que es Amor, Bueno, Justo, Santo y misericordioso, pero también paciente con el pecador. Así, estos textos resaltan una verdad: Dios reina providencialmente. Solo pensemos, si Dios ejecutara su justicia, sin misericordia, por cuanto todos somos pecadores, tendría que destruir a toda la humanidad. Pero si Él no extermina a la humanidad, si dejó a 7 seres humanos aún en el diluvio, si a pesar de nuestro pecado prometió nunca más destruir la creación, significa que no solo es providente y justo, sino amor y es paciente con los pecadores esperando que todos vengan al arrepentimiento.

Dice Lamentaciones 3:33: “Porque El no castiga por gusto, ni aflige a los hijos de los hombres.” Así la pandemia es justa, a la luz del pecado, pero a la vez es instrumento de bondad según el propósito de Dios. Esto lo podemos afirmar con seguridad al leer Lamentaciones 3:32 que dice: “antes bien, si aflige, también se compadecerá según su gran misericordia.” Dios, a través de sus juicios manifiesta su gracia para todos sus escogidos.

El comprender que Dios es providente tiene grandes implicaciones a nuestra fe:

1. Dios te ama porque Dios es amor. Aún su prueba es amorosa para sus hijos. Confía en Él. Nunca dudes de eso, hoy más que nunca, por tanto, debemos confiar en Él.

2. La buena voluntad de Dios es darnos su reino. El Catecismo de Heidelberg nos enseña a confesar que nuestro Padre, por medio de Jesucristo: "Él me proveerá de todas las cosas necesarias para el alma y el cuerpo; y además, que hará que cualquier mal que envíe sobre mí, en este valle de lágrimas, se convierta en una ventaja para mí; porque Él puede hacerlo, siendo Dios Todopoderoso, y dispuesto, siendo un Padre fiel”.

3. Teme a Dios. Si Dios reina y es Providente, quien controla todo cuanto pasa. Teme, ama a Dios con todas tus fuerzas, honra sus mandamientos y su Palabra.

Si Dios es el que controla y ha decretado todo, ¿qué hacer como hijos de Dios en medio de las profundas crisis que hay en el mundo? De cara al prójimo: amar a todos. De cara a Dios: arrepentirnos delante de Él.

II. AMA

La Primera carta de Juan nos dice que una evidencia del creyente es su amor por los otros creyentes y por el prójimo en necesidad. La pandemia nos manda a amarnos los unos a os otros como Él nos ha amado. ¿Cómo? Tres formas: evangelizando, teniendo compasión y orando.

1. EVANGELIZANDONo hay mejor, ni más graciosa manera de amar a otros que compartiendo el evangelio. Como hemos dicho, la pandemia si bien es instrumento de juicio, también lo es de misericordia. Pablo dice en Gálatas 4:13: “pero sabéis que fue por causa de una enfermedad física que yo os anuncié el evangelio la primera vez”. Antes de llegar a Galacia, Pablo enfermó de Malaria, quienes lo recibieron enfermo para cuidarlo, recibieron algo valioso a cambio: el evangelio. Y ahí surgió la hermosa iglesia de los Gálatas.

Todo juicio de Dios en la Biblia es para mostrar su gracia a sus elegidos. Sino solo veamos a la cruz. Lo que vemos en la cruz es la muerte del justo, de manera injusta, por los injustos. En la cruz se obró injusticia humana, pero justicia de Dios. Nuestros pecados puestos sobre Él y sobre nosotros su justicia. ¡Glorioso intercambio! Esto es gracia. La gracia de Dios en medio del juicio.

Cuando la iglesia comenzó a ser perseguida y asesinada por Roma, Pedro les escribe diciendo: “El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento.” (2Pedro 3:9) Los que estaban huyendo comenzaron a preguntarse ¿Hasta cuándo esta prueba Señor? Hasta que su propósito de salvación se cumpla en sus escogidos de esta época. Es mi deseo que podamos convertir este tiempo de angustia en esperanza, por medio de la predicación del evangelio. La iglesia debe proclamar, hoy más que nunca, el evangelio de Jesucristo.

En medio de esta pandemia, en medio de este dolor, en medio de la desesperanza: evangelicemos. Es lo que el pueblo necesita.

2. TEN COMPASIÓNEn tiempos como estos existe la tentación de no ayudar a nadie por miedo a infectarse. Ese egoísmo es satánico, por lo que debemos superar el miedo por amor a Dios y a su Palabra. La Biblia nos llama a ser compasivos con el enfermo y con el que necesita ayuda. No hablo de ser irresponsables, debemos ser compasivos, pero con responsabilidad. Pero recordemos que Dios dirá: “estaba desnudo, y no me vestisteis; enfermo y no me visitasteis.” (Mateo 25:43) Temamos a Dios y amemos con compasión al prójimo.

En la historia podemos ver como la iglesia ha actuado en medio de crisis y pandemias y tenemos el ejemplo de cómo actuó la iglesia en el tiempo de la reforma, cuando toda Europa estaba viviendo el tercer siglo de la peste negra, la epidemia más destructiva de la historia de la humanidad. En medio de esta peste es que surgió la reforma, en el tiempo de Lutero.

Entonces le preguntaron a Lutero si era pecado o no huir de la ciudad por temor a la peste. Podemos resumir la respuesta que él dio, de la siguiente manera:

- Los débiles en la fe hacen bien en irse si con ello no dañan a sus vecinos, dejándolos solos y sin ayuda. Si así es el caso, nadie debe juzgarlos por eso, no sería pecado. El fuerte en la fe se quedará a visitar a los enfermos, a llevarles palabra y ayuda. La tesis principal de Lutero fue que hay que ser prudentes con evitar el contagio, pero no por ello abandonar el deber cristiano de servir, ayudar, cuidar a los vecinos que lo requieran. Es un deber.

- También hace un llamado a los servidores públicos, diciéndoles que deben quedarse y poner a disposición de toda la ciudad los edificios para ser usados para cuarentena.

- A los pastores les hace el llamado a no huir. Les recuerda que son los asalariados los que ven venir al lobo dejan solas a las ovejas. Mas el verdadero pastor, da la vida por ellas. Hermanos pastores, amemos a nuestras ovejas, porque para un tiempo como hoy es que Dios nos levantó como pastores.

- Los miembros de las iglesias que están sanos, deben congregarse, visitar enfermos y orar. Juan, en su primera carta, pregunta si hay verdadero amor en aquel que dice ser cristiano, pero no se compadece del que está en necesidad, del que teniendo no da. No le tema a la enfermedad que puede destruir su cuerpo, sino a Dios que puede enviar su alma al infierno. No hablo de ser imprudentes, pero es un tiempo para mostrar nuestra fe a aquel que no la tiene. Todos debemos ser solidarios, sin imprudencia, pero solidarios.

3. ORACuando el templo de Salomón fue dedicado a Dios, Salomón oro diciendo: “Cuando en el país haya hambre, peste, sequía, o plagas... en fin, cuando venga cualquier calamidad o enfermedad, 38 si luego cada israelita,

consciente de su propia culpa, extiende sus manos hacia este templo, y ora y te suplica, 39 óyelo... y perdónalo.” (1Reyes 8:37-40)

Es un tiempo de mucha oración. Tenemos que orar. La Biblia nos enseña que la imagen del Dios invisible es Jesucristo. Oremos a Él por misericordia, por sanidad, por los enfermos, por los médicos, por los sanos, por tu familia y por los gobernantes, para que Dios les de sabiduría.

Ahora quiero dar un consejo a aquellos que posiblemente van a enfermar. Levítico 13-14 manda a los enfermos de enfermedad infecciosa a que entren voluntariamente a cuarentena por amor al pueblo de Dios para no infectarles. Lutero, en este mismo artículo, enseñó que en la situación de epidemia de la peste bubónica: fumiguen su casa, tomen medicinas, estén en cuarentena. Si sanas, no te juntes con los sanos por un tiempo. Todo por amor. En este tiempo, sujétate a las autoridades, si tienes síntomas, ve a que te examinen y sal de dudas, toma precauciones, etc. Hazlo por amor. Si por esta pandemia como iglesia local estamos reunidos en casas, es por amor a los hermanos, para evitar la infección, pero ahí donde estemos demos adoración al Señor, incluyendo los discipulados y cuidar a los que viven del evangelio por medio de nuestras ofrendas.

III. CORRE HACIA DIOS EN ARREPENTIMIENTO

En la Biblia, los textos en que se mencionan plagas y enfermedades de naciones siempre son juicios de Dios, en este caso sobre todo el mundo. Por eso debemos ser humildes y reconocer que hay un juicio de Dios sobre el mundo. Pero también nos enseña que ese mismo Dios de justicia siempre ocupa esas mismas circunstancias muestra su gracia, su amor, sabiduría y bondad para todos nosotros.

Por esto ten en cuenta, la Biblia grita a viva voz que la única manera de huir del juicio de Dios es corriendo hacia Jesús, ¡Corre a Jesucristo! Dios Salvador. El Juez, Legislador y Rey. Pero ¿cómo acercarse a un Dios Santo? Con un corazón arrepentido.

Veamos una historia que nos cuenta la escritura: Asa fue un rey de Judá que no confió en Dios para los tiempos de guerra. Dios envió a su profeta para que arrepintiera, pero no lo hizo. Lo mando a la cárcel. La Biblia dice que enfermó, ¿qué hizo él? Dice 2Crónicas 16:12: “En el año treinta y nueve de su reinado, Asá se enfermó de los pies; y aunque su enfermedad era grave, no buscó al SEÑOR, sino que recurrió a los médicos.”. Luego dice 2Crónicas 16:9: “Los ojos del SEÑOR recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen el corazón totalmente comprometido con él. ¡Qué necio has sido!” La eternidad y omnisciencia de Dios nos dice que Él no olvida nada, no aprende nada, nada lo sorprende, porque todo el tiempo sabe todas las cosas de una sola vez. Por eso dice la Biblia que Él está buscando con sus ojos, todo el tiempo, cual es el corazón que está totalmente comprometido con Él. Es un tiempo en el que Dios está viendo tu corazón ¿adónde vas a correr, a Dios o fuera de Él?

El mensaje no es que no busques a los médicos, es que lo busques a Él en “arrepentimiento”, confiando en su redención y comprometiéndote en adorarlo. En estos tiempos de pandemia adora a Jesucristo. Jesús nos dice “no teman manada pequeña a mi Padre le ha placido daros el reino”. Y en otro pasaje dice “No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí.” Es mi oración que en estas próximas semanas, tu refugio sea Jesucristo, roca, castillo fuerte.

Después de levantar el tabernáculo, Moisés le pidió a Dios: “El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria. 19 Y le respondió: Yo haré pasar todo mi bien delante de tu rostro, y proclamaré el nombre de Jehová delante de ti; y tendré misericordia del que tendré misericordia, y seré clemente para con el que seré clemente. 20 Dijo más: No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá. 21 Y dijo aún Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobre la peña; 22 y cuando pase mi gloria, yo te pondré en una hendidura de la peña, y te cubriré con mi mano hasta que haya pasado. 23 Después apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro.” (Éxodo 33:18-23) Poder contemplar la gloria de la misericordia y clemencia de Dios en esta crisis solo es posible estando escondidos en la Roca que es Jesucristo. El camino de los discípulos de Cristo es de la pena a la gloria, de la cruz a la resurrección, del llanto a la alegría. Que en estos tiempos difíciles podamos glorificarlo en nuestro país.

¿Dónde está Dios? Está ahí contigo y tu familia por medio de Jesús.

Hermanos, es un privilegio ser su pastor, los amo, estoy para ustedes.

PREGUNTAS DE APLICACIÓN

1. ¿Cómo comprender y meditar en la providencia de Dios, te anima a confiar y a permanecer en Dios?

2. ¿De qué formas específicas mostrarás amor en medio de esta pandemia? ¿Cómo mostrarás amor a tu prójimo en las próximas semanas? ¿Qué planes has hecho para evangelizar? ¿Qué acciones tomarás estás semanas que muestren compasión a los demás? ¿El qué y por quién orarás?

3. ¿Crees que la Palabra de Dios enseñada por medio de los discipulados debería de estar en cuarentena también?

4. ¿Cómo, a través de este discipulado, ves la gracia de Dios a través de sus juicios? ¿De qué debes arrepentirte hoy?

VERSÍCULO A MEMORIZAR

Lamentaciones 3:31-22: “Porque no rechaza para siempre el Señor, antes bien, si aflige, también se compadecerá según su gran misericordia. Porque Él no castiga por gusto, ni aflige a los hijos de los hombres.”