Doce Reinos-La Orilla en Crepúsculo, el Cielo al amanecer -Fuyomi ono

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    Prologo

    El roco de la maana persista sin gran conviccin aquel da en Tai, la isla situada al noreste del continente.

    La nieve que cubra los campos y las colinas no haba comenzado a derretirse todava. Los capullos de lasplantas y las flores dorman bajo un manto blanco. Las tierras al lado del Mar de Nubes no era la excepcin.

    Cuando la nevada no era igual que en las tierras bajas, la mayora de los rboles y arbustos recubran la

    arboleda en un profundo sueo. Esta era Kouki, la capital de Tai. El barrio ms occidental de las tierras del

    Palacio de Hakkei. Con la forma de un caballo, el palacio tena la baha en el ala. El bosque cubra la

    extensin del ala extendindose fuera de las colinas de Jinjuu Manor en el noroeste, la morada del Saiho de

    Tai, y Koutoku Manor, donde los marqueses conducan los trabajos del gobierno provincial. A travs de los

    parques estaban todava encerrados en una invernal desolacin, las extraas piedras decorativas y las

    estatuas ministeriales que tenan una gran belleza. Las hojas perenne contribuan a los profundos colores

    de la frgida tierra y las flores de cereza acercndose a la primera floracin despedida por un dbil perfume.Bajo un una prgola estaba la sombra de un nio. Se ech contra un blanco pilar de piedra. Su cabello

    negro platinado yaca sobre su encorvada espalda. Este nio era el Taiki, el kirin del reino de Tai. El kirin

    elega al nuevo rey, sentndolo sobre el trono, y convirtindose en el Saiho. Al mismo tiempo l reinaba

    como el seor provincial de la provincia de Zui, hogar de la capital de Kouki. l tena solamente once aos.

    Hace seis meses l haba llevado a cabo su ms importante misin seleccionando al rey. Este nio, la piedra

    angular del reino de Tai, estaba ahora solo en los jardines. El rey no se encontraba en Kouki. Dos semanas

    antes se haba embarcado en un viaje a la provincia de Bun. Taiki no poda dejar de sentirse desanimado y

    ansioso. Su seor, Gyousou, Rey de Tai, se haba ido all para suprimir un levantamiento. Taiki nunca pudo

    acostumbrarse a la guerra. No solo estaba en la naturaleza de un kirin apartar sus ojos de la violencia, sino

    que el joven Taiki nunca haba presenciado un conflicto similar. El conocimiento que tena sobre labrutalidad en el campo de batalla era puramente terico. Sin embargo era donde se diriga su seor. Para

    hacer las cosas peor, poco despus de que Gyousou sali a su viaje, un horrible rumor se expandi por el

    palacio: La rebelin en la provincia de Bun era un complot para atraer al rey de su cmodo palacio para

    asesinarlo La provincia de Bun estaba al norte de la provincia de Zui. Una accidentada y elevada cadena

    montaosa separaba ambas provincias. Gyousou no tena opcin que cruzar a travs del - 1 -estrecho paso

    de las montaas. Segn los rumores, los rebeldes hibernaban en el trecho camino hacia la capital de la

    provincia de Bun y ah lo esperaban. De hecho, el da anterior a que Gyousou fue atacado en una

    emboscada sorpresa. Desaventajado por el terreno desconocido la batalla se volvi fea, o as fue como los

    informantes de Taiki le dijeron. Angustiado y aterrado, Taiki se sinti como si una tonelada de ladrillosgolpeara sobre su pecho.

    Ten cuidado. Estate seguro.

    Taiki no poda hacer otra cosa que no fuera rezar. No haba nadie a quien pudiese contarle las ansiedades

    que ennegrecan su corazn. Cuidando de no asustar a Taiki, los adultos que lo rodeaban no le decan nada

    al respecto. Los rumores de la insurreccin eran meramente chismes, insistan en que no haba nada ms

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    en que preocuparse. Entonces, habiendo arreglado un encuentro secreto y escuchado las malas noticias

    para s, Taiki no poda compartir los secretos con ninguno de los adultos. l poda, pero quera estar

    completamente seguro de que se equivocaba y que todo era rumores e insinuaciones. Amenos que

    evadiera su encuentro oficial, eligiendo un momento en que hubiera pocas personas a su alrededor, y

    escapara a un lugar que no hubiera movimiento, incluso rezar por la seguridad de su rey era imposible. El

    hecho de que no esperara ser tratado de otra forma que no sea un chico era a la vez pattico y

    desesperante.l haba persuadido a los repugnantes shirei y los haba enviado a la provincia de Bun. Al final

    deseaba saber si Gyousou estaba a salvo o no. Si la batalla se volviera crtica quera enviar toda la ayuda

    posible. Era la naturaleza de un kirin benvolo odiar el derramamiento de sangre y la guerra. Rechazando

    las armas o protegerse ellos mismos a la fuerza, ellos en cambio comandan a sus youma y los usan como

    sus armas. Pero Taiki tena solo dos shirei a su disposicin. Les orden a Sanshi y a Gouran ir. Con eso, el

    habra hecho todo lo posible para ayudar a Gyousou. Si solo tuviera ms shirei. Si solo fuera un adulto y

    pudiera trabajar en conjunto con otros adultos, y juntos elaborar un plan para salvar a Gyousou. La cruda

    realidad regresaba a su mente una y otra vez, Taiki se qued con la nica opcin de rezar fervorosamente

    en una esquina de los jardines. Su dbil personalidad lo estaba mortificando.

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    Ten cuidado. Estate seguro.

    Haba rezado ms veces de lo que acostumbraba cuando escuch el dbil sonido de las pisadas detrs de l.

    Se dio vuelta y lo vio parado all. Taiki estaba aliviado de ver que no era ni el director real ni su

    guardaespaldas. Adems, l era quien debera informar a Taiki sobre la grave situacin en la que estaba

    Gyousou.

    Entonces no tena que pretender que no haba nada de que preocuparse.

    Gyousou-sama est bien, no? pregunt Taiki corriendo hacia l. Has odo algo ms sobre l?

    El hombre neg con la cabeza.

    Mand al shirei. Lo lamento.

    Prometiendo francamente de hacerle llegar toda la informacin que tuviese, el hombre le implor a Taiki

    que no se precipitara en enviar al shirei a Gyousou. Pero cuando el hombre aparentemente llegaba al finaldel acuerdo, Taiki no hizo como se le haba pedido.

    Yo no poda simplemente quedarme parado sin hacer nada mientras esperaba su palabra.

    El hombre asinti con la cabeza y sac a relucir la espada que llevaba en su cintura en un simple

    movimiento. Taiki detuvo sus palabras. No porque estuviera particularmenteasustado. l segua confiando

    en aquel hombre. La accin del hombre simplemente lo dej perplejo.

    Qu sucede? pregunt Taiki, de repente lo invadi la preocupacin, notando por primera vez que el

    hombre estaba soltando las amarras de una aterrorizante aura que haba sido ocultada hasta ese

    momento.

    Gyousou est muerto. Dijo el hombre.

    Aprovechado de un terror inconciente y comenzando la retirada, el pie de Taiki se paraliz en el lugar.

    Ests mintiendo. Dijo mirando al hombre.

    El hombre blandi la espada. Los ojos de Taiki se abrieron completamente. No se poda mover. No poda

    gritar. Se qued quieto como petrificado.

    Que mal solo tienes dos shirei. La espada brill como un arco de hielo blanco descendiente. Te

    equivocaste al elegir a Gyousou.

    Incluso Taiki hubiera encontrado imposible de decir si la filosa espada golpeara primero (usndola a una

    mano) o si tendra tiempo para salir corriendo. En cualquier caso la espada del asesino cort

    profundamente el cuerno de Taiki (que posea como kirin, no como persona). Taiki aull, una reaccin

    puramente visceral. No solo por el dolor, sino por el sentimiento de traicin y por la atroz perdida de su

    irremplazable seor.

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    El grito de una bestia es la agona en el extremo de su vida. Un grito que no tiene igual. Manejado por sus

    instintos para salir del lugar, Taiki desapareci abruptamente.

    Taiki?

    El violento shock despert en Sanshi un grito desgarrador. Las blancas y fras montaas

    llegaron a escucharla. La provincia de Bun se coloc ante ella. Emergi en la cima de una pequea cumbre

    con el objetivo de encontrarlo.

    Algo haba pasado.

    Taiki.

    Qu es este dolor? El aterrorizante dolor y un entumecimiento recorrieron su cuerpo. Sanshi gimi. No

    regres en s tan rpido, pero disolvi su cuerpo y fsicamente proyect su esencia dentro de la tierra. Su

    cuerpo se desliz dentro de la tierra. Ella conoca las vetas y los cursos que unan los mantos de la tierra.Llevada delante sin forma, ella misma recorri los arroyos que una vez estuvieron all y que no estn.

    Aunque no era suficiente para expresar lo que senta. Viaj como si atravesara un profundo y oscuro

    ocano, en el medio de nada que no fuera la inconciencia del caos, con nada ms que el peso del olvido a

    su alrededor.

    Sanshi se sumergi en su mente con todas sus fuerzas. Lejana en la distancia ella encendi el brillo, un vivo

    toque de luz dorada a su vista. Presentndose a travs de las vetas de la tierra, ella subi al nivel del mar.

    Por la abertura de la guarida de un dragn, una corriente de aire ascendente la elev. Tan grande era su

    velocidad que el mundo sobre la tierra envuelto en la niebla rpidamente iba perdiendo su forma. La luz

    dorada se volvi ms intensa. Brillando, resplandeciendo y creciendo aun ms, iluminando su visin yllenndola de luz. Un color dorado como el atardecer. En el momento en el que se cay en una oscuridad

    dorada, Sanshi fue repentinamente golpeada y echada de all.

    La sombra de Taiki.

    La conciencia de Taiki, era torcida por una fuerza aterradora, desgarrando el libre sistema circulatorio del

    mundo.

    Su carne avanzaba con el miedo. Desde cerca pareca la fruta dorada arrancada de la rama plateada justo

    frente a sus ojos hace tanto tiempo. Lo he perdido de nuevo. Sentimientos de desesperacin ms intensos

    que cualquiera de las ansiedades que golpeaban sus sentidos. Ella sali de su flujo. El palacio Hakkei estabadetrs de ella. La distorsin de la atmosfera era tan grande que las baldosas a lo largo de los tejados se

    doblaban y torcan. A travs de los tejados del palacio, el cielo estaba tan oscuro como una tumba.

    El otro mundo.

    Un shoku. Un pequeo shoku nicamente atrado por el llanto de un kirin.

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    Ella vio una sombra a la distancia, como si hubiera sido arrojado al centro de las ondulaciones. La sombra

    de la bestia negra. Su cresta lanz un pequeo destello de luz.

    Taiki.

    El tembloroso lugar. Los jardines brillaban en al aire turbio. La retorcida y torturada prgola. Y al lado de lainclinada estructura, una doblada y retorcida silueta. Quin? La mirada de Sanshi se dirigi al horizonte. El

    portn se estaba cerrando. Sin siquiera pensarlo se lanz, se desvaneci y comenz una persecucin. Su

    brazo. Ella alcanz el brazo en el ojo de su mente. Sus dedos tocaron el aire. Solo unas pulgadas ms. El

    flujo la demor dejndola atrs. El color del flujo (que senta a su alrededor) cambi. Se ha unido con aquel

    mundo. Ella alcanz a salir con su alma y corazn, araando la sombra azafrn. Sus dedos encontr una

    adquisicin (o eso crea). Los techos temblorosos, las brillantes vas, los bosques retorcidos. Golpeados por

    el aumento de las olas, en un solo respiro volvieron a su forma original. Al mismo tiempo Sanshi logr

    entrar en la penumbra, la penumbra dorada. Taiki! Por un momento observ un espectculo increble

    frente a sus ojos. Un pequeo pueblo, viejas construcciones, colocadas en hilera entre pequeos cultivos.

    Un angosto y serpenteante camino de asfalto atravesaba el pueblo. Baado por la fresca luz del Sol deAbril, suaves brisas de aire clido se elevaban desde el asfalto. Una fuerte fuerza arrendaba las suaves

    brisas del aire, las brisas aumentaban y se expandan hacindose ms espesas, como si el asfalto estallara

    en fuego. Las brisas se elevaban a la altura de un gran hombre. Una sombra flotaba all. Las brisas

    lentamente mostraron la figura de una persona. Esa persona dio un paso y cay al suelo. La tambaleante

    silueta de un nio. Dos o tres ms inciertamente, tambaleantes pasos y su progreso se detuvo. El nio se

    qued parado en el asfalto. Las rielantes olas de calor en su espalda se evaporaban en el aire. Y todo lo que

    fue dejado era un tranquilo paisaje primaveral. Un brillante, brumosos y borroso cielo azul con nubes de

    seda. De algn lugar sobre el que estaba se escuchaba una cancin de aves.

    Una clida y suave brisa susurraba las flores en los campos, doblando los tallos del fondo del pastor por las

    pisadas entre los campos de arroz, tocando la superficie de del camino.

    Alcanzando los hombros del nio alborotando sus largos cabellos. El nio estaba quieto por un

    aturdimiento. Se par algo adormecido, sin ver ni sentir nada. Comenz directo con ojos imperturbables.

    Como si empujado por una suave brisa en su espalda moviera sus pies. Dio un paso, y luego otro. Comenz

    a caminar como un autmata, sus pasos crecan cada vez ms.

    Despus de unos pocos pasos parpade y de un momento a otro pareci estar fuera de s. Sus pies de

    detuvieron. Mir a sus alrededores y parpade varias veces ms en seal de asombro.

    Los campos mal arreglados y los arrozales salpicados por viejos edificios. Y entre ellos algunos edificios

    nuevos tambin. Era un pequeo pueblo a las afueras del pas. Inclin su cabeza a un lado, la expresin en

    su rostro todava era la de alguien medio dormido. Frente a l, donde el camino se encontraba con el

    sendero, vio una cortina de gente vestida de negro en un funeral. l haba cruzado sobre el mar de Kyoukai,

    el mar de la nada.

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    CAPITULO 1Al comienzo del verano, en el tercer ao de la emperatriz Youko, un par de alas blancas aparecieron en los

    cielos sobre Gyouten. Gyouten era la capital del reino de Kei, este reino ocupaba la zona ms oriental del

    continente. Ese da la ciudad dorma bajo un manto de aire seco. Al norte de la capital una enorme

    montaa se elevaba en el cielo como un gran pilar. La ciudad se extenda fuera de la ladera sur de la

    montaa, como las telas de un vestido. La embaldosada ciudad (con techos de todos los colores), sus

    caminos que llegaban de derecha a izquierda y de arriba a bajo eran baados por la luz del Sol. Los postigos

    de cada ventana abierta como velas buscando una brisa fresca. Pero el aire haba reducido desde el

    medioda. Las puertas y ventanas reciban solo la luz reflejada, el aire caliente y un ajetreado y bullicioso

    aire que incitaba a dormir. Quizs tener un calor as de insoportable haca que las aves no volaran, para

    escapar de los rayos del sol para buscar las sombras de los rboles. Un perro estaba tirado descansando

    bajo la fina sombra de los aleros de una casa. Y un anciano descansaba al lado del apacible perro. Como el

    hombre dorma, el abanico se le cay de sus manos. El animal logr levantar su hocico y lanzar una dbilmirada a su amo. En aquel momento una sombra cay del otro lado de la luz. El perro se despert

    expectante. Desde el este una nube cruz el cielo de verano como un shoku invasor. El olor de la brisa

    hmeda alcanz su hocico y escuch el sonido de un trueno distante. La nube ahora cubra la totalidad de

    los cielos y en un corto plazo todo se sumi en la oscuridad. La oscura sombra apareci en los cielos sobre

    Gyouten al mismo tiempo. Como si impulsada por el color de las nubes, apareci en el este, se dirigi a la

    montaa de Ryou a travs de un amplio arco. Los habitantes de la ciudad esperaban la lluvia. Entre ellos

    uno mir arriba y reconoci lo que vio. Las alas eran demasiado dbiles, el plumaje cubra las blancas y

    estropeadas alas menos en la falda, algunas de las plumas estaban desgarradas y otras simplemente no

    estaban. Apenas poda mantener se planeando en una direccin. Las alas rastrillaban el pesado y hmedo

    aire. Descendiendo como un ave herida cay cerca de la montaa de Ryou. Las gotas de la lluvia empezaron

    a caer, como si apalearan la sombra en la tierra. De un momento a otro la lluvia comenz a caer

    agresivamente contra las alas. Justo antes de desaparecer por la niebla, les pareci a los espectadores que

    el tramo superior de la montaa haba respirado. La figura fue tragada arriba, en las vetas de la lluvia

    torrencial.

    Toshin perda el tiempo entre los enormes portones. Los portones estaban situados a medio camino de la

    montaa de Gyouten, en un acantilado justo por debajo del Mar de las Nubes. Las puertas protegidas

    fueron situadas dentro de una cueva, en una alcoba varias veces ms grande que la altura de un hombre.

    En frente de la alcoba haba una cornisa ancha. Esta era La Puerta Prohibida, el cual provea un acceso

    directo a la Corte Imperial y a los niveles superiores del Palacio Kinpa en las montaas de Gyouten sobre el

    Mar de Nubes. Era pasado el medio da. Junto con el regular cambio de guardia, Toshin tom su posicin

    frente a la puerta. Debajo de la cornisa, la ciudad de Gyouten se desplegaba, rielando en el aire caliente. No

    haba brisas siquiera en aquella gran altura. El calor lo abrazaba como un sauna. Finalmente las nubes

    comenzaron a reunirse en el cielo sobre su cabeza. Las nubes venan del este, avanzando al Mar de Nubes

    como si lamieran la base. Toshin oy el sonido de un trueno distante. Una niebla llenaba los alrededores de

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    aire. El enorme peso de las nubes pareca empujarlas hacia la La Puerta Prohibida, borrando el Sol. Los

    pequeos rayos de luz ni siquiera llegaban hasta la obturacin de la puerta. Toshin observ al comienzo de

    la cornisa volverse gris con la humedad. Junto con fro, la hmeda brisa un leve ruido pareca acercarse por

    la tierra donde l estaba parado. Toshin suspir indiferentemente.

    Parece ser la lluvia, le dijo a Gaishi a su lado.

    S. Gaishi respir profundamente mostrando sus dientes blancos.

    Al menos hace al tiempo ms fcil de lidiar. Las armaduras se hacen muy pesadas con este calor. Dijo

    sarcsticamente.

    Gaishi era el sargento a cargo entre los cinco hombres que cuidaban la Puerta Prohibida. Siendo el

    sargento era el ms experimentado, el ms habilidoso y el ms indicado para hacerse cargo de la situacin.

    Gaishi todava no haba comandado sobre todos ellos. No era un gran lder. Si as era como un sargento

    deba ser, o si simplemente era la forma de Gaishi de ser, Toshin realmente no saba. Toshin se haba unido

    al ejrcito hace un ao cuando la nueva emperatriz fue coronada. Despus de un ao de entrenamiento fue

    asignado a la armada da la izquierda. Haba servido en esa posicin oficial por medio ao. No haba

    trabajado bajo la orden de otro que no fuera Gaishi. Una seccin de veinticinco soldados protegiendo la

    Puerta Prohibida. Una seccin consista de 5 grupos. Muchos de los otros sargentos y el capitn en cargo

    eran tan agradables como Gaishi. Al menos segn los rumores que haba escuchado, que difcilmente era el

    caso con los otros capitanes.

    La provincia de Ei es calurosa. La provincia de Baku tiene mejor clima.

    Es usted de la provincia de Baku, sargento? pregunt Toshin. Gaishi asinti.

    Nacido y reclutado. Estaba en la guardia de la provincia de Baku antes de la coronacin de la actual

    emperatriz.

    Wow, dijo Toshin. l estaba consiente de la nica distincin otorgada a los soldados de la provinc ia de

    Baku. De hecho, la cabeza de la guardia de la Puerta Prohibida, general de la armada de la izquierda, haba

    sido elegida entre los dirigentes de la guardia de la provincia de Baku.

    Entonces conoce al general Sei? Comenz a decir Toshin.

    De repente una silueta vol a travs de la cortina gris colgando del borde de la cornisa. Toshin apenas tuvo

    tiempo de gritar ya que la pesada niebla lo tir contra la pared de roca y colision al lado de la PuertaProhibida. Con gritos ahogados, pate la una cara de la roca y resbal cayendo a la cornisa.

    Que demonios dijo Gaishi con voz tensa.

    La bestia se tumb en la tierra, sus alas golpeando dos, tres veces, como si convulsionara.

    Lamentablemente intent y colaps. Una figura humana solitaria se derrumb boca arriba. Gaishi alist su

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    lanza. Toshin sigui el ejemplo ya que corri a donde ambos haban cado. Solo la emperatriz, el Saiho, y

    aquellos a los que la reina les haba dado permisos oficiales podan pasar la Puerta Prohibida. El Pegaso que

    haba cado frente a ellos no era uno de esos. La puerta llevaba al corazn del palacio, no era la clase de

    lugar donde la gente simplemente tomaba el camino sin consentimiento, a pesar de las circunstancias.

    Justo como Toshin, sus compaeros soldados corrieron hasta la bestia, cuyo cuello aun estaba caliente, y se

    prepar para la batalla. Toshin dej caer un gran peso de ansiedad crecer en su estomago cuando corra.

    Una falange de soldados dispar desde los cuarteles a ambos lados de la Puerta Prohibida, levantando una

    pared de lanzas alrededor de la bestia y su jinete. Toshin finalmente le dio una buena mirada a ambos

    abriendo bien sus ojos. La bestia pareca un enorme perro plateado de cabeza negra. La mancha de holln

    que cubra su abrigo fue borrada por manchas de rojo oscuro. El pelaje oscuro de la cabeza fue limpiamente

    desgarrado o faltaba en algunos puntos. El blanco sucio de sus plumas de las alas y las plumas de vuelo

    fueron trituradas y perdidas. Cado a su lado, golpe dbilmente el suelo con sus alas, pero sin fuerza

    suficiente para llamarlo aleteo de alas. Al lado de este, protegido por las alas, yaca la figura de un humano

    en un estado desastroso no muy diferente al de su animal de monta: heridos, sucios, agotados.

    Desconcertado, Toshin mir a Gaishi. Parado al frente, su lanza lista, Gaishi enfrent a la bestia y su jinetecon ojos sobresaltados. El rumor de la confusin corri a travs de la multitud. Gaishi levant su mano para

    calmar la conmocin de los soldados a su alrededor. Baj su lanza y le pregunt al jinete.

    Se encuentra usted bien?

    Al or su voz, el jinete levant su cabeza. Ah fue cuando Toshin finalmente se dio cuenta que el jinete era

    una mujer. Ella era alta, posea una fuerte resistencia, y vesta una armadura ligera. O al menos, lo que

    quedaba de su armadura. No solo por la suciedad y la decoloracin, pero al igual que la bestia que

    montaba, tambin le faltaban algunas cosas.

    Puede entenderme? Cmo hizo para llegar ac?

    La mujer gimi e intent sentarse. Al hacer el esfuerzo, Toshin se dio cuenta que sus brazos estaban

    lastimados con profundas heridas. Gaishi tom su lanza inseguro.

    No se mueva. Lo lamento, pero no debe moverse. Esta es la Puerta Prohibida. La gente sin permiso no

    puede acercrsele.

    Con un gemido, la mujer intent levantarse. Esta vez no estaba impedida.

    Disclpenme por causarles una conmocin murmur, su pecho se levantaba y caa con cada respiro.

    Logr arrodillarse. Mi nombre es Ryuu. Ocupo el rango de general del reino de Tai.

    El reino de Tai? Gaishi escuch su eco con ojos abiertos.

    Con suplicante mirada en sus ojos, se arrodill frente al general.

    S que con gran ofensa y pregunto ms de lo que merezco Pero debo compartir ciertas palabras con la

    emperatriz del reino oriental de Kei!

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    CAPTULO 2

    El secretario de la Corten Imperial fue llamado a la entrada lateral de la Puerta Prohibida. El secretario

    ocupa un puesto oficial en el Ministerio de los Cielos y atenda diversos asuntos de la Corte Imperial. Elsecretario se colocaba frente a la puerta para hacer un registro de quienes deseaban entrar al palacio,

    confirmar sus identidades y comunicar la ida y la vuelta. El secretario fue corriendo junto con el capitn de

    guardia. Le dio un vistazo a la mujer y a su montura y en una voz nerviosa grit.

    Deshazte de ellos!

    Pero estn heridos! dijo el capitn, tratando de interceder.

    El secretario levant su voz y de una forma dominante dijo,

    Un general del reino de Tai? A caso se ve como un general? Qu posible razn tendra un general paravisitarnos en primer lugar?

    Pero

    Cllese ladr el secretario.

    Aunque Toshin y los otros soldados de la Puerta Prohibida eran miembros de la Guardia Real, daban

    servicio al secretario. Tcnicamente hablando, pertenecan al ministerio de verano, pero la cadena de

    mando en la puerta pasaba por el secretario.

    Y para hacer las cosas peor, estn obstruyendo la Puerta Prohibida.

    Se dio vuelta hacia la mujer arrodillada y le hizo muecas.

    Si realmente usted es general del reino de Tai como dice que es, saliv, entonces, cmbiese de ropa.

    Despus de que hallamos confirmado de buena fe, sintase libre de presentarse a las oficinas del gobierno

    provincial siguiendo las leyes de decoro. En ese momento el hombro de la mujer se estremeci. La mujer

    se haba quebrado la cabeza sobre su rostro y su destrozado cuerpo, a pesar de todo Toshin percibi una

    mirada feroz a su majestad.

    Soy conciente de mi impertinencia y si tuviera tiempo para pasar por los medios adecuados lo hara sinlugar a duda!

    Ella habl de una manera que demostraba estar mostrando sus verdaderas intenciones, pero el secretario

    respondi con frialdad y una mirada despectiva. Otra vez bloque los intentos del capitn para interceder y

    le dio la espalda. En ese momento la mujer se acerc y le arrebat la lanza dejndola fuera del alcance de

    Toshin. Apenas Toshin haba levantado la voz, la mujer ya haba roto la falange y corrido a hacia la Puerta

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    Prohibida. El aliento de la sorpresa colectiva adoptada por el secretario, Gaishi, Toshin y el resto de los

    soldados presentes los demor otro segundo. Los soldados regresaron en s, y persiguieron a la mujer en

    una frentica rabia. Justo antes de que las lanzas alcanzaran su espalda una mano negra descendi entre

    ellos. Usando la espalda de la bestia, la mujer se lanz a travs de la puerta.

    Atrpenla! surgi un coro de voces.

    Toshin surgi en la parte delantera del grupo, persiguiendo a la bestia ya que se haba deslizado a travs de

    la puerta lateral. A la vanguardia de su mente estaba su error. A pesar de sostener la espada Gaishi haba

    confiado en l, y descuidadamente haba dejado que ella le robara la lanza. Tendra que pagar el infierno

    por haberse descuidado. La conciencia de culpa estaba atormentando sus pensamientos. Haba por su

    artimaa, como un tonto. Ella habra falsificado sus heridas. Su bestia habra elaborado la respiracin, debi

    ser un arduo entrenamiento para actuar, los trabajos de ella al ser general de Tai haba sido su error. No

    solo haba cado por sus mentiras. Se haba tragado su mal, su pequeo drama anzuelo, lnea y lastre. Que

    le dio la apertura que necesitaba. Su pequeo y gastado drama? Dentro de la Puerta Prohibida se

    desfilaban motivos para poner un batalln a travs de ejercicios de formacin. La mujer y su bestiacargaron a hacia las escaleras por la parte detrs de la plaza. Tal vez capturando el viento de la

    desesperacin, los soldados y oficiales en modo de espera de los cuarteles se unieran a ellos. Nada mal de

    l, como l pensaba corri detrs de ella. No haba visto su performance para lo que era. La mujer y la

    bestia haban mirado el borde de la muerte. Incluso si la pegaba, la sangre coagulada poda ser atribuida a

    arcilla roja, lo que pareca real. Pero eso no contaba para todas sus heridas. En particular el brazo derecho

    de la mujer estaba lleno de laceraciones que no habran sido fciles de falsificar. De hecho Toshin fij su

    mirada a los asombrosos pasos de la mujer. Incluso su brazo derecho simplemente colgaba a su lado. Justo

    frente a sus ojos ella cay. Otra vez su brazo derecho no se haba movido. La bestia galop hacia ella y trat

    de ayudarla a levantarse. Cuando se agarr del cuello de la bestia fue con el mismo brazo con el quesostena la lanza. Instintivamente Toshin busc la cara de Gaishi entre la multitud. Gaishi corra en la parte

    trasera y salud a Toshin con un movimiento de cabeza.

    Est bien. Atrpala. Ponla bajo arresto. No la mates.

    Pero Toshin le suplic a Gaishi.

    Desde la entrada a la plaza se escuch la estridente voz del secretario.

    Mtenla!

    No la mates. Incluso si ella es una rebelde o una insurgente debemos interrogarla.

    Toshin asinti y se encamin en la persecucin de la mujer. Aforrndose a la espalda de la bestia, con sus

    ltimas fuerzas, ella trat de buscar el nivel ms elevado de la plaza. Bloqueando su camino haba una gran

    puerta. Del otro lado de la puerta, ya sobre el mar de nubes, estaban las habitaciones interiores de la

    residencia imperial. Otra seccin de soldados ya se haba preparado. Pero lo fueran o no se haban dado

    cuenta del tumulto.

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    No pens Toshin. Si ellos abren la puerta sin estar plenamente informados de lo que estaba pasando, la

    mujer intentara escapar al interior del palacio. En el momento en que estas cuestiones le ocurran, se

    movi hacia la puerta lateral. Situada en la espalda de la bestia, la mujer hizo un crculo hacia la puerta

    lateral y se barri hacia el interior del palacio.

    Gritos de consternacin en torno a l. Golpes y gritos de censura sobre l. Estos sonidos zumbaban en susodos, Toshin se empeo en los pasos y lleg a la puerta lateral. Al mismo tiempo, el grito de la bestia

    golpe a Toshin como un puo al plexo solar. Los soldados del otro lado deben haberlos acabado.

    Sintiendo haberse tragado un cubo de plomo, Toshin tropez y pas a travs de la puerta lateral. Dentro

    estaba el Roshin, el vestbulo que conduca al interior de los cuartos de la residencia imperial. Particionando

    el espacioso balcn estaba una enorme barrera, ms all del cual estaban los edificios del dominio real de

    la emperatriz.

    Estas reas del palacio estaban prohibidas a la mayora de los altos funcionarios del palacio, por no

    mencionar a Toshin y sus compaeros soldados. La bestia se haba derrumbado en los adoquines queconducan su camino al Seishin. Muchas pas y ganchos fueron lanzados al cuerpo para retenerlo.

    No! No lo maten! dijo la voz de Gaishi.

    Los soldados rodearon la bestia mirando al alrededor en seal de sorpresa. Como Toshin lleg contiguo el

    crculo condonando de los soldados, uno de ellos tena la punta de la lanzacontra el cuello de la mujer. l la

    quit de una vez. El cuerpo de la mujer convulsion.

    Enojado epteto surgi del cordn de soldados.

    La estridente y de mal genio voz del secretario se oy desde la puerta. Mtala! Grit.

    Comandos para matar y no matar (la mujer y la bestia an trataban de huir), el cordn de agitados soldados

    presionaba sobre ellos, en medio del pnico y de la confusin una voz son claramente.

    Qu es toda esta conmocin?!

    Toshin respir con un suspiro aliviado. La figura aproximndose al cordn era de un gran hombre

    sosteniendo una gran espada en la mano. El Daiboku del Ministerio de Verano. Fue asignado a la seguridad

    con el cargo de proteccin de la emperatriz y los otros nobles. Entre ellos, el Daiboku era literalmente la

    sombra de la emperatriz en el curso de sus rutinas diarias y serva como su guardaespaldas personal.

    En trminos de clase social actual, l nunca haba cruzado sobre un barn de menor rango.

    Pero este Daiboku tena la especial confianza de la Emperatriz. Fuera, a la vista del pblico, l nunca se

    alejaba demasiado de ella y tomaba el mando de sus subalternos.

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    Incluso ahora el Daiboku estaba acompaado por tres sbditos.

    Una rebelde! grit el secretario.

    Un visitante! replic Gaishi.

    El Daiboku parpade y los mir. Una rebelde o un visitante, cul de las dos es?

    Noes una visitante! dijo la voz chirriosa. El secretario otra vez. Ella fingi ser un

    visitante para invadir el palacio! El secretario fue largo y tedioso sobre las circunstancias que haban

    provocado el estado actual de las cosas.

    En medio de la narracin el Daiboku levant la mano en seal de que ya haba odo suficiente. Ser ms

    rpido si le pregunto directamente a ella.

    Con eso el Daiboku camin con grandes pasos hacia ella. Toshin insert su camino entrelos desorientados

    soldados y sali del lado de la mujer. l recuper la lanza aprovechando que se le haba cado y aprovech

    la oportunidad para examinarla de cerca.

    No una mentira. Y no una ejecucin por etapas.

    De hecho, la sangre manchaba su desgarre, la ropa manchada en grotescos patrones. Y como antes, la

    sangre fresca haba tomado el color del acero ya se coagulaba y se secaba. Los restos de la armadura de

    cuero apenas colgaban de su cuerpo y brazo derecho yaca sobre las piedras an atado por un cable. Bajo la

    herida de la manga su antebrazo estaba marchito y negro. La gangrena ya debera haberse instalado. Ella

    no era humana. Si no hubiera tenido el ttulo de inmortalidad hubiera muerto para entonces.

    l te ayudar, susurr Toshin. Sentndose en los adoquines, la mujer mir a travs del velo de sus

    despeinados cabellos.

    l tiene la confianza de la emperatriz. La mujer inclin su cabeza en seal de gracias a Toshin. Gimi, se

    corrigi y gir hacia el Daiboku.

    El secretario segua chillando pero el Daiboku lo ignor y se arrodill en los adoquines.

    Entonces Cmo acabaste as?

    Yo se que no pueden haber excusas por el modo en el cual forc mi entrada. Me disculpo profundamentepor la confusin y el desorden que caus. Pero por favor entienda que no existe ningn mal en mi corazn.

    El Daiboku asinti. Algunas tensiones se fueron del rostro de la mujer. Se inclin profundamente.

    Yo soy general de la armada provincial de Zui del reino de Tai. Mi nombre es Ryuu Risai. La boca del

    Daiboku se abri con sorpresa. Risai lo mir sinceramente.

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    Existen cuestiones de suma importancia que debo discutir con su alteza. Estoy al tanto de mi

    impertinencia, pero solicito el honor de una audiencia con la emperatriz. Ella se postr frente al Daiboku.

    Yo humildemente pongo ante usted esta peticin. Si usted pudiera comunicar este mensaje a la

    emperatriz.

    El Daiboku mir a Risai y asinti con firmeza. Dale una mano. Lo hars? Encuentra un lugar para quedescanse...

    La voz de Risai lo interrumpi No tengo tiempo para descansar!

    No te estoy poniendo bajo arresto. Necesitas descansar y cuidados mdicos. El Daiboku sonri. Soy el

    Daiboku. Koushou es mi nombre. Yo llevar su peticin a la emperatriz, as que reljese. Enviar a alguien

    por un doctor.

    Qu? El secretario elev su voz. En que est pensando? Esta persona se aproxim a la Puerta

    Prohibida sin autorizacin, invadi los establecimientos, dispers las tropas, contamin las tierras del

    palacio, y dao la dignidad de la emperatriz! Inconcebible! Ella debera ser llevada fuera y tratada de

    inmediato!

    Koushou mir al secretario, claramente sorprendido. Hay, cuide su lenguaje! Ella podra

    ser un general de otro reino. No debera ser tan rudo.

    Qu general? No veo ningn general! Solo veo una impostora!

    Si,pero

    Tal vez el Daiboku est equivocado. Determinar la buena fe de todos los visitantes y ponerlos a sudisposicin es la tarea del secretario. Solo porque usted est acomodado por la emperatriz no significa que

    pueda meterse en los asuntos de otros ministros!

    Entonces Cul es su problema con su buena fe?! Bram Koshou. Encogindose, el secretario se retir.

    Piensa que la emperatriz estar contenta si tan solo la echamos?

    Asinti su cabeza hacia Toshin. Muvete. Su kijuu tambin, agreg, indicando a la bestia.

    Has arreglos para cualquier tratamiento mdico que necesite.

    Toshin asinti y coloc su mano en el hombro de Risai con la intencin de ayudarla a ponerse de pie. Ellagentilmente lo rechaz.

    No, debes calmarte.

    Risai sacudi la cabeza e intent seguir a Koshou, quien ya se estaba yendo en una lenta caminata.

    No puedes continuar haciendo cosas as. Si el Daiboku no hubiera aparecido

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    S, lo s, Dijo Risai, girando hacia Toshin.

    No puedo agradecerles lo suficiente por su amabilidad, pero considerando que emperatriz no debera

    enojarse en mancillar el palacio ms de lo que yo he hecho, yo debera esperar en acompaar al Daiboku averla.

    Pero Por favor. Si no la veo ahora, dudo sera capaz de verla de nuevo. Ella se aferr a l como a sus

    ltimas esperanzas.

    La cara de Risai estaba blanca por la prdida de sangre. Sus labios se estaban volviendo azules. Ella peleaba

    por cada respiro, el aire resollaba dbilmente dentro y fuera de sus pulmones. Sus hombros y brazos se

    volvan fros. A esta mujer no le quedan muchas horas de vida. Daiboku! grit Toshin, poniendo su brazo

    debajo de su hombro para levantarla apropiadamente.

    Por favor, permtale ir con usted.

    Ella no se va a tranquilizar hasta que usted lo haga.

    Tal vez de forma implcita entendiendo su prisa por el tiempo y viendo su mirada de desesperacin, Koshou

    asinti. l le entreg su espada a uno de los soldados, y se llev a la mujer en sus brazos.

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    CAPTULO 3Las habitaciones privadas de la emperatriz, tambin llamadas Chouraku-den, estaban ubicadas en la parte

    interior del palacio mejor conocido como Seishin. Las viviendas imperiales se encontraban en el mismo

    lugar, y todo el resto de los edificios estaban colocados y organizados a su alrededor. Si bien cada palacio

    en cada reino tena sus peculiaridades, su estructura general segua siendo la misma. En consecuencia Risai

    tuvo una buena idea de a que parte del Seishin la estaban llevando. En el reino de Tai, a diferencia de la

    mayora de los oficiales de palacio, a Risai por un privilegio especial se le permita la entrada al Seishin. El

    Daiboku llamado Koshou llev a Risai en su espalda a travs de la Puerta Prohibida. Ellos pasaron por las

    dems estructuras y cruzaron la gran arcada cubierta a un edificio que pasaba por alto la resplandeciente

    fachada de la Chouraku-den de varios pisos. Por los clculos de Risai haban llegado a la antecmara de un

    conservatorio. El conservatorio, o Ka-den, se separaba del Chouraku-den por un parque arbolado. El parque

    era bastante grande. Adems, una pared se haba construido para separar las viviendas imperiales del

    conservatorio. Para ir de una a la otra se deba pasar a travs del parque. Risai no pregunt por cuanto

    tiempo esa pared haba estado en ese lugar. Lo encontr depresivo a la vista. Sin importar cuan cordial eratratada, ella saba que nunca se le permitira entrar a las viviendas imperiales. Solo habra llegado as de

    lejos gracias a la notable indulgencia del Daiboku. Cuntas fuerzas le quedaban en sus piernas? Incluso con

    el apoyo de Koshou, apenas poda mantenerse de pie. Ella corra el riesgo de caerse en cualquier momento.

    Quizs por observar eso, Koshou dijo, Por qu no tomas asiento? Risai sacudi la cabeza. Ella no poda

    comportarse descortsmente como haba hecho. La conciencia de que ella no estaba en condiciones de

    cumplir las reglas de cualquier reino cay pesadamente sobre ella. No obstante la consecuencia de sus

    actos, quebrantar al cruzar la Puerta Prohibida era una ofensa que por si misma mereca la pena de muerte.

    Resolvi que no deba agregar ms pecados. Si no pudiera dibujar la lnea de su dignidad a un punto

    mnimo, la totalidad de sus propsitos en venir hasta aqu habran perdido su significado. Ella se plant en

    el piso. El criado quien se haba adelantado hasta Koshou regres y susurr algo en el odo. Aunque Koshou

    se mantena recto sosteniendo a Risai a un pie de distancia, ella no poda entender lo que el criado deca.

    En los ltimos minutos, un leve zumbido en sus odos mezclaba todos los sonidos que escuchaba. Dnde

    estaba la emperatriz? Haba dejado sus habitaciones? Estaba cambindose la ropa antes de encontrarse

    con Risai? Cunto tiempo tendra Risai que esperar all? Estos pensamientos quemaban su mente, cuando

    vio a Koshou y los otros dirigir su atencin hacia la puerta. A travs de la puerta abierta observ un grupo

    de criados y mujeres de la corte avanzar a lo largo del pasillo que daba al patio interior. Los criados en la

    habitacin despejaron el camino y agacharon sus cabezas. Risai dej sus expectativas aumentar.

    Pero ninguna mujer noble apareci en el medio de la cmara, ni siquiera un lder real procesional. A lacabeza iba una mujer llevando el vestido de corte ordinario de un empleado del gobierno o de una dama de

    honor menor. Ella entr en la habitacin a un ritmo rpido. No haba seal de que nadie ms viniera. Risai

    se aferr de Koshou, parndose en puntillas y buscando alguien en el corredor detrs de ellos. Su visin se

    volvi tenue. Ella canalizaba toda su energa en su brazo izquierdo clavando sus dedos en el hombro de

    Koshou pero dejando sus rodillas torcidas. Cuntos pasos ms tendra que dar la emperatriz para llegar?

    No deberan ser muchos. Cada paso era una batalla contra el tiempo.

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    Por favor entren.

    La joven de la corte lleg hasta su mano. Sintiendo su toque, Risai la mir. El brillo del cabello escarlata de

    la chica prcticamente quem sus retinas. Sus ojos verdes grababan la sorprendente viveza de su mente.

    Koshou, Por qu no le ofreci asiento? pregunt la chica, ofreciendo su propio hombro para soportar elbrazo derecho de Risai. La chica continu, Mi nombre es Youko. Soy la Emperatriz de Kei.

    Asustada por la claridad de su voz, Risa volte la cabeza para mirarla. La chica dijo:

    Tenga la seguridad de que voy a tomar en consideracin todas las circunstancias que la trajo aqu. Pero

    por el momento, vayamos a la cama. La energa abandon sus brazos. Risai cay al piso. An as, logr

    girar su cuerpo en una inclinacin. He venido aqu para ms humildemente pedirle un favor a la

    emperatriz.

    Oh, no hay necesidad de humillarse as. Dijo la emperatriz de rodillas junto a ella.

    Risai abri sus ojos.

    Por favor. Se lo ruego. Por favor salve el reino de Tai!

    La emperatriz fij su mirada en Risa, sus ojos esmeralda se llenaron con una evidente sorpresa.

    S que lo que estoy pidiendo de la emperatriz de Kei est ms all de los lmites de la razn. Sin embargo,

    nosotros ya Risai ahog el resto de la frase.

    El reino de Tai flota en el medio del Kyokai, aislado su costa noreste del resto del continente. Era un pas

    fro, completamente congelado durante el invierno. Pero, sigue siendo el pueblo de Tai. Seis aos antes unrey haba descendido al trono. Luego, no mucho despus del inicio del Ao Nuevo haba desaparecido. Sin

    el rey para que interceda, la proteccin divina de los cielos se haba perdido. Tai se convirti en una isla

    crcel, acosada por las calamidades y hostigada por los youma.

    El pueblo de Tai carece de los medios para salvarse. Los youma se multiplican a lo largo de las costas. Huir

    del pas se ha hecho imposible. Nada puede sobrevivir en Tai.

    Toda la rabia y el dolor almacenados en su corazn durante tanto tiempo salieron y presentaron en su

    garganta en un fro, una dura masa, ahogando su respiracin.

    El rey se vio impulsado a salir por los rebeldes traidores. Nadie sabe donde estn el rey y el Taiho ahora ocmo viajaron. Risai se lanz a los pies de Youko, presionando su frente al suelo. El Hakuchi no se ha cado

    de su pedestal! El rey no estaba muerto, y el destinode Tai no estaba sellado an. Por favor Pero no

    haba aire en sus pulmones. Intent inhalar. Su garganta se qued cerrada. Silbaba intilmente el aliento de

    su boca. Negros puntos florecieron ominosamente ante sus ojos, hinchazn y sumergindose en una

    oscuridad total. Todo lo que poda or era el fuerte zumbido en sus odos. Por favor aydenos, intent decir.

    No poda estar segura si sus palabras haban salido de su boca.

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    CAPTULO 4

    Los odos de Risai seguan sonando No, pens, era el sonido del viento. El congelante viento invernal de Tai

    silbando fuera de la puerta. Este invierno haba sido inusualmente duro. Las fuertes y arremolinadas

    rfagas cortaban el cuerpo como fros y afilados cuchillos. Expuestos a los lamentos, los aullidos del viento,

    los rboles, las montaas y los ros estaban congelados como hielo slido. Los ros se congelaban y la nieve

    se apilaba. Ventiscas acumulaban en los caminos y carreteras, que abarcaban el duro suelo de una manta

    frgida. Fuertes vientos desgarraban la superficie, azotando hasta morder las cortinas de color blanco.

    Abandonados por el continente, el reino de Tai se encontraba solo en el Kyokai. Durante el invierno, los

    apualantes vientos soplaban desde los mares del norte. Los pueblos y caseros se agachan bajo la nieve,

    las ventanas y puertas de las casas, cerradas hasta arriba. En los pequeos espacios del interior, separados

    del aire exterior por una capa de proteccin, brillaba un clido y pequeo fuego. La gente se acurrucaba

    junta, hombro a hombro, compartiendo esa pequea cantidad de calor (pequea realmente comparada

    con el clima exterior) entre ellos. Las llamas del fuego, el calor corporal mutuo, el aumento de vapor de la

    caldera en el braceo (estos dos eran compartidos libremente con los escalofros que se metan en lascarreteras cubiertas de nieve. Aunque los duros y exigentes inviernos de Tai tambin se llenaban de calor. Y

    a veces tomaban la forma y por los brillantes colores de las flores, Risai pens como observaba que la figura

    de un nio saltaba hacia ella.

    Risa, aqu dijo entregndole un ramo de flores rojas y amarillas.

    En la fra sala, apenas iluminada por los dbiles rayos del sol, las flores eran como el brillo, de clidas velas.

    El sonido del viento cruzaba a travs de las paredes. El invierno de Tai haba apenas comenzado, entonces

    las montaas y los campos estaban ligeramente espolvoreados con nieve. Aquellas brillantes flores

    difcilmente podan esperar a florecer en aquella poca del ao. Sorprendida, Risai de dirigi a subenefactor. La sonrisa del nio sujetando un ramo de flores ms grande que su cara era ms brillante y

    clida que las mismas flores.

    Felicitaciones. Estaba tan contento de or que fuiste promovida a general de la guardia provincial.

    Relacionando la noticia con la radiante sonrisa era Taiki. Tena todava diez aos en ese momento. Son

    para m?

    Por supuesto. Le pregunt a Gyousou-sama por ellas y l las consigui para m, dijo el joven Saiho con un

    tmido guio. De vuelta en Yamato, de donde vengo, se le da a la gente flores en celebracin. Me dijeron

    que no se hace ac, pero yo quera darte un ramo. Dado que apenas te has mudado, pens que las flores

    haran ver todo ms lindo.

    Bueno sonri Risai.

    Ellos estaban sentados en el saln de su nueva residencia oficial. Slo un mes haba pasado desde la

    coronacin del nuevo rey, Gyousou. Risai fue nombrada general de la Guardia Provincial de Zui del Centro y

    apenas se haba movido a su vivienda en el Palacio Hakkei. El Saiho era el segundo en importancia para el

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    reino despus del rey. Al mismo tiempo era el Seor Provincial de Zui, donde ahora Risai resida, y

    comandaba sus fuerzas. Ella estaba complacida y honrada de que l la visitara as. Un criado arregl las

    flores y las coloc en una estantera del saln. Solo esas flores hacan la habitacin ms brillante y clida. A

    pesar de no solo acabar de llegar y sin haberse acostumbrado a su entorno, sinti que an poda hacer de

    esta su residencia.

    Estoy muy agradecida. Bendecida de que le Taiho tenga un dulce inters en m.

    Yo tambin. Sigo siendo un nio y no entiendo los asuntos militares ni de gobierno. Por eso el hecho de

    que usted se convirtiera en general del ejrcito provincial es muy alentador.

    El Saiho se sent en una gran silla e inclin su cabeza.

    Yo, eh, espero con inters trabajar con usted.

    Por favor, el Saiho no debera inclinar su cabeza a personas como yo.

    Nadie superaba el rango de Saiho excepto el propio Rey. Era imposible imaginar que normalmente

    reverenciara a una simple general de la Guardia Provincial como ella.

    Bueno, no estoy reverenciando. Simplemente estoy siendo amable. Por lo tanto, est bien. S que est

    considerado fuera de lugar, pero se ha convertido en un hbito. Gyousou-sama dice que es lo que es y que

    no debera preocuparme por ello. Entonces tampoco usted, creo yo.

    De acuerdo. Dijo Risai, sonriendo.

    Este pequeo Saiho naci en otro mundo. El mundo en el que naci y se cri, el reino que se encuentra ms

    all de los mares de la regin oriental. Esto explicaba algunas de sus ms excntricas costumbres, pensabaRisai extrandose. l era amable, clido y suave.

    Tengo muchas ms, sabes, Taiki le dijo a Risai con una gran sonrisa. Tenemos una gran oferta en el

    departamento de flores. El director Serai tiene un montn de celebraciones previstas, pero no poda

    esperar y las traje ac.

    Cuando Gyousou era general, Seirai haba sido su ayudante de campo. Tras el cambio de gobierno, fue

    puesto a cargo de la educacin de Taiki, y al mismo tiempo sirvi como Ministro en Jefe de la Provincia de

    Zui. l era una persona afable, entre los burcratas que servan a Gyousou fue reconocido como uno de los

    mejores y ms brillantes.

    Seirai y yo realmente arruinamos nuestros cerebros sobre cual sera la mejor forma de celebrar. Gyousou-

    sama dijo que poda tomar lo que quisiera del depsito imperial, pero eso solo hizo peor la decisin. Hay

    demasiadas cosas que hacen girar los ojos.

    Oh! No debera desperdiciar ese tipo de cosas en m!

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    Gyousou-sama dijo que no le importaba. Dijo que eligiera algunas para enviar a su nombre. Es de parte de

    Gyousou-sama, de Seirai y de m tambin. As que no ests tan sorprendida.

    Risai mir al rostro del pequeo kirin lleno de alegra, los sentimientos de gratitud y alegra llenaban su

    corazn.

    Realmente hemos sido bendecidos con la gran fortuna. Ella estaba verdaderamente feliz.

    Con el Rey y el Saiho extendiendo sus mejores deseos para ella en tal forma, un nuevo futuro se presentaba

    ante ella. La corte Imperial sera puesta en su lugar rpidamente y el pueblo de Tai le dara la bienvenida al

    nuevo Rey. Todos sus futuros parecan clidos y acogedores. El reino y el pueblo prosperaran y seran

    felices. Para el fondo de su corazn estaba segura de que as sera. Ni siquiera en sus peores pesadillas

    poda imaginar que en unos pocos meses todos sus sueos se haran polvo. Su noble visitante sali de la

    sala de la residencia con una brillante y clida luz, mientras que afuera los fros vientos soplaban. La luz

    alrededor de Risai venca las sombras. Pero ella no poda olvidar la tormenta ms all de las puertas. Una

    tormenta que congelaba todo lo que tocase: el reino, las colinas y valles, las calles y las ciudades. El pueblo.No haba duda sobre sonido del viento ese da, llevando un fro penetrante a la espalda, aprovechando

    todas las oportunidades para ampliar su glido tacto. Los gritos y aullidos del viento se filtraban a las orejas

    tocando su discordante cancin. Envuelta en el espritu festivo, Risai no era conciente del viento. Pero aqu

    y all en su nuevo hogar, el fro se arrinconaba en las esquinas y se aferraba a las paredes. Sus piernas eran

    muy largas para calentarlas y el fro pasaba sus tobillos. Sus extremidades estaban entumecidas, sus

    sentidos distantes. La nica sensacin de vida era su cuerpo, cortando el fro. Como ahora. Estaba tan, tan

    fra. Se estaba congelando hasta la muerte, junto al reino y a su pueblo.

    Tengo tanto fro

    Ests despierta? pregunt una voz cautelosamente.

    O eso era lo que pens or. Concentrndose con todas sus fuerzas, logr abrir sus pesados y fros prpados.

    A travs de la oscura sombra de sus pestaas apareci la preocupada cara de una chica.

    Oh! Bien! dijo la chica.

    La chica presion algo fro contra su cara. Un escalofro la sacudi desde la mdula. El objeto helado que lo

    provocaba presionaba contra su cara. As es ella estaba

    La Emperatriz murmur Risai, volviendo en s. Probablemente sin siquiera escuchar su propia voz al

    decirlo. Abri sus ojos completamente y busc el rostro de la muchacha. No vio seales de aquellos

    brillantes cabellos rojizos.

    Por favor descansa, no ests en condiciones de levantarse.

    Recin cuando la chica le advirti se dio cuenta que estaba saliendo de la cama.

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    Pero sigo viva.

    La muchacha presion su helada palma sobre su mano. El helado toque de su piel aliviaba sus fuerzas. Tan

    fro, tan fro, an las manos de la chica se sentan tan bien.

    La chica descansaba su mirada en Risai y dijo lenta y deliberadamente, Ha llegado aqu en una sola pieza.

    Su Majestad se reunir con usted cuando pueda. As que, clmese y cierre los ojos.

    Pero Yo

    Est bien. Est bien. Vuelve a dormir de acuerdo?

    La muchacha tom la mano de Risai consigo y la dej sobre la garganta de Risai. All dobl sus dedos

    alrededor de un objeto que descansaba en el hueco de su garganta. Estaba an ms fro que la mano de la

    chica y con ella surgieron sensaciones de alivio. Entonces entendi que era su cuerpo el que estabaardiendo, provocando el dolor, de fiebre y escalofros.

    Realmente deberas descansar. Estars bien. Youko no se olvidar de ti.

    Youko. Repiti para si. Su lengua se senta pegada al paladar.

    Ella no est aqu en este momento, pero ella se detuvo repentinamente a ver como estabas.

    Realmente estaba preocupada por ti. No tienes nada de que preocuparte. Estars bien.

    En vez de asentir, todo lo que poda hacer era relajarse. Sus prpados se cerraron. Escuch el sonido del

    viento. Pero no saba si era el sonido del viento de invierno que asolaba la puerta o simplemente No es

    tiempo de dormir, se dijo.

    Si no pudiese reunirme con laReina de Kei

    Nada de eso, Risai! La voz mezclndose con el sonido del viento era teida de dolor y angustia. En los

    ojos de su mente, el rostro de la muchacha estaba al borde de las lgrimas.

    Que miserable y cobarde que hay que ser!

    As es dijo Risai girando su cara a otro lado y asintiendo. Conozco lo horrible de lo que estoy haciendo,

    Kaei.

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    CAPTULO 5

    El nuevo rey ascendi al trono de Tai algunos meses atrs. El nombre de este rey era Saku Gyousou.

    La cuestin de hecho resonaba por la habitacin. Estaban en un edificio llamado Sekisuidai, una seccin de

    la biblioteca ubicada en el interior de la parte posterior. Aunque no en la misma altura que el mundoinferior, el agobiante calor particular del verano de Gyouten se estancaba en la acogedora habitacin. Las

    ventanas traseras enfrentaban una pared de roca cubierta por musgos y helechos. Una delicada y blanca

    cascada caa por la pared a un pequeo y claro lago ensanchndose por debajo del balcn, manchado con

    la luz del sol saliendo a travs de la vegetacin. El sonido del agua se mezclaba con el canto de las aves que

    flotaban en una fresca brisa a travs de las ventanas abiertas.

    l sirvi bajo el monarca anterior como General del Regimiento Izquierdo en la Guardia del Palacio. Sirvi

    con lealtad y distincin, y fue amado y respetado por sus soldados y por el pueblo de la regin, tanto que su

    fama se extendi a otros reinos. Casi tan pronto de que el gobierno anterior colapsara, ese general, Saku,

    debera de ser el siguiente rey del que tanto se rumoraba.

    Suena como una persona excepcional dijo Youko con admiracin, y un pequeo toque de envidia en su

    voz.

    Verdad acord Chousai Koukan, Ministro en Jefe del Rikkan.

    Siguiendo la desaparicin del ltimo rey, l continu apuntalando la Corte Imperial. Todos tenan grandes

    expectativas en l. Tan pronto como la bandera amarilla fue izada, l viaj al Mar Amarillo e hizo la

    peregrinacin al Monte Hou. All fue anunciado por Taiki y accedi al trono. Se lo ha llamado un rey

    hyoufuu.

    Un rey hyoufuu? Significa el rey torbellino. Fue escogido entre los primeros peregrinos que viajaban al

    Monte Hou para el Zhoushan.

    El kirin elige al rey. O mejor dicho, fue a travs del kirin que la Misin del Cielo se expres. El kirin nace y

    crece en el Monte Hou en el centro del mundo. Cuando un kirin es lo suficientemente grande para elegir al

    rey, se levanta una bandera en el templo del centro del reino. Todos los que desean ser rey viajan al Mar

    Amarillo y se presentan en el Monte Hou. Ah se encuentran con el kirin, quien recibe la Misin del Cielo de

    los Dioses. Esto fue llamado shouzan, que significa el ascenso a la montaa.

    l fue un rey que ascendi al trono como una rfaga repentina. Se dice que una lluvia repentina no durahasta la maana, y un calor que asola enfra rpidamente. Algunos otros dicen que un rey torbellino ser un

    fuerte roble o una hoja en el viento. Una o la otra. Uh.

    Por otra parte, viendo que ms de diez aos han pasado en el nterin, llamando al Rey de Tai un rey

    torbellino quizs no sera apropiado. De cualquier modo, el Taiho de Tai sera un compatriota de su alteza.

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    Ah, dijo Youko cabeceando.

    Un taika como yo. El Rey de En habla demasiado.

    Youko naci en Yamato, la distante y mtica tierra en los confines de los mares del este donde las calles se

    supona estaban pavimentadas con oro. Sin embargo, Yamato no era la tierra de su actual origen. Yamatoestaba all, y ahora ella estaba ac. Ese era siempre un mundo soado por los otros, aunque los dos

    raramente se cruzaban. Youko se haba ido durante uno de esos inusuales cruces de mudos, y luego haba

    vuelto. Eso es lo que le dijeron. Ella lo haba entendido todo eso en su mente, pero no lo senta en sus

    huesos. Ella se haba ido cuando todava estaba en su forma embrionaria. En este mundo los nios nacen

    en el seno del Raika (el fruto huevo) que crece en los rboles. Cuando el aqu y el all se cruzaron, el

    raika que contena a Youko fue llevado al all. Ella estaba viva, pero ni siquiera haba nacido. Su vida

    embrionaria haba encontrado el tero de una mujer de Yamato y nueve mases despus haba nacido.

    Naturalmente, no tena recuerdos del Raika. En lo que a ella concierne, haba nacido y crecido como una

    nia normal. Incluso despus de haber conocido la verdad de que su existencia era completamente otra

    (siendo trada ac y habindole dicho que era la emperatriz) no era muy diferente a ser metida en elagujero del conejo en Alicia y el Pas de las Maravillas. Aunque ella no poda jurarlo a frente a la corte con la

    conciencia clara, que probablemente haba nacido de esa manera. El hecho de que ella estuviera aqu era

    difcil de negar, por lo que tuvo que ser esa la manera en la que las cosas sucedieron. As fue como ella

    concuerda con su realidad. Ella haba regresado de all y reinado como emperatriz por dos aos. Era como

    un mundo de fantasa para ella ahora. Y haber nacido y crecido en Japn era algo como si ella estuviera

    experimentando un sueo. Taiki Qu edad tiene? se pregunt a si misma. Detrs de ella Keiki respondi.

    Creo que tena diez cuando el Rey de Tai fue coronado. Keiki era el kirin de Kei, quien haba llevado a

    Youko de regreso desde Japn y puesto frente al trono. La coronacin fue siete aos antes, entonces eso

    lo hace de mi edad. Sabiendo que otra persona comparta los mismos sueos que ella, Youko sinti queuna extraa sensacin llegaba a ella. Quizs soaran sobre el mismo pueblo fantasma. Quizs incluso en el

    mismo lugar del mismo pueblo fantasma. Cuando ella haba sido una nia, otro nio como ella (un kirin)

    haba estado all tambin. Que extraordinario. Segn lo que el Chousai y el Saiho estaban dicindole, este

    nio de sus sueos haba sido parte de su realidad.

    Youko conoca al menos otros dos taika en este mundo: el Rey de En y el Saiho del reino al norte de Kei.

    Juntos haban construido una gran dinasta de quinientos aos. Ellos eran taika, pero el Japn medieval del

    que hablaban era igualmente fantstico. Era el antiguo Japn que ella lea en libros de historia y vea en

    ilusiones dibujadas en las pantallas del cine. Era toda la misma fantasa, pero su Japn no era el mismo que

    el Japn que la cazaba en sus sueos. Ella ascendi al trovo con la ayuda de Enki y del Rey de En. Eltormentoso mar en el que la haban visto metida la haba dejado en deuda. Pero Youko jams se haba

    sentido de la misma forma alrededor de ellos como ahora. Ella nunca sentira que ellos hubieran surgido del

    mismo sueo que ella. Pero ella y Taiki podran haber estado juntos en un cruce peatonal o haberse

    cruzado en la calle. l era el kirin del Reino de Tai. l haba elegido al Rey de Tai, haban establecido la Corte

    Imperial, y Risai (la general cuyo cuerpo fue desgarrado desde la cabeza hasta los pies) haba venido al

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    Palacio Kinpa arriesgando su propia vida de parte de ellos. Algo le inquieta? pregunt Keiki frunciendo el

    ceo. Youko volvi en s.

    Ah, no. No es nada. Me sent un poco rara por un momento. Eso es todo. Sonri irnicamente.

    Una inquietud se mostr en el rostro de Koukan tambin.

    Disculpe, Koukan. Dnde estbamos?. Taiki dijo Koukan, mirndola. l le ech un vistazo al

    manuscrito.

    Un shoku lo transport a Yamato donde naci como taika. Despus de eso, regres al Monte Hou. Aunque

    eso fue hace diez aos.

    Diez aos atrs? l tena diez aos? Youko sacudi la cabeza.

    Pero cuando un taika es llevado y se implanta en el tero de una mujer humana, una vida en el tero ya

    deba estar all. Las consecuencias llegaron a ella en una especie de shock. El recipiente que se convertiraen Taiki ya exista en el tero de su madre. Se movi. Tena un latido que sus padres podan or. En ese lugar

    Taiki como taika ech raz. Pero, qu pas con la vida que estaba all? Fue expulsada por Taiki? Ella

    tambin haba nacido despus de robar el lugar de otro? Pensando en su nacimiento en esos trminos, fue

    abrumada por la extraa sensacin de culpabilidad. Aunque tal vez fue un error pensar en la vida ah y el

    taika como dos cosas distintas. Esta era una pregunta de la que no poda esperar encontrar la respuesta

    ah. Youko sacudi la cabeza nuevamente y Koukan la mir desconcertado.

    Estoy bien. Contine.

    Al regreso de Taiki, la bandera amarilla se iz en Tai y comenz el Zhoushan. El Rey de Tai estaba

    francamente sentado en el trono. El registro del evento permanece en Kei. El fnix cant en el nombre del

    Reino de Tai, anunciando el ascenso del rey. Segn nuestros registros, el Taiho hizo una visita no formal

    para entregarle sus felicitaciones.

    Cuando Youko dio sorprendida un vistazo sobre su hombro, sin palabras Keiki confirm que eso era verdad.

    Entonces tenemos relaciones diplomticas con Tai.

    Bueno, en trminos de relaciones diplomticas, dijo Keiki.

    Yo todava estaba en el Monte Hou, al mismo tiempo que el taika Taiki. Y cuando el shuku se lo llev.

    Cuando Taiki regres al Monte Hou yo aprovech la oportunidad de regresar al Monte Hou y conocerlo.

    Esos son los lazos entre nosotros.

    Wow, dijo Youko, los extraos sentimientos volvan.

    Este chico de sus sueos se haba encontrado con el kirin frente a ella.

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    Entonces es por eso que esa mujer (Risai) vino a Kei? Para pedirle a Keiki porque es amigo de Taiki?

    Keiki inclin su cabeza.

    Es difcil decir. Yo no me he encontrado al general Ryuu personalmente.

    Pero el Rey de Tai?

    Yo conoc a Su Alteza. Me trat como una persona extraordinaria.

    Koukan asinti la cabeza al igual que Keiki lo haba echo.

    Yo no se si podemos determinar con esas dos visitas personales del Taiho un establecimiento de

    relaciones exteriores. En efecto, con Kei que caa en caos poco despus, el Taiho no pudo felicitar al Rey de

    Tai hasta su coronacin. Ni siquiera los ministros mostraron alguna seal de haber concluido sus

    deliberaciones sobre enviar o no un oficial para expresarle nuestros deseos a su Alteza. En otras palabras

    no habamos establecido una diplomacia que nos permitiera cambiar embajadores. Keiki aparentemente

    concord con esta suma de eventos.

    En cualquier evento, el nuevo rey es coronado. Sin embargo, apenas seis meses despus, lleg desde Tai

    un Comunicado Imperial que expresaba que el Rey de Tai haba muerto.

    Un Comunicado Imperial? Qu hay sobre el fnix? Cuando un rey fallece no anuncia el fnix el fin del

    reinado?

    Ests en lo correcto. El Hakuchi canta cuando un rey toma el trono y cuando lo deja. El fnix pasa

    entonces las noticias al mundo. Pero est vez el fnix no cant. El fnix no ha anunciado an el fin del

    reinado en Tai. En pocas palabras, no creo que el rey haya muerto abdicado. Youko descans sus codos en

    sus rodillas y la barbilla en sus manos.

    He odo algo similar del Rey de En. La proclamacin fue que el Rey de Tai estaba muerto, pero no

    concord con eso. Si el Taiki estuviera muerto, entonces el fruto del siguiente kirin brotara en el Monte

    Hou. Pero no hay ninguna seal del taika en absoluto.

    S. Segn el comunicado echo por los enviantes, solo el Rey de Tai muri. No mencionaron sobre la

    ubicacin del Taiho de Tai. Sin embarco, para este punto, los rumores concuerdan que el Taiho se evapor

    sin dejar ni un rastro. Al mismo tiempo los refugiados comenzaron a dejar Tai en manadas. Su palabra era

    que el Taiho haba muerto, pero viendo que el fnix no ha anunciado la muerte, tengo que creer que estn

    equivocados. Subsecuentemente los rumores de la coronacin de un nuevo rey se haban dispersado. Eneste caso no hubo ningn enviado y el fnix no hizo sonido alguno.

    Qu dijeron los refugiados? Existen varias opiniones.

    Algunos dicen que un impostor ha asumido el trono. Otros, que el Taiho ha elegido al siguiente rey. Y otros,

    dicen que simplemente el rey se ha ido, y que el trono est vaco. Pero la basta mayora cree que hubo un

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    golpe de Estado en el palacio, que el Rey de Tai fue asesinado, y que el Taiho ha cado en manos de los

    impos. Incluso en su propio reino, era difcil comunicar al exterior exactamente lo que estaba pasando en

    el Palacio Imperial. Todo acababa como rumores y habladuras. Youko dej salir un suspiro.

    No importa como lo mire, no puedo creer que el Rey de Tai y el Taiki estn muertos. Risai dijo que el Rey

    de Tai fue sacado del Palacio Imperial. Entonces eso debi haber pasado. En pocas palabras, hay unimpostor en el trono. El impostor lider un Group de personas y guo al Rey de Tai fuera del palacio.

    Yo concuerdo. Aunque quien pretende ser un rey que miente de haber recibido el Mandado del Cielo y

    entonces ocupar un trono vacante. Estrictamente hablando, no es un impostor sino un usurpador.

    Oh, si. Porque ellegtimo rey sigue vivo.

    Ese sera el caso. El General Ryuu comandaba la Armada Provincial de Zui que es centro capital de Tai.

    Teniendo acceso al corazn del palacio, ella pudo haber previsto tener una perspectiva mayor de lo que

    estaba sucediendo all. Como puedo no ver discrepancias en su relato, encuentro difcil el hecho de que

    est mintiendo.

    Youko le frunci el ceo a Koukan.

    Ests diciendo que cuestionas su veracidad? Deberamos al menos tratar de verificar lo que nos dijo

    dijo Koukan sin vacilacin. Youko suspir.

    Si, por supuesto. Dije que quera ayudar a Risai, pero en realidad no s que hace. Si fuera tan solo una

    cuestin de impostor.

    Verdad. Ni siquiera sabemos que les ha pasado al Rey de Tai y a Taiki.

    Preguntarle a Risai sera lo ms eficiente. Qu dijo el doctor? Koukan frunci el ceo.

    Hasta ahora no tiene nada que reportar. Hay algo que he discutido con el Taiho. El Rey de Tai y el Taiho

    de Tai tienen conexiones con el Rey de En y el Taiho de En. Por otra parte, En ha recibido el mayor nmero

    de refugiados. Por lo tanto, una peticin oficial se ha hecho a los ministros de verano y otoo en En

    informndoles a cerca de las circunstancias que implican al General Ryuu hasta ahora, y solicitando

    cualquier informacin adicional sobre la situacin. Su repuesta no debera tardar en llegar.

    Youko asinti. El escribano real entr en la biblioteca para decirle que Risai se haba despertado. Youko se

    apresur para llegar al conservatorio, pero al llegar Risai se haba dormido de nuevo.

    El mdico haba sido llamado al mismo tiempo y dijo que a este punto esperaba lo mejor.

    Debido a la joya de la corona, el Hekishouju, ella pronto debera mejorar.

    Entiendo, dijo Youko asintiendo, mirando abajo, a la cara de la enferma y consumida general.

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    Que iba a tales extremos Para salvar a su reino, ella ha sufrido heridas en cada centmetro de su cuerpo.

    Quiero hacer todo lo posible, se dijo Youko a s misma, pero no saba que poda significar.

    Solo que tena que salvar a la general. Y a Tai. Y a Taiki.

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    CAPTULO 6

    Sintindose ella misma caer en el sueo, Risai centr sus esfuerzos en sus prpados, reuna

    su energa y abri los ojos. Se encontr al lado de la cara de un hombre. El estir su oreja a

    su boca.

    Estabas murmurando algo Se ech para atrs y sonri. Ah, se despert.

    Ella pens haber reconocido al hombre pero no poda decir de donde. Sobre su hombro, una

    chica se abalanz y la mir. De nuevo Risai senta que la conoca de algn lugar.

    Qu est haciendo esta gente en el Palacio Hakkei?

    Trataba de recordar, pero sus pensamientos solo encontraban vrtigo y su cuerpo se quedaba corto en la

    respiracin. Era consumida por una fiebre atroz. Le dola absolutamente todo. Te encuentras bien?

    pregunt la chica con gran preocupacin. Me entiendes? La realidad de su situacin finalmente la

    golpe. No se encontraba en Tai. Esto era Kei. Ella se haba ido a Kei. El hombre dijo, Soy Koushou. Me

    recuerda? Risai asinti. Gradualmente sus ojos se abrieron y todo se volvi claro. Ella estaba en una

    habitacin con un alto y ancho cielo raso. Al lado de la cama haba una mesita de luz de laca. El hombre se

    sent en el borde de la mesita y examin su rostro. Koushou -dono. Se. Soy yo. Eres una luchadora,

    sabes. l le dio un guio tranquilizador, obviamente encantados por la mejora de su condicin. La chica de

    pie detrs de Koushou sec sus ojos con su manga. Risai estaba viva. El hecho la sorprendi a ella tambin.

    Dbilmente levant sus brazos sobre su cabeza. Su brazo izquierdo cumpli y apareci frente a ella. Su

    brazo derecho no. Su mirada traz un arco a travs de cu cuerpo al lugar donde la manga derecha de su

    camisn yaca vaca en el edredn. Por alguna razn una expresin de disculpa ascendi al rostro de

    Koushou. Llegada la hora de la verdad, no pudimos salvar su brazo derecho. No poda decirle si quedaba

    algo de vida en l. S que es doloroso, pero no desespere. Risai asinti. Haba perdido su brazo derecho.

    Sufri severos ataques de los youma y lo at con un torniquete para frenar la perdida de sangre. Se haba

    formado gangrena. Por supuesto no poda esperar que sobreviviese. Para el momento en el que lleg a

    Gyouten senta que se iba a caer. Se preguntaba si saldra solo o tendra que amputarse.

    Y sin embargo, ella no se haba desmoronado por la prdida. Perder su mejor brazo era el fin de su carreracomo soldado. Pero qu general, incapaz de salvar su seor, merece ser llamado general? Ella poda vivir

    sin l.

    Koushou tom la cabeza de Risai en sus manos y la levant. La muchacha le puso un vaso caliente en la

    boca. El lquido goteando en su boca era dulce y ms delicioso que cualquier cosa que hubiera probado

    antes. Pero entonces como su lengua se acostumbr, se dio cuenta que tan solo era agua.

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    La chica retir el vaso. El hombre sonri. Si, vas a estar bien.

    Yo

    Ya s porque has hecho algo tan loco e imprudente. Dijiste todo lo que debas antes de colapsar. Youko ha

    venido muchas veces para verte.

    LaReina de Kei

    Prevengan a los mdicos de no digan no, ir a buscarla. Risai asinti. Liber su mano y se par.

    Suzu, hazte cargo se ella. Tan pronto como llame a los doctores tendr una charla con Youko.

    Si. Apresrese.

    Risai sigui a Koushou con la mirada hasta la puerta y luego la enfoc en el techo.

    Cunto tiempo he estado aqu sin hacer nada?

    Oh, por favor. No digas eso. Necesitabas un muy buen descanso. Han sido tres das desde que abriste los

    ojos. Desde que colapsaste fueron diez das aproximadamente.

    Tanto tiempo

    Ella haba tenido la intencin de cerrar los ojos por un momento en vez de por das. Todo ese tiempo se

    haba perdido. Los das perdidos presionaban dolorosamente en su pecho.

    Risai levant su mano a la garganta. Sinti algo suave y redondo en sus dedos. Lo tom y enfoc su mirada

    en l. Una joya redonda atada a su cuello.

    Nadie excepto la reina tiene permiso de usarlo. Pero Youko Una sabia sonrisa ilumin su rostro. Pero la

    Emperatriz torci algunos brazos al Ministerio de Invierno y los forz a que hicieran una excepcin en tu

    caso.

    Por m?

    Los ropajes imperiales de Kei, normalmente se almacenan en el depsito imperial. Los dioses realmente te

    han sonredo. Si te hubieras cado en cualquier otro lugar u otro reino no hubiramos sido capaces de

    salvar tu vida.

    Oh. Risai no saba si deba alegrarse o no con tales noticias.

    Kaei.

    Cuando cerraba sus ojos no poda or otra cosa que no fuera el viento. La gema redonda en sus dedos

    estaba fra. Un fro que traa a su mente el rostro de su amigo.

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    Kaei. Lo hice.

    El clido rostro de la funcionaria apenas diez aos mayor que ella. Tan amable como su mente estaba

    entusiasmada, y tan discreto que casi pareca timidez. La ltima vez que Risai la haba visto fue el la

    Provincia de Sui al sur de Tai. Ah tomaran caminos separados, y Risai haba puesto sus ojos en Kei. Nada

    de eso, Risai! Ella quera gritar, su cuerpo temblaba en el viento. Su voz era suave pero llena de fortaleza.En su rostro y su tono de voz, los resultados de su rechazo se vean. Risai fue superada por su pena. Al

    menos quera que Kaei la entendiera. Cmo pudiste hacer algo tan despreciable? Risai y Kaei huan de

    sus perseguidores a una colina en la Provincia de Sui. Haban ido all con la intencin de encontrarse al

    Seor Imperial. La montaa Ryou de Shisen sobresala. Era primavera solo de nombre. El fuerte viento las

    azotaba. Mirando atrs por donde venan, podan ver una pequea aldea al pie de la colina. Los campos

    que rodeaban la colina parecan barbecho. Varios tmulos funerarios se haban construido all y

    abandonados sin ms que con una oracin para los difuntos. Kaei y Risai caminaron a travs de la aldea

    antes de escalar la colina. Los originales terratenientes haban abandonado ese lugar mucho tiempo atrs.

    En cambio, un pequeo nmero de viajantes estaban en busca de calor y refugio en las destartaladas casas.

    Ellos haban dejado sus hogares atrs, escapando a algn lugar cercano a otro reino. Risai y Kaei haban

    suplicado por unas pocas tazas de papilla y escuchado las historias y rumores que los refugiados tenan para

    contar. Decan que una taika estaba sentada en el trono de Kei. Uno de los hijos de mis parientes estaba

    en la ciudad portuaria. Se dice en las calles que ella es una emperatriz joven. Quizs, incluso la misma edad

    que el Taiho. La mujer hablaba indiferentemente. Estaba gravemente herida. La Provincia de Sui estaba

    infestada por varios youma. Se deca que los vientos de opresin y subyugacin se ampliaban sobre Tai

    dejando la Provincia de Sui sola. Ellos haban abandonado sus hogares y huyeron juntos all, pero dos

    semanas despus algunos pocos haban sobrevivido. La mujer sostena un nio amortajado en sus brazos.

    Risai no haba visto al nio envuelto ni una vez desde que lleg con Kaei. La gente dice que si el Taiho

    estuviera vivo esa sera la edad que tendra.

    Risai expres su agradecimiento por la papilla y dej la casucha, un nuevo hilo de esperanza a su alcance.

    Su montura estaba atada al frente. Una reina joven. Una taika

    murmur, tomando las riendas de la montura.

    Kaei se gir y la mir confundida. A qu te refieres?

    Qu piensas? Crees que la Reina de Kei siga sintiendo afecto por su tierra natal?

    Risai?

    Ella podra extraar Yamato, me refiero. Ella podra por alguna conexin de su vida all.

    No te parece? Haba una pizca de entusiasmo en su voz.

    Por la mirada en la cara de Kaei, claramente no saba como responder.

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    DOCE REINOS "La Orilla en Crepsculo, el Cielo al amanecer"

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    Mira esta aldea. Viste a las personas que viven aqu. Esto es en lo que Tai se ha convertido. Nadie sabe

    donde est Su Alteza. Nadie sabe donde est el Taiho. No queda nadie que pueda salvar nuestro reino!

    Ella haba buscado. Incluso siendo buscada como traidora lo haba estado buscando. Pero no pudo

    encontrar evidencia de donde podan estar Taiki o Gyousou. Ninguna pista.

    La primavera se acerca, pero dnde hay un campo en el arado? Si la lluvia no produce una cosecha, la

    gente seguramente morir de hambre. Si el grano no es rpidamente almacenado el invierno volver. Y con

    cada invierno, tres aldeas ms se volvern dos, y dos sern una. Despus de que pase este invierno

    cuntos ms de los aldeanos quedaran? Cuntos inviernos ms crees que Tai pueda sobrevivir?

    Pero el fin no justifica que Kei peque contra el Cielo!

    Alguien tiene que venir a ayudar a Tai. Kaei apart sus ojos y movi su cabeza en un no.

    Me voy a Gyouten dijo Risai.

    Kaei se gir a verla, dolor y pena en sus ojos.

    Por favor. Nada de eso!

    Huyendo al territorio del Seor de la Provincia de Sui asegura un poco ms nuestra posicin. E incluso

    nuestra propia seguridad es difcil de asegurar. La Provincia de Sui probablemente enferme como el resto

    del reino. Es probable. Entonces todo de lo que seremos capaces ser escapar de nuevo.

    Risai.

    No existe otro camino que nos quede.

    Entonces debemos separarnos. Kaei apret sus temblorosas manos contra su pecho. Incluso los ojos de

    rostro (al borde de las lgrimas) estaban inmviles.

    Risai neg Debo hacerlo. No tengo eleccin.

    Risai conoci a Kaei en el Palacio Imperial. All forjaron una rpida amistad y juntas fueron echadas de la

    Capital. Aos pasaron. Este invierno, por fin, se haban reunido en Ran, la provincia donde viva Kaei. Ellas,

    de alguna forma, haban sobrevivido un invierno antes de que sus perseguidores de nuevo dieran con ellas.

    Juntas lograron llegar a la colindante Provincia Meridional de Sui. Kaei mir por un tiempo severamente a

    Risai. Luego presion la manga de su manto a su cara y gimi suavemente.

    La Provincia de Sui est infestada con muchos youma. Como te diriges al sur, estos sern ms grandes y

    feroces en especial cerca de la costa.

    Entiendo Kaei cubri su rostro con sus mangas y baj la cabeza. Cuando levant la cabeza, haba una

    expresin decidida en su rostro. Esta era la cara del logro personal de alguien que ha subido desde Ministro

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    en Jefe de la Provincia de Ran hasta el tope del Ministerio de Verano en Rikkan. Se inclin una vez y le dio la

    espalda. Realmente estoy haciendo algo despreciable, pens Risai. Todo sera mejor si la Reina de Kei no

    estuviese familiarizada con el incidente Jun Tei; y si todava senta afecto por su tierra natal; y si pudiera ser

    incitada por sus emociones para salvar Tai. Si eso ocurre Kei ser destruido. Tan pronto la Armada Imperial

    cruce la frontera, la Reina de Kei estara tomando el mismo camino a la destruccin de Jun Tei. Pero incluso,

    la Armada Imperial se quedar. Una solo divisin bajo su mando es lo que necesita. Se haba decidido a

    hacer algo terrible. Como decidida hasta el final, Kaei sigui dndole la espalda mientras descenda de la

    colina hacia Shinsen. No mir atrs ni disminuy el paso. Risai la vio irse. Agarr las riendas de su montura,

    con un duro corazn retir su mirada de la partida de Kaei y de su pegazo.

    Yo solo he perdido mi mente en la lucha de salvar Tai, dijo ac ariciando el brillante pelaje en el cuello de

    la montura.

    Te acuerdas de l, no? Presionando su frente contra su hocico. Dentro de su cabeza, el alto y alegre

    sonido de su voz surgi de la oscuridad de suspensamientos. Risai. l corri hacia ella lo ms rpido que

    poda, como si estuviera a punto de sumergirse precipitadamente en la tierra. No haba duda de que lpreguntara si estaba bien acariciar a Hien. Recuerdas esas pequeas manos? Se que queras al Taiho

    muchsimo Hien arrull suavemente en respuesta. Seremos los ltimos tontos en dejar Tai juntos,

    entonces? Deberamos tomar nuestro camino? Hien le devolvi la mirada a Risai con esos profundos ojos

    negros. Sin una palabra se arrodill y le permiti subir a su espalda. Risai presion su cara contra su cuello y

    salt al la silla. Tomando las riendas dirigi su mirada a Shisen. Ah una triste y solitaria figura estaba parada

    mirndola. Kaei.

    Destruirs Kei para salvar Tai?

    Los ojos distrados permanecieron en el techo de la habitacin. All, el rostro en los ojos de su mentemiraba abajo, nublado con odio y desprecio.

    Pero es la razn por la que vine.

    Haba llegado all con su vida colgando de un hilo. Haba sobrevivido slo porque la Reina de Kei la haba

    salvado.

    Risai no poda ms que cerrar los ojos. Esto debe ser sin duda lo que estoy destinada a hacer.

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    INTERLUDIO

    Sanshi tom un respiro profundo. La sucia y dorada soledad la rodeaba. Estaba en un estrecho y sinfn

    lugar.

    Lo hice a tiempo.

    Ella se haba agotado por no haber tomado ningn descanso. Ella quera aguantar. Una vaga punzada de

    malestar la atraves. Ella dej que al aire saliera de sus pulmones, casi asustada por su profunda sensacin

    de alivio.

    De repente una voz hizo eco de algn lugar fuera de la oscuridad mbar, devolvindola en s.

    Esto es

    El sorpresivo tono de voz la hizo apoderar de sus sentidos.

    una celda

    Gouran

    l la haba acompaado? En medio de toda la confusin? Una celda? Sanshin estaba a punto de

    retarlo, en medio del sobresalto, se dio cuenta ella tambin. Ellos estaban dentro de los familiares confines

    de la sombra de Taiki.

    En verdad, Sanshi no tena idea de donde estaban. Ni siquiera de donde descenda la sucia y dorada

    oscuridad. Sin tierra y sin cielo, sin p