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Docencia y titulación en las Reales Academias. Control académico en la construcción M.~ Merced Virginia SANZ SANZ La formación del arquitecto cambia de manera ostensible con la funda- ción de las Reales Academias. La enseñanza de taller y la ejercida por cada maestro dejan paso a una docencia colectiva realizada por profesores selec- cionados, controlada de acuerdo con normas precisas y complementada con disciplinas idóneas para el desarrollo del gusto y de la personalidad. Como aplicación de los principios del Despotismo Ilustrado y de la confianza en la eficacia de la pedagogía en relación con la teoría del progreso se crearon por toda España numerosas escuelas, entre las que destacan las tres Reales Academias de Madrid, Valencia y Zaragoza. La erección de la primera se inicia el 13 dejulio de 1744, con la aprobación de un Estudio Público bajo la dirección de una Junta preparatoria que el 12 de abril de 1752 se elevó al grado de Academia Real con el título de San Fernando: el 30 de mayo de 1757 fueron proninigados sus Estatutos definitivos’. La Junta preparatoria de la valenciana fue establecida por Real Orden de 28 de febrero de 1765 y elevada al rango de Real Academia con la denominación de San Carlos el 14 de febrero de 17682, fecha en la que el rey firmó sus Estatutos, semejan- tes a los de San Fernando, aunque no exactamente iguales, sino más am- piios y precisos. La de Zaragoza tuvo más dilatada tramitación: el 17 de abril de 1782 fue elevada «al grado y dignidad de Academia Real con la de- Estatutos de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Casá de Gabriel Ra- mirez, Impresor de la Real Academia, Madrid, ¡757. Estatutos de la Real Academia de San Carlos. [raprentade O. Benito Monfort, Valen- cIa, 1828. Anales de Historia delArte, ny 2, 155-177. Editorial Universidad Complutense. Madrid, 1990

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Docenciay titulación en las RealesAcademias.Control académicoen la construcción

M.~ MercedVirginia SANZ SANZ

La formacióndel arquitectocambiade maneraostensibleconla funda-ción de las RealesAcademias.La enseñanzade taller y la ejercidapor cadamaestrodejanpasoa unadocenciacolectivarealizadaporprofesoresselec-cionados,controladade acuerdocon normasprecisasy complementadacondisciplinas idóneasparael desarrollodel gustoy de la personalidad.Comoaplicaciónde losprincipios del DespotismoIlustradoy de laconfianzaenlaeficaciade la pedagogíaen relacióncon la teoríadel progresose crearonportoda Españanumerosasescuelas,entre las que destacanlas tres RealesAcademiasde Madrid, Valenciay Zaragoza.La erecciónde la primeraseinicia el 13 dejulio de 1744,con la aprobaciónde un EstudioPúblicobajola direcciónde unaJuntapreparatoriaqueel 12 de abril de 1752 se elevóalgradode AcademiaRealcon el título de SanFernando:el 30 de mayo de1757 fueronproninigadossusEstatutosdefinitivos’. La Juntapreparatoriade la valencianafue establecidapor RealOrdende28 de febrerode 1765 yelevadaal rango de RealAcademiacon la denominaciónde SanCarlosel14 de febrerode 17682, fechaen la queel rey firmó sus Estatutos,semejan-tes a los de San Fernando,aunqueno exactamenteiguales,sino másam-piios y precisos.La de Zaragozatuvo más dilatadatramitación:el 17 deabril de 1782 fue elevada«al gradoy dignidadde AcademiaRealcon la de-

Estatutosde la RealAcademiadeBellasArtesdeSanFernando.Casá de Gabriel Ra-mirez, Impresorde la Real Academia,Madrid, ¡757.

Estatutosde la Real Academiade SanCarlos. [raprentade O. Benito Monfort, Valen-cIa, 1828.

Analesde Historia delArte,ny 2, 155-177.Editorial UniversidadComplutense.Madrid, 1990

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nominaciónde SanLuis» y el 1 de agostodel mismo añodispusoel mo-narcaque se rigieseconlas mismasnormasvigentesen la de SanCarlos,loque fue ratificado por Real Ordenexpedidaen SanLorenzode El Escorialel 18 de noviembrede l792~.

En las tresAcademiasse impartíanclasesde Pintura,Escultura,Arqui-tecturay Grabado.Bajo la direcciónde un directorgeneral, las enseñanzasestabana cargode profesoresdirectoresy tenientesdirectores.Habíaade-másun presidentey vicepresidente(llamadosen los Estatutosde SanFer-nando:protectory viceprotector),consiliarios,un secretario,académicosdehonor,de méritoy supernumerarios.La atribucióndel gobiernodel centroalpresidente,vicepresidentey consiliariosera consecuentecon los idealespo-líticos y la organizaciónsocial de la época.En la Academiade SanFer-nandose conferia el supremocargorector al ministro secretariodel Des-pachode Estado,y en la de SanCarlos, al intendentede Valencia «y losque le sucedenen su empleoen calidadde corregidorde la ciudad y presi-dentede su Ayuntamiento»‘. En los Estatutosde estaAcademiase deter-minabaque «los consiliarioshande serprecisamenteregidoresde la Ciudadde Valencia»~. Los académicosde honoreranelegidospor la Juntaparticu-lar a propuestadelpresidente.Las normasde SanCarlosy SanLuis especi-ficaban: «Mando al presidenteque paraesta clasepropongapersonasdedistinguidocarácter,amora las artesy celosasdel bienpúblico, ya seanse-glareso ya eclesiásticas»6

Estosestamentosparticipabanen el desarrollode las clases.Entre lasfuncionesque se encomendabana los consiliarios figurabala de «asistiralas salasde los estudios,cuidandode quelos directoresy tenientescumplancon susobligaciones:celarsobreque se observela subordinación,buenor-deny modestia»7.En este texto se indicaba:por lo muchoqueimportaparaexcitar la aplicaciónla presenciade personastan autorizadas,encargoa losconsiliariosla asistenciano sólo a las juntas, sino tambiéna losestudiosdela Academia8. En relación con los académicosde honor se estableció:«tambiénencargomuchoa los académicosqueconcurrana las Salasde losEstudiosparafomentary animarla aplicaciónde los discípulos»t La intro-iiísión de estosindividuos en las clases,así como la participaciónde los¡lusmos en las directricespedagógicasy en losconcursosfue motivo en oca-sionesde disgustocon los profesores.El presidenteteníaplenaautoridad

Estatutosde la Real Academiade San Luis. Imprenta de Mariano Miedes, Zarago-za, 1793.

Estat¡aosdcSanFernando,cap. 2; EstatutosdeSanCarlos, cap. 3.Es~aÚ¿tosdeSanCarlos, cap. 5

6 o~• cit, cap. 8.Oh. dL, cap. 5.EstatutosdeSanFernando,cap. 4.Ob. cit, cap. 6.

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pararesolverestosproblemas,ya que «todoslos de la Academiade todassusclasesdeberánobedecerpuntualmentey sin réplicaal presidente,así enlos casosy cosasexpresadasenestosEstatutoscomoen todo lo demásquedispongaordenadoal cumplimientode ellos» ~

Los profesoresdirectoresde Arquitecturadebíanexplicar «a sus discí-pulos la Geometríay Aritmética necesariaspara la Arquitecturay estamismaArte, instruyéndolosmuy por menorde sus reglas teóricasy prácti-cas,haciendoque estudieny tomende memoriade los libros másbien reci-bidosde estasfacultadeslo que creanoportunoparailustrarlos»“. Acercade los tenientesdirectoresse estableceque «asistirána dirigir los estudiosenlas salasdeprincipios.., y sustituirán,ademásde esto,a los directoresensus ausenciasy enfermedades»¡2, Se observaestrictamenteel principioje-rárquico: «en la enseñanzade sus discípulosse arreglarána las prevencio-nesque les hagael directorgeneralo, en sudefecto,el directorquele susti-tuya; y estoaun cuandoseaque el directorgeneralo su sustitutoyerra»13,

El directorgeneralcoordinarálas clasesde las distintasartesy su prin-cipal oficio era«cuidarel métodoy régimende los estudios,procurandoquese hagancontodo el aciertoposible» <. Se revestíasu actuaciónde autori-dad: «seráobedecidoentodo y por todo por los directoresy tenientes(aun-queesténde actual servicio)y por los demásprofesoresy discípulos.Tendráfacultaden todaslas salas,visto el métododeenseñanzaqueobserveel di-rectoro tenientequesirve, dehacerleadvertenciasy correccionesquele pa-recieranconvenientes:a las cualesdeberáarreglarseel directoro teniente,aunqueseade contrariaopinión, quedándoleel recursode representarloenla Juntaordinariasiguiente»‘~.

Los académicosde númerosuplíanen sus ausenciasa directoresy te-nientes <, por lo que suelecciónhabríade recaeren «aquellosprofesoresdelas tresArtesy Grabadoquehayanadquiridoen susrespectivasprofesionestoda la pericia necesariaparaser reputadosmaestrosen ellas»‘~. Podríanserespañoleso extranjeros,y parasolicitar el nombramientoteníanqueen-tregaral presidente«unmemorialconexpresiónde supatriay unaobraaca-badade su profesión...si fuera arquitecto,la planta,fachaday corte de unedificio insigne,como templo,palacio,tribunal, convento,etc.» ~. Los Es-tatutosrecomendabana estosacadémicosy a los supernumerariosla asís-

‘< Estatutos de San Carlos, cap.3.Ob. ch., cap. 12.

~ Ob. cit, cap. 14.

‘~ Ob. oit, cap. 14.‘~ Ob. oit, cap. 9.‘~ Ob. di., cap. 9.

6 Estatutos de SanFernando. cap. 15.‘‘ Estatutos dc San Carlos, cap.15.‘< Estatutos San Carlos. cap.29; Estatutos de San Fernando, cap. 32.

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tencia a claseparaalcanzarun mayor perfeccionamiento.En este últimoestamentose integraban«aquellosdiscípulosquehabiendoobtenidolos pre-mios, o dandootras pruebasde habilidad,no se hallentodavíacon la consu-madaperfecciónquerequiereel gradoy ejerciciode maestro,peroqueesténpróximos a merecerlo»t

Paraingresaren la Academiase exigíaal alumnoquetuvieselos cono-cimiento necesariosparapoder seguir las clases.En los Estatutosde la deSanFernandose estableceque«no admitiránen la Salade Arquitecturaalque no esté suficientementeinstruido en la Geometría;en cuya sala tam-pocoadmitiránlos tenientesdiscípuloalgunoqueno hayaaprendidoadibu-jar bien» 20 condicionesque,segúnhemosvisto, imponíantambiénlos trata-distasanteriores.En la de SanCarlosse indicaasimismoque«no admitiránen sus salasa los queno esténbastantementeadelantadosenel dibujo, ya lohayan aprendidoen la misma Academiao ya en cualquierparte»21• En lapedagogíaadoptadase reflejanlos dos aspectosquecaracterizanal ejerciciode la autoridaden el DespotismoIlustrado: suavidaden las formas peroenergíaen el fondo. Se determinaquelos directores«tratarána susdiscípu-los, de cualquieraclasey condiciónque sean,con todo amor y paciencia,paraque atraídosdc un amor benignoy cariñosose apliquencon fervor yconsiganla instruccióny adelantamientosquea todosmis vasallosprocuro,peroencasode quepor inaplicación,inmodestiau otro motivo merezcansertratadosconseveridad,doy facultadal director de actualservicio paraquepueda reprenderlose imponerlesaquelloscastigosdomésticosque estimeproporcionados»22,

Comomuestradel autoritarismoacadémicocabe recordarla vigenciaatribuida al libro de texto: «enseñarány haránque estudiensus discípulospor el método que aprobarela Academiasin variarlo con pretexto algu-no» 23 Tambiénpruebael centralismoel hechode que en los EstatutosdeSanCarlosy SanLuis se disponeque se seguiránlos estudios«por el mé-todo que establecierami Academiade SanFernando,cuandoconcluyaelcurso, queen consecuenciade sus Estatutosy Acuerdo estátrabajando»~Sobrelos caracteresdel libro encargadose indica lo siguiente:«paraque elestudiode esta Facultadse hagaconel fruto y aprovechamientoque tantodeseo,e importa,es mi voluntadquelaAcademia,reflexionandoconmadu-rezestamateria,establezcaun cursode Arquitecturaparaquelos directores

Estatutos de San Carlos, cap. 16.20 Estatutos de San Fernando, cap. lO.2[ Estatutos de San Carlos, cap, 12.22 Estatutos de San Carlos, cap. lO; Estatutos de San Fernando. cap. 823 Estatutos de San Fernando, cap. lO.24 Estatutos de San Carlos, cap. 12.

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AC¡4/%r sc4’

Grabado de Ballester representando a la Academia como protectora de las Bellas ,lrw.s.

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lo enseñenmetódicamentepordos, treso másaños,segúna suprudentejui-cio parezcaconveniente»25

Los tratadosneoclásicosrespondíana la pedagogíaacadémicay seadaptabana ella. El origen de los libros de Bails estabarelacionadocon elencargoreal de un cursode Arquitectura. Recomendabaen los mismos 31estudio de Humanidades,Historia (especialmentela de su arte),Jurispru-denciay, sobretodo,Físicay Matemáticas(con todala riquezade materiasque se integranen su tiempobajoestadenominación)26 Destacatambiénlaimportanciadel Dibujo, pero no la exagerapor el temor (que observamostambiénenotros tratadistas)de queel alumnopudieraconvertirseen «merodibujanteo tracistay no en arquitecto»27 Trataconextensiónde los mediosadecuadosparael desarrollodel gusto:análisisde obrasde grandesmaes-tros, continuaaplicaciónal arte,consultascon losarquitectosmásaventaja-dos, etc.‘t Su pedagogíaincluía tambiénel conocimientoprácticode todoslos oficios y actividadesquecomportala construcción:albañil, calero,ye-sero, cerrajero,aparejador,etcétera29

El marquésde Ureñadistinguíaen la formacióndel artífice tres etapas:«primero,hacerlo que se puede;segundo,hacerlo que se quiere; tercero,querer lo mejory hacerlo mejor» 30• Puestoqueconsiderabaque «laArqui-tecturaes un arte de formar, adornary demostrar»,DiegoVillanuevaobser-vabatambiéntrespartesen la preparacióndel arquitecto31:unade las cua-les comportabael estudio de las disciplinas correspondientes:así, porejemplo, notaqueparaformararcosy bóvedassostenidaspor pilareses ne-cesarioel conocimientode la Geometría,Mecánica,Estática,resistenciaycalidadde materiales,etc. 32, Villanuevacriticabaa Vitrubio la indetermina-ción de su plande estudios.Parano incurrir en el mismodefectoexponeelsuyo con indicacióndetalladay justificada de todas las materiasque in-cluye. Desdeel punto de vista histórico y social, su organigramaofrece lamayor importanciaporqueconstituyela informaciónmásprecisade lapeda-gogíade la arquitecturade su época.Divide las asignaturasen dos grupos:

25 Estatutos de San Fernando, cap. lO.

26 Benito BAILS: Elementos de Matemáticas, Imp. Vda. de Ibarra,Madrid, 1779-1787,pp. 4-7.

22 Ob. oit, p. 30.2< Ob. oit., pp.620-625.29 Ob. oit., p.38.~< Marquésde UREÑA: Reflexiones sobre la arquitectura, ornato y másica en los tem-

píos: contra los procedimientos arbitrarios sin consulta de la Escritura Santa, de la disciplinarigurosa y de la criricafacultativa. Madrid, MDCCLXXXV. por D. JoachimIbarra, Impres-sordoCámarade su Majestad,p. ¡26.

Diego DE VILLANUEVA: Colección de diferentes papeles criticos sobre todas laspartesde la Arquitectura. Valencia, 1766, p. 48.

12 Ob. oit, PP.48-49.

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COLEDE DIFERENTES

SOBRE TOD

CPA

AS

CLONPELES CRíTICOSLAS PARTES

DE LA

ARQUITECTURA,REMITiDOS POR UN PROFESSOR DEclic Arte fueradel Reyno,á otro elliablecido

en una de nueftrasProvincias.D

12. DIEGO DEde Arqu¡tcRur~

ALOS A LUZVILLANUEVA, DIRECTOR

Di la 1*4 Acad.mia 4’ 8. Fcrnad~..

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4—

CON LAS Lite FiCtAS NECFSSARLASIEn V~lendi: Por Benito Monfort, ¡ño 17ft.

Portada de la “Colección dc Dijéreníes Papeles Criticos.,.”de Diego de Villanueva.

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«partesde necesidadabsoluta»y «partesque sirvende adornoa un arqui-tecto civil». En el primer grupointegra las correspondientesa la Matemá-tica, Físicay Experiencia,Dibujo y Comodidad.Insertaen las Matemáticasla Aritmética,Geometríateóricay práctica,Seccionescónicaso principios,Destereometría,Maquinaria, Estáticae Hidráulica (de estas tres últimasaclaraque «todocontraídoal usode la Arquitectura»).La «Físicay la Ex-periencia»comprendíael estudiode losterrenos,de la piedra,de la cal, delyeso,del ladrillo, de la maderay de losmetales(sobrela cal, yesoy madera,el «empleo,bondady duración»).El Dibujo habríade versarsobrela figura,los órdenes,la antigúedady los adornos(«con respectoa las diferentescla-sesde edificios»).La «comodidad»se referíaa los distintosgéneros,es de-cir, a la edificaciónde casasparticulares,palacios,templos,puentes,cami-nos, conduccionesde aguay jardinería.Finalmente,las materiasquehandeservir de complementoson,en su opinión,EducaciónGramáticay Lenguas,Viajes, Algebra, Perspectiva,Opticay FortificaciónMilitar33. No sin ciertaamarguranotabalo dificil que al arquitectode su tiempole resultabaadqui-rir prestigioa pesarde loslaboriososestudiosquedebíarealizar: indicaqueestabasujetono sólo a las críticasde los inteligentes,sino tambiéna las desusdiscípulos~.

ComoBails, Villanueva concede al Dibujo un limitado interés.Por suaversiónal barroco,tambiénmuestracautelasobreel estudiode la decora-ción~. Estima,en cambio,el aprendizajede la prácticaconstructiva,aun-que, por supuesto,laconsiderainsuficiente36• Acercade estacuestión,Val-zaniaopinabade mododistinto queotros tratadistas;aunqueadmitequesinsu suficienteconocimiento«sehallaráexpuestoa hacerproyectosqueno sepuedanejecutary no sabrácorregiry precaverlos defectosde la ejecución»,pensabaquelos estudiosquese leexigen al arquitectoson tan ampliosy tandifíciles, que no merecíala penaperdertiempo en laejercitaciónde los ofi-cios de la construcción,«siendomuy suficientepara el que está bien dis-puestoen la teóricael solo ver operarparaimponersebrevementede todo elmecanismode la construcción»~.

En los discursosy en las poesíasquese leíanen las Juntaspúblicasdela Academia,sus autoresdestacabanla eficaciade la enseñanzaimpartidaen estoscentros.Señalabansus ventajasy resaltabansu favorableproyec-ción en la renovaciónde las ciudades:el impulsoconstructivode la monar-quíade CarlosIII se verificabade acuerdocon los cánonesneoclásicosque

Diego DE VILLANUEVA: Plan dematerias que debe saber un arquitecto.~ Ob. oit., pp.

Ob. ciÉ, p. 47.36 Ob. oit., p. 45.~ Antonio VALZANIA: instituciones de Arquitectura. Imprenta Sandia, Madrid, 1792,

p. 3.

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habíandisciplinadolos ímpetusornamentalesdel barrocoy rococó.El poetaBallestermostrabaexcelenciasde la pedagogíacíclica y cantabala bellezade las nuevascalles y plazasvalencianas.TomásBáguenaadvertía igual-menteque «estasdel arte nuevasmaravillas,efectosson del método,buengusto, tesóny aciertode la sabiaescuela».Otros oradoresproponíanam-plios planesde estudio.En los de GarcíaSegoviase reflejabael esteticismodela época.Remitimosa los libros sobrela estéticaacadémica,dondedesa-rrollamos con amplitudeste tema~

Bosartemoderabaesteoptimismoporquenotabaque «las academiasylas escuelasde artesno crían ingenios,queéstossólo Dios los cha»;obser-vaba,en cambio, la eficaciade su laboren ordena la restauraciónclásicayhastaconsideraque «la gloria de las AcademiasRealesde Artes y la causaprimerade susfundacioneses conservarelgustodela antigúedad»:no origi-nangenios,pero«los descubreny los dirigen por elestudiofundamentaldelantiguo»~>. A esteautorsedebeobservaciónmuy interesante:frentea la in-clusión de la teoría de la edificaciónen la Matemáticaestableceunaclaradistinciónentreambas;silos tratadistasafirmanque el arquitectodebíaserespeculativoy prácticoy acentuabauno u otro aspectode acuerdoconsusconvicciones,Bosartepiensaqueha de reunir ambascondiciones,pero hade ser fundamentalmenteartista. Como puede advertirse,en el texto si-guientese formula unanítida diferenciaciónentre verdady belleza,arteyciencia,lo quepermiterelacionarlocon la tesis fundamentalde la Críticadeljuicio del gustode Kant: «Es verdadquelos estudiospositivospor sí solosno forman al artista. Ningún matemáticoha hechotodavíaun edificio... elarquitectodedesaberaquellaspartesde las matemáticaspor dondese re-suelvenlas grandesdificultades de la arquitectura.Ningún conocimientoestápor demásen las artes;pero es menesteradvertir que las cienciasy lahistoria causanverdad,pero no gusto, pues el gustoperteneceprivativa-menteal departamentode las artes.Estolo digo, porquemuchosestáncre-yendoque los estudiospositivosson los que forman al artista,y éste es unerror comúny perjudicial»<~. La política de la Ilustraciónfavorecióla crea-ción de gran número de estudiosy escuelasde Bellas Artes por todaEs-paña,peroestoscentrosno puedenconfundirsecon las RealesAcademias,error en el que incurrenalgunos autoresmodernos;es posibleque tambiénen aquellaépocapudierahaberhabidoequívocos,quizáintencionados,porlo queel secretariode SanFernandose veíaobligadoa precisarque«conla

36 FranciscoJoséLEON TELLO y M.’ Virginia SANZ: La estéticaacadémica espa-ñola: la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. Valencia, 1979.

~ Isidoro BOSARTE: Discurso sobre la restauración de las Bellas Artes en España. Di-sertacionsobreel estilo quellaman góticoen las obrasde Arquitectura. Imp. Vda. deIbarra,Madrid, 1798, p. 346.

~ Ob. oit, p. 235.

s

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Academiade la Concepciónhayya cuatroAcademiasRealesde Artes fun-dadasen el continentede España:la de SanFernando,quees la madrey ca-bezade todas las nacionales;la de SanCarlosen Valencia,que es la hijaprimogénita,y lade SanLuis en Zaragoza,y éstaen Valladolid. Los demásestudiospúblicos de Bellas Artes en Españason escuelas.En AméricaesAcademiaReal la de SanCarlosen México» “. Se producecon la nuevaor-denaciónde la docenciaartísticaunaacentuacióndel centralismopor la ten-dencia a completarla formación provincial en la Real Academiade SanFernando:«La institución del artesanose completacon la aritmética, lageometríaprácticay eladorno,y no necesitamás. Si algúningenio se descu-bre sobresalienteparael génerohistórico en la pinturao en la escultura,buen cuidadotendráde irse a la Corte, pues los artistas,comolos poetas,buscanlas Cortes,y nuncaestánbien halladosen la provincia»~

El progresode las Cienciaspositivasse refleja en los planesde estudiode tratadistasy Academiase incrementabasu contenidoespeculativo,lomismoen Españaqueenotras escuelaseuropeas“~, sin quehubieragrandesdiferenciasen cuantoa las disciplinas incluidas44.Paraestimularla aplica-cion de los alumnos, los Estatutosestablecieronla convocatoriade becaseimportantespremios. La celebraciónde los concursosquedóreguladaporprecisasnormasde vigencia uniforme en las tres Academias45.En la elec-ción de los temaspropuestosse advierteel reflejo de los idealesneoclásicosy de los criterios constructivosde la época.Por estemotivo los hemosenu-meradoen los trabajosque hemosdedicadoal estudiode la estéticaacadé-mica, de los que ha sido publicadoel correspondientea la de Valencia.Lainstituciónde pensionesparaposgraduadosen Roma(Pintura,EsculturayArquitectura)y París(Grabado)muestranunavez másel interésdc la mo-narquíailustradapor el desarrollode las artes.La becaitalianacomprendía«el conducirlosa Roma,mantenerlosen aquellacapitalseisañosy volverlosa estosreinos».El tiemposeñaladoeraimprorrogabley se advertíaalos be-neficiados«que los que no se aplicarencomoesjusto, seránprivadosde laspensionesy no se les asistiráconcaudalalgunopararestituirsea estosrei-nos»4<, Se configura en los Estatutosel régimende la futura AcademiadeEspañaen Roma. Seordenaquelos arquitectos,«ademásdcl estudiode suslibros», deberíandedicarse«a observarlas célebresminas y preciososmo-numentosde la antiguedad,a diseñarlosy asistir a la construcciónde losedificiosque puedan»‘6k Se pretendcque la másestrictadisciplina informe

Ob. oir, p. 233.

42 Ob. oit., p. 347.

~ FranciscoMILIZIA: Arquitectura Civil, t. III. p. 217.Ob. cii., t. III, PP. 227-230.

~ Eswtutos de San Fornando, cap, 30; Estatutos de San Carlos, cap. 27.~‘ Estatutos de San Fernando, cap. 20.~ Ob. cii., cap. 21.

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la organizaciónde la vida de nuestrosartistasen la capital romana:se creael cargode director,al que teníanque reconocercomojefe y obedecer«entodo lo concernientea susestudios»,peroañadíael monarcaen suRealOr-denque «asíél comolos pensionadosestaránbajo las órdenesde mi emba-jadoro ministro que residaen aquellaCorte, a quien encargomuchoestésobrela conductay procederesde todos»4lbis; la estructuraacadémicaresul-taba piramidal, y la autoridad,salvaguardaday delegada.

En nuestraexposiciónde la filosofía del artede JoséNicolásdeAzarayPreciadode la Vega encontraráel lector datossobreel temade los pensio-nadosen Roma,que tan directamenteconocían.Estapolítica de becasparael extranjeroera apoyadapor los representantesmás caracterizadosde laIlustración, como se hacepatenteen este texto de Foronda: «por consi-guientees indispensablequeaaquellosarquitectosquesólo sabenhacerco-sasde buenascaras,y quetienendeseosde aprender,se les envíea correrlaEuropacivilizada y puedanregresara su patria enriquecidosde planes deedificiosgraciososy cómodos»~

La nuevaordenaciónde los estudiosestableceun principio de racionali-daden la docenciay en la titulación. A travésde las citas dedistintosauto-resque hemostranscritose ha puestode manifiestola necesidadde regularla confusasituaciónde la construcción,y uniformar la disparidadde crite-rios. TratadistascomoArdemansse esforzabanen mostrarladiferenciaen-tre «la intelectualespeculacióndel arte»y «la materialidaddel ejercicio»,entrelos «verdaderosarquitectos»y los queestosmismosno escogeríanniauncomopeones,apesarde su aspiracióna llamarsemaestros.La cuestiónno podía resolversecon una meramodificaciónde las Ordenanzas,porquela figura del arquitectoen su significaciónmodernano era referible a la re-glamentacióntradicional. DiegoVillanuevaplanteabienel problemaal dis-tinguir su identidad(caracterizadapor poseer«todoslos talentosnecesariosparafabricar con perfección»)de los otros profesionalesa los que aludelalegislacióndelas ciudades;peroencontramosquesusjuicios sobreéstossonexcesivamentepeyorativose indiscriminados,ya que los define, en general,como«los ignorantesquese atrevena ejercerun artequeno conocen,fiadosen la ignoranciapública»49; entreéstos admitevariedadde funcionesy, enconsecuencia,dejerarquíalaboral.

La aplicaciónde la técnicaha transformadoel trabajodel albañil,peroen aquellostiempos era aún duro e incómodo50;Diego de Villanueva leniegacapacidadpara la verificación de dos aspectosfundamentalesde la

Ob. cii., cap. 21.~ Valentín DE FORONDA: Memorias leidas en la Real Academia de C,~ncia de Pa-

rís sobrela edij7oaoion de hospitales y traducidas al castellanopor D. y. de Foronda.Ma-drid, l793.

Diego DE VILLANUEVA: Colección de diferentes papeles p. 43.Ob. e,:., p. 2.

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creaciónartística:ideade conjuntode lasdistintaspiezasdel edificio y de surazónestética;le asigna,pues,unaestrictaparticipaciónmanual~‘. Sinem-bargo,como de estaclaseprocedíanlos oficiales y maestrosconsideraqueen ambosprevalecíala prácticay que el aprendizajese realizabapor la víaexclusivade la empiria: su opiniónsobreestosoperarioses severay se re-fiere especialmentea factoressociales,puesindicaque «encualquierestadollevan consigo la rusticidad, insolenciay malasinclinaciones»52, y que era«gentepor lo regular miserabley pobre, faltos de educacióny de princi-pios»~ cabeinterpretarque en esta valoracióntan desfavorableinfluía laintenciónde oponersea suspretensionesde arquitectosy de introducir unaclara separacióncon éstos54; aun posiblementeexagerada,su crítica nospermite ratificar la informaciónde otros tratadistassobrela escasaprepara-ción especulativade estosmaestros:nota, en efecto,que«cuandomás,sabe

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Grabado de Manuel Monfort exaltando a Carlos IJI como protector de las Belln.s irte>

< Ob. cii.. pp. 3-5.52 Ob. oit., p. 3.

Ob. oit., p. 159.

~‘ Ob. cii., p. 57.

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algode geometríapráctica,sin demostraciónni certezade lo que hace;asi-mismo,la aritmética,que bastaa contarlo querecibesin otrosconocimien-tospropiosde unabuenaconstrucción»~. Sedestacabaen la edificacióndesu épocaun nuevogrupo, queestabaconstituidopor los que hoy considera-mos comodelineantes;enefecto,Villanuevahablade los «purosdelineado-res»56, de los queconseguían«sombreadosconprimor» ~, perolamentaque«conalgunosconocimientosde geometríaquisieransuplantaral arquitecto,aunsin saberconstruir,diseñary crear»

La Academiarecogelas aspiracionesdel arquitectoy configuradefiniti-vamentesu personalidad;como consecuencia,los antiguosgremios de laconstrucciónentranen crisis. Ambos hechosrespondena un fenómenoso-ciopolítico másprofundo: la crisis del Antiguo Régimen.Las institucionesanterioresresultaninoperantes.A pesarde la oposicióndel Romanticismoala civilización neoclásica,el DespotismoIlustradoconstituyeun procesore-formistacontroladopor el poder. Por la confianzaen la ley del progresoensus pretensionesde elevacióneconómicay cultural de sus pueblos,los mo-narcasse preocupanporla formaciónde los cuadrosdirigentesy por la edu-cacióngeneral.Ya hemosindicadoquela respuestaal reto dela preparaciónde los artistasfue la fundaciónde numerosasescuelasy academiasmanteni-daspor la monarquíao por diversasentidades.Se buscaunapedagogíamáseficaz, pero al mismo tiempo se confiere a los títulos académicosunavali-dez institucional.En losEstatutosde la RealAcademiadeSanFemandoseindicaliteralmente:«Enla Arquitecturadeclarohábilesparaideary dirigirtodasuertede fábricasa los directores,tenientesy académicosde méritodeestaFacultad,y, por consiguiente,paratasarlasy medirlassin necesidaddetítulo o licenciade Tribunal aJguno,y así podránemplearselibrementeenestosministerios»~. Los Estatutosconcedidosa las RealesAcademiasdeSanCarlosy SanLuis son exeluyentes:«esmi voluntadquetodoslos queelpresentedía en adelantehayande ejercerla arquitecturay señaladamenteelmedir, trazar, ideary dirigir fábricas,hande ser precisamentehabilitadosporla Academiay no por otro Tribunal,Magistrado,Gremio ni personaal-guna, procediendoun rigurosoexamenhechoen Juntaordinariano sólo dela teóricade la Arquitectura,sino tambiénde la prácticade la Geometría,Aritmética, Maquinariay demáscienciasmatemáticasnecesariasparaha-cer conaciertounasoperacionesen que tanto se interesanmis vasallos»60

Los exámenesy nombramientosquepedíanArdemansy B. Ferrerque-dansustituidospor las pruebasy la titulación de las Academias.Se produce

~> Ob. cii., p. 160.~ Ob. cii., p. 160.52 Ob. cii., p. 47.~ Ob. cii.. pp. 8-12.

~ Estatutos de San Fernando, Pp. 97-98.60 Estatutos de San Carlos. p. 57; Estatutos de San Luis, pp. 129.

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unacentralizaciónconsecuentecon la doctrina políticade la regalía.En losEstatutosde SanFernando,el monarcaordenabaconexpresiónautoritaria:«mandoque desdeel día de la fechade este mi despachopor ningúnTribu-nal, juez o magistradodemi Cortese concedaa personaalguntítulo o facul-tad parapoder medir, tasaro dirigir fábricas,sin queprecedael examenyaprobaciónque le dé la Academiade ser hábil a propósitoparaestosminis-terios»>‘. Se consagraelprincipio de la escuelaestatal.La prohibiciónante-rior se extendíaa «todaslas Juntas,Congregacioneso Cofradíasestableci-das o que se intentan estableceren mi Corte parareglar los Estatutosyprácticade las tres Nobles Artes» 62 Grandedebió ser la influenciade laCofradíade NuestraSeñorade Belén,establecidaenla iglesia parroquialdeSanSebastián,de Madrid, porquese hacemenciónexpresade ella; en losEstatutosse precisaba:«todossus cofradespodráncontinuaren los ejerci-cios de piedad y devoción que con aprobaciónlegítima hayanabrazado,pero no podrán usurparlos títulos de Colegiode Arquitectos,AcademiadeArquitecturau otros semejantes,ni tasar,ni medir, ni dirigir fábricassin te-ner los títulos que quedanexpresados»63 No se autorizabaen Madrid laaperturade otroestudiopúblico.En cuantoa las restantesprovincias,sede-terminabanlas condicionesparasu creación<~.

Se declarabanulocualquiertítulo expedidopor centrosdistintosdel ofi-cial y sc especificabaque «el que lo obtuviese,ademásde las penasen quehan de incurrir todoslos que practiquenlas tasasy medidassin título legí-timo, quedaráinhabil aun paraser admitido a examenpor tiempo de dosaños»~s En el pasajededicadoa los cofradesde NuestraSeñorade Belénsedeterminaque las penasserían de 100 ducadosla primera vez, 200 la se-gunday 300 la tercera.Multas semejantesse imponianalos queejerciesenla profesiónde arquitectos,a los que se hallasen«en cl día de la fechadeeste mi despachocontítulo o facultadconcedidapor el Tribunal o Magis-tradoquelas ha dadohastaahora»<1 Lostituladospor la Academiano sólopodíantrabajarlibremente«sin que por ningúnjuez o Tribunal puedanserobligadosa incorporarseen gremio alguno,ni a ser visitadosde veedoresosíndicos»:sc disponíainclusoque «el que en desestimaciónde sunobleartese incorporareen algún gremio, por cl mismo hechoquedaprivado de loshonoresy gradode académico»«. Comovemos,se realizaun ataquefrontalcontra los gremios: el problemaimplicaba aspectosmásprofundosque la

Estatutos de San Fernando, pp. 87-88.52 Ob. cii., p. 89.

• Ob. cii., p. 90.~ Ob. cii.. p. 91.

Ob. oit, p. 88.66 Ob. cii.. p. 88.

Ob. cii.. Pp. 96-97.

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meratitulación,puestoque éstaperdíasus efectoscon la incorporacióngre-mial. Por el contrario, a la Academiase le concedía«título de CasaRealytodoslos honores,exencionesy perrogativasquegozanmis RealesCasas»,y a todoslos académicosprofesoresque no lo tuviesen,«el especialprivile-gio de noblezapersonalcontodaslas inmunidades,prerrogativasy exencio-nesque gozanlos hijosdalgode sangrede mis reinos»66

Los Estatutosde la RealAcademiade SanCarlosrecogen,y en bastan-tes casosprecisan,los otorgadosa la de SanFernando69.Establecennor-mastransitorias.Concedenun plazode seis mesesparaque fuesenexami-nadosy aprobadospor la Academialosquetenían«títulos o facultadesparatasar,medir, ideary dirigir» expedidosanteriormntepor las entidadesquelosotorgaban70; elmonarcase mostrababenévoloconestosindividuosy co-municabaa la Academiaque erasu voluntad«que los examineno sólo sinllevarlesderechosalgunos,sino conamory suavidad,concediendosusapro-bacionesa los quelas mereciesen,y a los que hallareinhábiles,mandoqueles regule y señaleel ejercicioaque podránunirsesegúnsucapacidady es-tado de instrucción»~‘. El control de la Academiase ampliabahastalosagrimensoresy aforadores,quienesen adelantehabríandeobtenerel corres-pondientetítulo trasde mostrarsuficientesconocimientosde Aritmética yGeometría,si bien se admitíaque continuaranejerciendosin este requisitolos que hubiesenalcanzado«la solemneaprobaciónque se daba hastaaquí»72

La nuevasituaciónse refleja en los tratados.Se hacenormal el uso deltérminoarquitectoy se aplicaal quetiene competencias«no sólo paracon-cebirperfectamenteen suentendimientola ideadel edificio y delinearlocontodaperfecciónen el papel, sino es ponerlo en ejecución»~ Bosarte nosdeja un testimonio del descréditoen que habíacaídola denominacióndemaestrode obra, a la vez que explica otros oficios: «Hay que advertir queaunqueen el estilode nuestroshistoriadoreslos arquitectossuelenllamarsemaestrosde cantería...,el título nacionalhonorífico en la arquitecturaes elde “maestrode obras”, bien que constituidaslas AcademiasRealesde Ar-tes,y admitidoslos usosde Italia, el título de ‘maestrode obras” havenidoaquedaren ínfimo lugar, y aun a abolirse...fue consiguientequelos arqui-tectos desdeñasenpor acá a los maestrosde obras. Tenemostambién ennuestrosusos maestrosalarifes”, y éstees un pleonasmo...en su municipa-

66 Ob. oit., pp. 94-95.69 Estatutos de San Carlos, pp. 53-59.

Ob. cii., p. 57.Ob. cii., p. 58.

72 Ob. cii., p. 54.P. Ch. RIEGER: Elemontos de toda la Arquitectura Civil, con las mas singulares ob-

servaciones de los modernos, traducido al castellano por cl P. Miguel Benavente. Joachim Iba-rra, Madrid, 1763, p. 17.

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lidad el “alarife” eraunaantonomasiadel “arquitecto”... tenemostambiénde la denominaciónmahometanala voz “albañil”, cuyaversiónliteral caste-llana es “constructorde edificio”» ~.

La distinciónqueda,sin embargo,bienestablecida,porquese reconoceal arquitectola misiónde creary dirigir, y al albañil, la de actuarconsubor-dinaciónen surealización:«Todossabenla diferenciaquehayentreel alba-ñil y el arquitecto,queviene a sercomola que hay entreun jardineroy unprofesorde botánica...Al albañil toca alzary cubrir con firmeza segúnlaaptitudde los materialesentresí, y nadamás...;al arquitecto,toda la inven-ción del edificio, segúnelusoa quese destina,y debeprescribirsuideaa losescultores.Asimismo,a los quetrabajansolamentecon las limasy pulimen-tos de las superficiesde los cuerposduros debe ordenarleslas medidas.Igualmentees de su obligación un conocimientodecididoy nadadudosodelas materias,segúnsuscualidades,de queha de construir el edificio. Tam-bién el cálculodel costede él. Peroen lo quemenosse piensacomúnmente,y es el motivo de arruinarseantes,es la obligaciónde estudiary profundizaren las causasdel estilo entodassusespecies...Y en nadade estotienevotoel albañil» ~.

No obstante,a pesarde la precisióna que el estilopropio de un diccio-nario obliga, en el de Terrerosy Pandocontinúatodavíaciertaambigiledadentrelos significadoscorrespondientesa los términosdenominativosde losdiferentesoficios de la edificación;la definiciónde arquitectopodríaserco-rrecta: «el que sabeel artede fabricaro haceredificios, forma el plan, con-duce la obray la lleva a su perfección»;tambiénes aceptablela de albañil:«algunosdicenque el albañil sólo trabajaconmaterialesmenudosy que elcanterolabrao corta la piedray el albañil la ajustao aploma»;estaúltimaes,en cambio,másconfusa: «maestroque reconocíalas obrasde cantería,hoy comúnmentese llama maestrode albañileríao de obraso arquitecto».En cuantoala prácticade tasaral final del siglo XVIII se considerabacomounaespecializaciónque exigía preparacióny prácticasespecíficas.

El reformismoregio no sólo se manifestóen la organizaciónacadémicade las enseñanzasartísticasy enla colaciónde títulos: se reflejó tambiénenel control de las obras.Estecentralismoestéticotuvo consecuenciassocio-lógicas inmediatas:sustituyenlas fantasíaschurriguerescaspor las morfolo-gasneoclásicasquese difundenconuniformidadpor todaslas regioneshis-panas. Se implanta un nuevo criterio urbanista. Calles, monumentosyedificios se erigen en testimoniode la transformaciónverificada: cambianala vez las ciudadesy la sociedad.Se confiere validez universalalas normasdcl buen rusto oue sc identifican con los cánonesgrecolatinos.Se enco-ET1 w450 136 m473 136 lSBTmiendaa la Academiael ejercicio de estadictaduraartístíca.

~‘ l. BOSARTE: Discurso sobre la restauracion pp. 52-54.‘~ Ob. cii., pp. 41-43.

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En cumplimientode sus Estatutos,con fecha23 de noviembrede 1777(ratificadael 11 de octubrede 1779 «por no haberseobservadoel métodoprescrito»)disponíael monarcaque los arzobispos,obispos,cabildosy pre-lados,así comotodoslos magistradosy Ayuntamientosde los puebloste-níanquepresentara laAcademiade SanFernando,parasuaprobaciónpre-via, dibujos de los planos, alzadosy cortes de cuantasobrashubierenderealizar.El 24 dejunio de 1784 se encomendabaa la AcademiadeValenciaesta labor de censuraen los territoriosde sureino. Se precisabaque la tra-mitaciónseríagratuita.El 28 de febrerode 1 787, unanuevaOrden Real re-cordabalas dos anterioresy extendíasu vigencia «a cualesquieraedificiospúblicosquese intentanconstruirdenuevoo repararen parteprincipal». Enprincipio competíael estudioy resoluciónde los proyectosa la JuntaOrdi-naria,pero se comprendeque pronto hubiesenecesidadde crearunaJuntaespecializadaintegradapor el presidente,directoresy tenientesde Arquitec-tura y algunos académicosde mérito. EstaJuntatuvo Constitucionespro-pías,en lasque se reglamentabacondetalle su funcionamiento.El 2 de no-viembre de 1789 se aprobóla erecciónde la Juntade Comisiónde Arqui-tecturade SanCarlos,erigida«a imitación dela que hayen SanFernando»;las Constitucioneseransemejantes:constande 20 apartadosy fueron auto-rizadaspor Real Ordende 22 de noviembrede 1790.

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Grabado de Brít: la Academia (escudo). bajo la tutelo real, protege las Bellas xl ríos.

El 20 de diciembrede 1798 mandabael monarca«la exactaobservan-cia de susreferidasórdenes..,y, en suconsecuencia,se expidiesela Circularcorrespondientea todoslos Ayuntamientos,Cuerpos,magistradosy perso-

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nasa quiencompitiese,conespecialencargode que antesde dirigir alnues-tro Consejolos proyectos,planosy dibujosde obrasde Arquitectura,se pre-sentascna la Academiapara su exameny aprobacióno enmiendaen casode necesitarla».No fue suficienteestanuevainsistencia,puesel 5 de enerode 1801 y el 29 de enerode 1808 hubo necesidadde reiterarla;en estaúl-tima Ordense indicaquelos proyectoshabíande serpresentados«a la RealAcademiade SanFernandoo a las demásdel Reino en susrespectivosdis-tritos: se ampliabaasí el privilegio concedidoanteriormenteala de SanCar-los a las nuevasAcademias».Por otra parte, se extiendela obligación«aquesc remitanparael mismoefectolosdiseñoso modelosde las pinturasoestatuasquese tratarande construiro colocarde nuevoen los templos,pla-zasy demásparajespúblicos».

El control municipal de la edificaciónpuedeconsiderarsecomoel ante-cedentea nivel localdel académico.Comohemosvisto enotro apartado,enalgunasOrdenanzasse exige tambiénla aprobaciónprevia de las obras.Laimportanciasocialde la arquitectura,el riesgoquecomportaunamalacons-trucción y la incidenciadel edificio enla estéticageneralde la ciudadconsti-tuían motivos suficientespara establecerunacensura.Algunos tratadistashabíanpropuestodiversosmétodospararealizarla.Losadasugería«ponerlas trazasen un lugar público paraquelas registrenlos peritosy veanlosar-quitcctossi estándelineadassegúnreglasy arte; hecho estoes convenienteseanaprobadaspor votos antesde dar principio a la fábrica» ~. Es com-prensiblequela realizacióndel control a nivel nacionala travésde las Rea-les Academiasprodujeseretrasosy otros inconvenientesen la edificaciónprovincial y que estas dilaciones motivaran la reacción de maestrosdeobras, institucionesy ciudades.

RESISTENCIADE LOS GREMIOS A LA NUEVA LEGISLACION

Con la promulgaciónde los Estatutos,el monarcapretendíaelevarel ni-vel profesionalde los constructores,imponer las normasestilísticasde buengusto,ofrecerunasgarantíasa los queencargabanlas obrasy mejorarla ar-quitecturaespañola.Los artistasveíancumplidas sus aspiracionesde esti-mación social. Pero se comprendeque los gremios reaccionarannegatíva-mente:la aplicaciónde sus normasdebióencontrarunaamplia resistencia.Por estose sucedenlas OrdenesRealesparaurgir su cumplimiento:estale-gislaciónrefleja la tensiónsocialderivadade la transformaciónde las estruc-turas;peroenestecaso,el motor del cambioes la clasedominante.La aspi-

Manuel LOSADA: Critica y compcndio especulativo-práctico de la Arquitectura Civil,

eí que demostrando reglas nuevas xjóeiles para plantificar palacios y templos da expedientesaltísimos para fabricar habitaciones y cosas para toda clase, graduación y estado de persa-nas. Madrid, 1 740.

Docenciay titulación en las RealesAcademias... 173

racíondel artistaaunamayorestimaciónde su trabajocreadorimplica alavez un acercamientoa los estratossocialesmás elevadosy unaseparaciónde los sectoresde rangoinferior. Son éstoslos que reaccionany se oponen:gremios,maestrosde obrasy albañilesvenmermadassusatribucionesy po-sibilidadesprofesionales;no se les cerrabael caminoacadémico,perose leslimitaba sus funciones:se esfuerzanpor mantenersu situacion.

Las resolucionessobrecuestionessuscitadaspor el inconformismogre-mial y transgresiónde los estatutosson numerosas.Por Real Ordende 27de febrerode 1787 se ratificabaque «nopuedaningún Tribunal,ciudad,vi-lla ni Cuerpoalgunoeclesiásticoo similarconcedertítulo de arquitectoni demaestrode obras,ni nombrarparadirigirlas al queno se hayasujetadoal ri-gurosoexamende la Academiade SanFernandoo de San Carlos,en elreínode Valencia».Se abolíanasimismolosprivilegios queconservabanal-gunospueblosparaotorgarestostítulos, y se especificabaque los arquitec-tos y maestrosmayoresde las capitalesy cabildoseclesiásticosprincipalesdel reino habríande ser precisamenteacadémicosde mérito de SanFer-nando(y de SanCarlos«si fuereen el reino de Valencia»).RespondíaestaOrden a la advertenciaregia de «quehay sobrade negligenciaen observarlo mandadopor 5. M. en los Estatutosde las RealesAcademiasde SanFer-nandoy de SanCarlos».

Esta Real Ordenno era sólo recordada,sino transcritaen la extensaReal Provisión de 5 de enerode 1801. Se incluye también en este docu-mentola copialiteral del párrafo3~o del Estatuto33 de la Academiade SanFernando,referentea la prohibiciónde queJuntas,cofradíaso congregacio-nesotorgasentítulos, connuevamenciónexpresade la Cofradíade NuestraSeñorade Belénde la parroquiade SanSebastián,de Madrid. El motivo dela restauraciónde estospreceptoslegalesno eraotro que su inobservanciaapesardel tiempo transcurridodesdesu promulgación:en la Resoluciónsehabla«de la indiferenciacon que se mirabanen muchospueblos».La alu-sion al Gremio de Arquitectoso Maestrosde Obrasde NuestraSeñoradeBelén demuestraquetampocose cumplíaen Madrid, al menosporestaco-fradía. Paraterminarconel abusose ordenaa las autoridadesque«los guar-déisy cumpláisy hagáisguardary cumplir» y se declaran«nulosde ningúnvalor ni efectolos títulos de arquitectosy de maestrosde obraso de albañi-lería quelos prelados,cabildos,Ayuntamientosy gremioshayanexpedido»;en cuantoal gremiode la parroquiamadrileñade SanSebastián,se reiteraque «aunquequedeenpie paratodoslos ejerciciosde piedady devoción,sehande abstenerenteramentede examinary titular en la Arquitecturaa nin-gún individuo, aunquepuedancontinuardandocartasde examende oficiosde mecanicos».

Las normas estatutariassobreverificación de exámenesacadémicostambiénson repetidas,confirmadasy completadasa travésde sucesívasor-denes.En su deseode mejorarlas,la Academiade SanFernandose dirigió

174 M. a Merced Virginia SanzSanz

al Reyel 15 de enerode 1783 proponiéndole«lo que le parecióconvenien-tementesobreestepunto».El monarcaresolvióal cabode algúntiempoquelos aspirantesal título de académicosde méritodebían«inventaren unadesus salaslos dibujos de unafábricaquela Academiales señale»en clausuray en un tíenipo determinado;estapruebapodía ser dispensada«a los quehubiesenacreditadoen los concursosy oposicionesde la mismahallarsesu-ficientementeinstruidos»,contal quepresentasenlos dibujosde algunaobraque hubieranhechoo de un edificio de invenciónpropia; a continuaciónha-bíande sometersea un «examendel conocimientofundamentalde la cons-trucción en las partesde cantería,carpinteríay demásque correspondea lamontea y asimismo en la Geometríay cálculos necesariospara el des-empeñode su facultad».Se exigíatambiéna los aspirantescertificacióndeque habían asistido a obras importantesdirigidas por arquitectospresti-giosos.

En estamisma resoluciónse adoptabael criterio de suprimir las certifi-cacionesde maestrosde obrasque la Academiasolíaexpediry con las cua-les los que las obteníanpodíandirigir y tomara su cargotodaclasede edifi-cios; estosmaestrosteníanen adelanteque realizarlas mismaspruebasquelosacadémicosde mérito,«exceptoen el casode que se limiten sussolicitu-desa dirigir y ejecutaredificioscomunes,en el cualpodrá la Academiase-guir sucostumbrey contentarseconun ligero examen,limitando susgradua-ciones y certificacionesa estaclasede obras».Sin embargo,algunosañosmástardese dejótambiénen suspensola posibilidadde otorgarestostítuloscon facultadeslimitadas. Este acuerdofigura en las Actas de la Academiade SanFernandode 1776 y obtuvo la aprobaciónregiael 18 de septiembredel mismo año. Comocompensación,el 29 de julio de 1801 se dictó unaRealOrdenporla que se agilizabala celebraciónde las pruebasy se permi-tía a «los forasterosenviar los planosde invencióncon el informe y avanceenun canutode hojade latas>: los residentesen Madrid y Valencia los ha-bíande presentarpersonalmenteen la Secretaríade la Academia;el secreta-rio teníaque dar cuentaen la primeraJuntaordinariadel juicio de la Comi-sion de Arquitectura;cuandoera favorable, el pretendienteera convocadoparaverificar unapruebade repentesobreun asuntopreviamentesorteadoentrelos que se habíanpropuestoenlos exámenesdc los últimos años;parala realizaciónde estosejercicios se le concedíael tiempode un dia desdelassietede la mañanaa las diez de la noche;en el juevesde la misma semanaera examinadooralmentesobrelos dos trabajosanteriores«y en la teoríayprácticadel arte». Los maestrosdc obras«con facultadesrestrictas»quequisierangraduarsede maestrosarquitectosteníanque efectuarel mismoexamen.

Estasrelativasfacilidadesparalos residentesen provincias(envio dc lapruebaprimera e imposiciónde límites de tiempopara el juicio de los exa-minadoresy la realizaciónde las otras dos) obedecíana un hechosocioló-

Docenciay titulación en las RealesAcademias... 175

gico importanteque recoge la Real Orden: las dilaciones y los períodostranscurridosentrelos ejercicios«atemorizabany retraíanamuchosavenira la Corte por el largo tiempo que gastabanen desempeñarlos,connotableprejuicio de susfamilias e intereses».Pero la redacciónde la Orden era in-útilmentesevera,puessobraba,a nuestrojuicio, que se explicaraque se to-mabanesasmedidas«sin que obstaseestoa la seguridady rigor con quelaAcademiaha procedidoy procedeen la aprobaciónde losprofesoresde Ar-quitectura»:es de suponerque los Tribunales sabríanactuarsin necesidadde estaprecisión.

A pesarde las pretendidasfacilidadesenla praxisde los exámenes,losartesanosgremialescomprendíanbien el efectodesfavorableque parasutrabajosignificabanlos preceptoslegalesquefueron apareciendocomocon-secuenciade lacreacióndelas Academias.Es de suponerque la aplicaciónde estasnormassólo se efectuaríaen la construccióndeedificios importan-tes y especialmenteen los públicos, puesde otra manerahubieranpodidoparalizar la construcción.De hecho, la misma Academiade San Carloselevóunaconsultaacercade los inconvenientesque podrían seguirsede lasuspensióny abolicióndel título de maestrosde obrasaprobadosconfacul-tadeslimitadas.La RealAcademiade SanFernando,«despuésde un madu-ro examen»,respondiócategórica«que no conveníaalterar en maneraal-guna lo acordadosobre este asuntocon el soberanoasensode 5. M. nirestablecerel título de maestrosde obras».En la resoluciónse reconocequeeran«muchoslos recursosque se handirigido adicho SupremoTribunal,a5. M. y a la Academiamismapor los maestrosde albañileríaexaminadosyaprobadosen las provincias,cuyostítulos han recogidolas Justiciaspor es-tarexpedidosconposterioridada la RealOrdende 28 de febrerode 1787».

Al conflicto entrearquitectosacadémicosy maestrosde obrasse añadíaahorael suscitadoentre maestroscon título tolerado (por ser anterior a laOrdencitada)y sin él: se quejabanéstosde que aquéllos«queríanimpedir-les judicialmenteel trabajode susmanos».La Academiadejabaestablecidocon fecha28 dejunio de 1802 quecompetíala ideay direcciónde las obrasal arquitectotitulado, «quedandotodo lo que es meraconstrucciónmaterialal cargode los prácticoso llámensemaestrosalbañiles,tengano no títuloparaello»; se superaba,por tanto,el problemaderivadode losprimerostítu-los otorgadoso reconocidosa los maestrosde obras,puesse declarabaquetodoslos albañiles«teníanfacultadde ejerceren cualquierpartela prácticamanualy material de las obrasen todassusoperaciones,sin que paraestonecesitasende examenni de título siempreque seabajo la direcciónde ar-quitectosaprobados».Con estoquedaba«aseguradasusubsistenciacon losjornalesque a estilode cadapaísganan».

Comopuedeobservarse,al cabode cincuentaañosde la creaciónde laRealAcademiadeSanFernandocontinuabanlos conflictosprovocadosporla aplicacióndel principio académico.Los problemasno se planteabansólo

176 M” Merced Virginia SanzSanz

en el terrenode la arquitectura:afectabantambiéna las otrasartes;especial-mentesurgencompetenciasentreescultoresy carpinterosconmotivo de larealizacionde retablos,cancelas,púlpitos, tallas,ornados,etc.,algunasque-rellasconcretasmotivan Ordenesy ResolucionesRealesy de la Academia.lEn ultimo termino,los argumentosempleadosse fundamentanen la diferen-ciacionentreartesservilesy liberales.Puestoque la reformade las estructu-ras partio de la iniciativa regia, su defensade los artistases coherente.Losgremios, sin embargo,ofrecieron resistencia.En la Real Ordende 16 deabril dc 1782 se decía:«y deseandoel Rey atajary remediarde unavez es-tas violencias...,y teniendopresenteslos repetidosperniciososejemplarescausadospor los gremiosde doradoresde Cádiz y de carpinterosde Valen-cia y Zaragoza,en que por un efectode ignoranciao de interésmal enten-dido han manifestadoel inconsideradoempeñode quererabatir a las tresNobles Artes, prevalidosdel abundantefondo de sus cajas,que debieranemplearen adelantamientosútilesa sugremio y a la causapública».Resultasugestivorelacionarestaalusiónasus cajascon las modernascajassindica-les de resistencia,peroen elcasodel siglo XVIII no setratabade la exigen-cia de unosderechosnuevos,sino de conservarlos antiguos.En otro apar-tadohemosrecogidolas referenciasde ias Ordenanzasa estatesorería.

Con la despreocupaciónpor las titulacionesde albañilesy maestrosdeobrasy, por el contrario,con la graduacióndel arquitectose asestabaunduro golpe a la organizaciongremial. A este respecto,aunqueperteneceto-davíaa la épocaen la que la Academiatitulaba a los maestros,el siguientetexto de la RealOrdendel 27 de febrerode 1789 es particularmenterevela-dor de las intencionesde la clasegobernante:«HabiendodadocuentaalReyde unarepresentacióndel gremiode los que se dicen maestrosde obrasde esaciudaden que exponíancomopreciso, se obligasea los que apruebala Academiade SanCarlosde verdaderosmaestrosde obrasa alistarseenél parapoderejercerla facultad,desentendiéndosede las terminantesy re-petidasórdenesde 5. M., no sólo ha negadola extrañasolicituddel gremio,sino que ha mandadose reduzcasucomunidada la clasede purosalbañilessin quepuedanllamarsemaestrosde obrasni dirigir fábricaalguna,sino elexaminadoy aprobadopor esaAcademiao la de SanFernando.»En otro seadvertíaa un gremioque «se abstuviesedc repetir vejacionescontra los es-cultoresni otro profesorde las tres Nobles Artes». En orden inverso, tam-bién mostrabael monarcasu deseode que«los profesoresde las tresNoblesArtes no se empleenen obrasque no seande su profesión,porquecon ellasentorpecensu ingenio y perjudicanno sólo a los gremios,sino tambiéna lasmismasNoblesArtes». Pero la actitud de la Coronaestabaclara: el artistatriunfaba sobreel artesano.Basta considerarque mientras se declarabanpertenecientesa la esculturalos retablos,púlpitos, canceles,prospectosdeórganos,sillerías de coro, facistoles«y demásobrasque se gastanen lostemplosparaadornosuyos>, se dejabaalos carpinterossólo «todaslas obrasllanascon moldurascorridas,comoes justo».

Docencia y titulación en las Reales Academias... 177

Resultasorprendenteque a pesarde la amplia legislaciónacadémicayde la delimitación de funcionesasumidapor los tratadistas,en la prácticacontinuasela indeterminacióndurante tanto tiempo. Nada menosque de1841 dataun «Manifiestode los oficialesprácticosalbañilesde estacapitalal señorgobernadorpolítico de estaprovinciasobrelas pretensionesy pro-cedimientosde Josarquitectosy maestrosde obrasde Ja misma».Setratadeun escritode los albañilesde Valencia,a los cualesrespondióelgobernadordelimitandolas funciones«entre arquitectos,maestrosde obrasy oficialesalbañiles»(CatálogoDocumeíitaldel Archivo de la Real SociedadEconó-mica deAmigosdel Paísde Valencia,1776-1876».Valencia,1978). Se de-muestraasí que la cuestiónquedalejosde serresueltacon los preceptosre-gios del siglo XVIII.