DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO - Parroquia...3 DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO Canción de...

17
1 Puedes seguir la transmisión de la Misa en este vínculo https://www.youtube.com/watch?v=7hYFsubgdJw o también en https://lacuarentena.co/santa-misa/ DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO Parroquia Jesucristo Redentor https://www.parroquiajesucristoredentor.com/ https://www.acncolombia.org/

Transcript of DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO - Parroquia...3 DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO Canción de...

  • 1

    Puedes seguir la transmisión de la Misa en este vínculo https://www.youtube.com/watch?v=7hYFsubgdJw o también en https://lacuarentena.co/santa-misa/

    DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO

    Parroquia Jesucristo Redentor

    https://www.parroquiajesucristoredentor.com/ https://www.acncolombia.org/

    https://www.youtube.com/watch?v=7hYFsubgdJwhttps://lacuarentena.co/santa-misa/https://www.parroquiajesucristoredentor.com/https://www.acncolombia.org/

  • 2

    SUGERENCIA INICIAL PARA PARTICIPAR MEJOR EN LA MISA ONLINE: 1. Mejor no escuches la Misa solo. Si puedes hazlo en familia o con alguno de tus hermanos o hijos. La unión hace la fuerza y te será más fácil concentrarte. 2. Cuida la escenografía: puedes poner una cruz o una imagen de la Virgen cerca de la TV, la tablet, o el computador. 3. … y el vestuario: vístete bien para la Misa. Deja la piyama para dormir y la sudadera para hacer deporte. 4. Sigue la Misa como si estuvieras en la parroquia: levántate para la lectura del Evangelio, ponte de rodillas para la Consagración, etc. Los gestos son importantes.

    5. En el momento de la comunión, reza una comunión espiritual: te puede servir la que rezaba san Josemaría (Yo quisiera, Señor, recibirte con aquella pureza, humildad y

    devoción, con que te recibió tu Santísima Madre, con el espíritu y fervor de los santos), u

    otra. 6. No tengas prisa: la Misa tiene un valor increíble y precisamente en estos momentos hay muchas cosas por las que rezar. Quédate unos momentos después de la Misa para pedir a Dios por todos los difuntos, los enfermos, el personal sanitario y el Gobierno y por supuesto, por la Iglesia, por el Papa, nuestros obispos y la parroquia.

    https://multimedia.opusdei.org/dm/dev9.htmlhttps://opusdei.org/es-es/article/edicion-digital-gratuita-de-los-evangelios-universidad-de-navarra/https://opusdei.org/es-es/article/comunion-espiritual-cuarentena/https://multimedia.opusdei.org/dm/dev10.htmlhttps://multimedia.opusdei.org/dm/dev10.html

  • 3

    DOMINGO XXII DEL TIEMPO ORDINARIO

    Canción de Entrada Déjame buscarte

    Déjame buscarte en el viento y descubrir que eres tú el que sopla, déjame buscarte en la lluvia y descubrir que eres tú el que llora Para entender que yo soy una obra tuya y levantar mi voz y levantar mi voz a ti. Terminado el canto de entrada, el sacerdote y los fieles, de pie, se santiguan con la señal de la cruz, mientras el sacerdote, vuelto hacia el pueblo, dice:

    ✠ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.

    R/: Amén. Antífona de entrada Cf. Sal 85, 3. 5 Piedad de mí, Señor; que a ti te estoy llamando todo el día, porque tú, Señor, eres bueno y clemente, rico en misericordia con los que te invocan. .

    Después el sacerdote, extendiendo las manos, saluda al pueblo con una de las fórmulas siguientes:

    El Dios de la vida, que ha resucitado a Jesucristo, rompiendo las ataduras de la muerte, esté con todos ustedes.

    R/. Y con tu espíritu.

  • 4

    Acto Penitencial

    A continuación se hace el acto penitencial, al que el sacerdote invita a los fieles, diciendo:

    Hermanos: Para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados.

    Se hace una breve pausa en silencio. Después, todos dicen en común la fórmula de la confesión general:

    Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: Y, golpeándose el pecho, dicen: Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Luego prosiguen: Por eso ruego a santa María, siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor.

    El sacerdote concluye con la siguiente plegaria:

    Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.

    R/. Amén.

    Canto Piedad

    Señor, ten piedad, Cristo, ten piedad, Señor, ten piedad. En seguida, se canta el Gloria.

    Gloria a Dios

    Gloria a Dios en el cielo Y en la tierra paz A los hombres que ama el Señor Por tu inmensa gloria te alabamos

  • 5

    te bendecimos, te adoramos, Te glorificamos te damos gracias Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz A los hombres que ama el Señor Señor Dios rey celestial, Dios Padre todo poderoso, Señor hijo único Jesucristo Señor Dios, cordero de Dios, Hijo del Padre Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz A los hombres que ama el Señor Tú que quitas el pecado del mundo ten piedad de nosotros, Tú que quitas el pecado del mundo atiende nuestras suplicas, Tú que estas sentado a la derecha del Padre ten piedad de nosotros. Gloria a Dios en el cielo Y en la tierra paz A los hombres que ama el Señor Porque solo tú eres santo, Solo tú Señor, Solo tú altísimo Jesucristo Con el Espíritu Santo En la Gloria de Dios Padre. Gloria a Dios en el cielo Y en la tierra paz A los hombres que ama el Señor. Oración colecta

    DIOS todopoderoso, que posees toda perfección, infunde en nuestros corazones el amor de tu nombre y concédenos que, al crecer nuestra piedad, alimentes todo bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor Jesucristo.

  • 6

    PRIMERA LECTURA

    Jer 20, 7-9 La palabra del Señor me ha servido de oprobio

    Lectura del libro de Jeremías.

    ME sedujiste, Señor, y me dejé seducir; has sido más fuerte que yo y me has podido. He sido a diario el hazmerreír, todo el mundo se burlaba de mí. Cuando hablo, tengo que gritar, proclamar violencia y destrucción. La palabra del Señor me ha servido de oprobio y desprecio a diario. Pensé en olvidarme del asunto y dije: «No lo recordaré; no volveré a hablar en su nombre»; pero había en mis entrañas como fuego, algo ardiente encerrado en mis huesos. Yo intentaba sofocarlo, y no podía. Palabra de Dios.

    R/. Te alabamos Señor

    Salmo responsorial

    Sal 62, 2. 3-4. 5-6. 8-9

    R/. Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío.

    V/. Oh, Dios, tú eres mi Dios,

    por ti madrugo, mi alma está sedienta de ti; mi carne tiene ansia de ti, como tierra reseca, agostada, sin agua. R/.

    V/. ¡Cómo te contemplaba en el santuario viendo tu fuerza y tu gloria! Tu gracia vale más que la vida, te alabarán mis labios. R/.

    V/. Toda mi vida te bendeciré y alzaré las manos invocándote.

  • 7

    Me saciaré de manjares exquisitos, y mis labios te alabarán jubilosos. R/. V/. Porque fuiste mi auxilio,

    y a la sombra de tus alas canto con júbilo; mi alma está unida a ti, y tu diestra me sostiene. R/.

    SEGUNDA LECTURA

    Rom 12, 1-2 Presenten sus cuerpos como sacrificio vivo

    Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos.

    LOS exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo, agradable a Dios; este es su culto espiritual. Y no se amolden a este mundo, sino transfórmense por la renovación de la mente, para que sepan discernir cuál es la voluntad de Dios, qué es lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto.

    Palabra de Dios.

    R/. Te alabamos Señor

    Aleluya

    Cf. Ef 1, 17-18 R/. /Aleluya al Señor, aleluya/ Oh, Señor, que los pueblos te celebren. Que los pueblos te aclamen todos juntos V/. El Padre de nuestro Señor Jesucristo ilumine los ojos de nuestro corazón, para que comprendamos cuál es la esperanza a la que nos llama. R/Aleluya al Señor, aleluya/ Oh, Señor, que los pueblos te celebren. Que los pueblos te aclamen todos juntos

  • 8

    EVANGELIO Mt 16, 21-27

    Si alguno quiere venir en pos de mí que se niegue a sí mismo

    ✠ Lectura del santo Evangelio según san Mateo.

    EN aquel tiempo, comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y

    escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día. Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo:

    «Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte». Jesús se volvió y dijo a Pedro:

    «Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas

    como los hombres, no como Dios». Entonces dijo a los discípulos:

    «Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, tome su cruz y me siga.

    Porque quien quiera salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí, la

    encontrará. ¿Pues de qué le servirá a un hombre ganar el mundo entero, si pierde su alma? ¿O

    qué podrá dar para recobrarla?

    Porque el Hijo del hombre vendrá, con la gloria de su Padre, entre sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta.

    Palabra del Señor.

    R/. Gloria a Ti, Señor Jesús.

    Sigue el Credo

    Credo Niceno Constantinopolitano. Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.

    Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos:

  • 9

    Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, En las palabras que siguen, hasta se hizo hombre, todos se inclinan. y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin. Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.

    Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro.

    Amén

    Después se hace la oración universal u oración de los fieles. Canto de Ofertorio Te ofrecemos, Señor, este pan y este vino. Te ofrecemos también el amor de nuestra vida Te ofrecemos, Señor, la alegría de amar, te ofrecemos, Señor, nuestra vida y nuestro amor Te ofrecemos, Señor el amor y la esperanza, los dolores también de este pueblo que te busca Te ofrecemos, Señor, la alegría de amar, te ofrecemos, Señor, nuestra vida y nuestro amor El sacerdote dice:

  • 10

    Oren, hermanos míos, por este sacrificio, mío y el de ustedes, para que sea agradable a Dios Padre Todopoderoso. R/. El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. Oración sobre las ofrendas

    SEÑOR, que esta ofrenda santa nos alcance siempre tu bendición salvadora,

    para que perfeccione con tu poder

    lo que realiza en el sacramento Por Jesucristo, nuestro Señor.

    Prefacio

    V/. El Señor esté con ustedes. R/. Y con tu Espíritu

    V/. Levantemos el corazón. R/. Lo tenemos levantado hacia el Señor

    V/. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/.Es Justo y necesario

    EN verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, que por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, con tu misericordia lo redimiste, por Cristo, Señor nuestro. Por él, los ángeles alaban tu gloria, te adoran las dominaciones y tiemblan las potestades, los cielos, sus virtudes y los santos serafines te celebran unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:

    Santo Santo, santo, santo. Señor de Gloria y majestad. Toda la tierra está llena de ti Hosanna, hosanna, Bendito nuestro Dios.

  • 11

    Bendito aquél que viene en nombre del Señor, Hosanna, hosanna, Bendito nuestro Dios El sacerdote, con las manos extendidas, dice:

    [CONCELEBRANTE PRINCIPAL]

    SANTO eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Todos se arrodillan en casa. El sacerdote junta las manos y, manteniéndolas extendidas sobre las ofrendas, dice:

    [CONCELEBRANTES] Por eso, Padre, te suplicamos que santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, Junta las manos y traza el signo de la cruz sobre el pan y sobre el cáliz conjuntamente, diciendo: de manera que se conviertan

    en el Cuerpo y ✠ la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, Junta las manos. que nos mandó celebrar estos Misterios. Porque él mismo, la noche en que iba a ser entregado, Toma el pan y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue: tomó pan, y dando gracias te bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:

    TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.

    Muestra el pan consagrado al pueblo, lo deposita luego sobre la patena y lo adora, haciendo genuflexión. Después prosigue: Del mismo modo, acabada la cena, Toma el cáliz y, sosteniéndolo un poco elevado sobre el altar, prosigue:

  • 12

    tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo: Se inclina un poco. TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,

    PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR MUCHOS PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

    Muestra el cáliz al pueblo, lo deposita luego sobre el corporal y lo adora, haciendo genuflexión. Luego dice:

    [CONCELEBRANTE PRINCIPAL] Este es el Misterio de la fe.

    Y todos, desde casa, prosiguen, aclamando: Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!

    Después los sacerdotes, con las manos extendidas, dicen: [CONCELEBRANTES] Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.

    Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia y reconoce en ella la Víctima por cuya inmolación quisiste devolvernos tu amistad; para que, fortalecidos con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un solo espíritu.

    [CONCELEBRANTE PRIMERO] Que él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, su esposo san José, los apóstoles y los mártires, y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener siempre tu ayuda.

    Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al mundo entero.

    Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu servidor, el papa Francisco, a nuestro Obispo Luis José, al orden episcopal, a los presbíteros y diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti. Atiende los deseos de esta familia que has congregado en tu presencia.

    En el domingo, día en que Cristo

  • 13

    ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal.

    Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el mundo. A nuestros hermanos difuntos, y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria,

    Junta las manos. por Cristo, Señor nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.

    Luego eleva al cielo el pan y el vino y dice la doxología o glorificación de Dios:

    [CONCELEBRANTES] Por Cristo, con Él y en Él, A Ti Dios Padre Omnipotente en la unidad del Espíritu Santo todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. R/. Amén Antífona de comunión O bien: Mt 5, 9-10 Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. Una vez depositados el cáliz y la patena sobre el altar, el sacerdote, con las manos juntas, dice: El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones con el Espíritu Santo que se nos ha dado; digamos con fe y esperanza: Extiende las manos y, junto con el pueblo, continúa: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Solo el sacerdote, con las manos extendidas, prosigue diciendo:

  • 14

    Líbranos de todos los males, Señor, y concédenos la paz en nuestros días, para que, ayudados por tu misericordia, vivamos siempre libres de pecado y protegidos de toda perturbación, mientras esperamos la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo. Junta las manos. El pueblo concluye la oración aclamando: Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria por siempre, Señor. Rito de la paz Después el sacerdote, con las manos extendidas, dice en voz alta: Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: «La paz les dejo, mi paz les doy»; no tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra, concédele la paz y la unidad. Junta las manos.

    Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/. Amén.

    El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo y juntando las manos, añade: La paz del Señor esté siempre con ustedes. El pueblo responde: Y con tu espíritu. Luego, el sacerdote añade: En el Espíritu de Cristo resucitado, dense fraternalmente la paz. Y todos intercambian un gesto de paz, de comunión y de caridad. Fracción del pan

  • 15

    Después toma el pan consagrado, lo parte sobre la patena, y pone una partícula dentro del cáliz, diciendo en secreto: El Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, unidos en este cáliz, sean para nosotros alimento de vida eterna. Mientras tanto, se canta: Cordero /Cordero de Dios que quitas el del mundo, ten piedad de nosotros/ Cordero de Dios que quitas el del mundo, danos la paz. Comunión

    A continuación el sacerdote, con las manos juntas, dice en secreto:

    Señor Jesucristo, Hijo de Dios vivo, que, por voluntad del Padre, cooperando el Espíritu Santo, diste con tu muerte la vida al mundo, líbrame, por la recepción de tu Cuerpo y de tu Sangre, de todas mis culpas y de todo mal. Concédeme cumplir siempre tus mandamientos y jamás permitas que me separe de ti.

    El sacerdote hace genuflexión, toma el pan consagrado y, sosteniéndolo un poco elevado sobre la patena o sobre el cáliz, hacia el pueblo, dice con voz clara:

    Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la cena del Señor.

    Y, juntamente con el pueblo, añade:

    Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme.

    El sacerdote, hacia el altar, dice en secreto:

    El Cuerpo de Cristo me guarde para la vida eterna.

    Y comulga reverentemente el Cuerpo de Cristo.

    Después toma el cáliz y dice en secreto:

    La Sangre de Cristo me guarde para la vida eterna.

    Y bebe reverentemente la Sangre de Cristo.

  • 16

    Canto de Comunión Ya no falta nada Ya no eres pan y vino, ahora que eres cuerpo y sangre vives en mí. De rodillas yo caigo al contemplar tu bondad. ¿Cómo no te voy a adorar? Mientras te pierdes en mis labios, tu gracia va inundando todo mi corazón por esa paz que me llena de alegría mi ser ¿Cómo no te voy a adorar? Señor Jesús, mi Salvador amor eterno, amor divino. ya no falta nada, lo tengo todo, te tengo a ti. Finalizada la comunión, el sacerdote, el diácono, o el acólito, purifica la patena sobre el cáliz y también el cáliz.

    Mientras hace la purificación, el sacerdote dice en secreto:

    Haz, Señor, que recibamos con un corazón limpio el alimento que acabamos de tomar, y que el don que nos haces en esta vida nos aproveche para la eterna.

    Comunión Espiritual: Terminado el canto de comunión, cada familia puede hacer desde su casa la comunión espiritual.

    Yo quisiera Señor recibirte, con aquella pureza, humildad y devoción con que te recibió tú Santísima Madre. Con el Espíritu y el fervor de los Santos (3 veces).

    y luego las aspiraciones de San Ignacio de Loyola.

    Alma de Cristo Santifícame, Cuerpo de Cristo, sálvame Sangre de Cristo, embriágame Agua del Costado de Cristo, lávame Pasión de Cristo, confórtame ¡Oh buen Jesús!, óyeme Dentro de tus llagas, escóndeme

  • 17

    No permitas que me aparte de Ti Del enemigo malo, defiéndeme A la hora de mi muerte, llámame y mándame ir a Ti, Para que con tus ángeles y tus santos te alabe y te bendiga por los siglos de los siglos. R/. Amén Oración después de la comunión

    SACIADOS con el pan de la mesa del cielo, te pedimos, Señor, que este alimento de la caridad fortalezca nuestros corazones y nos mueva a servirte en nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor. Después tiene lugar la despedida. El sacerdote, vuelto hacia el pueblo, extendiendo las manos, dice:

    El Señor esté con ustedes R/. Y con tu espíritu.

    El sacerdote bendice al pueblo, diciendo:

    La bendición de Dios todopoderoso,

    Padre, Hijo ✠ y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes. R/. Amén. Canto de Salida Cuantas veces siendo niño, Te recé. Con mis rezos te decía que te amaba. Poco a poco y con el tiempo Fui alejándome de ti, Por caminos que se alejan, Me perdí. Y hoy he vuelto, madre, A recordar Cuantas cosas dije ante tu altar Y al rezar puedo comprender /Que una madre no se cansa de esperar/