Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era...

13

Transcript of Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era...

Page 1: Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era evidente en la pequeña habitación de la anciana. Un camastro.
Page 2: Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era evidente en la pequeña habitación de la anciana. Un camastro.

Doña Hilaria estaba sola desde que su

compañero de toda la vida había muerto. La

pobreza era evidente en la pequeña habitación

de la anciana. Un camastro en un rincón, una mesa de madera carcomida, una silla y

una chamuscada parrilla eléctrica, eran sus únicos enseres.

Doña Hilaria estaba sola desde que su

compañero de toda la vida había muerto. La

pobreza era evidente en la pequeña habitación

de la anciana. Un camastro en un rincón, una mesa de madera carcomida, una silla y

una chamuscada parrilla eléctrica, eran sus únicos enseres.

Page 3: Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era evidente en la pequeña habitación de la anciana. Un camastro.

La anciana no había tenido hijos, ni existía familiar alguno que se hiciera cargo de ella. Vivía solo de su

miserable pensión de viudez. Sus días pasaban todos iguales, tristes y melancólicos, recordando tiempos

mejores.

La anciana no había tenido hijos, ni existía familiar alguno que se hiciera cargo de ella. Vivía solo de su

miserable pensión de viudez. Sus días pasaban todos iguales, tristes y melancólicos, recordando tiempos

mejores.

Page 4: Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era evidente en la pequeña habitación de la anciana. Un camastro.

La única persona que la visitaba era su

vecina Aurora, quien a veces le llevaba algo de comer y le

ayudaba a limpiar la habitación.

Aquella mujer era casi tan pobre como ella, pero de lo poco

que tenía, le compartía.

La única persona que la visitaba era su

vecina Aurora, quien a veces le llevaba algo de comer y le

ayudaba a limpiar la habitación.

Aquella mujer era casi tan pobre como ella, pero de lo poco

que tenía, le compartía.

Page 5: Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era evidente en la pequeña habitación de la anciana. Un camastro.

Se acercaba el invierno y

amenazaba con estar muy crudo ese año. Aurora llegó un día con unos ovillos de lana y le dijo a

la viejita:- Aquí tiene

doña Hilaria, es lana que me ha

sobrado y a usted le puede

servir para hacerse una

manta, mire que este invierno va a estar muy frío-

la anciana agradeció sin hacer ningún comentario.

Page 6: Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era evidente en la pequeña habitación de la anciana. Un camastro.

Pasaron los días y el frío se hacía más crudo, pero los ovillos de lana seguían intactos sobre la mesa de Hilaria. Aurora le dijo un día: - Doña Hilaria, ya está haciendo mucho frío y usted con esa manta tan delgadita... ¿cuándo va a empezar a tejer otra con la lana que le regalé? – Sí... mañana empezaré a tejer- respondió la anciana.

Pasaron los días y el frío se hacía más crudo, pero los ovillos de lana seguían intactos sobre la mesa de Hilaria. Aurora le dijo un día: - Doña Hilaria, ya está haciendo mucho frío y usted con esa manta tan delgadita... ¿cuándo va a empezar a tejer otra con la lana que le regalé? – Sí... mañana empezaré a tejer- respondió la anciana.

Page 7: Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era evidente en la pequeña habitación de la anciana. Un camastro.

Un día, Aurora tuvo que salir a visitar a su

hermana que vivía en otra ciudad. Antes de

marcharse le hizo prometer a Hilaria que a su regreso, ya tendría una manta nueva con

qué abrigarse. Como siempre, la

anciana le respondió: "Sí, mañana empezaré

a tejer"

Page 8: Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era evidente en la pequeña habitación de la anciana. Un camastro.

Aurora estuvo ausente dos semanas. De regreso, se dirigió a la casa de su vecina. Tocó a la puerta muchas veces, pero nadie abrió. Preocupada, fue en busca de ayuda. Unos vecinos lograron abrir la puerta forzando

la cerradura. Lo primero que vio Aurora fue la lana sobre la mesa, tal como había quedado el día en que

se despidiera de la anciana.

Aurora estuvo ausente dos semanas. De regreso, se dirigió a la casa de su vecina. Tocó a la puerta muchas veces, pero nadie abrió. Preocupada, fue en busca de ayuda. Unos vecinos lograron abrir la puerta forzando

la cerradura. Lo primero que vio Aurora fue la lana sobre la mesa, tal como había quedado el día en que

se despidiera de la anciana.

Page 9: Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era evidente en la pequeña habitación de la anciana. Un camastro.

La encontraron entumecida, envuelta en su delgada manta, que no le protegía del frío. Se veía muy mal, sus ojos se llenaron de lágrimas al ver a Aurora y le dijo con una voz apenas perceptible:- Perdóname Aurorita...por no haberle dicho la verdad...yo,,,yo no sé tejer...- ¡Pero, por qué no me lo dijo Hilaria- En esos momentos un vecino exclamó:

La encontraron entumecida, envuelta en su delgada manta, que no le protegía del frío. Se veía muy mal, sus ojos se llenaron de lágrimas al ver a Aurora y le dijo con una voz apenas perceptible:- Perdóname Aurorita...por no haberle dicho la verdad...yo,,,yo no sé tejer...- ¡Pero, por qué no me lo dijo Hilaria- En esos momentos un vecino exclamó:

Page 10: Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era evidente en la pequeña habitación de la anciana. Un camastro.

- ¡Hay que llevar al hospital a esta viejita, se ve muy mal...!Cuando se la llevaban, la anciana dijo en un hilo de voz:-Aurorita, quiero que me enseñes a tejer...-- Sí Hilaria, en cuanto regrese yo le enseño a hacerlo, pero ahora se tiene que poner bien…

- ¡Hay que llevar al hospital a esta viejita, se ve muy mal...!Cuando se la llevaban, la anciana dijo en un hilo de voz:-Aurorita, quiero que me enseñes a tejer...-- Sí Hilaria, en cuanto regrese yo le enseño a hacerlo, pero ahora se tiene que poner bien…

Page 11: Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era evidente en la pequeña habitación de la anciana. Un camastro.

Aurora la cubrió con su propia manta, la única que ella tenía y que era bastante gruesa. La anciana sintió el

calor de la manta y cerró los ojos... Hilaria no volvería a sentir frío nunca más. Aurora tomó sus manos y estalló

en llanto… ¡qué triste final para una vida!.

Aurora la cubrió con su propia manta, la única que ella tenía y que era bastante gruesa. La anciana sintió el

calor de la manta y cerró los ojos... Hilaria no volvería a sentir frío nunca más. Aurora tomó sus manos y estalló

en llanto… ¡qué triste final para una vida!.

Page 12: Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era evidente en la pequeña habitación de la anciana. Un camastro.

La falta de una buena comunicación, puede

llevar a extremos innecesarios. Aurora suponía que Hilaria

sabía tejer, ¡todas las viejtas saben

hacerlo!, pensaba, así que no preguntó nada. Hilaria, en su humildad, no quería

parecer mal agradecida, así que cuando recibió los

ovillos de lana, también prefirió no decir nada. Puede

parecer algo absurdo, pero

situaciones parecidas pasan muchas veces,

sin darnos cuenta, los llamamos malos

entendidos.

La falta de una buena comunicación, puede

llevar a extremos innecesarios. Aurora suponía que Hilaria

sabía tejer, ¡todas las viejtas saben

hacerlo!, pensaba, así que no preguntó nada. Hilaria, en su humildad, no quería

parecer mal agradecida, así que cuando recibió los

ovillos de lana, también prefirió no decir nada. Puede

parecer algo absurdo, pero

situaciones parecidas pasan muchas veces,

sin darnos cuenta, los llamamos malos

entendidos.

Page 13: Doña Hilaria estaba sola desde que su compañero de toda la vida había muerto. La pobreza era evidente en la pequeña habitación de la anciana. Un camastro.

Acostumbramos a generalizar, a

etiquetar, a pensar con el cerebro de los

demás. Damos por hecho lo que creemos

que piensan los demás. Nos quedamos callados

cuando deberíamos hablar y hablamos cuando deberíamos quedarnos callados.

Amor al prójimo, sentido común,

prudencia y saber ponernos en los

zapatos de los demás, son factores claves en la comunicación y el entendimiento con

otras personas.

Acostumbramos a generalizar, a

etiquetar, a pensar con el cerebro de los

demás. Damos por hecho lo que creemos

que piensan los demás. Nos quedamos callados

cuando deberíamos hablar y hablamos cuando deberíamos quedarnos callados.

Amor al prójimo, sentido común,

prudencia y saber ponernos en los

zapatos de los demás, son factores claves en la comunicación y el entendimiento con

otras personas.